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Federico Malpica Basurto
ESCALAE:
SISTEMA
DE
CALIDAD
PARA
EL
ASEGURAMIENTO
DEL
PERFIL
DE
EGRESO
CONFERENCIA
PARA
EL
FORO
INTERNACIONAL
IMPACTO
Y
PROSPECTIVA
DEL
PROYECTO
ISO/IWA2
México, DF. 26 de octubre del 2009.
Dr. Federico Malpica Basurto
Instituto de Recursos e Investigación para la Formación, SL
1. Datos de la investigación realizada y preguntas que fueron surgiendo
Buenas
tardes,
la
intención
de
esta
pequeña
charla
es
compartir
con
todos
ustedes
algunas
reflexiones
que
nos
hemos
hecho
durante
la
investigación
que
hemos
llevado
a
cabo
en
el
Instituto
de
Recursos
e
Investigación
para
la
Formación,
con
sede
en
Barcelona,
sobre
todo
el
proceso
de
calidad
educativa
en
general,
sobre
ISO
y
su
relación
con
la
educación,
e
incluso
sobre
la
idoneidad
de
los
procesos
de
calidad
actuales
en
el
ámbito
educativo
y
formativo.
Mi
objetivo
es
que
al
acabar
puedan
llevarse
ustedes
una
idea
clara
de
los
resultados
del
trabajo
que
hemos
realizado
durante
los
últimos
4
años,
sobre
el
verdadero
alcance
del
sistema
ISO
en
las
escuelas
y
sobre
algunas
posibilidades
para
su
profundización
y
fortalecimiento.
Para
ello,
basaré
esta
presentación
en
la
investigación
mencionada
y
en
las
mismas
preguntas
que
nos
hemos
venido
haciendo,
a
partir
de
lo
cual
hemos
desarrollado
unas
herramientas
muy
interesantes
a
las
cuales
hemos
denominado
Escalae
y
de
las
cuales
hablaremos
más
adelante
y
que
hoy
día,
ya
hemos
implementado
con
la
ayuda
de
una
red
de
entidades
implementadoras
en
7
ciudades
y
unos
40
facilitadores,
en
más
de
96
instituciones
educativas
y
formativas
de
México
y
España,
tanto
públicas
como
privadas,
de
todos
los
niveles
educativos,
desde
preescolar,
primaria,
secundaria,
bachillerato,
hasta
formación
profesional
y
facultades
a
nivel
de
licenciatura,
maestrías
y
doctorados.
Hemos
colaborado
en
esta
investigación
con
instituciones
de
prestigio
como
El
Colegio
de
México
(Colmex),
la
Instancia
Estatal
de
Formación
Continua
del
Profesorado
de
la
SEP
de
Querétaro,
el
Departamento
de
Educación
de
la
Comunidad
Autónoma
de
Cataluña,
con
colegios
de
Jesuitas
como
el
Joan
XXIII,
de
los
escolapios
como
la
Escuela
Pía
Nuestra
Señora,
con
fundaciones
como
la
Fundación
Escuelas
Cristianas
de
Cataluña,
el
Instituto
Familiar
de
Educación,
instituciones
privadas
como
la
Universidad
Contemporánea,
el
Colegio
Panamericano,
el
Colegio
Madrid,
el
Colegio
Sagrado
Corazón,
el
Colegio
Viktor
Frankl,
entre
otros.
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Internacional
IWA2
ESCALAE
Dr.
Federico
Malpica
Basurto
mentes
abiertas
y
corazones
dispuestos
para
la
colaboración,
la
mejora
y
el
cambio.
2.
Comparación
de
ISO
en
diversos
ámbitos
profesionales
en
relación
a
la
calidad
de
los
procesos
organizativos
y
de
los
protocolos
técnicos
para
la
realización
del
producto
o
servicio
Dicho
esto,
me
gustaría
comenzar
la
intervención
planteando
un
problema,
que
es
real
y
profundo,
y
para
algunos,
puede
ahora
resultar
hasta
sorprendente:
ISO
funciona
en
otros
ámbitos
porque
existen
protocolos
técnicos
que
ayudan
a
controlar
la
calidad
del
producto
o
del
servicio
y
por
tanto,
ISO
puede
controlar
los
procesos
organizativos.
La
calidad
del
producto
o
servicio
está
garantizada
por
entidades
que
velan
por
que
se
cumplan
prácticas
profesionales
adecuadas
que
están
basadas
en
la
ciencia
(colegios
profesionales,
estándares,
certificaciones
de
producto
o
servicio,
normativas,
reglamentaciones,
etc.)
¿Qué
pasaría
si
no
hubiera
protocolos
sobre
cómo
construir,
sobre
cómo
hacer
los
tratamientos
médicos,
sobre
cómo
presentar
una
denuncia
judicial,
etc.?
Este
es
el
problema
en
educación:
que
no
han
existido
protocolos
técnicos
sobre
los
procesos
de
enseñanza
y
aprendizaje,
que
estén
fundamentados
científicamente,
que
sean
universales
y
que
estén
al
alcance
de
todas
las
instituciones
educativas
y
formativas.
Uno
de
las
principales
consecuencias
de
no
contar
con
protocolos
o
normas
técnicas
del
servicio
educativo
es
que
dificulta
el
liderazgo
pedagógico
fundamentado,
lo
cual
es
imprescindible
para
la
calidad
de
las
instituciones
educativas.
Se
demuestra
si
intentamos
dar
respuesta
a
lo
siguiente:
¿Existen
indicadores,
de
carácter
pedagógico
(de
cómo
se
debe
enseñar),
que
sirvan
para
reconocer
o
sancionar
a
un
profesor
sobre
la
forma
en
la
que
imparte
las
clases
y
que
no
se
entiendan
como
arbitrarios?
¿No
les
parece
que
un
sistema
o
modelo
que
no
contemple
la
calidad
organizativa
y
también
la
calidad
del
producto
o
servicio,
es
como
un
gigante
con
los
pies
de
barro?
Si
un
director
no
puede
exigir
que
la
labor
educativa
se
realice
de
una
determinada
manera,
¿cómo
puede
haber
calidad
en
una
institución
formativa?
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IWA2
ESCALAE
Dr.
Federico
Malpica
Basurto
Si
una
institución
no
cuenta
con
indicadores
para
velar
por
la
concordancia
entre
sus
finalidades
educativas,
la
realidad
en
el
aula
y
los
resultados
obtenidos,
¿qué
calidad
puede
ofrecer?
Yo
creo
que
todos
aquellos
que
han
trabajado
y
creen
en
el
IWA2,
parten
de
esta
premisa
y
por
eso
han
hecho
esfuerzos
en
este
sentido,
ya
que
han
visto
la
necesidad
de
reforzar
la
norma
que
se
ha
venido
aplicando
en
las
organizaciones
educativas
enfocada
mayormente
en
procesos
administrativos
o
de
apoyo
y
menos
en
los
procesos
sustantivos,
es
decir,
en
aquellos
directamente
vinculados
con
la
enseñanza
y
el
aprendizaje.
3.
Explicaciones
acerca
de
porqué
funciona
ISO
sin
protocolos
técnicos
en
el
ámbito
educativoformativo.
¿Sería
aceptable
que
no
hubiera
protocolos
técnicos
en
cualquiera
de
estas
u
otras
profesiones?
Si
afirmamos
que
no,
entonces
¿cómo
ha
funcionado
ISO
en
la
educación
sin
dichos
protocolos
técnicos?
Por
lo
que
hemos
observado,
parece
que
por
su
propia
historia
e
idiosincrasia,
las
instituciones
educativas
tienden
a
“rutinizar”
sus
procesos
a
menos
que
hagan
un
esfuerzo
consciente
por
reflexionar
acerca
de
lo
que
hacen
y
porqué
lo
hacen.
Una
institución
educativa
puede
funcionar
casi
automáticamente.
Como
apunta
Miguel
Ángel
Santos
Guerra:
“Basta
que
abra
sus
puertas.
Cada
alumno
acude
a
su
aula,
cada
profesor
se
hace
cargo
de
un
grupo
y
se
repiten
los
comportamientos
mecánicos:
entrada,
trabajo,
recreo…
Escucha,
estudio,
repetición… Por
eso,
es
necesario
establecer
mecanismos
exigentes
de
análisis,
[léanse
Protocolos
Técnicos
de
los
procesos
de
enseñanza
y
aprendizaje]
que
vayan
más
allá
de
las
pautas
que,
de
forma
casi
ridícula,
intentan
“medir”
todo
lo
que
sucede
en
el
Centro”.
(2000:250)
¿No
tienen
la
impresión,
aquellos
de
ustedes
que
han
implementado
ISO
en
la
educación
o
formación,
que
el
sistema
acaba
por
implantarse
pero
que
cambia
poco
lo
que
sucede
en
las
aulas?
A
nosotros,
durante
la
investigación
se
nos
quejaban
mucho
los
profesores
de
instituciones
educativas
con
ISO
de
que
era
verdad
que
ahora
estaba
todo
más
ordenado,
pero
que
seguían
enseñando
como
toda
la
vida,
seguían
sin
saber
qué
mejorar
ni
cómo,
que
el
cambio
se
había
producido
fuera
del
aula,
pero
no
dentro.
Nos
decían
que
ahora
en
su
institución
era
más
importante
si
el
profesor
había
hecho
los
papeles
para
la
visita
fuera
de
la
escuela
o
si
había
entregado
sus
calificaciones
a
tiempo,
que
el
hecho
de
tener
alumnos
que
no
aprendían
igual
que
otros
o
tratar
a
los
alumnos
que
se
desempeñaban
en
clase
con
poco
control
disciplinar.
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IWA2
ESCALAE
Dr.
Federico
Malpica
Basurto
¿Tal
vez
la
calidad
en
la
educación
hay
llegado
a
la
organización,
pero
puede
ser
que
aún
no
ha
llegado
del
todo
a
las
aulas?
Recientemente,
se
han
precipitado
informes
de
la
OCDE
que
apoyan
esta
tesis,
entre
ellos
los
famosos
informes
PISA.
Pero
el
último
informe
realizado
por
este
organismo,
el
llamado
Informe
TALIS
(Teaching
And
Learning
International
Survey).
Es
la
primera
encuesta
internacional
sobre
enseñanza
y
aprendizaje
realizada
en
23
países
y
afirma
en
sus
conclusiones,
las
condiciones
que
deberán
existir
en
los
centros
para
que
se
haya
calidad
pedagógica:
“Será
necesaria
la
creación
de
sistemas
educativos
basados
en
datos
y
«ricos
en
conocimientos»,
en
los
que
los
directores
escolares
y
los
profesores
actúen
como
una
comunidad
profesional
y
tengan
la
autoridad
para
hacerlo,
dispongan
de
la
información
necesaria
para
actuar
con
sabiduría,
y
tengan
acceso
a
sistemas
eficaces
de
apoyo
que
les
ayuden
a
implementar
los
cambios…
En
otros
muchos
sectores,
el
personal
accede
a
su
vida
profesional
con
la
esperanza
de
que
su
práctica
se
vea
transformada
por
la
investigación,
pero
los
modelos
de
participación
en
el
desarrollo
profesional
y
en
la
evaluación
de
los
profesores
y
sus
prácticas
indican
que
no
es
este
el
caso
todavía
en
la
enseñanza”.
(Informe
ejecutivo,
TALIS.
OCDE,
2009).
4.
Supuestos
indicadores
de
la
enseñanzaaprendizaje
utilizados
por
las
instituciones
educativas
con
ISO.
Por
otro
lado,
algunos
colegios
nos
enseñaban
sus
indicadores
de
los
procesos
de
enseñanza‐aprendizaje
y
veíamos
grados
de
problemática
en
su
relación
con
estos
procesos
clave,
pues
en
general
se
presentaban
desde
un
enfoque
organizativo
y
no
llegaban
realmente
al
aula.
Así,
los
hemos
agrupado
de
la
siguiente
manera:
Primer
grado
de
problemática:
Son
indicadores
relativos
a
los
procesos
de
enseñanza
y
aprendizaje
(pero
no
dicen
cuáles
son
adecuados):
Los
prerrequisitos
relevantes
de
conocimientos
y
experiencia
El
desarrollo,
revisión
y
actualización
de
planes
y
programas
de
estudio
Diseño
y
actualización
de
planes
de
estudio
Desarrollo
de
catálogos
de
cursos
Asignación
de
cargas
docentes
Provisión
de
manuales
de
prácticas
para
laboratorios
y
talleres
El
desarrollo
y
prevención
del
material
didáctico
o
materiales
para
la
enseñanza
El
horario
de
clase
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IWA2
ESCALAE
Dr.
Federico
Malpica
Basurto
Segundo
grado
de
problemática:
Son
indicadores
relativos
a
la
organización
del
curso
(pero
no
a
la
metodología
pedagógica,
es
decir,
el
cómo
enseñar):
La
capacitación
de
profesores
La
selección
y
admisión
de
estudiantes
El
registro
de
cursos
del
estudiante
El
programa
de
estudios
de
los
cursos
Las
calificaciones
de
los
maestros
Los
apuntes
para
cursos
y
los
exámenes
La
información
de
los
registros
La
frecuencia
de
renovación
de
la
validación
Tercer
grado
de
problemática:
Son
indicadores
relativos
a
los
resultados
del
curso
(pero
no
explican
cómo
se
llegó
a
éstos):
El
número
de
alumnos
aprobados
y
no
aprobados
en
el
curso
El
número
de
alumnos
repetidores
El
número
de
bajas
de
alumnos
durante
el
período
formativo
La
satisfacción
de
los
alumnos
y
las
familias
Resultados
de
la
validación
del
diseño
y
desarrollo
de
los
planes
o
programas
de
estudios
5.
Referentes
que
fundamentan
los
protocolos
técnicos
de
Calidad
de
la
práctica
educativa
Ahora bien, en pleno siglo XXI:
1. ¿Es posible hablar de calidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje?
2.
Y,
¿por
qué
no
han
existido
protocolos
técnicos
de
la
práctica
educativa
que
puedan
ser
universales?
Con
respecto
a
la
primera
pregunta,
sí
podemos
hablar
de
calidad
en
los
procesos
de
enseñanza
y
aprendizaje
porque
tenemos
una
ciencia
que
nos
permite
fundamentar
la
práctica
educativa.
Como
los
médicos
en
el
ámbito
de
la
salud,
en
el
ámbito
educativo
y
formativo,
no
sabemos
todo
acerca
de
cómo
funciona
el
ser
humano,
pero
sí
sabemos
muchas
cosas
que
han
sido
demostradas
a
partir
de
la
ciencia,
por
tanto,
¿no
deberíamos
utilizar
la
ciencia
que
tenemos
a
nuestro
alcance?
Tal
como
lo
expresó
un
responsable
de
calidad
en
el
ámbito
médico
que
entrevistamos
durante
la
investigación:
“En
todo
aquello
sobre
lo
que
hay
referentes
el
médico
debe
actuar
científicamente,
y
en
aquello
que
no
lo
hay
puede
actuar
artísticamente”.
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Dr.
Federico
Malpica
Basurto
Nosotros
sabemos
ya
a
ciencia
cierta
diversas
cuestiones
acerca
de
cómo
aprendemos
(y
cómo
no
aprendemos)
los
seres
humanos.
¿No
sería
prudente
utilizar
esta
ciencia
para
mejorar
nuestra
profesión?
¿Será
por
eso
que
la
figura
y
autoridad
del
docente
no
para
de
ponerse
en
duda?
¿No
será
que
todas
las
profesiones
utilizan
cada
vez
más
la
ciencia
y
la
nuestra
sigue
siendo
de
una
práctica
ambigua
y
difícil
de
justificar?
Con
respecto
a
la
segunda
pregunta,
sobre
por
qué
no
existen
protocolos
técnicos
de
los
procesos
de
enseñanza
y
aprendizaje,
que
tengan
un
consenso
universal,
responderé
con
algo
que
podrá
ser
sorprendente
pero
es
a
la
conclusión
que
hemos
llegado
en
esta
investigación:
No
existe
consenso
en
la
fundamentación
de
la
práctica
educativa
porque
en
las
Ciencias
de
la
Educación,
se
mezcla
el
referente
teórico
con
el
ideológico.
Así,
para
explicar
una
práctica,
los
estudiosos
de
la
educación
utilizan
lo
que
llaman
paradigmas
o
también
corrientes
pedagógicas.
Estos
constructos
contienen
un
fundamento
científico,
por
supuesto,
pero
sucede
que
viene
mezclado
con
una
serie
de
premisas
de
carácter
ideológico,
no
sustentadas
en
la
ciencia.
De
este
modo,
se
pueden
justificar
dos
prácticas
educativas
antagónicas
para
unos
mismos
objetivos
educativos,
porque
claro,
un
profesor
es
constructivista
y
el
otro
es
socio‐crítico.
Uno
es
tecnológico,
y
el
otro
es
humanista,
etc.
Así,
reina
la
arbitrariedad
y
es
imposible
consensuar
criterios.
Cada
docente
tiene
su
propia
manera
de
pensar
sobre
el
perfil
del
egresado
y
es
congruente
con
ello.
Y
es
que
a
diferencia
de
otras
profesiones
que
tienen
un
solo
referente
para
explicar
su
práctica
profesional,
en
el
ámbito
educativo
y
formativo
nos
pasa
como
en
la
arquitectura,
que
tenemos
dos
referentes
claramente
identificados
para
explicar
nuestra
práctica
profesional.
Si
reunimos
a
un
grupo
de
arquitectos
entorno
a
una
obra
y
les
decimos
que
la
valoren
profesionalmente,
seguramente
nos
preguntarían,
qué
quieres
que
valoremos
¿la
estética,
o
la
construcción?
Si
les
dijéramos
que
la
estética,
seguramente
no
habría
consenso
porque
cada
arquitecto
tiene
una
idea
estética
diferente.
Unos
son
más
clásicos,
otros
más
funcionalistas,
otros
más
contemporáneos,
etc.
Como
no
hay
una
sola
estética,
no
puede
haber
protocolos
universales
únicos,
sino
que
cada
estética
tiene
los
suyos.
En
cambio,
si
les
preguntamos
sobre
la
construcción,
¿habría
consenso?
Seguramente
habría
consenso
sobre
la
valoración
de
la
práctica
profesional
porque
se
basaría
en
la
ciencia,
en
la
ingeniería,
en
las
matemáticas,
etc.
Observarían
las
columnas,
el
material,
las
distancias,
las
resistencias,
etc.
Todo
aquello
que
ha
sido
ya
estudiado,
experimentado
y
demostrado.
Esto
da
pie
a
unos
protocolos
universales
sobre
la
construcción
que
se
siguen
en
todo
el
mundo.
En
el
ámbito
educativo
y
formativo
nos
ocurre
lo
mismo.
Debemos
separar
lo
opinable
de
lo
que
no
lo
es.
Y
sólo
puede
haber
consenso
universal
en
lo
que
es
científico,
pero
no
podemos
dejar
de
lado
“la
estética”
que
en
nuestro
caso
es
la
función
social
de
la
enseñanza
o
lo
que
es
lo
mismo,
qué
tipo
de
alumno
queremos
formar.
En
realidad,
debemos
utilizar
los
dos
referentes.
Uno
es
el
científico,
técnico
y
por
tanto,
éste
no
es
opinable.
El
otro
es
ideológico,
no
científico
y
por
tanto
es
opinable
y
a
medida
de
cada
institución.
Éste
último
referente
son
las
Finalidades
educativas
o
formativas
de
lo
que
pretende
una
institución
de
su
alumnado
cuando
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IWA2
ESCALAE
Dr.
Federico
Malpica
Basurto
éste
acabe
su
formación,
lo
que
llamamos
en
México
el
Perfil
del
Egresado.
Este
perfil
es
diferente
para
cada
institución,
para
cada
tipo
de
programa,
para
cada
nivel
educativo,
para
cada
contexto.
Es,
prácticamente,
como
la
“huella
digital”
de
una
escuela,
colegio,
institución,
facultad
o
programa.
Es
opinable
y
debe
ser
consensuado
con
los
responsables
y
participantes
de
la
formación.
Estas
finalidades
educativas
están
reflejadas
primeramente
en
el
marco
legal,
porque
la
sociedad,
por
medio
del
gobierno,
debe
decidir
qué
tipo
de
ciudadanos
formar
en
la
educación
obligatoria.
Pero
también
se
refleja
en
los
diferentes
idearios
de
las
instituciones,
en
los
reglamentos,
en
los
folletos
y
páginas
web
donde
se
promete
al
estudiante
una
serie
de
saberes,
habilidades
y
actitudes
que
adquirirá
con
el
programa,
es
decir,
donde
aparecen
las
competencias
que
supuestamente
desarrollará.
Este
referente
utiliza
principios
sociológicos
y
epistemológicos
para
determinar
qué
debería
enseñarse
en
función
del
contexto
y
la
realidad
del
egresado.
Por
tanto,
primera
cuestión,
si
queremos
poner
a
trabajar
a
un
grupo
de
arquitectos
en
una
obra
nueva,
independientemente
de
su
propia
estética,
los
debemos
poner
de
acuerdo
en
la
estética
común
del
nuevo
edificio
(o
que
acepten
la
estética
que
se
decidió
ya
para
éste).
Si
no
lo
hacemos,
acabarían
descalificando
la
técnica
por
la
estética.
A
partir
de
aquí,
si
todos
están
de
acuerdo
con
ella,
no
habrá
más
discusiones
estériles.
Todos
podrán
trabajar
bajo
los
criterios
científicos,
ser
eficientes
y
cumplir
con
sus
objetivos.
En
la
educación,
debemos
poner
de
acuerdo
a
los
responsables
y
al
profesorado
sobre
las
finalidades
educativas
(independientemente
de
las
finalidades
que
cada
profesor
tenga,
es
decir
su
idea
del
perfil
de
los
estudiantes
cuando
acaben
su
formación)
para
que
no
acaben
descalificando
las
metodologías
pedagógicas
por
su
componente
ideológico.
Una
vez
que
se
hayan
puesto
de
acuerdo,
podrán
trabajar
en
equipo
para
conseguir
enseñar
en
conjunto,
lo
necesario
para
cumplir
con
los
objetivos
educativos
propuestos.
El
segundo
referente,
por
tanto,
ya
no
es
opinable,
sino
científico.
Está
basado
en
los
diferentes
principios
de
la
psicología
del
aprendizaje
y
de
la
didáctica,
que
han
sido
experimentados
y
demostrados
desde
finales
del
siglo
XIX,
el
siglo
XX
y
lo
que
llevamos
del
XXI.
Muchos
de
estos
principios
son,
además,
de
sentido
común.
Por
ejemplo,
que
hay
que
atender
a
los
conocimientos
previos
de
los
alumnos
para
generar
conexiones
con
el
nuevo
contenido
a
aprender.
O
que
debemos
motivar
a
los
alumnos
hacia
el
nuevo
contenido
a
partir
de
prácticas
donde
puedan
sentir
que
avanzan.
O
que
la
enseñanza
debe
avanzar
en
pequeños
pasos
en
la
zona
de
desarrollo
próximo
para
no
dejar
lagunas.
O
también,
que
todo
contenido
que
queramos
enseñar
debe
tener
sentido
para
los
alumnos,
deben
saber
para
qué
sirve,
es
decir,
debe
ser
significativo
y
funcional,
etc.
Como
hemos
visto,
la
realidad
es
compleja
y
debe
ser
abarcada
en
toda
su
complejidad,
utilizando
los
dos
referentes
para
construir
los
proyectos
educativos,
y
también
para
gestionar
y
mejorar
los
procesos
de
enseñanza
y
aprendizaje.
Por
eso
las
evaluaciones
nacionales,
que
son
iguales
para
todos,
no
son
suficientes
e
incluso,
comienzan
a
ser
rechazadas
en
aquellos
sistemas
educativos
que
primero
las
implantaron.
Por
ejemplo,
hace
unas
semanas
en
un
artículo
de
El
País,
se
indicaba
que
los
sindicatos
de
profesores
británicos
han
lanzado
una
campaña
IRIF
©
2009
7/12
Foro
Internacional
IWA2
ESCALAE
Dr.
Federico
Malpica
Basurto
para
acabar
con
las
evaluaciones
nacionales
de
la
educación
primaria
y
la
publicación
de
las
clasificaciones
de
los
centros.
Aseguran
que
los
maestros
se
han
visto
obligados
a
centrarse
en
preparar
a
los
jóvenes
para
esas
pruebas,
lo
que
afecta
negativamente
al
aprendizaje
de
los
niños.
Claro,
porque
imponen
una
“estética”
que
no
todos
han
asumido,
y
provocan
que
la
metodología
se
ajuste
a
ella
sin
haberlo
consensuado
antes.
Por
tanto,
si
queremos
valorar
y
mejorar
una
práctica
profesional,
no
podemos
hacerlo
de
forma
universal
y
basada
en
los
resultados,
entre
otras
cosas
porque
tendríamos
que
esperar
a
que
terminaran
la
formación
y
no
tendríamos
tiempo
para
rectificar.
La
valoración
debe
ser
a
medida
y
basada
también
en
el
proceso.
Así
pues,
lo
primero
que
nos
planteamos
desde
IRIF,
fue
desarrollar
los
referentes
universales,
que
son,
por
un
lado,
la
recopilación
y
ordenación
de
los
principios
que
permiten
determinar
cómo
aprendemos
las
personas
y,
por
otro
lado,
la
metodología
que
permite
definir
las
características
de
la
práctica
educativa
para
cada
institución.
De
esta
manera,
si
cada
institución
educativa
tiene
claramente
definidas
sus
finalidades
formativas
(lo
que
pretenden
de
los
alumnos
cuando
acaben
su
formación),
a
partir
de
un
consenso
con
todo
el
profesorado
de
ésta,
entonces
se
puede
utilizar
la
ciencia
para
determinar,
en
función
de
lo
que
se
pretende
que
los
estudiantes
aprendan,
cuál
es
la
mejor
manera
para
enseñarlo
en
todas
las
aulas
y
garantizar
de
la
mejor
manera
posible
el
resultado.
6. Protocolos Técnicos de Calidad de la Práctica Educativa
La
investigación
que
hemos
llevado
a
cabo
en
el
Instituto
de
Recursos
e
Investigación
para
la
Formación
(IRIF)
durante
los
últimos
4
años,
a
partir
de
un
comité
científico
inicial
que
estamos
incrementando
con
el
tiempo
para
hacerlo
cada
vez
más
representativo,
ha
sido
desarrollar
los
Protocolos
Técnicos
de
Calidad
de
la
Práctica
Educativa
y
desarrollar
una
metodología
para
poder
utilizarlos
en
las
instituciones
educativas
y
formativas
en
su
mejora
continua
de
los
procesos
de
enseñanza
y
aprendizaje.
Para
los
protocolos
técnicos
de
calidad
hemos
ido
recopilando
los
conocimientos
científicos
sobre
la
psicología
del
aprendizaje
y
la
didáctica
de
que
disponemos
y
organizándolos
en
ámbitos
de
calidad
pedagógica,
que
a
su
vez
contienen
diversas
características
de
calidad
cada
uno
de
ellos,
y
las
cuales
contienen
diversos
indicadores
para
poder
valorar
la
práctica
educativa
y
los
procesos
de
enseñanza
y
aprendizaje,
así
como
la
influencia
del
desarrollo
profesional
docente
y
la
organización
escolar
en
dichos
procesos.
Además,
estas
características
están
elaboradas
en
tres
niveles,
de
tal
manera
que
puedan
valorarse
secciones
educativas
completas
(primaria,
secundaria,
facultades)
de
una
institución,
un
programa
concreto
(asignatura,
curso,
diplomado,
área
de
conocimiento)
o
incluso
una
unidad
didáctica.
IRIF
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Internacional
IWA2
ESCALAE
Dr.
Federico
Malpica
Basurto
En
estos
momentos
contamos
con
14
ámbitos
de
calidad,
382
características
de
calidad
y
1950
indicadores
de
calidad
que
obviamente
utilizamos
en
función
del
nivel
educativo
analizado.
En
promedio,
para
un
nivel
o
sección
educativa,
utilizamos
los
14
ámbitos
de
calidad,
unas
70
características
y
nos
350
indicadores.
7. Dinámica de los ámbitos de calidad pedagógica
Estos
ámbitos
de
calidad
tienen
una
dinámica
específica
que
los
interrelaciona
unos
con
otros
con
un
orden
lógico‐derivativo.
Esta
explicación
sistémica
sugiere
que
la
intervención
a
de
ser
global
y
compleja
atendiendo
a
cada
uno
de
estos
elementos
y
a
su
conjunto:
• En
primer
lugar,
se
parte
de
las
finalidades
educativas,
es
decir,
de
aquello
que
pretende
conseguir
la
institución
cuando
los
alumnos
finalicen
su
escolarización,
de
la
razón
de
ser
de
la
enseñanza,
y
se
definen
los
objetivos
didácticos
para
los
distintos
cursos,
asignaturas,
unidades
temáticas,
etc.
(es
el
para
qué
enseñar).
• En
función
de
los
objetivos
definidos,
se
determinan
los
contenidos
(el
qué
enseñar)
que
se
dividen
según
su
tipología:
factuales,
conceptuales,
procedimentales
y
actitudinales.
• Partiendo
del
conocimiento
de
los
procesos
de
aprendizaje
y
las
capacidades
cognitivas
del
alumnado
(principios
psicopedagógicos
del
aprendizaje)
se
determinan
la
ordenación
y
secuenciación
de
los
contenidos
(es
el
cuándo
enseñar).
• Asimismo,
a
partir
de
este
conocimiento
científico
del
proceso
de
aprendizaje,
se
diseñan
las
secuencias
didácticas
pertinentes
a
los
contenidos
objeto
de
aprendizaje,
es
decir,
la
metodología
(el
cómo
enseñar).
• Finalmente,
se
define
la
evaluación
(el
para
qué,
qué,
cuándo
y
cómo
evaluar),
teniendo
en
cuenta
que
se
debe
valorar
la
consecución
de
los
objetivos
educativos
definidos.
• La
intervención
educativa
bajo
este
modelo
requiere
forzosamente
un
nivel
de
desarrollo
profesional
de
los
docentes
que
permita
aplicarlo
en
todas
las
aulas
y
a
todos
los
estudiantes.
• El
modelo
de
intervención
educativa
requiere
del
apoyo
de
una
organización
escolar
específica
que
soporte
y
permita
la
aplicación
de
la
metodología
pedagógica
común.
Así
pues,
la
aportación
de
Escalae,
en
este
sentido,
es
que
integra
la
organización
del
centro
y
el
desarrollo
profesional
de
los
docentes
con
los
procesos
fundamentales
de
enseñanza
y
aprendizaje,
teniendo
como
base
y
fundamento
IRIF
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Internacional
IWA2
ESCALAE
Dr.
Federico
Malpica
Basurto
los
procesos
sustantivos
del
servicio
educativo
y
su
relación
con
la
organización
y
el
desarrollo
profesional
docente.
8. Por qué Escalae
Como
ya
hemos
visto,
el
proceso
de
desarrollo
nos
llevó
a
crear
unos
ámbitos
de
calidad
con
una
dinámica
específica
que
los
interrelacionaba
a
todos
de
manera
sistémica
y
ahora,
¿qué
hacemos
con
ellos?
Este
desarrollo
se
podía
utilizar
para
la
evaluación
del
profesorado
con
fines
sancionadores,
para
la
supervisión
de
la
metodología
o
para
el
análisis
de
las
unidades
didácticas
o
incluso
de
la
evaluación
de
centros.
Sin
embargo,
lo
que
más
nos
interesa
desde
IRIF
es
poder
aprovechar
este
desarrollo
para
la
mejora
de
la
práctica
educativa,
que
entendemos
es
lo
que
necesitan
las
instituciones
con
urgencia.
Por
tanto,
decidimos
crear
Escalae
con
el
objetivo
de
mejorar
de
manera
continua
la
práctica
educativa.
Y
por
tanto,
lo
enmarcamos
en
la
calidad,
si
entendemos
ésta
como
mejora
continua.
9. Los tres servicios del Sistema de Calidad Pedagógica Escalae
Por
tanto,
a
partir
de
los
Protocolos
Técnicos
de
la
Práctica
Educativa,
¿cómo
implementarlos
en
una
institución
educativa
y
cumplir
con
el
objetivo
planteado
de
mejorar
continuamente
la
práctica
educativa?
Escalae
ha
sido
desarrollado
precisamente
para
ofrecer
dichos
protocolos
de
una
manera
que
puedan
ser
utilizados
por
cualquier
institución
u
organización
educativa
o
formativa.
El
segundo
servicio
es
una
metodología
que
partiendo
del
Plan
Estratégico
Pedagógico
elaborado,
permite
garantizar
la
mejora
continua,
en
Comunidades
para
la
Institucionalización
de
la
Práctica
Educativa.
Una
vez
que
ya
se
tiene
el
Plan
Estratégico
Pedagógico,
las
instituciones
pueden
requerir
apoyo
para
desplegarlo,
por
lo
que
son
necesarios
índices
pre‐elaborados
para
cada
proyecto
de
mejora,
material
de
valor
pedagógico
que
puede
ser
utilizado
por
asesores,
consultores,
formadores
o
por
el
propio
centro,
para
su
mejora
continua,
así
como
un
seguimiento
continuo
del
proyecto.
IRIF
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Foro
Internacional
IWA2
ESCALAE
Dr.
Federico
Malpica
Basurto
Por
último,
el
modelo
se
completa
con
un
servicio
de
certificación
de
la
calidad
pedagógica,
que
permite
a
las
instituciones
obtener
una
certificación
de
un
tercero
(en
México,
por
ahora
es
TÜV
Rheinland
quien
lo
ofrece)
que
puede
auditar
y
certificar
que
se
haya
elaborado
un
Plan
Estratégico
Pedagógico
que
garantice
el
perfil
del
egresado
a
través
de
la
práctica
educativa,
y
que
se
realicen
las
acciones
de
mejora
continua
necesarias
para
ir
generando
en
el
tiempo,
mayor
coherencia
entre
lo
que
se
pretende
conseguir
en
el
alumnado
y
lo
que
se
realiza
en
todas
las
aulas.
10. La integración conceptual de Escalae con ISO
Por
último,
nos
hemos
dado
a
la
tarea
de
estudiar
con
detenimiento
diversos
modelos
de
calidad
de
amplia
aplicación
en
organizaciones
educativas
y
formativas
(entre
ellos
la
Norma
ISO
9001:2000),
para
integrar
aquello
que
les
permitirá
completar
el
sistema
de
calidad,
es
decir,
protocolos
técnicos
y
la
metodología
para
la
mejora
continua
de
la
práctica
educativa.
Dicha
integración
la
hemos
realizado
tanto
conceptualmente
como
en
cuanto
a
su
implementación.
De
esta
manera,
creemos
que
allanamos
el
camino
a
todos
los
centros
educativos
que
ya
tienen
ISO
y
quieren
implementar
la
calidad
en
las
aulas,
o
aquellos
que
aún
no
han
comenzado
el
proceso
y
quieren
hacerlo
de
manera
conjunta,
de
tal
manera
que
sea
un
solo
sistema
de
calidad
tanto
de
los
procesos
organizativos,
como
de
los
procesos
de
enseñanza
y
aprendizaje.
Aquí
podemos
observar
cómo
Escalae
se
integra
perfectamente
en
el
proceso
de
implementación
de
ISO,
sobre
todo
cuando
se
definen
los
objetivos
de
la
calidad,
en
los
cuales
debería
tenerse
en
cuenta
las
finalidades
educativas
y
la
metodología
pedagógica
adecuada
para
cumplir
con
ellas.
También
en
el
apartado
de
realización
del
producto
o
servicio,
cuando
se
definen
las
características
de
cómo
enseñar,
utilizando
los
Protocolos
de
Calidad
de
Escalae
para
especificar
lo
que
plantean
las
directrices
del
IWA2,
así
como
en
el
proceso
de
mejora
continua
con
un
Plan
Estratégico
Pedagógico
de
mejora
a
corto,
medio
y
largo
plazos,
así
como
una
metodología
en
Comunidades
de
Institucionalización
de
la
Práctica
Educativa
que
garanticen
los
resultados
de
la
mejora
en
todas
las
aulas.
11. La integración de Escalae con ISO en la implementación
En
cuanto
a
la
implementación,
ésta
puede
llevarse
de
forma
paralela,
pues
aporta
documentación
y
procedimientos
requeridos
por
la
Norma
que
pueden
integrarse
perfectamente.
En
caso
de
tener
ya
la
certificación
de
ISO,
la
implementación
de
Escalae
permite
fortalecer
el
sistema
de
gestión
de
la
calidad,
profundizar
en
los
procesos
clave
o
sustantivos
del
servicio
educativo
y
generar
mayor
coherencia
IRIF
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ESCALAE
Dr.
Federico
Malpica
Basurto
entre
lo
que
pretende
la
institución
de
sus
alumnos
y
lo
que
se
desarrolla
en
todas
las
clases.
Además,
el
profesorado
comienza
a
tener
la
sensación
de
que
el
sistema,
también
tiene
que
ver
con
su
práctica
profesional.
En
resumen,
se
trata
de
generar
un
sistema
de
calidad
donde
se
refleje
claramente
la
concordancia
entre
las
finalidades
educativas,
la
realidad
en
el
aula
y
los
resultados
obtenidos.
12. Sistema de calidad educativo integrado Escalae + ISO = ISO2
Por
otro
lado,
dicha
integración
permite
a
todos
los
consultores,
asesores
y
formadores
de
centros
educativos,
ofrecer
a
las
instituciones
educativas
y
formativas,
un
sistema
de
calidad
que
incluya
todos
los
procesos
de
la
institución,
con
especial
atención
en
los
procesos
clave
o
procesos
sustantivos
de
enseñanza
y
aprendizaje,
lo
que
permitirá
al
modelo
de
calidad
educativa
dejar
de
tener
pies
de
barro
y
convertirse
en
un
sistema
de
gestión
de
la
calidad
sólido
y
eficiente
que
ayude
a
dar
el
paso
definitivo
a
las
instituciones
educativas
hacia
una
cultura
de
calidad,
de
la
utilización
de
la
ciencia
y
de
fundamentación
de
la
práctica
educativa.
Por
tanto,
podemos
afirmar
como
resumen
que
la
calidad
educativa
es
aquella
en
la
que
hay
concordancia
entre
las
finalidades
educativas,
la
realidad
en
el
aula
y
los
resultados
obtenidos.
Escalae
con
ISO
no
suma,
sino
que
multiplica,
como
un
ISO
al
cuadrado.
Los
animo
a
participar
en
el
proyecto,
cada
uno
desde
su
propia
trinchera,
desde
su
metro
cuadrado,
para
hacer
posible
un
ISO
con
mayor
sentido
educativo.
Finalmente,
las
experiencias
positivas
en
la
utilización
de
las
herramientas
y
metodología
de
Escalae
se
han
ido
sucedido
en
diversos
centros
y
ello
nos
anima
a
continuar
en
esta
línea
de
investigación,
teniendo
como
máxima
preocupación
hacer
de
este
sistema
lo
más
sencillo
posible
para
el
profesorado,
al
tiempo
que
atienda
a
la
complejidad
de
los
procesos
de
enseñanza
y
aprendizaje.
Como
dijo
John
Mangus1:
“Hacer
lo
simple
complejo
es
común,
hacer
lo
complejo
simple,
eso
es
creatividad”.
Muchas gracias por su atención.
1
Músico y autor estadounidense.
IRIF © 2009 12/12