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Santiago, seis de junio de dos mil dieciséis.

Vistos: En estos autos RUC Nº 1440028498-3 RIT N°


T 367- 2014, del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, las señoras Laura Paola Bravo
Alarcón y Carmen Gloria Velilla Alarcón dedujeron denuncia de tutela laboral en contra de doña
Aurora Irene Villablanca Gómez y de la sociedad que representa “Empresa de Servicios
Educacionales Aurora Irene Villablanca Gómez E.I.R.L.”, por vulneración de sus garantías
fundamentales consagradas en el artículo 19 N°1 inciso 1° y Nº 4 de la Constitución Política de la
República, esto es, derecho a la integridad física y síquica y a su honra, en la hipótesis prevista en el
artículo 489 inciso 3° del Código Laboral; en subsidio interpusieron demanda de despido indirecto,
por haber incurrido su empleadora en la causal de término de contrato de trabajo contemplada en el
artículo 160 N°7 del citado texto normativo y, en consecuencia, pide se las condene al pago de las
prestaciones e indemnizaciones que indica, con costas. La parte demandada, como primera
alegación, planteó la incompatibilidad de las acciones interpuestas, en razón que del tenor de la
normativa que regula el procedimiento de tutela laboral por vulneración de derechos fundamentales,
se desprende de manera inequívoca que se contempló sólo para el caso en que la infracción se
produzca – en lo pertinente al recurso-, con ocasión del despido de un trabajador, esto es, cuando es
el empleador quien procede a poner término a la relación laboral, en las condiciones que al efecto
contempla el Código del ramo – artículos 159, 160 y 161- y no para el evento que lo haga el
trabajador, como ocurre con el autodespido. En cuanto al fondo, señaló que no transgredió las
garantías fundamentales de las actoras y tampoco incurrió en la causal de término de la relación
laboral contenida en el artículo 160 Nº 7 del citado texto normativo. En la sentencia definitiva, de
treinta de septiembre de dos mil catorce, se rechazó la denuncia de tutela laboral por
0172971739040 carecer de uno de los elementos que le son inherentes y/o indispensable para su
ejercicio, esto es, un acto del empleador o el despido como facultad ejercida por éste; por lo que, al
deducirse, conforme al artículo 489 del Código del Trabajo, demanda de despido indirecto, en
subsidio de la anterior, niega, también, lugar a ésta última; sin perjuicio que, igualmente expresó
que la empleadora no incurrió en incumplimiento de las obligaciones que le impone el contrato de
trabajo, en los términos que las actoras describen en su carta de despido. Contra este fallo, la parte
demandante dedujo recurso de nulidad invocando la causal prevista en el artículo 477 del Código
del Trabajo, que funda en dos argumentos, uno en subsidio del otro, por un lado la errónea
interpretación y aplicación de los incisos primero y final del artículo 489 del referido cuerpo legal; y
por infracción a los artículos 2 inciso 2°, 5 inciso 1°, 154 bis y 184 inciso primero, todos de la
citada recopilación laboral. La Corte de Apelaciones de Santiago, conociendo del recurso de
nulidad, por resolución de veintiuno de julio de dos mil quince, lo rechazó. Respecto de aquella
decisión, la parte demandante dedujo recurso de unificación de jurisprudencia solicitando que esta
Corte lo acoja, y dicte sentencia de reemplazo por la cual declare que la acción de tutela por
vulneración de derechos fundamentales es compatible con la prevista en el artículo 171 del Código
del Trabajo. Se ordenó traer estos autos en relación. Considerando: 1º.- Que de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 483 y 483-A del Código del Trabajo, el recurso de unificación de
jurisprudencia procede cuando, respecto de la materia de derecho objeto del juicio, existen distintas
interpretaciones sostenidas en uno o más fallos firmes emanados de Tribunales Superiores de
Justicia. La presentación respectiva debe ser fundada, incluir una 0172971739040 relación precisa y
circunstanciada de las distintas interpretaciones respecto del asunto de que se trate sustentadas en
las mencionadas resoluciones y que haya sido objeto de la sentencia contra la que se recurre y, por
último, se debe acompañar copia fidedigna del o de los fallos que se invocan como fundamento. 2º-
Que la materia de derecho objeto del presente recurso consiste en determinar si la acción de tutela
por vulneración de derechos fundamentales es compatible con el término de la relación laboral,
cuando es el trabajador quien, por decisión unilateral y en resguardo de sus derechos, pone término
al contrato de trabajo utilizando la figura del autodespido prevista en el artículo 171 del Código del
ramo. 3º.- Que el recurrente afirmó que los ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago
interpretaron erradamente la voz “despido” que contempla el artículo 489 del Código del Trabajo,
estimando que sólo se refiere al término de la relación laboral, cuando es el empleador quien adopta
dicha decisión, y no para el caso en que es el trabajador quien, en virtud de lo que dispone el
artículo 171 del referido texto legal, lo hace a través de la figura del autodespido. Explicita que
dicha exégesis desconoce la tendencia de la jurisprudencia de equiparar los efectos de las referidas
instituciones, con el objeto que el trabajador disponga de iguales medios para hacer valer los
incumplimientos en que incurra el empleador, evitándose una ventaja injusta para este último; lo
sostenido por el fallo que se impugna, se traduce en que el actor solo podría ejercer la acción de
autodespido vigente el vínculo contractual, y en el intertanto, estaría obligado a soportar la situación
que vulnera sus garantías fundamentales, disminuye las indemnizaciones a que tendría derecho el
trabajador e infringe el principio pro operario, en lo relativo a la forma como se debe interpretar la
normativa laboral y el mandato de no discriminación que informa el Derecho en general.
0172971739040 Luego, acompañó dos sentencias de contraste, la primera dictada por la Corte de
Apelaciones de Valparaíso, en los autos rol número 27-12, caratulados “García con Telepizza”, de 9
de febrero de 2012, la que no será considerada para los efectos de cotejo, debido a que, conforme se
advirtió del sistema interconectado, fue objeto de recurso de unificación de jurisprudencia, bajo rol
número 2202-12, que fue acogido, sosteniéndose la tesis contraria a la propuesta por la parte
recurrente. La segunda, emana de la Corte de Apelaciones de San Miguel, en la causa rol número
233-14, caratulada “Romero con Sociedad Educacional Iruña”, de 28 de agosto de 2014, en la cual
se concluyó que: “del tenor de los artículos 485 y 489 del Código laboral aparece que la acción de
tutela laboral por la vulneración de los derechos fundamentales se refiere tanto al trabajador
despedido como a aquél que ha puesto término a la relación laboral por la vía del despido indirecto
contenido en el artículo 171 de ese mismo cuerpo de leyes, desde que el legislador no distingue”.
4º.- Que en el recurso se sostiene que la hermenéutica literal y restrictiva, a la cual aluden los jueces
de la Corte de Apelaciones de Santiago, desconoce el correcto equilibrio que debe existir en toda
relación contractual, que la jurisprudencia ha tendido a equiparar, en este caso, asimilando las voces
“despido” y “autodespido”. Interpretar en otros términos la disposición del artículo 489 del Código
del ramo importaría otorgar una ventaja injusta al empleador, escenario en el cual esa parte
impondría las condiciones, incluso vulneratorias de derechos, forzando el mantenimiento de un
vínculo laboral en los términos que fije, dejando al trabajador solamente la posibilidad de reclamar
reiteradamente de los potenciales incumplimientos, siempre, y como presupuesto de admisibilidad,
que dicho vínculo esté vigente, debiendo soportar la transgresión de sus garantías. En igual sentido,
agrega el recurrente, que esta interpretación disminuye las indemnizaciones a que tendría derecho el
trabajador e infringe el principio pro operario, 0172971739040 en lo relativo a la forma como se
debe interpretar la normativa laboral y el mandato de no discriminación que informa al Derecho en
general. 5º.- Que, al contrario de lo indicado en la sentencia de contraste, la impugnada
interpretando la normativa contenida en los artículos 489 y 160 N° 7, en relación al 171 del Código
del Trabajo, decidió que el pronunciamiento de la instancia no incurrió en el vicio denunciado,
porque, no es posible compatibilizar la acción de despido indirecto con la de tutela laboral, por la
ausencia del elemento volitivo de parte del empleador para poner término al contrato de trabajo;
razón por la que ambas acciones no pueden ser deducidas en las circunstancias que habilita el
artículo 489 del Código del Trabajo, por no haber sido la demandada quien finaliza la relación
laboral. 6º.- Que, por lo tanto, concurren dos interpretaciones sobre una idéntica materia de derecho,
presupuesto necesario del recurso de unificación de jurisprudencia, por lo que se debe establecer
cuál es la correcta, lo cual se traduce en determinar si la denuncia de tutela laboral por vulneración
de derechos fundamentales y la acción que emana del autodespido que ejerce el trabajador, son
compatibles, dentro de la hipótesis que contempla el artículo 489 del Código del Trabajo. 7º.- Que
al efecto, se hace necesario indicar que el referido artículo 489 dispone que: “Si la vulneración de
derechos fundamentales a que se refieren los incisos primero y segundo del artículo 485, se hubiere
producido con ocasión del despido, la legitimación activa para recabar su tutela, por la vía del
procedimiento regulado en este Párrafo, corresponderá exclusivamente al trabajador afectado”, y
agrega en su inciso final, “Si de los mismos hechos emanaren dos o más acciones de naturaleza
laboral, y una de ellas fuese la de tutela laboral de que trata este Párrafo, dichas acciones deberán
ser ejercidas conjuntamente en un mismo juicio, salvo si se tratare de la acción por despido
injustificado, indebido o 0172971739040 improcedente, la que deberá interponerse
subsidiariamente”. Por su parte el artículo 171 del referido texto laboral señala que: “Si quien
incurriere en las causales de los números 1, 5 ó 7 del artículo 160 fuere el empleador, el trabajador
podrá poner término al contrato y recurrir al juzgado respectivo…”, 8º.- Que, la ley laboral ha
recogido, en virtud de diversas reformas –Leyes N° 19.812, de 2002, 19.684, de 2000 y 20.005, de
2005, el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores, denotando una evolución
constante en el tema y que, en todo caso, es – o debería serlo- intrínseca a esta rama del Derecho,
atendido su carácter realista y protector. Tales presupuestos y principios que han inspirado los
cambios de la legislación laboral cobran importancia fundamental con motivo de la regulación de
las acciones que es posible interponer en resguardo de los equilibrios que desea preservar el
legislador, aspecto substancial y del cual derivan los pronunciamientos de los tribunales con
posterioridad, marcando, en definitiva, el amparo de los derechos concretos en una relación
particular, dando paso a un acceso eficiente a la tutela jurisdiccional, con el objeto de resguardar el
efectivo ejercicio de los recursos judiciales con miras a obtener la vigencia real y en todos sus
aspectos de los derechos vulnerados. Son los principios de eficacia, eficiencia y efectividad los que
deben cobrar vigencia en toda acción que tiene por objeto resguardar y amparar los derechos
fundamentales de los trabajadores, corrigiendo las actuaciones que los afecten o disponiendo las
medidas de reparación pertinentes, entre ellas, las indemnizatorias. Es por lo mismo que el ejercicio
de la acción ante la judicatura pretende que, ante una causa determinada, como puede ser la
vulneración de los derechos fundamentales del trabajador, se obtenga un efecto concreto que ponga
término o repare tal proceder, que, según se ha dicho, se debe efectuar de una manera verdadera y
real, no en términos declarativos o quiméricos, puesto que se busca que el ejercicio de la facultad
jurisdiccional de los tribunales 0172971739040 se emplee y actúe en pro de la obtención y logro del
amparo que ha considerado el legislador, en el evento que concurran los presupuestos antes
indicados. 9º.- Que tales ideas se concretaron en la Ley Nº 20.087 y sus modificaciones posteriores,
que establecieron un procedimiento especial para garantizar la tutela de determinados derechos
fundamentales, en este sentido, el artículo 485 del Código del Trabajo dispone: “El procedimiento
contenido en este Párrafo se aplicará respecto de las cuestiones suscitadas en la relación laboral por
aplicación de las normas laborales, que afecten los derechos fundamentales de los trabajadores,
entendiéndose por éstos los consagrados en la Constitución Política de la República en su artículo
19, números 1° inciso primero, siempre que su vulneración sea consecuencia directa de actos
ocurridos en la relación laboral, 4°,5° en lo relativo a la inviolabilidad de toda forma de
comunicación privada, 6° inciso primero, 12° inciso primero y 16°, en lo relativo a la libertad de
trabajo, el derecho a su libre elección y a lo establecido en su inciso cuarto, cuando aquellos
derechos resulten lesionados en el ejercicio de las facultades del empleador. También se aplicará
este procedimiento para conocer de los actos discriminatorios a que se refiere el artículo 2° de este
Código, con excepción de los contemplados en su inciso sexto. Se entenderá que los derechos y
garantías a que se refieren los incisos anteriores resultan lesionados cuando el ejercicio de las
facultades que la ley le reconoce al empleador limita el pleno ejercicio de aquéllas sin justificación
suficiente, en forma arbitraria o desproporcionada, o sin respeto a su contenido esencial. En igual
sentido se entenderán las represalias ejercidas en contra de trabajadores, en razón o como
consecuencia de la labor fiscalizadora de la Dirección del Trabajo o por el ejercicio de acciones
judiciales”. 0172971739040 Por su parte la acción consagrada en el artículo 171 del Código del
ramo, conocida en doctrina como despido indirecto, consiste en que el trabajador imputa a su
empleador haber incurrido en alguna causal de término de la relación laboral, en este caso, la
contemplada en el N° 7 del artículo 160 del mismo cuerpo legal, esto es, incumplimiento grave de
las obligaciones que impone el contrato, en otras palabras, es el dependiente quien finaliza el pacto
laboral con la demandada por una causa que le es atribuible. 10º.- Que, por consiguiente, la armonía
de las referidas instituciones a la luz de los principios que informan el Derecho Laboral, en especial
los de igualdad y no discriminación, como del denominado de “protección”, una de cuyas
manifestaciones concreta es la “regla indubio pro operario”, importan que, en el quehacer judicial,
enfrentado el juez a varias interpretaciones posibles debe optarse por la que sea más favorable al
trabajador. Lo anterior, autoriza a inferir que como el artículo 489 del Código del Trabajo se refiere
a la vulneración de los derechos fundamentales de los trabajadores producidos con ocasión del
despido, sin efectuar ninguna distinción, unido al hecho que el denominado “autodespido” o
“despido indirecto” “… es técnicamente desde el punto de vista laboral una modalidad de despido,
y en ningún caso una renuncia…” (José Luis Ugarte Cataldo, Tutela de Derechos Fundamentales
del Trabajador, Legal Publishing, 2010, p. 94), el ejercicio de la acción de tutela que contempla la
referida norma legal no se encuentra limitada sólo al caso en que el vínculo laboral se finiquita por
decisión del empleador, sino que también en el evento que sea el trabajador el que opta por poner
término al contrato de trabajo conforme lo previene el artículo 171 del código citado, ergo, puede
reclamar que con ocasión del despido indirecto se vulneraron derechos fundamentales que se
encuentran protegidos por la normativa pertinente. 0172971739040 En efecto, el despido directo o
el indirecto substancialmente son idénticos en sus antecedentes, motivos y causas: el
incumplimiento de las obligaciones contractuales o legales por parte del empleador, originando la
vulneración de los derechos del trabajador. De esta forma la voz “despido” utilizada por el
legislador equivale a término de la relación laboral, única forma de vincular el principio de igualdad
y no discriminación a los efectos del incumplimiento, en atención a que en ambas situaciones el
trabajador dispondrá de idénticas acciones para hacer valer y reclamar los derechos vulnerados
derivados del incumplimiento de las obligaciones por el empleador. 11º.- Que, en consecuencia, se
debe concluir que no existe razón para excluir el denominado “autodespido” o “despido indirecto”
de la situación que regula el artículo 489 del estatuto laboral, disposición legal que precisamente se
erige para proteger los derechos fundamentales de los trabajadores, vulnerados con ocasión del
término de la relación laboral; finalidad que no se cumpliría si sólo se estima aplicable al caso del
dependiente que es despedido por decisión unilateral del empleador, de manera que los efectos de
su ejercicio deben ser los mismos que emanan cuando la relación laboral se finiquita por voluntad
del empleador. En este contexto, si el empleador con ocasión del despido vulneró las garantías
fundamentales del trabajador, - y no sólo las obligaciones que emanan del contrato-, con mayor
razón si éste desea poner término a la conculcación de sus derechos fundamentales y los propios del
contrato de trabajo, debe ser protegido por el ordenamiento jurídico, a través de las mismas
acciones y derechos que tendría si es despedido por un acto voluntario de su empleador, lo contrario
significaría desconocer los citados principios que informan el Derecho del Trabajo y, dejar al
trabajador en una situación de desprotección, porque se lo obliga a permanecer en una relación
laboral que afecta sus derechos fundamentales. 0172971739040 12º.- Que, por lo reflexionado,
yerran los sentenciadores de la Corte de Apelaciones de Santiago al estimar que la denuncia de
tutela laboral por vulneración de derechos fundamentales es incompatible con la institución
denominada “despido indirecto” y, a resultas de lo cual, consideran que es improcedente ejercerla
dentro del marco normativo que consagra el artículo 489 del Código del Trabajo. Sobre esta
premisa discurre el recurso de nulidad planteado por la parte demandante, fundado en la causal del
artículo 477 del estatuto laboral, por infracción a los artículos 489, 2º, 154 bis y 184 del mismo
código, entendiendo que la vulneración de los derechos fundamentales constituye el más grave de
los incumplimiento del empleador, y por consiguiente, constatada la referida transgresión, habilita
al demandante para autodespedirse y, en este contexto, ejercer la acción de tutela, conforme lo
dispone el artículo 489 del citado cuerpo legal. Por estas consideraciones, disposiciones legales
citadas y en conformidad, además, con lo preceptuado en los artículos 483 y siguientes del Código
del Trabajo, se acoge el recurso de unificación de jurisprudencia deducido por la parte demandante
respecto de la sentencia de veintiuno de julio de dos mil quince, dictada por la Corte de Apelaciones
de Santiago, que rechazó el de nulidad interpuesto en contra de la sentencia de treinta de septiembre
de dos mil catorce, emanada del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, por haberse
configurado la causal contemplada en el artículo 477 del tantas veces citado cuerpo legal, y se
declara que ésta última es nula, debiendo dictarse acto seguido y sin nueva vista, pero
separadamente, la respectiva sentencia de reemplazo en unificación de jurisprudencia.

Redacción a cargo del Ministro señor Sergio Muñoz Gajardo. Regístrese. N° 11200-2015.
0172971739040 Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señores Sergio Muñoz G., Ricardo Blanco H., señoras Gloria Ana Chevesich R., Andrea Muñoz S.,
y la Abogada Integrante señora Leonor Etcheberry C. No firman los Ministros señor Muñoz y
señora Muñoz, no obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, por estar ambos con
feriado legal. Santiago, seis de junio de dos mil dieciseís.

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