CRISIS VITALES

Las crisis vitales, son acontecimientos que suceden y hacen que nuestra vida cambie de
repente implica un conflicto y nos obligan a tomar decisiones, que no siempre son fáciles, ni
nos sentimos capaces de tomar.

Es el momento en que las cosas mejoran o empeoran, es una oportunidad que no siempre
implica tener que evitarla, puede significar al mismo tiempo un peligro y también una
oportunidad.

La crisis de la vida en el adulto maduro se extiende entre los 40-60 años, en donde la persona
siente que ha pasado la etapa de su juventud y la entrada de la madurez .Esta etapa dura entre
los 3 a 10 años en el hombre y de 1 a 3 años en la mujer aproximadamente.

Según investigadores han propuesto que los factores de la crisis en los adultos maduros son
diferentes para cada sexo, ya que por ejemplo, en los masculinos tienen más probabilidad de
ser provocadas por asuntos relacionadas con el trabajo. Algunos sostienen la hipótesis de que
otra causa de las crisis en el adulto maduro en masculinos es la inminente menopausia de su
pareja y por ende, el final de su capacidad reproductiva, esto renueva la necesidad del hombre
de atraer mujeres más jóvenes.

Aquí, las personas se enfrentan a nuevos desafíos. Es un tiempo de transición de

envejecimiento en general, de replanteo de la vida, búsqueda de un nuevo sueño o metas. Se
dice que en estos individuos se produce el cese de la vida laboral y esto puede ser recibido por
algunos como el momento para realizar todas aquellas actividades que no han podido llevar
acabo hasta el momento y para disfrutar del nuevo rol de abuelo o abuela. Pero para otros,
puede suponer una etapa improductiva, apareciendo grandes dificultades para ocupar el
tiempo que antes ocupaban al trabajo.

Además, otros de las experiencias que enfrentan estas personas es el momento de duelo ya
sea por la pérdida de un familiar o un amigo muy cercano. También el deseo de lograr la
sensación de juventud y deseos de pasar más tiempo solo.

Por otra parte, también pueden exhibir algunos cambios de comportamiento como por
ejemplo, el abuso en el consumo de alcohol, tendencia a la infidelidad, pensamientos y
sentimientos confusos. Comportamientos impropios de su personalidad, entre otros.

En resumidas cuentas se puede decir que el enfoque que cada persona le dé a este periodo de
crisis podrá resultar como se expuso con anterioridad, positivo o no de acuerdo a los cambios
que decida realizar sobre sí mismo.