SUBLIMACIÓN

Vivimos en un Universo que se manifiesta en diversas formas y estructuras,

donde la materia adopta diferentes estados físicos, de los cuales nos son más
familiares el sólido, el líquido y el gaseoso, estamos tan acostumbrados a ellos
que hechos comunes y frecuentes, como el cambio de uno en otro, lo vemos con
gran naturalidad. Así, cuando un carrito de helados se abre para sacar una
paleta, observamos que del hielo seco, que
la mantiene fría, se desprenden “humos” que no es otra cosa que el hie
lo seco transformado en gas, también, en alguna ocasión, hemos percibido el
olor de la naftalina colocada en los roperos para evitar la polilla, o bien el olor
característico de los desodorantes sólidos usados en los baños. Pero ¿Cómo es
que podemos percibir el olor de estas sustancias aunque estemos lejos del sólido
mismo? ¿Tendrán los compuestos de estos sólidos alguna propiedad común que
les permite ser percibidos por el sentido del olfato?.
Las “bolitas” de naftalina contienen naftaleno, y los desodorantes de amb
iente contienen p-diclorobenceno. Ambas sustancias tienen una propiedad
común: la sublimación. En el caso del hielo seco, que es bióxido de carbono
sólido, también se presenta la sublimación, la cual podemos advertir
visualmente. En los productos que se utilizarán en esta práctica, la sublimación
puede ocurre a la temperatura ambiente. Los químicos han utilizado esta
propiedad como un método de separación o purificación.
La sublimación es el proceso por el cual una sustancia sólida cristalina pasa
directamente al estado de vapor sin pasar por el estado líquido. Las sustancias
sólidas que presentan esta propiedad pasan directamente sin fundir al estado de
vapor como ejemplo tenemos: alcanfor, yodo, naftalina, paradiclorobenceno,
hielo seco, etc. Estos sólidos igual que los líquidos tienen una presión de vapor,
sus moléculas se escapan de la estructura cristalina en forma continua, y su
velocidad de evaporación se puede medir sin dificultad.
Las moléculas de los sólidos sublimables pueden vibrar muy rápidamente
venciendo las fuerzas de cohesión y escapar como moléculas gaseosas al
espacio libre. Inversamente al chocar estas moléculas gaseosas contra la
superficie del sólido pueden quedar retenidas condensándose. El equilibrio que
tiene lugar cuando la velocidad de sublimación y condensación son iguales se
caracteriza por una presión de vapor que depende de la naturaleza del sólido y
de la temperatura.
Los olores característicos de muchos de estos sólidos son debido a que estas
sustancias tienen una presión de vapor apreciable a temperatura ambiente.
El proceso de sublimación va acompañado necesariamente de una absorción de
energía térmica porque las moléculas requieren una velocidad de escape para
romper las fuerzas de atracción, que unen el cristal. La cantidad de energía que
se necesita para sublimar a temperatura constante 1 kg de sustancia en estado
sólido se conoce como energía o calor latente de sublimación.
El cristal es una porción homogénea de materia con una estructura atómica
ordenada y definida y con forma externa limitada por superficies planas y
uniformes simétricamente dispuestas. Los cristales se producen cuando un
líquido forma lentamente un sólido, esta formación puede resultar de la
congelación de un líquido, al deposito de materia disuelta o la condensación
directa de un gas en un sólido.
La mayor parte de la materia sólida muestra una disposición ordenada de átomos
y tiene estructura cristalina, los sólidos sin estructuras cristalinas como el vidrio,
son amorfos (sin forma). Y se conocen como líquidos superenfriados.
La tendencia que provoca la formación de cristales homogéneos a partir de
mezclas líquidas se puede aprovechar para purificar muchas sustancias
cristalinas. Los químicos usan este método con frecuencia. En particular, los
compuestos orgánicos se purifican casi siempre por cristalización.

El estudio del crecimiento, la forma y la geometría de los cristales se llama

cristalografía. Cuando las condiciones son favorables, cada elemento o
compuesto químico tiende a cristalizarse en una forma definida y característica.
En teoría son posibles 32 clases cristalinas, pero solo una docena de clases
incluye a casi todos los minerales comunes y algunas clases nunca se han
observado. Las 32 clases se agrupan en seis sistemas cristalinos, caracterizados
por la longitud y posición de sus ejes; que son: cúbico, tetragonal, ortorrómbico,
monoclínico, triclínico y hexagonal.
La naturaleza de los componentes de las redes en las sustancias cristalinas hace
que estos muestren propiedades características que se utilizan para clasificarlos
en categorías: metálico, covalente, iónico y molecular. En este caso en particular
nos referimos a los cristales moleculares; que están compuestos por moléculas
neutras mantenidas en sus posiciones reticulares por las fuerzas operacionales
de Vander-Waals enlaces hidrógeno o ambos. Debido a que las fuerzas de
Vander-Waals y los puentes de hidrógeno son más débiles que los enlaces
covalentes e iónicos, muchos cristales moleculares muestran presión de vapor
significativa y funden a temperatura relativamente baja. Entre las sustancias que
forman cristales moleculares esta el yodo, azúcar, hielo, CO2, benceno, ácido
acético, naftaleno y el paradiclorobenceno, entre otros.
Según la presión a la que se realiza, la sublimación es de dos tipos: a presión
atmosférica y al vacío, Los aparatos empleados también son de construcción
muy diferentes en algunos casos puede haber una sublimación fraccionada,
donde se procede por etapas, en cada etapa la sublimación se realiza a distintas
temperaturas, y eventualmente empleando un gas inerte.
a) PRESIÓN ATMOSFÉRICA
En su forma más sencilla, el aparato de sublimación consiste de dos partes: un
recipiente (sublimador) que contiene el sólido y es calentado para producir la
sublimación y un condensador para producir la retrosublimación por enfriamiento
de la comente gaseosa. El condensador debe tener un volumen mayor que el
del sublimador. La rapidez de la sublimación se aumenta mediante el empleo de
un gas que arrastre al vapor produciendo en el sublimador, en este caso se
requiere de un mayor enfriamiento del vapor en el condensador.

- Técnica
En el laboratorio el aparato más simple consiste en una cápsula de porcelana
como sublimador, por papel filtro que ha sido perforado con agujeros pequeños
y están cubriendo la boca de la cápsula, un vidrio de reloj como condensador de
tamaño adecuado sobre la boca de la cápsula y sujetando el papel filtro.
De 1 a 5 gramos de sustancia se coloca dentro de la cápsula de porcelana y se
calienta con la llama de un mechero (o en un baño adecuado). El sublimado se
deposita en el vidrio reloj, el papel filtro perforado, bajo del vidrio reloj evitando
que el sublimado caiga en la cápsula y se prolongue la sublimación. El vidrio de
reloj puede enfriarse si se cubre con un trapo o papel filtro mojado con agua que
se deposita con un gotero. El dibujo de este aparato se indica en la figura 2.
Otro aparato recomendado (fig. 3) para sublimar mayores cantidades de
sustancia está constituido por un vaso de precipitación, como sublimador, tapado
por una lamina de papel filtro que tiene pequeños agujeros y sobre este, cerrando
la boca del vaso, esta un embudo con el vástago hacia arriba quedando el papel
filtro en medio de las dos bocas. El vaso que contiene la sustancia impura se
calienta a la intensidad necesaria, el sublimado (sustancia pura), se recogió
sobre el papel filtro y en las paredes del embudo.
El suministro de calor debe regularse de tal manera que el embudo esté apenas
tibio. Mejores resultados se obtienen sí el embudo está rodeado por un serpentín
de cobre, por el cual circula agua fría. La fuente de calor se retira cuando la
sublimación se ha completado.

b) A PRESIÓN REDUCIDA
Esta sublimación se llama también al vacio y se realiza en el aparato de la figura
4, Aquí el sublimador es el balón que contiene la sustancia impura y es calentado
por un baño líquido; los vapores generados en la sublimación son conducidos
por un tubo hacia el condensador que es un balón de tres bocas, que está
sumergido en un baño de enfriamiento. Una boca del balón está conectada a la
fuente de vacío, (trompa de agua o bomba de aceite). La sustancia pura o
sublimada se recoge en el condensador, el cual debe ser eficiente para conseguir
que la retrosublimación sea completa y se evite el paso de los vapores a la fuente
de vacío. Se recomienda que el sublimador sea calentado en un baño de aceite,
porque la flama directa podría causar alguna descomposición de la sustancia.

Liofilización:
Proceso utilizado para la eliminación del agua mediante desecación al vacío y a
muy bajas temperaturas. Utilizado principalmente en la industria alimentaria y
farmacéutica, aunque también se puede utilizar para fabricar materiales como el
aerogel.
La liofilización es un proceso en el que congela el alimento y una vez congelado
se introduce en una cámara de vacío para que se remueva el agua por
sublimación. Mediante diversos ciclos de congelación-evaporación se consigue
eliminar prácticamente la totalidad del agua libre contenida en el producto
original. Es una técnica bastante costosa y lenta si se le compara con los
métodos tradicionales de secado, pero resulta en productos de una mayor
calidad, ya que al no emplear calor, evita en gran medida las pérdidas
nutricionales y organolépticas. El café instantáneo o las sopas instantáneas no
son liofilizados, el precio alto de los liofilizadores y su tamaño reducido no lo
permiten.
Como proceso industrial se desarrolló en los años 50 del siglo XX, pero sus
principios eran ya conocidos y empleados por los incas. El procedimiento
ancestral consistía en dejar por la noche que los alimentos se congelasen por la
acción del frío de los Andes y gracias a los primeros rayos de sol de la mañana
y la baja presión atmosférica de las elevadas tierras andinas se producía la
sublimación del agua que se había congelado. Este proceso es conocido como
liofilización natural.

Sublimación del Iodo

El paso del estado sólido del iodo al gaseoso sin pasar por el estado líquido
(sublimación) se debe al cambio de temperatura originado en el ambiente, para
la demostración de esta hipótesis utilizaremos los siguientes materiales: Plancha
de calefacción, Vaso de precipitación, Vidrio reloj y los siguientes reactivos:
Hielo, Iodo
Como primer paso debemos calentar la plancha de calefacción a una
temperatura no tan alta y colocar el vaso de precipitación sobre la plancha,
posteriormente agregamos 5 gramos de iodo en el vaso de precipitación y
Tapamos el vaso con el vidrio reloj adicionalmente colocamos el hielo sobre este
y Observamos
El iodo por el efecto del calentamiento pasara de su estado sólido a gaseoso
directamente, por lo que decimos que se produjo una sublimación, pero al
momento en el que el iodo gaseoso topa con el frio del vidrio reloj, a causa del
hielo, se produce una sublimación regresiva, convirtiendo el iodo gaseoso en
partículas más pequeñas de iodo solido nuevamente

Sublimación hielo seco

Cuando el hielo seco se expone al aire o se sumerge en agua caliente se produce
el proceso de sublimación, es decir se convierte de solido a vapor
Al colocar el hielo seco dentro del vaso de precipitación lleno de agua caliente,
se puede observar que el proceso de sublimación empieza a producirse; es decir
el paso de solido a liquido empieza, por otro lado, es importante mencionar que
el humo o vapor que se mira al momento de realizar el experimento, no es el
vapor de CO2, sino que se trata de micro gotas de agua que al estar en contacto
con el hielo seco (baja temperatura) empieza a condensarse.

Micro gotas de agua

(condensan)

Sublimación de la naftalina
Materiales
- Agua
- naftalina (naftaleno)
- vaso de precipitados
- agua coloreada
- Rejilla y trípode

Las bolitas de naftaleno desaparecen por un fenómeno llamado sublimación, que

es cuando un sólido pasa directamente a un estado gaseoso, y viceversa.

Algunas sustancias como la naftalina tienen esta propiedad de "sublimarse",

debido a las fuerzas de cohesión entre las moléculas y al peso molecular.
Este fenómeno sucede a temperaturas ambiente o mayores, y puede ser evitado
enfriando drásticamente la naftalina.

Procedimiento
-Vertemos agua en un vaso de precipitados, la calentamos hasta 80ºC
aproximadamente y la coloreamos para apreciar mejor los cambios.
-Introducimos una bolita de naftalina y observamos lo que sucede.