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Poemario: ”Poemas Humanos"

Autor: César Vallejo

Poemas Humanos recolecta un conjunto de poemas escritos


por el autor Cesar Vallejo entre los años 1931 y 1937, y
algunos poemas que escribió entre 1923 y 1929. El poemario
fue publicado un año después de la muerte del escritor en
1939, por su esposa Georgetter Vallejo, con la ayuda de Raúl
Porras Barrenechea, diplomático e historiador peruano, quien
le otorgó el título al poemario. Poemas Humanos recoge 91
poemas, que fueron divididos posteriormente en dos
volúmenes, "Poemas en prosa" (19 poemas) y "Poemas
Humanos", para un grupo de 76 poemas póstumos. En los
años que Cesar Vallejo se dedicó a redactar los poemas, el
autor participó de numerosos congresos como en 1931, que
realizó su último viaje a Rusia para ser parte del Congreso
Internacional de Escritores Solidarios con el Régimen soviético.
Muchas de sus obras fueron rechazadas como sucedió con sus
obras teatrales Lock-out y Moscú contra Moscú,que fueron
negadas por editores españoles. En 1932 su esposa Georgette
es hospitalizada debido a los constantes abortos que realizaba.
En 1936 al empezar la Guerra Civil Española, Vallejo colabora
con lafundación del Comité Iberoamericano para la Defensa de
la República Española y meses más tarde regresa a España
preocupado por todos los acontecimientos que estaban
ocurriendo por la guerra. Todos estos hechos marcaron el
estilo literario de Vallejo durante este tiempo. Los críticos
consideran a Poemas Humanos como la mejor producción
poética de Vallejo, debido a la evolución en su literatura, el
desarrollo continuo que tiene como autor y por tener un
concepto mas universal. Es por esta razón que recibió el
calificativo de "poeta universal". En esta etapa Vallejo se vio
altamente influenciado por sus ideas marxistas y
revolucionarias que participaron en su nuevo estilo literario.
Cesar Vallejo demuestra una vez más ser un autor en
constante cambio y que provoca un crecimiento en
comparación a sus obras previas.
En cuanto a la temáticas que presenta Poemas Humanos
podemos encontrar temas relacionados a la insatisfacción del
hombre frente a la vida y el dolor que viene con ella, por todas
las angustias y problemas que se encuentran en el camino. A
pesar de esto sus poemas vienen con un mensaje de
esperanza. Es así que Vallejo crea poemas que resaltan el
humanismo, una literatura con corte social y revolucionaria. En
"Piedra blanca sobre piedra negra", "Hoy me gusta la vida
mucho menos" e "Intensidad y Altura" pude evidenciar temas
vinculados con el sufrimiento y cuestionamiento de la vida. En
"Piedra blanca sobre piedra negra" Vallejo presenta como
temática principal a la muerte, de la cual se enlazan tres
subtemas, la tristeza, la soledad y el dolor del yo poético. En
este poema se resalta una característica importante de Vallejo,
que se denota en varios de sus poemas, la relación directa
entre el título y el poema, en la que el título presenta algunas
ideas de lo que tratará el texto. Desde el título del poema se
hace referencia a la muerte, como una idea general. El título
del poema es simbólico; ya que la piedra representa al alma de
una persona, mientras que “negra y blanca” son símbolos que
reflejan la muerte y la vida respectivamente. Este poemas
demuestra el dolor físico muy profundo del yo poético al decir
"los humero me he puesto a la mala", en la segunda estrofa,
segundo y tercer verso. En la segunda estrofa, en el segundo y
tercer verso el yo poético demuestra un dolor físico muy
profundo al decir “los humero me he puesto a la mala”. El autor
da una sensación de que su muerte se aproxima y que poco a
poco esta idea va obsesionando mas al poeta. En "Hoy me
gusta la vida mucho menos" fue difícil diferenciar entre si
Vallejo es pesimista como se puede creer al leer sus poemas o
si realmente resulta ser optimista. Es esta interrogante que
salta al leer este poema, debido a su profundidad y gran carga
emotiva que conlleva, poniendo a todas sus frustraciones y
sufrimiento como hechos que lo llevan a valorar la vida y a
seguir adelante. En la primera estrofa, primer y segundo verso
Vallejo muestra ideas que aparentan ser una contradicción, sin
embargo, solo exponen su amor por la vida. "Hoy me gusta la
vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía." En la última estrofa
del poema remarca de modo rotundo que a pesar del tiempo,
de no poder medir el "todo de la vida", él todavía admite que
"siempre la gustará la vida": "Me gustará vivir siempre, así
fuese de barriga, porque, como iba diciendo y lo repito,¡tánta
vida y jamás y jamás! ¡Y tántos años, y siempre, mucho
siempre, siempre siempre!". En el poema "Intensidad y
Altura" se demuestra la impotencia por no poder expresarse de
la manera adecuada o la que desearía poder el yo poético. En
la primera estrofa, segundo verso menciona: "quiero decir
muchísimo y me atollo", el yo lírico expresa sus deseo de poder
contar todo lo que siento y piensa, sin embargo esto es
imposible para él. El autor demuestra estar dolido por no poder
escribir como él quisiera. "Vámonos! Vámonos! Estoy herido"
(Cuarta estrofa, primer verso).

La intencionalidad del autor es diferente en cada poema. En


"Piedra blanca sobre piedra negra", el autor refleja sus
sentimientos de tristeza y soledad. El yo poético anticipa su
muerte a causa de todo su dolor. En la cuarta estrofa, segundo
tercer verso Vallejo menciona: "los días jueves y los huesos
húmeros, la soledad, la lluvia, los caminos...". El uso de
simbolismos resalta en este extracto del poema; ya que, el
autor utiliza "los días jueves" como una representación de días
tristes que junto a la lluvia, tristeza también y la soledad es
como el autor se siente y que su muerte es definitivo. En
cuanto al poema "Hoy me gusta la vida mucho menos", el yo
poético quiere transmitir el dolor que ha sufrido por la muerte
de sus seres queridos, sus padres. "¡Tantos años y siempre
mis semanas!... Mis padres enterrados con su piedra y su triste
estirón que no ha acabado." Segunda estrofa, cuarto, quinto y
sexto verso. Cuenta las tragedias que han sucedido durante su
vida y que le han causado sufrimiento pero que a pesar de esto
todavía puede disfrutar y vivir. "Me gustará vivir siempre, así
fuese de barriga" Quinta estrofa, primer verso. En el poema
"Intensidad y altura" el yo poético expresa su incapacidad de
querer hacer algo pero quedarse estancado al intentar, y que
por mas que uno cometa algún "pecado" no aprenderá de este.
El yo poético demuestra ser pesimista, estar decepcionado con
él mismo y con Dios. "no hay dios ni hijo de dios, sin
desarrollo", segunda estrofa, cuarto verso.

La estructura de los poemas varían dependiendo de la


extensión y el tema que abarca cada uno. "Piedra blanca sobre
piedra negra" está dividida en cuatro estrofas, las dos primeras
están compuestas de cuatro versos (cuartetos) y la dos últimas
de 3 versos (tercetos). En total el poema cuenta con 14 versos.
Los versos son regulares endecasílabos, al poseer once
sílabas métricas todas ellas. El poema posee una rima
asonante AABB, BAAB, CCD, EDE. En el caso del poema "Hoy
me gusta la vida mucho menos", se presentan 5 estrofas, la
primera está compuesta por 4 versos, las dos siguientes por 8
versos, la cuarta por cinco versos y la última por cuatro versos.
La versificación en este poema es irregular, pero varios de los
versos son endecasílabos. En “Intensidad y Altura”, la
estructura de las estrofas y versos es la exactamente la misma
en comparación a “Piedra Negra sobre Piedra Blanca”. Sin
embargo, este poema posee una rima consonante lo cual le
otorga al poema una mayor musicalidad, a diferencia de los
dos poemas anteriores. La estructura en Poemas Humanos se
simple y no es tan compleja como los poemarios anteriores. El
estilo del autor se torna distinto en este aspecto y vuelve a sus
poemas más fáciles de entender, lo cual era el propósito de
Vallejo con este poemario, que pudiera llegar con facilidad al
pueblo.

El autor utiliza un lenguaje sencillo en este poemario, a


diferencia de sus antiguos poemarios, en los que su lenguaje
era complicado y rebuscado como en "Trilce". En “Piedra Negra
sobre Piedra Blanca” se hace notorio el uso de los neologismos
y el oxímoron. El verbo ‘proso’ en el primer verso de la segunda
estrofa es un neologismo; ya que, esta palabra no existe y es
creada por el autor. Además, se puede ver una contradicción
en este verso y el segundo, un oxímoron, ya que prosa y verso
son dos tipos de estructura totalmente distintos. "Jueves será,
porque hoy, jueves que proso estos versos, los húmeros me he
puesto". Por otro lado, Vallejo emplea la anáfora, como en la
primera estrofa donde repite “Me moriré” en el primer y tercer
verso. Esto afirma la idea de que el yo poético va a morir y que
este esta convencido de que sucederá. De esta manera el
lector comprende el dolor intenso del yo lírico. "Me moriré en
París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo. Me
moriré en París -y no me corro-tal vez un jueves, como es hoy,
de otoño.". Un recurso literario que me llamó la atención fue el
uso del encabalgamiento. Este se puede evidenciar en la
tercera estrofa, primer y segundo verso, donde Vallejo no
termina la frase al final del verso sino en el siguiente. “Cesar
Vallejo ha muerto, le pegaban todo sin que él les haga nada”.
Esto altera el ritmo que establece la estructura gramatical o la
duración de las pausas. En todo el poema “Hoy me gusta la
vida mucho menos”, el autor utiliza la antítesis, esto se puede
evidenciar en la segunda estrofa, en el tercer y cuarto verso.
"¡Tanta vida y jamás! ¡Tantos años y siempre mis semanas!".
Con ella el autor puede oponer dos ideas para generar una
sola que englobe a ambas. El lector entiende de esta forma
que el yo poético está indeciso y tiene dos ideas diferentes que
van por encima de él. En el poema de “Intensidad y Altura”
Vallejo hizo uso de la anáfora. Esto puede encontrar en la
cuarta estrofa: “Vámonos! Vámonos! Estoy herido; Vámonos a
beber lo ya bebido, vámonos, cuervo, a fecundar tu
cuerva.” Mediante el uso de la anáfora el desataca el deseo
del yo poético por querer alejarse al estar sufriendo. Es así que
el lector puede descubrir la profundidad del dolor que está
sintiendo el yo lírico.

En síntesis, en Poemas Humanos se puede apreciar una


evolución en el estilo literario de Vallejo, con cambios drásticos
en cuanto al lenguaje que este emplea principalmente. Este se
vuelve uno mas simple y entendible por el lector, al usar
palabras más cotidianas o coloquiales que maneja el nuevo
público objetivo del autor, que en este caso fue el pueblo. Los
temas abordados por Vallejo en este poemario trascienden
hasta la actualidad; ya que, los lectores puede identificarse con
las experiencias y sentimientos que se pueden extraer de los
poemas que están presentes en este poemario, tales como el
sufrimiento, la tristeza, entre otros.
Trilce
El poemario está conformado por una serie ininterrumpida de 77 poemas sin título,
numerados con dígitos romanos. Esto lo distingue notoriamente de su antecesor, "Los
heraldos negros", cuyos poemas no sólo constan de un título propio, sino que integran, a la
vez, grupos definidos según su temática.
Esta peculiar estructura trilceana nos indica que debemos ver en cada poema del libro una
unidad subsistente por sí misma y en sí misma.

Análisis[editar]
Trilce es el libro de poesía más radical escrito en lengua española, aparecido justamente
en el momento de la irrupción del Vanguardismo en el mundo, que pregonaba una
renovación o cambio de los cánones de la estética, luego de la gran conmoción universal
que significó la Primera Guerra Mundial.
Aunque tenga algún reflejo de las innovaciones formales aportadas por el ultraísmo u otros
movimientos vanguardistas contemporáneos, Trilce constituyó un singular ejemplo de
renovación del acto poético esencial, un esfuerzo de reducir el lenguaje a lo indispensable
para alcanzar un meollo o entraña esencial.
En general, la técnica poética de Trilce se caracteriza por una violenta ruptura con toda
imitación o influencia literaria, una liberación audaz de las reglas del metro y de la rima, así
como de la sintaxis y de la lógica aparente. Reutiliza palabras antiguas (lo cual evidencia
los conocimientos amplios que el poeta tiene de los clásicos) e inventa otras nuevas, utiliza
términos científicos por un lado, y expresiones populares y de la vida cotidiana, por otro.
En este empeño de crear un nuevo lenguaje poético el poeta cae muchas veces en el
hermetismo, por lo que sus poemas, para ser entendidos, deben ser sometidos a una
rigurosa hermenéutica. Muchas de las técnicas que aplica serían luego utilizadas por el
movimiento surrealista.
Pero, según señala Jorge Basadre, “debajo de todo ello balbucea una vital emoción
humana, se arremolinan recuerdos e imágenes subconscientes, aparecen las huellas de
estupendos fracasos, refléjanse experiencias de pobreza, prisión y soledad en una vida
que no tiene sentido, donde priman el dolor y la angustia que sumen a los hombres en
triste orfandad, un mundo hostil cuyo alquiler todos quieren cobrar, unidos al dulce
recuerdo de la infancia y del hogar arrebatados por el tiempo y a una solidaridad esencial
con los que sufren y con los que son oprimidos. Muchos poemas son autobiográficos; pero
estos motivos son una causal para descender a las entrañas más profundas del ser.”9
Aparte de Vallejo, solo dos grandes renovadores del lenguaje literario llevaron la
experimentación lingüística al extremo de la inaccesibilidad o el hermetismo: en el campo
poético Vicente Huidobro, con Altazor (1931) y en el campo narrativo, James Joyce con su
relato onírico Finnegans Wake (1939). En ese sentido Vallejo, con Trilce (1922), adquiere
la categoría de precursor o adelantado.

Alberto Guillén
Alberto Guillén Paredes
Información personal

Nacimiento 20 de enero de 1897


Perú, Arequipa

Fallecimiento 20 de octubre de 1935


Perú, Mollendo

Nacionalidad Peruano

Información profesional

Ocupación Escritor, diplomático

Género Poesía, novela

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Alberto Guillén Paredes (n. Arequipa, 20 de enero de 1897 - m. Mollendo, 20 de


octubre de 1935) fue un poeta peruano. Junto con Alberto Hidalgo fue el más
representativo poeta arequipeño de inicios del siglo XX. «Fue un poeta de talento poco
común y de una gran fecundidad al que frustraron en parte una desmedida egolatría y la
enfermedad que tempranamente segó su vida. No obstante alcanzó a componer obra
importante».1

Índice
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 1Biografía
 2Obras
o 2.1Poemarios
o 2.2Otras obras
 3Crítica
 4Notas
 5Bibliografía

Biografía[editar]
Sus padres fueron Manuel M. Guillén Amat y Zoila Victoria Paredes. Cursó estudios en
el Colegio Nacional de la Independencia Americana de su ciudad natal (1909 - 1912).
Trasladado a Puno, concluyó la secundaria en el Colegio Nacional San Carlos.
De retorno en Arequipa, estudió Letras y Derecho en la Universidad Nacional de San
Agustín. En 1917 ganó un premio en un concurso poético promovido por el diario El
Heraldo, lo que alentó su temprana vocación de poeta. En 1918 publicó su primer
poemario, titulado Prometeo. En sus inicios poéticos quiso sin duda emular a Alberto
Hidalgo, coterráneo y coetáneo suyo, y probablemente seguir los pasos de Abraham
Valdelomar, el «poeta de moda» de entonces.
Físicamente era de estatura menos que mediana, ancho de hombros, de nariz aguileña, sonrisa
fácil, cabello abundante, los ojos burlones tras unos quevedos innecesarios. 2
En 1920 se trasladó a Lima, llevado por los miembros del Primer Congreso de Estudiantes
reunido en el Cuzco. Según Luis Alberto Sánchez, «llegó decidido a conquistar la capital».
Frecuentó las redacciones de diarios y Palacio de Gobierno. Con el auspicio del
presidente Augusto B. Leguía obtuvo una beca a España; allí publicó un libro, titulado La
linterna de Diógenes (Madrid, 1922), construido a base de entrevistas a escritores
peruanos y españoles que vivían entonces en la capital española. De estilo punzante y
corrosivo, dicha obra le dio una efímera popularidad en los medios literarios
hispanohablantes.
De vuelta en el Perú, obtuvo el primer premio en los Juegos Florales Universitarios (1923).
Nuevamente partió al extranjero con la misión de hacer propaganda a su país. Pasó
por México y Cuba (1924), pero imbuido de nostalgia, volvió a Lima. Su definitiva
consagración poética en las letras hispanoamericanas llegó gracias a su «Oda a Bolívar»,
con el que ganó un concurso continental promovido en homenaje al centenario de
la batalla de Ayacucho.
En 1926 se retiró a la tranquilidad hogareña, pero poco después recorrió Cuzco y Puno.
En 1929 emprendió nuevamente viaje al exterior, al ser nombrado secretario de la legación
en Río de Janeiro, en Brasil, cargo en el que no duró mucho pues al año siguiente se
produjo la caída del presidente Leguía (1930).
Pasó a Chile y residió por breve tiempo en Santiago. En 1932 retornó al Perú, donde
falleció víctima de una enfermedad.

Obras[editar]
Poemarios[editar]

 Prometeo (1917).
 Deucalión (1920 y 1921).
 La imitación de nuestro señor Yo (1921).
 Laureles (1925), poesías eglógicas.
 Epigramas (1929).
 Cancionero (1935), escritos poco antes de la muerte del poeta, y en el que son de
destacar las poesías de corte moralista.
Otras obras[editar]

 La linterna de Diógenes (1920), reportajes irreverentes a escritores peruanos y


españoles.
 El libro de las parábolas (1921), reunión de aforismos y versos breves, inspirados en
las greguerías de Ramón Gómez de la Serna y los haikais japoneses.
 Corazón infante (1923), novela corta.
 Leyenda patria (1935), apologías en torno a tres momentos críticos de la historia
peruana.
También redactó dos antologías de poetas peruanos y americanos.

Crítica[editar]
Alberto Guillén heredó de la generación "colónida" el espíritu iconoclasta y ególatra. Extremó en su
poesía la exaltación paranoica del yo. Pero, a tono con el nuevo estado de ánimo que maduraba ya,
tuvo su poesía un acento viril. Extraño a los venenos de la urbe, Guillén discurrió, con rústico y
pánico sentimiento, por los caminos del agro y la égloga. Enfermo de individualismo y
nietzscheanismo, se sintió un superhombre. En Guillén la poesía peruana renegaba, un poco
desgarbada pero oportuna y definitivamente, sus surtidores y sus fontanas.
José Carlos Mariátegui3

Fue el suyo un parpadeo luminoso, gloria demasiado perecedera. No trajo nuevos elementos a la
lírica peruana, excepto subrayar el desplante egotístico y poner en circulación, con profusa
insistencia, el “prosaísmo deliberado”. En el fondo Guillén nunca dejó de ser provinciano y
campesino. Todo su esfuerzo de diez años (1919-1929) consistió en parecer cosmopolita y
despreocupado. A pesar del ruido que promovía en vida, a su muerte se apagó su nombre como el
brillo de una estrella fugaz.

ALBERTO GUILLEN PAREDES

Nacido en Arequipa el 20 de enero de 1897. Fue el más representativo poeta


arequipeño de inicios del siglo XX.
Sus padres fueron Manuel M. Guillén Amat y Zoila Victoria Paredes. Cursó
estudios en el Colegio Nacional de la Independencia Americana de su ciudad
natal (1909 - 1912). Trasladado a Puno, concluyó la secundaria en el Colegio
Nacional San Carlos.
De retorno en Arequipa, estudió Letras y Derecho en la Universidad Nacional
de San Agustín.
En 1917 ganó un premio en un concurso poético promovido por el diario El
Heraldo, lo que alentó su temprana vocación de poeta.
En 1918 publicó su primer poemario, titulado Prometeo. En 1920 se trasladó
a Lima, según Luis Alberto Sánchez, «llegó decidido a conquistar la capital».
Frecuentó las redacciones de diarios y Palacio de Gobierno. Con el auspicio
del presidente Augusto B. Leguía obtuvo una beca a España; allí publicó un
libro, titulado La linterna de Diógenes (Madrid, 1922).
Su definitiva consagración poética en las letras hispanoamericanas llegó
gracias a su «Oda a Bolívar», con el que ganó un concurso continental
promovido en homenaje al centenario de la batalla de Ayacucho.
En 1926 se retiró a la tranquilidad hogareña, En 1932 retornó al Perú, donde
falleció víctima de una enfermedad.

TRANSMIGRACIÓN

Mañana, cuando el viento


repose en mis cenizas
y ya mi pensamiento
se duerma con mis risas;

Mañana, que el violento


ritmo del corazón
ahogue su lamento
como un viejo león;

Mañana, que las rosas


se pongan ruborosas
al beber de mi boca,
y mi lira esté muda
y mi alma desnuda:

¡Yo cantaré en la roca!

La poesía bucólica canta a la serenidad y la belleza del campo, y a la vida de los


pastores, más ideales que reales.
Ejemplo:
poema bucólico de Juan Pomponio

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