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Personajes:
El espiritu de la abuela
Escena I
(Entra Antonino)
Marcelino: Ah!...
Antonino: Gracias…
los autores.
Antonino: Algunos conocen más el nombre que otros, pero pocos llegan en sí al principio
de su pensamiento.
Segundina(Indicando a Jenet): Ella es Jenet, vive en esta casa con su padre desde hace dos
años. Tiene una paciencia exquisita para la cocina, ¡Dadle las gracias! Por ella
Jenet: ¿Y la amistad?
Segundina: ¡Continuemos el banquete! Para conversar hay eternas tardes, para comer solo
(Breve coloquio)
Marcelino: ¡Ah! Pero también puedes ver las atracciones que la capital te ofrece: lindas
Antonino:¡Gran oportunidad!(risas)
Francisco: No le hagas caso¡Créeme! Si su lengua andara cada vez que hablase, ya hubiera
Francisco: Solo aclaro, que tú nuca te atreverías a ir a lugares como esos, por más que
conozcas la dirección y a las ofertas que se exiben sin vitrinas pero si entre ropas.
conquistas hubiera tenido! Para empezar cortejaría a esta linda muchacha, que
Jenet: Si…
Segundina: Está bien querida; coge la copa, brinda con nosotros, ya depende de ti si lo
bebes o no.
Marcelino!
Marcelino: ¡No!¡No!¡No! Mis palabras bien sabes que son de un fanfarrón imberbe.
Escena II
Todos: ¡Salud!
Escena III
probarlo.
Antonino:(acercando la copa a los labios) ¡Uhm! En vida probé tan dulce bebida, que hace
no se ofenda señorita,
la vida es un coloquio
donde un si o un no
son imprudentes,
Jenet: ¿Porqué?..
(Entra segundina)
ni el elogio verdad,
Francisco: Mejor visitémosla todos juntos, porque para ir a su casa, no necesitamos mas
que nuestros pies.
Francisco: ¡Vamos entonces! Un saludo no quitará el ánimo del día, ni apaciguará la flojera
de la siesta.
Segundina: ¡Antonin! Junto con Jenet, limpien la mesa, lleven los cubiertos y las vajillas al
lavatorio y lávenlas con mucha cautela, si alguna vajilla rompen, el precio será su
Escena IV
Jenet: Sé cuando es conveniente hablar con prudencia y cuando una debe abstenerse de la
Jenet: …soy mujer de poco verso siento que un canto nace en la mirada.
Antonino: ¿Y si no entiende?
Antonino: ¿Y si se enoja?
Antonino: Si,si…
Escena V
(Jenet con Antonino recogen los pedazos tirados por el piso, es eso Antonino toca la mano
de Jenet)
Jenet: Ah!
Antonino: ¡Qué helada está tu mano!
(Ambos se miran)
Si no me conoces aún,
pero es mi alma,
la rima soñada
inmunes al tiempo,
(Algo sonriente)
el recuerdo de un poeta,
el amor en la tragedia,
en tardes infinitas,
(se miran)
Escena VI
(En otra habitación de la casa, están en escena Esperanza, Consuelo y Soledad)
Soledad: Oigan, vieron al sobrino de la doña, el que acaba de llegar y que vivirá en esta
Consuelo: ¿Y tú como sabes que estará aquí en la casa?Quizas solo vino de visita
Soledad: No; oí cuando hablaba con la doña, esta le dijo que limpiara las escaleras…
Soledad:…Y le preguntó por cuanto tiempo se iba a quedar, él respondió que aún no sabía,
Esperanza: ¿Ya habrán terminado de comer? Porque vi a la doña con sus dos hermanos.
Soledad: ¡No! Ahí debe estar con Jenet, la chica del primer piso, su padre y su hermano han
viajado, algunos días cocina para la vieja, esta la considera como a una hija.
Consuelo: ¡Uy! Te están atrasando.
Soledad: ¡Cállate!
Esperanza: Adiós…chicas
Escena I
(La escena tiene lugar en un camino rumbo a la ciudad)(Entran Don Gregorio y Christiano)
Christiano: Antes que conocieras a Trínelo, Constanza era muy amiga mía…
Christiano: … Hablamos sobre un futuro, un terco y soñado futuro de diez años, desea ver
crecer a sus sobrinos y ver a su hermano casado, sin lamento ni amargo llanto.
Don Gregorio: Pero aún es joven, diez años quitaran la juventud pero no la vida…
Christiano: No padre, puede ser para los que de buena salud gozan, pero ella; la pobre tiene
Christiano: Padre, preguntas como si quisieras decirlo al cabo y al rabo del mundo…
Don Gregorio:¡En todo dirás hijo! Porque ya sabrás que existen enfermos que inhiben su
plagados de mala hierba; para ellos, es más difícil aceptar su muerte estando
Christiano: Padre, usted no es profeta ni cualquier adivinador del destino, para decir que
Contanza va a morir.
Don Gregorio: Tanto sabes tú como yo que esa enfermedad sino es un castigo, es una gran
Christiano: Pero…
Don Gregorio: Hijo, bien creen algunos sacristanes que es esta la enfermedad del diablo, y
a veces la doy por cierta. La gente exagera de la más grotesca forma, grita cuando tiene que
cantar y traga cuando tiene que comer, eso sin contar que muchos hombres no contentos
con gozarse a la esposa, buscan otro alojamiento que los resguarde una noche, dos o tres;
sepa hijo que estas exageraciones que el hombre engendra y las cría como parte de su vida,
no son más que tretas del diablo que Dios castiga con dolor y grito, que mencionarla nos
asusta, por que es el miedo que nosotros mismos creamos.
Christiano:…¡No puede ser un castigo!
Don Gregorio:La mala desdicha del destino en nuestro cuerpo, que engendra males sin
saber remedios. A veces no sabemos de que estamos hechos, si es de carne, hueso o de
simple madera que se pudre en el tiempo o en la humedad del momento. El cuerpo no es
una máquina que traga aceite quemado de fábrica; es la oscura delicadeza, el cuidado más
refinado, la limpieza más elegante. Dios no hizo al hombre acero,…el hombre es espera,
silencio y espiga.
demonio!
Don Gregorio: Cuando el escarabajo reta al águila, ni victoria consigue ni Dios lo ampara.
Christiano: Es cierto…
Don Gregorio: En fin, nos queda solo esperar la muerte de la muchacha,¿A qué esperanza
podríamos aspirar?
Don Gregorio: No trates de ver en el negro el blanco, bien sabes qué es un milagro…
Christiano: Al menos tener una esperanza, hace al hombre fuerte al problema… por eso aún
Don Gregorio: Será más su dolor cuando hoy la vea y mañana no...
Christiano: Estando lejos de ella, el sufrirá menos, pues el agonizo de otro no es en uno
pensamiento eterno.
Don Gregorio: Hijo esta es una desición que medité a un tiempo, tú conoces a Trínelo y
puedes dar fe de su apellido, que no es de un bárbaro endemoniado ni un seductor que para
entre aguja e hilo; yo lo tengo por honesto aunque su oficio mal le embriague, pero es de
hombres embriagarse, ni es pecado el sentirse altivo.
Don Gregorio: ¡Piensas mal!¡la voluntad del padre se impone al de los hijos! Somos sus
Don Gregorio: ¡Tengo palabras que son únicas!¡Y tú las conoces!¡Su esposo será Trínelo,
mi yerno y tu cuñado!¡Quiera o no será asi!
Escena II
(La escena tiene lugar en la habitación de Antonino, sentado, tranquilo y solo, da paso a un
monólogo)
luciérnagas de oro,
¡Sé mi amada!
La eterna letra,
en mi efímera pluma…
Escena III
(La escena tiene lugar en la cocina de Jenet, cocinando, tranquila y sola, da paso a un
monólogo sincero y no de poca rima)
si no es corto el tiempo
¡Tonta!¿Acaso te atrae?
virtudes no le faltaran,
¡Ay!¡Qué extrañeza!
¡Oh!Antonino,
¡Negarlo es imposible!
profundas huellas…
como el viento,
y la vida…
Escena IV
Jenet: ¡Me falta!.. ¡Me falta!.. La sal, el ajo; mi padre pronto vendrá, ¡Deprisa!Debo ir a
comprarlo.
Jenet: A la bodega, un ingrediente no me vino a la memoria, sin eso espero el sin sabor de
Jenet: Dejé prendida la cocina,¡Espero que nada se esté quemando!Disculpe debo irme sino
Jenet: Compre lo que en este papel dice. (Sale apresurada)(El papel cae al suelo y Trínelo
lo recoge)
esperando a su hombre,
a un hombre de valía,
de regalos y cartas
¡Será mía!..
Jenet: Gracias buen Trínelo, pero ya no será necesario…el fuego asó mucho los alimentos
que terminó quemándolos, mejor freiré un poco de carne, es más rápido y no necesita
condimentos.
Trínelo: Guárdelo entonces, para que otra vez nada falte y no excuse el apuro.
Jenet: Soy reservada en lo mío y curiosa en lo que concierne a mi padre, no permito faltas
Don Gregorio: ¿Ves hijo, lo que mis ojos ahora son testigos?
Don Gregorio: Sea la casualidad o la intención hijo, no eches mi ánimo al agua, en esta
Christiano:¡Tan preocupada mi hija! Estoy seguro en decir que Dios no me ha dado dicha
Don Gregorio: ¡Por favor padre!No soy tesoro de tal valía, solo cumplo, como una buena
Trínelo: Señor Don Gregorio y mi buen amigo Christiano, me alegra veros de nuevo, y más
Don Gregorio: ¡Dejadlo terminar Jenet!¿No sabeis que cuando el burro habla los demás
para la oreja?
bromista.
Trínelo: Descuiden, no soy de estrecho ánimo que rechace una singular broma, siendo de
Trínelo: Gracias…
Don Gregorio: ¡Ah, es cierto! No es que sea metiche, pero ¿Qué conversabas con Jenet?
Trínelo: Yo estaba pronto a la puerta de la casa, cuando vi salir a Jenet, con tal prisa que
Jenet: Si padre.
Don Gregorio: Siendo así, ¡Que esperamos!(A Trínelo)¿No gustas venir a cenar con
nosotros?
Trínelo: Siento mucho decepcionarlos, puesto que otras obligaciones demandan mi estancia
Jenet: ¡Bien!..
Jenet: …Bien que esté ocupado, asi nos demuestra su importancia y grado.
comida!..
(Salen todos)
ACTO III
Escena I
(La escena tiene lugar en el pasadizo que lleva a la habitación de Segundina)
(Entra Esperanza)
Soledad: Nada importante, si quieres acompáñame, para que así el tiempo se divida y no
me canse.
Esperanza: Siendo así me quedo contigo, pues también el tiempo me sobra, pues dormir es
(Entra Consuelo)
Soledad: La doña está empezando a cobrar el alquiler y ten por seguro que no te fiará un
mes más.
Consuelo:¡Qué raza!¿Crees que no tengo dinero para pagar unos cuantos míseros soles?
Consuelo: Cuando era más joven vivía en un cómodo departamento, y no como ahora; en
Consuelo: ¡Te equivocas!Yo siempre tuve lo que quise, pero ahora me siento rebajada.
Esperanza: Yo en cambio ya estoy empezando a ahorrar de sol a sol, para construir mi casa,
Esperanza: El que menos se compra un vestido a la semana, el que más, miles de telas al
Esperanza: Se compran
Esperanza: Se busca
Consuelo:…El capital…
Consuelo:…La marca…
Esperanza: No es necesaria
Esperanza: ¡Vas a ver que será realidad!.. No como tú, que no piensa nada.
Consuelo:¿Cómo sabes que no pienso nada? Mi casa va a tener de dos a tres pisos, ventanas
decoradas y una cochera, sin olvidar la piscina.
Soledad: No lo sé todavia.
Escena II
Esperanza: ¿Oyeron?
Soledad: ¡Qué!
Consuelo: Bueno amigas, me retiro, ¡cuidense!, y no se sienten mucho tiempo que puede
tu boca pintada,
y besa su boca.
Esperanza: La experiencia de poco tiempo y tanta vida, ah, ah, ah, ah.
Escena III:
(Sonido de puerta…)
Segundina: ¡No hay problema! Con tal que sea exacta la cuota correspondiente ¡Vive a tus
de la riqueza disfruto,
y terrible su reacción.
Mas adelante me entere que esa señora era una tía que cuidaba de Jenet, y
que esta se venia a vivir con su padre y hermano por una decision familiar,
Segundina: Conversaba con el padre, en esas pocas casualidades; pero rara vez veía a la
muchacha.