LA RADIO EDUCATIVA

Hacer radio no solo es una profesión o un medio de vida. Es un instrumento de educación y cultura
popular y una promotora de autentico desarrollo, que puede aportar ante las urgentes necesidades de las
masas populares, puesto que la utilización del sonido con fines educativos no es una novedad. Fue
utilizada por el mismo Pitágoras con la intención de incrementar la eficacia de sus enseñanzas.

Por lo tanto, hablar de radio educativa es más que hablar de un simple programa radial hecho para la
audiencia escolar. Hablar tan sólo de radio en estos días, donde el término que abunda es: “globalización”
es ya un tema que no se debe tomar tan a la ligera.

Y es que la radio es la llamada: “tabla de salvación” en un mundo esquematizado donde la premisa o

consigna es sobrevivir incluso a costa de otros si es que fuera necesario, puesto que a lo largo de su
historia, la radio ha demostrado ser un medio que ha tenido usos educativos con una evidente
trascendencia social porque siempre se ha sabido mostrarse cercana a la sociedad.

Ya desde sus primeros momentos, la radio estuvo seriamente vinculada a proyectos educativos, pues
apostó por la información desde un comienzo, y muy pronto logró grados de aceptación y penetración
sorprendentes. Incluso el mismo Adolfo Hitler aprovechó su importancia para la población y sus beneficios,
pues la utilizó como un instrumento para el adoctrinamiento ideológico al servicio de los poderes políticos
beligerantes.

Faus ha subrayado el hecho de que hasta la década de los cincuenta existió una clara interrelación entre
el nivel sociocultural de la audiencia y la oferta radiofónica, tanto en estilo como en contenidos. Esto quiere
decir, que la radio le ofrecía “escuchar a la gente lo que quería escuchar”. De hecho, en sus primeros
momentos de vida cada emisora tuvo que construir su peculiar "estilo radiofónico ", adoptando el lenguaje
de la sociedad en la que se encontraba y logrando que la radio se convirtiera en una institución
sociocultural.

Ahora bien, ¿Qué se entiende por radio educativa? El concepto de radio educativa es suficientemente
amplio y genérico como para que cualquier definición pueda resumir su amplio significado sociocultural. Lo
que se puede intentar “definir” son sus objetivos, logros y/o metas. Entre ellas está el ser un apoyo directo
a los movimientos sociales, proporcionándoles la información necesaria, explicándole cuáles son su
derechos, y hasta convirtiéndose en foros de expresión de sus ideas revolucionarias y de cambio social.

Pero hay un tema que tal vez no se ha tomado en cuenta, o no se ha querido tomar. Y es que, la evolución
histórica de la radio: partiendo de una dimensión socio-educativa acabó por asumir la lógica de la
comercialización. Dicho de otra manera, dadas las necesidades materiales y económicas que todo ser
humano tiene, las radios educativas, en busca de estabilidad monetaria y posicionamiento económico, han
salido en busca de publicidad y propagandismo, consiguiéndolo la mayoría de veces, pero acordando a
cambio, dejar “influenciar” cierta información que tengan si es que los afectados fueran sus “intocables”
patrocinadores, o hasta inventar ciertas “noticias” falsas sobre algún rival político de los mismos; lo que ha
conllevado a que, finalmente, sean los “poderosos” que decidan qué es lo que se “puede saber” y que es
lo que no. La radio, por decirlo de algún modo, se está traicionando a sí misma.

Es por eso que hoy más que nunca, la radio necesita ser re-pensada si pretende hacer frente con éxito a
los nuevos retos que se le plantean y encauzarse hacia nuevos destinos. En estos momentos hablar de
radio educativa no puede convertirse en un discurso en desuso sino, al contrario, en un reto que es
preciso replantear.

El hecho que organismos internacionales como la UNESCO y gobiernos de diversas naciones, encuentren
en la radio un medio para impulsar los programas de desarrollo en los países denominados del Tercer
Mundo o para extender la formación universitaria en las naciones más ricas, nos dice que aún hay una luz
de esperanza para que la radio vuelva a ser lo que fue en sus inicios, que vuelva a encontrar el camino
inicial y que vuelva a revisar aquellas propuestas originales de cara al desarrollo radiofónico y al futuro por
venir.
En esta reflexión, el reto ha de contemplarse siempre a través de ese binomio inseparable sociedad-radio,
que son necesariamente complementarias, y deben velar cada una por la supervivencia de la otra.