Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
La evolución lingüística es el cambio constante, lento o rápido, al que está sometido una
lengua que se transmite de generación en generación como un legado social. En esta
evolución operan dos fuerzas contrarias:
o la fuerza cambiante e innovadora.
o la necesaria estabilidad de una lengua para cumplir su función comunicativa.
Por estas razones la evolución de la lengua es lenta.
La iniciación de un cambio lingüístico surge en principio en un hablante individual. Si esa
nueva realización choca con la norma de la comunidad lingüística, es claro el cambio en
ciernes, que la sociedad considera un “error”. Pero también puede ocurrir que ese cambio
incipiente no provoque reacción en la comunidad, sino que se integre en ella porque estaba
predispuesta a ese cambio. En este caso, el hablante innovador es un intérprete pasivo de un
cambio que estaba latente en la comunidad lingüística.
Nace a principios del siglo XIX como el resultado de varios factores: estudio del sánscrito,
deseo de conocer las lenguas orientales e inspiración romántica de interés por el folklore, el
exotismo, la historia, etc.
Rask se da cuenta a principios de siglo del parentesco de las lenguas indoeuropeas, iniciando
así la lingüística comparativa.
Jakob Grimm es el creador del método histórico. Partiendo del indoeuropeo, estudia la
transformación que han sufrido sus sonidos y la situación actual a la que han llegado en el latín
y las lenguas latinas, por un lado y en el germánico y las lenguas germánicas, por otro.
A Humboldt debemos dos conceptos fundamentales:
o La “innere Sprachform” o forma lingüística interior, que es una parte constituyente del
alma humana y, como tal, debiera ser idéntica en todos los pueblos. “Sólo puede haber
variedad en los medios de realización y dentro de los límites que permite el alcance del
fin”.
o La lengua no es una entidad acabada, ergon, sino energeia, actividad.
Si el primer tercio del XIX se caracteriza por el comparatismo, en el segundo va a predominar
el historicismo, que explica la filiación de las lenguas y sus causas.
Diez une el comparatismo de Bopp con el método histórico de Grimm.
La publicación del Origen de las especies de Darwin influye en la concepción del devenir de
las lenguas. Se busca un paralelo entre la vida de una lengua y el mundo animal, con el
estudio de los cambios sufridos en la lengua, más que el estudio de su estado actual. La
fonética cobra una importancia desmesurada, pues se ve en ella un producto natural del
lenguaje humano, en detrimento de otros aspectos lingüísticos. De esta forma, para el
botánico darwinista Schleicher (indoeuropeísta), los cambios fonéticos siguen leyes fijas,
inmutables, como las de la naturaleza. Estas leyes son independientes de la conciencia
individual. Esta preocupación por las leyes que rigen la evolución del sonido dio lugar a la
idea de ley fonética que, en gran medida, caracteriza a los neogramáticos.
El último tercio del siglo se caracteriza por la filosofía positivista de Comte. En esta atmósfera
de optimismo científico, los estudios del lenguaje se hacen más sólidamente científicos y
surgen los neogramáticos. Estos se interesan cada vez más en la evolución de las lenguas y
Página 1 de 11
admiten que existen transformaciones regulares que siguen leyes tan estrictas como las físicas,
al margen de la voluntad humana. Mantienen dos principios básicos generales:
o Acusan el olvido de que el lenguaje es un producto humano que nace en la colectividad
de los hablantes y no una entidad puramente física. Por ello, las causas del cambio
deben buscarse en los propios hablantes.
o Dan prioridad al estudio de las lenguas actuales.
En esta época aparecen además disciplinas auxiliares como la geografía lingüística y la
fonética experimental.
Sus principios metodológicos son:
- Cualquier cambio del sonido, por realizarse de manera mecánica, se produce
conforme a unas leyes que no admiten excepciones.
- La creación de formas lingüísticas nuevas por medio de la analogía desempeña un
papel muy importante en la vida de las lenguas modernas. Esta analogía obedece a
causas piscológicas (asociación de ideas por parecidos en el significante o
significado).
Contra la rígida doctrina neogramática reaccionaron investigadores que pensaban que en los
fenómenos lingüísticos intervenían más causas. Entre ellos destacan:
- Los filósofos, para los que la lengua no es un mecanismo ciego, sino fenómeno
consciente que depende de la decisión humana.
- Los lingüistas de la antigua escuela comparatista (Schuchardt): las leyes fonéticas no
funcionan de un modo constante y universal. El lingüista sólo puede conocer el estado
de la lengua desde el momento en que los estilos individuales se han generalizado; las
transformaciones fonéticas son fluctuantes y casuales. Afirman la total ausencia de
leyes.
- Los fonetistas (Jespersen) realzan el papel de la significación en la evolución de la
lengua: el significado y el empleo de las palabras pueden dar lugar a diferencias en su
tratamiento fonético. La lengua es más un fenómeno social que biológico.
- Los estudios dialectales proporcionaron nuevos datos sobre la evolución de las lenguas.
Ascoli destaca el aspecto étnico del lenguaje y los dialectos añaden información sobre la
vida de una palabra.
Página 2 de 11
Pero no se pueden colocar barreras infranqueables entre los métodos sincrónico y
diacrónico. Por un lado, los cambios lingüísticos apuntan frecuentemente al sistema,
su estabilización, reconstrucción, etc. El estudio diacrónico no excluye las nociones de
sistema y función; al contrario, las necesita para ser completo. Por otro lado, la
descripción sincrónica no puede excluir absolutamente la noción de evolución, pues
incluso en un sector considerado sincrónicamente existe la conciencia de diferentes
estadios (vías de desaparición, presente, en formación), así como la consideración de
arcaísmos y la distinción entre formas productivas y no productivas, que son hechos
diacrónicos.
c) Nuevas posibilidades de empleo del método comparativo: el estudio comparativo se
limitaba a los simples problemas genéticos, sobre todo a la investigación del
patrimonio común. Pero estos métodos deben utilizarse de una manera más amplia,
para permitir el descubrimiento de las leyes de estructura de los sistemas lingüísticos y
su evolución. Para este tipo de comparación se encuentran materiales no sólo en las
lenguas no emparentadas, sino también en las de una misma familia.
Consecuencias de la comparación estructural de lenguas emparentadas: el
estudio comparativo destruye la idea de un carácter fortuito de la evolución
convergente y divergente. El estudio comparativo deja a un lado el método
estéril de la historia de los hechos aislados, pone de relieve las tendencias
fundamentales del desarrollo de una u otra lengua y permite utilizar con más
éxito el principio de la cronología relativa.
Grupos territoriales: el descubrimiento de las tendencias de la evolución de
diferentes lenguas eslavas en diversas épocas suministra material para un
conjunto de cuestiones importantes relativas a las “uniones regionales”.
d) Leyes de encadenamiento de los hechos de evolución lingüística: en la lingüística
histórica se pasa desde la concepción de hechos producidos arbitrariamente a la noción
del encadenamiento según leyes de hechos evolutivos. Las consecuencias de ello son:
Para la propagación de los hechos de lengua: incluso la propagación de hechos
de lengua que modifican el sistema lingüístico alcanzado no se efectúa
mecánicamente, sino que se determina por las disposiciones de los sujetos que
la reciben. Así pierde importancia la discusión sobre si el cambio se propaga a
partir de un foco común o de un hecho resultante de una evolución convergente.
Para el problema de la dislocación de una “lengua común inicial”: hay unidad
de esta lengua en la medida en que los dialectos son capaces de desarrollar
cambios comunes. Es cuestión secundaria y auxiliar que tengan un punto de
partida en un foco único. En la lingüística aplicada, el criterio de la unidad de
lengua es proporcionado por la actitud de la colectividad hablante con respecto
a la lengua y no por caracteres lingüísticos objetivos.
Para Jakobson, la fonología se opone al método aislante de los neogramáticos en que
considera que “toda modificación debe ser tratada en función del sistema en el interior
del cual tiene lugar”. Así, la nueva corriente lingüística, en cuanto estructural, se
opone al atomismo de doctrinas precedentes y estudia los cambios de función de los
fonemas en su relación con el sistema y entre sí.
En cuanto al tiempo de desarrollo de un cambio, hay diferencias entre el sistema
fonológico y el fonético: el cambio fonético es muy largo, mientras que el fonológico
es momentáneo (producida la transformación de la función de un elemento fónico
significativo, se origina un nuevo sistema que puede coexistir durante algún tiempo
con el sistema anterior).
Página 3 de 11
2.- LAS CAUSAS DE LOS CAMBIOS LINGÜÍSTICOS
Las causas a las que obedecen los cambios lingüísticos pueden ser externas o internas. Las
primeras son efectos perturbadores del sistema que pueden originar un cambio fonológico o
no. Las segundas son reacciones que tienden a restablecer el equilibrio del sistema lingüístico.
Pero muchas veces es imposible determinar si hay prioridad de unas sobre otras.
b) Factores sociolingüísticos
El más importante es el cambio de lugar geográfico de una lengua, que da origen al sustrato y
demás estratos lingüísticos, a los problemas de bilingüismo y a los de lenguas en contacto.
1.-La teoría de los estratos lingüísticos: según Jungemann “cuando en una comunidad
conquistadores introducen una nueva lengua que desplaza a la indígena en la población
nativa, ciertas modificaciones subsiguientes de la nueva lengua se deberán a la
perduración en ella de rasgos o hábitos del idioma vernáculo precedente. En tal caso, el
término sustrato se aplica a la población y al lenguaje indígenas”. Por ejemplo, cuando
el latín se impone en Hispania sobre las lenguas existentes, aparece el rasgo del paso de
f > h, que es difícil de explicar si no se piensa en la influencia de una lengua
prerromana. Muchos lingüistas sólo han estudiado el sustrato en la fonética, pero todos
los sectores de la lengua sufren esta influencia. Pero, ¿cómo explicar que la lengua
desaparecida pueda ejercer su influencia en algunos fenómenos al cabo de los siglos?
Para unos se debe a reacciones étnicas o predisposiciones orales, especialmente
fonéticas, que se pueden heredar y reaparecen a distancia de muchas generaciones.
Pero varias han sido las críticas a esta teoría: por un lado, se afirma que los rasgos
lingüísticos puestos en juego para la teoría del sustrato pertenecen a una época tan
remota que es prácticamente imposible saber algo de ellos. Otros (Lübke) la admiten
sólo cuando las pruebas son plenamente convincentes, pero las innovaciones debidas al
sustrato no se comprueban inmediatamente después de desaparecida la lengua de
sustrato. En cualquier caso, las cuestiones del sustrato son muy complejas y hay que
tratarlas con mucho cuidado.
La única posibilidad de salvar esta teoría es a través del estado latente activo, teoría de
Menéndez Pidal: “ en vez de una tendencia hereditaria diferida, o fuerza latente inactiva
Página 4 de 11
que resurge a larga distancia, pensemos en una tendencia latente activa, operando
lentamente, oculta durante varios siglos en que esa tendencia coexista con la dominante
que es la única manifiesta” Para él, el sustrato actúa y se impone en un pequeño grupo
regional que, poco a poco, bien por su prestigio político o bien por el cultural, lo difunde
y generaliza. Tal es el caso del paso de f- > h-. Esta difusión se realiza muy lentamente
y coexistiendo con la otra forma. La evolución fonética es multisecular pues es falsa la
idea que hoy suele dominar en la cronología lingüística, cuando se pretende seriar
simplistamente las varias etapas una tras otra, como reinados que suceden sin
entremezclarse.
El concepto sustratístico se amplió con el término superestrato (von Wartburg):
influencia que ejerce la lengua de un pueblo dominante sobre la del dominado, con la
particularidad que la lengua del primero desaparece adoptando la del segundo, pero
influyendo en la evolución posterior del dominado. Otro término es adstrato “el influjo
entre dos lenguas que habiendo convivido un tiempo en un mismo territorio, luego viven
en territorios vecinos, como en el caso del vasco, antiguo sustrato y hoy adstrato del
castellano” (Valkhoff).
Página 5 de 11
Otra fuerza social importante es la consecuencia de dos movimientos importantes,
debidos al trasiego de gentes a sectores sociales superiores:
- La ruralización del lenguaje urbano debido a la llegada de personas de zonas
rurales.
- La urbanización del lenguaje campesino producida por los medios de
comunicación.
Así, las fuerzas sociales producen dos grandes fenómenos sociolingüísticos que llevan a
la integración o al desmembramiento. Bally observa dos tendencias en el cambio:
a. La tendencia social niveladora por la necesidad de comprensión colectiva.
b. La tendencia social disgregadora por el fraccionamiento en distintos grupos
sociales.
4.-Las variantes: la estratificación social y demás fuerzas sociales producen una serie de
variantes y alternancias a la hora de realizar una unidad del sistema (por ejemplo la [-d-]
intervocálica). El hablante elegirá una u otra, dependiendo del porcentaje de uso, que
está basado en condicionamientos sociales y lingüísticos. En principio, el individuo es
libre al escoger una alternancia, pero esta libertad está condicionada por una
institucionalización social que supone conocer las reglas que gobiernan el uso. Un
rasgo de diversidad que crea alternancias de variantes es el polimorfismo. Este se da
más en el habla informal o donde haya menor coacción normativa. En los estratos
cultos, las realizaciones cambian según el estilo de lenguaje (en el coloquial, la forma
nueva; en el no coloquial, la vieja). En los no cultos las realizaciones son
independientes.
Página 6 de 11
9. Si el grupo que originó el cambio no es el de mayor nivel social en la
comunidad, los del nivel superior estigmatizarán eventualmente el cambio.
10. Esta condena inicia el “cambio desde arriba”, corrección esporádica e irregular
del “modelo de prestigio”.
11. Si el modelo de prestigio usado por el grupo de nivel más alto no corresponde a
una forma usada por otros grupos en el mismo tipo de palabras, los otros
mostrarán un segundo tipo de hipercorrección (hipercorrección desde arriba).
12. Bajo condena extrema, una forma puede desaparecer.
13. Si el cambio se origina en el grupo de nivel más alto, se convierte en modelo de
prestigio para todos los miembros de la comunidad.
Como conclusión, las presiones internas, estructurales y sociolingüísticas actúan en
alternancia sistemática en el mecanismo del cambio lingüístico. Para Labov, la
explicación del cambio no puede limitarse a las influencias mutuas de elementos
lingüísticos y a que el sistema lingüístico sea autónomo. El proceso de reciclaje es la
respuesta a preguntas sobre las causas, las funciones y los mecanismos del cambio
lingüístico.
Para Jakobson, cuando por influencia de algún factor externo se origina un cambio fónico, la
fonología diacrónica se pregunta:
1. Si se ha modificado algo en el interior del sistema fonológico.
2. Si se han perdido diferencias fonológicas.
3. Si han aparecido nuevas diferencias fonológicas.
4. Si no ha cambiado la situación de una diferencia determinada, permaneciendo sin
modificar todo el inventario de diferencias fonológicas.
Unos cambios fonológicos pueden ejercer determinada influencia sobre el sistema, como, por
ejemplo, la sonorización de las consonantes sordas intervocálicas latinas: las geminadas
sordas pasan a simples sordas; las sordas intervocálicas se sonorizan; las sonoras
intervocálicas se convierten en fricativas.
Otros cambios no desempeñan ningún papel fonológico y se limitan a aumentar el número y
diversidad de las variantes combinatorias del fonema, o pueden modificar fonéticamente una
variante de un fonema sin alterar el sistema fonológico ni la relación con los otros fonemas.
Estos cambios son extrafonológicos. Un ejemplo es la disimilación fratre > frate, ya que el
cambio –tre > –te no destruye ni crea ningún tipo silábico (existían y siguen existiendo los
tipos silábicos ccv y cv) .
Página 7 de 11
uno de ellos o de ambos. No se crean ni se suprimen unidades, sino que se ha cambiado
la base subfonológica.
A/ : /B/ > /A’/ : /B’/
Coalescencia y escisión: los cambios fónicos que sin alterar el inventario de los
fonemas de una lengua modifican el inventario de los grupos de fonemas.
Página 8 de 11
d) Coalescencia y escisión: hay cambios fónicos que modifican no el inventario de los fonemas
de una lengua, sino sólo su inventario de grupos de fonemas. Se da de dos formas:
1. Coalescencia o fusión fonológica: una secuencia de fonemas puede dar lugar a un
solo fonema. Así:
/AB/ > /C/
Esta puede ser:
1.1. El resultado de la transformación origina un fonema, /C/, ya
existente. El cambio fonológico se limita a variar la frecuencia
de los fonemas en la lengua. Es el caso de los grupos latinos –
kt- y –lt-, que evolucionaron en español hasta dar /t∫/. Los
fonemas /t/, /l/ y /k/ no desaparecen; tampoco es nuevo el
fonema /t∫/.
1.2. El resultado de la transformación origina un fonema desconocido
hasta entonces en el sistema. Por ejemplo, el grupo latino /nj/,
originó en castellano el fonema //, que no existía. Se produjo
así una fonologización:
/nj/ : /n/ > // : /n/
2. Escisión fonológica: un fonema se escinde en un grupo de fonemas. Así:
/C/ > /AB/
En la escisión fonológica puede ocurrir:
2.1. Una desfonologización: cuando la primitiva unidad desaparece
del sistema. Por ejemplo, la evolución de /ε/ origina en
castellano la secuencia /ie/, que se identifica con dos fonemas ya
existentes. /ε/ desaparece del sistema.
/ε/ : /e/ > /ie/ : /e/
2.2. Una fonologización: cuando las unidades nuevas no existían
antes del cambio. Por ejemplo, la aparición de /∫/, procedente de
las palatalizaciones de los grupos /ks/, /ssj/, etc.
2.3. Una transfonologización: cuando las unidades anteriores y
posteriores al cambio existían ya.
Página 9 de 11
Los fonemas de una lengua pueden estar todos integrados en una correlación o en un haz de
correlaciones, o pueden no estarlo. Los fonemas que estén integrados se mantendrán más
estables que los que no lo estén.
Supongamos, siguiendo a Martinet, la siguiente correlación:
f s ∫ Fricativas sordas
v z з Fricativas sonoras
y por otro lado un fonema /x/, que no pertenece a la correlación por carecer de correlato
sonoro.
Asimismo, en esa lengua existe otro fonema /r/, vibrante sonoro, aislado por carecer de
correlato sordo. Ete fonema tomará un día una forma fonética que le acerque al seno de la
correlación (fricativa velar sonora []). Así, ambas se integrarán en la correlación
f s ∫ x
v z з
La atracción ejercida por un sistema coherente sobre los fonemas no integrados, se ha
denominado relleno de las casillas vacías. Por ejemplo, en español a principios del XVII, la
fricativa palatal /∫/, que no estaba integrada en correlación, se convierte en /x/, pudiendo
formar una correlación de esta forma:
p t k
b d g
f θ x
Una casilla vacía es siempre el origen de desequilibrios y reestructuraciones.
Página 10 de 11
Los gramáticos señalan las faltas que encuentran cuando ya son demasiado ostensibles,
por lo que hay que suponer que el fenómeno sucedió mucho antes.
Los préstamos léxicos no son datos muy fiables para establecer la cronología
2.- Si es difícil precisar las fechas de los cambios fónicos en la época literaria, mucho más lo
es en la época preliteraria.
La cronología relativa de los cambios fónicos, cuyos principios fueron elaborados
minuciosamente por la fonética histórica, es muy útil para la fonología diacrónica. Se realiza
por una operación lógica. Por ejemplo, en francés, la evolución de causa > chose supone dos
cambios fundamentales: por un lado au > o; por otro k > ∫. Como k palataliza ante a y no
ante o, la cronología de estos cambios tiene que ser: 1º k > ∫ ; 2º au > o.
Página 11 de 11