herramienta clave para nuestra espiritualidad y nuestra apertura de conciencia, la primera es la disciplina, la cual es necesaria ya que debemos mantener un ritmo, un orden en el tiempo, que vaya más allá de nuestros estados emocionales para decidir realizar un acto, para enfocar nuestra voluntad. La segunda es la concentración, es decir estar atentos a nuestras sensaciones, a cuales debemos desapegarnos, esto necesario para aprender e internalizar las enseñanzas a nuestro ser. La tercera es la paciencia, ningún arte se domina del día a la mañana, es un proceso que no se termina de aprender nunca, por lo cual la paciencia es fundamental. El cuarto pilar y el último, es la preocupación por dominar esta arte, es decir, debe ser algo con lo que realmente estemos comprometidos. Dentro de las técnicas para soltar, el desapego significa primero que todo aceptar nuestra situación y reconocer nuestras emociones, se basa en el concepto de lo que mantenemos en nuestra mente tiende a manifestarse en nuestro cuerpo y en nuestra vida, por lo tanto para dejar ir estos pensamientos y emociones comienza con adentrarnos en nuestro mundo interior sin miedo y concentrarnos en sentir, ¿Qué es lo que siento? ¿Dónde me duele? ¿Por qué me duele? serían un ejemplo para las primeras preguntas, es tratarnos como a un niño con amor, y luego concentrarnos aún más en como la sensación se va expandiendo por todo nuestro cuerpo, sin juzgar a nadie y mucho menos a nosotros mismos, vernos como parte de un sistema de creencias de una sociedad, sentir esa energía, según la situación que esté afectando verse en el peor de los casos, y amarse, amar también al prójimo, entregar la situación a algo más poderoso sin expectativas. Cuando entramos en este proceso consciente de soltar, nos sentimos un poco desorientados, en ese momento es crucial conectarnos con Dios, con la Fuente Universal, dejar que moldee nuestro camino, sentirnos parte del todo, y entregarnos al cosmos. A medida que vamos practicando el arte de soltar la vida se vuelve más liviana y más transparente, las energías densas y sutiles se reconocen más claramente y la conciencia se va ampliando, cada vez nos volvemos más parecidos, nos vamos uniendo de a poco con todo y todos, es una energía que aporta más felicidad a nuestras vidas, cada vez que soltamos abrimos una ventana en nuestro corazón para que la energía universal entre a nuestras vidas y nos bendiga con su presencia.
Soltar es un canto a la paz, y paz depende de todos…