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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA,


CIENCIA Y TECNOLOGIA
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA TERRITORIAL DE ARAGUA
“FEDERICO BRITO FIGUEROA”
La Victoria – Estado Aragua
EXTENSIÓN MARACAY

SISTEMA PUESTA A TIERRA Y ALARMA CONTRA INCENDIO

Autor:
T.S.U. Jehonadab López V – 25.953.083
Sistemas Puesta a Tierra
Un sistema de puesta a tierra consiste en la conexión de equipos eléctricos
y electrónicos a tierra, con el fin de evitar que las corrientes de falla transitorias
potencialmente peligrosas (como las ocasionadas por cortocircuitos o descargas
atmosféricas), averíen los equipos y ocasionen daños al usuario. El principal
objetivo de un sistema de puesta a tierra es brindar seguridad a las personas
(usuarios) y proteger las instalaciones, equipos y bienes en general, al facilitar y
garantizar la correcta operación de los dispositivos de protección. Una
característica particular de este circuito es que se conecta directamente a una
masa de tierra.

Los sistemas puesta a tierra se componen por los siguientes elementos:

 Conductor de puesta a tierra: Se conecta intencionalmente a tierra y


garantiza la conexión directa entre las partes metálicas expuesta a tierra.
Por medio de este circulan las corrientes de falla.
 Electrodo puesta a tierra: Es un conductor desnudo que va enterrado y
cuya función es establecer la conexión a tierra. Se acostumbra usar para
este tipo las barras Copperweld.
 Puente de unión: Conductor que sirve para proporcionar la conductibilidad
eléctrica entre las partes de metal que requieren ser conectadas
eléctricamente.
 Red de tierra: Porción metálica subterránea que de un sistema de puesta a
tierra que dispara hacia tierra todo flujo de corriente no deseado. Se puede
descomponer en varias mallas interconectadas.
 Resistencia de tierra: Es la resistencia eléctrica ofrecida por el terreno.
Depende de la resistividad del terreno y área de los conductores.
 Resistividad del suelo: Resistencia que presenta 1 m3 de tierra. Propiedad
del terreno que se opone al paso de la corriente eléctrica. Varía en función
de las características del suelo como humedad, temperatura, entre otros.
 Sistema de tierra: Son varios conductores desnudos que se interconectan
con una o varias mallas o electrodos enterrados.

A su vez, los sistemas de puesta a tierra se pueden clasificar en los


siguientes:

 Sistema a tierra de CA: Es el más común, y se puede encontrar en


edificios, hogares, producida por la diferencia de voltaje o corriente que
tienen los circuitos eléctricos que trabajan con este voltaje alterno. Se usa
por ejemplo, en neveras, duchas, lavadoras y cocinas eléctricas.
 Sistema a tierra de CD: Utilizadas en circuitos y componentes
electrónicos. También se producen por la diferencia de voltajes o corrientes
en estos circuitos. Se utiliza en tarjetas electrónicas, videojuegos, PLCs,
entre otros.
 Sistema a tierra electrostática: Utilizada en tanques de almacenamiento,
transporte o tratamiento. Esta es producida por la interacción del fluido con
su contenedor. Es utilizado en contenedores de crudo, gases, químicos,
etc.

En canalizaciones eléctricas residenciales, se acostumbra que el calibre del


conductor a tierra sea un grado mayor que el de la fase. Por regla del Código
Eléctrico Nacional, el color para dicho conductor a tierra debe ser obligatoriamente
verde, o verde con anaranjado.

Utilidad: La utilidad y los beneficios de los sistemas puesta a tierra, son varios. El
principal es la seguridad, ya que al fluir la corriente transitoria no deseadas (puede
ser de cualquier frecuencia) por este conductor se evita que se averíen los
equipos de las fallas, por corrientes excesivamente grandes o frecuencias
inadecuadas y muy distantes a los acostumbrados 60 Hz, garantizando en
consecuencia, el debido funcionamiento de dichos equipos., y por lo tanto, el
alargamiento de su vida útil.

Por otro lado, se protege a los usuarios o a las personas de ponerse en


contacto con dichas corriente, que en muchos casos podrían ser mortales.
También se eliminan las chispas producidas por la acumulación de electricidad
estática en la carcasa de los equipos, las cuales pueden ser morales para
personas con marcapasos o pueden ser potencialmente peligrosas en ambientes
donde se manipulen líquidos o gases inflamables donde pueden ocurrir
combustiones.

Influencia del suelo en un sistema puesta a tierra: Hay varios factores que
inciden directamente en la resistividad del suelo, y por lo tanto en resistencia del
sistema a tierra, los cuales son:

 Sales solubles: La resistividad del suelo es determinada principalmente


por su cantidad de electrolitos; esto es, por la cantidad de humedad,
minerales y sales disueltas. Como ejemplo, para valores de 1% (por peso)
de sal (NaCl) o mayores, la resistividad es prácticamente la misma, pero,
para valores menores de esa cantidad, la resistividad es muy alta.
 Composición del terreno: La composición del terreno depende de la
naturaleza del mismo. Por ejemplo, el suelo de arcilla normal tiene una
resistividad de 40-500 ohm-m por lo que una varilla electrodo enterrada 3 m
tendrá una resistencia a tierra de 15 a 200 ohms respectivamente. En
cambio, la resistividad de un terreno rocoso es de 5000 ohm-m o más alta,
y tratar de conseguir una resistencia a tierra de unos 100 ohm o menos con
una sola varilla electrodo es virtualmente imposible.
 Estratigrafía: El terreno obviamente no es uniforme en sus capas. En los 3
m de longitud de una varilla electrodo típica, al menos se encuentran dos
capas diferentes de suelos.
 Granulometría: Influye bastante sobre la porosidad y el poder retenedor de
humedad y sobre la calidad del contacto con los electrodos aumentando la
resistividad con el mayor tamaño de los granos de la tierra. Por esta razón
la resistividad de la grava es superior a la de la arena y de que ésta sea
mayor que la de la arcilla.
 Estado Higrométrico: El contenido de agua y la humedad influyen en
forma apreciable. Su valor varía con el clima, época del año, profundidad y
el nivel freático. Como ejemplo, la resistividad del suelo se eleva
considerablemente cuando el contenido de humedad se reduce a menos
del 15% del peso de éste. Pero, un mayor contenido de humedad del 15%
mencionado, causa que la resistividad sea prácticamente constante. Y,
puede tenerse el caso de que en tiempo de secas, un terreno puede tener
tal resistividad que no pueda ser empleado en el sistema de tierras. Por
ello, el sistema debe ser diseñado tomando en cuenta la resistividad en el
peor de los casos.
 Temperatura: A medida que desciende la temperatura aumenta la
resistividad del terreno y ese aumento se nota aún más al llegar a 0° C,
hasta el punto que, a medida que es mayor la cantidad de agua en estado
de congelación, se va reduciendo el movimiento de los electrolitos los
cuales influyen en la resistividad de la tierra.
 Compactación: La resistividad del terreno disminuye al aumentar la
compactación del mismo. Por ello, se procurará siempre colocar los
electrodos en los terrenos más compactos posibles.

La medición de la resistividad del suelo es realizada mediante un terrómetro o


“Megger”. La ecuación para medir la resistividad promedio es:

4∙𝜋∙𝐴∙𝑅
𝜌= 2∙𝐴 2∙𝐴
1+ 0.5 − 0.5
2 2
(𝐴 +4∙𝐵 ) (4∙𝐴 + 𝐵2 )
2

Dónde:
 ρ = Resistividad promedio a la profundidad “A” en ohm-m.
 A = Distancia entre electrodos del suelo.
 B = Profundidad de enterrado de electrodos en metros.
 R = Lectura del terrómetro en ohms.

Barra Copperweld: En los sistemas puesta a tierra, el elemento más importante


es el electrodo puesta a tierra, ya que es el que va a ir conectado al suelo al suelo.
Las barras de puesta a tierra tipo Copperweld son las más utilizadas, están
diseñadas de manera que vienen provistas de accesorios que facilitan su
instalación, tales como, uniones, sistemas de anclajes y equipos para conexiones
exotermicas. El núcleo de la barra es de acero y la capa de cobre que poseen
asegura la protección contra la corrosión. Por su composición, estas barras
aseguran un buen desempeño durante el proceso de instalación, evitando que la
barra se doble al ser sometida al proceso mecánico de enterramiento. Las
mismas, vienen en longitudes de 1.2 mts y 2.40 mts; con un recubrimiento de
cobre de 100 micras hasta 500 micras y de diámetro 1/2”, 5/8”, 3/4” y 1”; el núcleo
es de acero. El extremo inferior de estas barras termina en una punta, la cual, se
elabora en frío, para preservar la dureza y resistencia de la misma.

La capa de cobre que recubre la barra de tierra es realizada mediante


electrodeposición, proceso que garantiza que el cobre exterior quede
perfectamente unido al alma de acero, comportándose mecánicamente como un
sólo metal, eliminando así la posibilidad de corrosión electroquímica; esta capa
tiene un espesor que va desde 100 micras hasta 500 micras.

El diámetro de la barra tipo copperweld depende exclusivamente de la


resistencia mecánica del suelo, por lo que se hace imprescindible que la barra de
tierra posea una buena resistencia mecánica para lograr un fácil hincado sin que
se produzcan problemas de pandeo o deformaciones y una eficaz protección
contra la corrosión para asegurar una larga vida útil al elemento.

Dentro de las virtudes de las barras de tierra están: son económica para
instalar, dan seguridad en las instalaciones eléctricas, son fáciles de inspeccionar
y controlar. Adicionalmente, se puede mencionar también como ventaja que
disminuyen fácilmente la resistencia eléctrica a tierra, mediante la adición de más
barras en paralelo, el empleo de barras acopladas y el tratamiento químico del
terreno.

Sistemas de alarma contra incendio


Los sistemas de detección y alarma tienen por objeto descubrir rápidamente
el incendio y transmitir la noticia para iniciar la extinción y la evacuación. La alarma
debe activarse de manera manual, automática o ambas para garantizar un uso
adecuado, calidad de servicio y la seguridad de las personas.
Los sistemas de alarma contra incendio cuentan con un panel de control.
Dicho panel cumple las siguientes funciones:

 Suministra la energía a los componentes del sistema.


 Contiene los circuitos lógicos para interpretar las entradas y relacionar las
salidas.
 Monitorea la integridad de todos sus circuitos.
 Permite realizar funciones complementarias para elevar el nivel de
seguridad.

Un sistema de alarma contra incendio, consiste, básicamente en los


siguientes elementos:

 Equipos que envían señales de manera automática o manual: Una


variedad en detectores de incendio y avisadores manuales, distribuidos en
la instalación, capaces de señalar la presencia de un incendio en su estado
inicial.
 Equipos que reciben señales: El sistema de notificación de alarma puede
ser audible, sirenas y/o parlantes, visual o una combinación de éstos y
permitirá la transmisión/ recepción de alarmas locales y de alarma general.
Están asociados al sistema de detección.
 Equipos de control: central de detección automática, donde convergen las
alarmas y reside la lógica de funcionamiento, por la cual se llevan a cabo
una serie de acciones preventivas programadas en caso de emergencia.

Tipos de detectores de incendio:

 Detector de humos: Mediante una captación de humos visibles que pasan


a través de una célula fotoeléctrica se origina la correspondiente reacción
del aparato. Estos dispositivos deben hallarse en zonas en las que los
elementos incendiados generan humo antes de romper en llamas.
 Detector de temperatura: Reaccionan a una temperatura fija para la que
han sido configurados. deben hallarse en zonas de incendios con umbrales
de temperatura definidos y en los que normalmente pueda existir humo,
como son las cocinas y las salas de motores diésel.
 Detector de llama: Reaccionan frente a las radiaciones, ultravioleta o
infrarroja, propias del espectro. Estos dispositivos deben hallarse en zonas
de incendios para detectar llamas producidas por elementos incendiados.
 Detector de gases o iónico: Utilizan el principio de ionización y velocidad
de los iones conseguida mediante sustancia radiactiva, inofensiva para el
hombre.
Recomendaciones: A fin de optimizar la calidad de servicio y optimizar la
logística de emergencia se debe:

 Colocar los detectores manuales en zonas de incendios frecuentadas por el


personal. Deben estar situados en rutas de salida y rellanos de escaleras,
situados a una determinada distancia (por ejemplo, 30 m) de los lugares de
trabajo del personal y ser fácilmente identificables en un fondo de contraste.
 Distribuir los dispositivos de señalización acústica del sistema de alarma de
incendios en todo el edificio para que su señal emitida automática o
manualmente sea audible en cualquier lugar. En las salas que acogen
clientes y personal de servicio, la señal acústica debe ser de potencia
inferior, aunque perfectamente audible, dado que la permanente presencia
de personal asegura la detección de la alarma, a niveles de potencia más
bajos. Si el nivel de sonoridad es muy elevado, podría producir pánico,
excitación nerviosa y confusión en los clientes.
 Las frecuencias de sondeo deben preferentemente hallarse en la gama de
500 Hz a 1000 Hz. Los edificios de varias plantas deben tener al menos una
alarma audible por planta.
 El cableado de los circuitos de sondeo debe disponerse de manera que en
el caso de que se produzca un cortocircuito en cualquier parte de los
circuitos debido al fuego, continúe operando al menos una sonda. Esta
disposición mínima debe asegurar que pueda darse una alarma general al
comienzo de un incendio y durante un periodo posterior considerable.
Cuando la sonda única no es audible en todo el edificio, deben utilizarse
cables de sondeo que probablemente resistan el fuego durante un periodo
suficiente.
 No debe ser posible evitar la transmisión de la alarma mediante el acto de
la silenciación de las sondas de alarma, ni debe depender del estado de
ningún conmutador de silenciamiento.
 Utilizar alarmas visuales (por ejemplo, en forma de una luz intermitente) en
las zonas en las que pueden persistir elevados niveles sonoros durante
más de 30 s (por ejemplo, en las salas en las que hay un motor en
funcionamiento). El cableado del circuito debe disponerse con las mismas
precauciones antes descritas para las sondas (alarmas audio).
 Especificar la responsabilidad de llamar a los bomberos debe ser
claramente. Debe encaminarse una línea telefónica especial a través del
edificio para evitar zonas en las que probablemente el fuego se inicie o
extienda rápidamente. Debe prohibirse que la línea reciba llamadas
entrantes y sólo debe utilizarse para llamadas salientes de emergencia.

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