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LEYES ADVENTISTAS

regunta Clave
Si es verdad que la Ley de Moisés fue clavada en la Cruz y que murió con Cristo. Por qué los
adventistas no comen las carnes prohibidas por la Ley de Moisés?. Creen realmente que la ley
fue clavada en la cruz o no?.

Si lo creen deben andar en libertad con que Cristo nos hizo libres y no permanecer bajo el yugo
de la esclavitud.(Gal.5:1; Hch.11:1-9; 1Co. 10:25).

Pasajes del Nuevo testamento donde el Termino Ley abarca todo el Antiguo Testamento.
Juan: 10:34 Salmos: 82:6
12:34 110:4
15:25 35:19
1Co. 14:21 Isaías: 28:11
14:34 Gálatas:3:16
La palabra Ley en su sentido más amplio abarca todo el antiguo testamento, porque los libros
que la componen se originaron bajo el pacto de la Ley.

La ley abolida para el cristiano


Dios hizo un pacto con Israel en el Sinaí, aquel pacto fue un convenio entre Dios y el pueblo
Israelita Dut. 5:3
Dios propuso el pacto (Éxodo 19: 3-6)
El pueblo se comprometió a cumplirlo (Éxodo 19:7-8; 24:7)
El libro de la ley es llamado “libro del pacto!” Porque en sí lo constituían los mandamientos,
ordenanzas, normas y leyes que Dios dictó a su pueblo Israel.

La legislación del Sinaí es llamada el Pacto de la ley, en contraste con el Pacto de la Gracia El
pacto incluía lo que escribió Moisés y lo que escribió Dios.
” El altísimo dijo a Moisés Escribe tú estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel” ” Y
escribió Dios en las tablas del pacto los Diez Mandamientos” (Éxodo 34:27,28).
Si el pacto de la ley está en vigor, entonces está en vigor la ley del pacto, pero si el pacto de la
Ley fue abrogado, entonces fue abrogada la ley que lo constituía.
El pacto y la ley son inseparables, el pacto es la ley y la ley es el pacto, nacieron juntos y
terminaron juntos.

Al decir que la Ley fue abrogada reconozco que el asunto es delicado y complejo, algunos se
sorprenderán. Los principios Morales de Dios no cambian ni se abrogan, estuvieron vigentes
antes de la promulgación de la Ley en el Sinai, y continúan vigente después de la muerte de
Cristo. Estos principios fueron estampados por el creador en la constitución moral del hombre
creado a su imagen y semejanza (Ro. 2:14,15 Porque cuando los gentiles que no tienen ley,
hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y
acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, ), e incorporados al pacto de la Gracia, la
Ley de Cristo 1Co (.9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin
ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.

El ignorante que roba o mata, es amonestado por su conciencia aunque no haya oído jamás el
Decálogo.
Y pregunto aquí: ¿Puede considerarse el día de reposo como un atributo moral a Dios? De
ninguna manera. La ley del descanso fue implantada para beneficio del hombre, y no como
expresión de la naturaleza Divina. (Mar. 2:27).

La ley del Sinai se levantó como una pared de separación entre Israel y los demás pueblos de
la tierra. Dios tuvo un propósito bien definido al levantar aquel muro, del cual los días de reposo
constituían una parte o piedra (Ex. 31:13; Ez. 20:12).

Pero el Nuevo Testamento nos dice que el muro ha sido derribado (Ef. 2:14.15; Hch. 10:9-16;
11:2-9). El pacto de la ley prohibía a los judíos comer con los gentiles, pero Pedro alego que
Dios le había mostrado que la ley que declaraba prohibida o inmundas algunas carnes o
comidas ya no tenía vigencia bajo la dispensación de la gracia, Dios declara limpio lo que la ley
había declarado inmundo (Hch.10:15). Este cambio ya lo había apuntado Jesús cuando declaró
“Limpios todos los alimentos” (Mrc. 7:19).

El sábado formó parte de la ley del Sinaí. Si aquella ley estuviera en vigor, nosotros
guardaríamos el sábado. Pero como estamos plenamente convencidos de que no está vigente,
no nos sentimos obligados a observarlo como día de reposo cristiano.

La epístola a los Gálatas constituye, de principio a fin, una vigorosa refutación de las
enseñanzas de los Judaizantes de aquel tiempo (Gal. 2:14) “Pero cuando vi que no andaban
rectamente conforme a la verdad del Evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo
Judío, vives como los gentiles y no como Judío, ¿porqué obligas a los gentiles a judaizar?.

El Apóstol de los gentiles expone en Gálatas y Romanos, la naturaleza, el propósito y el alcance


de la ley. Todo el que estudie y entienda correctamente el capitulo tres de Gálatas sabrá cuál
fue la misión encomendada a la ley.

Dios hizo un pacto con Abraham, y este encerraba la siguiente promesa: “En tú simiente serán
benditas todas las naciones de la tierra” (Gen. 22:18), La simiente de Abraham mencionada en
este pasaje es Cristo (Gal. 3:16). Tengamos presente aquí que la promesa de Dios se basa en
su infinita misericordia. Aquel pacto no tenia mediador porque la promesa no encerraba
condición alguna que obligara a la parte humana. Dios promete y el hombre recibe.

Cuatrocientos años después de la promesa hecha a Abraham, fue promulgado el pacto de la


ley (Gál. 3:17), pero este pacto no descansaba en la Gracia soberana de Dios, y aquí vemos
dos partes: de un lado estaba el Dios justo y Santo, y del otro el pueblo pecador; por eso fue
necesario un mediador que fue Moisés (Gál. 3:19-20). Este pacto estaba condicionado, Dios lo
propuso con las bendiciones y maldiciones inherentes (Deut.28), y el pueblo se comprometió a
cumplirlo cada día, cada semana, cada mes, y cada año. ¿Cuál fue el resultado? Dios cumplió
su parte, pero el pueblo fue infiel, desobediente, transgresor.

Y aquí surge la muy lógica pregunta del Apóstol: ¿Para que sirve la ley?. El mismo Apóstol
responde “Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la Simiente a quien
fue hecha la promesa” (Gál, 3:19). ¿Quién era esta simiente? CRISTO. En este pasaje de las
escritura tenemos la esencia del tema que estoy tratando.

La ley en función de pacto no es eterna, tuvo principio; fue promulgada 430 años después de la
promesa hecha a Abraham. Dios la promulgo con carácter temporal “HASTA QUE VINIESE LA
SIMIENTE”.

El pacto de la ley fue agregado a la promesa hecha a Abraham. Lo permanente es la promesa


de gracia, y no la ley. Dice Pablo que la ley no abrogo aquella promesa (Gál. 3:17). Pero el
cumplimiento de aquella promesa sí abrogó la ley (Gál. 3:24, 25).
La ley no se promulgó para evitar o prevenir el pecado, sino para manifestarlo o descubrirlo,
para hacer sentir al hombre la necesidad de un salvador,

Pablo dice que antes que viniese la fe estábamos confinados bajo la ley, encerrados para
aquella fe que a iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo. Para llevarnos a
Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, (Cristo), ya no estamos
bajo el ayo. (Gál. 3:23-25). Esto, para el que quiera entender está claro como la luz del día. La
ley fue promulgada con carácter temporal hasta la venida de Cristo como Redentor, y con esto
concuerdan las palabras de la Biblia en Romanos 10:4 que dice: PORQUE EL FIN DE LA LEY
ES CRISTO, para justicia (justificadora) a todo aquel que cree. Esto, como quiera que se mire,
dice que la ley termina donde empieza Cristo.

En Gálatas 2:19,20, dice Pablo: Yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.
Con Cristo estoy juntamente crucificado. ¿Esta Ud. Crucificado con Cristo?, si lo está entonces
está muerto para la ley.

La ley del Sinaí no tenia corazón, no tenia lagrimas para verterlas por el pobre pecador, no tenia
misericordia del caído ni brazos para tenderlos sobre el convicto, ni poder para ayudar al hombre
a vencer las tentaciones.

En cambio la Gracia tiene todo cuanto el hombre necesita para levantarse a una vida superior,
para alcanzar la paz con Dios, para vencer las tentaciones, para obedecer al Señor. El pecado
ya no se enseñoreará del hombre regenerado porque ya no está bajo la ley sino bajo la
gracia.(Ro.6:4).
Romanos 7:1-6 Nos enseña con toda claridad que quien esté muerto con Cristo está libre de la
ley. La ley mato a nuestro substituto o fiador (Gál. 3:13) . Y en tal virtud de la muerte de Cristo,
el que se identifica con Cristo en su muerte y resurrección, muere para la ley y resucita a una
nueva vida y a nuevas relaciones (Col. 3:1-3).

No concibo que un convertido a Cristo, cuya mente ha sido iluminada por el Espíritu Santo,
pueda sentirse ligado a la ley después de haber estudiado o analizado detenidamente los pasaje
que hemos considerado. Pablo dice que la ley se enseñorea del hombre mientras este vive.
Pero el que se ha identificado con Cristo en su muerte redentora , no vive ha muerto para la ley.
Y así como la mujer casada queda libre de la ley del marido cuando este muere, el cristiano
convertido queda libre de la ley cuando se identifica con Cristo en su muerte.

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