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Sustratos utilizados en invernadero y sus características.

Fertirrigación, Fertilizantes, compatibilidad, aspectos químicos


(soluciones), dosis, aplicación automática (diferentes equipos de
programación de aplicación de fertilizantes)

Sustratos utilizados en invernaderos y sus características


Un sustrato es todo material sólido distinto del suelo, ya sea natural o de síntesis,
residual, mineral u orgánico, que, colocado en un contenedor, en forma pura o en
mezcla, permite el anclaje del sistema radicular de la planta, desarrollando el
papel de soporte para la planta.

Se entiende por contenedor cualquier recipiente que tenga una altura limitada y
que su base se encuentre a presión atmosférica (Burés, 1998).

Para el estudio de los sustratos es indispensable concebir a los sustratos en


contenedor como un sistema formado por tres fases:

-una fase sólida la cual asegura el anclaje del sistema radical y la estabilidad de la
planta.

-una fase líquida que asegure el suministro de agua y nutrimentos a la planta.

-una fase gaseosa que asegure el intercambio de oxígeno y bióxido de carbono


entre las raíces y el medio externo.

Cualquier material orgánico, mineral o artificial puede ser empleado como sustrato,
con la condición de que desempeñe las funciones expuestas anteriormente. El
problema fundamental en los sustratos es asegurar la producción de biomasa de
las partes aéreas con la ayuda de un volumen limitado de sistema radicular.

Necesidad de caracterizar un sustrato

Antes de utilizar un sustrato para el desarrollo de una planta es necesario


caracterizarlo. Caracterizar un sustrato es evaluar sus propiedades físicas,
químicas y biológicas, para establecer si son adecuadas para el desarrollo de un
cultivo, o bien es necesario hacer alguna adecuación para utilizarlo.

Propiedades físicas de un sustrato

Las principales propiedades físicas que se necesitan determinar en un sustrato


para caracterizarlo son: densidad aparente, densidad real, granulometría,
porosidad total, porosidad de aire, porosidad de agua, agua fácilmente disponible,
agua de reserva y agua difícilmente disponible. Las propiedades físicas en un
sustrato son fundamentales: si un sustrato no cumple con las propiedades físicas
deseables, se pueden cambiar antes de que el sustrato se encuentre en el
contenedor con la planta en desarrollo.

Densidad aparente. Para el cultivo de hortalizas en invernadero se prefiere utilizar


sustratos con densidades aparentes bajas (< 0.5 g cm3), especialmente por el
costo en el transporte y el manejo del mismo en el invernadero.

Propiedades químicas de un sustrato

Las principales propiedades químicas que se deben determinar en un sustrato


son: pH, conductividad eléctrica, capacidad de amortiguamiento, capacidad de
intercambio catiónico (CIC), nutrimentos disponibles en la solución, elementos
pesados y compuestos fitotóxicos.

El pH y la conductividad eléctrica, los nutrimentos disponibles en la solución y los


elementos pesados se pueden determinar en el extracto de saturación. El pH de
un sustrato se prefiere que sea ligeramente ácido (5.5-6.5) y la conductividad
eléctrica que no sea mayor de 2.0 dS m-1.

La capacidad de amortiguamiento de un sustrato se realiza a través de la curva de


neutralización: si el sustrato presenta un pH muy ácido, se van adicionando
volúmenes conocidos de una base diluida, hasta alcanzar al pH deseado; si el
sustrato tiene un pH alcalino, se adicionan volúmenes conocidos de un ácido
diluido, hasta el punto deseado. Con base en esta curva se determina el tipo de
corrector y la cantidad del mismo para mantener un pH adecuado.

La capacidad de intercambio catiónico se realiza generalmente con el método del


acetato de amonio al pH que se desea que el sustrato permanezca durante el
desarrollo del cultivo. Se ha sugerido que una capacidad de intercambio catiónico
es importante en los sustratos (>20 cmoles kg-1), sin embargo algunos productores
prefieren utilizar sustratos inertes o muy poco activos.

Algunos materiales orgánicos utilizados como sustratos contienen sustancias


fitotóxicas como los compuestos fenólicos. La concentración de éstos compuestos
en un sustrato se determina por medio de colorimetría (Swaine y Hillis, 1959). Es
importante para conocer si la concentración estimada en el sustrato puede ser
tóxica para el desarrollo de la planta. Materiales orgánicos como la fibra de coco
en algunas ocasiones contienen concentraciones altas de compuestos fenólicos,
inhibiendo el crecimiento de las plantas.
Propiedades biológicas de un sustrato

La bioestabilidad es la principal propiedad biológica y se refiere a la estabilidad de


un sustrato orgánico frente a los organismos que lo pueden degradar Lemaire,
1997. Esta propiedad nos permite saber si un sustrato orgánico permanece sin
alterar o con poca alteración durante el ciclo de un cultivo. Para conocer si un
material ha sufrido alteración biológica se cuantifica el contenido de materia
orgánica inicial y después de un tiempo (varios meses), y estimar el grado de
degradación del material utilizado. El contenido de materia orgánica se determina
por calcinación (Ansorena, 1994). Otra propiedad biológica importante es la
sanidad del sustrato, esto es, si un sustrato es estéril o es necesario esterilizarlo.
Algunos sustratos tienen patógenos para algunas especies de hortalizas.

Ejemplos de sustratos utilizados en explotaciones comerciales

En las explotaciones comerciales se utilizan los siguientes sustratos: agrolita,


turbas, fibra de coco, lana de roca y tezontle. Las propiedades físicas, químicas y
en algunos casos biológicas de estos sustratos estarán disponibles en una copia
del disco de la presentación oral.

Aspectos económicos

El establecimiento de las propiedades físicas, químicas y biológicas de un sustrato


es muy importante, sin embargo otro aspecto importante para tomar la decisión de
utilizar un determinado sustrato en una explotación comercial es su costo. A
grandes rasgos, y como ejemplo, se calcula el costo de inversión en sustrato
considerando el volumen total a utilizar de acuerdo al número de contenedores
que se necesitan para tener una densidad de población de plantas adecuada.

Volumen total de sustrato = número de contenedores (densidad de plantas) X


volumen de sustrato utilizado por cada contenedor.

Costo de inversión en sustrato = volumen total de sustrato en litros o m 3 X costo


por Litro o m3 de sustrato.
Fertirrigación

Con la fertirrigación se pone el abono al alcance inmediato de la raíces, así como


con su fraccionamiento en diez o más veces al mes, evitamos que se pierdan los
excesos. Para ello es necesario conocer en primer lugar las disoluciones nutritivas
de referencia u optimizadas, denominadas disoluciones ideales, adecuadas para
el cultivo que se quiere fertirrigar. No obstante, hay que tener en cuenta que un
mismo cultivo puede tener diferentes disoluciones ideales en función del agua de
riego, el suelo o sustrato que se maneje y de las condiciones ambientales
correspondientes.

La composición de macronutrientes de las disoluciones nutritivas optimizadas


viene representada normalmente en milimoles/litro o en miliequivalentes/litro, que
son dos formas de expresar la concentración. La expresión miliequivalentes/litro
(meq/1) es la que normalmente se utilizará en el texto para la preparación de la
disolución de macronutrientes, también se denomina milimoles de carga por litro
(mmol/1).

Para calcular la composición de la disolución, será necesario definir en primer


lugar los moles y equivalentes. El número de moles se calcula dividiendo el
número de gramos por el peso molecular. El peso molecular es la suma de los
pesos atómicos (en gramos) de todos los átomos de la fórmula química de una
sustancia. Los pesos atómicos de los elementos de interés para nuestros cálculos
se enumeran, redondeando a una cifra decimal. El número de equivalentes,
también denominados moles de carga, se obtiene dividiendo el peso de la
sustancia en gramos por su peso equivalente. El peso equivalente se calcularía a
su vez dividiendo el peso molecular por la valencia. Finalmente el número de
miliequivalentes, que será la unidad de concentración utilizada en las disoluciones
de macronutrientes es igual a mil veces el número de equivalentes.

La incorporación de fertilizantes y otros productos vía riego, se hace en el cabezal,


normalmente antes del filtro de malla o en de la cabeza de las unidades de riego
(cuando se riegan diferentes cultivos).

La fertirrigación debe terminar, al menos 15 minutos antes de que el agua deje de


salir por el último gotero (el que este más lejos), con el fin de lavar los productos
químicos.
Dosis

Los fertilizantes de uso agrícola, son fuentes baratas de nutrimentos para la


formulación de soluciones nutritivas, mediante el empleo correcto de sus
características (solubilidad, grado de pureza y costo) contribuyen al balance de la
solución nutritiva y en consecuencia en la buena nutrición del cultivo.

La formulación óptima de una solución nutritiva depende de la especie y variedad,


estado de desarrollo de la planta, parte de la planta que será cosechada (raíz,
tallo, hoja, fruto, flor), época del año, duración del día y clima.

Una solución nutritiva se puede preparar considerando como referencia agua de


lluvia o agua desmineralizada la cual no contiene elementos nutritivos o éstos se
encuentran en concentraciones muy bajas. Normalmente el agua contiene algún
ión que debe ser considerado en la preparación de soluciones nutritivas. Como
ejemplo se estimará la concentración nutrimental para un cultivo utilizando el
método de Steiner, que permite controlar la relación entre cationes, relación entre
aniones, concentración iónica total y un pH, de acuerdo a las necesidades de la
planta.
FUENTE

Martínez E. R., Riego localizado: Diseño y evaluación., 1991, edit. UACH.,


Departamento de Irrigación, Universidad Autónoma Chapingo.

Carlos C. 2005. Fertirrigación cultivos hortícolas, frutales y ornamentales. 3 era


edición. Edición Mundi-prensa. Madrid.

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