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La crisis de la ciencia en Chile

por BERTA HENRÍQUEZ, DOCENTE INVESTIGADOR, UNIVERSIDAD SAN SEBASTIÁN 26 abril, 2016

Señor Director:

De 1.700 proyectos Fondecyt Regulares presentados, solamente fueron adjudicados 514, un


30%, cuando este concurso es la mayor fuente de financiamiento que actualmente existe en
el país. Si bien el Gobierno realza el número de proyectos, un 70% de las ideas científicas
quedaron sin respaldo económico.

Para un investigador que vuelve a Chile después de cursar estudios de Doctorado o


Postdoctorado incentivados por el Gobierno, las posibilidades de adjudicarse un
financiamiento para sus investigaciones en el país se reducen, el número de postulaciones
aumenta cada año y el presupuesto del año 2016 sólo consideró un 0,34% del PIB, lo que
implica un nulo crecimiento.

Lo mismo ocurre con jóvenes investigadores que están desarrollando proyectos Fondecyt
de Iniciación y que deben competir en un Concurso Regular con investigadores
posicionados en las diversas áreas que los superan ampliamente en publicaciones. Es
imposible obtener recursos en este contexto a pesar de tener buenos proyectos científicos
que son las primeras aproximaciones como investigadores independientes y que se han
desarrollado con mucho esfuerzo.

¿Cómo poder regularizar un sistema que cada vez tiene menos recursos? Es un tema
complejo, ya que es imposible sacar del sistema a investigadores que no acceden a otras
fuentes de financiamiento. Esto solamente nos indica que el Gobierno en materia de
Ciencia y Tecnología está en deuda con la comunidad científica y la ciudadanía, no logra
visualizar que con una mejor gestión y políticas de financiamiento el país tendrá una
tremenda oportunidad de desarrollo, lo que actualmente está lejos de ser prioridad.

Dra. Berta Henríquez, Docente Investigador, Universidad San Sebastián


http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2016/04/26/la-crisis-de-la-
ciencia-en-chile/

CIENCIA EN CHILE: LA DEUDA


PENDIENTE
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Con la presencia de la PhD en Astronomía y profesora titular del


Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, Mónica Rubio; el
académico del Departamento de Matemáticas de la misma universidad,
Nicolás Libedinsky, y el Vicerrector de Investigación de esa casa de
estudios, Flavio Salazar, se llevó a cabo un conversatorio sobre la deuda que
tiene nuestro país con la educación científica.

En la oportunidad, los participantes dieron sus opiniones respecto de varias


temáticas referentes a la deuda que tiene Chile con estas disciplinas, tanto a nivel
de presupuesto e inversión en ciencia, como en materia de investigación y
desarrollo, además de abordar algunas aristas referentes a cómo ven el futuro
científico del país.

Para el profesor
Libedinsky, uno de los problemas que tenemos es que no existe financiamiento
para el desarrollo ni para la investigación científica. “Nos falta tomar el ejemplo de
Argentina, donde tienen mucha educación científica porque además de lo
tradicional, promueven instancias en las que los niños se motiven a participar. Un
ejemplo de esto son las olimpiadas de matemáticas que hacen en casi todos los
colegios de ese país”, dijo el matemático.
Por otro lado, Flavio Salazar cree que el problema también tiene que ver con la
percepción que tiene la gente en Chile de los científicos y de la labor científica.
“Uno de los problemas de por qué no hay motivación para hacer ciencia en Chile,
es que la gente cree que todos quienes nos dedicamos a la ciencia somos pobres,
o no tenemos dónde ejercer, y están tremendamente equivocados”, dijo.

La Astronomía como disciplina aventajada

En cuanto a lo que se hace en nuestro país, la astrónoma Mónica Rubio cree que
en Chile su disciplina corre con mucha más ventaja que otros estudios como las
matemáticas y la biología, por ejemplo, debido al desarrollo de la investigación
astronómica en la zona norte. “Es importante que usemos la Astronomía para
atraer a la gente al estudio de las ciencias”, enfatizó.

La profesora Rubio también ve como necesario el reconocimiento de la ciencia


como un patrimonio de nuestro país, y no sólo darle cabida a algunas disciplinas,
sino que enfocarse en hacer ciencia de calidad, tanto en las matemáticas, como al
química, física, biología y otros estudios asociados.

En esta misma línea, Salazar destacó el nivel internacional de los científicos


chilenos. “Tenemos grandes profesionales en las áreas más diversas, desde la
biotecnología a la neurociencia, pero requerimos de un contexto para que esto se
sepa, para que además podamos desarrollar acciones exitosas en todos los
campos científicos.

El Vicerrector también cree que es de vital importancia la generación de políticas


de incentivo a los estudiantes para que se interesen en la ciencia.
El futuro científico en Chile

Salazar también enfatizó que “en Chile


el mayor problema -además del poco financiamiento- es que no tenemos un
sistema de investigación orientado al trabajo grupal y a la colaboración científica.
Estamos acostumbrados al aprendizaje individual, pero muchas veces lo que se
necesita para avanzar es la colaboración y aprendizaje conjunto”.
Respecto de la posible creación de un Ministerio de la Ciencia, Libedinsky cree
que estamos lejos de poder tener una expectativa clara de este ministerio, porque
se sabe poco y nada de los objetivos que éste tiene.

“Si queremos un ministerio que nos ayude a resolver un problema -refiriéndose a


la deuda de Chile con la ciencia-, primero tenemos que saber motivar a la gente
desde donde estamos, y es difícil hacerlo si incluso quienes se han perfeccionado
y obtenido buenos resultados, no cuentan con medios para seguir desarrollándose
en su área de investigación”, dijo Libedinsky.

Sobre la pregunta de si es
adecuado incluir a las ciencias sociales dentro de lo que se considera como
“ciencia” en Chile, los tres invitados estuvieron de acuerdo en que las ciencias
sociales son tan importantes para el desarrollo de la educación, como el estudio
de las ciencias exactas. En este sentido, Mónica Rubio cree que “al estar en
continua interacción con el entorno, a pesar de tener otra metodología de estudio,
las ciencias sociales son fundamentales para entender el mundo que nos rodea”.
Por su parte, Flavio Salazar dijo que “estamos en una profunda deuda con las
ciencias sociales, incluso más que con las exactas”. Libedinsky también se mostró
de acuerdo en que es necesario poner más atención, incentivos e inversión en las
ciencias para que podamos hacer de Chile un país destacado en esta área y, en
parte, intentar saldar esta deuda.

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