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Las estatuas
Cuando la música suena los niños tienen que bailar a su ritmo y cuando paré todos se
convierten en estatuas y no pueden moverse. Los niños desarrollan habilidades de escucha
atenta, ritmo, coordinación y control y expresión corporal.
Los abrazos
Como el juego de las estatuas pero cuando la música pare el profesor dirá un número y
los niños tienen que ir a abrazarse en grupos de ese mismo número, de dos en dos, tres en
tres, todos juntos, de uno en uno (a sí mismos), etc. Además de los beneficios que aporta
el juego de las estatuas, los abrazos ayudan a crear sentimiento de grupo, cooperación,
socialización, mejora la autoestima y se trabajan conceptos matemáticos de conteo y
conjuntos.
Construir formas
Como el juego de las estatuas pero cuando la música paré, los niños tendrán que juntarse
y adoptar la forma que el profesor haya dicho en el menor tiempo posible: un círculo, una
línea, un cuadrado, una media luna, etc. Los beneficios de este juego son los mismos que
en el juego de “los abrazos” pero en este caso trabajamos la geometría corporal y
vivencial.
Antes de comenzar a jugar tenemos que seleccionar algunos instrumentos que los niños
conocen y que hemos trabajado con ellos antes como puede ser: los cocos, caja china,
platillos, crótalos, flauta, campana, cascabeles, pandereta, etc. Además los repasaremos
y oiremos como suenan. Después elegiremos a quien se la liga y al resto les dejaremos
coger uno de esos instrumentos.
Como el juego popular, se trata de un pilla pilla pero el niño que se la liga lleva los ojos
vendados. Se empieza con la siguiente retahíla:
Gallinita ciega,
que se te ha perdido,
una aguja y un dedal,
pues date tres vueltas y lo encontrarás.
En esta versión del juego, cuando se da la última vuelta el niño que se la liga debe intentar
coger a otro compañero y adivinar que instrumento lleva. Además de fondo suena música
y todos los niños tendrán que moverse a su ritmo (andando lento, normal o corriendo
según el tempo)
Con este juego se trabajan, de manera divertida y motivadora muchos aspectos como el
timbre, el ritmo, la escucha atenta, el nombre de los instrumentos, la concentración y el
desarrollo de la motricidad gruesa.
Carrera musical
Para este juego suelo utilizar una canción de la película del Rey León, concretamente ”
Yo quiero ser rey león” porque cantan por un lado los dos leones y por otro el pájaro. Se
asignan dos equipos que se colocan en la línea de salida como si fuesen dos trenecitos. A
cada equipo se le asigna uno de los personajes, o el loro o los leones y se les da las
siguientes pautas: sólo se pueden mover cuando suene su personaje o todos los animales
a la vez, si sólo suena música pero nadie canta ninguno de los dos grupos se puede mover.
Por otro lado, todos los niños se colocarán con las piernas abiertas menos el último de la
fila que tiene que pasar por debajo de sus compañeros siempre y cuando suene su
personaje o todos los animales, sino tienen que estar quietos en la posición que les haya
tocado. No gana el grupo más rápido, sino el que esté más atento y realice el ejercicio
bien.
Con este juego queremos desarrollar habilidades de escucha atenta, timbre y cooperación
principalmente. Por supuesto también se desarrollan muchas habilidades motrices.
El director de orquesta
Uno de los jugadores tiene que separarse del grupo hasta que no oiga nada. El resto de
los niños elegirán a un director de orquesta que irá haciendo ritmo o música con su cuerpo
(palmadas, pisotones, golpecitos en la cabeza, silbidos, etc) y el resto tendrán que copiarlo
disimuladamente. Cuando estén todos colocados en círculo y ya estén copiando al
director, se avisará al niño que estaba apartado para que entre en el círculo e intente
adivinar quien es el director. Es importante que este director vaya cambiando de ritmos y
sonidos para que en un desliz de algún jugador pueda el del centro adivinar quien es.
Cuando de con él, el director será el siguiente en ligársela.
El oso
Pitagorina
Se hace un corro con todos los niños menos uno que elige ser Pitagorina o Pitagorin.
Este se situará dentro del corro y al ritmo de la canción ira moviéndose de manera
circular pasando cerca de sus compañeros. Cuando la canción termina, le preguntará al
compañero que tenga más cerca: ¿quiéres ser mi amigo? Si este dice que sí, se darán un
abrazo, apreton de manos, etc. y el nuevo niño ocurapá el puesto de Pitagorina.
Pitagorina, Pitagorina,
busca amigos, busca amigos.
Pitagorina, Pitagorina
busca amigos de verdad.
En un salón francés
Los niños se colocan en corro agarrados primero por las manos, luego agarrando el
hombro del compañero siguiente, y así hasta que al final unos están sentados unos
encima de otros en cuclillas. Se tienen que mover, en cada ronda intentando no caerse,
cantando la siguiente canción:
En un salón francés,
se baila el Minuet.
En un salón francés
se baila el Minuet.
Con este juego los niños desarrollan habilidades de cooperación, ayuda, ritmo, canto y
coordinación. A continuación os dejo un vídeo de una clase jugando a este juego. Según
la edad de los participantes podemos adaptarlo un poco.
Nacho Micho
Podemos utilizar la siguiente rima para trabajar todas las cualidades del sonido y el
ritmo:
Al ser una ritma el ritmo ya lo tiene incorporado, por tanto va a estar presente
continuamente. Lo vamos a marcar con nuestras manos golpeando nuestras pantorrillas,
palmada, pantorrillas, palmada, etc.
El timbre lo vamos a trabajar diciendo primero con voz normal la rima y en la segunda
ronda vamos a susurrar. Los niños podrán observar que el timbre de nuestra voz no es
igual cuando hablamos que cuando susurramos.
Por último, para ocuparnos de la duración, vamos a utilizar sólo el final de la rima “mucho
macho mecha micho”. Puede trabajarse a la vez que la altura y así la repasamos, pero esta
vez, cada grupo va a ser una figura musical diferente:
Agudo: corcheas
Medio: negras
Grave: blancas
Quedando algo así:
Mucho macho mecha micho mucho macho mecha micho Mucho macho mecha micho
…
El baile:
Se realizan grupos de 4 y cada uno de estos grupos se colocará en círculo y eligen quien
va a ser el primero. Este niño tendrá que elegir una postura o “estatua” y el resto le
imitarán. Luego le tocará al segundo, tercero y al final al cuarto. Después los niños
tendrán que intentar hacer las posturas de su grupo una detrás de otra en el orden que se
han creado. Cuando las hayan ensayado, se pone música de fondo y los niños harán estas
“estatuas” al ritmo de la música. Si son niños de primaria, podemos añadir después otros
4 movimientos. Cuando todos los grupos estén listos, mostrarán su “coreografía” al resto
de la clase y votarán la que más les haya gustado. Los ganadores le enseñarán su baile al
resto de los compañeros. Otra opción es practicar las coreografías con distintas músicas,
unas más lentas y otras más rápidas.
Con este juego los niños desarrollarán habilidades de cooperación, ayuda, ritmo, escucha
atenta, coordinación, equilibrio, expresión corporal, socialización, motricidad gruesa,
coordinación, autoestima, y duración.
Sentir el ritmo
Es como el juego del espejo pero al ritmo de la música, por tanto los niños desarrollan
habilidades de coordinación, ritmo, escucha atenta, socialización y expresión corporal a
la vez que mejoran su motricidad gruesa.
Las marionetas musicales
De dos a cuatro jugadores serán los músicos y el resto las marionetas. Cada músico tendrá
un instrumento que suenen muy distintos entre sí como por ejemplo: pandereta, xilófono,
platillos y caja china. A cada instrumento se le asignará un movimiento concreto como
por ejemplo:
Los músicos irán tocando los instrumentos (de uno en uno al principio) mientras sus
compañeros marionetas hacen los movimientos.
Con este juego los niños desarrollan su sentido del ritmo, expresión corporal,
coordinación, escucha atenta, motricidad y trabajan el concepto de timbre aumentando su
conocimiento sobre algunos instrumentos musicales.