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DEPARTAMENTO DE DERECHOS Y RESPONSABILIDAD

JUVENIL

ORIENTACIONES TÉCNICAS
SANCION PRIVATIVA DE LIBERTAD

INTERNACION EN
REGIMEN CERRADO CON PROGRAMA DE
REINSERCION SOCIAL

Abril 2007

3
INDICE
Nº CONTENIDO PAGINA
I ASPECTOS JURIDICOS DE LA SANCIÓN 5
1.1 Definición de la sanción 5
1.2 Sujeto de atención 6
1.3 Vías de ingreso al centro 6
1.4 Formas de egreso del centro 6

II OBJETIVOS DE LA SANCION 7
2.1 Objetivo General 7
2.2 Objetivos Específicos 7

III ORGANIZACIÓN Y CONDICIONES DEL CENTRO 8


3.1 Estrategia de Gestión 8
A. Condiciones de Infraestructura 8
B. Organización y funcionamiento del equipo 9
C.- Fortalecimiento del trabajo en equipo 12
D. Desarrollo de un programa de autocuidado 13
E. Coordinación con Gendarmería de Chile 14
F. Organización de recursos financieros y administrativos 15
G. Accesibilidad al centro 15
H. Condiciones de Seguridad 16

IV PROGRAMA DE REINSERCION SOCIAL DEL CENTRO CERRADO 17


4.1 Reinserción Social 17
4.2 Tipos de Programas de Reinserción Social 17
A. Programas de la dimensión Individual 18
B. Programas de la dimensión Familiar 21
C. Programas de la dimensión Social comunitaria 22
4.3 Características del programa de Reinserción Social 23
4.3.1 Componentes de Intervención 24
4.3.2 Estrategias de Intervención 26
A. Intervención personalizada – diagnóstico y acogida 26
B. Intersectorialidad y complementariedad programática 28
4.4 Organización y ejecución del programa de reinserción social 34
4.4.1 Intervención Socioeducativa 34
4.4.2 Programa de actividades diarias del centro 35
4.4.3 Plan de Intervención Individual 38
4.4.4 Etapas de la Intervención 39
A. Etapa de ingreso, acogida y establecimiento del vínculo socioeducativo. 39
B. Etapa de ejecución de la sanción: 41
Desarrollo del proceso educativo 41
Mantención de los comportamientos prosociales/potenciación de
42
competencias sociales.
C. Etapa de egreso 43
4.6 Evaluación general del programa de reinserción social 45

V SISTEMA DE EVALUACION Y CONTROL DEL CENTRO CERRADO 47


A. Evaluación y control del propio centro 47
B. Evaluación y control de las instancias regionales y nacionales del SENAME 47
C. Evaluación y control interinstitucional 47
D. Sistematización 48
Bibliografía sugerida 50
Anexos
Anexo 1: Formato sugerido para el PII 51
Anexo 2: Estándares de Personal del área técnica 52
Anexo 3: Descripción de funciones del equipo técnico 57
Anexo 4: Convenios marcos celebrados por Sename 63

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I. ASPECTOS JURIDICOS DE LA SANCION

1. DEFINICION DE LA SANCION
De acuerdo a lo señalado en el artículo 17 de la ley Nº 20.084, la internación en régimen
cerrado con programa de reinserción social importará la privación de libertad en un centro
especializado para adolescentes, bajo un régimen orientado al cumplimiento de los
objetivos previstos en el artículo 20 de esta ley que señala: “Las sanciones y
consecuencias que esta ley establece tienen por objeto hacer efectiva la responsabilidad
de los adolescentes por los hechos delictivos que cometan, de tal manera que la sanción
forme parte de una intervención socioeducativa amplia y orientada a la plena integración
social”.

En virtud de ello, “dicho régimen considerará necesariamente la plena garantía de la


continuidad de sus estudios básicos, medios y especializados, incluyendo su reinserción
escolar, en el caso de haber desertado del sistema escolar formal, y la participación en
actividades de carácter socioeducativo, de formación, de preparación para la vida laboral
y de desarrollo personal. Además, deberá asegurar el tratamiento y rehabilitación del
consumo de drogas para quienes lo requieran y accedan a ello” (Artículo 17).

Una indicación respecto a la edad y el tiempo de duración de las penas privativas de


libertad se menciona en el artículo 18, que dice: “Las penas de internación en régimen
cerrado y semicerrado, ambas con programa de reinserción social, que se impongan a los
adolescentes no podrán exceder de cinco años si el infractor tuviere menos de dieciséis
años, o de diez años si tuviere más de esa edad”.

La Ley 20.084, en su artículo N° 42, entregó a SENAME la responsabilidad de la


administración de esta sanción en forma directa y permanente en un marco de derechos y
garantías de la ejecución expresadas en el párrafo 2, art. 49, a saber:

a) Ser tratado de una manera que fortalezca su respeto por los derechos y libertades de
las demás personas, resguardando su desarrollo, dignidad e integración social;
b) Ser informado de sus derechos y deberes con relación a las personas e instituciones
que lo tuvieren bajo su responsabilidad;
c) Conocer las normas que regulan el régimen interno de las instituciones y los programas
a que se encuentre sometido, especialmente en lo relativo a las causales que puedan dar
origen a sanciones disciplinarias en su contra o a que se declare el incumplimiento de la
sanción;
d) Presentar peticiones ante cualquier autoridad competente de acuerdo a la naturaleza
de la petición, obtener una respuesta pronta, solicitar la revisión de su sanción en
conformidad a la ley y denunciar la amenaza o violación de alguno de sus derechos ante
el juez,
e) Contar con asesoría permanente de un abogado.

Especial énfasis se realiza en el mismo artículo de la LRPA para cuando se trate de


adolescentes privados de libertad, indicando sus derechos a:
i) Recibir visitas periódicas, en forma directa y personal, al menos una vez a la
semana;
ii) La integridad e intimidad personal;
iii) Acceder a servicios educativos; y
iv) La privacidad y regularidad de las comunicaciones, en especial con sus abogados.

Estos elementos se recogen en el presente documento y se entregan orientaciones para


su adecuado cumplimiento.

5
2. SUJETO DE ATENCIÓN

Adolescentes de ambos sexos que hayan sido condenados por sentencia definitiva firme
por un Tribunal competente, por haber cometido uno o más delitos entre los 14 y los 18
años de edad. Sin perjuicio de ello, es posible que al momento de ingresar a la sanción en
régimen cerrado con programa de reinserción social, la persona sea mayor de 18 años.

3. VIAS DE INGRESO AL CENTRO

Ingresarán los adolescentes que hayan sido enviados por orden de un Juez competente
en los siguientes casos1:

a. Para ejecutar una sentencia definitiva firme que condena a internación en régimen
cerrado por un período que puede ir desde los 3 años y un día a los 10 años,
conforme a los artículos 17 y 23 de la Ley 20.084.
b. Para ejecutar una sentencia definitiva firme que, condena a la sanción de internación
en régimen cerrado en forma complementaria a la sanción de libertad asistida o
libertad asistida especial, según lo dispone el artículo 19 de la Ley 20.084. Las
modalidades de la sanción mixta son:
b.1) Se puede aplicar una LA o LAE con posterioridad a la ejecución de la pena
privativa de libertad cerrada.
b.2) Cuando la pena privativa de libertad cerrada queda en suspenso y la sanción
LA o LAE se aplica o queda en carácter condicional (para penas que se
extiendan hasta 540 días)
c. Para ejecutar la sentencia2 que establece la internación en régimen cerrado como
sanción, sustituyendo la pena impuesta en la condena contenida en la sentencia
definitiva3, conforme a la potestad contenida en el artículo 53 de la Ley 20.0844.
d. Para ejecutar la sentencia5 que impone la internación en régimen cerrado para
sustituir, condicionalmente, la sanción privativa de régimen de cumplimiento cerrado
impuesta en la condena contenida en la sentencia definitiva, conforme a la potestad
contenida en el artículo 54 de la Ley 20.084.
e. Para ejecutar la sentencia que, luego de declarar el quebrantamiento de la condena
que originalmente impuso la pena de internación en régimen semicerrado, según lo
dispone el No. 6 del art. 52 LRPA.
f. Para ejecutar la sentencia que, luego de declarar el quebrantamiento de la sanción
mixta de libertad asistida en cualquiera de sus formas, según lo dispone el artículo
52 Nº 7.

4. FORMAS DE EGRESO DEL CENTRO

Deberán egresar de esta sanción, los y las jóvenes que hayan ingresado a ella en los
siguientes casos:

a. Por cumplimiento del plazo de internación en régimen cerrado establecido en la


sentencia definitiva condenatoria dictada por el Juez de Garantía o el Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal, sea que le hubieren impuesto la sanción en forma única,
conjunta (art. 25 Ley 20.084) o complementaria (art. 19 LRPA).
b. Por cumplimiento del plazo de sanción de internamiento en régimen cerrado
señalado por el Juez de Garantía al imponer esta sanción como consecuencia del
quebrantamiento de la pena de libertad asistida y libertad asistida especial,

1
Ver nota N°2
2
Cabe preguntarse si se requiere que la sentencia se encuentre firme o no. La importancia del asunto se refiere a
determinar cuando se recibirá al adolescente y si, una vez ingresado, puede que la sentencia judicial sea revocada y debe
regresar a la sanción que estaba cumpliendo. Los argumentos se podrían ordenar de la siguiente manera: respecto de la
sentencia que sustituye procede el recurso de apelación (art. 53 inc. 3 LRPA) y este recurso solo se concede en efecto
devolutivo salvo que la ley diga otra cosa (art. 368 CPP). En este caso la LRPA nada dice. En tal perspectiva, debiera
ejecutarse inmediatamente la sustitución; sin embargo, si se considera que la sentencia que sustituye es una sentencia
definitiva - cosa juzgada formal provisional-, se podría sostener que debiera seguir el régimen del art. 468 CPP y, por lo
tanto, requiere estar ejecutoriada, es decir, hay que esperar que se resuelva el recurso o que este no se presente o se
renuncie a el..
3
En tanto no necesariamente la sentencia sustituida será la primera sentencia definitiva, es mejor eliminar la palabra
original.
4
Se elimina en este punto el quebrantamiento porque, si bien también implica cambiar de sanción, se diferencia de la
sustitución en que ella siempre implica una sanción menos gravosa. Justamente lo contrario al quebrantamiento.
5
Aquí se puede sostener el mismo comentario sobre la naturaleza de la sentencia que sustituye sin condiciones.

6
originalmente impuesta como sanción mixta y de internación en régimen
semicerrado (Art. 52 No. LRPA).
d. Por la sentencia ejecutoriada del Juez de Garantía por la cual se sustituye la
sanción de internamiento en régimen cerrado por una pena menos gravosa, según
lo dispone el Art. 53 LRPA.
e. Por la sentencia ejecutoriada del Juez de Garantía que remite lo que resta de la
pena de sanción de internamiento en régimen cerrado impuesta en la condena, por
considerar que se ha dado cumplimiento a los objetivos pretendidos con su
imposición (Art. 55 LRPA).

Cumplimiento de la mayoría de edad

El artículo 56 de la LRPA establece que en el caso que el condenado tuviese o cumpliese


los 18 años, durante la ejecución de la sanción o durante la tramitación del procedimiento,
continuará sometido a las normas de la ley 20.084 hasta el término de ésta.
De suma importancia es señalar respecto que de la permanencia o no del adolescente en
el centro de cumplimiento del SENAME refiere claramente que:

• Si al cumplir los 18 años restan por cumplir menos de 6 meses de su condena en


régimen cerrado, debe permanecer en centro del SENAME.
• Si al cumplir los 18 años restan más de 6 meses, el SENAME deberá evacuar un
informe fundado al juez de control de ejecución de pena, solicitando la
permanencia o su traslado a un recinto penitenciario de Gendarmería de Chile.
Este informe debe ser evacuado con a lo menos 3 meses de anterioridad a la
fecha del cumplimiento de la mayoría de edad y deberá estar centrado
principalmente en las posibilidades de reinserción del joven y la conveniencia de
su permanencia en el centro; Además faculta al SENAME para solicitar traslado a
dependencias de Gendarmería en caso de comisión de delito o por incumplimiento
grave del reglamento del centro, poniendo en riesgo la vida e integridad física de
otras personas, por parte de quien ha cumplido la mayoría de edad.
En este artículo, además se dispone que se debe mantener separadas a las personas
menores de 18 años, de las que ya han cumplido su mayoría de edad.

II.- OBJETIVOS DE LA SANCIÓN

OBJETIVO GENERAL

Dar cumplimiento a la sanción de internación en régimen cerrado ordenada por un juez


competente, generando un proceso socio educativo que permita la reinserción social de
los adolescentes y garantice el cumplimiento de sus derechos.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Facilitar la responsabilización, reparación, habilitación e integración social de los y


las adolescentes, a través del desarrollo de un programa de reinserción social que
reconoce las garantías y necesidades individuales de los sujetos.
2. Controlar el cumplimiento del/ la joven del Plan Personalizado de Actividades,
comprometido e informado al tribunal de garantía correspondiente.
3. Asegurar que la internación de los/ las jóvenes cumpla con los estándares
técnicos y de seguridad establecidos en las orientaciones técnicas y cuerpos
legales pertinentes.
4. Favorecer el resguardo de los derechos procesales de los/las adolescentes en el
sistema.

7
5. Garantizar el acceso y la permanencia de los/las jóvenes atendidos al sistema de
educación formal.
6. Asegurar el acceso de los/as jóvenes a atenciones en salud física e intervención
especializada en salud mental, así como tratamiento de consumo de drogas y/o
alcohol, cuando el tribunal lo ordene y /o a solicitud de los jóvenes.
7. Fomentar la mantención del vínculo de los/ las jóvenes con su familia o referentes
significativos y fortalecer sus competencias parentales, para que colaboren en la
reinserción social.
8. Facilitar la integración social de los/as jóvenes a programas sociales y redes
comunitarias de apoyo, al egreso de la sanción.
9. Favorecer el diseño y ejecución de sistemas de control y evaluación respecto de la
gestión del centro y la intervención con los /as jóvenes internos, que permita
retroalimentar el funcionamiento del centro y propender a una atención de calidad.

III.- ORGANIZACIÓN Y CONDICIONES DEL CENTRO

Entendiendo que el funcionamiento de un centro supone una comprensión sistémica


respecto a la interacción de los distintos agentes, con niveles y dimensiones que se
cruzan para dar cuenta de dicho funcionamiento; se debe tener presente que la
intervención (el “qué” y el “para quien”) no puede desentenderse de los modelos de
gestión que dan soporte a una determina comprensión del “cómo intervenir” en dicha
realidad social.
Para efectos operativos este “cómo” se analizará separando lo que son las estrategias
relativas a la gestión de los centros, vale decir el modelo bajo el cual el centro se organiza
para responder a determinada demanda, y aquellas estrategias relativas a la intervención
técnica propiamente tal, que agrupan las acciones que se implementarán para dar
cumplimiento al programa de reinserción social.

Estrategias de gestión.
Las estrategias constituyen las operaciones claves a realizar, que permiten operativizar la
consecución de los objetivos específicos planteados en un proyecto. Combinan acciones
que sólo para efectos de organizar la gestión y la intervención son analizadas de manera
parcializada, pero que suponen un proceso integral y un sujeto que también es concebido
en toda su integralidad.
Tal como lo señala el reglamento de la ley en su párrafo 2, artículo 63, la organización
interna deberá estar enmarcada dentro de dos ámbitos generales que respondan a los
aspectos de gestión técnica y otra de gestión administrativa-financiera. Este último, se
encuentra orientado a la gestión del soporte administrativo que facilita y organiza la
intervención interna desde la pertinencia que le compete, por lo cual cada Director(a) de
Centro deberá generar un proyecto, cuya estructura y definición responda a una visión de
conjunto de las acciones a implementar, que deberá reflejarse en una planificación de
actividades ejecutadas por distintas instancias: directivas, técnicas, administrativas,
financieras y otras.

a) Desarrollo de condiciones de infraestructura:

En términos generales, se deberá propender el desarrollo y monitoreo, según las


capacidades institucionales instaladas, de la infraestructura de servicios básicos y de los
espacios físicos para la convivencia interna y la ejecución de las actividades cotidianas,
contemplando no sólo los aspectos vinculados a la seguridad, sino también a generar una
política interna de administración de los espacios comunes, prestando atención por
ejemplo: a la materialidad de la infraestructura interna y externa, la gama cromática
utilizada, aspectos vinculados al paisajismo y áreas verdes; que favorezcan la
intervención orientada a contrarrestar los efectos negativos de la privación de libertad,
permitiendo el desarrollo de un entorno armónico y compatible con los objetivos
educativos planteados. Para ello, se deberán desarrollar estrategias institucionales, de
nivel regional y nacional, que permitan gestionar y facilitar el apoyo técnico y financiero
pertinente, para el desarrollo y mantenimiento de las condiciones de infraestructura
adecuadas.
8
De esta forma, entendemos tres aspectos básicos a considerar por el equipo directivo del
centro:

a) Revisión de existencia, funcionamiento y definición de requerimientos (existencia o


mejoramiento) en relación a los servicios básicos disponibles para el uso tanto de los
funcionarios, como de la población juvenil interna.
b) Revisión de existencia, funcionamiento y definición de requerimientos en relación a
espacios físicos para la habitabilidad diaria de los jóvenes internos y la ejecución de
actividades de índole formativa y recreativa-deportiva, donde se tenga presente las
necesidades básicas de los/as adolescente, y los aspectos particulares de cada centro.
c) Una planificación de las acciones de mantención, que permitan proyectar el buen
funcionamiento del centro en el tiempo. Supone revisión de las condiciones estructurales
de la infraestructura, determinar y planificar las acciones para su mantención o
mejoramiento de estructuras (por ejemplo, pintura, techumbres, etc) y equipamiento
(puertas, camas, colchones, etc), considerar condiciones de uso o deterioro de los
materiales y una planificación oportuna de su reposición, formulación de proyectos de
emergencia en caso de requerimientos que trasciendan la gestión del propio centro, etc.,
para ello resulta de vital importancia la información que los educadores y coordinadores
de los centros puedan entregar al equipo directivo, lo que permitirá asegurar o a lo menos
favorecer una adecuada calidad de vida de los adolescentes al interior del recinto.

b) Organización y funcionamiento del equipo

El funcionamiento interno de los centros es especialmente sensible a la manera en que


organizamos los recursos humanos disponibles. Por una parte, porque contienen
múltiples variables administrativas que pueden afectar de distinta manera el
funcionamiento interno de los centros (como lo son los distintos sistemas de turno, la
diversidad de perfiles técnicos de sus componentes o las características organizacionales
particulares de los equipos) y por otra, porque a pesar de esas complejidades se debe
instalar un sentido permanente de continuidad, coherencia y consistencia en la
intervención técnica de sus integrantes. Todo ello en beneficio de la calidad de la atención
y de una convivencia interna saludable.

El objetivo en este ámbito es la organización operativa del recurso humano que labora en
un centro determinado, entendiendo la relevancia que cobra dicho recurso en la
intervención con adolescentes infractores de ley penal y su reinserción social. Involucra:

La definición de roles (interacción con otro) y funciones (el propio quehacer) del
personal, en el marco de una política institucional,

El fortalecimiento de formas de organización que favorezcan la acción conjunta


y coherente de equipos de trabajo,

Mecanismos de evaluación y cuidado de los equipos y

El establecimiento de mecanismos de coordinación con equipos y/o


profesionales de los programas externos que funcionan al interior del centro o con el
centro.

La definición de roles y funciones que defina el equipo directivo de cada centro, atiende a
la necesidad de organizar al recurso humano, en primer lugar según la política
institucional y en segunda instancia por las características particulares de cada centro.

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La organización se operacionalizará mediante un organigrama que definirá las roles y
funciones, y que jerarquizará las relaciones en términos de las responsabilidades respecto
a la consecución de los objetivos planteados por el centro. En forma paralela al
organigrama, en toda organización se configura una red informal de relaciones
interpersonales entre los miembros de un equipo de trabajo, en el desempeño de sus
tareas. La incidencia en esta dimensión organizacional permite hacer frente de mejor
manera a las tareas de autocuidado de los equipos.

Además del organigrama, la política institucional define un estándar de personal para


cada cargo, que explicita el número de funcionarios que es requerido en cada centro para
la realización de determinadas funciones. La definición de dotaciones de personal en
cada centro dice directa relación con las vacantes de atención de adolescentes
proyectadas para cada región, más los estándares de atención definidos para cada cargo.

Los estándares fijan una referencia básica, no obstante lo cual, dada la diversidad
estructural y de cobertura que es posible observar en las distintas regiones del país,
dichos estándares podrán ser adecuados por el Director8a) del centro, en base a los
requerimientos de funcionamiento del centro y las características territoriales en las que
deben operar (Ver cuadro de estándares).

La política institucional deberá considerar en su propuesta los principios que consagran


los tratados internacionales en atención a velar por el debido respeto de los derechos
humanos de los adolescentes privados de libertad. Es importante señalar que, tal como lo
establece la regla nº 87 de Naciones Unidas para la protección de los menores privados
de libertad:”En el desempeño de sus funciones, el personal de los centros de detención
deberá respetar y proteger la dignidad y los derechos humanos fundamentales de todos
los menores”. En razón de ello, por la complejidad de la intervención y la proyección en el
tiempo de dicha intervención, conservando criterios de calidad, la propuesta en la
presente orientación apunta a intencionar de manera explicita el trabajo en equipo, con
responsabilidades complementarias pero claras, de cada integrante del área técnica, las
que deberán ser abordadas por la Jefatura Técnica del centro y monitoreadas por esta
para el logro de los objetivos deseados.
Una intervención compleja, que incorpora la articulación de distintas necesidades de
intervención, requiere de una necesaria integración de esfuerzos. Esta integración, deberá
alcanzarse a través de una gestión coordinada del equipo técnico de intervención. Los
requerimientos ligados a la intervención, serán ampliamente desarrollados en los puntos
siguientes de esta orientación técnica. Sólo para fines operativos y visuales se anexa un
cuadro funcional que da cuenta de cómo se debería organizar el funcionamiento del
centro. Dicha organización debe cruzarse necesariamente con las estrategias de
intervención y las acciones y metodologías que el equipo deberá desplegar para cumplir
los fines de la sanción (Art. Nº 20 LRPA); además de una coordinación permanente de
sus integrantes, lo que deberá ser asegurado por la jefatura técnica mediante los
encuentros periódicos para la revisión de los casos, el plan de actividades del centro y de
las condiciones que pudiesen estar afectando o dificultado la implementación de éste.

A continuación se detalla la estructura básica y las funciones genéricas que los equipos
técnicos deberían ejecutar:

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Diagrama de estructura y funciones de los equipos técnicos

MINISTERIO PÚBLICO

DEFENSOR PENAL RED LOCAL e


PÚBLICO PLAN INTERSEC. Y INTERSECTORIAL
JUDICIAL

COORDINACIÓN
Equipos Director del
CONACE y Centro
Salud
Escuela
Jefe Jefe
Técnico Administrativo

Gestor.
Redes y Coordinadores
Servicios Generales
Personal
Contabilidad – Finanzas
Compras – Bodega
EQUIPO DE INTERVENCION Alimentación

Educadores de Trato
Profesional
Responsable Directo
atención
Diurnos y Nocturnos
clínica
Monitores Taller

Detección Requerimientos

Intervención Técnica Acciones de Soporte a la Intervención


Cumplimiento PII

Ver Anexo Nº 3, con Descripción de Funciones

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Para el adecuado funcionamiento del centro, la jefatura técnica deberá implementar una
serie de mecanismos de coordinación con otros actores que intervienen en la
permanencia de los adolescentes y que desarrollen funciones al interior del centro, tales
como educación; tratamiento de adicciones y capacitación, lo anterior de manera de
favorecer la complementariedad de la intervención. Algunas de ellas se encuentran
descritas en el reglamento, no obstante se propones otras que van a permitir el trabajo en
equipo en torno a la intervención, a saber:

Instancia Objetivo Integrantes Periodicidad


Comité técnico, Evaluar el Director, jefe técnico, Bimensual
convocado por elfuncionamiento representante Defensoría Penal
director regional
del centro. Publica, jefe de unidad GENCHI,
de SENAME representante programa de
drogas del centro y otros de
organismos públicos e
instituciones privadas.
Reunión equipo Coordinación y Director, jefe técnico, jefe Quincenal
directivo traspaso de administrativo y jefe de unidad
información GENCHI.
relativo a la
materia y
funcionamiento
del centro
Consejo Técnico Debate, reflexión Jefe técnico, coordinadores de Semanal
técnica, traspaso casas, representantes de
de información responsable de casos, y
relevante, estudio profesional de intervención
de casos clínica representante de equipo
de drogas y educación.
Reunión de casa Traspaso de Coordinador de casa y equipo Semanal
información, de intervención o
reflexión técnica y representantes de cada una de
estudio de casos las instancias de ella.

Consejo Traspaso de Jefe administrativo, participaran semanal


Administrativo información, sus encargados de
evaluación y departamento y representantes
gestión del del equipo de drogas y
soporte GENCHI.
administrativo

c) Fortalecimiento del trabajo en equipo:

Resulta relevante partir por confirmar la importancia que puede revestir el trabajo
realizado en equipo y el profundo impacto que puede tener éste en la calidad de la
atención como en la instalación de climas laborales saludables. Si además consideramos
que el contexto privativo de libertad adiciona particularidades en la organización como en
el establecimiento de las relaciones; la claridad en la asignación de roles y funciones al
interior de los equipos, constituye un elemento significativo para un buen desempeño
organizacional.
Por otra parte, las características propias de la labor desarrollada al interior de los centros
privativos de libertad, el reconocimiento del dinamismo permanente en la realidad
cotidiana de los adolescentes sancionados, y la experiencia recogida por los equipos de
trabajo colabora en reafirmar que se deben adoptar prácticas dirigidas tanto al desarrollo
de un buen clima interno, como también al avance permanente en un modelo
organizacional que potencie la innovación, la iniciativa y la participación proactiva de
todos sus actores, a través de las instancias acordadas o diseñadas por los propios
equipos.

12
Algunas recomendaciones que han sido relevadas son:

Establecimiento de instancias técnicas de participación (reuniones de equipo), en


sus distintas áreas (técnica, administrativa y directiva) que favorezca la adecuada y
oportuna entrega de información, el desarrollo de propósitos comunes, la planificación y
la evaluación permanente de la labor realizada.
Instalación de prácticas laborales que potencien la participación y las capacidades
individuales y colectivas de sus componentes.
Estimulo del debate y la reflexión técnica al interior de los equipos con el propósito
de favorecer el desarrollo de ideas en torno a la gestión particular y global.
Incorporación en la dinámica organizacional, de la valoración permanente de la
importancia del rol de todos los actores involucrados.
Capacitación permanente a través de instancias instaladas desde los equipos como
también a través del Programa de Mejoramiento Continuo de Competencias Laborales a
desarrollarse durante el proceso de implementación de la Ley 20.084.

d) Desarrollo de un programa de autocuidado.

El desarrollo de acciones de autocuidado de equipos, tendrá el soporte del Departamento


de las Personas que, entre otros aspectos, recoge la valoración de experiencias y
buenas prácticas de los propios equipos de trabajo para la estructuración de programas
locales acorde a sus características y necesidades. Las acciones de autocuidado se
orientarán al desarrollo de hábitos laborales tendientes a mantener y activar las
competencias de las personas para el trabajo y un compromiso e implicancia emocional
por el quehacer laboral.

Se entiende al autocuidado como una práctica de responsabilidad individual, en cuanto a


la toma de conciencia de la necesidad del cuidado y protección en el trabajo y el
despliegue de herramientas para evitar el queme (o “burn out”). Pero, a la vez, es una
responsabilidad institucional referida a la generación y mantención de condiciones
protectoras en el trabajo. Así, la posibilidad de cuidado laboral de las personas sucede en
la interacción del compromiso personal y el actuar institucional, constituyéndose por tanto
la práctica de cuidado profesional, en un proceso de desarrollo organizacional sustentado
en la habilitación individual y el desarrollo estratégico de las personas.
Entendido así, las acciones de autocuidado se abordarán mediante la implementación de
un dispositivo que fomente el actuar autónomo de los funcionarios/as en coherencia a
prácticas institucionales orientadas a la formación en habilidades y competencias
individuales para la protección, el establecimiento de condiciones de trabajo coherente a
las exigencias del desempeño laboral y la generación de redes de apoyo profesional y
equipos de trabajo con competencias para la atención de conflictos resguardando la
calidad del servicio.
De esta forma, se diseñarán proyectos locales de autocuidado que integrados en los
proyectos de funcionamiento de los centros, permitirán la operativización de la política de
autocuidado en el nivel local, mediante la construcción de un plan de actividades, con la
descripción de resultados esperados, indicadores y compromisos mínimos al menos en
las siguientes áreas de acción:
Autogestión: diseño y ejecución de espacios y medios para informar y
capacitar a los/as funcionarios/as en competencias de autocuidado.
Redes de apoyo: ejecución de prácticas de supervisión orientadas a la
construcción de equipos articulados en una red de apoyo profesional.
Espacios laborales ecológicos: diseño y ejecución de alternativas de
mejoramiento del espacio en favor de establecer condiciones de bienestar laboral.

Con el propósito de que las prácticas respondan a un enfoque territorial, se constituirán


equipos en cada uno de los centros, los que se ocuparán de diseñar, ejecutar y evaluar
prácticas de cuidado de personas y equipos de trabajo, siendo asesorados para ello,
desde el nivel nacional mediante la generación de un soporte de tutoría y transmisión de
herramientas técnicas asociadas a la temática.

13
Los equipos locales de autocuidado estarán constituidos por cinco integrantes: equipo
directivo de los centros más dos funcionarios/as elegidos de acuerdo a un perfil
predefinido, siendo la responsabilidad de el/la director/a del centro la conducción del
trabajo desarrollado por éstos.

e) Coordinación con Gendarmería:

En el artículo 43 de la ley 20.084 se define que la administración de los centros cerrados


corresponderá siempre y en forma directa al Servicio Nacional de Menores. Sin embargo,
en el mismo artículo añade que para garantizar la seguridad y permanencia de los
jóvenes se instalara en los centros de régimen cerrado y de internación provisoria una
dotación permanente de funcionarios de Gendarmería de Chile.
En el párrafo 4 del reglamento, desde el art. 143 al 150 se especifican cuáles son las
funciones y principales tareas de esta unidad, a saber:

1.- Ejercer la vigilancia y custodia perimetral permanente de los centros privativos de


libertad.
2.- Controlar el ingreso al centro
3.- Colaborar en el manejo de conflictos al interior de los centros, a solicitud del/la
Director/a
4.- Asesorar a los funcionarios del SENAME en el manejo de conflictos internos y de la
seguridad en general.
5.- Realizar los traslados de los jóvenes internos a tribunales y a otras instancias externas
de acuerdo a las solicitudes de autoridad competente, directamente o de la unidad
especializada que se disponga.

Dentro de este marco se sugiere establecer mecanismos de coordinación con la unidad


de Gendarmería, entendiendo la labor a realizar de ambas instituciones como periódica y
complementaria a los requerimientos que establece la ley.

Existen variados e importantes aspectos vinculados a esta función que hacen necesario
precisar que el accionar de Gendarmería cruza también aspectos de orden técnico, por
tanto es igualmente esencial el desarrollo permanente de una coordinación interna que
favorezca aspectos, tanto de seguridad, como de asesoría y colaboración técnica mutua.
Esta se debe manifestar con la presencia permanente del jefe de unidad de Gendarmería
o su representante en reuniones de comité técnico y equipo directivo, así como en las de
discusión y reflexión técnicas específicas en las áreas de gestión administrativa y técnica.
Dentro de los posibles temas a desarrollar en conjunto desde una perspectiva más global
están por ejemplo:

1. Diseño de una política permanente de prevención y reacción a situaciones


criticas.
• Confección de plan de emergencia en forma anual a través de un trabajo en
conjunto de diagnostico y gestión. Deben participar Director, Jefe Técnico, jefe
administrativo SENAME, jefe de unidad GENCHI y asesores internos que se
convoque.
• Confección de plan de contingencia a realizar en fechas sensibles del
calendario como son Fiestas Patrias, Año Nuevo y feriados largos. Deben
participar Director, Jefe Técnico, jefe administrativo SENAME, jefe de unidad
GENCHI y asesores internos que se convoque.
• Supervisiones periódicas de las condiciones de seguridad del centro a cargo
de jefe operativo y jefe técnico.
2. Evaluación permanente de prevención, contención e intervención en conflictos
críticos. A cargo de jefe técnico, jefe operativo, jefe unidad genchi y director del
centro.

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3. Actividades de integración que potencien el trabajo coordinado entre ambas
instituciones, como por ejemplo:

• Participación y planificación conjunta de actividades beneficiosas para la


dinámica interna del centro. Implementación de actividades culturales,
Implementación de actividades deportivas y recreativas.

• Generar instancias de reflexión y discusión técnica entre los funcionarios del


centro de ambas instituciones para el rescate de buenas prácticas.
• Generar instancias de capacitación en temas adolescencia y juventud.
• Generar actividades de capacitación interna para intervención en crisis,
considerando las particulares necesidades de cada centro.

f) Organización de los recursos financieros y administrativos:

La administración de los recursos financieros requiere coherencia con los planteamientos


del proyecto del centro y las demás estrategias señaladas para el cumplimiento de sus
objetivos. La búsqueda de estrategias que permitan un eficiente manejo presupuestario
impacta directamente en el funcionamiento integral del centro. Ello incluye no solo los
esfuerzos por ajustar a la realidad presupuestaria los alcances del proyecto, sino también
el gestionar y fundamentar adecuadamente las solicitudes de mantención e inversión en
la infraestructura o el equipamiento, cuando sean necesarias para garantizar aquello que
la ley y las recomendaciones normativas vigentes establecen para la atención de los
jóvenes privados de libertad. Junto con lo anterior, se recomienda que los integrantes y
responsables de organizar administrativamente el centro, participen del diseño, ejecución
y evaluación del proyecto técnico de éste para potenciar una dinámica organizacional
involucrada activamente en todos los aspectos operativos del centro.

Con el objeto de perfeccionar la estimación de gastos, es necesario que los proyectos de


intervención valoricen las distintas actividades que están directamente involucradas con
las dimensiones de intervención.

Los antecedentes que deben ser incorporados en el contexto de una propuesta, están
relacionados con:

Las actividades desarrolladas sean éstas con los jóvenes, sus familias o con la
comunidad

El tipo de actividades que pueden ser individuales o grupales, de intervención


directa, informativas, de difusión, coordinación, etc,

El número de jóvenes atendidos

Valorización de los recursos materiales requeridos (costo mensual y anual),

Revisión de equipamiento, renovación de mobiliario, etc

g) Accesibilidad al centro e integración social del/la adolescente.


La accesibilidad se asocia al “distanciamiento real que existe entre el establecimiento y el
centro urbano más cercano. La lejanía desfavorece la vinculación y el acceso rápido al
centro frente a las actividades que realiza éste, como el traslado de los adolescentes a los
tribunales, la visita de los familiares, el contacto con la comunidad y el acceso de servicios
públicos, en especial si se enfrentan incidentes de emergencia” (MINJU, 2006:28).

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Especial importancia se dará a velar por el derecho a visita de los/las adolescentes. Uno
de los aspectos que deben considerarse es la eventual distancia del centro privativo del
espacio comunitario y familiar del/la adolescente. Ello nos obliga a plantear estrategias
que minimicen el riesgo de profundizar la desvinculación social y familiar de aquellos
adolescentes que provengan de territorios apartados o de difícil accesibilidad.
Se requiere realizar una evaluación por parte del equipo de las condiciones de cada caso
que pudieran interferir en el derecho a visita y el trabajo con la familia, con el fin de
adoptar medidas para facilitar el acceso de la familia o de personas significativas de
acuerdo, al menos, a los siguientes criterios:
- Lejanía y acceso respecto al establecimiento.
- Recursos económicos para traslados
- Jornadas laborales de los padres o adultos significativos.
- Discapacidad de algunos de los padres o adultos significativos.

Las posibles medidas que pueden tomarse son:


a) Flexibilización de los horarios y días de visita.
b) Apoyo económico para financiar traslado.
c) Facilitación del acceso del/la adolescente a comunicación telefónica.

h) Condiciones de seguridad

Concepto de seguridad integral


La dimensión de la seguridad requiere de un abordaje integral. El concepto de seguridad
integral incluye tanto al personal como a los adolescentes internos, y se basa en el
establecimiento de una adecuada rutina diaria y de relaciones armónicas entre los
distintos estamentos del centro, generando un clima que permita, de ser necesaria, la
resolución alternativa de los conflictos. No es ajena al concepto la dimensión de seguridad
material frente a riesgos y accidentes, incluidos los laborales. Así, este concepto sitúa a la
seguridad básicamente en un primer nivel, que es el preventivo, quedando reservado a un
segundo nivel, más inmediato, todo lo que tiene que ver con la contención y reacción.

El proyecto de funcionamiento del centro, en el nivel preventivo, debe plantear acciones


que permitan la instalación de las condiciones señaladas, así como aquellas acciones que
permitan anticiparse a posibles riesgos a la integridad física y psíquica de los
adolescentes y miembros del equipo del centro. Esto incluye o se liga con otros ámbitos
de gestión, que dicen relación con la infraestructura, las dotaciones de personal, el
programa de reinserción social, etc.

En el nivel reactivo, la seguridad implica la existencia, funcionamiento y definición de


requerimientos en relación a condiciones de reacción o de contención, necesarias para
asegurar el debido resguardo a la integridad física de los adolescentes internos. Dice
relación con la definición de procedimientos para situaciones de conflicto crítico o
situaciones de emergencia y equipos de intervención para reaccionar oportuna y
eficientemente a dichas situaciones.

Lo anterior, deberá plasmarse en un plan operativo de seguridad interna o planes de


emergencia que permita afrontar contingencias, situaciones de crisis, emergencias, etc.
Para ello se deberá tener en cuenta lo indicado por el Reglamento de la Ley 20.084.

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IV. PROGRAMA DE REINSERCION SOCIAL
DEL CENTRO CERRADO

El programa de reinserción social consolida todas las acciones que tienen como fin “hacer
efectiva la responsabilidad de los adolescentes frente a los hechos delictivos que
cometen, mediante una sanción que forme parte de una intervención socioeducativa
amplia y orientada a la plena integración social” (Art. Nº 20 LRPA).

El programa de reinserción social se define como el sistema de acciones sociales


realizadas por los equipos del centro, cuyo propósito es incidir de manera intencionada en
la responsabilización, reparación, habilitación e inserción social de los adolescentes
internos. En consecuencia, su contenido será una función de la operativización de los
componentes y estrategias definidas para el logro de la reinserción social.
A continuación se describe el programa de reinserción social a ejecutar por el centro
cerrado, con sus características principales.

4.1. REINSERCION SOCIAL

La reinserción social ha sido definida como:”la finalidad sistémica de rearticulación y


fortalecimiento de los lazos o vínculos de los jóvenes infractores de ley con las
instituciones convencionales (familia, escuela, trabajo)”.6 Sin embargo, al definición del
concepto debe ser ampliada y por tanto se deberá entender además como”la acción
educativa compleja e integral, que busca ejecutar acciones de responsabilización,
reparación, habilitación e integración del/la adolescente y así limitar los efectos que la
sanción privativa de libertad genera en la inserción social de los y las adolescentes7.

4.2. TIPOS DE PROGRAMAS DE REINSERCION SOCIAL

El programa de reinserción social requiere del diseño y programación de una serie de


alternativas metodológicas que permita al centro responder a los fines declarados y a las
características particulares de adolescente y su contexto socio-familiar, de acuerdo a la
realidad del centro. Lo anterior, supone contemplar un repertorio de subprogramas,
variadas metodologías educativas de carácter individual y grupal, técnicas de
intervención, etc.

Una intervención planificada debe dar cuenta de los objetivos a alcanzar a través de la
intervención. La oferta de subprogramas y modelos educativos para la reinserción social
debe ser detallada, considerando las dimensiones y componentes de la intervención
sugeridos en el modelo general y los requerimientos específicos de la población interna
(edad, etnia, género, trayectorias escolares, trayectorias laborales, etc), a las
características particulares del territorio y las capacidades operativas y de gestión del
equipo técnico del centro.

Por otra parte, el plan de actividades diarias deberá contener actividades motivantes para
los/las adolescentes, que permitan el desarrollo de habilidades y conductas prosociales
debiendo favorecer la participación de los jóvenes en la administración del tiempo,
algunos espacios de autonomía y de toma de decisiones y ser coherente con los objetivos
de reinserción social. La posibilidad de una vida diaria que desafía y que es
transformadora permite al joven salir de su adhesión a un estilo de pensamiento
estereotipado y a una forma de explicarse sus conductas de manera rígida. La
planificación incluye los aspectos comunicativos de los espacios de relación cotidianos, de
manera que el adolescente pueda acceder y recrearse en otras actividades y
conversaciones, que no son las que aparecen vinculadas al mundo del delito y sus
códigos.

6
Villatoro y otros, 2002, pág. 9
7
“Sistema Nacional de Atención Socioeducativo para Adolescentes Infractores de Ley” del SENAME. Documento
interno, a entregar próximamente dentro del programa de mejoramiento continuo de competencias laborales para
funcionarios de SENAME.

17
Para la elaboración de los programas de reinserción social será procedente la evaluación
periódica de las ventajas y desventajas que le aportan al centro en su globalidad y a los
adolescentes en particular las actividades diarias. En definitiva, programar significa variar
de modo acorde con los cambios y las variaciones de la población y/o sus necesidades.

a) PROGRAMAS PARA LA DIMENSIÓN INDIVIDUAL


Su objetivo es favorecer en los y las adolescentes el desarrollo de conductas, actitudes,
competencias o habilidades personales, en congruencia con su grado de desarrollo vital,
que faciliten el proceso de responsabilización y de integración social.

Se espera que en esta línea se trabajen competencias psicológicas, se habiliten actitudes


sociales y se aborden potenciales salidas a las conductas de riesgo, de manera de
entregar a cada joven, nuevas alternativas a situaciones de conflictos. Se trata de
propiciar en los y las jóvenes, que se hagan cargo de sus acciones e instalar una visión
de futuro respecto a su vida. Será el profesional responsable de cada joven quien
asegurará el cumplimiento de ésta línea, que puede representar un trabajo individual o su
asistencia a diferentes módulos de la planificación socioeducativa general.

Responder a cada uno de los elementos que contiene esta línea, puede significar el uso
de distintas metodologías, alcanzar diferentes niveles de profundización y sobre todo,
articular materias dependiendo de como se desagreguen los contenidos que se presentan
a continuación.

Contenidos para la intervención:

Desarrollo de habilidades sociales: Se espera instalar en los y las jóvenes el


reconocimiento de sí mismos y de terceros, como sujetos de derecho. Además, se
necesita abordar, desde la identidad del adolescente, los elementos que le permitan tomar
decisiones respecto a los actos relacionados con su vinculación social. Se requiere
ofrecer un especial abordaje en torno a las habilidades de comunicación y resolución de
conflictos.

Competencias Psicológicas: Destinado a abordar las capacidades o recursos internos con


que cuentan los jóvenes para adaptarse de manera prosocial a un entorno determinado,
usando sus recursos personales. Para ello se requiere trabajar aspectos vinculados al
desarrollo evolutivo emocional de los jóvenes, en los que debe considerarse su auto
eficacia, autonomía, autoestima y autocontrol, a través de la interacción cotidiana en el
espacio común; de los encuentros con el profesional responsable de su caso; o de talleres
grupales organizados con este fin.
a) La autoeficacia se refiere al establecimiento de mecanismos que permitan al joven
alcanzar relaciones personales seguras y de apoyo, de éxito en la realización de
tareas y un acertado enfrentamiento de tensiones manejables, elementos que
pueden constituirse en factores protectores para ellos.
b) La autonomía es el valor que se manifiesta en la capacidad de actuar con
independencia. En este punto es importante diferenciar a los adolescentes por
franjas de edad. Es muy frágil el límite de decisión entre alcanzar la autonomía de
un adolescente, o reclamar a los adultos el cumplimiento de sus
responsabilidades.
c) La autoestima es el sentimiento de aceptación que permite percibirse capaz de
afrontar nuevas situaciones, pudiendo valorar las propias posibilidades y
limitaciones. Aceptar las capacidades y limitaciones que todas las personas tienen,
desmitifica supuestas perfecciones e identifica aquello en que el adolescente
puede aportar desde su mirada.
d) El autocontrol está referido a instalar en cada joven la capacidad de cambiar la
aparición de un comportamiento dañino, usando su esfuerzo y recurso psicológico
propio.
e) Análisis de conductas de riesgos: Se refiere a la necesidad de incorporar en la
capacidad analítica de los y las jóvenes, las conductas voluntarias a las que se
someten y que representan una alta probabilidad de resultados inciertos o
negativos para su desarrollo. Se debe encarar sobre todo aquellos
comportamientos y situaciones de riesgo ligadas a la condición adolescente, de

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manera de facilitar la adaptación de aquellos adolescentes cuya trayectoria
infraccional hace presumir un abandono de dichos comportamientos una vez
terminada la adolescencia.

Se incluye en este análisis los elementos desresponsabilizadores, entre los cuales


pueden encontrarse las situaciones de abuso de alcohol y drogas, y hacerse cargo de
intervenir frente a eventuales conflictos provocados por el abuso o la dependencia.

Especial atención requiere la revisión de la violencia como conducta que puede propiciar
situaciones inmanejables, cuyas manifestaciones se deben abordar con distintas
metodologías, propiciando aumentar el repertorio del adolescente con nuevas formas de
resolver los conflictos.

Deporte y actividades corporales: A un adolescente sometido a un régimen privativo de


libertad le afecta la regulación o limitación de algunas de sus actividades. La privación de
libertad se traduce, entre otras cosas, en restricciones a la libertad de movimiento y
desplazamiento, todo lo cual tiene efectos tanto físicos como psíquicos en el adolescente.
Lo anterior puede expresarse en diferentes trastornos de ansiedad, los que mejoran
ostensiblemente con la práctica del ejercicio físico. Se recomienda combinar también con
actividades que permitan realizar ejercicios con un sentido reparador, no estando ajenas a
ello las actividades ligadas a la expresión corporal.

Estas actividades deben ser parte de un sentido educativo preciso, por tanto deben ser
programadas y controladas. Por ello, se debe procurar insertar en forma diaria una
actividad física que conjugue los factores recién señalados y el interés del adolescente, en
un marco regulado y normado. Paralelamente, recibirá información acerca de los
conceptos básicos que involucran el cuidado del cuerpo y la condición física, identificando
cuáles factores la promueven y cuáles la deterioran.

En el ámbito recreativo y con exigencias más cognitivas que físicas, paralelamente, se


propone la enseñanza de juegos de salón para el tiempo libre; con un carácter más
educativo parece preferible usar juegos que tengan más requerimientos de razonamiento
que de mero azar. Una actividad sencilla como ver una película, puede ser dotada de un
plus si se organiza la actividad como foro en que luego de la exhibición, el grupo analiza
guiadamente su contenido valórico y el desempeño ético de los personajes, por ejemplo.

En resumen, se trata de dar un sentido educativo a las actividades físicas y recreativas,


de modo que la utilización del tiempo de permanencia del joven en el centro le signifique
una instancia de desarrollo, aprendizaje e incluso experimentar alternativas positivas al
uso del tiempo libre.

Habilidades y Destrezas: Se refiere a la implementación de talleres que aborden distintas


áreas de interés formativo, apuntando a una ampliación cultural, complementario al
espacio formal de educación o capacitación Estos talleres pueden ser de: reforzamiento
escolar, formación para el trabajo, manualidades, expresión artística (teatro, literatura,
pintura, baile, etc.) a los que podrá acceder cada adolescente, según sus intereses. Se
requiere que cada taller cuente con un conductor, quien tiene actividades previamente
diseñadas con metodologías atractivas y contando con recursos pertinentes.

Formación de hábitos básicos y vida cotidiana:


Hábitos: Importante dejar instalado que todos los espacios comunes son educativos y en
tal sentido asumir la formación de hábitos resulta pertinente, teniendo presente que los y
las jóvenes mayoritariamente presentan dificultades para mantener un orden, por tanto, la
organización y la norma cobran sentido en su proceso de responsabilización. Estos
hábitos están relacionados con la observación de conductas individuales.
Participación en actividades cotidianas: Se propone revisar el carácter educativo que
puede asumirse en el patio, almuerzo, lavandería, etc. donde es posible concordar
algunas funciones que se plantean como un aporte a la convivencia, al bien común del
grupo, instalando responsabilidades colectivas y de colaboración en la mantención de su
hábitat.

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Acciones de protección y promoción en torno a la afectividad, vida sexual y relación de
pareja.

Acorde a las necesidades de la adolescencia y los derechos que asegura el reglamento


de la Ley Nº 20.084 .De acuerdo a lo anterior, la jefatura técnica del centro deberá
desarrollar acciones para:

• Asegurar la comunicación directa con la pareja de acuerdo a la acreditación del


vínculo que plantea el artículo 86 del reglamento, mediante visitas y contactos
telefónicos, cuando se evalúe necesario.
• Asegurar acceso a atención especializada en torno a necesidades de salud
sexual, en la red de que maneje el centro.
• Asegurar el derecho a visitas íntimas, de acuerdo a lo señalado en los artículos 86
y 87 del reglamento de la Ley Nº 20.084, orientando condiciones de seguridad,
protección e privacidad.
• Desarrollar acciones educativas de información y orientación en torno a salud
sexual y reproductiva: talleres grupales, consejerías.
Estas acciones deberán desarrollarse de acuerdo a criterios de igualdad de derechos y de
respeto a las necesidades particulares.
Defensa jurídica especializada: El Centro deberá establecer las coordinaciones
pertinentes con la defensa jurídica del o la joven, poniendo cuidado que desde el primer
día del ingreso, éste tenga contacto con un abogado. Además, implementará un sistema
de registro de las atenciones realizadas y del estado de las causas, coordinará y facilitará
todo contacto entre él o la adolescente, su familia y el abogado, dotará de un espacio
determinado que garantice la privacidad, para el desarrollo de las entrevistas.

Promoción de Derechos: Un alto porcentaje de los adolescentes que ingresan a los


centros de administración directa no se reconocen como sujeto de derechos. En tal
sentido, se estima necesario entregar información a los y las jóvenes y sus familias
relativas a sus derechos y deberes ciudadanos y el acceso a beneficios de la red
asistencial. Ello demanda la ejecución de talleres formativos, realizados en sesiones
continuas.

Además, los educadores entregarán a las y los adolescentes que ingresan material escrito
(cartilla informativa) y se explicará su contenido, relativo a los derechos y deberes del
adolescente en el centro, sus mecanismos de ejercicio y procedimientos de reclamación.
Así también se dará información a la familia en lo relativo a los procesos judiciales y la
normativa interna del centro.

Tratamiento y Rehabilitación por adicción a las drogas o alcohol: Está vinculado con
responder a lo indicado en el art. 7 de la LRPA, es decir a la sanción accesoria que obliga
al adolescente a someterse a tratamientos de rehabilitación por adicción a las drogas o
alcohol o al tratamiento voluntario de acuerdo a lo señalado en el artículo N° 17 de la Ley.

Formación escolar: Se fundamenta en la necesidad de favorecer el desarrollo de


habilidades personales y herramientas concretas para la reinserción social de los jóvenes,
dando cumplimiento también a elementos que son parte central de sus derechos
ciudadanos.

En el marco de los 12 años de escolaridad obligatoria y de acuerdo a lo que indica el Art.


17 de la LRPA, se deberá “garantizar a los y las jóvenes la continuidad de sus estudios
básicos, medios y especializados, incluyendo su reinserción escolar, en el caso de haber
desertado del sistema escolar”. Ello representa para el centro, asegurar el funcionamiento
de un sistema escolar en sus modalidades regulares o flexibles, para lo cual deberán
operacionalizarse los convenios nacionales. Especial trabajo para los equipos
profesionales es la reinserción escolar de los adolescentes desertores del sistema
escolar, que deberá iniciarse con actividades motivacionales y de apresto escolar, hasta
lograr su asistencia sistemática a cursos regulares, de tal manera que incluso permita su
continuidad, una vez egresado del centro.

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Formación y Capacitación laboral: es una actividad complementaria al currículo escolar,
para los jóvenes de 16 años y más. Se deberá desarrollar un trabajo de apresto laboral
sistemático para instalar hábitos que facilite el aprendizaje en un oficio, desarrolle nuevas
destrezas y habilidades para transitar con éxito de la educación al trabajo, e instalar en el
joven competencias para la empleabilidad. La propuesta de capacitación debe contener
las coordinaciones internas con los instructores financiados por SENCE y con las
instituciones públicas o privadas para favorecer la inserción laboral.

El detalle del funcionamiento de los tratamientos de adicciones y la formación educacional


y laboral se describirá en la sección de trabajo intersectorial y complementariedad
programática.

b) PROGRAMAS PARA LA DIMENSIÓN FAMILIAR

El sentido de esta línea, es que el grupo familiar pueda transformarse en un facilitador de


la inserción social de los y las adolescentes sancionados por infringir la ley penal, se
fortalezcan como instancias de protección y control social.

La familia se constituye en la red primaria en tanto espacio en que se concentra lo que se


denomina “capital social”. Considerar a la familia como red primaria, no solo implica la
tarea de reforzar los vínculos entre sus miembros, sino que significa asumir su función
como instancia articuladora entre el joven y su medio social. Se entiende a la familia no
solo desde la perspectiva de los lazos de parentesco, sino desde las relaciones y vínculos
que la constituyen.

El trabajo de esta línea se entiende posible de abordar desde diferentes perspectivas,


esto es:
-desde cada joven o en grupos de jóvenes
-con cada familia o agrupación de familias
-con cada joven y su familia
.
Contenidos para la intervención:

Fortalecimiento del vínculo parental: El primer aspecto que el equipo de intervención debe
propiciar, es el desarrollo de acciones concretas dirigidas a involucrar a la familia o adulto
significativo en los procesos de intervención desarrollados y que permita mantener el
vínculo con los y las adolescentes, a través de contactos telefónicos del responsable de
caso, visitas domiciliarias, etc., a fin de lograr la participación de algún miembro familiar,
su pareja o adulto significativo en las actividades diseñadas por el centro. Ello demanda la
instalación de un programa de Trabajo Familiar, coordinado con los espacios de recepción
de visitas, en los que se puede establecer la realización de jornadas conjuntas jóvenes-
familia destinado principalmente a instalar una adecuada comunicación, abordando temas
relacionados con la etapa evolutiva del sujeto de atención, la resolución de conflictos, el
ejercicio de los diferentes roles, de manera de asegurar el encuentro del joven con su
familia.

Información: Es la entrega de antecedentes a cada familia, desde el momento de la


incorporación del o la adolescente al centro, respecto de los motivos del ingreso, días y
horarios de visita y la ubicación del centro, a través de entrevistas, comunicación
telefónica y/o visitas a terreno. Además, se requiere dar a conocer a la familia las
actividades y objetivos del plan de intervención individual suscrito por el o la adolescente,
sus características, alcances e implicancias, como también los plazos y tiempo de
permanencia para el cumplimiento de la sanción.

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Desarrollo de competencias parentales: Referido a potenciar habilidades familiares que
fortalezcan los estilos de crianza y supervisión adecuados, la calidad de las relaciones
familiares y los límites familiares. Estos aspectos pueden ser trabajados tanto con los
jóvenes como con sus familias, en modalidad individual o de taller y está destinado a
favorecer el control de la conducta del joven que disminuya la posibilidad de reincidir en la
infracción de ley.

Habilidades para resolver situaciones de riesgo: Busca instalar competencias en las


familias para reconocer sus factores de riesgo y gestionar acciones que les permita
manejarlos o superarlos. Se busca habilitar a la familia con elementos que resulten
preventivos de conductas infractoras.

c) PROGRAMAS PARA LA DIMENSIÓN SOCIAL – COMUNITARIA


Se orienta a identificar, fortalecer y ampliar la vinculación social del joven con los distintos
sistemas en los que se podrá reinsertar, tendiente hacia una prevención positiva. Así
también, se hace necesario abordar la situación de quienes, por sus condiciones
familiares, deberán ser preparados para la vida independiente.

El trabajo comunitario debe tener como punto de referencia la reinserción de los jóvenes,
entendiendo que la exclusión es un problema social que debe ser abordado al menos
desde la dimensión pública, pero también desde la comunidad. Para dar cuenta de lo
enunciado se debe propiciar acciones en dos sentidos: desde el joven a la comunidad,
pero también desde la comunidad hacia el joven infractor privado de libertad, de manera
tal que sea asumido por ésta como un componente más de su barrio.

Esta línea de acción se inicia desde el conocimiento del entorno que el propio joven
aporta durante su internación, la que se valorará o resignificará y se debe intensificar en la
etapa de mantención, en que el profesional encargado conocerá y se vinculará con la
comunidad. Por tanto, esta línea debe abordar dos direcciones: uno desde el joven, con
el que se podrá revisar diversos contenidos a partir de su propia experiencia y una
segunda dirección, a cargo de un profesional en terreno (responsable del caso, gestor de
redes, asesor técnico, etc.) que interviene en el medio comunitario de residencia del o la
joven. Particular atención se debe colocar para profundizar el trabajo en territorios
definidos, donde se registre una mayor frecuencia de domicilios de los jóvenes atendidos,
lugares en que el trabajo comunitario puede sumarse a la gestión local. La LRPA indica
que cada sanción, además del cumplimiento de la pena, debe asegurar a cada joven el
resguardo de aquello que a pesar de la restricción de libertades, le corresponde como
sujeto de derecho. Esta dimensión apunta a garantizar el ejercicio de derechos, acceso a
la educación, la salud, formación laboral y a todo aquello que supone la satisfacción de
necesidades que en el lenguaje de la Convención incorpora derechos sociales, políticos y
económicos, teniendo como norte el egreso del adolescente del centro, como un punto
relevante de intervención.

La intervención estará dirigida a conectar y favorecer el acceso de él o la adolescente y su


grupo familiar a los recursos y/o programas sociales a través de una vinculación con las
entidades intersectoriales y con el apoyo del gestor de Redes o quien haga sus veces.

Contenidos para la intervención:

Análisis de la significación del grupo de pares: A partir de la valoración significativa que


tienen los grupos de pares en la adolescencia, donde la influencia de los padres tiende a
caer, fenómeno comprensible como parte de la búsqueda de independencia y autonomía,
es necesario entender el análisis del grupo de pares como grupos significativos de su
entorno comunitario más cercano. En tal sentido, trabajar la identificación grupal y sus
límites o la imitación y refuerzos, como también los modelos de comportamiento societal,
pueden transformarse en elementos de protección de los adolescentes. Asimismo, se
deberá abrir la posibilidad de adhesión a nuevos grupos.

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Detección o identificación de actores relevantes: Exploración de la existencia de
instancias de trabajo comunal: municipios, organizaciones territoriales y funcionales. El
trabajo se deberá realizar con mayor énfasis en la etapa de egreso del adolescente, en
estrecha colaboración con profesionales claves e instituciones públicas y privadas del
mismo entorno comunitario de residencia, siendo su objetivo, facilitar la intervención en el
propio medio y potenciar los elementos que favorezcan su reinserción en el mismo. Las
intervenciones sociales en el entorno servirán de puente entre los y las adolescentes y los
grupos sociales, tanto para conseguir el objetivo de reinserción como para la participación
de la comunidad en la resolución de conflictos que puedan alterar la seguridad social.

Trabajo con la red social próxima de cada joven: se refiere al reconocimiento de los
vínculos significativos ya establecidos por los y las adolescentes y a la incorporación de
nuevos vínculos sociales con su comunidad de pertenencia, su grupo de pares, grupos
informales y otros, que permitan un soporte positivo a éste al momento del cumplimiento
de la sanción, es decir a su egreso. Para dar cumplimiento a lo anterior, los equipos
técnicos, desarrollarán un trabajo en terreno tendiente a conocer, vincular y fortalecer las
posibilidades que tiene el adolescente, del uso de la red comunitaria funcional a sus
requerimientos específicos y grupo familiar.

4.3. CARACTERÍSTICAS DEL PROGRAMA DE REINSERCION SOCIAL

Consideraciones generales:

La privación de libertad equivale a una situación de crisis en el desarrollo normal de la


vida de una persona, lo que en su accionar cotidiano se representa en una importante
limitación al verse restringido en su desplazamiento, su alejamiento físico -al menos- de
su familia y grupos de pares. Debe quedar claro que al joven privado de libertad solo se le
restringe su libertad, pero sus derechos no han sido sancionados. Ello, demanda tener
muy clara la contrapartida, que es el especial rigor en el respeto a los derechos y
cumplimiento de garantías de los jóvenes.

El proceso de incorporación y paulatina adaptación a un contexto de privación de libertad,


es llamado por algunos autores, “prisionización” (Segovia: 2002) y “enculturación”
(Gofmann: 1974). Ambos conceptos apuntan básicamente a que la persona privada de
libertad, va adquiriendo progresivamente una nueva forma de vida, que conlleva el
aprendizaje de nuevas habilidades y la regulación de las relaciones sociales sobre la base
de comportamientos apropiados al medio, que le permiten adaptarse y/o sobrevivir en él.

De acuerdo a distintos autores, se caracterizará algunas de las posibles consecuencias


inmediatas de la vida en las “instituciones totales” (Goffman, 1974) o a través de distintos
momentos de la privación de la libertad:

• La desproporción emocional reactiva: cuestiones que en otro contexto carecerían de


importancia, son vivenciadas con una desproporcionada resonancia emocional y
cognitiva.
• La dualidad adaptativa: Si bien, la mayoría de las personas se adapta a la vida en la
institución combinando distintos tipos de estrategia, en algunos casos se puede
producir por parte del adolescente una autoafirmación agresiva con fuerte hostilidad
hacia todo lo que provenga de la “autoridad” (posición “rebelde” que genera una fuerte
oposición del personal y culmina con la reducción y anulación del afectado), o bien, se
produce la sumisión frente a la institución como vía adaptativa (“conversión”), lo que
tiene como consecuencia que la persona hace suyos los objetivos y valores de
quienes son sus custodios y se hace refractaria a los esfuerzos por reinsertarla
socialmente (Goffman, 1974).

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• El aprendizaje de los privilegios: En una institución total, como el centro privativo de
libertad, algunos de los comportamientos y acciones que implican la satisfacción de
las necesidades cotidianas de las personas, son percibidas como privilegios que
concede el personal. El adolescente, en este caso, se sentiría incapaz de controlar las
contingencias, como no sea luchar por obtener los privilegios que le ofrece la
organización, y que a veces replican entre sus pares.
• El síndrome amotivacional: caracterizado por la pérdida de interés, por la percepción
de la incapacidad de transformar o dirigir su vida, delegándose su responsabilidad y
creatividad en el entorno institucional del que depende. Incluso, puede llegar a
presentar episodios depresivos que involucran conductas autoatentatorias.

A lo anterior, hay que agregar que los múltiples efectos psicológicos y socioculturales, que
se pueden presentar como consecuencia de la privación de libertad, son especialmente
relevantes a considerar cuando se trabaja con adolescentes, es decir, personas en
proceso de formación. La reducción del impacto del internamiento se debe constituir en
una importante preocupación de los equipos técnicos de los centros, en los que se debe
tener presente las indicaciones de Naciones Unidas al respecto. En consecuencia, cada
una de las características indicadas pueden ser conducidas, asumiendo una
programación de actividades sustantiva, como también abordarla en el trabajo individual
con cada uno/a y especialmente, constituirse en un elemento de comprensión ante los
diferentes momentos de crisis que presentan los adolescentes.
En este contexto, la intervención considerará 04 componentes que permitan alcanzar el
objetivo principal de la reinserción social, surgen componentes de intervención que
aportan contenidos a la misma, a saber:
- Responsabilización
- Reparación del adolescente
- Habilitación
- Proceso para la inclusión social.

4.3.1.- COMPONENTES DE LA INTERVENCIÓN

Responsabilización
Gran importancia posee este componente dentro del diseño de los programas a
implementar dentro de los centros privativos de libertad ya que en la medida que el/la
joven tome conciencia de sus acciones y conductas, y se haga cargo de ellas será capaz
de actuar con postura empática y asertiva frente a la sociedad. Esto incluye un trabajo
en la dimensión subjetiva ya que al lograr que el /la adolescente se sienta incorporado en
la sociedad a fin de comprender y cumplir sus normas.

Tal como lo señala el sistema de atención socioeducativo, existen distintas formas de


entender la responsabilización, ninguna de ellas se contrapone, sino que al contrario, se
complementan. Es así que no se puede abordar la responsabilización sin que se recurra a
los aspectos jurídicos del comportamiento, no se puede obviar lo socioeducativo cuando
se intenta que el joven aprenda de sus errores y reoriente sus conducta; no se puede
omitir la necesidad que frente a un comportamiento inadecuado, que tenga efectos sobre
terceros, el/la adolescente sea capaz de reconocer su conducta y plantear propuestas de
reparación frente a ella. Y, por último el sólo análisis de las consecuencias personales
que una decisión errada tiene en la vida, en términos de los costos sociales, familiares e
individuales que se enfrentan puede favorecer la movilización de reflexiones que
favorezcan la adhesión a los procesos que se le plantean y mejorar la motivación frente a
un contexto que inicialmente puede parecer adverso.

En el marco de un centro de cumplimiento de pena la orientación de este componente


debe estar dirigida al abordaje directo y explicito de la comisión del delito que responda
por la violación de derechos de terceros y la trasgresión de las normas de convivencia de
la sociedad; así como al hacerse responsable de los propios actos y decisiones
adoptadas en función de su historia y proyecto de vida.

24
Los principales hitos de trabajo en relación a este componente son:

1.- Ejecutar la sanción de acuerdo a lo establecido por tribunal correspondiente.


2.- Realizar al ingreso del joven al centro, un encuadre de la sanción penal, informándole
de motivo de ingreso, condiciones de la sanción, características del centro, normativas
internas, derechos y obligaciones así como la confrontación del joven con el acto
cometido.
3.-Durante el desarrollo de la sanción, principalmente en la confección y ejecución del PII
y espacios de convivencia diaria en el desarrollo del plan de actividades del centro, incluir
elementos de instrucción en derechos humanos, ejercicio de la ciudadanía,
reconocimiento de su historia de vida, reconocimiento de fortalezas y recursos,
construcción de proyecto de vida, etc.
4.- A través de la evaluación del cumplimiento de normas establecidas en el centro, de
sus compromisos adquiridos durante su permanencia.

Reparación del adolescente

Muchos de los jóvenes que se atienden en los centros privativos de libertad presentan un
historial de vulneración de derechos, que requieren ser abordados con urgencia; muchas
de ellas se encuentran sin elaborar y actúan como duelos congelados, lo cual se traduce
en situaciones de agresividad contra el medio o contra sí mismos.

La visión de abordaje integral de las necesidades del joven que infringe la ley implica
también dar respuesta a estos requerimientos, por tanto debe contemplarse la necesidad
de acceso a salud mental o a programas específicos de acuerdo a lo que requiere. Se
hace necesario por tanto un buen diagnostico al inicio de la medida y acompañamiento
permanente del responsable de caso y del profesional de intervención clínica para la
detección de cualquier situación de vulneración de derechos en la vida del joven, así
como durante la ejecución de la pena y el proceso judicial, para la atención directa del
psicólogo del centro o la derivación a programas especializados.

En este punto se busca también disminuir o neutralizar el impacto que la sola aplicación
de la medida privativa de libertad genera, en cuanto a la condición de adolescente en
desarrollo, y al contexto socio - penal asignado a ella, como son las estigmatizaciones y
rótulos que se construyen en la sociedad y en el propio joven, de acuerdo a la experiencia
en el ámbito delictual que posea. Podríamos entonces señalar que en este componente
se busca re - significar la identidad del joven por cuanto “lo despoja de los estigmas y lo
ayuda a sacar adelante un proceso de recomposición biográfica” (Sistema Nacional de
atención socioeducativa para adolescentes infractores de ley, febrero de 2007).

Es importante, por lo tanto, entender que todas las actividades del centro de cumplimiento
de pena deben estar dirigidas a disminuir el impacto de la ejecución de la pena a través
de implementar un programa que enfrente el proceso de prisionizacion con una fuerte y
clara misión educativa. Deben ser herramientas de esta misión el buen trato, el
reconocimiento y promoción de derechos, calidad de la oferta y la habitabilidad, etc.

Habilitación

Este componente busca ser una acción de apoyo para el adolescente en su proceso de
re – significación; busca hacerse cargo de sus acciones, descubrir sus competencias y
hacer uso de ellas en la búsqueda de alcanzar una verdadera reinserción en el futuro.

Este componente está fuertemente ligado al concepto de pedagogía social, si se


contempla que ella es productora de habilidades sociales y de aprendizajes sociales y
socialización. Mientras en la habilitación se contempla el desarrollo de todas aquellas
competencias prosociales, que complementan las habilidades y destrezas educativas y
laborales; habilidades de autoafirmación, de interacción, habilidades verbales y las no
verbales.

25
La habilitación parte del reconocimiento de las competencias que han posibilitado la
comisión de ilícitos, para luego otorgarles a éstas una significación diferente que
favorezcan la utilización de ellas hacia comportamientos socialmente aceptados; como
también, la detección de habilidades menos desarrolladas, que sea necesario reforzar y
potenciar, con la finalidad de que el joven acceda a decisiones adecuadas en el futuro.
Con ello se pretende favorecer la habilidad de anticipar consecuencias, para reflexionar
antes de actuar, considerar el mal causado, y discriminar respecto a los comportamientos
que respecto del joven se esperan. Este componente tiene que ser desarrollado en los
centros, muy fuertemente por el responsable de casos quien en la relación joven-agente
de cambio apoyara el proceso de introspección y habilitación en la dimensión individual y
dirigirá el plan de intervención individual hacia un plan de actividades coherente con estas
necesidades, fortalezas y recursos a desarrollar.

Acompañamiento para la inserción (integración social)

Es el fin último que persigue alcanzar la intervención con el joven infractor de ley, se
constituye en el objetivo final; y confluye en que el joven logre estructurar un proyecto de
vida que contemple objetivos que se enmarquen dentro de lo aceptado por la sociedad y
logre fortalecer su auto imagen, de tal manera que se perciba aceptado
incondicionalmente, por un entorno que privilegie sus comportamientos pro sociales; sin
importar lo adverso del entorno geográfico donde esté inmerso.

En lo concreto intenta que el adolescente logre acceder a programas y beneficios sociales


disponibles teniendo en cuenta sus necesidades particulares, en cuanto a educación,
trabajo, recreación, y protección social.

4.3.2.- ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN

A) INTERVENCIÓN PERSONALIZADA - DIAGNÓSTICO Y ACOGIDA.

Atendiendo a la demanda explicita que impone la LRPA respecto a que el plan de


actividades a desarrollar con cada adolescente deberá ser “personalizado”, la intervención
supone una evaluación particular de las características del adolescente y sus
circunstancias socio-familiares, que digan relación directa e indirectamente con la
conducta infractora. Lo anterior, con objeto que el PII sea elaborado específicamente para
cada joven que ingresa a esta sanción.
La evaluación o diagnóstico, como se entiende aquí, se refiere al modo como conocemos
y relacionamos los factores que inciden en la trayectoria particular del adolescente con los
componentes de la intervención y con un cierto pronóstico de reinserción social. Interesa
identificar y conocer su historia de vida; procurando identificar los quiebres que hacen
necesario y posible intervenir.

La evaluación se realiza en función de la detección de necesidades de intervención, y


establece prioridades en función de la importancia de dichas necesidades, articulándolas
en un programa personalizado de actividades.

Para lograr el propósito anterior, la evaluación debe ser:


Integrada: Abarca tanto el ámbito individual como el social -relaciones con la familia,
amigos, escuela, trabajo-, y tanto el ámbito intersubjetivo como el ámbito instrumental de
la vida del adolescente;
Dinámica: Aun cuando el diagnóstico remite a una evaluación inicial, este no se
circunscribe a un momento puntual, sino que se modifica y profundiza en el tiempo.
Participativa: Incluye la participación y auto evaluación del adolescente, por lo que
incorpora una perspectiva formativa, de aprendizajes y de logro de mayores grados de
autonomía.

26
El proceso evaluativo podrá partir en primera instancia con una información general del
joven y sus circunstancias, la cual progresivamente deberá ser profundizada a nivel de
cada uno de los componentes y en cada una de las diferentes dimensiones, de manera de
contar con una aproximación lo más completa y personalizada posible que permita
construir un PII pertinente y operativo.
A partir de este análisis integrado se podrá definir los caminos de acción que se
plasmarán en su plan de trabajo durante la permanencia en el sistema de privación de
libertad, el cual estará compuesto por objetivos que sean alcanzables, medibles, factibles
de ser reorientados y principalmente que resulten de interés para quien es el
beneficiario.

Las áreas a considerar en el diagnóstico se relacionan con8:

- Familia: presencia o ausencia de vulneración de derechos al interior del grupo


familiar (maltrato, negligencia, abuso, violencia doméstica, etc.); recursos con que
cuenta familia para desarrollar durante la permanencia del joven en el recinto;
recursos con que cuenta la familia para recibir y contener en lo afectivo y
conductual al adolescente en su proceso de egreso; dinámica relacional
establecida por el grupo familiar, en la búsqueda de detectar los principales
vínculos emocionales del joven, los cuales deben mantenerse y potenciarse
durante su estadía en el sistema.
- Escolarización: si está inserto o no en un régimen educativo formal o en
programas de regularización educativa; si presenta o no retraso pedagógico en
relación a su edad cronológica; presencia de trastornos específicos del
aprendizaje que pudieran explicar lo anterior; razones que lo han mantenido
inserto o han gatillado su abandono del sistema; experiencias y recuerdos
respecto del ámbito educativo, con la finalidad de evaluar disposición a finalizar
proceso educativo.
- Inicio laboral: si presenta o no inicio en actividades laborales formales o
informales; experiencia en dichas actividades; visión respecto a la situación
laboral y proyectos de inserción en este ámbito en el futuro.
- Construcción de proyecto de vida a futuro: que piensa respecto a sus
posibilidades futuras, que metas contempla, que valor otorga a los medios y a los
fines para alcanzar sus objetivos; presencia de inmediatez o desesperanza en su
relato.
- Habilidades sociales que dispone: con que competencias cuenta para
reinsertarse en el futuro de manera pro social, cuales competencias se
encuentran en vías de desarrollarse durante la permanencia en el sistema
privativo.
- Comprensión y análisis de la “Conducta problema”: con que patrones se
identifica y manifiesta pertenencia; si se hace cargo de las consecuencias de sus
acciones; si manifiesta intenciones de reparación de la conducta que motiva el
ingreso; conciencia del daño causado a terceros, presencia de la habilidad
empática y asertiva en sus análisis.
- Presencia de consumo y/o abuso de sustancias ilícitas: mecanismo de
resolución de problemas que valida; si presenta consumo de drogas; que tipo de
consumo presenta (experimental, regular, habitual, abusivo, dependiente);
motivación al consumo (lúdico – recreativo, anestésico – terapéutico); compromiso
biopsicosocial con la sustancia, deseos de incorporarse a un tratamiento
especializado durante la permanencia.
- Ingresos anteriores a la red SENAME: frecuencia; duración; tipo de programas a
los que ha accedido; situación del egreso; detenciones en comisarías y
experiencias de encarcelamiento a fin de evaluar procesos de criminalización
asociados y autoimagen.

8
El departamento técnico se encuentra elaborando orientaciones para la evaluación que servirá a los equipos
técnicos como apoyo para desarrollar esta función.

27
- Visión del joven respecto a la medida aplicada: motivación del joven a cumplir
la sanción que se le impone.
- Redes personales: para la vinculación mientras permanezca en el centro, así
como el fortalecimiento para su egreso.

En este análisis se busca lograr un acercamiento respecto de la realidad del/la joven, en


cuanto a su adecuación conductual y trayectoria en la comisión de delitos, con la finalidad
de incorporarlo a los programas que sean atingentes a sus necesidades individuales.

En lo operativo entenderemos que la intervención personalizada, que se iniciará con un


diagnóstico o evaluación integral de la situación del joven, se concretará a nivel del
contacto con dos referentes técnicos en el centro, por un lado los Educadores de Trato
Directo, que se ocuparán de la cotidianidad del joven, acogerlo y acompañarlo en su
proceso de ingreso, asistirlo en sus inquietudes y necesidades, etc, y por otro lado, el
profesional responsable de caso en estrecha coordinación con los equipos de
profesionales de educación, tratamiento de adicciones y capacitación, dará forma y
contenido al programa personal de actividades a desarrollar por dicho adolescente.

Parámetros de una atención personalizada:


ƒ Acogida, destinado a favorecer mecanismos de adaptación a la situación de
privación de libertad que supone la internación en régimen Cerrado (contención
emocional, supervisión, intervenciones en situaciones de crisis por ejemplo).
ƒ Acompañamiento a través de acciones para el desarrollo de las estrategias
personales de autocuidado y autocontrol que faciliten su adaptación al sistema y
la adecuada resolución de conflictos.
ƒ Desarrollo de estrategias de motivación que permita la implicación del adolescente
en el proceso diagnóstico y posteriormente en el de intervención.
ƒ Construcción de un vínculo de confianza entre adolescente y el equipo técnico
responsable del caso (principalmente Educador de Trato Directo y Responsable de
Caso).
ƒ Definición de los ámbitos de confidencialidad de la información. Se debe delimitar
el espacio privado y el público de la relación profesional. Para empezar, ello ha de
ser vinculado con las obligaciones legales que tiene el responsable de caso como
monitor y ejecutor del cumplimiento de los contenidos de la sanción a informar en
los documentos emitidos al tribunal correspondiente. De esta manera, aquello que
el responsable de caso debe informar se refiere al cumplimiento o incumplimiento
de esas obligaciones, que constituyen la sanción penal. En este punto parece
necesario destacar la necesidad de informar al adolescente que algunas de las
informaciones que entregue pueden ser dadas a conocer ante el tribunal.
Junto a lo anterior, debiera subrayarse que los informes que han de dirigirse al
tribunal deben referirse a las obligaciones impuestas judicialmente y que
constituyen, en principio, la sanción penal. Dado que es posible que emerjan otros
antecedentes expuestos por el adolescente en un ámbito de confidencialidad.

B) INTERSECTORIALIDAD Y COMPLEMENTARIEDAD PROGRAMATICA

La LRPA asigna un rol relevante a distintos sectores que entregan prestaciones a jóvenes
y que en el contexto privativo de libertad se deben asegurar a saber, educación,
capacitación, salud y tratamiento de drogas; además de señalar la importancia de estar
coordinados con programas que aborden temáticas de vulneración de derechos. No se
debe descuidar la vinculación con programas y políticas públicas para la debida
derivación a propósito del egreso del joven y su reinserción social.

Para todo ello, Sename está implementando una política permanente, en todas las
dimensiones de la intervención, de integración social del centro de modo que contenga:

28
ƒ Sistema de justicia: referido a la articulación con los actores judiciales – abogados
defensores, fiscales, jueces de garantía- de modo de asegurar el cumplimiento de
las garantías procesales de los jóvenes.
ƒ Coordinación con programas que participan de la oferta del centro.
ƒ Coordinación intersectorial: plan de trabajo para concretar el acceso a programas y
políticas publicas de los jóvenes y su familia, así como de las redes comunitarias
afines a su sector de origen.
ƒ Participación comunal: presencia del centro con los actores comunales para la
retroalimentación de necesidades, información y actividades en general.
Se pretende que confluyan los objetivos comunes de cada institución y se traduzcan en
convenios o protocolos de acuerdo específicos que faciliten el acceso a las políticas
sociales dirigidas a adolescentes. Para ello “se debe identificar cuál es la utilidad real de
cada uno de los servicios, conocer cuáles son los recursos que hay que trabajar antes,
cuáles son los que hay que trabajar después y cuales de forma paralela” (Vilar et al.: 19)
En este último caso se entenderá que se trabaja en forma complementaria.

Se entenderá por complementariedad a la estrategia de trabajo conjunta con los equipos


de los distintos programas que intervienen paralelamente con los y las adolescentes,
mientras se encuentran cumpliendo la sanción. Significa incorporar en el discurso
profesional y en la actitud con que se mira la realidad, la predisposición a construir
conjuntamente y que se tiene que manifestar en acciones concretas.

Dicho trabajo implica que el centro de la intervención siempre sean los/las adolescentes y
deberán ser los equipos quienes organicen su gestión para que el trabajo sea coordinado,
coherente, orientado a la entrega de un servicio de calidad aportando desde las distintas
experticias, teniendo especial preocupación para que esto no signifique una sobre
intervención o un activismo sin sentido.

Para conocer el contenido específico de las acciones (por ejemplo los requisitos para la
capacitación y para educación), así como los avances en los proceso de los adolescentes,
se espera que en los programas se instalen mecanismos de coordinación eficaces para el
seguimiento de casos particulares, como para la evaluación general del acceso a las
instituciones responsables tal como las descritas en el capítulo inicial de gestión del
centro, que se traducen en instancias técnicas de participación en sus distintas áreas que
favorezca la adecuada y oportuna entrega de información, el desarrollo de propósitos
comunes, la planificación y la evaluación permanente de la labor realizada.

El óptimo funcionamiento de estas coordinaciones a nivel macro, se verá reflejado en la


planificación socioeducativa del centro, que deberá hacer visible los espacios de
funcionamiento de cada uno de los actores. En lo micro la coordinación se observará en el
plan de intervención de cada adolescente.

Cabe señalar con especial atención la complementariedad con programas para


adolescentes que aborden temáticas de vulneración de derechos. Esto se relaciona con la
necesidad de intervención al egreso de ella, con objetivos de reparación y de
seguimiento, ambos aspectos considerados fuera de las exigencias de la pena, por tanto
de participación voluntaria. Con ello se responde a la garantía de derechos del
adolescente ante necesidades de reparación especializada en temáticas de maltrato,
abuso sexual, explotación laboral y en general cualquier reparación frente a procesos de
estigmatización y criminalización que se ha visto sometido.

Tratamiento y Rehabilitación por adicción a las drogas o alcohol

Está vinculado con responder a lo indicado en el art. 7 de la LRPA, es decir a la sanción


accesoria que obliga al adolescente a someterse a tratamientos de rehabilitación por
adicción a las drogas o alcohol. Además, se trata de generar los espacios o condiciones
para que aquellos jóvenes que expresen su voluntad de un tratamiento al respecto,
puedan concretarlo. Estas acciones estarán a cargo de especialistas, según los convenios
establecidos con CONACE en coordinación con el equipo técnico del centro en la medida
que la intervención es complementaria. Es decir, el equipo del centro deberá apoyar el

29
trabajo en drogas con su intervención psicosocial y socioeducativa pertinente a la
temática. Al respecto, existe una Orientación Técnica específica que lo regula. El
tratamiento de adolescentes infractores de ley penal con consumo perjudicial y
dependencia a alcohol y drogas en el centro de cumplimiento de condena, deberá regirse
según las siguientes orientaciones:

• Norma Técnica Nº 85 de MINSAL para el tratamiento integral de adolescentes


infractores de ley con consumo problemático de alcohol, drogas y otros trastornos de
salud mental que establece los lineamientos técnicos para las acciones sanitarias del
sistema de salud, transformándose en referente técnico para las demás entidades
públicas y privadas.
• Guía Clínica de Atención del MINSAL para el consumo perjudicial y dependencia de
alcohol y drogas en adolescentes infractores de ley penal que tiene por objetivo
otorgar recomendaciones técnicas para el Programa de tratamiento integral de
adolescentes infractores de ley.
• Anexo Nº2 del Protocolo Operativo del Convenio Marco entre Ministerio del interior,
Ministerio de Salud, Servicio Nacional de Menores y Fondo Nacional de Salud,
denominado Modalidades de Atención y Prestaciones. Este anexo define los objetivos
terapéuticos por etapas de tratamiento, la intensidad y complejidad de las
prestaciones estimadas, características de la infraestructura requerida para cada plan
y las características del recurso humano.
• Reglamento de ley 20.084 que en su Titulo II denominado De la sanción accesoria
de tratamiento de rehabilitación por adicción a las drogas o alcohol, establece desde
el Art. 25 al 32 los lineamientos básicos para el tratamiento de drogas.

Según lo acordado en la Norma Técnica Nº 85 de Minsal, existirán 2 planes diferenciados


de atención en drogas para los jóvenes que se encuentren en centros privativos de
libertad administrados por SENAME.

El primero de ellos es el Plan de tratamiento intensivo, que constituye un conjunto de


prestaciones de alta intensidad y complejidad dada por un equipo especializado, con el fin
de potenciar el logro de los objetivos terapéuticos, relacionados con el consumo
problemático. Esta intervención está dirigida para aquellos jóvenes que el juez definió el
tratamiento de drogas como una Sanción Accesoria (Art. 7, Ley 20.084) y para aquellos
adolescentes que solicitan a los profesionales de SENAME ingreso a un programa de
tratamiento de drogas.

Esta intervención clínica se considera complementaria a las intervenciones que realizan


los diversos profesionales de SENAME, encargados de la integración social del joven. Las
funciones que deberán desarrollar los profesionales de SENAME se relacionan con:
• Pesquisa y sospecha diagnóstica.
• Motivación y preparación al tratamiento.
• Vinculación y reparación del contexto del joven.
• Acompañamiento individual.
• Actividades socioeducativas.
• Re-escolarización y/o capacitación.
• Re-vinculación y acompañamiento familiar.
• Trabajo en prevención de recaídas.
• Inserción en el entorno comunitario.

La complementariedad de la intervención deberá desarrollarse cotidianamente al interior


del centro, expresándose en:

30
• La transferencia de información para la realización de diagnósticos integrales.
• Definición de un plan integral que aborde, tanto los aspectos específicos del
tratamiento de drogas como los relacionados con la intervención realizada por el
equipo de SENAME.
• Coordinación del espacio y tiempo para la intervención.
• Sensibilización hacia los equipos de SENAME en lo relacionado a la intervención
en recaídas.
• Definición en conjunto de derivación asistida al tratamiento de drogas en otros
contextos de cumplimiento de la sanción principal.
• Envío de información acordada al Tribunal.

La segunda modalidad de intervención se denomina Plan de hospitalización de corta


estadía, que consiste en una intervención en un contexto hospitalario para adolescentes
que presenten intoxicación por consumo de sustancias o síndrome de abstinencia, en
ambos casos se debe considerar la alta severidad y/o con riesgo vital, o bien aquellos que
presenten un trastorno mental severo concomitante descompensado o riesgo suicida.
Este Plan se considera de carácter intermedio ya que da cuenta de la compensación de la
sintomatología asociada al consumo abusivo. Considerando lo anterior se espera que al
egreso de este Plan el o la joven continúe tratamiento en un Plan intensivo.

La complementariedad entre el equipo técnico de salud, responsable de este Plan y los


profesionales de SENAME, se relacionará con las siguientes funciones:
• Transferir información requerida para la realización de diagnóstico clínico integral.
• Apoyar intervención en el área de la motivación al tratamiento realizada por
equipo.
• Participar en la preparación para el egreso a Plan Intensivo y de integración social.

Educación
La complementariedad con los actores del sistema educativo que a mediano plazo
significará la instalación de escuelas y liceos al interior de los centros, exigirá la
coordinación y el trabajo conjunto del equipo de Sename y el del sostenedor externo.
Dicha oferta deberá al menos propender a:

a. Atender a los adolescentes que están fuera del sistema escolar con
intervenciones pedagógicas que les permitan avanzar en su proceso
educativo.
b. Desarrollar competencias escolares básicas tanto en enseñanza básica como
media.
c. Implementar intervenciones de reinserción educativa a través del
fortalecimiento en la coordinación de los equipos pedagógicos externos y los
equipos psicosociales y socioeducativos del centro, generando condiciones
materiales y operativas para la atención de la población destinataria.
d. Lograr la incorporación de la actividad educacional a las dinámicas propias
del modelo socioeducativo del Centro.
e. Preparar y orientar a sus beneficiarios hacia alternativas educativas que les
permitan continuar en trayectorias educativas pertinentes y de calidad
f. Generar estrategias de monitoreo y apoyo a los adolescentes que inician
proceso educativo con el fin de asegurar su continuidad post egreso de la
privación de libertad.
g. Explorar diversas trayectorias educativas pertinentes y sistematizar
experiencias de intervención psico-socio-educativa adolescentes que están
fuera del sistema escolar y en situación de alta vulnerabilidad.

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Para esto, se espera que la instalación de cualquier oferta educativa considere:
a) Diagnóstico: la institución debe realizar coordinadamente con profesionales del
Centro y de la red social y los dispositivos con que éste cuenta (Ej:: Conace) un
diagnóstico de cada adolescente atendido, en los ámbitos pedagógico, psicosocial
y de salud (Conace).El diagnóstico debe considerar, al menos, los siguientes
requerimientos técnicos:
o Diseño o selección de instrumentos de diagnóstico que considere
dimensiones educativas, psicológicas, sociales y de salud de cada uno
de los participantes en los proyectos. Este diagnóstico permitirá
contribuir en el diseño del Plan de Intervención Individual que realiza el
equipo técnico y constituirá la línea base para la evaluación de los
resultados del proyecto.
o Identificación del nivel educativo de cada participante y definición de los
objetivos fundamentales y contenidos mínimos obligatorios definidos por
el currículo para ese mismo nivel.
o Identificación de las principales problemáticas psicosociales que afectan
las posibilidades de reinserción educativa y definición de objetivos para
cada participante.

b) Plan de Trabajo Individual: La propuesta metodológica del proyecto educativo y los


resultados del diagnóstico, se deben incluir, con apoyo y en coordinación con el
equipo técnico y los educadores del Centro, en el diseño del Plan de Trabajo
Individual, siendo parte de las propuestas de articulación con red la social, de salud
comunal y con los establecimientos educativos, de acuerdo a las necesidades
detectadas.
Por lo tanto, el Plan de trabajo individual debe incluir:
o Dimensión pedagógica: secuencia de actividades y mecanismos de
apoyo que permitan avanzar hacia el objetivo propuesto en el
diagnóstico (apresto para el aprendizaje; nivelación y fortalecimiento de
competencias escolares básicas; y nivelación de competencias y
contenidos en las disciplinas básicas, de acuerdo al nivel educativo de
cada participante).
o Dimensión psicosocial: aportes a la estrategia de intervención diseñada
por los profesionales del Centro.

c) Análisis de alternativas de reinserción y primeros vínculos: avanzado el desarrollo


del plan de trabajo, deberá comenzar el proceso de evaluación de las alternativas
de reinserción educativa para cada estudiante. Para ello pueden contemplarse
todas las alternativas reinserción educativa existentes: escuelas y liceos;
educación de Adultos (modalidad flexible o CEIA); Educación Especial; alternativa
al interior del Centro para los jóvenes que se encuentren privados de libertad
cumpliendo condena, Capacitación laboral. Para esta etapa la institución ejecutora
deberá:
o Contribuir o apoyar al Centro en el establecimiento de vínculos y
acuerdos con la institución educativa que acogerá al estudiante.
o Diseño de un plan de trabajo conjunto para la etapa de transición y para
la validación de estudio con los establecimientos educativos donde
potencialmente se reinserten los participantes del proyecto, que incluya
actividades de vinculación con la institución educativa y un plan de
tutoría.

d) Evaluación de resultados y certificación: La evaluación de resultados se realizará de


acuerdo a los objetivos propuestos por la misma institución de acuerdo al diagnóstico
inicial y en consistencia con los indicadores de logro definidos con el equipo técnico
del Centro. La evaluación debe incluir los siguientes elementos:
o Evaluación de aprendizajes: se realizarán evaluaciones de proceso y
final. Para la evaluación final se aplicará un instrumento igual o
equivalente al diagnóstico inicial, que mida el logro de los objetivos
propuestos en el plan de intervención individual (evaluación ex-post).

32
o Certificación de aprendizajes: aquellos estudiantes, que de acuerdo a su
diagnóstico inicial estén en condiciones deberán certificar el curso que
les correspondería cumplir, deberán hacerlo mediante la modalidad de
validación de estudios.

De acuerdo a lo recomendado por el PIIE en el Estudio que propone un proyecto


educativo institucional9, para facilitar la elaboración y concreción de los planes y
programas específicos se sugiere:

ƒ Mantener una línea formal de comunicación entre el Director del centro y el


director de escuela para generar condiciones que fortalezcan el liderazgo en sus
ámbitos de competencias.
ƒ Que el equipo técnico del centro, especialmente los educadores y los
profesionales responsables de lo casos, conozcan las propuestas curriculares de
las escuelas y realice los aportes para las adecuaciones necesarias.
ƒ Generar políticas de convivencia consistentes entre las actividades propias de la
escuela y las de la oferta socioeducativa desarrollada por el equipo del centro.
ƒ Complementar los recursos del centro con los de la escuela, en aquellos aspectos
que se orientan a resultados comunes para impactar con mayor solidez.

Formación, capacitación e intermediación laboral

Dentro del contexto de la sanción claramente definida por el articulo 17 de la ley, los
equipos técnicos deben implementar una oferta de orientación, capacitación e
intermediación laboral así como el desarrollo de las competencias y habilidades para el
mundo del trabajo a través de un modelo de intervención integrado que apoye el cambio
conductual y la reinserción social.

Por lo tanto, hace necesario que en los centros cerrados se complemente la oferta
existente hoy, de talleres en oficio centrada en la ocupación del tiempo libre y el desarrollo
de habilidades prelaborales no orientadas al mercado laboral con un modelo flexible con
capacidad de adaptación que recoja las necesidades y posibilidades de desenlace
laboral, de acuerdo a la duración de la pena, capacidades, competencias e intereses del
joven.

Este modelo debe plantearse, en un lógico camino de desarrollo desde lo que se tiene
hoy, tanto en infraestructura como en las experiencias instaladas en los equipos, un
desarrollo continuo e inclusivo en la oferta permanente del centro y planteándose los
siguientes resultados:

a) Acumulación de conocimiento y experiencia laboral útil y en sintonía con el mercado


laboral y con el proyecto de vida laboral, este último visualizado a través de una acción
de orientación vocacional y laboral y de generación de competencias y habilidades
transversales para el trabajo.

b)Apertura del entorno a conocer y valorar los cambios positivos de los jóvenes, y su
responsabilización con el ilícito cometido, modificando percepciones respecto de ellos,
reconociendo sus habilidades y generando espacios para generación de capital social
(redes) y simbólico ( imagen positiva ) , reduciendo por tanto su estigmatización social y
generando inclusión social en la comunidad.

Se propone organizar la oferta en dos etapas:

1.- Diseñar una puerta de entrada en orientación vocacional/ laboral que permita al joven
identificar sus competencias y habilidades, y el tipo de desenlace laboral, productivo o
formativo que le interese desarrollar. Esta tarea estaría a cargo de profesor de taller quien
lo incluiría dentro de sus gestiones educativas, ocupando la infraestructura que hoy existe
para los talleres prelaborales.

9
Estudio desarrollado por el PIIE a solicitud de Sename, en proceso de evaluación final.

33
2.- Un segundo periodo seria el desarrollo de cuatro ofertas donde se entrenara y
capacitara a los jóvenes en:

- Acciones para el desarrollo de competencias de empleabilidad, que deberían


desarrollarse en conjunto con FOSIS (Fondo de Solidaridad e Inversión Social)
para ello es necesario que el centro, a través de su director o encargado de redes
en caso de contar con este recurso, logre conectar este recurso con el centro para
capacitar a profesores de taller que pueda ser entrenado y capacitado en el tema,
para que lo incluya en gestión educativa de su taller o en su defecto genere taller
alternativo con monitor externo.

- Programa de Alfabetización Digital: a través de convenio con INJUV (Instituto


Nacional de la Juventud) y Fundación Chile modalidad licitación vía Chile compra
de cursos de capacitación en competencias de “segundo piso” en utilización de
computador con fines productivos.

- Programa de aprendices: Programa para aquellos jóvenes que hayan egresado de


programas de empleabilidad puedan desempeñarse en una empresa en calidad de
aprendices con contrato de trabajo y subsidio estatal de sus remuneraciones. Este
programa seria un piloto para el 2007 en conjunto con SENCE. El director y el
encargado del centro deberán desarrollar redes con la comunidad para el
establecimiento de empresas que adhieran al programa de aprendices con oferta
al interior del centro o junto al responsable de caso proponer a jueces de la causa,
beneficios de salida.(Art. 126 y 138 permisos de salida).

4.4. ORGANIZACIÓN Y EJECUCIÓN DEL PROGRAMA DE REINSERCION SOCIAL

4.4.1 INTERVENCIÓN SOCIO-EDUCATIVA


Toda intervención, como lo señala la ley, deberá estar desarrollada en un contexto socio-
educativo que permita el logro de los fines de la sanción. Este contexto se visibiliza a
través de un proceso de acompañamiento global al joven, de motivación al cambio como
estrategia transversal del desarrollo de la ejecución donde se presenten diversas
alternativas de desarrollo desde una lógica de relación educativa, es decir ofertar
herramientas para su crecimiento y que contribuyan a su crecimiento y reinserción social.

Dentro de esta estrategia se conjugan la intervención socio-educativa individual, que en el


contexto privativo de libertad se refiere principalmente a la relación vincular entre los
responsables de casos y/o educadores con el joven en busca de una fuente de cambio.
Referida a concebir la intervención centrada en cada joven, reconociendo en cada uno,
sus especificidades, fortalezas recursos y debilidades traduciendo esta relación en un
proceso continuo de conocimiento del joven y sus expectativas respecto del cambio. En
este proceso cobra especial importancia la capacidad de convencimiento de los agentes,
a quienes se sugiere utilizar como principales herramientas, la credibilidad y atractivo las
cuales deben traducirse en los siguientes principios:

- Coherencia durante el cumplimiento de la sanción a través del manejo a cabalidad


de la situación y procesos del joven con la conexión con su Plan Personalizado de
Actividades y su relación educativa
- Competencias para ser validado como agente de cambio, desarrollando todas sus
capacidades educativas y personales.
- Cercanía con los jóvenes y sus redes de apoyo.
Vital en esta intervención es la co-construcción de los planes de intervención individual,
recogiendo los insumos que otorga el mandato de la ejecución de la pena, la opinión de
responsable de caso, del asesor técnico que surge del diagnostico; del joven y sus
expectativas de cambio, y también la familia, esto dentro de los primeros 15 días del
inicio de la ejecución de la pena. En el anexo 1 se entrega una propuesta de formato de
plan de intervención.

34
La intervención socio-educativa colectiva que se refiere a la presentación de una oferta
programática con los elementos de educación, capacitación, habilitación, recreación,
desarrollada en base a una rutina diaria sólida, sistemática y acompañada por el equipo
de educadores del centro debe desarrollarse sobre la base de ideas fuerzas, tales como:
- La organización de un sistema que recoja las fortalezas, capacidades instaladas y
experticia acumulada de los equipos,
- Reforzándola con las oportunidades que ofrece el medio libre,
- Operacionalizando las alternativas que tiene la ley a saber, sustitución de la pena,
remisión, cuando se ha cumplido con los objetivos trazados en al intervención, o
se presume que podrá razonablemente cumplirlos.
- Además de lograr establecer coordinaciones y trabajo en complementario con los
distintos equipos que intervendrán en la oferta (CONACE, Educación, SENCE, etc)

En la estrategia socio-educativa el elemento central para la organización de la oferta y su


rutina es la implementación de enseñanza básica y media, como el eje de desarrollo de
todos los otros elementos que deben estar presentes tales como manutención de aseo e
higiene personal y del centro, actividades de convivencia, talleres de desarrollo personal,
actividades recreativas, talleres manualidad, etc así como de la oferta mas especifica de
talleres SENCE, tratamiento y rehabilitación en drogas CONACE, etc.

Otras áreas en las que participará cada joven, es en entrevistas con su abogado defensor
y en la recepción de visitas. Además, deberá asegurarse la asistencia de cada joven al
trabajo personal con su responsable de caso y las actividades con el asesor técnico
cuando corresponda.

4.4.2 PROGRAMA DE ACTIVIDADES DIARIAS DEL CENTRO

El programa de actividades diarias o rutina, pretende dar una estructura al tiempo que los
adolescentes pasan al interior del centro.
El programa de actividades diarias al que se aspira debería caracterizarse por su
transformación en el tiempo y por adecuarse a las necesidades y características de
aquellos que están involucrados en dichas actividades. En términos de contenido, el plan
de actividades diarias deberá favorecer la participación de los jóvenes en la
administración del tiempo, algunos espacios de autonomía y de toma de decisiones y ser
coherente con los objetivos de reinserción social.
La idea no es abogar por una distribución estereotipada o rígida de actividades, sino más
bien organizar el quehacer del centro y el tiempo de los jóvenes de una forma que permita
dar cumplimiento a los objetivos de funcionamiento administrativo de la sanción y los
requerimientos de intervención de los adolescentes.

Espacios de desarrollo de actividades


Son los espacios donde los adolescentes habitarán durante el período de ejecución de la
sanción. En consecuencia, será un espacio de relaciones con otros en el que debe primar
la protección y se deben evitar en consecuencia todo tipo de vulneraciones.
Por otra parte, hay que señalar que se trata de un espacio físico, pero también
psicológico, donde se establecen normas de convivencia, se establecerán vínculos,
relaciones de poder, dinámicas, etc., insumos que deben ser considerados en toda
planificación de la intervención.
Las acciones deberán tender a la atención personalizada y no a la masificación del trato.
En concordancia con los fines de reinserción, el espacio interno deberá, en tanto sea
factible, guardar coherencia con el mundo externo y no presentar aspectos desprotegidos,
que puedan ocasionar vulneración de derechos en los adolescentes. Lo anterior significa
por ejemplo, que se tenga acceso a la información, que se debiliten los efectos del
encierro, que no se aliente el uso de transacciones abusivas, que no se refuercen los
estigmas que portan los adolescentes, que se entreguen espacios para el ejercicio de las
libertades individuales, el derecho a elección, a la identidad, la creatividad, etc.
Básicamente, el espacio interno debe ofrecer seguridad ante la amenaza de
vulneraciones y además potenciar por todos los medios la reinserción social.
Respecto a las formas de abordar el trabajo con los jóvenes en dichos contextos se podrá
optar por un amplio y diversificado repertorio de opciones, pudiendo ejecutarse

35
actividades en una modalidad individual o colectiva, según las circunstancias y
características de cada adolescente.
Las metodologías de trabajo grupal presentan una serie de ventajas para el abordaje de
intervención. Por ejemplo, en la dimensión individual, la intervención grupal facilita el
acceso de los profesionales al discurso del adolescente, su perspectiva sobre el delito,
sobre las redes de apoyo, sobre las víctimas, entre otros. Además, la experiencia grupal
ubica al adolescente en un contexto no natural en el que éste debe regular su conducta
no sólo en función del profesional, sino también de sus pares. La instancia grupal,
incorpora espacios para el aprendizaje y entrenamiento de habilidades sociales, de
negociación, de manejo de conflictos o desacuerdos, responsabilización, etc.
En la dimensión de intervención familiar, el espacio grupal permitirá generar condiciones
para el soporte de los adultos, compartir experiencias y estrategias para apoyar a los
hijos en su proceso de reinserción, y en general para el análisis del rol fundamental que
constituye la colaboración de terceros vinculados afectivamente al joven.
Por su parte, la intervención individual tendrá como fin la construcción de un espacio
personalizado en el que se podrán profundizar las temáticas abordadas en lo grupal, de
tal manera que en el espacio colectivo el adolescente no se sienta expuesto.
El límite en el uso de esas metodologías estará dado porque en todos los casos éstas
deberán resguardar el ejercicio de los derechos que la ley y otros instrumentos con rango
constitucional consagran, así como la protección de la integridad personal del/la
adolescente.
Relativo a los contenidos del trabajo socioeducativo, abarcarán preferentemente, pero no
de manera exclusiva, lo que diga relación con favorecer el proceso de responsabilización
del adolescente, ámbitos de desarrollo personal que construyan un ámbito de soporte al
proceso de responsabilización y reinserción social, conciencia y ejercicio de una
perspectiva de derechos, uso y funcionalidad de las redes de apoyo, etc.
Si bien el plan de actividades del centro es estandarizado, cada adolescente participará
en las actividades que su plan de intervención individual señale, ya que al menos se
podrá variar el tiempo destinado a las actividades:
- En casos de adolescentes que se encuentren en tratamiento de adicciones que
recomienden un mayor tiempo destinado al trabajo terapéutico y menor al de
actividades socioeducativas.
- En aquellos adolescentes mayores de 16 años que se encuentren participando de
actividades de capacitación laboral o relacionadas con el trabajo, que destinarán
su mayor cantidad de tiempo de educación y formación laboral.
Por tanto el profesional responsable del caso, deberá coordinar con el equipo de
educadores, la participación en aquellas actividades que correspondan a cada caso en
particular.

INTERVENCIÓN EN CRISIS

Entendiendo que el espacio de lo cotidiano constituye por su naturaleza una esfera de


posible conflictos, el centro deberá definir procedimientos y responsables para su
abordaje, los cuales deberán incluir desde la intervención en crisis hasta intervención ante
“conflictos críticos”, para lo cual deberá orientarse en lo señalado con el reglamento de la
ley Nº 20.084 y un plan de seguridad que deberá ser desarrollado anualmente con la
colaboración de GENCHI, considerando la labor preventiva, con evaluación permanente.
El plan de seguridad deberá contener procedimientos disciplinarios que permitan afrontar
situaciones de conflicto con los adolescentes. Dichos procedimientos deberán atenerse a
las condiciones estipuladas al respecto por el Reglamento de la LRPA y también por las
normas internacionales suscritas por el Estado chileno.
Para la determinación de la sanción disciplinaria deberá constituirse en cada centro un
Comité Disciplinario que favorezca una toma de decisiones colectiva antes que
discrecional. El funcionamiento del comité estará regulado en su conformación y
actuaciones por lo dispuesto en el Reglamento de la Ley Nº 20.084.
En lo particular, los procedimientos disciplinarios deberán caracterizarse por el respeto a
la dignidad de las personas, cuestión que implica, al menos, que:

36
- Los procedimientos disciplinarios deben contribuir a la convivencia no
violenta al interior del centro en el marco de la justicia y ser compatibles con el
respeto a los derechos fundamentales de los jóvenes.
- Las sanciones no deben atentar contra la salud física ni la salud mental del
joven, razón por la cual no serán procedentes los castigos físicos, el aislamiento,
reducción de alimentos, trabajo forzoso, actividad física coactiva, etc.
- Deberán considerar mecanismos expeditos para que los jóvenes puedan
señalar sus quejas.
- Las medidas disciplinarias nunca podrán quedar a cargo de los jóvenes o
de alguno de ellos.

Otra área a considerar en el ámbito de la seguridad es lo relativo a la acción del centro en


la contención de adolescentes en situaciones de crisis La privación de libertad, con la
consecuente desvinculación de la vida cotidiana, es un elemento que por si mismo se
constituye en un factor estresor. Si a ello se suma la condición de adolescentes de la
mayor parte de los sujetos que ingresarán al sistema, es posible prever algo que la
experiencia ya indica, esto es, la ocurrencia de situaciones de crisis grupales o
individuales. Situaciones especificas, como la celebración de fiestas familiares de las que
los sujetos por su condición se hallan imposibilitados de participar (navidad), pueden
provocar situaciones de alto nivel de angustia. Algunas de sus consecuencias más
comunes son la agresión física entre pares, a terceros adultos o bien la auto agresión.
Ante eventos de esta naturaleza, será pertinente desarrollar una intervención inmediata y
especifica para afrontar la situación de crisis.
La intervención en crisis se define como “un proceso de ayuda dirigido a auxiliar a una
persona a soportar un suceso traumático de modo que la probabilidad de daño se
aminore y la probabilidad de crecimiento (nuevas habilidades, nuevas perspectivas en la
vida, más opciones de vida) se incremente” (K.A. Sloiken: 1988). Dicho de otra manera,
es la estrategia que toma lugar en el momento de una desorganización grave.

Las crisis pueden ser categorizadas como crisis de desarrollo, a las que están expuestos
todos los seres humanos a lo largo de las etapas de la vida, o crisis circunstanciales. Para
los fines de este documento se puede definir Crisis como un ”estado temporal de trastorno
y desorganización, caracterizado principalmente, por la incapacidad del individuo para
abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de
problemas, y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo”
(K.A. Sloiken: 1988).

Asimismo, las crisis se caracterizan por ser limitadas en el tiempo, casi siempre surgen
por un suceso que la precipita, sigue patrones secuenciales de desarrollo a través de
distintas etapas y tiene el potencial de resolución hacia niveles de funcionamiento más
altos o más bajos. En tanto la resolución final de la crisis depende de numerosos factores,
que incluyen: la gravedad del suceso precipitante, recursos personales del individuo y los
recursos sociales del mismo, entre otros, la asistencia disponible de otros significantes.

En el ámbito de la intervención en crisis es necesario distinguir dos niveles:


- El primer nivel de la intervención en crisis es la que se brinda de inmediato, la
contención emocional dada por agentes cercanos al adolescente. Esto permite que el
descontrol, la angustia intensa y otros síntomas sean acogidos, creando un contexto de
seguridad psicológica, afectiva y material adecuados. Al mismo tiempo, se reforzarán los
recursos personales de quien está en crisis, así como se establecerán mínimas
decisiones que permitan eliminar riesgos vitales. Esto hará posible recuperar el equilibrio
temporalmente perdido.

- En la intervención de segundo nivel, realizada por los psicólogos o psicólogas, el


objetivo es centrarse en el evento estresante o en aquello que provoca el desequilibrio a
través de un proceso de acompañamiento terapéutico; también de corto plazo, que
permita la toma de decisiones del o de la joven, en torno a los aspectos que les faciliten
afianzar su mayor estabilidad emocional y facilitar la resolución psicológica de la crisis.

37
En ambos casos se requiere dar contención emocional apropiada a cada situación, ya sea
de los o las profesionales especialistas y/o de los o las Educadores(as) implicados en la
situación.

4.4.3 PLAN DE INTERVENCIÓN INDIVIDUAL

Tal como se mencionó, el Programa personalizado de actividades o PII constituye una


herramienta que conduce las acciones del equipo ejecutor, que materializa los fines a
alcanzar y releva las necesidades y prioridades del adolescente, con el fin de organizar
una atención personalizada y que da cuenta de las actividades a realizar por el/la
adolescente para el cumplimiento de los objetivos planteados.
La persona a cargo que el plan de elabore es el Profesional Responsable del caso. No
obstante, en su confección participarán al menos el educador de la casa asignado para
ese fin y eventualmente el profesional de atención clínica.

Consideraciones:
ƒ El PII deberá ser aprobado judicialmente en la audiencia de lectura de la sentencia
o en otra posterior, que deberá realizarse dentro de los quince días siguientes a
aquélla.
ƒ La elaboración de un PII responde a la idea de que la intervención debe atender a
las necesidades particulares de cada adolescente que se incorpora al
cumplimiento de la sanción.
ƒ El diseño y ejecución de un PII explicita y formaliza la necesidad de transitar desde
una gestión que tiende a lo masivo y a la estandarización de las acciones, a una
gestión que atienda al sujeto en su dimensión particular.
ƒ El PII debe haber contado con la participación y acuerdo del adolescente.
ƒ El PII debe establecer obligaciones claras para el adolescente y orientar la acción
del centro. Concretamente, el PII deberá detallar explícitamente los compromisos a
los que el joven estará sujeto a control, dado que su incumplimiento podrá tener
como consecuencia el quebrantamiento de la sanción original. Los deberes del
adolescente refieren fundamentalmente a los contenidos en la dimensión de
intervención individual; esto es, cumplir con la medida de control impuesta, por
ejemplo concretar la inserción escolar y asistir a terapia para el tratamiento de
drogas cuando así haya sido estipulado por el tribunal (sanción accesoria), etc.
Naturalmente, estos deberes deben ser trabajados cuando se aborda el
componente de la responsabilización.
ƒ La evaluación, inicial y posteriores, debe incorporar los contenidos de cada
dimensión y componente de la intervención y en general se centra en:
- La construcción de una visión con el joven a cerca de la conducta infractora y del
contexto, las circunstancias y las explicaciones que éste argumenta para desarrollarla.

- Una evaluación con el joven que permita identificar sus necesidades y/o factores que
concurren o influyen en la conducta infractora, detección y definición de recursos
(familiares, comunitarios, personales) y motivaciones.

- Conocer la red de relaciones sociales, la familia, la condición étnica y cultural y todas


aquellas condicionantes que sean relevantes como elementos.

ƒ Si bien el plazo establecido por la LRPA es bastante breve como para lograr
profundizar en estos ámbitos de una manera más definitiva, deberá tenerse en
cuenta que el Plan podrá ser reformulado cada 6 meses. En todos los casos estas
modificaciones deberán ser aprobadas por el tribunal competente.
ƒ La participación de la familia y de la posible integración de agentes comunitarios
no se incorporan en la esfera del control penal. El incumplimiento de los deberes
adquiridos por la familia o por otros agentes comunitarios no serán considerados
razón para señalar incumplimiento del adolescente.

38
ƒ En términos del acceso a derechos sociales y económicos, el obligado a coordinar
la oferta será el centro y el cumplimiento de estas acciones serán evaluado
técnicamente por SENAME. Si bien el joven deberá establecer compromisos y
estos deberán ser controlados por el responsable de caso, el incumplimiento de
estas acciones no debería suponer a priori un informe de incumplimiento de la
sanción.
ƒ Es relevante señalar que el PII es exclusivamente instrumental y su fin por tanto,
es estar al servicio de quien lo requiere. Ello significa que el plan, podrá ajustarse
en su contenido cuanto sea necesario, aún cuando permanezcan estables los
objetivos más generales y la premisa elemental de abordar distintos factores
intervinientes en la conducta infractora que motiva la sanción.
ƒ Si bien, los contenidos obligatorios serán determinados por el juez, caso a caso,
sucintamente la ley indica las siguientes prescripciones a tener presentes en un
PII:
a) Las medidas a adoptar para la asistencia y cumplimiento del adolescente del
proceso de educación formal o de reescolarización. El director deberá informar
periódicamente al tribunal acerca del cumplimiento y evolución de las medidas
aquí referidas.
b) El desarrollo periódico de actividades de formación, socioeducativas y de
participación.

Es importante no dejar al azar sino que intencionar el trabajo para obtener la remisión, o
bien la sustitución de la sanción por la de régimen semicerrado (naturalmente, mediado
por el cumplimiento adecuado de los objetivos técnicos trazados), a fin de aprovechar en
mejor forma la oferta disponible para el adolescente en el medio libre. En caso de requerir
remisión de la sanción, el Director del centro enviará un informe para solicitar la remisión
de la condena al Director Regional de SENAME, quien lo remitirá directamente al tribunal.
En caso de que el adolescente haya estado incorporado a otro programa o centro de
cumplimiento de sanciones establecido en la Ley 20.084, será necesario considerar los
PII anteriores para dar continuidad y complementariedad en la intervención.

4.4.4. ETAPAS DE LA INTERVENCIÓN

ETAPA I: INGRESO, ACOGIDA Y ESTABLECIMIENTO DE VÍNCULO


SOCIOEDUCATIVO
En esta etapa inicial, se debe trabajar para establecer un vínculo socioeducativo con los
adolescentes, con la finalidad de lograr el reconocimiento de la medida adoptada, las
condiciones y tiempo de ejecución de su sanción así como comprometerlo en un proceso
de cambio que favorezca la adhesión al tratamiento de acuerdo al tiempo de permanencia
ordenado por el juez a su cargo. Es necesario que el equipos de intervención que incluye
educadores, profesional a cargo del caso y eventualmente el profesional de intervención
clínica realicen las siguientes actividades generales:
1. Otorgar información al joven y su familia respecto de los objetivos que se espera
alcanzar durante su permanencia, considerando derechos y deberes.
2. Favorecer actividades que potencien los lazos entre el joven y el equipo a su cargo
durante la permanencia en el sistema de privación de libertad.
3. Obtener información relevante para la construcción de un diagnóstico que
posibilite la construcción de un Plan de Intervención Individual acorde a las
necesidades del adolescente.
4. Comprometer a los adultos significativos en la construcción de los objetivos del
P.I.I.

39
5. Otorgar información a la familia respecto del proceso que se espera llevar a cabo
con el joven.
6. Registrar las redes que han sido articuladas por el joven y su familia.
7. Realizar un catastro de instituciones disponibles en el entorno de mayor cercanía
para el joven para orientar las actividades a potenciar para el egreso.

ACTIVIDADES:
• Apertura de expediente de ejecución: en el cual debe incorporarse la identificación
completa del joven, situación procesal, datos de la causa judicial, nombre y datos
del defensor de la causa (actualizado), fecha de ingreso y probable fecha de
egreso del sistema por término de la sanción; si contempla sanción accesoria de
acuerdo a la ley 20.084, plan de intervención individual aprobado, informes
enviados a los juzgados y registros de sanciones disciplinarias aplicadas durante
la permanencia.
• Entrega de cartillas informativas considerando derechos y deberes durante la
situación de privación de libertad.
• conversaciones intencionadas: incorporar al joven a sesiones individuales que lo
motiven en su proceso y donde se analice su visión respecto a las necesidades
que requiere y se establecen las primeras líneas del P.I.I.
• Aplicación de pruebas diagnósticas que evalúen las principales habilidades
sociales desarrolladas y las en vías de logro que favorezcan su inserción en el
futuro.
• Evaluación de redes significativas para el adolescente: familiares y socio
comunitarios debidamente registrados.
• Registro de intereses del joven.
• Entrevistas familiares.
• Entrevistas mixtas: familia junto al joven.
• Firma de carta compromiso familiar.

INDICADORES :
ƒ Expediente De ejecución para cada caso.
ƒ P.I.I a los 15 días del ingreso firmado por el adolescente.
ƒ Carpeta individual debidamente registrada a cargo de equipo multidisciplinario a
cargo.
ƒ Carpeta individual con registro de actividades realizadas.

Informe Inicial: Inicio de Proceso


Destinado informar al tribunal respecto del proceso de adaptación del joven a la privación
de libertad.

Debe considerar:
• Identificación del caso
• Observaciones respecto al proceso de adaptación al sistema privativo de libertad.
• Metas que se trabajarán en el P.I.I. (resumen)
• Sugerencias.

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ETAPA II: EJECUCIÓN DE LA SANCIÓN

DESARROLLO DEL PROCESO SOCIOEDUCATIVO


En esta etapa se espera:
1. incorporar al adolescente al plan de trabajo diario que contemple actividades de
desarrollo personal, educativas y recreativas.
2. Incorporar al adolescente al plan de trabajo diario que contemple regularización
escolar.
3. Incorporar al joven al plan de trabajo diario que contemple actividades tendientes
al desarrollo de la responsabilización.
4. Incorporar al joven al plan de trabajo diario que favorezca la despenalización.
5. Incorporar al adolescente a sesiones de acercamiento familiar.
6. Vincular al joven con programas e instituciones disponibles en el entorno
inmediato.
7. Incorporar al joven a Programas de rehabilitación de drogas en el centro (sea
como pena accesoria o motivación personal).
8. Realizar un análisis de las diferentes formas de vincularse dentro del sistema
familiar.
9. Analizar la conducta infractora del joven.
10. Rescatar fortalezas familiares que favorecen las relaciones al interior de la familia.

ACTIVIDADES ESPECÍFICAS:
Para todos los adolescentes:
• Incorporar al joven a oferta escolar: básica, media, especial o técnico profesional.
• Incorporar a joven a oferta SENCE.: talleres pre-laborales
• Desarrollo personal: sesiones individuales y grupales, talleres de desarrollo de
habilidades sociales, talleres de ocupación del tiempo libre.

De acuerdo a la particularidad de los adolescentes ingresados (tipos de delitos, edades,


problemáticas comunes), se podrán realizar en tiempos acotados o en sesiones
individuales:
• Talleres de responsabilización.
• Talleres de desarrollo de la empatía y la asertividad.
• Talleres de familia.
• Talleres de análisis de la conducta infractora.
• Sesiones familiares en ambiente protegido
• Sesiones informativas con instituciones y programas disponibles
• Contactos telefónicos
• Visitas regulares al establecimiento de la familia.

INDICADORES:
ƒ Registros personales en expediente de ejecución.
ƒ Registro de logro P.I.I.
ƒ Registro de asistencia a talleres SENCE.
ƒ Registro de asistencia escolar.
ƒ Registro de asistencia a talleres.

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ƒ Registros de sesiones familiares
ƒ Registros de asistencias a clínica CONACE o programa intensivo.
ƒ Registros de sesiones de terapia familiar.
ƒ Registros de visitas

MANTENCIÓN DE LOS COMPORTAMIENTOS PROSOCIALES/ POTENCIACIÓN DE


COMPETENCIAS SOCIALES

Reconocimiento de situaciones de riesgo que pudieran generar un retroceso en el


proceso socioeducativo que se implementa, valorización de los avances y movilizaciones
alcanzadas por el sistema familiar durante el proceso socioeducativo del joven. Revisión
de los programas e instituciones que se han incorporado al proceso del joven infractor y
realizar un análisis de las necesidades que se presentan durante el proceso de cambio.

1. Realizar un análisis compartido de las habilidades sociales trabajadas,


jerarquizando aquellas que debieran ser profundizadas.
2. Realizar un análisis compartido de las habilidades en vías de desarrollo
jerarquizando aquellas que deben priorizarse.
3. Reforzar los logros alcanzados por el joven a la fecha de la revisión de la etapa, en
los ámbitos de la responsabilización, reparación, habilitación e inserción.
4. Favorecer la construcción de un proyecto de vida en el mediano plazo
5. Incorporar al grupo familiar en el análisis de los avances y retrocesos del joven
infractor.
6. Motivar al grupo familiar a reforzar los avances del proceso de cambio vivenciado
por el joven.
7. Incorporar nuevas sugerencias al proceso de cambio del joven.
8. Fortalecer vínculos afectivos entre los miembros del grupo familiar.
9. Favorecer estrategias sanas de resolución de problemas.
10. Preparar a la familia para recibir al joven en el entorno familiar.
11. Potenciar la responsabilización con la finalidad de disminuir la posibilidad de
reingreso futuro.
12. Establecer contactos regulares con programas e instituciones en el medio libre
disponibles de acuerdo a necesidades del joven infractor.

ACTIVIDADES ESPECÍFICAS:
• Sesiones individuales
• Talleres de desarrollo personal
• Sesiones mixtas
• Sesiones familiares.
• Entrevistas mixtas: familia junto al joven.
• Contactos con redes.
• Registros de programas e instituciones.

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INDICADORES:
ƒ Registros de sesiones individuales en carpetas
ƒ Registros de talleres de desarrollo personal.
ƒ Registros de sesiones mixtas.
ƒ Registro de sesión familiar.
ƒ Registro de talleres Registro de contactos con redes
ƒ Certificados de asistencia a programas e instituciones

Informe de avance
Este informe deberá enviarse de acuerdo a lo solicitado por el tribunal competente, de
acuerdo con el plazo establecido por éste. De no establecer plazo, el reglamento señala
que este no debe exceder a un mes.

Debe incorporar:
• Identificación
• Comportamiento observado a la fecha; siempre desde el punto de vista de las
competencias que el joven haya presentado a la fecha; cuidando de no penalizarlo o
victimizarlo.
• Meta trabajada: análisis de proceso, si se encuentra lograda o en vías de lograrse o si
no fue trabajada y por qué.
• Planificación de nuevas metas.
• Sugerencias.
ETAPA III: EGRESO
Potenciación y desarrollo de las competencias individuales que favorezcan un
comportamiento pro social en el medio libre, trabajar en el ámbito familiar los
comportamientos y competencias sanas de resolución de conflictos, que favorezcan a la
familia como instancia protectiva y de contención afectiva y activación de las redes socio
comunitarias disponibles con la finalidad de acoger al joven en el medio libre.

En caso que el adolescente cumpla los 18 años durante la ejecución de la condena el


centro deberá:

Si al momento de cumplir los 18 años restan por cumplir menos de seis meses de la
condena de internación en régimen cerrado, permanecerá en el centro privativo de
libertad del propio SENAME.

Si al momento de alcanzar los 18 años le restan por cumplir más de seis meses de la
condena de internación en régimen cerrado, el centro evacuará un informe fundado al
juez de control de ejecución en el que se solicite la permanencia en el centro cerrado del
propio SENAME o se sugiera su traslado a un recinto penitenciario administrado por
Gendarmería de Chile.

Dicho informe se enviará al tribunal con a lo menos tres meses de anterioridad a la fecha
de cumplimiento de la mayoría de edad y se referirá al proceso de reinserción del
adolescente y a la conveniencia, para tal fin, de su permanencia en el centro de régimen
cerrado. El informe será comunicado a todas las partes involucradas en el proceso.

En caso que el tribunal ordene su permanencia, se revisará su situación según se


desarrolle el proceso de reinserción en apreciación de la administración del centro.

ACTIVIDADES:
ƒ Sesiones individuales

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ƒ Sesiones con tutores
ƒ Sesiones con programas de apoyo
ƒ Psicodramas, sociodramas
ƒ Aproximaciones sucesivas al medio libre.
ƒ Sesiones familiares.
ƒ Visitas supervisadas del joven al hogar.
ƒ Realizar un catastro de redes para uso del joven y su familia de acuerdo a sus
necesidades.
ƒ Acompañar al joven y su familia a programas e instituciones que requiera.

INDICADORES DE LOGRO:
ƒ Registros en carpeta individual
ƒ Registros de salidas
ƒ Registros de sesiones familiares.
ƒ Registros de talleres.
ƒ Certificados institucionales

En esta etapa es importante diferenciar entre los egresos de los adolescentes al medio
libre y aquellos que se producen a sistemas como el semicerrado, por sustitución. En tal
caso, debe establecerse una línea de continuidad en la intervención, de modo que el
nuevo equipo pueda continuar con ella de un modo coherente. A la inversa, se debe
considerar de una manera distinta los casos en que el ingreso del adolescente al
programa se ha producido por el quebrantamiento de otra sanción.

Es conveniente también considerar en esta etapa una mayor incidencia de los beneficios
establecidos por el reglamento, que permiten reforzar el proceso de reinserción social del
adolescente. No obstante, se debe procurar que la entrega de beneficios no entre en
contradicción con las decisiones judiciales (por ejemplo, no conviene insistir en ellos
cuando el juez ha negado una remisión o no ha dado lugar a una sustitución de la
sanción).

Los objetivos de cada etapa no son excluyentes entre sí; puede accederse a los de la
etapa siguiente y trabajar en los de la etapa anterior también. Pues se considera el
cambio como un espiral, el cual permite retrocesos y avances en las metas que se
planifican; esto permite visualizar la reincidencia como una oportunidad y no como un
fracaso.

Informe de egreso:

Este último informe se emitirá una vez cumplido el tiempo determinado por el tribunal, o
una vez que las metas del P.I.I. se hayan alcanzado y se solicite revisión de la medida.
Para finalizar el proceso en el medio libre.

Debe incorporar:
• Identificación del caso.
• Contextualización del caso: tiempo de permanencia y compromiso observado durante el
período.
• Metas trabajadas y que se hayan logrado
• Metas en vías de logro
• Sugerencias para el medio libre

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• Conclusión
• Solicitud de término de medida y egreso.

4.4.5 INCUMPLIMIENTO
Incumplimiento. En conformidad a lo establecido en el artículo 51 inciso segundo de la
Ley Nº 20.084, deberá informarse al tribunal de control de ejecución del incumplimiento de
las actividades fijadas en el Plan de Intervención o en general, del contenido de la sanción
impuesta en la sentencia. Copia de dicho informe, se remitirá al defensor del adolescente.
El reglamento de la ley define las situaciones que pueden ser calificadas como
incumplimiento por parte del adolescente.
En cuanto a la sanción accesoria, aun cuando se trate de una sanción independiente, su
contenido deberá enmarcarse dentro del PII, con la consiguiente coordinación del equipo
profesional de salud con el equipo encargado de la ejecución de la sanción principal.

4.6. EVALUACIÓN GENERAL DEL PROGRAMA DE REINSERCIÓN SOCIAL

El centro deberá generar las condiciones para que en cada etapa de la intervención se
pueda verificar los siguientes logros, relacionados con la ejecución del PII.

Condición de salida de la Etapa de Ingreso :


Será necesario que el/la adolescente en términos ideales manifieste al término de la
etapa:
- Haber participado en la elaboración y conocer a cabalidad las actividades de su PII
- Manifestar un compromiso funcional con el PII, esto es, cumplir con las actividades
que incluya su plan.
- Será deseable que el/la adolescente pueda contar con habilidades básicas para
incorporarse en una actividad estructurada como la educación, capacitación laboral
u otras.

Condición de salida de la Etapa de Ejecución :

Para el paso a la siguiente etapa, será necesario que:


- El/la adolescente manifieste una apropiación de los objetivos del plan.
- Se observe una motivación individual por cambio.
- Se observen efectos de acciones de reparación o responsabilización
- Se observe el desarrollo de habilidades y competencias generadas por el proceso
de habilitación e integración social.
- Las competencias adquiridas son posibles de generalizar en la conducta del/la
adolescente visualizándose como habilidades que permanecen en el tiempo.
Implican y se traducen en aprendizajes observables.

Condición de salida de la Etapa de Egreso :


- Adolescente mantiene incorporación a actividades que lo integran socialmente y que
favorecen su desarrollo.
- Cumplimiento de todos los objetivos del PII.

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INSTANCIAS DE SUPERVISIÓN TÉCNICA Y EVALUACIÓN. Destinada a que el proceso
a través del cual se despliega la intervención goce de la supervisión técnica que asegure
las mejores condiciones para que los jóvenes reciban una atención de calidad. Se
expresa en la supervisión permanente del jefe técnico o el profesional de asesoría técnica
que deberá formalizarse en el análisis semanal o quincenal del proceso que se lleva con
cada adolescente y que abarca todas las dimensiones de la intervención descritas.

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V. SISTEMA DE EVALUACION Y CONTROL
DEL CENTRO CERRADO

Incorporar acciones de seguimiento, evaluación y control permanente en la ejecución de


los proyectos constituye una herramienta funcional para mejorar la calidad de la
intervención que se lleva a cabo con los/as adolescentes. Lo anterior, en la medida que
permite contar con información regular acerca de las fortalezas y debilidades del proceso
pudiendo realizar oportunamente cambios orientados a mejorar su eficiencia y eficacia.

A.- EVALUACIÓN Y CONTROL DEL PROPIO CENTRO


Para dar viabilidad a lo anterior se requiere incorporar en el diseño y ejecución del
proyecto la existencia de instancias regulares para el seguimiento y análisis de la
ejecución desde tres niveles:
a) De proceso (estrategias y metodologías).
b) De usuarios (percepción y opinión respecto de la intervención).
c) De resultados (respecto de metas y actividades).
Se espera que los proyectos desarrollen un plan que incluya una breve descripción de
cada instancia, las estrategias e instrumentos que se utilizarán, los actores que
participarán y la frecuencia en que se llevará a cabo. Además, se debe considerar la
existencia de registros sistemáticos del desarrollo y resultados alcanzados.

B.- EVALUACIÓN Y CONTROL DE LAS INSTANCIAS REGIONALES Y NACIONALES


DE SENAME
Paralelamente, Sename desarrollará un proceso de seguimiento y evaluación a distintos
aspectos del diseño, ejecución y resultados de los proyectos:

ƒ Evaluación ex–ante, destinada a determinar la adecuación, pertinencia y coherencia


de los proyectos de intervención y gestión que presenta cada centro respecto del
modelo de intervención definido, de sus objetivos y metas y del grado de coherencia
presentado en la formulación del proyecto. Esta evaluación será realizada, por la
Dirección Regional y la Dirección Nacional de SENAME
ƒ Evaluación de proceso o seguimiento, dirigida a mejorar o corregir la intervención
mediante la aplicación de dos tipos de instrumentos que recogen información
cualitativa y cuantitativa del avance en la ejecución de cada proyecto (Entrevistas
Individuales con adolescentes usuarios del proyecto y Tablero de Control de Metas).
Este seguimiento será realizado e informado por los Supervisores Técnicos
Regionales.
ƒ Evaluación de impacto, orientada a ponderar los resultados de la intervención
realizada con los y las adolescentes y su permanencia en el tiempo. En este caso, la
evaluación será realizada por un organismo o institución externa y estará dirigida a
perfeccionar el modelo de intervención a partir de la evaluación de los resultados que
permanezcan en el tiempo.

C.- EVALUACIÓN Y CONTROL INTERINSTITUCIONAL


Otro dispositivo importante para efectos del seguimiento al funcionamiento de los centros
y sus proyectos de intervención lo constituye el “Comité Técnico“, descrito anteriormente
en el presente documento que siendo su objetivo evaluar el funcionamiento general del
centro podrá aportar, al mejoramiento progresivo e integral de la atención.

47
D.- SISTEMATIZACION
La sistematización constituye un proceso de reflexión sobre la práctica, cuyo sentido es
dar cuenta de la historia del proyecto y producir un conocimiento que permita comunicar lo
que ha sido su trabajo. Implica distinguir a un nivel teórico lo que en la práctica se sin
distinción dentro de un “todo” y organizar – reproducir conceptualmente – una práctica
para volver a intervenir con mayor eficacia y eficiencia en una situación dada.

MODELO DE SUPERVISIÓN10
Para dar coherencia a todas las acciones de supervisión que el Servicio realiza, se ha
propuesto generar un sistema integrado que agrupe todos los procedimientos,
instrumentos y mecanismos que permiten el control, monitoreo, seguimiento y supervisión
de la calidad de vida, del trato y de la intervención dispensado a los adolescentes
infractores de ley.

NACIONAL SUPERVISIÓN ASESORIA SISTEMATIZACION


TECNICA DE EXPERIENCIAS

DISEÑO

ORIENT. ACCIONES
TECNICAS

NIVELES

TAREAS

10
Supervisión : Involucrará procesos de control, monitoreo y acompañamiento técnico.
Asesoría Técnica : Se entenderá como un proceso gradual destinado a mejorar la calidad de la intervención. Involucra los
niveles local, regional y nacional. Incluye acciones de identificación de problemas, generación de soluciones, y
motivación para aplicar soluciones.
Sistematización : Actividades que producen conocimiento sobre la práctica, y que permite comprender y comunicar
dichas prácticas

48
NACIONAL
ACCIONES NIVELES TAREAS RESPONSABLE

DISEÑO
MONITOREO F
Análisis de la totalidad L Sistematización
del proceso de U Información para
ORIENT. de un la toma Instrumentos
implementación J NACIONAL DEDEREJ
TECNICAS decisiones de
programa (modelo de O Supervisión:
intervención) S (mejorar gestión
y ejecución)
1.- Entrevista
D del Director
E Regional.
SEGUIMIENTO
Estado de desarrollo de 2.- Informes
I mensuales de
las actividades y N
productos programados. segregación.
F 3.- Informes de
Comparación de lo Análisis de la
O DEDEREJ situación de
realizado con lo REGIONAL información
R crisis.
programado. Asesoría Técnica
M 4.- Tablero de
A Control
C 5.-Buzón de
I Sugerencias
O 6.- Entrevistas a
SUPERVISIÓN N adolescentes
Conjunto de Aplicación
UDEREJ
actividades de un Instrumentos
proyecto, línea o CENTRO Asesoría Técnica
Observación Direcc.
componente de un
programa.

Calidad de Vida
Buen Trato
Intervención

49
BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA

1) Goffman, E., Internados, Editorial Amorrortu, Buenos Aires, 1961.


2) Infraestructura, Sistema privativo de libertad, Responsabilidad Penal
Adolescente, contexto, estándares, condiciones mínimas y programa de
manutención, División Defensa Social, Ministerio de Justicia, año 2006, Santiago
de Chile.
3) Intervención educativa en inadaptación Social, Amorós P. y Ayerbe
editores.2000, Madrid, Ed. Síntesis S.A.
4) Ley Nº 20.084 que establece un sistema sobre Responsabilidad de los
Adolescentes por Infracciones a la Ley Penal, Ministerio de Justicia, 2005.
5) Lineamientos Técnicos, Tratamiento y rehabilitación de personas con consumo
problemático de drogas, CONACE, 2004, Santiago: Gobierno de Chile.
6) Norma Técnica Nº 85, Tratamiento integral de adolescentes infractores de ley
con consumo problemático de alcohol – drogas y otros trastornos de salud
mental, Ministerio de Salud, 2006.
7) Pedagogía de la Presencia. Introducción al trabajo socioeducativo junto a
adolescentes en dificultades, Gómez Da Costa, A., 1995, Buenos Aires: Editorial
Losada UNICEF.
8) Propuesta de Reglamento para la Ley Nº 20.084, Ministerio de Justicia, 2007.
9) Sistema Nacional de Atención Socioeducativa para Adolescentes Infractores de
Ley, Servicio Nacional de Menores, 2007.
10) Tratamiento y >Rehabilitación de niños, niñas y adolescentes. Conace, 2004.

50
Anexo Nº 1

FORMATO SUGERIDO PARA LA ELABORACIÓN DEL PII


PLAN DE INTERVENCIÓN INDIVIDUAL (PII)

Fecha:

Identificación

Nombre de el/la Adolescente:

Nombre del Centro :

Nombre del Responsable de Caso :

Fecha de ingreso:

Duración de la Sanción:

Causal de Ingreso:

RUC:

RIT:

Tribunal:

Defensor:

Síntesis de la Evaluación Diagnóstica

Objetivos

Resultados Esperados

Actividades

Componentes Actividades D. Individual Actividades D. Familia Actividades D. Social-


Comunitaria

Responsabilización

Reparación

Habilitación

Inserción Social

Fechas de Supervisión y/o Evaluación del PII

Fechas para remitir Informes a Tribunal

Firma de el/la Adolescente Firma del Responsable de Caso Firma del Director del Centro

51
Anexo Nº 2

ESTANDARES DE PERSONAL PARA LOS CENTROS DE ADMINISTRACIÓN


DIRECTA DEL AREA TÉCNICA.

INTRODUCCIÓN

La ley 20.084 sobre responsabilidad adolescentes por infracciones a la ley penal, que
deberá implementarse a partir del 8 de junio del 2007, establece las medidas y sanciones
privativas de libertad, que han de aplicarse a los adolescentes responsables del algún
ilícito.
Dicho cuerpo legal entrega la responsabilidad de la administración de estas medidas y
sanciones al Servicio Nacional de Menores, a través de sus centros de administración
directa. Al respecto, una de las acciones que se requiere es determinar las dotaciones
de personal necesarias, que permita brindar una atención de calidad a los adolescentes
que serán derivados, conforme a la legislación señalada.
Las exigencias de desarrollar un sistema atención e intervención especializada, con
coberturas que podrían aumentar y el mejorar la calidad, impone introducir nuevas
prácticas en el análisis de las dotaciones requeridas para cumplir con dicho objetivo.
Considerando las diversas realidades y niveles de atención, el fortalecimiento y la
especialización requerida, resulta necesario hacer un análisis de las actuales dotaciones
de personal con las que cuenta cada uno de los centros de administración directas.
En razón de lo anterior se requería establecer criterios que nos permitieran realizar un
adecuado análisis de las dotaciones de personal en cada uno de los centros, debido a la
especificidad y particularidad que presentaba cada uno de estos. Considerando que el
análisis no sólo se debía realizar en función de la cantidad de personas, se consideró
importante establecer algunos lineamientos que nos permitieran aproximarnos a las
dotaciones ideales en cada centro, por ello se establecieron algunos aspectos ha tener
presente al momento de determinar las dotaciones de personal requeridas, entre ellos, la
capacitación, habilidades, competencias, estándares numéricos, entre otros.
En este documento se establecen los estándares numéricos, es decir la relación que debe
existir entre el número de adolescentes y los técnicos, profesionales, administrativos,
auxiliares, directivos en cada uno de los sistemas de atención que debemos implementar
en la puesta en marcha de la ley.

Como una forma de aproximarnos a los estándares numéricos, consideramos relevante


responder a tres interrogantes:

La primera ¿Es posible conocer qué personal se requiere realizando una operación
matemáticas a las coberturas proyectadas por los estudios de demanda? La sola
consideración numérica para efectos de determinar el número de funcionarios requeridos
por cada uno de los centros no nos parecía suficiente, es decir, establecer la relación
adolescentes versus funcionarios no bastaba, por tanto debíamos consignar otras
variables que nos permitieran llegar a una conclusión.

La segunda pregunta era: ¿se pueden fijar de “estándares” comunes para todos los
sistemas? y desde ahí compararlos con la disponibilidad actual de dotaciones y
establecer un promedio nacional. La fijación de estándares, por ejemplo de nivel nacional,
nos llevó a otra pregunta antes de dar una respuesta a la cuestión inicial. ¿Se tomarán
estándares de acuerdo a la calidad de atención otorgada hoy o bien se fijarán estándares
que mejoren la calidad?, Lo lógico, en un cambio como en el que nos encontramos es
mejorar los niveles de calidad en la atención, por tanto nos parecía adecuado determinar
relaciones numéricas entre adolescentes y funcionarios que aseguraran calidad en la
atención y que claramente superaran los actuales sistemas de atención dirigidos a
adolescentes infractores. Por tanto no era posible fijar estándares comunes para todos los
sistemas. Aunque ello significara superar las actual disponibilidad de personal.

52
La tercera pregunta podríamos llamarla de “gestión”, está en relación con el trabajo
concreto que está desarrollando el personal de un determinado establecimiento. Se trata
de establecer si, para el mismo número de actividades que realiza hoy en un centro será
suficiente el personal actual de los centros con la implementación de la ley. La respuesta
fue no, lo que exige la actual legislación supera lo realizado hoy.

Con el objeto de establecer los estándares numéricos más adecuados como forma de
garantizar una atención eficaz y eficiente en las necesidades de los adolescentes que
ingresaran a los distintos sistemas de sanciones privativas de libertad y teniendo presente
las preguntas antes formuladas, se determinaron algunas variables en la fijación de los
estándares numérico de personal en el área técnica de los centros de administración
directa, que ejecutará las medidas y sanciones del nuevo sistema de justicia juvenil:

1. Infraestructura, teniendo presente los espacios donde habitaran los


adolescentes, era necesario considerar las capacidades de las dependencias
de cada uno de los centros de administración directa.
2. Las características de los sujetos de atención en función de la especialización
de la atención.
3. El tipo de intervención realizada por cada uno de los funcionarios de los
centros con los adolescentes.
4. El tipo de profesionales requerido para la intervención.
5. Los tiempos que se utilizarían en la atención de cada uno de los
adolescentes.
6. Las condiciones de trabajo del personal que trabajará en cada uno de los
sistemas.
7. El tipo de medida y sanción conforme a lo requeridos por la ley.

ESTANDARES CIP- CRC

FUNCION ESTANDAR DESCRIPCION


Director 1 por centro Título Profesional conferido por una Universidad
o Instituto profesional del Estado o reconocida por éste
del área de ciencias sociales, educación, ingeniería o
administración.

Será el responsable de la gestión técnica y


administrativa, velará por el cumplimiento de las normas
aplicables al centro y deberá adoptar todas las medidas
necesarias para asegurar su normal y eficiente
funcionamiento. Asimismo será el responsable de la
coordinación con los diversos sectores que deben
involucrarse en la reinserción social de los
adolescentes.
Jefe Técnico 1 por centro Profesional de las Ciencias Sociales o Humanas,
incluida Educación.

Será el responsable de la intervención técnica con


los/las adolescentes, asegurará que sean atendidos y
cuidados conforme a la etapa de desarrollo en la que se
encuentran. Asimismo velará por el cumplimiento de las
medidas dispuestas por los tribunales correspondientes,
como también que los adolescentes mantengan una
comunicación fluida con sus familias, y defensores.
Deberá coordinar e implementar las actividades
escolares, de capacitación, recreativas, formativas,
atención individual, familiar con los adolescentes.
Deberá salvaguardar el mantenimiento de la disciplina
interna, asegurando que ejecute el marco de los
derechos de los/las adolescentes. Mantendrá
información estadística actualizada relativa a los datos
personales de los/las adolescentes, además de la
dinámica de ingresos y egresos garantizando que sea

53
con resguardo de la intimidad de los/las adolescentes.
Asegurará que se mantenga actualizado el expediente
de ejecución y los datos del Senainfo, así como de otros
documentos y registros relacionados de cada
adolescente ingresado/a.
Gestor de 1 Gestor de por Asistente social.
Redes Cada 50
adolescentes Encargado de coordinaciones generales para el acceso
de los adolescentes a la oferta intersectorial.

Este profesional es el gestor de la oferta socioeducativa


en la comunidad. Ello implica una vinculación con redes
primaria (comunidad, actores sociales comunitarios,
familia, etc.) y secundaria (red institucional de servicios).

Profesional 1 profesional por Asistente social, Psicólogo, Profesor o profesionales de


responsable cada 12 las ciencias sociales, con habilidades para la
de caso adolescentes intervención socioeducativa.

Encargado del seguimiento de cada adolescente,


acompañamiento durante la internación. Elabora
informes solicitados por el tribunal. Deberá trabajar
coordinadamente en el equipo de intervención del cual
forma parte.
Profesional 1 profesional por Psicólogo.
de cada 2 Trabaja en conjunto con los responsables de caso y los
Intervención profesionales ETD de cada casa, formando parte de un equipo de
Clínica responsable de intervención. Deberá trabajar coordinadamente en el
caso. equipo de intervención del cual forma parte.

Profesor de 1 Profesor o Profesional o técnico: profesor, terapeuta ocupacional,


Taller Monitor cada 30 psicoeducadores, educadores sociales.
adolescentes
Realiza trabajo grupal ejecutando talleres y cursos.
Coordinador 1 Coordinador Coordina plan de actividades diurno, trabajo con
de Turno de turno equipos externos, educadores.
Diurno
Coordinador 1 por turno Coordina plan de actividades nocturno, Responsable
Nocturno del centro en ausencia de directivos

Educador 1 Educador De preferencia Profesor


diurno cada 8
adolescentes Será encargado acompañamiento y atención diaria de
los adolescentes bajo su responsabilidad. Dentro de sus
funciones estará la de ejecutar la rutina diaria, disponer
de la asistencia de los adolescentes a los encuentros
con las distintas instancias que intervienen en su
proceso de reinserción social.
Educador 1 Educador Será encargado del acompañamiento y atención diaria
nocturno cada 8 de los adolescentes a su cargo. Dentro de sus funciones
adolescentes estará la de ejecutar la rutina diaria, disponer de la
asistencia de los adolescentes a los encuentros con las
distintas instancias que intervienen en su proceso de
reinserción social.

Como también garantizar el descanso nocturno de los


adolescentes a su cargo.

54
TABLA DE RELACIONES FUNCIONARIOS VERSUS ADOLESCENTES

EDUCADORES INTERNACIÓN
PROVISORIA Y CERRADO (1)

ADOLESCENTES FUNCIONARIOS
1a8 1
9 a 16 2
17 a 24 3
25 a 32 4
32 a 40 5
41 a 48 6

1) En aquellos casos en que existan casas con capacidad desde 8 adolescentes hacia
bajo se consideran 2 educadores independientemente del estándar.

PROFESOR O MONITOR DE TALLER

ADOLESCENTES FUNCIONARIOS
1 a 30 1
31 a 60 2
61 a 90 3
91 a 120 4
121 a 150 5
151 a 180 6
181 a 210 7
210 a 240 8
241 A 270 9

PROFESIONAL RESPONSABLE DE CASOS

ADOLESCENTES FUNCIONARIOS
1 a 12 1
13 a 24 2
24 a 36 3
37 a 48 4
49 a 60 5
61 a 72 6
72 a 84 7
85 a 96 8
97 a 108 9
109 a 120 10
121 a 132 11
133 a 144 12
145 a 156 13
157 a 168 14
169 a 180 15
181 a 192 16
193 a 204 17

55
PROFESIONAL DE INTERVENCIÓN CLINICA (2)

PROFESIONAL
PROFESIONALES
DE
RESPONSABLE
INTERVENCIÓN
DE CASOS
CLINICA
1a2 1
3a4 2
5a6 3
7a8 4
9 a 10 5
11 a 12 6
13 a 14 7
15 a 16 8
17 a 18 9
19 a 20 10

(2) El estándar del profesional de intervención clínica se relaciona con el número de


profesionales de casos.

56
ANEXO 3:

DESCRIPCIÓN DE FUNCIONES DEL EQUIPO DE SANCIÓN EN RÉGIMEN CERRADO


CON PROGRAMA DE REINSERCIÓN SOCIAL

Director
Será el responsable de la administración técnica y administrativa, velará por el
cumplimiento de las normas aplicables al centro y deberá adoptar todas las medidas
necesarias para asegurar su normal y eficiente funcionamiento. Asimismo será el
responsable de la coordinación con los sectores involucrados en la reinserción social de
los adolescentes.

• Responsable de la redacción y elaboración del proyecto de funcionamiento del


centro, que contemplará elementos de gestión y el programa de reinserción social
del centro.
• Planificación anual, coordinación y supervisión de las acciones y procedimientos
técnicos y administrativos que involucran el funcionamiento del centro.
• Control de gestión (recuso humano y financiero).
• Evaluación y/o monitoreo permanente del cumplimiento de los objetivos del
proyecto.
• Llevar a cabo una gestión que garantice el trabajo en equipo.
• Supervisar los informes evacuados al tribunal de ejecución por parte del centro.
• Establecer coordinaciones, convenios y/o gestionar acciones pertinentes para
garantizar el acceso de los jóvenes a las políticas y programas sociales de sus
comunas.
• Mantener actualizado el catastro de la red intersectorial.
• Representar al proyecto frente a los actores del sistema judicial, defensoría,
Fiscalías u otras instancias, cuando ello sea pertinente para la buena gestión del
centro.

Jefe Técnico

Será el responsable de la intervención técnica con los/las adolescentes, asegurará que


sean atendidos y cuidados conforme a la etapa de desarrollo en la que se encuentran.
Asimismo velará por el cumplimiento de las medidas dispuestas por los tribunales
correspondientes, como también que los adolescentes mantengan una comunicación
fluida con sus familias, y defensores. Deberá coordinar e implementar las actividades
escolares, de capacitación, recreativas, formativas, atención individual, familiar con los
adolescentes. Deberá salvaguardar el mantenimiento de la disciplina interna, asegurando
que ejecute el marco de los derechos de los/las adolescentes. Mantendrá información
estadística actualizada relativa a los datos personales de los/las adolescentes, además de
la dinámica de ingresos y egresos garantizando que sea con resguardo de la intimidad de
los/las adolescentes. Asegurará que se mantenga actualizado el expediente de ejecución
y los datos del Senainfo, así como de otros documentos y registros relacionados de cada
adolescente ingresado/a.
ƒ Participa en la redacción y elaboración del proyecto del centro.
ƒ Participación en audiencias judiciales cuando sea requerida.
ƒ Diseño, ejecución y evaluación permanente de actividades de intervención
programadas en el PII.

57
ƒ Planificar y desarrollar estrategias metodológicas a partir del análisis global de las
necesidades de los/las adolescentes adscritos al centro.
ƒ Supervisa diseño, ejecución y evaluación de PII.
ƒ Asesora técnicamente la intervención de los equipos técnicos a través de reuniones
periódicas.
ƒ Planifica y coordina las reuniones técnicas de los equipos para el análisis de casos.
ƒ Interviene directamente en casos de crisis o cuando se evalúa pertinente.

Educador Diurno

• Revisa y analiza de antecedentes en el proceso de ingreso.


• Participa de la evaluación inicial (evaluación diagnóstica) para la elaboración de PII
(en las dimensiones individual, familiar y social-comunitaria).
• Responsable del cumplimiento del plan de actividades diario programado para cada
casa.
• Colabora en el diseño, ejecución y seguimiento de los objetivos planteados en los
PII de cada adolescente.
• Acompaña la asistencia y motiva la participación del adolescente en las actividades
del programa socioeducativo del centro.
• Implementación de talleres grupales de carácter formativo (derechos, sexualidad,
responsabilización, desarrollo personal, etc)
• Observa y registra de manera diaria las situaciones más relevantes que se suceden
en la convivencia diaria de cada casa
• Contribuye en su acción cotidiana, a la labor formativa-educativa de cada joven, lo
anterior a fin de avanzar en los niveles de responsabilización que cada joven debe
desarrollar respecto del ilícito que se le imputa o por el cual fue sancionado.
• Contribuye en su acción cotidiana, a la labor formativa-educativa de cada joven,
tendiente a habilitarlo de manera positiva para su posterior reinserción social.
• Observa y registra de manera diaria los avances o dificultades detectadas del joven
en la consecución de los objetivos de su PII.
• Resguarda y propicia el respeto por aspectos normativos en la convivencia diaria e
interviene en situaciones de conflicto.
• Participa del Comité de Disciplina.
• Acompaña y supervisa a los jóvenes en actividades recreativas, culturales o
formativas.
• Retroalimenta el diseño y las estrategias de trabajo del programa de reinserción
social.
• Participa de reuniones quincenales de análisis de casos, con el objeto de monitorear
y reportar respecto del estado de avance o dificultades detectadas en la
consecución de los objetivos de cada PII. Realiza propuestas para abordar y/o
superar las dificultades detectadas y también para mantener y/o consolidar los
logros alcanzados.
• Apoya a los jóvenes de su casa en el desarrollo de las actividades escolares y
refuerza la adquisición y consolidación de los aprendizajes.
• Colaborar en la elaboración del proyecto de funcionamiento del centro del centro a
partir de su experiencia de intervención directa.

58
Educador Nocturno

Será encargado del acompañamiento y atención diaria en horario nocturno de los


adolescentes bajo su responsabilidad. Dentro de sus funciones estará el supervisar la
participación del adolescente en la rutina diaria de carácter interno en horario vespertino o
nocturno, así como garantizar el descanso nocturno de los adolescentes a su cargo.
El estándar para educadores de trato directo está definido con una cobertura no superior
a 8 jóvenes.

Responsable de Caso

Encargado del seguimiento de cada adolescente, acompañamiento durante la internación.


Elabora informes solicitados por el tribunal.
Los profesionales responsables de caso, tendrán una capacidad de atención simultánea
no superior a 12 jóvenes. La determinación de este estándar dice relación con la carga de
trabajo que supone este sistema, en tanto supone la intervención personalizada en el
contexto de las redes sociales y familiares. El trabajo de terreno se instalará bajo
consideraciones de carácter territorial. Debe recordarse al respecto que la cobertura de
sistema Semicerrado corresponde en la mayor parte del país a un centro por región.

ƒ Revisa y analiza antecedentes en el proceso de ingreso.


ƒ Participa de la evaluación inicial (evaluación diagnóstica) para la elaboración de PII
(en las dimensiones individual, familiar y social-comunitaria) con la asesoría del jefe
técnico del centro y el asesor técnico cuando corresponda.
ƒ Es el responsable del diseño del PII y su posterior remisión al Tribunal de garantía
correspondiente.
ƒ Es el responsable del seguimiento a los compromisos establecidos en el PII de cada
adolescente a su cargo, y elaborar y remitir los informes sobre el estado de avance de
cada PII al Tribunal correspondiente.
ƒ Participa en audiencias judiciales cuando sea requerido.
ƒ Supervisa en el centro las actividades asociadas al PII.
ƒ Se entrevista con los actores involucrados en el PII, por ejemplo profesor del colegio,
educadores de trato directo, familia, etc., para hacer seguimiento del nivel de
cumplimiento de los objetivos definidos y realizar intervenciones de apoyo que se
requieran.
ƒ Resguarda que los antecedentes que deban estar en el expediente de ejecución
individual estén al día y completos.
ƒ Solicita la asistencia del jefe técnico y del profesional de intervención especializada,
cuando corresponda, a objeto de orientar y apoyar la intervención con casos que lo
requieran.
ƒ Acompaña y asiste al adolescente y su familia en su integración a servicios y
programas de la red.
ƒ Se coordina con los miembros del equipo, los actores del sistema judicial, defensoría y
todas las instituciones que sea pertinente para el desarrollo del PII.
ƒ Retroalimenta el diseño y las estrategias de trabajo del programa de reinserción
social.
ƒ Mantiene informado al jefe técnico y al director del centro de la evolución de los
procesos a su cargo.
ƒ Colaborar en la elaboración del proyecto de funcionamiento del centro del centro a
partir de su experiencia de intervención directa.

59
Profesional de Intervención Clínica

• Trabaja en conjunto con los responsables de caso y los ETD de cada casa,
formando parte de un equipo de intervención.
• Colabora en el diseño, implementación y seguimiento de los planes de
intervención individual.
• Desarrolla intervenciones de carácter individual en el ámbito de la reparación.
• Interviene desde el ámbito terapéutico en casos o situaciones particulares, como
crisis de naturaleza disciplinaria, descompensaciones conductuales, trastornos del
ánimo, etc.
• Interviene desde el ámbito terapéutico con familias que requieran intervención
• Contribuir a la detección de nudos críticos u obstaculizadores de la intervención, y
a la generación de propuestas metodológicas para su abordaje.
• Aporta contenidos diagnósticos para la detección y derivación a programas
especializados (salud mental, consumo problemático de drogas y alcohol, u otros).
• Aporta elementos para la detección de necesidades de autocuidado de lo equipos
y apoya la implementación de acciones que permitan su abordaje.
• Aporta elementos para retroalimentar la calidad del vínculo del joven con el
responsable de caso y el educador, durante la intervención educativa. (monitoreo
lenguaje común, red de significados al interior del centro, identifica nudos críticos
en la relación educativa cotidiana, etc.).
• Asesora al jefe técnico respecto de la planificación socioeducativa del centro.
• Establece, en conjunto con el responsable de caso, las coordinaciones de atención
específica con los equipos que complementan la intervención, tanto al interior
como al exterior del centro (escuela, clínicas de corta estadía, tratamiento
intensivo, etc.).
• Programa, coordina y participa de reuniones de caso a lo menos quincenalmente a
objeto de dar cuenta, desde su ámbito de intervención, del estado de avance de
los compromisos u objetivos del PII y del plan de actividades de los jóvenes en los
CIP.
• Retroalimenta al jefe técnico y a los coordinadores de turno en el diseño y las
estrategias de trabajo del programa de reinserción social.
• Acompañar y motivar al adolescente y su familia en la derivación y acceso a
servicios y programas de carácter terapéutico (COSAM, CAVAS, Programas ESCI,
etc.) cuando se requiera o cuando sea solicitado.
• Manejar información respecto a redes locales (catastro) de carácter terapéutico y
respecto de trámites de acceso para asistir la derivación.
• Colabora con jefe técnico, en la sistematización de experiencias en el centro, que
permitan retroalimentar la intervención y al rediseño de las orientaciones técnicas.

Profesor de Taller

• Encargado de realizar labores de apresto educativo y laboral en horario diurno de


los adolescentes bajo su responsabilidad
• Realizará actividades y trabajará en objetivos transversales en coherencia con el
PII de cada joven.
• Apoyara la supervisión y la participación del adolescente en la rutina diaria de
carácter interno.

60
Coordinador de Turno Diurno

Coordina plan de actividades, trabajo con equipos externos, educadores.


• Coordina la implementación del plan general de actividades diaria del centro, tanto
de parte de los funcionarios del servicio, como de los equipos que complementan
la intervención (escuela, tratamiento drogas, etc.)
• Coordina la correcta ejecución de procedimientos según los lineamientos técnico-
administrativos entregados por el Servicio.
• Coordina los equipos de trabajo de su turno.
• Coordina procedimientos con GENCHI, tales como visitas, traslados, intervención
en conflictos críticos.
• Recibe y prioriza información relevante de turno saliente, a objeto de tomar
decisiones respecto de la programación diaria del centro y planificar atenciones
que sean requeridas.
• Responsable del funcionamiento técnico del centro en ausencia de directivos.
• Conocimiento de la situación procesal pero en términos generales de los/las
adolescentes, con la finalidad de informarlos/las si lo requieren.
• Coordina la atención legal de los adolescentes.
• Participa en la organización interna del recurso humano, velando por la calidad de
la atención y las condiciones de los equipos de trabajo en el nivel de
responsabilidad que le corresponde (organiza turnos, reemplazos, etc.).
• Velar por el debido respeto a los derechos de los jóvenes durante su permanencia
en el centro.

Coordinador de Turno Nocturno

Idem coordinador diurno, pero además:


• Asume un rol directivo en ausencia de los miembros de dicho equipo.

Gestor de Redes
ƒ Diagnóstico de las características y funcionalidad de las redes de apoyo de cada joven
que ingresa a la medida y su respectiva familia.
ƒ Diagnóstico de las características y funcionalidad de las redes de apoyo del centro
como actor local en el territorio donde se emplaza.
ƒ Gestiones para acceso del joven y su familia a la red institucional de apoyo.
ƒ Acciones para que joven y su familia amplíen, diversifiquen funcionalmente,
replanteen, o potencien su red de apoyo.
ƒ Acciones que favorezcan la inserción diaria del joven en instituciones locales o
comunales.
ƒ Acciones que favorezcan la reinserción definitiva del joven en instituciones locales de
la comuna de domicilio del joven y su familia.
ƒ Retroalimentar el diseño y las estrategias de trabajo del programa de reinserción
social.
ƒ Acompañamiento en derivaciones del adolescente a servicios y programas.
ƒ Mantener informado al jefe técnico y al director del centro de la evolución de los
procesos a su cargo.

61
Estadístico

• Encargado de tanto del proceso de ingreso como de egreso de los/las adolescentes al


centro, así como las salidas de ellos de acuerdo a las necesidades.
• Responsable del la creación de la carpeta de los adolescentes
• Mantendrá información estadística actualizada relativa a los datos personales de
los/las adolescentes, además de la dinámica de ingresos y egresos garantizando que
sea con resguardo de la intimidad de los/las adolescentes.
• Asegurará que se mantenga actualizada las carpetas o archivos individuales de los
documentos y registros relacionados de cada adolescente ingresado/a, según lo
establecido en las orientaciones técnicas.
• Llevará registro de las atenciones de defensa de los/las adolescentes y de las
diligencias solicitadas por el sistema de justicia.

Auxiliar de Enfermería

• Realización de exámenes de salud básicos a cada adolescente ingresado.


• Entrega de primeros Auxilios.
• Educación y control de higiene del establecimiento y de los jóvenes.
• Control de los medicamentos y su adecuada administración.
• Coordinación con los Servicios de Salud, para generar acceso de los y las
adolescentes.
• Encargada de archivos con historial de salud de los/las adolescentes.

En términos amplios, el ejercicio de las funciones de profesionales y técnicos deberá


regirse por las normas de la LRPA y de los principios que consagran los tratados
internacionales en atención a velar por el debido respeto de los derechos humanos de los
sujetos privados de libertad. Es importante señalar que tal como lo establece la regla nº
87: ”En el desempeño de sus funciones, el personal de los centros de detención deberá
respetar y proteger la dignidad y los derechos humanos fundamentales de todos los
menores”11.

11
Reglas de las Naciones Unidas para la protección de los menores privados de libertad.

62
ANEXO Nº 4

CONVENIOS MARCO CELEBRADOS POR EL SERVICIO NACIONAL DE MENORES


CON DIVERSOS SECTORES DE LA POLÍTICA PÚBLICA

ƒ SENCE: traspasa recursos financieros para la asignación de becas. Dichas becas se


dirigen a adolescentes infractores de ley en el medio libre. El convenio estimula la
incorporación de los y las adolescentes al Programa de Formación en Oficios que faciliten
su inserción laboral.

ƒ MINSAL: contempla atención expedita y oportuna para los usuarios de Sename en


todos los niveles de atención. Fonasa otorga calificación en el grupo A del Régimen de
Prestaciones de Salud, en todos aquellos casos que se estima pertinente la gratuidad.
Además, se cuenta con la elaboración de protocolos regionales para dar curso a los
acuerdos logrados. Por otro lado, el presente año se formuló un plan de trabajo que tiene
por finalidad asegurar la atención y tratamiento de población infractora cuando concurran
problemas de salud mental graves.

ƒ MINEDUC: Establecimiento de convenios para asegurar la continuidad escolar de los


jóvenes. Se favorece el acceso a través de programas de reescolarización, becas de
retención escolar y del Programa Chile Califica.

ƒ CONACE: Para efectos de esta sanción las coordinaciones se centrarán en el acceso


de los adolescentes a los Planes de tratamiento intensivo, que constituye un conjunto de
prestaciones de alta intensidad y complejidad dada por un equipo especializado, con el fin
de potenciar el logro de los objetivos terapéuticos, relacionados con el consumo
problemático. Asimismo cuando se requiera, los adolescentes podrán acceder a los
Planes de hospitalización de corta estadía, que consiste en una intervención en un
contexto hospitalario para adolescentes que presenten intoxicación por consumo de
sustancias o síndrome de abstinencia, en ambos casos se debe considerar la alta
severidad y/o con riesgo vital, o bien aquellos que presenten un trastorno mental severo
concomitante descompensado o riesgo suicida. Este Plan se considera de carácter
intermedio ya que da cuanta de la compensación de la sintomatología asociada al
consumo abusivo. Considerando lo anterior se espera que al egreso de este Plan el o la
joven continúe tratamiento en un Plan tratamiento intensivo.

ƒ Registro Civil: entrega certificados computacionales de carácter oficial sin costo y


conexión en línea a la base de datos de las Direcciones Regionales, para el acceso a la
información contenida en los registros de nacimientos y de defunción de los jóvenes, sus
familiares más cercanos y de matrimonio de sus padres, todo lo anterior con el objeto de
realizar una adecuada individualización y simplificar el trámite de obtención de
documentos”.

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