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MANUAL DE
EJECUCIÓN PIANÍSTICA
Y EXPRESIÓN
EDICIONES QUIROGA
PERE VALLRIBERA
Catedr6tico dt Piano
Director del Conserv1torio Superior de Música
del Liceo dt Barcelona
MANUAL DE
EJECUCIÓN PIANÍSTICA
,
.Y EXPRESION
ALCALA. 70 CANUDA 45
EDICIONES QUIROGA MADRtD-9 BARCELONA-2
A los estudiantes y
noveles profesores.
PREAMBULO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1 - COMIENZO DE ESTUDIOS .... . .. ... .. . .. . 9
2-ELPIANO ...................... . ..... 10
3-ELASIENTO .......... ........ ........ 10
4- RELAJACION . . .. . . . .. . . . . . . . . . . . .. . .. 11
5 - MECANISMO ........... , . . . . . . . . . . . . . . 12
a) Manos y dedos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
b) Articulación de los dedos . . . . . . . . . . . . . . . . 14
e) Dedos libres y manos juntas . . . . . . . . . . . . . . . 16
6 - METRQNOMO . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . 17
7 - FORMULAS RITMICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
8 ·RIGIDEZ DE MUl'IECA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
9 - SOLTURA DE MOVIMIENTOS . . . . . . . . . . . . . . 21
l O· ESCALAS ... .. .. .. ... .. .. .. ... .. .. .. . 22
11-ARPEG IOS . . .. ....... . ........ ...... . 25
12 - TECNICA DEL PESO DEL BRAZO
{o "Libre caída) . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . . . 27
a) Transmisión del peso . . . . . . . . . .. .. . . . . . . 29
b) Caída 1ibre del antebrazo . . . . . . . .. .. . . . . . . 30
e} Rotación . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . . . 30
d} Peso del dedo . . . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . . . 31
e} Caída y retención del peso . . . . . . .. .. . . . . . . 32
13 - DISTINTAS FORMAS DE TOQUE . . . . . . . . .... 33
a) El ligado ("Legato") . . . . . . . . . . . . . . . . .... 34
b) El picado ("Staccto leggiero") . . ... : . . . .... 34
e) El deseado ("Staccato") . . . . . . . . . . . . . .... 34
d) El semil igado ("Non legato") . . . . . . . . . . .... 35
e) El apoyado ("Portato" o "Louré") . . . . . . .... 35
f) El destacado fortísimo ("Martellato") . . . . .... 35
g) El Ligerísimo ("Jeu perlé") . . . . . . . . . . . .... 36
h) Ataque de retroceso . . . . . . . . . . . . . . . . .... 36
i) Toque polifónico . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... 36
14- ACORDES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... 37
a) Acordes arpegiados . . . . . . . . . . . . . . . . .... 38
b) Acordes con "cantabile" . . . . . . . . . . . . . .... 39
e) Repetición de acordes . . . . . . . . . . . . . . . .... 39
15 - OCTAVAS . . . . . . . . . . . . . . . . ......... . .. 39
a) Octavas en "Staccato" . . . . . . ......... . .. 40
b) Octavas ligadas . ...... . .. . ......... . .. 41
e) Octavas quebradas ("brisées") . ......... . .. 42
16 - EXTENSIONES . . . . . . . . . . . . ......... . .. 43
17 - DOBLES NOTAS . . . . . . . . . . . ......... . .. 44
18 - SALTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
19-EL"GLISANDQP . .. .. . . . . ..... . .. . ..... 46
20 - NOTAS REPETIDAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
21 - EL TRINO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
22 - LA DIGITACION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
23 - l:.A AGILIDAD . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . 51
24 - LOS PEDALES . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . 52
25 · LA MEMORIA . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . 56
26 ·LA SONORIDAD . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . 58
27- LECTURA REPENTIZADA Y RITMO . .. . . . . . . . 59
28 - METODOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
29 • EL ESTUDIO .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
30 - EJERCICIOS COMPLEMENTARIOS.
(Gimnasia digital) .................... . 61
LIBROS RELACIONADOS CON DETERMINADOS
ASPECTOS DEL MECANISMOS . . . . . . . . . . . . . . 68
LA EXPRESION ... . .... . ............ .. ... . 71
1 - Acentos . . .. . . . ...... . ..... . ......... . 72
2 - La Síncopa .... . ............. . . . ... . .. . 74
3 · La Anacrusa . . ................. . . . . . .. . 74
4 - El "Rubato" ..................... . .... . 75
5 -Términos reguladores del sonido y del movimiento .. 76
6 · El Calderón .................. . ....... . 77
7 - NOTAS DE ADORNO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
a) "Grupeto" ......................... . 77
b) Mordente .. . ....................... . 78
e) "Accicatura" o apoyatura breve ..... .. . . .. . 78
8 ·PAUSAS O SILENCIOS ....... . ...... . •... 78
ALGUNAS NORMAS Y CONSEJOS RELATIVOS A
LA EXPRESION ....... . .......... . . .. .. . 81
BIBLIOGRAFIA .......... . ... . ........... . 83
INDICE ONOMASTICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
PREAMBULO
1n
tapa delantera del piano, si es vertical, o el borde de la madera
donde descansa el atril, si es de cola.
El cuerpo debe descansar sentado, sin que los muslos se
apoyen por completo en el asiento sino a la mitad más o menos,
para no limitar los movimientos eventualmente necesarios. El
tronco debe mantenerse erguido con naturalidad procurando,
tanto por higiene como por estética, no curvar la espalda, defec-
to en el que suelen incurrir muchos estudiantes durante el tra-
bajo. A tal fin, es más recomendable una silla que una banqueta
o taburete, no para reclinarse en su respaldó - del cual el cuerpo
deberá mantenerse separado durante la ejecución- pero sí (y
es conveniente) para hacerlo en los intervalos de prolongado
estudio, como descanso de la columna vertebraJ.
Los pies deberán apoyarse en el suelo, algo separados, fren -
te a los pedales lo cual ayudará a mantener el cuerpo tranquila-
mente sentado. Si el principiante no llegase a tocar el suelo será
conveniente para que las piernas no queden colgando, servirse de
un escabel apropiado en el que se posen con naturalidad:
S. MECANISMO.-
a) Manos y dedos.- La posición de las manos sobre el tecla-
do debe ser la misma que Jdoptan cuando· 1os brazos quedan
abandonados a cada costado del cuerpo con una ligera encorva-
dura de los dedos. En esta posición, obsérvese que los nudillos
(articulaciones metacarpo-falángicas) tienen una elevación for-
mándose en la palma de la mano un hueco o puente como el
producido al agarrar un objeto esférico.
Colocados los cinco dedos sobre las teclas blancas do, re,
mi, fa, sol (uno en cada una correlativamente) habrá de obsLr-
varse que sientan por igual el contacto por su extremidad car-
nosa (pulpa) -con las uñas bien recortadas, sin sobrepasar la
punta de los dedos- excepto el dedo pulgar que se apoyará por
el lado externo de su degunda falange ligeramente inclinada ha-
cia dentro.
En algunas manos, el 50 dedo (meñique) le es más fácil
adoptar una posición verticalmente recta en vez de arqueada,
sin saliente de las articulaciones segunda y tercera (falangina
y falangeta), no hay inconveniente en ello. No debe permitirse
colocar este dedo horizontalmente recto a lo largo de la tecla lo
cual obliga a la mano a una inclinación hacia su lado. Este de-
fecto puede corregirse sujetando un intervalo de quinta con los
dedos 7-5 y ejerciendo durante unos momentos una sostenida
presión. El ejercicio deberá repetirse q menudo.
....
Al principio, la colocación de las manos sobre el teclado
deberá realizarse por separado.
Todas las manos tienden a inclinarse hacia el dedo meñi-
que lo que impide que los dr-nás .dedos pulsen perpendicular-
mente las teclas, como es correcto. Este defectuosa posición
puede corregirse con una ligera inclinación hacia el dedo pul-
. gar - guardando una equilibrada actitud entre el 7° y 5º- sin
.., necesidad de separar los codos del cuerpo, gracias al movi-
miento de semirrotación que permiten realizar los huesos radio
y cúbito del antebrazo. >
Para la natural colocación de la mano, cuya muñeca debe
formar con el antebrazo una 1ínea recta, es aconsejable que los
cinco dedos de la mano derecha correspondan a las teclas (del
do al so/) del índice acústico 4, y los de la izquierda al 2 en la
práctica de los ejercicios llamados de "cinco dedos" .
.-- Algunas manos caen en el defecto (particularmente en las
muy blandas) de realizar unas flexiones de las articulaciones
metacarpo-falángicas. Para su corrección es recomendable el
sigu iente ejercicio:
Con los cinco dedos manteniendo hundidas a lo vez sus res-
y
pectivos teclas, despacio con regularidad, se procederá sucesi-
va y lentamente o un movimiento de presión y distensión con el
saliente de los nudillos destacado.
- .,, Este ejercicio, mientras se considere conveniente deberá
practicarse a menudo, por ejemplo al empezar y al terminar el
estudio unas diez veces cada mano, muy _desQ_acio. <
En el caso de dificultad para la buena colocación de la
mano, puede recurrirse al ejercicio siguiente:
Con el dedo pulgar horizontalmente apoyado sobre su te-
cla, apriétese con fuerza el puño procurando que el dorso de ca-
da dedo quede 'situado sobre la suya correspondiente. Se obser-
vará que los nud;//os quedan bien destocados, pudiéndose segui-
damente abrir despack> los dedos hasta su correcto colocación,
lo cual se alcanzo más fácilmente poniendo atención en el sa-
liente del nudillo del ;Zo dedo.
Esta es la posición básica de la mano pian ística la cual
13
estará sujeta, como es obvio, a los cambios que un¡¡ ejecución
exija.
b) Articulación de los dedos.· La primera dificultad con
que tropieza el 'futuro pianista reside en la independencia y ar·
ticulación de los dedos, o sea, en elevarlos y bajarlos sin perder
su correcta posición.
Uno dé los ejercicios más conocidos para el logro de esta in·
dependencia consiste en mantener hundidas las cinco teclas cita·
das dejando solamente libre un dedo para que, repetidamente,
ejecute un movimiento de elevación y descenso pulsando la
suya correspondiente.
A pesar de lo tradicional del ejercicio, la experiencia de-
muestra que no resulta muy recomendable en orden a la nece-
saria relajación. Preocupado eJ ejecutante en evitar el de.spegue
de los dedos empleados en aguantar sus teclas, ejerce una des-
mesurada.presión que le .oonduce a una dañosa rigidez.
Por esta razón, es aconsejable empezar por el sostén de una
sola tecla, dejando libres los otros dedos para su correlativa arti-.
culación. En este caso, la tecla más fácil de aguantar será la que
corresponde al 1er. dedo (pulgar) de cada mano, procurando
que el 5º quede en contacto sobre su tecla correspondiente (sin
hundirla) para mantener la posición.
Puede seguir fuego el sostén del ']<> dedo, del Jo y del 40,
Este dedo es el de más difícil dominio por estar unido por un li·
gamento intermetacarpiano que va del Jo al 40 dedo y otro del
40 al so, coincidentes en la misma base, lo cual dificulta los
movimientos de extensión y elevación.
Sabido es que Schumann, por intentar darle más movimien-
to, se dislocó un dedo de la mano derecha al idear un procedí·
miento para mantenerlo fijo mientras articulaba los otros. (No
hay acuerdo entre los biógrafos sobre en qué dedo recayó el acci·
dente. Según Alfredo Casella fue el 40, según E. Gratia e lmré
Gyomú el 3º y según Carlos Bosch el 2°. Otros biógrafos
dicen que se le paralizó toda la mano).
Para que el dedo encargado de aguantar la nota no se levan·
te involuntariamente (como suele ocurrir) al articular los restan-
tes, convendrá concentrar la atención en levantar los que accio·
14
nan manteniendo el apoyo del dedo fijo, que no debe ser for-
zaéio.
En principio, esta articulación digital, atendiendo a la citada
técnica del "Peso del brazo': no debe ser excesiva, bastará efec-
tuar un movimiento de ataque hundiendo la tecla sin presionar-
la, hasta sentir su completo calado.
Estos ejercicios deberán ser practicados siempre con mucha
atención y diariamente algunos minutos.
Partiendo del aguante del 1er. dedo, sé pondrán en acción
los dedos 2º y 3° alternativamente, despacio y rítmicamente si-
guiendo luego con los dedos 24, y 2-5.
A continuación se apoyará el dedo 20 con articulación
del 1-3, 14 y 1-5. Apoyo del 3er. dedo y articulación de los:
1-2, 1-4, y 1-5. Apoyo del 40 dedo y articulación de los 1-2, 1-3
y 1-5. Tanto la actitud de hundir la tecla como la de soltarla,
debe ser rápida.
Siguiendo con el aguante de una sola tecla se continuará
con la articulación de tres dedos correlativos y alternos, luego
con cuatro, hasta llegar a los cinco, ya libres.
Practicando suficientemente los anteriores ejercicios1 se pa-
sará a la sujeción de dos teclas, por los dedos 1 o y 50 (notas
do-sol) con articulación correlativa y alterna, de los libres, si-
guiendo luego con 1-2, 4-5, 24, terminando por 3-5, para
continuar progresivamente con el sostén de las teclas que co-
rrespondan a los dedos 34-5, 1-2-3, y finalmente con 1-3-5
con articulación de los dedos libres.
Realizados correctamente todos estos ejercicios es cuando
pueden practicarse los de sostén de todas las teclas (menos la
del dedo que hay que articular, naturalmente}.
Para comprobar la indispensable flexibilidad de muñeca en
la práctica de estos ejercicios, se tomará súbitamente la mano
del ejecutante por debajo de la palma, dobláÍldola hacia atrás.
La resistencia que ofrezca indicará su grado de rigidez.
Recuérdese que en el sostén de las teclas mantenidas fijas
los dedos no deben ejercer más presión que la resultante del pe-
so del brazo relajado que ellos sostienen. Toda fuerza excesiva
acarrea rigidez y cansancio.
15
Más adelante, los mismos ejerc1c1os podrán practicarse
articulando conjuntamente dobles y triples notas.
Normalmente los ejercicios precedentes deberán ejecutarse
como ya se ha dicho con poca elevación de los dedos (unos
dos centímetros aproXilJ"ladamente) excepto para el ejercicio
explicado a continuación.
Sue.li; ocurrir que al pulsar la tecla el ejecutante mantie·
ne todavía sujeta la hundida anteriormente. En estos casos
será muy útil el aguante de todas las teclas procediéndose a
una pronunciada y rápida elevación y descenso del dedo ac-
tuante, procurando que el sonido producido sea de brevísima
duración. Es frecuente. que en los ejercicios de cinco dedos
libres, los principiantes toquen cada tecla con una pequeña
sacudida del brazo por falta de articulación del dedo. En este
caso, convendrá pronunciar algo más de lo normal esta arti·
culac'ión hasta la solución del defecto.
(El ejercicio es también indicado para el "staccato" de
dedos. Pág. 34, Semiligado).
Contrariamen • , si el ejecutante produce una separación
de sonido entre la nota pulsada y su inmediata convendrá:
colocar lo~ cinco dedos sobre las teclas sin hundirlas, pulsan·
do la primera (1er .dedo) seguida de la segunda, sin levantar
la anterior hasta inmediatamente después que el 20 dedo ha-
brá hundido la suya y así sucesivamente con cada dedo.
Este ejercicio debe ejecutarse despacio y rítmicamente.
Otro ejercicio muy útil será el de mantener hundidas to-
das las cinco teclas articulando solamente la correlativa· que
correspondo.
Este ejercicio es indicado para las manos que tienden a
perder su posición desviando los dedos de su correspondiente
colocación. (Apto también para el estudio del toque "le.gato"
que se explicará más adelante}.
Practíquese con independencia de manos, mu.y despa-
cio.
c) Dedos libres y manos juntas.· Ejercicios de "cinco
dedos".
16
Colocada la mano derecha sobre las notas do a sol del ín-
dice acústico 4 y la izquierda en el 2, se procederá a la articu-
lación simultánea de los dedos de cada mano que serán los
mismos en ambas; el pulgar de la derecha (do) corresponderá
al de la izquierda (sol) o sea; los mismos dedos con distintas
notas en sentido contrario:
a} Articulación repetida {tres o cuatro veces) de los dedos
7-2, 2-3, 3-4, 4-5 y vice-versa, continuando con tres, cuatro y
cinco dedos correlativamente.
b) Articulación de distintos dedos en sentido directo pul-
sando las mismas notas: Jo y 20 de la mano derecha simultá-
neamente con 50 y 40 de la izquierda etc . .
Cuando se considere oportuno podrá procederse a la arti-
culación alterna de los dedos y una vez alcanzada cierta soltura
puede iniciarse la práctica de los llamados "Ejercicios de cinco
dedos", con todos los dedos libres. ·
En el estudio de estos ejercicios hay que tener muy presente
una completa igualdad de pulsación que no deberá sobrepasar el
mf, tocando despacio en valores de negras. Más adelante podrá
1iciarse la acentuaci,ón rítmica según se trate de grupos de dos
..n dos notas, de tres, y de cuatro, con ligero acento a la primera
nota de cada grupo.
Para los acentos resulta muy eficaz recurrir mentalmente a
la pronunciación de palabras llanas, esdrújulas o sobreesdrújulas.
EJ.: acentos de dos en dos: can-ta; en tresillos, brú-ju-la; en gru-
pos de cuatro, há-bi/-men-te, etc. O simplemen te contando .
UNO, DOS; UNO, DOS, TRES, etc. con acento en cada primer
número.
Otro procedimiento consiste en dar con el pie {el tacón
apoyado en el suelo} pequeños golpes que coincidan con la
nota que hay que acentuar.
Ni que decir tiene que tan pronto como el alumno domi-
ne los acentos (y siempre que no haya necesidad de ello) deberá
prescindirse de este recurso, acostumbrando al estudiante a sen-
tir interiormente el ritmo sin recurrir a elementos externos.
17
6. METRÓNOMO.· A este respecto debemos hacer menci6n del
Metrónomo que, además de servir para indicar los movimientos
señalados (no siempre practicables para el estudiante) al princi-
pio de los Estudios y Obras, ayuda a mantener el ritmo en de-
terminados pasajes, evitando involuntarios retrasos o acelera-
ciones pero no conviene hacer un uso sistemático de él, por lo
dicho anteriormente.
l
¡
~
La mayor parte de los "ejercicios de cinco dedos" están
escritos en grupos regulares de tres y cuatro notas al efecto
de que el acento rítmico recaiga sobre la primera nota del
18
1
grupo. Será de gran utilidad (para la obtención de soltura rít-
mica} cambiar los acentos - con la misma disposición de las no-
tas- convirtiendo los grupos de tres en cuatro y éstos en tresi-
llos con lo que resultará, que el acento correspondiente a la
primera nota de cada grupo, no coincidirá con la caída del
compás, por lo que deberá repetirse la fórmula hasta l!egar
a esta coincidencia.
Para evitar la rutina y entrar progresivamente en el conoci-
miento del teclado buena será la transposición de estos ejerci-
cios. Si el nivel de los estudios teóricos no permite esta realiza-
ción pueden ejecutarse leyéndolos en clave de fa los cuales resul-
tarán en tono de mi o mí bemol y también en clave de sol una
2a superior (do sostenido) pudiéndose también convertir en to-
nos.menores.
Será muy útil practicar estos ejercicios en movimiento co
contrario, lo cual se obtiene empleando para la mano izquier-
da la misma digitación que la de la derecha (con la izquierda
colocada sobre las mismas cinco notas) lo que dará; los mismos
dedos y notas distintas.
Procediéndose a la separación de las manos a distancia de
dos o tres octavas, familiariza al ejecutante en el conocimiento
del teclado.
Excepto en los ejercicios preliminares donde el principian-
te debe mirar de vez en cuando sus manos para la correcta co-
locación, al empezar el estudio de los cinco dedos libres será
beneficioso adquirir la costumbre de encontrar las notas sin
mirar las teclas.
Una buena práctica para el dominio digital, a la vez que
inicia a la lectura repentizada, es la que consiste en leer una o
más I íneas enteras de los "ejercicios de cinco dedos" pasando
de un compás a otro sin la acostumbrada repetición de cada
uno.
Todos estos ejercicios se desarrollan con las manos fijas
dentro del ámbito de una sa y los dedos pulsando siempre la
misma nota respectiva. Será necesario ampliar este ámbito con
nuevas distancias interválicas hasta la octava (con mano fija
también).
La dinámica de estos ejercicios no debe exceder al princi·
pío, la de un mf, cuidando siempre de producir un sonido
uniforme y lleno.
Cuando se considere oportuno podrán emplearse grada-
ciones desde el pp al f con ' 'diminuendos" y "crcscendos".
Deberá cuidarse que el ejecu tante no incurra (cosa fre-
cuente) en el defecto de sacar fuera del teclado (hacia abajo
o separándolo hacia el lado) el dedo pulgar, lo que desequili·
bra la mano. En estos casos pueden practicarse ejercicios con el
pulgar fijo.
Por falta de seguridad en la digitación o en la lectura sol·
fística suele caerse en repetir (una o más vec~s) una misma
nota re~ultar¡do una suerte de tartamudeo que debe ser pron·
tamente evitado con la ejecución lenra y concentrada.
Otro-defecto a prevenir es el de anticipar la ejecución de la
mano izquierda a la de la derecha cuando ambas deben tocar
simultáneamente.
En la práctica de los ejercicios de cinco dedos con una sola
mano después de otra, la mano no actuante debe descansar
relajada sobre la pierna correspondiente o con el brazo pen·
diendo al costado.
21
actuantes deben realizar su preparación antes del ataque sobresa-
liendo un poco del nivel de los demás.
Al comlenze la elevación del antebrazo se hará a mitad de al-
tura entre el teclado y el hombro, pudiendo llegar a la altura de
éste a medida que vaya dominándose el movimiento. Combínese
a la vez con los dos antebrazos este movimiento inviertiendo las
acütudes.
El sonido producido por ambos ataques deberá ser el natu-
ral correspondiente a la caída del peso de la muñeca o del ante-
brazb.
Pensando en que el principiante aspira a producir pronto
con sus dedos algo más agradable que unos áridos ejercicios,
convendrá alternar la práctica de éstos con el estudio de pe-
queñas páginas {estudios melódfcos) apropiadas a sus posibili-
dades, considerando que al aludir "a sus posibi lidades" no
sólo nos referimos adonde pueda llegar sino también donde
debe llegar, principio éste a tener en cuenta en toda enseñanza.
Al entrar en la ejecución de esos pequeños Estudios melódi-
cos, téngase presente que, si bien la lectura por separado del
pentagrama que corresponde a cada mano es aconsejable cuan-
do falla la lectura solfística o el mecanismo, conviene prescindir
de tal procedimiento en cuanto no sea necesario pues limita la
rápida visión conjunta de los dos pentagramas tan útil para
la lectura a vista. ) \
22
4, 3, 2, 7 y 3, descendiendo y ascendiendo repetidamente,
hasta terminar luego la escala con 20 y ler. dedo (re, -do).
Para la mano izquierda se procederá inviertiendo los movi-
mientos de ascenso y descenso con lo que, la digitación resultará
la misma de la mano derecha (índice acústico partiendo del do 3
hasta el do 2 ).
Para facilitar el paso del pulgar Rudolf Ma Breithaupt acon-
seja: realizar una pequeña flexión de la mano derecha hacia el
lado izquierdo con ligera elevación de la muñeca al ascender y
separando un poco el codo del cuerpo al descender para el paso
del 3er. dedo por encima del pulgar. (A la inversa para la mano
izquierda).
En evitación de sacudidas de sonido es conveniente que el
dedo pulgar se prepare anticipadamente con su segunda falange
ligeramente doblada hacia dentro.
El detenido estudio y dominio de las escalas diatónicas de
do, sol, re, la, mi y si para la mano derecha y do, sol, re, mi y f a
natural para la izquierda cuyas digitaciones son las mismas cita-
das anteriormente, será materia suficiente para continuar su
práctica en otras tonalidades y digitaciones, sin olvidar las esca-
las a la tercera, sexta y décima y el estudio con ambas manos en
movimiento contrario.
Aplíquense reguladores al ascender y descender (y vicever-
sa).
Tratándose de dar a cada tecla el mismo grado de.pulsación,
deberán tocarse las primeras escalas en valores largos sin acen-
tos no obstante, en su ejecución normal esjndispensable proce-
der por agrupaciones binarias o ternarias que determinen un
ritmo.
Se evitan fácilmente los errores de digitaci6n si se observa
con atención a qué. nota corresponde el 40 dedo por ser el
único que se emplea una sola vez en cada ámbito de una octava
(excepto· en la de fa en la mano derecha para terminar y sí en la
izquierda al empezar)
En la .extensión de dos octavas se emplearán corcheas en
grupos de dos, en la de tres octavas valores en tresillos y en la
de cuatro, grupos de cuatro semicorcheas, pudiendo ampliarse
a sesillos de fusa y grupos de ocho semifusas, tratándose de ad-
quirir velocidad.
Para el dominio de dedos y acentos da resultados excelen-
tes las siguientes combinaciones: extensión de cuatro octavas,
con grupos de tresillos (con los correspondientes acentos en la
primera nota de cada grupo) ascendiendo y descendiendo inin-
terrumpidamente hasta coincidir la primera nota del comienzo
de la esccrla-(tónica) con el acento rítmico.
Relativo al dominio rítmico, Vasili Safonow recomienda
tocar las escalas durante su recorrido (tres o cuatro octavas), al-
ternando tresillos con grupos de cuatro, cinquillos, etc. no pa-
rándose hasta alcanzar el acento de partida.
Al igual que en los ejercicios de cinco dedos, tanto las
escalas como los arpegios deberán ejecutarse con separaciones
de dos y tres octavas entre las manos y con las articulaciones de
muñeca y antebrazo explicadas.
Serán también de aplicación los ritmos citados en FORMU-
LAS RITMICAS (pág. 18) .
. Cuando el dominio de las escalas lo permita podrán practi-
carse todas con la misma y única dígitación de la de do, ejerci-
cio muy eficaz.. También será muy conveniente estudiarlas con
diversidad de matices entre las manos, práctica de mucha utili-
dad para el dominio de la sonoridad. Practíquense también em-
pezándolas v terminándolas con cualquier grado que no sea el
primero y con la digitación correspondiente a fa tonalidad.
No hay inconveniente en iniciar el estudio de la Escala en
cuanto se haya adquirido cierta facilidad en los 'ejercicios de
cinco dedos.
24
Otra digitación también corriente, es la que emplea el 40
dedo en el si bemol (la sostenido) de la mano derecha y en sol
bemol (fa sostenido) en la izquierda. La dígitación será: 1-3,
1-3, 1-2-3, 1-2-3-4, etc. ascendiendo con la mano derecha (y a
la inversa, descendiendo) y 1-3, 1-3, 2- , 4-3-2-1, 3-2 etc. (Esta
digitación evita el paso del pulgar en el la de la mano derecha y
en el sol de la izquierda).
Richard Kleinmichel ideó la digitación que sigue, muy prác-
tica para los pasajes rápidos y de suave sonoridad, pero que exi-
ge un buen dominio en la igualdad de pulsación; 1-2-3-4, 1-2-3,
1-2-3-4-5.
Tanto en la ejecución de las escalas como en la de los arpe-
gios debe evitarse el c)plazamiento del cuerpo en el asiento per-
mitiéndose no obstante (según el ámbito a recorrer) su inclina-
ción hacia uno u otro lado. Estos des¡ 'uamientos se hacen
necesarios más adelante en pasajes sobre los 1;r:nites extremos
del teclado.
Para el dominio de la sonoridad, será conveniente su estu-
dio en distintas gradaciones de Intensidad: p, f, "crescendo'',
"d iminuendo", "legatto", "staccato'' y combinando estos ma-
tices entre sí.
25
Un ejercicio para el logro de este enlace, consiste en: man-
tener hundida Id tecla que precede al enlace, hasta después de
que el dedo pulgar haya hundido la suya correspondiente.
La segt1ridad en las distancias entre una y otra tecla se ob-
tiene, aguantando cada dedo su tecla hasta el momento de
volverla a pulsar de nuevo. (Este ejercicio sirve a la vez para
precisar la pulsación).
Un segundo ejercicio, más complejo pero muy eficaz, es el
de articular conjuntamente (en dobles notas) dedos alternos por
ej.: en el arpegio de do (primera posíción} se articularán los de-
dos 7-3, alternados sucesivamente con 2-5 repitiendo varias
veces esta alternancia. La mano izquierda articulará los dedos
5-2 y 4-7. Segunda posición, m.d. 7-4 y 2-5; m. izq. 5-2y 4-7.
Tercera posición m.d. 7-4 y 2-5¡ m. izq. 5-2 y 3-7 {ascendiendo
y descendiendo).
Como ejercicio podrán practicarse de la misma forma y di-
gitación incluso los arpegios que empiecen con tecla negra, co-
locando el 1 o y 50 dedos sobre ella como ocurre con el de fa
sostenido (sol bemol).
El estudio de los arpegios en notas simples y forma quebra-
da dará los mejores resultados.
Alcanzada la suficiente seguridad se combinarán las tres po-
siciones entre sí, (para alcanzar mayor dominio de las distancias)
aplicando también fórmulas rítmicas, toques, matices y separa-
ciones de manos.
Especial dedicación merecen los arpegios de séptima, por el
empleo de todos los- dedos, los cuales podrán ser practicados
de la misma forma explicada anteriormente. Ellos son de gran
utilidad para las manos cuya elasticidad en la abertura de las
intersecciones digitale~ es poca. (Casi todos los métodos sobre
mecanismo pianístico contienen ejercicios destinados al desa-
rrollo de esta elasticidad cuyo estudio puede empezarse antes
que el de los arpegios. No obstante, habrá que tener sumo cui-
dado en elegirlos y practicarlos de acuerdo con las posibilidades
de la mano al objeto de no producir cansancio ni violencia).
Además de practicarlos de la forma corriente deberán
ejecutarse, ascendiendo con una "especie" de séptima y des- .
26
cendiendo con otra distinta para mayor desarrollo digital y
agilidad mental.
Como excelente ejercicio de extensión y co1ttracción
podrán practicarse los arpegios y escalas en general, ejecutando
una escala diatónica o cromática, al 9scender y un arpegio al
descender y viceversa.
27
Este es el principio de la llamada técnica del "Peso del bra-
zo" o de la" Libre caída". Considerada natural y por consiguien-
te lógica, ha sido adoptada y metód icamente. desarrollada por
eminentes pedagogos tales como Tobías Mathay, Rudolf Breit-
haupt, Bruno Mugellini, Alfredo Casella, Blanche Selva, Javier
Alfonso, etc.
El el Epígrafe RELAJACIÓN se apuntan los inicios de esta
técnica aquí explicada la cual, según la capacidad comprensiva
del principiante deberá aplicarse paulatinamente desde sus co-
mienzos.
Un primer ejercicio para practicar esta relajación consiste
en; teniendo los brazos abandonados a lo largo del cuerpo, sin-
tiéndolos suspendidos del hombro, levántese con lentitud por
contracción de estos músculos y los de la espalda, un brazo ex-
tendido horizontalmente hacia adelanté con la muñeca y lama-
no flojas, ("muertas") manteniéndolo unos segundos quieto y
dejándolo caer de improviso a su primera posición. (Lo mismo
con el otro brazo).
En ambos ejercicios los brazo.s deben caer por su propio
peso sin ningún voluntaíÍo impulso.
(Puede hacerse necesaria ta intervención de otra persona pa-
ra proceder a la elevación, sostén y suelta del brazo por ser, de
momento, algo difícil la comprensión del ejercicio para practi·
cario por sí solo).
Estos ejercicios son el fundamento de la técnica del peso
el cual debe influir, de manera más o menos activa, constante-
mente en la pulsación.
Alcanzada la sensación de completo relajamiento de las ma-
nos sobre el teclado hundiendo los cinco dedos correlativamente
del do 4 al sol (m.d.} y del do 2 al sol (m. izq.), estos deberán
sostener el peso del brazo que estará completamente relajado.
Este peso debe quedar repartido de forma que cada dedo lo
sienta por igual en el apoyo de su correspondiente tecla. Ló-
gicamente con esta relajación la muñeca queda hundida por
debajo del nivel del teclado, por io que convendrá mantenerla
en su forma correcta. (pág. 13).
28
Se comprendderá la eficacia de este sistema si se considera
·ue, mientras en la técnica de confiar exclusivame.nte a los
dedos la producción del sonido con más o menos articulación se
mantiene el brazo sostenido por sus propios m6sculos y los- del
hombro, lo cual requiere doble esfuerzo, en la técnica del "Peso
del brazo" queda sin efecto este esfuerzo.
El objetivo de los ejercicios mecánicos es el de comunicar
igualdJd de fuerza a los d~dos que por su distinta conformación
no pueden tenerla. En la técnica del peso no tienen que esfor-
zarse y sí solamente sostener cada uno el mismo peso, produ-
ciendo iguaJ intensidad sonora.
La antigua práctica de dar la máxima elev_aci_ón a los dedos
para obtener un sonido potente queda sobradamente substituida
por esta nueva. La fuerza se ve reemplazada por el peso de la dis-
tensión muscular de brazos y hombros.
A continuación, con los cinco dedos apoyados como en el
ejemplo anterior, se procurará que todos (excepto uno que debe
quedar fijo) pierdan súbitamente el contacto con la tecla dejan-
do que el peso queda sostenido únicamente por el dedo fijo, re-
pitiendo eSta operaéión con cada uno de ellos.
a) Transmisión del peso.- (Muy conveniente para el "Lega-
to"). Articulación correlativa de los dedos trasladando el peso
del uno al otro .sin que disminuya la intensidad sonora: deberá
apoyarse el 7er. dedo sin soltar la tecla hasta el descenso deJ 2º,
sintiendo ambos, por un momento, el sostén del peso que de-
berá seguidamente descansar sobre este último únicamente hasta
que descienda el 30 y continuando igual con todos los dedos,
ascendiendo y descendiendo. Practfquese también con dedos al-
ternos, siempre muy lentamente y con mucha atención.
La elevación del dedo debe ser rápida y el descenso lento
posánd'ose sobre la tecla sin necesidad de hacerla sonar (en todo
caso muy débilmente).
Téngase siempre bien.presente la sensación del brazo com-
pletamente dist~ndido, pendiendo del hombro y que su peso es
sostenido por los dedos apoyados sobre el teclado.
(Podrá comprobarse la relajación de los brazos imprimién-
doles durante la ejecución, un movimiento lateral de balanceo).
29
Observando con atención este principio, deberá practicarse
la graduación del peso según la intensidad de sonido deseada,
-esta graduación es de suma importancia en el fraseo- aume-
tando o disminuyendo a voluntad la relajación del brazo, con la
mínima elevación de los dedos de forma que el sonido se pro-
duzca por peso y no por ataque desde alto. Tanto si se quiere
obtener un sonido fuerte como un pian fsimo fa' tecla deberá ser
hundida hasta el fondo. (Practíquese con ejercicios de cinco
dedos}.
La correcta aplicación del peso podrá comprobarse exten-
diendo la palma de nuestra mano y apoyándose en ella la del
ejecutante en posición de "cinco dedos"; moviendo nuestra
mano de un lado a otro y de arriba a abajo se notará si el peso
es natural o producido por presión voluntaria. lnviértese la prue-
ba, de manera que sea el estudiante, el que experimente el peso
en la palma de su mano con el apoyo natural, pasivo, o la
presión activa producida voluntariamente por el profesor.
b) ca:ida libre del antebrazo.- La libertad del movimiento
del antebrazo es muy conveniente, como se verá, para la produc-
ción de ciertos ataques por lo que deberá practicarse este ejerci-
cio: con el brazo relajado levántese el antebrazo hasta la altura
del hombro con la muñeca colgante, arqueada. Seguidamente se
dejará caer por su propia gravedad, sostenido su peso por un
sólo dedo (el Jo mejor} sobre una tecla. El dedo deberá mante-
nerse casi vertical y más sal/do que los demás. (Practíquese de la
misma forma con cada dedo).
Cuando el ejercicio se domine, se ejecutará este ataque con
la muñeca mantenida fija sin colgar y en la actitud de la ejecu-
ción corriente. De este mismo modo deberán atacarse las notas
dobles con distintos dedos e intervalos y los acordes. (Manos se-
paradas al principio, juntas después).
e) Rotación.- En realidad es un balanceo empleado para
ciertos pasajes y en particular en los trémulos, octavas "brisées"
(rotas) y trinos.
Por la disposición de los huesos del antebrazo - radio y cú-
bito- puede realizarse un balanceo de derecha a izquierda y vi-
30
ceversa (movimiento de supinación y pronación), con el cual los
dedos con la mínima articulación, reciben el mismo peso facili-
tando a la vez la ejecución.
La preparación de esta práctica consiste en; dejar pendien-
tes y relajados los brazos o lo largo del cuerpo imprimiéndoles
un rápido y contínuo movimiento de pronación y supinación.
Aplicación de este movimiento en el teclado: ejecutor con
los dedos 70 y 50 un intervalo de sexta con los notos sol3 y
mi4, un balanceo lento sintiendo en codo dedo lo mismo igual-
dad de peso, procurando aumentar lo velocidad {hasta llegar '
al trémolo) o medido que se domine el movimiento. El ejercicio
deberá repetirse con distintos dedos e intervalos ampliando o
reduciendo el balanceo según lo extensión del intervalo. Tonto
el movimiento de pronación como el de supinación deben ser
oigo exagerados al empezar su práctico.
Esta semirotación o balanceo, tiene también aplicación
en intervalos de grandes distancias que requieran ser ejecutados
por salto. En este caso, por simple salto con el desplazamiento
del antebrazo, la ejecución se hace imprecisa. Se obtendrá
mayor seguridad (con Ja impresión de que se acortan las distan-
cias) empleando la rotación - que produce una suerte de ataque
lateral- del siguiente modo: tomando el intervalo fa 3 , dos, el
antebrazo derecho imprime o lo mono uno pronunciado Incli-
nación hacia el dedo pulgar para el ataque del fa 3 y seguidamen-
te, por un movimiento basculante en sentido Inverso, describien-
do un orco en el aire - que será más amplio según lo distoncio-
el .50 dedo ataca el do 5• Lo muñeco deberá mantenerse fija al
antebrazo, de lo contrario el ataque perdería seguridad.
{En otro ámbito, lo mismo con lo mano Izquierdo, y en
ambos, de lo nota Inferior a lo superior y viceversa).
Este ataque basculante adquiere suma importancia en los
trémolos (por ej. en Ja mano izquierda del "Malta allegro e
con brio" del 1er. tiempo de 1a Sonata op. 13 de Beethoven),
y en la ejecución de acordes arpegiados, imprimiendo a la mano
ese movimiento con el peso conveniente a cada dedo, de ma-
nera que las teclas puedan hundirse sin apenas la articulación
de éstos.
31
Fuera de la práctica preparatoria, todos estos movimien·
tos descritos deben ser ejecutados con la máxima naturalidad
o sea, como consecuencia de la misma ejecución.
d) Peso del dedo.- Esta forma de toque es el indicado para
los pasajes de tipo 1írico-expresivos ("cantabile") con matices
p y pp. El grado de intensidad dependerá del impulso comuni-
cado al dedo. Consiste en retener el peso del brazo dando un
ligero impulso al dedo para que efectúe la caíd°'por su propio
peso. El dedo con un mínimo de curvaw a1 casi recto, pulsará
Ja tecla por la cera interna de la falangeta.
Hay que recordar que, lo mismo si se desea obtener un
matiz que otro, la tecla debe ser siempre hundida hasta el
fondo, a fin de que el macillo golpee plenamente la cuerda pa-
ra que se produzca la conveniente vibración.
e) Caída y retención del peso.- Otro movimiento que de-
be practicarse es el de la alternancia de la caída con la retención
del peso, aplicable en apoyaturas, retardos y en pasajes de notas
ligadas de dos en dos (por ej. en los primeros r-ompases de la So-
nata op. 31 no 2 de B.eethoven). Consiste en comunicar el peso
a la tecla a la vez que la muñeca ejecuta un ligero descenso por
flexión, retornando seguidamente a su norm11I posición para
pulsar con el dedo correspondiente (reteniendo el peso} la tecla
siguiente que deberá ser hundida sólo por el movimiento de ele-
vación de Ja muñeca sin articulación del dedo que, según queda
dicho, pulsará la tecla por la cara interna de Ja falangeta. Con
esta forma de articulación se evita el procedimiento, tan gene-
ralizado, de acortar la segunda nota de las ligadas de dos en
dos con fines expresivos.
En realidad, este sistema de ejecución basado en la flexi-
bilidad de manos y brazos tan generalmente aceptado por la
pedagogía moderna, era ya empíricamente empleado por los
grand~s maestros del piano.
"Para obtener un bello sonido es necesario, por decirlo así,
"amasar" las teclas sintiéndolas bajo los dedos en vez de atacar-
las. Absoluta flexibilidad del cuerpo, de los brazos, de las muñe·
cas y manos". (Georges Mathias).
32
"Es preciso que las teclas reciban peso en lugar de golpe
- dice Sigismund Thalberg- para la producción de un bello so-
nido" y Beethoven en ·sus clases de piano pedía que los dedos
no se levantasen más de lo necesarió par.a hacer cantar el instru-
mento.
La sonoridad producida por la total relajación del brazo
es la de un "forte" amplio, sonoro sin sequedad que una vez
alcanzada podrá ser empleada con facilidad graduando el peso
del brazo con relación a los matices requeridos.
En el "fortíssimo" de carácter orquestal no sólo se requiere
el peso del brazo sino de todo el cuerpo, con los pies apoyados
con seguridad y levantando el cuerpo del asiento. (Obsérvese es-
te procedimiento en algunos concertistas particularmente en
Arturo Rubinstein).
Conviene que los distintos aspectos de esta técnica sean
paulatinamente aplicadas en la medida que el estudiante pue-
da comprenderlas.
Hay Estudios y Obras cuyas características mecánicas
(complicada digitación, pasajes prolongados con difíciles y per-
sistentes fórmulas etc.) reclaman mayor esfuerzo que otros, por
cuya causa puede aparecer un agarrotamiento que empieza por
la muñeca_ se extiende al antebrazo llegando al hombro que· se
contrae y queda algo levantado.
Al ocurrir esta circunstanCia (la cual será observada para
que no llegue a producirse) deberá realizarse un movimiento de
relajación bajando los hombros a su posición natural y sintiendo
_libres los brazos con su peso sobre las teclas. Esta acción debe
poder efectuarse en el transcurso de la ejecución, o sea, sin
dejar de tocar.
34
que proceda. El estudio de este toque puede ya iniciarse con-
juntamente con los ejercicios de cinco .dedos, (Jo cual dará sol·
tura de antebrazo), sirviéndose de las mismas fórmulas.
d) Semiligado ("non legato"}.· El valor de las notas se reduce
a la mitad aproximadamente y se indica por un punto con un pe·
queño trazo horizontal encima colocado sobre las figuras, o
unos puntos con un arco de ligadura si las notas son dos o
más.
Suele emplearse en los pasajes vivos y en general en los ma·
tic<'<s mf. y f. Se obtiene con una pronunciada articulacfón de los
dedos y hundiendo bien las teclas.
. e) El -apoyado ("portato o "louré").- La actitud del antebra-
zo y la mano debe ser la misma que la explicada en el "non lega-
to" y se emplea cuando se desea comunicar a la tecla más inten-
sidad, la cual se obtiene mediante un ligero impulso transmisor
del peso que será seguidamente retirado sin levantar la tecla has-
ta realizar el impulso inmediato,y as( sucesivamente.
Para lograr claridad y seguridad digital en pasajes rápidos
en "stccato leggiero '~ el estudio con toque "portato" en mf.
y despacio es muy ventajoso.
Su interpretación se indica con un pequeño trazo horizon-
tal encima de cada figura .
35
g) El ligerísimo ("leggerissimo" o "jeu perlé"). De aplica-
ción en pasages de carácter suavísimo, con sonoridad aterciope-
lada, empleado particularmente en las "fioriture" o "fermatas"
tan abundantes en la música pian ística de Chopin y Liszt y en
pasajes ligeros en pp. Se trata de una forma de pulsación en la
que el peso del brazo debe ser atenuado o totalmente retenido
mediante una elevación del hombro y pulsando las teclas suave-
mente-con el solo empleo del peso del dedo.
h) Ataque de retroceso.- Este ataque va precedido de una
o varias notas ligadas debiendo la final ser picada o destacada,
por ej. en el Estudio no 6 de Cramer las notas de la mano dere-
cha, compases 6-7 y similares, y en el op. 25 no 9 de Chopin
\mano derecha).
Con el fin de no romper el ligado para ejecutar el picado de
la última nota, la mano efectúa un rápido movimiento levantán-
dose hacia atrás por la acción del tJntebrazo, a la vez que ataca
la nota correspondiente con mayor o menor impulso según el
matiz indicado.
i) Toque Polifónico.- Este toque, que consiste en la ejecu-
ción de dos o más partes melódicas por cada m¡mo (en la polifo-
nía vertical armónica), constituye la base de la i'ndependencia
de los dedos, no sólo por Jo que respecta a su movilidad, sino,
y principalmente, a la pulsación aplicada en destacar las partes
o voces más importantes, al mismo tiempo que desarrolla la
habilidad del digitado.
Es en el género fugado y en los casos en que una misma
mano toca melodía y acompañamiento a la vez, donde tiene
su aplicación.
Aparte de los ejercicios para la práctica ae este toque, un es-
tudio completo e inteligente de "Ef clave bien temperado" de,
J.S. Bach dará óptimos resultados cuyo dominio podrá ampliar-
se con las fugas de Haendel, Mendelssohn, Reger, etc.
El dedo encargado de un "sujeto" de Fuga de un "cantabi-
le" deberá apoyar la tecla con más presión que los que ejecuten
las otras voces o el acompañamiento los cuales deberán dismi-
nuirla.
36
Ocurre que el alumno al querer destacar la parte melódica
de la del acompañamiento en una misma mano, descuida el
fraseo de aquella pulsando con uniformidad cada una de sus
notas. Debe por lo tanto, prestar.se atención a que estas tengan
todas la intensidad que dentro de la frase les corresponda.
Como ejercicio tómese, por ej. el "Adagio cantabile" de la
Sonata op. 73 de Beethoven u otro fragmento similar y apo-
yando bien los dedos que ejecutan el canto articúlense los
encargados del acompañamiento pero sin hundir las teclas.
Para el estudiO de la independencia de acentuación y fraseo
en la polifonía pianística horizontal además de las imprescindi-
bles. "Invenciones" de J.S. Bach, son valiosísimos los números
de "Microcosmos" de Béla Bartok. Como ejercicios comple-
mentarios sugerimos "100 exercices" de Joseph Géry. (Ed. Rou-
danez. París).
38
forma ascendente y su ejecución es: con los dedos dispuestos
en la actitud de tocar (explicada anteriormente), pero algo le-
vantados con Inclinación dé la .mano hacia el pulgar, se proce-
de al ataque del acorde desde este dedo imprimiendo a la mano
un movimiento rápido de rotación, (con empleo de los corres-
pondientes dedos) hacia el menique, o ál dedo encargado de la
última nota del acorde. Habiendo éstos previamente formado
"molde" con su preparación, no habrá necesidad de articularlos
puesto que las teclas serán hundidas por el peso del brazo.
(Practíquense distintos acordes en la forma descrita).
La mano izquierda ejecutará este movimiento ascendete
partiendo del 5º dedo. Debe practicarse también en sentido
inverso.
b) Acordes con "cantabile".· En general en estos acordes el
canto suele estar en la nota superior del acorde.
Practíquense ·haciendo que el dedo encargado del canto-so-
bresalga del nivel de los otros comunicándoles a la vez más peso
que en éstos. El "cantabile" debe destacarse sosteniendo, el
dedo que lo ejecute, las notas en valores de negra mientras los
demás deberán ejecutar corcheas o valores más cortos. Pueden
practicarse, el fragmento de la Fantasía op. 49 (compases del
72 7 al 74 7) y el Estudio op. 25 núm. 4 de Chopin.
No suelen presentarse estos acordes en · la mano izquierda;
no obstante, para mejor apoyo de los Bajos podrán también
ejercitarse de la misma forma.
c) Repetición de acordes.- Consiste en la ejecución de una
especie de rebote de la mano sobre las teclas por -impulso del
ataque inicial, empujándola hacia el fondo del teclado. (Muñe-
ca flexible). . ·
Se emplea, en general en grupos de acordes rápidos de un
máximo de seis.
42
Práctiquense despacio, con gesto muy amplio, levantando el
codo bien separado del cuerpo, apoyando a la tecla el dedo pul-
gar casi por su cara externa procediéndose a contin.uación en
sentido Inverso, por retorno del codo pegado al costado, el mo-
vimiento hacia el 50 o 40 dedo que pulsará la tecla verticalmen-
te con la punta y la mano abierta manteniendo la posición de
octava.
Uno y otro dedo deben sentir el peso del brazo.
En la ejecución normal esta rotación debe ser notablemente
reducida. Su amplitud dependerá de la mayor o menor intensi·
dad sonora pretendida (Y. ROT ACION pág. 30).
(El movimient~ es el empleado también ·para los trémolos).
Estos ejercicios, deben practicarse al principio con una
mano después de la otra. .
Conviene tener presente que la técnica del "Peso del bra-
zo" siendo básica en la escuela moderna del piano, no excluye
el empleo del toque por simple articulación digital en ciertos pa-
sajes y especialmente en obras del repertorio clavecinístico.
43
bastante formadas pianísticamente pero que no son demasiado
recomendables para estudiantes noveles.
En uno y otro caso habrá que evitar en todo momento la
rigidez y su consecuencia, el cansancio (dos grandes enemigos
del pianista) mediante el trabajo atento y reflexivo, mantenien·
do (insistimos) la absoluta flexibilidad de brazos y manos.
Ejercicio: dedos actuantes 1° y 2° de lo mono derecho con
el pulgar pulsando siempre el do 3• Despacio y rítmicomente
con valores de negros. El ler. dedo pulso el do y o seguido el
20 el mi 3 , do-fa, do-sol, continuando el 20 dedo cromático-
mente hasta donde lo extensión fo permito.
Del mismo modo se practicará con todos los dedos por ej.:
7-3 (el Jo sobre el do y el 30 oortiendo del fa y continuando
cromó ticomente.
Pulsando siempre el 2º dedo el dq y el 30 continuando
cromáticomente. Igual con los dedos 3-4 y 4-5.
Con fo mono izquierdo se procederá o lo inverso descen-
diendo o partir del do con el 7er. dedo, ej.: do, la, do-la bemol,
etc. con los dedos.
El dedo que ejecuto lo ascensión (o el descenso) deberá lf.
mitor, de memento, su progresión hasta donde le permitan sus
posibilidades de extensión, intentando, sin forzar y o medida
que vaya adquiriendo mayor elasticidad, ampliarlas.
Para el desarrollo de la elasticidad, además de la adquisi·
ción de la fuerza muscular, los arpegios de séptima son muy
indicados.
Ejercicio preparatorio:
Con los dedos 3-5 sobre do-mi_y 7-3 en re-fa, repítanse su-
cesivamente varias veces estas terceras. Lo mismo con los dedos
4-2 y 3-7. (Mano izquierda, a la inversa).
El paso del 3er. dedo se fac;/itará cruzándolo sobre el 50
(que mantendrá su tecla hundida) y realizando una ligera fle-
xión lateral hacia la derecha (al subir) combinada con un pe·
queño levantamiento de lo muñeca. {Viceversa con la mano
izquierda).
45
En todas estas sucesiones en dobles notas, al igual que en las
escalas simples, el dedo pulgar pasa ligeramente doblado por de-
bajo de los otros.
Pará el refuerzo y seguridad de pulsación los ejercicios en
dobles notas son excelentes.
46
mano vuelta al revés mirando su cara externa el teclado y con la
uña de los dedos segundo o tercero (ó 3° y 4º juntos) flexibles
y resbalando ligeramente casi a ras de las teclas.
El peso del brazo debe ·ser mínimo. Para la ejecución en f
los dedos deberán mantenerse firmes y con mayor peso.
Descendiendo, se puede ejecutar con la uña del dedo pulgar
vuelto al revés (la cara externa rozando el teclado), la falangína
flexible y ligeramente doblada.
El dedo pulgar alcanzará mayor seguridad si se adhiere su
pulpa a la del 20.
Conviene asegurar el comienzo y terminación del "glisan·
do" con un ligero ataque inicial y final cambiando en éste, el de-
do (o manteniendo el mismo) en la última nota y volviendo rápi-
damente la mano a su posición normal.
Los dedos que no estén en acción deben mantenerse com·
pletamente relajados.
Los "glissandi" suelen ejecutarse, por lo general, muy rápi-
dos, no obstante, se~á conveniente practicarlos también des-
pacio.
·Ejercicio: partiendo del do 3 hágase un "glissando" ascen-
dente hasta el la 3 ampliando progresivamente este ámbito
hasta dos o más octavas (lo mismo en sentido descendente).
Practfquese también con la mano izquierda invirtiendo los
movimientos. (No se acostumbran los "glissandi" para esta ma-
no) El papel principal corre a cargo de la muñeca y del brazo,
los cuales, empujan a un lado o al otro (con los dedos pasivos) la
mano.
En las notas dobles el "glissando" se produce con el empleo
(según la distancia del intervalo) de los dedos 1-5; 1-4; y 2-4.
Con los dedos 1-5, y 1-4, el dedo superior resbala tocando las
teclas por la uña y el pulgar por la pulpa o cara interna. (Mu-
ñeca arqueada).
Descendiendo, las teclas serán tocadas por la pulpa del dedo
superior, en tanto que el pulgar lo hará por la uña y ligeramente
doblado.
Las terceras y cuartas suelen tocarse con los dedos 2-4, tan-
to al subir como al bajar. Ejercicio: ejecútese una sucesión de
..
47
terceros en lo extensión de uno octava o más, con lo coro externo
de la mono vuelto hacia la derecha y los dedos en la misma acti-
tud que para el "glissando" con notas simples. Al descender, lo
mano debe invertir su primera posición (mirando hacia lo iz-
quierda) por medio de la elevaclón del codo separándose del
cuerpo. Los dedos hunden los teclas por la uña como al descen-
der. (Lo mismo, a la inversa con la mano izquierda).
Sobre teclas negras la forma usual de ejecución es: em-
ple"ando los dedos 3-4 apretadamente juntos y rígidos, (como
en el "glissondo" con notas simples y en "f" ascendiendo). Al
"descender, los teclas serán hundidos por lo extremidad interno
(pulpa) de los mismos dedos. Otro forma descendente es: con
lo cara externa de la mano mirando la pared de fondo del tecla-
do se hará resbalar con el 20 dedo hundiendo las teclas por su
1
21. EL TRI NO.- Entre las notas de adorno de más frecuente em-
pleo hay el trino que requiere ral?idez, regularidad, claridad e
48
igualdad de pulsación (evitando que la nota· secundaria sea más
fuerte que la principal).
En su ejecución la muñeca debe quedar baja a nivel del te-
clado, con los dedos arqueados y reducida articulación.
(Según Klindworth, el pianista John Field no podía ejecutar
los trinos con soltura debido a que tocaba con los dedos casi ver-
ticales).
Una mínima rotación de la muñeca es aplicable cuando se
emplean los dedos: 13, 24 ó 3-5. A más amplitud de rotación
más intensidad sonora.
Como ejercicio, el trino se estudiará despacio y medido efJ.
tresillos acentu.ando la primera de coda grupo, con lo que se ob-
tiene Igualdad sonora en cada noto.
Practíquese también en grupos de cuatro semicorcheas.
Es conveniente ejercitar todos los dedos con diversos mati-
ces del pp al ff, sin apenas levantar los dedos y al contrario, ar-
ticulando mucho.
En los trinos que empiecen con la nota principal y tengan
terminación, cuídese de que el cinquillo que se forma con ésta
en el último grupo, quede bien claro. En los de larga duración
puede emplearse la digitación de Thalberg¡ 2-3, 1-3, 2-3, 1-3, etc.
1-3, 2-3, 1-3, etc.
El trino de terceras (dobles notas) se ejecuta normalmente
con 1-3, 2-4 y también con 2-4, 1-5. Este trino de difícil ejecu-
ción no es muy empleado. Cuando hay dificultad en su ejecu-
ción se recurre al siguiente subterfugio; se baten las dos notas ·
superiores articulando solamente la inferior por cada dos de las
superiores.
Evítese, si no está indicado lo contrario, el hacer un cres-
cendo en la resolución del trino que deberá finalizar contraria-
mente, en muchos casos, en "diminuendo", como terminación
femenina o final de ligado.
La regularidad del trino se hace más difícil cuando se toca
conjuntamente con otra mano que ejecuta un pasa.je con··una
serie de valores (tresillos o semicorcheas). En este caso su estu-
dio podrá efectuarse practicando, despacio y regularmente, do-
bles y cuádruples valores de los que ejecute la otra mano. Por
49
ejemplo: una mano toca d~re-mi-fa-sol (ascendiendo y descen-
diendo o una escala en corcheas) y la otra el trino {do-re) en se-
micorcheas. Emplécese su estudio ejecutando valores de larga
duración, por ejemplo: una marro negras y otras corcheas, ace-
lerando gradualmente.
Será de utilidad la aplicación de fórmulas rítmicas.
en
conveniente ejecutarlo con los dos mismos dedos que se elijan
(los mejores en este caso 30 y 2º ).
Recuérdese que¡ según lo explicado en la pág. 48, el cam·
bio de dedos no es aconsejable en notas repetidas despacio que
deban conservar la misma intensidad sonora, por ejemplo: en la
segunda parte del Preludio no 17 en do sostenido menor de
Chopin.
Una buena práctica para la habilidad digital es la explicada
en la pág. 24 referente a las escalas. Para el pianista moderno no
reia la anticuada prohibición de Üsar el dedo pulgar en las tecías
negras.
También resulta eficaz ejercitar un pasaje en sentido direc-
to e invertido.
Al numerar una digit4ción, en general, no es necesario ano·
tar todos los dedos, b_astará señalar los números principales.
52
La pequeña almohadilla de fiel tro llamada apagador, situa-
da en los pianos verticales a unos centímetros más abajo del
punto en que percute el macillo la cuerda, y por encima de ella
en los de cola, queda separada de la misma mientras la tecla per-
manece hundida dejando vibrar libremente la cuerda, la cual de-
ja de hacerlo, por la acción de este apagador, en el momento de
soltarse la .tecla. Cada tecla tiene el suyo, excepto las de 'la úl-
tima octava y media aguda, aproximadamente.
Dada la propiedad que tiene este pedal de levantar todos los
apagadores de una vez, el sonido queda reforzado por los armó-
nicos de las demás cuerdas vibrando por "simpatía" máxime si
una tecla es atacada fuerte, no obstante pulsadas las teclas sua-
vemente, la aplicación de este pedal permite la producción de
muy ténues sonoridades. Por consiguiente, la función del pedal
derecho consiste en reforzar, prolongar y dar colorido a los so-
nidos.
Los apagadores son llamados también sordinas, lo que, con
referencia a la advertencia de Beethoven, en la Sonata op. 27
nº 2 (Claro de luna) que reza, "Si deve sou nare tutto questo
pezzo delicatissimamente e senza sordini" ha ocasionado error
más de una vez por tomarse "sordini" por "pedal celeste", sien-
do es en realidad su significado bien al contrario o sea, sin apa-
gador (senza sordini) y por tanto, con pedal de resonancia.
Para acentuar un acorde o una nota precedidos y seguidos
de pausa, el pie deberá accionar el pedal simultáneamente con el ·
ataque. Si la pausa anterior al acorde o nota da tiempo para
ello, es mejor bajar el pedal antes de este ataque. De esta manera
la resonancia se produce instantáneamente, de lo contrario ocu-
rre que si la presión del pie sobre el pedal sufre un pequeño re-
traso con relación a la mano la vibración de las cuerdas pierde
inte_nsidad. .
Para el "legato" de acordes o melodías el empleo de este pe·
da! es de gran utilidad.
Su aplicación en estos casos consistirá en hundirlo inmedia-
tamente después de pulsada la tecla y levantarlo al instante pre·
ciso de bajar la siguiente para evitar disonancias con la mezcla de
sonidos y manteniendo así la continuidad del "legato". Dice A.
53
Lavignac en su "L'école de la pédale"; "El arte del pedal no con-
siste en saberlo poner, sino en saberlo quitar".
En las obras del romanticismo y muy particularmente en los
impresionistas el empleo de este pedal es casi constante, y la
mezcla de armonías y aún de intervalos melódicos para la obten-
ción de efectos especiales es de corriente aplicación en las com-
posiciones modernas, pero en ningún momento debe recurrirse
a él para disimular imperfecciones de mecanismo cuyo resultado
es el de confusión sonora.
Después de un ataque fuerte con un súbito "diminuendo"
en un acorde de larga duración (o de una forma arpegiada), se
procederá, sin levantar del todo al pedal, a una vibración del pie
presionándolo repetidas veces gradualmente hasta quitarlo (Los
franceses llaman a esto "airear el pedal"). Este mismo procedi-
miento puede ser empleado ocasionalmente, en breves pasajes
rápidos y en escalas para la obtención de sonoridades nebulosas
(no confusas).
Cuanto más graves sean los sonidos cuyas vibraciones son
más amplias, menos pedal requieren y más frecuente renovación
'(excepto en determinados efectos sonoros, por ejemplo: en la
obra de Listz "San Francisco caminando sobre las olas" cuya
parte confiada a la mano izquierda tiene carácter imitativo, o
en los trémolos.
Tradicionalmente el pedal de resonancia se indica con
"Ped." seguido de un asterisco al término de su aguante. En al-
gunas ediciones modernas esta indicación ha sido substituida
por una 1ínea horizontal formando un pequeño gancho a cada
extremidad como principio y fin de su duración '10 cual resulta
más claro. Este pedal para que produzca su efecto, debe ser
completamente hundido hasta el fondo.
Téngase siempre cuidado en no levantar antes el pedal
que las teclas pues se produce una súbita disminución sonora
(a no ser que se quiera obtener este especial efecto).
Es a este pedal al ,que se hace referencia cuando se dice
"poner o quitar el pedal", o "pedalizar un fragmento". (Al
decir pedal, se sobreentiende al de resonancia.
54
Schumann, dejando el empleo del pedal o criterio del eje-
cutante, solía poner al principio de sus composiciones pia-
n ísticas la palabra pedal úniqmente.
55
Por todo lo expuesto se comprenderá que los dos pedales
son independientes el uno del otro, no existiendo ninguna in-
compatibilidad en emplearlos simultáneamente.
56
una memoria de tipo reflexivo cuyos estudios vivifican la inter-
pretación de una obra.
Téngase bien presente que todos los ejercicios para el des-
arrollo de la memoria deben ir presididos de una gran concen-
tración. Montaigne dice: "La atención es el buril de la memoria"
y F. Gaugulein escribe: "Para aprender de memoria se necesitan;
atención, interés y coordinación".
Respecto a esta última condición es conveniente que donde
suela presentarse una "laguna", quede bien fijado lo que precede
y sigue a ella.
· He aquí unos ejercicios para la memorización: Pruébese de
tocar una obra bien estudiada de 'fa que no se haya hecho toda-
vía un trabajo previo de memorización, hasta donde alcance la
retención. En el momento del fallo de ésta, lnténtese recordar
(aplicando los tipos de memoria exp//cados) sin recurrir a la lec-
tura y en caso negatfvo, consúltese el papel atentamente pro-
bando luego, sin él, varias veces el fragmento olvidado y procé-
dase a enlazarlo con algunos compases anteriores y posteriores.
Otro ejercicio consiste en: 7° Tocar la obra (o el fragmento) sin
papel; Z:: Leer el papel sin piano; 3° memorizar sin papel ni
piano.
Si la dificultad está en la melodía, se cantarán las notas en
voz alta durante el estudio.
En las obras que se desarrollen con predominio melódico de
la mano derecha, será muy importante que se memorice bien
la mano izquierda, pues su seguridad redundará en beneficio
de aquélla.
Como ayuda a la retención de la memoria visual, pueden
marcarse los fragmentos difíciles de recordar, con lápiz rojo o
azul y procúrese emplear siempre la misma edición en el estudio
de una obra a fin de que sus tipos queden grabados con más faci-
lidad en la mente.
Durante el trabajo de memorización, se empleará el toque
ligado y el matiz mf o f.
Una buena prueba para cerciorarse de la seguridad de reten-
ción consiste en tocar muy lentamente y pianísimo el fragmen-
to elegido.
57
Los principiantes aprenden fácilmente, pero su memoria es
irreflexiva y rutinaria por lo general. l>to puede comprobarse
interrumpiendo la ejecución y haciendo que prosiga desde el
punto de parada; la mayoría de ellos,-para continuar tienen ne-
cesidad de volver al principio del fragmento (como suele ocurrir
en una recitación literaria), por cuyo motivo es necesario ejerci-
tar al alumno a proseguir partiendo del punto de la interrup-
ción.
Es muy conveniente desarrollar la memoria musical desde
los comienzos del piano, con el estudio de pequeños fragmentos
y desde luego, en los ejercicios con fórmulas repetidas y en las
escalas y arpegios.
Si hay dificultad para memorizar, el estudio podrfi hacerse
por compases avanzando de forma progresiva y enlazándolos
con los aprendidos anteriormente.
Cuando una obra se posea con seguridad bastará, al p.rinci-
pio tocarla una vez por día, ampliando los intervalos de tiempo
de su ejecución de acuerdo con las posibilidades retentivas del
individuo. Conviene, que de vez en cuando sea consultado el
texto musita! para evitar la fijación de errores.
58
con intensidad uniforme, pasando más delante a tocarlos con las
sonoridades requeridas.
"Es de toda evidencia que la sutil sensibilidad comunicada
a la pulpa de los dedos, va íntimamente unida a la producción
de un buen sonido" (C. Pi ron). En la expresión mu, i.al juega un
importante papel esta cualidad que proporciona la variedad de
matices con relación a las notas entre sí.
El equilibrio sonoro entre una y otra mano, tendrá que ser
trabajado en cuanto el alumno empre.ce a tocar Estudios de fra-
seo y expresión, procurando adquirir la independencia de pulsa-
ción entre una mano y otra.
Téngase presente que tanto para el dominio de los dedos
como para el de la sonoridad es muy ventajoso, en toda clase de
ejercicios en los que ambas manos tocan las mismas notas, com-
binar los diferentes toques y matices entre sf.
Debemos insistir, relativo a la sonoridad, en lo expuesto al
principio de este manual sobre la necesidad de un buen instru-
mento, si no inmejorable, por lo menos que esté en condicio-
nes de poder obtener de él los resultados que el estudiante debe
alcanzar en su trabajo.
En CAIDA Y RETENCION DE PESO se dan, {pág. 32)
también algunas observaciones relacionadas con la sonoridad.
59
(Para la lectura a vista e independencia de manos son indica-
dos "Vingt-cinc canons" (de varios autores) de l. Philipp).
Inherente a la dificultad de repentizar, existe la de conjuntar
las manos eli la ejecución de distintos ritmos entre sí cuya prác-
tica es indispensable para el futuro pianista que quiere entrar en
el estudio de las nuevas tendencias.
Como inicio a la soltura rítmica sugerimos el primer libro
de "Etudes du Rythme" de G. Dandelot (Ed. A. Leduc) que
forma parte de una colecciói:i de cinco.
Ni que decir tiene que en este aspecto, como para lectura a
vista, los primeros cuadernos de "Microcosm9s" de Béla Bar-
tok son indicadísimos.
Por no relacionarse con la técnica pianística propiamente
dicha, no se hace mención a lo referente a ciertas composiciones
modernas que exigen distintas maneras de hacer sonar las cuer-
das prescindiendo del teclado: pinzándolas con los dedos, percu-
tiéndolas o frotándolas, etc. con empleo de apropiados utensi-
lios. A estas alturas, eventualmente, el ejecutante ya sabrá cómo
interpretar una de estas partituras.
60
bajo metódico y asídyo permite al ejecutante mantenerse siem-
pre en forma.
(En las págs. 68 y 6? se citan algunos libros relacionados
con determinados aspectos del mecanismo).
Raramenie se ha empleado en ·el transcurso de este manual
la palabra técnica por considerar su significado muy otro que el
_ de mecanismo al cual hemos dedicado tan amplia atención.
Al hablar de mecanismo hacemos alusión directa y exclusi- .
vamente a la parte físico-anatómica en la ejecución mientras
que, técnica supone el empleo de este mecanismo con factores
anímicos y sensoriales que no se adquieren con la sola repetición
del ejercicio de los dedos.
"La técnica se relaciona más con el espíritu que con los
músculos" (1. Philipp).
"La técnica emana del espíritu" (F. Listz).
"La técnica mmca aparece como algo autónomo sino que
está vinculada con la evolución de la expresión musical" (K.
Rolan).
Ella nace y se forma con la búsqued.a del lenguaje apro·
piado para la interpretación de cada obra. Es el dominio del te-
clado en los aspectos dinámico y agógico, en correspondencia
con nuestra sensibilidad y con absoluta compenetración entre
coñciencia y automatismo.
"No he separado nunca la técnica de la inflexión expresiva
de la frase. Creo que si se interpreta enseguida la música profun-
da de la partitura, su canto interior, la técnica llega espontánea·
mente y con más seguridad e incluso más fácilmente que si se
trabajara a parte" (S. Richter)..
29. EL ESTUDIO.- Conviene estudiar regularmente todos los
días. En principio es preferible hacerlo diariamente que no un
día mucho y otro nada.
Donde haya posibilidad de ello, es aconsejable dividir el
estudio diario en cortos períodos de una hora o poco más,
bien aprovechados.
- "El estudio sin concentración de la mente y del oído en
cada nota del respectivo ejercicio, es desperdicio de tiempo"
(Lei mer-Gieseking). ·
61
- "Los alumnos emplean más tiempo en tocar que en es-
tudiar". (Paderewski).
-Estudiar quiere decir perfeccionar, poner una gran aten-
ción en lo que se está practicando, particularmente en los ejerci-
cios, velando por Ia buena posición de manos y dedos, igualdad
de pulsación, claro sonido, etc.
- Chopin hacía estudiii.r lentamente y ligado.
- "A trabajo lento progreso rápido". (Heller).
- La repetición irreflexiva, simplemente mecánica, da po-
bres resultados.
- Hay que tratar de obtener el máximo progreso con el mí-
nimo de tiempo.
- "A los dedos quince minutos. de estudio, al cerebro cua-
renta y cinco" (G. Mathias).
- No se repita u.n ejercicio hasta la fatiga; cuando ésta apa-·
rezca es mejor descansar dejando unos momentos de tocar o to·
car algo distinto. La fatiga suele sentirse por la repetida actitud
de los qedos.
- Conviene no establecer una rutina en el orden de los es-
tudios. A tal fin deberá variarse a menudo: "cinco dedos", es-
calas, arpegios, Estudios, etc.; y· viceversa.
- Cuando no existan grandes i:>ausas para una u otra mano
en una ejecución, procúrese no alejarlas del teclado, es mejor te·
nerlas preparadas para el momento de entrar en acción; con ello
se evitan posibles fallos o vacilaciones en el ataque.
- Para despertar en ·e1 estudiante el sentido de responsa-
bilidad, seguridad y confianza en la ejecución es necesario que
en cuanto tenga aprendido correctamente algún pequeño Estu-
dio u obrita, se aprovechen las 9casiones de tocar delante de
otras personas. En este aspecto , la asistencia a clases colectivás
es muy beneficiosa.
- Conformé el alumno vaya adentrándose en el traoajo de
Obras y Estudios cuya dificultad va aumentando, más necesidal
tendrá de ampliar el tiem¡:¡o dedicado al estudio, por consiguien-
te deberá, en lo posible, distribuirlo ordenadamente para obte-
ner el máximo rendimiento.
- "Antes de disponerse a trabajar, en labor de perfeccio-
namiento sobre algo que ya fue tema de una clase recibida del
profesor, es preciso repasar en la memoria cuantas observacio·
nes y reflexiones formuló éste sobre el particular y atenerse
fielmente a ellos" (J. Zamacois).
Debe prestarse mucha atención desde el principio, -a las
indicaciones de movimiento, carácter y matiz contenidos en
cada Estudio u Obra procurando realizarlos con la más comple·
ta exactitud. "Ante todo lo que importa es el detalle. La aten·
· ción al detalle es lo que distingue a un gran pianista": (F. Buso-
ni).
Tanto en la ejecución de las Obras como en la de los Estu·
dios tiene que existir siempre el anhelo de una mayor perfección
sin contentarse con una "aproximación" El pianista F. Planté es-
cribía a l. Philipp: "Más que nunca soy como un alumno perse-
verante a la búsqueda de la perfección, esta perfección que cons·
tituye la verdadera esencia del arte". ·
El estudiante debe ser para sí mismo un juez severísimo,
escuchándose atentamente y no perdonándose ninguna inco-
rrección.
El empleo de un buen magnetófono será de gran utilidad
para escuchar alguna grabación propia, pues se presentarán sor-
presas, no sólo en lo que respecta al mecanismo, sino también
a la interpretación.
Cuando un pasaje se crea ya dominado, será conveniente de-
jarlo "descansar" acudiendo a la ejecución de otros fragmentos
para volver a él más adelante y comprobar si aquel dominio ha
sido positivo. No se dé por sabido un pasaje hasta que se enlace
con lo que le precede y le sigue con toda regularidad. Si luego
de trabajarlo un tiempo prudencial no se obtiene todavía un
buen resultado será mejor dejarlo y reemprender más tarde su
estudio de nuevo.
Al empezar el estudio de una nueva obra es preciso leerla
sin el instrumento y analizarla.
Estudiando por vez primera un fragmento difícil, se traba·
jará despacio, hundiendo bien las teclas (se tiende a aflojar los
dedos en la inseguridad mecánica}, dentro del matiz mf y con
uniforme sonoridad. Cuando se crea vencida la dificultad tó·
quese a su tiempo real, e incluso más deprisa para asegurarse
de su completo dominio.
Es conveniente estudiar co:n manos separadas cuando se
trate de pasajes difíciles para ambas, si bien este procedimiento
no es aconsejable emplearlo sistemáticamente, pues limita la ca-
pacidad de lectura rápida.
Practíquense también los pasajes difíciles en sentido contra-
rio al escrito leyéndolos ascendiendo si son descendentes y vice-
versa y aplicando los ritmos más apropiados.
"El trabajó no es perfecto más que cuando~ inteligente,
concienzudo y metódico" (E. Parent).
Trátese de saber en el momento de un fallo mecánico las
causas del mismo, que pueden ser: por defectuosa lectura, por
mala acentuación rítmica o por incorrecta digitación. No se in-
sista en la repetición de un pasaje sin aclarar enseguida estos de-
talles, sería perder el tiempo.
Dice A Casella que: "las dificultades técnicas se dividen
en útiles e inútiles". Consideramos "útiles" las que han sido
escritas para que sean vencidas por el estudiante en el desarro-
llo y perfección de su mecanismo y que éste debe respetar.
Las "inútiles" serán las que se presentán como conse-
cuencia del contex~o de un fragmento o pasaje sin que el autor
se haya propuesto exponer un problema técnico. En estos ca-
sos, la libertad del ejecutante en la combinación de manos y de-
dos ante una dificultad es absoluta, pues lo que importa es la
buena versión de la obra que se interpreta.
En cuanto el estudiante empiece a estar capacitado, debe
acostumbrársele a digitar y pedal izar sus ejecuciones.
"El verdadero trabajo sólo existe en el instante en que se
ejerce el esfuerzo de la voluntad" (B. Selva).
No estudiar nunca con la angustia de la falta de tiempo. El
estudio debe ser paciente y tranquilo.
Alternando el trabajo de dos o tres Obras o Estudios de
características distintas se evita la rutina de dedos y se mantiene
la atención.
No es posible sostener la misma concentración largo espa-
cio de tiempo. La facultad de atención de la mente se va debili-
64
tando en el transcurso de una prolongada sesión. Por tal motivo,
interrumpir el estudio por una lectura o un trabajo manual etc.
que sirva de distraoción, será una buena medida.
Como ejercicio de relajación, después de un largo período
de estudio, el pedagogo P. lrala recomienda el descanso por la
respiración rítmica. "Esta comprende tres tiempos: inhalar, ex-
halar y descansar sin tener prisa por tomar aire de nuevo hasta
que nos fuerce el organismo. En este tercer tiempo se consigue
la máxima relajación.
"Cuando seguimos el curso de una idea con exclusión de
otra, o!vidándonos de todo lo demás, el rendimiento intelectual
es máximo, el placer natural es grande y el cansancio mínimo".
(P. Narciso lrala) _
Es una buena medida dar, de vez en cuando, a estudiar al
alumno una obra técnicamente superior a sus posibilidades del
momento. No se insista por una ejecución acabada, pero se
exigirá no obstante, allí donde estéª' su alcance". (A. Cortot).
No es necesario seguir correlativamente el orden numérico
de los Estudios de un libro, lo más racional será seleccionarlos
de acuerdo con las necesidades del momento en cada alumno.
Al llegar a cierta altura en sus estudios será conveniente de-
jarle en libertad en materia de interpretación, corrigiéndole y
guiandole donde fuese necesario. Las causas de sus incorreccio-
nes (mecánicas o interpretativas) deberán ser explicadas siempre,
pues comprendiéndolas será má.s· fácil corregiÍlas y evitarlas. Si
no es absolutamente necesario, las observaciones se guardarán
para después de terminada la ejecución a fin de no interrumpir
el impulso interpretativo del alumno.
"No crean (los alumnos) ninguna afirmación en tanto no les
sea demostrada y comprobada, ni comiencen a escribir, cantar o
tocar ejercicio alguno antes de haber comprendido por completo
su finalidad". (P. Hindemith).
Procúrese obter.er siempre la máxima claridad en los pasajes
vivos de mecanismo, de lo contrario el mal efecto para el oído
sería, (por comparación), el mjsmo que produce a la vista uria
página irregularmente mecanografiada.
Los ejercicios para la obtención de un determinado objetivo
(velocidad, extensiones, "staccato", etc.) acompáñense del es·
tudio de obras donde existan los problemas de ejecución que
con la práctica de aquellos se pretende vencer. Conviene saber
seleccionar los ejercicios que se observe que den los mejores re·
sultados para el fin propuesto.
Guárdese en lo posible, la sobriedad de movimientos del
cuerpo durante la ejecución. Los ejercicios no deben practi-
carse nunca de forma rutinaria, "por costumbre". En ellos debe
buscarse siempre un objetivo: refuerzo de dedos, igualdad, ca-
lidad de sonido, etc. si se quiere obtener un real progreso.
Como complemento a sus estudios, será muy útil que el
alumno se forme una discoteca rno sólo con música exclusiva pa-
ra su instrumento ni '1ara imitar estrictamente las ejecuciones
sino, para la formacio11 de su sensibilidad y desarrollo interpre·
tativo.
68
d'extension"; Quintas, "Técnica moderna del piano", (vols.
1 y IV); Stamaty, op. 36 (sección VIII); Tausig-Ehrlich, "Ejer-
cicios diarios".
ROTACIÓN. (Estudios donde puede practicarse) Clementi-
Tausig "Gradus ad Parnassum" núms. 3, 18, 23, 24, 25 y 27;
Cramer, J.B., núms. 5, 6, 7, 12,23,27, 31,40, 77y83;Czerny
C. op. 299 núms. 1O, 13, 20, 28 y 35, op. 740 núms. 8, 11, 12,
15, 20, 43 y 46, op. 365, núms. 2, 3, 9, 22, 39 y 51; Stamaty
op. 36, VIII Serie, sección VI.
TRINO. Philipp, "Le trille'~
EL PEDAL. Falkenberg, G. "Les pedales"; Marsahll F. ''Estu-
dio práctico sobre las sonoridades del plano" (vols. 1y 11); San-
torsola, G. "El uso inte~igente del pedal".
AGILIDAD. Philipp, "La velocité'~
TOQUE POLIFÓNICO. Bach, J.S. "Invenciones a 2 y a 3 vo
ces", "El clave bien temperado"; Cortot, "Príncipes ratlonnels
etc,"; Lliurat, F. "Las sonoridades del piano"; Mendelssohn, F.
"Romanzas sin palabras'~
"GLISSANDO". Czerny, op. 365 Estudio nº 31.
IGUALDAD DE MANOS. Kohler Th. op. 60.
Como se habrá observado este índice contiene sólo algunos
de los ejercicios y Estudios que podríamos calificar de clásicos
para el estudiante de piano cuya formación deberá ser completa-
da con la práctica de las modernas fórmulas contenidas en
Estudios como los de Debussy, Bel a Bartok, Casella, Blanchet,
Strawinsky, etc.
69
LA EXPRESION
71
Sabido es que la ordenada sucesión de valores relacionados
entre sí de una serie de sonidos, constituye el ritmo y que éste
con sus acentos o puntos de apoyo periódicos rige la melodía.
"Los sonidos solos no hacen !,a música, como las palabras
no hacen el lenguaje. Ellos han de obedecer a una atracción que
los regule sucesiva o simultáneamente para ser una realidad mu-
sical". (Ch. Gounod).
72
Una de las dificultades del principiante (y también de algu-
nos que no lo son), es la de mantener el movimiento de un tiem-
po. El sentido del compás y del ritmo debe ser desarrollado ya
desde los primeros ejercicios de cinco dedos. Recuérdese el con-
sejo de Schumann: "Tocad a compás. Hay ejecuciones que se
asemejan al andar de un beodo". En algunas ejecuciones, por su
carácter, ~I movimiento del compás debe ser inalterado pero a
menudo suele decirse, "tocar a compás" en vez de "tocar eón
ritmo". El movimiento de un compás puede ser alterado (por es-
to existen los "accelerandos" y "ritardandos"). Lo que no debe
alterarse es la regularidad rítmica que no significa rigidez estricta
de tiempo sino proporción y equilibrio entre los acentos métri-
cos. Nuestro ou lso normal se acelera o se retrasa a merced de las
impresiones que recibimos, pero sigue latiendo con ritmo equili-
brado. Si el pulso no está sano se produce "arritmia".
Con relación a la intensidad sonora los acentos pueden ser:
dinámicos o agógicosJ. El acento dinámico es el que afecta al
grado de intensidad del sonido, el agógico es el que regula su du-
ración o "tempo". Por consiguiente el acento métrico será diná-
mico.
El acento agógico tiene su aplicación en fragmentos de ca-
racter expresivo (acento "patético" es llamado por J. Dalcro-
ze), y tiempo moderadoJ siendo con freciJencia aplicado al "ru-
bato" para dar relieve a una o más notas de la melodía o en el
acorde que convenga destacar armónicamente.
En los grupos en que por la disposición de sus valores el
ritmo resulte impreciso y por su carácter expresivo no convenga
emplear el acento dinámico, la aplicación del acento agógico se-
rá el indicado. Tómese como ejemplo la figuración melódica de
los compases 41 y 42 del Adagio de la Sonata op. 1Onúm. 3 de
Beethoven: de las tres figuras que forman cada inciso el acento
deberá recaer sobre la segunda, de lo contrario podría suceder
que inadvertidamente resultase acentuada la primera o· la últi-
ma fusa.
74
la nota en la que termina un puntito, lo que puede hacer supo·
ner que esta nota debe ser picada produciéndose de esta forma
un pequeño acento contrario al buen fraseo. Estos puntitos
quieren indicar que hay que acortar la nota, a la que correspon·
den para señalar el final del ligado, el cual puede ser indicado
con sólo la disminución del peso, con lo que se obtiene el mismo
efecto y se evitan las cesuras que de ser frecuentes, el fraseo re-
sulta entrecortado. No se confundan los arcos de ligadura que
indican los incisos o períodos, con los que quieren-significar "le-
gato". Lamentablemente existen ediciones que no distinguen
unos de otros.
Esta disminución debe tenerse también presente en las ter-
minaciones femeninas, apoyaturas y retardos y en los casos en
que unas notas repetidas sean como eco de la última de una ter-
minación femenina. Cuando unas- notas repetidas son anacrusa
de un acento métrico f o sf. generalmente se ejecutan "cres-
cendo".
En la nota o acorde final de inciso o período con termina-
ción femenina, evítese el levantar la mano al mismo momento
de tocarla, pues se produciría un acento de retroceso. Para la
disminución sonora deberá elevarse algo la muñeca con la
mano relajada y el dedo o dedos resbalando estirados sobre la
tecla hacia fuera del teclado.
75
Chopin, que era un consumado maestro en su empleo solía
decir, significando que el "rubato" debía estar sujeto a control :
"al lado de la libertad rítmica de la mano derecha por causa de
la expresión, la izquierda debe ser el maestro director".
Una de las definiciones más claras sobre esta forma de ex-
presión es la debida al pianista y compositor Federico Mompou,
que dice: "Expresar es desplazar cada nota sensible de su lugar
metronómico, movimiento flotante soble el rigor del compás y
obedeciendo a nuestra sensibilidad". lCuáles son estas notas
sensibles? En toda melodía existen notas que por su situación
dentro de un ritmo, por su desplazamiento de la 1ínea melódi-
ca o por su colocación en un acorde, adquieren un importante
relieve, las cuales participan de un acento, dinámico o agógico.
Esta fluctuoaciones de ritmo y de sonido son los elementos que
constituyen el "rubato" que habrá que aplicar con mucho tino.
76
En algunas interpretaciones el "crescendo" puede acompa-
ñarse de un ligero "accelerando" y el "diminuendo" de un "ri-
tardando", particularmente hacia el final de una frase. No obs·
tante, contrariamente y para comunicarle mayor amplitud, el
"crescendo" (ascendente o descendente) podrá participar de un
"ritardando". Naturalmente, estas oscilaciones de movimiento
no rezan para los estudios de mecanismo en los que se exija es-
tricta regularidad rítmica.
"Hay ciertos pasajes en tiempo lento que habrá que ejecu-
tar algo más deprisa para evitar la sensación de frenar y al con-
trario, hay tiempos vivos que habrá que moderar para eludir el
sentimiento de precipitación". (Felix Weingartner.)
7. NOTAS DE ADORNO.-
a) Grupeto.- Entre las notas de adorno cuya forma de ínter·
pretación puede hallarse en cua,lquier Teoría de la Música, el
"grupeto" es el que adquiere un carácter más expresivo. Su rapi-
dez depende de su situación entre las notas que deba adornar y
del movimiento del motivo o frase. En tiempo lento deberá par-
ticipar también de la expresividad de la melodía y en tiempo vi-
vo deberá seguir forzosamente este mismo movimiento. Su valor
expresivo adquiere un importante relieve en las obras del roman-
ticis~o (Chopin, Schumann, Wagner, etc.), donde su estilo per-
mite más amplia libertad interpretativa.
..,..,
b) Mordente.· Siendo en su origen la función de este adorno
la de acentuar la: nota sobre la que va colocado, debe ser ejecuta-
do con rápido impulso. Los mejores dedos para la mano derecha
son, 2-4-3. (Raramente se ejecutan mordentes con la mano
izquierda). Comúnmente, el mordente en obras del siglo XVIII
y anteriores se ejecuta sobre el tiempo o fracción de tiempo
ocupado por la nota principal, o sea, tomando valor de la misma
y acentuando el ataque. En las posteriores al S. XVII 1, su eje-
cución debe hacerse antes de tiempo o fracción ocupado por la
nota prin'cipal, tomando valor de su nota anterior.
Entre valores vivos, si su ejecución a la manera .añtigua, no
da tiempo para ello, se transforma en tresillo, pero donde sea
posible debe evitarse, por ejemplo en el segundo tema (mi bemol
menor) del Allegro de la sonata op. 13 (Patética) de Beethoven
sobre cuya interpretación die~ A. Casella: "Si los mordentes no
son ejecutados al alzar (o sea antes de la caída de la nota princi·
pal) la repidez del movimiento producirá esta horrible interpre-
tación (tresillos) cuya fealdad no es necesario demostrar a los
verdaderos músicos."
c) "Acciacatura" o Apoyatura breve.- Debe ejecutarse rá-
pidamente, lo cual se obtiene si se toca simultáneamente con la
nota principal levantando enseguida el dedo que la ejecuta y
manteniendo hundido el correspondiente a la nota principal.
01
Buscar la musicalidad, incluso en los pasajes simplemente de
mecanismo.
La preferencia por el virtuosismo destruye la Música. Todo
alarde de habilidad tiene que desaparecer al interpretar una obra
que no sea expresamente creada para esta demostración.
Hay que expresar lo más fielmente posible la idea del autor
a través de la propia personalidad. ·
El intérprete debe "vivir" la Música, de lo contrario tampo-
co la vivirá el oyente
"No debéis pensar quién os escucha cuando tocáis~· (Schu-
mann).
Wilhem de Lenz, comentando la interpretación de una So-
nata de Weber por Liszt decía: "la toca para sí mismo."
En la interpretación de una obra frente a un auditorio, en-
tregándose enteramente a ella se elimina el nerviosismo que pue-
da experimentarse.
"Préviamente nuestro cuerpo ha de estar estrechamente uni-
do con nuestro esp·ír.itü, para operar como conviene sobre el ins-
trumento": (B. Selva).
nEI espíritu se confunde con el cuerpo com·o la forma con
el mármol de la estátua": (A. Carrel).
"El piano es para mí, mi lengua, mi vida, mi 'yo". (Liszt).
Q?
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