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El acoso escolar o bullying.

Podemos definirlo como una forma de maltrato físico, verbal o psicológico que
se produce entre escolares, de forma reiterada y a lo largo del tiempo.
Debe deslindarse de los incidentes violentos aislados u ocasionales entre
alumnos o estudiantes.

Elementos:
1. Desequilibrio de poder: Que debe darse en el ejercicio de la fuerza verbal,
física o psicológica del acosador respecto del acosado.
2. Intencionalidad: Un deseo consciente de herir, amenazar o asustar por parte de
un alumno frente a otro.
3. Reiteración: La acción agresiva se repite en el tiempo y genera en la víctima la
expectativa de ser blanco de futuros ataques.

El acoso puede practicarse individualmente o en grupo.

Afecta a la dignidad del alumno y a sus derechos fundamentales (Convención de


los Derechos del Niño y Constitución Española (art. 10).
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de Educación.
Ley 26/2015, de 28 de julio de modificación del sistema de protección de la infancia y
la adolescencia (modifica la L.O. 1/1996, de 15 de enero de Protección Jurídica del
menor.

Proyección penal:

El acoso escolar puede llegar a ser delito.


Principalmente el delito contra la integridad moral previsto en el artículo 173-1 del
Código penal. Pena de prisión de seis meses a dos años.

Sin embargo, es habitual que vaya unido a otros delitos como:


 Lesiones (art. 147 y ss CP)
 Amenazas (arts 169 a 171 C.P.)
 Coacciones (arts 172 y ss CP).
 Calumnias o injurias (arts 205 y ss y 208 y ss).
 Incluso homicidio doloso (art. 138 C.P.), imprudente (art. 142 C.P.) o asesinato
(art. 139).
Los supuestos más graves, pueden llegar a desembocar en el suicidio de los
menores acosados.

El artículo 172 ter CP, introducido por L.O. 1/2015 contempla un nuevo delito
de acoso entendiendo como tal aquellas conductas que se realicen de forma insistente y
reiterada por medio de las cuales se menoscaba gravemente la libertad y el sentimiento
de seguridad de la víctima a la que se somete por ello a vigilancia, persecuciones u
otros actos de hostigamiento (llamadas insistentes al teléfono etc). Se castiga con la
pena de prisión de 3 meses a dos años o multa de 6 a 24 meses.

SENTENCIA 23 DE MARZO DE 2016: TUDELA.


El juzgado número 3 de Tudela, Navarra a fecha 23 de marzo de 2016 dictó una
sentencia muy interesante que tiene por objeto este delito.
Hechos: En el caso resuelto por la sentencia, se declaró probado que el acusado,
a raíz de conocer a la denunciante, comenzó a hacerla llamadas de teléfono, enviarle
mensajes de whatsapp, tanto escritos como de audio y fotografía y, finalmente, a
remitirle mensajes de contenido sexual, alterando la vida normal de la denunciante.
El autor de los hechos fue condenado por un delito de acoso del art. 172 ter CP,
a una pena de multa de cuatro meses con una cuota diaria de 4 euros, además de la
prohibición de acercarse a menos de 50 menos de la víctima, de su domicilio o de
lugares frecuentados por ella, así como de comunicarse por ella de cualquier forma o
manera.

DATOS PRÁCTICOS – CIFRAS:

Podéis preguntaros que por qué estoy aquí hablando del bullying. Pues bien, el
principal motivo son las estadísticas. El 'bullying' ha aumentado en España un 240% en
los últimos dos años. De hecho, sólo en 2016 la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y
Adolescentes en Riesgo) registró 1.207 casos de acoso escolar reales. Es más, en 2016
la UNESCO elaboró un informe con los datos de más de 100.000 niños y jóvenes
alrededor del mundo, entre los que se incluyen españoles, con el fin de mostrar el
impacto del acoso escolar. En el informe se afirma lo siguiente:
 Nueve de cada diez considera el bullying un problema real e importante;
 2/3 de los encuestados asegura haber sido acosado en alguna ocasión.
 1/3 piensa que sufrirlo es normal y no lo ha denunciado, aunque es cierto que
muchos no saben ni cómo ni a quién hacerlo.

Me gustaría resaltar que la edad de los acosadores cada vez es más baja y el
ciberbullying es una realidad cada día más contundente, donde el teléfono móvil y
el Whatssapp son los protagonistas. De hecho, uno de cada cuatro casos de acoso
escolar se produce a través de las redes sociales.
Es necesario que sepáis que recibir insultos o amenazas, fotos y vídeos
manipulados o rumores falsos sobre vosotros de forma continuada es acoso.

Por último, si sentís que estáis siendo acosados o conocéis de algún compañero
que lo esté siendo, os aconsejamos que se lo comuniquéis a vuestros padres y lo hagáis
saber en vuestro centro educativo para que puedan iniciar una investigación. No estáis
solos, necesitáis ayuda y ellos os la van a proporcionar.
PROCEDIMIENTO:

Una vez que se ha detectado el problema, es fundamental acudir a los servicios


de atención primaria para que el menor sea explorado por un médico y reciba la ayuda
psicológica necesaria, así como recabar todas las pruebas de las que se pueda disponer
(nombres de los testigos, publicaciones en redes sociales, mensajes en aplicaciones de
mensajería instantánea, partes médicos que acrediten las lesiones, informes periciales
psicológicos, etc.).

Es de suma importancia recopilar los testimonios que acrediten la existencia de


ese acoso escolar, y que identifiquen a las personas que lo están realizando. Al respecto,
hay que destacar que las redes sociales y la mensajería instantánea están siendo de gran
utilidad desde el punto de vista jurídico: los acosadores dejan constancia escrita de su

acoso.

Respecto al centro escolar, hay que interponer una denuncia por escrito con el
fin de que se comiencen a investigar los hechos y de que se active el protocolo de
actuación ante el acoso.

Llegados a este punto, cabe recordar que todos los centros disponen de un
protocolo contra la situación de acoso, estableciendo medidas de protección del menor
acosado, mientras se lleva a cabo la investigación y así evitar que se produzcan nuevos
incidentes.

Si, por el contrario, el centro escolar hace caso omiso a la denuncia, podría
incurrir en responsabilidad civil, y los padres podrán reclamar una indemnización por la
falta de actuación y protección del mismo, en aplicación del artículo 1903 del Código
Civil.

En caso de negativa del colegio, es necesario presentar una denuncia ante la


Inspección de Educación. Si también fuese negativa la respuesta, el siguiente paso es
presentar una denuncia penal para poner la situación en conocimiento de la Fiscalía de
Menores, a fin de que se depuren las responsabilidades penales y civiles
correspondientes ante los acosadores.

El bullying conlleva una serie de responsabilidades penales y/o civiles para los
abusadores y, en el caso que estos sean menores de edad, responderían sus
representantes legales (los progenitores o los tutores legales), de conformidad con el
artículo 1903 del Código Civil. Los acosadores pueden estar cometiendo un delito de
amenazas o de lesiones, que conlleva una responsabilidad penal, así como una
responsabilidad civil como indemnización por los daños morales y/o físicos que se han
infringido sobre el menor.

Con la denuncia penal, la propia Fiscalía de Menores podría incluso establecer


las medidas de protección convenientes para la seguridad del menor acosado, que
deberán ser aprobadas por el Juzgado de Menores correspondiente.

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