1.

Traducción en lenguaje Actual: Mateo 22:23-33

23 Ese mismo día, unos saduceos fueron a ver a Jesús. Los saduceos no creían que
los muertos pueden volver a vivir,
24 y por eso le preguntaron: Maestro, Moisés escribió que, si un hombre muere
sin tener hijos con su esposa, el hermano de ese hombre debe casarse con la
viuda y tener hijos con ella. De acuerdo con la Ley, esos hijos le pertenecen al
hermano muerto y llevan su nombre.
25» Pues bien, aquí vivieron una vez siete hermanos. El hermano mayor se casó, y
tiempo más tarde murió sin tener hijos. Entonces el hermano que seguía se casó
con la mujer que dejó el mayor,
26 pero, tiempo después, también él murió sin tener hijos. Con el tercer hermano
pasó lo mismo. Y así pasó con los siete hermanos.
27 Finalmente, murió la mujer.
28 »Ahora bien, cuando Dios haga que los muertos vuelvan a vivir, ¿de quién será
esposa esta mujer, si estuvo casada con los siete?
29 Jesús contestó: Ustedes están equivocados. Ni saben lo que dice la Biblia, ni
conocen el poder de Dios.
30 Cuando Dios haga que los muertos vuelvan a vivir, nadie se va a casar, porque
todos serán como los ángeles del cielo.
31 Y en cuanto a si los muertos vuelven a vivir, ustedes pueden leer en la Biblia lo
que Dios le dijo a Moisés:
32
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Dios todos ellos están
vivos.
33 Al oír las enseñanzas de Jesús, la gente que estaba allí se quedó asombrada.
2. Contexto del Pasaje.
El capítulo 22 plantea un circulo de preguntas capciosas, registrando intentos
de parte de tres diferentes delegaciones (fariseos, herodianos y saduceos) de
atrapar al Hijo de Dios. Su objetivo es destruir la influencia de Jesús, ya sea
desacreditándolo ante las multitudes o tratando de que diera un paso en falso
para meterlo en problemas con los romanos.
3. Idea central del pasaje:

¿Qué dice sobre la pregunta de la resurrección? La pregunta partió de la

ignorancia del poder de Dios, de la ignorancia de palabra de Dios, y de un
materialismo evidente.
4. Pregunta central a ser resuelto en el estudio:

1. Recepción (Saludo y Bienvenida)

Experiencias con el Señor:

3. Oración.
4. Momento de Alabanza: (3 min.)

3. Rompe Hielo (3 Minutos)

4. Lectura de La Biblia: Mateo 22:23-33

Estamos estudiando el grupo de las preguntas hechas a Jesús en la

última semana de su muerte. Estas preguntas no eran porque tuvieran la intención
de aprender, sino tenían la intención de hacer caer a Jesús. Se trataban de preguntas
política religiosa bien pensada. Hoy hablaremos de una de estas preguntas hechas a
Jesús. La intención es que al finalizar este estudio valoremos correctamente nuestra
vida en esta tierra versus la eternidad. En nuestro tiempo como también la gente en el
tiempo de Jesús elegían creer no en lo que debían creer, sino en lo que les conviene
creer. El pasaje bíblico tiene las siguientes partes.
1. La llegada (23)
2. Lo absurdo (24 28)
3. La respuesta (29 32)
3.1. Ignorancia del poder de Dios (30)
3.2. Ignorancia de la Escritura (31 32)
4. El asombro (33)

En el templo de Jerusalén. Estos acontecimientos se dan en la semana

de la crucifixión de Jesús. Entre lunes y martes.
El ataque viene ahora de los saduceos.
En la narración plantean una nueva pregunta capciosa, pero esta vez para
desacreditar la resurrección. Para sustentar su argumento citan un
imaginativo ejemplo sobre una mujer que siguiendo la ley del liverato se
casó con sus seis cuñados en orden sucesivo.

Los saduceos no eran muy numerosos, pero eran la clase rica, aristocrática y
gobernante. Los principales sacerdotes, por ejemplo, eran saduceos.
En política eran colaboracionistas; totalmente dispuestos a cooperar con el
gobierno romano si así podían conservar su posición y privilegios.
 En cuanto a sus creencias judías, eran tradicionalistas. Rechazaban la ley
oral de los escribas, que para los fariseos tenía tanta importancia como la
Ley escrita. La única parte de las Escrituras que consideraban normativa era
el Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio).
ángeles y almas humanas y
negaban la resurrección de los cuerpos.

CONCLUSIÓN.
Cristo respondió a sus críticos con la Biblia, refiriéndose a Éxo_3:6; Éxo_3:15-
16. Dios dijo: «Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob»
(Mat_22:32), no «Yo fui el Dios». Esto quiere decir que estos hombres aún viven
y con Dios.
La muerte no destruye a la persona, aun cuando el cuerpo se torne en polvo.
De ese modo Jesús enseña que el alma existe después de la muerte y que los que
tienen fe van a estar con Dios. Pero Dios salva a la persona completa, incluyendo
 el cuerpo que será glorificado (Flp_3:20-21). Por consiguiente, la continuación de
la vida después de la muerte (algo que los saduceos negaban) es en sí misma
prueba de una resurrección futura. ¡El poder de Dios es suficiente para levantar a
los muertos!
RECOLECCIÓN DE OFRENDA
MEMORIZACION DEL TEXTO: Mateo 22.32
ORACIÓN POR LAS NECESIDADES