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CONTROL DE LECTURA: “WHAT ANTHROPOLOGISTS REALLY DO” (LO QUE

REALMENTE HACEN LOS ANTROPÓLOGOS).

La lectura hace una revisión crítica sobre el ser de la antropología y del antropólogo.
Su autor Keith Hart, realiza toda una revisión histórica, muy breve, del quehacer
antropológico y sus inconvenientes paradigmáticos.

Hace referencia de, me parece, la revista antropológica “AT (Anthropology Today)”,


y la hace para sus apreciaciones, en todo momento.

Su crítica se basa, principalmente, en cuestionar el quehacer del antropólogo; sus


alcances y utilidades en nuestra cultura. Las razones históricas del origen de la
antropología y su actuar en nuestra actualidad.

En un inicio del párrafo menciona: “What is lacking is a historical perspective on


anthropology’s changing relationship to the world we live in”. . .”We need a new story
about what anthropologists have done and might do, based on what we really do
and why”. (Lo que falta es una perspectiva histórica sobre la relación cambiante de
la antropología con el mundo en que vivimos. . .Necesitamos una nueva historia
sobre lo que los antropólogos han hecho y podrían hacer, basado en lo que
realmente hacemos y por qué).
Preguntaría entonces: ¿Qué necesidades ha percibido el autor para sostener que
la antropología debe llenar un espacio social y paradigmático?

Al hacer la crítica al trabajo con las “sociedades primitivas” primero, y luego al hacer
mención: …“fieldwork-based ethnography”, joining people where they live to find out
what they do and think, then writing it up in universities back home” (…"etnografía
basada en el trabajo de campo", uniéndose a la gente en la que vivían para
averiguar qué hacen y piensan, y luego escribirla en las universidades de origen).
Entiendo hacia a donde podría ir la pregunta. Los antropólogos tienen una
oportunidad valiosa de conocer las culturas y sociedades; sus costumbres y podría
ser, hasta influir de manera positiva en ellas.
Los antropólogos, personas comunes, pero con una responsabilidad histórica,
pueden, como lo hacen los economistas, sociólogos, médicos, filósofos, ingenieros,
etc; integrar sus conocimientos a la utilidad y beneficio de los individuos y
sociedades, pero desde su propia noción, percepción y lógica del antropólogo.
No desde la perspectiva occidental, sino general y propia de cada cultura y grupo
social; tratando de identificar las problemáticas particulares de las mismas, no
asumiendo la propia del etnólogo.
Si como propone: “It is time that anthropologists owned up to doing much more than
fieldwork in arriving at their idiosyncratic perspectives on the world” (Ya es hora de
que los antropólogos sean capaces de hacer mucho más que el trabajo de campo
para llegar a sus perspectivas idiosincrásicas sobre el mundo), el autor tiene una
amplia perspectiva del quehacer etno-antropológico y una idea de cambio de ése
mismo quehacer.
Interesante es la postura que refiere sobre el paso de la antropología, al “perder” su
razón de ser después de trabajar con sociedades “primitivas”, abandonado sus
perspectivas en teoría y método y, posterior servir a instituciones públicas,
adaptándose a las exigencias burocráticas. Percibiendo en los nuevos profesionales
poca capacidad para inspirar a las nuevas generaciones de estudiantes
universitarios.

Al parecer, en todas las épocas de la historia de la antropología, se han suscitado


cambios en sus conceptos, métodos y dinámicas. Pero el autor, al hacer mención
de alguno de esos cambios históricos, hace visible la necesidad de reenfocarse
como disciplina social, adaptable a los cambios geográficos, biológicos, culturales y
naturales de las diferentes sociedades o comunidades globales. Haciendo un
trabajo etnográfico holístico y no fragmentado.

En el párrafo: “In order to understand the world, we must begin not with the empirical
existence of objects, but with the reasoning embedded in our experience itself and
in all the judgments we have made. The world is inside each of us as much as it is
out there. Our task is to bring the two poles together as subjective individuals who
share the object world in common with the rest of humanity” (Para entender el
mundo, debemos empezar no por la existencia empírica de los objetos, sino con el
razonamiento integrado en nuestra experiencia propia y en todos los juicios hemos
hecho. El mundo está dentro de cada uno de nosotros tanto como está ahí. Nuestra
tarea es unir los dos polos como individuos subjetivos que comparten el mundo
objetivo en común con el resto de la humanidad); el autor argumenta, según mi
percepción, que, para entender el mundo, debemos interiorizar nuestras
experiencias y juicios haciendo el trabajo con el otro para poder lograr entender a
mí mismo y al otro.
De esta manera propone, pudiera ser, un modelo etnográfico y etnológico que
mantenga vigente el trabajo antropológico, basado en la búsqueda del saber
subjetivo y objetivo sin discriminación o jerarquización de ninguna especie.

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