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Instituto de Formación de Adolescentes y Niños Trabajadores
"Nagayama Norio" - INFANT
Calle Enrique del Villar 967 - S.J.M. Lima - Perú.
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500 ejemplares
Lima, mayo del 2010
5
Introducción
Desde hace unos 35 años se ha venido colocando el
discurso sobre el protagonismo desde la perspectiva
de la infancia, muy específicamente, desde las
infancias trabajadoras y organizadas que tienen sus
orígenes a mediados de los años setenta en nuestro
país, cuando la categoría de análisis del protagonismo
ya tenía casi un lustro de haber sido acuñada para dar
cuenta de la irrupción de los sectores populares
organizados en la escena pública del país de entonces
con iniciativa, con pensamiento y acción propios.
* Una primera versión de parte de este material se trabajó en el año 2000 para Save
the Children Suecia.
organizados con una identidad social de grupo, una forma de
organización propia y distinguiéndose de la organización de los
adultos o de la comunidad o vecindad.
Muy pronto, llegaría al mundo de los niños y niñas del ámbito rural
andino y amazónico, otro discurso, el que instaura desde la víspera
de los años noventa la Convención Internacional sobre los Derechos
del Niño (en adelante CDN).
REFLEXIONES ABIERTAS 76
8
I. Algunas
Premisas
Necesarias
A.- PARA ENTENDER LA RELACIÓN ENTRE PROTAGONISMO Y LA
CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO.
9
Es decir, sometido a las exigencias del principio de inteligibilidad,
claridad, de precisión, etc. Allí está su riqueza y allí mismo radica su
riesgo de univocidad, es decir, de pretendida homogeneización de una
realidad compleja y diversa. Mientras que los discursos sobre
protagonismo, son una forma narrativa, ensayista de acercarse a un
fenómeno social siempre embrional, a un proceso abierto. Ambos
discursos son ya una interpretación de la realidad, incluso, una
interpretación de la interpretación primera.
9 Ver Aníbal Quijano, “Otro horizonte de sentido histórico”, en América Latina en Movimiento, ALA,n.441,
Febrero 2009,pa-2-5
4. El protagonismo, nuevo nombre de la ciudadanía.
La ciudadanía encuentra en el paradigma del protagonismo no sólo un
nuevo nombre, sino el eje articulante de su realidad profunda, de su
consistencia social antes que meramente jurídica. Hoy además se habla
de ciudadanía global, de ciudadanía planetaria, para señalar que no es
cuestión en primer lugar de ver positivizados sus derechos o de ser
titular de derechos normativizados para ser considerado ciudadano. La
condición humana es la de ser alguien en el contexto, de ser reconocido
y reconocerse como tal. En otras palabras, desde el protagonismo hay
un rechazo a cualquier forma de discriminación, de exclusión y la
exigencia de una integración en condición de ciudadanos iguales
aunque diferentes. Un sociólogo y militante italiano nos decía, “con esto
ustedes en América Latina se han adelantado al nuevo paradigma que
preocupa a Europa”10.
16
10 Conversación con Enzo Melegari, presidente del MLAL, el 18 de Febrero del 2002 en Verona.
11 Remitimos al artículo de Verónica Polverini, op.cit., passim.
II. APORTES Y LÍMITES
DE LA CDN
A los veinte años de la vigencia de la CDN es evidente que hay razones
para hacer de ello un acto de exigente evaluación. La mayoría de los
eventos se han referido a la suerte corrida por el llamado derecho a la
participación. El reciente Congreso Panamericano del Niño celebrado a
finales de setiembre en Lima, giró en torno a la participación. Por
importante que este derecho sea desde el punto de vista político y su
fuerza democratizadora, cabe señalar que no puede dejar en la
penumbra cuestiones tan definitivas, incluso para el propio derecho a la
participación, como los temas de primera infancia, nutrición y cuidado
en los primeros años de vida.
19
derecho a hacerlo” n. 36(iii).
22
padres en el art.5 les recuerda que deben “impartirle en consonancia
con la evolución de sus facultades, dirección y orientación
apropiadas…”, y en el art.12 supedita el derecho a la opinión a que esté
en condiciones de formarse un juicio propio así como a la edad y a la
14
madurez . Referido al compromiso de los Estados, se emplean fórmulas
que pareciera dejar a la libre discrecionalidad de la autoridad el
cumplimiento de los derechos del niño, como por ejemplo, el art.28
sobre educación “…a fin de que se pueda ejercer progresivamente…” y
respecto a las prestaciones en salud “…teniendo en cuenta los recursos y
la situación del niño y de las personas que sean responsables…”, y en el
art.24 sobre salud “…promover y alentar la cooperación internacional
con miras a lograr progresivamente la plena realización del derecho...”.
13 Ver por ejemplo Garison Lansdown, “La evolución de las facultades del Niño”, SC, Unicef, 2005, 88págs.
14 A.Baratta, señala que este artículo de la CDN revela bien la dificultad para claramente reconocer el
derecho a la opinión por parte de los adultos. En “Infancia y Democracia, “1998, E. García M, M.Belof,
“Niñez y Democracia”, ed.Tamis, Bs.As.passim
Quizá todo esto explique el gran desencuentro entre lo declarado en la
CDN y su aplicación, así como la inflación normativa en muchos países
en franco desencuentro con la real satisfacción del cumplimiento de los
compromisos asumidos por los Estados.15
23
15 Ver BICE América Latina, “Mañana, ¿Qué mundo para nuestros niños? Toma de posición de la región
América Latina”, 2009, en Rev.Internacional NATs, N.17, p.15-32.
III. EL
PROTAGONISMO
COMO INTERÉS
INTERÉS
SUPERIOR
DEL NI NIÑO
ÑO
Podríamos adelantar, a modo de proposición abierta, que el
protagonismo constituye para nosotros un valor, una necesidad, un
derecho y una exigencia de cada individuo y colectivo social cualquiera
sea el o los escenarios posibles y probables a corto, mediano o muy largo
plazo en los que se desenvuelva la vida de los seres humanos.
Si convenimos que las ideas no caen del cielo ni emergen por generación
espontáneasino que ellas son el resultado de procesos sociales, de
contextos históricos, de dinámicas culturales, de eventos político-
económicos, de una imperiosa necesidad para el desarrollo del ser
humano de nombrar las cosas etc., afirmar que el concepto de 25
protagonismo es una realidad conceptual cambiante, no es otra cosa
que asumir que si bien las palabras pueden permanecer, su contenido
puede variar, puede extenderse de forma real o figurativa más allá del
significado original. Es que el lenguaje y las lenguas o son realidades
dinámicas, creativas o se condenan al gradual empobrecimiento como
portadoras de sentido comunicativo, analítico e interpretativo. Pero la
razón de ser de un concepto en evolución hay que encontrarla en las
prácticas que los propios niños, niñas y adolescentes organizados o no
van desarrollando, a partir de las cuales van ensanchando el sentido y el
contenido vital de lo que es para ellos ir siendo protagonistas.
16 Ver Santiago Carassale, A.Vitale (traductores) en su introducción al texto de Michel Foucault, “El Sujeto
y el Poder”, s/f: Ya no se trata de fundar la filosofía sobre un nuevo cogito, ni desarrollar los sistemas de las
cosas ocultas hasta entonces a los ojos del mundo, sino más bien interrogar este gesto enigmático, quizá
característico de las sociedades occidentales, por medio del cual se ven constituidos unos discursos
verdaderos (y, por tanto, también la filosofía) con el poder que se les conoce, p.1.
17 Ver José Ferrater Mora, “Diccionario de Filosofía abreviado”, ed. Sudamérica, Bs.As., 1993: “El concepto
queda así distinguido de la imagen, tanto como del hecho de su posibilidad o imposibilidad de
representación. Por otro lado debe distinguirse entre concepto, la palabra y el objeto. si los conceptos
pueden ser el contenido significativo de determinadas palabras, las palabras no son los conceptos, sino
únicamente los signos, los símbolos de las significaciones. Todo concepto tiene comprensión o contenido y
extensión”, p.59. Ver K. Langton “Modelos conceptuales y participación política...” en Cedep, 1984, p. 37:
“...la investigación llevada a cabo por Alport y Odbert (1936) sugiere que nuestro pensamiento está limitado
por las palabras que utilizamos, y el vocabulario que disponemos nos lleva a ver el comportamiento humano
en términos disposicionales”.
18 Ver Helio Gallardo, “Notes sur la Société civile”: “la evolution du concept, en Société civile”: “lieu des
luttes sociales”, Alternatives Sud, vol. V(1998), 1, pp. 85-117, passim.
Caribe en los que se reconoce a las organizaciones sociales de base, a los
gremios y sindicatos, a movimientos sociales de estudiantes,
pobladores, mujeres, campesinos, jóvenes, etc., ocupando un lugar
significativo en lo social, en lo político, en escenarios locales, regionales
o nacionales.
28
En el caso peruano, las experiencias lidad de la organización de NATs está
de movilización popular desde fina- en función del conjunto de la infan-
les de los años sesenta, como las cia, de la masa de niños y niñas tra-
toma de tierra, las huelgas magiste- bajadores.
riales, las mal llamadas “invasiones”
de terrenos urbanos, los procesos Esto explica por qué, en estricto sen-
crecientes de organización sindical, tido temporal, antes de hablar de
los paros nacionales, etc., encontra- sujetos sociales o actores políticos,
ron en la expresión “protagonismo se habló de PROTAGONISMO DE LOS
popular” una intuitiva como feliz NATs en oposición a la condición de
noción, lo suficientemente original ocultamiento social a la que junto
como amplia -e incluso genérica- con el resto de la infancia fueron rele-
como para dar cuenta de fenómenos gados por la cultura dominante, pri-
ellos mismo complejos y de perfil vatizadora y negadora del rol social
estratégico en construcción. de la infancia. En este sentido, la
noción de PROTAGONISMO se incor-
Desde que en 1976 se inicia la expe- pora como una forma, aún genérica,
riencia de organización de lo que dos
años más tarde asumiría el nombre
de expresar el tipo de presencia y de
actoría social y política que se quería 29
de MANTHOC, la noción genérica de para los NATs organizados.
protagonismo popular tal como se
venía empezando a utilizar en el Con el proceso de más de 20 años de
medio, calzaba bien para expresar trabajo y reflexión de y con NATs, se
tres de las intuiciones de origen del han ido confrontando lo que eran
MANTHOC. En primer lugar, que la intuiciones de origen con el desarro-
organización de NATs no fuera el llo de los estudios, análisis, funda-
apéndice o la sección infantil de nin- mentaciones teóricas, críticas, etc.
guna otra organización ni de jóvenes Incluso, la expresión escueta de “pro-
ni de adultos. En segundo lugar, que tagonismo” empezó a ser utilizada
la organización de NATs estuviera por organismos internacionales
representada y dirigida por los mis- como sinónimo de participación,
mos NATs, es decir, los acompañan- punto que tendremos oportunidad
tes o colaboradores no serían los diri- de deslindar.
gentes de la organización, ella debía
ser siempre iniciativa principal de los IFEJANT
mismos NATs con el apoyo y la parti- Ser Protagonistas
cipación de los educadores. 1998
Finalmente, que la identidad y la fina-
Una vez más, las palabras expresan simultáneamente una realidad dada
y convocan a una realidad deseable. Protagonismo expresa una realidad
in fieri, hecha parcialmente, haciéndose gradualmente e
incoactivamente por hacerse. Si bien protagonismo es una especie de
vocablo sin fronteras conceptuales estrictamente marcadas, parece
saludable hacer un ejercicio de búsqueda etimológica del mismo y que
podría informarnos sobre la extensión del horizonte de usos y
acepciones y la comprensión de su contenido conceptual estrictu sensu,
si a lo largo de su semántica lo ha tenido.
30
social, la vida democrática, el cometido del Estado, la prédica sobre los
derechos de los individuos, la ciudadanía, etc., y la presencia y
evolución del concepto de protagonismo hasta el significado y sentido
concreto que hoy le damos. En el actual contexto de globalización, de
mundialización; habida cuenta de la emergencia de movimientos
sociales varios y de limitada esperanza de vida, pero real e
históricamente significativa; en el marco de fragmentación y
concentración desigual que provoca el mercado y su impacto en la
concepción y rol del Estado, ¿por qué emerge con inusitada novedad un
discurso que reivindica autonomía, visibilidad social, derecho a
participar, rechazo a ser excluidos y a la desaparición social compulsiva
precisamente cuando se es convocados al mercado en cuanto
consumidores19, es decir creándonos una ficción de ser actores, de ser
libres, de ser sujetos sociales? El concepto de protagonismo es hijo de
esta dinámica en la medida en que recoge una experiencia agónica por
no dejar de ser, por afirmar la condición de individuo, de sujeto
19 Oswaldo Torres, chileno, exposición oral, mimeografiada, Lima, Mayo del 2,000.
20 Ver Alain Touraine, ibidem, pp.242-248, y cap. II, pp.271-294: “Le sujet comme mouvement social”; ver
del mismo autor, “Sociologie de la Action”, “essai sur la société industrielle”, Le livre de oche, Paris, nouvelle
édition, 2000. “Aún hoy, creo tan imposible de definir el Sujeto fuera de las situaciones sociales y de las
relaciones de dominación como en términos de roles sociales”.p.12.
entendido éste como movimiento social y no reducible a roles
20
sociales? .
Nuestro abordaje conceptual del protagonismo hoy, en el contexto de la
21
llamada desmodernización , también nos remite al individuo, al actor,
al sujeto no sólo como nociones inseparables entre sí, sino como
22
categorías que la modernidad consideró figuras centrales . Y nos
referimos a la modernidad surgida con el capitalismo, y que deviene en
su eufemismo y ocultamiento, pero que simultáneamente hizo del
sujeto un “sujetado” en la acepción etimológica del término, es decir, un
dominado. Capitalismo en que las mayorías fueron sometidas a la
explotación y reducidas a que su fuerza de trabajo deviniera una
mercancía. “Capitalismo fue la forma concreta que asumió la
23
modernidad, sin la cual no puede ser comprendida...”
21 Ver A.Touraine, “¿Podremos vivir juntos, iguales y diferentes?” FCE, Bs.As.1997, Desmodernización,
p.27-60.
22 Ver A.Touraine, “Critique de la modernité”, p.246-7.
23 Alejandro Moreano, “Desvanecimiento y (re)construcción del pensamiento crítico”, en Rev. Ecuador
DEBATE, 2009, 77, p.62
Pero si se revisa la historia de la orgánico tenía un sentido
ciudadanía en el Perú y en otros conservador y el liberalismo, un
países de América Latina y de significado progresivo. Pero en el
Europa, se puede encontrar siglo XX el estatismo orgánico o el
diversas matrices culturales que la estatismo simplemente adquiere
animan e inspiran. En el caso un sentido renovador mientras el
peruano esas diversas matrices han liberalismo asume un carácter
coexistido en forma conflictiva, conservador. ¿Cómo explicar los
imponiéndose en un largo trecho de cambios de sentido político de estas
la historia -al menos en la historia dos matrices culturales en estos dos
de las ideas políticas- las formas siglos de vida republicana? La
liberales y en otro trecho las formas explicación radica en el cambio de
comunitaristas. Estas aparecieron referentes culturales y políticos que
en forma nítida en el gobierno del alimentaron y resignificaron la
general Velasco cuyas profundas lucha política en cada época
reformas estructurales, entre ellas histórica. En el siglo XIX, el
estatismo expresaba la continuidad
32
la destrucción del gamonalismo y
de la servidumbre, no dieron origen del pensamiento político colonial de
a la ciudadanía liberal sino más bien carácter escolástico mientras el
a la variante corporativa de la liberalismo era la doctrina
ciudadanía comunitarista. Desde la innovadora que se ofrecía como el
década del 80 y sobre todo del 90 en cemento cultural nuevo que
adelante, asistimos a la buscaba soldar las instituciones
configuración de una ciudadanía políticas republicanas a crearse.
liberal gracias al establecimiento de Desde fines del siglo XIX el
relaciones directas e individualistas liberalismo en el Perú envejeció y se
de autoridad, luego de la crisis y el volvió conservador al ser asumido
desmantelamiento de las por las élites terratenientes más
organizaciones corporativas como liberalismo, esto es, como
relacionadas con el estatismo liberalismo económico, que como
orgánico del velasquismo. liberalismo político: el liberalismo
Lo que más llama la atención de oligárquico no era tanto un
estas matrices culturales en liberalismo conservador como un
conflicto es el cambio de significado conservatismo liberal. Desde
político que ellas han entonces y, sobre todo, desde los
experimentado a lo largo de estos años 30 hasta los 70, es estatismo
dos siglos de vida republicana del adquirió un sentido progresivo y
Perú. En el siglo XIX, el estatismo hasta revolucionario frente al
conservatismo liberal de la renovador frente al estatismo
oligarquía, gracias a los fracasado y a la caída del muro de
planteamientos desarrollados por Berlín. Lo que hace difícil su papel
el Apra que recogía, por lo demás, renovador en el mundo actual es
es consenso keynesiano y las que el enemigo al que combatió y
experiencias de la revolución derrotó, no es el feudalismo como
mexicana y rusa. Las propuestas de en el caso de Europa del siglo XVIII y
reforma de las clases medias de los XIX, sino el conjunto de las fuerzas
años 50, en las que el Estado sociales y políticas subalternas que
desempeñaba un rol activo, y el pretendían en este siglo -por
estatismo del velasquismo se métodos erróneos quizás- construir
inscribieron en esta onda un orden nuevo y justo.
progresiva. Hoy, el neoliberalismo
conservador, sostenido por las Sinesio López
grandes corporaciones Revista de Sociología - UNMSM -
transnacionales y las élites Volumen X - N° 11
empresariales nativas, pretende Enero de 1998
asumir nuevamente un sentido 33
Es tarea por realizar con mayor exigencia y extensión, el establecer
cuánto nuestro concepto de ciudadanía es deudor del comunitarismo,
de la concepción republicana y en qué medida subyacen a nuestros
discursos sobre protagonismo, no reducible a una dimensión genérica
de lo social sin reconocerle su esencialidad política, es decir, un modo
de ser en la sociedad y ante el Estado en la común responsabilidad de la
24
cosa pública.
24 Ver el artículo de Elsa Bardales, “La ciudadanía”: “¿Libertad, igualdad, diversidad?”, en AAVV.
Repensando la política en el Perú, PUCP, U, Pacifico, IEP, Lima, 1999, pp.245-300.
SOCIEDAD CIVIL: LA EVOLUCIÓN DE UN CONCEPTO
1. Concepto de Sociedad Civil como el refuerzo unilateral del capital, o
un efecto del imaginario social de la una sociedad de ciudadanos, es
modernidad. decir, la sociedad burguesa.
Surge en el siglo XVII para designar
la sociedad burguesa bien ordenada Una lectura desfigurada e
y su vida cotidiana, por oposición a ideológica de Marx-Engels tradujo
las antiguas relaciones medievales Sociedad Civil como si se tratara del
desde este punto de vista histórico, ámbito de la economía, opuesto a la
puede ser utilizado como sinónimo sociedad política o al Estado. Para
de sociedad burguesa o de sociedad Gramsci, Sociedad Civil designa el
moderna, en la medida que ésta dominio de una acción social
tiene una imagen de sí misma en la institucional gracias a la cual una
que están separados los ámbitos clase o una alianza de clases
familiar-íntimo, económico-privado construye la hegemonía.
y político-cultural(público).
34 Igualmente como sinónimo de
sociedad de ciudadanos.
4. Actualmente, en el imaginario de
la modernidad y bajo la influencia
de una lectura inadecuada e
2. El concepto de Sociedad Civil ideológica de Marx-Engels, la
hace parte de dos grandes Sociedad Civil sería independiente
discursos: el de la dominación tanto del Estado como de la familia.
burguesa y el discurso marxista En cuanto espacio autónomo
crítico. estaría al origen de nuevos actores
No designa, en el discurso burgués sociales.
clásico, ni el gobierno ni el Estado,
sino más bien la consagración de las 5. La preocupación, reciente y
relaciones sociales burguesas, la múltiple, relativa al carácter y a la
moralidad y la capacidad ética del función de la Sociedad Civil en
mercado. En este sentido la América Latina, no puede aislarse
Sociedad Civil es el espacio ligado a de los procesos de globalización
las ideologías de la sociedad sin unipolar centrada en el Norte que
alternativas y del fin de la historia. atraviesan sus economías y sus
sociedades.
3.En el discurso marxista de los
orígenes (Marx, Engels), Sociedad Helio Gallardo
Civil designa la división y la Notas sobre la Sociedad Civil
organización social del trabajo, con P.95-9
c) Protagonismo: ¿la banalidad de un helenismo?
Este prefijo griego sugiere, según los casos, la idea de delante, antes de,
primero, por delante, por primero, en favor de, e incluso, en vez de. Por
ejemplo PROTEIOS, PROTEIA, PROTEION (masculino, femenino y neutro)
significa algo de “primera calidad”.
- Gonimos:
Así pues, si juntamos “prota + arjeuo = protagonista” con todos los matices
–y que el cuadro, que presentamos puede graficar– se comprende por qué
36
seguimos pensando que esta categoría recoge bien la complejidad
conceptual y práctica de ser y de crecer como protagonistas en la historia.
37
arjo gonimos arjeuo
Arrimar el hombro Generativo Dignidad
To lend a hand Generative Dignity
arjo gonimos arjeia
Excelencia
Lucha Lugar de encuentro
(primera calidad)
Struggle Place of meeting
Excellence
agonistés arjeion
proteios
Protagonista Primero
Protagonist First
Prota + arjeo Prota+arjos
26 Ver J. Planche, “Dictionaire Grec-Francais”, Paris, 1852; agonisomai, agonistés; M. A. Bailly, “Abrégé du
Dictionnaire Grec-Francais”, Paris 1945; Henry Stuart Jones and R. McKenzie, “A Greek-English Lexicon”,
Oxford, 1953.; Liddell and Scott's, “Greek-English Lexicon”, N.Y., 1882, 7a ed.1888.
Evidentemente no se trata de formular una definición de protagonismo.
Más sugerentes resultan, a nuestro entender, las nociones emparentadas
que la entrada etimológica nos brinda. Algunas de las palabras reseñadas
rápidamente, tienen en el verbo gignomai 27 su referente conceptual éste
significa llegar a ser siendo permanentemente en devenir, en seguir siendo
para llegar a ser, es decir no como concluyendo o llegando a un punto final,
sino como proceso en incesante construcción y constitución. Es decir, el
protagonismo como experiencia y como representación conceptual no es
un punto final de llegada sino un proceso práctico en el tejido social,
cultural, histórico, situado, y por ello mismo vitalmente complejo y
nocionalmente afinable.
38
continuar siéndolo deberán encarar este reto específico de la
intertransculturalidad. No hay discursos sobre protagonismo sino como
resultantes de la interacción comunicacional entre individuo y sociedad,
entre sociedad, individuo y entorno cósmico planetario.
27 Ver W. Pape, “Griechisch-Deutsches Handwortebuch”, ed. 1954, Akademische Druck-U. Verlagsan, Stalt,
Graz-Austria, p.491: gignomai.
INDIVIDUO Y SOCIEDAD COMO FORMAS DISCURSIVAS
41
segundo acercamiento, el “empoderamiento” adquiere una fuerza
conceptual y práctica que quizá la acéptica expresión liderazgo o
participación infantil no evidencian per se.
Es evidente que sobre liderazgo existe una tan abundante como variada
literatura que hace innecesario extenderse en un excursus analítico. Con
riesgo a no hacer justicia a enfoques realmente alternativos, liderazgo es un
concepto y una práctica que remiten indefectiblemente a individuos
dotados de una compleja serie de cualidades cultivadas que lo configuran al
identikit dominante de líder. Quizá una de las afirmaciones más
importantes sea aquella que reconoce que las estructuras jerárquicas,
verticales y fundadas en la autoricidad del vértice de una pirámide
organizacional, la del jefe, se contrapone a un liderazgo asentado en la
función de ser “mentores, guías y animadores”, más que jefes o
comandantes30 . Como Peter Druker escribe: “La única definición de un líder
28 Ver Seemamm en Carlos Franco, “Personalidad y Poder y participación”, en Cedep, 1981, pp.72-73.
29 Ver Sheldon Shaeffer, “Participatory approaches to educational change”, UNESCO, 1994 quien
conceptualiza el empoderamiento así: “Where the center actually surrenders considerable control to other
partners, other sectors and lower levels of the system, in order to give them opportunity to play a larger role
in development activities and to gain some ownership over education”, p.15.
30 Ver Geoge B.Weber, “El cultivo de los líderes del mañana”, en AAVV, El líder del futuro, Fundación Peter
Druker, ed. Deusto, Bs.As. 1997, p.337.
es alguien que tiene seguidores. Unos individuos son pensadores; otros,
profetas. Ambos papeles son importantes y muy necesarios. Pero sin
seguidores no puede haber líderes...La popularidad no es liderazgo. Los
resultados sí lo son. El liderazgo no es rango, privilegios, títulos o dinero: es
responsabilidad”.31 Lo que distancia nuestro concepto de protagonismo de
estas acepciones de leadership es que para nosotros el protagonismo es
inherente a la condición de fenómeno social de la infancia, de la juventud,
de la adultez y no es, a este nivel, privativo de algunas personas o individuos
líderes por más numerosos que éstos sean. Otro elemento puede verse en
el carácter carismático del líder, lo que lleva a reforzar su perfil individual en
el contexto de movimientos de seguidores.32
42
modernidad y, la otra, en un proceso más cercano y local de las décadas
pasadas en la experiencia peruana. El excursus etimológico nos permite
además reconocer más allá de la multidimensionalidad conceptual, la
riqueza de ésta.
31 Ibidem, p.12
32 Ver el excelente artículo de Tirso Molinari, “El Carisma, una aproximación desde la teoría sociológica y
del psicoanálisis”, en Rev. de Sociología, vol. X, n.11, 1998, UNMSM, p.203-226.
33 Ver entre los numerosos trabajos de Manfred Liebel, “Mala Onda”, Jugend in Lateinamerika. Frankfurt-
Main, 1990; “Protagonismo Infantil”, Managua, 1994; “La presencia del protagonismo infantil en América
Latina”, Rev. Int. NATs, vol II, n 1-2, p.49-60; “Working Children`s Protagonism”, Children`s Rights and the
outline of different Childhood, a comparative reflection on the Discourses in Latin America and the First
World” conferencia en Amsterdam, nov. 1999, mimeo. Tendríamos que añadir para Centro América, Radda
Barnen, “Protagonismo y participación de la Niñez”, Colección Apuntes, 1999; y Terre des Hommes
Osnabruk, la campaña y publicaciones apartir de la misma: “Dar una voz a los niños”
Liebel33, de Angel Gaytán34, de Alicia Ordóñez35, Carlos H.Morales L36, Nancy
Aróstegui37.
43
“Se definió como protagonismo aquella participación que juega
el papel principal, que le da el toque especial y dinamismo a la
situación. En este sentido, se habló de protagonismo a nivel de
las acciones(el mejor papel es el del protagonista) y del
protagonismo en las decisiones(el que lleva el mando)”.
34 Angel Gaitán, “Protagonismo Infantil como un proceso social”, Cuadernos divulgativos n.13, PRONICE,
Guatemala, 1997. Es uno de los textos más armados en los aspectos metodológicos e indicadores de
proceso.
35 Alica Ordoñez, “Relación adulto/a - Niño/a”, en “Técnicas de participación infantil”, Radda Barnen y
otros, 1998.
36 Carlos H. Morales L., “Protagonismo Infantil”. Sistematización de seis experiencias. PRONICE,
Guatemala, 1997.
37 Nancy Aróstegui, “Protagonismo Infantil...Una realidad o una aspiración", Coordinadora de ONGs que
trabajan con niñez y adolescencia, El Salvador, 1998.
38 Manfred Liebel, “Working Children`s Protagonism...”, p.19. Op.cit, p.19
39 Manfred Liebel, “Protagonismo Infantil”.Op.cit.,passim.
Como muy bien señalan “los niños y niñas participantes en las reflexiones,
el concepto protagonismo está relacionado con los siguientes elementos:
Ÿ Tomar decisiones.
Ÿ La formación de los niños y las niñas.
Ÿ La organización.”
Tres elementos que son indispensables. Si bien se goza del derecho a ser
protagonistas, todos debemos aprender a ejercer positivamente este dere-
cho y para ello la formación de adultos y niños y niñas es imprescindible.
Para que el ejercicio de nuestra participación protagónica tenga posibilida-
des de impacto, de ser tomada en cuenta en todo el proceso y en especial a
la hora de la toma de decisiones, es igualmente necesario un protagonismo
organizado. Pero si notamos bien, aquí se toma una saludable distancia del
concepto de protagonismo como quien es el principal o juega el papel cen-
tral.40
44
infantil específicamente, A. Gaitán nos señala que “protagonismo infantil
es iniciar y desarrollar un proceso para reestructurar la sociedad en función
del interés superior de la niñez”. Consideramos que esto trae consigo la
redefinición del estatus de la infancia que no puede dejar intocables e
intocados los roles, el estatus de otros actores, en particular de los adultos.
PROTAGONISMO INFANTIL
Sin embargo enfatiza lo de papel principal y que “existen otros roles cuya
característica común es que se desenvuelven en torno, alrededor y en
función del protagonista”. 41
PROTAGONISMO INFANTIL
45
El protagonista es quien siempre determina el desarrollo y el
desenlace de los sucesos aunque su presencia sea menor a la de
otros personajes.
Cuando hablamos de protagonismo infantil, Entonces, estamos
pensando en que niñas, niños y adolescentes desempeñen un
papel, y que ese papel debe ser el principal y determinante.
Autodirección y autogestión
3
Representación
Participación
Señalización
Adultocracia
1
Consulta
46
Organización de niñas, niños y adolescentes
47
protagónica estamos considerando un ámbito más amplio que la propia
organización, tendríamos que plantearnos dos cuestiones más. No basta la
autogestión y la autodirección a nivel intra organización infantil por más
necesarias que éstas sean, pues apenas cumplirían un papel simbólico en
relación a la autodeterminación, a la autogestión y autodirección de las
sociedades en su devenir transformador si éste no es el paradigma
conceptual y práctico de dichas sociedades en el que quisiera inscribirse a la
niñez en cuanto actor social. Una segunda cuestión se refiere, incluso para
el importante como limitado espacio de la organización infantil, a la
relación con el adulto, cuya presencia no se justifica en primer lugar por su
aporte técnico, de experto, de promotor; esto podría seguir alimentando
una experiencia de relación reductivamente instrumental, al interior de la
organización infantil, de preocupantes implicancias a nivel macro para la
relación entre generaciones, entre formas organizadas de protagonismo en
la escena social, política, cultural, etc.
44 Ministerio de Asuntos Sociales, “Volto dell'infanzia”, Raporto 1998-1999, p.6 y Bernard Chariot, op. cit.
passim.
45 C.A.Valentine, “Culture and poverty “. p.1,3
relación entre cultura y discurso. Una cultura se hace y transforma
precisamente en el tejido de las interacciones comunicativas que se
establecen entre sus participantes. Las culturas tienen, pues, una
naturaleza dialógica y, en razón de ello, habitan el mundo intersubjetivo de
los variados discursos construidos por sus miembros”. 46
50
nales y artísticas de y con dichos movimientos que inspiran y abren intuicio-
nes que devienen en un abordaje epistemológico, antropológico y político
de insospechadas implicancias para repensar la infancia. Esta dinámica, en
la Región, se adelanta dos décadas, a la Convención de los Derechos del
Niño que finalmente, sin desconocer su transcendencia en el plano mun-
dial, no logra recoger con la fuerza requerida y la amplitud deseada lo que
desde el Norte y del Sur se venía críticamente sustentando en relación a las
culturas modernas de infancia.
49 Ver Manfred Liebel, 'Working children's protagonism, children's rights and the outline of a different
childhood.'. 2001. passim.
L O S D E B AT E S S O B R E L A legal del niño no debe realizarse a
I N FA N C I A E N LO S PA Í S E S costa de su igualdad de derechos.
ANGLOAMERICANOS Y EN LOS
DE EUROPA OCCIDENTAL EN Ÿ Ambos están de acuerdo en que
ALGUNOS ASPECTOS el niño no sólo tiene la capacidad,
CENTRALES MUESTRAN sino que tiene que tener también las
COINCIDENCIAS CON LA posibilidades estructurales y lega-
DISCUSIÓN QUE SE DA EN les, para poder tener influencia en
AMÉRICA LATINA SOBRE EL los adultos y en la sociedad respecti-
PROTAGONISMO INFANTIL. vamente, es decir, que no basta con
darles a los niños sólo “autonomía”
Ÿ Ambos cuestionan la relación en un espacio social apartado de la
jerárquica hasta ahora considerada sociedad.
como lógica o incluso natural entre
los diferentes grupos de edades, Ÿ Ambos están de acuerdo en que
según la que el adulto siempre va por posiblemente se está formando
delante del niño y es a él a quien le
corresponde pensar y viceversa, el
mundialmente un nuevo modelo de
infancia y que los hasta ahora váli-
51
niño permanece detrás del adulto y dos modelos de infancia sólo tienen
está sometido a él. que ver con ella en el nombre.
Sin embargo, el debate sobre la “nue-
Ÿ Ambos están de acuerdo en afir- va infancia” y el “protagonismo
mar que el niño posee la calidad de infantil” muestra también impor-
un sujeto “empeñado” que tiene, no tantes diferencias.
quizá igual, pero sí una equilibrada
capacidad de actuación, es decir, Ÿ En América Latina se une la cues-
que la puede adquirir fácilmente tión del protagonismo con el especí-
cuando esto no es “reprimido” o fico modo existencial del niño de una
“evitado”. forma más marcada. En la mayoría
de los casos se presenta una relación
Ÿ Ambos están de acuerdo en que muy estrecha entre su papel como
el niño merece los mismos derechos “sujeto económico” y la formación
que el adulto, es decir, al niño no se le de su protagonismo, sobre todo en
debe privar de los derechos huma- los niños trabajadores. En cambio
nos fundamentales debido a su “mi- en los debates sobre la infancia en el
noría de edad” y que la protección Norte sólo algunos autores conside-
ran relevante la cuestión del trabajo mas organizadas de protagonismo
infantil. De todas formas son cada infantil valen como (posibles) partes
vez más frecuentes, también en el de movimientos sociales, que pue-
Norte, las voces que prestan una den ayudar de forma inmediata a la
mayor atención a los aspectos eco- humanización y democratización de
nómicos de la infancia. las formas de vida. En el Norte, en
cambio, se ve la posible influencia de
Ÿ En América Latina se discute la los niños más en un sentido de “enri-
cuestión del protagonismo prestan- quecimiento cultural” de los adultos
do más atención a las acciones rea- que “aprenden de los niños”. Los
les de los niños. De acuerdo con ello niños sólo aparecen en sentido abs-
se diferencia entre las formas de tracto como posibles “rebeldes” y
Protagonismo individual o colectivo, “renovadores” de unas condiciones
entre espontáneo o más organizado. sociales rígidas, siendo posible que
Mientras que en el Norte los niños tengan importancia en la acción de
son vistos como “actores”, se habla que haya menos jerarquía en las
de ellos como sujetos de una cultura condiciones generacionales.
52 infantil en cuya praxis se acentúa
sobre todo lo no convencional y lo El protagonismo infantil es algo más
creativo (el niño como un artista que el objeto de una interesante
originario). A menudo para los adul- debate. En América Latina es la viva
tos se da la forma de acción sólo realidad, que a pesar de muchas
como una especie de norma base, de resistencias y dificultades, se
la cual se espera que a las “posibili- encuentra en avance. El debate
dades” de los niños se les otorgue llevado a cabo en el Norte desde
una mayor atención y un mayor hace más de 20 años por la mejor
apoyo. comprensión de la infancia y por una
posición más fuerte del niño en la
Ÿ En América Latina se une el pro- sociedad, muestra que aquí también
tagonismo del niño de una forma tiene una oportunidad el protago-
marcada con los procesos de cambio nismo infantil.
sociales dirigidos a superar las
estructuras autoritario- Manfred Liebel
paternalistas y las relaciones de La otra infancia, niñez trabajadora y
explotación. Por lo menos las for- acción social
Consideramos que el paradigma del protagonismo definitivamente es no
sólo una propuesta conceptual, sino que ésta es insoslayablemente de
carácter político, social, cultural, ético, espiritual que reclama una
pedagogía e invita a un replanteamiento del estatus social de la infancia y
de la adultez y de sus roles en la sociedad local y en el concierto de los
pueblos.
53
paso histórico en lo que a infancia se refiere.
50 Ver José Oviedo, “El Perú y su futuro”, paradigmas de la infancia, IDL, 1999, passim.
51 Magdala Velásquez Toro, “Derechos Humanos, Diferencia, Conflicto y Discriminación”. Bgtá, Set. 1991.
personalidad que exprese en el plano de las actitudes, de los
comportamientos, de las formas de relacionarse con los demás, en la
autocomprensión de sí mismo, en los sentimientos, afectos, en el talante y
el estilo de vida, aquello que hemos señalado, a nivel más bien analítico,
como componentes del protagonismo. Es decir, de lo que se trata es de ver a
los sujetos concretos y actuantes en el tejido social y que sean reconocibles,
identificables como individuos y colectivos, con lo que nos atreveríamos a
calificar de personalidad protagónica. Estamos entonces ante el reto de la
formación de una personalidad cuyos “rasgos” sean aquellos que delineen
un perfil protagonista.52
Pero son varias las preguntas que debemos hacernos. Hay quienes
consideran la personalidad como la expresión de tendencias consistentes y
que esta consistencia debe llegar a ser trans-situacional para ser tal53, es
decir “la prueba de la consistencia debe ser realizada a través de
situaciones diferentes y no solamente a través de situaciones
estandarizadas”54, así por ejemplo los niños y niñas trabajadores
Entramos así a uno de las aspectos más complejos del desarrollo del ser
humano desde un punto de vista integral, como es lo que se ha dado en
llamar la formación de la personalidad. No sólo el dato biológico es
fundamental, sino el entorno social, las condiciones y posibilidades de vida
52 Patricio Donoso, “El derecho a ser persona: Un desafío para un nuevo paradigma”. En ¿superando la
Racionalidad Instrumental?, Piie, 1991, Edit. A Magendzo, p. 25-50. “...el desarrollo de lo humano no puede
ser entendido sólo desde la perspectiva del desarrollo de lo natural sino que ha de analizarse, además desde
la perspectiva de lo histórico-social. Ello significa que la evolución de lo humano no es sólo el fruto de la
evolución de la Naturaleza con mayúsculas sino que además es fruto de la interacción que comienza a
desarrollar entre el interés natural y el entorno social”. p31.
53 Ver K. Langton, “Modelos conceptuales y participación política: La continuación de un diálogo” en
Cedep. p.40.
54 Ibidem.
espiritual, el aprender a relacionarse entre humanos y con todo lo otro, son
los retos a la conformación de una personalidad positiva, resiliente y
acertiva, flexible y consistente.
Hay quien afirma que “la cuestión de la identidad domina nuestra época”58
56
y quien sostiene que somos los latinoamericanos que andamos preocupa-
dos por la identidad59. Y uno de los efectos menos deseables del impacto de
la globalización es lo que se reconoce como la pérdida de identidad a nivel
general y a nivel particular, la pérdida de identidades. Tendríamos que
añadir que tanto la cuestión de género como la etnicidad son componentes
afectados por esta especie de gasificación de identidades como una forma
de homologación y homogeneización cultural y de identidades.60
57 Ver Albert Ciccone, Marc Lhopital, “Naissance á la vie psychique”, Ed. Dunod, Paris, 1991, p. 258-259.
58 Ver Robert Ferguson, “El interculturalismo global y los dilemas del universalismo: Educando en medios
después del 2,000” en Rev. Diálogos de la Comunicación , nro. 52, ago. 1998, Lima. p.22.
59 En opinión de Alain Touraine .
60 INUPND, Naciones Unidas, “Los estados de desorden”, 1994, passim.
61 Ministerio de Asuntos Sociales, “Volto dell'infanzia”, Rapporto 1997, p.67-94.
62 Ver A. Ciccone, op.cit., passim.
neonato en su relación al cuerpo, a la psique y al espíritu de la madre, mejor
dispuesta a conformar una personalidad protagónica o no. Lo que importa
aquí enfatizar, es la gran importancia que tiene para el desarrollo de una
personalidad protagónica, la familia, la vida de la pareja de progenitores, el
clima y la práctica comunicacional, el trato, la forma de resolución de
conflictos, los valores que rigen en la conducta y estilo de vida familiar, etc.
Por ello, la formación de la personalidad protagónica no tiene que ver en
primer lugar, cronológicamente hablando, con la formación ideológica o
política, sino con la calidad y calidez de vida en la familia, en el entorno de
los primeros años de infancia. Es esta matriz relacional del niño con su
entorno familiar -en el doble sentido de pertenecer a su familia o de serle
habitual, con lo que el niño, niña se familiariza más- la que nos alerta sobre
las posibilidades y retos prácticos que implicará la formación de una
personalidad protagónica a lo largo de toda su vida. Y en este sentido,
deviene asimismo, matriz del largo proceso de configuración de la
identidad individual y social que “la entendemos como la capacidad de un
sujeto de hablar y actuar diferenciándose de los otros y permaneciendo
57
idéntico hacia sí mismo”.63
IDENTIDAD Y PROTAGONISMO
Jorge Domic
64 Ministerio de Asuntos Sociales, “Il Volto dell'infanzia”, Rapporto 1997, p.343 , “Tutelare giurdicamente
l'identitá”.
65 Ministerio de Asuntos Sociales, “Il Volto dell'identitá”, Rapporto 1997, p.344 .
IDENTIDAD Y DESARROLLO DE LA PERSONA
El Self como objeto único-el sentimiento de la diferencia:
No hay representación del Self si el indivi-
duo no puede identificar un cierto objeto El sentimiento de una identidad personal
como sí mismo. Esta identificación supo- se deriva del hecho que-definiéndose
ne que el individuo pueda concebirse desde el inicio como objeto original- el
como un objeto particular diferente de individuo tiene de sí mismo una represen-
todo objeto y de aquellos objetos particu- tación coherente y cree que el objeto al
lares que son las otras personas. El senti- que dicha imagen se refiere tenga una
miento de diferencia es esencial en el cierta constancia en el tempo. Resulta
plano material y social. Evidentemente tan claro que el proceso de construcción
el sentimiento de diferencia puede vivirse de la identidad coincide de alguna mane-
sólo en relación a otros. A quien quiera ra con la progresiva definición del con-
afirmar “este soy yo, aquel soy yo” le son cepto de sí: resulta ahora indispensable
absolutamente necesarios los otros. Es la detenerse en modo más puntual sobre
confrontación la que permite la categori- las etapas, en las diversas edades de la
59
zación y por lo tanto la identificación del vida, a través de las cuales pasa la elabo-
Self entre los demás: la confrontación ración del concepto de sí.
con los otros es inherente a la vida social.
Fiske y Taylor, Social Cognition,
Coherencia y estabilidad de la imagen 1991,p.181-182, definen así el concepto
del Self- el sentimiento de la unicidad y de Self (o representación de sí): “La repre-
de la identidad a sí mismo. La organiza- sentación mental que tiene la persona de
ción de los rasgos en un conjunto estruc- los propios atributos de personalidad, de
turado presenta siempre una cierta cohe- los roles sociales, de la experiencia pasa-
rencia, una cierta estabilidad, una cierta da, de los propósitos futuros. La repre-
constancia en el tiempo. Para una ima- sentación de sí que una persona ha depo-
gen de sí en sentido propio, este es el sitado en la memoria se presenta muy
punto en el que está en juego el senti- similar a aquella que concierne a otros
miento de identidad con sigo mismos. conceptos: solamente que es más com-
pleja y variada”.
En sentido estricto, la identidad de un
individuo es la variable que hace sentir Un volto o una maschera?
al sujeto idéntico a sí mismo en el espacio Firenze,1997,p.292
y en el tiempo. La unidad del Self y su
permanencia son los dos componentes
esenciales de la identidad.
Los discursos sobre personalidad de identidad se asientan sobre una
concepción de la vida, vale decir una forma de concebir y de ponderar a lo
que en la vida le asignamos o no valor, un sentido que valga la pena o la
carencia del mismo. En otras palabras, nuestros discursos sobre
personalidad e identidad son simultáneamente discursos de horizonte
ético e incluso moral, axiológico. La formación de una personalidad
protagónica como expresión de identidad individual y social conlleva
entonces un insoslayable contenido ético, moral que le imprime un carácter
de integralidad y de directas implicancias de coherencia en los
comportamientos, en los estilos de vida, en el quehacer cotidiano, en la
función pública y privada y radicalmente en el mundo de los sentimientos,
de los afectos, de la pasión y del placer. Por ello es que postulamos la
pedagogía de la ternura66 como referente conceptual y práctico en la
formación de una personalidad protagónica.
60
EL SUJETO Y EL PODER
66 Ver L.C.Restrepo, Ifejant, Radda Barnen-Policía, libro francés, opus cit, passim
e) Actoría social y personalidad protagónica.
Entramos en uno de los tópicos que en las últimas décadas han ocupado de
forma significativa el quehacer de las ciencias sociales, en particular de la
sociología. Autores como Alain Touraine han dedicado sus mejores y
actualizadas reflexiones a la cuestión del sujeto, del actor67.
61
nuestro discurso moderno sobre sujeto una radicalidad no sólo conceptual
sino en sus implicancias histórico sociales, en el quehacer cotidiano, vale
decir que instaura un modo, para nosotros novedoso, en que los seres
humanos se transforman a sí mismos en sujetos dándoles 70 ,
demandándoles a las relaciones de significación y a las relaciones de poder
la exigencia de centrarse en el sujeto, no sólo en lo que éste es, sino en lo
que éste hace.71
62
expresión de valoración de la libertad; el amor de sí como afirmación positi-
va de la propia autoestima, de la autoconfianza, de la autodirección; el reco-
nocimiento de los otros como sujetos75, es decir, como iguales y diferentes,
fundamento del derecho a la diversidad en cuanto garantía de fraterni-
dad.76 Esto equivale a reconocer que cuando de sujeto se habla, no se está
entendiendo sólo su dimensión intrapsíquica individual, sino su esenciali-
dad colectiva. Es, quizá, en esta perspectiva que Alain Touraine asume el
sujeto como movimiento social77 y que desde una teoría comunitarista, se
sostendría que “la imagen individualista de la persona es ontológicamente
falsa”78 .
ma, tiene por tanto inicio en la sociedad pre-renacentista y encontrará luego, en particular, su afirmación
con el nacimiento y el consolidarse del llamado “pensameinto científico”...El individuo confirma por tanto a
sí mismo como sujeto en cuanto portagonista personal del propio conocimiento y , a través del mismo, de la
propia afirmación en el mismo. El sujeto es el hombre, el objeto es el mundo”. p5-7.
73 Ver Michel Foucault, p.19 y en p.4: “La primera cuestión a revisar es la que yo llamaría, las “necesidades
conceptuales”, lo cual significa que la conceptualización no debería estar fundada en una teoría del objeto,
ya que el objeto conceptualizado no es el único criterio para una buena conceptualización. Deberíamos
tener en cuenta las condiciones históricas que motivan nuestra conceptualización. Es necesaria una
conciencia histórica de nuestras circunstancias actuales. La segunda en cuestión a revisar es el tipo de
realidad con la que tratamos.”
74 Ver Alain Touraine, “Qu'est-ce la démocratie?”,op.cit, p.17.
75 Ver Alain Touraine, ibidem, p.178.
76 Ver Elsa Bardales, op.cit. p. 288.
77 Alain Touraine, “Critique...”, p. 271ss.
78 Sinesio López, “Una nueva concepción del individuo implica una nueva concepción de la comunidad. Una
comunidad “comunitarista” es más que una asociación: ella es una unidad de la que los individuos son miem-
bros. Esta membrecía no es ni artificial ni instrumental, pues ella tiene su propio valor intrínseco...” p. 96.
Actoría social evoca acción; actoría social desde el paradigma cultural del
protagonismo vincula acción con el mundo de los valores. El sujeto por la
subjetivación79 deviene actor, es decir, el que modifica su entorno material
y ,sobre todo, social, “transformando la división del trabajo, los modos de
decisión, las relaciones de dominación o las orientaciones culturales”.80 Es
esta actoría social de carácter protagónico, que está a la base del discurso y
reconocimiento del status del niño, niña81, que de manera alguna puede ser
reducible al desempeño de roles o tener a éstos como fundamento del
status.
En los escenarios futuros que se perfilan como cambiantes a ritmos que pasa-
rán a ser de una celeridad habitual y que por su desacompasamiento con los
tiempos de asimilación, adaptación y , en particular, con los tiempos para el
discernimiento o el distanciamiento crítico y la elaboración de alternativas, -
lo que será inevitablemente percibido por las mayorías como un escenario
de caos en lo subjetivo individual y en la subjetividad social- nos obligan a
recolocar al centro del quehacer de la humanidad al sujeto y a éste como
63
actor. El inminente riesgo que se cierne en dichos escenarios, es el de nue-
vas formas de negación, de alienación estructural y espiritual.82 Desde la
perspectiva ética del protagonismo y de su abordaje como paradigma cultu-
ral, el discurso sobre el mismo cobra pertinencia teórica y práctica. Aunque
en el contexto actual y las tendencias que anuncia, el protagonismo aparezca
como un discurso sin contenido, sin referentes convincentes, específicamen-
te si de niños y niñas se trata, éste deviene una utopía que recoge deseos,
aspiraciones, intereses, satisfacción de necesidades porque ya es realidad,
embrional, pero realidad. En buena medida, el futuro de los niños y niñas en
dichos escenarios dependerá de lo que se logre avanzar hoy y mañana en la
perspectiva del protagonismo no sólo de la infancia, sino de los sectores que
hoy ven con mayor violencia negado su derecho a ser protagonistas.
79 Ver Alain Touraine, p. 244, “La Subjetivación es la penetración del sujeto en el individuo y por lo tanto la
transformación parcial del individuo en sujeto” en Critique de la Modernité”
80 Ver Alain Touraine, “Critique de la modernité”, p.243; Ver Michel Foucault, op. cit.: “Generalmente
puede decirse que hay tres tipos de lucha: contra las formas de dominación (étnicas, sociales y religiosas);
contra formas de explotación que separan a los individuos de aquellos que ellos mismos producen; o contra
aquello que ata al individuo a sí mismo y lo subsumen a otros de esta forma (luchas contra la sujeción, contra
formas de sujetividad y sumisión)...Hoy en día, la lucha contra las formas de sujeción-contra la sumisión de
la subjetividad- se está volviendo cada vez más importante, incluso cuando las luchas contra las formas de
dominación y explotación no han desaparecido, más bien lo contrario”
81 Ver si se cita a Alain Morice, “Le partenalisme rapport de domination adapté á l'exploitation des
enfants” en B. Schelemer, op. cit. p.269
82 Ver K. Langton, op. cit., p.70: “La anomia, la impotencia, el control externo, la falta de significado, el
aislamiento, la falta de compromiso, la desconfianza política, etc., han sido incluidos dentro de la
dominación de alienación”.
“En un mundo en cambio permanente e incontrolable, no hay
otro punto de apoyo que el esfuerzo del individuo para trans-
formar unas experiencias vividas en construcción de sí mismo
como actor. Ese esfuerzo por ser actor es lo que denomino suje-
to que no se confunda ni con el conjunto de la experiencia ni con
un principio superior que lo oriente y le dé una vocación. Sujeto
no tiene otro contenido que la producción de sí mismo. No sirve
a ninguna causa, ningún valor, ninguna otra ley que su necesi-
dad y su deseo de resistirse a su propio desmembramiento en
un universo en movimiento, sin orden, ni equilibrio.La apela-
ción al Sujeto es la única respuesta a la disociación de la econo-
mía y la cultura, y también la única fuente posible de los movi-
mientos sociales que se oponen a los dueños del cambio econó-
mico o a los dictadores comunitarios. Afirmación de libertad
personal, el Sujeto es también y al mismo tiempo un movimien-
to social”
64 Alain Touraine,
¿Podremos vivir juntos?,p.21
66
negligencia de la sociedad dominante frente a la infancia. En el mundo de
nuestras culturas ancestrales, no hay sujeto o persona humana que por su
edad pueda constituirse en el centro del conjunto. Sería extraño referirse al
niño como un ser superior o que sus intereses puedan concebirse como
prioritarios. Peor aún, si aquello del ISN pudiera entenderse como
privilegiando al niño. Definitivamente, en aquello que es un principio
central para la CDN, el ISN, deviene en un punto de necesaria revisión frente
a cómo en la cosmovisión andino-amazónica se ubica al niño como parte de
la comunidad, del ayllu.
85 Ver el didáctico como sólido artículo de Verónica Palvorini, “El orígen del concepto del Interés Superior
del Niño”en Justicia Para Crecer, Abril-Setiembre, 2009, n 14, p.6ss.
Un punto en el que hay una desencuentro real, es el referido al mundo de lo
que en contexto y discurso occidental se ha dado en llamar el trabajo
infantil. Como ya señalado, la CDN tiene un detalle fundamental para la
orientación de los enfoques al respecto. En efecto, la CDN habla del
derecho a la protección de toda forma de explotación, aunque luego dé
criterios de regulación de la actividad que llamamos trabajo de menores de
edad.
67
conoce en el mundo urbano. En este campo, la CDN se queda en el
reconocimiento a través de recomendar que se tomen en cuenta dichas
prácticas culturales. Pero no logra superar y ni siquiera ocultar cierto tinte
etnocéntrico.
70
Convención es una “declaración de amor” que liga éticamente, que no
prescribe con el tiempo lo que reconoce. Podríamos decir, que la CDN es una
declaración de amor fraterno, de sorolidad, aunque con frecuencia parezca
más bien trasuntar cierto airecillo a amor paternal o maternal. Con los cambios
en la cultural patriarcal y en la familia tradicionalmente aceptada funcional a
dicha matriz cultural, estamos asistiendo a un escenario que parece irreversible
en sus grandes tendencias. Factores de carácter económico, de las
transformaciones en la pirámide demográfica, hacen que hoy los roles
tradicionales no tengan mayor sentido y vigencia como, en el tiempo,
ciertamente lo tuvieron.
71
páginas, un componente de la propuesta de un nuevo contrato social que se
centre en la dignidad de todo sujeto, que contribuya a la deconstrucción y
reelaboración de ideologías, de sentidos comunes, de megas tendencias que
históricamente se han instalado y que son portadoras de nuevas formas de
colonización de los espíritus, de las conciencias, de las subjetividades.
Aspiramos a un nuevo contrato social que haga, muy en especial de las nuevas
generaciones no sólo interlocutores válidos, sino coprotagonistas de su
sociedad.
El co-protagonismo como experiencia de relacionalidad constituye un
permanente llamado a hacer de la ética un cuestionamiento sobre la
finalidad práctica, el sentido y la significación de lo que se va construyendo
en dimensión humana. Ser seres en relación, ser constitutivamente seres
de relación, biológicamente relacionales, constituye el asiento ético de
nuestra vida. Pero además, para que ello no sea interrumpido, sabemos
que es desde el amor y el ágape fraterno y sorolial que crecemos en nuestra
constitución de seres en reliance, como recuerda R.Castel.
En griego hay dos vocablos que difieren por un acento circunflejo. Éthos
significa costumbre, modo de ser, hábito diríamos hoy. Y Êthos que refiere
más bien a algo que nos trasciende, algo que nos coloca, nos hace nacer a
un horizonte que –al mismo tiempo que nos orienta a algo mayor– nos
88 La primera vez que en Perú se acuñó esta expresión fue hacia finales de 1980 en el marco del conflicto
armado y en una sesión con docentes venidos de la sierra central a Lima por lo riesgoso de hacer cursos
sobre derechos humanos en su región. El psiquiatra colombiano Luis Carlos Restrepo, escribiría en 1994 un
hermoso libro, El derecho a la ternura y varios más sobre el tema
concierne, nos interpela, nos pregunta por nosotros mismos al
preguntarnos por el otro.
74
Protagonismo - Ética - Pedagogía de la Ternura - Virtudes
2.- Superar esta visión marcada por la impronta occidental en sus diversas
versiones desde la relación intertranscultural nos abre posibilidades de
enriquecer nuestra actual comprensión y alcance del paradigma de la
promoción del protagonismo y los derechos de los niños y niñas.
4.- Mientras tanto es urgente hacer de la CDN un piso mínimo para exigir el
cumplimiento de lo que allí está reconocido como derechos de las infancias.
Precisamente el éxito en esta lucha abre el camino para apuntar hacia un
contrato centrado en la dignidad de todo, de los humanos y de la tierra que
77
habitamos y que nos permite vivir y desarrollarnos.
5.- El cuidado y el respeto constituyen dos virtudes necesarias que las nuevas
generaciones deben hacer de ellas componentes de su modo de vida y de buen
vivir. Sin embargo, el respeto es apenas una condición necesaria, aunque
insuficiente. El respeto puede perfectamente condecirse con el dejar las cosas
intocadas, el asignar un valor formalmente equivalente a cuestiones en sí
opuestas, contradictorias y hasta incompatibles.
13.- Desde el paradigma del protagonismo de los niños, se abre una crítica
frontal a lo que supone el orden tutelar, vale decir, considerar a niños, como
incapaces y a justificar el tener que ser representados por terceros. En este
preciso sentido el Código de los Niños y Adolescentes de Perú tiene un artículo
muy importante por lo que contiene como pensamiento subyacente y
89 Ver Hainz von Foerster, “Por una nueva epistemología”, 1998, en Metapolítica, vol.2, n.8, p. 640.
formulación positiva. El artículo 65 dice a la letra: “Los adolescentes
trabajadores podrán reclamar, sin necesidad de apoderado y ante la autoridad
competente,…”. No requerir de un apoderado es el anuncio de un
reconocimiento al adolescente de su capacidad y autonomía –siempre
dependiente como toda autonomía- y del cuestionamiento a una cultura que
condena a niños, niñas y adolescentes a ser representados por terceros, a ser
sujetos válidos por interposita personna.
14. Se sabe que el orden tutelar históricamente ha sido “el más eficiente
administrador de sentimientos como el miedo y la obediencia”90.
Precisamente, entender la pedagogía de la ternura como componente del
paradigma del coprotagonismo, constituye un doble factor de demitización de
la cultura del orden tutelar y su transformación en un orden de igualdad, de
fraternidad y de philía, de afecto hecho ternura. Y es que la pedagogía de la
ternura procura hacer que el hombre interior91 responsable y por ello
autónomo, por ello mismo ético crezca en capacidad de maravillarse, de
aprender, de ser flexible, de ser duro como el diamante y tierno como una
madre, decía Joseph Cardijn. Desde nuestros pueblos originarios, la pedagogía
79
de la ternura no se agota en las relaciones interpersonales. La pedagogía de la
ternura adquiere su dimensión cósmico planetaria, el mundo todo nos hace,
nos cuida y cría cuando, cuando lo cuidamos y criamos, dirían nuestros
comuneros del Ande y los indígenas de nuestra Amazonía.
80
.
Publicaciones de INFANT:
- La Alfombra Mágica
- Culturas de Infancia
-El Paradigma del Protagonismo
Próximos números en la serie de materiales de trabajo:
- “Reflexiones en torno a Nagayama Norio”
- “El Co-Protagonismo”
Movimiento de Adolescentes y Niños 3x1 ½
Alejandro Cussiánovich