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Electra (ópera)

Electra (título original en alemán, Elektra) es una ópera en un acto con música de Richard
Strauss y libreto en alemán de Hugo von Hofmannsthal, fruto de una de las primeras
colaboraciones de ambos basado en el mito griego de Electra de acuerdo a Sófocles. Fue
estrenada el 25 de enero de 1909 en el Königliches Opernhaus de Dresde.

Historia de las representaciones[editar]


Fue estrenada el 25 de enero de 1909 en el Königliches Opernhaus de Dresde con Annie
Krull, Margarethe Siems y Ernestine Schumann-Heink como Klytaemnestra y es
considerada una de las obras clásicas del repertorio operístico mundial.
Predominantemente femenina, presenta un formidable trío interpretativo para soprano
dramática (Electra), soprano dramática-joven (Chrysotemis) y mezzosoprano o contralto
(Klytaemnestra). Electra recibió su estreno en el Reino Unido en la Royal Opera
House, Covent Garden en 1910 con Edyth Walker en el rol titular y Sir Thomas
Beecham dirigiendo. En Argentina se estrenó en Buenos Aires en 1923 en el Teatro
Colón dirigida por su compositor, Richard Strauss, con Elsa Bland como Electra. La
primera representación en Estados Unidos de la ópera en el original alemán se dio por
la Gran Ópera de Filadelfia en la Academia de Música, Filadelfia el 29 de octubre de 1931
con Anne Roselle en el rol titular, Charlotte Boerner como Chrysothemis, Margarete
Matzenauer como Klytaemnestra, Nelson Eddy como Orest, y Fritz Reiner dirigiendo. En
España se estrenó en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona el 15 de febrero de 1949.
Hoy, la ópera sigue siendo parte del repertorio habituál y se representa frecuentemente; en
las estadísticas de Operabaseaparece la n.º 49 de las cien óperas más representadas en
el período 2005-2010, siendo la 12.ª en alemán y la cuarta de Richard Strauss, después
de Salomé, El caballero de la rosa y Ariadna en Naxos.

Personajes[editar]

Estreno, 25 de enero
de 1909
(Director: Ernst von
Schuch)

Elektra (Electra), hija de Agamenón soprano Annie Krull

Chrysothemis, su hermana soprano Margarethe Siems

Klytaemnestra (Clytemnestra), su Ernestine Schumann-


contralto o mezzosoprano
madre, viuda de Agamenón Heink

Su confidente soprano Gertrud Sachse

Su paje soprano
Elisabeth Boehm von
Endert

Un joven sirviente tenor Fritz Soot

Un viejo sirviente bajo Franz Nebuschka

Orest (Orestes), hijo de Agamenón barítono Karl Perron

Tutor de Orestes bajo Julius Puttlitz

Aegisth (Egisto), amante de


tenor Johannes Sembach
Klytemnästra

Una Celadora soprano Riza Eibenschütz

Franziska Bender-
Primera doncella contralto
Schäfer

Segunda doncella soprano Magdalene Seebe

Tercera doncella mezzosoprano Irma Tervani

Cuarta doncella soprano Anna Zoder

Quinta doncella soprano Minnie Nast

Hombres y mujeres de la casa

Argumento[editar]
El argumento de Electra está basado en la tragedia griega de Electra escrita por Sófocles.
Una atmósfera de horror y abatimiento impregna la producción de la puesta original de
Strauss y Hofmannsthal, en un drama cuyo tema principal es
la venganza. Clitemnestraayudada por su amante Egisto ha asesinado a su
esposo Agamenón, pues éste había dado en sacrificio a su hija Ifigenia, y tiene miedo de
la venganza de sus hijos Electra, Crisótemis y el desaparecido Orestes. Electra, quien
encarna la sed de venganza, espera la llegada de su hermano Orestes para que vengue a
su padre. Orestes, a quien todos piensan muerto, aparece y hace justicia con sus propias
manos para vengar la muerte de su padre. Orestes mata a Clitemnestra y Egisto; su
hermana Electra, en una intensa danza triunfal, entra en éxtasis y cae muerta frente a sus
aterrorizados escoltas.

Estructura dramática[editar]
La obra está planteada como una sucesión de escenas en las que Electra se ve
confrontada con el resto de los personajes.
Podemos esquematizar la estructura de la obra en 8 escenas:
1. Prólogo de las sirvientas
2. Monólogo de Electra
3. Electra y Crisótemis (1.er. escena)
4. Electra y Clitemnestra
5. Electra y Crisótemis (2.ª escena)
6. Electra y Orestes
7. Electra y Egisto
8. Electra y Crisótemis
Las primeras dos escenas son una introducción a la historia. El prólogo de las sirvientas
nos da un retrato de la protagonista, y describe cómo Electra ha vivido en las afueras del
palacio desde la muerte de Agamenón, vistiendo harapos y conviviendo con los perros,
despreciando a todo aquel que sea desleal a la memoria de su padre.
La segunda escena es un monólogo en el que Electra describe el problema subyacente de
la trama. Luego de su regreso de la guerra de Troya, el rey Agamenón es asesinado por
su esposa, la reina Clitemnestra con la ayuda de su amante Egisto. Desde ese día, Electra
vive solamente para el momento de la venganza, el día en que su hermano Orestes
regrese a dar muerte a los asesinos de su padre.
El desarrollo comienza con la escena entre Electra y su hermana Crisótemis. Crisótemis
representa la antítesis de Electra. Vive con resignación la muerte de su padre, sin
enfrentarse a su madre y su esposo el rey, y a diferencia de su hermana no espera la
llegada de Orestes para vengar la muerte de su padre. Solo desea tener una vida como
cualquier mujer, encontrar un esposo y tener hijos.
El siguiente episodio muestra la confrontación entre Electra y Clitemnestra. Hofmannsthal
y Strauss presentan un conmovedor retrato de la reina insomne, llena de angustia y
remordimiento, quién confiesa a su hija sus pesadillas. Esta escena capital de la
producción straussiana alcanza el clímax en un salvaje monólogo en el cual Electra
describe en detalle cómo la reina perecerá a manos de Orestes para expiar su crimen
En la escena siguiente llega la noticia de que Orestes ha muerto en un accidente al caer
de su caballo. El anuncio de la falsa muerte de Orestes tiene como objetivo dar una fugaz
sensación de alivio a Clitemnestra y Egisto, lo cual facilitará el plan de asesinarlos. La
alegría que produce en Clitemnestra esta noticia contrasta con la desesperanza de Electra.
A partir de esta noticia, Electra deja de ser una protagonista pasiva que espera la llegada
de Orestes como el instrumento de la venganza y se vuelve una mujer dispuesta a actuar.
Ausente Orestes, cree que es su deber vengar a su padre, y trata de persuadir a su
hermana para llevar a cabo juntas ese plan. Ella no acepta y Electra decide actuar sola sin
antes maldecirla.
La siguiente escena es el encuentro entre Electra y Orestes, los dos hermanos. Es una de
las escenas más célebres y conmovedores de toda la tragedia griega. La tensión se ve
magnificada por la falsa noticia de la muerte de Orestes. El encuentro ya no será la
concreción del deseo de Electra largamente soñado, sino el milagroso retorno de la
esperanza luego de la desilusión más desoladora. Existe cierta simetría en cuanto a la
estructura del diálogo de esta escena respecto de la escena entre Electra y Clitemnestra,
ya que ambas están planteadas como una serie de preguntas y respuestas.
En la escena siguiente comienza la venganza. La muerte de Clitemnestra ocurre fuera de
escena, al igual que sucederá con la muerte de Egisto, tal como resulta habitual en la
tragedia griega. Luego se produce la aparición de Egisto, que es retratado como una
persona grotesca. Electra lo invita con sarcasmo y cinismo a entrar en el palacio, donde
luego será asesinado por Orestes.
La escena final entre Electra y Crisótemis es un momento de júbilo luego de concretada la
venganza por la muerte de Agamenón. Crisótemis exhorta a su hermana a que se una a
las festividades en el interior del palacio. Sin embargo, ella no entra al palacio para
participar del festejo colectivo, sino que mantiene su condición marginal, y realiza su propio
festejo a través de una danza salvaje y triunfal, que finaliza con su muerte. Electra ha
vivido solo para el momento de la venganza, y una vez que esta se ha concretado
desaparece su única razón para existir.

Música[editar]
La estructura armónica de Electra sigue el camino de desintegración tonal iniciado por
Wagner. Sin embargo, Electra es también una ópera de contrastes, donde violentos climas
disonantes conviven con escenas de intenso lirismo.
La ópera se inicia con el tema de Agamenón, indicándonos que el asesinato del padre de
Electra, es el motivo que pone en movimiento la historia. Se trata de un tema de cuatro
notas, que refleja el silabeo rítmico del nombre Agamenón. Este tema se escucha en
fortísimo en la trompa y la trompeta al unísono, junto con todas las cuerdas. El bajo suena
en los trombones y contrabajos.
Cuando Electra hace su aparición, entona este tema de cuatro notas con el nombre de su
padre. Este tema aparecerá con distintas variaciones a lo largo de la ópera, por ejemplo
cuando aparece Orestes, en boca de Electra cuando Egisto pide ayuda al ser asesinado, y
es el tema que cierra la ópera con la caída de Electra luego de su danza frenética.
La entrada de Electra es precedida por un tema, que resulta de la elaboración motívica del
denominado acorde de Electra. En dicho acorde Strauss utiliza la politonalidad, es decir la
superposición de dos acordes distintos. Este acorde está conformado por los acordes de
Mi mayor y Do sostenido mayor, y crea un efecto disonante acorde con la naturaleza de la
protagonista.
En el monólogo de Electra aparece un tema de naturaleza más lírica, que representa el
amor paterno. La existencia de este profundo amor filial es el que va a provocar el deseo
de venganza de Electra ante el horrendo crimen de su padre. Este tema reaparece
modificado en la escena del encuentro con su hermano. Strauss nos muestra
musicalmente a los hermanos unidos en el amor hacia su padre, como contrapartida del
deseo común de venganza.
El monólogo de Electra culmina en una danza de características grotescas y macabras.
Esta danza es un anticipo de la escena final, basada en el mismo tema, en la que Electra
celebra la venganza de su padre.
El contraste del carácter de Electra y su hermana Crisótemis se ve subrayado
musicalmente. Para acentuar el antagonismo entre ambos personajes, Strauss ha
compuesto para Crisótemis una música lírica y emocional, a diferencia del estilo violento
de la música de Electra del comienzo. El uso en varios momentos del compás de ¾, le da
a la música de Crisótemis un aire de vals, remarcando las características más
convencionales y menos trágicas de este personaje.
En la escena en que aparece Clitemnestra la música se vuelve completamente atonal,
anticipando la nueva orientación de la música a partir de compositores como Arnold
Schoenberg y Alban Berg. En el monólogo inicial de esta escena aparece un tema incisivo,
un rápido arpegio en los vientos que representa la ostentación que hace la reina de sus
joyas y amuletos, y la relación fetichista con ellos. El efecto metálico que produce este
tema será utilizado nuevamente por Strauss años más tarde en el tema de la rosa de plata
en su ópera “El caballero de la rosa”.
Con la aparición de Orestes, Electra lo interroga sobre su identidad, y tres solemnes
acordes en Re menor, Si bemol mayor y Sol bemol mayor, no dejan dudas que se trata de
una figura importante. La conmoción de Electra al reconocer a su hermano se traduce en
un acorde disonante fortísimo en toda la orquesta. Este acorde se hunde gradualmente en
una profunda calma que acompaña la alegría de encontrarse frente a frente a su amado
hermano. En la escena de Electra y Egisto, la música de Strauss pinta un retrato
caricaturesco y grotesco de Egisto.
La ópera culmina con la danza de Electra, basada en el mismo tema presentado al final de
su monólogo inicial, celebrando la venganza por la muerte de su padre hasta su caída
final.

Diferencias respecto de la tragedia de Sófocles[editar]


Electra de Strauss fue estrenado en 1909, en medio de un cambio en el pensamiento
europeo respecto de la antigua Grecia. Desde el Renacimiento hasta fines del siglo XIX, la
antigua Grecia era considerada la cuna de la civilización, una edad de oro donde la
ciencia, el arte y la filosofía habían alcanzado un desarrollo monumental. En los principios
del siglo pasado, personajes como Freud y Jung comenzaron a analizar los aspectos
primitivos, e incluso bárbaros, de los mitos y la cultura griega con el objeto de entender la
naturaleza humana en toda su dimensión más profunda y perturbadora. Es esta
fascinación con el lado morboso y extremo de la mitología griega lo que alimenta la Electra
de Strauss.
Esta visión se aprecia en la mención recurrente al sacrificio, incluso humano, en la escena
de Clitemnestra, que no aparece en la tragedia de Sófocles, en la imagen de la reina
insomne torturada por sus remordimientos, y en general en la visión sórdida y marginal
que rodea a Electra.
A diferencia de la tragedia de Sófocles donde los mensajeros dan la noticia de la muerte
de Orestes en escena, y el público sabe de antemano que esto no es cierto, en la obra de
Hofmannstahl esta información se da a conocer indirectamente a través de Crisótemis y
las sirvientas de Clitemnestra, y el espectador toma conocimiento de la falsedad de esta
noticia junto con la protagonista.
Un detalle significativo es que el libreto de Hofmannsthal obvia la justificación que da
Clitemnestra en la tragedia de Sófocles para haber matado a Agamenón. Uno de los
motivos del odio hacia su esposo y que justifica su asesinato, es que éste había mandado
a matar a su hija Ifigenia para que sus barcos pudieran zarpar hacia la guerra de Troya. Al
eliminar esta justificación, se acentúa el carácter de adúltera de Clitemnestra, y su
remordimiento por el crimen cometido.
La resolución final del drama, en sintonía con la mentalidad postromántica del autor, marca
una diferencia fundamental respecto de la obra de Sófocles, con la muerte de Electra
culminando su danza final, una vez concretada la venganza largamente esperada, que
había constituido el sentido excluyente de su vida.

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