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VIOLENCIA

Conceptos históricos, bíblicos y actuales

Jacson da Rosa

INTRODUCCIÓN

Llamamos de violencia a la aniquilación del otro: desde la voluntad de aniquilarlo, la


pasión de violencia y de odio, hasta el hecho de aniquilarlo. Bien destruyendo lo más
radical que tiene: su vida (violencia física absoluta), bien destruyendo en su persona,
esclavizándola, dominándola, explotándola, etc1.

En este escrito trataremos de buscar el origen de la violencia, sus aspectos


antropológicos, sociológicos, históricos y bíblicos que nos puede ayudar hacer una
investigación más profunda de lo que vivimos en la actualidad sobre dicha palabra
violencia.

EL CONCEPTO DE VIOLENCIA

Existe una gran confusión sobre la terminología concerniente a la violencia no sólo


en lenguaje cotidiano, tan sometido a las manipulaciones de los medios de
comunicación masiva, sino incluso en los conceptos utilizados por los científicos
sociales.

La palabra violencia viene del latín vis que significa fuerza. Violento, nos dice el
Diccionario de la Real Academia, es aquel o aquello “que está afuera de su natural
estado, situación o modo. Que obra con ímpetu y fuerza… Lo que uno hace contra
su gusto, por ciertos respetos y consideraciones… Que se ejecuta contra el modo
regular o fuera de razón y justicia”2

1
URBINA, Fernando. Violencia en el mundo y en la iglesia. Editorial nova terra. Barcelona, 1991. p. 15.
2
Real Academia Española, 2014. p. 37.
Él término violencia se emplea de maneras muy diferentes. Sin embargo, la
etimología nos orienta hacia un sentido inicial bastante preciso y fundamental.
Violencia procede, en efecto, de unas raíces indoeuropeas, griegas y latinas que
corresponden a la idea de vida, de vital, de natural en todo ser vivo. La violencia
aparece, por tanto, como ligada a la misma noción de vida. La violencia de cierto
modo es la vida3.

Fernando Urbina en su libro Violencia en el mundo e en la iglesia nos señala que


hay cuatro modos de violencia, el primer origen de la violencia es la guerra de
conquista, su raíz seria la voluntad del poder. Una segunda forma de violencia es la
opresión y la explotación: una vez conquistado un pueblo se le roban sus tesoros o
se le esclaviza, para que el producto de su trabajo redunde en beneficio del
conquistador violento. El tercer paso de violencia, es la reprensión. El oprimido
puede reaccionar de dos formas: aceptando el yugo o tratando de sacudirlo. Se
escoge esta segunda, se le reprime, incluso hasta el tormento.

Entonces llega el cuarto modo: la violencia de los pobres. Ya no basta con limitar por
la fuerza el poder del opresor, sino que envenenado por la violencia de éste,
reprimido después de oprimido, se llena del mal radical del odio y la violencia y él
también se hace violento.

Para Urbina la esencia de la violencia es aniquilar la vida y suprimir la persona,


destruir el sujeto, hacer de él una cosa, anularlo como otro, no aceptarlo como
interlocutor4. La violencia es una propiedad humana, aunque sea común hablar de
violencia animal y reconocer que la animalidad se encuentra bajo el signo de la
violencia, al menos para garantizar su supervivencia, y afirmar de manera
correlativa, que la violencia conduce de nuevo al ser humano a la animalidad5.

Como señala Erich Fromm:

“el hombre de los instintivistas vive el pasado de la especie, y el de los conductistas el


presente de su sistema social. El primero es una máquina que sólo puede producir pautas
heredadas del pasado; el segundo es una máquina que sólo puede producir las normas

3
GIBERT, Pierre, SJ. Biblia y violência: la esperanza de Caín. Trad. M.M. Leonetti. Ediciones Mensajero. Bilbao,
2007. p. 31.
4
URBINA, 1991.p. 18.
5
GIBERT, 2007. p. 32.
sociales del presente. Instintivismo y conductismo tiene en común una premisa básica: que el
6
hombre no tiene psique con estructura y leyes propias ”.

Con el escrito de Fromm podemos definir que hay un modelo histórico sobre la
violencia humana que parte de dos supuestos fundamentales: a) existe una
naturaleza específica del ser humano, naturaleza abierta a potencialidad de todo
tipo, entre ellas la de la violencia; b) esta naturaleza es de carácter histórico. La
historicidad de la naturaleza humana significa desde el punto de vista social que
cada persona se materializa en el marco de una sociedad concreta como parte y
expresión de unas fuerzas sociales; desde el punto de vista personal significa que
cada individuo sigue un proceso que le es peculiar, y que configura su propia
biografía7.

LA VIOLENCIA EN UN ENFOQUE BIBLICO

La violencia ocupa un gran espacio en la Biblia. Es un tema inmenso; nos afecta a


todos en cada momento de nuestra historia individual y colectiva 8.

El relato de Caín y Abel, con anterioridad a otros relatos, introduce a Dios en la


problemática de la violencia bíblica y, como se puede esperar hay una solución para
el dicho caso, lo que depende también de la interpretación que cada persona pueda
dar al caso.

De un modo indirecto Dios está involucrado en la fuente de la violencia, como causa


o pretexto para un Caín celoso por el rechazo divino de su ofrenda. En cierto modo,
la intervención divina agrava el problema9. Sin embargo, al final del relato, prohíbe
también dar curso a la venganza. La actitud de Dios permite plantear esta cuestión:
¿Es posible al ser humano dominar la violencia tanto antes como después del
asesinato? Caín no pudo resistir a la pulsión a pesar de las advertencias divinas. Y

6
FROMM, E. Anatomía de la destructividad humana. Mexico: Siglo XXI, 1975.
7
MRTÍN-BARÓ, Ignacio. Poder, ideologia y violencia. Editorial Trotta: Madrid, 2003.p. 115.
8
BEAUCHAMP/VASSE, Paul, Denis. La violência en la Biblia. Cuadernos Biblicos No 76. Verbo Divino: Navarra,
1992.P.05.
9
GIBERT, 2007.p. 41.
fue necesario que Dios prohibiera explícitamente la venganza y protegiera de ella a
Caín a fin de que otros no cedieran a sus propias pulsiones10.

En el episodio del sacrificio de Isaac encontramos la violencia, primero, en la puesta


en situación o acción de presentación: la orden divina impuesta a un padre para que
sacrifique a su hijo único, orden que lleva a este padre a engañar a su hijo. La
violencia se revela en reflujo en el corazón de la Ley a través del ritual del sacrificio,
que está ordenado por si propia naturaleza, a una eficacia presentida. Se puede
concebir a Dios como alguien que ordena, manda, que exige obediencia y sumisión,
al mismo tiempo que es también alguien que está sometido a esta posibilidad de
orden y de exigencia11.

Hay otros elementos que no son tan visibles en la Biblia que podemos identificarlos
como acto de violencia, una seria la idea de un dominio del hombre sobre la mujer,
en Gn 3. 16: “A la mujer dijo: Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos:
con dolor parirás hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará12”. Aquí se
puede observar un acto de violencia de Dios contra Eva, en el sentido de ser
subalterna a las decisiones de Adán.

Otra mirada sobre la violencia podemos identificar con David, una persona adúltero,
mentirosa, homicida. Deseando eliminar a Urías para quedarse con su mujer, David
sabe a quién dirigirse: encarga a Joab, hijo de Seruyá, que ponga a Urías en primera
fila contra el enemigo y que retroceda a continuación (2 Sm 12), de este caso saldrá
Salomón, este nombre que significa el “Amado de Yahvé13”.

En el Nuevo Testamento podemos hablar en violencia de una manera estrecha, pero


no se puede ocultar la violencia. Un caso que sería el más notario es la violencia
sufrida. El centro de todo es la cruz. Ella, una violencia se transforma en otra
violencia: la violencia del odio se convierte en violencia del amor, es la obra de la
violencia del espíritu14.

10
GIBERT, 2007.p.42.
11
GIBERT, 2007 p.45.
12
BIBLIA DE JERUSALÉN, Nueva edición revisada y aumentada. Edición Española: Desclée de Brouwer, Bibao,
1999. p. 14.
13
BIBLIA DE JERUSALÉN, 1999. P. 351.
14
BEAUCHAMP/VASSE, 1992. p.49.
LA CONTEXTUALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA

Como ya vimos en las páginas anteriores, sí los seres humanos utilizamos la


violencia para lograr nuestros objetivos, si de hecho nos agredimos unos a otros con
una frecuencia e intensidad que no disminuye a lo largo de los siglos, ello significa
sin duda que hay algo en nosotros, en nuestra propia constitución, que nos convierte
en sujetos de violencia15. Se puede afirmar también que es algo enraizado en
nuestro ser, en nuestro organismo, y que permite la continuidad de la especie.

El factor más posible de violencia hoy es de violencia estructural, donde se produje


una lucha de clase. Martín-Baró define que la sociedad salvadoreña, como el resto
de las sociedades latinoamericanas, se encuentran profundamente escindida por
grupos, cuyos intereses resultan irreconciliables. En El Salvador constituye ya un
estado de violencia dominadora de los pocos sobre muchos, de los poderosos sobre
los impotentes. Aquí podemos definir los poderosos como personas de poder, lo que
se puede definir como no solamente lo que tiene dinero, mas también lo que posee
arma.

La definición social de la violencia es precisamente una poderosa arma empleada


por la clase dominante desde el poder: el carácter de la violencia y de la agresión no
se determina tanto por la formalidad del acto mismo cuanto por su producto 16. La
violencia es un acto de voluntad y no voluntad. Dagoberto Gutiérrez en una catedra
sobre la Realidad Nacional en la Universidad Luterana Salvadoreña describió que
todo el ser humano es violento, lo que distingue unos de los otros es el momento de
la acción violenta. El contexto y la situación definirán cuanto soy violento. Podemos
definir la violencia también como un acto de defensa sobre los demás, desde el
origen de la vida humana hasta nuestros días.

15
MARTÍN-BARO, Ignacio. Acción e Ideología, psicología social desde Centroamérica. UCA editores: 1983, 14ª
edición: San Salvador, 2010. p. 403.
16
MARTÍN-BARÓ, 2010. p. 414.
CONCLUSIÓN

Por violencia hay que entender la aplicación de una fuerza excesiva a algo o a
alguien, mientras que por agresión se entiende la violencia dirigida contra alguien
con la intención de causarle daño. Todo el acto de violencia y de agresión va
acompañado de su justificación que expresa, real o distorcionadamente, su sentido
social17 .

Para Martín-Baró, la violencia es múltiple y se presenta históricamente en formas


diversas e irreductibles, la violencia tiene su propia dinámica, que tiene a entrar en
una espiral de continuo crecimiento. Podemos justificar la violencia social
dependiendo de su agente, su víctima, la situación en que se realice y el grado en
que se permite.

La violencia seguirá de acuerdo con el contexto, siendo un espiral de crecimiento y


métodos distintos de violencia.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

URBINA, Fernando. Violencia en el mundo y en la iglesia. Editorial nova terra. Barcelona,


1991

GIBERT, Pierre, SJ. Biblia y violência: la esperanza de Caín. Trad. M.M. Leonetti.
Ediciones Mensajero. Bilbao, 2007

FROMM, E. Anatomía de la destructividad humana. Mexico: Siglo XXI, 1975

MRTÍN-BARÓ, Ignacio. Poder, ideologia y violencia. Editorial Trotta: Madrid, 2003

BEAUCHAMP/VASSE, Paul, Denis. La violência en la Biblia. Cuadernos Biblicos No 76.


Verbo Divino: Navarra, 1992

MARTÍN-BARO, Ignacio. Acción e Ideología, psicología social desde Centroamérica.


UCA editores: 1983, 14ª edición: San Salvador, 2010

BIBLIA DE JERUSALÉN, Nueva edición revisada y aumentada. Edición Española: Desclée


de Brouwer, Bibao, 1999

Real Academia Española, Diccionario de la lengua española. Vigésimo tercera edición,


2014

17
MARTÍN-BARÓ, 2010.p. 421.

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