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Patologías del sistema articular

Artritis
Es la inflamación de una o más articulaciones. Una articulación es la zona donde 2 huesos
se encuentran. Existen más de 100 tipos diferentes de artritis.
¿Cuáles son los síntomas de la artritis?
 Los síntomas o signos de advertencia de la artritis más comunes que se manifiestan en las
articulaciones o en la zona que las rodean son cuatro. Si tiene alguno de estos síntomas, y
especialmente si persisten durante más de dos semanas o un período más prolongado, es
importante que consulte a un médico. Los síntomas son:
 Dolor
 Rigidez
 Hinchazón (a veces)
 Dificultad para mover una articulación
 Otros tipos de síntomas pueden variar según los distintos tipos de artritis.
 El diagnóstico y el tratamiento precoces pueden prevenir limitar el daño a las articulaciones
afectadas por la artritis.

Causas
La artritis involucra la degradación del cartílago. El cartílago normal protege una
articulación y permite que esta se mueva de forma suave. El cartílago también absorbe el
golpe cuando se ejerce presión sobre la articulación, como sucede cuando usted camina.
Sin la cantidad usual de cartílago, los huesos se rozan. Esto causa dolor, hinchazón
(inflamación) y rigidez.

La inflamación y daño de la articulación puede ser consecuencia de:


 Una enfermedad autoinmunitaria (el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al
tejido sano)
 Fractura ósea
 "Desgaste y deterioro" general de las articulaciones
 Infección, con frecuencia por bacterias o virus.
 Cristales como el ácido úrico o el dihidrato de pirofosfato cálcico
En la mayoría de los casos, la inflamación articular desaparece después de que la causa
desaparece o recibe tratamiento. Algunas veces, no lo hace. Cuando esto sucede, usted
tiene artritis prolongada (crónica).
La artritis puede presentarse en hombres o mujeres. La osteoartritis es el tipo más común.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es reducir el dolor, mejorar la función y prevenir un daño
articular mayor. Generalmente no se puede curar la causa subyacente.
CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA
Los cambios en el estilo de vida son el tratamiento preferido para la osteoartritis y otros
tipos de inflamación articular. El ejercicio puede ayudar a aliviar la rigidez, reducir el dolor
y la fatiga y mejorar la fortaleza ósea y muscular. El equipo médico puede ayudarle a
diseñar un programa de ejerciciosque sea lo más adecuado para usted.
Los programas de ejercicios pueden incluir:
 Actividad aeróbica de bajo impacto (también llamada ejercicios de resistencia). Caminar es
un buen ejemplo.
 Ejercicios de rango de movimiento para la flexibilidad.
 Ejercicios de fortaleza para el tono muscular.
Su proveedor puede sugerir fisioterapia, que podría incluir:
 Calor o frío.
 Férulas o dispositivos ortopédicos con el fin de apoyar las articulaciones y ayudar a mejorar
su posición; esto con frecuencia es necesario para la artritis reumatoidea.
 Hidroterapia.
 Masaje.
Otras medidas que usted puede tomar son:
 Dormir bien. Dormir de 8 a 10 horas cada noche y hacer siestas durante el día puede
ayudarlo a recuperarse más rápidamente de un recrudecimiento de la enfermedad y puede
incluso ayudar a prevenir reagudizaciones.
 Evitar permanecer en una posición durante mucho tiempo.
 Evitar posiciones o movimientos que ejerzan tensión adicional sobre las articulaciones
adoloridas.
 Hacer modificaciones en el hogar para facilitar las actividades; por ejemplo, instalar
barandas de donde prenderse en el baño, la tina o cerca del sanitario.
 Intentar con actividades para reducir el estrés, como meditación, yoga o taichí.
 Consumir una alimentación saludable llena de frutas y verduras, las cuales contienen
vitaminas y minerales importantes, especialmente vitamina E.
 Comer alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, tales como pescado de agua fría (como el
salmón, la caballa y el arenque), la semilla de linaza, la semilla de colza (canola), las
semillas de soya, el aceite de soya, las semillas de calabaza y las nueces de nogal.
 Evitar el alcohol y el tabaquismo en exceso.
 Aplicar crema de capsaicina sobre las articulaciones dolorosas. Usted puede sentir
mejoramiento después de aplicar la crema durante 3 a 7 días.
 Bajar de peso, si tiene sobrepeso. La pérdida de peso puede mejorar enormemente el dolor
articular en las piernas y los pies.
MEDICINAS
Se pueden recetar medicinas junto con cambios en el estilo de vida. Todas las medicinas
tienen algunos riesgos, algunas más que otras. Es importante que el médico lo vigile
cuidadosamente cuando esté tomando medicinas para la artritis.
Medicinas de venta libre:
 El paracetamol (Tylenol) a menudo es el primero que se ensaya. Tome hasta 3,000 mg al
día (2 Tylenol de concentración para artritis cada 8 horas). Para prevenir el daño al hígado,
no tome más de la dosis recomendada. Puesto que varias medicinas que contienen
paracetamol están disponibles sin receta, necesitará incluirlas en los 3,000 mg al día
máximo. Además, evite el alcohol al tomar paracetamol.
 El ácido acetilsalicílico (aspirin), el ibuprofeno o el naproxeno son antiinflamatorios no
esteroides (AINE) que pueden aliviar el dolor de la artritis. Sin embargo, pueden tener
riesgos cuando se usan durante un período prolongado. Los efectos secundarios
potenciales incluyen ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, úlceras estomacales,
sangrado del tubo digestivo y daño renal.
Las medicinas que necesitan receta incluyen:
 Los corticosteroides ("esteroides") ayudan a reducir la inflamación. Se pueden inyectar en
articulaciones que presentan dolor o se pueden administrar por vía oral.
 Los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas
en inglés) se usan para tratar artritis autoinmunitaria y estos incluyen: metotrexato,
sulfasalazina, hidroxicloroquina y leflunomida.
 Los biológicos se usan para el tratamiento de la artritis autoinmunitaria, especialmente la
artritis reumatoidea. Estos incluyen: etanercept (Enbrel), infliximab (Remicade),
adalimumab (Humira), abatacept (Orencia), rituximab (Rituxan), golimumab (Simponi),
certolizumab (Cimzia) y tocilizumab (Actemra). Estos fármacos pueden mejorar la calidad
de vida de muchas personas, pero pueden tener efectos secundarios graves.
 Otros fármacos para la artritis reumatoidea, como el inhibidor de cinasas Janus:
Tofacitinib (Xeljanz). Esta medicina se toma por vía oral y ya está aprobada para tratar la
artritis reumatoidea.
 Para la gota, se pueden usar allopurinol (Zyloprim), febuxostat (Uloric) o probenecid
(Benemid) para disminuir el ácido úrico.
Es muy importante tomarse las medicinas de la manera como lo recete su proveedor. Si
usted está teniendo dificultades para hacerlo (por ejemplo, debido a efectos secundarios
intolerables), debe hablar con su proveedor. Asimismo, cerciórese de que su proveedor sepa
respecto a todas las medicinas que usted está tomando, incluso vitaminas y suplementos
comprados sin receta.
CIRUGÍA Y OTROS TRATAMIENTOS:
En algunos casos, la cirugía se hace si otros métodos no han funcionado. Esto puede
incluir:
 Artroplastia, como la artroplastia total de rodilla.
Artrosis
Qué es
La artrosis es una enfermedad crónica que afecta a las articulaciones. Normalmente, está
localizada en las manos, las rodillas, la cadera o la columna vertebral. La artrosis provoca
dolor, inflamación e impide que se puedan realizar con normalidad algunos movimientos
tan cotidianos como cerrar la mano, subir escaleras o caminar.

Las articulaciones son los componentes del esqueleto que permiten la conexión entre dos
huesos (como por ejemplo el codo, la rodilla, la cadera, etc.) y, por lo tanto, el movimiento.
El cartílago es el tejido encargado de recubrir los extremos de estos huesos y es
indispensable para el buen funcionamiento de la articulación puesto que actúa como un
amortiguador.
La artrosis provoca el deterioro del cartílago articular provocando que los huesos se vayan
desgastando y aparezca el dolor. A medida que el cartílago va desapareciendo, el hueso
reacciona y crece por los lados (osteofitos) produciendo la deformación de la articulación.
Incidencia
La artrosis es la enfermedad articular más frecuente en España, según los datos de
la Sociedad Española de Reumatología, que estima que más de 7 millones de españoles
mayores de 20 años tienen artrosis de rodilla, mano o columna. Además, esta enfermedad
es más frecuente en mujeres, un 52 por ciento, frente al 29 por ciento en los hombres.
“Desde el punto de vista radiológico, el segmento de población entre los 50 y 64 años
presenta un 70 por ciento de artrosis en las manos, un 40 por ciento en los pies, un 10 por
ciento en las rodillas y un 3 por ciento en las caderas”, señalan.
Además, según la Organización Mundial de la Salud, cerca del 28 por ciento de la
población mundial mayor de 60 años presenta artrosis y el 80 por ciento de ésta tiene
limitaciones en sus movimientos. El aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento
de la población harán que la artrosis se convierta en la cuarta causa de discapacidad en el
año 2020.
Causas
A día de hoy no se conocen con exactitud las causas que producen la artrosis, pero
existen algunos factores de riesgo asociados a su aparición:
 Edad: aumenta de forma exponencial a partir de los 50 años.

 Sexo: afecta sobre todo a mujeres mayores de 50-55 años.

 Genética: puede ser también una enfermedad hereditaria. En concreto, la herencia


genética en el desarrollo de la artrosis puede llegar a ser hasta de un 65 por ciento.

 Actividad laboral: la repetición de los movimientos articulares puede llevar, a largo plazo,
a la sobrecarga articular. Por eso, determinadas actividades laborales (peluqueras,
albañiles, etc.), pueden provocar la aparición de artrosis.

 Actividad física elevada: los deportistas de élite tienen mayor riesgo de desarrollar la
enfermedad.

 Menopausia: la disminución de los niveles de estrógenos que se produce con la llegada de


la menopausia es uno de los factores de riesgo para su desarrollo.

 Obesidad: no parece participar en el desarrollo de artrosis, pero sí que puede agravarla en


determinadas articulaciones como las rodillas.

 Traumatismos: fracturas y lesiones pueden ser un factor desencadenante.

Evalúa tus síntomas

Síntomas
Las manifestaciones de la artrosis son muy variadas, progresivas y aparecen dilatadas en el
tiempo.
Los síntomas más frecuentes son el dolor articular, la limitación de los movimientos,
los crujidos y, en algunas ocasiones, el derrame articular. Además, algunas personas
pueden presentar rigidez y deformidad articular.
El síntoma que más preocupa a las personas con artrosis es el dolor. En un primer estadio,
éste se desencadena cuando se mueve o se realiza un esfuerzo con la articulación. Este
dolor suele cesar con el reposo. Posteriormente, el agravamiento de la artrosis hará que el
dolor aparezca tanto con el movimiento, como con el reposo.
Uno de los puntos buenos del dolor artrósico es que no siempre es constante, por lo que los
pacientes pueden estar durante largos periodos de tiempo sin padecer dolor, lo cual no
significa que la artrosis no siga su evolución.
Prevención
La principal medida que tienen que tener en cuenta los grupos de riesgo para prevenir el
desarrollo de la enfermedad es llevar una dieta sana y equilibrada, como la dieta
mediterránea, realizar ejercicio físico de forma moderada, actividades que sean acordes
a la edad y el estado físico actual de la persona y evitar la obesidad.
También conviene limitar el esfuerzo físico intenso, como cargar objetos pesados o las
actividades laborales que implican sobreesfuerzo.
Por otro lado, los expertos recomiendan que las personas sean cuidadosas al practicar
deportes de contacto, como el fútbol o el rugby, ya que no están recomendados para los
pacientes con artrosis. El motivo es que estos deportes son uno de los factores que pueden
desencadenar la enfermedad. De hecho, muchos futbolistas padecen artrosis de rodilla
debido a las lesiones que han sufrido en el menisco.
En caso de tener la enfermedad deben evitar los movimientos que producen dolor, sin llegar
a inmovilizar la zona.
Tratamientos
El principal objetivo del tratamiento en la artrosis es mejorar el dolor y la incapacidad
funcional sin provocar efectos secundarios.
Para conseguirlo, desde la SER insisten en que el primer paso que deben dar los
especialistas es enseñar a los pacientes a evitar todo lo que contribuye a lesionar las
articulaciones como el sobrepeso, los movimientos repetitivos, actitudes inadecuadas en el
trabajo, el calzado, los útiles de cocina, el mobiliario, etc.
En segundo lugar, se aconseja que cada paciente tenga una tabla de ejercicios
personalizada y adaptada que deberá realizar bajo la supervisión del fisioterapeuta para
mejorar el curso de la enfermedad.
Por último, desde la SER señalan que el reumatólogo decidirá el tratamiento
farmacológico adecuado para cada caso:
Antiinflamatorios y/o analgésicos
En la fase más aguda, el dolor aumenta mucho a causa de la inflamación de la zona
afectada. Llegados a este punto, puede ser necesaria necesaria la prescripción médica
de antiinflamatorios y/o analgésicos para reducir la hinchazón de la zona y así calmar el
dolor.
Medicamentos condroprotectores
Son los únicos medicamentos específicos para tratar la artrosis a largo plazo porque actúan
directamente sobre la articulación afectada. No sólo alivian el dolor y mejoran la movilidad,
sino que se está demostrando que tienen capacidad para atacar la enfermedad de raíz,
ralentizando el deterioro de la articulación. Entre ellos encontramos fármacos como
el condroitín sulfato, el sulfato de glucosamina y el ácido hialurónico.
En 2015, The Cochrane Library publicó una revisión sobre condroitín sulfato que confirma
la eficacia y seguridad de este fármaco en el tratamiento de la artrosis. Las conclusiones
evidencian que los pacientes tratados con condroitín sulfato presentaron una mejora del
dolor y de la capacidad funcionalestadísticamente significativa y clínicamente relevante
frente a placebo, demostrando además ventajas de seguridad.
Cirugía
Si el paciente se encuentra en un estadio final de la enfermedad los especialistas
recomiendan como opción terapéutica la cirugía protésica.
Displasia del desarrollo de la cadera
Displasia del desarrollo de la cadera (DDC) es una dislocación de la articulación de la
cadera que está presente al nacer. Es una afección que se encuentra en bebés o niños
pequeños.
Causas
La cadera está conformada por una bola y un receptáculo articulatorio. La bola, llamada
cabeza femoral. Forma la parte superior del hueso del muslo (fémur). El receptáculo
(acetábulo) se forma en el hueso de la pelvis.
En algunos recién nacidos, el receptáculo está demasiado superficial y la bola (fémur)
puede salirse ya sea parcial o completamente. Una o ambas caderas pueden estar
comprometidas.
La causa se desconoce. Los bajos niveles de líquido amniótico en el útero durante el
embarazo pueden incrementar el riesgo de que el bebé padezca DDC. Otros factores de
riesgo incluyen:
 Ser primogénito
 Ser de sexo femenino
 Posición de nalgas durante el embarazo, en la cual los glúteos del bebé están abajo
 Antecedentes familiares de este trastorno
 Gran peso al nacer
Esta enfermedad se presenta en aproximadamente 1 a 1.5 de cada 1,000 nacimientos.
Síntomas
Es posible que no haya síntomas. Los que se pueden presentar en un recién nacido pueden
ser:
 La pierna con problema de cadera puede parecer que se sale más
 Disminución del movimiento en el lado del cuerpo con la dislocación
 Pierna más corta en el lado con la dislocación de la cadera
 Pliegues cutáneos desiguales de los muslos o las nalgas
Después de los 3 meses de edad, la pierna afectada puede voltearse hacia afuera o ser más
corta que la otra.
Una vez que el niño comienza a caminar, los síntomas pueden incluir:
 Contoneo o cojera al caminar
 Una pierna más corta, por lo que el niño camina sobre los dedos del pie en un lado y no en
el otro
 La región lumbar del niño se curva hacia adentro
Tratamiento
Cuando el problema se encuentra durante los primeros seis 6 de vida, se utiliza un dispositivo o arnés para mantener las
piernas separadas y volteadas hacia afuera (posición de pata de rana). Este dispositivo por lo general sostiene la
articulación de la cadera en su lugar mientras el niño crece.
Este arnés funciona para la mayoría de los niños cuando se coloca antes de los 6 meses de edad, pero es menos probable
que funcione para los niños mayores.
Los niños que no mejoran o que son diagnosticados después de los 6 meses con frecuencia necesitan cirugía. Después de
la intervención quirúrgica, se colocará una férula en la pierna del niño durante un tiempo.
Enfermedad de Sudeck
La enfermedad de Sudeck, también llamada síndrome de dolor regional complejo o
distrofia simpática refleja (CRPS) Tipo I, es un trastorno doloroso de una o más
extremidades, donde se ve afectada al menos una articulación.
Generalmente, la enfermedad de Sudeck ocurre después de influencias externas (por
ejemplo, lesiones u operaciones). Laarticulación afectada se vuelve rígida con el tiempo, y
la piel, los tendones y los músculos se contraen. En las últimas etapas de la enfermedad de
Sudeck esto conduce a la pérdida de la función de la parte del cuerpo afectada.
Se desconocen las causas de la enfermedad de Sudeck. Probablemente el síndrome es un
trastorno de la transmisión del dolor en el sistema nervioso central (cerebro y médula
espinal). El tratamiento de la enfermedad de Sudeck incluye medicamentos, tratamiento
físico y terapia ocupacional.
Causeas
Las causas subyacentes de la enfermedad de Sudeck no se han encontrado hasta ahora.
En la mayoría de los casos, la enfermedad de Sudeck se produce después de una lesión, a
menudo leve, o una operación. En muchos casos, la extremidad afectada estuvo
inmovilizada durante mucho tiempo antes de la enfermedad. En la enfermedad de Sudeck
probablemente hay una perturbación de la transmisión de dolor en el sistema nervioso
central (SNC), es decir, del cerebro y la médula espinal, lo que provoca en una reacción
excesiva del sistema nervioso simpático, una parte del sistema nervioso involuntario.
En la enfermedad de Sudeck se suelen dar también ciertos síntomas mentales (psíquicos)
tales como depresión, ansiedad y fluctuaciones emocionales (inestabilidad emocional).
Asimismo, los afectados por la enfermedad de Sudeck suelen sufrir previamente
acontecimientos muy estresantes, que en los adultos pueden ser fallecimientos,
enfermedades y dificultades financieras o profesionales. En los niños puede desempeñar un
papel la separación de los familiares, relaciones familiares inestables, y también
dificultades comunes, como problemas en la escuela.
Síntomas
Las causas subyacentes de la enfermedad de Sudeck no se han encontrado hasta ahora.
En la mayoría de los casos, la enfermedad de Sudeck se produce después de una lesión, a
menudo leve, o una operación. En muchos casos, la extremidad afectada estuvo
inmovilizada durante mucho tiempo antes de la enfermedad. En la enfermedad de Sudeck
probablemente hay una perturbación de la transmisión de dolor en el sistema nervioso
central (SNC), es decir, del cerebro y la médula espinal, lo que provoca en una reacción
excesiva del sistema nervioso simpático, una parte del sistema nervioso involuntario.
En la enfermedad de Sudeck se suelen dar también ciertos síntomas mentales (psíquicos)
tales como depresión, ansiedad y fluctuaciones emocionales (inestabilidad emocional).
Asimismo, los afectados por la enfermedad de Sudeck suelen sufrir previamente
acontecimientos muy estresantes, que en los adultos pueden ser fallecimientos,
enfermedades y dificultades financieras o profesionales. En los niños puede desempeñar un
papel la separación de los familiares, relaciones familiares inestables, y también
dificultades comunes, como problemas en la escuela.
En la enfermedad de Sudeck el tratamiento está dirigido principalmente a los síntomas,
que se tratan con medicamentos, medidas físicas y terapia ocupacional de forma
combinada. Pueden ser útiles, además, la psicoterapia (fundamentalmente porque, al
tratarse de una enfermedad crónica, puede provocar en algunos pacientes ansiedad y
depresión) y otros métodos complementarios. Todas las medidas tienen el objetivo de
mejorar la movilidad de la extremidad afectada. El tratamiento térmico puede aumentar el
malestar causado por la enfermedad de Sudeck y, por lo tanto, no se recomienda.
Tratamiento no farmacológico
Para mejorar o mantener la movilidad o mantener las articulaciones afectadas en
la enfermedad de Sudeck, son adecuadas las medidas siguientes después del tratamiento
no farmacológico:
 Inmovilización de la extremidad
 Drenaje linfático
 Ejercicios de fisioterapia
 Electroterapia
 Gimnasia acuática
 Terapia ocupacional
 Entablillado
Terapia farmacológica
En la enfermedad de Sudeck son típicos los dolores duraderos que persisten durante
semanas y afectan psíquicamente. Esto implica el riesgo de que el dolor se vuelva crónico.
Por lo tanto, se sigue un tratamiento farmacológico para detener primero el ciclo doloroso
con analgésicos. Los medicamentos que se aplican en este tratamiento dependen del tipo de
dolor:
 Los fármacos anti-reumáticos no esteroides, que ayudan contra el dolor asociado con la
inflamación.
 Para el dolor sin inflamación se aplican derivados de morfina sintética como el tramadol.
 Contra los dolores permanentes y trastornos del sueño se utilizan antidepresivos.
 Los dolores muy fuertes que no responden a otros fármacos se tratan con opiáceos.
 Para dolores debidos a un trastorno del sistema nervioso simpático (parte del sistema
nerviosoinvoluntario) son útiles los parches de clonidina, que provocan la inhibición del
sistema nervioso simpático.
 Contra los espasmos musculares se administra clonazepam (actúa contra los espasmos) y
el baclofeno (relajante muscular).

Síndrome de la banda iliotibial (rodilla de


corredor)
Los corredores de fondo y de maratón la conocen especialmente bien: es la “rodilla de
corredor” (o síndrome de la banda iliotibial), que se manifiesta por dolor fuerte en el
exterior de la rodilla. Pero también pueden verse afectados los no deportistas.
La rodilla de corredor se debe a una carga defectuosa o una sobrecarga: el típico dolor en la
rodilla como consecuencia del hecho de que la Tractus iliotibialis —una placa de
tendones que se extiende a lo largo de la parte externa del muslo hasta la tibia— roza sobre
los huesos que forman la rodilla (por lo que la rodilla de corredor se llama
también síndrome del tracto iliotibial o abreviado síndrome del tracto). El tejido así
agotado se inflama y surge un dolor punzante en la parte exterior de la rodilla, que
inicialmente sólo se produce al caminar cuesta abajo o al correr y posteriormente también
al caminar.
Las posibles causas de la rodilla de corredor incluyen:
 defectos del corredor: insuficiente precalentamiento, estiramiento insuficiente,
incremento demasiado rápido del entrenamiento, superficies duras, calzado inadecuado.
 posición inadecuada (por ejemplo, genu valgo o piernas desviadas).
En la rodilla de corredor el objetivo del tratamiento es aliviar el dolor agudo en primer
lugar: es útil enfriar la rodilla afectada y administrar antiinflamatorios. Para estabilizar la
rodilla de corredor es adecuado el vendaje. También es útil para cualquier persona que
tenga el síndrome de la banda iliotibial proteger las rodillas y no sobrecargarlas durante
algún tiempo.
Si en la rodilla de corredor el dolor de rodilla disminuye por el tratamiento, se puede volver
a realizar un entrenamiento ligero. Pero incluso en este caso no se debe cargar
excesivamente la rodilla, y la evolución del síndrome de la banda iliotibial depende en gran
medida del comportamiento de las personas afectadas. Sólo si se cuida la pierna
constantemente se puede esperar que los síntomas remitan en una a dos semanas. La
rodilla de corredor tratada inadecuadamente puede generar molestias permanentes.
La articulación de la rodilla es sometida a un estrés considerable, especialmente durante
las actividades deportivas. Para evitar la rodilla de corredor es importante hacer
precalentamiento antes de practicar deportes y realizar ejercicios de estiramiento. También
es importante procurar estirar la parte externa de la pierna. Asimismo, llevando buen
calzado para correr y evitando la sobrecarga de ejercicios deportivos se puede contribuir a
evitar el síndrome de la banda iliotibial.
Causas
La dolencia de la rodilla de corredor (síndrome de la banda iliotibial) es causada por cargas
excesivas e inadecuadas de la articulación de la rodilla. Estas tensiones en la rodilla o en el
exterior de la rodilla producen dolor. El desencadenante de las molestias se conoce
como tracto iliotibial, una placa de tendones que se extiende desde la pelvis y sigue por la
parte exterior del muslo hasta llegar a la cabeza de la tibia. La rodilla de corredor también
se conoce como síndrome de la banda iliotibial o abreviado síndrome del tracto.
Si se realizan movimientos de flexión y estiramiento de la rodilla, el tracto iliotibial suele
deslizarse en la parte externa de la cavidad de la articulación de la rodilla. En las personas
con rodilla de corredor suele ser más corta y por lo tanto, causa fricción en los huesos que
forman la articulación de la rodilla, especialmente en los del muslo. Esto provoca una
inflamación de los tejidos usados excesivamente y crea un dolor punzante en la rodilla.
Ciclistas
 Los ciclistas pueden sufrir un síndrome de la banda iliotibial debido al posicionamiento
sobre la bicicleta. La excesiva rotación interna o media de los fiadores de la bicicleta y un
asiento demasiado alto son las 2 causas principales del síndrome de la banda iliotibial de
los ciclistas.
 Mala adaptación del sillín de la bicicleta: Un sillín demasiado alto hace que el ciclista tenga
que extender la rodilla más de 150°. Esta extensión exagerada de la rodilla causa que la
parte distal de la banda iliotibial roce en el cóndilo femoral lateral. Los sillines de bicicletas
que se colocan demasiado lejos hacia atrás provocan que al ciclista le cueste llegar al pedal
con el consiguiente estiramiento de la banda iliotibial.
Corredores
 Correr sobre superficies duras y superficies inclinadas: la pierna lesionada a menudo es la
que está en la parte más baja, de la pista.
 Zapatillas desgastadas o inadecuadas.
Las causas de la rodilla de corredor o el acortamiento subyacente del aparato del tendón
pueden ser, por ejemplo:
 un defecto clásico del corredor: insuficiente precalentamiento antes de correr,
estiramiento insuficiente, aumento demasiado rápido del entrenamiento, suelo duro,
calzado inadecuado
 piernas arqueadas (o en X)
 malformaciones congénitas
Factores de riesgo
 Una banda iliotibial corta y tensa.
 Un epicóndilo femoral lateral muy prominente.
 Problemas relacionados con el pie o la cadera.
 Piernas arqueadas (genu varo). Un desgaste excesivo en el borde exterior del talón de un
zapato de correr (en comparación con el interior) es un indicador común de genu varo en
los corredores.
 Rotación interna de la pierna.
 Aumento de pronación del pie.
 Disimetría de extremidades inferiores.
 Algunos deportes con movimientos repetitivos, tales como carrera, ciclismo, levantador de
pesos, kárate, jugar a bolos, etc.
 Correr subiendo o bajando pendientes, por superficies duras, por superficies irregulares
(orilla de la carretera, pista cubierta). La pierna que se sitúa por la parte baja es la que se
lesiona.
 Técnica incorrecta de entrenamiento.
 Carreras demasiado largas o ciclismo demasiado rápido.
 Sobre-entrenamiento.
 Equipo (ej, bicicleta) que no se acople correctamente al usuario.
 Uso de calzado inadecuado para un deporte o una actividad atlética determinada.
 Uso de equipo o calzado deteriorado.
 No hacer estiramientos ni precalentamiento correctamente antes de la práctica deportiva.
 Desequilibrios musculares debido a no potenciar los músculos oponentes (tales como
cuadriceps y tendones de la corva).
 La debilidad de los músculos abductores de cadera. (La potenciación de los abductores de
la cadera ha conducido a la mejoría de los síntomas).

Síntomas
Los síntomas típicos de la rodilla de corredor (síndrome de la banda iliotibial) son dolores
punzantes en la rodilla, concretamente en el exterior de la rodilla o por debajo de la rótula.
El dolor de rodilla causado por la rodilla de corredor al principio suele ocurrir cuesta abajo.
Con el tiempo, los síntomas aparecen ya caminando normalmente. Más tarde el dolor
punzante en la rodilla del síndrome de banda iliotibial también sucede al subir escaleras, al
estar sentado con las piernas dobladas e incluso al mover la rótula.
Además de este dolor pueden producirse más síntomas en el síndrome de banda iliotibial,
como una inflamación de la bursa de la rodilla (bursitis) o un hematoma; la rodilla puede
hincharse y sentirse caliente. Cuando la persona mueve la pierna afectada también es
común escuchar un chasquido en la rodilla.
Tratamiento
En la rodilla de corredor (síndrome de la banda iliotibial), el tratamiento se dirige
inicialmente a aliviar el dolor agudo: como medida inmediata, se puede enfriar la rodilla
afectada (por ejemplo, con una bolsa de hielo). Para reducir el dolor de la rodilla, la
inflamación y la hinchazón se aplican medicamentos analgésicos y anti-inflamatorios. Si la
rodilla de corredor causa síntomas especialmente graves, el médico también puede inyectar
anestésicos en el tratamiento.
Para estabilizar la rodilla de corredor se aplica un vendaje adecuado. En el curso posterior
del tratamiento es importante proteger la rodilla afectada y no cargarla de nuevo durante
algún tiempo. Un descanso dos o tres meses sin correr es razonable para la rodilla de
corredor.
Si el dolor típico de la rodilla de corredor ha disminuido por el tratamiento se puede
reanudar un entrenamiento ligero. Es importante no cargar la rodilla de corredor de forma
inadecuada o excesiva. El entrenamiento puede comenzar con gimnasia terapéutica
cuidadosa, y a continuación, poco a poco, con aparatos de ejercicios para reparar los
músculos. Todos los ejercicios deben realizarse preferiblemente con orientación profesional.
En muchos casos es útil, en el marco del tratamiento, reducir el peso corporalpara evitar
nuevas molestias del síndrome de la banda iliotibial.
En la rodilla de corredor los masajes especiales prometen alivio para relajar y estirar la
musculatura reducida por el dolor en la parte exterior de la pierna. Con dolor recurrente y
crónico en la rodilla es beneficioso el tratamiento con aplicaciones de calor local.
Programa de rehabilitación
Mientras que la inflamación aguda disminuye, el paciente debe comenzar un régimen de
estiramientos que se centre en la banda iliotibial así como en los flexores de la cadera y los
flexores plantares. Los estiramientos comunes de la banda iliotibial se han demostrado
eficaces en la consecución de dicho estiramiento. En un estudio en atletas se ha
demostrado su eficacia, pero estos atletas no tenían síndrome de la banda iliotibial.
Una vez que el paciente pueda realizar estiramientos sin dolor, se iniciará un programa de
potenciación. El entrenamiento de la fuerza debe ser una parte integral del régimen de
cualquier corredor o ciclista; sin embargo, para los pacientes con síndrome de la banda
iliotibial, hay que poner un énfasis especial en la potenciación del músculo glúteo medio.
Uno de los ejercicios de potenciación dirigido al músculo glúteo medio es el siguiente
(supongamos que el problema radique en la pierna derecha):
 Colocarse sobre una banqueta con las piernas rectas y las rodillas juntas. La banqueta se
coloca cerca de una pared, colocarse de lado de la pared y apoyarse con la mano izquierda
en ella.
 Hacer descender el pie izquierdo por el lateral del banco de forma que la cadera izquierda
queda por debajo de la derecha. Todo ello con las piernas rectas y juntas. Además, la
cadera derecha debe moverse hacia el exterior. Hacer descender el pie izquierdo y hacer
subir y desplazar hacia la derecha la cadera derecha.
 Se debe hacer recaer todo el peso posible hacia el interior y el talón del pie derecho.
 Esto simula el movimiento natural de pronación del pie.
 Una vez echo esto, flexionar la rodilla derecha 10-15 grados y posteriormente mover la
cadera repetidamente hacia adelante y hacia atrás 20 centímetros.
 Este movimiento se debe hacer sin variar el ángulo de flexión de la rodilla, cargando el peso
del cuerpo sobre el talón apoyado, parte interna del pie derecho, y lo que es muy
importante con la cadera derecha por encima de la izquierda y desplazada hacia la derecha,
es decir hacia afuera.
 Hacer 15 repeticiones del movimiento adelante-atrás de la cadera varias veces al día.
Infiltraciones locales con corticosteroides
Puede estar indicado en pacientes que no responden a los estiramientos, fisioterapia, y
modificación del ejercicio. Si a pesar de todos estos tratamientos, el paciente sigue sin
mejorar, entonces está indicada la cirugía.

Patologías del sitema circulatorio


Hipertensión arterial:
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a
medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Hipertensión es el término que se
utiliza para describir la presión arterial alta
Causas
Muchos factores pueden afectar la presión arterial, incluso:
 La cantidad de agua y de sal que usted tiene en el cuerpo
 El estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos
 Sus niveles hormonales
Usted es más propenso a que le digan que su presión arterial está demasiado alta a medida
que envejece. Esto se debe a que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad.
Cuando esto sucede, la presión arterial se eleva. La hipertensión arterial aumenta la
probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia
cardíaca, enfermedad renal o muerte prematura.
Usted tiene un riesgo más alto de sufrir hipertensión arterial si:
 Es afroamericano
 Es obeso
 Con frecuencia está estresado o ansioso
 Toma demasiado alcohol (más de 1 trago al día para las mujeres y más de 2 para los
hombres)
 Consume demasiada sal
 Tiene un antecedente familiar de hipertensión arterial
 Tiene diabetes
 Fuma
La mayoría de las veces no se identifica ninguna causa de presión arterial alta. Esto se
denomina hipertensión esencial.
La hipertensión causada por otra afección o por un medicamento que esté tomando se
denomina hipertensión secundaria y puede deberse a:
 Enfermedad renal crónica
 Trastornos de las glándulas suprarrenales (como feocromocitoma o síndrome de
Cushing)
 Hiperparatiroidismo
 Embarazo o preeclampsia
 Medicinas como las píldoras anticonceptivas, pastillas para adelgazar y algunos
medicamentos para el resfriado y para la migraña
 Estrechamiento de la arteria que irriga sangre al riñón (estenosis de la arteria renal)
Síntomas
En la mayoría de los casos, no se presentan síntomas. En la mayoría de las personas, la
hipertensión arterial se detecta cuando visitan a su proveedor de atención médica o se la
hacen medir en otra parte.
Debido a que no hay ningún síntoma, las personas pueden sufrir cardiopatía y problemas
renales sin saber que tienen hipertensión arterial.
La hipertensión maligna es una forma peligrosa de presión arterial muy alta. Los síntomas
incluyen:
 Dolor de cabeza fuerte
 Náuseas o vómitos
 Confusión
 Cambios en la visión
 Sangrado nasal
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es reducir la presión arterial de tal manera que tenga un menor
riesgo de complicaciones. Usted y su proveedor deben establecer una meta de presión
arterial.
Si usted tiene prehipertensión, el proveedor de atención le recomendará cambios en el
estilo de vida para bajar la presión arterial a un rango normal. Rara vez se utilizan
medicamentos para la prehipertensión.
CAMBIOS DEL ESTILO DE VIDA
Usted puede tomar muchas medidas para ayudar a controlar su presión arterial en casa,
como:
 Consumir una alimentación cardiosaludable (saludable para el corazón), que incluya
potasio y fibra.
 Tomar mucha agua.
 Hacer ejercicio con regularidad, al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico por día.
 Si fuma, dejar de hacerlo.
 Reducir la cantidad de alcohol que toma a 1 trago al día para las mujeres y 2 para los
hombres.
 Reducir la cantidad de sodio (sal) que consume. Intente consumir menos de 1,500 mg
por día.
 Reducir el estrés. Trate de evitar factores que le causen estrés y pruebe con
meditación o yoga para desestresarse.
 Mantener un peso corporal saludable.
Su proveedor puede ayudarle a encontrar programas para bajar de peso, dejar de fumar y
hacer ejercicio.
También puede pedir que lo remitan a un nutricionista que pueda ayudarle a planear una
dieta saludable para su caso.
Cuán baja debe estar su presión arterial y a qué nivel necesita comenzar el tratamiento es
algo individual, con base en la edad y cualquier problema de salud que tenga.
MEDICAMENTOS PARA LA HIPERTENSIÓN
En la mayoría de las ocasiones, su proveedor probará primero indicar cambios de su estilo
de vida y revisará su presión arterial 2 o más veces. Es probable que se inicie un
tratamiento con medicinas si sus lecturas de presión arterial permanecen cerca o por
encima de los siguientes niveles:
 Número superior (presión sistólica) de 140 o más en personas menores de 60 años de
edad
 Número supe
 rior de 150 o más en personas de 60 años en adelante
 Número inferior (presión diastólica) de 90 o más
Si usted tiene diabetes, problemas cardíacos o antecedentes de accidente cerebrovascular,
puede comenzar a tomar medicinas con una lectura de presión arterial aun más baja. Los
objetivos de presión arterial que se usan más a menudo para personas con estas afecciones
son de menos de 130 a 140/80 mm Hg.
Hay muchos diferentes medicamentos para tratar la hipertensión arterial.
 A menudo, un solo fármaco para la presión arterial no es suficiente para controlarla,
y es posible que usted necesite tomar 2 o más.
 Es muy importante que usted tome los medicamentos que le recetaron.
 Si presenta efectos secundarios, el médico puede sustituirlos por un medicamento
diferente.

Pericarditis
Qué es
El pericardio es una membrana de doble capa con forma de saco que cubre el corazón y lo
protege de las estructuras vecinas. Entre ambas capas hay una pequeña cantidad de
líquido que actúa como lubricante favoreciendo que puedan deslizarse la una sobre la otra.
Cuando el pericardio se inflama se origina la pericarditis. En estas circunstancias, el
nivel de líquido aumenta pudiendo llegar a taponar el corazón e impedir que funcione
correctamente.
El pericardio no es imprescindible para que el organismo funcione, por lo que si tiene algún
defecto congénito y éste no puede tratarse, lo habitual es que los especialistas decidan
extirparlo.
Esta patología afecta principalmente a hombres entre los 20 y los 50 años.
Causas
En la mayoría de los casos, la causa de la pericarditis es desconocida. No obstante, en
muchas ocasiones responde a una infección viral o bacteriana, aunque también puede
estar asociada a:
 Enfermedades sistémicas como el cáncer, la insuficiencia renal, la leucemia, el VIH,
la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico.

 Patologías o cirugías cardiacas: En esta categoría entra el infarto de miocardio y la


miocarditis.

 Traumatismos torácicos, lesiones en el esófago o el corazón.


 Determinados tratamientos, como la radioterapia, y ciertos fármacos, tales como
los anticoagulantes, la procainamida, la penicilina, la fenitoína y la fenilbutazona.

Evalúa tus síntomas

Síntomas
En el cuadro clínico de la pericarditis aguda destaca el dolor en la región precordial (zona
anterior y central del pecho), que puede ser intenso y opresivo y, en ocasiones, irradia hacia
la espalda, el cuello y el hombro y brazo izquierdos.
El dolor se acentúa con la inspiración profunda, los movimientos laterales del tórax y
cuando el paciente se acuesta boca arriba. Algunos enfermos experimentan un dolor
constante a nivel del esternón similar al producido por el infarto agudo de miocardio, en
cuyo caso puede aparecer fiebre y taquicardia.
La pericarditis crónica, por su parte, va acompañada de disnea, tos (debido a la expulsión
de líquido hacia los alveolos que provoca la alta presión de las venas) y fatiga (por el
deficiente funcionamiento del corazón). Es común, asimismo, el depósito de líquido en el
abdomen y las piernas, pero la afección en sí es prácticamente indolora.
Prevención
En la actualidad no hay medidas definidas para prevenir la aparición de esta enfermedad.
Tratamientos
El tratamiento depende de la forma en que la pericarditis se presente, así como de la
causa que lo ocasione.
En términos generales, los pacientes deben ser hospitalizados y se les administran
antiinflamatorios. Cuando el dolor es muy intenso, los médicos recomiendan la
administración de opiáceos o corticoesteroides.
Además, debe controlarse la posible aparición de complicaciones, especialmente de un
taponamiento cardiaco por ser potencialmente mortal. Si el tratamiento con fármacos no
remite el episodio de pericarditis será necesario pasar por quirófano para extirpar el
pericardio. La intervención quirúrgica es inevitable en el caso de la pericarditis constrictiva,
aunque sólo es eficaz en el 85 por ciento de los casos.

Endocarditis
Qué es
La endocarditis es la inflamación del revestimiento interior de las válvulas y cámaras
cardiacas, que forman el endocardio. Normalmente está inflamación está causada por una
infección bacteriana, que crece dando lugar a vegetaciones valvulares, y en raras ocasiones
por una infección fúngica.
Esta patología se caracteriza por la acumulación de bacterias y coágulos en las válvulas
que forman vegetaciones y, al desprenderse, pueden afectar a órganos vitales y ocasionar
la muerte. La endocarditis se diferencia de la inflamación del músculo cardíaco, llamada
miocarditis, y de la inflamación de la membrana que envuelve al corazón, que recibe el
nombre de pericarditis.
Por sexos, la endocarditis es tres veces más común en hombres que en mujeres.
Causas
La endocarditis puede producirse a raíz de una infección viral o por hongos pero, lo más
común es que se genere debido a la penetración de una pequeña cantidad de bacterias que
llegan al torrente sanguíneo por la cavidad bucal, la piel y las vías respiratorias. Según
la Fundación del Corazón, el crecimiento de los microorganismos y la respuesta del sistema
inmunitario para controlar la infección pueden ocasionar alteraciones en la función de la
válvula sobre la que se asienta endocarditis.
Entre los factores de riesgo que existen como riesgo para contraer la enfermedad figuran:
 Cualquier procedimiento de cirugía dental que incluye sangrado, así como la
gingivitis (infección e inflamación de las encías).

 La colocación de vías de acceso permanentes (catéteres) a las venas o el consumo de


drogas por vía intravenosa, puesto que, a menudo, se inyectan bacterias
directamente en vena a través de las jeringas o las soluciones ya contaminadas.

 Procedimientos del tracto respiratorio, como la amigdalectomía o la broncoscopia con


broncoscopio rígido, entre otros.

 Procedimientos del tracto gastrointestinal, como la cirugía del tracto biliar u


operaciones quirúrgicas que involucran a la mucosa intestinal.
 Procedimientos genitourinarios, como cistoscopias o parto vaginal con infección.

 Padecer septicemia (infección de la sangre)


Se ha constatado que la endocarditis tiene una mayor incidencia entre las personas con
defectos congénitos de las cavidades del corazón y de las válvulas, con válvulas
artificiales o, simplemente, con alguna lesión o malformación que permita pasar la sangre
de un lado a otro del corazón.

Evalúa tus síntomas

Síntomas
Los síntomas pueden presentarse de manera lenta (subaguda) o repentina (aguda). En el
caso de la endocarditis bacteriana aguda, el primer signo de alerta es una fiebre
elevada (40ºC), acompañada de una frecuencia cardiaca acelerada, fatiga y rápidas
lesiones en las válvulas. Además, la infección puede extenderse ya que en algunos casos se
desprenden émbolos de las vegetaciones, y los riñones y otros órganos pueden dejar de
funcionar (síndrome séptico). Si los vasos sanguíneos se rompen puede producirse incluso
la muerte.
La endocarditis subaguda se asocia a fiebre leve (37,5-38,5ºC), pérdida de peso,
sudoración excesiva, anemia y manchas cutáneas similares a las pecas (fruto de las
hemorragias causadas por los émbolos) localizadas en las palmas de las manos, las uñas,
las plantas de los pies y el blanco de los ojos (conjuntiva). La vaguedad de estos síntomas,
que pueden prolongarse durante meses sin un diagnóstico claro, hace de la endocarditis
subaguda no tratada una afección tan peligrosa como la aguda.
Otros síntomas que se pueden observar en ambos tipos de endocarditis son: dolores
articulares, escalofríos, palidez, sangre en la orina y dificultad para respirar.

Tratamientos
La terapia recomendada inicialmente será el tratamiento de la infección mediante
antibióticos intravenosos. Ésta podrá durar varias semanas.
Además, el médico también deberá tratar las enfermedades y las complicaciones que
surgen como consecuencia de la enfermedad, como la insuficiencia cardiaca o las embolias.
La cirugía sólo está indicada en los casos en los que hay que sustituir la válvula afectada
por una prótesis, cuando el riesgo de embolia es muy alto o existen abscesos.
¿QUÉ ES LA MIOCARDITIS?
La pared del corazón se divide en 3 capas. La capa más interna, que está directamente en
contacto con la sangre en la cavidad del corazón, se llama endocardio. La capa más
externa, que cubre la parte exterior del corazón, se llama pericardio. Entre estas dos capas
delgadas se encuentra una capa gruesa de músculo, responsable de la contracción del
corazón y bombeo de la sangre, llamada miocardio.

Como ya se mencionó anteriormente, una de estas capas puede inflamar, causando


cuadros de endocarditis, miocarditis o pericarditis. Cuando el pericardio y el miocardio
inflaman juntos, llamamos miopericarditis.
La miocarditis es, generalmente, causada por una virosis y puede tener un curso clínico
muy variable, desde cuadros leves, prácticamente sin síntomas, hasta situaciones
catastróficas, con falla aguda de la bomba cardíaca e incapacidad del corazón para
bombear sangre.
CAUSAS DE MIOCARDITIS
Hay docenas de causas de miocarditis, pero las infecciones virales son las más comunes.
La miocarditis viral a menudo es responsable de repentinos cuadros de miocarditis que se
presentan en niños o adultos sanos.
Al menos 20 diferentes virus han sido identificados como causas potenciales de la
miocarditis viral; entre ellos, podemos mencionar:
– Virus Coxsackie B (causa enfermedades como herpangina, gastroenteritis y síndrome
mano-pie-boca).
– Adenovirus (causas resfriado común y gastroenteritis viral) (Lee: DIFERENCIAS ENTRE
EL RESFRIADO Y GRIPE).
– Virus influenza (virus de la gripe) (Lee: GRIPE | Síntomas, Tratamientos y Vacuna).
– Citomegalovirus.
– Virus de la poliomielitis.
– Epstein-Barr virus (virus de la Mononucleosis) (Lee: MONONUCLEOSIS INFECCIOSA –
Síntomas, Contagio y Tratamiento).
– VIH (Lee: SÍNTOMAS DEL VIH).
– Virus de hepatitis C (Lee: HEPATITIS C – Síntomas y Tratamiento).
– Virus de hepatitis B (Lee: HEPATITIS B – Síntomas, Contagio y Vacuna).
– Virus de la papera.
– Virus de la rubéola (Lee: RUBÉOLA – Síntomas y Vacuna).
– virus del sarampión.
– Virus de la varicela (Lee: VARICELA – Síntomas y Tratamiento).
– Virus de la fiebre amarilla.
– Virus de la dengue (Lee: DENGUE – Síntomas, Complicaciones y Tratamiento).
La miocarditis viral usualmente ocurre durante o poco después de una infección viral, que
puede ser tan simple como un resfriado. En general, menos del 1% de las infecciones
virales acaba afectando al corazón, sin embargo, en infecciones por virus Coxsackie B, la
incidencia de la miocarditis puede llegar al 5%.
En los últimos años, la incidencia de miocarditis viral ha disminuido, probablemente
porque muchos de los virus enumerados anteriormente se pueden prevenir con las vacunas
que forman parte del calendario nacional de vacunación.
Otras causas de miocarditis
A pesar de la miocarditis viral ser la principal causa de miocarditis, no es la única. Hay
docenas de otras causas de miocarditis, como, por ejemplo:
– Enfermedad de Chagas.
– Tuberculosis (Lee: TUBERCULOSIS – Causas, Síntomas y Tratamiento).
– Infección por bacterias, como Estreptococos, Estafilococos, Salmonella, Micoplasma,
Meningococo, Gonococo, neumococo y Clamidia.
– Leptospirosis.
– Sífilis (Lee: SÍFILIS – SÍNTOMAS, VDRL Y TRATAMIENTO).
– Candidiasis (Lee: CANDIDIASIS – SÍNTOMAS, TIPOS Y CAUSAS).
– Estrongiloidíasis (Lee: Strongyloides stercoralis – Estrongiloidiasis).
– Toxoplasmosis.
– Amebiasis (Lee: AMEBA (Entamoeba histolytica) – Síntomas y Tratamiento).
– Uso crónico de alcohol.
– Uso de cocaína.
– Picadura de abejas y avispas (Lee: PICADURA DE ABEJA Y AVISPA).
– Enfermedad celíaca (Lee: ENFERMEDAD CELÍACA – Enteropatía por Gluten).
– Enfermedades autoinmunes (Lee: ENFERMEDAD AUTOINMUNE – Causas y Síntomas).
– Fiebre reumática.
– Sarcoidosis.
SÍNTOMAS DE MIOCARDITIS
Como ya se mencionó, la miocarditis es, a menudo, un cuadro suave, con pocos o ningún
síntoma. A veces, el paciente confunde los síntomas de una miocarditis leve con la propia
virosis que la causa.
El gran problema es cuando el acometimiento del músculo cardíaco causa disfunción
del mismo, llevando a un cuadro llamado insuficiencia cardíaca (lee: INSUFICIENCIA
CARDÍACA – Causas y Síntomas).
En pacientes que desarrollan síntomas, los más comunes son fatiga, que en casos severos
pueden presentarse inclusive con actividades de pequeña intensidad, como caminar,
ducharse, cambiar de ropa o peinar el cabello, hinchazón de las piernas, dificultad para
respirar y arritmias cardíacas (Lee: TAQUICARDIA Y PALPITACIONES CARDÍACAS).
En algunos casos, la miocarditis se presenta de forma fulminante, causando un cuadro
repentino y grave de insuficiencia cardíaca, que lleva al paciente rápidamente a un estado
de shock circulatorio. Si la atención no es rápida, el paciente progresa a la muerte. Se
estima que hasta un 20% de muertes súbitas ocurrieron en pacientes menores de 40 años
causados por cuadros de miocarditis. La muerte puede ocurrir por shock cardiogénico o por
la aparición de una arritmia maligna provocada por la inflamación del miocardio.
A pesar de la miocarditis fulminante ser una forma catastrófica de insuficiencia cardíaca, si
el paciente es atendido a tiempo y consiga sobrevivir a la fase crítica, el pronóstico a largo
plazo es bueno, porque la mayoría se recupera completamente y mantiene un corazón con
un funcionamiento bueno.
La miocarditis también puede presentarse de forma menos exuberante, con instalación
más lenta, pero progresiva de la insuficiencia cardíaca. Los síntomas de cansancio, edemas
y dificultad para respirar se van instalando a lo largo de los días.
La historia típica para pensarse en miocarditis es un paciente relativamente joven, a veces
un atleta sin enfermedad cardíaca previa o factores de riesgo, que desarrolla, cerca de 1 o 2
semanas después de un cuadro viral, un cuadro de insuficiencia cardíaca inexplicable.
En las formas subagudas de miocarditis, el paciente puede evolucionar para miocardiopatía
dilatada, que es una forma de irreversible de dilatación del corazón. A diferencia de la
forma fulminante, la forma subaguda puede no llevar a la muerte rápidamente, pero el
riesgo de lesión permanente del corazón es más grande. En las formas subagudas también
hay riesgo de arritmias cardíacas y muerte súbita, también uno de los posibles desenlaces.
TRATAMIENTO DE LA MIOCARDITIS
El tratamiento de la miocarditis depende de la causa y de la gravedad. Los casos leves no
requieren ningún tratamiento específico y tienden a curar espontáneamente con el tiempo.
En pacientes con síntomas, el tratamiento para la insuficiencia cardíaca de la miocarditis
es similar a lo que se recomienda para insuficiencia cardíaca clásica causada por
hipertensión de larga evolución o enfermedad isquémica cardíaca. Restricción dietética de
sal, diuréticos, bloqueadores beta e inhibidores de la ECA (IECA) son el pilar del
tratamiento.
En las miocarditis causadas por virosis, fármacos antivirales, como el Interferón beta,
pueden ser utilizados, pero solamente son eficaces si iniciados tempranamente.
En casos de miocarditis fulminante, el paciente debe ser hospitalizado en unidades de
cuidados intensivos para recibir todos los cuidados hemodinámicos y respiratorios que un
fallo agudo de la bomba cardíaca demanda.
En general, el corazón se recupera totalmente con el tiempo, pero algunos casos pueden
convertirse en dilatación permanente de las cavidades del corazón. En estos casos, si la
insuficiencia cardíaca no puede ser adecuadamente controlada con medicamentos, el
trasplante de corazón se convierte en la única opción de tratamiento.
Hemorroides
Las hemorroides son un tema sobre el cual apenas se habla, pero que afecta a muchas
personas. Además, para ser exactos, todos tenemos hemorroides (denominadas
popularmente almorranas). Anatómicamente, las hemorroides son plexos, cojinetes o
almohadillas de tejido submucoso donde están contenidas las vénulas y arteriolas del
conducto anal. Solo son patológicas cuando el flujo de sangre en esta zona de vasos
sanguíneos se interrumpe.
Se habla de enfermedad hemorroidal cuando hay dilataciones varicosas de las venas
hemorroidales.
La consecuencia de estas hemorroides agrandadas son inflamaciones parecidas a nudos en
la mucosa anal, que conllevan molestias como picor, dolor, exudado o sangrado de la región
anal.
Se estima que más del 50% de las personas mayores de 30 años tienen hemorroides
engrosadas que les producen molestias, lo que se llama padecer de enfermedad
hemorroidal. En el lenguaje cotidiano se emplea simplemente el término de hemorroides,
aun cuando uno se refiere a la enfermedad hemorroidal. No solo la gente mayor se ve
afectada por este engrosamiento de las hemorroides, sino también muchos jóvenes. En
España puede haber 20 millones de personas con hemorroides.
CAUSAS
Las causas de la enfermedad hemorroidal son múltiples. Se crean por la inflamación de
los tejidos en los cuerpos cavernosos anales. Esto sucede fundamentalmente cuando
esta zona es sometida a presión. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando se
sufre estreñimiento crónico o cuando es necesario ejercer mucha fuerza al defecar.
Otros factores que favorecen el desarrollo de hemorroides son los siguientes:
 Debilidades congénitas de los tejidos que llevan al debilitamiento del esfínter.
 Una ocupación que implique estar la mayor parte del tiempo sentado (sedentarismo).
 Sobrepeso.
 Embarazo.

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SINTOMAS
En las hemorroides, los síntomas van a depender del grado. Para ser exactos debemos
hablar de enfermedad hemorroidal, ya que las venas hemorroidales pertenecen a la
anatomía normal de las personas. Solo cuando estas venas se ven engrosadas aparecen los
síntomas y entonces sí se produce la enfermedad hemorroidal.
Hemorroides grado I
El botón hemorroidal no puede ser visto desde el exterior y no siempre aparecen síntomas.
Dado que la mucosa anal por encima de la unión anorrectal no posee sensibilidad, muchas
personas con hemorroides de este grado permanecen asintomáticas. Los afectados notan
habitualmente síntomas ocasionales, como aparición de sangre en las heces o en el papel
higiénico; y alguna vez también picores en la zona anal.
Hemorroides grado II
Las dilataciones en forma de nudo en el recto son mayores, saliendo de forma ocasional por
fuera del canal anal. Puede aparecer dolor, que se origina en la piel sensible del canal anal.
Más síntomas en este estadio son, por ejemplo, los siguientes:
 Sangrados indoloros al defecar, que bien aparecen con las deposiciones o en forma de
gotas.
 Quemazón, picor, piel inflamada y enrojecida y exudado de la zona anal.
 Aparece una sensación de vaciado rectal incompleto tras la defecación y, en
ocasiones, sensación de cuerpo extraño.
Si las hemorroides aparecen en el canal anal, estas pueden quedar atrapadas, lo que se
denomina incarceración o estrangulamiento de la hemorroide, que causa un gran dolor.
En los vasos sanguíneos se crea, debido a esta incarceración, un atasco de sangre. Debido
a esto, la sangre fluye más lentamente en dirección a las venas del cuerpo cavernoso, por lo
que se forman trombos que pueden llevar al total bloqueo o taponamiento de estas
venas. Esta alteración de la irrigación sanguínea puede provocar que el tejido acabe
necrosándose, especialmente si persiste durante un largo periodo de tiempo.
Hemorroides grado III y IV
Las hemorroides a partir del grado III están presentes tras la defecación o a veces, incluso,
de forma espontánea en el ano, y así permanecerán si no son tratadas.
Los pacientes desarrollan los siguientes síntomas:
 Pinchazos y sensación de comezón en la zona anal.
 Picor en el ano.
 Producción de un exudado que mancha la ropa interior.
 Incontinencia ocasional de heces.
 Sensación permanente de cuerpo extraño en el canal anal.
 Sangrados.
 Dolor.
Generalmente, el calor empeora los síntomas de las hemorroides.
Tratamiento
Las molestias que produce la enfermedad hemorroidal se pueden reducir de forma eficaz si
durante el tratamiento el paciente consigue que las deposiciones sean blandas. Esto
ayuda a que se puedan eliminar sin mucho esfuerzo. El tratamiento dependerá de la
gravedad de los síntomas.
Combatir el estreñimiento
Un paciente puede hacer mucho para tratar las hemorroides. Unos cuantos cambios en los
hábitos de vida y algunos remedios caseros pueden mejorar las molestias. Si se
sufre estreñimiento, los siguientes consejos pueden ser de ayuda:
 Realizar ejercicio de forma regular.
 Mantener una alimentación equilibrada y rica en fibra, verduras y fruta.
 Evitar los alimentos que produzcan gases.
 Beber suficiente líquido. Entre 1,5 y 2 litros al día.
Consejo: tomar diariamente salvado de trigo con abundante líquido es muy beneficioso para
tratar el estreñimiento.

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