EL BUEN PASTOR No agua estancada; tampoco agua que
fluye vehementemente (eso asusta a las
TEXTO Salmo 23
Introducción:
Este es el Salmo más conocido. Un Salmo de
David; no sabemos cuándo lo escribió. Quizá en
su juventud, cuando cuidaba las ovejas de su
padre.
Spurgeon lo llama una “perla”. Tiene dulzura,
suavidad, ternura, espiritualidad, poesía, etc.
Es corto; sólo seis versículos; 103 palabras. Sin
embargo, ha sido de gran consolación a los
creyentes por siglos.
Es un Salmo muy personal: “Jehová es mi
pastor”.
Jehová – el eterno Dios; el Dios de Israel; el
Pastor de Israel (Sal. 80:1).
David se atreve a personalizarlo. ¡Esa es la
marca de un verdadero hijo de Dios!
Dado a que Jehová es mi pastor, “nada me
faltará” (v.1b).
¿Qué está incluido en eso? ¡TODO!
1. Alimento (“En lugares de delicados
pastos…”, v.2a). Las ovejas necesitan
pasto; diferentes tipos de pasto. El pastor
sabe lo que la oveja necesita y lo suple.
Así es Dios con nosotros; somos Sus
ovejas. Él nos alimenta con Su Palabra.
- Lo hace cada día.
- Es “pasto fresco” (“delicados pastos”;
lit. ‘praderas verdes’).
- Es para cada necesidad.
2. Agua (“Junto a aguas de reposo me
pastoreará”, v.2b). Las ovejas necesitan
agua, especialmente en Palestina.
ovejas). Necesitan aguas que fluyen
tranquilamente.
El agua aquí habla de la obra del Espíritu
Santo en nuestros corazones (Juan 4:13-
14; 7:37-39).
3. Reposo (“…me hará descansar”, v.2a). Las
ovejas a veces se cansan; el pastor les da
momentos para descansar.
Dios es así con nosotros (Ezeq. 34:14). En
este mundo, experimentamos muchas
luchas y dificultades en el camino. Dios nos
da reposo interior. A veces nos MANDA
descansar o nos hace descansar a la fuerza,
para nuestro bien.
4. Renovación (“Confortara mi alma”, v.3a).
A veces la oveja se siente desganada;
necesita ser animada. Así es con el
creyente.
A veces nos sentimos tristes, agobiadas,
desanimados, deprimidos. Dios no nos
quiere ver así.
La nueva vida espiritual que Dios nos da
necesita ser renovada y fortalecida (Sal.
85:6). El Buen Pastor nos da ese aliento
espiritual para animarnos a seguir.
5. Dirección (“Me guiará”, v.3b). Las ovejas
no saben por dónde ir; fácilmente se
extravían. Necesitan ser guiadas.
El Buen Pastor guía al creyente. En el v.2b,
el verbo “me pastoreará” significa “me
conduce”. Ver Sal. 31:3. Dios guía a Sus
hijos personalmente (“Me…”).
La vida cristiana no es un legalismo
externo; seguir una serie de reglas. El Buen
Pastor nos dirige personalmente. Lo hace
“por amor de Su nombre”. Si no lo haría,
no sería un BUEN pastor.
6. Compañerismo (“tú estarás conmigo”,
v.4b). Como creyentes experimentamos
momentos difíciles en la vida. En todas esas
dificultades el Señor nos acompaña; Sal.
46:11; Is. 43:2.
 No tenemos por qué sentir miedo; nada nos - En la eternidad, “en la casa de Jehová
podrá hacer daño. Él está con nosotros. Es moraré por largos días”.
lo que Job debió haber meditado más.

7. Consolación (“tu vara y tu callado me

infundirán aliento”, v.4c). El pastor usa
estas dos cosas para guiar, proteger y
animar a las ovejas. Las hace sentir que él
está cerca. Así Dios nos trata. Sus palabras
de aliento, Sus actos de corrección y
disciplina nos hacen sentir que Dios está
cerca de nosotros, pendientes de lo que
hacemos.

8. Defensa (“Aderezas mesa delante de mí en

presencia de mis angustiadores”, v.5a). La
palabra significa, “adversarios”. Dios no
promete que no tendremos adversarios; lo
que promete es defendernos cuando nos
atacan. Es como cuando David huía de
Absalón (2 Samuel 16:1-2; 17:27-29). Es
un anticipo del banquete del Día del Señor
(Is. 25:6).

Aun los mejores creyentes tienen

enemigos; Cristo los tuvo. El asunto es
dejar que Dios nos defienda.

9. Honra (“Unges mi cabeza con aceite”,

v.5b). Se ungía la cabeza de alguien para
refrescar y para honrar a la persona; Sal.
45:7; 92:10. En nuestro caso, es la unción
del Espíritu Santo, concediendo frutos y
dones espirituales. Así nos honra.

10. Satisfacción (“mi copa está rebosando”,

v5c). La “copa” representa la vida de
alguien o su experiencia en la vida (Sal.
16:5). Dios no solo suple nuestras
necesidades; lo hace en abundancia.
Genera en el creyente gran
contentamiento.

Conclusión:

¿Cuál es el resultado de tener al Señor como

nuestro Buen Pastor? Está descrito en el v.6.

- En esta vida, “el bien y la misericordia”

(‘jesed’). A lo largo de la vida.