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18 de septiembre de 2017
Apoyo la reforma constitucional en manos del órgano revisor
Como lo he manifestado en el foro del curso, ciertamente me inclino por esta opción,
pero no en la forma en que se presenta, mejor dicho optaría por Apoyar una Nueva
simboliza el artículo 136 del ordenamiento máximo, mismo que me permito citar “Esta
Constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna rebelión se interrumpa su
contrario a los principios que ella sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se
restablecerá su observancia, y con arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren
expedido, serán juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado de la
rebelión, como los que hubieren cooperado a ésta (D.O.F. 06 de octubre de 1986)” de aquí
fuerza, no perder su vigor y rebelión, si nos percatamos del texto, dispone situaciones
históricas que marcan la forma en que fue creada en el 1917, situación social que en la
actualidad no es prudente de pensar, ni siquiera de que el texto tal cual se plasma continúe
vigente en el texto normativo, con esto solo se evidencia un aspecto, nuestra Carta Magna
que no empatan y que deberían desaparecer en su estructura, ya que una Constitución al ser
un ordenamiento que emana de la soberanía del pueblo como bien lo reconoce en su artículo
40, por tal motivo el artículo 136 vendría siendo un equivalente a un aspecto que restrinja el
uso correcto de la soberanía, por tanto considero que atenta contra el Derecho de libre
Derivado del Caso Radilla Pacheco vs México, nuestra Constitución fue evidenciada
como una de las más retrogradas para nuestra época, un momento histórico donde un
cuando la realidad es que el ordenamiento máximo lo que tenía que hacer era reconocer que
sus creadores ya tienen esos derechos y que su vida está sometida a estos, por tal motivo en
el año 2011 el apartado dogmático tuvo un cambio sustancial al corregir todos esos detalles,
incluyendo además y por primera vez a los Derechos Humanos, después de más de 30 años
de haber suscrito el Pacto de San José de Costa Rica, en esencia nuestra Constitución no está
suficientemente preparada para afrontar los retos actuales, pues incluso materias tan simples
como las ambientales y la protección a los derechos de los animales, si bien se advierten de
modo indirecto, no alcanzan a regular todas las actividades que se realizan, de igual forma,
la vida actual gira en torno al uso tecnológico, aspecto importantísimo que tampoco está
incluido.
que imprima la realidad actual en una nueva Constitución que se encargue de normar todos
los derechos y las leyes, una Constitución que converja a la par de los tratados internacionales
Constitución de 1917 pase a las filas históricas como una que permite la evolución de su
pueblo y que permite el ejercicio correcto de los derechos y no quedar como una Constitución
que conforme marca el artículo 136 se niega a abandonar su fuerza y su vigor para dar paso