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WALTER BENJAMIN
J osé María González García
José Manuel Cuesta Abad
Volker Rühle
Fosca Mariani Zini
José Luis López de Lizaga
Francisco José Sánchez Montalbán
LA ANTORCHA AL OÍDO
Francisco Javier Díez de Revenga
03
Joan Antón Mellón
Jorge Belinsky
Cristina Álvarez de Morales Mercado
LECTURAS
María Isabel López Martínez
Francisco A. Muñoz
Azucena González Blanco
José Manuel Ruiz Martínez
revista de literatura y pensamiento
Número 03 • primavera 2010
03 Presentación.
Walter Benjamin
José Luis López de Lizaga
54 Reforma,
Francisco Javier Díez
de Revenga
DOSSIER
revolución, terror.
Sobre la «violencia
divina» de Walter
117
Mundo exterior
y mundo interior
en la poesía
Benjamin internacionalista de
walter Miguel
benjamin Francisco José Sánchez Hernández
Montalbán
José M. González García
06 Paseos
benjaminianos por los
70
Itinerarios
fotográficos en
Walter Benjamin
LECTURAS
ángeles de Berlín María Isabel López
Martínez
LA ANTORCHA
AL OÍDO 132 Coetzee,
crítico literario
82
Horror vacui, horror
loci: Claude Lefort
y los psicoanalistas
139 Conflictos, paz
y violencia
18
Demoliciones.
Sobre el concepto
de crítica en Walter Joan Antón Mellón
Benjamin
145 La imagen de
la mujer en
31
Sin sí mismo: los
cuentos tristes de
W. Benjamin
(ND) y su
continuidad/
discontinuidad con
el Arte Moderno
como Crítica
de la Razón
el Fascismo
Volker Rühle Clásico (1919-1945) José Manuel Ruiz Martínez
41
Trascendencia
inmanente. La
dimensión mesiánica
Cristina Álvarez de Morales
Mercado
150
La entronización
del simulacro:
génesis, auge y
de la experiencia
histórica en Walter
Benjamin
106
Harold Bloom
y el Romanticismo
europeo
paradojas de la
cultura de
masas
normas de publicación
Afinidades consta de tres sec- res, con espacios incluidos. Po- Para capítulos en y a continuación se citará en el
ciones: «Dossier», que reúne ar- drán llevar hasta un máximo de volúmenes colectivos: cuerpo del texto, poniendo el nú-
tículos sobre una misma temáti- doce notas a pie de página, que Gerard Vilar, «La filosofía de la mero de página entre paréntesis,
ca; «La antorcha al oído», don- deberán ser breves y fundamen- cultura», en V. Bozal (ed.), His- por ejemplo: (p. 23).
de se da cabida a artículos de talmente destinadas a referencias toria de las ideas estéticas y de
temática variada; y «Lecturas», bibliográficas. La extensión de las teorías artísticas contemporá- TABLA DE MATERIAS
dedicada a comentarios exten- las «Lecturas» será de 15.000 a neas, vol. I, Madrid, Visor, 1996, Afinidades publicará artículos
sos de libros de reciente apari- 20.000 caracteres, también con pp. 365-376. de carácter reflexivo y/o ensa-
ción. En las dos primeras seccio- espacios incluidos. En ellas no yístico que se inscriban en cual-
nes se publicarán artículos origi- se usarán notas a pie de pági- Para obras clásicas: quiera de estos ámbitos de las
nales e inéditos, de carácter re- na, aunque podrá incluirse al fi- Juan Luis Vives, Obras Com- Humanidades y que versen so-
flexivo y/o ensayístico, que ver- nal una breve «Bibliografía», de pletas, ed. de L. Riber, Madrid, bre autores y asuntos modernos
sen sobre cualquiera de las ma- cinco títulos como máximo, que, Aguilar, 1948. y contemporáneos —en general,
terias que se indican en la tabla en su caso, se citará en el cuer- a partir del siglo XVIII:
de contenidos que figura en esta po del texto mediante el sistema (Cuando la temática del artícu-
misma página. La sección «Lec- autor-fecha-página. lo lo exija, los autores podrán —Literaturas europeas
turas» está destinada exclusiva- hacer constar las fechas de las —Pensamiento literario
mente a comentar libros de ca- El sistema de cita en las notas ediciones originales, después del —Modernidad europea
rácter teórico, crítico o ensayís- a pie de página de las seccio- título y entre paréntesis. Ejem- —Corrientes actuales del pen-
tico; no obras literarias. nes «Dossier» y «La antorcha al plo: Hannah Arendt, La condi- samiento
oído» será el siguiente: ción humana (1958), Barcelo- —Pensadores modernos y con-
Los autores que lo deseen pue- na, Paidós, 1998). temporáneos
den enviar sus artículos o lectu- Para libros: —Reflexiones sobre la historia
ras en soporte informático a la Hannah Arendt, La condición hu- El sistema de referencias en europea del siglo XX
siguiente dirección electrónica: mana, Barcelona, Paidós, 1998, la «Bibliografía» de las «Lectu- —Ética de la literatura
swahnon@ugr.es. Una vez reci- pp. 89-102 (en adelante, La con- ras» será: —Filosofía y literatura
bidos, serán evaluados por la dición humana, p. 58). —Estética
Dirección y el Consejo de Re- CANETTI, Elías (1960), Masa y —Teoría de las Artes
dacción y, en los casos en que Para artículos: poder, Barcelona, Muchnik, 1977. —Filosofía de las ciencias humanas.
sea necesario, también por el Tzvetan Todorov, «Por qué Jakob- —Teoría de la interpretación
Consejo Asesor. La revista co- son y Bajtin no se encontraron (Y de modo similar para los ar- —Teoría de la historia
municará su decisión a los au- nunca», Revista de Occidente, tículos, capítulos de libro, etc. —Antropología filosófica y literaria
tores lo antes posible, aunque 90, marzo 1997, pp. 120-155. En las obras clásicas de data- —Filosofía política
no devolverá los originales no ción desconocida solo se hará —Teorías sociales
solicitados. Para capítulos constar, al final, la fecha de la —Ética y filosofía moral
de libro: edición utilizada). —Teoría de la cultura
La extensión de los artículos in- Walter Benjamin, «Escondrijos», —Teoría de la justicia
cluidos en las secciones «Do- en Infancia en Berlín hacia n lo que respecta a la obra co-
E
ssier» y «La antorcha al oído» se- 1900, Madrid, Alfaguara, 1990, mentada, se proporcionará la re-
rá de 35.000 a 40.000 caracte- pp. 49-50. ferencia completa una sola vez
ciones sobre lo que él entendía aparece citado en todos los con el hecho de que en este
por escritura filosófica, la obra artículos sin excepción. Algo año se cumplan los setenta de
que hoy conocemos como El parecido ocurre con el Angelus su fallecimiento. Se da además
origen del «Trauerspiel» alemán Novus, que, amén de planear la circunstancia añadida de
fue rechazada por el tribunal por encima de casi todas las que la recepción española del
—mucho más atento, quizás, a contribuciones, es el motivo autor esté conociendo ahora
sus deficiencias desde el punto central de la que abre el mo- su tercera y más decisiva fase.
de vista del carácter probatorio nográfico: un original e ilustra- Tras el primer e importante
de algunos de sus argumentos, dor recorrido por las calles de impulso de los años setenta,
que a la originalidad de éstos—, Berlín. No faltan, sin embargo, con las traducciones pioneras
estaban ya sentadas todas las los artículos que se centran de Héctor A. Murena y de Je-
bases para que su faceta más en la vertiente más crítico- sús Aguirre, y después de que
propiamente filosófica, la crea- estética del autor. Además de las conmemoraciones de 1990-
dora, acabara imponiéndose su ensayo sobre la fotografía, 1992 dieran lugar a nuevas
sobre la otra, la académica, que tanto los dos grandes libros del ediciones de sus textos y a la
quedó así relegada al montón primer período, como algunos consolidación en nuestro país
de las ruinas de la historia de sus trabajos más conocidos del interés universitario por el
mientras, para desgracia suya sobre escritores (los que tratan, autor, estos últimos años, los
y beneficio de la cultura, al por ejemplo, sobre Kafka o primeros del siglo XXI, han
pensador no le quedó ya otra Dostoievski), son igualmente abierto perspectivas hasta hace
alternativa que desplegar con explorados en estas páginas, a poco impensables en cuanto
fuerza sus alas hacia el futuro. la luz además de imágenes tan a la accesibilidad de la obra
productivas como la de la «de- benjaminiana. La edición, casi
Fue precisamente en este segun- molición» o la del «jorobado». simultánea, en español, del Libro
do período de su producción, El dossier contiene también de los Pasajes y de aproximada-
ése en el que se vio obligado a una reflexión sobre el concepto mente una tercera parte de los
ganarse la vida como escritor benjaminiano de historia y otra Gesammelte Schriften permite
independiente y crítico litera- sobre aquella «violencia divina» plantearse muchos y nuevos
rio, cuando redactó o publicó que tanto dio ya que pensar objetivos tanto en relación con
los que son hoy sus trabajos a Jacques Derrida. Aunque en el Benjamin sociológico del
más conocidos y leídos, o al esta ocasión, y de acuerdo con proyecto parisino, como en lo
menos los que más influencia nuestra propia percepción de que concierne a la vertiente
han ejercido en los últimos Benjamin, la mayor parte de más crítico-estética del autor,
años: los dos ensayos sobre quienes escriben en el mono- muchos de cuyos frutos menos
Baudelaire, los fragmentos y gráfico procede del campo de conocidos en España se recogen
notas del Libro de los Pasajes, la Filosofía —o de una Teoría en las Obras bajo el título de
«La obra de arte en la época literaria cultivada con intención «Ensayos estéticos y literarios»
de su reproductibilidad técnica» netamente filosófica—, la di- y de «Fragmentos estéticos». Se
y las «Tesis de filosofía de la versidad de los enfoques queda diría pues, llegado el momento
historia»; sin olvidar tampoco completamente garantizada por de volver a leer al filósofo, y
esa otra clase de libros, de la propia idiosincrasia del autor Afinidades no ha querido de-
factura especialmente original, estudiado, quien, como se sabe, jar pasar la ocasión de estar
por particularmente cercana estuvo muy lejos de reflexionar presente con voz propia en el
a lo artístico-literario, que se- siempre en torno a un mismo umbral de esta nueva conste-
rían Calle de dirección única e asunto; con lo que esto pudo lación histórica.
Infancia en Berlín hacia 1900. tener de positivo y de negativo
Los artículos que se reúnen en para su legado intelectual. S. W.
este nuevo dossier, el tercero,
de Afinidades, también giran La pertinencia de dedicarle un
preferentemente en torno a monográfico a Walter Benjamin
estos textos, en especial al Li- en el primer semestre de 2010
bro de los Pasajes, único que no tiene que ver únicamente
Mis alas están listas para el despegue, o diosa de la Victoria, que represen- la trayec-
con gusto volvería hacia atrás, ta un punto de vista completamente toria vital
porque aunque dispusiera de tiempo vivo opuesto: construida desde el punto de Walter
tendría poca dicha. de vista de los vencedores, la Victoria Benjamin
(Gerhard Scholem, «Saludo del ángel») mira confiadamente al futuro, está se mueve
volcada hacia adelante y representa desde la
Hay un cuadro de Klee que se llama una concepción de la historia como imagen de
Angelus Novus. Representa a un ángel progreso constante del pueblo alemán, la Victoria
que parece estar a punto de alejarse una deificación del progreso, un mito a la imagen
de algo a lo que está clavada su mi- futurista del progreso histórico cons- del Angelus
rada. Sus ojos están desencajados, la tante y definitivo de Alemania sobre Novus
boca abierta, las alas desplegadas. El las demás naciones. En la primera
ángel de la historia tiene que pare- ilustración de este trabajo se pueden
cérsele. Tiene el rostro vuelto hacia el ver las dos imágenes enfrentadas una
pasado. Lo que a nosotros se presenta a otra: a la izquierda la monumental
como una cadena de acontecimientos, diosa Niké o diosa de la Victoria y a
él lo ve como una catástrofe única la derecha el Angelus Novus de Paul
que acumula sin cesar ruinas sobre Klee, reinterpretado por Benjamin
ruinas, arrojándolas a sus pies. Bien como el Ángel de la Historia. Benja-
quisiera él detenerse, despertar a los min nunca realizó una comparación
muertos y recomponer los fragmentos. entre las dos figuras o imágenes de
Pero desde el paraíso sopla un viento pensamiento (Denkbilder), pero de-
huracanado que se arremolina en sus dicó un capítulo importante de su
alas, tan fuerte que el ángel no puede libro Infancia en Berlín hacia 1900
plegarlas. El huracán le empuja irre- a la descripción de sus evocaciones
sistiblemente hacia el futuro, al que infantiles sobre la Columna Triunfal
da la espalda, mientras el cúmulo de o Siegessäule. Resulta significativo,
ruinas crece hasta el cielo. Eso que además, que utilizara como motto
nosotros llamamos progreso es ese del libro unos versos de difícil inter-
huracán.3 pretación, pero que nos hacen ver el
papel central de este monumento en
El Angelus Novus de Paul Klee es sus recuerdos: «Oh, Columna Triunfal
reinterpretado por Benjamin como dorada / con azúcar de nieve / de los
el Ángel de la Historia y representa días de la infancia».4 De esta manera,
el punto de vista de los vencidos, de el monumento a la Victoria parece ser
las víctimas. Mira hacia el pasado con también el centro del libro y no solo
el rostro desencajado porque no ve uno de sus apartados.
más que una sucesión de catástrofes
y ruinas. Y es llevado hacia el futuro, Me parece importante destacar que
un futuro al que da la espalda, por el la trayectoria vital de Walter Ben-
huracán del progreso. Se trata de una jamin se mueve desde la imagen de
visión de la historia como memoria la Victoria a la imagen del Angelus
de los vencidos, como recuerdo de Novus, es decir, desde la idea de la
las víctimas y de los derrotados. Esta historia de los vencedores a la idea
imagen (Denkbild) del Angelus Novus de la historia como memoria de los
se contrapone radicalmente con otra vencidos y de las víctimas. Es muy
imagen que Benjamin conocía muy claro que su educación en la Alema-
bien y a la que dedica un capítulo nia Guillermina está impregnada por
muy importante de su libro de re- los valores militaristas de la época, 1.
cuerdos de infancia en la ciudad de basados en una idea de la historia La Diosa (o Ángel) de
Berlín a comienzos del siglo XX. Se como Victoria. Solo puedo dar aquí la Victoria y el Angelus
trata de la Siegessäule, la diosa Niké tres breves apuntes de la socialización Novus de Paul Klee
XIX o, mejor dicho, en los cien años grafía urbana de la ciudad, desde la
que van desde el final de las guerras conversión del ángel de la paz que
napoleónicas en 1815 hasta el comien- guiaba la cuadriga sobre la puerta
zo de la Primera Guerra Mundial en de Brandenburgo, a la construcción
1914. Y también debemos recordar de la Neue Wache (también obra de
que el espíritu alemán de la época Schinkel) en la famosa Avenida Un-
se interpretaba a sí mismo como una ter den Linden, las estatuas de los
revitalización del espíritu de los grie- grandes generales prusianos de las
gos, y de ahí que Berlín fuera definida guerras contra Napoleón o la erec-
como la «Atenas del Norte». Por ello ción de la diosa Niké en el centro
no resulta extraño que las victorias de la hasta entonces conocida por su
militares de los ejércitos prusianos forma como plaza redonda (Rondell)
se expresaran en la iconografía pú- y rebautizada como plaza de Belle
blica de la ciudad con la erección Alliance. Solo voy a referirme aquí
de estatuas de Atenea —como diosa brevemente a dos espacios públicos
griega de protección de la ciudad y importantes en los recuerdos de
de enseñanza a los jóvenes en las infancia de Walter Benjamin y que
artes de la guerra— y de estatuas fueron profundamente impregnados
de la diosa Niké, la diosa griega de por el espíritu de las victorias en las
el espíritu la Victoria. En Berlín se reflejan dos guerras de liberación nacional frente
alemán de etapas fundamentales en ese siglo de a los franceses: el Tiergarten y la plaza
la época las victorias, que, además, tienen una de la Belle Aliance.
se inter- poderosa impronta en el desarrollo
pretaba a urbano, en la impresión en piedra de Uno de los temas centrales del pensa-
sí mismo los triunfos militares dentro de los miento de Benjamin es la ciudad y, de
como una espacios públicos de la ciudad. La manera especial, sus dos metrópolis
revitaliza- primera fase se produce a partir de favoritas: Berlín, su ciudad natal,
ción del 1815 como celebración de las victorias de infancia y juventud, sobre la que
espíritu en las guerras de liberación contra escribió libros de recuerdos, crónicas
de los Napoleón. El monumento más repre- berlinesas, sobre la que hablaba en
griegos sentativo de esta época es el ideado sus programas de radio y en la que
por Karl Schinkel para el Parque de paseaba como un flâneur; y París, la
la Victoria (Victoria Park), una especie ciudad sobre la que trabajó durante
de aguja de catedral neogótica en la muchos años recogiendo materiales
que cada uno de los éxitos bélicos para su Libro de los Pasajes, en la
del ejército prusiano está expresado que también vivió durante la difícil
por una figura alada, desde la batalla época del exilio y a la que consideraba
de Leipzig en 1813 hasta la batalla como la «capital del siglo XIX». En
definitiva en Belle-Alliance (llamada sus recuerdos de infancia vemos cómo
Waterloo por los ingleses y nombre evoca poéticamente los laberintos del
por el que es conocida hoy) en 1815, parque Tiergarten y el camino desde
pasando por cada una de las demás: su casa, cruzando el Landwehrkanal
Gross Goerschen, Dennewitz, Culm, por el puente de Bendler:
Wartenburg, Laon…, hasta diez án-
geles victoriosos. El monumento se A su pie, no lejos, se encontraba la
ubica sobre una colina de 60 metros meta: Federico Guillermo y la reina
y está coronado por la cruz de hierro, Luisa. En sus pedestales redondos se
lo cual acabó por dar nombre al hoy erguían sobre las terrazas, como en-
famoso barrio de Kreuzberg (monte cantados por mágicas curvas que una
de la cruz). Pero este monumento no corriente de agua, delante de ellos,
fue el único, sino que más bien se dibujara sobre la arena. Sin embar-
transformó gran parte de la icono- go, me gustaba más ocuparme de los
1. «Niké enseña a los niños las histo- las que se celebra la relación entre
rias de los héroes», de Emil Wolff. los soldados prusianos y las diosas
2. «Atenea ejercita a los jóvenes en Atenea y Niké. En esos momentos, los
el uso de las armas», de Hermann enemigos combatidos por el ejército
Schievelbein. no eran los franceses de las guerras
3. «Atenea otorga las armas al gue- napoleónicas, sino sus propios con-
rrero», de Karl Heinrich Möller. ciudadanos, a muchos de los cuales
4. «Atenea conduce al guerrero a la la derrota de la revolución condujo
batalla», de Albert Wolff. a la muerte, al exilio político o a la
5. «Atenea protege al joven héroe», emigración masiva.
de Gustav Blaeser.
6. «Niké corona al vencedor», de Frie- Que yo sepa, Walter Benjamin nunca
drich Drake. se refirió a estos conjuntos escultóricos,
7. «Niké atiende al joven herido», de aunque los tenía que conocer porque
Ludwig Wichmann. estaban muy presentes en la fisono-
8. «Niké lleva al Olimpo el cadáver mía del centro de su ciudad. Quien
del guerrero», de August Wredow. sí escribió algunas impresiones sobre
ellos fue su amigo y colaborador Franz
Esta última puede verse en la ilustración Hessel, en un libro muy admirado por
5. Y la victoria alada que se lleva al Benjamin. En efecto, en Ein Flaneur in
Olimpo de los dioses al soldado caído Berlin se refiere Hessel precisamente
en la batalla podría interpretarse como a estos ocho grupos escultóricos de
un ángel de los vencidos y muertos en diosas de la guerra y de la victoria
educadoras de la juventud y afirma
que nunca se los pudo tomar en serio
porque al pasar por delante de ellos
recordaba los chistes irreverentes e
irreproducibles que se hacían en su
juventud acerca de la desnudez de las
estatuas. De hecho, parece que Reimer,
ministro de cultura, solicitó al rey
Federico Guillermo IV la retirada de
las estatuas desnudas y su ubicación
en el interior del cercano edificio de
la Zeughaus.11
Notas
1. «Epílogo a Crónica berlinesa de Gesammelte Schriften, vol. IV.1, derne, München, Fink, 1994, p.
Trabajo realizado dentro del Pro- Benjamin» (1970), recogido en pp. 288-289. Benjamin hace un 233. En sus últimos años, Kose-
yecto de Investigación FFI2008- su libro ya citado Walter Ben- juego de palabras: «Hallesches lleck tuvo un gran interés por la
05054-C02-01/FISO, financia- jamin y su ángel, pp. 183-188. Tor» es la puerta de Berlín que iconografía política y, de manera
do por el Ministerio de Ciencia Puede verse el poema completo conduce hacia la ciudad de Ha- especial, por el análisis compa-
e Innovación. en el volumen VI, p. 618 de los lle, pero la transforma en «puer- rativo de los monumentos fran-
2. Gesammelte Schriften de W. Ben- ta y recinto», «Tor y Halle», de la ceses y alemanes en recuerdo
Cfr. el artículo escrito por G. jamin, Frankfurt, Suhrkamp, 1991. gruta de sus recuerdos. de los muertos en las guerras.
Scholem en 1972, «Walter Ben- 5. 11. Además de su trabajo de edi-
jamin y su ángel», recogido en W. Benjamin, Infancia en Ber- Cfr. F. Hessel, Ein Flaneur in Ber- tor y la introducción del libro re-
su libro de mismo título, Buenos lín hacia 1900, Barcelona, Cír- lin, Berlin Bibliothek der Berliner cién citado, puede verse R. Ko-
Aires, FCE, 2003, pp. 37-75. culo de Lectores, 1992, p. 44. Zeitung, 2007, p. 72. selleck, Zur politischen Ikonolo-
3. 6. 12. gie der gewaltsamen Todes. Ein
Sigo la traducción de Reyes Ma- Ibídem, pp. 43-44. W. Benjamin, Libro de los Pa- deutsch-französicher Vergleich,
te en su excelente libro Mediano- 7. sajes, edición de R. Tiedemann, Basel, Schwabe & Co., 1998, o
che en la historia. Comentarios Ibíd., pp. 41-42. Madrid, Akal, 2005, p. 784. El también su artículo «Kriegerdenk-
a las tesis de Walter Benjamin 8. grabado puede verse en la pá- male als Identitätsstiftungen der
«Sobre el concepto de historia», Ibíd., pp. 31-32. gina 538. Überlebenden», en O. Marquard
Madrid, Trotta, 2006, p. 155. 9. 13. y K. Stierle (eds.), Identität (Poe-
4. W. Benjamin, Crónica berli- J. A. Schmoll gen. Eisenwerth, tik und Hermeneutik VIII), Mün-
Según constata Scholem en el nesa, en sus Escritos autobio- «Rodins Ehernes Zeitalter und chen, Fink, 1979, pp. 255-276.
libro citado, los versos proceden gráficos, Madrid, Alianza, 1996, die Problematik französischer
de un pequeño poema surrealis- pp. 230-231. Kriegendenkmäler nach 1871»,
ta escrito por Benjamin bajo los 10. en R. Koselleck y M. Jeismann
efectos del haschisch. Cfr. tam- Cfr. W. Benjamin, Berliner Kind- (eds.), Der politische Totenkult.
bién el artículo de G. Scholem heit um Neuzehnhundert, en sus Kriegendenkmäler in der Mo-
lugar a prácticas de disciplina corporal cio, hace de clave alegórica entre los
que, al extremo, deberían llegar —de significados teológico-moral y crítico-
acuerdo con la interpretación literal constructivo: el sentido alquímico. En
del mandamiento evangélico «si tu ojo el opus alchymicum la mortificatio, a
te escandaliza…»— a la mutilación. la que sigue la putrefactio, es una fase
En un sentido constructivo, crítica- inicial en el proceso de transmutación
mente edificante, la mortificación de de la materia que comienza con la
las obras supone su emblematización nigredo. La mortificación, figurada en
y alegorización, esto es, la disección imágenes de suplicio, decapitación y
o la anatomía —típicamente barroca, desmembramiento, forma parte de la
por lo demás— que discrimina la gra- operación alquímica que debe restituir
cia duradera (en términos estéticos, las formas a la prima materia o a la
la belleza; en términos filosóficos, la masa confusa de la que surgieron,
verdad) de lo que en ellas está en de manera que puedan resurgir al
trance de perecer o ha muerto ya. Para fin transmutadas en virtud de una
Benjamin, corresponde a la crítica fi- destrucción de la que depende su
losófica mostrar que la forma artística purificación material y, según el sim-
tiene la función de transformar en bolismo místico, su resurrección o su
contenidos de verdad los contenidos renacimiento a la inmortalidad. Luego la «morti-
históricos que subyacen en toda obra la «mortificación» benjaminiana cela ficación»
significativa: un emblema alquímico de la crítica benjaminia-
como salvación e inmortalización de na cela un
Esta transformación de contenidos las obras a través de su mise à mort. emblema
fácticos en contenido de verdad hace Es sabido que las imágenes alquímicas alquímico
de la pérdida de eficacia, en que, de aparecen con alguna frecuencia en los de la
década en década, va menguando el textos de Benjamin. Él mismo reco- crítica
atractivo de los antiguos encantos, el noce, en una carta dirigida a Adorno como
fundamento de un renacimiento en el (31.5.1935), la fuerte analogía entre la salvación
que toda belleza efímera se viene al estructura del Trauerspielbuch —en lo e inmorta-
fin abajo y la obra se afirma en tanto que tiene de agregado proliferante de lización de
que ruina (p. 401). citas— y la composición en ciernes las obras
del Passagenarbeit, una proximidad de a través de
Hay todavía un tercer sentido alusivo la que deriva la siguiente indicación: su mise à
de la «mortificación» que, subrepti- «Permítame que vea en ello una con- mort
La crítica busca el contenido de con la duración de la obra, porque al contenido objetual o la vida de
verdad de una obra de arte, el el último se mantiene igualmente éste al contenido de verdad. Pues
comentario, su contenido objetual. oculto cuando se hace patente el al separarse uno y otro en la obra,
La relación entre ambos la deter- primero. Para cualquier crítico poste- deciden sobre su inmortalidad. En
mina aquella ley fundamental de la rior la interpretación de lo chocante este sentido, la historia de las obras
escritura según la cual el contenido y extraño, del contenido objetual, se prepara su crítica, y por eso mismo
de verdad de una obra, cuanto más convierte cada vez más, por tanto, la distancia histórica aumenta su
significativa sea ésta, tanto más se- en precondición. Esta situación es fuerza. Si se quiere ver, a modo de
creta e íntimamente ligado estará a comparable a la de un paleógrafo símil, la obra en crecimiento como
su contenido objetual. De ahí que, ante un pergamino cuyo texto des- una hoguera, el comentarista se halla
si se manifiestan como duraderas leído está cubierto por los trazos entonces ante ella como un químico,
aquellas obras cuya verdad está de una escritura más fuerte que a el crítico como un alquimista. Mientras
más profundamenta inmersa en su él se refiere. Así como el paleógra- que para el primero sólo la madera y
contenido objetual, en el transcurso fo debería comenzar por la lectura la ceniza constituyen el objeto de su
de esa duración los realia se yerguen de esta última, el crítico debería análisis, para el segundo solamente
ante los ojos del espectador en la hacerlo por la del comentario. De la llama misma conserva un enigma:
obra tanto más claramente cuanto donde surge de pronto un criterio el de lo vivo. Así, el crítico pregunta
más se extinguen en el mundo. inapreciable de su juicio: sólo ahora por la verdad, cuya llama viva sigue
Pero con ello contenido objetual y puede plantear la pregunta crítica ardiendo sobre los pesados leños de
contenido de verdad, unidos en su fundamental sobre si la apariencia lo sido y la leve ceniza de lo vivido
fase temprana, aparecen separándose del contenido de verdad se debe (Las afinidades, pp. 125-126).
La legibili- ris ei constituendae non esse ineptam» magnetismo de una idea inaparente.
dad crítica («El cuerpo humano entero no puede Es como la fuerza única e invisible
de las formar un icono simbólico, pero una del imán, que atrae las raspaduras
obras exige parte del cuerpo no es inapropiada de hierro hasta que quedan adheri-
su despeda- para constituirlo»). A lo que Benja- das a él en un orden impredecible,
zamiento en min añade: «El emblemático ortodoxo aparentemente aleatorio pero oculta-
fragmentos no podía pensar de otra manera: el mente inexorable. La centralidad del
significan- cuerpo humano no podía constituir Trauerspielbuch en el conjunto de los
tes una excepción al mandato que ordena escritos de Benjamin se explica, como
despedazar lo orgánico a fin de leer no han dejado de señalar sus intér-
así en sus fragmentos el significado pretes, por el hecho de que esta obra
verdadero, fijado, estructural» (El ori- responde íntegramente a un diseño
gen, p. 438). La legibilidad crítica de alegórico-emblemático. Renato Solmi
las obras exige su despedazamiento en ha destacado que el libro «ha per
oggetto, per metodo e per contenuto
l’allegoria»: lo alegórico es el objeto,
dado que el drama barroco constituye
un ejemplo eminente de alegoría del
que la interpretación benjaminiana ex-
trae la significación filosófica de dicha
figura; es el método porque la técnica
crítico-filosófica de Benjamin es ella
misma alegórica; y es el contenido por
cuanto tiene la obra de alegorización
del arte moderno (p.e., expresionista)
investido de la apariencia del drama
barroco.6 Que el objeto del tratado
sea en gran parte la alegoría resulta
evidente, y que su contenido viene a ser
una alegoresis del arte contemporáneo
es algo que el propio texto sugiere y
hasta declara expresamente. Pero ¿en
qué consiste el carácter alegórico del
método benjaminiano?
Notas
Traducción
José Abad
Renunciar a sí mismo.
Afinidades y omisiones
electivas
Notas
1. rien kultureller Erfahrung, pp. 11. 16.
P. Ricoeur, Soi-même comme 191-198. De ahora en adelante, Cfr. Das Schweigen der Sirenen, W. Benjamin, «Tesi sulla storia»,
un autre, París, Seuil, 1995, en abreviado: CM. Para el ensayo en F. Kafka, Sämtliche Erzählun- Angelus Novus, Turín, 1962,
particular étude 5. de 1934 me sirvo de la edición gen, Frankfurt a. M (a partir de p. 618.
2. íntegra en el volumen: Angelus ahora citada como SE), 1969, 17.
W. Benjamin, «Goethes Wahl- Novus, traducción al italiano de pp. 304-306. «Sulla facoltà mimetica», en An-
verwandtschaften», Gesammelte Renato Solmi, Turín, 1962, pp. 12. gelus Novus, p. 74.
Schriften, Frankfurt, 1974-1989, 275-305. De ahora en adelante, FK, pp. 298-299. La figura kaf- 18.
t. I (1), pp. 123-201. abreviado: FK. kiana de esa negligencia es, pa- Briefe, pp. 235-236.
3. 6. ra Benjamin, Odradek, la bobina
W. Benjamin, «Der Idiot von Dos- En la edición alemana, ya cita- caprichosa que vive en los sue-
tojewski», Gesam. Schriften, t. II da, pp. 228-236. los y las esquinas de la casa
(1), pp. 237-241. 7. del narrador. Cf. Die Sorge des
4. CM, p. 193. Hausvaters, en SE, pp. 139-140.
Cfr. la selección de cartas, Briefe, 8. 13.
al cuidado de G. Scholem y Th. FK, pp. 286. Cfr. el párrafo El jorobado, en FS.
W. Adorno, Frankfurt, 1966. To- 9. 14.
das las traducciones de los pa- FK, pp. 286-297. FK, pp. 282-283.
sajes citados son de Afinidades. 10. 15.
5. Cfr. W. Benjamin, «Il narratore. Cfr. «Feststellungen zu Walter
Para el ensayo de 1931 remito Considerazioni sul’opera di N. Benjamin und Kafka», Die Neue
aquí a la edición alemana Reclam Leskov», FK, p. 267. Rundschau, 1973, n.º 84, pp.
di Lipsia, 1984, titulada Allego- 481-482.
en Walter Benjamin
Universidad
de Hildesheim /
Universidad
Autónoma
de Madrid.
Autor de En los
laberintos del
autoconocimiento. El
‘Sturm und Drang’ y
la ilustración
I sibilidad misma de poder determinar alemana.
convenientemente conceptos como Traducción
sin el la herejía de Orígenes,7 designa aquí la que Benjamin plantea como un mo-
concepto doctrina de la restitución final de todo; mento indispensable, e incluso como
de «dicha» también de las almas condenadas al el reverso de cualquier experiencia
sería paraíso y su salvación ante la finitud. del «dolor» humano: sin el concepto
totalmente Sus motivos originales se encontra- de «dicha» sería totalmente imposible
imposible rían en una respuesta al problema reconocer y traer a un primer plano
reconocer de referir la totalidad de la creación el sufrimiento y el dolor humano
y traer a al acto creativo divino, también en el como tales. Pues este señalar el su-
un primer caso de aquellos momentos errados o frimiento y el conocimiento de sus
plano el desplazados por el mal que conllevan, orígenes históricos difiere de su mera
sufrimiento para de esta forma restituir su validez. facticidad: restituye al sufrimiento con
y el dolor Esta doctrina mística, que conduce a una exigencia espiritual que conlleva
humano especulaciones en extremo complejas de el índice de su superabilidad. Por
la unidad constitutiva de Dios con sus ello puede escribir Benjamin que la
criaturas, contiene en sus consecuencias experiencia de «intensidad mesiáni-
más radicales, extraídas de su idea de ca», de la redención del sufrimiento
«un» Dios, un giro herético contra la humano, pasa por el «dolor presente
dogmática cristiana, y respectivamen- en el sufrimiento», sin el que no sería
te, en su versión cabalística, contra la más que una mera abstracción vacía.
teología rabínica, ya que ambas refieren Si es posible referirse al sufrimiento
la legitimación de su edificio doctrinal humano, experimentarlo como dolor,
a una estricta distinción, tanto entre así como expresar y compartir su ex-
bien y mal, como entre el Dios creador periencia, entonces de alguna manera
y sus criaturas. Únicamente desde aquí participa del lenguaje. El sufrimiento
es posible determinar a Dios como lleva consigo una exigencia y la posi-
una instancia eminente más allá del bilidad de ser traducido al lenguaje, e
carácter efímero del mundo, y con implica también esa exigencia cuan-
ello fundar la necesidad de la función do no la correspondemos al apartar
mediadora cristiana y rabínica como la vista del sufrimiento. Del mismo
sus representantes en el mundo. modo —así se señala en el ensayo La
tarea del traductor de Benjamin— «se
A estos motivos místicos se refiere podría hablar de una vida o instan-
el Fragmento teológico-político de te inolvidables, aun cuando toda la
Benjamin, 8 cuando los traduce en humanidad los hubiese olvidado. Si,
la paradoja de una filosofía de la por ejemplo, su carácter exigiera que
historia de inspiración mística. Su no pasase al olvido, dicho predicado
herencia herética se manifiesta en la no representaría un error, sino solo
formulación de que «nada histórico» una exigencia a la que los hombres
podría «referirse desde sí mismo a lo no responden, y quizá también la
mesiánico»: «Por eso el reino de Dios indicación de una esfera capaz de
no es el telos de la dynamis histórica; responder a dicha exigencia: la de una
no se puede establecer como meta». ‘rememoración de Dios’» (GS IV.1, 10).
Este pensamiento rechaza cualquier
concepto de carácter objetivista en Si es posible experimentar y llevar al
relación al reino de Dios, que pudiera lenguaje el dolor humano, entonces ese
ponerlo al servicio de sus propias in- lenguaje no se reduce a una capacidad
tenciones. No obstante, la idea de un de expresión humana que pudiera te-
reino de Dios —independientemente de matizar el dolor solo bajo un punto de
sus formulaciones históricas— no se vista determinado y en el marco de un
puede refutar. Sigue vigente esta idea medio lingüístico a disposición suya. El
como parte constitutiva de cualquier lenguaje, en el que también ya siempre
representación de la «dicha» humana, toma parte el dolor humano, va «más
La rememoración no se refiere en
absoluto, según las primeras líneas
del fragmento, a un Dios trascendente
en el que todas las experiencias de
sufrimiento serían superadas y nega-
das. Esta representación reduciría la lo limitado de nuestra perspectiva, y 1.
expresión «Dios» a algo cosificado y en la que nos vemos confrontados
lo sometería a las distinciones de una a la necesidad de transformarla. El
intención del conocimiento humano. nombre de «Dios» no nos remite aquí
Cuando, en lugar de ello, Benjamin a un Ser eminente, sino a un núcleo
insiste en un rememorar ajeno a cual- temporal incondicionado e inmanente
quier intención o memoria consciente, en cada existencia finita: una historia
no significa a pesar de todo que se inagotable, necesaria en su constitu-
sustraiga a la experiencia, es decir, ción, que sedimenta en el momento
a su traducibilidad al lenguaje. Todo finito y trasciende cada intento de
lo contrario, la «rememoración de comprometerla al punto de vista de 1.
Dios» —en su doble sentido— sería un determinado modo de ver. María Teresa
un momento constitutivo de cada Martín Vivaldi.
experiencia en la que cobramos con- Cada recuerdo toca esta dimensión Figura herida, 1987.
ciencia de nuestra propia finitud y de indisponible del devenir temporal Acrílico, 130 x 96 cm.
la dinámica incondicionada de un
movimiento creativo que escapa del
asimiento intencional y sobrepasa la
limitación y caducidad de la vida in-
dividual.12 «La pérdida de la memoria
me ayudaba un poco», escribe Proust
acerca del esfuerzo casi sobrehumano
de salvar el pasado sin entrañar pérdida,
«operando cortes en mis obligaciones;
mi obra las reemplazaba» (p. 4177).
El método de la historia según puntos de vista como su reverso constitutivo, para con
dialéctico determinados delimita con precisión el ello cuestionar el propio ángulo de vi-
que proceder de la investigación histórica sión. Si la distinción, constitutiva para
propone al apropiarse de la memoria históri- cualquier conocimiento histórico, entre
Benjamin ca bajo la premisa de un horizonte los momentos del pasado preñados de
introduce experiencial en el ahora: en el marco futuro y los carentes de significado re-
un momento de los criterios de racionalidad de la sulta de suyo divisible indefinidamente,
construc- ciencia histórica está asegurado un entonces cada límite que muestra tal
tivo en la progreso sucesivo de la experiencia distinción es en sí mismo ilimitadamente
memoire in- también allí donde ésta se apremia a modificable. Si por ello se dejaran de
volontaire corregir sus premisas.16 Benjamin ya concebir las distinciones del conoci-
proustiana no contrapone ninguna «experiencia miento histórico como determinaciones
superior» a la forma de proceder concretas de un pasado concluso, para
de esa experiencia metódicamente pasar a concebirlas como construccio-
preformada, sino que introduce una nes temporales en las que se refracta
dicotomía más en su distinción fun- y refleja en un momento el hecho his-
damental entre momentos actuales y tórico total, entonces esas distinciones
momentos históricamente carentes se convertirían de alguna manera en
de significado. Ésta no apunta a los diferenciales —diferencias infinitamente
objetos históricos, sino a las distin- pequeñas y modificables—, en los que
ciones bajo las cuales se constituyen. la realidad de las transformaciones
Si la distinción entre acontecimientos históricas deviene legible.
históricamente constitutivos y acon-
tecimientos carentes de significado El método dialéctico que propone
se aplica a sí misma, se abren los Benjamin introduce un momento
límites entre los dos extremos y se constructivo en la memoire involontaire
muestra que esa distinción deja un proustiana, con la que también se abre
resto olvidado en ambos lados: lo la frontera entre la memoria voluntaria
que el conocimiento histórico separa e involuntaria, arrojando así luz sobre
como algo retrógrado e históricamente la conexión constitutiva de ambas ca-
carente de significado es, en reali- pacidades. «La historia», escribe en las
dad, el fundamento ante el que los Tesis sobre la filosofía de la historia, «es
acontecimientos significativos pueden objeto de una construcción cuyo lugar
cobrar relevancia, permaneciendo en no es el tiempo homogéneo y vacío,
ellos como una dimensión olvidada sino el que está lleno de tiempo del
de su ser histórico. De ahí que una ahora» (GS, I.2, 701). «Haciendo sal-
perspectiva modificada pueda sacar tar» en cierta manera esa construcción
a la luz dimensiones que apuntan al de su objeto desde el continuum del
futuro en cada resto que se manifiesta, devenir histórico, la visión histórica se
por muy insignificante que se muestre libera en él de los condicionantes de
—del mismo modo que descifra en la tradición y se abre a los momentos
los momentos que se suceden como olvidados y desplazados de la historia
progreso su reverso negativo.17 en él sedimentada. La construcción
dialéctica, al confrontar la conciencia
El historiador dialéctico, al sumergirse presente con los estratos desplazados
en los estratos profundos olvidados de del pasado, genera puntos de irrupción
la historia, no está interesado, de nin- en la tradición del presente, cesuras o
guna manera, en ponerla a disposición diferenciales, en los que puede manifes-
de la conciencia histórica. Más bien tarse la totalidad del devenir histórico,
pretende un giro radical en su visión, que a su vez llega a ser efectiva como
que en cada objeto histórico recordado consecuencia de una modificación real
ponga de manifiesto lo olvidado en él de esa conciencia.
Notas
II
Cuando nuestra rutinaria pacificación
de la política estaba todavía muy le-
jos; cuando, al contrario, pronto iba
a desencadenarse sobre Europa una
tormenta de violencia política sin
precedentes, Walter Benjamin escribió
un enigmático ensayo en el que ex-
ponía al mismo tiempo una crítica y
una justificación de la violencia: una
crítica, en efecto, de todas las formas
de violencia orientadas a establecer o
a preservar un régimen de opresión
estatal, política, jurídica; y al mismo
tiempo, una justificación de la única
forma de violencia capaz no solo de
suprimir la opresión, sino también de
vengar a los oprimidos. El ensayo, titu-
lado Sobre la crítica de la violencia, fue
escrito en 1921. Esta fecha no carece
2. de interés. Como es sabido, la obra de
Benjamin combina de un modo muy
cia que abandona la perspectiva de peculiar ciertos motivos teológicos y
un cambio revolucionario y que se mesiánicos del pensamiento judío con
agota en actos de venganza. En los una orientación marxista cada vez
ejemplos que el autor escoge para más marcada. Benjamin se aproxima
ilustrar su concepto, esta violencia al marxismo desde mediados de los
de la que depende (y solo de ella) la años 20, sobre todo por influencia de
emancipación de la humanidad se la actriz comunista Asja Lacis. Más
confunde inquietantemente con la ira tarde será decisivo para su giro mar-
de un Dios terrible, y seguramente xista el encuentro con Bertolt Brecht
también con la furia asesina de quie- (a quien Benjamin conoce en 1929 a
nes se consideran sus elegidos. La través de Lacis), así como con Adorno
crítica benjaminiana de la violencia y Horkheimer. Es interesante, sin em-
promete criticar toda violencia, pero bargo, que su ensayo sobre la violencia
después se conforma con diseñar un pertenezca a una época anterior a su
concepto de violencia que se desen- giro marxista, pues podría decirse que
tiende de todo cálculo instrumental. Benjamin aborda aquí con categorías
Por este motivo, en lugar de culminar enteramente teológicas un problema
la crítica de la violencia, el concepto específicamente político: el problema
de violencia divina parece más bien de la justificación de la revolución.
justificar una forma hoy muy exten- Cuando más adelante se incline hacia
dida de violencia política: la que se el comunismo en política, y hacia el
interpreta a sí misma como la justa materialismo histórico como método
venganza de Dios contra los opresores de la historia y de la crítica literaria,
de este mundo. El concepto de vio- no abandonará las ideas fundamentales
lencia divina de Benjamin es, pues, de su primera aproximación teológi-
actual, pero no como contribución ca al problema de la revolución. Al
a una crítica radical de la violencia, contrario, el concepto de violencia
sino como justificación de una de sus divina puede reconocerse en otros
variantes más oscuras. escritos posteriores, elaborados ya
[Hay un] sistema de galerías que re- El Exposé o proyecto general de los
corre París bajo tierra: el Métro, en Pasajes, del que Benjamin redactó
el que al atardecer resplandecen las dos versiones, recorre algunos de los
luces rojas que muestran el camino fenómenos que Benjamin consideraba
al Hades de los nombres. Combat - más reveladores. Los lujosos pasajes
Elysée - Georges V - Etienne Marcel comerciales de París (antecesores de
- Solférino - Invalides - Vaugirard se los centros comerciales modernos)
han desprendido de las ignominiosas son los verdaderos depositarios del
cadenas de la rue, de la place, y en secreto de la época, porque en ellos
esta oscuridad estremecida por los se fragua la conversión de los objetos
relámpagos y resonante de silbidos se en mercancías y de los sujetos en
convierten en amorfos dioses de las consumidores, pero la fantasmagoría
los capitalistas, a los generales que Quizás hoy nos resulta difícil admi- frente a
intentan restablecer el régimen capi- tir esta posición, pero si se acepta, la defensa
talista. ¿Se percibe este… matiz? ¿Sí? contra el reformismo, el punto de explícita de
Para nosotros, los comunistas, es por vista revolucionario; si se admite que la violencia
completo suficiente».5 la violencia revolucionaria responde revolucio-
a una violencia anterior, que es la naria, el
Es obvio que estas palabras traslucen opresión capitalista, entonces las reformismo
cierto cinismo, pero para comprender posiciones antagónicas representadas puede in-
la posición de Trotsky frente a Kauts- por Kautsky y Trotsky conducen a una terpretarse
ky debemos poner ese cinismo entre aporía, pues ambas tienen de su parte como una
paréntesis y reconocer el problema de buenas razones y ambas justifican la defensa de
fondo que enfrenta a ambos autores. violencia. Y es que, en efecto, frente la violencia
Pues si el reformista Kautsky tiene a la defensa explícita de la violencia opresiva de
razón al afirmar que ningún fin político revolucionaria, el reformismo puede la sociedad
justifica el recurso a medios violentos, interpretarse como una defensa de capitalista
el revolucionario Trotsky puede hacer la violencia opresiva de la sociedad
valer, por su parte, un principio básico capitalista, o también como una de-
del realismo político, conforme al cual fensa del poder del Estado, del dere-
la renuncia a la violencia convierte al cho, del orden social vigente, frente
actor político no solo en una víctima, a la violencia de los actos que, como
sino en el fondo también en un cóm- los actos revolucionarios, quisieran
plice del triunfo de la violencia de sus conculcarlo.
antagonistas. Y esta elección entre el
triunfo de la violencia propia o de la Pues bien, el ensayo de Benjamin Sobre
violencia ajena es la alternativa ante la la crítica de la violencia desarrolla esta
que el revolucionario se encuentra en aporía e indica una vía que pretende
la sociedad capitalista, que no es (como conducir más allá de ella. A primera
afirma la burguesía y como parece vista la argumentación de Benjamin
haber creído el socialismo «revisionis- parece situarse en un terreno distinto,
ta») un contexto pacífico, sino, muy más relacionado con la filosofía del
al contrario, un contexto de violencia derecho que con la política o con la
constante, estructural, normalizada. teoría de la revolución. En efecto,
En la octava tesis del escrito Sobre el buena parte de este denso y oscuro
concepto de historia, Benjamin expone escrito consiste en una crítica de las
esta idea en un lenguaje schmittiano: dos principales teorías rivales en el
«La tradición de los oprimidos nos ámbito de la filosofía del derecho: el
enseña que el ‘estado de excepción’ iusnaturalismo y el positivismo jurí-
en que vivimos es la regla». Por eso dico. No obstante, es evidente que no
es lícita la violencia revolucionaria. son las discusiones relacionadas con
La revolución requiere, y justifica, el la fundamentación del derecho lo que
recurso a todos los medios porque la interesa a Benjamin. El iusnaturalismo
revolución contrarresta una violencia y el positivismo figuran en su argumen-
previa y constante, la violencia de tación simplemente como dos criterios
la opresión de clase. Discutiendo el diferentes para enjuiciar la corrección
valor sagrado de la vida humana que de las acciones. Y Benjamin critica
Kautsky invoca, Trotsky resume este ambos criterios mostrando en qué
punto de vista en un pasaje especial- medida permiten justificar por igual
mente expresivo: «Para hacer que el la violencia, aunque se trate en cada
individuo sea sagrado debemos des- caso de tipos diferentes de violencia. 3.
truir el orden social que lo crucifica. Stalin, Lenin y Kalinin
Y este problema solo puede resolverse Si se admite la tesis iusnaturalista en 1919. Foto:
a sangre y fuego». de que existen principios de justicia Wikimedia Commons.
Notas
periencia del mundo. Para Benjamin, esencia tautológica de las relaciones Lo que
la reproducción posibilita el encuentro entre referente y representación. En Benjamín
desarrollado con las obras de arte, relación con esto Pierre Bourdieu parece
de una forma mejorada y directa, incluye la dimensión temporal de la localizar
facilitando un tamaño mejor para el fotografía como aquella que se reco- en la
entendimiento y una dinámica divul- noce en la peculiaridad de congelar fotografía
gativa distinta. las escenas, en la singularidad de es un
recortar los instantes —a veces im- carácter
perceptibles— en porciones sólidas de inte-
El aura: erótica de la y fragmentadas de la vida irrepetible rrupción
identidad fotográfica y perdida. De esta manera Bourdieu temporal
atribuye a Benjamin la facultad de
En esta fase reproductiva Benjamin localizar en la fotografía una relación
introduce el concepto de aura como la precisa con la realidad, un espacio de
identidad propia del objeto, la textura
sustancial e irrepetible de lo real que
se pierde a través de la fotografía.
Parece entreverse en sus palabras
un cierto desconsuelo que lamenta
no hallarse más allá de la relación
icónica, referencial y formal entre la
realidad y la representación, entre el
aura y el vacío, pero Benjamin adelanta
las características de identidad de la
imagen y explica —relacionando la
creación fotográfica con la tradicional
artística de la pintura, la escultura o
el grabado— que:
Benjamin y después como figuras que se forman fotografía; que la imagen pueda tener
desmenuza en las aguas tersas y brillantes; ideas el efecto de impactar o incitar a los
el tra- éstas, las de representación y reflejo, espectadores a cambiar repentinamen-
dicional que se descubren de igual forma en te de opinión, o forzarlos a desafiar
concepto Benjamin, pero desde un punto de sus propias preconcepciones».7 Pero
de vista ideológico, y que hacen pensar lógicamente los fotógrafos, tanto de
fotografía sobre la visión de un fragmento o parte prensa o de publicidad, como incluso
como del universo perceptivo que tiene el aquellos más libres y artísticos, andan
proceso poder de sobrevivir a su referente en siempre sujetos a débitos y falta de
cercano el tiempo, así como en la capacidad libertad en sus creaciones.
únicamente de cambiarlo o incidir en él política-
al mente. De esta manera las sombras de Aun así, esta labor ideológica y re-
testimonio la caverna platónica son imaginadas volucionaria, esta obligación hacia el
como transmisores de conocimiento o comportamiento social que propone
como formadores y organizadoras de Benjamin, va a proporcionar una
estructuras de pensamiento y acción; tormentosa correlación entre el refe-
también se conciben con un carácter rente y el efecto, entre el motivo que
organizado, fruto, en gran medida, se reproduce y el mensaje expresado
de la tradición estructuralista de por el mismo. Y el motivo es que, al
principios del siglo XX, del auge de incluir esta referencia, la realidad se
las vanguardias, que significaron la convierte en una paradoja indivisible
superación conceptual de la fotogra- de su modelo. En otras representa-
fía como espejo de la realidad, y del ciones visuales o artísticas propias de
empleo de recursos novedosos en el las vanguardias, como la pintura, los
lenguaje visual. collages o carteles —donde la inclu-
sión de textos, las deformaciones o
Este compromiso entroncado en la los efectos plásticos liberaban de la
vanguardia más ideológica hace que referencia a la realidad a los creado-
Benjamin demande al hecho fotográfico res—, esa reciprocidad era más dada
que se aleje de las representaciones a interpretaciones y agudezas. En el
prosaicas de la moda contemporánea y terreno fotográfico parece más clara
se exprese en términos revolucionarios la relación con el referente —dada su
mostrando significados a través de un aparente capacidad para reproducir
espacio representativo, más cercano a fielmente la realidad—, por lo que
la parábola que a la fidelidad formal del Benjamin desmenuza el tradicional
referente. Tal y como afirma Terence concepto de fotografía como proceso
Wright al respecto de estas exigencias cercano únicamente al testimonio, a la
de Benjamin: «Esta sería quizá la de- prueba o a la esencia, y a través de los
finición de la fotografía en un mundo valores sociales de la representación
ideal: que el fotógrafo sea capaz de hace posible un espacio referencial en
ofrecer algo nuevo y revolucionario el que se participa en un juego ciego
tanto al sujeto como al medio de la entre la ficción y la verdad. v
Notas
1. 3. 6.
Walter Benjamin, «Pequeña his- Ibíd., p. 26. W. Benjamin, «Carta de París (2)
toria de la fotografía», en Sobre 4. Pintura y fotografía», en Sobre la
la fotografía, Valencia, Pre-textos, Ibíd., pp. 35-36. fotografía, pp. 82-83.
2007, p. 52. 5. 7.
2. J. M. Schaeffer, La imagen preca- Terence Wright, Manual de foto-
Ibídem. ria, Madrid, Cátedra, 1990, p. 117. grafía, Madrid, Akal, 2001, p. 105.
J O S E P H P É R E Z
J O S É F . L O R E N Z O R O J A S , M A R Í A J O S É
S Á N C H E Z R Ó D R Í G U E Z , E S T E L A D E L R O C Í O
M O N T O R O C A N O ( e d s . )
información y pedidos: antiguo colegio máximo. campus universitario de cartuja. 18071 Granada
| telfs.: 958 243 930 - 958 246 220 | fax: 958 243 931 | correo electrónico: edito4@ugr.es
lefort
produjo un
pensamiento
filosófico
específico
respecto
de la
democracia
y de los to-
talitarismos
© One From Rm, Creative Commons
recordar en este sentido que en 1975 del papel de las vanguardias y del
Cornelius Castoriadis había publicado partido único, a lo largo de diversas
L’institution imaginaire de la societé, tomas de posición teóricas e ideológicas
donde discutió esa concepción a pro- de las que hay un excelente testimonio
pósito, sobre todo, de la hegemonía en Mai 68: la Brèche (1968).
casi absoluta de lo simbólico en ella.
Reivindicaba allí el papel fundante de
lo «imaginario radical», que distinguía II
de lo imaginario instituido, subordi-
nado a lo real y lo simbólico. Junto con Hanna Arendt en los Es-
tados Unidos, Lefort fue uno de los
En 1946 Castoriadis había creado, raros pensadores que produjo, en el
junto con Lefort y otros miembros del contexto de la izquierda europea de los
Partido Comunista Internacionalista años sesenta, un pensamiento filosófico
(PCI) francés, la llamada tendencia específico respecto de la democracia
Chaulieu-Montal, que pronto pasaría y de los totalitarismos, en su caso,
a denominarse Socialisme ou Barbarie. con especial énfasis en el comunismo.
En 1948 esta facción se separó del Los motivos de esta rareza tienen que
PCI y comenzó a publicar la revista ver con que ambos se apartaron del
del mismo nombre. Aunque la figura espíritu de los tiempos dentro de las
dominante era Castoriadis, el grupo disciplinas humanísticas y las ciencias
tuvo desde su creación diferentes sociales, mucho más inclinadas, desde
corrientes internas, que acabaron por finales de los años cincuenta del siglo
producir dos escisiones importantes, XX, a fijarse en las bases radicales del
una en 1951 y la otra en 1958. Como cuestionamiento del poder a partir de
resultado de esas escisiones, Lefort se las alturas del terreno filosófico, con
fue alejando del núcleo original hasta independencia de las cuestiones de la
desarrollar sus propias ideas respecto «democracia formal» o sus alteracio-
© Creative Commons
imaginario.
lefort se
pregunta
si una
«explora-
ción de la
democracia»
sería
«capaz de
esclarecer
el campo
del psicoa-
nálisis»
© net efeck, Creative Commons
arroje luz en ellas. Pero el eje rector grupo de interlocutores que, de un como es
de la exposición de Lefort había sido modo u otro, respondían a la filiación bastante
el poder instituyente de lo político. En lacaniana no era un hecho aleatorio. patente,
este sentido, como representante de Tampoco fue aleatoria la elección de entre psi-
esa filosofía, él se colocaba inevita- François Roustang como portavoz coanálisis,
blemente en el lugar del poder, frente del Collège. Tras la trama conceptual política y
a un grupo que en aquel momento de la confrontación latía la cuestión teología
histórico se debatía, precisamente, en de lo teológico-político. Freud había existe una
las redes de un conflicto de poder en afirmado que solo un judío ateo podía oscura
el campo del psicoanálisis, en especial haber creado el psicoanálisis y, como hermandad
del psicoanálisis de cuño lacaniano, es bastante patente, entre psicoaná-
como el propio Lefort destacó al inicio lisis, política y teología existe una
de su exposición de 1981: oscura hermandad, a propósito de la
cual, como se ha observado muchas
Serge Viderman indicó primero breve- veces, pueden hallarse claves impor-
mente las afinidades que guardan entre tantes en el pensamiento lacaniano.
sí las sociedades de psicoanalistas y
las burocracias que pueblan nuestro Roustang, uno de los fundadores del
mundo social moderno. Luego —y ésta Collège de psychanalystes, era de tra-
fue la parte central de su exposición—, dición jesuítica y había colaborado,
se interesó en un tipo de teorización desde 1956, con la revista Christus,
en el campo del psicoanálisis y en una de cuya dirección se hizo cargo en
forma de mentalidad que parecen llevar 1963, asistido por Michel de Certeau.
la marca del totalitarismo. Desde 1965 hasta 1981 Roustang fue
además miembro de L’École freudienne
La segunda idea que impulsó la de París, fundada en 1964 por Lacan,
reunión de 1982 fue que la disolución luego de su expulsión de la IPA, que
de los indicadores de certeza está el propio Lacan no dudó en comparar
indisolublemente ligada a la emer- con la expulsión (Herem grave) de
gencia del lugar vacío del poder. Ese Baruj Spinoza. A esa escuela pertene-
lugar, que carece de figura y espacio cieron también Michel de Certeau y
preciso —ya que no está ni fuera ni Cornelius Castoriadis. Cabe destacar
dentro— responde a una instancia por otra parte que en 1981 Lefort
puramente simbólica, no localizable había publicado un artículo esencial
ya en lo real y vinculada a la figura para la cuestión de lo religioso y lo
de l’Autre.4 Al destacar el peso capital político: Permanence du théologique-
de lo simbólico y el papel de l’Autre politique?, aparecido en la revista Le
como garante último de la democracia, Temps de la reflexion, dirigida por J-B.
Lemaigre dejaba claro que el marco Pontalis, miembro también de L’École
del debate era la tradición estructu- freudienne.
ralista y mostraba así que la
elección de un
© lau
rena
tclem
son,
Crea
tive C
omm
ons
(1976)— volvió imposible no afron- Atrapado por ese doble frente, Lefort los psicoa-
tar ese trauma. Al respecto conviene terminó por decir: nalistas
recordar que Archipiélago Gulag, que discuten
apareció en Francia en 1973, no solo No voy a caer en la trampa de dar con Lefort,
denuncia la brutal represión del es- una definición de lo simbólico, cuan- pero
talinismo, sino que rastrea sus raíces do se ha dicho que toda la desgracia también
en el leninismo. proviene de que alguien ha querido discuten
ocupar el lugar desde donde se podría entre
Roustang, en cambio, representa a enunciar esta definición. Incluso qui- ellos el
un grupo de psicoanalistas que per- siera ahorrarme esa palabra después valor de lo
tenecieron a L’ École freudienne de de haberlos escuchado […] Maquiavelo simbólico
Paris, fundada por Lacan en 1964. señalaba que el príncipe debía saber
Roustang se incorporó en 1965, per- desprenderse de las imágenes que sobre
maneció casi hasta el final y fue un su persona proyectaban sus súbditos y
cronista excelente de los avatares de atribuía su autoridad al Nom du Prin-
una institución que mucho tenía de ce. Simultáneamente mostraba lo que
totalitaria. En el primer capítulo de había de superficial en la reducción de
Lacan, de l’équivoque à l’impasse, re- la política a las relaciones de fuerza.
trata una figura que tiene similitudes Él abría un registro que no era ni el
con el egócrata de Solzhenitsyn.6 de la imaginación, ni el de lo real
empírico. A este respecto, recuerdo
Desde esta perspectiva es fácil ver la que Lacan, después de haber leído mi
presencia de Lacan en el debate. Como libro sobre Maquiavelo,7 se complacía
ya he señalado, para Lefort fue un en hallar en éste una anticipación de
interlocutor, un par, por así decirlo. sus análisis y particularmente de sus
Para Roustang, fue el amo absoluto de ideas acerca del Nom du pére.
la institución a la que perteneció. De
ahí que lo simbólico sea para Lefort El efecto performativo es sorpren-
el garante del lugar vacío del poder dente: mientras cuenta su diálogo
y, para Roustang, un concepto de con Lacan, Lefort ocupa, transitoria-
dudoso valor. En el curso del debate mente, el lugar que su interlocutor de
los psicoanalistas discuten con Lefort, antaño pretendió ocupar, de manera
pero también discuten entre ellos el permanente, al hacer de Maquiavelo
valor de lo simbólico y la pertinencia su ilustre precursor. La cuestión no
de su uso en las cuestiones debatidas. es meramente anecdótica. Padre y
debería poder son términos estrechamente todo derecho Philippe Girard. Esto
existir un relacionados en la mayoría de las so- es suficiente para recordarnos que el
término ciedades. Lacan utiliza por primera la pensamiento de lo simbólico no está
medio expresión Nom-du-Père en 1951. Doce confinado dentro de las fronteras del
compuesto años después, en 1963, dicta la única lacanismo.
por una clase de un seminario que llevaba por
multipli- título esa expresión pero en plural:
cidad de Le séminaire des Noms-du-Père. Lacan VII
elementos nunca quiso publicar esa única clase
discretos: de un seminario truncado en circuns- Estructura e historia, trascendencia
lo que tancias dramáticas. Como observa con e inmanencia, acontecimiento y sig-
se suele agudeza Marcelle Marini: «La noche nificación. Al concluir la lectura, es
llamar del 19 de noviembre [de 1963], Lacan difícil substraerse a la impresión de
«ciudadanía» es definitivamente excluido de la lista estar ante disyuntivas excluyentes. O
de analistas didácticos de la Société l’Autre absoluto o el pueblo Soberano.
Psychanalytique de Paris […] En La- O el lugar vacío del poder o la densa
can el trastorno es profundo: como muchedumbre innumerable.
si súbitamente el padre no fuera ya
su padre o Freud o el Padre, sino él Sin embargo debería existir un término
mismo descubriéndose en ese lugar y medio compuesto por una multiplicidad
en ese lugar traicionado». de elementos discretos: lo que se suele
llamar «ciudadanía». Solo una multi-
Tal vez por una vaga intuición de lo plicidad de esas características puede
que, en relación con todo esto, sig- situarse plenamente dentro del tiempo
nificaban sus palabras, Lefort utiliza desplegado del que habla Kosselleck.
minúscula, «pére», donde Lacan emplea Si eso no ocurre, más tarde o más
siempre mayúscula: «Pére». Y añade temprano la posibilidad del totalita-
una importante consideración: rismo se hace presente, porque ya no
es posible situarse entre experiencias
Pero volvamos a tiempos más cercanos, y expectativas. Entonces la democra-
pensemos tan solo en los ensayos de cia se convierte en una zona inerte,
Marcel Mauss sobre la textura sim- incapaz de hacerse dueña del pasado,
bólica de lo social que evocaba con incapaz de proyectarse al porvenir. v
Notas
1. del ensayo están tomadas de güedad entre el género mascu- can. Esquisse d’une vie, histoire
Agradezco a Nora Catelli haber esta publicación. lino y el neutro, imposible de re- d’un système de pensée, 1993,
leído y comentado este artículo. 3. producir en castellano. pp. 497-500).
2. Revue du Collège de psycha- 5. 7.
«La imagen del cuerpo y el to- nalystes, n. 9, octubre 1983. Maurice Merleau-Ponty, Le visi- C. Lefort, Le Travail de l’œuvre,
talitarismo», «Democracia y ad- Todas las citas de esta revista ble et l’invisible, París, Gallimard, Machiavel (1972). Cfr. en espe-
venimiento de un “lugar vacío”»; son traducciones mías. 1964, pp. 178, 184 y 251, res- cial, la cuarta parte: «A la lectu-
ambos en Claude Lefort, La in- 4. pectivamente. re du Principe».
vención democrática, trad. de I. En lo que sigue, cuando me 6.
Agoff, Buenos Aires, Nueva Vi- refiera a los términos «Otro» y Elizabeth Roudinesco es cons-
sión, 1990. Las citas que hago «Uno», los indicaré en francés, ciente de esas similitudes y pro-
de los dos artículos a lo largo donde hay una sugerente ambi- cura atenuarlas (v. Jacques La-
discontinuidad con
de Ciencia Política.
Universidad
de Barcelona.
Se trataría morir, porque el mundo que nos rodea podría ser su destino-recuerdo-de-un-
de liberar a es el de la pasividad y el sueño, donde pasado-que-fue. La meta final sería
los pueblos la energía del pueblo se muere.6 un mundo heterogéneo formado por
europeos comunidades homogéneas: lo que el
del adies- El combate está encaminado a lograr propio Benoist denomina la unión sin
tramiento una tercera vía ideológico-política en- confusión. De ahí que se reivindique el
económico- tre la izquierda (revolucionaria) y la Derecho a la Diferencia y el Derecho de
mental al derecha (conservadora). No obstante, los pueblos, lo cual supone, según su
que están el punto de partida de la ND europea, criterio, pronunciarse por las doctrinas
sometidos marcado en profundidad por la forma etno-nacionales, contra el pacifismo y
y el contenido de la ND francesa, fue el humanitarismo.
un punto de partida paradigmático de
la Derecha Radical: combatir las ideas Ante la decadencia existente, los ob-
de la izquierda, desde una perspectiva jetivos estratégico-tácticos de la ND
hostil al marxismo y a todas las for- son palingenésicos y de gran calado y
profundidad. Entre los más relevantes
se encuentran, por ejemplo: potenciar
un nuevo-antiguo concepto de libertad
comunitaria; sustituir la hegemonía
de los valores burgueses por la de
los valores aristocráticos; resucitar
Europa— que en el caso español sería
recuperar el alma de España (ambas
cosas son perfectamente compatibles
en la opinión de la ND española);
revitalizar la idea de comunidad y
separar los conceptos jurídicos de
nacionalidad y ciudadanía; poner en
primer plano político los criterios
etno-nacionalistas y que los pueblos
de Europa vuelvan a tomar conciencia
de su verdadera identidad histórica;
aliarse (Europa) con el Tercer Mun-
do para acabar con la hegemonía
política de EE.UU. (la desaparición
© dan4th, Creative Commons
Notas
en el próximo número:
La antorcha al oído
colaboraciones de Wenceslao Carlos Lozano, Óscar Caeiro,
José Antonio Hita, Diliana Ivanova.
Lecturas
de Antonio Chicharro, Francisco Abad Nebot,
Carmen Becerra, Juan Varo Zafra, José Miguel
Gómez Acosta.
su tesis Quiero subrayar, a modo de conclusión, no como la meta final, sino como una
central era mi opinión personal de que el concepto vuelta de los precursores, que son
que este de «cruce» tiene un valor esencial en traídos desde ella hacia el momento
«cruce» la Retórica de Bloom, aun cuando a presente, tal y como explica precisa-
estaba veces lo usase de una manera arbitraria mente su sexta ratio, la apophrades.
presente en —sobre todo en esos momentos «nega- Además, en este juego de traer a los
la mayoría tivos» en que retomaba el significado precursores a la actualidad, se activan
de los del poema-crisis del Romanticismo. también una serie de imágenes de la
«poemas No obstante esto, su tesis central era presencia y la ausencia: de hecho,
fuertes» de que este «cruce» estaba presente en la para el teórico, un poema comien-
los poetas mayoría de los «poemas fuertes» de za porque hay una ausencia, que se
románticos los poetas románticos a los que tanto convierte a su vez irónicamente en
tiempo dedicó. Se entenderá, pues, por una presencia (clinamen). Así pues,
qué en la mayoría de los poemas de los la teoría poética de Bloom vuelve a
escritores románticos que Bloom cita cerrarse donde empezó, gira en torno
como los auténticos «poetas fuertes» a sí misma, recuperando formas, tras-
se suceden continuamente todos estos grediendo significados y, ofreciendo,
pasos o cruces de significado, que en en definitiva, una visión cosmológica
ocasiones conllevan auténticos dilemas de la tradición poética romántica de
mentales al abordar la muerte como la que ella misma surgió y en la que
un regalo creativo. Lo que esto quiere se fundan, precisamente, todos sus
decir es que Bloom entiende la muerte conceptos clave. v
Notas
de Miguel Hernández
Catedrático de Lite-
ratura Española.
Universidad de
Murcia.
Autor de Las van-
guardias y la gene-
ración del 27.
España en ausencia
Como si se me hubiera muerto el cielo Al mismo tiempo que tus madres gimen
de España me separo: te alejas: no te alejas.
salgo en un tren precipitado al hielo Va conmigo tu anhelo,
de su materna piedra, de su fuego preclaro. van conmigo los cielos cruzados de tus rejas
que eran a medianoche palomares en celo.
Un aeroplano ciego me separa,
por el espacio y su topografía, Va conmigo tu pueblo que es el mío,
de mi nación ardientemente clara cercado por la fiebre fratricida
dentro del resplandor de la alegría. de la guerra que ejercen los tiranos.
Mi pasión de español describe un río
Me empuja entre celajes de hermosura, de cólera y espuma sumergida
por Francia, Holanda, Dinamarca y Suecia, con el camino de los aeroplanos.
a la Rusia que sueño mientras la gleba oscura
de mi cuerpo se pone pálida y menos recia. Subes conmigo, vas de cumbre en cumbre,
mientras tus hijos, mis hermanos, ruedan
Mi piel de amor se enfría, mi corazón se quema como ganaderías de indestructible lumbre,
y quema por mis ojos a las demás naciones, de torres y cristales:
como si fuera mi alma la flor de la alhucema de potros que descienden y se quedan,
cerniéndose encendida por tantas extensiones. chocándose, volcándose, suspensos
de varios precipicios celestiales,
Siento como si el sol se fuera distanciando, de relincho a torrentes y los brazos inmensos.
agonizando en campos opacos y lunares
donde los lagos tienen instalado su imperio. Con tus muertos que llegan en bandada
a lagos de mercurio siempre vivo,
Y la tierra parece que va devorando, a remansos de espejos y descanso
y se esparcen sus restos, sus postreros pilares, que no ha de enturbiar nada:
y parece que vuelo sobre un gran cementerio. con tus apasionados gérmenes combativos
para siempre en descanso,
España, España: ¿quién te ha despoblado? va por Europa entera mi mirada.
Nación de toros y caballeros,
témpano de guitarras y tambores Van conmigo tus muertos, tu caídos,
ensimismado en música bajo el tacón sagrado mis caídos, mis muertos:
del sol, de los luceros, pesan en lo más alto de mis huesos queridos,
de los enamorados y de los bailadores. navegantes y abiertos.
Ellos me arrojan con el puño en alto
No te empequeñece lo remoto: a saludar a Rusia por Moscú y por Ucrania,
llegas a estos rincones siderales y me quieren hacer retroceder de un salto
grandes, grande, tan grande con tu corazón roto, para escupir lo sucio de Italia y de Alemania.
como una maravilla de vidrios y corales.
Abrasadora España, amor, bravura.
Adelfo y arrayán, cal y negrura. Por mandato del sol y de tantos planetas
Un árbol que es encina y es palmera lo más hermoso y amoroso y fiero.
te trae a mí como una selva pura Te siento como el alma bajo la quemadura
que inspira el mar desde su edad primera. de la invasión extraña,
sus municiones y sus bayonetas,
Palomar del arrullo desangrado, y no sé navegar, vivir viajero.
prodigioso panal de seca ardilla,
como el panal de cera acribillado Ayer mandé una carta y un beso para España
por el agente del perpetuo crimen donde está la mujer que yo más quiero.
que todo lo destruye y acribilla.
el poeta deja en España a la propia líticas, para mostrar una vez más el
España y a su amor. abandono de España, cómo a España
la han dejado sola las demás potencias
Los dos versos finales, extemporáneos, en esta guerra, sola y abandonada
son sin duda reflejo, una vez más, ante las dictaduras fascistas, como
de que en Hernández vida, muerte la italiana (I, 1023):
y amor siempre viajan juntos: «Ayer
mandé una carta y un beso para Es- v. 1-4: Mi sangre es el cristal que no
paña / donde está la mujer que yo se empaña v. 5-8: médula de fuego
más quiero». Versos conclusivos que los vidrios de la alegría v. 9-12: flota
nos permiten fechar el poema casi con la sangre
toda seguridad. Como la composición v. 13-16: vuela bajo el suelo
parece estar escrita ya en Rusia, pero v. 17-22: Cuarteles donde duermen
recién llegado —dadas las esperanzadas los hombres extendidos, movidos,
perspectivas que nos ofrece ante las respirados, como un mar boca arriba
repúblicas que va a visitar—, y como —cavando con las uñas en la sangre
se conserva una carta escrita a su venida— escarbando la sangre hasta
esposa en Estocolmo el día 1 de sep- hacer en ella un hoyo donde me ente-
tiembre de 1937, podríamos fechar el rraría el que quiera enterrarme.
poema el día 2 de septiembre de 1937. v. 23-28: Siento clavarse vuestras uñas
Un detalle confirma la cercanía de la en España como en mi corazón no la
carta de Estocolmo con el poema. En arrancan de su sitio: mi pecho de mis
la composición se dice: «Siento como manos sus armas
si el sol se fuera distanciando, / ago- v. 37-41: España sola, sola, contra
nizando en campos opacos y lunares todos, bajo los cactus sola, bajo los
/ donde los lagos tienen instalado su (ilegible) del trueno, triste, sola de los
imperio», y en la carta a Josefina algo italianos, sola
parecido se menciona: «Esta nación, v. 47-60: toros igual que ráfagas de luto,
Suecia, se encuentra en la parte norte de relámpagos negros y desencadena-
de Europa y está compuesta casi por dos nutridos por la piedra ligera —así
completo de lagos» (III, 2515). como la nieve y el invierno, así el sol
da calidez a los ojos— pura unidad
En los archivos del poeta, tal como de toros desencadenados, esgrimidos,
recogieron Agustín Sánchez Vidal, vibrados —las astas de la tragedia—
José Carlos Rovira y Carmen Alemany piedras y corazones patéticamente
en la edición de Obra completa, se airados —sangrarán el mármol siempre
conserva un texto de este poema con desangrando un imperioso toro.
una serie de comentarios escritos al
margen con lápiz, que son muy útiles Como puede advertirse con facilidad,
para comprender la relación del mun- son notas escritas a posteriori, después
do exterior, que se hace más visible de haber realizado el poema, quizá
en las anotaciones marginales, y el para ampliarlo, ya que los textos mar-
mundo interior, que es el que pasa a ginales son en todo caso añadidos a
la versión definitiva del poema. la idea inicial de la composición. Es
curiosa y muy interesante también esta
Reproduzco por su interés, sin más manera de proceder de Hernández,
comentario, el texto completo de estas que difiere del resto de los antetextos 1.
anotaciones, porque refleja muy bien aportados a muchísimos poemas por Cartel soviético
las ideas «externas» que inspiran y los editores de Miguel. aludiendo al
nutren esta composición, tanto en internacionalismo
sus expresiones sentimentales como El segundo poema es el titulado «Ru- revolucionario.
en sus observaciones sociales y po- sia» (I, 651-653). Fuente: arteHistoria.
rusia
En trenes poseídos de una pasión errante Las chozas se convierten en casas de granito.
por el carbón y el hierro que los provoca y mueve, El corazón se queda desnudo entre verdades.
y en tensos aeroplanos de plumaje tajante Y como una visión real de lo inaudito,
recorro la nación del trabajo y la nieve. brotan sobre la nada bandadas de ciudades.
Basta mirar: se cubre de verdad la mirada. Con las inagotables vacas de oro yacente
Basta escuchar: retumba la sangre en las orejas. que ordeñan los mineros de los montes Urales,
De cada aliento sale la ardiente bocanada Rusia edifica un mundo feliz y trasparente
de tantos corazones unidos por parejas. para los hombres llenos de impulsos fraternales.
Ah, compañero Stalin: de un pueblo de mendigos Hoy que contra mi patria clavan sus bayonetas
has hecho un pueblo de hombres que sacuden legiones malparidas por una torpe entraña,
[la frente, los girasoles rusos, como ciegos planetas,
y la cárcel ahuyentan, y prodigan los trigos, hacen girar su rostro de rayos hacia España.
como a un inmenso esfuerzo le cabe: inmensamente.
Aquí está Rusia entera vestida de soldado,
De unos hombres que apenas a vivir se atrevían protegiendo a los niños que anhela la trilita
con la boca amarrada y el sueño esclavizado: de Italia y de Alemania bajo el sueño sagrado,
de unos cuerpos que andaban, vacilaban, crujían, y que del vientre mismo de la madre los quita.
una masa de férreo volumen has forjado.
Dormitorios de niños españoles: zarpazos
Has forjado una especie de mineral sencillo, de inocencia que arrojan de Madrid, de Valencia,
que observa la conducta del metal más valioso, a Mussolini, a Hitler, los dos mariconazos,
perfecciona el motor, y señala el martillo, la vida que destruyen manchados de inocencia.
la hélice, la salud, con un dedo orgulloso.
Frágiles dormitorios al sol de la luz clara,
Polvo para los zares, los reales bandidos: sangrienta de repente y erizada de astillas.
Rusia nevada de hambre, dolor y cautiverios. ¡Si tanto dormitorio deshecho se arrojara
Ayer sus hijos iban a la muerte vencidos, sobre las dos cabezas y las cuatro mejillas!
hoy proclaman la vida y hunden los cementerios.
Se arrojará, me advierte desde su tumba viva
Ayer iban sus ríos derritiendo los hielos, Lenin, con pie de mármol y voz de bronce quieto,
quemados por la sangre de los trabajadores. mientras contempla inmóvil el agua constructiva
Hoy descubren industrias, maquinarias, anhelos, que fluye en forma humana detrás de su esqueleto.
y cantan rodeados de fábricas y flores.
Rusia y España, unidas como fuerzas hermanas,
Y los ancianos lentos que llevan una huella fuerza serán que cierre las fauces de la guerra.
de zar sobre sus hombros, interrumpen el paso, Y sólo se verá tractores y manzanas,
por desplumar alegres su alta barba de estrella panes y juventud sobre la tierra.
ante el fulgor que remoza su ocaso.
hay que situar la mención a Stalin, superlativo popular, hoy con seguridad
tan desprestigiado hoy desde el punto políticamente incorrecto. Potencias
de vista político e intelectual en las adversas que sirven también para
naciones civilizadas. En cambio, en mostrar otro aspecto de la realidad
aquel momento —y es lo que Miguel que tanta trascendencia ha tenido en
refleja—, Stalin era el que moder- la reciente historia de España hasta
nizaba una nación, como la URSS, nuestros días, los famosos niños de
atrasadísima. Leopoldo de Luis y Jorge Moscú, que fueron evacuados de
Urrutia reflexionan sobre esta cuestión España para evitar, según el poema,
y atribuyen la mención hernandiana al que cayeran en manos de Alemania
entusiasmo que despertó en él lo que e Italia, en los versos:
el joven poeta consideraba avanzado,
moderno y solidario: Aquí está Rusia entera vestida de
soldado, / protegiendo a los niños
Miguel se mantiene en un elogio refe- que anhela la trilita / de Italia y de
rido al progreso evidente de la nación Alemania bajo el sueño sagrado, / y
rusa. Visitante invitado, no estaba allí que del vientre mismo de la madre
para juzgar, sino para agradecer la los quita.
solidaridad que aquel pueblo prestaba
a la causa (p. 120, n. 11). Y también está la realidad de la Rusia
que Hernández ya ha visto, la URSS
En todo caso, son elementos de la que moderniza y progresa, con su
realidad internacional que Miguel arquitectura socialista, reflejada en
Hernández recoge en su composi- los edificios de granito («Las chozas
ción, formando parte de un elogio se convierten en casas de granito»),
decidido de la URSS frente a otras en las nuevas y numerosas urbes
potencias, a cuyos tiranos, en uno de («bandadas de ciudades»), en las in-
los gestos característicos del Miguel dustrias de las que dará muy buena
Hernández malhablado, califica con cuenta en el poema siguiente («La
metalurgia suena dichosa de garganta,
3. / y vibran los martillos de pie sobre
los montes»), en las ricas minas
de los Urales («Con las inagotables
vacas de oro yacente /que ordeñan
los mineros de los montes Urales»),
todo para edificar «un mundo feliz y
trasparente / para los hombres llenos
de impulsos fraternales».
viajero ante la realidad de una URSS de forma más clara en este esbozo,
evidentemente emergente, sobre todo del que solo una pequeña parte pasó
si la comparamos con la España del al poema definitivo. Resulta llamati-
momento (I, 1030): vo el detallismo con el que describe
paisajes, naturaleza, actividades agrí-
[…] para experimentos tractores, en colas y ganaderas, todo reflejado con
casa de la cultura, los estudiantes un entusiasmo incondicional, que no
campesinos casados la pas-
tora de cerdos condecorada
—crecen las (ilegible) como
los niños— la selección
de estudiantes y los que
se dedican a la tierra: no
existen categorías inferiores
de trabajo: todo es bueno y
en cada ramo se procura la
perfección formando arados
especializados —las acacias,
los niños con la atención
máxima del estado: es el
más precioso material de
la mañana— el soldado
condecorado (ilegible) que
peleó con Vorochicov. Rusia
su emoción por España,
manifestada en canciones
cantadas por los niños en
homenajes, en señalamos,
aplaudimos desde todas
las partes, los campos de
girasoles con las segadoras
mecánicas, antes a mano, el
© Alvaro C arnicero, Creative Commons
la fábrica-ciudad
Son al principio un leve proyecto sobre planos, Hornos de fogonazos: perspectivas de lumbre.
propósitos, palabras, papel, la nada apenas, Irradian los carbones como el sol, las calderas,
esos graves tractores que parten de las manos los lavaderos donde llega la muchedumbre
como ganaderías sólidas con cadenas. del metal que retiene sus escorias primeras.
Se congregan metales de zonas diferentes, Laten motores como del agua poseídos,
prueban su calidad los finos probadores, hélices submarinas, martillos, campanarios,
la fundición, la forja, los metálicos dientes. correas, ejes, chapas. Y se oyen estallidos,
Y empieza el nacimiento veloz de los tractores. choques de terremotos, rumores planetarios.
Id conmigo a la fábrica-ciudad: venid, que quiero Leones de azabache, por estas naves grises,
contemplar con los pueblos las creaciones violentas, selvas civilizadas, calenturientas moles,
la gestación del aire y el parto del acero, relucen los obreros de todos los países
el hijo de las manos y de las herramientas. como si trabajaran en la creación de soles.
La fábrica se halla guardada por las flores, En la sección de fraguas y sonidos más puros,
los niños, los cristales, en dirección al día. se hacen más consistentes las domadas fierezas.
Dentro de ella son leves trabajos y sudores, Y el tornillo penetra como un sexo seguro,
porque la libertad puso allí la alegría. tenaz, uniendo partes, desarrollando piezas.
Fragor de acero herido, resoplidos brutales, Veloz de mano en mano, crece el tractor y pasa
hierro latente, hierro candente, torturado, a ser un movimiento de titán laborioso,
trepidando, piafando, rodando en espirales, un colosal anhelo de hacer la espiga rasa,
en ruedas, en motores, caballo huracanado. fértiles los baldíos, dilatado el reposo.
Una visión de hierro, de fortaleza innata, Ya va a llegar el día feliz sobre la frente
un clamor de metales probados, perseguidos, de los trabajadores: aquel día profundo
mientras de nave en nave se encabrita y desata en que sea el minuto jornada suficiente
con dólmenes de espuma, chispazos y rugidos. para hacer un tractor capaz de arar el mundo.
Es como una extensión de furias que contienen Ya despliega el vigor su piel generadora,
su casco apasionado sobre desfiladeros, su central de energías, sus titánicos rastros.
contra muros en donde se gastan, van y vienen, Y los hombres se entregan a la función creadora
con llamas de sudor y grasa los obreros. con la seguridad suprema de los astros.
Notas
1. poesía de entreguerras», Letras mo, Madrid, Siglo XXI, 1994, ausencias, edición de Leopoldo
Julio Neira, «Nueva York en la de España Contemporánea. Ho- pp. 191-203. de Luis y Jorge Urrutia, Madrid,
poesía española contemporánea», menaje a José Luis Varela, Alca- 7. Cátedra, 1984, p. 120, n. 10.
Cuadernos Hispanoamericanos, lá, Centro de Estudios Cervanti- Andrés Santana Arribas, «Miguel 9.
709-710, 2009, pp. 99-132. nos, 1995, p. 54. Hernández y Rusia: encuentro de Elvira Macht Vera, Miguel Her-
2. 5. dos almas gemelas», Presente y nández, poesía y mística social,
Francisco Javier Díez de Reven- Miguel Hernández, Obra com- futuro de Miguel Hernández, Ac- Caracas, Centro de Estudios Li-
ga, La tradición áurea. Sobre la pleta, edición de Agustín Sán- tas del II Congreso Internacio- terarios, 1973.
recepción del Siglo de Oro en chez Vidal, José Carlos Rovira nal, Orihuela, Fundación Cultu-
poetas contemporáneos, Madrid, y Carmen Alemany, Madrid, Es- ral Miguel Hernández, 2004, pp.
Biblioteca Nueva, 2003. pasa Calpe, 1992. Se cita por 483-498; Miguel Hernández en
3. esta edición. la prensa rusa, Orihuela, Funda-
F. J. Díez de Revenga, Las tra- 6. ción Cultural Miguel Hernández,
ducciones del 27. Estudio y an- J. Cano Ballesta, «Una imagen 2004; Segundo viaje de Miguel
tología, Sevilla, Fundación José distorsionada de Europa. Miguel Hernández a Rusia, Moscú, Li-
Manuel Lara, 2007. Hernández y su viaje a la Unión bros de Ciencia, 2005.
4. Soviética», Las estrategias de la 8.
Juan Cano Ballesta, «Presencia imaginación. Utopías literarias y M. Hernández, El hombre ace-
viva de Jorge Guillén en la joven retórica política bajo el franquis- cha. Cancionero y romancero de
para él fue la madre de la del sudafricano. De ahí que bir poesía después de Auschwitz
cultura occidental moderna. debata también con Gadamer: es bárbaro»—, se halla más
«¿La poesía es una clase de bien en la línea de importantes
Respecto a Paul Celan, también conocimiento diferente del que ensayistas de su época, como
destaca Coetzee su oscilación nos proporciona la historia y George Steiner en su conocido
a la hora de elegir el vehículo exige una clase diferente de y turbador trabajo «La cultura
lingüístico, pues compone sus receptividad? ¿Es posible reac- y lo humano». En el fondo,
primeras obras en rumano y cionar a una poesía como la de desde distintas perspectivas el
después publica en alemán, Celan, e incluso traducirla sin hombre se plantea el valor de la
«su» idioma, pero asumido de entenderla plenamente?» (p. literatura, a veces fuertemente
una forma «compleja, conflicti- 134). Gadamer utiliza según fustigado por las circunstancias
va y dolorosa» (p. 138). Desde su conveniencia la vieja teoría históricas. Desde este flanco,
antiguo se ha señalado que la aristotélica que confrontaba a Coetzee se aproxima a una re-
lengua es la patria de los escri- la historia y a la poesía. Más ciente novela de Günter Grass,
tores, el más firme anclaje en que la finalidad de la poesía A paso de cangrejo (2003), que
la realidad y, por otra parte, el como medio de conocimien- plantea interrogantes sobre «el
medio para comunicarse con to del hombre, incide en la papel de las víctimas, sobre el
el mundo, para cambiarlo y postura del receptor (no debe silencio y sobre la reescritura
para dar testimonio. El odi olvidarse que Gadamer ha sido de la historia» (p. 151), tema
et amo de Celan con el idio- el padre de la Estética de la de absoluta actualidad y no
ma germánico es palpable, Recepción, movimiento que exento de polémica.
porque fue el vehículo de la valora precisamente la intentio
represión nazi. La exégesis lectoris). Coetzee no se resiste Volviendo a Celan, Coetzee lo
sobre la poesía de Celan es a la réplica y, a partir de su sitúa en el filo de la navaja de
muy sugestiva, pues Coetzee análisis del poema celaniano la coexistencia de los idiomas
denuncia la postura ambivalen- Fuga de muerte, concluye: y destaca sus traducciones
te de sectores de la oficialidad de obras literarias rusas al
alemana que consideran esta Con su música repetitiva y rumano y de clásicos de la
lírica oscura pero brillante y martilleante, «Fuga de muerte» talla de Shakespeare y Emily
cuyas referencias explícitas no es lo más directo que los versos Dickinson al alemán, que le
necesitan comprenderse. Ataca pueden ser en su aproximación sirven como «actos de habitar
sin cortapisas la hipocresía de al tema. También hace dos en otro poeta». De nuevo el
recurrir a valoraciones neta- enormes afirmaciones implíci- sudafricano proyecta en la obra
mente formales o a enunciar tas sobre lo que la poesía de seleccionada sus personales
el carácter abierto de los nuestro tiempo es o debería preocupaciones, y para él la
versos que propicia múltiples ser capaz de hacer. Una es que traslación del verbo literario
interpretaciones, todo en aras el lenguaje puede medirse con es una de ellas, pues atañe
de ocultar mensajes más tras- cualquier tema, sea cual sea: a su faceta profesional. Y no
cendentes o comprometedores. por más indescriptible que sea me refiero a la de narrador
He aquí un punto diáfano de el Holocausto, hay una poesía famoso cuyas obras han sido
la teoría literaria de Coet- que puede describirlo. La otra vertidas a numerosos idiomas:
zee: su enfrentamiento a la es que el idioma alemán en recordemos que además de eso
fenomenología de Gadamer particular, corrompido hasta ha traducido a Daniel Defoe,
—a quien cita explícitamen- los huesos durante la era nazi Graham Green, Saul Bellow…
te— cuando, al comentar por eufemismos y una especie y que, como catedrático de
un poema celaniano, afirma de lascivo doble discurso, es literatura, ha abordado esta
que no es preciso conocer capaz de contar la verdad tarea con conocimiento de
el significado denotativo, las sobre el pasado inmediato de los «mecanismos internos» del
referencias. La lectura perso- Alemania (p. 137). idioma. Se explica, pues, que
nal propugnada por corrientes sea sumamente detallista y que
como la Deconstrucción queda Su tesis, contraria a la que ex- de sus propuestas o de sus
a años luz de los postulados puso Adorno en 1951 —«escri- correcciones a las traducciones
manifiesta su conocimiento
de los maestros del siglo XX.
Aunque en esta antología so-
bresalen los autores de lengua
inglesa, lo cierto es que salta
las barreras del idioma y que
por ella desfilan escritores en
alemán (Robert Walser, Jo-
seph Roth, Günter Grass…),
en holandés (Hugo Claus) y
otros que cambian de lengua
(Paul Celan, Samuel Beckett).
Aunque priman los análisis de
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arredra al lanzar juicios de
valor, pero los sostiene con el
razonamiento y no faltan las
citas de la auctoritas. Tolstoi,
desconcierto. Evoca la escena Como dije antes, el ingrediente Shakespeare, Proust, Cervan-
de la caza de caballos salvajes biográfico siempre es operativo tes… deambulan como puntos
y con planteamientos del todo en los artículos agavillados en de analogía o contraste, al lado
cervantinos y, por tanto no Mecanismos internos. Un caña- de escritores de latitudes más
exentos de ironía, concluye: mazo sostiene la estructura y alejadas, como los japoneses,
suele repetirse. Se seleccionan o de labor más reciente. Esto
Los dobles son reales, los ca- datos sorprendentes de la vida prueba su dominio de la tradi-
ballos son reales, los actores de los autores, que rompen ción literaria, que combina con
son reales; todos ellos partici- nuestras ideas consabidas (el la puesta al día en la escritura
pan, en ese momento, en una relato de la existencia sórdida actual. Pero que el lector no
lucha terrible en la que los de William Faulkner es an- se asuste: no hay engreimiento
hombres quieren subyugar a tológico) y enganchan en la erudito, sino muestras de la
los caballos para sus propó- lectura muchas veces a través sagacidad de una persona con
sitos y los caballos quieren de desconcertantes comienzos una cultura lata, cuyo talento
escaparse, cada tanto la mujer in medias res. Normalmente para lanzar lianas deslum-
rubia grita y se desgañita; todo Coetzee también entretiene bra. En un siglo de parcelas,
eso sucedió realmente; y aquí al receptor con el resumen fragmentos, islas, murallas…
está, para revivir por enésima del argumento de la obra que se agradece la destreza en el
vez ante nuestros ojos. ¿Quién reseña o de otras colaterales, salto. Quizá especialmente
se atrevería a decir que no es síntesis que acomete con la ahora es tarea del intelectual
más que un relato? (p. 244). brillantez de un narrador de mostrarnos el bosque, con sus
oficio. A veces parece que asis- bellezas y peligros, a partir de
En el juego quijotesco de timos al cuento del cuento, a los árboles. v
muñecas rusas entre ficción- otra pirueta entre lo prístino
realidad, Coetzee no olvida los y lo secundario, la realidad de
momentos críticos que atrave- la creación y la superposición
saban algunos de los actores del comentario. Continuamente
al rodar la película, también se diseminan referencias a la
asomados al abismo; el caso
de Marilyn Monroe a punto
de romper el matrimonio con
Arthur Miller es representativo.
Vida y ficción se encajan.
por desarrollar. Visto de este como nos recordaba Kenneth del saber y del poder y también
modo, es esta cualidad la que Boulding, basado en el amor y de la imaginación. Este giro
hace que podamos hablar de lo el respeto. Como también decía epistemológico, que podría
«estructural» de la violencia y Martin Luther King, el amor es alcanzar a lo ontológico, iría
de la paz, porque unas y otras una alternativa al temor. Desde relacionado con muchas teorías
formas de conflictos (basados en otro punto de vista, toda esta post-modernas, o mejor «trans-
los proyectos) generan paz o vio- temática es, asimismo, abor- modernas», que nos ayuden a
lencia. Esta perspectiva abre las dable desde las disposiciones superar viejos vicios de dialéc-
posibilidades de construcción de o «habitus» (hexis para Aristó- ticas bipolares y antagónicas y
la paz, ya que, al potenciarla en teles) para la paz, que muchos las exclusiones generadas por
cualquier espacio, pudiera ser investigadores contemporáneos la «modernidad».
que causalmente condicionara han abordado, aunque tal vez
la regulación pacífica de otros sea mejor conocido a partir de El contexto de la inserción de
conflictos. Pierre Bourdieu. los seres humanos en la evo-
lución, en la complejidad del
Este asunto nos vuelve a rela- Como se afirma en las dos universo, es otra perspectiva
cionar con el empoderamiento, la obras, la filosofía no es neutral que ayuda a comprender una
capacidad de todos los humanos ni objetiva, está comprometida conflictividad compartida con
de influir, en mayor o menor con la transformación por me- el resto de los seres vivos y, si
grado, en sus condiciones de dios pacíficos del sufrimiento queremos, con el conjunto de
existencia. El empoderamien- de los seres humanos; por eso la naturaleza y del universo.
to es clave para comprender es necesario replantearse con- Una complejidad que nos hace
las dinámicas sociales y, más tinuamente sus presupuestos proverbiales, pero asimismo
concretamente, para desarrollar de partida. Y en este caso un frágiles, por las dependencias
teorías y prácticas —praxis en eje de debate podría ser, como con el medio en que habitamos
definitiva— de construcción de plantea Martínez Guzmán, una y por lo efímero de nuestras
paz. Empoderamiento puede ser necesaria inversión epistemoló- acciones y discursos. La acep-
entendido como capacitación, gica para pensar la paz desde tación de la fragilidad es una
revalorización, potenciación, la paz. Como hemos dicho, vía para reconocer nuestras
que tiene el significado de que el reconocimiento de las pro- dependencias con los demás,
alguien recupere sus poderes, blemáticas de la violencia no aceptar la cooperación y la
sus capacidades, tenga la posi- tiene por qué llevar a ésta a solidaridad como un mecanis-
bilidad de potenciar sus compe- convertirse en el foco principal mo irrenunciable para nuestra
tencias, se sienta revalorizado de atención intelectual, sino que supervivencia, para identificarse
y valorado. Las mediaciones se debe abordar la matriz de la con el sufrimiento de nuestros
pueden potenciar el empode- que parte (conflictividad y com- congéneres y percibir la inuti-
ramiento clarificando los fines, plejidad) y las vías de solución lidad de la violencia.
las opciones, las habilidades, los de la misma (las mediaciones,
recursos y la capacidad para el empoderamiento y la paz). Permítanme que exprese un
tomar decisiones. Las expe- Lo que puede contribuir a que apunte final de optimismo en
riencias de la no-violencia son esta inversión tenga efecto es: las acciones, al menos novio-
reconocidas por los dos auto- la perspectiva participante, la lentas, del presidente Obama,
res como fruto de una actitud intersubjetividad, la recons- ya que en sí mismas suponen
arraigada profundamente en la trucción de las competencias un espaldarazo a los ideales y
historia humana, con una fuerte humanas, la expresión de las las prácticas de construcción de
capacidad de transformación de razones y los sentimientos, la la paz. He disfrutado leyendo
las realidades sociales. terrenalidad de los seres huma- ambos libros.
nos, el abordar la «episteme»
Los seres humanos ejercemos como competencia de los seres NB: Después de escribir este
poder como expresión libre de humanos, el relacionar la in- texto, he celebrado que Obama
nuestras posibilidades, y ese vestigación y la acción. Todos haya recibido el premio Nobel
poder puede ser «integrativo», los seres humanos participamos de la Paz. v
imagen de la mujer representa póstuma «El diablo» (1911), al mismo tiempo, un límite
a la Naturaleza, como lo Otro donde los encuentros furtivos entre la modernidad histórica
de la Razón, pero en ningún entre el terrateniente Yevgueni y la modernidad artística:
caso la mujer es símbolo de y una campesina fingen una
sí misma. No se trata de una distraída higiene sexual. El Pero la dimensión estética
complementariedad, sino de hábito saludable pronto se no puede contraatacar, como
una objetualización de la mujer convertirá en una fuerza in- es obvio, las deliberaciones
como musa o remedio. Esta es, dominable, que acabará con empíricas del principio de ac-
precisamente, la problemática el asesinato de la campesina tuación por el que los centros
que Lacan (1972-1973) afrontó a manos de Yevgueni. modernos de poder añaden
en su controvertida afirmación un componente represivo al
de que la mujer no existía. Interesa de este estudio, no principio de realidad y por el
El Hombre-racional deviene obstante, su inserción en la que el hombre se siente cada
hombre, identidad concreta, a línea del trabajo de la expe- vez más desgraciado, porque su
partir de la experiencia estética riencia estética de Adorno. campo de actuación es sencilla-
del arte, pero el símbolo Mujer Godoy Domínguez aúna en su mente irreal. El arte preserva
queda vacío, nuevamente, de concepción de la experiencia ciertamente su autonomía pero
una concreción identitaria. estética las dos tradiciones al precio de verse privado de
que, según Christopher Menke, efectividad real (p. 349).
Por otra parte, la autora elige venían oponiéndose desde la
ejemplos que confirmen una reflexión moderna. Una que Por decirlo en términos de
idea del arte como lugar de otorga autonomía al arte, en Menke leyendo a Adorno, se
reconocimiento de la autono- tanto que ve en la experiencia trataría de una concepción
mía de la mujer: es el caso estética uno de los diferentes negativa de la experiencia:
de la novela Lulú o de algu- modos de experiencia y de «Entendida como negatividad,
nos de los cuadros citados de discurso de la razón moderna, la experiencia estética adquiere
Gustav Klimt. No obstante, y otra que considera que la un contenido soberano que,
son igualmente abundantes los experiencia estética es capaz lejos de amputar la autonomía
ejemplos en el arte de la épo- de transgredir la racionalidad de la esfera artística, la presu-
ca que anulaban este modelo de los otros tipos no estéticos pone» (Menke, 1991: 17). La
de mujer-Naturaleza-Cuerpo. de discurso (soberanía). Auto- experiencia estética que Godoy
Tomemos como muestra dos nomía y soberanía, como en Domínguez describe es, si no
relatos de Tolstoi: uno, «El Adorno, estas dos concepcio- un ejemplo de concreción iden-
padre Sergio» (1898), en el que nes de la experiencia estética titaria para la mujer, sin duda
el padre Sergio, consciente de conviven en el discurso de la una muestra evidente de la
este poder antirracional al que autora. Experiencia doble que grieta que el arte supuso para
la mujer lo empuja, concibe la le permite articular su discurso la razón en su primera etapa,
anulación de su fuerza a través en torno a la capacidad trans- en contraposición con el modelo
del ascetismo. Otro, su obra gresora del arte, manteniendo, político del Liberalismo. v
Bibliografía
Una de las consecuencias más no ya la negación de cualquier tan bien la realidad) y «malas»
notables de esta inversión —a sentido de la historia (que la (simulacros), cuyo correlato
cuyo minucioso desenvolvi- Historia sea Poesía), sino negar político sería no atender a la
miento asistimos a lo largo de que la ficción de por sí carezca falsa dicotomía entre derecha
estos tres capítulos— es que, de una realidad en la que fun- e izquierda, sino a la que se
llegada a su punto máximo, con darse y a la que imitar. Hegel, produce entre la izquierda de
Hegel, la Historia (que perte- y en no menor medida Marx, derechas, posibilista, moralizan-
necía al campo de la acción) querían «convertir el teatro en te, que tiende por tanto a una
se vuelve Poesía (que es una el mundo, realizar la ficción verosimilitud y a un sentido,
forma particular de producción y eliminar para siempre las y la izquierda de izquierdas,
denominada imitación), esto imitaciones» (ibíd.). Nietzsche, «que pide lo imposible, lo in-
es, se ajusta a una trama y a justo al revés, «convierte el verosímil, y que por tanto es
un sentido: de una forma u mundo en un teatro, “ficcio- incompatible con el sistema y
otra, desde el cristianismo, el naliza” la realidad mudándola verdaderamente rebelde frente
darwinismo, la derecha o la en mascarada» (p. 344). Este a él» (p. 352). Es decir, desde el
izquierda (Marx), agentes de es el sentido cabal, a juicio de punto de vista político, «Deleuze
la inversión, se le busca un Pardo, de la célebre afirmación está llamando “platonismo” a la
sentido a ésta que justifique nietzscheana de que «no hay causa profunda de que el pen-
tanto sufrimiento inútil y que, hechos, sino interpretaciones» samiento occidental (a su modo
a la vez, propicie, por ejemplo, (p. 345). En definitiva, en esta de ver) no haya conseguido
la renuncia a la propia vida «inversión [de la inversión] del ser, a lo largo de toda su his-
en aras del cumplimiento de platonismo», según Deleuze, toria, suficientemente radical,
un destino que casi siempre «los significantes no son ya suficientemente revolucionario»
implica una venganza o una los vehículos, portadores o (p. 353). Por ello, Deleuze pre-
violencia —por lo que prolonga instrumentos, sino los genuinos coniza como antídoto contra
el sufrimiento indefinidamente. productores del significado» (p. esta inevitable fuerza centrípeta
En palabras de Pardo, referidas 347). No cuesta trabajo percibir que derechiza la izquierda, «el
a su propio ensayo: «Platón aquí el origen de las llamadas fantasma o simulacro que se
y Aristóteles hablaron de la convencionalmente «teorías inclina perversamente hacia la
aspiración del hombre a dar postestructuralistas». izquierda absoluta» (ibíd.). Y
sentido a lo que hace, y lo cree haber encontrado dichos
llamaron Poesía, pero consta- Por tanto, lo que se trata de simulacros justamente en la
taron que las cosas suceden combatir aquí, según Deleuze, cultura de masas: «La cultu-
sin sentido alguno, y a eso lo es el «platonismo» (aunque no ra de masas es reproductiva,
llamaron Historia. Hegel quiso tenga mucho que ver con Pla- infinitamente machacona en
que la poesía se convirtiera en tón), entendido como la doctri- el calco de sus artificios pero,
historia: justificar cuanto ha na que rechaza unas ficciones en a fuerza de repetir y repetir,
ocurrido en función de un final relación con otras en la medida puede producirse algo nuevo e
feliz» (ápud. Rojo, 2007).Y esta en que se parezcan o imiten inesperado, algo inadmisible o
tendencia —que, como hemos mejor una supuesta realidad; irrecuperable» (p. 354). No deja
dicho ya, es una inversión del esto es, aquél que «mantiene que de ser curioso, me parece, que
platonismo, aunque haya sido hay algo más (y mejor) que la Deleuze perciba una suerte de
vista como su prolongación— ficción, algo con respecto a lo «valencia negativa» justamente
es la que busca invertir, a su cual la ficción debe ser juzgada allí donde Adorno percibía su
vez, Deleuze (inversión de la (y valorada como “verosímil” antítesis.
inversión), con el precedente o como “fantástica”)» (p. 352;
de Nietzsche, (cuya finalidad cursivas de Pardo). Por eso, En conclusión, para José Luis
sería «la descarga “estética” para Deleuze, según se ha dicho Pardo, la portada de los Beatles
del sufrimiento y el repudio ya, la verdadera dicotomía no parece sugerir:
de toda justificación “metafísi- es entre esencia y apariencia,
ca”, “teológica”, “histórica”, o sino la discriminación entre Que la división cultural (la
“social” del mismo» [p. 433]): apariencias «buenas» (que imi- jerarquía de los productos del
espíritu) era el trasunto simbó- y la que nos deja sumidos, Estado del Bienestar» (p. 465):
lico de una división social (la como anunciábamos, en pleno izquierda y derecha se funden
jerarquía de los poderes econó- malestar. La inversión nietzs- en el simulacro, y parece reinar
micos) radicalmente arbitraria cheana «se arriesga a presentar el caos y la inquietud.
e injusta, y el cuestionamiento un escenario peligrosamente
arrogante de la primera (que similar al que se derivaba de La liberación de los simula-
daba a los reaccionarios la la filosofía de la historia que cros, su equiparación con las
impresión escandalizada y aspiraba a invertir» (p. 434): ficciones verosímiles, genera
terrible de desorganización, la estructura característica de
masificación y amoralidad), Pues, en definitiva, si hacemos nuestro tiempo, uno de cuyos
el desprecio olímpico por las de la voluntad de poder ese mejores ejemplos es, precisa-
jerarquías culturales (Bernard deseo inconsciente que dirige mente, la cubierta del disco de
Shaw no es más que Mae West, la historia hacia su reversión en los Beatles: el rizoma (concepto
etc.), era la execración moral poesía, no parece que podamos desarrollado por Umberto Eco
de la segunda (p. 403). diferenciarla fácilmente de la y el propio Deleuze) o estructu-
propia razón calculadora que ra en red no jerarquizada, sin
La radicalidad del plantea- todo lo convierte en medio dentro ni fuera, cuyo intento
miento del arte de masas para su oscura e inacabable de aprensión siempre sería
no estaría, por tanto, en su satisfacción (p. 436). ficticio; que justifica y alienta
contenido (como pretenden la contradicción, que permite
algunos «integrados» inge- La radicalidad, por tanto, de conectar cualquier nudo con
nuos), convirtiéndose así en esta propuesta de inversión otro, etcétera (v. pp. 386-388).
el enésimo episodio de lucha deleuziana, al eclosionar en la José Luis Pardo intenta, de
cuya victoria, paradójicamente, «rebelión pop» por antonoma- manera brillante y no exenta de
abocará a su integración en sia, el Mayo del 68, siendo sus ironía, desarrollar en Esto no
el sistema; sino en la forma, artífices hijos del Estado del es música el rizoma propuesto
constituyendo una invitación Bienestar —la última «integra- por la cubierta del sgt. Pepper y,
a salirse de la estructura. La ción» de la izquierda en el sis- así, en los capítulos alternos a
radicalidad de esta protesta tema— se revuelve sin embargo los ya citados de reflexión filo-
no solo pide la emancipación contra él en cuanto que también sófica nos relata, como ejemplo
con respecto a la «derecha», es sistema. Así, según Pardo, y correlato de lo expuesto en
sino también con respecto a «toda la retórica revolucionaria éstos, los avatares de alguno de
la «izquierda» que, so pretexto de la izquierda nietzscheana los miembros del «Club de los
de justicia o igualdad, acaba [es decir Foucault, por ejem- corazones solitarios», estable-
también coartando la libertad plo, y el propio Deleuze] fue ciendo nexos empíricos entre
de la acción al supeditarla a pasando inadvertidamente al ellos, aun los más lejanos, pero
un fin e invirtiendo su valor lado derecho de la “división” siempre consciente de que este
con respecto de la producción (¿o fue la derecha misma la intento de descripción parcial
(como los «perfeccionadores» que se volvió fantástica e iz- del rizoma está abocado al fra-
del platonismo), aun cuando quierdista?), y aquel discurso caso; es tan solo «una ficción
este fin sea tan bienintencio- subversivo fue empleado para debida a razones provisionales
nado como la idea de progreso promover exactamente lo que de comodidad» (p. 386) o, mejor
social. Pero esta es la última los “revolucionarios” querían aún, nada más y nada menos
paradoja que propone Pardo es decir, la destrucción del que un ensayo. v
Bibliografía
Eco, Umberto (1968), Apoca- Rojo, José Andrés (2007), «De www.elpais.com/articulo/cultura/
lípticos e integrados, Barcelona, los Beatles al desamparo», en El Beatles/ desamparo/elpepu-
Fábula, 1999; 3.ª ed. País, 12-12-2007. <http:// cul/20071213elpepicul_1/Tes>
Provincia País
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