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DERECHO PROCESAL PENAL.

Enrique Labarca Cortés


elabarcacortes@me.com
Derecho Procesal Penal.
Introducción.
Naturaleza del Derecho Procesal Penal.
Sistemas Procesales.
Reforma Procesal Penal.
Sistema inquisitivo
Sistema acusatorio.

INTRODUCCIÓN.

El ser humano, es ser social, gregario, vive en sociedad y se relaciona, en su entorno y con otros. En
la interrelación social surgen los intereses divergentes y los conflictos. Los conflictos de intereses se
pueden verificar en ámbito interno y externo del sujeto, manifestándose hacia el exterior. Cuando el
conflicto se externaliza pude tener o no relevancia jurídica, adquiriendo esa relevancia cuando
existe el quebrantamiento del ordenamiento jurídico o la violación a los derechos.

Así, cuando adquiere relevancia jurídica se esta frente a un litigio, siendo este: un “conflicto
intersubjetivo de intereses, jurídicamente trascendente, reglado por el derecho objetivo, y
caracterizado por la existencia de una pretensión resistida”

Frente al conflicto el Derecho procura buscar una solución y resolver el litigio, para ello tiene
diferentes medios o mecanismos; Sean directos entre partes como la autotutela y la
autocomposición. Sean indirectos mediante la intervención de un tercero, como la
heterocomposición o proceso.

Si el conflicto surge por la violación del ordenamiento jurídico por la comisión de un delito
previamente tipificado para la protección de bienes jurídicos en necesario determinar la forma o el
medio por medio del cual ese conflicto se soluciona.

En el conflicto penal existen dos intereses opuestos, de forma tal que el conflicto nace en razón al
interés del Estado de hacer efectiva la pretensión punitiva que emana por la comisión del delito y,
por otro lado el interés de mantener la libertad.

Derecho Penal y Derecho Procesal Penal

El conflicto penal surge cuando una persona realiza una conducta exterior, la cual encuadra en la
descripción previa hecha por la ley, generando, en tal caso, la aplicación de una pena.

El Derecho Penal corresponde a aquella rama del ordenamiento jurídico que determina las
características de hecho punible (teoría del delito) e individualiza al sujeto que lo realizó (teoría del
sujeto responsable), imponiéndole por el hecho cometido una pena o medida de seguridad (teoría
de la pena).

El Derecho Procesal Penal es la herramienta, el medio, para la aplicación del derecho penal, debido a
que la pena sólo puede ser aplicada una vez que se determina la existencia del delito y la
participación por una sentencia condenatoria ejecutoriada.
Elementos configurativos del proceso penal

El litigio penal surge de la pugna derivada del interés del Estado de hacer efectiva la pretensión
punitiva por la comisión del delito y el interés de la mantener la libertad y, a veces, la vida, de
aquellos contra los cuales se dirige la imputación penal.

Por ello, el proceso penal desde su origen se desenvuelve en forma paralela a la necesidad de
investigar y emitir un pronunciamiento respecto de dos elementos esenciales que son el centro de
su desarrollo: la existencia del hecho punible y la participación.

Así, la sentencia condenatoria, para destruir la presunción de inocencia y poder aplicar la pena, sólo
es posible una vez que el tribunal llega a la convicción respecto de ambos elementos, es decir, que el
hecho punible existe y en él le cabe participación al acusado.

Concepto de Derecho Procesal Penal.

Julio Maier lo define como “la rama del orden jurídico interno de un Estado, cuyas normas instituyen
y organizan los órganos que cumplen la función judicial penal del Estado y disciplinan los actos que
integran el procedimiento necesario para imponer y actuar una sanción o medida de seguridad
penal, regulando así el comportamiento de quienes intervienen en él”

El poder punitivo del Estado se manifiesta en tres momentos diferentes:

1. El establecimiento de las condiciones materiales bajo las cuales el Estado contempla una pena
o medida de seguridad, la determinación y limitaciones del poder penal material del Estado
mediante mandatos y prohibiciones (Derecho Penal material o sustantivo).

2. El vinculado al ejercicio de la pretensión punitiva una vez que se advierte un hecho concreto
que justificaría la reacción penal, momento en que se regulan los actos que permiten verificar
ese hecho y, en su caso, aplicar la pena o medida de seguridad y la organización de los
órganos del Estado que intervienen en ese procedimiento (Derecho Penal formal o adjetivo).

3. La ejecución de la reacción penal en el caso concreto.

En base a los elementos anteriores los profesores Maturana y Montero, definen el Derecho Procesal
Penal como “una rama del Derecho Procesal, cuyas normas establecen y organizan los órganos
públicos que cumplen la función de investigar y sancionar los ilícitos penales, regulan los actos del
proceso y del procedimiento indispensables para imponer una sanción penal o medida de
seguridad, y los derechos y deberes de todos aquellos que intervienen en él”.

De esta forma, el Derecho Procesal Penal posee un claro carácter instrumental. SI bien el proceso en
general tiene ese carácter, toda vez que tiene una función teleológica, destinado a un fin
determinado, que es la resolución del conflicto.

En materia penal, dado que está prohibida toda forma de justicia penal privada, el proceso es el
único instrumento para hacer efectiva la pretensión punitiva, en equilibrio con las pretensiones de
libertad del autor.
Funciones del Derecho Procesal Penal

Las tres funciones materiales que cumple son:

1. Realización del derecho penal material; en razón de ser el único medio legítimo de hacer
efectiva la realización penal, los conflictos sociales que atañen al Derecho Penal sólo pueden
resolverse por medio de las reglas del Derecho Procesal Penal en sentido estricto
(procedimiento penal) y del Derecho de organización judicial.

2. Protección penal; el Derecho Procesal Penal implica un estatuto de garantías a favor de


cualquier persona que sea perseguida penalmente. Así, no sólo se protege al inocente, con el
fin de evitar una condena injusta, sino al mismo culpable, a fin de que la condena no se alcance
a costa de su dignidad persona o sin posibilidad de defensa.

3. Recomposición de la paz o seguridad jurídica; la sentencia definitiva, sea condenatoria o


absolutoria, implica la prohibición de la persecución penal múltiple, de forma tal que la cosa
juzgada es irreversible.

La función formal: las normas del derecho procesal penal regulan los actos que integran el
procedimiento, disponiendo el modo, tiempo y forma en que se deben desarrollar los actos para
obtener determinadas consecuencias jurídicas, sobre las competencias de los órganos públicos que
ejercen la función penal del Estado para realizar algunos de estos y las facultades de los particulares
que intervienen en el procedimiento para llevar a cabo otros.

Naturaleza de las normas del Derecho Procesal Penal.

Las normas de derecho procesal penal son derecho público, por lo que no quedan en la posibilidad
de disponibilidad de las partes en relación a los derechos y obligaciones que ellas establecen,
resultando irrenunciables.

Al ser normas de derecho publico rigen “in actum”. “Art. 11 CPP. Aplicación temporal de la ley
procesal penal. “Las leyes procesales penales serán aplicables a los procedimientos ya iniciados,
salvo cuando, a juicio del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más favorables al
imputado”.

Las normas de derecho procesal penal son de derecho interno, esto en razón que, salvo excepciones,
rechaza la aplicación de normas internacionales. Así, los tribunales aplican en el enjuciamiento
penal el Derecho procesal que rige en el ámbito territorial del país que le ha otorgado esa
atribución.

Así, art, 5° COT: “A los tribunales mencionados en este artículo corresponderá el conocimiento de
todos los asuntos judiciales que se promuevan dentro del territorio de la República, cualquiera sea
su naturaleza o la calidad de las personas que en ellos intervengan, sin perjuicio de las excepciones
que establezcan la Constitución y las leyes.”

Art. 5° CP: “La ley pena chilena es obligatoria para todos los habitantes de la República, incluso los
extranjeros. Los delitos cometidos en el mar territorial adyacente quedan sometidos a las
prescripciones de este Código”.

Excepción, art. 6° COT: que entrega a los tribunales nacionales el conocimiento de determinados
crímenes y simples delitos cometidos en el extranjero.
En el mismo sentido, el CPP, en su artículo 13 reconoce expresamente el valor de las sentencias
penales dictadas por tribunales extranjeros:

Artículo 13. Efecto en Chile de las sentencias penales de tribunales extranjeros.


Tendrán valor en Chile las sentencias penales extranjeras. En consecuencia, nadie podrá ser juzgado
ni sancionado por un delito por el cual hubiere sido ya condenado o absuelto por una sentencia
firme de acuerdo a la ley y al procedimiento de un país extranjero, a menos que el juzgamiento en
dicho país hubiere obedecido al propósito de sustraer al individuo de su responsabilidad penal por
delitos de competencia de los tribunales nacionales o, cuando el imputado lo solicitare
expresamente, si el proceso respectivo no hubiere sido instruido de conformidad con las garantías
de un debido proceso o lo hubiere sido en términos que revelaren falta de intención de juzgarle
seriamente.

En tales casos, la pena que el sujeto hubiere cumplido en el país extranjero se le imputará a la que
debiere cumplir en Chile, si también resultare condenado.

La ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujetará a lo que dispusieren los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encontraren vigentes.

Conforme los profesores Maturana y Montero, las normas de derecho procesal penal no son sólo
instrumentales o meramente adjetivas o formales.

Se ha sostenido, tradicionalmente, que el Derecho Penal es primario, toda vez que éste define los
hechos punibles y las consecuencias jurídicas. El derecho penal es secundario, toda vez que se ocupa
de la realización del Derecho Penal. Sin Derecho Penal no tiene sentido el Derecho Procesal Penal.

Los profesores individualizados son contrarios a tal afirmación, en razón que el Derecho Procesal
Penal establece una serie de derechos y garantías durante el proceso que no son meramente
secundarios, adjetivas o formales y además debido a que existen normas de derecho procesal penal
que determinan la extinción de la responsabilidad penal como ocurre con el principio de
oportunidad, la suspensión condicional del procedimiento, los acuerdos reparatorios, la extinción de
la responsabilidad por no formulación de la acusación etc.

Fuentes Normativas del Derecho Procesal Penal.

A partir de la definición de lo que es el Derecho Procesal Penal, se logra obtener cuales son las
fuentes del mismo, determinadas por :

 La Constitución Política de la República; se regula el Poder Judicial, el Ministerio Público, el


Tribunal Constitucional. Contiene normas sobre garantías y formas que se deben seguir
dentro del proceso penal como la prohibición de apremios ilegítimos (19 N° 1, inc. 4°), la
igualdad ante la ley (19 N° 2), la defensa jurídica (19 N° 3, inc. 3°), la prohibición de
juzgamiento por comisiones especiales (19 N° 3, inc. 4°, juez natural art. 2° CPP), el debido y
racional y justo procedimiento e investigación (art. 19 N° 3), la prohibición de establecer
presunciones de derecho para la responsabilidad penal (19 N° 3, inc. 6°), principio nullum
crimen nulla poena sine lege (19 N° 3°, inc. 7°), irretroactividad de la ley pena (19 N° 3°, inc.
7°), libertad personal y ambulatoria (19 N° 7 letra a), legalidad de las medidas cautelares (19
N° 7 b), garantías del arresto, detención y prisión (art. 19 N° 7 c), garantías del lugar de
detención y sus condiciones (19 N° 7 d), la libertad del imputado y la prisión preventiva (19
N° 7 e), prohibición de declarar bajo juramento (19 N° 7 f, manifestándose en 302 y 306
CPP), prohibición de confiscación de bienes (19 N° 7 f y h), Regulación de la responsabilidad
del Estado por error judicial (19 N° 7 i), establecimiento del recurso de amparo (art. 21),
indultos particulares (art. 32 N° 14), indultos generales y amnistía (art. 63 N° 16) y principio
de inexcusabilidad (art. 76 inc. 2°), imperio directo (art. 76, inc. 3° y 4°)

 La Ley: Código Orgánico de Tribunales, Código de Procedimiento Penal, Código Procesal


Penal.

 Tratados Internacionales: Conforme al artículo 5° inciso 2° CPR los tratados de DDHH


ratificados por Chile y que se encuentre vigentes. Especial importancia tienen la Convención
Americana de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

 La jurisprudencia: si bien la opinión mayoritaria sostiene que no es fuente, especialmente


por el carácter relativo de la sentencia, la jurisprudencia si cumple un importante papel
jurídico.

 La doctrina: en relación a las proposiciones que realizan en relación a las normas, su


vigencia y significado.

 La Costumbre: como se sabe no es fuente de derecho salvo que la propia ley se refiera a ella.

SISTEMAS PROCESALES PENALES.

Sistema procesal penal es aquel conjunto de principios y normas que rigen las formas y contenidos
del proceso penal. Según sea el papel que la sociedad le asigna al Estado, el valor que se le reconozca
al individuo y la regulación de las normas entre ambos, será el concepto que desarrolle de delito y el
tipo de proceso que se admita.

Esencialmente no existe ningún sistema procesal puro, sino más bien es el predominio de uno u
otro:
 Sistema Acusatorio, y Sistema Inquisitivo.

Para distinguir un sistema del otro se considera esencialmente a quien se le asignan las funciones de
acusación, defensa y resolución o fallo. Si las funciones están radicadas en el mismo sujeto, se esta
frente a un sistema inquisitivo. ? Si las funciones están radicadas en sujetos diversos, de forma tal
que es posible distinguir el acusador, el defensor y el que resuelve la controversia, se esta frente a
un sistema acusatorio.

Sistema acusatorio: Este sistema se vincula esencialmente al surgimiento de la democracia y a la


implementación de los sistemas republicanos (Grecia, Roma), rigiendo hasta la Edad Media con el
advenimiento de los regímenes monárquicos.

Se funda en la noción de que todo juicio es un conflicto entre partes opuestas, cuyas diferencias son
resueltas por un tercero, encontrándose ambas partes, en el proceso, en una situación de igualdad
de condiciones. El juez es simplemente un espectador, quien resuelve según la prueba que rinden
las partes.

En su origen el sistema acusatorio se encontraba regido por determinados principios:


a. El juez no era representante del Estado. El juez era el pueblo mismo o una parte de él
(jurados o jueces).
b. El proceso sólo se inicia previa acusación del ciudadano, siempre distinto que el juez.
Originalmente solo el ofendido y sus parientes, luego cualquier ciudadano.
c. El juez no interviene sin que medie una acusación de parte (pasividad).
d. El proceso es público. Las partes conocen la acusación, la defensa y las pruebas.
e. El proceso es oral.
f. Las partes están en igualdad de condiciones, rigiendo el principio contradictorio
(bilateralidad).
g. El acusado permanece en libertad mientras se tramita el proceso.
h. El proceso es concentrado, ya que se desarrolla en una o mas audiencias hasta el término.
i. El juez debe ajustarse al examen de las pruebas rendidas por las partes (principio
presentación por las partes).
j. Rige el sistema de valoración de la prueba judicial de la libre valoración.
k. Las sentencias son inapelables.
l. La sentencia no requiere ser fundada, simplemente declara la inocencia o la culpabilidad.

Los principios planteados corresponden a una sistema acusatorio puro, el cual también es objeto de
críticas, toda vez que su aplicación solo sería posible respecto de grupos reducidos y/o educados en
valores cívicos y democráticos. Por otra parte, la iniciativa esta radicada excesivamente en las
partes, de forma tal que el interés de la sociedad o del Estado no tiene mayor importancia o cabida,
prevaleciendo sólo los intereses de la victima o del afectado. Existen serias limitaciones en relación
a la facultad de investigación de los hechos y la aportación de pruebas.

Sistema inquisitivo: Surge en Europa a partir del siglo XIII, bajo los regímenes absolutistas y
monárquicos, rigiendo sin contrapeso en los siglos XVI a XVIII. El sistema judicial se relaciona
directamente con la organización política centralizada y jerárquica.

En este sistema es el Estado el que detenta el poder absoluto de la represión del delito, no
correspondiéndoles a los particulares tal iniciativa. Por ello, el juez, representanta del Estado,
cuenta con una serie de poderes, dado que el objeto del proceso es descubrir la verdad y aplicar las
sanciones que correspondan. Así, las partes ya no están en un plano de igualdad en el proceso.

Sus principales principios son:

 El juez representa al Estado. Posee capacidad técnica y es un funcionario nombrado por la


autoridad.
 No es necesaria la acusación de un particular, el proceso se puede iniciar de oficio por el juez
(ppio. Inquisitivo).
 El juez no esta limitado por las peticiones ni por las pruebas de la partes (ppio. Investigación
judicial).
 No existe igualdad entre las partes, ni contradicción entre ellas. El proceso es conducido por
el juez (ppio. Unilateralidad de la audiencia).
 El proceso es secreto, ya que las partes no pueden conocer las actuaciones de investigación
del juez.
 El acusado permanece privado de libertad durante el proceso.
 El proceso es escrito.
 El proceso no es concentrado, ya que el tribunal determina sus actuaciones según lo
necesario para el éxito de la investigación.
 La prueba se regula por ley, ya que el proceso busca la verdad real, pudiendo utilizarse toda
clase de medios para llegar a ella.
 La sentencia es fundada (sistema de prueba legal).
 Las sentencias pueden ser apeladas. El juez no es soberano, sino sólo un representante
técnico del Estado, por lo que se considera el doble grado de competencia, sin perjuicio del
recurso de casación.
Ferrajoli, caracteriza el sistema inquisitivo como aquel en que el juez procede de oficio a la
búsqueda, recolección y valoración de la prueba, abriéndose la etapa de juicio luego de una
instrucción escrita y secreta, de la cual esta excluido, o al menor, limitado la contradicción y los
derechos del imputado.

Las críticas al sistema inquisitivo se dan en diversos aspectos, pero esencialmente a la falta de un
proceso propiamente tal debido a la carencia de contradicción entre las partes y igualdad entre
ellas. De hecho, más que partes es la figura del juez contra el imputado, siendo el primero el que
determina la prueba y que a su vez la genera. Adicionalmente, es el mismo juez quien genera la
prueba y que condena, con lo cual la posibilidad de defensa es mínima. Adicionalmente, dado a que
es el juez quien instruye y lleva el proceso, la víctima prácticamente desaparece, prevaleciendo la
“persecución penal oficial”.

Este sistema puro fue cambiando en esencialmente por el ideario liberal, sin esenciales e
incorporando dos actores Ministerio Público y la policía.

Europa durante el siglo XIX, motivado que desaparecieran sus características relevantes en la
persecución penal: el

Sistema mixtos: Los principios centrales del sistema inquisitivo no permanecieron totalmente
puros, ya que los Estados democráticos debieron modificarlos atendiendo la necesidad de respeto a
los derechos del individuo, surgiendo así los sistemas mixtos.

Algunos sistemas mixtos poseen dos etapas: una inquisitoria y otra con características de
acusatoria.

 En la inquisitoria existe una investigación llevada por el juez, con mayor o menor
intervención del Ministerio Público. La instrucción es escrita, rige el principio de
unilateralidad de la audiencia, el secreto de la investigación y la restricción de libertad para
el sujeto pasivo.

 Terminada esta etapa que esencialmente esta destinada a reunir prueba, se abre una etapa
que posee las características de un sistema acusatorio, de forma que la acusación es
formulada por el Ministerio Público, desaparece el secreto de la investigación y surge la
publicidad de todos los actos, en el juicio se reitera la prueba recopilada en la etapa de
investigación.

RESUMEN SISTEMAS PROCESALES: Los procesos inquisitivos en general se encuentran en retirada,


los Estados modernos han optado por sistemas acusatorios, ello en razón de deber respetar los
derechos humanos consagrados en diversos tratados internacionales

No existen sistemas acusatorios puros, esto debido a la dificultad de reunir prueba, de forma tal que
generalmente existe una etapa inquisitiva destinada a la recolección de los antecedentes necesarios
para determinar la responsabilidad penal.

Los procesos penales deben reconocer los derechos de las personas, pero al mismo tiempo dar
cumplimiento al principio de eficiencia en la persecución de delitos.

Los sistemas acusatorios se identifican con formas democráticas de gobierno y respeto de Estado de
Derecho.
REFORMA PROCESAL PENAL.

El sistema procesal penal instaurado en Chile a partir del año 2000, recoge los principios esenciales
de un sistema acusatorio o adversarial:
 Lo contradictorio: el imputado tiene desde el inicio el derecho a conocer los cargos y la
prueba existen en su contra.
 La investigación la asume un órgano diverso al juez; el Ministerio Público.
 El juez cumple la función que naturalmente le corresponde: la jurisdiccional.
 La imparcialidad del juez, tanto objetiva, dado que la investigación esta a cargo del
Ministerio Público y subjetiva por vía de las inhabilidades aplicables.
 La acusación se entrega al Ministerio Público (o al particular).
 Existe igualdad entre las partes, por ello existe defensa letrada.
 Oralidad del juicio.
 Publicidad de las actuaciones del proceso
 Libertad de prueba y libre valoración de la misma
 Única instancia, existiendo un recurso de derecho que es el de nulidad.
 El imputado puede estar privado de libertad, pero existen diversas normas que restringen la
medida cautelar y la regulan estrictamente.

Desde el año 1907 rigió en todo Chile el Código de Procedimiento Penal, el cual aún se mantiene
plenamente vigente en el sistema de Justicia Militar, con algunas adecuaciones a su naturaleza y
vigente en aquellas causas penales que son anteriores a la entrada en vigencia de la nueva
normativa procesal (vigencia escalonada desde el 2000 al 2005).

El sistema procesal establecido en el Código de Procedimiento Penal correspondía a un sistema de


carácter inquisitivo, heredado de las normas medievales e introducidas en Latinoamérica por el
proceso de colonización.

A principios de 1990, con el retorno de la democracia, se comienza a dar una discusión en relación a
lo insostenible del sistema procesal penal, especialmente considerando los diversos tratados
internacional en materia de Derechos Humanos en que Chile era parte. Ya a partir de 1992 1993, se
organiza un movimiento democrático y profesional, al alero de la

Corporación de Promoción Universitaria y de la Fundación Paz Ciudadana, que lleva a la creación


del Foro para la Reforma Procesal Penal. En 1994 se forma una comisión técnica integrada por
Cristián Riego, María Inés Horwitz, Jorge Bofill, Raúl Tavolari y Mauricio Duce, para la redacción de
un proyecto de ley para un nuevo código, el que ingresa al parlamento en junio de 1995.

Se opto por reemplazar el Código de Procedimiento Penal por un sistema de carácter acusatorio que
separa las funciones de investigación y de resolución que se mantenían unificadas en el juez. Así,
para el desarrollo de la investigación y la acusación se crea un nuevo órgano, el Ministerio Público,
encargado, junto con la policía, de reunir los elementos de prueba que permiten determinar o
descartar la existencia del hecho punible y la participación.

La labor jurisdiccional se entrega exclusivamente a los tribunales de justicia, correspondiéndole a


estos la función de juzgar y fallar de acuerdo al mérito de la prueba presentadas por las partes y
bajo un sistema de libre valoración de la prueba.

Al sujeto pasivo de la relación, el imputado, se le reconocen una serie de derechos y se establecen un


conjunto de garantías de enjuiciamiento que puede ejercer, siendo el mas notable el contar con
defensa letrada, la cual, en caso de no poder contar con la misma, es entregada por el Estado en
forma gratuita.
En la etapa de investigación es el Ministerio Público, conjuntamente con las policías, quienes deben
reunir los elementos de prueba que acrediten el hecho punible y la participación, debiendo el
primero reunir los elementos que acrediten la responsabilidad penal, pero además aquellos que
determinan la inocencia.

Así, se distinguen la etapa de investigación encargada al Ministerio Público quien es el verdadero


promotor del proceso. Tal etapa se separa del juzgamiento entregando a este a un tribunal de
justicia encargado de controlar la investigación y autorizar aquella actuaciones que importen
afectar los derechos fundamentales del imputado o de terceros.
 El proceso es público. En la etapa de investigación tal carácter es restringido, siendo público
sólo para los intervinientes y para pasar, en la etapa de juicio, a ser plenamente público.
 Se establece un sistema real de defensa letrada, que incluye la obligación del Estado de
otorgarla en caso que el imputado no pueda contratarla.
 El proceso se divide esencialmente en tres etapas; la de investigación a cargo del Ministerio
Público, la intermedia luego de formular la acusación en que las partes se encuentran en
plena igualdad y la etapa de juicio que es oral y público.
 La función jurisdiccional a cargo de el Poder Judicial se materializa en los tribunales de
garantía y los tribunales del Juicio Oral en lo Penal.

Dada la extensión de la modificación, se debió crear diversos órganos, modificar textos legales a fin
de adecuar la legislación, lo cual implicó dictar diversos cuerpos legales:
- Ley 19.519 que modifica la Constitución y crea al Ministerio Público;
- Ley 19.640 Orgánica Constitucional del Ministerio Público;
- Ley 19.665, Orgánica Constitucional que crea los juzgado de garantía y los tribunales del juicio oral
en lo penal, modificando el COT y luego modificada por la ley 19.708;
- Ley 19.696 que contiene el Código Procesal Penal, y
- Ley 19.718 que crea la Defensoría Penal Pública.

Posteriormente se dictan otras leyes, entre ellas:


- Ley 19.762 que modifica la gradualidad de entrada en vigencia de la reforma procesal;
- Ley 19.789 sobre protección de la víctima, control de identidad y medidas cautelares;
- Ley 19.794 que agrupa los tribunales de la reforma procesal en Santiago:
- Ley 19.806 que incorpora normas adecuatorias del sistema legal chileno;
- Ley 19.815 que incorpora modificaciones en relación a los antecedentes que deben remitirse entre
tribunales.
- Otra serie de normas cuya última fue la Ley N° 20.931 de julio de 2016.

PRINCIPIOS DE DERECHO PROCESAL PENAL


En el proceso penal chileno es posible distinguir los siguientes principios (Roxin, Derecho Procesal
Penal):

Principios vinculados al inicio del procedimiento:


A. Principio de persecución penal por el Estado (oficialidad);
B. Principio acusatorio;
C. Obligación de perseguir y acusar (principio de legalidad), y
D. Principio del juez establecido por la ley.

Principios relativos a la realización del procedimiento:


A. Principio de investigación (principio de instrucción, de averiguación y de verdad material);
B. Principio de ser oído conforme a la ley, y
C. Principio de celeridad; para el juicio oral, principio de concentración.
Principios de Derecho Procesal Penal

Principios probatorios:
 Principio de investigación;
 Principio de inmediación de la producción de la prueba;
 Principio de libre valoración de la prueba, y
 In dubio pro reo.

Principios referidos a la forma:


 Oralidad, y
 Publicidad.

PRINCIPIOS VINCULADOS AL INICIO DEL PROCEDIMIENTO:

A. Principio de persecución penal por el Estado (oficialidad). Los delitos pueden y deben
ser perseguidos por el Estado de oficio, sin consideración a la voluntad del ofendido ni a
condiciones de oportunidad, eficiencia o conveniencia. El Estado tiene la obligación de
perseguir penalmente, lo cual se materializa al inicio del proceso, durante el proceso y al
final, debiendo perseverarse en el ejercicio de la acción en la medida que existan
antecedentes serios que lo ameriten.

El principio esta directamente vinculado a la naturaleza de la acción penal, la cual se clasifica en


pública, privada y previa instancia particular (art. 53 CPP).

La antítesis es el principio dispositivo, donde existe libre disponibilidad de la pretensión penal.


Casos como los acuerdos reparatorios, constituyen una materialización del principio. La posibilidad
de renuncia de la acción penal art. 56, de desistirse de la querella art. 401 y de abandono de la
acción en los delitos de acción privada art. 402 CPP son otras materializaciones.

B. Principio acusatorio; en contraposición del inquisitivo importa la distribución de los


poderes de persecución penal y de las funciones asociadas a su ejercicio, separando las
funciones asociadas a su ejercicio en investigación, acusación y enjuiciamiento. Como señala
Manuel Rodríguez Vega, corresponde a “uno de los principios configuradores del proceso
acusatorio que regula aspectos bien específicos de éste, cuyo contenido se ciñe a la
separación de la función de acusación de la de enjuiciamiento, funciones que deben ser
atribuidas a órganos distintos, y por tal motivo la acusación –el objeto del proceso– ha de ser
planteada en juicio por un sujeto distinto del juez”.

C. Obligación de perseguir y acusar (principio de legalidad): Conforme a él, el Ministerio


Público esta obligado a iniciar, sostener y perseverar en la persecución penal cuando existe
una sospecha de que se ha cometido un hecho punible y acusar luego de que la investigación
sigue demostrando que existe una sospecha vehemente. Su antítesis es el principio de
oportunidad.

Este principio se desdobla en el principio de promoción necesaria, deber de promover la


investigación penal ante la noticia de un hecho punible y el principio de irretractibilidad prohibición
de suspender, interrumpir hacer cesar la persecución penal ya iniciada.

El CPP se refiere al principio de oportunidad en el art. 170, que permite hacer cesar la persecución
penal cuando no se compromete gravemente el existe interés público, salvo que la pena mínima
asignada al delito supere la de presidio o reclusión menor mínimo o se trate de un delito cometido
por un funcionario público en ejercicio de sus funciones. Algunos criterios doctrinarios de
oportunidad pueden ser: la adecuación social; mínima lesividad (delitos de bagatela); culpabilidad
mínima; ausencia de necesidad preventiva (retribución natural) y otro conjunto de criterios
vinculado a la eficiencia del sistema pueden ser casos de arrepentimiento eficaz, suspender la
persecución penal en base a un sistema de prueba o control del imputado (suspensión condicional
del procedimiento art. 237 CPP); formas de solución del conflicto en base al interés de la víctima o
mecanismos autocompositivos (acuerdos reparatorios art. 241 CPP) o formas de solución del
conflicto que no significan aplicación del derecho penal.

D. Principio del juez establecido por la ley. Art. 19 N° 3 CPRCH “Nadie puede ser juzgado por
comisiones especiales, sino por el tribunal que le señale la ley y que se halle establecido con
anterioridad por ésta”. Se le denomina también como derecho al juez natural y constituye
una garantía individual ante la persecución penal.

PRINCIPIOS PROBATORIOS:

A. Principio de investigación; llamado también principio de investigación oficial, supone que el


tribunal investiga por sí mismo los hechos de la causa. Ello lleva a que el tribunal no esta sujeto
a las posiciones de las partes acerca de la verdad de un hecho y que el tribunal puede y debe
producir prueba de oficio. La contraposición es el principio de aportación de prueba de parte,
conforme al cual la carga de la prueba y la iniciativa de los actos de producción de ella recae en
las partes, sin que el tribunal se le reconozca facultad de intervenir en ella. Tradicionalmente se
ha sostenido que el principio de aportación de parte es propio del procedimiento civil y del de
investigación del penal.

Si se considera la conformación actual del proceso penal el principio de investigación oficial es


aplicable en el sentido que importa cargas y derechos para el Estado, correspondiéndole al
Ministerio Público, en la etapa de investigación, disponer los actos de instrucción y quien tiene la
carga de producir, durante el juicio, la prueba que ha de servir de base a la condena. Así, desde tal
perspectiva, se cumple con el principio de investigación oficial, siendo el Estado quien debe
desarrollar los actos de investigación de oficio.

Sin embargo, si ello se observa desde la perspectiva del tribunal, rige el principio de aportación de
prueba de parte.

B. Principio de inmediación de la producción de la prueba; importa que el juez que elabora la


sentencia conforme a las impresiones que personalmente obtiene del acusado y los medios de
prueba rendidos en el proceso, de forma que toda la prueba debe rendirse en el juicio ante el
juez, incluyendo la testimonial, pericial y otra, a objeto de que el juez personalmente se forme
su convicción en base a ella (arts. 282, 283, 284, 285, 334, 340-2°, etc. CPP).

C. Principio de libre valoración: el tribunal es libre para valorar la prueba, no existiendo un


sistema de prueba legal tasada, quedando sujeto sólo a no contradecir la lógica, las máximas de
la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados (arts. 295, 297 y 340 CPP).

D. In dubio pro reo. Ante la duda se debe decidir en favor del acusado. Se trata de un principio,
que en estricto rigor, se aplica sólo después de finalizar el proceso de valoración de la prueba.
No se encuentra explícito en la ley, pero se desprende de varias disposiciones tanto de la
Constitución, del Código Penal y del Código Procesal Penal especialmente del art. 340 CPP.
PRINCIPIOS REFERIDOS A LA FORMA:

A. Oralidad. Estrechamente vinculado al principio de inmediación, el juicio y el proceso se


desenvuelve de forma oral y el fundamento de la sentencia sólo puede ser aquello que se
expuso oralmente (art. 266, 268, 282, 283, 284, 291, 340-2°, etc. CPC)

B. Publicidad. Art. 289 CPP, la audiencia de juicio oral es pública, salvo que el tribunal
disponga, a petición de parte y por resolución fundada, lo contrario.

C. Principio de Celeridad: dado que el proceso penal implica la afectación sensible de derecho
de quien es imputado, existe un interés evidente en que éste se desarrolle en forma expedita
y rápida. En general, no existe normas expresas que contemplen este aspecto, que
adicionalmente, rige de diversa forma tratándose de la investigación y de la etapa de juicio
oral, pero es posible desprenderlo de varias disposiciones, por ejemplo, art. 234 CPP
referido al plazo de investigación y de las normas ya citadas que regulan el juicio oral que se
desarrolla en sesiones sucesivas sin que se pueda suspender más de 2 veces y nunca por
más de 10 días (282 y 283 CPP).

Paralelo entre sistema inquisitivo del CPP y acusatorio de la reforma procesal penal.

El sistema del Código de Procedimiento Penal corresponde a un proceso de carácter inquisitivo en


que el mismo juez concentra las labores de investigación, juzgamiento y fallo.

El procedimiento base u ordinario contenido en el Libro II se estructura en base a dos etapas: el


sumario criminal y el plenario criminal.

 El sumario es la etapa de investigación propiamente tal, se inicia con la denuncia, querella o


de oficio, lo lleva a cabo el tribunal sin participación de las partes ya que en general no se
contempla la participación de ellas en la diligencias de investigación y es de carácter secreto.
Las partes solo pueden proponer diligencias de investigación, siendo el juez quien
determina su ejecución.

El sumario se lleva materialmente en un expediente escrito. La investigación es desconcentrada, no


acotada en el tiempo y delegándose la ejecución de diligencias ante funcionarios del tribunal
(actuarios).

La policía cuenta con amplias facultades y en general obran por delegación amplia del tribunal
(ordenes amplias de investigar que permiten a la policía detener a personas sospechosas y allanar
domicilios).

El sujeto pasivo del proceso, normalmente se encuentra privado de libertad y no goza con
plenamente de sus derechos y garantías. El sujeto pasivo del proceso es propiamente parte en el
proceso sólo cuando se dicta el “auto de procesamiento” el cual genera en forma inmediata su
privación de libertad (prisión preventiva) y la prohibición de salir del país (arraigo de pleno
derecho).

En el sumario priman los principios de secreto, actuación de oficio del tribunal, desconcentración,
unilateralidad de la audiencia, escrituración, orden consecutivo discrecional, mediación y
restricción de libertad. El sumario culmina con un resolución que declara el “cierre del sumario”, la
que ejecutoriada y, siempre que exista procesado en la causa, abre la segunda parte que es el
plenario. Para ello además se requiere el autoacusatorio o acusación de oficio que formula el
tribunal.

Con la causa en plenario se inicia la etapa propiamente de juicio, ya que éste deja de ser secreto y las
partes tienen acceso al mismo. Sin embargo, no es propiamente un juicio ya que todas las diligencias
efectuadas en el sumario son válidas y no se necesitan reiterar. El plenario tiene una etapa de
discusión obligatoria, de prueba que es eventual y otra etapa obligatoria de sentencia.

La discusión comienza con la acusación de oficio que formula el mismo tribunal, la acusación
particular si hay querellante y la demanda civil que pude hacer el querellante.

La defensa se realiza por un abogado particular, de turno o de la Corporación de Asistencia Judicial.


La defensa se realiza mediante excepciones de previo y especial pronunciamiento y la contestación
de la acusación.

La fase de prueba es eventual por lo señalado anteriormente en orden a que todas las diligencias de
investigación del sumario son plenamente válidas en el plenario sin necesidad alguna de
ratificación, de forma tal que la sentencia puede fundarse sólo en esas diligencias. Además, sólo se
abre término probatorio si las partes hubieren ofrecido prueba en sus escritos respectivos en la
etapa de discusión. Si nada se ofrece, no hay período probatorio.

El plenario tiene, al menos teóricamente, algunas partes del sistema acusatorio, ya que es público, se
aplica el principio dispositivo y orden consecutivo legal. Sin embargo, mantiene los principios de
escrituración y mediación.

En la etapa de sentencia existe la posibilidad de que el juez dicte medidas para mejor resolver, que
corresponden esencialmente a nuevas diligencias probatorias para aclarar los hechos o suplir las
omisiones. La sentencia no tiene un plazo determinado para ser dictada, para condenar la prueba se
aprecia conforme a las valoración que hace la ley (certeza legal condenatoria) o el sistema de la sana
crítica para absolver (certeza judicial absolutoria).

 El sistema procesal del Código Procesal Penal corresponde a uno de carácter acusatorio y
una clara separación de las funciones de investigación, acusación, defensa y juzgamiento .

El Ministerio Público, organismo administrativo y con autonomía constitucional, es el encargado de


desarrollar y promover la investigación penal respecto de los delitos de que tiene conocimiento, en
su labor puede delegar la misma o parte en las policías. No puede el Ministerio Público realizar
actuaciones que importen restricción o privación de derechos fundamentales del imputado o
terceros, debiendo solicitarlas a Juzgado de Garantía autorización previa para ello (orden de
detención, entrada y registro, interceptación comunicaciones, prisión preventiva, medidas
cautelares, etc.).

La investigación es, en general, desformalizada, no posee plazo para su desarrollo, salvo que este
formalizada la investigación, se debe mantener registro escrito de las actuaciones de investigación y
a ellas tiene acceso el imputado, salvo que sea declarada secreta por cierto tiempo. Los cargos, en
caso de formularse, se deben informar al imputado, lo cual se hace en audiencia pública y se
denomina formalización.

El imputado puede ser defendido desde la primera actuación en su contra. Puede proponer al fiscal
diligencias de investigación y existe un sistema de reclamo en caso que el fiscal no las conceda o no
se pronuncie sobre la petición.
La acusación también es de cargo del Ministerio Público y su presentación da a lugar a la etapa
intermedia (audiencia preparación juicio oral) en que se determinan los medios de prueba que se
usaran por las partes en el juicio, abriendo una etapa de discusión sobre los medios de prueba, su
procedencia, la forma en que se obtuvieron y, en casos determinados, se pueden excluir por el juez
de garantía. Puede existir acusación particular (querellante) pero sólo si el Ministerio Público ha
formalizado la investigación. Rigen los principios de publicidad, inmediación, concentración y
oralidad en todas las audiencias que se realicen ante un tribunal de justicia sea de garantía u oral en
lo penal.

El juicio oral las partes se encuentran en pleno pie de igualdad, debiendo rendirse toda la prueba
ofrecida ante el tribunal, de forma tal que la prueba de la etapa de investigación no tiene valor en el
juicio. Los tribunales no pueden dar origen a una investigación, ni dirigirla, incluso no pueden
ordenar al Ministerio Público las diligencias de investigación que debe realizar (salvo en un caso
concreto).

En el procedimiento ordinario intervienen dos jueces, el de garantía, que conoce de la etapa de


investigación e intermedia, hasta que se dicta el auto de apertura de juicio oral y el tribunal oral en
lo penal que conoce del juicio mismo integrado por 3 jueces.

El procedimiento ordinario se estructura en base a 3 etapas:


1.- La investigación;
2.- La etapa intermedia o de preparación de juicio oral, y
3.- El juicio oral.

La investigación a cargo del Ministerio Público se distinguen 2 etapas:


i.- La investigación desformalizada, y
ii.- La investigación formalizada.

La investigación se realiza por un organismo administrativo, con autonomía constitucional que no


forma parte de ninguno de los poderes del Estado, se inicia con la denuncia, querella o de oficio y es
de carácter informal, dando a lugar a la recopilación de una serie de antecedentes que, por regla
general, son de conocimiento del imputado y que estrictamente carecen de valor probatorio. Esta
etapa (desformalizada) no suspende el plazo de prescripción, no posee un plazo determinado y no
es posible decretar medidas que priven de libertad al imputado.

Toda actuación que se realice en esta etapa y que afecte derechos fundamentales o garantías del
imputado o de un tercero requieren autorización judicial previa. El imputado afectado por esta
investigación puede solicitar el juez de garantía que ordene al fiscal que le informe respecto de los
hechos investigados y/o le fije un plazo para formalizar.

La formalización de la investigación, que es un acto por el cual el fiscal comunica al imputado, frente
al juez de garantía, que esta siendo investigado y le informa concretamente el hecho que
configuraría del delito y la participación, abre la etapa de investigación formalizada que tiene un
máximo de 2 años, sin perjuicio que el juez de garantía fije uno menor.

A partir de la formalización existe la posibilidad de solicitar medidas cautelares personales que


afecten la libertad personal y medidas cautelares reales destinadas a asegurar bienes. Desde la
formalización se desarrollan una serie de audiencias ante el juez de garantía las cuales son públicas,
concentradas, continuas y basadas en la bilateralidad, rigiendo en ellas plenamente el principio de
contradicción y algunas de las cuales requieren la presencia del imputado para su realización.
La etapa intermedia se abre cuando el fiscal comunica su decisión de cerrar investigación y existe un
imputado formalizado, en tal caso, existiendo antecedentes para estimar que el delito existe y que
en el mismo le cabe participación al imputado la fiscalía debe presentar por escrito una acusación
donde señala los hechos, la participación, propone una pena y singulariza todos los medios de
prueba que va a utilizar. También, en caso de existir querellante, este puede acusar o adherir a la
acusación y demandar civilmente al imputado.

La audiencia de preparación de juicio oral se realiza ante el juez de garantía y tiene por finalidad
determinar la Litis penal y civil, determinar la prueba que las partes presentaran en el juicio,
resolver determinadas excepciones que puede presentar el acusado, convenir salidas alternativas y
acordar convenciones probatorias. En esta audiencia es posible excluir prueba de las partes sea por
impertinencia, sobreabundancia o ilicitud de la misma.

Dictado el auto de apertura de juicio oral se inicia la etapa de juicio propiamente tal, la cual tiene
lugar ante otro tribunal que no conoce de los hechos y que es el tribunal del juicio oral en lo penal.
El juicio oral se rige nuevamente por los principios de bilateralidad, inmediación, concentración,
contradictorio, oralidad, pasividad del tribuna. Durante todo el juicio las partes están en una
situación de plena igualdad y el tribunal debe lograr su convicción solo con los medios de prueba
aportados por las partes, existiendo libertad probatoria. El tribunal, para apreciar la prueba lo hace
con libertad (régimen de sana crítica) y para condenar debe lograr la convicción más allá de toda
duda razonable.

La sentencia del TOP, sea condenatoria o absolutoria, no es apelable y sólo susceptible de un recurso
de nulidad.
JUZGADOS DE GARANTÍA Y TRIBUNALES ORALES EN LO PENAL.-
 Derecho Procesal Orgánico.

Sujetos procesales e Intervinientes.

El Código Procesal Penal regula en su Título IV del Libro I, a los sujetos procesales, los que
corresponden a: el tribunal, el Ministerio Público, la Policía, el Imputado, el Defensor, la Víctima y el
Querellante (Título IV, Libro I, CPP). Los profesores Maturana y Montero, definen a los sujetos
procesales como “todos aquellos que tienen derecho a participar en relación a la persecución penal,
sin que se vincule ello con la pertenencia de la pretensión punitiva”.

Sujeto procesal es distinto que interviniente, dado que estos son aquellos que la ley le reconoce el
derecho a intervenir dentro del proceso penal desde que se realiza cualquier actuación procesal o
desde el momento en que la ley les permite ejercer facultades determinadas por encontrarse
relacionadas activa o pasivamente con el hecho punible.

El art. 12 CPP, establece que son intervinientes en el procedimiento, el fiscal, el imputado, el


defensor, la víctima y el querellante, desde que realizan cualquier actuación procesal o desde el
momento en que la ley les permite ejercer facultades determinadas. De esta forma, los
intervinientes son aquellas personas con facultades de actuación en el procedimiento, aún cuando
no tienen la calidad de parte, como ocurre con la víctima mientras no presente querella.

El interviniente posee el derecho a intervenir en el proceso penal, sea debido a que ha realizado una
actuación dentro del proceso para hacerse parte en el mismo, como el querellante, o debido a que el
legislador le reconoce determinados derechos para actuar debido a la relación que mantiene con el
hecho punible como ocurre con la víctima, el imputado y el defensor.
El concepto de parte no es muy aceptado en razón a la presencia del Ministerio Público que no actúa
en la protección de intereses particulares, sino por la sociedad en general, actuando bajo un criterio
objetivo y de velar por la correcta aplicación de la ley.

Sin embargo, utilizando este concepto de parte se pude aclarar la diferencia entre sujetos procesales
e intervinientes. No son partes el tribunal, ni tampoco lo será la policía. Si son partes, el Ministerio
Público, el imputado, el defensor y el querellante. La víctima, en principio no debería ser parte, pero
se le reconocen una serie de derecho para participar en el proceso que puede ejercer (art. 6, 78, 109,
111) de forma tal que efectivamente se le puede considerar como parte.

JUZGADOS DE GARANTÍA.

Conforme los arts. 14 a 16 COT, es posible definir a estos como tribunales ordinarios, de carácter
unipersonal en cuando a su funcionamiento y colegiados en su composición, de carácter letrados, de
derecho y permanentes, que ejercen su competencia sobre una comuna o agrupación de comunas y
que conocen en única o primera instancia de los asuntos penales que la ley les encomienda. Su
superior jerárquico es la respectiva Corte de Apelaciones.

Así sus características son: ser tribunales ordinarios de justicia; ejercen sus función jurisdiccional de
forma unipersonal ya que resuelven de esa forma los asuntos sometidos a su conocimiento; son
tribunales letrados ya que el cargo de juez requiere contar con el título de abogado; son
permanentes toda vez que el juez permanece en el cargo mientras mantenga buen comportamiento
y no supere los 75 años de edad.
Si bien resuelven de forma unipersonal, su composición, por lo general es colegiada toda vez que
cada juzgado de garantía esta integrado por varios jueces y sólo excepcionalmente conformado por
un solo juez en aquellos lugares de menor ingreso. Su territorio jurisdiccional esta determinado por
una comuna o agrupación de comunas. Tienen competencia en única instancia para conocer los
asuntos de su competencia y, excepcionalmente, en primera instancia de algunos asuntos
determinados (procedimiento abreviado, prisión preventiva).

Conocen en primera instancia cuando dictan resoluciones que ponen termino al procedimiento,
hicieren imposible su prosecución, la suspenden por mas de treinta días y cuando la ley concede
expresamente el recurso (art. 370 CPP, art. 149, 414 CPP ). En los demás casos son de única
instancia. La competencia de los Juzgados de Garantía es en relación a todas las materias que
contempla el CPP, con excepción a las que se entregan a los TOP.

En relación al territorio, la competencia es respecto de los delitos que se competen en la comuna o


agrupación de comunas que constituye su territorio jurisdiccional.

En relación a la materia, a los jueces de garantía les corresponde:


a. Asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso penal, de acuerdo a la
ley procesal penal. Esta es la principal misión del juez de garantía en relación al imputado, la
víctima y los testigos (arts. 6, 9 y 70 CPP)
b. Dirigir personalmente las audiencias que procedan, de conformidad a la ley procesal penal. Son
múltiples las audiencias siendo las principales la de formalización de la investigación (art. 132
CPP); de prisión preventiva y otras cautelares personales (arts. 142, 144 y 155 CPP); cautela de
garantías (art. 10 CPP), preparación de juicio oral (art. 260 CPP), etc.
c. Dictar sentencia, cuando corresponda, en el procedimiento abreviado que contemple la ley
procesal penal. El procedimiento abreviado esta regulado en los arts. 406 a 415 CPP
d. Conocer y fallar las faltas penales de conformidad con el procedimiento contenido en la ley
procesal penal. Las faltas se conocen y fallan de acuerdo al procedimiento simplificado regulado
en los arts. 388 a 399 CPP y, especialmente, por vía del procedimiento monitorio.
e. Conocer y fallar, conforme a los procedimientos regulados en el Título I del Libro IV del Código
Procesal Penal, las faltas e infracciones contempladas en la Ley de Alcoholes, cualquiera sea la
pena que ella les asigne. Estas se conocen por el procedimiento simplificado.
f. Hacer ejecutar las condenas criminales y las medidas de seguridad, y resolver las solicitudes y
reclamos relativos a dicha ejecución, de conformidad a la ley procesal penal. El procedimiento
de ejecución es contemplado en los arts. 466 a 472 y 481 a 482.
g. Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que la ley de responsabilidad penal juvenil les
encomienden, y
h. Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que este Código y la ley procesal penal les
encomienden. Por ejemplo, conocer las causas por acción privada, resolver la aplicación de
principio de oportunidad por parte de la Fiscalía, resolver la solicitud de no inicio de
investigación, etc.

Como se señaló, la regla general es que los Tribunales de Garantía estén conformados como
tribunales colegiados, compuestos por dos o mas jueces, pero que conocen y resuelven los asuntos
sometidos a su conocimiento como tribunales unipersonales. La conformación colegiada varía desde
2 jueces hasta 18 dependiendo del número de ingresos y de las comunas en relación a los cuales
ejercen su competencia.

Sin embargo, en localidades de menos ingresos existen tribunales de garantía con un solo juez, como
ocurre con Vicuña, Illapel y otras comunas del país. Junto con estos tribunales de garantía de un solo
juez, existen en algunas comunas tribunales de competencia común que también ejercen función
como jueces de garantía como ocurre en la comuna de Los Vilos, Combarbalá.
TRIBUNALES DE JUICIO ORAL EN LO PENAL.

Los Tribunales del Juicio Oral en lo Penal se encuentran establecidos en los arts. 17 a 21 del COT. Se
pueden definir como tribunales ordinarios, colegiados en cuanto a su composición y
funcionamiento, letrados, de derecho y permanentes, con competencia especial, que ejercen su
competencia sobre una agrupación de comunas y conocen en única instancia exclusivamente del
juicio oral regulado en el Código Procesal Penal.
 Su superior jerárquico es la Corte de Apelaciones respectiva.

Sus principales características son:


- Son tribunales ordinarios.
- Son colegiados en su composición y funcionamiento. El número de jueces que lo componen varía
según la comuna, desde 3 a 27, pero funcionan en salas cada una de ella constituida con 3 jueces.
Cada sala la dirige un juez presidente de sala, quien ejerce las facultades a que se refiere el art.
92 y siguientes del CPP.
- Las decisiones de estos tribunales se rigen por las reglas de los acuerdos establecidas en el COT
en lo que no este regulado especialmente por el CPP.
- Son tribunales letrados, requiriéndose para desempeñar el cargo de juez el titulo de abogado. -
Son permanentes, toda vez que se mantienen en el cargo mientras dure su buena conducta y no
superen los 75 años de edad.
- Su territorio jurisdiccional es siempre una agrupación de comunas.
- Se encuentran facultados por ley para constituirse en una comuna diversa a la que les sirve de
asiento.
- Tienen plenitud de competencia en única instancia para conocer del juicio oral por crímenes o
simples delitos, salvo que resulte aplicable el juicio abreviado que es de conocimiento de los
juzgados de garantía.
- Son de competencia especial, toda vez que sólo conocen de los asuntos penales a que se refiere
el CPP (art. 18 COT).
- Tienen como superior jerárquico la respectiva Corte de Apelaciones.

La competencia de los estos tribunales corresponde a las siguientes materias (art. 18 COT):
i. Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito, salvo aquellas relativas a simples delitos
cuyo conocimiento y fallo corresponda a un juez de garantía.

Para determinar específicamente la competencia hay que considerar lo dispuesto en el art. 14 COT
que determina la competencia de los Juzgados de Garantía. De esta forma, se puede llegar a las
siguientes reglas:

1) Un TOP no conoce de una falta en juicio oral. Sin embargo, podría suceder que conociendo de
un simple delito o un crimen, el TOP recalifique y estime que se configura una falta y ahí
existen dos posiciones jurisprudenciales: La primera estima que nunca el TOP debe conocer de
una falta, por tanto, frente a esta posibilidad absolverá por ser incompetente. La segunda estima
que el TOP, siendo un tribunal, posee plena facultad para recalificar y, en esta hipótesis, estimar
que se trata de una falta y condenar por ello.

TOP La Serena, sentencia 12/02/2015, RIT 403-2015: “…este tribunal se ve impedido de emitir a su
respecto una decisión de condena por carecer de competencia para ello conforme lo preceptúan los
artículos 14 del Código Orgánico de Tribunales y 54 de la referida Ley 20.000, disposiciones según
las cuales dicha competencia sólo corresponde a los Juzgados de Garantía y de acuerdo al
procedimiento regulado en el Título Primero del Libro Cuarto del Código Procesal Penal.
La falta de competencia denunciada no implica que el Tribunal deba o pueda abstenerse de dictar
sentencia, pues no se puede afectar la garantía del acusado a la única persecución penal, prevista en
el artículo 1° del Código Procesal Penal. Por lo tanto, la calificación jurídica que este tribunal ha
efectuado de la descripción fáctica de la acusación en cuanto se refiere al porte de ínfimas
cantidades de marihuana por parte del imputado, conducta que según los propios dichos del
acusado y también de acuerdo a la prueba rendida por la defensa, podría corresponder a su
consumo personal, exclusivo y próximo en el tiempo, únicamente puede conducir a librar sentencia
absolutoria en su favor, pues la sola circunstancia de que el Ministerio Público haya calificado tales
hechos como un delito de tráfico ilícito de pequeñas cantidades de estupefacientes, no puede
significar otorgar competencia a un ente jurisdiccional distinto al establecido por la ley para
condenar por simples faltas a la ley penal”.

C.S, sentencia de 30/05/2012, RIT 2813-2012, conociendo de un recurso de nulidad en una causa de
tráfico acoge el recurso y dicta sentencia de reemplazo resolviendo que: “4°.- El comportamiento
descrito en el motivo 2° que antecede es subsumible de lleno en el tipo que el señalado artículo 50
castiga con multa o asistencia a programas preventivos o actividades en beneficio de la comunidad”.

2) Un TOP nunca conocerá de un delito de acción penal privada, el cual se rige por las reglas del
procedimiento simplificado.
3) Un TOP puede conocer de un simple delito en juicio oral. Ello ocurrirá siempre que la pena
solicitada en la acusación supere el presidio o reclusión menor en grado mínimo, evento en
que es de competencia del Juzgado de Garantía (art. 388 CPP) o que superando esa pena se
haya sometido a las reglas del procedimiento abreviado (Art. 406 CPP) en caso de ser
procedente.
En general, el procedimiento abreviado se aplica a simples delitos y crímenes que no superen los 5
años de presidio o reclusión menor máximo o no superior a diez años de presidio o reclusión
mayores en su grado mínimo, tratándose de los ilícitos comprendidos en los párrafos 1 a 4 bis del
título IX del Libro Segundo del Código Penal (robos con violencia, intimidación, fuerza en las cosas,
hurto y abigeato) y en el artículo 456 bis A del mismo Código (receptación), con excepción de las
figuras sancionadas en los artículos 448, inciso primero, y 448 quinquies de ese cuerpo legal.

ii. Resolver, en su caso, sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a su
disposición. Al dictarse el autor de apertura de juicio oral, el Juzgado de Garantía debe
poner a disposición del TOP al acusado en prisión preventiva (art. 281 CPP), de forma tal
que hecho ello, le corresponderá al TOP resolver cualquier solicitud relativa a la prisión
preventiva. Adicionalmente, frente a la falta de presentación del imputado, el TOP puede
decretar su prisión preventiva (Arts. 33 y 127 CPP)
iii. Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral. Obviamente, el
tribunal debe resolver todos los incidentes que ocurran durante el juicio. Estos
incidentes se conocen en única instancia, toda vez que las resoluciones del TOP son
inapelables (art. 290 CPP).
iv. Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que la ley de responsabilidad penal
juvenil les encomienden. La ley N° 20.084 sobre Responsabilidad Penal Adolescente
establece un régimen penal especial y somete la tramitación de las causas penales a las
reglas generales con algunas excepciones.
v. Conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal penal y la ley que establece
disposiciones especiales sobre el Sistema de Justicia Militar les encomiende. Esta
disposición fue agregada por la Ley N° 20.477 que modifico la competencia de los
Tribunales Militares a fin de que en aquellas causas que existieran civiles imputados
pasaran a la competencia de tribunales civiles.
LOS COMITÉS DE JUECES

El funcionamiento administrativo de los JG y TOP, se encuentra regulado en los arts. 22 a 26 COT. El


órgano esencial en esta función corresponde al Comité de Jueces, el que esencialmente adopta las
decisiones conforme a las facultades que la ley le confiere.

El Comité de jueces existe:


- En los JG en que se conforman por tres o mas jueces, y
- En todos los TOP, sin importar la composición.

Composición:
En tribunales compuestos por 5 o menos jueces, el comité se conforma por todos ellos. En tribunales
compuestos por mas de 5 jueces, el comité lo conforman 5 de ellos elegidos por el tribunal cada dos
años.

Se establece un sistema de reemplazo para los jueces que integran el comité, que implica el
reemplazo provisorio o definitivo, según el caso, que esencialmente considera las votaciones
efectuadas y, en su defecto, por el mas antiguo.

Funcionamiento:
El Comité de Jueces esta encabezado por un Presidente quien durará dos años en el cargo y podrá
ser reelegido hasta por un nuevo período. Los acuerdos del comité son por mayoría absoluta de
votos y, en caso de empate, decide el voto del presidente.

Facultades del Comité:


a) Aprobar el procedimiento objetivo y general a que se refieren los artículos 15 y 17, en su caso;
b) Designar, de la terna que le presente el juez presidente, al administrador del tribunal;
c) Derogado.
d) Resolver acerca de la remoción del administrador;
e) Designar al personal del juzgado o tribunal, a propuesta en terna del administrador;
f) Conocer de la apelación que se interpusiere en contra de la resolución del administrador que
remueva al subadministrador, a los jefes de unidades o a los empleados del juzgado o tribunal;
g) Decidir el proyecto de plan presupuestario anual que le presente el juez presidente, para ser
propuesto a la Corporación Administrativa del Poder Judicial, y
h) Conocer de todas las demás materias que señale la ley.

En los JG en que se desempeñan dos jueces, las atribuciones indicadas en las letras b), c), d) y f) son
ejercidas por el Presidente de la Corte de Apelaciones Respectiva. Las atribuciones señaladas en las
letras a), e), g) y h) las ejerce quien cumple la función de Presidente.

Juez Presidente Comité: tiene como misión esencial el velar por el adecuado funcionamiento del
tribunal. Para ello la ley le otorga una serie de atribuciones

a) Presidir el comité de jueces;


b) Relacionarse con la Corporación Administrativa del Poder Judicial en todas las materias
relativas a la competencia de ésta;
c) Proponer al comité de jueces el procedimiento objetivo y general a que se refieren los
artículos 15 y 17;
d) Elaborar anualmente una cuenta de la gestión jurisdiccional del juzgado;
e) Aprobar los criterios de gestión administrativa que le proponga el administrador del
tribunal y supervisar su ejecución;
f) Aprobar la distribución del personal que le presente el administrador del tribunal;
g) Calificar al personal, teniendo a la vista la evaluación que le presente el administrador del
tribunal;
h) Presentar al comité de jueces una terna para la designación del administrador del tribunal;
i) Derogado.
j) Proponer al comité de jueces la remoción del administrador del tribunal

El desempeño de la función de juez presidente del comité de jueces del juzgado o tribunal podrá
significar una reducción proporcional de su trabajo jurisdiccional, según determine el comité de
jueces. Tratándose de los juzgados de garantía en los que se desempeñe un solo juez, éste tendrá las
atribuciones del juez presidente, con excepción de las contempladas en las letras a) y c). Las
atribuciones de las letras h) y j) las ejercerá el juez ante el Presidente de la Corte de Apelaciones
respectiva.

En aquellos juzgados de garantía conformados por dos jueces, las atribuciones del juez presidente,
con las mismas excepciones señaladas en el inciso anterior, se radicarán anualmente en uno de
ellos, empezando por el más antiguo.

 La organización administrativa del los JG y TOP, se estructura en unidades administrativas,


conforme a las siguientes funciones:

Sala,
que consistirá en la organización y asistencia a la realización de las audiencias.

Atención de público,
destinada a otorgar una adecuada atención, orientación e información al público que concurra al
juzgado o tribunal, especialmente a la víctima, al defensor y al imputado, recibir la información que
éstos entreguen y manejar la correspondencia del juzgado o tribunal.

Servicios,
que reunirá las labores de soporte técnico de la red computacional del juzgado o tribunal, de
contabilidad y de apoyo a la actividad administrativa del juzgado o tribunal, y la coordinación y
abastecimiento de todas las necesidades físicas y materiales para la realización de las audiencias.

Administración de causas,
que consistirá en desarrollar toda la labor relativa al manejo de causas y registros del proceso penal
en el juzgado o tribunal, incluidas las relativas a las notificaciones; al manejo de las fechas y salas
para las audiencias; al archivo judicial básico, al ingreso y al número de rol de las causas nuevas; a la
primera audiencia judicial de los detenidos; a la actualización diaria de la base de datos que
contenga las causas del juzgado o tribunal, y a las estadísticas básicas del juzgado o tribunal.
CORTES DE APELACIONES

Las CA. se encuentran regulados en el Título V del COT y son tribunales ordinarios, colegiados,
letrados de derecho y permanentes, que ejercen sus funciones en una región o parte de la misma y
que ejercen su competencia de segunda instancia, conociendo además en primera instancia o única
en aquellos asuntos que expresamente la ley les encomienda.

Se componen de un número variable de jueces, denominados Ministros, uno de los cuales ejerce
como Presidente y son los superiores jerárquicos de los JG y de los TOP y dependen
jerárquicamente de la CS.

La competencia en materia penal se ejerce en única, primera y segunda instancia dependiendo de la


materia respecto de la cual la ley les otorga competencia.

Única instancia (en sala):

De los recursos de nulidad en contra de las sentencias definitivas dictadas por el TOP y los JG,
cuando corresponden según la causal [art. 63 N° 1 COT, art. 373 b) y art 374 CPP].

Del procedimiento de extradición activa [art. 63 N° 1 COT y art. 431 CPP].

De las solicitudes del MP en caso de negativa de la autoridad requerida de entregar información [art.
63 N° 1 letra e) COT, art. 19 CPP].
- De los recursos de hecho.
- De la recusación contra jueces (art, 204 COT y art. 113 CPP).
- De las contiendas de competencia (art. 190 COT y 2° transitorio Ley N° 19.708).
- Otros asuntos que la ley les encomiende.

En Primera instancia:

En sala:
- Recursos de amparo [art. 63 N° 2 letra h) COT].
- Querella de capítulos (art. 425 CPP).
- De la detención de personas que gozan de fuero (art. 417 CPP)
- De los demás asuntos que la ley les encomiende.

En Pleno:
- Del procedimiento de extradición activa [art. 63 N° 1 COT y art. 431 CPP].

En Segunda Instancia:

En sala:
- Del recurso de apelación (art. 63 N° 3 COT).
- Demás que la ley le otorgue.
- Vista de la causa: en materia penal existen reglas especiales para ella, reguladas en arts. 356,
357 y 358 CPP.
CORTE SUPREMA.

La CS esta regulada en la Constitución Política y en el Título VII del COT (arts. 93 a 107), es un
tribunal ordinario, colegiado, letrado, de derecho y permanente, detentador de la superintendencia
directiva, correccional y económica de todos los tribunales del país, con las excepciones establecidas
en la Constitución.

Su competencia esencial es conocer de los recursos de casación en la forma, fondo, de nulidad en


materia penal, de unificación de jurisprudencia y tiene su sede en Santiago.

Funciona ordinariamente en 3 salas especializadas o en pleno. Funciona extraordinariamente


cuando así lo determine la misma CS, dividiéndose en 4 salas.

En materia penal tiene competencia:

En única instancia y en sala:

- Del recurso de nulidad en contra de sentencias definitivas dictadas por los JG y TOP cuando la
causal corresponde a las señaladas en las letras a) del art. 373 CPP (infracción de derechos o
garantías); si se funda en la causal de la letra b) del Art. 373 CPP siempre que existan distintas
interpretaciones por tribunales superiores; si el recurso de nulidad se interpone por diversas
causales, pero una de ellas es de conocimiento exclusivo de la CS y si se deducen varios recursos
de nulidad y uno de ellos se funda en alguna causal que es de conocimiento de la CS.
- De los recursos de revisión en materia penal (art. 98 N° 5 COT y 473 CPP).
- De las solicitudes que se formulen para declarar si concurren las circunstancias para que la
autoridad se niegue a entregar información o para oponerse a la entrada y registro de lugares
religiosos, edificios en que funcione una autoridad publica o recintos militares o policiales
fundadas en razones de seguridad nacional conforme el inciso 4° del art. 19 CPP.
- De la entrada y registro a lugares especiales, conforme art. 209 CPP.

En segunda instancia y en sala:

- La apelación de la resolución que se pronuncia sobre la querella de capítulos (art. 427 CPP)

En segunda instancia y en pleno:

- Apelaciones en causas por desafuero (art. 418 CPP).


MINISTERIO PÚBLICO.

La Ley N° 19.519 de 16/09/1997 modificó la Constitución Política de la República agregando el


Capítulo VI-A, actuales arts. 83 a 91, incorporando a la institucionalidad chilena al Ministerio
Público y su regulación orgánica se encuentra en la Ley N° 19.640, Orgánica Constitucional del
Ministerio Público, definiéndose el mismo en su art. 1° como:

Un organismo autónomo y jerarquizado, cuya función es dirigir en forma exclusiva la investigación


de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible y los que acrediten
la inocencia del imputado y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista por la
ley. De igual manera, le corresponderá la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a los
testigos.

Los profesores Maturana y Montero, lo definen como: “Un organismo autónomo y jerarquizado, a
quien le corresponde dirigir la investigación de los hechos constitutivos de delito y de los que
determinan la participación punible o la inocencia del imputado en ellos; ejercer la acción penal
pública en la forma prevista por la ley; adoptar las medidas para proteger a las víctimas y a los
testigos; e impartir órdenes directas a las Fuerzas de Orden y Seguridad durante la investigación, sin
autorización judicial previa, siempre que con ellas no se prive, restrinja o perturbe al imputado o a
terceros del ejercicio de los derechos asegurados por la Constitución (art. 83 CPR, 1°, 2°, y 4° LOC
MP)”.

Las características esenciales del Ministerio Público son:


- Es un organismo público.
- Su regulación es mediante Ley Orgánica Constitucional.
- Goza de autonomía constitucional.
- Es responsable. Sus fiscales y funcionarios son responsables.
- Es un organismo jerarquizado.
- Tiene presencial nacional y con división administrativa en regiones.
- Existencia gradual en las diversas regiones del país.
- Sólo posee atribuciones para conocer hechos delictivos posteriores a entrada en vigencia del
sistema procesal penal conforme su ley orgánica.
- Naturaleza administrativa de sus funciones.

 Es un Organismo Público: El MP es un organismo de naturaleza pública y de carácter


constitucional. Como órgano del Estado carece de personalidad jurídica y patrimonio propio,
actuando por medio de la del Fisco, posee una existencia que nace directamente de la
Constitución y sólo puede ejercer las atribuciones previstas en ella y en su respectiva Ley
Orgánica Constitucional, sin ejercer nunca facultades jurisdiccionales.

 Regulación por LOC: Los elementos esenciales del MP están establecidos en la Constitución
Política, pero la regulación específica, orgánica y funcional, se contiene en la Ley N° 19.640, la
cual determina:

- Su organización interna y atribuciones;


- El grado de autonomía, independencia y responsabilidad de sus fiscales en la dirección de la
investigación y en el ejercicio de la acción penal pública;
- Los requisitos y calidades que deben cumplir y tener los fiscales para su nombramiento;
- Le otorga al Fiscal Nacional la superintendencia directiva, correccional y económica de los
miembros de la institución;
- Le entrega a los Fiscales Regionales directamente el ejercicio de todas las atribuciones y
funciones del MP en la región o en la correspondiente sección territorial que le corresponde;
- Establece el régimen de responsabilidad de los fiscales, quienes están sujetos a responsabilidad
disciplinaria, civil y penal;
- Establece la regulación estatutaria de los funcionarios del MP;
- Regula el sistema de ascenso y promoción interna;
- Determina competencias que les corresponden a las autoridades internas, Fiscal Nacional y
Fiscales Regionales, regulando la relación entre estos últimos y los fiscales adjuntos.
- Establece las etapas en que el sistema penal entró en vigencia en el país.

 Autonomía del MP: El art. 83 CPRC al definir al MP, establece expresamente que se trata de
un organismo autónomo. Ello importa que no forma parte de la estructura del Poder Judicial,
no del Poder Ejecutivo o Legislativo, tratándose de un organismo público que se gobierna
por si mismo.

La independencia y autonomía del MP, como su ubicación institucional resulta ser un tema
relevante, que se relacionada directamente con el ejercicio de las atribuciones y funciones que se le
encomiendan, existiendo diversas posibilidades en ello.

Así, existe MP ubicado al interior del Poder Ejecutivo, como es el caso del sistema alemán, el sistema
español, de E.E.U.U. y algunos países de Latinoamérica. La principal crítica que se realiza dice
relación con la autonomía para investigar delitos de funcionarios públicos.

 MP al interior del Poder Judicial: en general se presenta en sistemas mixtos o inquisitivos


reformados, donde la realización de la investigación queda en órganos de naturaleza
jurisdiccional como son los jueces de instrucción. Se le critica en razón de no corresponder a
un sistema acusatorio, toda vez que violenta condiciones objetivas de imparcialidad,
desdibujando la naturaleza adversarial y contradictorio del proceso penal. En este sistema el
MP es un órgano colaborador de la jurisdicción que debe ceñir sus actuaciones a los
principios de legalidad, imparcialidad y objetividad, con pleno respeto a las garantías del
debido proceso.

 MP dependiente del Poder Legislativo: Una ventaja de este modelo es su innegable


legitimidad en un sistema democrático; por otro lado, puede desarrollar un programa de
persecución penal permeable a los intereses ciudadanos en esta materia. Como desventaja,
se señala fundamentalmente la falta de homogeneidad política para la formulación de
criterios unitarios y coherentes de persecución penal pública y el sometimiento indeseable
del ministerio público a los avatares de la lucha política en el Parlamento. Tampoco resulta
un forma óptima, no sólo por la necesidad de mantener la independencia, sino además que
este tipo de dependencia se vincula mas bien al ombudsman que parece vinculada a países
nórdicos.

En nuestro sistema se optó por dotar al MP de autonomía e independencia, de forma tal que no
forma parte de ninguno de los otros poderes del Estado. Tal circunstancia no significa que no se
trata de un órgano que carece de controles, encontrándose sujeto a varios conforme se examina.

Dada la importancia y autonomía, en el nombramiento del Fiscal Nacional participan los tres
poderes del Estado, como también para su remoción de los fiscales regionales

Controles del MP:


- Control Político: en su nombramiento (art. 85 CPRC y 15 LOC MP); aprobación de presupuesto
(art. 90 LOC MP); obligación de rendir cuenta anual de las actividades (art. 21 LOC MP); por
medio del Plan Institucional Anual (art. 90 LOC MP) y la remoción del FN y FR que se puede
iniciar por requerimiento del Presidente de la República o de a lo menos 10 Diputados y por el
FN tratándose de los Fiscales Regionales (no se trata de juicio político).

- Control Procesal y Jurisdiccional: existen diversos controles de carácter procesal en el curso del
proceso. Por un lado, en el ejercicio de la acción penal pública el MP no mantiene el monopolio,
pudiendo ejercerla también la víctima (art. 83 CPRCH, arts. 6°, 53, 111 y 258 CPP quien, de esta
forma, se levanta como un control externo de la actuación. Uno de los principales controles dice
relación con la necesidad de autorización judicial previa en caso que se requieran efectuar
actuaciones que prive, restrinja o perturbe derechos fundamentales del imputado o de un
tercero (art. 83 CPRCH, art. 4° LOC MP, art. 9 CPP y art. 14 inciso 2° COT). Necesidad de obtener
pronunciamiento jurisdiccional para ejercer diversas facultades: aplicar principio de
oportunidad (excepción al principio de obligatoriedad de la acción penal) (art. 170 CPP); para
no iniciar investigación (art. 168 CPP); para acordar una suspensión condicional del
procedimiento (art. 237 CPP); para dar curso a procedimiento abreviado (art. 256 CPP); para
sobreseer en forma definitiva la investigación (art. 250 CPP), etc. Facultad de víctima de
oponerse al archivo provisional y a la facultad de no inicio (art. 169 CPP); facultad de víctima de
impugnar sobreseimiento temporal o definitivo o resolución que pone termino juicio (art. 109
CPP). Facultad del juez de garantía de excluir prueba de la fiscalía obtenida con inobservancia de
garantías constitucionales (prueba ilícita). Por su parte, tanto los JG como los TOP poseen
facultades disciplinarias respecto del Fiscal, como también con los otros intervinientes (arts.
284, 287, 293 y 294 CPP).

- Control disciplinario y administrativo: siendo el MP un organismo público jerarquizado, existe al


interior del mismo responsabilidad por infracción de deberes funcionarios y, por tanto, sus
fiscales y funcionarios se encuentran efectos a responsabilidad disciplinaria, la cual se puede
hacer efectiva de oficio o a requerimiento del afectado. Así, los arts. 7°, 11, 45 a 53 LOC MP
regula tal responsabilidad. El art. 7° dispone: “Las autoridades y jefaturas, dentro del ámbito de
su competencia administrativa y en los niveles que corresponda, ejercerán un control jerárquico
permanente del funcionamiento de las unidades y de la actuación de los funcionarios de su
dependencia.

“Este control se extenderá tanto a la eficiencia y eficacia en el cumplimiento de los fines y objetivos
establecidos, como a la legalidad y oportunidad de las actuaciones”.

Artículo 11.- “El personal del Ministerio Público estará sujeto a responsabilidad administrativa, sin
perjuicio de la responsabilidad civil y penal que pudiere afectarle”. Por su parte, el art. 45: “Los
fiscales del Ministerio Público tendrán responsabilidad civil, disciplinaria y penal por los actos
realizados en el ejercicio de sus funciones, de conformidad a la ley”.

De esta forma, tanto fiscales como funcionaros se encuentran sujetos a un régimen de


responsabilidad administrativa por la infracción a sus deberes funcionarios, con un régimen de
sanciones que va desde la amonestación y hasta la remoción del cargo. Ello además de un sistema de
evaluación anual de desempeño.

- Control ciudadano: determinado esencialmente por vía de las cuentas públicas de gestión que
debe realizar el Fiscal Nacional y los Fiscales Regionales (arts. 21 y 36 LOC MP); en la obligación
de desarrollar, publicitar y cumplir con el Plan Institucional Anual y dar cuenta del mismo (art.
91 LOC MP); los fiscales y funcionarios del ministerio público el principio de transparencia de la
función pública y sus actuaciones, con algunas limitaciones (art. 8 LOCMP). El objetivo es
permitir y promover el conocimiento de los procedimientos contenidos y fundamentos de las
decisiones que se adopten y, en consecuencia, se establece el deber de adoptar las medidas
administrativas para garantizar el adecuado acceso a los fiscales por parte de cualquier
interesado. Las limitaciones a la publicidad de los actos administrativos del ministerio público y
de los antecedentes que le sirven de sustento se basan, en general, en el secreto o reserva legal,
el entorpecimiento de la función, la afectación de intereses de terceros, de la nación o la
seguridad nacional.

- Responsabilidad Civil y Penal: conforme a las normas examinadas, adicionalmente los fiscales
tienen responsabilidad penal por los delitos que puedan cometer en el ejercicio de sus
funciones, obviamente además de los comunes en que pudieren incurrir.

Conforme lo dispone el art. 5° LOC “El Estado será responsable por las conductas injustificadamente
erróneas o arbitrarias del Ministerio Público”. Lo cual es no obstante “la responsabilidad que
pudiese afectar al fiscal o funcionario que produjo el daño, y, cuando haya mediado culpa grave o
dolo de su parte” y al derecho del Estado para repetir en su contra.

- Jerarquización: Como se ha señalado, el MP es un organismos jerarquizado. Conforme al art. 12


de la LOC MP, éste se organiza en una Fiscalía Nacional y en Fiscalías Regionales (18). Las
fiscalías regionales organizan su trabajo por medio de Fiscalías Locales, que son unidades
operativas (art. 38 CPRCH). De esta forma, se trata de una estructura piramidal en cuya cabeza
esta el Fiscal Nacional y en la base los fiscales adjuntos, encontrándose en medio de ambos los
Fiscales Regionales. El Fiscal Nacional es el jefe de servicio y posee facultades directivas,
correccionales y económicas conforme lo establece el art. 91 CPRCH. Los fiscales adjuntos, en los
casos que tengan a su cargo, dirigirán la investigación y ejercerán la acción penal pública con el
grado de independencia, autonomía y responsabilidad que establece esta ley (art. 2° LOC MP).

Si bien los fiscales adjuntos gozan de tal autonomía, están obligados a obedecer las instrucciones
particulares que el Fiscal Regional les dirija con respecto a un caso que les hubiere sido asignado, a
menos que estimen que tales instrucciones son manifiestamente arbitrarias o que atentan contra la
ley o la ética profesional (autonomía relativa). De concurrir alguna de estas circunstancias, podrán
representar las instrucciones (art. 44-2° LOC MP). El Fiscal Nacional no puede dar instrucciones
particulares que incidan en una investigación penal concreta y sólo esta facultado para impartir
generales y criterios de actuación (art. 17 a) LOC MP), las que son obligatorias para los Fiscales
Regionales y Adjuntos. (arts. 35 y 44 LOC MP).

La organización interna del MP esta determinada en la misma LOC, distinguiendo si se esta frente a
la Fiscalía Nacional, art. 20 y 22 LOC MP, la que se compone por Divisiones y Unidades
Especializadas; una Fiscalía Regional, art. 34 LOC MP, compuesta esencialmente por Unidades o las
Fiscalías Locales que son unidades operativas de las Fiscalías Regionales las que cuentan con los
fiscales adjuntos, profesionales y personal de apoyo, así como con los medios materiales que
respectivamente determine el Fiscal Nacional, a propuesta del Fiscal Regional dentro de cuyo
territorio se encuentre la fiscalía local, cada fiscalía local estará integrada por uno o más fiscales
adjuntos, si la fiscalía local cuenta con dos o más fiscales adjuntos, el fiscal regional asignará a uno
de ellos el desempeño de labores de jefatura, las que realizará, con la denominación de fiscal adjunto
jefe, mientras cuente con la confianza de dicho fiscal regional (art. 38 LOC MP).

La Fiscalía Nacional, adicionalmente, cuenta con un órgano asesor compuesto por todos los fiscales
regionales y que se le denomina Consejo, el que debe reunirse en forma ordinaria al menos 4 veces
por año y cumple funciones de asesoramiento y colaboración, debiendo actuar en diversas
situaciones (art. 12 LOC MP).

- Presencia Nacional con división administrativa en regiones. Siendo un organismo que debe
funcionar a nivel nacional, la LOC contempla como segundo nivel jerárquico a los Fiscales
Regionales, existiendo uno en cada una de las regiones del país, con excepción de la Región
Metropolitana de Santiago, en la que existirán cuatro fiscales regionales (art. 86m CPRCH y 28
LOC MP). A los fiscales regionales corresponde el ejercicio de las funciones y atribuciones del
Ministerio Público en la región o en la extensión geográfica de la región que corresponda a la
fiscalía regional a su cargo, por sí o por medio de los fiscales adjuntos que se encuentren bajo su
dependencia (art. 27 LOC MP). Cada Fiscalía Regional tendrá su sede en la capital de región
respectiva.

- Existencia gradual: El MP sólo pudo comenzar a ejercer sus facultades y funciones una vez que
entro en vigencia su LOC, la cual estableció un sistema gradual de funcionamiento en su art. 4°
transitorio, al disponer que: Las normas que autorizan al Ministerio Público para ejercer la
acción penal pública, dirigir la investigación y proteger a las víctimas y los testigos, entrarán en
vigencia con la gradualidad que se indica a continuación:

o IV y IX Regiones 16 de diciembre de 2000.


o II, III y VII Regiones 16 de octubre de 2001.
o I, XI y XII Regiones 16 de diciembre de 2002.
o V, VI, VIII y X Regiones 16 de diciembre de 2003.
o Región Metropolitana 16 de junio de 2005.

- Atribuciones para conocer hechos delictivos posteriores a entrada en vigencia: El MP sólo puede
ejercer sus facultades y atribuciones en relación a hechos ocurridos con posterioridad a la
entrada en vigencia de su LOC y conforme a la gradualidad fijada por ella. Esto significa que los
hechos ocurridos con anterioridad quedan sujetos al sistema procesal contenido en el Código de
Procedimiento Penal (art. 8 transitorio de la CPRCH).

- Naturaleza administrativa de sus funciones: Conforme lo establece expresamente el art. 83


CPRCH el Ministerio Público en caso alguno puede ejercer funciones jurisdiccionales, de forma
tal que esencialmente, corresponde a un órgano que realiza funciones de naturaleza
administrativa.

FUNCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO.

Conforme se desprende del art. 83 CPRCH y del art. 1° de la LOC MP, las funciones son:
- Dirigir en forma exclusiva la investigación de los delitos, los que determinen la participación
punible y los que acrediten la inocencia del imputado;
- Ejercer, en su caso, la acción penal pública, y
- Dar protección a víctimas y testigos.

DIRIGIR EN FORMA EXCLUSIVA LA INVESTIGACIÓN:

Se le otorga al MP la facultad exclusiva de investigar los hechos constitutivos de delito, lo cual puede
hacerlo directamente por intermedio de sus fiscales o por medio de la policía impartiendo
instrucciones a ésta. En el fondo, le corresponde tener a cargo la dirección de la investigación de los
delitos, cuya ejecución material corresponderá regularmente a la policía. Siendo la Policía de
Investigaciones y Carabineros de Chile, entre otros, los organismos auxiliares del ministerio público
en esta función y se encuentran subordinados funcionalmente al mismo en las tareas de
investigación debiendo cumplir las órdenes directas que aquél les imparta sin poder calificar su
fundamento, oportunidad, justicia o legalidad, salvo requerir la exhibición de la autorización judicial
previa cuando se trate de actuaciones que afecten derechos asegurados por la Constitución (art. 79,
80 CPRCH).
DIRIGIR EN FORMA EXCLUSIVA LA INVESTIGACIÓN:

Conforme se examinó, la atribución de dirigir exclusivamente la investigación importa, además, una


obligación en base al principio de obligatoriedad de la acción.

Así, el Tribunal Constitucional ha señalado que: “le otorga el poder de dirigir la investigación, que el
Ministerio Público debe ejercer. En segundo lugar, lleva implícito el deber de hacerlo, como se
desprende del vocablo señalado y del mandato contemplado en el artículo 6° de la Carta
Fundamental”.

Esta labor, de dirigir la investigación puede realizarse por los propios fiscales, quienes pueden
desarrollar personalmente diligencias de investigación o, como ocurre normalmente, por medio de
las policías quienes realizaran materialmente las acciones respectivas.

Por ello, el art. 79 CPP, establece: “Función de la policía en el procedimiento penal. La Policía de
Investigaciones de Chile será auxiliar del ministerio público en las tareas de investigación y deberá
llevar a cabo las diligencias necesarias para cumplir los fines previstos en este Código, en especial en
los artículos 180181 y 187, de conformidad a las instrucciones que le dirigieren los fiscales”. Por su
parte, el inciso segundo dispone que: “Carabineros de Chile, en el mismo carácter de auxiliar del
ministerio público, deberá desempeñar las funciones previstas en el inciso precedente cuando el
fiscal a cargo del caso así lo dispusiere”. Finalmente, tratándose de hechos cometidos al interior de
recintos penitenciarios, la labor de investigación el ministerio público puede disponer que su
investigación la realice Gendarmería de Chile.

El art. 80 CPP, complementando, dispone: “Dirección del ministerio público. Los funcionarios
señalados en el artículo anterior que, en cada caso, cumplieren funciones previstas en este Código,
ejecutarán sus tareas bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales y de acuerdo a las
instrucciones que éstos les impartieren para los efectos de la investigación, sin perjuicio de su
dependencia de las autoridades de la institución a la que pertenecieren”.

De esta forma, el MP puede impartir órdenes directas a las policías, quienes realizarán
materialmente la investigación de los delitos y se encuentran obligados a cumplir tales
instrucciones conforme lo dispone el art. 83 inciso 3° CPRCH, “el Ministerio Público podrá impartir
órdenes directas a las Fuerzas de Orden y Seguridad durante la investigación. Sin embargo, las
actuaciones que priven al imputado o a terceros del ejercicio de los derechos que esta Constitución
asegura, o lo restrinjan o perturben, requerirán de aprobación judicial previa. La autoridad
requerida deberá cumplir sin más trámite dichas órdenes y no podrá calificar su fundamento,
oportunidad, justicia o legalidad, salvo requerir la exhibición de la autorización judicial previa, en su
caso”.

La única posibilidad de no dar cumplimiento a las órdenes impartidas por el fiscal por parte de la
policía se da en relación a la necesidad de afectar derechos del imputado o de terceros y que se
requiera una orden judicial previa o de imposibilidad material de cumplimiento, sin que la policía
pueda cuestionar la conveniencia y oportunidad de las mismas. (art. 80 inciso final).

El art. 82 CPP, se refiere a la imposibilidad de cumplimiento. El funcionario de la policía que, por


cualquier causa, se encontrare impedido de cumplir una orden que hubiere recibido del ministerio
público o de la autoridad judicial, pondrá inmediatamente esta circunstancia en conocimiento de
quien la hubiere emitido y de su superior jerárquico en la institución a que perteneciere. El fiscal o
el juez que hubiere emitido la orden podrá sugerir o disponer las modificaciones que estimare
convenientes para su debido cumplimiento, o reiterar la orden, si en su concepto no existiere
imposibilidad.
Considerando que la actividad de investigación del fiscal importa una afectación al imputado y/o a
terceros y que la misma se encuentra sujeta a la garantía de un procedimiento e investigación
racional y justa, la labor de la fiscalía se encuentra sujeta a una serie de principios que la modelan y
regulan su actividad:

A.- Principio de oficialidad;


B.- Principio de legalidad;
C.- Principio de objetividad;
D.- Principio de eficiencia;
E.- Principio de probidad;
F.- Principio de transparencia, y
G.- Principio de responsabilidad.

Principio de oficialidad: Siendo el Estado quien tiene la atribución exclusiva del ejercicio del ius
puniendi sin necesidad de requerimiento de la víctima, el Fiscal se encuentra en el deber de realizar
por si o por intermedio de la policía todas las diligencias de investigación que estime conducentes al
esclarecimiento de los hechos, incluso en ausencia o contra la voluntad de la víctima.

Artículo 180.- Investigación de los fiscales. Los fiscales dirigirán la investigación y podrán realizar
por sí mismos o encomendar a la policía todas las diligencias de investigación que consideraren
conducentes al esclarecimiento de los hechos.

Conforme a la misma disposición (inciso 2°), sin perjuicio de la aplicación de criterios de


selectividad de casos, el fiscal “dentro de las veinticuatro horas siguientes a que tomare
conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere caracteres de delito de acción penal
pública por alguno de los medios previstos en la ley, el fiscal deberá proceder a la práctica de todas
aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación del mismo, de las
circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los partícipes del hecho y de las
circunstancias que sirvieren para verificar su responsabilidad. Asimismo, deberá impedir que el
hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores”.

De esta forma, no se requiere intervención o requerimiento de parte afectada, víctima, denunciante


o querellante, debiendo siempre el MP actuar de oficio en la investigación de delitos de acción
pública y disponer todas las diligencias necesarias para el esclarecimiento de los hechos.

Las únicas limitantes a la actuación de oficio dice relación a los delitos de previa instancia particular
que requieren denuncia previa de la víctima y aquellos que requieren condiciones de
procesabilidad determinadas como ocurre con delitos aduaneros o tributarios.

Lo mismos ocurre en los delitos de acción privada (art. 55 CPP) no resulta procedente la actuación
del oficio del MP, donde justamente no se encuentra facultado a intervenir.

Principio de legalidad: Promovida la intervención del Ministerio Público la persecución penal no


puede cesar, interrumpirse o suspenderse, de forma tal que la investigación debe desarrollarse
hasta su fin y si luego de ella subsiste una sospecha vehemente de la existencia del delito y la
participación se debe formular la respectiva acusación. La excepción a este principio es el principio
de oportunidad regulado en el art. 166 CPP y otras formas de salidas alternativas como la
suspensión condicional y los acuerdos reparatorios.

Principio de objetividad: Conforme el art. 3° LOC MP: “En el ejercicio de su función, los fiscales del
Ministerio Público adecuarán sus actos a un criterio objetivo, velando únicamente por la correcta
aplicación de la ley. De acuerdo con ese criterio, deberán investigar con igual celo no sólo los hechos
y circunstancias que funden o agraven la responsabilidad del imputado, sino también los que le
eximan de ella, la extingan o la atenúen”.

Por su parte el art. 77 CPP dispone, al referirse a la labor de investigación de los fiscales, que estos:
“…dirigirán la actuación de la policía, con estricta sujeción al principio de objetividad consagrado en
la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público”.

En términos simples, el principio de objetividad importa que el MP debe investigar de igual forma
tanto aquellos antecedentes que determinan el hecho punible y la participación, como aquellos que
importan la exención de responsabilidad del imputado, como las que la extingan o atenúan. En
términos del sistema inquisitivo equivale a la imparcialidad que debía tener el juez del crimen.

El principio se encuentra en estrecha relación con la presunción de inocencia y para velar por su
cumplimiento la LOC MP establece causales de inhabilitación del fiscal para impedir que éste pueda
dirigir la investigación o ejercer la acción penal (art. 54 y ss.).

Diversos autores han sostenido la necesidad de establecer límites al principio de objetivad, por un
lado considerando que el principio de eficiencia del MP importa la necesidad de desarrollar la
misma con máxima celeridad a fin de no superar los dos años, lo que importa una voluntad
legislativa a centra la investigación en lo estrictamente necesario para recopilar aquellos
antecedentes que justifiquen la existencia de un juicio oral.

Adicionalmente, el establecer un límite se vincula a la responsabilidad del fiscal y del Estado en caso
que el proceso penal lleve a una investigación injustificadamente errónea o arbitraria conforme lo
dispone el art. 5° LOC. Debiéndose contemplar el caso de negligencia para hacer efectiva la
responsabilidad y no sólo los actos dolosos del fiscal.

Así, María Inés Horvitz sostiene que el principio de objetividad importa: “exigir que los Fiscales
verifiquen la plausibilidad de las alegaciones de inocencia del imputado o de aquellas encaminadas a
eximir o atenuar la responsabilidad penal cuando las mismas se encuentren suficiente y seriamente
respaldadas o sean verosímiles, pues tal comprobación puede redundar en su beneficio o interés”.

En otros términos, debe investigar aquellas circunstancias que sean plausibles y serias,
argumentadas por la defensa, a fin de descartarlas o confirmarlas, pero no es razonable investigar
todas y cada una de las hipótesis posibles si ellas no tienen sustento en la propia investigación.-

Cabe hacer presente, que existen posturas doctrinarias que estiman necesario modificar el principio
de objetividad, en razón que no resulta razonable ni coherente al rol que se le da el Ministerio
Público, toda vez que establecer la obligación de investigar los hechos que eximan de
responsabilidad penal del imputado o la atenúan es abiertamente contradictorio a la tarea de la
investigación y va contra el buen procedimiento. Adicionalmente, si toda persona es inocente es
ilógico establecer un órgano que deba investigar aquellas circunstancias que eximen de
responsabilidad o la atenúan.

Principio de eficiencia. Determinado en el art. 6° LOC MP: “Los fiscales y funcionarios del
Ministerio Público deberán velar por la eficiente e idónea administración de los recursos y bienes
públicos y por el debido cumplimiento de sus funciones”.“Los fiscales deberán cumplir sus
cometidos coordinadamente y propender a la unidad de acción, evitando la duplicación o
interferencia de funciones”. “Los procedimientos del Ministerio Público deberán ser ágiles y
expeditos, sin más formalidades que las que establezcan las leyes y procurarán la simplificación y
rapidez de sus actuaciones”.
En otros términos, el principio de eficiencia se extiende a la administración de los recursos y bienes
públicos y al cumplimiento o desempeño de las funciones. Algunas manifestaciones de este principio
se encuentran en el art. 39, 77, 78-80 LOC MP (en relación a administración de recursos) y en los
arts. 40 inc. 1° y 2° LOC MP en relación a cargas de trabajo y actuaciones y diligencias.

Principio de probidad: El art. 8° LOC MP dispone que: “Los fiscales y los funcionarios del
Ministerio Público deberán observar el principio de probidad administrativa”. Una manifestación
concreta de este principio lo constituye el deber de los fiscales adjuntos, regionales y del fiscal
nacional de efectuar declaraciones de intereses y patrimonio establecido en el art. 17 de la Ley N°
20.880 sobre Probidad en la Función Pública y Prevención de los Conflictos de Intereses.

Principio de transparencia: Contemplado también en el art. 8° inc. 2°, al disponer que “La función
pública se ejercerá con transparencia, de manera que permita y promueva el conocimiento de los
procedimientos, contenidos y fundamentos de las decisiones que se adopten en ejercicio de ella”.

Su inciso 4° dispone que son públicos los actos administrativos del Ministerio Público y los
documentos que les sirvan de sustento o complemento directo y esencial. Con todo, se podrá
denegar la entrega de documentos o antecedentes requeridos en virtud de las causales que la misma
LOC establece. Cabe destacar que la publicidad dice relación con los actos administrativos del MP y
no con aquellos que realiza en el curso del proceso penal, los cuales se regulan por las respectivas
normas procesales penales de acuerdo a lo que establece expresamente el inciso final.

Este principio función al del MP, se vincula directamente con la ley N° 20.285 sobre Acceso a la
Información Pública, que no es plenamente aplicable a algunos organismos como el MP.

Principio de responsabilidad. Ya examinado con motivo de las características del MP, en orden a
que los fiscales se encuentran sujetos a responsabilidad disciplinaria, civil y penal.

EJECER LA ACCIÓN PENAL PÚBLICA.

Conforme expresamente lo dispone el art. 83 CPRCH le corresponde ejercer, en su caso, la acción


penal pública en la forma establecida por la ley. En sentido estricto, ejercer la acción penal dice
relación con formular la acusación, es decir, se trata de una acción material en que el MP solicita
concretamente la aplicación de una condena y, por tanto, en la que existe una pretensión
determinada,

Un concepto amplio o lato es sinónimo de promover la persecución penal o de incoación del proceso
penal. En general, se estima que el concepto adoptado por la disposición es el primero, es decir, en
sentido estricto y que se materializa en la acusación o en el requerimiento donde existe una clara
pretensión punitiva.

Se debe tener en cuenta que el ejercicio de la acción penal no es exclusiva del MP, toda vez que la
Constitución le otorga también derecho a ejercerla a la víctima del delito y otras personas,
disponiendo en su inciso 2°: “El ofendido por el delito y las demás personas que determine la ley
podrán ejercer igualmente la acción penal.”

Lo anterior se encuentra en íntima relación con el inciso 3° del N° 3 del art. 19 CPRCH la que
establece que: “La ley señalará los casos y establecerá la forma en que las personas naturales
víctimas de delitos dispondrán de asesoría y defensa jurídica gratuitas, a efecto de ejercer la acción
penal reconocida por esta Constitución y las leyes”.
Por su parte, el CPP, en su art. 109 letra b) establece como derecho de la víctima el presentar
querella y, por su parte, los arts. 111 a 121 regula la querella, los derechos del querellante, los
efectos de su desistimiento y el abandono de la misma.

DAR PROTECCIÓN A LA VÍCTIMA Y LOS TESTIGOS.

Finalmente, la tercer función dice relación con adoptar las medidas para proteger a las víctimas y a
los testigos. Esta función también es compartida con las policías y otros organismos, conforme lo
dispone el art. 6°:
“Protección de la víctima. El ministerio público estará obligado a velar por la protección de la
víctima del delito en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará
conforme a la ley la vigencia de sus derechos durante el procedimiento”.
“El fiscal deberá promover durante el curso del procedimiento acuerdos patrimoniales, medidas
cautelares u otros mecanismos que faciliten la reparación del daño causado a la víctima. Este deber
no importará el ejercicio de las acciones civiles que pudieren corresponderle a la víctima”.
“Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su
condición de víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los trámites en que debiere
intervenir”.

- Por su parte, el art. 78 CPP establece, atendiendo a la necesidad de protección de la víctima, que
los fiscales deben ordenar por sí mismos o solicitar al tribunal, en su caso, las medidas
destinadas a la protección de la víctima y su familia frente a probables hostigamientos,
amenazas o atentados.
- El art. 78 bis CPP establece una norma especial en relación a la protección de víctimas de delitos
de tráfico ilícito de migrantes y víctimas de trata de personas.
- El art. 108 CPP establece una serie de derechos de que es titular la víctima entre los cuales se
encuentra el solicitar medidas de protección frente a probables hostigamientos, amenazas o
atentados en contra suya o de su familia.
- El art. 307 CPP dispone que Si existiere motivo para temer que la indicación pública de su
domicilio pudiere implicar peligro para el testigo u otra persona, el presidente de la sala o el
juez, en su caso, podrá autorizar al testigo a no responder a dicha pregunta durante la audiencia.

Por su parte la LOC MP establece en la organización interna del MP la existencia de una División de
Atención a las Víctimas y Testigos a nivel de la Fiscalía Nacional y, en cada fiscalía regional, una
Unidad de Atención Víctimas y Testigos (URAVIT).

Estructura General del Ministerio Público.

Conforme al art. 12 LOC MP, El Ministerio Público se organizará en una Fiscalía Nacional y en
Fiscalías Regionales. Las Fiscalías Regionales organizarán su trabajo a través de fiscalías locales.
Existirá, además, un Consejo General, que actuará como órgano asesor y de colaboración del Fiscal
Nacional.

La Fiscalía Nacional: se encuentra formada por el Fiscal Nacional, que es el jefe superior del
servicio, las unidades especializadas que colaboran con los fiscales en la investigación de
determinados delitos (art. 22 LOC MP), por 6 unidades administrativas denominadas divisiones (art.
20 LOC MP) y un Director Ejecutivo Nacional a cargo de los aspectos administrativos y financieros.

Existen al interior de la FN y de las FR las llamadas Unidades de Análisis Delictual, que corresponde
a un sistema mediante el cual se incorporan estrategias de análisis e investigación sobre mercados
delictuales u otras estructuras de criminalidad reconocibles y que se compone por unidades de
análisis criminal y unidades de focos investigativos (art. 37bis LOC MP).

El Fiscal Nacional es el jefe superior del servicio, responsable del funcionamiento del MP.

Para postular a Fiscal Nacional se requiere (art. 14 LOC MP):


a) Ser ciudadano con derecho a sufragio;
b) Tener a lo menos diez años el título de abogado;
c) Haber cumplido cuarenta años de edad, y
d) No encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades previstas en esta ley.

Nombramiento (art. 84 y 85 CPRCH y 15 LOC MP):


- Intervienen los tres poderes del Estado. El Poder Judicial encargado de conformar la quina
respectiva previo concurso público. La quina es remitida al Presidente de la República, el que
dispone de 10 días para proponer al Senado como Fiscal Nacional a un integrante de la quina. Se
requiere una mayoría de 2/3 de los miembros en ejercicio para aprobar la proposición. Si el
Senado rechaza la proposición el art. 15 LOC MP establece un procedimiento para conformar
una nueva quina en el evento que el Senado rechace la proposición del MP.

Duración en el cargo (arts. 85 CPRCH y 16 LOC MP):


- Permanece en el cargo durante 8 años, no pudiendo ser reelegido. Cesa en el mismo al momento
de cumplir 75 años de edad.
- Por su parte, el art. 89 CPRCH, establece que “El Fiscal Nacional y los fiscales regionales sólo
podrán ser removidos por la Corte Suprema, a requerimiento del Presidente de la República, de
la Cámara de Diputados, o de diez de sus miembros, por incapacidad, mal comportamiento o
negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones. La Corte conocerá del asunto en pleno
especialmente convocado al efecto y para acordar la remoción deberá reunir el voto conforme
de la mayoría de sus miembros en ejercicio.
- La remoción del Fiscal Nacional no es equivalente al juicio político al cual están sujetas otras
autoridades, toda vez que se trata de un procedimiento judicial que conoce la E. Corte Suprema
y no una autoridad política como Congreso Nacional. Sin embargo, considerando que puede ser
requerido por el Presidente de la República o por un número determinado de diputados
obviamente es una forma de hacer efectiva la responsabilidad política,

Atribuciones (art. 91 CPRCH y 17 LOC MP):

El Fiscal Nacional posee la superintendencia directiva, correccional y económica del MP. Las
funciones de que se encuentra investido dicen relación con aspectos funcionales, disciplinarios y
administrativos. Así, conforme al art. 17 le corresponde:

a) Fijar, oyendo previamente al Consejo General, los criterios de actuación del Ministerio Público
para el cumplimiento de los objetivos establecidos en la Constitución y en las leyes. Tratándose de
los delitos que generan mayor conmoción social, dichos criterios deberán referirse, especialmente, a
la aplicación de las salidas alternativas y a las instrucciones generales relativas a las diligencias
inmediatas para la investigación de los mismos, pudiendo establecerse orientaciones diferenciadas
para su persecución en las diversas Regiones del país, atendiendo a la naturaleza de los distintos
delitos. El Fiscal Nacional dictará las instrucciones generales que estime necesarias para el
adecuado cumplimiento de las tareas de dirección de la investigación de los hechos punibles,
ejercicio de la acción penal y protección de las víctimas y testigos. No podrá dar instrucciones u
ordenar realizar u omitir la realización de actuaciones en casos particulares, con la sola excepción
de lo establecido en el artículo 18;
b) Fijar, oyendo al Consejo General, los criterios que se aplicarán en materia de recursos humanos,
de remuneraciones, de inversiones, de gastos de los fondos respectivos, de planificación del
desarrollo y de administración y finanzas;

c) Crear, previo informe del Consejo General, unidades especializadas para colaborar con los fiscales
a cargo de la investigación de determinados delitos

d) Dictar los reglamentos que correspondan en virtud de la superintendencia directiva, correccional


y económica que le confiere la Constitución Política. En ejercicio de esta facultad, determinará la
forma de funcionamiento de las fiscalías y demás unidades del Ministerio Público y el ejercicio de la
potestad disciplinaria correspondiente;

e) Nombrar y solicitar la remoción de los fiscales regionales, de acuerdo con la Constitución y con
esta ley orgánica constitucional;

f) Resolver las dificultades que se susciten entre fiscales regionales acerca de la dirección de la
investigación, el ejercicio de la acción penal pública o la protección de las víctimas o testigos. En
ejercicio de esta facultad, determinará la Fiscalía Regional que realizará tales actividades o
dispondrá las medidas de coordinación que fueren necesarias;

g) Controlar el funcionamiento administrativo de las Fiscalías Regionales;

h) Administrar, en conformidad a la ley, los recursos que sean asignados al Ministerio Público;

i) Solicitar, en comisión de servicio, a funcionarios de cualquier órgano de la Administración del


Estado, para que participen en las actividades propias del Ministerio Público. Dichas comisiones
tendrán el plazo de duración que se indique en el respectivo decreto o resolución que las disponga, y

j) Ejercer las demás atribuciones que ésta u otra ley orgánica constitucional le confieran.

- Asumir investigaciones: Artículo 18.- El Fiscal Nacional podrá asumir, de oficio y de manera
excepcional, la dirección de la investigación, el ejercicio de la acción penal pública y la protección de
las víctimas o testigos respecto de determinados hechos que se estimaren constitutivos de delitos,
cuando la investidura de las personas involucradas como imputados o víctimas lo hiciere necesario
para garantizar que dichas tareas se cumplirán con absoluta independencia y autonomía.

- Designar un FR para que asuma una investigación: Artículo 19.- El Fiscal Nacional podrá
disponer, de oficio y de manera excepcional, que un Fiscal Regional determinado asuma la dirección
de la investigación, el ejercicio de la acción penal pública y la protección de las víctimas o testigos en
relación con hechos delictivos que lo hicieren necesario por su gravedad o por la complejidad de su
investigación. Se entenderá, especialmente, que resulta necesaria dicha designación, tratándose de
investigaciones por delitos de lesa humanidad y genocidio. En los mismos términos, podrá disponer
que un Fiscal Regional distinto de aquél en cuyo territorio se hubieren perpetrado los hechos tome a
su cargo las tareas aludidas en el inciso primero cuando la necesidad de operar en varias regiones
así lo exigiere.

Unidades administrativas de la FN: art. 20 LOC MP.


Unidades especializadas de la FN: art. 22 LOC MP

El Consejo General. Art. 24 LOC MP, que corresponde a un órgano colegiado conformado por todos
los FR y presidido por el Fiscal Nacional, el cual le corresponde funciones de asesoría y de dar a
conocer su opinión en relación a los criterios de actuación.
Fiscalías Regionales: arts. 86 y 87 CPRCH y 27 LOC MP.

Las Fiscalías Regionales corresponden a una estructura descentralizada y desconcentrada de la


persecución penal pública, con importantes grados de autonomía respecto de la Fiscalía Nacional y a
cuya cabeza se encuentra un fiscal regional.

Al Fiscal Regional le corresponde el ejercicio de las funciones y atribuciones del Ministerio Público
en la región o en la extensión geográfica de la región que corresponda a la fiscalía regional a su
cargo, por sí o por medio de los fiscales adjuntos que se encuentren bajo su dependencia (art. 27
LOC MP).

Existe un Fiscal Regional en cada una de las regiones en que se divide administrativamente el país,
con excepción de la Región Metropolitana donde existen 4 fiscales reqionales (art. 86 CPRCH y 28
LOC MP).

Para poder ser nombrado Fiscal Regional se requiere (art. 86 inciso final CPRCH y 31 LOC MP):
- Tener a lo menos cinco años de título de abogado, haber cumplido 30 años de edad;
- Poseer las demás calidades necesarias para ser ciudadano con derecho a sufragio, y
- No encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades previstas en el Título
V de la LOC MP.

Nombramiento (art. 86 CPRCH y 29 LOC MP): Son designados por el Fiscal Nacional de una terna
propuesta por la Corte de Apelaciones de la región respectiva. Si existe mas de una Corte de
Apelaciones, la terna debe ser formada por un pleno conjunto de todas ellas.

Atribuciones (art. 32 LOC MP):


a) Dictar, conforme a las instrucciones generales del Fiscal Nacional, las normas e instrucciones
necesarias para la organización y funcionamiento de la Fiscalía Regional y para el adecuado
desempeño de los fiscales adjuntos en los casos en que debieren intervenir;
b) Conocer y resolver, en los casos previstos por la ley procesal penal, las reclamaciones que
cualquier interviniente en un procedimiento formulare respecto de la actuación de un fiscal adjunto
que se desempeñe en la Fiscalía Regional a su cargo;
c) Supervisar y controlar el funcionamiento administrativo de la Fiscalía Regional y de las fiscalías
locales que de ella dependan;
d) Velar por el eficaz desempeño del personal a su cargo y por la adecuada administración del
presupuesto;
e) Comunicar al Fiscal Nacional las necesidades presupuestarias de la Fiscalía Regional y de las
fiscalías locales que de ella dependan;
f) Proponer al Fiscal Nacional la ubicación de las fiscalías locales y la distribución en cada una de
ellas de los fiscales adjuntos y los funcionarios;
g) Disponer las medidas que faciliten y aseguren el acceso expedito a la Fiscalía Regional y a las
fiscalías locales, así como la debida atención de las víctimas y demás intervinientes, y
h) Ejercer las demás atribuciones que ésta u otra ley orgánica constitucional le confieran.

El FR posee facultades de supervisión y control administrativo y presupuestario sobre la fiscalía


regional y fiscalías locales dependientes (art. 32 c), d) y e) LOC MP).

Adicionalmente, conforme al art. 44 LOC MP posee facultades de impartir instrucciones particulares


a los fiscales adjuntos, quienes se encuentran obligados a dar cumplimiento a las mismas. De ahí que
se sostenga que el real titular de la investigación es el respetivo Fiscal Regional, quien detenta las
facultades del MP en la región y actúa por vía de los fiscales adjuntos a él.
Duración: el cargo de FR es de ocho años y no puede ser designado como fiscales regionales por el
período siguiente, lo que no obsta a que puedan ser nombrados en otro cargo del Ministerio Público.
Adicionalmente, cesa en el cargo al cumplir los 75 años de edad (art. 84 y 87 CPRCH, art 30 inc. 1°
LOC MP). Adicionalmente, puede ser removido del cargo por la Corte Suprema por incapacidad, mal
comportamiento o negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones, conforme lo dispone el
art. 89 CPRCH, a requerimiento del Presidente de la República, 10 diputados o del Fiscal Nacional.

Unidades administrativas FR: establecidas en el art. 34 LOC. En forma similar que en la Fiscalía
Nacional, a nivel regional existe un Director Ejecutivo Regional a cargo de los aspectos
administrativos y financieros.

Atribuciones (art. 32 LOC MP):


- El FR posee facultades de supervisión y control administrativo y presupuestario sobre la fiscalía
regional y fiscalías locales dependientes (art. 32 c), d) y e) LOC MP).
- Adicionalmente, conforme al art. 44 LOC MP posee facultades de impartir instrucciones
particulares a los fiscales adjuntos, quienes se encuentran obligados a dar cumplimiento a las
mismas. De ahí que se sostenga que el real titular de la investigación es el respetivo Fiscal
Regional, quien detenta las facultades del MP en la región y actúa por vía de los fiscales adjuntos
a él.

Fiscalías Locales:
Conforme el art. 38 LOC, las Fiscalías Locales son las unidades operativas de las Fiscalías Regionales
para el cumplimiento de las tareas de investigación, ejercicio de la acción penal pública y protección
de las víctimas y testigos.

La ubicación de cada Fiscalía Local es de competencia del Fiscal Nacional, a propuesta del respectivo
fiscal regional. Para la distribución geográfica de las fiscalías locales el art. 39 de la LOC MP
establece que se debe atender, especialmente, a criterios de carga de trabajo, extensión territorial,
facilidad de comunicaciones y eficiencia en el uso de los recursos. Cada fiscalía local posee un
número de profesionales y personal de apoyo para cumplir sus funciones, a cargo del personal
existe un Administrador de Fiscalía Local.

Existen dos clases de fiscalías locales (art. 38 inciso final y 40 LOC MP), aquellas compuestas por dos
o más fiscales (plurifiscales) y las que sólo existen un fiscal adjunto (unifiscales). Tratándose de las
primeras, al existir varios fiscales adjuntos se establece que el fiscal regional asignará a uno de ellos
el desempeño de labores de jefatura, las que realizará, con la denominación de fiscal adjunto jefe,
mientras cuente con la confianza de dicho fiscal regional.

Los fiscales adjuntos son quienes ejercen directamente las funciones del ministerio público en los
casos que se les asignan. Con dicho fin dirigirán la investigación de los hechos constitutivos de
delitos y, cuando proceda, ejercerán las demás atribuciones que la ley les entregue, de conformidad
a esta última y a las instrucciones generales que, dentro del ámbito de sus facultades,
respectivamente impartan el Fiscal Nacional y el Fiscal Regional (art. 41 LOC MP).

Sin perjuicio de los dispuesto en el art. 41 LOC MP, se debe tener en consideración que el Fiscal
Regional, a diferencia del Fiscal Nacional, pueden en cualquier momento asumir la dirección de la
investigación y ejercer la acción penal (art. 27 LOC MP), toda vez que a ellos les corresponde
directamente las funciones y atribuciones que la Constitución y la ley le otorga al Ministerio Público.
Ello sin perjuicio de la facultad del FN de designar un fiscal regional para la investigación de
determinados hechos.
En el ejercicio de sus funciones los FA gozan de una autonomía relativa, toda vez que en los casos
que tengan a su cargo, dirigirán la investigación y ejercerán la acción penal pública con el grado de
independencia, autonomía y responsabilidad que establece esta ley (art. 2° LOC MP), pero se
encuentran obligados a cumplir las instrucciones particulares que el fiscal regional le imparta en las
investigaciones (art. 44 inciso 2° LOC MP). Se establece un sistema de objeciones para representar
las órdenes son manifiestamente arbitrarias o que atentan contra la ley o la ética profesional que
imparta un FR (art. 44 inc. 2°, 3° y 4°), conforme lo cual se encuentran insertos en un sistema de
obediencia reflexiva.

Nombramiento: Conforme lo dispone el art. 88 CPRCH, los fiscales adjuntos serán designados por
el Fiscal Nacional, a propuesta en terna del fiscal regional respectivo, la que deberá formarse previo
concurso público, en conformidad a la ley orgánica constitucional. Deberán tener el título de
abogado y poseer las demás calidades necesarias para ser ciudadano con derecho a sufragio.
Conforme el art. 42 LOC MP, para ser nombrado fiscal adjunto, se requiere:
a) Ser ciudadano con derecho a sufragio;
b) Tener el título de abogado;
c) Reunir requisitos de experiencia y formación especializada adecuadas para el cargo, y
d) No encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades previstas en esta ley.

Cesación en cargo: Los FA cesan en su cargo por: Cumplir 75 años de edad; Renuncia; Muerte;
Salud incompatible con el cargo o enfermedad irrecuperable, de acuerdo a lo establecido en el
reglamento, y Incapacidad o incompatibilidad sobreviniente, cuando corresponda (art. 43 LOC MP).

Fuero: Conforme lo dispone el art. 90 CPRCH, el Fiscal Nacional, los Fiscales Regionales y los
Fiscales Adjuntos gozan del fuero a que se refiere el art. 81 de la Carta Fundamental, de forma tal
que no pueden ser aprehendidos sin orden del Tribunal Competente, salvo en caso de crimen o
simple delito flagrante y sólo para ser puestos inmediatamente a disposición del tribunal que debe
conocer.

Abogados asistentes: Los abogados asistentes no se encontraban establecidos en la LOC MP,


siendo un cargo que el MP creo internamente a objeto de dar cumplimiento a lo establecido en el art.
38 inc. 2° LOC MP. Su reconocimiento expreso ocurrió por primera vez en el año 2008, con la ley N°
20.253 (2008) que le otorgó expresamente diversas atribuciones y funciones como poder tomar
declaraciones y que las mismas pudieran ser utilizadas en juicio oral para efectos del art. 332 CPP.

Los abogados asistentes son profesionales que prestan servicios de apoyo en las Fiscalías Locales y,
en determinadas ocasiones, subrogan y suplen a los fiscales adjuntos pudiendo actuar en tal calidad
por períodos determinados de tiempo.

Actualmente, luego de la Ley 20.891, los abogados asistentes pueden actuar como fiscales adjuntos o
suplentes en los casos a que se refiere el art. 40 LOC MP. Así, en todos los casos en que el fiscal
adjunto se encontrare impedido de desempeñar el cargo por cualquier causa será subrogado, por el
solo ministerio de la ley, con todas sus facultades y obligaciones, por el abogado asistente
perteneciente a la misma fiscalía, designado por el Fiscal Regional.

Si la subrogación a que se refiere el inciso anterior se ejerciera por más de catorce días, el abogado
asistente que subrogue al fiscal percibirá una remuneración equivalente a la del fiscal titular por
todo el tiempo que dicho profesional hubiere ejercido como subrogante. En el caso de que persista
la circunstancia o el impedimento por más de treinta días, el Fiscal Regional podrá designar a un
abogado asistente en calidad de suplente, percibiendo la misma remuneración que le corresponde al
titular. Asimismo, podrá contratarse a un abogado quien realizará las labores del abogado asistente
que está ejerciendo la suplencia.
Si un cargo de fiscal adjunto se encontrare vacante, el Fiscal Regional podrá designar a un abogado
asistente de fiscal en calidad de suplente, percibiendo la misma remuneración que le corresponde al
titular. En todo caso, la suplencia no podrá extenderse por más de seis meses, al término de los
cuales deberá nombrarse un titular.

Sin perjuicio de su pertenencia a una fiscalía local, en el ejercicio de las tareas que les asigna la ley
los fiscales adjuntos podrán realizar actuaciones y diligencias en todo el territorio nacional, de
conformidad a las normas generales que establezca el Fiscal Nacional.

El art. 2° de la LOC permite que los abogados asistentes actúen en calidad de fiscales en base a
facultades delegadas de éstos. Así, sin perjuicio de las facultades del FA conforme a la LOC MP, el
Ministerio Público también podrá realizar sus actuaciones procesales ante los tribunales de garantía,
a través de los abogados asistentes de fiscal, con excepción de la comparecencia a las audiencias de
juicio oral.

Para tal efecto, será necesaria la delegación expresa y específica para la actuación de que se trate,
por parte de un fiscal del Ministerio Público, a dichos profesionales. El Fiscal Nacional, en el ejercicio
de sus atribuciones, regulará la forma en que se delegará esta facultad. A los abogados asistentes de
fiscal les será aplicable lo dispuesto en los artículos 9º, 9º bis y 9º ter, las inhabilidades establecidas
en el Título IV, y las normas sobre responsabilidad aplicables a los fiscales.

DEFENSORIA PENAL PÚBLICA

Art. 19 N° 3 inciso 2° y 4° CPRCH: “Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la
ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida
intervención del letrado si hubiere sido requerida”.

“Toda persona imputada de delito tiene derecho irrenunciable a ser asistida por un abogado
defensor proporcionado por el Estado si no nombrare uno en la oportunidad establecida por la ley”.

Art. 11.1 Declaración Universal DDHH: “Toda persona acusada de un delito tiene el derecho a que se
presuma su inocencia mientras no se prueba su culpabilidad, conforme a ley y en juicio público en el
que se le hayan asegurado las garantías necesarias para su defensa”.

Art. 14.3 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: “Durante el proceso toda persona
acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías: b) A disponer de
tiempo y los medios adecuados para la preparación de su defensa y a comunicarse con un defensor
de su el elección.

A fin de materializar y hacer efectivo el derecho de defensa como componente esencial del proceso
penal, entre las instituciones que se crearon con motivo de la Reforma Procesal Penal se encuentra
la Defensoría Penal Pública, la cual es:
“Un servicio público, descentralizado funcionalmente y desconcentrado territorialmente, dotado de
personalidad jurídica y patrimonio propio, sometido a la supervigilancia del Presidente de la
República a través del Ministerio de Justicia, cuya función es proporcionar defensa penal a los
imputados o acusados por un crimen, simple delito o falta que sea de competencia de un juzgado de
garantía o de un tribunal de juicio oral en lo penal y de las respectivas Cortes, en su caso, y que
carezcan de abogado” (arts. 1 y 2 Ley N° 19.718).
Esta función de asistencia y defensa letrada es prestada directamente por la DPP por medio de
abogados institucionales que pertenecen a dicho organismo o a través de abogados privados
licitados.

Los servicios de la DPP son gratuitos, por regla general, para aquellas personas que carezcan de
medios económicos para pagarlos. Excepcionalmente se permite el cobro de los servicios, pero ellos
se encuentran preestablecidos en un arancel, los que se cobran, total o parcialmente, sólo si el
imputado posee los medios económicos para cancelar los servicios, para lo cual se considera el nivel
de ingresos, capacidad de pago y número de personas que integran el grupo familiar (arts. 35-39
Ley DPP).

Estructura organizacional DPP: Se conforma por la Defensoría Nacional, las Defensorías


Regionales y las Defensorías Locales (sistema público). Tratándose de la Defensoría Licitada
(sistema privado) ésta se conforma por los abogados y personas jurídicas que convengan la
prestación de servicios de defensa penal por medio de procesos de licitación pública, el Consejo de
Licitaciones de la DPP y los Comités de Adjudicación Regionales (art. 4° Ley DPP).

Defensoría Nacional: compuesta por el Defensor Nacional, el Director Administrativo Nacional y 5


Unidades especializadas.

Defensor Nacional: corresponde al jefe superior del servicio (art 5° Ley DPP) y le corresponden las
funciones que establece el art. 7° de la Ley N° 19.718:
a) Dirigir, organizar y administrar la Defensoría, controlarla y velar por el cumplimiento de sus
objetivos;
b) Fijar, oyendo al Consejo, los criterios de actuación de la Defensoría para el cumplimiento de los
objetivos establecidos en esta ley;
c) Fijar los criterios que se aplicarán en materia de recursos humanos, de remuneraciones, de
inversiones, de gastos de los fondos respectivos, de planificación del desarrollo y de administración
y finanzas;
d) Fijar, con carácter general, los estándares básicos que deben cumplir en el procedimiento penal
quienes presten servicios de defensa penal pública. En uso de esta facultad no podrá dar
instrucciones u ordenar realizar u omitir la realización de actuaciones en casos particulares;
e) Aprobar los programas destinados a la capacitación y perfeccionamiento del personal. Para estos
efectos, reglamentará la forma de distribución de los recursos anuales que se destinarán a estas
actividades, su periodicidad, criterios de selección de los participantes y niveles de exigencias
mínimas que se requerirán a quienes realicen la capacitación;
f) Nombrar y remover a los defensores regionales, en conformidad a esta ley.
g) Determinar la ubicación de las defensorías locales y la distribución en cada una de ellas de los
defensores locales y demás funcionarios, a propuesta del Defensor Regional;
h) Elaborar anualmente el presupuesto de la Defensoría, oyendo al Consejo sobre el monto de los
fondos por licitar, y administrar, en conformidad a la ley, los recursos que le sean asignados;
i) Representar judicial y extrajudicialmente a la Defensoría;
j) Contratar personas naturales o jurídicas en calidad de consultores externos para el diseño y
ejecución de procesos de evaluación de la Defensoría, con cargo a los recursos del Servicio;
k) Llevar las estadísticas del Servicio y elaborar una memoria que dé cuenta de su gestión anual.
Para este efecto, publicará a lo menos un informe semestral con los datos más relevantes e incluirá
en la memoria información estadística desagregada de los servicios prestados por el sistema en el
ámbito regional y nacional. Estos antecedentes serán siempre públicos y se encontrarán a
disposición de cualquier interesado, sin perjuicio de lo cual una copia de la memoria deberá ser
enviada al Presidente de la Cámara de Diputados, al Presidente del Senado, al Presidente de la Corte
Suprema, al Ministro de Justicia y al Ministro de Hacienda, y l) Ejercer las demás atribuciones que
esta u otra ley le confieran.
Requisitos: Para ser designado Defensor Nacional se requiere: a) Ser ciudadano con derecho a
sufragio; b) Tener a lo menos diez años el título de abogado, y c) No encontrarse sujeto a alguna de
las incapacidades e incompatibilidades para ingresar a la administración pública. (art. 6° Ley DPP).

Organización interna: La Defensoría cuenta con las unidades administrativas necesarias para
cumplir las funciones siguientes: a) Recursos Humanos; b) Informática; c) Administración y
Finanzas; d) Estudios, y e) Evaluación, Control y Reclamaciones (art. 8° Ley DPP).

Director Administrativo Nacional: le corresponde organizar y supervisar las unidades


administrativas del Servicio, sobre la base de las instrucciones generales, objetivos, políticas y
planes de acción que fije el Defensor Nacional (art. 9° Ley DPP).

Defensorías Regionales: La Defensoría Regional es la encargada de la administración de los


medios y recursos necesarios para la prestación de la defensa penal pública en la Región, o en la
extensión geográfica que corresponda si en la Región hubiere más de una, a los imputados o
acusados por un crimen, simple delito o falta que sea de competencia de un juzgado de garantía o de
un tribunal de juicio oral en lo penal y de las respectivas Cortes, en su caso, y que carezcan de
abogado (art. 16 Ley DPP).

Existe una defensoría regional por cada una de las regiones del país, con excepción de la Región
Metropolitana de Santiago donde existen dos (art. 17 Ley DPP).

Requisitos: a) Ser ciudadano con derecho a sufragio; b) Tener a lo menos cinco años el título de
abogado, y c) No encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades para el
ingreso a la administración pública (art. 19 CPP).

Nombramiento: El Defensor Regional será nombrado por el Defensor Nacional, previo concurso
público de oposición y antecedentes. Durará cinco años en el cargo y podrá ser designado
sucesivamente, a través de concurso público, cada vez que postule a un nuevo período. El Defensor
Regional cesará en su cargo por las causales establecidas en el Estatuto Administrativo (art. 18 Ley
DPP).

Funciones Defensor Regional:


- Disponer las medidas que faciliten y aseguren el acceso expedito a la Defensoría Regional y a las
Defensorías Locales, así como la debida atención de los imputados y de los acusados;
- Autorizar la contratación de peritos para la realización de los informes que solicitaren los
abogados que se desempeñen en la defensa penal pública, y aprobar los gastos para ello, previo
informe del jefe de la respectiva unidad administrativa regional;
- Recepcionar las postulaciones de los interesados en los procesos de licitación, poniendo los
antecedentes a disposición del Consejo;
- Entregar al Defensor Nacional, una vez al año, un informe de las dificultades e inconvenientes
habidos en el funcionamiento de la Defensoría Regional y sus propuestas para subsanarlas o
mejorar su gestión;
- Proponer al Consejo las bases de las licitaciones a nivel regional, y
- Ejercer las demás funciones que le encomiende la ley y las que le delegue el Defensor Nacional.

Unidades Internas: Art 21 Ley DPP, cada Defensoría Regional tendrá las jefaturas y contará con las
unidades administrativas que determine el Defensor Nacional para el cumplimiento de los objetivos
señalados en la ley. Un Director Administrativo Regional, sobre la base de las instrucciones que dicte
el Defensor Regional, organizará y supervisará las unidades administrativas que se determinen.
Defensorías Locales: Las Defensorías Locales son unidades operativas en las que se desempeñarán
los defensores locales de la Región. Si la Defensoría Local cuenta con dos o más defensores locales,
se nombrará un defensor jefe (art. 23 Ley DPP).

Ubicación de las Defensorías Locales: en el territorio de cada Defensoría Regional es determinada


por el Defensor Nacional, a propuesta del respectivo Defensor Regional. Podrá haber hasta ochenta
Defensorías Locales en el país, las que serán distribuidas conforme a criterios de carga de trabajo,
extensión territorial, facilidades de comunicaciones y eficiencia en el uso de los recursos (art. 24 Ley
DPP).

Funciones Defensores Penales (art. 25 Ley CPP): Los defensores locales podrán ejercer funciones
directivas o de jefaturas en las Defensorías Locales en que se desempeñen.

Los defensores locales asumirán la defensa de los imputados que carezcan de abogado en la primera
actuación del procedimiento dirigido en su contra y, en todo caso, con anterioridad a la realización
de la primera audiencia judicial a que fuere citado. Asimismo, la asumirán siempre que, de
conformidad al Código Procesal Penal, falte abogado defensor, por cualquier causa, en cualquiera
etapa del procedimiento. Mantendrán la defensa hasta que la asuma el defensor que designe el
imputado o acusado, salvo que éste fuere autorizado por el tribunal para defenderse personalmente.

Requisitos (Art. 26 Ley DPP): a) Ser ciudadano con derecho a sufragio; b) Tener título de abogado, y
c) No encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades para el ingreso a la
administración pública.

Los defensores locales no pueden ejercer la profesión de abogado en materia penal, salvo en casos
propios o de su cónyuge.

SISTEMA PRIVADO DE DEFENSORIA:

Este sistema funciona en base a licitaciones públicas que realiza la DPP, en las cuales se seleccionan
las personas jurídicas o abogados particulares que prestarán servicios de defensa penal pública, ello
según las bases y condiciones que fije el Consejo de Licitaciones de la Defensa Penal Pública.

La selección evalúa las ofertas técnicas y económicas efectuadas por el oferente, ello en base a los
criterios definidos por el Consejo de Licitaciones y de acuerdo a ello adjudica al mejor oferente.

En la licitación se ofrece un porcentaje de causas que en el futuro se generen las que deben ser
asumidas en un plazo determinado por el adjudicatario (arts. 42-50 Ley DPP). ? En las licitaciones
pueden participar personas jurídicas con o sin fin de lucro, públicas o privadas, que cuenten con
profesionales que cumplan con los requisitos para el ejercicio de la profesión.

También pueden participar las personas naturales que cuenten con título de abogado y cumplan los
requisitos para el ejercicio profesional.

El Consejo de Licitaciones de la Defensa Penal Pública es el cuerpo técnico colegiado encargado de


cumplir las funciones relacionadas con el sistema de licitaciones de la defensa penal pública que le
encomienda la ley N° 19.718 (art. 11 Ley DPP).
Las funciones del Consejo de licitación:
a) Proponer al Defensor Nacional el monto de los fondos por licitar, a nivel nacional y regional;
b) Aprobar las bases de las licitaciones a nivel regional, a propuesta de la Defensoría Regional
respectiva;
c) Convocar a las licitaciones a nivel regional, de conformidad a esta ley y su reglamento;
d) Resolver las apelaciones en contra de las decisiones del Comité de Adjudicación Regional que
recaigan en las reclamaciones presentadas por los participantes en los procesos de licitación;
e) Disponer la terminación de los contratos de prestación de servicios de defensa penal pública
celebrados en virtud de licitaciones con personas naturales o jurídicas, en los casos contemplados
en el contrato respectivo y en la ley 19.718, y
f) Cumplir las demás funciones señaladas en la Ley 19.718.

En todo caso, en el ejercicio de sus atribuciones, el Consejo no podrá intervenir ni sugerir de manera
directa o indirecta los criterios específicos de prestación de la defensa penal pública.

La integración del Consejo esta determinada en el art. 12 de la Ley DPP, conformándose por
diversas autoridades encabezas por el Ministro de Justicia y además dos académicos de las áreas del
derecho penal y procesal penal.

El artículo 13 de la Ley DPP regula el período de los consejeros, sus incapacidades e inhabilidades,
como también las causales de término en su cargo. El artículo 14 establece las facultades que posee
el Presidente del Consejo. En el art. 15 se establece la forma de sesionar del Consejo y los quórum
necesarios para llegar a acuerdos.

Otro organismo en este sistema privado es el Comité de Adjudicación Regional (art. 45 Ley DPP)
cuya principal función es resolver las licitaciones de servicios de defensa penal en la región
respectiva y se integra por diversas autoridades conforme lo establece el art. 45 DPP.

Las licitaciones se encuentran reguladas en los arts. 42 a 50 de la Ley DPP. Se inician por una
proposición de bases efectuada por el Consejo de Licitaciones de la DPP, en la cual se encuentran las
bases técnicas y administrativas.

En las ofertas efectuadas se debe señalar específicamente el porcentaje del total de casos al que se
postula y el precio de los servicios. Finalmente el Comité resuelve en base a los criterios
establecidos en la propia ley (art. 46).

Convenios directos:

Sin perjuicio del sistema de defensores institucionales y licitados, el art. 49 de la Ley DPP, establece
la facultad del Defensor Nacional de suscribir convenios directos, de plazo fijo, con abogados o
personas jurídicas, públicas o privadas, a fin de que asuman la defensa jurídica, ello hasta que se
resuelva una nueva licitación. Constituye un mecanismo excepcional que opera cuando se declara
desierta una licitación o el número de postulantes es inferior al requerido.

Designación de defensores.

Para efectos de la designación de un abogado defensor, la Defensoría Regional debe elaborar un


listado de los abogados que, en virtud de los procesos de licitación, deben asumir la defensa penal
pública de los imputados o acusados en la región respectiva (art. 51 CPP).
El imputado o acusado elegirá de la nómina al abogado que, estando disponible, asumirá su defensa.
Estarán disponibles los abogados que no alcanzaren el porcentaje total de casos en que les
correspondiere asumir la defensa, en virtud de la licitación. El abogado disponible que hubiere sido
elegido queda designado como defensor del imputado o acusado (art. 52 Ley DPP).

El imputado o acusado conserva el derecho de solicitar, con fundamento plausible, en cualquier


momento, solicitud que debe resolver el Defensor Regional. El reemplazante se designa conforme al
procedimiento expuesto anteriormente (art. 53 Ley DPP).

Se entiende, por el solo ministerio de la ley, que el abogado designado tiene patrocinio y poder
suficiente en favor del beneficiado, en los términos del inciso 1° del art. 7° CPC, debiendo
inmediatamente entrevistarse con su defendido e iniciar su labor (art. 54 CPP).

Sistema de control, reclamaciones y sanciones.

Las personas naturales o jurídicas que prestan servicios de defensa penal pública, cualquiera sea su
calidad, se encuentran sujetas a un sistema de control y responsabilidad que la misma ley establece
(art. 55 Ley DPP).

Conforme a este sistema, los defensores locales y los abogados que prestan servicios de defensa
penal pública son controlados por los siguientes mecanismos: inspecciones; auditorías externas;
informes, que son semestrales y finales y, reclamaciones (art. 56 Ley DPP).

En las inspecciones, se pueden examinar las actuaciones de la defensa, según la metodología que
determine el reglamento. Para estos efectos, se puede revisar las instalaciones en que se desarrollen
las tareas, verificar los procedimientos administrativos del prestador del servicio, entrevistar a los
beneficiarios del servicio y a los jueces que hayan intervenido en los procedimientos respectivos,
asistir a las actuaciones de cualquier procedimiento en el que la persona jurídica o el abogado que
esté siendo objeto de inspección se encuentre prestando defensa y, en general, recabar todos los
antecedentes que permitan formarse una impresión precisa acerca de las actividades objeto de la
inspección (Art. 59 Ley DPP). De la inspección se confecciona un informe final que se entrega al
Defensor Regional y posteriormente al abogado inspeccionado (art. 60 Ley DPP).

En las auditorias son realizadas por empresas externas y aleatoriamente, su objeto es controlar la
calidad de la atención prestada y la observancia de los estándares básicos, previamente fijados por
el Defensor Nacional, que deben cumplir en el procedimiento penal quienes presten servicios de
defensa penal pública (art. 60).

Informes:

Los defensores locales, los abogados y las personas jurídicas que presten defensa penal pública
estarán obligados a entregar informes semestrales a la Defensoría Regional o Nacional, para la
mantención de un sistema de información general. Esta obligación se deberá cumplir por medio de
formularios o por transferencia electrónica de datos, en la forma que determine el Defensor
Nacional (art. 62 Ley DPP).

El contenido de los informes esta regulado en el art. 63 y se vinculan esencialmente a las materias,
casos, números de personas atendidas, actuaciones realizadas, etc.
Los arts. 64 y 65 se refieren a la obligación de confeccionar los mismos al término del período para
que fuero contratados y a las objeciones a los informes.

Reclamaciones. El art. 66 de la Ley DPP establece un sistema de reclamaciones de los beneficiarios


de defensa penal pública por las actuaciones de los diversos defensores. Tales reclamaciones se
pueden interponer en una defensoría penal local, regional o nacional.

Conoce de la reclamación el defensor regional cuando la misma se interpone en contra de una


defensor local y será de conocimiento del defensor nacional cuando se reclama contra actuaciones
del defensor regional (art. 66 y 67). Se establece además un procedimiento para defenderse contra
la reclamación.

Responsabilidad de los prestadores de servicios de la DPP:?los abogados que prestan servicios?de


defensa penal se encuentra sujetos, en el cumplimiento de sus deberes, a las responsabilidades
propias del ejercicio profesional, es decir, responsabilidad civil y penal.

Los defensores locales están sujetos además a responsabilidad disciplinaria conforme al estatuto
administrativo (art. 68 Ley DPP).

Los defensores licitados, sean personas naturales o jurídicas, además de la responsabilidad civil y
penal que corresponda según el caso, se encuentran sujetos a un sistema de responsabilidad
administrativa-sancionadora que es regulada en los arts. 69, 70, 71 y que va desde la multa hasta el
término del contrato respectivo.

El art. 73 establece un procedimiento contencioso administrativo para reclamar en contra de las


sanciones. Si se trata de una multa la misma se reclama administrativamente por vía de la apelación
ante el Defensor Nacional y si es la de terminación del contrato, se reclama ante la justicia ordinaria,
específicamente ante la Corte de Apelaciones respectiva.
UNIDAD 2: PROCEDIMIENTO POR DELITO DE ACCIÓN PÚBLICA.

1.- PRINCIPIOS, DERECHOS Y GARANTÍAS DEL SISTEMA PROCESAL PENAL.

 Debido Proceso o Derecho a un Juicio Justo.


Art. 19 N° 3°, inciso 5° CPRC: “Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un
proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un
procedimiento y una investigación racionales y justos”.
Art. 8.1 . Convención Americana de Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las
debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier
otro carácter”.
Art. 14 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: “Toda persona tendrá derecho a ser oída
públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido
por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la
determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil”.

Se puede definir el derecho al debido proceso como aquel que, franqueado el acceso a la jurisdicción, permite
que el proceso se desarrolle con todas las garantías esenciales, racionales y justas que contribuyan a un
procedimiento equitativo y no arbitrario.

El TC ha señalando que “el procedimiento legal debe ser racional y justo. Racional para configurar un proceso
lógico y carente de arbitrariedad. Y justo para orientarlo a un sentido que cautele los derechos fundamentales de
los participantes en un proceso” (Rol Nº 1838, de 074/07/2011 ).

La Corte Suprema, ha expuesto que: “El debido proceso es un conjunto de garantías que la Constitución Política
de la República, los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes, y las leyes les
entregan a las partes de la relación procesal por medio de las cuales se procura que todos puedan hacer valer sus
pretensiones en los tribunales, que sean escuchados, que puedan reclamar cuando no están conformes, que se
respeten los procedimientos establecidos en la ley, resoluciones motivadas o fundadas, etc”. (09/01 /2008, rol
6347/2007).

En relación al contenido mismo del debido proceso, el TC ha sostenido que: “…debe contemplar las siguientes
garantía: la publicidad de los actos jurisdiccionales, el derecho a la acción, el oportuno conocimiento de ella por
la parte contraria, el emplazamiento, adecuada asesoría y defensa por abogado, la producción libre de pruebas
conforme a la ley, el examen y objeción de la evidencia rendida, la bilateralidad de la audiencia, la facultad de
interponer recursos para revisar las sentencias dictadas por tribunales inferiores” (Rol N° 478-2006).

En sentido casi idéntico, la Corte Suprema, en relación al contenido del debido proceso, ha sostenido que debe
comprender: “… las siguientes garantías: la publicidad de los actos jurisdiccionales, el derecho a la acción, el
oportuno conocimiento de ella por la parte contraria, el emplazamiento, adecuada asesoría y defensa con
abogados, la producción libre de pruebas conforme a la ley, el examen y objeción de la evidencia rendida, la
bilateralidad de la audiencia, la facultad de interponer recursos para revisar las sentencias dictadas por
tribunales inferiores, el pronunciamiento del fallo dentro de los plazos legales previstos y la fundamentación
de ellos en el régimen jurídico vigente o, en su defecto, en los principios generales de derecho y equidad
natural” (rol N° 346.306).

En general, el concepto de debido proceso alude a un conjunto de garantías y derechos que deben existir en el
proceso, cualquiera sea éste, a fin de asegurar, en la mayor medida posible, la solución justa de una
controversia.
En esta concepción, el TC, al igual que tribunales internacionales, han sostenido que el debido proceso no se
traduce sólo en garantías para el imputado, sino también en “el derecho a acceder a la justicia de la víctima
para perseguir la reparación del mal causado y el castigo de los culpables, a través de los medios establecido en
la ley procesal y traducidos en el proceso contra el imputado”. (rol N° 986-2007, 30/01 /2008).
La C.S, ha sostenido que “En lo que toca a los presupuestos básicos que tal garantía supone, se ha dicho que el
debido proceso lo constituyen a lo menos un conjunto de garantías que la Constitución Política de la República,
los tratados internacionales ratificados por Chile y en vigor, y las leyes, entregan a las partes de la relación
procesal, por medio de las cuales se procura que todos puedan hacer valer sus pretensiones en los tribunales, que
sean escuchados, que puedan reclamar cuando no están conformes, que se respeten los procedimientos fijados en
la ley, que las sentencias sean debidamente motivadas y fundadas, entre otros (SCS 6902-2012, de 06 de
noviembre de 2012)”.(C.S., 05/03/2014, rol N° 17.271 -13).

El problema es determinar cuál es el conjunto de garantías que constituyen el debido proceso y en ello se van
a encontrar diversas sistematizaciones dependiendo del autor que se considere. Así, por ejemplo, Andrés
Bodarlí Salamanca (“Análisis Crítico de la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional sobre el Derecho a la
Tutela Judicial”, en Revista Chilena de Derecho (Vol. 38 Nº 2)), incluye: el Derecho a un tribunal independiente
e imparcial; el Derecho a un juez natural; el Derecho de defensa; el Derecho a un debido procedimiento y el
Derecho a una sentencia motivada.

Enrique Navarro Beltrán, incluye en un justo y racional procedimiento e investigación”: (1 ) Mandato al


legislador; (2) aplicación a actuaciones administrativas; (3) derecho a impugnar actuaciones administrativas;
(4) las investigaciones del Ministerio Público también deben someterse a exigencias del debido proceso; (5)
las garantías dependen de la naturaleza del asunto; (6) bilateralidad de la audiencia; (7) derecho a aportar
pruebas; (8) derecho a ser juzgado por un tercero imparcial; (9) motivación de la sentencia; (10) derecho a un
recurso. ((2011 ): “El Debido Proceso en la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional”, en Litigación pública
(Santiago, AbeledoPerrot, Thomson Reuters, Universidad de los Andes). Los profesores Maturana y Montero,
en base a lo dispuesto por nuestro texto constitucional y considerando el pacto de San José de Costa Rica y el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, han distinguido:
 Principios o Garantías Jurídicas Políticas: Derecho a un juez independiente e imparcial; derecho a un juez
competente; derecho a la defensa; derecho a un recurso ante un tribunal superior; derecho al non bis in
eadem; derecho a indemnización por el error judicial y derecho a un juicio público.
 Principios o garantías procesales: Derecho a ser oído; derecho a ser informado de los cargos en su contra;
derecho a la presunción de inocencia y derecho a la igualada procesal.
 Principios o garantías procedimentales: Derecho a ser juzgado en un plazo razonable; derecho a no ser
obligad a declarar en su contra ni a declararse culpable; derecho a contar con asesoría de abogado defensor;
derecho a presentar y rendir prueba; derecho a contradecir la prueba contraria y derecho a la libertad
provisional durante la sustantación del juicios

Resulta conveniente diferenciar principios y garantías. Los primeros son las características que determinan un
sistema procesal penal y constituyen una opción estatal o política en su elección, haciendo que un sistema sea
diferenciable de otro. Las segundas son medios o mecanismos que la ley otorga al individuo a fin de hacer
valer sus derechos y, por tanto, las garantías giran en torno al individuo.

En base a los aspectos señalados por Maturana y Montero, éstos efectúan la siguiente distinción:
Principios del sistema procesal penal: Principio acusatorio, Principio de oficialidad y Principio de legalidad
y oportunidad.

Garantías del sistema procesal penal: Derecho a un juez independiente, derecho a un juez imparcial,
derecho a un juez natural, derecho a un juicio previo, derecho a juzgamiento en plazo razonable, derecho a la
defensa, derecho a la presunción de inocencia, legalidad de las medidas privativas de libertad, prohibición de
la persecución múltiple, derecho a un juicio público, derecho a un juicio oral y derecho al pronunciamiento de
una sentencia fundada.

Independientemente de cuál sea, según cada autor, el contenido específico del conjunto de garantías y
derechos que quedan comprendidos en el concepto de debido proceso, lo esencial dice relación a la necesidad
que tales garantías existan y sean respetadas tanto en el curso de la investigación preliminar que realiza el
Ministerio Público, como en el juicio o en el procedimiento judicial respectivo.

Ello en razón que la infracción a tales garantías acarreará la ilegalidad de los fuentes de prueba que se puedan
obtener en el curso de la investigación (prueba ilícita) o la nulidad del juicio por la infracción de tales
garantías y derechos.
En este curso examinaremos las siguientes garantías o derechos:
 El Derecho a la defensa.
 El Derecho a la igualdad.
 El Derecho a un Tribunal común u ordinario, preestablecido por la ley.
 El Derecho a un juicio previo y única persecución.
 El Derecho al juez natural.
 La exclusividad de la investigación penal.
 La presunción de inocencia del imputado.
 La legalidad de las medidas restrictivas o privativas de libertad.
 La protección de la víctima.
 Ámbito de la defensa. Calidad de imputado.
 Autorización judicial previa.
 Cautela de garantías.
 Aplicación temporal de la ley procesal penal.

a) El Derecho a la defensa.
Art. 19 N° 3, CPRC. Igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos. “Toda persona tiene derecho a la
defensa jurídica en la forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o
perturbar la debida intervención de letrado si hubiere sido requerida”.
“La ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos
por sí mismos. La ley señalará los casos y establecerá la forma en que las personas naturales víctimas de delitos
dispondrán de asesoría y defensa jurídica gratuitas, a efecto de ejercer la acción penal reconocida por esta
Constitución y las leyes”. “Toda persona imputada de delitos tiene derecho irrenunciable a ser asistida por un
abogado defensor proporcionado por el Estado si no nombrare uno en la oportunidad establecida por la ley”.

De esta forma, toda persona, en cualquier tipo de procedimiento, sea civil, penal, laboral, comercial,
administrativo, disciplinario o cualquier otro, tiene el derecho a la defensa jurídica de sus intereses, lo cual
incluye el asesoramiento respecto de los derechos y los medios por los cuales se pueden proteger los mismos.

Este derecho a la defensa jurídica reconocido por la Constitución no sólo importa la cautela de los derechos,
sino que el permitir y garantizar la intervención del letrado en cualquier asunto y ante cualquier autoridad o
potestad frente a la cual se hace valer un derecho o se reclame la afectación de uno de ellos. De esta forma, el
artículo N° 3 inciso 2° de la Carta Fundamental, reconocen a toda persona el derecho a la defensa jurídica en la
forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir, limitar o perturbar la
debida intervención del abogado ante cualquier actividad jurisdiccional o autoridad, en términos que su
intervención y el derecho a defenderse no puede ser impedida o restringida ni por el legislador, ni por
cualquier órgano o autoridad.

El derecho a la defensa jurídica se encuentra íntimamente vinculado al debido proceso y es reconocido


también en el art. 19 N° 3 inciso 5° en relación a los procesos judiciales. El derecho a la asistencia letrada se
encuentra íntimamente vinculado al acceso al proceso, a la posibilidad de comunicarse con el defendido, a
contar con el tiempo y los medios necesarios para preparar la defensa, a que se presuma la inocencia del
imputado mientras no exista prueba de culpabilidad.

Art. 14.3. Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos, establece que: Durante el proceso, toda
persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: b) A
disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa y a comunicarse con un
defensor de su elección; d) A hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por
un defensor de su elección.
El art. 8.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos dispone: Toda persona inculpada de
delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad.
Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
c) concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa;
d) derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de
comunicarse libre y privadamente con su defensor;
e) derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según
la legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo
establecido por la ley;

De esta forma, el derecho a la defensa consiste en la facultad que tiene toda persona para poder proveerse de
asesoría letrada para la defensa y protección de sus derecho y de poder efectuar todas las peticiones y ejercer
todas las acciones necesarias para el resguardo de sus derechos.

En el ámbito penal importa en el derecho del imputado para formular toda clase de peticiones, planteamientos
y alegaciones que considere oportunos para su defensa, así como de intervenir en todas las actuaciones
judiciales y del procedimiento, salvo aquellas que expresamente la ley exceptúe.

Artículo 8° CPP. Ámbito de la defensa. El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la
primera actuación del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado que carezca de abogado tendrá
derecho irrenunciable a que el Estado le proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez
antes de que tenga lugar la primera actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho
imputado. El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare
oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del
procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en este Código.

Como se expuso anteriormente, el derecho a la defensa jurídica no sólo dice relación con el imputado, sino que
también con la víctima y, específicamente, con el querellante y el actor civil que, en el caso del proceso penal,
sólo lo puede tener la víctima, que puede ejercer la acción restitutoria y la indemnizatoria. De hecho, conforme
lo reconoce expresamente nuestra Constitución, “La ley señalará los casos y establecerá la forma en que las
personas naturales víctimas de delitos dispondrán de asesoría y defensa jurídica gratuitas, a efecto de ejercer la
acción penal reconocida por esta Constitución y las leyes” (art. 19 N° 3 CPRCH).

En tal sentido, el TC ha resuelto, que: “Que en el marco de su reconocimiento constitucional se incluye como
única forma de garantizarlo, el acceso efectivo de la víctima de un hecho punible a la jurisdicción que se
manifiesta en la exigibilidad de una investigación; la apertura y la posterior sustanciación del proceso” (rol N°
1467-09, 29/12/2009).

Alberto Binder, refiriéndose al derecho a la defensa sostiene que: “El derecho a la defensa cumple, dentro del
proceso penal, un papel particular; por una parte, actúa en forma conjunta con las demás garantías; por la otra,
es la garantía que torna operativas a todas las demás. Por ello, el derecho a la defensa no puede ser puesto en el
mismo plano que las otras garantías procesales. La inviolabilidad del derecho a la defensa es la garantía
fundamental con la que cuenta el ciudadano, porque es el único que permite que las demás garantías tengan una
vigencia concreta dentro del proceso penal” (Introducción al Derecho Procesal Penal, segunda edición, tercera
reimpresión enero 2004, Buenos Aires, Editorial Ad-Hoc, p.155).

El derecho de defensa es un derecho del imputado que éste puede ejercer personalmente, lo que se denomina
“defensa material” y se concreta primordialmente a través de lo que se conoce como “derecho a ser oído” o el
“derecho a declarar en el proceso”, lo cual implica la posibilidad de conocer la imputación de que se es objeto.
Este derecho debe ser reforzado con la asistencia técnica letrada, la que se denomina “defensa técnica” que
es desarrollada por el abogado defensor del imputado.

Mientras la defensa material es renunciable, el imputado puede guardar silencio, no intervenir en actos de
práctica de prueba, no formular alegaciones, no solicitar diligencias, no presentar recursos, etc. la defensa
técnica o pública es irrenunciable, de forma que el imputado no puede exigir que no se le defienda.

El derecho a la defensa importa la facultad del imputado de intervenir en el proceso penal a objeto de decidir
respecto de la reacción penal en su contra y de realizar todas las actuaciones o actividades para evidenciar la
falta de fundamento de la imputación o de cualquier circunstancia que atenúe, extinga o excluye la
responsabilidad penal. Materialmente significa que posee la facultad de ser oído, de conocer la imputación, de
controlar la prueba de cargo, de contradecirla, de probar los hechos que él mismo invoca para excluir o
atenuar la responsabilidad, de valorar la prueba producida y exponer las razones, fácticas o jurídicas, para
obtener una sentencia favorable según su proposición.
Como se ha examinado, dos disposiciones esenciales del CPP reconocen el derecho a la defensa, sin perjuicio
de las normas constitucionales ya analizadas:
Artículo 8º.- Ámbito de la defensa. El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la
primera actuación del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado que carezca de abogado tendrá
derecho irrenunciable a que el Estado le proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez
antes de que tenga lugar la primera actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho
imputado.

El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare oportunos, así como
a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento, salvas las
excepciones expresamente previstas en este Código. Así, la defensa material se reconoce en el inciso 2° del art.
8° “tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare oportunos, así como a
intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento…”

Por su parte el artículo 93.- Derechos y garantías del imputado. Todo imputado podrá hacer valer, hasta
la terminación del proceso, los derechos y garantías que le confieren las leyes.

El art. 98 CPP, nuevamente refiriéndose a la defensa material, establece que: “Durante todo el
procedimiento y en cualquiera de sus etapas el imputado tendrá siempre derecho a prestar declaración, como un
medio de defenderse de la imputación que se le dirigiere”. Agrega la misma disposición que: “Si con ocasión de su
declaración judicial, el imputado o su defensor solicitaren la práctica de diligencias de investigación, el juez
podrá recomendar al ministerio público la realización de las mismas, cuando lo considerare necesario para el
ejercicio de la defensa y el respeto del principio de objetividad”.

Siguiendo con el ejercicio material de la defensa, el art. 108 inciso final dispone que: “Si el imputado
prefiriere defenderse personalmente, el tribunal lo autorizará sólo cuando ello no perjudicare la eficacia de la
defensa; en caso contrario, le designará defensor letrado, sin perjuicio del derecho del imputado a formular
planteamientos y alegaciones por sí mismo, según lo dispuesto en el artículo 8º”.

El art. 12 contempla como intervinientes al imputado y a su defensor.

En relación a la defensa técnica el mismo art. 8° CPP, conforme al texto constitucional, la reconoce al
expresar: “Todo imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a que el Estado le proporcione
uno”. Ello se vuelve a reconocer en el art. 93 CPP, al establecer como uno de los derechos del imputado: “b)Ser
asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación”.
Los derechos, facultades y garantías del imputado referidas al derecho a la defensa personal y técnica se
podrán hacer valer, conforme al artículo 7º CPP, por la persona a quien se atribuyere participación en un
hecho punible desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta la completa
ejecución de la sentencia.

Para este efecto, se entenderá por primera actuación del procedimiento cualquiera diligencia o gestión, sea de
investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se realizare por o ante un tribunal con competencia
en lo criminal, el ministerio público o la policía, en la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un
hecho punible.

Entre las características de la defensa técnica conforme al CPP, cabe destacar:


A.- La defensa técnica es obligatoria en el proceso penal: ello no sólo conforme lo establece la CPRCH, sino
que en diversas situaciones la ausencia de la presencia del defensor provocará la nulidad de la actuación. Así,
el art. 103 dispone que: “La ausencia del defensor en cualquier actuación en que la ley exigiere expresamente su
participación acarreará la nulidad de la misma, sin perjuicio de lo señalado en el artículo 286”.

Así es obligatoria la presencia del defensor en la audiencia de formalización conforme al art. 231 CPP que
dispone expresamente la necesidad de citar al defensor. Si el defensor no estuviera designado, conforme lo ya
expuesto, el juez esta obligado a nombrar a uno. La audiencia en que se solicita la prisión preventiva del
imputado es obligatoria la presencia del defensor (art. 142 inc. 3° CPP). La audiencia de control de detención
es requisito de validez la presencia del abogado defensor del imputado (art. 132 CPP). Lo mismo ocurre con la
audiencia de preparación de juicio oral (art. 269 CPP) y la de juicio oral (art. 286 CPP).
B.- La defensa técnica debe ser ofrecida desde el inicio del procedimiento: como ya se examinó el
analizar el art. 8° CPP, el imputado debe ser asesorado por su defensa técnica desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra. Por su parte, el art. 91 CPP al establecer que la policía sólo puede
interrogar autónomamente al imputado en presencia de su defensor, confirma nuevamente la necesidad de
intervención de la defensa técnica desde el inicio del procedimiento.

C.- La defensa técnica es ejercida por un defensor de confianza. Esencial en la defensa técnica es la
relación de confianza entre el imputado y su defensor, lo cual surge de la necesidad de construir una historia y
de la necesaria vinculación entre ambos. La ley de la Defensoría Penal Pública reconoce este aspecto desde
que le permite siempre al imputado solicitar la designación de un nuevo defensor. Por su parte el art. 102 lo
reconoce expresamente al establecer la facultad del imputado de designar libremente uno o ms defensores de su
confianza”. Por su parte, el art. 107 CPP, reconoce expresamente este vinculo de confianza al disponer que la
designación de un abogado defensor penal público no afecta el derecho del imputado de designar libremente a
otro de su confianza.

D.- La defensa técnica del imputado es una obligación para el Estado: lo cual se desprende claramente de
lo dispuesto en el art. 19 N° 3 CPRC. En igual sentido el art. 102 CPP al disponer que si el imputado carece de
abogado defensor el juez deberá proceder a designarlo. Asimismo, si el imputado estuviera privado de
libertad cualquier persona podrá proponer un defensor determinado.

E.- La defensa técnica debe ser ejercida por el defensor de confianza durante todo el proceso: art. 102
CPP, desde la primera actuación y hasta la ejecución de la sentencia.

F.- Las comunicaciones entre el imputado y el defensor son secretas: el art. 94 f) del CPP establece que el
imputado privado de libertad tiene derecho a entrevistarse privadamente con su abogado. Por su parte, el art.
303 al referirse a las personas exentas de declarar establece que: “Tampoco estarán obligadas a declarar
aquellas personas que, por su estado, profesión o función legal, como el abogado, médico o confesor, tuvieren el
deber de guardar el secreto que se les hubiere confiado, pero únicamente en lo que se refiriere a dicho secreto”.
Por su parte el art. 222 CPP en relación a la interceptaciones telefónicas establece que: “No se podrán
interceptar las comunicaciones entre el imputado y su abogado, a menos que el juez de garantía lo ordenare, por
estimar fundadamente, sobre la base de antecedentes de los que dejará constancia en la respectiva resolución,
que el abogado pudiere tener responsabilidad penal en los hechos investigados”. El art. 220 CPP No podrá
disponerse la incautación, ni la entrega bajo el apercibimiento previsto en el inciso segundo del artículo 217:
a) De las comunicaciones entre el imputado y las personas que pudieren abstenerse de declarar como testigos
por razón de parentesco o en virtud de lo prescrito en el artículo 303;

G.- El defensor es independiente para efectos de ejercer su defensa. Artículo 104.- Derechos y facultades
del defensor. El defensor podrá ejercer todos los derechos y facultades que la ley reconoce al imputado, a
menos que expresamente se reservare su ejercicio a este último en forma personal.

H.- El defensor es libre para asumir y continuar con el ejercicio de la defensa: Art. 107 CPP. Renuncia o
abandono de la defensa. La renuncia formal del defensor no lo liberará de su deber de realizar todos los actos
inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la indefensión del imputado. En el caso de renuncia
del defensor o en cualquier situación de abandono de hecho de la defensa, el tribunal deberá designar de
oficio un defensor penal público que la asuma, a menos que el imputado se procurare antes un defensor de su
confianza. Con todo, tan pronto este defensor hubiere aceptado el cargo, cesará en sus funciones el designado
por el tribunal.

I.- El defensor debe abstenerse de efectuar declaraciones durante el juicio. Art. 321 CPP, “ni los fiscales,
no los demás intervinientes y sus abogados podrán entregar información o formular declaraciones a los medios
de comunicación social durante el desarrollo del juicio”.

J.- El defensor es responsable civil, penal y disciplinariamente. Art. 50 CPP, Los fiscales, los abogados y los
mandatarios de los intervinientes en el procedimiento no podrán ser condenados personalmente al pago de
las costas, salvo los casos de notorio desconocimiento del derecho o de grave negligencia en el desempeño de
sus funciones, en los cuales se les podrá imponer, por resolución fundada, el pago total o parcial de las costas.
El defensor puede ser responsable penalmente por los delitos de prevaricación de abogado conforme lo
dispone el art. 231 CP, por la revelación de secretos, abuso malicioso de su oficio o perjudicando al cliente. Lo
mismo en el evento de patrocinio simultáneo de dos partes contrarias. Para evitar esta ultima situación el art.
105 CPP regula la situación de las defensas incompatibles y la defensa de varios imputados por un mismo
defensor. Adicionalmente, existen los delitos de presentación de prueba falsa art. 207 CP y de obstrucción a la
investigación 269 bis CP.

Conforme lo disponen los arts. 530 y 531 COT los defensores pueden ser sancionados disciplinariamente. Así,
el 287 CPP establece la posibilidad de sancionar disciplinariamente al defensor que no concurre a la audiencia
de juicio oral y lo mismo establece el art. 269 en relación a la audiencia de preparación de juicio oral. Por su
parte, lo arts. 292 a 294 CPP regulan las facultades disciplinarias del tribunal en relación al orden de las
audiencias. Finalmente, también mantiene responsabilidad civil por los daños o perjuicios causados.

Otras manifestaciones del derecho a la Defesa:


A.- Prohibición de la reformatio in peius: la prohibición de la reformatio in peius es una garantía del debido
proceso y su ámbito es el de los recursos contra las resoluciones judiciales, prohibiendo al tribunal que revisa
la decisión la modificación de la resolución recurrida en perjuicio del imputado. También se vincula el
principio con la inviolabilidad de la defensa, a fin de que la misma no sea “sorprendida” con un fallo más
adverso que el recurrido.
B- Inadmisibilidad del juicio contra ausentes: vinculado a las garantías de la defensa, dada las
consecuencias de proceso penal se prohíbe seguir el mismo en ausencia del imputado. En el caso de Chile la
regla es relativa, ya que se permite seguir el proceso en ausencia del imputado a partir de un momento
procesal concreto que es luego de iniciado el juico (art. 283 CPP).
C.- Incoercibilidad del imputado como órgano de prueba: el imputado no puede ser obligado a declarar y
si declara no esta obligado a hacerlo bajo juramento. Esencialmente la declaración del imputado es un medio
de defensa.
D.- Deber de correlación: La regulación del derecho a la defensa y su real cumplimiento no tendría sentido
en el proceso si la sentencia pudiera extenderse a hechos o circunstancias que están fuera del debate o que no
fueron objeto del derecho a la defesa.

En otros términos la sentencia sólo se debe expedir sobre el hecho y las circunstancias que contiene la
acusación, “que han sido intimadas al acusado” y, por consiguiente, sobre aquellos elementos de imputación
acerca de los cuales el imputado a podido ser oído.

Ello se vincula en forma íntima con el derecho a la defensa, toda vez que todo aquello que en la sentencia sea
una sorpresa para quien se defiende, sobre el cual el imputado y su defensor no pudieron cuestionarlo y
enfrentarlo probatoriamente, lesiona el derecho a la defensa.

Artículo 341 .- Sentencia y acusación. La sentencia condenatoria no podrá exceder el contenido de la


acusación. En consecuencia, no se podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella. Con
todo, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquella contenida en la acusación o
apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes de la responsabilidad penal no incluidas en
ella, siempre que hubiere advertido a los intervinientes durante la audiencia.

Si durante la deliberación uno o más jueces consideraren la posibilidad de otorgar a los hechos una
calificación distinta de la establecida en la acusación, que no hubiere sido objeto de discusión durante la
audiencia, deberán reabrirla, a objeto de permitir a las partes debatir sobre ella.

En idéntico sentido gira el artículo 259 inciso final del CPP: “La acusación sólo podrá referirse a hechos y
personas incluidos en la formalización de la investigación, aunque se efectuare una distinta calificación
jurídica.

En relación al derecho a la defensa y las facultades que éste importa, a fin de sintetizar los aspectos esenciales
resulta conveniente exponer lo señalado por Alberto Binder (Introducción al Derecho Procesal Penal, p. 165):
Es necesaria la oportuna intervención del imputado en el proceso penal desde los primeros actos del
procedimiento. Esta intervención debe ser lo más amplia posible en todas las etapas del proceso y debe
permitir la más amplia defensa posible durante el juicio.
- Es necesario que el proceso sea auténticamente contradictorio. Esto significa que el imputado debe tener
la posibilidad de proponer pruebas, de participar en los actos de producción de prueba, de controlar tal
producción de la prueba, y de sugerir una reconstrucción de los hechos y una interpretación del Derecho
que le sean favorables y sean atendidos por los jueces.
- Es necesario que en el proceso exista una imputación concreta; en especial, que el juicio se fundamente
sobre una acusación precisa y detallada, que sirva de límite al ámbito de decisión del tribunal.
- Es necesario que tanto la imputación originaria como la acusación sean ampliamente conocidas y
comprendidas por el imputado. Para dar cumplimiento a este requisito se debe tener en cuenta el grado
de comprensión como el grado de preparación propios de cada imputado.
- Debe haber congruencia entre la sentencia y la acusación. Tanto en lo que se refiere a los hechos con las
limitaciones que hemos señalado- en cuanto a la posible calificación jurídica de tales hechos. La sentencia
debe basarse en las pruebas que se han producido en el juicio. Porque sólo las pruebas producidas en el
juicio han podido ser controladas por el imputado y su defensor. El imputado debe tener la más amplia
libertad para elegir a su defensor y toda facultad del tribunal para apartar a un defensor debe ser
sumamente restringida.
- Debe existir un régimen amplio de declaración por parte del imputado y tales declaraciones deben ser
entendidas como un medio de defensa con que el imputado cuenta, y no como un momento para procurar
su confesión.

a) DERECHO A LA IGUALDAD. IGUALDAD DE POSICIONES.


Art, 19 N° 3º CPRC.- La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos. El principio de igualdad de las
partes está estrechamente vinculado con el principio de contradicción, de manera que debemos ver la
contradicción como una manifestación de un postulado básico, pues lo que condiciona que exista la
bilateralidad es precisamente la previa aceptación de un presupuesto de igualdad entre los que intervienen en
el debate penal. De esta forma, para hacer efectiva y real la contradicción en el juicio resulta esencial que las
partes, imputado y órgano acusador, se encuentren en un pie de igualdad en el proceso, de forma tal de poder
contradecir los postulados, generar prueba, discutir la prueba rendida, proponer supuestos fácticos y jurídicos
y con ello asegurar que el material probatorio y la discusión jurídica que se incorpore y en base a la cual el
tribunal resolverá sea lo más acorde a las teorías del caso de cada interviniente.

El Estado es quien, por medio de órganos públicos, persigue penalmente. Resulta imposible igualar el poder de
la organización del Ministerio Público y la policía en la labor de persecución penal. Esto se traduce, en la
persecución penal concreta e individual, en una situación de abierta desigualdad entre quien acusa y quien
soporta la persecución penal.

Así, se pretende que el proceso penal se acerque al proceso de partes, dotando al imputado de un conjunto de
facultades equivalentes a los de los órganos de persecución del Estado y del auxilio procesal necesario para
resistir la persecución penal, con posibilidades parejas a las del acusador. La etapa de instrucción del proceso,
sea desformalizada o formalizada, implican una serie de facultades para los órganos de persecución penal que
prevalecen claramente sobre la posición del imputado, sin perjuicio del resguardo de sus derechos. Ello se
debe esencialmente a la necesidad de averiguar los rastros del hecho punible.

Así, toda la etapa de instrucción es básicamente un procedimiento autoritario, toda vez que es una sola
autoridad la que reconstruye y ello lo hace, en principio, sin ingreso de los demás intereses y puntos de vista
que están en juego en el proceso, es decir, sin debate, sin mayor oposición. Terminada la etapa de instrucción,
ya en la etapa intermedia y claramente en la de juicio oral, se abre la posibilidad de establecer una plena
igualdad entre el acusador y el acusado.

Es en el juicio el momento para establecer un real proceso de partes, en el cual acusador y acusado posean
iguales herramientas procesales para que exista igualdad entre las partes, es decir, equilibrio procesal. Ese
equilibrio es tal que las facultades que son otorgadas a uno y a otro son paralelas: la acusación genera la
contestación de la misma, ambos pueden probar sus teorías de caso, ambos pueden controlar la prueba del
contrario, ambos valoran la prueba rendida, ambos pueden hacer conclusiones al tribunal, etc.
En el fondo, hay una tendencia del sistema de igualar las posibilidades entre el ministerio público y el
imputado.
Esta necesidad de procurar la igualdad de posiciones en el proceso, la cual se manifiesta de forma diversa en
la etapa de instrucción y es plena en la etapa de juicio, se logra mediante diversos mecanismos que se pueden
identificar en el proceso penal chileno. En primer lugar, el Ministerio Público no es parte en sentido estricto en
el procedimiento penal, ya que no hace valer un interes subjetivo propio o ajeno -de Estado- en la actuación de
la ley penal y ese único interés no es otro que la correcta actuación de la ley penal.

Es por ello que se le impone la obligación de verificar los dos extremos del proceso penal; por un lado lo que
determina la responsabilidad penal y, por el otro, aquellas circunstancias que eximen de ella, la atenúan o la
extinguen (principio de objetividad).

Un segundo mecanismo que procura esta igualdad es el aseguramiento de la defensa técnica como elemento
esencial de validez del proceso. El Ministerio Público es un “órgano profesional” en materia penal, ello hace
indispensable que el imputado sea asistido por otro profesional y que el imputado sea asistido técnicamente
por la intervención irrenunciable de un abogado defensor.

Adicionalmente, el defensor del imputado no es sólo un asistente técnico, sino además es un sujeto del
procedimiento penal toda vez que ejerce facultades autónomas que no dependen de la voluntad del imputado.
Un tercer mecanismo para asegurar el equilibrio procesal es lo que Maier denomina “facultades defensivas”
(Julio B. J. Maier (2002), Derecho Procesal Penal. Tomo I. Fundamentos. Buenos Aires, Editores del Puerto s.r.l. 2ª
Edición, 2° reimpresión, pp. 584-589).

El procedimiento judicial es un método de descubrimiento de la verdad. Así, para que exista una real igualdad
de oportunidades, es indispensable otorgar al imputado las facultades necesarias para fijar los hechos
averiguados durante el procedimiento. Es decir, el imputado debe tener las mismas facultades que el
Ministerio Público para influir sobre la reconstrucción fáctica que es objeto del proceso. En el fondo debe
tener “idénticas posibilidades para influir sobre la recepción y valoración de la prueba”.

De esta forma, para influir en la reconstrucción histórica de la imputación, se le debe reconocer al imputado y
a su defensa:
A.- Control de la prueba que valorará el tribunal en la sentencia: de ahí el carácter público, oral y
contradictorio del juicio oral (art. 289 y 291 CPP). La exigencia de presencia ininterrumpida de los sujetos
procesales durante el juicio (arts. 327, 284, 285, 286, 287 y 288 CPP) y que sólo puede ser prueba aquella
rendida en el juicio, incorporada en forma establecida por la ley u única que puede valorar el tribunal para
fundar la decisión (arts. 296 y 297 CPP). En la audiencia de preparación de juicio oral el debate de la prueba es
plenamente igualitario (art. 272 CPP). Exclusión de prueba art. 276 CPP. De ahí que los antecedentes de la
investigación no sean prueba en sentido técnico o que sólo tienen un valor preparatorio, ya que sólo será
prueba aquella que se rinda en el juicio, conforme a las normas procesales respectivas y que sea valorada por
el tribunal. El control de la prueba además se materializa en la posibilidad de todos los intervinientes de
interrogar y contrainterrogar a testigos y peritos (art. 329 CPP), en la prohibición de utilización de los
registros y documentos de la investigación (art. 334 CPP), en la posibilidad de acudir a todos los medios de
prueba para acreditar las diversas tesis, etc.
B.- Producción de prueba de descargo: mecanismo esencial para asegurar la igualdad de posiciones es la
posibilidad de que la defensa pueda ofrecer y rendir prueba propia de descargo y no quedarse sólo con
aquella que presenta el Ministerio Público o, en base a una defensa pasiva, ampararse en la presunción de
inocencia.
C.- Valoración de la prueba: rendida la prueba le corresponde al tribunal el determinar el valor probatorio
de la misma. Así, tanto para el acusador como para el imputado debe existir la posibilidad de hacer valer sus
puntos de vista en relación a la prueba, su valor, la mayor o menor imparcialidad y credibilidad de un testigo,
etc., (art. 338 CPP).
D.- Valoración jurídica: en igual sentido que la valoración de la prueba, la equiparación de facultades debe
también abarcar la posibilidad de influir en el resultado de la sentencia, es decir, en el aspecto jurídico del
fallo y la valoración del comportamiento que es objeto del debate. (art. 338 CPP).
E.- Derecho al recurso: además de ser una garantía del debido proceso, tanto el Ministerio Público como del
imputado tienen igual derecho de recurrir contra las resoluciones judiciales (art. 352 CPP).
F.- Derecho al recurso: además de ser una garantía del debido proceso, tanto el Ministerio Público como del
imputado tienen igual derecho de recurrir contra las resoluciones judiciales (art. 352 CPP).
G.- Declaraciones anticipadas: vinculado con la prueba del hecho imputado y las circunstancias para
contradecir la imputación tienen especial importancia las normas que regulan la prueba anticipada, es decir, a
la posibilidad que determinados testigos declaren previamente al juicio en una audiencia especialmente citada
para tal efecto y que se incorporan al juicio oral por su reproducción, lo cual también es aplicable a los peritos
(art. 191 , 192 y 280 CPP), en base a las cuales no sólo el defensor puede acceder a rendirla, sino que
adicionalmente, para su contradicción, debe ser citado a la prueba anticipada que solicite el Ministerio
Público.

b) DERECHO A UN TRIBUNAL COMÚN Y PREESTABLECIDO POR LEY.


Art. 19 N° 3, inc. 5° CPRC: “Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que
señalare la ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho”.
Art. 76 CPRC. “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo
juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la República ni
el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes, revisar los
fundamentos o contenido de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”.
Art. 8°, N° 1 Convención Interamericana de Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a ser oída,
con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier
otro carácter”.
Art. 14 N° 1 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: “Todas las personas son iguales ante los
tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá el derecho a ser oída públicamente y con las debidas
garantías por el tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de
cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u
obligaciones de carácter civil”.

El derecho a ser juzgado por un tribunal independiente, consagrado en las disposiciones examinadas,
constituye una manifestación del debido proceso y una garantía fundamental para el justiciable. La
independencia debe ser entendida en sentido orgánico, funcional y personal. La primera dice relación con la
independencia del Poder Judicial en relación a los restantes órganos del Estado. Ello importa, en sentido
positivo, que el Poder Judicial no se encuentra subordinado al Poder Legislativo ni al Ejecutivo, lo cual se
consagra en el art. 76 CPRC y confirmado por el 7° del texto constitucional y el art. 12 COT, al consagrar que
“el Poder Judicial es independiente de toda otra autoridad en el ejercicio de sus funciones”. En sentido
negativo, la independencia importa que le es prohibido al Poder Judicial mezclarse en las atribuciones de
otros poderes del públicos y en general ejercer otras funciones que las determinadas en la ley (art. 4° COT). La
independencia funcional dice relación con la exclusividad de la labor jurisdiccional, en términos que “ni el
Presidente de la República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales” (art. 76 CPRC).
Importando también la facultad de imperio (Art. 76 incisos 3° y 4° CPRCH y 11 COT)

La independencia personal no dice relación con el órgano, sino con el juez, quien para ejercer su función y ser
realmente independiente, debe estar libre de influencias en el desempeño de sus funciones, ello tanto en
relación al propio poder judicial (independencia interna), como en relación a otros poderes públicos
(independencia externa). Ello se logra mediante la inamovilidad (art. 80 CPR), la inviolabilidad (art. 81 CPR) y
la inavocabilidad (art. 8° COT, no puede avocarse a conocer asuntos pendientes ante otro tribunal). Así,, el
derecho a ser juzgado por un tribunal imparcial constituye una garantía del debido proceso, consagrada en el
art. 19 N° 3° inc. 5° CPR y que se materializa a nivel legal en el art. 1 CPP “Ninguna persona podrá ser
condenada o penada, ni sometida a una de las medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en
virtud de una sentencia fundada, dictada por un tribunal imparcial”. La imparcialidad en sentido personal
importa que quien ejerce jurisdicción debe ser una persona distinta a las partes en conflicto (impartial) y
además no debe tener vinculación con las partes que pueda motivar un designio a favor o en contra de alguna
de ellas (imparcialidad ante el caso concreto). Ello se logra por medio de las inhabilidades del juez y que
tienen por finalidad asegurar su imparcialidad (implicancias y recusaciones Art. 195 y 196 COT).

De esta forma, por medio de las implicancias y recusaciones, se busca asegurar la “neutralidad subjetiva por
parte del juez”, a fin de impedir que pueda intervenir cuando exista alguna vinculación con las partes o
debido a que ha participado con alguna de ellas en actividades anteriores. La imparcialidad subjetiva del juez
es de tal importancia que la intervención de un juez inhabilitado puede hacerlo responsable penalmente
conforme al art. 76 y configurar algún delito contemplado en el CP (arts. 224 Nos. 4 a 7 y 225 Nos. 4 y 5), ello
sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria que le puede corresponder (art. 77 CPR). La imparcialidad se
asegura, en materia penal, mediante la separación de las funciones de investigación y juzgamiento.
Finalmente, a fin de hacer real y efectivo este derecho, la Constitución prohíbe el poder ser juzgado por una
comisión especial, toda vez que la sentencia debe emanar del tribunal establecido por la ley, tribunal que
adicionalmente debe encontrarse creado con anterioridad al hecho que se juzga (Juez Natural).

De esta forma, se establecen las tres garantías esenciales del tribunal, en orden a que sea independiente,
imparcial y que se encuentre predeterminado por la ley, todas características esenciales de la garantía del
debido proceso.

La garantía de independencia, imparcialidad y de predeterminación del tribunal se refuerza en el sistema


penal chileno con la prohibición de delegar los actos del tribunal en funcionarios subalternos (art. 35 CPP).

La imparcialidad del juez se asegura también impidiendo que un juez de garantía pueda actuar como juez oral
si ha intervenido en el mismo caso, también en la situación que un fiscal o defensor pueda actuar como juez
oral o de garantía en un caso que conoció como integrante del Ministerio Público. Art. 195 COT. Respecto de
los jueces con competencia criminal, son causas de implicancia, además, las siguientes:
1º. Haber intervenido con anterioridad en el procedimiento como fiscal o defensor;
2º. Haber formulado acusación como fiscal, o haber asumido la defensa, en otro procedimiento seguido contra el
mismo imputado, y
3º. Haber actuado el miembro del tribunal de juicio oral en lo penal como juez de garantía en el mismo
procedimiento.

c) GARANTÍA DEL JUEZ NATURAL.


En íntima relación con la garantía examinada se encuentra la del juez natural. Si la imparcialidad del tribunal
constituye una garantía fundamental del debido proceso, en orden a que permite mantener la neutralidad
subjetiva del juez, resulta indispensable prohibir que se puedan crear tribunales ad hoc o comisiones
especiales creados para el caso o para la persona concreta que se juzga. De ahí que el art. 19 N° 3, inc. 5° CPR
establezca que: “Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la
ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho”.

El artículo 2º CPP.- Juez natural. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que
señalare la ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho.
De esta forma, frente a nuestra Constitución se considera ilegítimos los tribunales ad hoc creados
especialmente para resolver el caso o según la persona a juzgar, pero adicionalmente establece una vigencia
temporal de las reglas que determinan la existencia del tribunal y la competencia al exigir adicionalmente que
el tribunal debe estar establecido antes de la perpetración del delito. La exigencia que el tribunal se encuentre
establecido previamente al hecho impide que un tribunal posterior al mismo se avoque al conocimiento y
resolución de causas pendientes, anteriores al comienzo de vigencia de la ley, forma que permitiría
determinar, de manera encubierta o indirecta, el tribunal que lo juzga y alterar la norma de competencia.

Complementando necesariamente esta garantía, el art. Art. 157 COT establece que: “Será competente para
conocer de un delito el tribunal en cuyo territorio se hubiere cometido el hecho que da motivo al juicio”. Con
ello queda determinado concretamente el juez que naturalmente debe conocer de un asunto determinado.
Con idéntica razón los arts. 206 a 209 regulan específicamente la forma en que se subroga a un juez de
garantía y el orden en que se debe determinar quien conocerá en el evento de estar el juez titular inhabilitado
o imposibilitado. Lo mismo se hace en relación a los jueces orales. Ello en razón que de no cumplirse la
normativa se vería afectado claramente la garantía del juez natural.

La norma constitucional examinada determina “positivamente, que el único tribunal competente para el juicio
es aquél designado como tal por la ley vigente al momento en que se comete el hecho punible objeto del
procedimiento; en segundo término, cancela el efecto retroactivo que se pudiera pensar o que el legislador
pudiera atribuirle a una ley de competencia. Las leyes de competencia, entonces, rigen para el futuro –regla que,
en sí, no necesita aclaración-, esto es, para hechos punibles competidos con posterioridad a que entren en vigor, y
no pueden ser aplicadas para determinar la competencia de los tribunales respecto de hechos sucedidos con
anterioridad a su vigencia, ni, por supuesto, a causas pendientes, otorgándoles efecto retroactivo”. (Maier, Julio
(2002, p- 767).
d) JUICIO PREVIO Y ÚNICA PERSECUCIÓN.
“Artículo 1 º CPP.- Juicio previo y única persecución. Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni
sometida a una de las medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia
fundada, dictada por un tribunal imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público,
desarrollado en conformidad con las normas de este cuerpo legal”. “La persona condenada, absuelta o
sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser sometida a un nuevo procedimiento
penal por el mismo hecho”.

La referida disposición legal constituye una materialización de la garantía fundamental contenida en el art. 19
N° 3° inc. 5°, al establecer que una persona no puede ser condenada, penada o sometida a una medida de
seguridad sin una sentencia fundada dicta en un previo juicio oral y público dictada por un tribunal
imparcial y conforme al procedimiento establecido por el CPP. De esta forma, la sentencia judicial de
condena es el fundamento de la actuación del poder penal material del Estado. Así, juicio y sentencia son, en
este punto, sinónimos, “en tanto la sentencia de condena es el juicio del tribunal que, al declarar la
culpabilidad del imputado, determina la aplicación de la pena (Maier, Julio (2002), pg. 479). (Nulla poena sine
iuditio).

El proceso pena surge así como el único mecanismo válido para imponer una pena o una medida de seguridad,
exigiéndose que para la validez del mismo el juicio se desarrolle en forma pública y oral.
El juicio previo requiere la dictación de una sentencia fundada, lo cual es consagración de la garantía
contenida en el art. 19 N° 3 inciso 5° CPR. Justamente por ello el art. 342 CPP dispone, entre los requisitos de
la sentencia que: “c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se
dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de
prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297; d) Las razones
legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus circunstancias y
para fundar el fallo”. La debida fundamentación de la sentencia es condición esencial de validez de la misma,
toda vez que constituye el mecanismo de control de la actividad jurisdiccional y, a su vez, el propio
fundamento de su existencia, sin la cual no podríamos hablar de un debido proceso. De ahí que la falta de la
debida fundamentación de la sentencia constituya una causa de nulidad del juicio y de la sentencia, toda vez
que la motivación de la misma es una garantía individual integrante del juicio previo..
Pero la sentencia no puede surgir de la nada, la sentencia nace como un acto de decisión del Estado en razón
de un proceso legal previo (nulla poena sine processu) que es legalmente tramitado. Para que la
sentencia pueda fundamentar la pena o la medida de seguridad resulta esencial la existencia de un
procedimiento previo a ella, que procure los medios o elementos necesario para la decisión del tribunal
respecto de la imputación deducida, es decir, que permita construir el fundamento o premisa fáctica en que se
apoya la resolución, aplicando la ley penal o desestimando su aplicación.

El procedimiento previo, por su parte, no es cualquier procedimiento que la autoridad pueda determinar o
establecer, sino que se debe encontrar determinad por la ley, es decir, reglado por la misma, que defina los
actos que la componen y el orden en que se debe llevar a cabo. Pero el procedimiento reglado tampoco es
cualquiera, se trata de un procedimiento que es acorde a las seguridades individuales y acorde a los derechos
fundamentales que reconoce la Constitución, los tratados internacionales y la ley, que como tal contempla una
serie de garantías que deben ser respetadas (juez natural, debido proceso, derecho defensa, presunción de
inocencia, juicio público, etc.). En esas características esenciales del proceso y como garantía para el mismo el
juicio se desarrolla en forma pública y oral.

Nuestra Constitución no establece normas específicas en relación al carácter público del proceso, pero si
existen reconocimiento explícitos en la Convención Interamericana de Derechos Humanos, art. 8 N° 5; “El
proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la justicia”. El
pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su art. 14 establece el carácter público del proceso.
El CPP, en el referido art. 1 ° se refiere expresamente al carácter público del proceso penal y sanciona con
nulidad el que el juicio oral se violaran las normas relativas a la publicidad y continuidad del mismo (art. 374
d) CPP).

El carácter publico del proceso se materializa en al acceso de todas las personas al mismo, la publicidad de las
audiencias, la publicidad de los registros y actuaciones, salvo en los casos concretos que se permite su reserva.
Art. 44 CPP. El art. 289 CPP establece expresamente como principio de juicio oral el carácter público del
mismo, sin perjuicio de la facultad en casos calificados por el tribunal, a petición de parte y por resolución
fundada, de restringir tal publicidad cuando es necesario para proteger la intimidad, el honor o la seguridad
de cualquier persona que debiere tomar parte en el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido
por la ley.

Durante la etapa previa al juicio oral la publicidad es relativa, toda vez que la investigación es secreta para los
terceros ajenos al procedimiento, mientras que para el imputado, su defensor y los intervinientes tienen pleno
acceso a la misma (art. 44 y 182 CPP), ello sin perjuicio de la facultad del fiscal, en determinadas condiciones,
de decretar la reserva o secreto de la misma y con las limitaciones que la misma norma establece. Si bien el
CPP no establece expresamente el carácter público de las audiencias durante la etapa de investigación, salvo la
de preparación de juicio oral (art. 266 CPP), dada la vigencia del principio de publicidad la regla es que todas
sean públicas, salvo casos concretos en que se solicita la reserva y que el juez debe autorizar (ley de drogas,
ley de lavado de activos, etc.). A fin de asegurar la publicidad, la ley ha establecido como una característica del
proceso y, a su ve una garantía, la inmediación, que debe observarse estrictamente en el curso del proceso:
art. 284 presencia de los jueces; art. 35, prohibición de delegación en personal subalterno; art. 340, la prueba
que sirve de fundamento a la sentencia debe ser la rendida en el juicio; arts. 282, 283, 284, 285, 286, 287 y
288, prohibición de suspender el juicio oral por mas de 10 días, la obligación de permanencia del fiscal, del
defensor, del imputado (con algunas limitantes), de los jueces y del querellante.

El carácter oral del proceso se asegura con la prohibición de ingresar por registros escritos las declaraciones
de los testigos, peritos, la necesidad de exhibir documentos, filmaciones y otros medios de prueba en el juicio
y la obligación de fundamentar la sentencia sólo en base a la prueba rendida durante el juicio, de forma tal que
toda la prueba de la etapa de investigación no es propiamente prueba, sino una fuente de prueba. Art. 289,
315, 323, 329, 331 , 332, 333, 334, 340 inc. 2° CPP. Ello además de la causal de nulidad absoluta del juicio en
caso de infracción, art. 374 d).

Única persecución-Prohibición de la persecución penal múltiple (nos bis in ídem): Art. 1 ° inc. 2°: “La
persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser sometida
a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho”. En igual sentido el at. 8° N° 4 de la Convención
Americana de Derechos Humanos “el inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a un
nuevo juicio por los mismo hechos”. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su art. 14
establece que “Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o
absuelto por una sentencia firme de acuerdo a la ley y el procedimiento penal de cada país”. El principio de
non bis in ídem o de la cosa juzgada se relaciona con la prohibición de la persecución penal múltiple,
simultánea o sucesiva y constituye una garantía del proceso que es independiente del juicio previo y que
conforma la garantía del debido proceso. En un sentido procesal, este principio, importa una garantía de
seguridad para el imputado, en orden a prohibirse el riesgo de una nueva persecución penal cuando la
anterior ha fenecido (cosa juzgada) o esta en trámite (litis pendencia). Es decir, se materializa en una
prohibición absoluta de una nueva persecución penal simultánea o sucesiva, por la misma realidad histórica
atribuida a una misma persona cuando el proceso culminó en una sentencia firme, sea absolutoria o
condenatoria, con un sobreseimiento definitivo o se encuentra otro proceso pendiente por los mismos hechos.

Para determinar su aplicación, la doctrina considera tres aspectos esenciales: identidad de persona
perseguida, identidad de objeto de persecución e identidad de causa de persecución.

 Identidad personal: ampara sólo a la persona que, perseguida penalmente, haya o no recaído sentencia firme
con autoridad de cosa juzgada, vuelve a ser perseguida en otro procedimiento penal, que tiene como objeto la
imputación del mismo hecho. Así, se trata de la misma persona perseguida penalmente en una y otra
persecución penal, entendiendo como imputado a la persona contra la cual se dirige el procedimiento, es
decir, quien es autor o partícipe del hecho punible. Si la persona no fue objeto del proceso, es decir, no fue
imputada en alguna forma, la prohibición en examen no se aplica, lo cual significa que el principio rige
individualmente y no posee efecto extensivo.

 Identidad objetiva: esta referido al hecho punible, el acontecimiento histórico que es objeto del proceso, en
otros términos al comportamiento atribuido a la persona. Es decir, existe identidad objetiva cuando se trata
del mismo comportamiento atribuido a la misma persona. Para esto, se considera el hecho como
acontecimiento real, en un momento período determinado, sin que la posibilidad de diversa calificación
jurídica afecte la regla. Como señala Maier: “Dos objetos procesales son idénticos y no permiten persecuciones
penales distintas simultáneas o sucesivas, cuando la imputación consiste en la misma acción u omisión concreta
aun cuando sólo se afirmadas hipotéticamente como ciertas” (Maier, Julio (2002), p. 608).

 Identidad de causa de persecución: dice relación con la pretensión punitiva, que no es otra que aplicar una
pena. Algunos autores ( María Inés Horvitz y Julián López) sostienen que es perfectamente posible no infringir
el principio si la pretensión de uno de los procesos no es la aplicación de una sanción penal, sino una medida
disciplinaria o una reparación civil.

Otros (Binder) estiman que ello no es posible, de forma tal que si el objeto del proceso es la aplicación de una
sanción, como respuesta del Estado a algo que ha calificado como infracción a la ley, no se debe distinguirse si
tal respuesta reviste el carácter de una pena o de una sanción disciplinaria. Dada la triple identidad surge la
prohibición de la persecución penal pública y la vía o herramienta para hacerla valer es por vía de excepción
de cosa juzgada o de Litis pendencia, según el caso. Ambas excepciones, conforme al CPP, son de previo y
especial pronunciamiento.

Artículo 264.- Excepciones de previo y especial pronunciamiento. El acusado podrá oponer como excepciones
de previo y especial pronunciamiento las siguientes:
a) Incompetencia del juez de garantía;
b) Litis pendencia;
c) Cosa juzgada;
d) Falta de autorización para proceder criminalmente, cuando la Constitución o la ley lo exigieren, y
e) Extinción de la responsabilidad penal.
Artículo 265.- Excepciones en el juicio oral. No obstante lo dispuesto en el artículo 263, si las excepciones
previstas en las letras c) y e) del artículo anterior no fueren deducidas para ser discutidas en la audiencia de
preparación del juicio oral, ellas podrán ser planteadas en el juicio oral. Dada la naturaleza del proceso penal y
lo dispuesto en el art. 8° CPP, la prohibición de persecución penal múltiple se puede hacer valer desde que se
adquiere la calidad de imputado.

Finalmente, conforme lo dispone el art. 13 CPP, las sentencias penales extranjeras producen el mismo efecto
en relación a la prohibición que se examina.

Artículo 13.- Efecto en Chile de las sentencias penales de tribunales extranjeros. Tendrán valor en Chile las
sentencias penales extranjeras. En consecuencia, nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por
el cual hubiere sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo a la ley y al
procedimiento de un país extranjero, a menos que el juzgamiento en dicho país hubiere obedecido al
propósito de sustraer al individuo de su responsabilidad penal por delitos de competencia de los tribunales
nacionales o, cuando el imputado lo solicitare expresamente, si el proceso respectivo no hubiere sido
instruido de conformidad con las garantías de un debido proceso o lo hubiere sido en términos que revelaren
falta de intención de juzgarle seriamente. En tales casos, la pena que el sujeto hubiere cumplido en el país
extranjero se le imputará a la que debiere cumplir en Chile, si también resultare condenado.
La ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujetará a lo que dispusieren los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encontraren vigentes.

e) EXCLUSIVIDAD DE LA INVESTIGACIÓN PENAL.


Art. 83 CPR.- Un organismo autónomo, jerarquizado, con el nombre de Ministerio Público, dirigirá en forma
exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible y
los que acrediten la inocencia del imputado y, en su caso, ejercerá la acción penal pública en la forma prevista
por la ley.

En idéntico sentido el art. 3 CPP.- Exclusividad de la investigación penal. El ministerio público dirigirá en
forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación
punible y los que acreditaren la inocencia del imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley.
De esta forma, el único organismo facultado para investigar los hechos constitutivos de delito es el Ministerio
Público, lo cual constituye un principio esencial del proceso penal. Las policías, conforme se ha examinado, no
poseen la autonomía para investigar hechos constitutivos de delito, de forma tal que para realizar tal labor
deben contar con una autorización expresa del Ministerio Público.
Artículo 79.- Función de la policía en el procedimiento penal. La Policía de Investigaciones de Chile será
auxiliar del ministerio público en las tareas de investigación y deberá llevar a cabo las diligencias necesarias
para cumplir los fines previstos en este Código, en especial en los artículos 180, 181 y 187, de conformidad a
las instrucciones que le dirigieren los fiscales. Carabineros de Chile, en el mismo carácter de auxiliar del
ministerio público, deberá desempeñar las funciones previstas en el inciso precedente cuando el fiscal a cargo
del caso así lo dispusiere. Sin perjuicio de lo previsto en los incisos anteriores, tratándose de la investigación
de hechos cometidos en el interior de establecimientos penales, el ministerio público también podrá impartir
instrucciones a Gendarmería de Chile, que actuará de conformidad a lo dispuesto en este Código.

Artículo 80.- Dirección del ministerio público. Los funcionarios señalados en el artículo anterior que, en cada
caso, cumplieren funciones previstas en este Código, ejecutarán sus tareas bajo la dirección y responsabilidad
de los fiscales y de acuerdo a las instrucciones que éstos les impartieren para los efectos de la investigación,
sin perjuicio de su dependencia de las autoridades de la institución a la que pertenecieren. También deberán
cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la tramitación del procedimiento. Los funcionarios antes
mencionados deberán cumplir de inmediato y sin más trámite las órdenes que les impartieren los fiscales y
los jueces, cuya procedencia, conveniencia y oportunidad no podrán calificar, sin perjuicio de requerir la
exhibición de la autorización judicial previa, cuando correspondiere, salvo los casos urgentes a que se refiere
el inciso final del artículo 9º, en los cuales la autorización judicial se exhibirá posteriormente.

Por consiguiente, el principio de exclusividad de la investigación penal implica que los organismo policiales
sólo pueden avocarse a investigar un hecho constitutivo de delito cuando exista una orden expresa del
Ministerio Público, por cuanto este último organismo es quien posee el monopolio de la investigación. Ello va
a significar que si un órgano policial realiza o ejecuta una investigación de un hecho constitutivo de delito sin
la previa autorización o delegación de facultades del Ministerio Público, tal actuación autónoma adolecería de
ilegalidad, con el consiguiente problema de licitud de la prueba derivada de la misma.
“Tercero: Que la dirección exclusiva de la investigación por parte del Ministerio Público, así como la consiguiente
subordinación funcional de las policías en la investigación, se consagra en múltiples normas de nuestro
ordenamiento, tales como los artículos 83 de la Constitución Política de la República, 1 y 4 de la Ley N° 19. 640,
Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público, y 77, 79, 80, 81 , 84 y 166 del Código Procesal Penal, en las
cuales aparece como contrapartida del “deber” del Ministerio Público de dirigir la investigación, el “deber” de las
policías de someterse a dicha dirección, de manera tal que ninguna de las dos instituciones policiales -
Carabineros de Chile y Policía de Investigaciones de Chile- constituyen un codirector de la investigación junto al
Ministerio Público, sino que éste es su director exclusivo, y aquéllas sólo auxilian o colaboran en esa labor
mediante la ejecución de los actos concretos de investigación que dicho organismo les encomendare”.
“Concordantemente ha expresado también esta Corte, que los artículos 80, 83, 84, 85, 86 y 130 del Código
Procesal Penal establecen que la regla general de la actuación de la policía es que se realiza bajo las órdenes o
instrucciones del Ministerio Público y como excepción, su desempeño autónomo en la ejecución de pesquisas y
detenciones en precisos y determinados casos delimitados claramente por el legislador, que incluso ha precisado
un límite temporal para su vertiente más gravosa (las detenciones) con el objeto de eliminar o
reducir al máximo la discrecionalidad en el actuar policial del que se derive restricción de derechos. Dicha
regulación trata, entonces, de conciliar una efectiva persecución y pesquisa de los delitos con los derechos y
garantías de los ciudadanos, estableciéndose en forma general la actuación subordinada de los entes encargados
de la ejecución material de las órdenes de indagación y aseguramiento de evidencias y sujetos de investigación al
órgano encargado por ley de la referida tarea, los que a su vez actúan conforme a un estatuto no menos regulado
–y sometido a control jurisdiccional- en lo referido a las medidas que afecten los derechos constitucionalmente
protegidos de los ciudadanos (SSCS Rol N° 4653-13 de 16 de septiembre de 2013, Rol N° 11767-13 de 30 de
diciembre de 2013, Rol N° 23.683-2014 de 22 de octubre de 2014, Rol N° 29375-14 de 8 de enero de 2015, Rol N°
999-2015 de 3 de marzo de 2015, Rol N° 1857-15 de 17 de marzo de 2015, Rol Nº 1946-15 de 23 de marzo de
2015 y Rol N° 6996-15 de 23 de julio de 2015)” (C. S. , rol 8658-15, 20/08/2015).

La excepción a lo señalado lo constituyen las llamadas diligencias autónomas que las policías pueden realizar
sin autorización previa de un fiscal adjunto.
Artículo 4º CPP.- Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será considerada culpable ni
tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme.
La Convención Americana de Derechos Humanos en el art. 8° N° 24, establece que: “Toda persona inculpada de
delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad.”
En casi idéntico sentido el art. 14 N° 2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece: “Toda
persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad
conforme a la ley”.

La mal llamada “presunción de inocencia”, que en realidad importa un estado de inocencia, importa que el
imputado debe ser considerador y tratado como inocente durante todo el proceso penal, reduciendo las
limitaciones y perturbaciones en sus derechos al mínimo indispensable para el cumplimiento de los fines de
proceso (TC, rol N° 993-07, 13/05/2008).

Esto implica dos perspectivas concretas, la primera vinculada a una regla de trato o conducta hacia el
imputado, en orden a que toda persona debe ser tratada como inocente mientras una sentencia de término no
declare lo contrario.

f) PRESUNCIÓN DE INOCENCIA DEL IMPUTADO.


La segunda perspectiva que corresponde a una regla de juicio, importa que el imputado no debe probar su
inocencia, correspondiéndole a la parte acusadora, es decir, al Ministerio Público, el acreditar y establecer en
forma suficiente la existencia del hecho punible y la participación del acusado (in dubio pro reo).

De esta forma, la falta de certeza en relación a la imputación y/o sus elementos, en relación a la participación o
su culpabilidad va a traer aparejada, necesariamente, la absolución del imputado por cuando éste es inocente
mientras no se prueba lo contrario. El trato de inocente, importa, en primer lugar, en el reconocimiento de
una serie de garantía y derechos básicos durante la etapa de investigación y de juicio, los que en el caso del
CPP se consagran esencialmente en los arts. 93 y 94 y que los que puede ejercer “desde la primera actuación
de procedimiento dirigido en su contra y hasta la ejecución completa de la sentencia”. Este principio, llamado
también de no culpabilidad, implica que debe acreditar la culpabilidad a lo largo del proceso por medio de
prueba lícita incorporada al juicio oral, debiéndose descartar toda prueba que sea contraria a la ley.

Derivado del mismo principio resulta que no es posible considerar el concepto de carga de prueba en el
proceso penal, toda vez que existe un único sujeto obligado a construir la culpabilidad del acusado y que es el
Estado, a través del Ministerio Público. Si el Estado no logra por medio de prueba legal conformar el estándar
probatorio, destruyendo la presunción de inocencia, debe necesariamente absolverse.

La existencia de este estado de no culpabilidad no constituye una prohibición para el establecimiento de


medidas cautelares que restrinjan o limiten la libertad del imputado o acusado o de coerción procesal. Así, a
pesar de que se trata al imputado como inocente en el curso del proceso, se pueden establecer medidas se
seguridad o cautelares que tienen por finalidad asegurar los fines del procedimiento, sin que tales medidas
puedan ser mecanismo anticipatorios de una eventual condena. Así, el artículo 122 del CPP, establece:
“Finalidad y alcance. Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando fueren absolutamente
indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo durarán mientras subsistiere la
necesidad de su aplicación”. “Estas medidas serán siempre decretadas por medio de resolución judicial fundada”.

g) LEGALIDAD DE LAS MEDIDAS PRIVATIVAS O RESTRICTIVAS DE LIBERTAD.


Artículo 5º.- Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad. No se podrá citar, arrestar,
detener, someter a prisión preventiva ni aplicar cualquier otra forma de privación o restricción de libertad a
ninguna persona, sino en los casos y en la forma señalados por la Constitución y las leyes. Las disposiciones de
este Código que autorizan la restricción de la libertad o de otros derechos del imputado o del ejercicio de
alguna de sus facultades serán interpretadas restrictivamente y no se podrán aplicar por analogía.

Así como en Derecho Penal rige plenamente el principio de legalidad que importa que sólo la ley puede
establecer delitos, en materia procesal penal todas las medidas coercitivas que impliquen una limitación o
restricción a la libertad de una persona también deben estar establecidas por la ley, la cual establecerá las
hipótesis de aplicación de tales medidas. Así, el Título V, del Libro I, arts. 122 y siguientes del CPP regula
expresamente todas las medidas cautelares personales que se pueden imponer durante el procedimiento,
desde la mas leve, correspondiendo a la citación, hasta la mas gravosa que es la prisión preventiva.
A su vez, tales medidas se regulan por un principio general contenido en el art. 122 y que se encuentra a la
base de éstas, constituyendo una manifestación también del principio de inocencia.
Artículo 122 CPP.- Finalidad y alcance. Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando
fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo
durarán mientras subsistiere la necesidad de su aplicación. Estas medidas serán siempre decretadas por
medio de resolución judicial fundada.

Por su parte, el artículo 124 CPP establece. Exclusión de otras medidas. Cuando la imputación se refiriere a
faltas, o delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad, no se podrán ordenar
medidas cautelares que recaigan sobre la libertad del imputado, con excepción de la citación.
Lo dispuesto en el inciso anterior no tendrá lugar en los casos a que se refiere el inciso cuarto del artículo 134
o cuando procediere el arresto por falta de comparecencia, la detención o la prisión preventiva de acuerdo a lo
dispuesto en el artículo 33.

De esta forma, se regulan las siguientes medidas: la citación; la detención en sus dos formas, judicial y por
flagrancia; la prisión preventiva; la incomunicación y las medidas cautelares personales del art. 155.
En cada caso se establecen las hipótesis que hacen procedente cada una de ellas; la autoridad pública que las
puede dictar, en general el juez, salvo en el caso de la citación que es el Ministerio Público y la detención por
flagrancia que la ejecutan las policías pero que es la ley la que directamente la autoriza y establece sus
condiciones.

Asimismo, todas las medidas referidas son siempre temporales y se encuentran vinculadas a determinados
objetivos necesarios para el proceso; comparecencia de determinadas personas o asegurar determinados
fines del procedimiento como el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la
libertad del imputado es peligrosa para la seguridad de la sociedad o del ofendido, o que existe peligro de que
el imputado se dé a la fuga y no concurra a los actos del procedimiento. Dada la naturaleza de las referidas
medidas y su carácter temporal cumplido los fines de la misma debe cesar la misma y se establece, en el caso
de la prisión preventiva y las medidas cautelares del art. 155, un régimen de recursos y revisión de las
mismas, especialmente respecto de la prisión preventiva.

h) PROTECCIÓN DE LA VÍCTIMA.
Una de las finalidades que se tuvo en cuenta en el establecimiento del actual sistema procesal penal fue la
situación de la víctima, la cual en el proceso anterior no tenía mayor relevancia. Así, junto con el reconocer el
carácter de interviniente de la víctima y con ello el derecho a querellarse, se le otorgaron una serie de
derechos entre los cuales se encuentra lo de protección. De esa forma, conforme se ha examinado, se le
impuso al Ministerio Público la obligación de otorgar protección a las víctimas y testigos. En igual sentido, se
estableció la obligación de los tribunales de justicia de velar por la situación de ellas y sus derechos y a la
policía y demás organismos auxiliares la de facilitar la intervención de la víctima en los trámites que debe
intervenir.

Artículo 6º.- Protección de la víctima. El ministerio público estará obligado a velar por la protección de la
víctima del delito en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará conforme a
la ley la vigencia de sus derechos durante el procedimiento. El fiscal deberá promover durante el curso del
procedimiento acuerdos patrimoniales, medidas cautelares u otros mecanismos que faciliten la reparación del
daño causado a la víctima. Este deber no importará el ejercicio de las acciones civiles que pudieren
corresponderle a la víctima.

Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su condición de
víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los trámites en que debiere intervenir. De esta
forma, conforme al art. 78, los fiscales se encuentran obligados a:
- Ordenar por sí mismos o solicitar al tribunal, en su caso, las medidas destinadas a la protección de la
víctima y su familia frente a probables hostigamientos, amenazas o atentados. c)Informarle sobre su
eventual derecho a indemnización y la forma de impetrarlo, y remitir los antecedentes, cuando
correspondiere, al organismo del Estado que tuviere a su cargo la representación de la víctima en el
ejercicio de las respectivas acciones civiles.

Por su parte, las policías, conforme al art. 83 CPP, se encuentran obligadas a realizar determinadas
actuaciones sin autorización previa de los fiscales (facultades autónomas de las policías), entre las cuales se
encuentra: Prestar auxilio a la víctima.
Por su parte, el artículo 109 CPP establece: Derechos de la víctima. La víctima podrá intervenir en el
procedimiento penal conforme a lo establecido en este Código, y tendrá, entre otros, los siguientes derechos:
a) Solicitar medidas de protección frente a probables hostigamientos, amenazas o atentados en contra suya o
de su familia.
El art. 307 CPP, refiriéndose a los testigos, concepto en que se incluye a la víctima, establece que: Si existiere
motivo para temer que la indicación pública de su domicilio pudiere implicar peligro para el testigo u otra
persona, el presidente de la sala o el juez, en su caso, podrá autorizar al testigo a no responder a dicha
pregunta durante la audiencia.

Si el testigo hiciere uso del derecho previsto en el inciso precedente, quedará prohibida la divulgación, en
cualquier forma, de su identidad o de antecedentes que condujeren a ella. El tribunal deberá decretar esta
prohibición. La infracción a esta norma será sancionada con la pena de reclusión mayor en su grado mínimo,
tratándose de quien proporcionare la información. En caso que la información fuere difundida por algún
medio de comunicación social, además se impondrá a su director una multa de diez a cincuenta ingresos
mínimos mensuales.

De esta forma, la normativa procesal establece un conjunto de medidas que tienen por finalidad dar
protección a la víctima en el curso del proceso penal. Entre las medidas de mayor importancia se encuentran
las denominadas “medidas de protección” que pueden dictar los fiscales adjuntos en base a su obligación de
dar protección y que importan diversas actuaciones tendientes a evitar que la víctima sea objeto de nuevos
atentados, amenazas o, en general, de cualquier acto que pueda afectar su seguridad.

Artículo 308.- Protección a los testigos. El tribunal, en casos graves y calificados, podrá, por solicitud de
cualquiera de las partes o del propio testigo, disponer medidas especiales destinadas a proteger la seguridad
de este último, las que podrán consistir, entre otras, en autorizarlo para deponer vía sistema de vídeo
conferencia, separado del resto de la sala de audiencias mediante algún sistema de obstrucción visual, o por
otros mecanismos que impidan el contacto directo del testigo con los intervinientes o el público. Dichas
medidas durarán el tiempo razonable que el tribunal dispusiere y podrán ser renovadas cuantas veces fuere
necesario.

De igual forma, el ministerio público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las medidas que fueren
procedentes para conferir al testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección. Se
entenderá que constituye un caso grave y calificado aquel en que la solicitud se fundamente en la existencia de
malos tratos de obra o amenazas en los términos del artículo 296 del Código Penal. Para adoptar esta decisión,
el tribunal podrá oír de manera reservada al testigo, sin participación de los intervinientes en el juicio.

Estas medidas de protección pueden ser de carácter autónomas, es decir, aquellas que el Ministerio Público
puede establecer y dictar directamente sin necesidad de autorización o intervención judicial alguna o medidas
de protección que requieren la intervención judicial, como ocurre con la obligación del ofensor u otra persona
de hacer abandono del hogar o la obligación de no acercarse a la víctima.

En el mismo sentido, el art. 155 CPP, al establecer las medidas cautelares, regula expresamente tres que dicen
relación con la protección de la víctima:
- La prohibición de aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el hogar que
compartiere con aquél;
- La prohibición de poseer, tener o portar armas de fuego, municiones o cartuchos, y,
- La obligación del imputado de abandonar un inmueble determinado.
Por su parte, el art. 140 CPP, al regular la prisión preventiva y establecer la necesidad de cautela para su
otorgamiento, establece que la misma puede otorgarse para la seguridad del ofendido y ello ocurriría cuando
existieren antecedentes calificados que permitieren presumir que el imputado realizará atentados en contra
de aquél, o en contra de su familia o de sus bienes.

i) CALIDAD DE IMPUTADO. ÁMBITO DE DEFENSA.


Artículo 7º.- Calidad de imputado. Las facultades, derechos y garantías que la Constitución Política de la
República, este Código y otras leyes reconocen al imputado, podrán hacerse valer por la persona a quien se
atribuyere participación en un hecho punible desde la primera actuación del procedimiento dirigido en
su contra y hasta la completa ejecución de la sentencia.
Para este efecto, se entenderá por primera actuación del procedimiento cualquiera diligencia o gestión, sea de
investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se realizare por o ante un tribunal con competencia
en lo criminal, el ministerio público o la policía, en la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un
hecho punible.

Artículo 8º.- Ámbito de la defensa. El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la
primera actuación del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado que carezca de abogado tendrá
derecho irrenunciable a que el Estado le proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez
antes de que tenga lugar la primera actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho
imputado. El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare
oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del
procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en este Código.

Artículo 93.- Derechos y garantías del imputado. Todo imputado podrá hacer valer, hasta la terminación
del proceso, los derechos y garantías que le confieren las leyes. En especial, tendrá derecho a:
a) Que se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que le
otorgan la Constitución y las leyes;
b) Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación;
c) Solicitar de los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las imputaciones que se le
formularen;
d) Solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él, con el
fin de prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación;
e) Solicitar que se active la investigación y conocer su contenido, salvo en los casos en que alguna parte de ella
hubiere sido declarada secreta y sólo por el tiempo que esa declaración se prolongare;
f) Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra la resolución que lo rechazare;
g) Guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento. Sin perjuicio de
lo dispuesto en los artículos 91 y 102, al ser informado el imputado del derecho que le asiste conforme a esta
letra, respecto de la primera declaración que preste ante el fiscal o la policía, según el caso, deberá señalársele
lo siguiente: "Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este derecho no le ocasionará ninguna
consecuencia legal adversa; pero, si renuncia a él, todo lo que manifieste podrá ser usado en su contra.";
h) No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, e
i) No ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren de la situación de
rebeldía.

Artículo 94.- Imputado privado de libertad. El imputado privado de libertad tendrá, además, las siguientes
garantías y derechos:
a) A que se le exprese específica y claramente el motivo de su privación de libertad y, salvo el caso de delito
flagrante, a que se le exhiba la orden que la dispusiere;
b) A que el funcionario a cargo del procedimiento de detención o de aprehensión le informe de los derechos a
que se refiere el inciso segundo del artículo 135;
c) A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiere ordenado su detención;
d) A solicitar del tribunal que le conceda la libertad;
e) A que el encargado de la guardia del recinto policial al cual fuere conducido informe, en su presencia, al
familiar o a la persona que le indicare, que ha sido detenido o preso, el motivo de la detención o prisión y el
lugar donde se encontrare;
f) A entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo al régimen del establecimiento de detención, el que
sólo contemplará las restricciones necesarias para el mantenimiento del orden y la seguridad del recinto;
g) A tener, a sus expensas, las comodidades y ocupaciones compatibles con la seguridad del recinto en que se
encontrare, y
h) A recibir visitas y comunicarse por escrito o por cualquier otro medio, salvo lo dispuesto en el artículo 151 .
Adicionalmente, conforme se ha examinado en la presente unidad, el imputado posee una serie de garantías y
derechos que puede hacer valer durante el juicio, desde el inicio del mismo al adquirir la calidad de imputado,
aún cuando no este formalizado o requerido y hasta la completa ejecución de la sentencia respectiva.
En el curso del juicio oral tiene derecho a prestar declaración como medio de defensa (art. 326),
permitiéndose siempre la comunicación con su abogado defensor (art. 327) y terminado el juicio y luego de
las clausuras respectivas puede el imputado manifestar lo que estime pertinente en relación al juicio (art. 338
inciso final).
j) AUTORIZACIÓN JUDICIAL PREVIA.
Artículo 9º.- Autorización judicial previa. Toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un
tercero del ejercicio de los derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de
autorización judicial previa. En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno
de tales efectos, el fiscal deberá solicitar previamente autorización al juez de garantía. Tratándose de casos
urgentes, en que la inmediata autorización u orden judicial sea indispensable para el éxito de la diligencia,
podrá ser solicitada y otorgada por cualquier medio idóneo al efecto, tales como teléfono, fax, correo
electrónico u otro, sin perjuicio de la constancia posterior, en el registro correspondiente. No obstante lo
anterior, en caso de una detención se deberá entregar por el funcionario policial que la practique una
constancia de aquélla, con indicación del tribunal que la expidió, del delito que le sirve de fundamento y de la
hora en que se emitió.

Esta disposición constituye un principio general del proceso penal, en cuanto cualquier actuación del
procedimiento que prive al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos que la Constitución asegure
requiere, previamente, autorización judicial. En este ámbito quedan comprendidas las “diligencias
intrusivas”, es decir, aquellas actuaciones que se realizan en el procedimiento, esencialmente en la etapa de
investigación, que importan una privación de derechos fundamentales, tales como la entrada y registro a
lugares cerrados, la interceptación de comunicaciones, el levantamiento de secreto bancario, etc.

k) CAUTELA DE GARANTÍAS.
Artículo 10.- Cautela de garantías. En cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía
estimare que el imputado no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales
consagradas en la Constitución Política, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por Chile y
que se encuentren vigentes, adoptará, de oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir
dicho ejercicio. Si esas medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere producirse una afectación
sustancial de los derechos del imputado, el juez ordenará la suspensión del procedimiento y citará a los
intervinientes a una audiencia que se celebrará con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes
reunidos y de lo que en dicha audiencia se expusiere, resolverá la continuación del procedimiento o decretará
el sobreseimiento temporal del mismo.

Esta institución también se encuentra entre los principios de CPP, imponiendo la obligación al juez de velar,
de oficio o petición de parte, por la real posibilidad de ejercicio de los derechos y garantías del imputado. La
norma disposición surge esencialmente en razón de la preocupación de aquellas personas que, con
posterioridad al hecho que se investiga, puedan ver disminuida o debilitada de tal forma sus aptitudes que
pudiera ser dudoso que queden comprendidas en el concepto de enajenación mental, pero que no deja a duda
la imposibilidad de poder ejercer debidamente y a plenitud a la garantía de un racional y justo procedimiento
que asegura la Constitución.

Debe considerarse que en base a esta disposición es posible sobreseer en forma temporal el procedimiento, lo
cual resulta llamativo atendiendo lo que dispone el art. 465 y 464 CPP.

l) APLICACIÓN TEMPORAL DE LA LEY PROCESAL.


Artículo 11 .- Aplicación temporal de la ley procesal penal. Las leyes procesales penales serán aplicables a
los procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a juicio del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones
más favorables al imputado.

La regla general en material procesal, conforme la disposición citada y también de acuerdo a la ley de efecto
retroactivo de las leyes, implica que la ley procesal rige in actum, aplicándose, por tanto, a los procedimiento
que pudieran estar iniciados al momento de entrar en vigencia.

Sin embargo, al igual que en Derecho Penal, esta regla sufre una excepción si el estatuto procesal antiguo (que
se reemplaza o deroga por la nueva ley) implica un trato mas favorable para el imputado, evento en el cual tal
normativa subsiste siendo aplicable al procedimiento ya iniciado.
Un ejemplo real de esta norma fue la modificación introducida al art. 398 original del CPP, que fue modificado
en el año 2005 permitiendo la suspensión de la imposición de la condena sólo en el caso de faltas, en
circunstancias que antes de tal modificación era aplicable también a los simples delitos.
2. REGLAS COMUNES A TODO PROCEDIMIENTO.

 Reglas comunes a todo procedimiento.

El CPP en los artículos 14 a 52 del Titulo II del Libro I, denominado “Actividad Procesal”, contempla
un conjunto de disposiciones o reglas de aplicación general que normalmente se les denomina
“disposiciones comunes a todo procedimiento”, ya que como su nombre lo indica se aplican en todo
tipo de procedimientos regulados en el Código Procesal Penal.

En el mismo se regulan los siguientes aspectos: los plazos (arts. 14-18), las comunicaciones entre
autoridades (arts. 19-21), las comunicaciones y citaciones del Ministerio Público (arts. 22 y 23), las
comunicaciones y citaciones judiciales (art. 24-33), las resoluciones y otras actuaciones judiciales
(arts. 34-38, el registro de actuaciones judiciales (art. 39-44), las costas (art. 45-51) y las normas
supletorias (art. 52).

Aplicación de Normas Supletorias: El art. 52 CPP, establece: Aplicación de normas comunes a todo
procedimiento. Serán aplicables al procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en
este Código o en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el
Libro I del Código de Procedimiento Civil.

De esta forma, es aplicable al procedimiento penal las normas relativas a notificaciones, plazos,
incidentes, resoluciones judiciales y demás contenidas en el Libro I del CPC, salvo que se opongan a
las disposiciones expresas del CPP. Se debe tener en consideración que las normas de CPC están
estructuradas en un procedimiento escrito, impulsado por las partes, en que rige la mediación, etc.
que no coinciden con los principios que regulan el CPP, de forma tal que debe considerarse esas
características.

Los plazos (art. 14-18 CPP):En materia penal la regla es que los plazos son de días corridos, de
forma tal que no se interrumpen durante los días inhábiles, pudiéndose realizar los actos procesales
en todo los días y en todo horario (art. 14).
La excepción lo constituye cuando un plazo de días que es concedido a los intervinientes venciere
en día feriado, evento en que se considerará ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente
que no fuere feriado (por ejemplo, plazo para acusar, para presentar un recurso, para deducir
querella, para presentar demanda civil, etc.).

Los plazos son fatales e improrrogables (art. 16) los plazos establecidos en el Código (plazos
legales), no se pueden prorrogar y son fatales para todos los intervinientes, incluido el tribunal. En
relación a los plazos judiciales, no existe norma alguna que se refiera a los mismos, de forma tal
que ha de aplicarse el CPC, art. 67, entendiendo que los mismos son prorrogables si se solicita antes
del vencimiento y se alega justa causa.

A lo anterior, existe una excepción en el art. 17, el que establece: Nuevo plazo. El que, por un
hecho que no le fuere imputable, por defecto en la notificación, por fuerza mayor o por caso fortuito,
se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo
establecido por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el
mismo período. Dicha solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que
hubiere cesado el impedimento.

El art. 15 regula los plazos de horas establecidos en el Código, los que comienzan a correr
inmediatamente después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación, sin interrupción. Ejemplo el
plazo de detención de 24 hrs. que corre desde que la misma se materializa sin interrupción alguna.
Renuncia a los plazos: el art. 18 establece que los intervinientes en el procedimiento podrán
renunciar, total o parcialmente, a los plazos establecidos a su favor, por manifestación expresa, si el
plazo es individual. Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia requerirán el
consentimiento de todos los intervinientes y la aprobación del tribunal. La renuncia al plazo puede
hacerse verbal o por escrito (art. 291 inc. 2°)
Comunicación entre autoridades.

ARTS. 19 A 21 A AUTORIDADES Y ÓRGANOS DEL ESTADO


Artículo 19.- Requerimientos de información, contenido y formalidades. Todas las autoridades
y órganos del Estado deberán realizar las diligencias y proporcionar, sin demora, la información que
les requirieren el ministerio público y los tribunales con competencia penal. El requerimiento
contendrá la fecha y lugar de expedición, los antecedentes necesarios para su cumplimiento, el plazo
que se otorgare para que se llevare a efecto y la determinación del fiscal o tribunal requirente.

Excepción: informaciones o documentos que en virtud de la ley tuvieren carácter secreto, el


requerimiento se atenderá observando las prescripciones de la ley respectiva, si las hubiere, y, en
caso contrario, adoptándose las precauciones que aseguraren que la información no será divulgada.

Sistema judicial de reclamación: Inciso 3° a 6, en evento que la autoridad requerida retarde la


entrega de los antecedentes o se niega a entregarlos a pretexto de que son secretos o reservados.
Conoce la Corte de Apelaciones respectiva, en un procedimiento simple. Si la razón para la negativa
en la entrega es la seguridad nacional, de la reclamación conoce la Corte Suprema.

Solicitudes entre tribunales nacionales:


Artículo 20.- Solicitudes entre tribunales. Cuando un tribunal debiere requerir de otro la
realización de una diligencia dentro del territorio jurisdiccional de éste, le dirigirá directamente la
solicitud, sin más menciones que la indicación de los antecedentes necesarios para la cabal
comprensión de la solicitud y las demás expresadas en el inciso primero del artículo anterior. Si el
tribunal requerido rechazare el cumplimiento del trámite o diligencia indicado en la
solicitud, o si transcurriere el plazo fijado para su cumplimiento sin que éste se produjere, el
tribunal requirente podrá dirigirse directamente al superior jerárquico del primero para que
ordene, agilice o gestione directamente la petición.

Solicitudes de asistencia internacional:


Artículo 20 bis. Tramitación de solicitudes de asistencia internacional. Las solicitudes de
autoridades competentes de país extranjero para que se practiquen diligencias en Chile serán
remitidas directamente al Ministerio Público, el que solicitará la intervención del juez de garantía
del lugar en que deban practicarse, cuando la naturaleza de las diligencias lo hagan necesario de
acuerdo con las disposiciones de la ley chilena.

Forma de efectuarse:
Artículo 21 .- Forma de realizar las comunicaciones. Las comunicaciones señaladas en los
artículos precedentes podrán realizarse por cualquier medio idóneo, sin perjuicio del posterior
envío de la documentación que fuere pertinente.

Citaciones y comunicaciones del Ministerio Púbico:


El MP, conforme se ha examinado, es un órgano administrativo en relación a sus funciones y no
puede, por tanto, realizar notificaciones en cuanto actuaciones procesales que son de exclusiva
competencia de los tribunales de justicia.
De ahí la existencia del art. 23 CPP, el que dispone:

A.- CITACIONES: Artículo 23.- Citación del ministerio público. Cuando en el desarrollo de su
actividad de investigación el fiscal requiriere la comparecencia de una persona, podrá citarla por
cualquier medio idóneo. Si la persona citada no compareciere, el fiscal podrá ocurrir ante el juez de
garantía para que lo autorice a conducirla compulsivamente a su presencia. Con todo, el fiscal no
podrá recabar directamente la comparecencia personal de las personas o autoridades a que refiere
el artículo 300. Si la declaración de dichas personas o autoridades fuere necesaria, procederá
siempre previa autorización del juez de garantía y conforme lo establece el artículo 301 .

De esta forma, la citación constituye una forma o mecanismo del MP para procurar la
comparecencia de una persona ante el fiscal. La citación obliga, por regla general, a la concurrencia
ante el fiscal, pero en caso de no comparecer el citado, el CPP dispone que es necesario que el juez
autorice la medida de apremio consistente en el arresto. El arresto constituye una privación de
libertad directamente vinculada a la comparecencia del citado, de forma tal que cumplido dicho fin
la medida se extingue.

Tratándose de personas que se encuentran exentas de comparecer a declarar como testigos (art.
300 CPP), el Ministerio Público no puede proceder a citarlas y debe necesariamente a requerir
autorización judicial y a tomar sus declaraciones en el lugar que tales autoridades ejercen sus
funciones o en su domicilio, de conformidad a lo que dispone el art. 301 CPP.

Las autoridades a que se refiere el art. 300 CPP son: a.- El Presidente de la República, los ex
presidentes, Ministros de Estado, senadores, disputados, miembros de la Corte Suprema,
integrantes del Tribunal Constitucional, el Contralor General de la República y el Fiscal Nacional; b.-
Los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, el General Director de Carabineros de Chile y el
Director General de la Policía de Investigaciones; c.- Los chilenos o extranjeros que gozaren en el
país de inmunidad diplomática, en conformidad a los tratados internacionales vigentes, y d.- Los
que, por enfermedad grave u otro impedimento calificado por el tribunal, se hallaren en
imposibilidad de hacerlo.

B.- COMUNICACIONES: Adicionalmente a las citaciones, existen las Comunicaciones del MP,
conforme al art. 22 CPP.
Artículo 22.- Comunicaciones del ministerio público. Cuando el ministerio público estuviere
obligado a comunicar formalmente alguna actuación a los demás intervinientes en el procedimiento,
deberá hacerlo, bajo su responsabilidad, por cualquier medio razonable que resultare eficaz. Será
de cargo del ministerio público acreditar la circunstancia de haber efectuado la
comunicación.

Si un interviniente probare que por la deficiencia de la comunicación se hubiere encontrado


impedido de ejercer oportunamente un derecho o desarrollar alguna actividad dentro del plazo
establecido por la ley, podrá solicitar un nuevo plazo, el que le será concedido bajo las condiciones y
circunstancias previstas en el artículo 17.

Notificaciones y Citaciones Judiciales:

Citaciones judiciales: Artículo 33. Citaciones judiciales. Cuando fuere necesario citar a alguna
persona para llevar a cabo una actuación ante el tribunal, se le notificará la resolución que ordenare
su comparecencia.
Se hará saber a los citados el tribunal ante el cual debieren comparecer, su domicilio, la fecha y hora
de la audiencia, la identificación del proceso de que se tratare y el motivo de su comparecencia. Al
mismo tiempo se les advertirá que la no comparecencia injustificada dará lugar a que sean
conducidos por medio de la fuerza pública, que quedarán obligados al pago de las costas que
causaren y que pueden imponérseles sanciones. También se les deberá indicar que, en caso de
impedimento, deberán comunicarlo y justificarlo ante el tribunal, con anterioridad a la fecha de la
audiencia, si fuere posible.

El tribunal podrá ordenar que el imputado que no compareciere injustificadamente sea detenido o
sometido a prisión preventiva hasta la realización de la actuación respectiva. Tratándose de los
testigos, peritos u otras personas cuya presencia se requiriere, podrán ser arrestados hasta la
realización de la actuación por un máximo de veinticuatro horas e imponérseles, además, una multa
de hasta quince unidades tributarias mensuales. Si quien no concurriere injustificadamente fuere el
defensor o el fiscal, se le aplicará lo dispuesto en el artículo 287.

Por tanto, la citación judicial debe contener: El Tribunal ante el cual se debe comparecer, el
domicilio del mismo, la fecha y hora de la audiencia, la identificación del proceso, el motivo de la
comparecencia, la advertencia de los efectos por falta de comparecencia injustificada.

Efecto por incomparecencia injustificada: ser conducidos por medio de la fuerza pública, el pago
de las costas que se causan y la aplicación de sanciones.

Efecto por incomparecencia del imputado: la detención o la prisión preventiva (art. 124 inc. 2° y
127 CPP)

Efectos incomparecencia injustificada de abogados defensores y fiscales: suspensión del


ejercicio profesional, hasta por dos meses (art. 287 CPP).

Notificaciones Judiciales:
Arts. 24 a 32 CPP. Objetivo: dar eficacia a las resoluciones judiciales, poniendo en conocimientos
de los intervinientes u otros sujetos procesales el hecho de la dictación de la misma y/o su
contenido.

Funcionarios habilitados para su práctica: Artículo 24, Funcionarios habilitados. Las


notificaciones de las resoluciones judiciales se realizarán por los funcionarios del tribunal que
hubiere expedido la resolución, que hubieren sido designados para cumplir esta función por el juez
presidente del comité de jueces, a propuesta del administrador del tribunal.
El tribunal podrá ordenar que una o más notificaciones determinadas se practicaren por otro
ministro de fe.

Contenido de la notificación: Artículo 25.- Contenido. La notificación deberá incluir una copia
íntegra de la resolución de que se tratare, con la identificación del proceso en el que recayere, a
menos que la ley expresamente ordenare agregar otros antecedentes, o que el juez lo estimare
necesario para la debida información del notificado o para el adecuado ejercicio de sus derechos.

Otras formas de notificación art. 31 CPP: sin perjuicio de lo anterior, en el proceso penal se
permite expresamente otras formas de notificación y se autoriza a los intervinientes a proponer
para sí la forma en que se le notificaran las resoluciones judiciales, lo cual debe ser autorizado por el
tribunal, si en su opinión, resultaren suficientemente eficaces y no causaren indefensión.
Generalmente los intervinientes solicitan notificación por correo electrónico.

Fijación de domicilio: Artículo 26.- Señalamiento de domicilio de los intervinientes en el


procedimiento. En su primera intervención en el procedimiento los intervinientes deberán ser
conminados por el juez, por el ministerio público, o por el funcionario público que practicare la
primera notificación, a indicar un domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que
funcionare el tribunal respectivo y en el cual puedan practicárseles las notificaciones
posteriores. Asimismo, deberán comunicar cualquier cambio de su domicilio. En caso de omisión del
señalamiento del domicilio o de la comunicación de sus cambios, o de cualquier inexactitud del
mismo o de la inexistencia del domicilio indicado, las resoluciones que se dictaren se notificarán por
el estado diario. Para tal efecto, los intervinientes en el procedimiento deberán ser advertidos de
esta circunstancia, lo que se hará constar en el acta que se levantare. El mismo apercibimiento se
formulará al imputado que fuere puesto en libertad, a menos que ello fuere consecuencia de un
sobreseimiento definitivo o de una sentencia absolutoria ejecutoriados.

Tipos de notificación: atendiendo lo dispuesto en el art. 32 CPP, las normas del CPC en materia de
notificación son aplicables en el proceso penal, salvo las modificaciones establecidas especialmente
en el párrafo respectivo del CPP.

i.Notificación personal, art. 40 y 44 CPC: Importa la entrega en forma personal a la persona que
debe ser notificada de la copia íntegra de la resolución y de la solicitud en que haya recaído, cuando
es escrita. En materia civil se dispone expresamente las situaciones en que se debe utilizar y
corresponde a la primera notificación a las partes o personas a quienes haya de afectar sus
resultados; cuando la ley lo dispone expresamente y cuando el tribunal lo dispone expresamente.

En material penal no hay una regulación específica, pero se pueden determinar tres situaciones:
A. La primera notificación que se realiza en el proceso. Si la persona no es habida, pero se
encuentra en el lugar del juicio es posible notificar por el artículo 44. Ejemplo, la notificación de la
audiencia de un procedimiento simplificado que se inició sin flagrancia, la audiencia que cita a
formalización cuando no ha existido flagrancia.

B.- La notificación al imputado privado de libertad: artículo 29 CPP. Notificaciones al


imputado privado de libertad. Las notificaciones que debieren realizarse al imputado privado de
libertad se le harán en persona en el establecimiento o recinto en que permaneciere, aunque
éste se hallare fuera del territorio jurisdiccional del tribunal, mediante la entrega, por un
funcionario del establecimiento la resolución respectiva. Al efecto, el tribunal podrá remitir dichas
resoluciones, así como cualquier otro antecedente que considerare relevante, por cualquier medio
de comunicación idóneo, tales como fax, correo electrónico u otro.

Si la persona a quien se debiere notificar no supiere o no pudiere leer, la resolución le será leída por
el funcionario encargado de notificarla.
No obstante lo dispuesto en el inciso primero, el tribunal, podrá disponer, por resolución fundada y
de manera excepcional, que la notificación de determinadas resoluciones al imputado privado de
libertad sea practicada en el recinto en que funcione.

C.- Notificaciones en audiencias: Artículo 30.- Notificaciones de las resoluciones en las audiencias
judiciales. Las resoluciones pronunciadas durante las audiencias judiciales se entenderán
notificadas a los intervinientes en el procedimiento que hubieren asistido o debido asistir a las
mismas. De estas notificaciones se dejará constancia en el estado diario, pero su omisión no
invalidará la notificación. Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren
estas resoluciones, las que se expedirán sin demora.

ii. Notificación por cédula: art. 48 CPC. Conforme CPC consiste en la entrega en el domicilio del
notificado, por parte de un ministro de fe, de copia íntegra de la resolución y los datos necesarios
para su acertada inteligencia, que en materia penal se complementa conforme lo establecido en el
art. 25 CPP. En el CPP no existe una regulación de las hipótesis en que se debe utilizar este tipo de
notificación, como ocurre en materia civil y además no existe auto de prueba. La única disposición
del CPP a que se refiere a este tipo de notificación esta en el art. 68 CPP, que se refiere a la
situación de la demanda civil cuando el proceso se sigue de acuerdo a las reglas del procedimiento
abreviado, o por cualquier causa se terminare o se suspendiere, sin decisión de la acción civil. En ese
evento se mantiene la interrupción la prescripción pero la víctima debe presentar la demanda civil
ante el tribunal civil respectivo y en ese caso la demanda y la resolución se notifican por cédula y
se sujeta a las normas del procedimiento sumario.

iii. Notificación por estado diario: en este tipo se entiende hecha la notificación de una resolución
por su inclusión en un listado que debe formarse y fijarse diariamente por el secretario del tribunal
(art. 50 CPC). En materia penal no existe secretario, sino que jefe de unidad administrativa. Cuando
se examino el art. 26 se señalo la obligación de los intervinientes de fijar domicilio dentro del radio
urbano del tribunal, ello previo conminación del juez, el Ministerio Público o por el funcionario
público que realiza la primera notificación. La sanción, de no hacerlo, es que las
notificaciones se realizarán por el estado diario.

Otras formas de notificación: además de la regla del art. 31 , existen dos reglas más:
Artículo 27.- Notificación al ministerio público. El ministerio público será notificado en sus
oficinas, para lo cual deberá indicar su domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que
funcionare el tribunal e informar a éste de cualquier cambio del mismo.
Artículo 28.- Notificación a otros intervinientes. Cuando un interviniente en el procedimiento
contare con defensor o mandatario constituido en él, las notificaciones deberán ser hechas
solamente a éste, salvo que la ley o el tribunal dispusiere que también se notifique directamente a
aquél.

RESOLUCIONES Y OTRAS ACTUACIONES JUDICIALES: Artículos 34 -38.


Artículo 34.- Poder coercitivo. En el ejercicio de sus funciones, el tribunal podrá ordenar
directamente la intervención de la fuerza pública y disponer todas las medidas necesarias para el
cumplimiento de las actuaciones que ordenare y la ejecución de las resoluciones que dictare.

Artículo 35.- Nulidad de las actuaciones delegadas. La delegación de funciones en empleados


subalternos para realizar actuaciones en que las leyes requirieren la intervención del juez producirá
la nulidad de las mismas.

Artículo 36.- Fundamentación. Será obligación del tribunal fundamentar las resoluciones que
dictare, con excepción de aquellas que se pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite. La
fundamentación expresará sucintamente, pero con precisión, los motivos de hecho y de derecho en
que se basaren las decisiones tomadas. La simple relación de los documentos del procedimiento o la
mención de los medios de prueba o solicitudes de los intervinientes no sustituirá en caso alguno la
fundamentación.

Artículo 37.- Firma de las resoluciones. Las resoluciones judiciales serán suscritas por el juez o
por todos los miembros del tribunal que las dictare. Si alguno de los jueces no pudiere firmar se
dejará constancia del impedimento. No obstante lo anterior, bastará el registro de la audiencia
respecto de las resoluciones que se dictaren en ella.

Artículo 38.- Plazos generales para dictar las resoluciones. Las cuestiones debatidas en una
audiencia deberán ser resueltas en ella.
Las presentaciones escritas serán resueltas por el tribunal antes de las veinticuatro horas siguientes
a su recepción.

REGISTRO DE LAS ACTUACIONES JUDICIALES:


La circunstancias que el proceso penal sea esencialmente oral no elimina la necesidad de tener
registros de las actuaciones que realiza el tribunal, toda vez que los mismos constituyen prueba de
lo ocurrido en las diversas audiencias que desarrolla el proceso. Así, la ley regula los registros que
debe tener el MP en el art. 227 y también los registros de las actuaciones policiales en el art. 228. Lo
mismo hace en relación a los tribunales de justicia estableciendo las exigencias, valor, conservación
y publicidad de estos registros.

Artículo 39. Reglas generales. De las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía, el
tribunal de juicio oral en lo penal, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema se levantará un
registro en la forma señalada en este párrafo.

En todo caso, las sentencias y demás resoluciones que pronunciare el tribunal serán registradas en
su integridad. El registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita
garantizar la conservación y la reproducción de su contenido.

Artículo 41 . Registro de actuaciones ante los tribunales con competencia en materia penal.
Las audiencias ante los jueces con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por
cualquier medio que asegure su fidelidad, tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico
equivalente.

Artículo 42.- Valor del registro del juicio oral. El registro del juicio oral demostrará el modo en
que se hubiere desarrollado la audiencia, la observancia de las formalidades previstas para
ella, las personas que hubieren intervenido y los actos que se hubieren llevado a cabo. Lo
anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 359, en lo que corresponda. La omisión de
formalidades del registro sólo lo privará de valor cuando ellas no pudieren
ser suplidas con certeza sobre la base de otros elementos contenidos en el mismo o de otros
antecedentes confiables que dieren testimonio de lo ocurrido en la audiencia.

Artículo 43.- Conservación de los registros. Mientras dure la investigación o el respectivo


proceso, la conservación de los registros estará a cargo del juzgado de garantía y del tribunal de
juicio oral en lo penal respectivo, de conformidad a lo previsto en el Código Orgánico de Tribunales.
Cuando, por cualquier causa, se viere dañado el soporte material del registro afectando su
contenido, el tribunal ordenará reemplazarlo en todo o parte por una copia fiel, que obtendrá de
quien la tuviere, si no dispusiere de ella directamente. Si no existiere copia fiel, las resoluciones se
dictarán nuevamente, para lo cual el tribunal reunirá los antecedentes que le permitan fundamentar
su preexistencia y contenido, y las actuaciones se repetirán con las formalidades previstas para cada
caso. En todo caso, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las actuaciones que
sean el antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de cumplimiento o ejecución..

Artículo 44.- Examen del registro y certificaciones. Salvas las excepciones expresamente
previstas en la ley, los intervinientes siempre tendrán acceso al contenido de los registros. Los
registros podrán también ser consultados por terceros cuando dieren cuenta de actuaciones que
fueren públicas de acuerdo con la ley, a menos que, durante la investigación o la tramitación de la
causa, el tribunal restringiere el acceso para evitar que se afecte su normal substanciación o el
principio de inocencia.

En todo caso, los registros serán públicos transcurridos cinco años desde la realización de las
actuaciones consignadas en ellos.

A petición de un interviniente o de cualquier persona, el funcionario competente del tribunal


expedirá copias fieles de los registros o de la parte de ellos que fuere pertinente, con sujeción a lo
dispuesto en los incisos anteriores. Además dicho funcionario certificará si se hubieren deducido
recursos en contra de la sentencia definitiva.
3. COMPETENCIAS DE LOS INTERVINIENTES EN EL PROCESO PENAL.

 Sujetos procesales, intervinientes y partes:


EL CPP regula en su Título IV del Libro I, a los sujetos procesales regulando: el Tribunal, el
Ministerio Público, la Policía, el Imputado, el Defensor, la Víctima y el Querellante.

Tres conceptos diferentes dan a entender la posición de cada uno de ellos dentro del proceso y su
relación con éste:
Sujeto procesal: son todos aquellos que tiene derecho a participar en relación a la persecución
penal, sin que se vincule ello con la pertenencia de la pretensión punitiva. Por ejemplo, la PDI,
Carabineros de Chile, el SML, la Armada de Chile, Gendarmería de Chile, el denunciante, etc.
Interviniente: conforme al artículo 12 CPP son intervinientes aquellas personas que la ley les
reconoce precisamente el derecho de intervenir dentro del proceso penal desde que realizan
cualquier actuación procesal o desde el momento en que la ley les permite ejercer facultades
determinadas por encontrarse relacionados activa o pasivamente con el hecho
punible. Específicamente corresponden al fiscal, al imputado, al defensor, a la víctima y al
querellante. Corresponden a sujetos procesales que pueden ejercer facultades de actuación en el
procedimiento aun cuando no sean parte del mismo como ocurre con la víctima que no es
querellante.
Parte: en el proceso penal el concepto de parte no resulta aplicable en razón de la existencia del
Ministerio Público que no representa intereses particulares, sino que de la sociedad en la
persecución del delito, pero es un concepto que sirve para aclarar algunos aspectos.
No es parte el tribunal, ni activa ni pasivamente, ya que debe mantener su independencia e
imparcialidad en relación al objeto del proceso.
Si son parte el Ministerio Público y el imputado, el primero sustentando la persecución penal y el
imputado resistiendo tal pretensión. Ellos desempeñan el papel de partes en el proceso y pueden
actuar en él, realizando actos procesales de postulación y prueba.
Si es parte el querellante, la víctima que ejerce su derecho a ejercer la acción penal es parte toda
vez que ejerce no sólo una pretensión punitiva, sino que ejerce un conjunto de derechos en el
proceso y participa en actos procesales de postulación y prueba.
No es parte la víctima: si bien la víctima es titular de un conjunto de derechos que puede ejercer en
el proceso, ella no es una parte, toda vez que no puede ejercer actos procesales de postulación y
prueba.

Actos procesal de postulación dicen relación con una manifestación de voluntad o conocimiento
dirigidos al juez y que busca obtener o lograr un determinado fin que sólo se puede lograr mediante
la resolución judicial. Actos procesales de prueba, aquellos que realizan las partes ante y con los
miembros del órgano jurisdiccional pretendiendo convencer al juzgador de la bondad de las
alegaciones fácticas, en general, y jurídicas, en ocasiones, que fundamentan la pretensión u
oposición.
 Derechos del Imputado:
Para que la relación procesal pueda constituirse válidamente y el juicio pueda llevarse a cabo para
llegar a dictar una sentencia condenatoria definitiva en el juicio oral es necesario, en relación al
imputado, lo siguiente:
Debe tratarse de una persona natural (art. 58 CPP). Ello sin perjuicio de la Ley N° 20.393, sobre
responsabilidad penal de personas jurídica en los casos en que procede.
 Debe estar vivo.
 Debe ser personalmente responsable del delito.
 Debe tratarse de una persona imputable.
 Debe estar presente en el juicio.
 Deben haberse llevado a cabo los antejuicios contemplados en determinados casos para que una
persona sea juzgada penalmente.
Artículo 93.- Derechos y garantías del imputado. Todo imputado podrá hacer valer, hasta la
terminación del proceso, los derechos y garantías que le confieren las leyes.

En especial, tendrá derecho a:


a) Que se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los
derechos que le otorgan la Constitución y las leyes;
De esta forma, manifestaciones de tal derecho de información se encuentran en:
 Toda orden de detención y prisión preventiva debe contener el motivo y ser intimada legalmente
(art. 154 letra b) y 125 CPP);
 Todo imputado detenido debe ser informado del motivo de su detención, de los hechos que se le
imputan y de los derechos que le confiere la ley (art. 135 CPP)
 El fiscal y el juez tienen deberes de fiscalización en relación al cumplimiento del deber de
información de los derechos del imputado (art, 136 CP).
 Se debe dar a conocer en todo recinto policial, en los juzgados de garantía, orales, defensoría penal y
fiscalía en un lugar visible y destacado, los derechos del imputado (art. 137 CPP).
 La formulación de cargos del imputado se debe realizar en audiencia, comunicando al imputado de
los hechos materia de la investigación, el delito que se configura y la participación, audiencia de
formalización (art. 229 a 232).
 La acusación se formula con anticipación a la fecha de la audiencia de preparación y contiene el
hecho materia del proceso, sus circunstancias y la participación del acusado (art. 259 letras b) y c)).
 El juicio se inicia concediendo la palabra al fiscal para que exponga la acusación y al querellante
para que sostenga la acusación, así como la demanda civil (art. 325 CPP).
 La sentencia no puede exceder el contenido de la acusación, por lo que no se pude condenar por
hechos o circunstancias no contenidos en ella (art. 341 y 374 letra f) CPP).

b) Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación;


 Art. 8 y 102 CPP, otorga el derecho del imputado de designar libremente a un abogado defensor de
su confianza y en caso de carecer de recursos que el Estado le otorgue defensa gratuita.
Correspondiéndole al juez velar por la designación del abogado defensor.
 La ausencia de defensor acarrea la nulidad de la audiencia (art. 103 CPP).
 El defensor puede ejercer todos los derechos y facultades que se le reconocen al imputado (art. 104
CPP).
 En el mismo sentido los artículos 106 CPP relativo a la renuncia o abandono de la defensa y el 105
relativo a la designación posterior.
DÉCIMO NOVENO: Que por ello es que toda persona que sea detenida o indicada de cualquier forma
como partícipe de un delito, tiene derecho a designar a un abogado desde ese mismo momento, lo debe
ser realizado de manera efectiva, sin que se pueda practicar ningún acto procesal de la instrucción en
que el imputado deba intervenir personalmente como tampoco ninguno de los actos o diligencias
definitivos e irreproducibles si el abogado defensor no fue notificado previamente y asiste al mismo,
salvo que el propio imputado asienta a que esos actos se realicen sin su presencia, pero ello no puede
presumirse ni inferirse implícitamente, ni menos como ha ocurrido en la especie en que literalmente se
omitieron absolutamente las advertencias mínimas, sino que debe ser libre, voluntaria, expresa y
documentada fehacientemente por el funcionarios público correspondiente. La garantía de la defensa
en juicio sólo queda satisfecha cuando la persona imputada cuenta con la debida y suficiente defensa
técnica, la que existe desde el momento del inicio mismo de la persecución penal, como ocurre en
nuestro sistema procesal penal, lo que conlleva el derecho a contar con el profesional, por lo que
cualquier acto o diligencia en la que deba realizar cualquier clase de manifestación como es una
declaración o actos o diligencias que por su naturaleza sean inmodificables o irrepetibles, deben
realizarse con la presencia personal del abogado defensor, sólo de esa forma el acto será válido. CS, rol
9758-09, 13/04/2010.
c) Solicitar de los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las imputaciones que se
le formularen;
 Este derecho se vincula directamente con el principio de objetividad del fiscal.
 Art. 183 CPP, el imputado y los demás intervinientes pueden solicitar diligencias de investigación al
fiscal y si este se niega o no las resuelve existe un sistema de reclamación administrativa ante el FR
respectivo.
 Art. 184 CPP, el Fiscal puede permitir la presencia del imputado o demás intervinientes en las
actuaciones o diligencias que deben realizarse.
 Art. 257 CPP, dentro de los 10 días al cierre de la investigación los intervinientes pueden solicitar la
reiterar la solicitud de diligencias precisas de investigación que oportunamente hubieren formulado
durante la investigación y que el MP hubiere rechazado o no se pronunciara, si el juez las acoge
dispone la reapertura de la investigación y ordenara al fiscal la realización de las diligencia fijándole
un plazo.

d) Solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o
sin él, con el fin de prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación;
 Art. 98 CPP regula la declaración del imputado como medio de defensa.

e) Solicitar que se active la investigación y conocer su contenido, salvo en los casos en que alguna parte
de ella hubiere sido declarada secreta y sólo por el tiempo que esa declaración se prolongare;
 Art. 186 CPP Control judicial anterior a la formalización de la investigación
 Art. 234 CPP, fijación plazo para la investigación.
 Art. 182 CPP, relativo al secreto de la investigación y el acceso a la misma por los intervinientes.

f) Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra la resolución que lo rechazare;


 Art. 250, sobreseimiento; apelación de la resolución art. 93 letra f) y 370 letra b).

g) Guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento. Sin
perjuicio de lo dispuesto en los artículos 91 y 102, al ser informado el imputado del derecho que le
asiste conforme a esta letra, respecto de la primera declaración que preste ante el fiscal o la policía,
según el caso, deberá señalársele lo siguiente: "Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este
derecho no le ocasionará ninguna consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, todo lo
que manifieste podrá ser usado en su contra.";
 El CPP contempla como regla general que el imputado debe declarar ante el fiscal (art. 194 CPP),
sólo excepcionalmente permite que declare ante la Policía y en defensa de su defensor (art. 91 CPP)
y ante el juez (art. 93 inciso 2° letra d), 98 y 326 CPP).
 En el proceso penal el reconocimiento de responsabilidad debe ser expreso en el procedimiento
simplificado, art. 395 CPP; es tácita en el monitorio y en el abreviado consiste en aceptar los hechos
materia de la investigación y los antecedentes que existen en contra del acusado (art. 406 CPP).
 Art. 194 CPP, declaración ante el fiscal, si es la primera declaración se debe comunicar
detalladamente los hechos materia de la investigación y los derechos.
 La declaración del imputado, en caso de efectuarse, debe estar exenta de vicios, de ahí que el art.
195 establece métodos prohibidos para la declaración del imputado.

h) No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, e


 Art. 195 CPP, relativo a métodos prohibidos.
 Art. 196 CPP, prolongación de la declaración del imputado.

i) No ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren de la
situación de rebeldía.
 Declaración de rebeldía, art. 99, 100 y 101 CPP.
 Sobreseimiento temporal, art. 252 CPP.
 Artículo 94 CPP regula los Derechos del Imputado Privado de Libertad:
Artículo 94.- Imputado privado de libertad. El imputado privado de libertad tendrá, además, las
siguientes garantías y derechos:
a) Derecho a conocer el motivo de su detención: a) A que se le exprese específica y claramente el
motivo de su privación de libertad y, salvo el caso de delito flagrante, a que se le exhiba la orden que
la dispusiere;
Se relaciona con los arts. 125 y 135 CPP.
b) Derecho a ser informado: b) A que el funcionario a cargo del procedimiento de detención o de
aprehensión le informe de los derechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 135;
c) Derecho a que un tribunal se pronuncie sobre su detención: c) A ser conducido sin demora ante el
tribunal que hubiere ordenado su detención;
Relacionado con art. 95, amparo ante juez de garantía; art. 131 y 132 CPP plazo de la detención y
ampliación detención.
d) Derecho a la libertad persona (tratamiento inocente): d) A solicitar del tribunal que le conceda
la libertad;
Relacionado con arts. 143, 144, 145, 146, 149, 152, 153 y 156 CPP.
e) Derecho a que se sepa que esta detenido: e) A que el encargado de la guardia del recinto policial al
cual fuere conducido informe, en su presencia, al familiar o a la persona que le indicare, que ha sido
detenido o preso, el motivo de la detención o prisión y el lugar donde se encontrare;
f) Derecho a comunicarse con su abogado: f) A entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo
al régimen del establecimiento de detención, el que sólo contemplará las restricciones necesarias
para el mantenimiento del orden y la seguridad del recinto;
g) Derecho a tener comodidades y ocupaciones: g) A tener, a sus expensas, las comodidades y
ocupaciones compatibles con la seguridad del recinto en que se encontrare, y
h) Derecho a comunicarse y ser visitado: h) A recibir visitas y comunicarse por escrito o por cualquier
otro medio, salvo lo dispuesto en el artículo 151 .

 Derechos de la Víctima en el Proceso Penal:


Artículo 108.- Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por el
delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere
ejercer los derechos que en este Código se le otorgan, se considerará víctima:
a. al cónyuge o al conviviente civil y a los hijos;
b. a los ascendientes;
c. al conviviente;
d. a los hermanos, y
e. al adoptado o adoptante.
Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un
orden de prelación, de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una
categoría excluye a las comprendidas en las categorías siguientes.

Artículo 109.- Derechos de la víctima. La víctima podrá intervenir en el procedimiento penal


conforme a lo establecido en este Código, y tendrá, entre otros, los siguientes derechos:
a) Solicitar medidas de protección frente a probables hostigamientos, amenazas o atentados en contra
suya o de su familia;
b) Presentar querella;
c) Ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles
provenientes del hecho punible;
d) Ser oída, si lo solicitare, por el fiscal antes de que éste pidiere o se resolviere la suspensión del
procedimiento o su terminación anticipada;
e) Ser oída, si lo solicitare, por el tribunal antes de pronunciarse acerca del sobreseimiento temporal o
definitivo u otra resolución que pusiere término a la causa, y
f) Impugnar el sobreseimiento temporal o definitivo o la sentencia absolutoria, aun cuando no hubiere
intervenido en el procedimiento.
Los derechos precedentemente señalados no podrán ser ejercidos por quien fuere imputado del
delito respectivo, sin perjuicio de los derechos que le correspondieren en esa calidad.

Derechos de la víctima, se pueden clasificar en:


 Derechos de protección, arts. 6°, 109 a), 78 b)CPP
 Derechos de información: art. 109 d), e) y art. 78 a), c) y d)
 Derechos de participación: art. 109 b), f)
 Derecho a reparación e indemnización: art. 109 c) y art. 78 c).

Artículo 110.- Información a personas que no hubieren intervenido en el procedimiento. En


los casos a que se refiere el inciso segundo del artículo 108, si ninguna de las personas enunciadas
en ese precepto hubiere intervenido en el procedimiento, el ministerio público informará sus
resultados al cónyuge del ofendido por el delito o, en su defecto, a alguno de los hijos u otra de esas
personas.
 Para que la víctima intervenga en el proceso y ejerza los derechos que la ley le confiere, no requiere
querellarse, toda vez que como se señaló ella es interviniente en el proceso penal y, por tanto, puede
ejercer los derechos directamente, sea en forma personal o representado por apoderado en el
proceso.
 Adicionalmente a los derechos mencionados en el art. 109 CPP, la víctima tiene derecho a: ser
atendida por los fiscales adjuntos; a recibir un trato digno (art. 6° final y art. 78 inc. 1 ° CPP),
derecho a denunciar el delito (art. 173 CPP); a oponerse al término anticipado a la investigación
(art. 167, 168 y 170 CPP); derecho a reclamar ante las autoridades del Ministerio Público o ante el
juez (art. 167, 168, 170, 183) ; derecho a solicitar diligencias de investigación (art. 183-2°); derecho
a contar con asesoría y defensa gratuita (art. 19 N° 3 CPRC).

 La Querella y el Querellante:
El querellante es la aquella persona natural o jurídica, generalmente la víctima o su representante
legal, heredero testamentario y excepcionalmente otras personas expresamente facultades por la
ley, que en el proceso penal efectúa un acto jurídico procesal consistente en una declaración expresa
de voluntad dirigida al juez de garantía mediante el cual manifiesta su intención de hacerse parte en
el proceso penal y a fin de que disponga que el Ministerio Público inicie una investigación penal o lo
tenga como parte de una ya iniciada, para ejercer los derechos que le confiere la ley
dentro del proceso penal.

El querellante es diferente que el denunciante, el primero es parte en el proceso, el segundo no. El


denunciante sólo coloca en conocimiento de los organismos de persecución penal la comisión de un
hecho punible para que el Ministerio Público proceda a su averiguación, en cambio el querellante
ejerce una pretensión punitiva en el proceso y realiza los demás actos procesales que la ley le
autoriza.

La querella puede dar inicio al procedimiento y a la investigación si no se hubiere iniciado antes por
denuncia o de oficio, pero también se puede deducir una vez ya iniciada la investigación penal
respectiva.

Tratándose de delitos de acción privada, la única forma de dar inicio al proceso penal respectivo es
por medio de la correspondiente querella (art. 400 CPP) y que sólo puede ser presentada por la
víctima (art. 18 inc. 3° y 55 CPP).
Sujetos que pueden querellarse (art. 111 CPP, art. 83 CPRC):
i. La víctima;
ii. Cualquier persona capaz de comparecer en juicio domiciliada en la provincia, respecto de hechos
punibles cometidos en la misma que constituyeren delitos terroristas, o delitos cometidos por un
funcionario público que afectaren derechos de las personas garantizados por la Constitución o
contra la probidad pública.
iii. Los órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus respectivas leyes
orgánicas les otorguen expresamente las potestades correspondientes. Si la respectiva ley orgánica
no autoriza al respectivo servicio a presentar la querella, le representación le corresponde al
Consejo de Defensa del Estado.

En relación a la víctima, el TC ha resuelto que: “… cualquier razonamiento que conduzca a privar


a la víctima de su derecho a ejercer la acción penal, dando así eficacia a su decisión de contar con un
proceso jurisdiccional donde se le haga justicia, por causa de decisiones del Ministerio Público, ha de
ser descartada, pues subordina el derecho de acceder a los tribunales a las decisiones del persecutor
estatal, con lo cual se la priva, de esa forma, del derecho a la acción que le confiere el numeral 3° del
artículo 19 de la Carta Fundamental, en concordancia con el artículo 83 de la misma” (TC, rol N° 815-
07).

La tesis referida por el tribunal constitucional concibe al querellante con el carácter de autónomo y
no de adherente, conforme lo cual sería un ente activo e independiente del Ministerio Público para
hacer valer una prensión penal. Otra postura, sostiene que el querellante no puede ser concebido
como independiente, ya que ello importa sostener que un particular tenga el poder de efectuar una
petición de pena en contra de otro particular, lo cual no corresponde en un Estado de Derecho
donde el monopolio del ius puniendi lo tiene el Estado y no un particular. Adicionalmente, esta
postura sostiene que reconocer este verdadero poder al particular importaría una sistema de
justicia privada y un evidente retroceso en el desarrollo del Derecho Penal, de forma tal que el
querellante sólo puede ser concebido como adherente.

“Hay que entender que en el proceso penal la decisión de iniciar la investigación penal –salvo en los
delitos de “acción privada”– comporta la asunción de una actividad pública, aun en el caso de que se
inicie por denuncia o querella particular. Es que en este último caso no hay tutela de intereses
privados en juego. El que se querella no está pidiendo tutela para un interés propio sino que está
colaborando o bien supliendo una negligente o arbitraria actuación fiscal en el estatal ejercicio del
ius persequendi. No puede haber de este modo un derecho subjetivo público, de naturaleza
constitucional, al ejercicio de la “acción penal”, ni siquiera para la víctima. Los individuos no tienen
el derecho de someter a juicio penal a otro ciudadano.” (Bordalí Salamanca, Andrés; No Hay
Ejercicio del Derecho Fundamental de Acción en el Proceso Penal. Sentencia del Tribunal
Constitucional que Declaró Inaplicable el Artículo 230 del Código Procesal Penal; Revista de
Derecho; Universidad Austral; pág. 247).
“VI. NO EXISTE DERECHO SUBJETIVO A QUE EL MINISTERIO PÚBLICO INVESTIGUE. 44°. Que a
pesar de que, tal como se ha relatado, la víctima tiene diversos derechos en el proceso penal, no se
puede afirmar que ésta tenga directamente un derecho a que se investigue. Antes de definir dicho
eventual derecho, es necesario determinar la posición que ocupa cada actor dentro del sistema
procesal penal; 45°. Que la función de investigar es una potestad del Ministerio Público; pero el
Ministerio tiene discrecionalidad para decidir si investiga o no. Por su parte, dicha discrecionalidad es
la expresión de la confianza necesaria que el constituyente y el legislador han depositado en el órgano
persecutorpara el cumplimiento de su función de dirección de la investigación, según se ha
profundizado en otros considerandos de esta sentencia; 46°. Que la víctima no sustituye al Ministerio
Público en su labor de investigar, sin perjuicio de que excepcionalmente ella pueda forzar la acusación
y solicitar diligencias de investigación. En otras palabras, los intereses de la víctima no son vinculantes
ni para el fiscal en sus labores investigativas, ni para el juez en sus labores jurisdiccionales, sin
perjuicio de que el ordenamiento jurídico le reconozca una serie de derechos” (TC, rol 2561 -13).

Personas que tiene prohibido ser querellantes: Artículo 116.- Prohibición de querella. No
podrán querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada:
a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos, o por el
delito de bigamia.
b) Los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus
hijos.
c) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo grado, a no ser por
delitos cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos.

Oportunidad para deducir querella: Artículo 112.- Oportunidad para presentar la querella. La
querella podrá presentarse en cualquier momento, mientras el fiscal no declarare cerrada la
investigación. Admitida a tramitación, el juez la remitirá al ministerio público y el querellante podrá
hacer uso de los derechos que le confiere el artículo 261 .

Requisitos de la querella: Artículo 113.- Requisitos de la querella. Toda querella criminal deberá
presentarse por escrito ante el juez de garantía y deberá contener:
a) La designación del tribunal ante el cual se entablare;
b) El nombre, apellido, profesión u oficio y domicilio del querellante;
c) El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una designación clara de su
persona, si el querellante ignorare aquellas circunstancias. Si se ignoraren dichas determinaciones,
siempre se podrá deducir querella para que se proceda a la investigación del delito y al castigo de el
o de los culpables;
d) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y hora en que se
hubiere ejecutado, si se supieren;
e) La expresión de las diligencias cuya práctica se solicitare al ministerio público, y
f) La firma del querellante o la de otra persona a su ruego, si no supiere o no pudiere firmar. A lo
anterior, atendiendo a que se trata de un acto procesal, la querella debe cumplir lo siguiente:
efectuarse por escrito, el querellante debe estar legitimado activamente para presentarla, el
querellante no puede estar afecto a prohibición, se debe otorgar patrocinio y poder.

Frente a la querella, el tribunal puede:


a.- Dar curso a la misma (declararla admisible): si cumple con todos los requisitos legales de
tiempo, forma y materiales se deberá: admitir a tramitación, el juez la remitirá al ministerio público
y el querellante podrá hacer uso de los derechos que le confiere el artículo 261 (inc. 2° art. 112 CPP).

b.- Declararla inadmisible: lo que ocurrirá cuando: Artículo 114.- Inadmisibilidad de la querella.
La querella no será admitida a tramitación por el juez de garantía:
a) Cuando fuere presentada extemporáneamente, de acuerdo a lo establecido en el artículo 112;
b) Cuando, habiéndose otorgado por el juez de garantía un plazo de tres días para subsanar los
defectos que presentare por falta de alguno de los requisitos señalados en el artículo 113, el
querellante no realizare las modificaciones pertinentes dentro de dicho plazo;
c) Cuando los hechos expuestos en ella no fueren constitutivos de delito;
d) Cuando de los antecedentes contenidos en ella apareciere de manifiesto que la responsabilidad
penal del imputado se encuentra extinguida. En este caso, la declaración de inadmisibilidad se
realizará previa citación del ministerio público, y
e) Cuando se dedujere por persona no autorizada por la ley.
Recurso en contra de la declaración de inadmisibilidad de la querella: recurso de apelación
conforme art. 115 CPP, en sólo efecto devolutivo. Si la querella es declarada admisible, la resolución
respectiva es inapelable.

Querella rechazada: Artículo 117.- Querella rechazada. Cuando no se diere curso a una querella
en que se persiguiere un delito de acción pública o previa instancia particular, por aplicación de
alguna de las causales previstas en las letras a) y b) del artículo 114, el juez la pondrá en
conocimiento del ministerio público para ser tenida como denuncia, siempre que no le constare que
la investigación del hecho hubiere sido iniciada de otro modo.

Desistimiento de la querella: Artículo 118.- Desistimiento. El querellante podrá desistirse de su


querella en cualquier momento del procedimiento. En ese caso, tomará a su cargo las costas propias
y quedará sujeto a la decisión general sobre costas que dictare el tribunal al finalizar el
procedimiento.

Artículo 119.- Derechos del querellado frente al desistimiento. El desistimiento de la querella


dejará a salvo el derecho del querellado para ejercer, a su vez, la acción penal o civil a que dieren
lugar la querella o acusación calumniosa, y a demandar los perjuicios que le hubiere causado en su
persona o bienes y las costas. Se exceptúa el caso en que el querellado hubiere aceptado
expresamente el desistimiento del querellante.

Además del desistimiento, la querella puede terminar por:


 Abandono: Artículo 120.- Abandono de la querella. El tribunal, de oficio o a petición de
cualquiera de los intervinientes, declarará abandonada la querella por quien la hubiere interpuesto:
a) Cuando no adhiriere a la acusación fiscal o no acusare particularmente en la oportunidad que
correspondiere; (art. 261 CPP, 15 días antes fecha de PJO) .
b) Cuando no asistiere a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa debidamente
justificada, y
c) Cuando no concurriere a la audiencia del juicio oral o se ausentare de ella sin autorización del
tribunal.

Recursos: La resolución que declarare el abandono de la querella será apelable, sin que en la
tramitación del recurso pueda disponerse la suspensión del procedimiento. La resolución que
negare lugar al abandono será inapelable.

Efecto del abandono: Artículo 121 .- Efectos del abandono. La declaración del abandono de la
querella impedirá al querellante ejercer los derechos que en esa calidad le confiere este Código.

 La Acción Penal:
Regulación: Título III, Libro I CPP, arts. 53 a 58. Cómo se ha examinado, el ejercicio de la acción
penal pública no es exclusiva del Ministerio Público, sino que es compartida con la víctima cuando
ésta la ejerce por vía de la querella criminal. Por consiguiente, el ejercicio de la acción penal pública
esta radicada en el Ministerio Público y en la víctima, ello sin perjuicio de que en determinados
casos la ley pueda conferirla a otras personas.
Clasificación de la acción penal: la acción penal se clasifica en pública, previa instancia particular
y privada.
Artículo 53.- Clasificación de la acción penal. La acción penal es pública o privada.
La acción penal pública para la persecución de todo delito que no esté sometido a regla especial
deberá ser ejercida de oficio por el ministerio público. Podrá ser ejercida, además, por las personas
que determine la ley, con arreglo a las disposiciones de este Código. Se concede siempre acción
penal pública para la persecución de los delitos cometidos contra menores de edad.
La acción penal privada sólo podrá ser ejercida por la víctima. Excepcionalmente, la persecución
de algunos delitos de acción penal pública requiere la denuncia previa de la víctima. (Acción previa
instancia particular). Así, la acción penal pública puede definirse como aquella que es ejercida a
nombre de la sociedad, de oficio por el Ministerio Público o por las demás personas autorizadas por
la ley, para obtener el castigo de un hecho que reviste los caracteres de delito, dentro del proceso
penal y previa dictación de una sentencia condenatoria.

Personas autorizadas para el ejercicio de la acción penal pública: El Ministerio Público, la


víctima (art. 111 inc. 1 ° CPP); cualquier persona capaz de comparecer en juicio domiciliada en la
provincia en relación a determinados delitos (art. 111 inc. 2° CPP) y los organismos públicos
especialmente facultados para ello en su ley orgánica (art. 111 inc. 3°).

Personas no inhabilitadas para ejercer la acción penal: el ejercicio de la acción penal pública
requiere un sujeto capaz de comparecer en juicio y que no se encuentre inhabilitado o incapacitado
para ello conforme lo dispone el art. 116 CPP (prohibición deducir querella). Las inhabilidades para
ejercer la acción penal son relativas y no absolutas, existiendo tanto para los delitos de acción
pública como privada, conforme lo señala la referida disposición.

Personas obligadas y facultadas para ejercer la acción penal: el MP se encuentra obligado a


ejercer la acción penal pública para la persecución de un hecho punible y la determinación de las
personas que hayan participado (art. 53 inc. 2°, art. 77 CPP) . Conforme a ello, los fiscales deben
ejercer y sustentar la acción penal pública (principio de oficialidad y legalidad), sin que puedan
suspender, interrumpir o abandonar o poner término a la misma, salvo en aquellos casos
especialmente contemplados en la ley que corresponden a:
a. El archivo provisional, art. 167 CPP;
b. La facultad de no inicio de la investigación, art. 168 CPP;
c. El principio de oportunidad, art. 170 CPP;
d. La suspensión condicional del procedimiento, art. 237 CPP;
e. Los acuerdos reparatorios, art. 241 CPP, y
f. La decisión de no perseverar en el procedimiento, art. 248 c) CPP.
Las demás personas se encuentran facultadas para ejercer la acción penal pública.

Características de la acción penal pública son:


A.- Necesaria: una vez que el Estado conoce de la existencia de un hecho punible debe
indefectiblemente dar curso a la investigación y sanción del mismo.
B.- Indivisible: por medio de la acción penal se persigue la responsabilidad de todos los sujetos que
intervinieron en el hecho punible, no permitiéndose que quien la resuelva ejercerla pueda ejercerla
contra sólo algunos de los responsables, dejando a los demás en la impunidad.
C.- Irrectractable: la acción penal pública no se extingue por la renuncia o desistimiento de quien la
ejerce. Así, el artículo 56 CPP: Renuncia de la acción penal. La acción penal pública no se extingue
por la renuncia de la persona ofendida. El Ministerio Público tiene prohibida la renuncia a la acción
penal pública (art. 56 inciso final CPP), existiendo como única excepción el principio de oportunidad
art. 170 CPP, la suspensión condicional del procedimiento art. 237 CPP y la decisión de no
perseverar en el procedimiento art. 248 CPP. Conforme al art. 118 CPP, el querellante puede
desistirse de la querella en cualquier momento.
D.- El ejercicio de la acción no debe ser caucionado: en el actual CPP no existe la fianza de
calumnias.
E.- Puede generar responsabilidad penal y civil: por medio del delito de querella calumniosa y
sin perjuicio de la responsabilidad civil (arts. 118 y 178 CPP; 211 CP, art. 5° y 11 LOC Min. Publico) .
F.- Es prescriptible: Artículo 94 CP. Art. 96 CP interrupción de la prescripción. Art. 233 letra a) CPP
suspensión de la prescripción por la formalización de la investigación.
G.- Es abandonable por el querellante: conforme lo dispone el art. 120 CPP.
 Acción Penal Previa Instancia Particular: Artículo 54.- Delitos de acción pública previa instancia
particular. En los delitos de acción pública previa instancia particular no podrá procederse de oficio
sin que, a lo menos, el ofendido por el delito hubiere denunciado el hecho a la justicia, al ministerio
público o a la policía.

Tales delitos son:


a) Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494, número 5º, del Código Penal;
b) La violación de domicilio;
c) La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247, inciso segundo, del Código Penal;
d) Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal;
e) Los previstos en la ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios industriales y
protección de los derechos de propiedad industrial;
f) La comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado hubiere estado o
estuviere empleado, y
g) Los que otras leyes señalaren en forma expresa.
A falta del ofendido por el delito, podrán denunciar el hecho las personas indicadas en el inciso
segundo del artículo 108, de conformidad a lo previsto en esa disposición. Cuando el ofendido se
encontrare imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando quienes pudieren formularla
por él se encontraren imposibilitados de hacerlo o aparecieren implicados en el hecho, el ministerio
público podrá proceder de oficio. Iniciado el procedimiento, éste se tramitará de acuerdo con las
normas generales relativas a los delitos de acción pública.

Entre las leyes especiales que se refieren a los delitos de previa instancia particular se encuentra el
art. 369 CP, en orden a que no se puede proceder por los delitos previstos en los artículos 361 a 366
quáter (violación, estupro y otros delitos sexuales) sin que a lo menos se haya denunciado el
hecho a la justicia, al Ministerio Público o a la policía por la persona ofendida o su
representante legal. Lo mismo ocurre con los delitos de maltrato habitual (art. 90 Ley N° 19.968).
La renuncia de la acción penal previa instancia particular: Si el delito es de aquellos que no
pueden ser perseguidos sin previa instancia particular, la renuncia de la víctima a denunciarlo
extinguirá la acción penal, salvo que se tratare de delito perpetrado contra menores de edad (art. 56
inc. 3° CPP). Como se trata de una acción que una vez ejercida sigue el tratamiento de la acción penal
publica, la renuncia se refiere a “denunciarlo”, de forma tal que en ese evento extingue la acción
penal, salvo que la persona ofendida sea menor de edad evento en que siempre se concede acción
penal publica. Si la denuncia ya se efectuó y se renuncia al ejercicio de la acción la renuncia no
produce efecto alguno,

 Acción Penal Privada: Corresponde a aquella que sólo puede ejercer la víctima del delito.

Artículo 55.- Delitos de acción privada. No podrán ser ejercidas por otra persona que la víctima,
las acciones que nacen de los siguientes delitos:
a) La calumnia y la injuria;
b) La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código Penal;
c) La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y
d) El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la
ley y celebrado de acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo.
La acción penal privada es retractable: se extingue por la renuncia y el desistimiento de la parte
ofendida, sea expresa o tácita. Art. 56 inc. 2°: Pero se extinguen por esa renuncia la acción penal
privada y la civil derivada de cualquier clase de delitos. Art. 66, 118 y 119 CP.
La acción penal privada es transigible. Art. 401 N° 1 y 404 CPP, cabe el acuerdo o la transacción.
La acción penal privada se extingue por el perdón del ofendido. Art. 93 N° 5 CP.
La acción penal privada es divisible: se puede ejercer contra alguno de los responsables.
La acción penal privada es abandonable, Art. 402 CPP.
Personas contra las cuales se ejerce la acción penal. Artículo 58.- Responsabilidad penal. La
acción penal, fuere pública o privada, no puede entablarse sino contra las personas responsables del
delito. La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por las
personas jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la
responsabilidad civil que las afectare.
Responsabilidad de personas jurídicas: Ley N° 20.393

 El Actor Civil:
Del delito surge no sólo la acción penal para investigar el hecho punible y establecer la participación
de los sujetos que hayan intervenido en el mismo, sino también, la acción civil que tiende a reparar
los efectos dañosos del delito.

En el CPP no se regula como interviniente el actor civil, ello esencialmente en razón que uno de los
principios del actual CPP fue restringir el ejercicio de acciones civiles en el procedimiento penal, ello
a objeto de velar por su desarrollo ágil y evitar que el proceso penal fuera instrumentalizado para
ejercer presión por asuntos civiles.

De esa forma, actualmente, la acción civil indemnizatoria sólo puede ejercerse en el procedimiento
ordinario por crimen o simple delito, no existiendo la posibilidad de demandar civilmente en el
procedimiento simplificado y en el abreviado en el cual no existe resolución de la acción civil. De
esta forma, la tendencia es que la acción indemnizatoria se ejerza en el tribunal civil. La acción civil
restitutoria, en cambio, debe ejercerse en el proceso penal, conforme se examinará mas adelante.

 La Acción Civil.
Conforme lo examinado, la víctima, entre otros derechos, puede “c) Ejercer contra el imputado
acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes del hecho punible.
De esta forma, la víctima y también los terceros afectados por el delito, tienen, conforme a las reglas
generales, la posibilidad de ejercer acciones civiles destinadas a indemnizar los daños causados por
el delito, sea que la acción se dirija contra el imputado o contra el tercero civilmente responsable.

La acción civil es aquella que se ejerce en el proceso penal para obtener la restitución de objetos
recogidos o incautados o que es deducida por la víctima en contra del imputado para perseguir las
responsabilidades civiles provenientes del hecho punible (art. 59 CPP). Así, la acción civil puede ser
indemnizatoria o restitutoria.

La acción civil en el proceso penal posee una fase de preparación y cautela (etapa de investigación),
de interposición y depuración de vicios formales (etapa intermedia de preparación de juicio oral) y
de discusión, prueba y fallo (etapa de juicio).

El CPP contiene una regulación específica en materia de acciones civiles, arts. 6°, 59 a 68, 78 letra c)
109 letra c), 157, 158, 189, 238 letra e), 2140 a 244, 259, 261, 262, 273, 277 letra c), 324, 242 letra
e), 347, 393 inciso 2°, 405, 412, 472 y 479, CPP) y en base a lo cual es posible determinar las
siguientes reglas generales:
- La víctima del delito puede ejercer acciones civiles en contra de imputado en el proceso penal.
- Las acciones civiles que la víctima puede ejercer en contra del imputado en el proceso penal pueden
buscar la restitución de las cosas hurtadas, robadas o estafadas y/o la indemnización del daño
causado por el delito.
- El proceso penal no permite el ejercicio de las acciones civiles en contra del tercero civilmente
responsable, las cuales deben ejercerse conforme a las reglas generales en un tribunal civil.
- Cualquier tercero afectado por el delito, que no sea la víctima, no puede ejercer la acción civil en el
proceso penal, salvo que tenga por finalidad la restitución de las cosas hurtadas, robadas o
estafadas.
- El único procedimiento que permite a la víctima el ejercicio de la acción civil indemnizatoria en el
proceso penal es el ordinario, toda vez que ello no se autoriza en el procedimiento simplificado ni
en el abreviado.
-
La acción civil posee las siguientes características:
A.- La competencia del tribunal se determina conforme a la pretensión que se hace valer: la
acción meramente restitutoria se debe ejercer en el proceso penal (art. 59 inc. 1 CPP y 171 inc. 1
COT), en cambio, en la acción indemnizatoria existe competencia acumulativa o preventiva solo
respecto de la acción que la víctima ejerce en contra del imputado, ya que ella se puede conocer
tanto por el tribuna penal como por el civil. En todo caso, como se verá, la acción civil
indemnizatoria de la víctima contra del imputado sólo procede en el procedimiento ordinario, ya
que no se permite en el abreviado (art. 393 inc. 2° CPP) y tampoco en el abreviado (art. 68 y 412
CPP) . La acción del tercero afectado debe ejercerse ante el tribunal civil competente según las
reglas generales.
B.- Los procedimientos para el ejercicio de la acción civil que emanan del delito son diversas
según la naturaleza de la acción y la sede en la cual se ejercen: El ejercicio de la acción civil
indemnizatoria ante el juez civil competente según las reglas generales se tramitará conforme a las
reglas del procedimiento ordinario o sumario si éste es aplicable (el procedimiento sumario es
aplicable cuando existe sentencia criminal condenatoria) . Si la acción indemnizatoria se ejerce en el
proceso penal por la víctima en contra del imputado se sujeta a las normas establecidas en el CPP,
debiendo la demanda ser presentada junto con la acusación particular o adhesión a la misma. Si la
acción civil es la restitutoria, se sigue el procedimiento regulado en el CPP.
C.- La acción civil es contingente o eventual: esto debido a que su ejercicio es facultativo y no
obligatorio, además no siempre se genera responsabilidad civil por la comisión de un delito. El
carácter contingente o eventual se reconoce en el art. 59 inc. 2° CPP, al disponer que la víctima
puede deducir respecto del imputado las restantes acciones que tienen por finalidad perseguir la
responsabilidad civil.
D.- La acción civil es abandonable: como se verá si la víctima que ejerce la acción civil no
comparece a la audiencia de preparación de juicio oral o de juicio oral, la acción se tiene por
abandonada.
E.- La acción civil es independiente de la acción penal: la circunstancia de dictarse sentencia
absolutoria en materia penal no impide que se de a lugar a la acción civil (art. 67 CPP). La extinción
de la acción civil no extingue la acción penal (art. 65 CPP). Esta característica se ve atenuada en el
caso de lo dispuesto en los art. 66 CPP relativo al ejercicio exclusivo de la acción civil en los delitos
de acción privada y además en razón que el ejercicio y resolución de la acción civil supone que no se
haya suspendido o terminado el procedimiento oral (art. 68 CPP).
F.- La acción civil es patrimonial: por lo tanto es transigible (art. 273 CPP), renunciable (art. 12
CC), desistible (art. 64 inc. 1 ° CPP), cedible, transmisible y prescritible (art. 2332 CC, 4 años,
relacionar con art. 61 CPP).
G.- Prueba de la acción civil: la prueba de la acción civil en el proceso penal y de las cuestiones
prejudiciales civiles son conocidas por el juez con competencia penal conforme al art. 324 CPP,
considerando que en relación a la procedencia, oportunidad, forma de rendirla y valor probatorio se
regula por el CPP y sólo por las normas civiles en relación a la parte que debe probar.

Artículo 59.- Principio general. La acción civil que tuviere por objeto únicamente la restitución
de la cosa, deberá interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de
conformidad a lo previsto en el artículo 189.

Acción civil indemnizatoria contra el imputado: Asimismo, durante la tramitación del


procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto del imputado, con arreglo a las
prescripciones de este Código, todas las restantes acciones que tuvieren por objeto perseguir
las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La víctima podrá también ejercer
esas acciones civiles ante el tribunal civil correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la
demanda civil en el procedimiento penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil.

Acción civil del tercero afectado o contra el civilmente responsable: Con la sola excepción
indicada en el inciso primero, las otras acciones encaminadas a obtener la reparación de las
consecuencias civiles del hecho punible que interpusieren personas distintas de la víctima, o se
dirigieren contra personas diferentes del imputado, deberán plantearse ante el tribunal civil que
fuere competente de acuerdo a las reglas generales.

 Acción civil destinada a la restitución de las cosas hurtas, robadas o estafadas sean de la
víctima o de un tercero:
Artículo 189.- Reclamaciones o tercerías. Las reclamaciones o tercerías que los intervinientes o
terceros entablaren durante la investigación con el fin de obtener la restitución de objetos recogidos
o incautados se tramitarán ante el juez de garantía. La resolución que recayere en el artículo así
tramitado se limitará a declarar el derecho del reclamante sobre dichos objetos, pero no se
efectuará la devolución de éstos sino hasta después de concluido el procedimiento, a menos que el
tribunal considerare innecesaria su conservación. Lo dispuesto en el inciso precedente no se
extenderá a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las cuales se entregarán al dueño o legítimo
tenedor en cualquier estado del procedimiento, una vez comprobado su dominio o tenencia por
cualquier medio y establecido su valor. En todo caso, se dejará constancia mediante fotografías u
otros medios que resultaren convenientes de las especies restituidas o devueltas en virtud de este
artículo.

 Acción civil indemnizatoria de la víctima en contra del imputado.


Artículo 60.- Oportunidad para interponer la demanda civil. La demanda civil en el
procedimiento penal deberá interponerse en la oportunidad prevista en el artículo 261, por escrito
y cumpliendo con los requisitos exigidos por el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil. La
demanda civil del querellante deberá deducirse conjuntamente con su escrito de adhesión o
acusación.

La demanda civil deberá contener la indicación de los medios de prueba, en los mismos términos
expresados en el artículo 259.

Plazo para interponer la demanda civil contra del imputado: Art. 261 CPP, hasta los 15 días
antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de preparación de juicio oral, el
querellante puede deducir la demanda civil cuando procediere. Se deduce conjuntamente con
el escrito de adhesión a la acusación o la acusación particular.

Requisitos formales de la demanda civil: Por escrito, con los requisitos exigidos en el art. 254
CPC y debe contener los medios de prueba con que se intentará acreditar sus supuestos conforme lo
dispone el art. 259 CPP.

Preparación de la demanda civil, momento, requisitos y efectos: Artículo 61.- Preparación de


la demanda civil. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, con posterioridad a la
formalización de la investigación la víctima podrá preparar la demanda civil solicitando la
práctica de diligencias que considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su
demanda, aplicándose, en tal caso, lo establecido en los artículos 183 y 184. Asimismo, se podrá
cautelar la demanda civil, solicitando alguna de las medidas previstas en el artículo 157.

La preparación de la demanda civil interrumpe la prescripción. No obstante, si no se dedujere


demanda en la oportunidad prevista en el artículo precedente, la prescripción se considerará como
no interrumpida.
Artículo 62.- Actuación del demandado. El imputado deberá oponer las excepciones que
corresponda y contestar la demanda civil en la oportunidad señalada en el artículo 263. Podrá,
asimismo, señalar los vicios formales de que adoleciere la demanda civil, requiriendo su corrección.
En su contestación, deberá indicar cuáles serán los medios probatorios de que pensare valerse, del
modo previsto en el artículo 259.

Actuación del demandado: frente a la demanda civil, las excepciones correspondientes y la


contestación de la demanda se efectúa “Hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación de
juicio oral, por escrito, o al inicio de dicha audiencia, en forma verbal” (art. 263 CPP).
En la misma oportunidad, al contestar, el demandado debe señalar los medios de prueba de que
intenta valerse en el juicio.

Artículo 63.- Incidentes relacionados con la demanda y su contestación. Todos los incidentes y
excepciones deducidos con ocasión de la interposición o contestación de la demanda deberán
resolverse durante la audiencia de preparación del juicio oral, sin perjuicio de lo establecido en el
artículo 270.

El art. 270 se refiere expresamente a la corrección de vicios formales en la audiencia de preparación


de juicio oral, en razón que el juez puede otorgar un plazo de hasta 5 días para la corrección,
vencido el plazo y no efectuadas la correcciones de los vicios formales se tiene por no presentada
la demanda civil.

Artículo 64.- Desistimiento y abandono. La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier


estado del procedimiento. Se considerará abandonada la acción civil interpuesta en el
procedimiento penal, cuando la víctima no compareciere, sin justificación, a la audiencia de
preparación del juicio oral o a la audiencia del juicio oral.

Artículo 65.- Efectos de la extinción de la acción civil. Extinguida la acción civil no se entenderá
extinguida la acción penal para la persecución del hecho punible. Esta norma debe relacionarse
con el art. 56 inciso 1 °, que establece que la acción civil es siempre renunciable.

Artículo 66.- Efectos del ejercicio exclusivo de la acción civil. Cuando sólo se ejerciere la acción
civil respecto de un hecho punible de acción privada se considerará extinguida, por esa
circunstancia, la acción penal.

Para estos efectos no constituirá ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a
preparar la demanda civil o a asegurar su resultado, que se formulare en el procedimiento penal.
Esta norma debe relacionarse con el art.m 56 inciso 2°, en cuanto dispone que la acción penal
privada esrenunciable.

Artículo 67.- Independencia de la acción civil respecto de la acción penal. La circunstancia de


dictarse sentencia absolutoria en materia penal no impedirá que se de lugar a la acción civil, si fuere
legalmente procedente. Esta norma se relciona con los arts. 167, 178, 179, 180 y 680 del CPC

Art. 167 (174) CPC. Cuando la existencia de un delito haya de ser fundamento preciso de una
sentencia civil o tenga en ella influencia notoria, podrán los tribunales suspender el
pronunciamiento de ésta hasta la terminación del proceso criminal, si en éste se ha deducido
acusación o formulado requerimiento, según el caso. Esta suspensión podrá decretarse en cualquier
estado del juicio, una vez que se haga constar la circunstancia mencionada en el inciso precedente.
Si en el caso de los dos incisos anteriores se forma incidente, se tramitará en pieza separada sin
paralizar la marcha del juicio.
Con todo, si en el mismo juicio se ventilan otras cuestiones que puedan tramitarse y resolverse sin
aguardar el fallo del proceso criminal, continuará respecto de ellas el procedimiento sin
interrupción.

Art. 178 (201 )CPC. En los juicios civiles podrán hacerse valer las sentencias dictadas en un
proceso criminal siempre que condenen al procesado.

Art. 179 (202) CPC. Las sentencias que absuelvan de la acusación o que ordenen el sobreseimiento
definitivo, sólo producirán cosa juzgada en materia civil, cuando se funden en alguna de las
circunstancias siguientes:
1ª La no existencia del delito o cuasidelito que ha sido materia del proceso. No se entenderán
comprendidos en este número los casos en que la absolución o sobreseimiento provengan de la
existencia de circunstancias que eximan de responsabilidad criminal;
2ª No existir relación alguna entre el hecho que se persigue y la persona acusada, sin perjuicio de la
responsabilidad civil que pueda afectarle por actos de terceros, o por daños que resulten de
accidentes, en conformidad a lo establecido en el Título XXXV, Libro IV, del Código Civil; y
3ª No existir en autos indicio alguno en contra del acusado, no pudiendo en tal caso alegarse la cosa
juzgada sino respecto de las personas que hayan intervenido en el proceso criminal.
Las sentencias absolutorias o de sobreseimiento en materia criminal relativas a los tutores,
curadores, albaceas, síndicos, depositarios, tesoreros y demás personas que hayan recibido valores
u objetos muebles por un título de que nazca obligación de devolverlos, no producirán en ningún
caso cosa juzgada en materia civil.

Art. 180 (203) CPC. Siempre que la sentencia criminal produzca cosa juzgada en juicio civil, no será
lícito en éste tomar en consideración pruebas o alegaciones incompatibles con lo resuelto en dicha
sentencia o con los hechos que le sirvan de necesario fundamento.

Art. 680. (838) CPC. El procedimiento de que trata este Título se aplicará en defecto de otra regla
especial a los casos en que la acción deducida requiera, por su naturaleza, tramitación rápida para
que sea eficaz. Deberá aplicarse, además, a los siguientes casos: 10. A los juicios en que se deduzcan
las acciones civiles derivadas de un delito o cuasidelito, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 59 del Código Procesal Penal y siempre que exista sentencia penal condenatoria
ejecutoriada.

Artículo 68.- Curso de la acción civil ante suspensión o terminación del procedimiento penal.
Si antes de comenzar el juicio oral, el procedimiento penal continuare de conformidad a las normas
que regulan el procedimiento abreviado, o por cualquier causa terminare o se suspendiere, sin
decisión acerca de la acción civil que se hubiere deducido oportunamente, la prescripción
continuará interrumpida siempre que la víctima presentare su demanda ante el tribunal civil
competente en el término de sesenta días siguientes a aquél en que, por resolución ejecutoriada,
se dispusiere la suspensión o terminación del procedimiento penal. En este caso, la demanda y la
resolución que recayere en ella se notificarán por cédula y el juicio se sujetará a las reglas del
procedimiento sumario. Si la demanda no fuere deducida ante el tribunal civil competente dentro
del referido plazo, la prescripción continuará corriendo como si no se hubiere interrumpido. Si en el
procedimiento penal se hubieren decretado medidas destinadas a cautelar la demanda civil, éstas se
mantendrán vigentes por el plazo indicado en el inciso primero, tras el cual quedarán sin efecto si,
solicitadas oportunamente, el tribunal civil no las mantuviere. Si, comenzado el juicio oral, se dictare
sobreseimiento de acuerdo a las prescripciones de este Código, el tribunal deberá continuar con el
juicio para el solo conocimiento y fallo de la cuestión civil.

Art. 412 CPP, referido al procedimiento abreviado: La sentencia no se pronunciará sobre la


demanda civil que hubiere sido interpuesta.
Art. 393 CPP, referido al procedimiento simplificado: En el procedimiento simplificado no
procederá la interposición de demandas civiles, salvo aquella que tuviere por objeto la restitución
de la cosa o su valor.

Art. 68 Curso de la acción civil: regula lo que ocurre con la demanda civil de indemnización de
perjuicio de la víctima contra el imputado en el evento de que la causa no siga su curso hacia un
juicio oral en procedimiento ordinario. Hay que recordar que conforme al art. 61 luego de la
formalización se puede preparar la demanda civil solicitando diligencias de investigación tendientes
a esclarecer el hecho de la demanda, lo cual produce la interrupción del plazo de prescripción,
pero ello esta sujeto a la necesidad de deducir la demanda civil en su oportunidad procesal.

 La Policía.
Conforme el Capítulo XI, art. 101 de la CPRCH “Las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública están
integradas sólo por Carabineros e Investigaciones. Constituyen la fuerza pública y existen para dar
eficacia al derecho, garantizar el orden público y la seguridad pública interior, en la forma que lo
determinen sus respectivas leyes orgánicas. Dependen del Ministerio encargado de la Seguridad
Pública”.
De esta forma, la Policía en Chile esta constituida por Carabineros de Chile y la Policía de
Investigaciones, el primero de carácter militar y esencialmente preventivo, mientras que el segundo
es de carácter civil y preponderantemente investigativo.

El CPP, regula a la Policía en el art. 79 CPP. Función de la policía en el procedimiento penal. La


Policía de Investigaciones de Chile será auxiliar del ministerio público en las tareas de
investigación y deberá llevar a cabo las diligencias necesarias para cumplir los fines previstos
en este Código, en especial en los artículos 180, 181 y 187, de conformidad a las instrucciones
que le dirigieren los fiscales. Tratándose de delitos que dependieren de instancia privada se estará a
lo dispuesto en los artículos 54 y 400 de este Código. Asimismo, le corresponderá
ejecutar las medidas de coerción que se decretaren. Carabineros de Chile, en el mismo carácter de
auxiliar del ministerio público, deberá desempeñar las funciones previstas en el inciso precedente
cuando el fiscal a cargo del caso así lo dispusiere. Sin perjuicio de lo previsto en los incisos
anteriores, tratándose de la investigación de hechos cometidos en el interior de establecimientos
penales, el ministerio público también podrá impartir instrucciones a Gendarmería de Chile, que
actuará de conformidad a lo dispuesto en este Código.

De esta forma, le corresponde esencialmente a la Policía de Investigaciones de Chile y a


Carabineros cuando un fiscal a cargo de un caso así lo determine, la tarea de investigación de los
hechos constitutivos de delito, ello siempre que el Ministerio Público lo disponga, actuando como
auxiliares de dicha institución en las tareas de investigación y debiendo desarrollar las tareas y
actividades a que se refieren los arts. 180, 181 y 187 CPP, esencialmente consignar y asegurar todo
lo que conduzca al esclarecimiento de los hechos e identificación de los partícipes; hacer contar
el estado de las personas, cosas y lugares, identificar a los testigos y consignar sus declaraciones,
levantar nota de huellas, rastros o señales y todo dato pertinente, ello conforme a las instrucciones
que le impartan los fiscales

En el mismo sentido, excepcionalmente, las mismas funciones le corresponden a Gendarmería de


Chile, tratándose de delitos cometidos en el interior de recintos penitenciarios. Sin perjuicio de lo
establecido en el art. 79 CPP, el art. 34 del DFL N° 292, de 1953, que Ley Orgánica de la Dirección
General del Territorio Marítimo y de la Marina Mercante dispone:
Artículo 34° La Autoridad Marítima, sin perjuicio de sus demás funciones y facultades, podrá llevar a
cabo en el mar territorial y en aguas interiores, las actividades que se señalan a continuación, en las
circunstancias que en cada caso de indican:
a) Dar cumplimiento a las instrucciones que impartan los fiscales del Ministerio Público respecto de
personas que pudieren encontrarse en naves o artefactos navales; respecto de dichas naves o
artefactos, o de los recintos portuarios, y
b) Realizar en los recintos portuarios y en las naves o artefactos navales las actuaciones que el
Código Procesal Penal permite que la policía efectúe sin recibir previamente instrucciones
particulares de los fiscales, informando sobre ellas de inmediato al Ministerio Público.
Dado que el Ministerio Público, constitucionalmente, es titular exclusivo de la Investigación penal, la
policía sólo puede desarrollar la misma bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales y
conforme a las instrucciones que éstos le impartan.

Artículo 80.- Dirección del ministerio público. Los funcionarios señalados en el artículo anterior
que, en cada caso, cumplieren funciones previstas en este Código, ejecutarán sus tareas bajo la
dirección y responsabilidad de los fiscales y de acuerdo a las instrucciones que éstos les impartieren
para los efectos de la investigación, sin perjuicio de su dependencia de las autoridades de la
institución a la que pertenecieren.

También deberán cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la tramitación del
procedimiento. Los funcionarios antes mencionados deberán cumplir de inmediato y sin más
trámite las órdenes que les impartieren los fiscales y los jueces, cuya procedencia conveniencia y
oportunidad no podrán calificar, sin perjuicio de requerir la exhibición de la autorización judicial
previa, cuando correspondiere, salvo los casos urgentes a que se refiere el inciso final del artículo
9º, en los cuales la autorización judicial se exhibirá posteriormente.
Siendo la policía el organismo encargado de ejecutar materialmente la investigación, previa orden
del Ministerio Público, debe existir un sistema de comunicaciones entre ambos en relación a las
actividades de investigación de un caso específico, las que deben realizarse “en la forma y por los
medios mas expeditos posibles”.

Artículo 81.- Comunicaciones entre el ministerio público y la policía. Las comunicaciones que
los fiscales y la policía debieren dirigirse en relación con las actividades de investigación de un caso
particular se realizarán en la forma y por los medios más expeditos posibles.
Por su parte, si la policía, en su calidad de auxiliar del Ministerio Público, en la tarea de investigación
debe cumplir con las órdenes que los fiscales le impartan, significa que no pueden cuestionar dichas
órdenes.

Artículo 82.- Imposibilidad de cumplimiento. El funcionario de la policía que, por cualquier


causa, se encontrare impedido de cumplir una orden que hubiere recibido del ministerio público o
de la autoridad judicial, pondrá inmediatamente esta circunstancia en conocimiento de quien la
hubiere emitido y de su superior jerárquico en la institución a que perteneciere.
El fiscal o el juez que hubiere emitido la orden podrá sugerir o disponer las modificaciones que
estimare convenientes para su debido cumplimiento, o reiterar la orden, si en su concepto no
existiere imposibilidad. La policía, al igual que el Ministerio Público, debe llevar registros de las
diligencias y actuaciones que realiza en cumplimiento de sus funciones de investigación, ello a fin de
que los intervinientes, especialmente el imputado, tenga acceso al contenido de las diligencias
realizadas.

Artículo 228.- Registro de las actuaciones policiales. La policía levantará un registro, en el que
dejará constancia inmediata de las diligencias practicadas, con expresión del día, hora y lugar en que
se hubieren realizado y de cualquier circunstancia que pudiere resultar de utilidad para la
investigación. Se dejará constancia en el registro de las instrucciones recibidas del fiscal y del juez.
El registro será firmado por el funcionario a cargo de la investigación y, en lo posible, por las
personas que hubieren intervenido en los actos o proporcionado alguna información. En todo caso,
estos registros no podrán reemplazar las declaraciones de la policía en el juicio oral.
En el mismo sentido, el Ministerio Público debe llevar también un registro de sus actuaciones:
Artículo 227.- Registro de las actuaciones del ministerio público. El ministerio público deberá
dejar constancia de las actuaciones que realizare, tan pronto tuvieren lugar, utilizando al efecto
cualquier medio que permitiere garantizar la fidelidad e integridad de la información, así como el
acceso a la misma de aquellos que de acuerdo a la ley tuvieren derecho a exigirlo. La constancia de
cada actuación deberá consignar a lo menos la indicación de la fecha, hora y lugar de realización, de
los funcionarios y demás personas que hubieren intervenido y una breve relación de sus resultados.

Si la Policía debe llevar registro de sus actuaciones, obviamente el MP puede examinar los mismos y
requerirlos a la policía:

Artículo 88.- Solicitud de registros de actuaciones. El ministerio público podrá requerir en


cualquier momento los registros de las actuaciones de la policía. Los diversos registros de
actuaciones de la policía y la Fiscalía, poseen el carácter de secretos para los terceros ajenos al
procedimiento y son de acceso para los intervinientes:

Artículo 182.- Secreto de las actuaciones de investigación. Las actuaciones de investigación


realizadas por el ministerio público y por la policía serán secretas para los terceros ajenos al
procedimiento. El imputado y los demás intervinientes en el procedimiento podrán examinar y
obtener copias, a su cargo, de los registros y documentos de la investigación fiscal y podrán
examinar los de la investigación policial. Sin embargo, la misma norma permite que el fiscal decrete
el secreto de la investigación para todas las personas, incluyendo los intervinientes, al
establecer a partir del inciso tercero que: El fiscal podrá disponer que determinadas actuaciones,
registros o documentos sean mantenidas en secreto respecto del imputado o de los demás
intervinientes, cuando lo considerare necesario para la eficacia de la investigación.

En tal caso deberá identificar las piezas o actuaciones respectivas, de modo que no se vulnere la
reserva y fijar un plazo no superior a cuarenta días para la mantención del secreto, el cual podrá ser
ampliado por el mismo período, por una sola vez, con motivos fundados. Esta ampliación no será
oponible ni al imputado ni a su defensa. El imputado o cualquier otro interviniente podrá solicitar
del juez de garantía que ponga término al secreto o que lo limite, en cuanto a su duración, a las
piezas o actuaciones abarcadas por él, o a las personas a quienes afectare. Sin perjuicio de lo
dispuesto en los incisos anteriores, no se podrá decretar el secreto sobre la declaración del
imputado o cualquier otra actuación en que hubiere intervenido o tenido derecho a intervenir, las
actuaciones en las que participare el tribunal, ni los informes evacuados por peritos, respecto del
propio imputado o de su defensor. Los funcionarios que hubieren participado en la investigación y
las demás personas que, por cualquier motivo, tuvieren conocimiento de las actuaciones de la
investigación estarán obligados a guardar secreto respecto de ellas.

Objetivo de los registros y del contenido de la investigación:

Artículo 181 .- Actividades de la investigación. Para los fines previstos en el artículo anterior, la
investigación se llevará a cabo de modo de consignar y asegurar todo cuanto condujere a la
comprobación del hecho y a la identificación de los partícipes en el mismo. Así, se hará constar el
estado de las personas, cosas o lugares, se identificará a los testigos del hecho investigado y se
consignarán sus declaraciones. Del mismo modo, si el hecho hubiere dejado huellas, rastros o
señales, se tomará nota de ellos y se los especificará detalladamente, se dejará constancia de la
descripción del lugar en que aquél se hubiere cometido, del estado de los objetos que en él se
encontraren y de todo otro dato pertinente.

Para el cumplimiento de los fines de la investigación se podrá disponer la práctica de operaciones


científicas, la toma de fotografías, filmación o grabación y, en general, la reproducción de imágenes,
voces o sonidos por los medios técnicos que resultaren más adecuados, requiriendo la intervención
de los organismos especializados. En estos casos, una vez verificada la operación se certificará el día,
hora y lugar en que ella se hubiere realizado, el nombre, la dirección y la profesión u oficio de
quienes hubieren intervenido en ella, así como la individualización de la persona sometida a examen
y la descripción de la cosa, suceso o fenómeno que se reprodujere o explicare. En todo caso se
adoptarán las medidas necesarias para evitar la alteración de los originales objeto de la operación.
Por su parte, el MP, en relación a la dirección de la investigación y la posibilidad de delegar la misma
en las policías, puede:

Artículo 180.- Investigación de los fiscales. Los fiscales dirigirán la investigación y podrán
realizar por sí mismos o encomendar a la policía todas las diligencias de investigación que
consideraren conducentes al esclarecimiento de los hechos.

Sin perjuicio de lo dispuesto en el Párrafo 1 º de este Título, dentro de las veinticuatro horas
siguientes a que tomare conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere caracteres de
delito de acción penal pública por alguno de los medios previstos en la ley, el fiscal deberá
proceder a la práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y
averiguación del mismo, de las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los
partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvieren para verificar su responsabilidad.
Asimismo, deberá impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores.

Los fiscales podrán exigir información de toda persona o funcionario público, los que no
podrán excusarse de proporcionarla, salvo en los casos expresamente exceptuados por la ley. Los
notarios, archiveros y conservadores de bienes raíces, y demás organismos, autoridades y
funcionarios públicos, deberán realizar las actuaciones y diligencias y otorgar los informes,
antecedentes y copias de instrumentos que los fiscales les solicitaren, en forma gratuita y exentos de
toda clase de derechos e impuestos.

 En relación a las diversas actuaciones y diligencias de investigación que pueden


desarrollar las policías y el Ministerio Público, se encuentran:
Art. 187. Objetos, documentos e instrumentos. Los objetos, documentos e instrumentos de
cualquier clase que parecieren haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho
investigado, o los que de él provinieren, o los que pudieren servir como medios de prueba, así como
los que se encontraren en el sitio del suceso a que se refiere la letra c) del artículo 83, serán
recogidos, identificados y conservados bajo sello.

En todo caso, se levantará un registro de la diligencia, de acuerdo con las normas generales. Si los
objetos, documentos e instrumentos se encontraren en poder del imputado o de otra persona, se
procederá a su incautación, de conformidad a lo dispuesto en este Título. Con todo, tratándose de
objetos, documentos e instrumentos que fueren hallados en poder del imputado respecto de quien
se practicare detención en ejercicio de la facultad prevista en el artículo 83 letra b) o se encontraren
en el sitio del suceso, se podrá proceder a su incautación en forma inmediata.

Los objetos, documentos e instrumentos que se recojan o incauten deben conservarse


conforme lo dispone el art. 188 Conservación de las especies. Las especies recogidas durante la
investigación serán conservadas bajo la custodia del ministerio público, quien deberá tomar las
medidas necesarias para evitar que se alteren de cualquier forma.

Podrá reclamarse ante el juez de garantía por la inobservancia de las disposiciones antes señaladas,
a fin que adopte las medidas necesarias para la debida preservación e integridad de las especies
recogidas.
Los intervinientes tendrán acceso a esas especies, con el fin de reconocerlas o realizar alguna
pericia, siempre que fueren autorizados por el ministerio público o, en su caso, por el juez de
garantía. El ministerio público llevará un registro especial en el que conste la identificación de las
personas que fueren autorizadas para reconocerlas o manipularlas, dejándose copia, en su caso, de
la correspondiente autorización.

El medio o mecanismo por el cual se identifica y conserva bajo sello los objetos, documentos
e instrumentos que parecen haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho
investigado o los que de él provengan o los que pueden servir como medio de prueba se
denomina: CADENA DE CUSTODIA.

El personal policial experto que esta encargado de levantar la evidencia, rotularla y sellarla debe ser
designado por el Fiscal (art. 83 letra c) incs. 1 , 2, y 3 CPP).
Si bien, conforme al art. 79 CPP, la policía sólo puede realizar actuaciones de investigación en la
medida que el fiscal lo disponga, existen determinadas actuaciones que la policía puede y debe
realizar sin autorización previa del fiscal, las que se denominan: DILIGENCIAS AUTÓNOMAS.

En este caso, la autorización para ejecutarlas proviene directamente de la ley y esencialmente están
señaladas en el art. 83 CPP, sin perjuicio de contemplarse en otras disposiciones del CPP, como es el
art. 85 relativo al control de identidad; en el art. 89 relativo al registro de vestimentas, equipaje o
vehículos del imputado; el art. 90 relativo al levantamiento del cadáver en la vía pública; art. 134,
citación en caso de flagrancia; art. 187 incautación en forma inmediata; art. 204, entrada y registro
en lugares de libre acceso público y art. 205 y 206, la entrada y registro a lugares cerrados sin
autorización judicial previa (art. 206 CPP).

Importancia distinguir actuaciones autónomas de la policía: la legalidad de la misma y, por


tanto, de la eventual prueba que pueda surgir de la actuación realizada por la policía. Las
actuaciones autónomas no requieren autorización del fiscal, por lo que pueden ser realizadas de
oficio por la policía. En cambio, la regla general conforme al art. 80 CPP, obliga a la policía a obtener
una autorización del MP a fin de actuar, en términos tales que de no hacerlo la actuación realizada
por la policía es ilegal
“Sexto: Que de la normativa reseñada es dable inferir que la regla general de la intervención policial
estriba en que se hace bajo las órdenes o instrucciones del Ministerio Público, y como excepción, su
desempeño autónomo en la ejecución de pesquisas y detenciones en precisos y determinados
acontecimientos enumerados claramente por el legislador, que incluso ha fijado un deslinde temporal
para su vertiente más gravosa (las detenciones), con el objeto de eliminar o reducir al máximo la
discrecionalidad en el actuar policial susceptible de derivar restricción de derechos”.
”Dicha preceptiva procura conciliar una efectiva persecución y pesquisa de los delitos con los derechos
y garantías de los ciudadanos a través de dicha subordinación de los entes encargados de la ejecución
material de las órdenes de indagación y aseguramiento de evidencias y sujetos de investigación al
organismo encargado por ley de la referida tarea, los que a su vez se desenvuelven conforme a un
estatuto no menos regulado – y sujeto a control jurisdiccional- en lo atinente a las medidas que
comprometen los derechos constitucionalmente protegidos de los habitantes” (Corte Suprema, Rol N°
20.415-15, 15/12/2015).

Artículo 83.- Actuaciones de la policía sin orden previa. Corresponderá a los funcionarios de
Carabineros de Chile y de la Policía de Investigaciones de Chile realizar las siguientes actuaciones,
sin necesidad de recibir previamente instrucciones particulares de los fiscales:
a) Prestar auxilio a la víctima;
b) Practicar la detención en los casos de flagrancia, conforme a la ley;
c) Resguardar el sitio del suceso. Deberán preservar siempre todos los lugares donde se hubiere
cometido un delito o se encontraren señales o evidencias de su perpetración, fueren éstos abiertos o
cerrados, públicos o privados. Para el cumplimiento de este deber, procederán a su inmediata
clausura o aislamiento, impedirán el acceso a toda persona ajena a la investigación y evitarán que se
alteren, modifiquen o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho, o que se
remuevan o trasladen los instrumentos usados para llevarlo a cabo. El personal policial experto
deberá recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos, documentos o instrumentos de
cualquier clase que parecieren haber servido a la comisión del hecho investigado, sus efectos o los
que pudieren ser utilizados como medios de prueba, para ser remitidos a quien correspondiere,
dejando constancia, en el registro que se levantare, de la individualización completa del o los
funcionarios policiales que llevaren a cabo esta diligencia;

En aquellos casos en que en la localidad donde ocurrieren los hechos no exista personal policial
experto y la evidencia pueda desaparecer, el personal policial que hubiese llegado al sitio del suceso
deberá recogerla y guardarla en los términos indicados en el párrafo precedente y hacer entrega de
ella al Ministerio Público, a la mayor brevedad posible.

En el caso de delitos flagrantes cometidos en zonas rurales o de difícil acceso, la policía deberá
practicar de inmediato las primeras diligencias de investigación pertinentes, dando cuenta al fiscal
que corresponda de lo hecho, a la mayor brevedad. Asimismo, el personal policial realizará siempre
las diligencias señaladas en la presente letra cuando reciba denuncias conforme a lo señalado en la
letra e) de este artículo y dará cuenta al fiscal que corresponda inmediatamente después de
realizarlas. Lo anterior tendrá lugar sólo respecto de los delitos que determine el Ministerio Público
a través de las instrucciones generales a que se refiere el artículo 87. En dichas instrucciones podrá
limitarse esta facultad cuando se tratare de denuncias relativas a hechos lejanos en el tiempo.

d) Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que éstos prestaren voluntariamente,
en los casos de delitos flagrantes, en que se esté resguardando el sitio del suceso, o cuando se haya
recibido una denuncia en los términos de la letra b) de este artículo. Fuera de los casos anteriores,
los funcionarios policiales deberán consignar siempre las declaraciones que voluntariamente
presten testigos sobre la comisión de un delito o de sus partícipes o sobre cualquier otro
antecedente que resulte útil para el esclarecimiento de un delito y la determinación de sus autores y
partícipes, debiendo comunicar o remitir a la brevedad dicha información al Ministerio Público,
todo lo anterior de acuerdo con las instrucciones generales que dicte el Fiscal Nacional según lo
dispuesto en el artículo 87;

e) Recibir las denuncias del público, y


f) Efectuar las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales.

CONTROL DE IDENTIDAD
Artículo 85.- Control de identidad. Los funcionarios policiales señalados en el artículo 83 deberán,
además, sin orden previa de los fiscales, solicitar la identificación de cualquier persona en los casos
fundados, en que, según las circunstancias, estimaren que exista algún indicio de que ella
hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple delito o falta; de que se dispusiere a
cometerlo; de que pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un crimen,
simple delito o falta; o en el caso de la persona que se encapuche o emboce para ocultar,
dificultar o disimular su identidad. El funcionario policial deberá otorgar a la persona facilidades
para encontrar y exhibir estos instrumentos. Procederá también tal solicitud cuando los
funcionarios policiales tengan algún antecedente que les permita inferir que una determinada
persona tiene alguna orden de detención pendiente. La identificación se realizará en el lugar en
que la persona se encontrare, por medio de documentos de identificación expedidos por la
autoridad pública, como cédula de identidad, licencia de conducir o pasaporte. El funcionario
policial deberá otorgar a la persona facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos.
Durante este procedimiento, sin necesidad de nuevo indicio, la policía podrá proceder al registro
de las vestimentas, equipaje o vehículo de la persona cuya identidad se controla, y cotejar la
existencia de las órdenes de detención que pudieren afectarle. La policía procederá a la
detención, sin necesidad de orden judicial y en conformidad a lo dispuesto en el artículo 129, de
quienes se sorprenda, a propósito del registro, en alguna de las hipótesis del artículo 130, así como
de quienes al momento del cotejo registren orden de detención pendiente.

En caso de negativa de una persona a acreditar su identidad, o si habiendo recibido las


facilidades del caso no le fuere posible hacerlo, la policía la conducirá a la unidad policial más
cercana para fines de identificación. En dicha unidad se le darán facilidades para procurar una
identificación satisfactoria por otros medios distintos de los ya mencionados, dejándola en libertad
en caso de obtenerse dicho resultado, previo cotejo de la existencia de órdenes de detención que
pudieren afectarle. Si no resultare posible acreditar su identidad, se le tomarán
huellas digitales, las que sólo podrán ser usadas para fines de identificación y, cumplido dicho
propósito, serán destruidas.

El conjunto de procedimientos detallados en los incisos precedentes no deberá extenderse por un


plazo superior a ocho horas, transcurridas las cuales la persona que ha estado sujeta a ellos
deberá ser puesta en libertad, salvo que existan indicios de que ha ocultado su verdadera
identidad o ha proporcionado una falsa, caso en el cual se estará a lo dispuesto en el inciso
siguiente.

Si la persona se niega a acreditar su identidad o se encuentra en la situación indicada en el


inciso anterior, se procederá a su detención como autora de la falta prevista y sancionada en el Nº
5 del artículo 496 del Código Penal. El agente policial deberá informar, de inmediato, de la detención
al fiscal, quien podrá dejarla sin efecto u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro
de un plazo máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención se hubiere practicado. Si
el fiscal nada manifestare, la policía deberá presentar al detenido ante la autoridad judicial en el
plazo indicado. Los procedimientos dirigidos a obtener la identidad de una persona en conformidad
a los incisos precedentes, deberán realizarse en la forma más expedita posible, y el abuso en su
ejercicio podrá ser constitutivo del delito previsto y sancionado en el artículo 255 del Código Penal.
Si no pudiere lograrse la identificación por los documentos expedidos por la autoridad pública, las
policías podrán utilizar medios tecnológicos de identificación para concluir con el procedimiento de
identificación de que se trata.

Artículo 86.- Derechos de la persona sujeta a control de identidad. En cualquier caso que
hubiere sido necesario conducir a la unidad policial a la persona cuya identidad se tratare de
averiguar en virtud del artículo precedente, el funcionario que practicare el traslado deberá
informarle verbalmente de su derecho a que se comunique a su familia o a la persona que indicare,
de su permanencia en el cuartel policial. El afectado no podrá ser ingresado a celdas o
calabozos, ni mantenido en contacto con personas detenidas. Supuestos del control de identidad:
constituyen requisitos esenciales del mismo, en términos tales que si ellos no se dan la actuación
policial es inválida y cualquier medio de prueba que se pueda haber obtenido a partir del control de
identidad será, por regla general ilícito, afectando incluso la legalidad de la detención por flagrancia
a que haya dado a lugar.
“SEPTIMO: Que, en el caso concreto, cabe determinar si en la celebración del juicio oral y
pronunciamiento de la sentencia se ha incurrido en una vulneración de las garantías invocadas. En lo
relativo a la alegación de falta de presupuestos para haber procedido al control de identidad, es
necesario tener en consideración que esta actuación policial, prevista en el artículo 85 del Código
Procesal Penal, constituye una atenuada irrupción sobre la libertad personal, y por ello el estándar
exigido por la norma es menor al de las medidas cautelares y, ciertamente, al de la sentencia. En ese
sentido, la disposición exige que se trate de un caso fundado, debiendo estimarse por los funcionarios
policiales la existencia de indicios sobre la comisión de alguna clase de ilícitos o de que se pudiere
suministrar informaciones útiles para su indagación. En el caso particular, no caben dudas en torno a
la existencia de un llamado anónimo que motiva la presencia de los aprehensores en el lugar en que se
verifica el control de identidad, y la constatación de la presencia, en ese sitio, de los imputados, quienes
manifestaron que el computador que portaban lo adquirieron a una persona en una plaza, hecho
consignado en el motivo decimoquinto del fallo en examen y que no fue controvertido por la defensa en
la audiencia para conocer del recurso. Con esos presupuestos fácticos, ciertamente se arriba a la
conclusión que los funcionarios policiales actuaron, en este caso, ajustándose a los márgenes impuestos
por el artículo 85 del Código Procesal Penal para proceder al control de identidad, desde que existe una
pluralidad de indicios, a saber, un llamado anónimo y la constatación de que dos sujetos portaban un
computador, siendo ello bastante para satisfacer la exigencia normativa. Ahora bien, en cuanto a la
detención, la aseveración de los imputados de haber adquirido la especie en una plaza, circunstancia
fáctica esta última absolutamente ajena al modo habitual de adquirir una especie como ésa, permite
avizorar la probable figura penal de receptación, justificándose la medida cautelar adoptada respecto
de los imputados”. (Corte Suprema, rol 181 -2013, 19/02/2013).
“Quinto: Que en estas circunstancias, es posible concluir que tanto los principios y directrices
generales del proceso penal como la regulación específica del control de identidad llevan
inequívocamente a darle un sentido limitado a tal actuación, por una parte por afectar garantías
constitucionales de los ciudadanos, y por otra parte por tener un objetivo preciso, como es obtener la
identidad de los sujetos que se encuentran en la situación prevista en la norma. En ese entendido, y
teniendo en consideración que se trata de una facultad autónoma de la policía, resulta claro que puede
llevarse a cabo solamente cuando se presentan las precisas circunstancias contenidas en el texto legal,
esto es, cuando existan indicios de que un sujeto haya cometido o intentado cometer un crimen, simple
delito o falta; se disponga a cometerlo; pueda suministrar informaciones útiles para la indagación de
tales ilícitos; o se encapuche o emboce; siempre que se trate de un caso fundado y con el objeto preciso
de solicitar su identificación” (CS, rol 4814-15, 02/07/2015).

Artículo 87.- Instrucciones generales. Sin perjuicio de las instrucciones particulares que el fiscal
impartiere en cada caso, el ministerio público regulará mediante instrucciones generales la forma
en que la policía cumplirá las funciones previstas en los artículos 83 y 85, así como la forma de
proceder frente a hechos de los que tomare conocimiento y respecto de los cuales los datos
obtenidos fueren insuficientes para estimar si son constitutivos de delito. Asimismo,
podrá impartir instrucciones generales relativas a la realización de diligencias inmediatas para la
investigación de determinados delitos.

CITACIÓN EN CASO DE FLAGRANCIA.


Por regla general, conforme al art. 124 CPP cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que la
ley no sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas
cautelares que recaigan sobre la libertad del imputado, con excepción de la citación.

En esta hipótesis, la policía: Artículo 134.- Citación, registro y detención en casos de flagrancia.
Quien fuere sorprendido por la policía in fraganti cometiendo un hecho de los señalados en el
artículo 124, será citado a la presencia del fiscal, previa comprobación de su domicilio.

La policía podrá registrar las vestimentas, el equipaje o el vehículo de la persona que será citada.
Asimismo, podrá conducir al imputado al recinto policial, para efectuar allí la citación.
Sin perjuicio de lo señalado, la misma disposición hace presente que el imputado puede ser detenido
si hubiere cometido alguna de las faltas contempladas en el Código Penal, en los artículos 494, N°s. 4
y 5, y 19, exceptuando en este último caso los hechos descritos en los artículos 189 y 233; 494 bis,
495 N° 21 , y 496, Nos. 3, 5 y 26.
INCAUTACIÓN INMEDIATA DE DOCUMENTOS, OBJETOS E INSTRUMENTOS.
Art. 187, inc. 2°: si los documentos, objetos e instrumentos que pueden servir de medios de prueba o
evidencia se encontraren en poder del imputado respecto del cual se procede por la policía en
flagrancia o si se encontraren en el sitio del suceso, se puede, sin autorización judicial ni del fiscal, a
la inmediata incautación de tales evidencias.

INGRESO Y REGISTRO A LUGARES DE LIBRE ACCESO PÚBLICO.


Artículo 204.- Entrada y registro en lugares de libre acceso público. Carabineros de Chile y la Policía
de Investigaciones podrán efectuar el registro de lugares y recintos de libre acceso público, en
búsqueda del imputado contra el cual se hubiere librado orden de detención, o de rastros o huellas
del hecho investigado o medios que pudieren servir a la comprobación del mismo.

INGRESO Y REGISTRO A LUGARES CERRADOS SIN AUTORIZACIÓN JUDCIAL PREVIA NI DEL FISCAL.
Conforme al art. 205, atendiendo a que el ingreso y registro a un lugar cerrado importa una
afectación de derechos fundamentales, para poder ejecutar tal actuación se requiere autorización de
su propietario o encargado o autorización judicial si no existe autorización voluntaria.

Sin embargo, existen dos hipótesis en que la ley otorga directamente a la policía la posibilidad de
ingresar a lugares cerrados y proceder a su registro, sin autorización judicial, ni de su dueño o
encargado y que se fundamentan en razón a la urgencia de su realización y que el peligro en la
demora significaría perder elementos de prueba o al propio imputado.

Art. 129. Detención en caso de flagrancia. Inciso final dispone que: En los casos de que trata este
artículo, la policía podrá ingresar a un lugar cerrado, mueble o inmueble, cuando se encontrare en
actual persecución del individuo a quien debiere detener, para practicar la respectiva
detención. En este caso, la policía podrá registrar el lugar e incautar los objetos y documentos
vinculados al caso que dio origen a la persecución, dando aviso de inmediato al fiscal, quien los
conservará. Lo anterior procederá sin perjuicio de lo establecido en el artículo 215.

Artículo 206.- Entrada y registro en lugares cerrados sin autorización u orden. La policía
podrá entrar en un lugar cerrado y registrarlo, sin el consentimiento expreso de su propietario o
encargado ni autorización u orden previa, cuando las llamadas de auxilio de personas que se
encontraren en el interior u otros signos evidentes indicaren que en el recinto se está
cometiendo un delito, o que exista algún indicio de que se está procediendo a la destrucción
de objetos o documentos, de cualquier clase, que pudiesen haber servido o haber estado
destinados a la comisión de un hecho constitutivo de delito, o aquellos que de éste
provinieren.

De dicho procedimiento deberá darse comunicación al fiscal inmediatamente terminado y


levantarse un acta circunstanciada que será enviada a éste dentro de las doce horas siguientes.
Copia de dicha acta se entregará al propietario o encargado del lugar. Tratándose del delito de
abigeato, la policía podrá ingresar a los predios cuando existan indicios o sospechas de que se está
perpetrando dicho ilícito, siempre que las circunstancias hagan temer que la demora en obtener la
autorización del propietario o del juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad
de sus hechores. CS, rol N° 21.413-14, 22/09/2014.
“QUINTO: Que en este escenario los agentes policiales ejecutaron una incautación de evidencia al
margen de la ley, porque de acuerdo a los expresado por ellos mismos, como se advierte de la lectura de
la sentencia y a partir de la prueba aportada en estrados por la defensa, resultó demostrado que la
detención del imputado y el hallazgo de la droga y otras evidencias de cargo son la conclusión de una
investigación desarrollada por la policía en concordancia con el Ministerio Público. Es así como se
llevaron a cabo diversas técnicas de investigación tendientes a ubicar la residencial donde habitaba el
imputado y su identidad completa, para luego iniciar su vigilancia, manteniéndose un contingente
policial atento a su llegada”.
“Los indicios a que aluden los funcionarios que declaran en el juicio corresponden a la llegada del
denunciado con la menor, el olor a marihuana que salía de la pieza y la fiscalización de la joven -tales
son los dichos de Críspulo Oyarzún Lemus-. Por su parte, el policía Fernando Vargas Torres sostuvo que
luego de tocar a la puerta de la habitación del imputado, se percibió con mayor intensidad el olor a
marihuana, y cuando este les abre ven que había droga sobre un lavamanos, concordante con lo
manifestado por la joven momentos antes. Entonces, los indicios de que disponían estaban constituidos
por el olor a marihuana y los dichos de la menor”.
“SEXTO: Que las circunstancias anotadas confirman la tesis de que el personal policial apostado en la
residencial tuvo que realizar diligencias de investigación previas destinadas a la constatación de la
comisión de un delito, lo que descarta la ostensibilidad de la flagrancia, pues la evidencia no era
manifiesta, lo cual no les habilitaba para ingresar de la manera que se hizo a la habitación del
imputado, eludiendo una orden judicial de entrada, registro e incautación para proceder a su
detención y a la recolección de pruebas”.
”SÉPTIMO: Que, la supuesta flagrancia de un delito la obtuvieron como un hecho cierto recién una vez
que ingresaron a la habitación sin contar con la necesaria autorización para ello, de modo que lo
ilícito de ese proceder -entrada sin permiso- contaminó la actuación siguiente en el curso de la cual los
agentes habrían verificado la comisión del delito de tráfico ilegal de estupefacientes y detenido al
imputado”.
”Antes de resolver las policías el ingreso al domicilio de San Miguel Maripán Gutiérrez y al momento de
hacerlo, no estaba acreditado fehacientemente ninguno de los supuestos descritos en el art 130 del
Código Procesal Penal, con respecto al imputado. Tampoco existían signos evidentes, esto es, “ciertos,
claros, patentes y sin la menor duda”, que autorizaran a lesionar la inviolabilidad de una morada sin
consentimiento expreso de su dueño o encargado”.
“OCTAVO: Que, en consecuencia, cuando se procedió al ingreso y registro del inmueble en una forma
no autorizado por la ley, la evidencia que se incautó constituye prueba ilícita, misma calidad que tiene,
producto de la contaminación, toda la prueba que de ella deriva, esto es, no sólo la droga encontrada,
sino que también las declaraciones de los funcionarios policiales sobre esa circunstancia, las
fotografías, los peritajes químicos o de prueba de campo y demás documentos y testimonios que hayan
derivado de ese primitivo hallazgo. Del mismo modo, cuando la Corte de Apelaciones revocó la
resolución del Juez de Garantía que excluyó esa prueba y luego los jueces la valoraron en el juicio oral y
en la sentencia que pronunciaron con posterioridad, se incurrió en la materialización de la infracción a
las garantías constitucionales del imputado que aseguran su derecho a la inviolabilidad de su hogar, a
un debido proceso y a que la sentencia que se pronuncie por el tribunal sea el resultado de una
investigación y un procedimiento racionales y justos”.

“Que atendido el mérito de los antecedentes y lo expuesto en estrados por los intervinientes, esta
Corte estima que el ingreso y registro al domicilio ubicado en calle Pablo Neruda 1824, parte alta,
Coquimbo, fue llevado a efecto por funcionarios de policía cumpliendo los requisitos previstos en el
artículo 206 del Código Procesal Penal, en particular, la necesariedad de existir signos evidentes de
estarse cometiendo un ilícito en el mencionado inmueble, ello teniendo en consideración, que la
entrada y registro se llevó a efecto con ocasión de la venta realizada al agente revelador en el mismo
inmueble y con una diferencia temporal de no más de 10 minutos, y visto lo dispuesto en los
artículos 276, 277 358 y 360 del referido cuerpo legal, SE REVOCA la resolución que excluye del
auto de apertura de fecha veintiséis de enero de dos mil once, la prueba ofrecida en el tercer y
cuarto otrosí de la acusación fiscal y, en su lugar, se dispone la incorporación al auto de apertura del
juicio oral respectivo de la misma” (ICA, La Serena, rol 27- 2011 , 22/02/2011 ).

DECLARACIÓN DEL IMPUTADO ANTE LA POLICÍA.


Artículo 91- Declaraciones del imputado ante la policía. La policía sólo podrá interrogar
autónomamente al imputado en presencia de su defensor. Si éste no estuviere presente durante el
interrogatorio, las preguntas se limitarán a constatar la identidad del sujeto. Si, en ausencia del
defensor, el imputado manifestare su deseo de declarar, la policía tomará las medidas necesarias
para que declare inmediatamente ante el fiscal. Si esto no fuere posible, la policía podrá consignar
las declaraciones que se allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del fiscal. El
defensor podrá incorporarse siempre y en cualquier momento a esta diligencia.

De esta forma:
A.- La policía sólo puede tomar declaración al imputado cuando éste se encuentra con su abogado
defensor.
B.- Si no esta presente el defensor y el imputado desea declarar, renunciando a su derecho a guardar
silencio, la declaración la debe tomar el fiscal, salvo que éste no pueda tomar inmediatamente la
misma, evento en que puede delegar la diligencia en el personal policial.

“OCTAVO: Que lo que garantizan la Constitución y la ley es el derecho a guardar silencio y a tener
defensa técnica, de modo que lo que se debe asegurar es la debida comunicación de esas prerrogativas
al inculpado. Nada impide que éste, en conocimiento de esas facultades, renuncie a ellas y consienta en
declarar bajo determinadas condiciones que aquí se respetaron, ajustándose las actuaciones a los
artículos 19 N°3° inciso final de la Carta Fundamental, 91 y 93 letra g) del Código Procesal Penal”. “En
efecto, no ha sido desvirtuada la circunstancia de que el trayecto al cuartel policial fue voluntario, sin
embargo, durante ese recorrido uno de los acusados narró a un funcionario policial haber dado muerte
a la víctima, adoptándose a partir de ese instante las medidas conducentes para que dicho relato se
prestara ante el fiscal del Ministerio Público, lo que efectivamente sucedió, previa lectura de sus
derechos”. “En todo caso, se advierte de los antecedentes que el cuestionamiento acera del traslado de
los imputados no fue reclamado en la audiencia de preparación del juicio oral, cuestión que la prueba
rendida por la defensa no ha logrado desvirtuar. Vale decir, la defensa no logró demostrar en estrados
que los imputados hayan sido efectivamente conminados de alguna forma para trasladarse a la unidad
policial ni que lo que aconteció en ese tiempo no haya sido materia de registro, como ordena la ley
respecto de las actuaciones de investigación. Es decir, tal alegación no puede acogerse sin violentar la
norma de artículo 377 del Código Procesal Penal”. (CS, rol 6219-12, 29/10/2012).

REGISTRO DE VESTIMENTAS, EQUIPAJE O VEHÍCULOS.


Artículo 89.- Examen de vestimentas, equipaje o vehículos. Se podrá practicar el examen de las
vestimentas que llevare el detenido, del equipaje que portare o del vehículo que condujere. Para
practicar el examen de vestimentas, se comisionará a personas del mismo sexo del imputado y se
guardarán todas las consideraciones compatibles con la correcta ejecución de la diligencia.

LEVANTAMIENTO DEL CADÁVER


Artículo 90.- Levantamiento del cadáver. En los casos de muerte en la vía pública, y sin perjuicio
de las facultades que corresponden a los órganos encargados de la persecución penal, la descripción
a que se refiere el artículo 181 y la orden de levantamiento del cadáver podrán ser realizadas por el
jefe de la unidad policial correspondiente, en forma personal o por intermedio de un funcionario de
su dependencia, quien dejará registro de lo obrado, en conformidad a las normas generales de este
Código.

4. FORMAS DE INICIO DE LA INVESTIGACIÓN.

Artículo 166.- Ejercicio de la acción penal. Los delitos de acción pública serán investigados con
arreglo a las disposiciones de este Título. Cuando el ministerio público tomare conocimiento de la
existencia de un hecho que revistiere caracteres de delito, con el auxilio de la policía, promoverá la
persecución penal, sin que pueda suspender, interrumpir o hacer cesar su curso, salvo en los casos
previstos en la ley. Tratándose de delitos de acción pública previa instancia particular, no podrá
procederse sin que, a lo menos, se hubiere denunciado el hecho con arreglo al artículo 54, salvo para
realizar los actos urgentes de investigación o los absolutamente necesarios para impedir o
interrumpir la comisión del delito.
Conforme a la disposición, desde que el MP toma conocimiento de la existencia de un delito debe
realizar, con el auxilio de la policía, todas las actuaciones y diligencias necesarias para averiguar la
existencia del hecho y determinar a sus autores y partícipes, sin que la persecución se pueda
suspender, interrumpir o renunciar (principios de oficialidad, legalidad y promoción de oficio).

Esta disposición se relaciona con el art. 180 inc. 2°, con la obligación del fiscal dentro de las 24 hrs.,
desde que toma conocimiento de efectuar diligencias de investigación, con la obligación de la
policía de informas al fiscal de las detenciones, de informar sobre el levantamiento evidencias, etc.

Conforme al art. 172 CPP, las formas en que se puede iniciar el procedimiento penal son:
 De oficio por el Ministerio Público;
 Por denuncia, y
 Por querella.
A las tres formas de inicio señaladas se podría agregar la autodenuncia, regulada en el art. 179 CPP.
Artículo 179.- Autodenuncia. Quien hubiere sido imputado por otra persona de haber participado
en la comisión de un hecho ilícito, tendrá el derecho de concurrir ante el ministerio público y
solicitar se investigue la imputación de que hubiere sido objeto. Si el fiscal respectivo se negare a
proceder, la persona imputada podrá recurrir ante las autoridades superiores del ministerio
público, a efecto de que revisen tal decisión.

QUIENES PUEDEN DENUNCIAR Y DONDE:


Artículo 173.- Denuncia. Cualquier persona podrá comunicar directamente al ministerio público
el conocimiento que tuviere de la comisión de un hecho que revistiere caracteres de delito. También
se podrá formular la denuncia ante los funcionarios de Carabineros de Chile, de la Policía de
Investigaciones, de Gendarmería de Chile en los casos de los delitos cometidos dentro de los
recintos penitenciarios, o ante cualquier tribunal con competencia criminal, todos los cuales
deberán hacerla llegar de inmediato al ministerio público.

CONTENIDO DE LA DENUNCIA:
Artículo 174.- Forma y contenido de la denuncia. La denuncia podrá formularse por cualquier
medio y deberá contener la identificación del denunciante, el señalamiento de su domicilio, la
narración circunstanciada del hecho, la designación de quienes lo hubieren cometido y de las
personas que lo hubieren presenciado o que tuvieren noticia de él, todo en cuanto le constare al
denunciante.

En el caso de la denuncia verbal se levantará un registro en presencia del denunciante, quien lo


firmará junto con el funcionario que la recibiere. La denuncia escrita será firmada por el
denunciante. En ambos casos, si el denunciante no pudiere firmar, lo hará un tercero a su ruego.

RESPONSABILIDAD POR LA DENUNCIA.


Artículo 178.- Responsabilidad y derechos del denunciante. El denunciante no contraerá otra
responsabilidad que la correspondiente a los delitos que hubiere cometido por medio de la
denuncia o con ocasión de ella. Tampoco adquirirá el derecho a intervenir posteriormente en el
procedimiento, sin perjuicio de las facultades que pudieren corresponderle en el caso de se víctima
del delito.
Posibles responsabilidades penales: denuncia calumniosa y/o, obstrucción a la investigación.

Personas facultadas para hacer denuncias y personas obligadas.


El art. 175 CPP establece que determinadas personas se encuentran obligadas a efectuar la
denuncia. De esta forma, todas las personas que no se encuentran en el listado que hace el art. 175
CPP sólo se encuentran facultadas para efectuar la denuncia. El art. 176 CPP, establece que las
personas obligadas a efectuar la denuncia la deben efectuar en el plazo de 24 hrs. desde que
tomaron conocimiento y en el evento de no realizarlo les puede importar responsabilidad
penal por la falta de omisión de denuncia (art. 177 CPP).

Investigación de oficio: corresponde a aquella iniciada por el Ministerio Público para la


investigación de un delito de acción pública, sin que previamente los hechos fueran denunciados por
la víctima, un tercero, las policías u otra persona. También podría el Ministerio Público iniciar de
oficio una investigación por un delito de previa instancia particular, siempre que la víctima fuera
menor de edad, toda vez que conforme al art. 53 inc. 2° en tales casos “se concede siempre acción
penal pública”.

El Código Procesal Penal no regula la investigación de oficio, a diferencia de lo que hacía el antiguo
CPP mediante lo que se llamaba el “auto cabeza de proceso”.
Sin embargo, tratándose de una actuación del Ministerio Público, en la cual un fiscal adjunto da
inicio de oficio a una investigación, la misma debe cumplir, a lo menos, los requisitos básicos de toda
actuación de un organismos del Estado y, concretamente, con lo dispuesto en el art. 227.

INICIO DE INVESTIGACION

En La Serena, a 17 de junio de 2015


Vistos:
1 .- Que mediante correo electrónico de fecha 10 de junio del 2015, el Sr. Fiscal Adjunto de Ovalle,
don Jaime Rojas Maluenda, informó sobre la detención del imputado Juan Felipe Vega Garay por un
presunto delito de tráfico en pequeñas cantidades.
2.- Que el parte policial 121 , de 10/06/2015, del Retén El Palqui, mediante el cual se da cuenta de la
detención de la persona singularizada se desprende que el carabinero don Luis Lara Cancino, por
orden del sargento 2° don David Fernández Pérez, habría concurrido al domicilio del imputado,
vestido de civil, a fin de adquirir droga, solicitando la venta de un papelillo y efectuando la entrega
de la misma, momento en que se habría identificado como funcionario policial y se procede a la
detención e incautación de diversos medios de prueba como dinero en efectivo y más droga.
3.- Que la actuación dispuesta por el sargento 2° don David Fernández Pérez a objeto de que el
carabinero
Fernández Pérez actuara como agente revelador no fue previa y expresamente autorizada por el
Ministerio Público.
4.- Que la detención del imputado fue declarada ilegal por tratarse de una actuación ilegal del
personal policial, realizada al margen de toda autorización legal como lo exige el artículo 79 del
Código Procesal Penal y, especialmente, el artículo 25 de la Ley N° 20.000.
5.- Que los hechos pueden revestir el carácter de delito, al estar frente a una situación de inducción
o agente inductor y podría existir responsabilidad penal del personal policial involucrado.
6.- Lo dispuesto en los arts. 175 letra b) y 182 del Código Procesal Penal. Se resuelve: Iniciar
investigación de oficio por el presunto delito de microtráfico de drogas contemplado en el artículo
4° de la Ley N° 20.000, sin perjuicio de otras figuras penales. Asígnesele el RUC 1500581406-2,
agréguense a la investigación los antecedentes que dan cuenta de las hechos expuestos, incluyendo
copia del parte policial y registro de audio, remítanse los antecedentes de la investigación a la
Fiscalía Local de Ovalle a fin de que el Sr. Fiscal Jefe, don Gianni Stagno Abud disponga las
diligencias de investigación respectivas. Enrique Labarca Cortés Fiscal Regional de Coquimbo
Delito Flagrante.
Conforme lo que se ha examinado y lo establecido en el CPP, una persona puede y debe ser detenida
por personal policial cuando se encuentra en alguna de las hipótesis de flagrancia que
esencialmente se encuentran descritas en el art. 130 del CPP y las hipótesis de flagrancia ficta que se
contemplan en el art. 129. Pr consiguiente, se esta frente a un delito flagrante cuando se está en
alguna de las hipótesis del art. 130 CPP, que importa la existencia de un delito que se esta
cometiendo o se acaba de cometer y frente al cual la policía, conforme lo examinado, debe proceder
a la detención, dando origen, esencialmente, a un procedimiento policial y a una denuncia
efectuada por la policía y, generalmente, la víctima, mediante un parte policial que constituye una
denuncia.

5. FORMAS DE TÉRMINO O SUSPENSIÓN DEL PROCEDIMIENTO PENAL POR RAZONES DE


ECONOMÍA O EFICIENCIA.
Al analizar las características del procedimiento penal y las del Ministerio Público se señaló que este
se encuentra obligado a dar curso a la investigación penal y que iniciada la misma no puede
suspenderla, interrumpirla ni terminarla a su arbitrio, de forma tal que el proceso se desenvuelve
hacia la obtención de una sentencia penal. De ahí que el principio de oficialidad y de legalidad
tiendan a llevar el proceso y obligar al MP a dar curso al mismo.

Sin embargo, resulta imposible que toda denuncia sea investigada, sea por falta de prueba u otras
razones. Adicionalmente, ningún sistema procesal penal es capaz de investigar todas las denuncias
y, por otro, el principio de legalidad llevaría, a ultranza, a impedir criterios de selección, lo que
puede generar que ella se realice fuera de todo margen legal y control, abriendo espacios de
arbitrariedad e injusticia.

De ahí que los sistemas procesales modernos establezcan criterios de oportunidad, sea por la falta
de necesidad de aplicar una pena, a criterios de descriminilización, eficiencia del sistema y/o
prioridad de intereses. Los primeros se relacionan esencialmente con los delitos de bagatela o
ínfima significación. Los segundos con la posibilidad de descongestionar el sistema y permitir que se
focalice en áreas en donde la actuación del proceso es mas significativa. Los criterios de eficiencia
atienden a la necesidad de focalizar los esfuerzos en determinadas áreas de persecución penal,
como mecanismos de resolución diversas a la estrictamente penal, sea por vía de formulas
compositivas entre partes o judiciales diversas a la pena.

La selectividad y discrecionalidad tienen reconocimiento en el sistema al contemplarse el archivo


provisional, el principio de oportunidad y las salidas alternativas de suspensión condicional y los
acuerdos reparatorios.

Salidas administrativas del Ministerio Público.


Conforme al CPP, los casos en los cuales el MP esta facultado para no dar inicio a una investigación o
abandonar una ya iniciada, cualquiera sea el medio por el que se originó, con excepción de la
querella, son:
- El archivo provisional, art. 167 CPP; La facultad de no iniciar investigación por no ser delito
el hecho investigado o encontrarse extinguida la responsabilidad penal, art. 168, y
- El principio de oportunidad en sentido estricto, art. 170.
Cabe destacar que el archivo provisional y la facultad de no inicio de investigación requieren como
requisitos el que no exista intervención judicial previa a la decisión.

En cambio, el principio de oportunidad puede adoptarse existiendo intervención judicial anterior.


Por su parte, el principio de oportunidad y la facultad de no iniciar investigación se encuentran
sujetas a control judicial, mientras que al archivo provisional no.
Salidas administrativas del Ministerio Público.

Artículo 167.- Archivo provisional. En tanto no se hubiere producido la intervención del juez de
garantía en el procedimiento, el ministerio público podrá archivar provisionalmente aquellas
investigaciones en las que no aparecieren antecedentes que permitieren desarrollar actividades
conducentes al esclarecimiento de los hechos. Si el delito mereciere pena aflictiva, el fiscal deberá
someter la decisión sobre archivo provisional a la aprobación del Fiscal Regional.

La víctima podrá solicitar al ministerio público la reapertura del procedimiento y la realización de


diligencias de investigación. Asimismo, podrá reclamar de la denegación de dicha solicitud ante las
autoridades del ministerio público.

Definición: una decisión administrativa del Ministerio Público, efectuada con anterioridad a la
intervención judicial, mediante la cual no da inicio o suspende la investigación de un hecho punible
al no existir antecedentes que permitan conducir la misma al esclarecimiento de los hechos y/o a la
determinación de sus responsables. Su fundamento es la falta de antecedentes que permitan
esclarecer los hechos denunciados.

Trae como consecuencia la suspensión de la investigación hasta que surjan nuevos antecedentes
que permitan determinar la existencia de una investigación exitosa que facilite la recopilación de
prueba.

La decisión de suspensión de la investigación es siempre reversible, salvo que se haya extinguido la


responsabilidad penal, toda vez que el MP puede reabrir la misma cuando cuenta con nuevos
antecedentes o la víctima puede solicitar la reapertura, sea en forma voluntaria por el MP o forzada
si presenta querella criminal (art. 169 final) .

Requisitos de procedencia:
 No debe existir intervención judicial del juez de garantía en el procedimiento;
 No deben existir antecedentes en la investigación que permitan desarrollar actividades conducentes
al esclarecimiento de los hechos, y
 La decisión de archivo provisional del fiscal debe ser aprobada por el Fiscal Regional si el delito
investigado merece pena aflictiva.

Control: por el fiscal regional respectivo cuando tiene asignada penal aflictiva. Ello además de
controles eventuales por vía administrativa o judicial. Las primeras por vía de la reapertura de la
investigación requiriendo realización de diligencias precisas y determinadas aportando
antecedentes que justifiquen y, en caso de negativa, por el sistema de reclamación de la decisión
ante el FR.

Control judicial, por vía de la presentación de la querella que obliga al fiscal a seguir adelante la
investigación conforme a las reglas generales.

Artículo 168.- Facultad para no iniciar investigación. En tanto no se hubiere producido la


intervención deljuez de garantía en el procedimiento, el fiscal podrá abstenerse de toda
investigación, cuando los hechos relatados en la denuncia no fueren constitutivos de delito o cuando
los antecedentes y datos suministrados permitieren establecer que se encuentra extinguida la
responsabilidad penal del imputado. Esta decisión será siempre fundada y se someterá a la
aprobación del juez de garantía.

Definición: es una decisión administrativa del MP, realizada antes de que exista intervención del
juez de garantía, mediante la cual no se da curso a una investigación de un hecho punible por no ser
el mismo constitutivo de delito o cuando de los antecedentes y datos suministrados permiten
establecer que se encuentra extinguida la responsabilidad penal del imputado.

Objetivo: abstenerse de investigar un delito. Por medio de la misma se da aplicación al principio de


legalidad y de objetividad.

Problema: ¿puede aplicarse a una investigación ya iniciada y luego de la cual se llega a la conclusión
de que el hecho no es delito o se encuentra extinguida la responsabilidad penal?.

Características: opera antes de la intervención judicial, debe ser fundada, opera por regla general
al inicio de la investigación, suspende la investigación del hecho y debe ser sometida a aprobación
judicial

Requisitos: para que proceda, es necesario:


 Que no exista intervención del juez de garantía en el procedimiento;
 Los hechos contenidos en la denuncia no deben ser constitutivos de delito o de los antecedentes y
datos suministrados se desprende que la responsabilidad penal del imputado esta extinguida;
 La decisión de no iniciar investigación debe ser fundada, y
 La decisión debe ser sometida a autorización judicial posterior.
 Algunos autores exigen que la decisión se adopte antes de efectuar diligencia investigativa alguna y
que se acompañen al juez de garantía los antecedentes que se tuvieron en cuenta para adoptar la
decisión.
 La decisión de no iniciar investigación queda sin efecto por medio de la presentación de la
respectiva querella criminal, art. 169 inciso final.
 Adicionalmente, puede quedar sin efecto si el juez de garantía no la autoriza.

Artículo 170.- Principio de oportunidad. Los fiscales del ministerio público podrán no iniciar la
persecución penal o abandonar la ya iniciada cuando se tratare de un hecho que no comprometiere
gravemente el interés público, a menos que la pena mínima asignada al delito excediere la de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo o que se tratare de un delito cometido por un
funcionario público en el ejercicio de sus funciones.

El ejercicio de esta facultad se regulará mediante instrucciones generales dictadas por el Ministerio
Público, con el objetivo de establecer un uso racional de la misma.

Para estos efectos, el fiscal deberá emitir una decisión motivada, la que comunicará al juez de
garantía. Éste, a su vez, la notificará a los intervinientes, si los hubiere.

Dentro de los diez días siguientes a la comunicación de la decisión del fiscal, el juez, de oficio o a
petición de cualquiera de los intervinientes, podrá dejarla sin efecto cuando considerare que aquél
ha excedido sus atribuciones en cuanto la pena mínima prevista para el hecho de que se tratare
excediere la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo, o se tratare de un delito cometido
por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones. También la dejará sin efecto cuando,
dentro del mismo plazo, la víctima manifestare de cualquier modo su interés en el inicio o en la
continuación de la persecución penal. La decisión que el juez emitiere en conformidad al inciso
anterior obligará al fiscal a continuar con la persecución penal.
Una vez vencido el plazo señalado en el inciso tercero o rechazada por el juez la reclamación
respectiva, los intervinientes contarán con un plazo de diez días para reclamar de la decisión del
fiscal ante las autoridades del ministerio público.

Conociendo de esta reclamación, las autoridades del ministerio público deberán verificar si la
decisión del fiscal se ajusta a las políticas generales del servicio y a las normas que hubieren sido
dictadas al respecto. Transcurrido el plazo previsto en el inciso precedente sin que se hubiere
formulado reclamación o rechazada ésta por parte de las autoridades del ministerio público, se
entenderá extinguida la acción penal respecto del hecho de que se tratare.

La extinción de la acción penal de acuerdo a lo previsto en este artículo no perjudicará en modo


alguno el derecho a perseguir por la vía civil las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo
hecho.

Concepto: el principio de oportunidad es una decisión de carácter administrativa del MP,


autorizada por la ley, a fin de decidir, en forma motivada, el no iniciar investigación penal o
abandonar la ya iniciada, cuando se tratare de un hecho que no compromete gravemente el interés
público.

Efecto: cumplido los requisitos legales, aprobado por el juez de garantía y vencidos los plazos para
reclamar ante las diversas autoridades que la ley establece o rechazado los reclamos, trae como
consecuencia la extinción de la responsabilidad penal.

Requisitos:
A.- Se tratare de un hecho que no comprometiere gravemente el interés público;
B.- La pena mínima asignada al delito no puede exceder la de presidio o reclusión menores en su
grado mínimo, y
C.- No se tratare de un delito cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones.
Debe ser aprobada por el juez de garantía.

Sistema de reclamación: posee un doble sistema de reclamación, primero ante el juez de garantía
y luego ante el fiscal regional respectivo.

Comunicada la decisión por el fiscal el juez de garantía se debe notificarla a los intervinientes, si los
hay. Dentro de los 10 días siguientes a la notificación, los intervinientes puede reclamar por su
aplicación al no cumplirse los requisitos de penalidad o debido a que se esta frente a un delito
funcionario. Adicionalmente, la víctima puede oponerse, de cualquier forma, a la aplicación
manifestando su interés de iniciar o continuar la persecución penal.
Si el juez rechaza la aplicación del principio de oportunidad, sea por no cumplirse los requisitos de
penalidad, debido a que se esta frente a un delito funcionario o debido a que acoge la reclamación de
la víctima, la decisión queda sin efecto y el fiscal se encuentra obligado a continuar con la
investigación.

Vencido el plazo de 10 días desde que se comunica la decisión de aplicar principio de oportunidad
por parte del tribunal, si no se hubiere reclamado o se hubiere rechazado la reclamación por el juez,
nuevamente se conceden 10 días mas para que los intervinientes reclamen ante las autoridades del
MP (fiscal regional) la aplicación de esta salida, debiendo revisare las políticas generales de la
institución en relación a esta salida alternativa. Si transcurre el plazo sin que se formule
reclamación o rechazada la misma, se entenderá extinguida la acción penal.
La ley N° 20,931 , estableció, remarcando algo que ya existía, que el MP debe regular el ejercicio de
esta atribución a objeto de hacer un uso racional de la misma.

6. LA FORMALIZACIÓN Y SUS EFECTOS.

La formalización de la investigación se encuentra regulada en el párrafo 5° del Título I del Libro II


del CPP, que comprende los arts. 229 a 236 CPP.
Artículo 229.- Concepto de la formalización de la investigación. La formalización de la
investigación es la comunicación que el fiscal efectúa al imputado, en presencia del juez de garantía,
de que desarrolla actualmente una investigación en su contra respecto de uno o más delitos
determinados.

Función: - De garantía para el imputado, al tener acceso a los hechos que son objeto de la
imputación y permitir preparar la defensa.

Características: Es un acto jurídico procesal que emana del fiscal y no del tribunal.
 Es un acto de comunicación del órgano de persecución penal.
 La comunicación es hacia el imputado y en presencia del juez de garantía.

Contenido: se comunica la existencia de una investigación en su contra, el o los hechos que son
objeto de la misma y el o los delitos que se configurarían, debiendo señalar las participación que se
atribuye al imputado, de forma de describir los antecedentes fácticos y jurídicos.

Efectos de la formalización:
Artículo 233.- Efectos de la formalización de la investigación. La formalización de la investigación
producirá los siguientes efectos:
a) Suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal en conformidad a lo dispuesto en el
artículo 96 del Código Penal;
b) Comenzará a correr el plazo previsto en el artículo 247, y
c) El ministerio público perderá la facultad de archivar provisionalmente el procedimiento.

Adicionalmente:
 Efectuada la formalización es posible decretar medidas cautelares personales en contra del
imputado (art. 140 y 155 CPP)
 Es posible, luego de ella, efectuar acuerdos reparatorios y acordar la suspensión condicional del
procedimiento anticipada (art. 230 inc. final).
 La formalización de la investigación permite que se proceda al cierre de la investigación y a la
obligación del fiscal de comunicar, dentro de 10 días, si acusa, no persevera en la investigación o
sobree la misma (art. 248).
 La formalización es el presupuesto para poder formular acusación (art. 259 inc. F y 341 ).
 La formalización faculta al juez de garantía a fijar un plazo judicial para el cierre de la
investigación (art. 234).
 La formalización de la investigación permite acceder a la figura del J. inmediato (art. 235).
 La imputación contenida en la formalización es esencial para el ppio de congruencia (art. 341 )

Artículo 230.- Oportunidad de la formalización de la investigación. El fiscal podrá formalizar la


investigación cuando considerare oportuno formalizar el procedimiento por medio de la
intervención judicial. Cuando el fiscal debiere requerir la intervención judicial para la práctica de
determinadas diligencias de investigación, la recepción anticipada de prueba o la resolución
sobre medidas cautelares, estará obligado a formalizar la investigación, a menos que lo hubiere
realizado previamente. Exceptúense los casos expresamente señalados en la ley.

La oportunidad para formalizar es una decisión estratégica del MP, la que debe evaluar
considerando el estado de avance de la investigación, la necesidad de realizar diligencias, los plazos,
medidas cautelares, etc.

Adicionalmente, la formalización de la investigación es una decisión del Ministerio Público, en


términos tales que no existen mecanismos procesales para obligar a éste a formalizar la
investigación, ello a pesar de la opinión del TC en orden a que la decisión de no formalizar no puede
ser arbitraria, especialmente considerando que la víctima tiene derecho a ejercer la acción penal.
La norma del art. 189 CPP si bien fija un plazo para formalizar, no señala la consecuencia legal de no
hacerlo, ello a pesar de otras posturas en relación a esta disposición. El inciso 2° establece tres
hipótesis en que el Ministerio Público debe formalizar la investigación ya que busca rendir prueba
anticipada, requiere medidas cautelares o determinadas diligencias de investigación.

El art. 236, en relación a las diligencias de investigación dispone:


Artículo 236.- Autorización para practicar diligencias sin conocimiento del afectado. Las
diligencias de investigación que de conformidad al artículo 9º requirieren de autorización judicial
previa podrán ser solicitadas por el fiscal aun antes de la formalización de la investigación. Si el
fiscal requiriere que ellas se llevaren a cabo sin previa comunicación al afectado, el juez autorizará
que se proceda en la forma solicitada cuando la gravedad de los hechos o la naturaleza de la
diligencia de que se tratare permitiere presumir que dicha circunstancia resulta indispensable para
su éxito.

Si con posterioridad a la formalización de la investigación el fiscal solicitare proceder de la forma


señalada en el inciso precedente, el juez lo autorizará cuando la reserva resultare estrictamente
indispensable para la eficacia de la diligencia.

Conforme ala disposición, la realización de diligencias intrusivas, conforme a la disposición, procede


antes de la formalización y sin previa comunicación del imputado. Una vez formalizada la
investigación, la regla general, es la comunicación de la diligencia intrusiva al imputado.

La reformalización: siendo la formalización de la investigación un elemento esencial en el proceso,


puede suceder que en el curso de la investigación varíen los hechos inicialmente imputados, siendo
necesario modificar la imputación fáctica y la calificación jurídica y atiendo el principio de
congruencia sea necesario modificar la formalización inicial. Esta nueva formalización, a un mismo
imputado o a varios, es conocida, en la práctica, como reformalización. “… en cuanto a la posibilidad
de reformalizar, completar la formalización, debe tenerse en cuenta la naturaleza de la formalización
que en primer término constituye un acto de garantía en el sentido de conocer por parte de los
imputados cuales son los hechos que se le están atribuyendo por parte del Ministerio Público; y por
otra parte, tal facultad de la Fiscalía en orden a formalizar es un acto autónomo en el cual el tribunal
no tiene mayor incidencia…” (TOP Iquique, 27/5/2004) .

Artículo 231 .- Solicitud de audiencia para la formalización de la investigación. Si el fiscal


deseare formalizar la investigación respecto de un imputado que no se encontrare en el caso
previsto en el artículo 132, solicitará al juez de garantía la realización de una audiencia en fecha
próxima, mencionando la individualización del imputado, la indicación del delito que se le
atribuyere, la fecha y lugar de su comisión y el grado de participación del imputado
en el mismo. A esta audiencia se citará al imputado, a su defensor y a los demás intervinientes en el
procedimiento.

Conforme a la disposición, la solicitud de formalización debe efectuarse al juez de garantía, debe


individualizar al imputado, señalar el delito que se le atribuye, la fecha y lugar de comisión y el
grado de participación. Lo habitual, es que la solicitud contenga la relación circunstanciada del
hecho, es decir, la imputación fáctica del hecho punible objeto de la investigación, la calificación
jurídica y la participación atribuida. Posee como requisito formal la citación del imputado, su
defensor y los demás intervinientes en el proceso.

La disposición se refiere al imputado que es investigado y que no se encuentra detenido.


Si el imputado esta detenido (art. 132), la disposición establece que en la primera audiencia (control
de detención), el fiscal o abogado asistente procederá directamente a formalizar la investigación, a
solicitar medidas cautelares que procedan, siempre que contare con los antecedentes
necesarios y se encontrare presente el defensor. Si ello no fuera posible, el fiscal o abogado
asistente procederá a solicitar la ampliación de la detención hasta 3 días, lo cual sólo se concede con
autorización del juez de garantía.

En todo caso se examinará más adelante que tratándose de detenidos por delitos que pueden ser
objeto de un procedimiento simplificado, el fiscal o abogado asistente podría proceder, en lugar de
formalizar, a requerir en procedimiento simplificado sin necesidad de formalizar (art. 393 bis
Adicionalmente, podría efectuarse el control de detención y no formalizarse ni requerirse.

DESARROLLO DE LA AUDIENCIA DE FORMALIZACIÓN.


Artículo 232.- Audiencia de formalización de la investigación. En la audiencia, el juez ofrecerá la
palabra al fiscal para que exponga verbalmente los cargos en contra del imputado y las solicitudes
que efectuare al tribunal. Enseguida, el imputado podrá manifestar lo que estime conveniente. A
continuación el juez abre debate sobre las demás peticiones que los intervinientes plantearen.

El imputado podrá reclamar ante las autoridades del ministerio público, según lo disponga la ley
orgánica constitucional respectiva, de la formalización de la investigación realizada en su contra,
cuando considerare que ésta hubiere sido arbitraria.

Como se ha expuesto, la formalización de la investigación constituye una atribución exclusiva del


MP, cuya procedencia determina éste en forma estratégica, sin perjuicio que en determinadas
ocasiones el MP debe proceder a formalizar.

Conforme a ello, no resulta procedente oponerse a la formalización en base a alegaciones de


inocencia, calificación jurídica o autoría y participación, ya que la misma constituye una garantía del
imputado y una atribución del MP.
Distinto es, luego de la formalización, la discusión de medidas cautelares, oportunidad en que si es
posible abrir la discusión en relación a los aspectos señalados u otros. Por ello, el art. 232, establece
la posibilidad de reclamar frente a una formalización arbitraria.

Efectuada la formalización de la investigación se abre debate sobre las demás peticiones de los
intervinientes, estas peticiones pueden ser:
 Procedencia de medidas cautelares personales, art. 142;
 Medidas cautelares personales, art. 157;
 Aplicación de salidas alternativas; suspensión condicional del procedimiento (art. 237) o acuerdos
reparatorios (art. 241 );
 Declaración judicial del imputado (art. 98);
 Solicitud del imputado o defensor para que el juez de garantía recomiende al fiscal la práctica de
diligencias de investigación cuando ello fuere necesario para el ejercicio de la defensa y el principio
de objetividad (art. 98 inc. 4°);
 Prueba anticipada (art. 191 );
 Fijación de plazo para la investigación (art. 234), y
 Juicio inmediato (art. 235).
Plazo para la investigación: mientras la investigación sea desformalizada el MP no tiene plazo
para cerrar la investigación, con la formalización comienza a correr el plazo para que el MP cierre la
investigación, plazo que legalmente es de 2 años (art 247). Sin embargo, el art. 244 dispone:

Plazo judicial para el cierre de la investigación. Cuando el juez de garantía, de oficio o a petición
de alguno de los intervinientes y oyendo al ministerio público, lo considerare necesario con el fin de
cautelar las garantías de los intervinientes y siempre que las características de la investigación
lo permitieren, podrá fijar en la misma audiencia un plazo para el cierre de la investigación, al
vencimiento del cual se producirán los efectos previstos en el artículo 247.

Derechos de la víctima frente a la decisión del MP de no formalizar.


Conforme se ha examinado, la víctima, por medio de la querella, puede ejercer la acción penal y la
Constitución otorga a ésta el derecho a ejercer la acción. Frente a esto, el MP no se encuentra
obligado a formalizar y sólo adoptará esa decisión cuando estime necesario para solicitar medidas
cautelares o si estratégicamente es conveniente.

Esto puede llevar a un conflicto entre víctima y el MP, la primera procurando que el proceso siga
adelante y proceda a formalizar y el MP decidiendo no hacerlo. El problema es que nuestro CPP no
establece una regla de solución explícita de este conflicto, como ocurre con otras legislaciones como
la italiana que entrega al juez la posibilidad de determinar si existe si hay mérito para acusar o no.

Este conflicto ha llevado, en varias oportunidad, este asunto al TC, que en diversas sentencias ha
sostenido que el MP no es absolutamente autónomo para decidir si formaliza o no, ya que en el
último caso impide a la víctima ejercer la acción y ello afecta su derecho fundamental de tutela
judicial efectiva, declarando inconstitucional el art. 230 CPP inc. 1 ° en el sentido que el MP sea
quien discrecionalmente determine si formaliza o no una investigación. (TC, rol N° 815-2007).
“Cabe agregar que el "deber de formalizar", implícito en las normas constitucionales del Ministerio
Público, implica la concreción del derecho que le asiste a toda victima de un hecho punible a lograr que
el Ministerio Público realice, en cumplimiento del mandato constitucional, una investigación racional y
justa, derecho fundamental que la Constitución le asegura a toda persona involucrada en un conflicto
penal y cuya eficacia implica, corno natural efecto, que cumpla con su deber de investigar lo ocurrido
en conformidad a los parámetros expresados, dado que es el único órgano que, conforme a la C°,
ostenta la titularidad y el monopolio de la dirección de la investigación criminal” (considerando 3°) .

“Como corolario de lo anterior, cabe concluir que cualquier razonamiento que conduzca a privar a la
víctima de su derecho a ejercer la acción penal, dando así eficacia a su decisión de contar con un
proceso jurisdiccional donde se le haga justicia, por causa de decisiones del Ministerio Público, ha de
ser descartada, pues subordina el derecho de acceder a los tribunales a las decisiones del persecutor
estatal, con lo cual se la priva, de esa forma, del derecho a la acción que le confiere el numeral 3° del
artículo 19 de la Carta Fundamental, en concordancia con el art. 83 de la misma” (Considerando 4°) .
En la referida sentencia, en un voto de minoría, se sostiene que frente a la ausencia de una norma
que resuelva el asunto es el art. 186 CPP el que autoriza al tribunal y puede ser utilizado por la
víctima para requerir el que el MP formalice la investigación y, de esa forma, se haga efectivo el
derecho a tutela judicial efectiva de la víctima, de forma tal que la referida disposición no es sólo
para el imputado, sino también para la víctima.

“Artículo 186.- Control judicial anterior a la formalización de la investigación. Cualquier


persona que se considerare afectada por una investigación que no se hubiere formalizado
judicialmente, podrá pedir al juez de garantía que le ordene al fiscal informar acerca de los hechos
que fueren objeto de ella. También podrá el juez fijarle un plazo para que formalice la investigación”.
Este razonamiento del TC se ha materializado en varias sentencias con la misma fundamentación;
roles 1 .377- 2009, 1380-2009 y 1467-2009, entre otras.
UNIDAD 3: ETAPA POSTERIOR A LA FORMALIZACIÓN.

1. JUICIO INMEDIATO Y SALIDAS ALTERNATIVAS.


Al analizar la formalización se señaló que ella constituye un hito esencial en el procedimiento penal,
específicamente en el procedimiento ordinario, ya que a partir de la misma se producen una serie de
consecuencias.
Entre las consecuencias que se producen a partir de la misma se encuentra la procedencia de
diversas instituciones procesales, esencialmente las salidas alternativas, la posibilidad de medidas
cautelares personales y/o reales, el juicio inmediato, la fijación de un plazo para la investigación y,
culminando la primera parte del proceso, el cierre de la investigación con otro conjunto de
consecuencias.
- En esta parte se analizará el juicio inmediato y las salidas alternativas.
- El juicio inmediato se encuentre regulado en el art. 235 CPP
- Las salidas alternativas, que corresponden esencialmente a formas de poner término al
procedimiento penal sin que exista una sentencia condenatoria ni absolutoria, se coloca énfasis en el
interés de la víctima o en la resociabilización y se encuentran reguladas en los art. 237 a 246
correspondiendo a la suspensión condicional y los acuerdos reparatorios.

JUICIO INMEDIATO:
Artículo 235.- Juicio inmediato. En la audiencia de formalización de la investigación, el fiscal
podrá solicitar al juez que la causa pase directamente a juicio oral. Si el juez acogiere dicha
solicitud, en la misma audiencia el fiscal deberá formular verbalmente su acusación y ofrecer
prueba. También en la audiencia el querellante podrá adherirse a la acusación del fiscal o acusar
particularmente y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse en el juicio. El
imputado podrá realizar las alegaciones que correspondieren y ofrecer, a su turno, prueba.

Al término de la audiencia, el juez dictará auto de apertura del juicio oral. No obstante, podrá
suspender la audiencia y postergar esta resolución, otorgando al imputado un plazo no menor de
quince ni mayor de treinta días, dependiendo de la naturaleza del delito, para plantear sus
solicitudes de prueba. Las resoluciones que el juez dictare en conformidad a lo dispuesto en este
artículo no serán susceptibles de recurso alguno.

El juicio inmediato, es una modalidad que procura agilizar el proceso, cuya procedencia procesal es
luego de haber formalizado y en la misma audiencia que se fijo para ello, como otra petición que se
puede realizar por el MP de acuerdo al art. 232.

Sus supuestos de procedencia son:


- Sólo es posible luego de la formalización y en la misma audiencia fijada para ello.
- La solicitud la debe realizar el Fiscal.
- Debe tratarse de un hecho que sea de conocimiento de un TOP, por lo cual la pena solicitada debe
ser igual o superior a 541 días de privación o restricción de libertad.
- Debe ser aprobada por el juez de garantía.

Frente a la solicitud de juicio inmediato son dos las posibilidades:


- Que el juez rechace la solicitud del fiscal, evento en el cual el procedimiento seguiría según las reglas
generales, es decir, se mantiene la etapa de investigación, ahora formalizada y debería procederse,
en su momento, al cierre de la misma.
- Que el juez acoja la solicitud, evento en el cual se procede conforme a la norma, lo cual implica dos
posibilidades:
 Que el fiscal acuse verbalmente, imputando un hecho, calificando jurídicamente el mismo,
determine la participación y solicite una pena determinada, a ello, se agrega la indicación de todos
los medios de prueba de que se valdrá. Acto seguido, de haber querellante, éste debe acusar
particularmente o adherirse a la acusación y señalar los medios de prueba de que intentará hacer
valer, lo cual además debería incluir la presentación de la demanda civil. En este evento el imputado,
por medio de su defensor, debería hacer valer los derechos que le corresponden, es decir, formular
su defensa, si así lo estima y ofrecer prueba. Hecho ello, se realiza la audiencia de preparación de
juicio oral y termina con el auto de apertura a juicio oral.
 Que se acuse verbalmente, en la forma ya indicada, lo cual incluye la acusación particular o la
adhesión, en los términos anteriores, pero que la defensa solicite o el tribunal resuelva de oficio,
suspender la audiencia de preparación y se otorgue un plazo no menor de 15 días ni mayor a 30
para que la defensa plantee y prepare su defensa.
El juicio inmediato, por su estructura, implica que la investigación respectiva pase a juicio oral,
conforme a las reglas generales.

El art. 407 del CPP, relativo al procedimiento abreviado, establece que luego de la formalización y
siempre que no se haya acusado, el fiscal puede solicitar una audiencia para discutir la aplicación de
tal procedimiento, conforme lo cual, no sería posible solicitar juicio inmediato y proceder a la
aplicación del abreviado. Tampoco sería posible formalizar y presentar una acusación con una pena
propia de un procedimiento simplificado, ya que en tal caso, la acusación se considera
requerimiento y se siguen las reglas del procedimiento simplificado.

SALIDAS ALTERNATIVAS:

Las salidas alternativas pueden definirse en forma amplia o restringida. En sentido amplio,
corresponde a todas las instituciones procesales contempladas en el CPP que permiten poner
término, suspender o resolver el conflicto penal en forma diversa que el procedimiento ordinario,
de forma tal que en tal concepto quedaría comprendidas instituciones como el archivo provisional,
la facultad de no inicio de investigación o el procedimiento abreviado.

De un punto de vista restringido, y siguiendo el mensaje del CPP, se trata de herramientas procesal
que privilegian la búsqueda de una solución al conflicto que representa el delito, más que la pura
imposición de una sanción frente al mismo. De esta forma, no se trata de mecanismos tendientes a
descarga o descomprimir el sistema penal (principio de oportunidad o archivo provisional), sino de
vías que procuran una solución al conflicto o una respuesta al mismo por medio de una respuesta
menos represiva que la pena y que busca que los intervinientes puedan llegar a una acuerdo que
permita suspender o poner término al proceso penal, el que debe ser aprobado por el tribunal en
base a los requisitos legales.

Desde esta última perspectiva, las salidas alternativas son la suspensión condicional del
procedimiento y los acuerdos reparatorios.

En ellas se privilegia el acuerdo entre los intervinientes o partes, a fin de suspender o dar término al
conflicto penal en base a una o más condiciones específicas que procuran la satisfacción de la
víctima o se centran en la resociabilización del imputado.

SUSPENSION CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO


Artículo 237.- Suspensión condicional del procedimiento. El fiscal, con el acuerdo del imputado,
podrá solicitar al juez de garantía la suspensión condicional del procedimiento. El juez podrá
requerir del ministerio público los antecedentes que estimare necesarios para resolver.

La suspensión condicional del procedimiento podrá decretarse:


a) Si la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria, no
excediere de tres años de privación de libertad;
b) Si el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple delito, y
c) Si el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento, al momento de
verificarse los hechos materia del nuevo proceso.

La presencia del defensor del imputado en la audiencia en que se ventilare la solicitud de


suspensión condicional del procedimiento constituirá un requisito de validez de la misma. Si el
querellante o la víctima asistieren a la audiencia en que se ventile la solicitud de suspensión
condicional del procedimiento, deberán ser oídos por el tribunal.

Tratándose de imputados por delitos de homicidio, secuestro, robo con violencia o intimidación en
las personas o fuerza en las cosas, sustracción de menores, aborto; por los contemplados en los
artículos 361 a 366 bis y 367 del Código Penal; por los delitos señalados en los artículos 8º, 9º, 10,
13, 14 y 14 D de la ley Nº17.798; por los delitos o cuasidelitos contemplados en otros cuerpos
legales que se cometan empleando alguna de las armas o elementos mencionados en las letras a), b),
c),d) y e) del artículo 2º y en el artículo 3º de la citada ley Nº17.798, y por conducción en estado de
ebriedad causando la muerte o lesiones graves o gravísimas, el fiscal deberá someter su decisión de
solicitar la suspensión condicional del procedimiento al Fiscal Regional.

Al decretar la suspensión condicional del procedimiento, el juez de garantía establecerá las


condiciones a las que deberá someterse el imputado, por el plazo que determine, el que no podrá ser
inferior a un año ni superior a tres. Durante dicho período no se reanudará el curso de la
prescripción de la acción Penal. Asimismo, durante el término por el que se prolongare la
suspensión condicional del procedimiento se suspenderá el plazo previsto en el artículo 247. La
resolución que se pronunciare acerca de la suspensión condicional del procedimiento será apelable
por el imputado, por la víctima, por el ministerio público y por el querellante. La suspensión
condicional del procedimiento no impedirá de modo alguno el derecho a perseguir por la vía civil las
responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho.

Concepto: constituye una salida alternativa mediante el cual, en base a un acuerdo entre el MP y el
imputado, éste se sujeta a determinadas condiciones, el que aprobado por el juez de garantía
suspende la tramitación del procedimiento penal durante un plazo judicial no inferior a 1 año ni
superior a 3 y que en caso de cumplirse, poner término al procedimiento penal mediante un
sobreseimiento definitivo por extinción de la responsabilidad penal.

Objetivo: Corresponde a un institución procesal propia de un sistema de justicia negociada y que


además es una herramienta de política criminal propia de un derecho penal mínimo, logrando una
economía procesal en el sistema ya que en general se trata de casos que terminarían con una pena
en libertad por vía de la pena sustitutiva de remisión condicional de la pena.

Requisitos: Para su aplicación se requiere:


1. Que sea solicita por el fiscal.
2. Que sea aceptada por el imputado.
3. Que se cite a audiencia y en la misma este presente el imputado y su defensor. En caso de que el
querellante o la víctima estén presentes en la audiencia éstos deberán ser oídos.
4. Que se cumplan con los requisitos legales de procedencia fijados en el CPP.
5. Los requisitos legales que hacen procedente la suspensión condicional son:
a) Que la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria,
no excediere de tres años de privación de libertad (pena concreta);
b) Que el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple delito, y
c) Que el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento, al momento
de verificarse los hechos materia del nuevo proceso.

Aprobación previa del Fiscal Regional: en determinados casos, además, es necesario que la
suspensión condicional sea previamente aprobada por el Fiscal Regional. Esto es necesario: en los
delitos de homicidio, secuestro, robo con violencia o intimidación en las personas o fuerza en las
cosas, sustracción de menores, aborto; por los contemplados en los artículos 361 a 366 bis y 367 del
Código Penal; por los delitos señalados en los artículos 8º, 9º, 10, 13, 14 y 14 D de la ley Nº17.798;
por los delitos o cuasidelitos contemplados en otros cuerpos legales que se cometan empleando
alguna de las armas o elementos mencionados en las letras a), b), c),d) y e) del artículo 2º y en el
artículo 3º de la citada ley Nº17.798, y por conducción en estado de ebriedad causando la muerte o
lesiones graves o gravísimas.

En relación a la aplicación de esta salida alternativa y exigencias para los fiscales, se debe tener en
consideración que el Fiscal Nacional, en base a sus atribuciones legales, ha impartido instrucciones
específicas en la materia, exigiendo en algunos casos mayores requisitos o prohibiendo esta salida
alternativa, todo ello en base a los criterios de persecución penal que puede adoptar escuchando al
Consejo General de Fiscales Regionales.
6. Que el imputado se someta a las condiciones aprobadas por el Juez de Garantía durante el período
fijado (llamado período de vigilancia). Las condiciones a que se puede sujetar al imputado se
encuentran establecidas en el art. 238 CPP:

Artículo 238.- Condiciones por cumplir decretada la suspensión condicional del procedimiento. El
juez de garantía dispondrá, según correspondiere, que durante el período de suspensión, el
imputado esté sujeto al cumplimiento de una o más de las siguientes condiciones:
a) Residir o no residir en un lugar determinado;
b) Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas;
c) Someterse a un tratamiento médico, psicológico o de otra naturaleza;
d) Tener o ejercer un trabajo, oficio, profesión o empleo, o asistir a algún programa educacional o de
capacitación;
e) Pagar una determinada suma, a título de indemnización de perjuicios, a favor de la víctima o
garantizar debidamente su pago. Se podrá autorizar el pago en cuotas o dentro de un determinado
plazo, el que en ningún caso podrá exceder el período de suspensión del procedimiento;
f) Acudir periódicamente ante el ministerio público y, en su caso, acreditar el cumplimiento de las
demás condiciones impuestas;
g) Fijar domicilio e informar al ministerio público de cualquier cambio del mismo, y
h) Otra condición que resulte adecuada en consideración con las circunstancias del caso concreto de
que se tratare y fuere propuesta, fundadamente, por el Ministerio Público.
Durante el período de suspensión y oyendo en una audiencia a todos los intervinientes que
concurrieren a ella, el juez podrá modificar una o más de las condiciones impuestas.

Oportunidad para convenirla: a partir de la audiencia de formalización y en cualquier momento


durante la etapa de investigación formalizada, hasta el cierre de la investigación en la audiencia de
preparación de juicio oral (art. 245). También es posible acordarla en el procedimiento simplificado
(art. 394).
Efectos: producirá la suspensión del procedimiento durante el período en que se haya aprobado.
Esto importa que no se reanudará el curso de la prescripción de la acción penal el cual esta
suspendido por efecto de la formalización; que el plazo de investigación judicial o legal se suspende
(art. 247) y esta salida no extingue las acciones civiles respectivas ni de la víctima ni la de los
terceros. Ello sin perjuicio que los pagos que se acuerden a la víctima se imputen a la indemnización
de perjuicios que se pueda fijar.
Transcurrido el plazo: habiéndose cumplido las condiciones y sin que el imputado haya sido
formalizado posteriormente al acuerdo, se extingue la responsabilidad penal y se dicta
sobreseimiento definitivo.

Artículo 240.- Efectos de la suspensión condicional del procedimiento. La suspensión


condicional del procedimiento no extingue las acciones civiles de la víctima o de terceros. Sin
embargo, si la víctima recibiere pagos en virtud de lo previsto en el artículo 238, letra e), ellos se
imputarán a la indemnización de perjuicios que le pudiere corresponder.
Transcurrido el plazo que el tribunal hubiere fijado de conformidad al artículo 237, inciso quinto,
sin que la suspensión fuere revocada, se extinguirá la acción penal, debiendo el tribunal dictar de
oficio o a petición de parte el sobreseimiento definitivo.

Revocación: Artículo 239.- Revocación de la suspensión condicional. Cuando el imputado


incumpliere, sin justificación, grave o reiteradamente las condiciones impuestas, o fuere objeto de
una nueva formalización de la investigación por hechos distintos, el juez, a petición del fiscal o la
víctima, revocará la suspensión condicional del procedimiento, y éste continuará de acuerdo a las
reglas generales.

Será apelable la resolución que se dictare en conformidad al inciso precedente.


Revocación procede por: incumplimiento injustificado, grave o reiterado de las condiciones
impuestas o por haber sido el imputado formalizado nuevamente luego de haber acordado una
suspensión condicional.

Tribunales de justicia: han resuelto, en diversas ocasiones, que el hecho de ser el imputado con
suspensión condicional requerido en procedimiento simplificado no revoca la misma, toda vez que
la ley se refiere a la formalización de la investigación.

ACUERDOS REPARATORIOS:

Concepto: constituyen una salida alternativa que debe ser autorizada por el juez de garantía en
audiencia, que importa un acuerdo entre la víctima y el imputado, en orden a convenir una forma de
reparación por los efectos del delito, que resulta aplicable sólo en figuras penales cuyo bien jurídico
es disponible de carácter patrimonial, cuando se trata de lesiones menos graves o son figuras
culposas, cuyo efecto, una vez cumplido, es extinguir la responsabilidad penal.

Naturaleza jurídica: nuevamente se esta frente a un tipo de institución procesal penal que dice
relación con la justicia negociada, pero que le da énfasis a la voluntad de la propia víctima y a su
propio interés en la forma en que se resuelve el conflicto, que dice relación con un sistema de
justicia restaurativa, también llamada justicia reparadora o justicia compasiva.

Partes en el acuerdo reparatorio: el imputado y la víctima. El Ministerio Público no es parte en


este acuerdo, sin perjuicio de poder ser escuchado ya que en determinadas ocasiones puede
oponerse al acuerdo.

Artículo 241 .- Procedencia de los acuerdos reparatorios. El imputado y la víctima podrán


convenir acuerdos reparatorios, los que el juez de garantía aprobará, en audiencia a la que citará a
los intervinientes para escuchar sus planteamientos, si verificare que los concurrentes al acuerdo
hubieren prestado su consentimiento en forma libre y con pleno conocimiento de sus derechos.
Los acuerdos reparatorios sólo podrán referirse a hechos investigados que afectaren bienes
jurídicos disponibles de carácter patrimonial, consistieren en lesiones menos graves o constituyeren
delitos culposos.
En consecuencia, de oficio o a petición del ministerio público, el juez negará aprobación a los
acuerdos reparatorios convenidos en procedimientos que versaren sobre hechos diversos de los
previstos en el inciso que antecede, o si el consentimiento de los que lo hubieren celebrado no
apareciere libremente prestado, o si existiere un interés público prevalente en la continuación de la
persecución penal. Se entenderá especialmente que concurre este interés si el imputado hubiere
incurrido reiteradamente en hechos como los que se investigaren en el caso particular.

Requisitos: para que procedan los acuerdos reparatorios, es necesario:


1. Un acuerdo entre la víctima y el imputado.
2. Consentimiento libre de la víctima e imputado.
3. La citación a audiencia de todos los intervinientes.
4. Que verse sobre delitos en que la ley lo autoriza y no exista interés público prevalente en la
persecución penal.
5. Que sea autorizado por el juez de garantía.
1 .- En relación al acuerdo, como se señaló, sólo participan en el acuerdo la víctima y el imputado, de
forma tal que son ellos quienes logran las bases en que ser materializará el mismo.
No existe limitación en relación al tipo de compensación o reparación que se convenga, de forma tal
que normalmente éste se materializa en una suma de dinero que se pagará, pero también en otros
tipo de acciones por las cuales la víctima estime ser reparados como son disculpas públicas y su
único límite, en relación a la prestación o acto, es que no consista en un objeto ilícito.
2.- Resulta esencial que el consentimiento sea prestado libremente por la víctima o el imputado,
circunstancia que el juez debe verificar en la audiencia respectiva.
3.- Resulta necesario citar a los intervinientes a una audiencia a fin de discutir la salida alternativa,
de forma que se deberá citar a la víctima, al querellante, el imputado, su defensor y al fiscal.
4.- Los acuerdos sólo pueden referirse a delitos cuyo bien jurídico es disponible y de carácter
patrimonial, así, procede en el hurto, la estafa, la apropiación indebida usurpación no violenta, etc.
Son procedentes en relación a las lesiones menos graves y también en relación a las leves y en los
hechos de carácter culposo o cuasidelictual. En esta materia, al igual que en la suspensión
condicional, existen instrucciones generales del Fiscal Nacional que regula la procedencia de estos
acuerdos. Resulta indispensable que no exista interés público prevalente en la persecución en
el caso concreto, considerando el CPP que siempre existe el mismo cuando el imputado ha
incurrido reiteradamente en hecho como los cuales se investiga en el caso particular.
5.- Sea aprobado por el juez de garantía, lo cual implica que éste, en conocimiento de causa, es decir,
previa audiencia, escuche a los intervinientes y resuelva aprobarlo por darse los supuestos legales.
En esta clase de salida alternativa, no sería óbice la pena respectiva, ni el grado de desarrollo,
autoría y participación, ni la concurrencia de circunstancias modificatorias de responsabilidad penal
en la medida que se den los requisitos establecidos por la ley.

Oportunidad: al igual que en el caso de la suspensión condicional procede desde la formalización


de la investigación y hasta la audiencia de preparación de juicio oral (art. 245), siendo procedente
también en el procedimiento simplificado (art. 394).

Efectos:
Artículo 242.- Efectos penales del acuerdo reparatorio. Una vez cumplidas las obligaciones
contraídas por el imputado en el acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de
la víctima, el tribunal dictará sobreseimiento definitivo, total o parcial, en la causa, con lo que se
extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad penal del imputado que lo hubiere celebrado.

Artículo 243.- Efectos civiles del acuerdo reparatorio. Ejecutoriada la resolución judicial que
aprobare el acuerdo reparatorio, podrá solicitarse su cumplimiento ante el juez de garantía con
arreglo a lo establecido en los artículos 233 y siguientes del Código de Procedimiento Civil. El
acuerdo reparatorio no podrá ser dejado sin efecto por ninguna acción civil.

Artículo 244.- Efectos subjetivos del acuerdo reparatorio. Si en la causa existiere pluralidad de
imputados o víctimas, el procedimiento continuará respecto de quienes no hubieren concurrido al
acuerdo.

¿Posibilidad de revocación del acuerdo reparatorio? A diferencia de la suspensión condicional,


una vez aprobado y ejecutoriada la resolución que lo aprueba el CPP nada señaló de la posibilidad
de revocar el acuerdo en caso de incumplimiento. Es más, el art. 243 establece que para exigir el
cumplimiento se debe solicitar al juez de garantía conforme a lo dispuesto en los arts. 233 y ss. del
CPC, norma que se refiere al cumplimiento incidental de la sentencia.

El asunto es que el art. 242 deja abierta la posibilidad que el acuerdo, especialmente si es en dinero
o en especies, quede pendiente y, por tanto, se establezca una modalidad como un plazo o condición,
de forma tal que se aprueba el acuerdo, pero se difiera su cumplimiento. Jurisprudencialmente se ha
resuelto que es posible dejar sin efecto el mismo por incumplimiento de las condiciones acordadas,
en ello en base al mismo art. 242 y al art. 247, que frente a la petición de la víctima en orden a
dejarlo sin efecto es posible proceder a su revisión, estableciendo un cambio en las condiciones
acordadas o, derechamente, su revocación por falta de cumplimiento.

“3) Que, cabe tener presente que de la interpretación armónica del artículo 242 y 247, es posible
inferir que el acuerdo reparatorio es revocable. Entendiendo en este orden de ideas que la víctima
tiene la facultad de optar entre el cumplimiento en sede civil, o por su parte, perseverar en sede
penal la responsabilidad del imputado; ya que el procedimiento penal solo concluye cumplidas las
obligaciones contraídas por el imputado, lo cual es requisito previo para la extinción de la
responsabilidad penal del imputado, y en consecuencia, del procedimiento penal” (ICA La
Serena, rol N° 221 -2014, sentencia de 20/06/2014).

Registros de suspensión condicional y acuerdos reparatorios: con el fin de mantener un control


en el uso de tales salidas y velar por el cumplimiento de los requisitos legales que estable el CPP
para ambas figuras, se establece la obligación que el MP mantenga registros por el otorgamiento de
este tipo de salidas alternativas.

Artículo 246.- Registro. El ministerio público llevará un registro en el cual dejará constancia de los
casos en que se decretare la suspensión condicional del procedimiento o se aprobare un acuerdo
reparatorio.

El registro tendrá por objeto verificar que el imputado cumpla las condiciones que el juez impusiere
al disponer la suspensión condicional del procedimiento, o reúna los requisitos necesarios para
acogerse, en su caso, a una nueva suspensión condicional o acuerdo reparatorio.

El registro será reservado, sin perjuicio del derecho de la víctima de conocer la información relativa
al imputado.

2. MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES.

Fundamento: el conflicto penal se caracteriza por el litigio en relación a la pretensión punitiva del
Estado, emanada del delito, de aplicar una pena a quien es responsable del mismo y el interés de
éste por mantener su libertad. De esta forma, surge naturalmente una confrontación entre dos
derechos que son esenciales para la convivencia social, por un lado, la libertad del imputado y el
derecho del Estado de hacer efectiva la pretensión punitiva que emana del delito.

Siendo indispensable aplicar la pena previo proceso legalmente tramitado, se hace indispensable en
todo sistema penal la etapa en que se reunirán elementos para determinar la existencia del hecho
punible y la identificación de quien es responsable. Este deber del Estado, de determinar la
existencia del hecho y la participación, requiere necesariamente el transcurso de un tiempo que
permita reunir los elementos necesarios o descartar la existencia de los mismos, tiempo que no
puede ser excesivo, pero que tampoco puede ser ínfimo en atención a la necesidad de defensa y de
acreditación de los hechos que fundamentan la responsabilidad penal.

De esta forma, durante ese período intermedio, el imputado puede realizar acciones tendientes a
sustraerse de la acción de la justicia, a ocultar o destruir elementos de prueba que son necesarios o
a otras acciones que en definitiva hagan ilusoria el cumplimiento de la sentencia.
De ahí que surgen las medidas cautelares, como mecanismo de aseguramiento de la persona del
imputado o de bienes, cuya finalidad es garantizar la eficacia de la eventual sentencia condenatoria
que ha de dictarse en el proceso, frente al peligro de demora, el periculum in mora en la obtención
de tutela efectiva por vía de la sentencia.
“Las medidas cautelares cumplen, por esencia, una función de aseguramiento; están destinadas a
evitar que el peligro, que afecta a la práctica efectividad de una resolución judicial que –dado el orden
del procedimiento- no puede adoptarse y llevarse a efecto de modo inmediato, se convierta en daño
real, impidiendo que dicha resolución produzca sus efectos en la práctica o los produzca en forma
menos útil que la debida” (Ortells Ramo, Manuel. “Para una Sistematización de las Medidas
Cautelares en el Proceso Penal”, pág. 445, revista de Legislación y Jurisprudencia, 1978, Madrid,
España). De esa forma, es posible definirlas como “aquellos instrumentos de aseguramiento de la
persona o de los bienes del presunto responsable, que pueden ser adoptadas dentro del proceso penal,
en virtud de una resolución judicial fundada, que persiguen garantizar la eficacia de la eventual
sentencia condenatoria, frente al riesgo en la demora en la dictación de ésta” (Maturana Miquel,
Cristián y Montero López, Raúl. Derecho Procesal Penal. T. I, p. 477).

Las medidas cautelares personales, son aquellas que tiene por finalidad privar o limitar la
libertad personal del imputado, para asegurar el ejercicio de la pretensión punitiva, durante el curso
del proceso penal hasta la ejecutoriedad de la sentencia definitiva penal, instante a partir del cual se
debe obtener la libertad por el imputado, si ella es absolutoria, o se debe pasar a cumplir por éste
una pena o medida de seguridad, si ella es condenatoria. Arts. 5°, 9|, 123, 125, 139 y 155 CPP.

Presunción de inocencia y medidas cautelares personales. La misma no impide establecer en el


curso del proceso determinadas medidas que afecten la libertad del imputado y que tengan por
finalidad garantizar o asegurar el riesgo de la inefectividad del la sentencia por el transcurso del
tiempo. El tema esencial en la su reconocimiento dice relación con su aplicación y el estándar
necesario para su otorgamiento, sin que la misma pueda constituir una especie de pena anticipada
en caso de prolongarse indebidamente. Así, estas medidas no son aplicable de pleno derecho, como
ocurría con el arraigo al dictarse el auto de procesamiento y la afectación inmediata de libertad
personal que éste implicaba. Por el contrario, actualmente las medidas cautelares personales se
regulan por un conjunto de principios que regulan su otorgamiento, procedencia y duración, lo que
esta estrictamente vinculado a que sólo procuran asegurar determinados fines dentro del
procedimiento.
Las medidas cautelares personales afectan esencialmente la libertad del imputado, de forma tal que
parte de la regulación de la misma se encuentra en el art. 19 N° 7° de la CPRCH, de forma tal que
cualquiera de ellas debe ser aplicada en los casos y en la forma determinada por la Constitución y
las leyes, considerando que siempre “la libertad del imputado procederá a menos que la detención o
la prisión preventiva sea considerada…”
Los principios que regulan las medidas cautelares personales son:
1. Legalidad.
2. La Jurisdiccionalidad.
3. La Instrumentalidad.
4. La excepcionalidad.
5. La Necesariedad o idoneidad.
6. La Proporcionalidad y Homogeneidad.
7. La Provisionalidad.
8. La Temporalidad.
9. La sustitubilidad.
10. La Acumulabilidad .
11. La Dignidad.
12. La Responsabilidad.

1.- La legalidad de las medidas. Surge de los establecido en el art. 19 N° 7 CPRC letra b), en orden a
que nadie puede ser privado de su libertad personal ni ésta restringida sino en los casos y en la
forma determinada por la Constitución y las leyes”. Por su parte el art. 5° CPP dispone: Legalidad de
las medidas privativas o restrictivas de libertad. No se podrá citar, arrestar, detener, someter a
prisión preventiva ni aplicar cualquier otra forma de privación o restricción de libertad a ninguna
persona, sino en los casos y en la forma señalados por la Constitución y las leyes.

Las disposiciones de este Código que autorizan la restricción de la libertad o de otros derechos del
imputado o del ejercicio de alguna de sus facultades serán interpretadas restrictivamente y no se
podrán aplicar por analogía. Por consiguiente, las medidas cautelares deben estar previamente
establecidas y la ley es la que debe señalar las hipótesis de aplicación de las mismas, sus requisitos y
demás condiciones.

En Chile, conforme al CPP, las medidas cautelares son: la citación (art. 123 y 124); la detención (art.
125 a 138); la prisión preventiva (art. 139 a 154); el arraigo (art. 155 letra d) primera parte) y un
conjunto de medidas cautelares privativas o restrictivas de libertad diversas de la prisión
preventiva contempladas en el art. 155 del CPP.

2.- La jurisdiccionalidad: toda medida cautelar personal debe ser otorgada conaprobación judicial.
Art. 83 inc. 3° CPP. “Estas medidas serán siempre decretadas por medio de resolución judicial
fundada”, art. 122 inc. 2°.

3.- La instrumentalidad: las medidas cautelares personales son de carácter instrumental ya que
cumplen determinadas funciones y están supeditadas a un proceso penal en curso. Por tanto, las
medidas cautelares deben cesar una vez que el proceso penal culmina.

Artículo 122.- Finalidad y alcance. Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando
fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del
procedimiento y sólo durarán mientras subsistiere la necesidad de su aplicación.

Artículo 153.- Término de la prisión preventiva por absolución o sobreseimiento. El tribunal


deberá poner término a la prisión preventiva cuando dictare sentencia absolutoria y cuando
decretare sobreseimiento definitivo o temporal, aunque dichas resoluciones no se encontraren
ejecutoriadas.
En los casos indicados en el inciso precedente, se podrá imponer alguna de las medidas señaladas en
el párrafo 6º de este Título, cuando se consideraren necesarias para asegurar la presencia del
imputado.
4.- La excepcionalidad: dada la afectación que las medidas cautelares importan a la libertad y,
adicionalmente, a la igualdad de las partes dentro del proceso, las mismas son de carácter
excepcional y van a requerir determinados supuestos materiales para su procedencia, ello
adicionalmente de cumplir un fin concreto. Como ocurre con las medidas precuatorias del derecho
civil, debe existir un fumus boni iuris (humo de buen derecho)que constituye el sustrato
material de su procedencia y que esta determinado, en el proceso penal, por la imputación de
un delito a un sujeto como requisito básico y esencial. Adicionalmente, este carácter se reconoce en
el art. 5° CPP

Artículo 122.- Finalidad y alcance. Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas
cuando fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del
procedimiento y sólo durarán mientras subsistiere la necesidad de su aplicación.

5.- La Necesariedad: las medidas cautelares requieren, para su aplicación, una razón quejustifique
su procedencia y esa razón, nuevamente haciendo un paralelo con el derecho civil, se determina en
base a el periculum in mora que justifica la adopción de la medida de privación de libertad a través
de la detención o prisión preventiva y que en materia penal justifica lo que se denomina “necesidad
de cautela”.
Los peligros que justifican la medida cautelar se encuentran vinculados por la necesidad de
asegurar la realización del juicio o para asegurar la imposición de la pena.

Doctrinariamente, el peligro de fuga o de evasión del imputado ha sido el fundamento esencial para
justificar la posibilidad de otorgamiento de una medida cautelar.
En base a lo expuesto, el peligro de evasión del imputado se encuentra directamente relacionado
con el delito objeto del proceso, de forma tal que mientras mayor sea la gravedad del delito
imputado, por la mayor pena a imponer en caso de condena, mayor será el peligro de fuga del
imputado.
De ahí que existe una marcado carácter cuantitativo en el proceso penal entre el delito objeto del
proceso y la medida cautelar. Por ello, si el delito investigado no merece una pena privativa de
libertad o si, mereciéndola, es procedente la remisión condicional, se debería llegar a sostener la
inexistencia del peligro de fuga y, por tanto, la necesidad de cautela que justificaría la medida
cautelar.
Sin perjuicio del peligro de fuga o evasión del imputado, el CPP nacional ha establecido otras
hipótesis de “necesidad de cautela” que justifica una medida cautelar.

Así, conforme al art. 140 CPP, también se contemplan:


 El peligro para el éxito de la investigación: “… cuando existiere sospecha grave y fundada de que el
imputado pudiere obstaculizar la investigación mediante la destrucción, modificación, ocultación o
falsificación de elementos de prueba; o cuando pudiere inducir a coimputados, testigos, peritos o
terceros para que informen falsamente o se comporten de manera desleal o reticente”.
 El peligro para la seguridad de la víctima: “Se entenderá que la seguridad del ofendido se
encuentra en peligro por la libertad del imputado cuando existieren antecedentes calificados que
permitieren presumir que éste realizará atentados en contra de aquél, o en contra de su familia o de
sus bienes”.
 El peligro para la seguridad de la sociedad: “Para estimar si la libertad del imputado resulta o no
peligrosa para la seguridad de la sociedad, el tribunal deberá considerar especialmente alguna de las
siguientes circunstancias: la gravedad de la pena asignada al delito; el número de delitos que se le
imputare y el carácter de los mismos; la existencia de procesos pendientes, y el hecho de haber actuado
en grupo o pandilla”.
“Se entenderá especialmente que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la
sociedad, cuando los delitos imputados tengan asignada pena de crimen en la ley que los consagra;
cuando el imputado hubiere sido condenado con anterioridad por delito al que la ley señale igual o
mayor pena, sea que la hubiere cumplido efectivamente o no; cuando se encontrare sujeto a alguna
medida cautelar personal como orden de detención judicial pendiente u otras, en libertad condicional o
gozando de alguno de los beneficios alternativos a la ejecución de las penas privativas o restrictivas de
libertad contemplados en la ley”.
“Para efectos del inciso cuarto, sólo se considerarán aquellas órdenes de detención pendientes que se
hayan emitido para concurrir ante un tribunal, en calidad de imputado”.

6.- La proporcionalidad: las medidas cautelares están destinadas a proteger la pretensión punitiva
que se hace valer, de forma tal que deben guardar respecto de ella una relación cuantitativa y
cualitativa. Por ello, las medidas cautelares personales, al igual que toda medida cautelar, no pueden
exceder el fin que se pretende por medio del proceso penal.

Por ello el art. 141 CPP dispone que la prisión preventiva no procede en los siguientes casos:
 Cuando el delito imputado estuviere sancionado únicamente con penas pecuniarias o privativas de
derecho.
 Cuando se trata de delitos de acción privada, y
 Cuando el imputado se encontrare cumpliendo efectivamente una pena privativa de libertad.
Manifestación de la proporcionalidad es el art. 152 inciso 2° que dispone:
“En todo caso, cuando la duración de la prisión preventiva hubiere alcanzado la mitad de la pena
privativa de libertad que se pudiere esperar en el evento de dictarse sentencia condenatoria, o de la
que se hubiere impuesto existiendo recursos pendientes, el tribunal citará de oficio a una audiencia,
con el fin de considerar su cesación o prolongación”.

7.- La temporalidad: la detención, la prisión preventiva y toda medida cautelar debe tener
necesariamente una limitación en cuanto a su duración, ya que ellas duran sólo hasta la dictación de
la sentencia definitiva. Pero dada sus consecuencias en la libertad persona, su carácter excepcional,
las medidas cautelares pueden terminar en el curso del proceso sin esperar la dictación de una
sentencia definitiva. Por ello el tiempo de permanencia en prisión preventiva o en arresto
domiciliario, al dictarse sentencia condenatoria, se abona a la pena que debe comenzar a cumplir
(art. 348 CPP). Por la temporalidad se justifica la existencia del inc. 2° del art. 152 CPP ya citado. De
ahí que la detención tiene un plazo máximo de 24 hrs. Art. 131 CPP.

8.- La Provisionalidad: toda medida cautelar tiene una duración provisional dentro del proceso,
ello no sólo a que las mismas tienen un duración temporal, sino que la resolución judicial que la
decreta es esencialmente provisoria en atención que puede ser revocada por otra posterior. En el
fondo, la resolución que decreta la medida cautelar no produce efectos permanentes, toda vez que
con posterioridad a ella otra resolución (definitiva) puede revocar, modificar o sustituir la medida
originalmente otorgada.

Artículo 144.- Modificación y revocación de la resolución sobre la prisión preventiva. La


resolución que ordenare o rechazare la prisión preventiva será modificable de oficio o a petición de
cualquiera de los intervinientes, en cualquier estado del procedimiento. Cuando el imputado solicitare
la revocación de la prisión preventiva el tribunal podrá rechazarla de plano; asimismo, podrá citar a
todos los intervinientes a una audiencia, con el fin de abrir debate sobre la subsistencia de los
requisitos que autorizan la medida. Si la prisión preventiva hubiere sido rechazada, ella podrá ser
decretada con posterioridad en una audiencia, cuando existieren otros antecedentes que, a juicio del
tribunal, justificaren discutir nuevamente su procedencia.

Artículo 145.- Substitución de la prisión preventiva y revisión de oficio. En cualquier momento del
procedimiento el tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá substituir la prisión preventiva por
alguna de las medidas que se contemplan en las disposiciones del Párrafo 6º de este Título.
Transcurridos seis meses desde que se hubiere ordenado la prisión preventiva o desde el último
debate oral en que ella se hubiere decidido, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin de
considerar su cesación o prolongación.

Artículo 146.- Caución para reemplazar la prisión preventiva. Cuando la prisión preventiva
hubiere sido o debiere ser impuesta únicamente para garantizar la comparecencia del imputado al
juicio y a la eventual ejecución de la pena, el tribunal podrá autorizar su reemplazo por una caución
económica suficiente, cuyo monto fijará. La caución podrá consistir en el depósito por el imputado u
otra persona de dinero o valores, la constitución de prendas o hipotecas, o la fianza de una o más
personas idóneas calificadas por el tribunal.
Adicionalmente, la aprobación de una salida alternativa trae aparejada, automáticamente, la
cesación de toda medida cautelar (art. 238 y 241 CPP). Lo mismo ocurre con las medidas de
seguridad respecto de los enajenados mentales (art. 458 y 465 CPP).

9.- La Sustituibilidad: Las medidas cautelares, dado su carácter de necesariedad y


proporcionalidad, son esencialmente sustitubles. Tal carácter se contempla en el CPP respecto de la
prisión preventiva que se puede sustituir por una o mas medidas del art. 155. Sin embargo, también
la prisión preventiva es sustituible, en determinados casos, por la caución económica, art. 146.
Adicionalmente, el art. 145 CPP dispone: Substitución de la prisión preventiva y revisión de
oficio. En cualquier momento del procedimiento el tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá
substituir la prisión preventiva por alguna de las medidas que se contemplan en las disposiciones
del Párrafo 6º de este Título.

10.- La Acumulabilidad: vinculado con el principio de necesariedad de las medidas cautelares, se


encuentra esta característica que esta referido a la posibilidad de dictar varias medidas concretas en
relación a un mismo individuo. Obviamente en la prisión preventiva ella no puede acumularse otra
medida, pero el CPP contempla la posibilidad
de incomunicar al imputado conforme el art. 151 . En el caso de las cautelares del art. 155 se
contempla expresamente la posibilidad de dictar una o mas medidas.

11 .- La Dignidad: un principio que se materializa en el proceso y en las medidas cautelares es que


las mismas no pueden atentar contra la dignidad humana de quien esta privado de libertad. Por ello
se contemplan las normas que la privación de libertad se debe realizar en lugares de detención
previstos en la ley, los que deben contar con condiciones mínimas de higiene y alimentación,
permite que el detenido pueda proveerse de las comodidades necesarias compatibles con el
establecimiento respectivo, que no es posible mantener juntos sujetos en prisión preventiva y
condenados, que el imputado siempre puede contactarse con su abogado y entrevistarse
privadamente, etc. (arts. 19 N° 7, letra d); 154 letra c); 138, 154, 150 inc. 2°; 150 inc. 4°; 94 letra f),
g) y h); 150 inc. 5°; 96 inc. 3° y 151 , etc.)

12.- La responsabilidad del Estado: Art. 19 N° 7 letra i) CPRC: Una vez dictado sobreseimiento
definitivo o sentencia absolutoria, el que hubiere sido sometido a proceso o condenado en cualquier
instancia por resolución que la Corte Suprema declare injustificadamente errónea o arbitraria,
tendrá derecho a ser indemnizado por el Estado de los perjuicios patrimoniales y morales que haya
sufrido. La indemnización será determinada judicialmente en procedimiento breve y sumario y en él
la prueba se apreciará en conciencia;
 Las Medidas Cautelares Personales
Regulación: Título V, libro I, arts. 122 a 156.

Concepto: los medios contemplado en la ley, privativos o restrictivos de libertad personal u otros
derechos individuales de un imputado, que se decretan por el tribunal mediante resolución fundada,
cuando fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del
procedimiento penal, consistentes en la realización de diligencias precisas y determinadas de la
investigación, asegurar la presencia del imputado en el juicio oral, protegeré al ofendido y velar por
la seguridad de la sociedad. (Derecho Procesal Penal, tomo I, Maturana y Montero, p. 504).

Clasificación: Citación, detención, prisión preventiva y cautelares personales del art. 155.

Principios esenciales que las regulan: Solo pueden decretarse aquellas medidas cautelares que la
ley contempla en el curso de un proceso penal, sin perjuicio de las medidas que contemplan leyes
especiales, debiendo aplicarse las normas que las contemplan en forma restrictiva.
i. Sólo se pueden decretar medidas cautelares cuando son estrictamente necesarias para los fines del
procedimiento (art. 122 inc. 1 °)
ii. Duran sólo mientras subsista la necesidad de su aplicación (art. 122 inc. 1 °).
iii. Deben ser decretadas por resolución judicial fundada (art. 122 inc. 2°).
iv. Solo deben durar mientras subsista su necesidad de aplicación (art. 122 inc. 1 °)
v. Tienen un orden de graduación para ser decretadas, siendo la prisión preventiva la medida mas
extrema, debiendo aplicarse cuando por la calificación del legislador o a criterio del tribunal no
fuere procedente otro medida cautelar menos intensa (art. 139 inc. 2°, 141 ).
vi. Son esencialmente revocables, revisables, modificables y sustituibles (art. 144 y 145).
Artículo 122.- Finalidad y alcance. Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando
fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y
sólo durarán mientras subsistiere la necesidad de su aplicación.
Estas medidas serán siempre decretadas por medio de resolución judicial fundada.

1 .- LA CITACIÓN:
La citación, como medida cautelar personal, es la orden de comparecencia dispuesta por el juez de
garantía o por el Tribunal Oral en lo Penal respecto del imputado, a objeto de que ése comparezca a
una audiencia, bajo apercibimiento de disponerse una medida privativa de libertad(art. 123)

El CPP regula tres formas de citación:


 La del art. 23 correspondiente a la que efectúa el Ministerio Público.
 La del art. 33, correspondiente a la citación judicial.
 La del art. 123 y 124, como medida cautelar personal.
La del art. 23 fue examinada en otra unidad, correspondiendo a la forma en que el MP desarrolla su
actividad de investigación a fin de procurar la comparecencia personal de testigos, peritos y del
imputado (arts. 23, 180 y 190).
La del art. 33, cuando fuere necesario citar a alguna persona para llevar a cabo una actuación ante
el tribunal, se le notificará la resolución que ordenare su comparecencia.
La citación del art. 123 y 124. Como medida cautelar.
La citación reconoce una forma de procedencia como regla general y otras relacionadas para
cualquier clase de delitos.

La regla general es que se puede disponer la citación respecto de cualquier delito, cuando sea
necesaria la presencia del imputado en el procedimiento (art. 123).
Frente a esta citación que constituye la regla general, el art. 124 dispone una regla especial, en el
evento de determinados delitos.

Artículo 124. Exclusión de otras medidas. Cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que
la ley no sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas
cautelares que recaigan sobre la libertad del imputado, con excepción de la citación.

Es decir, tratándose de faltas y delitos que no están sancionados con penas privativas o restrictivas
de libertad, no cabe ninguna medida cautelar personal que no sea la citación.
Excepción: inciso 2°: “Lo dispuesto en el inciso anterior no tendrá lugar en los casos a que se refiere el
inciso cuarto del artículo 134 o cuando procediere el arresto por falta de comparecencia, la detención
o la prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 33”.

La referida excepción cubre dos hipótesis:


a) Aquellas faltas que excepcionalmente, conforme lo dispone el inciso 4° del art, 134 autorizan la
detención por flagrancia ( artículos 494, N°s. 4 y 5, y 19, exceptuando en este último caso los hechos
descritos en los artículos 189 y 233; 494 bis, 495 N° 21 , y 496, Nos. 3, 5 y 26 CP)
b) La detención o prisión preventiva por falta de comparecencia, Art. 33 CPP. Puede ser que el
imputado sea citado legalmente para comparecer ante el tribunal y que no obstante no comparezca.
En tal caso, aun cuando se este frente a una falta o a un delito cuya pena no se privativa o restrictiva
de libertad, el tribunal puede disponer que se despache una orden de detención en contra del
imputado o, incluso, una orden de prisión preventiva, a ello a fin de garantizar su comparecencia. Es
decir, frente a la incomparecencia injustificada del imputado éste, en los casos señalados,
igualmente puede ser privado de libertad.

Inciso 3° del art. 33: “El tribunal podrá ordenar que el imputado que no compareciere
injustificadamente sea detenido o sometido a prisión preventiva hasta la realización de la actuación
respectiva. Tratándose de los testigos, peritos u otras personas cuya presencia se
requiriere, podrán ser arrestados hasta la realización de la actuación por un máximo de veinticuatro
horas e imponérseles, además, una multa de hasta quince unidades tributarias mensuales”.
Finalmente existe otra hipótesis de citación, ahora frente a simple delitos, la que se regula en el art.
134 inciso final.
“El procedimiento indicado en el inciso primero podrá ser utilizado asimismo cuando, tratándose de un
simple delito y no siendo posible conducir al imputado inmediatamente ante el juez, el funcionario a
cargo del recinto policial considerare que existen suficientes garantías de su oportuna comparecencia”.

Se trata de un caso de excepción en que es el funcionario policial a cargo del recinto quien dispone
la citación, siempre que:
- Se trate de un simple delito;
- No sea posible conducir al imputad inmediatamente ante el juez, y
- Existan suficientes garantías de comparecencia del imputado a la citación que se disponga.

Citación previa del imputado: la citación, en cuanto medida cautelar, también opera como
garantía para el imputado, ya que tratándose de las hipótesis del art. 124, al no ser procedente
ninguna medida cautelar de mayor intensidad, lo que corresponderá es que siempre se debe citar
previamente al imputado.

Si éste concurre la diligencia o actuación la misma se verifica y sólo a partir de ese momento, el juez
podrá, posteriormente y a petición del fiscal o el querellante, ordenar su detención, prisión
preventiva u otra medida cautelar. Si el imputado no concurre con un motivo justificado, el tribunal
deberá fijar nuevo día y hora para la realización de la actuación.

Si el imputado no comparece en forma injustificada, ahí puede el juez decretar la detención o prisión
preventiva del imputado, debiendo sí verificar que efectivamente el imputado haya sido
efectivamente citado.
2.- LA DETENCIÓN:
La detención se encuentra regulada en el Párrafo 3° del Libro II del CPP, art. 125 a 138.

Concepto: constituye una medida cautelar personal, que se adopta en los casos, por las personas y
en la forma prevista por la ley, mediante la cual se priva de la libertad personal al imputado, por un
plazo que no puede exceder las 24 hrs., con el fin de asegurar su comparecencia oportuna a los actos
del procedimiento, proteger el éxito de la investigación y a asegurar los fines del proceso penal.

Clasificación: detención judicial, regulada en los arts. 127 y 128, la cual puede decretar por un
tribunal con competencia criminal o por cualquier otro tribunal. Detención por flagrancia regulada
en el art. 129 CPP la cual puede ser practicada por personal policial (evento en que es obligatoria) o
por un particular (detención civil).

Principio general: Artículo 125.- Procedencia de la detención. Ninguna persona podrá ser
detenida sino por orden de funcionario público expresamente facultado por la ley y después que
dicha orden le fuere intimada en forma legal, a menos que fuere sorprendida en delito flagrante y,
en este caso, para el único objeto de ser conducida ante la autoridad que correspondiere.

Detención decretada por cualquier tribunal: Artículo 128.- Detención por cualquier tribunal.
Todo tribunal, aunque no ejerza jurisdicción en lo criminal, podrá dictar órdenes de detención
contra las personas que, dentro de la sala de su despacho, cometieren algún crimen o simple delito,
conformándose a las disposiciones de este Título. En el fondo, la disposición regula la detención que
se aproxima mas bien a los casos de detención por flagrancia, ya que se trata de crímenes o simples
delitos cometidos en la sala de despacho respectiva.

Detención decretada por un tribunal con competencia criminal (Garantía o Oral en lo Penal).
El juez competente pude dictar una orden de detención en contra del imputado, sin previa citación,
siempre que concurran los siguientes requisitos:
a) Exista una solicitud del Ministerio Público. Es importante destacar que el art. 127 se refiere
expresamente a este requisito, lo que da a entender que el juez no puede actuar de oficio. Ello es
correcto, por regla general, ya que el juez no puede despachar una orden de detención sin que le sea
solicitado y las únicas excepciones a ello serían las órdenes de detención que puede dictar para
hacer efectiva una prisión preventiva o la orden de ingreso para cumplir una pena privativa de
libertad.
b) Que no se trate de los casos en que no es procedente la detención a que se refiere el art. 124 CPP.
c) Que exista una causal que autorice el otorgamiento de una orden de detención:
1 .- Que de no mediar la orden de detención la comparecencia del imputado pueda verse demorada
o dificultada (art. 127 inc. 1 °), o
2.- Que la comparecencia del imputado sea indispensable para la realización de una audiencia y
habiendo sido legalmente citado no compareciera injustificadamente (art. 127 inc. 4° en relación
con el art. 33 inc. 3°). Esta hipótesis importa, necesariamente, la previa citación del imputado, su
falta de comparecencia injustificada y la existencia de una audiencia en que es indispensable su
presencia para validez de la misma (ej. audiencia de formalización, de prisión preventiva, de juicio
oral, etc,).

Tratándose de la primera hipótesis, es necesario dar fundamentos en orden a que el imputado no


concurrirá a una determinada audiencia y que la citación no será un medio eficaz para procurar su
comparecencia, de forma tal que el juez debe lograr un grado de convicción en relación a la
necesidad de dictarla (en el fondo peligro de demora, presunto peligro de fuga o evasión, etc.) y de
los fundamentos que determinan la existencia del hecho punible y la participación del imputado en
el delito.
De ahí que el art. 127 fuera modificado y se establecieran ciertos criterios guías que permitan al juez
conducirlo en orden a lograr esa convicción y determinar la necesidad de urgencia que autorice
dictar la orden de detención. De esta forma, la disposición se refiere a:
Además, podrá decretarse la detención del imputado por un hecho al que la ley asigne una pena
privativa de libertad de crimen.
Tratándose de hechos a los que la ley asigne las penas de crimen o simple delito, el juez podrá
considerar como razón suficiente para ordenar la detención la circunstancia de que el imputado
haya concurrido voluntariamente ante el fiscal o la policía, y reconocido voluntariamente su
participación en ellos.

Conforme lo expuesto, se estima que tales inciso corresponden mas bien a criterios legales que se
han establecido para conformar la idea que la comparecencia se verá demorada o dificultada y no de
normas obligatorias que lleven necesariamente a dictar la misma si se cumple la hipótesis, lo cual se
ve confirmado por el hecho que ambos inciso dejen a facultad del juez la dictación de la orden. Ello
implica que la necesidad de cautela o de urgencia puede también conformarse por otros criterios,
acudiendo especialmente al concepto de proporcionalidad, por ejemplo, estar frente a un delito de
homicidio, encontrarse el imputado condenado y gozando de penas sustitutivas o beneficios
intrapenitenciarios al cometer delitos, encontrarse formalizado por otro delito previo, estar
acusado, etc.

La resolución que niega despachar una orden de detención es apelable por el Ministerio
Público.

Requisitos de la orden de detención:


Artículo 154.- Orden Judicial. Toda orden de prisión preventiva o de detención será expedida por
escrito por el tribunal y contendrá:
a. El nombre y apellidos de la persona que debiere ser detenida o aprehendida o, en su defecto, las
circunstancias que la individualizaren o determinaren;
b. El motivo de la prisión o detención, y
c. La indicación de ser conducido de inmediato ante el tribunal, al establecimiento penitenciario o
lugar público de prisión o detención que determinará, o de permanecer en su residencia, según
correspondiere.

Lo dispuesto en este artículo se entenderá sin perjuicio de lo previsto en el artículo 9º para los casos
urgentes.

El inciso final se refiere a la posibilidad de dictar una orden de detención verbal en caso de urgencia,
evento en el cual el funcionario policial que de cumplimiento a la misma debe entregar una
constancia de la orden, con indicación del tribunal que la dicto, del delito a que le sirve de
fundamento y de la hora en que se emitió.

Procedimiento para hacer efectiva la orden de detención judicial:


- La orden judicial de detención la cumplirá el personal policial respectivo, para ello debe: Intimar la
orden en forma legal; lo que implica que se le debe informar sobre la existencia de la orden, el
tribunal que la dicto, el delito respectivo y, si es escrita, se le debe exhibir la misma al imputado e,
incluso, entregarle tener copia de la misma;
- Acto seguido se deberá proceder a informar al imputado de sus derechos conforme a las normas del
CPP de acuerdo a lo que dispone el at. 135 y de los derechos a que la disposición se refiere.

Artículo 135.- Información al detenido. El funcionario público a cargo del procedimiento de


detención deberá informar al afectado acerca del motivo de la detención, al momento de practicarla.
Asimismo, le informará acerca de los derechos establecidos en los artículos 93, letras a), b) y g), y
94, letras f) y g), de este Código. Con todo, si, por las circunstancias que rodearen la detención, no
fuere posible proporcionar inmediatamente al detenido la información prevista en este inciso, ella le
será entregada por el encargado de la unidad policial a la cual fuere conducido. Se dejará constancia
en el libro de guardia del recinto policial del hecho de haberse proporcionado la información, de la
forma en que ello se hubiere realizado, del funcionario que la hubiere entregado y de las personas
que lo hubieren presenciado.

La información de derechos prevista en el inciso anterior podrá efectuarse verbalmente, o bien por
escrito, si el detenido manifestare saber leer y encontrarse en condiciones de hacerlo. En este último
caso, se le entregará al detenido un documento que contenga una descripción clara de esos
derechos, cuyo texto y formato determinará el ministerio público.

En los casos comprendidos en el artículo 138, la información prevista en los incisos precedentes
será entregada al afectado en el lugar en que la detención se hiciere efectiva, sin perjuicio de la
constancia respectiva en el libro de guardia.
La detención del imputado (sea por orden judicial o por flagrancia) autoriza al personal policial al
registro de las vestimentas, vehículo y del equipaje que utilice o porte el imputado. Ello además,
como se examino en su oportunidad, a el eventual ingreso y registro del lugar cerrado en que el
imputado se haya ocultado si se dan los supuestos del art. 205.

La obligación del personal policial al momento de la detención y de la información que le debe


entregar al imputado debe ser fiscalizada por fiscal y el juez, conforme lo dispone el art. 136.
Conforme al inc. 1 ° del art. 131 : “Cuando la detención se practicare en cumplimiento de una orden
judicial, los agentes policiales que la hubieren realizado o el encargado del recinto de detención
conducirán inmediatamente al detenido a presencia del juez que hubiere expedido la orden. Si ello no
fuere posible por no ser hora de despacho, el detenido podrá permanecer en el recinto policial o de
detención hasta el momento de la primera audiencia judicial, por un período que en caso alguno
excederá las veinticuatro horas”.

En caso de haberse despachado una orden de detención el imputado siempre puede presentarse
voluntariamente ante el juez a fin de que resuelva sobre la misma, sin necesidad de “entregarse” a la
policía. Artículo 126.- Presentación voluntaria del imputado. El imputado contra quien se hubiere
emitido orden de detención por cualquier autoridad competente podrá ocurrir siempre ante el juez
que correspondiere a solicitar un pronunciamiento sobre su procedencia o la de cualquier otra
medida cautelar.

La detención por flagrancia:


Flagrancia proviene del latín flagrare, que arder, que resplandece como el fuego, ello con el fin de
dar la idea de algo que esta ocurriendo, que se esta ejecutando o que es tan evidente que no necesita
prueba y que corresponde al uso que se le da al concepto.

En el ámbito penal el delito flagrante dice con aquel que se esta cometiendo o ejecutando o que se
ejecutó en un tiempo inmediato. De esta forma, la flagrancia dice relación con la inmediatez y con la
posibilidad de detectar el delito cuándo se esta cometiendo.
En el caso de la flagrancia, el CPP autoriza a cualquier persona a detener a otro en caso de flagrancia,
con el único objeto de entregarla a la policía, al Ministerio Público o a la autoridad judicial más
próxima. En el caso de los particulares, la ley sólo faculta a efectuar la detención y con el único
objeto señalado (art. 129 inc. 1 °).
En cambio, cuando se trata de las policías la detención por flagrancia no es una mera facultad, sino
una obligación (art. 129 inc. 2°) y de ahí que entre las facultades autónomas, una de las principales
es la de proceder a la detención en el caso de flagrancia.
Cabe hacer presente que la detención en el caso de flagrancia, autoriza al registro de las
vestimentas, equipaje o vehículo de la persona detenida y a la incautación, sin necesidad de orden
judicial o autorización, de los objetos o instrumentos que provengan del delito, hayan sido utilizados
para su comisión o que sirvan de prueba o evidencia (art. 129 inc. 2°).
La detención por flagrancia se encuentra regulada, en sus hipótesis, esencialmente en el art. 130
CPP. Sin embargo, el art. 129 inc. 4°, regula otras hipótesis de flagrancia que, en realidad, no existe la
misma, tratándose de situaciones en que, para todos los efectos legales, se entiende que existe
flagrancia para efectos de proceder a la detención, aun cuando, claramente, no se da el requisito de
inmediatez.

Las hipótesis a que se refiere el art. 129 inc. 4° son: Al sentenciado a penas privativas de libertad
que hubiere quebrantado su condena; Al que se fugare estando detenido; Al que tuviere orden de
detención pendiente, A quien fuere sorprendido en violación flagrante de las medidas cautelares
personales que se le hubieren impuesto; Al que fuere sorprendido infringiendo las condiciones
impuestas en virtud de las letras a), b), c) y d) del artículo 17 ter de la ley Nº 18.216, y Al que violare
la condición del artículo 238, letra b), que le hubiere sido impuesta para la protección de otras
personas.

De esta forma, se extiende la flagrancia a situaciones que no se encuentran destinadas a cautelar una
sentencia definitiva que se va a pronunciar en el futuro en un proceso penal pendiente, sino que mas
bien están digeridas a permitir el efectivo cumplimiento de resoluciones judiciales ya pronunciadas
en el proceso.

Hipótesis de delitos flagrantes propiamente tal, art. 130 CPP: Situación de flagrancia. Se entenderá
que se encuentra en situación de flagrancia:
a) El que actualmente se encontrare cometiendo el delito;
b) El que acabare de cometerlo;
c) El que huyere del lugar de comisión del delito y fuere designado por el ofendido u otra persona
como autor o cómplice;
d) El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un delito, fuere encontrado con objetos
procedentes de aquél o con señales, en sí mismo o en sus vestidos, que permitieren sospechar su
participación en él, o con las armas o instrumentos que hubieren sido empleados para cometerlo, y
e) El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o testigos presenciales, señalaren como autor
o cómplice de un delito que se hubiere cometido en un tiempo inmediato.
f) El que aparezca en un registro audiovisual cometiendo un crimen o simple delito al cual la policía
tenga acceso en un tiempo inmediato.
Para los efectos de lo establecido en las letras d), e) y f) se entenderá por tiempo inmediato todo
aquel que transcurra entre la comisión del hecho y la captura del imputado, siempre que no
hubieren transcurrido más de doce horas.

Las hipótesis de flagrancia a que se refieren las letras d), e) y f) se denominan por la doctrina como
flagrancia ficta o virtual, toda vez que se trata de situaciones mas difusas en donde existen
evidencias que permiten vincular, con un alto grado de certeza, el sujeto con el delito cometido, en
donde lo que en realidad existe son “destellos” de la flagrancia del delito.
Por ello, para la existencia de flagrancia es indispensable la existencia de dos requisitos esenciales:
A. Un marco temporal de inmediatez (requisito temporal); que requiere que el delito se este
cometiendo o haya transcurrido un instante desde que se cometió, de forma que la detención ocurre
sin tardanza, y
B. Ostensibilidad, que dice relación con la particular forma de comisión del delito y las circunstancias
que lo rodean, de forma tal de hacer “patente o evidente” la ejecución del mismo por parte del
imputado.
El primer requisito se examina, ex post a la detención, calificando el juez las circunstancias a fin de
establecer la existencia de la inmediatez exigida. En cambio, el carácter ostensible de la comisión de
delito se analiza ex ante, nunca luego de la detención. Esto significa que la ostensibilidad se opone a
cualquier actividad policial encaminada a descubrir el delito o aclarar sus circunstancias. Así, si en
un caso concreto es necesario determinar, por ejemplo, que una especie robada o sustraída
encontrada en poder de un sujeto en control de identidad es o no producto de un robo o hurto, no se
esta frente a una situación de flagrancia y es necesario obtener una orden de detención judicial.

Efectuada la detención por flagrancia, se deberá proceder, al igual que en el caso de la detención por
orden judicial, a informar al imputado del motivo de la detención y de los derechos que le confiere el
art. 94 CPP, de lo cual la policía deja un registro escrito a fin de acreditar la circunstancia, ello en
cumplimiento del art. 135.

Asimismo, la detención por flagrancia autoriza el registro de vestimentas, vehículo y maletas que
portare el imputado, como también a la incautación de los documentos o instrumentos que llevare
el detenido y que puedan provenir del delito o servir de evidencia para la comprobación del hecho
punible y la participación.

Conforme al art. 131 CPP, en caso de detención por flagrancia : “Cuando la detención se practicare en
virtud de los artículos 129 y 130, el agente policial que la hubiere realizado o el encargado del recinto
de detención deberán informar de ella al ministerio público dentro de un plazo máximo de doce horas.
El fiscal podrá dejar sin efecto la detención u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro
de un plazo máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención se hubiere practicado. Si el
fiscal nada manifestare, la policía deberá presentar el detenido ante la autoridad judicial en el plazo
indicado”. “Cuando el fiscal ordene poner al detenido a disposición del juez, deberá, en el mismo acto,
dar conocimiento de esta situación al abogado de confianza de aquél o a la Defensoría Penal Pública”.
“Para los efectos de poner a disposición del juez al detenido, las policías cumplirán con su obligación
legal dejándolo bajo la custodia de Gendarmería del respectivo tribunal”.

Es decir, frente a la detención por flagrancia, debe ocurrir lo siguiente:


A.- Personal policial debe informar al fiscal de la detención, y tiene un plazo máximo de 12 hrs.
B.- El fiscal, frente al aviso de la policía, debe determinar que ocurre con el detenido, pudiendo
ocurrir dos cosas: que el fiscal decida dejar en libertad al imputado, evento en que cual éste recobra
su libertad y el proceso penal sigue conforme a las reglas generales o que el fiscal decida mantener
la detención evento en el cual el detenido debe ser puesto a disposición del juez de garantía en el
plazo máximo de 24 hrs. a contar de la detención para efecto de controlar la detención.
C.- Si nada dice el fiscal, la policía debe poner a disposición del tribunal al imputado detenido. La
circunstancia de que el delito que da lugar la detención sea de previa instancia particular no impide
que se proceda a la misma (art. 129 inc. 3°). Lo que ocurrirá es que el procedimiento penal no podrá
seguir adelante hasta que el hecho se denuncie. Esto significará que el fiscal, de no mediar denuncia,
proceda a dejar sin efecto la detención.

En el caso de detención flagrante, la policía puede ingresar y registrar a recintos cerrados cuando se
encontrare en actual persecución del individuo a quien debiere detener, para practicar la respectiva
detención (art. 129 inc. final).

La audiencia de control de detención.


Sea que la detención sea judicial o por flagrancia, el plazo máximo de la detención es de 24 hrs. a
contar de que ella se efectúe (art. 131 ). Conforme a ello, transcurrido el plazo referido, sin que el
detenido sea puesto a disposición del tribunal, el imputado debería ser puesto en libertad en forma
inmediata, ya que la mantención de la privación de la libertad personal del mismo transcurrido
dicho término podría generar responsabilidad penal frente a un delito de secuestro omisivo. Ahora
bien, si la detención es judicial, conforme se examino, el imputado debe ser puesto a disposición
del juez en forma inmediata si es en horario de despacho, en caso contrario, deberá ser entregado a
primera hora sin que se pueda superar las 24 hrs. (art. 131 inc. 1 °)
En el caso de la detención por flagrancia, existe la posibilidad de que el fiscal deje sin efecto la
detención y el imputado recobre su libertad. En el evento que decida mantener la detención, el
imputado debe ser puesto a disposición del tribunal en el plazo máximo de 24 hrs. (art. 131 inc. 2°).
Para cumplir con el plazo de 24 hrs. y poner a disposición del juez al detenido, las policías cumplirán
con su obligación legal dejándolo bajo la custodia de Gendarmería del respectivo tribunal (art. 131
inc. final).

La audiencia de control de detención es aquella en que el detenido es puesto a disposición del juez
de garantía, a la que debe comparecer el fiscal o el abogado asistente de fiscal y el abogado defensor
del imputado, con el fin de examinar y determinar si la privación de libertad fue realiza conforme a
los presupuestos en la Constitución y las leyes lo permiten. Puede corresponder a la primera
audiencia judicial, como ocurre en el caso de la detención por flagrancia o no, como ocurre en
situaciones en que existe una orden judicial de detención por falta de comparecencia a alguna
diligencia o actuación diversa a una formalización de investigación.

 La regla general es que la audiencia de control de detención dará lugar al término de la


misma, salvo en el caso de ampliación de la detención.

Si bien la audiencia de control se prevé esencialmente para efectos de formalizar la investigación, la


verdad es que la misma puede llevar a diversas hipótesis como es la ampliación de la detención; la
presentación de un requerimiento en procedimiento simplificado (art. 393 bis); al simple control de
la detención y la posterior libertad del imputado o incluso, luego de controlar la detención, a la
aplicación de un principio de oportunidad de ser procedente.

La importancia de la audiencia esta vinculada a su objeto, es decir, determinar la legalidad de la


detención, ya que su eventual declaración de ilegalidad puede producir importantes efectos en
relación a los medios probatorios que se puedan haber obtenido producto de la misma y producir la
ilegalidad de los mismos y de los medios de prueba derivados. De ahí que el CPP, en determinados
casos, autoriza la apelación de la ilegalidad de la detención (at. 132 bis), a fin de permitir discutir
los supuestos fácticos y jurídicos de la misma y procurar la legalidad de la misma y, por tanto, de los
medios de prueba respectivos.

Conforme al art. 132 del CPP, las situaciones que pueden darse en relación a una audiencia de
control de detención pueden ser las siguientes:
A. No comparece el fiscal o el abogado asistente; evento en el cual la audiencia no puede realizarse,
dando a lugar a la liberación del imputado, salvo que el juez decida suspender la audiencia por un
plazo breve y perentorio que no puede exceder de 2 hrs. a fin de que comparezca un fiscal adjunto o
abogado asistente, ello sin perjuicio de informar de la inasistencia al fiscal regional para efectos de
hacer efectiva la eventual responsabilidad disciplinaria.
B. No comparece el abogado defensor: situación en que no se podrá realizar la audiencia de control
ya que su presencial es obligatoria (art. 103). En este caso se entiende una situación de abandono de
defensa, debiendo el tribunal designar un nuevo defensor y una vez asignado y aceptado se podrá
realizar la audiencia (art. 106)
C. Comparece el fiscal o el abogado asistente y el defensor penal: hipótesis en que se estará en
condiciones de poder realizar la audiencia de control respectiva.
La audiencia de control de detención puede ser declarada legal, lo cual significa que se cumplieron a
juicio del tribunal los requisitos legales para la detención o bien, estimar que no se cumplieron os
requisitos legales, procediendo el juez a declarar ilegal la detención.
En todo caso, la ilegalidad de la detención no impide al fiscal o abogado asistente formalizar la
respectiva investigación y solicitar medidas cautelares personales (art. 132 inc. final).
Conforme al art. 132, efectuada la audiencia de control de detención, el fiscal abogado asistente
podrá:
A. Formalizar investigación en contra del imputado, lo cual hará cuando cuenta con todos los
antecedentes necesarios para ello y una vez formalizara podrá realizar las otras actuaciones
procesales posibles como solicitar medidas cautelares, suspender condicionalmente el
procedimiento, convenir un acuerdo reparatorio o ir a juicio inmediato.
B.- Ampliar el plazo de detención: lo que ocurrirá cuando el fiscal o abogado asistente no posea
todos los antecedentes necesarios para formalizar investigación, siendo posible que el juez amplíe
hasta en 3 días la misma (art. 132 inc. 4°), a cuyo término debe proceder a formalizar.
C.- Requerir en procedimiento simplificado: esta posibilidad se contempla en el art. 393 bis del
CPP, facultando al fiscal en el caso de delitos cuya pena concreta a solicitar no supere el presidio o
reclusión menor en grado mínimo y respecto de las faltas que autorizan la detención, a dar curso al
procedimiento por las normas del procedimiento simplificado y proceder derechamente a requerir.

Artículo 132. Comparecencia judicial. “A la primera audiencia judicial del detenido deberá
concurrir el fiscal o el abogado asistente del fiscal. La ausencia de éstos dará lugar a la liberación del
detenido. No obstante lo anterior, el juez podrá suspender la audiencia por un plazo breve y perentorio
no superior a dos horas, con el fin de permitir la concurrencia del fiscal o su abogado
asistente. Transcurrido este plazo sin que concurriere ninguno de ellos, se procederá a la liberación del
detenido”. “En todo caso, el juez deberá comunicar la ausencia del fiscal o de su abogado asistente al
fiscal regional respectivo a la mayor brevedad, con el objeto de determinar la eventual responsabilidad
disciplinaria que correspondiere”.“ En la audiencia, el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando
expresamente facultado por éste, procederá directamente a formalizar la investigación y a solicitar las
medidas cautelares que procedieren, siempre que contare con los antecedentes necesarios y que se
encontrare presente el defensor del imputado. En el caso de que no pudiere procederse de la manera
indicada, el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando en la forma señalada, podrá solicitar una
ampliación del plazo de detención hasta por tres días, con el fin de preparar su presentación. El juez
accederá a la ampliación del plazo de detención cuando estimare que los antecedentes justifican esa
medida”. “En todo caso, la declaración de ilegalidad de la detención no impedirá que el fiscal o el
abogado asistente del fiscal pueda formalizar la investigación y solicitar las medidas cautelares que
sean procedentes, de conformidad con lo dispuesto en el inciso anterior, pero no podrá solicitar la
ampliación de la detención. La declaración de ilegalidad de la detención no producirá efecto de cosa
juzgada en relación con las solicitudes de exclusión de prueba que se hagan oportunamente, de
conformidad con lo previsto en el artículo 276”.

Declaración de ilegalidad de detención:


La declaración de ilegalidad de detención afecta profundamente la posible legalidad de los medios
de prueba, lo cual sumado a diversas interpretaciones jurisprudenciales llevaron a la necesidad de
modificar el art. 132. Se interpretó por varios tribunales de justicia que la declaración de ilegalidad
de la detención implicaba la inmediata libertad del imputado y la imposibilidad de seguir adelante
formalizando la investigación y solicitando mediadas cautelares y adicionalmente afectada desde
ese momento la legalidad de los medios de prueba.

Ello generó la modificación del art. 132 CPP inciso final a objeto de resolver ambos aspectos y
disponiendo, en definitiva, lo siguiente:
- Juez competente para controlar la detención: Regla general, conforme al art. 70 inc. 1 °: Juez de
garantía competente. “El juez de garantía llamado por la ley a conocer las gestiones a que de lugar el
respectivo procedimiento se pronunciará sobre las autorizaciones judiciales previas que solicitare el
ministerio público para realizar actuaciones que privaren, restringieren o perturbaren el ejercicio de
derechos asegurados por la Constitución”.
Excepcionalmente (inc. 2°): “Si la detención se practicare en un lugar que se encontrare fuera del
territorio jurisdiccional del juez que hubiere emitido la orden, será también competente para conocer
de la audiencia judicial del detenido el juez de garantía del lugar donde se hubiere practicado la
detención, cuando la orden respectiva hubiere emanado de un juez con competencia en una ciudad
asiento de Corte de Apelaciones diversa. Cuando en la audiencia judicial se decretare la prisión
preventiva del imputado, el juez deberá ordenar su traslado inmediato al establecimiento
penitenciario del territorio jurisdiccional del juez del procedimiento. Lo previsto en este inciso no
tendrá aplicación cuando la orden de detención emanare de un juez de garantía de la Región
Metropolitana y ésta se practicare dentro del territorio de la misma, caso en el cual la primera
audiencia judicial siempre deberá realizarse ante el juzgado naturalmente competente”.
“En todo caso, la declaración de ilegalidad de la detención no impedirá que el fiscal o el abogado
asistente del fiscal pueda formalizar la investigación y solicitar las medidas cautelares que sean
procedentes, de conformidad con lo dispuesto en el inciso anterior, pero no podrá solicitar la
ampliación de la detención. La declaración de ilegalidad de la detención no producirá efecto de cosa
juzgada en relación con las solicitudes de exclusión de prueba que se hagan oportunamente, de
conformidad con lo previsto en el artículo 276”.
De esta forma, actualmente, es posible formalizar investigación y solicitar medidas cautelares, sin
que la declaración de ilegalidad afecte, ex ante, las prueba obtenida lo cual deberá resolverse en la
audiencia de preparación de juicio oral. Lo único que no es posible es la ampliación de la detención.

- Adicionalmente, se incorporó al CPP el art. 132 bis, que establece la posibilidad de apelar de la
declaración de ilegalidad de la detención en determinados casos. Apelación que sólo
corresponde al ministerio público y se regula por las reglas generales, es decir, es por escrito,
debidamente fundado y en el plazo máximo de 5 días a contar de la fecha de la resolución recurrida.

3.- LA PRISIÓN PREVENTIVA:


La reglamentación de la prisión preventiva se encuentra en el párrafo 4° libro II del CPP, arts. 139 a
153.

Definición: constituye una medida cautelar personal decretada por el tribunal de garantía, que
dispone en forma excepcional y en los casos en que lo permite la ley, la privación de libertad del
imputado por un tiempo indefinido durante la tramitación del proceso penal en un recinto
penitenciario, por no ser satisfactorias las medidas cautelares de menor intensidad para asegurar el
cumplimiento de las finalidades del procedimiento.

La prisión preventiva constituye una medida cautelar personal de carácter excepcional, cuya
procedencia esta determinada por la falta de efectividad en otro tipo de medidas cautelares
personales y que por la grave afectación de la libertad personal esta sujeta a un régimen de revisión
permanente a fin de que las condiciones que la hicieron procedente sean revisadas para su
mantención. Su procedencia esta sujeto a un doble conjunto de requisitos de fondo; en primer lugar
la existencia de supuestos materiales, determinados esencialmente por la existencia de elementos
de prueba que justifiquen la existencia del hecho punible y presunciones en relación a la
participación y, por otro, a la denominada “necesidad de cautela” correspondiendo a los fines que la
misma debe cumplir conforme a la legislación procesal.

Artículo 139.- Procedencia de la prisión preventiva. Toda persona tiene derecho a la libertad
personal y a la seguridad individual. La prisión preventiva procederá cuando las demás medidas
cautelares personales fueren estimadas por el juez como insuficientes para asegurar las finalidades del
procedimiento, la seguridad del ofendido o de la sociedad.
Requisitos de procedencia (art. 140 CPP):
A. Que se hubiere formalizado la investigación;
B. Que el Ministerio Público o el querellante la solicite;
C. La realización de una audiencia con la presencia del fiscal, imputado, abogado defensor y
querellante;
D. Que las otras medidas cautelares sean insuficientes para asegurar los fines del procedimiento;
E. Que no se este frente a casos de improcedencia de la prisión preventiva;
F. Que existan antecedentes que justifiquen la existencia del delito (supuesto material);
G. Que existan antecedentes que permitan presumir fundadamente que el imputado ha tenido
participación en el delito como autor, cómplice o encubridor (supuesto material), y
H. Que existan antecedentes calificados que permiten considerar que la prisión preventiva es
indispensable para el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la
libertad es peligros para la seguridad de la sociedad o del ofendido o que existe peligro de que el
imputado se dé a la fuga (necesidad de cautela).

1 .- Investigación formalizada: conforme el art. 140 se requiere que la investigación se encuentre


formalizada. Sin embargo, los tribunales han aceptado la posibilidad de la prisión preventiva en
procedimientos simplificados una vez que se ha requerido.
2.- Solicitud del MP o querellante: la regla general es que el juez no puede dictar de oficio esta
medida cautelar, siendo esencial que el fiscal o el querellante requiera la aplicación de esta medida.
El juez competente es, por regla general, el juzgado de garantía, sin perjuicio que el TOP también
posee la facultad de decretarla, especialmente por falta de comparecencia y sin perjuicio de la
obligación que tiene el mismo tribunal de pronunciarse sobre la libertad del imputado una vez
dictado el auto de apertura (art. 71 inc. 2°).
3.- La audiencia de prisión preventiva: requisito formal esencial es que se cite a una audiencia
para discutir la prisión preventiva y a que la misma asista el fiscal, el imputado, el abogado asistente
y el querellante de existir. En la audiencia se exponen los antecedentes en que se justifica la
solicitud, atendiendo los supuestos materiales respectivos y aquellos que fundamental la necesidad
de cautela.
4.- Que las otras medidas sean insuficientes: dado el carácter excepcional de la prisión
preventiva y la grave afectación a la libertad personal, conforme el art. 140, resulta indispensable
que “las demás medidas cautelares personales fueren estimadas por el juez como insuficientes para
asegurar las finalidades del procedimiento, la seguridad del ofendido o de la sociedad”.
5.- No encontrarse en un caso de improcedencia de la prisión preventiva: el art. 141 establece
expresamente la imposibilidad de dictar la medida cautelar referida cuando:
a) Cuando el delito imputado estuviere sancionado únicamente con penas pecuniarias o privativas de
derechos;
b) Cuando se tratare de delitos de acción privada, y
c) Cuando el imputado se encontrare cumpliendo efectivamente una pena privativa de libertad. Si por
cualquier motivo fuere a cesar el cumplimiento efectivo de la pena y el fiscal o el querellante estimaren
necesaria la prisión preventiva o alguna de las medidas previstas en el Párrafo 6º, podrá solicitarlas
anticipadamente, de conformidad a las disposiciones de este Párrafo, a fin de que, si el tribunal
acogiere la solicitud, la medida se aplique al imputado en cuanto cese el cumplimiento efectivo de la
pena, sin solución de continuidad.

Excepción: El inciso 2 del art. 141 °, “sin embargo establece una excepción: Podrá en todo caso
decretarse la prisión preventiva en los eventos previstos en el inciso anterior, cuando el imputado
hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares previstas en el Párrafo 6° de este Título o
cuando el tribunal considerare que el imputado pudiere incumplir con su obligación de
permanecer en el lugar del juicio hasta su término y presentarse a los actos del procedimiento
como a la ejecución de la sentencia, inmediatamente que fuere requerido o citado de conformidad a
los artículos 33 y 123. Se decretará también la prisión preventiva del imputado que no asistiere a la
audiencia del juicio oral, resolución que se dictará en la misma audiencia, a petición del fiscal o del
querellante”.
6.- Que existan antecedentes que justifiquen la existencia del delito que se investigare: letra
a) del art. 140 CPP. Se trata de justificar, con los antecedentes de la investigación, la existencia de
hecho punible objeto de la misma, esto implica que el juez debe efectuar un análisis de todos los
elementos que pueden configurar el delito concreto por el cual se solicita la medida cautelar, desde
la acción, hasta la culpabilidad y, en su caso, la punibilidad. Asimismo, exige cierto estándar en el
establecimiento ya que se debe “justificar”, lo cual implica un grado de convicción a que el juez debe
llegar en base a los antecedentes que se exponen.
7.- Que existan antecedentes que permitan presumir fundadamente que el imputado ha
tenido participación en el delito como autor, cómplice o encubridor: letra b) del art. 140 CPP.
Aquí el estándar de convicción aumenta, ya que se requiere que de ellos se pueda “presumir
fundadamente”. En el fondo se trata de que el juez obtenga, con los antecedentes expuestos, un
juicio de probabilidad acerca de la participación del imputado y que ello
lleve, por un conjunto de indicios fundados en los antecedentes expuestos, a estimar que el
imputado tuvo participación.
8.- Necesidad de cautela: dado que la prisión preventiva debe cumplir determinados fines en el
procedimiento, resulta indispensable que en base a los antecedentes que se exponen en la audiencia
el juez pueda conformarse la necesidad de imponer la medida en base a los fines que la prisión
preventiva posee conforme a la normativa procesal.

Las finalidades son:


- El peligro de fuga, para lo cual se consideran un factor abstracto, determinado por la gravedad de
la pena y otro concreto que consiste en indagar el peligro de evasión atendiendo las circunstancias
personales y sociales del imputado determinado.
- El peligro para el éxito de la investigación: “la prisión preventiva es indispensable para el éxito de
diligencias precisas y determinadas de la investigación”. Conforme al mismo art. 140, “Se entenderá
especialmente que la prisión preventiva es indispensable para el éxito de la investigación cuando
existiere sospecha grave y fundada de que el imputado pudiere obstaculizar la investigación mediante
la destrucción, modificación, ocultación o falsificación de elementos de prueba; o cuando pudiere
inducir a coimputados, testigos, peritos o terceros para que informen falsamente o se comporten de
manera desleal o reticente”. La sospecha debe ser grave y fundada, con lo cual la misma debe ser
probada en antecedentes concretos de la investigación penal.
- Peligro para la seguridad de la sociedad: aquí para estimar su concurrencia el tribunal puede
considerar diversos aspectos o criterios que se fijan en la misma disposición y que se han ampliado
por diversas modificaciones legislativas, con lo cual también se ha expandido el uso de la prisión
preventiva dado que constituye la causal mas utilizada.
Ello ha sido criticado por la doctrina, toda vez que “el riesgo social, la alarma, la protección de la
comunidad, no constituyen finalidades propias de las medidas cautelares y aún cuando pueda se
entendida y hasta compartida la necesidad de convivir con ellas, esto no hace sino dejar reflejando la
inconsistencia de proceder por esta vía desde la óptica conceptual”
Para dar los criterios que permitan establecer la causal el art. 140 CPP establece que: “el tribunal
deberá considerar especialmente alguna de las siguientes circunstancias: la gravedad de la pena
asignada al delito; el número de delitos que se le imputare y el carácter de los mismos; la existencia de
procesos pendientes, y el hecho de haber actuado en grupo o pandilla”. “Se entenderá especialmente
que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, cuando los delitos
imputados tengan asignada pena de crimen en la ley que los consagra; cuando el imputado hubiere
sido condenado con anterioridad por delito al que la ley señale igual o mayor pena, sea que la hubiere
cumplido efectivamente o no; cuando se encontrare sujeto a alguna medida cautelar personal como
orden de detención judicial pendiente u otras, en libertad condicional o gozando de alguno de los
beneficios alternativos a la ejecución de las penas privativas o restrictivas de libertad contemplados en
la ley”.
- Peligro para la seguridad del ofendido: “Se entenderá que la seguridad del ofendido se encuentra
en peligro por la libertad del imputado cuando existieren antecedentes calificados que permitieren
presumir que éste realizará atentados en contra de aquél, o en contra de su familia o de sus bienes”.
Estándar de convicción: dada la gravedad que importa esta medida cautelar, es necesario que el juez
obtenga la convicción en base a antecedente calificados a partir de los cuales es posible conformarse
la correspondiente causal y la necesidad de cautela que justifique la prisión preventiva.
En relación a la causal de peligro para la seguridad de la sociedad, Ferrajoli ha sostenido “la
perversión más grave del instituto, legitimada desgraciadamente por Carrara y antes por Pagano, ha
sido su transformación de instrumento exclusivamente procesal, dirigido a “estrictas necesidades”
sumariales, en instrumento de prevención y defensa social motivada por la necesidad de impedir al
imputado la ejecución de otros delitos”.

Algo similar ocurre con el peligro para la seguridad de la víctima, donde existe también una
presunción de peligrosidad basada en la sospecha de que el imputado pude cometer nuevos delitos
contra la misma, su familia o sus bienes. La solicitud de la prisión preventiva debe hacerse
necesariamente luego de la formalización, por lo que podrá efectuarse en esa audiencia, en la
audiencia de preparación de juicio oral, en la audiencia de juicio oral o en cualquier etapa de la
investigación una vez formalizada (art. 140-142).

Modificación y revocación de la prisión preventiva:


Siendo una medida cautelar esencialmente revocable y revisable, de carácter temporal y vinculada
al proceso, el tribunal que en un momento la pudo considerar necesaria, puede, con nuevos
antecedentes, estimar que las condiciones han sufrido una modificación que ya no la justifique.
Ahora bien, si lo que resulta modificado son los supuestos materiales (a y b del art. 140),
necesariamente la prisión preventiva debe cesar, sin que sea procedente sustituirla por otra menos
gravosa, ya que lo que desaparece son los supuestos materiales de la misma.
En cambio, si lo que resulta modificado es la necesidad de cautela, en tal caso la prisión preventiva
puede sustituirse por una menos gravosa.

“Artículo 144.- Modificación y revocación de la resolución sobre la prisión preventiva. La


resolución que ordenare o rechazare la prisión preventiva será modificable de oficio o a petición de
cualquiera de los intervinientes, en cualquier estado del procedimiento. Cuando el imputado solicitare
la revocación de la prisión preventiva el tribunal podrá rechazarla de plano; asimismo, podrá citar a
todos los intervinientes a una audiencia, con el fin de abrir debate sobre la subsistencia de los
requisitos que autorizan la medida. Si la prisión preventiva hubiere sido rechazada, ella podrá ser
decretada con posterioridad en una audiencia, cuando existieren otros antecedentes que, a juicio del
tribunal, justificaren discutir nuevamente su procedencia.”

Sustitución de la prisión preventiva por una medida cautelar menos intensa. Conforme al
“Artículo 145.- Substitución de la prisión preventiva y revisión de oficio. En cualquier momento del
procedimiento el tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá substituir la prisión preventiva por
alguna de las medidas que se contemplan en las disposiciones del Párrafo 6º de este Título”.
“Transcurridos seis meses desde que se hubiere ordenado la prisión preventiva o desde el
último debate oral en que ella se hubiere decidido, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con
el fin de considerar su cesación o prolongación”.

Reemplazo de la prisión preventiva por caución económica suficiente: Artículo 146.- “Caución
para reemplazar la prisión preventiva. Cuando la prisión preventiva hubiere sido o debiere ser
impuesta únicamente para garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual
ejecución de la pena, el tribunal podrá autorizar su reemplazo por una caución económica suficiente,
cuyo monto fijará”. “La caución podrá consistir en el depósito por el imputado u otra persona de dinero
o valores, la constitución de prendas o hipotecas, o la fianza de una o más personas idóneas calificadas
por el tribunal”.Se trata, en el caso de la caución, de sustituir una prisión preventiva otorgada por
una garantía económica suficiente que asegure los fines del procedimiento. Sin embargo, sólo es
posible sustituirla cuando la causal de otorgamiento es el peligro de fuga.
De esta forma, no procede sustituirla cuando la prisión preventiva cuando se otorgó por peligro
para la seguridad de la sociedad, por peligro para la víctima o para el éxito de diligencias de la
investigación.

La caución puede consistir en:


A. Depósito efectuado por el imputado u otra persona de dinero o valores,
B. La constitución de prendas o hipotecas, o
C. La fianza de una o mas personas calificadas por el tribunal (art. 146 inc. 2°).

Artículo 147.- Ejecución de las cauciones económicas. En los casos de rebeldía o cuando el
imputado se sustrajere a la ejecución de la pena, se procederá a ejecutar la garantía de acuerdo con
las reglas generales y se entregará el monto que se obtuviere a la Corporación Administrativa del
Poder Judicial.

Si la caución hubiere sido constituida por un tercero, producida alguna de las circunstancias a que
se refiere el inciso anterior, el tribunal ordenará ponerla en conocimiento del tercero interesado,
apercibiéndolo con que si el imputado no compareciere dentro de cinco días, se procederá a hacer
efectiva la caución. En ambos casos, si la caución no consistiere en dinero o valores, actuará como
ejecutante el Consejo de Defensa del Estado, para lo cual el tribunal procederá a poner los
antecedentes en su conocimiento, oficiándole al efecto.

Limites temporales a la prisión preventiva y término por absolución o sobreseimiento:


“Artículo 152.- Límites temporales de la prisión preventiva. El tribunal, de oficio o a petición de
cualquiera de los intervinientes, decretará la terminación de la prisión preventiva cuando no
subsistieren los motivos que la hubieren justificado”. “En todo caso, cuando la duración de la prisión
preventiva hubiere alcanzado la mitad de la pena privativa de libertad que se pudiere esperar en el
evento de dictarse sentencia condenatoria, o de la que se hubiere impuesto existiendo recursos
pendientes, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin de considerar su cesación o
prolongación”.

“Artículo 153.- Término de la prisión preventiva por absolución o sobreseimiento. El tribunal


deberá poner término a la prisión preventiva cuando dictare sentencia absolutoria y cuando decretare
sobreseimiento definitivo o temporal, aunque dichas resoluciones no se encontraren ejecutoriadas”.
“En los casos indicados en el inciso precedente, se podrá imponer alguna de las medidas
señaladas en el párrafo 6º de este Título, cuando se consideraren necesarias para asegurar la
presencia del imputado”.

Recursos relacionados con la prisión preventiva:


Artículo 149.- Recursos relacionados con la medida de prisión preventiva. La resolución que
ordenare, mantuviere, negare lugar o revocare la prisión preventiva será apelable cuando hubiere
sido dictada en una audiencia. No obstará a la procedencia del recurso, la circunstancia de haberse
decretado, a petición de cualquiera de los intervinientes, alguna de las medidas cautelares señaladas
en el artículo 155. En los demás casos no será susceptible de recurso alguno.
Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141 , 142, 361 , 362, 365 bis, 390, 391 , 433, 436 y
440 del Código Penal, en las leyes N°17.798 y N°20.000 y de los delitos de castración, mutilaciones y
lesiones contra miembros de Carabineros, de la Policía de Investigaciones y de Gendarmería de Chile,
en el ejercicio de sus funciones, el imputado que hubiere sido puesto a disposición del tribunal en
calidad de detenido o se encontrare en prisión preventiva no podrá ser puesto en libertad mientras no
se encontrare ejecutoriada la resolución que negare, sustituyere o revocare la prisión preventiva. El
recurso de apelación contra esta resolución deberá interponerse en la misma audiencia, gozará de
preferencia para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la tabla el mismo día de su
ingreso al Tribunal de Alzada, o a más tardar a la del día siguiente hábil. Cada Corte de Apelaciones
deberá establecer una sala de turno que conozca estas apelaciones en días feriados.
En los casos en que no sea aplicable lo dispuesto en el inciso anterior, estando pendiente el recurso
contra la resolución que dispone la libertad, para impedir la posible fuga del imputado la Corte de
Apelaciones respectiva tendrá la facultad de decretar una orden de no innovar, desde luego y sin
esperar la vista del recurso de apelación del fiscal o del querellante.

Ejecución de la prisión preventiva: Artículo 150.- Ejecución de la medida de prisión preventiva.


El tribunal será competente para supervisar la ejecución de la prisión preventiva que ordenare en las
causas de que conociere. A él corresponderá conocer de las solicitudes y presentaciones realizadas con
ocasión de la ejecución de la medida. La regla general es que será tribunal competente el de garantía
(art. 14 letra a) y 111 COT) , sin embargo también puede ser el TOP desde la dictación del auto de
apertura y hasta la dictación de la sentencia definitiva (art. 281 inc. 2°)

Lugar ejecución: La prisión preventiva se ejecutará en establecimientos especiales, diferentes de los


que se utilizaren para los condenados o, al menos, en lugares absolutamente separados de los
destinados para estos últimos.

Tratamiento del imputado: El imputado será tratado en todo momento como inocente. La prisión
preventiva se cumplirá de manera tal que no adquiera las características de una pena, ni provoque
otras limitaciones que las necesarias para evitar la fuga y para garantizar la seguridad de los demás
internos y de las personas que cumplieren funciones o por cualquier motivo se encontraren en el
recinto.

Medidas adopta el tribunal: El tribunal deberá adoptar y disponer las medidas necesarias para la
protección de la integridad física del imputado, en especial aquellas destinadas a la separación de los
jóvenes y no reincidentes respecto de la población penitenciaria de mayor peligrosidad.

Permiso de salida: El tribunal podrá excepcionalmente conceder al imputado permiso de salida por
resolución fundada y por el tiempo estrictamente necesario para el cumplimiento de los fines del
referido permiso, siempre que se asegure convenientemente que no se vulnerarán los objetivos de la
prisión preventiva.

Restricciones impuestas al imputado: Cualquier restricción que la autoridad penitenciaria


impusiere al imputado deberá ser inmediatamente comunicada al tribunal, con sus fundamentos. Éste
podrá dejarla sin efecto si la considerare ilegal o abusiva, convocando, si lo estimare necesario, a una
audiencia para su examen.

Normas comunes a la detención y prisión preventiva.


A.- Orden judicial de prisión preventiva: Artículo 154.- Orden Judicial. Toda orden de prisión
preventiva o de detención será expedida por escrito por el tribunal y contendrá:
a)El nombre y apellidos de la persona que debiere ser detenida o aprehendida o, en su defecto, las
circunstancias que la individualizaren o determinaren;
b) El motivo de la prisión o detención, y
c) La indicación de ser conducido de inmediato ante el tribunal, al establecimiento penitenciario o
lugar público de prisión o detención que determinará, o de permanecer en su residencia, según
correspondiere. Lo dispuesto en este artículo se entenderá sin perjuicio de lo previsto en el artículo
9º para los casos urgentes.
B.- Artículo 151 .- Prohibición de comunicaciones. “El tribunal podrá, a petición del fiscal,
restringir o prohibir las comunicaciones del detenido o preso hasta por un máximo de diez días,
cuando considerare que ello resulta necesario para el exitoso desarrollo de la investigación. En todo
caso esta facultad no podrá restringir el acceso del imputado a su abogado en los términos del
artículo 94, letra f), ni al propio tribunal. Tampoco se podrá restringir su acceso a una
apropiada atención médica”. “El tribunal deberá instruir a la autoridad encargada del recinto en que
el imputado se encontrare acerca del modo de llevar a efecto la medida, el que en ningún caso podrá
consistir en el encierro en celdas de castigo”.

OTRAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES:


Artículo 155.- Enumeración y aplicación de otras medidas cautelares personales. Para
garantizar el éxito de las diligencias de investigación o la seguridad de la sociedad, proteger al
ofendido o asegurar la comparecencia del imputado a las actuaciones del procedimiento o ejecución
de la sentencia, después de formalizada la investigación el tribunal, a petición del fiscal, del
querellante o la víctima, podrá imponer al imputado una o más de las siguientes medidas:
a) La privación de libertad, total o parcial, en su casa o en la que el propio imputado señalare, si
aquélla se encontrare fuera de la ciudad asiento del tribunal;
b) La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada, las que informarán
periódicamente al juez;
c) La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él designare;
d) La prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del ámbito territorial que
fijare el tribunal;
e) La prohibición de asistir a determinadas reuniones, recintos o espectáculos públicos, o de visitar
determinados lugares;
f) La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afectare el derecho
a defensa;
g) La prohibición de aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el
hogar que compartiere con aquél;
h) La prohibición de poseer, tener o portar armas de fuego, municiones o cartuchos, y
i) La obligación del imputado de abandonar un inmueble determinado. El tribunal podrá imponer
una o más de estas medidas según resultare adecuado al caso y ordenará las actuaciones y
comunicaciones necesarias para garantizar su cumplimiento. La procedencia, duración,
impugnación y ejecución de estas medidas cautelares se regirán por las disposiciones aplicables a la
prisión preventiva, en cuanto no se opusieren a lo previsto en este Párrafo.

Requisitos de procedencia: los mismos que en el caso de la prisión preventiva.

Objetivo: garantizar el éxito de la investigación, la seguridad de la sociedad, la protección del


ofendido o asegurar la comparecencia del imputado a las actuaciones del procedimiento o ejecución
de la sentencia.

Artículo 156.- Suspensión temporal de otras medidas cautelares personales. El tribunal podrá
dejar temporalmente sin efecto las medidas contempladas en este Párrafo, a petición del afectado por
ellas, oyendo al fiscal y previa citación de los demás intervinientes que hubieren participado en la
audiencia en que se decretaron, cuando estimare que ello no pone en peligro los objetivos que se
tuvieron en vista al imponerlas. Para estos efectos, el juez podrá admitir las cauciones previstas en el
artículo 146.

Artículo 156 bis.- Medidas cautelares especiales. En los casos de investigaciones por fraude en el
otorgamiento de licencias médicas, el tribunal podrá, en la oportunidad y a petición de las personas
señaladas en el artículo 155, decretar la suspensión de la facultad de emitir dichas licencias mientras
dure la investigación o por el menor plazo que, fundadamente, determine.
3. MEDIDAS CAUTELARES REALES:
Regulación: Las medidas cautelares reales se encuentran reglamentadas en el Título VI del Libro I
del CPP, arts. 157 y 158 CPP.
Concepto: aquellas que tienen por objeto privar, limitar o disponer de los derechos patrimoniales
durante el curso del PPenal para asegurar la pretensión civil que puede hacerse valer en el proceso
penal y que puede ser reconocida al momento de dictarse la sentencia definitiva en el PPenal. (157).

Naturaleza de las medidas: El CPP no establece medidas cautelares especiales, sino que se remite
al Código Procesal Penal disponiendo que se pueden decretar una o más medidas precautorias
autorizadas en el Libro V del Libro Segundo del CPC. Por consiguiente, se aplican en el proceso penal
las medidas cautelares contempladas en el art. 290 CPC, es decir, el secuestro, el nombramiento de
uno o más interventores, la retención y prohibición de celebrar actos y contratos, y también las
restantes medidas no expresamente autorizadas por la ley conforme a lo establecido en el art. 298
CPC(art. 157 CPP).

Requisitos: al remitirse el CPP, a las normas del CPC, lo hace también en relación a los requisitos de
concesión de las medidas precautorias, cuyos requisito de orden general esta constituido por el
fumus boni iuris en orden a que el peticionario acompañe “comprobantes que constituyan a lo
menos presunción grave del derecho que se reclama” (Art. 298 CPC). Este requisito, en el proceso
penal, esta referido a la existencia del hecho punible y a la participación, ya que el derecho que se
reclama deriva de la comisión del delito.

Art. 157. Procedencia de las medidas cautelares reales. Durante la etapa de investigación, el
ministerio público o la víctima podrán solicitar por escrito al juez de garantía que decrete respecto
del imputado, una o más de las medidas precautorias autorizadas en el Título V del Libro Segundo
del Código de Procedimiento Civil. En estos casos, las solicitudes respectivas se substanciarán y
regirán de acuerdo a lo previsto en el Título IV del mismo Libro. Con todo, concedida la medida, el
plazo para presentar la demanda se extenderá hasta la oportunidad prevista en el artículo 60.
Del mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá solicitar que se decrete una o más de
dichas medidas.

Sujetos legitimados para solicitarla: El Ministerio Público y la víctima, no pudiendo ser


decretadas de oficio por el tribunal.

Sujeto pasivo: sólo podrían decretarse en contra del imputado, dado que en el proceso penal sólo
se puede hacer efectiva su responsabilidad, sin que se pueda ejercer la acción civil en el proceso
penal en contra del tercero civilmente responsable.

Oportunidad para solicitarlas: durante la etapa de investigación ante el juez de garantía en dos
momentos concretos:
a. En el período de investigación, evento que deben deducirse por escrito y se rigen por las normas
de las medidas prejudiciales precautorias del CPC. En este caso, concedida la medida cautelar el
plazo para presentar la demanda se extiende hasta 15 días antes de la audiencia de preparación de
juicio oral, debiendo en la demanda solicitar que se decreten una o mas medidas (art. 157 inc. 1 ° en
relación con el art. 60 y 261 letra d)
b.- La víctima, al deducir demanda civil, puede solicitar una o mas medidas cautelares reales. En este
caso, no se trataría de una medida cautelares prejudicial, se deben aplicar las normas previstas en el
art. 302 CPC.

Recursos: apelación, conforme lo dispone el art. 158, tanto en relación a las resoluciones que las
niegan, como contra la que las concede.
Alzamiento: las medidas cautelares reales decretadas en contra del acusado deben ser alzadas
luego de comunicada la sentencia penal absolutoria y de haberse rechazado la demanda civil en su
contra (arts. 347, 335 y 368 CPP).
 Ley de liquidación y reemprendimiento: art. 149 bis, deja sin efectos medidas cautelares
reales recaídas en bienes del deudor cuando se declara la liquidación.

4. EL CIERRE DE LA INVESTIGACIÓN Y SUS CONSECUENCIAS.


Al examinar la formalización, se analizó que la misma produce como uno de los efectos la fijación de
un plazo para la investigación, primeramente legal de 2 años y, eventualmente, judicial si se solicita
por el defensor la fijación de un plazo menor.

Así, el art. 247 inc. 1 ° CPP, dispone: “Plazo para declarar el cierre de la investigación. Transcurrido
el plazo de dos años desde la fecha en que la investigación hubiere sido formalizada, el fiscal deberá
proceder a cerrarla”. De esta forma, la investigación formalizada va encaminada a ser cerrada en un
momento, ello vinculado a la necesidad de culminar con la misma y al derecho del imputado de ser
enjuiciado en un plazo razonable.

El cierre de la investigación es la declaración efectuada por el fiscal, una vez practicadas las
diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices o
encubridores (art. 248 inc. 1 °). El cierre de la investigación es una decisión de carácter
administrativa del fiscal y no una resolución judicial, limitándose aquel a comunicar al tribunal y los
intervinientes el cierre de la investigación.

Artículo 247.- Plazo para declarar el cierre de la investigación. Transcurrido el plazo de dos años
desde la fecha en que la investigación hubiere sido formalizada, el fiscal deberá proceder a cerrarla.
Si el fiscal no declarare cerrada la investigación en el plazo señalado, el imputado o el querellante
podrán solicitar al juez que aperciba al fiscal para que proceda a tal cierre.

Para estos efectos, el juez citará a los intervinientes a una audiencia y si el fiscal no compareciere, el
juez otorgará un plazo máximo de dos días para que éste se pronuncie, dando cuenta de ello al fiscal
regional. Transcurrido tal plazo sin que el fiscal se pronuncie o si, compareciendo, se negare a
declarar cerrada la investigación, el juez decretará el sobreseimiento definitivo de la causa,
informando de ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las sanciones disciplinarias
correspondientes. Esta resolución será apelable. Si el fiscal se allanare a la solicitud de cierre de la
investigación, deberá formular en la audiencia la declaración en tal sentido y tendrá el plazo de diez
días para deducir acusación.

Transcurrido este plazo sin que se hubiere deducido acusación, el juez fijará un plazo máximo de
dos días para que el fiscal deduzca la acusación, dando cuenta de inmediato de ello al fiscal regional.

Transcurrido dicho plazo, el juez, de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, sin que se
hubiere deducido la acusación, en audiencia citada al efecto dictará sobreseimiento definitivo. En
este caso, informará de ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las sanciones disciplinarias
correspondientes.

Clasificación del cierre de investigación: Conforme a la disposición citada, básicamente existen


dos formas de cierre de investigación:
A.- El cierre voluntario; el cual se produce cuando el fiscal, sin ser apercibido, comunica
voluntariamente su decisión de cerrar la misma al estimar que investigación se encuentra agotada y,
por tanto, se encuentra en condiciones de adoptar alguna de las decisiones a que se refiere el art.
248 CPP, y
B.- El cierre previo apercibimiento: puede ser que haya transcurrido el plazo de dos años que fija el
CPP como período máximo de la investigación o el plazo judicial fijado y que a pesar de ello el fiscal
no comunique voluntariamente el cierre de la investigación. En tal evento, conforme al art 247,
puede el imputado o el querellante solicitar al juez de garantía que aperciba al fiscal para el cierre.
En ese evento, el juez citara a una audiencia para que el fiscal sea apercibido al cierre, pudiendo
ocurrir las siguientes opciones:
 Se allane a la petición y comunique el cierre, evento en el cual comenzará a correr el plazo de 10 días
a que se refiere el art. 248 para que comunique alguna de las decisiones ahí establecidas, y
 Que el fiscal no comparezca a la audiencia. En este ultimo evento, el juez otorgará un plazo máximo
de dos días para que el fiscal se pronuncie, dando cuenta de ello al fiscal regional. Transcurrido tal
plazo sin que el fiscal se pronuncie o si, compareciendo, se negare a declarar cerrada la
investigación, el juez decretará el sobreseimiento definitivo de la causa.
 Que el fiscal comparezca y se niegue a cerrar, evento en que el juez debería decretar el
sobreseimiento definitivo de la investigación.

Es posible que a la audiencia de cierre de investigación el fiscal solicite la prórroga del plazo de
investigación. Estimamos que ello sólo será posible acoger la solicitud en la medida que el plazo
judicial o legal no haya vencido, ya que es la única posibilidad de entender que un plazo se prorroga,
pero vencido el mismo no es posible prorrogarlo, salvo que se estuviera en la hipótesis de nuevo
plazo del art. 17. Adicionalmente, si transcurrieron los 2 años que la ley establece no sería posible
prorrogarlo, toda vez que es un plazo legal y, como tal, improrrogable.

La reapertura de la investigación: esta facultad es de carácter excepcional ya que importa la


intervención del juez en el ámbito propio de la investigación. De ahí que su aplicación es estricta a
los requisitos que la hacen procedente y que están regulados en el art. 257 CPP.

Artículo 257. Reapertura de la investigación. Dentro de los diez días siguientes al cierre de la
investigación, los intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de investigación
que oportunamente hubieren formulado durante la investigación y que el Ministerio Público
hubiere rechazado o respecto de las cuales no se hubiere pronunciado.

Si el juez de garantía acogiere la solicitud, ordenará al fiscal reabrir la investigación y proceder al


cumplimiento de las diligencias, en el plazo que le fijará. Podrá el fiscal, en dicho evento y por una
sola vez, solicitar ampliación del mismo plazo.

El juez no decretará ni renovará aquellas diligencias que en su oportunidad se hubieren ordenado a


petición de los intervinientes y no se hubieren cumplido por negligencia o hecho imputable a los
mismos, ni tampoco las que fueren manifiestamente impertinentes, las que tuvieren por objeto
acreditar hechos públicos y notorios ni, en general, todas aquellas que hubieren sido solicitadas con
fines puramente dilatorios.

Vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de ello si se hubieren cumplido las diligencias, el
fiscal cerrará nuevamente la investigación y procederá en la forma señalada en el artículo 248.
De esta forma los requisitos para la reapertura son:
- Que existan diligencias precisas solicitadas por los intervientes.
- Que tales diligencias no se realizaran, no fueron acogidas o el fiscal no se pronuncio sobre las
mismas.
- Que las diligencias sean conducentes al objeto de la investigación.
- Que se reiteren la realización de las diligencias dentro de los 10 días anteriores a la audiencia de
cierre de investigación o en forma previa a la misma.
De acogerse la solicitud el juez de garantía dispondrá la reapeurtura de la investigación, ordenara al
fiscal la realización de las mismas y fijará un plazo para su realización.

Vencido el plazo, se debe nuevamente cerrar la investigación.


Suspensión del plazo de investigación:
Conforme al art. 247 final del CPCP, el plazo de dos años previsto en este artículo se suspenderá en
los casos siguientes:
a) cuando se dispusiere la suspensión condicional del procedimiento;
b) cuando se decretare sobreseimiento temporal de conformidad a lo previsto en el artículo 252, y
c) desde que se alcanzare un acuerdo reparatorio hasta el cumplimiento de las obligaciones
contraídas por el imputado a favor de la víctima o hasta que hubiere debidamente garantizado su
cumplimiento a satisfacción de esta última.

La razón de la suspensión del plazo se centra en el hecho que en las tres hipótesis la investigación se
encuentra suspendida y paralizada por la procedencia de la respectiva institución procesal, de
forma tal que no es posible que el plazo de investigación siga corriendo.

5. ACTIVIDADES POSTERIORES AL CIERRE.

Artículo 248- Cierre de la investigación. Practicadas las diligencias necesarias para la averiguación
del hecho punible y sus autores, cómplices o encubridores, el fiscal declarará cerrada la
investigación y podrá, dentro de los diez días siguientes:
a) Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa;
b) Formular acusación, cuando estimare que la investigación proporciona fundamento serio para el
enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado la misma, o
c) Comunicar la decisión del ministerio público de no perseverar en el procedimiento, por no haberse
reunido durante la investigación los antecedentes suficientes para fundar una acusación.

La comunicación de la decisión contemplada en la letra c) precedente dejará sin efecto la


formalización de la investigación, dará lugar a que el juez revoque las medidas cautelares que se
hubieren decretado, y la prescripción de la acción penal continuará corriendo como si nunca se
hubiere interrumpido.

Por consiguiente, posteriormente al cierre de la investigación el fiscal, dentro del plazo de 10 días,
debe:
A.- Solicitar sobreseimiento temporal.
B.- Solicitar sobreseimiento definitivo.
C.- Comunicar la decisión de no perseverar en el procedimiento cuando no existe fundamento serio
para continuar con la persecución penal.
D.- Acusar cuando existe fundamento serio.

De no adoptarse alguna de la decisiones antes singularizadas y dejar transcurrir el plazo de 10 días


el art. 247 inciso penúltimo dispone: “Transcurrido este plazo sin que se hubiere deducido
acusación, el juez fijará un plazo máximo de dos días para que el fiscal deduzca la acusación, dando
cuenta de inmediato de ello al fiscal regional. Transcurrido dicho plazo, el juez, de oficio o a petición
de cualquiera de los intervinientes, sin que se hubiere deducido la
acusación, en audiencia citada al efecto dictará sobreseimiento definitivo. En este caso, informará de
ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las sanciones disciplinarias correspondientes”.

Si bien la norma se refiere a no haber presentado acusación, en realidad es no manifestar, en el


plazo de 10 días, alguna de las decisiones señaladas precedentemente.
EL SOBRESEIMIENTO: es un acto jurídico procesal del tribunal que pone término (sobreseimiento
definitivo) o suspende (sobreseimiento temporal), total o parcialmente, al procedimiento penal en
los casos y con los requisitos establecidos en la ley. Naturaleza: es una resolución jurisdiccional o
acto jurisdiccional, por lo cual debe ser dispuesto por el tribunal y no por el Ministerio Público, el
cual sólo solicita la discusión para ser dispuesto por el tribunal.
Momento procesal: si bien, conforme a la reglamentación examinada el sobreseimiento constituye
una decisión posterior al cierre, la verdad es que puede ser solicitado en cualquier momento del
proceso.

Recursos: contra la resolución, Artículo 253.- Recursos. El sobreseimiento sólo será impugnable por
la vía del recurso de apelación ante la Corte de Apelaciones respectiva. Existen interpretaciones, en
base a la disposición citada, que sólo si se dicta el sobreseimiento (es decir se acoge) sería apelable,
de forma que en el evento de rechazarse no procedería recurso. Sin embargo, hay diversas Cortes de
Apelaciones que admiten la apelación en ambas hipótesis.

Clasificación: según sus efectos en definitivo o temporal. Según su extensión se refiera a todos los
delitos y a todos los imputados o no se clasifica en total o parcial.

Artículo 255.- Sobreseimiento total y parcial. El sobreseimiento será total cuando se refiriere a
todos los delitos y a todos los imputados; y parcial cuando se refiriere a algún delito o a algún
imputado, de los varios a que se hubiere extendido la investigación y que hubieren sido objeto de
formalización de acuerdo al artículo 229. Si el sobreseimiento fuere parcial, se continuará el
procedimiento respecto de aquellos delitos o de aquellos imputados a que no
se extendiere aquél. Siendo el sobreseimiento una decisión jurisdiccional el artículo 256 dispone:

Facultades del juez respecto del sobreseimiento. El juez de garantía, al término de la audiencia a
que se refiere el artículo 249, se pronunciará sobre la solicitud de sobreseimiento planteada por el
fiscal. Podrá acogerla, sustituirla, decretar un sobreseimiento distinto del requerido o rechazarla, si
no la considerare procedente. En este último caso, dejará a salvo las atribuciones del ministerio
público contempladas en las letras b) y c) del artículo 248.

Artículo 252.- Sobreseimiento temporal. El juez de garantía decretará el sobreseimiento temporal


en los siguientes casos:
a) Cuando para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa de una cuestión civil, de
acuerdo con lo dispuesto en el artículo 171;
b) Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado rebelde, de acuerdo con
lo dispuesto en los artículos 99 y siguientes, y
c) Cuando, después de cometido el delito, el imputado cayere en enajenación mental, de acuerdo con
lo dispuesto en el Título VII del Libro Cuarto.

El tribunal de juicio oral en lo penal dictará sobreseimiento temporal cuando el acusado no hubiere
comparecido a la audiencia del juicio oral y hubiere sido declarado rebelde de conformidad a lo
dispuesto en los artículos 100 y 101 de este Código. El sobreseimiento temporal constituye una
institución procesal mediante la cual el juez, en los casos establecidos en la ley y previa audiencia,
suspende el desarrollo del proceso penal, en razón de existir una razón temporal o transitoria que
es necesario superar o resolver a objeto de que el proceso continúe. Las cuestiones civiles previas,
como su nombre lo indica, son determinados aspectos de carácter civil, que deben ser resueltos por
un tribunal de tal carácter y de los cuales depende la tipificación del delito, los que deben ser
resueltos antes de continuar con el proceso penal ya que de su existencia o no depende la
posibilidad de que exista delito. Por ejemplo, el dominio en el robo, hurto, estafa o apropiación
indebida; el parentesco en el delito de parricidio, la validez del matrimonio previo en la bigamia, etc.
Artículo 171 .- Cuestiones prejudiciales civiles. Siempre que para el juzgamiento criminal se
requiriere la resolución previa de una cuestión civil de que debiere conocer, conforme a la ley, un
tribunal que no ejerciere jurisdicción en lo penal, se suspenderá el procedimiento criminal hasta
que dicha cuestión se resolviere por sentencia firme.
Esta suspensión no impedirá que se verifiquen actuaciones urgentes y estrictamente necesarias
para conferir protección a la víctima o a testigos o para establecer circunstancias que comprobaren
los hechos o la participación del imputado y que pudieren desaparecer. Cuando se tratare de un
delito de acción penal pública, el ministerio público deberá promover la iniciación de la causa civil
previa e intervendrá en ella hasta su término, instando por su pronta conclusión.

LA DECLARACIÓN DE REBELDÍA: dada la prohibición del juicio en contra de ausentes, es


indispensable para el desarrollo del mismo que el imputado se presente a los actos del
procedimiento, de forma tal que su ausencia, en caso de prolongarse en el tiempo, lleva a la
imposibilidad de seguir adelante con el proceso y éste se debe suspender hasta que el imputado
comparezca.

Artículo 99.- Causales de rebeldía. El imputado será declarado rebelde:


a) Cuando, decretada judicialmente su detención o prisión preventiva, no fuere habido, o
b) Cuando, habiéndose formalizado la investigación en contra del que estuviere en país extranjero,
no fuere posible obtener su extradición.

Tribunal competente para decretar la rebeldía: Artículo 100.- Declaración de rebeldía. La


declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal ante el que debiere
comparecer. De esta forma, será competente para la declaración de rebeldía el Juzgado de Garantía
hasta la dictación del auto de apertura. En cambio, a partir de tal resolución, le corresponderá al
Tribunal Oral en lo Penal decretar la rebeldía si el imputado no comparece al mismo.

En relación al imputado y el juicio oral ante el TOP, es importante considerar que si bien la regla
general es la prohibición del juicio en ausencia, que el art. 283 inc. 2°, permite al tribunal continuar
con el juicio oral, aun cuando el imputado no este presente, siempre que sea declarado rebelde y “se
le hubiere otorgado la posibilidad de prestar declaración en el juicio oral, siempre que el tribunal
estime que su ulterior presencia no resulta indispensable para la prosecución del juicio o cuando
sólo faltare la dictación de la sentencia”.

Conforme el art. 326 CPP, en el evento que el imputado desee declarar, su declaración debe ser
efectuada al inicio del juicio, luego de que el TOP verifica las condiciones a que se refiere el art. 325.
La declaración que el imputado puede efectuar al final del juicio oral, conforme al art. 338 inc. final,
no es propiamente una declaración de forma que no puede ser interrogado y contrainterrogado en
esa oportunidad.

De esta forma, la hipótesis a que se refiere el art. 283 inc. 2° importa:


A.- Dar inicio al juicio oral, luego de efectuar la apertura del mismo conforme al art. 325.
B.- Que el imputado este presente en el momento referido y pueda estar en condiciones, si lo desea,
de declarar.
C.- Que luego de ese momento procesal el imputado no comparezca al juicio.
D.- Que sea declarado rebelde previa orden de detención o de prisión preventiva.
E.- Que el tribunal estime que no es necesaria su comparecencia al resto del juicio o que sólo falte la
dictación de la sentencia.

Artículo 101.- Efectos de la rebeldía. Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el
procedimiento se tendrán por notificadas personalmente al rebelde en la misma fecha en que se
pronunciaren.
La investigación no se suspenderá por la declaración de rebeldía y el procedimiento continuará
hasta la realización de la audiencia de preparación del juicio oral, en la cual se podrá sobreseer
definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al mérito de lo obrado. Si la declaración de rebeldía
se produjere durante la etapa de juicio oral, el procedimiento se sobreseerá temporalmente, hasta
que el imputado compareciere o fuere habido.

El sobreseimiento afectará sólo al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los


imputados presentes. El imputado que fuere habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a
menos que justificare debidamente su ausencia.

La disposición señala expresamente que la declaración de rebeldía no suspende la etapa de


investigación, toda vez que para que ello ocurra es indispensable decretar el sobreseimiento
temporal, con lo cual el plazo de investigación queda suspendido y el procedimiento sólo seguirá
adelante una vez que el imputado comparezca. Asimismo, es perfectamente posible solicitar el
sobreseimiento temporal antes de la audiencia de preparación de juicio oral.

LA ENAJENACIÓN MENTAL DEL IMPUTADO: El título VII del Libro IV, arts. 455 a 465, regula el
procedimiento seguido contra el enajenado mental y establece disposiciones especiales atendiendo
la imposibilidad de que el mismo comprenda los efectos del juicio.

Los arts. 458 a 464 regulan el procedimiento del imputado que al momento de cometer el delito se
encuentra enajenado mentalmente, quien no puede ser considerado responsable del delito por
encontrarse en la eximente de responsabilidad penal del art. 10 N° 1 CP y, por tanto, no puede ser
condenado, pero si puede ser objeto de una medida de seguridad.

El art. 465 regula el procedimiento del imputado mentalmente sano que en el curso del
procedimiento cae en enajenación mental, quien debe ser sobreseído temporalmente hasta que
“desapareciere la incapacidad del imputado o sobreseído temporalmente si se tratare de una
enajenación mental incurable”. Esto último, siempre que en ese evento no sea procedente aplicar
una medida de seguridad, conforme da cuenta el inc. 3° de la disposición en caso de haber sido
formalizado antes de enajenación mental.

Sobreseimiento definitivo: constituye una resolución judicial que pone término definitivo al
proceso penal y equivale a una sentencia absolutoria, dictado por un tribunal con competencia
penal, previa audiencia y discusión. Conforme al art. 251 el sobreseimiento total y definitivo pone
término al juicio y tiene autoridad de cosa juzgada.

En relación a su naturaleza jurídica, al igual que con el temporal, existe algún grado de discusión
respecto de que tipo de resolución es, pero dado sus efecto, la opinión mayoritaria sostiene que se
trata de una sentencia interlocutoria de primer grado ya que establece derechos permanentes en
favor de las partes. La otra postura sostiene que se trata de una sentencia definitiva, ya que no se
pronuncia sobre un incidente, sino sobre el fondo del conflicto penal y pone término al proceso.

En general los requisitos para dictarse son:


- Que se este frente a una investigación agotada formalizada. Esto debido a que se regula en el párrafo
7° y conforme lo establecido en el art 248 y 271 inc. 1 °. Sin embargo, luego se verá que puede
dictarse en cualquier momento y ello podría ser antes de formalizarse como de hecho ocurre en la
práctica jurisprudencial.
- Que exista un motivo legal para dictarse.

Artículo 250.- Sobreseimiento definitivo. El juez de garantía decretará el sobreseimiento definitivo:


a) Cuando el hecho investigado no fuere constitutivo de delito;
b) Cuando apareciere claramente establecida la inocencia del imputado;
c) Cuando el imputado estuviere exento de responsabilidad criminal en conformidad al artículo 10
del Código Penal o en virtud de otra disposición legal;
d) Cuando se hubiere extinguido la responsabilidad penal del imputado por algunos de los motivos
establecidos en la ley;
e) Cuando sobreviniere un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere fin a dicha responsabilidad, y
f) Cuando el hecho de que se tratare hubiere sido materia de un procedimiento penal en el que
hubiere recaído sentencia firme respecto del imputado.
El juez no podrá dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme a los
tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean imprescriptibles o
no puedan ser amnistiados, salvo en los casos de los números 1 ° y 2° del artículo 93 del Código
Penal.

Adicionalmente, en el evento de exclusión de prueba, puede el MP solicitar el sobreseimiento por


imposibilidad de acreditar los hechos (277 inciso final),

Su efecto es: Artículo 251.- Efectos del sobreseimiento definitivo. El sobreseimiento definitivo pone
término al procedimiento y tiene la autoridad de cosa juzgada.
De esta forma, el sobreseimiento definitivo total, una vez ejecutoriado, equivale a una sentencia
condenatoria, produce cosa juzgada material y en su contra no cabe el recurso de revisión (arts. 657
CPP y 473 incs. 1 ° y 2° CPP).

Si el sobreseimiento es definitivo parcial, es decir solo afecta a uno o varios imputado de un varios,
produce el mismo efecto en relación a los imputados favorecidos por la resolución respectiva.
Al poner término al juicio, cesa toda medida cautelar personal (art. 153 CPP) y ejecutoriado debe
devolverse los libros, papeles y correspondencia recogida durante la etapa de investigación.

TRAMITACIÓN DEL SOBRESEIMIENTO:


Se puede decretar de oficio, si existe causa legal (arts. 10, 250 y 252). A solicitud del Ministerio
Público (arts. 3° LOC MP y 248 CPP). A solicitud del imputado (art. 93 letra f) o de su defensor (art.
104 CPP).

Oportunidad, en cualquier estado del juicio.

Sobreseimiento, por regla general, es en audiencia. Excepcionalmente se hace por escrito cuando
se trata de algunas causales objetivas como el cumplimiento de un acuerdo reparatorio, una
suspensión condicional o de la aplicación de un principio de oportunidad.

Recursos, la regla general es la apelación en el evento que se haya acogido la solicitud de


sobreseimiento (art. 253). En el caso del sobreseimiento definitivo solicitado por el imputado es
apelable también el que rechaza el mismo (art. 93 letra f)). El sobreseimiento temporal es apelable
cuando se concede (art. 370 letra a)). La apelación se concede en el solo efecto devolutivo (art. 355
CPP).

Artículo 258.- Forzamiento de la acusación. Si el querellante particular se opusiere a la solicitud de


sobreseimiento formulada por el fiscal, el juez dispondrá que los antecedentes sean remitidos al
fiscal regional, a objeto que éste revise la decisión del fiscal a cargo de la causa. Si el fiscal regional,
dentro de los tres días siguientes, decidiere que el ministerio público formulará acusación,
dispondrá simultáneamente si el caso habrá de continuar a cargo del fiscal que hasta el momento lo
hubiere conducido, o si designará uno distinto. En dicho evento, la acusación del ministerio público
deberá ser formulada dentro de los diez días siguientes, de conformidad a las reglas generales.
Por el contrario, si el fiscal regional, dentro del plazo de tres días de recibidos los antecedentes,
ratificare la decisión del fiscal a cargo del caso, el juez podrá disponer que la acusación
correspondiente sea formulada por el querellante, quien la habrá de sostener en lo sucesivo en los
mismos términos que este Código lo establece para el ministerio público, o bien procederá a
decretar el sobreseimiento correspondiente.

En caso de que el fiscal hubiere comunicado la decisión a que se refiere la letra c) del artículo 248, el
querellante podrá solicitar al juez que lo faculte para ejercer los derechos a que se refiere el inciso
anterior.

La resolución que negare lugar a una de las solicitudes que el querellante formulare de conformidad
a este artículo será inapelable, sin perjuicio de los recursos que procedieren en contra de aquella
que pusiere término al procedimiento.

El forzamiento de la acusación consiste en la posibilidad de que dispone el querellante, previa


autorización del juez de garantía, de sostener por sí mismo la acusación en el evento que el
Ministerio Público no la ejerciere por haber solicitado el sobreseimiento o comunicado la decisión
de no perseverar en el procedimiento, constituyendo un caso de una verdadera sustitución procesal.

Para que procesa es necesario:


A.- Que el fiscal solicite el sobreseimiento definitivo o comunique la decisión de no perseverar.
B.- Que exista querellante y se haya opuesto a la solicitud de sobreseimiento o decisión de no
perseverar.
C.- Que el querellante solicite al juez que se le autorice para formular acusación.
D.- El juez debe disponer que los antecedentes sean remitidos al fiscal regional a objeto que revise la
decisión del fiscal a cargo de la causa. En este evento el Fiscal Regional puede decidir que se siga
adelante con el proceso y que se formule acusación, evento en que determinará que fiscal
continuara a cargo de la misma y, por tanto, no existirá forzamiento. La segunda posibilidad es que
el Fiscal Regional ratifique el sobreseimiento o decisión de no perseverar y en ese evento puede
darse el forzamiento.
E.- De ratificarse la decisión por el FR, el juez puede autorizar el ejercicio de la acción por parte del
querellante.

La resolución que niega el forzamiento es inapelable, sin perjuicio de la procedencia de recursos en


contra de la resolución que pone término al procedimiento respectivo.
En relación al no perseverar: es importante señalar que existe una discusión en relación a esta
institución y el forzamiento de la investigación. Una postura estima que en caso de la comunicación
del no perseverar, el fiscal regional no debe pronunciarse sobre si mantiene o no tal decisión, sino
que el juez debe resolver derechamente sobre si autoriza o no el forzamiento considerando
expresamente lo que dispone el inciso penúltimo del art. 258.

Adicionalmente, atendiendo a que existen instrucciones del Fiscal Nacional, las decisiones de no
perseverar en delitos con penas aflictivas deben ser previamente autorizadas por el Fiscal Regional,
de forma tal que difícilmente, una vez aprobada, la misma sería modificada en el evento que se
pretenda forzar la acusación y, por tanto, no tiene sentido el remitir los antecedentes a éste para que
se pronuncie sobre si deja o no sin efecto la decisión respectiva.
6. LA ETAPA INTERMEDIA. ACUSACIÓN Y AUDIENCIA DE PREPARACIÓN.
La etapa intermedia se inicia con la presentación de la acusación del Ministerio Público y da origen a
una audiencia especial denominada de Preparación de Juicio Oral cuyo objeto esencial, entre otros,
es fijar el objeto de la Litis, es decir, el objeto del juicio y la controversia que va a ser materia del
juicio oral y determinar la prueba que será rendida en el juicio.
La regulación de esta etapa se encuentra esencialmente en el Título II del Libro II del CPP, entre los
artículo 259 a 280 CPP. Se le puede definir como aquella fase del procedimiento penal que se
desarrolla ante el juez de garantía, que tiene por finalidad determinar el objeto del juicio, depurar y
determinar la prueba que se rendirá en el juicio oral respectivo y la posibilidad de llegar a
determinados acuerdos en relación a la prueba y/o salidas alternativas.

De esta forma, los objetivos de esta etapa son los siguientes:


A.- Fijar el objeto del juicio, ello mediante la acusación fiscal, la adhesión a la misma o la acusación
particular del querellante, la demanda civil de la víctima en contra del imputado y las defensas que
ante ellas deben formularse por el imputado.
B.- Depurar el procedimiento de eventuales vicios procesales que puedan afectar el mismo.
C.- Depurar y determinar la prueba que será rendida en el juicio oral, ello mediante la discusión de
la pertinencia de los medios de prueba, de su licitud y legalidad y de acordar determinados hechos
que las partes tendrán por probados en el juicio oral.
D.- La búsqueda de consensos o justicia negociada, mediante la solución alternativa del conflicto por
vía de acuerdos reparatorios o la suspensión condicional y, en su evento, por la utilización del
procedimiento abreviado.

De esta forma, en la etapa intermedia se pueden distinguir los siguientes momentos:


A.- Una parte escrita, materializada por la acusación fiscal, la adhesión o acusación particular del
querellante y la demanda civil de la víctima en contra del imputado.
B.- Una etapa oral, pública, bilateral y concentrada correspondiendo a la audiencia propiamente tal
en busca de los objetivos señalados anteriormente.
C.- El autor de apertura.
La acusación: como se examinara en la sección anterior, dentro de los 10 días posteriores al cierre el
fiscal debe adoptar una decisión en relación a la investigación, siendo una de ellas la presentación
escrita de la acusación respectiva.
Se le puede definir como la decisión del fiscal, manifestada por escrito, presentada ante el juez de
garantía y mediante la cual se solicita la aplicación de una pena determinada en contra del imputado
en base a la imputación fáctica de los hechos respecto de los cuales se le estima responsable y que
son constitutivos de uno o más delitos determinados y en que se señalan los medios de prueba que
se harán valer en el juicio oral respectivo.

Artículo 259.- Contenido de la acusación. La acusación deberá contener en forma clara y precisa:
a) La individualización de el o los acusados y de su defensor;
b) La relación circunstanciada de el o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica;
c) La relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que concurrieren, aun
subsidiariamente de la petición principal;
d) La participación que se atribuyere al acusado;
e) La expresión de los preceptos legales aplicables;
f) El señalamiento de los medios de prueba de que el ministerio público pensare valerse en el juicio;
g) La pena cuya aplicación se solicitare, y
h) En su caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado.
Si, de conformidad a lo establecido en la letra f) de este artículo, el fiscal ofreciere rendir prueba de
testigos, deberá presentar una lista, individualizándolos con nombre, apellidos, profesión y
domicilio o residencia, salvo en el caso previsto en el inciso segundo del artículo 307, y señalando,
además, los puntos sobre los que habrán de recaer sus declaraciones. En el mismo escrito deberá
individualizar, de igual modo, al perito o los peritos cuya comparecencia solicitare, indicando sus
títulos o calidades.
La acusación sólo podrá referirse a hechos y personas incluidos en la formalización de la
investigación, aunque se efectuare una distinta calificación jurídica.

Principio de congruencia o deber de correlación: el inciso final del art. 259 contiene una
importante exigencia en relación a la acusación, que se vincula directamente con el derecho de
defensa y el principio de congruencia, al establecer que: “La acusación sólo podrá referirse a hechos
y personas incluidos en la formalización de la investigación, aunque se efectuare una distinta
calificación jurídica”.

Esta exigencia se vincula directamente a lo que dispone el artículo 341 : Sentencia y acusación. La
sentencia condenatoria no podrá exceder el contenido de la acusación. En consecuencia, no se podrá
condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella.

Con todo, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquella contenida en la
acusación o apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes de la responsabilidad
penal no incluidas en ella, siempre que hubiere advertido a los intervinientes durante la audiencia.
Esta exigencia impuesta al tribunal de no poder extender el contenido de sentencia condenatoria al
contenido de la acusación dice relación directa con el derecho de la defensa de conocer los hechos
materia de la imputación como única forma de poder realizar su función de contradecir la misma y
que no puede ser “sorprendida” por un hecho diverso o que no diga relación directa con la
imputación inicial contenida en la acusación y, por tanto, en la formalización de la investigación.

“SEPTIMO: Que, es preciso recordar que el principio de congruencia supone que exista conformidad,
concordancia o correspondencia entre la determinación fáctica del fallo con relación a los hechos y
circunstancias penalmente relevantes que han sido objeto de la imputación contenida en la
acusación, en la especie, en el requerimiento, en términos detallados de tiempo, lugar y modo de
comisión que fueren de importancia para su calificación juridica. Así, no cualquier error factico u
omisión de la acusación o requerimiento puede importar una infracción a su congruencia con el
fallo, si no se altera la sustancialidad de la imputación”. (ICA Puerto Montt, 20/06/2011 , rol N° 91
/2011 ).
Conforme a lo anterior, el principio de congruencia se refiere al objeto del juicio, esencialmente al
hecho punible materia del mismo y no al delito. Ello, obviamente, vinculado a la triple identidad de
la cosa juzgada, la cual requiere identidad del hecho imputado.

De esta forma, la sentencia no puede exceder o extenderse a circunstancia ajenas al hecho punible
imputado, ello como objeto de la Litis. El problema se ha dado en relación a que cambio o alteración
de la imputación importa la afectación a este principio, aspecto en el cual ha existido una evolución
jurisprudencial, desde una concepción “literal” hasta una visión “normativa”

Así, en un primer momento, se estimó que la afectación a la congruencia se producía por simples
circunstancias concretas que no estaban “literalmente” contenidas en la acusación, tales como la
alteración del lugar concreto de comisión del delito; por ejemplo, se sostenía en la acusación que era
el living y la sentencia señaló que el delito se cometió en el dormitorio o que en un robo con
intimidación la acusación sostuviera que se utilizó un arma de fantasía para la comisión pero la
sentencia indicó que el arma de fantasía se colocó en la cabeza de la víctima. De esta forma,
conforme a esta tesis, para no infringir el deber de correlación prácticamente se debe transcribir
“literalmente” el hecho imputado de la acusación.
En un segundo momento, la jurisprudencia fue modificando este criterio “literal”, a una concepción
de carácter normativa, vinculada a aspectos esenciales de la imputación y no sólo accesorios:
SEXTO: Que, acorde a lo resuelto por esta Corte, en términos generales se puede consignar que para
determinar si el cambio o modificación implica una alteración del objeto del proceso y la infracción
al deber de congruencia, resulta preciso acudir a una visión normativa del hecho basada en criterios
jurídico-penales, esto es, los de la actividad de ejecución típica y del bien jurídico lesionado, por
estimarse que ellos constituyen los criterios que ofrecen los parámetros de valoración más seguros;
y, en consideración a tales criterios, es posible distinguir modificaciones fácticas esenciales, esto es,
relevantes y modificaciones accesorias, o irrelevantes, constituyendo sólo las primeras, infracción al
principio congruencia, en tanto, que las restantes, por resultar procesalmente irrelevantes, pueden
ser modificadas en el fallo.

En consecuencia, para la resolución del caso concreto, en relación a la violación al principio de


congruencia, es necesario constatar, en primer lugar, si se produjo la alteración fáctica en la
sentencia, comparando para tal efecto el fallo con el contenido de la acusación; enseguida, de
verificarse, efectivamente, la existencia de tal modificación, es menester establecer si se trata de
aquellas modificaciones que alteran de manera sustancial el hecho punible o si sólo configuran una
modificación accesoria, aplicando al efecto, los criterios citados.(sentencia Rol N°19-2008 I. Corte La
Serena, rol N° 426 I. Corte de Apelaciones La Serena).
“El principio de congruencia supone, entonces, conformidad, concordancia o correspondencia entre
la determinación fáctica del fallo con relación a los hechos y circunstancias penalmente relevantes
que han sido objeto de la imputación contenida en la acusación, que fueron de importancia para su
calificación juridica. Así, no cualquier error factico de la acusación puede importar una infracción a
su congruencia con el fallo. Lo primero para ello es que se establezcan en la sentencia, como delito,
hechos que no han sido materia de la acusación, lo que en esta causa no ha ocurrido, sin perjuicio de
resultar indudable que no se ha afectado garantía alguna, pues se conoció cabalmente el contenido
de la imputación, por lo cual el defensor pudo efectuar alegaciones, proponer y rendir prueba a su
respecto, siendo irrelevante las disquisiciones efectuadas por este respecto de las eventuales
diferencias en la marca del revolver, debiendo tenerse presente que si bien la marca es "Brunni", el
modelo es "Olympic", y en este ultimo si hay coincidencia, y las máximas de la experiencia ensenan
que, generalmente, el nombre o denominación de un determinado modelo es propia de cada marca”.
“7DEG) Que teniendo, además, presente que el deber de congruencia constituye, como lo ha
asentado la Excma. Corte Suprema (Rol NDEG 819-2005), una manifestación del derecho de defensa
que opera a favor del acusado, a quien le asiste la facultad de conocer el contenido de la imputación
que se le hace desde la primera actuación, como ya se dijo anteriormente, la supuesta infracción no
ha impedido la adecuada defensa toda vez que los mismos argumentos que sirven de fundamento al
recurso en estudio fueron también materia del juicio oral, según consta en el registro de audio, el
defensor pudo contrainterrogar libremente a los testigos policías sobre las circunstancias de la
denuncia y, a su turno, el tribunal de primer grado se hizo debido cargo de ellas en el literal cuarto
del motivo decimo, atribuyendo dicha diferencia solo a "un incorrecto uso del lenguaje"; (Rol N°
345/2012. Corte de Apelaciones de Concepción, de 10 de agosto de 2012).

De esta forma, actualmente, prevalece un concepto normativo de la congruencia, vinculado “basada


en criterios jurídico-penales, esto es, los de la actividad de ejecución típica y del bien jurídico
lesionado”.

Artículo 260.- Citación a la audiencia. Presentada la acusación, el juez de garantía ordenarásu


notificación a todos los intervinientes y citará, dentro de las veinticuatro horas siguientes, a la
audiencia de preparación del juicio oral, la que deberá tener lugar en un plazo no inferior a
veinticinco ni superior a treinta y cinco días. Al acusado se le entregará la copia de la acusación, en
la que se dejará constancia, además, del hecho de encontrarse a su disposición, en el tribunal, los
antecedentes acumulados durante la investigación.
Artículo 261 .- Actuación del querellante. Hasta quince días antes de la fecha fijada para la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral, el querellante, por escrito, podrá:
a) Adherir a la acusación del ministerio público o acusar particularmente. En este segundo caso,
podrá plantear una distinta calificación de los hechos, otras formas de participación del acusado,
solicitar otra pena o ampliar la acusación del fiscal, extendiéndola a hechos o a imputados distintos,
siempre que hubieren sido objeto de la formalización de la investigación;
b) Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección;
c) Ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación, lo que deberá hacerse en
los mismos términos previstos en el artículo 259, y
d) Deducir demanda civil, cuando procediere.

Si el querellante no adhiere o acusa particularmente, el tribunal de oficio o petición de parte debe


declarar abandonada la querella (art. 120 letra a). Si no deduce demanda civil, se considera como no
interrumpida la prescripción de la acción civil que se hubiere producido al momento de preparar la
misma luego de la formalización (art. 61 inc. final) y además se alzan, por el sólo ministerio de la ley,
las medidas cautelares que se hubieren decretado (art. 157 inc. 1 °).

Artículo 262.- Plazo de notificación. Las actuaciones del querellante, las acusaciones particulares,
adhesiones y la demanda civil deberán ser notificadas al acusado, a más tardar, diez días antes de la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral.

Artículo 263.- Facultades del acusado. Hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación del
juicio oral, por escrito, o al inicio de dicha audiencia, en forma verbal, el acusado podrá:
a) Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección;
b) Deducir excepciones de previo y especial pronunciamiento, y
c) Exponer los argumentos de defensa que considere necesarios y señalar los medios de prueba
cuyo examen en el juicio oral solicitare, en los mismos términos previstos en el artículo 259.
Adicionalmente, el imputado puede:
a.- Señalar los vicios formales de que adolece la demanda civil (art. 62).
b.- Señalar los medios de prueba de que se valdrá para el juicio oral, para lo cual debe cumplir con
los mismo requisitos que establece el art. 259 respecto del fiscal (art. 263 letra c).
En todo caso, las mismas facultades las puede ejercer el acusado y eventualmente también
demandado civil, pero en forma verbal, al inicio de la audiencia de preparación de juicio oral (art.
263 inc. 1 ° y 268).

Artículo 264.- Excepciones de previo y especial pronunciamiento. El acusado podrá oponer como
excepciones de previo y especial pronunciamiento las siguientes:
a. Incompetencia del juez de garantía;
b. Litis pendencia;
c. Cosa juzgada;
d. Falta de autorización para proceder criminalmente, cuando la Constitución o la ley lo exigieren, y
e. Extinción de la responsabilidad penal.
f.
Artículo 265.- Excepciones en el juicio oral. No obstante lo dispuesto en el artículo 263, si las
excepciones previstas en las letras c) y e) del artículo anterior no fueren deducidas para ser
discutidas en la audiencia de preparación del juicio oral, ellas podrán ser planteadas en el juicio oral.
Agotados los trámites referidos, corresponde realizar la audiencia de preparación de juicio oral,
ante el tribunal de garantía que ha conocido de toda la etapa de investigación.

LA AUDIENCIA DE PREPARACIÓN DE JUICIO ORAL:

Los principios que regulan la misma son:


- La oralidad.
- La inmediación.
- Orden consecutivo discrecional. Ello en razón que en la audiencia se deben tratar todos los aspectos
examinados, pero el juez de garantía determina el orden en que ello se realizará dado que le
corresponde la facultad de dirigir la audiencia respectiva.
- Continuidad y concentración. Es decir, que sea ininterrumpida. Podría suspenderse en el evento de
vicios formales que deban ser rectificados que en ningún caso puede superar los 5 días (270 inc. 2°).
- Registro completo (art. 40 inc. final y 41 ).
- Publicidad (art. 289).
- Bilateralidad de la audiencia o contradicción.
- Preclusión.
-
Artículo 266.- Oralidad e inmediación. La audiencia de preparación del juicio oral será dirigida por
el juez de garantía, quien la presenciará en su integridad, se desarrollará oralmente y durante su
realización no se admitirá la presentación de escritos.

Requisito de validez de la audiencia: Artículo 269.- Comparecencia del fiscal y del defensor. La
presencia del fiscal y del defensor del imputado durante la audiencia constituye un requisito de
validez de la misma.

La falta de comparecencia del fiscal deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal, quien
además pondrá este hecho en conocimiento del fiscal regional. Si no compareciere el defensor, el
tribunal declarará el abandono de la defensa, designará un defensor de oficio al imputado y
dispondrá la suspensión de la audiencia por un plazo que no excediere de cinco días, a objeto de
permitir que el defensor designado se interiorice del caso.

La ausencia o abandono injustificados de la audiencia por parte del defensor o del fiscal será
sancionada conforme a lo previsto en el artículo 287. Una vez determinado el requisito de validez, el
juez iniciará la audiencia con una exposición verbal de las presentaciones escritas efectuadas
previamente (acusación, adhesión o acusación particular, demanda civil, excepciones de previo y
especial pronunciamiento y argumentos de la defensa si se hizo por escrito).

Artículo 267.- Resumen de las presentaciones de los intervinientes. Al inicio de la audiencia, el juez
de garantía hará una exposición sintética de las presentaciones que hubieren realizado los
intervinientes. Si no se ha efectuado por escrito la defensa del imputado, la audiencia seguirá con
ello. Artículo 268.- Defensa oral del imputado. Si el imputado no hubiere ejercido por escrito las
facultades previstas en el artículo 263, el juez le otorgará la oportunidad de efectuarlo verbalmente.

SALIDAS ALTERNATIVAS: la última posibilidad procesal para los acuerdos reparatorios o para la
suspensión condicional es la audiencia de preparación de juicio oral (art. 245 CPP). Aplicación
procedimiento abreviado: el fiscal puede en la audiencia de preparación de juicio oral solicitar la
aplicación del procedimiento abreviado (art. 408) que es la última posibilidad procesal de
procedencia del mismo.

Corrección de vicios formales: si el juez, de oficio o a solicitud de los intervinientes, puede abrir
debate en relación a los vicios formales que presente la acusación, adhesión, acusación particular o
demanda civil. Los vicios formales pueden corregirse en forma inmediata o el juez otorgar un plazo
para ello que no puede exceder los 5 días y, en el caso de la acusación fiscal por otros 5 días,
vencidos tales plazos la audiencia continuará y de no solucionarse o rectificarse tales
presentaciones se tendrán por no efectuadas.

Artículo 270.- Corrección de vicios formales en la audiencia de preparación del juicio oral. Cuando
el juez considerare que la acusación del fiscal, la del querellante o la demanda civil adolecen de
vicios formales, ordenará que los mismos sean subsanados, sin suspender la audiencia, si ello fuere
posible.

En caso contrario, ordenará la suspensión de la misma por el período necesario para la corrección
del procedimiento, el que en ningún caso podrá exceder de cinco días. Transcurrido este plazo, si la
acusación del querellante o la demanda civil no hubieren sido rectificadas, se tendrán por no
presentadas. Si no lo hubiere sido la acusación del fiscal, a petición de éste, el juez podrá conceder
una prórroga hasta por otros cinco días, sin perjuicio de lo cual informará al
fiscal regional.

Si el ministerio público no subsanare oportunamente los vicios, el juez procederá a decretar el


sobreseimiento definitivo de la causa, a menos que existiere querellante particular, que hubiere
deducido acusación o se hubiere adherido a la del fiscal. En este caso, el procedimiento continuará
sólo con el querellante y el ministerio público no podrá volver a intervenir en el mismo. La falta de
oportuna corrección de los vicios de su acusación importará, para todos los efectos, una grave
infracción a los deberes del fiscal.

Resolución de excepciones de previo y especial pronunciamiento: en el evento de haber interpuesto


tales excepciones, sea por escrito o en forma verbal, se debe abrir debate sobre ellas a objeto de
resolverlas. El juez debe resolver en forma inmediatas las excepciones de incompetencia, Litis
pendencia y falta de autorización para proceder criminalmente.

Las excepciones de cosa juzgada y extinción de la responsabilidad penal puede acogerlas en la


audiencia de preparación de juicio oral, evento en que procederá el sobreseimiento definitivo, pero
también puede no resolverlas al no existir antecedentes suficientes en la investigación y disponer
que se traten en el juicio oral como defensa de fondo. Adicionalmente, deberá abrir debate y
resolver los incidentes y excepciones que digan relación con la demanda civil (arts. 63 y 270).

Artículo 271 .- Resolución de excepciones en la audiencia de preparación del juicio oral. Si el


imputado hubiere planteado excepciones de previo y especial pronunciamiento, el juez abrirá
debate sobre la cuestión. Asimismo, de estimarlo pertinente, el juez podrá permitir durante la
audiencia la presentación de los antecedentes que estimare relevantes para la decisión de las
excepciones planteadas. El juez resolverá de inmediato las excepciones de incompetencia, litis
pendencia y falta de autorización para proceder criminalmente, si hubieren sido deducidas. La
resolución que recayere respecto de dichas excepciones será apelable.

Tratándose de las restantes excepciones previstas en el artículo 264, el juez podrá acoger una o más
de las que se hubieren deducido y decretar el sobreseimiento definitivo, siempre que el fundamento
de la decisión se encontrare suficientemente justificado en los antecedentes de la investigación. En
caso contrario, dejará la resolución de la cuestión planteada para la audiencia del juicio oral. Esta
última decisión será inapelable.

Conciliación en la demanda civil: puede el juez llamar al querellante y al imputado a conciliación


sobre la demanda civil que se haya deducido oportunamente y proponer bases de arreglo, rigiendo
en tal caso lo dispuesto en los arts. 263 y 267 CPC. Si no se produjere conciliación, el juez debe
resolver sobre las medidas cautelares reales que la víctima hubiere formulado al deducir la
demanda civil (art. 273).
Artículo 273.- Conciliación sobre la responsabilidad civil en la audiencia de preparación del juicio
oral. El juez deberá llamar al querellante y al imputado a conciliación sobre las acciones civiles que
hubiere deducido el primero y proponerles bases de arreglo. Regirán a este respecto los artículos
263 y 267 del Código de Procedimiento Civil.
Si no se produjere conciliación, el juez resolverá en la misma audiencia las solicitudes de medidas
cautelares reales que la víctima hubiere formulado al deducir su demanda civil.

Convenciones probatorias: pueden los intervinientes acordar en la audiencia dar por establecidos
determinados hechos que no podrán ser discutidos en el juicio oral, siendo éste el momento
procesal para convenirlo. Estas convenciones probatorias se acuerdan entre los intervinientes y a
ser aprobados deben estar establecidas en el auto de apertura, indicando que hechos se dan por
acreditados y respecto de los cuales los intervinientes, en el juicio oral, no podrán discutir.

Es importante destacar que la convención probatoria dice relación con hechos y que posee límites
ya que no es posible, por vía de las mismas, establecer la existencia del delito, ya que ello importaría
un fraude procesal y adicionalmente condenar en base a la propia declaración del imputado lo que
esta prohibido por el art. 340 CPP. Tampoco podría contener la aceptación dolosa del
establecimientos de hechos que no existen.

Así, las convenciones probatorias se deben referir a hechos y no a calificaciones jurídicas, de forma
que no podría convenirse que se reconoce la irreprochable conducta anterior, sino que debería
contener los hechos que sirven de sustento fáctico de tal atenuante, como es el convenir que
previamente el imputado no habría sido condenado anteriormente por falta, simple delito o crimen
alguno.

Artículo 275.- Convenciones probatorias. Durante la audiencia, el fiscal, el querellante, si lo


hubiere, y el imputado podrán solicitar en conjunto al juez de garantía que de por acreditados
ciertos hechos, que no podrán ser discutidos en el juicio oral. El juez de garantía podrá formular
proposiciones a los intervinientes sobre la materia.
Si la solicitud no mereciere reparos, por conformarse a las alegaciones que hubieren hecho los
intervinientes, el juez de garantía indicará en el auto de apertura del juicio oral los hechos que se
dieren por acreditados, a los cuales deberá estarse durante el juicio oral.

Debate de las pruebas ofrecidas: un aspecto de gran importancia dice relación con el debate entre
los intervinientes en relación a la prueba ofrecida por las otras, considerando que, por un lado, el
CPP otorga libertad probatoria de forma tal que los intervinientes tienen plena libertad de elegir los
medios de prueba que utilizaran, de forma que “Todos los hechos y circunstancias pertinentes para
la adecuada solución del caso sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio
producido e incorporado en conformidad a la ley” (art. 295).

De esta forma, será necesario examinar la prueba ofrecida para determinar su pertinencia en
relación al juicio conforme a la teoría del caso de cada interviniente. Por consiguiente, la relevancia
de la prueba se encuentra, estrictamente, vinculada al objeto del juicio. Derecho que se consagra
expresamente en el art. 272 CPP.

Artículo 276.- Exclusión de pruebas para el juicio oral. El juez de garantía, luego de examinar las
pruebas ofrecidas y escuchar a los intervinientes que hubieren comparecido a la audiencia,
ordenará fundadamente que se excluyan de ser rendidas en el juicio oral aquellas que fueren
manifiestamente impertinentes y las que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios.
Si estimare que la aprobación en los mismos términos en que hubieren sido ofrecidas las pruebas
testimonial y documental produciría efectos puramente dilatorios en el juicio oral, dispondrá
también que el respectivo interviniente reduzca el número de testigos o de documentos, cuando
mediante ellos deseare acreditar unos mismos hechos o circunstancias que no guardaren
pertinencia sustancial con la materia que se someterá a conocimiento del tribunal de juicio oral en
lo penal.
Del mismo modo, el juez excluirá las pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que
hubieren sido declaradas nulas y aquellas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de
garantías fundamentales. Las demás pruebas que se hubieren ofrecido serán admitidas por el juez
de garantía al dictar el auto de apertura del juicio oral.

De esta forma, el ofrecimiento de prueba realizada por los intervinientes puede excluirse por:
a) Impertinencia.
b) Por referirse a hechos públicos y notorios.
c) Por producir efectos dilatorios, sobreabundante o excesiva.
d) Por provenir de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaras nulas.
e) Por ilicitud o infracción a garantías fundamentales.

A.-Impertinencia: Se refiere esencialmente a aquella prueba que no dice relación con el objeto del
juicio. El art. 295establece que “Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada
solución del caso sometido a enjuiciamiento”, de forma que será impertinente, en general, toda la
prueba que no verse sobre los hechos contenidos en la acusación y/o que no digan relación con la
defensa del acusado o que no sirva para ponderar la eficacia de la prueba que se ha de rendir en el
juicio oral.

En otros términos, son hechos relevantes todos aquellos que acreditan o excluyen la presencia del
delito, de la participación y de las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal, como
también de las circunstancias eximentes, extintivas, atenuantes y minorantes de responsabilidad
penal, como los hechos destinados a demostrar la inocencia y aquellas que permiten demostrar la
falta de idoneidad de las prueba ofrecidas para rendir en el juicio oral (prueba de veracidad o
credibilidad).

La ley exige que la prueba sea manifiestamente impertinente. Así, el criterio de exclusión en este
aspecto dice relación con la relevancia de la prueba atendiendo el objeto del juicio y no dice relación
con la admisibilidad de la misma la cual versa sobre la conveniencia o legitimidad de contar con
prueba relevante pero obtenida ilegalmente o que corresponde información que corresponde a
secretos de Estado, etc.

B.-Por referirse a hechos públicos y notorios: Son hechos públicos y notorios aquellos cuyo
conocimiento forma parte de la cultura normal propia de un determinado circulo social en el tiempo
en que se produce la decisión.

De esta forma, para determinar si se da la hipótesis referida, se debe considerar:


A.- Que se trata de acreditar un hecho, es decir una circunstancia de facto.
B.- Que ese hecho forme parte del acervo cultural de una comunidad o de una parte de ella.
C.- Que las circunstancias que configuran el hecho notorio deben concurrir al momento de
producirse la decisión .
Así, por ejemplo, un juicio por corrupción en contra del actual Presidente de la República no
requeriría acreditar que el imputado tiene tal función pública, ya que es un hecho público y notorio
quien es el Presidente del país.

C.- Por producir efectos dilatorios, sobreabundante o excesiva: Aquí se trata de un ofrecimiento
de prueba que es excesivo en relación al punto de prueba o aspecto que se desea acreditar. De esta
forma, no se trata de determinar si es pertinente, sino de si es excesiva en relación a otros medios de
prueba que se ofrecen y si están referidos al mismo aspecto de hecho que se pretende establecer en
el juicio. En otros términos, se trata de prueba inútil, como ofrecer 5 testigos para acreditar el
dominio de una cosa mueble en un robo, ofrecer testigos para acreditar el dominio sobre una
inmueble en circunstancias que se ofrece un certificado de dominio vigente. De ahí que la
determinación de lo dilatorio dice relación al hecho o aspecto que se pretende acreditar.

Dos tipos de razones pueden justificar este tipo de prueba :


A.- Que el medio probatorio no es adecuado para establecer o acreditar la proposición fáctica que
pretende ser probada por la parte. Es decir, el medio ofrecido no es adecuado al fin que se pretende,
de forma tal que de aceptarse sólo produciría efectos puramente dilatorios.
B.- Cuando el medio de prueba ofrecido es superfluo, ya que se han ofrecido otras pruebas con el
mismo fin o debido a que el medio de prueba ya se había practicado previamente.

Art. 276 inc. 2°: “Si estimare que la aprobación en los mismos términos en que hubieren sido
ofrecidas las pruebas testimonial y documental produciría efectos puramente dilatorios en el juicio
oral, dispondrá también que el respectivo interviniente reduzca el número de testigos o de
documentos, cuando mediante ellos deseare acreditar unos mismos hechos o circunstancias que no
guardaren pertinencia sustancial con la materia que se someterá a conocimiento del tribunal de
juicio oral en lo penal”
- Por provenir de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaras nulas .
Se trata, en este caso, de lo que se denomina prueba irregular, es decir, aquella que se obtiene en
base a actuaciones o diligencias que hubiesen sido declaradas nulas por haberse llevado a cabo
infringiendo las normas de procedimiento que se contemplan en la ley para su obtención. Por
ejemplo, una declaración anticipada que se obtuvo sin notificar válidamente al defensor
- Por ilicitud o infracción a garantías fundamentales .

En este caso no se esta frente a prueba impertinente, ni dilatoria, ni obtenida con errores de
procedimiento, sino que prueba obtenida con infracción de derechos fundamentales, como una
grabación de conversaciones telefónicas sin autorización judicial, una prueba material obtenida por
un ingreso a un recinto cerrado sin autorización judicial o de aquellas permitidas por la ley. En otros
términos, es prueba ilícita aquella obtenida por medios ilícitos, la prueba recogida en infracción a
normas de naturaleza material y principalmente contraria a los principios constitucionales.

“La investigación criminal no tiene valor probatorio intrínseco y representa una mera actividad de
recolección de antecedentes informativos, sobre cuya base se tomarán decisiones sobre el destino
de la causa y en su caso, se sostendrá la acusación. Por estas razones, conforme explican Duce y
Riego, se afirma que la etapa investigativa tiene un carácter preparatorio. En otras palabras, el
Estado en esta etapa de investigación –en aquello que es pertinente para este trabajo–, se prepara
para lo que será el eventual juicio oral, recopilando información que podría usar, verificando la
solidez de sus postulados y la probabilidad de probarlos y, en su caso, asegurándose los medios para
que el juicio resulte exitoso” .

“Es forzoso asumir que el procedimiento investigativo, en la gran mayoría de los casos, puede
conllevar –de forma más o menos severa– vulneraciones de garantías esenciales y la aprobación del
mismo no pasa por la intangibilidad de éstas, sino porque cuando en el proceso se vieren afectados
derechos esenciales en pro de otro interés, ello se realice de la forma y en los casos previstos por el
ordenamiento jurídico” .

“Lo que se postula es que resulta connatural al proceso penal y a la etapa investigativa, vulnerar o
amenazar de cierta forma los derechos esenciales de los ciudadanos y de lo que se trata en realidad,
cuando se habla de un control probatorio en relación con las garantías fundamentales, es
determinar que generada la probanza, si puede o no predicarse respecto que en su génesis se
respetaron los procedimientos y requisitos previstos por el ordenamiento jurídico para afectar las
mismas” (CORREA, Claudio.“La prueba ilícita de los particulares: de cargo y descargo”. Polít. crim.
Vol. 11 , Nº 21 (Julio 2016), Art. 5, pp. 104-139 [http://www.politicacriminal.cl/Vol_11 /n_21
/Vol11 N21 A5.pdf])

De esta forma, la prueba ilícita se vincula directamente con la garantía del debido proceso contenido
en el art. 19 N° 3 CPRC, que exige que se desarrolle un justo y racional procedimiento e
investigación para poder arribar a la dictación de una sentencia dentro de un debido proceso.

Quienes sostienen la necesidad de exclusión de la prueba ilícita lo fundamentan


esencialmente en posturas: la necesidad de evitar que las decisiones en materia penal se adopten
sobre la base de prueba de calidad deficiente, que no cumple condiciones mínimas de credibilidad
(criterio de confiabilidad de la evidencia); en segundo lugar, la necesidad de garantizar que el
sistema procesal no adopte sus decisiones sobre pruebas ilícitas (criterio de la integridad judicial) ;
y en último término, la necesidad de disciplinar a los agentes de persecución penal, en especial a los
policías, y generarles desincentivos para que en su proceder puedan afectar garantías
fundamentales (criterio de la prevención o disuasión)
.
La ilicitud de la prueba obtenida ilícitamente importa que debe existir una relación directa entre la
infracción de derechos fundamentales con la obtención de la prueba, de forma tal que si no se da esa
relación, la prueba no debe ser excluida

Adicionalmente, la prueba derivada de una prueba ilícita, adolece del mismo vicio que la primera y,
por tanto, también debe ser excluida. Ello lleva a la denominada teoría de los frutos del árbol
envenenado y a la prueba derivada o indirecta, la cual también se debe excluir.

Como sostiene el profesor Hernández: “Uno de los aspectos más relevantes de la regla de exclusión
de prueba obtenida con infracción de la Cuarta Enmienda es que ésta no afecta sólo la admisibilidad
de la prueba obtenida en la detención, registro o incautación ilegítima, sino que se extiende también
a todos los "frutos" de dicha prueba, es decir, a toda prueba cuyo origen esté vinculado a la prueba
obtenida con vulneración de la protección constitucional”. (Héctor Hernández Basualto, La
Exclusión de la Prueba Ilícita en el Nuevo Procedimiento Penal, p. 22).

Sin embargo, la tesis de exclusión de la prueba derivada, también ha sido limitada por una serie de
teorías o doctrinas que actúan como reglas de exclusión y que se fundamentan, esencialmente, en la
relación (causa-efecto) que debe existir entre la infracción al derecho fundamental y la prueba.
“… la jurisprudencia ha ido reconociendo ciertos límites al principio, sobre todo por la vía de
precisar las características del vínculo causal que ha de existir entre la infracción constitucional y la
obtención de las pruebas cuya exclusión se reclama, vínculo causal que en algunos casos en rigor
puede considerarse inexistente, en tanto que en otros, aunque sea innegable, puede parecer tan
atenuado que el vicio puede ya considerarse "purgado". Las excepciones suelen presentarse en tres
grandes grupos: la doctrina de la fuente independiente (independent source doctrine), la regla del
descubrimiento inevitable (inevitable discovery rule) y el principio de la conexión atenuada
(attenuated connection principie). (Hernández Héctor)

De esta forma, existen las siguientes limitantes a la exclusión:


A.- La doctrina de la fuente independiente: si con motivo de la investigación y por otras vías
lícitas se llega al mismo medio de prueba que inicialmente adolecía de ilicitud, se debe admitir la
prueba. “Desde antiguo se ha reconocido que no debe excluirse la prueba que tiene su origen en una
fuente independiente de la ilicitud inicial, por la sencilla razón que en estos casos simplemente
dicha prueba no es un "fruto" de la ilicitud”.
En general, no existe problema en aceptar la existencia de una fuente independiente cuando la
prueba se obtiene previamente a la actuación ilegal. Sin embargo, cuando la fuente independiente se
obtiene con posterioridad a la actuación ilegal resulta bastante mas difícil la justificación. Como
sostiene el profesor Hernández “Mucho más problemático resulta, desde luego, admitir la existencia
de una fuente realmente independiente cuando ésta aparece con posterioridad a la actuación ilegal,
pues siempre resultará plausible sostener que cualquier información posteriormente obtenida se
debe a la influencia que en la investigación ha ejercido el primer hallazgo

B.- La doctrina del descubrimiento inevitable: si igualmente se hubiera llegado al medio de prueba
debido a que se estaban realizando otras actuaciones de investigación que inevitablemente
permitirían acceder al referido medio de prueba, el mismo sería lícito. Nuevamente, el profesor
Hernández sostiene que “Tampoco se excluye aquella prueba que si bien en concreto no se obtuvo
de forma independiente de la obtenida ilegalmente, en todo caso iba a ser descubierta por medios
legales”. El caso principal en esta materia es Nix v.Williams (467 U.S. 431 [1984]): la policía obtiene
ilegalmente del imputado (en violación del derecho a la asistencia de abogado, esto es, de la Sexta
Enmienda) la información sobre el lugar en que se encuentra el cadáver de la víctima, información
en virtud de la cual se descubre el cuerpo. Sin embargo, la Corte declaró admisible la prueba
relacionada con el cadáver porque éste inevitablemente iba a ser descubierto "dentro de corto
tiempo" y "esencialmente en la misma condición", ya que 200 agentes estaban realizando un
cuidadoso operativo de búsqueda que incluía el lugar donde se encontraba el cadáver. También
aquí, como se puede ver, el nexo causal entre la ilegalidad y el hallazgo de determinada evidencia es
innegable, pero una consideración hipotética permitiría restarle relevancia.

C.- La doctrina del vínculo atenuado: cuando se relaciona la prueba ilícita y la lícita que se genera a
partir de la ilícita no hay claridad, o es tan tenue que se requiere de grandes operaciones lógicas
para poder definirlo o identificarlo, la prueba no debe excluirse. La idea de un vínculo causal entre
ilegalidad y obtención de determinada evidencia que puede encontrarse tan atenuado que llega a
"disipar" el vicio está ya enunciada en Nardone v. United States (308 U.S. 338 [1939]). El caso
paradigmático de aplicación de esta idea es Wong Sun v. United States (371 U.S. 471 [1963]):
agentes policiales detienen ilegalmente a una persona, quien involucra a otra y ésta a su vez implica
a una tercera (Wong Sun) que también es detenida ilegalmente. Con posterioridad, sin embargo,
esta persona ya libre y en espera del juicio, debidamente advertida de sus derechos, confiesa
voluntariamente. La Suprema Corte declara admisible esta confesión, a pesar que resulta indudable
que no se hubiera llegado a ella de no ser por la ilegalidad originaria, esto es, a pesar de ser
innegable el vínculo causal entre ilegalidad y prueba, por entender que en la especie dicho vínculo
quedó lo suficientemente atenuado como para no aplicar la regla de exclusión. Ahí se introduce
como criterio central la pregunta sobre si, en el caso concreto, la prueba se ha obtenido con
aprovechamiento (exploitation) de la ilicitud previa o bien por medios lo suficientemente
distinguibles de ésta como para tenerla por saneada.

También en esta materia se ha tratado de reconducir las razones para no aplicar la regla de
exclusión al déficit de efecto disuasivo que ésta tendría en este caso: cuando el vínculo entre la
ilegalidad original y la prueba derivada cuya exclusión se discute es muy atenuado, no puede decirse
que dicha prueba derivada haya estado en la perspectiva de los agentes al momento en que realizan
el acto ilegal, de suerte que la amenaza de su exclusión no podría tener efecto disuasivo.(Héctor
Hernández)

A lo anterior se agregan otras teorías como:


A.-La proporcionalidad la cual considera la gravedad del hecho, la viabilidad de la medida, los
intereses afectados y la trascendencia de la cuestión.
B.- Excepción de buena fe, "good-faith exception“, la cual no excluye del proceso pruebas obtenidas
por un agente policial que actuó de forma razonable y creyendo que lo hacía de forma legal.
Para comprender el concepto de prueba ilícita y diferenciarla de la prueba nula, el profesor
Hernández sostiene: “Desde un punto de vista formal, la inobservancia de garantías fundamentales
es predicable por igual y sin ningún tipo de restricciones tanto de actuaciones jurisdiccionales como
de actos administrativos de los órganos del Estado y aun de cualquier actividad material de los
mismos o de particulares. Desde un punto de vista material, sin embargo, y cualquiera que sea la
amplitud que se le acuerde a los términos, resulta forzoso concluir que la inobservancia de garantías
fundamentales representa algo más que la mera inobservancia de la legalidad ordinaria, de suerte
que para afirmarla no puede bastar con la infracción de ley en la obtención de la prueba, sino que
además se requiere que la infracción pueda vincularse de modo tal con una garantía fundamental
que pueda conceptualizarse como una afectación de la misma (cfr. infra 2.3)”.

“Por garantías fundamentales debe entenderse entre nosotros al menos las garantías consagradas
en la Constitución Política de la República y en los tratados internacionales de Derechos Humanos
vigentes en Chile. No parece posible, no obstante la distinta redacción, atribuirle a los términos un
alcance distinto al de los presupuestos de la obligada autorización judicial previa en el art. 9o, de la
cautela de garantías conforme el art. 10°, de la presunción de perjuicio para los efectos de la nulidad
procesal en el art. 160 o de la procedencia del recurso de nulidad de acuerdo con el art. 373 letra
a)107. En otras palabras, nada autoriza entre nosotros, como ocurre en cambio en el ordenamiento
constitucional español, a atribuirle sólo a algunas garantías constitucionales el rango de garantía
fundamental1 ™.

Visto así, la determinación de las garantías fundamentales puede realizarse sin grandes dificultades
de la mano del catálogo de derechos del art. 19 de la Constitución Política, muchos de los cuales,
efectivamente, pueden verse conculcados mediante actuaciones propias de los órganos de la
persecución penal, actuaciones de las cuales puede derivarse material probatorio que debe ser
excluido”.
“… la consideración del mandato constitucional de establecer legalmente las garantías de un
procedimiento y una investigación racionales y justos, consagrado en el art. 19 N° 3 inciso quinto de
la Constitución Política, mandato que se ha dado en llamar genéricamente la garantía del debido
proceso. La consideración separada de esta garantía se justifica porque, en rigor, no se trata de una
sino que de un haz de garantías procesales, cuyo contenido específico dista de ser pacífico", aspecto
que precisamente abre un enorme frente de discusiones sobre la posible existencia y los alcances de
principios o reglas procesales con mera consagración legal o aun de simple creación doctrinaria o
jurisprudencial que eventualmente podrían formar parte del núcleo del cambiante y acumulativo
concepto de debido proceso y que, por esa vía, gozarían de rango constitucional, de suerte que su
vulneración debería conducir a la exclusión del material probatorio así obtenido.”
Finalmente, el resto de la prueba ofrecida por los intervinientes será aceptada por el juez de
garantía para ser rendida en el juicio oral.

Nuevo plazo para presentar prueba: en la audiencia de preparación es posible que se condena un
nuevo plazo a la defensa para presentar prueba. Artículo 278.- Nuevo plazo para presentar prueba.
Cuando, al término de la audiencia, el juez de garantía comprobare que el acusado no hubiere
ofrecido oportunamente prueba por causas que no le fueren imputables, podrá suspender la
audiencia hasta por un plazo de diez días.

Solicitud de prisión preventiva o revisión por el tribunal: art. 142, 144 y 145.
Unión y separación de acusaciones: por razones de economía procesal, de organización o vinculadas
al derecho a la defensa, puede el juez de garantía unir o separar acusaciones, evento que ocurrirá
cuando el juez de garantía considere que es conveniente someter a un mismo juicio, y siempre que
no perjudicare el derecho a la defensa, decretando en tal caso un solo auto de apertura.

Para ello se debe considerar los siguientes motivos para agrupar acusaciones:
- Si las acusaciones estuvieren vinculadas por referirse a un mismo hecho;
- Si las acusaciones se refieren a un mismo imputado, o
- Porque respecto de varias acusaciones debieren ser examinadas unas mismas pruebas.

Para separar acusaciones, los criterios son:


 Cuando de ser conocida las acusaciones en un solo juicio oral, pudiere provocar graves
dificultades en la organización o el desarrollo del juicio, o
 Cuando de ser conocida las acusaciones en un solo juicio oral, pudiere provocar detrimento del
derecho de defensa.

Artículo 274.- Unión y separación de acusaciones. Cuando el ministerio público formulare diversas
acusaciones que el juez considerare conveniente someter a un mismo juicio oral, y siempre que ello
no perjudicare el derecho a defensa, podrá unirlas y decretar la apertura de un solo juicio oral, si
ellas estuvieren vinculadas por referirse a un mismo hecho, a un mismo imputado o porque
debieren ser examinadas unas mismas pruebas.

El juez de garantía podrá dictar autos de apertura del juicio oral separados, para distintos hechos o
diferentes imputados que estuvieren comprendidos en una misma acusación, cuando, de ser
conocida en un solo juicio oral, pudiere provocar graves dificultades en la organización o el
desarrollo del juicio o detrimento al derecho de defensa, y siempre que ello no implicare el riesgo de
provocar decisiones contradictorias.

Finalmente, el la audiencia de preparación es posible recibir prueba anticipada: dada la necesidad


que la prueba testimonial y pericial se rinda en el juicio oral por vía de la respectiva declaración,
puede existir motivo para estimar que el testigo o perito no pueda presentarse al mismo, sea por
razones de no encontrarse en Chile, por edad, por enfermedad, debido a que se tema que pueda
fallecer, etc. por lo cual el CPP establece la posibilidad de tomar su declaración antes del juicio y
utilizar los registros respectivos en el juicio oral, para lo cual se debe citar a una audiencia especial
para ello, a fin de procurar hacer efectivo el derecho de interrogar y contrainterrogar a los testigos o
peritos.

Artículo 280.- Prueba anticipada. Durante la audiencia de preparación del juicio oral también se
podrá solicitar la prueba testimonial anticipada conforme a lo previsto en el artículo 191 Si con
posterioridad a la realización de la audiencia de preparación del juicio oral, sobreviniere, respecto
de los testigos, alguna de las circunstancias señaladas en el inciso segundo del artículo 191 o se
tratare de la situación señalada en el artículo 191 bis, cualquiera de los intervinientes podrá
solicitar al juez de garantía, en audiencia especial citada al efecto, la rendición de prueba anticipada.

Asimismo, se podrá solicitar la declaración de peritos en conformidad con las normas del Párrafo
del Título III del Libro Segundo, cuando fuere previsible que la persona de cuya declaración se
tratare se encontrará en la imposibilidad de concurrir al juicio oral, por alguna de las razones
contempladas en el inciso segundo del artículo 191. Para los efectos de lo establecido en los incisos
anteriores, el juez de garantía citará a una audiencia especial para la recepción de la prueba
anticipada.

En relación a la prueba anticipada, además de la disposición transcrita y del art. 191 que se refieren
a ella, los arts. 191 bis y 192 regulan otras hipótesis de prueba anticipada.

EL AUTO DE APERTURA:
Al final de la audiencia y luego de discutir los diversos aspectos que implica la audiencia de
preparación el juez debe dictar el autor de apertura, el cual corresponde a una sentencia
interlocutoria ya que ha de servir de base para dictar una sentencia definitiva. La referida resolución
es apelable sólo por el Ministerio Público en el evento de exclusión de prueba, recurso que se
concede en ambos efectos.

El Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucional la referida disposición al otorgar el recurso


sólo al Ministerio Público. Sin embargo, esa tesis no considera que la defensa puede deducir recurso
de nulidad en caso de exclusión de prueba que ofrezca y que expresamente se contempla en el art.
373 letra a) al disponer que:
“Cuando, en cualquier etapa del procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren
infringido sustancialmente derechos o garantias asegurados por la Constitución o por los tratados
internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes”
La referida disposición fue modificada en año 2005, sustituyendo la frase “la tramitación del juicio”
por “cualquier etapa del procedimiento”, con lo cual claramente cabe la posibilidad que el vicio o
afectación haya sido en la etapa previa al juicio oral, es decir, en la audiencia de preparación o
incluso en la etapa de investigación.

Finalmente, el tribunal de garantía deberá remitir el auto de apertura al TOP dentro de las 48 hrs.
siguientes a que quede firme.

Requisitos del auto de apertura.


Artículo 277.- Auto de apertura del juicio oral. Al término de la audiencia, el juez de garantía
dictará el auto de apertura del juicio oral. Esta resolución deberá indicar:
a) El tribunal competente para conocer el juicio oral;
b) La o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las correcciones formales que se hubieren
realizado en ellas;
c) La demanda civil;
d) Los hechos que se dieren por acreditados, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 275;
e) Las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral, de acuerdo a lo previsto en el artículo anterior,
f) La individualización de quienes debieren ser citados a la audiencia del juicio oral, con mención de
los testigos a los que debiere pagarse anticipadamente sus gastos de traslado y habitación y los
montos respectivos.

El auto de apertura del juicio oral sólo será susceptible del recurso de apelación, cuando lo
interpusiere el ministerio público por la exclusión de pruebas decretada por el juez de garantía de
acuerdo a lo previsto en el inciso tercero del artículo Precedente. Este recurso será concedido en
ambos efectos. Lo dispuesto en este inciso se entenderá sin perjuicio de la procedencia, en su caso,
del recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva que se dictare en el juicio oral, conforme a
las reglas generales.

Si se excluyeren, por resolución firme, pruebas de cargo que el Ministerio Público considere
esenciales para sustentar su acusación en el juicio oral respectivo, el fiscal podrá solicitar el
sobreseimiento definitivo de la causa ante el juez competente, el que la decretará en audiencia
convocada al efecto.
UNIDAD 4: EL JUICIO ORAL.

1.- ACTUACIONES PREVIAS AL JUICIO ORAL Y PRINCIPIOS.


El juicio oral en el procedimiento ordinario se encuentra regulado en el Título III del Libro II del
CPP, arts. 281 a 351 . Corresponde, en esta etapa del proceso, conocer y resolver el conflicto penal
de fondo y, por ello, constituye la etapa mas importante del proceso.

Las etapas previas, investigación e intermedia, tiene un carácter meramente preparatorio y de ahí
que los antecedentes de la investigación no posea, procesalmente, el carácter de prueba, ya que no
acreditan hechos y nos han sido valorados por un tribunal. Por otro, la audiencia de preparación, tal
como su nombre lo indica, tiene por finalidad fijar la Litis del juicio y los antecedentes de prueba
que se desarrollaran en el juicio oral. Siendo propiamente un juicio, conforme lo examinado en
etapas anteriores, se rige por una serie de principios fundamentales que constituyen la base del
mismo y cuyo cumplimiento constituyen requisitos esenciales del proceso.

Su estructura se puede determinar de la siguiente forma:


a) Preparación de la audiencia de juicio oral.
b) Audiencia de juicio oral.
c) Redacción y lectura de la sentencia definitiva.
Previamente a examinar las tres etapas señaladas, resulta esencial determinar los principios que
regulan el juicio y que se encuentran reconocidos en nuestra legislación procesal:

1 . Bilateralidad de la audiencia o contradicción: Implica, conforme lo examinado, la presencia


del tribunal durante el desarrollo del mismo y de todos los intervinientes, como la posibilidad, en
igualdad de condiciones, que las mismas puedan debatir, contradecir la prueba y los argumentos de
la contraria, además de examinar la prueba rendida.

La presencia ininterrumpida del tribunal constituye requisitos esencial, de forma tal que la ausencia
de un juez es causal de nulidad del juicio y la sentencia (arts. 284 y 374 b). La presencia
ininterrumpida del fiscal es también requisito esencial y su ausencia causal de nulidad (art. 284 y
374).

En relación a la presencia del acusado durante toda la audiencia, la concurrencia del mismo al inicio
del juicio es requisito indispensable para iniciar el mismo y su ausencia permite suspender el juicio
y dictar medidas cautelares para asegurar su comparecencia, llegando incluso al sobreseimiento
temporal en caso de rebeldía (art. 252, 33 y 101 inc. 2°). Sin embargo, puede el juicio continuar,
cuando el imputado concurrió a su inicio y siempre que haya tenido la posibilidad de declarar (art.
283 inc. 2). Adicionalmente, el tribunal puede autorizar su salida cuando éste lo solicite pero
permaneciendo en sala próxima e incluso puede disponer que abandone la sala cuando su
comportamiento perturba el orden.

La presencia del defensor también es requisito esencial del juicio y su presencia durante todo el
juicio, de forma que su falta es causal de nulidad (art. 103, 286 y 374 b), ello sin perjuicio que la falta
a la audiencia o su falta de comparecencia es causal de abandono de la defensa, debiendo el tribunal
designar de oficio a otro defensor (art. 106). Igualmente es indispensable la comparecencia y
presencial del querellante, de forma tal que en el evento que no comparezca o si se ausenta, procede
declarar el abandono de la querella (art. 120 c) y 121 ).

La contradicción se materializa no sólo en la presencia de los sujetos procesales en todo el juicio,


sino también en el permitir el ejercicio de la pretensión punitiva y la defensa al poder efectuar los
alegatos de apertura (art. 325 inc. final y 326 inc. 1 °); en la interrogación y contra interrogación de
testigos y peritos (Art. 330) y en los alegatos de clausura (Art. 338).
De esta forma, las partes poseen los mismos derechos para efectuar sus labores de postulación,
presentación y control de la prueba, como para formular sus conclusiones respecto de las
pretensiones y defensas hechas valer.

2.- Dispositivo y presentación de partes; En el juicio oral se reconoce plenamente la aplicación


del principio dispositivo en relación a los intervinientes y la posición pasiva del tribunal, ello en el
curso del mismo y en la prueba toda vez que les corresponde a las partes, esencialmente al
Ministerio Púbico, al querellante, al actos civil y al acusado rendir la prueba, sin que el tribunal
pueda dictar medidas para mejor resolver o considerar prueba diversa que las partes hayan rendido
en el juicio. Adicionalmente, el proceso se inicia justamente por una decisión de parte, como es la
acusación y debe ser sostenida en el juicio oral (art. 259, 325 inc. 2°, 328, 338).

En la prueba destaca lo dispuesto en los arts. 259 inc. 2°, 261 letra c), 60 inc. final, 263, 268, 328,
330, en orden a que son las partes quienes prueba, los que presentan los medios, quienes formulan
las preguntas y contrainterrogaciones, quienes pueden incluso desistirse de presentar determinada
prueba, sin que el tribunal pueda hacerlo, salvo para aclarar respuestas de los testigos o peritos. Así,
el ofrecimiento de la prueba y la rendición de la misma esta entregada a las partes y al tribunal sólo
le caben facultades excepcionales en relación a la aclaración, siendo su papel esencial el interpretar
y valorar la prueba.

3.- Buena fe e imparcialidad: La buena fe esta vinculada a las partes, las que pueden hacer valer en
el juicio oral las pruebas que fueran obtenidas de actuaciones válidas y sin infracción a derechos
fundamentales. De esta forma, por regla general, no se permite rendir prueba que no este
previamente determinada y validad en el auto de apertura y sólo excepcionalmente se permite
rendir prueba nueva (art. 336 inc. 1 °) o lo que se denomina prueba sobre prueba o prueba de
veracidad (art. 336 inc. 2°).

Se debe velar por el tribunal por protección de víctimas y testigos, procurando que éstos puedan
declarar libres de amenazas o presiones y con el máximo de tranquilidad (art. 308 y 322). No se
pueden hacer valer antecedentes referidos a la suspensión condicional, acuerdos reparatorios o al
procedimiento abreviado (art. 335)

4.- Oralidad: Toda la audiencia de juicio es oral, para todos los intervinientes, sin que se permitan
presentaciones escritas y solo la sentencia es escrita, así lo dispone el art. 291 . Por consiguiente,
todas las alegaciones, defensas, argumentaciones, la recepción de la prueba y, en general, la
intervención de las partes es verbal. Ello incluye la del propio tribunal y las resoluciones que dice,
las que deben ser orales y fundamentadas. Se prohíbe incorporar o invocar como medio de prueba
los registros y demás documentos que dan cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por el
Ministerio Público o la policía (art. 334 inc. 1 °). Solo excepcionalmente se permite la reproducción
de declaraciones anteriores a la audiencia de juicio oral en los casos y supuestos establecidos en el
art. 331 , lo que debe ser autorizado por el tribunal.

Las declaraciones escritas de la etapa de investigación no pueden reproducirse y sólo se pueden


utilizar para apoyo de memoria o superar contradicción del testigo o perito (art. 332). Todos los
documentos, objeto y otros medios de prueba deben ser incorporados por lectura o exhibición de
los mismos (art. 333).

5.- Registro completo: De todo el juicio oral debe dejarse registro íntegro (41 ).

6.- Inmediación: Los miembros del tribunal deben tener presencia ininterrumpida durante todo el
juicio oral (art. 284), sin que se posible que participen en la decisión jueces que no estuvieran
presentes en el desarrollo del mismo, evento en que el juicio es nulo (art. 374 b). No es posible
delegar las facultades del juez (art. 35), ello debido que la sentencia se debe dictar en base a los
antecedentes probatorios rendidos en el juicio (art. 340 inc. 2°) y cuyo valor lo determinan sólo esos
jueces (art. 297), fundamentando el veredicto que deben comunicar al final de la audiencia (art.
343).

La única excepción que en realidad no es tal, son las de jueces alternos, toda vez que el presidente e
la sala puede designar un número de jueces mayor de tres (jueces alternos) para que la integren,
cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el número ordinario no se
podrá dar cumplimiento a lo exigido en el artículo 284 ( art. 281 inc. 5°).que pueden designarse para
el evento que falte alguno que integra la sala, juez alterno que igualmente debe estar presente
durante todo el juicio (art. 281 inc. 5°).

7.- Continuidad y concentración: Dado que la presencia ininterrumpida de todos los


intervinientes durante el juicio es requisito esencial de validez del mismo, se requiere que el juicio
se desarrolle sin solución de continuidad, es decir, ininterrumpidamente, en sesiones sucesivas y
realizando las actuaciones de la forma mas concentrada y con la mayo brevedad, eficacia y precisión
posible.

Los arts. 282, 283, 292, 343 y 344 consagran estos principios:
1. El juez dirige el debate, ordena la rendición de pruebas, exigirá el cumplimiento de las solemnidades
correspondientes y moderará el debate. Conforme a ello puede impedir que las alegaciones se desvíen a
aspectos no centrales del debate, pero sin coartar el ejercicio legítimo de la acusación ni el derecho a la
defensa, encontrándose autorizado a fijar limites máximos igualitarios de uso de la palabra.
2. Las audiencias de juicio se desarrollan en forma continua y se puede prorrogar en audiencias sucesivas.
3. Son sesiones sucesivas aquellas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente al funcionamiento
ordinario de tribunal.
4. El tribunal puede suspender la audiencia hasta por dos veces solamente por razones de necesidad y por el
tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la suspensión. Al reanudarla debe hacer un breve
resumen de los actos realizados. La suspensión por mas de 10 días produce la nulidad del juicio.
5. El juicio se suspende por sobreseimiento temporal conforme al art. 252. Sin embargo, el juicio puede seguir
desarrollándose sin la presencia del acusado cuando éste tuvo la oportunidad de declarar en el juicio y se
ausentare posteriormente y siempre que el tribunal no estime necesaria su presencia (art. 283 inc. 2°).
6. Al suspender una audiencia el tribunal debe comunicar verbalmente la fecha y hora de su continuación, lo cual
se entiende como suficiente notificación.
7. Se fijan plazos breves y perentorios para la comunicación del veredicto y para la redacción y lectura de la
sentencia (arts. 343 y 344).
8. El transcurso del plazo legal para la redacción de la sentencia produce la nulidad del juicio, salvo que la
sentencia se absolutoria y genera responsabilidad para los jueces al estimarse que ello constituye infracción
disciplinaria (art.. 344 inc. final).
9. Si la audiencia de juicio oral no se ha iniciado, lo que ocurre cuando se inicia el juicio oral, puede accederse al
cambio de día y hora para el juicio.

La continuidad y concentración del juicio se vinculan directamente con el principio de inmediación


y oralidad, toda vez que permiten asegurar que el tribunal, los intervinientes se encuentren
presentes en el juicio a fin de desarrollar la prueba y que los jueces la puedan conocer, para
posteriormente valorar la misma. Adicionalmente, los principios referidos aseguran que los jueces
puedan valorar sólo aquella prueba que se rindió en el juicio.

8.- Publicidad: Toda la audiencia de juicio oral es pública conforme al art. 289. Sin embargo, puede
el tribunal adoptar medidas que hacen una excepción a ello en los eventos que la misma disposición
se refiere. Así, el tribunal podrá disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o más de
las siguientes medidas, cuando considerare que ellas resultan necesarias para proteger la intimidad,
el honor o la seguridad de cualquier persona que debiere tomar parte en el juicio o para evitar la
divulgación de un secreto protegido por la ley:
a) Impedir el acceso u ordenar la salida de personas determinadas de la sala donde se efectuare la
audiencia;
b) Impedir el acceso del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas
específicas, y
c) Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen información o
formulen declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio.
Los medios de comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la
audiencia que el tribunal determinare, salvo que las partes se opusieren a ello. Si sólo alguno de los
intervinientes se opusiere, el tribunal resolverá.

9.- Orden consecutivo legal atenuado: El juicio oral posee un orden establecido previamente por
el CPP, de forma tal que posee claras etapas que se pueden identificar y se desarrollan en forma
sucesiva hasta el término. De esa forma tiene una etapa inicial de preparación para luego pasar el
juicio oral propiamente tal, este a su vez comienza con el examen de las condiciones para realizarlo,
los alegatos de apertura, la declaración del imputado, la rendición de prueba, la clausura y el
veredicto. Adicionalmente determina los plazos para el que tribunal redacte la sentencia y la
comunique.

Pero paralelamente el juez posee facultades para dirigir el debate, de forma tal que éste ordenará la
prueba, exigirá el cumplimiento de las solemnidades legales, modera la discusión, impide que las
alegaciones se alejen del debate, puede limitar el tiempo de las alegaciones. Por otro, existe un
orden consecutivo convencional, ya que los intervinientes determinan como y en que orden rinden
la prueba, correspondiendo primero recibir la prueba de la acusación y de la demanda civil, para
luego la ofrecida por el acusado.

10.- Preclusión: El avance del juicio oral se desarrolla consecuencialmente hacia una etapa
posterior que conduce a la extinción en el ejercicio de las facultades que corresponden en la etapa
anterior. En otros términos, como todo proceso, los actos del procedimiento se van desarrollando de
forma tal que las etapas anteriores se extinguen y no es posible ejercer las facultades
correspondientes una vez que ello ocurre. Sin embargo, hay algunas excepciones como ocurre en e
interrogatorio de testigos y peritos, toda vez que una vez interrogados y contrainterrogados, e
tribunal puede efectuarle preguntas destinadas a aclarar sus dichos, pero pueden las partes solicitar
al tribunal un nuevo interrogatorio (art. 329). La prueba que se rinde en juicio viene determinada
del auto de apertura, de forma que no se puede rendir nueva prueba, sin embargo, el art. 336
permite rendir prueba nueva.

11 .- Libertad probatoria: Una de las características principales del proceso penal y del juicio oral
en particular, es la facultad de los intervinientes de utilizar cualquier medio probatorio para probar
los hechos de su teoría del caso.

Artículo 295.- Libertad de prueba. Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada
solución del caso sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e
incorporado en conformidad a la ley. Por su parte, el art. 323 dispone: Medios de prueba no
regulados expresamente. Podrán admitirse como pruebas películas cinematográficas, fotografías,
fonografías, videograbaciones y otros sistemas de reproducción de la imagen o del sonido, versiones
taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para producir fe. El tribunal determinará la forma de
su incorporación al procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más análogo.

Por su parte, el tribunal posee libertad para valorar la prueba, estableciéndose un sistema de
valoración de sana crítica al disponer el art. 297 que: “Valoración de la prueba. Los tribunales
apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas
de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de
aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para
hacerlo. La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de
prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se
dieren por probados. Esta fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento
utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia.

De esta forma, la regulación que hace el CPP de la prueba testimonial y pericial, es en realidad
referencial, ya que en definitiva todos los hechos se pueden acreditar con cualquier medio
probatorio, correspondiéndole al tribunal determinar la forma en que se ingresará e incorporará en
el juicio para luego, conforme as las reglas de la sana crítica, valorar la prueba y asignarle un valor,
ello conforme al estándar que exige el art. 340 para lograr la convicción necesaria para la condena,
es decir, “más allá de toda duda razonable” y considerando sólo la prueba rendida en el juicio (art.
297 inc. 2° y 340 inc. 2°).

12.- La sana crítica, valor probatorio y duda razonable: Tres sistemas existen para la valoración
de la prueba:
1 .- Sistema de prueba tasada o legal: corresponde a la ley asignar el valor de cada uno de los
medios de prueba y el juez aplica pasivamente las reglas respectivas a objeto de dar mayor o menor
valor a cada medio de prueba. Corresponde al sistema del Código de Procedimiento Penal y Civil.
2.- Sistema de libre o íntima convicción: en base al cual el tribunal es absolutamente libre para
determinar el valor probatorio de los medios de prueba, de forma que no existe medo,
procedimiento ni reglas de valoración. Corresponde al sistema de jurados utilizado en EEUU.
3.- Sistema de sana crítica: constituye el punto medio de los dos sistemas anteriores, de forma tal
que el juez posee libertad para apreciar la prueba, pero ésta se encuentra limitada a las “reglas del
correcto entendimiento humano, contingentes y variables, en relación a la experiencia del tiempo y
lugar, pero que son estables y permanentes en cuanto a los principios lógicos en que debe apoyarse
la sentencia” (Couture). De esta forma, en el sistema de sana crítica el juez se encuentra limitado en
la asignación de valor probatorio a las reglas de la lógica (en el fondo del sano entendimiento
humano y que regula la forma en que se estructura el pensamiento) y a las máximas de la
experiencia, que corresponden a un conjunto de juicios que el juez crea y que se fundan en la
observación de lo que ocurre normalmente y que pueden formularse en abstracto por toda persona.
En otros términos, las máximas de experiencia son: “definiciones o juicios hipotéticos de contenido
general, desligados de los hechos concretos que se juzgan en el proceso, procedentes de la
experiencia, pero independientes de los casos particulares de cuya observación se han inducido y que,
por encima de esos casos, pretenden tener validez para otros nuevos”.

Corresponde justamente al sistema adoptado por el actual CPP, al disponer en el art. 297 que: “ Los
tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la
lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados”.

Por su parte, el art. 340 CPP dispone: Convicción del tribunal. Nadie podrá ser condenado por delito
sino cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de toda duda razonable, la convicción de
que realmente se hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él hubiere
correspondido al acusado una participación culpable y penada por la ley. El tribunal formará su
convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral. No se podrá condenar a una
persona con el solo mérito de su propia declaración.

El art. 342, referente a los requisitos de la sentencia, exige que esta contenga, entre otros requisitos:
“c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por
probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de
prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297”;
De esta forma, si bien el tribunal posee libertad en relación a la apreciación o valoración de la
prueba, esa libertad no es plena o absoluta, ya que se encuentra limitada o restringida a respetar los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicos afianzados.
Constituyéndose por tanto, tales criterios, en límites formales de la libertad del tribunal a fin de
valorar la prueba rendida. Ahora bien, la única prueba que un tribunal puede considerar para
valorar o no y con ello adoptarun veredicto es aquella rendida en el juicio oral, de forma tal, que no
puede considerar prueba de otro proceso, ni puede rendir prueba de oficio y sólo podría considerar
aquellos hechos calificados como públicos y notorios para fundamentar su decisión.

Los principios de la lógica están referidos esencialmente a aquellos que regulan el pensamiento
humano y que permiten determinar si los juicios se encuentran correctamente formulados. La
máximas de la experiencia, conforme se analizó, corresponde a juicios de carácter general que el
juez construye en base a sus experiencia, a partir de lo cual puede efectuar tales juicios generales
que corresponden a abstracción de los casos particulares que conoce. El punto esencial, en estos,
dice relación a la forma en que se construyen, ya que ellos no podrían crearse en base a criterios de
discriminación como, por ejemplo, “todas las rubias son tontas”. Finalmente, los principios
científicamente afianzados corresponden a conocimientos científicos que se encuentran afianzados
en la comunidad.

Considerando tales limitantes el tribunal debe analizar la prueba rendida, análisis que no es en
forma individual, sino que también en su integridad en orden a como los diversos medios
probatorios son capaces de formar convicción unos con otros y por medio de una análisis acabado y
coherente de toda la prueba rendida, análisis racional que se realiza para crear CONVICCIÓN en
relación a si existe delito y participación del acusado. Ahora bien, para lograr convicción
condenatoria el CPP fijó un “estándar”, constituido por el concepto de “duda razonable”. Este
estándar de convicción señalado fue adoptado por la comisión mixta y es propio del derecho
anglosajón.

Duda razonable no implica certeza absoluta o convicción absoluta, “sino aquella que excluya las
dudas más importantes. Para los jueces del derecho anglosajón, prueba mas allá de una duda
razonable es aquella tan convincente que uno esta dispuesto a confirmar o actuar de acuerdo a ella sin
dudarlo, sin embargo no significa una certeza absoluta” (ICA Talca, rol N° 480). De esta forma, se trata
de lograr una convicción cercana a la certeza, por lo que no se requiere una convicción plena o
absoluta.

De esta forma, “la existencia de una duda razonable que obste a una sentencia condenatoria no
consiste en que la defensa acredite o pruebe irrefragablemente sus afirmaciones. Por el contrario, esa
exigencia se le impone a quien pretende desvirtuar la presunción de inocencia, en la especie, al
querellante. Lo que exige el estándar de configuración de una duda razonable resulta mas modesto, en
cuanto a que basta que la defensa introduzca elementos o indicios a través de sus pruebas, mediante
los cuales su teoría del caso resulte plausible o lógicamente susceptible de ser efectiva,” (JG
Antofagasta, sentencia 13/04/2004)

En el derecho norteamericano, se ha sostenido en relación a la duda razonable que esta corresponde


a una certeza moral –en contraposición a una certeza matemática–, otra interpretación sugiere que
es la seguridad o creencia apropiada en las decisiones importantes de la vida, también se ha
entendido como la clase de dudas que haría a una persona prudente titubear de actuar, igualmente se
ha interpretado como una convicción perdurable de culpabilidad, e incluso se ha expresado que la
duda razonable es aquella duda que amerita el otorgamiento de una razón.
También se le ha concebido como aquella que resulte tan convincente como para que una persona
no vacile en confiar en ella y actuar sobre esa base en los asuntos importantes de su propia vida, o el
que caracteriza a la duda razonable como aquella respecto de la cual pueden darse razones (Daniela
Alcattino, Certezas, dudas y propuestas en torno al estándar de la prueba penal).

“El legislador ha impuesto a los jueces en el artículo 340 del Código Procesal Penal, la obligación de
adquirir una doble convicción: la de que realmente se hubiere cometido el hecho punible objeto de la
acusación, y la de que en dicho hecho le ha correspondido al acusado una participación culpable y
penada por la ley, para lo cual, siguiendo el modelo anglosajón, ha introducido el patrón de la duda
razonable. Dicho concepto, refiriéndolo ahora al juicio de reprochabilidad que se endilga al acusado,
debe dar certeza de la participación del acusado en el ilícito, en términos tales, que no quede otra
posibilidad seria, normal, de que no sea así. Por ello, siguiendo a Maier, podríamos aseverar que “… la
falta de certeza representa la imposibilidad del Estado de destruir la presunción de inocencia,
construida por la ley, que ampara al imputado, razón por la cual ella conduce a la absolución.
Cualquier otra posición del juez respecto de la verdad, la duda o la probabilidad, impide la condena…”.
Más adelante, este autor, desarrollando estos conceptos, señala que “quien aprecia los elementos de
prueba puede, sin embargo, adoptar posiciones diferentes respecto de la verdad: puede convencerse de
que la ha alcanzado, tiene la certeza de que su reconstrucción es correcta; se inclina a admitir que ha
alcanzado la verdad, en un grado menor que el anterior, pues los elementos que lo afirman en esa
posición superan a otros que la rechazan, hábiles sin embargo para evitar su convicción total de haber
elaborado un juicio correcto, sin errores, afirma solo la probabilidad de que su reconstrucción es
acertada; por último, comprende que no conoce la verdad, pues los elementos que afirman algo se
balancean con los que niegan, la duda es absoluta…” , para concluir que frente a estos tres estados —
certeza, probabilidad y duda—, “sólo la certeza positiva permite condenar y que los demás estados del
juzgador respecto de la verdad remiten a la absolución, como consecuencia del in dubio pro reo” (Julio
Maier, Derecho Procesal Penal, T. I, p. 257 a 259)”. (TOP La Serena, rol N° 435-2008).

“Como se ha resuelto reiteradamente, la presunción de inocencia opera en el ámbito de proceso penal,


como el derecho del acusado a no sufrir condena, a menos que su culpabilidad haya quedado
establecida, más allá de toda duda razonable, en base a pruebas que puedan considerarse de cargo”.
“Pero esta prueba debe reunir características de pluralidad, consistencia, solidez y coherencia de
naturaleza tal, que lleven al tribunal en forma irrefutable a una conclusión, sin posibilidad de
conclusiones alternativas. En este juicio, la prueba rendida en la audiencia, como se ha dicho, ha
resultado idónea para tener por establecido parte del hecho delictivo de la acusación, pero carente de
todo otro testimonio directo, son del todo insuficientes para que el tribunal arribe a una convicción
respecto a la participación que sobre aquel hecho pudo tener el encausado Lagos Morales, al no reunir
los atestados de los dos testigos de cargo presentados por la fiscalía criterios de veracidad y
credibilidad, a través de una valoración que es una facultad propia de los jueces del debate, por las
consideraciones más arriba anotadas, dichos que en modo algunopodrían sustentar, por sí solos, una
convicción condenatoria, por lo que el tribunal absolverá de los cargos formulados por el persecutor
penal en contra del encartado” (TOP La Serena, rol 8-2011 ).

En síntesis, el llegar a una convicción mas allá de una duda razonable, implica un estándar que exige
que el tribunal debe alcanzar un grado de convicción de la verdad cercana a la certeza, ya que no se
trata de una convicción absoluta, sino de una que excluya las dudas mas importantes. Es decir, si la
duda es irracional, no justificada o implica un cuestionamiento absurdo, la misma no obstaría a
lograr convicción y, por tanto, a adoptar una decisión de condena.
Solo con el fin de complementar, puede ser importante considerar que el desarrollo de los grados de
conocimiento y certeza se desarrollan en los siguientes niveles:
Ignorancia: es decir el absoluto desconocimiento del hecho que se va a investigar, del hecho que se
va a probar.
Duda: corresponde a un estado de indecisión entre diversas posibilidades, de forma que existen
motivos que llevan a la afirmación de una circunstancia y otros motivos que llevan a su negación.
Probabilidad: corresponde a una etapa de transición en que la circunstancia investigada esta
revestida de mayores aspectos afirmativos y, que de una perspectiva subjetiva, se cree haber llegado
a la verdad.
Certeza: se trata de un estado psicológico en que no existe duda sobre la existencia de un hecho o
circunstancia.
Convicción: luego de la etapa de certeza se debe efectuar una serie de razonamientos para fundar la
forma en que se llego a ésta, de forma tal que cualquier persona la entienda.

2. ETAPAS DEL JUICIO ORAL.

Dentro del juicio oral es posible distinguir tres fases:


1. La preparación de la audiencia de juicio oral.
2. La audiencia de juicio oral.
3. La redacción y comunicación de la sentencia.

1 .- La preparación de la audiencia de juicio oral: Esta vinculada a los actos previos que debe
efectuar el tribunal para la realización del juicio oral propiamente tal y que comienza con la
recepción del auto de apertura en el TOP respectivo. A esta etapa se refiere esencialmente el art.
281 del CPP, del cual es posible distinguir los siguientes trámites:
A.- La recepción del auto de apertura dentro de las 48 hrs. siguientes a que se encuentre
ejecutoriada el auto de apertura. Mediante el mismo no sólo se remite la referida resolución y se
pone en conocimiento del TOP el juicio, sino que se pone a disposición a todos los acusados,
especialmente quienes están con medidas cautelares de forma tal que todos los aspectos de
conocimiento las mismas pasa a ser de competencia del TOP.
B.- Ingresa la causa al TOP se le asigna un número de rol, pasa al administrador de causas para la
distribución entre las diversas salas cuando el tribunal posee mas de una.

C.- El presidente de la sala que va a conocer el juicio debe dictar una resolución que contiene:
 La fecha de realización del juicio, que no puede ser antes de 15 ni después de 60 días desde la
notificación del auto de apertura.
 La localidad en que se constituirá el TOP, ello atendiendo a que tiene la posibilidad de hacerlo en
una comuna o localidad diversa a aquella en que funciona ordinariamente (art. 21 ª COT).
 Los jueces que integraran la sala. Puede con acuerdo del Presidente del Comité de Jueces designarse
mas de 3 integrantes cuando existen circunstancias que permitieren presumir que el numero
ordinario no permitirá dar cumplimento a lo que dispone el art. 254.
 La citación a audiencia de todos lo que deben concurrir (fiscal, querellante, victima, imputado,
defensor, testigos y peritos si se solicito su citación).

El acusado debe ser notificado con a lo menos 7 días de anticipación a la audiencia, bajo a
percibimiento del art. 33 y 141 inc. 4°.

Notificada la resolución que fija la audiencia de juicio oral y dentro de los tres días siguientes es
posible hacer valer causales de implicancia o recusación (art. 76). Es posible sin embargo alegar una
causal de inhabilidad luego del plazo de 3 días cuando la parte que la hace valer acredita haber
tenido conocimiento posterior y antes del inicio del juicio oral, Luego del inicio del juicio oral la
regla general es que no se pueden plantear, salvo que alguno de los jueces advirtiere un hecho
constitutivo de una inhabilidad.

Si se acoge la solicitud de inhabilidad el tribunal seguirá funcionando con exclusión del miembro
inhabilitado, si pudiere ser reemplazado de inmediato o, si continuare integrado por a lo menos dos
jueces, que hubieren concurrido a toda la audiencia. En este ultimo caso para lograr la sentencia
definitiva se debe tener unanimidad.

Luego de transcurrido 3 días de la notificación de la resolución que fija la audiencia de juicio oral no
es posible alegar la incompetencia territorial y el tribunal no puede dictar, de oficio ni a petición de
parte la misma (art. 74).

2.- La audiencia de juicio oral.: El juicio se inicia con una etapa previa de apertura del juicio oral,
momento en que el tribunal debe constatar la asistencia de todos los intervinientes y debe verificar
la presencia o disponibilidad de los testigos, peritos, interpretes y demás personas que fueran
citadas al juicio, declarando iniciado el mismo (art. 325). Al mismo tiempo el presidente de la sala
señalará las acusaciones que deben ser objetos del juicio y que están contenidos en el auto de
apertura, de forma que se referirá a la acusación fiscal, adhesión, acusación particular y demanda
civil. Acto seguido advierte al acusado que debe estar atento a todo los que oirá en la audiencia

Acto seguido hace salir de la sala a los testigos y peritos. En ese momento se acostumbra leer la
acusación, adhesión y demanda civil en los términos que viene redactado en el auto de apertura.

Alegatos de apertura. Acto seguido dará la palabra al fiscal y al querellante, para que se sostenga la
acusación fiscal, la del querellante y la demanda civil. Luego otorgará la palabra al defensor del
imputado para que realice su alegato de apertura.

Declaración del imputado, luego de la apertura del abogado defensor, el juez advertirá al acusad que
puede prestar declaración. Si el imputado presta declaración, renunciando a su derecho a guardar
silencio, declara libremente, es decir, luego de identificarse, sin que se le tome juramento, expondrá
lo que estime necesario en relación a los hechos de la acusación. Luego de ello debe ser interrogado
directamente por el fiscal, el querellante y el defensor. Finalmente, los jueces pueden consultar al
acusado a objeto de que aclare sus dichos.

Es importante hacer presente que es luego de los alegatos de apertura el momento procesal para
que el imputado declare y pueda ser interrogado. Las declaraciones que puede efectuar el acusado,
luego de ese momento conforme lo dispone el art. 326, no son propiamente declaraciones ya que no
están sujetas a contradicción por parte de los intervinientes y tampoco lo es la que puede prestar al
final del juicio oral.

En relación a la declaración del imputado, es importante hacer presente que la misma no


constituye una confesión en sentido tradicional, ya que como se señaló la declaración del
imputado esta considerada, en el actual proceso penal, como un medio de defensa.

En relación a esta declaración, se sostiene por alguna parte de la doctrina sostiene que
aplicándosele las reglas de interrogación del testigo al acusado y siendo éste un “testigo” aportado
por la parte contraria, le corresponde al Ministerio Público someterlo a un contrainterrogatorio y no
a un interrogatorio directo. Se sostiene lo anterior atendiendo a las reglas que regulan el
interrogatorio de los testigos y a que el imputado es, efectivamente, desde esa perspectiva, una
prueba contraria a la del fiscal y del querellante. Adicionalmente, se sostiene que de no ser objeto de
un contrainterrogatorio, el fiscal y el querellante no podrán obtener la información que requieren y
tampoco cuestionar su credibilidad que es el objetivo propio de un contrainterrogatorio o
contraexamen. Otros sostiene, en base a lo que dispone el art. 326 inc. segundo que el imputado
siempre es interrogado en forma “directa” tanto por el fiscal, el querellante como por el abogado
defensor.

Presentación de la prueba: luego de los alegatos de apertura y del momento otorgado para que el
imputado declare, sigue la rendición de la prueba por las partes, comenzando por la que sostiene la
acusación, el querellante, demandante civil y culminar con la del acusado.

En relación a la rendición de la prueba, las normas esenciales que la regulan son:


Artículo 328.- Orden de recepción de las pruebas en la audiencia del juicio oral. Cada parte
determinará el orden en que rendirá su prueba, correspondiendo recibir primero la ofrecida para
acreditar los hechos y peticiones de la acusación y de la demanda civil y luego la prueba ofrecida por
el acusado respecto de todas las acciones que hubieren sido deducidas en su contra.

Artículo 329.- Peritos y testigos en la audiencia del juicio oral. Durante la audiencia, los peritos y
testigos deberán ser interrogados personalmente. Su declaración personal no podrá ser sustituida por
la lectura de los registros en que constaren anteriores declaraciones o de otros documentos que las
contuvieren, sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 331 y 332. El juez presidente de la sala
identificará al perito o testigo y ordenará que preste juramento o promesa de decir la verdad. La
declaración de los testigos se sujetará al interrogatorio de las partes. Los peritos deberán exponer
brevemente el contenido y las conclusiones de su informe, y a continuación se autorizará que sean
interrogados por las partes. Los interrogatorios serán realizados en primer lugar por la parte que
hubiere ofrecido la respectiva prueba y luego por las restantes. Si en el juicio intervinieren como
acusadores el ministerio público y el querellante particular, o el mismo se realizare contra dos o más
acusados, se concederá sucesivamente la palabra a todos los acusadores o a todos los acusados, según
corresponda. Finalmente, los miembros del tribunal podrán formular preguntas al testigo o perito con
el fin de aclarar sus dichos. A solicitud de alguna de las partes, el tribunal podrá autorizar un nuevo
interrogatorio de los testigos o peritos que ya hubieren declarado en la audiencia. Antes de declarar,
los peritos y los testigos no podrán comunicarse entre sí, ni ver, oír ni ser informados de lo que
ocurriere en la audiencia. Los testigos y peritos que, por algún motivo grave y difícil de superar no
pudieren comparecer a declarar a la audiencia del juicio, podrán hacerlo a través de videoconferencia
o a través de cualquier otro medio tecnológico apto para su interrogatorio y contrainterrogatorio. La
parte que los presente justificará su petición en una audiencia previa que será especialmente citada al
efecto, debiendo aquéllos comparecer ante el tribunal con competencia en materia penal más cercano
al lugar donde se encuentren. Excepcionalmente, en el caso de fallecimiento o incapacidad
sobreviniente del perito para comparecer, las pericias podrán introducirse mediante la exposición que
realice otro perito de la misma especialidad y que forme parte de la misma institución del fallecido o
incapacitado. Esta solicitud se tramitará conforme a lo dispuesto en el artículo 283.

En relación a los testigos, la regla general es que toda persona esta obligada a comparecer y
declarar (art. 298 y 299). Sin embargo, hay determinadas personas que están exentas de concurrir
a declarar y a las que se refiere el art. 300, quienes declaran conforme lo dispone el art. 301 , es
decir en el lugar donde ejercen sus funciones o por informe dependiendo de quien se trate.

Adicionalmente, hay otro grupo de personas que deben comparecer, pero no están obligadas a
declarar lo cual puede ser por motivos personales que en general son personas con vínculos de
parentesco o familiares cercanos con el acusado a fin de no incriminar al mismo (art. 302). Estas
personas deben ser previamente advertidas del derecho a no declarar, pero pueden renunciar al
mismo y prestar declaración, sin perjuicio que en cualquier momento se pueden retractar de la
declaración. Se agregan las personas que por razones de secreto profesional están exentas de
prestar declaración (art. 303), a quienes se les puede liberar de mantener el secreto evento en que
deben declarar.
Derecho a no autoincriminación, finalmente, conforme al art. 305, todo testigo tiene derecho a
negarse a responder preguntas que le puede implicar persecución pena por un delito. Los demás
derechos y obligaciones de los testigos y formalidades para sus declaraciones están establecidas en
los arts. 308 a 313, entre ellos destaca el derecho de que se le cancelen los gastos, de ser protegido,
de no recibir consecuencias negativas en el ámbito laboral u otro por declarar, etc.
En materia penal no existen testigos inhábiles.

En relación a los peritos, la regulación se encuentra entre los arts. 314 a 322 CPP, estableciendo el
principio general de que el Ministerio Público y los demás intervinientes pueden presentar peritos
de su confianza y solicitar en la audiencia de preparación de juicio oral que estos sean citados a
declarar.

Se regula el contenido del informe (art. 315), los requisitos de admisibilidad y remuneraciones (art.
316). No pueden ser peritos quienes tienen la facultad de abstenerse para declarar como testigos
(art. 312). La declaración de los peritos se sujeta a las reglas de los testigos (art. 319). Se regula la
posibilidad de que los intervinientes soliciten al juez, durante la etapa de investigación o en la
audiencia de juicio oral, que dicte instrucciones para que los peritos puedan acceder a los objetos,
documentos o lugares a que se refiere su pericia (art. 320). El MP puede designar como perito a
cualquier miembro de los organismos técnicos que le prestan auxilio en su función de investigación
(art. 321 .

Técnicas de interrogatorio de testigos y peritos: conforme el art. 330: Artículo 330.- Métodos de
interrogación. En sus interrogatorios, las partes que hubieren presentado a un testigo o perito no
podrán formular sus preguntas de tal manera que ellas sugirieren la respuesta. Durante el
contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al perito o testigo con su propios dichos u otras
versiones de los hechos presentadas en el juicio.

En ningún caso se admitirán preguntas engañosas, aquéllas destinadas a coaccionar ilegítimamente


al testigo o perito, ni las que fueren formuladas en términos poco claros para ellos. Estas normas se
aplicarán al imputado cuando se allanare a prestar declaración.

La disposición regula dos instituciones esenciales en el interrogatorio:


a.- El examen directo, que le corresponde a aquella parte que presenta el testigo o perito y en el
cual no se pueden hacer preguntas sugestivas, correspondiendo a una técnica en la cual se procura
introducir la información mediante preguntas, en general abiertas, que permitan al testigo explicar
y justificar sus respuestas, siendo él quien introduce la información en base a lo que se le consulta.
b.- El contraexamen o contrainterrogatorio: el cual lo realiza la parte contraria a quien presenta
el testigo o perito. Su objetivo esencial es cuestionar la credibilidad del declarante y poner en duda
la declaración y la información, de ahí que se permitan las preguntas inductivas en el mismo y, por
la naturaleza, es un examen esencialmente inductivo.

Preguntas no permitidas: en general, no se permiten las preguntas repetidas, engañosas,


compuestas, aquellas formuladas en términos poco claros, las que corresponden a opiniones del
testigo. La forma de oponerse a ellas es mediante una “objeción” que esencialmente corresponde a
un incidente que debe ser resuelto por el tribunal. De acogerse la pregunta no puede realizarse o
debe ser reformulada. Los demás medios probatorios, conforme al artículo 333, son incorporados
de la siguiente forma:

Lectura o exhibición de documentos, objetos y otros medios. Los documentos serán leídos y
exhibidos en el debate, con indicación de su origen. Los objetos que constituyeren evidencia
deberán ser exhibidos y podrán ser examinados por las partes. Las grabaciones, los elementos de
prueba audiovisuales, computacionales o cualquier otro de carácter electrónico apto para producir
fe, se reproducirán en la audiencia por cualquier medio idóneo para su percepción por los
asistentes. El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o reproducción parcial o
resumida de los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere conveniente y se asegurare
el conocimiento de su contenido. Todos estos medios podrán ser exhibidos al acusado, a los peritos
o testigos durante sus declaraciones, para que los reconocieren o se refirieren a su conocimiento de
ellos.

En el fondo, los otros medios probatorios deben ser leídos, exhibidos, reconocidos e incorporados,
lo que en general se realizará mediante un testigo y/o perito que realizará y explicará su naturaleza,
origen, los videos o audios deben ser reproducidos y los documentos leídos.

Prueba nueva: Como se expuso anteriormente, la única prueba admisible en el juicio oral es la
contenida en el auto de apertura, sin embargo existen dos situaciones de excepción establecidas en
el art. 336.-

Prueba no solicitada oportunamente, la cual comprende dos hipótesis diversas:


A.- Prueba nueva, regulada en el inciso 1 °: A petición de alguna de las partes, el tribunal podrá
ordenar la recepción de pruebas que ella no hubiere ofrecido oportunamente, cuando justificare no
haber sabido de su existencia sino hasta ese momento.
B.- Prueba sobre prueba o prueba de veracidad: Si con ocasión de la rendición de una prueba
surgiere una controversia relacionada exclusivamente con su veracidad, autenticidad o integridad,
el tribunal podrá autorizar la presentación de nuevas pruebas destinadas a esclarecer esos puntos,
aunque ellas no hubieren sido ofrecidas oportunamente y siempre que no hubiere sido posible
prever su necesidad.

Constitución del tribunal en un lugar diferente:


Artículo 337.- Constitución del tribunal en lugar distinto de la sala de audiencias. Cuando lo
considerare necesario para la adecuada apreciación de determinadas circunstancias relevantes del
caso, el tribunal podrá constituirse en un lugar distinto de la sala de audiencias, manteniendo todas
las formalidades propias del juicio.

Prohibición de incorporación de declaraciones escritas y antecedentes de la investigación.


El CPP, prohíbe la incorporación en el juicio oral de los registros policiales y del Ministerio Público,
art. 334. Tampoco se pueden incorporar los antecedentes relativos a la suspensión condicional del
procedimiento, acuerdos reparatorios o del procedimiento abreviado (art 335).

Excepciones:
Art. 331 , que autoriza la reproducción de declaraciones anteriores en la audiencia de juicio oral,
siempre que se den alguno de los 5 casos específicos a que se refiere la disposición.
Art. 332, relativo a la lectura de declaraciones escritas para ayuda memoria o superar
contradicciones. Lo cual requiere el ejercicio de una determinada técnica cuya finalidad es lograr los
objetivos señalados y no la simple lectura de parte de las declaraciones. Adicionalmente, el uso de
esa herramienta de litigación no pude importa sustituir la declaración del testigo o perito, de forma
tal que no es permitido leer toda la declaración y tampoco una parte considerable de la misma,
tratándose mas bien de partes muy precisas.

Finalizada la rendición de la prueba de todos los intervinientes, se procede a los alegatos finales
(alegatos de cierre) y a la clausura del debate, siendo el último momento en que el imputado pude
señalar lo que estime pertinente (art. 338)

Deliberación: Cerrado del debate, el tribunal debe pasar a deliberar (art. 339).
La deliberación es parte del juicio oral y, como tal, debe darse acto seguido al cierre del debate. Solo
excepcionalmente se permite diferirla hasta por 24 hrs. cuando el juicio se prolongó mas de 2 días y
la complejidad del caso lo amerite (art. 343 inc. 2°).

La decisión de absolución o condena (art. 343) consiste en un acto que realiza el tribunal por el cual
se comunica verbalmente la decisión de absolución o condena, con los principales fundamentos, ello
en relación a cada uno de los delitos que fueron objeto de la acusación. La omisión de esta
actuación es causal de nulidad del juicio (art. 343 inc. 3°).

Si la sentencia es condenatoria se debe resolver sobre las circunstancias modificatorias. En el mismo


evento, se cita luego de la deliberación y acto seguido a lo que se denomina audiencia de
determinación de la pena. Esta esta vinculada a discutir los aspectos principales que determinen
la pena, de forma tal que todas las circunstancias modificatorias ajenas al hecho punible y los
factores determinantes de la pena, deben discutirse en este momento procesal, permitiéndose
incluso la rendición de prueba (art. 343 inciso final).

Si la decisión es absolutoria, las medidas cautelares personales deben cesar, art. 347. La decisión de
absolución o condena, conforme ya se explicó, debe cumplir el estándar de convicción a que se
refiere el art. 340: Convicción del tribunal. Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el
tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de toda duda razonable, la convicción de que realmente se
hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido al acusado
una participación culpable y penada por la ley. El tribunal formará su convicción sobre la base de
la prueba producida durante el juicio oral. No se podrá condenar a una persona con el solo
mérito de su propia declaración.

La redacción y lectura de la sentencia definitiva: Comunicada la deliberación y, en su caso,


efectuada la audiencia de determinación de pena, procede la redacción y lectura de la sentencia
definitiva. Como se ha señalado, el tribunal debe formar su convicción de absolución o condena sólo
con la prueba rendida en el juicio oral, prueba que valora libremente sin contradecir los principios
de lógica, las máximas de la experiencia y los principios científicos afianzados y que debe permitir
llegar a la convicción que realmente se ha cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en
él hubiere correspondido al acusado participación culpable y penada por la ley (arts. 296, 340 inc.
2°, 297, 340 inc. 1 ° y 340 inc. 3°).
 La sentencia además se encuentra limitada por el principio de congruencia. Sin perjuicio que el
tribunal puede dar una calificación jurídica distinta, evento en que si uno o mas jueces estima que se
le puede dar una calificación jurídica distinta se debe discutir tal aspecto y se reabre el debate para
efecto de permitir a las partes debatir este aspecto (art. 341 ).

Requisitos de la sentencia (art. 343):


a) La mención del tribunal y la fecha de su dictación; la identificación del acusado y la de el o los
acusadores;
b) La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la acusación; en
su caso, los daños cuya reparación reclamare en la demanda civil y su pretensión reparatoria, y las
defensas del acusado;
c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren
por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de
prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297;
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los
hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;
e) La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los delitos
que la acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los
mismos y fijare el monto de las indemnizaciones a que hubiere lugar;
f) El pronunciamiento sobre las costas de la causa, y
g) La firma de los jueces que la hubieren dictado.

La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal colegiado, designado por
éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada por su autor. La sentencia señalará el
nombre de su redactor y el del que lo sea de la disidencia o prevención.

Si la sentencia es condenatoria debe fijar las penas y se pronunciará sobre las penas sustitutivas, art.
348, de forma tal que debe señalar desde cuando se contará la pena, considerara los abonos
respetivos si el acusado estuvo sujeto a prisión preventiva. Para estos efectos, se abonará a la pena
impuesta un día por cada día completo, o fracción igual o superior a doce horas, de dichas medidas
cautelares que hubiere cumplido el condenado. La sentencia condenatoria dispondrá también el
comiso de los instrumentos o efectos del delito o su restitución, cuando fuere procedente. Asimismo,
cuando se hubiere declarado falso, en todo o en parte, un instrumento público, el tribunal, junto con
su devolución, ordenará que se lo reconstituya, cancele o modifique de acuerdo con la sentencia.

Para la determinación de la pena en caso de reiteración el tribunal puede dar aplicación a lo


dispuesto en el art. 351 , que establece un sistema especial de determinación de penas al regulado
en el Código Penal de acumulación aritmética.

Pronunciamiento sobre la demanda civil. Artículo 349.- Pronunciamiento sobre la demanda civil.
Tanto en el caso de absolución como en el de condena deberá el tribunal pronunciarse acerca de la
demanda civil válidamente interpuesta.

Plazo para dictar la sentencia, art. 344, Al pronunciarse sobre la absolución o condena, el tribunal
podrá diferir la redacción del fallo y, en su caso, la determinación de la pena hasta por un plazo de
cinco días, fijando la fecha de la audiencia en que tendrá lugar su lectura. Si el juicio hubiere durado
más de cinco días, el tribunal dispondrá, para la fijación de la fecha de la audiencia para su
comunicación, de un día adicional por cada dos de exceso de duración del juicio.
Si la sentencia no se comunica en el plazo señalado se conceden dos días adicionales, considerando
el retardo como infracción grave a los deberes del juez. De vencer los días adicionales, se anula el
juicio oral completo.

Audiencia de lectura de derechos: Artículo 346.- Audiencia de comunicación de la sentencia. Una


vez redactada la sentencia, de conformidad a lo previsto en el artículo 342, se procederá a darla a
conocer en la audiencia fijada al efecto, oportunidad a contar de la cual se entenderá notificada a
todas las partes, aun cuando no asistieren a la misma.

Recursos: Contra la sentencia del TOP sólo procede el recurso de nulidad regulado en los arts. 373 y
siguientes.

Ejecución de la sentencia: La ejecución de la sentencia definitiva penal y de las medidas de


seguridad corresponde al Juzgado de Garantía respectivo, ello una vez que están firmes y
ejecutoriadas, Art. 113 inc. 2° COT. La ejecución de las sentencias está regulada en el CPP en el
Título VIII, del Libro IV del CP, arts. 466 a 472, regulando a partir del art. 473 el recurso de revisión
y del art. 481 y siguientes la ejecución de las medidas de seguridad.
UNIDAD 5: PROCEDIMIENTOS ESPECIALES.
El Libro IV del CPP regula los denominados procedimientos especiales y ejecución.

Se comprende una serie de procedimientos que pueden clasificarse en los siguientes:


- Procedimientos previos o antejuicios, cuya finalidad es cumplir con un requisito previo que
permite el juzgamiento válido de determinadas personas en el juicio penal mismo. De ahí que se
llamen “antejuicios”, ya que su realización es requisito para someter a juicio a determinadas
personas que la Constitución o la ley le otorgan este beneficio o privilegio procesal. Se comprende
en este caso la querella de capítulos, el desafuero y la extradición.
- Procedimientos especiales, que corresponden a tipos de procedimiento para el juzgamiento de
determinados delitos y que son de aplicación general dentro de esa clase de figuras penales, ya que
todos los asuntos que reúnen los requisitos generales se les hace aplicación de dichos
procedimientos, salvo norma especial en contrario. En este grupo se encuentra el procedimiento
abreviado, el simplificado, el monitorio y el de acción privada

1. PROCEDIMIENTO ABREVIADO, SIMPLIFICADO Y MONITORIO.

EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO:
Se encuentra regulado en los arts. 406 a 415, Título III, del Libro IV del CPP. En lo no previsto en ese
título el procedimiento abreviado se regula subsidiariamente por las normas comunes del CPP y del
procedimiento ordinario (art. 415).

Se le puede definir como aquel procedimiento especial, conocido por el juez de garantía, destinado a
conocer y fallar la acusación de simples delitos y algunos crímenes en los casos en que el fiscal
solicite en su acusación u en otro momento procesal una pena que no debe superar determinados
límites establecidos por la ley, requiriendo que el acusado acepte la aplicación del procedimiento en
lugar del juicio oral, los hechos materia de la acusación y los antecedentes de la investigación, sin
que la sentencia condenatoria que se dicte pueda superar la pena solicitada por el fiscal.

Se trata claramente de un procedimiento que se funda en la justicia negociada y que procura


mayores márgenes de eficiencia y eficacia en casos donde no resulta abiertamente discutible la
existencia del hecho punible y la participación. Se le critica en razón que no tiene ningún carácter de
juicio, toda vez que no existe propiamente una contradicción, n se da el carácter adversarial de todo
juicio.

Al requerir un acuerdo en su aplicación y que el imputado acepte los hechos materia de la acusación
y los antecedentes de la investigación, se ha discutido su naturaleza jurídica. Así, se sostiene que
constituye una confesión, sin embargo, ya que la mera aceptación de los antecedentes no res
reconocimiento y, por el contrario, el acusado puede discutir diversos aspectos. Tampoco se le
considera una transacción, ya que no existe acuerdo en relación a la pretensión punitiva y la
sentencia puede ser tanto condenatoria como absolutoria. Por lo mismo, tampoco se trata de un
allanamiento a la pretensión punitiva.

Así, se trata de una verdadera renuncia al juicio oral y público. Por otro, implica también una cierta
renuncia a la prueba, ya que el acusado debe aceptar los antecedentes de la investigación, pero ello,
no significa que acepte plenamente los antecedentes de Ministerio Público, toda vez que son todos
los antecedentes de la investigación

Tribunal competente para conocer es el Juzgado de Garantía que intervino en la investigación


formalizada (art. 407 y 409 CPP, 14 letra c) COT)
Presupuestos de aplicación:
A. Que la pena solicitada por el fiscal no supere determinado límite señalado por la ley.
B.- Que el imputado acepte la aplicación del procedimiento, los hechos materia de la acusación y los
antecedentes de la investigación.
C.- Que el querellante no se oponga a su aplicación o, si lo hace, que se rechace la misma.

A.- Que la pena solicitada por el fiscal no supere determinado límite señalado por la ley (art.
406)
Regla general, se aplicará el procedimiento abreviado para conocer y fallar, los hechos respecto de
los cuales el fiscal requiriere la imposición de una pena privativa de libertad no superior a cinco
años de presidio o reclusión menores en su grado máximo (pena en concreto y no pena abstracta).

Excepción, pena solicitada no superior a diez años de presidio o reclusión mayores en su grado
mínimo, tratándose de los ilícitos comprendidos en los párrafos 1 a 4 bis del título IX del Libro
Segundo del Código Penal y en el artículo 456 bis A del mismo Código, con excepción de las figuras
sancionadas en los artículos 448, inciso primero, y 448 quinquies de ese cuerpo legal.

Se aplica también cuando se solicita cualesquiera otras penas de distinta naturaleza, cualquiera
fuere su entidad o monto, ya fueren ellas únicas, conjuntas o alternativas.

En todo caso: NO SE PUEDE APLICAR SI LA PENA SOLICITADA ES DE PRESIDIO MENOR EN


GRADO MÍNIMO O INFERIOR A ELLA, ya que en ese caso se aplica el procedimiento simplificado.
Dado que el procedimiento abreviado considera la pena concreta solicitada por el fiscal, en
principio, es aplicable a todo delito, independientemente de su gravedad o el grado de conmoción
pública que el mismo haya podido producir. Además, significará que el fiscal, a fin de adecuar la
solicitud de pena a lo exigido por la ley, hará uso de las diversas factores que determinan la pena,
especialmente de las modificatorias de responsabilidad.

Por ello, el art. 407 inc. 3° dispone: “Si se hubiere deducido acusación, el fiscal y el acusador particular
podrán modificarla según las reglas generales, así como la pena requerida, con el fin de permitir la
tramitación del caso conforme a las reglas de este Título. Para estos efectos, la aceptación de los
hechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 406 podrá ser consideradapor el fiscal como
suficiente para estimar que concurre la circunstancia atenuante del artículo 11, Nº 9, del Código Penal,
sin perjuicio de las demás reglas que fueren aplicables para la determinación de la pena”. Por su parte,
el art. 407 inc. 4° dispone: “Sin perjuicio de lo establecido en los incisos anteriores, respecto de los
delitos señalados en el artículo 449 del Código Penal, si el imputado acepta expresamente los hechos y
los antecedentes de la investigación en que se fundare un procedimiento abreviado, el fiscal o el
querellante, según sea el caso, podrá solicitar una pena inferior en un grado al mínimo de los señalados
por la ley, debiendo considerar previamente lo establecido en las reglas 1a o 2a de ese artículo”. Esto
dice relación con los delitos de hurto, robo, receptación y otros del mismo tipo luego de la
modificación de la llamada agenda corta antidelincuencia ya que no se permite bajar el grado de la
pena por la concurrencia de atenuantes.

B.- Que el imputado acepte la aplicación del procedimiento, los hechos materia de la
acusación y los antecedentes de la investigación. Para ello, será necesario que el imputado, en
conocimiento de los hechos materia de la acusación y de los antecedentes de la investigación que la
fundaren, los acepte expresamente y manifieste su conformidad con la aplicación de este
procedimiento (art. 406 inc. 2°).

Pero el consentimiento se extiende además a aceptar que el procedimiento abreviado se aplique.


Artículo 409.- Intervención previa del juez de garantía. Antes de resolver la solicitud del fiscal, el
juez de garantía consultará al acusado a fin de asegurarse que éste ha prestado su conformidad al
procedimiento abreviado en forma libre y voluntaria, que conociere su derecho a exigir un juicio oral,
que entendiere los términos del acuerdo y las consecuencias que éste pudiere significarle y,
especialmente, que no hubiere sido objeto de coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de
terceros.

C.- Que el querellante no se oponga a su aplicación o, si lo hace, que se rechace la misma.


Artículo 408.- Oposición del querellante al procedimiento abreviado. El querellante sólo podrá
oponerse al procedimiento abreviado cuando en su acusación particular hubiere efectuado una
calificación jurídica de los hechos, atribuido una forma de participación o señalado circunstancias
modificatorias de la responsabilidad penal diferentes de las consignadas por el fiscal en su acusación y,
como consecuencia de ello, la pena solicitada excediere el límite señalado en el artículo 406.
Es importante destacar que la existencia de varios acusados o la atribución de varios delitos a un
mismo acusado no impedirá la aplicación de las reglas del procedimiento abreviado a aquellos
acusados o delitos respecto de los cuales concurrieren los presupuestos señalados (art. 406 inc.
final).

Oportunidad para solicitar el procedimiento abreviado. Art. 407, luego de formalizada la


investigación se puede solicitar en cualquier etapa del procedimiento, hasta la audiencia de
preparación de juicio oral que sería el último momento para acordar su aplicación.

Titular de la solicitud: sólo lo puede solicitar el fiscal, ello sin perjuicio de que se requiere el
consentimiento del imputado. Efectuada la propuesta de aplicar el procedimiento abreviado, el juez
debe resolver su admisibilidad o no.

Si se rechaza la solicitud, la causa sigue su tramitación conforme a las reglas generales, lo cual
significa que se deberá efectuar la audiencia de juicio oral. El rechazo sólo se puede dar por no
concurrir los presupuestos legales o si considera fundada la oposición del querellante conforme ya
se examinó.

Artículo 410.- Resolución sobre la solicitud de procedimiento abreviado. El juez aceptará la


solicitud del fiscal y del imputado cuando los antecedentes de la investigación fueren suficientes
para proceder de conformidad a las normas de este Título, la pena solicitada por el fiscal se
conformare a lo previsto en el inciso primero del artículo 406 y verificare que el acuerdo hubiere
sido prestado por el acusado con conocimiento de sus derechos, libre y voluntariamente.

Cuando no lo estimare así, o cuando considerare fundada la oposición del querellante, rechazará la
solicitud de procedimiento abreviado y dictará el auto de apertura del juicio oral. En este caso, se
tendrán por no formuladas la aceptación de los hechos por parte del acusado y la aceptación de los
antecedentes a que se refiere el inciso segundo del artículo 406, como tampoco las modificaciones
de la acusación o de la acusación particular efectuadas para posibilitar la tramitación abreviada del
procedimiento. Asimismo, el juez dispondrá que todos los antecedentes relativos al planteamiento,
discusión y resolución de la solicitud de proceder de conformidad al procedimiento abreviado sean
eliminadas del registro.

Si el procedimiento abreviado no fuere admitido por el juez de garantía, se tendrán por no


formuladas las acusaciones verbales realizadas por el fiscal y el querellante, lo mismo que las
modificaciones que, en su caso, éstos hubieren realizado a sus respectivos libelos, y se continuará de
acuerdo a las disposiciones del Libro Segundo de este Código (art. 407 inc. final).

Si se acepta la aplicación: Aceptado el procedimiento abreviado, el juez otorga la palabra al fiscal,


quien debe efectuar una exposición resumida de la acusación y de los antecedentes de la
investigación.
Luego se da la palabra a los demás intervinientes. La exposición final le corresponde al acusado,
quien puede efectuar las solicitudes y peticiones que estime pertinentes en relación a la defensa .

Artículo 412.- Fallo en el procedimiento abreviado. Terminado el debate, el juez dictará


sentencia. En caso de ser condenatoria, no podrá imponer una pena superior ni más
desfavorable a la requerida por el fiscal o el querellante, en su caso.

La sentencia condenatoria no podrá emitirse exclusivamente sobre la base de la aceptación


de los hechos por parte del imputado. En ningún caso el procedimiento abreviado obstará a la
concesión de alguna de las penas sustitutivas consideradas en la ley, cuando correspondiere. La
sentencia no se pronunciará sobre la demanda civil que hubiere sido interpuesta.
Esto último debe relacionarse con lo dispuesto en el art. 68, relativo a la suspensión de la
prescripción de la acción civil y la necesidad de interponer la demanda en un tribunal civil
competente en el plazo de 60 días.

Contenido de la sentencia:
Artículo 413.- Contenido de la sentencia en el procedimiento abreviado. La sentencia dictada en el
procedimiento abreviado contendrá:
a) La mención del tribunal, la fecha de su dictación y la identificación de los intervinientes;
b) La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la acusación y de
la aceptación por el acusado, así como de la defensa de éste;
c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos que se dieren por probados
sobre la base de la aceptación que el acusado hubiere manifestado respecto a los antecedentes de la
investigación, así como el mérito de éstos, valorados en la forma prevista en el artículo 297;
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los
hechos y sus circunstancias y para fundar su fallo;
e) La resolución que condenare o absolviere al acusado.
f) El pronunciamiento sobre las costas, y
g) La firma del juez que la hubiere dictado.

La sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar con toda precisión el día desde el
cual empezará ésta a contarse y fijará el tiempo de detención o prisión preventiva que deberá servir
de abono para su cumplimiento. La sentencia condenatoria dispondrá también el comiso de los
instrumentos o efectos del delito o su restitución, cuando fuere procedente.

EL PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO:
Se encuentra reglamentado en el Título I del Libro IV del CPP, arts. 388 a 399. Se trata de un
procedimiento especial, simple, destinado a conocer los hechos calificables de faltas o simples
delitos en que el fiscal solicite una pena no superior a presidio o reclusión menor en grado mínimo,
siendo éste el supuesto de aplicación.

Es importante señalar, considerando el supuesto de aplicación, que si el procedimiento ordinario


culmina en una acusación con una solicitud de pena no superior a la indicada, se considera, para
todos los efectos legales, que la acusación constituye un requerimiento simplificado y, por tanto, se
aplica este procedimiento (art. 390 inc. 2°).

 Es competente para conocer el Juzgado de Garantía (art. 14 letra d) COT y 390 CPP).
 En este procedimiento, se pueden distinguir 3 tipos:
 Procedimiento simplificado propiamente tal, con realización de juicio (art. 396);
 Procedimiento simplificado, con resolución inmediata (art. 395), y
 Procedimiento monitorio (art. 392).
El procedimiento simplificado se inicia como cualquier otro, mediante querella, denuncia o de oficio,
pudiendo iniciarse desde el inicio como simplificado o bien, iniciarse como procedimiento ordinario
y luego, conforme lo examinado, convertirse en simplificado (arts. 390 y 394). Tratándose de las
faltas contenidas en los arts. 494 N° 5 y 496 N° 11 CP, sólo pueden efectuar el requerimiento las
personas que son titulares de la acción penal conforme lo disponen los arts. 54 y 55 (art. 390 inc. 3°)

Artículo 388.- Ámbito de aplicación. El conocimiento y fallo de las faltas se sujetará al procedimiento
previsto en este Título.El procedimiento se aplicará, además, respecto de los hechos constitutivos de
simple delito para los cuales el ministerio público requiriere la imposición de una pena que no
excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo.

Frente a los antecedentes recibidos por el fiscal, éste puede adoptar varias decisiones:
A. Aplicar una facultad de no iniciar investigación, un principio de oportunidad o archivar
provisionalmente la investigación, conforme las reglas generales.
B. Estimar que faltan antecedentes para deducir un requerimiento, evento en que dispondrá las
diligencias respectivas conforme a las reglas generales ya examinadas.
C. Considera que existen los fundamentos para acreditar el hecho punible y la participación, evento en
que deduce un requerimiento

El inciso 1° del artículo 390 dispone: “Requerimiento. Recibida por el fiscal la denuncia de un hecho constitutivo
de alguno de los delitos a que se refiere el artículo 388, solicitará del juez de garantía competente la citación
inmediata a audiencia, a menos que fueren insuficientes los antecedentes aportados, se encontrare extinguida la
responsabilidad penal del imputado o el fiscal decidiere hacer aplicación de la facultad que le concede el artículo
170. De igual manera, cuando los antecedentes lo ameritaren y hasta la deducción de la acusación, el fiscal podrá
dejar sin efecto la formalización de la investigación que ya hubiere realizado de acuerdo con lo previsto en el
artículo 230, y proceder conforme a las reglas de este Título”.

El requerimiento es un acto formal del fiscal, mediante el cual solicita al juez de garantía competente
dar inicio a un procedimiento simplificado mediante la citación inmediata a audiencia respecto de
un imputado a quien se le atribuye la comisión de una falta o simple delito respecto del cual
solicitare la imposición de una pena que no excede de presidio menor en grado mínimo. El
requerimiento, es, en términos simples, una verdadera acusación que contiene la imputación de un
hecho, la calificación jurídica, la solicitud de pena, las circunstancias modificatorias de
responsabilidad penal y los fundamentos (antecedentes) de tal imputación en orden a acreditar el
hecho punible, la participación y las demás circunstancias determinantes para la pena.

Artículo 391.- Contenido del requerimiento. El requerimiento deberá contener:


a) La individualización del imputado;
b) Una relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y lugar de comisión
y demás circunstancias relevantes;
c) La cita de la disposición legal infringida;
d) La exposición de los antecedentes o elementos que fundamentaren la imputación;
e) La pena solicitada por el requirente, y
f) La individualización y firma del requirente.

Recibido el requerimiento escrito el juez tiene por deducido el mismo, debe fijar día y hora para la
audiencia de procedimiento simplificado, disponer la citación del imputado, citar a los demás
intervinientes, disponer que las partes concurran con todos los medios de prueba respectivos. Si
alguna parte requiere la citación de testigos o peritos, se debe solicitar al tribunal la misma con una
anticipación de a lo menos 5 días a la fecha de la audiencia (art. 393).
De esta forma, no existe un control judicial de fondo en relación al requerimiento.
La audiencia del proced. simplificado pueden ocurrir varias situaciones (art.394,395 y395 bis):
A. Al inicio de la audiencia, el tribunal efectuará una breve relación del requerimiento y de la
querella, en su caso. El juez debe iniciar la audiencia, determinar la presencia del fiscal, el
querellante, el defensor y el imputado. En este procedimiento la audiencia no se suspende por
falta de alguna de las partes o por no haberse rendido prueba en la misma (art. 396 inc. 2°).
B.- Salidas alternativas: Cuando se encontrare presente la víctima, el juez instruirá a ésta y al
imputado sobre la posibilidad de poner término al procedimiento de conformidad a lo previsto en el
artículo 241, procediere atendida la naturaleza del hecho punible materia del requerimiento.
Asimismo, el fiscal podrá proponer la suspensión condicional del procedimiento, si se cumplieren
los requisitos del artículo 237.
C.- Reconocimiento de responsabilidad del imputado, art. 395. Una vez efectuado lo señalado
anteriormente, el tribunal preguntará al imputado si admitiere responsabilidad en los hechos
contenidos en el requerimiento o si, por el contrario, solicitare la realización de la audiencia. Para
los efectos de lo dispuesto en el presente inciso, el fiscal podrá modificar la pena requerida para el
evento de que el imputado admitiere su responsabilidad. En los casos de los delitos señalados en el
artículo 449 del Código Penal, el fiscal podrá solicitar una pena inferior en un grado al mínimo de los
señalados por la ley, debiendo considerar previamente lo establecido en las reglas 1a y 2a del
artículo 449 del mismo cuerpo legal. Si el imputado admitiere su responsabilidad en el hecho, el
tribunal dictará sentencia inmediatamente. En estos casos, el juez no podrá imponer una pena
superior a la solicitada en el requerimiento, permitiéndose la incorporación de antecedentes que
sirvieren para la determinación de la pena.
D.- Juicio oral simplificado efectivo: Si el requerido no acepta responsabilidad en los hechos, la
causa debe seguir adelante en un juicio oral simplificado efectivo, por lo que se debe proceder a
efectuar la preparación de juicio oral.

Artículo 395 bis. Preparación del juicio simplificado. Si el imputado no admitiere


responsabilidad, el juez procederá, en la misma audiencia, a la preparación del juicio simplificado, el
cual tendrá lugar inmediatamente, si ello fuere posible, o a más tardar dentro de quinto día. Al igual
que en el procedimiento ordinario, al termino de la audiencia se debe dictar un auto de apertura que
fija la Litis y la prueba que se debe rendir en el juicio. La diferencia es que no se envía al TOP, ya que
el tribunal competente es el de garantía. De esta forma, la misma resolución fija la fecha del juicio
oral respectivo.

Juicio oral simplificado (art. 396):


El juicio simplificado comenzará dándose lectura al requerimiento del fiscal y a la querella, si la
hubiere.
En seguida se oirá a los comparecientes y se recibirá la prueba, tras lo cual se preguntará al
imputado si tuviere algo que agregar. Con su nueva declaración o sin ella, el juez pronunciará su
decisión de absolución o condena, y fijará una nueva audiencia, para dentro de los cinco días
próximos, para dar a conocer el texto escrito de la sentencia.

La audiencia no podrá suspenderse, ni aun por falta de comparecencia de alguna de las partes o por
no haberse rendido prueba en la misma.

Si no hubiere comparecido algún testigo o perito cuya citación judicial hubiere sido solicitada de
conformidad a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 393 y el tribunal considerare su
declaración como indispensable para la adecuada resolución de la causa, dispondrá lo necesario
para asegurar su comparecencia. La suspensión no podrá en caso alguno exceder de cinco días,
transcurridos los cuales deberá proseguirse conforme a las reglas generales, aun a falta del testigo o
perito.
En caso que el imputado requerido, válidamente emplazado, no asista injustificadamente a la
audiencia de juicio por segunda ocasión, el tribunal deberá recibir, siempre que considere que ello
no vulnera el derecho a defensa del imputado, la prueba testimonial y pericial del Ministerio
Público, de la defensa y del querellante, en carácter de prueba anticipada, conforme a lo previsto en
el artículo 191 de este Código, sin que sea necesaria su comparecencia posterior al juicio.

La valoración de la prueba, la convicción, el veredicto y la sentencia se rigen por las reglas generales
examinadas al tratar el juicio ordinario.

En el procedimiento simplificado no cabe el ejercicio de acciones civiles. La sentencia es recurrible


por nulidad según las reglas generales. La opinión jurisprudencia mayoritaria sostiene que caben las
medidas cautelares personales. Se aplica supletoriamente las normas del procedimiento ordinario
en lo no previsto especialmente en el simplificado adecuándolo a su tramitación simple.

PROCEDIMIENTO MONITORIO:
Corresponde a un procedimiento especial, de competencia del juez de garantía, aplicable sólo para
las faltas en que el Ministerio Público solicite la aplicación de una pena de multa y en el cual el juez
efectúa un pronunciamiento inmediato, por escrito, aplicando la sanción en caso de estimarlo
fundado, salvo que el imputado se oponga a la imposición de la multa o a su monto en la
oportunidad legal, evento en que el procedimiento seguirá conforme a las reglas del simplificado.
(Art. 392 CPP, arts. 14 letra d) COT).

Si el juez estimare suficientemente fundado el requerimiento y la proposición relativa a la multa,


deberá acogerlos inmediatamente, dictando una resolución que así lo declare. Dicha resolución
contendrá, además, las siguientes indicaciones:
a) La instrucción acerca del derecho del imputado de reclamar en contra del requerimiento y de la
imposición de la sanción, dentro de los quince días siguientes a su notificación, así como de los
efectos de la interposición del reclamo;
b) La instrucción acerca de la posibilidad de que dispone el imputado en orden a aceptar el
requerimiento y la multa impuesta, así como de los efectos de la aceptación, y
c) El señalamiento del monto de la multa y de la forma en que la misma debiere enterarse en
arcas fiscales, así como del hecho que, si la multa fuere pagada dentro de los quince días
siguientes a la notificación al imputado de la resolución prevista en este inciso, ella será
rebajada en 25%, expresándose el monto a enterar en dicho caso.
Si el imputado pagare dicha multa o transcurriere el plazo de quince días desde la notificación de la
resolución que la impusiere, sin que el imputado reclamare sobre su procedencia o monto, se
entenderá que acepta su imposición. En dicho evento la resolución se tendrá, para todos los efectos
legales, como sentencia ejecutoriada.

Por el contrario, si, dentro del mismo plazo de quince días, el imputado manifestare, de cualquier
modo fehaciente, su falta de conformidad con la imposición de la multa o su monto, se proseguirá
con el procedimiento conforme las normas del simplificado. Lo mismo sucederá si el juez no
considerare suficientemente fundado el requerimiento o la multa propuesta por el fiscal.

Artículo 398. Suspensión de la imposición de condena por falta. Cuando resulte mérito para
condenar por la falta imputada, pero concurrieren antecedentes favorables que no hicieren
aconsejable la imposición de la pena al imputado, el juez podrá dictar la sentencia y disponer en ella
la suspensión de la pena y sus efectos por un plazo de seis meses. En tal caso, no procederá
acumular esta suspensión con alguna de las penas sustitutivas contempladas en la ley N° 18.216.
Transcurrido el plazo previsto en el inciso anterior sin que el imputado hubiere sido objeto de
nuevo requerimiento o de una formalización de la investigación, el tribunal dejará sin efecto la
sentencia y, en su reemplazo, decretará el sobreseimiento definitivo de la causa.
Esta suspensión no afecta la responsabilidad civil derivada del delito.

SIMPLIFICADO INMEDIATO:
Artículo 393 bis. Procedimiento simplificado en caso de falta o simple delito flagrante. Tratándose
de una persona sorprendida in fraganti cometiendo una falta o un simple delito de aquéllos a que da
lugar este procedimiento, el fiscal podrá disponer que el imputado sea puesto a disposición del juez
de garantía, para el efecto de comunicarle en la audiencia de control de la detención, de forma
verbal, el requerimiento a que se refiere el artículo 391, y proceder de inmediato conforme a lo
dispuesto en este Título.

En el fondo, se trata que el imputado por una falta (de las que permiten la detención) o un simple
delito, sea puesto a disposición del juzgado de garantía, se controle la detención y se proceda a
requerir en forma verbal, dando a lugar a la aplicación del procedimiento respectivo, es decir, que el
imputado acepte responsabilidad, resolviendo en forma inmediata o rechazando la posibilidad de
reconocer, evento en que se debería pasar a preparar el juicio oral, ello sin perjuicio de la
posibilidad de efectuar una salida alternativa o que el fiscal haga uso de un principio de
oportunidad.

2. PROCEDIMIENTO DE ACCIÓN PRIVADA


El procedimiento es regulado en los arts. 400 a 405. Se trata de un procedimiento de aplicación
general, pero circunscrito a conocer los crímenes y simples delitos de acción privada contemplados
en el art. 55 del CPP y en leyes especiales.

El tribunal competente para conocer es siempre el Juzgado de Garantía (art 14 letra e) COT y 400
CPP). Por su naturaleza sólo se inicia mediante el ejercicio de la querella respectiva (art. 400) por el
titular de la acción que es la víctima (art. 53 inc.3°, 55 inc. 1° y 400 inc. 1°).

El juez no debe dar curso de oficio a las querellas por injurias y calumnias liego de 5 años desde que
se cometieron (art. 431). Por su naturaleza no interviene el Ministerio Público.

No se puede decretar la prisión preventiva (art. 141 letra b). Conforme al art. 402 cabe el abandono
de la acción penal en los supuestos que la ley establece:
- La inasistencia del querellante a la audiencia del juicio,
- La inactividad en el procedimiento por más de treinta días, entendiendo por tal la falta de
realización de diligencias útiles para dar curso al proceso que fueren de cargo del
querellante.

Si, habiendo muerto o caído en incapacidad el querellante, sus herederos o representante legal no
concurrieren a sostener la acción dentro del término de noventa días. Al no intervenir el MP, las
diligencias de investigación deben solicitarse al tribunal (art. 400 inc. final).

Procede como causal de extinción de la responsabilidad penal el perdón del ofendido (art. 93 N° 5
CP). Cabe el desistimiento de la querella conforme las reglas generales, pero una vez iniciado el
juicio no se dará lugar al desistimiento de la acción privada, si el querellado se opusiere a él (art.
401).
Presentada la querella, la que debe cumplir con los requisitos generales, acompañándose tantas
copias como querellados, el juez cita a audiencia, a la cual el querellado debe ser citados con a lo
menos 10 días de anticipación y la audiencia se inicia con el llamado a conciliación la cual no puede
realizarse antes de 20 ni después de 40 días.
En el resto del procedimiento se aplican las normas del procedimiento simplificado, conforme lo
cual la tramitación de la audiencia, el juicio y la sentencia sigue las reglas respectivas (art. 405). Sin
embargo, no se aplica la suspensión de la condena contenida en el art. 398.

Las partes pueden comparecer personalmente o por mandatarios facultados para transigir (art.
403). La prueba, la formación de convicción, la deliberación y la sentencia se rigen por las reglas
generales del procedimiento ordinario.

3. PROCEDIMIENTOS PREVIOS
Los procedimiento previos son antejuicios que en determinados casos se deben efectuar para el
juzgamiento válido de determinadas personas.
Están representados por:
A. El desafuero, respecto de las personas que gozan de fuero constitucional.
B. La querella de capítulos, y
C. La extradición.

A.- El Desafuero: Conforme la CPR, Artículo 61.- Los diputados y senadores sólo son inviolables por
las opiniones que manifiesten y los votos que emitan en el desempeño de sus cargos, en sesiones de sala
o de comisión.Ningún diputado o senador, desde el día de su elección o desde su juramento, según el
caso, puede ser acusado o privado de su libertad, salvo el caso de delito flagrante, si el Tribunal de
Alzada de la jurisdicción respectiva, en pleno, no autoriza previamente la acusación declarando haber
lugar a formación de causa. De esta resolución podrá apelarse para ante la Corte Suprema.En caso de
ser arrestado algún diputado o senador por delito flagrante, será puesto inmediatamente a disposición
del Tribunal de Alzada respectivo, con la información sumaria correspondiente. El Tribunal procederá,
entonces, conforme a lo dispuesto en el inciso anterior. Desde el momento en que se declare, por
resolución firme, haber lugar a formación de causa, queda el diputado o senador imputado suspendido
de su cargo y sujeto al juez competente.

El fuero es una garantía que impide formular acusación o solicitar prisión preventiva u otra medida
cautelar personal en contra de la persona aforada, sin que previamente una Corte de Apelaciones, en
pleno, de a lugar a la formación de causa. Por ello, el desafuero es la autorización otorgada por la
Corte de Apelaciones, reunida en pleno, para que se formule una acusación, se solicite la prisión
preventiva u otra medida cautelar y se proceda a formar causa en su contra.

Artículo 416.- Solicitud de desafuero. Una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que
procediere formular acusación por crimen o simple delito en contra de una persona que tenga el
fuero a que se refieren los incisos segundo a cuarto del artículo 58 de la Constitución Política, remitirá
los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente, a fin de que, si hallare mérito, declare que
ha lugar a formación de causa. Igual declaración requerirá si, durante la investigación, el fiscal
quisiere solicitar al juez de garantía la prisión preventiva del aforado u otra medida cautelar en su
contra. Si se tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá ocurrir ante la Corte de
Apelaciones solicitando igual declaración, antes de que se admitiere a tramitación su querella por
el juez de garantía.

Si se relaciona la referida disposición y lo dispuesto en el art. 417 CPP, los casos en que se podría
generar la solicitud de desafuero son:
A. Detención en caso de flagrancia de la persona aforada. Conforme lo dispone el art. 417 el aforado
debe ser puesto a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva inmediatamente, debiendo el
fiscal acompañar la copia de los registros de las diligencias que se hubieren llevado cabo y que
fueran conducentes a resolver el asunto. Entendemos que la norma busca que la audiencia de
control de detención se efectúe ante la ICA, a fin de que ésta resuelva la validez o no de la detención.
Por lo mismo, es posible que el fiscal haga uso de la facultad de dejar sin efecto la detención,
conforme las reglas generales.
B. Luego de cerrada la investigación, el fiscal debe solicitar el desafuero si estima necesario formular
acusación
por crimen o simple delito.
C. Su durante el curso de la investigación el fiscal estima necesario solicitar una medida cautelar al
juez de garantía, deberá proceder al desafuero previamente.
D. El querellante por acción privada, en forma previa a la querella, debe obtener el desafuero.

Conforme lo expuesto, tratándose de delitos de acción pública y previa instancia particular, salvo en
las faltas, la fiscalía podrá efectuar la investigación del respectivo crimen o simple delito en contra
del aforado sin requerir el desafuero, incluso podrá solicitar medidas de investigación de carácter
intrusivas e incluso formalizar sin solicitar cautelares.

Tribunal competente, la Corte de Apelaciones respectiva en pleno (art. 61 CPR y 66 COT). La


tramitación de la solicitud consiste esencialmente en una audiencia que se desarrollará ante la Corte
de Apelaciones respectiva donde la misma, en pleno, realiza un examen de fondo en relación a la
determinación del hecho punible y la participación, de forma de establecer si existen antecedentes
para acreditar tales aspectos.

La declaración de desafuero trae como consecuencia la posibilidad que el proceso penal siga
adelante según las reglas generales. Conforme el artículo 420 CPP, en el caso a que se refiere el
inciso primero del artículo 416 (desafuero para deducir la acusación), el juez de garantía fijará de
inmediato la fecha de la audiencia de preparación del juicio oral, la que deberá efectuarse dentro de
los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado de garantía. A su vez, la
audiencia del juicio oral deberá iniciarse dentro del plazo de quince días contado desde la
notificación del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos en las
reglas generales cuando el imputado lo solicitare para preparar su defensa.

Adicionalmente, otorgado el desafuero, la Corte de Apelaciones respectiva debe informar a la rama


respectiva del Congreso Nacional para efecto de suspender en el ejercicio de la función al respectivo
diputado o senador (art. 419).

Si rechaza el desafuero, es decir, declara que no existe mérito para la formación de causa, la
resolución respectiva, tratándose de un crimen o simple delito de acción pública o previa instancia
particular, produce el efecto del sobreseimiento definitivo.

Si la resolución de la Corte de Apelaciones que no da lugar al desafuero es en relación a un delito de


acción privada, el juez de garantía no admitirá a trámite la querella respectiva y dispondrá el
archivo de los antecedentes. La resolución de la CA es apelable ante la Corte Suprema.

Intendentes, gobernadores y el presidente del Consejo Regional, poseen el mismo privilegio


procesal que los parlamentarios. Así, el art. 124 (inc. 3, 4 y 5) de CPR, disponen: Ningún intendente,
gobernador o presidente del consejo regional, desde el día de su designación o elección, según el caso, puede ser
acusado o privado de su libertad, salvo el caso de delito flagrante, si el Tribunal de Alzada de la jurisdicción
respectiva, en pleno, no autoriza previamente la acusación declarando haber lugar a la formación de causa. De
esta resolución podrá apelarse ante la Corte Suprema. En caso de ser arrestado algún intendente, gobernador o
presidente de consejo regional por delito flagrante, será puesto inmediatamente a disposición del Tribunal de
Alzada respectivo, con la información sumaria correspondiente. El Tribunal procederá, entonces, conforme a lo
dispuesto en el inciso anterior. Desde el momento en que se declare, por resolución firme, haber lugar a
formación de causa, queda el intendente, gobernador o presidente del consejo regional imputado suspendido de
su cargo y sujeto al juez competente. De esta forma, tratándose de las referidas autoridades, debe
seguirse el mismo procedimiento expuesto.
B.- La Querella de Capítulos: La responsabilidad ministerial de los jueces, fiscales judiciales y
fiscales del Ministerio Público en ejercicio de sus funciones, esta sometido a un procedimiento
previo, idéntico que en el caso del desafuero, conforme lo establecen los art. 79, 81 y 90 CPR, 324 y
ss. COT y 424 y ss. CPP.

El fundamento de este privilegio, en el caso de los jueces y fiscales judiciales se sustenta


esencialmente en la independencia, inamovilidad y responsabilidad.

Así, el art. 81 CPR dispone: Artículo 81.- Los magistrados de los tribunales superiores de justicia, los
fiscales judiciales y los jueces letrados que integran el Poder Judicial, no podrán ser aprehendidos sin
orden del tribunal competente, salvo el caso de crimen o simple delito flagrante y sólo para ponerlos
inmediatamente a disposición del tribunal que debe conocer del asunto en conformidad a la ley.

Por su parte, en el caso de los Fiscales del Ministerio Público, el art. 90 CPR, hace aplicable la
referida disposición al Fiscal Nacional, a los Fiscales Regionales y a los Fiscales Adjuntos.

Hay que recordar que el COT, para hacer efectiva la responsabilidad criminal de los jueces, establece
una serie de condiciones y requisitos que están contenidos en los arts. 329, 330 y 328. El primero
establece que no puede hacerse efectiva la responsabilidad criminal o civil de un juez mientras no
haya terminado por sentencia firme la causa o pleito en que se supone causado el agravio.

El art. 330 establece que la persona perjudicada por el delito ministerial debe deducir la acción para
acusar al juez antes que transcurran 6 meses, contados desde que se notificó la sentencia firme
recaída en la causa donde se cometió el agravio. Para las personas que no sean directamente el
ofendido el plazo de 6 meses comienza a correr desde que se hubiere pronunciado la sentencia
firme.

El art. 328 dispone que no puede tramitarse ninguna acusación en contra de un juez para hacer
efectiva su responsabilidad criminal sin que previamente sea declarada como admisible por el juez o
tribunal llamado a conocer de ella.

De esta forma, la querella de capítulos es un procedimiento previo o antejuicio que tiene por objeto
obtener del tribunal competente la autorización para proceder criminalmente en contra de un juez,
fiscal judicial o fiscal del Ministerio Público, por los delitos que puedan haber cometido en ejercicio
de sus funciones e importen una infracción penada por la ley (art. 424).

Este antejuicio se refiere solo a delitos ministeriales, no en relación a los delitos comunes. En
general, si se observa el procedimiento, es idéntico que en el caso del desafuero. Tribunal
competente es la Corte de Apelaciones respectiva en primer instancia (art. 63 N°2 letra d) COT y
425 CPP).

Conforme al art. 425 CPP, la oportunidad para deducir la querella de capítulos:


A. Una vez cerrada la investigación, cuando el fiscal estimare que procede formular acusación por
crimen o simple delito contra un juez, un fiscal judicial o un fiscal del ministerio público, remitirá los
antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente, a fin de que, si hallare mérito, declare
admisibles los capítulos de acusación.
B. Si, durante la investigación, el fiscal quisiere solicitar al juez de garantía la prisión preventiva de
algunas de esas personas u otra medida cautelar en su contra, y
C. Si se tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá ocurrir ante la Corte de
Apelaciones solicitando igual declaración, antes de que se admitiere a tramitación por el juez de
garantía la querella que hubiere presentado por el delito.
Requisitos del escrito de querella de capítulos: debe especificar los capítulos de acusación, y se
indicarán los hechos que constituyeren la infracción de la ley penal cometida por el funcionario
capitulado (art. 424 inc. 2°). Además, debe acompañarse por el fiscal copia del registro de las
diligencias que se hubieren practicado y que fueran conducentes a resolver el asunto.

Recurso, apelación ante la Corte Suprema (art. 427). Los efectos de la resolución que se pronuncia
sobre la querellad e capítulos se encuentran regulados en el art. 428 y 429.

Hay que tener en consideración, lo que dispone el artículo 426.- Juez, fiscal judicial o fiscal
detenido in fraganti. Si un juez, un fiscal judicial o un fiscal del ministerio público fuere detenido
por habérsele sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá inmediatamente a disposición de la
Corte de Apelaciones respectiva. Asimismo, remitirá la copia del registro de las diligencias que se
hubieren practicado y que fueren conducentes para resolver el asunto.

Si la sentencia firme declara admisible la querella de capítulos, los efectos son:


A. El funcionario capitulado queda suspendido del ejercicio de sus funciones (art. 428 inc. 1° CPP y 335
N° 1 COT.
B. El proceso penal continuará su tramitación conforme a las reglas generales, con las siguientes
modificaciones:
C. Tratándose del caso en que se presente acusación el juez de garantía fijará de inmediato la fecha de
la audiencia de preparación del juicio oral la que deberá verificarse dentro de los quince días
siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado de garantía. A su vez, la audiencia del
juicio oral deberá iniciarse dentro del plazo de quince días contado desde la notificación del auto de
apertura del juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando el
imputado lo solicitare para preparar su defensa.

Si la sentencia declara inadmisible todos los capítulos de la acusación comprendidos en la querella,


el efecto es el de un sobreseimiento definitivo (art. 429). Tratándose de la situación contemplada en
el inciso final del mismo artículo, el juez de garantía no admitirá a tramitación la querella que ante él
se hubiere presentado y archivará los antecedentes (art. 429 inc. final).

C.- La extradición: La extradición es el procedimiento por el cual un Estado requiere a otro la


entrega de una persona que debe ser sometida a juicio penal o para el cumplimiento de una pena ya
impuesta en una sentencia condenatoria.

Se clasifica en activa, cuando nuestro país la solicita al Estado extranjero donde se encuentra la
persona que es objeto de la extradición y con el objeto de que ella le sea entregada y con el fin de
someterla a juicio o hacerla cumplir una condena establecida en una sentencia penal ejecutoriada.

En cambio, es pasiva, cuando un país extranjero solicita a Chile la entrega de una persona que se
encuentra en éste con el fin de ser juzgado o someterlo al cumplimiento de una sentencia dictada en
su contra por el país requirente y que lo condenara a una pena privativa de libertad superior a un
año. La distinción es importante ya que el procedimiento es diverso en uno u otro caso.

Extradición activa: Reglamentada en los arts. 431 a 439 CPP.


Procedencia, cuando en la tramitación de un procedimiento penal se hubiere formalizado la
investigación por un delito que tuviere señalada en la ley una pena privativa de libertad cuya
duración mínima excediere de un año, respecto de un individuo que se encontrare en país
extranjero, el ministerio público deberá solicitar del juez de garantía que eleve los antecedentes a la
Corte de Apelaciones, a fin de que este tribunal, si estimare procedente la extradición del imputado
al país en el que actualmente se encontrare, ordene sea pedida. Si la extradición no fuere solicitada
por el Ministerio Público puede ser requerida por el querellante.
De esta forma, es necesario que se cumplan los siguientes requisitos:
A. Que se haya formalizado investigación o dictado una sentencia definitiva penal ejecutoriada
(art. 431).
B. Que exista solicitud del Ministerio Público o del querellante, si el primero no lo hace, a
juez de garantía a fin de que remita los antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva y
requiera la extradición a un estado extranjero.
B. Que se trate de un delito que autorice la extradición, es decir, que tenga asignada una pena
mínima privativa de libertad que excediere un año o se hubiere impuesto una pena de
cumplimiento efectivo superior a ella (art. 431).
C. Que conste en el proceso que el imputado o condenado se encuentra en el extranjero y el
país en donde se encuentra en la actualidad (art. 431 inc. final y 434).
La tramitación de la extradición posee dos etapas, una ante el Juez de Garantía y otra ante la CA.

Tramitación ante el juez de garantía (art. 432): Se podrá formalizar la investigación respecto del
imputado ausente, el que será representado en la audiencia respectiva por un defensor penal
público, si no contare con defensor particular. Al término de la audiencia, previo debate, el juez de
garantía accederá a la solicitud de extradición si estimare que en la especie concurren los requisitos
del artículo 140, es decir, aquellos necesarios para otorgar la prisión preventiva.
Si el juez de garantía diere lugar a la solicitud de extradición a petición del fiscal o del querellante,
declarará la procedencia de pedir, en el país extranjero, la prisión preventiva u otra medida cautelar
personal respecto del imputado, en caso de que se cumplan las condiciones que permitirían decretar
en Chile la medida respectiva.

Para que el juez eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, será necesario que conste en el
procedimiento el país y lugar en que el imputado se encontrare en la actualidad.

Tramitación ante la Corte de Apelaciones (art. 433): En el evento que el juez de garantía
resuelva que concurren los requisitos legales para requerir la extradición, conforme lo examinado,
remite los antecedentes respectivos a la Corte de Apelaciones dictando una resolución. Recibidos los
antecedentes por la Corte de Apelaciones, ésta fijará una audiencia para fecha próxima, a la cual
citará al ministerio público, al querellante, si éste hubiere solicitado la extradición y al defensor del
imputado. La audiencia, que tendrá lugar con los litigantes que asistieren y que no se podrá
suspender a petición de éstos, se iniciará con una relación pública de los antecedentes que
motivaren la solicitud; luego, se concederá la palabra al fiscal, en su caso al querellante y al defensor

Solicitud de cautelares. Durante la tramitación de la extradición, el fiscal o querellante que la


hubiere requerido, puede requerir a la Corte de Apelaciones respectiva que ésta solicite del
Ministerio de Relaciones Exteriores que se pida al país en que se encontrare el imputado que ordene
la detención previa de éste o adopte otra medida destinada a evitar la fuga de la persona cuya
extradición se solicitará, cuando el juez de garantía hubiere comprobado la concurrencia de los
requisitos que admitirían decretar la prisión preventiva u otra medida cautelar personal. La
solicitud de la Corte de Apelaciones deberá consignar los antecedentes que exigiere el tratado
aplicable para solicitar la detención previa o, a falta de tratado, al menos los ant

Finalizada la audiencia, la Corte de Apelaciones resolverá en un auto fundado si debiere o no


solicitarse la extradición del imputado. En contra de la resolución de la Corte de Apelaciones que se
pronunciare sobre la solicitud de extradición, no procederá recurso alguno(art. 435.

Si la Corte de Apelaciones acoge la solicitud de extradición activa (art. 436) debe dirigir la
misma al Ministerio de Relaciones Exteriores, al que hará llegar copia de la resolución respectiva,
pidiendo que se practiquen las gestiones diplomáticas que fueren necesarias para obtener la
extradición. A esa solicitud debe acompañar:
A. Copia de la resolución fundada en que la Corte estima procedente la extradición;
B. Copia de la formalización de la investigación que se hubiere formulado en contra del imputado;
C. Los antecedentes que la hubieren motivado o de la resolución firme que hubiere recaído en el
procedimiento, si se tratare de un condenado;
D. Los textos legales que tipificaren y sancionaren el delito, de los referentes a la prescripción de la
acción y de la pena, y
E. Toda la información conocida sobre la filiación, identidad, nacionalidad y residencia del imputado.

Cumplidos estos trámites, la Corte de Apelaciones devolverá los antecedentes al tribunal de origen.
Ecedentes contemplados en el artículo 442 (art. 434)

Tramitación de la extradición activa concedida ante el Ministerio de Relaciones Exteriores


(art. 437). El Ministerio de Relaciones Exteriores legalizará y traducirá los documentos
acompañados, si fuere del caso, y hará las gestiones necesarias para dar cumplimiento a la
resolución de la Corte de Apelaciones. Si se obtuviere la extradición del imputado, lo hará conducir
del país en que se encontrare, hasta ponerlo a disposición de aquel tribunal. En este último caso, la
Corte de Apelaciones ordenará que el imputado sea puesto a disposición del tribunal competente, a
fin de que el procedimiento siga su curso o de que cumpla su condena, si se hubiere pronunciado
sentencia firme.

Extradición activa improcedente o no concedida (art. 438). Si la Corte de Apelaciones declarare


no ser procedente la extradición se devolverán los antecedentes al tribunal, a fin de que proceda
según corresponda. Si la extradición no fuere concedida por las autoridades del país en que el
imputado se encontrare, se comunicará el hecho al tribunal de garantía, para idéntico fin.

Artículo 439.- Multiplicidad de imputados en un mismo procedimiento. Si el procedimiento


comprendiere a un imputado que se encontrare en el extranjero y a otros imputados presentes, se
observarán las disposiciones anteriores en cuanto al primero y, sin perjuicio de su cumplimiento, se
proseguirá sin interrupción en contra delos segundos.

Extradición pasiva: Regulación 440 a 454 CPP.


Tribunal competente para conocer: Un ministro de la Corte Suprema como tribunal unipersonal
(art. 441) en primera instancia. En segunda instancia, por vía del recurso de apelación y/o del
recurso de nulidad, conoce la Corte Suprema en sala (art. 450 inc. final).

Concepto: como se señaló, la extradición pasiva es aquella por la cual un país extranjero solicita al
nuestro la entrega de un delincuente que se encuentra en Chile para ser juzgado o sometido al
cumplimiento de la condena dictada en su contra en el país requirente a una pena privativa de
libertad de duración superior a un año.

Artículo 440.- Procedencia de la extradición pasiva. Cuando un país extranjero solicitare a Chile la
extradición de individuos que se encontraren en el territorio nacional y que en el país requirente
estuvieren imputados de un delito o condenados a una pena privativa de libertad de duración superior
a un año, el Ministerio de Relaciones Exteriores remitirá la petición y sus antecedentes a la Corte
Suprema.

Tramitación en primera instancia: Recibidos los antecedentes del país extranjero el Ministerio
de Relaciones Exteriores debe remitir los mismos a la Corte Suprema, la que designa al Ministro que
deberá conocer en primera instancia (art. 441).
El Ministro designado para conocer el primera instancia fijará día y hora para la realización de una
audiencia en la que se conocerá el asunto y a la que refiere el artículo 448 y pondrá la petición y sus
antecedentes en conocimiento del representante del Estado requirente y del imputado, a menos que
se hubieren solicitado medidas cautelares personales en contra de este último. Si se hubieren
pedido tales medidas, el conocimiento de la petición y los antecedentes se suministrará al imputado
una vez que las mismas se hubieren decretado.

La detención preventiva constituye una medida cautelar personal previa, es una verdadera
medida prejudicial cautelar personal, que se dicta con anterioridad a la solicitud misma de
extradición, si así estuviere convenido en el tratado respectivo o lo solicita el Estado extranjero por
escrito (art. 442).

Esta solicitud debe contener:


a) La identificación del imputado;
b) La existencia de una sentencia condenatoria firme o de una orden restrictiva o privativa de la
libertad personal del imputado;
c) La calificación del delito que motivare la solicitud, el lugar y la fecha de comisión de aquél, y
d) La declaración de que se solicitará formalmente la extradición.

La detención previa es esencialmente temporal, se decretará por el plazo que determinare el tratado
aplicable o, en su defecto, por un máximo de dos meses a contar de la fecha en que el Estado
requirente fuere notificado del hecho de haberse producido la detención previa del imputado.

Si se solicita la extradición por el Estado extranjero, se puede requerir la prisión preventiva u otra
medida cautelar persona, éstas se pueden decretar en base a los requisitos que establezcan los
tratados internacionales respectivos o, en su defecto, los establecidos en el Título V del Libro I (art.
446). Decretada alguna medida cautelar personal sigue las reglas generales por lo que es apelable,
en este caso, ante la Corte Suprema por ser el superior jerárquico.

Las medidas cautelares personales siguen las reglas generales ya examinadas en cuanto a su
revisión.

Artículo 447. De la modificación, revocación o sustitución de las medidas cautelares personales. En


cualquier estado del procedimiento se podrán modificar, revocar o sustituir las medidas cautelares
personales que se hubieren decretado, de acuerdo a las reglas generales, pero el Ministro de la Corte
Suprema tomará las medidas que estimare necesarias para evitar la fuga del imputado.

Como el Estado extranjero debe ser representado, en el evento de no designar a un representante, el


art. 443 establece que le corresponderá al Ministerio Público ejercer tal función. Ello sin perjuicio
del derecho del Estado extranjero de designar a un representante de su confianza, momento en que
la representación del Ministerio Público cesa (arts. 443 y 448 inc. 1°).

El Estado extranjero puede, en cualquier momento de la tramitación, desistirse de la solicitud de


extradición (art. 453), evento en que se dictará un sobreseimiento definitivo.
Como se examino, la solicitud de extradición se comunica al imputado, quien podría adoptar dos
conductas:
Allanarse a la solicitud de extradición, evento en el cual tiene a lugar el procedimiento de
extradición pasiva simplificada.

Artículo 454.- Extradición pasiva simplificada. Si la persona cuya extradición se requiriere, luego de
ser informada acerca de sus derechos a un procedimiento formal de extradición y de la protección que
éste le brinda, con asistencia letrada, expresa ante el Ministro de la Corte Suprema que conociere de la
causa, su conformidad en ser entregada al Estado solicitante, el Ministro concederá sin más trámite la
extradición, procediéndose en este caso en conformidad con el artículo 451.
Si el imputado no se allana a la solicitud, se da inicio a la tramitación del procedimiento completo de
extradición.

Básicamente el mismo consiste en una audiencia de extradición pasiva, donde en definitiva se


discutirá la procedencia o no de la misma y en que permite rendir prueba.

Artículo 448.- Audiencia en la extradición pasiva. La audiencia será pública, y a su inicio el


representante del Estado requirente dará breve cuenta de los antecedentes en que se funda la petición
de extradición. Si fuere el ministerio público, hará saber también los hechos y circunstancias que
obraren en beneficio del imputado. A continuación se rendirá la prueba testimonial, pericial o
documental que las partes hubieren ofrecido. Una vez rendida la prueba, si el imputado lo deseare
podrá prestar declaración y, de hacerlo, pondrá ser contrainterrogado. En caso de que se hubiere
rendido prueba o hubiere declarado el imputado, se le concederá la palabra al representante del
Estado requirente, para que exponga sus conclusiones. Luego, se le concederá la palabra al imputado
para que, personalmente o a través de su defensor, efectuare las argumentaciones que estimare
procedentes

Ofrecimiento de prueba para la audiencia: Artículo 444.- Ofrecimiento y producción de pruebas. Si


el Estado requirente y el imputado quisieren rendir prueba testimonial, pericial o documental, la
deberán ofrecer con a lo menos tres días de anticipación a la audiencia, individualizando a los testigos,
si los hubiere, en la solicitud que presentaren. Esta prueba se producirá en la audiencia a que se refiere
el artículo 448.

Declaración del imputado en el procedimiento de extradición: Artículo 445.- Declaración del


imputado. En la audiencia prevista en el artículo 448, el imputado tendrá derecho siempre a prestar
declaración, ocasión en la que podrá ser libre y directamente interrogado por el representante del
Estado requirente y por su defensor.
En todo caso, el imputado declara al final de la audiencia, luego de rendida la prueba, conforme lo
dispone el art. 448 inciso 3° y, además, de prestar declaración podrá ser contrainterrogado.
Efectuada la audiencia el juez debe resolver dentro del 5° día (art. 449 inc. final).
Si rechaza la solicitud de extradición, aún cuando no este ejecutoriada, cesa toda medida cautelar
personal. Ejecutoriada esta sentencia, el Ministro que conoció de la misma debe comunicar al
Ministerio de Relaciones Exteriores el resultado del procedimiento (art. 452).
Para acogerse la solicitud de extradición, el Ministro de Corte Suprema debe dictar una resolución en
que estima comprobada la existencia de las siguientes circunstancias (art. 449):
a) La identidad de la persona cuya extradición se solicitare;
b) Que el delito que se le imputare o aquél por el cual se le hubiere condenado sea de aquellos que
autorizan la extradición según los tratados vigentes o, a falta de éstos, en conformidad con los
principios de derecho internacional, y
c) Que de los antecedentes del procedimiento pudiere presumirse que en Chile se deduciría acusación en
contra del imputado por los hechos que se le atribuyen.

En contra de la resolución que se pronuncia sobre la extradición, sea que se conceda o se niegue, caben
los recursos de apelación y/o nulidad, este último sólo por las causales del art. 373 letra a) y 374,
correspondiéndole conocer a la Corte Suprema. Si se deducen ambos recursos, se debe efectuar en
subsidio y dentro del plazo para la apelación.

Artículo 451.- Sentencia que concede la extradición pasiva. Ejecutoriada que fuere la sentencia que
concediere la extradición, el Ministro de la Corte Suprema pondrá al sujeto requerido a disposición del
Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de que sea entregado al país que la hubiere solicitado.

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