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Primer trabajo de Ética y Filosofía de la Medicina 2017

Fernanda Rodríguez Landaeta

En la primera clase de este curso realizamos una prueba de diagnóstico. En lo personal, ésta me dejó con la
impresión de que no comprendo totalmente la diferencia entre los conceptos de ética y moral, los cuales son
ocupados a diario, especialmente con los últimos acontecimientos (colusión del papel, del pollo, estafas
piramidales, fraude de Carabineros, estafa de Garay, entre muchas otras).

A continuación incluyo lo escrito en dicha prueba de diagnóstico.

Defina ética.

Ética se refiere a las acciones que son consideradas correctas para una cierta sociedad. Es muy difícil de
definir y establecer las acciones que resultan éticas, ya que los individuos de la sociedad no suelen estar 100%
de acuerdo.

Defina moral.

Moral se refiere a las acciones consideradas correctas según la escala de valores que tiene cada persona. Es
muy subjetivo, ya que depende de uno mismo. Sin embargo, puede ser influenciada por la ética de la sociedad.

Según estas definiciones, tanto la ética como la moral significarían acciones “buenas”, o sea, ambas
definirían el bien y el mal, diferenciándolos entre sí. Gracias a esto, podríamos actuar de una u otra manera.

Además, ninguna de las dos podría ser objetiva, ya que dependen del pensamiento de una persona o grupo,
sin tener validez universal.

Por un lado, la ética sería el consenso de una sociedad respecto a ciertas acciones. Por el otro, el considerar
correcta o no una acción dependería solo de un individuo.

La ética, por ser de una sociedad, supondría un cambio más difícil, al momento de su reinstauración. La
moral, por ser subjetiva, supondría un cambio de principios más fácil de realizar.

Es necesario mencionar que para Ladrière existen dos tipos de moral: objetiva y subjetiva. La moral objetiva
se refiere a las costumbres y normas, que se encuentran dotadas de autoridad. Éstas son heredadas tanto de la
familia, amigos y todo aquel que compone la sociedad. Por el otro lado, la moral subjetiva es aquella que
usamos cuando reconocemos un error o falta y hacemos un juicio sobre ella.

Es importante observar la propuesta que hace Ladrière sobre la cercanía que existe entre ética y moral dado
su origen etimológico, este es, costumbre (del griego ethos y el latín mores). Para él la noción de costumbre
suele ser "considerada como teniendo un carácter regulador o más exactamente como manifestando una regla
de comportamiento”.
Ladrière propone distintos puntos sobre la ética. Explicaré los que me parecen más relevantes en los
siguientes párrafos.

Requiere de la conciencia, ya que con y a través de ella es posible reflexionar de las distintas situaciones que
ocurren a nivel de la sociedad. Ésta nos puede orientar para realizar una acción u otra, la cual siempre es
expresada en la intención. Es dicha acción la que puede introducir "nuevas determinaciones en la realidad,
modificando las redes de relaciones gracias a las cuales el existente humano está conectado con la realidad
cósmica, con los otros seres, con la vida social, la cultura, la historia y en suma el orden entero de la realidad",
según plantea Ladrière.

Está inmersa en un régimen cultural. El individuo y el colectivo se encuentran relacionados, ya que no


podemos desprendernos de nuestro ambiente. Hay dos términos respecto a este punto que me gustaría
mencionar. Primero, la corporeidad, es decir, cada persona se ve influenciada por su ambiente dado que somos
personas receptivas. En segundo lugar, la eco-ética. Ésta nos plantea que somos dependientes del ambiente en
el que nos encontramos inmersos, razón por la cual no podemos desprendernos de él al momento de hacer
una reflexión ética. Además, para seguir con esta definición de ética propuesta, debemos ser capaces de
reconocer a los demás, es decir, reconocer que tienen características, problemas y situaciones distintas; en
suma, reconocer que son personas al igual que nosotros. En otras palabras, capaces de la reciprocidad.

Está afectada por la temporalidad. Esto se debe a que la ética responde a casos particulares, con
características propias y distintas a las de cualquier otro caso. La prudencia, que varía según las circunstancias y
los individuos, es entregada a la persona por el caso particular. Cada persona, por tanto, evalúa un suceso
desde su juicio. Jean L. escribe que la existencia humana se ve "afectada por la temporalidad; esto significa que
siempre ella está a la vez presente y no presente”. A su vez, propone que el ser vive constantemente "en la
inestabilidad, en el desequilibrio, en la tensión, en esta perpetua fuga adelante que la proyecta hacia lo que,
del fondo del futuro, no deja de reclamarla”. La temporalidad está, entonces, relacionada con la proyección
que nosotros hacemos sobre nosotros mismos; proyección que se relaciona con nuestro presente, pasado y
futuro.

Busca la calidad del bien. Este bien es estructurado a partir de las carencias que logramos reconocer en el
presente y la reflexión sobre el pasado y las carencias que existían en ese entonces. De esta manera, podemos
proyectarnos hacia el futuro, avanzando y acercándonos hacia el bien. Esta proyección, a pesar de estar basada
en el pasado, siempre se hace mirando hacia el futuro.

La no-saturación del sentido. Ésta se refiere a que los discursos que solemos escuchar no se condicen con la
realidad, sino que, por el contrario, tienen varias diferencias. Frente a esto, elegimos interpretar y adoptar una
actitud hermenéutica con nuestro entorno, en lo que implica las reflexiones en el marco de la ética.

Respecto a Castoriadis hay dos puntos que me gustaría explicar acerca de lo que él plantea sobre ética.
En primer lugar, para este autor, nada tiene sentido por sí mismo, por lo que resulta necesario asirse de las
significaciones, las cuales son tanto arbitrarias como culturales. Por lo tanto, la institución de la ética busca
contrarrestar el sin sentido y crear sentidos y significaciones. Estas significaciones pueden ser modificadas, a
través de las reflexiones sobre ellas, gracias a la ética y el caos. Como las instituciones son las que nos entregan
tanto los sentidos como las significaciones, son ellas las que nos llevan a adoptar ciertos parámetros, los cuales
orientan la acción. "La humanidad […] tiende a centrar todo sobre sí y vive todo como sentido buscado
constantemente. Sentido esencialmente solipsista, monádico – o sea, también: placer de centrar todo
alrededor de sí. […] Radicalmente inadaptada a la vida, la especie humana sobrevive creando la sociedad y la
institución. Imponiendo la forma social del individuo, proponiéndole e imponiéndole otra fuente y otra
modalidad del sentido, la institución permite a la psiquis de sobrevivir", escribe Castoriadis.

Tanto la reflexividad como la voluntad deliberada serían maneras apropiadas para pensar sobre la
subjetividad. Éstas impiden las carencias de afectividad y fragilidad psicológica, además de la inexistencia de
reciprocidad. Es por esto que necesitamos del ámbito social en la creación y el desarrollo de la conciencia,
como lo son los padres, la familia, el país, el lenguaje, entre otros factores.

En segundo lugar, Castoriadis nos habla de que cualquier cambio que queremos hacer no depende de solo
de nuestra voluntad hacia el cambio, sino que depende de nuestra realidad, es decir, del contexto en el que
nos encontramos y cuánto de él concuerda con lo que requerimos para llevar a cabo dicho cambio. En otras
palabras, no siempre los discursos nos llevan al cambio, ya que los discursos pueden resultar, en mayor o
menor, utópicos o irreales y no condecirse con la realidad.

Basándome en las explicaciones de los autores anteriormente tratados, la moral es, entonces, una
institución infundida por aquellos mayores a nosotros, por lo que no refleja la sociedad contemporánea ni
logra resolver los conflictos que suceden en la sociedad, que se encuentra constantemente en cambio. La
moral, por consiguiente, es un remanente histórico.

En cuanto a ética, es una institución que critica la condición humana y la vida que cada ser lleva, además de
criticar las otras instituciones presentes en la sociedad.

Una diferencia sustancial es que la moral es impuesta por los grupos de poder, por lo que los individuos
suelen integrarla sin antes hacer una reflexión crítica sobre ella. Por otra parte, la ética nos lleva a hacer una
reflexión crítica antes de integrar una idea o norma que, como se enuncia en los apuntes, implica “la decisión
de asumir una actitud hermenéutica e interpretativa radical del mundo que nos rodea”.

Como conclusión, ambas definiciones están íntimamente relacionadas como expone Ladrière, por lo que
pasar de una a otra depende fundamentalmente de la existencia o carencia de una reflexión crítica. Me parece
que, como escribí en mis definiciones entregadas al principio del curso, ambos conceptos se refieren al “buen
accionar”, aunque no desde el punto de visto planteado en tal ocasión. La moral no sería subjetiva, sino que es
heredada o implantada por los grupos influyentes en la sociedad. Por consiguiente, ésta implica una sociedad
más pasiva, en la que las normas (la moral) impuesta resultan en costumbres. A su vez, la ética no sería un
consenso de la sociedad, mas bien, implicaría la reflexión crítica por parte del individuo. Para esto, la sociedad
debe ser más autónoma, de modo que pueda llevar a cabo la reflexión crítica de manera consciente y
constantemente, según los cambios de su realidad sociocultural.

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