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La retórica tiene tres grandes propósitos y esos son; la persuasión, la cual busca que
lo que se comunica logre calar en lo más profundo al receptor, el convencimiento
busca demostrar, dar razones, presentar con claridad y elegancia los argumentos, por
último la argumentación que en el ámbito jurídico es una cualidad fundamental y
básica para el desarrollo de esta profesión ya que le permite dar razones de calidad en
todo aquello que lleva a cabo el profesional, desarrollando capacidades especificas en
el terreno en el que esta; la creación de leyes, cuando se emite una sentencia, cuando
se redacta una demanda o una contestación de la misma.
La oratoria forense o judicial es aquella que se practica ante los tribunales de justicia,
se utiliza al momento de presentar argumentos defendiendo una postura acusatoria o
absolutoria ante un juez para así lograr convencerlo, el profesional de derecho debe
saber manejarla a cabalidad.
LA RETÓRICA Y LA ORATORIA FORENSE
RETÓRICA
ORATORIA FORENSE
Es la oratoria que tiene por objeto ilustrar la inteligencia y mover la voluntad de los
jueces para decidir si un hecho se ha realizado o no, si una persona es o no culpable,
si ha de aplicarse tal o cual regla jurídica o si ésta ha de interpretarse en uno u otro
sentido.
Acerca de lo que debemos entender por oratoria existe diversidad de conceptos, pero
no se debe caer en el error de homologar algunos vocablos que pudieran ser
sinónimos de esta palabra. Debemos distinguir el significado de la palabra “Orar” , del
significado de la palabra Oratoria , ya que Orar significa “hablar en público para
persuadir y convencer a los oyentes o mover su ánimo” ahora bien “Oratoria “es el arte
de hablar con elocuencia, de deleitar persuadir y conmover por medio de la palabra
Esta finalidad especial de la oratoria forense requiere tres reglas especiales,
RECURSOS DE LA RETÓRICA
Son palabras o grupo de palabras utilizadas para dar énfasis a una idea o sentimiento.
Una figura retórica tiene muchas capacidades, es capaz de conciliar lo opuesto, hacer
bello lo imposible, expresar lo absurdo, dar cualidades inexistentes, relacionar mundos
distintos y mucho más. Hay muchísimos recursos retóricos pero los principales se
clasifican según los distintos niveles de la lengua, de este modo los estudiaremos
atendiendo al nivel fónico, nivel semántico y nivel morfosintáctico.
RECURSOS FÓNICOS
Producen un efecto sonoro que capta la atención del lector e intensifica además el
contenido. Los más frecuentes son:
– Cuando las palabras tratan de recrear sonidos naturales. Ejemplo:” el tic-tac del
reloj”,” la vaca hizo muu“.
RECURSOS SEMÁNTICOS
Son aquellos recursos que buscar realzar las palabras basándose en su significado.
Los más usados son:
El epíteto es un adjetivo explicativo que acompaña al sustantivo. Normalmente va
delante del sustantivo y sirve para embellecer o matizar su significado, y
normalmente no es imprescindible para la comprensión del texto. Por ejemplo.
La paradoja es una figura del pensamiento y, por tanto, invita a la reflexión. Consiste
en la unión de dos ideas que en un principio parecen contrarias e irreconciliables,
pero que en el contexto tienen sentido y se hacen compatibles. Ejemplos:
“Vivo sin vivir en mí / y tan alta vida espero, / que muero porque no muero.”
“Era tan pobre/ que no tenía más que dinero”
(Odias las matemáticas pero dices) “Hoy tengo mates… ¡El verdadero amor de mi
vida!”
Si la ironía tiene un tono insultante, cruel e hiriente se denomina sarcasmo.
La sinestesia es relacionar una cualidad sonora, visual o en general sensitiva con un
elemento que no tiene dicha cualidad. Ejemplos.
Ahora que tocan los ojos,/ que miran las bocas, / que prueban las manos (Joaquín
Sabina)
La perífrasis consiste en dar un giro expresivo para referirse a una persona, animal
o cosa, sin nombrarlos. Ejemplo:
“allegados son iguales /los que viven por sus manos/ y los ricos” (los pobres, los
humildes).
RECURSOS MORFOSINTÁCTICOS
Son estos una serie de recursos que juegan con el orden de las palabras, las
repeticiones, la omisión de palabras, con su forma, etc., como veremos ahora.
La elaboración del discurso verbal y su exposición ante un auditorio, son aspectos que
exigen la atención a cinco dimensiones que se complementan entre sí: En cuanto a
estructura lingüística, el discurso está conformado por la inventio, la dispositio y la
elocutio; en cuanto a actividad oral, el discurso está configurado por la memoria y la
actio.
Inventio (o invenio)
La finalidad de esta fase es establecer los contenidos del discurso. El término
inventio procede del latín invenire que a su vez procede del griego εὒρεσις que
significa «hallazgo», pues de lo que se trata es que el orador seleccione, halle, en
un repertorio prefijado de temas aquellos que son los más adecuados a su
exposición. Se trata, mentalmente hablando, de invenire («hallar») en la memoria,
llena de topoi o loci («tópicos» o «lugares» comunes) las ideas propias o heredadas
de la sociedad en general, susceptibles de ser utilizadas en el discurso. La tipología
del tópico retórico incluye los siguientes elementos: persona, cosa, lugar,
instrumento, causa, modo, tiempo, comparación y argumentación, a los que habrá
que añadirse el tópico literario, en el caso de obras literarias.
Dispositio
Este término latino es una traducción del concepto de la retórica griega conocido
como τἀξις que quiere decir «disposición». La finalidad de esta parte de la
preparación discursiva es la organización de los elementos de la inventio en un todo
estructurado. Son relevantes a este respecto el número de partes del discurso y su
orden de aparición.
En cuanto a las partes, los discursos pueden presentar una estructura bipartita (en la
que las dos partes mantienen una tensión recíproca dentro del conjunto) o tripartita (en
la que se supone un desarrollo lineal con principio, medio y fin). La estructuración
tripartita, la más frecuente, consta de un exordium o parte inicial que tiene por objeto
captar la atención (el interés o favor) del oyente (captatio benevolentiae) e indicar a
este la estructuración del discurso; una parte media con narratio (exposición del asunto
y tesis del orador al respecto) y argumentatio (con las razones que sustentan dicha
tesis); y, finalmente, una peroratio o recapitulación de lo dicho con apelaciones al
auditorio.
LA ARGUMENTACIÓN
Es un razonamiento mediante el cual se intenta probar, refutar o justificar una
proposición o tesis; es un discurso dirigido con una finalidad. Es la expresión oral o
escrita de un razonamiento. Las cualidades fundamentales de un argumento son: la
consistencia y coherencia; entendiendo por tal el hecho de que el contenido de la
expresión, discurso u obra adquiera un sentido o significado que se dirige a un
interlocutor con finalidades diferentes:
El orden de las partes puede ser naturalis o artificialis. El ordo naturalis es el que
respeta la propia naturaleza del discurso sin alteraciones intencionadas o el que sigue
la tradición; el ordo artificialis, por el contrario, altera el orden habitual de las partes
(por ejemplo, empezar una historia no por el principio sino en un momento ya
avanzado de la misma, esto es, in medias res).
Conclusión
En la vida profesional de los abogados, la argumentación es indispensable se usa
cotidianamente mediante el ofrecimiento de razones, que tiene como objeto el
persuadir, una buena argumentación se basa en razones válidas y legítimas para
lograr convencer a las demás personas sobre cierto punto.