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PARTE 1/2
Tabla de Contenidos
1 Introducción
2 I. ¿Qué son las emociones?
3 II. Las emociones y el desarrollo Humano según lo relata la Biblia
4 III. El Desarrollo Humano vs la Biblia
5 Relacionado
Introducción
El presente ensayo nos introducirá en un mundo muy importante, y que muchas veces pasa desapercibido
por la mayoría de la gente. Hablaremos sobre las emociones y el papel tan importante que desempeña en el
desarrollo humano. Haremos un viaje por ese mundo tan especial, llamado emociones, y como el ser humano
ha sido influenciado a través de toda la historia de la tierra por ellas, llevándolo a grandes fallas y
sufrimientos.
Para llegar al enfoque principal pasaremos por un estudio de las emociones y la historia de la humanidad,
el propósito es llegar a una integración bíblica del hombre y las emociones, veremos cuál es la única manera
de poder llegar a tener un control efectivo sobre éstas. El enfoque de este ensayo es, más que todo, es el
manejo de las emociones desde una perspectiva bíblica.
Espero disfruten el presente trabajo y le doy la gloria a Dios por permitirme llevarlo a cabo y se lo dedico a
mis hijos que son de gran ayuda para mi trabajo. Pero especialmente se lo dedico a Dios por su inmenso
amor y bondad.
I. ¿Qué son las emociones?
Quizás lo más importante sea diferenciarla de otra palabra que por lo general suele sea usada como
sinónimo: Sentimiento. Es muy común creer que las palabras emociones y sentimientos son intercambiables.
La verdad es que estos dos términos son muy distintos y expresan realidades muy contrarias.
El sentimiento. Básicamente diremos que el sentimiento es una sensación de moderada intensidad y que es
perdurable en el tiempo. El amor, la felicidad y la simpatía serían un par de ejemplos.
La emoción. Esta por el contrario, es una sensación de gran intensidad y corta en el tiempo. Alteración del
ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática.
Así pues, durante el día, podemos sentir una gran variedad de emociones que se suceden una a otra. O quizás
una mezcla de emociones que muchas veces no sabemos describir. Despertarme tarde y recordar que tenía
una cita importantísima y sentir rabia contra el despertador que no sonó. Salir apresurado y sentir rabia
porque no pasa el bus que necesito. Sentir alegría al llegar al lugar y ver que nuestra cita llega justo después
que nosotros. Sentir frustración en la noche porque nos informan que algo que habíamos planeado no logra
concretarse. Así, frente a cada nueva circunstancia que vivimos nuestro ser puede experimentar una nueva
emoción que nos altera por completo.
En definitiva, reaccionamos ante las circunstancias que debemos vivir a cada instante y lo hacemos por
medio de las emociones. En determinados momentos nos pueden ayudar a salir de lugares peligrosos como
cuando sentimos temor frente a un carro que se dirige contra nosotros.
¿Son importantes para el desarrollo de mi vida espiritual?
Las emociones pueden acercarnos o alejarnos de Dios. Frente a la frustración por una petición no contestada
en nuestros términos por Dios, podemos decidir que no queremos estar con Dios. Frente a un momento de
alegría y gozo por lo que Dios está haciendo en nuestras vidas, podemos decidir buscar más de Dios. La
“emoción” que sentimos frente a una alabanza puede hacernos decir que necesitamos de Dios en todo
momento. La ira que sentimos frente a las actitudes poco cristianas de un hermano puede hacernos decir de
qué sirve ser cristiano.
Así pues las mismas emociones que nos pueden llevar a buscar de Dios en un momento determinado, nos
pueden llevar igualmente a renegar de Dios en otro momento.
¿Son importantes las emociones para el desarrollo de nuestra vida espiritual? La respuesta es sí, pero
debemos ser cautelosos. Nuestras emociones pueden ayudarnos a buscar de Dios, pero el momento en que
dependemos de ellas, estamos en graves aprietos.
II. Las emociones y el desarrollo Humano según lo relata la Biblia
En el desarrollo humano debemos de destacar un punto muy importante que comienza con la
creación. Hemos sido creados para completar la obra que Dios comenzó en la creación. Por lo tanto si
fuimos creados con un propósito especial, debemos de tener un desarrollo que agrade a Dios.
Pero no, esto no ha sido el propósito del hombre a través de toda la historia, el hombre, por sus emociones,
siempre ha querido ser independiente de Dios.
Este ha sido durante toda la historia de la humanidad el gran conflicto, el hombre siempre ha tendido a
ignorar o dejar de lado a Dios, y ha buscado un desarrollo según sus propias emociones, fuerzas o razones,
lo podemos ver desde el Huerto del Edén, que el hombre fue desobediente. Si hacemos un recorrido por
toda la Biblia veremos la rebeldía del hombre, su maldad, como resultado de su caída en el pecado, y como
consecuencia su “depravación total”
Después que Dios mandó el Diluvio debido a la maldad y el pecado del hombre. La nueva generación de
hombres que fueron los descendientes de los hijos de Noé, pronto volvieron al pecado (movidos por sus
emociones). Es por esta razón que Dios los lleva cautivos a Egipto. Después que el pueblo salió de la
esclavitud de Egipto, sacado por Dios con mano fuerte, el pueblo nunca estuvo satisfecho, movidos por una
fuerte emoción de duda e impaciencia porque Moisés no regresaba, pronto regresaron a las costumbres de
los otros pueblos y se erigieron un becerro de oro, siempre movidos por sus emociones, pues no habían
creído en la obra portentosa de Jehová que ellos mismos habían visto con sus ojos.
Mientras la mayoría de los pueblos del mundo conocido en la época de los patriarcas eran politeístas, Dios
quiso proveerse para Sí mismo un pueblo llamando a Moisés desde Ur de los caldeos. Como podemos ver
en la Biblia, este pueblo duro de cerviz, al igual que los que habitaron la tierra antes del diluvio, siempre
movidos por sus emociones, se apartaron completamente de Dios (Is 1:2-9). Como podemos ver el mismo
Dios le clama al pueblo por el pecado por su pecado, y dice que el hombre es tan necio que es peor que los
animales. Este pueblo que Dios había escogido como hijos, como su pueblo pasó por una gama de
gobiernos, empezando por una “teocracia”, seguida de jueces, pero no estaba satisfecho y pidieron reyes, al
igual que las otras naciones. Y Dios se los concedió, paro tampoco funcionó, pues era tanta la maldad del
hombre que estos reyes también fallaron.
Es por esta razón que Dios tuvo que mandar a su Hijo para rescatar a este mundo pecaminoso que actuaba
de una manera rebelde movidos por sus emociones. Vino a cumplir lo que se había profetizado a través de
toda la Biblia. Pero ni aún así creyeron, y no lo recibieron:
(Jn 1:11-14) “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. (A traer las Buenas Nuevas de salvación) Mas
a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del
Padre), lleno de gracia y de verdad.
La persona motivada por el pecado
En su estado de pecado el ser humano, movido por sus emociones, ya no desea glorificar a Dios. Su corazón
está inclinado al mal y se expresa en forma de egoísta desde su nacimiento. La Biblia nos dice que el pecado
está “esculpido en la tabla de nuestro corazón” y es “engañoso y perverso” (Jeremías 17:1,9). Este
autoengaño nos lleva a no querer vernos como somos.
III. El Desarrollo Humano vs la Biblia
La persona motivada por la gracia
En su estado de gracia algunas personas (no toda la humanidad) son intervenidas por Dios regenerando su
corazón y haciendo que responda a Dios en fe. Al “nacer de nuevo” los seguidores de Cristo “desean la
leche espiritual”.
Al principio del cristianismo, en lo que llamamos la “Iglesia Primitiva” la humanidad que si le creyó a Dios
aceptando a su Hijo (no movidos por una emoción, sino por convenciento), se transformó a una vida nueva,
siguiendo a nuestro Señor Jesucristo con gran ánimo, pero como siempre sucede, con el paso del tiempo,
todo volvió a cambiar, hubo mucha confusión después del primer siglo de la Iglesia. El hombre volvió
quedar, podríamos decir, casi igual que al principio, todo confundido, el evangelio se fue transformando, ya
la palabra verdadera dejó de predicarse, y cuando las iglesias se hicieron grandes, surgió el poder, se
transformó las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, hasta llegar a tal grado que se prohibió la lectura de
la Biblia para la gente laica. Las iglesias se habían convertido en cueva de ladrones, tenían todo el poder,
los obispos se corrompieron, tuvo lugar el nacimiento de una nueva Iglesia, la Católica Romana, que llevó
a la humanidad a un sufrimiento muy grande, hasta su culminación durante el período de la inquisición. Era
tanta la desviación de la iglesia que Dios preparó hombres para que iniciaran una reforma.
Ya antes este período de la historia, el hombre siempre independiente de Dios motivado por sus
emociones, se hacía preguntas sobre su parte inmaterial. Es cuando tiene sus comienzos el estudio del alma,
allá por el siglo V a.C. comenzando en Grecia con Anaxágoras, seguido por Aristóteles, quisieron entender
más sobre sí mismos, fue así que se inicia el estudio de la parte inmaterial del ser humano, dando inicio a la
psicología, o sea, al estudio del alma. Varios siglos después, allá por el año 354-322 A.D. Agustín de Hipona
profundiza en el tema de las emociones, los pensamientos, los recuerdos y las motivaciones.
¿Qué ha sucedido después de todo esto?
El hombre, en su búsqueda de la solución a sus problemas, ha tratado toda la vida de encontrar la solución
a sus problemas por medio de la ciencia, pero completamente alejados de Dios. Surgió un movimiento social
que, dirigido por los pensadores de su tiempo, trataron de formar una teoría que resolviera los problemas de
la humanidad. Este movimiento hizo que toda la humanidad se transformara con sus ideas revolucionarias,
este movimiento dio lugar a la sociología.
La sociología nació con la finalidad primordial de sustituir a la religión en la época moderna, ya que el
cristianismo fue entendido como promotor de barbaries, torturas inquisitoriales, guerras de religión,
cruzadas y bandolerismo de todo tipo, y además existía una teología de la resignación que justificaba las
estructuras sociales de los regímenes absolutistas y fomentaba la apatía social en el pueblo. La raíz del
problema fue la deformación del mensaje bíblico a que habían llegado las iglesias cristianas del momento.
EFECTO DE LAS EMOCIONES EN EL DESARROLLO HUMANO SEGÚN LA BIBLIA –
PARTE 2/2
Tabla de Contenidos
1 IV. Las Emociones como termómetro para medir la problemática de la humanidad.
2 V. Efectos de las Emociones
3 VI. Las emociones y los seres humanos desde el punto de vista psicológico
4 VII. Integración de la Perspectiva Bíblica del Desarrollo Humano y Efectos de las Emociones
5 Conclusión