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Tensión de seguridad
Son tensiones de seguridad las de menos de 24 voltios, para locales o emplazamientos húmedos o
mojados, y de menos de 50 voltios para locales o emplazamientos secos.
Incendios
Los incendios provocados por causas eléctricas pueden ocurrir por sobrecalentamiento de cables o
equipos bajo tensión debido a sobrecarga de los conductores, sobrecalentamiento debido a fallas en
termostatos o fallos en equipos de corte de temperatura, fugas debidas a fallos de aislamiento,
autoignición debida a sobrecalentamiento de materiales inflamables ubicados demasiado cerca o
dentro de equipos bajo tensión, cuando en operación normal pueden llegar a estar calientes u ignición
de materiales inflamables por chispas o arcos eléctricos.
Electrocución
Un shock eléctrico puede causar desde una sensación de cosquilleo a un desagradable estímulo
doloroso o incluso una pérdida total del control muscular y llegar a la muerte.
Los efectos más peligrosos de la electricidad sobre el cuerpo humano son:
La fibrilación ventricular, modificación del ritmo cardiaco, es el efecto más peligroso ya que a
menos que se disponga de un desfibrilador, o se esté en un centro médico, se trata de un
acontecimiento espontáneo que provoca la muerte.
La tetanización produce la contracción involuntaria de los músculos de las extremidades haciendo
que la víctima pueda quedar pegada al conductor y llegando a provocar la muerte por asfixia.
También puede proyectar a la victima hacia atrás y provocar golpes o caídas.
Las quemaduras se producen obedeciendo a ley de Joule, que indica que el calor producido en una
resistencia al paso de una corriente, es directamente proporcional al cuadrado de la intensidad que
circula por ella. El calor producido puede ser muy grande y provocar quemaduras muy graves.
El umbral mínimo de percepción es 1.1 mA con corriente alterna. El umbral mínimo de contracción
muscular se produce con 9 mA. El umbral de corriente más peligroso es de 80 mA en corriente
alterna de 50 Hz, donde ya se puede llegar a la fibrilación ventricular. El umbral de corriente que
puede causar depresión del sistema nervioso central ocurre con corrientes de 3 ó 4 A
Aparatos y métodos de protección
Un método de protección es la separación de los elementos peligrosos, alejándolos de las personas
para evitar un posible contacto. Es el caso de las líneas eléctricas de alta tensión, alejadas en altura,
o de los centros de transformación, protegidos por verjas, paredes y puertas con llave.
Otro método es el aislamiento, rodeando las partes en tensión mediante aislantes que hagan
imposible el contacto con las mismas. Un tipo especial es el doble aislamiento que se aplica en
muchos pequeños electrodomésticos.
También se puede aplicar como método de protección el uso de tensiones de seguridad, que, por su
bajo valor, no provocan efectos peligrosos.
Como protección complementaria se utilizan los interruptores automáticos y diferenciales y la puesta
a tierra de las instalaciones, que permiten que, en caso de que se presente un riesgo eléctrico para la
instalación o las personas, se suprima automáticamente el suministro de energía eléctrica.
Los Interruptores Automáticos Magnetotérmicos actúan en el caso de una sobreintensidad, que
puede ocurrir por sobrecarga o por cortocircuito. Las sobrecargas son incrementos de corriente sobre
la corriente nominal del circuito, mucho menores que los producidos por los cortocircuitos, en los que
puede llegar a ser más de seis veces la corriente nominal.
En estos casos, la sobreintensidad se traduce en el incremento de la temperatura de los conductores,
momento en el cual los Interruptores “abren” el circuito evitando daños mayores como son los
incendios.
Los Interruptores Diferenciales, por su parte, actúan “abriendo” el circuito al presentarse una
“corriente de fuga” en alguna parte del circuito. Esta fuga de corriente eléctrica puede deberse a un
aislamiento deteriorado y puede producirse a través de alguna persona generándole un riesgo de
muerte por electrocución.
Los interruptores diferenciales de las viviendas tienen una sensibilidad de 30 mA. Cuando una fuga
supera este valor, el ID detecta que en la instalación entra más intensidad de la que sale y abre el
circuito en un tiempo suficientemente rápido para evitar daños graves en las personas.
Además, con la conexión a tierra, se conectan al suelo todas las partes metálicas susceptibles de
ponerse bajo tensión por una avería (tuberías, barandillas, carcasas y otros elementos metálicos).
Con la conexión a tierra, en caso de fallo de aislamiento la corriente de fuga tiene lugar por el cable
de tierra, haciendo saltar el interruptor diferencial antes de que una persona toque la parte en tensión
y sirva, ella misma, de conexión de fuga al suelo.
Cuando la tensión o la intensidad son de valor elevado se utilizan transformadores de medida, que
adaptan el valor de la magnitud a medir al campo de medidas del aparato.
La forma de conexión del vatímetro es igual tanto para corriente continua como para corriente alterna;
eso sí, el aparato debe ser para ese tipo de corriente. La conexión se puede realizar de forma directa
al circuito o se pueden conectar de forma indirecta mediante transformadores de medida.
Para la medida de potencia reactiva se utiliza el varímetro. Básicamente, es similar al vatímetro, pero
con la diferencia de que hay que incorporar al aparato un desfase de 90 º entre la tensión y la
intensidad en la bobina voltimétrica. Para ello se recurre a conectar bobinas y condensadores con la
resistencia óhmica del vatímetro, con lo que se obtiene así la medida de la potencia reactiva del
circuito. Ni que decir tiene que este aparato es exclusivo para corrientes alternas.
El factor de potencia se mide de forma directa con el fasímetro que puede ser inductivo o capacitivo,
dependiendo del tipo de receptor, según predominen las bobinas o los condensadores. Al igual que el
varímetro, sólo se utiliza en corriente alterna y puede ser tanto monofásico como trifásico.
Medida de frecuencia
La medida de frecuencia se realiza mediante el frecuencímetro. Los frecuencímetros analógicos
pueden ser de aguja o de láminas vibrantes. Dicho aparato se conecta al circuito de la misma forma
que el voltímetro; el valor de la frecuencia se obtiene directamente de la escala. La frecuencia es, al
igual que el factor de potencia, es una magnitud exclusiva de la corriente alterna.
El multímetro
Un multímetro, a veces también denominado polímetro, tester o multitester, es un instrumento de
medición que ofrece la posibilidad de medir distintos parámetros eléctricos y magnitudes en el mismo
dispositivo. Las funciones más comunes son las de voltímetro, amperímetro y óhmetro.
Electromagnetismo
En 1820 el físico danés Hans Christian Oerted descubrió que entre el magnetismo y las cargas de la
corriente eléctrica que fluye por un conductor existía una estrecha relación.
Cuando eso ocurre, las cargas eléctricas o electrones que se encuentran en movimiento en esos
momentos, originan la aparición de un campo magnético tal a su alrededor, que puede desviar la
aguja de una brújula.
Si cogemos un trozo de alambre de cobre desnudo, recubierto con barniz aislante y lo enrollamos en
forma de espiral, habremos creado un solenoide con núcleo de aire.
Ley de Ampere
Si a ese solenoide le aplicamos una tensión o voltaje, la corriente que comienza a fluir por las espiras
del alambre de cobre, creará un campo magnético más intenso que el que se origina en el conductor
normal de un circuito eléctrico cualquiera cuando se encuentra extendido, sin formar espiras.
Si a esa misma bobina con núcleo de aire le introducimos un trozo de metal como el hierro, ese
núcleo, ahora metálico, provocará que se intensifique el campo magnético y actuará como un imán
eléctrico (o electroimán), con el que se podrán atraer diferentes objetos metálicos durante todo el
tiempo que la corriente eléctrica se mantenga circulando por las espiras del alambre de cobre.
Inducción magnética
Si cogemos un alambre de cobre o conductor de cobre, ya sea con forro aislante o sin éste, y lo
movemos de un lado a otro entre los polos diferentes de dos imanes, de forma tal que atraviese y
corte sus líneas de fuerza magnéticas, en dicho alambre se generará por inducción una pequeña
fuerza electromotriz (FEM), que es posible medir con un galvanómetro, instrumento semejante a un
voltímetro, que se utiliza para detectar pequeñas tensiones o voltajes.
Ley de Faraday
Este fenómeno físico, conocido como "inducción magnética" se origina cuando el conductor corta las
líneas de fuerza magnéticas del imán, lo que provoca que las cargas eléctricas contenidas en el
metal del alambre de cobre (que hasta ese momento se encontraban en reposo), se pongan en
movimiento creando un flujo de corriente eléctrica. Es preciso aclarar que el fenómeno de inducción
magnética sólo se produce cada vez que movemos el conductor a través de las líneas de fuerza
magnética. Sin embargo, si mantenemos sin mover el alambre dentro del campo magnético
procedente de los polos de los dos imanes, no se inducirá corriente alguna.
En esa propiedad de inducir corriente eléctrica cuando se mueve un conductor dentro de un campo
magnético, se basa el principio de funcionamiento de los generadores de corriente eléctrica.
Ley de Lorentz
Ley de Laplace
La fuerza que actúa sobre un conductor eléctrico por el que circula corriente introducido en un campo
magnético es directamente proporcional a la intensidad de corriente que circula, a la longitud del
conductor dentro del campo y por su puesto a la intensidad del campo magnético.
Ley de Lenz
La Ley de Lenz nos dice que los voltajes inducidos serán de un sentido tal, que se opongan a la
variación del flujo magnético que las produjo. Esta ley es una consecuencia del principio de
conservación de la energía.
La polaridad de un voltaje inducido es tal, que tiende a producir una corriente, cuyo campo magnético
se opone siempre a las variaciones del campo existente producido por la corriente original.
El sentido de la corriente inducida se puede obtener de la ley de Lenz que establece que, el sentido
de la corriente inducida sería tal que su flujo se opone a la causa que la produce.
Pérdidas magnéticas
Las pérdidas en los núcleos magnéticos o pérdidas en el hierro, pueden dividirse en dos grupos: las
pérdidas por histéresis magnética y las pérdidas por corrientes de Focault o corrientes parásitas.
Otro tipo de pérdidas magnéticas son los flujos de dispersión. Cuando se pretende acoplar dos
bobinas se dispone de un núcleo ferromagnético que guíe el flujo de forma que todo el flujo creado
por una bobina sea captado por la otra, pero siempre existe una pequeña parte de flujo que se cierra
por el exterior y que no es captado por la segunda bobina, se trata del flujo de dispersión.
Corrientes Foucault
La variación de flujo engendra una corriente, y este efecto se aprovecha para muchas aplicaciones
prácticas. Ahora bien, los núcleos ferromagnéticos, aunque no buenos, son conductores eléctricos.
En ellos se crearán corrientes inducidas cuando estén sometidos a un flujo variable. Estas corrientes
son llamadas CORRIENTES DE FOUCAULT. En general, estas corrientes son indeseables, puesto
que calentarán el núcleo y aparecerá una pérdida de potencia en forma de calor: PERDIDAS POR
CORRIENTES DE FOUCAULT.
En las máquinas eléctricas se procura evitar al máximo la circulación de estas corrientes, cortando el
camino eléctrico por medio de núcleos especiales:
NUCLEOS DE CHAPA.- Para frecuencias bajas se utilizan los núcleos de chapa. Estos consisten en
una serie de chapas de material ferromagnético de pequeño grosor apiladas, recubiertas cada una de
ellas de barniz aislante. Las chapas permiten el paso del flujo magnético, pero no el de las corrientes
de Foucault, ya que estas son perpendiculares a aquél.
NUCLEOS DE FERRRITA.- Para frecuencias altas es insuficiente el aislamiento que se consigue con
los núcleos de chapa y se recurre a unos materiales especiales denominados ferritas; estos están
formados por gránulos de material ferromagnético separados por un cemento cerámico.
NUCLEOS DE AIRE.- Para frecuencias muy altas se recurre a dejar la bobina sin núcleo
ferromagnético, y se dice que tiene núcleo de aire. Como éste es un buen aislante eléctrico, la
pérdida por corrientes de Foucault en este tipo de bobinas es prácticamente nula.
Histéresis
Cuando la corriente aplicada es alterna invierte cíclicamente su sentido y con ello el sentido del
campo magnético. Las moléculas que forman el material del núcleo deben invertir con la misma
frecuencia su orientación, lo cual requiere energía, que es tomada de la fuente que suministra la
alimentación. Esto representa por tanto una pérdida.
Cuando un material ferromagnético, sobre el cual ha estado actuando un campo magnético, cesa la
aplicación de éste, el material no anula completamente su magnetismo, sino que permanece un cierto
magnetismo residual.
Para desimantarlo será precisa la aplicación de un campo contrario al inicial. Este fenómeno se llama
HISTERESIS magnética, que quiere decir, inercia o retardo. Los materiales tienen una cierta inercia a
cambiar su campo magnético.
Otras veces por el contrario, como ocurre en la mayoría de las máquinas eléctricas (transformadores,
motores, generadores), interesa un núcleo cuyo ciclo de histéresis sea lo más estrecho posible, que
el camino de ida coincida con el camino de vuelta, y lo más alargado posible (difícilmente saturable).
Esta pretensión tiene su razón de ser. En efecto: se invierta una potencia exclusivamente en
magnetizar el núcleo, esta potencia no tiene ninguna otra aplicación práctica, por lo que se puede
hablar de potencia perdida en imantación del núcleo y, efectivamente, se consideran las llamadas
PERDIDAS POR HISTERESIS. Como quiera que éstas resultan ser directamente propocionales al
área del lazo de histéresis, interesa pues que esta área sea lo menor posible.
Potencia en alterna
La potencia en cada instante viene dada por el producto de la tensión por la intensidad en ese
instante. Suponiendo un desfase f entre la tensión y la intensidad tendríamos:
La potencia se compone de dos términos, uno constante que viene dado por el producto de la tensión
por la intensidad y por el coseno del ángulo de desfase entre ambos (factor de potencia), y otro
término variable senoidal de doble pulsación y frecuencia que la tensión y la intensidad.
El primer término es la potencia realmente desarrollada, mientras que el segundo, no se llega a
consumir definitivamente, ya que, dos veces por ciclo de red, se consume y se devuelve a la red.
Triángulo de potencias
Es un triángulo rectángulo cuya hipotenusa es el producto de la tensión por la intensidad (potencia
aparente) y que forma un ángulo igual al desfase entre ambos. El cateto contiguo corresponde a la
potencia realmente transformada (potencia activa) y el opuesto a la que se absorbe y devuelve a
doble frecuencia que la de red (potencia reactiva).
Se corresponde al módulo, ángulo, parte real y parte imaginaria del producto de la tensión por la
conjugada de la intensidad como números complejos o vectores.
También se puede obtener multiplicando cada lado del triángulo de impedancias por el cuadrado de
la intensidad en el caso de la potencia desarrollada por una impedancia, quedando claro en este caso
que la potencia activa se debe a la resistencia y la reactiva a la reactancia.
Compensación de reactiva
La energía reactiva generalmente está asociada a los campos magnéticos internos de los motores y
transformadores. Se mide en KVArth. Como esta energía provoca sobrecarga en las líneas
transformadoras y generadoras, sin producir un trabajo útil, es necesario neutralizarla o compensarla.
Los Condensadores generan energía reactiva de sentido inverso a la consumida en la instalación. La
aplicación de éstos neutraliza el efecto de las pérdidas por campos magnéticos y reduce el consumo
de energía reactiva, de energía aparente y de intensidad, obteniendo varias ventajas.
Reducción en el recibo de la energía eléctrica. Las compañías eléctricas penalizan el consumo de
energía reactiva con el objeto de incentivar su corrección.
Reducción de las caídas de tensión. Permite reducir la energía reactiva transportada disminuyendo la
intensidad y las caídas de tensión en las líneas.
Aumento de la potencia disponible. El transformador que suministra la potencia tiene un límite de
potencia aparente que puede suministrar. Si reducimos la potencia reactiva consumida aumentamos
la potencia activa disponible.
Reducción de la sección de los conductores. Para una misma potencia activa la intensidad resultante
de la instalación compensada es menor y la sección necesaria se reduce.
Reducción de pérdidas por efecto joule. Al reducir la intensidad se reducen las pérdidas por efecto
Joule (calentamiento) en los conductores y transformadores.
MÉTODO DE CÁLCULO
Para el caso de una instalación trifásica la potencia calculada corresponde a una carga de tres
condensadores iguales. Al calcular la capacidad usaremos 1/3 de la QC total. Además, la tensión a
utilizar en dicha fórmula deberá ser la que tienen los condensadores, que será la tensión de línea si
se colocan en triángulo o raíz de tres veces menos (de fase) si se colocan en estrella.
Transformadores
El transformador eléctrico es una máquina estática que transforma, elevando o reduciendo, los
valores de la tensión (V) y de la intensidad de entrada (I), y devuelve en la salida unos valores
distintos de tensión e intensidad.
Es una máquina estática, no hay movimiento relativo entre sus elementos. Sólo puede funcionar con
corriente alterna, puesto que para generar corriente inducida, es necesario someter un conductor a
variación del flujo magnético, bien moviendo éste dentro del campo magnético o haciendo que el
campo sea variable, por lo tanto la solución será que el campo creado por la corriente sea alterno y
para ello es necesario que se alimente con corriente alterna.
El transformador es una máquina reversible. Al igual que eleva la tensión, puede reducirla y
viceversa. La transformación tienen lugar sin ningún tipo de movimiento mecánico y casi sin pérdida
de rendimiento: esto hace que sea una máquina de gran utilidad y rentabilidad.
Los transformadores de gran potencia se emplean como elemento para elevar altas tensiones y poder
así transportar la energía eléctrica. La elevación de la tensión hace reducir la sección de los
conductores.
Un transformador está formado por un circuito magnético y dos circuitos eléctricos.
El circuito magnético está formado por chapas de material ferromagnético (generalmente una
aleación de hierro y silicio), apiladas y aisladas entre ellas para reducir las corrientes de Foucault.
Sobre el núcleo magnético, se encuentran enrollados los circuitos eléctricos primario y secundario,
cada uno con un número determinado de espiras o vueltas.
El circuito que recibe la tensión que queremos transformar será el circuito primario, mientras que el
que proporciona la tensión ya transformada (elevada o reducida) será el secundario.
Como se puede ver en la figura, si se conecta la bobina primaria a una tensión de entrada U1 y la
bobina secundaria a un receptor, la tensión de entrada produce en el bobinado primario una corriente
eléctrica I1 que a su vez inducirá un flujo magnético alterno φ.
El flujo circula a través del
circuito magnético y, al llegar al
bobinado secundario, induce en
éste otra tensión eléctrica
alterna de diferente valor U2
pero con la misma frecuencia.
Esta variación depende del
número de espiras de las
bobinas (N1 y N2).
La relación de transformación
(m) es la expresión matemática
que describe la relación que
existe entre los valores de los
dos bobinados:
La relación matemática anterior se cumple para el transformador ideal, esto es, suponiendo que no
existen pérdidas de potencia y que la potencia del primario llega íntegra al secundario:
S1 = S2 V1·I1 = V2·I2.
En el transformador real se producen algunas pérdidas de potencia, por efecto Joule en las pequeñas
resistencias de los bobinados, por los flujos de dispersión (que no captan ambos bobinados) y por las
corrientes Focault que producen el calentamiento del núcleo de hierro.
Motores asíncronos
El motor asíncrono trifásico está formado por un estator, en el que se encuentran las bobinas
inductoras desfasadas 120º y un rotor que puede ser de jaula de ardilla o bobinado.
Principio de funcionamiento
Según el Teorema de Ferraris, cuando por las bobinas del estator circula un sistema de corrientes
trifásicas, se induce un campo magnético giratorio que envuelve al rotor. La tensión y corriente
máxima va pasando de una bobina a otra cíclicamente. Como las bobinas se sitúan desfasadas 120º
entre sí, el flujo máximo creado por estas corrientes va apuntando hacia una y otra bobina
sucesivamente siguiendo un movimiento circular.
El campo magnético giratorio va a producir corrientes inducidas en el rotor según la Ley de Faraday o
efecto generador. Al cortar el flujo los conductores del rotor induce en ellos una fuerza electromotriz, y
al formar éstos un circuito cerrado, circula por ellos una corriente eléctrica.
Entonces se da el efecto Laplace, o efecto motor, todo conductor por el que circula una corriente
eléctrica, en un campo magnético, experimenta una fuerza que lo tiende a poner en movimiento
Mientras el campo magnético gira a la velocidad de sincronismo, ell rotor gira a una velocidad
ligeramente menor. La diferencia entre las velocidades del rotor y del campo magnético se denomina
deslizamiento. La velocidad relativa con la que el campo corta los conductores del rotor, produce
corrientes inducidas y par. Si el motor tiene que realizar mas trabajo, disminuye un poco su velocidad,
aumentando el deslizamiento y con ello, las corrientes inducidas y el par.
Unas bobinas distribuidas en tres fases se distribuyen en las ranuras del interior de la circunferencia,
con las dos mitades colocadas en posiciones diagonalmente opuestas respecto al estator. Las
bobinas están desfasadas 120º entre sí.
Los tres bobinados se pueden conectar en estrella o en triángulo. Para facilitar la conexión, los
extremos de las bobinas se reúnen en una caja de bornes equidistantes y ordenados como se puede
ver en la figura, de forma que se pueden conectar en mediante unas placas de conexión.
Invirtiendo dos de las tres líneas que alimentan el motor se produce la inversión de giro del rotor.
Rotor bobinado
El motor de rotor bobinado tiene un rotor constituido, en vez de por una jaula, por una serie de
conductores bobinados sobre él en una serie de ranuras situadas sobre su superficie. De esta forma
se tiene un bobinado en el interior del campo magnético del estator.
Este rotor es mucho más complicado de fabricar y mantener que el de jaula de ardilla, pero permite el
acceso al mismo desde el exterior a través de unos anillos y escobillas. Esto tiene ventajas, como la
posibilidad de utilizar resistencias en serie con los bobinados que permiten modificar la velocidad y el
par de arranque, así como el reducir la corriente de arranque.
Arranque de motores
Los circuitos con motores deben contar con interruptores que corten todas las fases o polos
simultáneamente y con protecciones que corten automáticamente cuando la corriente adquiera
valores peligrosos.
En los motores trifásicos debe colocarse una protección automática adicional que corte el circuito
cuando falte una fase o la tensión baje de un valor determinado.
En este método, el motor arranca con toda la resistencia en serie con el circuito del rotor. Luego por
medios manuales o automáticos, en forma continua o escalonada, se va reduciendo la resistencia a
medida que la máquina gana velocidad, hasta que en régimen permanente el reóstato queda en
cortocircuito.
Regulación de velocidad
La velocidad de sincronismo del campo magnético del estator del motor responde a la fórmula: