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CAPITULO I

1. ALCOHOLISMO

1.1. DEFINICIÓN

Enfermedad crónica y habitualmente progresiva producida por la ingestión excesiva de


alcohol etílico, bien en forma de bebidas alcohólicas o como constituyente de otras
sustancias. La OMS define el alcoholismo como la ingestión diaria de alcohol superior a 50
gramos en la mujer y 70 gramos en el hombre (una copa de licor o un combinado tiene
aproximadamente 40 gramos de alcohol, un cuarto de litro de vino 30 gramos y un cuarto
de litro de cerveza 15 gramos. El alcoholismo parece ser producido por la combinación de
diversos factores fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se caracteriza por una dependencia
emocional y a veces orgánica del alcohol, y produce un daño cerebral progresivo y
finalmente la muerte.

El alcoholismo, a diferencia del simple consumo excesivo o irresponsable de alcohol, ha


sido considerado en el pasado un síntoma de estrés social o psicológico, o un
comportamiento aprendido e inadaptado. El alcoholismo ha pasado a ser definido
recientemente, y quizá de forma más acertada, como una enfermedad compleja en sí, con
todas sus consecuencias. Se desarrolla a lo largo de años. Los primeros síntomas, muy
sutiles, incluyen la preocupación por la disponibilidad de alcohol, lo que influye
poderosamente en la elección por parte del enfermo de sus amistades o actividades. El
alcohol se está considerando cada vez más como una droga que modifica el estado de
ánimo, y menos como una parte de la alimentación, una costumbre social o un rito
religioso.

Al principio el alcohólico puede aparentar una alta tolerancia al alcohol, consumiendo más
y mostrando menos efectos nocivos que la población normal. Más adelante, sin embargo,
el alcohol empieza a cobrar cada vez mayor importancia, en las relaciones personales, el
trabajo, la reputación, e incluso la salud física.

El paciente pierde el control sobre el alcohol y es incapaz de evitarlo o moderar su


consumo. Puede llegar a producirse dependencia orgánica (física), lo cual obliga a beber
continuamente para evitar el síndrome de abstinencia.

1.2. SÍNTOMAS

Los hombres que consumen 15 o más tragos por semana, las mujeres que consumen 12 o
más tragos por semana o cualquiera que consuma 5 o más tragos por ocasión, al menos
una vez por semana está en riesgo de padecer alcoholismo (un trago se define como una
botella de cerveza de 12 onzas, un vaso de vino de 5 onzas o un trago de licor de 1 1/2
onza).

Algunos de los síntomas asociados con el alcoholismo incluyen:

1.2.1. FÍSICOS

 Negligencia para ingerir alimentos


 Descuido de la apariencia personal
 Náuseas y vómitos

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 Temblor en las mañanas
 Dolor abdominal
 Entumecimiento y hormigueo
 Confusión
 Necesidad de consumo diario o frecuente de alcohol para un funcionamiento
adecuado
 Falta de control cuando se bebe, con incapacidad para suspender o reducir el
consumo del alcohol.
 Beber para calmar los nervios, reducir la presión u olvidar preocupaciones
 Disminución del apetito
 Beber de un trago
 Emborracharse a menudo
 Necesitar más alcohol para conseguir el mismo efecto

1.2.2. PSICOLÓGICOS

 Beber cuando se está solo


 Inventar excusas para beber
 Episodios de violencia asociados con el consumo de alcohol
 Comportamiento reservado con el fin de esconder un comportamiento relacionado
con el alcohol
 Hostilidad al momento de una confrontación acerca del consumo de licor
 Mentir al respecto
 Beber a solas cada vez con mayor frecuencia
 Maltratarse a sí mismo o a otros después de haber bebido
 Carácter irritable, resentido o irracional si no se está bebiendo

Los síntomas de abstinencia del alcohol pueden variar de leves a graves y abarcan:

 Frecuencia cardiaca rápida y sudoración


 Inquietud o agitación
 Pérdida del apetito, náuseas o vómitos
 Confusión o alucinaciones
 Temblores y convulsiones

1.3. CLASIFICACIÓN EN CUANTO AL CONSUMO DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS

Abstemio y/o experimentador:

El individuo que no bebe nunca y/o lo hace en cantidades mínimas.

Moderado (social u ocasional):

Bebe cantidades variables de alcohol y solo con motivos de acontecimientos familiares (en
grupo o ante situaciones esporádicas, se embriaga entre 3 y 12 veces al año)

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Excesivo:

El que bebe más de 6 copas de aguardiente o tequila y 8 botellas de cerveza cada vez que
tiene oportunidad y lo hace durante la semana, se embriaga más de 12 veces al año.

Alcohólico:

El individuo que presenta dependencia del alcohol con incapacidad de abstenerse o


detenerse una vez iniciada la ingestión de alcohol (muestra síndrome de depravación al
dejar de beber).

1.4. DEPENDENCIA

1.4.1. DEPENDENCIA ALCOHÓLICA

Las drogas de abuso constituyen un grupo de principios activos desde el punto de vista
farmacológico y químico. Lo que unifica a todas ellas es el hecho de que las personas
consumidoras encuentran sus efectos placenteros y tienden a desear repetirlos, por lo que
también reciben el nombre de "sustancias reforzadoras".

En este grupo de drogas se incluyen compuestos que forman parte de nuestros hábitos
alimentarios (como el alcohol).

El alcoholismo es un tipo de fármaco dependencia, en la cual existe tanto la adicción física


como la psicológica.

1.4.2. DEPENDENCIA PSICOLÓGICA

Todos los agentes capaces de activar el circuito de recompensa, son reforzadores positivos
y, por tanto, son capaces de crear una conducta compulsiva con el fin de seguir tomando la
sustancia de forma periódica o continuada; esta actitud compulsiva y repetitiva es la
desencadenante de la aparición de la dependencia psicológica. Cuanto mayor es la
capacidad de refuerzo de una sustancia, tanto mayor es el grado de dependencia
psicológica que produce.

La causa que lleva al individuo a la dependencia psicológica es que la vía de administración


condiciona el grado de esta es decir, cuanto más rápidamente la recompensa siga a la
conducta, tanto más rápidamente se aprende dicha conducta.

Por ello, las drogas que se administran por vía intravenosa o que se fuman producen
efectos más inmediatos y tienen mayor poder de inducir dependencia psicológica que las
que se consumen por vía oral por ejemplo el alcohol.

El alcohol afecta al sistema nervioso central y actúa como un depresor que desencadena
una disminución de la actividad, ansiedad, tensión e inhibiciones. Inclusive unos pocos
tragos de alcohol producen cambios en la conducta, lentitud en el desempeño motriz y
una disminución de la capacidad de pensar con claridad; la concentración y el juicio del
individuo se deterioran y si se consume en cantidades excesivas, se puede producir
intoxicación.

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1.4.3. DEPENDENCIA FÍSICA

La razón inicial para comenzar a consumir de forma repetida el alcohol es casi siempre
porque proporciona una recompensa (dependencia psicológica). Posteriormente, el uso
continuado del alcohol produce un cambio sutil en los motivos por los que el consumidor
continúa utilizándolo; el sujeto comienza a sentirse mal o desgraciado cuando desaparece
el efecto del alcohol en el cerebro, y precisamente el evitar esta sensación desagradable o
"negativa", se convierte ahora en una razón adicional para consumir de nuevo el alcohol.

En cuanto este refuerzo negativo se transforma en la principal causa para seguir tomando,
se estará pasando de la dependencia psicológica a la dependencia física.

La dependencia física se manifiesta en la reaparición de los síntomas cuando el consumo


de alcohol se interrumpe, la tolerancia a los efectos causados por el alcohol y la evidencia
de enfermedades asociadas con el alcohol.

El alcohol también afecta otros sistemas del cuerpo y provoca irritación del tracto
gastrointestinal y erosión del revestimiento del esófago y el estómago, causando náuseas y
vómitos, y posiblemente sangrado. Las vitaminas no se absorben de manera apropiada, lo
cual puede conllevar a deficiencias nutricionales debido a un consumo prolongado de
alcohol. Así mismo, se puede sufrir enfermedad hepática, denominada hepatitis alcohólica,
que puede progresar a cirrosis. El músculo cardíaco se puede afectar; se puede presentar
también disfunción sexual ocasionando trastornos de erección en los hombres y cese de la
menstruación en las mujeres.

El desarrollo de la dependencia del alcohol puede surgir en un período de años, seguido de


un patrón progresivo relativamente constante.

1.5. EFECTOS DEL ALCOHOL

El alcohol produce sobre el organismo un efecto tóxico directo y un efecto sedante;


además, la ingestión excesiva de alcohol durante periodos prolongados conduce a
carencias en la nutrición y en otras necesidades orgánicas, lo cual complica la situación.
Los casos avanzados requieren hospitalización.

Los efectos sobre los principales sistemas del organismo son acumulativos e incluyen un
amplio rango de alteraciones en el aparato digestivo, entre las que destacan las úlceras de
estómago y de duodeno, la pancreatitis crónica y la cirrosis hepática, así como lesiones
irreversibles en los sistemas nerviosos central y periférico. Pueden llegar a producirse
desmayos, alucinaciones e intensos temblores, síntomas del síndrome de abstinencia
alcohólica más grave, y el delirium tremens, que puede ser mortal a pesar del tratamiento
adecuado; esto último contrasta con los síndromes de abstinencia de los opiáceos como la
heroína, que aunque muy aparatosos rara vez son fatales.

La deficiencia de magnesio entre los grupos que padecen mal nutrición, en especial los
alcohólicos, produce temblores y convulsiones.

Se ha demostrado en fechas recientes que la ingestión de alcohol durante la gestación,


incluso en cantidades moderadas, puede producir daños graves en el feto, especialmente
retraso en el desarrollo físico y mental; la forma más grave de este retraso, poco
frecuente, se llama síndrome de alcoholismo fetal.

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Podemos considerar que existen dos tipos de intoxicación debida al consumo de alcohol
cada una con características diferentes:

1.5.1. INTOXICACIÓN AGUDA

Es la ocasionada por la ingestión masiva de alcohol. La absorción de este alcohol por el


organismo está determinada por:

 La graduación: concentración de alcohol en la bebida.


 La composición química de las bebidas: puede favorecer la absorción del alcohol.
 La presencia de comida en el estómago.
 el peso del sujeto: menos peso, más absorción.
 el sexo: las mujeres son más sensibles.
 La habituación: estados avanzados de alcoholismo reducen la tolerancia al alcohol.

Una vez absorbido el alcohol, es metabolizado en una compleja serie de reacciones. Los
efectos, según la cantidad, pasan por:

1.5.1.1. Fase Prodrómica

Cuando el individuo percibe un cambio en su estado mental. Determinados test


psicomotores y aptitud revelan alteraciones que afectan la percepción de los sentidos y
una disminución de los reflejos.

1.5.1.2. Excitación

Perdida de la inhibición y perdida del autocontrol con parálisis progresiva de los procesos
mentales más complejos. Este es el primer estado que puede comportar cambios de
personalidad.

1.5.1.3. Incoordinación

Temblor, confusión mental, incoordinación motriz: generalmente, la persona acaba


durmiéndose.

1.5.2. INTOXICACIÓN CRÓNICA:

Provocada por intoxicaciones agudas repetidas o excesivas y continuadas consumo de


alcohol. La enfermedad dependerá del hábito de beber de cada individuo.

El beber consistentemente y en forma sostenida puede con el transcurso del tiempo


causar síntomas de supresión durante los períodos de no tomar y un sentido de
dependencia, pero esta dependencia física no es la única causa del alcoholismo.

Estudios sobre las personas con enfermedades crónicas quiénes han tomado
medicamentos para el dolor durante mucho tiempo han encontrado que una vez que estas
personas resisten el proceso de retiro físico, a menudo pierden todo deseo para los
medicamentos que habían estado tomando.

Para desarrollar alcoholismo, otros factores generalmente juegan un rol, incluyendo la


biología y la genética, la cultura y la psicología.

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1.5.2.1. Química cerebral.

El deseo para el alcohol durante la abstinencia, el dolor de la supresión y la tasa alta de


recaídas se deben a la adaptación y dependencia del cerebro a los cambios en su química
causados por el uso de largo plazo del alcohol. El alcohol actúa como un depresivo en el
sistema nervioso central y causa relajación y euforia.

En el cerebro, un grupo pequeño de mensajeros químicos, conocidos como


neurotransmisores, es responsable de los cambios en el comportamiento después de
beber alcohol. De interés especial para los investigadores son el neurotransmisor ácido
aminobutérico gamma (GABA, gamma aminobutyric asid), la dopamina y la serotonina.

1.5.2.2. Factores genéticos.

En las personas con alcoholismo severo, los investigadores han ubicado un gen que afecta
la función de una estructura de nervio-célula conocida como receptor de dopamina D2
(DRD2), el cual, a su vez, influye la actividad de dopamina. Este gen también se encuentra
en las personas con el trastorno de déficit de atención, quienes tienen un mayor riesgo
para el alcoholismo, y es también presente en las personas con el síndrome de Tourette y
autismo. La asociación de este gen con estos problemas neurológicos conduce a algunos
expertos a creer que el gen receptor de dopamina D2 no es una causa primaria del
alcoholismo, pero que las personas con este gen tienen mayor probabilidad de beber para
tratar los síntomas psicológicos y conductuales de sus trastornos neurológicos. Además, un
estudio principal no encontró alguna conexión en lo absoluto entre el gen DRD2 y el
alcoholismo. Se necesita más trabajo en esta área.

1.5.2.3. Depresión y ansiedad.

Algunas personas beben para aliviar la ansiedad o la depresión, y teorías se han propuesto
sobre el hecho de que una tendencia hereditaria para la depresión o la ansiedad puede
hacer a personas más propensas al alcoholismo. Estudios han indicado, sin embargo, que
cuando los niños de padres alcohólicos son criados por padres no alcohólicos, sus riesgos
para el alcoholismo permanecen altos pero oportunidades para la depresión o la ansiedad
no son mayores que las de la población general. En efecto, la ansiedad y la depresión
mismas son causadas por el alcoholismo y pueden ser reducidas después de la supresión
del alcohol. La depresión y la ansiedad también pueden desempeñar una función principal
en el desarrollo de alcoholismo en los ancianos y en otros quienes son sujetos a cambios
de vida no deseados, como la jubilación, la pérdida de un cónyuge o amigo(a) y los
problemas médicos.

1.5.2.4. Efectos Físicos

El alcohol no está expuesto a ningún proceso de digestión por lo que en su mayoría pasa
primero al intestino delgado para después ser absorbido por el torrente sanguíneo. Sólo
una pequeña parte llega directamente a la sangre a través de las paredes estomacales. En
la sangre el alcohol es metabolizado (descompuesto para ser eliminado o aprovechado por
el organismo) mediante el proceso de oxidación. Es decir, se fusiona con el oxígeno y se
descompone de modo que sus elementos básicos abandonan el cuerpo de forma de
bióxido de carbono y agua.

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El primer lugar de oxidación es el hígado, el cual descompone aproximadamente el 50%
del alcohol ingerido en una hora. El resto permanece en el torrente sanguíneo hasta ser
eliminado lentamente.

1.5.2.5. Efectos Psicológicos

El alcohol afecta en primer lugar al Sistema Nervioso Central y su injerencia excesiva y


prolongada puede provocar daño cerebral. Popularmente se cree que el alcohol
incrementa la excitación, pero en realidad deprime muchos centros cerebrales. La
sensación de excitación se debe precisamente a que al deprimirse algunos centros
cerebrales se reducen las tensiones y las inhibiciones y la persona experimenta
sensaciones expandidas de sociabilidad o euforia. Por eso se dice, que el alcohol "anestesia
la censura interna".

Sin embargo, si la concentración de alcohol excede ciertos niveles en la sangre interfiere


con los procesos mentales superiores de modo que la percepción visual es distorsionada,
la coordinación motora, el balance, el lenguaje y la visión sufren también fuertes
deterioros. Fuertes cantidades de alcohol reducen el dolor y molestias corporales e
inducen al sueño. Pero su uso continuo irrita las paredes estomacales llegando incluso a
desarrollarse úlceras. Adicionalmente tiende a acumularse grasa en el hígado, interfiriendo
con su funcionamiento.

En alcohólicos crónicos se provocan graves trastornos cerebrales, hepáticos (cirrosis) y


cardiovasculares (aumenta la presión sanguínea y con ello el riesgo de un infarto). Incluso,
está demostrado que el alcohol incrementa el nivel de los triglicéridos (grasa no saturada o
vegetal en las arterias) y con ello también el riesgo de un infarto. Finalmente, como es
ampliamente conocido, el alcohol provoca adicción física y dependencia psicológica.

¿Qué daños provoca el alcohol en el organismo?

En un momento dado depender de su concentración en la sangre que a su vez es


determinada por los siguientes factores: cantidad ingerida en un periodo de tiempo,
presencia o ausencia de alimentos en el estómago que retengan el alcohol y reduzcan su
tasa de absorción, peso corporal, y eficiencia del hígado de la persona que lo ingiere

1.6. CONCENTRACIÓN DEL ALCOHOL EN LA SANGRE

El alcohol es una sustancia depresiva que disminuye el funcionamiento del sistema


nervioso. Éste comienza a afectar al cuerpo rápidamente.

El alcohol entra al torrente sanguíneo desde:

 El estómago, en donde se absorbe una cantidad pequeña.


 El intestino delgado, donde se absorbe la mayoría del alcohol.
 La sangre transporta el alcohol a todo el cuerpo.

En el hígado el alcohol se convierte en agua, dióxido de carbono y energía, a la razón de ½


onza de alcohol puro por hora.

En el cerebro el proceso de razonamiento se disminuye conforme el alcohol afecta a las


neuronas. Entre más alta sea la concentración del alcohol, mayor será el número de
neuronas afectadas.

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Los efectos duran hasta que todo el alcohol ha sido procesado. Esto tarda
aproximadamente una hora y media por 12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino o 1 cóctel en
una persona de 75 kg.

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CAPITULO II

2. CONSUMO DE ALCOHOL EN LOS ADOLECENTES

La mayoría de los adolescentes de la Unidad Educativa ¨Pimampiro¨ toman bebidas


alcohólicas:

 Para sentirse bien y divertirse.


 Para descansar y olvidar el estrés.
 Para escapar.
 Porque les gusta el sabor de las bebidas alcohólicas.
 Para estar más a gusto en reuniones.
 Para ser parte del grupo.
 Para emborracharse.

2.1. EFECTOS DEL ALCOHOLISMO

La mayoría de los adolescentes han consumido alcohol por lo menos una vez en su vida y,
quizá, haya tomado de más en alguna ocasión.

Esto puede ser normal, pues el que un adolescente tome bebidas alcohólicas son
caracteres típicos de su edad, al igual que lo son los conflictos generacionales, la
confrontación de ideas y actitudes, y todo lo típico de esa edad, pero cuando el joven lo
hace con frecuencia y sin medida, y su vida se ve afectada en términos de su desempeño y
calidad, entonces el joven ya es un alcohólico.

Las características de un alcohólico adolescente, además de todas las comunes a todas las
personas, son:

 Rápida baja en las calificaciones.


 Altibajos emocionales.
 Separación notoria de las actividades familiares o de sus quehaceres.
 Cambio negativo en su higiene y aspecto personal.
 Deseo de aislamiento.
 Actividad defensiva y una tendencia a responder agresivamente a la menor
provocación.

La lista podría ser interminable, por lo que recomendamos que los padres estén alerta y
agreguen mucho sentido común y suspicacia para saber detectar un comportamiento
anormal de una rebeldía juvenil.

2.2. CAUSAS DEL ALCOHOLISMO

2.2.1. ESTRÉS

Qué tiene el estrés que provoca que las personas recurran al alcohol, pues según
resultados en los adolescentes, el alcohol los ayuda a relajarse o puede hacer a los
problemas incluso peores.
El estrés no es sólo la sensación psicológica que se tiene después de que de una presión
considerable hacia el individuo el cual se va aumentando o asfixiando al grado que para

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reducir su estrés consume cierta cantidad de alcohol. El estrés es una respuesta fisiológica
a ciertos estímulos estresantes, incluyendo enfermedades, depresión y miedo.

Cuando su cuerpo percibe o experimenta estrés, éste responde secretando hormonas


dentro de su cuerpo en un intento de lidiar con el factor estresante. Esta respuesta al
estrés afecta la manera en que su cuerpo funciona y altera la temperatura de su cuerpo, su
apetito y estado de ánimo. Esta es la razón por la que algunas personas recurren al alcohol
después de un evento estresante.

En muchos casos, las personas recurrirán al alcohol cuando una situación estresante se
salga de su control. Las personas que no tienen los recursos − como sistemas de apoyo
social − para lidiar con el estrés son más propensas a beber en respuesta a una situación
estresante. Consumen alcohol para ayudar a amortiguar los efectos del factor estresante.

Algunos estudios han descubierto que el alcohol por sí mismo en realidad puede provocar
la respuesta al estrés.

Aunque bajas dosis de alcohol han mostrado reducir el estrés, investigación ha mostrado
que el alcohol provoca algunos de los mismos efectos fisiológicos que otros estresantes.
Beber alcohol interfiere con el sueño. También insensibiliza las emociones, afecta la
capacidad de lidiar con situaciones estresantes. Beber en exceso puede provocar
aislamiento social, ira, depresión y paranoia.

2.2.2. DEPRESIÓN

La depresión es una de las principales causas por las que los adolescentes y jóvenes
pueden manifestar un consumo excesivo de alcohol, ya que en muchas ocasiones los
adolescente se encuentra en un estado de ánimo bastante depresivo que los conlleva a
consumir alcohol para mejorar su estado de ánimo.

Los adolescentes que comienzan a beber a temprana edad corren un grave riesgo de
desarrollar enfermedades crónicas, sufrir accidentes, depresiones y suicidios.

La depresión se refiere al estado de tristeza, desesperanza, emotividad, insomnio, pérdida


de apetito e ideas de muerte o intentos suicidas con variados grados de compromiso
funcional en las áreas académicas, laborales o familiares. Todo esto constituye una de las
condiciones que pueden anteceder a la iniciación de la adicción o a un consumo excesivo
crónico de alcohol y otras sustancias.

La depresión que causa del ambiente familiar involucra diversos factores o causas que
ocasionan que los jóvenes y adolescentes comiencen a beber alcohol. Todo esto son los
factores de riesgo más frecuentes en especial en el alcoholismo. Por lo general hay
violencia en el seno familiar, problemas de comunicación, así como la falta de adecuada
supervisión familiar.

Nuestra sociedad el alcohol se manifiesta y en tal sentido desde que nacemos hasta
nuestra muerte los eventos sociales están entremezclados con el alcohol, esto juega un rol
importante para el inicio del de sustancias ilegales. El machismo es otro atributo
psicológico de base cultural, que tiene mucha relevancia en los patrones de consumo de
nuestra sociedad lo cual provoca ser una de las principales causas de que se origine una
depresión y esto nos lleve a que se manifieste un consumo excesivo de alcohol. Aspecto
adicional a considerar es el vínculo con amistades con tendencias antisociales donde la

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presión de grupo ya sea en contextos sociales, laborales o académicos provocados por una
depresión, son muchas veces lo que precipita al desarrollo de consumos excesivos y
finalmente la dependencia.

2.2.3. BAJA AUTOESTIMA

La baja autoestima en los adolescentes se presenta frecuentemente, porque en ocasiones


no se cuenta con un buen concepto propio. Es por eso que en algunos casos los
adolescentes que tiene esta característica se dejan influir por el consumo del alcohol y en
otros casos este consumo etílico es principalmente para elevar el autoestima imitando el
comportamiento de la sociedad y los medios masivos que inducen al individuo a ingerir
excesivamente alcohol.

Una autoestima elevada disminuye la probabilidad de consumo excesivo de alcohol.


Mientras tanto la deficiencia en habilidades sociales aumenta la probabilidad de consumo
excesivo de alcohol.

Es una preocupación presente en muchas casas y conversaciones. Y eso se puede entender


por la relación que está teniendo la autoestima con problemas como la depresión, timidez
y otros. Algunos expertos afirman que una baja autoestima puede llevar a una persona a
tener estos problemas, mientras que una buena autoestima puede hacer con que una
persona tenga confianza en sus capacidades, no se deje manipular por los demás, sea más
sensible a las necesidades del otro, y entre otras cosas, que esté dispuesto a defender sus
principios y valores.

2.2.4. TIMIDEZ

El uso del alcohol disminuye la timidez y parece que disminuye un poco el estrés cuando se
toman decisiones, el consumo excesivo del alcohol en los adolescentes obstruye el juicio y
hace la cosa más fácil. En algunas ocasiones los adolescentes presentan una actitud tímida
ocasionado por diversos factores ya sea baja autoestima, depresión entre otras causas. Lo
que conlleva a que el adolescente para reducir su nivel de timidez consume bebidas
alcohólicas y a si sentirse con más seguridad en sí mismo.

Hay que recalcar que para estar bien con nuestra propia persona no es importante el
consumo del alcohol si no también tratar de resolver los problemas en que se encuentren
de la manera más adecuada y con plenas facultades.

Muchas de las causas de la timidez podemos encontrarlas relacionadas con experiencias


traumáticas y condicionamientos recibidos durante la primera infancia. Padres demasiado
severos o exigentes, con marcada tendencia a criticar o devaluar las actuaciones de sus
hijos, ser sometidos a frecuentes maltratos físicos y psicológicos, mofas de los
compañeros.

Igualmente durante la adolescencia, período de grandes cambios corporales y


emocionales, pueden ocurrir situaciones relacionadas con la talla y algunas, que pueden
provocar la burla o el rechazo, y producir sentimientos de inadecuación, inseguridad o baja
autoestima, Todo lo anterior actúa, posteriormente, como mecanismo que induce a los
adolescentes al consumo excesivo del alcohol.

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2.2.5. INFLUENCIA DE LOS AMIGOS

En muchas situaciones el consumo de bebidas alcohólicas en la adolescencia es en gran


parte ocasionado por la influencia de las personas y del medio en que se ejerce esta
situación.

Debido a que los jóvenes son psicológicamente inmaduros, tienen dificultades para
manejar las emociones producidas por el alcohol.

Un claro ejemplo son las salidas los fines de semana hasta altas horas de la noche
acompañadas del consumo de alcohol. Esto es así porque buscan maneras de sentirse
vivos, de inmortalizar las vivencias. Pero muchas veces toman decisiones sin evaluar las
consecuencias, inmediatas o a futuro.

Para algunos, significa el falso atractivo de entrar en el mundo de los adultos y romper con
las pautas que marcan el mundo de la niñez.

Para algunos jóvenes el consumir bebidas alcohólicas puede representar el éxito social, en
los negocios o en el deporte. Muchas cosas generan que los adolescentes beban, entre
ellas la presión de los grupos de adolescentes.

A menudo, el consumo de alcohol es exaltado como un reto que convierte el abuso en un


falso valor. Hay, además, una cultura que favorece el consumo del alcohol.

También causa es necesidad de pertenecer a un grupo, el simple hecho de que tal grupo
presione al adolescente para que este consuma bebidas alcohólicas y que a si dicho joven
pueda pertenecer a dicho grupo social.

2.3. CONSECUENCIAS DEL ALCOHOLISMO

Entre más temprano una persona empieza a beber gran cantidades de alcohol en gran
medida, mayores serán sus perspectivas de desarrollar enfermedades graves más
adelante.

2.3.1. LA SOBREDOSIS.

El alcohol es una droga y personas pueden morir de la sobredosis. Esto es un peligro


específico para los adolescentes que pueden querer impresionar a sus amigos con su
capacidad para beber alcohol pero que todavía no pueden medir los efectos.

2.3.2. ACCIDENTES Y VIOLENCIA.

El alcohol también aumenta el riesgo para las lesiones accidentales resultando de muchas
otras causas. Un estudio de los pacientes en una sala de emergencias informó que 47% de
las personas que fueron admitidas para lesiones probaron positivas para el alcohol y 35%
estaban intoxicadas.

De las personas que estaban intoxicadas, 75% mostraron evidencia de alcoholismo


crónico.

Esta enfermedad es el diagnóstico primario en una cuarta parte de todas las personas que
se suicidan; el alcohol se implica en 67% de todos los asesinatos.

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2.3.3. PROBLEMAS MÉDICOS.

El alcoholismo puede dañar el cuerpo en tantas maneras, que es imposible tratar estos
problemas plenamente en un informe corto. Lo siguiente son sólo algunos de los
trastornos causados por el consumo crónico del alcohol.

2.3.3.1. Cardiopatía.

Aunque el consumo moderado del alcohol parece reducir el riesgo de los ataques
cardíacos al mejorar los niveles de colesterol, dosis más grandes de alcohol pueden
desencadenar latidos del corazón irregulares y aumentar la presión arterial hasta en
personas sin una historia de cardiopatía.

Un estudio principal encontró que personas que consumían más de tres bebidas
alcohólicas al día tenían una presión arterial mayor, con los bebedores más empedernidos
teniendo presiones arteriales aún mayor; las personas que tomaban se iban de borrachera
en borrachera tenían presiones arteriales mayores que las personas que bebió
regularmente. Un estimado 11% de todos los casos de hipertensión son causados por una
ingesta alcohólica excesiva. El abuso crónico del alcohol también puede lesionar el
músculo del corazón que conduce a la insuficiencia cardiaca; las mujeres son
particularmente vulnerables a este trastorno.

2.3.3.2. El cáncer

El alcohol quizás no cause cáncer, pero probablemente puede realzar los efectos
carcinogénicos de otras sustancias, como el humo de cigarrillos. Cerca de 75% de cánceres
del esófago y 50% de cánceres de la boca, la garganta y la laringe se atribuyen al
alcoholismo. El alcoholismo también se asocia con un mayor riesgo para los cánceres color
réctales. el tabaquismo combinado con el beber realza los riesgos para todos estos
cánceres extraordinariamente. El riesgo para el cáncer hepático aumenta en los
alcohólicos y hasta el beber moderadamente -tres a nueve bebidas a la semana- puede
aumentar las perspectivas del desarrollo del cáncer de mama en las mujeres.

2.3.3.3. Trastornos mentales y neurológicos.

El uso habitual del alcohol deprime el sistema nervioso central, produciendo depresión
clínica, confusión y, en los casos graves, psicosis y trastornos mentales. El alcohol también
puede causar problemas neurológicos más leves, incluyendo insomnio y cefalea (dolores
de cabeza) (especialmente después de beber vino rojo). Excepto en los casos graves, el
daño neurológico no es permanente y la abstinencia casi siempre conduce a la
recuperación de la función mental normal.

 Problemas gastrointestinales (del tubo digestivo). el hígado en particular es puesto en


peligro por el alcohol. Aquí, el alcohol se convierte en una sustancia aún más tóxica,
acetaldehído, que puede causar daño sustancial, incluyendo cirrosis en 10% de
personas con alcoholismo. el daño hepático es más común y se desarrolla más
rápidamente en las mujeres que en los hombres con historias similares del abuso de
alcohol. Dentro del tracto gastrointestinal, el alcohol puede contribuir a la causa de
úlceras y de pancreatitis, una grave infección del páncreas. En una escala menor,
puede causar diarrea y hemorroides.

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 Trastornos de la piel, musculares y óseos. el alcoholismo severo se asocia con la
osteoporosis, la emaciación de los músculos con hinchazones y dolor, las heridas de la
piel y comezón. Además, parece que las mujeres dependientes del alcohol confrontan
un mayor riesgo para el daño a los músculos, incluyendo músculos del corazón, por los
efectos tóxicos del alcohol.

 Las infecciones. el alcohol suprime el sistema inmunitario y las personas con


alcoholismo son propensas a las infecciones, en particular a la neumonía.

2.3.3.4. Problemas sexuales.

El alcoholismo aumenta los niveles de la hormona femenina estrógeno y reduce los niveles
de la hormona masculina testosterona, factores que contribuyen a la impotencia en los
hombres.

El tabaquismo. Un estudio reciente concluye que alcohólicos que fuman se enfrentan con
un riesgo mayor del tabaco que del alcohol. El tabaquismo es 2 a 3 veces tan prevalerte
entre las personas que abusan sustancias que la población general; se cree que alcohólicos
constituyen una cuarta parte de todos los fumadores. Más alcohólicos mueren de
enfermedades relacionadas con el tabaco, como la cardiopatía o el cáncer, que de la
enfermedad hepática crónica, la cirrosis, u otras enfermedades relacionadas con el beber
excesivamente.

2.3.3.5. La diabetes.

El alcohol puede causar hipoglucemia, una disminución en el azúcar sanguíneo, que es


especialmente peligrosa para las personas con diabetes que están tomando insulina. Las
personas que están intoxicadas quizás no puedan reconocer los síntomas de la
hipoglucemia, una enfermedad particularmente peligrosa.

2.3.3.6. Interacciones de medicamentos.

Los efectos de muchos medicamentos son fortalecidos por el alcohol, mientras que otros
son inhibidos. De importancia especial es su efecto de refuerzo sobre los medicamentos
que también deprimen el sistema nervioso central, incluyendo medicamentos de anti
ansiedad, sedativos, antidepresivos y antipsicóticos.
El alcohol interactúa con muchos medicamentos usados por diabéticos. Dificulta los
medicamentos que previenen las crisis convulsivas y con aquellos usados para prevenir la
coagulación de la sangre. Aumenta el riesgo para la hemorragia del tubo gastrointestinal
en las personas que toman aspirina u otros medicamentos inflamatorios sin esteroides. En
otras palabras, tomando casi cualquier medicación debe excluir el beber alcohol.

2.3.3.7. Embarazo y desarrollo infantil.

Hasta las cantidades moderadas de alcohol pueden tener efectos dañinos sobre el feto en
desarrollo, incluyendo bajo peso al nacer y un mayor riesgo para el aborto espontáneo. Las
cantidades altas pueden causar síndrome alcohólico fetal, que puede dar lugar al daño
cerebral y tanto al retardo mental como al del crecimiento. Un estudio reciente indica un
riesgo significativamente mayor para la leucemia en los lactantes de mujeres que beben
cualquier tipo de alcohol durante el embarazo.

14
2.4. INFLUENCIA DE LA SOCIEDAD

Las bebidas alcohólicas suelen aparecer asociadas con el éxito social, en los negocios o en
el deporte. Los momentos más románticos se acompañan con vino o champagne. La
cerveza patrocina a la selección nacional de fútbol, Y la lista podría seguir
indefinidamente.

Muchas cosas generan que el adolescente beba, entre ellas la presión de los grupos de
adolescentes. A menudo, el consumo de alcohol es puesto como un reto que convierte el
abuso en un falso valor. Existe además, una cultura que favorece el consumo del alcohol.

El consumo de alcohol es un hábito, forma parte de los llamados estilos de vida, estando
ampliamente extendido y culturalmente aceptado en la mayoría de los países. Por lo
tanto, no es solo un comportamiento individual, sino que se encuentra fuertemente
influenciado por normas sociales y por el contexto socioeconómico y cultural en el que
vivimos. Cambios en estos contextos se acompañan de cambios en el uso de alcohol.

Uno de esos cambios está siendo la incorporación generalizada de los adolescentes y


jóvenes al consumo de alcohol. El consumo juvenil del alcohol presenta hoy unas
características propias que han generado una "cultura del consumo de alcohol"
diferenciada del consumo tradicional.

Progresivamente se va consolidando un patrón juvenil de consumo de alcohol,


caracterizado por ser en el fin de semana y por su papel fundamental como articulador
del ocio y de las relaciones sociales de los adolescentes y jóvenes.

El problema, por tanto, no es que beban sino que sus formas de beber están más lejos del
modelo tradicional y tienen que ver con sus estilos de vida y su manera de divertirse, con
su manera de estar y de proyectarse en el mundo.

Para analizar esta situación debemos hacerlo desde tres enfoques: desde el adolescente,
desde la sustancia, en este caso el alcohol, y desde el contexto actual: los valores de
nuestra sociedad, la publicidad, el papel de la familia, de la escuela, de los grupos de
iguales, etc.

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CAPITULO III

3. CONSECUENCIAS EN JOVENES DE PADRES ALCOHOLICOS

Alrededor de 2% de adolescentes de la Unidad Educativa ¨Pimampiro¨ tienen padres


alcohólicos. Los psiquiatras de adolescentes saben que estos jóvenes tienen un riesgo
mayor para desarrollar problemas emocionales que los hijos(as) de padres que no son
alcohólicos. El alcoholismo corre en familias, y los jóvenes de padres alcohólicos tienen
cuatro veces mayor probabilidad de ser alcohólicos que otros adolescentes Un adolescente
de este tipo de familia puede tener varios problemas:

 Sentimientos de culpa: el joven puede sentirse que es el causante del uso de alcohol
por parte de su padre o madre.

 Angustia o ansiedad: Puede sentirse continuamente preocupado por la situación del


hogar. Puede temer que el padre (madre) alcohólico(a) se enferme, se lesione o surjan
peleas o violencia entre sus padres.

 Vergüenza: Los padres pueden dar el mensaje de que hay un secreto terrible en el
hogar. Un joven avergonzado(a) no invita a sus amigos a la casa y teme pedir ayuda a
alguien.

 Incapacidad para mantener relaciones interpersonales: Debido a su decepción por el


alcoholismo de su padre (madre) muchas veces desconfía de los demás.

 Confusión: Muchas veces la conducta del padres (madre) Alcohólica cambia


repentinamente de cariñoso a irritable, independientemente de la conducta del
adolescente(a). La rutina familiar diaria, tan importante para organizar su vida, queda
alterada al cambiar constantemente los horarios de sueño, comida y otras actividades.

 Enojo: el joven puede sentir enojo contra el padre (madre) bebedor y molestia con el
progenitor no alcohólico por no prestarle apoyo y protección.

 Depresión: el adolescente se siente solo y desesperado en su empeño por cambiar la


situación.

Aunque el adolescente trata de mantener en secreto el alcoholismo de sus padres, los


maestros, familiares y otros adultos se dan cuenta de que algo anda mal. Los psiquiatras
de adolescentes sugieren que la siguiente conducta en los jóvenes puede ser indicativa de
problemas de alcohol en el hogar:

 Pobre aprovechamiento académico, fuga del hogar o de la institución.


 Pocos o ningunos amigos, se aísla de sus compañeros de clases.
 Conducta delincuente como robo, vandalismo, violencia.
 Quejas físicas frecuentes, como dolor de estómago o cabeza. Abuso de droga o
alcohol.
 Agresión dirigida hacia otros jóvenes.

Algunos jóvenes de padres alcohólicos tienden a asumir el rol de "padres responsables" en


la familia y entre los amigos.

16
Tienden a manejar el alcoholismo de sus padres actuando de forma controlada,
dedicándose a sus estudios con intensidad, alcanzando un aprovechamiento superior
durante sus años escolares, mientras se aíslan emocionalmente de sus padres y
compañeros. Sus problemas emocionales saldrán a la luz cuando lleguen a la adultez.
Estos niños(as) se pueden beneficiar de ayuda de grupos como Al-Anon y Aleteen. Ellos
pueden asistir a sus sesiones aun cuando sus padres no estén recibiendo ayuda. La ayuda
profesional temprana es muy importante para prevenir problemas más serios incluyendo
alcoholismo en los jóvenes.

El psiquiatra de adolescentes puede ayudarles a resolver sus problemas y a entender que


no son responsables por el abuso de alcohol de sus padres.

El programa de tratamiento puede incluir terapia de grupo con otros jóvenes. Esto reduce
el aislamiento que se imponen por ser hijos de alcohólicos. El psiquiatra de niños y
adolescentes trabajará con frecuencia con el grupo familiar sobre todo cuando el
progenitor alcohólico deje de beber. Así se pueden fomentar relaciones más sanas entre
los miembros de la familia.

3.1. CONTROL

Crecer en un hogar con la presencia de un familiar alcohólico no ofrece estabilidad. Esta


falta de seguridad logra que los niños sientan una necesidad extrema de controlar las
circunstancias personales en la edad adulta. En algunos casos, quieren controlar todos los
aspectos de la vida. En otros, necesitan tomar riesgos en exceso y de forma innecesaria
estimulados por la adicción a "vivir al límite".

3.2. CONFIANZA

Con frecuencia, los hijos de padres alcohólicos aprenden a ocultar o a reprimir las
emociones en lugar de expresarlas. Piensan que expresar los sentimientos puede generar
consecuencias impredecibles y negativas. Durante la edad adulta, a menudo estos niños
expresan su afecto tratando de solucionar los problemas de otras personas o de
"rescatarlas", en vez de actuar como un compañero o intimar con el otro.

3.3. AUTOESTIMA

A menudo, los niños que crecen en un hogar con padres alcohólicos construyen su
autoestima y confianza en sí mismos según las opiniones de los demás. Muchos de estos
niños luchan para lograr alcanzar el nivel de excelencia necesario para recibir atención
positiva de parte de sus padres, pero aún así en muchos casos no consiguen esa atención.
De esta forma, pueden desarrollar un deseo extremo de ser "perfectos" y la sensación de
que no son tan buenos como deberían serlo; como consecuencia, prestan demasiada
importancia a las opiniones, los logros y el éxito de los demás.

3.4. ADICCIÓN

Los hijos de padres alcohólicos son más propensos a involucrarse en adicciones y a


desarrollar una conducta compulsiva y autodestructiva. Además de que tienden
al alcoholismo y al abuso de drogas, con frecuencia forman parte de relaciones abusivas o
insalubres, porque creen que son vínculos normales o que están mejor de esa manera que
si estuvieran solos. En muchos casos, los problemas de autoestima logran que estos niños

17
crean que merecen el abuso que reciben o que las opiniones negativas de otras personas
sobre ellos son válidas.

3.5. HISTORIA FAMILIAR Y RASGOS DE PERSONALIDAD.

El riesgo para el alcoholismo en los hijos de padres alcohólicos es un 25%. El enlace


familiar es más débil para las mujeres, pero los factores genéticos contribuyen a esta
enfermedad en ambos géneros. Una familia y una salud psicológica estables no son
protectoras en las personas con un riesgo genético. Lamentablemente, no hay manera de
predecir qué miembros de familias alcohólicas se encuentran en mayor peligro del
alcoholismo. En estudios, los hombres jóvenes con padres alcohólicos respondieron al
alcohol de un modo diferente que las personas sin una historia familiar; presentaron
menos signos de embriaguez y tuvieron niveles inferiores de las hormonas de estrés. En
otras palabras, sostuvieron su licor mejor. Expertos sugieren que tales personas puedan
heredar una falta de aquellas señales de advertencia que hacen que otras personas cesen
de beber. Una vez se pensó que una historia familiar vinculada con una personalidad
pasiva y necesidades de dependencia anormales aumentaba el riesgo, pero los estudios
no han soportado esta teoría. Es importante de destacar, sin embargo, que, hereditario o
no, las personas con alcoholismo todavía son legalmente responsables de sus propias
acciones.

3.5.1. BEBIENDO EN LA ADOLESCENCIA.

Las personas con antecedentes familiares de alcoholismo tienen mayor probabilidad de


empezar a beber antes de la edad de los 15 años y de volverse alcohólicas. Pero cualquier
persona que empieza a beber en la adolescencia está en mayor riesgo. Bebiendo temprano
también aumenta el riesgo para el abuso de drogas.

3.6. TRECE RASGOS DE LOS HIJOS DE ALCOHÓLICOS

1. Los hijos de alcohólicos, al crecer, se preguntan cuál es el comportamiento normal.


2. Tienen dificultad para seguir un proyecto de principio a fin.
3. Mienten cuando podrían decir la verdad.
4. Se juzgan sin piedad.
5. Tienen dificultad para divertirse.
6. Se toman muy en serio.
7. Tienen dificultad para entablar una relación íntima.
8. Explotan cuando hay cambios que no están bajo su control.
9. 9Constantemente buscan aprobación y afirmación.
10. Se sienten diferentes de las demás personas.
11. Son exageradamente responsables o exageradamente irresponsables.
12. Son extremadamente fieles aunque sea evidente que la lealtad no sea merecida.
13. Tienden a encerrarse en algo sin importar las consecuencias.

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CAPITULO IV

4. TRATAMIENTO Y REHABILITACIÓN.

4.1. CONSIDERACIONES.

El alcoholismo es un problema social, económico y de salud pública grave, pues está


involucrado en más de la mitad de todas las muertes accidentales y casi la mitad de las
muertes por accidentes de tránsito. Además, un alto porcentaje de suicidios está
relacionado con el consumo de alcohol en combinación con otras sustancias.

Las muertes adicionales se relacionan con las complicaciones médicas a largo plazo
asociadas con la enfermedad.

Únicamente el 15% de aquellos individuos dependientes del alcohol busca ayuda


profesional para esta enfermedad. La recaída después del tratamiento es común por lo
que es importante mantener sistemas de apoyo con el fin de enfrentarse a las dificultades
y asegurarse de que no se conviertan en retrocesos completos. Los programas de
tratamiento tienen tasas de éxito variables, sin embargo, muchos individuos
dependientes del alcohol se recuperan completamente.

A veces, se utilizan fármacos, exclusivamente bajo supervisión médica, que no son


curativos, pero que ayudan a los pacientes a mantener la abstinencia y apoyan otras
formas de tratamiento. Es el caso del disulfiram (antabuse), fármaco que altera el
metabolismo del alcohol.

Si el paciente que está recibiendo este tratamiento ingiere alcohol, aparecen síntomas y
signos muy desagradables. Más recientemente, se ha demostrado que el acamprosato
ayuda también a disminuir las recaídas durante la abstención. Otros medicamentos, como
el ondasentrón, están siendo utilizados también para tratar de reducir el consumo de
alcohol.

4.2. CUIDADOS (DETECTAR FACTORES DE RIESGO).

Detección de factores de
riesgo
INDIVIDUALES FAMILIARES SOCIALES

 baja autoestima  padres consumidores  aislamiento


 incomunicación  actividades sociales con
 sedentarismo abuso de alcohol

Promoviendo factores
protectores
INDIVIDUALES FAMILIARES SOCIALES

 aumento de autoestima  concientizando a los  promover la socialización


 comunicación familiar padres de familia e integración grupal
 deporte

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4.3. TERAPIA

Es muy importante la labor y el papel que desempeñan organizaciones como Alcohólicos


Anónimos, que son grupos de apoyo para la recuperación de enfermos alcohólicos.

Los tratamientos contra el alcoholismo incluyen programas de desintoxicación realizados


por instituciones médicas. Esto puede suponer la estancia del paciente durante un
periodo indeterminado, (quizás varias semanas), bajo tutela en hospitales especializados
donde puede que se utilicen determinados medicamentos para evitar el síndrome de
abstinencia.

Después del período de desintoxicación, puede someterse al paciente a diversos métodos


de Terapia de grupo o psicoterapia para tratar problemas psicológicos de fondo que
hayan podido llevar al paciente a la dependencia. Además, se puede apoyar el programa
con terapias que inciten al paciente a repugnar el alcohol mediante fármacos como el
Disulfiram, que provoca fuertes y repentinas resacas siempre que se consuma alcohol.

La terapia nutricional es otro tratamiento. Muchos alcohólicos tienen síndrome de


resistencia a la insulina, un desorden metabólico debido al cual el cuerpo no regula
correctamente el azúcar causando un suministro inestable a la circulación sanguínea.

Aunque este desorden se puede tratar con una dieta hipoglucemia, esto puede afectar a
su comportamiento y su estado anímico. Estos síntomas son efectos secundarios que se
observan a menudo en alcohólicos sometidos bajo tratamiento de desintoxicación. Los
aspectos metabólicos del alcoholismo, a menudo se pasan por alto dando como resultado
tratamientos de dudosos resultados.

4.4. TRATAMIENTO

Una vez que se hace un diagnóstico, el próximo paso principal es consiguiendo que el
estudiante busque tratamiento. Esto a menudo requiere un esfuerzo colaborativo de los
médicos, miembros de la familia, amigos y empleadores. Las reuniones de grupo entre el
paciente y los amigos y los miembros de la familia que han sido afectados por el
comportamiento alcohólico han sido muy útiles. Este enfoque de intervención debe ser
compasivo pero un informe directo y honesto por cada persona que describa
específicamente cómo han sido individualmente dolidos por el alcoholismo. Hasta jóvenes
pueden participar en este proceso, según su nivel de madurez y la capacidad para
manejar la situación. La familia y los amigos deben expresar su afecto para el paciente y
su compromiso y apoyo completos para la recuperación, pero deben firmemente y
consistentemente exigir que el paciente busque tratamiento. el paciente y la familia
plenamente deben comprender que el alcoholismo es una enfermedad y que las
respuestas a esta enfermedad -necesidad, ansias, temor de la supresión- son síntomas, no
fallas personales, así como el dolor o el malestar son síntomas de otras enfermedades.
También deben comprender que el tratamiento es difícil y a veces doloroso, así como
tratamientos para otras enfermedades potencialmente mortales, como el cáncer, son
dolorosos, pero que esta es la única esperanza para una curación. Los empleadores
pueden ser particularmente eficaces. Su aproximación también debe ser compasiva pero
fuerte, amenazando al empleado con pérdida del empleo si él o ella no busca la ayuda.
Algunas empresas grandes proporcionan acceso a programas de tratamiento de bajo
costo o gratis para sus trabajadores.

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4.4.1. DESINTOXICACIÓN

Procedimiento terapéutico destinado a eliminar los efectos de una intoxicación aguda o


crónica. Habitualmente se refiere a la deshabituación del alcoholismo y las diferentes
drogadicciones.

Dos principios básicos deben preceder cualquier programa de desintoxicación. Primero, el


paciente debe estar convencido realmente de lo pernicioso de la adicción y debe querer
rehabilitarse y estar dispuesto a esforzarse y sacrificarse para conseguirlo; el médico y el
entorno familiar y social deben influirle en este sentido, pero la decisión firme y constante
es estrictamente personal.

Segundo, las toxicomanías son problemas crónicos, recidivantes, en los que la experiencia
de millones de casos en todo el mundo ha demostrado la elevada frecuencia de la recaída
y la necesidad de volver a iniciar la terapia; lo menos frecuente es la curación definitiva,
por lo que se debe evitar desánimos, rechazos y decepciones en el entorno del toxicómano
o alcohólico.

Existen muchas modalidades terapéuticas, con importantes similitudes para las distintas
sustancias. Siempre deben incluir dos facetas: el rechazo a la sustancia y el apoyo personal
y al entorno. Se debe conseguir y mantener un potente rechazo y aversión hacia la
sustancia nociva mediante estímulos psicológicos de muy distinta índole, tanto en el caso
del paciente ambulatorio como el ingresado, y utilizando a veces sustancias de apoyo
(antagonistas, como el disulfiram para el alcohol y la naltrexona para los opiáceos, o
agonista, como la meta dona para los opiáceos). el apoyo para desarrollar una vida nueva,
totalmente desligada de los anteriores círculos y costumbres, debe incluir las facetas
personal (existencial), laboral, familiar, sexual y social (amistades).

La desintoxicación dura aproximadamente 30 días, y se emplean terapias vitamínicas, de


recuperación nutricional y otros; pero la deshabituación dura más de 1 año, y se utilizan
actualmente drogas que inhiben el deseo de beber para facilitar esta etapa, y luego, viene
el período de resocialización laboral y familiar.

4.4.2. INSTITUCIONES DE AYUDA

Alcohólicos Anónimos (AA), es una comunidad de personas que se reúnen para alcanzar y
mantener la abstinencia respecto al consumo de licores y bebidas alcohólicas. Sus
actividades han alcanzado una gran difusión a escala mundial. Surgió en 1935 cuando Bill
W., un agente de Bolsa de Nueva York, y el cirujano Bob S. entablaron amistad en Akron,
Ohio, y decidieron ayudarse para dejar de beber. Desde este modesto comienzo, AA ha
crecido hasta formar en torno a los 87.000 grupos en más de 130 países, con un total de
más de 2 millones de socios.

Todos los hombres y mujeres que tienen o creen tener problemas con la bebida son
invitados a asistir a cualquier encuentro de AA. el único requisito para integrarse es el
deseo de abandonar la dependencia de las bebidas alcohólicas. Los miembros son
anónimos, y no se les exige ninguna cuota o aportación, pues las contribuciones son por
entero voluntarias. el programa de AA preconiza la abstinencia total. Sus miembros
mantienen la sobriedad compartiendo experiencias, fuerzas y esperanzas en sus reuniones
de grupo, y siguiendo los doce pasos que se recogen en el estatuto para la recuperación.
Incluso los alcohólicos aislados, confinados en sus casas o habitantes de regiones remotas,

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sin acceso a los grupos de AA, pueden buscar ayuda en el programa destinado a los
Solitarios.

Al-Anon es una comunidad mundial de personas cuyas vidas han sido afectadas por su
relación con adictos al alcohol. Cuenta con dos programas distintos: Al-Anon y Aleteen. el
ingreso en el Al-Anon está abierto a familias, amigos y empleados de adictos al alcohol,
mientras que Aleteen es un programa diseñado para jóvenes menores de 21 años. el
principio básico de ambos grupos es que el alcoholismo es una enfermedad familiar; las
personas estrechamente relacionadas con alcoholato pueden sufrir psíquica, espiritual y, a
menudo, físicamente. Ambos programas ofrecen consuelo, ánimo y comprensión a
quienes han vivido en la confusión y la desesperanza.

Al-Anon fue creada en Nueva York en 1952 por Lois W., esposa de uno de los fundadores
de Alcohólicos Anónimos (AA), y Anne B. Los grupos Aleteen se organizaron por primera
vez en California en 1957. Aunque independientes de AA, ambos programas usan los
"Doce Pasos" de AA para la recuperación y celebran sus encuentros de modo similar. Las
ayudas económicas proceden en su integridad de las contribuciones voluntarias de sus
miembros.

En 1990 había cerca de 32.000 grupos Al-Anon y Aleteen en más de 112 países. La sede
central de los Grupos Familiares Al-Anon S.A. mantiene su Oficina de Servicio Mundial en
Nueva York.

Abstinencia (bebidas alcohólicas), término que se aplica a los esfuerzos organizados para
promocionar la abstinencia del consumo de bebidas alcohólicas. La mayoría de las
organizaciones antialcohólicas han solicitado la aprobación de una normativa que prohíba
su venta y consumo.

La creación de organizaciones a favor de la abstinencia se remonta a principios del siglo XIX


en Estados Unidos, cuando surgieron las primeras ligas anti alcohol en Nueva York (1808),
Massachusetts (1813) y Connecticut (1813). En Europa, este tipo de organizaciones se
fundaron en las décadas de 1820 y 1830, siendo las más fuertes la de Gran Bretaña y los
países escandinavos.

4.5. REHABILITACIÓN

El alcoholismo es un problema que necesita atención específica y no se debe considerar


secundario a otro problema subyacente. Existen clínicas especializadas para su
tratamiento y unidades específicas en los hospitales generales y psiquiátricos. A medida
que la sociedad se conciencia de la verdadera naturaleza del alcoholismo, disminuye su
consideración como estigma social, los enfermos y sus familias lo ocultan menos y el
diagnóstico no se retrasa tanto. Los tratamientos son más precoces y mejores, lo que está
produciendo tasas de recuperación elevadas y esperanzadoras.

Además de resolver las complicaciones orgánicas y los cuadros de abstinencia, el


tratamiento consiste en un proceso de rehabilitación que precisa consejos y entrevistas
individualizados e, incluso, hospitalización, así como técnicas de terapia de grupo
encaminadas a conseguir una abstinencia no forzada de alcohol y otras drogas. La
adicción a otras drogas, sobre todo tranquilizante y sedante, es muy peligrosa para los
alcohólicos.

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CONCLUCIONES:

 Los lugares más elegidos para el consumo de bebidas alcohólicas son las casas de amigos,
los bares y antros. Por lo que podemos deducir que estos encuentros se realizan durante
los viernes y los sábados. Además de frecuentar en estos lugares, casi todos toman con sus
amigos, mientras que muy pocos toman solos o con otras personas.

 Como conclusión podemos decir que los adolescentes de hoy dedican más tiempo al ocio y
ponen menor atención en aquellas responsabilidades formadoras. Los padres han dejado
de ser los modelos de sus hijos, dándoles más libertad de la que necesitan, la sociedad por
su parte se encargó de fomentar esta prioridad del ocio sobre los compromisos y
responsabilidades, por medio de recursos como la venta ilegal, la publicidad, entre otras.

 Que el alto índice de alcohólicos en la institución afecta directamente en el


comportamiento de los estudiantes.

 Las principales causas del alcoholismo son; falta de control por parte de los padres de
familia, por despecho, problemas en el hogar.

 Que las principales causas del alcoholismo son: las costumbres, por despecho, por
problemas sentimentales y las presiones sociales.

 Diversos estudios familiares han señalado la existencia de una mayor frecuencia de


presentación del alcoholismo en familiares directos de alcohólicos que en familiares de no
alcohólicos

RECOMENDACIONES:

 Que los padres de familia se conviertan en ejemplo de conducta para el control de sus
hijos menores para que no caigan en este vicio.

 Que las instituciones educativas de nivel primario y medio, se difundan sendas campañas
para prevenir y evitar que los niños y jóvenes caigan en este vicio.

 Que los estudiantes que toman alcohol dejen de lado la práctica de persuadir a los
compañeros induciéndoles a ser alcohólicos.

 Que los expendedores de bebidas alcohólicas, también hagan conciencia de que la venta
indiscriminada a menores de edad o a las personas en avanzado estado de ebriedad,
afecta mucho a estas personas y a sus familias.

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BIBLIOGRAFIA

 Central Mexicana De SG de A.A., A.C, (2001). Alcohólicos Anónimos, Este es el libro grande,
El texto básico de Alcohólicos Anónimos, 2001, México DF. 150 p.p.

 http://www.tusalud.com

 Monografias.com (2010); 28/02/2010


(http://www.monografias.com/trabajos/alcoholismo/alcoholismo.shtml)

 Idrovo y, Serrano C. Enfermedad hepática alcohólica. En: Gastroenterología y patología.


Asociación Colombiana de Endoscopia Digestiva. Bogotá, 2000; 645-650.

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ANEXOS

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