Sunteți pe pagina 1din 483

Úrsula Oswald Spring

Coordinadora
iESítaJJ!dJ~©S p¡¡r~ ~~ ~@)~
f01esde GJJrrüal peBfPJe~tiv!l

~~(Q)(b)@)~
necesidades humanas en un mundo
interrelacionado
E$\tOAdU@$ para ~~ [p)®~
dtr!sde ~n;¡ per$pectDvl
@~(Q)[b)@) ~
necesídades humanas en un mundo
interrelacionado

Úrsula Oswald Spring


Coordinadora

1M\
,_, 1

--------- ~-

MÉXIC..Q 2001
-~- - ~ -

Se agradece a la DGAPA el apoyo otorgado al proyecto PAPIT IN 307598, que permitió financiar
el proyecto de investigación "Retos del desarrollo sustentable en México". Así mismo se agradece
al doctor Héctor Hernández Bringas, Director del Centro Regional de Investigaciones Multidisci-
plinarias de la UNAM, por el apoyo otorgado a este proyecto.

GN396 Oswald Spring, Úrsula


088 Estudios para la paz desde una perspectiva global: necesidades humanas
en un mundo interrelacionado. Mé,)(ico: Miguel Ángel Porrúa,
Cuernavaca: UNAM, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, 2000.
480 pp.
ISBN 970-701-133-5

1. Resolución de conflictos. 2. Paz-Situación Mundial. 3. Paz-Estudios lnterculturales. l. t.

Traducido de: Oswald Spring, Úrsula (ed.), Peace Studies fram a


Global Perspectives, Human Needs in a Changing World (2000),
Maadhyam Book Services, Nueva Delhi, India.

Traducción: Gloria Dávila Dávila, Sonia R. Rodríguez Barbosa,


Carmen A. león Saavedra
Transcripción: Gloria Nájera Sepúlveda
Correción de estilo: Carmen A. León Saavedra

Primera edición, junio del año 2001


©2001
CENTRO REGIONAl DE INVESTIGACIONES
MULTIDISCIPUNARIAS, UNAM
©2001
Por características tipográficas y de edición
MIGUEL ÁNGEL PORRÚA, librero-editor
Derechos reservados conforme a la ley
ISBN 970-701-1 33-5

IMPRESO EN MÉXICO PRINTED IN MEXICO

Amargura 4, San Ángel, Álvaro Obregón, 01 000 México, D.F.


Apuntes introductorios

A Ornar y Eréndida,
legado de profundos anhelos,
Úrsula Oswald Spring* exigencia de milones de voces,
desafío del presente y esperanza para una utopía

EL CAMBIO de década, de siglo y de milenio conmueve a toda la humanidad,


no sólo por las expectativas que despierta, la magia que conlleva y los
miedos que engendra, sino también por la incertidumbre cada vez mayor,
que es consecuencia de procesos como: la globalización, la transnacionali-
zación, la depauperación de las mayorías, la violencia física y estructural, la
destrucción ambiental y las catástrofes naturales. Esta visión, hasta cierto
punto apocalíptica, hace surgir viejos y nuevos pensamientos mágico-reli-
giosos, llamados también milenarismo. Las creencias se asoman en los horós-
copos y pseudoprofetas, pero también penetran en el campo de la ciencia
y la tecnología cuando se intenta predecir los próximos ciclos de recesión
económica, su gravedad e impacto por fenómenos como El Niño, el calen-
tamiento global y su incidencia en la producción de ciclones; o, simple-
mente, en la orientación tecnológica que impulsará a los medios masivos
de comunicación hacia senderos novedosos.
Pero no todos los pensamiento se dirigen hacia el futuro. Todo análisis
serio revisa primero los hechos históricos ocurridos y, a partir de ellos, elabo-
ra probables tendencias. El siglo presente, con sus relativamente cortos 100
años, presenció los avances más asombrosos en diversos campos de la vida
humana. Grandes figuras científicas cambiaron sustancialmente la ciencia y
la tecnología durante este periodo: el descubrimiento de la radioactividad
con la fusión del átomo, por parte de Marie Curie; la teoría de la relativi-
dad de Albert Einstein; el inconsciente descubierto por Sigmund Freud; la
evolución de la inteligencia, desarrollada por jean Piaget; los inventos del
plástico por el químico Leo Baekeland; los aviones, por los hermanos Orville
y Wilbur Wright; los cohetes por Robert Goddard; el microchip, inventado
por Robert Noyce; las computadoras, por Alan Turing; la Internet, por Tim
Berners-Lee; la penicilina, descubierta por Alejandro Fleming; la vacuna
contra la poliomielitis por ei virólogo jonas Salk; la televisión por Hilo
*Presidenta de la lnternational Peace Research Association (IPRA, Asociación Internacional de Investi-
gación para la Paz), 1998-2000.

5
Farnsworth; los avances de la biotecnología por parte de los biólogos mo-
leculares Francis Crik y james Watson, cuyos conocimientos permitieron la
clonación de Dolly, lograda por lan Wilmut; y las modificaciones genéticas
en alimentos, semillas, tejidos y otras células vivas, son algunos de los avan-
ces más sobresalientes. Todos estos conocimientos transformaron profunda-
mente el pensar, el sentir, la vida cotidiana y la comunicación en el siglo
pasado y en el venidero.
Ludwig Wittgenstein y Bertrand Russell, entre otros grandes pensado-
res, reflexionaron sobre las implicaciones filosóficas de esta avalancha de
nuevos conocimientos, mientras que john Maynard Keynes insistió en que el
Estado benefactor debería regular las relaciones del mercado, a fin de lograr
mayor equidad entre los seres humanos. La industrialización rápida des-
trozó el entorno, y la producción de plástico y sus derivados produjo mon-
tones de basura que pusieron en entredicho la supervivencia misma del
planeta. Ante los graves problemas del deterioro ambiental, ecólogos como
Rachel Carson y jacques-lves Cousteau iniciaron un movimiento mundial a
favor del cuidado del ambiente.
Este siglo también se distinguió por la violencia creciente, las confu-
siones ideológicas, las guerras mundiales, los conflictos regionales fratrici-
das, el genocidio y el holocausto. Los avances tecnológicos y científicos,
aplicados a la producción de armas de destrucción masiva, provocaron más
muertes, heridos, migrantes, refugiados e inválidos, que ninguna época
anterior. Es sin duda alguna el siglo de mayor conflagración y destrucción
bélica, resultado de la perfección de la tecnología militar, las bombas
atómicas, los misiles, los aviones de combates, los submarinos y el radar.
Probablemente el ámbito militar fue el que mejor aprovechó los conoci-
mientos y las tecnologías generadas a lo largo del siglo. Lejos de llegar al
fin de un milenio -y al inicio de otro- caracterizado por la paz, la armonía
y los mecanismos de resolución de conflictos de manera pacífica, como
consecuencia de los inventos en psicología, biología, relaciones socioeco-
nómicas y políticas, el futuro se presenta cada vez más incierto. Los intere-
ses intestinos del poder, la hegemonía de una superpotencia, la destrucción
ambiental, la pobreza en el Tercer Mundo y la discriminación de la mujer,
son ingredientes explosivos que, en el corto plazo, impiden avanzar con
equidad, justicia, democracia y respeto.
Aún más, existe un peligro real de que las alternativas técnicas exis-
tentes y las nuevas -propias de los campos de la biotecnología, eficiencia
energética en uso y conservación, tecnología militar, reciclamiento y susti-

6 [studios para lapa¿


desde una perspectiva ~loba!
tución de materiales peligrosos- sean aprovechadas por unas pocas trans-
nacionales. Casi todos los patentes están en manos de estos conjuntos pro-
ductivos, comerciales y financieros, más poderosos que muchos países del
Tercer Mundo. Dicho fenómeno agudizaría la disparidad existente entre
el Norte y el Sur, ya que los precios mundiales y los términos de intercam-
bio de las materias primas son desfavorables, tanto a los países en desarro-
llo como a las materias primas, mientras se privilegian las tecnologías, los
servicios y los productos elaborados.
El acceso desigual y la apropiación injusta de los recursos mundiales
son un nudo gordiano de conflictos pasados y futuros: una quinta parte de
la población mundial -los ricos- se aprovecharon del 85 por ciento de las
inversiones, del 85.5 por ciento de los ahorros nacionales, del 84.2 por
ciento del comercio mundial y del 84.7 por ciento del Producto Nacional
Bruto (PNB), mientras que del otro lado, el 20 por ciento de los más pobres
disponían del 0.9 por ciento de las inversiones, del 0.7 por ciento de los
ahorros, del 0.9 por ciento del comercio internacional y del1.4 por ciento
del PNB. Este embudo (no copa de campaña, como algunos analistas de los
países desarrollados describieron este fenómeno de injusticia) torna alta-
mente conflictivo el futuro del planeta. Implica graves deterioros por el
sobreconsumo, entre una quinta parte de la población mundial, además
del subconsumo, la pobreza y la supervivencia de otros dos tercios. En con-
junto, sea por hambre o miseria, sea por abuso de los recursos naturales,
ambos comportamientos afectan al equilibrio global del planeta azul.
Lo mismo es válido en los comportamientos históricos con respecto al
manejo irracional de los energéticos. En el pasado, la fusión atómica, la quema
de energía fósil, la producción eléctrica mediante termoeléctricas, la gené-
tica y otros manejos tecnológicos, han llevado al mundo a cargas ecológi-
cas muy delicadas, que no sólo hipotecan la supervivencia futura del plane-
ta, sino también su presente. Como ejemplo, si todo el mundo proyectara
el nivel de emisiones a la atmósfera como lo hace Alemania, se requerirían
cinco planetas sólo para absorber los efectos negativos de dichas emi-
siones.
Ahora bien, el concepto ecología huma.na alberga novedosas perspec-
tivas, al vincular el desarrollo individual con el de salud pública y su entorno
natural. Parte de una totalidad indivisible donde el bienestar, la salud y la
solidaridad mundial. Se basa en nuevos valores, y cuestiona hábitos y pre-
juicios culturales como el etnocentrismo, propios de los países del Norte,

úrsula Oswald Sprlng 7


Apuntes introdudorios
donde un mayor ingreso se logra generalmente a costa del tiempo libre y
del descanso; a la mayor movilidad geográfica la acompañan la pérdida de
las relaciones humanas, los compromisos sociales, los vínculos intrafamilia-
res y las relaciones comunitarias; el trabajo asalariado sustituye al trabajo
familiar de subsistencia, avocado más hacia la vida productiva en pequeña
escala y relacionado con el autoconsumo; éxito y ascenso social limitan la
calidad de las relaciones interpersonales, producen fenómenos de estrés y
dejan menos tiempo libre. En este contexto, la resolución constructiva de
conflictos es el camino para lograr una armonía dinámica consigo mismo, con
los demás y con el entorno.
Por ello, un modelo alternativo de desarrollo, frecuentemente llamado
sustentable, abarca desde la economía, pasa por la salud, la calidad de vida,
la resolución de conflictos y las relaciones interpersonales; propicia felicidad,
paz y ascenso social, no a costa de otros seres humanos, de las naciones
o de la naturaleza, sino en solidaridad y con manejo estricto de los con
recursos, sobriedad y ahorro tanto de esta generación como de las futuras.
Integra las propuestas de diversas conferencias mundiales, como "pequeño
es bello"; "pensar globalmente, actuar localmente"; "menos consumismo,
más calidad de vida"; "justicia y paz para todos" (Schumacher, 1990).
Esta globalización distinta, ajena a los procesos de monopolios y trans-
nacionales, basada más bien en la solidaridad y colaboración mundial, re-
gional y local, es anhelada tanto en los países del Norte -por la despersona-
lización, las enfermedades de estrés y las inmunológicas, la falta de tiempo
y la calidad de vida- como en el hemisferio Sur, acosado por la pobreza
extrema, las condiciones infrahumanas de vida, la falta de ingreso o traba-
jo, la aguda iniquidad y la brecha creciente entre grupos sociales. Sólo con
un planteamiento de sustentabilidad individual, social, económica, política
y ambiental, se logrará mayor equidad entre géneros, familia, comunidad,
nación, continente y planeta, pero sobre todo como un proceso profundo
de resolución de las contradicciones y conflictos, resultado del uso científi-
co y tecnológico del pasado siglo.
Una segunda reflexión se relaciona con los efectos negativos que pro-
picia el ser humano no sólo a sus congéneres, sino también a la naturaleza.
Procesos de desforestación, contaminación de aguas dulces y saladas, agota-
miento de recursos hídricos, abatimiento de acuíferos, erosión, desertificación
y salinización de suelos, emisiones de tóxicos al aire con efectos negativos
en la capa de ozono y generación de un efecto invernadero, agotamiento
de minerales en el subsuelo y creciente escasez de energéticos, dejan a las

8 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
generaciones venideras en condiciones poco favorables. Este panorama se
torna más difícil ante la creciente polarización social, la iniquidad y la con-
centración de la riqueza en cada vez menos manos.
En términos numéricos, la desforestación del planeta abarca más de la
mitad de los bosques tropicales (FAO, 1998), generadores del 42 por cien-
to de biomasa y oxígeno de la tierra (Strahm y Oswald, 1990, pp. 94-95).
África del Este y del Oeste destruyeron definitivamente el 72 por ciento, el
subcontinente sudasiático, el 63 por ciento, América Central y del Sur el 37
por ciento de sus selvas tropicales y el estado de Tabasco arrasó el 96 por
ciento de la selva alta perennifolia durante la expansión ganadera y petrolera.
(Oswald, 1985, p. 73).
La escasez y la contaminación del agua es tan severa que se habla de
un peligro de guerra por conseguir agua en las zonas críticas del planeta.
Particularmente delicada es la zona del Medio Oriente, la región al sur del
Sahara (Sahel), y las partes semiáridas de la India y de China. Se calcula que
en el año 2025 entre 46 a 52 países del planeta sufrirán de escasez de agua,
con una población aproximada de 2.9 a 3.9 mil millones de habitantes.
México es uno de los países con falta de agua en un futuro cercano: cuenta
con una repartición poca equilibrada en cuanto a la distribución espacial del
agua; en el 30 por ciento de la zona norte se genera sólo un 4 por ciento
del agua, mientras que en la región sudeste en un 20 por ciento del territorio
existe el 50 por ciento del escurrimiento superficial del agua (Starr, 1992).
Prácticas inadecuadas de agricultura, sobrepastoreo en zonas semiári-
das, desforestación de áreas tropicales en aras de una ganadería extensiva,
riego agrícola con aguas salobres, o de acuíferos profundos, destruyeron el
40 por ciento de las tierras semiáridas del mundo, y la desertificación avan-
za con pasos agigantados. Sobrefertilización, mal manejo de agroquímicos,
paquete tecnológico de la revolución verde, la generalización de monocul-
tivos y recientemente los transgénicos redujeron a niveles peligrosos las
reservas de granos. Desde 1984 la producción de granos per cápita está en
descenso. Desde 1989, la pesca excesiva provocó una reducción perma-
nente en su captura del orden del 7 por ciento por año y per cápita (World-
watch lnstitute, 1996). Estos fenómenos ponen en peligro la seguridad ali-
mentaria del planeta entero, pero sobre todo de la población con menos
recursos. También las nuevas preferencias en la ingesta de productos ani-
males agudizaron los problemas mundiales de alimentación. Una tonelada
de carne de res requiere de 14 y media de toneladas de granos, y de 9 millones

úrsula Oswald Sprlnq 9


Apuntes introductorios
y medio de litros de agua, correspondiente a 3,785 litros equivalentes de
petróleo.
La destrucción de la capa de ozono se presenta en la estratósfera, dis-
tante entre 20 y 50 kilómetros de la superficie terrestre. Entre 1978 y 1990
la disminución de esta capa fue del 5 por ciento, y a partir de 1993 se
aumentó a 7.5 por ciento con incrementos por década en la exposición a
los rayos ultravioletas de 6.8 y de 9.9 por ciento, a partir de 1993 y arriba
de los 55° de latitud norte y sur. Aunque los cloroflurocarbonos (cFc) se
sustituyeron en el mercado mundial, los ya existentes en la atmósfera no
permitirán detener, antes de 15 años, la destrucción de la capa de ozono;
además, se descubrieron agroquímicos y otros productos que dañan tam-
bién a dicha capa y que no han sido sustituidos por otros menos dañinos.
La magnitud de los problemas ambientales esbozados arriba, exige
una solución distinta. Como se mostró en Río de Janeiro, sólo mediante un
proceso de concertación entre gobierno, industria, comercio, servicio, cam-
pesinos y población en general, se pueden atacar algunos de los problemas
enunciados. Otros tantos dependen de la concertación internacional, como
son el calentamiento general de la atmósfera, las lluvias ácidas, el adel-
gazamiento de la capa de ozono, la contaminación de los mares, el manejo
de·los tóxicos. En todos estos casos las Naciones Unidas tienen que desem-
peñar un rol estratégico, como de hecho lo hizo el PNUMA en la sustitución
de los CFC, y cuya campaña fue apoyada por un boicot de los consumidores de
aerosoles. En este caso preciso y en el otro, el del calentamiento global, es 1
necesario establecer responsabilidades comunes pero diferenciadas, de 1
1 1

acuerdo con·los niveles actuales y pasados de emisión a la atmósfera. Esta 1

política promoverá mayor equidad entre las naciones y ayudará a los paí- 1
ses pobres a salir sin mayores daños ambientales de sus procesos de moder-
nización. Obviamente, este tipo de corresponsabilidad mundial requiere de \,
un intercambio eficiente de tecnologías anticontaminantes a nivel plane- !1

tario, conciencia generalizada de los daños que producen ciertos procesos '¡

de producción o de consumo, y una intensa participación ciudadana cons- ·1 '



ciente de conservar los recursos naturales, evitar mayor contaminación y 1

destrucción en el planeta. 1

Este desarrollo, llamado también duradero o sustentable, implica proce-


sos limpios desde el inicio de la producción, reciclamiento de los subproductos
y desechos, simultáneos a la creación de empleos bien remunerados, distri-
bución equitativa del ingreso y abatimiento de la pobreza. En las empresas,

10 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
en el gobierno, en las escuelas y los hogares se hará más eficiente el manejo
de los recursos naturales. La población, y en particular las mujeres, mejorará
el control de la fecundidad, los gobiernos en sus distintos niveles impulsa-
rán el ordenamiento ecológico, urbano, productivo, agrícola y territorial, todo
ello dentro de un proceso de participación ciudadana corresponsable, con
una rigurosa evaluación de los avances y acompañados por la erradicación
de la corrupción y de la ineficiencia. En síntesis, el desarrollo sustentable
redefine la relación hombre-sociedad-naturaleza, y garantiza bienestar y equi-
dad en el siglo xx1, en un contexto de mayor globalización, transnacionaliza-
ción y pobreza.
No cabe duda que los problemas del inicio del milenio son complejos
e interrelacionados. En forma de síntesis, la pobreza aumenta el deterioro
ambiental y ambos se ven agravados por una repartición inequitativa de
la riqueza, donde el sub y el sobreconsumo provocan destrucción ecológi-
ca. A su vez las tensiones entre regiones, clases sociales y seres humanos
inducen conflictos crecientes, que raras veces se resuelven de manera no
violenta. Una estructura de superpotencia con estados mayores (Hunting-
ton, 1999) que apoyan la política hegemónica, trasladan los enfrentamien-
tos bélicos cada vez más hacia el Sur, en forma de guerras representativas,
donde diversas potencias medianas intervienen y tratan de defender sus
intereses particulares, asunto imposible en la actual estructura geopolítica.
Ante la violencia creciente, los más débiles sufren más, sea directamente
mediante muertes y heridas, sea indirectamente por la expulsión o por la
destrucción física del lugar donde viven. Los más afectados son mujeres y
niños, que dentro de cualquier estructura social, pagan con creces el mode-
lo de iniquidad y discriminación existente.
Este panorama caracterizado por pobreza, discriminación femenina,
destrucción ambiental y creciente violencia física y estructural, que arroja
innumerables muertes evitables, es la herencia de un siglo de avances cien-
tíficos y tecnológicos patriarcales. Falta encontrar vías menos violentas de
resolver los retos no resueltos del pasado. El presente libro se acerca a esta
tarea de manera multidisciplinaria, intentando diagnosticar la cruda reali-
dad y, frente al panorama desesperante, proponer alternativas diversificadas
y afianzadas en las culturas indígenas milenarias.

(:rsula Oswald Sprin~ 11


Apuntes lntroductorhlS
' 1

ORGANIZACIÓN DEL LIBRO

El presente libro* destaca el diagnóstico desde la perspectiva de los perde-


dores; esto obedece a que, por una parte, las ideas de los países industria-
lizados y sus paradigmas se publican, discuten y debaten ampliamente,
pero no han llevado al mundo y a las estructuras de poder económico y
social hacia nuevos caminos. Aquí se intenta entrar en estos complejos
problemas con un enfoque alternativo, e iluminarlos desde un ángulo poco
conocido aún. Pero no pretende quedarse en el puro análisis. Alo largo del
mismo se proponen -desde distintos enfoques teóricos y geográficos-
alternativas para resolver un cúmulo de problemas, esto es, la violencia y la
agudización de los conflictos, provocados por armas, guerras y destrucción.
La primera parte del libro se dedica a explorar el concepto de paz en
un ámbito de creciente globalización. Rebasa el enfoque puramente econó-
mico y penetra en los fenómenos de la cultura en un mundo interrela-
cionado. El texto inicial de Howard Richards profundiza en el concepto de
paz y pacificación. Argumenta que en el pasado la paz fue definida negati-
vamente, es decir, como la ausencia de guerra y, a ésta, como un fracaso
colectivo. Dado que los países del Tercer Mundo fueron integrados al sis-
tema actual por la violencia abierta, históricamente su inserción se hizo con-
flictiva. Sin embargo, todas las culturas incluyen el concepto de paz, como
la realización del "paraíso" en la tierra. Este concepto no está dado en la
naturaleza humana, se trata de construcciones o actos deliberados, sujetos
a procesos de pacificación, donde la educación comprometida en el sentido
de Paulo Freire, abre la clave hacia un mundo menos violento. Se trata de
un cambio moral que implica saber escuchar y aceptar al otro. Compren- 1.
der el sistema cultural de significados es un paso importante al crear condi- 1
ciones sociales que permitan la paz. Como afirma Gandhi, incluye el com-
promiso de asumir las obligaciones que se derivan de los derechos, y cambiar
la visión de paz activa con un enfoque interdisciplinario y holístico.
Posteriormente, Regina Watkin-Kolb y Chao Quin contemplan desde
Occidente y desde Oriente la interrelación cultural para encontrar un mun-
do pacífico en un contexto de globalización creciente. Comparan la cultura
occidental, impulsada por el lucro, con la oriental, cuya búsqueda esencial
es el equilibrio, pero cuyo proceso histórico actual es una consecuencia de
*Los trabajos que se incluyen en este libro fueron parte de las ponencias presentadas en la XVII Con-
ferencia Internacional de Investigación para la Paz, celebrada en Durban, Sudáfrica, del 23 al 26 de junio
de 1998.

12 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
la occidentalización y colonización sufrida en Oriente. El "Ren", norma
moral básica, se combina con ei"Yi", conciencia general de equidad, justi-
cia y pudor moral: ambas siguen ei"Tao", camino, para llegar a una base
estabilizadora del ejercicio de poder. No es casualidad que los sistemas
políticos chinos fueran los más estables, ya que el mandarinato duró varios
milenios y permitió a la sociedad china un largo camino de desarrollo en
armonía con el entorno y la sociedad. La visión cíclica de la historia evita el
crecimiento ininterrumpido y facilita una integración regeneradora de las na-
ciones. En momentos de globalización, se opone al individualismo, a la con-
centración de la riqueza y al materialismo. Ofrece a largo plazo, periodos de
mayor estabilidad y de paz relativa para superar los escollos propiciados por
la maximización de las ganancias y, como consecuencia, la depauperación de
dos tercios de seres humanos en el planeta, acompañada de destrucción
ambiental, discriminación femenina y creciente violencia física y estructural.
En el pasado, la cultura china ha logrado sistemas políticos menos
cambiantes, no obstante la colonización cambió violentamente este proce-
so. El capítulo de Li Shaojun revisa históricamente el desarrollo del capitalis-
mo por la fuerza y a costa de esclavos, robos, represión y explotación en los
países conquistados. Postula que el concepto de globalización no debería
detenerse en la integración económica, sino penetrar en los ámbitos de las
creencias colectivas. El "he-he", juntar, unir, integrar, permite establecer la
armonía o unidad entre naciones, sistemas de producción e idiosincrasias
diferentes. Mediante la coexistencia pacífica y el respeto a la soberanía de
las naciones, se podrían cambiar las relaciones conflictivas entre estados; y
con la diplomacia se podría lograr una nueva convivencia menos violenta
en el futuro.
Desde Filipinas, Mary Soledad Perpiñan revisa la globalización transna-
cional y sus efectos sobre las mujeres. Analiza la inserción de la mujer en el
sistema de maquila transnacional, en condiciones todavía más desventa-
josas que los anteriores procesos de colonización. Las mujeres representan,
en este panorama, el eslabón más débil de la complejidad social, y por ello
habrá que transformar desde este ámbito las actuales relaciones sociales de
producción. Filipinas, al igual que muchos otros países en el Sudeste asiático
y Tercer Mundo, se está insertando en la globalización económica con cos-
tos sociales crecientes, donde las mujeres y niños representan la mayoría.
Sólo con un proceso de globalización que reparta las riquezas extraídas a
los países pobres, se podrá vislumbrar un siglo futuro menos violento y
destructor.

úrsula Oswald Sprinq 13


Apuntes Introductorios
En el último capítulo de esta primera parte, Úrsula Oswald propone
alternativas de sustentabilidad en el ámbito personal, cultural, social, eco-
nómico, político y ambiental, a fin de crear bases sólidas que permitirán
entrar a los procesos de globalización con menos conflictos socio-ambien-
tales. Ello permitirá encontrar solución a los conflictos desde abajo y de
manera descentralizada, tomando como eje de articulación la negociación
no violenta de los conflictos. El concepto de ecología humana articula el
plan personal con el familiar, el comunitario, el de un determinado conti-
nente y, finalmente el de la humanidad entera. Asu vez vincula de manera
integral la superación de la pobreza y de la miseria con la discriminación
femenina, la destrucción ambiental y la creciente violencia física y estruc-
tural. Sólo un acercamiento holístico a estos cuatro jinetes apocalípticos,
articulados desde el individuo y la familia, puede ayudar a superar las actuales
relaciones de poder y explotación.
En la segunda parte, se revisan los mecanismos preventivos de un es-
t~llamiento violento, así como la organización global de estructuras mun-
diales y regionales, más impregnadas por esfuerzos de paz. Asimismo, se
revisan empíricamente los procesos de paz propuestos para dirimir conflic-
tos en África, Asia y América Latina.
Marta Martinelli revisa el papel de los árbitros o mediadores en diver-
sos conflictos. Analiza cómo se pueden superar situaciones durante el pro-
ceso de resolución de conflictos, llamados "callejón sin salida", y cómo
generar un ambiente de comunicación y de cooperación. Además de ser
una persona de buen oficio, el mediador debería tener facilidades de arbi-
traje, entender nuevas situaciones, y posicionarse entre las partes en con-
flicto. Estas terceras personas pueden ser individuos, estados, instituciones
u organizaciones que tratan temas tan complejos como la soberanía, la
seguridad, el desarme y los temas ideológicos que acompañan a todo con-
flicto. El grado de imparcialidad y de empatía facilita, entre las partes en
conflicto, entender que ambas pueden ganar y que no existe perdedor
alguno, sea en términos de territorio, sea en cuanto a imagen pública.
Las herramientas analíticas de la prevención de conflictos son de suma
importancia para impedir cualquier estallamiento. De acuerdo a Luc Rey-
chler, la alarma temprana y la comprehensión de los elementos implicados
en el conflicto permiten redirigir una situación conflictiva hacia la resolu-
ción no-violenta. Estos elementos son la definición clara, la evaluación
exhaustiva, un plan de acción coherente, una resolución desde la perspec-
tiva de los involucrados, pero también un desmantelamiento de los muros
sentimentales que inhiben frecuentemente la resolución de conflictos. El

14 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
autor introduce el concepto de paz sustentable como un hecho holístico
entre seres humanos, aunque inserto en su entorno, de modo que el pro-
ceso de pacificación pueda ser duradero y mantenerse por sí mismo.
T. Nomvete propone un nuevo orden planetario, no únicamente fin-
cado en relaciones económicas justas como es el caso del Nuevo Orden
Internacional, sino en una civilización global distinta. Parte de la hipótesis
básica de que la guerra es irracional. Sólo con el establecimiento de funda-
mentos y principios espirituales, como lo promueve la comunidad internacio-
nal Bahá'i, es posible crear instituciones mundiales capaces de armonizar
los intentos de paz en todo el mundo. Ello implica cambiar la conciencia
social actual alejarse de la maximización de la ganancia y de las fuerzas del
libre mercado como único motor que promueve el progreso. Al contrario,
sólo con paz, tranquilidad y justicia se podría incidir positivamente en otros
organismos internacionales, de modo de lograr una nueva organización
planetaria, basada en la armonía consigo mismo, con el entorno y la so-
ciedad.
lvan lvecovic compara distintos conflictos étnicos que se están dando
en el mundo entero. Parte de una visión histórica que analiza la transfor-
mación de la agricultura hacia una s<;>ciedad de masas. Las convulsiones
neopatriarcales generan violencia e inestabilidad en términos políticos; pro-
vocan una cultura autoritaria que sólo aparentemente es tradicional, pero
en su contenido luce moderna, al marginar al individuo y dejarlo solo con
su frustración, arrancado de su entorno natural y de las relaciones familiares
tradicionales. La monetarización de las economía, el crecimiento demográ-
fico y la generalización de una sociedad de masas encuentra una expresión
especialmente conflictiva en Eurasia, es decir, en los Balcanes y el Transcáu-
caso. Tampoco la India se libera de los conflictos de la violencia comunal,
y en África surgen cada vez mayores enfrentamientos tribales. La cuestión
agraria y la producción de subsistencia adquieren nuevas dimensiones en
un mundo sesgado por pobres y ricos, donde la única estrategia de super-
vivencia se localiza en el autoconsumo, para gran parte de la población.
(Mies y Shiva, 1993).
Nduba Etchezona analiza la conveniencia de crear una organización
armada en África, que pueda intervenir rápidamente en los conflictos exis-
tentes. Ante los crecientes focos de inestabilidad, resultado de una con-
ciencia de autodeterminación de etnias, tribus o clanes, el Estado-nación
poscolonial no pudo resolver los problemas de la democratización y del
reparto del poder. Mientras una sociedad civil consolidada y consciente de
su papel no pueda enfrerí·Mr a los gobiernos, o los intentos de apropiación

úrsula Oswald Sprlng 15


Apuntes lntrodudortos
despótica de poder, será difícil mantener contingentes armados perma-
nentes en la región. La OTAN es la única fuerza multinacional que existe
actualmente, aunque su ejemplo no aplica en África, tanto por la cuestión
financiera como por lo delicado de intervenir en los asuntos internos de
cada país. Asu vez, los intereses ajenos a la región, léase las fuerzas ex colo-
niales y los Estados Unidos, dificultan la creación de una fuerza así. Ante ello
el autor propone entrenar y ejercitar fuerzas de paz vinculadas a las Na-
ciones Unidas, con una capacidad de intervención rápida y efectiva, a fin
de evitar genocidio y destrucción en cualquier país de África.
Por su parte jannie Malan orienta la resolución hacia un contexto social
cooperativo. Se preocupa por la profesionalización de los intermediarios de
la paz, que según la autora, deberían ser orientados hacia el contenido del
conflicto. La mejor resolución se dará a partir de un proceso de aprendiza-
je permanente, donde los involucrados y afectados por el conflicto apren-
dan, junto con las partes en enfrentamiento, a superar el problema y a
encontrar una solución digna que satisfaga a todos. Propone controlar los
mecanismos de defensa de líderes narcistas. Insiste en que se requiere un
cambio de actitudes donde se priorice el sentido común, la justicia, los
derechos humanos, la comprensión y la confianza mútua, así como la
resolución de problemas concretos. Así, el riesgo de perder un~ nego-
ciación se reduce y las experiencias adquiridas harán que en un futuro, se
impedirán nuevas violencias o desavenencias, como resultado del cambio de
actitudes y relaciones.
Matt Mogekwu revisa el papel de los medios masivos de comunicación
y su incidencia en el establecimiento de una paz duradera en África, donde
algunos conflictos se han agudizado y otros han durado demasiado tiempo.
Postula la hipótesis de que todo estallamiento violento es resultado de una
comunicación ineficiente. Al revés, mecanismos de comunicación eficientes
y capaces, sea mediante medios masivos, sea por canales informales, gene-
rarían condiciones de propagación de paz. Éstas son necesarias para avan-
zar, aunque no siempre suficientes para lograr condiciones favorables de
resolución de conflictos, ya que el entorno donde se desarrollan los conflic-
tos es un elemento que es necesario considerar.
Rohan Gunaratna revisa los conflictos que surgieron durante los años
noventa en el sur de Asia. Ahí vive una quinta parte de la humanidad, fre-
cuentemente en condiciones de absoluta pobreza. Las políticas de la Guerra
Fría provocaron un complejo panorama de seguridad en esta región, tanto
las dos superpotencias como sus aliados intervinieron con venta de armas

16 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
y entrenamiento militar. Tampoco los estados vecinos, algunos recién crea-
dos, se abstuvieron de intervenir militarmente en los asuntos internos de
estos estados. Tíbet fue infiltrado por guerrilleros entrenados en la India y
las armas de toda Asia del sur desquiciaron la inteligencia china. Algo similar
ocurrió en el este de Paquistán donde Bangladesh tenía intereses geoes-
tratégicos. Sobran los ejemplos analizados en su contexto regional y mun-
dial, pero queda una conclusión global. Existe una proliferación de armas
convencionales en esta área cuyo resultado es mayor violencia política y
terrorismo. En la medida en que permanezcan las condiciones de extrema
pobreza seguirá cultivándose la agitación política y socioeconómica. Un
ingrediente particularmente delicado son las personas que viven en la diás-
pora, cuentan con recursos económicos y pueden apoyar los movimientos
guerrilleros mediante redes étnicas, de castas, religiosas o familiares.
Los Acuerdos de Paz en Guatemala costaron millones de vidas y
desplazados, debido a que el ejército estuvo involucrado activamente en las
violaciones a los derechos humanos. María Eugenia Villareal analiza la
situación conflictiva que se dio antes, durante y después de los Acuerdos de
Paz. La muerte de un obispo católico, un día antes de publicar el libro sobre
los atropellos cometidos durante 30 años de guerra civil en Guatemala,
conmovieron al mundo entero. Mostraron además que con la firma de una
paz, donde los principales actores de la violencia quedan en condiciones
similares que antes de la firma, la paz resultante es frágil y los atropellos a
la vida y los derechos humanos pueden continuar. A su vez, es un ejemplo
de que en Centroamérica la sanación de las heridas, causadas por la guerra
civil tardará todavía muchos años. Además, las causas estructurales siguen
vigente y ponen en peligro el frágil acuerdo de paz.
En la tercera parte se profundiza en la educación para la paz como úni-
co mecanismo individual y colectivo que puede transformar los conflictos
potenciales, en motores constructivos y respetuosos de la diversidad cul-
tural. El nuevo orden mundial ya no se discute en términos económicos,
porque la globalización demostró empíricamente que sólo algunas pode-
rosas transnacionales están administrando la riqueza mundial. Por ello, el
punto de partida de esta parte del libro se enfoca en el campo de la cul-
tura. No hay que engañarse, parte de este campo también está controlado
por los medios masivos de comunicación, la internet y los patrones mun-
dialmente aceptados de la occidentalización y el consumismo. Sin embargo,
dos tercios de la humanidad están de antemano excluidos de este modelo
y, por ende, tienen que buscar su propio camino para sobrevivir en un

Grsula Oswald SprlnQ 17


Apuntes lntrodudorlos
mundo cada vez más monopolizado. En consecuencia, los capítulos .siguientes
se enfocan hacia el ámbito cultural y afirman que, existe potencial de resolu-
ción y prevención de la violencia, sea en el ámbito familiar, sea entre países
o continentes.
El capítulo de Frank Hutchinson indaga acerca del futuro de las gene-
raciones y de sus estudios escolares. Sugiere cambiar algunos mitos cultura-
les, especialmente aquellos vinculados con los héroes o conductores de la
historia. Con respecto a los contenidos de los programas de educación pro-
pone abrir los enfoques y cambiar los paradigmas actuales usados en la
enseñanza pública. Plantea como hipótesis transformar la visión del civismo
y promover más la corresponsabilidad y la solidaridad en todos los niveles.
Ello significa repensar los valores que se asocian con los jóvenes, abrir los
conceptos a una visión más global, criticar los enfoques etnocentristas y
otorgar alta prioridad a los jóvenes y a su opinión acerca de los problemas
que enfrentan. Así se generarían visiones de futuros deseables para ellos y
también nuevas oportunidades que les permitan interactuar como grupo
de edad.
jan Harris promueve factores que mejoran la educación para la paz, la
resolución de conflictos de manera no violenta, la superación de la violen-
cia doméstica, el racismo, el manejo respetuoso del entorno y la solución a
problemas provenientes de la guerra y del uso de armas, a veces nucleares.
Aunque la educación juega un papel destacado en la transformación de
hábitos violentos, a veces se requieren años para superarlos. Tampoco existen
criterios objetivos que garanticen un proceso de paz duradero y que sirvan
en cualquier situación de conflicto. Más aún, parece que factores personales
influyen de manera destacada en la resistencia hacia hábitos más construc-
tivos de resolución de conflictos.
lrma Ghosn destaca la enorme capacidad de los niños para la empatía
y la'lolerancia. Propone desarrollar la creatividad infantil, con el estímulo de la
fantasía; ello produce una experiencia humana universal, que sería la de
superar las emociones de ansia y enojo mediante figuras míticas. De allí se
puede avanzar hacia una ficción cada vez más realista, que genere dispo-
siciones estables para desarrollar empatía, familiaridad y posteriormente
conciencia. En el caso concreto de los materiales de lectura educativa en El
Líbano, comenta su proliferación en los últimos años: de buena calidad a
precios exorbitantes. los de precios accesibles, por lo general no cumplen
con los requisitos mínimos de calidad. Propone invertir el mundo de vio-
lencia e intolerancia mediante la creación de libros infantiles y, así, llevar
paulatinamente a los niños a escenarios de paz y dignidad humana.

18 Estudios para la paz


desde una perspectiVa global
Ada Aharoni vincula el ejercicio de la literatura y de la poesía con los
procesos de toma de conciencia en el conflicto del Medio Oriente. Mediante
ejemplos, eventos y discusiones estimula la cooperación entre los ''enemi-
gos" que deben compartir un territorio bastante pequeño y problemas
ambientales severos, como son encontrarse en la zona de mayor escasez de
agua en el planeta, y los grandes desiertos que impiden la redensificación
de lal población. Vinculando la música y otras artes con la literatura para la
paz, propone procesos de conciliación y resolución de conflictos que han
venido arrastrándose desde hace varios miles de años en el Medio Oriente,
y que exigen soluciones urgentes ante el agravamiento de la destrucción
ambiental y social.
Finalmente, Sepideh Rouhani retoma el enfoque Bahá'i para educar a
los niños, a que adquieran hábitos de cortesía, amistad, educación, colabo-
ración, veracidad, compasión, justicia, sabiduría y confiabilidad, para trans-
formar el entorno violento. Gracias a estos niños se ejercería presión sobre
los adultos, para crear una nueva generación de mujeres y hombres, dis-
puestos a servir a la humanidad. Este singular proceso educativo desarrollaría
todo el potencial humano y se lograría un proceso de globalización lleno
de paz y solidaridad en el mundo entero.
Una cultura de paz aunado a procesos constructivos de resolución de
conflictos y mecanismos eficientes de educación para la paz, cambiarían los
obscuros presagios para el siglo y el milenio que se asoma. Dentro de un
marco de sustentabilidad global en los campos de la vida cotidiana, en la
economía, la toma de decisiones políticas, la educación, el manejo del
entorno y la superación de la discriminación femenina, se podría aspirar a
un mundo donde no faltará el alimento, la atención médica y el bienestar
para todos. Existe la capacidad tecnológica y científica para lograrlo, hay
suficientes recursos disponibles, sólo falta la voluntad de los ciudadanos,
particularmente de quienes más poder económico y político detentan.
Frente a quienes no estén dispuestos a repartir democráticamente los recur-
sos, es necesario crear grupos de presión a nivel mundial, que logren la paz,
la seguridad duradera y sostenida, con el fin de vivir en un mundo donde
funcionen mecanismos positivos de resolución de conflictos y de reparto
equitativo de los bienes.
Esta es la utopía de la aurora del siglo, y el libro que aquí se presenta
pretende aportar un granito de arena a esta obra civilizatoria.

Lrsula Oswald SprinQ 19


Apuntes introductorios
BIBLIOGRAFÍA •.•

BRESUN, Shaun (1997), "The China Challenge? Development, Environment and Natio-
nal Security", Security Dialogue, 28, 4 de diciembre, pp. 497-508.
"Declaración sobre la violencia en Sevilla" (1986), en: Santiago Genovés (1998), El
Experimento Acali, México, Instituto Politécnico Nacional.
FAO (1994}, El estado mundial de la agricultura y la alimentación, Roma, FAO.
GENOVÉS, Santiago (1991 ), Expedición a la violencia, México, Fondo de Cultura
Económica.
- - - (1995}, Ciencia y trascendencia, México, Universidad Nacional Autónoma
de México/nA.
(1999), "Human Evolution and Violence", en: Maciej Henneberg y
Charles Oxnard (eds.), Perspectives in Human Biology, 4(1 ), Center for Human
Biology, The University of Western Australia.
GoNZALEZ CASANOVA, Pablo (1998), "Universal Democracy and the Social Sciences",
en: lmmanuel Wallerstein (ed.), Heritage of Sociology and the Future of the Social
Sciences in the 21st Century, Current Socio/ogy, 2 de abril.
jAHN, Egbert y Yoshikazu Sakamoto (eds.) (1981 ), Elements of World /nstability: Arma-
ments, Communication, Food, lnternational Division of Labor, Proceedings of the
lnternational Peace Research Association Eighth General Conference, Frankfurt,
Campus Verlag.
MIES, María (1983), "Subsistenzproduktion, Hausfrauisierung, Kolonialisierung",
Beitréige zur feministischen Theorie und Praxis, 9/1 O, pp. 115-124.
- - - (1998), Patriarchy and Accumulation on a World Sea/e, Melborne, Zed
Book.
MJSCHE, Patricia (1992}, "Security Through Defending the Environment: Citizens Say
Ves!" en: Elise Boulding (ed.), New Agendas for Peace Research. Conflict and
Security Reexamined, Boulder, Lynne Rienner, pp. 103-120.
NusssAUM, Martha C. y Amartya Sen (1993), The Quality of Lite, Oxford, Oxford Uni-
versity Press.
ONU (1998), Statistical Yearbook, Nueva York, Naciones Unidas.
OSWALD SPRING, Úrsula (1991 ), Estrategias de supervivencia en la ciudad de México,
México, Universidad Nacional Autónoma de México-CRIM.
- - - (1992), "Ecodevelopment: What Security for the Third World", en: Elise
Boulding (ed.), New Agendas for Peace Research. Conflict and Security Reexa-
mined, Boulder, Lynne Rienner, pp. 121-126.
- - - (1999), Fuenteovejuna o Caos Ecológico, México, Universidad Nacional
Autónoma de México-CRIM.
REARDON, Betty A. (1996), Sexism and the War System, Nueva York, Syracuse Univer-
sity Press.

20 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
- - - - - - , - ._ _ _ ..:., -:;.J, ~=='"""~~~~7,~=~~~-~ •.• •.
• - ~-·.<'~ ~~~~~-

RUPESINGHE, Kumar (1998), "Coping with Interna! Conflicts: Teaching an Elephant to


Dance", en: Chadwick F. Alger (ed.), The Future of the United Nation System:
Potentia/ for the Twenty.first Century, Tokio, United Nation Press.
ScHUMACHER, E. F. (1973), Sma/1 is Beautiful, Frankfurt, Eds. Hermann Blume.
SEN, Amartya (1992), lnequality Reexamined, Nueva York, Russell Sage Foundation-
Harvard University Press.
SHJVA, Vandana (1988), Staying Alive: Women, Ecology and Development, Londres,
Zed Books.
SMrTH, Dan (1997), The State of War and Peace, Londres, Penguin Reference lnter-
national Peace Research lnstitute Oslo.
STARR, J. (1992), "Water Security: the Missing Link in the Mideast Strategy", número
especial, Canadian journal of Development Studies and lnternational Water Resources
Association.
STRAHM, Rudolf H. y Úrsula Oswald Spring (1990), Por esto somos tan pobres, Méxi-
co, Universidad Nacional Autónoma de México-CRJM.
G~oba~~zac~ón y
cu~tura de paz
...................................................................................................

Primera parte
r'
Acerca del concepto
de pacificación
Howard Richards*

LA PAZ
LA PAZ -si acaso existe- es un logro frágil, complejo, actual, sociocolectivo.
Muchos (no todos) los significados de "paz" son negativos. "Paz" denota
las bombas que no caen sobre Belgrado; la artillería que no se cierne sobre
Zagreb; los adolescentes que no siegan la vida de sus compañeros en la
cafetería de la Preparatoria Columbine; los hombres que no atacan a sus ex
esposas; los nazis que no queman judíos, izquierdistas y homosexuales; los
hindúes y los musulmanes que no se amotinan. Los Blood** que no van a
las casas de los Crip** a rociar balas a través de las puertas y ventanas ...
etcétera, etcétera. Son muchos los motivos que llevan a la gente a romper
la paz. Las tendencias hacia la violencia están profundamente arraigadas en
el cuerpo humano, en las glándulas, en los músculos, en la espina dorsal y
en los niveles más profundos del cerebro. Más aún, las instituciones que la
cultura ha creado no han enseñado, como regla general, lo mejor de la natu-
raleza humana. Por el contrario, la guerra, la violencia manifiesta y la vio-
lencia estructural se han institucionalizado.
La paz cuando se da, se da porque a pesar de las tendencias hacia la
guerra y en general hacia la violencia, existen muchas instituciones y prác-
ticas pacíficas; éstas construyen tendencias hacia la paz que están, al igual
que aquéllas hacia la violencia, profundamente arraigadas en el cuerpo
humano. (Si no fuera así, la humanidad se habría extinguido hace mucho
tiempo). Las instituciones positivas, los trabajadores del amor, luchan para
asegurar que todos los asuntos que pudieran ir mal, no sucedan ... Cuando
la paz triunfa, cuando los humanos no asesinan a otros humanos, se trata
de un logro multifacético.
*Profesor de la cátedra sobre Paz y Estudios Globales, Earlham College, Estados Unidos.
**N. de la T. El autor hace el juego de palabras intraducible donde Blood (sangre) y Crip (cripple =
inválido) los usa como apellidos.

25
Se pued'e- pensar en la guerra como un fracaso. Cuando se declara la
guerra, en cualquier escala y nivel, es que las negociaciones han fracasado.
La culpa del fracaso es de todas las instituciones que podrían haber con-
tribuido a crear un contexto y una atmósfera en los cuales la colaboración
y el respeto mutuo sobre términos acordados pudieron haber triunfado:
gobiernos, iglesias, escuelas, juzgados, familias, crianza, entretenimiento,
sindicatos, psicología, historia, negocios, estructuras económicas ...
la guerra es un fracaso colectivo, el fracaso de procesos complejos.
Ninguna institución, ni conjunto de relaciones y prácticas humanas pueden
hacer la paz por sí solos. Se necesita de todos (o más bien, las transforma-
ciones positivas de todos ellos) para llevar a cabo la tarea colaboradora de
construir la paz.
Gray Cox en su libro The Ways of Peace (Los caminos de la paz) pro-
pone descartar el sustantivo "paz" y reemplazarlo por el verbo "pacear".*
"Pacear'' es el cultivo de acuerdos (Cox, 1986). Es llevar a cabo actos pacífi-
cos que al repetirse se transforman en prácticas pacíficas y hacen surgir
tradiciones pacíficas. Kenneth Boulding en Stab/e Peace (Paz estable) pro-
pone aprender a hacer la paz estudiando la paz que ya se ha hecho.
Comenta, por ejemplo, que la frontera entre Estados Unidos y Canadá tiene
miles de kilómetros de extensión y está completamente abierta, al igual
que las fronteras que separan a Suecia de Finlandia y Noruega. La paz, en
algunos niveles y lugares, se ha convertido en parte de las redes de relaciones
de confianza a tal grado que la gente y las naciones se han desarmado.
Boulding toma prestado de la ingeniería la idea de fortaleza versus tensión.
Cuando la fuerza de las instituciones pacíficas sobrepasa cualquier tensión
que amenace romperlas, entonces la paz es estable (Boulding, 1978).
De ahí que el significado negativo de paz (al tratar de asegurar que no
haya violencia) lleve inevitablemente a sus significados positivos. Crear un
contexto donde las negociaciones puedan tener éxito, expresiones como
cultivar acuerdos, practicar una disciplina espiritual, el desarrollo moral, y
fortalecer las instituciones pacíficas, son nombres para algunas de las facetas
de una construcción positiva de la paz. Son inseparables de la construcción de
un mundo más equitativo y justo, más acogedor e inclusivo.
La otra cara de la misma moneda es que habrá fuentes de recluta-
miento para aventuras violentas, en la misma medida en que existen indi-

*N. de la T. El autor utiliza el término peace-ing que significa literalmente "pacea-ndo".

26 [studios para la paz


desde una perspediva ~loba!
viduos y clases para los cuales no hay seguridad o alegría en participar en
las instituciones pacíficas de la sociedad.
Sin embargo, sería equivocado concluir que el mundo está separado
geográficamente en áreas donde el proceso de construcción de la paz está
avanzado, y en otras donde este proceso se ha retardado. Sería más preciso
decir que el mundo como un todo es estructuralmente violento, si usamos
la definición de Johan Galtung (1980). Existe gente privilegiada y gente
pobre. Los pobres tienden a vivir en áreas geográficas donde la violencia
abierta se manifiesta, pero no existe una separación verdadera .. Existen, en
cambio, poderosas relaciones causales que unen el privilegio y la pobreza
en una sola danza de muerte.
En grandes sectores de África, por ejemplo, la guerra civil y otras for-
mas de violencia abierta son ahora muy serias, pero África no está separada
del resto del mundo. Como Samir Amín lo ha mostrado en Maldevelop-
ment, África es una región débil y explotada dentro del sistema económico
global (Amín, 1990).
Algo similar, en una escala más pequeña, se refleja en la ciudad interior
y en el suburbio arbolado; cada uno existe porque existe el otro. Si los
europeos y los habitantes de los suburbios tienen más éxito en lograr la paz
entre ellos y en otras formas, es el triunfo que se construye sobre el fracaso
o, de manera más precisa, la derrota de los africanos y de modo más gene-
ral, de los pobres. La catedrática sudafricana Catherine Hoppers escribe en
Structural Violence as a Constraint on African Policy Formation (La violencia
estructural como restricción en la formación de una política africana): "los
europeos nunca se acuerdan que África se incorporó a la economía mundial
por la violencia. Los africanos no lo olvidan" (Hoppers, 1998). Hoy el mode-
lo es el mismo, Estados Unidos en particular utiliza regularmente la fuerza
militar abierta, cuando las medidas más sutiles no son suficientes para man-
tener en línea a los pobres del mundo. La interdependencia de los barrios
ricos y pobres es dramática en Manila, en Sao Paulo y en otras ciudad~s del
Tercer Mundo, donde los suburbios arbolados están protegidos por guar-
dias armados contra los intrusos de barrios que son más pobres y más peli-
grosos.
Con excepción de visitas ocasionales de la policía, los gu~rdias arma-
dos no patrullan los suburbios elegantes de Londres o Los Angeles. Sin
embargo, incluso en el primer mundo las causas de la violencia y la fragili-
dad de la paz existen lo mismo en lugares donde la violencia manifiesta es
rara y en lugares donde la violencia manifiesta es común.

Howard Richards 27
!\cerca del concepto dr. pacificación
·'·'
,. 11
1'

TEMAS

Aunque he intentado hacer algunas observaciones realistas y útiles con


respecto a la paz, todavía no la he definido. A continuación trabajaré en
dilucidar otro poco el concepto de paz.
El estudio histórico de la palabra "paz" muestra que viene del francés
antiguo país, que era un ancestro de la moderna paix francesa y que se deriva
del latín pax o pacis. Pax traducida del eirene griego y, a veces, del shalom
hebreo.
Los significados de "paz", sus ancestros y sus primos contemporáneos
no son significados separados. Sus significados están bastante vinculados con
todas las otras palabras fundamentales de la cultura de un tiempo y un espa-
cio dados, o del razonamiento sistemático de un pensador dado. Para los
hebreos, shalom se identificaba con la tierra que Yahvé le había prometido a
su pueblo creyente, la tierra de leche y miel, donde el león descansaría junto
al cordero y las espadas se transformarían en arados (Brueggemann, 1976).
De modo similar, en la tradición islámica "el paraíso es la tierra de la paz
-Dar a/-sa/am" (Haleem, 1998). Para Platón, eirine era armonía, una sum-
phonia donde las acciones se complementaban. Los corazones y mentes
que guiaban las acciones actuaban en concordancia (Platón; Popper, 1945).
Para San Agustín, el seguidor cristiano de Platón, la paz era concordia; para
este santo el cuerpo existía para servir a la mente, la que a su vez debía
servir a Dios. La clave de la concordia era ser una sola mente. Por lo tanto,
la paz exigía que la gente pensara igual (Fuchs, 1965; Popper, 1945).
Para Santo Tomas de Aquino, la paz (pax) en el siglo XIII junto con la
alegría (gaudium) eran una consecuencia del amor (caritas) (Aquino). Para
Santo Tomás, la noción de que la paz interna es la clave de la paz mundial
tenía un significado preciso. La paz interna era la norma del mundo divino
en el alma, que era la norma del principio de la fuerza interior de ágape
Ouan 14:23) (El caritas latino traduce al ágape griego). Puesto que Dios es
ágape-amor (1 Juan 4:16) y también es la palabra divina Ouan 1:1 ), la Paz
es una consecuencia del mundo divino del amor, tanto en el alma como en
la comunidad. Santo Tomás elaboró con gran detalle las normas específicas
de conducta que establecerían la paz dentro de la cristiandad. Es cuestio-
nable si era posible (incluso en principio) que dentro del sistema de Santo
Tomás hubiera paz entre o con los heréticos y descreídos.
Pienso que si alguien estudiara las palabras traducidas como "paz" en
el budismo, en el confucionismo y en otras culturas que existen o han exis-

28 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
tido, descubriría en cada caso que el significado de "paz" se vincula con 1os
términos y las creencias fundamentales de la cultura en la cual está inserto
el uso de un término traducido como "paz".
Con toda seguridad, la sociedad contemporánea global no es la excep-
ción. Si vamos a hablar de paz, de manera que tenga sentido alrededor de
todo el mundo de nuestra época, entonces el término "paz" tendrá que
vincularse con otros términos que son significativos en nuestra sociedad
contemporánea global. Empero, hay catedráticos como Samuel Hunting-
ton que sostienen que no existe una sociedad global en un sentido relevan-
te, sólo una cantidad de civilizaciones inconmensurables. Los valores de
cada civilización son válidos desde su propio punto de vista, pero la sociedad
global como un todo no comprende un marco normativo común de refe-
rencia y no acepta normas autoritarias de rango superior (Huntington,
1996; Walt, 1997). Si Huntington estuviese en lo cierto, no habría una cul-
tura contemporánea global donde se insertara un concepto contemporá-
neo significativo de paz, a nivel mundial.
En la Parte 1de este capítulo debatí acerca de la paz como si asumiera
que Huntington estuviera equivocado. En las Partes 111 y IV desarrollaré aún
más la idea de que se pueden trazar conexiones transculturales que hoy día
hacen significativa la idea de la paz a nivel global. Aquí, en la Parte 11,
retomaré algunos puntos fundamentales ya tratados en la Parte l. Intentaré
delinear una característica del concepto de paz que es transculturalmente
válido, significativo en la práctica de la pacificación y en la investigación
para la paz.
En el primer párrafo de la Parte 1enumeré algunos ejemplos de lo que
no es la paz: que no caigan bombas sobre las ciudades. La paz no es bom-
bardeos de artillería. No es la masacre de niños. No es que hombres ase-
sinen mujeres, u otros hombres. La paz no es genocidio. No son bandas
rivales llevando a cabo guerrilla urbana con ataques y huidas.
Una característica notable de mis ejemplos es que todos fueron actos
deliberados. Fueron actos físicos y también intencionales; es decir, actos de
voluntad. Esta característica se puede ilustrar mejor si se modifican los mis-
mos ejemplos cancelando todo acto deliberado de la voluntad: una bom-
ba que cae por error durante una misión de entrenamiento, una pieza de
artillería que explota por equivocación, una mujer herida por error, una
hambruna seguida de una plaga que elimina parte de una población, un
accidente de automóvil. Ningunos de éstos son actos de guerra o de vio-
lencia, con la posible excef!JciÓn de la hambruna. Son accidentes. Más aún,

Howard Rlchards 29
·\cerca del concepto de pacificación
el argumento de que la hambruna debería interpretarse como una conse-
cuencia ·de la violencia estructural refuerza mi punto. La guerra y la violencia
son;·en principio, intencionales. Para fundamentar el caso de que la gente
muera de hambre en este día y en esta época es una forma de violencia,
uno debe decir que la indiferencia humana y la inmovilidad de las institu-
ciones sociales manifestadas en dichos casos, representan el equivalente de
homicidio deliberado.
He estado utilizando la palabra "guerra" y, de modo más general, la
palabra "violencia" como contrarias a "paz". He estado afirmando que los
contrarios a la paz son los actos humanos deliberados e intencionales. Igual
se puede decir de la paz misma aunque el punto es menos obvio.
Describir ser pacífico como acción, es menos obvio que describir ser
violento como acción, por las razones que me llevaron a afirmar que la paz
es un logro complejo, actual, sociocolectivo. Cuando la paz funciona, logra
prevenir que cualquiera de las muchas cosas que pueden fallar, fallen.
Sin ser obvio, el punto, no obstante, es atrayente. Volar aviones mili-
tares de práctica durante décadas sin jamás soltar una bomba sobre una
ciudad, exige una acción deliberada e intencional de no bombardear, de la
misma manera que lo hace una misión de ataque de. 30 minutos, al deto-
nar un conglomerado enemigo de reserva de combustible. Cualquier
patrón de actividad no violenta tendrá elementos intencionales, sobre todo
porque el impulso hacia la violencia es inherente al cuerpo y al cerebro
humanos. El punto de que la paz es intencional es aún más claro en lo que
a la paz positiva concierne; cuidar y compartir, celebrar la unidad, practicar
virtudes, la gratitud, la colaboración, apreciar a otras personas y a otras
culturas son más típicos que intencionales: se cultivan.
Este principio general de que la paz, como la guerra y la violencia, es
una disposición o un conjunto de disposiciones y actos, de voluntad huma-
na, es decir, de actividad consciente, exigirá algunas calificaciones con el
objeto de tomar en cuenta algunas características de la conducta humana
que no se ajustan al paradigma de un acto deliberado único de un indivi-
duo humano. Sin embargo, antes de agregar calificaciones a este principio,
quiero esbozar en otras dos partes el cuadro del que es parte.
El propósito del primero de mis dos esbozos es afirmar que la idea de
que la paz está hecha de acciones humanas intencionales, no es parte de la
idiosincrasia. Está en el núcleo de la tendencia principal de la reflexión
humana sobre el tema.
La más clásica de las teorías occidentales modernas de la paz -incluso
más clásica que las de Boulding y Galtung ya citadas- es la de lmmanuel

30 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
Kant en su Paz Perpetua. Al igual que William Penn y otros de sus crnegas
precursores en avanzar en la idea del gobierno mundial, Kant visualizó la paz
mundial a través del derecho mundial (Kant, 1957; Penn, 1912). Kant pro-
puso y predijo la extensión del principio republicano del gobierno de las
leyes, no de los hombres, a una escala global. Para que esta evolución polí-
tica suceda, escribió, es necesario que la fuerza espiritual y psicológica
{geistliche) de la ley sea tan cierta y poderosa en su operación como una
fuerza física. Los gobernantes de las naciones deben ser aconsejados por
filósofos para cumplir con las máximas legales que tienen legitimidad
moral. En efecto, esas máximas son los preceptos básicos de respeto hacia
las personas y la propiedad, que la filosofía de Kant designa como impera-
tivos categóricos. Kant había derivado el imperativo categórico, y la validez
de las máximas que más adelante propuso como el marco de referencia
legitimador para el derecho internacional, de un análisis de lo que significa
tener una buena voluntad.
Algunos otros conceptos de paz también dependen de la idea de "volun-
tad". A veces la "paz" se usa de una manera que la ata al orden impuesto
por un conquistador o una autoridad suprema. Cuando una jerarquía
impuesta por la fuerza se estabiliza, a la paz se la identifica con la voluntad
del vencedor o del gobernante, como en las expresiones pax romana y la
"paz del rey". Existe paz cuando la guerra se acaba porque la conquista se
logró, y existe paz mientras el rey reina porque la voluntad de los súbditos
se somete a la voluntad del gobernante. Aveces también se traduce como
"paz" un término que es parte de un sistema de creencias religiosas, cuan-
do es parte de una disciplina espiritual, lo que quiere decir que es parte de
una metodología para la transformación de la voluntad. La paz por acuer-
do negociado también se refiere a la voluntad; existe un acuerdo cuando
las voluntades coinciden.
No es mi intención simplificar la riqueza y la diversidad de tradiciones
donde las palabras traducidas como "paz" desempeñan un papel. No es mi
objetivo hacer un adecuado recuento de ellas. Sólo deseo decir que el prin-
cipio de que la paz es una disposición intencional, o un conjunto de dispo-
siciones y actos, de voluntad humana, es común y ampliamente difundido,
no marginal.
El segundo esbozo se refiere a la investigación para la paz. Si de inten-
ciones está hecha la paz, entonces es necesario estudiar las intenciones. Si
la paz es acción, entonces la investigación debe tomar en serio los actores.
No obstante, no intentaré il.ustrar aquí los tipos de quejas acerca de la inves-

Howard Richards 31
Acerca del concepto de pacificación
·. 1

tigación que le llevaría a uno a decir que no se estudió lo suficiente las


intenciones, o que no se tomó lo suficientemente en serio a los actores.
Pienso que la sensación de que algo falta en la investigación para la paz -lo
que me hace implicar, críticamente, que las intenciones y los actores
requieren una mayor y mejor atención- se plantea mejor en el contexto de
los comentarios sobre artículos específicos de investigación. En vez de eso, 1
i 11

ilustraré aquí lo que considero son las tendencias positivas en la investi- ll


gación para la paz.
Una cantidad de diferentes tradiciones y movimientos de investigación
dentro de la filosofía de la ciencia, han contribuido a los avances del estu-
dio de lo que llamo "intenciones" y "actores". Sin pretender dar crédito a
todos los que lo merecen, en este segundo esbozo mencionaré brevemente
unos cuantos enfoques que considero especialmente prometedores.
El primer premio para Jos avances en el estudio de las intenciones y los
actores debe ser para Aristóteles. Sus observaciones acerca de la acción
humana son todavía fundamentales para la psicología humanista y las cien-
cias sociales contemporáneas. Una de sus observaciones centrales fue que la
gente no actúa con base con los hechos. Actúa con base en lo que cree que
son los hechos (Aristóteles; Charles, 1989).
Por lo tanto la investigación para la paz, se trate de lo que se trate,
debe girar alrededor de las creencias y de los sistemas de creencias. Porque
se trata de la acción humana, se trata de la intencionalidad en el sentido
técnico filosófico del término. Un acto es intencional en el sentido ordinario
y legal de la palabra cuando el actor es consciente y lúcido de lo que está
haciendo. En algunos sentidos importantes, si no hay intención tampoco hay
acto. No es, en derecho, "mi acto y hecho" si no es mi intención hacerlo.
La intención o la ausencia de ella puede representar la diferencia entre vio- 1

lencia y accidente.
La introducción del término técnico "intencionalidad" lleva el análisis
para la paz un paso adelante. la "intencionalidad" se define en la Enciclo-
pedia de Filosofía como intrínseco al fenómeno mental. La mente tiene
intencionalidad porque está dirigida hacia algún objeto cuando afirma algo,
desea algo, ama algo, odia algo: pero el algo al que se relaciona no es nece-
sariamente real. El "objeto intencional" al cual se dirige la "intencionali-
dad" es mental (Encyclopedia of Philosophy, 1964).
A la investigación para la paz le concierne la intencionalidad porque le
concierne cómo aparece el mundo ante los actores. Ejemplos familiares son
los estudios del Feindbild (Imagen del enemigo) (Rieber, 1991 ).

32 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
',:
En este punto es posible hacer una declaración general acerca de la
construcción de la paz y la pacificación. Dado que la paz es un logro social,
multifacético, complejo, actual, parecería que ninguna declaración general
acerca de cómo hacer la paz podría ser verdadera. Es necesario hacer
muchas cosas diferentes para hacer la paz. Sin embargo, todas tienen en
común -por las razones dadas con anterioridad- que cualquier esfuerzo
para hacer la paz, o para construir instituciones pacíficas debe ser, además
de todo lo que es, un proyecto "escuchante". Esto es cierto porque la paz
es intencional. La paz no puede lograrse sin comprensión y diálogo, porque
la fuente de la acción humana, la voluntad, se mueve a la luz de las creen-
cias (e imágenes y sentimientos) que guían a los actores cuando éstos deci-
den actuar.
Dos enfoques de investigación para la paz que facilitan el diálogo y
la comprensión son el de Gray Cox en The Ways of Peace (Los caminos de la
Paz) y el de John Paul Lederach en Preparing for Peace and Building Peace
(Preparándose para la Paz y Construyendo la Paz). Cox lleva a cabo un exa-
men filosófico de la metodología de las ciencias sociales, y concluye favore-
ciendo lo que llama investigación "mayéutica". La investigación mayéutica
es trabajo de partera. La idea proviene de la caracterización que hizo
Sócrates de sí mismo como una partera que ayudaba a sus interlocutores a
dar a luz sus ideas (Cox, 1986). Lederach ha desarrollado métodos para
construir la paz que emplean lo que denomina "preguntas elícitas".* Las
preguntas elícitas se enfocan menos en descubrir lo que el cuestionador
quiere saber, y más en obtener lo que el respondiente quiere decir (Lederach,
1995, 1997). Igual que las "entrevistas en idioma nativo" de los antropólo-
gos (Spradley, 1979), cambian el marco de referencia proporcionado por el
investigador, por otro proporcionado por el sujeto.
Quizás el más reciente y elocuente defensor de facilitar el cambio social
dentro de los marcos de referencia del pueblo (tan diferente de aquéllos de
los investigadores, activistas o elitistas) ha sido Paulo Freire. En la Pedagogía
de los oprimidos de Freire, un eje central del porqué los oprimidos están
oprimidos es que han sido despojados de sus voces, y se les ha negado el
papel de participantes activos en la cocreación de la cultura (Freire, 1998).
El enfoque de origen popular, facilitador y "empoderante" de Freire se
aplica directamente a construir la paz positiva; es un proceso transformador
que humaniza tanto al oprimido como al opresor. Los métodos que él y sus

*N. de la T. El autor utiliza el término e/icitive.

lfoward Richards 33
·\cerca del concepto de pacificación
colaboradores han desarrollado son lo suficientemente generales para apli-
carlos además a muchos aspectos de la pacificación, donde la paz es defini-
da de manera negativa, como es el caso de la prevención de la violencia a
largo plazo.
Si usamos el enfoque de Freire, un paso inicial típico es reunir un
equipo interdisciplinario de lo que él llama "la codificación del universo
temático". Al igual que una buena etnografía, la codificación proporciona
un mapa de lo que es significativo en el universo de una persona o de un
grupo; también evita la conjetura acerca del respeto. En vez de conjeturar
o suponer que estás tratando respetuosamente a tus interlocutores porque
aceptas su manera de ver el mundo, has dado pasos sistemáticos para saber
cómo es que ellos ven el mundo.
Lo que la codificación codifica es el "universo temático", enfoque
mundial (universo) de alguien o de algún grupo, que está compuesto de
"temas".
''Temas" es una palabra que Paulo Freire tomó de Edmund Husserl.
Este autor, más que ningún otro, trabajó desde finales del siglo XIX hasta su
muerte en 1938 en crear fundamentos filosóficos para el estudio científico
de lo que una vez llamó "la conciencia del presente vivo" (Husserl, 1973).
Argumentó que la civilización occidental se descompuso cuando las metáforas
mecánicas de Galileo (y más tarde de Newton) contagiaron y dieron forma
(falsa) a la autocomprensión humana (Husserl, 1970). Comenzando a partir
de lo que consideró ser un punto de vista más fundamental y original, la
conciencia del presente vivo, propuso reconstruir la comprensión humana
de sí misma con un método fenomenológico que excluiría rigurosamente
"cada interpretación de asociación y sus leyes, que la hacen una especie de
ley psicofísica natural, lograda mediante inducción objetiva ... " A diferencia,
por ejemplo de David Hume, quien pensaba en la experiencia humana cons-
ciente en términos de "impresiones" (metáfora prestada directamente de
las fuerzas impresas" de Newton) y de "asociaciones de ideas" (una metá-
fora mecánica subrepticia); y a diferencia de los conductistas que rechaza-
ban completamente la conciencia y en vez de ello, estudiaban los patrones
externos observables al estímulo-respuesta. Husserl y sus seguidores descri-
bieron la conciencia en términos de estructuras significativas, compuestas
de temas.
Husserl escribió: "un «tema» es una objetividad del mundo cultural
humano". Él usaba con frecuencia el verbo "tematizar'' en vez del sustan-
tivo "tema". Al usar un verbo, Husserl destacaba que la conciencia es un
1

¡l.
34 Estudios para la paz
desde una perspectiva Qlobal 1

1
proceso activo. Al igual que Kant, pensaba que la mente desempeñaba un
papel activo en formar la experiencia.
En uno de los primeros estudios de codificación de Freire donde tra-
bajó con campesinos empleados en El Recurso, una gran hacienda agríco-
la en Chile, descubrió que un tema prominente era el "robo". El "robo",
que incluía el robo verdadero, la ausencia de robo y las falsas acusaciones
de robo, eran una realidad social significativa, de la que todos hablaban,
podían entender y con la cual se podían relacionar.
He estado discutiendo que ya sea lo que la paz pueda necesitar, exige
la aquiescencia de la voluntad humana. Exige el acuerdo consciente y el
cultivo consciente. De lo que se desprende que los avances comprehen-
sivos en el arte y la ciencia de la pacificación deben incluir avances en la
comprensión de la conducta humana consciente. El enfoque mayéutico de
Cox, los cuestionamientos elícitos de Lederach, y la codificación de los
temas de Freire son tres avances importantes. Se construyen sobre el dis-
'1 cernimiento de Aristóteles de que las creencias son las premisas de la acción
! humana deliberada.

lAs ENERGÍAS
Afirmar que la pacificación es una actividad consciente, invoca los misterios
infinitos que rodean la pregunta, "¿qué es la conciencia?". Tiene algo que
ver con estar despierto. Tiene que ver con la reflexión, las ideas y la mente;
también con el lenguaje y la lógica. Con la cultura, las creencias, las imáge-
nes y los símbolos. La conciencia tiene muchos otros. Lo otro de estar des-
pierto es estar dormido. Lo otro del pensamiento es el impulso. Lo otro de
la mente es la materia, que a partir de Einstein, también podemos llamar
energía. Lo otro de la cultura es la naturaleza.
Hay que hacer una distinción entre creencias conscientes, de las cuales
uno se percata, y los hechos duros y fríos, que son verdad, pero de los
cuales uno se puede percatar o no. Mis recuerdos más impresionantes acerca
de esta distinción se relacionan con los campesinos y trabajadores chilenos
que tomaron tierras y fábricas, violando los procesos legales durante la
presidencia del socialista Salvador Allende (1970-1973). Ellos creían, como
algunos me lo dijeron, que lo que estaban haciendo era correcto y racional.
Era correcto porque, en principio, los medios de producción debían per-
tenecer a los que trabajaban, y porque la mayoría de los chilenos había

Howard Richards 35
1\ccrra del concepto de pacificclcilin
votado por ese principio en las elecciones de 1970. Era racional porque
tenían la fuerza de apoderarse de las granjas y fábricas, y manejarlas; creían
que el presidente Allende, aunque no los apoyaba, no le daría órdenes a la
policía para evacuarlos. Creían que el ejército permanecería leal a la Consti-
tución y no intervendría.
Sus creencias conscientes estaban, en su mayor parte, equivocadas. No
se daban cuenta de que estaban políticamente aislados; la mayoría, incluso
la izquierda, no apoyó su interpretación de las elecciones de 1970. El ejérci-
to sí intervino. Ver los helicópteros de guerra atacar a los obreros que
habían tomado una fábrica de mermelada cerca de mi casa marcó en mí la
importancia de distinguir entre conocimiento y creencia.
Este ejemplo de mi propia experiencia no es la ilustración ideal de mi
punto, dado que los obreros estaban más interesados en la justicia que en
la paz. Más aún, aunque algunos de los hechos de los cuales ellos no esta-
ban conscientes eran hechos incuestionables y duros (estaban armados y
sobreestimaron el poder de sus armas), en su mayor parte la brecha entre
estado de conciencia y realidad se debió a su interpretación equivocada de
las ideas e intenciones de los otros. El punto general es que la gente no está
consciente de todo lo que existe.
En ocasiones los pacificadores se sienten tentados de creer que todo lo
que se necesita es un cambio de conciencia. Nosotros queremos decir que
los problemas de los negros en los Estados Unidos no tienen nada que ver
con los negros, y desde ahí pasamos a decir que son el resultado de las
ideas racistas que tienen algunos blancos. De aquí solamente hay un paso
para decir que si los blancos cambiaran sus ideas, entonces los problemas
se resolverían. Queremos decir que no hay problemas con los católicos ni
con los protestantes en Irlanda del Norte; los problemas surgen por las
creencias prejuiciadas que cada parte tiene de la otra. Si se reemplazaran
esas creencias por imágenes y actitudes positivas, habría paz. También nos
sentimos tentados de decir que por el hecho de que los árabes y los israelíes
no confían uno en el otro, entonces la desconfianza es un problema psico-
lógico, que requiere de una solución psicológica. En ocasiones nos sentimos
tentados de creer que la confianza, y por ende la paz, se pueden construir
si se cambian las actitudes.
Si continuamos con esta línea de reflexión lo suficientemente lejos,
concluiremos que no existen, en absoluto, los problemas en el mundo real.
Todos los problemas están en las mentes de la gente. La paz es el cultivo de
acuerdos. Los acuerdos son actos de la voluntad. La voluntad es guiada por

36 [studlos para la paz


desde una perspedlva global
las creencias. Ergo, deducimos engañosamente, se puede lograr la paz cam-
biando las creencias.
Antes de intentar articular lo que está equivocado en esta deducción
engañosa, permítanme regresar por un momento a mi ejemplo chileno.
Quiero destacar, en esa conexión, que aunque los obreros en la fábrica de
mermelada sostuvieron y actuaron con base en creencias que no corres-
pondían a hechos materiales y sociales, lo mismo hicieron los soldados.
Éstos y sus oficiales (tuve la oportunidad de escuchar a algunos) sostenían
creencias que, al ser juzgadas con cualquier norma científica eran, es justo
decirlo, tan distantes de la realidad como aquéllas de los obreros, a través de
cuyos cuerpos pasaban las balas. Hablando en términos generales: la espe-
cie humana no es una especie que disfrute del conocimiento directo de los
hechos. Más bien, los humanos andan a tientas por la vida, guiados incierta-
mente por imágenes y palabras que juegan en las pantallas de los teatros
de sus mentes.
He estado sugiriendo versiones bastante extremas de confianza en la
pacificación a través de un cambio de conciencia, con el propósito de sugerir
que no es posible justificarlas. Las otras versiones de lo que no es la concien-
cia (la naturaleza, el cuerpo, la tierra, el subconsciente, los hechos incuestiona-
bles y duros ... ) se vuelven en algún momento fundamentos indispensables
en la pacificación. Para articular este punto un poco más sería mejor
comenzar parafraseando los puntos de vista de R. Buckminster Fuller quien
dedicó su vida a promover un cambio profundo en la relación de la especie
humana con el ambiente físico. Sin ese cambio, declaró, no se podría lograr
la paz duradera.
Comprometido en una exageración perdonable e iluminadora, Fuller
dijo que la política era inútil. La política siempre conduce a las armas. Esto
es cierto porque existen conflictos materiales fundamentales que dividen a
la humanidad y que no pueden resolverse por medios políticos. En ausen-
cia de soluciones políticas, la violencia, el árbitro por ausencia, desem-
peñará necesariamente su papel, una y otra vez. Fuller consideraba que los
profundos conflictos materiales con respecto a los recursos escasos eran
ineludibles mientras prevalecieran las tecnologías que se empleaban en ese
tiempo (a mediados del siglo xx). Con dichas tecnologías no era posible
que la Tierra pudiera soportar a su población; la mayor parte de la especie
humana estaba condenada a una aniquilación prematura, con mucho
sufrimiento y dolor precediendo a la muerte. La única ruta posible para
soportar a la población humana sobre el planeta consistía en el uso más efi-

llm\ard Richards 37
·\rPrra del concepto de parificac iún
dente de los recursos. Haciendo más con menos. Una revolución planeada.
La ciencia aplicada al arte de hacer vida más que al arte de fabricar arma-
mento (Fuller, 1962).
Para Fuller el único mundo pacífico posible era un mundo que funcio-
nara. Propuso un mundo que trabajara para el 100 por ciento de la huma-
nidad sin daño ecológico.
Pienso que es necesario mencionar que existen investigadores para la
paz que no ven el logro de la paz como relacionado esencialmente a crear
lo que Fuller llamaría un mundo que funciona. Verían su punto de vista
como el que confunde la paz per se con resolver otros problemas sociales.
Algunos piensan que al dar prioridad a otros problemas sociales, se pospone
el logro de la paz. Se puede argumentar por ejemplo que el problema más
urgente de la humanidad es el prospecto de la extinción de la especie por
el uso de las armas nucleares. El argumento va más lejos: es más probable
que un problema se resuelva si se le da atención prioritaria. Intentar resolver
todos los problemas simultáneamente dará como resultado que no se resuel-
va ninguno. Puesto que es bastante difícil lograr un cambio social, el obje-
tivo esencial de la pacificación debería ser "identificar el cambio mínimo
necesario en la sociedad occidental, y globalmente, para abolir la guerra".
No debe confundirse la pacificación con los intentos de resolver también
otros problemas (Forsberg, 1998).
El enfoque de Fuller es muy diferente: primero rediseñar la interacción
física de la especie con el ambiente. Entonces la justicia y la sustentabilidad
serán posibles. Ysolamente entonces la paz será posible.
Sin embargo, no introduje los enfoques de Fuller con el propósito de
defenderlo de la escuela de pensamiento del cambio mínimo. El lector ya
sabe que considero a la paz como un logro frágil, complejo, en proceso,
sociocolectivo. También sabe que creo que la humanidad necesita trabajar
de manera colectiva para resolver muchos problemas simultáneamente con
el objeto de lograr la paz; aunque un individuo dado puede especializarse
en una faceta del proceso multifacético de construir la paz. Con estas car-
tas ya sobre la mesa, se puede suponer correctamente que yo considero a
Fuller más acertado que equivocado, y a la escuela del cambio mínimo más
equivocada que acertada. Introduje a Fuller como parte de mis esfuerzos
por equilibrar mi panorama anterior del logro de la paz a través de escuchar,
comprender, dialogar y acordar. Más allá y por encima de lo que pueda
estar sucediendo en las mentes, la pacificación exige reconstruir el mundo
físico.

38 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
Empero Fuller maneja un mundo físico: el ambiente, la Tierra. Existe
otro mundo físico que también presenta desafíos a la pacificación: la testos-
terona, la adrenalina, la sangre, el hipotálamo, los músculos, los nervios ...
es decir, el cuerpo humano y todas las energías que pulsan a través de él.
Sigmund Freud está entre los autores más renombrados que han
escrito acerca de la relación entre los impulsos elementales que empujan a
la especie humana, y la prosecución de la paz. Discutiré brevemente sus
perspectivas, considerándolo tanto como un estudiante de Trieben, por
ejemplo, de las tendencias instintivas o impulsos, y como un pesimista clási-
co que sostuvo que la guerra podría terminar solamente en el caso impro-
bable de que los humanos aceptaran renunciar al instinto. Creía que sus
teorías relativas a la psique tenían un fundamento físico en la constitución
material del cuerpo humano, pese a que todavía no se había descubierto.
Freud expresó sus puntos de vista acerca de la guerra en una carta a
Albert Einstein, quien le había escrito pidiéndole que manifestara su opinión
sobre la paz (Freud, 1964). Empero, la pregunta que Freud contestó era
diferente de la pregunta que Einstein formuló. Freud respondió la pregunta:
"¿es posible suprimir las inclinaciones agresivas de los hombres?". Einstein
había preguntado: "¿existe algún modo de rescatar a la humanidad de la
amenaza de la guerra?" (Einstein, 1964). El historiador Quincy Wright, autor
de un amplio estudio sobre la historia de la guerra, había dado una buena
respuesta a la pregunta de Einstein: "La ausencia de condiciones de paz es
la causa de la guerra" (Wright, 1935 y 1942). En consecuencia, la humanidad
puede ser rescatada de la amenaza de la guerra estableciendo las condi-
ciones de paz, una de las cuales es "... una organización de la comunidad
mundial dirigida a restringir conflictos". Freud también dio una buena
respuesta: "No", pero fue una respuesta a su propia pregunta. Con respecto
a la pregunta de Einstein, admitió no saber la respuesta.
Es posible para una sociedad estar en paz y no en guerra, incluso cuan-
do masas de gente continúan sintiendo emociones violentas, por la misma
razón que un individuo puede tener sentimientos agresivos sin actuarios. La
guerra es un acto de voluntad. Hace muchos años Platón estuvo entre los
primeros en dar un recuento plausible -que todavía es plausible hoy día- de
por qué es posible para la razón guiar la conducta humana (lo que deno-
minó logistische Psyche, la parte del alma que tiene lenguaje, lo que actual-
mente podríamos identificar, en algunos sentidos, con la corteza cerebral),
a pesar de que la conducta humana está en su mayor parte motivada por
apetitos, agresividad y orgullo. El mismo Freud exploró métodos para cons-

Howard Rlchards 39
1\cerca del concepto de pacificación
truir lo que ha venido a llamarse la fuerza del ego, que se caracteriza por la
capacidad de resistirse a dejarse llevar por los impulsos, por establecer
planes racionales y por llevarlos a cabo (Platón).
Lo que el trabajo de Freud muestra no es que la paz sea imposible, sino
que el sexo, la agresión y la autodestrucción son energías humanas pode-
rosas. Incluso la gente que piensa que Freud estaba muy equivocado en lo
dijo acerca de esas energías, aceptará que fue un precursor en despertar el
interés con respecto a su poder. Freud está entre aquellos que nos ayudan
a discernir la energía impulsiva del material en bruto con que el proceso de
pacificación debe trabajar.
Existe otra energía de la cual a menudo se dice que es causa de guer-
ra y violencia, que es inerradicable y no sujeta a redefinición social, y ella es
el interés propio.* Existen ejemplos sorprendentes en las guerras colonia-
les de conquista emprendidas por los poderes europeos. Como una vez john
Locke destacó, el Poder (que para él significaba hombres y flotas armadas)
puede adquirirse con el Tesoro, y el Poder una vez adquirido puede usar-
se para adquirir más Tesoro, y así sucesivamente. ·El sometimiento de gran-
des partes de Asia y África que realizaron la Dutch East India Company (Com-
pañía Holandesa de India Oriental) y la British East India Company (Compañía
Inglesa de India Oriental) fue de forma transparente una empresa comer-
cial y, aún así, era parecida al uso más sutil de la violencia en búsqueda del
interés propio que se encuentra en la actualidad.
Debe subrayarse que los impulsos agresivos y el interés propio calcu-
lado son diferentes; tienen en común que ambos conducen a la violencia.
Tienen en común que son realidades inescapables con las que los procesos
de pacificación deben tratar. Pero no son lo mismo. A los pacificadores se
les acusa a menudo de ser confusos a nivel conceptual porque pretenden
creer que cada conflicto tiene una resolución de triunfo, en la cual ambas
partes acrecientan sus ganancias. A los pacificadores se les acusa de creer
que las guerras son causadas enteramente por percepciones, y de que no
existen verdaderos conflictos de interés en el mundo. Pero los pesimistas,
que dudan que la paz sea posible, son culpables de casi la misma confusión
conceptual cuando cubren los impulsos agresivos, el interés propio calcu-
lado, y otros fenómenos dispares bajo el concepto "sombrilla" para todo
propósito, que es el "poder".

*N. de la T. El autor utiliza el término self-interest.

40 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
En vez de suponer que el interés propio explica todo, o que la agre-
sividad lo hace, sería más preciso y más empírico observar cuáles son las
energías que de hecho están funcionando. El mejor enfoque no es suponer a
priori que toda manifestación particular de la materia, como lo es la
energía, es la fuerza subyacente fundamental que incentiva la construcción
social de la realidad y mueve la conducta humana. En cambio, debemos
tomar la energía a medida que la encontramos. "La Historia es movida por
lo que sea que la mueve" es un principio que debe ser cierto porque es una
tautología. También es una guía valiosa para la acción porque nos permite
reconocer todas las energías que encontramos, o que nos encuentran. Nos
permite construir la paz sin preocuparnos de que sea imposible que exista
el espíritu que nos mueve.
Las conclusiones pesimistas a las que han llegado algunos, a partir del
estudio de las proclividades violentas del cuerpo humano, no son válidas.
No obstante, los hechos a partir de los cuales obtienen las conclusiones, sí
denotan que la construcción de instituciones para la paz tiene verdaderos
obstáculos que superar. Debemos contrarrestar las filosofías del antiesen-
cialismo, de la desconstrucción, del anarquismo, del romanticismo rousso-
niano, y la noción de que el discurso construye sus propios objetos, mientras
que en la práctica tienden a bendecir visiones del mundo que esperan libe-
rarse de la opresión, y todas las cosas buenas por venir de las instituciones
desmanteladas. Las instituciones existentes son malas; vivimos, como Betty
Reardon ha dicho, no en un mundo donde las guerras ocurren de cuando
en cuando, sino más bien en un mundo que está constituido y organizado
como un sistema de guerra (Reardon, 1985). Pero la paz solamente puede
venir como resultado de construir mejores instituciones. La paz no puede venir
de la ausencia de convenciones sociales.

PUNTOS DE CRECIMIENTO

En la Parte 1 discutí el concepto de paz sin definirlo. En la Parte 11 llegué al


precepto de que cualquiera que pueda ser la definición de paz, es escuchar.
En la Parte 111 respaldé el principio de que cualquiera otra cosa que requiera
la pacificación, necesita reestructurar la relación de la especie humana a la
realidad física.
Aquí en la Parte IV argumentaré que la pacificación es necesariamente
un proceso de cambio mGral; descrito de otra manera, es un proceso de

Howard Richards 41
Acerca del concepto de parifltacic'>n
transformación cultural. El aspecto polémico será negar que la paz puede
lograrse mediante declaraciones estableciendo estructuras legales pacíficas
-como por ejemplo, las declaraciones que hacen obligatorio el arbitraje de
las disputas internacionales de la Corte Mundial en La Haya- sin que, al
mismo tiempo, se alimente una cultura de paz.
Los significados de la palabra "cultura" son tan variados y misteriosos
como los de las palabras "conciencia" y "energía". Tomaré el uso que hace
Ruth Benedict en Patterns of Culture (Patrones de cultura) donde usa el tér-
mino "cultura" de manera intercambiable con el término "costumbres". Y
haré que las "costumbres" compartan un significado básico con las "con-
venciones sociales", con las "normas", con las "reglas"; y acudiendo a los
orígenes griego y latino de los términos, con la "ética" y con la "moral".
Rápidamente admitiré respecto a que "cultura", "costumbres", "conven-
ciones sociales", "normas", "reglas", "ética" y "moral", compartan un sig-
nificado único, no he avanzado mucho en el análisis de cual es el significado
básico que todos estos conceptos comparten. Empero, lo que no he reali-
zado (hasta ahora y de ninguna manera) es lo que H.L.A. Hart ha hecho. La
descripción de Hart de qué significa tener una "regla" en The Concept of
Law (El concepto del derecho), avanza el análisis del significado fundamental
que intento designar y pretendo emplear. Hart observa que una regla, más
allá de ser la descripción de alguna tendencia hacia un patrón regular de
conducta, también tiene: 1. un aspecto interno, de modo que la gente que
acepta la regla la toma como guía de autogobierno personal, y la usa para
dirigir su propia conducta; y 2. un aspecto socialmente obligatorio, de
modo que la violación de la regla autoriza la censura (Hart, 1961 ). Ampliaré
el análisis de las "reglas" de Hart para hacer observaciones similares acerca
de los otros términos que considero que comparten con la "regla", un
significado básico cultural, de costumbres, convencional, normativo, ético
y moral.
Mi contribución a las conversaciones eternas de la humanidad acerca
11
de lo que significan términos como Cultura", "ética" y otros, es establecer una
discusión de éstos en el contexto del marco de referencia conceptual desarro-
llado en las tres primeras partes de este artículo. La cultura es donde se
encuentran los temas y las energías. La cultura es donde viven los huma-
nos; es la realidad construida socialmente donde sucede la vida consciente de
voluntad y acción. La cultura es, en toda su variedad constantemente cam-
biante, como dice Clifford Geertz, la adaptación humana a la realidad física.

42 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
Ser una criatura interpretativa y autointerpretativa es el nicho ecológico del
horno sapiens sapiens (Geertz, 1973).
Este enfoque a dos niveles, temas y energías, corresponde a la propuesta
de Anthony Wilden en System and Structure (Sistema y estructura) de que
todas las explicaciones científicas pueden pensarse como encajando en dos
categorías: explicaciones de significado y explicaciones de energía (Wilden,
1972). También corresponde a la sugerencia hecha por el antropólogo Victor
Turner de que la conducta humana puede pensarse como sobre dos "rien-
das", bajo el control dual de la cultura y el genoma {Turner, 1986). la natu-
raleza tiene a la cultura bajo la rienda, de modo que no es posible para
absolutamente ninguna cultura, nacer a la existencia y ser sustentable; la
cultura a su vez, tiene al individuo bajo la rienda de manera que no es posi-
ble (salvo quizás en momentos creativos y festivos) que un individuo haga,
sea o piense en cualquier cosa; sólo le es posible actuar, ser y pensar dentro
de un repertorio de juegos del lenguaje (usando la frase de Wittgenstein)
que están disponibles en un momento dado en la historia de una cultura
(Wittgenstein, 1956).
Siguiendo con el enfoque de dos niveles de Wilden, defiendo un prin-
cipio metodológico bastante específico para comprender las historias de las
culturas. La historia de una cultura es el registro de las interacciones entre
el nivel significativo consciente de la percepción y la convicción, donde
ocurren los actos de voluntad, y los hechos crudos de la realidad física. El
principio metodológico que defiendo es tomar lo que hace la cultura para
cumplir con las necesidades básicas y que sea una clave para comprender
todo lo otro que realiza la cultura. Platón escribió en La República: "El ver-
dadero arquitecto de nuestra ciudad son nuestras necesidades, y la primera
y más importante es la necesidad de alimento" (Platón). Algunas veces llamo
a este principio "ética alimentaria" o "la ecología de la cultura".
La ética de una cultura se comprende mejor a la luz de su abastecimien-
to alimentario y, generalmente, a la luz de cómo satisface sus necesidades
básicas (Richards, 1994).
la noción de que la estructura básica de una cultura está dada por la
manera en que la gente de esa cultura hace lo que necesita para sobrevivir
no es parte de la idiosincrasia. Con frecuencia los antropólogos clasifican las
culturas en pastorales, cazadoras, cosechadoras, pescadoras, asentamientos
agrícolas, de roza, tumba, quema y otras, de acuerdo al modo en que la cul-
tura se las arregla para rela~~narse con la naturaleza. Yo afirmaría que aunque
el foco de interés del antrtopólogo está en los estilos de interacción ínter-

Howard Richards 43
Acerca del concepto de pacificación
personal -como es el caso del libro Patterns of Culture de Ruth Benedict-
existe el aporte de indicios indispensables para comprender las configura-
ciones culturales observadas; por ejemplo, los Zunis dependen del cultivo
del maíz en un clima desértico, como base de su alimentación; los isleños 1:
1

Dobu cultivan el ñame en tierras agotadas y los Kwakiutl sobreviven con la 1

pesca (Benedict, 1961 ). Quizá Marvin Harris exageró el caso para la cultura \
ecológica en Cows, Pigs, Wars and Witches (vacas, cerdos, guerras y brujas)
donde analizó la venerable institución hindú de la vaca sagrada, rastreando
las contribuciones físicas de las vacas a la supervivencia, aunque cierta-
mente no estaba del todo equivocado (Harris, 1974). Aunque muchos 1'

negarían que puede comprenderse adecuadamente una cultura refirién-


dose a la fuente alimenticia de su gente, pocos podrían negar que una cul-
tura no se puede comprender adecuadamente sin ella.
Es consistente con la idea de la ecología de la cultura, donde los
académicos encuentran que las divisiones de clase son una clave para com-
prender a las sociedades. Hace mucho tiempo se descubrió que una manera
de manejar con éxito el ambiente físico, era hacer que otra gente trabajara y
así vivir a expensas del trabajo de otros. La explotación puede ser, y a
menudo lo es, la característica básica de una estructura social.
También abogo por una descripción bastante específica de la estruc-
tura básica de la sociedad occidental moderna, que en algunos sentidos ya
no es hoy día sólo occidental sino global.
las descripciones de la estructura básica (occidental) de la modernidad
son también las consideraciones típicas de los orígenes de la modernidad;
Anthony Giddens ha subrayado que las principales escuelas de sociología
disienten actualmente con respecto a sus interpretaciones de cómo comenzó
el mundo moderno. Giddens considera que las tres tradiciones sociológicas
principales son las que se originan en Karl Marx, Max Weber y Emile
Durkheim; y descubre que sus interpretaciones de lo que es fundamental-
mente la sociedad, son una pieza con sus interpretaciones de cómo, entre
el siglo xv y el xvm, la sociedad occidental moderna surgió de la matriz del
cristianismo medieval, se expandió geográficamente, y estableció las prin-
cipales instituciones seculares que hoy conocemos: la ciencia, la democracia,
el Estado-nación, el capitalismo ... (Giddens, 1971 ).
Pienso que Marx, Weber, Durkheim -y también varios otros que no
están en la reducida lista de los fundadores de las principales escuelas de
sociología de Giddens (Sir Henry Maine, Fernand Braudel, Karl Polanyi,
Louis Dumont, lmmanuel Wallerstein, Werner Sombart... )- coinciden, y

44 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
también coinciden con mis propios estudios, al descubrir que la estructura
básica de la modernidad es el intercambio de dinero. La clave de la estruc-
tura cultural es el mercado. El modo en que la gente moderna adquiere lo
que necesita para sobrevivir es comprándolo, hasta el punto en que puede
exagerarse, pero que sin embargo es una clave para comprender la cultura
occidental moderna. De la misma manera, saber que las necesidades básicas
se satisfacen mediante el cultivo del maíz, es una clave para comprender la
cultura Hopi. Distintos autores utilizan términos diferentes para articular
la estructura básica de la modernidad y todos disienten con los demás en
uno que otro tema importante, pero en general pienso que es justo decir
que existe consenso en que el intercambio de bienes por dinero es básico
en el sistema de vida moderno.
Mi opinión acerca de la estructura básica del mundo moderno coincide
-como Giddens lo sugiere- en elegir partidos con respecto a las inter-
pretaciones encontradas de cómo empezó el mundo moderno. Encuentro
más convincentes a autores como Karl Polanyi, Fernand Braudel e lmmanuel
Wallerstein, que subrayan que la expansión de los mercados es un impor-
tante factor causal en generar la cultura de mercado global que hoy vivimos.
El intercambio en un mercado implica, como la mayoría de los autores
ya mencionados lo han notado -y esto es importante para lo que viene a
continuación-la aceptación de algunos derechos humanos. Sería una exage-
ración afirmar que los conceptos de los derechos humanos, como se han
desarrollado históricamente, han sido una consecuencia del crecimiento del
capitalismo de mercado. No obstante, sería correcto afirmar que el funcio-
namiento eficiente de un mercado exige ciertas normas consistentes con las
ideas de los derechos humanos, aunque esas normas pueden estar estableci-
das en el contexto de una variedad de estructuras institucionales diferentes,
y pueden estar justificadas por una variedad de ideologías. Los compradores y
los vendedores deben tener la suficiente libertad como para permitir que sus
elecciones se reflejen y se agreguen en un mercado para establecer los pre-
cios; deben respetarse los derechos de propiedad, de otra manera, desa-
parece la intención total de comprar. Aún más, las leyes que rigen el comer-
cio no deben ser provinciales o locales si se quiere que el mercado funcione
sobre una área geográfica amplia. Deben ser como el jus gentium romano
que se aplicaba en todas las transacciones a través del Imperio Romano. De
esa manera, el comercio proporciona un soporte firme y el principio
-aunque no está totalmente implícito- de una filosofía de los derechos
humanos universales.

Howard Richards 45
1\cerca del concepto de pacificación
1
·:' 1

En la Parte 11 anoté que la "paz" no es un concepto que se erija solo,


más bien está inmerso en un lenguaje y en un sistema cultural de signifi- 1 1

cados. También hice notar que si Samuel Huntington estaba en lo correcto


al argumentar que los pueblos del planeta Tierra están divididos en varias 1 ' ~
civilizaciones distintas -cada una de las cuales no acepta la autoridad de
las normas de las otras civilizaciones- entonces no podría existir un con-
cepto de paz con validez en todo el planeta. No existiría una cultura cívica
global donde se insertara un concepto global de paz.
No obstante, si existe una cultura cívica global. El proyecto de Elise 1'
Boulding de construir la cultura ya mencionada con el objeto de hacer posi- 1'
ble la paz mundial, no parte de un borrador o de construirse en el aire 1

(Boulding, 1988).
Para empezar -aunque es sólo el inicio- existe una cultura cívica global
porque, en su mayor parte, las ciencias naturales, la física, química, biología,
astronomía, geología y las matemáticas, son lo mismo o se están transfor-
mando en lo mismo en todo el mundo. Esto no quiere decir que no haya
excepciones, o que no existan sistemas no occidentales de matemáticas o
de física, en los que todavía se cree, y lo aplica un número considerable de per-
sonas. Sostener lo "global" no es sostener lo "universal" y no se trata de
hacer una afirmación que resultará ser falsa si se descubre una sola excep-
ción. Lo que estoy diciendo es que casi en todas partes, en escuelas de todo
el mundo se enseñan las mismas ciencias naturales. Tampoco es inusual
que la gente rechace algunas partes de la ciencia occidental, o la sintetice
con creencias indígenas, de formas incluso más propicias de respeto a la
Tierra de lo que ha llegado a ser la ciencia occidental reciente. Una cultura
cívica global puede contar con la aceptación global de los principios cien- 1
tíficos empleados por la ecología. 1 1

Aunque la aceptación mundial del pensamiento científico es importante,


1

es sólo el principio de una cultura cívica global. En Asia, África e incluso en


Europa y Norteamérica hay mucha gente que hace una distinción muy clara
entre ciencia y ética. Adoptan la ciencia occidental pero rechazan explíci-
tamente la moral occidental. En Norteamérica muchas personas utilizan
instrumentalmente la ciencia, pero derivan normas de conducta de una
tradición religiosa cuyos textos sagrados son el antiguo Nuevo Testamento
griego y el Antiguo Testamento hebreo. Huntington indica que a través de
todo el mundo, la modernización -en el sentido de aprender a usar la tec-
nología actualizada- ha probado ser bastante compatible con la conser-
vación de valores tradicionales y no occidentales (Huntington, 1996). A

46 Esludlos para la paz


desde una perspediva Qlobal
este respecto debemos reconocer que Huntington tiene razón, y que la
gente que esperaba que la diseminación de la tecnología y las prácticas
comerciales occidentales tendrían la aceptación de las instituciones seculares
políticas y sociales de Occidente, han· resultado estar equivocadas.
Sin embargo, existe una cultura global común y no es sólo una cultura
científica. Está basada, como ya lo indiqué, en los derechos. Los derechos,
en una u otra forma, están en la agenda de todas partes porque sin ellos la
estructura básica del mundo moderno, el mercado, no puede funcionar. El
intercambio es el vínculo entre la actividad humana gobernada por las
reglas y los procesos físicos mediante los cuales la mayor parte de los pueblos
del mundo a diario obtienen su arroz, pan, lentejas, papas o maíz. El inter-
cambio se ha vuelto la estrategia global de supervivencia. La cultura de
mercado es la cultura global y no funciona sin los derechos. Los chinos y
los saudis, por ejemplo, pueden negar vehementemente la pretendida
validez universal de los conceptos occidentales de los derechos, pero ellos
deben tener algunos conceptos de los derechos, y sí los tienen.
Es posible proporcionar una definición de paz que esté inmersa en la
idea de los derechos y que vincule esa idea con los principales conceptos
que hay alrededor del mundo. Un gran presidente de México, Benito
juárez, lo ha hecho así: ''El respeto al derecho ajeno es la paz" Ouárez, 1981 ).
Definir la paz como el respeto a los derechos no la hace sencilla o fácil
1
de lograr. La complejidad de la paz y la dificultad en lograrla, la transfiere
1 1

a los conceptos igualmente complejos y difíciles de "respeto" y "derechos".


Lo que la definición logra es aterrizar la paz en el proceso de desarrollo de
establecer normas éticas para una cultura global; o mejor aún, para un
mosaico global de diferentes culturas, que tendrán en común el hecho de
poder vivir internamente en paz con los demás, y con la Tierra.
Los "derechos" son un concepto especialmente valioso porque se trata
de algo que casi todos consideran significativo. Es un concepto que casi
todos respetan por tener autoridad moral. Apela internamente a la con-
ciencia, con respecto a cómo la mayoría de la gente guía su propia conduc-
ta para evitar infringir los derechos de los demás. Tiene autoridad moral en
el sentido que uno se considera justificado mientras actúa dentro de sus
derechos; y también en el sentido de que uno se considera estar justificado
al indignarse cuando violan sus derechos. Así, el concepto de los "dere-
chos" acata el aspecto interno de juicio y el aspecto socialmente obligato-
rio de juicio, identificado por H.L.A. Harten su análisis de lo que significa
una "regla". Ciertamente, ~~ós "derechos" son un concepto que, a pesar de

Howard Rlchards 47
Acerca del concepto de pacificación
su relación funcional con las estructuras culturales modernas básicas, to-
davía pertenece de manera considerable a lo que los antropólogos llaman
"cultura ideal". Una "cultura ideal" es un conjunto de significados que se
acepta como correcto, pero que puede tener poco o ningún efecto sobre
la conducta presente. Sin embargo, un contexto cultural donde se reco-
noce que los derechos de los demás supuestamente serán respetados,
aporta el marco de referencia para un diálogo significativo.
Donde no hay una cultura moral compartida, el aspecto de escuchar
de la pacificación puede fracasar por completo. Sin escuchar, la pacificación
no puede ni siquiera empezar, porque cuando un lado no comprende las
intenciones del otro lado, no es posible que convenga con él, que lo apre-
cie o que lo respete. Sin respeto a los derechos, o a algunos otros precep-
tos derivados de la cultura moral, el resultado después de escuchar puede
ser como el resultado del Diálogo de los melinos relatado por Tucídides en
su Historia de la guerra del Peloponeso. En efecto, los atenienses dijeron a los
melinos: "Los hemos escuchado y los comprendemos perfectamente bien,
'1 pero los mataremos de todas maneras porque es nuestro interés hacerlo."
La conclusión hacia la que me estoy dirigiendo es que la pacificación
debe incluir el enriquecimiento y la extensión de la ética existente, de modo
que hagan posible establecer la regla de la ley. Citando de nuevo a Hart,
éste define a la ley como la "unión de las reglas primarias y secundarias"
(Hart, 1961 ). Las reglas primarias rigen la conducta. Las reglas secundarias
(como la regla de que lo que decide una corte debe aceptarse) identifican
cuáles reglas primarias son válidas. Así la ley, en principio y en concepto
requiere la aceptación de reglas; y yo argumento que requiere la aceptación
de la esencia de la fuerza normativa (para recurrir a la noción de la fuer-
za de las instituciones de Kenneth Boulding) que las reglas comparten con
la moral, la ética, las normas, las convenciones, las costumbres y la cultura.
No he olvidado la conclusión de Quincy Wright de que la causa de la
guerra es la ausencia de una organización de paz. Expresando la conclusión
de este autor en términos jurídicos, como Emery Reves lo hace en The
Anatomy of Peace (Anatomía de la Paz), podemos decir que tenemos un sis-
tema de guerra porque tenemos soberanía nacional (Reves, 1945). En el
poderoso sentido de "soberanía" articulado clásicamente por Hugo Grotius
en su trabajo precursor sobre derecho internacional, cada Estado-nación no
acepta ninguna autoridad superior a él mismo (Bull, 1992). Por lo tanto,
cada Estado-nación está autorizado legalmente para hacer la guerra cuan-
do lo desee. De ahí que el mundo esté regido por un sistema de guerra en

48 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
,.
··....
el cual la guerra es, en principio -y como Von Clausewitz lo dijo- la con-
tinuación de la política por otros medios (Ciausewitz, 1968; Gallie, 1978).
Es de destacarse, como lo hizo Albert Einstein, que la frase de Von Clause-
witz revela que la misma política, considerada como política del poder o
Realpolitik, supone que el Estado-nación no acepta otra autoridad superior
a él; y la política del poder es, por lo tanto, y así también lo notó Einstein,
parte de un sistema basado en la guerra, incluso antes de disparar un balazo.
Con mi enfoque del mundo como un sistema económico global, donde
los derechos son una parte indispensable de la cultura, no he olvidado a
Wright, Einstein, Reves, Von Clausewitz y otros que consideran que la guerra
(y citando a Hobbes, el mismo tipo de análisis puede extenderse a la vio-
lencia en general) está implícita en la lógica de actores independientes
que no aceptan otra autoridad superior a ellos. Lo que yo he hecho y lo que
Benito Juárez, Kant y otros hicieron, es llevar el análisis un paso más allá, al
articular el principio de que necesitamos partir para lograr la aceptación
general, de una autoridad legítima superior al Estado-nación, y (en palabras
de Huntington) superior a una civilización.
No necesitamos ir muy lejos para encontrar normas legales formales
que prohiban la violencia. La guerra fue prohibida por el Tratado Kellogg-
Briand de 1924 y nuevamente en la Carta de las Naciones Unidas de 1948.
Otras formas de violencia habían sido prohibidas antes.
El terco rechazo a que suceda la paz -a pesar de la aceptación amplia-
mente generalizada del respeto a la idea de los derechos de los demás- y
a pesar de los documentos oficiales que declaran a la paz legalmente obli-
gatoria, indica que se necesita más para crear una cultura de paz. No bas-
ta con decir que la cultura ya existente, si solamente obedeciera sus propias
normas, tendría éxito en lograr una paz duradera y general. La ausencia de
ley y orden en el mundo no sólo se debe a la ausencia de cortes con juris-
dicción obligatoria. Es como poner el carruaje adelante del caballo (o el
efecto antes que la causa) atribuir la violencia a la ausencia de una fuerza
policial internacional con poder físico para hacer cumplir la ley. Debe recor-
darse el principio establecido por james Brierly, profesor ya fallecido de
derecho internacional en Cambridge: "No es la fuerza de la policía la que
le da fuerza a la ley; más bien es la fuerza de la ley la que hace posible orga-
nizar una fuerza policial" (Brierly, 1963).
Con objeto de ilustrar la importancia del principio de Brierly: en Irlan-
da del Norte existen muc.b-~s cortes y muchos policías, pero no existe la

Howard Richards 49
~\cerca del concepto de pacificación
paz. La ley no es lo suficientemente fuerte para permitir la organización de
una fuerza policial efectiva.
Esto no quiere decir que los pacificadores deban abandonar las con-
versaciones sobre los derechos. Por el contrario, la definición de paz de
Juárez en términos de los derechos es apropiada para la tendencia princi-
pal de la cultura en el mundo moderno. Deriva fortaleza de los artículos
funcionales de primera necesidad, los que a su vez están arraigados en cómo
la mayor parte de la especie humana adquiere alimento y satisface sus ne-
cesidades básicas. Es el punto de partida para construir una cultura de paz.
Empezando desde aquí, de donde estamos, los pacificadores pueden nutrir
el incremento de la paz mediante el estímulo de los puntos de crecimiento
que ya están desarrollándose, donde los temas significativos y las energías
poderosas se combinan para avanzar en el crecimiento de una cultura de
paz.
La construcción de una cultura de paz comienza con el respeto a los
derechos de las personas porque es la piedra angular de la cultura cívica
global que existe. Empero -y aquí descubrimos puntos de crecimiento- por
la misma razón (por ejemplo, porque ellos existen) la construcción de la
paz puede emplear y enriquecer otra ética. Confianza, solidaridad, amor, cui-
dado, lealtad, respeto a la naturaleza, integridad, honestidad, virtud, auto-
disciplina, carácter, deber, compromiso, perdón, pureza, responsabilidad, no
violencia, generosidad, alegría por la alegría de los demás, y el espíritu de
autosacrificio por el bien común, todos ellos pueden encontrarse arraiga-
dos en las normas culturales que poseen autoridad moral para uno u otro
grupo de personas. La construcción de la paz debe buscar y desarrollar pun-
tos éticos de crecimiento por encima y más allá de la ética del respeto a los
derechos de los demás porque, aunque es indispensable como punto de
partida, es inadecuado.
El respeto a los derechos de los demás es la ética principal de un mun-
do que no funciona. Existen por lo menos tres buenas razones de por qué el
marco moral de referencia de una cultura de paz tiene que ser más que el res-
peto a los derechos de los demás, llevado a cabo y puesto en práctica de
manera consistente.
Quizá la primera razón fue señalada de manera muy famosa por G.W.F.
Hegel (Smith, 1989). Yse refiere a que existen demasiados derechos. Donde
existe un superávit de derechos, declaró Hegel, la fuerza decide. Común-
mente en una guerra o en una pelea de bar, ambas partes pueden colorear
con el idioma de los derechos para dar a su causa el tinte de la superiori-

50 Estudios para la paz


desde una perspedlva Qlobal
dad moral, y para darse a sí mismos el color de los caballeros errantes
luchando por una causa justa. Hasta cierto punto esta versatilidad del con-
cepto de los derechos puede atribuirse a la capacidad humana para el engaño
y el autoengaño. No obstante, es fácil pensar en ejemplos que no son meros
engaños. Con frecuencia, preceptos del derecho aceptados culturalmente
otorgan a ambas partes buenos argumentos morales, y entonces es real-
mente cierto que existe un estancamiento moral, donde ambos lados están
armados retóricamente de buenas razones para declarar malo al otro. Enton-
ces parece que Hegel puede tener la razón cuando dice que la fuerza es
necesariamente el árbitro final en una cultura cuya ética descansa única-
mente en los conceptos de los derechos.
La segunda razón fue quizá muy famosa mente señalada por Karl Marx.
Yse refiere a la testaruda persistencia de la pobreza, la inestabilidad de los
sistemas capitalistas, y la explotación de la mano de obra, todas ellas son
consistentes al aceptar los derechos de la humanidad como incorporados a
las leyes del comercio. Donde todo se vende a su precio de mercado, en un
mercado libre, con los derechos de propiedad respetados, bien puede darse
el caso y a menudo se da, que la mano de obra se venda por muy poco o
nada. Como Marx lo dijo, la superficie engañosa de la sociedad burguesa
es "el verdadero Edén de los derechos innatos del hombre. Allí solamente
gobierna la libertad, la igualdad, la propiedad y Bentham" (Marx).
Quizá la tercera razón fue muy famosamente señalada por Alexander
Solyenitzin y por M.K. Gandhi (Berman, 1980; Dalton, 1982). Yse refiere a
que los derechos sin obligaciones son en principio impracticables. Subrayar
los derechos a expensas de las obligaciones es parecido a adoptar la defini-
ción del siglo xvm de Denis Diderot: lo que la ley no prohíbe, lo permite. Al
igual que la libertad, concebida permitiendo hacer cualquier cosa con algu-
nas excepciones, las conferencias sobre los derechos se prestan para una
ética irresponsable. Autoriza a todo el mundo a decir lo que se supone le
está permitido hacer, tener y obtener. Pero no hace a nadie responsable de
contribuir al bienestar de los demás, o al bien común.
Al destacar las limitaciones de la paz concebida como respeto a los
derechos de los demás, en un sentido dejo sin definir el concepto de "paz".
Aunque opino que la definición de Juárez es válida para la tendencia prin-
cipal de la cultura moderna de hoy, no tengo una propuesta para definir la
paz en un futuro mosaico global de culturas viviendo en paz los unos con
los otros, lo que conservaría y mejoraría los ideales de hoy día. Estoy de
acuerdo con Chadwick Alger en que " ... mientras más lejos nos movamos

lloward Richards 51
!\cerca del concepto de pacificación
hacia la realización de nuestra noción presente de paz, más altamente
desarrollada será nuestra imagen futura de la paz, y la posibilidad de lograr
esta nueva imagen" (Aiger, 1991 ).

BIBLIOGRAFÍA

ALGER, Chadwick (1991 ), "Creating Global Visions for Pea ce Movements", en: Elise
Boulding, Clovis Brigagao, Kevin Clements (eds.), Peace Culture and Society,
Boulder, Westview Press.
AMJN, Samir (1990), Maldevelopment: The Anatomy of a Global Failure, Tokio, United
Nations University Press.
AQUINO, Santo Tomas, Summa Theologiae (varias ediciones), segunda parte de la
segunda parte, Pregunta 29.
ARJSTOTELES, Nichomachean Ethics (varias ediciones).
BENEDICT, Ruth (1961 ), Patterns of Culture, Boston, Houghton Mifflin.
BERMAN, Ronald (ed.) (1980), Solzhenitsyn at Harvard: The Address, twelve early
responses and six later reflections, Washington, D.C., Culture and Policy Center.
BouLDING, Elise (1988), Building a Global Civic Culture: Education for an lnterdependent
World, Nueva York, Teachers College Press.
BouLDING, Kenneth (1978), Stab/e Peace, Austin, University of Texas Press.
BRIERLY, james (1963), The Law of Nations: An lntroduction to the lnternational Law of
Peace, Oxford, Clarendon Press.
BRUEGGEMANN, Walter (1976), Living Toward a Vision: Bíblica/ Reflections on Shalom,
Filadelfia, United Church Press.
Buu, Hedley (ed.) et al. (1992), Hugo Grotius and lnternational Relations, Oxford,
Clarendon Press.
CHAPPELL, T.D.J. (1995), Aristotle and Augustine on Freedom: Two Theories of Freedom,
Voluntary Action, and Akrasia, Nueva York, St. Martin's Press.
CHARLES, David (1989), Aristotle's Philosophy of Action, Londres, Duckworth, 1989.
CLAUSEWJTZ, Carl von (1968), On War (editado y prologado por Anatol Rapaport),
Baltimore, Penguin.
Cox, Gray (1986), The Ways of Peac~: A Phi/osophy of Peace as Action, Nueva York,
Paulist Press.
DALTON, Dennis (1982), lndian ld~as of Freedom: The Political Thought of Swami
Vivekenanda, Aurobindo Ghose, Mahatma Gandhi, and Rabindranath Tagore,
Gurgaon, Haryana, Academic Press.
EINSTEIN, Albert (1964), "Why War?", en: Collected Works of Sigmund Freud, vol. XXII,
Londres, The Hogarth Press. Las palabras citadas están en la página 199.
The Encyclopedia of Philosophy (1964), Paul Edwards, editor general, Nueva York y
Londres, Collier Macmillan, vol. 4.

52 Estudios para la paz


desde una perspediva Qlobal
·- .:___!... ......~:-: ....
'/ij''f¡:.,Lo;-; ~:.;:;_:;q~ -~...:.""" ~ .. .., ' ' "

i ¡

FoRSBERG, Randall y Elise Boulding (1998), Abolishing War, Boston, Boston Research
Center for the 21st Century. Las palabras citadas están en la página 15.
FREIRE, Paulo (1998), The Pedagogy of the Oppressed, Myra Ramos (trad.), Nueva
York, Continuum.
FREUD, Sigmund (1964), "Why War?", en: Collected Works of Sigmund Freud, vol. xxrr,
Londres, The Hogarth Press. Las palabras citadas (que fueron ligeramente
modificadas) están en la página 213.
FULLER, R. Buckminster (1962), Operating Manual for Spaceship Earth, Nueva York,
Simon and Schuster.
FucHs, Harald (1965), Augustin and der Antike Friedensgedanke, Berlín, Weidmann.
GALUE, W.B. (1978), Phi/osophers on Peace and War: Kant, Clausewitz, Marx, Engels,
To/stoy, Nueva York, Cambridge University Press.
GALTUNG, johan (1980), The True Worlds, Nueva York, Free Press.
GEERTZ, Clifford (1973), The lnterpretation of Cultures; Selected Essays, Nueva York,
Basic Books.
GIDDENS, Anthony (1971 ), Capitalism and Modern Social Theory; An Analysis of the
Writings of Marx, Durkheim, and Max Weber, Cambridge, Inglaterra, Cambridge
University Press.
GoLEMAN, Daniel (1995), Emotionallntelligence. Nueva York, Bantam.
HARFIYAH Abdel Haleem et al. (1998), The Crescent and the Cross, Londres, Macmillan.
HARRrs, Marvin (1974), Cows, Pigs, Wars and Witches: The Riddles of Culture, Nueva
York, Random House.
HART, H.l.A. (1961 ), The Concept of Law. Oxford, Clarendon Press.
HOPPERS, Catherine (1998), Structural Violence as a Constraint on African Policy -For-
mation, Estocolmo, University of Stockholm Press.
HuNTINGTON, Samuel (1996), The Clash of Civilizations and the Remaking of World
Order, Nueva York, Simon and Schuster.
HussERL, Edmund (1970), The Crisis of European Sciences and Transcendental Phe-
nomenology, Evanston, Northwestern University Press.
---(1973), Experience and judgment, Evanston, Northwestern University
Press. Las citas de Husserl están en las páginas 71, 75 y 268.
jUÁREZ, Benito (1981 ), Antología de Benito juárez, jorge l. Tamayo (ed.), México, Uni-
versidad Nacional Autónoma de México.
KANT, lmmanuel (1957), Perpetua/ Peace, Lewis White Beck (ed.), Nueva York, Libe-
ral Arts Press.
LEDERACH, john Paul (1997), Building Peace: Sustainable Reconciliation in Divided Soci-
eties, Washington D.C., United States lnstitute of Peace Press.
---(1995), Preparing for Peace: Conflict Transformation across Cultures, Sira-
cusa, Estados Unidos, Syracuse University Press.
MARX, Karl (1952), El Capital (varias ediciones) al final del capítulo 6. Las palabras
citadas pueden encontrat'Se en Great Books of the Western World edition,
Chicago, Encyclopedia Brittanica, vol. 50, p. 83.

Howard Richards 53
·\cerca del concepto de pacificación
O'NEILL, Onora (1986), Faces of Hunger: An Essay on Poverty, justice, and Develop-
ment, Boston, Allen and Unwin.
PENN, William (1912), An Essay Toward the Present and Future Peace of Europe, Wash-
ington, American Peace Society.
PLATÓN, The Republic and The Laws (varias ediciones). Con respecto a la relación entre
armonía en el alma y armonía en la ciudad, y la norma de la logistische Psyche
en cada uno, ver especialmente el Libro IV de La República. Las líneas citadas
con respecto al alimento son de la traducción de jowett y están en el Libro 11.
POPPER, Karl (1945), The Open Society and its Enemies, Londres, Routledge. Popper
subraya y desaprueba la tendencia de Platón de exigir que todos piensen de la
misma manera. Para una defensa de Platón contra Popper, véase Gerrit J. de
Vries (1952), Antisthenes Redivivus, Amsterdam, North-Holland Publishing Co,.
REARDON, Betty (1985), Sexism and the War System, Nueva York, Teacher College
Press.
RICHARD, Howard (1994), Letters from Quebec: A Philosophy for Peace and justice, San
Francisco y Londres, lnternational Scholars Press.
RIEBER, Robert W. (ed.) (1991 ), The Psychology of War and Peace. The Jmage of the
Enemy, Nueva York, Plenum Press.
REVES, Emery (1945), The Anatomy of Peace. Nueva York y Londres, Harper.
ScHOEMAN, Ferdinand (ed.) (1987), Responsibility, Character, and the Emotions. New
Essays in Moral Psychology, Cambridge, Cambridge University Press.
SMITH, Steven (1989), Hegel's Critique of Liberalism: Rights in Context. Chicago, Uni-
versity of Chicago Press.
SPRADLEY, james P. (1979), The Ethnographic lnterview, Nueva York, Holt, Rinehart and
Winston.
TURNER, Victor (1986), "Body Brain and Culture," en Cross Currents (Dobbs Ferry),
Nueva York, vol. 36, verano.
WALT, Stephen M. (1997), "Building up New Bogeymen: Review of Huntington."
Foreign Affairs, Washington D.C., vol. 1997, primavera. l · ·'.

WILDEN, Anthony (1972), System and Structure: Essays in Communication and


Exchange, Londres, Tavistock Publications.
WITIGENSTEIN, Ludwing (1953), Philosophicallnvestigations, Nueva York, Macmillan.
WRIGHT, Quincy (1942), A Study of War, Chicago, University of Chicago Press.
---(1935), The Causes of War and the Conditions of Peace, Londres, Longmans,
Green and Co. las palabras citadas están en las páginas 1 y 2.

54 Estudios para la paz


desde una perspedlva ~lobal
li

Occidentalización, globalización
y orientalización:
Regina Watkin-Kolb una red global de culturas
Qing Chao

DESDE el siglo XVI hasta nuestros días, la expansión del capitalismo es de im-
portancia fundamental para la consolidación de un nuevo orden mundial.
Tanto el capitalismo como el industrialismo han influido decisivamente en
el surgimiento de los Estados-nación; no obstante, este sistema no puede
explicarse, reductivamente, en términos de la existencia de aquéllos. El mun-
do moderno se ha configurado mediante la intersección del capitalismo, del
industrialismo y del sistema de Estado-nación (Anthony Giddens, The
Nation-State and Violence, Cambridge, Polity Press, 1985. p. 4).
Cuando dirigimos la mirada hacia la constelación de lo que hoy se de-
nomina globalización, afirmaciones como la de Giddens dan una explica-
ción insuficiente, dejan fuera del análisis las influencias que estos factores
han tenido en la humanidad como tal. Aparentemente no importaba la
reacción de la gente frente a la expansión del capitalismo y la industrialización.
Sólo descubriendo el factor humano podremos acercarnos a descifrar cómo
se manejan las consecuencias nocivas que los seres humanos sufren a nivel
mundial.

INTRODUCCIÓN

El artículo que aquí presentamos requiere la comprensión del concepto de


"globalización" (Scholte, 1996). Examinamos cómo se visualiza este fenó-
meno desde los así llamados Occidente y Oriente del mundo. Aceptamos
que no existe certeza acerca de otra cosa que no sea el cambio. La historia,
la política y la economía mismas se someten a los criterios del cambio; el
ser humano experimenta cambios, ésa es una certeza aceptada. Se requiere
de un conocimiento más detallado que nos guíe durante cualquier época
turbulenta de cambio, pero ahora el cambio demanda reconocer ciertas
potencialidades desastrosas.. como son la guerra nuclear, la ecopolítica, los
temas de la identidad, las ·necesidades humanas y una nueva forma de es-

55
clavitud. Los imperios mundiales han existido desde que existe el registro
histórico y todos ellos han reclamado para sí atributos universales. Si el con-
cepto "universal" o "universalidad" se ha integrado completamente al diccio-
nario, ¿por qué razón se creó el nuevo término "globalización"? ¿Cuál es la
razón de que haya atraído tanta atención por parte de académicos, políti-
cos, economistas y entre el público en general? Con respecto a la Teoría
de las Relaciones Internacionales, no es posible que un nuevo paradigma
contenga todo lo que se conoce de una disciplina, ¿o sí? ¿Puede la globali-
zación conferir suficiente significado a la complejidad de alteraciones que
ocurren encima de la corteza terrestre?
Este artículo intenta visualizar a la globalización desde otra perspectiva: la
nueva relación emergente entre Occidente y Oriente, este último representado
por China. Comenzamos por definir los tres conceptos: globalización, occi-
dentalización y orientalización (nosotros acuñamos este último) y continua-
mos describiendo a la globalización como un proceso de occidentalización
impulsado por el lucro. La orientalización se introduce como un proceso
histórico y como una respuesta moderna a la occidentalización. En la con-
clusión se valora el encuentro contemporáneo entre Oriente y Occidente.
Más adelante intentamos ubicar a África dentro de estas corrientes. Es
probable que este continente se haya mostrado como el más grande per-
dedor en la historia mundial y como el que menos ha logrado, si se le mide
con pautas no africanas. El odio y el engaño se manifiestan en los sectores
gobernantes de la sociedad africana y, como consecuencia, éstos son incom-
petentes para enfrentar los desafíos globales percibidos por "el Occidente"
y "el Oriente".
En primer lugar, definiremos las siguientes metáforas que reflejan nues-
tra interpretación:

GLOBALIZACIÓN
Se ha definido a la globalización de diversas maneras U. Baylis y S. Smith
(eds.), 1997; E. Kofman y G. Youngs (eds.), 1996; H. P. Martin y H. Schu-
mann, 1996; J. Goldsmith, 1993; S.E. Ambrose, 1993; R. Robertson, 1992;
M. Featherstone (ed.), 1990]. Nosotros entendemos por globalización la
expansión del poder en los diversos campos de la vida política, económica
y pública, que pretende tener un impacto sobre el mundo como un todo,
prescindiendo de las barreras culturales, éticas o ecológicas. Dentro del pro-

56 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
ceso de globalización, la iniciativa del poder es un acto premeditado, planea-
do y ejecutado por una fuente de poder, que a veces se conoce y a veces
se esconde. Una fuente oculta de poder es de índole peligrosa porque no
declara abiertamente sus metas y objetivos, y puede provocar consecuen-
cias negativas en un grupo o en grupos de personas sobre las cuales se
imponen estas condiciones. La globalización es parte de las Relaciones Inter-
nacionales que, por naturaleza, es una disciplina occidental. El concepto se
creó en Occidente y los primeros en usarlo fueron los académicos occiden- ·
tales; también se ha discutido ampliamente en la literatura especializada. A
pesar de las críticas, parece que nada podrá detener el proceso de globali-
zación. El punto de vista occidental refleja los valores liberales, internacio-
nalistas y burgueses.

ÜCCIDENTALIZACIÓN

Estamos conscientes de que la occidentalización puede definirse desde


puntos de vista diferentes, por ello puntualizamos específicamente desde el
principio que consideramos el afán de lucro como su característica principal.
Entendemos la occidentalización como el modo occidental de expansión
capitalista. Comparable a la antigua época histórica del colonialismo, los
estados industriales altamente desarrollados utilizan el capital para promo-
ver su superioridad en todo el mundo. El lucro se logra mediante el uso,
tanto de lo material como de la gente. La occidentalización ha introducido
el mercado del dinero donde las inversiones se lanzan a flotar alrededor del
mundo como si se tratara de un juego de azar. La occidentalización es un
mercado abierto que invita a los no occidentales a participar, y no discrimi-
na el acceso porque su influencia ha producido, hasta ahora, una fusión de
los países y los pueblos que toca. Quien empiece a participar debe adoptar
las normas establecidas por el mercado. La occidentalización es un sistema
global que debe contemplarse desde el nivel de la esfera regional de influen-
cia, hasta el nivel doméstico individual. La transferencia global de emisión
de noticias es un ejemplo de cómo los medios publicitarios influyen sobre
los individuos que viven en hogares diferentes, con sistemas de vida distin-
tos, en diversas partes del mundo, sin que importen las diferencias raciales
o culturales. La occidentalización avanza hacia los valores materialistas, ha-
cerse rico es ser exitoso; si tienes dinero tienes influencia. La validez de los
derechos humanos o de los ·derechos civiles es relativa, debe verse en rela-
ción con la riqueza.

Reqina Watkln-lí.olb y Qlnq Chao 57


Occldentalización. qlobalizariún
ÜRIENTALIZACIÓN

Con el objeto de capturar y conceptualizar un nuevo fenómeno complejo


que todavía no ha sido nombrado, y por lo tanto no explicado, introduci-
mos el concepto de "orientalización". Entendemos por orientalización una
reacción emergente desde -así lo denominamos- el no-Occidente. En la
investigación específica que estamos realizando, vemos la raíz en China. 11 ·
China se ve a sí misma como una fuerza líder de resistencia no occidental,' 11
: ·

contra la influencia occidental de amalgamación. El no-Occidente es idén- l·


tico al resto del mundo, lo que incluye al hemisferio sur de los países llama- 1

dos "no desarrollados", y el mundo recién desarrollado de Asia como un nue-


vo desarrollo capitalista. Sin embargo, elegimos a China porque representa
un liderazgo por su enorme dimensión de capacidad humana y material.
Además es el mercado más grande del mundo preparado para el desarrollo.
Al mismo tiempo que China intenta obtener influencia entre las superpo-
tencias occidentales, trata de proteger su identidad de nación gobernada por
Jos comunistas y promueve la "chinidad" como una virtud especial contra
la otredad occidental. La orientalización es la respuesta surgida del temor a
que la occidentalización exija la pérdida de identidad y tradición consuetudi-
naria; el resultado sería quedar inmersa en una sociedad consumista que
arrasa con las diferencias culturales y raciales, en bien de lograr el lucro.
Como reacción, ha irrumpido una revalorización de los valores orientales,
por ejemplo, los que se expresan en el confucionismo y en el budismo.

ÁFRICA

Es vital la paz en África si se busca 1~ paz para el siglo XXI. Por su contexto
geográfico, a menudo se piensa en Africa como un solo continente. Desde
el punto de vista occidental particularmente, los problemas de los diversos
estados africanos se generalizan como problemas africanos. Con frecuencia
se visualiza a África como un sector extenso del Tercer Mundo, un sector de
bajo rendimiento si se le mide con criterios capitalistas, y su subdesarrollo
lo hace un blanco fácil de explotar: Oriente y Occidente esperan sacar su
tajada, tanto de los recursos africanos como de sus capacidades de mercado.
Durante la guerra fría, el Occidente capitalista y el Oriente comunista com-
petían con regalos y promesas para obtener influencia y favores. Aparente-
mente, los países africanos son libres de escoger a sus "cortejantes", pero

58 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
1;:

sus problemas más grandes son la inestabilidad política y económica com-


binada con una mala conducta en cuanto a libertad. La libertad se convierte
en dependencia cuando no existen una infraestructura y una adminis-
tración coherente que respalden los esfuerzos por establecer la paz. Si la
,i demanda de libertad no incluye valores como la cooperación y la ayuda, las
guerras civiles destruirán todos los aspectos de la solidaridad (Ayittey,
1998). 1 Los años noventa mostraron más que nunca que algo andaba terri-
blemente mal en África. Ayittey resume la situación así:

El continente [está] en ruinas a causa del ciclo sin fin de guerras civiles, mor-
tandad, caos e inestabilidad. Las economías [han] colapsado. La pobreza en
términos relativos y absolutos [se ha] incrementado. La desnutrición domina.
Además, la censura, la persecución, los arrestos, las tomas arbitrarias de pro-
piedades, la corrupción, la fuga de capitales y la tiranía amenazan continua-
mente el continente (ibídem, p. 8).

GLOBALIZACIÓN ES OCCIDENTALIZACIÓN

Al inicio del artículo citamos a Giddens que afirma: "Desde el siglo XVI
hasta nuestros días, la expansión del capitalismo es de importancia fun-
damental para la consolidación de un nuevo orden mundial" (1985). Para
nosotros, Giddens capta la verdadera característica del proceso de globa-
lización. Desde nuestro punto de vista, el capitalismo se inició mucho
antes del siglo xv1: empezó en el momento en que el capital se utilizó para
fortalecer al poder, y el desarrollo del capital se volvió visible con el perfec-
cionamiento de la maquinaria de guerra. Como lo dijo Heráclito alguna
vez: "El arma es el principio de la cultura" (Die Waffe ist der Aus-
gangspunkt der Kultur) (Zinn, 1989); la justificación para armarse se ha
vuelto, artificialmente, parte de la cultura. Desde entonces hubo una
dependencia que relacionaba armamento, tecnología y capital, lo que se
volvió característico de la occidentalización. La manifestación del arma-

1 "Para muchos africanos el «paraíso» prometido resultó ser una dieta de inanición, desempleo y una
pistola en la sien. El desamor y la alienación sentaron sus reales. Un torrente de golpes de estado se extendió
por toda África a principios de los sesenta ... Una segunda generación de mandatarios militares surgió de
los desechos y asumió el control en los setenta. Eran más corruptos, incompetentes y brutales que la admi-
nistración civil a la que reemplazaron." ~~ase además Africa Betrayed by its Leaders [Africa traicionada por sus
líderes], Nueva York, St. Martin's Press, 1992.

Reqina Watkin-Kolb y Qlnq Chao 59


Occidcntalización. Qloballzación
1
;. 1

mento como parte de la cultura se presentó durante el siglo XIV en Europa


cuando se inventó el fusil. Esta innovación marcó el inicio del progreso
técnico y transformó la vida de la mayoría de la gente, incluso más que
la imprenta inventada por Gutenberg un siglo después. 2 Y todavía se
desconoce quién inventó el fusil. 3 También se desconoce por qué los chinos
-que conocían la tecnología desde mucho antes que los europeos- nunca 1

la desarrollaron ni la utilizaron para matar. En Occidente, la tecnología de las 1


1
armas de fuego produjo la inversión de recursos financieros, que si se mira !
1
1

retrospectivamente, ya no estaba dirigida al bienestar común. Los costos


de armamento y guerra se han incrementado enormemente desde el
Medioevo y han culminado en los menguados patrones de vida actuales,
a causa del enorme desembolso que significa preparar la maquinaria de
guerra. Desde entonces se reservaron enormes sumas para financiar el
desarrollo tecnológico de los instrumentos de destrucción total. En tér-
minos paralelos, el uso no productivo de los recursos económicos significa,
desde entonces, la pérdida de bienestar de la población en general (Zinn,
op. cit., pp. 24-30). 4 Esto jamás se cuestionó porque se hizo creer a la gente
que debía sacrificar una vida más próspera en aras de la seguridad. Para
empezar, se puede creer en la seguridad sólo cuando se está atemorizado.
Las prosperidad de las industrias de Occidente después de la Segunda
Guerra Mundial, son el mejor ejemplo para. mostrar la relación entre arma-
mento y éxito tecno-económico. La ideología de la guerra fría, donde se
veía al mundo como un partido de ajedrez bipolar, creó el incentivo de una
poderosa industria militar. Una vez que se situó al enemigo, teórica y prác-
ticamente aliado opuesto del tablero, se argumentó que el conglomerado
militar era necesario para proteger no sólo a los ciudadanos norteamericanos,
sino también a los ciudadan.os occidentales no comunistas, y para propor-
cionar seguridad a algunas partes del mundo que pertenecían al mismo
campo ideológico. la competencia por acumular armamento como sím-
bolo de status y poder superior -al que a veces se le denominó la "carrera
2 La invención de Johannes Gutenberg no fue tan importante para las masas, dado que más del 90
por ciento de los habitantes de Europa Central era analfabeta. El invento sirvió más bien a la elite.
3Las armas de fuego se inventaron en la segunda o tercera década del siglo XIV en Europa, y a media-
dos del siglo ya eran conocidas en todo el continente.
4
El uso no productivo de los recursos económicos significa per se una pérdida considerable de bienes-
tar para la gran mayoría de la población. El uso de las armas en la historia reciente eleva -comparado con
la Edad Media-los efectos económicos de la destrucción, impidiendo el retorno a una vida económica nor-
mal, la reconstrucción y cancelación de débitos de guerra, etcétera, las demandas de utilidades son gene-
ralmente más elevadas y a menudo no se pueden pagar antes de que se inicie la guerra siguiente (traduc-
ción del alemán de la página 29).

60 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
armamentista"- produjo un auge económico de industrias altamente ren-
tables, tasas elevadas de empleo y patrones de vida cada vez mejores. Aún
así, los gastos excesivos fueron inevitables y los déficit se han convertido en
algo más o menos permanente. Éste es un indicio de que los gobiernos gas-
tan persistentemente mucho más que las sumas recolectadas por impues-
tos, y bastante más de lo que los ciudadanos están dispuestos a pagar. Esta-
dos Unidos de América ha acumulado deudas presupuestarias desde los
años setenta. 5 El fin de la guerra fría originó dolorosas consecuencias en la
industria militar y en la investigación tecnológica en general. Enormes re-
cortes a los subsidios gubernamentales llevaron al cierre de industrias y al
desempleo consecuente. En Alemania por ejemplo, el retiro de las fuerzas
armadas liberó otro flujo de desempleados. El impresionante aumento de
inversión en servicios públicos resultó imperativo para apoyar el ingreso, las
prestaciones a los desempleados, discapacitados y padres y madres solteros
y, sobre todo, a los pensionados: todos ellos son el sector "de pago en efec-
tivo" del Estado Benefactor moderno (The World Economy Survey, 1997). En
Estados Unidos, los subsidios correspondían al 2 por ciento del PtB en 1937;
en 1960 habían llegado al 6 por ciento de la economía y para 1997 alcan-
zaron el13 por ciento (The Economist, 1997).
Estos cambios son los responsables de que la industria se viera obliga-
da a desarrollarse en otra parte con tal de sobrevivir y lucrar. Este proceso
va de la mano con el desarrollo de vínculos de comunicación cada vez más
refinados, y facilitaron el comercio ultramarino como nunca antes en la his-
toria. En la época del colonialismo, el transporte de mercancías corría el
riesgo de dañarse o perderse. Hoy día la comunicación mundial es instantá-
nea, y el espacio y el tiempo se han reducido a la mínima expresión. La tec-
nología cada vez más avanzada y la desregulación continua le dan libertad
de viajar, tanto al capital como a la fuerza de trabajo; y en los noventa la
economía mundial se ha vuelto más integrada que hace varias décadas. El
esperado mercado mundial único de mercancías y capital todavía no es una
realidad, pero la integración aumenta de tal manera que hasta puede antici-
parse. la integración que se incrementa a mayor velocidad es la de los flujos
de capital. James Carville, jefe de relaciones públicas durante la campaña
s Estados Unidos se ha convertido en el más grande deudor. El retiro monetario del Banco Mundial
provoca la crisis de la deuda de los países del Tercer Mundo. Dada la escasez de créditos la tasa de interés
se elevó mucho para que los países deudores pudieran cumplir con sus obligaciones crediticias. Actual-
mente, la miseria de los países del Tercer Mundo debe interpretarse en correlación con la política de derro·
che de la familia norteamericana, cuyo objetivo fue financiar una política armamentista que le daba prestigio.

Reqina Watl\ln-Kolb y Qing Chao 61


Occfdentalizaclón. Qlobalizaci(Jn
de Bill Clinton de 1992, concluyó que "los mercados financieros se han
vuelto finalmente más poderosos que Dios" (The Economist, 1997).
Entonces ¿qué es lo que atemoriza la "tranquilidad" de "Occidente"*
¿Es la globalización una carambola sin rumbo? La implicación es una cues-
tión de opciones. ¿Se impone la globalización a todos o existen alternativas
de participación? ¿Puede cada ciudadano del mundo participar con privile-
gio y libertad en la globalización, o éstos están garantizados sólo para quienes
pueden invertir en acciones del mercado financiero, por lo menos mientras
sus acciones no se desplomen? Los gobiernos sobreendeudados pueden evadir
todavía la cuenta regresiva final de su atribución de recaudar impuestos
y de regular la inversión y el consumo públicos. Los Estados Benefactores
occidentales no han podido cumplir sus promesas. Si la globalización es occi-
dentalización, la "tranquilidad" debe ponerse en guardia, porque los proble-
mas sociales vinculados con ella podrían resultar bastante más considerables
que las ganancias. ,

ÜRIENTALIZACIÓN, UNA TRADICIÓN CULTURAL DISTINTA


Y UNA VISIÓN DIFERENTE DEL MUNDO.
EL EJEMPLO DE CHINA

El surgimiento de un nuevo orden mundial requiere de contendientes y la


globalización -que se inició en una vigorosa fuente occidental de democra-
cia liberal y desde una economía de libremercado- es confrontada por
aquellos a los que intenta aplastar. China ha comenzado su proceso de con-
vertirse en una superpotencia; por su tamaño y ubicación le imprimirá sus
peculiares características al proceso de globalización y, muy probable-
mente, desviará unas cuantas trayectorias instituidas por algunos de los
poderes occidentales. A lo largo de su historia, China siempre ha estado
segura de su autosuficiencia e independencia. Antes de la Guerra del Opio
"China parecía contenta con la responsabilidad de supervisar el orden de
la Pax Sínica, la que siempre se describió como el antiguo estado universal
del imperio chino, alrededor del cual existían zonas de otros estados
menores; todos ellos sostenían una relación diferenciada con China de 1
acuerdo con su historia y su distancia cultural y espacial. Más allá de este
mundo de orden chino se ubicaban aquellos estados y aquellos pueblos

*N. de la T. En inglés los autores hacen un juego de palabras, dicen: "the rest of the West".

62 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
que no pertenecían al orden sino-céntrico. Ellos estaban excluidos de la
influencia china y, en la misma medida, China no era importunada por esas
lejanas naciones de «bárbaros» (Cho-yun Hsu, 1991 ). Al confrontarse con
el coloniali~o -antiguo intento occidental de dominación mundial- se
dejaba de lado la ética deontológica de Confucio.
Entonces, ¿cuáles son las fuerzas rectores detrás de la práctica singular
de este colosal país que ha perpetuado su cultura por más de dos milenios?
¿Cómo se le puede abordar en su papel de contendiente principal en la
época de la globalización del milenio por venir? ¿La podremos medir con
nuestros criterios, esto es, con nuestros valores, tradiciones y supuestos? Y
si no es así, entonces, ¿cómo?
Es necesario examinar la historia de China para comprender su práctica
actual. Aunque han habido enormes cambios en los últimos siglos -particu-
larmente en el siglo xx-las características distintivas de los chinos son fácil-
mente observables. Dichas características han sido consistentes por miles de
años. Desde que la historia se registra, China ha sido una nación totalmente
distinta a Occidente. Las características que a continuación se describen
son las más significativas en la formación de la nación china.

Las condiciones geográficas

El pueblo chino ocupó el vasto territorio interior del continente de Asia


Oriental que mira al Océano Pacífico. Este territorio estaba casi aislado por
barreras geográficas: los montes Himalaya, los más elevados del mundo, en
el Sudoeste, desiertos interminables en el Noroeste, tierras áridas, casi inha-
bitables en el Norte que se extienden hasta el Ártico, y el gran Océano Pací-
fico en el Sur y Sudeste. Estas condiciones geográficas aisladas hicieron
posible el desarrollo de una cultura sin grandes desafíos por parte del mun-
do exterior, esto fue así hasta que los buques de guerra occidentales se
dirigieran hacia el mar del sur de la China en el siglo XIX.

La agricultura
China ha sido el país agrícola más grande y por mayor tiempo en la histo-
ria del mundo. A través de los milenios ha realizado extraordinarios esfuer-
zos por producir lo suficiente para alimentar a su población en constante
crecimiento, en la limitada tierra cultivable de que dispone.

Regina Watkln-Ko!b v Qing Chao 63


Occldentalizaclón. g!obalización
El hecho de adaptarse a estas condiciones físicas en un periodo tan
largo, dio como resultado el crecimiento y florecimiento de una cultura úni-
ca en ese aislado territorio agrícola. En el año 500 a.C., aproximadamente,
se originó el confucionismo y se convirtió en la tradición cultural dominante
desde que China fue unificada por Qin Shihuang, el primer emperador de
China en el año 221 a.C. Aunque hubo otras tradiciones importantes en
ciertos periodos de la historia, por ejemplo el taoísmo y el budismo, se
asimilaron o adaptaron al confucionismo.

Relaciones humanas básicas

Confucio (551-479 a.C.), padre fundador del confucionismo, desarrolló la


teoría social que se requería para estabilizar a la sociedad china de esa
época. El aspecto central de su teoría se refiere a una adecuada conducta
social que daba cuerpo a las relaciones sociales entre los miembros de la so-
ciedad. Básicamente eran cinco las relaciones que se consideraban vitales:
padre-hijo; soberano-súbdito; marido-mujer; hermano mayor-hermano
menor; amigo-amigo. Tres de las cinco relaciones se daban dentro de la
familia, que era considerada de suma importancia. No se definía a los
miembros de la sociedad por sus derechos, como sucede en la tradición
occidental, sino por sus obligaciones o deberes, y en cada relación se esta-
blecía una norma moral que debían cumplir ambas partes. Aunque cuatro
de las relaciones (excepto la de amigo-amigo) eran de índole desigual, esto
es, una de las partes tenía autoridad sobre la otra, el vínculo moral de cada
papel significaba que el miembro superior (padre, soberano, marido, her-
mano mayor) debía cumplir prioritariamente sus obligaciones. La autoridad,
como un derecho y una responsabilidad de padrinazgo, tuvo una impor-
tancia secundaria en el confucionismo clásico (Qing Chao, 1992, 1993 y
1995). 6

La importancia dei"Ren"

La norma más elevada de calidad moral se resumía en el "Ren", un con-


cepto desarrollado con gran profundidad por Confucio en las "Analectas",
clásico chino comparable a la Biblia en Occidente y al Corán en el mundo
islámico. "Ren" es la más elevada virtud del ser humano en el sentido de
6
Para una exposición más detallada, véase la obra de este autor.

64 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
excelencia interna. Es difícil trasladar el significado profundo y completo del
concepto a una traducción; se acerca a una combinación de amor y bene-
volencia como se usan estos conceptos en inglés. Empero, no se orienta
hacia afuera como las virtudes en Occidente sino que tiene un sustento
interno y se desarrolla con mucha práctica de auto-refinamiento (Cho-yun
Hsu, op. cit., p. 19). "Ren" era la norma moral básica que debían poseer los
que detentaban la autoridad, particularmente el soberano y el padre. Men-
cio (370-296 a.C.), otro de los fundadores del confucionismo Qunto a Con-
fucio) desarrolló otro concepto, ei"Yi", que significa "rectitud" y que está
basado en el "Ren". Puede definirse como "estado de conciencia general
de pudor", o "equidad" y "justicia". "Ren" y "Yi" conforman la base de la
norma moral del confucionismo. Se subrayaba la cualidad moral porque se
pensaba que los seres humanos eran vulnerables a la influencia corruptora
del deseo y la lascivia.

"Tao", el camino
El propósito más elevado que debía alcanzar la sociedad china era la armo-
nía. Los chinos visualizaban el universo de acuerdo con la ley denominada
"Tao", que significa "el Camino". La característica fundamental dei''Tao" es
la armonía, cuya mejor manera de ejemplificarlo es con el mundo físico y
su perpetuo ritmo de las cuatro estaciones. Los chinos sentían gran respeto
y admiración por la naturaleza, la veían como un modelo que la sociedad
humana debía seguir, y creían que la misma ley "Tao" se aplicaba al mun-
do humano. La armonía en la sociedad humana se inicia con los individuos
("Ren"), luego la familia (las tres relaciones básicas), después la sociedad
(las dos relaciones básicas), enseguida entre el humano y la naturaleza, y
finalmente los mundos humano y físico se fusionan en un universo perpe-
tuo único. Un mundo perfecto es un mundo de armonía, donde la sociedad
humana está libre de la guerra, del crimen, y de toda forma extrema de
conflicto humano/
En la sociedad china se le otorgaba tal importancia a la conducta
apropiada que a un miembro de la sociedad se le juzgaba, en primer lugar,
por su calidad moral o excelencia interna. Las ganancias personales, par-
7EI concepto de armonía era un tema central en las obras clásicas chinas durante la época de Confu-
cio. Donde está mejor descrito es en el libro Zhoong Yong (La doctrina del significado). El concepto de "Dao"
fue desarrollado extensamente por la9:,P en su único libro Dao De Jing (El libro del Dao y del De). Véase La
doctrina del significado, en james legge (trad.), The Four Books, Hong Kong, Wei Tung Book Co., 1971. lao
Tzu, Tao Te Ching, Middlesex, Penguin Books ltd., 1963.

Regina WatlrJn-Kolb v Qing Chao 65


Occldentalización. globalización
ticularmente en la forma de riqueza o lucro, nunca obtuvieron la aproba-
ción social activa. Esto contrasta agudamente con la tradición occidental
que sostiene que la búsqueda de la riqueza es uno de los "derechos" fun-
damentales de la gente. Una cita famosa del confucionismo usada en el
contexto familiar dice: "El hombre superior es versado en la rectitud; el hom-
bre común es versado en el lucro." Uunzi yu yu yi, xiao ren yu yu li) (Legge,
1971 ). Central para la sociedad confuciana era la prioridad del bienestar
colectivo por encima del avance de los intereses individuales. Aunque el
mandatario también era juzgado por su capacidad de proporcionar bienes-
tar a su pueblo, en primer lugar y quizá con razón, era medido por su grado
de ''Ren" para lograr sus propósitos. Si el gobernante había logrado la
excelencia interna dei"Ren", sabría organizar sabiamente a su pueblo en el
cultivo de la tierra, acorde con el ritmo natural de la estación, y así segaran-
tizaría una cosecha abundante. la lógica que respalda a este argumento es
que los desastres, incluso los naturales, eran causados por el hombre o por
su mal comportamiento, particularmente el del gobernante. los desastres
naturales eran avisos del cielo (el"Tao") a los humanos porque la autoridad
del gobernante se otorgaba por "mandato del cielo".
Esta tradición encajaba perfectamente en las necesidades de una
nación agrícola y garantizaba el modo de vida basado en la agricultura, dado
que el comercio nunca fue tan importante como en Occidente. El esfuerzo
colectivo se dedicaba al cultivo de la tierra, y la experiencia de los ancianos,
vital para el éxito agrícola, se reverenciaba y utilizaba hasta al máximo. la
célula básica de la sociedad, la familia, llegó a ser la unidad más conve-
niente para la producción agrícola. La pirámide de las relaciones jerárquicas
basada en las obligaciones, dirigida al bienestar colectivo y lubricada por la
armonía, servía para proporcionar las condiciones adecuadas a la produc-
ción agrícola, lo que era vital para la supervivencia de la nación china.

Cómo se ven los chinos a sí mismos


entre el resto de las naciones del mundo
Entonces, ¿cómo veían los chinos sus relaciones con los "otros", con aque-
llos que vivían fuera del mundo chino? La visión china del mundo es com-
patible con esta ética confuciana basada en la virtud. En razón de las barre-
ras geográficas, China siempre se consideró el centro del universo, el así
llamado "Centro Celestial". Como resultado de esta perspectiva sino-cén-
trica, China consideraba a las otras razas, especialmente las minorías étni-
cas del Sudoeste, las tribus nómadas del Norte.-es decir, los mongoles y los

66 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
manchúes del Noreste- como bárbaros. Bárbaros en el sentido de que no
tenían el elevado nivel de civilización, particularmente las normas morales
que se disfrutaban en el "Centro Celestial". Desde la época de la dinastía
Han (206 a.C.-220 d.C.) hasta el siglo XIX, China tuvo numerosos conflictos
limítrofes con las razas de la periferia. Cuando negociaban con estos "bár-
baros", los funcionarios formados en la ética confuciana insistían en que los
extranjeros debían ser "civilizados" y que muchas de las normas éticas
debían prevalecer en las tierras extranjeras.

Los eruditos confucianos se oponían a invertir en la guerra los limitados recur-


sos; la importancia que le otorgaban al desarrollo del gobierno de China cen-
tral demostraba que no descartaban la expansión del orden chino. Donde más
diferían de sus oponentes era en su visión de que el orden universalizado del
mundo chino debía ser cultural, y que el único camino para adoptar la expan-
sión sería mediante una irradiación hacia fuera de las influencias culturales
(Cho-yun Hsu, op. cit., p. 21 ).

Ello podía contribuir directamente a las enseñanzas de Confucio: "Atraer


a los pueblos lejanos con la fuerza de la virtud", y "Si los pueblos distantes
no obedecen a China, los gobernantes chinos deben granjeárselos culti-
vando su propio refinamiento y virtud" (Legge, op. cit.). Sin embargo, tam-
bién se aplicaba una norma muy importante: los eruditos confucianos
"consideraban natural que el modo de vida chino y la soberanía de sus
estados no se extendiera necesariamente a tierras extranjeras, a menos que
los extranjeros aceptaran de manera voluntaria la cultura china" (Po-chi
Liu, 1962). Mencio estaba particularmente en contra de la guerra, pensa-
ba que sólo el peor gobierno era capaz de interrumpir la vida normal de su
pueblo en aras de invadir otros estados.
La tradición de Confucio de coexistencia pacífica con otras razas, y la
invocación de ganar el respeto de los pueblos ajenos al mundo chino me-
diante la fuerza de la virtud, y no de la conquista militar, puede explicar en
parte que se haya descartado el desarrollo tecnológico; el resultado subse-
cuente fue no contar con una superioridad tecnológica como la de Occi-
dente. Este sentido de supremacía de la cultura china caracterizó todas
transacciones importantes con los demás pueblos. La práctica del tributo es
un claro ejemplo de esto; el tributo que aportaban los pueblos de la peri-
feria a los gobernantes chinos era recibido más como una muestra de
respeto que como un objett' de valor. La recompensa económica nunca fue

Reqina WatiJn-Kolb v Qinq Chao 67


Occidentallzación, globallzación
una prioridad en las relaciones exteriores. Cho-yun Hsu observó que "las
dinastías Ming y Qing no solían enviar tropas a los estados tributarios y sólo
en casos extremos anexaban sus territorios" (Cho-yun Hsu, op. cit., p. 30).
La mejor manera de ilustrarlo es co~ el ejemplo de las siete expedi-
ciones navales extraordinarias al Océano Indico en el periodo 1405-1433,
comandadas por el capitán Zhe He y otros. Estas flotas llevaron 28,000
hombres en 62 barcos y llegaron a Aden, a Ormuz en el Golfo Pérsico y a
la costa de África. Portaban cartas y regalos del emperador chino, así como
sedas para comerciar. "Negociaron que 50 lugares nuevos se convirtieran
en tributarios de China. Las misiones de tributo regresaron cuatro veces a
China desde Ormuz y la costa africana, y 11 veces desde Bengala" (Fairbank,
1969, pp. 449-463). Bien pudieron utilizarse estas expediciones con otros
fines que no fueran el despliegue de la supremacía de la cultura china, por
ejemplo, para el comercio, la conquista militar e incluso la colonización. El
eminente sinólogo Fairbank comenta:

Es claro que la China Ming contaba con un poderío naval capaz de dominar el
sudeste asiático un siglo antes que llegaran los portugueses. Comparemos a
China y Europa en el año 1430: los barcos exploradores del príncipe Enrique
el Navegante aún no llegaban a Cabo Verde en África Occidental, y todavía no
nacían Colón, Vasco da Gama y Albuquerque. China era superior en tamaño y
riqueza, en muchas líneas de la tecnología y en el arte del gobierno burocráti-
co. Su demostración de poderío naval en el Océano Índico era la expresión na-
tural de su gran capacidad doméstica. Aun así, después del año 1430 su expan-
sión marítima cesó (ibídem, p. 455).

Fairbank explica el abandono repentino de esta expedición marítima


de modo típicamente occidental:

La explicación más sencilla es que el amplio desarrollo chino había alcanzado


su máxima expresión y madurez con una base estabilizadora y autocontenida,
mientras que la gran expansión europea estaba comenzando en líneas mucho
más dinámicas de competencia nacional, celo religioso, apoyo gubernamental
al comercio ultramarino y empresas aventureras individuales, ninguna de las
cuales eran tan prominentes en el escenario chino (ídem).

Esta explicación es parcialmente correcta en el sentido de que China


era una nación fundada en la tierra mientras q~e Europa se orientaba a las

68 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
empresas marítimas. Empero, existe una diferencia fundamental que subya-
ce en estas prácticas diferentes: la motivación básica de alcanzar tierras
extranjeras. Como ya se mencionó, en la China tradicional el enfoque cul-
tural se anteponía a cualquier consideración económica; para Europa en
cambio, el aspecto económico era claramente la razón básica de la expan-
sión marítima, y el comercio resultante era a todas luces desigual porque a
menudo se realizaba a costa de los pueblos nativos. Ycuando se considera-
ba necesario, se utilizaba la fuerza militar para garantizar el lucro máximo.
A menudo la fuerza se justificaba porque era necesaria "para concertar
negocios". El caso extremo se refiere al tráfico de esclavos, el cargamento
de pueblos africanos como esclavos a través del Atlántico hacia América,
con el objeto de saciar la insaciable sed de mano de obra; en verdad un
"negocio" extremadamente lucrativo. La colonización del mundo fue el
resultado natural de tal mentalidad.

El significado de "Tao long"


Comprender la visión china del mundo es conocer el concepto de "Tao
Tong", mundo ideal imaginado por Confucio y que se ha conservado como
fuente de inspiración de muchas generaciones chinas a lo largo de la histo-
ria. "Tao Tong" significa "la gran armonía" donde el gobierno virtuoso, y
todo lo demás, se hace en bien de la colectividad (véase Chen jinpan y Wang
Bin, 1986). Este concepto confuciano estaba estrechamente vinculado con
la noción de "Sihai zhinei Jie Xiongdi", que significa: "Todos los pueblos de
los cuatro mares son hermanos". 8 El concepto "Tao Tong" fue elaborado a
profundidad por el prominente erudito y reformador Kang Youwei de la
dinastía Qing. En su obra de 1Ovolúmenes titulada Tao Tong Shu (El libro de
Tao Tong), imaginó un mundo de justicia donde cada uno trataba a los
demás como deseaba ser tratado. Es significativo que esta obra haya sido
escrita en la época en que China estaba más frágil y lesionada por el poder
de Occidente (1884-1902). Kang Youwei, el reformador principal de la corte
imperial abordaba el apremiante problema de fortalecer a China en contra
del dominio occidental. Integró en el "Tao Tong" algunos elementos de la
teoría social occidental como es el socialismo. En contraste con el enfoque
pacífico humanista del "Tao Tong" existía una línea política más pragmáti-
ca el "Yi Yi Zhi Yi", cuyo significado es que "es necesario aprender de los
bárbaros con el fin de derrotarlos", una doctrina abogada por los reforma-

sEn chino antiguo los cuatro marre~ son todo el mundo o el mundo entero.

Regina Watkln-Kolb y QlnQ Chao 69


Occidentalizaclón. globalización
'• ,1

dores más radicales encabezados por Li Hongzhang. Estos reformadores


deseaban aprender la tecnología occidental con el objeto de fortalecer las
habilidades defensivas nacionales de China. La visión confuciana del mun-
do "Tao Tong" fue ahogada en esa época de crisis nacional, cuando los
reformadores más "pragmáticos" empezaron a tener mayor influencia. Era
evidente que lo que deseaban aprender era la tecnología moderna para fa-
bricar armamento: cañoneros y cañones; una doctrina que se desviaba
drásticamente de la tradición de Confucio.

ÜRIENTALIZACIÓN VERSUS OCCIDENTALIZACIÓN:


UNA RESPUESTA CADA VEZ MAYOR

Como ya se esbozó en el capítulo anterior, en la mayor parte de la historia


registrada, "China fue mucho más des~rrollada, próspera y refinada que
Occidente. Solamente en los últimos 500 años Europa se le adelantó"
(véase Kristof, 1993). Hasta el siglo XIX la cultura china fue la más dinámica y
consistente de su extensa historia, aportó la fuerza motriz para la prosperi-
dad y el desarrollo sustentado más grandes de la historia humana. Dicha
tradición cultural representada por el confucionismo como la vertiente princi-
pal y complementada por el taoísmo y el budismo, satisfizo las necesidades
de la sociedad china en términos de valores, ética, estructura de la sociedad
y modo de gobierno. No obstante, cuando China enfrentó a los cañoneros
de la armada inglesa a principios del siglo XIX, pareció demasiado frágil para
asumir el desafío. El 29 de agosto de 1842 se firmó el Tratado de Nanjing,
entre el gobierno Qing y Gran Bretaña, el primero de una serie de tratados
desiguales entre China y las fuerzas occidentales. Desde la Guerra del Opio
en 1840 hasta finales de la Segunda Guerra Mundial en 1945, por 100 años,
China había estado luchando contra la dominación extranjera. Aparente-
mente se retrasó en tecnología a partir de la Revolución Industrial que abarcó
a toda Europa. La sabiduría confuciana del mundo no pudo salvar a China
de la invasión militar occidental, y se convirtió en el chivo expiatorio. El
confucionismo sufrió serios ataques que alcanzaron el clímax durante el mo-
vimiento del4 de mayo de 1919, como respuesta furiosa a la incapacidad del
gobierno chino de proteger la soberanía nacional en la conferencia de paz
en París, a finales de la Primera Guerra Mundial.
A pesar de que la ideología comunista desarrollada por Mao Ze Dong
y Ten Xiaoping rechaza abiertamente la tradición china a la que denomi-
naron "elementos feudales", las características distintivas de la tradición

70 Estudios para la paz


desde una perspediva global
china pueden distinguirse con claridad en el estilo chino de socialismo. Las
teorías de pensamiento que China ha desarrollado y fortalecido durante
siglos, y que le han ayudado a lograr su independencia nacional, per-
manecen distintivamente chinas y dominantes. Sin embargo, la insistencia
por occidental izar a China no ha cesado, desde los reformadores de la corte
Qing hasta los intelectuales contemporáneos.9 Un ejemplo típico de defensa
en pro de la occidentalización de la China moderna puede verse en la con-
trovertida serie de televisión He Shang (La elegía del río Amarillo) difundida
por la televisión central china en los años ochenta. Fue aprobada por el
entonces Secretario General del Partido Comunista, Zhao Ziyang; el pro-
grama mostraba que la "cultura amarilla" (cultura china) representada por
el río Amarillo debería ser reemplazada por una "cultura azul" (cultura occi-
dental) representada por el mar. Las críticas surgieron de inmediato entre
los académicos que vivían en China y entre los que estaban establecidos eh
el extranjero (diáspora china). Irónicamente, sólo hasta más adelante el
gobierno empezó a señalar la serie como perjudicial a la sociedad china.
Con objeto de entender mejor el tema orientalización versus occiden-
talización y analizar algunas de sus implicaciones si China se occidentali-
zara, consideramos útil examinar el caso de japón. Este país sufrió un proce-
so de transformación en el siglo XIX que ha sido ampliamente interpretado
como occidentalización.

LA EXPERIENCIA JAPONESA
japón ocupa una isla en Asia oriental de tamaño aproximado a la de
Inglaterra. Históricamente aprendió de China desde épocas antiguas y
como resultado estuvo muy influenciado por su cultura.

Japón le debe mucha de su herencia cultural a la suntuosa y respetada tradi-


ción de China. No obstante en la época moderna, cuando la superioridad de
la civilización occidental fue ampliamente demostrada con su poderío militar,

9 En los últimos 150 años han nacido diferentes escuelas y teorías de pensamiento cuyo objeto era
fortalecer a China y lograr la independencia nacional. Durante la dinastía Qing tuvo lugar una gran dis-
cusión sobre el Ti (la esencia china) y el Yong (la funcion extranjera). El punto central de esta discusión se
refiere a mantener la cultura china (Ti) y aprender la tecnología extranjera (Yong). El doctor Sun Zongshan,
fundador del Partido Nacionalista a principios del siglo xx, abogaba por el San Min Zhuyi que incluía al
nacionalismo.

Regina Watk.Jn-Kolb y Qlng Chao 71


Occldentallzaclón. globallzaclón
Japón le dio la espalda a China y dirigió su mirada a Occidente como modelo
de "progreso". Japón fue la primera nación asiática en modernizarse y una de
las pocas entre las naciones no occidentales que escapó con éxito al control
colonial de Occidente (lida, 1997).

El resultado fue que japón se libró de ser colonizado y se convirtió en


colonizador: Después de "modernizarse", japón comenzó a colonizar a Chi-
na, y durante la Segunda Guerra Mundial hizo lo mismo con otros países
asiáticos. Por ello, China no sólo luchaba contra la dominación de las
fuerzas occidentales, sino también contra la fuerza asiática occidentalizada.
La elite japonesa de esa época aceptaba el darwinismo social occidental;
creía que había una escala de civilizaciones en el mundo, con los países
occidentales en la cima, Japón al medio y el resto del mundo en la parte
inferior. Estaba tan seguro de su posición que desafió a Estados Unidos ata-
cando Pearl Harbour, ataque que tomó por sorpresa a todo el mundo.1o
Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón no pudo impedir la
influencia norteamericana en su país. La devastación fue tan enorme que
tuvo que depender de la ayuda norteamericana para recobrarse. La ver-
dadera razón del éxito económico japonés yace en la frustración sufrida
después de la terrible destrucción del país durante el último año de la
Segunda Guerra Mundial. Robert C. Christopher describe el "océano de
escombros", los "cerros ondulantes de desechos", a veces de 90 centíme-
tros de profundidad; "era el paisaje más melancólico y horripilante que
pueda uno imaginarse" (Christopher, 1983). Cuando se detuvieron los
bombardeos comenzó el arduo trabajo de los japoneses, sin combustible ni
materias primas para las pocas fábricas que no fueron destruidas, sumado
al hambre y a las enfermedades más terribles (ibídem, p. 20}. 11 Durante la
ocupación los norteamericanos gobernaron japón con la actitud de "el
Hermano Mayor sabe lo que te conviene". En unos cuantos años "M a shi-
reibu" (el centro de operaciones de MacArthur) remodeló radicalmente a
la sociedad japonesa. Incluso los norteamericanos que conocían el país y la
cultura japonesa no mostraron la más elemental cortesía, una actitud tute-
10
Una vívida descripción de la occidentalización de Japón puede verse en la serie televisiva "Camino
a Xanadu", producida por una compañía australiana y difundida en Inglaterra en los ochenta.
11
Había tan poca comida que los soldados norteamericanos podían comprar -y lo hacían- desde las
reliquias heredadas hasta a una mujer, por unas cajas de raciones del ejército o por un par de cartones de
cigarrillos.

72 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
lar, una ignorancia inexcusable, una arrogancia y la más absoluta falta de
respeto al tratar con japón en los niveles políticos y económicos (ibídem,
p. 23). 12 Christopher también responsabiliza de: "el complejo de superio-
ridad profundamente enraizado en muchos grandes norteamericanos le
impide aceptar que podríamos cometer errores o faltas al tratar con los ja-
poneses" (ibídem, p. 21 ). Por estas circunstancias de aturdimiento y humi-
llación, el logro de llegar a ser una potencia económica mundial se basa en
la fuerza de voluntad, la determinación y el sacrificio personal. Al igual que
en Estados Unidos y en otros países que siguieron el modelo norteameri-
cano después de la Segunda Guerra Mundial, el costo del crecimiento
~ material fue bastante elevado. Los principios antiguos que incluían la espi-
~. ritualidad y el factor humano se silenciaron con el objeto de no interferir
~ con la inhumana correa transportadora que fabrica "mercancías desecha-
~ bies". En el caso de japón el resultado fue el llamado "japonismo" que ha
~ . sustituido todo aspecto religioso y ha garantizado una poderosa alianza
entre la industria, una burocracia altamente calificada y un gobierno con-
servador. Karel von Wolferens subraya que aspectos como la verdad uni-
versal y las demandas éticas derivadas de los dogmas originales del budis-
mo y del confucionismo se separan de la realidad sociopolítica. Los valores
transcendentales y los principios universales constituían amenazas poten-
ciales para la elite en el poder y se erradicaron. Esta elite se presentaba a sí
misma como el poder último, modelando el futuro de japón.
La occidentalización de japón también creó una ambigüedad en la
identidad nacional japonesa, lo que constituye la obsesión de japón desde
que le dio la espalda a Asia.

Para los japoneses la modernización era mucho más que la mera adaptación
de las instituciones y tecnologías occidentales; implicaba la participación vo-
luntaria en un juego extraño que se jugaba como la lógica de la civilización 11,
11

en el cual los japoneses adoptaron la lucha por superar su inferioridad, con la


esperanza de sustentar la autonomía política y cultural de su nación. Una vez
que los japoneses se convencieron de que la modernización no los llevaba a su

t2Christopher reseña varios ejemplos: el entonces Secretario del Tesoro, W. Michael Blumenthal,
cuando negociaba con el Primer Ministro Takeo Fuyuda; Jimmy Carter con los así llamados "golpes de
Nixon" (imposiciones sobre los japoneses para que cedieran y concedieran todo en tiempos de crisis); Her-
mann Hickman: "que estén taciturnos,~r¡~?ro no mudos"; en la recepción con el senado norteamericano le
dijeron al entonces Ministro de Estado japonés para Asuntos Económicos Exteriores, Nobuhiko Ushiba:
"... los Estados Unidos no necesitan a Japón, pero usted sí nos necesita".

Regí na Watkin·Ko!b y Qing Chao 73


Occldenta!izaclón. qloballzación
objetivo, la imagen de sí mismos y de su pasado sufrió una revisión; su pasado
se transformó no en algo que debían superar, sino en una fuente de ins-
piración. El anhelo romántico por una tradición cultural "perdida" se hizo
manifiesto en una tendencia discursiva de "el retorno a Asia" (lida, op. cit., p. 409).

lA EXPERIENCIA CHINA
La experiencia de los chinos difiere de la japonesa. En primer lugar, nunca
ha habido un poder suficientemente fuerte en Jos últimos 150 años que
condujera a Chi.na hacia la occidentalización. No se ha desarrollado una
teoría significativa que defendiera la occidentalización de China, como lo
hizo la elite japonesa en el siglo XIX. Después de la turbulencia y de los
dramáticos sucesos del siglo xx, incluyendo los de finales de los ochenta y
principios de los noventa en China y alrededor del mundo, lo que sucedió
es que los chinos se han vuelto más melancólicos y cautos. El caso de China
.'', y del mundo internacional como un contexto, es demasiado complejo
para recetar la panacea única. Después de la supresión de la cultura tradi-
cional china durante la Revolución Cultural de Mao Ze Dong, ha habido un
renacimiento constante de la cultura nacional y una conciencia cada vez
mayor de la identidad nacional, tanto en los niveles académicos como po-
pulares. Por una parte, el Partido Comunista chino renunció a la versión
extremista de la ideología marxista cuando se inició el proceso de reforma
a finales de los setenta. Por otra parte, más y más personas se dieron cuen-
ta de que la cultura occidental es un paquete. No es posible elegir uno o
más elementos que podrían ser útiles sin pagar las consecuencias de atraer,
a la larga, el "bagaje" cultural completo. Aunque los beneficios materiales
son muy evidentes y atractivos, los problemas que ha tenido Occidente lle-
garán inevitablemente a China; con la ola irresistible de la globalización
vendrán: el crimen, la contaminación ambiental, el abuso de las drogas, la
prostitución, la alienación de las relaciones humanas, etcétera, que son cada
vez más agudos en las zonas costeras desarrolladas. Yes posible que algu-
nos de estos síntomas se presenten aún peores en China que en otra part~s
del mundo. Es evidente que China se encuentra en la encrucijada de la his-
toria. El discurso y la práctica oficiales se refieren a forjar un estilo chino
distinto de socialismo, con una economía orientada al mercado. El sector
académico es más reflexivo, y está cada vez más consciente de la impor-
tancia de conservar la cultura china o de lograr la "soberanía cultural",

74 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
como lo declara el profesor Wang Huning (1995). 13 Se ha descartado la
occidentalización como una alternativa de desarrollo futuro. El modo chi-
no de resolver problemas -de hecho muchos de éstos son comunes a los
de otros países- es aceptado como nunca antes [Véase jisi (ed.), 1995;
Hughes, 1997]. El ardor manifestado durante las dos marejadas de aprendi-
zaje del señor De (democracia) y el señor Cie (ciencias) durante el movi-
miento del 4 de mayo de 191 O, y posteriormente en la primera década de
reforma en los ochenta, se ha vuelto moderado. Otros temas que pueden re-
sumirse bajo el concepto de "modernidad" se integraron a la agenda: iden-
tidad, valores nuevos, relaciones humanas, la relación entre el ser humano
y el ambiente, adaptación a la época de la información, brecha generacional,
industrialización, urbanización, comercialismo, mercadeo, globalización, etcé-
tera. A causa del rápido desarrollo económico en las dos décadas pasadas,
China ha experimentado estos problemas nuevos y no todas las soluciones
pueden encontrarse aprendiendo de Occidente. La conclusión de que es ne-
cesario desarrollar una estrategia de largo plazo con el objeto de abordar
estos asuntos como un todo en el futuro, exige a China ser más ecléctica.
Es en este contexto donde resulta imperativo hacer uso de su espléndida
tradición cultural y encontrar valor y sabiduría. Después de atacarla por
su fracaso al enfrentar el poderío militar occidental por más de un siglo,
se ha reevaluado cuidadosamente la tradición cultural china y se le ha uti-
lizado selectivamente. La autonomía cultural se ha vuelto un tema impor-
tante dentro de la agenda nacional.

LA EXPERIENCIA AFRICANA

Al igual que Japón, África ha sufrido la occidentalización forzosa por parte


de las fuerzas coloniales europeas; sin embargo, a diferencia de aquél los
estados africanos no lograron obtener beneficios para sus pueblos. El re-
chazo al opresor dio como resultado la abolición total del sistema antiguo
sin maximizar los beneficios inherentes. Igual al comportamiento destruc-
tivo durante las revoluciones europeas, 14 los valores adoptados y los tradi-
cionales se descartaron antes de demostrar su bondad. A diferencia de las
11 El profesor Huning de la Shan9~ai Fudan University es un importante especialista de la política

internacional en China. t·
14 La Reforma, la Contrarreforma, la Revolución francesa, para mencionar sólo algunos ejemplos.

Reglna Watkln·Kolb y Qln!l Chao 75


Occidentallzaclón. globallzaclón
revoluciones en Europa (véase Chan, 1994), donde pudo encontrarse un
equilibrio nuevo de coexistencia, África no ha podido desembarazarse de
un importante y persistente recuerdo.

El fantasma colonial es el favorito de los gobiernos y de los intelectuales


africanos. La "corrección política" impide a los blancos criticar las políticas
insubstanciales de los líderes africanos, mientras que los africanos negros 1' ... ·

defienden ciegamente a estos líderes en nombre de la "solidaridad racial".


Como resultado hay mucha confusión en cuanto a lo que África debe hacer 1 ·

para superar sus calamidades (Ayyitey, op. cit., p. 24). ', :,

Podría caracterizarse a África como un mundo subdesarrollado donde


los aspectos morales parecen haber desaparecido y han dado lugar a "un
marchitamiento de los gobiernos centrales, al surgimiento de territorios
tribales y regionales, a la proliferación de enfermedades no detectadas, a la
convicción creciente en la guerra" (Kaplan citado en Ayyitey, op. cit., p. 9).'s
"Disminuyen los rendimientos económicos y bajan las inversiones extranje-
ras directas, lo que hace aún más difícil conseguir la paz política" (véase
Ayyitey, p. 12).16 Los índices del desarrollo africano no son solamente descon-
soladores, también están rezagados de manera persistente en comparación
con otras regiones del Tercer Mundo. Las tasas de crecimiento económico
en los setenta mostraron un promedio entre el4 y el 5 por ciento, mientras
que América Latina registró una tasa entre el 6 y el 7 por ciento. El prome-
dio per cápita del producto nacional bruto (PNB) en 1981 fue de 770 dóla-
res para África, 973 dólares para Asia y 2 044 dólares para América Latina.
De 1986 a 1993, el PNB real per cápita del continente disminuyó en 0.7 por
ciento, en cambio el promedio para el Tercer Mundo se incrementó en 2.7
por ciento. Para toda el África negra, el ingreso real per cápita disminuyó
un 14.6 por ciento con respecto a su nivel en 1965, con lo que la situación
de la mayoría de los africanos negros empeoró con respecto a la época de
la independencia (ibídem, p. 10). La dependencia africana del Banco Mun-
dial y otras organizaciones occidentales es un círculo vicioso que no condu-
ce a ninguna "historia exitosa" (ibídem, p. 12).17 La occidentalización colo-
1
s Robert Kaplan es un periodista norteamericano citado por Ayyitey.
16
Entre 1990 y 1995 el flujo anual neto de inve,rsión extranjera directa hacia los países en vías de
desarrollo
17
se cuadruplicó a más de 90,000 de dólares; Africa recibió solamente el 2.4 por ciento.
La medida "historias de éxito" es una frase favorita en los reportes del Banco Mundial· pero es un
cliché cuando no se manejan estadísticas sino realidades de dirigencia política y económica. '

76
Estudios para la paz
desde una perspedlva global
nial de África fracasó y la occidentalización reciente bien podría no ayudar
a la pacificación, ni al incremento de los niveles de vida [véase Maren,
1997; Ake, 1991; Adedeji, Teriba y Bugembe (eds.), 1991 ]. Queda abierto
cuestionar lo siguiente: ¿En qué medida la orientalización se volverá rele-
vante para África?

ÜCCIDENTALIZACIÓN Y ORIENTALIZACIÓN:
¿UN CHOQUE DE CIVILIZACIÓN?

Occidente llevó sus esferas de influencia al interior de Asia y ahora China ha


surgido y se está preparando para encarar la confrontación. En vez de
absorber creencias occidentales incuestionables, se presenta al mundo con
sus valores orientales. China es todavía un país comunista y no está prepa-
rada para cambiar drásticamente sus instituciones, como es el caso de los
estados comunistas de la ex Unión Soviética. Además, está presenciando el
efecto de la occidentalización en Rusia y en los estados europeos orientales,
donde un gran porcentaje de la población fue arrojada a la pobreza como
resultado de un ineficaz sistema de privatización que abrió la riqueza sólo
a unos cuantos.
Es la primera vez en su historia que la confrontación no es de índole
militar, aunque tiene profundas consecuencias ideológicas y culturales.
Desde el punto de vista chino, el enfrentamiento con los "bárbaros" se rea-
lizará recordando la profunda sabiduría confuciana, con paciencia y la volun-
tad de aprender. Esta sabiduría no se refiere al conocimiento para acatar
sino más bien para exigir. China alberga a un quinto de la humanidad y su
PIB igualará al de los Estados Unidos en aproximadamente una década. La
orientalización comenzó hace algún tiempo de modo distinto: ya existen
más chinos viviendo en Estados Unidos que norteamericanos en China, y la
cultura china no se ha homogeneizado, ha conservado su singularidad. Los
académicos chinos se diseminan por todo el mundo y estudian lo positivo
y lo negativo del mundo occidental; las opiniones están divididas en cuanto
a si Estados Unidos es todavía la hegemonía más competente del mundo.
Si se compara la cultura y la historia antiguas de China, Estados Unidos no
tiene mucho que brindar. ¿O tienen ambos algo equivalente que ofrecerse?
En los cambios revolucionarios de la política mundial a partir de 1989 han
prevalecido las tendencias hacia un nuevo orden, "cada vez más desordena-
do y multipolar, menos jerá~quico y más interdependiente" (Kegley, 1992).

Reglna Watkin-Kolb y Qlng Chao 77


Occldentalizaclón, globalización
Según Huntington estos cambios entrañan lo que denomina un "choque
de civilizaciones" (1993 y 1996), ¿un choque entre civilizaciones que, apa-
rentemente, provoca los conflictos más importantes de la política global?
Históricamente significa ubicarlo junto a las guerras de reyes y pueblos, y a
las "guerras de las civilizaciones" que hoy parecieran bosquejarse:

Con el término de la guerra fría, el centro de la política internacional se traslada


de su fase occidental hacia una interacción, tanto entre civilizaciones occiden-
tales y no occidentales, como en estas últimas entre sí. Dentro de la política de
las civilizaciones, el pueblo y los gobiernos de las civilizaciones no occidentales
dejan de ser el blanco del colonialismo occidental, para convertirse junto a
Occidente en promotores y formadores de la historia (ibidem, p. 23).

Empero, como bien responde Stephen Chan a las reflexiones de Hunt-


ington, ¿por qué una lucha debe seguir a otra lucha e imponerse para ase-
1
'. gurar la dominación del orden mundial? (Chan, 1997). Este autor sugiere
que "las nuevas propuestas, enmascaradas quizá como «civilizaciones», y
aceptadas en su valor nominal por Huntington, pueden ser modos de re-
sistencia más que esfuerzos de conquista" (ibídem, p. 137); critica que
Huntington generalice un mundo donde "cada civilización crea un Otro y
se defiende de ese Otro" (ibidem, p. 139). Huntington olvida todos aque-
llos pueblos que se encuentran entremedio, mitad ingleses mitad jamai-
quinos, mitad franceses mitad marroquíes. El número de niños multirraciales
se incrementa día a día, y un gran porcentaje de personas de las genera-
ciones futuras será una cuarta parte de algo y otra cuarta parte de otra
cosa. Huntington pone el ejemplo del antiguo estado de Yugoslavia como
el típico choque de civilizaciones. Pero no fue el choque de civilización el
que provocó la guerra. Personas de diferentes raíces étnicas convivían pací-
ficamente, contraían matrimonio Y, en términos generales, vivían como viven
los habitantes de Europa central. Después de la muerte de Tito, los conflictos
comenzaron por dos razones principales: primero la económica, porque
algunos sectores de Yugoslavia eran menos prósperos que otros, y segundo,
por pugnas de liderazgo con las que comenzaron a manipular a los ciu-
dadanos y los hicieron pensar en la otredad. El pronóstico de Huntington
de que "los conflictos del futuro ocurrirán a lo largo de las líneas de fractu-
ra culturales que separan a las civilizaciones" parece una alegoría para
ensombrecer el futuro, particularmente si llega al extremo de bosquejar

78
Estudios para la paz
desde una perspedlva global
mapas geográficos. La crítica de Chan se justifica si Huntington no define

1
el concepto "civilización" y parece descartar las realidades de nuestro polí-
1 glota planeta. En un mundo donde apenas ha desaparecido la Cortina de
Hierro, los autores no comparten la insistencia de Huntington por la otre-
dad y "la apología intelectual que elabora y justifica una «Cortina de civi-
lización»" (Chan, op. cit., p. 139). Incluso consideramos peligroso promul-
gar dichas ideas, así como también que la propaganda a menudo exagere
al manipular a las masas; Yugoslavia es el ejemplo más reciente.
Es nuestra opinión que los poderes económicos crean las divisiones
al distribuir desigualmente la riqueza sobre el globo, este mundo políglota
donde predominan las sociedades plurales. La lucha entre Oriente y Occi-
dente es de tipo económico e incluye asuntos morales y políticos. Occidente,
el mundo libre, debe probarle a los pueblos empobrecidos de la Tierra que
es posible obtener seguridad en una civilización tecnificada, sin aceptar la
negligencia de dejar a nadie de lado. Hay millones de personas tanto en
Oriente como en Occidente a las que es necesario convencer de que se
pueden encontrar formas de cooperación sin confrontación. El efecto de la
globalización es una forma de internacionalismo, así lo definió hace algún
tiempo Thomas L. Hughes de la Fundación Carnegie (1988). El interna-
cionalismo se define como:

.. .la disposición o el ethos que valora y aspira a la cooperación internacional


en todas sus diversas formas. El internacionalismo es una visión moral de con-
ciliación internacional, de una comunidad mundial con al menos un locus
potencial de lealtad moral. En términos prácticos, el internacionalismo quiere
decir apoyo al proceso del derecho y de negociación internacional, a las orga-
nizaciones internacionales, a la ayuda económica, al desarrollo, a la interdepen-
dencia, a los intercambios culturales y otros, para fomentar el "entendimiento
internacional". El ethos internacional hace hincapié en poner límites al uso de
la fuerza, y en la necesidad de mostrar una causa o provocación moral clara y,
de ser posible también, el empleo con auspicio multilateral. Antiguamente se
incluía en la retórica de la paz, en la seguridad colectiva, en la dignidad, el
crecimiento y el progreso (ídem).

El peligro de avanzar a lo largo de esta línea parece ser el nacionalismo


norteamericano, si éste no es capaz de adoptar una forma de pensar inter-
nacional. Argumentos com0 ·el de Huntington son una fuente de peligro,

Reglna Watkln-Ko!b v Qing Chao 79


Occldenta!lzaclón. globa!lzación
donde se usa el miedo como la "norma" para proclamar la dominación occi-
dental en el mundo, y justificar que Occidente adopte una postura de con-
frontación en vez de una actitud adaptativa o cooperadora.
Huntington ha indicado, con mucha razón, que existe una percepción
creciente de la identidad nacional entre las "otras civilizaciones". Sin embargo,
en una línea típicamente occidental, lo ve como negativo y llama a la soli-
daridad de "la civilización occidental" para "proteger sus intereses con 1

respecto a esas civilizaciones" (op. cit., p. 49), manteniendo la superioridad 1 1

militar. El hecho de que la percepción de la tradición cultural autóctona en


otras naciones se perciba con una respuesta de este tipo, refleja un sentido
profundamente enraizado de eurocentrismo que prevalece, desde la expan-
sión marítima occidental de hace 500 años, y que hoy se da por sentada.
Esto demuestra lo poco preparadas que están las personas como Hunting-
ton para la era de la globalización. Todavía practican la antigua máxima de
"los poderosos hacen lo que quieren y los débiles lo que deben" para explicar
y encontrar soluciones a los nuevos desarrollos del mundo contemporáneo.
Lo que se requiere es un enfoque más humano, civilizado y ético para
adaptarse a un mundo cada vez más complejo, donde la percepción de la
identidad autóctona debería visualizarse como la consecuencia natural de
500 años de dominación occidental. Por lo tanto, el retorno a la identidad
nacional debería verse como legítimo, ya que en sí mismas las identidades
nacionales no son necesariamente peligrosas. Es urgente darse cuenta de que
la mentalidad de la "ley de la selva" es cada día más inadecuada para
enfrentar la complejidad del próximo milenio, sin mencionar que es ética-
mente erróneo y peligroso. La sensibilidad y la reacción exacerbadas hasta
la indignación podrían provocar un exceso de nacionalismo que llevaría a 'i'¡·

conflictos étnicos. Un ambiente internacional sano donde prevalezcan la jus-


ticia, la razón, el equilibrio y la imparcialidad, ayudará a garantizar un rumbo
razonable a la identidad nacional, que no ponga en peligro al mundo inter-
nacional. La visión china tradicional del mundo, Tao Tong, la Gran Armonía,
debería integrarse como saludable atributo al nuevo orden internacional.

CONCLUSIÓN

Existen diferencias fundamentales entre la cultura china y la occidental. La


sociedad occidental se caracteriza por una tradición centrada en el individua-
lismo, un acento en el derecho, una orientación materialista y una inclina-

80 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
ción a la conquista, mientras que la china aprecia lo colectivo, la obligación,
la espiritualidad y la armonía. El sistema de Estado-nación occidental ha
presenciado una historia de intensos conflictos dentro de sus fronteras, y de
conquistas militares fuera de ellas. La sociedad china ha experimentado la
época más extensa de paz relativa, poniendo de relieve la construcción de
una sociedad dentro de un imperio jerárquico, armonioso y dirigido por una
autoridad central. Ambos se encuentran en el proceso de globalización y
esto se transforma en una combinación de historia vivida de manera diferente,
con un desarrollo cultural distinto. Dos visiones disímiles del mundo explo-
ran un modo nuevo y compartido de conducir los asuntos políticos, eco-
nómicos y sociales. En este contexto avanza la globalización y trae un nuevo
orden global emergente. Este nuevo orden todavía no tiene un nombre y
designárselo no es un ejercicio trivial. Rosenau concluye que la incertidumbre
~ y el dinamismo caracterizan al actual mundo multicéntrico, "el capital, la pro-
Je ducción, el trabajo y los mercados están sometidos a la globalización" (1996).
ar Para responder a las cuestiones planteadas al principio de este artícu-
0· lo, hemos llegado a las siguientes conclusiones: la historia evoluciona en
~ ciclos. Sea la superioridad de la cultura china antes del siglo XIV, o de la que
IS hoy goza Occidente, una cosa es cierta: ninguna cultura puede mantener
e
1
, un ascenso permanente. La amenaza de toda cultura parece ser el avance
d económico, donde la tradición y los valores sociales se sacrifican en aras del
progreso y la prosperidad. Para el mundo contemporáneo globalizado, el de-
e 1
safío consiste en encontrar una dirección a nivel mundial que indique cómo
llevar el desarrollo económico hacia adelante. Países como China y otros
que están desesperados a causa del desarrollo económico requieren de la
ayuda del llamado "Occidente".
Debemos darnos cuenta de que la "globalización" no es fraseología
vacía, es la expresión de algo novedoso en la historia mundial. Tampoco es
únicamente un sinónimo de occidentalización: hemos descubierto que tam-
bién incluye a la orientalización, aunque en este momento es reconocible
sólo en los márgenes, pero es una influencia muy importante dentro de los
dictados de la historia ·mundial.
Las cuestiones que a continuación se plantean integrarán la nueva
agenda de los encargados de establecer políticas, de los profesionales y de
los estudiantes de Relaciones Internacionales:

• ¿Cómo se adaptaría una nación individual, o el mundo internacional como


un todo, al cambio de p:osperidad entre naciones?

Regina Watkin-Kolb y Qing Chao 81


Occidentalizaclón. globallzacíón
• ¿Cómo podremos enfrentar el desafío de la globalización cuando la domina-
ción de Occidente ya no está garantizada?
• ¿Cómo debe examinarse y abordarse el surgimiento de la orientalización?
• ¿Cómo nos deshacemos de la peligrosa mentalidad de guerra fría, por ejem-
plo, de puntos de vista realistas como el de Huntington que quieren "dete- '· ... '¡

ner" el surgimiento de naciones como China y la ven como amenaza?

En nuestra opinión, un diálogo más abierto fomentará una compren-


sión amplia de que pueden obtenerse utilidades recíprocas, no sólo en logros
económicos o en el fortalecimiento del prestigio político, sino también que
nuestra comprensión debe basarse en la necesidad de dirección espiritual
como son el Ren y el Yi.

UN MENSAJE ESPECIAL PARA ÁFRICA

Significativa para cualquier forma de lograr la paz en África en el siglo xx1,


es la teoría de una conducta social adecuada, incorporada a las relaciones
sociales entre los miembros de la sociedad, como se describe por ejemplo,
con las enseñanzas de Confucio en el proceso de orientalización. Sin embar-
go, no es necesario que la cultura africana se adapte a las enseñanzas teóri-
cas y espirituales de otras culturas. Existen enseñanzas similares de moral
social en la tradición africana de pensamiento. A diferencia de la mayoría
de los "gobiernos artificiales"- "gobiernos de impostura" (Ayyitey, op. cit.,
p. 16), los mandatarios africanos tradicionales se rodeaban de varios conse-
jos, cuerp9s e instituciones para impedir los abusos de poder y la corrup-
ción. "Al mandatario se le pedía cuentas de sus acciones en todo momento
y podía ser removido del cargo si era corrupto o no gobernaba de acuerdo
con la voluntad del pueblo"(ibidem, p. 15; véase además capítulo 3). 18 La
parábola más representativa de la tradición africana es la enseñanza social
del Rainmaker (hacedor de lluvia). El cuento del Rainmaker simboliza el sue-
ño de unidad entre todas las tribus africanas y destaca la virtud de la coope-
ración y de la solidaridad social. La leyenda del .Rainmaker muestra la
necesidad de unirse en una senda común de progreso pacífico. La fortaleza
18
EI capítulo 3 se titula "The lndigen9us and the Modern Systems: AComparative Analysis" p. 85 1
Para una colección actual de artículos sobre Africal véase la revista lntemational Affairs vol. 74 núm. 2 abril
de 1998. 1 1 1

82 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
de la solidaridad puede resultar en una fuerza de cambio, como ha podido
verse en el caso de la influencia de Lech Walesa en Polonia. La solidaridad
fue el soporte principal para desmantelar la represión de los regímenes del
Este. África necesita la inyección espiritual de la solidaridad entre su propia
gente para resolver sus problemas de venganzas tribales y de odio hacia otros.
La protesta de los que sufren y de su propia hermosa naturaleza debe ser
oída, en primer lugar, por sus propios líderes antes de que la ayuda exter-
na pueda utilizarse de manera efectiva. Es como cuando se trata de curar a
un paciente o de transformar a un hombre malo en bueno. Cuando la per-
sona en cuestión rechaza ser curada o se niega a cambiar su comporta-
miento, es muy difícil que la transformación pueda darse.
Existen cuatro etapas vitales para el avance pacífico de los estados
africanos hacia el siglo XXI:

• El proceso de globalización que estamos presenciando no es reversible.


• la occidentalización se está amalgamando con la orientalización.
• Dentro del proceso de globalización, África tiene la oportunidad de surgir
como un socio importante si logra construir una solidaridad social, política y
económica basada en su propia tradición de virtud.
• La construcción moral sólo es posible sobre la base de un amor recién funda-
do y una reconciliación mutua.

Si África fracasa en descubrir sus maneras constructivas propias para


mantener la unidad entre su gente, fracasará en unir a sus países en una
poderosa federación africana. Corre el peligro de convertirse en algo pare-
cido a un "estado inflado", nombre dado a Polonia cuando este país estaba
demasiado débil para reclamar su soberanía y era manipulado por las
fuerzas rusas y prusianas. O como dijo el ex Secretario General de la Nacio-
nes Unidas, Boutros-Boutros-Ghali, África corre "el peligro de volverse el
continente perdido".
Se requiere el desarrollo de una voz global africana con el objeto de
cumplir dos funciones: la primera, manejar la confusa política africana
interna y, la segunda, representar con éxito a todo el continente en las rela-
ciones exteriores. Antes de que ninguna teoría pueda volverse práctica, la
visión de la paz debe entrar en la mente de la gente, un trabajo para el
Rainmaker si lo expresamos en idioma nativo.

Regina Watkin·Ko!b y Qlng Chao 83


Occidenta!lzaclón. globa!lzación
BIBLIOGRAFÍA

AKE, Claude (1991 ), "How Politics Underdevelops Africa", en: Adebayo Adedeji,
Owodumi Teriba y Patrick Bugembe (eds.), The Challenge of African Economic
Recovery and Development,. Portland, Oregón, Cass.
- - - . - (1991), "As Africa Democratises", Africa Forum, 1, núm. 2.
AMBROSE, Stephen E. (1993), Rise to Globalism, Nueva York, Penguin Books.
AYYITEY, George B.N. (1998), Africa in Chaos, Nueva York, St. Martin's Press. Véase
lntroduction, The Lost Continent.
BAYUS, john y Steve Smith (eds.) (1997), The Globalisation of World Politics, Oxford,
Oxford University Press.
(HAN, Stephen (1994), ''Two African States (Angola and Ethiopia) and the Motifs of
Revolution", en S. Chan y J. Andrew Williams (eds.), Renegate States, The Evo-
lution of Revolutionary Foreign Policy, Manchester, Manchester University Press.
_ _ _ (1997), "Too Neat and Under-Thought a World Order: Huntington and
Civilisations", Millenium, journal of lnternational Studies, vol. 6, núm. 1.
CHAO, Qing (1992), "Confucian Humanistic Education Philosophy", journal of
Hangzhou Normal College, núm. 1.
_ _ _ (1993), "Analects by Confucius and Traditional Chinese Culture", journal
of lnner Mongolia Normal College, núm. 3.
_ _ _ (1995), "Confucian Tradition and the Rise of East Asia Economies", Devel-
opment Forum, núm. 6.
CHRISTOPHER, Robert C. (1983), The ]apanese Mind, Londres, Pan Books.
FAIRBANK, John K. (1969), "China's Foreign Policy in Historical Perspective", Foreign
Affairs.
FEATHERSTONE, Mike, (ed.) (1990), Global Culture, Nationalism and Modernity, Londres,
Sage Publications.
GroDENs, Anthony (1985), The Nation-State and Violence, Cambridge, Polity Press.
GOLDSMITH, james (1993), París, Editions Fixot.
Hsu, Cho-yun (1991 ), "Applying Confucian Ethics to lnternational Relations", Ethics
lnternational Affairs, vol. 5, Carnegie Council on Ethics and lnternational Affairs.
HuGHES, Christopher (1997), "Giobalisation and Nationalism: Squaring the Circle in
Chinese lnternational Relations Theory", Millenium, }ourna/ of lnternational Stu-
dies, vol. 26, núm. 1.
HUGHES, Thomas L. (1985-1986), "The Twilight of lnternationalism", Foreign Policy,
invierno. Citado de Russell F. Sizemore: "The Prudent Cold Warrior", Carnegie
Counci/ on Ethics and lnternational Affatrs, 1988, vol. 2.
HUNING, Wang (1995), "Cultural Expansion and Cultural Sovereignty. The Challenge
to the Concept of Sovereignty", en: Jisi Wang (ed.), Civilisation and lnterna-
tional Politics: Chinese Scholars Critique of Huntington's Theory of the Clash of
Civilisations, Shanghai People's Press.

84 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
HUNTINGTON, Samuel P. (1993), "The Clash of Civilisations?", joumal of Foreign Affairs,
verano. También se editó como libro por Simon & Schuster, Nueva York, 1996.
hoA, Yumiko (1997), "Fieeing the West, Making Asia Home: Transpositions of Oth-
erness in Japanese Pan-Asianism, 1905-1930", Alternatives, vol. 22.
jiNPAN, Chen y Wang Bin (1986), "On Confucius'Da Tung Concept", Confucian Stud-
ies, núm. 1
KEGLEY Jr., Charles W. (1992), "The New Global Order: The Power of Principie in a
Pluralistic World", Ethics and lnternational Affairs, Carnegie Council on Ethics
and lnternational Affairs, vol. 6.
KOFMAN, Eleonore y Grilham Youngs (eds.) (1996), Globalization: Theory and Prac-
tice, Londres, Pinter.
KRISTOF, Nicholas D. (1993), "The Rise of China", Foreign Affairs, vol. 72.
LEGGE, james (trad.) (1971 ), The Four Books. Hong Kong, Wei Tung Book Co.
L1u, Po-chi (1962), lnternational Politics in the Chun-Chiu Period, Taipei, Chungua
Ts'ung Shu.
MANCALL (1984), China at the Centre: 300 Hundred Years of Foreign Policy, Nueva
York, The Free Press.
MAREN, Michael (1997), The Road to He/1: The Ravaging Effects of Foreign Aid and
lnternational Charity, Nueva York, The Free Press.
MARTIN, Hans-Peter y Harald Schumann (1996), Die Globalisierungsfalle. Der Angriff
auf Demokratie und Wohlstand, Ha mburgo, Rowohlt.
OwoH, Kenna (1996), "Fragmenting Health Care: The World Bank Prescription for
Africa", Alternatives, vol. 21, núm. 2, abril-junio.
RoBERTSON, Roland (1992), Globalisations, Social Theory and Global Culture, Londres,
Sage Publications.
RosENAU, ]ames N.(1996), "Normative Challenges in a Turbulent World", Ethics and
lnternational Affairs, vol. 6. Carnegie Council on Ethics and lnternational Affairs.
ScHOLTE, Jan Aart (1996), "Beyond the Buzzword: Towards a Critica! Theory of Glob-
alisation", en: E. Kofman y G. Young (ed.), Globalisation, Theory and Practice.
Londres, Pinter. Véase "Spread of a buzzword".
TANG y Fairbank (1954), China's Response to the West: A Documentary Survey 1839-
1923, Cambridge, Harvard University Press.
The World Economy Survey (1997), The Economist, septiembre, pp. 20-26.
ZINN, Karl Georg e (1989), Kanonen und Pest, Über die Ursprünge der Neuzeit im 14.
und 15. jahrhundert, Opladen, Westdeutscher Verlag (Heraklit: Der Krieg ist der
Vater aller Dinge).

Regí na Watl\in-Kolb v Qinq Chao 85


Occidenlalización. giobalización
La globalización
y la cultura china
li Shaojun*

Hov DÍA, a pesar de que existe un entendimiento general acerca del signi-
ficado término de "globalización", aún hay algo de confusión porque, debi-
do a su naturaleza compleja, la globalización puede enfocarse desde pers-
pectivas diferentes. Sin embargo, todavía hay un consenso de que estamos
cada vez más conectados y que se reducen las restricciones de la sobera•
nía. Como resultado de ello, existen más y más fuerzas supra-Estado y extra
fronterizas; a éstas la acompañan un aumento en los problemas globales.

UNO

La globalización de la economía del mercado nos permite avanzar, de una


época de comercio internacional a una de producción internacional. Ahora
hay redes globales de telecomunicación que conectan a todos los países del
mundo; además, el movimiento de las poblaciones, la producción, la cien-
cia, la tecnología y la cultura se incrementan. El número de organizaciones
internacionales y de corporaciones transnacionales es señal del grado de
conexiones organizadas en todo el mundo. Estas conexiones no sólo son
políticas, económicas y culturales, sino también diplomáticas y militares. La
integración en aumento de las organizaciones regionales es una manifesta-
ción de la tendencia cada vez mayor hacia la integración global. Las Nacio-
nes Unidas, cualquiera que sea su papel, ha acercado a todas las naciones
del mundo durante los últimos 50 años.
Puede decirse que no existe ninguna sociedad hoy día que esté aislada
del mundo exterior, y las relaciones globales entre estados, sociedades, y
naciones se harán cada vez más cercanas en el futuro. Aunque tomará
*Profesor del Instituto de Política y Economía Mundiales, Academia China de Ciencias Sociales, Beijing,
China. le estoy agradecido a Nancy H~-rrst del Fairbank Center por haber lefdo y revisado mi manuscrito
en inglés.

87
mucho tiempo lograr una integración completa del mundo, esta tendencia
en evolución no puede negarse. La "globalización" y la "integración" pueden
describirse como el proceso de una cercanía en aumento de las interco-
nexiones humanas globales.
Hoy día, "la globalización" está fundamentalmente motivada por fuer-
zas económicas. Es el progreso de la ciencia y la tecnología, así como el
desarrollo de las fuerzas de la producción que promueve este proceso. La
aceleración de este modelo de desarrollo es, sin lugar a duda, un proceso que
se inició en los últimos veinte años, pero si vemos la historia mundial, en
retrospectiva, la globalización de hecho empezó al final de la Edad Media con
el advenimiento del capitalismo; la fundación del Nuevo Mundo puede
considerarse un punto de partida, desde el cual el capitalismo se volvió más
y más cosmopolita.
El desarrollo del capitalismo no sólo fue un proceso económico. La
apertura de los mercados mundiales, especialmente en sus periodos iniciales,
con frecuencia se lograba por la fuerza. Los iniciadores de la globalización
se involucraban en guerras sangrientas para poder exportar bienes, apode-
rarse de las colonias, robar oro y riquezas, y para entrar al comercio de es-
clavos. Los países menos desarrollados, incluyendo grandes porciones de las
Américas, Africa y Asia, fueron víctimas del desarrollo de esta forma del cos-
mopolitismo. la historia del desarrollo a nivel mundial del capitalismo es
una historia de humillación de dichos países. Desde el punto de vista de los
países del Oriente, no podemos olvidar cómo los iniciadores del capitalis-
mo invadieron, robaron, y se involucraron en la guerra con las colonias y
las semi-colonias en el Oriente. Es importante reconocer este aspecto del
proceso histórico.
Como resultado, muchos países pagaron un precio alto a causa del
proceso de la globalización o de la integración. Como una nación oriental
con tradiciones culturales muy antiguas, China fue con frecuencia el obje-
to de invasiones y de presiones exteriores. La invasión del capitalismo occi-
dental en China con frecuencia resultó en fricciones y conflictos entre las
diametralmente opuestas culturas orientales y occidentales. La cultura occi-
dental, apoyada por fuerzas avanzadas de producción, venció a la cultura
tradicional china que se basaba en un sistema ético. Pero de hecho, la cul-
tura china era también cosmopolita por sí misma. Sin embargo, éste era un
cosmopolitismo oriental con características chinas, bastante distinto del
occidental.

88
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
Dos
Desde tiempos antiguos, los chinos han usado la palabra "bajo el cielo" para
referirse "al Mundo" o al "orden mundial". El término "bajo el cielo"
aparenta no tener fronteras claras, precisas, indicando un sistema con una
periferia abierta infinita. Se usaba para referirse no sólo a China y sus lími-
tes, sino también a las áreas imaginadas fuera de China. Como se hace notar
en un poema clásico chino: "Bajo el cielo, todas las tierras pertenecen al
rey; la gente de la tierra son vasallos" (Xiaoya, Poema clásico. Montaña del
Norte). Estas frases reflejan la perspectiva de los antiguos chinos.
Desde la dinastía Zhou (desde el siglo XI a.C. al 256 a.C.), como un
erudito contemporáneo chino había notado, la forma de pensar de la gente
ya era bastante cosmopolita. Basado en el punto de vista de esa época, China
era "el mundo", y "a los chinos" se les consideraba toda la humanidad. A
pesar de que había cientos de estados en China en esa época, la mayoría
de los ministros tenían una concepción transnacional de "bajo el cielo" donde
se involucraban en un "movimiento de paz internacional". Antes de que la
dinastía Qin unificara a toda China, existían varias escuelas de pensamiento.
las actividades políticas eran con frecuencia "internacionales" y no limitadas
por el concepto estrecho del Estado. Incluso el pueblo no estaba firmemen-
te consolidado para vivir y producir en un solo país. Según algunos estudio-
sos contemporáneos, después del periodo de los Estados Guerreros (desde
475 a.C. hasta 221 a.C.), los seis estados principales (éstos incluían los
siguientes estados: Qi, Chu, Yan, Zhao, Wei, Han), pudieron ser unidos por
la dinastía Qin no sólo por el poder que esta dinastía tenía. Todos los esta-
dos que fueron destruidos por la dinastía Qin tenían largas historias de
cientos de años. la gente que vivía en estos estados no resistió a los invaso-
res militares de la dinastía Qin porque no tenían ninguna concepción de la
idea de nacionalidad, por ejemplo, no había ninguna percepción de los
"compatriotas de Qi" o de los "compatriotas de Chu". Su meta era la paz en
todo el mundo (o "bajo el cielo"). los talentos de los cuales la dinastía de
Qin dependía, por ejemplo, hombres como li Si o Meng Tian, eran origi-
nalmente de otros países (li Si y Meng Tian fueron oficiales mayores
famosos en la dinastía Qin). la unificación de la China durante la dinastía
Qin marcó la realización de la paz mundial para los chinos (Qian Mu, 1994,
pp. 37, 48-50).
' {

Li Shaojun 89
La qlobalizaclón y la cultura china
Según la tradición china, la cultura humana debe reflejarse en un sis-
tema unificado, especialmente un sistema ético unificado.
Comparando las diferentes culturas del Oriente y del Occidente, encon-
tramos diferencias básicas en cuanto a la perspectiva mundial; la perspec-
tiva mundial del Occidente está basada en el Estado-nación, mientras que
la perspectiva mundial de las culturas del Oriente se refleja en el cosmo-
politismo. Esto no quiere decir que la cultura china sea superior a la del Occi-
dente; más bien deseo mostrar que en realidad hay similitud entre las dos.
Actualmente, los términos "globalización" o "integración" van más allá
de las fronteras de las naciones, de hecho, en la China antigua no existía en
absoluto el concepto de nación.
En la China antigua, el concepto de "Estado" era diferente al concepto
moderno. "Estado" se refería a la pertenencia feudal. Los que eran domina-
dos por los duques y los príncipes se conocían como "guo", y aquellos que
eran dominados por los funcionarios se llamaban "jia". En la China mo-
derna, "guojia" se refiere al Estado, a la nación, al país. Pero en la China anti-
gua había otro significado para el término "guo". "Guo" se refería a una
dinastía, mientras que "bajo el cielo" se refería al objeto que era goberna-
do por la dinastía.
De acuerdo con él sistema cosmopolita de "bajo el cielo", China no era
un Estado en el sentido general. Algunos estudiosos chinos ven a la China
antigua como una especie de extra Estado, y algunos piensan en la China anti-
gua como una entidad cultural, o un área cultural grande con una forma
política suelta. Otros la ven caracterizada no sólo como "bajo el cielo" sino
también como un Estado. Así es que a la China antigua se le puede llamar
"un Estado bajo el cielo" (Liang Suming, 1987, pp. 19-20).
El cosmopolitismo caracterizado por el concepto de "bajo el cielo"
jugó un papel importante en el desarrollo histórico de China. Un factor pre-
dominante de este cosmopolitismo fue la creación de la integración nacio-
nal. Através de su historia, la nació.n Yla cultura china se extendieron "bajo
el cielo" de China para absorber e Integrar varias naciones y culturas que se
encontraban en su periferia. Como resultado de ello, la cultura china estuvo
sujeta continuamente a la transformación, aunque su núcleo básico per-
maneció constante.
. Para los chinos qu~ ~eían al m~n~o. desde la perspectiva de "bajo el
c1elo", la cultura era el un1co factor d1st1nt1vo de las naciones. "Los chinos ci-
vilizados que reciben la cultura de los bárbaros se volverán bárbaros, pero
si éstos adoptan la cultura china se volverán chinos."

90
Esludlos para la paz
desde una perspecllva global
Durante el extenso periodo de la integración nacional, la función de la cul-
tura china fue la de educar a las naciones fronterizas y de absorberlas a China.
Por supuesto que China encontró muchas calamidades en el curso de
su integración nacional. Durante más de cinco mil años, las planicies cen-
trales de China fueron continuamente invadidas por otras naciones. A pesar
de que la resistencia militar falló con frecuencia, la integración cultural tuvo
éxito. Un estudioso chino comparó a China con una estufa eléctrica: no
tiene una llama brillante, colorida, pero es capaz de derretir cualquier cosa
que se le acerque (Qian Mu, op. cit., p. 185). El poderío de la cultura china
es bastante fuerte y es algo de lo que se está constantemente consciente.
Respecto a la historia de los últimos 2,000 años, hubo ventajas y des-
ventajas en este concepto de extra-nacionalismo. Las pérdidas incluyeron
mucho sufrimiento y devastación, pero aquellos que causaban tales devas-
taciones eran a menudo rápidamente asimilados- lo que puede considerarse
una ventaja-. En resumen, las ganancias fueron mucho mayores que las
pérdidas, puesto que el resultado significaba que había más y más chinos
y la expansión de "bajo el cielo" crecía aún más (Liang Suming, op. cit.,
pp. 166-167).

TRES

Un análisis de la historia de China revela las razones por las cuales ésta pudo
superar las numerosas calamidades y crisis, pudo integrar a muchos países
fronterizos en una gran nación y formar un círculo cultural grande en Asia
Oriental. Esto no se logró por el uso de la fuerza o debido a un poderío mili-
tar, sino que fue a través de la naturaleza de asimilación de la cultura china
tradicional. China fue capaz de asimilar a sus conquistadores, no porque su
cultura fuera superior, sino porque estaba basada en la naturaleza humana
intrínseca que fue capaz de absorber otras culturas. De esta manera, los
conquistadores fueron iluminados por la cultura china.
El ideal más elevado de la tendencia de la cultura china es la paz per-
manente "bajo el cielo" y una "gran armonía" en el mundo. Como repre-
sentante principal de la cultura china, el propósito fundamental del confucio-
nismo era integrar a toda la humanidad y sentar las bases para la creación
de una vida pacífica. Según el criterio del confucionismo, todos los seres huma-
nos tenían una obligación éle ser filiales, fraternales, leales, con capacidad

li Shao]un 91
La Qlobalizaclón y la cultura china
de perdonar, benevolentes y respetuosos, con el objetivo de mantener a la
familia, al país y al mundo· ( bajo el cielo") en buen orden de bienestar.
11

Para los confucianos, la creación de ese cosmopolitismo era una procesión


de aprendizaje cultural intrínseco; la exigencia fundamental era cultivar el
carácter moral de la persona. Dicha demanda se oponía diametralmente a la
exigencia de la cultura occidental, que subrayaba la expansión hacia afuera.
Con respecto a la cultura tradicional de China, quiero primero hablar
sobre la cultura de he-he". En chino, la primera palabra, he", significa
11 11

armonía, paz, amabilidad, etcétera. La segunda palabra, he", significa jun-


11

tar, unir, integrar, cooperar, etcétera. Hace 2,000 años, estas palabras fueron
unidas para hacer una palabra compuesta que englobaba todos los signifi-
cados de ambas palabras. En ese tiempo, "he-he" fue aceptada por diferen-
tes escuelas, como el confucionismo, el taoísmo y el budismo. Los eruditos
contemporáneos ·chinos consideran al "he-he" como una característica
peculiar de China~ Ellos notan que en las culturas occidentales existían
muchas palabras correspondientes al significado por separado de cada pala-
bra china, pero que no existía una palabra que englobara el significado
11
completo del he-he" chino. De acuerdo con la investigación textual, los
pensadores chinos antiguos usaban los dos "he" juntos para indicar no sólo
"armonía" y "unidad", sino también "reunirse". Este concepto fue aplicado
a la relación entre los seres humanos, entre el ser humano y la sociedad, y
entre el ser humano y la naturaleza (Chu Zhuang, 1997).
La cultura del "he-he" daba cuerpo a una armonía profundamente
enraizada. Hay referencias a tales ideas de armonía en la literatura china
antigua. Para los chinos antiguos, la clave del comportamiento era la armo-
nía, ya fuera en términos de autocultivo o en términos de la vida humana
en general. La armonía entre el cuerpo y el espíritu era una virtud; en la
familia la armonía era destacada entre el padre y el hijo, el hermano mayor y
el hermano menor, el marido y la mujer; con relación a la naturaleza, la
armonía era subrayada entre el ser humano y el cielo; y con respecto a las
relaciones sociales, se hacía hincapié en la armonía entre el emperador y el
ministro. Aun en términos de economía, el enfoque era la eliminación de
las desigualdades, no la eliminación de las carencias; aquí también el obje-
tivo final era el equilibrio.
Existen diferencias tradicionales importantes entre China y Occidente.
No hubo fuerzas religiosas en China como las hubo en Occidente. Las creen-
cias religiosas de Occidente eran apoyadas por fuerzas organizadas, por lo

92 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
tanto eran exclusivas. En contraste, la tradición principal de la China antigua
fue el confucionismo, que no tenía ninguna organización y no era exclusiva.
Los confucianos creían que todas las cosas en la tierra podían vivir juntas en
armonía; no había ningún conflicto.
La cultura del "he-he" permitía a los chinos antiguos estar interesados
en cosas nuevas del mundo exterior, por lo tanto la China antigua con fre-
cuencia estaba dispuesta a absorber elementos del exterior. Los chinos anti-
guos destacaban la armonía con el mundo exterior. Por ejemplo, durante
la dinastía Occidental Han (de 202 a.C. a18 d.C.) China aceptó el budismo.
Durante la dinastía Tang (del 618 al 906), además del budismo China tam-
bién aceptó el nestorianismo, el maniqueísmo y el islamismo. En ese tiempo,
la comida china, la pintura, las artes, etcétera, se vieron afectadas por el
mundo exterior. En cada rincón del país había evidencias. En general, uno
puede decir que la China antigua siempre fue de mentalidad abierta y ge-
nerosa con las culturas extranjeras.

CUATRO

Al discutir la cultura tradicional, es importante analizar completamente tanto


sus puntos fuertes como los débiles. En breve, la fortaleza de la cultura tra-
dicional china se debió a que buscaba estabilizar a la sociedad por medio
de la integración. En contraste, su punto débil fue la falta de posesiones
materiales que le permitieran que la moralidad se desarrollara plenamente.
Como resultado de ello, en los tiempos modernos el cosmopolitismo fue
finalmente vencido por ataques militares del cosmopolitismo occidental. Las
fuerzas de la ética tradicional china y la cultura agrícola que destacaban la paz
y la placidez, no pudo soportar el avance de la fuerza material y de la cultu-
ra comercial de Occidente que subrayaba la prosperidad y el poder. Durante
los cien años de la Guerra del Opio, China fue objeto de un sinfín de humi-
llaciones y maltrato por parte de las grandes potencias. Originalmente, la
cultura china era superior a las otras en las fronteras; pero a medida que las
olas del cosmopolitismo occidental se filtraban al Oriente, la cultura china
se hizo inferior. A medida que China se debilitaba más y más, su cultura
también se deterioraba.
Sin embargo, la cultura integral china no dejó de absorber a las cul-
turas extranjeras. En épocas. modernas, los chinos iniciaron un movimiento

Li Shaojun 93
La qloba!lzaclón y la cultura china
para fortalecerse y para sobreponerse a su humillación. Respecto al modo
de aprendizaje occidental y chino, no importaba cuál era el fundamento; el
propósito era combinar ambos para fortalecer a China. Como parte de los
grandes cambios sociales del momento, los chinos empezaron a aceptar
los conceptos de la democracia·y la ciencia occidental. El colapso del mun-
do chino inició un nacionalismo intenso y la primacía del concepto de so-
beranía en China. Cien años después de 1840, la misión histórica principal
de los chinos fue la de luchar por la independencia nacional, liberar al país
y ganar un estatus igual en la comunidad internacional. El establecimiento
de la República Popular China marcó el surgimiento del pueblo chino. El
rápido desarrollo de la economía china a partir de los ochenta le permitió
recuperar su lugar merecido en el mundo.
Como China ha sido fortalecida, la cuestión de la cultura china una vez
más ha adquirido importancia. En la víspera del siglo xx1, la gente está ahora
considerando cómo interpretar el papel de la cultura china, y cómo visua-
lizar la relación entre las cultura china y las culturas occidentales. Éstas son
cuestiones importantes.
Una comparación del desarrollo histórico de las culturas occidentales y
la china revela dos diferencias fundamentales. Inicialmente, la cultura china
suponía que había un mundo ("bajo el cielo") con una periferia indefini-
da; enseguida las culturas en las fronteras fueron absorbidas internamente
por la influencia poderosa de la educación china. En contraste, la cultura
occidental tendía a difundirse externamente desde un solo centro. La se-
gunda diferencia es que la cultura china orientada hacia adentro dependía
sobre todo de las fuerzas no religiosas, mientras que la expansión de las cul-
turas occidentales se apoyaban tanto en las fuerzas de la religión como en
su poderío militar. El papel de cada uno de estos modos se refleja en las
diferentes historias culturales del Oriente y del Occidente. La cultura china
logró la mayor integración de todas las naciones en China y sus fronteras,
mientras que la cultura occidental se involucraba en numerosas guerras en
el proceso de promover el capitalismo mundial (Qian Mu, op. cit.).
Por supuesto, las diferencias fundamentales entre la cultura oriental y
la occidental continuarán en el siglo XXI. Además, es probable que el
enfoque orientado hacia fuera de la cultura occidental y el enfoque orien-
tado hacia dentro de la cultura oriental permanezcan. Sin embargo, esto
no quiere decir que habrá una reaparición de la cultura tradicional china.
Para poder contribuir a la construcción de un mundo más pacífico en el

94
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
10do
siglo XXI, China debe aprender activamente las ciencias y las tecnologías
o; el avanzadas del Occidente y buscar crear mejores condiciones materiales. Al
dos mismo tiempo, China debe luchar por iluminar al resto del mundo con su
concepto tradicional de la armonía y de promover paz mundial.
ptar
,un·
so-
CINCO
¡pal
1aís Con respecto a las manifestaciones contemporáneas de la cultura tradicio-
nto nal de China caracterizada por el "he-he", es necesario referirse a los Cinco
a Principios de la Coexistencia Pacífica. Desde 1953, el gobierno chino inició
¡tiÓ los siguientes principios en relación con las relaciones internacionales: res-
peto por la soberanía y la integridad territorial de las naciones, la no viola-
ción y la no interferencia en los asuntos internos de los estados, igualdad y
beneficios mutuos entre los estados para una coexistencia pacífica.
En 1955, la Conferencia Bandung fue el primer foro para discutir e ins-
trumentar estos principios. Al final de la reunión, un manifiesto que pro-
mulgaba estas ideas fue formalmente redactado. Durante la conferencia, el
primer ministro chino Zhou Enlai sugirió que todos los estados que partici-
paban debían buscar similitudes, pero también mantener las diferencias
entre uno y otro. Como lo han mostrado los hechos, los países con diferentes
sistemas sociales y diferentes ideologías pueden lograr la meta de la coexis-
tencia pacífica totalmente al trabajar juntos en colaboración.
En general, el término u coexistencia pacífica" tiene dos significados prin-
cipales. En un sentido se refiere a un estatus de paz, el cual es una represen-
tación de la relación entre los estados; el otro, a cómo mantener relaciones
entre ellos, lo cual involucra principalmente los métodos de la diplomacia.
En lo que se refiere a éstos, una expresión china antigua debe ser re-
cordada, Zhe chong zun zu" (ver Zhan Guo Ce, Qi Ce 5). Aquí "chong"
11

,, significa carroza, "zun zu" significa envases que contienen vino y carne.
Aunque esto es una figura del lenguaje, su significado se refiere a ganar una
victoria en un banquete en vez de hacerlo en un campo de batalla. De
hecho, esta expresión busca promover las resoluciones pacíficas a los con-
flictos.
En el siglo xx, la sociedad humana ha sido testigo de varios modos de
paz, como son la paz entre el equilibrio de poderes, la paz bajo el control
hegemónico, o la paz bajo ~a confrontación tensa. Pienso que el modo de

Li Shao¡un 95
La globallzaclón y la cultura china
coexistencia pacífica es mejor que cualquiera de los anteriores. Si considera-
mos que los modelos pacíficos consisten en dos modalidades, los modelos
tensos y los no tensos, sin duda, el modelo de la coexistencia pacífica se
refiere a este último. Si se consideran las condiciones nacionales de seguridad
o inseguridad, podemos decir que el modelo de la coexistencia pacífica se
refiere a la condición de seguridad.
La esencia de la coexistencia pacífica es el principio de la soberanía. A
pesar de que la soberanía nacional ha sido bastante restringida con el
desarrollo de la globalización, no ha desaparecido completamente. Como
han mostrado los hechos, ni los estados ni las organizaciones internacio-
nales pueden ignorar la existencia de la soberanía nacional en las relaciones
internacionales. Así como lo declaró Zhou Enlai en la Conferencia Bandung,
"sólo respetando la soberanía y la integridad territorial de cada uno de los
estados se puede asegurar la paz".
Con el término de la guerra fría, el peligro de una guerra mundial ha
desaparecido, pero existen todavía conflictos regionales y nacionales. En
mi opinión, con la excepción de las invasiones, no se pueden resolver las
cuestiones de conflicto nacional y las disputas fronterizas por la fuerza,
ni se pueden resolver los problemas de los derechos humanos, la. democra-
cia, las diferencias ideológicas con la confrontación. Para tratar con las re-
laciones internacionales, la negociación es mejor que la confrontación, y
son preferibles las negociaciones entre iguales. Sin embargo, es mejor para
los estados construir relaciones basadas en la coexistencia pacífica. Por
ahora, la coexistencia pacífica presupone la aceptación del statu quo de
los países soberanos contemporáneos con diferentes sistemas sociales y
de valores, permitiendo a cada estado su propia decisión; sólo apelando a
una resolución pacífica y diplomática en lugar de la fuerza, y especialmente
al recurrir a las negociaciones entre iguales, habrá prospectos para la paz
mundial.
En los últimos cinco siglos, la cultura occidental desempeñó un papel
prominente en la historia mundial. En el siguiente siglo, la cultura china, la
cual engloba tradiciones nobles y la riqueza de la sociedad humana, con-
tribuirá, junto con la cultura occidental, al desarrollo del mundo. El surgi-
miento de la cultura china y la influencia en aumento del cosmopolitismo
oriental, debido a sus características especiales, debe ser visto objetivamen-
te por toda la gente del mundo como un paso importante hacia la paz
mundial.

96
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
La globalización futura integrará tanto las contribuciones del Oriente
como del Occidente.

BIBLIOGRAFÍA

CHu ZHUANG (1997), Excavating the Heritage of the "He-He" Culture, s.p.i. 30 de
agosto.
LJANG SUMJNG (1987), The Main Meaning of Chinese Culture, s.p.i.
QJAN Mu (1994), A Guide to the Cultural History of China, s.p.i.
La globalización corporativa
y la esclavitud de las mujeres
Mary Soledad
Perpiñan*

ALLÁ EN LOS ochenta fui invitada por las "Mujeres de Color para hablar" en
una conferencia nacional celebrada en Pennsylvania; me referí al fenómeno
de la globalización en su manifestación en ese entonces y demostré cómo
se sienten afectadas las mujeres en el llamado Primer Mundo. Un caso espe-
cífico es relegar a las mujeres a trabajos en la industria alimenticia, como es
vender hamburguesas en MacDonald.
Cuando los talleres cerraban para irse a otras partes del mundo donde
la mano de obra era más barata, las mujeres quedaban desempleadas, la cali-
dad de los trabajos se deterioraba y el empleo significaba salarios más
bajos, más horas de trabajo o cuotas más altas.
Casi en todas partes las mujeres eran las últimas en ser contratadas y
las primeras en ser despedidas, sufriendo discriminación, acoso sexual y una
cantidad de injusticias en las condiciones de trabajo.
La situación empeoró cuando las políticas económicas neoliberales se
establecieron en todo el mundo. Hoy somos testigos de una carrera global
hacia el "fondo". La competencia en el mercado global ha difundido una
ética laboral de ganancia, y no de justicia.

LA GLOBALIZACIÓN CORPORATIVA

En el ámbito mundial, la globalización corporativa simboliza la dominación


de las megacorporaciones sobre las naciones y sus pueblos. Es un nuevo
orden mundial donde los gobiernos se vuelven servidores de la elite acauda-
lada que las controla.
En el artículo The Making of the New World Order (Produciendo un nuevo
orden mundiaO, Richard K. Moore indaga el surgimiento de las megacor-
poraciones gracias a las maquiladoras de los Estados Unidos para estable-
*Secretaria general de la Asosiación Asiática de Investigación para la Paz (2000-2002) y fundadora
del Movimiento contra la Explotación de las Mujeres en el Tercer Mundo (TW-MAE-w).

99
cer un imperialismo colectivo, un atrevido nuevo esquema global que aparece
a finales de la Segunda Guerra Mundial. Con el control de todas las líneas
marítimas por la presencia militar de los Estados Unidos, una Pax Americana
protegió los intereses de las grandes corporaciones en el así llamado "mundo
libre" o "zona controlada de elite". La población "libre" de los países desig-
nados como Tercer Mundo fue también mantenida en jaque por las dicta-
duras militares que servían a los intereses de las grandes empresas.
Asimismo, se creó una infraestructura económica internacional con el
establecimiento de organismos de la ONU, el FMI, el Banco Mundial, y la Orga-
nización Mundial de Comercio. La inversión en un ambiente de liberalización,
de desregulación, de flujo libre de mercancía sin restricciones territoriales,
etcétera, afianzó el escenario para la cosecha de ganancias que han hecho
de las trasnacionales una entidad poderosa, poder que no sólo es económi-
co sino también político. Las elites, no elegidas por votación, han dominado
las comisiones que establecen las políticas de la economía mundial. De este
modo tenemos un mundo gobernado por trasnacionales.
Medio siglo después, estas trasnacionales están bien enraizadas en el
planeta. Han logrado que los gobiernos sean sus delegados y representen
sus intereses, en lugar de procurar el bienestar de sus naciones y sus pue-
blos. En la actualidad, ya no tenemos una asociación de estados, sino una
de economías. La Corporación Económica Asia-Pacífico (APEe, por sus siglas
en inglés) es un ejemplo; es en efecto una colaboración pero de una colabo-
ración para explotar.
El reemplazo de una colaboración comercial simple para designar un
bloque de libre comercio en la cuenca del Pacífico se llevó a cabo en 1993.
La colaboración económica sin libre comercio significa algo más. La libertad
es liberadora cuando se habla entre iguales; entre desiguales, la libertad se
vuelve dominación.
Los gobiernos han renunciado a su obligación de proteger los recursos
humanos y naturales, el proteccionismo se opone al libre comercio. La pro-
tección del medio ambiente en manos del gobierno es reemplazada por la
posesión de recursos y otorgar al sector de las empresas privadas el poder
para explotarlos.
Es obvio que estamos en la época de las economías neoliberales
donde no existe un "mercado libre" porque el mercado está controlad~
por cárteles. La norma inevitable de estos monopolios son las superganan-
cias que benefician a unos pocos y esclavizan a las masas proliferantes. Esta
es la clase de globalización corporativa que defiende la APEe.

100
Estudios para la paz
desde una perspedlva Qlobal
~rece Otros acuerdos comerciales incluyen el Tratado de Libre Comercio de
íneas América del Norte (TLCAN), que se expandiera para formar el Área de Libre
icono Comercio de las Américas (ALeA), y el Acuerdo Multilateral de Inversión (AMI)
un do Jos que convierten a las grandes empresas en "ciudadanos corporativos"
esig· con el derecho de demandar gobiernos, individuos y organizaciones que
ficta· no cumplan con su agenda.
El control maestro de las políticas de comercio globales de la economía
on el capitalista está en manos de la Organización Mundial de Comercio (oMc),
)rga· la que junto con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial,
ciórt, completan la tríada que asegura el dominio de un orden económico capi-
·jaleS, talista internacional.
echO
~ rliÍ·
1011'
nado! LA ESCLAVITUD DE LAS MUJERES
. este 1
.
en el
' Demos un vistazo de cómo las mujeres son esclavizadas por la globalización
trasnacional.
?nte~ En el sector agrícola
pue·
J urta Al reestructurar la producción agrícola, a los campesinos se les reduce a
siglas obreros agrícolas, agricultores por contrato que pierden sus parcelas gracias
,¡abO' al cambio de cultivos que abandona la subsistencia y el consumo local.
En el proceso, las mujeres campesinas sufren una carga pesada y la mayoría
es desplazada. Aunque ellas realizan entre el 40 y 60 por ciento de las acti-
vidades agrícolas, no reciben compensación, y si se les contrata como tra-
bajadoras agrícolas se les paga menos que a los hombres.
La incursión de las corporaciones transnacionales en la agricultura ha
introducido productos químicos dañinos para las mujeres. La vulnerabilidad
se debe a las aberturas naturales en el cuerpo femenino, lo que permite la
entrada de pesticidas, insecticidas, fertilizantes, etcétera.
La misma estructura agraria favorece a los grandes terratenientes para
que perpetúen las relaciones feudales de endeudamiento y servidumbre
femenina. Aunado a esto tenemos la industrialización actual a expensas de
la agricultura. No se toman en cuenta los intereses de los pequeños campe-
sinos, arrendatarios y colonos cuando se promulgan las políticas para bajar
los precios agrícolas y favorecer el poder adquisitivo de los habitantes
urbanos. Puesto que en algunas sociedades las mujeres controlan el presu-

Vlarv Soledad Perpiñan 101


la ~loballzación corporativa
puesto familiar, es su dolor de cabeza tratar que ambos extre~os se en-
cuentren: la pesadilla de alimentar a sus familias y mantenerla v1va.
También está la expropiación de la tierra de los indígenas en nombre
del"desarrollo", para servir las necesidades de las grandes compañías que
establecen plantas hidroeléctricas y explotan los bosques, los recursos mine-
rales y petroleros. Con la militarización que usualmente acompaña la
expropiación de la tierra, las mujeres, especialmente las jóvenes, enfrentan
el riesgo de ser agredidas y violadas. En efecto, se establece un clima de
temor y formas incontroladas de violencia por parte de las grandes compa-
ñías y la elite terrateniente.
Nuevamente gracias a la globalización, las mejores tierras agrícolas se
convierten en estados industriales y en proyectos de desarrollo turístico.
Privados de sus fuentes de ingreso, las familias terminan por emigrar en
busca de pastos más verdes en las ciudades o en el extranjero.

En el sector industrial
La violencia económica se ha institucionalizado en el sector industrial: la
industrialización, el sindicalismo "blanco" y el manejo cooperativo de las
disputas ignoran los derechos laborales y son hostiles a todos los trabajado-
res. En particular, a las mujeres se les impide afiliarse a los sindicatos. Los
esquemas de contratación orientados al mercado reducen los salarios, elimi-
nan la seguridad laboral y socavan los sindicatos mediante la contratación
temporal, el trabajo compartido, y la actualización del contrato de trabajo.
Para evitar mejorar las condiciones de trabajo, las compañías contratan traba-
jadoras por cinco meses y luego contratan nuevas por otros cinco meses.
Son muy pocas las que obtienen un contrato permanente. Se les obliga a
hacerse pruebas de embarazo, así las compañías se aseguran de no pagar
incapacidad por maternidad.
La subcontratación implica llevar trabajo a casa que se paga basándose
en la producción a destajo, lo que obliga a las mujeres a trabajar más tiempo
y más intensamente. El grado de explotación es tremendamente alto. Por
una prenda de vestir cuyo P.recio es de 15 dólares en una tienda de depar-
tamentos en los Estados Umdos, ¡una costurera gana 1o centavos!
Los mercados laborales y el entrenamiento no garantizan el bienestar 1'

r
de las trabajadoras .están ~iri~idos a servir a los intereses de las grandes
l

empresas. Con la cns1s econom1ca actual, muchas firmas han cerrado y un


b~en número. de mujeres han .sido despedidas. La división de trabajo por
genero no es JUsta para las muJeres.

102
Estudios para la paz
desde una perspedlva global
En el sector servicios

La mayoría de las mujeres que buscan empleo, van a dar al sector de servi-
cios. El servicio doméstico se ha globalizado. Literalmente esto es la escla-
vitud moderna donde las mujeres trabajan hasta bien entrada la noche, y se
abusa física y sexualmente de ellas.
La manera más rápida para conseguir trabajo es en la industria del
entretenimiento: en bares, en barcos, dando servicio a los hombres en burde-
les, éste es el comercio sexual en la actualidad. La globalización de la indus-
tria del sexo que usa alta tecnología como la Internet, ha llevado a expandir
el tráfico sexual, la pornografía, la prostitución y la pedofilia. Las grandes
ganancias se recolectan a expensas de las mujeres y los niños.
Por mi compromiso con el Movimiento Contra la Explotación de las Mu-
jeres en el Tercer Mundo (TW-MAE-w, por sus siglas en inglés) conozco las
caras humanas de las sobrevivientes de incesto, violación y tráfico sexual.
Han vivido el infierno al sufrir secuestro, violación y experiencias horrendas
como esclavas sexuales. Pero también sé cómo han podido salir del infierno
más profundo y más sombrío. Existe esperanza en los movimientos alter-
nativos de globalización: las de mujeres, de paz y ecológicos. Solamente
con la solidaridad podemos poner fin a la feminización de la pobreza y libe-
rar la carga múltiple de clase, sexo, raza, etnia, edad, salud y religión. Con soli-
daridad podemos contraatacar a la colaboración corporativa que trata a los
seres humanos como peones en el marco de la movilidad laboral, y atacar
la feminización de la migración con sus características especiales, o sea de
mayor violencia contra las trabajadoras emigrantes femeninas.
¡A través de la solidaridad podemos crear alternativas a la globalización
corporativa!

lAs BUENAS Y LAS MALAS NOTICIAS


SOBRE LA GLOBALIZACIÓN

Lo que es bueno para algunos puede ser malo para muchos, lo que es malo
para unos pocos puede ser bueno para la mayoría, depende desde qué pers-
pectiva hablemos. Ésta es la globalización verdadera con sus aspectos bue-
nos y malos. La globalización no es algo nuevo: ya escuché hablar sobre la
importancia de la cuenca del Pacífico a principios de los ochenta, y vi los
inicios de la globalización con los Programas de Ajuste Estructural (sAPs, por
sus siglas en inglés) discutidos en Toronto durante la reunión del Banco

Marv Soledad Perplñan 103


La Qloballzación corporallva
Mundial y del FMJ en 1982. Fui invitada por el grupo ecuménico "Desarrollo '(

y Paz y la Iglesia Unida de Canadá" para participar en la ~on!erencia al~e~­


nativa de la Universidad de Toronto, y mas adelante contJnue con un VIaJe
de conferencias por cuatro provincias canadienses. Nuestros artículos se
publicaron en un libro, Banking on Poverty. .
En la Conferencia Nacional de las Mujeres de Color en los Estados
Unidos en 1987, cuyo tema fue "Gioballdentities and Strategies for an Eco-
nomic Self Sufficiency" (Identidades globales y estrategias para la autosufi-
ciencia económica) en Pennsylvania, presenté un artículo sobre el impacto
de los cambios económicos en las mujeres, que incluía a las mujeres de las
sociedades industrializadas.
Mi trabajo internacional en el Movimiento contra la Explotación de las
Mujeres en el Tercer Mundo, y en la Comisión Internacional de Investiga-
ción para la Paz, me ha permitido ver de cerca cómo la explotación econó-
mica lleva a la explotación sexual. Las variadas formas de violencia -social,
psicológica, física, sexual, impuesta por el Estado- están arraigadas en la
explotación económica.
Tomemos el caso de estudio de la APEe. El primer punto que hay que
establecer: ¿Existe explotación económica en lugar de colaboración? Segun-
do punto: ¿Cuáles son las manifestaciones de la violencia económica? Tercer
punto: ¿Quién paga el precio? Cuarto punto: ¿Existe alguna salida?

COLABORACIÓN PARA LA EXPLOTACIÓN

Iniciada en Australia y apoyada por los Estados Unidos, la Colaboración Eco-


nómica Asia Pacífico se estableció en 1989. El primer motivo fue acelerar
un acuerdo en la Ronda de Uruguay en las negociaciones de comercio mul-
tilateral, un esfuerzo que resultó en una versión norteamericana opuesta a la
respaldada por la Unión Europea.
En realidad se trató de crear un puente a tra'Jés del Pacífico que per-
mitiría a las grandes empresas, principalmente de base norteamericana,
tener una posición establecida en el mundo.
Los años que siguieron vieron el crecimiento de la producción mundial
y las importaciones en el Pacífico asiático desarrollado. El Crecimiento
Económico de Asia Oriental (EAEG, por sus siglas en inglés), promovido por
el Primer Ministro malayo Mahathir, con Japón a la cabeza, fue dirigido a
oponerse a la idea de APEC y a fortalecer el comercio intrarregional y los flu-

104
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
llo jos de inversión. Éste fue más tarde rebautizado como Dirigencia Económi-
er· ca de Asia Oriental (EACEC, por sus siglas en inglés).
La geopolítica entró en el juego dando lugar al surgimiento de diferen-
*
se cias y uniones entre los miembros de la APEe. Las posiciones cambiaron con
el curso del tiempo. ASEAN comenzó como un grupo, crítico y suspicaz:
Malasia en confrontación, Tailandia aprensivo, Indonesia dudoso, Singapur
os
;o- dando apoyo y Filipinas, al principio con una actitud de ver y observar, pero
¡fi· cuando se convirtió en país sede consignó que los grupos avanzarán en el
establecimiento de compromisos.
:to
Estos compromisos "voluntarios" hacia la liberación económica reba-
ras
saron los requisitos del GATI. Se trató de fuerzas representadas por consul-
tores y tecnócratas del sector privado, cabilderos de la liberalización que
laS trabajaron con ahínco en la agenda de la APEC tras bambalinas. Los benefi-
,a· ciarios fueron las corporaciones transnacionales y las instituciones financie-
ó· ras. Asu merced quedaron las comunidades de los pueblos que tuvieron que
al, soportar los costos de la liberalización, la desregulación y la privatización
la del mercado.
Los TNC, se organizaron como un Consejo Empresarial del Pacífico (PBC,
por sus siglas en inglés) y se formó un Grupo de Personas Eminentes (EPG, por
sus siglas en inglés), integrado por académicos. El Plan de Acción de la APEe
y los Planes de Acción Individuales fueron aprobados en la reunión de la
APEe en Manila en 1996.

MANIFESTACIONES DE lA VIOLENCIA ECONÓMICA

• El SAP (Programa Estructural de Ajuste del FMJ-BM) tiene condiciones onerosas


de préstamos que refuerzan un régimen de liberalización, deuda externa, des-
regulación y privatización, mediante la instrumentación de una estrategia de
desarrollo de origen extranjero y dirigida a la exportación. La reestructuración
económica de muchos países del Tercer Mundo y de países en transición hacia
una economía de mercado los esclaviza con el comercio y los ata a las inver-
siones extranjeras y los sumerge en deuda externa.
• La Ronda del GATI en Uruguay y la OMC perpetúan el subdesarrollo mediante
j81 "el libre comercio y la inversión" que reducen a los países a ser meros pro-
tO veedores de trabajo barato, de materias primas baratas y a ser consumidores
of
de los exportadores del P.rimer Mundo, como mercado cautivo para ofrecerle
18
grandes beneficios.
t)'

Marv Soledad Perplñan 105


La g!oba!izaclón corporativa
• La reestructuración de la producción agrícola reduce a los campesinos a obre-
ros agrícolas y agricultores por contrato, que pierden sus parcelas gracias a la
reconversión de cultivos, sin producción para la subsistencia y el consumo
local.
• La ingeniería genética en manos de los TNC les da el control sobre la inversión
y el proceso completo de producción y distribución.
• Los emporios industriales y los proyectos de desarrollo turístico (por ejem-
plo, los campos de golf) desplazan a las comunidades agrícolas e indígenas y
los privan de sus insumas básicos: agua, tierra, fuerza eléctrica; promueven la
"prostitución del desarrollo" (como es el caso de los barcos de prostitución
que van de la mano con el desarrollo de los puertos internacionales).
• El desarrollo marítimo, forestal y minero desplaza comunidades costeras,
serranas e indígenas, agota los recursos, degrada el medio ambiente (como
son las minas de tiro abierto).
• La industrialización, el sindicalismo "blanco" y el manejo corporativo de dispu-
tas laborales descartan los derechos laborales y son hostiles a todos los tra-
bajadores.
• Los esquemas de contratación orientados al mercado reducen salarios,
suprimen la seguridad laboral y socavan los sindicatos a través la contratación
temporal, el trabajo compartido, la revisión de los contratos de trabajo.
• Los mercados de trabajo y el entrenamiento laboral no garantizan el bienes-
tar de los trabajadores y están dirigidos a servir los intereses de las grandes
empresas.
• Los programas de privatización y los recortes presupuestales resultan en un
incremento del costo de la vida, en mercancías y servicios más caros, más tra-
bajadores y campesinos marginados, e incluso en el empobrecimiento de la
clase media.
• La protección a los derechos de la propiedad intelectual, pero no la protección
del conocimiento indígena cuya medicina herbolaria es pirateada por los IPR.
• La reducción tarifaría, las facilidades para la inversión, la liberación de merca-
dos por parte de los gobiernos son para el beneficio de los TNc, en detrimento
de los empresarios locales.

¿QUIÉN PAGA EL PRECIO?

Los pueblos del mundo, particul~rm~~te los pob~es, oprimidos y esclaviza-


dos, pagan el precio de la globahzac1on corporativa. Los pueblos de Asia y
de la cuenca del Pacífico, especialmente los esclavizados, pagan la cuenta de

106
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
la APEe. Pagan por tener sus mentes controladas y alimentadas con progra-
mas en los medios masivos de comunicación, en la autopista de la informa-
ción, en los planes de estudios, etcétera, que racionalizan al neoliberalismo. Si
el aparato ideológico del Estado no funciona e impide que la gente cues-
tione y proteste, ésta paga el precio de sufrir represión por parte del Esta-
do. El aparato político clava sus colmillos y los derechos de los pueblos son
reducidos y violados.
Quienes se vuelven un obstáculo para las necesidades trasnacionales
(por ejemplo, los líderes sindicales) se les aísla en prisiones que se han
convertido en campos de concentración del régimen neoliberal. El grupo
más vulnerable son las mujeres y los niños en todos los sectores: sus dere-
chos entre los pobres urbanos y rurales, obreros, campesinos, pescadores,
indígenas, se violan de manera flagrante y generalmente, en la forma de
explotación sexual. La globalización de la industria del sexo ha expandido
el tráfico sexual, la pornografía, la prostitución y la pedofilia; se producen
grandes ganancias a expensas de las mujeres y los niños.
Aunque la violencia económica tiene un efecto de empobrecimiento
general, éste se profundiza en la feminización de la pobreza: las mujeres
sostienen la carga múltiple de clase, sexo, raza, etnia, edad, salud, religión, y
otros.
Mientras que la migración masiva es un fenómeno de movilidad laboral
provocado por la APEC y la globalización, la feminización de la migración
tiene características especiales de violencia mayor y más grave contra las
mujeres trabajadoras emigrantes.
La actual división internacional del trabajo no respeta los derechos labo-
rales en general y la división de género en el trabajo hace que se explote
todavía más a las mujeres.
Ésas son las malas noticias de la globalización. ¿Cuáles son las buenas?
¿Hay esperanza de solución?

LA GLOBALIZACIÓN DEL ESPÍRITU CRISTIANO

Me gustaría finalizar con las buenas noticias de la globalización del espíritu


cristiano. Ésa es nuestra solución para el desorden global actual.
Con reuniones como ésta, lo privado se vuelve público, lo individual,
colectivo, y nosotros hacernos propio lo que escuchamos de otros. Antes

Mary Soledad Perplñan 107


La globalizaclón corporativa
de abordar una respuesta general, permítanme compartir lo que he hecho
como mujer religiosa que trabaja estrechamente con lo laico.
Para mí ha sido un reto articular alternativas; en 1978, organicé "IBON
Hechos y Figuras", una popularización de alternativas socioeconómicas.
IBON lleva ya 20 años y creo que de algún modo ha tenido repercusiones; en
1980 comencé a publicar el BALA/ Asían journal. BALAI (por sus siglas en inglés)
significa la Construcción de Vínculos Asiáticos contra el Imperialismo. Se
concentró en la pregunta: si Asia es rica en recursos, ¿por qué los asiáticos
son tan pobres? Éste fue un trabajo pionero sobre ecología cuando el térmi-
no todavía no se conocía, mucho antes de la creación del PNUMA.
Posteriormente vino la fundación del Movimiento Contra la Explo-
tación de las Mujeres en el Tercer Mundo (TW-MAE-w) en el día de los Dere-
chos Humanos, el 1O de diciembre de 1980. Esto se convirtió en mi com-
promiso de tiempo completo. Instalado en las Filipinas, TW-MAE-W, es una
ONG internacional, con estatus consultivo, otorgado en el Consejo Económico
y Social de las Naciones Unidas en 1985. la TW-MAE-w opera en dos niveles:
el macro, donde los problemas globales y las causas principales se abordan
en la arena internacional y el micro, donde se prestan servicios directos a
los sobrevivientes del abuso y la explotación sexual. Por ello estoy sólida-
mente establecida mediante mis vínculos de origen popular en los tres hoga-
res y siete centros ubicados en Luzón, Visayas y Mindanao, mientras asisto
a conferencias internacionales y propongo estrategias con redes como es el
caso de ésta.
Mi congregación religiosa, las Hermanas del Buen Pastor, reconoce la
importancia de mi trabajo de iniciar y apoyar campañas, hacer cabildeo en
las Naciones Unidas y redactar documentos tras bambalinas. A la R.G.S. se
le ha dado también estatus consultivo en la ONU Ecosoc. En particular, la
Provincia Filipina es seria en su postura profética de visualizar las implica-
ciones futuras de los sucesos, denunciando lo que está mal y aplaudiendo
lo que está bien.
En el Capítulo de la Provincia Filipina de noviembre de 1995, recomen-
damos centrar nuestra respuesta cristiana en las abrumadoras iniquidades
que se dan en la actualidad alrededor del Gran Jubileo: el 2000 aniversario
del nacimiento de jesucristo, quien vino a traer abundancia de vida en la
totalidad del tiempo. Publicamos con periodicidad Tambuli, el Cuerno
del jubileo, para difundir nuestro programa de acción surgido del espíritu del
año del Jubileo judío (levítico 25) e inspirado en ei"Manifiesto de Nazaret"
(Lucas 4:16-30).

108
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
Al creer que "Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre" (Hebreos 13:8},
repetimos la proclamación del jubileo que él hizo hace 2000 años:

El Espíritu del Señor me ha sido dado, porque él me ha bendecido. Él me ha enviado


parar traer buenas noticias a los pobres, para proclamar la libertad a los cautivos
y para dar a los ciegos una nueva visión, para liberar a los oprimidos y proclamar
el año de favor del Señor (Lucas 4:16-30).

Este "Manifiesto de Nazaret" incorpora el tema de la redención holísti-


ca encontrado en lsaías 58, al subrayar la liberación de los oprimidos y
criticar la observancia del culto sin justicia social.

Es una demanda ética ... romper grilletes injustos y deshacer las correas del
yugo, liberar a los oprimidos y romper las cadenas, compartir el pan con el ham-
briento, y cobijar a los pobres sin casa, vestir a la persona desnuda y no darle
la espalda a la familia.

Éste es nuestro plan para poner fin a la violencia económica. El pro-


grama de acción comprende cinco puntos:

• Liberar esclavos y prisioneros.


• Devolver la tierra a sus propietarios originales.
• Cancelar la deuda.
• Descansar la tierra.
• Recuperar el principio femenino.

Cada estrategia concreta de acuerdo con el contexto de nuestros tiem-


pos, construida en el pasado y moviéndose hacia el nuevo orden mundial
en el siguiente milenio.

LIBERAR ESCLAVOS Y PRISIONEROS

Uno de los pasajes más hermosos del Evangelio según San Juan es el últi-
mo adiós de jesús Ouan 15: 14-15). "Ustedes son mis amigos ... Ya no los
llamaré siervos ... " Aquí vemos a jesús rompiendo las tradiciones estableci-

Mary Soledad Perplñan 109


La globallzaclón corporativa
das de la sociedad esclavizada y elevando a los siervos a la posición igualita-
ria de amigos. En contraste, hoy creamos divisiones y niveles de importancia:
la burguesía sobre el proletariado, el blanco sobre el negro, el hombre
dominando a la mujer, etcétera. A los que están en los peldaños más bajos
se les hace sentir inferiores y se les trata como esclavos. Por lo tanto, liberar hoy
a los esclavos es romper las cadenas de la discriminación y la dominación.
El reto del jubileo es estar en el lado de los oprimidos y los degradados,
hacer nuestras sus súplicas e identificarnos con sus luchas. ¿Quiénes están
en esclavitud? No es difícil descubrirlos: los sirvientes de la casa, la esposa
golpeada, el niño abusado, el empleado civil mal pagado, el vendedor, el
artista, el obrero de la fábrica, el campesino, el pescador, el indígena, el emi-
grante, etcétera. ¿Por qué llamamos a alguien "amigo"? ¿Cómo hacemos a
otro nuestro igual? ¿Cómo ayudamos a aquellos que están en servidumbre
a reclamar sus derechos? ¿Qué hacemos nosotros con las estructuras, los sis-
temas, las instituciones y las leyes que esclavizan? ¿Cómo liberamos a los
pueblos del efecto dañino del yugo neocolonial, la globalización, la enaje-
nación cultural?
La liberación de esclavos tiene una dimensión tanto personal como
global. Depende de nosotros establecer los aspectos micro y macro de la
emancipación en esta época moderna.

DEVOLVER lA TIERRA A SUS PROPIETARIOS ORIGINALES

La tierra es de Dios. "Así es que la tierra no debe venderse en perpetuidad,


porque la tierra es mía. Pues ustedes son residentes, forasteros y pobladores
desde mi punto de vista" (Levíticos 25:23). Por lo tanto, estamos llamados a:

• Cultivar la espiritualidad de las naciones nativas que mantienen la tierra como


generadora, no algo que uno puede poseer o adueñarse.
• Apoyar el movimiento participativo de la tierra, donde ésta es un bien,
apartándola de la especulación del mercado, pero garantizando su acceso me-
diante derechos hereditarios de por vida.
• Combatir la consolidación del capital donde se agrega tierra a la tierra; casas
a las casas; y la tierra se convierte indiscriminadamente privando a la gente
de su subsistencia y beneficiando a los más ricos.
• Luchar por el retorno del dominio ancestral de los pueblos indígenas.
• Promover una reforma agraria genuina.

110 Estudios para la paz


desde una perspediva global
ta· La economía de Dios no tiene nada que ver con la economía capitalis-
:ia: ta que convierte en dioses a la producción, la utilidad y el capital. La eco-
1re nomía de Dios eleva el trabajo sobre el capital. Estamos seguros de que
·os Dios se ocupa y los humanos no necesitamos ser consumidos por problemas
oy y cargas, como Dorothee Salle lo afirma en La economía de Dios y nosotros:
In. el año del jubileo (p. 93). Ella nos reta:
)S, Volverse cristiano en el acaudalado Primer Mundo significa romper con
3n nuestro propio mundo, con sus valores, estándares y hábitos. Por eso, la co-
sa modidad no es suficiente; necesitamos una revolución de Cristo. Si queremos
el entender la Biblia, debemos aprender a leerla con los ojos de los pobres.
,¡. "¡La tierra es de Dios!" Los pobres entienden esto inmediatamente: la tierra
;a no es propiedad de la United Fruit Company o de la Standard Oil, o del clan
re Somoza; "la tierra es de Dios" significa para ellos que las personas de la tierra
iS· pertenecen a Dios y no a un amo esclavizador (p. 93).
1S
Hace 500 años Vasco de Gama exploró y conquistó el "Nuevo Mun-
e- do". 500 años después en 1998, celebramos el aniversario del quinto cen-
tenario, ya sea elogiando al explotador y colonizador o siendo solidarios
con África, América, Asia y Oceanía, cuyos recursos fueron despojados, las
culturas exterminadas y los pueblos subyugados.
El tema del jubileo, "Devuelve la tierra a sus propietarios originales", es
una exhortación a tomar la causa de nuestros hermanos y hermanas indíge-
nas que han luchado valientemente por la tierra de sus ancestros, la tierra
sagrada que significa vida, libertad humana y dignidad. Es también un lla-
mado a luchar contra el ataque del neoliberalismo y liberarnos de los ten-
táculos de la esclavitud de la globalización en sus muchas formas.

CANCELAR LA DEUDA
,O
La deuda es esclavitud; es un instrumento de servidumbre; son personas
,, vendiéndose ellas o a sus familias a la esclavitud, simplemente para vivir. Es
la servidumbre de la deuda. Es también la deuda masiva del Tercer Mundo,
gracias a la cual naciones completas están en servidumbre. Imponer medidas
de austeridad y ajustes estructurales exprime la vida de los pueblos. Rea-
1S
propiarse de la antigua legislación del año del Jubileo y del Sabat de la Torah
e (levíticos 25, Deuteronomio 15:1-11 ), del cual también Jesús se apropió en
sus plegarias (dr. Lucas 18.19), hoy si~nificaría:

Marv Soledad Perplñan 111


La globalizaclón corporativa
• Trabajar para la cancelar la deuda externa que es injusta, inmoral e impagable.
• Crear conciencia sobre las maquinaciones de las instituciones financieras, el
FMJ, Banco Mundial, etcétera, y los resultados desastrosos de la deuda.

En la carta pastoral papal, Tertio Adveniente Millenio, párrafo 51, el papa


Juan Pablo 11 afirma en términos muy claros:
En el espíritu del Libro de Levíticos (25:8-12), los cristianos tendrán que
elevar sus voces en el momento adecuado y reflexionar, entre otras cosas,
para reducir sustancialmente, si no directamente cancelar la deuda inter-
nacional que amenaza seriamente el futuro de muchas naciones.
El llanto del pobre se dirige hacia la completa e inmediata liberación
del manejo mortal de las deudas externas de sus países. En su propuesta
para un Año Continental del Jubileo en 1992, el pueblo de la Iglesia de Pana-
má escribió. "Ahora el pan es arrebatado de las bocas de los pobres para
alimentar sistemas que son económicamente ricos, para formar ejércitos y
hacer guerras."
No puede haber Año de Gracia para los acreedores y los deudores a
menos que haya un perdón incondicional de la deuda.

DESCANSAR LA TIERRA

En las Sagradas Escrituras, Dios nos llama a experimentar la santidad en el


tiempo. Dios invita a todas las criaturas a disfrutar el hecho de la existen-
cia; los humanos se recrean al celebrar; los animales y peces, las plantas y
el agua y el aire toman un descanso; la tierra recupera su fertilidad cuando
descansa.
En esta época ecológica nuestra, conocemos las implicaciones de un
ritmo basado en la creación. Las acciones prácticas incluyen:

• Revocar las éticas de la acumulación promoviendo las éticas de la suficiencia.


• Defender y apoyar las fuentes de subsistencia de los pueblos.
• Respetar los derechos de la naturaleza, el derecho a descanso de la tierra y de
sus animales.
• Liberar a la tierra de los pesticidas, insecticidas, fertilizantes y promover el cul-
tivo bio-orgánico.
• Poner fin a la extendida degradación del ambiente y trabajar por una seguri-
dad ecológica.

112 Estudios para la paz


desde una perspectiva ¡Jiobal
La liberación ecológica subraya la libertad de la tierra de la propiedad
absoluta de los seres humanos. Dios, el único propietario, quiere salvar al
suelo del daño por agotamiento. Lo que crezca espontáneamente puede ser
recolectado y comido, pero no almacenado. La fruta o el grano son para
todos: los miembros de la comunidad y los extraños, los animales domésti-
cos y las bestias del campo. Es gratis para todos. ¿Es un sueño imposible ver
lo realizado?
El Jl:fbileo de Dios no debe verse como un sueño. Viene de la Biblia, que
es un libro práctico para el "hoy" de la vida. En su artículo, "Biowing our
own Trumpet" ("Tocando nuestra propia trompeta"), David Williamson
escribe: la ley de Dios hace a la gente libre: no solamente en la eternidad
sino hoy. Allí, en la Nueva Tierra, la libertad será perfecta. Aquí será limita-
da y frágil. Pero la ley de Dios no se anula por que no podamos construir
el paraíso. Nuestro deber es pregonar la ley de Dios en la generación pre-
sente y dar a cada uno tanta esperanza, tanta independencia, y tanta pros-
peridad como nos sea posible. Williamson dice que es nuestro trabajo y ese
es un jubileo.

RECUPERAR EL PRINCIPIO FEMENINO

Anunciamos el nuevo milenio y la celebración del cumpleaños 2000 de


Cristo invitando a los pueblos divididos a la misma mesa: "Ya no habrá más
judío o gentil, griego o esclavo, varón o hembra. Todos somos uno en
Cristo."
Las implicaciones son que nosotros:

• Eliminemos el androcentrismo de los preceptos originales del Jubileo (por


ejemplo: heredar la tierra al varón).
• Aprendamos de Cristo como lo describió Lucas e imitemos su respeto por las
mujeres, entre ellas particularmente las marginadas y oprimidas.
• Elevemos la condición de las mujeres tratándolas como compañeras iguales
a los hombres en los esfuerzos de la vida, y no como objetos de posesión o
procreación.
• Eliminemos la violencia contra las mujeres y el tráfico sexual.
• Demos poder a las mujeres, especialmente a las más explotadas y abusadas,
para que sean co-creadoras productivas en el establecimiento del reino de
Dios en la paz y el amor:

.\1ary Soledad Perpiñan 113


la globalización corporativa
UNA TAREA DESAFIANTE

Parece que frente a la violencia económica, nos enfrentáramos a un gigante


invencible. Si David pudo deshacerse de Goliath, quizá existe esperanza
para el insignificante, el débil y el desvalido. Es un reto para nosotros tomar
la piedra y la honda que puede golpear a Goliath entre los ojos.
Me gustaría pensar que éste es un llamado a la solidaridad de las
hormigas, millones de hormigas que muerden, molestan, destruyen y crean
nueva vida. Unámonos alrededor del tema del Gran Jubileo y permitamos
que en el próximo milenio el Espíritu del Señor minimice al poderoso y
exalte al humilde.
La globalización
y la sustentabilidad
e
a en el desarrollo mundial
Úrsula Oswald Spring*
tr

tS

n
tS APUNTES INTRODUCTORIOS
y
EN EL umbral de un nuevo milenio y ante un proceso de globalización que
abarca, por primera vez en la historia de la humanidad, todos los fenó-
menos de la vida -ya que rebasa los aspectos propiamente productivos
como la economía, la tecnología, los avances científicos y las relaciones de
un determinado proceso productivo, su organización local, regional, nacio-
nal e internacional y penetra en los recovecos más íntimos del sentir y del
representarse del ser humano- se plantea con mayor rigor y urgencia una
pregunta acerca de la direccionalidad del proceso de desarrollo del planeta,
de un continente, de un país, de un grupo social-étnico o de un ser huma-
no y su individualidad.
la revolución comunicativa, el bombardeo consciente y subconsciente
de valores mundiales, orientado generalmente hacia un consumismo sin
límites, el acceso al instante a noticias en cualquier parte del mundo, imá-
genes y contenidos que hacen vibrar fibras muy sensibles del ser humano,
inciden en la construcción de una cultura y de un sistema de valores reli-
gioso-ético y moral muy distinto, aunque cada vez más homogeneizado a
escala mundial. "La chispa de fa vida", las escenas de violencia con el héroe
blanco, los patrones de belleza modelo "Miss Universum", se imitan desde
las dunas de los desiertos hasta los picos más altos del Himalaya.
Pero no todo es deseo hecho realidad en televisión, belleza, película y
fuga fantasiosa. la cruda realidad de un mundo al borde del colapso cuen-
ta con 1,300 millones de pobres, de los cuales el 70 por ciento son mujeres
(UNICEF, 1995). La cara fea es desempleo y hambre, producido como resul-
tado de una tasa mundial decreciente de producción de granos desde 1984
y una reducción en la captura de pescados del 7 por ciento anual desde el
*Profesora-investigadora del CRIM de la UNAM y coordinadora del proyecto "Retos del Desarrollo Sus-
tentable en México". ·

115
histdricopic0 en 1989 worldwatch Institute Report, 1995, p. 177); agravado
par cambios en el uso del suelo agricola y forestal, poluci6n del sire, erosibn
del suelo, desertificaci6ny salinizaci6n de ireas de riego, contaminacidn de
las aguas superficiales y subterrineas, agotamiento de acuiferos, desechos
sdlidos tdxicos y dom4sticos en ireas de cultivo. El llanto de un bebe a una
madre que se siente impotente por no darle el aliment0 necesario, aumen-
ta la insatisfacci6ny la frustmcidn individual o familiar.
Por ello el ser humano se transforma en su relacibn consigo mismo, con
su origen, su destino, su soledad, sus miedos, sus aspiraciones, su sociedad, su
entorno y su trascendencia. Por una parte, se abre a realidades nunca antes
sospechadas en el pasado, por otra, se genera un ser menos protegido por
normas familiares, sociales y nacionales, obligado a elegir su mundo y sus
valores en ese mar de informacibn. Es mis vulnerable ante catistrofes perso-
nales, ambientales o sociales y, por ende, muestra una capacidad de gran
selectividad y sensibilidad. Mis a h y a pesar de esta intercomunicacidn
global, existe un ser humano en lo individual, pero sobre todo en lo social,
cada vez m6s expuesto a la violencia fisica, estructural y psiquico-moral.
Desgraciadamente, esto 10 sufre la mayoria de la humanidad, no es propio
de un continente o una regibn, aunque en 10s paises en desarrollo la violen-
cia estructural y fisica predomina sobre otras formas de conflictos y angus-
tias, mientras que 10s del Norte luchan contra su enajenaci6n y soledad.
Aunado esto a cambios mundiales que se presentan con velocidades
crecientes, una geopolitics distinta donde el conflict0 Este-Oeste se desintegra,
per0 el de Norte-Sur se agudiza y donde el continente asiitico empieza a
sacudir al conjunto del sistema monetario mundial, es necesario reflexionar
en la soluci6n de 10s conflictos belicos, politicos, econdmicos, sociales y am-
bientales, a fin de encontrar caminos distintos de resoluci6n de problemas.
Las nuevas formas de actuar tienen que incorporar tambikn 10s conflictos
m6s locales, como es el surgimiento de fundamentali~rno~, regionalismos o
nacionalismos a ultranza, acompafiados de xenofobia, racismof discrimina-
cidn femenina y de niilos. A su vez, 10s avances en medicina estin cambian-
do 10s equilibrios demogrificos tradicionales: la reduccibn de la mortalidad
infantil convierte a 10s paises en desarrollo en pueblos jbvenes, quienes tienen
que enfrentar con limitados preSUpUeSto~,graves problemas de infraestruc-
tura bisica, de servicio y empleo. En cambio, en 10s paises desarrollados, 10s
avances medicos y hospitalarios aumentan la longevidadde la poblacidn y
10s ancianos presionan sobre el sistema de seguridad social, sostenid0 par

116 i Esludios para la paz


desde una perspectiva global
un grupo de fuerza de trabajo activa, cada vez más restringido y con ele-
vadas tasas de desempleo.
Esta complejidad de problemas mundiales requiere de reflexiones pro-
fundas y de caminos novedosos, los cuales vinculan un concepto general
como el del desarrollo sustentable a valores universales de equidad, justicia,
paz y democracia. Como paradigma, un mundo cada vez más interrelacio-
nado y globalizado choca con la idealización de las fuerzas del mercado
como única herramienta de lograr avances científicos, eficiencia, bienestar
y calidad de vida. Crecen las críticas al modelo neoliberal, no sólo por parte
de grupos progresistas, sino también por sectores tradicionales de las iglesias,
ante los crecientes números de muertes por falta de agua, hambrunas o
destrucciones ambientales. A su vez, las prácticas antidemocráticas de un
socialismo burocratizado destruyeron la fe en la esencia buena del hombre
y muestran con cruda realidad los subterfugios del poder dictatorial, justi-
ficado únicamente por su propia existencia. Entre la ruptura del mundo
socialista ineficiente y burocrático y el capitalismo de mercado, insensible a la
equidad, el bienestar y la calidad de vida para todos, las fórmulas doctrina-
rias del pasado buscan con urgencia una utopía distinta. Ante un cambio de
siglo, el"fin de la historia" no significa más que la supresión de cualquier ras-
go social en el pensamiento y la victoria de un capitalismo transnacional
ligado a las ganancias, es decir, a las cosas y no a las personas.
Los refugiados de guerras fraticidas y religiosas así como los contin-
gentes poblacionales que se vieron obligados a abandonar sus lugares de
origen por destrucciones ambientales, como la desertificación, salinización,
contaminación de tierras, agua y aire, inundaciones permanentes (resulta-
do del calentamiento global), enfermedades degenerativas e inmunológicas
(producto del adelgazamiento de la capa de ozono en el planeta) resultado
en el fondo de una nunca antes conocida depredación de cualquier recur-
so en aras de la maximización de las ganancias, hacen urgente la aplicación
de políticas globales que enfrenten dichos problemas sin velos ideológicos,
ni justificaciones de clases o grupos sociales. Urge plantear escenarios
factibles y deseables en el corto plazo y proponer políticas de desarrollo,
compatibles con los requerimientos sociales, morales y ambientales a escala
mundial, regional y local, a fin de contrarrestar los efectos negativos de los
procesos antes descritos.
Preguntarse seriamente acerca del futuro del planeta, del continente,
de América Latina o de Mé~a,to implica analizar experiencias pasadas, eva-

úrsula Oswald Sprinq 117


La qloballzaclón v la sustentabilldad
luarlas críticamente, sacudirlas de postulados, premisas e intereses inapro-
piados, y armar un nuevo mosaico socioeconómico y ambiental, altamente
incluyente, complejo, plural, autorregulador y pacífico. No cabe duda que
el mundo entero, pero sobre todo México, siguió otro camino durante las
dos últimas décadas. Imitó doctrinas foráneas hegemónicas, donde se de-
fiende la libertad e¿onómica individual por encima de toda consideración
de justicia socio-ambiental. La política mundial y regional priorizó, cuando
mucho, el principio de la igualdad de oportunidades, pero sin incluir a la
vez la igualación de las condiciones sociales, políticas, económicas y de
vida. El dilema medular es una disonancia histórica de un grupo restringi-
do de empresarios transnacionales que imponen un rumbo unidimensional a
los sujetos sociales, convirtiéndolos en puros objetos de manipulación, carentes
de historia y meta.
Posteriormente, el conquistador o el "manager" tiene el privilegio de
escribir la historia oficial, llámese colonialismo, feudalismo, socialismo, capi-
talismo o economía transnacionalizada, como si fuera ''la" única verdad.
Los modelos de los noventa, cuya filosofía es la apertura de los mercados a
la competencia libre, aleja cada vez más a todos los países del camino de la
democracia, concertación, participación, bienestar y calidad de vida para
todos. La prueba más sobresaliente de esta evolución antidemocrática es
que los grupos perdedores se marginan de los procesos de toma de deci-
siones, ahondando las fisuras entre gobernados y Estado y condenándolos
a extinguirse silenciosamente en la miseria y el hambre. Así la doctrina
neoliberal propicia una triple exclusión: la económica, la social y la política.
Al lado del acrecentamiento de la desigualdad social, hay explotación
directa, sin importar el costo humano, social o ambiental.
Por ello, la utopía es compleja y el nuevo paradigma incluye sumar en
lugar de dividir o restar. No es casualidad que el compromiso asumido por
180 naciones en Río de Janeiro en 1992 y ratificado en Río +5, en 1997,
obliga al científico y al político ocupado en temas relacionados con el fu-
turo del planeta, de la humanidad Yde la ecología, a pensar globalmente
pero actuar localmente. Más aún, ningún gobierno del mundo por sí solo
podrá resolver los problemas de d~~trucción -humana y ecológica, de ago-
tamiento de recursos, de generaCion de crecientes montones de basura-
sin la participación democrática de la sociedad entera. Solamente unidos,
gobierno y sociedad, comprometidos con un futuro deseable que empieza
en el hogar y termina en la estratósfera, se pueden enfrentar los retos y

118
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
entrar al tercer milenio con un proceso de seguridad ecológica, de paz, de
calidad de vida, de equidad social y de democracia.

DESARROLLO REGIONAL Y SUSTENTABILIDAD

México -al igual que China, varios países de África, América del Sur y otros
de Asia- gracias a su amplia biodiversidad, resultado del encuentro entre la
región neoártica y neotropical, tiene grandes potencialidades en el uso de
sus recursos naturales. Un adecuado manejo es capaz de superar la pobreza
existente y generar empleos limpios, siempre y cuando los parámetros eco-
lógicos se relacionen con los económicos, y se aprovechen los recursos natu-
rales dentro de un sistema social que cree mayor equidad y participación
democrática de todos los sectores de la sociedad.
El reforzamiento entre ecología, economía, calidad de vida y avances
científico-técnicos ubica el desarrollo sustentable en un nuevo eje geopolí-
tico, donde el aprovechamiento de los conocimientos y valores tradiciona-
les enriquecen a los avances científicos para gestar un nuevo ser humano,
capaz de enfrentar en términos sociales, personales, éticos y económicos
los retos del milenio venidero.
El nuevo paradigma relaciona los dos significados de "oikos": la econo-
mía con la ecología y asigna valores económicos a los recursos naturales
que pudieran hacer eficientes a los procesos productivos, si se acompañan
de políticas que generen mayor equidad. Sólo así la ecología se vuelve redi-
tuable, un bien escaso, donde los recursos naturales que tardaron a veces
millones de años en gestarse, adquieren valor real y por ende se regirían
por las relaciones del mercado de libre oferta y demanda verdadero.
A su vez, un manejo racional y eficiente de los recursos naturales per-
mite enormes ahorros energéticos, menos contaminación y se aprovecha la
economía de escala. Fuentes alternativas como energía solar, eólica, hídri-
ca, avances tecnológicos en ahorro y conservación de energía, procesos de
reciclamiento de desechos sólidos, procesos de combustión completos,
avances biotecnológicos que sustituyen la fertilización química, producción
agrícola polidiversa y con control biológico, abren retos novedosos hacia
una globalización distinta, dentro de un marco de sustentabilidad, democra-
cia, equidad y bienestar.
Adicionalmente, este tipo de planteamientos incide en el ahorro gene-
ral (más allá de lo económico~ de un país y reduce por ende los peligros de

úrsula Oswald Sprlng 119


La globalizaclón v la sustentabilldad
una crisis económica, donde a cualquier costo se trata de superar los dese-
quilibrios de las finanzas públicas y los parámetros macroeconómicos, ge-
neralmente sin cuidar el ambiente ni tampoco el empleo o el bienestar de
la población.
Por último, existe un peligro real en la apropiación de las alternativas
técnicas en biotecnología, eficiencia energética en uso y conservación, tec-
nología limpia, reciclamiento y sustitución de materiales peligrosos; casi
todos estas p~t~ntes están en manos de trasnacionales. Dicho fenómeno
agudiza la disparidad entre el Norte y el Sur, ya que los precios mundiales
y los términos de intercambio son desfavorables a los países en desarrollo y
a las materias primas, mientras que se privilegian las tecnologías y los pro-
ductos elaborados.
No obstante, en el pasado y aun en el presente, la fusión atómica, la
quema de barriles de petróleo, la producción eléctrica mediante termo-
eléctricas, la genética y otros manejos tradicionales han llevado al mundo
a cargas ecológicas muy delicadas, que no sólo hipotecan el futuro de la
supervivencia del planeta, sino también el presente. Como ejemplo, si todo
el mundo tuviera un nivel de emisiones similares a Alemania, se requerirían
de cinco planetas sólo para poder absorber los efectos negativos de dichas
emisiones.

En países como México, caracterizados como potencias medias y con amplia


biodiversidad, existen universitarios que pueden generar conocimientos cien-
tíficos y técnicos, integrando la cultura indígena ancestral que fue capaz de
conservar ecosistemas frágiles; ellos abren un potencial ecológico, social, de par-
ticipación ciudadana, creatividad y de democracia, que permiten conservar lo
autóctono, innovar lo factible Yrecuperar lo destruido por las décadas pasadas
de industrialización y rapiña de recursos naturales. A nivel mundial, las confe-
rencias de Estocolmo sobre Desarrollo Sustentable, Río de janeiro sobre Biodi-
versidad, Kyoto sobre Efecto Invernadero y los Protocolos de Basilea sobre
Desechos Tóxicos, evidencian la globalización en los problemas ambientales y
exigen pronta solución .

.Finalmente~ el término de la eco~og!a. humana alberga novedosos pen-


samientos, al vincular el desarrollo 1nd1v1dual con el social y su entorno.
Parte de una totalidad indivisible, donde bienestar, salud 0 solidaridad
mundial se basan en nuevos valores, a la vez que cuestionan hábitos y pre-
juicios culturales (etnocentrismo), propios de los países del Norte: un ma-

120
Estudios para la paz
desde una perspedlva global
yor ingreso se logra generalmente a costa del tiempo libre y del descanso;
la mayor movilidad geográfica se acompaña de la pérdida de relaciones
humanas, compromisos sociales, vínculos intrafamiliares y relaciones comu-
nitarias; el trabajo asalariado sustituye al trabajo familiar de subsistencia,
abocado más hacia la vida productiva a pequeña escala y relacionado con
el autoconsumo; éxito y ascenso social limitan la calidad de las relaciones
interpersonales, producen fenómenos de estrés y dejan menos tiempo libre.
Por ello, el reto de un desarrollo sustentable abarca desde la economía,
pasa por la salud, la calidad de vida y las relaciones interpersonales, propi-
cia felicidad y ascenso social no a costa de otros hombres, naciones o la
naturaleza, sino en solidaridad y con estricto manejo de los recursos, so-
briedad y ahorro. Integra las propuestas de diversas conferencias mundiales
como "pequeño es bello"; "pensar globalmente, actuar localmente";
"menos consumismo, más calidad de vida"; "justicia y paz para todos".
Esta globalización distinta, ajena a los procesos de monopolios y trans-
nacionales, es anhelada tanto en los países del Norte (donde proliferan la
despersonalización, las enfermedades de estrés y las inmunológicas, la fal-
ta de tiempo y calidad de vida) como en los del Sur, acosados por pobreza
extrema, condiciones de vida infrahumanas, falta de ingreso o de trabajo,
desigualdad aguda y creciente brecha entre grupos sociales. Sólo con un
planteamiento de sustentabilidad individual, social, económica, política y
ambiental, se logrará mayor equidad entre género, familia, comunidad, na-
ción, continente y planeta.

RETOS DE LA SUSTENTABILIDAD

El objetivo general de una organización como la Asociación lnternac nal


de Investigación para la Paz (lnternational Peace Research Association, IPRA),
con investigadores multidisciplinarios dedicados a analizar sistemáticamente
escenarios de desarrollo sustentable en sus contextos regionales, y explorar
políticas generales, regionales y locales que propicien un desarrollo humani-
zado en su más amplio sentido, es de excepcional importancia; particularmen-
te cuando predomina en la escena mundial, la improvisación e intereses muy
claramente ligados a necesidades transnacionales. Por ello, un desarrollo alter-
nativo tiene que poner al ser humano en el centro del progreso y proponer
estrategias de crecimiento económico, social y regional, que superan la ini-
quidad y la violencia, a la véz. que aprovechan óptimamente los recursos
,~',1

úrsula Oswald Spring 121


la globalizaclón y la sustentabilldad
naturales, los preservan para las generaciones venideras y evitan ~a conta-
minación o generación de desechos tóxicos desde las fuentes. Implican pro-
cesos productivos limpios que fomentan la distribución equitativa del ingre-
so y el abatimiento· de la pobreza, optimizan el manejo de los recursos
naturales, mejoran el control de la fecundidad, fomentan la corresponsa-
bilidad ciudadana, basada en valores de respeto y solidaridad, impulsan el
ordenamiento urbano y territorial, todo ello dentro de un proceso de parti-
cipación ciudadana corresponsable. En síntesis, el desarrollo sustentable re-
define la relación ser humano-sociedad-naturaleza y garantiza bienestar y
equidad en el siglo xx, en un contexto de globalización y transnacionaliza-
ción basado en solidaridad mundial e intereses globales comunes de con-
servación y de supervivencia.

METAS A MEDIANO PLAZO

¿Qué podemos o tenemos que hacer en el corto y mediano plazos como


ciudadanos mundiales, investigadores para la paz y creadores de corrientes
de opiniones públicas o pensamientos innovadores?

• la evolución histórica de los procesos productivos ambientales, en su espacio


y tiempo ecológico, está estrechamente relacionada con los avances científi-
co y tecnológicos generados en los países desarrollados. Explorar y sistematizar
tecnologías alternativas existentes, a menor costo y propios de la idiosincra-
sia de cada grupo social, a fin de evitar la contaminación y generación de
basura desde el proceso productivo, y reducir así la carga de emisiones a la
atmósfera, al agua y al suelo, conservará los recursos naturales, mejorará el
· manejo racional de los mismos, aumentará la calidad de vida y el bienestar en
general.
• Las comparaciones regionales de la generación de empleo en micro, media-
nas y grandes empresas deberían incluir ahora los costos integrales, tanto en
la prevención, producción, como en la remediación de daños causados, opti-
mizarán la relación insumo-producto-contaminación y pondrán al descubier-
to los costos implícitos que asun:-ten sin compensación adecuada, sobre todo
las mujeres en los países de bajos salarios, consistentes en la pérdida de cali-
dad de vida, horas excesivas de trabajo, estrés, angustia, deterioro en salud,
miseria, abandono de hijos y hogares, falta de seguridad social, protección
laboral, acoso sexual y otros mecanismos más que desarrollan las grandes
empresas, a fin de valorar el capital y depauperar la fuerza de trabajo.

122
Estudios para la paz
desde una perspeotva global
• Estudiar global y regionalmente los procesos de desarrollo como urbaniza-
ción, industrialización, agricultura comercial, ganaderización, acuacultura,
autoconsumo, extracción de recursos naturales, migraciones, armamentismo,
criminalidad y violencia física o estructural, servicios, comunicaciones, creación
de infraestructura básica y de servicios, cultura, recreo, deportes y su inciden-
cia en los balances del planeta, en particular, en el ordenamiento ecológico, el
manejo y los costos de los recursos naturales, los procesos de conservación,
recuperación o sustitución, así como las políticas sociales integrales que inclu-
yen la seguridad pública, militar y el impulso a la participación ciudadana.
• Analizar comparativamente culturas socio-productivas adquiridas, vincularlas
con los procesos tradicionales y modernos de producción, en particular el
autoconsumo, y proponer en los procesos fabriles cíclicos, la integración ver-
tical y horizontal de los procesos productivos que aprovecharán óptimamente
los insumos, reducirán los costos socioeconómicos en su producción, y evi-
tarán la contaminación.
• Explorar procesos productivos limpios que generan empleo y bienestar, a la
vez que superan la desigualdad entre grupos sociales y regiones, fomentarán
la solidaridad comunitaria o familiar y promoverán valores orientados hacia la
ecología humana, e incidirán positivamente en la resolución de situaciones
conflictivas que evitan, desde el inicio, tensiones, conflictos armados y guerras.
• Revisar políticas financieras en el contexto planetario, nacional, regional y
local, que promuevan un desarrollo global distinto, respetuoso de la naturale-
za, del hombre, de su cultura y de su dignidad. Explorar comparativamente
políticas de fomento que impulsen la corresponsabilidad ciudadana, expli-
citen intereses oscuros y disfrazados bajo términos como progreso, ganancias,
crisis, avances científicos, modernidad, seguridad o la propia globalización,
pero que, no obstante, son intentos de frenar un auténtico desarrollo.
• Impulsar la relación Sur-Sur, modificar la de Norte-Sur y profundizar en el
hecho de que el planeta es un bien común, a punto de colapsar, debido al
desempeño del horno sapiens y sus actos de depredación. La conservación de
los recursos naturales y la restauración de un equilibrio dinámico, acompañado
por un desarrollo social integral, abrirán el camino a un "mercado verde", sin
conflictos ambientales o bélicos, ni sociales o individuales.
• Comparar el marco legal mundial de la Organización Mundial de Comercio,
los tratados de libre comercio existentes (Mercomún Europeo, nCAN, Cuenca
del Pacífico, Mercosur) y ver hasta dónde inciden en crear un falso espejis-
mo de abundancia en regiones y grupos sociales muy limitados, mientras que
mecanismos desiguales de comercio, legalizados en los términos de inter-

úrsula Oswa!d Sprlng 123


La globa!izaclón y la sustentabllidad
~:
cambio, producen abundancia en una parte del planeta, pobreza y destruc-
cidn en la otra. En este campo, una tarea no emprendida a escala mundial
esti relacionada con el cumplimiento de 10s derechos humanos bisicos a una
vida sana en un ambiente limpio, empleo adecuadamente remunerado, cali-
dad de vivienda, procesos productivos que fomentan la seguridad fisica, social
y ecol6gica en el individuo y en la sociedad, en sintesis, condiciones dignas
de vida, de recreo, de libertad de pensar y actuar dentro de un context0
social de corresponsabilidady superacidn paulatina de deficiencias.
Analizar efectos globalizadores en la politica amblental, proponer responsabili-
dades proporcionales en los procesos de remediaci6ny de carga a la atm6sfe-
ra, al agua y a1 suelo, explorar mecanismos compensatorios que reviertan 10s
deterioros en todo el planeta y proponer una politica de desarrollo, basada en
la capacidad y 10s limites de nuestra tierra, claramente especificada en la Agen-
da XXI y orientada hacia el mundo, la nacibn, la regibn, la comunidad y la
persona. 5610 asi se mejorarin las condiciones generales de vida de continen-
tes enteros, de grupos sociales, de ginero, de razas, de etnias, de niiios, de mi-
norias y de individuos.

HACIADONDE ORIENTAR LOS ESFUERZOS


o COMO SE VERA UN FUTURO DESEABLE

Sin ser pretenciosa y dads la complejidad del terna a tratar en tan poco
espacio, s61o me quedarfa dibuiar algunas de las lineas factibles que irnpulsen
un desarrollo rnundial, donde [as condiciones de globalizaci6n se conviertan
en ventaja y no en destrucci6n implicita. Donde la paz y la resoluci6n de con-
flictos Sean el motor pemanente y donde la calidad de vida, el respeto hacia
el prbjirno y el entorno, una integracibn personal y social en armonla con-
sigo y 10s seres cercanos se conviertan en ingredientes de un rnundo regi-
do por sustentabilidad, paz, ecologia y arrnonia dinirnica.

No cabe duda, el proceso social de mayor impact0 durante 10s Cltimos 30


aiios a escala mundial fue la urbanizaci6n. La huida de campesinos hacia Ias
ciudades perdidas en [as urbes del Tercer Mundo es un indicador clave del
creciente "desarrollo del subdesarrollo". De seguir esta tendencia se aban-
donaria definitivamente un reordenamiento ecol6gico y poblacional en zonas
urbanas con actividades industriales y de servicio, per0 sobre todo una rege-
neraci6n de las ireas agricolas y naturales, como proveedores de alimentos e

Esludlos para la paz


dcsde una perspectiva global
insumos, pero también como áreas de reserva de recursos naturales renovables,
es decir recargadoras de acuíferos, purificadores de aire, retenedores de par-
tículas de tierra, hábitat de flora y fauna silvestres, áreas de recreo, de descan-
so y de vida digna.
• Tampoco habrá futuro deseable sin un cambio radical en los procesos produc-
tivos. Los ciclos fabriles requieren de una integración vertical y horizontal,
donde se sustituye la contaminación al fin del tubo con procesos productivos
limpios, se reducen, se reusan y se reciclan los desperdicios, especialmente la
basura tóxica. Una revolución científico-tecnológica es punto de partida de
un manejo racional de los energéticos, ya que su ahorro en el proceso pro-
ductivo no sólo abarata costos, sino que reduce sobre todo la contaminación
y los efectos secundarios como el calentamiento de la tierra. Sin grandes
avances en energías renovables, las reservas energéticas están limitados en
cantidad y tiempo. Aunque se encontraran manejos distintos y más seguros
del uranio, el gas y el petróleo, se están agotando en la tierra; y aunque
los precios de los energéticos, ante una futura escasez mundial aumentaran,
el desperdicio de dichas materias primas y la sobreoferta artificial en un mer-
cado mundial, regido por especulación financiera y de materias primas, crea
espejismos de abundancia.
• Economfa y ecología tienen que vincularse más estrechamente en un futuro
cercano, pero siempre en armonía con la calidad de vida y la resolución de
conflictos. No sólo un factor del mercado libre, la escasez, ubicará en las
próximas décadas los precios de los recursos naturales en sus dimensiones
más realistas, sino que es necesario incluir en los precios de los recursos no
renovables los costos reales de su manejo, su descontaminación y su sustitu-
ción. Según un estudio del Mercomún Europeo, si se calcularan los costos
ambientales reales, incluidos los costos de reposición de un recurso natural,
el PIB mundial tendrá un decremento del 5 por ciento. Además, existe un
amplio mercado verde, en manos hoy día básicamente de Alemania, Estados
Unidos y Japón para regular precios, subsidios, crear estímulos, impuestos,
créditos preferenciales y multas, todos ellos destinados a impulsar un desarro-
llo sustentable con calidad de vida y bienestar. Urge ampliar dicho mercado,
socializar patentes y promover conocimientos tradicionales y alternativos, a
fin de contar con procesos productivos, de servicio y de distribución limpios.
• En resumen, la utopía incluye en primer lugar la superación de la violencia
estructural, la iniquidad y la pobreza. En un mundo polarizado por sobre y
subconsumo no hay calidad de vida, bienestar, paz, salud mental y física. Sólo
mediante esfuerzos mundiales de superación de todas las deficiencias, la poten-
cialización de la creatividKJ humana al servicio de una sustentabilidad y una

úrsula OS\vald Spring 125


la Qloba!ización y la sustentabllidad
ecología humana sana, es posible transformar los deterioros planetarios hacia
un futuro deseable, donde vecinos globalizados y una responsabilidad pro-
porcional de las emisiones y contaminantes en los países del Norte y del Sur,
así como una corresponsabilidad mundial ante los cambios climáticos, la
pérdida de la capa de ozono, la contaminación de agua, aire y suelo; avances
científico-tecnológicos, pero sobre todo una conciencia mundial activa de
corresponsabilidad, nos llevará hacia un futuro promisorio de paz, justicia,
equidad y bienestar.

¿Sería ésta la utopía del milenio venidero?

BIBLIOGRAFÍA

AGUJLAR Fernández, Susana (1997), El reto del medio ambiente, Madrid, Alianza Uni-
versidad.
AzuELA, Antonio, Julia Ca rabias, Enrique Provencio y Gabriel Quadri (1993), Desarrollo
sustentable: hacia una política ambiental, México, UNAM/Coordinación de Huma-
nidades.
BALLEmRos, J. (1993), Postmodernidad: resistencia o decadencia, Madrid, Tecnos. 1

1 1

BARTELMUS, Peter (1994), Environment, Growth and Development: The concepts and
Strategies of Sustainability, Londres, Routledge.
BENNHOLDT-THOMSEN, Verónica (coord.) (1998), }uchitán, la ciudad de las mujeres,
Oaxaca, Instituto Oaxaqueño de las Culturas, Fondo Estatal para la Cultura y
las Artes.
BuNo-MJSEREOR (ed.) (1996), Zukunftsfahiges Deutschland. Ein Beitrag zu einer glo-
balnachhaltigen Entwicklung, Basilea, Suiza, Birkhauser Verlag.
CASTRO HERRERA, Guillermo (1994), Los trabajos de ajuste y combate: naturaleza y
sociedad en la historia de América Latina. Ensayo histórico-social, La Habana,
Cuba, Casa de las Américas.
CAnoN, W.R. y R.E. Dunap (1978), "Environmental Sociology: A New Paradigm",
The American Sociologist, vol. 13.
Centro de Estudios Sociológicos (1997), México en el umbral del milenio, México, El
Colegio de México.
Comisión Mundial para el Medio Ambiente Y el Desarrollo (1987), Nuestro futuro
común, Madrid, Alianza.
FERRY, L. (1992), El nuevo orden ecológico, Barcelona, Tusquest.
Fox, W. (1984), "Deep Ecology: A New Philosophy of our Time?", The Ecologist, vol. 14,
núms. 5 y 6.

126
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
Foro del Ajusco (1994), Desarrollo sostenible y reforma del Estado en América Latina y
el Caribe, México, El Colegio de México-PNUMA.
FORRESTER, Viviane (1998), El horror económico, México, Fondo de Cultura Económica.
HABERMAS, Jürgen (1998), Facticidad y validez, Madrid, Trotta.
HARRJSON, Paul (1993), The Third Revolution. Population, Environment and a Sustain-
able World, Londres, Penguin Books.
HAVEL, V. (1991 ), La responsabilidad como destino, Madrid, Aguilar-EI País.
HUNTER (1995), Sustainab/e Production: The Corporate Challenge, lndustry and Envi-
ronment, s.p.i.
JJMÉNEZ GuzMÁN, l., Yolanda de los Reyes, Gustavo Esteva et al. (1994), Desarrollo
sustentable y participación comunitaria, Cuernavaca, Morelos, UNAM-CRJM.
- - - (1995), Derechos humanos y seguridad: estrategias para un desarrollo sos-
tenible en el siglo XXI, Cuernavaca, Mor., UNAM/CRIM.
KRAs, Eva S. (1994), El desarrollo sustentable y las empresas, México, Grupo Editorial
Iberoamericano.
LEFF, E. (1994), Ecología y capital. Racionalidad ambiental, democracia participativa y
desarrollo sustentable, México, Siglo XXI Editores.
- - - y Julia Carabias, (coords.) (1993), Cultura y manejo sustentable de los
recursos naturales, vol. 1 y 11, México, UNAM-Centro de Investigaciones lnterdis-
ciplinarias en Humanidades.
LEZAMA, José Luis (1998), Teoría socia¿ espacio y ciudad, México, El Colegio de México.
LICHA, Isabel (1996), La investigación en la universidades latinoamericanas en el umbral
del siglo xx1: Los desafíos de la globalización, México, Ed. uouAL.
LYLE, john Tillman (1994), Regenerative Design for Sustainable Development, Nueva
York, s.e.
MAIHOLD, G. y L. Meza (comps.) (1989), Ecología: motivo de solidaridad, México,
Fundación Friedrich Ebert.
MJKLos, Tomás y María Elena Tello (1991 ), ~laneación prospectiva: una estrategia
'O' .1 para el desarrollo del futuro, México, Centro de Estudios Prospectivos de la Fun-
dación Javier Barrios Sierra. A.C., limusa, Noriega Editores.
MEAoows, Donella H., Dennis l., Meadows y Jorgen Randers (1992), Beyond the Lim-
its. Confronting Global Collapse Envisioning a Sustainable Future, Vermont, Post
Milis, Chelsea Green Publishing Company.
Naciones Unidas. Action 21 (1993), Conférence des Nations Unies Sur I'Environ-
nement et le Développement, Nueva York, ONU.
NEtRA, Alva (coord.) (1996), El desarrollo sustentable y las metrópolis latinoamericanas,
México, Segundo Foro del Ajusco.
ocoE (1997), Desarrollo sustentable. Estrategias de la ocoE para el siglo xx1, París. Ed.
Marilyn Yakowitz, OECD-OCDE.
ONU (1991 ), El desarrollo sustentable: transformación productiva, equidad y medio
ambiente. Santiago de Chile, ONU.

úrsula Oswald Sprlng 127


La globalliaclón y la sustentabilldad
OswALD, Úrsula (1992), "Sistema alimentario y desarrollo social: El reto de la investiga-
ción multidisciplinaria", en: Raúl Béjar Navarro (coord.), El diseño de la investigación
y la metodología en Ciencias Sociales, México, UNAM/Cuadernos del cuH.
- - - (1996), Medio ambiente, desarrollo sustentable y derechos humanos, Publi-
cación de la Comisión de Derecho Humanos de la Cámara de Diputados, Cua-
dernos de Derechos Humanos, núm. 5.
PÉREZ, Adán J. (1996), "Tecnología y desarrollo: una crítica a la sostenibilidad", 1.
lnguruak, 14.
Prospectiva de la Educación Superior (1998), Prospectiva de la educación superior
frente a los retos del desarrollo sustentable, México, UNAM, ANUlES, UAM-x.
RESTREPO, lvan (coord.) (1995), Desarrollo sustentable, México, Centro de Ecología y
Desarrollo.
SAcHs, Wolfgang (ed.) (1993), Global Ecology: A New Arena of Política/ Conflict, Lon-
1'
dres, Zed Books.
Semarnap (1996), El modelo de desarrollo. El desarrollo sustentable. Una alternativa
de política institucional, México, Cuadernos de Semarnap.
SCHMITHEINY, S. (1992), Changing Course: A Global Bussines Perspective on Develop-
ment and Environment, Cambridge, The MIT Press.
STRAHM, Rudolf y Úrsula Oswald (1992), Por esto somos tan pobres, Cuernavaca,
Mor., UNAM-CRIM.
ToURRAINE, Alain (1997), ¿Podremos vivir juntos?, México, Fondo de Cultura Económica.
URQUIDI, L. Víctor (coord.) (1997), México en la globalización, México, Fondo de Cul-
tura Económica.
- - - (1998),"EI desarrollo: ¿sustentable o insustentable?", en: Memorias del
Tercer Simposium Internacional sobre Bioprocesos ~ás Limpios y Desarrollo Sus-
tentable, Veracruz, WAITRO, Citeldes e Instituto de Ecología, 8-1 O de Junio.
UNICEF (1995), The State of World's Chi/dren, Nueva York, UNICEF.
WALLERSTEIN, l. (1994), El moderno sistema mundial, Madrid, Siglo XXI.
WEIZSACKER, von. U. (1993), Política de tierra, una política ecológica realista en el
umbral del siglo del medio ambiente, Madrid, Sistema.
Worldwatch lnstitute, 1995, State of the World, Nueva York, W.W. Norton.

128 Estudios para la paz


desde una perspectiva Qlobal
! logros de paz y resol.ución
¡ conf~~ctos ae

¡d 1

¡S' :

································································ ..................... .
Segunda parte
Intervención de árbitros
en los conflictos: su tipología,
enfoques teóricos
Marta Martinelli*
y resultados empíricos

los coNFLICTos son fenómenos sociales variados y complejos que, como


tales, no son positivos ni negativos, tampoco inevitables ni necesariamente
desastrosos en sus resultados, pero pueden ser promotores de cambios e
innovaciones así como de rupturas. El fin de un conflicto ya sea en una
dirección positiva o negativa para los implicados en él (por voluntad propia
o forzados) depende de las metas y el compromiso para lograr tales metas,
sin importar los medios empleados por quienes están comprometidos en el
conflicto.
A través del curso de la historia, todo tipo de actores sociales e inter-
nacionales (desde los individuos a los estados) han luchado por encontrar
un manera de manejar sus conflictos, para poder dirigirlos efectivamente:
mientras se acrecientan al máximo sus ganancias, se limitan sus costos.
La intervención de un grupo neutro o árbitro como respuesta al con-
flicto se ha utilizado en todas partes y en una variedad de contextos, desde
conflictos de vecinos y personales, a conflictos de grupo, organizacionales,
ambientales y de políticas. En particular, la mediación efectiva de un grupo
neutro puede ayudar a disminuir los riesgos implicados, cuando se esta-
blece la comunicación entre las partes opuestas en un conflicto.
los mediadores, como dice el término, están en medio. Se interponen
en las partes en conflicto para ayudarlos en sus esfuerzos de manejar el
problema. Esto ocurre por lo general cuando:

• un conflicto es extenso, complejo y en igualdad de condiciones,


• las partes han llegado a un callejón sin salida en sus esfuerzos de manejar el
conflicto, 1

*Investigadora para la paz en la Universidad de Bradford.


1 En este caso, las partes en conflicto tal vez quieran escoger una manera honrosa para salir de él. En
tales situaciones, la negociación a través de un intermediario puede ayudar a proteger el prestigio de una de
las partes. Puesto que el deseo de un acuerdo implica la necesidad de hacer concesiones, las partes pueden
sentir que conceder por medio de un árb-itro es menos dañino para su reputación y para sus posiciones
futuras de negociación, que ceder ante f·l' adversario en negociaciones directas. Touval y Zartman, 1985.

131
• se observa que la continuación del conflicto es un factor de irritación para
todos (a veces se le llama fatiga de conflicto) 2 y
• existe alguna premisa para la comunicación o colaboración entre las partes
(Bercovitch, 1984).

Lo que los mediadores tratan de hacer es actuar como un instrumen-


to para establecer o restablecer una comunicación bastante buena entre las
partes; que puedan hablar sensatamente entre ellas sin estar prejuiciadas por
emociones como el enojo, el miedo y la sospecha. Esto no necesariamente
resuelve el conflicto. Después de la mediación debe seguir una negociación
hábil, generalmente de manera directa entre los dos protagonistas.
1: Puesto que se espera que los mediadores faciliten el diálogo, deben
apoyar proporcionando medios confiables de comunicación, ayudándoles
a reformular sus ideas en patrones más claros y términos más precisos (a
veces resumiendo las declaraciones y haciendo preguntas indirectas o direc-
tas), o sugiriendo un lenguaje neutro, no amenazador. Sobre todo, ayudan
a las partes a que se escuchen entre sí con objeto de destrabar los temas en
discusión (Hume, 1994).
'1
1
En negociaciones internacionales tradicionales, las partes en pugna
tienden a pensar que su oponente está persiguiendo un interés. Los métodos
diplomáticos tradicionales adoptados en respuesta a este tipo de percep-
ción son típicos de una conciliación legal. Estos métodos son:

• buen oficio: practicado generalmente presentando las peticiones específicas de


las partes, por ejemplo, llevar el mensaje de una a otra parte; no es raro que
el grupo neutro actúe meramente como un observador o punto de referencia;3
• facilidad: implica un papel más continuo de organizar y sostener el diálogo;
• mediación: es el manejo del diálogo a través del poder, con el objeto de influir
en la agenda y formato de las pláticas, formular propuestas de discusión, así
como la creación de alternativas;
• arbitraje: implica la delegación consensual de poder de las partes hacia un
grupo neutro, el cual formulará la resolución de la disputa. En este caso, se
quita a las partes el poder de decisión y se transfiere a una autoridad externa;
pero la partes siguen teniendo una postura activa en cuanto a lo que es aún
2 El autor utiliza el término conflict fatigue.
3 Este comportamient? ha sido observado en el caso del Canal de Oslo, donde los noruegos nunca
estuvieron
ayuda pr~sentes en las ¡untas entre los grupos, pero se mantenían cerca con objeto de garantizar la
requerrda.

132
Estudios para la paz
desde una perspediva global
. .
. ::...... -:"~~·___...;...i. .... ~..~.= -- ~ -¡,~.

su decisión en la situación ad hoc; ceden su poder de decisión que será ejer-


cido por un grupo neutro el que debe respetar el mandato;
• adjudicación: contrario a todos los otros métodos, se elimina la disputa ad hoc
que surge entre las partes, donde las últimas acuerdan en autorizar que un
grupo neutro decida sobre la solución de un conflicto entre ellas por adelan-
tado, que es previo al estallido del conflicto mismo, e incluso refuerza la solu-
ción elegida.

Por lo general, el compromiso del grupo neutro comienza como buen


oficio. En algunos procesos, la intervención del mediador no adoptará otras
formas, sino que se limitará a llevar mensajes o a esperar afuera de la sala
de reunión para lo que se necesite. En otros casos, los grupos neutros cam-
bian su papel de mediadores al de árbitros, "aumentando" así el grado de
compromiso en la disputa.
Una característica común a todo tipo de intervención de un grupo neu-
tro que no se enfoca a implicarse directamente en un conflicto, con capa-
cidad beligerante) es que "debe ser vista como una extensión del proceso de
negociación, donde un grupo neutro aceptable interviene para cambiar el
curso de acción o el resultado de un conflicto particular (Bercovitch y Hous-
ton, 1996). Lo relevante en la relación que desarrollarán las partes es que,
ambas, tanto la conflictiva como la interventora, tratarán de influir sobre
el comportamiento, la percepción y las alternativas de acción de la otra
parte, con objeto de lograr un resultado determinado. En el mismo tenor,
es muy importante desechar la idea equivocada de que los intermediarios
sólo actúan por razones altruistas y no tienen ningún interés personal. Por
el hecho mismo de la intervención de un grupo neutro, que puede volverse
parte en el conflicto, este hace una reflexión cuidadosa de los costos,
intereses y recompensas potenciales a su intervención. Los intentos de un
grupo neutro por "deshacer" un problema, a veces puede complicarlo al
agregar "terceras metas" que chocan con las partes y, en consecuencia,
forman un asunto diferente.
Como señala Christopher Mitchell (1998):

• Generalmente, el proceso de mediación lo llevan a cabo individuos ... a nivel


individual la índole de las motivaciones implicadas puede ser un deseo altruis-
ta de genuinamente terminar con un conflicto considerado como trágico o mal
guiado, el deseo de aumentar el estatus personal y la reputación, u obtener "un
lugar en la historia", otorgado como gratificación ... como un ascenso profesio-
nal. .. o por sentirse en una posición donde puede influir en sucesos importantes.

Marta Martlnelli 133


Intervención de árbitros en los conflictos
Mitchell asevera a un nivel individual, que las motivaciones subyacen-
tes pueden ser conscientes o inconscientes. Pueden ir desde aquellas muy
altruistas hasta las que implican cualquier forma de logro personal. Con-
tinuando con la misma idea, y trasladándola a un nivel organizacional, los
individuos que representan o actúan en nombre de organizaciones (sean
voluntarias, caritativas o gubernamentales) también traen consigo la con-
signa de responder y adoptar los objetivos de la organización que repre-
sentan, así como llevar una definición más o menos rígida de su encargo,
y perseguir una influencia política y económica.
En la medida en que se reconoce que estos intereses pueden existir,
vale la pena hacer notar que tanto Adam Curle (mediador cuáquero) como
Don Matteo Zuppi (mediador de la ONG Comunidad Italiana de Sant'Egi-
dio) subrayan que no debe percibirse al mediador como favoreciendo un
resultado en lugar de otro para sus fines personales. Para ser visto como
imparcial no debe tomar partido, sino convencer a las partes de que ellas
deben encontrar sus propias soluciones al conflicto. Si acaso el mediador
tiene un interés personal, éste debe enfocarse en una solución donde ambas
partes ganen y donde continúe el proceso de facilitación que ha establecido
el mediador. Ésta es la imagen ideal del mediador, pero en la realidad las
cosas pueden ser ligeramente diferentes. Se ha indicado que pueden exis-
tir dos formas básicas de prejuicios en la mediación: una se conoce como
prejuicio de contenido, y se refiere a la conducta del mediador que favorece
a una de las partes en la solución propuesta; y la otra se conoce como pre-
juicio de la característica de la fuente, y se refiere a las expectativas que sur-
gen de los compromisos personales, políticos o económicos que vinculan al
mediador con una de las partes. Mientras que el primer tipo de prejuicio
dificulta la mediación efectiva con la parte no favorecida, algunas veces es
posible ignorar el segundo tipo de prejuicio tan convincentemente ilustra-
do por Paul Lederach en su estudio del Acuerdo de Esquipulas. 4 A veces la
percepción de "haber llegado justamente a decisiones justas" parece ser
más importante en la aprobación del mediador, que el hecho de adherirse
a una noción teórica de prejuicio e imparcialidad.

4 Éste es el análisis de un proceso regional de resolución de conflicto como ha evolucionado en Nica-

ragua dentro del Acuerdo de Esquipulas 11 de 1987, donde lederach ha desarrollado su concepto del "inter-
no parcial" en oposición al "externo neutral". Sugiere que una intervención del mediador cuya aceptabili-
dad está basada en la relación de unión y confianza con las partes en conflicto -más que su distancia de
ellas- pudiera ser bastante más efectiva.

134 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
iCen'
CARÁCTER DEL GRUPO NEUTRO
rn1rt
La mediación a los conflictos puede ser una propuesta de muy bajo costo
Coll'
y muy flexible, y la pueden adoptar ciudadanos, organizaciones internacio-
1, !OS
nales y cualquier actor cuyo comportamiento pueda afectar las dinámicas
:sean de las relaciones de las partes en conflicto. En un medio ambiente carente de
coll' autoridad centralizada, la variedad de posibles mediadores .es bastante
epre- amplia, pero pueden catalogarse como: individuos, estados, instituciones y
argo, organizaciones.

• Individuos: aunque el mediador individual que se compromete en actividades


destinadas a la resolución de conflictos, es generalmente un funcionario que
representa a su gobierno en interacciones formales con representantes de las
partes en disputa, pueden llevarse a cabo esfuerzos de mediación menos for-
males por un tipo totalmente diferente de "individuo". Esto se ejemplifica
con la imagen de medios no oficiales, informales que están a disposición de
Jos miembros de grupos o naciones adversarias, a través de las acciones de ciu-
dadanos (líderes y representantes de la iglesia, profesores, miembros de parla-
mentos, periodistas y empresarios)5 dispuestos a ofrecer su experiencia, sus
contactos personales y su sensibilidad para ayudarlos a resolver sus conflictos.
Dichos individuos se acercan a una disputa sólo como ciudadanos y en virtud
de ello pueden ofrecer a las partes un terreno muy flexible donde intenten
alternativas a la disputa. Sin embargo, esta clase de individuos generalmente
interviene sin ninguna invitación formal por parte de los contendientes, y
como resultado el poder legítimo del mediador es, con toda seguridad, bas-
tante modesto, mientras su aceptación no esté formalmente sancionada por
las partes. Su aceptación, a pesar de la limitante expuesta, depende del
hecho de que puede ser rechazado sin perder su reputación, estar disponible
en cualquier momento, y puede permitir que las partes controlen con sus
propios esfuerzos el manejo del conflicto. Este tipo de mediación tiene gran
demanda cuando todo lo demás ha fallado y las comunicaciones han sido
severamente deterioradas.
• A pesar del aumento en número e importancia de este tipo de actividades,
en conflictos intra e ínter-estado, es claro que los ciudadanos particulares no
tienen los medios, el estatus o los recursos para garantizar y proteger un acuer-
s Un buen ejemplo de un empresario que entra en un proceso de resolución de conflicto es el de Tiny
Rowland. Un hombre con enormes intereses económicos amenazado por la guerra en Mozambique, de-
cidió ayudar al proceso de paz proporci011ando vuelos y alojamientos para muchos de los representantes
de Renamo. Por el contrario, su presenciA' pareció exacerbar el conflicto en Sudán.

Marta Martlnelll 135


Intervención de árbitros en los conflictos

~~~
~~. 1

1 1
do de paz eventual, lo que hacen necesaria la participación de la diploma-
cia oficial. Sin embargo, esto se logra mejor en la medida en que contactos no
oficiales tengan éxito en crear el ambiente y las condiciones para que los
contactos formales sean fructíferos.
• Estados: es innegable que, a pesar de que no puede relegar al número cre-
ciente d~ actores no estatales en la arena internacional, los estados todavía
están considerados como los actores más significativos en las políticas inter-
nacionales; además, la estructura mundial de poder relativo le otorga a algu-
nos gobiernos un estatus más o menos adecuado para prestar asesoría de
mediación. El sistema diplomático como ha evolucionado hoy día, ha sido
diseñado para tratar con este tipo de actores, y la gran mayoría de las le-
yes que moldean el sistema internacional está dirigida a los estados. Aunque es
cierto que las opciones disponibles a los representantes de los estados en un
contexto de mediación, pueden ser más limitadas que aquellas disponibles a
los mediadores informales, la aseveración de que los funcionarios pueden
afectar los resultados políticos de manera directa es innegable. Los represen-
tantes de todos los estados interactúan formalmente en diversos foros inter-
nacionales. La fortaleza de su postura y de su posición de negociación de-
pende, con frecuencia, del poder y de los recursos económicos disponibles
del estado que representan. De la misma manera, el peso relativo político,
económico y militar de un estado en la arena internacional puede determinar
la estrategia que elija para mediar en una disputa. De hecho, dependiendo
de la cantidad de sus recursos, un estado no sólo puede asesorar y sugerir
opciones para la resolución de un conflicto, sino también dictar y reforzar la
solución que sea más funcional a sus propios intereses. La noción de los recursos
es relevante en el sentido que hace creíble cualquier política de "palo y zana-
horia" que un estado mediador pueda elegir, logrando que las partes en con-
flicto se den cuenta de que el mediador tiene la capacidad verdadera (y se
podría añadir política) para premiar o sancionar eventualmente, incluso por
medios militares. Al hacerlo así, un estado puede modificar su papel de media-
dor de uno más o menos intervencionista (por ejemplo, desde una oferta de
buen oficio a un arbitraje verdadero ejemplificado con acciones de castigo y
de recompensa) cambiando también la percepción de las partes con respec-
to a su imparcialidad.
• En aras de la situación de conflicto si un grupo neutro, que puede ser un esta-
do, tiene la fuerza para aplicar la suficiente presión, entonces puede suavizar
o eliminar la conducta conflictiva de las partes originales, dando por termi-
nada así la violencia. De esta manera, al problema se le daría una salida más

136
Estudios para la paz
desde una perspedlva global
que una solución y a la larga este tipo de arreglo puede resultar ineficaz para
asegurar la estabilidad e indeseable para los implicados (Mitchell, 1998).
• Instituciones y organizaciones: Lo que se ha dicho con relación a los estados,
también puede aplicarse a las instituciones y organizaciones regionales e inter-
nacionales. La diferencia sólo sería que sus delegados actúan en representa-
ción de políticas idealmente concertadas de los estados miembros, su estatus
es relativamente más elevado que el de los representantes de los estados, al
mismo tiempo que también gozan de una reputación de mayor imparcialidad.
• En realidad, las organizaciones internacionales pueden ser dirigidas por sus
miembros más poderosos (formando así un "directorio" de "estados privile-
giados") como ha sido sugerido frecuentemente en el caso de las Naciones
Unidas, o pueden ser paralizadas por la inercia por la necesidad de llegar a un
acuerdo con todos sus integrantes. Es mi opinión que gracias a la enorme
cantidad de recursos disponibles, las organizaciones internacionales se pueden
sentir tentadas a asumir un papel más directivo que los individuos o los esta-
dos, volviéndose así más intervencionistas. En el otro lado de la moneda y por
la misma razón, su entrada al escenario es más recomendable en la fase final
de un proceso de resolución de conflictos y en el resultado de los mismos, a
fin de apoyar su ejecución. ,,,

EL ASUNTO DE lA EFICACIA

La eficacia de las acciones mediadoras se define generalmente en términos


de éxito o fracaso. No obstante, la definición de éxito presenta dificultades
y puede variar desde lo minimalista a lo maximalista. En el primer caso el
éxito es visto como una situación en la cual ambas partes del conflicto
aceptan formal o informalmente un mediador, y una tentativa negociado-
ra dentro de los siguientes cinco días después del primer intento. Por otra
parte, un enfoque maximalista sostiene que puede decirse que los resultados
exitosos son el producto de un cese al fuego, un acuerdo parcial o un
acuerdo total. Otros se concentran en la ecuación entre el éxito y la eficacia
de la mediación, tomando los objetivos del m~diador (o de las partes)
como su punto de partida.
El éxito de una tentativa negociadora depende también de la sin-
cronización apropiada de las iniciativas de mediación (Hume, 1994)6 De

6 Este aspecto ha sido repetidam~tte subraya?~ por Cameron Hume en . su descripción de la


mediación desempeñada por la Comunidid de San Eg1d1o en la guerra en Mozamb1que.

Marta Martlnelll 13 7
Intervención de árbitros en los conflictos
acuerdo con el enfoque que apoya una entrada tardía, la negociación es
más provechosa cuando el fracaso en alcanzar un acuerdo precipita una
emergencia. Por el contrario, algunos piensan que la mediación necesita
comenzarse en una etapa inicial, por ejemplo, mucho antes de que los adver-
sarios crucen el umbral de la violencia y empiecen a infligirse mutuamente
fuertes pérdidas, lo cual los vuelve más y más inflexibles.
Otros analistas se concentran en la lógica de los acontecimientos para
evaluar la entrada a tiempo de los mediadores. En este caso lo que importa
es la percepción que cada una de las partes tiene respecto de la otra. Así
un conflicto estaría preparado para resolverse cuando:

• Existe un punto muerto en perjuicio mutuo.


• las soluciones unilaterales propuestas por las partes han fallado y las solu-
ciones bilaterales pueden empezar a ser consideradas.
• Hay un continuo cambio de poder, de modo que la parte que tuvo el domi-
nio al principio está ahora debilitándose y la parte oprimida empieza a surgir.

Parece que algunos conflictos son intrínsecamente fáciles de resolver


de manera pacífica, porque el grado del conflicto de interés es menor, o las
amenazas a los objetivos y principios de las partes son mínimas. En estos
términos, otras características concernientes a los problemas en juego pare-
cen ser importantes para el resultado de la mediación.
Éstas pueden enumerarse así:

• los temas de soberanía implican adversarios con exigencias incompatibles


sobre una porción específica de territorio;
• los temas ideológicos, en los cuales las partes no concuerdan sobre la natura-
leza de un sistema político y sobre las creencias y valores básicos;
• los temas de seguridad, concernientes a la estabilidad del sistema diseñado
para incorporar y efectuar las cuestiones mencionadas en el segundo punto, y
• temas de autodeterminación e identidad nacional (ibídem, p. 364).

Es posible argumentar que algunos temas, como aquellos que surgen


de valores o ideologías profundamente arraigados son básicamente nulos, al
no dejar espacio para una negociación asistida; entre más afines sean los
temas más fáciles serán de manejar en un intento de mediación, por lo que
una estrategia de búsqueda de una resolución pacífica debe ser reformular

138 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
un aparente conflicto sobre el poder o la justicia en términos de intereses
(Miall, 1999). No obstante, algunos autores piensan que es posible dividir
el problema en subunidades diferentes y más negociables. Fisher afirma
que donde un convenio permanente no es posible, quizá uno provisional sí
lo sea. Las partes pueden empezar por ponerse de acuerdo en lo que no
están de acuerdo (lo cual no siempre es tan obvio) aclarando los puntos
sobre los que disputan. Después podrán intentar un convenio parcial, que
involucre menos puntos, cubriendo sólo temas seleccionados, aplicándola
sólo en algunas áreas geográficas, dentro de un plazo de tiempo determi-
nado. De este modo, los mediadores pueden proponer que las partes dise-
ñen nuevas soluciones y exploren aquellos subtemas donde es posible una
conducta de colaboración (Fisher y Ury, 1981 ). En efecto, el hecho mismo
de que las partes escojan procedimientos acordados para manejar sus con-
flictos (sin importar la esencia del desacuerdo) señala la creación del
momentum para la conciliación.
Es importante notar que al caracterizar un resultado particular ya sea
como éxito o fracaso, las condiciones generales que anteceden al conflicto
son muy importes. De hecho, es posible que aunque el mismo pra.ceso de
mediación fuera excelente, las circunstancias de trasfondo pudieron haber
impedido la transformación del conflicto hacia un arreglo mutuo; por otro
lado, es posible también que lo que se consideró académicamente como
un proceso torpe de mediación se convierta en uno muy exitoso, en térmi-
nos de conciliación del conflicto, porque el tiempo para su resolución era
"tan maduro" que el conflicto habría caminado de todas maneras, hacia su
solución (Bercovitch, 1996).
Esto podría llevarnos a la conclusión de que no son los esfuerzos de los
mediadores los que puedan lograr una conciliación, sino única y exclusi-
vamente la voluntad y el compromiso de las partes; y un conjunto de cir-
cunstancias que caracterizan el surgimiento y la transformación del conflicto
en términos de actores que luchan, la intensidad y la variación de los temas en
cuestión y la destructividad. En realidad, el éxito de una iniciativa negocia-
dora depende principalmente de la capacidad del mediador para entender
esas condiciones y construir un conjunto de actividades que respondan
adecuadamente a ellas identificando posibilidades apropiadas de cambio
en papeles y funciones.
En el mismo orden de ideas, la entrada efectiva de un mediador en
escena debe también considerar (junto con lo establecido anteriormente):

~\arta Marunelli 139


Intervención de árbitros en los conflictos
,1

• el contexto internacional;
• el apoyo de los diferentes componentes para un incremento o decremento
del conflicto, y
• la relación entre los adversarios (ibídem).

En particular el último aspecto abarca una consideración cuidadosa del


carácter de las partes en conflicto: de hecho marca una diferencia si las
partes son: estados versus estados; actores no estatales versus actores no
estatales, o estados versus actores no estatales.
a. En mi opinión, en el primer caso las consideraciones de poder7 serán
importantes en definición y la conciliación de la disputa, que muy proba-
blemente "recompensará" al estado más poderoso, creando así insatisfacción
en el oponente y originando un convenio que a la larga puede desmo-
ronarse. Por otro lado, si ambos actores del conflicto son estados, el com-
plicado punto del estatus de las partes y de la mutua aceptación, no será la
mayor preocupación del mediador, quien estará comprometido ya sea con
asuntos de disentimiento (cuando las partes difieren acerca de sus valores
y, por lo tanto, le resultará difícil entender "en qué están en desacuerdo")
o consensuales (gonde las partes le dan valor a los mismos recursos y están
de acuerdo en los temas de discusión)8 (ibídem).
El estatus del mediador con toda seguridad no será menor que el de los
representantes de los estados implicados, equiparándose a un alto repre-
sentante de un tercer estado, o con enviados de organizaciones internacio-
nales, los cuales pueden actuar en un nivel formal o informal, incluso en el
caso de que existan mediadores no gubernamentales involucrados en con-
flictos de estados.
El nivel de intervención de los mediadores dependerá de su estatus y
poder con respecto a las partes y al nivel de ruptura que pueda causar la
disputa en las estructuras de poder y alianza del sistema internacional. Yo
supondría también que, en el caso de representantes de estados que actúan
como mediadores, el balance de imparcialidad y el nivel de los intereses
involucrados pueden crear temas de confrontación exógenos al conflicto.

7la definición de poder aquí debe considerarse en relación con los objetivos para los cuales se ejerce
y debe comprender los recursos militares, geopolíticos, económicos, ideológicos, sociales y culturales, ibidem,
p. 222. 1
sEn todos los casos de conflictos en os que se presenta un alto grado de violencia, el tiempo de
negociación es proporcionalmente mayor que en los casos donde hay menos violencia. H. Miall, p. 125.

140 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
'1 /, ;
b. En el caso de actores no gubernameiitales confrontados con actores
no gubernamentales, la mayoría de las considet-aciones sobre rango y re-
conocimiento mutuo en el caso de países contra países, aplican en la medi-
1;: da en que el conflicto de desigualdad de poder es más difícil de cuantificar

I'
l 1
que el respeto a las naciones. En este caso, el mediador puede ser un gobier-
1 no que no está considerado como parte del conflicto, o un representante
de una organización internacional. Con todo, las partes pudieran sentirse
, "amenazadas" por el rango y los recursos del interventor, del cual proba-
' blemente pueda percibirse con la capacidad de imponerse en lugar de
promover una solución, desempeñando así un papel más intervencionista.
Los actores no gubernamentales pueden ser especialmente hábiles para
negociar en disputas donde intervengan la misma clase de actores; por
pertenecer a la misma categoría, se entenderán más fácilmente, y la mayoría
de las partes en conflicto pudieran sentir que no se han introducido intere-
ses externos en la escena del conflicto. Además, los mediadores no guber-
namentales a veces pueden permanecer comprometidos por un largo perio-
do en comparación con los gobiernos sujetos a un cambio electoral, y a dar
tiempo a las partes para llegar y acordar una solución, mientras ellos arre-
glan y alcanzan acuerdos más firmes. La característica principal de este tipo
de negociaciones es su larga duración, a menudo permaneciendo por va-
rios año$ marcan a veces una diferencia sustantiva entre regular y terminar
un conflicto, y alcanzar un acuerdo real de los temas subyacentes (Young,
1967). El caso de disputas entre grupos intraestatales puede ser particular-
mente difícil de resolver y catalogar: a menudo los conflictos étnicos
adquieren diferentes matices donde, lo importante en la práctica es la per-
cepción que los grupos tienen de sus diferencias, más que la definición
científica de quién pertenece a cuál grupo étnico. Los conflictos en cues-
tión pueden ser de identidad, de territorio, de igualdad de posiciones con
otros grupos o del derecho de tener el mismo acceso a la toma de decisio-
nes. La polarización puede ser especialmente fuerte cuando hay una iden-
tificación gubernamental con un grupo étnico (como en el caso de Sudán)
o una lucha entre grupos étnicos por el control del gobierno.
c. Finalmente, en disputas que implican a actores gubernamentales
contra actores no gubernamentales, las cuestiones de poder y de estatus
pueden exacerbarse más que en 10s casos analizados, debido a que el con-
flicto parece desarrollarse por un lado, con una autoridad reconocida legal-
mente y, por el otro, con un movimiento quizás bastante mal definido y
posiblemente ilegal. A menudo se asume que la paridad de poder es el

$!arta kiartinelli i 141


Inlervencibn de iirbitros en los conflictos
1 '1

prerrequisito para un convenio mutu~me~te satisfact~rio; pero ~n este caso,


sería erróneo medirlo solamente en term1nos de med1os matenales, porque
1,
la motivación.detrás de un actor no gubernamental puede ser tal que com-
1 ' pense la ausencia de recursos y esto puede mantener a un estado seria-
j, mente comprometido durante años (como en el caso de Mozambique versus
1 Renamo). Con respecto a esta tercera tipología del conflicto, una gran parte
i', de la atención y esfuerzos del mediador estarán enfocado en la cuestión del
¡ ¡' reconocimiento mutuo de .las partes, facciones o movimientos, que puede
que no se identifique fácilmente. De hecho, cuando entre ellos los adver-
sarios no se reconocen como legítimos, es más difícil un final negociado a
cualquier desacuerdo entre ellos. La negociación de la legitimidad implica-
da en este caso, significa que no sólo las partes no concuerdan en los temas
en conflicto, sino que también niegan la existencia misma de la co~traparte
como un actor político digno de negociar con él. Como en el caso antes
mencionado, este tipo de desacuerdos esté probablemente más allá de los
principios y las relaciones; por lo tanto, más difíciles de resolver de manera
pacífica y más proclive a un aumento de la violencia que las disputas que
implican únicamente a actores estatales.
'1

CONCLUSIÓN .

El interés creciente porque intervenga un grupo neutro entre las partes en


conflicto, a todos los niveles, requiere que nuestra comprensión y habilidades
se incrementen considerablemente. Vale la pena hacer distinciones dentro
de las categorías de las actividades de mediación, de los actores y de las
etapas en una disminución del conflicto, en la medida en que ofrecen una
base para comprender los tipos de acCión que contribuyen a un acuerdo
mutuo y cuáles no. En particular, la referencia a iniciativas anteriores, ya
sean experiencias exitosas o no, pueden sugerir caminos nuevos o alternati-
vos al proporcionar servicios de mediación.
En el debate sobre la eficacia de las técnicas de resolución de conflictos
hay quienes ~~ensan que algunos tipos de .desacuerdos nunca pueden se~
' 1
resueltos pae1f1camente y, por lo tanto, es Inevitable un conflicto armado.
Hay otros que creen que todo tipo de conflictos pueden resolverse con habi-
1! lidad y buena voluntad. Diversos estudios de caso han comprobado que:

• los conflictos que comprenden problemas de territorio, recursos, independencia,


posindependencia, jurisdicción y etnicidad, incluyen casos resueltos pacíficamente;

1' 1 ,'
142
r, r Estudios para la paz
1
desde una perspectiva global
• los conflictos que implican asuntos ideológicos y de minorías, incluyen casos
que fueron parcial o pacíficamente resueltos;
• los conflictos que comprenden secesión, religión y luchas por el control del
gobierno abarcan casos sin resolución.

El hecho de que los conflictos sobre intereses se hayan resuelto más


fácilmente que aquellos sobre conflictos ideológicos, parece probar que el
sistema internacional de resolución de disputas funciona mejor cuando se
trata de conflictos sobre intereses entre estados, cuando se trata de conflic-
tos sobre valores y relaciones donde entran actores no estatales. Esto se debe
a que los gobiernos y sus representantes están acostumbrados a negociar y a
pactar sobre activos tangibles y poco preparados para manejar problemas
donde se presentan choques fundamentales de valores: si el poder y los be-
neficios materiales pueden compartirse, un sentido conflictivo de identidad
parece más irreconciliable; aún más, el sistema internacional parece estar
preparado para manejar conflictos internacionales, pero no fue diseñado
-es el caso de las Naciones Unidas y sus organizaciones regionales- para
resolver conflictos que no lo fueran; el asunto es que los conflictos civiles son
ahora la gran mayoría. En particular, la ONU no ha abordado seriamente la
cuestión de cómo puede intervenir efectivamente en todos los niveles (lo que
incluye la mediación) en conflictos intraestatales (Cooper y Berdal, 1993).
La teoría de la resolución de conflictos, en su evolución actual, parece
privilegiar la suposición de que los resultados deben ser del tipo "ganar-
ganar". Este punto de vista se basa en que los negociadores deben alcanzar
un acuerdo pacífico. La realidad es que a menudo los negociadores no lo
quieren, y pueden visualizar, como su prioridad, una solución donde ellos
obtengan el triunfo. Son particularmente difíciles los casos donde una de
las partes busca un acuerdo pacífico y la otra está empecinada, porque se
requiere el esfuerzo total de todos los implicados en resolver pacíficamente
el conflicto.
En el estudio dirigido por Hugh Miall en su obra The Peacemakers (Los
Negociadores), se sugiere que existe un número de procedimientos de
los convenios de paz del pasado que no siempre resultan en un acuerdo
~ 1
pacífico. Acontinuación mencionaré brevemente aquellos que me parecen
~' más relevantes:

• Puede ayudar a separar los asuntos y llegar a acuerdos sobre los menos conten-
ciosos, como una maneratde moverse hacia acuerdos en asuntos más complejos.

!\\arta Martlnelll 14 3
Intervención de árbitros en los conflictos
• Una declaración de buena voluntad en establecer la paz puede provocar un
proceso que termine en una resolución pacífica del conflicto, incluso si al prin-
cipio ambas partes parecen renuentes a cambiar sus posiciones.
• El acuerdo acerca de los procedimientos para resolver la disputa (como es un
grupo conjunto de estudio para examinar los puntos en conflicto) a menudo
conduce a establecer la paz, aunque al principio las partes estén en desacuer-
do sobre asuntos sustantivos.
• Puede llegarse a una resolución para que el conflicto avance hasta el punto
donde las partes conozcan el costo de lo que imponen a la otra, así se crea
un interés compartido en resolver el conflicto y evitar esos costos.
• Eliminar los factores que causan los costos puede crear una condición de
colaboración recíproca.
• Aveces las partes no pueden explorar la posibilidad de un resultado mutua-
mente aceptable sin los canales adecuados de comunicación; la creación y
conservación de estos canales conduce al establecimiento de la paz, aunque
no es condición suficiente para un acuerdo.
• En ausencia de una conducta recíproca de comunicación entre las partes la
mediación es una alternativa importante.
• la intervención a tiempo de un grupo neutro se asocia con la resolución pací-
fica· de conflictos.
• Es más probable que los conflictos se resuelvan pacíficamente, si las partes
responden a la situación en que están como un todo, y toman en cuenta los
intereses de los otros así como los propios (Miall, op, cit., pp. 188-189).

Además de lo expuesto, más que con la dinámica del conflicto, con


respecto a las partes que intervienen se puede sugerir que:

• Es importante percibir al mediador como alguien que no favorece una de las


partes, ya que el prejuicio en el contenido de las propuestas provocará el des-
precio de la parte menos favorecida, impidiendo que se llegue a un acuerdo.
Consecuentemente, mientras más imparcial sea, con mayor facilidad le aceptará.
• Una conducta prejuiciada por parte del mediador será aceptada por las partes
sólo si su honorabilidad y su influencia son tales que se le aceptará de manera
inevitable. En este caso, el elevado estatus del mediador permitirá un alto grado
de intrusión.
• Este tipo de intrusión puede ser practicada por actores con un amplio acce-
so a los recursos económicos Yde poder, los,uales harán su política de "palo

144
Estudios para la paz
desde una perspedlva global
y zanahoria" creíble. Lo más probable es que estos actores serán represen-
tantes de países o de organizaciones internacionales interviniendo en un
conflicto interestatal.
• Cuando esta clase de mediación tan poderosa se practica en conflictos intraes-
tatales, como el de Yugoslavia, es más probable que una de las partes quede
descontenta con el acuerdo logrado, y que el conflicto a la larga surja nue-
vamente.
• En una negociación formal, el consentimiento explícito de las partes en con-
flicto en cuanto a cualquier cambio en el grado de intrusión, no sucede de
manera gradual cuando se ha convenido el compromiso inicial de un estado
o de una organización internacional. Un buen empleo es cómo abordaron la
ONU y Estados Unidos el conflicto yugoslavo.
• Por el contrario, en una mediación informal la intrusión del mediador es
estrictamente vigilada en toda su intervención y, más aún, cualquier aumento
o reducción de esa intrusión depende del consentimiento expreso de las partes
en conflicto. Éste fue el caso de los representantes de Noruega que actuaron
de modo informal durante las negociaciones de Oslo. Desempeñaron un
papel en el que no se les permitió ir más allá de lo establecido inicialmente.
También sucedió en el proceso de paz en Mozambique, donde la negociación
informal no gubernamental tenía el consentimiento explícito de ambas partes
para ir de menos a más en el grado de intervención. ...
• Con respecto a la intervención mediadora formal e informal, la aceptación
voluntaria de las partes en conflicto de cualquier apoyo, es esencial en la inter-
vención afortunada de un grupo neutro y un acuerdo pacífico de la disputa.

A pesar de la gran cantidad de propuestas como las ya mencionadas,


realizar una lista de resultados exitosos de negociaciones es un asunto com-
plicado. De hecho, no es claro cómo se determina el resultado de un pro-
ceso de negociación, y cómo se identifica el punto terminal de un proceso
dinámico y siempre cambiante. Más aún, los estudiosos de la teoría de la reso-
lución de conflictos, así como los observadores de estudios empíricos, ten-
drán que admitir que los resultados de las negociaciones y el grado de satis-
facción puede percibirse y definirse de manera diferente. Depende de quien
se lo defina, un observador, las partes implicadas, la comunidad internacio-
nal, o los mismos mediadores. Se han llevado a cabo muchos estudios sobre
las condiciones, las dinámicas elegidas, y las características de las partes y
los mediadores, con el objet~ de identificar cuál resulta mejor en una reso-

V1arta 1\·\artlnelll 145


Intervención de árbitros en los conflldos
:~~-.--.~-.-. _...... ~-~·

!
1 .11

lución pacífica; empero, poco se ha hecho para identificar seriamente cuan- \

do hay éxito, si todavía hay quien cree que una mediación es exitosa por
el solo hecho de ofrecerla (Bercovitch, p. 20). Si se piensa en términos de
"una resolución mutuamente satisfactoria de los conflictos subyacentes" los
casos exitosos son muy escasos; por otro lado si uno está satisfecho con "un
logro de cese al fuego" como resultado de un esfuerzo de negociación exi-
tosa, entonces las estadísticas muestran números más relevantes.
Suposiciones como aquellas que afirman que "la mediación es más
fácil cuando las partes comparten un sistema político, o existe lealtad funda-
mental hacia el mismo conjunto de normas y valores culturales"; o "com-
parten normas y similitudes sociopolíticas que minimizan los malos enten-
1'
didos y facilitan una conclusión exitosa al conflicto", de hecho no convencen
que había que intentar la mediación: es improbable que ese tipo de partes
o de sistemas políticos se enfrenten (por las mismas razones) a un conflicto
prolongado entre sí.
Me parece que en la práctica la teoría de resolución de conflictos no
ha descrito aquellos conflictos que parecen intratables mediante la negocia-
ción. La elección d~l verbo parecer es deliberada para enfatizar que podríamos
carecer de las categorías adecuadas que definan objetivamente los conflic-
tos intratables. La teoría de resolución de conflictos ha obtenido credibilidad
al insistir en que se trate conflicto por conflicto y al referirse a intentos ante-
riores de mediación, con el objeto de identificar patrones y procesos de nego-
ciación que podrían usarse idealmente "para resolver" conflictos futuros.
Esto se basa en la gran cantidad de estudios de caso sobre el tema.
Sin embargo, lo que falta todavía es aceptar que la "mediación" como
respuesta al conflicto no siempre funciona para llegar a una solución: a veces
la mediación se detiene muy pronto, y las consecuencias son impredeci-
bles a largo plazo. En realidad, la mediación ni siquiera se necesita para llegar
a un acuerdo, porque puede ser cumplida por partes internas y externas, cuyo
poder coercitivo es lo suficientemente fuerte para no requerir sus servicios.
En la antigua Yugoslavia por ejemplo, los mediadores aceptados fueron
representantes de países, de la ONU y funcionarios de Estados Unidos. Es
claro para los observadores que obtuvieron un acuerdo que no resolvió las
fuentes subyacentes del conflicto, porque éste se trasladó de los temas de
las relaciones, a otros de mayor interés, relacionados con aspectos territo-
riales. Gracias a su estatus y a su acceso a los recursos del poder, les permitió
una conducta coercitiva y un papel muy intrusivo, que se movió desde un
papel de facilitación a uno de arbitraje e incluso de adjudicación.

146 Estudios para la paz


desde una persped!va ~loba!
Creo que existen conflictos donde este tipo de conducta de las partes
externas es posible (y seguramente ocurrirá) porque lo que realmente hace
falta es la buena voluntad de las partes en conflicto para llegar a un nivel
de comunicación compartido. A pesar de los asuntos subyacentes a largo
plazo, este enfoque de las partes externas puede traer a corto plazo el fin
de la violencia en el campo (y por esta razón es en sí mismo un éxito), pero
generalmente oculta la defensa de los intereses del interventor. ! '

Lo que la teoría de la resolución de conflictos parece no poder explicar,


y consecuentemente enfrentar, es que no todos los líderes políticos desean
llegar a una resolución pacífica de sus disputas; si la comunidad interna-
cional se siente amenazada en su estabilidad, responderá con el único medio
que conoce, que es la coerción y la negociación de los intereses, lo que a su
vez creará nuevas causas de conflicto.
En mi opinión lo que se necesita es el estudio de los conflictos intratables
que están profundamente enraizados, y cómo convencer a sus perpe-
tradores a aceptar servicios de mediación. La estrategia es doble: primero,
extender la teoría de resolución de conflictos para que incluya la problemá-
tica ya descrita, e identifique el abordaje de esos conflictos intratables. Y
segundo, que a la comunidad internacional reconozca y adapte sus pro-
céeiimientos a la realidad de estos escenarios de conflicto "inmanejables"
que ocurren cada vez con mayor frecuencia en la región. Así se enfrentaría
la responsabilidad de manejar los factores subyacentes que, hasta ahora, se
han relegado al dominio de la teoría de resolución de conflictos.

BIBLIOGRAFÍA

BERCOVIOTCH, jacob (1984), Social Conflicts and Third Porties. Strategies of Conflict Res-
olution, Colorado, Westview Press.
_ _ _ y A. Houston (1996), "The Study of lnternational Mediation: Theoretical
lssus and Empirical Evidence", en: J. Bercovitch (ed.), Resolving lnternational
Conflicts. The Teory and Practice of Mediation, Londres, Lynne Rienner.
FISHER, Ry W. Ury (1981 ), Getting to Yes, Houghton Mifflin, Boston.
HUME, C. (1994), Ending Mozambique's War. The Role of Mediation and Good Offices,
Washington, US lnstitute of Peace.
MIALL, Hugh, Oliver Ramsbotham y Tom Woodhouse (1999), Contemporary Conflict
Resolution, Cambridge, Polity Press.

\\arta Martlnelli 1471:


lnlervención de árbitros en los conflídos
¡1, •
1 '
'!'
' 1

MITCHELL, C.R (1998), "The Motives for Mediation 11 , en: C.R. Mitchell y K. Webb,
(eds.), New Approaches to lnternational Mediation, Londres, Greenwood Press.
TouvAL S. y l. W.. Zartman (1985), lnternational Mediation in Theory and Practice, Colo-
rado, Westview Press.
YouNG, Oran R. (1967), The /ntermediaries. Third Parties in lnternationa/ Crisis, Prince-
ton, Princeton University Press.

11

l.

' 1

1 1
1

: ,, 1
' '
.• .. -~---
r ~ ~~ • •- ..--~--:-

Evaluación
del impacto del conflicto:
una herramienta esencial
Luc Reychler* ~
en la prevención de conflictos

LOS PROBLEMAS EN LA PREVENCIÓN DE CONFLICTOS

EN LOS últimos años la prevención de conflictos se ha vuelto un concepto


fundamental en la política internacional, en el discurso del desarrollo y en
la seguridad. El objetivo general de la prevención de conflictos es hacer que
el mundo esté a salvo de ellos, al prevenir una escalada destructiva innece-
saria y crear las condiciones para un desarrollo sustentable y para la paz. Los
tres obstáculos más sobresalientes que continúan inhibiendo una organiza-
ción más efectiva en la prevención de conflictos, son los problemas relaciona-
dos con la prognosis, los intereses percibidos y la manera de hacer las cosas.
Para evitar sorpresas, muchas organizaciones gubernamentales e inter-
nacionales han invertido en el mejoramiento de los sistemas de alerta pre-
ventiva. las universidades y los institutos de investigación también han esta-
do muy activos en desarrollar y verificar los timbres de alarma y las señales
de alerta (Reychler, 1996b, p. 15). A pesar de los avances logrados, cuatro
problemas continúan obstaculizando el desarrollo de un sistema efectivo de
alerta preventiva. Primero, existe una tendencia a centrar mayor atención
en las variables duras, tangibles y cuantificables, e ignorar los factores blan-
dos que influyen en la dinámica del conflicto, como son las percepciones,
expectativas, estilos analíticos, valores, órdenes y acercamientos estratégicos
mundiales. El segundo problema es la atención predominante otorgada a
la predicción de amenazas anticipadas a los peligros, o a las consecuencias
fatalistas. Prácticamente no se presta atención al desarrollo de sistemas de
alerta preventiva que identifican los puntos en los procesos de conflicto, en
los cuales las intervenciones particulares enriquecerían una transformación
constructiva de éste. Muchos conflictos pueden describirse como historias
de oportunidades omitidas. El término "oportunidad omitida" se refiere a
una oportunidad en un tiempo y lugar específicos durante el conflicto, donde
*Profesor de la Universidad de LeM~n, Bélgica, y especialista en transformación de conflictos.

149
no se actuó, y que habría tenido un impacto positivo y significativo en la
transformación constructiva del conflicto. El tercer problema se refiere a la eva-
luación de costos y beneficios en las opciones de políticas alternativas. Los aná-
lisis de costo-beneficio tienden a ser muy rudimentarios, ignorando varios
factores importantes (Reychler, 1996).* El desarrollo de un sistema de pre-
vención de conflicto más efectivo y proactivo requiere de una mejor penetra-
ción en la economía de la guerra y la paz; esta área de investigación ha sido
seriamente ignorada. Es imposible encontrar un inventario exhaustivo de los
costos de la destrucción de una guerra en especial y de los esfuerzos de paz
respectivos. Para que éste resulte exhaustivo, se debe considerar no sólo los
costos humanos y económicos, sino también la destrucción espiritual, psico-
lógica, cultural, ecológica, política y social. En este contexto debería pres-
tarse más atención al "factor buitre" o a las personas o grupos que se be-
nefician de la violencia armada y echan a perder el proceso de construcción
de la paz (Stedman, 1977 y Anderson, 1996). Por último, cuando se llevan
a cabo evaluaciones de políticas de impacto, éstas tienden a ser de natu-
raleza unidimensional. No se le presta atención suficiente a la evaluación del
impacto de las medidas de prevención de conflictos en otros terrenos: niveles,
estructuras temporales, y estratos. Un gran número de políticas de preven-
ción de conflictos puede considerarse todavía como compilaciones de medi-
das unidimensionales, bien intencionadas. No se le presta suficiente atención
a los posibles efectos negativos. Por lo general, los conservadores de la paz
juegan un papel positivo, pero en algunas situaciones se han convertido en
un obstáculo en la pacificación Yel fortalecimiento de una paz efectiva. Por
ejemplo, el retiro prematuro de los cascos azules belgas de Ruanda en 1994,
facilitó la instrumentación de un genocidio planeado. Los campos de refu-
giados a lo largo de las fronteras orientales de Zaire con Burundi y Ruanda
recibieron más de un millón de personas. Cincuenta y cinco mil ex soldados
ruandeses parasitaban en estos campos, convirtiéndolos en campos arma-
dos donde se les daba comida, protección, reclutas y un escudo humano
para los soldados y la milicia interahamwe que fue responsable del geno-
cidio. Estos campamentos .también fueron utilizados por las Fuerzas para la
Defensa de la Democracia (Foo) de Burundi, el ala militar del Consejo
Nacional. para la .Defens~ ,de la Dem~cracia (CNoo) para organizar ataques
de guernllas. La mstalac1on de un tnbunal de crímenes de guerra es una
herramienta recomendada con frecuencia en la prevención de conflictos. Si
. *~e pueden,
psrcológrcos, d~stinguir
ecologrcos o.c~o tipos de costos: humanitarios, económicos,
y espmtuales. . políticos' sociales, culturales,

150
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
'~~·- ..

se instala durante un conflicto, podría detener la violencia. Las presiones de


la democratización podrían ser una bendición, ·pero las elecciones también
podrían enriquecer las fuerzas centrífugas, conducir a una anarquía y termi-
nar en un sistema dictatorial. Sin acuerdo sobre los acuerdos de compartir
el poder podrían darle mayor fuerza a la guerra. En la mayoría de los casos,
los entrelazados causales no se han analizado de manera sistemática, amplia,
ni completa. En consecuencia, la mayoría de los esfuerzos en la prevención
de conflictos ha sufrido de falta de coherencia.

Duramente cuantificables X Variables blandas


Hincapié en las amenazas X Hincapié en las oportunidades
Análisis rudimentarios de X Análisis comprehensivo de
costo-beneficio los costos y beneficios
Unidimensional X Análisis
multidimensional/cruzado
del impacto
Gráfica 1. Algunos problemas con sistemas de alerta preventiva.

Una segunda condición necesaria en los regímenes de prevención efec-


tiva de conflictos, es la percepción de grupos potenciales de intervención,
esto es, que la prevención proactiva del conflicto está avanzando en bien de
sus intereses. Mientras no se perciba que el conflicto amenaza intereses
vitales, la respuesta tiende a ser poca, demasiado tarde y de bajo riesgo.
Por último, al responder efectivamente a los conflictos se requiere saber
cómo hacerlo:

• realizar un análisis adecuado del conflicto;


• entender las dinámicas de transformación, y
• desarrollar una política efectiva en la prevención de conflictos. Esto último
exige conocer los límites, las posibilidades de las herramientas y la arquitec-
tura de la prevención de conflictos.

EVALUACIÓN DEL IMPACTO DEL CONFLICTO (CIAS)

El uso de evaluaciones del impacto del conflicto podría aumentar significa-


tivamente las oportunidades en la prevención proactiva de los conflictos.

Luc Revch!er 151


Evaluación del fmpado del conflido
Un uso sistemático de la evaluación del impacto del conflicto ayudaría a
diseñar sistemas más efectivos de alerta preventiva, más evaluación amplia de
los intereses, y producir arquitectura y guías ilustradas en la prevención
de conflictos. El término "evaluación del impacto del conflicto" (CIAS, por sus
siglas en inglés), se introdujo durante la conferencia bianual de la Asociación
Internacional para la Investigación de la Paz (IPRA) en julio de 1996 en Brisbane,
Australia. Ha habido bastante reticencia en los medios internacionales acer-
ca del uso de este término, a causa de la posible mala interpretación cuando
se utilizara erA (Central de Inteligencia Norteamericana) como su acrónimo.
Otro nombre sugerido por las delegaciones canadienses y holandesas a la
fuerza de trabajo OECD (1996) sobre el conflicto, la paz y la colaboración del
desarrollo es, "evaluación de la paz y del conflicto" (PerA, por sus siglas en
inglés). Se entiende que el término "impacto de paz" incluye aquellos efectos
que protegen y apoyan las estructuras y procesos sustentables que fortalecen
los prospectos para una coexistencia pacífica, y disminuyen la posibilidad de
un estallido, de recurrencia o continuación de un conflicto violento. Se com-
prende que el término "impacto del conflicto" incluye todos los efectos socia-
les, económicos y políticos que aumentan la posibilidad de que se le maneje
al conflicto a través de medios violentos. Personalmente, prefiero utilizar "eva-
luación del impacto del conflicto" (erAS), debido a que los otros términos tien-
den a confundir a la violencia con el conflicto y darle al conflicto un mal nombre.
El objetivo del sistema de evaluación del impacto del conflicto (erAs) es:

• evaluar a tiempo el impacto positivo o negativo de los diferentes tipos de


intervención (o de su ausencia) en las dinámicas del conflicto;
• contribuir al desarrollo de una prevención de conflictos, y de una política
para la construcción de la paz más coherente;
• servir como una herramienta sensibilizadora para los formadores y hacedores
de políticas, ayudándoles a identificar las flaquezas en su acercamiento (como
son los puntos ciegos, la incoherencia, la mala sincronización, el establecimiento
inadecuado de las prioridades, etcétera), y
• avanzar en la economía del desarrollo Yen los esfuerzos de construcción de
la paz.

En erAs se trata de re-dirigir a la gente comprometida en los asuntos del


desarrollo y de la prevenció~ de los confli~tos.
A pesar de la utilidad ev~dente d~ un sr~tema de evaluación del impacto
del conflicto, todavía se percrbe la resrstencra y la reserva con respecto al de-

152 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
sarrollo y a la instrumentación de dicha herramienta. Algo de esta reticencia
la causa el hecho de que las organizaciones gubernamentales y no guber-
namentales no definan términos populares como son "la paz" y "la pre-
vención de conflictos". Las definiciones claras harían mucho más difícil el
manejo político. Otros basan su reticencia en la convicción de que las diná-
micas del conflicto son demasiado complejas para ser atacadas por un CIAS:
otros más, temen que una evaluación adecuada sería un ejercicio que con-
sumiría demasiado tiempo y por lo tanto inhibiría la flexibilidad. También
existe la aprensión de algunos, manifestada de manera menos explícita, de
que un CIAS exhibiría el impacto limitado o negativo de las políticas sobre
el proceso de la paz y reduciría así las oportunidades de un financiamien-
to. Todos estos comentarios sugieren que el camino hacia el desarrollo y la
instrumentación de un sistema de evaluación no será fácil. De cualquier
manera, los objetivos generales de la CIAS son sensibilizar a los que toman
decisiones y a los líderes de opinión acerca de la complejidad de la pacifi-
cación, de la construcción de la paz y su preservación; y asesorar en la formu-
lación o diseño de una política más coherente, eficiente y efectiva de paz.

CIAS EN EL NIVEL DE LAS POLÍTICAS


r
~ El sistema de evaluación del impacto del conflicto propuesto aquí, utiliza
> seis criterios para evaluar el potencial de las políticas para la construcción
de la paz. De manera ideal, un buen proyecto o una buena política debe-
~ rían contener lo siguiente:

~ , • Una definición clara y atrayente de la paz que se desea lograr y una estruc-
tura conceptual válida que indique las condiciones que enriquecen o inhiben
la realización del objetivo.
• Una evaluación amplia de las necesidades, o de la presencia o ausencia de las
condiciones antes mencionadas en la región del conflicto.
• Un plan de acción coherente.
• Una instrumentación efectiva del plan de acción.
• La aceptación e inclusión de los propietarios y comisionados en el proceso de
transformación del conflicto.
• Una estado de conciencia y el desmantelamiento de las paredes "senti-men-
tales" que inhiben la satisfacción de todo lo antes mencionado.

Ci_ráfica 2: Seis criterios para la evaluación del impacto del conflicto.

Luc Reychler 15 3
[valuación dellmpado del conflicto
Criterio 1: Una definición-visión clara y
atrayente de la paz y una estructura
conceptual válida que indiquen las condiciones
•¡
necesarias en la realización del objetivo
La prevención de conflictos fracasa porque se persiguen distintos objetivos,
o diferentes tipos de paz. Es imposible desarrollar una política efectiva para la
prevención de conflictos cuando no existe consenso o claridad acerca de lo
i que pretende decirse en la prevención de conflictos o en el tipo de paz que
desea buscarse. Los hacedores de políticas perciben la paz: ¿Cómo un pun-
to de llegada o cómo un proceso? ¿Están satisfechos con una paz negativa
(la ausencia de violencia militar) o será que pretenden una paz positiva? ¿Será
que su objetivo es una suspensión de la violencia (un descanso de paz) o
una paz sustentable? La definición de paz es una decisión moral política.
1


Sin embargo, desde un punto de vista analítico, la claridad y la precisión son
muy importantes. Un analista debería insistir en trabajar con una definición
operativa clara. Sin una definición explícita del tipo de paz a la que se quiere
llegar, es difícil evaluar las iniciativas singulares de paz, o las políticas de paz
como un todo. Para que haya diferencia a largo plazo, debe visualizarse la
paz que se desea lograr. Sólo así será posible establecer el criterio para juzgar
su efectividad. Igualmente importante es tener una idea concreta sobre las
condiciones que deben cumplirse para obtener el tipo de paz que se desea
lograr (para la obtención de una paz sustentable, véase la gráfica 3). Para
evaluar la presencia o ausencia de estas condiciones se desarrolló una lista
de revisión (Reychle, 1996a).
Paz sustentable

edidas estructurales Cli moral y de seguridad subjetiva


po ·ca integradora
democratización
. política,, . expec
Sistemas d onsulta s1stema econom1co beneficios utuos
y de ne 1ación en y social de libre mercado
los dif entes niveles lealtades múl
reconciliación
pasada, presente y
futura

Grá~a 3. Requisitos para una paz sustentable.

154 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
Criterio 2: Una evaluación exhaustiva de las necesidades
El diseño de una política efectiva de prevención del conflicto requiere no
sólo una definición operativa clara de la paz que se desea crear, sino también
una evaluación exhaustiva de las necesidades concretas de la región o del
1S, país donde surge el conflicto. La mayoría de las evaluaciones acerca de las ne-
~ cesidades son parciales e incompletas. Esto significa que tenemos que saber
lo si están presentes o no, las condiciones necesarias para una paz sustentable.
¡e Una evaluación amplia de las necesidades nos ayuda a distinguir las áreas
,. fuertes que han sido cubiertas de manera adecuada, las áreas débiles que
~ requieren de mucha más atención y los puntos ciegos que han ignorado los
~ que toman las decisiones. En Burundi estuvieron ausentes las cuatro condi-
o dones previas para la transformación del conflicto actual hacia una paz sus-
a. tentable. El proceso de pacificación se retardó por el dilema de seguridad
10 étnica y por una feroz desconfianza mutua entre los grupos en guerra; los
10 grupos más extremistas fueron excluidos del proceso de transformación, y
~ los protagonistas principales no aceptaron el esfuerzo de mediación exter-
lt no. Los esfuerzos para reconstruir el país, económica y políticamente están pa-
la ralizadas como resultado del ambiente inseguro. Lo mismo puede decirse
af acerca de la necesidad de reconciliación o del desarrollo de un nuevo clima
¡S político moral. Se está debilitando el actual clima político psicológico, carac-
~8 terizado por el miedo, la desconfianza, la hostilidad, el cinismo, el pesi-
-a mismo y otros. Por último, nada se ha hecho de manera efectiva para
t8 aumentar la seguridad subjetiva y objetiva en el ámbito nacional y regional.

Criterio 3: Un plan coherente para la paz


Una vez que las necesidades de una situación en particular se han detecta-
do, se hacen evidentes las tareas requeridas y las herramientas adecuadas
para la prevención de conflictos. La siguiente tarea es diseñar un plan de
acción coherente para la construcción de una paz sustentable. Esto no sólo
requiere estar familiarizados con una amplia batería de prevención de conflic-
tos y de herramientas para la construcción de la paz, sino también con una
comprensión de la interdependencia compleja de los diferentes dominios
(político, económico, legal, militar), de los diferentes niveles de actores, de
las estructuras temporales y de los estratos o profundidades del conflicto.
La coherencia de los diferentes planes de acción puede evaluarse en estas
cuatro dimensiones (véase lá gráfica 4).
te·

Luc Revchler 155


Evaluación dellmpado del conflido
Actores/Niveles
Internacional •global
•regional
•subregional
Nacional •elite
•clase media
•popular

Dominios/Medidas Factores de tiempo


•diplomática •sincronización de entrada/salida
•polítiCa •tiempo de conducción: largo 1 (

•económica mediano r ...


•humanitaria corto
•educativa/informativa •sincrónico o secuencial
•militar •duración

Estratos
Estratos públicos
•comportamiento/opinión pública
Estratos más profundos
•opinión privada
•percepciones, deseos,
•expectativas, sentimientos, emociones
•memoria histórica

Gráfica 4: Cuatro dimensiones de la coherencia.

Pueden encontrarse grandes esfuerzos para la paz o "piedras angulares en


la construcción de la paz" en muchas áreas de conflicto, pero, ¿dónde está la
arquitectura de la paz? ¿Dónde empezar? ¿Cuáles son las prioridades? ¿Cómo
combinar de manera efectiva el tiempo y los medios para construir un pro-
ceso de paz sustentable? ¿Quiénes serán los principales actores implicados?
Existe la necesidad para de diseñar una mejor "gestación para la paz". El
concepto de "gestación para la paz" es muy útil, puesto que implica:

• la importancia de dominar las habilidades y las herramientas en la construc-


1 ción de la paz;
• la necesidad de tener una visión clara de la paz que se intenta construir y del
proceso de construcción de la paz;
• que la construcción de la paz es, en gran medida, un arte, y
1, 1

156 Estudios para la paz


desde una perspediva global
• que la gestación para la paz necesita trabajar muy de cerca con los dueños
(en holandés bouwheren) y los comisionados para construirla. El éxito depende
de su aprobación. Por ejemplo, en 1993 en Burundi, los esfuerzos de demo-
cratización se enfocaron principalmente en la organización de elecciones plu-
ripartidistas en el ámbito nacional. Prácticamente ninguna atención se le prestó
a las dimensiones económicas, militares y otras, en el proceso de transición a
la democracia. Las oportunidades de reconciliar institucionalmente al pueblo
son escasas, si éste no está preparado para encararse y perdonarse.

Criterio 4: Una instrumentación efectiva

La cuestión de la instrumentación exige el aporte oportuno de los medios y


del tiempo suficiente para ayudar en el proceso de transformación; una
coordinación efectiva de los esfuerzos de los actores comprometidos, y
mucho liderazgo. Entregar los medios necesarios está muy relacionado con
los intereses percibidos de los países donantes. Cuando están en discusión los
intereses vitales, parece más fácil que cuando se trata de un tipo de conflicto
"ajeno a nosotros". ¿Cómo se convence a los líderes de opinión que deben
comprometerse en una etapa temprana; y que es más efectiva en términos
de costos: la prevención de conflictos proactiva o la prevención de conflic-
tos reactiv~? Otro conjunto de cuestiones se relaciona con el asunto de la
coordinación. ¿Cuándo los esfuerzos de coordinación resultan en procesos
creativos sinérgicos y cuándo se rigidizan? Por último, debe prestarse más
atención al "liderazgo" en la transformación del conflicto. ¿Qué clase de lide-
razgo es el adecuado? A pesar de que la mayoría de los conflictos en el peri-
odo de la posguerra fría son típicamente conducidos por líderes, el papel
del liderazgo tiende a ignorarse. Demasiados factores subyacen al conflicto
potencialmente violento. Pero debe haber una chispa -la que es frecuente-
mente encendida por el líder con poder- y un grupo susceptible de per-
sonas que pueden ser incitadas a la violencia (Aspen lnstitute Conference,
1996). Los casos exitosos tienden a verse favorecidos, en sus momentos de
transición, por liderazgos extraordinariamente capaces como son Nelson
Mandela, Cyril Ramaphosa, Vaclav Havel y Vaclav Klaus. Un liderazgo efec-
tivo es crucial para el éxito de la democratización, de la sociedad civil, ade-
más de otras funciones valiosas, proporciona generalmente un espacio para
el desarrollo del liderazgo (Muravchik, 1995).

Luc Reychler 157


Evaluación delimpado del conflicto
Criterio 5: La aceptación de propietarios y
comisionados, y su control legítimo 1 ·::;:::::

del proceso de transformación del conflicto ! '1

Un aspecto esencial de la· prevención de conflictos y la construcción de la paz,


es el "proceso". El término proceso se refiere a la manera en que se toman
las de~isiones y cómo las personas piensan acerca de éste. Con frecuencia se
descarta el proceso de la toma de decisiones como una causa clave del con-
flicto, pero es aquí donde están enraizados el resentimiento, la sensación
de ser tratado injustamente y el sentimiento de poder total. La gente que se
siente excluida o percibe que no puede influir en las decisiones que afectan
su vida, no colaborará ni apoyará esas decisiones. Puede que no rechacen
abiertamente la decisión, pero su comportamiento desestabilizará la relación
de maneras sutiles y encubiertas. El propósito es darle poder a la gente para
que funcione como iguales, estructurar un proceso de toma de decisio-
nes que comprometa a los afectados por ellas para que la sientan equitativas.
(lederach, 1995). Se ha convertido en parte de la letanía de los constructores
de la paz que las partes en conflicto deben ser dueñas de su conflicto; que
los conflictos no deben robarse; que se necesita un mandato para propor-
cionar los servicios de paz; que debe trabajarse con socios locales, etcétera.
El problema de propiedad también est~ vivo en las discusiones académicas:
los pros y los contras de los abordajes incluyentes versus excluyentes, elícitos
versus prescriptivos y exógenos versus endógenos, en la transformación de
los conflictos. También se relaciona con la entrada y la salida de un con-
flicto (cuando intervenir y cuando salirse). La suposición subyacente de esta
preocupación es que un proceso de paz sólo puede sostenerse si lo apoyan
los comisionados internos Y externos. Empero, ¿quiénes son estos comi-
sionados? ¿Deben concentrar los esfuerzos en la elite o comprometer tam-
bién a la gente? ¿Qué significa empoderar a la gente? ¿Debe invitarse a la
mesa de negociación a los extremistas? ¿Cómo y hasta qué punto los grupos
externos, cuya seguridad e intereses están vinculados al conflicto deben
tener voz en el proceso de transformación y en el acuerdo de paz?'¿ Cuáles
son los lineamientos pa.ra .los grupos ~~utr~~ gubernamentales y no guber-
namentales cuyo c?~OCI~Jento/especJah~~cJon y otros tipos de apoyo, se ne-
cesitan para la pacJftcacJon, la construcCJon de la paz y el control de armas?
Pueden distinguirse cuatro estratos de comisionados:

• los dueños del conflicto o aquellos que están directamente involucrados en él


(en el ámbito de elite, clase media y sector popular);

158
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
• actores vecinos cuyos intereses privados o nacionales se ven influidos por el
conflicto;
• otros actores foráneos cuyos intereses estén en discusión; y
• grupos neutros cuyas iniciativas de construcción de la paz, o su falta de ellas,
pudieran influir de manera significativa en la dinámica del conflicto.

Aceptar e incluir a dueños y comisionados principales en el proceso de


transformación del conflicto hace la diferencia entre una intervención exitosa
y una que no lo es. Complicar el primer gobierno de transición desde Zaire
hacia el Congo ha sido percibir la rebelión como una fuerza endógena o una
exógena. El apoyo foráneo a la rebelión iba a complicar, casi con certeza,
los esfuerzos del presidente Kabila para gobernar este país de más de 200
tribus, porque llevó al poder a los tutsi, grupo étnico minoritario en el Con-
go. Aunque han vivido en el país por más de 200 años, muchos nativos los
ven todavía como extranjeros. Desde el punto de vista de los seguidores
políticos de Etienne Tshisekedi, el miembro más prominente de la oposición
interna en el Congo, ha tenido por más de diez años su propio movimiento
de liberación. Como uno de los dueños del conflicto, esperaba estar incluido
en la formación de un nuevo gobierno y régimen político.

Criterio 6: La identificación y
el desmantelamiento de las paredes
"senti-mentales"
Para analizar y transformar los conflictos hay que prestar más atención a las
variables políticas y psicológicas. En particular, deben hacerse esfuerzos para
identificar y desmantelar las paredes "senti-mentales". El término pared
"senti-mental" se refiere a los conceptos, las teorías, los dogmas, las actitudes
y los hábitos, las emociones y las inclinaciones que inhiben la transición
democrática y la transformación constructiva de los conflictos. La existen-
cia de las paredes senti-mentales aumenta las posibilidades de percibir
equivocadamente la situación; de evaluar mal los intereses; disminuye la
motivación para actuar en el momento oportuno; y desarrollar las habilida-
des necesarias y cómo aplicarlas. Interponer un guión entre el sentimiento
y lo mental en "senti-mental" es para que la gente se concientice de que las
paredes mentales tienden a reforzarse por las emociones, y que los esfuer-
zos para desmantelarlos tienden a ser confrontados con diferentes tipos de
resistencia emocional. La detección, exhibición y desmantelamiento de estos
obstáculos es una obligación, si ha de crearse una política de prevención

Luc Reychler 159


Evaluación dellmpado del conflicto
de conflictos más efectiva. Por ejemplo, cuando examinemos la génesis del
genocidio, vemos cómo los diferentes actores (víctimas, perpetradores de
'1
ll la violencia y grupos neutros) tienden a cegarse por sus diferentes paredes
senti-mentales. Sorprende ver cuán creativas son las personas al diseñar y
construir estas paredes. Con respecto al genocidio podemos distinguir:

• PrimerQ, las paredes senti-mentales creadas por los perpetradores para justifi-
car su comportamiento. Vienen en muchas formas y tamaños; estereotipos,
1 1 deshumanización, abstracción del sufrimiento de las víctimas, creación legal de
fronteras o distanciamientos político-psicológicos, planteamiento nosotros-ellos,
y el arte de envolver la violencia en estratos de justificación. Una de las pre-
condiciones principales para organizar un genocidio o un asesinato político
es su justificación (Preez, 1994). Es de suma importancia realizar un análisis
exhaustivo de la violencia cultural o de los esfuerzos para legitimar la violencia
física, estructural y psicológica para entender la violencia en gran escala. Para
llegar al genocidio es típica la manipulación de las emociones muertas, sus-
traídas de la historia y agregarlas de manera artificial a los sucesos actuales.
Un ejemplo del poder de las representaciones manipuladoras colectivas con
carga emocional del pasado, puede verse en cómo racionalizan los serbios el
1 1
genocidio, al sacar a la luz lo que los turcos les hicieron en 1389 y los croatas
en la Segunda Guerra Mundial.
• Segundo, las paredes senti-mentales que inhiben a las víctimas reales o po-
tenciales de responder de manera efectiva. Ejemplos: miedo, impotencia, paci-
fismo incondicional, desesperanza, preferencia-falsificación, ignorancia plura-
lista e ineficiencia política. La existencia del miedo y de la ineficacia política
es un obstáculo importante para la prevención de la violencia. El poder corrom-
pe, pero su ausencia corrompe aún más.
11
• Tercero, las paredes senti-mentales para que 1os de afuera permanezcan como
11

observadores pasivos. Por ejemplo: mala atribución o difusión de la responsa-


bilidad, ubicarse en el elevado terreno moral-legal de la neutralidad, la no-
intervención o el pacifismo, la falta de interés y la negación. La existencia de
tabúes también puede obstaculizar seriamente la transformación del conflic-
to; podría ocultar los estratos más profundos del conflicto, inhibir la discusión
acerca de los límites y el uso de la violencia para dar fin a las violaciones de
los derechos humanos. Además podría impedir la cicatrización de heridas histó-
ricas.
• Cuarto, paredes senti-mentales que impiden que los analistas realicen un l.
diagnóstico adecuado y desarrollen una estrategia para frenar la crueldad hu-
mana. Ejemplos: inercia conceptual, mentes cerradas, doctrinas seudocientí-

160 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
ficas (la teoría del dominó, la irreversibilidad del comunismo, la teoría de la
convergencia, la adoctrinación del comunismo), diferentes tipos de reduccio-
nismo analítico, análisis unidimensional, reflexión a corto plazo e ignorancia
de cómo se manejan las cosas.

EL CIAS A NIVEL DE PROYECTO

El propósito del CIAS a nivel de proyecto es evaluar proactivamente el


impacto de las dinámicas del conflicto en el contexto específico donde se
instrumentará dicho proyecto. La evaluación del impacto podría ayudar a
los donantes a reducir las consecuencias negativas de la intervención, y
aumentar el valor agregado de la paz. Una evaluación efectiva del impacto
presupone que los donantes muestren un alto nivel de sensibilidad al con-
flicto. Deben estar conscientes que sus proyectos repercuten en el conflicto y
que las intervenciones bien intencionadas podrían producir efectos secun-
darios negativos. Mary Anderson ha puntualizado algunos efectos secunda-
rios negativos en "No lastimes". Ella distingue entre efectos materiales y no
materiales (véase la gráfica 5).

Apoyos materiales Apoyos político-morales

Directos: • Aceptación de los planteamientos de


• Transferencias de los recursos: la ayuda se guerra
roba, se tasa o es desviada • Otorgar legitimidad a los guerreros
por los grupos en guerra para su • Socavar los valores de la paz
propio sostenimiento • Reforzar la animosidad

Indirectos:

• la ayuda externa se hace cargo de los civiles


y libera recursos para apoyar a los ejércitos
• Controlar la comida para manipular a la gente
• La asistencia externa distorsiona las economías
• Introducir recursos escasos en una zona pobre y
en conflicto aumenta la enemistad y la
competencia

Gráfica 5: Consecuencias negativas secundarias (Anderson).

Luc Reychler 161


fvaluaclón del impado del conflido
~
1

La evaluación del impacto del conflicto a nivel del proyecto puede


dividirse en cuatro pasos:

Paso 1: ¿Cuánto y hasta qué grado el proyecto contribuye a realizar las metas
de la paz y el desarrollo de políticas, y a satisfacer las necesidades?
Paso 2: ¿Cuál es el impacto del conflicto en el proyecto?
Paso 3: ¿Cuál es el impacto del proyecto sobre la dinámica del conflicto?
Paso 4: Generar opciones alternativas y toma de decisiones.

Paso 1: ¿Cuánto y hasta qué grado


el proyecto contribuye a realizar
las metas de la paz y el desarrollo
de políticas, y a satisfacer las necesidades?
Una respuesta a esta pregunta necesita, un análisis adecuado del conflicto
en el país y la región donde se implantará el proyecto; una idea clara de la
paz que se intenta llevar a cabo y un análisis exhaustivo de las necesidades.

Positivo ...~.------11...
~ Negativo

Violencia
-Duración
-Distribución geográfica
-Nivel/fase del conflicto

Sistema político
-Represivo
-Caótico-inestable
-Corrupto
-Democrático
Apoyo local
-¿Es bien recibida la organización?
-¿Se le percibe como imparcial o parcial?
-¿Podemos confiar en los actores locales
para información y otro tipo de apoyo?
Otros actores importantes
-¿Existen otros donantes?
-¿Cómo están las relaciones?
-¿la coordinación?
-¿Muchos recursos?

Gráfica 6: Un inventario del medio ambiente del conflicto.


\

162
Estudios para la paz
desde una perspedlva global
1 ¡¡
.! ,1

Paso 2: ¿Cuál es el impacto


del conflicto en el proyecto?
En esta fase de la CIAS a nivel del proyecto, se enfoca la atención en el ambiente
concreto donde éste se instrumentará. Aquí vemos una serie de variables
de la situación, que podrían influir negativa o positivamente en la instru-
mentación del proyecto (véase la gráfica 6).

Paso 3: ¿Cuál es el impacto del proyecto


sobre la dinámica del conflicto?
En esta fase del análisis investigamos, cómo y en qué medida la interven-
ción refuerza o debilita las precondiciones de la paz sustentable (la consul-
toría y el sistema de negociación, las estructuras políticas y económicas, la
seguridad y el clima político moral), la efectividad de las metas de la gente,
la coherencia y la cualidad sinergética del proyecto.
Negativo ....,...__ _ _ _ _ _--11..~ Positivo
Consultoría y sistemas de negociación en diferentes niveles
¿Cómo y cuánto la intervención facilita la consultoría
y las negociaciones a diferentes niveles?

Medidas estructurales
¿Cómo y cuánto la intervención facilita el proceso democrático
de transición y el desarrollo económico?
Clima moral y político
¿Cómo y cuánto la intervención facilita la creación
de un clima político y moral integrador?
Seguridad
¿Cómo y cuánto la intervención eleva el nivel
de seguridad objetiva y subjetiva?

Gráfica 7: El impacto del proyecto sobre los determinantes principales de la dinámica de conflictos.

Ya identificados los objetivos, debe evaluarse cómo y cuánto las perso-


nas implicadas o las que vayan a recibir el beneficio, pueden provocar un
impacto positivo o negativo en los determinantes ya mencionados. El pro-
yecto puede reforzar que la gente apoye la guerra, se desentienda o construya
la paz. Es muy importante identificar y apoyar a las personas con capacidad

Luc Reychler 163


Evaluación dellmpado del conflldo
de construir la paz, conocer su grado de susceptibilidad a la influencia, de-
1!' terminar cómo puede influir mejor, y las oportunidades y capacidades que
proporciona el proyecto para apoyar lo anterior.
Por último, en esta fase también se ve el potencial sinergético y de
coherencia del proyecto (véase la gráfica 8).

Sectores
¿los esfuerzos llevados a cabo en uno o más sectores (político, diplomático,
económico, legal, humanitario, moral, educativo/informativo, mi-
11.
litar) producen resultados positivos o negativos sobre otros sectores?
Niveles
¿las iniciativas destinadas a uno o más niveles (local, clase media, la elite,
subregional, regional ...) han tenido efectos positivos o negativos en otros
niveles relevantes para la resolución del conflicto?
¿Se han ignorado niveles relevantes?
1
¿Se vive la intervención como exógena o endógena?
1
l. 1
Sincronización
' 1
¿Es favorable la fecha programada del proyecto?
¿Hay sinergia justificada entre los esfuerzos y los efectos a corto, mediano
y largo plazos?
1
1- ¿Es satisfactoria la duración?
Estratos del conflicto
1 1 ¿A qué estratos del conflicto se dirigen los esfuerzos: conducta pública (ve-
bal y no verbal), opinión pública, opinión privada, sentimientos, memoria
histórica?

Gráfica 8: Coherencia y potencial sinérgico del proyecto.

Paso 4: Generar opciones alternativas


y toma de decisiones
En esta fase se toma una decisión en cuanto a la propuesta del proyecto.
Puede aprobarse y darle luz verde: puede ser corregido, enmendado; vincu-
lado a apoyar otras medidas; pospuesto; rechazado o detenido. También se
hacen esfuerzos para rediseñarlo con el objeto de prevenir o reducir el
impacto negativo de los proyectos, y elevar el "valor agregado de la paz"
en las intervenciones. Los trabajadores del desarrollo podrían convertirse en
diplomáticos de campo: ayudar a establecer un sistema adecuado de pre-
1

1'

vención; sensibilizar a los donantes acerca de los beneficios de la prevención


de conflictos, y auxiliar a la gente a construir una paz duradera. Podrían,

164 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
utilizando los términos de Anderson, apoyar las capacidades existentes y pro-
mover las capacidades incipientes para la paz. Los proyectos pueden redise-
ñarse para transmitir el mensaje de que la colaboración es en beneficio
mutuo; pueden hacer que la gente se reúna para discutir los problemas y
reducir los malos entendidos; pueden ayudar a crear un espacio seguro
donde las personas ventilen y resuelvan sus problemas; pueden ayudar a
construir la paz al enriquecer las estructuras políticas y económicas; pueden
auxiliar en sanar el pasado y de este modo elevar la confianza y las espe-
ranzas en el futuro. El escuchar activamente y la creatividad son esenciales
para generar opciones alternativas y rediseñar proyectos.
¿Para quién es C/AS? Idealmente, todos los actores del desarrollo com-
prometidos en la toma de decisiones en las regiones con tendencia al con-
flicto deberían utilizar las CIAS. Los donantes podrían usarla para dirigir la
selección del proyecto, en las decisiones sobre presupuesto y monitoreo;
las organizaciones operacionales la utilizarían para diseñar proyectos y guiar
su instrumentación; las comunidades ubicadas en áreas con tendencia al
conflicto podrían aprovechar la CIAS para evaluar la utilidad, la relevancia de
proyectos de desarrollo con patrocinio externo.
¿Quién debería practicar CIAS? Tomando en cuenta la sensibilidad y la
complejidad de CIAS, la evaluación la debería llevar a cabo un "equipo limi-
tado", que consiste en personas con experiencia en conflictos, conocimiento
r , del proyecto, del país y región donde éste se instrumente. Un análisis ade-
il cuado también debería hacer uso de la energía de entrada de las partes
receptoras, de los comisionados (que tendrán que vivir con las consecuen-
cias y cuyos intereses están de por medio), y de otros donantes que operan
en esa área. Escuchar activamente es de importancia crucial. En este tipo
de evaluación el analista también funciona como un mediador. Le ofrece a
los comisionados un proceso que facilita el diseño y la instrumentación de
proyectos más efectivos de construcción de la paz. En contraste con la mayo-
ría de otros métodos de impacto y evaluación, la CIAS exige del analista
)· habilidades de negociación y de mediación.
1' ¿Cuándo y dónde debería aplicarse CIAS a nivel de proyecto? Es imposible
hacer una CIAS para todos los proyectos. El hecho de aceptar una CIAS no
debería estar determinado por los tipos de proyecto, sino por la naturale-
za del ambiente donde se planea la intervención. La CIAS debe aplicarse en
ambientes caracterizados por una violencia incipiente, latente y manifiesta.
Debe ejecutarse en la fase de preconflicto, conflicto y posconflicto.
(

,, 1

Luc Revchler 165


Evaluación dellmpado del conflldo
".:},:::.,....
. .
-~~..,.-~~-=:.--:::~.J..~-~'"!.~-~~~~---;----··:,r_
.
~ ..... ~
"1

.' 1

'1

¿Dónde cabe laCIAS en el proceso del proyecto? La evaluación del impacto


1

1
del conflicto debe hacerse en todas las fases del ciclo del proyecto. Debe eje-
':! cutarse antes de instrumentar el proyecto, durante su instrumentación en
el campo, cuando ha terminado el proyecto, e incluso mucho después (de
1Oa 20 años) para monitorear los efectos a largo plazo. En la fase del pre-
,·1 1
proyecto, la erAS nos permite decidir entrar o no en la región con tendencia
1
al conflicto. Nos ayuda también a (re)diseñar las propuestas del proyecto con
i 1 1
un mínimo de efectos secundarios negativos y con un máximo de valor agre-
' 1
1 gado de paz. La meta de erAs en la fase de instrumentación es necesaria
1,;,
para monitorear el progreso e identificar y resolver los problemas inespera-
dos de manera más eficiente. De igual importancia es la erAs después de
.1
que se ha terminado el proyecto. El propósito es aprender de la experien-
cia y utilizar las lecciones para diseñar mejores proyectos.
1· ¿Métodos? Una erAs efectiva utiliza varios recursos y métodos: estudios
disponibles del país; escuchar activamente; entrevistas y discusiones infor-
.,
1
'
':
males de profundidad, cuestionarios, y talleres de resolución de problemas.
Para evaluar el impacto del proyecto en la fase de instrumentación, se puede
sugerir al líder del proyecto y a otros coordinadores que lleven un diario.
Esta clase de información, junto con, por ejemplo, la correspondencia entre
socios y noticias en los medios de cqmunicación pueden utilizarse para
mapear el desarrollo del proyecto, sus problemas y el impacto positivo y
: 1

negativo del proceso de paz.


Algunos dilemas normativos. En años recientes, la mayoría de las or-
ganizaciones del desarrollo han ampliado su mandato. No sólo debe
prestarse atención a la realización técnica (eficiente y efectiva) de una meta
en particular (la entrega de alimento o proporcionar facilidades de vivien-
da), sino también al impacto del proyecto en el ambiente, el género, los de-
rechos humanos, la democratización y la dinámica del conflicto. Muchos
comentaristas han hablado más abiertamente acerca de la ética de ciertas
intervenciones humanitarias y del desarrollo. Consecuentemente, existe una
mayor conciencia de que las buenas intenciones no siempre generan resul-
tados positivos. Aun el altruismo -uno de los motivadores principales del ! 1

1
humanismo y la colaboración- es obviamente riesgoso, tanto para el que i
ayuda como para el que recibe la ayuda (Siim, 1997). El altruismo puede
•1'
arriesgar el bienestar físico de la persona que está ayudando. Si se dirige
equivocadamente, puede poner en peligro a la persona que se está tratando
de ayudar. Tercero, ya que se guíe mal o no, con frecuencia puede pro-
1
1 ' porcionar ayuda a los perpetradores del mar. original. y por último, toda

1'' 166 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
intervención para detener el compqrtamiento inhumano puede amenazar
la integridad moral del que ayuda. Este y otros problemas morales han lle-
vado a la formulación de lineamientos para quienes proporcionan auxilio
estructural y humanitario. A las ONG con frecuencia se le confronta con una
decisión entre valores y opciones competitivas. Al pronosticar errónea-
11

mente una decisión difícil como dilema moral, una agencia del desarrollo
podría no ver que existe un curso correcto de acción y, por ende, no lo to-
maría (ibídem, pp. 6-7). Slim distingue cuatro tipos de decisiones difíciles:

• El primer tipo se refiere a actuar con base en evidencia incierta: la decisión


es arriesgarse o esperar a obtener más información.
• El segundo tipo de decisión surge cuando se enfrentan con razones morales
a favor (o en contra) de un acto, y razones políticas o prudentes en contra
(o a favor) de tal acto (por ejemplo, callar frente a violaciones de los dere-
chos humanos con el objeto de tener acceso a las víctimas de una guerra civil).
• El tercer tipo es la decisión entre bienes, por ejemplo, entre medidas a corto
y a largo plazos (en la ayuda estructural y humanitaria).
• Por último, el cuarto tipo de decisión difícil es la más brutal de todas. Se tra-
ta de una decisión entre dos opciones inaceptables. Frente a 100,00 per-
sonas hambrientas, con alimento para sólo 10,000 y ninguna posibilidad
realista de aumentar la cantidad de alimento.

Decisiones morales así pueden provocar mucho estrés. Sin embargo, se


debe tratar de actuar proactivamente. Crear un mejor sistema de inteligen-
cia podría reducir el primer dilema; el segundo podría abordarse realizando
una división de papeles entre las ONG: una proporcionaría ayuda humani-
taria y la otra denunciaría las violaciones de los derechos humanos. En
algunos casos, una intervención policiaca o militar efectiva podría ayudar a
resolver los dilemas morales. De cualquier manera, los problemas morales
que confronta la colaboración del desarrollo deben manejarse de la mane-
ra más proactiva posible.

CONCLUSIÓN

La prevención de conflictos se ha convertido en parte y "paquete" del dis-


curso diplomático y de la colaboración del desarrollo. La conciencia cada vez
mayor de la compleja inter,~ción entre la transformación del conflicto y el

1,
J;
lj

Luc Reychler 167 1'



Evaluación del Impacto del conflicto
JI,j
11
1'

' '¡

desarrollo, y entre el desarrollo duradero y la paz, ha producido un enfoque


conceptual más amplio. Se le presta ahora más atención a la interacción
entre el desarrollo económico, la transición democrática y la seguridad, y
el manejo de conflictos. Los diplomáticos y los constructores de la paz del
siglo xxr tendrán que ser seleccionados, preparados y equipados de manera
diferente que sus predecesores, si se quiere contribuir más efectivamente a
un mundo más próspero y seguro. La creación de un sistema de evaluación
sobre el impacto del conflicto (erAS) en los niveles de políticas y de proyectos,
es una inversión esencial para el desarrollo duradero y la paz en el mundo.
Las CJAS exigen aprendizaje, pero también mucho "desaprendizaje".
Se trata de "recordar* a la gente" comprometida, que es necesario desha-
cerse de la violencia innecesaria, y facilitar el desarrollo y la paz sustentables.

BIBLIOGRAFÍA

' 1
ANDERSON, Mary (1996), Do No Harm: Supporting Capacities for Peace Through Aid,
Cambridge.
Aspen lnstitute Conference (1996), Conflict Prevention: Strategies to Sustain Peace in
the Post-Cold War World, Informe 30 de julio-3 de agosto de 1996.
LEDERACH, john Paul (1995), "Understanding Conflict: The Experience, Structure and
Dynamics", en: Mediating for Conflict Resolution, Education for Conflict Resolu-
tion, Indiana.
MuRAVCHIK, joshua (1995), "Promoting Peace through Democracy", en: OECD (1996),
Managing Chaos (Evaluando el impacto de las iniciativas del desarrollo sobre
la paz y las situaciones de conflicto), oco/oAc.
PREEZ, P. (1994), Genocide: t~e Psychology of Mass Murder, Londres, Boyars.
REYCHLER, Luc (1996a), Confftct lmpact Assessment CIAS. Centro para la Investigación
de la Paz y Estudios Estratégicos (CPRS, por sus siglas en inglés).
- - - (1996b), Field Diplomacy, CPRS.
SuM, H. (1997), Doing the Right Thing. Studies on Emergencies and Disaster Relief,
Suecia, Nordiska Africa lnstitute, núm. 6.
STEDMAN, Stephen John (1977), "Spoiler Problems in Peace Processes" lnternational
Security, vol. 22, núm. 2. '
SZARTMAN, William (1995), Elusive Peace: Negotiating an End to Civil Wars The Brook-
ings lnstitution. '

. N.. de. la T. El auto! en su text~ ~s~ribe la palabra recordar en inglés de la siguiente manera: re-mind-
rng (remmd1ng) que sena volver a d1ng1r las mentes de las pers(')Qas.

168
Estudios para la paz
desde una perspedlva global
¡e Conferencia Nacional sobre Paz
in Mundial: propuestas para un
y
~ nuevo orden planetario
T. Nomvete*
'íl 1

a
n
s,
>· AsENTAR las bases de una civilización global exige la creación de leyes e insti-
tuciones que sean universales tanto en carácter como en autoridad. El esfuer-
1. zo sólo puede comenzar cuando el concepto de unión de la humanidad haya
¡. sido abrazado de todo corazón por aquellos en cuyas manos descansa la
responsabilidad de tomar decisiones, y cuando los principios sean propagados
a través de los sistemas educacionales y de los medios de comunicación masi-
va. Una vez cruzado este umbral, se habrá puesto en movimiento un pro-
ceso mediante el cual los pueblos del mundo puedan ser atraídos a la tarea
de formular metas comunes y comprometerse a cumplirlas. Sólo una reo-
rientación tan fundamental puede protegerlos, incluso de los viejos demonios
de los conflictos étnicos y religiosos. Sólo a través de la conciencia nacien-
te de constituir un solo pueblo, los habitantes del planeta serán capaces de
hacer a un lado los patrones de conflicto que han dominado la organiza-
ción social en el pasado y empezarán a aprender los caminos de la colabo-
ración y la conciliación. En El bienestar de la humanidad, escribe Bahá'u'lláh,
"la paz y la seguridad son inaccesibles, a menos y hasta que su unidad esté
establecida firmemente". La Comunidad Internacional Bahá'í.

1NTRODUCCIÓN

La guerra no cae del cielo, la planean, ejecutan y detienen los seres huma-
,, nos de este planeta. Parece surgir un patrón cuando se estudian los últimos
presagios que subyacen a los elementos catalíticos de la guerra. Algunos de
estos catalizadores son el racismo, las desigualdades económicas extremas,
el nacionalismo, la religión, la ausencia de libertad y la carencia de emancipa-
ción de género y de educación. La guerra en sí es una actividad absurda que
raya en la locura y aparece claramente ajena al orden social y económico.
*Profesor del Centro Plato de la Un,iV\!rsidad de Transkei, África del Sur.

169
El intento de que el planeta se libre permanentemente de la guerra, de
establecer la paz a escala mundial, aborda de manera inevitable considera-
ciones espirituales que, por definición, trascienden las barreras nacionales,
religiosas, tribales y raciales; porque sin lugar a dudas la humanidad está do-
tada de una matriz espiritual, que se cultiva apropiadamente, puede conducir
a una multitud de beneficios observables en las acciones humanas y en el pro-
greso continuo de diferentes especies de plantas y animales en la biosfera.
En este siglo y en los venideros, la religión debe tener como objetivo
central el establecimiento de la paz en el mundo. Bahá'í considera que la
totalidad de la enseñanza religiosa (la cual incluye las religiones teístas) está
bastante dotada tanto en sus orígenes esenciales como en la inspiración, para
construir un nuevo orden mundial; en ellos se basará para realizar el· recono-
cimiento sustentable de la armonía, la unidad y la intencionalidad teístas de
la creación. Eliminar las consideraciones teístas en la ecuación destruye la
armonía, la unidad y la intencionalidad en la creación. Asimismo, sin la tradi-
ción teísta, la unidad de la raza humana puede considerarse una posibilidad
fortuita, abierta a probabilidades incontrolables de mutaciones genéticas.
El teísmo fortalece la noción de que las mutaciones, aparentemente incon-
trolables, están sujetas a los dictados de una consciencia superior, la cual está 1 ••

más allá de los alcances de la comprensión humana.


Inspirado por las enseñanzas religiosas, Bahá'í sugiere que debe cele-
brarse a la brevedad posible un Congreso de Paz Mundial con todos los jefes
de estado y de gobierno. Actualmente, la celebración de una conferencia
mundial no parece tan extraña. Ejemplos de congresos mundiales recientes
son la Cumbre de la Tierra en Río, Brasil, la Conferencia de Población en El
Cairo, Egipto, y la Conferencia sobre las Mujeres en Beijing, China. Al prepa-
rar dicho congreso mundial, cada país debe fundar un Consejo Nacional de
Paz Mundial la cual se relacionará con otras estructuras internacionales
antes y después del Congreso Mundial. A nivel nacional, el Consejo Nacional
de Paz Mundial deberá modernizar continuamente todas las estructuras de
paz dentro de su jurisdicción con respecto a las tendencias a nivel interna-
cional. Deberá supervisar el establecimiento de programas sobre paz nacio-
nal que son aún instrumentados a través de los medios de comunicación,
escuelas, colegios, tecnológicos y universidades; a través del cumplimiento de
leyes Yorganismos legales; a través de las estructuras económicas, comer-
ciales, mineras, agrícolas, religiosas y sociales. En términos generales, la
conservación de la paz mundial deberá ser asunto de todos y afectará a todas
las instituciones que están relacionadas con la actividad humana, desde el

170 Estudios para la paZ


desde una perspedlva global
hogar al lugar de trabajo, desde el nacimiento a la muerte y más allá. Toda
la gente deberá comprometerse para sostener los principios y modos de
vida que establecerán, promocionarán y conservarán la paz mundial. El Con-
sejo Nacional de Paz Mundial, por consiguiente, tendría el reconocimiento
institucional formal de todos los ciudadanos que, en efecto, están compro-
metidos totalmente con el establecimiento permanente de la paz, no sólo
dentro de sus fronteras sino también en todo el planeta.
La instauración de este Consejo en todos los países del mundo traerá
esperanza sobre un "nuevo orden planetario" mencionado por Peter Khan,
Federico Mayor, Ervin Laszlo, La Federación lnter-Religiosa para la Paz Mun-
dial y la Casa Universal de la justicia, entre otras figuras importantes de
escritores, poetas, políticos y religiosos. El"nuevo orden planetario" vinculará
y promocionará en todos los países acciones económicas, tecnológicas,
políticas, sociales, culturales, jurídicas, religiosas, educativas recíprocas, y
otras formas de contacto internacional. Trasladarse de un país a otro será
como trasladarse de una ciudad a otra dentro del mismo país, o como
trasladarse de un pueblo a sus alrededores.
El Apéndice de este artículo contiene detalles del Cuestionario sobre la
Paz, el cual delineará los principios para un acuerdo internacional entre
naciones, sobre los cuales se basará una paz permanente. El lenguaje no ne-
cesariamente será el del cuestionario y bien pueden realizarse revisiones y
a una corrección diplomática posterior. Con todo, se espera que antes de
que finalice 1999 se habrá firmado este tratado entre las naciones, aprobado
y ratificado por todos los cuerpos legislativos del mundo. Las dos institu-
ciones mencionadas en el Apéndice son la Comunidad Internacional Bahá'í
con sede en Nueva York, y la Casa Universal de la Justicia localizada en
Haifa, Israel. Estas instituciones, o los organismos que actúen en su nombre,
pueden considerarse como representantes de toda la comunidad mundial
Bahá'C en cualquier esfuerzo comprometido con el establecimiento de la
paz mundial. La parte final del Apéndice contiene una oración bahá'í para
la paz, publicada por 'Abdu'I-Bahá, modelo e intérprete de las Sagradas
Escrituras Bahá'í.
Para concluir esta introducción, citaremos las palabras del Guardián de
la Fé de los Bahá'í, el bien-amado Shoghi Effendi, quien escribió estas pro-
féticas palabras (Effendi, 1974).

Las rivalidades, enemistades e intrigas nacionales cesarán, y la animosidad y el


prejuicio raciales serán reémplazados por la amistad, la compasión y la colabo-
11

T. Nomvete 171
Conferencia Nacional sobre Paz Mundial
ración raciales. Las causas de los conflictos religiosos serán eliminadas perma-
nentemente, las barreras económicas y las restricciones serán abolidas comple-
tamente, y la excesiva distinción entre las clases será borrada. La miseria por
'¡,,

! un lado y la enorme acumulación de propiedades por el otro, desaparecerán.


La enorme energía derrochada y malgastada en la guerra, ya sea económica o
política, será consagrada a objetivos como ampliar la variedad de invenciones
.1
1· humanas y el desarrollo tecnológico, para aumentar la productividad humana,
para el exterminio de enfermedades, para la ampliación de la investigación
científica, para aumentar el nivel de salud física, para la agudización y el refina-
miento del cerebro humano, para la explotación de recursos sin usar e inespe-
·, 1

1
rados del planeta, para la prolongación de la vida humana, y para la promoción
de cualquier organización que pueda estimular la vida intelectual, moral, y
l. espiritual de toda la raza humana.

Los bahá'ís creen que se aproxima rápidamente el día en que todo esto
1 ,
se haga realidad en el mundo humano.

En el mundo el más grande regalo de Dios para la humanidad es la religión,


es seguro que las enseñanzas religiosas divinas están por encima de otras fuen-
tes de instrucción y desarrollo del hombre.
'Abdu'l-Bahá

ÜRÍGENES DE LA GUERRA Y DE LOS CONFLICTOS

En un documento titulado La Promesa de la Paz Mundial (Universal House


of justice, la Casa Universal de justicia, 1985) (véase Apéndice 3) realiza un
análisis de los factores causantes de una guerra y presenta algunas solucio-
nes que habrán de considerarse. Otros académicos notables también pre-
sentan una perspectiva acerca de las condiciones para el progreso social.
Racismo

De acuerdo con Richard Thomas (Thomas, 1993, p. 1).

El racismo le ha costado caro al mundo. Los sistemas de dominación racial en


América, Asia y África han dejado un sendero de sangre y dolor a lo largo y a
través de la historia, imponiendo un legado de odio y conflicto racial sobre la
generación actual. Los siglos de dominación racial han creado siglos de des-

172 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
confianza entre los oprimidos, que se han incrementado con incontables mani-
festaciones de desunión racial en sociedades multirraciales alrededor del mundo.
~

1. En la comunidad global, la ONU ha aceptado el vínculo que existe entre


o la unidad racial y la justicia por un lado, y el progreso social por el otro. La
~ Sub-Comisión sobre Prevención de la Discriminación, y la Protección de las Mi-
norías, fueron creadas en 1947. En 1949 se reunieron en París varios exper-
tos sobre problemas raciales, con los auspicios de la UNESCO. En 1951, un
segundo encuentro de científicos concluyó que "el conocimiento científico
disponible no proporciona bases para creer que los grupos humanos difieren
en su capacidad innata de desarrollo intelectual y emocional" (Statment on
the Nature of Race and Racial Differences, citado en Thomas op. cit., p. 4).
Fue convocada por la UNEsco otra serie de conferencias: una en Moscú, otra
en 1964 y una en París en 1967. La ONU ha continuado abordando el proble-
ma del racismo a partir de los sesenta. En 1983, la Asamblea General de la
ONU "proclamó un periodo de diez años iniciado el 1O de Diciembre de
1983 como la Segunda Década para Combatir el Racismo y la Discrimi-
nación Racial", y aprobó ei 11 Programa de Acción para la Segunda Década,
el cual incluyó seminarios sobre el combate al racismo y la discriminación
racial" {Thomas, op. cit., p. 4). Si esto no fuera un gran problema en la
sociedad global, con toda seguridad la ONU no habría invertido tanto tiempo
y recursos en esfuerzos dirigidos a eliminarlo.
Thomas (op. cit., p. 5) reitera la dinámica entre el racismo y el progreso
social cuando declara que a los ciudadanos de las sociedades multirraciales

se les debe hacer entender que no puede haber ninguna paz duradera sin un
amor genuino y confraternidad entre los grupos raciales. Por lo tanto, se les
debe demostrar que el amor y la fraternidad entre las diferentes razas de sus
sociedades no solamente reducirán y, finalmente, eliminarán el racismo y los
conflictos raciales, sino que también elevarán a toda la sociedad a nuevos nive-
les de desarrollo material y espiritual.

'Abdu'I-Bahá, el intérprete de las Escrituras Bahá'í (Bahá'í Word Fonth,


1976) declaró:

En opinión de Dios no hay distinción de color, todos son uno en el color y la


belleza del servicio a él. El c,olor no es importante; todo lo que importa es el

T. Nomvete 173
Conferencia Nacional sobre Paz Mundial
·, ;1

corazón. No es importante lo que el exterior pueda ser si en su interior el cora-


zón es puro y blanco. Dios no ve diferencias de matices y complexión; Él observa
los corazones. Aquel cuya moralidad y virtudes son dignas de alabanza es el pre-
dilecto en presencia de Dios; aquel que es fiel al Reino es más amado. En los domi-
nios del génesis y la creación, la cuestión del color no tiene la menor importancia.

La Casa Universal de la justicia (1985, pp. 13-14) describe el espectro


del racismo y ofrece una solución.
,, El racismo, uno de los males más dañinos y persistentes, es una gran barrera a
1 1

la paz. Su práctica perpetra de manera terrible una violación a la dignidad de los


' : seres humanos, y se autoriza con cualquier pretexto. El racismo retrasa la mani-
festación de las infinitas potencialidades de sus víctimas, corrompe a sus perpe-
tradores, y frustra el progreso humano. La aceptación de la unión de la huma-
1¡ nidad, instrumentada con medidas legales adecuadas, debe sostenerse a nivel
1
universal si este problema se supera.

Disparidad entre ricos y pobres

La revolución industrial disipó el mito de que los pobres iban a ser perpetua-
mente dependientes de los caprichos de las condiciones climáticas para su
bienestar. En palabras de Huddleston (1992, pp. 17-18):
¡,
La pasividad general por parte de los pobres vino de la aceptación de que era
más o menos una ley de vida que la mayoría nunca podría esperar más que una
existencia de supervivencia, siempre con la posibilidad de hambruna cada vez
que había fracaso en las cosechas, algún otro desastre natural o fabricado por
el hombre. Todo esto cambió con el advenimiento de la revolución industrial,
la cual por primera vez en la historia prometió que con un manejo justo y com-
petente la sociedad podía asegurarse un nivel de vida razonable para toda la
humanidad. En la medida en que este cambio de conciencia se generalizó, los
pobres estuvieron menos dispuestos a aceptar pasivamente su suerte: la exis-
tencia misma de extremos de riqueza y pobreza fue vista como un acto de
violencia en sí.

Parte de la tensión entre los países occidentales industrializados y los


del Tercer Mundo, se deriva de la confrontación surgida del argumento de

174
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
que los países industrializados "tienen la obligación moral de darles a estos
últimos asistencia económica masiva, porque su pobreza es esencialmente
el resultado del colonialismo antiguo y del neocolonialismo actual".
La Casa Universal de justicia (1985, p. 14) lo resume diciendo que la
desigualdad entre ricos y pobres.

mantiene al mundo en un estado de inestabilidad, virtualmente al borde de la


guerra ... La solución viene de la aplicación combinada de enfoques espirituales,
morales y prácticos. Se requiere de una nueva mirada al problema, incluyen-
do la consulta con expertos en una extensa variedad de disciplinas, exenta de
polémicas económicas e ideológicas, y comprometiendo a la gente afectada en
la toma de las decisiones más urgentes.

Nacionalismo desenfrenado

La maldad del nacionalismo desenfrenado que no conoce límites es mani-


fiesta en todo el mundo. La reciente invasión de Kuwait fue hecha en nom-
bre de la seguridad de los intereses nacionales. Está documentado que Hitler
(citado en Huddleston, 1992, p. 13) justificó la invasión de otros países
con las siguientes palabras: "Es una cuestión de expandir nuestro espacio
vital en el Este, de asegurar nuestros suministros alimenticios ... Ochenta
millones de personas deben obtener lo que es su derecho. Su existencia
debe ser asegurada. La supremacía es correcta."
El nacionalismo ha sido responsable tanto de las guerras mundiales
como de la división del bloque comunista. De acuerdo con Huddleston, "el
nacionalismo puede describirse como una forma decadente de patriotis-
mo". Puede afirmarse por la supresión de grupos minoritarios o por la cap-
tura de territorios vecinos usando diferentes excusas. La causa de la paz es
amenazada de modo considerable más allá de las instancias obvias del con-
flicto al reforzar la idea de la soberanía nacional. Huddleston dice:

Esto actúa como un freno muy pesado contra los esfuerzos de lograr la colabo-
ración mundial en beneficio de toda la humanidad. A las ganancias aparentes
inmediatas de la nación, se les da prioridad (incluso si son bastante frívolas)
por encima de los beneficios a largo plazo del mundo, especialmente si el pre-
cio se percibe como una limitación a la soberanía nacional.

T. Nomvete 175
Conferencia Nacional sobre Paz Mundial
1 ,.
,,
¡' 1

; 1 ¡¡

'1 1,
; La Casa Universal de justicia dice:

El nacionalismo desenfrenado, que se diferencia del patriotismo sano y legíti-


mo, debe dar paso a una lealtad más amplia, en aras del amor a la humanidad
como un todo. La declaración de Bahá'u'lláh es: "La tierra es un solo país, y la
humanidad son sus ciudadanos." El concepto de ciudadanía mundial es resulta-
do directo de la contracción del mundo en un solo barrio, llevado a cabo por los
avances científicos y la interdependencia indiscutible de las naciones. El amor
por los pueblos del mundo no excluye el amor por el país. Las actividades
internacionales en los diversos campos, que alimentan el afecto mutuo y un
sentido de solidaridad entre los pueblos, deben extenderse mucho más.

Luchas religiosas

Las escaramuzas, los conflictos y las guerras creadas por los malentendidos
religiosos a través de la historia, son bien conocidas. La Casa Universal de
justicia desafía a los fieles de todas las religiones a "enfrentar las cuestiones
básicas que surgen de esta lucha, y llegar a respuestas claras". Continúa
diciendo que el reto que enfrentan los líderes religiosos de la humanidad es:

contemplar -con los corazones plenos de espíritu de compasión y búsqueda de


la verdad- la plegaria de la humanidad y preguntarse si no pueden (en humil-
dad ante su creador omnipotente) sepultar sus diferencias teológicas con
espíritu de tolerancia mutua para trabajar juntos por el progreso de la compren-
sión y la paz humanas.

Dominio masculino de los asuntos públicos

A primera vista esto puede ser inconsecuente. Pero una reflexión más pro-
funda indicaría la verdad de esta afirmación: los asuntos públicos, y por lo
tanto el futuro de la humanidad, parecen estar ampliamente dominados
por el género masculino de la especie humana. Según Huddleston (1992,
p. 22) las mujeres han sido "relegadas a desempleos que no son centrales
para los temas inmediatos de la paz". Continúa:

Por ejemplo, es difícil nombrar a muchas mujeres que hayan sido ministras de
relaciones exteriores o de defensa. Incluso la ONU ha sido lenta en fa asignación
de mujeres para ocupar altos cargos, y fue sólo hasta 1987 que se seleccionó
a la primera mujer para encabezar un organismo de las Naciones Unidas.

1'
176
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
Mientras que al 50 por ciento de la población mundial se le impida
participar completamente en todos los aspectos de la vida pública y privada,
continuará esta injusta situación generando descontento y ambiente social
inestable. Por su propia naturaleza, las mujeres hacen una contribución
especial a la paz. Huddleston amplia su comentario:

Como madres llevan sus criaturas dentro de ellas, sufren el dolor del alumbra-
miento y los niños, desde lactantes hasta sus primeros años son su responsa-
bilidad más cercana; las mujeres por lo tanto tienen una natural y poderosa
preocupación por la conservación de la vida, y de ahí nace el propósito de tener
una relación cooperativa con la familia y la comunidad entera. Por ser también
el sexo físicamente débil, tienen interés en eliminar la violencia física. En esta
misma línea de pensamiento, derivada de su fisiología misma, puede agregarse
el argumento de que las mujeres han sido siempre creadoras más que destruc-
toras -siendo responsables del manejo de la casa, de la preparación de los ali-
mentos, del cuidado de la salud, de la alfarería y del tejido, del cultivo de la tierra,
etcétera- y raramente han estado involucradas en matar, ya sea en la caza o en
el combate con otras comunidades.

En términos claramente inequívocos, las Escrituras Bahá'í (1976, p. 288)


reafirman que:

El mundo de la humanidad tiene dos alas -una son las mujeres y la otra los
hombres-. Hasta que ambas alas estén desarrolladas por igual podrá el pájaro
volar. Si un ala permanece débil, volar es imposible. Hasta que el mundo
femenino se iguale al masculino en la adquisición de virtudes y perfecciones
podrá lograrse como debe ser el éxito y la prosperidad.

Carencia de una educación universal

La carencia de educación causa atraso en las cuestiones sociales, falta de


progreso en las iniciativas económicas y clara superstición. La Casa Univer-
sal de justicia (1985, p. 16) dice que la ignorancia "es indiscutiblemente la
razón principal de la decadencia y el ocaso de los pueblos y la perpetuación
de la injusticia. Ninguna nación puede obtener el éxito a menos que la edu-
cación esté garantizada para to.dos sus ciudadanos". Es necesario que todos
los gobiernos se adhieran a t~n principio de educación universal y se apli-

l ~omvete 177
Conferencia Nacional sobre Paz .\\undial
- ~ --~• - ._----~~-:...~~.::==-~"!L~:_~...- - - '---~.!r • ·.::_. .

1 ,'

',,
¡1
,,

quen a su conclusión lógica si queremos lograr una paz duradera sobre este
planeta.
Sólo cuando la voluntad colectiva de la humanidad se dedique en serio
a estos problemas sociales y a su posible e inevitable solución, podrá obte-
nerse el progreso sustentable hacia la senda de la paz mundial. ( ....
11'1

EL ESPECTRO DE LA GUERRA
l 1

No hay necesidad de detenerse excesivamente en el fantasma de la guerra


puesto que es demasiado familiar para nosotros, excepto, quizás, men- 1,'

cionar cuán perversa e inapropiada aparece en los asuntos de la familia


humana.
'1
Bahá'u'lláh dice:
1

(La Tierra) de un modo u otro ha sido devastada por la guerra, o torturada por
calamidades inesperadas y sorpresivas. A pesar de que el mundo está rodeado
de miseria y aflicción, hasta ahora ningún hombre se ha detenido a reflexionar 1 ' 1' ;

cuál puede ser la causa u origen de esto ... No existen dos hombres que pue-
dan decir que están unidos interior y exteriormente (Hayes et al., 1986, p. 25).
! ..

'Abdu'I-Bahá dice: 1.:;

El mundo está envuelto en la espesa oscuridad de rebelión manifiesta y do-


minado por un torbellino de odio. Es el fuego de la malevolencia que ha vomi-
tado sus llamas a las nubes del cielo, es un torrente de sangre que corre a
través de valles y colinas, Ynadie sobre la superficie de la tierra puede encontrar
paz alguna.

1 ·:¡
Agrega:

En el mundo hay guerra y la raza humana está en un combate mortal y


doloroso. La noche oscura de odio se ha posesionado, y la luz de la buena vo-
luntad se ha eliminado. Los habitantes y familiares de la tierra han afilado sus
garras, y se han lanzado unos contra otros. Son los cimientos de la raza huma-
na los que se están destruyendo. Son miles de familias errantes y desposeídas,
y cada año surgen miles de miles de seres humanos que manchan con su san-
gre los polvorientos campos de batalla.

178
Estudios para la paz
desde una perspectiva global
De nuevo, 'Abdu'I-Bahá afirma:

Por siglos y ciclos la humanidad se ha involucrado en guerras y conflictos.


Alguna vez el pretexto para la guerra fue la religión, en otra ocasión el patrio-
tismo, el prejuicio racial, la política nacional, la conquista de territorios o la
expansión comercial; en suma, la humanidad nunca ha estado en paz durante
toda la historia conocida ... La ferocidad es natural en los animales como su medio
de subsistencia; pero la ferocidad humana proviene del egoísmo, la codicia y
la opresión. Ésta brota de una necesidad no natural. El hombre asesina innece-
sariamente a miles de criaturas compañeras, convirtiéndose en un héroe y es
glorificado durante los siglos posteriores. ¡Una gran ciudad es destruida un día
por un comandante general. ¡Cuán ignorante, cuán inconsistente es la hu-
manidad! Si un hombre asesina a otro, lo estigmatizamos como un asesino y
un criminal y lo sentenciamos a la pena capital, pero si él asesina a miles de
1
hombres, es un genio militar, una gran celebridad, un Napoleón idolatrado
pdl por su nación ... La ferocidad no pertenece al reino del hombre. Es función del
a&o ) hombre otorgar la vida, no la muerte. Le corresponde a él ser la causa del bie-
,n~ nestar humano, pero puesto que se glorifica en el salvajismo animal, es evi-
,~e­ dente que la civilización divina no ha sido establecida en la sociedad humana.
l5}
Shoghi Effendi, el guardián de la fe bahá'í, atribuye como causa funda- ·1

mental de agitación al"fracaso de aquellos en cuyas manos se han confia-


do los destinos inmediatos de las personas y las naciones, con el objeto de
regular los sistemas de las instituciones políticas y económicas a las necesi-
dades imperativas de una época en rápida evolución". Estas necesidades, él
sostiene, requieren que los líderes mundiales reconocidos "se deshagan de
una vez por todas de sus ideas preconcebidas y credos encadenantes, y
reformen la maquinaria de sus respectivos gobiernos de acuerdo con aque-
llas normas que están implícitas en la declaración suprema Bahá'u'lláh de
la unidad del género humano ... "
Desde la perspectiva bahá'í, la humanidad es bastante capaz de crear
un medio ambiente que esté libre de odio y guerra. Las soluciones prácti-
f cas han sido desarrolladas a fin de asegurar la paz duradera que todos
r:
,5, nosotros deseamos. La perspectiva de obtener la paz mundial es en sí alcan-
zable. Depende de toda la raza humana darse cuenta de este potencial, el
cual está muy lejos de ser un sueño utópico.
! ,¡

T. Nomvete 179
Conferencia Nacional sobre Paz .r..,undial
¡1 11'

FUNDAMENTOS ESPIRITUALES
PARA LA PAZ UNIVERSAL

Cuando examinamos las enseñanzas religiosas, observamos que todos los


profetas o mensajeros divinos han proclamado básicamente la misma Causa
de Paz sobre la tierra. El legado de las leyes bajo las cuales sus seguidores
postulan la vida, proporciona un medio ambiente capaz de solidificar la
construcción de la paz en el mundo. Los libros sagrados de la fe bahá'í pro-
porcionan evidencia adicional de que la misión de los mensajeros divinos,
es siempre y ha sido, crear la paz.
En primera instancia, la unidad de los mensajeros divinos está estable-
cida claramente una vez y para siempre en las siguientes palabras de
Bahá'u'lláh (1949):

En tu respetable carta has preguntado cuál de los profetas de Dios debe ser
' r considerado como superior a los otros. Tú sabes seguramente que la esencia
de todos los profetas de Dios es una y la misma. Su unidad es absoluta. Dios,
el creador dijo: No hay distinción alguna entre los portadores de mi mensaje.
Todos ellos tienen un solo propósito; su secreto es el mismo secreto. Preferir
uno en honor de otro, enaltecer a algunos sobre el resto, no es de sabios per-
mitirlo. Fundamentalmente, cada profeta verdadero ha considerado su men-
saje como la misma revelación de todo profeta anterior a él.

1 1

Si los profetas son uno y el mismo, entonces el mensaje que ellos traen
es también claramente uno y el mismo. Pero ahora, ¿por qué algunos pro-
fetas dicen más que otros; por qué algunos viven más que otros, o escriben
libros más voluminosos? La respuesta a esta pregunta también la explica
Bahá'u'lláh con las siguientes palabras:

Sin embargo, debe diferir el alcance de la revelación de los profetas de Dios en


este mundo. Cada uno de ellos ha sido el portador de un mensaje distinto, y
ha sido comisionado para revelarse personalmente a través de actos específi-
cos. Es por esta razón que ellos parecen variar en su grandeza. Su grandeza
puede compararse con la luz de la luna que derrama su esplendor sobre la tierra.
Cada vez que aparece, muestra mayor brillantez, su esplendor inherente nunca
puede disminuir ni su luz extinguirse.

180
Estudios para la paz
desde una perspecti\a global
Por lo tanto, es claro y evidente, que toda variación aparente en la intensidad
de su luz no es inherente a la luz misma, sino más bien a la receptividad varia-
ble de un mundo siempre cambiante. A cada profeta que el creador omnipotente
e incomparable ha mandado a las personas de la tierra, le ha sido encomendado
un mensaje, y se le ha encargado actuar de la manera que mejor cumpliría los
requerimientos de la época en la cual aparece.

En segunda instancia el tiempo para la unificación de toda la raza hu-


mana parece haber llegado, como lo plantea hábilmente Ferraby (1987). Si
la unidad ha sido, y continua siendo, el propósito de la religión, entonces
¿por qué no se había logrado previamente? ¿cuál es la agenda de la religión
' '
1
hoy día? El avance de la ciencia, la tecnología y el conocimiento general pare-
1 1
cen ser las fuerzas más potentes que han influido en el desarrollo social de
esta época. El conocimiento también ha conquistado y utilizado el fenó-
meno natural predominante en instrumentos útiles que facilitan la adminis-
tración coherente y la perspectiva unificada del mundo como un solo país.
1
Ferraby argumenta que la unidad mundial es el ingrediente esencial para el
1
progreso. Dice:
:i
En dispensas previas, la hermandad del hombre se ha predicado continua-
mente: Melquiades, en la dispensa de Moisés, preguntó "¿No tenemos todos
un solo Padre?", y jesús dijo: "Todos ustedes son hermanos ... porque su Padre
es uno y está en el cielo". En el Corán, Mahoma declara: "La humanidad fue
un solo pueblo"; pero esto fue solamente una referencia incidental. En épocas
pasadas, lo importante eran otras cosas, como tuvo que ser cuando la mitad
de la humanidad ni siquiera sabía que la otra mitad existía. En ese entonces el
tiempo de unión de la humanidad no había llegado, mientras que ahora la
unidad es el punto de partida para el progreso humano.

La agenda de la religión en esta época es, indudablemente, el estable-


cimiento de un nuevo orden mundial basado en la unidad espiritual. La uni-
dad orgánica de la raza humana es un hecho que pocos negarían. La cien-
cia y la tecnología nos lo demuestran continuamente.
Alguna de las características fundamentales de la nueva fundación para
la paz universal se presentan más adelante como motivo de reflexión; como
una posición posible y creíble sobre la base de que podría modelarse una
reorganización completa d~t.planeta entero. A menos que se establezca de

r '<om\ete 181
Conferencia 'iaclonal sobre Paz \\undial

:1
•'
¡,

otro modo, la mayoría de las citas siguientes están sacadas del libro Bahá'í
World Faith (1976), el cual contiene las Escrituras de Bahá'u'lláh y 'Abdui'-
1-Bahá, este último es considerado como el intérprete de las Escrituras de
'¡,
1•
Bahá'u'lláh.
',
• Unidad de los seres humanos:
Él que es tu Señor, el todo misericordioso, abriga en Su corazón el deseo de
contemplar a la raza humana entera como una sola al~a y un solo cuerpo.
(Bahá'li, 1976, p. 114)
1 \,

• Idioma y escritura mundiales:


Sus majestades, los reyes -que Dios los ayude- o sus consejeros en la tierra
deben consultarse mutuamente, y señalar uno de los idiomas existentes, o uno
nuevo, y enseñarlo a los niños en todas las escuelas del mundo. Y lo mismo
debe hacerse respecto a la escritura. En cuyo caso la tierra será considerada
1
como una (p. 192)
,1 • Orden económico mundial:
'1 Bahá'u'lláh fija cuatro principios de enseñanza y dirección para el reajuste
económico ... Del mismo modo que el hombre rico disfruta la vida rodeado
de comodidad y lujos, el hombre pobre debe igualmente tener un hogar y
estar provisto de sustento y comodidades conforme a sus necesidades. Este
reajuste económico social es de la mayor importancia, puesto que así se ase-
gura la estabilidad de la humanidad y su mundo; y mientras no se efectúe,
la felicidad y la prosperidad son imposibles (p. 240).
• Educación Universal:
1
la Pluma Suprema prescribe por encima de todo instruir y educar a los
~ 1~
niños... Está decretado que cada padre debe educar a sus hijos e hijas a
1

aprender y escribir, y todo lo que se ordena en la Tabla (p. 200).


la educación es esencial y todos los criterios de instrucción y enseñanza del
mundo de la humanidad deben crearse con acuerdo y conformidad; debe
establecerse un plan de estudios universal y el fundamento de la ética ser el
mismo (p. 241 ).
Bahá'u'lláh declara que todos los seres humanos deben lograr conocimien-
tos Yadquirir una educación. Éste es un principio necesario de las creencias
religiosas y un rito característicamente nuevo en esta dispensa (p. 247).
Yentre las enseñanzas de Bahá'u'lláh está la promoción de la educación. Cada
niño debe ser instruido en las ciencias tanto como sea necesario (p. 290).
• Estudios religiosos:
'i
las escuelas deben educar a los niños en los wincipios de la religión, de modo
' !.: que la promesa y la amenaza, registradas 'en los libros de Dios, puedan

182 Estudios para la paz


desde una perspectiva qlobal
impedirles las cosas prohibidas y adornarlos con el manto de los manda-
mientos: pero esto debe hacerse de manera que no pueda perjudicar a los
niños, provocando intolerancia y fanatismo ignorante (p. 182).
• Paz universal:
La paz universal está asegurada por Bahá'u'lláh como un logro fundamental
de la religión de Dios; esta paz debe prevalecer entre las naciones, los gobier-
nos y las personas, entre las religiones, las razas y todas las clases de seres
humanos. Ésta es una de las características especiales del mundo de Dios, re-
velada en esta 'manifestación (p. 247).
• Igualdad de hombres y mujeres:
Bahá'u'lláh subrayó y estableció la igualdad de hombre y mujer. La falta de
progreso y capacidad de la mujer se debe a que no ha tenido las mismas
oportunidades ni la misma educación. Si se le hubiera permitido esta igualdad
no hay duda que sería la contraparte del hombre en habilidad y capacidad. La
felicidad de los seres humanos se logrará cuando mujeres y hombres se coor-
dinen y avancen igualmente, porque cada uno es el complemento y apoyo
del otro (p. 241 ).
• Abolición de todas las formas de prejuicio:
Bahá'u'lláh también ha pensado que los prejuicios, sean religiosos, raciales,
patrióticos o políticos, son destructivos para las bases del desarrollo humano.
Los prejuicios de cualquier tipo son los destructores de la felicidad y el bie-
nestar humano. Hasta que se disipen, no será posible el progreso mundial de
la humanidad, todavía se observan prejuicios raciales, religiosos y nacionales
en todas partes. Durante miles de años el mundo de la humanidad ha sido
agitado y perturbado por prejuicios. Mientras prevalezcan, la guerra, la ani-
mosidad y el odio continuarán. Por consiguiente, si buscamos establecer la
paz debemos desechar este obstáculo, de otro modo no se obtendrán el con-
sentimiento y la tranquilidad.
• Armonía de ciencia y religión:
(Otra) enseñanza de Bahá'u'lláh es la concordancia de religión y ciencia. Dios
ha dotado al hombre con inteligencia y razón, por lo cual le exige determinar
la verdad de las cuestiones y de las proposiciones. Si se descubre que las
creencias y las opiniones religiosas son contrarias a las normas de la ciencia,
son meras supersticiones e imaginaciones; ya que la antítesis del conocimien-
to es la ignorancia, y el hijo de la ignorancia es la superstición. Indudable-
mente debe haber acuerdo entre la religión y la ciencia verdadera. Si se des-
cubre que una cuestión es contraria a la razón, la fe y la creencia en ella es
imposible y no existen re~ultados sino indecisión y vacilación (p. 240).

T. \Jomvete 183
Conferencia Nacional sobre Paz Mundial
-......-..- .w.-:__._ _
. -·-~-- t~¿

'1 ¡

La armonía entre la creencia religiosa y la razón es una nueva perspectiva que


1
,' 1
Bahá'u'lláh ha abierto para el alma del hombre (p. 247).
! !
• El trabajo es veneración:
Es obligatorio para cada uno de ustedes dedicarse a alguna ocupación como
las artes, el comercio y demás. Hemos hecho ésta -nuestra ocupación- idénti-
ca a la adoración de Dios, el verdadero (p. 195).
En esta gran dispensa, el arte (o una profesión) es idéntico a un acto de vene-
ración y tema claro de perfección bendita (p. 377) .
... En concordancia con las enseñanzas divinas, la adquisidón de las ciencias
y la perfección de las artes son consideradas como actos de veneración. Si un
hombre se dedica con todo su fuerza a la adquisición de una ciencia o a la
perfección de un arte, es como si estuviera venerando a Dios en iglesias y tem-
plos ... Que mayor dádiva es que la ciencia sea considerada como un acto de
veneración, y el arte como un servicio al reino de Dios (pp. 377-378).
• Avance de la ciencia:
El logro más noble y digno de alabanza del hombre es ... la obtención del
conocimiento científico.
Se puede comparar a la ciencia con un espejo donde se reflejan las imágenes
de los misterios de fenómenos externos. Se nos muestra y se nos exhibe en
el área del conocimiento todo el producto del pasado. Vincula el pasado y el
presente (p. 242).
Dios ha concedido y dotado al hombre de un poder distintivo, la facultad de
la investigación intelectual de los secretos de la creación, la adquisición de un
conocimiento superior, la virtud más grande de la cultura científica (p. 244).
• Civilización divina:
y entre las enseñanzas de Bahá'u'lláh está que, aunque la civilización material es
uno de los medios para el progreso del mundo de los seres humanos, hasta
que empiece a combinarse con la civilización Divina, el resultado deseado, que
es la felicidad de los seres humanos, no será alcanzado (p. 289).
• Música:
Entre algunas de las naciones de Oriente, la música y la armonía no eran bien
vistas; sin embargo, Bahá'u'lláh, la luz manifestada en este periodo glorioso,
ha revelado en las Tablas Sagradas que el canto y la música son el alimento
espiritual de los corazones y las almas. En esta dispensa, la música es una de
las artes altamente aprobada y considerada como la causa de la exaltación de
los corazones tristes y desesperados.

184
Lstudlos para la paz
desde una perspectiva global
• La oración es indispensable:
¡Oh, tú, amigo espiritual!... Debes saber que la oración es indispensable y
obligatoria, y bajo ningún pretexto se le disculpa al hombre que no haga
oración a menos que esté enfermo mentalmente, o se lo impida un obstáculo
insuperable. La sabiduría de la oración es que causa una conexión entre el
siervo y el Verdadero, porque en ese estado el hombre con todo el corazón
y el alma vuelve su rostro hacia su Alteza el Omnipotente, buscando su com-
pañía y deseando su amor y compasión (p. 368).
• Investigación independiente de la verdad:
(Otra) enseñanza de Bahá'u'lláh es la investigación de la verdad. El hombre debe
buscar la verdad por sí mismo, separándose de las imitaciones y adhiriéndose
a las formas hereditarias ... mientras que estas imitaciones existan la unidad
mundial de la humanidad es imposible. Por esto debemos investigar la ver-
dad para que con su luz las nubes y la oscuridad puedan ser disipadas (p. 238).
Otro principio nuevo revelado por su santidad Bahá'u'lláh es el mandato de
investigar la verdad que dice: ningún hombre debe seguir ciegamente a sus
ancestros y antepasados. No, cada uno debe ver con sus propios ojos, oír con
sus propios oídos e investigar la verdad por sí mismo para que pueda seguir la
verdad en vez del consentimiento ciego y la imitación de creencias ancestrales
(p. 246).
• Convocación de líderes mundiales:
El Gran Ser, en su deseo de revelar los prerrequisitos de la paz y la tranquili-
dad del mundo y el avance de su gente, ha escrito: Vendrá el momento en que
la necesidad imperiosa de retener a un vasto y completo grupo de hombres
sea apreciada universalmente. Los gobernantes y reyes de la tierra deben
atender las necesidades, y participar en sus deliberaciones, deben considerar
aquellas formas y medios donde colocarán las bases de la gran paz del mundo.
Dicha paz demanda que los grandes poderes deben resolver, por la tranquilidad
de los pueblos del mundo, la completa reconciliación entre ellos (Effendi,
1974, p. 248).

CONSEJO NACIONAL DE PAZ MUNDIAL

La esencia de este documento es convocar la formación de un Consejo


Nacional de Paz Mundial (NWPC, por sus siglas en inglés) en todos los países
y estados del mundo. Esta COflVOcatoria es resultado directo de la sugeren-

T. \;omvele 185
Conferencia \;acional sobre Paz \\undial
cia de que los líderes del mundo deben asistir a una conferencia mundial
sobre la paz. El NWPC estaría encargado de vigilar los preparativos para la con-
ferencia sobre paz mundial en la cual estarían representados todos los líde-
res de las naciones y estados del mundo. Se atenderán los detalles una vez
que la idea de esta conferencia se haya puesto en movimiento en todos los
países. Por ejemplo, los tres premiados con el Nobel de la Paz en Sudáfrica,
es decir, el presidente Nelson Mandela, el ex presidente F.W. de Klerk, y el
ex arzobispo Desmond Tutu, desempeñarían un papel importante como
ce-presidentes en Sudáfrica. .
Cada país debe tener su propio NWPC a fin de preparar iniciativas de paz
para su ejecución a escala nacional. Todas las delegaciones nacionales
deben trabajar conjuntamente para convocar la asamblea de los líderes mun-
diales. La ONU ha obtenido recientemente experiencia considerable en la
!: convocatoria de reuniones internacionales como la Conferencia sobre la Tierra
en Río de janeiro, la Conferencia de Población en El Cairo y la Conferencia
de las Mujeres en Beijing.
A escala nacional, pudiera seguirse un plan de seis puntos:

• Directores generales de los Ministerios del Interior y de Relaciones Exteriores


deben contactarse y solicitarles que obtengan el apoyo de los ministros.
• la cumbre de ministros y miembros del parlamento debe convocarse o hacerse
una presentación al gabinete y al parlamento para que apruebe la formación
del comité gubernamental del NWPC.
• La Convención Nacional de Paz Mundial debe celebrarse donde estén ade-
cuadamente representados todos los ciudadanos. Tal vez deban formarse
primero los Consejos Regionales de Paz Mundial y éstos enviar representantes
a la organización nacional; por lo tanto el NWPC debe ser elegido como repre-
sentante de toda la nación. Los premios Nobel, los ciudadanos importantes
y las celebridades, los representantes de las asociaciones populares, religio-
sas, cívicas y laborales, las organizaciones no gubernamentales, los académicos
y los teólogos deben estar adecuadamente representados en el Consejo Nacio-
nal de Paz Mundial.
• El NWPc debe llevar el Cuestionario de la Paz (véase Apéndice 1) como repre-
sentante del país, y que el Parlamento ratifique sus respuestas.
• Los representantes del NWPC deben entonces ser enviados a la conferencia
internacional con el objeto de prepararse para la conferencia de líderes mun-
diales.

186 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
• Los representantes del NWPC deben entonces fortalecer y asegurar la con-
formidad nacional de las decisiones de la Conferencia de Paz Mundial.

Instituciones como la ONU y la Comunidad Internacional bahá'í (véase


Apéndice 2) pueden ayudar en todo el proceso.

UN NUEVO ORDEN PLANETARIO

La ejecución de las decisiones de la Conferencia de Paz Mundial cambia-


rá la psique del mundo entero con respecto a la realización de un nuevo
orden planetario que, en muchos aspectos, ya está aquí. La fe bahá'í es una
religión cuyo fundador se responsabiliza y responsabiliza a toda la humani-
dad con la preocupación ineludible de obtener el bienestar de toda la raza
humana, y con la obligación específica de promover la paz mundial. Puede
suponerse así que toda la comunidad bahá'í, la cual suma más de cinco
millones en este momento, está deseosa de brindar su asistencia a través
de sus instituciones designadas y elegidas a la causa de la paz mundial.
Bahá'u'lláh dice:

• Es obligatorio para cada hombre, en este día, mantenerse firme en todo lo


que promueva los intereses, y exalte la posición de todas las naciones y
gobiernos justos (Effendi, 1994, p. 94).

En el Libro Más Sagrado, se lee:

• Fraterniza con todas las religiones con amistad y concordia, que ellos puedan
inhalar de ti la dulce fragancia de Dios (Bahá'ulláh, 1993, p. 72).

Repitiendo esta admonición dice:

• Hemos declarado hace poco tiempo -y nuestra Palabra es la verdad-: "Fra-


terniza con los seguidores de todas las religiones con un espíritu de amistad
y compañerismo." Lo que ha inducido a los niños de los hombres a evitarse
unos a otros, y ha causado disentimientos y divisiones entre ellos, gracias a
la revelación de estas palabras, ha sido anulado y abolido (Effendi, 1994, p. 94).

T. 1'\omvetc 187
ConfPrencia 1\lacional sobre Paz \1undial
r
1

Vinculando la religión y el orden mundial dice:

• Ellos a quienes Dios ha dotado con intuición fácilmente reconocerán que los
preceptos depositados por Dios constituyen los medios más elevados para
mantener el orden en el mundo y la seguridad de sus pueblos (ibídem, p. 286;
las cursivas son mías).

Bahá'u'lláh considera que la esencia de la religión promueve la paz con


las palabras siguientes:

• Nunca debe autorizarse que las diversas comuniones de la tierra, y los nume-
rosos sistemas de creencias religiosas, alberguen sentimientos de animosidad
entre los hombres en este día, que es la esencia de la fe de Dios y su religión
(ídem).
,1
1

El intérprete autorizado de las sagradas escrituras bahá'í, 'Abdu'I-Bahá,


ha dicho:

• El amor y la unidad son las necesidades del cuerpo político de hoy día. Sin
éstas no puede haber progreso ni prosperidad. Por eso, los amigos de Dios
deben ser fieles al poder que creará este amor y esta unidad en los corazones
de los hijos de los hombres (Abdu'I-Bahá, 1985, p. 171 ).

Además, en otro pasaje 'Abdu'I-Bahá dice:

• Yo les encargo a todos que cada uno de ustedes concentre todos los pen-
samientos de su corazón en el amor y la unidad. Cuando un pensamiento de
guerra aparezca, contrarréstenlo con un pensamiento muy fuerte de paz. Un
pensamiento de odio debe ser destruido por uno de amor más poderoso.
(Abdu'I-Bahá, op. cit., p. 29).

Uno de los eminentes bahá'ís de tiempos más recientes, el doctor Peter


Khan, ha escrito lo siguiente:
,''
• El enfoque de Bahá'í al logro de la paz exige cambios fundamentales en todos
los aspectos de la conducta -individual, entre personas, corporativa, e inter-

186 Estudios para la paz


desde una perspecli\a global
1 1'

nacional- basados en la creencia que los seres humanos tienen una capaci-
dad innata de armonía y cooperación, la cual, desafortunadamente, ha sido
suprimida por el fanatismo religioso y la propagación de ideologías divisorias.
Las enseñanzas Bahá'í prescriben la educación de la ciudadanía mundial, la
promoción de comunicación efectiva, y la erradicación del prejuicio. Ellos
apoyan la reconstrucción y administración social basada en el principio de
unidad de los seres humanos. Cada uno de estos cambios de conducta apoya
a los otros, y todos son bases para el compromiso de fomentar la convoca-
toria de un encuentro internacional de naciones. (Khan, 1986, p. xi; las cur-
sivas son mías).

Por lo tanto el interés de la comunidad mundial Bahá'í está así ase-


gurado.
Y no únicamente son los bahá'ís los que están solicitando una nueva
manera de pensar y actuar. El doctor Federico Mayor, director general de
la UNESCO, dijo:

• Si la cultura es parte del problema, es también nuestra clave para una solu-
ción ... Debemos desafiar a nuestros educadores a enseñar a los niños de hoy
no sólo las habilidades para desempeñarse dentro de su propia sociedad, como
en el pasado, sino también habilidades que los capaciten para examinar y ana-
lizar un torrente de información proveniente de otras sociedades. Debemos darle
a las nuevas generaciones el coraje para relacionarse con otras culturas y otras
generaciones. Debemos enseñarles no sólo a recordar el pasado sino, sobre
todo, a recordar que las acciones tomadas aquí y ahora forman las con-
diciones -la historia- sobre las cuales las generaciones futuras tendrán que
construirse (Mayor, 1993, p. x; las cursivas son mías).

Y Ervin Laszlo, un miembro del prestigioso Club de Roma, asesor cien-


tífico del director general de la UNEsco, autor de muchos libros, hizo los
siguientes comentarios: 11

11 '
1 ,.

' •'
• Las condiciones han cambiado a finales del siglo xx. Vivimos en un mundo
donde ya no hay grupos o estados que dominen a todos; hay estados que 1

ni siquiera podrían sobrevivir sin los demás. En alguna medida, cada comuni- 1' 1

dad, cada estado, se ha vuelto dependiente de otros, tanto para su desarrollo


socio-económico como' para su seguridad ecológica y territorial. Así, se han

T. ~omvete 189
Conferencia \Jacional sobre Paz \lundlal

L
vuelto esencial las relaciones entre las comunidades y los estados informados
. 1,
,¡i de las prácticas dirigidas hacia una mayor unidad dentro de la diversidad actual.
1 ·1
Dista de ser utópico afirmar que los grupos humanos y las comunidades
puedan poner estos ideales en práctica; los patrones interactivos, los modelos

1
complementarios de existencia ya han evolucionado en varias comunidades
sociales, económicas, políticas y religiosas en diferentes partes del mundo ...
1: Son necesarias nuevas formas de vivir y actuar si han de llevarse a cabo de
1'
manera efectiva los objetivos globales de paz, desarrollo económico y medio
ambiente seguro. Sin unidad en la diversidad no será posible eliminar las
1 armas nucleares, biológicas, químicas y otras, o crear un sistema unido para
q.l
11 conservar la paz; reducir el tamaño de la familia en poblaciones con gran fer-
tilidad; abordar los problemas ambientales; compartir las habilidades útiles,
las tecnologías, y el capital con los socios más pobres o menos desarrollados;
o canalizar la inversión hacia la educación, la comunicación y el desarrollo de
1
recursos humanos. Con estos patrones nuevos, y complementarios de existen-
1' '1: cia, por otra parte, el mundo culturalmente diverso de finales del siglo xx
1 t ••

'.!' pudiera obtener la unidad que requiere para sobrevivir y desarrollarse (Lazlo,
1993, pp. 3-5; las cursivas son mías).
! 1

'1_¡
La Federación lnterreligiosa para la Paz Mundial (IRFWP, por sus siglas en
inglés) en sí, tiene una perspectiva única sobre la contribución que las reli-
giones pudieran y deben hacer para el establecimiento de la paz en el mundo.
Su folleto anunciado en enero en la conferencia de 1997, habló de la nece-
sidad de "transformar" las sociedades de Sudáfrica, de alejar a la religión de
"las vías secundarias", y acercarla a la escena central de la acción social; de la
adopción de posturas "innovadoras" que nos exigen adoptar modos "activis-
tas" de operación, de la necesidad de las religiones o movimientos religiosos
o asociaciones que lleguen a estar directamente comprometidas con la
agenda de "transformación social" de manera proactiva; de acciones que
"consolidarán la democracia", y ayudarán en la "reconciliación de los ene-
migos", de las responsabilidades "ecológicas" y de la promoción del"plu-
ralismo religioso". Esto suena como un bello eco de lo imperativo que es para
todos nosotros darnos cuenta que tenemos que promover activamente los
"patrones complementarios mutuos de existencia", como laszlo lo plantea.
En la lectura del Folleto Informativo del IRFWP uno se asombra de la
' 1 ~· congruencia asombrosa de pensamientos y sentimientos hacia exacta-
'!
i
mente estos mismos objetivos. Sin volverse int:encionalmente redundante,
1¡ i

1'
190 Estudios para la paz
desde una perspectiva ~lobal
se puede encontrar la ocasión para citar el folleto con el afán de que quede
registrado. las palabras que siguen son particularmente inspiradoras:

La Paz significa no sólo la ausencia de guerra, sino la armonía de los seres


humanos consigo mismos y con sus hermanos y hermanas; es la armonía entre
las comunidades que han descubierto los ritmos la vida y los procesos que con-
ducen al enriquecimiento de toda la sociedad; se refiere a las naciones que
acepten su interdependencia y su necesidad de colaboración; es un planeta
donde se logran las relaciones apropiadas entre todas las formas de vida y con
nuestra tierra viviente ... Creemos que los hombres y las mujeres de todas las
creencias, razas, culturas, y naciones, anhelan una nueva era en la historia
humana (IRFWP, 1995, pp. 3-4).

El folleto menciona las condiciones para una "comunidad mundial


transformada", que esté en armonía con un nuevo orden planetario de paz
y justicia que la humanidad añora. También menciona que "todas las reli-
giones enseñan que la sabiduría debe estar unida con las acciones si nuestro
mundo va a ser transformado". Declara: "Ahora es el momento de empezar
a crear, entre el mundo creyente, los fundamentos espirituales, las prácti-
cas religiosas, el diálogo y la colaboración entre creencias y los modelos de
servicio esenciales para una paz mundial genuina y duradera" (ibídem, p. 5;
las cursivas son mías).
Para los críticos que se inclinarían a pensar que estos sentimientos son
demasiado idealistas, permítanme remitirles a Ervin laszlo, ya ha sido citado
anteriormente. El Rev. Chung Hwan Kwak tiene también una respuesta sóli-
da para ellos. En el tercer Congreso delJRFWP, realizado en 1995, en Seúl,
Corea, dijo:

La Paz es una realidad con múltiples dimensiones. Afin de que exista paz mun-
dial, debe existir paz en todos los niveles: individual, familiar, social y mundial.
Según las enseñanzas de mi propia tradición, la voluntad de Dios para toda la
humanidad es vivir en armonía y como una familia en el mundo entero. Si este
ideal es utópico, entonces quizá Dios, también, es una utopía (Kwan, 1995).

Muchas de las citas anteriores son verdaderamente una llamada a la


acción. Espero que esta conferencia se lance a sí misma al fondo de la acción.
Me gustaría concluir con algunas citas de la Casa Universal de justicia,
la cual se expresa así: 1 ..

T. Nomvete 191
Conferencia Nacional sobre Paz ,'v,undlal
1 1

1 1'

El orden mundial sólo puede fundarse en una conciencia imperturbable de la


unidad del ser humano, una verdad espiritual que conforman todas las cien-
cias humanas. La antropología, la fisiología, y la psicología, aceptan una sola
especie humana, aunque infinitamente variada en los aspectos secundarios de
la vida. La aceptación de esta verdad exige el abandono de los prejuicios -pre-
juicios de todas clases- de raza, de clase, de color, de credo, de nación, de
sexo, del grado de civilización material de todo aquello que permite a la gente
considerarse a sí misma superior a las demás.
La aceptación de la unidad de los seres humanos es el primer prerequisito fun-
damental para la organización y administración del mundo como un solo país,
el hogar de la raza humana. La aceptación universal de este principio espiritu-
al es esencial para cualquier intento exitoso de establecer la paz mundial. Debe
por esto ser proclamado universalmente, enseñado en las escuelas, y afirmado
constantemente en cada nación como una preparación para lo que implica el
cambio orgánico en la estructura de la sociedad (Haynes, 1986, p. 15).
1 11
1
¡, La Casa Universal de justicia

11
1'
,

APÉNDICE 1
CUESTIONARIO DE PAZ (HAYNES, OP. CIT.)

Borrador de un cuestionario que podría enviarse a los gobiernos de todos


los países miembros de las Naciones Unidas.*
a) Si todos los otros gobiernos de los países miembros de la ONU estu-
vieran preparados a estar de acuerdo con las acciones que se indican,
¿estaría también su gobierno preparado para hacerlo?

• ¿Está de acuerdo en convocar a una Asamblea Especial de Paz Mundial con


el único propósito de finalizar la guerra entre las naciones para finales del siglo?
• Firmar y ratificar un tratado internacional que proscriba la guerra entre naciones.
• Firmar y ratificar un tratado internacional suprimiendo todas las armas ofensi-
vas, en el entendido que las armas defensivas se permitirían.

. _*El Consejo Mundial de Paz propuesto tendría nueve miembros, cada uno elegido por un periodo de
sers anos con bases movibles, tres de los miembros cambian cada dos años. Habrá un miembro de Estados
Yn.idos, cr~ ~antes. URSS), China e India. los otros cuatro serán de los continentes más altamente poblados:
Afn~, Amenca, _Asra y Europa. Estos ocho serán elegidos por el Consejo de Seguridad. El noveno miembro sería
presrd,ente Ys~rra e_lecto por los otros ocho. las decisiones serían tomadas por las dos terceras partes, las cuales
tendrran que rnclurr votos afirmativos de por lo menos dos de los cuatro miembros de las naciones grandes.

192 Estudios para la paz


desde una perspectiva qlobal

'l
1
1
• Firmar y ratificar un tratado internacional para aplicar sanciones sin reserva 1

contra toda nación que emprenda una guerra desafiando el tratado que pros- i'
cribe la guerra. i
• En vista de la inadecuación de las instituciones existentes de la ONU, firmar y
ratificar un tratado internacional que establezca un nuevo Consejo de Mun-
dial Paz dirigido a aplicar dichas sanciones.
• Firmar y ratificar un tratado internacional acordando el arbitraje obligatorio
de todas las disputas internacionales por la Corte Mundial, con el derecho de
apelar al Consejo Mundial de Paz en decisiones que requieran la transferencia
de territorio.
• Firmar y ratificar un tratado internacional para establecer una fuerza de paz
internacional compuesta de unidades nacionales designadas, y una pequeña
unidad permanente de la ONU.
• Firmar y ratificar un tratado internacional para establecer un fondo de paz
internacional para la ONU, con objeto de pagar a la fuerza de paz de la ONU y cu-
brir los gastos surgidos de la aplicación de sanciones contra naciones en guerra.
• Comprometerse a incorporar la misma cantidad de mujeres y hombres, como ¡.
contribuciones nacionales en el trabajo de abolir la guerra entre naciones.
• Comprometerse a incluir un curso de educación internacional estándar que
enseñe la unicidad del humano en todas las instituciones educativas de su país.
1
• Comprometerse a evitar la provocación de tensión internacional mediante
propaganda hostil y comentarios sobre otras naciones. 1

b) Si hay alguna reserva o salvedad respecto a sus respuestas, por favor


descríbalas brevemente en el siguiente espacio:

APÉNDICE 2
lA COMUNIDAD INTERNACIONAL BAHÁ'Í

La administración bahá'í es internacional por definición y alcance. La for-


mación de la Liga de las Naciones y las Naciones Unidas (ONU) son avances
"vistos por los bahá'ís como escenarios bien recibidos en la creación de un
nuevo orden político mundial" (Smith, 1987, p. 149). La defensa de los prin-
cipios bahá'ís ha recibido considerable atención de estos organismos mun-
diales y sus agencias. El contacto con la liga de las Naciones comenzó en 1925
con el establecimiento de la Oficina Internacional Bahá'í (188) en Ginebra.
Fue reemplazada por la Co~pnidad Internacional Bahá'í (s1c) en marzo de

T. Nornvete 193
Conferencia Nacional sobre Paz Mundial

'
1
!':
,, 1'''
1 •il·
1 11 '
'¡' '
¡'1,
,,,
r;;
l ·, 1

1948, cuando se afilió a la ONU como un organismo no gubernamental


(ONG). En este papel, los bahá'ís han podido presentar "declaraciones sobre
una amplia variedad de temas, desde los derechos humanos y el racismo,
hasta el ambiente y el desarme, e incluye un conjunto de Propuestas para
la Revisión de la Carta, que defiende el fortalecimiento considerable de
este organismo internacional contra la «Soberanía nacional desencadenada»"
(lbidem, p. 149). Otra declaración similar fue publicada por la BIC en 1995
para conmemorar el aniversario cincuenta de la fundación de la ONU (Baha'i
lnternational Community, 1995).
' ,1
Se estableció en 1967 una oficina permanente bahá'í en la ONU. Obtuvo 1 1'

su estatus consultivo en el Consejo Económico y Social de la ONU (Ecosoc) en


1970, y en la UNICEF en 1976. La BIC está también afiliada al Programa del
k
1
1

¡,
1

1'
Medio Ambiente (UNEP). Existe una relación de trabajo con otros organismos
1'
, ..
1
de la ONU y grupos aliados como la Asociación de las Naciones Unidas. Tales
1
contactos han llevado a "incrementar la colaboración con otras organiza-
'•1
ciones no gubernamentales como el Fondo Mundial para la Conservación
1111
y Religión del Sistema Natural y Apoyos para la Protección del Alimento
oi'l Africano: Disminución de la Carga para las Mujeres, de las cuales la BIC es
1

,11
i 1

1
'1 un miembro fundador. Sin embargo, tal colaboración está necesariamente
!
( ' j '
1 .,

restringida, por la insistencia de lo~ bahá'ís de no involucrarse en proble-


1
1
1
mas políticos partidistas" (Smith, 1996, pp. 127-128).
La BIC ha colaborado con organismos de la ONU en trabajos relativos a la
alfabetización, los derechos humanos, al cuidado básico de la salud, a com-
batir el racismo y a los temas de las mujeres. Hay oficinas establecidas por
la BIC para tratar específicamente con la información pública, el medio
ambiente y el progreso de las mujeres a escala mundial. Por tanto, la fe
tiene una historia extensa de compromiso en asuntos internacionales que
quizá supere considerablemente cualquier otro movimiento religioso único. 1 1
1

[Extracto de una tesis sometida a la Facultad de Religión y Teología, uwc] i:

APÉNDICE 3
LA (ASA UNIVERSAL DE jUSTICIA

La Casa Universal de justicia es el consejo directivo supremo de la comu- 1:


nidad mundial bahá'í. john Huddleston (1988, p. 114) dice que:

Su sede está en ~aifa, Israel, en el pu~to de encuentro entre Oriente y el Occiden-


te, en la encruCIJada entre Europa, Africa y h.ia, en el hogar del hombre desde

,, 194 Estudios para la paz


desde una perspedlva qlobal
' 11
el principio de los tiempos, en la Tierra Santa para muchas de las grandes reli-
giones del mundo, en pocas palabras, en el centro del mundo. La Casa Univer-
sal de Justicia une y dirige a todo el mundo bahá'í. Para los bahá'ís es un go-
bierno mundial embrionario -una señal del futuro.

La Casa Universal de justicia fue elegida en abril de 1963, por los miem-
bros de 56 asambleas espirituales nacionales y regionales que fueron a Haifa
con este propósito. Huddleston (1988, pp. 222-223) más adelante dice:
"Un gobierno mundial embrionario nació así, un suceso verdaderamente
importante en la historia del mundo,·apreciado hasta ahora solamente por
una pequeña minoría de la población mundial."
La Casa Universal de justicia, junto con su institución gemela de vigi-
lancia, deriva su autoridad del Fundador de la Revelación Bahá'í. Al
describir la institución de vigilancia y la Casa Universal de justicia, Shoghi
Effendi (1974, p. 148) dice:

Debe declararse al principio, en lenguaje claro e inequívoco, que estas institu-


ciones gemelas del Orden Administrativo de Bahá'u'lláh deben ser consideradas
de origen divino, esencial en sus funciones y complementario en su intención
y propósito. Su objetivo común y fundamental es asegurar la continuidad de
la autoridad señalada divinamente, la cual mana de la Fuente de nuestra Fe, para
proteger la unidad de sus seguidores y para mantener la integridad y flexibilidad
de sus enseñanzas. Actuando en conjunto una con la otra, estas dos instituciones
inseparables administran sus asuntos, coordinan sus actividades, promueven
sus intereses, ejecutan sus leyes y defienden sus instituciones subsidiarias.

Shoghi Effendi (ibídem, pp. 149-150) continúa citando a Bahá'u'lláh, el


Fundador de la Revelación Bahá'í, como sigue:

Es obligatorio para los miembros de la Casa de justicia -declara Bahá'u'lláh en la


Octava Hoja del Paraíso Exaltado- tomar consejo juntos respecto a aquellas cosas
que no han sido en apariencia reveladas en el Libro y hacer cumplir las que
concuerdan con él. Dios en verdad los inspirará con lo que sea que Él desee, y
Él es en verdad el Proveedor, el Omnisciente. En el Libro Más Sagrado (el Kitáb-
y-Aqdas), 'Abdu'I-Bahá afirma en su testamento: cada uno debe acudir, en todo
lo que no esté expresamente escrito, a la Casa Universal de justicia. Lo que este
:'

T. Nomvete 195
Conferencia Nacional sobre Paz Mundial
111

organismo, ya sea unánimemente o por una mayoría lleve a cabo, es en efec-


to la verdad y el propósito de Dios mismo. Aquienes se desvíen de aquí es que
en ellos el amor desentona, han mostrado a la vista malicia y se ha alejado del
Señor de la Alianza.

Continúa:

No sólo confirma 'Abdu'I-Bahá en su testamento la declaración de Bahá'u'lláh


antes citada, sino que le confiere a este organismo el derecho adicional y el
poder para anular, de acuerdo con las exigencias de la época, sus propios de-
cretos así como aquéllos de una Casa de justicia anterior. Dado que la Casa
de justicia es su afirmación explícita en su testamento, tiene poder para pro-
mulgar leyes que no estén expresamente escritas en el Libro y hacer diariamente
transacciones, por lo tanto también tiene poder para revocar lo mismo. Esto
puede hacerse porque estas leyes no forman parte explícita del texto divino.

'1
1

i Refiriéndose al Vigilante y a la Casa Universal de justicia leemos estas


enfáticas palabras:

La rama sagrada y juvenil, el Guardián de la Causa de Dios así como la Casa


Universal de justicia para ser electas y establecidas universalmente, están ambas
bajo el cuidado y protección de la Magnificencia Abhá, bajo el refugio y la
infalible conducción de El Exaltado (el Báb) (sea mi vida ofrecida para ellos
dos). Lo que ellos decidan es de Dios.

Yde nuevo:

De estas afirmaciones se hace indudablemente claro y evidente que el


Guardián de la Fe ha sido hecho el Intérprete de la Palabra, y que la Casa Uni-
versal de justicia ha sido investida con la función de legislar sobre asuntos no
revelados expresamente en las enseñanzas. La interpretación del Guardián fun-
ciona dentro de su propia esfera, es tan autoritaria y fusionadora como los
decretos de la Casa Internacional de Justicia, cuya prerrogativa y derecho exclu-
sivo es pronunciarse y otorgar el juicio final sobre leyes y ritos que Bahá'u'lláh
no ha revelado expresamente.

196 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
La Casa Universal de justicia, en la perspectiva bahá'í, continúa en el
futuro con la dirección divina, la cual fue otorgada a los Fundadores de la
Revelación, llamados El Báb y Bahá'u'lláh, y en el Centro de la Causa Elejida
('Abdu'I-Bahá) y Intérprete autorizado (Shoghi Effendi). Taherzadeh (1992,
p. 394) dice que con la desaparición de Shoghi Effendi (en 1957) y el
establecimiento de la Casa Universal de justicia (en 1963),

el vehículo de esa dirección fue cambiado de un medio personal, orgánicamente


unido a la Manifestación de Dios, hacia un organismo elejido cuyos miembros
son individuos falibles, y cuyas resoluciones colectivas son dirigidas por Bahá'u'l-
láh desde el momento en que Él le confirió infalibilidad a sus decisiones.

Taherzadeh más adelante explica:

Esta estipulación de la continuidad de la dirección divina sobre cuestiones que


están dentro de la prerrogativa de la Casa de justicia, y que están claramente
definidas para excluir cualquier cambio a las leyes, a las enseñanzas y a otras con-
diciones reveladas en las escrituras bahá'í, es única en la historia de la religión.
Nunca antes una Manifestación de Dios ha dado autoridad a un consejo electo
por sufragio universal para promulgar leyes y administrar los asuntos de su
religión con la seguridad que será dirigido por Dios en sus decisiones. En esta
Dispensa, la Alianza de Bahá'u'lláh ha proporcionado a los seres humanos la
continuidad de la dirección divina sobre todos los problemas que han causado
diferencia, cuestiones que son oscuras, y asuntos que no están expresamente
registrados en el Libro. ·
[Extracto de una tesis sometida a la Facultad de Religión y Teología, uwc]

APÉNDICE 4
UNA ORACIÓN BAHÁ'Í POR LA PAZ
e J (ABDU'L-BAHÁ, 1982, PP. 102-1 03)
J •
urf
,s ~ ¡Oh, Tú, bondadoso Señor! Tú has creado toda la humanidad a partir del
ftl¡r mismo tronco. Tú has decretado que todo debe pertenecer al mismo hogar.
~ 1~ En Tu Sagrada Presencia todos ellos son Tus siervos, y todos los seres huma-
~''" nos son abrigados bajo Tu Tabernáculo; todos juntos se han reunido en Tu
, , Mesa de Generosidad; todos.~on iluminados a través de la luz de Tu Provi-
11

'
dencia.

T Nomvete 197
Conferencia Nacional sobre Paz Mundial
1
1

iOh, Dios! Tú, bondadoso conocimiento de todos, 12 nos has provisto,


1111 nos has abrigado, nos has conferido la vida. Tú has dotado a cada uno de

1
P
I
1
todos con talentos y facultades, y todos están sumergidos en el Océano de Tu
Misericordia.
iOh, Tú, bondadoso Señor! Únenos a todos. Deja que las religiones
acuerden y formen una sola nación, de modo que se vean unos a otros como
11 una familia y toda la tierra como un solo hogar. Permite a todos ellos vivir
juntos en perfecta armonía.
iOh, Dios! Levanta en alto la bandera de la unidad de los seres humanos.
1
iOh, Dios! Establece la Paz Más Grande.
Liga Tú, Oh, Dios, a los corazones juntos.
iOh Tú, bondadoso Padre, Dios! Alegra nuestros corazones por medio
de la fragancia de Tu amor. Ilumina nuestros ojos a través de la Luz de Tu
Inspiración. Deleita nuestros oídos con la melodía de Tu palabra, y abrí-
ganos en el Refugio de Tu Providencia.
~ ú conocimiento
, fuerte y poderoso, Tú, conocimiento misericordioso
1
y Tú, conocimiento del primero que dominó los defectos de todos los seres
humanos.
'Abdu'l-Bahá

'~Du'L-BAHÁ (1982), Bahá'í Prayers, IIllnois, Ehhá'í PublishingTrust.


'ABDU'L-BAHÁ (1985), "Prornulgation of Universal Peace", en: ~ohó~; DayBook: Pos-
sages for Deepening ond Meditotion, Bahá'i Publ, Trust, Illinois. p. 180
(1gas), "Paris Talks"' en: llahó'; DayBook: Passages for Deepening and
Meditation, Wlmette, Illinois, Bahá'í Publishing Trust.
BAHÁ'U'LIÁH (1993), KitÚb-y-Aqdas: The Most HO~Y Book, Australia, Mona Vale, The
Universal House of Justice.Bahá'íPublications.
BAHÁ'~World Faith (1976), Sele~tionsfrom the Writing~of Bahó'u'lláh and 'Abduf/-
Bahá, Wilmette, Illinois, Bahá'í PublishingTrust.
Bahá'í lnternational Community (1 9951, Tuming Point of al1Nations.
EFRNDI, S. (trad.) (1974, 2a ed.), Gbnin9s from the Writings of Bahó'u'//áh, Londres,
Bahá'í Publishing Trust.
(1974) (2a. ed. rev.), The WorM 0rderof Bahb'u1//úh: Selected Letteh ~ 1 -
mette, Illinois, Bahá'í Publishing Trust.
FERRABY,J. (1987). Al/ Things Mode N#: A Com~rehensiveOutline of the Bahó'í Foith
Londres, Bahá'í Publishing Trust.

198 i Estudios para la paz


desde una perspectivaglobal
Cleanings from the Nntings of Bahó'u'lláh (1 949), Londres, Bahá'í Publishing Trust.
HAYES, T.C. et al. (comp.) (1986), Peace, More thon an Endto War: The Bahá'íAppmach
to the Organic Process Leading to un Enduring Peace, Wilmette, Illinois, Bahá'í
Publishing Trust.
HUDDLESTON, J. (1 992), Achieving Peoce by the Year 2000: A Twelve Point Proposal,
Oxford, Oneworld Publications, Ltd.
KHAN, P. (1 986), "Foreward", en T.C. Hayes et al. (comps.), Peace, More Than an End
to War: The Bahá7Approach to the Organic Process Leading to un EnduringPeoce,
Wilmette, Illinois, Bahá'í Publishing Trust.
KWAK,C.H. (1995), Plenary Address delivered at the Third lnternational Congress of
the Inter-Religious Federation for World Peace, celebrada del 20 al 27 de agos-
to de 1995 en Seul, Korea. IRFWPNewsletter, vol. 111, núm. 2.
LASZLO,E. (1993) (ed.), The Multi-CulturalPlonet: The Report of a UNESCOInternation-
al ixpert Croup, Oxford, Oneworld Publications.
MAYOR,F. (1 993), "Foreword", en: E. Laszlo, (ed.), The Multi-Cultural Planet: The
Report of a UNESCO lnternational Expert Croup, Oxford, Oneworld Publications.
SMITH, P. (1987), The Bábíand Bahá'i'Religions: From Messianic Shfism to a World Reli-
gion Cambridge, Cambridge University Press.
(1996), A Short History of the Bahá'í Faith, Oxford, Oneworld Publica-
tions.
TAHE~DEH, A. (1 992), The Covenant of Bahá'ulláh, Oxford, Ceorge Ronald Publisher.
The Inter-Religious Federation for World Peace (1995). Nueva York, IRMIP.
THOMAS, Richard W. (1993). Rociol Unity: An Imperative for Social Progress, Ottawa,
Asociación de Estudios Bahá'i.
Universal House of Justice (1985), The Promise of World Peoce, National Spiritual
Assembly of the Bahá'ís of the United States. Reeditado en 1991 por la Natio-
nal Spiritual Assembly de 10s Bahá'ís de Sudáfrica. Este documento fue pre-
sentado a los jefes de estado y gobiernos y líderes de pensamiento en todo el
mundo.

T. Nornvete i 199
. Conferencia Nacional sobre Paz Mundial i
-__ ., . ..., . :. . . ..: ~ -. •. .:.2:;,.___ ~ ¿_ ~
--=-.~-~~:_,~...- '~ ._:J;o~~ .... ~ 1 ' _.,..._....,.~~

Conflicto étnico contemporáneo


en una perspectiva comparada

lvan lvekovic* ~

1NTRODUCCIÓN

Proximidades distantes
LAs CIENCIAS sociales convencionales, ya sean de inspiración weberiana o
marxista, suponen que el proceso de modernización, urbanización, educa-
ción masiva y comunicación social intensificada, nivelarían gradualmente la
población mundial, llegando a minimizar las diferencias sociales y culturales.
Contrariamente a esas expectativas, parece que en vísperas del siglo xx1
los conflictos étnicos y religiosos se han multiplicado. Las guerras recientes
en el espacio de la antigua Yugoslavia y en la región del Cáucaso parecen
confirmar dicho diagnóstico. La lista de países y zonas que se ven afectadas
actualmente por conflictos similares es bastante extensa: la violencia comu-
nal en el subcontinente hindú, las guerras tribales en Afganistán, la confron-
tación étnica en la región de los Grandes Lagos de África, las líneas de fractura
en los clanes y subclanes de Somalia, el problema de Chiapas en México,
y la situación de los vascos y los corsos en Europa occidental. Existen muchos
otros conflictos, pero éstos son suficientes para iniciar el análisis.
¿Es posible que hayan algunas causas comunes que los generen?
Al tratar de responder a esta pregunta, la hipótesis de este artículo es
que el desarrollo es un proceso de ruptura que afecta de diferentes formas
incluso a las comunidades más aisladas y remotas. Las instituciones sociales
antiguas, los hábitos y las formas de vida de las comunidades agrarias tradi-
cionales han sido socavados, o cambiados, al grado que ya no es posible
reconocerlos. Simultáneamente se forman nuevas instituciones y normas
de conducta bajo el impacto de una modernización turbulenta y desigual,
aún no consolidada ni aceptada totalmente. Dennis Goulet (1992) lo planteó
así: el desarrollo destruye y crea valores. Ya sea que venga de fuera o desde
*Profesor de Política Comparada en, la Universidad Norteamericana en El Cairo, Egipto, nacido en
Zagreb, Croada. (

201
"--~--- ~-··-

dentro de la comunidad, la ruptura ejerce presión y la presión provoca


resistencia. la presión y la resistencia llevan al conflicto, el que al intensificarse
produce violencia política.
Sin embargo, una respuesta tan general, aunque suene lógica, no es
satisfactoria porque inmediatamente genera otras preguntas: ¿Qué tipo de
desarrollo es el catalizador de los conflictos étnicos y religiosos contempo-
ráneos? ¿Por qué ciertas sociedades culturalmente diversas que enfrentan
problemas similares han evitado, hasta ahora, la violencia política interna?
¿Por qué, a pesar de la distancia geográfica que separa las zonas de conflic-
to, algunas han tenido un giro tan parecido? ¿Por qué de modo casi
simultáneo? Por el amor de Dios, ¿qué podrían tener en común Somalia y
Yugoslavia, o Georgia y Burundi?
No pretendo dar respuestas claras y concisas a las preguntas anteriores,
aunque los últimos años estuve analizando los conflictos contemporáneos
en el espacio de la ex Yugoslavia y en la región del Cáucaso. También tengo
tras de mí una experiencia africana. Actualmente vivo y trabajo en Egipto
y tengo un vivo interés en los problemas de Medio Oriente y de África del
Norte. Por el hecho de impartir cursos de Política Comparada y Desarrollo
Comparado, he desarrollado un andamiaje multidisciplinario que, por lo menos
así lo pienso, abre ciertas direcciones nuevas para una investigación poste-
rior. Al construir dicho andamiaje, me basé bastante en investigaciones de
otras personas, pero también introduje algunos conceptos nuevos que per-
mitieron formular otro supuesto y dos hipótesis.
El supuesto es que la historia completa de fa humanidad, o lo que
Braudel (1980) llamó la trayectoria histórica de tres /ongue durée, puede re-
ducirse al proceso de crecimiento, expansión geográfica y madurez de
comunidades estacionales, ya sea pastorales o agrarias, y de su transición
subsecuente a una sociedad industrial móvil y de masas.
En efecto, la transición a una sociedad industrial de masas es la secuen-
cia final de este proceso histórico de largo plazo. El proceso mismo se inició
f con la revolución agrícola hace cerca de 1O 000 años, cuando el forrajeo
1,''
1
:
í
1~
(el acopio de alimento, la caza y la pesca) comenzó a ser reemplazado por
J
el cultivo sistemático de plantas y cría de animales. El cultivo sistemático
J
'~ produjo un incremento en la densidad de población y se especuló que el cre-
,, '
·'1, cimiento demográfico estimuló, a su vez, la "ola de avance" o expansión
geográfica, y la consolidación de las comunidades campesinas que en esa
1 lj¡
Ir' época utilizaban la técnica primitiva de roza, tumba, quema. Sin embargo,
J.'i}
;/1' el desarrollo subsecuente y la maduración de estas comunidades agrarias no
'!l¡{

202 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
i~
comunidad en cuestión, o los grupos enfrentados, tienen todavía un pie
puesto en su pasado agrario, y el otro, en un futuro incierto ya afectado por
: 1

·\!f¡ f!
l,j¡ [¡ 1
la modernización.
En esta etapa, la escasez percibida de recursos y especialmente una
\'¡'
' 1
proporción tierra/trabajo empeorada, pueden agravar el choque de intereses
¡1 ',\
y la competencia por la apropiación de los recursos escasos. En efecto, una
¡(;,, ¡··

11':
11,

encuesta breve en las zonas de conflicto indicará que los conflictos étnicos
·;r,l' y religiosos contemporáneos son más violentos en las regiones con exceso de
¡rJ 1
1 \ .1¡ ~ 1 1 ', población campesina y con excedente de fuerza de trabajo, que no absorbió
', ·' ~ ¡: 1 1 el sector moderno de la economía. La "cuestión campesina" sin resolver
·¡ 'l',
genera, a su vez, convulsiones y reacciones patriarcales o neopatriarcales
1

violentas (lvekovic, 1986), que son características de las comunidades agra-


1

lt' 1
'l'li ¡: 1
) · 11·
rias amenazadas. Quizá por esa razón, los conflictos actuales de los países
i'
1'!
1
.,
en desarrollo, cualquiera que sea su nivel de desarrollo, han tenido un giro
··'
~.!

1'
tan violento y sangriento. Ésa es la primera hipótesis de este artículo (véase
•,\, 1 tercer apartado).
'', 1


La trayectoria histórica de largo plazo:
la transición las comunidades agrarias
hacia una sociedad industrial
La reducción de la trayectoria histórica de largo plazo en el proceso de tran-
sición de una sociedad agraria a una industrial, ofrece la posibilidad de
abordar en las mismas condiciones a diversos países, sus economías, socie-
dades e instituciones. Trata de trasponer el área de especialización que ha
desarrollado sus conceptos y vocabularios propios y proponer, en vez de eso,
algunos instrumentos de navegación que podrían servir en casos muy dife-
rentes y aparentemente disímiles.
Se agregaron otros tres conjuntos de conceptos a esta trayectoria
histórica de largo plazo: 1. el concepto de niveles de desarrollo dividido en
tres secuencias: modernización 1, 2 y 3; todas ellas relacionadas con la últi-
ma etapa de transición de la sociedad industrial de masas asociada con el
1 1 proceso capitalista de reproducción; 2. la pugna por los recursos escasos;
~1 1
3. la transición de un nivel de desarrollo a otro más alto se da mediante el
crecimiento cuantitativo y cualitativo de las fuerzas productivas de la socie-
dad (PFS, por sus siglas en inglés), y por el reajuste constante de su estructura
social de acumulación (ssA).

204 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
Los conceptos de PFS y ssA serán discutidos con mayor detalle en este mis-
mo capítulo. Por respeto a la claridad, la dimensión internacional de este
proceso trascendental se analizará separadamente en el próximo capítulo.

Desarrollo y modernización
El desarrollo, para bien o para mal, implica cambio. Siempre ha sido un pro-
ceso de muchas dimensiones y dialéctico donde se incluyen el cambio cien-
tífico y tecnológico; el económico, demográfico y social; el político y el cul-
tural. En su connotación positiva, nuestra comprensión del desarrollo incluye
la eliminación de la pobreza, la liberación de la servidumbre, la dignidad
humana y la capacidad del individuo para procurarse una "vida mejor''. Esto
entraña, entre otras cosas, una condición que incremente el ingreso de la
gente, satisfaga las necesidades básicas, aumente el bienestar general de la so-
ciedad y del individuo; algún grado de igualdad social y las mismas oportu-
nidades; la industrialización y urbanización inevitables, en la medida en que
estén acompañadas de una adaptación continua de las estructuras sociales
y del marco de referencia institucional; la educación y el alfabetismo de las
masas; mejoramientos en las condiciones de trabajo, casa y salud; la expan-
sión de la conciencia política y la oportunidad de participación política
hecha extensiva a los individuos y grupos que, hasta la fecha, estén fuera
de esa arena; la protección de las minorías y de los derechos humanos indi-
viduales; la expansión de las comunicaciones; la secularización, etcétera. En
ese sentido, el desarrollo puede equipararse a la liberación social (Gutiérrez,
1970, pp. 243-261; Goulet, 1992, pp. 547-555).
El reverso del desarrollo es el subdesarrollo, o lo que Frank llamó "el de-
sarrollo del subdesarrollo" (Frank, 1967). Obviamente, el desarrollo y el
subdesarrollo están interrelacionados. Son las dos dimensiones interrelacio-
nadas del sistema de acumulación capitalista mundial. Es cierto que el subde-
sarrollo del segmento "tradicional" de la sociedad está en función directa
del desarrollo del segmento "moderno", y a esta relación se le puede des-
cribir como colonialismo interno. El desarrollo es desigual y desequilibrado,
no sólo dentro de los países individuales, de las regiones y subregiones de
países, entre sus centros urbanos y el campo, sino también a escala mundial.
El desarrollo y la violencia del desarrollo siempre estuvieron estre-
chamente asociados. La lucha por la apropiación de los recursos naturales,
o de los productos del trabajo .de los demás, es tan antigua como la historia
humana. Al principio la aprbf>iación se hizo en beneficio de la comunidad

lvan lvekovic 205


Conflicto étnico contemporáneo
~~:.;::::
,.
1

1 ,/'

¡,.
y, más tarde, en beneficio privado. Es cierto que el"modo de apropiación"
,,11 no desempeñó un papel menos importante en la historia que el"modo de
1
producción" y hoy están al mismo nivel. De hecho, los dos se superponen,
¡; al menos desde que las comunidades humanas fueron divididas interna-
1
mente en dos categorías de individuos: en un lado los productores, en el
otro lado, los no productores. De esa época data la aparición del Estado
como agente coercitivo de la comunidad social; también en ese tiempo se
daba la resistencia de aquellos que se sentían oprimidos y desposeídos por
ese organismo. Tanto el modo de apropiación como el modo de produc-
ción son partes integrales de la trayectoria histórica de largo plazo de la
sociedad humana. Ambos son parte del proceso de modernización. En
resumen, el desarrollo económico y la violencia política, tanto externa como
interna, siempre estuvieron intervinculados. El proceso de cambio socioe- 1 ,

1'
conómico impuesto desde arriba siempre se encontró con la resistencia de
abajo.
·11,: El término modernización, introducido recientemente por las teorías
11
eurocéntricas para describir la transición de una sociedad tradicional a una ~ ,
moderna, abarcó usualmente la secuencia de tiempo contemporánea del
desarrollo asociado con la industrialización; y con el avance, aparentemen-
'1
te irresistible de la "modernidad", desde los países occidentales desarrollados
hacia las regiones subdesarrolladas del mundo, transformando y moderni-
zando sus formas de vida y sus estructuras e instituciones económicas,
sociales y políticas tradicionales. Con frecuencia se usaron las teorías de la
modernización como parte del mecanismo de dominación sobre los países
del Tercer Mundo.
A diferencia de las teorías desarrollistas clásicas, en la conceptuali-
zación siguiente la modernización se define sencillamente como el proceso
,'·. 1
histórico de transición de la subsistencia agraria a la sociedad industrial de
masas, durante el cual hombres y mujeres, organizados en comunidades
sociopolíticas/unidades productivas, logran un control cada vez mayor sobre
su ambiente social y físico, y se reproducen a sí mismos. Este proceso
comenzó con la revolución neolítica hace cerca de 1O000 años, y ha entrado
recientemente en su última fase, cuando las comunidades agrarias tradi-
1 L
~ionales empezaron a disolverse bajo el impacto de la industrialización
Impulsada por el modo de producción capitalista.
La modernización es "el proceso mediante el cual las instituciones de-
sarrolladas históricamente se adaptan con rapidez a las funciones cambian-
tes que reflejan el incremento, sin precedentes, del conocimiento humano

206 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
que acompañó a la revolución científica, lo que le permitió al hombre con- ji
trolar su ambiente (Biack, 1966, p. 7). En efecto, la revolución científica y )
.1

tecnológica continuas permiten el control y la adaptación al ambiente físi- ii .


co y social. Es cierto que algunos grupos de gente (elite, clases) desem-
peñan papeles decisivos en esa adaptación, mientras que otros grupos se
moldean mediante el mismo proceso, o son sus víctimas.
Ronald Grigor Suny (1993, p. 135) se refiere a dos procesos distintos.
Afirma que socialmente es un proceso en el cual:

• La economía de un país se transforma, de una agricultura de subsistencia


basada en el quehacer familiar, a un sistema industrial basado en la fábrica y
su tecnología, en la mano de obra asalariada, y en la producción para el inter-
cambio;
• en este proceso, la aldea fue desplazada cada vez más por la ciudad (urbani-
zación) como el centro de la vida social, y
• en este aumento generalizado de cambio y movilidad social, la ideología do-
minante cambia dé religiosa a secular. Políticamente, Suny usó el término
modernización para referirse al proceso de mayor participación de la pobla-
ción en la toma de decisiones, a la propagación de las nociones de igualdad, y
al recurso de la ley más que al poder arbitrario. Situó al proceso contemporá-
neo de movilización etnonacional y de autoidentificación nacional dentro de
este contexto socioeconómico en evolución, subrayando la importancia del
"discurso" que vincula la etnicidad con las nociones de soberanía popular,
legitimidad política y Estado.

La competencia por los


recursos escasos: la trampa malthusiana
Al reaccionar contra las expectativas demasiado optimistas de los econo-
mistas de su época, Thomas Malthus advirtió ya en 1798 que el crecimiento
de la población supera al crecimiento económico, de modo que todos los
incrementos de la producción se consumen, la inversión desciende, .y la
economía se estanca o retrocede hacia la subsistencia hasta que la presión
demográfica es liberada por la guerra, la hambruna y la enfermédad, o la
combinación de ellas. Como consecuencia de estas sombrías conclusiones
generales y por el hecho de que las economías avanzadas habían evitado
hasta ese momento la trampa malthusiana, su teoría fue desechada hasta
~.J 1 ahora cuando una conciencia ,~biental incrementada indicó que los recursos

~~
lvan lvekovic 207
1'
Conflido étnico ~ontemporáneo
naturales se acaban, y que su escasez puede desembocar en un conflicto
agudo. En 1985, Ted Gurr advirtió acerca de las consecuencias políticas po-
tencialmente fatales de la escasez y la decadencia económica (Gurr, 1985).
Recientemente, un equipo de 30 investigadores analizó un número res-
petable de casos específicos y llegó a la conclusión de que

la escasez de recursos renovables ya es un factor importante dentro de los con-


flictos violentos en muchas partes del mundo en desarrollo. Estos conflictos
pueden presagiar un brote de violencia similar en las próximas décadas, par-
ticularmente en los países pobres donde la carencia de agua, bosques y, en
especial, de tierra fértil, aunado a la rápida expansión de las poblaciones, ya ha
causado gran privación (Homer-Dixon, jeffrey, Boutwell y Rathjens, 1993, p. 38).

Sin embargo, el problema de la escasez de recursos es mucho más


amplio. No puede reducirse sólo a la escasez de agua, bosques, tierras fértiles
y alimento en los países pobres. Deben incluirse todos los recursos, entre
ellos, el acceso al trabajo, vivienda, cuidado médico y educación, sin olvidar el
dinero disponible. Visto desde esta perspectiva entonces, los recursos pro-
ducidos por el trabajo humano también son limitados, y a menudo no acce-
sibles (o no completamente accesibles) a muchos habitantes de los países
ricos. En todos ellos existe un segmento creciente de población marginada,
desplazada por las industrias automatizadas modernas, lo que incluye a
aquellos que por diversas razones no pueden acceder a empleos. Son con-
sumidores, que no productores, y ejercen una presión cada vez mayor sobre
los recursos y servicios limitados. En las economías capitalistas cuyo fin es
la ganancia, ellos no son sólo un excedente, a menudo se les considera una
carga que debe eliminarse de alguna manera. Todo el debate acerca del
costo del Estado de Bienestar, que es necesario reducir, tiene en la mira
especialmente a este segmento marginado y menesteroso de la población.
Los gobiernos modernos intentan controlar cada vez más a su pobla-
ción, no sólo los movimientos de población a través de los límites estatales
Y las migraciones internas, sino en muchos y diversos casos las tasas de
nacimientos. Por ejemplo, el gobierno chino inició en 1978 la política "un
niño por familia". En la Conferencia sobre Población y Políticas Familiares ce-
lebrada en El Cairo en septiembre de 1994, el primer ministro chino Li Peng
afirmó que "la cuestión demográfica es un tema de primordial importancia
para la comunidad internacional". Y continúa diciendo:

208 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
!

El enorme incremento absoluto de la población china restringe el desarrollo eco- 1


nómico y social del país, impide el mejoramiento en el nivel de vida de la gente, l :,
y provoca una enorme presión sobre los recursos naturales y el ambiente eco-
lógico de China. Por lo que, al mismo tiempo que expande vigorosamente la
economía china ... (el gobierno) continuará dándole la más alta prioridad a
la planificación familiar (Xinnhua, 18 de agosto, 1994, p. 3).

A pesar de todos los métodos drásticos que intentan limitar el número


de niños, la población de China aumenta en 14 millones al año. En 2030
habrán 490 millones más de chinos, lo que suma un total1 ,600 millones exi-
giendo alimento, ropa, vivienda, cuidado médico, educación y trabajo.
Paralelamente, los patrones de vida aumentarán y los chinos del próximo siglo
demandarán servicios mejores y más diversificados en cuanto a alimenta-
ción, ropa, vivienda, transporte y educación. Afirmó el director de la Acade-
mia China de Ciencias, el profesor Zhou Guanzhao:
"Si la nación continúa derrochando, China tendrá que importar 400
millones de toneladas de granos del mercado mundial. Y me temo que ni
toda la producción de grano de exportación de los Estados Unidos satisfará
las necesidades de China."
Es cierto que desde los ochenta la oferta promedio de grano en el mer-
cado mundial ha sido de cerca de 200 millones de toneladas anuales, de
los cuales la mitad proviene de Estados Unidos. Entonces, ¿quién alimentará
a la población china?
Quizá Malthus subestimó el avance de la tecnología agrícola, pero
cuando se le confronta con una presión demográfica así que no sólo se li-
mita a China, sus argumentos ganan peso. Egipto, por ejemplo, cuya tierra
cultivable se limita al valle y al delta del Nilo, requerirá 21 millones de to-
neladas de grano en el 2030 y, todo el África, 250 millones.
Con las técnicas agrícolas actuales, en Ruanda y Burundi se sabe cuál
es la cantidad óptima de campesinos que pueden vivir en un kilómetro cua-
drado de tierra cultivable. Cada vez que se rebasaba esa cantidad óptima,
reaparecían las tensiones que enfrentaban a los Tutsis con los Hutus, ya sea
que los primeros masacraran y echaran a los segundos, o viceversa. los que
habían sido arrojados del territorio y que se recuperaban demográficamente
en el exilio, regresaban después de un tiempo reclamando su parte del patri-
monio, y la historia se repetía. Desde luego que las manipulaciones ideo-
lógicas de las elites políticas en pugna desempeñaban un papel cada vez
más crucial. '·

lvan lvekovic 209


Conflicto étnico contemporáneo
La mayor parte de Somalia es árida y se sabe la cantidad de territorio
que se requiere para sostener a la población nómada y sus rebaños. En la
medida en que tanto la población como el número de animales domestica-
dos crecían, también aumentaba la pugna por controlar los territorios, lo
que finalmente terminaba en un enfrentamiento entre clanes y después
1''
entre subclanes. Los miembros urbanizados de la elite del otrora país, que
1
luchaban por apropiarse de la ayuda exterior otorgada al Estado somalí, se
1
quebraron a lo largo de las mismas líneas de fractura. Estas personas pro-
1
porcionaron liderazgo a los de su mismo clan, reemplazando a los caciques
1: tradicionales. Somalia es, entre los países africanos fragmentados, uno de los
más homogéneos en términos étnicos y lingüísticos.
La historia del fundamentali~mo "islámico" propagado hoy día por los
1

1
movimientos neopopulistas de Africa del Norte y el Medio Oriente, está
¡.
1
1
vinculada estrechamente a la explosión demográfica actual, a la sobrepo-
blación ·campesina y a la incapacidad de los sectores industrial y de servicios,
de absorber la mano de obra excedente. En la medida en que la emigración
a Europa o a los estados del Golfo casi ha cesado, el segmento frustrado de
la población se rebela contra este tipo de desarrollo distorsionado, y contra
i
el Estado que promueve dicha modernización. Esos movimientos islámicos
neopopulistas se diferencian de los que existían hace dos o tres décadas, en
1

'1

que disponen de un liderazgo educado proveniente de las clases medias, que


posee conocimientos y recursos financieros. Los miembros se reclutan entre
los marginados, los desposeídos y los inadaptados al cambio social rápido.
El discurso usado por los líderes puede estar inspirado en la teología de la Edad
Media, pero los problemas que abordan estos movimientos militantes son
contemporáneos y esencialmente seculares. Lo que la religión ofrece es una
legitimación avalada por el tiempo y ampliamente aceptada.
Por último, unas pocas palabras acerca del preludio a la fragmentación
de Yugoslavia. El país comenzó a quebrarse a lo largo de sus líneas de frac-
tura étnica mucho antes de su colapso final, cuando empezó a escasear el
fondo de recursos que debía redistribuir el partido estatal central. En ese en-
'' tonces, los barones republicanos, cada uno con su base propia de poder
! territorial, comenzaron a apoderarse de todo lo que podían, a nombre de su
i 1 república y su nación. La fórmula de la "economía concertada" que se inven-
tó después de los cambios constitucio11ales de 1974, pronto mostró su falta
,¡'
de operatividad porque nadie respetaba sus reglas. Milosevic, el líder serbio,
fue el primero en descubrir el valor del recurso nacionalista y los potenciales
de la política callejera, con los cuales intentó apoderarse del partido estatal
central. Amenazados por las pretensiones de Milosevic e inseguros en su
. 1

i 1
210 Estudios para la paZ
desde una perspediva global

1'
posición local, los barones republicanos intentaron agrandar sus distritos elec-
torales locales, abriendo el camino hacia el pluralismo político. Con el plura-
lismo también vino el nacionalismo y las coaliciones nacionalistas ganaron
las primeras elecciones libres en Eslovenia y Croada. Posteriormente, el con-
flicto que comenzó como una competencia entre elites por la redistribución
de los recursos escasos, se convirtió en guerras por ganar territorios, porque de
acuerdo con la lógica campesina de los líderes nacionalistas yugoslavos,
mientras más grande sean los territorios, tendrían mayores recursos.
Los acontecimientos políticos que llevaron a la implosión de la Unión
Soviética fueron muy parecidos. Es interesante hacer notar que los sangrien-
tos choques étnicos de ambos países fragmentados surgieron invariable-
mente en zonas de sobrepoblación campesina (el Valle Ferghana en Asia
central, Tajikistán, Moldava, y ahora Kosovo en Serbia), o en zonas de con-
tacto donde los centros urbanos en auge están rodeados en su vecindad
inmediata por una zona subdesarrollada. De hecho, la región Krajina en
Croada, donde estaban viviendo serbios étnicos antes de que explotara el
conflicto, era la parte más atrasada a nivel económico de esa república. Más
todavía, todos las historias ya comentadas se relacionan con la cuestión
campesina sin resolver, a la cual regresaremos en el último capítulo. Ahora
continuaremos con las épocas tecnológicas y de industrialización.

MODERNIZACIÓN 1, 2 Y 3, Y
LAS ÉPOCAS TECNOLÓGICAS

Con objeto de describir su última etapa, introduje una conceptualización


de tres niveles del proceso de modernización, esto es, los inicios de la indus-
trialización y de la integración capitalista de la economía mundial.
Cada una de las etapas consecutivas de la modernización se caracteri-
zan por un modo dominante de producción/apropiación y por la ssA rela-
cionada; por un nivel específico de desarrollo de la PFs; y, por una articulación
específica de los modos de producción establecidos, tanto a nivel nacional
como en el nivel entre lo nacional y lo internacional.
En la etapa de modernización 1 tuve que resolver una cantidad de pro-
blemas específicos, como son: el establecimiento de una burocracia y un
Estado modernos; la legalización y consolidación de la propiedad privada
sobre la tierra: la introducción de leyes e instituciones reguladas que puedan
tener correspondencia con el mundo exterior; la monetización de la econo-

lvan h1ek.ovic 211


Conflicto étnico contemporáneo
mía. En muchos países, la reforma agraria se introdujo durante esta etapa
del desarrollo.
No obstante, una cantidad de problemas continuó pesando sobre la
mayoría de los países subdesarrollados: la ineficacia del Estado; una pobla-
ción no regularizada; la reproducción constante de la economía natural
1,,
',.,
(autoconsumo); un desarrollo industrial que no puede manejar la explosión
1,
demográfica actual; la permanencia y empeoramiento de las condiciones
1
en el sector "tradicional" de la agricultura, en el cual todavía está inmerso un
segmento importante del campesinado (la proporción tierra/mano de
obra); y la importancia creciente de la economía informal (gris y negro).
Todo esto reproduce un "desarrollo distorsionado" cuyas características
principales son: el desarrollo desigual de los diferentes sectores de produc-
ción; una pirámide distorsionada de clase con una polarización social
extrema; instituciones no consolidadas en un Estado-nación moderno; una
sociedad civil resistente que se opone al Estado "modernizador". El mismo
desarrollo distorsionado se volvió el obstáculo principal en la suave transi-
·¡, ción de la modernización 1 a la 2.
La modernización 2 es una etapa más elevada de desarrollo, por ella
pasaron casi todos los países que son actualmente los más industrializados.
Esta etapa se asoció con el Estado proteccionista y fue el resultado directo
del Estado promovido por las políticas mercantilistas, cuya meta principal era
asegurar el crecimiento de las fuerzas nacionales de producción, y estable-
cer las bases para una industrialización acelerada. El mercantilismo fue la
doctrina económica dóminante de la Europa continental del siglo XIX. En los
años treinta de este siglo tomó la forma de una industrialización de sustitu-
ción de importaciones. La economía de Estado introducida en la Unión Sovié-
tica en 1929 fue una de las variaciones de este modelo de desarrollo desde arri-
ba, que fue imitado después de la Segunda Guerra Mundial por todos los
estados controlados por el comunismo. Otra variación fue el modelo kemalista
de desarrollo desde arriba, que fue introducido simultáneamente en Turquía,
y que más tarde fue imitado por los gobiernos nacionalistas derivados del
;. proceso de descolonización. En su esencia, cualquiera que fuera su raciona-
1,, lización ideológica, todos estos modelos de desarrollo eran autárquicos,
guiados por la idea de que la autosuficiencia económica es la precondición
de la independencia nacional verdadera. Todos buscaban promover lo que
Samir Amín llamó desarrollo autocentrado basado en la industrialización.
Sin embargo, ninguno de estos modelos de desarrollo desde arriba logró
"romper los lazos" del sistema (capitalista) global. El así denominado siste-
ma socialista mundial promovido durante la, época de Brezhnev nunca fue

212 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
una alternativa factible; más bien permaneció como un apéndice subde-
sarrollado de! sistema global existente.
e Hoy día no hay manera de promover el crecimiento cuantitativo y cua-
blal litativo del PFS evitando la industrialización: ésta es inseparable de la inno-
u~ vación tecnológica. Cada innovación a su vez crea problemas de adapta-
·!.f.'
j!UI' ción de la ssA. ·
nei El diagrama de Chirot (1991) de las "eras tecnológicas" puede ofrecer
,un una idea de la calidad y el nivel de desarrollo tecnológico alcanzados por
los países individuales. Chirot distingue: primera, la era inicial de las indus-
trias de textiles de algodón del tipo Manchester que va aproximadamente
de 1780 a 1830 y abre el camino a la segunda, la era del riel y el fierro,
entre 1840 y 1870; luego viene la tercera, la era del acero ejemplificada por
el tipo Pittsburgh de industrialización, entre 1870 y la Primera Guerra Mun-
dial que, a su vez, abre el camino a la cuarta, la era del automóvil y los pe-
troquímicos, entre 191 O y 1970, en la cual ningún modelo de substitución
de importaciones, o "economía planificada" tuvo un éxito completo; quin-
ta, finalmente, mientras Occidente y japón estaban ya bien entrados en la
edad de la electrónica/tecnologías de información/biotecnología, que se
inicia en algún momento de los años setenta, las economías de Estado y de
sustitución de importaciones todavía luchaban con los problemas políticos y
sociales creados por la estructura social de acumulación relacionada con el
tipo Pittsburgh de industrialización, que Chirot describe como el"más impre-
sionante cinturón oxidado del mundo" (ibídem, p. 6). \:
En la conceptualización de tres niveles del proceso de modernización
explicado previamente, los países del Segundo Mundo lograron con éxito la í
1
~

edad tecnológica del acero. Algunos de ellos dieron incluso los primeros pasos
hacia la edad de los petroquímicos (pero no del automóvil), pero ése fue el
umbral que no pudieron traspasar sin adaptar su ssA, tanto a nivel domésti-
co como internacional. Muchos países del Tercer Mundo adquirieron recien-
temente la tecnología correspondiente a la edad del textil de algodón, y
por el momento son incapaces de producir fierro y acero, o apenas están
dando los primeros pasos en esa dirección.
Mientras tanto, países núcleo del sistema mundial existente han alcan-
zado la etapa de la modernización 3 que corresponde a la edad de la elec-
trónica/tecnologías de información/biotecnología que está asociada con el
capital transnacional. Éste promueve el famoso proceso de globalización que
r, afecta a todos los países sifl'/importar su nivel de modernización; empero,
e1

lvan lvekovlc 213


Conflicto étnico contemporáneo
':¡
1'·.
11':, 1."1·
'1

'll
la globalización procede de modo desigual, sector por sector productivo, y 1'

no país por país. . . ::1

Por ejemplo, el petróleo de donde sea que se extraiga o se procese, es


parte integral de un régimen global del petróleo, que todavía es imperfecto, 1 '.•

pero que funciona gracias a los músculos de Estados Unidos (recuérdese la 1

11
Segunda Guerra del Golfo). Mucho más elaborado es el régimen financiero
internacional originado en el acuerdo de Bretton Woods y que estuvo y
sigue estando al "trote" con el dólar norteamericano. Fuera de eso, el en-
foque del capital transnacional es altamente selectivo y su único criterio es la
ganancia. El capital global o transnacional no se lanza a explotar a todos los
países, elige los sectores que pueden generar ganancia.
La cuestión de "ser o no ser'' para los países periféricos de hoy, ya no es
1'

11
cómo "romper los lazos con el sistema capitalista mundial", que resultó ser
1'1
1 1, una· estrategia no operativa, sino cómo insertarse del modo más ventajoso
1
1,
posible en la existente división internacional del tr~bajo. Empero, los países
1 (

que no han logrado resolver con éxito la modernización 1 no tendrán ya


esa oportunidad. En suma, en este artículo se argumenta que la mayoría de
los países del Tercer Mundo son incapaces hoy de resolver el problema de la
modernización 1, o están atrapados en el proceso de transición de la mo-
:' dernización 1 a la 2.

El modo de producción/apropiación,
el crecimiento de las fuerzas productivas,
y la estructura social de acumulación
El catalizador del proceso de desarrollo descrito más arriba, son las PFS que
·.(1; incluyen: primero, el componente subjetivo, la gente misma con su
l
1 conocimiento, sus capacidades y hábitos laborales; y, segundo, el compo-
nente material, la capacidad productiva que incluye plantas, maquinaria e
instrumentos de trabajo, tecnología y los diferentes ingredientes físicos y
químicos que abarcan las fuerzas naturales y materiales, con que los hom- 1
1

bre~ influye~ e~ ,otros ~ateriales: Los co~ponentes subjetivos y materiales ' 1'

estan en gestaeton contmua~ en mteraceton y evolución. Las relaciones que


se establecen entre el trabaJo humano y los medios de producción están
contenidas dentro de las formaciones sociales históricamente evolucionadas
cada una caracterizada por un m?do domi,nante de apropiación/producción:
. A~u v~z, este modo determrna el caracter de la propiedad y el ssA. Entre
las mstrt~~rones del ssA, el ~stad~ ~obera~o.y territorial, con su monopolio
de coercron sobre un espacro pohtrco delrmrtado y la ciudadanía agregada,

•' 214 Estudios para la paz


desde una perspediva !11obal
ocupa una posición fundamental. En los tiempos modernos, el Estado
establece la estructura institucional legal para organizar la producción na-
cional. Regula las transacciones económicas transfronterizas y, por ello,
puede verse como una unidad productiva clave dentro de la organización
internacional del trabajo, y del sistema internacional de Estados-nación. Sin
embargo, el poder fue cambiando gradualmente en las últimas décadas,
desde el Estado-nación "soberano" hacia las instituciones públicas y privadas
internacionales, entre las cuales las corporaciones transnacionales desem-
peñan un papel cada vez más importante.
El concepto de estructura social de acumulación (ssA, por sus siglas en
inglés) fue introducido por Gordon (1978 y 1980), con el objeto de expli-
car la crisis económica. Argumenta que la acumulación de capital debe
basarse en ciertas exigencias institucionales. En su versión elaborada, el
concepto de ssA (Gordon, Edwards y Reich, 1982) unió las instituciones
económicas, políticas y culturales a lo económico, y explicó los periodos
alternados de crisis de la economía de los Estados Unidos, con construccio-
nes, colapsos, y nuevas construcciones de las ssA (Kotz, McDot1ough y
Reich, 1994, pp. 2-4). El concepto ssA encaja en los análisis sistémicos.
Maurice Godelier (1978, p. 56) subrayó en los sesenta que un "sistema" es
un grupo de estructuras interrelacionadas por ciertas normas, tanto a nivel
doméstico como internacional. Las normas son:

principios explícitos donde todos los elementos de un sistema se combinan y


relacionan, se crean intencionalmente y se aplican con el objeto de "organizar''
la vida social: normas de parentesco, normas técnicas de producción industrial,
normas legales de tenencia de la tierra, normas de vida monástica, etcétera. La
existencia de estas normas nos permite suponer que, en la medida en que se
respetan, la vida social ya posee un cierto "orden".

Me sentí atraído por este concepto de ssA precisamente porque agrega


la política, la ideología y la cultura a las teorías más antiguas de crecimiento
y crisis económica, que no podían explicarse solamente con factores econó-
micos. A mi entender, la ssA incluye instituciones y arreglos que pertenecen
a la superestructura social de la sociedad; siempre deben volver a ajustarse para
corresponder al crecimiento cuantitativo y cualitativo del PFS en la base ma-
terial de la sociedad. Si este ajuste no es el adecuado, la SSA entonces se vuelve
un obstáculo directo para el crecimiento de la PFS, y la crisis (económica,
social y política) es inevitable.

lvan lvekovlc 215


Conflido étnico contemporaneo
1• 1
En mi interpretación, la ssA incluye instituciones económicas, sociales,
'1:
1'
culturales y políticas que funcionan a nivel doméstico, así como los arreglos 1

rl
1,1

o articulaciones que se establecen entre el nivel doméstico y el global. Las


j!
' ! instituciones nacionales incluyen, antes que nada, el papel coercitivo del
1!
Estado, su ideología dominante y su impacto sobre el desarrollo económico.
',¡
jl.j
También incluyen la organización del proceso laboral y el carácter de la
1 ':
organización industrial, las normas para la distribución y redistribución de
¡'1
los recursos, las instituciones financieras, las relaciones que se establecen
.. ¡,:1 entre los grupos y clases sociales diferentes, y las normas de acceso al pro-
L, ceso de toma de decisiones. Las relaciones entre grupos raciales, étnicos y
1

religiosos, al igual que las relaciones de género, también forman parte del
ssA doméstico. La institución internacional se preocupa del comercio, la cir-
culación de dinero, la inversión y el ambiente político.
El proceso de transición de comunidades agrarias a sociedad industrial
de masas es dialéctico: por una parte, provoca destrucción y crea desorden
porque socava gradualmente y destruye por último la antigua ssA; por otra
parte, incorpora nuevos ingredientes, los combina con el material destruido

1 1

existente y construye una nueva ssA, la que introduce una nueva estructura
.,¡
doméstica e internacional. Se supone que esta nueva SSA crea un ambiente
,1'" institucional, político, social y económico más favorable, para una nueva
vuelta de crecimiento cuantitativo y cualitativo de las fuerzas de producción
doméstica, y para la introducción de nuevas tecnologías. También establece
una articulación novedosa con el orden global. El drama social de la moder-
nización es el resultado directo de esta transición desigual y turbulenta, y
genera, tanto la violencia desarrollista perpetrada desde arriba por el Estado
modernizador, como la resistencia y la contraviolencia política desde abajo,
producida por aquellos que se Sienten amenazados y desposeídos.
No es necesario ser marxista para comprender que conceptos como
fuerzas productivas, medios de producción, modo de producción, forma-
ción social y ssA tienen la ventaja de ser sintéticos y, por lo tanto, evitan las
descripciones minuciosas, largas y, a menudo, al azar. Más importante aún,
una vez separadas de la ideología política, tienen valor neutral y evitan el
infructuoso debate acerca de la dirección de la historia, el progreso histórico
y la moralidad de este o aquel modo de producción.

216 Esludios para la paz


'1·.
desde una perspedlva global
El Estado como asignador supremo
de recursos: desarrollo desde arriba
Giddens (1985, p. 120) definió al Estado como un contenedor que acota el
poder, pero es más que eso. Es un contenedor del poder económico y polí-
tico acotado, y desempeña un papel distintivo en el proceso de desarrollo
de la economía nacional y en la división internacional del trabajo. Es la insti-
tución central que impone, a nivel nacional, un tipo de ssA. Por esa razón,
el Estado está en el centro de las luchas políticas.
En efecto, los problemas de un Estado siempre han sido los problemas
del manejo de los recursos, su distribución y redistribución. Es el Estado, na-
cional o colonial, con sus leyes y su aparato coercitivo, el que impone y pro-
tege el modo de apropiación de los recursos, y de los productos del trabajo
de sus ciudadanos. Nuevamente es el Estado, autoritario o liberal, el que
establece las normas para la distribución y redistribución de las posiciones,
de los beneficios y la riqueza.
El Estado colonial clásico establecía las normas que estaban dirigidas,
en mayor o menor medida, al beneficio exclusivo de la metrópolis, por ejem-
plo, de su capital. Adicionalmente, el Estado colonial distribuía las rentas a
los colonos europeos, a sus colaboradores locales y a la clase trabajadora
metropolitana.
En la situación neocolonial, la clase comprador* local actúa como la
representante de confianza de los intereses del capital foráneo, pero inter-
namente está facultada para administrar los recursos nacionales, hacer
cumplir el orden y la paz social, y distribuir las rentas. Sin embargo, las nor-
mas de dicha administración y distribución no están establecidas localmen-
te por el Estado neocolonial, sino por el(los) poder(es) neocolonial(es).
Se supone que el Estado-nación independiente establece sus propias
normas de acumulación y distribución. Idealmente, la mayoría de la pobla-
ción debe participar en este proceso de toma de decisiones. En la práctica,
empero, en la mayor parte de los países del Tercer Mundo una oligarquía ha
monopolizado el proceso de toma de decisiones, y también se ha adueñado
de casi todos los beneficios. Esta oligarquía puede ser de origen dinástico y
casi feudal, de extracción tribal/clan, burocrática, burguesa o combinada.
A menudo estas facciones entran en pugna, lo que puede producir una
fragmentación de la oligarquía gobernante y del Estado mismo. Los ejem-
plos de explosión en la Unión Soviética, Yugoslavia, Checoslovaquia, Somalia

*N. de la T. Jefe del personal natiy;.rlm una casa de negocios extranjera.

lvan 1\el:.ovlc 217


Conflldo étnico contemporáneo
•,¡¡'
' '11•'
1

; '
1!
11
1

1 y Afganistán son relevantes en este caso. Sin embargo, en otras ocasiones,


'ill
1 '
el Estado mismo mantiene un equilibrio interno hegemónico en movimien-
¡, to, con árbitros entre las diferentes facciones de la oligarquía nacional.
1 ,l[l Aun así, el espacio autónomo de maniobra del Estado nacional es rela-
tivo. Internacionalmente, el contenedor de poder acotado de Giddens está
erosionado por los procesos de globalización neoliberal. Quien sea que
gobierne un estado en desarrollo, cuenta solamente con dos opciones: ais-
larse del resto del mundo en nombre de algún proyecto ideológico utópico,
o intentar insertarse, del modo más ventajoso posible, en la división inter-
nacional del trabajo. El modo de esta inserción, empero, depende de lo que
el Estado modernizador tenga ~ara vender, a qué precio y en qué cantidad.
las normas de la oferta y demanda globales determinan el precio, .no el
deseo esperanzado de los líderes locales, ya sean conservadores, nacionalis-
tas, marxistas-leninistas o islámicos.

Algunas respuestas preliminares


Con algunos de los instrumentos ya mencionados es .posible responder par-
cialmente a ciertas preguntas iniciales.
i"· Por ejemplo, es posible demostrar que la mayoría de los países del Ter-
cer Mundo están luchando todavía con problemas vinculados a la moderni-
zación 1.
Por otra parte, las economías controladas por el comunismo de la ex
Unión Soviética y Yugoslavia habían alcanzado la etapa de modernización
2, pero no pudieron traspasar el umbral de la rryodernización 3, que está
asociada con el capital transnacional. De hecho, ellndice de Desarrollo Huma-
no en 1991 en ambos países era más o menos comparable. Las ssA de man-
1
dato estatal y su anticuada base tecnológica se volvieron demasiado estrechas
para contener el PFS nacional fortalecido. El sistema mismo se transformó en
j

j
1

el principal obstáculo para transitar a la modernización 3. Fue necesario


reorganizar radicalmente la ssA existente, y en esta reorganización las dos
federaciones multiétnicas comenzaron a resquebrajarse a lo largo de sus
líneas de fractura étnicas internas para, finalmente, fragmentarse en una
cantidad de entidades estatales separadas. La dolorosa construcción de las
'·1
ssA poscomunistas en el espacio de los estados soviéticos y yugoslavos
IL

I' ~
,,
resultantes, ocasionó la destrucción posterior de una parte del PFS. De hecho,
se destruyeron sectores productivos completos que no pudieron adaptarse
a la ssA relacionada con la modernización 3. En zonas devastadas por la

218 Estudios para la paz


desde una perspcdlva global
guerra, la destrucción económica se sumó a la destrucción física hasta el gra-
do en que algunas de estas nuevas entidades estatales, como Bosnia y
Herzegovina o Chechenia, fueron obligadas a descender a la etapa de mo-
dernización 1.
Otra pregunta es, ¿cómo los gobiernos etnocráticos, como los estable-
cidos en Croada, Serbia/Montenegro, Armenia y Azerbaiján, para mencionar
sólo algunos, que se guiaban por la idea de un desarrollo socioeconómico
separado, casi un apartheid, pueden caber en el futuro dentro de la estruc-
tura de la modernización 3? El nacionalismo tiene definitivamente una
dimensión económica, y la promoción de la "independencia económica"
basada en una etnicidad, no es compatible con la globalización económi-
ca (¡aunque la modernización 2 ofrece dicha estructura!).
Es interesante hacer notar que casi en la misma secuencia de tiempo,
países tan distantes geográficamente como la Unión Soviética, Yugoslavia,
Sudáfrica del apatheid y Chile, para mencionar algunos, alcanzaron práctica-
mente la misma etapa de modernización y casi la misma edad tecnológica. A
pesar de las ideologías oficiales completamente diferentes, todos promo-
vieron uno u otro tipo de industrialización de sustitución de importaciones
que se volvió demasiado estrecha para su PFS tan expandida. Sin embargo,
tanto la Sudáfrica del apartheid como Chile ya estaban, durante la etapa de
modernización 2, estrechamente vinculados con el capital transnacional; y
fue este capital, el que en un cierto nivel de desarrollo del PFS, empezó a pre-
sionar por la reorganización de la antigua ssA. Sin esta presión, las fuerzas
democráticas de ambos países no habrían tenido la fuerza para iniciar el
proceso de transición desde el gobierno autoritario, lo que a menudo es un
hecho ignorado por los académicos cegados por el proceso político y fasci-
nados por las hazañas y frases de grandes actores. Gracias a la destacada
presencia del capital transnacional tanto en Chile como en Sudáfrica, el acce-
so de estos países a la modernización 3 se verá facilitado eventualmente.
Sudáfrica, empero, se ve confrontado por una aguda cuestión campesina
no resuelta que reproducirá, desafortunadamente, la violencia política y
que hará muy difícil esta transición.
También es interesante hacer notar que mientras Sudáfrica se separó del
desarrollo segregado oficialmente, un sistema similar de apartheid obsoleto
acaba de ser introducido por varias etnocracias poscomunistas.

1i

lvan lveko~ic 219


Conflldo étnico contemporáneo

i'.:.
·f' (
~
1

:¡,
1

LA GLOBALIZACIÓN: LA ETAPA MÁS ELEVADA


DE LA INTEGRACIÓN CAPITALISTA A ESCALA MUNDIAL

Este capítulo complementa al anterior. Su propósito principal es mostrar que


la trayectoria histórica de largo plazo ya analizada, desemboca de manera
lógica en el periodo actual de integración capitalista de la economía mun-
dial, cuya etapa más elevada es la "globalización". Fue un proceso turbulen-
to y doloroso, no solamente para las poblaciones de los países periféricos,
sino también para las masas de los países centrales. La expansión gradual
del sistema mundial se asoció desde su inicio con la violencia política, tanto
exógena como endógena, la que a su vez siempre generó la contraofensiva
violenta de aquellos que eran separados y desposeídos por el proceso de
¡,
1

modernización. Esta lucha siempre se dio alrededor del control de los recur-

¡,.
sos, los naturales y los creados por el trabajo humano.
1'
•¡,
La colonización y los inicios de
la integración capitalista
de la economía mundial
¡:
1
El propósito de esta sección es subrayar una vez más lo que ya han demos-
trado y elaborado las teorías del sistema mundial; esto es:

• Que la expansión del modo de apropiación/producción capitalista desde su


inicio estuvo basado en la violencia desarrollista perpetrada por el Estado
industrializador.
• Que el modo capitalista de apropiación/producción, que así fue impuesto en
los países periféricos, sometió a sus necesidades los modos de producción
precapitalistas y estableció articulaciones específicas con ellos.

En su etapa inicial, el capitalismo estuvo asociado con la industrializa-


,, ción y ésta se basó en el procesamiento de la lana y el algodón.
La producción masiva de telas fabricadas con lana exigía un suministro
1 ' masivo de ovejas, lo que a su vez requería grandes extensiones de tierra de
',¡ pastoreo, de la cual fueron expulsados los campesinos. Finalmente como
Marx lo describió "la oveja se devoró a los hombres" y el movimiento ~cotado
en Inglaterra llevó a la emigración forzada de millones de campesinos desa-
lojados a Norteamérica, Australia y Sudáfrica. En todos estos territorios los
inmigrantes exterminaron o desalojaron a las poblaciones nativas. En Europa

220
Estudios para la paz
desde una perspediva global
Central Oriental, la ampliación de las tierras de pastoreo provocó lo que fue
denominado "segunda feudalización" o "segunda servidumbre". Eso fue vio-
lencia desarrollista desde arriba y se sumó a la resistencia desde abajo de
los desposeídos.
La manufactura del algodón creó otro tipo de drama desarrollista: el
algodón podía cultivarse solamente en un clima subtropical y demandaba
mano de obra masiva. Las condiciones climáticas en la parte sur de Nortea-
mérica eran ideales, la tierra ya se la habían apropiado los colonos europeos,
empero, existía un problema importante: allí no había mano de obra
disponible. El problema se resolvió con la importación y adquisición de escla-
vos africanos. En contraste con la esclavitud antigua, este tipo de servidumbre
introducido en Norteamérica fue el resultado directo de la expansión indus-
trial británica, y de la articulación establecida entre dos modos de produc-
ción/apropiación, donde el modo capitalista era el dominante.
De manera similar, la economía de las plantaciones de caña de azúcar
que se desarrolló en el Caribe y en Brasil se basó en la mano de obra esclava
importada, y en la demanda europea de azúcar. Por otra parte, la caza de
esclavos despobló las zonas costeras de Africa Occidental y, posteriormente,
las de Africa Oriental. De acuerdo con ciertos cálculos, sólo uno de doce
esclavos embarcados en la costa africana llegaba con vida a los mercados
norteamericanos; los demás perecían durante el viaje. ,
Gracias a esta relación triangular establecida entre Europa, Africa y las
Américas, floreció el capitalismo británico. En la misma época, los colonos
que producían y exportaban materias primas en las Américas intentaban
romper el monopolio comercial del capitalismo europeo, lo que llevó a la
Declaración de Independencia de los Estados Unidos y a la emancipación
política de la mayoría de los países latinoamericanos. Los colonos de Estados
Unidos establecieron un control total sobre la estructura social doméstica de
acumulación (ssA) y la reconstruyeron para que sirviera a sus propias ambi-
ciones e intereses. Previamente se trató de la expansión del capitalismo britá-
nico y de la ssA vinculada al tipo de industrialización Manchester; ahora la
ssA doméstica se "nacionalizó", lo que creó una estructura favorable a lo
cuantitativo y cualitativo de las fuerzas productivas domésticas de la socie-
dad (PFS). La oligarquía terrateniente de origen europeo que estableció en
América Latina sus propias haciendas, se apoderó de las ssA de la España y
Portugal feudales, lo que por un periodo largo bloqueó el desarrollo ulterior
de los PFS domésticos. Dado que las economías agrícolas de América Latina
se basaban en el sistema de latifundio, comenzaron a rezagarse con respecto a
los avances económicos, sociales y políticos de Norteamérica. En Estados

lvan l\e"-ovlc 221


Conflldo étnico contemporáneo
Unidos, una burguesía consolidada concentrada en la parte norte del país,
lanzó su proyecto propio de industrialización basado en la acumulación de
capital doméstico.
El flujo de algodón crudo desde los Estados Unidos hacia Inglaterra
continuó sin problemas hasta el estallido de la Guerra Civil norteamericana.
El embargo impuesto por el norte industrializado sobre los estados sureños
dejó a la industria textil británica sin .los suministros norteamericanos. La
victoria del norte rompió finalmente el poder económico de la oligarquía
terrateniente del sur y permitió que, en todo el país, se impusiera una ssA
que iría a servir a los intereses de la industrialización. Así se puso un fin vio-
lento a este tipo "dual" de desarrollo. Si la oligarquía terrateniente sureña
hubiera ganado la guerra, es muy probable que los desarrollos internos ulte-
riores de los Estados Unidos hubieran sido muy parecidos a los de América
Latina.
Las industrias textiles británicas debían encontrar fuentes alternativas al
algodón y, por ello, Gran Bretaña procedió a ocupar Egipto y después Sudán
(la otra razón igualmente importante fue la seguridad del Canal de Suez, y
la protección de esa vía acuática imperial). El tan apreciado algodón nortea-
mericano fue introducido en Egipto hasta el reinado de Mohammed Alí,
pero durante la ocupación británica su reducida producción fue importante
sólo para la dinastía de Mohammed Alí. En 1882 se volvió un negocio flore-
ciente para los industriales y comerciantes británicos. Además, abrió en Egip-
·¡
to el camino para la afirmación de una clase de señores casi feudales locales,
estrechamente asociados con el emergente mercado mundial capitalista.
Aproximadamente en esa misma época, comenzó la rebatiña de las
colonias africanas y asiáticas. En oposición a la lógica de comercio triangular
anterior, ahora los poderes industriales europeos buscaban crear mercados
exclusivos para sus biene~ manufacturados, y apropiarse directamente de
los recursos naturales de los territorios que se habían repartido entre ellos.
Algunos de éstos se convirtieron en colonias establecidas donde se transfirió,
desde la metrópolis, la fuerza excedente de trabajo.
El modo colonial de producción/apropiación se basó en la coerción del
Estado colonial: los territorios en cuestión debían ocuparse y "pacificarse", lo
que significaba que había que aplastar la resistencia nativa, a menudo llevada
a cabo con extremada brutalidad; en los territorios que se gobernaban· di-
rectamente, el Estado colonial establecía su propia burocracia; la servidum-
bre no remunerada u obligación laboral casi feudal se transformó en uno de
! '
los medios de evaluación económica de la colonia; en las colonias estableci-
j'
¡
1

i'
222 Estudios para la paz
desde una perspectiva global
das, a los nativos se les expropiaban sus tierras; en otros casos, el cultivo de
ciertos cereales se hizo obligatorio, y los modos precapitalistas de producción
eran puestos al servicio de la apropiación colonial; en la India y en otros
países se destruyó la manufactura nativa precolonial; finalmente, la econo-
mía monetaria se impuso con la introducción de los impuestos en dinero.
Así fue como la modernización se expandió a muchos países del hemisferio
sur. Fue la violencia desarrollista perpetrada por el Estado colonial la que
directamente, o mediante el gobierno indirecto, chocó con la contravio-
lencia anticolonial de aquellos que fueron desposeídos de sus bienes.
Países como el estado otomano, Persia y China nunca fueron coloni-
zados. Más bien fueron transformados mediante capitulaciones comerciales
impuestas por una fuerza externa, en zonas de "libre comercio" o, para usar
el término que se introdujo después, en neocolonias. En el siglo pasado, el
estado otomano y Egipto fueron puestos bajo control fiscal externo. El modo
neocolonial de producción/apropiación mostró ocasionalmente giros horri-
bles, como fue el caso de las dos Guerras del Opio, que fueron libradas a
nombre del "libre comercio" en China. Nuevamente se trató de violencia
externa y desarrpllista perpetrada por los poderes neocoloniales. Así fue
como los países periféricos fueron integrados gradualmente a la emergente
economía capitalista mundial.
En ese momento, la industrialización en Europa y Norteamérica había
alcanzado la época tecnológica del riel y el hierro, y algunos países abrieron
el capítulo de la época del acero.
la respuesta de los estados y sociedades periféricas no sujetas al colo-
nialismo europeo no fue uniforme. Como ya se mencionó, en un momento
dado el gobierno chino intentó sin éxito dar fin al comercio del opio. El esta-
do otomano en el periodo tanzimat, trató de introducir reformas legales con
objeto de fortalecer sus ingresos. la idea general era que con dichos ingre-
sos el Porte formaría un ejército moderno capaz de enfrentarse con los po-
deres europeos. El estado Qajar en Persia intentó seguir el ejemplo pero fue
igualmente incapaz de revertir el curso de la descomposición. Quien tuvo
más éxito en el Medio Oriente fue Mohammed Alí, el gobernador de Egip-
to, pero los grandes poderes de esa época se encargaron de reducir sus
r · ambiciones. Fue obligado a cerrar las industrias y escuelas que había cons-
truido para apoyar a su ejército, y el número de sus tropas fue reducido
sustancialmente. El único país que logró protegerse de la intrusión europea
fue el Japón Meiji, que iniciqf~ü propio proyecto de modernización.

1\an lvek.ovic 223


Conflicto étnico contemporáneo
1
La acumulación de capital a escala mundial
y la articulación de los modos de apropiación/producción

Aunque las teorías del sistema mundial contribuyeron de manera significati-


va a la aclaración de las relaciones desiguales que se habían establecido
entre el centro y la periferia, esta sección no pretende reproducir aquí el
1 ¡:¡, enfurecido debate académico que se dio en los setenta. Sin embargo, hay
'1
1 1
dos contribuciones que parecen ser particularmente útiles para el proble-
ma tratado en este artículo. Es el concepto de acumulación a escala mundi-
! 1'11!:
;1:!
al como lo planteó Samir Amín, y el concepto de articulación de modos de
', •1 producción como lo elaboraron diversos autores.
Samir Amín (1974, 1976, 1977) propuso un elaborado modelo teóri-
co de acumulación dentro del sistema del mundo capitalista (relaciones
centro/periferia basadas en un intercambio desigual) que explica amplia-
mente los vínculos que se establecen entre los países industriales del centro
y la periferia subdesarrollada. Dividió el desarrollo de la economía del mundo
capitalista en tres etapas consecutivas:

• La etapa mercantilista, marcada por el surgimiento del capitalismo en sus tierras


natales, y por el establecimiento de una red de relaciones de intercambio, que
vincula las formaciones capitalistas con la precapitalista.
• El capitalismo pre-monopolio totalmente desarrollado, que abarcó desde cerca
de 1800 hasta alrededor de 1900; durante este periodo se sentaron las bases de
un nuevo patrón de especialización internacional (la división del trabajo), y
se estableció la línea divisoria entre el centro y la periferia.
• La etapa imperialista (a partir de 1900), que está en el centro de la preocupa-
ción principal de Amín. Es muy parecido al esquema sugerido por Wallerstein
de las tres etapas de la complicación africana en la economía mundial (1976,
pp. 58-89).

Durante esta última etapa, los sueldos y la productividad comenzaron


a elevarse en el centro, el capital se volvió bastante móvil y los mercados
mundiales se hicieron estrechamente integrados, estableciendo las condi-
ciones del intercambio desigual; empero, la tasa de ganancia en el centro
mostró la tendencia a caer. No obstante, esta tendencia se compensó con
la intensificación de la explotación en la periferia, lo que sustenta la tasa de
ganancia central a través del intercambio destgual.

224
Esludios para la paz
desde una perspecuva Qlobal
Adicionalmente, Amín distinguía cuatro sectores de producción: sector 1
(producción de materias primas minerales y agrícolas para la exportación),
sector 11 (producción de artículos para el consumo masivo), sector 111 (pro-
ducción de artículos suntuarios utilizados por unos pocos privilegiados) y
sector IV (producción de herramientas). El sistema "auto-centrado" del cen-
tro se caracteriza por los vínculos entre el sector 11 y IV, mientras que el sis-
tema "periférico" lo hace por la articulación entre el sector 1y 111. El centro
importa de la periferia solamente aquellos artículos que resultan más baratos
que los que se producen en el centro (el artículo periférico será más bara-
to si con igual productividad la mano de obra periférica es más barata; de
ahí que la explotación en la periferia sea más intensa). Dicho de otra mane-
ra, la meta del centro es obtener aquellos artículos de la periferia que sola-
mente son parte del capital constante (materias primas) y del capital varia-
ble (para alimentar a la fuerza de trabajo y a las masas). En la periferia se
desarrolla un sector 1extrovertido y con exceso de capacitación. En un deter-
minado nivel de desarrollo del sector exportador, se forma en la periferia
un mercado interno limitado, en el cual el sector 111 (artículos suntuarios
adquiridos por las clases privilegiadas: latifundistas, burguesía comercial,
burocracia estatal) es relativamente más importante que el sector JI (pro-
ducción para el consumo masivo porque el poder de compra de las masas
en la periferia es mínimo; de alimentar a las masas se encarga el "sector
tradicional" que está cada vez más marginado y donde no se invierte nada).
El resultado es la marginación de las masas en los países subdesarrollados
(depauperación de campesinos y artesanos, éxodo a las ciudades y urbani-
zación, parasitismo familiar, ejército creciente de desempleados).
Es importante subrayar que el desarrollo periférico no es un estado de
transición desde las ssA precapitalistas hacia las ssA capitalistas, más bien
constituye una forma particular y distintiva de capitalismo moderno que se
desarrolló parí passu y en relación directa con las necesidades del centro de
la economía mundial (Ehrensaft, 1976, p. 60). Dentro del país periférico, el
modo de producción/apropiación que domina a la economía mundial, sujetó
sus necesidades a los modos de producción/apropiación que existían en la
periferia, y se superpone a las ssA precapitalistas. El resultado fue una articu-
lación específica y a menudo compleja, que en algunos países incluía: en la
cima el modo dominante (capitalista) de producción/apropiación, sobre-
puesto a tipos casi feudales de explotación, los que a su vez extraían el valor
excedente producido a nivel del pueblo, cuya organización interna per-
manecía comunal (o comunitaria). Su estructura jerárquica fue fortalecida

lvan lvel:.ovic 225


Conflicto étnico contemporáneo
r·.r 1'
.1
,,
1

1:,

l:i.!
r¡l
y mantenida por el Estado colonial. Cuando se logró la independencia
política, fue el Estado nacional el que se hizo cargo de esta función.

Dos guerras industriales: guerras para


apropiarse de los recursos y los mercados
La crisis económica de finales del siglo XIX culminó con el estallido de la Pri-
mera Guerra Mundial. Se trató de la primera guerra global en la historia, cuya
causa subyacente fue la pugna de los poderes industriales por apropiarse de
recursos y mercados. La derrota de los poderes centrales pavimentó el
camino para la fragmentación de los imperios multiétnicos turcos y austro-
húngaros. Muchos esperaban que los 14 puntos de la "Revolución Demo-
crática" del presidente norteamericano Wilson, inaugurarían una nueva
época de libertad en la periferia del sistema mundial, pero de hecho se 1 ·:

¡:' expandieron las zonas exclusivas de interés de los británicos, franceses y japo-
.,·¡,· neses. En esa misma época, los bolcheviques rusos que habían prometido
1
'ji¡
Ir
autodeterminación nacional, lograron ganar para su causa a la mayoría de
;, '
las elites no rusas del antiguo imperio. Sin embargo, el Pacto de Versalles
1 impuesto sobre Europa y el Estado estalinista-leninista establecido en la
)'
Ji recién creada Unión Soviética, no cumplió lo que había prometido. La cues-
1 ~
11
tión nacional no se resolvió ni e,n la Europa Cent~al Oriental, ni tampoco en
el Medio Oriente y el Norte de Africa. De hecho, Africa, Asia y América Latina
quedaron bajo un fuerte control colonial o neocolonial.
\1<,, A pesar del caos inicial y de la gran depresión de los años treinta, el
1.
periodo entreguerras inauguró el crecimiento de las fuerzas productivas a
nivel mundial. Fue espectacular en los Estados Unidos, Japón, la Unión Sovié-
rr:i
';¡1
1
tica y la Alemania nazi. La mayor parte de Europa, América del Norte y
1.
i' Japón entraron a la época del automóvil y los petroquímicos. La Unión
Soviética inauguró la época del acero. La modernización colonial o neoco-
lonial en muchos países asiáticos y africanos aceleró el cambio social interno,
el que a su vez abrió el camino para la afirmación de las nuevas clases
medias que empezaron a presionar por independencia política. El ejemplo
ya lo había puesto la Turquía kemalista.
Es importante señalar que Estados Unidos -el que después de la crea-
ción de la Liga de las Naciones se había retirado de la política europea-
acudió finalmente al rescate de Gran Bretaña durante la Segunda Guerra
Mundial. La causa de la guerra fue la declaración de las fuerzas del Eje de
que se apropiarían de territorios, sus recurs~s naturales y sus mercados. En

226 Estudios para la paz


desde una perspedlva !llobal
1942, la alianza nazi-fascista controlaba la mayor parte de la Europa conti-
nental, la parte europea de la Unión Soviética y el Magreb, mientras que
Japón había establecido su imperio asiático. En ese año, empero, la máquina
de guerra del Eje fue detenida en Stalingrado y en El Almein; Italia capituló
en 1943. Alemania luchó dos años más y capituló en 1945, sólo después de
haber agotado completamente sus recursos humanos y materiales. Japón
fue el último en rendirse, después de que Estados Unidos destruyera Hiroshi-
ma y Nagasaki con sus bombas atómicas. Los Aliados ganaron la guerra, no
porque su causa fuera más justa y honorable (¡que lo era!), sino esencial-
mente por el poder industrial de Estados Unidos y los recursos humanos
soviéticos. Muchos otros pueblos también contribuyeron, pero su ayuda no
fue decisiva.
Se pactó el Tratado de Yalta con su infame acuerdo de porcentajes entre
Churchill y Stalin, lo que dividió en esferas de influencia a la Europa liberada.
Inicialmente se trató de un arreglo geopolítico en el cual los territorios y sus
potenciales humanos y económicos se dividieron entre los angloameri-
canos y los soviéticos. Este consenso se rompió en 1947, cuando los soviéti-
cos exigieron más concesiones en Grecia y Turquía.

La descolonización o ¡ ·¡
la nacionalización de la explotación V '

Dos puntos del Tratado del Atlántico firmado por Roosevelt y Churchill en
1941 tenían implicaciones a largo plazo para los pueblos colonizados: el
apoyo al derecho de autodeterminación y la demanda de libre acceso a las
materias primas. Ambos se incluyeron en la Carta por la insistencia nortea-
mericana y representaron una sentencia de muerte al colonialismo clásico.
Los países del Eje fueron finalmente derrotados, pero la descolonización fue
retrasada aunque el proceso pronto ganó impulso.
Con pocas excepciones notables, el éxito del proceso de descolonización
se debió a que el gobierno colonial se volvió demasiado costoso a nivel eco-
nómico y contraproducente a nivel político, que a la lucha de liberación del
pueblo colonizado. Donde sí ocurrieron revoluciones nacionales, generalmen-
te fueron guiadas no sólo por la idea de la liberación política, sino que tam-
bién representaron una reacción violenta contra la modernización colonial.
Con el colapso del gobierno colonial, también se derrumbaron las zonas
económicas exclusivas de los poderes coloniales. Los "hacedores de políticas"
británicos fueron más prag~áticos que los franceses porque estos últimos

lvan lvek.ovlc 227


Conflido étnico contemporáneo

b
mantuvieron hasta hace poco tiempo su monopolio político y económico
sobre la mayoría de sus ex colonias africanas. El Estado británico sencilla-
mente se retiró y protegió a distancia a ciertas compañías británicas elegi-
das. Por otra parte, en muchos casos individuales lo que las compañías co-
merciales francesas obtenían en respuesta era menos que los subsidios que
el gobierno francés le pagaba a sus compinches africanos. En todo caso, el
capital de otros poderes industriales, así como el capital transnacional, esta-
ban realmente interesados sólo en unos cuantos países africanos que po-
seían riqueza mineral y otros potenciales. Tarde o temprano, dichos países
estuvieron abiertos al libre mercado y su riqueza mineral se dividió entre
compañías extranjeras en pugna. Así, la exigencia del Tratado del Atlántico
en cuanto al "libre acceso a las materias primas" prácticamente se había
cumplido.
Inicialmente, algunos pocos gobiernos africanos radicales intentaron
obtener "independencia económica" y procedieron a la nacionalización de
las compañías y bienes extranjeros, pero finalmente no tuvieron otra opción
que aceptar los términos de intercambio desigual, que regía las relaciones
económicas existentes entre el centro y la periferia del sistema global. En
muchos casos, los gobiernos africanos compraban los bienes extranjeros a
buen precio; posteriormente esos gobiernos nacionales se encargaron de
suprimir toda protesta industrial y de controlar férrea mente a los obreros.
Para el trabajador de una mina de cobre nacionalizada nada ha cambiado,
como tampoco para un minero sudafricano que todavía trabaja para la mis-
ma compañía transnacional.

La Guerra Fría: mercados abiertos versus desarrollo autárquico


1 ., '¡

Además de las diferencias ideológicas y las rivalidades geopolíticas, la Guerra


Fría fue esencialmente el choque entre dos modelos de desarrollo: 1. El mo-
delo occidental basado en el libre mercado y los mercados abiertos. 2. El
modelo de control estatal de desarrollo que buscaba la autosuficiencia, con
sus diversas variaciones comunistas o nacionalistas. Este último era una es-
trategia defensiva instrumentada en los países económicamente más pobres,
o en los países subdesarrollados, cuyas elites gobernantes buscaban prote-
ger la "independencia económica", ejerciendo un control total sobre los
recursos naturales y las fuerzas productivas nacionales (PFS) de sus países.
El modelo de control estatal de desarrollo fue iniciado invariablemente
con una reorganización radical de la estructura social de acumulación (ssA)

228 Estudios para la paz


desde una perspediva global
que existía previamente, grandes expropiaciones a las antiguas clases diri-
gentes y nacionalización de los bienes extranjeros. En la Unión Soviética este
movimiento inicial fue seguido por la colectivización de la tierra, y la intro-
ducción de una economía planeada por el Estado. En algunos otros países,
la tierra confiscada o nacionalizada fue redistribuida a los sin tierra y a
los campesinos pobres, y se puso un tope máximo de posesión. Los soviéti-
cos introdujeron en 1929 un modelo de industrialización de sustitución de
importaciones basado en el desarrollo del sector público, cuya meta decla-
rada era llenar el vacío que en ese momento estaba separando a la eco-
nomía soviética de los poderes occidentales industrializados. Cerca de 30
años más tarde, Kruschev cuantificó estas metas desarrollistas en el nuevo
programa del CPSU. Como se subrayó en el capítulo previo, este modelo pro-
movió con éxito el crecimiento cuantitativo de la PFS, pero su crecimiento
cualitativo fue bloqueado por una ssA obsoleta.
Este modelo fue impuesto en los estados satélites soviéticos y copiado,
con mayor o menor éxito, por varios regímenes nacionalistas en los países
del Tercer Mundo. Hoy sabemos que fracasó, pero quizás pueda afirmarse
que los comunistas, así como varios marxistas-leninistas de estilo propio, lo
asumieron para resolver los problemas que en Occidente eran resueltos con
revoluciones burguesas. Visto desde esa perspectiva, el patrón de control
estatal de industrialización no fue otra cosa que un modelo de desarrollo de
capitalismo de estado. Siguiendo con mi conceptualización de tres niveles,
puede asegurarse que resolvieron con éxito los problemas asociados con la
modernización 1. En la misma Unión Soviética y en Europa Central Orien-
tal se comportaron bien en la primera etapa de la modernización 2, pero
no pudieron elevar su PFS al nivel de la modernización 3.
Parece que la modernización 3 no puede alcanzarse aisladamente, o en
oposición al capital transnacional y a las fuerzas productivas que está con-
trolando. El liderazgo chino bajo Deng Xiaoping comprendió esta represión
después del fracaso del gran salto hacia delante y el caos creado por la re-
volución cultural. En oposición a los diversos teóricos del sistema mundial,
Xiaoping creía que la historia del éxito económico de la China contem-
poránea no se lograba oponiéndose al sistema capitalista mundial, sino
asociándose con él. De hecho, la política china de "apertura" gradual y
selectiva al mundo, iba de la mano del reajuste constante de su ssA a las
normas dictadas por el proceso de globalización.

lvan lveko\lc 229 ,1··,


Conflido élnico conlemporáneo
Integración económica-fragmentación política
Sólo recientemente algunos cuantos analistas comprendieron que el pro-
ceso de integración capitalista de la economía mundial desde principios del
siglo XIX iba acompañado de fragmentación política. Parece que ambos son
parte del mismo proceso dialéctico de transición hacia una sociedad indus-
trial de masas.
En un momento dado, la Francia napoleónica estuvo muy cerca de
lograr la unificación política de Europa, pero no contaba con el poder econó-
mico para sostener este orden impuesto por medios militares. El Tratado de
Viena introducido en 1815, marcó el regreso a la fragmentación política y
al Estado mercantilista. No obstante, los grandes poderes de este tiempo
que unieron sus manos para bloquear una fragmentación posterior, no pu-
dieron detener el surgimiento de los nuevos Estados-nación en los Balcanes.
Por otra parte, al imponer su gobierno colonial en África y en grandes seg-
mentos de Asia, contribuyeron a la unificación política de sus imperios colo-
niales, que era la condición previa para que estos territorios conquistados se
integraran económicamente al sistema mundial emergente. La disolución de
los imperios austro-húngaro y otomano significó una fragmentación política
ulterior. El imperio ruso explotó prácticamente durante la guerra civil inicia-
da con la Revolución de Octubre, pero los bolcheviques pudieron recuperar
los territorios fragmentados y los integraron a la recién formada Unión
Soviética. Usando el poderío militar, la Alemania nazi estuvo a punto, más
tarde, de unificar políticamente a Europa pero, al igual que en el caso de la
Francia napoleónica, no pudo sostener el "Nuevo Orden" tanto económica
como militarmente. El proceso de descolonización aceleró la fragmen-
tación política de la periferia del sistema mundial. El colapso de las federa-
ciones soviética, yugoslava y checoslovaca fue otro paso significativo en esa
dirección. C~si simultáneamente la fragmentación política se apoderó una
vez más de Africa.
Es cierto que además se unieron las dos Alemanias y que Europa Occi-
dental estableció una agenda ambiciosa para su expansión hacia el Oriente.
No obstante, no debe olvidarse que el proceso de la unificación política
europea va junto con el proceso de regionalización gradual de los Estados-
nación existentes. El último ejemplo es el movimiento hacia la regionaliza-
ción en Gran Bretaña. De hecho, parece que la fragmentación política (o
regionalización) es una tendencia general, ~unque como se describió pre-
viamente, también parece que los periodos. de contracción política eran

230 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
·. 11

invariablemente seguidos de periodos de fragmentación. Cada cambio en


una u otra dirección exige el reajuste de la ssA tanto a nivel nacional como
internacional. El papel principal del Estado contemporáneo como "reci-
piente del poder político y económico" es construir y fortalecer una ssA que
proporcione la estructura más favorable para el crecimiento posterior cuan-
titativo y cualitativo de la PFS. Cada uno de dichos reajustes produce desor-
ganización social y, por lo general, resistencia.
Las teorías que intentan explicar los procesos ya descritos con un su-
puesto "resurgimiento súbito" de actores subnacionales, están en el plan
de acción equivocado, aunque es cierto lo que se subrayó previamente de
que las unidades estatales multiétnicas y multirreligiosas tienden a fractu-
rarse a lo largo de las líneas de sus diversidades internas.

El"doble movimiento'': algunos comentarios


sobre la transición a la economía de mercado
en el este europeo
Parece ser que el Este europeo está reviviendo hoy la experiencia del capita-
lismo inglés del siglo XIX, que se caracterizó por un "doble movimiento":
uno fue la expansión sin precedentes de los mercados de productos, y el
otro fue el contra movimiento que intentó proteger a la sociedad de los
efectos perniciosos de una economía controlada por el mercado (Polanyi,
1957, p. 76). En la interpretación libre que yo hago, el"primer movimiento"
en el Este europeo fue estimulado por una visión utópica del capitalismo,
suponiendo que el desmantelamiento de las economías controladas por el
Estado, el proceso de privatización y la introducción de un mercado auto-
regulado producirían automáticamente abundancia material, bienestar,
democracia y, lo más importante, reafirmación de los "valores nacionales".
El"segundo movimiento" trae al Estado al escenario y restablece el control
estatal sobre las fuerzas productivas (no necesariamente de propiedad esta-
tal), bloqueando, al menos temporalmente, la integración de las economías
poscomunistas en la economía global. Las "terapias de choque", desregu-
lación y privatización salvajes se reemplazan entonces por enfoques más
cautelosos y graduales. Se forman comisiones para investigar la corrupción, se
restablecen algunas aduanas con el objeto de proteger la producción nacio-
nal y el Estado muestra, repentinamente, compasión por ciertas categorías
sociales desvalidas de sus ciudadanos. Este "segundo movimiento" puede
interpretarse como una reacqón de auto-protección de las elites nacionalis-

lvan lvekovic 231


Conflicto étnico contemporáneo
1

,',
~ !' 1
tas que se enfrentan con una insatisfacción popular cada vez mayor, por el
¡1 ~ desempeño de estas elites que, a su vez, se sienten amenazadas en su posi-
ción. Simultáneamente, otro "doble movimiento" toma forma en la SSA reor-
ganizada entre los países de la semi-periferia y el centro: mientras los países
centrales continúan su proceso de integración (primer movimiento), y a
pesar de todas sus contradicciones mutuas, los países periféricos están polí-
1·.·
,,,
1'¡11
ticamente fragmentados (segundo movimiento), con objeto de que la eco-
nomía global los engulla y digiera mejor.
~•,1: ' El análisis algo olvidado de Polanyi, hace poco inspiró a un grupo de
,,,
11' investigadores a explorar una dirección nueva en la economía política con-
11'1.
1
1'
1
temporánea de las relaciones internacionales (Hettne et al., 1995). Usando su
1·¡¡ enfoque, he tratado de comprender el tipo de relaciones que están estable-
ciéndose entre el sistema económico global y las economías "nacionales"
poscomunistas y, al mismo tiempo, he intentado descifrar cuál es el verda-
dero papel de las etnocracias autoritarias contemporáneas en la emergente
división del trabajo internacional.
La conformación de comunidades étnicas segregadas, por ejemplo, el
surgimiento de estados étnicos en el espacio yugoslavo y caucásico, fue
ciertamente una respuesta de redefinición a las presiones económicas inter-
nas y externas de la modernización 2. También representa una respuesta a
las presiones de las PFS que fueron reforzadas por las economías de control
estatal. La modesta capacidad de absorción de los mercados administrati-
vos internos limitó simultáneamente el rendimiento (cantidad) industrial,
mientras que la rigidez de los reglamentos estatales no dio paso a la inno-
vación y al cambio hacia nuevos productos (calidad). Entonces es bastante
)1
normal que el rendimiento del mismo rango de productos, incrementado
horizontalmente, coloque en la agenda política la apertura de economías,
previamente cerradas, para realizar comercio más allá de las fronteras. Dicho
de otra manera, como en toda economía moderna, la sobreproducción sin
innovación se vuelve un impedimento. Como el principio del mercado ero-
sionó las economías controladas por el Estado, tanto desde adentro como
desde afuera, y el antiguo sistema de redistribución estatal estaba colapsando
-generando nueva diferenciación social y nuevos conflictos de intereses
durante el proceso- se volvió importante reordenar la ssA completa y, sobre
todo, redefinir el papel desempeñado por el Estado. El bloqueo sistémico,
de manera bastante natural, colocó en la agenda política la formación de
pequeñas unidades estatales, lo cual permitiría la reorganización de las PFS
y de la función redistribuidora del Estado, satisfaciendo al mismo tiempo
\ 1

232 Estudios para la paz


desde una perspediva global
las ambiciones de poder y los apetitos materiales de las nuevas elites nacio-
nalistas. Los mercados globales expansionistas, asociados con la moder-
nización 3, aceleraron a escala mundial el proceso de desintegración interna.

Capital transnacional y globalización


La modernización 3 fue alcanzada por las economías de los países industria-
les del centro, desde donde y con cuyo apoyo activo, opera el capital
transnacional. Este capital es "transnacional" porque es anónimo y altamente
móvil, y se traslada sin problemas a través de las fronteras estatales en bús-
queda de mejores ganancias. En oposición a la lógica que prevalecía en la
época colonial, este capital es altamente selectivo y solamente invierte en
operaciones financieras o en sectores de producción que puede generar
altos rendimientos, inmediatamente o en el futuro. Por ejemplo, el petróleo
donde sea que se extraiga o se procese, es un blanco específico; lo mismo
sucede con otros minerales estratégicamente valiosos. De igual importancia
es el sector de la banca, mediante el cual el capital fluye de país en país, y
proporciona el espacio para especulaciones financieras. El turismo se volvió
muy atractivo por la masa de vacacionistas de fin de semana, siempre en
búsqueda de nuevos destinos. La producción industrial también puede ser
lucrativa si la fuerza de trabajo local es más barata, y porque los Estados
periféricos y semiperiféricos están usualmente listos para castigar con vio-
lencia la inquietud industrial y restringir las actividades sindicales.
Acausa de esta selectividad, el capital transnacional crea discrepancias
económicas internas adicionales, con efectos sociales perturbadores. De
hecho, ensancha la brecha que separa a los diferentes sectores productivos
domésticos introduciendo más polarización social en muchos países del
Segundo y Tercer Mundo. El sector agrícola de estos países es completa-
mente ignorado por el capital transnacional: no puede generar rendimientos
rápidos. Al principio, este sector quedó en manos de las anticuadas "com-
pañías bananeras" y/o en las manos de inversionistas locales en pequeña
escala, interesados solamente en cultivos que producen dinero en efectivo.
En general este sector utiliza técnicas agrícolas tradicionales y tiende a pro-
ducir ganancia explotando la mano de obra doméstica, abundante y barata.
Esto a su vez contribuye al drama actual de los campesinos de la mayoría
de los países del Tercer Mundo, porque a muchos los hace dependientes de
la importación de alimentos.

l\ an l\ ekO\ ic 233
Conflicto étnico contemporánro
Las fórmulas clásicas de explotación neocolonial quedan precisamente
en manos de estas compañías "bananeras" o "de cacahuate" ya mencionadas.
No están en competencia con los conglomerados transnacionales, pero a veces
son lo suficientemente poderosas para manejar indirectamente una "repú-
blica bananeras". Para poder sobrevivir en esta época de globalismo, muchas
de ellas se convierten en subsidiarias de las compañías transnacionales.

Algunas respuestas preliminares


y una pregunta adicional
Como ya se comentó, es cierto que las primeras etapas de la integración
capitalista fueron socialmente dolorosas y desorganizadoras, primero que
nada en los países centrales del sistema mundial emergente y sólo después
en la periferia precapitalista. La acumulación capitalista primitiva estuvo
asociada con el movimiento acotado en Europa Occidental, con la "segunda
feudalización y la vuelta a la servidumbre en Europa Oriental, con el saqueo
en Sudámerica y la destrucción de su civilizaciones autóctonas, con la exter-
minación de la población indígena en Norteamérica y las islas del Caribe, con
el tráfico de esclavos y la esclavitud que fue i~troducida en las Américas,
con la conquista colonial y la "pacificación" de Africa y partes del continente
asiático, con las Guerras del Opio y las capitulaciones del comercio, con dos
guerras industriales globales, con un intercambio desigual entre el centro y
la periferia del sistema mundial, etcétera. Este proceso fue empujado desde
sus inicios por la violencia política instrumentada, tanto a nivel nacional como
internacional. No hubo nada "natural" en este proceso porque no fue,
como a menudo se asegura, consecuencia de la "mano libre del mercado",
1' sino el resultado de un proyecto económico premeditado y bien planeado,
apoyado por el Estado capitalista que buscaba hacer crecer al máximo la
ganancia.
El proceso de integración capitalista de la economía mundial, como ya
se demostró, también fue dialéctico porque la construcción de una nueva ssA
para cada nivel de modernización, siempre estuvo acompañado de la des-
trucción parcial de las PFS preexistentes. En cada nuevo nivel de moderni-
zación, estas PFS se redistribuían con el objeto de que pudieran caber en la
nueva SSA. En la última etapa, después del fracaso general del modelo autár-
quico de desarrollo (comunista o nacionalista), es probable que la integración
capitalista haya entrado en su etapa más elevada, hoy llamada globaliza-
ción, que es tan destructora como sus fases previas. Sin embargo, la vio-

234 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
lencia física que había caracterizado a las fases previas está abriendo gra-
dualmente el camino a la coerción tecnológica y económica. ¿Cómo se
puede responder a una coerción puramente económica y tecnológica? La
violencia física puede encontrarse con la contraviolencia física. A pesar de
eso, cuando los intereses vitales del centro industrial del sistema se ven
amenazados directamente, como sucedió durante la ocupación iraquí de
Kuwait, los países centrales y especialmente Estados Unidos, no vacilan en
mostrar sus músculos.
De hecho, Estados Unidos se convirtió en el administrador multilateral
del proceso de globalización. Después del colapso de la Unión Soviética,
quedó como la única superpotencia, aunque su papel de administrador
multilateral es cuestionado por sus aliados más cercanos y por políticos ais-
lacionistas internos. Como se ha demostrado en otras partes, el liderazgo
norteamericano se basa en cimientos algo tambaleantes (Gilpin, 1987,
pp. 364-408), pero eso está fuera del alcance de nuestro análisis.
Algunos izquierdistas y jeques islámicos con los cuales ciertamente
simpatizo, hoy convocan a una resistencia general contra la globalización.
Está bien, pero la cuestión es: ¿cómo?

PATRIARCADO, CONVULSIONES
NEOPATRIARCALES Y VIOLENCIA POLÍTICA

Debemos a las guerras de los Balcanes de 1912-1913, el término peyorativo


de balcanización, que significa un cóctel de confusión e inquietud políticas,
, 1 disputas territoriales, conflicto y guerra étnica, corrupción e interferencia
extranjera. El término penetró en la jerga política, pero durante el proceso
de descolonización se usó principalmente para describir el conflicto sectario,
comunal y tribal, o de manipulación neocolonialista con actores locales, o
ambos. Al término de la Guerra Fría, la balcanización no sólo regresó a su
cuna original, los Balcanes, sino que se transformó en un fenómeno amplia-
mente difundido. De hecho, parece que la crisis y el colapso de la superpo-
tencia soviética ha creado un huracán geopolítico en las regiones euroa-
siáticas lejanas, que lleva a la fragmentación política, al conflicto étnico y
regional, al resurgimiento religioso, a las disputas y guerras interestatales
y civiles, que son reminiscencias de la balcanización de principios de este
siglo.

lvan lvekO\ic 235


Conflicto étnico contemporáneo
11

Zbigniew Brzezinski lo describió como un "hoyo negro" contemporá-


neo y una fuente de peligros políticos novedosos y muy importantes, locali-
zados entre un Occidente avanzado tecnológicamente y las extremidades
orientales de Eurasia. De acuerdo con él, el huracán de violencia se puede
dibujar como oblongo sobre el mapa de Eurasia.
Se extiende de este a oeste desde el mar Adriático próximo a los Balca-
nes hasta la frontera de la provincia china de Sinkiang; de sur a norte rodea
el Golfo Pérsico, abrazando parte del Medio Oriente, luego Irán, Pakistán,
Afganistán en el sur, toda Asia Central a lo largo de la frontera kasaj-rusa hacia
el norte y a todo lo largo de la frontera ucrania-rusa. El oblongo también
contiene porciones de Europa sudorienta!, el Medio Oriente y la región del
Golfo Pérsico, además de la parte sur de la ex Unión Soviética (Brzezinski,
1993, p. 163).
Es relevante mencionar que este "oblongo de inestabilidad" coincide
geográficamente con el"cinturón del pa..triarcado clásico" el que, de acuer-
do con Valentine Moghadam, incluye Africa del Norte, el Medio Oriente
musulmán y Asia Oriental y Sur (Moghadam, í 993, p. 107). Sin embargo,
yo pienso que este cinturón incluye prácticamente la totalidad del Tercer
Mundo. Junto a aquél se encuentra el"cinturón del neopatriarcado", que
incluye la mayor parte del Mediterráneo norte, la península de los Balcanes
y el antiguo espacio soviético donde la transición, de la sociedad agraria tra-
dicional a la semi-industrial, ha sido excepcionalmente rápida y turbulenta
en las últimas décadas. Adicionalmente, los nichos neopatriarcales también
han sobrevivido en las sociedades industriales más desarrolladas, donde se han
reproducido mediante el modo doméstico de producción.
Este capítulo intenta aclarar el drama del campesinado como se pre-
senta durante las etapas de la modernización 1 y 2. Parece que las convul-
siones patriarcales son la reacción campesina a la modernización 1, mientras
que la reacción neopatriarcal es una característica de la modernización 2.
Exceptuando la primera sección, la mayor parte de lo ya descrito es una
versión resumida de un análisis que se enfocó en el conflicto regional y étnico
de la antigua Yugoslavia y de la región caucásica (lvekovic, 1996). Aunque
planteado en términos generales, creo que las convulsiones patriarca-
les/neopatriarcales de las comunidades campesinas en decadencia, son la
causa principal de Jos conflictos "étnicos" de hoy día. Este conflicto, por lo
menos así lo creo, puede reducirse a un conflicto desarrollista cuyas causas
esenciales son la escasez de recursos y la competencia grupal por su apro-
piación. ·

236 Estudios para la paz


desde una perspectiva ¡;¡loba!
1'
1'
1

La modernización 1, el acceso desigual


a la reforma agraria

En el capítulo 1se demostró cómo los modos precapitalistas autóctonos de


producción/apropiación fueron puestos al servicio de la acumulación capi-
talista, y cómo surgió un sistema económico mundial estratificado e inte-
grado. En los países periféricos sus ramificaciones podían consistir en una
cantidad de estratos superpuestos, que combinaban modos comunales de
producción de subsistencia y una producción insignificante de mercaderías,
articuladas a formas casi feudales de exp1otación sujetas a las necesidades
de la acumulación capitalista. En un sistema así de estratificado, el papel
que desempeña la producción de subsistencia es asegurar la simple repro-
ducción de la fuerza de trabajo, y de los trabajadores asalariados empleados
en el sector moderno. En África, el modo comunal de producción y las rela-
ciones de parentesco fueron analizadas en detalle por Claude Meillassoux
(1978) y otros antropólogos economistas franceses; son característicos de
las comunidades agrarias precapitalistas, sujetas al modo capitalista de pro-
ducción/apropiación por el Estado neocolonial/colonial. Otro grupo de
autores que incluye a Landsberg, Hobsbawn, Longworth y jackson (Lands-
berg, 1974) describen que la protesta rural y los movimientos campesinos
en Europa se dieron antes y durante la modernización 1.
El drama del campesinado siempre ha estado asociado con el problema
de la tierra. Cuando existía mucha tierra desocupada que no pertenecía a
nadie (o se consideraba comunal), el problema de la sobrepoblación cam-
pesina se resolvía mediante las migraciones. Un segmento de las poblaciones,
a veces todo el clan o la tribu, simplemente se trasladaban y se establecían
en esas regiones desocupadas. No obstante, con el incremento general de
la población mundial, las tierras desocupadas se volvieron más y más
escasas, lo que provocó invariablemente una lucha por la apropiación de
los recursos de la tierra y del agua.
La generalización de la propiedad privada de la tierra dividió a las
comunidades agrarias en dos categorías de individuos, cuyos intereses cho-
caban: por un lado, aquellos que tenían acceso a la tierra porque eran sus
propietarios y, por el otro, los sin tierra que vendían obligada mente su fuerza
de trabajo con objeto de sobrevivir y reproducirse. Si la mayoría de los
propietarios pertenecía a una raza o etnicidad y los trabajadores a otra,
entonces la confrontación de clase tomaba la forma de conflicto étnico o
racial, lo que fue y es el caso, pe Sudáfrica. En ésta el problema del apartheid

lvan lvekovic 237


Conflicto étnico contemporáneo
• ........ •___ ,.. ....... • ...... J·
.. 'l --..:".2.---~..,. .. - .______._::--
___ --~

,.. •:,,11
¡,
·1¡¡1
1,1
' 1 ~ 1 !1; 1
¡"

'1'1'·.1
lllll
~ ~ 1¡ :

', 1:¡
se resolvió, pero lo que todavía no se soluciona es· el problema agrario clási-
co, por ejemplo, el del acceso restringido y desigual, así como el control de
los recursos de la tierra. Cerca de 70,000 granjeros blancos aún poseen el
87 por ciento de la tierra cultivable, mientras que alrededor de 300 veces
ese número de campesinos negros están confinados al 13 por ciento de la 1
1 ¡· '
1

tierra; empero, el 50 por ciento de la población total de Sudáfrica está rela-


cionada con la agricultura. Con el peso de una cuestión campesina no re-
suelta, que se volverá cada vez más aguda como resultado de la explosión
demográfica actual, es improbable que este país puede avanzar con éxito
hacia un nivel más elevado de modernización. Por lo tanto, la redistribución
de la tierra se ha vuelto un asunto imperativo. Por otra parte, una reforma
radical reduciría drásticamente, al menos de manera inicial, la producción
agrícola total, obligando eventualmente a Sudáfrica a importar comida para
alimentar a sus población urbana en crecimiento. La razón es sencilla: los
campesinos que recibieran la tierra, primero producirían para satisfacer sus
necesidades inmediatas y volverían a caer en la economía de subsistencia.
Con las pequeñas parcelas que recibieran y con las anticuadas técnicas
agrícolas a su disposición, no podrían generar un· excedente apreciable de ali-
mento para los centros urbanos, y las materias primas agrícolas que requie-
ren las industrias domésticas de transformación. Sin embargo, si el gobierno
sudafricano desea evitar una explosión social que ya es desenfrenada, ten-
drá que resolver este nudo gordiano. Como ya se subrayó en el capítulo 1,
la reforma agraria se asociaba generalmente con la etapa de moderniza-
ción 1. El problema de la distribución injusta de la tierra es común a la
mayoría de los países del Tercer Mundo. Como lo declaró Sam Moyo:

El acceso injusto y el uso de la tierra en África del Sur (14 países sAoc) son una
restricción crítica para erradicar la pobreza. Como consecuencia de las oportu-
nidades limitadas de empleo no relacionadas con la agricultura, y de las tasas
de desempleo de más del 30 por ciento de la población económicamente acti-
va, millones de familias de la región seguirán dependiendo, a mediano y largo
plazos (5-15 años), del ingreso que le producen los bienes y servicios de la tierra,
ya que el crecimiento del empleo formal tiene prospectos limitados( ... ) La ali-
neación y el control injusto son dos de los problemas fundamentales de la
tenencia de la tierra en África del sur; por ello, su posesión y la necesidad de
una reforma agraria son claves para el proceso político de transición en la
región. Los grandes agricultores, ya sea que se trate de colonos blancos o de
la elite nativa, ocupan la mejor tierra cultivable y no es accidental que éstos

238 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
Ir' 1

constituyan el pivote de las economías de la región, particularmente en cuanto


a exportación. En términos generales, las consecuencias a través de la región
son las mismas: pobreza, alta densidad de población, degradación de la tierra
y carencia de recursos para invertir en un manejo adecuado de la tierra (Moyo,
1998, pp. 17-18).

A diferencia de la situación en Burundi o Ruanda que están densamen-


te pobladas, la paradoja del problema agrario en África del Sur es que la
región está todavía escasamente poblada, con sólo 15 personas por kiló-
metro cuadrado. Con una población actual de cerca de 176 millones y una
tasa de crecimiento de población que varía entre el 2.5 y el 3.5 por ciento
al año, el problema campesino que están enfrentando los países del SADC se
vuelve cada vez más agudo. Debe resolverse de una u otra manera o pronto
explotará toda la región.
Acontecimientos demográficos similares en algunos países musulma-
nes (Turquía, Irán, Argelia, Egipto, Pakistán, Malasia, Indonesia), que tam-
bién tienen sobrepoblación campesina, ya están obstruyendo los esfuerzos
del desarrollo provenientes del gobierno.

Modernización comunista 2
y el drama del campesinado: los casos
de la Unión Soviética y Yugoslavia
Los valores patriarcales, las normas de conducta y las formas de organiza-
ción social están enraizadas directamente en las comunidades agrarias.
Donde quiera que sea, los campesinos siempre han sido las víctimas prin-
cipales del proceso de modernización, aunque sin su empuje este proceso
no podría llevarse a cabo. Barrington Moore lo dice así:

(El) proceso de modernización comienza con las revoluciones campesinas que


fracasan. Culmina durante el siglo xx con las revoluciones campesinas que se
logran. Ya no es posible tomar en serio el punto de vista de que el campesino r·
es un "objeto de la historia", una forma de vida social sobre la cual acontecen
los cambios históricos, pero que no contribuye en nada al ímpetu de esos cam-
bios. Para aquellos que saborean la ironía histórica, es verdaderamente curioso
que en la época moderna el campesino haya sido, al igual que las máquinas,
un agente de revolución, que haya llegado a ser un actor histórico efectivo,
junto con las conquistas de la máquina (Moore, 1981, p. 453).

lvan lvekovic 239


Conflldo étnico contemporáneo
1· ';
En efecto, la mercantilización de la tierra y del trabajo humano que
'\¡::: ¡¡:
1
:¡ desarraigaron al campesinado de las comunidades autosuficientes y esta-
11 1
cionarias, creó una fuerza de trabajo excedente y móvil necesaria para la
l'i' ¡: 1

industrialización, y la promovió como un agente de cambio social.


·: 11
1'
Moore afirmaba que la contribución del campesinado al éxito de la
revolución burguesa en Francia fue bastante importante, y resultó decisiva
en el triunfo del proyecto comunista de modernización "desde arriba" en
Rusia y China (y yo agregaría en esa lista a Yugoslavia, Albania, Vietnam y
Cuba). Como Moore lo aseguró, las clases altas terratenientes precomunis-
tas en Rusia y China, no lograron una transición feliz al mundo del comercio
y la industria, y no destruyeron la sociedad campesina tradicional. Asu vez,
el campesinado que se alió temporalmente con los grupos urbanos -la
intelligentsia y los sans-culottes- fue el que destruyó las antiguas clases altas
y abrió el camino a la modernización comunista. Prestó su fuerza física a
pequeños partidos comunistas clandestinos encabezados por intelectuales
de la clase media, quienes propusieron los programas más radicales de
transformaciones políticas y sociales. Moore argumentaba que el campe-
sinado apoyó a los comunistas, no sólo por la desesperación generada por
la guerra (la Primera Guerra Mundial en Rusia y la invasión japonesa a China)
y la privación absoluta, sino también por sus expectativas cada vez mayores
en una situación donde "los que luchan, gobiernan y rezan" (las antiguas
elites), ya no recompensaban los servicios de los campesinos. Con frecuen-
cia, como fue el caso de las reformas de Stolypin de 1906, en la Rusia de
antes de la guerra, la situación económica del campesinado había mejorado.
Aunque el campesino fue la fuerza social más importante en la destruc-
ción del anden regime, también fue la víctima principal de la versión comu-
nista de la acumulación primitiva del capitalismo de Estado. Aun así, en
oposición al capitalismo avanzado que destruyó al campesinado tradicional o
lo transformó en granjeros comerciales, los sistemas controlados por el comu-
nismo reprodujeron un tipo híbrido mitad campesino mitad obrero.
Como ya se ha demostrado en otra parte, el campesinado soviético no
sólo sobrevivió a la colectivización estalinista sino que finalmente -gracias a
la concesión de las parcelas familiares- se adaptó a las condiciones que le
habían impuesto. El koljoz soviético y el sistema sovjoz, en el que se emplea-
ron tres generaciones de las mismas familias, llegaron en muchas casos hasta
los límites de las antiguas obschinas campesinas (Markov, 1990; Bouchet,
1991; Polyakov, 1993) y conservaron, por lo menos de manera parcial, la
familia patriarcal extensa y algunas veces el cl~n completo.

240 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
Los campesinos yugoslavos, de todos los grupos étnicos, constituyeron
la "dinamita" atrás de la historia del éxito comunista durante la guerra de
liberación antifascista. La mayoría eran pequeños propietarios, no proletarios,
desplazados por el terror de los ocupantes y de sus delegados locales. El
partido comunista de Yugoslavia que encabezó el liderazgo en la insurrec-
ción -apenas contaba con cerca de 6,000 miembros en su mayoría de origen
urbano- sufrió la pérdida de la mayor parte de ellos durante el primer año
de la guerra. Se regeneró durante ésta al reclutar campesinos, un hecho que
quizá puede explicar por qué los yugoslavos, después de la liberación, y de
un corto y no concluyente experimento con la colectivización, retornaron a
sus pequeñas parcelas. Esto significó el retiro del modelo de posesión so-
viético, aunque tuvo un efecto social similar entre las poblaciones todavía
parcialmente vinculadas por una solidaridad de parentesco: la familia cam-
pesina patriarcal sobrevivió al proceso de modernización subsecuente.
Si se trazara un mapa de la geografía actual del conflicto étnico, se
debería concluir que son los más violentos precisamente en los lugares donde
dichos segmentos tradicionalés de la población, el campesinado, se siente
más amenazado por el proceso de modernización. Ellos constituyen las
zonas de contacto entre las regiones rurales alejadas de los centro urbanos,
y relativamente subdesarrolladas, y los polos locales de desarrollo industrial y
de los centros administrativos.
La modernización comunista no había producido una nueva ética
"proletaria". El "hombre socialista" soviético y el "empresario autónomo"
yugoslavo (¡ambos del género masculino!) fueron híbridos que soportaron
todas las penurias del esfuerzo de industrialización patrocinado por el Estado.
Estos mitad obreros/mitad campesinos oscilaban entre el campo y la ciu-
dad, entre el dinero en efectivo y la economía de subsistencia, entre su plaza
laboral en la industria y su parcela familiar, entre las lealtades de la familia
extensa y las obligaciones básicas hacia el pariente inmediato, entre la cul-
tura popular y la nueva subcultura urbana.
La familia patriarcal se encontraba desorganizada: la extensa estaba
amenazada en su existencia misma, y la restringida había sufrido una crisis
profunda. A menudo las parejas vivían separadas, la tasa de divorcios creció
y proliferaron los nacimientos extra-maritales, así como las familias con un
solo miembro paterno. Se elevaron el alcoholismo, las enfermedades vené-
reas, la criminalidad y la prostitución, aunque muy poco comparado con la
explosión actual. Lo mismo sucedió con la violencia política. La crisis econó-
mica intensificó la competen~ por los recursos escasos. No es de sorprender-

lvan lvekovic 241


Conflldo étnico contemporáneo
se que en una situación así, la gente, frustrada, ansiara recrear los vínculos
perdidos de la solidaridad de grupo.
Los proyectos etnonacionales concebidos y propagados por intelec-
tuales urbanos de clase media parecían ofrecer dicha posibilidad. Al utilizar
un discurso neopatriarcal sencillo, símbolos escogidos de un pasado mítico,
y apelando a los valores mismos de la agotada sociedad campesina, sumado
a visiones de color de rosa del futuro, estos intelectuales lograron la movi-
lización de una gran cantidad de seguidores entre las masas urbanas y
rurales.
Tanto en la Unión Soviética como en Yugoslavia, los campesinos perci-
bieron la presencia del partido estatal en su vida diaria como la de un intruso.
El Estado fue personificado por "el pequeño señor'' de Moore, un potentado
local, reaccionario y corrupto: en la URSS era el director del koljoz, o el ge-
rente de la estación de tractomotores o de la fábrica; en Yugoslavia era el
recolector local de impuestos, el inspector y el gerente de la fábrica, todos
los cuales exprimían a los campesinos a nombre de la comunidad, pero
también para su propio beneficio.
De hecho, el Estado era un extorsionador y en las regiones más subde-
sarrolladas, donde existía poco que no fuera la agricultura, el campesino y
el medio campesino se convirtieron en sus víctimas principales. Las normas
de la extorsión no se derivaban de la ley, dependían frecuentemente de los
caprichos de los funcionarios locales. El miembro del koljoz quería como
mínimo extender su parcela familiar (limitada a una cuarta o a media hectá-
rea) y, como máximo, que le devolvieran "su" tierra; y el pequeño teniente
yugoslavo luchaba tercamente por extender el máximo de tierra (fijado en
1Ohectáreas) que le habían impuesto. Este último sufría dificultades enormes
al tratar de enfrentarse con la competencia agrícola industrial y con las
importaciones baratas. Ambos llegaron a la conclusión de que el Estado era
el obstáculo principal entre ellos y la prosperidad y que debería, para usar
un término neoliberal, "quitarse del camino", lo que también es el ideal de
todas las comunidades agrarias estacionarias. En Yugoslavia por lo menos,
muchos pequeños tenientes y productores en pequeña escala creían, inge-
nuamente, que después de que el partido comunista estatal fuera derrotado,
todos los impuestos serían abolidos o se volverían simbólicos. En resumen, para
muchos campesinos que votaron por el cambio, se trató de una "revolu-
ción de expectativas crecientes".
Los campesinos desarraigados por la limpieza étnica y los elementos
declassé suburbanos, formaban la mayor parte de los ejércitos regulares y de
las tropas irregulares en las zonas recientes de,combate, tanto en el Cáucaso

242 Estudios para la paz


desde una perspediva global
como en Yugoslavia. Para muchos de ellos el servicio militar y la guerra se
transformaron en una alternativa o en un modo complementario de apro-
piación/producción. Al mismo tiempo, al movilizar este elemento y mandarlo
al frente, las autoridades nacionalistas aligeraron la presión social sobre los
centros urbanos.
Por otra parte, el hecho mismo de que segmentos importantes de las
poblaciones suburbanas y semirrurales dependieran de pequeñas propie-
dades o de parcelas familiares para su reproducción social y física, y que en
cualquier momento podían retornar a una economía natural autosuficiente,
explica que estas poblaciones soportaran las privaciones y vaivenes de las
guerras recientes. En otras palabras, si Serbia ha logrado sostener una cam-
paña de conquista de tres años de duración en Croada y Bosnia, así como
la larga ocupación de Kosovo, aportando y financiando a una enorme masa
de gente armada no productiva, se debe en gran medida a la estabilidad
relativa de su economía "campesina". Dicha economía, incluso cuando no
puede exportar a los mercados externos de dinero (a causa de las sanciones
impuestas internacionalmente) es bastante inmune a las presiones externas.
La popularidad de Milosevic ha disminuido considerablemente en la mayo-
ría de los centros urbanos de Serbia, pero todavía cuenta con el apoyo polí-
tico firme del campesinado serbio. Asimismo, el régimen títere de Karadzic
en Bosnia estaba gobernando a una población serbia predominantemente
rural (los musulmanes locales eran casi todos urbanos), ·la que a pesar de
las fracturas de la guerra y del colapso total de la economía local, podía ali-
mentarse a sí misma, por lo menos de manera parcial.
La perseverancia de la resistencia pacífica albanesa al dominio serbio
en Kosovo -a pesar de que los albaneses locales habían sido limpiados étni-
ca y sistemáticamente del sector moderno de la economía, de los servicios
públicos y de la administración- también puede explicarse por la resisten-
cia de la economía campesina local. La sociedad civil albanesa étnica que
confronta al Estado serbio y que ha organizado con éxito su estructura de
poder paralela, descansa primero en dichas reservas internas y, después, en
los envíos de dinero de los albaneses expatriados que están fuertemente
unidos a sus familias patriarcales extensas. Podría describir así otras zonas
de conflicto en los Balcanes y el Cáucaso y repetir la misma descripción.

Residuos y valores patriarcales


Una encuesta a los ciudadanos soviéticos recopilada en febrero de 1990
demostró que muchos de eWós, a pesar de su desilusión con el comunismo,

lvan lvekovlc 243


Conflicto étnico contemporáneo
compartían un síndrome de autoritarismo. La gran mayoría cree todavía que
el gobierno debe asumir la responsabilidad básica de su bienestar, y no per-
mitir que esto lo determinen fortunas y esfuerzos individuales. El 46 por
ciento de los entrevistados respondió que esto debe ser responsabilidad del
gobierno; solamente el 9 por ciento estuvo de acuerdo en que era una res-
ponsabilidad individual y el 45 por ciento no contestó. El porcentaje de los
que cargan al gobierno con dicha responsabilidad tiende a incrementarse con
la edad de los encuestados. Ocurrió una polarización curiosa con los geor-
gianos donde sólo el1 por ciento se abstuvo, pero el 75 por ciento opinó
que era deber del gobierno y el 23 por ciento, de los individuos (Survey,
1990). Esto último, confirmado por otros análisis, puede explicarse por los
residuos patriarcales vinculados a la familia extensa y a las estructuras de
parentesco, que eran y todavía son incomparablemente fuertes en las repú-
blicas de la parte sur, con respecto a las del norte o noroeste de la antigua
uRss. También son bastante fuertes en las poblaciones rurales periféricas rusas,
especialmente entre los cosacos. Es probable que el"renacimiento cosaco"
contemporáneo sea paradigmático para el punto que quiero subrayar. Aunque
aparecen muchas variaciones locales, sus elementos más interesantes inclu-
yen: el renacimiento de las tradiciones militares zaristas, la aguda nostalgia
por un estado central fuerte que utilizaría sus servicios (combinado a veces
con la veneración a los Romanoff), una "religionización" meticulosa de la
vida pública, y el renacimiento de la obschina precapitalista y precomunista.
El rechazo a la descolectivización y a la renovación de la propiedad familiar,
para reemplazar a los koljozs en proceso de destrucción, es un fenómeno re-
ciente y poco estudiado, más característico de los estados del sur que del
resto de la ex Unión Soviética.
El sociólogo yugoslavo josip Zupanov describió en 1977 el "síndrome
igualitario" (Zupanov, 1977, pp. 25-37) como un patrón de conducta espe-
cífico que se desprende de la tradición, más que como un mero fenómeno
impuesto por la ideología comunista, aunque sí combina bien con ella
Zupanov lo percibió como un obstáculo importante para la modernización.
El igualitarismo implica la idea de un conjunto limitado de bienes (sin
vislumbrar la ~osibilidad des~ a.gra.ndamiento) .que debe distribuir equitati-
vamente (y mas adelante, red1stnbU1dos) un gob1erno justo y autoritario. Asu
vez, esto presupone la función distribuidora del Estado, que puede volverse
una obsesión con respecto a desposeer a los propietarios privados, impi-
diendo así la e~presa, ~1 profesion~lismo y la innovación (ibídem, p. 26).
Encuestas mdepend1entes confirmaron q~e el igualitarismo no estaba
distribuido equitativamente entre las regiones yugoslavas y los grupos étni-

244 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
-c---.- .. __ J''·. f! -·. 1 '~ .~ - .-··.¡' . • -:

cos. Era mucho más alto en las repúblicas menos desarrolladas y en la pro-
vincia de Kosovo. También tendía a aumentar en los niveles educativos más
bajos, y con la edad de las personas entrevistadas.
Parece ser que el"síndrome igualitario" se reforzó cuando los estánda-
res de vida empezaron a declinar por el colapso general de las economías
dirigidas por el Estado, la fractura de los circuitos comerciales y la erupción de
los conflictos étnicos. También parece ser que las sociedades poscomunis-
tas todavía requieren de un "distribuidor justo y autoritario de los recursos",
lo que a nivel macro sólo puede hacerlo un estado nuevo, y así el Estado
entra nuevamente en escena. A nivel de la familia extensa o del grupo de
parentesco es el pater familias, y a otro nivel micro puede tratarse del ge-
rente o dueño de la fábrica, el señor mayor, el jefe de la milicia, o también
el jefe de la mafia. Al distribuidor, que puede tener preferencias y obligacio-
nes especiales con su propio círculo, en general se le acepta o al menos se le
tolera, siempre y cuando se haga cargo de todos los miembros de la comu-
nidad o del grupo.
Las conclusiones del profesor Zupanov, quien en un estudio más re-
ciente analizó los valores dominantes de la sociedad croata actual (1993),
coinciden con mi análisis. Los mismos valores patriarcales y neopatriarcales
se reproducen en la mayoría de las sociedades subdesarrolladas que con-
tengan una población importante de campesinos. Se destacan más en Bosnia
y Herzegovina, en el sur de Serbia, Kosovo y Macedonia, que son las que
cuentan con un porcentaje más alto de población rural. Sin embargo,
sobreviven allí, como lo ha demostrado Zupanov, y también en la Croada
más urbanizada donde la familia extensa tradicional casi ha desaparecido.
Las relaciones de parentesco son ciertamente las más fuertes en las
sociedades tribales atrasadas, las que nunca han podido trasponer el umbral
de la privación absoluta. Afganistán es un ejemplo de dicha sociedad tribal y,
como coincidencia relevante, comparte aparentemente los mismos valores
dominantes subrayados por el profesor Zupanov. Lo mismo sucede con
quienes, en mi propio país, pretenden que con los mismos valores afganos
"pertenezcamos" a Europa y a la civilización occidental.

Conciencia y convulsiones neopatriarcales


A medida que se aceleraran las migraciones del campo a los centro urba-
nos, una población margin~da improductiva crecía en los suburbios indus-
triales. Sobrevivía, en gran ririedida, gracias a la solidaridad de sus parientes

lvan lvekovlc 245


Conflido étnico contemporáneo
con empleo o a los vínculos que mantenían con sus pueblos. De manera típi-
ca, estas tendencias migratorias generales eran etnocéntricas: los croatas de
Bosnia migraban a Croada, los serbios hacia Serbia, mientras que los musul-
manes eslavos de Serbia y Montenegro escogían generalmente a Bosnia
como su destino. Por otra parte, la migración local y los patrones de cambio
se canalizaban hacia el polo regional de desarrollo más cercano y, después,
si la composición étnica de la población lejana era diferente de aquella del
centro urbano, se creaban nuevas fuentes de tensiones sociales y políticas. Las
migraciones rompieron muchos de los apegos y normas asociados con la
vida pueblerina y provocaban para equilibrarse, dos efectos: aumentó el
individualismo y crecieron las asociaciones impersonales y a gran escala.
Psicológicamente, la urbanización despierta las aspiraciones, expectativas e
identidades individuales y de grupo, las que sumadas pueden tener una
fuerza política enorme. Simultáneamente las ciudades se resistían a esta
"campesinización". En Sarajevo, a estos recién llegados, sin importar su etni-
cidad, los nativos los llamaban despreciativamente "pezuñas", mientras
que los pobladores originales se identificaban entre ellos como "gente"
(usaban el término turco ''raya"). Los recién llegados de los pueblos interio-
res, por lo general menos educados y capacitados que la gente citadina, resen-
'11
1
tían la ciudad que los rechazaba y a la que percibían como perteneciente a
'1
pueblos "extranjeros" (o etnicidad), o como un crisol"pervertido". Además,
la ciudad se había beneficiado de la modernización comunista y era el cen-
tro del poder, mientras que ellos se sentían inermes. Los trabajos, los servi-
cios, la vivienda, la educación y la misma administración parecían estar a
disposición exclusiva de los habitantes originales de la ciudad, los que adi-
cionalmente hablaban su propia jerga, diferente de los dialectos de los recién
llegados. Parecía que incluso el Estado pertenecía a esa gente urbana, lo que
provocaba una reacción no sólo contra la ciudad (anti-urbanismo) sino
también contra el Estado. La gente de los mismos pueblos, de las mismas
filiaciones y regiones étnicas tendían a agruparse con la intención de recrear
los destruidos lazos de solidaridad. A menudo se establecían en los mismos
barrios suburbanos amontonándose en el modesto espacio vital que podían
pagar. Frecuentaban los mismos espacios públicos, escuchaban la misma
Í1
música folclórica y asistían a los mismos espectáculos públicos.
rl
.( En otros casos, empero, estos recién llegados lograban conquistar la
'1

ciudad, transformándola en su nuevo "pueblo", del cual habían empujado


'
¡,
¡• gradualmente a los elementos "extranjeros" lo que incluía a los habitantes
originales que pertenecían a otra etnicidad. 0'-los asimilaban lentamente en
,, 1

246
1'
1•
Estudios para la paz
desde una perspectiva Qlobal
'1
una especie de proceso continuo de baja intensidad de limpieza étnica. Para
el griego normal puede resultar una sorpresa, pero Atenas, el pequeño
asentamiento en las faldas del Acrópolis, estuvo habitado, a principios del
siglo pasado, predominantemente por albaneses locales que desaparecieron
de manera paulatina o fueron asimilados. El caso es similar a la mayoría de
los asentamientos urbanos a lo largo de la parte de los Balcanes; los otoma-
nos fueron obligados a evacuarlos en el último siglo, o durante y después
de las guerras de 1912-1913: los turcos y los musulmanes, habitantes urba-
nos en su mayoría, fueron forzados a abandonar sus propiedades y sus ciu-
dades natales, mientras que los mismos asentamientos fueron tomados y
gradualmente poblados por los habitantes rurales de los alrededores, y que
pertenecían a la mayoría étnica del nuevo Estado-nación. El ejemplo más
reciente es Pristina, la capital administrativa de la provincia de Kosovo: fue
abandonada durante las últimas dos décadas por la mayoría de sus habitan-
tes urbanos serbios y montenegrinos, mientras que SU masa étnica albanesa
creció constantemente con la llegada de sus hermanos étnicos y con su
urbanización gradual.
Svetlana Lourie (1993, pp. 180-197) describió cómo la ciudad de Yere-
van recién construida, la capital de la Armenia moderna, se transformó
durante la época soviética de un antiguo asentamiento provincial predomi-
nantemente habitado por ozeris étnicos, en el foco de reunión de la dise-
minada diáspora armenia y en el símbolo de continuidad de un mítico
pasado "nacional". Para un observador externo, Yerevan no tiene nada de par-
ticular y se asemeja a muchas otras ciudades parecidas a cuarteles que se
construyeron en la etapa soviética. Sin embargo, para la mayoría de 10s ame-
nios, sin importar su lugar de residencia, Yerevan "personaliza la unidad
geográfica y temporal de todo el pueblo", y simboliza el vínculo viviente
con la "época dorada" armenia. En la imaginación de la diáspora armenia
toda la ciudad representa una especie de templo nacional sagrado, que
tiene su paralelo en importancia simbólica con ciudades como La Meca y
Medina para los musulmanes, o Jerusalénpara las tres religiones monoteís-
tas. Es bastante notable cómo los armenios urbanos, acostumbrados a vivir
en metrópolis extranjeras, recrearon en Yerevan un universo parecido "neo-
tradicional", donde los extranjeros se sienten incómodos. Como Loune 10
señaló "en una época de ~internacionalización.impuesta por el Estado, Yere-
van (al igual que el resto de la república) fue habitada .casi exclusivamente
por armenios".

lvan Rleho\ ic i 247


Conflicto elnico contemporhneo
Contrario a la expectativa de los demógrafos, incluso la familia armenia
urbana mostró la tendencia a convertirse en más patriarcal y compleja al
acoger a dos o tres generaciones. Para explicar este fenómeno, Lourie usó el
concepto de "conciencia ética", que se presentó en tres formas diferentes:
ancestral, personal y ética de ersatz. * La conciencia ancestral (la que yo de-
nominaría conciencia patriarcal) pertenece al mundo rural preindustrial y a
la "comunidad natural" formada sobre la base del uso colectivo de la fuerza
productiva de la tierra. Está estructurada con normas morales fijas, inter-
conectadas y organizadas con un orden jerárquico estricto. Todos conocen
y aceptan las reglas colectivas de conducta y saben su lugar en el sistema
que da protección a todos sus miembros. La conciencia personal o moral
es lo "que permanece después de que se elimina todo lo social". De acuerdo
con Lourie es la actitud de una persona, consciente de su integridad e
imbuida del estricto modo individual de interacción con la realidad que la
rodea. Lourie afirma que es necesaria la existencia de un cierto número de
"portadores de la conciencia personal" para que funcionen normalmente
los valores morales ancestrales. Dichos portadores funcionan como "conseje-
ros" de la comunidad social. Ellos garantizan la confiabilidad de los precep-
tos morales ancestrales, impidiendo su degradación y, simultáneamente, su
actividad produce un cambio gradual de las normas ancestrales. Empero,
los procesos de modernización e industrialización afectan profundamente
la moralidad ancestral, que comienza a desintegrarse y es reemplazada por los
patrones de la ética de ersatz. Según Lourie, esto sucede cuando la con-
ciencia ancestral, debilitada y con el peso del conflicto interno, experimen-
ta una fuerte influencia externa. Bajo las presiones del régimen soviético
totalitario surgió una conciencia pseudo-personal o pseudo-ancestral (yo la
llamaría conciencia neopatriarcal) que falsificó los patrones originales, cul-
turales y doctrinales.
Las estructuras ausentes se reconstruyen y las brechas que han apareci-
do por la mutilación de los valores ancestrales antiguos se cierran gradual-
mente. La ética de ersatz personal se convierte en ética de ersatz ancestral
(inconsciente, en su mayor parte). Más adelante y en condiciones más favo-
rables, puede formarse una nueva conciencia ancestral, la comunidad social
puede recobrar, cuando menos, algo parecido a su estabilidad psicológica
anterior, ibídem, pp. 180-197)
El concepto de Lourie de ética de ersatz puede utilizarse para describir
el tipo de conciencia social reproducido por las sociedades civiles "ersatz"
* Ersatz significa sustituto. N. de la traductora.

248 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
balcánicas y transcaucásicas. También puede explicar el proceso verdadero
de retradicionalización aparente de la vida social bajo el impacto de las con-
vulsiones neopatriarcales.

El elemento declaseé y la profundización de las diferencias étnicas

Los contingentes del subproletariado urbano se veían constantemente refor-


zados, al madurar las generaciones nuevas que no podían encontrar traba-
jo, lo que en la práctica significó que algunos de los grupos etnonacionales
con tasas más altas de nacimiento, por ejemplo los albaneses y los bosnios
musulmanes en la ex Yugoslavia, estuvieran sobrerrepresentados en esta ca-
tegoría. Las situación se complicó todavía más con las legiones en aumento
de aquellos que perdieron su trabajo como resultado de la crisis económica.
Esta categoría incluía principalmente a obreros sin contrato permanente
que no estaban protegidos por la ley; y, entre ellos, la fuerza de trabajo físi-
ca semicapacitada de ciertas regiones y de algunos grupos étnicos. En mo-
mentos así la solidaridad étnica y familiar se activa y la pugna por el trabajo
se intensifica, lo que a micronivel repercute generalmente sobre las minorías;
en cuanto estallaron las hostilidades, las primeras perjudicadas fueron ellas:
se les denunció públicamente como "enemigos", "espías" y "quinta colum-
na" y se les expulsó de su trabajo, de sus casas y departamentos.
Lo mismo ocurrió en las zonas rurales donde, primero, aumentaron las
tensiones sociales y, posteriormente, la competencia étnica, ambas provo-
cadas por la ola de regreso de aquellos que eran rechazados de los centros
urbanos. No eran bienvenidos por sus parientes porque no contaban con
reservas de dinero y no tenían trabajo. Los que regresaban, esencialmente
suburbanos, se convirtieron en el elemento catalítico de inquietud en las
zonas rurales. Organizados en pequeños grupos informales y viajando a la
ciudad más cercana, se volvieron un fermento desestabilizador tanto en su
pueblo como en la ciudad. Así, el socialismo "real" produjo su elemento
social declassé, o sus sans-cul/ottes propios, urbanos y rurales, que no tenían
nada que perder y deseando mejorar, estaban listos para apoyar cualquier
cambio: estaban disponibles para la movilización política.
Los modelos de comportamiento con patrocinio oficial estaban soca-
vados por la corrupción general, el consumismo de los grupos privilegiados
y la duplicidad moral del liderazgo del partido estatal. El modelo comunista
de desarrollo sufrió un proceso gradual, pero firme, de deslegitimación
social, política y económic~., Era necesario articular un modelo alternativo.

lvan lvekovic 249


Conflicto étnico contemporáneo
En situaciones así, el individuo solitario y atemorizado a menudo trata de
encontrar consuelo en mitos y símbolos del pasado, y en redescubrir la es-
piritualidad. En momentos de crisis social y de ansiedad general prosperan las
religiones y las sectas religiosas. Las iglesias y mezquitas que antes estaban
desiertas se llenaron repentinamente, abrumando al reducido número de
clérigos. Aquí y allá, en Medjugorje, Herzegovina, aparecieron los milagros
y los rituales religiosos públicos atrajeron a las multitudes. Para las socie-
dades que comenzaban a liberalizarse y que todavía no habían sufrido la
purga del ateísmo oficial, la participación en dichas ceremonias se trans-
formó en una especie de protesta contra las autoridades comunistas. Para
muchos, la religión y la nacionalidad de volvieron sinónimos. Anthony
Smith, al criticar las suposiciones infundadas de liberales y socialistas en
cuanto a que el proceso de modernización llevaría finalmente a la disolución
de la etnicidad y a la trascendencia del nacionalismo, afirma que:

(l)as mismas tendencias industriales y económicas que se pensaba socavarían


el tribalismo y el nacionalismo han contribuido, por el contrario, a fortalecer
las divisiones y lealtades étnicas y nacionales. la creación de fábricas y plantas
enormes, la urbanización masiva y las condiciones de hacinamiento, la tremen-
da competencia por conseguir trabajo y vivienda, el surgimiento del alfabetis-
mo masivo y la repercusiones de la radio y la televisión, han producido inse-
guridades, ansiedades y frustraciones nuevas que podían ser manipuladas por
demagogos inescrupulosos, apelando a la calidez reconfortante de los antiguos
lazos étnicos. Parece ser que la única ruta a la salud mental y a la dignidad en la
era de la computación, es regresar a la familia cultural propia, ser un igual en el
'¡'
cerrado círculo de uno, y recibir la protección de los hermanos (Smith, 1981, p. 3).

Smith argumentaba que el incremento en las comunicaciones ha acen-


tuado los antagonismos étnicos Yaumentado la percepción de las diferencias
nacionales. Lejos de crear una sola cultura universal, los medios masivos de
comunicación han sido manipulados por las elites políticas y las autori-
dades estatales, que los han utilizado para formar "culturas nacionales"
separadas.
Es probable que los cambios sociales hayan sido demasiado rápidos y
desiguales, implicando sólo a las nuevas generaciones, las que todavía llevan
el peso psicológico de su pasado preindustrial, pero sin adaptarse comple-
tamente a sus nuevos papeles sociales. En gran medida, el desarrollo comu-
nista es responsable de la configuración de las fuerzas políticas y sociales

250 Estudios para la paz


desde una perspediva global
que mostró ser el conducto del conflicto y la violencia. De hecho, nuestras
sociedades sufrieron cambios dramáticos en los órdenes social, demográfi-
co, económico, tecnológico, cultural y político, que todavía no han logra-
do internalizarse cinco años después del colapso del socialismo de Estado.

Del patriarcado al neopatriarcado


Al describir el drama social asociado con la modernización comunista y la
consiguiente crisis de identidad, yo insistí en el. proceso de vuelta al tradi-
cionalismo aparente de la vida social, y en las convulsiones neopatriarcales
actuales. De hecho, parece que en toda Europa Oriental hoy día somos tes-
tigos de un proceso de renacimiento patriarcal. También parece que este
proceso es particularmente agudo y dramático en el espacio de la ex Yugos-
lavia y en el Cáucaso, donde los residuos y valores patriarcales han sobre-
vivido, de una u otra manera, a la modernización comunista que quizás es
la causa principal de la violencia política en esos dos laboratorios. Pero per-
mítanme explicar en términos más abstractos lo que significa "patriarcado"
y "neopatriarcado". Comencemos con la afirmación de Valentine Moghdam:

En el patriarcado clásico, el hombre mayor posee la autoridad sobre cualquier


miembro de la familia, lo que incluye a los hombres jóvenes, y a las mujeres
sujetas a distintas formas de control y subordinación (... ) la clave de la repro-
ducción del patriarcado clásico radica en las operaciones del hogar extenso
patri-ubicado, al que generalmente se le asocia con la reproducción del campe-
sinado en las sociedades agrarias. La subordinación de las mujeres en el orden
de parentesco, o en las sociedades agrarias, está vinculada a la reproducción del
grupo de parentesco o del campesinado, así como a la división sexual del tra-
bajo. La maternidad es la actividad laboral femenina básica( ... ) Existe predis-
posición a la dominación masculina, inherente a la relación entre el hogar
campesino precapitalista y el mundo de los señores y el Estado, y la reproduc-
ción de los grupos de orden parental, donde las mujeres son intercambiadas y
los hombres se encargan de la transacción( ... ) En un contexto patriarcal, a las
mujeres se les considera una forma de propiedad. Su honor, y por extensión,
el honor de su familia, depende, en gran medida, de su virginidad y buena
conducta (Moghadam, 1993, pp. 104-1 05).

Al intentar describir el funcionamiento de la familia patriarcal, Willhelm


Reich (1970, p. 32} acuñó,.el término "economía sexual pulsional" que,

lvan l\ekovlc 251


Conflicto étnico contemporáneo
según él, vincula la supremacía masculina, la división sexual del trabajo y el
modo de apropiación de los excedentes producidos por el hogar patriarcal.
En las sociedades patriarcales, los hombres y solamente los hombres
poseen el monopolio sobre los medios de la violencia en la familia, en el Esta-
do y sus organismos, y en las instituciones religiosas. Moghadam describe
el"cinturón del patriarcado clásico" al cual yo le añadí, como lo expliqué
al principio de este capítulo, un apéndice geográfico: el "cinturón del
neopatriarcado", incluyendo la tradición cultural machista de los Balcanes
modernizados, una buena parte del norte del Mediterráneo (el Mezzo-
giorno italiano y otros), y una cantidad de nichos neopatriarcales que se
instalaron con la modernización en otras partes de Europa. Eso puede
explicar eventualmente la supervivencia del"bandidaje social" y la historia
de las vendettas en Sicilia, Cerdeña y Córcega. De hecho, el patriarcado ha
sobrevivido en todos los límites del Primer Mundo y en su sociedad indus-
trial de masas, y se reproduce por las contradicciones internas del proceso
mismo de modernización.
El neopatriarcado es el patriarcado distorsionado por la modernización;
no es moderno ni auténtico. En Europa Occidental y en Norteamérica no es
sólo un fenómeno importado por las diferentes comunidades de inmi-
grantes que se originaron en el Tercer Mundo subdesarrollado (muchas de
'1'' estas comunidades inmigrantes son, de hecho, patriarcales o neopatriarca-
: .1'1 les), sino que se reproduce en el lugar por el proceso de marginación social
'·'.'~1J. y por la persistencia del modo "familiar'' o doméstico de producción. Está
:1 enraizado en la superviviente economía campesina o del pequeño comer-
ciante basada en el hogar, o en la mano de obra familiar mal remunerada
o no pagada, y su explotación por parte del "patriarca" o "administrador
familiar", que incluso puede tratarse de una mujer aunque en sociedades
agrarias típicas era o es la excepción. El hogar puede ser hasta próspero y
bien integrado en el Estado capitalista y socialista que lo rodea, empero
1

''1
'
mientras permanezca como un grupo autónomo de unidad productiva,
1· ~
administrado por un patriarca, reproduce un género patriarcal, una jerar-
1 1 • •• •

·,, 1
¡,
' i
1 quía social de edad y valores neopatriarcales relacionados. A esta lista debe
'.. ·' 1:! agregarse la supervivencia más o menos parcial de la subsistencia o eco-
11'1· !;
':!
'1
1'/ nomía natural, que no desapareció completamente con la mercantilización
de la producción, ni siquiera en las sociedades industriales más avanzadas.
Cuando es lo doméstico y no el individuo la "unidad productiva" bási-
ca, las desigualdades de género siguen tan predominantes como siempre
en las sociedades divididas en clases. En ese seMtido y sólo en él puede con-

252 Estudios para la paz


desde una perspediva qlobal
1'

1 rl
1

siderarse como un modo específico de producción que se encuentra en


todas las sociedades que aceptan la apropiación privada del valor excedente
producido por el trabajo de otras personas. Si es así, entonces la afirmación 1'
1

de Hisham Sharabi de que el neopatriarcado es una formación social


específica caracterizada por un modo peculiar de producción del capitalis-
mo dependiente en el mundo árabe (Sharabi, 1988), es histórica y geográ-
ficamente demasiado restrictiva, y muy amplia a nivel conceptual. De
hecho, pueden encontrarse patrones neopatriarcales similares en diferentes
formaciones sociales pasadas y presentes, no vinculadas solamente a las so-
ciedades árabes: a éstas se les impuso dicho modo de producción, como lo
asevera Sharabi, cuando la pequeña burguesía neopatriarcal se apoderó del
poder político, promoviendo un modelo obsoleto y pervertido de desarro-
llo socioeconómico. Es cierto que el patriarcado es más antiguo que el capi-
talismo, y que se reproduce en la sociedad árabe y en otras, como "neopa-
triarcado", a través de la organización familiar del trabajo y la apropiación
por línea paterna del excedente producido por los dependientes.

Relaciones de género

Como lo han mostrado los acontecimientos políticos recientes en Europa


Oriental, las tendencias neopatriarcales pueden revivirse e incluso intensifi-
carse, como resultado de las restricciones económicas, la crisis social y el cam-
bio político en las sociedades ya modernizadas; también pueden encon-
trarse nichos neopatriarcales en los países industriales muy avanzados. El
retorno al "modo de producción doméstico" es una de las estrategias de-
fensivas a disposición del individuo que se siente amenazado, y que est~
vinculado psicológicamente a su familia. La mano de obra mancomunada
crea una reserva de recursos que luego puede redistribuirse de acuerdo con
la ética igualitaria no escrita de la familia neopatriarcal.
También deben tomarse en cuenta las articulaciones contradictorias de
las relaciones centro-periferia dentro de un mismo país, y entre el país núcleo
de inmigración y el país periférico de emigración. Las inmigraciones masi-
vas hacia los polos de desarrollo industrial, desde los países y las regiones
menos desarrolladas, han sido y todavía lo son, predominantemente mas-
culinas, lo que en la práctica ha dividido en dos segmentos a las familias
tradicionales: la fija, compuesta de la esposa (y las mujeres en general), los
niños, la gente mayor y otros dependientes que permanecen en el hogar,
y el hombre móvil, el Gasta,,Peiter (trabajador migrante, en alemán), que

lvan lvekovlc 253 ,,


11

Conflldo étnico contemporáneo ,,.


1'
i'
/.'
trabaja por un salario en un ambiente humano extranjero y envía dinero a
sus parientes geográficamente distantes.
Además de los vínculos sentimentales que de hecho subsisten y que
incluso pueden fortalecerse por las frustraciones del aislamiento y la separa-
ción, la única vía de comunicación efectiva entre ambos son los envíos más
o menos regulares por parte del Gastarbeiter, y sus visitas ocasionales a la
familia en los periodos vacacionales. Durante tales visitas puede concebirse
un nuevo hijo, pero es casi seguro que el padre no estará presente en su
nacimiento. Más a menudo será representado por un pariente masculino,
el hermano o su propio padre. Desde luego que las familias nucleares ten-
derán a reunirse, a pesar de los innumerables obstáculos de tipo económico
y administrativo que a menudo se presentan, lo que con frecuencia creará
tensiones·con el resto de la familia que· cuenta con esas mismas remesas.
Casi siempre la familia nuclear establece la separación como "temporal", lo
que conserva. a la familia extensa que se queda en casa y a la forma externa
de solidaridad patriarcal, pero genera frustraciones adicionales en ambas
partes. Entonces la esposa, con el apoyo de los dependientes, se transformará
en el guardián más ansioso e interesado de los valores patriarcales, y los
niños se convertirán en los rehenes que garantizan la lealtad del hombre.
Visto así, la familia patriarcal y neopatriarcal no es una mera "prisión" para
la mujer que públicamente no tiene empleo, como lo afirman muchas femi-
nistas; más a menudo, y básicamente, es la única estructura social disponi-
ble que le ofrece, tanto a ella como a sus hijos, una seguridad material y
'•·
psicológica relativa. Y más aún porque dicha familia neopatriarcal perte-
nece usualmente a una red de parentesco más amplia en la cual, como lo
afirma Sharabi, incluso el individuo más insignificante puede obtener una
audiencia en los centros de riqueza y poder, mediante la intercesión de
parientes y amigos, amigos de parientes o amigos de amigos. El padrinazgo
y la satisfacción de necesidades que le acompañan, le facilita al individuo
aceptar su condición. Aunque no haya superado por completo la aliena-
ción, tiene la sensación de pertenecer a un sistema que proporciona pro-
tección y otorga favores ocasionales (Sharabi, 1988, p. 46).
Aquí utilicé la expresión de mujer que "públicamente no tiene empleo"
con el objeto de subrayar que, a diferencia de su marido en proceso de pro-
)li
letarización, ella no gana un salario (y para distinguir su posición de la
··¡ mujer asalariada y psicológica y económicamente emancipada); continúa
f';
11 ~
su función de reproductora al dar a luz, y como productora cultiva el predio
familiar (si éste existe). No es de extrañarse, entonces, que en nuestras
l!

254 [sludlos para la paz


desde una perspedlva global
1


!
regiones este segmento femenino haya asumido plenamente el nacionalismo
y promovido los "valores familiares". Pese a todos los dilemas, en condicio-
nes así ella no es sólo el miembro más estable, a nivel psicológico, de la
familiar nuclear dividida: el destino de la familia misma puede depender de
su fortaleza de carácter. Puede obtener el apoyo del pater familias si está
integrada a la familia extensa, y generalmente puede contar con la solida-
ridad de los demás parientes que viven en la misma área, lo que en con-
junto crea una opinión pública familiar, vinculando a nivel emocional al
hombre "temporalmente" ausente. Este hombre "que ha visto mundo"
puede volverse consciente de la pobreza y la ruina de casa, luchar por una
vida mejor y más digna y transformarse en un agente de cambio político
en su región de origen. Entonces, la visión de una familia reunida se
equipara con la idea de una tierra natal reconstruida a la cual el hijo pródigo
debe retornar. Como la socióloga eslovaca Tanja Rener lo ha planteado, "la
atracción irresistible del hogar natal/nación como una madre, que expresa"
la regresión infantil del retorno al pecho materno ... (se) vuelve cada vez más
fuerte en concordancia con el grado de sufrimiento/sangrado de la madre,
y por ello es tan sincero y violento" (Rener, s.f., p. 2).
Mientras tanto su mentalidad ya ha sido afectada por la experiencia y
las capacidades adquiridas, aparte de su familia, y puede sentirse tentado a
contribuir al cambio político, ya sea con su activismo personal o con dinero.

Violencia desarrollista
¡,'
1,'
Esas son las consecuencias, a nivel regional, de la modernización difusa y
desigual cuando la violencia desarrollista, que en la ex Yugoslavia tomó la
forma de etnonacionalismo, estalló en las regiones más atrasadas que es ! r

donde la comunidad emigrante o diáspora ejercía su mayor influencia. 1

'1

Es evidente que existen muchas situaciones diferentes e intermedias que re-


producen reflejos neopatriarcales similares. El fenómeno ya descrito no está ,'11

relacionado directamente con el colapso del comunismo (aunque haya con-


tribuido a él), sino que es, básicamente, la consecuencia del drama social
de la modernización. El mismo drama, que comenzó mucho antes que il¡
la descomposición de las dos federaciones, dio nacimiento al etnonacio-
1
nalismo, el que a su vez tomó mucho del patriarcado. Esta simbiosis fue tra- 1\

ducida al discurso neopatriarcal, con el cual los etnócratas y los señores de


la guerra legitimaron sus proyectos políticos. La paradoja es que dichos
reflejos neopatriarcales resú·rgieron a un nivel de modernización socioeco-
fi
·)'.:· :
!van lvekovic 255
1

! ·,

1
Conflido étnico contemporáneo ll
ii
¡\

1'
,1
nómica, cuando la familia patriarcal extensa auténtica ya había sufrido un
proceso de transformación, o estaba en vías de desintegración y había sido
reemplazada, en su mayor parte, por la familiar nuclear. Entonces es la crisis
de la misma familia nuclear la que revivió la familia extensa imaginaria, del
mismo modo en que contribuye a construir esa comunidad política imagi-
nada que llamamos nación (Anderson, 1983). Dichas comunidades imagina-
das por el individuo sustituyen efectivamente la seguridad personal perdida.
En nuestras zonas, la violencia política se reproduce hoy día mediante
las convulsiones neopatriarcales en que están enredadas nuestras comuni-
dades étnicas. La reafirmación forzosa de los valores patriarcales reimpuestos
por la familia autoritaria, el Estado nacionalista autoritario y la institución reli-
giosa, llevaron inevitablemente a la violencia, dirigida no solamente hacia los
"otros", los distintos, sino también, y de manera igualmente trágica, hacia
ellos mismos y como autoderrota.

Algunas respuestas preliminares


Para concluir, es necesario que retorne al "cinturón del neopatriarcado"
descrito al principio de este capítulo. Las convulsiones neopatriarcales provo-
cadas por la rápida transición de la subsistencia agraria a la sociedad indus-
trial de masas son, desde mi punto de vista, la causa principal del estado
actual de violencia política en el"oblongo de la inestabilidad". Estas con-
vulsiones reproducen y forman la "cultura autoritaria" de hoy que, sólo en
su apariencia externa, es "tradicional" aunque su contenido es muy "moder-
no". La "cultura autoritaria" contemporánea es básicamente una reacción
del individuo frustrado, marginado y solitario que ha sido desterrado bru-
talmente de su hábitat natural en la comunidad agraria; ha sido arrojado al
molino de la sociedad industrial anónima, y a un mundo urbanizado que
percibe como extranjero, amenazador y enemigo.
Aunque este proceso se inició hace mucho tiempo con la mercan-
tilización gradual del trabajo y la monetización de la economía fue acelera-
do enormemente durante las últimas dos a tres décadas, lo que'significa que
cubrió solamente el periodo de vida de una o dos generaciones. La inten-
sificación de las comunicaciones, fa facilidad de los transportes y fas migra-
ciones, aunado a fa explosión demográfica sin precedentes de fas últimas
décadas, agravaron el sentimiento de alienación de dicha sociedad moder-
nizada de masas. Era de esperarse la reacción de los individuos frustrados
que pretendieron recrear los vínculos de solida,ridad de fa deteriorada comu-

256 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
-1 ;;::..~ :........-....:..:.~ ._ .....J • • .~.~:. ~- • ·-·-·--

'1
1

i ,.

nidad patriarcal campesina. En Transcaucasia y los Balcanes tomó la forma


de etnonacionalismo que modeló la cultura neopatriarcal contemporánea. En
la mayor parte de los países musulmanes que sufrieron un proceso similar
de modernización, tomó la forma de neopopulismo islámico. En el subcon-
tinente hindú se tradujo en "violencia comunal". En África resultó en
conflicto tribal.
El problema agrario y la famosa cuestión campesina se derramaron a
través de todas las secuencias de la modernización. Son reliquias de un
pasado agrario reproducidas constantemente por la resistencia del modo
de producción de mercancías en pequeño (o producción doméstica) que
coexiste o choca con la producción industrial masiva (y con las importa-
ciones masivas de alimentos más baratos, y materias primas de origen
agrícola). Como ya se ejemplificó con anterioridad, la población con un pie
en la pequeña parcela campesina siempre puede sostenerse si vuelve a la
economía de subsistencia. Este no es el privilegio dudoso de los países en
desarrollo que salieron recientemente de su pasado agrario. Incluso las
sociedades industriales más avanzadas no son completamente inmunes a
las presiones políticas de sus comunidades agrarias, aunque en las últimas
décadas estas comunidades fueron reducidas a un porcentaje mínimo de la
población total.

BIBLIOGRAFÍA

AMIN, Samir (1974), Accumulation on the World Sea/e, Nueva York, Monthly 8eview.
Originalmente se publicó en francés en 1970.
_ _ _ (1976), Unequal development, Nueva York, Harvester Press, Hassocks y
Monthly Review Press. Originalmente se publicó en francés en 1973.
(1977), Jmperialism and Unequal Development, Nueva York, Harvester
Press, Hassocks, y Monthly Press Review. Publicado originalmente en francés,
en 1976.
ANDERSON, M. (1983), lmaginated Communities, Londres, Verso.
BLAcK, Cyril (1966), The Dynamics of Modernización, Nueva York, Harper and Row.
BRAUDEL, Fernand (1980), On History, Chicago, The University of Chicago Press.
BouCHET, B. (1991 ), "Tribus d'autrefois, kolkhozes d'aujourd'hui (tribus antiguas,
koljozes actuales), Revue du monde musulman et de la Mediterranée, núms. 1-2.
BRZEZINSKI, Zbigniew (1993), Out of Control. Global Turmoil on the Eve of the Twenti-
eth Century, Nueva York, (qllier Books.

lvan Jvewvic 257


Conflido étnico contemporáneo
CHIROT, Daniel (ed.) (1991 ), The Crisis of Leninism and the Decline of the Left, Seattle,
University of Washington Press.
EHRENSAFT, Philip (1976), "Polarized Accumulation and the Theory of Economic
Dependence: The lmplications of South African Semi-Industrial Capitalism",
en: Peter C.W. Gutkind e lmmanuel Wallerstein (eds.), The Political Economy of
Contemporary Africa. Beverly, Sage Publications.
FRANK, A.G. (1967), Capitalism and Underdevelopment in Latín America (Capitalismo y
subdesarrollo en América Latina), Nueva York, Monthly Review Press.
GIDDENS, Anthony (1985), The Nation-State and Violence, Berkeley, University of Cali-
fornia Press.
GILPIN, Robert (1987), The Political Economy of lnternational Relations, Princeton, N.J.,
Princeton University Press.
GoDELIER, Maurice (1978), "The Object and Method of Economic Anthropology",
en: David Seddon (ed.), Relations of Production. Marxists Approaches to Economic
Anthropology. Londres, Macmillan. Traducido por H. Lackner.
GoRDON, David (1978), "Up and Down the Long Roller Coaster", en: US Capitalism
in Crisis. Nueva York, Union for Radical Political Economics.
- - - (1980), "Stages of Accumulation and Long Economic Cycles", en: T.
Hopkins e l. Wallerstein (eds.), Processes of the World System, Beverly Hills, Sage
Publications.
- - - , Richard Edwards y Michael Reich (1982), Segmented Work, Divided Work-
ers, Cambridge, Cambridge University Press.
GoULET, Dennis (1992), "Development: Creator and Destroyer of Values", World
Development, vol. VI (2), núm. 3.
GRANT, Wyn [ed.], The Political Economy of Corporatism, Nueva York, St. Martin's.
GuRR, Ted (1985), "On the Political Consequences of Scarcity and Economic
Decline", The lnternational Studies Quarter/y'', vol. 29, núm. 1, marzo.
GUTIÉRREZ, G. (1970), "Notes on the Theology of Liberation", Theological Studies,
vol. 31, núm. 2, 9 de junio.
HABERMAS, jurgen (1997), Seminar on Política/ Theory, Paris, College lnternational the
Philosophie (mimeo.).
HAYDEN, Goran (1996), "Changing ldeological and Theoretical Perspectives on Devel-
opment", en: S. Rugumamu (ed.), Leading lssues in Development Studies: A Reader,
vol. 2, Dar es Salaam: lnstitute of Development Studies.
HmNE, Bjorn (ed.) (1995), lnternationa/ Política/ Economy: Understanding Global Dis-
order, Halifax, Nova Scotia; Fernwood Publishing; Cape Town, Sapes; Dhaka:
University Limited Press; Londres y Nueva jersey, Zed Books Ud.
HoBSBAWM, Eric (1991 ), "What Went Wrong?", Contention, núm. 1, otoño.
HOMER-DIXON, Thomas, F. Jeffrey, H. Boutwell y George W. Rathjens (1993), "Envi-
ronmental Change and Violent Conflict", Sci~ntific American, febrero.

258 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
HooGVELT, Ankie (1995), "Prospects in the Periphery for National Accumulation and
t
Liberation in the Wake of the Cold War and Debt Crisis", en Barry Gills y Sha-
j'
¡'

hid Qadir (eds.), Regimes in Crisis. The Post-Soviet Era and the lmplications for
l¡l
\~
Development, Londres y Nueva jersey, Zed Books, ltd.
HooK, Glenn D. (1998), "From ldeology to Space: Regionalism in Europe and East
Asia", Peace Studies Newsletter, Mo. 17 de junio.
HUNTINGTON, Samuel P. (1993), "The Clash of Civilizations?", Foreign Affairs, verano. j
IVEKOVIC, lvan (1986), "Neopatriarchy and Political Violence. Understanding Ethnic
Conflict in the Balkans and Transcaucasia", Bologna and Ravenna: Europe and the
1
Balkans lnternational Network, Bologna University y Long o Editore, Occasional
,1'..
Paper núm. 6.
1
KAISER, Robert (1994), The Geography of Nationalism in Russia and the Soviet Union,
Princeton, Princeton University Press. !''
Korz, David M., Terrence McDonough y Michael Reich (1992), Social Structure of
Accumulation. The Political Economy of Growth and Crisis, Cambridge y Nueva 1
,.,
York, Cambridge University Press.
lANDSBERG, Henry A. (ed.) (1974), Rural Protest, Peasant Movements and Social Change, ¡,
Londres y Basinstoke, Macmillan. 11
:¡,
lANE, D. (1978), Politics and Society in the USSR, 2a. ed., Nueva York, New York Uni- ¡·
versity Press.
LEFlWICH, Adrian (1995), "ls there a Socialist Path to Socialism?", en: Barry Gills y l:'
11
Shahid Qadir (eds.), Regimes in Crisis. The Post-Soviet Era and the lmplications \1

for Development, Londres y Nueva jersey, Zed Books ltd.


loURIE, Svetlana V. (1993), "Yerevan's Phenomenon: The Formation of a Traditional
Community in a Modern City", en: V. Naumkin (ed.), State, Religion, and Soci-
ety in Central Asia, Reading, lthaca Press.
LUCIANI, Giacomo (1990), "Allocation vs. Production States: A Theoretical Frame-
work", en: Giacomo Luciani (ed.), The Arab State, Berkeley y Los Ángeles, Uni-
versity of California Press.
MALIYAMKONO,T.l. y M.S.D. Bagachwa (1990), The Second Economy in Tanzania, Lon-
dres, James Currey.
MARAIS, Hein (1998), South Africa: Limits of Change. The Política/ Economy of Trans-
formation, Londres y Nueva York, Zed Books ltd, Cape Town, University of
Cape Town Press.
MARKOV, G. E. (1990), "les societes traditionelles d'Asie centrale" (Sociedades tradicio-
nales en Asia central), Cahiers du monde Russe et Sovietique, vol. XXXI, núms, 2-3,
abril-septiembre.
MEILLAssoux, Claude (1978), "'The Economy' in Agricultura! Self-Sustaining Soci-
eties: A Preliminary Analysis" y "The Social Organization of the Peasantry", en:
Lackner (trad.), David Seddon (ed.), Relations of Production. Marxists Approach-
es to Economic Anthropolo~y, Londres y Totowa, Macmillan.

lvan lvekovlc 259


Conflicto étnico contemporáneo
MruBAND, Ralph (1969), The State in Capitalist Society: An Analysis of the Western Sys-
tem of Power, Nueva York, Basic Books.
MoGHADAM, Valentine M. (1993), Modernizing Women. Gender and Social Change in
the Middle East, El Cairo, The American University in Cairo Press.
MooRE, Barrington jr. (1981 ), Social Origin of Dictatorship and Democracy. Lords and
Peasants in the Making of the Modern World, Harmondsworth, Penguin Books.
MoRGENTHAU, Hans J. (1952), "Another en «Great Debate»: The Nationallnterest in
the United States", American Política/ Science Review, LXVI, diciembre.
Movo, Sam (1998), "Land Entitlements and Growing Poverty in Southern Africa",
African Política/ & Economic Monthly, vol. 11, núm. 5, marzo.
NKRUMAH, Camal (1998), "Battling Africa's Colonial Legacy", AI-Ahram Weekly, 11-17
de junio.
OorNGO, R.S. (1988), "The Eastern African Rural Settlement Pattern and its Hearing
in Local-level Development Strategy", Regional Development Dialogue, 9 (2).
OHMAE, Kenichi (1985), Triad Power: The Coming Shape of Global Competition, Nue-
va York y Londres, Macmillan, The Free Press.
OswALD SPRING, Úrsula (1998), "Giobalization and Sustainability in World Develop-
ment", Paper presented at the 1Jth lnternational Peace Research Association Gen-
eral Conference, Durban, South Africa, 23-26 de junio.
POLANYI, Karl (1957), The Great Transformation. Boston, Beacon Press.
POLLOCK, Alex, "Sharecropping in the North Jordan Valley: Social Relations of Pro-
duction and Reproduction", en: Kathy and Pandeli Glavanis (eds.), The Rural
Middle East: Peasant Uves and Modes of Production, Londres y Nueva jersey,
Birzeit University, Zed Books Ltd.
PoLYAKOV, S.P. (1993), "Modern Soviet Central Asian Countryside", en: V. Naumkin
(ed.), State, Religion and Society in Central Asia, Reading, lthaca Press.
PouLANTZAS, Nicos (1978), Political Power and Social Classes, Londres, New Left Books.
RErcH, Willhelm (1970), The Mass Psychology of Fascis, V. R. Carfaguo (trad.), Nueva
York, Farrar, Straus & Giroux.
RENNER, Tanja {non-dated]. "Brothers in Arms". Ljubljana: mi meo.
RrcHARos, Alan y John Waterbury (1990), A Politica/ Economy of the Middle East. State,
Class and Economic Development, Westview Press, The American University in
Cairo.
RrFKIN, J. (1995), "The End of Work?", New Statesman & Society, 9 de junio de 1995.
SACP (1998), Draft Discussion Document. 10'h Congress, }ohannesburg, 5 de julio.
SEBROOK, Jeremy (1992), "The Third World: Still in the Missionary Position", New
Statesman & Society, 5 de junio.
SHARABI, Hisham (1988), Neopatriarchy: A Theory of Distorted Change in Arab Society,
Nueva York y Oxford, Oxford University Press.
SMITH, Anthony (1981 ), Ethnic Reviva/ in the Modern World, Cambridge y Nueva
York, Cambridge University Press. '.

260
Estudios para la paz
desde una perspediva global
... 1 ~ • ·! ..

South-South Commission (1996), "Self-Reliant and People-Centered Development:


The National Dimension", en: S. Rugumamu (ed.), Leading /ssues in Development
Studies. A Reader, vol. 2, Dar es Salaam, lnstitute of Development Studies.
STAUTH, Georg (1990), "Capitalist Farming and Small Peasant Households in Egypt",
en: Kathy y Pandeli Glavanis (eds.), The Rural Middle East: Peasant Uves and
Modes of Production, Londres y Nueva jersey, Birzeit University, Zed Books Ltd.
SuNY, Ronald Grigor (1993), Looking Toward Ararat. Armenia in Modern History,
Bloomington and lndianapolis, Indiana University Press.
SuRvEY (1990), dirigida por la Emory University de 2,485 ciudadanos soviéticos en-
trevistados en sus hogares en noviembre y diciembre de 1989, The New York
Times, 29 de marzo.
THOMPSON, E.P. (1974), ''The Moral Economy of the English Crowd in the 18th Cen-
tury", Post and Present, núm. 50.
TILLY, Charles (1985),"War Making and State Making asOrganized Crime", en: Peter
Evans, Dietrich Rueschmeyer y Theda Skocpol (eds.), Bringing the State Back,
Cambridge, Cambridge University Press.
VENTER, Lester (1997), When Mande/a Goes. The Coming of South Africa's Second Rev-
olution, Londres y johanesburg, Doubleday. ' 1

WALLERSTEIN, lmmanuel (1976); "The Three Stages of African lnvolvement in the


World-Economy", en: Peter C.W. Gutkind e lmmanuel Wallerstein (eds.), The Po-
lítica/ Economy of Contemporary Africa, Beverly Hills y Londres, Sage Publications.
YouNG, Boris (1992), "With Axes in Their Eyes: Rentierism and Market Reform in
Yugoslavia", Studies in Comparative Communism, vol. xxv, núm. 3, septiembre.
ZuPANOV, josip (1977), "Socijalizam i tradicionalizam" (Socialismo y tradicionalismo),
Po/iticka Misao, núm. 1, Zagreb.
- - - (1993), "Dominantne vrijednosti hrvatskog drustva" (Valores dominan-
tes de la sociedad croata), Erasmus, núm. 2, Zagreb, junio.

lvan lvek.ovic 261


Conflicto étnico contemporáneo
_.-·_ ~~--

Prevención, manejo y resolución


de conflictos: el establecimiento
de una fuerza regional en África
Nduba Echezona* ;

LA ÉPOCA DE LA GUERRA FRÍA

EN LOS primeros años posteriores a la Colonia, la idea de establecer una


fuerza africana permanente para la defensa de África encontró eco en la voz
solitaria del fallecido Kwame Nkrumah de Ghana. Se expresó dentro del
contexto de un proyecto mayor, la unificación total del continente africa-
no. En otras palabras, un África Unida tendría también un ejército unificado.
Nkrumah no le veía objeto a establecer ejércitos separados en los estados
recién desarrollados de África, puesto que ninguno de éstos podía, por sí
solo, soportar un ataque extranjero. Citaba al apartheid del Estado sudafri-
cano y los regímenes de los colonos blancos que adquirían un refinado
equipo militar para aplastar la emergente lucha nacionalista en. el continen-
te; insistía que "solamente la unidad de África puede impedir que Sudáfrica
y esos otros gobiernos logren sus fines diabólicos" (Nkrumah, 1972). Está
muy claro que Kwame Nkrumah se estaba refiriendo a cualquier ataque,
que podía retardar la marcha de África hacia la independencia; y a la ame-
naza que representaban, dentro de África, los regímenes minoritarios blancos
que querían mantener el statu quo. Con la ventaja de la visión retrospectiva,
todos estos problemas son historia. Sin embargo, la posición de Nkrumah
podría tomarse como idealista en los siguientes aspectos: en primer lugar,
no consideró la circunstancia de que ni los líderes, ni las masas de esos esta-
dos recientemente independizados estaban dispuestos a sacrificar su liber-
tad recién ganada, en aras de lograr una África Unida, o un alto comando
africano. En segundo lugar, el carácter plural de esas sociedades nuevas no
podía compararse con la estructura de sociedades similares en Europa o
Norteamérica, que habían evolucionado después de siglos de comunica-
ciones recíprocas y habían llegado a la fusión o a la nacionalidad; más bien
*Director del Instituto de lnvesti~ciones sobre África y el Cambio Global (RINAC), y conferencista
mayor del Departamento de Ciencia Pélft:ica de la Universidad de Nigeria.

263 il''
::·1
¡'1,

se trataba de comunidades que habían estado separadas y cuyo grado de


comunicación era cuestionable (Deutsch et al., 1957). Con esto no se pre-
tende desprestigiar a algunas comunidades africanas que fueron divididas
por el pillaje europeo en África, pero proyecta dudas sobre el repetido aforis-
mo de que los africanos estaban unidos, pero el colonialismo y el imperia-
lismo los dividieron en Estados-nación. No obstante, no se necesita ser un
futurólogo para pronosticar que, dado el modo en que África se constituyó
en Estados-nación -donde etnias, tribus y religiones distintas fueron unidas-
se volvería un puerto de conflictos futuros.
No obstante, los conflictos que marcaron la época de Nkrumah estu-
vieron dentro de los contextos que él pronosticó: el carácter hedonista del
apartheid y la intransigencia del régimen minoritario en la región sudafrica-
na; y fuera del ámbito de su pronóstico, la naturaleza de los conflictos dentro
de las naciones que luchaban por la independencia, donde por ejemplo en
1
¡1 Angola, los movimientos nacionalistas contra el dominio portugués estaban
:r¡: divididos en líneas tanto ideológicas como étnicas. La situación es la misma
1'· 1

en el resto de las luchas anticoloniales del continente africano. El otro ele-


1'
mento de conflicto incluía la lucha por la autodeterminación nacional des-
1 1' pués de que se fueron los poderes coloniales. En otras palabras, las etnias
o naciones que estaban insertas dentro de un estado multinacional y que
r,
habían emprendido una lucha nacional para obtener su independencia,
¿podrían haber logrado ser estados independientes de los antiguos poderes
coloniales?1 Los conflictos en este ámbito incluían la propuesta secesionista
de Biafra para independizarse de Nigeria, y Eritrea de Etiopía. Los conflictos
más importantes de esta etapa también incluían los internos y externos que
atraían los intereses de las superpotencias. Estos conflictos se situaban en el
1
••

·.,
1

Cuerno, entre Etiopía y Somalia, y aquellos en el Congo, posteriormente,


Zaire o la República Democrática del Congo. Lo que el conflicto demostró en
la época poscolonial inmediata, fue que era un sueño de opio haber pensa-
do que se lograría la unión africana, en un mundo donde el sistema de Estado-
nación se había vuelto la norma. De ahí que el tipo de conflictos que des-
cribía no, podía ser manejado por un alto comando africano, en una época
en que Africa apenas empezaba a caminar. Verdaderamente, esta noción
era muy romántica y podría aducirse y más tarde referirse a ella, como una
manera de administrar el futuro caos africano.

1 Véase un discurso reciente en el número especial "Rethir¡king Nationalism and Sovereignity" jour-
nal of lnternational Affairs, vol. 40, núm. 2, invierno de 1992. · '

264
\
Estudios para la paz
desde una perspediva global
LA ÉPOCA DE LA POSGUERRA FRÍA
Esta época, que comienza en 1989 y continúa hasta el momento actual,
tiene un timb!e estridente para el dogmatismo de estadistas, académicos y
políticos de Africa, con respecto al establecimiento de un alto comando
africano. El surgimiento de una sola superpotencia y el dominio de la ideo-
logía liberal como una estructura para manejar los asuntos económicos y
de política internacional, han tenido una influencia muy importante en la
fo:-mación de esta nueva confianza. Esto es, el carácter estructural de los
asuntos internacionales impide la bipolarización ideológica en África, la que
habría vuelto inmóvil dicho discurso. Segundo, hasta qué grado podría
decirse que los conflictos posguerra fría en África nacen esencialmente de
causas internas, como son las étnicas o religiosas; sabemos que no existe un
conflicto interno que no tenga un componente externo, como es el empo-
brecimiento posguerra fría de África por las presiones del Fondo Monetario
Internacional y del Banco Mundial, a causa de los programas de ajuste
estructural. En otras palabras, al indagar las causas de las terribles guerras
civiles en África en la época de la posguerra fría, no se puede dejar de consi-
derar las presiones extranjeras para liberalizar las economías africanas. 2 Ter-
cero, las guerras civiles de la posguerra fría en África se han vuelto tan leta-
les en los diferentes escenarios de la sociedad anárquica aquí y allá, que la
idea de un alto comando africano entró en la conciencia de académicos,
estadistas y políticos. La guerra de clanes en Somalia provocó una calamito-
sa respuesta por parte de la ONU, comandada por los Estados Unidos, y
cuando ocurrió la tragedia de Ruanda, la ONU no respondió y la respuesta
regional esperada no llegó.

UN MECANISMO DE CONFLICTO EN LA
ORGANIZACIÓN DE LA UNIÓN AFRICANA (OAU)

En la Cumbre 29 de jefes de Estado y de Gobierno de la Organización de


la Unión Africana en El Cairo, en julio de 1993, los jefes de estado y de go-
bierno presentaron la declaración de El Cairo, que establece in ter afia:

2En Ruanda, por ejemplo, la intranquilidad económica que persiguió los talones del derrumbe de los
precios del café, y la liberación de la econClmía, ayudaron a empeorar aún más la crisis recurrente desde 1994.

Muba Echezona 265


Prevención. manejo y resolución
A pesar de los cambios fundamentales que han tenido lugar en la época de la
posindependencia, y más particularmente desde fines de la Guerra Fría, todavía
existe la necesidad de establecer un estrecho vínculo entre desarrollo, democra-
cia, seguridad y estabilidad en los años que vienen, como la mejor de todas las
fórmulas para satisfacer las aspiraciones legítimas de los pueblos de África, de
tener una vida decente, progreso y justicia social. Esta fórmula nos permitirá
resolver gradualmente los agudos problemas socio-económicos y políticos que
enfrenta el continente negro. También servirá como una estructura adecuada en
la preservación de la naturaleza diversa de nuestras naciones y sociedades, y
en un fortalecimiento posterior de los lazos fraternales que existen entre nues-
tros estados (West Africa, 12-18 de julio de 1993, p. 1197).

Una de las resoluciones fundamentales que surgieron de la declaración,


incluía una estructura para establecer un mecanismo de resolución de con-
flictos en África. Se indicó que el mecanismo:

Sería guiado por los objetivos y principios de la Carta de la OAU en particular,


la igualdad soberana de los estados miembros, la no interferencia en los asuntos
internos de los estados, el respeto a la soberanía y a la integridad territorial de
los estados miembros. Su objetivo primordial es anticipar y prevenir los conflic-
tos, y cuando éstos han ocurrido, hacerse cargo de las funciones de la pacifi-
cación y de la construcción de la paz, con el objeto de facilitar la resolución de
esos conflictos mediante el envío de misiones militares y civiles de observación
y monitoreo, de duración y alcance limitados.
Cuando los conflictos degeneren hasta el punto de requerir intervención y po-
líticas internacionales colectivas, se buscará la ayuda, cuando se considere adecua-
do, de las Naciones Unidas en los términos generales de su Carta (ídem).

Ésta fue una clara separación de la Cumbre de Acera de la oAu, celebra-


da en 1963, que impuso una moribunda Organización por la Defensa de
África, para tranquilizar las sensibilidades de Kwame Nkrumah en el estable-
cimiento de un alto comando africano.
En el mome,nto de esta declaración y resolución, los conflictos más
importantes de Africa se situaban en Somalia y Liberia, al mismo tiempo
que empezaban a formarse los escenarios de pánico en Ruanda y, en menor
grado, en Burundi. En Liberia, un Grupo de Monitoreo de la Comunidad
Económica de los Estados Africanos Occident~es (ECOMOG, por sus siglas en
inglés) estaba trabajando en el cumplimiento de la paz. En el momento

266 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
en que ocurrió el genocidio de Ruanda en 1994, no hubo una respuesta
africana y tampoco una global. La idea de ~na fuerza africana que manejara
los nuevos acontecimientos de la crisis de Africa pudieron haber surgido de
ella. El Secretario General de la oAu, Salim Salim, se vio obligado a indicar que:

Lo que presenciamos en Ruanda es un denuncia para la humanidad como un


todo, pero mucho más para nosotros los africanos. La muerte y el sufrimiento
infligido a la gente de ese país, estigmatiza a toda África ...
La lección más importante que debemos aprender es que África debe asumir
el reto de defenderse por sí misma más seriamente, aunque continuemos nece- ~1
i
sitando y demandando la solidaridad y la colaboración internacional. Adicional-
mente, debemos ver cómo podemos fortalecer nuestro propio mecanismo, y
dotarlo de la capacidad y de los medios para responder efectivamente a dichas
tragedias en el futuro (ibídem, 27 de junio-3 de julio de 1994, p. 1135). 1

j;· '
Al describir el mecanismo de resolución de conflictos en la OAU, el
señor Salim subrayó que se había logrado que en la OAU hubiera una institu-
ción y un instrumento "para promover la prevención de conflictos".

Funciona en tres niveles, el de embajador y los ministeriales, así como a nivel de !,,
jefes de estado y gobierno. El ala operativa del mecanismo es la secretaría ge-
neral de la organización, y el secretariado general. Ahora estamos construyen-
do capacidad, en términos de personal, equipo y redes con los estados miem-
bros y las organizaciones internacionales, y la identificación de personas que
puedan ir como enviados o emisarios especiales. Nuestra preocupación princi-
pal es la prevención de conflictos. Yhemos tenido éxito, como es el caso en el
surgimiento de un conflicto entre partidos opuestos y gobierno en el Congo.
Nos estamos comprometiendo en áreas donde antes no lo hacíamos (ibídem,
5-11 de junio de 1995, p. 1877). 3

En la concepción inicial de la idea de una fuerza africana, no se con-


templó la estructura de un mecanismo de cumplimiento. El concepto surgió
como resultado del imbroglio de Ruanda, y el éxito aparente de la misión
ECOMOG en Liberia. Pero cuando se estaban afinando los detalles parecía
que la oAu lo consideraba casi una pretensión exagerada, y entró en escena
la noción de "prevención de conflictos". Los norteamericanos apoyaron la

3 Entrevista a Salim Salim.

Nduba Echezona 267


Prevención. manejo v resolución
1
( ¡ .

idea de un mecanismo de conflicto de la OAU, e incluso hubieran aportado


millones de dólares, pero los sudafricanos sintieron que para que dicha
fuerza tuviera credibilidad, se requería que la apoyara las Naciones Unidas
y no una superpotencia.
Hasta ahora han surgido tres modelos competitivos como mecanismos
de resolución de conflictos de la OAU: el tipo de la ECOMOG de cumplimien-
to de la paz; el norteamericano, que se llama "African Crisis Response lnitia-
'.
•, tive" (Iniciativa de respuesta a la crisis africana), en el cual se entrenarían
tropas en países africanos selectos como Mali, Senegal, Ghana y Uganda,
' ··· para que ayudaran a reforzar la capacidad africana de pacificación; y el pro-
grama de entrenamiento francés para personal militar, de países francopar-
lantes como Togo, Burkina Faso y Benin, con cuarteles generales en Abidjan
': ·!,'
(ibídem, 26 de enero-1 de febrero de 1998, p. 112). Así pues, la OAU había
aprobado la estructura de ECOMOG, con sus operaciones en Liberia y Sierra
Leona. En un discurso en las Naciones Unidas, el jefe lkimi, Ministro de Rela-
:,11
ciones Exteriores de Nigeria, sostuvo que con respecto a la guerra y la paz,
sería contraproducente si la comunidad internacional continuara ignorando
el mecanismo de resolución de conflictos de la OAU, recurriendo a medios
que podían continuar clasificando al continente en pacificadores francófo-
nos y anglófonos, dividiendo así nuevamente a África. Al mismo tiempo que
señalaba a la ECOMOG como un modelo digno de emulación a través del
mundo; dijo que aunque la responsabilidad más importante de la Naciones
Unidas es mantener la paz y la seguridad internacionales, no debería de- 1

salentarse la participación de organizaciones regionales y subregionales en '¡,


1

la consecución de estos objetivos. Atal grado que pensaba que la ONU debía
respaldar una fuerza panafricana (ibídem, Editorial 13-19 de octubre).
Podría hacerse una muestra de opinión pública sobre la fuerza de ECO-
MOG a partir de las cartas al editor de la West Africa Magazine (Revista de
Africa Occidenta~, de11-7 de diciembre de 1997, p. 1875:

Estabilidad regional

La estabilidad regional es necesaria para el éxito de la tan solicitada demo-


cracia; la tan ansiada prosperidad económica de la región. Sin estabilidad
regional, los llamados estados estables dentro de la región, sufrirán por la
migración forzada de sus ciudadanos.

268 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
Rebelión armada
Ahora que los golpes ya no son la orden del día, la rebelión armada se está
volviendo cada vez más frecuente. Ésta deja a su paso inestabilidad, muerte,
refugiados, pobreza, daño psicológico, destrucción de la infraestructura y la
destrucción temporal o total del bienestar económico de una nación.

Solución
Si ECOMOG puede ayudar a conseguir la paz de Liberia, y también impedir 1'·

que un gobierno no deseado maneje el país, como es ahora el caso de Sierra '

Leona, ¿no es evidente que la región requiere, a gritos, que dicha fuerza
exista de manera permanente?
No debe permitirse que esta fuerza se desbande después de resolver
las situaciones de Liberia y Sierra Leona, porque nadie puede predecir cuándo
puede darse otra situación así en la región.
Lo que a mi me gustaría ver es la erradicación de fuerzas localizadas. Cada
Estado debe contribuir con un contingente de tropas a la fuerza regional,
y también apoyar financieramente el sostenimiento de dicha fuerza.
Dentro de cada estado, la fuerza regional debe tener una base perma-
nente, pero el contingente de la fuerza que reside dentro de cada estado
no debe originarse en dicho estado. Con este arreglo los civiles podrán diri-
gir, como se debe, los diversos estados y la gente disfrutará de cierta estabi-
lidad y, posiblemente, de progreso económico.
, En el fondo, las perspectivas emergentes en el terreno de la seguridad en
Africa muestran la incapacidad de los africanos de diseñar su seguridad en un
mundo interdependiente. Un aparato de seguridad francés funcionará con
toda probabilidad en la intervención de África francohablante, aunque los
franceses estén desligándose aparentemente de África; mientras que un
aparato norteamericano servirá en la intervención de conflictos en los paí-
ses anglohablantes; y el mecanismo de la ECOMOG funcionaría en los países
de la ECOMOG, donde los otros dos mecanismos le permitieran intervenir. Esto li'l'
,r' :
significa que es muy probable que seamos confrontados por tres aparatos ¡ ¡·!

de seguridad para la resolución de los conflictos africanos en la época de la ·,. ,1

1 '1

' 1
posguerra fría. Es sobre esta base que ahora podemos examinar algunos :¡ 11

'1 mecanismos institucionalizados de conservación de la paz, de pacificación


111
y de cumplimiento de la paz en el mundo, con el objeto de engendrar una
experiencia aleccionadora en el mecanismo de resolución de conflictos en
la OAU.

\Jduba Echezona 269


Prevención. manejo vresolución
¡·.
1'
1
1

i '¡:
1 l/ LA EXPERIENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS
1'11 1
'.

Cualquier estudio sobre la experiencia de las Naciones Unidas en la esfera


i ·ljl:
1·¡
de la seguridad, podría constatar que no existe ningún ejército de la ONU
que se contrate para conservar o hacer cumplir la paz, como pudiera ser el
', i¡¡i
1 ,(1
caso en la época de la posguerra fría. Toda la idea de la seguridad colectiva,
: '1 un consorcio de poder en manos de la comunidad internacional, depende
,,:¡:, del poder nacional (véase lnis, p. 221 ). El intento más exitoso de la ONU para
~
. .. 1: la seguridad colectiva en la Guerra del Golfo en 1991 reforzó este punto, y
1 1
el elemento más importante de ese éxito dependió de la capacidad de una
superpotencia, Estados Unidos, para movilizar al resto del mundo usando las
resoluciones del Consejo de Seguridad y así legitimar sus acciones (Eche-
·: 1
zona, 1993). Este triunfo puede contrastarse con el fracaso de la "Operación
1
para Restaurar la Esperanza" en Somalia. Esto es, la determinación del mun-
do de lograr el triunfo en el Golfo no podría compararse con la determina-
ción de triunfar en Somalia, porque ambas situaciones no entrañan los mis-
mos problemas globales de seguridad. No obstante, el fracaso al hacer
cumplir la paz en Somalia puede atribuirse a: primero, estaba el problema
de mando y control. Los que hacían cumplir la paz eran soldados nortea-
mericanos, italianos y pakistaníes bajo el mando norteamericano, pero a
1·¡
causa de las diferentes percepciones de neutralidad, aplicación de la fuerza
miliiar y anuencia de cese al fuego, cada contingente nacional cumplió con
su propia agenda y solicitó aclaraciones al gobierno de su país, y no al
comandante norteamericano, quien se suponía debía responder ante el Con-
sejo de Seguridad (Stephen, 1996). Dicho de otra manera, dada la ausencia
de un gobierno mundial, era utópico pensar que un ejército de la ONU for-
mado por contingentes prestados de los gobiernos nacionales (cualquiera
que fuese su nivel de experiencia en la conservación de la paz), pensara glo-
1,; balmente y cumpliera objetivos globales. Segundo, la Organización de las
Naciones Unidas no estaba preparada para lo que presenció en Somalia, de
la misma manera que no estaba preparada para lo que vio cuando la descolo-
r'
nización del Congo en la época de la Guerra Fría. Dicho de otra manera, la
·'· ejecución de Estados Unidos de la "Operación para Restaurar la Esperanza"
en Somalia, una consecuencia de la nueva confianza en la posguerra fría, es-
tuvo muy lejos de reconceptualizar la conservación de la paz en esa misma
época. La experiencia de Somalia vino a alimentar la conciencia global de
que, una vez que un sistema de conservación de la paz compromete su
neutralidad en una guerra civil, esta última quedaría fuera del alcance del
régimen y resultaría en deshacer toda la misión de paz; además, intro-

270 Estudios para la paz


desde una perspediva global
-·-~:._~· -- _.:_·_
.. ----- ___:_._ --· ___.......:_"'\..... ___ .~ ..

ti

1 1

duciría una anarquía todavía más inalcanzable que la situación anterior, que
fue la que produjo la misión de paz. Las experiencias de las Naciones
Unidas en el ámbito de conservación de la paz son importantes para África,
porque la sensibilidad que atañe a la soberanía africana es paralela a la sensi-
bilidad agregada a las nociones anteriores del concepto -la superioridad de
la soberanía interna con respecto a las demandas externas-, y esto podría com-
prometer el mecanismo de conflicto africano, que intenta comportarse
como lo, hacen las operaciones de conservación de la paz de las Naciones
Unidas. Estos fueron los acontecimientos de las operaciones de ECOMOG en
Liberia y las experiencias en Somalia, como lo mostraremos más adelante.
Las experien~ias de la ONU en la preservación de la paz podrían hacerse rele-
vantes para Africa, mediante programas de seminarios o seminarios de polí-
ticas, que posiblemente pudieran reunir a diplomáticos y funcionarios militares
experimentados, académicos, funcionarios de organismos humanitarios, con
el objeto de profundizar su comprensión en la resolución de conflictos y
preservación de la paz. Debería incluir como personal especializado a miem-
bros mayores del secretariado de la ONU y de la OAU, comandantes de opera-
ciones de preservación de la paz y representantes especiales de la Secretaría
General de las Naciones Unidas. Un foro así proporcionaría un contexto '1

para trabajar en redes, de modo que podrían conocerse y desarrollar un


tipo de colaboración entre personas que conocen el terreno de la pacifi-
cación y de la preservación de la paz, y que se comunicaran con sólo levan-
tar la bocina del teléfono. En los seminarios de políticas deben analizarse las
experiencias de conservación de la paz y resolución de conflictos, y las lec-
ciones obtenidas se pondrían a disposición de la ONU y de la OAU. De hecho,
algunas ya están instrumentadas, pero en vista de las transformaciones en
la política nacional e internacional que son las que provocan los conflictos
internos y externos, dichos seminarios deben ir más allá, permaneciendo al
nivel de statu quo, pero con carácter predictivo. Esto es, deben desarrollar
los medios para predecir donde pueden estallar conflictos futuros, con el
objeto de poner en práctica las medidas de prevención de conflictos.

LA EXPERIENCIA DE LA OTAN
La transformación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte -oTAN-
de una institución militar de guerra fría a una institución militar de pos-
guerra fría, es uno de los acontecimientos más importantes en la vida inter-
nacional de finales del siglo xx,. ta OTAN tuvo éxito donde la ONU fracasó, esto

\Jduba Echezona 271


Prevención. manejo vresolución
¡,,
:¡:·
'1'
es, como una estructura de seguridad colectiva para sus miembros. Primero,
'1,
:1,,
a diferencia de la ONU, tiene un ejército permanente integrado por contin-
gentes de los estados miembros, y un arsenal militar muy vasto que incluye
la fuerza nuclear. Esta última le da un sentido de "soberanía nuclear", la
capacidad de tomar una decisión independiente y llevarla a cabo. Segundo,
una perspectiva compartida sobre asuntos nacionales e internacionales entre
sus miembros sirve para estructurar una defensa integrada, cuya meta prin-
cipal es proporcionar seguridad nacional e internacional. Por ejemplo, todos
sus miembros comparten la fe en la democracia plural, los derechos hu-
manos, el imperio de la ley y la economía liberal. Esto pudiera explicar por
qué -incluso después de la Guerra Fría, cuando la "amenaza soviética" había
retrocedido a finales de ésta- la alianza se volvió el mejor instrumento para
apoyar a las Naciones Unidas en la lucha de las guerras bosnias, y el garante
más importante del acuerdo de paz Dayton; y su expansión para incluir a
1 miembros antiguos del Pacto de Varsovia, su mayor adversario en la Guerra
¡1
,1
Fría.
1
Lo que nos enseñan las experiencias de la OTAN es que para que una
11' región establezca una alianza militar permanente, todos sus miembros deben
1'11
compartir valores parecidos. Lo que es cada vez más obvio es que un alto
grado de divulgación agrega más influencia a las preferencias ideológicas de
una nación, y su capacidad para colaborar y coordinar actividades de defen-
sa con otros, especialmente cuando se trata de inseg~ridad nacional general,
11
1 ',
1

.¡ regional o global. Por ejemplo, en una región como Africa donde existen re-
~j
gímenes de todos tipos, lo mismo militares que civiles, es probable que se
alabe hipócritamente a conceptos como democracia, derechos humanos y
:11
1
el imperio de la ley, y un mecanismo de defensa para controlar condiciones
inseguras que surjan de algunos de ellos, ya sea que forcejeen o carecerán
de credibilidad ante los ojos de muchos. Más aún, cuando el elemento más
importante de una fuerza militar colectiva reside en un país o en un grupo
de países como es el caso de la OTAN y Estados Unidos, se esperaría que la
elite se adhiriera completamente a la ideología liberal, y formulara su papel,
no en términos mesiánicos sino altruistas, para no evocar acusaciones de
imperialismo. Además, las fuerzas armadas de los estados miembros de una
alianza militar deben poner sus fuerzas armadas bajo el control civil, situa-
ción que ha sido arreglada en la mayoría de los estados africanos. Donde
están presentes todos los atributos necesarios, los estados miembros deberían
alistar sus fuerzas y ser capaces de participar en las misiones de conser-
vación de la paz dentro de la región. De ahí que una política de fuerza
regional determinare la estructura de fuerza para una región, ya sea que

272 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
esté integrada por "un ejército profesional, una fuerza reclutada, o una
combinación de ambos, al mismo tiempo que asigna un papel a las fuerzas ¡"::
de reserva" (West Africa, 9-15 de febrero de 1998, p. 194).

lAs EXPERIENCIAS DE ECOMOG

El grupo de monitoreo de ECOMOG fue establecido en Banjul, Gambia, por


los Jefes de Estado de la Comunidad Económica de los Estados de África Occi-
dental (ECOWAS, por sus siglas en inglés) en abril de 1990, para entrar a Liberia
y hacer cumplir la paz entre las facciones guerreras de la guerra civil. En 1997
se extendió a Sierra Leona, después de un golpe militar que derrocó al go-
bierno democráticamente elegido de Alhaji Tijan Kabba. La ECOMOG fue el
primer mecanismo institucional de pacificación o conservación de la paz pro-
movido por un grupo de países, ya sea en el Tercer Mundo o en África, y
por ello su experiencia sería de enorme beneficio al establecer un mecanis-
mo de resolución de conflictos de la OAU. Ésta había respaldado su creación.
Cumple todos los requisitos del Artículo 52, Capítulo VIII de la Carta de las
ONU, que otorga el poder a las organizaciones regionales con el objeto de dar
los pasos necesarios para asegurar la conservación de la paz y la seguridad
internacional dentro de su región. Por lo tanto, será evaluado a tal punto que
sus mecanismos serían el medio más creíble de resolución de conflictos en
África, y a tal grado que sus experiencias podrían usarse para modelar o
remodelar una fuerza africana bajo el mando de la OAU.

LA ECOMOG COMO UNA FUERZA MULTINACIONAL

El multilateralismo es la ideología fundamental de las Naciones Unidas, no


sólo en el campo económico sino también en la esfera de la resolución de
conflictos. Esto es así porque en un área de conflicto una fuerza multinacio-
nal tiene mayor credibilidad que las facciones o fracciones en una guerra
civil. Una encuesta de opinión pública norteamericana ha mostrado que
por "un margen de 3 a 1 los ciudadanos de los Estados Unidos preferían
que fueran las tropas de la ONU, y no el ejército de Estados Unidos, las que
intervinieran en los conflictos del Tercer Mundo ... "(Weiss y Kessler, 1990/1991 ).
Esto es así no solamente porque los ciudadanos norteamericanos no quieren
que sus hijos mueran en guerras extranjeras o del Tercer Mundo, sino tam-
bién porque si las fuerzas norteamericanas intervienen unilateralmente en

Nduba Echezona 273


Prevención. manejo v resolución
¡"
1

:~.1
:'1
·' 1· un conflicto, sufrirían el oprobio moral global y se sospecharía de su neutra-
11

': !1
1 ' lidad. En el caso de la ECOMOG su credibilidad radicaba en su multinacio-
nalidad. Sin embargo, por el hecho de que Nigeria desempeñó un papel
importante en ECOMOG, se sospechó de su multinacionalidad entre las fac-
ciones guerreras de Liberia, en la junta militar de Sierra Leona, en algunos
estados de África occidental, y pudo haber informado del entrenamiento
de los contingentes de preservación de la paz franceses y norteamericanos en
'i
los ejércitos nacionales de algunos países africanos.
Al inicio de la guerra civil en Liberia, la fuerza del ECOMOG se integró con
1' elementos de Nigeria, Ghana, Gambia, Sierra Leona y Guinea, y el primer
comandante de la fuerza fue el Teniente General Arnold Quainoo de Ghana.
; '
Desde entonces, los ocho comandantes siguientes han sido de Nigeria, lo
il
que indica el importante papel que ésta ha desempeñado, por cantidad de
!, 1 hombres y el uso de material nigeriano en las medidas para el cumplimiento
de la paz en Sierra Leona y Liberia. En este país, el guerrero más grande,
que después fue presidente de la Liberia de posguerra, Charles Taylor, había
visualizado la preponderancia de Nigeria como una manera de proyectar la
hegemonía de ésta en Liberia, y quizás en el resto de Africa occidental.
Asimismo, la junta militar en Sierra Leona no había cumplido el acuerdo de
paz de Conakry, porque lo había sentido como un imposición de Nigeria.
En la guerra civilliberiana, los comandantes nigerianos habían acusado a la
Costa de Marfil y a Burkina Faso, en repetidas ocasiones, de ayudar a Charles
Taylor, mientras que se sospechaba que Guinea ayudaba a una de las fac-
ciones Ulima de Alhaji Kromah. En un intento por equilibrar la preponde-
rancia nigeriana en Liberia, Charles Taylor había exigido (en el proceso de las
negociaciones de paz) la expansión de la fuerza de ECOMOG. Más adelante se
aumentó para incluir a Mali y a Senegal. Senegal, cuyas fuerzas eran famosas
por su profesionalismo, se retiró en 1992 a causa de la rebelión de Cassa-
mance en el país. La manera en que Charles Taylor olvidó sus sospechas con
respecto a Nigeria y aceptó un arrepentido acuerdo de Abuja, que presen-
ció el ascenso al poder de Taylor, requeriría de un estudio detallado en el
l. futuro. Lo que han mostrado las experiencias de ECOMOG en Liberia y Sierra
Leona es que la ausencia de una base multinacional creíble pudieron haber
prolongado los conflictos. Más todavía, las credenciales de Nigeria se
volvieron un problema, especialmente en la leyenda de Sierra Leona, cuando
se presenció la participación de un régimen militar haciendo la demo-
cratización en otro régimen militar.

274 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
LA ECOMOG Y LA NEUTRALIDAD

Hay consenso general entre los que escriben sobre preservación de la paz
de que se logra más éxito cuando "lo que se percibe ampliamente como
imparcial, evita la violencia", y respeta las normas de la comunidad que la
estableció. Segundo, para que intervenga una fuerza externa, el acuerdo de
las partes en conflicto debe basarse en la aceptación de "su autoridad
imparcial y moral", lo que podría ser comprometedor si los "pacificadores
usan la fuerza al realizar su misión" Oohansen, 1990). Ni en Liberia ni en
Sierra Leona había acuerdo general en cuanto a la intervención de los paci-
ficadores entre las facciones en conflicto. Lo que significa que la intervención
de ECOMOG se realizó a instancias de uno u otro lado y, por ello, hubo una
equivocación en cuanto a las metas (por parte de la fuerza de ECOMOG), entre
el cumplimiento de la paz y la pacificación, o incluso en la preservación de
la paz. Podría decirse que ni siquiera los comandantes de la fuerza tenían
claro cuáles eran los objetivos de su misión. Aspiraban a metas pragmáticas
dada la situación que enfrentaban. En un momento, a la ofensiva de ECOMOG
contra Charles Taylor -quien había capturado más de las tres cuartas par-
tes de Liberia- se le llamó ofensiva-defensiva. Pero Charles Taylor siempre
la consideró como el cumplimiento de una agenda nigeriana contra su fac-
ción, el Frente Patriótico Nacional de Liberia (NPFL, por sus siglas en inglés).
Además, en cada etapa de los diversos procesos de paz que marcaron la
guerra civil de Liberia, entraban facciones y fracciones nuevas en la ecuación
del conflicto, que sirvieron para cuestionar la neutralidad de la ECOMOG. A ! .1
menudo este fue el caso de dónde/cuándo debían hacerse cumplir los ceses
al fuego, y dónde/cuándo debían desmovilizarse las tropas. Cada facción y
fracción descubrió que ni siquiera podía manejar a la ECOMOG, cuando ésta
luchaba por ser percibida como una fuerza neutral. Como ya lo indicamos,
a esto se le agregó el hecho de que no había una agenda definida de paz;
también la mala preparación de las fuerzas bélicas para manejar la dinámica :1;

cambiante del conflicto, y quizás el pobre equipamiento de la tropa para


lidiar con una situación de conflicto cambiada, desembocó en una pérdi-
da de vidas que pudo haberse evitado. Empero, la meta de la misión de
ECOMOG en Sierra Leona estaba más clara: hacer cumplir la democracia o
restaurar en el poder al gobierno elegido democráticamente. Por lo tanto,
las tareas se definieron en el siguiente orden: mediación, sanciones, lo que
incluye el bloqueo económico y el embargo de armas y, finalmente, el uso
de la fuerza. La restauración. del gobierno elegido democráticamente, por

f\lduba [chezona 275


Prevención. manejo v resolución
1

,1

fuerza significaría el desbande del ejército de Sierra Leona y el entrena-


miento de un nuevo ejército que lo reemplazara. El caso de Liberia demostró
que la arena del conflicto civil en África podía ampliarse más allá de las
r
1

1
expectativas de los pacificadores. Al comprometerse en la preservación de
la paz en África, los pacificadores deben planear enfrentarse a una situación
mucho más compleja de la que habían conjeturado, y adaptarse inmedia-
tamente a la nueva situación.
i'
'¡''

1
·,1'
LA ECOMOG Y LOS DERECHOS HUMANOS

El cumplimiento de los Derechos Humanos en una situación de conflicto es


un tema que ha inquietado a todas las misiones de pacificación, preserva-
1 ·¡
ción y cumplimiento de la paz. En este ejemplo, ¿cómo debería utilizarse
el poder de las armas? En la guerra civil de Liberia, la ECOMOG fue acusada
del bombardeo indiscriminado a poblaciones civiles, e incluso a hospitales
con señales claras de pertenecer a la Cruz Roja. El bombardeo a las poblacio-
nes civiles pudo haber ocurrido cuando dichas poblaciones, como etnias
coludidas con una u otra facción, violaron el cese al fuego o lucharon contra
la ECOMOG, porque sentían que no estaba siendo neutral. De la misma manera,
cuando los pacificadores o reforzadores de la paz no tenían claro cuáles
eran sus objetivos, podían usar indiscriminadamente el poder de las armas en
desventaja de una población civil, que bien podía ser un traslado de refu-
giados. A los aviones de la fuerza aérea nigeriana también se les acusó, en
el caso de la Sierra Leona, de ser culpables de costos civiles elevados al man-
tener la cuarentena en este país. Pero la divulgación del proceso de apren-
dizaje en Liberia hacia Sierra Leona fue ilustrado vívidamente por la ECOMOG,
cuando hizo gala en el uso de las armas al arrojar del poder a la junta
militar. Incluso algunos voceros de la junta militar tuvieron que reconocer
el profesionalismo de la ECOMOG. Con todo, las masacres en Sierra Leona y
Liberia por parte de facciones guerreras no se comparan con las de Ruan-
da o Burundi; aunque ocurrieron fuertes violaciones a los derechos huma-
nos, al nivel de las de Bosnia, a manera de limpieza étnica, todavía no hay
juicios por genocidio. Más bien, los jefes guerreros, perpetradores de las
masacres se adelantaron a compartir los botines del poder político. Lo que
la experiencia de ECOMOG nos indica es que una agenda de Derechos Hu-
manos debe ser parte de los objetivos de una misión de pacificación o de
cumplimiento de la paz. \

276 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
LA ECOMOG Y LA LOGÍSTICA

El tema de la logística es un elemento que obliga al uso de la fuerza en las


regiones subdesarrolladas. En un momento dado, en las operaciones de
ECOMOG, los suministros logísticos -que incluyen comunicaciones, vehículos
y quizás armas con las cuales cumplir las medidas de cumplimiento de la
paz- obstruyeron las operaciones de la organización regional. Los coman-
dantes de la ECOMOG se vieron obligados a rogarle a la comunidad inter-
nacional que ayudara en estas medidas, especialmente cuando ellos eran
requeridos para vigilar y monitorear los ceses al fuego, y hacer cumplir la
desmovilización de fuerzas. La carencia de suministros logísticos pudo haber
prolongado las operaciones en Liberia. Fue esta misma carencia de apoyo
logístico la que impidió la formación de una fuerza africana para entrar en
Ruanda y detener el infierno allí cuando, después de la debacle de Somalia,
el mundo dirigió su mirada a África para que saliera de su miseria. A pesar de
que las Naciones Unidas ayudaron a monitorear el cese al fuego en Liberia -a
través de la Misión de Observación de la Naciones Unidas en Liberia (UNOMIL,
por sus siglas en inglés)- su ayuda en Sierra leona fue obstruida inicial-
mente por las sensibilidades británicas, en cuanto a la aplicación de la fuerza
por parte de la ECOMOG dirigida por liberia. lo que la cuestión de la logística
ha demostrado es que, cuando un régimen de paz debe depender de
fuerzas externas para el suministro logístico, debe estar preparado para que
su noción del tipo de paz que logre, pueda estar comprometido por esas
fuerzas externas de las cuales debe depender para la logística. Dicho de
otra manera, los engaños de las fuerzas externas al resurtir los suministros
logísticos pudieran poner en peligro el proceso de paz como un todo, y de-
sembocar así en una pérdida innecesaria de vidas humanas, que podría
haberse evitado. De ahí que cuando las organizaciones regionales en las
regiones subdesarrolladas se embarquen en una misión de cumplimiento
de la paz, deban estar preparadas para llevar a cabo un análisis complejo de
la región, en términos de su potencial económico para realizar una misión
~
multi-abarrotada, un análisis de las perspectivas globales de una crisis y de
1

su misión en esa crisis. A la luz de la experiencia de Ruanda, no debe espe-


rarse que se aborte la misión de paz como un todo, pero ésta debe calcular
su propio alcance económico de modo mucho más económico, con la es-
peranza de que la comunidad, internacional esté más interesada en la restau-
ración de la paz, que en el cirácter de las naciones implicadas en su proceso.

Nduba Echezona 277


Prevención. manejo y resolución
LA ECOMOG Y LA PAZ POSCONFLICTO

La situación de Liberia muestra que podrían surgir sentimientos acumulados


contra los pacificadores después de haber logrado la paz. Con posteriori-
dad al acuerdo Abuja, uno de los muchos acuerdos de paz, el jefe guerrero
más importante, Charles Taylor, ganó las elecciones en Liberia. Antes de las
elecciones, Taylor había indicado que él era el líder político más popular de
Liberia; por la manera en que insistía en su popularidad, levantó sospechas
de que podría volver a la guerra si no ganaba. Desde entonces se ha argu-
mentado, ya sea correcta o equivocadamente, que los liberianos votaron por
él porque si no triunfaba podía ser el desestabilizador m.ás creíble del pro-
ceso de paz. Desde que es presidente de Liberia ha estado en desacuerdo con
la ECOMOG acerca de Sierra Leona, a pesar de que fue miembro de la ECOMOG
CINCO en ese país. Se ha negado a que ésta use los campos de aterriza-
je liberianos en la acción en Sierra Leona, ha ayudado al Frente Revolu-
cionario Unido (RUF, por sus siglas en inglés), movimiento guerrillero y
miembro de la junta que tomó el poder a la fuerza del gobierno elegido
democráticamente en Sierra Leona, y dio asilo a los miembros de la junta des-
pués de ser arrojados por la ECOMOG, contra las decisiones de ECOMOG CINCO.
Dentro de Liberia ha acelerado el retiro de la ECOMOG alegando la soberanía
nacional, ha rehusado que ésta participe en el entrenamiento de un nuevo
ejército liberiano, ha arrestado y detenido a nigerianos que están viviendo,
en tránsito o volando sobre Liberia; también han habido avisos velados de
choques futuros entre los antiguos jefes guerreros liberianos y Charles Taylor.
En Sierra Leona, después del derrocamiento de la junta militar, ha continua-
do la lucha entre la ECOMOG y el RUF por una parte, y la ECOMOG y el ejército
derrotado, por la otra. Y los comandantes de la ECOMOG en Sierra Leona
siguen acusando a las fuerzas liberianas de unirse a los rebeldes de Sierra
Leona en contra de la ECOMOG. Más aún, parecería que Nigeria ha llevado
el peso de la lucha, lo que incluye logística y hombres, en Sierra Leona.
Ghana, que ha sido el apoyo de ECOMOG en Liberia, hasta ahora no ha
mostrado un apoyo similar en Sierra Leona.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

¿Es la paz armada una mejor opción para África? ¿Debe establecer la oAu
un mecanismo permanente de resolución de \conflictos? A partir de nuestras

278 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
' 1

experiencias y dado el carácter subdesarrollado de África, las fuerzas exter-


nas tienden a sujetar las cartas del triunfo en la resolución de conflictos en el
~ontinente. No significa que las fuerzas externas hayan sido más justas en
Africa. En el episodio de Ruanda, una maquinación francesa, la "Operación
Turquesa" fue un desastre; en la antigua Zaire, en vísperas del movimiento
Kabila para ~erribar a Mobutu, fracasó una intervención extranjera planea-
da, pero en Africa occidental se formó un mecanismo local de resolución de
conflictos que, según la crítica africana y global, fue un "abuso de poder"
de Nigeria. Lo que debemos preguntarnos es, ¿pueden obtenerse algunas
experiencias para establecer una fuerza africana permanente, de experien-
cias regionales como la ECOMOG? De hecho, establecer un plan francés y
uno norteamericano no significa que éstos pudieran fortalecer la estructura !,..
r .
de la ECOMoG; y pudieran, asimismo, rescatar las nociones de Kwamah 1,11

Nkrumah de que la falta de unión africana vía un alto comando unificado


haría del continente un puerto de forcejeos por la posición y el poder.
Donde amanece una fuerza regional (pero cuyos propósitos sociales no se
ajustan a una norma global}, sus logros no pueden hacerse a un lado, o de
ser así, se generarían dudas en cuanto a qué quiere decirse exactamente con
proyectar la fuerza hacia cualquier área. Y se esperaría que, desde el
momento en que la oAu carece de autonomía en la toma de decisiones,
sería muy probable que se subordinase a los planes norteamericanos o
franceses, con aprobaciones ocasionales para la experiencia de la ECOMOG.
Una segunda pregunta acerca de la institucionalización de una fuerza, se
desprende del carácter de los conflictos africanos. Los conflictos en África
se derivan de la búsqueda de los pueblos, ya sea como etnias, tribu o clanes,
de realizar su autodeterminación nacional. Hasta el grado en que la mayo-
ría de los países africanos están todavía transitando hacia la democracia, ali-
mentando la democracia, más implicados en el proceso de compartir el
poder, que de presentar un recurso a la institucionalización de una fuerza
africana permanente, algo fuera de foco, porque podría surgir una situación
donde pudiera hacerse cumplir una paz equivocada. En abril se ~elebró en
Toga una maniobra militar que implicaba a algunos países de Africa occi-
dental, dirigidos contra una situación en la cual un régimen militar le
arrebató el poder a un gobierno elegido democráticamente. Surgen las pre-
guntas: ¿Por qué los militares derrocaron dicho régimen? ¿Se guiaba el régi-
men derrocado por las normas democráticas que lo habían conformado? Si
la sociedad civil no es consci~nte de sus excesos, ¿quién se haría responsa-
ble? ¿Existe un consenso er..l 'Africa con respecto a lo que es un gobierno o

Nduba Echezona 279


Prevención. manejo y resolución
una sociedad democrática? Esto no sugiere una aprobación a los regímenes
militares, sino exponer la naturaleza de las contradicciones en las crisis afri-
1: canas. Una fuerza que va a reprimir una crisis podría ser absorbida por su
:.1 propia legitimidad interna. Sin embargo, para que una fuerza regional per-
manente intervenga en un conflicto nacional, sus objetivos sociales no deben
ajustarse necesariamente a aquellos de los poderes globales, esto es la pers-
pectiva económica liberal, las normas mínimas aceptadas de respeto a los
1'
derechos humanos, la democracia y el imperio de la ley; más bien deben
conformarse de acuerdo con los propósitos sociales que cumplen con las
r,,
·,, necesidades de sus propios ciudadanos para obtener la respetabilidad en su
propia área regional. Un ejemplo es la capacidad de recrear sus propias nor-
mas democráticas cultivadas en casa, la capacidad de aprovechar los frutos
de su propia sociedad, equitativamente con sus diversas naciones, etnias o
clanes, etcétera, de manera que cuando se comprometa en la pacificación
regional o internacional, no caiga en contradicciones. De este modo, puede
presentar, si es necesario, las normas de operación de sus propósitos nacio-
nales en las áreas donde intervino, porque comparte muchas cosas en común
con tal ámbito, en cuanto a posibilidades de adopción, adopción selectiva
o incluso rechazo.
' ' 1
Como lo hemos demostrado, sólo en la OTAN existe un ejército perma-
nente en el mundo y su credibilidad en la época de la posguerra fría -ahora
que la tan mencionada "amenaza soviética" ya no existe- radica en su capa-
cidad de readaptarse a una condición política internacional distinta. Así
debería ser un potencial Alto Comando Africano. Esto es, la OAU debe des-
cubrir dónde reside la amenaza a la seguridad africana, dentro o fuera de ella.
Kwane Nkrumah lo había vi~to fuera de África. En la época de la posguerra
fría, se dice que ésta vive en Africa. Si es así, ¿cómo podría enfrentar esa ame-
·:,1 naza un ejército permanente? Si la situación vuelve a cambiar, ¿cómo la
enfrentaría el ejército permanente? En otras palabras, las normas críticas
para decidir sobre una situación de seguridad son comprometerse a adaptar
y readaptar los objetivos de fuerza. Donde no sea posible hacerlo por el ca-
rácter subdesarrollado de la región, el recurso sería fortalecer la capacidad
1;·,
1
cada vez más grande de los países africanos de comprometerse en actos
1
¡:i. aventurados de preservación de la paz, mejorando la presteza de los contri-
buidores de tropas para desplegar rápida y efectivamente, entrenamiento
'1 y ejercicio conjuntos con propósitos de preservación de la paz, seminarios
sobre pacificación, ejercicios poscomando, seminarios y actualización per-
manente de información sobre los estados afticanos que estarían dispues-

1 '.

280 [studlos para la paz


··'' desde una perspectiva ºloba!
'1)
tos a participar en actos de pacificación. En una situación así, los recursos
serían los enfoques de la ONU, confiar en los ejércitos nacionales más que
en una estructura integrada como las que indica la OTAN.

BIBLIOGRAFÍA

DEUTSCH, Karl et al. (1957), Política/ Community and the North Atlantic Area, Prince-
ton, Princeton University Press.
EcHEZONA, Nduba (1993), Hegemonism ora New World Order, Awka, Mekslink Pub-
lishers.
INJS, Claude (1991 ), ''fhe Management of Power in the Changing United Nations",
lnternational Organization, vol. 25.
joHANSEN, Robert C. (1990), "Un Peacekeeping: The Changing Utility of Military
Force", Third World Quarterly, vol. 12, núm. 2, abril.
NKRUMAK, Kwame (1972), Africa must Unite, Nueva York, lnternational Publishers.
STEPHEN, John Stedman (1996), "Consent, Neutrality and lmpartiality in the Tower
of Babel and on the Frontlines: United Nations Peacekeeping in the 1990", Dis-
armament and Conflict Resolution Project, Managing Armas in Peace Processes:
The /ssues, Ginebra, United Nations lnstitute for Disarmement Research.
WEISs, Thomas G. y Merryl A. Kessler (1990/1991 ), "Resurrecting Peacekeeping:
The Super Powers and Conflict Management", Third World Quarterly, vol. 12,
núms. 3-4.
West Africa Magazine, varios números de 1993, 1994, 1995, 1998.

¡,
','

!: ¡ ~ 1

\iduba Echezona 281


Prevención, manejo v resolución
\
Impedir la inercia en
la resolución de conflictos

jannie Malan*

INTRODUCCIÓN. UN RETADOR
TEMA DE CONFERENCIA

Los ORGANIZADORES de esta conferencia merecen una felicitación por el impor-


tante tema que han formulado: Satisfaciendo las necesidades humanas en
un mundo cooperativo. Ha despertado el interés por asistir. Debe funcionar
como un marco de referencia cuando participemos en la redacción de las
actas, y cuando regresemos al lugar donde vivimos y trabajamos, debemos
estar mejor equipados y más motivados para satisfacer las necesidades
humanas y volver más colaborador al mundo.
Es un tema que confronta por sus implicaciones significativas, tanto por el
abordaje general al conflicto, como por el acercamiento específico al tópi-
co de este artículo. La resolución de conflictos (Re) relacionados con las nece-
sidades en un contexto cooperativo social debe tomarse seriamente. No se
trata de aplicar métodos refinados a una situación particular de conflicto
hasta que se haya alcanzado una solución satisfactoria. Más bien es necesa-
rio tener en mente que la RC debe estar basada en las necesidades, dirigida
hacia la justicia, orientada hacia la causa raíz, que restablezca las relaciones y
que incluso las construya (dr. Lwaminda, 1996, p. xm).
Lo que también implica el tema, es que tal resolución de conflictos debe
transformarse en una responsabilidad progresiva. Las personas que han expe-
rimentado la resolución de un conflicto en particular deben darse cuenta
de que han adquirido cuando menos algunas percepciones y habilidades que j·· .. l

les permiten manejar los problemas o conflictos subsecuentes. Están en una


posición de "empoderamiento" (dr. Weeks, 1995, p. 2) para comprometerse
a colaborar efectivamente en la prevención, manejo y resolución de conflictos. r 1

*Investigadora del Centro Africanoyara la Resolución Constructiva de Enfrentamientos (ACCORD, siglas


en inglés) en la Universidad de Durbar¡:l' Africa del Sur. ;;

:. 1,·
1

283 ,1'','
1.. ···'... ''
¡,··'

11;
¡
i '
i'
·, 1

¡'¡ 1

UN TÍTULO AMPLIADO
·, '
Se intenta que el título fraccionado de este artículo llame la atención. Se
supone que subraya el peligro de resolución de conflictos de manera que
las personas implicadas se vuelvan pasivas y dependientes con respecto a la
resolución de conflictos en el futuro. Por razones obvias, en general, esta
·, .f limitación pasa desapercibida. Usualmente se le presta tanta atención a los
métodos efectivos de la resolución de conflictos, y a las habilidades que se
! usarían en el proceso de resolver conflictos, que se le da menos considera-
'.1
ción a lo que sucede después de la instrumentación de un acuerdo. Por este
motivo el título sólo destaca esa advertencia.
Sin embargo, es obvio que existe una segunda parte implicada en el
título, la cual puede formularse como sigue: ... y promoviendo compromisos
en la creación de la resolución de conflictos. Se le dará la debida atención
a la manera en como este suplemento a la resolución de conflictos "prome-
dio" pudiera llevarse a cabo. Antes que nada, debemos estar convencidos
de que la advertencia en la primera parte de nuestro título se tome en serio.
;,
\
1

r.
EL FENÓMENO DE INERCIA
1

INDUCIDA ACCIDENTALMENTE

Unos cuantos ejemplos generales pueden servir como punto de partida. De


la naturaleza aprendemos que no debe ayudársele a una mariposa que lucha
por salir de su capullo. La ayuda puede ser muy bien intencionada, pero
priva a la mariposa de su única oportunidad, vital, de fortalecer sus alas. A
la mariposa que se le ayuda se debilita y sus oportunidades de supervivencia
son mínimas.
Desde nuestro escenario humano, todos sabemos cómo la gente "se
echa a perder'' cuando hacemos demasiado por ellos. Nada menos que el
doctor Chris Bakwesegha, jefe de la Conflict Management Division of the
Organization of African Unity (División de Manejo de Conflictos de la Orga-
nización de la Africa Unida), me llamó la atención diplomáticamente, al
aludir a uno de sus parientes que se le había apodado como "el que echa
a perder". El apodo surgió de la tendencia benevolente del tío de hacer por
otros• lo que ellos podían y debían hacer por sí1mismos (Este ejemplo puede
mot1varnos a que pongamos en otras palabras nuestro tema: No eches a

284 Estudios para la paz


desde una perspec.1iva global
perder a los grupos en conflicto al hacer demasiado por ellos; más bien,
entrénalos para que lo hagan ellos mismos).
No es de sorprenderse que los que resuelven conflictos1 pueden involu-
crarse en el"echar a perder'' accidental a los grupos alrededor de una mesa
de negociación, o como participantes en una sesión de entrenamiento. Des-
pués de todo, los que resuelven los conflictos están casi por definición incli-
nados a ayudar a otros: están ansiosos por ayudar a sus compañeros huma-
nos en alcanzar, tan pronto como sea posible, soluciones a los problemas y
a las disputas por las que están luchando. En un taller de entrenamiento los
presentadores pueden estar tan ansiosos de incluir todo lo que sea posible
que privan a los entrenados de adquirir las habilidades con efectividad.
Otra razón por la cual hacen es que tienen mucho conocimiento que
compartir, por lo tanto, están en la posición de hacerlo correcta· y rápida-
mente, cuando los grupos o los entrenados están todavía tambaleándose y
desperdiciando tiempo precioso. Y así estar tentados a hacer que algo se
haga desde su perspectiva, de la misma manera que un padre interfiere con
los intentos torpes y sucios de un bebé de un año que quiere comer solo.
Una razón subsecuente pueda ser quizá la que se da entre los profesio-
nales de la resolución de conflictos del un tipo muy orientado a los negocios
(es decir, ¡si es que existe esa clase! Cfr. Weeks, 1995, pp. 4-5). 2 Pueden
abrigar el miedo de que demasiado énfasis en una negociación y una media-
ción autoiniciada y autolograda pueden resultar en una reducción en su
"negocio". Tal preocupación, por supuesto, puede ser en tratada más de una
manera. Primero, debe tenerse en mente la aparente ventaja cabal del con-
flicto. Segundo, debe recordarse que el campo de la RC es uno y no puede y
no debe ser monopolizado por profesionales. Este campo tan general,
definitivamente tiene espacio tanto para el especialista como para el público.
Puede compararse con el remodelado de una casa, donde, por ejemplo, la
il!
electrificación es área del especialista, pero la pintura la puede hacer uno
mismo.
Dichas razones explican el fenómeno que estamos discutiendo, pero no 1'
.,1'

como pretextos. El hecho es, que en la vida real -con o sin razones válidas-
!.11
1 Para su simplificación, utilizo conceptos clave como "resolución de conflictos" o "intervención" ···¡

como abreviaturas convenientes del continuo completo de procesos y roles en el complejo y amplio campo
de la prevención, manejo y resolución de conflictos (la Organización de la Unidad Africana, mencionada en
el párrafo anterior, utiliza generalmente los tres conceptos de prevención, manejo y resolución).
2 Donde en "una carta abierta a mis amigos en la Asociación Sudafricana de la Intervención de Con·
flictos (SMCI, ~r sus siglas en inglés~", más de una pági~~ .está dedicada a la. discusión ~e la pregunta ¿"Es
la resolución de conflictos un negoc1o"'r'.Y se debate la et1ca de competencia cooperativa".

jannle Malan 285


Impedir la inercia en la resolución
·.'¡

1 1
1
sí nos topamos con casos de aparente inercia. Estos se encuentran antes,
durante o después de un conflicto. La gente con frecuencia parece pensar
que la presencia de los expertos es una excusa válida para no hacer nada por
sí misma. Tiende a adoptar una actitud de no me importa o de Jaissez faire,
hasta que las arremete una forma de intervención del conflicto. O después
de que el conflicto se ha resuelto o cuando aparece uno nuevo, parecen
pensar que si se tiene que hacer algo, tendrán que hacerlo por los expertos.
Afortunadamente, podemos y debemos añadir que también encontra-
mos el fenómeno de mucha gente exitosa que se encarga de sus propios
1 1
proyectos de Re. De hecho, a través de la historia, antes del surgimiento re-
ciente del campo de la Re, los conflictos tenían que ser resueltos por gente
1

'.11
1'
sin ningún entrenamiento. Estos logros se dan sin ser notados, pero las per-
sonas involucradas, sí cosechan sus beneficios.
Sin embargo, para nuestro propósito, tenemos que enfocar nuestra
atención en el fenómeno deplorable de la gente que no hace lo que podría
estar haciendo acerca del conflicto. Debemos preocuparnos de especial ma-
nera acerca del peligro de causar desarrollo reducido o una dependencia en
aumento, las cuales podrían resultar en una actividad cada vez menor. 3
Por supuesto, sería posible utilizar esta preocupación como la base para
los proyectos de investigación; por ejemplo, los grupos pueden moritorear-
se que, con ayuda de los mediadores, han podido resolver un conflicto, para
determinar que se inclinan a hacer cuando surja otro conflicto. ¿Se sienten
empoderados y con la capacidad de hacerse cargo de la negociación, o con-
tratan la ayuda de profesionales?
A pesar de que la investigación es mi responsabilidad básica (y también
el enfoque de la Asociación que organiza esta conferencia), me inclino a su-
gerir otras dos opciones en lugar de la investigación de campo. Una es estar
alerta a la presencia o ausencia del fenómeno de la inercia inducida y la otra
es tomar nota de la importancia de la auto actividad en toda la fase educativa.

EL PRINCIPIO EDUCATIVO DE APRENDER HACIENDO

Desde nuestra propia experiencia, tanto del enseñar como del aprender, todos
deben saber qué tan efectivo la auto actividad es, pero también saber cuán
3
Henderson (1980, p. 39) se refiere al calificativo filosófico\de "quietismo" que se aplica a la actitud
de "Deja que los demás hagan Jo que yo no puedo".

286 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
tentadora es la pasividad. los que aprenden saben muy bien que deben
recordar de manera activa el material que están estudiando, y que cuando sea
posible, deben utilizar el conocimiento y las capacidades que están adqui-
riendo; pero a menudo se rinden a la ensoñación de la lectura relajada, tal
vez en una cómoda silla o en una cama. los educadores normalmente reco-
nocen la importancia de proporcionar y de crear oportunidades para que
los educandos practiquen lo que están aprendiendo. Sin embargo, con fre-
cuencia, evaden esta responsabilidad descargando su "enseñanza" en reci-
pientes bastante pasivos.
lo que la experiencia nos enseña, y que ha sido acertadamente llamada
"el mejor maestro", es lo que han confirmado y recomendado de manera
convincente los educadores a través de las edades. En un libro de texto que
estudié hacia varias décadas en un curso sobre la Metodología de la Enseñan-
za, se establecían las tareas de manera precisa y breve: "Puesto que es el 1 1

alumno el que debe estar aprendiendo, es el alumno que debe estar activo
si es que va a aprender. Es la función del docente estimular y guiar esta acti-
vidad, y no hacerla innecesaria o imposible" (Rivlin, 1961, p. 78).
A pesar de que la fuente de esta cita se enfoca a la educación secunda-
ria, sus afirmaciones también se aplican a la educación primaria, terciaria y
para adultos. Los psicólogos nos dicen que un sentido de productividad se 1 1

desarrolla durante la infancia tardía (los últimos años de la educación prees-


colar), y que este desarrollo en especial puede llamarse "el tema crucial de
; 1 la infancia tardía" (lidz, 1983, p. 275, con referencia a Erikson 1950).4 Es
claro que este desarrollo representa un bien de vital importancia para el
resto de la vida. La alternativa debilitadora es la de desarrollar un sentido
de inferioridad y de inadecuación. Al mismo tiempo un sentido normal de
ser productivo nos protege de los dos extremos: competitividad compul-
siva y timidez derrotista (ídem). Toda la educación, desde la primaria,
podría basarse en la suposición (¿llena de deseo?): que los que aprenden
ya se han convertido en seres humanos diligentemente activos, y los que
todavía tienen limitaciones en este aspecto sólo necesitan un motivante
apoyo.

"'En la segunda edición de Niñez y sociedad (1973), Erikson ha colocado la resolución de la crisis cons-
tructiva versus la crisis de inferioridad después, en la fase de 6-11 anos (Gerdes et al., 1988, p. 67). Para
nuestro propósito actual será suficiente considerarlo a la edad de ± 6 años. Otro punto que vale la pena
considerar hecho por Erikson es que la resolución de esta crisis da como resultado el ser competente (ibídem,
1988, p. 65).

jannie J\\alan 287


Impedir la Inercia en la resolución
Sin embargo, el obtener este sentido de productividad no es un de-
sarrollo aislado o individualista, se adquiere en la misma etapa de desarrollo
cuando un sentido de pertenencia y un sentido de responsabilidad deben
volverse parte de la vida (ibídem y ss.). Por supuesto que sí sucede que
algunas personas, debido a razones genéticas o culturales (ibídem, p. 5), se
saltan uno o más de estos desarrollos importantes. A lo largo de su vida
sufren de esta carencia, y por lo tanto necesitan de consideración y cuidado
especial. Podemos suponer que la mayoría de las personas, están bien equi-
padas para aprender haciendo, y sobretodo, aprender haciendo juntos, de
manera colaboradora (dr. UNEsco, 1995, p. 9).
En Sudáfrica esperamos con expectativa la implantación de nuestro re-
cién diseñado sistema de educación basado en los resultados. Nuestro Cu-
rrículum 2005 (Departamento de Educación, 1997) está planeado, en los
resultados orientados hacia la vida no orientado hacia las metas. En la expli-
cación de los Resultados Críticos (generales) y Específicos el verbo opera-
tivo es hacer. Por ejemplo: "En cada área de aprendizaje ... un conjunto de
Resultados Específicos describen lo que el estudiante podrá hacer en todos
los niveles del aprendizaje" (ibídem, p. 12).
la manera en que se enumeran los resultados, se señala clara y pre-
cisamente en el educando y su actividad. El formato típico es: "El estudiante
podrá" + lo que sigue del predicado. Por ejemplo:

• El estudiante >podrá< responder a los valores estéticos, afectivos, culturales


y sociales en los textos (Resultado 3 en el área de aprendizaje de Lenguaje,
Lectura y Comunicación, ibídem, p. 23).
• El estudiante podrá< participar activamente en promover una sociedad justa,
democrática y equitativa (Resultado 3 en el área de aprendizaje de Ciencias
Sociales y Humanas, ibídem, p. 46).
• El estudiante <podrá>: Entender y aplicar el Proceso Tecnológico para resol-
ver problemas y satisfacer las necesidades y los deseos (Resultado 1 en el área
de aprendizaje de Tecnología, ibídem, p. 84).
• El estudiante <podrá>: Demostrar un entendimiento acerca de los orígenes,
sus funciones y la naturaleza dinámica de la cultura (Resultado 4 en el área
de aprendizaje de Las Artes y la Cultura, ibídem, p. 171 ).
• El estudiante <podrá> utilizar las destrezas y mostrar actitudes y valores que
mejoren las relaciones en la familia, el grupo y la comunidad (Resultado 2 en
el área de aprendizaje de Orientación de 1~ Vida, Ibídem, 1997. p. 222).

288 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
Mucho más de estos resultados (de los cuales existen 78) podrían ha-
berse citado aquí, puesto que varios (que encuentran a lo largo de las nueve
áreas de aprendizaje) están directa o indirectamente relacionadas con el
campo de la Re. Estos son suficientes para mostrar cuan seria es la autoac-
tividad del estudiante. Al mismo tiempo, estos pocos ejemplos pueden servir
para el propósito de indicar que este sistema basado en los resultados no
exagera en el conductismo. Se representan de manera consciente acerca-
mientos desde la perspectiva del contenido social, el crecimiento personal,
la comunicación efectiva y la información significativa.
Espero que esta excursión al campo de la Educación no será considera-
da como injustificada en un artículo sobre la resolución de conflictos: des-
pués de todo, en este campo las figuras de entrenamiento son muy impor-
tantes. Además, en toda situación de negociación, mediación o arbitraje los
participantes seguramente pueden obtener el beneficio de varios segmen-
tos de entrenamiento y educación implícita. Podemos, como entrenadores y
profesionales de la Re, alentar fuertemente a aprender del campo interrela-
cionado de la Educación.
Por supuesto, hay mucho más que aprender. Se requiere claridad para
distinguir entre la actividad aparente y la actividad significativa en el ámbito
educativo (cfr. Rivlin, 1961, pp. 75-77). Por ejemplo, es posible producir un
espectáculo de actividad repitiendo una acción de manera mecánica, sin
pensar en las adaptaciones, mejoras o alternativas creativas. Por el contrario,
lo que parece ser una mera observación pasiva puede ser receptividad activa, 1'

1'
evaluación crítica y planeación innovadora. Por lo tanto debemos prestar l;
atención especial a la motivación interna, y en relación con nuestro tema, 1 '.

es tan importante que se podría dedicar toda una sección.

EL VALOR VITALICIO DE UN IMPULSO INTERNO

En conexión con todo el asunto de aprender haciendo existe una pregunta


que podemos responder francamente. ¿Cuánto dura el aprendizaje cuando
se refuerza con el hacer? Una respuesta justa pudiera ser algo como: Defini-
tivamente más duradero que el aprendizaje pasivo, pero no necesariamente
para el resto de la vida. Podemos mencionar varios ejemplos de lo que hemos
olvidado y de las destrezas que hemos permitido caer en el desuso, a pesar
de haberlas aprendido y pr~cticado de manera activa.

jannie Malan 289


Impedir la Inercia en la resolución
Es por este motivo que he usado "compromiso" en nuestro título exten-
so y no sólo "actividad", que pudiera ser el antónimo más obvio de "inercia".
De hecho, debemos pensar en ambas partes de este contraste en términos
de actitudes. La inercia de la que hablamos no sólo es una falta de acción,
sino de fuerza impulsora. Lo que se requiere para rectificar esta deficiencia
no es una muestra obligatoria de actividad, sino una conducta genuina y
voluntaria.
Desde nuestra experiencia, bien podríamos conocer la diferencia entre
la buena voluntad y la falta de ella (dr. Matan, 1997b, pp. 96-1 00). En la
medida en que consideramos que algo es una obligación desagradable
impuesta por factores externos u otras personas, la hacemos a duras penas o
no, en absoluto. Pero tan pronto nos apropiemos de la obligación, la regla,
el mandato o la recomendación, se convierte en un incentivo interno. Pensa-
mos entonces de manera positiva, estimulante, en la oportunidad o respon-
sabilidad particular. Hablamos de modo entusiasta lo que automáticamente
se refleja en un lenguaje corporal radiante. Yactuamos con un compromiso
espontáneo, que no se detiene ante dificultades, obstáculos o problemas.
Cuando una convicción, un plan, un objetivo o valor ha sido internalizado,
las personas involucradas están motivadas por una dinámica interna y son
capaces de continuar con una perseverancia increíble.
Las personas que han sucumbido a la inercia a la que estamos haciendo
referencia, necesitan nada menos que una energía de actitudes interna: por lo
tanto, podemos enfocar nuestra atención y nuestras expectativas en este
impulso interno. Tenemos que recordar que ninguna actitud puede ser im-
plantada. A pesar de esta limitación, hay maneras de persuadir para que la
gente considere cambiar sus actitudes.
Respecto a la persuasión en general, es importante compartir un men-
saje revelador, entendible y que permanezca. Puede contener atractivos emo-
cionales, pero debe convencer especialmente al receptor del grado de
especialización y de confiabilidad de su fuente (Gahagan, 1982, pp. 672-
673). Con respecto a la persuasión hacia la reducción del prejuicio, puede
ser de ayuda una interacción en aumento entre los grupos involucrados. No
deben abrigarse ilusiones, como si la interacción o hasta la educación obrará
maravillas. Cuando se mantiene una actitud de prejuicio como defensa del
ego, los argumentos y los hechos parecen tener poca repercusión. Con fre-
cuencia, ¡la manera más efectiva para promover la interacción es reglamen-
taria por derecho o por ley! (ibídem, p. 680).,

290 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
Podemos afirmar que nuestro tema nos reta a buscar algo que puede ser
muy significativo, pero que no podemos conseguir automáticamente incluso
aplicando ciertos métodos. Cuando alguien en una sesión de entrenamien-
to o de mediación comienza a experimentar el impulso interno de vivir como
un mediador, 5 significa que nuestro campo ha ganado un participante nue-
vo e interesado. También significa que ha sucedido un pequeño milagro,
por el cual no podemos reclamar créditos. Algo hubo de nuestra parte -una
actitud ejemplar, un entusiasmo contagioso, un método excelente, o una su-
gerencia estimulante- que preparó el camino: el acoger ese compromiso está
'1'
basado en una decisión voluntaria en la mente de la persona involucrada.
Precisamente son estas posibles contribuciones por parte de los entre-
nadores y profesionales que supuestamente forman la motivación principal
de este escrito. Existen actitudes, perspectivas y enfoques que podemos inte-
grar a nuestro trabajo, que pueden exigir poco o nada de tiempo o energía
extra, pero que pudieran repercutir en la mentalidad y el comportamiento
de algunas de las personas que están en la mesa de negociaciones o en una
sesión de entrenamiento. Sin embargo, debemos recordar, que dichas con- 1 1

tribuciones deben hacerse sin ninguna persuasión o sin ninguna expectati-


va de resultados visibles. La actitud en la cual compartimos estas simientes 1 '1

debe ser de honestidad por lo que somos y permitir a los demás ser lo que ~·,·r'

son. Esto significa el entrenar y el mediar desde una integridad no pre-


meditada, y en un idioma no moralizador. Cuando las personas respondan
aceptando y practicando las sugerencias, debemos agradecerlo, pero si no
es así, no debemos desilusionarnos. Nuestro llamado es continuar impertér-
ritos a las frustraciones y al éxito aparente.
Antes de enfocarnos en algunos ejemplos de lo que puede hacerse
para guiar a otros en un compromiso continuo hacia la prevención, el ma-
nejo y la resolución de conflictos, vale la pena resumir lo dicho hasta el
momento. r'· .··

• Podemos como entrenadores y profesionales en la RC, sin darnos cuenta y sin


la intención, impedir la auto actividad entre las personas con las que estamos ,1

r··¡:;·'.
tratando. Nuestra manera de entrenar o de mediar puede detener el desarrollo ····¡

o puede aumentar la dependencia. Las personas involucradas pueden ser pri-


vadas de las oportunidades de aprender haciendo. Hallazgos psicológicos indi-

scfr. la nota 1.

jannie Malan 291


Impedir la inercia en la resolución
can que, sólo en raras excepciones, todos los seres humanos mayores de seis
años deben mostrar algún sentido de productividad. Como un método com-
probado a lo largo del tiempo, en el campo de la educación, comprometerse
de manera activa en el proceso de la adquisición de conocimiento y habili-
11
1
dades puede y debe tomarse seriamente. Esto es exactamente lo que se pre-
tende en los sistemas actualizados de la Educación.
• No obstante, no sólo se requiere de la actividad observable. Lo verdadera-
mente necesario, es una fuerte motivación interna. A pesar de que tal dinámica
de actitud no se puede imponer en nadie, hay maneras de propagarlas. Sin
hacerse ilusiones sobre resultados garantizados, podemos comprometernos a
crear actitudes, perspectivas y acercamientos apropiados que son partes inte-
grales de nuestro trabajo.

1' SUGERENCIAS PARA LA CREACIÓN DE


COMPROMISOS EN LA RESOLUCIÓN
DE CONFLICTOS

Puesto que la práctica debía ser un entrenamiento informativo, en vez de un


1

1 .·,·

1 "1 entrenamiento que influye en la práctica, parece adecuado enumerar algunas


sugerencias primero para los profesionales, después para los entrenadores.

l;i ¡

PROPORCIONAR A LOS GRUPOS


LA SUFICIENTE OPORTUNIDAD
DE HACER TODO LO QUE PUEDAN

Aunque existe supuestamente una distinción clara entre mediación y arbi-


traje, con frecuencia encontramos una confusión inconsciente e incluso deli-
berada. Hay casos en los cuales el abordaje bastante cercano a un arbitraje
enjuiciador se definen como "mediación". Existen ejemplos de mediadores
de quienes se espera, o incluso se les manda que ejerzan una fuerte influencia
por medio de la persuasión (dr. Nathan, 1998, p. 10). El luchar o condonar
esta mediación coercitiva seguramente es una excepción. En una discusión
muy útil de los diferentes papeles que pueden desempeñarse en un escena-
rio conflictivo, Arnold (1998, p. 16) ha enumerado 17 posibilidades respecto
a acordar y facilitar conversaciones de paz. Ninguno de ellos son de una

292 Estudios para la paz


desde una perspediva global
naturaleza presionante. Tanto los nombres6 como las explicaciones7 de estos
papeles señalan las funciones en las áreas de iniciar, facilitar y monitorear.
Esto no significa que a los mediadores se les limite a papeles insignificantes.
Con frecuencia sucede que su aparente papel de bajo perfil puede ser de
un significado de alto perfil. Williams y Williams (1994) han capturado esto
en su apropiado título: Being in the middle by being at the edge (Estando en
medio al mantenerse al margen).
En este respecto, lo que se destaca es que son los grupos y no los media-
dores los que deben tomar las decisiones. Se les recomienda a los mediado-
res que se abstengan de recomendar soluciones, y se les aconseja que sean
discretos cuando deban guiar a los grupos (dr. Nathan, 1998, p. 1O). Tal
reserva responsable puede mostrarse antes y después de diseñar las opciones
y de llegar a una decisión. A lo largo de todo el proceso los grupos deben
sentir que están involucrados de manera genuina, activa y significativa.
Dicho conocimiento debe proporcionarles la satisfacción de que comparten
el control de las conversaciones, y hacerles notar que son copropietarios del
proceso así como de la eventual decisión.
Para ayudar a que los grupos desarrollen un sentido de hacer tanto
como sea posible por ellos mismos los mediadores pueden alentarlos a que:

• Investiguen sus antecedentes, la causa raíz y el propósito del conflicto.


• Recolecten y verifiquen información adicional.
• Revelen sus necesidades e intereses.
• Formulen objetivos inmediatos y metas lejanas del proceso de la resolución
de conflictos.
• Modifiquen percepciones, prejuicios e incluso posturas.
• Mejoren habilidades de comunicación, de escuchar y de discutir.
• Generen y valoren las opciones.
• Participen en tomar la decisión más adecuada y llegar a un acuerdo satisfac- r,
r '.

torio. ¡·
,.
• Cooperen con plena fe en la implantación del acuerdo.

6 Explorador, convocador, analista, diseñador, comunicador, desacoplador, unificador, habilitador, edu-


cador, visionario, evaluador, garantizador, facilitador, legitimador, fortalecedor, forzador {en el sentido que
es uno que monitorea los acuerdos y los códigos de conducta), reconciliador (ibídem, donde se afirma que esta
lista fue adaptada de Mitchell, 1993).
7Donde se usan verbos claves corrm,ayudar {cuatro veces), asistir, servir, animar, empoderar, propor-
cionar. •1 ,.
l;-¡
.:.f
,1

'1

]ann!e r\-\alan 293 1.':


Impedir la Inercia en la resolución
ENTRANDO CON IMAGINACIÓN
Y EMPATÍA A LAS SITUACIONES
DE LOS GRUPOS

No se trata simplemente de que los mediadores añadan la lista mencionada


a sus notas de "pasos" o "etapas". De cualquier manera es mejor no confiar
demasiado en una secuencia preplaneada de los procedimientos. La mejor
preparación es una orientación de actitud.
Los mediadores que han adquirido la habilidad de entrar empáticamente
a las situaciones y a las perspectivas de los grupos, podrán descubrir muchas
maneras para garantizar a un grupo la oportunidad de hacer algo por sí mis-
mos. Los mediadores pueden, por ejemplo:

• Mostrar un interés genuino al escuchar como el grupo cuenta su visión del


conflicto.
• Hacer preguntas que aclaren para así animar a que el grupo revele más acer-
ca de los antecedentes y contexto (social, económico, político, cultural) del
conflicto.
• Desarrollar una sensibilidad a los factores circunstanciales que influyen en la
conducta de una persona o de un grupo (Steyn, 1993, p. 11 ).
• Descubrir la experiencia que los individuos o los grupos tienen acerca del
conflicto y su resolución.
• Invitar a que todos sean honestos acerca de sus emociones y sus sentimientos.
• Ser receptivo a cualquier señal de preocupación, ansiedad o miedo.
• Ajustar las respuestas al nivel de la experiencia o el entendimiento de los
demás (ídem).
• Recordar a los grupos a intervalos adecuados de la importancia de su com-
promiso activo al hablar, escuchar, entender, diseñar una solución, llegar a
un acuerdo e implantarlo.

En la introducción a un "Ejercicio de empatía", Henderson (1980, p. 434)


hace referencia a la antigua plegaria de los indios norteamericanos que
contiene la metáfora que se ha convertido en proverbio: "Oh Dios, ayúdame
a no juzgar a mi vecino hasta que no haya caminado una milla en sus mo-
casines''. Esto destaca de manera precisa hasta donde tenemos que llegar
en nuestra imaginación empática. Así pode,mos practicar como soluciona-
dores de conflictos y aconsejar de manera s'util a las personas en conflicto.

294 Estudios para la paz


desde una perspediva global
\
- r _ _ .._ :""""-_ ~ •

·---- ~-

HACER CONSCIENTE A LAS PERSONAS DE SU


SENTIDO COMÚN Y DE SU CONOCIMIENTO
ACTUAL SOBRE LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Al inicio de las pláticas o durante el proceso de lograr que los grupos se sien-
ten a la mesa, puede influir de manera importante en la disposición de las
personas si se les reconocen sus percepciones y habilidades. En lugar de sen-
tirse muy común o hasta inferior ante la presencia del así llamado experto
en la resolución de conflictos, pueden darse cuenta que no tienen porque
hacer a un lado su propio bagaje.
Como parte de las palabras de bienvenida o de "afirmaciones de aper-
tura" puede subrayarse que todos los participantes deben apreciar y utilizar
las habilidades relevantes que ya forman parte de su propio campo de
experiencia.
Por ejemplo:
• Su sentido común, puede ser de gran valor, porque surge de una experiencia i 1

práctica de la vida real, y porque sirve como una característica común que
nos vincula como seres humanos.
• Su sentido de justicia, puede por supuesto diferir de grupo a grupo debido a
sistemas de valores diferentes, y puede a veces ser afectado por las percepciones
de injusticia, aunque debe reconocerse como un importante marco de referencia.
• Su sentido de derechos humanos, puede haber diferentes versiones, aunque
posiblemente establezca la base de algún entendimiento.
• Su experiencia de entendimiento y confianza mutua, puede no haberse desarrolla-
do en una situación de conflicto, pero es definitivamente un fenómeno relevante.
• Sus habilidades en la resolución de problemas, que pudieron haber sido practi-
cados en diversas áreas y no necesariamente en la resolución de conflictos, pero
que debe considerarse como experiencia valiosa.

:.:i
HACER UN LLAMADO A LA GENTE PARA QUE
PIENSE CON CANDIDEZ ACERCA DE SU PROPIA
EXISTENCIA Y LA EXISTENCIA DE LOS DEMÁS

No es de sorprenderse que estas sugerencias están orientadas tanto a la


acción como a la actitud. ~;primera se dirigía a hacer las cosas. La segunda

jannle MaJan 295


Impedir la Inercia en la resolución
..... -
-·---
~
~· .. . .

a la empatía de los que resuelven los conflictos, que puede guiarlos a hacer
¡'" .•. ,;

ciertas cosas y revelar ciertas actitudes, que a su vez influye en acciones y


quizá también en actitudes de los grupos. La tercera era para animar a que la
gente use sus percepciones y habilidades, y al hacerlo (a la mejor) tener una·
disposición más favorable a su propio compromiso en la resolución de con-
flictos. La cuarta es un ejercicio de reflexión, que tiene el potencial de cambiar
radicalmente la forma de pensar, la actitud, y el comportamiento hacia los
demás: incluyendo aquellos con quien se está en conflicto.
Tal ejercicio, o experimento, puede iniciarse enfocando los pensamientos
en tu estar allá. Unos cuantos momentos de pensamiento profundo puede
llevar a aceptar: No elegí mis padres, la fecha o el lugar de nacimiento, el
género, la apariencia física, aspectos heredados fuertes o débiles, situación
económica, lengua materna o ambiente cultural. Sencillamente tuve que acep-
tar mi presencia en cierta familia, con equis situación socioeconómica, país
y siglo. Lo que me gusta acerca de mi cuerpo (mi género, apariencia, colo-
res o variables), personalidad (rasgos, talentos, habilidades), la situación y
los prospectos pueden en su mayoría ser aspectos que no puedo reclamar
que sean mis logros o mis derechos. En la medida que mis "ventajas" están
más allá de mi control, debido a razones genéticas o circunstanciales, debo
valorarlas de manera modesta. Cualquier "desventaja" con la que tenga que
vivir, debo enfrentarla con paciencia y hasta de manera creativa.
Una segunda parte del ejercicio puede ser recordarse a uno mismo que
nuestros compañeros humanos de manera similar están siendo ahí donde
están; en cuerpos, contextos y periodos que no han escogido. Un tercer paso
pudiera ser el arriesgarse a pensar que podrías haber sido otra persona: por
ejemplo, alguien con quien estás en conflicto. Sin embargo, en este momen-
to, uno debe recordarse que si hubieras sido otra persona, existirías en la
realidad biológica y cultural de ese ser. Es muy tentador pensar que en la si-
tuación del otro tú hubieses actuado mucho "mejor" utilizando tus talentos
y experiencia actual. Habría momentos donde sería útil compartir algu-
nos pensamientos si-yo-fuera-tú con un compañero, especialmente del otro
grupo en las conversaciones (dr. UNEsco, 1995, p. 9).
Empero, es dentro de la mente de cada individuo, que este tipo de ejer-
cicio puede revelar su verdadero valor. Algunos pensamientos objetivos y
sensatos acerca del lugar, el tiempo y la manera en la cual encajas en la
escena humana pudiera marcar una diferencia en tu manera de pensar y
vivir. Puedes desarrollar una nueva apreciació~ del papel existencial único

296 Estudios para la paz


desde una perspccli\a global
11
¡r
¡1
. ~.....
'N~.... IIo"''l~~.
.. --~& ...

que se te designó. 8 Se puede experimentar la emoción del coexistir y coope-


rar con los demás seres humanos. Yesto puede fortalecer el impulso inter-
no para la actividad de resolución de conflictos.
Sería apropiado en esta etapa volver a destacar lo que ya se sugerió
cuando mencioné que lo que se comparte en este artículo tiene la intención
de complementar la resolución de conflictos a la que estamos acostumbrados.
Mis sugerencias, especialmente las de las actitudes, no tienen la intención
de propagar un tipo superficial, amable de resolución de conflictos. Continúa
el reto de negociar y mediar de manera franca y sin miedo. Siguen siendo ne-
cesarias las investigaciones profundas acerca de las razones de raíz y de los
problemas reales; las injusticias deben descubrirse y rectificarse; no deben
suprimirse las emociones. Los acuerdos no deben detenerse sin antes quitar
la causa del conflicto y diseñar una manera satisfactoria de tratar con proble-
mas similares en el futuro. En resumen, el tipo de RC que debe promoverse,
es uno eficaz, persistente, lleno de propósitos y productivo. Como ya se
mencionó, debe ser uno que tome muy en serio las necesidades, la justicia,
las causas profundas y las relaciones. Es esta calidad de trabajo el que no
debe dejarse de hacer como consecuencia de una inercia negligente, y es
el compromiso con este trabajo el que hay que fortalecer y nutrir.

MOTIVAR A QUE LA GENTE APRECIE


Y ACEPTE LA DIVERSIDAD

Ésta es otra sugerencia de actitud, y obviamente está interrelacionada con las


tres anteriores. Cuando la gente usa sentido común y también una empatía
real para pensarse en su postura existencial y la postura existencial de los
demás, estarán inevitablemente impresionados por la sorprendente canti-
dad de diversidad entre todos los seres humanos.
Al mismo tiempo, tal forma de pensar puede liberamos de la tendencia
siempre presente de crear estereotipos y albergar prejuicios. En vez de usar
la diversidad como un pretexto para dividir y excluir, podemos usarla como
un motivo de inclusión y asociación. Podemos descubrir como nuestra diver-
sidad de géneros, personalidades, habilidades, capacidades, culturas y etnici-
¡1
a El
primer resultado enumerado en el área de aprendizaje de Orientación de Vida en el nuevo siste-
ma educativo de Sudáfrica, es que el estudiante podrá "entenderse Yaceptarse a sí mismo como un ser úni-
coy valioso" (Departamento de Educación, 1997, p. 222). 1 1

jannie Malan 297


lj
Impedir la inercia en la resolución
'·1

i',1'
,1,1
ti
:'
r ;
¡' 1 '

i' dades pueden desempeñar admirablemente todo tipo de papeles comple-


mentarios y suplementarios (dr. Steyn, 1993, p. 10). Cuando tal forma de
pensar está acompañada de una experiencia verdadera, podemos estimular
cada vez más el respeto y aprecio a nuestra diversidad (dr. Ocaya-Lakidi,

1993, p. 15), y utilizarla como un estímulo para construir una relación, un
equipo e incluso un país. (dr. Malan, 1997a, p. 9-1 0).
Es obvio que dicha perspectiva sobre la diversidad puede ser extre-
madamente valiosa a través del continuo de la prevención, 9 manejo y reso-
lución de conflictos, contribuye de manera sustancial a un compromiso de
pensar, decir y hacer algo acerca del conflicto. Si se considera a la diversidad
r '¡ como un valor en lugar de una amenaza, las diferencias en los puntos de
vista, políticas o ideologías pueden usarse constructivamente. Las tentacio-
nes de oponerse y defender, denigrar y vengarse podrían entonces vencer-
se con una inclinación a entender y discutir, complementar y cooperar.
Desde luego que como disposición, no es algo que se pueda implantar
directamente en nadie. Por eso, el verbo que utilizo es "motivar". Contri-
buiremos a dicho estímulo, teniendo en cuenta lo que se ha dicho anterior-
mente acerca del cambio de actitudes, ejemplificándola y así tal vez servir
de inspiración para que otros la adopten.

TOMAR EN SERIO LAS RELACIONES


Y LA VIDA EN RELACIÓN

Se puede considerar esta indicación como una que engloba a las demás, al
·,¡ resumir e incorporar las cinco sugerencias previas. Todas ellas tienen, de una
u otra manera, contextos y objetivos relacionales.
Vale la pena notar que un capítulo está dedicado a la Construcción de
relaciones en Being in the middle by being at the edge (Williams y Williams,
1994, pp. 20-29), que se basa en la distinción clásica de Martín Buber entre
la verdadera relación Yo -Usted y la explotación egoísta Yo- Eso. Me inclino
a agregar que un dominio en esta distinción puede ser considerado como el
sine qua non en toda resolución de conflictos. Unos cuantos enunciados de
Buber serán suficientes para refrescar el recuerdo de quienes ya han experi-

9
la referencia anterior a Ocaya-Lakidi (1993, p. 1) es precisamente a la primera de dos páginas de-
dicadas a "Medidas de prevención y de construcción de la co~fianza".

298 Estudios para la IJdl


desde una perspedlva global
-~~~- _ :- 1 i ~- "'-..... -.

mentado el punto de penetración a la dimensión relacional y crear un inte-


rés entre quienes no han sentido esta emoción única. Por ejemplo:

• Cuando se le habla a Usted, el que habla no tiene nada; no, 10 él en realidad


no tiene nada. Pero toma su postura en la relación.
• Si veo a un ser humano como mí Usted, y digo el concepto básico Yo-Usted
a él, él no es una cosa entre cosas y no está hecho de cosas.
• El Usted me encuentra a través de la gracia: no se encuentra al buscarlo. Pero
al yo pronunciarlo el concepto básico para esto es un acto de mi ser, en reali-
dad es el acto de mi ser.
• Llego a ser mediante mi relación con el Usted; en la medida en que llego a
ser Yo, digo Usted.
• Todo vivir real está en el encuentro (Buber, 1947, pp. 4, 8, 11 ).

No todos los profesionales de la resolución de conflictos se inclinan a


estudiar el famoso "poema filosófico religioso" (ibídem, p. vi, 11 dr. Henderson,
1980, pp. 229-300), pero pueden encontrarse mensajes parecidos en
artículos más accesibles sobre la RC de nuestros tiempos.
Assefa (1996, p. 45) afirma que la resolución de conflictos implica una
reestructuración de las relaciones, como uno de los cuatro valores y princi-
pios más importantes. Muestra como un humano adulto, maduro debe estar
caracterizado por la interdependencia, la cual trae como consecuencia un
acomodo no egoísta de las necesidad~s e intereses de los otros (ibídem, dr.
también pp. 50, 60). Discute la reconciliación no sólo en sentido espiritual,
de buena voluntad y ecológico, sino también político y económico. Con
respecto a la política, destaca la posibilidad de la colaboración, que contem-
pla al self humano en un contexto relacional e inclusivo (ibídem, p. 57).
Con el título de Human relations: from Theory to Practice (Las relaciones
humanas: de la teoría a la práctica) Henderson (1980) contribuyó significa-
tivamente a este campo al interrelacionar discusiones globalizadoras de las
teorías con una cantidad de ejemplos citados, anécdotas y testimonios de
la vida real. Cada capítulo contiene al menos una cita extensa que enfoca la
atención del lector en una rebanada de vida (¡relacional!) (dr. Malan,
1997b, p. 96).

toranto el trabajo original como la traducción en inglés de Buber fueron publicadas (1922 y 1937)
mucho antes de reconocerse la necesidad de usar pronombres de género para los dos sexos.
ll Parte de la Introducción fue ~lizada por el traductor (Ronald G. Smith).

jannie Malan 299


Impedir la Inercia en la resolución
En una publicación sobre la toma consensual de decisiones, se mencio-
na un ejemplo interesante de prudencia relacional entre los lakotas (la
primera nación norteamericana). No toman ninguna decisión importante a
menos que sus viejos, mujeres, hombres y niños estén presentes. Aunado a eso,
una anciana advierte a quienes toman las decisiones que consideren los
efectos que éstas puedan tener sobre las siete generaciones siguientes (Avery,
et al., 1981, p. 49).
Aunque difieran las tradiciones específicas, existen formas similares en
nuestro continente. En pláticas acerca de un desacuerdo la cuestión de las
relaciones generalmente recibe atención especial. Se discuten las relaciones
del pasado y del presente, y se busca una solución que mejoraría las rela-
ciones del futuro (Malan, 1997b, p. 21 ). Aparte de las relaciones entre los
grupos en desacuerdo, se toma también cuidado de las relaciones indirectas
1 ~
que pudieran tener un potencial cruzado (dr. Witty, 1980, p. 6, Deng,
1996, p. 15).
A partir de dichas observaciones parecen surgir con bastante claridad
unas cuantas convicciones. Primero, las relaciones juegan papeles cruciales
en el conflicto y en su resolución. Segundo, no hay nada (casi) que los que
resuelven los conflictos puedan inducir a que los grupos reestablezcan o
mejoren sus relaciones. Tercero, los que resuelven los conflictos y toman en
serio las relaciones, encontrarán "definitivamente" diversas oportunidades
para compartir percepciones y habilidades relacionales. Esta pudiera ser una
de las mejores maneras de motivar indirectamente a que los grupos se com-
prometan a su propia resolución de conflictos.

SUGERENCIAS DE ENTRENAMIENTO
PARA CREAR COMPROMISOS EN
LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Se supone que el entrenamiento nunca induce la inercia: proporciona las


bases del conocimiento y las habilidades que permite que la gente haga todo
lo que está entrenada para hacer. Los que se entrenan y que han participa-
do de manera voluntaria deben estar listos para servir en los dos sentidos de
la palabra: preparados y dispuestos. Supondremos que esto es cierto para las
personas que han sido entrenadas en la Re.
Por lo tanto, enfocaremos nuestra atenció,n en la parte tácita y positiva
de nuestro tema y exploraremos las posibilidades de fortalecer el compro-
li,

300 [studios para la paz


desde una perspectiva global
miso de los entrenados. A la luz de la interrelación del trabajo y entrenamiento
de la RC, las sugerencias en esta sección están en gran medida correla-
cionadas con aquellas enumeradas en la sección previa.

PERMITIR, ALENTAR Y FACILITAR


LA ACTIVIDAD PROPIA

Por lo que sabemos de nuestros programas de entrenamiento, y por lo que


nuestros colegas comparten acerca de los suyos, nos sentimos inclinados a
decir que esta sugerencia es superflua. Generalmente, el entrenamiento de
resolución de conflictos parece darse en el formato de un taller, que incluye
varios juegos de roles y otros ejercicios de simulación donde los entrenados
participan de manera activa. Sin embargo, debemos recordar lo que se ha
dicho anteriormente acerca de la actividad superficial. Si se repite una acción 1 :

de manera mecánica sin una reflexión activa de por qué y cómo se hace, la
actividad puede ser más un espectáculo cuantitativo que una experiencia
cualitativa.
Lo que debe incluir nuestro entrenamiento, es ambos tipos de actividad
propia: la práctica verdadera de los métodos (como el comediar) y las habi-
lidades (como la comunicación efectiva y el escuchar activo) y la debida
reflexión de lo que se realiza. Debe motivarse la actividad mental a lo largo
del proceso de entrenamiento, cuando se imparten y discuten el conoci-
miento y las percepciones y se adquieren las habilidades.
Una actividad propia, adecuada debe integrarse al proceso de entrena-
miento completo. El manual de entrenamiento debe escribirse en un estilo
diálogal, con preguntas y comentarios que llamen la atención y que inviten
a pensar. Pueden darse las sugerencias y el trabajo práctico al principio o al
final de la sección, lo que resulte más conveniente. El método de entrena-
miento debe ser tan interactivo como sea posible, como ya se señaló. Ylos
entrenadores constantemente deben mostrar una actitud y un acercamiento
de aguda colaboración.
Si son diligentes y entusiastas, inevitablemente irradiaran una inspi-
ración vibrante a los entrenados. Lo que ellos pueden experimentar como
el resultado de tal entrenamiento puede ser algo mucho más que percep-
ciones y habilidades cada vez mayores. El extra significativo podría ser un
poderoso incentivo para otorgar sus servicios de Re cuando disciernan la
necesidad entre sus compañflros humanos.

jannie Malan 301


Impedir la Inercia en la resolución
Podría tratarse de otro punto en nuestra discusión donde habría que
añadir una observación realista. Los que resuelven los conflictos y que están
1
orientados a los negocios o a hacer dinero, obviamente van a rechazar la
1' parte de actitudes de esta sugerencia. Promocionarán un entrenamiento
efectivo de habilidades y lo proporcionarán con suficiente actividad por parte
de los entrenados, pero no se tomará en cuenta la motivación interna de los
entrenados.
Podemos esperar, una vez más, que sean pocos esos colegas orientados
hacia la material. Tal vez también podamos esperar que a pesar de los méto-
dos hiper pragmáticos, el compañerismo humano en una sesión de entre-
namiento permita a los entrenados captar algo del espíritu del que estamos
hablando. Pero nosotros, especialmente en esta conferencia con su tema
retador, podemos comprometernos a vivir y trabajar en la dimensión de las
actitudes. Una implicación obvia de tal compromiso es que debemos consi-
derar seriamente la siguiente sugerencia.

PENSARNOS EN LAS SITUACIONES


DE LOS ENTRENADOS

Como ya se mencionó esta forma de pensamiento requiere de imaginación


y empatía. Siempre es un experimento tentativo, cuyos resultados nunca
puede saberse si son exactamente correctos. Empero, queda como una em-
presa valiosa, que de que de como resultado cambios significativos en el
abordaje y la conducta del entrenador (dr. Malan, 1984, pp. 2-12).
Los entrenadores que han cultivado este tipo de pensamiento activo y
reflexivo, casi c<:>n toda seguridad tenderán a:

• Tomarse la molestia en diseñar una sesión de entrenamiento considerando los


antecedentes, experiencia, habilidades, necesidades e intereses de un grupo
específico de participantes.
• Planear cada parte y también la sesión completa según los resultados, formu-
lado en términos de cómo los entrenados pueden desempeñarse en cada etapa.
• Comunicarse claramente y estar receptivos a las señales que indican cuán
bien los comprenden sus entrenados.12
12
c.omo una señal clara de la orientación del conferencista hacia la perspectiva del que escucha, el
conferencista puede hacer uso de pausas adecuadas y de una, repetición bien planeada 0 de una redun-
dancia para permitir la codificación en la memoria de largo plazo del que escucha (Behr, 1980, p. 46).

302 Estudios para la paz


desde una perspediva ~lobal

1
\
• Escuchar y responder con disponibilidad a los comentarios, críticas y
sugerencias de los entrenados .
1

1 '

Quienes nos hemos acostumbrado a esta forma de pensar confirmare-


mos probablemente que no experimentamos el "problema adicional" ya
referido como un esfuerzo pesado. Con frecuencia puede tomarse como ;1'

parte del reto, sin dedicarle tiempo extra. Sobre todo, es tan satisfactorio
-en términos del entrenador que se relaciona con los entrenados, y de la .':¡

atmósfera de la sesión de entrenamiento- que se le tiende a considerar como ,,.


1

una parte esencial e integral del trabajo.


Posiblemente este marco mental pueda provocar una reacción eri ca-
dena en las mentes y las actividades de los entrenados. Cuando menos al-
gunos se sentirán inspirados a practicar el pensar empático, o un poco más
de lo que han estado acostumbrados. Esto les ayudará a transformarse en
"resolucionadores de conflictos" más comprometidos y diligentes, a largo
plazo.

RECOMENDAR EL USO DEL SENTIDO


COMÚN Y LA EXPERIENCIA PROPIA

Una implicación específica e importante del pensarnos en las situaciones de


los entrenados, es darse cuenta de que cada uno está equipado con su pro-
pio sentido común y experiencia. En realidad podemos decir algo acerca de
esto en nuestras palabras de bienvenida al inicio de una sesión de entrena-
miento. Al así hacerlo, estrechamos el abismo que puedan percibir en el
sentido de ellos aficionados sin entrenamiento y nosotros profesionales
expertos. Intentaremos que se den cuenta de que no se trata de descargar
el entrenamiento en una sección de tabula rasa de su mente, sino de inte-
grarla con lo que ya existe, un conocimiento valioso que cada uno tiene.
Dicha autoconfianza puede ser reforzada a medida que procede el
entrenamiento. Por medio de preguntas como, "¿qué piensas tú?" o 11¿qué
harías tú?" pueden aumentar la participación y promover un· sentido de com-
promiso. Al motivarlos a pensar en problemas o desacuerdos verdaderos
que hayan o estén enfrentando, podemos ayudarles a practicar aplicando
lo que aprenden.
Como ya se mencionó tales mociones no necesariamente deben ser de
sentido común general, sino ttambién de sus componentes específicos, como
: ,¡ 1

1;1·1
q ',.
303
', 1

jannle MaJan
Impedir la Inercia en la resolución
r.
1•

son nuestro sentido común para la justicia o la aceptación. Los recordatorios


respecto a la experiencia pueden, de igual modo, ser más generales (en cuan-
to al comportamiento típico de la gente) o más específicos (por ejemplo, a
resolver problemas).
En realidad existen muchas maneras en que se puede motivar a los en-
trenados en tomar parte activa. Cuando no haya suficiente tiempo para todos
los posibles comentarios por parte de ellos, sencillamente se les puede dar
algo de tiempo para que escriban sus propias reflexiones para referencia y
usos futuros. Cualesquiera que sean las limitaciones, este abordaje puede
alentar a la gente a reconocer el tesoro de la percepción y la experiencia que
ya poseen, fortalecerla de manera constante y especialmente darle buen uso.

INCORPORAR UNA ORIENTACIÓN HACIA


LAS RELACIONES Y SU CONSTRUCCIÓN

Para que haya menos repetición y más énfasis podemos combinar las
¡'",
ideas para el entrenamiento que surgen de las tres últimas sugerencias de
la sección anterior, en una sola: en una orientación relacional definitiva a lo lar-
go de nuestro entrenamiento.
Generalmente, iniciamos las sesiones de entrenamiento con los así lla-
mados "rompe hielos". La metáfora implica que la frialdad de no conocerse
puede convertirse en la calidez relativa de conocerse y empezar a relacio-
narse. Cuando sea apropiado, esos ejercicios iniciales pueden extenderse a
incluir algunos de los experimentos mentales mencionados con anterioridad,
por ejemplo:

• Aceptar su estar ahí: el cuerpo y la situación de vida en la cual te encuentras


existiendo como un individuo.
• Sacar el mejor provecho a cómo perteneces -a una familia, comunidad, cultu-
ra y a la humanidad en general- dándote cuenta que sí tienes algo de flexibili-
dad y de que puedes fortalecer o debilitar algunos vínculos o alianzas.
• De igual manera, aceptar, entender y respetar el ser y el pertenecer de los demás
(dr. Steyn, 1993, p. 9).
• Aceptar la realidad de la diversidad entre los seres humanos, y así reducir la ten-
dencia a formar estereotipos, y ser prejuiciados y apreciar cómo los diferen-
tes individuos y culturas se complementan~

304 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
1

11
¡,
En varias etapas del entrenamiento, se destaca la importancia de las
relaciones. Puede hacerse conscientes o más conscientes a los entrenados
de los papeles desempeñados por las relaciones entre individuos y grupos.
Puede llevarse a cabo en los siguientes aspectos:

• El antecedente y la causa raíz del conflicto.


• Los intereses, necesidades actitudes, valores y objetivos de los grupos.
• El rechazo o la voluntad de los grupos de reunirse para dialogar.
• El inicio y la continuación de las pláticas, así como hacer política, modificar 1

lli
las percepciones o las posturas e informarles a los componentes.
• Trabajar en el proceso de tomar decisiones en conjunto y llegar a un acuerdo.
• Afirmar e implantar un acuerdo.

Además de incluir dichas referencias a las relaciones y al contexto social


en el cuerpo del entrenamiento, puede considerarse la posibilidad de dedicar
una sesión particular del taller de entrenamiento a las realidades y oportu-
nidades de las relaciones. En uno de los manuales recientes de entrena- 1 1

miento de ACCORD, hemos tratado de hacerlo de la siguiente manera: en las


tres primeras secciones, Explorando el conflicto, Planeando la RC, y Practicando
los métodos de manejar el conflicto, hay una referencia directa o casi directa
a las relaciones en cada segunda página. Después de una sección cuarta,
Desarrollando las habilidades para resolver conflictos, existe una quinta, Pro-
moviendo la construcción de las relaciones. El criterio para agregar esta últi-
ma sección es el siguiente:
Con frecuencia, los manuales sobre la Re terminan después de una discusión
del conflicto y de sus métodos o habilidades para resolverlo. Sin embargo, en el
'1
contexto de Sudáfrica y África, tenemos que añadir una sección final acerca de ,1

las relaciones. En nuestro continente, las relaciones humanas y las redes sociales
se toman en serio. Esto no quiere decir que se ignoren en otros continentes. O
de que en África no existan excepciones a esta aseveración general. Sí quiere decir
que el abordaje a la RC practicado en África frecuentemente ponga especial
hincapié en las relaciones futuras (African Centre for the Constructive Resolu-
tion of Disputes, Centro Africano para la Resolución Constru~tiva de Desacuer-
dos, 1997, p. 43).

jann!e tv\a.lan
305
Impedir la inercia en la resolución

~ :
Las subsecciones de esta parte son:
; 1'
-!':. • Afirmación del yo y de los demás.
• Voluntad para resolver problemas.
.j ¡'< l.:..

• Apreciación de la diversidad.
• Tolerancia y respeto.
• Confianza y colaboración.
l f:
/:1
Generalmente, en el taller de entrenamiento es posible incluir unos

¡¡i1
d
'.
í'iJ
··¡
:'···1· cuantos ejercicios prácticos y algunas discusiones que cubran algunos de
estos temas. Sin embargo, motivamos a los participantes tomar en serio toda
'!
1 11'
¡·;·
la sección sobre la construcción de las relaciones y que la tengan presente
1 '
para referencia futura.
':1
l

INSPIRAR A QUE CADA UNO SIGA VIVIENDO COMO


ALGUIEN COMPROMETIDO QUE RESUELVE CONFLICTOS

Las relaciones no es el único tema que falta en los manuales de entrena-


¡',
miento. Es raro que se subraye el prospecto entero de un compromiso que
continúa, aunque usualmente está implícito. Todo lo que se dice y hace en
relación con el entrenamiento de habilidades está claramente dirigido hacia
el uso futuro de las habilidades mencionadas. Sin embargo afirmaremos que
cuando un proyecto de entrenamiento incluye un componente de entre-
namiento de habilidades, lleva el mensaje de utilizar dichas habilidades al
proporcionar servicios de Re.
No obstante, nuestro tema puede motivarnos a más que leer entre líneas.
Si lo tomamos en serio, nuestro objetivo debe ser que nuestros entrenados
deben trabajar, no como inductores de inercia, sino como los que resuelven
conflictos y crean compromisos. Dicho de otra manera, no deben abordar
los conflictos de modo que los grupos se sientan tentados de depender
pasivamente de los "expertos" en Re; su experiencia (que ya existe y la que
acaban de adquirir) debe más bien estimular a los grupos para que se com-
prometan activamente en la resolución de conflictos.
Con esto en mente, nuestro entrenamiento debe incluir cuando menos
un poco, o lo más que se pueda de dicho enfoque: comunicarles a nues-
tros entrenados la visión como se expresa en el tema de nuestra conferencia:
Satisfaciendo las necesidades humanas en uA mundo cooperativo. Aplicado

306 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
específicamente a nuestro tema, se trata de satisfacer la necesidad bastante
normal y muy destacada de resolver conflictos y de hacerlo de manera
cooperativa. El tema de nuestra conferencia nos llama a alejamos de los
métodos verticales y nos impulsa a utilizar los métodos paralelos.
Desde esta perspectiva es mejor hablar menos de resolución de con-
flictos y más de resolver problemas. Aunque el conflicto es un fenómeno
muy natural y entendible, sus versiones destructivas causan que se le consi-
dere como algo amenazador, que tiene que ser evitado o suprimido. Por el
otro lado, a un problema normalmente se le considera como retador, que
debe ser abordado y solucionado. Puesto que todos ya hemos adquirido
experiencia en resolver problemas, incluso bastante complicados, con fre-
cuencia estamos listos para abordarlos sin vacilaciones. Por ello, la mayoría
de nosotros se siente más inclinado a resolver problemas que a la resolu-
ción de conflictos.
Incluso existen consideraciones más importantes en favor de resolver
problemas. Se supone que lo que abordamos en el caso de un conflicto, no
es tanto el conflicto mismo como su causa subyacente: el problema respon-
sable del conflicto. Yal negociar y mediar estamos esencialmente resolvien-
do un problema.
Un énfasis apropiado en la esencia de resolver problemas en la resolu-
ción de conflictos puede entonces contribuir sustancialmente a inspirar a
nuestros entrenados a un compromiso de por vida. Debe ser obvio, que se
comunica dicho énfasis no sólo por palabras clave en manuales y láminas,
sino especialmente con las actitudes de los entrenadores. Nuestros procedi-
mientos de entrenamiento deben apoyarse en nuestro lenguaje corporal, y
nuestro lenguaje corporal es esencialmente nuestro lenguaje de actitudes.
Revela con precisión nuestra verdadera disposición y lo que estamos ejem-
plificando. Si los estudiantes pueden discernir que en verdad practicamos
lo que enseñamos (no sermoneamos), experimentarán un incentivo extra
que hará de su entrenamiento una práctica irradiadora.

UN LLAMADO FINAL A NUESTROS COMPAÑEROS PARA


PROMOVER LA VITALIDAD EN NUESTRO SERVICIO DE
RESOLVER PROBLEMAS

Como toda buena conferencia, se supone que ésta es más que la mera
atención a un artículo. Se realizó con la intención de provocar una discu-
sión que mostrara las dos m,i~~des de mi tema, y escribí las páginas anterio-

]annie Malan 307


Impedir la Inercia en la resolución
res combinando el lenguaje pragmático y de actitudes. Están invitados a
criticar mi tema hasta el extremo de afirmar que la primera parte se basa
en ideas sin fundamento y la segunda, en una obsesión con las actitudes y las
relaciones; o contribuir con un comentario franco que inicie una discusión
significativa.
Desde mi punto de vista, deseo compartir lo siguiente como un resumen
concluyente, contextua! y perceptivo:
Con toda seguridad apreciamos y valoramos todo el trabajo y entrena-
miento efectivo en la resolución de conflictos que ya se ha hecho y todavía
se a través del mundo.
Tenemos que ver el trabajo de la comunidad de RC más bien pequeña
en el contexto de miles de millones de seres humanos bien intencionados
coexistiendo parcialmente de manera cooperativa y parcialmente de mane-
ra conflictiva.
Por lo tanto tenemos que deplorar las oportunidades perdidas cuando
se resuelve un conflicto de una manera ad hoc, dejando a las personas invo-
lucradas desarmadas y frustradas de ser sus propios "resolvedores de con-
flicto".
Se nos hace un llamado para tomar y utilizar cada oportunidad de
difundir pensamientos y actitudes, que resulten en círculos cada vez más
grandes de gente dispuesta a usar sus percepciones y habilidades para
resolver los problemas y así los conflictos.
Podemos con toda seguridad visualizar un grupo creciente de gente
comprometida que incluya tanto los profesionales en la resolución de con-
flictos y una enorme variedad de mujeres, hombres y niños de todos los
ámbitos de la vida.
Al ayudar, motivar e inspirar este grupo, dentro y alrededor de nuestra
comunidad de resolución de conflictos, haremos que el tema de la confe-
rencia sea una realidad viviente en nuestro mundo humano.

BIBLIOGRAFÍA

African Centre for the Constructive Resolution of Disputes (ACCORD) (1997), Conflict
something to talk about. Manual de Entrenamiento para un programa de mane-
jo de conflictos en las secundarias en el área de Bellville, patrocinado por el Bell-
ville RDP (Programa de Reconstrucción y Desarrollo) Forum, promovido por el
Conflict Management and Capacity Building Task Group of the Be/lvi/le RDP Forum,
y presentado por el Western Cape Regional Office de ACCORD, Bellville, ACCORD.

308 Estudios para la paZ


desde una perspedlva !llobal
ARNOLD, Kent (1998), "Cast of thousands: Managing intervenors' role integrity and
role coordination", Track Two: Constructive approaches to community and políti-
ca/ conflict, vol 7, núm. 1.
AssEFA, Hizkias (1996), Peace and reconciliation as a paradigm: A phi/osophy of peace and
its implications for conflict, governance and economic growth in Africa, en: Assefa
y Wachira (eds.).
- - - , George Wachira (eds.) (1996), Peacemaking and democratization in Africa:
Theoretical perspectives and church initiatives, Nairobi, East African Educational
Publishers.
AVERY, Michel, Brian Auvine, Barbara Streibel y Lonnie Weiss (1981 ), Building united
judgment: A handbook for consensus decision making, Madison, Wisconsin, The
Center for Conflict Resolution.
BEHR, A. L. (1980), Teaching and /earning at university, Durban, Butterworths.
BuBER, Martín (1947), 1 and thou, Ronald G. Smith (trad.), Edinburgh, T&T Clark.
DENG, Francis M. (1996), "Reaching out: A principie of conflict management in
Africa", documento médito.
Department of Education (1997), Currículum 2005: Specific outcomes, assessment cri-
terio, range statements, Grades 1-9, Pretoria, Department of Education, Republic
of South Africa.
ERIKSON, E. H. (1950), Childhood and society, Nueva York, W.W. Norton.
GAHAGAN, Denis (1982), "Attitudes", en: john Radford y Ernest Govier (eds), A Text-
book of Psychology, 642-680, Londres, Sheldon Press.
GERDES, Cora Moore, Rhona Ochse y Dorette van Ede (1988), The developing adult,
2a. ed., Durban, Butterworths.
HENDERSON, George (1980), Human relations: From theory to practice, Norman, Uni-
versity of Oklahoma Press.
L1oz, Theodore (1983), The Person: His and her development throughout the life cycle,
Estados Unidos, Basic Books.
LWAMINDA, Peter (1996), "Foreword", en: Assefa y Wachira (eds.), 1996, XI-XIV.
MALAN, jannie (1984), "Entering the student's situation improves any lecturer", en:
Conference manual of Committee of University Principals Conference on Teaching
and /earning at Universities in Southern Africa, Bloemfontein, 1-12, Bloemfon-
tein, Committee of University Principals, septiembre.
_ _ _ (in consultation with Sachane, jerome) (1997a), ''Non-aggressive ethnic
assertiveness and unprejudiced national unitedness", documento presentado ..
'
en la 3rd international conference of the Ethnic Studies Network, Derry, North-
ern lreland, junio.
_ _ _ (1997b), Conflict reso/ution wisdom from Africa, Durban, African Centre for
the Constructive Resolution of Disputes (AcCORD). 1

''
MITCHELL, Christopher (1993), "The process and stages of mediation: Two Sudanese
cases", en: David Smock (ed.), Making war and waging peace: Foreign interven-
tion in Africa, Washington a.C., United States lnstitute of Peace.

309
jannie 1\'alan
Impedir la inercia en la resolución

.,
1
NATHAN, Laurie (1998), "At the core: Six strategic principies of mediation", en: Track
Two: Constructive approaches to community and política/ conflict, vol. 7, núm. 1,
8-10.
OCAYA-lAKror, Dent (1993), Africa's interna/ conflicts: The search for response: Report of
a high-level consu/tation, 23-25 March, 1992, Arusha, Tanzania, Nueva York,
lnternational Peace Academy.
RrvuN, Harry N. (1961 ), Teaching adolescents in secondary schools: The principies of
effedive teaching in junior and senior high schools, Nueva York, Appleton-Cen-
tury-Crofts.
SrEYN, Melissa (1993), "Qualities, attributes and skills for effective communication
across cultures", documento presentado en la 6th. conference of the South
African Association for Conflict lntervention, Durban, diciembre.
UNEsco (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organisation) (1995),
Declaration and integrated framework' of action on Education for Peace, Human
Rights and Democracy, París, UNEsco.
WEEKS, Dudley (1995), "An open letter to my friends at SAACI ... from Dudley
Weeks", (sAAcr: South African Association for Conflict lntervention).
WrLLIAMS, Steven y Sue Williams (1994), Being in the middle by being at the edge:
Quaker experience of non-official política/ mediation, Londres, Quaker Peace &
Service.
Wrm, Cathie J. (1980), Mediation and society: Conflict management in Lebanon, Nue-
va York, Academic Press.
, ..
1 !·,

Los medios de comunicación


y el establecimiento de la paz
"
regional en Africa
Matt Mogekwu*

INTRODUCCIÓN

EL PUNTO de partida para el examen y el entendimiento de la paz es el con-


flicto. Así como muchos observadores de los sucesos del mundo desearían
¡
afirmar, una de las características distintivas del continente africano es su
capacidad de transformar el conflicto en norma cultural. Se puede señalar
,'1/ sin esfuerzo a Sudán, Liberia, Ruanda, Somalia, Mozambique y Angola como
lugares donde las guerras prolongadas deben haber convertido una gene-
ración de personas en traficantes de guerra, los que en ausencia de conflicto
.··•··· ;/ estarían incómodos y con dificultad para adaptarse; donde ni siquiera un
niño se retuerce al ver sangre y donde el respeto no depende de quién eres
o cómo has contribuido al desarrollo de la sociedad, sino del grado en que
tú puedes mostrar agresividad e intimidar a otros.
Sin embargo, se ha afirmado que tales características pertenecen al pasa-
do, lo que sucede hoy en Nigeria, Sierra Leona, Argelia, Kenya, Eritrea y Etio-
pía -por mencionar unos pocos- no permite mucho optimismo. De manera
más sucinta, África es una sociedad dominada por conflictos y esto la ha
conducido a la pobreza, a enfermedades, a inestabilidad, los cuales son las
recetas del subdesarrollo o, en el mejor caso, de un desarrollo muy lento. Debe
apuntarse que las guerras no son exclusivas de África. Existen guerras y ame-
nazas de guerra en muchas partes del mundo. Europa ha tenido sus mo-
mentos críticos en Bosnia, Irlanda y Chechenia mientras que Camboya, Viet-
nam, Corea, Sri Lanka subrayan el conflicto en Asia. En América Latina, puede
uno señalar a Nicaragua, Chile y Colombia alternativamente. En efecto,
ningún continente está exento y esto debe ser causa de preocupación. Sin
embargo, África es la mayor causa de preocupación porque cualquier
pequeño desarrollo que se ha alcanzado desde su independencia, es des-
• El autor tiene título de doctor y ~rabaja en el Departamento de Inglés de la Universidad de Swazi- '"
1,1

landia. · · 1

311
truido fácilmente por turbulencias internas e internacionale~ y no hay bases
en que apoyarse. Debemos preocuparnos del conflicto en Africa particular-
mente porque es lo que predomina. Es difícil pensar en cualquier país afri-
cano que no haya experimentado un conflicto importante después de su
independencia. Peor aún, la historia ha mostrado que el conflicto en un
área por lo general se extiende a otra y finalmente compromete a toda una
subregión. En los setenta por ejemplo, el conflicto en Zaire implicó a Ango-
la, Burundi y Uganda mientras que el conflicto en Sudán se extendió hacia
Etiopía y Uganda. El conflicto en Su,dáfrica desde los sesenta hasta los
ochenta absorbió a toda la región de Africa del Sur. Muchos pensarí~n que
el conflicto en Sierra Leona es resultado del que hubo en Liberia que estalló
hace más de una década.
Además de la preocupación por el predominio y extensión de situacio-
nes de conflicto en África, el nivel de impacto de éstos en comparación con
otras partes del mundo en términos de víctimas y desplazamientos es bas-
tante alarmante. Por ejemplo, en más de treinta años de conflicto en Irlanda,
las víctimas han sido menos de tres mil muertos. En contraste, los pocos
meses de violencia en Ruanda dejaron más de medio millón de muertos.
Los refugiados son millones, con niveles proporcionales de hambre y enfer-
medades.
Aunque la situación más reconocible de conflicto es la guerra (y África
ha tenido su parte en ella), hay muchos otros niveles de conflicto que han
sido igualmente devastadores para las probabilidades de desarrollo del con-
tinente. Los trastornos políticos, los desacuerdos y rivalidades étnicas, la into-
lerancia religiosa y aún los temas de género han sido combustible impor-
tante para el conflicto y la tensión. Los intentos para resolver algunos de
estos conflictos han resultado en más conflicto: donde han logrado apagar
los rescoldos, usualmente ha sido con un gran costo de recursos de los paí-
ses afectados. En la norma ha sido combatir la fuerza con la fuerza, lo que
a menudo desembocó en una situación donde todos pierden. La posición
aquí, es que ya es momento de explorar otras estrategias para tratar con el
conflicto, ya sea en su prevención o en su solución.
Una de las mayores causas de malos entendidos en las relaciones huma-
nas e internacionales es la comunicación deficiente. Las comunidades están
en conflicto porque un grupo no aprecia, comprende, y acepta los procesos
de pensamientos de otros grupos. Muchas veces, las naciones van a la
guerra porque alguna interferencia ha entrado al sistema e impide el flujo
de información. Se siembra la sospecha y las naciones recurren a las armas.

312 [sludlos para la paz


desde una perspecli\a qlobal
. ---~_:.;~
y~~· - h - ~-~--

Si la comunicación deficiente constituye una fuente de conflicto, entonces


los canales deben desempeñar un significativo en la prevención del conflicto
así como en su solución. Este artículo afirma que los medios de comunica-
ción son una fuerza viable al manejar las situaciones de conflicto intra e inter-
nacionales y esta propuesta debe constituir un nuevo enfoque en nuestra
búsqueda por la paz mundial. Nuestra preocupación por la paz debe surgir
de que imperativa para la estabilidad y a su vez para el desarrollo.

LA NATURALEZA Y LAS C.AUSAS


DEL CONFLICTO EN AFRICA

¡El conflicto es la problemática de la paz! Para tratar con el conflicto, debe-


mos entender su naturaleza y carácter, implica la identificación de los temas
más predominantes y la adopción de métodos adecuados. Debemos, pdr
esto, interesarnos en las causas del conflicto, su naturaleza y dinámicas, sus
efectos e impacto sobre las comunidades, sociedades y naciones. Con estas
herramientas es más fácil ubkarse, e intentar una solución del conflicto para
la obtención de la paz. Aunque se ha argumentado que la solución del con-
flicto es "solamente una condición mínimalista" en el logro de la paz (Hansen,
1987, 12), es, sin embargo un esfuerzo importante en esa dirección.
¿Qué es el conflicto?
Existen intentos de definir el conflicto y sus situaciones. Coser (1956)
lo define así: "una lucha por los valores y reclamos de estatus, poder y recur-
sos escasos en la cual los propósitos de los oponentes son neutralizar, perju-
dicar y eliminar a sus rivales" (p. 8).
En 1973, Kriesberg definió el conflicto social como una relación entre
dos o más partes que creen tener metas incompatibles. Como Anstey (1991)
señala, esta definición se centra en dos cuestiones: las relaciones y el hecho
de que el conflicto esté enraizado en las creencias de las personas acerca de
las metas, en oposición a los hechos objetivos. Por lo tanto, Anstey in~ica
una definición doble de conflicto que sirve a los propósitos de nuestro dis-
curso. Su definición diferencia esencialmente entre el conflicto latente y el
manifiesto:
El conflicto existe en una relación cuando las partes creen que sus aspiraciones
no pueden alcanzarse simultáneamente, o perciben una divergencia en sus
valores, necesidades e int.ereses (conflicto latente) y emplean su fuerza con

·\1\att Moqekwu 313


Los medios de comunicacion
intención en un esfuerzo para vencer, neutralizar o eliminar al otro para prote-
ger o promover sus intereses en la interacción (conflicto manifiesto).

La definición de Anstey es útil porque explica la mayoría de las situacio-


nes del conflicto que han plagado el continente: etnicidad, intolerancia reli-
giosa, raza, conflicto de clase/económico, ideología, políticas, brecha ge-
neracional y reclamos territoriales o disputas. Cada uno de éstos, solo o en
conjunto con otros, ha sido responsable de las diversas experiencias de con-
flicto. Sin embargo, debe señalarse, que la forma manifiesta del conflicto
puede ser el indicio de otros problemas profundamente enraizados. Por
ejemplo, los intereses en los conflictos de elite en poder pueden ser de hecho
responsables de lo que aparecería como un conflicto étnico.
De acuerdo con las definiciones anteriores, el conflicto puede surgir de las
diferencias étnicas, cuando los distintos grupos dentro de una sociedad
reclaman mayores derechos de dominio ya sea por su fuerza numérica o por
alguna forma de ventaja educativa sobre los otros. El conflicto tutsi/hutu en
Ruanda y Burundi tuvo uno de estos elementos. las diferencias religiosas,
la intolerancia y los malos entendidos han creado un campo _muy fértil para
el conflicto. Algunas veces el fundamentalismo y el extremismo religiosos
han sido defendidos de la ortodoxia (donde cada lado sostiene la fe genuina)
con consecuencias catastróficas. Argelia y Nigeria constituyen ejemplos inte-
resantes. Aunque en el caso de Argelia existen bajos subtonos políticos, la reli-
gión es todavía una variable significativa en el conflicto. La cuestión racial
en el régimen apartheid en Sudáfrica estuvo vigente hasta principios de los
noventa, estrechamente vinculado a la pérdida económica y la desigualdad,
a la fricción entre clases y, por supuesto, a la distribución desigual de los re-
cursos escasos lo que ha dado como resultado la "hoguera" que fue Sudáfrica
por muchas décadas.
En países como Nigeria, la República Democrática del Congo, Kenia,
Liberia, y Swazilandia, la interpretación diferencial de las filosofías políticas
entre grupos de un país o entre gobernadores y gobernados ha resulta-
do en un clima de miedo y tensión que explotó a intervalos como conflic-
tos con consecuencias fatales. En Nigeria, por ejemplo, se presentó una cri-
sis con respecto a una definición aceptable de democracia. Mientras que el
régimen militar afirma querer establecer lo que llaman una democracia
"hecha en casa" para el país -cuyos ingredientes no necesariamente son los
mismos de los países occidentales- los grupos de oposición han insistido que

314 Estudios para la paz


desde una perspedlva ¡;¡lobal

__........______________
existen principios fundamentales de democracia que son de naturaleza
universal y no pueden sufrir ningún proceso de localización. Aquí esta una
de las fuentes de fricción más importantes que ha resultado en estallidos de
violencia en muchas partes del país en los últimos cuatro años.
Los reclamos territoriales han sido una causa importante de conflicto a
nivel nacional e internacional. En Nigeria los ajustes limítrofes entre el Estado
y los consejos gubernamentales locales por decretos militares han precipita-
do toda clase de conflictos entre las comunidades, que han cobrado cientos
de vidas en tiempos recientes. La crisis de la península Bakassi entre Nigeria
y Camerún es un conflicto territorial. Etiopía y Eritrea están prestas a la
guerra por cuestiones territoriales. Hoy día, algunos parlamentarios de Swazis
están reclamando territorios en Mozambique y Sudáfrica. Por ahora, dichos
reclamos parecen inofensivos, pero es de reclamos aparentemente inofensi-
vos que evolucionan los conflictos serios.
Aparte de estas causas y fuentes "familiares" de conflicto, existen otras
que parecen pasar inadvertidas por lo que son. Aunque sus consecuen-
cias algunas veces no son tan obvias y directas como otras, su impacto sobre
la sociedad es significativo. El conflicto de ideales y de generaciones son
ejemplos típicos. Recordemos a los hippies norteamericanos de los sesenta
que veían la vida desde una perspectiva completamente diferente a la de la
1

!.

generación de sus padres. Establecieron ideales diferentes y los pusieron·en 1 ',·

práctica. Su cultura fue destructiva para el sistema y creó un tipo de con-


flicto cuyas consecuencias fueron más psicológicas que físicas. En la actuali-
dad, la occidentalización de muchos jóvenes africanos tiene el potencial de
crear un conflicto similar (psicológico) para la mayor parte de la extensa so-
ciedad africana.
Las causas de conflicto identificadas hasta ahora no son de ningún modo
exhaustivas, empero, pueden explicar mucho de las situaciones de crisis
que se han experimentado en África en las últimas tres décadas de soberanía.
Es importante destacar, como Miall (1992) 1o señala, que hay, a menudo,
una diferencia entre el conflicto interno y el internacional. En un estudio de ¡. ' ~ i' 1 '

conflictos que han sido solucionados pacíficamente en un periodo de~cua­ !


renta años entre 1945 y 1985, él informa que los conflictos internacionales 1

(los cuales usualmente están relacionados con intereses como son el terri-
1
torio o los recursos) fueron más fáciles de resolver pacíficamente que los 1 1

¡¡':·¡
conflictos sobre valores y relaciones (por ejemplo; el conflicto étnico) y que -.11.'1 1

las luchas internas por el poder. El sistema internacional para la solución de


disputas está bien equipado para manejar conflictos sobre recursos y terri-

q' .
'\>latt 1\\ogekwu 315
Los medios de comunicación
torios. Los diplomáticos son buenos negociando sobre este tipo de adquisi-
ción tangible. Existe más dificultad cuando se comprometen diferencias
fundamentales sobre valores porque éstas no son negociables. No importa la
naturaleza del conflicto, puede suponerse que el común denominador esta
relacionado con la comunicación.

Medios, comunicación y conflicto

Aunque los medios masivos de comunicación no han sido identificados como


las causas principales de conflicto, todos ellos, han jugado papeles cruciales
y algunas veces, han actuado como catalizadores en la exacerbación de las
situaciones de conflicto en el continente. En la mayoría de las situaciones, ya
sean políticas o sociales, no se ha cuestionado el poder e influencia de los
medios. Ruanda nos ofrece un buen ejemplo. En 1992, Leon Mugesera,
presidente del partido Habyarimanas MRND en Gisenya -conocido como el
"profeta del genocidio"- hizo un llamado a los tutsis para que se arrojaran
al río Nyabarongo y de esa manera pudieran alcanzar "su madre patria
Etiope", y el llamado se hizo a Radio Mille Collines. Posteriormente, los
tutsis muertos sí fueron arrojados al río y arrastrados hacia el Lago Victoria.
Esta estación de radio extremista continuamente transmite propaganda
xenofóbica violenta dentro de un proyecto cruel y calculado para la
limpieza étnica de los tutsis en Ruanda (y de hutus moderados) (Rake,
1994).
En la búsqueda gubernamental por una política de limpieza étnica, el
primer ministro )ean Kambanda, en una transmisión por Radio Ruanda en
1994, animó a los hutus a pelear. ¡Y ellos lo hicieron[ El periódico extremis-
ta hutu Kangura se hizo famoso cuando publicó los 1O Mandamientos Ba-
huta ordenando a los bahuta a romper todo contacto social con los tutsis
(Misser, 1995). El mensaje de odio continuó sin disminuir y se cree que éste
inflamó la pasión que condujo a la masacre final de más de medio millón
de personas en Ruanda.
En otras partes, un buen número de conflictos étnicos son resultado de
las noticias y otros tipos de información en los medios masivos. Como ejem-
plo, la mayor crisis étnica en el área Zaria del sur del estado Kaduna en el
norte del país a principios de los noventa se dio entre el grupo hausa/fulani
y los indígenas Kataf. En una de las instalaciones de los medios masivos de
comunicación en Kaduna se transmitió la noticia de lo que se describió como
una masacre étnica (contra los hausa/fulani) cuando era apenas una escara-

316 [studios para la paz


desde una perspediva global
muza en el pueblo de Zangon Kataf. Las noticias, muy exageradas avivaron
el fuego del odio que llevó a muerte y destrucción en proporciones tre-
mendas. Aquí los medios masivos desempeñaron un papel muy crítico en
el conflicto.
También se ha argumentado que la tensión racial en algunas escuelas
sudafricanas es en realidad, desacuerdos muy suaves a nivel interpersonal
que son recodificados por los medios masivos inflados para atraer atención.
La crisis de la escuela Vryburg se ha citado como un ejemplo típico. Los
medios se enfocaron tanto y por tanto tiempo que atrajo la atención inter-
nacional. Pero más importante aún, dividió la comunidad escolar y creó
mucha tensión.
Ciertas acciones en algunas situaciones de conflicto son fabricadas para 1

los medios como estrategias para llamar la atención. La reciente crisis de


rehenes en Somalia en la cual una de las facciones combatientes raptó a
algunos trabajadores de la Cruz Roja los detuvo durante días y amenazó con
matarlos, fácilmente podría haber pasado como un ardid publicitario para
atraer la atención (de los medios). Asimismo, cuando una organización
extremista realiza un ataque explosivo sobre un blanco dado y llama a la sede
de los medios para proclamar su responsabilidad, es una estrategia centrada
en la búsqueda de atención. Ahora se ha vuelto práctica común para los así
llamados "señores de la guerra" en los conflictos fraticidas africanos llamar
a la ssc para jactarse de su posición en el conflicto, con lo cual desean vehe-
mentemete reconocimiento y legitimidad. Charles Taylor y sus oponentes
en la crisis liberiana, los líderes de las facciones en Somalia, los grupos com-
batientes en Sudán, la junta militar en Sierra Leona y otros, usan mucho
esta maniobra.
Con la cultura popular, los medios pueden tener un impacto sobre el
comportamiento y las actitudes a través de un proceso de condiciona-
miento. En los movimientos de liberación, el pueblo define su identidad a
través de una confrontación estructural y luchan contra la burguesía (Babero,
1993). Esta definición de identidad la promueve los medios populares a
través de los medios comunitarios en expansión. De hecho, hoy los medios 11

comunitarios se enfocan en hacer candentes a las personas de extracción


popular de quiénes son, con qué recursos cuentan para satisfacer sus nece-
sidades (humanas) básicas. En la búsqueda de esta definición de identidad
y algunas veces, de su realización, pueden precipitarse los conflictos de
ideales. Ése es un panorama, existe un segundo panorama. La cultura hippie
de los sesenta fue cuasi ideológica, pero definitivamente generadora de

Matt Mogel\wu 317


Los medios de comunicación
conflicto dentro de la sociedad norteamericana. El movimiento hippie
obtuvo tremenda popularidad a través de los medios masivos que ayudaron
',1 a sustentarlo por un periodo bastante largo. De modo similar, la noción im-
perialista de los medios de los setenta señala la transmisión incontrolada de
1',

ideología desde el centro metropolitano hacia el receptor periférico. Aunque


esta tesis ha sido atacada a través de los años, aún existe preocupación de
que el consumo de productos culturales que conducen al establecimiento
de una "cultura juvenil" -9ue va en contra de los modelos tradicionales de
conducta en sectores de Africa- resultaría en algún tipo de conflicto (cul-
tural) que pueden explotar poderosos dirigentes políticos sin escrúpulos
con fines políticos. Podría argumentarse que este tipo de conflictos en su
mayor parte, no tienen importancia en el discurso de los conflictos nacio-
nales e internacionales, pero debe destacarse que algunas veces, de brotes
de desacuerdos sociales pueden surgir problemas sociales que amenazan la
paz y la estabilidad de una nación. En junio de 1998, los medios alimenta-
ron al mundo con un menú del conflicto indonesio enfocándose extensa-
mente sobre las actividades de los estudiantes y los triunfos eventuales de su
protesta para forzar al presidente Suharto a dejar el poder. Hoy, esa acción
estudiantil se ha convertido en un modelo para los jóvenes inquietos en
lugares como Zimbabwe y Nigeria. En una demostración reciente de los
estudiantes de Zimbabwe sobre la situación política y económica del lugar,
un cartel decía: ¡Los estudiantes indonesios lo hicieron, por qué nosotros no
podemos!
Pero así como los medios masivos de comunicación desempeñan un
papel por su acción que afecta comportamientos políticos y sociales en las
formas ya analizadas ampliamente, también favorecen el conflicto político
y social y el desorden por su falta de acción. En muchos países (africanos)
en desarrollo, a éste se le bloquea al impedir la participación. Una de las des-
ventajas es que el pueblo no posee los instrumentos eficientes para corregir
los errores de los líderes políticos y de los burócratas, y porque a estos
líderes se les permite actuar como les parezca, finalmente, los que sufren
son el pueblo y el ambiente. Vander Sand (1994) señala que en las socie-
dades democrácticas, una de las instituciones más importantes en la detec-
ción y corrección de errores, es la prensa, o de modo más general, los medios
masivos. Añade que la prensa debe ser la "voz del pueblo" exponiendo
injusticias, estimulando de este modo la responsabilidad o un compor-
tamiento responsable de los oficiales públicos y de los políticos. El conflicto
resulta cuando estos líderes políticos y los dirigentes hacen uso de la intimi-

318 Estudios para la paz


desde una perspediva global
dación brutal y la inhumanidad como un mecanismo defensivo en el encu-
brimiento de sus injusticias. Precipitar una crisis de este modo se vuelve una
técnica conveniente para entretener la atención de los principales males del
gobierno. Por eso, si los medios masivos, los cuales se supone son la voz de
la gente, no hablan ni señalan los errores de los líderes políticos, entonces
habrían, por su silencio y por lo tanto por su falta de acción, ayudado y
alentado a la precipitación del conflicto.
Muchas veces, los medios son (inadvertidamente) herramientas a
mano de los renegados que buscan el poder a través de otros medios que no
son las urnas electorales. La experiencia ha mostrado que la mayoría de los
golpes de estado en África desde los sesenta fue anunciado y "legitimizmado"
a través de los medios masivos. Esto es posible gracias al hecho de que en •. 1

muchos países africanos, la radio y la televisión (los cuales son los medios
más atractivos para los golpistas) están controlados centralmente por el
gobierno. Ha habido mucha resistencia para privatizar los medios elec-
trónicos y permitir el pluralismo. El resultado es que en una situación de
golpe de estado, se alcanza y se "captura" a todo el país, en cuanto se toma
la estación principal de radio y como consecuencia el pueblo se vuelve una
audiencia cautiva.
A la luz de las diversas formas en las cuales los medios masivos -por su
acción o falta de acción- han azuzado los conflictos y han hecho que la paz
sea esquiva en muchas partes del continente, ¿cuáles son las estrategias posi-
bles para que los medios manejen las situaciones de conflicto ya sea en su
prevención o resolución?

ESTRATEGIAS DE LOS MEDIOS MASIVOS PARA


LA PREVENCIÓN Y RESOLUCIÓN DE. CONFLICTOS

Puede argumentarse (y debe enfatizarse continuamente) que no se puede


acusar a los medios masivos de ser responsables directos del surgimiento
de conflictos, así como puede ser difícil establecer cualquier relación de causa 1

l,·'
1

y efecto entre los medios masivos y las diversas guerras. Usualmente son
muchas las variables que funcionan para precipitar los conflictos. Por lo que
la mayoría de las veces, los medios juegan solamente papeles intermedia-
rios. Aunque son intermediarios, pueden desarrollar estrategias para con-
tribuir en la prevención de conflictos.

~\\att Mo~ek.wu 319


Los medios de comunicación
~~--- :--:,..¡---~ -~~--.~ . ·~-- .... -.1_:~~~:,----••r ::::_:__ 1

1'

1,

SOCIALIZACIÓN POLÍTICA 1

Los medios masivos han desempeñado, durante mucho tiempo, un papel


para producir un cambio en la sociedad y se ha reconocido su influencia al
acelerar el grado de desarrollo en varias partes del mundo. De la discusión
de situaciones de conflicto, puede deducirse que uno de sus problemas está
relacionado con el nivel de socialización y participación política. El grado
hasta el cual un pueblo está socializado políticamente fructificaría en su
consciencia y en su apreciación de las circunstancias políticas. Los medios
masivos, tanto en sus funciones noticiosas como en las de entretenimiento
tienen claramente el potencial para actuar como agentes prominentes en
el proceso de socialización política (Cohen, 1963). Toda nación tiene un sis-
tema político, pero no todos los miembros de la sociedad conocen o com-
prenden como es la política de su país o cómo se supone que funciona. Tal
laguna de conocimiento crea sus propios problemas. Usualmente, sólo un
puñado de la elite política conoce los detalles del sistema político de su país.
Ellos usan a la mayoría relativamente ignorante para sus propios fines, explo-
tando otras circunstancias que pueden no estar directamente relacionadas
con la política. A lo largo del continente, desde países que puedan conside-
rarse como no refinados políticamente hasta aquellos que afirman haber
pasado por varias etapas de desarrollo político, el carisma individual basado
casi enteramente en la afiliación étnica, desempeña un papel más signi-
ficativo en la toma de decisiones políticas que criterios más importante como
son: la filosofía política, la claridad y aceptación de metas articuladas para
la nación, y la viabilidad de opciones para lograr dichas metas. En Nigeria
por ejemplo, la etnicidad y otras consideraciones provinciales han guiado
la participación política y la toma de decisiones desde la independencia. El
norte de Hausa en conjunto, respaldaría a un candidato político de ahí si la
competencia fuera entre él y un candidato de cualquier otro grupo étnico
yoruba o ibo. Ypor su fuerza numérica, los habitantes del norte se las han
arreglado para mantenerse en el poder a nivel federal desde la independen-
cia en 1960. Por su parte, los yorubas creen en la "yoruba parapo" (soli-
daridad yoruba), en la arena política nacional y desearían proyectarlo todo
el tiempo. Esto ocurre entre otros grupos étnicos desde nacionales hasta
gobiernos políticos locales.
En l?s campa~as políti~as no se habla de los temas importantes, porque
los cand1datos estan consc1entes de que no van a ser apreciados por el elec-
torado inculto. '

320 Estudios para la paz


desde una perspediva global
En Sierra Leona, el hombre criollo tiene muy poca oportunidad de ser
electo para un puesto político nacional, no por falta de capacidad (por cier-
to, son a veces los más aptos para la mayoría de los trabajos), sino porque
los rebasan en número otros grupos étnicos, los temnes, mendes, etcétera.
Valentine Strasser, un criollo que gobernó Sierra Leona cerca de tres
años, llegó al poder por un golpe de estado. Los grupos políticos en Kenia
han mostrado una red étnica similar. Muchos argumentarían que el proble-
ma fundamental en la explotación política es de tipo económico; que debi-
do al predominio de la pobreza en la mayoría de las sociedades africanas,
la elite política puede fácilmente usar el dinero como anzuelo. Esto pudiera
ser cierto, pero sólo hasta el grado en que el anzuelo es por sus votos y no por
sus mentes. Políticamente hablando, estas mentes son tierra virgen todavía
para la educación política. Y es ahí donde entran los medios. Es doble la
responsabilidad de los medios: difundir el impacto de la etnicidad y ayudar
a incrementar la consciencia política de la sociedad civil y, en particular, de
los grupos. Primero, los medios deben estar dispuesto y listos para diseminar
suficiente información objetiva sobre los diversos grupos étnicos en la
sociedad, destacando áreas de similitud entre ellos y minimizando los tipos
de diferencias que promueven el conflicto. Esta responsabilidad puede
manejarse no solo a través de la selección de noticias y eventos noticiosos,
sino también en programas especialmente diseñados tales como radiono-
velas, telenovelas y documentales especiales. Afortunadamente, este tipo de 1


1
.1

li·
novelas (aún en lenguajes locales) se están popularizando en muchas partes ¡··

de África como Ghana, Nigeria, Kenia y Sudáfrica. Más que promover di- .1'
ferencias de clases y describir la europeización de las sociedades africanas 1,.1

(como es el tema de muchas novelas) algunas de ellas pueden enfocarse en


los problemas étnicos con la sola intención de destruir estereótipos y pro- ".1
\.1~"1·.'

mover un mejor entendimiento entre los diversos grupos étnicos. Este


entendimiento conduciría a una mayor aceptación y a un rompimiento de
barreras étnicas y, finalmente, a la reducción de tensión en que se basa la
etnicidad, ¡y que es mucha! Al manejar este tema, los programas deben
incorporar también mecanismos para resistir la manipulación de la elite
del poder, la que tradicionalmente explota las diferencias étniéas para el
poder político.
Además de divertir, la televisión y la radio pueden organizar programas
de discusión donde se manejen problemas pertinentes respecto a la pro-
moción de la unidad étnica. Cuando se les de una publicidad adecuada a
estas discusiones, los medios estarían despertando la conciencia de que es

Matt Mogekwu 321


Los medios de comunicación
necesario manejar y resistir, los diversos intentos de manipulación y explo-
tación. En esencia, los medios pueden actuar como facilitadores muy efecti-
vos en el despertar de conciencia y en el establecimiento de ambientes ade-
cuados donde las mentes puedan ser purgadas de emociones y nociones
falsas que ayudan a distorsionarlas y a promover el conflicto y el caos.
En segundo lugar, la educación política es un área crucial donde los
medios pueden tener un impacto significativo. Para muchos de los habi-
tantes rurales de África (e incluso urbanos), los sistemas políticos modernos
como existen en el continente todavía son ajenos, de manera que el pueblo
no entiende qué está sucediendo. Si tomamos la democracia (occidental) por
ejemplo, apreciaríamos que hay un alto nivel de ignorancia sobre el fenó-
meno, incluso la elite política a veces sólo pretende entender. Los medios
pueden, a través de esfuerzos concertados, analizar el fenómeno, identificar
sus partes y explicar sus complejidades en términos que la gente pueda
entender. Entendimiento aquí significa conocer cómo funciona el fenóme-
no, qué se espera del pueblo y qué espera el pueblo de él y del liderazgo
político. Tales entendimientos crean una consciencia que pone al pueblo en
un buen lugar para provocar motivos, políticas y manifestaciones que los
afecten. Ellos pueden hacer preguntas inteligentes y aún darle significado
y expresión de opinión política cuándo y dónde sea necesario. Este es el
fundamento de la participación política.
Abandonado a su ignorancia política, el pueblo, a veces, tiende a ser
renuente a participar de forma significativa en política, ya que creen que
cualquier opinión que pudiera tener sería ridiculizada. Esto finalmente lleva
a lo que Elizabeth Noelle-Neumann (1984) calificó como la "cultura del silen-
cio" donde el pueblo retrocede hacia la no participación política.
Los medios masivos no deben detenerse en la disección y el análisis del
sistema político. También deben presionar al sistema político en su papel de
establecer una agenda. Los miembros de la audiencia no sólo aprenderán
del sistema sino también le asignarán un gran peso a ciertos sistemas y
asuntos como resultado de la atención prestada a ellos en los medios, y uti-
lizarán esas consideraciones para valorar los programas del gobierno nacio-
nal (Mogekwu, 1995). La cuestión es preguntar siempre si los medios afectan
las actitudes y las conductas políticas masivas. La respuesta es no, si nos refe-
rimos a los efectos masivos de la persuasión sobre asuntos políticos. Los fac-
tores mitigantes de motivos para el uso de los medios noticiosos, la selec-
tividad en su uso y la índole misma de las noticias reducen su influencia
\ '
sobre la conducta política. Sin embargo, cuando observamos efectos más

322 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
sutiles, vemos que los medios masivos aparentemente sí tienen algún im-
pacto en socializar al pueblo en la política; establecer la agenda para un
debate público; determinar el aprendizaje y las actitudes del votante hacia
los candidatos y temas de campañas electorales; y formar la percepción del
pueblo con respecto a su eficacia y al valor la participación política (Davies,
1992). Por lo tanto, en educación política los medios masivos tienen la res- ,li
ponsabilidad de ayudar al pueblo a identificar y comprender temas impor-
tantes aclarándola y explicándola de manera clara y consistente. Si el pueblo 11

~ 11 ;
conociera las cuestiones de importancia que determinan el camino que lleva 11 ,.,

¡.
el gobierno, habrá menos apatía y temor, menos espirales de silencio, más •'

confianza y por lo tanto, más decisión para retar a la autoridad y reducir la 1

1
'

capacidad y presteza de éste para intimidar. Directa o indirectamente, esto 1 '

ayudaría a reducir el clima de temor que usualmente lleva a un sentimien- 1


11 ..

to de inseguridad que es el campo fértil para la violencia o el conflicto. 1:¡1·


Cuando los medios masivos logren diluir la suspicacia étnica entre los :1 1,
,,
.1

grupos, habrán logrado manejar una de las causas fundamentales del con- 1! ! :;

flicto en África. De igual modo, el objetivo de la educación política a tra- 1

vés de los medios masivos es ampliar la consciencia política de la masa, , .l.r 1

aumentar su capacidad para discernir las circunstancias políticas y resistir la ';

explotación de la elite en el poder, reduciendo así su vulnerabilidad como ,1


..
peones de ajedrez y como herramientas para fomentar problemas.

EL DESAFÍO DIRECTO DE AUTORIDAD POLÍTICA

Uno de los problemas que tenemos en el mundo en desarrollo es la ·ausen-


cia de valor para retar a los líderes políticos que hacen mallas cosas. Se ha
observado que una de las instituciones más ill)portantes en la detección
y corrección de errores son los medios masivos. Estos deben asumir el reto y
actuar realmente como el guardián de la sociedad. Cuando la prensa es
sensible a cumplir su deber en esa dirección, se modulará la intensión de
utilizar a las masas de formas disfuncionales, al involucrar en disputas que
son una manera de desviar los males del gobierno o de los líderes políticos.
La prensa puede negarse a ser utilizada por tales tácticas, concentrarse en
los principales problemas de corrupción y malos manejos donde y cuando
éstos ocurran, y hacer que los problemas permanezcan en la agenda públi-
ca, para que sean vigentes aunque las pseudo crisis estén orquestadas para
desviar la atención. Así pues, la prensa debe desarrollar la capacidad de dis-

.\'\att Mogekwu 323


Los medios de comunicación
1'

tinguir entre los individuos y sus ideas o problemas. El ataque a la persona


1;
de los líderes y políticos más que a los problemas específicos como son los
actos identificables de corrupción y mal manejo, tiende a debilitar el impac-
to de los medios en esta cruzada. Dichos ataques mal dirigidos e incontro-
lados provocan todo tipo de interpretaciones de los motivos e intenciones.
Esto crea facciones entre el pueblo y destruye la cohesión necesaria para
guiarlos. Además, al intentar corregir los errores de los líderes políticos, la
prensa debe ser lo bastante perceptiva para identificarlos a tiempo. Permitir
que el mal manejo crezca y madure antes de atacarlo, demuestra que el
bajo nivel de percepción por parte de la prensa. Si los errores se identifican
a tiempo, pueden cortarse de raíz las grandes crisis para el crédito de los
medios y para el bien de la sociedad. Además, cuando se sabe que la prensa
de un país es así de efectiva, constituirá una fuerza impeditiva en asuntos
políticos forzando a que los líderes vigilen sus acciones y que su desempeño
'1
sea íntegro. Esto reducirá la tendencia a precipitar crisis y conflictos para
11'
encubrir sus malos manjeos (Mogekwu, 1995).

ABORDAJE DE lAS COMPLICACIONES DE


RELACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES

En la interacción humana diádica pareja, los participantes a menudo se


encuentran en espirales (Krain, 1973). Las dos personas se encuentran avan-
zando mediante amenazas y contra-amenazas hasta llegar al punto sin re-
torno (Suttles, 1970). Los espirales de comunicación ya sea que se dirijan
1' en direcciones positivas o negativas, se caracterizan por los siguientes ele-
mentos:

• los significados de los participantes se entrelazan de tal modo que el com-


portamiento de cada persona acelera el dinamismo de la relación. La sinergia
se acumula en una aceleración continua.
• En un periodo dado de tiempo, se construye una espiral diádica con direc-
ción progresiva o regresiva. las espirales progresivas satisfacen las necesida-
des de los participantes y promueven generalmente sentimientos positivos
en la relación; las espirales regresivas son perjudiciales para las necesidades de
los participantes y la llevan a la disolución.

324 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
• A menos que las espirales progresivas y regresivas se restrinjan mediante los
límites de tolerancia de los participantes, se volverán disfuncionales o se disol-
verá la relación diádica.
• Toda espiral puede cambiar, acelerar o desacelerar su paso o revertir su direc-
ción mediante las acciones de los participantes (Wilmot, 1979).

Aunque estas espirales se manifiestan en una interacción de comunica-


ción humana diádica, pueden también evidenciarse en otras situaciones de
interacción interna nacional o internacional. Cuando dos grupos dentro de una
nación o dos naciones (especialmente aquellos que comparten una fronte-
ra y por eso están enredados en reclamos territoriales) se encuentran en una
situación de conflicto, entran en escena las espirales regresivas. Aquí, los
malos entendidos y la discordia crean más y más daño en la relación. y aquí
es donde intervienen los medios. Gran parte de la comunicación que tiene
un impacto significativo en la relación internacional (e intranacional) es a la
que se le dan relevancia los medios. La comunicación publicitada da la im-
) ! presión y el panorama o postura de un grupo o una nación acerca del con-
flicto. Generalmente los medios dirigen el endurecimiento o no, de dichas
posturas. Por lo tanto, mediante su decisión y "tinte" otorgado a las procla-
mas de los grupos o naciones, los medios pueden causar una escalada del
conflicto, o disolver tensión. Las naciones o grupos, igual que los individuos,
tienden a reaccionar al darse cuenta de las intenciones del otro. Los malos
entendidos ocurren cuando la perspectiva de una nación sobre un proble-
ma no coincide con la metaperspectiva del otro sobre el mismo problema
y viceversa. Esto significa que mientras un país hace una· declaración de cómo
se siente con respecto a un problema, el otro país reacciona a lo que cree
que la primera nación quiere decir: esta configuración es diferente de la
configuración original. Tal consideración equivocada de la orientación del
otro es crucial en la escalada del conflicto. Como gran parte de este "juego"
lo desempeñan los medios, también pueden ser el escenario donde malos
entendidos. El conflicto actual entre Eritrea y Etiopía, un ejemplo de los pro-
blemas que pueden surgir de dichos fundamentos correlativos. Ambos
países afirman respetar las mismas posiciones propuestas por los Estados Uni-
dos y otros organismos de mediación, pero aún así, existe un desacuerdo
que ha empujado a ambos países al borde de .la guerra total. Aquí los
medios deben mostrar un alto grado de prudencia al manejar la disemina-
ción de la información con respecto a las posiciones de las naciones en con-
flicto. Los medios deben estar menos motivados por una mentalidad sen-
( f

Matt Mogekwu 325


los medios de comunicación
sacionalista y prestar más atención al filtrar y sopesar mensajes emitidos
desde las perspectivas directas de las naciones, en vez de hacerlo desde sus
metaperspectivas. Cuando las naciones se manejen basándose en las pers-
pectivas directas de su posición sobre los problemas, será más fácil identifi-
car las áreas de desacuerdo genuino y manejarlas directamente. De otro
modo, los vituperios serán dirigidos sólo hacia las impresiones percibidas
de manera equivocada.
las estrategias analizadas hasta ahora son un puñado de enfoques para
enfrentar las situaciones en conflicto en África (y algunas otras partes del
mundo en desarrollo). El punto importante es que cualquier estrategia debe
tomar en cuenta el ambiente socio-político y cultural donde los medios
operan. En la mayor parte de África, el ambiente socio-político creará pro-
blema para los medios cuando intenten de llevar a cabo estas estrategias.
Estas estrategias sugeridas por los medios para contribuir a la prevención
del conflicto y su resolución funcionarán solamente para lograr que ciertas
condiciones estén en su sitio. Si los medios van a contribuir a la prevención
y resolución de conflictos, las estrategias ya mencionada funcionarían en la
medida en que se den ciertas condiciones. Desafortunadamente, muchas
de ellas no se dan, lo que resulta un gran problema para los medios.

OBSTÁCULOS PARA LA EFICACIA DE LOS MEDIOS

Son enormes las restricciones para los medios masivos en África. Mogekwu
(1995) identificó muchas de ellas que se concentran en el núcleo del pro-
blema. las más significativas se refieren a factores técnicos, etnicidad, poli-
tización de los medios, carencias de la educación y censura.

Factores técnicos

Los factores técnicos son o,bvios: en el aspecto de acopio y difusión de noti-


cias en muchas partes de Africa, los medios no han podido adquirir el equi-
po necesario que le facilite su labor. Algunos todavía cuentan con equipo
viejo y obsoleto que no ayudan a aumentar su eficiencia y eficacia. En
muchas partes del continente, los periodistas deben soportar el tedio de
trasladarse físicamente de un lugar a otro porque no disponen de instala-
ciones de telecomunicación adecuadas o éstas no. El resultado es que muchas

326 Estudios para la paz


desde una perspediVa Qlobal
transmisiones difícilmente van más allá del área inmediata de la estación de
radio. Su impacto se ve afectado negativamente.

Etnicidad

La dimensión socio-política de los problemas que sufren los periodistas afri-


canos es enorme. Primero, el periodista opera en una sociedad donde algu-
nos valores y hábitos están tan enraizados que pierde la batalla aún antes
de iniciarla. La etnicidad es uno de esos problemas. Se trata de un sistema
donde es probable que las acciones tengan una colaboración étnica y no
una de valor auténtico. Por ejemplo, es muy posible que cuando un perio-
dista kikuyu (Kenca) denuncie la corrupción de un político luo, se interprete
como un ataque a los luos más que la denuncia de un acto corrupto. En
Nigeria, se interpreta que fácilmente los problemas están patrocinados por
"el ejes Lagos-lbadan" (por ejemplo, la prensa yoruba) o por la prensa del
Norte (hausa/fulani), por lo que la esencia e importancia de los problemas
se pierden en malas interpretaciones. Se pueden encontrar ejemplos simila-
res en otras partes del continente.
Politización de los medios

La politización de los medios está alcanzando una dimensión preocupante.


Algunos periodistas en puestos editoriales, especialmente en las organiza-
ciones de noticias propiedad del gobierno están allí, no necesariamente por
su capacidad profesional, sino por consideraciones políticas. Los nombran
líderes políticos sin considerar su competencia profesional. Dichos editores
1
se dan cuenta que están ahí por la gracia de los líderes y como un acto de
1
1 clientelismo, por lo que les resulta difícil criticar temas importantes; tam-
bién están conscientes de su incapacidad profesional y harían lo que fuera
para proteger su puesto. Con seguridad, este tipo de periodistas no va a
señalar y corregir los errores de los líderes políticos y de los tecnócratas.

Educación

Ésta es otra área de preocupación para muchos periodistas africanos, que no


cuentan con un entrenamiento básico Yadecuado en periodismo. En algu-
nos países como Sierra Leona y Swazilandia no tienen ningún entrena-
miento (académico) más allá de la escuela secundaria. Otros simplemente
tropiezan con la profesión por descuido o accidente. De un modo u otro,

Matt Mogekwu
327
los medios de comunicación
__:__ :_-
~--- ~ ~:-=---- 1 ... ::- ... : ...

:~rl
1 ;

1 '

'lf\

J
P,:
para estos periodistas tan mal preparados es muy difícil que funcionen efi-
cazmente. No tienen las capacidades para llevar a cabo la responsabilidad
rol
básica de un periodista; esto es recopilar y reportar información sobre suce-
¡l sos, como tampoco el entrenamiento para analizar críticamente las cuestio-
! !

11
1

nes de importancia nacional. En el mejor de los casos, elogiadores profe-


r¡l
' 1 sionales, y, en el peor agentes de desestabilización.
¡¡ i
:¡ Censura
l
!' Quizá el más frustrante de todos los obstáculos que el periodista africano
tiene que enfrentar es la censura del gobierno. En países donde los mili-
tares tienen el poder como es el caso de Nigeria (y como lo fue Ghana,
Uganda, Burkina Faso, Sierra Leona y Gambia) los decretos se producen
:¡' regularmente para censurar a los periodistas y a todo aquel implicado en di-
1
1' fundir la información. junto con la censura vienen las amenazas de sancio-
l~ nes que desmoralizan e intimidan. El resultado es que los periodistas que

quieran trabajar objetivamente para llevar a cabo sus responsabilidades
1l 1 sociales lo harían bajo su propio riesgo. Se ha sabido que el encarcela-
miento, la tortura y aún la muerte es la suerte de los periodistas que inten-
taron exhibir a dichos regímenes. Aquí en África la posibilidad de espada es
más fuerte que la pluma y meses o años de encarcelamiento resulta una
propuesta nada atractiva para el periodista africano.
Estas restricciones constituyen una gran barrera para los medios masi-
vos en cuanto a desempeñar su papel en el establecimiento de paz en la
región.

IMPLICACIONES POLÍTICAS

Para los medios africanos es difícil llevar a cabo sus actitudes con diligencia
si no existe un ambiente apropiado. Para el periodista, la forma más segura
de invalidar este ambiente es permitir que persistan los impedimentos ya des-
critos. La mayoría de elfos se derivan directa o indirectamente de la política
estatal: muchos de los medios masivos africanos operan dentro de los con-
fines y parámetros creados para ellos por esas políticas estatales. Como pun-
to de partida, es imperativa una política de comunicación para cada país y
a todos los interesados se les debe dar la oportunidad de contribuir en su
formulación. Deberá ser un documento que pl~sme los criterios de opera-

328 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
ción, que le otorgue un sentido de dirección identificando los las metas hacia
las que todos deben aspirar. Fijará los objetivos de información y comunica-
ción e identificará los medios para lograrlo, lo que incluye la operación de
los medios y la responsabilidad del gobierno hacia ellos. Los detalles de esta
política deben incluir cuotas estatutarias para la industria de los medios
masivos, entrenamiento y profesionalismo, relación gobierno medios, libre
flujo de información, libertad de prensa y propiedad privada de los medios
o pluralismo. Puesto que hay diferentes clases de medios cada uno con su
especialización y grupos de especialistas, deben establecerse organismos 1'
'1 1
independientes del gobierno que ayudarían a dar un sentido de dirección :i:
:1
y monitoreo de su operación a sus profesionales y trabajadores. Por ejemplo,
deberá haber un Consejo de Prensa para los medios escritos, una Comisión de
Radiodifusión para los medios de radiotransmisión, una Comisión de Tele-
comunicaciones para la telecomunicación, un Consejo de Derechos de Autor ~ : 1

y otros organismos con facultades y autoridad legal que guíen sus agremia- !11
dos en los diversos aspectos de la comunicación; con tener un grado de '1
'',1
1

autonomía que no permita que sean fácilmente teleguiados por aquellos en >·¡
'1'1··
el liderazgo político. ,¡1
.l .. ¡
Ninguno de estos organismos pueden funcionar efectivamente sin los '¡ ',¡
:¡ 1
fondos adecuados. Como un testimonio de la sinceridad de los estados en ,!,, '1
su reconocimiento del papel de los medios en la sociedad, deben otorgarse ~ 1 1

:l¡ ¡·
presupuestos estatutarios a este sector de manera que su supervivencia no .¡ r
dependa de los caprichos de quienes están en el poder. Esto garantizaría la '1:'
1 '

¡
independencia relativa de los medios para cumplir con sus objetivos. Ade- 1

más al otorgar un presupuesto estatutario al sector de los medios, el estado, 1' ·j


a través de una ley o acción similar, debe definir la relación entre los medios 1

y el gobierno de modo que cada cual esté consciente de sus derechos y , r:


,, ; ·'¡
responsabilidades hacia el otro, y consecuentemente, hacia la sociedad. Sus 111''
pormenores se definirían entre los representantes del gobierno y de los me- 1

1' :
dios. Deberá prestarse especial atención al tipo de educación y entrena- ,1

miento que los periodistas reciban en el país. Una corriente de opinión afirma
que todos los periodistas africanos necesitan entrenarse en el acopio de 1

1 '¡1
noticias porque la audiencia no está lo suficientemente preparada para exigir
más. Además debería desconfiarse de este tipo de sugerencias. Al igual que '1
sus contrapartes los periodistas africanos, merecen una educación holística
más allá de la redacción de noticias. Deben entrenarse para entender y
apreciar el ambiente social, económico, político, cultural, religioso y físico
en que operan. Si se pretende que el periodista sea útil a la sociedad dicho 1 !

\\att ,\1\ogekwu
329
los medios de comunicación ,
1

1
entrenamiento debe ser muy amplio, puesto que, el periodista africano ne-
cesita una mente analítica para enviar mensajes significativos. Organismos
competentes deben examinar a fondo los programas de entrenamiento para
garantizar que no se produzcan periodistas sin imaginación, poco creativos
y superficiales para el continente.
Finalmente, la experiencia ha demostrado que en muchos países afri-
canos, el gobierno monopoliza los medios masivos, especialmente los medios
electrónicos, lo que provoca dominación e información parcial que a me-
nudo no da al público un panorama objetivo de la situación en un momen-
to dado. En la actualidad muchos países en desarrollo están defendiendo la :1
propiedad privada de los medios impresos y electrónicos con el objeto de
que sus públicos puedan tener la oportunidad de escoger entre un mercado
de ideas amplio y variado que guiará su opinión y la valoración significati-
va de sucesos y situaciones. Ciertos gobiernos argumentarían que una prensa
libre como la de occidente, puede desorganizar y ser disfuncional. Quizá.
Sin embargo, la competición abierta y el debate entre varios grupos en los
medios pueden conducir a una autorregulación. Por otro lado, la censura y
el control estricto resulta en una falta de información o la difusión de infor-
mación sesgada. Esto puede ser tan disfuncional como lo temen los gobier-
nos, o incluso peor. Las naciones africanas deben tener mucha decisión al
manejar las cuestiones de los medios dado que están imbricadas con otras
áreas muy importantes del crecimiento nacional. El papel de los medios en
todos los aspectos del escenario africano es demasiado crucial para no to-
marlo en cuenta.

CONCLUSIÓN

Los conflictos deben ser una preocupación seria en el África de hoy, no sólo
porque se han vuelto demasiado comunes sino también debido a su efecto
sobre el desarrollo. Las guerras y las amenazas de guerra eliminan la paz y
perpetúan un clima de temor que desmotiva las inversiones y otros esfuer-
zos de desarrollo. Es imprescindible que se eliminen los elementos que ali-
mentan, en cualquier forma, la propensión para involucrarse en un conflicto.
Existen muchas causas de conflicto y varias maneras de manejarlos. Aunque
en muchos de ellos está presente un elemento de comunicación. En efecto,
el c~nflicto en sí es una forma de comunica~ión. Se sabe que los medios
mastvos han provocado la guerra y genocidio entre las comunidades y las

330 Estudios para la paz


desde una perspediva global
naciones como resultado de la forma en que comunican sentimientos y
emociones.
Por sus acciones e inacciones, los medios han ayudado a alimentar las
crisis de diferentes magnitudes en varias partes del continente. Por lo tanto,
les corresponde repensar y rediseñar formas que contribuyan a reducir el
conflicto y a disolver la tensión. Aún así cualquier diseño que aporten no
cumplirá con las condiciones necesarias y suficientes para establecer la paz.
Es de esperar que junto con otros factores se alcancen las metas deseadas.
Cuando ocurran los conflictos, los medios deben tratar de comunicar los fac-
tores y cuestiones subyacentes y proporcionar un foro de discusión pública
que podría coayudar a la reconciliación y ofrecer alternativas constructivas
a la violencia. Puesto que los conflictos se derivan, de alguna manera, de la
comunicación ineficaz, es lógico esperar que la comunicación efectiva puede
resultar en entendimiento y paz. Esto debe ser un nuevo enfoque para los
medios masivos que sólo pueden ser efectivos si existe un medio propicio
donde operar. El estado con sus políticas debe sentar las bases para que se
de este ambiente.
El continente africano ha sufrido demasiado a causa de la ausencia de
paz y debe explorar todas las vertientes que puedan llevar a su restauración.

BIBLIOGRAFÍA

ANSTEY, M. (1991 ), Negotiating Conflict: lnsights and Skills for Negotiators and Peace-
makers, Kenwyn, Sudáfrica, juta & Co. Ltd.
BABERO, J.M. (1993), Communication, Culture and Hegemony: From the Mediato Medi-
ation,londres, Sage Publications.
CoHEN, B. (1963), The Press and Foreign Policy, Princeton, NJ, Princeton University Press.
CosER, L. (1956), The Functions of Social Conflict, Nueva York, Free Press.
DAVIES, R. (1992), The Press and American Politics: The Nueva Mediator, Nueva York,
Longmans.
HANSEN, E. (ed.) (1987), Africa: Perspectives on Peace and Development, Londres, Zed
Books.
KRArN M. (1973), "Communication as a Process of Dyadic Organization and Devel-
~pment", journal of Communication, 23 de diciembre.
KRrESBERG, L. (1973), The Sociology of Social Conflids, Englewoods Cliffs, NJ, Prentice Hall.
MrALL, H. (1992), "Peaceful Settlement of Post 1945 Conflicts: A Comparative
Study", en: K. Rupesinghe y M. Kuroda (eds.), Early Warning and Conflict Reso-
lution, Nueva York, St. Martins Press.

331
~'att ~oqekwu ..
Los medios de comunlcaCion
MtssER, F. (1995), "Ruanda: Searching for the Killers", Nueva África, núm. 329, abril.
MoGEKWU, M. (1995), "Media, Stability and Security: lmperatives for Sustainable
Development in Africa", en: C. Okigbo (ed.), Media and Sustainable Develop-
ment, Nairobi, ACCE.
NOELLE-NEUMANN, E. (1984), The Spiral of Silence, Chicago, University of Chicago
Press.
1 (
RAKE, A. (1994), "Operation Genocide", New Africa, núm. 321, julio/agosto.
1 ;

SUTILES, G.P. (1970), "Friendship as a Sociallnstitution", en: G. McCall et al., Social


r Relationship, Chicago, Aldine-Atherton.

~
SAND, Vander K. (1994), "Participatory Development and Good Governance in
Countries in Transition", Development and Cooperation, núm. 3 (MISA), Windhoek.
WtLMOT, W.W. (1979), Dyadic Communication, Londres, Addison-Wesley.
Traslado ilícito de armas
convencionales: el papel
de los actores estatales y no
Rohan Gunaratna*
estatales en el sur de Asia

INTRODUCCIÓN

Los ACTORES estatales y no estatales contribuyen a la inseguridad del ambien-


te del sur de Asia, tan vigilado por razones de seguridad. Se sabe que
algunos estados sudasiáticos proporcionan armas a grupos disidentes de
estados enemigos. La guerra de poder entre la India y Pakistán ha impedido
que sus servicios de espionaje colaboren y que se prohiban los envíos ilíci-
1
tos de armas dentro de la región. La colaboración por razones de seguridad
! 1 es bilateral y ad-hoc, y no multilateral y sustentable. Con excepción de ellos
mismos, la India y Pakistán mantienen relaciones de sus servicios de espio-
naje con sus contrapartes de seguridad en los países limítrofes, para impedir
el traslado ilícito de armas. No obstante, las acciones colectivas de colabo-
ración son hoy totalmente inadecuadas para mantener, tanto la paz regio-
nal como la estabilidad nacional. La India, Pakistán, Sri Lanka, Bangladesh y
Nepal están plagados de conflictos armados internos. Como consecuencia,
Bután y Las Maldivas están experimentando los efectos secundarios de los
conflictos de sus vecinos. El traslado ilícito de armas tiene un impacto direc-
to en los conflictos internos del sur de Asia, por lo que es forzoso fortalecer
las iniciativas existentes y desarrollar propuestas unilaterales, bilaterales y
multilaterales que regulen el traslado ilícito de armas convencionales, y re-
fuercen la seguridad nacional, regional e internacional.
Después de definir los retos a la seguridad global y regional, este capí-
tulo analizará el papel desempeñado por los principales actores estatales y
no estatales (subestado y transestado), a partir de los métodos de proce-
dimiento criminales y reglamentarios substantivos, dirigidos a reglamentar
las situaciones existentes, y prevenir las emergentes, de la transferencia ilíci-
ta de armas. El artículo se centra en:
*El autor trabaja en la University of St. Andrews, del Reino Unido, y fue asesor regional de las Naciones
Unidas en el tráfico ilícito de armas pequeñas.

333
• los papeles pasados y presentes desempeñados por los actores principales en
el sur de Asia;
• las medidas preventivas y de control que operan en la región;
• las redes que proporcionan armas en el escenario de Sri Lanka, donde se ubi-
ca el conflicto más violento del Pacífico asiático, con implicaciones intra e
inter regionales; y
• de qué manera la ONU y otros actores pueden ayudar a reducir, o terminar
con el traslado ilícito de armas.

CONTEXTO GLOBAL

Desde su creación hace cinco décadas, muchos de los recursos y del tiem-
po de la ONU han estado dedicados a los problemas que amenazan la
seguridad internacional. Aunque el conflicto entre Moscú y Washington
había asumido una dimensión nuclear, la guerra ideológica entre el comu-
nismo y el capitalismo fue una lucha de poderes en Asia, África y América
Latina. Los actores de la Guerra Fría en el sur de Asia no fueron solamente
la URSS y los Estados Unidos, sino también la República Popular China. Las
intervenciones extrarregionales y las tres guerras entre la India (aliada de la
URSS en la Guerra Fría) y Pakistán (aliado de Estados Unidos), llevaron a
la militarización de los actores estatales y no estatales durante esa guerra.
El término de la Guerra Fría en 1989, no ha cambiado sustancialmente el
ambiente tan cargado de seguridad en el sur de Asia. Pero esto no sucede
sólo allí: durante los noventa muchos conflictos regionales (nacidos duran-
te la Guerra Fría y alimentados con las tensiones Oriente-Occidente) han
finalizado naturalmente, ya sea por mediación intraestatal o por intervención
de un grupo neutro, o se han intensificado. Por consiguiente, entre los ochen-
ta y los noventa, algunos conflictos han disminuido mientras que otros se
han intensificado. La escalada del conflicto se atribuye al resurgimiento de
la etnicidad, la religiosidad y al fácil acceso a armas en un mercado compe-
titivo, pero saturado. Los escenarios del conflicto posterior a la Guerra Fría son
casi todos intraestatales, con serias implicaciones interestatales (King, 1997). 1
Las amenazas que surgen después de la Guerra Fría rebasan los límites
territoriales del Estado-nación. El fenómeno de la globalización -aumento
en la porosidad de las fronteras, en la comunicación, movimientos rápidos
1
El autor enumera 47 conflictos, a los que define como guerras civiles, disputas internas no resueltas
y áreas de mayor intranquilidad. \

334 Estudios para la paz


desde una perspecll\a Qlobal
y migración de gente, flujo libre y mayor acceso a información, y traslado
de tecnología letal- ha añadido una nueva dimensión a la seguridad del
Estado-nación, obligando a los planificadores de la seguridad a repensar
local, nacional, regional y globalmente. la disminución de las tensiones
Este-Oeste, ha creado el espacio y la oportunidad para terminar o intensificar
los conflictos.

EL CONTEXTO SUDASIÁTICO

A fines del siglo xx, el sur de Asia se clasifica como una de las regiones geo-
gráficas más inseguras del mundo. El rasgo más abrumador de la región es
su vulnerabilidad al conflicto armado. 2 Es la región más cultural mente di-
versa así como la más densamente poblada, e incluye a la India, Pakistán,
Bután, Nepal, Bangladesh, Myanmar, * Sri lanka y las Maldivas. 3 Sólo la isla
de Sri Lanka y el archipiélago de Las Maldivas no comparten una frontera
común con la India, aunque Tamil Nadu y el archipiélago de Lakshadeep han
hecho contacto transoceánico frecuente. El ambiente geopolítico y estraté-
gico, la proximidad geográfica y los lazos étnicos y religiosos que rebasan
fronteras, provocan repercusiones en la India con respecto a la política ex-
terior de sus vecinos. 4
El sur de Asia es una región de 1,000 millones de personas, esto es, vive
la quinta parte de la población mundial. Se calcula que la población hindú
rebasará a la población china para el año 2025. Aunque la región tuvo la
tasa más baja de crecimiento económico entre 1965-1980, hoy es la que
crece más rápido. En 1995-1996, las compañías norteamericanas invirtieron
en la India más de lo que habían invertido desde 1947. El producto interno
bruto del sur de Asia crecía un 6.6 por ciento en 1997 y un 6.8 por ciento en
1998; la India al frente con un 7.0 por ciento Y Nepal atrás cayendo a un
4.5 y 5.0 por ciento respectivamente (ADB, 1997).
En términos de pobreza absoluta, la sufre el43 por ciento de la pobla-
ción del sur de Asia comparado con el 39.1 por ciento en África subsaharia-

r
llos estudios de los expertgs Wallenstein Gurr acerca ~e la vulnerabilidad de regiones geográficas
confirman que el sur de Asia y el Africa su~sahanana hoy expe~mentan un alto nivel de conflicto, y tienen
características peculiares que los hacen mas propensos al conflicto que otras regiones. ' ;
*N. de la T. Nombre oficial de Birmania. 1 ,.
1 ~1

1 El Tíbet, que es parte del sur de Asia, está bajo el ~ominio chino. IÍ
4 Por ejemplo, los punja bis viven al no~e d~ la lnd1a Yal sur d~ Pakistán, los bengalíes viven al este ' 1

de la India y al oeste de Bangladesh, los tam1les v1ven al sur de la lnd1a y al norte de Sri Lanka. 1 ,·
d

Rohan Gunaratna 335


Traslado llíclro de armas convencionales
¡:'
1:
,¡ '
1
'1

na, y el 23.5 por ciento en América Latina (idem}. 5 Aunque la región le lle-
va la delantera a· África en cuanto a educación, salud y nutrición, ahí habita
más de la mitad de los niños menores de cinco años, esto es, 92.4 millones
de los 175 millones de todo el mundo (quienes se encuentran malnutridos),
comparado con el 15 por ciento en África subsahariana (idem). Cerca del
77 por ciento de la població!' tiene acceso a servicios de salud, comparado
con el 56 por ciento en el Africa sub-sahariana. Como resulta?o, la espe-
ranza de vida en el sur de Asia es de 60 años y de 52 años en Africa subsa-
hariana; la mortalidad infantil es de 84 muertes por cada 1000 nacidos
vivos, comparado con 93 en África sub-sahariana.
La política de la Guerra Fría ha complicado la seguridad en el sur de
Asia. En la década de los cincuenta, la India era aliada de China y luchaba
por la admisión de ésta a la ONU, enfrentando la hostilidad de Estados
Unidos. Después de la guerra fronteriza con China en 1962, la alianza entre
los dos gigantes asiáticos se desmoronó. En los setenta, la India estableció
una cercana colaboración militar y tecnológica con la entonces URSS, y en
los ochenta, Pakistán desarrolló relaciones más cercanas con los Estados
Unidos. Después de 1977, Sri Lanka se retiró de la órbita de los no-alinea-
dos y estableció relaciones más estrechas con los Estados Unidos y Occi-
dente. En los noventa, Israel y Estados Unidos ayudaron a la India a ser el
contrapeso de la superpotencia emergente de China y del fundamentalismo
islámico en Occidente, en el centro y sudeste de Asia. Aunque Afganistán
es parte de Asia central, los sucesos en Afganistán y el Tibet, bajo la ocupa-
ción china, han tenido una influencia directa en el sur de Asia, porque limi-
tan con los países de esta zona. Para apoyar la semiencubierta campaña
multinacional antisoviética en Afganistán, sus estados vecinos -Pakistán e
Irán- han intentado restaurar alguna forma de normalidad con ayuda saudi
y norteamericana. El colapso de la antigua Unión Soviética ha proporciona-
do oportunidades, tanto a India como a Pakistán, de establecer relaciones
cercanas con Asia central soviética -Kazajastán, Tajikistán, Turkmenistán,
Uzbekistán y Kirigztán-; mientras que el Medio Oriente también está de-
sarrollando fuertes lazos económicos y políticos con esta región de mayoría
musulmana.
La India, a pesar de ser el estado más diverso en el mundo en términos
de idioma, religión y etnicidad, ha manejado sus tensiones étnicas y religio-
sas usando una variedad de medios constitucionales, políticos y militares.
s Para el pobre, el poder adquisitivo per cápita es menos\de un dólar.

336 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
Las preocupaciones por la seguridad en la India durante la Guerra Fría, pue-
den compararse con las de los Estados Unidos, como se enuncian en la doc-
trina Monroe de 1827 (donde se advierte a los vecinos que mantengan a :¡: .
los poderes externos fuera de sus estados) y el corolario Roosevelt de 1905

(donde se recuerda la obligación de intervenir si los vecinos pretenden ejer- ,11
cer influencia extra regional (Herring, 1968). Salvo en el caso de China, los 1/
intereses de seguridad de los vecinos de la India debieron ser complemen- !·¡:
tarios y no contradictorios con el planteamiento de Nueva Delhi. Por otro 1'
1
1
1

lado, la doctrina Monroe de la India (conocida como la doctrina lndira, por 1


: ·1·i
lndira Gandhi) justificó la desestabilización abierta y encubierta de sus 1 ¡·,·:!:
vecinos. ~: r~
Las confrontaciones más importantes en el sur de Asia se limitan a tres ~;
.,,

guerras en la frontera entre India y Pakistán. Dos guerras fueron por Cache- ; '¡: ·¡

mira, territorio de la ONU disputado entre la India y Pakistán, y una tercera


que culminó con la intervención de la India en el este de Pakistán, cuyo re-
sultado fue la creación de Bangladesh. La larga disputa sobre Cachemira, y
::r:
11_,. :'

el papel desempeñado por la India en la bifurcación de Pakistán, han traído 1 ,l 1.:¡


]1 :,

como consecuencia que los organismos de inteligencia de la India y Pakistán ¡¡, ,:1,
1' '
sostengan guerras de poder. Es probable que el logro de la capacidad nu- 1 1 '1
clear en los ochenta, haya impedido que la India y Pakistán se declararan la l.,,' '1 ,.

guerra por cuarta ocasión. 6 Sin embargo, se acercaron peligrosamente a :¡¡,·


una guerra en 1987, luego en 1990, y de nuevo en mayo de 1998; ésta últi-
11'
ma cuando la India probó su arsenal nuclear y Pakistán ejecutó pruebas en i.i 1
i

represalia [Binnendijk (ed.), 1997]. A pesar de algunos tropiezos, la India ha


surgido como el poder dominante en el sur de Asia y está buscando un lugar
permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. En el contexto asiático,
la India, entre poderes como Rusia y China, es un gigante que surge y aspi- ,.
1•
'

ra a ser superpotencia. Demostró su capacidad de proyectar poder en la


región cuando introdujo 100,000 integrantes de sus tropas en Sri Lanka
l.
para luchar contra una insurrección en 1987, y para reprimir un golpe de 1 1

estado en Las Maldivas en 1988. Hoy se encuentra a la vanguardia en tec- 1

nología militar, nuclear, de misiles y satelital en la región/

6(hina detonó su primer artefacto en 1964 y la India ~n 1974. Au~que Pakistán no lo haya hecho
hasta mayo de 1998 (como respue~ta a _las pruebas de la lnd1a), de~arr~llo su capacidad nuclear en 1984. 1

i
El padre del programa nuclear pak1stam, el doctor A.Q. Khan conf1rmo esto a la prensa internacional en
mayo de 1998. ., b ·
1 El último proyecto nuclear es la construce~on de un su manno nuclear en Vishakapatnam, un puerto
al este de la India. El nombre en código del proyecto es "Vehículo de Tecnología Avanzada" y fue confir-
mado por el ex Ministro de Energía Atómica M.R. Srinivasan. Associated Press, 8 de diciembre de 1994. :i l.
: 1

Rohan Gunaratna 337


Traslado llícilo de armas convencionales
11
1:
PAPEL DESEMPEÑADO POR LOS ACTORES

Muchos de los problemas de seguridad están interrelacionados y deben


examinarse colectivamente. Por ejemplo, las cuestiones del traslado ilícito
de armas y el tráfico de narcóticos, así como la nuclearización y las fronteras
territoriales -por lo menos en el caso de la India y Pakistán, la India y China-
están inextricablemente ligadas. Cuando estos problemas se abordan en
el espectro del conflicto sudasiático, deben tomarse en consideración tanto
los problemas interrelacionados como los imperativos problemas geo-
políticos y estratégicos. Los imperativos geopolíticos y estratégicos domi-
nantes que conforman la percepción de los asuntos de seguridad en el sur
de Asia, van desde el conflicto en Cachemira (hindúes y pakistaníes), el pa-
pel de la India como poder regional (casi todos los sudasiáticos), hasta el
surgimiento del fundamentalismo islámico (en especial, los no musulmanes
de la India). Por esta razón, los problemas de seguridad solamente pueden
ser entendidos si se les examina con la estructura geopolítica y estratégica
de los sudasiáticos. Este acercamiento se vuelve aún más relevante cuando
se analiza el problema del traslado ilícito de armas de actores estatales a
actores no estatales. Tanto los actores no estatales como los estatales han
contribuido a la inseguridad de la región al proporcionar armas a los grupos
disidentes de otros estados, percibidos como enemigos de su seguridad.
Los mecanismos existentes, ya sea para monitorear o regular el flujo de
armas dentro de la región no son funcionales, debido a las complejidades
intrarregionales de los dos vecinos más fuertes, es decir, la India y Pakistán.
Un estudio acerca de la proliferación, acumulación y uso de armas en el sur
de Asia estará incompleto si no se examina el papel del Estado en los trasla-
dos clandestinos de armas para actores no estatales.
El hecho de que los estados proporcionen armas a los grupos disiden-
tes de los estados vecinos, con objeto de adelantarse a las metas de políti-
ca exterior -particularmente cuando la diplomacia fracasa- no es privativo
del sur de Asia. Dicha acción, definida de manera general como una guerra
secreta que se pelea "en el umbral de una guerra a gran escala, o una inter-
vención abierta", también se le conoce como "guerra especial, no conven-
cional o política" (McCiintock, 199~). Aunque los detalles operativos son
totalmente secretos, algunos gobiernos la han legalizado e institucionaliza-
do. Por ejemplo, el Acta de Reforma de la Defensa Goldwater-Nichols de
1986 y la legislación norteamericana subsecuente permite delicadas misio-
nes no ortodoxas como el último recurso cuando la diplomacia fracasa y se

338 Estudios para la paz


desde una perspectiva ~lobal
presentan peligros políticos. 8 Hoy el gobierno de Estados Un.idos cuenta
con un general de cuatro estrellas del ejército, responsable de ese bajo perfil
y de misiones de alto riesgo, que informa directamente a la joint Chiefs of
Staff, con acceso directo al Presidente (Vandenbroucke, 1993).9 Aunque se
conocen muchas operaciones de fuerza de los Estados Unidos y la URSS en
la Guerra Fría, no se sabe virtualmente nada de las instituciones del Tercer
Mundo que toman parte en guerras secretas. La excepción es la semien-
cubierta campaña afgana multinacional antisoviética dirigida por los lnter-
servicios de Inteligencia Pakistaní (ls1, por sus siglas en inglés) y la Agencia
Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) durante los ochenta. Los ser-
vicios de inteligencia hindúes y pakistaníes poseen mecanismos institucio-
nalizados para conducir una guerra secreta durante tiempos de paz. El Sec-
tor de Investigación y Análisis (Raw, por sus siglas en inglés), principal
organismo de inteligencia hindú, se encarga de recopilar información clasi-
ficada extranjera y llevar a cabo operaciones de ultramar, y su contraparte
rival, eiJSJ, proporciona armas a grupos disidentes para adelantarse a los obje-
tivos de política exterior del país rival (Asoka, 1981; Kashmeri y Me Andrew,
1989; Gunaratna, 1993; Hazarika, 1994).
India proporcionó armas a los militantes khampa, el movimiento pak-
tunistán, a jaye-Sindh, a la organización Al Zulficar, a Mukti Bahini, MQM, a
los militantes tamiles de Sri Lanka (LTIE, PLOTE, TELO, EROS, TELA, ENDLF y EPRLF)
y a Shanti Bahini. Pakistán a su vez armó a ULFA, NSCN, LTIE, y a los militantes
sij y cashmiri. Bangladesh armó a Mizo y TNV, aunque no hay una eviden-
cia clara del apoyo del Estado. ULFA buscó refugio en Bangladesh y en Bután,
y el GNLF en Nepal, aunque tampoco se sabe a ciencia cierta si el Estado
otorgó apoyo. Los actores estatales proporcionaron armas a los actores
nacionales no estatales contra sus rivales, o pasaron por alto la militariza-
ción de algunos actores no estatales por conveniencia política. Sri Lanka
armó al LTIE, EPDP, PLOTE y TELO. La India proveyó armas al grupo Bhindran-
wala y al movimiento Bodoland; ignoró inicialmente la militarización del
NSCN y del GNLA. Pero, los actores estatales perdieron control sobre muchos
aAigunos servicios de espionaje tienen sus propias fuer~as paramil!t~res, mientras que otros depen-
den de unidades no identificadas de las fuerzas armadas espeCiales, especrfrcamente entrenadas para traba·
jar en estas misiones "delicadas no ortodoxas" con la comuni~ad de espionaje.
9Vandenbroucke discute los sucesos que forzaron al gobremo de los Estados Unidos a considerar seria-
mente la necesidad y la subsecuente institu~ionalizac~ón de operaciones encubiertas. Otro autor, Forsythe,
examina la acción encubierta de Estados Unrdos en lran (1953), Guatemala (1954), Indonesia (1955}, Brasil
'·. :·¡
1 '

(década de 1960}, Chile (1973}, Nicaragua (década de 1980), y cuestiona que las democracias se ataquen
con violentas acciones encubiertas. :i !

Rohan Gunaratna 339


Traslado ilícito de armas convencionales 1 '

i'
11
1,¡ •'
de los actores no estatales: India, sobre el grupo Bhindranwala (asesinato de
lndira Gandhi e insurrección), sobre eiLTTE (asesinato de Rajiv Gandhi y sub-
versión) y sobre el PLOTE (golpe de estado en las Maldivas). Sri-Lanka, sobre
el LTTE (asesinato de Premadasa e insurrección). El suministro de armas de un
actor estatal a uno no estatal rindió beneficios políticos a corto plazo y ga-
nancias en seguridad táctica, pero puso en peligro los objetivos nacionales
y de seguridad estratégica a largo plazo.
:. :J Los actores no estatales desarrollan vínculos ideológicos, tecnológi-
cos y financieros con otros actores no estatales, intentando desestabilizar a
los estatales. En la India, los militantes assameses, tripuras, nagas, mizos, kukis,
sijs, tamiles, cashmiris y otros naxalitas, se coordinan y comparten la dota-
ción y el entrenamiento de armas ilícitas. Los grupos militantes tamiles de
Sri Lanka se coordinaron entre ellos antes de 1986. Con apoyo de estados
extranjeros, muchos actores subestatales ascendieron al status de actores
transestatales y establecieron vínculos extraterritoriales y extrarregionales.
EILTTE transfiere armas y establece acuerdos de entrenamiento con actores
1,
no estatales: grupos secesionistas sijs, cashmiris, ULFA, tamiles Nadu, Grupo
1'
'1 de Pueblos en Guerra, y otros grupos naxalitas. 10 Al igual que los actores es-
,r
tatales, los no estatales también colaboran, contribuyendo a la inseguridad
incluso más allá de sus áreas territoriales y de operación. La globalización
fortaleció las oportunidades de que los actores estatales desarrollaran habi-
lidad y capacidad en este aspecto. En gran parte, y con apoyo de la diáspora,
algunos militantes del sur de Asia permearon con éxito a los estados com-
';!
i prometidos con la democracia liberal, instalando oficinas encubiertas, células
operacionales o testaferros en más de 40 estados de Asia, África, Europa y
,l.
·
Norteamérica para hacer propaganda, recaudar fondos, obtener y embarcar 1

' '
armas. Los actores transestatales establecieron alianzas con actores extran- • !

jeros no estatales comprometiendo la seguridad de ambos países (el país


de origen y el país huésped). PLOTE desarrolló alianzas con disidentes maldi-
vios y con traficantes de armas norcoreanos, y LTIE opera con la mafia en
Sicilia, con ANC en Sudáfrica y grupos islámicos establecidos en Sudán. La
presencia de LTIE en París propició asesinatos, y la de los militantes sijs en
Vancouver, bombazos en aviones. En su mayoría, los actores transestatales
concertaron relaciones simbióticas con otros actores no estatales, ya sea
10
. El_ LITE ayudó a ULFA a establecer sei~ c_ampos de entrenamiento en Tamil Nadu. Ambos grupos
t~tercambtaron personal; .esto fue declarado publ~camente en el Parlamento por el entonces Ministro dellnte·
nor Subodhkant Sahay, Citado por R. Bhagwan Stngh y Mukund Padmanabhan en el diario Sunda~ de Nue·
va Delhi, en febrero de 1991 . ' '

340 Estudios para la paz


desde una perspediva global
terroristas o grupos criminales organizados. Los actores transestatales pos-
modernos reciben fondos en una zona, obtienen armas en otra y luchan en
una tercera.
Las operaciones clave de guerra secreta, donde los estados sudasiáti-
cos proporcionan armas a grupos disidentes de regímenes o estados ene-
migos, son:

Tíbet
La guerra especial comenzó con una operación encubierta conjunta indo-
norteamericana para desestabilizar la ocupación china del Tibet, apoyando
la rebelión khampa. Los entrenadores de la CIA proporcionaron el conoci-
miento y las instalaciones a un grupo básico de oficiales de la Oficina de
Inteligencia Hindú (ls, por sus siglas en inglés) para entrenar a los naciona-
listas tibetanos khampa anti-chinos (IDR Team, 1988, enero y julio).11 Los
rebeldes, armados y entrenados, fueron infiltrados en el Tíbet por tierra y
aire, y muchos fueron capturados por los chinos. La instalación "Estableci-
miento 22" en Chakrata, al norte de Dehra Dun (principal academia mili-
tar de la India para entrenamiento del personal de servicio), proporcionó la
mayor parte del entrenamiento, mientras que otros fueron entrenados en
las montañas de Colorado, donde el terreno es similar al del Tíbet. Las
agencias chinas de seguridad e inteligencia respondieron directa e indirec-
tamente apoyando a militantes en el noreste de la India. Se proporcionó
apoyo indirecto a través del ahora difunto Partido Comunista de Burma.

Pakistán Oriental
La "Operación Bangladesh", bifurcación de Pakistán este y oeste, produjo la
creación de Bangladesh en 1971; fue planeada por el jefe de la RAW, R. N. Kao
y por el Mariscal de Campo Sam ManekshaW. 12 El componente de inteli-
gencia, responsabilidad de la RAW, entrañó el entrenamiento y abastecí-
11 10R Team (1988), "lnsurgency in China", ~in~u _Defense Review,, enero. "Studies in low lntensity
Conflict: The Tibetan Rebe!lion", Hindu Defense Revrew,_ ¡uho. Estos dos artrculos sobre el Tíbet no se refieren
a las operaciones indo-norteamericanas contra los chmos. Empero, h~y tres publicaciones que revelan el
papel encubierto de la India (Peissel, 1951; Patterson, 1960; Marchett1, 1989).
120espués de la "Operación Bangl~d~sh", la RAW instrument~ la organización para operar dentro y
fuera de sus fronteras. Bajo el dirigente max1mo de la RAW, h_a~ un Drrector General de Seguridad (oGs) res-
ponsable de tres suborganizaciones, de las cual~s dos part~ctpan. en la guerra secreta. la Fuerza Especial
Fronteriza {SFF, por sus siglas en inglés) se orgamza Yse ub1~a. ba¡~ las órdenes de un general del ejército
retirado y está integrada por elementos sacados de los serv1c1os; Incluye unidades de paracaidismo y de

'1 ,:'

Rohan Gunaratna 341


Traslado Ilícito de armas comenclonales
miento de armas a los nacionalistas bengalíes, los Mukti Bahini, que pro-
vocaron agitación para conseguir la independencia de Pakistán Oriental.
Cuando la insurrección alcanzó su máxima expresión, las fuerzas armadas
marcharon hacia Pakistán Oriental 13 y éste vengó su pérdida apoyando a
algunos de los militantes en el noreste y norte de la India. El programa
nuclear pakistaní fue consecuencia directa de la imposibilidad de este país
de competir con la India en una guerra convencional.

Bangladesh
En 1974, cuando un régimen desfavorable a la India llegó al poder en Ban-
gladesh, la RAW entrenó, armó y financió a los rebeldes chakma en la región
de la colina Chittagong, y manipuló la insurrección hasta que Bangladesh
se ajustó a los intereses de la India: ésta retiro su apoyo a los chakma en
1990.14 También se le ha acusado a Bangladesh de ayudar y encubrir al Mizo
y a los voluntarios nacionales tribales de Tripura. Los distritos Sylhet y Kha-
grachari de Bangladesh se han convertido en refugio seguro para los sece-
sionistas del Frente Unido de Liberación de Asom (ULFA, por sus siglas en
inglés) (Kathpalia, 1987, p. 49). En una conferencia que se celebró del 8 al
12 abril en la frontera, oficiales hindúes y bangladeshíes acordaron "no dar
refugio" a los militantes que operan a través de su frontera común.1 5 Este
acuerdo se hizo después de una visita del ex premier hindú, H. D. Deve
Gowda a Dhaka a principios de 1997.

comando, y es una organización paramilitar como la Fuerza de Seguridad Fronteriza. La SFF posee un equipo
especial de comunicación y tiene su propia flota de transporte, que incluye aviones. Esta fuerza funciona
directamente bajo las órdenes de los premieres, y conducen operaciones encubiertas de combate. La SFF lleva
a cabo misiones transfronterizas especializadas, que implican sabotaje y subversión; el personal de este
organismo también se localiza cla~destinamen,te en al~unas embajadas, y proporciona equipos de entre·
namiento para movimientos guernlleros en pa1ses eleg1dos. la Oficina de Servicios Especiales (SSB, por sus
siglas en inglés) organiza grupos y pueblos disidentes a lo largo de la frontera para iniciar movimientos de
resistencia contra un enemigo. El personal de la sss es entrenado en el manejo de explosivos, y para realizar
operaciones antiguerrilla; estuvo dirigido principalmente contra la subversión china a lo largo de la frontera
sino-hindú. Ya que recientemente ha expandido sus actividades en Cachemira, la sss crea básicamente
movimientos de resistencia en favor de la India en tiempos de guerra, y apoya la seguridad interna durante la
paz. En el espectro clandestino, la SFF es la espada y la SBB el escudo (conversaciones con oficiales de inte·
ligencia, 1994-1995).
13
Después de la creación de Bangladesh, la India no concentró por más tiempo sus fuerzas de seguri-
dad a lo largo de la frontera del antiguo este de Pakistán. Con Pakistán dividido, la India no tiene rival com-
parable que compita en la región.
14
Krishnan Srinivasan, alto comisionado hindú para Baogladesh (1982-1992), Secretario de Rela-
ciones Exteriores (1994-1995). Srinivasan, comunicación personal, Reino Unido, marzo de 1997.
1
5Dhaka, Reuters, publicado en el Daily News, Colombo, abril17 de 1997.

342 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
Sri Lanka
Los grupos tamiles de Sri Lanka -los Tigres Liberadores de Tamil Eelam (LTTE,
por sus siglas en inglés), la Organización de la Liberación de los Pueblos de
Tamil Eelam (PlOTE, por sus siglas en inglés), la Organización para la Libera-
ción de Tamil Eelam (TELO, por sus siglas en inglés), los Organizadores Revo-
lucionarios Eelam (EROS, por sus siglas en inglés), el Frente Revolucionario
de Liberación de los Pueblos Eelam (EPRLF, por sus siglas en inglés), el Frente
Democrático Nacional Eelam (ENDLF, por sus siglas en inglés) y el Ejército
Tamil Eelam (TEA por sus siglas en inglés)- fueron financiados, entrenados y
armados por la RAW de 1983 a 1987, para presionar a Colombo que se
había salido de la órbita de los no alineados. Nueva Delhi también tuvo que
complacer al estado Tamil Nadu porque el Partido del Congreso estuvo mal
dirigido en las elecciones del sur, y se volvió dependiente de la buena vo-
luntad de los tamiles, simpatizantes de los tamiles de Sri Lanka. Después de
que la iniciativa de paz de la lndia-Sri Lanka en julio de 1987 fracasó, Nue-
va Delhi declaró la guerra a los LTTE. Cuando el IPKF resistió la retirada, el
nuevo gobierno de Sri Lanka proporcionó armas a los LTTE para combatir al
IPKF y a sus fuerzas ejecutoras, la Fuerza Voluntaria de Ciudadanos (CVF, por
sus siglas en inglés) y el Ejército Nacional Tamil (TNA, por sus siglas en
inglés). En mayo de 1991, los LTTE asesinaron a Rajiv Gandhi, el arquitecto
de la iniciativa de paz.

Las Maldivas

Los militantes PLOTE, armados y entrenados por la RAW de 1983 a 1987, pe-
netraron la principal corriente democrática en Sri Lanka con la imposición
del Acuerdo de Paz Hindo-Lanka. Sin embargo, un año después, en 1988,
la PLOTE proporcionó ayuda militar a un grupo de disidentes maldivios en
un esfuerzo por derrocar al gobierno dirigido por el presidente Maumoon
Abdul Gayoom. Cuando fue confrontado por el entonces alto comisionado
hindú J. N. Dixit, el líder PLOTE establecido en Colombo, Urna Maheswaran,
rehusó retirar a sus militantes. La India intervino tomando en custodia a los
militantes PLOTE y a los disidentes. El Servicio Nacional de Seguridad (Nss,
por sus siglas en inglés), y la fuerza de seguridad maldivia, incrementaron
su fuerza después de la intervención.
11 '
1 :'
1' 1
' 1

Rohan Gunaratna 343


Traslado ilícito de armas convencionales
1'
Pakistán
Las tendencias regionalistas y separatistas han sido hábilmente explotadas
1 i, por la RAW fomentando las cuestiones de: Sindudesh; Azad Balochistan;
Azad Kashmir; Áreas del Norte; Saraiki Suba y Pakhtunistán. 16 Los organismos
1 1 hindúes proporcionaron el financiamiento, tanto para obtener armas como
para la dotación de "dinero peligroso", al movimiento Mohajir Quami (MQM,
por sus siglas en inglés) en Sind, cuyo objetivo era controlar el nivel de vio-
lencia en Karachi. 17 El índice de criminalidad en Sind ha aumentado de 1993
a 1997. Muchos de los grupos disidentes pakistaníes tienen acceso a las
armas que se usaron en la campaña afgana. Más de un millón de rifles kalas-
hnikov, granadas, cohetes, morteros y misiles ligeros fueron proporciona-
dos por organismos de Occidente y Oriente en apoyo a la campaña afgana. 18
Las armas capturadas a los militares soviéticos (1979-1989) y las imitaciones

de armas manufacturadas localmente, también se utilizan dentro de Pakistán
y en otras partes, especialmente en el norte de la India y en Sri Lanka. 19

India

El apoyo de los tst a los grupos del norte y noreste está excepcionalmente
bien documentado (Smith, 1993). Desde los ochenta, los 151 han suminis-
trado activamente armas a los militantes sij y cashmiri. Se afirma que junto
con Sri Lanka, la insurrección en Cachemira es el conflicto más sangriento en
·la región Asia-Pacífico. El apoyo diplomático y político de Pakistán a los
cashmiri también está bien documentado. Se especula que los 1s1 también
apoyaron a los LTTE a impulsar operaciones en la India, tanto durante el epi-
sodio del IPKF como inmediatamente después, cuando se perpetró el ase-
sinato de Gandhi. El servicio de inteligencia de la RAW revela que los militan-

16
Jamsheed Burki, Secretario del Interior del Gobierno de Pakistán, Conversación, lslamabad, noviem-
bre de 1993.
17
El dinero peligroso es la garantía de una agencia operativa para los dependientes de la persona que
toma. el riesgo en un ~uceso y ~esulte incapacitada. L_os nexos del MQM·RAW fueron confirmados por las re-
velaciones de un confidente ub1cado en Londres, el hder del MQM, Altaf Hussain, a un organismo de inteli-
gencia externa.
18
Los especialistas occidentales de armas las configuraron específicamente para la campaña afgana.
Brigadier Jamsheed, Servicios de Inteligencia Internos, Pakistán, junio de 1995.
19
No hay región en el mundo donde exista una industria para la manufactura de armas domésticas
tan abundante como los centros de producción caseros en la provincia al noroeste de la frontera de Pa-
~ist~n. En 1995, los pashtunes casi reprodujeron un stinger. Fuen~e Militar, Ministro de Defensa, lslamabad,
JUniO de 1995. ·.

344 Estudios para la paz


desde una perspectl\a lllobal
'1'.1
tes anti-hindúes han buscado refugio en Pakistán, Azad Kashmir, Bangladesh
(ULFA) y Bután (ULFA). 20 .

La prioridad otorgada a la resolución política por encima de las consi-


deraciones de seguridad, llevaron a los regímenes de la India, Pakistán y Sri
lanka a proporcionar armas, financiamiento o aun entrenamiento a grupos
militantes, o a cerrar los ojos ante las actividades militares de algunos gru-
pos domésticos. En la India, las relaciones Centro-Estado se vuelven difíciles
si el partido político del Estado es diferente al partido del Centro. Para obte-
ner ventaja política en un estado hindú, los líderes del Centro han empleado
a las agencias centrales -la RAW, Oficina de Inteligencia Hindú, y la Oficina
Central de Investigaciones (cBJ, por sus siglas en inglés)- para intervenir en
los asuntos de un estado hindú. 21 los líderes pakistaníes se han servido de los
JSJ y su contraparte doméstica -la JB- en acciones similares que no se dan a
conocer. Asimismo, los líderes de Sri lanka usan sus aparatos de seguridad
nacional para proporcionar financiamiento y armas a grupos militantes.
Aunque Bután,· Nepal y Las Maldivas no han suministrado armas a actores
no estatales, algunos estados pueden cerrar los ojos ante su presencia. Para
oponerse a la influencia rival nacional o extranjera, la aporte de un estado
de armas y financiamiento a grupos políticos y militantes de su propio esta-
do, han tenido éxitos y fracasos parciales.

Khalistán

A principios de los ochenta y a instancias del partido en el Congreso, la Ter-


cera Agencia, un grupo básico de la RAW, apoyó a Sant jarnail Singh Bhin-
dranwala para oponerse a Akali Dal. Con las armas y el financiamiento de
la RAW, Akali Dal, el partido sij más fuerte, fue confrontado por Bhindranwala,
quien se convirtió en una figura poderosa en la política punjabi a mediados
de 1981. Cuando el dueño del periódico Lal Jagat Narain fue asesinado, la

20 En enero de 1996, las tropas hindúes cruzaron al reino himalayo de Bután, y atacaron un campo
del ULFA que sostenía una insurrecci?n ?esde 1~79 .. El ULFA dirigido ~~r su jefe Arabindra Rajkhowa, tiene
por lo menos cuatro campos en terntono butanes, s1tuad?s a pocos k1lometros de la frontera este de Bután !· ,'1

en el distrito Samdrup Jongkhar, opuesto al parque naCional de Assam Manas. India, jane's World Armie,
octubre de 1996.
21 Una técnica de la RAW para controlar la insurrección dentro de las fronteras del estado hindú ha
sido infiltrar sus principales grupos y dividirlos, promoviendo conflic~os entre ellos. la estrategia operativa 1
ha tenido éxito algunas veces pero ha fallado en ot~as. Otra estrateg1a de la RAW es avivar la insurrección y
legitimar la intervención de tropas, directame.nte ba¡o el control de Nueva Delhi. los oponentes a las inter-
venciones de la RAW han descrito esta estrateg1a como prenderle fuego a un bosque para controlar la propa- ·1 1

gación de otro fuego. 1

.1

i '
Rohan Gunaratna 345
Traslado ilícito de armas conven(lonales
orden dada por el Primer Ministro de arrestar a Bhindranwala, fue revoca-
da por el Ministro del Interior del Congreso de Nueva Delhi. Bhindranwala
comentó, "el gobierno ha hecho más por mi en una semana que lo que yo
habría logrado en años" (Tully y )acob, 1985, p. 71 ). 22 Con su ascenso al
poder, Bhindranwala -máximo exponente de Khalistán, un estado punjabi
independiente, y comandante del movimiento separatista más poderoso-
cesó de escuchar a sus patrocinadores. Como respuesta a la escalada de
violencia, el ejército hindú inició la Operación Estrella Azul, causando más
de 1000 decesos, lo que incluyó a 400 peregrinos, a Bhindranwala y a su
asesor militar, el general Shahbeg Singh, en el Templo Dorado. Para ven-
gar al mártir Bhindranwala, los militantes sij asesinaron a lndira Gandhi en
1984.

Nagaland
El concepto de un Nagaland majestuoso está surgiendo fir-memente, aun-
que Nueva Delhi le otorgue o no, una mayor autonomía a los nagas. Inicial-
mente, la inteligencia controlada por el Centro y las agencias de seguridad
cerraron los ojos ante la militancia naga, ya que los políticos del gobierno
¡.1 del estado no colaboraron con el gobierno central de Nueva Delhi. Cuando
L el Consejo Nacional Socialista de Nagaland (NSCN, por sus siglas en inglés)
1 1
i se unió al Frente Unido de Liberación de Asom (ULFA) para perpetrar una serie
de audaces robos bancarios, la RAW fue forzada a la acción; ésta recibió
información de que la unión NSCN-ULFA había desarrollado relaciones con el
Ejército Independiente Kachin (KIA, por sus siglas en inglés), controlando la
parte norte de Myanmar. La RAW advirtió a la KIA que "si continuaba respal-
dando al ULFA y a los nagas, el gobierno (hindú) expulsaría a los miles de
refugiados (burmeses pro democracia) en Manipur (India) y de otras partes
del país. Yya que los políticos de los principales grupos de Myanmar tam-
bién se habían refugiado en Kachinland, predominaría este consejo"(Haza-
rika, 1994, p. 179). Tanto el NSCN como el ULFA aportan armas obtenidas en
los mercados tailandeses y camboyanos.23

22
Mark Tully y Satish Jacob (1985), Amritsar: Mrs. Candhis Last Battle, Londres, Johanathan Cape
p. 71.
la i!l.t~ligencia ~indú co~firma los ~a tos o~tenidos por e~ ULFA en el mercado negro tailandés, basa-
23

do en el anahsrs del equrpo confrscado. lndra, Jane s World Armies, octubre de 1996.

346 [stud!os para la paz


desde una perspectiva Qlobal

\
'
11
Bodoland

La RAW suministraba armas, explosivos, financiamiento y entrenamiento a los


militantes bodo, cuando sobrevino el deterioro de ias relaciones entre el
Partido del Congreso y Asom Gana Parishad (AGP). El apoyo armado de la
situación en Bodoland está bastante documentado:
Como resultado se incrementó la militancia: se volaron puentes y
durante días se descarrilaron trenes, se elevaron los precios de los bienes
básicos, las mercancías escasearon y los ataques a la policía, así como a fun-
cionarios assameses y gubernamentales se incrementaron. Al paso de los
meses, en el año 1987, los ataques se volvieron más precisos, la violencia y
las estrategias mejor organizadas. En este tiempo circularon rumores sobre
el papel de la Oficina de Investigación y Análisis (RAw). El AGP denunció al
gobierno del Congreso de Rajiv Gandhi, en el Centro, acusándolo de tratar
de desestabilizar al gobierno del partido opositor. Mahanta sostuvo confe-
rencias de prensa poniendo en evidencia a la RAW y declarando que abarca-
ba el entrenamiento en armas y explosivos. El gobierno central, fiel a la for-
ma, lo negó. Pero es indudable que la RAW intervino en la organización de
los bodas, logrando una oposición formidable al AGP (ibídem, p. 156).

Gorkhaland

Al oeste de Bengala, las agencias controladas por el Centro patrocinaron al


Frente Gorkja de Liberación Nacional (GNLF, por sus siglas en inglés), supre-
mo Subash Ghisingh, para presionar al gobierno de frente-izquierda del
estado. Aunque se ha informado del apoyo de Nepal al GNLF no hay confir-
mación del apoyo oficial (Véase "The Threat. .. ", 1988).
Cachemira

La RAW fundó el Frente Nacional Jammu y Kashmir (JKNF, por sus siglas en
inglés) para neutra,l,izar la popularidad de los militantes cashmiris.24 La ope-
ración Chankya en 1991 estaba dirigida a socavar la oposición monolítica
cashmiri, creando escisiones entre las filas militantes por agentes del Estado
disfrazados.2s El JKNF prosiguió con una racha de asesinatos indiscriminados,

24 Entrevista con los representantes de lslamabad de los movimientos militantes en Cachemira.


Rawalpindi, mayo de 1994.
2s lndian Weekly (1993), Current, 26 de junio al 2 de julio.

347
Rohan Gunaralna
Traslado ilícilo de armas convencionales
.. n -,

atacando a civiles y militantes. Para crear "mala sangre" entre los grupos, los
agentes del Estado secuestraron a prominentes líderes cashmiri musulman~s
y difundieron el rumor de que habían sido capturados por el Frente de LI-
beración jammu y Cashmiri. 26 El fracaso de esta estrategia y el mal uso del
armamento provocó la unidad de los militantes.
'1
1
Dravidastán
(;
Aunque la campaña en pro de la secesión ha alcanzado un nivel alto en
Cachemira, el primer estado hindú que demandó el separatismo fue Tamil
Nadu. En 1963, en respuesta a la vociferante campaña por un Dravidastán
separado, el Primer Ministro Nehru introdujo la Décimosexta Enmienda a la
Constitución, obligando a hacer el siguiente juramento a quienes aspiran a
i un cargo público "defenderé la soberanía y la integridad de la India" (Véase
) Gunaratna, 1994, p. IX). Afin de operar en Tamil Nadu, los LTIE han estable-
cido lazos con 22 militantes hindúes tamiles y con partidos políticos que ¡
luchaban por un estado Tamil Nadu independiente (Véase Gunaratna, 1994,
p. 148).27 Aunque la base de apoyo de estos partidos es pequeña (sólo 3
millones en Tamil Nadu con una población de 60 millones) los LTIE están
adoctrinando e impartiendo entrenamiento a los activistas de estos par-
tidos. Ellos han entrenado y armado cerca de 1000 cuadros de la Fuerza de
Recuperación Nacional Tamil (TNRF, por sus siglas en inglés) en Sri Lanka y
en Twante, en una base de los LITE en Myanmar. Otra fuerza, el Ejército de
Liberación del Pueblo Tamil Nadu (TNPL, por sus siglas en inglés), ha centra-
do sus golpes sobre símbolos del nacionalismo pan-hindú, y perpetró una
serie de ataques en 1996. 28 Los LITE se están capacitando para fracturar a
Tamil Nadu a través de estos grupos, y también al norte y noreste de la India,
a través de sus lazos con el ULFA, el NSCN, los cashmiri y otros militantes.
6
2 Entrevista con el líder del JKLF Amanullah Khan, Rawalpindi, mayo de 1994.
27
EI autor enlista a los grupos separatistas hindúes en Tamil Nadu. Más adelante, los movimientos
naxalitas en Uttar Pradesh, Orissa, Madhya Pradesh y Andhara Pradesh han establecido lazos con los naga,
los bodo, el ULFA y otros movimientos. los últimos tres movimientos y, al menos los naxalitas en Andhara y
Orissa, se han vinculado con militantes extranjeros. Por ejemplo: l. Cuando los líderes prohindúes del EPRLF
y~~~ ENDLF lle~ar?.n a Orissa, ~os me c~ntrataron a los naxalitas de ese estado para asesinarlos.La RAW descu-
brro la. consp1rac1on y reforzo l.a segundad. 2. Nagarasa, un militante tamil de Sri Lanka y un colega, están
cumpliendo sentencia carcelana en Andhara Pradesh desde 1993, por vender más de 100 armas automáti-
cas a los naxalitas. la venta se realizó por razones comerciales, no ideológicas.
la TNPL .dañó ~a Escue.la A?ventista del Séptimo Día en Vepery, estalló una bomba en un autobús
28

del convento, e mtento destruir la 1magen de Nehru en Madras. La TNPL también atacó establecimientos del
gobierno central, como la estació.n tra.nsmisora. TV y las ~staciones del ferrocarril en Madras. El partido
?e
del Congreso que apoyaba el nac1onahsmo pohtlco pantam1l fue el blanco favorito de la TNPL.

348
Estudios para la paz
1
1
desde una perspedlva global
i
(
\
Kukiland
Cuando los militantes del NSCN atacaron a los miembros de las tribus kuki 1

éstos pidieron apoyo a los LITE, que no respondieron, ya que habían de-
sarrollado relaciones estrechas con muchos de los líderes del NSCN, así como
con algunos militantes en Myanmar cercanos al NSCN. La RAW comenzó a
patrocinar a la tribu kuki para debilitar al rival NSCN. 29

COLABORACIÓN REGIONAL

Es importante examinar los mecanismos y la posibilidad de colaboración


entre los estados del sur de Asia para regular el traslado ilícito de armas por
parte de actores no estatales. La Asociación Sudasiática de Colaboración
Regional (SAARC, por sus siglas en inglés) cuenta con la estructura para la
colaboración regional. El párrafo 2 del Artículo VIII del acuerdo sobre terro-
rismo de la SAARC, ratificada en 1987, declara:
Los Estados comprometidos deberán colaborar entre sí hasta el límite
permitido por sus legislaciones nacionales, mediante consultas entre organis-
mos ad hoc, intercambio de información, servicios de inteligencia, experien-
cia y otras medidas de colaboración que puedan considerarse adecuadas, con
la intención de impedir las actividades terroristas a través de medidas pre-
ventivas.
Los "mecanismos existentes posibles" de colaboración regional para re-
gular y controlar el traslado ilícito de armas serían los establecidos en el
Acuerdo sobre Supresión del Terrorismo de la SAARC, así como el Acuerdo de
la sAARC sobre Narcóticos. 30 El mecanismo del Acuerdo sobre Terrorismo de la
SAARC es la reunión anual de los funcionarios de coordinación designados en
el Acuerdo SAARC. Cita:
Durante el curso de la reunión, algunos delegados expresaron una pro-
funda preocupación por el número cada vez mayor de incidentes respecto
al tráfico de armas ilícitas. Hay contrabando de armamento mortífero y refi-
nado hacia la región, lo que representa una seria amenaza para la paz. Se
29 Los funcionarios de la Inteligencia Nacional de Seguridad y de las Fuerzas de Inteligencia, las agen-
cias civiles y militares de Banglades~, a.firman que la verdadera intención de la agencia hindú era que se
aniquilaran entre ellos. Bangladesh, ¡umo de 199~. . .
lO Doctor Rohan A. Perera, Asesor Legal, Mm1steno de Asuntos Exteriores, Colombo, abril de 1997.

Comunicación personal.

Rohan Gunaratna 349


Traslado ilícito de armas convencionales
decidió que debe haber mayor colaboración entre las organizaciones de
seguridad de los países de la SMRC, con objeto de ejercer un control efectivo
sobre el tráfico de armas, y los estados miembros deben asumir todas las
acciones necesarias para detener este flujo. La reunión destacó que ya que
el tráfico de armas, el terrorismo y el sabotaje han alcanzado grandes pro-
porciones, deben existir cursos avanzados de entrenamiento para el perso-
nal comprometido en el contra-terrorismo. En este contexto, la propuesta
del gobierno de la India de utilizar sus instalaciones e instituciones fue
aceptada con agradecimiento, y se acordó que la acción de seguimiento
posterior, ya sea bilateral o mediante el secretariado de la SMRC, pueda asu-
1

'j
mirse con prontitud. 31
ii Las "restricciones políticas" que han continuado corrompiendo la co-
'1 laboración sobre seguridad de la SAARC, han impedido un progreso .tangible
,ll en la región (Perera, op. cit.). Existe un mecanismo similar en el Acuerdo
sobre Narcóticos de la SAARC, y Sri Lanka es sede del Despacho para el Se-

1' guimiento de los Ataques Terroristas, así como del Despacho para el Segui-
l' '¡ miento de los Narcóticos, ambos de la SMRc. Se espera que Colombo cree
'
: i' una base de datos sobre ofensas, estrategias y métodos terroristas en la
región. Cita: "debido a factores políticos se ha inhibido el flujo regular de i1

información" (ídem) y un experto de la SAARC, declara: "Dadas las limita- ;


cienes de la sAAc, el prospecto de regionalismo en Asia del Sur y los acuer-
dos bilaterales, si éstos se dan, serán más efectivos que los regionales, por lo
menos en el futuro previsible". 32
La SMRC como punto focal de colaboración para disminuir el traslado
ilícito de armas en el sur de Asia, refleja tanto el conflicto como el progreso en
problemas de seguridad militar. En contexto: aunque puedan empezar a
hablar sobre áreas "contenciosas", o firmar documentos de acuerdos sobre
la supresión del terrorismo y el tráfico de drogas -los cuales, si acaso, están
acumulando polvo en los ministerios- todo permanecerá a nivel retórico
(ídem).
los acuerdos regionales que existen en el sur de Asia para reducir y ter-
minar el terrorismo son totalmente inadecuados. El terrorismo ha cobrado
las vidas de muchos miles de personas y de líderes, y ha destruido la riqueza
de la región. El terrorismo transformado en fenómeno transestatal sólo puede
ser reglamentado con arreglos y acuerdos transestatales. la región logrará
Resumen del Informe 199.5 de la reunión de fu~cionari~ de coordinación de la SAARC.
31
32
Doctor lftekhar laman, Drrector del Centro Regronal para Estudios Estratégicos Colombo abril de
1997. Comunicación personal. ' '

350 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
avances si los obstáculos principales a la colaboración regional de seguridad
-la disputa entre la India y Pakistán sobre Cachemira- pueden eliminarse.
Histórica y culturalmente, los conflictos tan arraigados y prolongados son
difíciles de solucionar sin la mediación e intervención de un grupo neutro.
El sur de Asia no puede ser una excepción. El nivel del conflicto, así como la
colaboración interestatal y la estabilidad intraestatal dependen de la habili-
dad y la buena voluntad de la India y Pakistán para llegar a un acuerdo
sobre Cachemira. Aunque la negligencia internacional es responsable de que
el conflicto sea lo que es en la actualidad, tanto la ONU como los Estados
Unidos todavía pueden desempeñar un papel importante para terminarlo.
Por esta razón, los estados del sur de Asia y los poderes extra-regionales con
intereses en la región, deben ayudar a la India y Pakistán a llegar a un acuer-
do. Los estados sudasiáticos tienen la obligación de presionar a estos dos paí-
ses para que solucionen el conflicto bilateralmente o busquen la mediación
internacional; este conflicto ha afectado la estabilidad de la región.

DESAFÍOS PARA LA ONU

Después de que las iniciativas para el control de armas, previas a la Segun-


da Guerra Mundial fracasaron, pasaron cuatro décadas antes de que el
mundo desarrollara programas efectivos de control. El esfuerzo de contro-
lar las armas convencionales fue una iniciativa posterior a la experiencia de
los terribles decesos derivados de la guerra del Golfo. Comparativamente, los
proyectos para reglamentar el uso de las armas convencionales está en
pañales. A partir del término de la Guerra Fría, la ONU reconoció la amenaza
a la paz internacional, como consecuencia del fácil acceso a cantidades ma-
sivas de armas convencionales, especialmente los peligros asociados con su
traslado ilícito. La magnitud del problema que enfrenta Colombo -respon-
sable de proponer la primera resolución de la ONU sobre la transferencia y
el tráfico ilegal de armas adoptado por la Asamblea General- se hizo evi-
dente en la confiscación de 27,775 armas y 64,183 series de varios calibres
en 1994.33 Lo mismo sucedió los años siguientes. El mundo es testigo de la
letalidad cada vez mayor de las armas convencionales. Puesto que las medi-
das internacionales y regionales son inadecuadas, es importante que la ONU
se ocupe tanto de reducir la producción como el comercio de armas. A~n-

33Resolución 43/751 del7 de diciembre de 1988.

Rohan Gunaratna 351


Traslado !licito de armas convencionales
1 1

que este organismo mundial está trabajando en el asunto, no cuenta con


el personal, el equipo y los engranes operativos para desempeñar un papel
de liderazgo en la reglamentación de los envíos de armas ilícitas; sólo puede
hacerlo si crea un organismo especializado interno.
El registro de la ONU de armas convencionales, establecido en su reso-
lución 46/36L, exige que todos los estados miembros informen anualmente
de las importaciones y exportaciones de armas convencionales en siete ca-
tegorías. Aunque este registro es un punto sobresaliente del proceso de
mayor transparencia en la expansión del comercio de armamento, hay que
tomar medidas para que este mecanismo multilateral sea más efectivo.
Debe crearse una octava categoría subdividida que incluya, armas ligeras,
pequeñas y explosivos. Cuando el registro tenga una base más amplia, deben
considerarse las armas que poseen actualmente los estados y los actores no
estatales. Éstos podrían identificar a los actores que proporcionan y reciben
armas ilícitas. Los estados presentarían informes aclaratorios si cuentan con
organismos operativos de alcance global. Puede existir un registro para la
región Asia-Pacífico o la sudasiática que consolide la seguridad en esta área.
También sería necesario establecer mecanismos para ingresar y compartir
información a través de oficinas regionales.
Las resoluciones de la ONU destacan la urgencia de disminuir el traslado
y uso ilícito de armas. Sin embargo, en el ámbito internacional no ha reper-
cutido significativamente en la seguridad, porque la atención de los estados
miembros se ha enfocado a desarrollar medidas efectivas de control na-
cional. Las medidas de control contempladas por la ONU se refieren a pro-
mulgar una legislación y reglamentos nacionales adecuados, y a adoptar
procedimientos administrativos. Este curso de acción puede contemplar con-
troles sobre armamentos, importación y exportación de armas, impedi-
mentos al tráfico de armas ilícitas, y presentación de los transgresores ante
la justicia. Esta propuesta no ha tenido un impacto cualitativo o cuantitativo,
porque casi todos los traslados ilícitos de armas se hacen a través de los
estados. 34 Las contramedidas efectivas de los servicios de inteligencia que
prohiben un embarque o congelan fondos para comprar armas ilícitas, pue-
den desarrollarse con la colaboración interestatal, en una acción coordinada
entre los servicios de inteligencia y seguridad. Más aún, los problemas de
34
Resolución 46/36 H del 6 de diciembre de 1991, y su decisión 47/419 del9 de diciembre de 1992
sobre los traslados inter~~cionales de armas; y las resoluciones 48/75 F y H del 16 de diciembre de 1993,
la 49/75 M del15 ?;_diCiembre de 1994 y la 50/70 J del12 de'diciembre de 1995, sobre medidas para
refrenar el traslado 1hc1to y el uso de armas convencionales.

352 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
acumulación, proliferación y uso de armas son peculiares de ciertas regiones.
La declaración de Pretoria sobre armas pequeñas, del 25 de septiembre de
1996, mostró que la transición de un gobierno militar a uno civil resultó en
un mayor acceso a las armas del personal militar, así como a la culminación
exitosa de los movimientos de liberación nacional. En el sur de Asia, los pro-
blemas son diferentes, existen algunas lecciones ysituaciones comunes que
una región puede aprender de otra. Así como Africa enfrenta la carga de
reintegrar el personal militar, el sur de Asia confronta el reto de reintegrar
a los rebeldes. Es imprescindible conformar una resistencia social a la violen-
cia, como instrumento de cambio político que establezca una paz duradera
en ambas regiones. La declaración sobre armas pequeñas de El Salvador, del
16-18 de enero de 1997, indica que la cantidad de armas adquiridas ilegal- .'1 ! 1

mente en América Latina, es relativamente pequeña. En el sur de Asia


sucede lo opuesto.
En esta primera etapa es importante cuestionar tanto el enfoque como
las limitaciones que se presentan al controlar la proliferación de armas con-
vencionales, al mismo tiempo que se mantienen los intereses legítimos de
seguridad. El planteamiento actual de la comunidad internacional se exa-
minó mejor a través de la iniciativa norteamericana de establecer una mora-
toria sobre las minas antipersonales. 35 ¿Se le negará a un actor estatal un
arma importante, vital en combate, cuando confronte a un enemigo que, a
pesar de la moratoria internacional, continuará fabricando y usando minas
antipersonales?36 Los actores estatales hacen caso omiso de las normas de la
guerra, continuarán produciéndolas. Aquí se genera la pregunta de que se
acabarán los conflictos, si se reglamenta el flujo de armas. ¿No debería exa-
minar la comunidad internacional el papel emergente de los actores no
estatales en este contexto? Es comparable al caso por ejemplo, de un embar-
go de armas que la ONU impone sobre un estado, cuando un actor estatal y

1s Los Estados Unidos decidieron desconocer la oposición del Pentágono a la moratoria.


36La experiencia de Sri, Lanka revela que el cost? ~e la fabric~ció~ de dos minas ~ntipersonales es de
un dólar norteamericano. Mas de 4,000 soldados y c1v1les, tanto hmdues como de Sn Lanka han perdido
sus miembros como consecuencia de l~s minas. antipersonales fa~rica~as por los Lm. La mina operada por
baterías y de autoactivación se ll~ma mma fohnny. Es una pequena caJa de ~adera. hecha con dos bloques
de madera conectados por una b1sagr~. El cuerpo de uno de los bl?ques está recub1erto con una batería de
luz y una pequeña cantidad de explos1yos. Una ~anda de hui~ esta colocada alrededor de la mina, pintada
de verde ubicada justo bajo la superficie. La letahdad de la mma fohnny normal es que vuela la pierna a la
altura del tobillo. La mina fohnny especial, con más explosivos y fragmentos metálicos, daña también arriba
de la rodilla. A veces los Lm fabrican varios miles de minas ficticias y las siembran con las minas reales. Las
minas ficticias llevan un anuncio que dice: "tontos". Algunas tropas en el frente, encargadas de limpiar los
campos de minas, cuando se encuentran con una mina ficticia tienden a descuidarse con las minas siguientes.
A menudo esto ha resultado ser fatal.

Rohan Gunaratna 353


Traslado llicno de armas convencionales
uno no estatal están en guerra. Si el actor no estatal consigue armas a través
de canales ilícitos, el actor estatal esta en desventaja. Por lo tanto, la comu-
nidad internacional debe repensar su enfoque al reglamentar la fabricación
y el flujo de armas hacia áreas en conflicto.
El planteamiento actual sobre el control de armas por parte de la comu-
nidad internacional es reactivo y no proactivo. Mientras existan guerras entre
actores estatales y no estatales, y especialmente si el actor no estatal tiene
capacidad de maniobra transestatal, el flujo ilícito y la fabricación de armas
continuará. Por todo esto, la comunidad internacional debe desarrollar e
instrumentar un proyecto multiterminal de control de armas que reduzca los
niveles potenciales y reales del conflicto.

PROGNOSIS

La violencia política y el terrorismo continuarán en la región sudásiatica mien-


tras persistan la agitación socioeconómica y política. Reglamentar el flujo
mismo de armas no resolverá el problema, porque los estados que la com-
ponen proporcionan armas a los actores no estatales con el objeto de lograr
avances en metas comunes. Al mismo tiempo que se intenta reglamentar el
flujo mismo de armas, la comunidad internacional debe esforzarse por resol-
ver políticamente los conflictos en esta región. Esto es urgente puesto que la
India, y en represalia Pakistán, detonó artefactos nucleares en mayo de 1998,
precipitando una carrera armamentista en el subcontinente. En la agenda
de seguridad global, el foco prioritario de atención está en Cachemira; una
escalada de la insurrección hacia una guerra convencional puede invitar a
Pakistán a un enfrentamiento nuclear. Sólo manteniendo un bajo nivel de
violencia en Cachemira puede asegurarse la paz en el subcontinente.
Aunque como política, los gobiernos del Congreso de la India pro-
porcionaron armas a los grupos disidentes exteriores y a los estados hindúes,
es poco probable que con líderes responsables como el ex Primer Ministro
lnder Kumar Gujral, se acentuara la acción encubierta. Las políticas hindúes
vis á vis Pakistán serán la excepción a las buenas relaciones vecinales mientras
no se resuelva el problema. Los esfuerzos de la comunidad internacional para
reducir el flujo de armas a través de la frontera indo-pakistaní, no produ-
cirán resultados en la medida en que Cachemira sea un territorio en disputa:
la India y Pakistán tienen enormes extensiones de fronteras abiertas. La RAW y
el1s1 continuarán peleando sus guerras de poder en el futuro predecible. A

354 Estudios para la paZ


desde una perspectiva global
pesar de que ambos estados son miembros de la ONU, no han aceptado los
principios establecidos en la Resolución 2625 (XXV) de la ONU, la cual exige
que los estados "se abstengan de organizar, instigar, apoyar o participar en
actos de lucha civil o actos terroristas en otro estado, y permitir actividades
organizadas dentro de su territorio, dirigidas a la comisión de tales actos".
Al coptar a muchos militantes a la corriente política principal, la India ha
manejado sus insurrecciones. Pero existen muchos grupos disidentes impli-
cados en la violencia y con la intención de desarrollar capacidad militar. Si
persisten las pruebas de que la India está apoyando la violencia en el Tíbet,
es probable que la República Popular China reinstale el apoyo armado a
algunos de los grupos hindúes del noreste. Aunque Bután y Nepal no pro-
porcionen armas a los grupos hindúes, sus territorios son atractivos como ,,'¡

refugios de sus militantes. Bangladesh podría dar apoyo a los grupos, de- 1 '[

pendiendo de la actitud de .la India hacia los refugiados chakma y al movi-


miento Shanti Bahini. Aunque el LTIE todavía ayuda a los grupos militantes
hindúes del norte, del noreste y del sur, el gobierno de Sri Lanka no ha tenido
contacto con ninguno de los grupos hindúes. El conflicto en Sri Lanka está
desestabilizando partes de la India y otras regiones, al introducir nueva tec-
nología terrorista, aunque no en la dimensión del conflicto en Cachemira.
Siempre habrá disentimiento y rebelión en el sistema político hindú.
Los movimientos Uttarkhand y Jharkhand han estado adquiriendo mayor
fuerza. La violencia y la contraviolencia explotó en Uttarkhand a finales de
1994 cuando la policía abrió fuego u matando seis e hiriendo a cerca de 100".
(Newsweek, 1994). El movimiento Jharkhand, uno de los más antiguos de la
India, está demandando un estado separado, compuesto por Bihar, Madhya '\
Pradesh, Orissa y. Bengala Occidente (Hussain, 1994). Aunque el movimiento
sij ha sido aplastado, existe la perspectiva de su resurgimiento, particular-
mente después del asesinato en 1995 de su dirigente principal. A pesar de
que se ha firmado un acuerdo entre el Frente Nacional Mizo y Nueva Delhi,
algunos grupos mizo disidentes continúan con la violencia. Con apoyo
' ·1
externo, las insurrecciones en Mizoram, Tripura, Assam y Manipur operan 1

' ~
en una escala menor. El 7 de mayo de 1997, el Frente de Liberación Nacio- 1
'

'1
nal de Tripura {NLFT, por sus siglas en inglés) emboscó y acribilló a 20 solda-
dos, apropiándose de sus armas. 37 La represalia de las fuerzas hindúes causó ¡1
t :1

37 Después de una serie de ataques de militantes y de violencia étnica, la India puso a 19 distritos de
Tripura bajo el Acta de Áreas en Disturbio desde el 16 de febrero de 1996, y proscribió al NLFT y a la Fuerza
Tigre de toda Tripura. Algunos de los 140 militantes de los grupos pequeños de Tripura se rindieron ante
los militares hindúes, en respuesta a la ofensiva militar de enero de 1997.

Rohan Gunaratna 355


Traslado ilícito de armas comencionalc~
varias muertes de civiles: el ataque se llevó a cabo con el apoyo del NSCN,
los militantes del estado de Nagaland. Ésta es una característica recurrente
de la dinámica de los grupos en el subcontinente.
El potencial de violencia en las, causas sij y cashmiri en la India, y la
causa tamil en Sri Lanka es muy alto. Esta es una tendencia global de las redes
étnicas y la diáspora trasnacional, creada por la migración para apoyar cam-
pañas nacionalistas. En la mayoría de las causas, los militantes han busca-
do refugio entre sus redes y han establecido lazos con otros grupos dedi-
cados al terrorismo y al crimen organizado. 38 Tanto los terroristas como los
grupos criminales organizados encuentran refugio y reclutamiento en estas
redes diaspóricas y étnicas, y a menudo se complementan. A las autoridades
encargadas de hacer cumplir las leyes nacionales se les dificulta penetrar en
estas redes étnicas, religiosas o familiares (de castas) que operan a través de
los continentes. Las redes operan en un "mundo sin fronteras" y las autori-
dades, en uno "con fronteras". Sólo a través de la colaboración con los orga-
nismos de seguridad e inteligencia del estado de origen, los organismos de
los estados huésped podrán comprender en profundidad el problema y
hacer cumplir la ley.
Los terroristas acumulan poder y riqueza después de politizar y movi-
lizar estas redes étnicas diaspóricas que los apoyan. 39 Los terroristas -arrai-
gados profundamente en la vida cotidiana de los grupos étnicos y de la
diáspora- satisfacen sus necesidades socioeconómicas, de salud, educativas,
culturales, religiosas y de bienestar. Algunos suministran las vías para trans-
ferir fondos al estado de origen, ayuda legal para cumplir con los requisitos
de migración, financiamiento para establecer empresas y subsidiar vivien-
das. Las organizaciones terroristas también difunden información y operan
servicios noticiosos prejuiciosos, que se adecuan a sus metas y objetivos.
Actualmente, los militantes sij generan recursos substanciales a través de
varios grupos incluyendo al lnternational Babar Khalsa; los cashmiri, por
medio de diversos proveedores como es el caso de la red Hermandad jamaat-
lslami-lslámica, y los LTIE a través de una serie de organizaciones abiertas y
encubiertas. Mientras no exista un consenso de la comunidad internacional
para fracturar la propaganda y la recolección de fondos e insumas básicos

38
•• la ONU c~nvocó a dos reunion~s.para discutir medidas preventivas y de control. Los Ministros de
Just1c1a y dellntenor de 142 estados as1st1eron a la Conferencia Mundial Ministerial sobre el Crimen Orga-
nizado Trasnsacional. Nápoles, 21-23 de noviembre de 1994.
39
Aunque el nivel de violencia ha sido elevado en estas tres causas la simpatía de la diáspora hacia
los militantes es comparativamente alta. \ '

356 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
en la obtención y flete transnacional, permanecerá el nivel de violencia en
el subcontinente.
El futuro inmediato del traslado ilícito de armas en el sur de Asia,
dependerá de que los estados muestren voluntad para revisarlas legislacio-
nes nacionales existentes y para mejorar la colaboración a través de las
fronteras. Como consecuencia de las restricciones en la colaboración inter-
nacional y regional, la afluencia de armamentos a Sudasia crecerá en los
próximos años. Aunque tendrá repercusiones el castigo severo a quienes se
dedican al tráfico ilícito de armas, la revisión de las leyes sobre control de
armas y los convenios de rescate no producirán logros substanciales.4o A
pesar de que la SAARC ha desarrollado un convenio antiterrorista para com-
batir las operaciones de los actores transestatales, el progreso no se ha ido
más allá de un compromiso de seguridad bilateral. Las oficinas de la SAARC
en Sri Lanka, encargadas de vigilar el terrorismo y los narcóticos son disfun-
cionales. A excepción de los convenios entre la India y Sri Lanka para pro-
hibir los embarques de armas de los LITE, no se ha asignado un equipo
operativo permanente para localizar, vigilar o combatir esa amenaza común.
Aunque hubo operaciones conjuntas de fuerzas hindúes y bangladeshíes a
lo largo de sus fronteras en marzo de 1997, y la India y Sri Lanka han cola-
borado con el problema de las minas de guerra antipersonales y de espa-
dón, los estados sudásiaticos no han podido establecer un acuerdo conjunto
o el apoyo naval para abordar el traslado ilícito de armas. 41 Sólo los arreglos
bilaterales y multilaterales sobre seguridad e inteligencia a nivel regional e
internacional, pueden determinar que se reglamenten las armas que fluyen
a las áreas en conflicto (o propensas a éste) desde Europa Oriental, el Medio
Oriente, Afganistán, el sudeste de Asia o el lejano Oriente. los convenios
actuales son reactivos y se limitan a la vigilancia; son inadecuados para
reglamentar la propaganda, reunir fondos, adquirir y realizar embarcos
transnacionales de armas. Por esa razón, Asia del Sur sólo puede responder
a los retos de seguridad existentes y emergentes de sus estados mediante
convenios regionales y extrarregionales.
Los enormes problemas políticos que incitan a la nueva "Guerra Fría",
sólo podrán ser solucionados con la intervención de la comunidad interna-

40Los convenios de rescate no han tenido éxito. Chris Smith, especialista en armas ligeras del Cen-
tro de Estudios de Defensa del Kings College de la Universidad de Londres, Reino Unido, abril de 1997. Comu-
nicación personal.
41A principios de 1998, para luchar contra el Grupo de Pueblos en Guerra (PWG, por sus siglas en
inglés) en Andhara Pradesh, la India solicitó a un experto de Sri Lanka que desarrollara una tecnología con-
tra minas, transferida al PWG por los me.

Rohan Gunaratna 357


Traslado ilícito de armas con\encionales
cional. Hasta entonces, los estados sudasiáticos adelantarán en sus objeti-
vos de política exterior si proporcionan armas a los grupos disidentes de
estados enemigos. La educación pública informal para líderes políticos y
militares acerca de las consecuencias a largo plazo de armar a actores no
estatales, es vital para la futura estabilidad nacional y regional. Urgen acuer-
dos regionales e internacionales sobre seguridad e inteligencia que enfren-
ten los desafíos del terrorismo transestatal que hoy rebasan al Estado. El ele-
vado nivel y refinamiento de estas redes son un fenómeno relativamente
reciente, y la comunidad internacional de inteligencia y seguridad debe
prepararse para este reto formidable (Bell, 1978).42

BIBLIOGRAFÍA

Asian Development Bank (1997), Annual Development Outlook, Manila.


BELL, J. Bowyer (1978), "Arms Transfers, Conflict, and Violence at the Substate Level",
en: Robert l. jr. Pfaltzgraff y Geoffrey Kemp (eds.), Arms Transfers to the Third ~ . 'llc
World: The Military Buildup in Less lndustrialized Countries, Colorado, Westview.
BINNENDIJK, Hans (ed.) (1997), Strategic Assessment, Flashpoints and Force Structures,
Washington D.C., National Defense University.
FoRSYTHE, David P. (1992), "Democracy, War, and Covert Action", journal of Peace
Research, vol. 29, núm. 4, noviembre.
GUNARATNA, Rohan (1994), lndian lntervention in Sri Lanka, the Role of India~ lntel/i-
gence Agencies, Colombo, SANCOR.
HAZARJKA, Sanjoy (1994), Strangers in the Mist, Tales of War and Peace from India~
Northeast, Viking/Penguin.
HERRJNG HUBERT, A. (1968), History of Latín America, Nueva York, Alfred A. Knopf.
HussAJN, Khadim (1994), "jharkhand Movement in Perspective", Regional Studies,
lslamabad, otoño.
KASHMERI, Zuhair y Brian McAndrew (1989), Soft Target, How the lndian lntelligence
Penetrated Canada, Toronto, james Lorimer.
KATHPAUA, P.N., General (1987), "Interna! Security and Counter lnsurgency Opera-
tions in Urban Areas", lndian Defense Review. Nueva Delhi, enero.
KtNG, Charles (1997), Ending Civil Wars, Londres, lnternationallnstitute of Strategic
Studies.
MARCHEnt, Victor (1989), ctA and the Cult of lnte/ligence, Nueva York, Dell Publica-
tions Co.

42
Aunque el autor no considera que el fenómeno de las operaciones transestatales sea de rutina
advierte que podrían llegar a serlo. '

358
Estudios para la paz
desde una perspediva Qlobal
McCuNTOCK, Michael (1992), lnstrument of Statecraft, US Guerrilla Warfare, Counter-
insurgency, and Counter-terrorism, 1940-1990, Nueva York, Pantheon Books.
NEWSWEEK (1994), "India: A Guerrilla War in the Himalayas", 7 de noviembre de
1957.
PATIERSON, George Neilson (1960), Tibet in Revolt, Londres, Faber y Faber.
PEISSEL, Michel (1951 ), Cavaliers of Kham: The Secret War in Tibet, Londres, Heineman
(edición norteamericana titulada The secret war in Tibet, Boston, Little Brown,
1972).
RAINA, Asoka (1981 ), lnside RAW, The Story of lndia's Secret, Nueva Delhi, Vikas.
SMITH, Chris (1993), The Diffusion of Sma/1 Arms and Light Weapons in Pakistan and
North India, Londres, Center for Defense Studies.
''The Threat from within. A Perspective of lnsurgency in India", lndian Defense
Review, Nueva Delhi, julio de 1988, p. 124.
TULLY, Mark y Satish jacob (1985), Amritsar: Mrs Gandhi's Last Battle, jonathan Cape,
p. 71.
VANDENBROUCKE, Luden S. (1993), Perilous Options: Special Operations as an lnstru-
ment of US Foreign Policy, Nueva York, Oxford University Press, p. 257.

•'!

: .• , 1
1'
¡
Acuerdos de paz y violencia
11

en Guatemala 1 '

María Eugenia
Villarreal*

GUATEMALA es un país de contrastes y contradicciones, sus habitantes viven


en una nación multiétnica, pluricultural y multilingüe. Guatemala ha visto
periodos marcados por la belleza y dignidad desde el comienzo de la anti-
gua cultura Maya hasta el presente. Sin embargo, en Guatemala, se han
escrito páginas de vergüenza e infamia, escándalo y terror, pena y dolor,
todo como producto de la confrontación armada. Durante más de 34 años,
los guatemaltecos han vivido bajo la sombra del temor, la muerte y la
desaparición: amenazas diarias en las vidas de los ciudadanos (CEH, 1, 1998).
La Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) concluye que las
causas principales de la confrontación armada han sido:

• La estructura y naturaleza de las relaciones económicas, culturales y sociales


en Guatemala se caracterizan por una exclusión, antagonismo y conflicto pro-
fundo, cuya evidencia radica en que la violencia estuvo dirigida fundamental-
mente por el Estado contra los excluidos, los pobres y sobre todo, el pueblo
maya, así como contra todos aquellos que lucharon por la justicia y por
una mayor igualdad social.
• Debido a su naturaleza exclusivista, el Estado no pudo conseguir el consen-
so social alrededor de un proyecto nacional capaz de unir a toda la población;
tampoco pudo responder a las demandas y exigencias sociales legítimas, y
como resultado creó un intrincado aparato represivo que reemplazó la acción
judicial de las cortes, usurpando sus funciones y prerrogativas. Se estableció
un sistema de castigo ilegal y secreto, manejado y dirigido por la inteligencia
militar. Se usó el sistema como la principal forma de control social del Estado
mediante las confrontaciones armadas internas y operado con la colabora-
ción directa o indirecta del sector económico y político dominante.
• La naturaleza anti-democrática de la tradición política guatemalteca tiene sus
raíces en una estructura económica, que se distingue por la concentración de

*Socióloga, trabajo con niños víctimas de la violencia en Guatemala.

361
la riqueza productiva en manos de una minoría. Esto estableció las bases de un
sistema de exclusiones múltiples, incluyendo elementos de racismo, lo que es
a su vez, la manifestación más profunda de un sistema social deshumanizado
y violento. Gradualmente el Estado evolucionó como un instrumento para la
protección de esta estructura, garantizando la continuación de la exclusión
y la injusticia.

De este modo, se creó un círculo vicioso donde la injusticia social pro-


1
11

vocó la protesta y subsecuentemente la inestabilidad política, para las


cuales siempre hubo dos respuestas: represión o golpes militares. La violen-
cia política fue así una expresión directa de la violencia estructural.
Con el estallido de la confrontación armada interna en 1962, Guate-
mala entró a un estado trágico y devastador de su historia, con un enorme
costo humano, material y moral.
En la documentación de las violaciones de derechos humanos y actos
de violencia conectados con la confrontación armada, el CEH registró que el
número de personas asesinadas o desaparecidas como resultado de la con-
frontación fratricida alcanzó un total de más de 200,000.
Con la firma de los Acuerdos de Paz el 29 de diciembre de 1996, las
posibilidades para la reconciliación de la sociedad guatemalteca se abrieron
totalmente. No obstante, sería ingenuo suponer que la firma de los Acuer-
dos de Paz, como por arte de magia, han dado como resultado una Guate-
mala democrática, pacífica, institucionalizada y reconciliada.
Se cree que el fin del conflicto armado permitió un lento y complejo
proceso político social, ya que la democracia resulta en una reconstrucción
de las instituciones del Estado y en la transformación de las instituciones de
la sociedad civil, y esto está muy lejos de suceder. En primer lugar, debido a
que la situación económica no está en la mejor posición de enfrentar todos
los compromisos adquiridos y en segundo lugar, porque existe todavía un
temor al cambio por parte de las cl~ses políticas y los sectores conserva-
dores en todos estos segmentos de la sociedad que se resisten a perder sus
privilegios.
Hoy en Guatemala existe un progreso político que no corresponde con
el modelo económico de desarrollo, que al mismo tiempo tiene repercusio-
nes negativas en la implantación de ciertos cambios necesarios para trans-
formar estas instituciones del Estado, y lo m~s importante, la forma para
adaptar los nuevos modelos institucionales sociales y agrarios establecidos

362 Estudios para la raz


desde una perspecli\a g!obal
por los Acuerdos de Paz en el marco de una crisis financiera que el Estado
ha causado por la ineficiencia del sistema recaudador de impuestos.
El dueño de la tierra no ha cambiado su visión dominante y su conduc-
ta exclusivista; las clases medias no han desarrollado otras formas de sensi-
bilidad política y social: los militares continúan manteniendo una cuota de 1 .,,
poder en el Estado y los campesinos siguen viviendo en la pobreza y sin
tierra.
En la arena social hay un déficit en términos de la implantación de polí-
ticas y términos que tiendan a mejorar las condiciones socioeconómicas de
la población, manifestando el deterioro de las condiciones de vida de la
mayoría de la sociedad guatemalteca.
¿Hasta dónde hemos llegado en casi tres años, a partir de la firma de los
Acuerdos de Paz? ¿Hasta dónde hemos llegado en casi un año desde que
la Comisión de Esclarecimiento Histórico presentó su informe y recomenda-
ciones como medidas para conservar el recuerdo de las víctimas; medidas
para albergar una cultura de mutuo respeto y el cumplimiento de los dere-
chos humanos; medidas para la consolidación de los procesos democráticos
y medidas para la promo~ión de la paz y la armonía nacional?
A unos pocos meses de finalizar el milenio no se han resuelto los con-
flictos que generan la confrontación armada: el problema agrario, la pobre-
za, y la exclusión étnica y socioeconomíca, la impunidad, la falta de control
de los organismos de seguridad e inteligencia, el carácter débil de las insti-
tuciones gubernamentales, etcétera.
Todos estos temas son demandas populares que no se han cumplido
i
históricamente y que constituyen precisamente las razones por las que sur-
gió el conflicto armado. Es ingenuo pensar que en el lapso de dos años y
1

medio pudiéramos alcanzar tan grandes logros.


Sin embargo, el primer reto es construir un Estado de derecho porque
en el pasado su inexistencia fortaleció el poder de los militares y la impu-
nidad, y generó la débil condición de las instituciones estatales.
Otro gran reto es la búsqueda del diálogo y del consenso entre los sec-
tores gubernamentales y la sociedad civil. No obstante, el gobierno actual
continúa funcionando con un mínimo de métodos participativos.
La política económica no está g~nerando bienestar social, o fuentes de
empleo, ni la satisfacción de los servicios esenciales. En realidad, está gene-
rando una infraestructura básica de mano de obra, pero en condiciones
que subyugan estos servicios a las dinámicas de un mercado monopólico.
Además, es inaccesible para la gran mayoría de pobres y en la política
gubernamental están ausentes los componentes para una sociedad integral.

María Eugenia Vlllarreal 363


Acuerdos de paz y violencia en Guatemala
El sistema judicial tiene deficiencias sistemáticas de todo tipo. Hay una
opinión generalizada sobre la policía; que no es capaz, en muchos casos, y
que no quiere investigar criminales y ejecutar órdenes de arresto; por lo que
el Ministerio Público se enfrenta a vicios, ineficiencia y burocracia que lo
hace poco operativo.
En consecuencia, la realidad revela impunidad, violencia e inestabilidad
sociopolítica y económica propia de un país que ha vivido un conflicto
armado, que ha permitido un nuevo esquema de confrontación: la violencia.
En este contexto, la mayoría de los guatemaltecos ha interiorizado la
violencia, exacerbada por el ya permanente conflicto sociopolítico. El caso
es que, la violencia social que ahora vivimos ha aumentado y se ha agravado
debido a la insatisfacción social y a la crisis económica permanente.
Más aún, la población guatemalteca vive en la inquietud, en la inse-
guridad; a pesar de los intentos de control por parte del gobierno, ciertos
actos de violencia continúan surgiendo, más todavía, continúa la violencia
política. Siguen cometiéndose los crímenes selectivos como fue el asesinato
del Obispo Juan Gerardi, dos días después que presentó el informe de la
Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), que es una recopilación de
testimonios de guerra.
Es de conocimiento público que el Obispo Gerardi fue asesinado porque
reveló que fue el ejército el responsable principal de los crímenes cometidos
durante el conflicto armado.
Este crimen político fue dirigido ha eliminar toda explicación de las
atrocidades cometidas durante 34 años de conflicto armado, mediante de-
claraciones verídicas. De hecho la recuperación de la historia es un paso
hacia la reconciliación. Es el último recurso, desde que la amnistía perdonó
a los responsables de tantos asesinatos y tanto sufrimiento.
Es importante precisar algunos números que revela el informe CEH:

• Se calcula que el número de personas asesinadas o desaparecidas como resul-


tado de la confrontación fratricida alcanzó un total de más de 200 mil; las
personas desplazadas fueron entre 500 mil y un millón y medio; 23,671 vícti-
mas de ejecución arbitraria; 6,159 víctimas de desaparición forzada, el 83 por
ciento de las víctimas totalmente identificadas eran mayas y el 17 por ciento,
ladinos.

En el transcurso de su investigación, el CEH descubrió uno de los efec-


tos más devastadores de la política: la "Doct\rina de Seguridad Nacional".

364 Estudios para la paz


desde una perspectiva ~loba!
Esta doctrina se convirtió en la raison d'etre del ejército y las políticas del
Estado por varias décadas: las fuerzas del Estado y los grupos paramilitares
relacionados fueron responsables del 93 por ciento de las violaciones docu-
mentadas por el CEH, lo que incluye el 92 por ciento de ejecución arbitraria
y 91 por ciento de desapariciones forzadas. Las víctimas incluían hombres,
mujeres y niños, que en su mayoría eran mayas. La guerrilla es responsable
del 6 por ciento de las muertes.
La percepción del ejército de que las comunidades mayas son los alia-
dos naturales de la guerrilla, contribuyó a aumentar y agravar las violacio-
nes de los derechos humanos perpetrados contra ellos, demostrando un
agresivo componente racista de extrema crueldad que provocó la extermi-
nación en masa de comunidades mayas indefensas que estaban vinculadas
con la guerrilla -incluyendo niños, mujeres y personas de la tercera edad-
a través de métodos cuya crueldad ha enfurecido a la conciencia moral del
mundo civilizado.
Estas masacres y las así llamadas, operaciones de tierra quemada, pla-
neadas por el Estado, resultaron en la completa exterminación de muchas
comunidades mayas, junto con sus hogares, su rebaño, su cosecha y otros
elementos esenciales para su supervivencia. El CEH registró 626 masacres atri-
buibles a esta fuerza.
El ejército es responsable del 90.6 por ciento de las masacres, grupos
paramilitares son responsables del 4.5 por ciento y la guerrilla del 3.79 por
ciento. En una de cada seis masacres, se informó que antes del asesinato de
estos individuos, las mujeres fueron violadas.
El cEH concluye que entre esos actos perpetrados con la intención de
destruir, en su totalidad o en parte, a numerosos grupos mayas se incluyen
muchas acciones que constituyen serio daño físico o mental a los miembros
del grupo (Artículo 11. Bdel Acuerdo sobre la Prevención y Castigo del Cri-
men del Genocidio, adoptado por la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 9 de diciembre de 1948 y ratificado por el Estado de Guatemala
mediante el Decreto 704, del 30 de noviembre de 1949).
La destrucción que resulta de la cohesión social del grupo, típico de
estos actos, corresponde a la intención de aniquilar al grupo, física y espiri-
tualmente. En consecuencia, la CEH concluye que los agentes del Estado de
Guatemala, dentro del marco de trabajo de las operaciones contrainsur-
gentes llevadas a cabo entre 1981 y 1983, se cometieron actos de geno-
cidio contra grupos de pueblos mayas en las áreas de conflicto.

María Eugenia Villarreal 365


Acuerdos de paz y violencia en Guatemala

r.'
.1
Hoy día, Guatemala está viviendo la transición posconflicto en un ambi~n.­
te, supuestamente adecuado para construir la paz y fortalecer el poder ~1v1l
en detrimento del poder militar. La realidad es que Guatemala está vivien-
do una transición hacia la democracia bajo la sombrilla de los grupos hos-
tiles que se oponen al proceso de paz debido a los diversos intereses y a la
complejidad de la situación.
Guatemala, en su aspecto psicosocial ostenta un rasgo de autorita-
rismo que no considera la tolerancia política y el acceso a los recursos bási-
cos mínimos para el campesino y las clases trabajadoras, como un deber de
acción por parte del gobierno. Podría decirse que un amplio sector de la
población comparte una actitud y sostiene una opinión predispuesta de ser
el instrumento en la cultura de la violencia y esta conducta psicópata es la
raíz de la violencia que se necesita para aniquilar esta nación.
Somos una sociedad llena de miedos, con una enfermedad en nuestra
alma y espíritu, con nuestros vínculos sociales destruidos y alterados, pre-
sionados por una crisis económica, confinada al crimen organizado y a la
delincuencia y sin embargo, incapaz de sentir el dolor del otro.
La cultura de la violencia es extremadamente perniciosa para la vida
colectiva del país, puesto que conforma una de las cuestiones más impor-
tantes que se opone a la democracia. Es de vital importancia introducir una
nueva formación ciudadana cívico moral que reglamente la confrontación
política y el antagonismo de intereses, intentando reducir a través delato-
lerancia y la atención institucional la diferencia y los intereses de los que
están excluidos.
En este contexto, ¿cuál puede ser la política de reconciliación nacio-
nal? Es imperativo que el Estado y el gobierno cumplan los contenidos de
los Acuerdos de Paz, y con todas las recomendaciones formuladas por el CEH.
La mayoría de los guatemaltecos han sido afectados de una u otra ma-
nera por la violencia que tanto se ha extendido y tanto ha durado. Por esta
razón, las recomendaciones del CEH están diseñadas fundamentalmente
para facilitar la unidad en Guatemala y desaparecer las divisiones sufridas
durante siglos. La reconciliación es responsabilidad de cada uno.
Se ha desarrollado una cultura de violencia en Guatemala, cuyo resul-
tado es la desconfianza y una falta de respeto entre su gente, esto debe trans-
formarse en una cultura de tolerancia y de respeto mutuo.
Los Acuerdos de Paz son el fundamento básico para el desarrollo de
relaciones pacíficas y tolerantes entre los diversos sectores de la sociedad
guatemalteca. Es imperativa la transformación del Estado, un desarrollo

366 Estudios para la paz


desde una perspectiva Qlobal
económico sustentable y la valorización de una cultura de paz y demo-
cracia, como elementos esenciales en la promoción de una paz firme y
duradera, como forma básica de coexistencia humana.
Para concluir, el gobierno actual no acepta el compromiso de cumplir
las recomendaciones del CEH; continua la impunidad, no se ha investigado
a nadie por los crímenes de Lesa Humanidad cometidos durante el conflicto
armado y no se ha resuelto el crimen del Obispo Gerardi.
Esta situación muestra al mundo la fragilidad del proceso de democra-
tización. Si la impunidad continua y no hay una verdadera transformación
del Estado, podemos suponer que Guatemala tiene una paz armada y no
un proceso auténtico de paz, como tampoco una reconciliación real. Existe
entonces el riesgo de que se repita la historia de violencia.

BIBLIOGRAFÍA

Guatemala memoria silenciosa (1998), Reporte de la Comisión para la Clarificación


histórica, Guatemala.
Guatemala nunca más (1997), Recuperación de la Memoria Histórica, Oficinas del
Arzobispado, Guatemala.
Informe Anual, 1993,1995, 1998 Oficina de Derechos Humanos, Arzobispado de
Guatemala, Ciudad de Guatemala, 1994, 1996, 1999.
Informe Anual Circustanciado al Congreso de la República, de las Actividades y de
la Situación de los Derechos Humanos en Guatemala durante el Año 1998,
(1999), Ciudad de Guatemala, Procuraduría de Derechos Humanos.
Primer, Segundo, y Cuarto Informe del Director de la Misión de las Naciones Unidas
de Verificación de Derechos Humanos en Guatemala y del cumplimiento de los
compromisos asumidos en el Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, Ciu-
dad de Guatemala, MINUGUA, marzo de 1995, 1996 y 1998.
Estudio y Revisión de los siguientes Acuerdos:
Acuerdo de Oslo sobre Guatemala.
Acuerdo Global sobre Derechos Humanos.
Acuerdos sobre el Cronograma para la Implementación, Cumplimiento y Verifi-
cación de los Acuerdos de Paz.
Acuerdo sobre Bases para la Incorporación de la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca (uRNG) a la Legalidad.

María Eugenia Villarreal 367


~\cuerdos de paz vviolencia en Guatemala
Educac~ón para la paz
y c~uOadanos
···········=·····················································································

································································ ······················
Tercera parte
Educación, previsión y ciudadanía
global: evaluación de las
nececidades de las generaciones
Frank Hutchinson*
actuales y futuras

No HAY respuestas fáciles a estas cuestiones, más bien una variedad de suge-
rencias prácticas, lo que incluye ideas para la práctica en el aula a partir. de mi
libro Educando más allá de los futuros violentos (Londres, Routledge, 1996), y
del último Anuario Mundial de Educación (Londres, Kogan Page, 1998) sobre
el tema de la "Educación del futuro".

PREPARANDO A LOS ESTUDIANTES PARA EL FUTURO

Se considera comúnmente que uno de los papeles centrales de la educación


es "preparar a los estudiantes para el futuro". Pero, ¿Qué significa esto? ¿Se
ha dado por hecho la búsqueda de vías para el futuro, que repercuten en
lo que hacemos o dejamos de hacer en el presente? ¿Existen imágenes colo-
nizadoras o culturalmente violentas, repetitivas de lo que podría ser? El
camino hacia la libertad es muy largo, así lo indicó Nelson Mandela (1994),
pero ¿Cómo aprenderemos a caminar en nuestras escuelas, en nuestras so-
ciedades y como especie, de manera que mostremos más prudencia, más
compasión y mayor solidaridad? ¿Cómo aprenderemos a caminar de modo
que combinemos libertad con responsabilidad y disminuyamos los pros-
pectos de futuros violentos y excluyentes?

lA IDEA DE EQUIDAD INTERGENERACIONAL

Fue Gandhi quien afirmó que hay suficiente para las necesidades de todos,
pero no para la codicia de todos. Si se extiende este principio a las genera-
ciones venideras, ¿Qué implica esto? ¿Es probable que se de un cambio de

*Profesor en la Universidad de Western Sydney. Distinguido futurólogo australiano que imparte la


cátedra de Educación para la Paz y Derechos Humanos.

371
: l.

paradigma hacia formas menos violentas y más incluyentes de cuidado


intergeneracional? ¿Existen contribuciones prácticas que puedan hacer que
nuestros profesores y escuelas tengan una nueva ética global? ¿O es un
sueño inalcanzable?
Como educador para la paz, educador ambiental y futurista crítico, soy
el primero en admitir que los obstáculos a cualquier cambio son considera-
bles. Después de todo, hay un poderoso empuje que viene desde el pasado.
Como de costumbre, las prácticas empresariales con frecuencia esconden los
verdaderos costos ambientales y sociales, especialmente para los niños,
las mujeres, los pobres y el medio ambiente natural. Tales prácticas cultural-
mente miopes se definen en la principal teoría económica como "externali-
dades". Los riesgos concomitantes pueden ocultarse con respecto a cómo
se está hipotecando el futuro de las generaciones venideras. En lugar de tratar
de manejar constructivamente las tendencias a la violencia, cuyo mejor
ejemplo son los dos millones de niños asesinados en guerras en la década
pasada, o el aceleramiento en la destrucción ambiental, podemos suponer
que tales tendencias son destino. En vez de una atención prudente y una
previsión aplicada, puede estarse en la persecución ciega de objetivos a
corto plazo, que ignoran los intereses de las "dos terceras partes del mun-
do" y de las generaciones venideras. En vez de trabajar juntos para ayudar
a construir un mundo mejor -en el cual las generaciones futuras tengan la
posibilidad de vivir, de reír, de jugar, de compartir, de atender y transfor-
mar los conflictos sin violencia- podemos aceptar de manera fatalista un
futuro excluyente. En vez de construir asociaciones intergeneracionales, el
bienestar de los niños hoy y de las generaciones futuras, puede ser robado
o colonizado gracias a nuestra falta de respuestas de calidad.

lAs NECESIDADES DE LAS GENERACIONES FUTURAS:


¿UNA DIMENSIÓN DESCUIDADA EN EL PLAN
DE ESTUDIOS ESCOLAR 7

Se ha comentado que mucho de lo que sucede en nuestras escuelas tiene


que ver con manejar hacia el futuro, mientras se mira por el espejo retrovi-
sor. Esta metáfora también se aplica al retratar a nuestros jóvenes como vícti-
mas, en muchos casos, del"shock del futuro". Incluso si cuestionamos la índole
cínica de este comentario, podemos vislumQrar algo de verdad en sus afir-
maciones al describir tanto la realidad como' la realidad potencial.

372 f studios para la Pé!L


desde una perspecti\a qlobal
¿Es la situación todavía más compleja y abierta? Aun si existe un cono-
cimiento garantizado acerca de las tendencias "perpetuas" en las formas de
violencia directa, estructural y ecológica, ¿Existen oportunidades para la
resistencia? Sin duda existen algunos poderosos mitos culturales, particu-
larmente en tradiciones selectivas occidentales acerca de los "conductores
de la historia", pero ¿eso es todo? (véase tabla 1).
A pesar de las imágenes excluyentes o las metáforas inspiradoras acerca
de nuestras escuelas y otras organizaciones sociales, ¿Hay oportunidades espe-
cíficas para que nuestros maestros y sus profesores se conviertan en futuris-
tas prácticos? ¿Hay oportunidades para escoger y comprometerse a ayudar en
la construcción de culturas para la paz y futuros ambientalmente sustenta-
bles? ¿Hay oportunidades para un compromiso cívico en nuestras escuelas, y 1·
!,
en otras organizaciones sociales, que cuestionen las nociones estrechas sobre
la educación y la ciudadanía, que no toman en serio los derechos de nues-
tros niños y las necesidades de las generaciones futuras? (véase tabla 2).

REPENSANDO LOS VALORES QUE ASOCIAMOS


CON LA GENERACIÓN MÁS JOVEN

Si "satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras" es mucho


más que un sueño piadoso, sin duda existen implicaciones en las princi-
pales políticas sociales como las que se comentan a continuación:

... las perspectivas de los jóvenes deben tomarse en serio. Cada joven tiene
derecho al respeto de los demás y al reconocimiento de su valor y dignidad
inherentes a los seres humanos. Esto exige apoyo institucional sistemático y recur-
sos materiales asignados para este fin ... (Wyn y White, 1997, p. 148).

la forma en que valoramos lo que dicen los jóvenes acerca del futuro, en
dicho contexto se vuelve una consideración importante. Sin embargo, en nues-
tras construcciones de la "niñez", la "juventud" y "el futuro", ¿Cuánta impor-
tancia le damos a lo que la generación joven está diciendo acerca del futu-
ro? ¿Qué tan activamente escuchamos? ¿Cuánta empatía les damos? ¿Cuánta
prudencia y solidaridad mostramos? ¿Existen aspectos de violencia cultural
implicados en las formas en que escuchamos, o dejamos de escuchar, lo
que los jóvenes están diciendo? Ya sea como padres, maestros, gente que tra-
baja con los jóvenes, profesionales del cuidado a la salud o ciudadanos preo-

rrank Hutchinson 373


[ducarlón. previsión y ciudadanía
l.

cupados, ¿Hay un reto en nuestras relaciones intergeneracionales, para ir más tiA


allá de los estereotipos de lo utilitario y de la colonización? (véanse tablas 3 y 4). ;

TABLA 1
CONDUCTORES DE LA HISTORIA:
ALGUNOS DE LOS GRANDES MITOS CULTURALES

Conductor percibido Hipótesis educativas relacionadas

1. Economía Reduccionismo económico (ejemplo, escuelas con


un giro hacia las demandas del mercado; escuelas
como negocios, "mano oculta" de la teoría
económica de Adam Smith).
2. Tecnología Determinismo tecnológico (ejemplo, las escuelas con
giro tecnológico que cambian el rumbo, la sociedad y
el futuro; ajuste al shock del futuro.
3. Genes Determinismo biológico (ejemplo, la causalidad genéti-
ca a la que se le adjudican los orígenes de la guerra; los
humanos están encadenados a ser agresivos por su
herencia genética; las hipótesis neosociales de Darwin
acerca de las escuelas, la sociedad y el futuro; historias
racistas).
4. Población Reduccionismo demográfico (ejemplo, neomalthusianis-
mo, geografías ecosexistas y ecoracistas).
5. Guerra El militarismo y la violencia se justifican en el panorama
mundial (ejemplo, historias racistas, historias de géne-
ros, historias de nacionalismo cerrado).
6. Dios/Plan Divino/Destino Reduccionismo escatológico y metafísico (ejemplo, fata-
lismo en vez de ciudadanía activa; la salvación depende
de la voluntad divina en vez de la acción humana).
7. Globalización Imágenes de un destino centrado en Occidente (ejem-
plo, alcance global de la idea occidental de progreso y
de los modelos occidentales de desarrollo; pero, ¿descui-
dan esos relatos influyentes la reflexividad y la resistencia,
incluyendo los movimientos de globalismo "de base"?

374 rstudtos para la paz


desde una perspccll\a qlobal
TABLA 2

lA EDUCACIÓN PARA LOS CIUDADANOS DEL FUTURO:


ENFOQUES ABIERTOS Y CERRADOS

Civismo nacional Civismo globla/


Axiomas Hipótesis

• los derechos y deberes son sancionados • los derechos y deberes sancionados bajo
por el Estado-nación. la ley nacional y la ley internacional
emergente (ejemplo, Convención de la
ONU sobre los Derechos de los Niños).
• Los derechos de los niños se definen de • los derechos de los niños ampliamente
manera cerrada. Los niños como depen- definidos. Hacia una cultura de asociaciones.
dientes.
• la democracia definida de manera • la democracia ampliamente definida.
cerrada. Aprender acerca de las institu- Aprendiendo acerca de y para la participa-
ciones democráticas. Ciudadanía pasiva ción democrática a todos los niveles
en vez de activa. (ejemplo, negociar las normas en un
salón de clases).
• El alfabetismo definido de manera • El alfabetismo ampliamente definido
cerrada (ejemplo, regresar a lo básico). (ejemplo, alfabetismo ambiental, sobre
resolución de conflictos, sobre multimedia
y sobre políticas globales).
• la sustentabilidad definida de manera • la sustentabilidad ampliamente definida.
cerrada.
• la paz definida de manera cerrada (paz • la paz ampliamente definida (paz positiva).
negativa).
• la responsabilidad definida de manera La responsabilidad ampliamente definida
cerrada (ejemplo, "intereses nacionales (ejemplo, el surgimiento de preocupación
egoístas", valores utilitarios). éticas con respecto a la responsabilidad global
y a "las necesidades de las generaciones fu-
turas").
• la solidaridad definida de manera cerra- • la solidaridad ampliamente definida (valores
da (valores de la "ciudadanía nacional" y de la "ciudadanía global" y solidaridad ínter-
la solidaridad nacionalista). generacional.

Frank Hutchlnson 375


Educación. previsión y ciudadanía
TABLA 3
lAS VOCES DE LOS JÓVENES ACERCA DEL FUTURO:
¿CUÁNTO VALORAMOS LO QUE ELLOS DICEN? ·, 1

1 ¡

Algunas reacciones convencionales Ejemplo de hipótesis de valor


:1 '
l. Cálculo en dólares. Mercado juvenil~~.
11

2. Inundación del mercado. 11


Pánico moral" de la generación
más vieja.
3. Descontextualizando. Abandonando las relaciones de
poder invisibles (por ejemplo,
clase social, género).
4. liberación -buscando tecnologías. Tecnosoluciones {por ejemplo,
11
v-chip, COmputadoras en el
salón de clases").
5. Practicando la medicina. Medicalizando "el problema
de la juventud 11

-
~

6. Demonizando. Criminalizando el problema


11

de la juventud".
7. Negando la ciudadanía Ciudadanía pasiva.
activa y la esperanza activa.

lAS OPINIONES DE LOS JÓVENES ACERCA DEL FUTURO:


¿ESTAMOS ESCUCHANDO ACTIVAMENTE?

El estudio de las opiniones de los jóvenes sobre el futuro ha sido, durante


mucho tiempo, un área de baja prioridad, como es evidente en la escasez
comparativa de investigación publicada que no es otra cosa que una variedad
anecdótica, y con frecuencia estereotipada, de los medios de comunicación
masiva. A través de los años ha habido un descuido relativo de las opinio-
nes, tanto de la generación más antigua como de la más joven, acerca del
futuro personal, local y global, con excepción de la estrecha visión a corto
plazo de las encuestas de opinión para las próximas elecciones; y del diagnós-
tico realizado por las agencias de publicidad acerca de las esperanzas y
miedos del elusivo mercado joven. Incluso en l,a investigación más académica,
la calidad ha sido distintivamente desigual. Con base en lo anterior, ha habido

376 [studios para la paL


desde una perspectiva qlobal
una ausencia de conciencia crítica en los temas de género, ancianidad y
centrismo occidental, así como una tendencia a descontextualizar y psicolo-
gizar los dilemas de los jóvenes con respecto a sus mundos sociales y al
futuro (Hutchinson, 1998).

TABLA 4
lAs VOCES DE LOS JÓVENES ACERCA DEL FUTURO:
¿CUÁNTO VALORAMOS LO QUE ELLOS DICEN?

Algunas respuestas alternativas Ejemplo de preferencias de valor


1

1. Resistiendo a lo utilitario. Noción crítica del consumidor. 1'

2. Respondiendo de manera compasiva. Escuchar de manera activa.

3. Repensando contextos. Compañerismo en vez de


paternalismo.

4. Reconsiderando las "tecnosoluciones". Más enfoques holísticos, y alfabetismo


multimedia.

5. Refutando la medicalización. Participación.

6. Reafirmando la humanidad compartida. Construyendo futuros no violentos.

7. Respetando los derechos y las necesidades. Ciudadanía activa de las generaciones


actuales y futuras.

Las preocupantes tendencias en las tasas de homicidio de los adoles-


centes del sexo masculino, y las tasas de suicidio de la juventud en las so-
ciedades industriales más recientes -como es el caso de Estados Unidos y
Australia- no retrocederán, por ejemplo, frente a la psicologización y a "preo-
cuparse menos", sino más bien a respuestas de calidad. A partir de los años
sesenta en Australia, las tasas de suicidio por cada 100,000 personas mues-
tran que la proporción de suicidio entre los hombres jóvenes casi se ha tripli-
'1
cado. En el mismo periodo, la tasa de suicidio de mujeres jóvenes se ha
duplicado (House of Representatiyes, Standing Committee on Family and
Community Affairs, 1997).

Frank Hutchinson 377


[ducaclón. previsión v ciudadanía
Ya sea en los Estados Unidos, Australia o en otras partes, es exagerada
la promesa del "optimismo aprendido" de la juventud al enfrentar sus crisis
vitales. Ello presupone un campo de juego nivelado. Al perseguir el objetivo
de una profilaxis psicológica, la atención puede distraerse fácilmente y
.
no ver los perjudiciales puntajes en contra de los presupuestos educativos ,¡
y la infraestructura social, lo que incluye los servicios de apoyo a la niñez y ll
la juventud. De acuerdo con un estudio internacional reciente realizado en :\!
18 sociedades industriales, las redes de protección para los jóvenes de los
Estados Unidos son las más frágiles, con Australia en un preocupante se-
gundo lugar {uNrCEF, 1996, p. 45).

INVESTIGANDO A LOS jÓVENES:


ENFOQUES CONTRASTANTES

Los inicios de una investigación sistemática sobre las anticipaciones del futuro
de los jóvenes, puede rastrearse hasta principios de los años cincuenta.
Durante ese periodo, Gillespie y Allport (1955) llevaron a cabo un estudio
transcultural de jóvenes en varios países. Entrevistados en los primeros años
de la guerra fría, la mayoría de los jóvenes que respondieron se mostraron
pesimistas ante la posibilidad de que se pudiera evitar una tercera guerra
mundial en el transcurso de sus vidas.
Sin embargo, con unas pocas excepciones notables -como es el estu-
dio de Elise Boulding realizado en los setenta, en niños escolares de Nueva
Hampshire (Boulding, 1995)- no ha sido sino hasta épocas recientes que se
han realizado estudios con un interés explícito en las implicaciones educa-
cionales; también ha habido más apertura a nuevas ideas relativas a la inves-
tigación multidisciplinaria, como son la investigación para la paz, los estu-
dios de género, los estudios acerca del ambiente y del futuro. Una parte de 1

la investigación más reciente sobre las percepciones del futuro de la gente 1

joven, ha sido inspirada por enfoques metodológicos más críticos, que inves-
tigan el punto de vista de los adultos con respecto al futuro. Ejemplos
importantes de estos últimos son el Proyecto 2000 de Imágenes Mundia-
les (Ornauer et al., 1976) y el proyecto Ontario 2000 (Livingstone, 1976).
Los estudios más innovadores acerca de los futuros del niño y del joven
apuntan hacia nuevas vías posibles. Con estos estudios se ilumina la necesi-
dad de explorar la noción de "futuros" y conceptos asociados, como son los
"alfabetismos sociales ampliados", los "recursos de la esperanza" y el"empo-

378 Estudios para la paz


desde una perspectiva 1,21obal
deramiento de los jóvenes", en vez de enfocarse en estudios más estrechos
relacionados con las actitudes de los estudiantes vía sus preocupaciones por
el futuro. En un sentido epistemológico, se presenta un cambio de interés
desde los "valores predictivos o de pronóstico" hacia los valores proactivos
o de previsión aplicada.
Ejemplo del estilo de investigación de "valores predictivos" son los es-
tudios de intervalo, como aquellos de Kleiber et al. (1993), que duplican la
obra precursora de Gillespie y Allport (1955) y buscan identificar tenden-
cias en los puntos de vista de los jóvenes acerca del futuro. Un ejemplo del
estilo más moderno de investigación son los estudios de Hutchinson (1993,
1996b), Hicks y Holden (1995) y Gidley (1997). En estos estudios el interés
no radica en identificar si existen tendencias de un pesimismo en aumento,
o en el surgimiento de un "sentido del sin sentido" entre los jóvenes, sino
en suposiciones desafiantes de que las tendencias son destino:

... Las imágenes del futuro en el mundo occidental a menudo giran cerradamen-
te alrededor de los desarrollos científicos y tecnológicos, a veces considerados
beneficiosos, pero más a menudo distópicos. * Es como si la ciencia y la tec-
nología tuvieran vida propia, el ciudadano común siente que no puede com-
prenderlas ni controlarlas. Frente a estos temores es cada vez más importante
enfocarse en las imágenes de los futuros preferidos por la gente. Si éstos pue-
den elaborarse y preverse más, entonces quizá puedan sentar las bases para
crear un futuro más justo y sustentable (Hicks y Holden, p. 51).

INVESTIGANDO A LOS JÓVENES:


MÁS ALLÁ DE LOS "VALORES PREDICTIVOS"

Para aclarar esta proposición un poco más, vale la pena describir breve-
mente algunos de los proyectos de investigación más importantes. Influen-
ciado por Ornauer et al. (1976) en el diseño de un cuestionario, el proyecto
"Futures Consciousness and the School" (La conciencia del futuro y la es-
cuela) recibió una inspiración mucho más significativa de la obra de Galtung
(1988) sobre las técnicas de diálogo en la investigación, y de Boulding (1988)
y Ziegler (1989) acerca de los talleres "Imaginando los Futuros". la investi-
gación abarcó 650 estudiantes aust~alianos de secundaria. Reunió una mues-

*N. de la T. El autor utiliza el término dystopian.

Frank Hutchlnson 379


Educación. previsión y ciudadanía
tra estratificada de escuelas del sistema estatal y católico de áreas rurales y
urbanas, y fue una combinación representativa en términos de género y de
antecedentes socioeconómicos. Uno de cada cuatro estudiantes de la mues-
tra original fue invitado a participar en sesiones de diálogo de grupos peque- 1
J.
ños, y en talleres del futuro. El texto completo del cuestionario está en el
libro de Hutchinson (1993). Un esquema de los procedimientos para cele-
brar diálogos de grupos pequeños y talleres del futuro puede encontrarse
en Hutchinson (1993; 1996b).
El estudio identificó una cantidad de temas importantes entre las preo-
cupaciones de los jóvenes con respecto al mundo y al futuro. Éstos incluían
un mundo despersonalizado y sin protección; un mundo violento dividido
en "los que tienen" y "los que no tienen". Otras preocupaciones importantes
se relacionaban, en su mayor parte, con un mundo mecanizado de cambio
tecnológico opresivo; un mundo cuyo ambiente no es sustentable, un mun-
do políticamente corrupto y tramposo.
Además, el estudio estaba muy interesado en explorar los futuros
preferibles de los jóvenes. Una cantidad de temas significativos surgió de
las actividades de diálogos de grupos pequeños y de los talleres del futuro.
Primero, se descubrió que había un fuerte rasgo de sueño tecnocrático, en
el cual las soluciones tecnocráticas a muchas de las crisis vitales tendían a
ser aceptadas de manera muy acrítica. Dichos modos de imaginar el futuro
eran más fuerte entre los niños que entre las niñas. Segundo, había una
imagen social vinculada a la desmilitarización y al "reverdecimiento" de la
ciencia y la tecnología para satisfacer las necesidades humanas genuinas. Se
descubrió que en su capacidad de imaginar las niñas respondían más que
los niños a ~ste respecto. Tercero, había imágenes vinculadas a la equidad
intergeneracional, así como un imperativo percibido de mayor aceptación
de nuestras responsabilidades, con respecto a las necesidades de las gene-
raciones futuras. Cuarto, hubo un importante rasgo de imaginación con-
cerniente a hacer la paz con la gente y el planeta a través de reconceptua-
lizaciones de la ética y los estilos de vida. Finalmente, hubo una necesidad
fuertemente expresada entre muchos de los jóvenes acerca de los futuros
preferidos en educación. Cuando se les invitó a considerar si tenía caso visua-
lizar un mundo mejorado para el siglo XXI, la mayoría de los estudiantes
entrevistados fueron de la opinión de que eran cruciales mejores oportu-
nidades en las escuelas, para imaginar futuros preferibles, con el objeto de
elegir y comprometerse. Grandes mayorías de estudiantes masculinos y
femeninos mostraron su apoyo para aprender. capacidades proactivas en las

380 [ studios para la paz


desde una perspedi\ a Qlnbal
escuelas, como son el alfabetismo ecológico y la resolución de conflictos
(Hutchinson, 1996; 1997b).
Aunque menor en alcance, un estudio de seguimiento realizado por
Gidley (1997) ha confirmado muchos de los hallazgos de Hutchinson. El
trabajo de Gidley hace especial hincapié en las escuelas como sitios de posi-
bilidad auténtica. Sus descubrimientos preliminares sugieren que mucha
gente joven -que ha estado en el sistema Steiner de educación- se siente
más inclinada a sentir confianza en su capacidad de contribuir, de manera_
práctica, a cambiar sus futuros temidos y acercarse a sus futuros preferidos.
Ella especula sobre lecciones posibles para formas más convencionales de
educación.
Otro ejemplo es el Proyecto "Visions of the Future"(Visiones del Futuro)
conducido por Hicks y Holden (1995). Basado en un estudio de 400 niños
del Reino Unido de edad entre los 7 y los 18 años, este innovador proyecto
complementa los descubrimientos de una cantidad de estudios anteriores,
y en algunos aspectos va más lejos. Presenta variables particularmente
claras asociadas con la edad y el género, unido a la formulación de impor-
tantes cuestiones de elección y compromiso por parte de los maestros, de
los maestros educadores y de las escuelas.

Algunos de los hallazgos del proyecto se pueden resumir así: primero, la edad
es una variable significativa en términos de optimismo y pesimismo. Entre los
niños entrevistados se descubrió que los mayores tendían a ser más pesimistas
que los pequeños en sus suposiciones acerca de los futuros globales. Segundo,
con respecto a los futuros temidos, es probable que se destaque una cantidad
de temas relevantes con respecto a la problemática global. En el caso de los
niños británicos son considerables los relacionados con la violencia y la guerra
en el siglo xx1, además de las preocupaciones por el ambiente. Tercero, mientras
las niñas están más inclinadas, en general, a ser menos optimistas que los niños
acerca del futuro, también son menos inclinadas a abrazar acríticamente el
sueño tecnocrático o las "soluciones glamorosas de alta tecnología para todo".
Finalmente, el proyecto descubrió que, aunque algunos jóvenes sienten con-
fianza para actuar a un nivel personal y ayudar a crear un futuro mejor, muchos
opinan que hay falta de conocimiento social o político. Simultáneamente, se
encontró que muchos jóvenes aceptaron dicha necesidad y les gustaría más
información, discusión y asesoramiento dentro de las escuelas, con el objeto de
hacer que la esperanza se vuelva práctica.

Frank Hutchlnson 381


Educación. previsión y ciudadanía
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES PARA
RESPUESTAS DE CALIDAD

Un aspecto crucial del planteamiento educacional de reflexión avanzada, es


el valor que le agregamos a escuchar activamente las esperanzas y los
miedos de los jóvenes con respecto al futuro:

Las imágenes que los jóvenes tengan del futuro ayudarán a modelar sus aspira-
ciones como ciudadanos adultos en el próximo siglo. Es importante, por lo
tanto, que se preste una atención adecuada a sus puntos de vista y al tipo de
educación que se requiere para prepararlos de manera más efectiva para el
futuro. Esta es una tarea puntual para los educadores cuando nos acercamos
al nuevo milenio, tiempo de transición que puede usarse para entrar en una
reflexión más profunda acerca de los principios y los finales, las direcciones Y
los propósitos (Hicks, 1996, p. 143).

Si pretendemos reforzar en el siglo XXI los prospectos de alcanzar cul-


turas más pacíficas y modos de vivir más sustentables, es importante estimu-
lar la previsión y escuchar activamente las voces de nuestros jóvenes acerca
del futuro.
En muchos casos, las esperanzas y los deseos de nuestros jóvenes se
descartan con demasiada facilidad y, sumado a esto, hay una omisión al
abordar sus preocupaciones de manera responsable y "empoderante". Sus
sueños y esperanzas pueden marginarse, y puede olvidarse la necesidad de
una dimensión explícita del futuro en el plan de estudios. Si se hace caso
omiso de las imágenes de nuestros jóvenes sobre el futuro, esta situación
dice mucho de nosotros mismos, de nuestras escuelas, de nuestras socieda-
des y de nuestras expectativas y aspiraciones, no sólo para las generaciones
más jóvenes, sino para las generaciones que aún no han nacido.
Con respecto a con nuestras escuelas u otras instituciones sociales,
grandes son los desafíos para dar respuestas de calidad a las voces de los
jóvenes sobre el futuro. Sin embargo, existen oportunidades significati-
vas de elección y compromiso de tomar más en serio que en la actualidad,
las necesidades de los jóvenes. A pesar de muchas tendencias negativas,
ahí están las contradicciones y las oportunidades de construir solidaridades
a través de las generaciones, y la intención de crear una sociedad cívica glo-
bal. Un reto vital para nosotros como educapores es que no sólo acepte-

382 Estudios para la paz


desde una perspectiva !llobal
mos las grandes dificultades, sino que también comencemos a "practicar
nuestro discurso" combinando libertad con responsabilidad. Que impida-
mos futuros sociales violentos y depauperados para nuestros estudiantes y
para las generaciones sucesivas (Hutchinson, 1996; 1997a, b; 1998).

BIBLIOGRAFÍA

BoULDING, E. (1988), Building a Global Civic Culture: Education for an lnterdependent


World, Nueva York, Teacher's College Press, Columbia University.
- - - (1995), "How Children See their World and Make their Future", en: E.
Boulding y K. Boulding (eds.), The Future: lmages and Processes, Londres, Sage
Publications.
EcKERSLEY, R. (1997), "Portraits of Youth: Understanding Young People's Relationship
to the Future", Futures, vol. 29, núm. 3.
GALTUNG, J. (1988), Methodology and Development, Copenhague, Christian Ejlers.
GrooENS, A. (1991 ), Modernity and Self-ldentity: Self and Society in the Late Modern
Age, Cambridge, Polity Press.
GroLEY, J. (1997), /maginations and Wi/1 in Youth Visions of their Futures, Lismore, Aus-
tralia, Southern Cross University, Investigación para obtener el grado de Maes-
tro en Educación.
GrLLESPIE, J. y G. Allport (1955), Youth's Outlook on the Future: A Cross-National Study,
Nueva York, Doubleday
HrcKS, D. (1996), "Young People's Hopes and Fears for the Future", en: R. Slaughter
(ed.), The Knowledge Base of Future Studies, vol. 2, Melbourne, Futures Study
Centre.
_ _ _ y C. Holden (1995), Visions of the Future: Why we Need to Teach for Tomor-
row, Stoke-on-Trent, Trentham Books.
House of Representatives Standing Committee on Family and Community Affairs
(1997), Aspects of Youth Suicide, Canberra, Australian Government Publishing
Service.
HuTCHINSON, F. (1993), Future Consciousness and the School, Armidale, Australia, Uni-
versity of New England, tesis doctoral.
_ _ _ (1996), Educating beyond Violent Futures, Londres, Routledge.
_ _ _ (1997a.), "Education for Future Generations, Future Generations journal,
núm. 23. Número especial dedicado al tema "la paz y las generaciones
futuras".
_ _ _ (1997b), "Our Children's Futures: Are there Lessons for Environmental
Educators?", Environmental Education Research, vol. 3, núm. 2.

Frank Hutchinson 383


[ducación. previsión y ciudadanía
~-~-~ .. +~¡?¡:~·
• ~.....=.....:.....:._! • •

- - - (1998), "Young People's Hopes and Fears for the Future", en: D. Hicks y
R. Slaughter (ed.), World Yearbook of Education 1998 Futures Education, Lon-
dres, Kogan Page.
LIVINGSTONE (1976), "lntellectual and Popular lmages of the Educational Future in an
Advanced Industrial Society", Canadian journal of Education, vol. 1, núm. 2.
MANDEIA, N. (1994), Long Wa/k to Freedom, Londres, little, Brown & Co.
MEAD, M. (1970), Culture and Commitment: A Study of the Generation Gap, Nueva
York, Natural History Press.
ÜRNAUER, H., H. Wiberg, A. Sicinsk y J. Galtung (eds.) (1976), lmages of the World in
the Year 2000, La Haya, Mouton. En colaboración con el European Coordina-
tion Centre for Research & Documentation in Social Sciences.
UNICEF (1996), The Progress of Nations, Nueva York.
WYN, j. y R. White (1997), Rethinking Youth, St. UNICEF LEONARDS, Allen and Unwin.
ZIEGLER, W. (1989), Envisioning the Future: A Mindbook of Exercises for Futures lnven-
tions, Denver, Futures-lnventions Associates.

,,
~\
Factores que influyen
en el entrenamiento
de la educación para la paz
Jan Harris*
Lo responsabilidad de construir una sodedad pacmca
e ilustrado descanso principalmente en el educador.
KRISHNAMURTI, 1953/1981, p. 94.

EN RESPUESTA a un mundo que parece volverse cada vez más violento, los
programas de educación para la paz se han dirigido hacia programas prima-
rios, secundarios y terciarios. Estos programas se inician de diferentes mane-
ras: algunos vienen de iniciativas individuales; otros empiezan porque algún
burócrata de alto rango en alguna institución escolar, da instrucciones a su
equipo de trabajo para que instrumente reformas basadas en los principios de
paz; otros parten desde el principio con maestros que trabajan juntos para
implantar programas de educación para la paz en sus escuelas. Para otros
el ímpetu de la educación para la paz vienen desde fuera de la escuela, de
organizaciones profesionales y grupos de la comunidad preocupados por
los altos niveles de violencia, que quieren que las escuelas tomen una acti-
tud proactiva hacia la violencia, tanto en la escuela como en toda la comu-
nidad (Harris, 1988). Una pregunta clave en el desarrollo de estos progra-
mas es, "¿De qué manera aprenden los educadores acerca de la educación
para la paz?"
Durante quince años, el autor de este artículo ha impartido el curso "Edu-
cación para la Paz", que entrena a profesores a enseñar la paz. Algunos de
estos educadores incorporan el material que han aprendido a sus activida-
des profesionales; otros no lo hacen. Este artículo abordará la siguiente
cuestión: ¿Qué factores influyen en que los maestros entrenados en la edu-
cación para la paz la enseñen? la respuesta a esta pregunta ayudará a otros
a volverse más efectivos en entrenar maestros que apliquen en sus escuelas
los conceptos y técnicas de educación para la paz.
El curso está diseñado para analizar cómo puede la educación abordar
las amenazas de violencia y preparar a los estudiantes a enseñar sobre la
violencia, la no violencia y la resolución de conflictos. Se ofrece como parte
de un Programa Certificado de Estudios para la Paz en la Universidad de
Wisconsin-Milwaukee. Los objetivos del curso son: explorar el papel de la
*Profesor en la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, Estados Unidos, y coordinador de la Comisión
de Educación para la Paz.

385
violencia en las vidas de los estudiantes; considerar el efecto de la violencia
sobre las prácticas educativas; examinar cómo la educación para la ~a~
puede ayudar a manejar la violencia; y proporcionar ejemplos de actiVI-
dades de educación para la paz e ideas para los planes de estudio. Los cur-
sos se imparten con el formato de seminario y los textos proporcionan la
información básica. El instructor plantea preguntas a la clase, lo que con- 1

'1
duce a discusiones interactivas. A los estudiantes también se les propor-
ciona una amplia bibliografía, tanto de libros como de videos, que abordan
temas relacionados con: resolución de conflictos, violencia doméstica, medio
ambiente, no violencia, armas nucleares, paz, educación para la paz, racis-
mo, soluciones, guerra y problemas de violencia.
El enfoque dado a la educación para la paz en este curso es bastante
amplio. Implica lograr que los estudiantes adultos expresen sus preocupa-
ciones acerca de la violencia en sus vidas; presentar un análisis de diferentes
estrategias de paz, y argumentar que la enseñanza, entre las alternativas de
la violencia es un modo efectivo para manejar las amenazas de violencia
tanto en la escuela como en la comunidad. Los programas de estudios para
la paz están disponibles en el salón con el objeto de que los estudiantes lo
revisen. Como trabajo final cada estudiante prepara un programa de es-
tudios de la educación para la paz que puede usarse después que finalice
el curso.
No todos los estudiantes en estos cursos están trabajando en el marco
educativo o preparándose para la carrera de enseñanza. Ciento sesenta es-
tudiantes han tomado este curso desde que fue ofrecido por primera vez
en 1983. La mayoría son educadores adultos de la comunidad, quienes tra-
bajan en una variedad de organizaciones no lucrativas en el área metro-
politana de Milwaukee y pertenecen a diferentes razas. Estudiantes de otras
escuelas y facultades toman este curso por su formato semanal y porque es
parte del Programa Certificado de Estudios para la Paz. El43 por ciento de
los estudiantes que lo toman trabajan en ambientes educativos formales.
Menos de un sexto de los 160 estudiantes que han terminado este curso
son estudiantes graduados, muchos de los cuales son personal escolar estu-
diando una maestría en Fundamentos Culturales de la Educación. Estos
maestros toman el curso debido a los elevados índices de violencia que se
experimentan en la escuela y en la vida de los estudiantes a los cuales ense-
ñan. Los. últimos estudi?s muestran. que el 20 por ciento de las escuelas
secu~danas y preparatonas de los Estados Unidos manifestaron por lo menos
un cnmen seno en 1997 (Burns, 1998). Según el Centro de Estadísticas de
Salud de los Estados Unidos, 7,000 niños mu~ren violentamente en ese país

386 Estudios para la paz


desde una perspecll\a qlohal
' 1

cada año (Marchione, 1998) y más de tres millones de crímenes ocurren


cada año en las escuelas. Este estudio fue llevado a cabo en el otoño de
1997 en un área urbana, donde las escuelas tienen el doble de probabili-
dades de manifestar un crimen violento serio que aquellas en los suburbios
o en las áreas rurales.
Este estudio de investigación consiste en un cuestionario distribuido a
los graduados de este curso que trabajan en escuelas. Los resultados ayuda-
rán a responder la pregunta de por qué algunos de estos especialistas están
usando las técnicas de educación para la paz en sus vidas profesionales. La
hipótesis principal de este estudio es que el conocimiento teórico sobre
la violencia y la no violencia no es suficiente para motivar a los maestros en
ser educadores para la paz. Ellos necesitan apoyo adicional, tanto en su vida
personal como en la profesional, para elegir esta nueva área del programa
de estudios. Este estudio de investigación examinará los tipos de apoyo
disponibles para los maestros en una gran área metropolitana urbana que
les ayude a ejercer las estrategias de educación para la paz al abordar proble-
mas de violencia en sus escuelas. Esto proporcionará conocimiento de las
prácticas contemporáneas de la educación para la paz, y de los beneficios de
su entrenamiento.

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

No existe mucha investigación sobre los factores que influyen para que la
gente se interese en cursos de educación para la paz y que, posteriormente,
usen ese material en el futuro. La discusión más amplia del programa de
educación para la paz y su impacto sobre los maestros aparece en el libro
Waging Peace in Our Schools (Lantieri & Patti, 1996). En este libro, los
autores analizan el impacto del Programa de la Resolución Creativa de Con-
flicto (RCCP por sus siglas en inglés) en la Ciudad de Nueva York, que en-
trenó a maestros en diversos aspectos de la educación para la paz; en espe-
cial, en el conocimiento emocional social, la conciencia del prejuicio, y la
resolución de conflicto. Los autores dicen que el entrenamiento y la prácti-
ca son componentes claves para que los maestros que recibieron entre-
namiento utilicen (o no) el material de educación para la paz.
Cada maestro de la Ciudad de Nueva York que asiste a un entrena-
miento introductorio, recibe de cinco a diez visitas a su salón de clases de un
staff developer, educador que ha integra?o profunda~ente los pri~cipios de
este trabajo en su vida personal y profestonal. Ademas de su capactdad para

Jan Harris 387


Fadores que influyen en el entrenamiento
enseñar los conceptos RCCP, los staff developers reciben un extenso entre-
namiento en estrategias de asesoría y en técnicas de conferencia, así pueden
averiguar lo que será benéfico para el maestro y proporcionar el apoyo indi-
vidual necesario.
La clase de educación para la paz en la Universidad de Wisconsin-Mil-
waukee no proporcionó asesoría de seguimiento. Se trataba de una clase
universitaria "normal" donde el profesor no hizo el esfuerzo de visitar a los
maestros que habían tomado este curso, y guiarlos en su desarrollo como
educadores para la paz. Lantieri y Patti afirman que el gran apoyo del distri-
to ha sido un ingrediente clave en el éxito del programa del RCCP:

Idealmente el RCCP se instrumenta a nivel distrital con el fin de asegurar un giro


que eventualmente institucionalice esta innovación durante un periodo de tiem-
po en el distrito escolar. Empezamos por colaborar con el inspector, descubrien-
do cuáles son las necesidades del distrito escolar y cómo el RCCP puede ayudar
a satisfacer esas necesidades. Cuando un distrito escolar se compromete a
instrumentar el RCCP, hace un compromiso a largo plazo (cuatro a cinco años).

La mayoría de los maestros que participaron, en este estudio han en-


señado en las escuelas públicas de Milwaukee, que ocupan el lugar número
22 entre los distritos escolares del país. Este gran distrito escolar urbano ha
hecho un compromiso de educación para la paz a través de un acuerdo del
Consejo de 1985, que manda la educación para la paz (Haessley, 1991 ). No
obstante, el seguimiento de este mandato ha sido esporádico: en este dis-
trito grande otras prioridades han adquirido más peso que este compro-
miso y los cambios de inspectores han dado como resultado que no se haya
contado con el apoyo suficiente (Harris, 1996a).
lantieri y Patti continúan diciendo que la educación para la paz no
debe ser un "relleno" usado por unos pocos maestros, más bien debe abar-
car todos los niveles de la escuela. Este hallazgo también se ha mencionado
en otros artículos relativos a las respuestas de la escuela frente a la violen-
cia. De hecho tiene un nombre, "Proyecto de Escuelas Pacíficas" (Crawford
& Bodine, 1996). Con la protección de tal programa, se intenta entrenar a
todo el personal de la escuela, desde el director hasta el conserje y así
se adopta en toda la escuela. A partir de esta bibliografía puede deducirse
que es muy probable que aquellos maestros que recibieron entrenamiento de
educación para la paz, y que establecieron un fuerte compromiso con los

388 ~studlos para la paz


desde una perspediva Qlobal
principios de la educación para la paz, adopten estos principios en sus
clases. Aunque hay algunas escuelas dentro del área de Milwaukee que
están dedicadas a este tipo de educación para la paz, ninguno de los par-
ticipantes en este estudio trabajan en ellas. Ellos pueden ser clasificados de
manera más precisa como enseñando (o trabajando como ayudantes, conse-
jeros o administradores) en escuelas tradicionales, sin una misión específica
que apoye la educación para la paz. Aunque estos individuos pueden estar
interesados en instrumentarla, se están solos en escuelas que no tienen un
fuerte compromiso establecido con la educación para la paz.
Algunos estudios que evalúan el impacto de estos cursos aportan infor-
mación sobre los efectos que pueden tener en los estudiantes. Eckhardt
(1984) descubrió que después del entrenamiento, los estudiantes universi-
tarios experimentan un cambio en sus actitudes hacia la paz y rechazan a
la violencia. Otros estudios han mostrado cambios cognitivos como resulta-
do de los esfuerzos en la educación para la paz (French, 1984; Lyou, 1987;
Feltman, 1987). Harris (1992) ha demostrado que los estudiantes universi-
tarios muy a menudo se interesan en cambiar su conducta después de tal
enseñanza, en lugar de trabajar en las circunstancias externas que causan
violencia.
Algunos estudios no enfocados específicamente a la educación para la
paz, proporcionan perspectivas a los factores que pueden influir en la adop-
ción, por parte de los maestros, del material presentado en un taller o en
una clase. Un número considerable de estudios ha reportado que el entre-
namiento del maestro es un factor que influye en la instrumentación y elabo-
ración de un plan de estudios dado (Basen-Enquist et al., 1994; Ojanen,
1993). Una administración que apoya puede ejercer un efecto positivo en: la
manera en que los educadores usan un nuevo programa; localizar y pro-
porcionar recursos adicionales; responder preguntas acerca de la intención
de la información; los problemas del calendario escolar; y actuar como
abogados en la administración del distrito escolar. El tamaño de la organi-
zación es aparentemente un campo fértil y disponible, pero no necesaria-
mente para realizar nuevos programas. Los factores positivos de los distri-
tos más pequeños incluyen burocracias reducidas. Si los maestros tienen
personal de apoyo (por ejemplo, personal de salud escolar) disponible y
administraciones que apoyan, se sienten más inclinados a usar un nuevo
programa de estudios (Smith et al., 1993).

lan Harrls 389


Factores Que Influyen en el entrenamiento
Michael Fullan (1992) proporciona una lista de los factores que con-
tribuyen y que inhiben la realización de un nuevo programa de estudios.
Éstos incluyen:

Promueven Obstaculizan
Compromiso del sistema y preocupación Capacidad del maestro,
por el plan de estudios sobrecarga
Compromiso del director Carencia de liderazgo del
director
Comprensión, prudencia y Recursos financieros
procedimientos prácticos
Liderazgo a nivel central Demandas adicionales
Liderazgo creciente de los directores Complejidad del modelo
Ambiente abierto, grandes esperanzas, El papel del consejo escolar y
gran reconocimiento rotación del personal
Presupuesto sano del programa de estudios
Uso selectivo de organizaciones externas
Desarrollo persistente y acumulativo

Los factores adicionales que influyen en la realización incluyen las carac-


terísticas específicas del programa, los factores fundamentales de la escuela
y el apoyo comunitario.
En un artículo titulado Realización del plan de estudios integrado y desarro-
llo del personal, Scott (1994) describe algunos factores que influyeron en el
cambio del plan de estudios. Primero, si la administración apoya los cam-
bios, o si están presentes el apoyo financiero y de los colegas. Segundo,
qué nivel de ingerencia tienen los miembros de facultad con respecto a los
cambios, o si éstos les fueron impuestos. Tercero, si los maestros se sienten
aislados, los recursos inadecuados, o la oportunidad .de hacer solamente un
pequeño impacto sobre el sistema total. lnger (1991) observa una falta de
fondos para las iniciativas de educación para la paz. Gran parte del entre-
namiento es limitado y viene de especialistas externos. Como resultado, los
educadores no están extensamente entrenados en la resolución de conflic-
tos, como lo están en sus áreas de especialización por lo que pueden sentir-
se inseguros de enseñarla en sus clases.
Otros investigadores (Arauja et al., 1992; Bernthal, 1995) han observa-
do diferencias en los efectos del entrenamiento a corto y a largo plazo. El
entrenamiento en un área particular tiende ~ tener efectos a largo plazo si
el entrenamiento soluciona problemas concretos. Si los participantes en

390 Estudios para la paz


desde una perspectiva qlobal
este estudio encuentran que la educación para la paz proporciona benefi-
cios inmediatos, se sienten más inclinados a incorporar sus principios en las
prácticas educativas.
Para resumir, hay muchos factores que influyen como incentivos al
educador para desarrollar o realizar un nuevo programa de estudios. Muy
importante es el apoyo recibido de la administración, incluyendo tiempo
y apoyo financiero, para familiarizar a los educadores con el programa y para
adquirir los materiales apropiados. Un ambiente de apoyo con una retroali-
mentación positiva y una colaboración de los colegas también es importan-
te, así como la capacidad de influir para lograr un sentido de pertenencia.
Un obstáculo importante para los maestros que toman cualquier tipo de
entrenamiento nuevo se deriva de las exigencias sobre su tiempo libre.

METODOLOGÍA
El cuestionario usado en este estudio consta de sesenta puntos. Los pri-
meros tres le preguntan al entrevistado que indique si trabaja o no en una
escuela, y, si lo hace, en qué nivel. Los siguientes trece puntos proporcio-
nan información sobre la experiencia del entrevistado con la educación para
la paz. Los siguientes veintinueve puntos se enfocan sobre factores que
promueven el uso de la educación para la paz. A los graduados de la clase
se les preguntó, "¿Tiene actualmente su escuela un programa de estudios
para la paz"? A los entrevistados se les solicitó clasificar en una escala de seis
puntos (sobre una escala de seis puntos desde O a 5. O = no apoyo; 5 =
apoyo) cómo ha sido el apoyo de la escuela de su comunidad con respec-
to a la educación para la paz en los siguientes factores: facultad, adminis-
tración, barrio, estudiantes, plan de estudios, personal de apoyo, recursos, y
modelos. (Todo lo que sea bajo "3" está clasificada como no apoyo, y los
factores sobre "3" serán considerados como apoyo. Alos entrevistados tam-
bién se les solicitó que clasificaran en la misma escala cuál había sido el
apoyo de los siguientes factores: conocimiento de la materia, sentimientos
de urgencia, fe religiosa, participación de los padres de los estudiantes, en-
trenamiento de interinato, fondos disponibles, éxitos anteriores con la
educación para la paz y ambiente escolar. Los siguientes once puntos pedían
calificar la clase del autor de este artículo. Los siguientes seis puntos les so-
licitaban indicar cuáles beneficios habían recibido al tomar este curso. Des-
pués se les pedía que indicarán qué apoyo habían recibido en su uso de
educación para la paz, de amigos, vecinos, compañeros de trabajo, otros

lan Harrls ·¡ 391


ractores que Influyen en el entrenamfr~~to
: ,.

importantes, niños y estudiantes. Finalmente, se les daban tres pregun; 1i


tas abiertas a las que podían responder. Estas preguntas fueron, "¿Que !
mejoras ha visto como resultado de aplicar la educación para la paz"?
¿"Qué problemas se han creado como resultado de aplicar la educación
para la paz"? "Por favor use este espacio para indicar algo más que le gus-
taría añadir referente a la educación para la paz".
Durante el otoño de 1997 se estableció un equipo de investigación
para llevar a cabo este estudio. Este equipo consistió de cinco estudiantes
que tomaban la clase Educación para la Paz. Se pensó que los estudian-
tes podían conducir mejor esta investigación, por que los graduados de la
clase podían querer por impresionar al profesor con lo que habían logrado
y por lo tanto dar respuestas infladas. Este equipo desarrolló el cuestionario
con la asesoría del profesor Harris, lo aplicó a los otros estudiantes de la clase
que trabajaban en escuelas del área, enviaron por correo el cuestionario,
hicieron las entrevistas de seguimiento por teléfono, y escribieron los resul-
tados en borrador. El doctor Harris ha completado la versión final de esta
ponencia con la ayuda de dos estudiantes a quienes se les da crédito de
coautores.
Los cuestionarios se enviaron por correo a 68 personas que el autor
pensó continuaban trabajando en escuelas. Veinticinco de ellas regresaron el
cuestionario por correo, 20 de las cuales trabajaban en escuelas. Los miem-
bros del equipo de investigación elevaron el índice de respuestas a 31 al
realizar entrevistas telefónicas de seguimiento, 26 de los entrevistados tra-
bajaban en escuelas. Esto representa un 45 por ciento del índice de res-
puesta del total de cuestionarios enviados. Los datos usados en este estudio
provienen de los 25 encuestados que trabajaban en escuelas. Las respues-
tas fueron anónimas; se codificaron, de manera que pudieran realizarse las
llamadas telefónicas de seguimiento a aquellos que de modo voluntario
participaron posteriormente en el estudio.

RESULTADOS

De estos 26 que respondieron solamente 12 trabajaban en el sistema de


escuela públicas de Milwaukee que, como ya dijimos, tiene un mandato
garantizando la educación para la paz. Los otros trabajaban en escuelas
suburbanas, donde están promoviendo la educación para la paz por su
cuenta sin el apoyo garantizado del consejo escolar. Sólo el 38 por ciento
de los que respondieron tenían un programa de educación para la paz en su

392 [studios para la paz


desde una perspectiva qlobal
escuela. El 52 por ciento pensó que tendrían uno en el futuro. El 55 por
ciento de los que contestaron son profesores. Otros son consejeros (19
por ciento) y asistentes (7 por ciento). El4 por ciento son administradores,
y el 15 por ciento entra en la categoría de "otros".
La mitad de los que respondieron habían tomado la clase de educa-
ción para la paz en los ocho años anteriores. Ocho (32 por ciento) habían
tomado un taller sobre esto o un seminario antes de tomar este curso. Sola-
mente uno había tomado una clase de educación para la paz antes de
tomarla en la Universidad de Wisconsin-Milwaukee. Por lo tanto, para la
vasta mayoría de entrevistados, este curso fue su primera introducción for-
mal a la educación para la paz. Tres personas han tomado más clases, mien-
tras que el 12 por ciento han tomado talleres seminarios desde que termi-
naron el curso.
Este curso ha impactado el trabajo de los entrevistados. El 96 por cien-
to actualmente utiliza las técnicas de educación para la paz en su práctica
educativa. El 84 por ciento dijo haber intentado educar a otros acerca de
la paz desde que tomo el curso ya mencionado. Al momento de tomar la
clase solamente el 64 por ciento esperaba convertirse en educador para
la paz. Esto significa que ocho de los 25 entrevistados estuvieron suficien-
temente influenciados por el curso para incorporar algunos de los princi-
pios de educación para la paz en su trabajo.
Como resultado de la clase el 65 por ciento se vio a sí mismo como
educador exitoso para la paz. El 85 por ciento recomendaría el curso a
otros educadores. El 67 por ciento sintió que fueron preparados apropia-
damente para enseñar la educación para la paz después de este curso, mien-
tras que el 52 por ciento indicó que les habría gustado tener una asesoría
posterior en estos temas.
En la Tabla 1los entrevistados indican los siguientes beneficios de tomar
una clase de educación para la paz.
Además de los beneficios citados en la Tabla 1 otros entrevistados indi-
caron que su compromiso con la educación para la paz tuvo efectos posi-
tivos sobre el ambiente total de la escuela y una reducción en los proble-
mas de escolar. Otro entrevistado indicó, "mejor entendimiento de la ira y
mayor control sobre ella; mejores habilidades para escuchar; sentirse
menos amenazado; mejores, relaciones personales renovadas." Algunos
respondieron que después de este curso habían mejorado sus habilidades
de resolver problemas y el manejo de la ira. Muchos indicaron ~n aumento
en el conocimiento de problemas y un aumento en su comprom1so, tanto en
el marco comunitario como en el escolar.

lan Harris 393


!actores que influven en el entrenamlentc
'·'

En la Tabla 11 los entrevistados indican algunas de las desventajas de


tomar una clase de educación para la paz.

TABlA 1
1 1

BENEFICIOS DE TOMAR UNA CLASE DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ !1 ,


,,
• más informados de los temas que causan conflictos
• he conocido personas interesantes y dinámicas
• proporcionó un centro para organizar el plan de estudios
• tratar de mediar más que dictar
• claro sentido de la misión
• mejores valores definidos
• apreciación de la importancia de la enseñanza holística
• mejor trato con la tensión y la violencia
• reducción de actitudes negativas
• disfrutar siendo pacífico, no violento
• respuesta de los niños
• mejor entendimiento de los niños y los nietos
• ayudó a darte cuenta de que puedes ayudar a otros
• ahora veo un panorama más amplio; menos trivial y egoísta como persona
• tengo un mejor sentido del racismo desde la visión de otros participantes de la clase
• contribuyó a acelerar el cambio en el ministerio pastoral
• he cambiado en la manera en que hablo a los demás con mayor cuidado acerca de
cómo mi comportamiento influye en los demás o el de ellos afecta el mío. He ani-
mado a que otros analicen cómo sus sentimientos influyen en los comportamientos.

Estos comentarios reflejan las dificultades que los maestros encaran al


confrontar problemas de violencia. Con frecuencia se piensa que no son lo
suficientemente fuertes en una cultura que apoya la paz mediante acer-
camientos de fuerza para mantener la paz (Harris, 1996). Otros
respondieron que sus colegas les hacían bromas por su interés en la paz
(recuérdese los sesenta). Algunos decían que otros miembros de la facultad
los tomaban por ingenuos, y otros fueron acusados de hacer propaganda
entre sus estudiantes. La tarea de trabajar hacia la paz puede ser difícil y
consumir mucho tiempo, y los estudiantes pueden resistirse a un acer-
camiento no violento a la resolución de conflictos.

394 fstudios para la paz


desde una perspecti\a global
La Tabla 111 indica los tipos de técnicas de educación para la paz que
ellos están usando en sus escuelas (estos porcentajes no son acumulativos,
porque los entrevistados podían marcar más de una opción):

TABLA 11

DESVENTAJAS DE TOMAR UNA CLASE DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ

• sentir que el mundo violento es demasiado abrumador y que yo no puedo modificarlo


• enojo al ser visto como un llorón y un raro, siendo menos respetado
• visto por algunos como ingenuo
• cuestiones raciales
• fácil de sentirse inadecuado frente a la tarea
• es difícil y lleva tiempo trabajar a través de las dificultades con unos pocos estudiantes
mientras que otros esperan
• el dolor y la ausencia de un lenguaje común y el acuerdo sobre valores en el sistema
escolar donde trabajo

TABLA 111

DIFERENTES TIPOS DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ

Diferentes tipos de educación para la paz Porcentaje que la usa

• Manejar la diversidad 58
• Enseñar acerca de la paz 54
• Ayudar a los estudiantes a manejar la violencia 50
• Otro 35
• Abogar por la prevención de la violencia 35
• Trabajar con un programa de mediación entre colegas 23
• Enseñar conocimiento emocional 15 .:';¡
• Usar un programa de estudios de la paz 12 ·:¡
• Realizar actividades extracurriculares para la paz 4

·1
·'1
'1,

lan Harris 395


Fadores que influyen en el entrenamiento
En la categoría "otra" estuvieron las respuestas: "usar artículos para la
paz cuando se enseñan estrategias de lectura a los maestros", "ambien~e
entre el personal y políticas escolares abiertas", "un programa de asistencia
y de resolución de conflictos para los estudiantes", "trabajar en mi barrio 1
por actitudes positivas", "hacer a los niños conscientes de la violencia", L
"involucrarse en encontrar una solución". La Tabla 1 proporciona algunas \1

percepciones de cómo los educadores están usando las técnicas de edu- 1

cación para la paz al final del siglo.


La Tabla IV indica el grado de satisfacción que los entrevistados sin- !
tieron con su entrenamiento en educación para la paz.

TABLA IV
PORCENTAjE DE RESPUESTAS A LA EDUCACIÓN PARA LA PAZ

No está de Está totalmente Está de


acuerdo de acuerdo acuerdo No opina

• La educación para la paz es una


parte valiosa de mis actividades
en el salón de clases. 30 52 13 4
• La educación para la paz ha resuelto
problemas concretos en tu trabajo. 24 32 36 8
• La educación para la paz me ha
mejorado profesionalmente. 42 42 12 4

La Tabla IV indica que los educadores que tomaron este curso han sido
recompensados por su compromiso con la educación para la paz, a pesar
de algunas reacciones hostiles por parte de sus colegas que pensaron que
estaban siendo blandengues al enseñar acerca de la paz.
La Tabla V indica qué factores apoyaron la educación para la paz en su
comunidad escolar, en una escala de cinco puntos que va desde no apoyo
hasta apoyo (0-5).
Estos resultados corroboran la bibliografía sobre reforma escolar, que
establece que la presencia de un administrador que apoya es el ingrediente
más importante en la adopción de innovaciones particulares. En esta Tabla

396 [studios para la paz


desde una perspectiva qlobal
aparece que el apoyo de la comunidad no está presente en las actividades
de educación para la paz. Es interesante que estos entrevistados no encon-
traron el apoyo curricular en sus esfuerzos para enseñar la paz.
la Tabla VI indica cuánto apoyo tuvieron los factores personales en la
decisión de un entrevistado de instrumentar las técnicas de educación para
la paz.

TABLA V
CLASIFICACIÓN DE LOS FAGORES ESCOLARES

Factor Rango

• Administración 3.63
• Miembros de la facultad 3.57
• Modelos 3.47
• Apoyo del personal 3.44
• Recursos 3.11
• Estudiantes 2.95
• Programa de estudios 2.90
• Barrio 2.81

TABLA VI
CLASIFICACIÓN DE LOS FAGORES PERSONALES

Factor Rango

• Sentimientos de urgencia 4.30


• Conocimiento de la materia 3.96
• Fe religiosa 3.75
• Éxito anterior en la educación para la paz 3.35
• Ambiente escolar 3.29
• Entrenamiento interno 2.43
• Compromiso de los padres de los estudiantes 2.14
• Fondos disponibles 1.95

lan Harris 397


Fadores Que Influyen en el entrenamiento
Estos resultados muestran que los que contestaron este cuestionario
están muy motivados por razones personales para convertirse en educa-
dores para la paz. Tienen una fe religiosa que los motiva y no recibieron
ningún entrenamiento interno posterior.
La información revisada muestra que el éxito anterior influiría si una
persona entrenada en un momento utilizara ese entrenamiento en el futuro.
Pero esta misma revisión declara que el ambiente escolar, el financiamiento, li
y el apoyo comunitario son también ingredientes clave en la utilización de il
1

un entrenamiento particular. Aunque estos individuos reportaron que tenían 1

apoyo escolar para sus esfuerzos de enseñar acerca de la paz, parecían no


tener apoyo de la comunidad. Debido a los altos índices de criminalidad en
las escuelas urbanas donde muchos de estos educadores están trabajando,
proceden a abordar los problemas de violencia con estrategias de educa-
ción para la paz a pesar de la ausencia de apoyo financiero para estos
esfuerzos.
La Tabla VIl indica qué apoyo han dado diversas personas a los esfuer-
zos de los entrevistados para enseñar acerca de la paz.

TABLA VIl
CLASIFICACIÓN DE LOS FACTORES PERSONALES

Factor Rango

• Niños 4.00
• Otros significativos 3.50
• Compañeros de trabajo 3.50
• Familia 3.38
• Amigos 3.38
• Colegas 3.30
• Vecinos 2.60

Esta Tabla muestra que las amistades personales y los lazos familiares
proporcionan apoyo para que estos individuos se conviertan en educado-
res para la paz .
.En varias de las pregunta~ abiertas los entrevistados indicaron que les
hubrera gustado un entrenamrento posterior. en educación para la paz. Es-

398 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
pecíficamente, les hubiera gustado más entrenamiento en las diferencias
culturales, ya que en una escuela multi-racial muchos conflictos surgen de-
bido a las desavenencias culturales. Un individuo indicó que le habría gus-
tado un grupo de apoyo que se reuniera regularmente. Otro dijo que le
habría gustado algunos seminarios de seguimiento:
Existe una gran necesidad por un grupo de seguimiento y para llevar
a cabo cursos de educación continua acerca de la paz. Un sólo curso no
empezará a formar a un educador para la paz.
Uno dijo que le habría gustado apoyo y guía en organizar a Jos padres,
muchos de los cuales aceptan la violencia como una forma normal de vida.

DISCUSIÓN

Este estudio de investigación proporciona importantes perspectivas sobre


los beneficios profesionales que reciben Jos educadores al usar las estrate-
gias de educación para la paz. Ayuda a explicar qué están haciendo para
promover la paz en las escuelas donde trabajan. No proporciona muchas
perspectivas sobre por qué la gente que tomó este curso Educación para la
Paz, no están usando las técnicas de esta educación en sus escuelas. Se
intentó llamar a cada graduado del curso, pero muchos no se han podido
localizar y otros decidieron no participar. Sólo un entrevistado declaró no
estar usando la educación para la paz.
La Tabla 1indica muchos beneficios personales que los graduados han
recibido de este curso. Obtienen una respuesta positiva de parte de los niños
a quienes enseñan y disfrutan ayudando a otros a contender con los pro-
blemas de violencia. Estos comentarios corroboran un estudio de investi-
gación anterior conducido por el investigador principal, en el cual encon-
tró que la mayoría de los graduados de los cursos de educación para la paz
toman el contenido importante de la materia, y proceden a trabajar directa-
mente sobre problemas de violencia en sus propias vidas, en vez de con-
vertirse en activistas de la paz y tratan de detener la violencia en el mundo
externo (Harris, 1992). Las respuestas tabuladas en la Tabla IV indican que
los graduados de este curso reciben beneficios profesionales a partir del uso
de la educación para la paz; de acuerdo con la revisión de la investigación,
esto resultaría en un uso ulterior de educación para la paz. Las principales
desventajas que los entrevistados citaron fueron que estaban trabajando en
una cultura escolar que prefiere dar respuestas fuertes al conflicto, donde la

tan Harrls 399


Factores que influyen en el entrenamiento
educación para la paz es vista como blando. También indicaron que sen-
tían que los problemas de violencia son tan abrumadores que poco puede
hacerse.
La Tabla 111 proporciona una visión muy interesante de cómo la edu-
cación para la paz se realiza en las escuelas de los Estados Unidos. La mayo-
ría de los estudios parecen implicar que la forma más común de educación
para la paz es la mediación de los pares (Guerra et al., 1994; Noguero, 1995;
Smith, 1996). Solamente 23 por ciento de los entrevistados indicó que esta-
ba comprometido en programas de mediación de pares. mientras que el
35 por ciento indicó que estaban abogando por la prevención de la violen-
cia, otra forma de educación para la paz que ha recibido una amplia cober-
tura (Prothrow-Stith, 1991; Toch et al., 1993; Cohen, 1995).
Los participantes en este estudio indican que su uso de la educación
para la paz es mucho más amplio que estas dos categorías e incluye mane-
jar la diversidad (una clave importante de la educación para la paz, según
Lantieri y Patti, 1996; y Prutzman, et al., 1988), enseñar la paz, y ayudar a
los estudiantes a contender con la violencia. Este hallazgo puede ser el
resultado de una orientación proporcionada por el instructor de este curso,
quien cree firmemente que la educación para la paz debe incluir imágenes
positivas de paz, y no sólo estrategias negativas para detener la violencia
(Harris, 1996b). El razonamiento de este enfoque de educación para la paz
es que la juventud enfrentará el conflicto durante toda su vida. Los cursos
para la paz deberán proporcionarles alternativas no violentas, para que
cuando se enfrenten con el conflicto, elijan actuar pacíficamente.
Este hincapié sobre los aspectos positivos de la paz está reflejado en las
respuestas de la Tabla 111, las cuales indican que los graduados de este cur-
so están usando estrategias holísticas para manejar los problemas de la vio-
lencia. Es interesante notar que solamente el12 por ciento indicó que esta-
ba usando un programa de paz, aunque se han publicados muchos y están
disponibles. Las respuestas de la Tabla 111 indican que el uso de la educación
para la paz en las escuelas puede ser mucho más amplio que el reportado
previamente en estudios que indican que muchas escuelas en los Estados
Unidos tienen programas de mediación de pares.
La Tabla V indica los factores escolares positivos que promueven la
retención del entrenamiento de educación para la paz. Ellos son en orden:
la administración, los miembros de la facultad, los modelos, el apoyo del per-
sonal y los recursos. La importancia del liderazgo escolar de apoyo se desta-
ca en la revisión de la literatura, así como etil varias conversaciones con los

400 [studlos para la paz


desde una perspectiva Qlobal
graduados de este curso que querían utilizar estrategias de la educación
para la paz en sus clases, pero fueron desanimados porque la administra-
ción escolar no creía en este enfoque. Esta Tabla también proporciona algu-
nos indicadores de factores que hacen difícil a los educadores para la paz
instrumentar este tipo de educación: estudiantes educados en una cultura
de violencia, un programa de estudios que no menciona la paz, y un barrio
lleno de conflictos.
Los entrevistados indicaron en la Tabla VI que el conocimiento de los
objetivos de la materia era un factor importante en la utilización de las técni-
cas de educación para la paz en sus escuelas, las cuales menosprecian la
importancia de este entrenamiento para maestros. Esto de algún modo
refuta la hipótesis principal de este estudio: que el conocimiento del obje-
tivo de la materia no es suficiente para estimular a los estudiantes en este
curso de enseñanza para de la paz. Esta hipótesis fue apoyada por el gran
peso dado a los sentimientos de urgencia y la importancia de la fe religiosa,
el éxito anterior en la educación para la paz, y el ambiente escolar en las
decisiones de los entrevistados para promover estrategias de paz en sus
escuelas.
Enseñar acerca de la violencia y la paz puede ser deprimente y deman-
dante. Los entrevistados indicaron en la Tabla VI que factores persona-
les como los niños, otros significativos, los compañeros de trabajo, la fami-
lia, los amigos, y los colegas apoyaban su interés en la educación para la
paz, mientras que sus vecinos no lo hacían. De diversas maneras creativas
estos entrevistados encontraron apoyo para sus esfuerzos en sus iglesias,
familias, escuelas, y círculos de amistades para este enfoque proactivo a los
problemas de violencia en el mundo posmoderno. A partir de estas res-
puestas puede concluirse que el conocimiento de los objetivos de la mate-
ria es condición necesaria pero no suficiente para las reformas al programa. Los
educadores profesionales también necesitan apoyo personal y profesional
en el panorama de un mundo que abrace la paz en medio de una cultura
a la que le fascina la violencia.

CONCLUSIÓN
'1,
:•;¡
Está claro a partir de este estudio que los educadores profesionales pueden 1 '

'1
volverse más conscientes de los problemas de violencia al tomar un curso
1
de educación para la paz, pero esto no garantiza que ellos utilizarán lo que 1·¡

1 li
¡ •· 1·

lan Harrls 401


radores que Influyen en el entrenamiento
¡,
1

i! ¡·

:1 1

'i
~
han aprendido en clase. Los factores personales como el apoyo familiar, l~s
sentimientos de urgencia, y los factores profesionales como el apoyo admi-
nistrativo y un ambiente escolar positivo influyen en que los maestros utilicen
el material que aprendieron en esa clase. No es el contenido abstracto formal
de la clase lo que los motiva a convertirse en educadores para-la paz, sino
más bien sus experiencias personales relacionadas con la violencia y la paz
las que los influyen o no, para buscar las técnicas de educación para la paz. Una
implicación importante de este estudio es: ¿Cómo los líderes escolares pue-
den proporcionar un clima que apoye el uso de este programa?
A pesar de que existen algunos inhibidores serios para la aplicación de
estos programas, por lo menos en el área sudeste de Wisconsin, parecen exis-
tir más factores que promueven su uso. Los factores personales parecen ser
más influyentes que los relacionados con la escuela; sin embargo, como
se observa en la hipótesis y en la revisión de la literatura, una adminis-
tración que apoya es clave para que el educador decida comenzar un pro-
grama de este tipo. Las cuestiones más importantes parecen estar relaciona-
das con el apoyo de la gente alrededor del educador, colegas, amigos, y
familia. Muchas sugerencias útiles para un entrenamiento posterior fueron
concebidas por el grupo. Es interesante que los sentimientos de urgencia
fueran los más cruciales entre los encuestados. Esto nos habla de la necesi-
dad urgente de programas de educación para la paz, en un mundo que
parece percibirse como más violento cada día.
Este estudio de los educadores por ningún motivo proporciona una
medida completa del impacto de un curso de esta naturaleza sobre la cul-
tura violenta de los Estados Unidos posmoderno. Puede suponerse que los
estudiantes a los cuales llegan los educadores profesionales, también se ven
afectados por el objetivo de la materia y la orientación pacífica de este cur-
so, aunque este estudio no intentó evaluar las respuestas de los estudiantes
frente a la educación para la paz. El efecto en los estudiantes es muy difícil
de valorar, debido a que éstos podrían tardarse años en transferir el apren-
dizaje sobre la no violencia, en comportamientos pacíficos positivos. Dado
los complejos factores que influyen en la conducta humana, es casi imposi-
ble demostrar que las actividades de los maestros resultan en una conducta
específica de un estudiante. Lo que este estudio sí muestra es que los maes-
tros se sienten beneficiados por el aprendizaje de las estrategias de paz, y
que incorporar reformas a la educación para la paz tiene beneficios posi-
tivos para los educadores profesionales que luchan por manejar los proble-
mas de la violencia.

402 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
BIBLIOGRAFÍA

ARAUJO, O.J. Batista y A. lau (1992), Retraining the European Workforce: How Tech~
nologies Can Help, European Training Technology Event, Viena Austria, nov. 5-7,
1991, ED359320, microficha.
BASEN-ENGQUIST,· K. O'Hara-Tompkins, N. Lovato, C. Lewis, M. Parcel, G. & Gingiss,
P. (1994), ''The Effect of Two Types of Teacher Trainirig on lmplementation of
Smart Choices: a Tobacco Prevention Currículum", journal of School Health,
vol. 64, núm. 8. · ·
BERNTHAL, P. (1995), "Evaluation that goes the Distance: Links between Training and
Organizational Values", Training and Development, vol. 49, núm. 9.
BuRNS, R. (1998), "20 por ciento of U.S. Schools Report Serious Crime", Milwaukee
journai/Sentinel, 13a., marzo 20.
CoHEN, R. (1995), Students Resolving Conflict, Glenville, 111, Good Year Books.
CRAWFORD, D. y R. Bodine (1996), Conflict Resolution Education: A Guide to lmple-
menting Programs in Schools, Youth Serving Organizations, and Community and
juvenile justice Settings, u.s. Department of Education, Office of Juvenile Justice
and Delinquency Prevention and Office of Elementary ,and Secondary Edu-
cation.
EcKHARDT, W. (1984), Peace Studies and Attitude Change: A Value Theory of Peace
Studies", Peace and Change, vol. 4, núm. 1.
FELTMAN, R. (1986), "Change in Peace Attitude: A Controlled Attitude Change Study
of lnternationalism", Peace Research, vol. 18, núm.·;.
FRENCH, P. (1984), "Preventive Medicine for Nuclear War", Psychology Today, septiem-
bre.
FuLLAN, M. (1992), Successful Schoollmprovement, Buckingham, Open University Press.
GUERRA, N, P. Tolan y W. Hammond (1994), "Prevention and Treatment of Adolescent
Violence", en: l. Eron, J. Gentry y P. Schlegel (eds.), Reason to Hope: A Psycho-
logical Perspective in Violence and Youth, Washington, American Psychological
Association.
HAESSLEY, J. (1991 ), "Peace Education in Milwaukee", Peace in Action, vol. 5, núm. 1.
HARRIS, 1. (1988), Peace Education, Jefferson, Mcfarland & Co.
_ _ _ (1992), "The Challenge of Peace Education: Do our Efforts Make a Diffe-
rence", Educational Foundations, vol. 6, núm. 4.
_ _ _ (1996a), "Peace Education in an Urban School District in the United
States", Peabody journal of Education, vol. 71, núm. 3.
_ _ _ (1996b) "From World Citizen to Peace in the Hood: Peace Education in
a Postmodern World", journal for a just and Caring Education, vol. 2, núm. 4.
INGER, M. (1991 ), Conflict Resolution Programs in Schools, Washington, Office of
Educational Research and lmprovement, ERIC/CUE Digest, núm. 74, junio.
ED338791, microficha.

lan Harris 403


Factores que lnflu~'en en el entrenamiento
KRJSHNAMURTJ, J. (1953/1981 ), Education and the Significance of Lite, San Francisco,
Harper & Row.
lANTJERJ, L. y J. Patti (1996), Waging Peace in our Schools, Boston, Beacon Press.
You, j.K. (1987), "Studying Nuclear Weapons: The Effect on Students", Peace Re-
search, vol. 19, núm. l.
MARCHJONNE, Marilyn (1998), "TV Violen ce Desensitizes Children, Expert Says", Mil-
waukee journai/Sentinel, 3b, mayo 28.
NoGUERa, P. (1995), "Preventing and Producing Violence: A Critica! Analysis of
Responses to School Violence", Harvard Educationa/ Review, vol. 65, núm. 2.
ÜJANEN, S. (1993), "Follow-up Studies and Adult Education", Artículo presentado en
la lnternational Conference on Teacher Education, Tei-Aviv, Israel, junio 1993.
ED398200~ microficha.
PROTHRow-STrrH, D. (1991 ), Deadly onsequences, Nueva York, Harper Collins.
PRUTZMAN, P., L. Stern, M. L. Burger y G. Bodenhamer (1998), Friendly Classroom for
a Smal/ Planet: Children ~ Creative Response to Conflict, Filadelfia, New Society
Publishers. ~1
Scon, F. (1994), "lntegrating Curriculum lmplementation and Staff Development", 1¡
The Clearing House, vol. 67, núm. 3. ~~
~

SMJTH, D., L. McCormick, A. Steckler, y K. Mcleroy (1993), "Teachers Use of Health


Curricula: lmplementation of Growing Healthy", Project SMART, and the teen
health teaching modules, journal of Schoo/ Health, vol. 63, núm. 8.
SMJTH, M. (1996), "Strategies to Reduce School Violence: The New Mexico Center
for Dispute Resolution", en: A. Hoffman (ed.), Schools, Violence and Society
Westport, CT., Praeger Publishers.
TocH, T., T. Guest y M. Guttman (1993), Violence in Schools, U.S, News and World
Report, noviembre.

404
Estudios para la paz
desde una perspectl\'a qlobal
Alimentando las semillas
de la paz: fuerza y potencial
de la literatura infantil
lrma K. Ghosn*
La buena literatura tiene el poder de transformar, de cambiar actitudes,
y ayuda a erradicar el prejuicio y el sesgo, al mismo tiempo
que fomenta la empatía, la tolerancia y la conciencia de los problemas globales.

Los NIÑOS tienen una enorme capacidad de empatía y tolerancia, que


son los atributos básicos de "entrada" 1 de un constructor de la paz (si
usamos el término acuñado por Betty Reardon en 1997). No obstante, a
menudo estas capacidades no se alimentan lo suficiente, especialmente en
el mundo actual inundado de innumerables demostraciones diarias de vio-
lencia en las comunidades, en las noticias y en los medios de entreteni-
miento. Es imperativo que se de a los niños la oportunidad de desarrollar
las destrezas y actitudes de constructores de la paz, y un sentido de respon-
sabilidad y justicia sociales -una ética social- así como un sentimiento de
esperanza, optimismo y fuerza interna para enfrentar obstáculos que a
menudo parecen insalvables. Esto es especialmente importante en países
plagados de conflictos internos y aquellos que están saliendo de una guerra,
como es el caso de El Líbano.
En este artículo examinaré en primer lugar, la fuerza de la literatura
para modelar las creencias, valores y actitudes de la niñez. Enseguida discu-
tiré algunos de los problemas que pueden limitar el contacto de los niños
con la experiencia literaria, y presentaré algunos descubrimientos prelimi-
nares de estudios que se llevan a cabo actualmente en El Líbano; finalmente
describiré algunas sugerencias de acción. Con el hecho de limitar la dis-
cusión a la literatura, de ninguna manera he querido debilitar la influencia
de la excelente currícula de la educación para la paz. Sencillamente deseo
llamar la atención hacia un recurso rico y valioso que no ha sido aprovecha-
do en su totalidad.
En años recientes se han publicado muchos libros maravillosos para la
niñez, cuya meta explícita ha sido promover la paz y los asuntos globales.
Entre ellos podemos mencionar Peace begins with you [La paz comienza

*Profesora en la Universidad Libanesa Norteamericana en Biblos, Líbano.


t Betty Reardon (1997), Tolerance: The Threshold of Peace, París, Unesco.
.~,;:;· ..
~- ...;;;:_. . ,f
1 T'
! 1'
: i

contigo] de Katherine Scholes (1989); The Big Book for Peace [El gran libro
de la paz] (Dutton Books, 1990) y muchas obras del doctor Seuss que abor-
dan asuntos relativos a los prejuicios, los conflictos, la injusticia y las preo-
cupaciones ambientales. Sin embargo, los que compran esos libros son
principalmente los padres y los educadores, quienes ya están comprometi-
dos, o al menos interesados, en los ideales de la paz y de la educación
global; por lo tanto, ya han inculcado en sus niños las actitudes que, con
estas obras, esperan albergar o despertar. Además estos libros son bastante
costosos, especialmente si se consideran los niveles promedio de ingreso en
los países en desarrollo. Así pues, examinaré el potencial que en general
tiene la literatura infantil como agente de socialización y de cambio ~1 cual ya
ha sido aceptado por muchos educadores (Stephens, 1992)- y examinaré
su potencial para albergar predisposiciones, particularmente para la paz.
A lo largo de la historia los cuentos nos han conmovido e influido de
una u otra manera. los niños pequeños entienden el mundo a través de los
cuentos y los adolescentes pueden expandir con ellos su comprensión de
la vida y de la condición humana. Meek ((1988), Wells (1987) y Bruner
(1986) consideran que la narrativa es una parte importante, si no vital, del
desarrollo cognitivo de fa niñez, lo que incluye su comprensión del carác-
ter humano. Applebee (1978) y muchos otros consideran que los cuentos
son agentes de socialización, mediante los cuales los niños aprenden los va-
lores y las reglas de su sociedad.

FANTASÍA

la literatura fantástica desempeña un papel significativo en el desarrollo de


un niño. En primer lugar, fa buena literatura fantástica estimula la imagi-
nación, que es esencial para nosotros. Para influir en el cambio, debemos
ser capaces de imaginar un futuro mejor, un mundo mejor; debemos de
imaginar nuevas soluciones a viejos problemas, debemos imaginar la paz.
La imaginación permitirá que un niño afortunado comprenda lo que signi-
fica ser pobre, estar hambriento o ser expatriado. Puesto que la imagina-
ción nos puede ayudar a visualizar un mejor futuro, puede alimentar la
esperanza y el optimismo en tiempos difíciles.
En segundo lugar, el contacto con la fantasía fomenta la creatividad.
Algunos estudios demuestran que los niños con pobre contacto con la fan-
t?~ía muestra.n menos reflexió~~ creatividad ~ estructura, y más agresión
f1s1ca en sus Juegos, que los mnos con una buena vida fantástica, como

406 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
aquella que fomenta la fantasía en los cuentos de hadas (Bettelheim,
1973). Los niños con mucha fantasía también parecen manejar mejor la fan-
tasía agresiva de las películas o de la televisión, que aquellos que tienen una
experiencia fantástica limitada. Desde luego que la creatividad es también
esencial en la resolución de problemas y conflictos.
En tercer lugar, el folklore clásico y la fantasía de los cuentos de hadas
iluminan la experiencia y la condición humana universal intemporal, y muchos
de los dilemas existenciales que enfrentamos, con los cuales un niño debe
lidiar cuando desarrolla su identidad. Los caracteres altamente polarizados
de los cuentos de hadas en particular, hacen que por contraste el niño
entienda con mayor facilidad, facilitando.:así la tarea de desarrollar la per-
sonalidad (ídem). El niño en desarrollo necesita elegir qué tipo de persona
quiere ser, y desarrollar una personalidad firme basada en la identificación
positiva. Sólo más adelante el niño podrá empezar a aprehender caracteres
complejos y aceptar estas complejidades -o áreas grises:- en ellos, así como
en los demás. Mientras más empatía despierte el personaje, más fácil
será para el niño identificarse con él o con ella. No es la "bondad" del
personaje lo que hace al niño identificarse con el héroe o la heroína, sino
el predicamento más injusto en que esté situado este personaje (idem).
La fantasía también puede ayudar a Jos niños a superar las emociones
de ansia y enojo. Aun así la violencia ha sido criticada con frecuencia en los
cuentos de hadas, y muchos de los clásicos han sido depurados de toda
violencia. No obstante, muchos psicoanalistas entre los que destaca Bruno
Bettelheim, argumentan que un niño que sufre emociones negativas subcons-
cientes, potencialmente destructivas hacia otros, puede superarlas me-
diante la proyección de los sentimientos negativos hacia el personaje de un
cuento. Esto puede ser refutado por muchos padres de familia y otros adul-
tos, quienes objetan que los niños puedan experimentar sentimientos de
celos, odio e incluso ganas de hacerle daño físico a otro. Si eso es cierto, los
cuentos de hadas, incluso con su violencia, pueden ayudar en la causa para
la paz construyendo recursos internos en el niño, fomentando el desarrollo
del carácter y proporcionando una salida inofensiva a emociones poten-
cialmente hostiles y destructivas. A propósito de esto, la culpa y el conflic-
to internos, generados por emociones hostile~ no resuelt~s, pueden tener
una influencia perjudicial en el desarrollo emoc1onal de un mfante. Asu vez,
esto puede resultar en problemas de conducta en el hogar y la escuela, y
por ello un niño poco pacíf!co es menos capaz d~ resolver conflicto~,, y con
una mayor tendencia -deb1do a una pobre aut01magen- a la agres1on y la
hostilidad.

Jrma K. Ghosn 407


Alimentando las semillas de la paz
Empero, cuando se entrevistó a varios padres de familia y educadores
en El Líbano, indicaron que la fantasía es irreal y una pérdida de tiempo, y
argumentaron que los niños pasarían demasiado tiempo soñando con lo
imposible (Ghosn, 1997-1998). Es cierto que la fantasía es irreal, pero el pla-
cer que se deriva de ella es muy real, como lo han comentado muchos es-
pecialistas. Y todos, de hecho, necesitamos los buenos sentimientos, los
incentivos y la esperanza. Otro punto de preocupación manifestado por
muchos profesores es la violencia en los cuentos de hadas clásicos. Expre- 1

saron preferencia por las versiones depuradas y "limpias" de los cuentos, 1

1
·,

donde no existe violencia evidente. Sin embargo, si se sigue la línea de


raciocinio de los psicoanalistas, la violencia en los clásicos puede ser "cons-
tructiva"; una violencia que no despierta emociones violentas en el niño es,
por el contrario, una catarsis de emociones potencialmente destructivas. Por
ejemplo, para continuar con el razonamiento de Bettelheim, si el lobo en Los
tres cochinitos representa el mal, el lado "malo" del niño (o el mal en gene-
ral) debe destruirse al lobo para que el niño se sienta (subconscientemente)
a salvo y seguro, con el conocimiento de que el mal se puede conquistar.
Si, por otra parte, se permite que el lobo se escape, las implicaciones pue-
den ser bastante amenazadoras. 2 Es interesante comentar que algunos
niños entre 8 y 1O años entrevistados en El Líbano para conocer sus expe- ¡,
riendas y preferencias con respecto a la lectura, calificaron a Cenicienta y 1
Blancanieves como las que menos les gustaban (1 /1 O) de todos los libros
¡ ;¡,'.

que habían leído (ibídem, 1998-1999). Por supuesto que esto puede
deberse al deseo de parecer "indiferentes"* y por lo tanto calificaron con
un bajo puntaje las historias de "niñitos"; no obstante, también podría
deberse a que las versiones simplificadas y depuradas (que habían leído
en la escuela) dejaron frío e inconmovible al lector. Un examen posterior de
las preferencias de lectura de esos mismos niños mostraron que la mayoría
prefería el género de "horror". Regresaré a este tema más adelante cuando
analice los hábitos de lectura de los niños.
,,
1
¡~ ..
FICCIÓN REALISTA i¡¡ '.
1 ¡ u
Por otra parte, la ficción realista es igualmente significativa para el niño en 1 l¡i . .
desarrollo, y especialmente en el contexto de la educación para la paz. Además/ !. . ~~~
., Ir¡1 . 'h1
Para un anahs1s mteresante de los cuentos de hadas, vease Bruno Bettelheim Uses of Enchantement. 1 !· · ti
2 , • • •

*N. de la T. La autora utiliza el término "cool". ' 1 i1 '· IIAJ


! ¡: "'
~~~
408 Estudios para la pat
desde una perspectiva qlobal
1

' ,¡

de ayudar a satisfacer muchas de las necesidades emocionales básicas, y


a desarrollar conciencia de las reglas y normas de la sociedad, una buena fic-
ción realista puede fomentar la apreciación por la diversidad. La ficción
realista establecida en contextos culturales específicos y mostrando a los
niños en su vida diaria, ayuda a reducir el miedo y el prejuicio con respec-
to a gente de diferentes antecedentes culturales y étnicos (un bueno ejem-
plo de esto es The day of Ahmad's Secret) [El día del secreto de Ahmad]
(Heide y Gilliland, 1990). Pat Pinsent (1996) del Roehampton lnstitute en
Londres considera que la literatura es, de hecho, "una parte importante de
la educación de los niños con respecto a la igualdad de todos los seres
humanos". La literatura multicultural, bastante popular hoy en muchos
programas de estudio, en especial en el contexto norteamericano, tiene el
potencial de aumentar la conciencia de los niños acerca de otras culturas y
creencias. Empero, es necesario ejercer la precaución; Louise Derman- ¡¡,

Sparks (1993-1994) directora del Anti-Bias Leadership Project [Proyecto ''1


1'
de Liderazgo Anti-Prejuicio] en el Pacific Oaks College en Pasadena, Cali- 'L' 1

',~j
fornia nos previene de no adoptar un enfoque multicultural de "turista", 11

según ella muy popular en estos días. Ella opina que el plan d.~ estudios
multicultural turístico es condes·cendiente y hace trivial a las demás cultu-
ras. El enfoque está a menudo sobre lo "pintoresco" y lo "exótico" a expensas
de las experiencias humanas compartidas, o en las fiestas u otros sucesos
especiales en oposición a las experiencias de la vida diaria. Las prácticas
culturales con "un profundo significado ritual" se convierten en actividades
artesanales. Sutherland y Arbuthnot (1991) indican tomar las mismas pre-
cauciones acerca de la literatura infantil multicultural. Una buena literatura
multicultural sin prejuicio proporciona un retrato realista de la cultura o
grupo que se está estudiando; e ilustra las experiencias, preocupaciones ¡,

y esperanzas diarias de los niños de esa cultura, fomentando así empatía y '1
1

aprecio.
Los cuentos infantiles presentan el conflicto de manera fácilmente
reconocible para los niños, y les permite identificarse con los personajes. Las
discusiones acerca del conflicto del cuento puede dar a los niños la oportu-
nidad de encontrar soluciones propias, desarrollando de esa manera las des-
trezas y discernimientos que necesitarán al lidiar personalmente con los
conflictos. La buena literatura también ayuda a los niños a reconocer pun-
tos de vista alternativos y múltiples a los problemas. Las discusiones litera-
rias pueden aportar una "atmósfera donde los niños pueden encontrar sus 1
1

!'

lrma K. Ghosn 409


Alimentando las semillas de la paz
propias soluciones... dándoles las herramientas necesarias para definir y 1

resolver ellos mismos las diferencias" (Bernat, 1993) y aportando las opor- 1

tunidades para que los niños lean y escuchen los cuentos que muestran 11

diferentes tipos de conflictos y soluciones posibles, lo que les ayuda a


obtener una perspectiva más amplia, y a ver funcionando las habilidades de
la pacificación (Schomburg, 1993).
Ejemplos de este tipo de literatura incluye The Grouchy Ladybug (Car-
Ie); The Doorbe/1 Rang (Hutchins); The lsland of the Skog (Kellogg, 1973);
Swimmy (Lionni, 1963); Children Who Hugged the Mountain (Ghosn, 1998); y
la trilogía The 0/d Key, The 0/d Lock and The Open Door (ídem.).
Además, la buena literatura puede reforzar el desarrollo moral infantil.
Un estudio realizado por Kohlberg (Col by y Kohlberg, 1987) descubrió que
los niños que habían estado en contacto con dilemas morales más refina-
dos tenían un mejor nivel de raciocinio moral.
Aunque el estudio de Kohlberg no se relaciona con la literatura, argu-
mentaré que la buena literatura, tanto de ficción realista como fantástica,
aporta una amplia variedad de dilemas morales y por ello fomenta el desarro-
llo moral. Un tema interesante de investigación sería examinar cualquier
correlación posible entre las experiencias literarias de la niñez y el raciocinio
moral en la adolescencia.
Probaré que la ficción realista de calidad también puede contribuir al
desarrollo de la empatía. Davis (1996) distingue entre la "empatía como
una capacidad innata, empatía como una característica de disposición
estable, y empatía como ocurre en situaciones específicas". En este con-
texto, el segundo nivel de análisis es relevante, y en particular las experien-
cias de socialización del niño pudieran fomentar el desarrollo de la empatía.
La literatura también puede alentar la inteligencia personal identificada por
Howard Gardner (1985) y la inteligencia emocional descrita por Daniel
Goleman (1995). Las lecturas acerca de los conflictos internos, o de los
problemas interpersonales de la niñez, desarrollan el discernimiento con
respecto a las relaciones humanas y a los problemas personales propios. De
ese modo se fomenta la inteligencia interpersonal, que exige comprender
los sentimientos de los demás. Los personajes luchando por superar los
obstáculos con valor y perseverancia demuestran que el cambio es posible.
Los personajes de grupos minoritarios pueden mostrar las dificultades y
obstáculos que enfrentan las minorías cuando tratan de exigir su lugar den-
tro de la sociedad. Pinsent (op. cit.) ha argumentado que la falta de con-
tacto con el cuento puede limitar el desarrolfo de la empatía en la niñez. Yo

410 fstudios para la paz


desde una perspectiva ~lobal
estoy de acuerdo, especialmente en el caso de niños que no experimentan
directamente la empatía como objetos de empatía.
La literatura puede proporcionar experiencias indirectas que alientan el
desarrollo de la inteligencia emocional, esencial en la empatía y la toleran-
cia. Goleman (op. cit.) define la inteligencia emocional como saber cuáles
son tus sentimientos y utilizarlos para tomar buenas decisiones en la vida ... 1

l,
y ... permanecer esperanzado y optimista cuando se presenten inconve-
nientes ... y ... empatía; saber qué siente la gente que te rodea.
De acuerdo con Goleman, la inteligencia emocional se aprende me-
diante la experiencia y la interacción con los demás. Al referirse a la investi-
gación reciente sobre el cerebro, sugiere que ".. .las lecciones emocionales
repetidas en la vida de un niño moldean literalmente los circuitos cerebra-
les para esa respuesta (ibídem, p. 9). De esa manera, la empatía puede
transformarse en una habilidad para toda la vida mediante las experiencias
apropiadas de aprendizaje. Afirmaré aquí que una literatura de alta calidad
tiene el potencial de proporcionar experiencias indirectas que moldearán
los circuitos cerebrales para la empatía. Un infante que carece de experien-
cias personales en empatía puede, mediante experiencias indirectas repeti-
das proporcionadas por la literatura, desarrollar alguna aptitud para la em-
patía. De ese modo, la literatura puede llevar al lector a "identificarse cálida
y favorablemente con círculos cada vez mayores de gente" (Sutherland y
Aburthnot, op. cit.).
Un estudio realizado con alumnos de 1O años que contestaron un
cuestionario en una clase de inglés en El Líbano -antes y después del con-
tacto con actividades literarias- que se enfocaba a fomentar la empatía,
sugiere que ésta podría alentarse con experiencias literarias selectas y otras
actividades relacionadas (Ghosn, 1998 y 1999).
Finalmente, la ficción realista muestra al lector la fuerza del yo versus la
forma de ayuda, ya sea a través de la magia o de los adultos. Este es un
estado mental necesario en un constructor de la paz: uno debe poder ima-
ginar no sólo la paz o el cambio, sino creer que uno puede hacer que suceda
mediante las acciones propias, con frecuencia en colaboración con los demás.
Además, como lo ha notado Eve Bearne (et al., 1996) la literatura
puede ayudar a agudizar las capacidades del pensamiento crítico, y facili-
tar que los niños "lean su propia representación del mundo y la de los
demás de manera aguda y analítica". Más y más información obtenida de
los salones de clase que usan la literatura, muestra la influencia positi-
va de las discusiones literarias en las habilidades de pensamiento de los

lrma K. Ghosn 411


Alimentando las semillas de la paz
"i\

~ '

niños. La interpretación crítica de textos es una habilidad "empoderante", \.!


que todos necesitamos como adultos para entender a los medios de comu- ;:
nicación masiva, y para reconocer el prejuicio y la propaganda en los tex- \:
tos. La literatura tiene el potencial de elevar e1 g~ado de co ncie~cdia dde los ¡:
niños acerca de las condiciones socia 1es preva 1ecrentes en 1a soc1e a con- 1

temporánea, y de permitirles verse a sí mismos como posibles agentes de \ 1

cambio, en la medida en que se identifiquen con los héroes y heroínas 1':,'.,

de los cuentos; así por su iniciativa, valor y perseverancia propios lograrán


resolver problemas o superar obstáculos. Mediante la lectura crítica de la i,
literatura pueden aprender a reconocer los estereotipos y los prejuicios, y '
tendrán la oportunidad de reflexionar y discutir las injusticias que se origi- l!
nan en el prejuicio.
Grado de conciencia, familiaridad y empatía con la cultura de la natu-
raleza son atributos esenciales que los niños alrededor del mundo deben
poseer, si son los que van a proteger y preservar lo que dejemos en este
planeta (si acaso dejamos algo). Existen numerosos libros excelentes para
niños y adolescentes, que desarrollan indirectamente ese grado de con-
ciencia y fomentan la empatía hacia todas las cosas vivientes.

ÉSTA ES LA REALIDAD

Aunque todo lo ya expuesto puede sonar muy convincente, la realidad es


bastante distinta. Muchos son los niños que casi nunca han tenido acceso
a los tipos de experiencia literaria descritos arriba. A menudo los intereses
comerciales están por encima de los intereses de los más jóvenes y vulnera-
bles de la sociedad. El Líbano no es la excepción. Los libaneses valoran
mucho la educación y prolifera la publicación de materiales educativos. Sin
embargo, la literatura infantil de calidad no está a disposición de todos los
niños. Los resultados preliminares de una encuesta en 39 librerías de El
Líbano indica que los niños no tienen acceso -no sólo al tipo de literatura
que los apoyaría en la transición de una cultura de guerra a una de paz-
sino también de la literatura en general que fomentaría su desarrollo emo-
cional y psicosocial. Puede obtenerse una gran variedad de libros en tres
idiomas en los opulentos centros urbanos, y las selecciones incluyen desde
libros de conceptos, de ensayos, de historia, hasta manuales y enciclope-
dias. La segunda categoría más grande fueron las versiones de los cuentos
de hadas clásicos, tanto en inglés como en. francés; también podía con-

412 Estudios para la paz


desde una perspectiva ~loba!
seguirse una buena cantidad de ficción juvenil contemporánea en francés,
aunque bastante limitada en inglés. Sin embargo, una buena parte consiste
en literatura de "banqueta"; coloridos aunque simplificados cuentos de hadas,
libros de historietas y títulos relacionados con películas, a. menudo acom-
pañados de parafernalia promociona!. Más allá de los centros urbanos, la
ofertas de libros infantiles consiste, en su mayor parte, en material de lec-
tura asignado para uso escolar; y el material de lectura de los niños de los
grupos socioeconómicos más bajos y de los sectores rurales, se limita casi
siempre a lecturas escolares. Dado que éste es el único material que
muchos niños leerán, además de los libros de texto, el estudio incluyó
antologías escolares producidas localmente (el estudio no incluyó libros de
texto para el estudio de idiomas, aunque muchos de ellos incluye ficción y
no ficción; un estudio de seguimiento se llevará a cabo sobre los materiales
desarrollados para el nuevo plan de estudios). El costo de estos materia-
les es bajo y se refleja en la calidad de la producción. Estos textos carecen,
en su mayoría, de todo mérito literario y de ninguna manera contribuirán
al desarrollo del carácter, a elevar el espíritu o a reforzar la calidad de vida
del lector. Sobra decir que no fomentan predisposiciones hacia la cons-
trucción de la paz. En los cuentos de hadas y en los clásicos simplificados,
que son de los dos géneros más populares en términos de ventas, se pueden
distinguir dos tipos básicos: los materiales importados, desarrollados por
profesionales expertos en la enseñanza de idiomas, y las copias escritas a
nivel local. El primero, aunque de alta calidad en términos de idioma y (en
la mayoría de los casos) de edición, se ha simplificado tanto, que en muchos
casos se eliminaron los dilemas morales, y los elementos potencialmente 1,
benéficos para el desarrollo del carácter. Los textos producidos localmen-
te no reflejan la .comprensión y la consideración por el desarrollo infantil, y 1 '

1'
tampoco las características de una literatura de calidad. En ambos casos se
le transmite un mensaje implícito al lector, el mismo sobre el cual Bettel-
heim (op. cit.) nos previene: cuando el material de lectura no añade algo
significativo a la vida personal, la lectura se ve como una actividad sin sig-
nificado, a menudo difícil y tediosa, asociada solamente con el salón de
clases. En algunos casos, incluso promueven maneras de pensar inde-
seables o negativas. Un ejemplo típico lo podemos encontrar en la
antología francesa de tercer grado (producida localmente por la librarie
Samir) donde una tira de historietas exhibe a dos escolares enojados
porque un automóvil estacionado bloquea su "banqueta", toman la inicia-
tiva de enseñarle una lección al dueño. Sacan sus marcadores, pegamento

lrma K. Ghosn 413


1 1
1\l!mentando las semillas de la paz
y plumas y cubren con graffiti que expresa su enojo el flamante automóvil.
Los niños se ven visiblemente encantados por su hazaña. Aunque el objeti-
vo pudiera ser enseñar consideración a los peatones, fracasa miserable-
mente en eso, ¡pero logra mostrar el vandalismo de manera positiva!
Especialmente preocupante fue la selección funesta de libros árabes; se
encontró material de muy baja calidad, escrito especialmente para el niño ,1

del Oriente Medio o de El Líbano y que reflejarían la toma de conciencia Y 1

la comprensión de las características que se asocian con la literatura infan-


til de calidad.
Con muy pocas excepciones, la mayor parte de la literatura producida
localmente carece de todo mérito estético en términos de trabajo artístico. Una
excepción bienvenida fue el conjunto reciente de libros que muestra la he-
rencia árabe, escrita en inglés (Londres, Hood Hood Books). La literatura
multicultural en árabe era inexistente, e incluso la selección era mínima en
inglés y francés.
El costo de los libros varía entre 2 y 3 dólares norteamericanos para los
cuentos producidos localmente, hasta 25 a 30 dólares para los libros de
información importados. Los libros de ficción importados y de buena cali-
dad tienen un precio entre 4 y 18 dólares. Es posible que los precios no
parezcan altos; empero, el salario mínimo mensual en el país es de cerca de
200 dólares y los maestros de escuela primaria, por ejemplo, ganan entre
300 y 400 dólares. Se calcula que cerca del 60 por ciento de la población
vive en o bajo el nivel de pobreza. Resulta claro que solamente un pequeño
grupo de niños tendrá acceso a la literatura infantil de calidad. Así los hallaz-
gos preliminares apoyan los estudios que muestran que los niños de los
países menos desarrollados están en desventaja, comparados con los niños de
los países en desarrollo, en términos de acceso a la edición y a los libros. La
literatura infantil está generalmente al final de la lista de prioridades del edi-
tor en todas partes, y en tiempos de problemas económicos disminuye
usualmente la edición de publicaciones infantiles (Krashen, 1997-1998). Y
cuando se publican títulos de calidad, el costo es a menudo prohibitivo.
Incluso cuando los niños tienen acceso a los libros, no leen un mundo
de paz y dignidad humana, sino un mundo de violencia e intolerancia. Un
encuesta realizada en 1996 sobre los hábitos de lectura de niños entre siete
· y 16 años del Reino Unido (Raynolds citado en Pinsent) muestra que las
revistas de ficción de mala calidad, las series de romance y de horror com-
ponen una alta proporción de su material de lectura; y, tristemente, este
tipo de material aumenta a medida que los niños crecen, quizá cuando

414 Estudios para la paz


desde una perspectiva qlobal
logran mayor control sobre su lectura. El peligro de estos materiales es
que la variedad comercial puede respaldar estereotipos raciales y de género
y fomentar así indirectamente la intolerancia. Otra preocupación es la abru-
madora popularidad del horror como la selección principal, tanto para niños
como para niñas entre los 11 y los 16 años. Estos descubrimientos fueron
apoyados por el examen de los hábitos de lectura de los niños en Ellíbano
de posguerra, como ya se mencionó. Especialmente destacado fue la po-
pularidad del horror, que se identificó como el género favorito por la ma-
yoría de los niños encuestados. Esto es perturbador. Debemos preguntarnos
si refleja una nueva tendencia de desarrollo en los niños, o si es una mani-
festación del estado de conciencia y la preocupación de los niños por la vio-
lencia cada vez mayor en nuestro entorno. la violencia y el horror en un
libro está limitada a su cubierta y se le puede cerrar, permitiendo posible-
mente que el lector crea que lo mismo puede hacerse con la violencia
del mundo real. Por lo tanto se puede afirmar que la violencia sirve como
una "válvula de seguridad". Mi preocupación se refiere a las posibles impli-
caciones que puede tener la violencia indirecta en un cerebro en desarro-
llo. He argumentado en este artículo que las experiencias literarias indirec-
tas pueden tener la misma influencia, quizá menos fuerte, en el cerebro. Si
éste puede volverse más responsivo a las experiencias empáticas a través de
contactos frecuentes -como lo ha sugerido Goleman- entonces debemos
preguntarnos qué puede hacer a los· circuitos cerebrales el contacto fre-
cuente con la violencia y la agresión. los niños que se sienten atraídos con
frecuencia por los cuentos de horror, posiblemente son vulnerables a ser
influidos negativamente por la literatura q~e leen. Aunque no necesaria-
mente más proclives a la violencia, ellos no conseguirán la·experiencia indi-
recta de empatía que puede proporcionar la literatura de calidad. ·
En los últimos tiempos, como ya lo mencioné, ha habido un aumento
significativo de la variedad "de banqueta" en la edición de libros infantiles. Es
de destacar especialmente el incremento en el mercado de ediciones de
11
cubierta dura ilustradas en colores, de películas populares. Desde luego que 1·'

no hay nada básicamente equivocado en estos libros. En otras palabras, por r:

lo menos no dañan de manera directa a los niños. Sin embargo, existen las 1'

siguientes preocupaciones: '1

• Estos libros son versiones resumidas de películas o de cuentos más largos y, por ':
lo tanto, fracasan a menudo en transmitir aquellas ideas originales que hicieron
significativos el cuento original, o la película (por ejemplo, El jorobado de Nues-
tra Señora, La sirenita).
1.

lrma K. Ghosn 415


Alimentando las semillas de la paz
• Cuestan dinero, que podría adquirir mejor literatura, y adormece a los padres,
quienes piensan que están dando a sus hijos una experiencia de lectura de
calidad.
• No desarrollan las destrezas de pensamiento y de lectura crítica y creativa
que se requerirá más adelante, por ejemplo para evaluar la información de
los medios de comunicación.
• Es improbable que promueva en los niños el amor por la lectura como una
actividad que agrega algo significativo a sus vidas; la lectura se utiliza para
pasar el tiempo cuando no hay otra cosa qué hacer.

Los efectos potencialmente negativos de esta ausencia de literatura de


calidad en las vidas de muchos niños alrededor del mundo, se agravan por
la popularidad fenomenal de los videos y juegos de computadora violen-
tos, que se han vuelto casi verdaderos por su realismo; y cada vez más grá-
ficos en su violencia. Este "entretenimiento electrónico" no solamente es
violento, a menudo también promueve los estereotipos raciales, culturales y
sexuales negativos.
No estoy sugiriendo ingenuamente que con sólo poner en contacto a
los niños con las experiencias literarias de calidad, podemos erradicar la vio-
lencia política o estructural. Pero me gustaría argumentar que la literatura
tiene el potencial de equipar a los niños con una presteza cognitiva y emocional
o con una predisposición hacia la paz: una propensión a empatizar, una tole-
rancia a la diversidad, y una creatividad para la resolución de problemas y con-
flictos.
Cuestiones interesantes que pueden ameritar investigación incluyen
las experiencias literarias de los niños, y su a) nivel de empatía y tolerancia,
como se demostró a través de sus comentarios y comportamientos; b) per-
cepción de maneras adecuadas de responder a la agresión; e) actitud hacia
las minorías/"el otro"; el) verse a sí mismo como agente de cambio.

BIBLIOGRAFÍA

APPLEBEE, A.N. (1978), The Child's Concept of Story, Chicago, University of Chicago Press.
APPLEYARD, J.A. (1990), Becoming a Reader: The Experience of Fiction from Childhood to
Adulthood, Cambridge, cuP.
BEARNE, Eve, Morag Styles y Víctor Watson (eds.) (1996), Voices Off: Texts, Contexts
and Readers, Londres, Cassell.

416 (studlos para la paz


desde una perspediva global
BERNAT, V. (1993), "Teaching Peace", Young Children, vol. 48, núm. 3.
BETTELHEIM, Bruno (1973), The Uses of Enchantment. The Meaning and lmportance of
Fairy Tales. Nueva York, Alfred A. Knopf.
BRUNER, Jerome (1986), Actual Minds, Possible Words, Cambridge, Ma., Harvard Uni-
versity Press.
CARLE, Eric, The Grouchy Ladybug, s.p.i.
CoLBY, Anne y Lawrence Kohlberg (1987), The Measurement of Moraljudgement,
s.p.i.
DAVIS, Mark (1996). Empathy: A Social Psycological Approach. Boulder, Co., Westview
Press. p. 23
DERMAN-SPARKS, Louise (1993/1994), "Empowering Children to Create a Caring Cultu-
re in a World of Differences", Childhood Education.
GARDNER, Howard (1985), s.i.
GHOSN, lrma (1997-1998), Datos inéditos de investigación.
- - - (1998), The Old Key, Beirut, Dar El-11m Lilmalayin (próxima publicación: !
The 0/d Lock, The Open Door).
- - - (1998), Children who Hugged the Mountain, Beirut, Dar El-11m Lilmalayin. 1
- - - (1998 y 1999), datos inéditos de investigación. .,¡
GOLEMAN, Danile (1995), Emotionallntelligence, Nueva York, Bantam Books. !'
,;¡
HEIDE, Florence Parry y Judith Gilliland (1990), The Day of Ahmad's Secret. .., s.p.i.
HUTCHINS, Pat. The Boorbe/1 Rang, s.p.i.
''j'·'1
KELLOGG, Steven (1973), The lsland of the Skog, s.p.i.
KRASHEN, Stephen (1997/1998), "Bridging lnequity with Books", Educationa/ Leader-
ship, vol. 55, núm. 4.
LIONNI, Leo (1963), Swimmy, s.p.i.
MEEK, Margaret (1988), "The Critica! Challenge of the World in Books for Children",
Children's Literature in Education, vol. 26, núm. 1.
PINSENT, Pat (1996), Children's Literature and the Politics of Equality, Londres, David
Fulton.
REARDON, Betty (1997), Tolerance. The Thresho/d of Peace, París, UNEsco.
ScHOMBURG, J. (1993), "Messages of Peace", Book Links, vol. 3, núm. l.
STEPHENS, John (1992), Language and ldeo/ogy in Children's Fiction, Londres,
Longman.
SUTHERLAND, Zeina y May Hill Arbuthnot (1991 ), Children and Books, Nueva York,
Harper Collins.
WELLS, Gordon (1987), The Meaningmakers. Children Learning Language and Using
Language to Learn, Portsmouth, N.H. Heinemann.

lrma K. Ghosn 417


Alimentando las semillas de la paz
1

'i
Pacificación a través de la cultura. :
i
1

Un nuevo enfoque en el conflicto 1 i

israelí-árabe/palestino 1
Ada Aharoni* ,,
¡,
1

¡Cuán bellos sobre las montañas son los pies del mensajero que anuncia la paz!
Biblia-lsaías, Mica IV 4. :1
¡El que camina con paz, camina con él!
Corán, Suro 48.
INTRODUCCIÓN
'1
DESDE los días de la Biblia se ha escrito literatura y cultura aclamando y ala-
bando la paz: en prosa y en poemas anunciando la paz, así como los men-
sajeros de la Biblia y del Corán arriba citados; escritos celebrando la paz
que nos provocan sentimientos internos y la textura inmediata de lo que de
verdad es estar en paz, o en guerra, y lo que ello significa. Piezas creativas y
de arte, conmovedores y convincentes, describiendo, exponiendo y conde-
nando la crueldad, la inutilidad y lo absurdo de la guerra. Este aspecto del
tema de la paz en las diferentes culturas étnicas ha sido, a través de las épo-
cas, un punto de apoyo importante para calmar las pasiones entre las partes
en conflicto, y para crear y llevar a una atmósfera conducente a la paz.
El Diccionario Webster del Nuevo Mundo describe la "cultura" en los
siguientes términos: "El desarrollo, el perfeccionamiento y el refinamiento
de la mente, de las emociones, los intereses, los modales, los gustos y las
,' ¡,
ideas, de costumbres, las artes, las habilidades, etcétera de un pueblo de-
terminado en un periodo determinado."
El Diccionario Inglés Oxford agrega a esta explicaCión, que cultura es:
"El aspecto intelectual de la civilización". La definición de "cultura" usada
en este artículo, está basado en todo lo anterior.
Lo que leemos y observamos, la textura y el tipo de cultura a la que
estamos expuestos a través de los medios, el radio, la lV, el cine, la Internet
y los videos, nos aportan valores, actitudes y normas básicas, que afectan y 1'
motivan toda nuestra vida. Estamos expuestos cada vez más a mucha cul- '1
tura de violencia, a literatura y a los medios, así como a una cantidad cada
vez mayor de películas de asesinatos y crímenes; y los programas de lV, 1'

plantean una seria amenaza al bienestar humano, y al desarrollo saludable


• Profesora de sociología y poetisa en Israel. Edita Horizon y Galim: New Waves, para establecer puen- 1:
1

tes culturales.

419
i 1

y sustentable de nuestra población mundial. Estas películas de asesinatos Y 1

crímenes a menudo están infladas con la sensación que buscan los pro-
ductores, y fuera de proporción al compararlas con la realidad; aportan una
imagen y un espejo de la sociedad distorsionados que con frecuencia han
tenido una influencia desastrosa en la civilización.
El clima cultural para la paz hoy es crucial para el Medio Oriente, des-
pués de un conflicto que se extendió casi tres cuartas partes de siglo: ahora
los israelíes y los árabes/palestinos están finalmente comprometidos en un
proceso de la paz. El sentimiento de desesperación en Israel, así como en
los países árabes vecinos durante este periodo de conflicto, cuando no
había con quién hablar del otro lado, fue aliviado por el líder egipcio, el fa-
llecido presidente Anuar Sadat, al hacer su histórica y valiente propuesta
para la paz, y fue recibido en jerusalén con esperanza y alegría renovadas.
El dolor que sobrevino después de su trágico asesinato, fue sentido pro-
fundamente por ambos pueblos. t

la firma de la Declaración de Principios de Os lo (PDO) en septiembre


de 1993, señaló un importante acercamiento en el estancado conflicto pa-
lestino-israelí. las esperanzas florecieron en ambos lados, el Acuerdo de
Oslo podría traer estabilidad y seguridad a la región, cuando Rabin y Arafat
estrecharon sus manos en la Casa Blanca (Zayyad, 1995, pp. 19-24). El
trágico asesinato del líder israelí de la paz, Yitzhak Rabin, fue un golpe para
todos. Sin embargo, le siguió la fuerte voluntad de ambos pueblos lados en
la búsqueda de nuevos caminos para terminar este largo y sangriento con-
flicto. Fue evidente a través de los años, que la reconciliación palestino-
israelí debía basarse en el reconocimiento mutuo de los derechos de los dos
pueblos, no sólo de los derechos nacionales, sino también culturales. Este
artículo se enfoca en estos últimos, con la suposición de que para que la
reconciliación sea completa, profunda y estable, se debe incluir la perspec-
tiva cultural.

ASPECTOS CULTURALES DEL CONFLICTO

los conflictos entre naciones o entre grupos étnicos dentro de una nación,
en su mayor parte no solamente tienen causas concretas en cuanto a cues-
tión territorial, sino también causas y aspectos culturales y éticos.

• Las partes en conflicto utilizan elementos culturales para definirse tanto a sí


mismas como a su identidad. Un grupo reclarllando sus derechos como nación

420 Estudios para la paz


desde una perspedlva global

1
o como grupo étnico autónomo, intentarán acentuar las características cul-
turales que definen a la gente del grupo: la herencia tradicional, las costum-
bres, la literatura, la religión, el idioma, la historia, los valores, las normas,
etcétera.
• Las partes utilizan argumentos culturales y éticos a fin de justificar sus demandas
y su comportamiento, la legitimidad de sus aspiraciones, y la justificación
moral de los métodos que usan en su reacción al conflicto. La canción para ~ 11
la paz interpretada por joan Baez: "Pero Dios está de nuestro lado", es un
buen ejemplo de la actitud y del argumento usado a menudo por ambas •.1

partes en un conflicto.
• Los argumentos culturales y éticos también se utilizan para desacreditar las
demandas y el comportamiento del adversario. A menudo se muestra una 'l.
-.:-¡
imagen distorsionada y "demoníaca" de la cultura y los valores morales del 1 11

adversario, con la tendencia de hacerlo el único responsable de todos los males ':1¡

y el sufrimiento causado por el conflicto. 'j'¡


• Como resultado de todo lo anterior, los conflictos a menudo toman la forma :::
de un antagonismo entre culturas, aunque su causa aparente puede ser la > J1

oposición de intereses y problemas tangibles entre naciones diferentes, como


lo percibimos en el conflicto palestino-israelí: territorio, condiciones económi-
1

1-1,
l
1 lj
cas, jerusalén, inmigrantes y agua. ¡'1·
'- 11
i
:
¡i 1

¡!
ELEMENTOS CULTURALES EN
LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS 'l!
'1,

Aunque la resolución de conflictos y la pacificación implican primordial-


mente resolver los problemas prácticos que afectan los intereses de las
partes, estos problemas pueden ser como en el conflicto palestino-israelí, de
1,
tipo territorial, militar, económico y político; empero, no pueden pasar desa-
percibidos los aspectos culturales de su resolución. La creación y propa- 11

gación de una cultura para la paz, puede inducir un clima que facilite la 1'
1 1

pacificación y la reconciliación, no sólo entre los líderes sino también entre 1 1·

las personas. :1
Cuando las condiciones para una solución aceptable sobre los proble.:. '1
mas prácticos madura, el daño infligido a la imagen del adversario durante
el conflicto, puede ser un factor que impida la realización de un arreglo
razonable y admisible por ambos lados. La severidad de este factor depende '1
obviamente de las formas y grados de violencia empleados durante las

AdaAharonl 421 1'


Pacificación a través de la cultura i 1
'1
i 1

i'

diversas fases del conflicto de la habilidad de las poblaciones y de los líderes


para hacer juicios con una mentalidad abierta y racional, y también de la
duración del conflicto.
La imagen pervertida del adversario puede influir sobre la posible reali-
zación de un acuerdo de pacificación en varios niveles:

• Es probable que la sinceridad del adversario que expresa deseos de finalizar


el conflicto sea recibida con bastantes sentimientos de sospecha. Estos senti-
mientos se manipulan fácilmente por las partes opuestas a la paz, y pueden
utilizarse para quitar el apoyo de los líderes que se requieren al establecer
contactos con los representantes del adversario, y quienes honestamente de-
sean finalizar el conflicto.
• Un acuerdo para la paz implica necesariamente concesiones mutuas, y re-
quiere que las partes calculen que el adversario no usará las concesiones
como un medio para continuar la confrontación y el conflicto desde una
mejor posición. Esto exige una buena cantidad de Mee (Medidas para Crear
Confianza) entre las partes, que no puede reemplazarse completamente por
medidas de garantía introducidas en un acuerdo de paz. El canal cultural es
una de las mejores herramientas para crear y difundir medidas que cons-
truyan confianza. La paz no puede establecerse sin la reconstrucción o el
reemplazo de lo que ha sido dañado o destruido durante el conflicto o la
guerra. La necesidad de reconstrucción, que se aplica a estructuras materiales
como ciudades, caminos, fábricas, también se aplica a instituciones guberna-
mentales y a otras que han sido destruidas por el conflicto o la situación de
guerra; también se relaciona con la imagen cultural del adversario. La gente
que ha sufrido durante el conflicto y la guerra, tiene que aprender a ver al
enemigo como una comunidad de seres humanos ordinarios, y darse cuenta
de que su principal aspiración es la búsqueda de una vida normal y pacífica,
y no la satisfacción de algún deseo obsesivo de destrucción.

las principales aspiraciones de la gente alrededor del mundo, incluso


en el Medio Oriente, no son destructivas, sino que aspiran al trabajo, la cul-
tura, la educación, un hogar seguro, y a la seguridad nacional.
Reconstruir la imagen del enemigo implica:

• Re-examinar los periodos de conflicto y guerra, con el propósito de lograr


una comprensión más clara de los motivos, y actitudes de los oponentes, sin
apuntar básicamente hacia la justificación de uno de las partes.

422 [studlos para la paz


desde una perspectl\a qlobal
• Adquirir un conocimiento objetivo de la cultura, los valores y las normas del
adversario, incluyendo la literatura, las costumbres, los principios morales, las
creencias religiosas, su comportamiento tradicional, y desarrollar hacia cada
uno una actitud de objetividad y respeto sin prejuicios.

No es fácil abandonar la creencia de que el adversario es culpable de 1


; j
todo el sufrimiento soportado por ambas partes durante la guerra. El cambio :¡,

de actitud es un proceso prolongado que exige generalmente de un lapso


mayor de tiempo que el proceso de negociaciones para la solución de los
aspectos prácticos de los conflictos. Estos dos procesos son interdepen- '1

dientes, las negociaciones no pueden empezar antes de que se haya cons-


truido un cierto grado de confianza mutua y el proceso para obtener con-
fianza no puede desarrollarse si no se han alcanzado acuerdos sobre temas
prácticos.
En las sociedades democráticas modernas, el manejo de los aspectos
culturales y morales de la resolución de conflictos se apoya principalmente
en las actividades de las instituciones gubernamentales. No obstante, una
responsabilidad particular descansa sobre los individuos y las organiza-
ciones que influyen en la formación de la opinión pública como son la gente
de los medios y la cultura, los escritores, los productores y guionistas de pe-
lículas, la gente de teatro, los académicos, los investigadores, etcétera. las
ONG también pueden desempeñar un papel significativo en los que aspiran
promover la paz: JPRA, la Asociación Internacional de Investigación para la
paz y WJFLAC (por sus siglas en inglés) Pavimentar la Paz: Escritores Interna-
cionales y Amigos de la Literatura y la Cultura para Pavimentar el Camino
hacia la Paz* (Harris, 1999).

EL USO DE LA CULTURA
COMO TRANSMISORA DE LA PAZ

Durante los últimos cincuenta y un años, a partir de la fundación del estado


de Israel en 1948, los enfoques políticos y diplomáticos hacia el conflicto
árabe/palestino-israelí han fructificado en importantes logros, entre ellos, de
el Tratado de Paz entre Israel y Egipto, e Israel y jordania, así como los
• lan Harris (1999), "Congreso Internacional de Resolución de Conflictos Mediante Cultura y Utera-
tura", IPRA Newsletter, vol. 37, núm. 3, p. 31.

AdaAharonl 423
Pacificación a través de la cultura
acuerdos provisionales de Oslo y Wye Plantaciones con los palestinos. No
obstante, esos grandes pasos diplomáticos han sido insuficientes, y deben
completarse. Deben emplearse todos los esfuerzos para resolver los pro-
blemas concretos y, al mismo tiempo, para investigar, explorar y utilizar
¡,;
otras posibles propuestas adicionales. Una de las principales propuestas, que
ciertamente debe considerarse y explotarse completamente, es la propues- 1

ta cultural, literaria y artística, descrita en la antología: Waves of Peace: In l.

Memory of Yitzhak Rabin, publicada por IFLAC (Aharoni y Zilberstein, 1998). ¡1 1

El sistema de pacificación internacional se beneficiaría usando el en-


foque cultural para la resolución de conflictos en áreas de conflictos pro-
fundamente enraizados, como es el caso del Medio Oriente. Debe usarse
un vehículo apropiado para alcanzar aquellos niveles profundos de emocio-
nes y sentimientos como: odio, ira, sentimientos heridos, emociones adver-
sas, frustraciones y desconfianza del "enemigo" acumulada a lo largo de
los años. Qué podría ser más apropiado que el instrumento de la cultura y
la literatura de la paz, en su sentido más amplio: libros, obra de teatro, dra-
ma, las artes visuales, música, y especialmente películas sobre la paz, guiones
de w, videos, programas de la Internet, creados por escritores y dramatur-
gos capaces, y presentados a través de todos los medios de comunicación,
particularmente los medios electrónicos, con especial atención a las pelícu-
las cinematográficas.
Desde sus inicios de la industria fflmica ha demostrado ser embajado-
ra elocuente e influyente en la causa de la paz para tender puentes entre
naciones, aun aquellas en conflicto. Ya antes, y durante la Primera Guerra
Mundial, cuando la industria fílmica estaba en su etapa de florecimiento,
compañías como la UFA, una Compañía Fflmica Danesa, produjo algunas con-
vincentes películas para la paz. Durante la Primera Guerra Mundial, los ale-
manes trataron de utilizar la UFA como una máquina de propaganda de
guerra, pero fracasaron. Las películas que fueron producidas y exhibidas
describían tan bien los horrores, la miseria y la destrucción causada por la
guerra, que su efecto fue una condena de la guerra en lugar de servir como
una herramienta para la propaganda de guerra.
Los norteamericanos, en represalia al intento de los alemanes de uti-
lizar las películas como un vehículo para la propaganda de guerra, produ-
jeron una película exitosa con el "hombrecito", Charlie Chaplin, sostenien-
do un martillo enorme y golpeando a un oficial alemán, representando
un duro golpe a la cabeza de la industria fílmica de propaganda de guerra.
A pesar de su casco, su uniforme, y su voluminoso tamaño, el oficial alemán
es derribado y totalmente derrotado. Esto le dio un serio golpe y una des-

424 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
ventaja a toda la industria fnmica de propaganda de guerra ideada por los
alemanes, quienes fueron los primeros en entender el inmenso potencial de
las películas como una herramienta política.
Se produjeron grandes películas para la paz, como es "All's Quiet on
the Western Front", que tuvieron gran éxito. En esta película, los bellos y
convincentes poemas para la paz del poeta británico Wilfred Owen, quien
murió a causa de los gases en las trincheras, fueron citados e ilustrados, lo
cual aumentó mucho la belleza de la película y su poderoso mensaje y efec-
to. Los británicos produjeron algunas otras películas excelentes durante y
después de la Primera Guerra Mundial: donde la excepcional actriz Helen
Troy hizo el papel de una madre cuyo hijo ganó la Cruz de la Victoria, pero
pronto se entera de su muerte.
Después de que millones murieron durante la guerra, se produjo una
de las más grandes películas épicas para la paz "J'accuse!". En esta exce-
lente película, jean Diez, un soldado poeta, quien puede ser una represen-
tación de Wilfred Owen, acusa a la humanidad por realizar guerras: "¿Se
han beneficiado con la guerra?" y 11¿Qué has hecho para matar a la guerra,
desde que mataron a tu hijo?". En esa convincente película, miles de muer-
tos esparcidos en los campos se levantan y enfrentan a los vivos. 11¿Pero a
quiénes están acusando? "les preguntan, y su respuesta es: "¡Estamos acu-
sando a la guerra, al hombre y a la estupidez universal!"* (The National
British Archives, 1999).
Se han incorporados mensajes similares condenando conflictos y guerras
a través de la historia de la cultura en los diferentes medios, incluso en las artes
visuales. Algunas pinturas interesantes, pertinentes al tema, son las de Goya
mostrando el miedo abominable de los soldados a punto de ser fusilados.
Otro ejemplo contemporáneo es la pintura de los ajedrecistas y el tablero
de ajedrez mutilado, del artista S. Bak, quien pintó la destrucción sobre el
tablero y unos ajedrecistas distorsionados en posturas retorcidas protestan
contra la destrucción, los conflictos y las guerras.
Así, la cultura y el arte pueden ayudar al individuo y a la sociedad de
diversas maneras: como un reflejo de los sentimientos, pensamientos,
deseos del individuo y de su sociedad. La cultura y el arte pueden también
servir de catalizador en puntos de vista renovados, para darse cuenta de los
errores y limitaciones pasadas y presentes, como es, la práctica de la guerra,
que trae destrucción en todas partes, y obstaculiza la existencia pacífica.
*The National British Archives (1999), The Beginning of the Film lndustty, Londres, BBC/ZDF, Arte TV.

AdaAharonl 425
Pacificación a través de la cultura
Mucha gente no conoce el panorama total de lo que la paz pudiera
significar, a pesar de su gran anhelo por ella; 1~ ~ultura y las ~~~s pueden
auxiliar en el proceso de aumentar sus conoc1m1entos y pos1b1hda?es., S~
puede crear motivación y conocimiento ideológico, emocional y ps1colog1-
co que ayude en un futuro previsible a la, reconciliación. También pued,e
difundir los horrores de la guerra y la atmosfera de terror, de manera mas
inmediata, profunda y crucial. Los conflictos no son sólo cuestión de políti-
cas, sino también de emociones y de sentimientos profundos. El arte y la
literatura pueden transmitir lo que un discurso político no puede. Como un
vehículo de sentimientos, son particularmente adecuados para reflejar, crear
y difundir la atmósfera de paz que todos anhelamos.

UNA PERSPECTIVA ALENTADORA

El enfoque estético puede generar un interés genuino y nuevas perspecti-


vas basados en procesos efectivos de comprensión e identificación. Este
efecto fue obvio cuando un panel de investigadores y escritores para la paz
del Medio Oriente: Egipto, jordania, Israel, la Ribera Occidental, y la autori-
dad palestina, fueron invitados a dar una conferencia y presentar sus tra-
bajos creativos en la ONU, durante la celebración de los 50 años de esta
prestigiosa institución. Ocurrió un fenómeno conmovedor cuando la audien-
cia mixta de norteamericanos, judíos y árabes/palestinos que estaban obvia-
mente interesados en las conferencias y pláticas, se conmovieron hasta las
lágrimas con las presentaciones de las poesías y cuentos de este grupo com-
binado de escritores y poetas israelíes y árabes/palestinos (ONU, 1995).
En la sesión de discusión y preguntas que siguió, muchos participantes
expresaron la opinión de que fue la escritura creativa y conmovedora de
este grupo mixto de israelíes y árabes/palestinos, la que les había dado reno-
vadas esperanzas para obtener la paz en el Medio Oriente. Algunos otros '¡

preguntaron, ¿Por qué no se presentaban dichas representaciones cultu-


rales de colaboración para la paz en programas de TV, en las principales
cadenas como CNN, ABe, y NBC, que en su mayoría proyectaban reportajes de
violencia y asesinatos? "¿Por qué deben los medios electrónicos distorsio-
nar la normalidad?" y "¿Por qué las noticias para la paz no son consideradas
meritorias, y se cubren calamidades violentas y asesinatos con total atención?"
En efecto, los programadores y los patrocinadores de la TV deben tener
en mente tales cuestionamientos, pues varias investigaciones han demos-
trado que la violencia proyectada en la pantalla alienta la violencia en la

426 Estudios para la paz


desde una perspectiva global
sociedad. la noticia y las representaciones de la paz, así como la creativi-
dad. en colaboración, realizada por oponentes antiguos (que hoy es una
reahdad en Israel y en Medio Oriente), debe ser una noticia tan "valiosa"
como los bombardeos y asesinatos; especialmente en la actualidad, des-
pués de la elección del nuevo gobierno en Israel, bajo la dirección de Ehud
¡'""¡
Barak. Los directores de los medios, los patrocinadores y los programadores
deben cambiar sus prioridades, y presentar las noticias más positivas y más
1' cercanas a la vida real y a la experiencia, en vez de dar una imagen distor-
sionada de lo que sucede en el área. Si también transmitieran noticias para
la paz, reportajes objetivos de proyectos e intentos de paz, ayudarían mucho
en la construcción y diseminación de un clima pacífico en el Medio Oriente
y en el mundo.

EL PAPEL FUNDAMENTAL DE LA LITERATURA

la literatura, esto es la poesía, la prosa y el drama, son vehículos que pue- ''
1
11
den estimular reflexión, difusión de las ideas y los sentimientos necesarios 1.'

para el desarrollo de un clima de paz. Un poema es, según A.c. Bradley, el


crítico literario británico: "la sucesión de experiencias, sonidos, imágenes, JI
pensamientos, emociones, a través de las cuales pasamos cuando estamos ; 1·
1
leyendo". Actualmente también podemos añadir "cuando estamos viendo~', '1
1

'1
ya que tenemos una excelente exposición de temas de paz basados en 1

obras literarias y presentados en películas, como es, la película y represen-


tación teatral de La guerra y la paz de Tolstoy; en nuestros días, la película 1'

de Claude lanzmann sobre el holocausto, titulada Shoah, y las diferentes i


111
películas de movimientos anti-guerra basadas en obras literarias, escritas 1 '
durante y después de la guerra de Vietnam.
El proceso imaginativo a través de la lectura o de ver una película
i
tiene mayor éxito cuando a través del proceso de identificación incluye de-
seos, motivos y propósitos. El deseo de paz en los corazones de los pue-
blos del mundo, incluyendo la del Medio Oriente, es básico y real. La litera-
1'
tura y el cine pueden desempeñar un papel fundamental al reflejar este
agudo deseo y ayudar a desarrollarlo, construyendo las actitudes y las res- 1

puestas conducentes a un consenso para la paz. Esto es verdad no sólo en 1

relación con el conflicto árabe/palestino-israelí, sino con todas las otras re-
giones conflictivas, como Kosovo, Irlanda y Ruanda. No se han abordado
las posibilidades de que la cultura sea un medio en nuestros esfuerzos para
construir puentes de paz. la investigación y la promoción de la literatu-
¡ .'

Ada Aharonl 427


Pacificación a través de la cultura
rapara la paz pueden constituir una contribución important.e y muy.exten-
sa de pacificación y reconciliación a niveles nacionales e tnternactonales
(fehranian, 1997, pp. 39-64). .
Las dos películas israelíes Avanti Populo, y Mi Ahorei Ha-Sorag1m 1

(Behind Bars, producidas por Barabash), exponen convincentemente los


aspectos trágicos y ridículos del conflicto árabe-israelí y, en sí, son fue~es
denuncias de la guerra. En la primera, el escenario es la guerra del Yom Ktp-
pur, donde dos miserables soldados egipcios caminan obstinadamente
detrás de tres soldados israelíes armados en el Desierto del Sinaí, a pesar del
rechazo de éstos. Las delicadas relaciones que se construyen involuntaria-
mente entre los soldados egipcios e israelíes son muy conmovedoras. No
obstante, la mano de la guerra tiene supremacía, y todos resultan muertos,
excepto un soldado israelí que permanece vivo y cuenta la trágica historia.
La segunda película, que es extremadamente fuerte, es sobre un desfa-
vorecido judío-sefaradita (marroquí), que en prisión se convierte en líder, Y
junto con otro líder palestino, unen sus fuerzas y luchan valientemente por
los derechos y la libertad.

VOCES PODEROSAS QUE CREAN LA PAZ

Han surgido voces poderosas e inspiradoras en el panorama cultural del


Medio Oriente. El más prominente de los escritores egipcios, el conocido
Naguib Mahfouz, ganador el Premio Nobel de Literatura, a menudo es-
cribió sobre la necesidad de hacer la paz con Israel, aun durante el periodo
de Gama! Abd El Nasser, y fue castigado. En Israel, los libros de Naguib
Mahfouz son muy populares; y la mayoría se han publicado en hebreo. La
traducción de obras es muy importante para desarrollar una cultura de paz.
Otro gran escritor egipcio, Tewfik EI-Hakim, durante años advirtió ince-
santemente a través de sus excelentes obras literarias, la necesidad de que
Egipto terminara el conflicto con Israel. Como hecho interesante, EI-Hakim
nos recuerda en un artículo, publicado en el semanario francés Nouvel Obser-
vateur (diciembre de 1977) antes de la firma del Tratado de Paz entre Egip-
to e Israel, que el ex Ministro israelí de Relaciones Exteriores, Abba Eban, fue
~uie,n tradujo su famoso libro, Diary of a Vil/age Complainant, del árabe al
tngles en 1947. Ysu obra, The Tree Climber, fue muy aclamada cuando se
presentó en Israel en 1962.
La presentación de una obra egipcia en un escenario israelí (Teatro
"Tzavta"), cuando Egipto e Israel todavía estaban en conflicto, no sólo fue

428 Fstudios para la paz


desde una perspectl\a ¡;¡loba!
'¡;
1
1

,,

una importante realización artística sino también el"parteaguas" de un sig-


1'
nificativo valor simbólico. Fue considerada como un prometedor comienzo ¡::
para la resolución del conflicto entre Israel y Egipto, y la renovación de sus
lazos culturales. 1'
¡:
Más recientemente, el crítico literario egipcio, profesor Mohamed Fawzi :11
Deif, del Departamento de Estudios Árabes de la Universidad del Cairo, ini-
ció una serie de libros interesantes sobre "La Guerra y la Paz en la Literatura
Israelí Contemporánea". Parte de su perceptivo y excelente trabajo ha sido .·1
traducido al hebreo y al inglés, y se enseña en escuelas y universidades ¡
árabes e israelíes (Deif, 1997). ·i
"1
Entre las voces prominentes de la poesía contemporánea israelí están:
:'1
Yehuda Amichai, Dahlia Rabikovitch, Shin Salom y Amir Gilboa; y en la fic-
ción y el drama, Sammy Michael (que nació en lraq), S. lzhar, David Gross-
man, Amos Oz, Amnon Shamosh (nacido en Siria), y A.B. Yehoshua. En el
sector árabe israelí, el fallecido Emile Habibi fue premiado con el "Premio
Israelí de Literatura", y han surgido poetas prometedores tales como
Sameeh El Kassem y Fahed Abu Khadra.
También han surgido algunas excepcionales y perceptivas mujeres
investigadoras y escritoras para la paz, entre ellas: Suad Amiry, Galia Golan, 1

1
y Sahar Khalifeh (''Véase Mujeres en Conflicto", Palestine-/srael journa~, y Sara
Alexander, que recientemente publicó un nuevo libro de fuerte impacto ti-
tulado: 5halom-5alam (Aiexander, 1999). La investigación reciente para la i
paz en Israel, Europa y Estados Unidos, ha mostrado que las mujeres son las '11
1

mejores aliadas de la paz, y deben ser apoyadas y alentadas para contribuir


con sus talentos a la cultura de la paz y a la pacificación.
Las obras de estos escritores e investigadores para la paz, hombres y
mujeres, deben publicarse ampliamente para llamar la atención de los pue-
blos de ambos lados del conflicto, con el objeto de que puedan aceptar la
humanidad y el amor a la vida comunes, la armonía y la paz en ambas partes.

LA IMPORTANCIA DE LAS TRADUCCIONES


i'

Es de crucial importancia traducir las obras de escritores, poetas y dra-


maturgos famosos, así como de otros artistas que pudieran surgir, para que
ambas partes, y también la aldea global puedan tener acceso.
Recientemente el traductor Nimer Nimer de Khurfeish en Galilea, ha
traducido del árabe y publicado en hebreo, una importante y evocado-
ra traducción de piezas escogidas de escritores y poetas árabes/palestinos

Ada Aharonl 429


Pacificación a rravés de la culrura
contemporáneos, tituladas: "Meourav Aravi -An Arab Pot-Pourri: Chosen Pieces
from the Arab Countries" (Nimer, 1996.) El libro incluye cuentos, poemas y
notas biográficas de algunos de los escritores árabes/palestinos más nota-
bles, incluyendo extractos de Gibran Khalil Gibran, Naguib Mahfouz, Nizar
Kabani, Samir Darwish, y de prominentes escritoras, entre ellas, Fadwa
Toukan, Soad El Sabah y Aada El Samaan.
En últimas fechas ha habido una fructífera colaboración en una obra
de teatro árabe traducida al hebreo; la coproducción palestino-israelí de
Romeo y julieta, por los teatros Khan y El Qasaba en jerusalén, con una
loable ejecución y una versión exitosa (Rokem, 1995). Al igual que el dra-
ma original de Shakespeare, trata básicamente sobre el conflicto y la lucha
entre dos clanes, el inocente y floreciente amor entre el palestino Romeo
(interpretado por Khalifa Natur), y la israelí Julieta (interpretada por Orna
Katz), está condenado a muerte (al igual que los amantes), por el conflicto
entre sus padres.
la proyección de la obra en el escenario contemporáneo de jerusalén
adquiere un nuevo significado, y se convierte no sólo en una fuerte protesta
contra los conflictos y la tragedia que causan; aporta también una nueva
faceta acerca de la inutilidad y pérdida de tiempo de los diversos aspectos
ideológicos y políticos del conflicto palestino/israelí. Incluso la barrera del
lenguaje se supera con un nuevo método bilingüe: los palestinos, que re-
presentan a los miembros de la casa Montesco, hablan árabe entre ellos,
mientras que los israelíes, de la casa Capuleto, hablan hebreo. Cuando los 1

actores hablan árabe el texto se proyecta en hebreo arriba del escenario,


mientras que se proyecta en árabe cuando se habla hebreo. Esta audaz
obra tiene éxito al sacudir a los espectadores y adentrarlos a ver aspectos y
niveles del conflicto, de los que nunca antes se habían percatado.
:

ARTE COMPROMETIDO Y ARTE


NO COMPROMETIDO '
:
r
Estas nuevas instituciones de investigación para la paz, así como los depar-
tamentos de estudios literarios podrían promover la publicación de revistas
y diarios, incluyendo diarios electrónicos a través de la Internet, como es el
caso de IPRAs's Horizon: Pave Peace (Aharoni, 1998, 1999), donde tratan y
presentan investigación literaria y obras creativas originales. los diarios 1

pueden promover y diseminar los avances de los estudios literarios para 1

la paz, y publicar nuevas obras creativas importantes en el área. Podrían ,·

1
430 Estudios para la paz ,.
desde una""''""""' qlobdl : ~
~
~
también otorgar premios y becas a Jos escritores comprometidos y cons-
cientes de la excelencia, quienes han hecho las mayores contribuciones
para la promoción de la paz en el Medio Oriente.
Desafortunadamente, todavía existe un cierto miedo y reticencia irra-
cional de lo que se conoce en la jerga literaria estereotipada, como "arte
comprometido", incluso cuando este arte se expresa vívidamente de mane-
ra conmovedora y personal. Como consecuencia de algunas teorías anacró-
nicas y exageradas de temor al "didactismo", y de una concepción mal
interpretada del"arte por amor al arte", lo que ha venido a llamarse "pos-
modernismo", a menudo está ausente de la creación literaria comprometi-
da con los problemas y desgracias verdaderas de la humanidad de nuestros
tiempos, como es el caso de la guerra y la paz. En algunos sectores existe
un rechazo a admitir que la experiencia de la guerra y el fuerte anhelo por
la paz en Israel y el Medio Oriente, es una parte tan integral de nuestras
vidas, que también se han vuelto temas básicos en nuestra mejor literatu-
ra. A los escritores con frecuencia se les llama la conciencia de una nación,
y esa conciencia y conocimiento profundo de lo que les afecta en su vida
diaria necesariamente se expresa a través de su arte.
Es ilógico pensar que el escritor o poeta israelí contemporáneo debe
limitarse a escribir sobre la belleza del Lago Kinneret (el Mar de Galilea),
cuando se bañó ahí con sus hijos, sin recordar y registrar su tremendo
miedo al escuchar las bombas y los proyectiles zumbando a su alrededor. O
escribir acerca del amor, sin expresar sus temores por una amada en tierra
insegura y en un mundo amenazado constantemente por el daño de los
conflictos y los demonios de la guerra. Sería desleal consigo mismo, con su
experiencia de vida, con sus emociones y con su difícil situación psicoló-
gica si así lo hiciera. Si en estas circunstancias se forzara a no involucrarse y
no comprometerse, conforme a los mandatos dictatoriales y de moda de
los llamados "posmodernistas", y escribiera solo por amor al arte y no por
amor a la humanidad, su arte dejaría de ser arte verdadero y de tener
importancia.

EL LECTOR GENERAL Y EL POSMODERNISMO

Sin embargo, el lector común no ha estado influido por esta aprensión refe-
rente a la literatura "comprometida". En general el ha conservado su buen
gusto, su sentido común, su razón y sensibilidad en lo que constituye una

AdaAharonf 431
Pacificación a través de la cultura
literatura estimulante y comprometida que lo refleja a él y a su vida en
una tierra y en un mundo de disensión. A menudo se siente indignado por
la respuesta irresponsable y no comprometida de algunos de los así llama-
dos poetas escritores "de moda". Tras la reticencia de algunos críticos lite- ''1
~. !
,,·
', 1

rarios "no comprometidos", frente a la "literatura comprometida", se escon- ,.¡


1~ : 1¡

de un temor al didactismo o a la sensiblería. En efecto, estos peligros existen


cuando expresan causas comprometidas, pero este tipo de escritos no es
literatura y no estamos interesados en él.
Afortunadamente, tales prejuicios contra la literatura comprometida
tienden a desaparecer, especialmente en Asia y partes de Europa. Se han
publicado y aceptado diversas obras literarias de valor, referentes al con-
flicto en el Medio Oriente, y en otras partes del mundo que reflejan, como
en el caso de La guerra y la paz de Tolstoy, un profundo anhelo de paz. Estas
obras maestras de literatura comprometida son notables en Japón después
de la 11 Guerra Mundial, con posterioridad a la atroz experiencia de la bom-
ba atómica en Hiroshima y Nagasaki. Revistas serias de literatura para la 1

paz, establecidas y circulando en todo el mundo, obtendrían rápidamente


el respeto, el prestigio y el estatus académico que se merecen. También ge-
nerarían un impulso en la promoción de la investigación para la paz y en
la investigaciones literarias basadas en experiencias reales, donde se mues-
tre la colaboración entre judíos y árabes.
Una experiencia vital que ha desaparecido de la historia, es el libro Not
in Vain: an Extraordinary Ufe, la biografía de Thea Wolf, una heroína de la
Segunda Guerra Mundial, quien salvó judíos del holocausto a través de Ale-
jandría, con la ayuda de funcionarios egipcios, la policía, la oficina de pasa-
portes, y los funcionarios aduaneros (1997 -1999).

LA CULTURA Y LA LITERATURA PARA LA PAZ

Ambas deberían ser parte de los planes de estudio y de los materiales del
sistema educativo de Israel y de los países árabes, desde el jardín de niños
hasta la universidad. Podría abrir los ojos de la nueva generación sobre las
realidades de la investigación y el desarrollo para la paz, y de su posibilidad
de logro. La inversión en instituciones de investigación para la paz, podría
desarrollar nuevos recursos y movilizar los existentes en literatura y cultura
para la paz. La investigación podría beneficiar los diversos niveles educa-
tivos al investigar y generar esta literatura como es el caso del libro recien-

432 Estudios para la paz


desde una perspectiva ~lobal
• 1

temente publicado y las cintas habladas de la "Peace Flower", para jóvenes


y ancianos (Aharoni, 1987).
El hecho de otorgar subvenciones para investigar la paz, y el estímulo
a la creación de literatura, guiones cinematográficos, obras de teatro, infor-
mación, concursos, recompensas, becas y premios, así como apoyo financiero 11•
li,,,
y técnico a los programas de educación literaria, podrían resultar muy ven- ,,
tajoso y altamente recompensados. Esto podría mostrar que ambas partes !
1.
sufren por causa de la guerra (Véase Klieman, 1999; Alger, s.f.) El fortale-
cimiento y difusión de este hecho, y de otros aspectos de la investigación 'i'.
\

y la literatura para la paz en la educación, podría cubrir una necesidad


retrasada y extremadamente importante tanto en Israel como en los países
árabes, beneficiando a todo el Medio Oriente, y podría dar un ejemplo y
un modelo de reconciliación a través de la cultura y la literatura a nuestra
aldea global.

ÜBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
LITERARIA PARA LA PAZ

la investigación minuciosa de la cultura y literatura de paz, debe ser parte


integral de los departamentos e institutos de investigación para la paz, y
debe basarse en trabajo y entrenamiento académico serios. Debe investi-
garse y examinarse la literatura de paz, las películas, los libretos y los
guiones de lV, que reflejen las relaciones individuales y los diversos aspec-
tos de las relaciones sociales. En concreto, y con un alto nivel de exactitud
e inmediatez, pueden dar a conocer las realidades ideológicas y psicológi-
cas necesarias al reflejar los valores para la paz. Además, deben explorarse
las diversas vertientes para construir dimensiones de confianza, así como
cambiar las actitudes de desconfianza. Esto puede considerarse como una
alternativa, un tipo adicional de diplomacia, dirigida al entendimiento y a
la reconstrucción de la imagen del odiado "enemigo".
En general, los israelíes y los árabe/palestinos añoran la paz, y este
deseo está reflejado en la literatura de ambos lados. los niños israelíes
ondearon vigorosamente banderas de bienvenida al presidente Anwar
Sadat durante su visita a jerusalén. Tras haber sufrido cinco crueles guerras,
y experimentado cincuenta y un años de inseguridad y ataques terroristas
suicidas, algunos sectores temen todavía ceder en lo que consideran crucial
para su seguridad, porque podrían enfrentar otra vez los horrores de la

Ada Aharoni 433


Pacificación a través de la cultura
guerra. Sus temores, sus esperanzas y su anhelo genuino de que finalice el '!.¡
conflicto entre Israel y sus vecinos árabes, ha sido descrito y transmitido en \
1

valiosas obras literarias en prosa, poesía, cine y teatro. 1

1
1

'1
Lo mismo puede decirse de la situación y la herencia cultural contem-
poránea árabe/palestina, expresada en numerosas obras literarias, películas
y teatro. Aunque el anhelo de paz de las poblaciones en Palestina, Jordania,
Egipto, Líbano y Siria, es obvio (todos están fastidiados de las guerras), exis-
ten algunos sectores que temen que la pacificación pueda representar una
desventaja frente a problemas concretos. Para contrarrestar la desconfian-
za y la sospecha en esos sectores, deben usarse los trabajos creativos de
paz, por una parte y, por la otra, debe investigarse y tomarse en cuenta la
mentalidad temerosa de la gente. Tanto las películas como la literatura deben
difundirse y utilizarse como documentos de primera mano para extender el
clima cultural de paz y para abrir los ojos de la gente a las ventajas que la
paz puede traer a la región. El mismo tipo de investigación debe ser lleva-
da a cabo simultáneamente en Israel y en los países árabes, así como den-
tro de la autoridad palestina y la Ribera Occidental.
Por medio de la investigación literaria y cultural y la difusión de paz, se
puede contribuir de manera importante a amainar conflictos, disipar mie-
dos, suavizar pasiones, sanar las heridas durante el conflicto, y reforzar las
esperanzas para la paz.

MÉTODOS SUGERIDOS

Los métodos sugeridos y los caminos para aplicar y expandir la Cultura de


paz son los siguientes:

• Organizar instituciones regionales e internacionales de investigación acerca


del significado y los contenidos de la "Cultura de Paz Estas instituciones
11

explorarían, examinarían, y fomentarían la creación y redacción de literatura,


películas y guiones de TV, teatro, videos, artes visuales, y música. Asimismo,
la investigación debe analizar minuciosamente los compendios nacionales e
internacionales de materiales y recursos disponibles e11los diversos países, y
debe presentar el fruto de esta investigación, así como los trabajos nuevos
y anteriores al público en general, a través de cada posible medio y vehículo
educativo masivo: universidades, colegios, e~cuelas, y foros públicos.

434 Estudios para la paz


desde una perspediva qlobal
• El"empoderamiento" de los medios electrónicos como un medio de paz, que
sería financiado a nivel nacional para proyectar programas, películas, litera-
tura y arte, que traten problemas de la vida real y el anhelo por una creación
armoniosa y de paz. los programas que promuevan la violencia, el crimen y el
asesinato deben desalentarse y prohibirse. Con frecuencia estamos diciendo
erróneamente que el público quiere películas violentas; sin embargo, el hecho
es que las películas basadas en los libros de jane Austen nos cautivan todavía
hoy, y tienen mayor popularidad que las películas sobre crímenes, aunque !'
1

esos libros fueron escritos en el siglo XVIII. Estas películas tienen gran populari-
dad precisamente porque tratan problemas de la vida real y de la humanidad.
Debe producirse este tipo de películas acerca de nuestra época y nuestros
problemas, y no de crimen y homicidio que últimamente se ha vuelto nausea-
bundo y se ha extendido peligrosamente.
• La construcción por parte de gobiernos y ministerios de educación de infraes-
tructuras y departamentos administrativos en universidades, colegios y escuelas,
fomentaría y promovería a nivel empresarial la redacción, dirección, pre-
sentación y distribución de literatura, guiones de TV y cinematográficos, videos
y sitios en la red, que incluyan la paz como tema fundamental. Todo ello con el
objeto de impedir y desalentar de todas las maneras posibles los programas
de TV, películas, videos y programas de Internet que sean violentos.
• Organizar y expandir nacional e internacionalmente, el "Proyecto para acabar
con la violencia en la rv'', el cual desanima a los patrocinadores, directores y
editores a crear y mostrar programas violentos, notificando a éstos que han
perdido dinero, ya que sus programas perjudiciales de crimen y asesinato no
han sido vistos. Los patrocinadores y los directores deben estar conscientes
de que el público desea programas creativos emocionantes, que los ayude a
resolver sus problemas y a llevar vidas armoniosas, y no programas destruc-
tivos que ofrezcan ejemplos malos y perjudiciales a la sociedad.
• Establecer concursos literarios, de guiones de TV y de películas sobre la paz,
para aumentar la redacción y la publicación de películas, cuentos, poesía,
artes visuales y música, basados en los diversos temas de la resolución de con-
flictos y de la paz.
• Es recomendable establecer "Institutos Culturales de Traducción", a nivel
nacional e internacional, así como fundaciones para organizar la traducción ,1

de obras para la paz. Deben otorgarse premios internacionales para la paz a


traductores sobresalientes de la literatura, guiones de películas, de libretos,
y poesía para la paz.

AdaAharonl 435
Pacificación a través de la cultura
• Sugerir a las instituciones gubernamentales la promoción de una Cultura de
Paz como parte integral de la Educación para la Paz en todos los niveles
educativos, para que aprendan a distinguir y a desalentar programas violen-
tos y negativos en todas las edades, y no solamente entre niños y jóvenes.
Los criminales y belicistas usualmente son adultos.
• Es recomendable desarrollar a través de la investigación, la originalidad y la
comunicación de los trabajos creativos, el entendimiento y el respeto de la cul- ,'¡
tura de las naciones y pueblos vecinos, especialmente con los que estamos en
conflicto. :¡
• Deben designarse prestigiosos premios y recompensas para la paz nacionales \i
e internacionales a todos los canales culturales que promueven la paz,
\1
incluyendo las artes visuales y plásticas, la danza, y la música, así como a los
directores de los medios regulares y electrónicos. Recompensas para la paz
nacionales e internacionales y los máximos premios para la paz (al mismo
nivel que los Premios Nobel), deben del mismo modo ser designados a las
personas que trabajan en esos canales: los máximos programadores para la
paz, directores, periodistas y gente de los medios a todos los niveles, además
de los escritores literarios, los guionistas de TV, los escritores de libretos, los
dramaturgos, los poetas y los guionistas de películas.
• Los gobiernos y las instituciones gubernamentales deben tener como priori-
dad nacional la designación de un presupuesto amplio y serio para el estable-
cimiento y la promoción de los diversos proyectos descritos arriba. ~~ se apli-
can las recomendaciones anteriores, éstas marcarían un cambio significativo
en el clima de paz en el Medio Oriente, y en el mundo.

SOCIEDAD DE INVESTIGACIÓN PARA LA PAZ

En el marco de referencia de una asociación de investigación para la paz


común de israelíes y palestinos (véase la nota 2 al final de este artículo acer-
ca de los inicios de dicha colaboración), puede desarrollarse una sociedad
de investigadores de "cultura para la paz", que juntos exploren y promue-
van trabajos creativos. Esto puede beneficiar la causa del avance de la paz de
diversas maneras. Entre ellas investigadores intelectuales, escritores, poetas
y artistas israelíes y palestinos, podrán descubrirse mutuamente a nivel in-
telectual y darse cuenta que comparten las mismas ideas, sentimientos,
indecisiones y temores.

436 Estudios para la paz


desde una perspectiva qlobal
Además, la investigación literaria puede destacar no sólo los senti-
mientos y predicamentos idénticos compartidos por ambas partes, sino
también los vínculos mutuos y separados del humano común y de las
herencias culturales, así como sus prejuicios y errores. Este en verdad ha
sido el caso en "El Campamento para la paz", en la aldea drusa de Ussfiya,
en el Monte Carmelo, cerca de Haifa, donde investigadores, escritores y
poetas para la paz israelíes y árabe/palestinos, así como el público en gene-
ral, sostienen encuentros regulares que comparten el fruto de sus escritos
e investigaciones en común y que crean puentes culturales entre ellos.
Los resultados de estas reuniones, discusiones, investigaciones, y de las
obras creativas que surgen de ambos sectores, deben fomentarse y darse a
conocer al público del Medio Oriente y del mundo. Beneficiaría a nuestra
aldea global mediante del aumento en el conocimiento de que los puentes
culturales son un vehículo conveniente para la difusión de conflictos ante-
riores, y para la expansión de un clima armonioso para la paz. Esta atmós-
fera de "creación de paz" a su vez, fomentaría la creación de prolíficas obras
de valor. La colaboración entre los investigadores, escritores, poetas e inte-
lectuales con sus colegas de la Ribera Occidental y con la autoridad palestina,
ampliaría los esfuerzos de colaboración con los investigadores, e intelec-
tuales culturales y literarios en Egipto, Siria, Líbano, jordania y el Golfo
Arábigo. Este esfuerzo regional colectivo podría generar el florecimiento, y
movilizar el apoyo del mundo entero para la búsqueda de la paz global.

CONCLUSIÓN

Aunque los conflictos parecen ser ligados principalmente a cuestiones concre-


tas; como territorio, fronteras, agua, inmigrantes, etcétera, en realidad, la
cultura étnica está en la base de todo conflicto, en la medida en que los
pueblos y las naciones se definen a sí mismas y a su identidad a través de
su cultura: idioma, literatura, arte, costumbres, herencia ética, religión, valo-
res y normas.
El hecho de investigar los diversos niveles y posibilidades de los temas
para la paz en la cultura y la literatura: poesía, novelas, guiones de TV, de
películas y de dramas, artes visuales y música, y dar a conocer sus resulta-
dos, así como las obras creativas de paz al público en general, puede cons-
tituir un esfuerzo importante en la creación de un clima de paz. Institucio-
nes investigadoras de la teoría y la práctica de la construcción y promoción
de una cultura de paz regional y global, pudiera contrarrestar la violencia y

1\da Aharoni 437


Pacificación a través de la cultura
¡,:
la guerra, debería tener máxima prioridad en los planes gubernamentales 1
actuales, cuan~o se ha vu elto evid~nt~ que l?s conflictosb~ ~ast~uerrabs soens :,\
causados no solo por rec 1amos terntona 1es, smo que tam 1en 1enen as !, 1

',1,
étnico-culturales. 11

El establecimiento y la promoción de colaboración de instituciones de 1 1

investigación de la paz cultural en el Medio Oriente: Israel, Gaza, Egipto, :'1


Siria y Jordania, fomentaría el desarrollo de una cultura en la región, lo cual
sería un esfuerzo de colaboración compartido y saboreado por los árabe/pa- ':'
lestinos y los israelíes. Se crearían puentes de entendimiento y respeto entre
los antiguos oponentes y promoverían la pacificación.
Si los medios masivos y los canales de comunicación, entre ellos, los
periódicos, el radio, la televisión y la Internet, dan una justa y objetiva co-
bertura a las noticias sobre la paz y a la propagación de una cultura de paz
como temas principales de sus reportajes, éstos pueden llegar a ser po-
derosas herramientas de superación de conflictos y de pacificación.
La creación de recompensas, premios y subvenciones regionales e
internacionales para la investigación literaria, el trabajo creativo, y la traduc-
ción de obras importantes al idioma del oponente, constituiría un paso
importante hacia la creación de un clima de paz, y hacia la construcción de
un Medio Oriente más allá de los conflictos y las guerras. Alentaría y capaci-
taría a los pueblos de la región a llegar a una nueva época floreciente de
pacificación.

NOTA 1

Llegué a la conclusión de que la "cultura de paz" era un tema bastante des-


cuidado, al que debería dársele atención especial, durante mi año sabático
en la Universidad de Pennsylvania (1990), cuando fui invitado a leer poesía
en diversos foros. leí poemas que trataban de varios temas: filosóficos, de
amor y paz y para mi sorpresa, los poemas sobre paz generaron el mayor
interés y tuvieron el impacto más fuerte. ¿Fue un tópico de moda en
poesía, me pregunté, o existe un interés especial en el conflicto del Medio
Oriente?
También me invitaron a unirme al Panel de Reconciliación en el Medio
Oriente, junto con una palestina, lutfiah Milhelm, quien afirmó representar
a la mayoría pacífica silenciosa del pueblo palestino, y Hussein El Gohary,
un académico e intelectual egipcio. Este panel mixto creó un interés muy
extendido, y aparecimos en diversas plataformas, lo que incluyó la TV, la

438 [~ludio~ para la paz


desde una per~pecllva global
t1

radio, las universidades, las iglesias, las sinagogas y foros de debate. Noté 1 1

que cuando hablábamos de las "Oportunidades de paz en el Medio Oriente",


las cabezas se inclinaban, pero cuando leemos poesía, cuentos o leyendas
de paz, los ojos se iluminaron y los labios se movieron. Entonces, tuve la
1' .. certeza de que el potencial e impacto de la cultura y la literatura como :
vehículo para cambiar actitudes y respuestas relacionadas con la paz, era !1
Jl,

tremendo. Este estudio y este artículo se han basado en este hallazgo inicial.

NOTA 2
Después del"Congreso Internacional de la Resolución de Conflictos" (ctRc,
Galilea, 27 de junio all o de julio de 1999), el doctor Reyad Agha, del"lnsti-
tuto de Investigación Estratégica en Gaza", y director de la Delegación Pa-
lestina en el Congreso, envió el siguiente comunicado de prensa:
Primer congreso Internacional de cooperación Israelí-palestina en el
1,·
"IFLAC: pavimentar el campo de paz".
La primera colaboración Israelí-Palestina a través de puentes culturales,
se estableció en el sustancialmente importante e innovador "Congreso
Internacional de Resolución de Conflictos por medio de la Cultura y la Li-
teratura" (1cc, Shavei Zion, Galilea, ídem). Al regreso de la delegación pa-
lestina, el profesor Reyad Agha, del"lnstituto Nacional para Estudios Estra-
tégicos", en Gaza, le escribió a Ada Aharoni, Presidenta del Congreso y
Presidenta de IFLAC:

Nos llena de felicidad haber conocido personas tan maravillosas, escritores e


investigadores de la paz quienes guardan amor y buenos sentimientos hacia
las demás personas en sus corazones, y quienes desean tener paz en la tierra,
especialmente en la tierra de la paz ... Una de las determinaciones importantes
de este congreso es establecer un capítulo "rFLAc-Gaza", además de los nueve
existentes: Israel, Estados Unidos, Japón, Francia, Australia, Brasil, Austria, India,
y Rumania.

BIBLIOGRAFÍA

AHARONI, Ada (1987), "The lmage of Jewish life in Egypt in the Writings of Egyptian
jewish Authors in Israel and Abroad", en: The )ews of Egypt: A Mediterranean
Society in Modem Times", Boulder y Londres, Westview Press.

Ada Aharonl 439


Pacificación a través de la cultura
\
1
1•
t

_ _ _ (1998), Not in Vain: An Extraordinary Life, Ladyug Press, California. Véase


The Peace Flower, Ladybug Press, CA, 1999, y From the Ni/e to the )ordan, M.
Lahman, Haifa, 1999.
- - - y Judith Zilberstein (eds.), Waves of Peace: In Memory of Yitzhak Robín,
JFLAC, Pave Peace, HaTikhon, Shfaram.
ALEXANDER, Sara (1999), Shalom-Salam: Un combat pour la Paix au Proche-Orient,
París, Editions Salvator.
"Congreso Internacional sobre la Resolución de Conflictos por medio de la Cultura
y la Uteratura", JCC, Galilea, Israel, 27 de junio-1 o. de julio, 1999, reportado por
Jan Harris, Peacebuilding, PEC, IPRA, vol. 2, núm. 1, 1999.
DEIF, Mohammed Fawzi (1997), "The Significance of Peace in the Writings of Ada
Aharoni", Universidad de El Cairo, Nile Editions.
KLIEMAN, Aharon (s.f.), Constructive Ambiguity in Middle East Peace-Making, The Tami
Steinmetz, Center for Pea ce Research, Tel Aviv University. Véase también Chad-
wick F. Alger, The Quest for Peace: What Are We Learning? lnternational }our·
na/ of Peace Studies.
MAJID, Tehranian (1997), "Global Communication and lnternational Relations:
Changing Paradigms and Policies", lnternational journal of Peace Studies, vol. 2,
núm. 1, enero.
NJMER, Nimer (1996), Meourav Aravi-Arabic Pot-Pourri: Chosen Literary Pieces, Nazareth,
Dept. of Arabic Culture, Ministry of Education.
"Peace in the Middle East: lnitiatives Suggested by sorne Israelí, Palestinian and
Egyptian Scholars", Library Auditorium, UN, Nueva York, Plaza de las Naciones
Unidas, 21 de septiembre de 1995.
RoKEM, Freddie, (1998), "Postcard from the Peace Process: Sorne Thoughts on the
Palestinian-lsraeli Co-production of Romeo and juliet", Palestine-lsrael }ournal,
núm. 5, invierno.
"The Peace Culture" (1997-1999), Horizon, Pave Peace, JPRA, Electronic Magazine
in the Internet, núms. 1-4.
The National Briyish Archives (1999), "The Beginning of the Film lndustry", The
National British Archives, BBC/ZDF, Arte rv, Londres, 1999.
"Women in Conflict" (1995), Pa/estine-lsrael journal: Politics, Economics and Culture,
Jerusalem, vol. 2, núm. 13,
lAYYAD Ziad, Abu (1995), "Why Oslo Must Not Fail", Palestine-lsrael }ournal: Politics,
Economics and Culture, núm. 5, Jerusalem, invierno.

440 [studlos para la paz


desde una perspectiva Qlobal
La construcción
de un nuevo orden mundial
Sepideh a través de la educación espiritual:
Rouhani**
una perspectiva Baha'i*

LA GLOBALIZACIÓN Y LA PAZ

EsTE artículo intenta subrayar el papel de la educación espiritual como una


dimensión ausente en la búsqueda humana de la globalización, la paz y el
establecimiento de un nuevo orden mundial. ¿Cómo el mundo actual, con
su enraizado patrón de conflicto y agresión, se va transformando en un mundo
donde prevalezca la armonía y la colaboración? Es la educación espiritual la
que desempeñará un papel fundamental en esta transformación porque, en
esencia, la paz individual surge de un estado interno apoyado por una acti-
tud espiritual o moral. Al evocar esta actitud, existe la posibilidad de encon-
trar soluciones duraderas para la globalización y la paz mundial.
El vínculo entre la educación espiritual y la globalización se analiza en
el contexto de hipótesis acerca de la naturaleza del ser humano, el papel
¡,
de los educadores divinos y los principios de la educación espiritual -su ¡'
1
naturaleza, propósito y resultados- y lo que surge de ello. Al escribir este
artículo, la autora se inspiró sobre todo en el punto de vista de la educación
bahai; sin embargo, no presenta un punto de vista bahai oficial en esta con-
ferencia, más bien sugiere que la educación espiritual es una base impor-
tante para introducirse en un nuevo orden mundial.
Los descubrimientos científicos y las redes de telecomunicación global
hacen que el mundo sea hoy casi una aldea global. Con un ligero toque
al teclado de una computadora, se llevan a cabo transacciones financieras
entre dos grupos, que tal vez nunca lleguen a conocerse, y se pueden
conocer los rincones oscuros del globo en la "red a nivel mundial". Nos
hemos acercado mucho más a nuestros compañeros humanos tanto psico-
lógica como geográficamente, gracias a que muchas de las barreras ante
*Se presentó una versión anterior de est; artíc~lo en la 111 Confe~enda de Educa~ón Internacional, celebra-
da en Cincinnati Estados Unidos, donde la mvest1gadora fue parcialmente patrocmada por la HSRC.
**Profeso(a de la Facultad de Educación de la Universidad del Noroeste, Sudáfrica.

441
riores, como son la "Cortina de Hierro" y las barreras de distancia y lengua-
je, se han derrumbado o han sido superadas de manera significativa. Debe-
remos, pues, ser capaces de empatizar con los demás seres humanos como
miembros de una familia: la familia de la raza humana.
Una implicación importante de vivir juntos en una aldea global es que
la consecuencia de nuestras creencias, acciones y comportamientos como
individuos y naciones, tiene un efecto ondulatorio mucho más fuerte e in-
mediato que nunca. Por lo tanto, necesitamos aplicar la "regla de oro" para
no aumentar el conflicto o el caos a escala individual o global.
¿Qué es la regla de oro"? Los mandamientos de la regla de oro se
11

encuentran de una u otra forma, en cada una de las religiones principales


del mundo, que incluyen el hinduismo, el zoroastrismo, el judaísmo, el cris-
tianismo, el islamismo y la fe bahai. Por ejemplo, en la Biblia dice llamarás
a tu prójimo como a ti mismo" (Levítico, 19, Antiguo Testamento).
La aplicación de un principio espiritual o moral -preferir al prójimo en
lugar de a uno mismo- puede propiciar una cultura universal de enten-
dimiento y de paz. Sin embargo, en este momento se carece de la apli-
cación de este principio espiritual. La humanidad necesita una nueva con-
ciencia. ¿Cómo puede inhalarse nueva vida en el cuerpo doliente de
una civilización que se desintegra? ¿Cómo puede emerger un nuevo orden
mundial de las cenizas de un orden antiguo? Estas preguntas se pue-
den responder afirmando que la naturaleza del ser humano es capaz de
transcender las circunstancias materiales.

LA NATURALEZA DEL SER HUMANO


Los talentos que distinguen a la raza humana de las otras formas de vida se
resumen en lo que se conoce como el espíritu humano; la mente es su cuali-
dad esencial. Cada ser humano tiene la capacidad de hacer tanto el bien
como el mal, de desarrollar una naturaleza baja, primitiva o de alcanzar lo
trascendental, lo espiritual.
En el ser humano existen dos naturalezas: su naturaleza espiritual o
superior y su naturaleza material o inferior. En una se acerca a Dios, en la
otra vive sólo para el mundo (PT, 60).
El ser humano es el grado más alto de materialidad, y el inicio de la
espiritualidad, es decir, es el final de la imp~rfección y el comienzo de
la perfección ... Tiene el lado animal así camal el lado angelical, y la meta

442 Estudios para la paz


desde una perspectiva qlobal
1

i
de cualquier educador es entrenar a las almas humanas para que su aspecto 1'
angelical pueda superar a su lado animal (SAQ, 235-236).
En la realidad interior del ser humano hay una línea límite entre la som-
bra y la luz, un lugar donde se encuentran dos mares; es el punto más bajo
en el arco del descenso y por lo tanto es capaz de alcanzar todos los gra-
dos superiores. Con la educación puede lograrse toda la excelencia ...
(BE, 23).
En la medida en que "no sólo de pan vive el hombre", su lado espiri-
tual también necesita nutrirse y desarrollarse, pero si fracasa se convertirá
en un coloso material a expensas de un desarrollo espiritual retardado, con
consecuencias preocupantes para toda la humanidad. 11

Si las cualidades espirituales ... nunca se utilizan, se atrofian, debilitan •'

y terminan imposibilitadas: si las cualidades materiales del alma se ejercitan,


se vuelven increíblemente poderosas, y el ser humano infeliz se vuelve más
salvaje, más injusto, más vil (PT, 97-98).
¿No es acaso la falta de espiritualidad actual, la causa raíz de mucho
sufrimiento humano? ¿No podría una actitud espiritual aliviar parte de nues-
tro sufrimiento? En la actualidad, muchas escuelas y maestros se niegan a la
responsabilidad de desarrollar valores. Muchos educadores afirman que
la enseñanza de valores y de los asuntos éticos son contraproducentes para
alcanzar los objetivos intelectuales de la escuela. Ven su actividad como lim-
itada a la educación de la mente. Se necesita un compromiso formal para
la educación del carácter como una preocupación central de la escuela en
todos los niveles (AIIen, 1993). Mientras que la mayoría de los sistemas
1 1
educativos del mundo ignoran el desarrollo moral y espiritual, la
humanidad ha fracasado en reconocer el nexo vital entre la educación es-
piritual y el avance material:
El ser humano tiene dos fuerzas y su desarrollo, dos aspectos: una fuerza está
conectada con el mundo material, y con ella es capaz de un avance material. La
otra es espiritual, y a través de su desarrollo, se despierta su naturaleza poten-
cial interna. Estas fuerzas son como dos alas. Ambas deben desarrollarse,
puesto que es imposible volar sólo con una (PUP, 60).

EL PAPEL DE LOS EDUCADORES DIVINOS

Los Educadores Divinos o Manifestaciones de Dios aparecen de tiempo en


tiempo, en ciertos momentos críticos en los ciclos de la historia, en respues-

t'
Sepideh Rouhanl 44 3
La construcción de un nuevo orden
ta a las necesidades de la sociedad durante momentos de gran confusión
moral y desesperación, que coinciden con la decadencia de las creencias
establecidas, o porque han surgido nuevas circunstancias en las cuales
las respuestas tradicionales ya no son adecuadas (Huddleston, 1987, p. 411 ).
Haciendo referencia a esto, las escrituras hindúes establecen que: De
tiempo en tiempo al ocurrir el ocaso de la religión, O Bharat, y el surgi-
miento de la irreligión, es entonces cuando mando mi espíritu (El Gita, IV, 7,
citado en Munje, n.d.).
Asimismo, los escritos bahai manifiestan: ''El propósito de Dios de man-
dar a Sus profetas al ser humano es doble. El primero es liberar a los hijos
de los hombres de la oscuridad de la ignorancia. El segundo es el de ase-
gurar la paz y la tranquilidad de la humanidad, y la de proporcionar todos
los medios para que puedan establecerse" (cws, 79-80).
Los Educadores Divinos son los fundadores de las grandes religiones.
Muchos vivieron antes de que se registrara la historia; otros han llegado a
las sociedades que han perdido muchos de sus registros del pasado. De
aquellos de los cuales sabemos cuando menos un poco son Abraham,
Moisés, Zoroastro, Krisna, Suda, Jesús, Mahoma y Baha'u'llah.
Alguna cualidad o enseñanza particulares pueden ser especialmente
identificadas con un Educador en especial, debido a las circunstancias del
momento en que él vivió. A Moisés, por ejemplo, se le asocia con la ley,
el requisito vital de un pueblo que establece una nueva sociedad en tierra
extraña; a Jesús, con el amor, por la necesidad de moderar las prácticas de
los líderes religiosos más obsesionados con la letra de la ley que con su
espíritu. A Mahoma, con un Dios y una nación, por la extrema superstición
y la violenta división de los pueblos árabes entre los cuales enseñó (Hud-
dleston, 1989, p. 413).
Así, cada Educador Divino ha acercado más a la humanidad, de una
etapa de infancia colectiva hacia una etapa de madurez. La etapa de madu-
rez de la humanidad está finalmente muy cercana. La paz mundial no sólo
es posible, es inevitable. Es el próximo paso a la "planetización de la hu-
manidad" (PWP, 1). Baha'u'llah, fundador profeta de la fe bahai, propor-
ciona una nueva visión para establecer la paz mundial. Una parte integral
de esta visión es el principio de la educación espiritual.

444 [ studios para la paz


desde una perspediva global
los PRINCIPIOS DISTINTIVOS DE
LA EDUCACIÓN ESPIRITUAL

El término "principios de la educación espiritual" define un conjunto dis-


tintivo de características y creencias acerca de la naturaleza del desarrollo
humano y de su relación con la educación espiritual. Estos principios for-
1 man la estructura filosófica básica y el marco de trabajo organizacional de
1! la educación espiritual.
,¡ Si se le considera al ser humano como una mina plena de joyas de valor
'¡,
incalculable, la educación por sí misma puede hacerle revelar sus tesoros
1
y permitir que la humanidad se beneficie de ellos (cws, 260).
La educación espiritual de los niños (y de los adultos) es un elemento
clave en el desarrollo y el bienestar de la sociedad civil. Los escritos bahai
explican que: "La educación y el entrenamiento de los niños está entre los
actos más meritorios de la humanidad ... , puesto que es el cimiento indis-
pensable de toda excelencia humana y permite al ser humano alcanzar las
alturas de su esperada gloria" (swA, 129).
Los escritos bahai también describen los diferentes papeles de aquellos
implicados en la educación de los niños, afirmando la integridad del papel
de los padres, y los papeles individuales únicos de la madre y del padre como
los educadores básicos de éstos. La posición del maestro en la sociedad se
eleva a un nuevo nivel. La responsabilidad espiritual se otorga a las institu-
ciones de la sociedad civil con el objeto de aportar el apoyo y la guía nece-
saria para que los programas educativos estén bien organizados y susten-
tados. También existe dirección para que los niños sepan cuáles son sus
obligaciones y desempeños futuros en la sociedad.
A estos roles definidos recientemente se les ha investido con una gran
responsabilidad. Exigen el desarrollo de las cualidades espirituales necesa-
rias, del crecimiento académico y de la transformación espiritual de aquéllos
que interactúan con los niños.

LA NATURALEZA, EL PROPÓSITO Y
LOS RESULTADOS DE LA EDUCACIÓN ESPIRITUAL

Según los escritos bahai, la educación espiritual es la base indispensable de


todos los demás conocimientos. Debe estar sistemáticamente planeada y
ser continua a lo largo de la vida de una persona. La educación espiritual

Sepldeh Rouhanl 445


la construcción de un nuevo orden
implica luchar para lograr un equilibrio entre la educación espiritual, inte-
lectual y material.

La educación es de varios tipos. Existe un desarrollo y un entrenamiento del


cuerpo físico, el cual asegura la fortaleza y el crecimiento. Existe una educación
intelectual o un entrenamiento mental ... El tercer tipo de educación es la del
espíritu. A través del aliento del Espíritu Santo el ser humano es elevado al
mundo de las moralidades e iluminado por las luces de las gracias divinas ...
Por esta razón las santas manifestaciones de Dios aparecen en el mundo
humano. Vienen a educar y a iluminar al ser humano, para conceder percep-
ción espiritual (BE, 33, núm. 17).

El propósito de la educación espiritual es crear una nueva raza de


mujeres y hombres y fortalecer el aspecto espiritual de la realidad humana
para que la naturaleza más baja, material del hombre pueda superarse.
En un nivel más práctico, otro propósito de la educación espiritual es
ayudar a los niños y niñas a desarrollar y manifestar atributos y cualida-
des inherentes, con el objeto de lograr que las virtudes se manifiesten en
todas las acciones humanas. Por lo tanto: "Un niño que es limpio, amable,
de buen carácter, bien comportado -aunque sea ignorante- es preferible a
uno que es maleducado, sucio, aunque bien versado en todas las artes y
ciencias ... Sin embargo, si se entrena al niño a que sea tanto instruido
como bueno, el resultado es luz sobre luz" (ídem).
Además, ser buen ciudadano será como una segunda naturaleza en
una persona espiritualmente madura:

Existe por lo tanto una gran diferencia entre la prevención del crimen por medio
de medidas que son violentas y vengativas, y así entrenar e ilustrar a la gente ...
que sin miedo al castigo o la venganza, rechazarán todos los actos criminales ...
[y ver] cometer un crimen como una gran desgracia y en sí mismo como el
más duro de todos Jos castigos (BE, 16, núm. 31 ).

CONCLUSIÓN

E~_a través ~el proceso ~e construir la actitud de servicio hacia otros que un
mno tendra la oportumdad de poner en práctica esas virtudes merecedo-
ras de reconocimiento, como ser cortés, amigable, educado, colaborador,

446 Estudios para la paz


desde una perspectiva Qlobal
veraz, compasivo, justo, sabio y confiable. De esta manera "el servicio es la
expresión práctica del entrenamiento espiritual" (Waite, 1988, p. 4). En otras
palabras, la internalización genuina de la ética de la "regla de oro" puede
producir una nueva raza de mujeres y hombres, quienes colocarán el servi-
cio a la humanidad en la cúspide de la perfección humana.
El desenvolvimiento de las cualidades divinas dentro del individuo es
crucial para el progreso de la civilización humana, su unidad y la realización
del verdadero potencial humano. La educación espiritual, por lo tanto, es
un prerrequisito necesario para la globalización y la paz mundial.

ANEXO

(Selección basada en los escritos baha'i sobre la educación)


Una vez cada mil años aproximadamente, la humanidad recibe el don de
que camine entre ella una manifestación o mensajero de Dios.
¿Quiénes son estas manifestaciones de Dios?
Son los educadores divinos y los fundadores de las principales religio-
nes del mundo. Entre aquellos de los que sabemos un poco están Abraham,
Moisés, Zoroastro, Krisna, Buda, jesucristo, el profeta Mahoma y Baha'u'llah.
¿Por qué aparecen?

"Puesto que no puede haber un vínculo directo que una al verdadero Dios úni-
co con su creación y no puede haber ningún parecido entre lo pasajero y lo
eterno, lo contingente y lo absoluto, Él ha ordenado que en cada época y de-
signio divino un alma pura y sin manchas debe manifestarse en los reinos de
1' la tierra y del cielo ... "
1

Dios tiene dos propósitos al mandar sus profetas a los hombres. El pri-
mero es liberar a los criaturas de los hombres de la oscuridad de la igno-
rancia. El segundo es asegurar la paz y la tranquilidad de la humanidad, y
proporcionar todos los medios para que éstas puedan lograrse (GWB, 79-80).
Quizá la única manera de lograr la paz y la tranquilidad colectivas es
practicar la regla de oro, una ética universal enseñada por todos los edu-
cadores divinos: "Haz a los demás lo que quieres que te hagan a ti" o "Ama
a tu próximo como a ti mismo".

447
Sepldeh Rouhanl
La construcción de un nuevo orden
Pero educar a los seres humanos para que prefieran a los demás y no a
sí mismos, uno debe empezar desde el principio. Examinemos el punto de
vista baha'i en este respecto.
Si definimos la paz como algo más que el fin de la guerra, entonces se r:

necesitará más que la ausencia de guerra para -;ue la paz se aposente. ¿Cuál il
es el papel de la educación espiritual en este proceso?

El hombre es el talismán supremo. la falta de una educación adecuada lo ha


privado sin embargo, de aquello que inherentemente posee (GWB, 260).
Considera al hombre como una mina rica en gemas de valor inestimable.
Por sí sola la educación puede revelar sus tesoros y capacitar a la humanidad
que se beneficie de ella (idem).
¡Oh Señor! Incomparable en Tu sabiduría poderosa Tú has juntado en ma-
trimonio a los pueblos ...
¡Oh mi Señorl Estas dos lunas brillantes se han unido en tu amor ...
Por tal motivo, une en el cielo de Tu misericordia a estas dos aves del nido
de Tu amor ...
Haz que este matrimonio procree el coral y la perla ... (Plegaria del Matri-
monio).
De la misma manera que una semilla se convierte pacíficamente en un
árbol, nosotros deberíamos crecer en la paz. Trasplantar un árbol maduro es
muy difícil.
¡Oh Hijo de la Divina Gracia!
De la desolación de la nada, con el barro de mi mandato te hice aparecer
y he ordenado para tu entrenamiento cada átomo en existencia y la esencia
de todas las cosas creadas (Hw, P, núm. 29).
¡Mi Señor! mi Señor te alabo y agradezco los favores que has otorgado a tu
humilde sierva. Te dedico lo que está en mi vientre. Entonces haz que sea una
criatura digna de Ti... para que desarrolle y crezca bajo el mando de Tu edu-
cación (Plegaria baha'i).
En verdad has venido por mandato de Dios. Has aparecido para hablar de
Él y has sido creado para servirlo, Él que es el Amado, el Bienamado ... (Plegaria
baha'i para el recién nacido).
¡Oh Hijo de la Divina Gracia!

448 Estudios para la paz


desde una perspediva global
Ya que surgiste del vientre de tu madre, destiné para ti dos fuentes de ful-
gurante leche, ojos que te cuiden, corazones que te amen (Palabras ocultas).
Desde el principio mismo las madres deben criar a sus infantes en la cuna
de la buena moral porque las madres son las primeras educadoras -de esta
manera el niño ... estará revestido de todas las virtudes y cualidades que son
dignas de alabanza (BE, 16, núm. 42).
Invierte todo esfuerzo para educar a los niños así desde la infancia estarán
en los modos de Dios ... (swA, 126).
A estos niños se les debe dar un buen entrenamiento desde su más tem-
prana niñez (BE, vol. IX).
Desarrolla las características espirituales y las virtudes dignas de alabanza de
la humanidad. Esta es la consideración básica (BE, 32, núm. 79).
¡Oh Dios! Educa a estos niños. Estos niños son las plantas de Tu huerto, las
flores de Tu prado, las rosas de Tu jardín (Plegaria baha'i).
Desde la más tierna infancia, las madres deben enseñar a los niños el amor
a Dios, y el amor a la humanidad; no el amor a la humanidad de Asia, o el
amor a la humanidad de Europa, o de América, sino a la humanidad de la
humanidad (BE, 9, núm. 7. 87).
En su infancia educa a los niños de manera que puedan llegar a ser
extremadamente gentiles y piadosos con los animales (PBL, 24).
¡Oh ustedes amorosas madres! Sepan ustedes que a la vista de Dios la
mejor de las maneras de adorarlo es educar a los niños y aleccionarlos en todas las
perfecciones de la humanidad; no es posible imaginar una acción más noble
(SWA, 139).
Si como debiera, la madre posee el conocimiento y los logros de la hu-
manidad, sus criaturas cual ángeles serán criados en toda excelencia, en con-
ducta y belleza (BE, 34, núm. 85).
El entrenamiento que primero recibe un niño a través de su madre, consti-
tuye el más fuerte cimiento de su desarrollo futuro (BE ... , vol. 1, núm. 876).
Que el primer maestro del niño sea la madre no debería sorprender porque
la orientación básica del infante es hacia su madre esta disposición de la natu-
raleza de ninguna manera minimiza el papel del padre. Nuevamente la igual-
dad de estatus no... Es responsabilidad del padre y de la madre, como una
obligación, luchar con todo su esfuerzo y entrenar a la hija y al hijo para nutrir-

( 1

Sepldeh Rouhanl 449


La construcción de un nuevo orden
los de la fuente del conocimiento y criarlos en el regazo de las ciencias y las
artes (swA, 127).
El maestro debe dar al niño conocimiento y al mismo tiempo criarlo para
que tenga una naturaleza espiritual.
los colegios y las universidades del mundo deben adherirse a dar servicio
a la integridad de la humanidad, de manera que cada estudiante pueda cons-
cientemente darse cuenta de que es hermano de toda la humanidad sin impor-
tar raza o religión (SWA, 1918, 9 [9]).
los pensamientos de paz universal deben inculcarse en las mentes de todos
los educadores para que ellos se conviertan en los ejércitos de la paz, los ver-
daderos servidores del cuerpo político -el mundo (swA, 1918, 9 [9]).
El globo terráqueo es el lugar único. las naciones son los miembros de una
familia. las madres en sus hogares, los maestros en sus escuelas, los profesores
en las facultades, los rectores en las universidades deben enseñar estos idea-
les a la juventud desde la cuna hasta la edad de la adultez ('Abdu'I-Baha, en
"Baha'i Methods of Education. En Star of the West, vol. 9, núm. 9, 20, de agos-
to de 1918, p. 98).

BIBLIOGRAFÍA

ALLEN, D.W. (1993), "Centuring a Secular Education on the Development of Character",


en: H. Nikijoo, y S. Vickers (eds.), Distinctive Aspects of Baha'i Education, Actas
del Simposium sobre Educación Baha'i, Londres, Baha'i Publishing Trust.
(BE) Baha'i Education (BE) (1985), Compilado por la Casa Universal de la justicia,
Londres, Baha'i Publishing Trust.
(GWB) Gleanings from the Writings of Baha'ullah (cws) Traducido por Shoghi Effen-
di (1983), lllinois; Baha'i Publishing Trust.
HuooLESTON, J. (1987), The Search for a just Society, Oxford, George Ronald.
MUNJE, N.M. (s.f.), The Whole World is but One Family, Delhi, Bahá'i Publishing Trust.
(PT) París Talks: Addresses Given by' Adbu'Bahá'i in.Paris in 1911 (1969), 11 a. ed., llli-
nois Foudes, Bahá'i Publishing Trust.
(PUP) The Promulgation of Universal Peace: Talks Delivered by 'Abdui-Bahá'i guring his
visit to the United States and Canada in 1912, (2 ed.) (1982), Howard Mac
Nut., lllinois, Bahá'í Publishing Trust.
(PWP) The Promise of World Peace: To the Peopoles of the World (1985), Wilmette,
Bahá'í Publishing Trust.

450 Estudios para la paz


desde una perspedlva global

1
(SAQ) Sorne Answered Questions (1984) (Compilado por Laura Clifford Barney), llli-
nois, Wilmette, Bahá'í Publishing Trust.
(SWA) Se/ections from the Writing of 'Abdui'-Bahá'i (1987), compilado por el de-
partamento de teleguión de la Casa Universal de justicia, Haifa, Bahá'í World
Centre.
WAITE, S. (1988), A Charter for Bahá'í School, lllinois, Wilmette, Bahá'í Publishing
Trust.·
Epílogo

Úrsula Oswald Spring

LA AURORA del nuevo milenio exige reflexionar profundamente acerca de lo


ocurrido en el pasado, extraerle lo deseable y proyectarlo hacia un futuro
menos conflictivo y violento. El libro presente analizó los aspectos más tras-
cendentales del mundo actual: la pobreza, la discriminación femenina, los
conflictos o guerras, la destrucción ambiental, la pérdida espiritual y la falta
de una educación para la paz con una visión civilizatoria. Ilumina desde
distintos ángulos estos problemas apocalípticos, penetra en los actores más
sobresalientes y los ubica en ámbitos geográficos determinados. Desde una
visión histórica se acercó a los escenarios existentes y exploró algunos posi-
bles, pero sobre todo, se enfocó hacia los más deseables en cuanto a reso-
lución de conflictos sociales, ambientales y políticos. Aunque priorizó la visión
desde los olvidados, es decir, las mujeres (Perpiñan, Watkin-Kolb, Rouhani,
Martinelli, Aharoni, Oswald, Ghosn, Villarreal), y los países en desarrollo (Mo-
gekwu, Nomvete, lvekovic, Echezona, Gunaratna, Chao, Shaojui'J), también
incluyó análisis profundos de especialistas provenientes de los países indus-
trializados (Reychler, Richards, Hutchitson, Harris). Partió de los vertigino-
sos avances científicos y tecnológicos que se dieron durante el pasado siglo,
criticó el uso social que se dio a estos inventos (lvekovic), dado que no
beneficiaron al conjunto de la humanidad. Por el contrario, generaron un
alarmante número de pobres (Nomvete, Gunaratna, Mogekwu, Echezona),
conflictos bélicos y violencia física o estructural, en dimensiones nunca
antes conocidas (Aharoni, Villareal, Malan, Oswald).
Aterra sumar los muertos causados por enfrentamientos bélicos, catás-
trofes naturales, violencia y crimen organizado, discriminación femenina,
pero también las muertes silenciosas, que son resultado de la violencia
estructural contra los que menos tienen. Aunque en segundos hay comuni-
cación a cualquier parte del mundo, envíos de naves espaciales a otros pla-
netas y la alteración genética de procesos biológicos naturales, no hemos
encontrado mecanismos de seguridad mundial que al más indefenso -nor-

453
-. •.
. :~

1'
1

l
,1

malmente una niña inválida en el Tercer Mundo- garantizan su seguridad Y 1'

su futuro, ni tampoco alterta temprana que pudieran evitar conflictos (Rey-


1

chler, Rouhani, Echezona, Martinelli). El equilibrio del planeta, basado en el


,1 1
terror de las armas, no ha logrado la tan anhelada paz. Al contrario, las evi- ,¡

dencias históricas son claras: aunque ha alejado las guerras de los países
industrializados y promovido "guerras representativas" en el Tercer Mundo,
(Villarreal, lvekovic, Gunaratna, Etchezona) su carga mortífera ha segado
más vida que nunca. Aunado a la globalización de la economía, en manos
de algunas empresas poderosas y transnacionales, ha concentrado la ri-
queza en cada vez menos manos, sin interés alguno por el bienestar social.
De seguir esta tend.encia, la mayor parte de la humanidad será expulsada
pronto del mercado de consumo y sumida en la más terrorífica pobreza
(Perpiñan, Oswald).
Ante este panorama delicado, el libro exploró, en primer lugar, un nue-
vo concepto de la paz, que incluye aspectos éticos para un mundo más
humano y deseable (Richards, Watkin-Kolb, Shaojun) y revisa los mitos cul-
turales dominantes (Hutchinson). Como concepto científico penetró en los
cuatro problemas más delicados que enfrenta la humanidad en este cam-
bio de milenio, a saber: la superación de la pobreza, los mecanismos no vio-
lentos de resolución de conflictos, la integración de la mujer y los niños en el
proceso de desarrollo y la conservación o recuperación de la naturaleza. En sín-
tesis, la tarea del nuevo milenio es orientar las prioridades científicas, tecno-
lógicas, filosóficas, morales y prácticas hacia el aprendizaje de la resolución
de conflictos, antes que éstos estallen de manera violenta, a fin de generar
un modelo de desarrollo sustentable que parta desde abajo y desde las de-
mandas más sentidas de la población sin voz. Simultáneamente, habrá de
promoverse una relación armoniosa entre el ser humano, su espiritualidad y
su entorno para superar la pobreza actual, sin comprometer los recursos
destinados a las generaciones venideras. Las mujeres jugarán en esta tarea
un papel destacado, al igual que los países pobres, que ahora están elimi-
nados del mercado mundial. Gracias a su riqueza natural, la generación de
la biomasa y del oxígeno en el planeta, así como a los conocimientos tradi-
cionales, acumulados y conservados durante milenios, retornarán a la geo-
política moderna. Los sin voz tolerantes (Goshn, Malan) serán promotores
activos de un modelo alternativo de desarrollo globalizado, pero afianzado
en lo local y respetuoso de las culturas autóctonas. Este modelo puede
garantizar los alimentos necesarios, el aire y el agua puros, la seguridad
individual y colectiva y la resolución no violenta de conflictos a todo ciu-
dadano del planeta (Rouhani).

454 Estudios para la paz


desde una perspectiva qlobal
Superación de la pobreza:
tarea urgente
la tarea más inmediata se relaciona con la superación de la pobreza. De
acuerdo con los más recientes datos del Banco Mundial, dos terceras partes
de la humanidad viven (y vivirán) en la pobreza, estarán al margen de los
circuitos del mercado y de la globalización de la economía. Este hecho no
sería grave por si mismo, si existieran mecanismos de articulación de merca-
dos locales o regionales, y seguridad alimentaria en el seno familiar, comu-
nitario, regional y nacional. Sin embargo, los procesos de modernización
de la agricultura, iniciados con la Revolución Verde y la biotecnolog(a, pene-
traron en los últimos rincones de los países en desarrollo, dejando a su paso
dependencia tecnológica, deudas y destrucción ambiental. En la actuali-
dad, millones de hectáreas de selvas, bosques, esteros, mangles, desiertos
y estepas perdieron la capacidad de abastecer con alimentos suficientes y de
manera diversificada a la población autóctona. Acelerados procesos de urba-
nización redujeron las áreas más productivas del planeta -los valles planos-
en junglas de asfalto.
El área destinada a la producción de alimentos se redujo por este pro-
ceso y los cultivos de autoconsumo se replegaron hacia tierras marginales,
frecuentemente a laderas de cerros con altas pendientes, donde anterior-
mente existían bosques o selvas. El resultado son suelos erosionados y
depauperados por la aplicación de agroquímicos, y tecnologías modernas
provenientes de otros ecosistemas. la conjugación de estos factores agravó
la situación productiva en el planeta, y sobretodo generó una dependencia
alimentaria en los países pobres. Por último, los precios internacionales de-
crecientes de los productos básicos, acompañados por aumentos en los insu-
mas y retiro de subsidios, créditos y comercialización de los productos pri-
marios, expulsaron a contingentes crecientes de productores rurales hacia
áreas urbanas.
Existen países enteros que son incapaces de producir sus alimentos para
una población en aumento y corren el riesgo de caer en una dependencia
alimentaria que pudiera terminar en una guerra de alimentos entre na-
ciones. Desde que existe registro histórico, el arma de los alimentos (food
power) ha sido una de las estrategias militares más eficientes para someter
a culturas enteras; y no hay razón alguna para pensar que las mentes mili-
tares actuales no la siguieran utilizando, con tal de lograr ventajas estratégi-
cas (Echezona).

úrsula Oswald Sprlng 455


Epnogo
Pero no sólo por razones de soberanía alimentaria es importante pro-
ducir la comida en el país y en la región. Los niveles crecientes de desem-
pleo, resultado de los avances tecnológicos y de la apropiación de los exce-
dentes por parte del capital, impidieron la diversificación del campesino
hacia otras actividades productivas. Paulatinamente se perdieron también
las habilidades de recolección y de autoconsumo entre las comunidades
indígenas, de modo que la población pobre depende cada vez más de sis-
temas de abasto de alimentos, producidos en otros lugares; hecho que se
está agudizando por la creciente urbanización y destrucción ambiental, par-
ticularmente en los suelos tropicales frágiles con alarmantes avances de
desertificación, reducción en las reservas de agua dulce y salinización de los
ecosistemas semiáridos.
Esta pérdida de la autosuficiencia individual, comunitaria y regional
incide de manera dramática en el aumento de la pobreza, el hambre y la
miseria. Ésta pobreza extrema, debería mejor llamarse pobreza perversa,
ya que impide a un bebé, antes de que nazca, de convertirse en una per-
sona sana. La desnutrición crónica materna-infantil en el seno materno causa
problemas cerebrales severos, debilita el sistema inmunológico, provoca
graves daños pre y posnatales y alta mortalidad materna-infantil (Aivarez).
En caso de sobrevivir a estas condiciones adversas, la persona joven y pos-
teriormente adulta, será de estatura diminuta, y tendrá que haber hecho
adaptaciones en el cuerpo y la mente frente a la desnutrición crónica. Sus
reacciones neuro-fisiológicas serán más lentas, al igual que el proceso de
aprendizaje. Tendrá un comportamiento menos activo y estará más fácilmen-
te expuesta a enfermedades o accidentes, por sus reacciones retardadas
frente a estímulos externos. Son personas que aguantan largas horas de tra-
bajo monótono bajo un sol intenso (jornaleros agrícolas) y casi nunca se re-
belan ante su situación. En síntesis, de trata de una mano de obra poca ca-
lificada, apta para trabajos pesados, que se conforma con malas condiciones
de vida, de sueldo, de trabajo y de seguridad social. El Banco Mundial
llamó a estas personas "adaptadas biológicas a las imperantes condiciones
de pobreza" (D. Seckler, 1988). El matrimonio Pelta (1989) mostró cientí-
ficamente los efectos negativos de esta desnutrición crónica y argumentó,
al igual que muchos otros investigadores, que es inadmisible crear "mons-
truos desnutridos" y así justificar la apropiación inequitativa de la riqueza
(Oswald, 1991 ).
En el milenio venidero, la globalización no sólo puede destruir la rique-
za y las relaciones entre los humanos, sino -como todo proceso dialéctico

456 lstudios para la paz


desde una perspectiva global
o aut~regulador, de acuerdo a lllya Prigogine e lsabelle Stengers (1994),
tamb1en promover mayor solidaridad, tolerancia y democracia (Goshn)
entre los seres humanos. Las relaciones sociales de producción son cons-
trucciones históricamente desarrolladas y no leyes de la naturaleza, de
modo que puedan ser cambiadas o adaptadas a nuevas circunstancias
(Malan, lvecovic). Ello permitiría a todos los habitantes contar con alimen-
tos suficientes, permanentes y de buena calidad, además de los servicios
básicos, propios de una vida digna en el Tercer Milenio. La liberalización de
la economía debería estar acompañada moralmente en un futuro por una
liberalización de las condiciones adversas de vida paréJ todos, incluidas las
mujeres y los niños del Tercer Mundo. 1

Ello significa procesos de autonomía· regional y solidaridad a distintos


niveles, pero también reglas y leyes globales que graven a los que más
tienen y lo repartan entre los que se debaten en la pobreza perversa. Exis-
ten recursos, dado que los activos de las 500 transnacionales más grandes
equivalen a la mitad de la economía mundial, y que superan en un 477 por
ciento al Producto Interno Bruto de América Latina y del Caribe (ONU,
1999), además de que sus flujos financieros o especulativos asciendan a
mucho más. Es urgente reglamentar dichas transferencias mediante leyes
globales, que rebasen los acuerdos o tratados de libre comercio, establecidos
entre zonas económicas o continentes. Algunos ejemplos son el impuesto
Tobin 1 sobre las actividades especulativas, impuestos sobre patentes que
cobran transnacionales por inventos, frecuentemente extraídos de los paí-
ses pobres, 2 estímulos a la agricultura y a la producción de alimentos en los
países pobres, gracias a la condena de sus deudas externas por parte de
los países industrializados; términos de intercambio justos, donde también
1 Superar la pobreza y dar servicios básicos en salud, nutrición, educación, agua y saneamiento costaría
80 billones de dólares por año durante diez años. Junto con el cuidado del ambiente, salud reproductora e
infraestructura se necesitarían 225 billones de dólares equivalentes a un 20 por ciento de los gastos mili-
tares. Sobre el impuesto del 0.1 al 0.5 por ciento sobre el capital especula~vo (llamad~ impuesto Tobin),
calculado diariamente en 1.5 trillón de dólares, se recaudarían 150 a 300 b1llones de dolares, recurso sufi-
ciente para reducir los problemas socio-ambientales delp!aneta. . .
2 Es de todos conocido que dos tercios de las med1cmas patentada~ .~rov1enen d1r~ct~mente de plan-
tas silvestres, generalmente localizados en el Sur del planeta. la transm1s1on del conoc1m1ento estuvo du-
rante siglos en manos de las mujeres y campesinos indíge~as ¿Por qué ,una tras~acional se adjudica el dere-
cho a cobrar estos conocimientos milenarios? Peor aun, ¿por que los pa1ses pobres, productores y
guardianes de estos conocimientos milenarios, deberían pagar por su uso? Junto al problema ético, se ve
también la apropiación de conocimientos indígenas en manos de unos pocos (biopiratería), cuando en el
pasado estos conocimientos permitieron la evolución de la humanidad y la adaptación de la raza humana
a condiciones de vida cambiantes. Vándana Shiva argumenta correctamente que sobre la naturaleza no se
puede otorgar patente alguna. Está pendiente, durante la próxima reunión de la Organización Mundial de
Comercio, legislar estos antiguos derechos indígenas y protegerlos de los voraces y mezquinos intereses
trasnacionales.

úrsula Oswald Sprlng 457


Epílogo
se incluyan los servicios ambientales, como la producción de biomasa y
oxígeno provenientes de las selvas tropicales. El conjunto de estas acciones,
justas por ciertos, cambiaría de inmediato el panorama de depauperación 1
1

y escasez de capital en el Sur. Destinados en los países pobres a un desar- 1

rollo sustentable, superaría a la pobreza mediante la constitución de l¡ ·


microempresas, regionalmente articuladas, la generación de empleos, dig-
namente remunerados, servicios y transportes públicos necesarios y estí-
mulos para el pequeño productor rural.
En menos de una década se superaría el actual panorama de pobreza,
enfermedades y hambre. Acompañadas estas acciones, de la socialización
de conocimientos que protegen el entorno y mejoran la salud y la edu-
cación, el milenio empezaría a resolver su más grave conflicto: la pobreza.
Adicionalmente, en los países pobres habrá que ejercer una estricta vigilan-
cia social sobre el ejercicio presupuesta!, ya que la corrupción en manos de
la elite política, pudiera devorar los recursos y fugarlos otra vez fuera de sus
paises. La reciente crisis económica en Rusia, la bancaria en México, los ca-
pitales fugitivos provenientes de Indonesia y otros más, son algunos testimo-
nios de mecanismos mundiales de lavado de dinero, resultado de transac-
ciones ilegales. Éstos pudieran ser perfectamente detectados dentro del
sistema financiero mundial, gracias a los medios modernos de comunica-
ción. Este dinero tendría que devolverse a los países pobres y ejercer casti-
gos severos a la elite corrupta.
En cuanto a la integración de la mujer en la vida privada y pública, sin
discriminación alguna, existen varios planos de actuación. Partimos del
principio de la igualdad entre géneros como derecho humano básico. La
mitad de la población mundial son mujeres, además de que estas mujeres
son las madres de la otra mitad, los hijos varones. Este hecho contiene dos
implicaciones. Por un lado, las teorías modernas de la biología y la genéti-
ca mostraron científicamente que el origen del ser humano se localiza en
una mujer en el cromosoma x. Todos los seres humanos tenemos una sola
madre, localizada en el altiplano de África Oriental. Con estos hechos cien-
tíficos se pueden superar múltiples creencias religiosas y cosmogónicas que
justificaron la sumisión de la mujer frente al hombre. Ni del semen cósmico
o de una virgen, ni de una costilla, sino de un tronco común con primates,
se separaron hace millones de años los procesos evolutivos. Emerge la raza
humana y por la separación continental, otros movimientos tectónicos y las
glaciaciones, se dispersa esta raza por distintos continentes. Los análisis de
la DNA muestran que cualquier raza humana en el planeta tiene el mismo

458 Estudios para la paz


d~sdc una perspectiva global
origen, precisamente esta mujer africana. Cambios fenotípicos y mutagéni-
cos se dieron posteriormente y se transmitieron por generaciones, hasta lle-
gar a la diversidad racial actual. Estos conocimientos rompen los mitos de
la superioridad de una raza sobre la otra, y muestran que tampoco· hay je-
rarquías entre géneros.
Socializar estas teorías en las escuelas y las clases de biología provocaron
protestas en distintos países, ya que cuestionaron el sistema patriarcal es-
tablecido. Sorprendentemente también se dieron en los Estados Unidos,
país conocido por su irrestricto derecho a la libertad individual: obligó a las
escuelas a transmitir también otros teorías evolutivas, no tan científicas, sobre
el origen del ser humano (Time, 1999). Asimismo, la discriminación de la
mujer, así como la racial, pueden ser debatidas también desde otros pun-
tos de vista. La educación, los estudios universitarios, la participación políti-
ca, compartir la maternidad y paternidad responsablemente entre la pare-
ja, sueldos iguales para trabajos idénticos, la libertad de viajar, expresarse y
pensar de la mujer, derecho a adquirir o heredar propiedades cambiarían
rápidamente los procesos existentes de dominación. Es más, en una sola
generación, madres educadas transmitirían a sus hijos -niñas y varones-
otros comportamientos y responsabilidades frente a la mujer, de modo que
la socialización de los conocimientos biológicos se acompañaría en el seno
familiar, de prácticas diarias de respeto a la mujer. Es lamentable que el
gobierno de la India se haya visto obligado a prohibir el examen del líqui-
do amniótico, para que los fetos femeninos no fueron abortados antes de
nacer. Esta violencia, basada en prejuicios de género, limitaría el futuro
de cualquier cultura y eliminaría un poderoso dinamizador del desarrollo,
el elemento femenino.
La globalización de los medios masivos de comunicación es un fiel alia-
do contra esta discriminación y a favor de la democratización (Mogekwu).
La ayuda, mediante la divulgación de noticias, pudiera incidir en los momen-
tos de diversión o descanso, al transmitir sistemáticamente conocimientos
sobre la igualdad entre género; hábitos de respeto hacia la mujer, en gene-
ral, y la madre o hermana,.en particular.
Ayudaría a integrar a las mujeres en negocios y trabajo, donde los
tabúes culturales todavía lo impidan; dar acceso a estudios universitarios y
de posgrado a mujeres en cualquier parte del mundo, aunque no existan
escuelas. La internet mostró en países como Arabia Saudita una repercusión
positiva entre las mujeres socialmente discriminadas (Newsweek, 1999). En el
caso de la mujeres pobres, es necesario garantizar el acceso seguro a los ali-
mentos, la atención médica y la educación. No es casualidad que Paolo

úrsula Oswald Sprlng 459


Epnogo
Freire, educador de Brasil, afirme: "educa a las mujeres y educas a una
nación". El efecto multiplicador del proceso de crianza, de socialización
informal y de educación formal, acompañado por leyes y hábitos nuevos,
garantizaría en el siguiente milenio, una posición distinta en la estructura
social a las niñas. Este solo hecho cambiaría el proceso de resolución de
conflictos, pero sobre todo el manejo depredador del ambiente en el mun-
do entero.

VIOLENCIA AMBIENTAL Y SUSTENTABILIDAD


INTRA E INTERGENERACILNAL

Los cambios climáticos causados por emisiones de gases tóxicos están


teniendo un efecto profundo en el equilibrio de la atmósfera de la Tierra,
provocan catástrofes que, en alguna medida, nos afectan a todos, y a algu-
nas partes del mundo severamente. El fenómeno del calentamiento global
es uno de los efectos más notables de las emisiones a la atmósfera: produce
una elevación en el nivel de los mares e inundaciones subsecuentes en
muchas partes del mundo, especialmente en países bajos con grandes
áreas de costa, como es el caso de Bangladesh, Holanda y también Méxi-
co. La situación de Bangladesh es particularmente preocupante porque sus
tierras más fértiles están situadas en las regiones costeras, y durante las
inundaciones causadas por la elevación del nivel del mar, han sufrido un
proceso de salinización cuyo resultado es una baja en la producción de ali-
mentos. Durante las inundaciones del monzón, de julio a septiembre
de 1998, se reportó una pérdida de cerca de 2.2 millones de toneladas de
arroz, lo que provocó un decremento del 14 por ciento de la producción
para ese año. Por el hecho de ser un país extremadamente pobre con nive-
les cada vez mayores de desnutrición, Bangladesh tiene pocos recursos
con los cuales enfrentar este problema. Estos cambios climáticos están
también provocando hambrunas, huracanes, monzones y sequías en otras
partes del mundo, a la vez que producen incendios forestales devastado-
res. En los últimos 5 años ha habido un promedio de 1,258 incendios fo-
restales al año en México, y en 1998, se sufrió la peor sequía en 70 años
que ocasionó miles de incendios forestales, la muerte de 50 personas y
la destrucción de 248,000 hectáreas, sólo en los primeros 5 meses del
año 1998.

460 Estudios para la paz


desde una prrspPcti\a qlobal
Estos cambios climáticos y el proceso de calentamiento global provo-
carán una elevación calculada de la temperatura mundial de 1.2 grados
para el año 2020 (Cumbre de Kioto, 1997). En recientes estudios se mues-
tra claramente que el aumento en el nivel del mar durante los últimos
1,500 años fue de 1O centímetros por siglo. La Oficina de Meteorología de
Inglaterra (The Met Office, 1997) calcula que con la duplicación del C02 en
aproximadamente 600 ppmv, sólo la expansión del agua por temperaturas
más altas sería de 44 cm. Si se aumentan los volúmenes de agua prove-
nientes de los procesos de desglaciación en la Antártida y Groenlandia, hay
predicciones de aumento de entre 5 a 6 metros del nivel actual del mar. Estos
fenómenos inundarían amplias áreas de costas y eliminarían grandes ciu-
dades como Nueva York, Londres, Bangkok, Río de janeiro, Mumbai y Cal-
cuta. Sólo en los Estados Unidos, la mitad de la población vive en estas
áreas potenciales de inundación (us EPA Office) y se calcula .que a nivel
mundial entre 28 y 78 millones de personas podrían ser afectados a medi-
ados del siglo, lo que dependiendo de las protecciones demográficas. Los
desastres naturales sufridos en 1998 y 1999 indican, empero, que estos cál-
culos son modestos y que, de hecho, habrá un número cada vez mayor de
desastres que serán más y más devastadores a lo largo del tiempo.
Los cambios climáticos están produciendo efectos extremos sobre la
vida, en la forma de enormes desastres naturales que se vuelven más fre-
cuentes y cada vez más destructivos. En 1998, más de 32 000 personas
perdieron la vida por desastres naturales y, por lo menos, 300 millones per-
dieron o se vieron forzados a reconstruir sus hogares, según el Worldwatch
lnstitute. Se calcula que los daños ascendieron a más de U$S 89 mil mi-
llones. La gravedad de estas estadísticas puede compararse con las de los
años ochenta donde, durante toda la década, se reportó una destrucción
cuyo valor fue de U$S 55 mil millones. Los números de 1998 también repre-
sentan un incremento del 48 por ciento, comparados con los U$S 60 mil
millones reportados en 1996. Los más grandes desastres naturales durante
el año pasado fueron el huracán Mitch (Véase National Geographic, no-
viembre de 1999), que devastó grandes sectores de América Central; además
de las inundaciones en China y Bangladesh, y la tormenta de hielo que
afectó Canadá y Nueva Inglaterra. EI"Mitch" fue clasificado por Worldwatch
como el huracán más letal que haya golpeado a las Américas en más de
200 años: las muertes se calcularon en 11 ,000 entre Honduras, Nicaragua
y El Salvador.

úrsula Oswald Sprlnq 461


Epilogo
El proceso de urbanización que ocurre a una tasa alarmante en las últi-
mas décadas en los países en desarrollo, especialmente en los países pobres,
se suma a estos problemas, ejerciendo mayor presión en los ya saturados
sistemas sanitarios, en los sistemas de recolección de basura, en las reser-
vas de agua potable, etcétera, produciendo grandes cantidades de dese-
chos en las calles, más contaminación, más miseria y, por lo tanto, más
crímenes; en síntesis violencia física, estructural y natural y más de la mitad
de la población mundial habitará en áreas urbanas fines del siglo. Aumen-
tará al 60 por ciento para el año 2020, cuando Europa, América Latina y
Norteamérica tendrán más del 80 por ciento de sus poblaciones viviendo en
áreas urbanas. El 70 por ciento de la población urbana del mundo vive aho-
ra en ciudades de más de 100 mil habitantes: la pobreza y la ausencia de
oportunidades en el campo fuerzan a la gente a dejar su tierra natal para
buscar la supervivencia en la ciudad. Por supuesto que la mayoría termina
viviendo en los cinturones de miseria que rodean las principales ciudades
del Tercer Mundo, en condiciones infrahumanas, sin acceso a agua corrien-
te, sistemas sanitarios, o electricidad.
Es importante destacar que los problemas ambientales son universales,
quizá los más democráticos de todos. Nadie puede escapar de sus efectos
en cuanto a que afectan el bienestar general y calidad de vida. Éstos dis-
minuyen cada vez más debido a los problemas ecológicos, como son los
cambios climáticos causados por el efecto invernadero, el hoyo en la capa
de ozono, la contaminación del aire, la basura tóxica, la pérdida de la bio-
diversidad y otras amenazas ecológicas.
Aunque estos efectos pueden aparecer como no discriminatorios, en
un mundo desigual los débiles se ven siempre afectados de modo distinto
que los fuertes. Por ejemplo, los países en desarrollo son más vulnerables que
los industrializados porque tienen sistemas de prevención insuficientes y
menos recursos para invertir en ayuda de emergencia frente a catástrofes
naturales.
Los sectores pobres sufren más que los ricos porque viven en condi-
ciones ecológicamente más vulnerables; las mujeres y los niños se quedan
en las condiciones más miserables y, a menudo, no tienen voz para defen-
derse en las sociedades patriarcales. Estas situaciones desiguales frente a los
efectos ambientales pueden verse en los siguientes ejemplos: la carencia de
una "cultura de prevención" en la sociedades pobres donde, a menudo, no
hay recursos suficientes para instrumentar progr¡tmas de recicla miento o de
educación ambiental. Otro problema en estos países es la pobreza extrema

462 Estudios para la Pal


desde una pcrspecti\ a qlobal
donde enormes sectores de población viven al día; la supervivencia es prio-
ritaria sobre los problemas del ambiente. El daño ambiental causado por
[',:.
talar árboles para hacer leña, la caza y la pesca de especies en peligro, no
pueden remediarse si primero no se abordan los apremiantes problemas de
la pobreza y la miseria en que viven grandes contingentes de seres hu-
manos. Frente al llanto de hambre de una criatura, no se le puede decir a
la madre que no tale un árbol, más bien había que proporcionarle los medios
con que alimentar a su bebé.
la gravedad del problema puede verse en estos números alarmantes;
actualmente existen cerca de 200 millones de refugiados ambientales en el
mundo. Comunidades completas han sido forzadas a abandonar su tierra
natal porque les han robado sus tierras y modos de vida; a menudo fueron
obligados a huir de sus países y enfrentar condiciones hostiles en otro.
Huyen de la desertificación, la salinización, la radioactividad, la contamina-
ción de la tierra, del aire y del agua, de las inundaciones permanentes cau-
sadas por el efecto invernadero, las enfermedades degenerativas -o aquellas
que afectan el sistema inmunológico y que son producto de un adelgaza-
miento de la capa de ozono- y de la existencia de basuras tóxicas. Encima
de todo esto, debemos agregar la sobreexplotaci,ón de los recursos na-
turales, la desforestación, los abusos de los agroquímicos, el agotamiento
de las reservas energéticas, como el petróleo, el gas, el carbón y el uranio;
las tasas cada vez más bajas de producción de granos a partir de 1984 y
una reducción anual de la pesca desde 1989 (Worldwatch·lnstitute, 1996),
la erosión de la tierra, la disminución de la tierra de riego, el agotamiento
de los acuíferos y los desechos sólidos tóxicos y domésticos depositados en
tierras cultivadas.

MILITARISMO Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

En cuanto al armamentismo, la historia reciente ha mostrado que el equi-


librio de la fuerza, basada en el terror de las armas, no ha traído paz, ni tam-
poco ha impedido guerras o enfrentamientos armados. Al contrario, en los
países con alto gasto militar y débil proceso de democratización existe
mayor probabilidad de escalamientos violentos y represiones de la pobla-
ción civil (Aharoni, Villareal, Gunaratna, Echezona). la cúpula en el poder
mantiene sus estructuras verticales, mediante el ejercicio despótico del po-
der. los incipientes brotes de inconformidad o democratización son vio-

úrsula Oswald Spring 463


Epilogo
lentamente erradicados, por represión directa u hostigamiento social. Por
el contrario, en zonas con procesos afianzados de democracia, la interme- 1

1
;!
diación en la resolución de los enfrentamientos (Martinelli), la resolución de
conflictos (Malan, Rouhani, Reychler) puede dirimirse en las urnas y en
los cambios en el poder, resultado de elecciones limpias, que permitirían
ejercer control sobre el gasto público y la corrupción. Ante frecuentes cam-
bios en las cúpulas del poder, los gobernantes están obligados a transpa-
rentar su administración, además de que el pueblo puede castigarlos con
un voto adverso.
Todo lo contrario ocurrió en países autoritarios, donde 70 estados han
estado involucrados en 93 guerras entre 1990 y 1995, donde murieron 5,5
millones de personas, lo que incluye 1 millón de niños inocentes. Otra
estadística aterradora son los 40 millones de refugiados en todo el mundo,
y la mayoría son mujeres y niños. Las armas biológicas y químicas causan
enorme destrucción ambiental con implicaciones que amenazan la vida
para todos, pero especialmente para las mujeres responsables del bienestar
de la familia. Como reproductores, sus hijos soportan a menudo las conse-
cuencias horrorosas de la guerra química y biológica, quienes si no mueren
al nacer o poco después, requieren cuidados especiales que ellos no pue-
den proporcionar, porque deben trabajar y no tienen acceso a la ayuda
especializada. No solamente defectos genéticos, sino también esterilidad y
problemas generales de salud pueden ser el resultado de una atmosfera
fuertemente contaminada a causa de la guerra, la represión y el tipo de
armas utilizadas. Los niños que caen enfermos o pierden miembros u otro
tipo de mutilaciones causados por las situaciones de la guerra, deben ser
atendidos, trabajo que casi siempre recae sobre la mujer. Ello puede ser una
carga enorme que puede llevar la tensión emocional. La destrucción ambien-
tal significa menor acceso a agua limpia, a alimentos no contaminados y a
un lugar seguro y limpio donde establecer un hogar. Por lo tanto, las mu-
jeres se ven forzadas a viajar largas distancias y a preparar el alimento con
mayores dificultades, con objeto de asegurar el bienestar de sus familias.
Las mujeres, los niños y los viejos en condiciones de pobreza se ven
indirectamente afectados por los altos gastos militares. Con los 825 mil
millones de dólares gastados en armas en un año (1986), 1.3 mil millones
de gente podrían recibir agua potable, 770 millones de desnutridos come-
rían bien, 580 millones de adultos aprenderían a leer, 100 millones tendrían
un lugar decente donde vivir, y 14 millones de niños podrían salvarse del
hambre y de la enfermedad. Todos estos facto,res mejorarían considerable-
mente la vida de las mujeres. Junto con los impuestos antes mencionados,

464 [studios para la paz


desde una perspectiva qlobal
la pobreza, la ignorancia y la discriminación femenina podrían resolverse en
pocos años.
Las mujeres sufren de modo distinto que los hombres en las zonas de
conflicto, cuya caracteristica principal es la fuerte presencia militar, con
abusos sexuales, violaciones y prostitución forzada consecuentes. Esto ha
sucedido en Filipinas, Japón y Chiapas, donde las comunidades se han que-
jado amargamente de la prostitución forzada de las mujeres de la comu-
)', nidad -aseguran que antes no existía- para cumplir las exigencias de los
soldados.
1;
El incremento en la violencia estructural y el crimen organizado son el
resultado del actual modelo de desarrollo desigual. En las grandes ciudades
1

1'
la población vive con temor y frustración, dado que esta violencia es apoya-
da, y a menudo perpetrada, por el gobierno y los cuerpos policiacos. Muchas
veces las mujeres son objeto de humillación y violencia sexual en manos de
ladrones, violadores, asesinos, explotadores de mujeres, oficiales militares,
de la policía, y otros.
Lo mismo es válido para los crímenes relacionados con el tráfico de
estupefacientes, y asociado con el lavado de dinero. Ambos fenómenos han
aumentado peligrosamente la violencia en la ciudades, especialmente en
países productores de drogas como Colombia o México.
Otra área conflictiva se localiza en los llamados crímenes pasionales. La
respuesta sexista a estos crímenes contra las mujeres es que se les culpa
por lo que sucede. En Ciudad juárez, México, más de 200 mujeres han
sido brutalmente violadas y asesinadas en los últimos años. Los "especialis-
tas" que investigaron los casos llegaron a la conclusión que estos crímenes
no estaban relacionados y, por lo tanto, no han hecho nada por tratar de
capturar a los responsables. En China, mujeres que se defienden ante abu-
sos por parte de sus esposos, fueron severamente castigadas por los jueces
hombres y encarceladas durante décadas. Se trataba de legítima defensa,
puesto que sus vidas estaban en peligro. Al igual que en los otros países en
desarrollo, el sistema de justicia está en manos de un estado patriarcal,
donde las sentencias obedecen a intereses de la elite en el poder y no a la
impartición imparcial de la justicia, menos aún a la protección de los más
débiles.
Ante estos complejos problemas, interrelacionados y diferencialmente
percibidos por los distintos actores sociales, es conveniente hacer una últi-
ma reflexión en cuanto a la generación de los conflictos y su resolución o
transformación pacífica. El conflicto en sí no es algo negativo, a pesar de

úrsula Oswald Sprlng 465


Epílogo
que muchas personas así lo interpretan. El mundo no es inmóvil, armónico
y estático. Al contrario, el libro mostró, aunque sea doloroso admitirlo, el
surgimiento de conflictos crecientes, cada vez más destructores, por no
resolverlos a tiempo. De aquí puede extraerse una primera generalización:
el conflicto es un motor que mueve al mundo (Howard, Reychler). Es el pro-
ceso que incita a la investigación, al descubrimiento, a la generación de
ciencia y nuevas tecnologías; en síntesis a la superación de la situación actual.
Cuando se puede resolver un conflicto, transformándolo en una vivencia
positiva, es liberador y enriquecedor. Ayuda a crecer y a superar escalones de
la vida personal y social. Es un proceso que puede ser aprendido median-
te la investigación (Harris, Reardo).
El problema radica en la confusión entre el conflicto y la guerra. Esta
última es una de las salidas posibles de un determinado conflicto, obvia-
mente la más negativa. Conflictos siempre han existido: en relación consigo
mismo, entre dos personas, entre grupos de ciudadanos, entre pueblos y
entre naciones o continentes, recientemente, también entre bloques comer-
ciales. La pregunta importante es ¿cómo se puede resolver de manera cons-
tructiva un conflicto? Ojalá que todos los conflictos encontraran un camino
no violento de salida y que el enfrentamiento quedara como simple hipóte-
sis. Esto será posible cuando se cuente con la disposición y la seriedad de
resolverlo, avanzar en la negociación para evitar desenlaces negativos. Estos
serían en el terreno individual, las luchas interpersonales, las heridas pro-
fundas, los miedos, la envidia o la inseguridad, y en el ámbito público, las
guerras, el genocidio, las luchas por el poder, la violencia pública y el
crimen organizado.
En cualquier conflagración, el número de víctimas y el daño causado
serían mayores que los beneficios que pudiera obtener un grupo determi-
nado en una negociación positiva. El último conflicto armado en Kosovo
mostró que no existe intervención militar rápida, ni capitulación inmedia-
ta, menos aún la creación de un estado autónomo con amplios recursos,
apoyado por Europa y Estados Unidos. La realidad era humanamente muy
costosa. Más de un millón de refugiados albaneses y, posteriormente, tam-
bién serbios; genocidio, asesinatos brutales entre la población civil, hambre,
miedo y carencias, sobre todo entre ancianos, mujeres y niños. La infraes-
tructura existente fue destruida y la calidad de vida cayó drásticamente. Pero
también el respeto y la convivencia entre diferentes razas y religiones se
desintegró. Nadie ganó, todos perdieron. Pero como en cualquier otro con-
flicto armado, los más débiles y los inocentes pagaron, con su calidad de

466 Estudios para la paz


desde una perspectiva qlobal
vida o su vida misma, los afanes de poder de una pequeña elite, general-
mente de hombres educados en estructuras patriarcales y ávidos de poder.
Los comentarios anteriores mostraron que el conflicto es una realidad
entre los seres humanos, y que existen ciertos comportamientos que pu-
dieran provocar violencia. Pero indican también que la misma no es inna-
ta, sino resultado de la socialización y educación. Por lo mismo, el proceso
de negociación puede llevarse a cabo de manera pacífica. Bien dirigido per-
mite cambios positivos y duraderos. La educación, la cultura y los compor-
tamientos no-violentos en el seno de una familia son los mejores socia-
lizadores para resolver de manera constructiva cualquier conflicto. Esto
significa también que, tanto en el terreno personal como en el público, es
necesario enseñar desde los primeros años de vida y posteriormente, en las
escuelas y la vida, distintos métodos de resolución de conflicto, de reduc-
1'
ción de situaciones de tensión y de fomento a la convivencia pacífica. Sólo
de esta manera se podrían superar las actuales estructuras verticales y pa-
triarcales de poder, que han llevado a la humanidad entera al borde del
cataclismo social, político, económico, personal y ambiental.

PERSPECTIVAS

No cabe duda que el proceso de crecimiento demográfico, nunca antes


conocido -ya que la población mundial actual rebasó los seis mil millones de
habitantes- (oNu, 1999) y se incrementa semanalmente aproximadamente
en 1.8 millones de habitantes, es el fenómeno más importante del siglo xx
(World Bank, 1998). La especie humana tardó cientos de miles de años en
alcanzar los mil millones de habitantes, hecho que ocurrió en el siglo XVIII.
Un siglo más tarde, esta cifra se duplicó y a mediados de los ochenta del
actual siglo existían ya 5 mil millones de seres humanos en el planeta, cifra
que crecerá exponencialmente en las próximas décadas. Se calcula que el
mundo crecerá cada 17 años en otros mil millones de personas y en 35
años se duplicarán los habitantes del planeta. Sólo a mediados del siglo XXI
se podrá estabilizar la población mundial entre 8 y 14 millones de habitan-
tes, dependiendo de las tasas de fecundidad y las prácticas anticonceptivas
implantadas, especialmente en los países en desarrollo (ONU, 1998).
Peor aún, de estos 6 mil millones de seres humanos, 4 mil millones viven
en pobreza y más de mil millones viven en estado de pobreza absoluta o
perversa (UNICEF, 1996, 1997, 1998). Se encuentran desempleados, 120 millo-

/,1

úrsula Oswald Sprlng 467


EpiloQO
nes, otros mil millones, son subempleados, mil quinientos millones sin agua
entubada y de éstos, un tercio con enfermedades hídricas previsibles. Más
aún, el 70 por ciento de estos pobres son mujeres y niños y más de 14 mi-
llones de pequeños mueren anualmente por enfermedades que son evita-
bles. Esta primera contradicción en un mundo con altos conocimientos tec-
nológicos, pero a la vez con un acceso muy segmentado a los servicios
públicos, de salud, empleo y bienestar, forman una carga pesada para la
humanidad, y para su tránsito hacia un nuevo milenio.
En términos globales, si aceptamos que los derechos humanos están
sustentados en calidad de vida y un ambiente sano, surge una nueva pre-
gunta, ¿cómo pueden conservarse los recursos naturales para las genera-
ciones futuras y así garantizarse los derechos humanos básicos? ¿Qué mode-
los de desarrollo debemos usar para proteger los derechos humanos sin
destruir el ambiente? Este problema ha sido analizado en diferentes foros
internacionales: por ejemplo, en Río de janeiro, donde se estableció una
serie de principios promoviendo el desarrollo sustentable. En la Cumbre de
Desarrollo Social en Copenhague y en la Cumbre de las Mujeres en Beijing
en 1995, dos de los compromisos que se acordaron fueron crear condicio-
nes para el desarrollo social, y erradicar la pobreza mediante la integración
de las mujeres, como un imperativo ético básico.
Vale la pena hacer notar que el nuevo desafío para los países en de-
sarrollo es de doble filo: por una parte, las naciones pobres se ven obliga-
das hacia una política de industrialización rápida, como una forma de
"alcanzar" a los países ricos; 3 y, por la otra, deben proteger sus recursos na-
turales, por ejemplo, promover el desarrollo sustentable sin destruir sus
recursos naturales. ¿Cuál futuro habrá si la humanidad continúa explotando
los recursos de manera irracional, si los procesos de desertificación, desfores-
tación, salinización y destrucción biológica continúan robándose el ambiente
natural? ¿Cómo podrá respirar el ser humano, si persiste la contaminación
del aire, especialmente en las grandes ciudades, causando enfermedad y
muerte? ¿Qué clase de futuro es posible si millones de niños mueren de en-
fermedades que pueden evitarse con una buena dieta, acceso a agua po-
table y un ambiente limpio?

3
De ~cuerdo a Mar~a Mies y Va~dana Shiva (1993), la teoría de "atrapar a los países desarrollados"
es una falac1a~ ya que su bienestar prov1ene de la explotación de los países pobres. Argumentan, aunque la
eobreza se eltma!1a, ,el. Tercer Mund~ nunca al~anzaría los niveles c;fe vida de los desarrollados, dado que
estos avanzan mas raprdamente hacra nuevos nrveles de crecimientos que los países del Sur.

468 fstudios para la paz


desde una perspecti\a qlobal
la respuesta está en el desarrollo sustentable, término acuñado por
primera vez por la Comisión Brundtland en un informe titulado "Nuestro
Futuro Común". Define el desarrollo sustentable como aquél que permite
la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer las necesidades
de las generaciones futuras. Esto implica un nuevo enfoque hacia los pro-
cesos de crecimiento, una conciencia cada vez mayor de la sociedad para
estimular una participación más activa, los cambios tecnológicos necesarios
para sustentar esto, la transformación del daño y la contaminación exis-
tentes en desarrollo renovable, y la compatibilidad de las políticas de desar-
rollo económico, no sólo en la preservación ambiental, sino también en la
recuperación y protección de los recursos naturales. En suma, el desarrollo
sustentable significa una nueva manera de promover el desarrollo, satisfa-
ciendo las necesidades humanas básicas, y usando racionalmente los recur-
sos existentes para superar la pobreza.
No es coincidencia que en el informe de la Cuarta Conferencia Mundial
de las Mujeres, celebrada en Beijing en 1995, se establecieran las siguientes
bases de acción para ser llevadas a cabo por los gobiernos en casi todos los
países del mundo, acerca del papel que deben desempeñar las mujeres al
proteger el ambiente y superar la pobreza.

• Asegurar oportunidades a las mujeres, incluyendo a las mujeres indígenas,


para que participen en el proceso de toma de decisiones sobre el ambiente
en cada nivel, incluyendo la administración, diseño, planeación, establecimien-
to y evaluación de proyectos ambientales.
• Facilitar y aumentar el acceso de las mujeres a la información y educación,
incluyendo áreas como la ciencia, la tecnología y la economía, y fortalecer
su conocimiento, capacidades y oportunidades, para que puedan tomar
parte en las decisiones ambientales.
• Fortalecer el papel de las mujeres como productoras y consumidoras, con el
objeto de que puedan tomar acciones ambientales junto con los hombres en
el hogar, la comunidad y el lugar de trabajo.
• Promover la participación en las comunidades locales, identificando las ne-
cesidades del servicio público, la planeación y el diseño de la infraestructura
urbana" (Naciones Unidas, 1995).

Visto en conjunto, sólo un modelo del mundo que integra los más
sobresalientes procesos sociales tiene futuro duradero, a decir: la resolución
de los conflictos de manera pacífica, la integración de las mujeres en el

Grsula Oswald Sprln~ 469


Epflo~o
desarrollo, la articulación de los mercados regionales y el afianzamiento de
la autosuficiencia, el refuerzo de la agricultura verde, (como elemento bási-
co de la seguridad y soberanía alimentaria), el cuidado de los recursos na-
turales no sólo para las presentes, sino también para las generaciones veni-
deras y una reforma agraria democrática. Este tipo de desarrollo sustentable
en un mundo globalizado, pero anclada en mercados regionales, ofrecería
a todos los integrantes de una sociedad, seguridad social, física, ambiental
y personal. Los mecanismos de solidaridad, resultado de los hábitos cultu-
rales propios de cada región, generarán procesos de cuidado mutuo, sin
paternalismo, ni tampoco con dependencia hacia el donador. La dignidad
del que reparte y del que recibe pertenecen a un mismo principio básico,
el del derecho de cualquier ser humano a las mínimas condiciones de vida
y de bienestar. Este proceder ofrecerá a los más vulnerables: niños, mi-
nusválidos, enfermos, ancianos y mujeres, seguridad en el futuro, a pesar
de un mundo globalizado con libre mercado y férrea competencia.
En términos generales, no hay otra alternativa posible: o la sociedad se
reduce a una pequeña elite que destruye sistemáticamente a la mayoría,
mediante hambruna, epidemias, guerras, ecocidio y genocidio, o se desarro-
llan mundial y localmente mecanismos de participación y reparto equitativo
de los bienes creados. Estos son suficientes para cubrir las necesidades de
todos, siempre y cuando su acceso y su manejo sean democráticos y equi-
tativos.
Este nuevo modelo parte de un desarrollo sustentable, basado en el
intercambio de bienes alimentarios y calidad de vida. Ello inmunizaría a los
dos tercios del planeta que viven en la pobreza, ante desgracias sociales y
físicas. Garantizaría un futuro a todos los grupos vulnerables, mediante me-
canismos de supervivencia digna y crearía condiciones de estabilidad social
y seguridad individual o colectiva, gracias a los procesos de redistribución
de excedentes hacia los más necesitados.
En el plano mundial, este modelo debería transformar los actuales me-
canismos de concentración de riqueza en manos del sector financiero-es-
peculativo y transnacional, a fin de crear las fuentes de trabajo futuras, digna-
mente remuneradas, que crearán condiciones de vida y bienestar para
todos y mecanismos constructivos de resolución de conflictos, de modo que
el ámbito militar pueda sustituirse paulatinamente por procesos solidarios
que, racionalmente, resuelvan los conflictos emergentes. Los recursos ahorra-
dos se destinarían a la superación de las carencias socio-ambientales.

470 Estudios para la paz


desde una perspectiva Qlobal
,._,1

ji·;

Frente al cúmulo de los problemas enunciados, los ciudadanos y pre-


sionados por ellos, los gobernantes, están cambiando el paradigma del li-
beralismo y libre mercado por otro, más humano: el de Seguridad Humana, de
Género y Ambiental (HUGE~ en inglés: Human, Gender and Environmental
'.11 Security, Oswald, 2000). Este parte de la solidaridad y del apoyo mutuo
entre humanos y naturaleza. Los conocimientos existentes y los nuevos
avances científico-técnológicos se orientarán hacia un proceso civilizatorio,
donde el hombre deja de ser el centro del universo y se integra de manera
armoniosa con su entorno. La visión griega del tiempo, donde predomina el
elemento evolutivo, se sustituirá por procesos cíclicos y regenerativos, pro-
pios del pensamiento oriental e indígena (Watkin-Kolb, Chao, Shaojun). El
ser humano se insertará en la naturaleza como parte de la misma. El modelo
alternativo integrará democrática y participativamente los avances científi-
cos, humanísticos y tecnológicos. Se basará en un eje geopolítico de rela-
ciones multilaterales, donde se aprovecharán los conocimientos y valores
tradicionales, enriquecidos por los avances científicos modernos y se gestará
un nuevo ser,_ capaz de enfrentar en términos sociales, personales, éticos,
políticos y económicos los retos del milenio en curso. Los criterios básicos
de evaluación y de acción serán la calidad de vida, la equidad, la demo-
cracia, la paz, el respeto a los más vulnerables, la conservación de los recur-
sos naturales, la reducción de los riesgos sociales, ambientales y políticos,
pero sobre todo la resolución pacífica y constructiva de conflictos. Esta sería
la utopía civilizatoria del milenio, del siglo y de la década por venir. ¡Traba-
jemos unidos en ellas, todavía estamos a tiempo[

BIBLIOGRAFÍA

ÁLVAREZ, Enrique y Úrsula Oswald (1993), Desnutrición crónica o aguda materno-infan-


til y retardos en el desarrollo, Cuernavaca, Mor., UNAM-CRIM. Aportes de Investi-
gación, núm. 59.
ARIZPE, Lourdes, Fernanda Paz y Margarita Velázquez (1993), Cultura y cambio global:
Percepciones sociales de la desforestación en la selva Lacandona, Cuernavaca,
Mor., CRIM-UNAM, Miguel Ángel Porrúa.
BAUMAN, Zygmunt (1998), Globalization: The Human Consequences, Cambridge, Poli-
ty Press.
BENNHOLDT-THOMSEN, Veronika (1981 ), "Subsistenzproduktion und erweiterte Repro-
duktion. Ein Beitrag zur Produktionsweisendiskussion ", Gesellschaft. Beitriige
zur Marxschen Theorie, núm. 14, Frankfurt, Surkamp.

it
úrsula Oswald Sprlng 471
Epílogo
_ _ _ (1984), "Auch in der Dritten Welt wird die Hausfrau geschafffen. Warum?",
Periferie, vols. 15-16, julio.
BISWAS, A.K. (1993), 11 Management of lnternational Waters: Problems and Perspec-
tives", Water Resources Development, vol. 1, núm. 2.
BLOCH, Marc (1968), La société féodale. París. Ed. Albin Michel.
BouLDING, Elise (1990), Building a Global Civic Culture: Education for an lnterdependent
World, Nueva York, Syracuse Studies on Peace and Conflict Resolution.
BROWN, Lester (1996, 1997, 1998), State of the World, Worldwatch lnstitute, Nueva
York, Norton and Company.
- - - y Kenneth Boulding (1996), The Future: lmages and Processes, Nueva
York, Syracuse Press.
BRUNDTLAND, Harlem et al. (1992), Our Common Future, Oslo.
CALVA TÉLLEZ, José Luis (1999), "Política Agraria en México", Problemas del Desarrollo,
IIEC/UNAM (en prensa).
DIAMOND, Irene y Gloria Feman Orenstein (1990), Rewaeving the World: The Emer-
gence of Ecofeminism, San Francisco, Ed. Sierra Club.
FoLEY, Grover (1999), "The Threat of Rising Seas", The Ecologist, vol. 29. núm. 2.
FROLICH, Rick (1989), "Ciimate Change", New Scientist, vol. 124, 4 de noviembre.
GMRD, Greta (1987), Ecofeminism, Women, Animals, Nature, Filadelfia, Temple Uni-
versity Press.
GARDELS, Nathan P. (1996), Fin de Siglo (At Century's End), México, Me Graw-Hill.
GARCÍA, Raúl, David Myhre, Margarita Velázquez y Peter Verteeg (1995), Reformas
del sector agrícola y el campesinado en México, núm. 4, San José, Costa Rica,
FIDA/IICA.
GRAv, john (1997), Endgames: Questions in Late Modern Política/ Thought, Cam-
bridge, Polity Press.
- - - (1999), Enlightment's Wake, Oxford, Oxford University Press.
HEKSTRA, G.P. (1989), "Global Warming and Rising Sea Levels: The Policy lmplica-
tions", The Ecologist, vol. 19, núm. l.
HossEs, Thomas (1952), Leviathan, Nueva York, Britannica Great Book, vol. 24.
HoNEGGER, Claudia y Bettina Heintz (1981 ), Die Hexen der Neuzeit, Studien zur So-
zialgeschichte eines kulturellen Deutungsmusters, Frankfurt, Rororo.
LINZ, Juan J. (1993), La quiebra de las democracias, Madrid, Alianza Universidad.
MAKHIJANI, Arjun (1999), 11Th e South Asian Nuclear Crisis", Peace Review, vol. 11,
núm. l.
MALLABY, Sebastian (1998), "Asia's mirror: from Commodore Perry to the IMF", The
Nationallnterests, 58, núm. 21 .
MIALL, Hugh, Oliver Ramsbotham y Tom Woodhouse (1999), Contemporary Conflict
Resolution, Oxford, Polity Press.
MIES, María (1983), "Subsistenzproduktion, Hausfrauisierung, Kolonialisierung",
Beitriige zur feministischen Theorie und Praxis, vols. 9/1 O, Colonia.

472 [studios para la paz


desde una perspecti\a Qlobal
O'NEILL, John (1998), The Market: Ethics, Knowledge and Politics. Londres, Routledge.
ORNELAS, J.L., E.Borbolla, S.E. Mclntosh, Z. Zhu y D. Evans (1992), "Mapeo de la
Cubierta Forestal de México, usando Imágenes AVHRR", Revista SELPER, vol. 8,
núm. 2.
ÜRTIZ DE MoNTELLANO, Bernardo (1990), Aztec Medicine, Health and Nutrition, New
Brunswick, Rutgers University Press.
0SWALD, Úrsula (1991 ), Estrategias de Superviviencia en la Ciudad de México, Cuer-
navaca, Mor., UNAM-CRIM.
- - - (1999), Fuenteovejuna o Caos Ecológico, Cuernavaca, Mor., UNAM-CRIM.
- - - (2000), "Human, Gender and Environmental Security: HUGEs", Dictio-
nary EOLLS y UNESCO, en prensa.
PELTa, H. Gretel y Pelto, Pertti J. (1989), "Small but healthy", Human Organization,
vol. 48, núm. 1.
RAMos-Horta, Jos (1999), "Taiwan and East Timor: Human Rights, Rule of Law, Self-
Determination", lntern. journal of Peace Studies, vol. 4, núm. 1.
REARDON, Betty (1993), Sexism and the War System, Nueva York, Syracuse Studies on
Peace and Conflict Resolution.
- - - y Eva Nordland (eds.) (1994), Learning Peace: The Promise of Ecological
and Cooperative Education, Nueva York.
- - - (1993), Women and Peace. Feminist Visions of Global Security, Suny Series.
SACHS, Jeffrey (1999), "Sciences and Economy in the Nex Millenium. Opening Ses-
sion", lnternational Conference on Biotechnology in the Global Economy, Univer-
sidad de Harvard, 2 al 5 de septiembre.
SAMUEL S. Epstein (1998), The Politics of the Cancer Revisited, East Ridge Press, Nueva
York, Fremont Center.
ScHUMACHER, E.F. (1973), Small is Beautiful, Ed. Hermann Blume.
SECKLER, David (1988), "Small but healthy", en: Sukhatme. Newer Concepts in Nutri-
tion and lmplications for policy, Delhi, Ed. Mahashtra Assoc.
Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Boletín Mensual de Información Básica
del Sector Agropecuario y Forestal, México, 1998.
SHIVA, Vandana (1988), Staying Alive: Women, Ecology and Development, Londres,
Zed Books.
- - - (1997), "Seeds of Monopoly", Toward Freedom, vol. 46, núm. 5, sep-
tiembre-octubre.
SMITH, Dan (1997), The State of War and Peace Atlas, Londres, SIPRI and Penguin.
STARR, J. (1992), "Water Security: the Missing Link in the Mideast Strategy", Cana-
dian journal of Development Studies and lnternational Water Resources Associa-
tion, Canadá (número especial).
STEINBRECHER, Ricarda A. y Pat Mooney (1998), ''Tecnología terminator: Una amena-
za para la seguridad alimentaria mundial", The Ecologist, vol. 28, núm. 5, sep-
tiembre-octubre.

1{
úrsula oswald Sprlng 473
Epílogo
STRAHM, Rodolf y Úrsula Oswald (1990), Por esto somos tan pobres, Cuernavaca,
Mor., UNAM-CRIM.
The Met Office (1997), "Ciimate Change and its lmpacts: a Global Perspective",
Londres, The Met Office.
United Nations Environment Programme (UNEP) (1997), Global State of the Environ-
ment Report, UNEP.
UNICEF (1995, 1996, 1997, 1998), Estado mundial de la infancia, Nueva York, Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia.
United Nations, (1995, 1996, 1997, 1998), Statistical Yearbook, Nueva York, ONU.
- - - (1995), Summit of Women, Beijing, ONU.
VADENBROUCKE, Frank (1998), Globalization, lnequality and Social Democracy, Londres,
lnstitute of Public Political Research.
WARWICK, Hugh (1998), The Ecologist, vol. 28, núm. 5.
WERLHOF, Claudia y María Mies (1983), Frauen, die letzte Kolonie, Hamburgo, Rororo
Aktuell, Reinbeck.
WoLLSTONECRAFT, Mary, Reivindicación de los Derechos de la Mujer (fotocopia).
World Bank (1998, 1999), World Development lndicators Washington, The World
Bank.
Worldwatch lnstitute (1998), State of the World, Nueva York, W.W. Norton.

Periódicos
Reforma, El Financiero, La jornada, Mexico.
New York Times, Estados Unidos.
Revistas: Newsweek y Time, Estados Unidos.
Times, Finance, Gran Bretaña
National Geographic, vol. 196, núm. 5, noviembre de 1999.

474 Estudios para la paz


desde una perspedlva global
Índice

Apuntes introductorios 5
Úrsula Oswald Spring

PRIMERA PARTE: GLOBALIZACIÓN Y CULTURA DE PAZ

Acerca del concepto de pacificación 25


Howard Richards

Occidentalización, globalización y orientalización: 55


una red global de culturas
Regina Watkin-Kolb y Qing Chao

La globalización y la cultura china 87


li Shaojun

La globalización corporativa y la esclavitud de las mujeres 99


Mary Soledad Perpiñan

La globalización y la sustentabilidad en el desarrollo mundial 115


Úrsula Oswald Spring

SEGUNDA PARTE: lOGROS DE PAZ Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Intervención de árbitros en los conflictos: su tipología, 131


enfoques teóricos y resultados empíricos
Marta Martinelli


: --- -.-:~ ~:.: ~.) ·~-
.. .. .. -- -· 1 --~

-
Evaluación del impacto del conflicto: una herramienta esencial 149
en la prevención de conflictos
Luc Reychler

Conferencia Nacional sobre Paz Mundial: propuestas para un nuevo 169


orden planetario
T. Nomvete

Conflicto étnico contemporáneo en una perspectiva comparada 201


lvan lvekovic

Prevención, manejo y resolución de conflictos: el establecimiento 263


de una fuerza regional en África
Nduba Echezona

Impedir la inercia en la resolución de conflictos


283
jannie Malan

Los medios de comunicación y el establecimiento


311
de la paz regional en África
Matt Mogekwu

Traslado ilícito de armas convencionales: el papel 333


de los actores estatales y no estatales en el sur de Asia
Rohan Gunaratna

Acuerdos de paz y violencia en Guatemala 361


María Eugenia Villarreal

TERCERA PARTE: EDUCACIÓN PARA LA PAZ Y CIUDADANOS

Educación, previsión y ciudadanía global: evaluación


371
de las necesidades de las generaciones actuales y futuras
Frank Hutchinson

Factores que influyen en el entrenamiento 385


de la educación para la paz
lan Harris
Alimentando las semillas de la paz: 405
fuerza y potencial de la literatura infantil
lrma K. Ghosn

Pacificación a través de la cultura. Un nuevo enfoque 419


en el conflicto israelí-árabe/palestino
Ada Aharoni

¡r. La construcción de un nuevo orden mundial a través 441


de la educación espiritual: una perspectiva Bahai
Sepideh Rouhani

Epílogo 453
Úrsula Oswald Spring
¡.'

1
1

j
1
!
/
¡:
Estudios paro la paz desde una perspectiva global:
necesidades humanas en un mundo interrelacionado
se terminó de imprimir en la ciudad de México durante
el mes de junio del año 2001. La edición, en papel
de 75 gramos, consta de 1,000 ejemplares más sobrantes
para reposición y estuvo al cuidado de la oficina litotipográftca
de la casa editora.
ISBN 970-701-133-5
MAP: 012405-01
ESTUDIOS PARA LA PAZ DESDE UNA PE
la. Ed 200 1 T.O V.O N.O
Rústica $ 300.00

1ll\111 l\111 l\111lllll~~~~IJ~~~)~]~I)llll l\111lllll1\l\lll\

S-ar putea să vă placă și