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Resumen
RES PÚBLICA
LOS FUNDAMENTOS NORMATIVOS DE LA POLÍTICA
I
INTRODUCCIÓN
El texto aborda en un primer momento la distinción entre las condiciones morales y las
condiciones políticas de la felicidad, este último se busca como un fin en sí mismo, como el
bien supremo humano en la tierra, por lo que su relación con la moral, la política y la
felicidad no es clara. Así mismo otras nociones como la libertad, la igualdad y la autonomía
son parte de las nociones políticas que fundan el derecho racional moderno.
El texto tendrá una perspectiva Kantiana de la filosofía en la que se aborda el análisis de
las instancias universales.
La felicidad es universal pero aspira a la diferencia, la moral y el derecho son universales
pero aspiran a la igualdad. Entre las condiciones universales y el fin universal de la felicidad
hay un cuerpo que las media, este es el derecho, una estrategia para regularla, así mismo
nos vemos obligados a luchar políticamente por nuestra felicidad y entre el derecho
racional y la consideración pragmática de la felicidad se encuentra la política, necesaria
para la capacidad de juzgar. El mandato de ser feliz, será administrado por la prudencia,
esta es una máxima, un imperativo llamado prescripción. Quien tiene carácter y prudencia,
quien se rige por máximas y prescripciones lucha con su felicidad con juicio. La prudencia
pragmática se deja condicionar por los fines el derecho racional cuando exigen que nuestra
felicidad sea justa y por la moral cuando reclama que también sea digna. La prudencia ha
de encontrar su camino a través del derecho.
La historia es condición para las prescripciones de la política, por lo que se abordan los
principios filosóficos y la interpretación de la historia debe llevarse a cabo desde la presión
histórica desde nuestro presente y no desde otro contexto para hallar los genuinos
problemas filosóficos. Reconociendo el individualismo de la acción social. El ego marca
fines, la estructura cooperativa es el alter, por lo que acepta entrar en la acción social con
ego a cambio de que también sus fines se promuevan. La dignidad moral del hombre como
imperativo categórico. El ego debe responsabilizarse de su propia dignidad moral, el
imperativo de dignidad y el alter otro polo de acción social, el imperativo de cooperar en su
felicidad.
El Estado es una sociedad particular que emerge de la libertad de los individuos en su
lucha por la igualdad de dignidad y por la posesión de algo propio. El derecho racional es
condición de todo derecho positivo. El Estado es el lugar de la soberanía de una ley que es
preciso obedecer en toda relación concreta que tiene capacidad coactiva bajo los límites de
su alcance.
El autor en este texto defenderá:
La necesidad de reconocer la estructura moral del derecho, la necesidad de abrirse a la
historia y en cada presente recoger su interpretación más expansiva y cercana a la
dimensión universal que le es implícita.
La estructura de este ensayo:
Cap. I. Análisis de las premisas filosóficas últimas del republicanismo, filosofía critica,
modernidad luterana, como característica, existe una desconfianza de la acción y confianza
en la gracia que precede de la trascendencia.
Cap.II. Relaciones entre historia, ilustración y derecho, ordenación racional del derecho.
Idea racional del Estado principal enemigo de la Razón de Estado
Cap. III. Analiza la idea de derecho, su forma de legislación, relación con la ética y la moral,
momento constituyente/momento judicial/ derecho. Pretende ordenar el pensamiento
republicano si fue el origen del derecho en la vida social misma.
Cap.IV. Se analizara la teoría de la soberanía democrática apartándose de otras, aspira a
separar la noción de soberanía (actos de expresión de la voluntad popular) y
representación.
Cap. V. Analiza el ejercicio de los poderes. Definir el sentido de la acción política, las
virtudes que la conforman, la relación con la felicidad que debe integrar.
II
LAS PREMISAS ÚLTIMAS DEL REPUBLICANISMO
Hombre, historia y derecho
En la modernidad existe una crisis, hay un rechazo en los procesos de la iglesia, la culpa
como, sistema de socialización, propuestos por la iglesia de Roma y como mediación
cristiana, relativiza la ruptura de la reforma respecto al mundo medieval.
Así como una crisis entre el modelo de la ratio durante los siglos XVII y XVIII, sostenido
por compromisos moderadores de la racionalidad luterana, pasando a la reforma y uso de
procedimientos luteranos de socialización del mundo.
La revolución luterana cifra así la diferencia entre el cielo y el infierno, en la diferencia entre
certeza y duda; de ser estados objetivos el cielo, el purgatorio y el infierno pasaron a ser
estados subjetivos de la existencia humana. La certeza es una forma de saber que revela
la propia sustancialidad soberana de la conciencia y la duda es la desesperación que se
reafirma, hecha permanente e indefinida en el tiempo.
La vinculación de estos dos problemas: la conciencia de la desacralización y traducción
existencial de los estados escatológicos. La culpa no obtiene cura de la administración
sacramental así, el hombre tiene que pasar por la desesperación para encontrar el cielo de
la certeza. La culpa conduce a la desesperación pero esta es una experiencia iluminadora
permite avanzar al hombre en el conocimiento de lo real; la resacralización del mundo y el
acceso a una realidad permite la reconciliación no puede proceder del hombre ni en sus
obras.
La certeza no se merece es relegada, de ahí la irrelevancia de las obras, sólo la gracia
salva, sin la interiorización de la salvación como experiencia real no se entiende la tesis de
Lutero.
El cristiano reclama libertad para su conciencia, pero no la necesita para sus acciones.
Lutero propuso que nadie podía saber jamás si era uno de los elegidos, dado que su
estatuto religioso no se reconocía por la eficacia de las obras. La búsqueda de una
racionalización de la certeza de la fe, que pueda garantizar al hombre su estatuto de
elegido, clave de toda educación del calvinismo.
Su posición será una: los elegidos tienen que actuar en el mundo sensible, tiene que
resacralizar desde su acción de elegidos ese mismo mundo e intervenir en el mundo para
demostrar que Dios los ha elevado.
El calvinismo se definía como una ética y ascética de intervención intramundana, desde la
certeza de ser portadores del carisma recibidos por la fe; fue un reclamo a la libertad para
la acción externa y no sólo para la conciencia.
2. Naturaleza, fe y salvación
Lutero construyó un sistema de categorías poderoso, detrás se encuentra la metafísica de
Agustín de Hipona, la clave residió en la identificación de la naturaleza, estado de
corrupción y estado de desesperación.
El reino de la naturaleza, es un supuesto de la experiencia cristiana, se define por la
posibilidad de cambiar el mundo, regenerarlo.
El sentimiento confiado de la certeza incluye inevitablemente el momento de no saber el
origen de esa certeza o el reconocimiento de que ese sentimiento es obra sagrada, divina.
Lutero habla de paz y libertad, luego de la transfiguración del alma que reside en la certeza
que tiene su bondad y veracidad. La fe es certeza se extiende sobre la realidad humana.
El problema de la reunificación humana debe plantearse en el seno de la dialéctica entre
naturaleza y orden sagrado, así el hombre quedaría reunificado en el seno del orden
natural donde se abriera camino a la irrupción de la gracia de la certeza. Hay un punto
donde se deja sentir los efectos de esta transfiguración del alma por la fe y es la
construcción de una comunidad eclesial, que está por encima de toda comunidad natural;
un cristiano no vive en sí mismo, vive en cristo y en su prójimo: en Cristo por la fe, en el
prójimo por el amor.
La posición luterana ante las obras debía ser matizada, no sólo es el hombre y su mundo
en relación directa e intrapersonal del hombre con la fe. También existe el reconocimiento
de la necesidad de la vida de la especia, ejercido en comunidad.
El cristiano no tiene que preocuparse de sí, se ocupa de los demás que a su vez se ocupan
de él.
B) El giro Kantiano
1. Entre Aristóteles, Lutero y Hobbes
Kant rompió con la antropología aristotélica, anunciándose una autoconciencia de la
modernidad más reflexiva. El mundo político asegurado por la naturaleza, considera a la
técnica política un complemento de las disposiciones naturales del hombre. Ante la
estructura radical cooperativa de la polis de Aristóteles se abre la dimensión competitiva
anunciando los tiempos burgueses. Frente a la consideración del Estado como mera
coacción proyecta sobre el la dimensión humana de la libertad.
Para Kant la realidad familiar del hombre no implica su dimensión política, pues no sirve
para comprender el poder político. Anuncia una antropología, en que las experiencias de la
familia no son fáciles y extrapolables a las realidades políticas, aquello que se vive en la
familia es letal, para la forma de vida política. Experiencias de confianza pueden generar
ilusiones comunitarias fatales para la comprensión de la política. Ante estos dos extremos
la política como filia y como violencia Kant ha mediado una tesis moderna, el hombre es la
única especie que crea su propio carácter por el encuentro de dos dimensiones
inseparables: Concordia discord y discordia concord. Así Kant ve al hombre como
complexio oppositorum, hay una contradicción interna y surge la necesidad de la política y
su debilidad, porque por naturaleza es un animal impolítico.
Kant no elige ni a Aristóteles ni a Hobbes, se plantea esta posibilidad “si es por naturaleza
un animal sociable o solitario y temeroso de la vecindad, esto último es lo más probable”.
Por naturaleza son muchos y sociables y también son desconfiados respecto del vecino,
pero la razón puede administrar la desconfianza y transformarla.
Naturaleza y razón no quedan devaluadas, el hombre es una serie de contradicciones, las
dos polaridades se neutralizan recíprocamente, el hombre Kantiano ejerce el libre arbitrio.
La racionalidad es la tendencia natural a la concordia, el hombre busca auto hacerse,
aspira a hacerse racionalmente y lo puede hacer administrando las inclinaciones hacia la
discordia que aprecia en sí. La habilidad (técnica), la pragmática y la moral con sus
imperativos son las tres formas de administración racional de esta naturaleza discordante,
razón/acuerdo y razón/armonía, se introducen casi como la sustancia de la filosofía. Estas
tres victorias testimonian que hay disposiciones que se hacen evidentes por el trabajo de la
cultura y que implica la perdida de las alegrías. La técnica, la pragmática y la moral
sustituyen al instinto y permite iniciar el camino de la confianza. Y se genera confianza a
través de la eficacia de la productividad técnica. La pragmática es la disposición a poner en
consonancia los fines y las voluntades de los hombres. Si un gesto o una acción hace
felices a dos, entonces se ha superado la técnica y se abre el camino de la civilización.
La disposición pragmática indica y propone un progreso en la capacidad de gobernarse,
propia de querer libre y colectivamente. La política es la acción que apalea a promover la
felicidad común y generar civilizada confianza.
El hombre aprende por educación a desconfiar del propio poder y a confiar en un poder
externo, esta confianza no se genera mediante la potencia de la técnica sino que aspita a la
cooperación consciente y mediada por la compatibilidad de voluntad. Disposición
pragmática, asume dimensiones sociales y confianza en el otro. La risa es la expresión
corporal de la dimensión sociable del hombre.
2) Pesimismo individual y optimismo histórico: la ironía kantiana
Es en la madurez del hombre donde adquiere el pleno desarrollo de la moralidad y
sabiduría, sin embargo es al final de la vida del hombre que se ha buscado, puede ser
sabio. Disfrutar de la sabiduría en el instante en que se dispone a abandonar la existencia.
“Cuando el hombre alcanza la sabiduría para el vivir virtuoso, justo entonces su apego a la
vida es mínimo. Por eso el hombre se puede entregar sencillamente a la muerte”.
El hombre tiene que ser educado por el hombre. Si la mediación de este fracaso del
individuo y el triunfo, cuestionable de la espera, no permite otra mediación que el humor y
la sonrisa, fracaso como individuos, se entreguen por la ciudad.
Escaso apego por la vida y la carencia de la compensación superior (sacrificio). La risa
brota de la íntima conciencia de la sociabilidad, la risa no solo es un índice de sociabilidad,
sino el reconocimiento de la universalidad de la estructura de la vida, se disuelve en todos
igualmente en el sacrificio. Entrega final sin compensación alguna, perfección desnuda de
esta misma razón. Sociabilidad risueña gratuitamente confiada no impide que se reduce es
sacrificio por la ciudad.
3) Ni utopía ni positivismo
Kant se mueve entre dos enemigos, su sistema carece de la mecánica dialéctica hegeliana.
La Ilustración jurídica no se resuelve desde la lógica sino desde la voluntad política, para
Kant sólo una historia de los actos de los hombres. La autocrítica de la razón es la única
estrategia que limita su potencial normativo que escapa a los dilemas entre acción y
revolución., conserva siempre el modelo de la función regulativa de la idea.
Una razón pura de ser personificada en política legitimaria aspectos de la acción del poder
a pocos a la a la normatividad racional, elimina la autoridad de la razón.
Distinción entre el soberano y el gobierno a fin de no cargarle a aquel los errores de este,
las acciones normativas entre los sujetos activos que lo impulsan a la realidad, de la
realidad de la razón conserva su autoridad frente a cualquier acción concreta.
B) Estado y sociedad
1) Ilustración y pensamiento del Estado
El Estado es una herramienta de la moral y frente al Estado elevado a una forma de
existencia histórico. Kant ha mediado con una tesis lo que hace del Estado una institución
racional que ha escapado a su sacralización romántica. El Estado de Kant se caracteriza
por ser una institución con una esfera, la del derecho. El derecho plantea el problema de la
justicia entre los hombres
Cuando se habla de instituciones y no de naturaleza hablamos de una realidad que solo
alcanza se derecho a existir invocando una normatividad. Las instituciones no pueden
regirse siempre por la ley de la inercia histórica sino por la renovación de la voluntad
humana que las sostiene, que creen en ellas y en su validez.
El progreso jurídico objetivo de una institución está relacionado con el éxito en esa
empresa que de atraer voluntades capaces de sostenerla y defenderla de renovar la
creencia de validez.
IV
LA NORMA
REPUBLICANISMO Y LEGITIMIDAD DE DERECHO