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en el Servicio
El modelo de Jesús
PEDRO FUENTES
Liderando en el servicio: el modelo de Jesús. 1ed
Buenos Aires : Sembrar Ediciones Cristianas, 2012.
96 p. ; 20x14 cm.
ISBN 978-987-24864-7-1
1. Liderazgo Cristiano.
CDD 262.1
Fecha de catalogación: 05/06/2012
Editorial
Sembrar Ediciones Cristianas
www.sembrarediciones.com.ar
Impreso en Argentina
Diseño de cubierta e interior: Lucas Fuentes
www.lucasfuentes.com
Tenemos que aceptar y creer que Dios desea que nos vaya
bien en el servicio del liderazgo, como le dijo a su siervo
Josué, aunque este debía cumplir ciertas condiciones para
que así sucediera.
“Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para
servir y para dar su vida en rescate por muchos.” Marcos 10:45
“¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres
nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien,
del que publica salvación, del que dice a Sión: ¡Tu Dios reina!”
Isaías 52:7
Estrellas errantes
Los comentaristas hacen referencia a varias interpretacio-
nes sobre las estrellas errantes. Me parece que la idea más
sencilla y gráfica es compararlas a las estrellas fugaces. Estas
no tienen ninguna dirección y su luz es momentánea, no
pueden ser guía para el viajero ni se las puede tomar como
punto de referencia.
Le gustaba prohibir
Esto nos hace acordar a ese tipo de personas que piensan
que lo que ellos aprueban está bien y que lo que no aprueban
está mal. Sienten que la verdad pasa por su aprobación. Tris-
temente esto suele darse en interpretaciones de doctrina, en
prácticas eclesiásticas y hasta en las costumbres y tradicio-
nes que practicamos.
El rey David, como buen guerrero que era, no huía por mie-
do a Absalón. La última frase muestra a un hombre que
estaba pensando más en su gente que en su propio interés.
De todas maneras no estaba huyendo solo, muchos le acom-
pañaban. El relato que acabamos de leer es una excelente
ilustración de por qué David consiguió la lealtad incondi-
cional de sus hombres. El diálogo que se da entre David y el
geteo Itai es elocuente para mostrarnos que David siempre
dio libertad a sus seguidores. Nunca les impuso su voluntad
ni se ofendió porque pensaran y decidieran distinto a lo que
él decidía.
Se asesoró correctamente
En segundo lugar, lo que este rey hizo fue algo tan razona-
ble y muy común en las empresas y en algunos gobiernos:
tuvo consejo. Esto significa ni más ni menos que se hizo
asesorar por otros. ¡Cuánta riqueza hay en la búsqueda de
otras opiniones, de otras miradas, sugerencias y consejos!
Muchos se resisten a este tipo de caminos, quizás por temor
a perder alguna posición o por sentirse demasiado sabios y
capaces. Pero no fue así como actuó Ezequías. Él seguía la
instrucción salomónica “no seas sabio en tu propia opinión”.
Pedir consejos es de sabios, aun cuando esto no signifique
que haremos tal cual nos hayan aconsejado. De esta mane-
ra tendremos varias opiniones como para saber qué opción
elegir.
Fue ejecutivo
En tercer lugar este líder fue ejecutivo, actuó, no se quedó
con las intenciones ni en el buen discurso.
Delegó funciones
En cuarto lugar, otra acción que realizó Ezequías fue la de
delegar tareas. Esto es sumamente importante, porque una
sola persona no puede hacer todo, necesita la ayuda de los
demás. El texto de 2° Crónicas 32:6 dice: “Y puso capitanes
de guerra sobre el pueblo”.
Delegar, como dice Jaime Fasold, “es confiar a otro respon-
sabilidad y autoridad, y establecer procedimientos para que
el subordinado dé cuenta a su supervisor sobre lo que ha
hecho”. (Apunte de clase de la asignatura “Liderazgo espiri-
tual”, IBSTE, Barcelona, 1995)
Creo que una de las razones por las que este líder logró
tal influencia en ellos, es la que encontramos en el texto de
Nehemías 4:23:
Un hombre generoso
El pueblo con el que Nehemías estaba trabajando había su-
frido un gran empobrecimiento y ante esa situación muchos
habían pedido prestamos de dinero para poder sobrevivir.
El endeudamiento de los pobres era tal que algunos habían
dado a sus hijos en prenda hasta poder saldar la deuda. De-
bido al gran interés que algunos aplicaban, no era ya posible
que esas deudas fueran saldadas, ni recuperados los hijos. La
situación era de mucha angustia para las personas, y por ello
van hasta Nehemías a presentar el asunto. El relato dice así:
Un hombre de trabajo
En cuarto lugar, la capacidad de influencia de Nehemías
sobre sus dirigidos tiene que ver con otra conducta, la del
trabajo.
Primero lo primero
Jesús lo enunció así:
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33
Primero el plan
Las ideas, a menos que se transformen en proyectos y pro-
gramas ejecutables, quedarán como buenas intenciones y
no pasarán de allí. Es por eso que toda persona que se en-
cuentre en posición de liderazgo debería tener presente la
importancia de contar con planes de acción. Porque como
dijera el famoso Churchill: “Un plan es mejor que ningún
plan, pero un buen plan será siempre mejor que cualquier
plan”.
“Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les da-
ría libertad por mano suya; mas ellos no lo habían entendido
así.” Hechos 6:25
Tomar conciencia
Lo primero que le dice Jetro a Moisés tiene el propósito de
hacerlo tomar conciencia de lo que está haciendo. Para ello
utiliza dos frases muy fuertes; la primera: “No está bien lo
que haces”. No es fácil para quien está liderando aceptar este
reproche; a ninguno de nosotros nos agradaría que nos dije-
ran algo así. Lo que sucede es que estamos convencidos de
que hacemos bien las cosas y nos es bastante difícil asumir lo
contrario; más aún si el que nos viene a decir cómo se hacen
las cosas es un beduino del desierto o algún desconocido de
esos que aparecen cada tanto en nuestro camino.
Pero Jetro tiene razón y expone con toda sencillez y hu-
mildad su forma de ver el asunto. Es interesante cómo le
presentó tres razones por las cuales no estaba haciendo bien
la tarea:
Renunciar a su comodidad
Es muy común en nuestras casas, cuando nos sentamos a
la mesa y falta algún elemento, que nadie quiera levantarse
para ir a buscarlo. Generalmente suele ser la madre la que
hace esta tarea sin ninguna protesta. Es que a ninguno de
nosotros nos agrada dejar la comodidad de la mesa y mucho
menos estaremos dispuestos a hacerlo por servir a los demás
comensales.
Aceptar la crítica
Nadie de los que allí estaban felicitó a Jesús por hacer lo que
estaba haciendo, lo más probable es que hayan murmurado
sobre su proceder. Siempre que alguien se levante de la co-
modidad de la mayoría y renuncie a privilegios para servir,
encontrará críticas de todo tipo. No te preocupes, pasó con
Jesús, también pasará con nosotros.
“Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros vosotros tam-
bién?” Juan 6:67
Hay un pasaje que nos muestra con suma claridad cuál era
la prioridad de Jesús en su liderazgo. El relato se encuentra
en el evangelio de Juan:
Que Dios nos ayude para que guiados por el Espíritu Santo,
sigamos las pisadas de nuestro Líder y Maestro, el glorioso
Señor Jesucristo ¡Amén!
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CONCLUSIÓN