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El accidentado siglo XX, considerado por Hobswann como un siglo corto, se caracterizó por el vertiginoso y en no

pocas ocasiones encarnizado de cursar de los acontecimientos. El acelerado desarrollo de la ciencia y la técnica, por un
lado, acercó al hombre a parámetros insospechados anteriormente en el largo proceso de humanización y control
sobre las fuerzas ciegas de la naturaleza, mientras que por otro ha acentuado las dicotomías y disparidades existentes
entre las naciones Así, ha llevado al mundo al borde del colapso ecológico, ha promovido de manera creciente la
crueldad de la guerra y alcanzado niveles de bestialidad y exterminio masivo desconocidos en siglos anteriores.
Signado por diferentes paradigmas ideológicos, conoció del ascenso y crisis de los mismos. Buena parte de los
procesos revolucionarios triunfantes de orientación marxista-leninista que en su momento aspiraron en la vieja
Europa a la construcción de una sociedad más justa, democrática y equitatitiva, con mayores niveles de socialización
de la propiedad y el poder; derivaron hacia una estatalización excesiva de las relaciones sociales asfixiando casi toda
iniciativa individual o independiente de los códigos oficiales en nombre de supuestos intereses colectivos
representados por la burocracia. El espíritu crítico que animó a Marx a estudiar la sociedad capitalista de su tiempo fue
remplazado por la lectura complaciente y apologética del socialismo de estado que mello el filo renovador y
revolucionario del marxismo y condujo finalmente a la bancarrota del llamado socialismo real. Si bien la izquierda no
ha logrado aun sacudirse del todo la polvareda levantada por la caída del muro de Berlín, su propio desarrollo le
impone repensar la teoría y ponerla a tono con el mundo de hoy. Este ejercicio teórico requiere también de la
investigación seria y concienzuda del ayer, precisa del recuentro con el marxismo clásico y del estudio de todo el
pensamiento social, sobre todo de aquel que desde una postura revolucionaria se mostró original y creativo, a fin de
que el análisis contribuyan a la necesaria recomposición de la teoría en esta paradójica era de globalización y
modernidad posmoderna. Este proceso de relectura y reevaluación de la teoría y práctica revolucionaria debe incluir
como una de sus fuentes más importantes, al pensamiento de José Carlos Mariátegui, uno de los marxistas más
lúcidos y originales de la centuria en tanto supo hacer de la teoría revolucionaria no un mero calco o copia sino como
él mismo lo llamó una creación heroica. Nacido en tierras americanas, José Carlos Mariátegui supo combinar la ciencia
europea con las condicionantes nacionales de su natal Perú para ofrecer una concepción rica, creativa y original sobre
las posibilidades y perspectivas de un socialismo indo americano. Su marxismo no negaba la determinación económica
pero hacia énfasis en la significativa importancia de la subjetividad humana, en el papel de los factores supra
estructurales, de la cultura, la tradición y la historia de la nación y en la forma en que estos elementos eran
interiorizados por los diferentes sujetos sociales. No obstante, pudiera objetarse que la lectura y estudio de la obra de
Mariátegui tiene muy poco que aportar a la actual coyuntura. Fallecido hace más de 70 años, la realidad que
Mariátegui analizó ha cambiado de manera sustancial en el mundo y de manera particular en la América Latina. Esta
objeción, valida por si misma, tendría sentido si se intentara hacer una lectura acrítica, dogmatica y parcializada de sus
escritos. Sirve además como una advertencia en contra de un procedimiento erróneo experimentado de manera
reiterada por el marxismo a lo largo de su historia. Basta sólo recordar las sucesivas canonizaciones que sufrió el
pensamiento de Marx en los marcos de la Segunda y más tarde en la Tercera Internacional, o la domesticación del
herético pensamiento de Lenin a fin de sincronizarlo mejor con la lectura estalinista de la teoría, para comprender que
el aviso sirve de alerta ante un peligro real. El propio pensamiento de Mariátegui fue sometido a un proceso de filtraje
ideológico a fin de presentarlo como un convencido marxista leninista estalinista en los años 40. El poco éxito
alcanzado por este empeño nos indica, entre otros factores, lo difícil que resulta reducir su pensamiento a un mero
esquema y refuerza la idea del necesario reencuentro con el mismo, no para aprenderlo y aplicarlo mecánicamente
sino para desentrañar los presupuestos teórico-metodológicos que lo sustentaron y lo convirtieron en una de las
manifestaciones más originales y creativas en la historia de las ideas marxistas.( 1 )Desde luego que no es Mariátegui
el único pensador que reflexiona creadoramente sobre la teoría de Marx y las posibilidades del socialismo. Formando
parte de la lista se encuentran figuras de talla intelectual y profundidad teórica, que tuvieron además la fortuna de
una vida más larga y pudieron por lo mismo desarrollar una obra más prolija. Gramsci, con el cual Mariátegui tiene
coincidencias teóricas, Luckas, Korsch, Bloch, o el frankfurteano Marcuse, por sólo mencionar algunos, reflexionaron
sobre el destino del socialismo después de la revolución bolchevique. Estos y otros teóricos encabezados por los
clásicos no pueden dejarse de lado al intentar realizar una reconstrucción de la teoría. Sin embargo considero que en
el pensamiento de Mariátegui se presentan una serie de aristas y presupuestos conceptuales y metodológicos que lo
hacen uno de los imprescindibles, sobre todo desde las circunstancias latinoamericanas y tercer mundistas, para una
reelaboración creativa de las concepciones de la izquierda sobre el socialismo.

¿Por qué Mariátegui?


Existe pues un conjunto de razones que justifican la importancia de Mariátegui para estos propósitos. Dentro de ellos
pudieran señalarse: Mariátegui vive y produce en un período histórico que tiene ciertas similitudes con la etapa actual.
Es cierto que ha triunfado la Revolución bolchevique, pero el movimiento revolucionario en otras naciones europeas,
como Italia, Alemania o Hungría ha sido aplastado. La izquierda sufre las consecuencias de estos fracasos y se
encuentra en una encrucijada teórica ante la crisis del marxismo de la Segunda Internacional, el proceso de formación
del leninismo y el ascenso del fascismo. El nivel de reflexión es muy elevado en tanto se aspira a dar respuesta a las
causas del fracaso del movimiento revolucionario en las respectivas naciones, se reacciona contra una lectura del
marxismo permeada de economicismo y positivismo y se intenta recuperar el vital elemento de la subjetividad y
voluntad del sujeto revolucionario. La mayoría de los pensadores de importancia vivenciaron el período, pero sólo
Gramsci y Mariátegui no alcanzaron a ver el estallido de la Segunda Guerra Mundial. La mirada de Mariátegui sobre la
situación europea de la primera posguerra, la crisis de la izquierda y las contradicciones y reelaboraciones
conceptuales que experimenta la teoría en función de la revolución y el socialismo se encuentra menos contaminada
con las querellas y prejuicios ideológicos precedentes, que si tienen sus contemporáneos del viejo continente. Llegado
de un país en donde marxismo y socialismo eran hasta esos momentos casi una noción abstracta, podía evaluar y ver
con mayor objetividad los procesos que desgarraban la unidad de la izquierda. No hay en Mariátegui un sentimiento
metropolitano o endocolonialista, bastante frecuente, por demás, en sectores de la izquierda ya sean europeos o
latinoamericanos, pero que consideran que América Latina debe seguir al pie de la letra los parámetros europeos o las
orientaciones emanadas por instituciones revolucionarias de ese continente. Como latinoamericano comprende el
significado de la ciencia y la cultura europea para el desarrollo del movimiento revolucionario en América Latina, pero
esto no lo conduce a tratar de extrapolar miméticamente lo europeo a lo americano. El mundo latinoamericano es una
realidad diferente y presenta otras condicionantes sociales y otro modo o tempo de lo histórico. Estos elementos
condicionan, a mi juicio, su recepción del marxismo y la recreación original que hace del mismo. ( 2 )El marxismo de
Mariátegui. Mucho antes que José Carlos Mariátegui entrara en contacto con la teoría marxista, ya ésta comenzaba a
ser divulgada en tierras americanas por medio de emigrantes europeos o por latinoamericanos regresados de Europa.

(3). Pero el marxismo que se difundía, no rebasaba en la mayoría de los casos, el nivel de la más elemental propaganda
y se sustentaba por lo general en una interpretación simplificada o esquemática de las ideas de algunos de los
epígonos de Marx. Este marxismo de franca orientación socialdemócrata, se imaginaba que el territorio americano
repetiría los mismos pasos de la historia europea. Para él, el territorio latinoamericano se encontraba en una especie
de crisis de infancia con especto a Europa y en su devenir histórico repetiría las mismas fases de desarrollo. Este
criterio no se superará con la irrupción del bolchevismo en el nuevo mundo pues la mayoría de los marxistas
latinoamericanos de esta segunda oleada, regenteada ya en los años 20 por el Komintern sostendrán criterios
similares. La excepción la constituirán en pequeño grupo de pensadores como Julio Antonio Mella, Enrique Terán y
José Carlos Mariátegui que creen que las condiciones son otras y que las nieves del Kremlin no coinciden
completamente con el clima latinoamericano. Para ellos América Latina era una realidad diferente, pero será
Mariátegui el que logra confererirle un mayor desarrollo teórico a esta premisa. Es precisamente la comprensión de
que América Latina es otra realidad la que le confiere una cualidad especial al Marxismo de Mariátegui. No bastaba la
experiencia europea para explicar y transformar la misma. Se hacia necesario un esfuerzo de interpretación que
encontraba en el marxismo su principales presupuestos teórico-metodoló gicos, pero que no se limitaba a éste. Al
respecto escribe en su Mensaje al Congreso Obrero:"El marxismo del cual todos hablan pero que muy pocos conocen
y, sobre todo, comprenden, e un medio fundamentalmente dialéctico. Esto es un método que se apoya íntegramente
en la realidad de los hechos. No es, como algunos erróneamente suponen un cuerpo de principios de consecuencias
rígidas, iguales para todos los climas históricos y todas las latitudes sociales. Marx extrajo su método de la entraña
misma de la historia. El marxismo en cada país, en cada pueblo, opera y acciona sobre el ambiente, sobre el medio sin
descuidar ninguna de sus modalidades. "

(4)Esta comprensión del marxismo, como método dialéctico, se enriquecía y completaba producto de su conocimiento
histórico, cultura, y sensibilidad, con la consideración del papel de la subjetividad en los procesos sociales y en la
revolución socialista. Vale apuntar que Mariátegui no concebía la revolución socialista como un proceso automático
gestado por las fuerzas ciegas de la economía capitalista en bancarrota. Al igual que Lenin entendía que en
determinado momento del desarrollo capitalista y producto de su crisis se gestaban las condiciones objetivas para su
sustitución por el socialismo, sin que ello significase su desplome. Para que se produjera el cambio de sistema era
necesaria la voluntad, decisión y acción combativa del sujeto revolucionario. Quizás no exista en toda su obra un
fragmento que refleje con mayor claridad esta imbricación entre método y subjetividad que en el editorial Aniversario
y Balance. En el mismo se lee:"La palabra Revolución, en esta América de las pequeñas revoluciones, se presta
bastante al equivoco. Tenemos que reivindicarla rigurosa e intransigentemente. Tenemos que restituirle su sentido
estricto y cabal. La revolución latino-americana, será nada más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución
mundial. Será simple y puramente, la revolución socialista. A esta palabra agregad, según los casos, todos los adjetivos
que queráis: antiimperialista, agrarista, nacionalista revolucionaria. El socialismo los supone, los antecede los abarca a
todos.... No queremos ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica.
Tenemos que dar vida con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje al socialismo indo americano. He aquí
una misión digna de una generación nueva."

(5)Un análisis de los elementos conceptuales novedosos presentes en la lectura creativa del marxismo realizada por
Mariátegui excedería con creces el tiempo de que se dispone para esta intervención.

MARIÁTEGUI Y LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA

No obstante me parece necesario destacar de manera sucinta lo siguiente.

1- Para Mariátegui la revolución socialista no es un acto sino un proceso de cambio radical de las relaciones humanas.
Se trata de una transformación n civilizatoria que entraña grandes cambios en las relaciones económicas, sociales y en
la mentalidad y cultura de los individuos. Como plantea Aníbal Quijano, Mariátegui preludia o anticipa una nueva
racionalidad.

2- Mariátegui participaba de la convicción sobre el carácter mundial de la revolución socialista tan propio del
marxismo clásico, pero lo entendía de manera concreta. Vale decir considerando el componente nacional o regional,
que introducía el elemento de diferenciación de una realidad a otra.

3- Si América Latina es otra realidad, el canon europeo no basta para comprenderla, es necesario estudiarla
apoyándose en el marxismo pero sin negar los aportes de las ciencias y la filosofía burguesa. En este sentido el punto
de vista de Mariátegui es el de un marxismo abierto y creador que no rehúye el dialogo y la polémica, pues como
especulación filosófica toma la obra del pensamiento capitalista en el punto en que este vacilante ante sus extremas
consecuencias inicia un retroceso.

4-Esta realidad diferente es fruto de circunstancias y determinantes históricos que a su vez son influidos por esa
realidad. Para Mariátegui, los verdaderos revolucionarios no proceden nunca como si la historia empezara con ellos. Y
esta idea es valida también en el sentido de los antecedentes ideológicos que Mariátegui tiene en el Perú y la
influencia que estos ejercieron en su manera de aproximarse al marxismo. Muchas de las posiciones teóricas del
revolucionario peruano tienen una presencia en las posturas de Manuel González Prada. La predilección por Sorel y el
papel del mito pudiera también deberse a las condicionantes históricas de la nación andina y el papel del mito en su
historia. Habría que agregar que antes de su viaje a Europa Mariátegui y Falcón desde el diario La Razón apoyaron al
movimiento huelguístico más grande realizado en Lima hasta ese entonces, movimiento por demás que resulto
exitoso. Esta huella no podía facilitar su acercamiento el anarcosindicalista francés que sostenía la tesis de la huelga
política de masas. Pudiera afirmarse entonces que en él, la historia es central para entender al objeto y su desarrollo.
Pero el concepto de historia que Mariátegui posee no es euro céntrico y se proyecta contra una percepción
mecanicista, evolucionista y lineal de la historia y junto con ésta del progreso. Concepto éste en franca crisis en la
actualidad.

5-Como marxista convicto y confeso Mariátegui parte de las clases y las relaciones de clase par entender la relaciones
sociales en el Perú de su época. No aplica sin embargo esquemáticamente la contradicción burguesía- proletariado
para buscar el sujeto de la revolución socialista. Si la realidad peruana es diferente y en la misma coexisten diversos
modos de producción, deben existir varios sujetos revolucionarios. El indio como sujeto de la revolución es una de las
ideas más interesantes de Mariátegui. El análisis clasista y de las relaciones de clase no excluya en mi opinión la
consideración del elemento étnico. Si Mariátegui se hubiese limitado exclusivamente al análisis clasista no hubiese
encontrado o descubierto las posibilidades de ayllu, de la comuna indígena andina para el socialismo.

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El marxismo de José Carlos Mariátegui: Ni calco ni copia sino creación heroica
Publicado el 14 octubre 2012 por Antonio Olivé

Amigos nuestros, como bien sabréis el día 12 de octubre es la fiesta nacional de España como el 14 de julio lo es para
Francia o el 3 de octubre para Alemania. Y lo es porque lo establece una ley. Pero lo que a priori parece sencillo en
España no lo es. Y no lo es porque en este país ni la Transición fue tan modélica y los centros de poder continúan en
manos de los mismos. No es baladí que la primera institución del Estado, la monarquía encarnada en la figura del Rey,
lo fuera por la gracia del dictador y que nuestras calles todavía alberguen la parafernalia fascista del régimen
franquista.

Y ese retintín franquista, ese poso de caspa y esa pátina de oscurantismo continúan marcando el dichoso 12 de
octubre. Antaño denominado “día de la raza” y rebautizado “día de la Hispanidad” por el intelectual de la derecha
española, Ramiro de Maeztu y que pretendía conmemorar “el encuentro de dos mundos” (más bien encontronazo)
que inició el proceso de colonización europea de América. Por lo que hemos conocido después gracias a gente
como Paco Fernández Buey (La gran perturbación -1996-); no hay mucho que conmemorar.

Lo que si es motivo de celebración son otros “descubrimientos”, otros “encuentros” como el del americano Mariátegui
con el marxismo. El texto que presentamos a continuación es de Yolanda Luisa C. Rodríguez González, profesora en la
Universidade Federal Fluminense que fue presentado en el Seminario Internacional Gramsci e os Movimentos
Populares que se celebró en 2010 en dicha universidad.

A. Olivé

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El marxismo de José Carlos Mariátegui: Ni calco ni copia sino creación heroica

Yolanda Luisa C. Rodríguez González

Introducción

Periodista, político y ensayista, fundador del Partido Socialista del Perú, José Carlos
Mariátegui es considerado como uno de los grandes introductores del marxismo en América Latina; con creatividad y
lejano al economicismo y determinismo dominantes en el marxismo de la época. Florestan Fernandes considera a
Mariátegui como el mayor exponente del socialismo de su generación y de la década 1920-1930 en América Latina
(Mariátegui, 1975). El gran sociólogo brasilero señala que Mariátegui promovió los primeros análisis concretos desde
una perspectiva marxista, sobre varios temas como la formación del capitalismo en España, la irradiación del
capitalismo de Europa a América Latina, las relaciones entre la base económica y las estructuras sociales y de poder de
la sociedad peruana.

En la Introducción a la edición brasilera de Por un socialismo indo- americano, Löwy señala que la obra de Mariátegui
constituye no sólo, “…a primeira tentativa de pensar América Latina em termos marxistas, mas continua sendo até
hoje uma referencia incontornável para a teoría e a prática do socialismo neste continente.” (Mariátegui, 2005, p.8)

¿Qué vincula Mariátegui con Gramsci? ¿Por qué traer a José Carlos Mariátegui a un seminario sobre Gramsci y los
movimientos populares?
Aunque fueron contemporáneos, Mariátegui no tuvo contacto personal con Gramsci; sin embargo bebió del ambiente
histórico, intelectual y político de la Europa de inicios de los años 20; particularmente en Italia en donde asistió a la
fundación del Partido Comunista Italiano y fue fuertemente impresionado por el movimiento obrero; su estadía en
Italia coincidió con el inicio de la publicación de L´Órdine Nuovo. La experiencia europea fue para Mariátegui su más
vigorosa fuente de formación marxista, como él mismo dijo. Su estadía italiana le permitió conocer un marxismo muy
creativo y que reivindicaba la dialéctica (Sobrevilla, 2005).

Se pueden trazar varios puntos de contacto entre estos dos pensadores. Ambos, socialistas fuertemente
comprometidos con su tiempo, con las clases trabajadoras, así como con la construcción de lecturas e interpretaciones
de su realidad, que fueran la base y el fundamento de propuestas de cambio social. Ambos prestaron una atención
especial a lo que hoy llamamos “aspectos culturales”; a la producción y circulación de las ideas, a la necesidad de una
renovación cultural y moral, a la educación de los trabajadores desde su condición de trabajadores. Ambos marxistas
rechazaron cualquier reducción positivista del marxismo, así como el cientificismo y determinismo que cierran espacio
a la voluntad humana, a la actividad transformadora y consciente del sujeto revolucionario; ambos reconocieron la
importancia de la tradición, la cultura, las utopías y los mitos. Por eso ambos escriben, reflexionan, estudian diferentes
manifestaciones de la actividad social, aspectos que habían merecido poca atención por la teoría revolucionaria
entonces. El marxismo para Mariátegui es sobe todo método de interpretación; por ello, el socialismo peruano no
debía ser, “ni calco ni copia sino creación heroica”.

Mariátegui es considerado uno de los grandes introductores del marxismo en América Latina; de manera creativa,
lejos del economicismo y determinismo dominantes en el marxismo de la época. Para Florestan Fernandes, Mariátegui
es el mayor exponente del socialismo de su generación en América Latina, promoviendo los primeros análisis
concretos sobre varios asuntos de la sociedad latinoamericana y peruana; sobre todo de las relaciones entre la base
económica y las estructuras sociales y de poder de la sociedad peruana. Para varios autores contemporáneos, la obra
de Mariátegui constituye no solo la primera tentativa de pensar América Latina en términos marxistas, sino que
continúa siendo hasta hoy una referencia de primer orden para la teoría y la práctica del socialismo en el continente.

En Perú, varias generaciones de líderes sindicales y estudiantiles bebieron en Mariátegui; la fundación y sucesivos
desgajamientos de partidos políticos de inspiración de inicios de los años 20; particularmente en Italia en donde asistió
a la fundación del Partido Comunista Italiano y fue fuertemente impresionado por el movimiento obrero; su estadía en
Italia coincidió con el inicio de la publicación de L´Órdine Nuovo. La experiencia europea fue para Mariátegui su más
vigorosa fuente de formación marxista, como él mismo dijo. Su estadía italiana le permitió conocer un marxismo muy
creativo y que reivindicaba la dialéctica (Sobrevilla, 2005).

En Perú, varias generaciones de líderes sindicales y estudiantiles bebieron en Mariátegui; la fundación y sucesivos
desgajamientos de partidos políticos de inspiración marxista en los años 60 y la nueva izquierda en los 70, se hicieron
bajo declaraciones de filiación mariateguista. Los más importantes intentos de unificación de esta pléyade de partidos
políticos ocurridos en los años 80, convocaron también una fidelidad mariateguista. Las experiencias de educación
popular que constituyeron un movimiento efervescente en las décadas del 70 y 80 en Perú, nacieron muchas de ellas
como extensión del trabajo de formación política de los y las militantes de estas organizaciones políticas de izquierda.
La formación política se tejía con la problemática de la salud, la alimentación y los servicios de agua y de luz de los
pobladores de los barrios urbano populares; de los pequeños productores agrarios en el campo; de los estudiantes
universitarios y de los empleados públicos en las ciudades; la de los trabajadores manuales en las fábricas. En esa
diversidad, las prácticas de educación popular tenían en común varios elementos; una inserción en el territorio
específico del mundo popular; una concepción de la educación como práctica política transformadora; un horizonte
político que le daba sentido a la práctica cotidiana; y la aspiración de contribuir a un proyecto societal alternativo,
inspirado en el socialismo mariateguista.

La influencia europea en la vida y la obra de José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui nación en Moquegua, en el sur occidente del Perú, en 1894. Muy joven se inicia en el mundo
del periodismo; primero como ayudante de tipografía en el diario La Prensa, en Lima y luego como articulista de la
actividad artística y cultural peruana y columnista de El Tiempo. El joven periodista fue tomando contacto con las
luchas obreras por la jornada de las ocho horas y la movilización estudiantil por la reforma universitaria en el Perú. Su
vocación por las letras y el periodismo lo llevaron a fundar, junto con un grupo de contemporáneos de orientación
socialista y anarco sindicalistas, la revista Nuestra Época y después el diario La Razón desde donde difundían una
crítica al gobierno de Leguía y proclamaban su simpatía con el movimiento obrero,

Su contacto con el movimiento social de la época junto con las noticias sobre la revolución bolchevique en Rusia,
habrían sido los embriones de una conciencia socialista que poco más tarde lo encaminaría al marxismo. Sus años de
residencia en Europa entre 1919 y 1923, fueron fundamentales en su formación marxista, como veremos más
adelante.

Mariátegui llegó a Europa exiliado por Leguía, régimen conocido como El Oncenio pues mantuvo en el poder al
dictador civil de 1919 a 1930. Desde Europa, Mariátegui continuó su labor periodística enviando crónicas a El Tiempo.
Fue así que, como corresponsal del diario asistió en Livorno en 1920 al congreso de fundación del Partido Comunista
de Italia luego del rompimiento, por la corriente de izquierda del partido con figuras como Antonio Gramsci, del
Partido Socialista Italiano. No obstante no hay evidencia de que haya conocido a Gramsci personalmente.

En el periodo de residencia en Europa vivió en Italia y visitó otros países europeos¨: Francia, Alemania, Bélgica, Austria,
Hungría y Checoslovaquia. Particularmente en Italia, Mariátegui realiza su formación marxista de forma autodidacta;
en un ambiente cultural e ideológico muy influenciado por Gentile y Croce (a éste último si conoció personalmente); y
desarrolla una estrecha relación con Piero Gobetti. El impacto de esta estadía en Europa en la maduración del
pensamiento de Mariátegui es destacado por diferentes autores que se especializaron en su obra. En el viejo
continente Mariátegui no sólo absorbió creativamente el marxismo, sino que bebió de todo el ambiente cultural
europeo de la época (Sobrevilla 2005). En Francia, el dadaísmo y el suprarrealismo, el humanismo de Romain Rolland,
las orientaciones populares de Barbusse y del movimiento Claridad (Guibal, 1995).

Pero más que todo lo va a marcar su experiencia italiana; allí desposa, en efecto, “una mujer y algunas ideas”;
aquellas, en particular, del historicismo croceano tal como va impregnando las investigaciones y las luchas del Ordine
Nuovo y del marxismo de Gobetti y de Gramsci. (Guibal, 1995, p.42)

Italia fue el país que más influyó en Mariátegui quien quedó fascinado por el ambiente cultural y político. Según
Sobrevilla (2005), el descubrimiento por Mariátegui, a partir de su lectura de los escritos de Piero Gobetti, de las
similitudes entre la cuestión meridional italiana y la de la sierra peruana, fue fundamental; “[…] en ambos casos el
atraso económico tenía una gran repercusión en la estructura política, social e ideológica de la nación.” (Sobrevilla,
2005, p.103). Sobrevilla destaca que su residencia en Italia le permitió a Mariátegui tomar contacto con un marxismo
creativo que reivindicaba la dialéctica, como el de Antonio Labriola y Gramsci.

Flores Galindo (1989) destaca la fuerte influencia de Unamuno, particularmente la lectura que Mariátegui hiciera de La
Agonía del Cristianismo, en su idea de la vida como lucha y combate, como agonía;

[…] lo que cuenta es la fuerza para encarnase en las masas, la doctrina deja lugar a la vida, entendida a su vez como
lucha y combate, es decir agonía. Esta imagen del marxismo se resistía a la repetición rutinaria de los dogmas y por el
contrario fomentaba las herejías, al estilo de Georges Sorel, como único camino posible para renovar y hacer avanzar el
pensamiento de Marx. (Flores Galindo, 1989, p.24).

Sobre Sorel, dice Sobrevilla que fue sin duda el socialista francés que más influyó sobre Mariátegui (Sobrevilla, 2005).
Según Flores Galindo (1989), Sorel habría ejercido una fuerte influencia en la concepción filosófica de Mariátegui del
marxismo como mito, fuerza movilizadora, una agonía de nuestro tiempo.

Agonía es pasión, fe, elan. Agonía se confunde finalmente con esa esperanza que define en la política y en la vida
cotidiana el derrotero de Mariátegui: la confianza en el futuro que no reposa en las leyes de la dialéctica, ni en los
condicionamientos de la economía, sino en las voluntades colectivas. En otras palabras, se trata del voluntarismo y el
espontaneísmo que emergen en diversos pasajes de su pensamiento. (Flores Galindo, 1995, p.25)

Löwy, en la Introducción a Por un Socialismo indo-americano (Mariátegui, 2005), rescatando una referencia de
Mariátegui a Sorel en En defensa del marxismo, señala que el Amauta valora en el francés la superación de las bases
racionalistas y positivistas del socialismo de su época, revigorándolo y restituyéndole su misión revolucionaria. De este
modo Mariátegui resalta,

[…] a dimensão espiritual e ética do combate revolucionário: a fe (“mística”), a solidariedade, a indignação moral, o
compromisso total (“heróico”)…O socialismo, segundo Mariátegui, increve-se no bojo de uma tentativa
de reencantamento do mundo pela ação revolucionária. (Mariátegui, 2005, p. 17)
A su regreso al Perú en 1923, José Carlos Mariátegui inicia su trabajo de propaganda socialista, particularmente entre
los obreros. Participa de las universidades populares – creación de González Prada en los primeros años del siglo XX-;
asume la dirección de la revista de izquierda Claridad y colabora con el semanario Variedades y El Mundial. Publica el
periódico Labor, “[…] como un instrumento de “educación ideológica” destinado a sostener a los trabajadores
peruanos en sus esfuerzos incipientes de organización “clasista” (Guibal, 1995, p.43). Funda y dirige la
revista Amauta en 1926 y desenvuelve una intensa actividad ensayística que difunde a través de artículos en revistas.
Sobre el significado de la revista Amauta como expresión y aporte en la creación de un ambiente cultural de la época,
Guibal dice lo siguiente,

[…] revista de una generación preocupada en enfrentar los desafíos de su época, abierta simultáneamente a los
debates del mundo, a las inquietudes del continente y a las cuestiones del país. Hizo de ella no solo una tribuna de alto
vuelo intelectual, sino un espacio de debate e intervención político-cultural, cuya meta no era “quedarse en el episodio,
sino ser historia y hacerla”. (Guibal, 1995, p.42)

Mariátegui funda la Editorial Minerva para publicar autores nacionales y extranjeros con el objetivo de, “[…]
desarrollar la atmósfera intelectual y anímica que permita romper la influencia intelectual e ideológica y oligárquica
sobre la nueva generación de intelectuales y artistas.” (Quijano, 1981, p.49). Así, se convierte en un difusor del
marxismo traduciendo y publicando textos de Rosa Luxemburgo, Lenin, Trostski, Breton, Sorel, Romain Rolland,
Barbusse y Gorki, así como autores latinoamericanos. En 1925 publica su primer libro, La escena contemporánea.

En 1926 Mariátegui es invitado por Haya de la Torre a unirse a la Alianza Popular Revolucionaria Americana, APRA,
fundada por Haya en 1924 como un frente antiimperialista. Dos años más tarde, cuando el APRA deja de ser un frente
para constituirse en partido político, Mariátegui rompe con Haya de la Torre y se dedica a la organización del Partido
Socialista del Perú, el cual funda en octubre de 1928 y es elegido secretario general. Ese mismo año sale a la luz la
primera edición de los 7 Ensayos y desde la revista Amauta, “[…] proclama sin equívoco alguno su fe en un “socialismo
peruano” que ha de realizarse gracias a una “creación heroica” original. Y esta orientación va entonces a materializarse
tanto a nivel sindical como a nivel político.” (Guibal, 1995, p.43). En efecto, Mariátegui actúa en la refundación de una
organización de los trabajadores obreros y campesinos, entonces influenciada por el anarco sindicalismo. En el año
1929 él impulsó la creación de la Confederación General del Trabajo del Perú que agrupaba trabajadores de la
industria y a la Federación Indígena (Mariátegui, 2005, p. 28).

Los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana

Según Florestan Fernandes, los 7 Ensayos aparece como la primera manifestación verdaderamente significativa de lo
que se entiende por sociología crítica y militante en América Latina; “O autor imerge plenamente na situação que
investiga, a qual pretende, a um tempo, conhecer, explicar e transformar” (Mariátegui, 1975, xv).

Aricó (1978), en el Prólogo a Mariátegui y los Orígenes del Marxismo Latinoamericano, señala sobre Mariátegui y su
obra más difundida que,

[…] él, a diferencia del resto de los marxistas latinoamericanos, se esforzó por “traducir” el marxismo aprendido en
Europa en términos de “peruanización”. Y es por eso sin duda que, con todos los errores o limitaciones que puedan
contener, los 7 ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana siguen siendo, a cincuenta años de su publicación, la
única obra teórica realmente significativa del marxismo latinoamericano. (Aricó, 1978, xix)

El propio José Carlos Mariátegui apunta en la Advertencia a la edición de los 7 Ensayos que con esta obra pretende
hacer “una contribución a la crítica socialista de los problemas y la historia del Perú”.

Su obra más difundida, 7 Ensayos de Interpretación de la realidad peruana, cuya primera edición vio la luz en 1928,
forma parte de la edición popular de las Obras Completas compuesta por veinte tomos en formato pequeño. Sin
embargo, la producción de Mariátegui va mucho más allá de esta colección, siendo hasta el momento poco conocida
fuera de su país natal. Entre esta, Sobrevilla (2009) destaca las obras recogidas en distintas ediciones, tales
como Escritos Juveniles. La edad de piedra, la Correspondenciay Mariátegui total, todas por la editorial Amauta.

Si bien Mariátegui, como reconocen muchos, es el primer marxista en estudiar los problemas de un país
latinoamericano sirviéndose de la teoría marxista, en la interpretación de la realidad peruana en su conjunto
Mariátegui tiene como antecesores a Manuel González Prada, quien sería el pionero en una reflexión de conjunto
sobre la realidad nacional peruana – miembro de la última generación del siglo XIX, exponente del radicalismo anti
clerical y anti hispánico-, así como a Francisco García Calderón y Víctor Andrés Belaunde (Sobrevilla, 2005), exponentes
de la llamada Generación del 900.

Contexto en el cual Mariátegui piensa y escribe sobre el Perú

Para Quijano (1981), el tiempo en el cual José Carlos Mariátegui piensa y escribe su obra es un periodo que puede ser
considerado como un auténtico puente histórico entre la sociedad colonial y la sociedad del tiempo del Amauta
porque,

[…] durante él tiene lugar una compleja combinación entre los principales elementos de la herencia colonial, apenas
modificados superficialmente desde mediados del siglo XIX, y los nuevos elementos que con la implantación
dominantes del capital monopolista, de control imperialista, van produciendo una reconfiguración de las bases
económicas, sociales y políticas, de la estructura de la sociedad peruana. (Quijano, 1981, p. 11)

Diez años atrás había ocurrido la Guerra del Pacífico (1879) por el control de recursos naturales del guano y el salitre
necesarios para agricultura europea; guerra que había enfrentado a Perú, Chile y Bolivia con la intervención inglesa
apoyando al gobierno de Chile y que había producido desastrosos efectos. La guerra afectó en el Perú especialmente a
los grupos de la burguesía comercial y terrateniente de la costa que mantenían el control del Estado.

En el plano internacional acontecía la expansión imperialista del capital monopólico y disputa de las burguesías de
Estados Unidos e Inglaterra por la hegemonía mundial, sobre todo sobre América Latina, luego de los procesos de
independencia de las colonias a lo largo del siglo XIX.

En el periodo de la producción de José Carlos Mariátegui, se dan en el país tres procesos simultáneos; la implantación
y consolidación del capital monopolista en una compleja combinación con relaciones pre capitalistas de producción
dominantes; la reconstitución de intereses de clases y sus modos de relación con el Estado; el desarrollo de debate
ideológico y político dentro de las clases dominantes y entre estas y el resto de la sociedad.

El marxismo de Mariátegui: instrumento de lucha y método de análisis de la realidad

El marxismo fue para José Carlos Mariátegui, “[… ] un marco y punto de partida para investigar, conocer, explicar,
interpretar y cambiar una realidad histórica concreta, desde dentro de ella misma.” (Quijano, 1981, p. 63). Quijano
(1981) destaca del marxismo de Mariátegui su dimensión de método de interpretación y método de acción.

Mariátegui no aplicó un aparato conceptual para analizar una formación social peruana; se sirvió de él para analizarlo
e interpretarlo. El Amauta prestó gran atención a las dimensiones culturales, religiosas, literarias y una perspectiva
histórica para entender los procesos de la formación social peruana y elaborar su propuesta socialista. El carácter semi
feudal de la formación social peruana (coexistiendo con un capitalismo naciente y un colectivismo comunal-el ayllu), el
socialismo basado en el comunismo comunal y el “problema del indio” (campesino e indio), el papel de los artesanos.
De ahí la polémica entre Mariátegui y la III Internacional Comunista ó Komintern; ésta veía a América Latina como una
realidad homogénea, caracterizada por la semi colonialidad y feudalidad; lo cual hacía necesaria una etapa de
desarrollo capitalista para llegar al socialismo; en esta visión homogenizante, el indio no existía. Mariátegui buscó la
construcción de un socialismo auténticamente peruano, que no sea ni calco ni copia del socialismo europeo. En el año
29, un año antes de su muerte prematura, presentó su tesis sobre El problema indígena, al congreso para la
constitución de la Confederación Sindical Latinoamericana, el mismo que provocó una fuerte controversia y rechazo.
Ese mismo año, los planteamientos del Partido Socialista del Perú fueron duramente criticados por la ortodoxia
stalinista durante la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, en particular por el dirigente argentino
Codovilla. Su concepción de la revolución socialista latinoamericana no coincidía con la ortodoxia de la Komintern,
cuyo portavoz era Codovilla. En su concepción del socialismo Mariátegui sostenía la importancia de las formas de
asociación pre capitalistas y, en ese sentido, Löwy lo ubica al interior de una corriente “romántica” del marxismo –
entre cuyos exponentes ubica a Marcuse, E.P.Thompson, E. Bloch y W.Benjamin-; corriente crítica de las ilusiones del
progreso capitalista y que, “[…] sugiere una dialética utópico-revolucionária entre o pasado pré-capitalista e o futuro
socialista.” (Mariátegui, 2005, p. 10).

Por lo anteriormente apuntado, Aricó (1987) señala que,

[…] al igual que otros heterodoxos pensadores marxistas, él pertenece a la estirpe de las rara avis que en una etapa
difícil y de cristalización dogmática de la historia del movimiento obrero y socialista mundial se esforzaron por
establecer una relación inédita y original con la realidad. (Aricó, 1978, xiii)
Según el autor argentino, ello se explica en gran medida por el peso importante que tuvo en formación marxista,

[…] la tradición italiana idealista… y el surgimiento de corrientes crocianas “de izquierda” y marxistas
revolucionarias….Mariátegui leyó a Marx con el filtro del historicismo italiano y de su polémica contra toda visión
trascendental, evolucionista y fatalista del desarrollo de las relaciones sociales, característica del marxismo de la II
Internacional. (Aricó, 1978, xv)

¿Cómo comprendió José Carlos el marxismo? se pregunta Sobrevilla (2009) en su obra y se responde: lo entendió
como materialismo histórico, como método de interpretación de la sociedad capitalista y de otras sociedades en las
que se combinan diferentes modos de producción. Para Mariátegui el método marxista es en primer lugar, histórico
que da primacía al factor económico como determinante en última instancia de la historia. En segundo lugar, el
método marxista consiste en el análisis económico de las sociedades en donde una estructura social condiciona una
superestructura. Por último, el método marxista está vinculado con una visión socialista que considera la lucha de
clases como el motor de la historia.

Esta visión que extrajo José Carlos de Marx la complementó con dos ideas de Georges Sorel: la primera fue la de la
superioridad de la clase proletaria frente a la burguesía gracias a su moral, y la segunda la del mito
revolucionario.(Sobrevilla, 2005, p. 395)

Como ya fue dicho, para José Carlos Mariátegui, el marxismo es agonía, lucha; afán polémico; conflicto interior; fe
apasionada de los que combaten peligrosamente por la victoria de un orden nuevo, “[…] la confianza en el futuro que
no reposa en las leyes de la dialéctica, ni en los condicionamientos de la economía, sino en las voluntades colectivas.”
(Flores Galindo, 1989, p. 25). De ahí su anti academicismo como el de su generación.

El mariateguismo fue la obra de un periodista, un hombre en estrecho contacto con otros hombres, sumergido en la
vida cotidiana, interesado más por el impacto de sus ideas, por la emoción que generaba en sus contemporáneos que
por la certeza cartesiana de su pensamiento […] fue un político: nunca estuvo enclaustrado, siempre se interesó por el
público, por agitar a las multitudes. (Flores Galindo, 1989, p. 80)

I. ______________
DEFINICIÓN:

Conjunto de teorías económicas, políticas y filosóficas de Karl Mouse y Frederich Engels y las corrientes derivadas de
ellas.

Movimiento teórico y político que desde fines del siglo XIX sigue las doctrinas de Marx. Las tres fuentes principales del
marxismo son la filosofía de Hegel, de la que Marx tomó el método dialéctico, el socialismo francés y la escuela clásica
de economistas británicos, especialmente Adam Smith y David Ricardo, esta mezcla de diversas corrientes de
pensamiento, unida a la voluntad de transformación de la realidad que siempre movió a Marx, convirtió su
pensamiento y el de sus seguidores en una compleja doctrina, en la que se unen lo económico, lo histórico, lo
filosófico y lo político, y que muy pronto se fraccionó en diferentes escuelas y partidos. Como filosofía, es marxismo es
una doctrina realista, pues considera que existe una realidad objetiva fuera de la mente; naturalista, ya que explica el
desarrollo del hombre y de la sociedad mediante las leyes de la naturaleza; historicista, pues pretende establecer leyes
universales del desarrollo histórico; y cientificistas, ya que considera que el único conocimiento válido es que proviene
de las ciencias positivas.

Como doctrina sociopolítica se caracteriza por ser una crítica del capitalismo; por defender como método de análisis
de las sociedades el materialismo histórico; por ofrecer una teoría de la historia centrada en la lucha de clases
(patricios y plebeyos, señores y siervos, burgueses y proletarios); por aportar una teoría para la práctica de la
revolución, en la que se explica la necesidad y las formas de sustituir el capitalismo por el socialismo; y por el diseñar
una futura sociedad ideal, el comunismo, en la que abran desaparecido las clases sociales y el Estado.

La filosofía del marxismo es el materialismo. A lo largo de toda la historia moderna de Europa, y en especial en Francia
a fines del siglo XVIII, donde se desarrolló la batalla decisiva contra todo la Escoria medieval, contra el feudalismo en
las instituciones y en las ideas, el materialismo se mostró como la única filosofía consecuente, fiel a todo lo que
enseñan las ciencias naturales, hostil a la superstición, a la mojigata hipocresía, etc. Por eso, los económicos de la
democracia empeñaron todos sus esfuerzos por tratar de "Refutar", minar, difamar el materialismo y salieron en
defensa de las diversas formas del idealismo filosófico, que se reduce siempre, de una u otra forma, a la defensa o al
apoyo de la religión.

Marx profundizó y desarrolló totalmente el materialismo filosófico, e hizo extensivo el conocimiento de la naturaleza
al conocimiento de la sociedad humana proporcionándola sobretodo a la clase obrera, la poderosa arma del saber.

Planteamientos:

 Base de todo desarrollo y su fuerza motriz era la lucha de clases (doctrina).

 Los que abogan por reformas y mejoras se verán siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no
comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de
determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases, sólo hay un medio; encontrar en
la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas que pueden y, por su situación social, deben constituir la fuerza
capaz de barrer lo viejo y crear lo nuevo y educar y organizar a esas fuerzas para la lucha.

A. Karl Marx: (obras)

 Su obra contiene elementos de filosofía, historia, economía, derecho y política. En ella se sostiene que la
historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases, surgidas con la aparición de la propiedad privada.

 El desarrollo del capitalismo prepara la aparición de una nueva etapa histórica, el socialismo, caracterizado por
la abolición de la propiedad privada por la paulatina desaparición de las clases sociales, etapa que culminará
en el comunismo.

A. Friedrich Engels: (obras)

 El trabajo es la condición básica y fundamental de toda la vida humana, hasta el punto de poderse afirmar que
el hombre llega a realizarse el trabajo, haciendo que sus manos crean y construyan medios de vida y para sus
beneficios.

 Con los grandes inventos y descubrimientos, con el progreso en todos sus aspectos y efectos resultantes, el
hombre no se dio cuenta que con ello abrirá nuevas formas de producción y nuevas actitudes que
revolucionarán las condiciones sociales del mundo: la concentración de riquezas en manos de una minoria, la
privación de una propiedad a la inmensa mayoría de la población, el acaparamiento y dominio sobre la
maquina de producción, y la dependencia – salarial de multitudes de personas que vende su ser al amo de la
producción- surge, así el dominio social y político de una burguesía, y el estallido de diferencias de clases entre
burguesía y proletariado.

II. ANTECEDENTES

1.

1. Repercusiones de postguerra

Ni los tratados ni los buenos propósitos que manifestaron los líderes del mundo hicieron olvidar los millones de
muertos que quedaron diseminados en los campos de batalla, ni los heridos y mutilados que regresaron a sus hogares
con la esperanza de rehacer su vida.

En todos los países que intervinieron en la conflagración mundial, e incluso en aquellos que presenciaron desde lejos
la ferocidad de los combates, las consecuencias de postguerra se tradujeron en profundas transformaciones
espirituales, económicas y sociales.

Los cuatro años de guerra, según los datos más optimistas recogidos por los historiadores, dejaron un saldo de por lo
menos 10 millones de muertos y 24 millones de heridos. El investigador José Fernando Aguirre, en su obra "La Gran
Guerra y la Revolución Rusa", consigna que las pérdidas se evalúan en 37 millones 508 mil 686 soldados (entre
muertos y heridos), cifra a la que hay que agregar 12 millones 618 mil civiles. Se calcula que durante la Primera Guerra
Mundial los países en conflicto movilizaron unos 65 millones de soldados.

Otras consecuencias
A las pérdidas de vidas humanas, destrucción de ciudades y de riquezas, deben agregarse los trastornos que se
produjeron en la existencia dela humanidad. Las heridas no sanaron definitivamente ni se llegó a una paz verdadera. El
mundo quedó en un estado permanente de crisis y de inestabilidad.

En el campo político fue donde más se notó estas transformación. La guerra exaltó al desprecio por la vida humana,
desorganizó la familia y las clases sociales, acrecentó la criminalidad, el escepticismo y el goce de vivir, todo lo cual
condujo al desorden moral.

Desorden económico

Los cruentos años de guerra causaron graves crisis económicas y financieras. Los gastos en armamentos provocaron
una enorme inflación que desvalorizó la moneda, favoreció la especulación y el encarecimiento de la vida. La cesantía
y la escasez de alimentos tomaron caracteres catastróficos. Los mayores esfuerzos de los hombres de ciencia se
gastaron en estudios y trabajos destinados a aumentar la eficacia de la aviación y del armamento, así como de las
maquinarias industriales y agrícolas.

Las nuevas técnicas industriales que surgieron al amparo de esta situación, requirieron de inmensos capitales que sólo
estaban en poder de agrupaciones y consorcios poderosos, los imponían sus precios y suprimían la libre competencia.
Los gobiernos, que no podían permanecer indiferentes ante lo que estaba ocurriendo, tuvieron que multiplicar sus
intervenciones en la economía, lo que constituyó la negación del sistema económico liberal hasta entonces dominante
en Europa.

Los enormes ejércitos que se crearon entonces y que habituaron a los hombres a la disciplina, y los modernos y
poderosos medios de propaganda, tendieron a formar una verdadera psicosis de masas. Comenzaron a observarse
otros enfoques políticos. Se aumentó la exaltación de los sentimientos nacionalistas y en los países coloniales no
tardaron las agitaciones contra sus dominadores europeos.

Los vencedores decían haber hecho la guerra para imponer la democracia y la libertad. Pero en muchas naciones el
régimen constitucional fue reemplazado por gobiernos autoritarios: nazismo alemán, fascismo italiano, comunismo
ruso, dictaduras húngaras, yugoslavas, españolas, polaca, turca y otras.

2. Antecedentes externos

1. La era oligárquica

3. Antecedentes internos

Al caer la tarde del 27 de agosto de 1871, los habitantes de Lima pudieron observar un espectáculo inusual: una
multitud de 10,500 personas desfilando por el centro de la ciudad en perfecto orden y en absoluto silencio. Era una
manifestación política pero no eran necesarias las consignas, "su silencio -comenta la historiadora Carmen MacEvoy-
valía por mil palabras". Mostraban así su repudio contra quienes intentaban frustrar la candidatura de Manuel Pardo y
Lavalle, un joven político que se atrevía a desafiar al caudillismo militar. Nacía el Partido Civil: el primer partido político
de la historia nacional. En 50 años de vida independiente ningún civil había ejercido la Presidencia de la República.

Exitoso empresario guanero, propietario de una de las mayores haciendas azucareras del país, Manuel Pardo había
propuesto invertir el importante ingreso del guano en ferrocarriles que -según él- no sólo promoverían el crecimiento
económico, sino la estabilidad necesaria para que un verdadero sistema de partidos pudiera establecerse en el Perú.

Tal objetivo requería que la "gente decente" comprendiera que la política era una tarea civilizadora que le competía. Él
mismo -como presidente de la Beneficencia Pública y luego como Alcalde de Lima- había ganado simpatías en sectores
medios y populares. En tanto que, de otro lado, su mensaje encontraba eco en sectores intelectuales que
propugnaban extender el liberalismo -vigente ya en lo económico- a la esfera política; iniciando, de esa manera, un
proceso de inclusión e integración nacional. Éstos aportarían al proyecto de Pardo un distintivo tono reformista.

A lo largo de la campaña electoral Pardo demostraría su pragmatismo. De un lado, haciendo uso del telégrafo, creaba
una red de vinculaciones que por primera vez sobrepasaba el cerco de los poderes locales terratenientes (los
despóticos «gamonales» de las noveles indigenistas andinas); de otro, sus agentes reclutaban a las huestes armadas
que eran necesarias para ganar una elección en el Perú del XIX. Aún así, en vísperas de su ascenso al poder, sus
enemigos intentaron cerrarle el paso a través de un pronunciamiento militar: el tristemente célebre golpe de los
coroneles Gutiérrez. En un hecho sin precedentes, no obstante, la población de Lima se levantó contra los golpistas
quiénes terminaron colgados de las torres de la Catedral. Nunca quedaría del todo claro hasta qué punto aquella
insólita reacción popular fue una adhesión a Pardo y Lavalle. Lo cierto fue que, con su llegada al poder, en olor de
multitud, el pardismo adquiría la estatura de un proyecto burgués con inéditos rasgos populares.

Diversas circunstancias, sin embargo, conspiraron contra sus planes. El agotamiento del guano generó una severa crisis
financiera que, a su vez, frustró sus planes de gobierno, a cuyo término, insólitamente, los civilistas dieron su apoyo a
un caudillo militar. El asesinato del propio Manuel Pardo en 1878, y el inicio de la guerra con Chile al año siguiente,
hicieron el resto. De ésta, el Perú emergió material y moralmente arruinado. Cerca de dos décadas habría que esperar
para que el civilismo, reconstituido, pudiese aspirar al poder.

La revolución de 1895 fue su oportunidad. Entonces, en alianza con el Partido Demócrata de Nicolás de Piérola y
respaldados por un singular ejército de montoneros, los civilistas derrotaron al Ejército Nacional, cerrando así la etapa
de resurgimiento caudillista iniciada con el fin de la ocupación chilena. El sueño de Pardo parecía concretarse. Durante
el siguiente cuarto de siglo -con una breve interrupción de dos años- varios gobiernos civiles se sucedieron en el
poder, prevaleció la libertad de expresión y surgieron nuevos partidos sin restricción alguna.

Tras un breve dominio del sector pierolista el Partido Civil se convirtió en la fuerza dominante. Sin llegar a imponer un
monopolio completo, no obstante, puesto que, con un Parlamento multipartidario, estaba éste obligado a hacer
alianzas. Tampoco se le podía acusar de ser un partido caudillista o estancado en el pasado: tenía una dirigencia
colectiva y, bajo la influencia del positivismo, una nueva generación de dirigentes introdujo en la visión del partido el
tema de la cuestión social.

Mirada en perspectiva, no obstante, la democracia civilista semejaba a un islote suspendido en el aire cuyos pilares
eran los poderes locales terratenientes que ejercían el verdadero control territorial del país.

2.2.2. La república aristocrática y el desafío radical

Ya en 1883, Manuel González Prada -quien inicialmente había visto con simpatía el proyecto civilista- había
cuestionado la autoridad de las elites políticas capitalinas para hablar a nombre del "verdadero Perú", el cuál, según él,
no lo constituían "las agrupaciones de criollos y extranjeros" afincados en la costa sino "las muchedumbres de indios
diseminadas en la banda oriental de la cordillera". Si bien fracasó en su intento de fundar un partido radical,
adoptando posteriormente ideas anarquistas, sus escritos encontraron audiencia en aquellos que miraban la política
oficial -con creciente resentimiento y desconfianza- desde fuera del islote. Desde esta perspectiva, civilismo era
sinónimo de oligarquía y la república nacida en 1895 era, en el mejor de los casos, una "república aristocrática".

Posteriormente, estos planteamientos se encontraron con las masas en el agitado contexto de la Primera Guerra
Mundial; resultando en una combinación de movimientos sociales y culturales de base rural, provinciana, obrera,
estudiantil, que coadyuvaron a poner en crisis a la "república aristocrática" hacia finales de la segunda década del XX.
Pero su verdadero sepulturero provino de sus propias filas.

Como Manuel Pardo en 1870, Augusto B. Leguía en 1919, intentó salvar al orden exportador con una fuga hacia
adelante. En base a empréstitos de la banca norteamericana, pretendía construir una "Patria Nueva". Terminaría
liderando el primer proyecto de modernización autoritaria del siglo XX. Predicó el fin del gamonalismo y la oligarquía.
Consiguió atraer a sectores de la intelectualidad y de las vanguardias obreras, estudiantiles y campesinas. A los que se
resistieron, les dio a escoger entre la cárcel y el exilio. José Carlos Mariátegui y Víctor Raúl Haya de la Torre estuvieron
entre los que partieron. Volverían para fundar los Partidos Comunista y Aprista respectivamente. Al cabo de tres
reelecciones en once años, en agosto de 1930, Leguía fue derrocado por un levantamiento militar encabezado por Luis
M. Sánchez Cerro, un hasta entonces desconocido teniente coronel.

2.2.3 Luchas y conquistas del anarcosindicalismo en el Perú

Hacia 1870 ya se detectan militantes despotricando contra el Estado y el Capital en el Perú, pero no es hasta 1904 en
que asomarán los primeros grupos decididamente organizados. En ese año se forma la Unión de Panaderos con clara
influencia anarquista, convocándose la primera huelga en el siempre combativo puerto de El Callao. En 1906 aparece
en Lima el periódico Humanidad y ya en 1910 el Centro Racionalista Francisco Ferrer editaría Páginas Libres.

En 1913 se declara la Huelga General dentro de la campaña por las ocho horas iniciada por la Unión de Jornaleros en la
que tendrían destacada participación los anarquistas a través de sus grupos "Luchadores por la Verdad", "Luz y Amor"
y los editores del más significativo periódico libertario peruano: La Protesta. Esta campaña iría consiguiendo sus
objetivos por gremios hasta que en 1919, desbordado por el desarrollo y proporción de la lucha anarcosindicalista, el
gobierno se ve forzado a establecer obligatoriamente la jornada de ocho horas diarias en todo el país.

El siguiente paso sería la creación del Comité Pro-Abaratamiento de las Subsistencias persiguiendo la baja de precios
en productos básicos, transportes e impuestos, dando lugar esta lucha a la aparición de la FORP (Federación Obrera
Regional Peruana) que, de condición anarquista, conseguiría notables éxitos obreros. Destacados luchadores de esa
época serian Delfin Lévano, Carlos Barba y Nicolás Gutarra entre otros. Aunque, sin duda, la figura más relevante y con
mayor influencia en círculos obreros e intelectuales resultaría ser Manuel González Prada, cuya memoria es aún
reivindicada por los activistas actuales. González Prada publicaría entre otros significativos textos: "Páginas Libres" (se
escribe con "J" adrede por el propio Manual González Prada) (1894) y "Horas de Lucha" (1908).

A principios de los veinte aparece una nueva organización orientada por anarquistas: Unión de Trabajadores de
Construcción Civil publicándose El Nivel y El Obrero Constructor.

Pero también son años en que la incesante actividad de los comunistas (José Carlos Mariátegui y de los apristas (APRA)
tanto en las universidades como en los gremios obreros sufrirá la respuesta represiva del gobierno: Se decomisan las
imprentas, se cierran los locales y se acaba con buena parte de la infraestructura de un movimiento en el que los
anarquistas eran mayoría y se asesina a muchos de sus miembros.

La ciudad de Trujillo vivirá todavía un levantamiento auspiciado por jornaleros anarcosindicalistas, de cuyo
protagonismo se adueñaría hasta el día de hoy (increíble) el APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana partido
de corte social demócrata miembro de la tercera internacional socialista) ya conformado como partido.

Víctima de la represión y desvirtuado por los incipientes partidos políticos, el movimiento obrero perdería la fuerza
adquirida fundando algunos de los supervivientes la Federación Anarquista del Perú a través de la cual se mantendría
vivo, aunque ya de forma mucho más minoritaria, el pensamiento libertario, reeditando durante dos años La Protesta
y publicando documentos sobre el anarcosindicalismo en el Perú hasta que desapareciera en los años sesenta.

III. CONTEXTO

3.1 CONTEXTO EXTERNO

3.1.1 REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE, 1917

El 80 % de la población de Rusia en 1917 eran trabajadores del campo y la ciudad. Bajo la consigna de "PAZ, PAN Y
TIERRA" en octubre de 1917 (7 de noviembre según nuestro calendario), el partido bolchevique condujo la revolución
que formó el primer estado socialista. Los primeros decretos apuntaron a la solución de los problemas básicos.

LLAMAMIENTO DE LOS SOVIETS A LOS PUEBLOS Y LOS GOBIERNOS DE TODOS LOS PAÍSES BELIGERANTES PARA
LOGRAR LA PAZ, 1917.

El gobierno obrero y campesino creado por la revolución del 24 y 25 de octubre y que se apoya en los Soviets de
diputados obreros, soldados y campesinos, propone a todos los pueblos beligerantes y a sus gobiernos entablar
negociaciones inmediatas para una paz justa y democrática.

El gobierno considera la paz inmediata, sin anexiones ni contribuciones, como una paz justa y democrática, como la
que ansía la mayoría de los obreros de todos los países beligerantes, agotados, atormentados y martirizados por la
guerra; la paz que los obreros y campesinos rusos han reclamado del modo más categórico y tenaz después del
derrocamiento de la monarquía zarista. (...) De acuerdo con la conciencia jurídica de la democracia en general, y de las
clases trabajadoras en particular, el gobierno entiende por anexión o conquista de territorios ajenos toda
incorporación a un Estado grande o poderoso de una nacionalidad pequeña o débil, sin el deseo ni el consentimiento
libremente expresado por esta última.

Tomado de John REED, Diez días que estremecieron al mundo, Moscú, editorial Progreso, s/f, pp. 145-148.

Las Fases Revolucionarias

Logramos discernir en la última. Fase de la desintegración zarista tres momentos: la revolución burguesa de febrero, el
triunfo de los moderados en julio y la revolución bolchevique de octubre.

La Revolución de Febrero
Sólo cinco días fueron necesarios para derribar al zarismo, dato que nos demuestra las catastróficas incidencias que la
Primera Guerra Mundial tuvo en un país con una situación socioeconómica deplorable. Las manifestaciones masivas
de mujeres con un lema mas allá de la mera reivindicación económica ("Pan, Pan y abajo la autocracia"), los
huelguistas con sus peticiones laborales que no cesan de crecer desde su núcleo inicial en San Petersburgo y las
conspiraciones políticas de pequeños burgueses y estudiantes culminan en el amotinamiento del ejército. Las tropas,
de reciente reclutamiento y sin adoctrinar, fusilan a los oficiales y confraternizan con los obreros.

La situación no podía ser más favorable para que las dos fuerzas sociales de importancia tomaran cartas en el asunto,
constituyéndose el obrerismo en "soviets" y asumiendo la burguesía liberal el poder. Ahora es cuando Kerenski publica
en su periódico "Javestia" el manifiesto por el que insta a todos los ciudadanos a oponerse al zarismo. Las masas,
desesperadas ante la miseria imperante, se lanzan a la calle y al zar no le queda otra salida que abdicar en su hermano
el Gran Duque Miguel, que ante la oposición popular toma la misma resolución que Nicolás II.

Se crea un gobierno provisional presidido por el príncipe Luov y apoyado por Kerenski, pero la fuerza real reside en los
"soviets", que controlan las comunicaciones y se extienden por todo el país. Las medidas aperturistas del gobierno,
convocando una Asamblea Constituyente, concediendo amnistía, derechos a todos y autonomía a las nacionalidades,
aboliendo la pena de muerte y continuando la guerra, no satisfacen las numerosas peticiones populares.

Los obreros, siguiendo el programa de la socialdemocracia, reivindican una jornada de ocho horas, seguridad de
empleo y comités de fábricas.

Los campesinos, más radicales, pretenden que las tierras sean para quienes las trabajan, que se distribuyan las
propiedades abandonadas y guardan un gran rencor por la actuación de la administración de los propietarios.

Los soldados aspiran al final de la guerra, a una pensión para sus esposas y a la indemnización a los mutilados y
heridos.

Por último, los pueblos alógenos solicitan autonomía e instauración del federalismo.

Y precisamente ahora es cuando llega Lenin, acogiéndose a la amnistía. Sus diez tesis aparecen publicadas en "Prada",
proponiendo que los "soviets" asuman todo el poder y rechazando al gobierno provisional. Sin embargo todavía
quedan varios meses para el triunfo definitivo de la Revolución Bolchevique, en los que asistimos a un gobierno de
coalición y a los intentos reformistas de Kerenski.

El Triunfo de los Moderados

El gobierno de coalición presidido por el príncipe Luov intenta poner fin a la dualidad de poderes gobierno "soviets"
dando entrada en el mismo a los socialistas (siete moderados y seis socialistas, con Kerenski como ministro de la
Guerra). Pero Lenin, en un comunicado, se muestra tajante en su lucha contra el gobierno.

Los desórdenes cívicos en fábricas y campos se multiplican, los patrones cierran las fábricas, la prensa acusa a los
bolcheviques y anarquistas de la situación y el gobierno actúa con dureza contra aquéllos, obligando a Lenin a huir y
encarcelando a Kamenev y a Trotski.

En el campo militar, la actuación del ejército no favorece el apaciguamiento de los ánimos en el interior del país
(fracaso de la ofensiva en Galitzia mandada por Kerenski), facilitando las manifestaciones contra la guerra. Por su
parte, las nacionalidades (Polonia, Finlandia, Ucrania) se rebelan contra el poder central. Por todo ello podemos decir,
que el gobierno ni gana la confianza de los conservadores ni logra detener a los bolcheviques.

Kerenski asume la jefatura del gobierno con pretensiones reformadoras, pretendiendo reunir una Asamblea
Constituyente para la construcción de una República Parlamentaria. Sin embargo, la oposición es muy fuerte desde
ambos extremos. La derecha cuenta con el general Kornílov como líder y desea instaurar una dictadura, y, la izquierda,
con Lenin, que logra atravesar la frontera clandestinamente desde Finlandia, y Trotski, como presidente del Soviet de
San Petersburgo, que optan por la insurrección armada.

La Revolución de Octubre

Por estas fechas, la división política de Rusia en tres vías era clara. Kornílov representaba a una derecha tradicional
preocupada por la defensa nacional, Kerenski lideraba a la izquierda moderada partidaria de la revolución política, y
Lenin encabezaba a los que propugnaban la revolución social.
La ruptura de los dos primeros, Kornílov y Kerenski, fue el principio del fin de los intentos moderados. El golpe de
estado de Kornílov fue abortado con la ayuda de todas las fuerzas populares, incluidos los bolcheviques y los social
revolucionarios. A partir de entonces, la derecha tradicional se negará a apoyar al gobierno de Kerenski y Lenin
comprenderá que ha llegado el momento de la insurrección armada.

Los acontecimientos se suceden con rapidez desde la llegada de Lenin a San Petersburgo el 9 de octubre de 1917 hasta
el triunfo definitivo de la Revolución el 25 del mismo mes. Así, el 10 de octubre el Comité Central decide la
insurrección armada, del 11 al 16 Lenin neutraliza las tendencias pacifistas de Kamenev, Zinoviev y Trotski, y crea el
"Comité militar Revolucionario", y el 24 se instala en la sede del Soviet de Petrogrado (Instituto Smolny, antiguo
instituto para muchachas de la nobleza) para dirigir personalmente las operaciones.

La revolución disponía de tres fuerzas de combate principales: los destacamentos de guardias rojos (obreros armados),
que envolvían el centro de la ciudad por el Norte, el Este y el Sur; las unidades revolucionarias de la guarnición de
Petrogrado, que formaban el segundo semicírculo interior; mientras que del Oeste entrarían en la desembocadura del
Neva las unidades de la armada del Báltico (acorazado Aurora apunta al Palacio de Invierno, sede del gobierno).

El triunfo revolucionario es incuestionable en la tarde del 25 de octubre y a Kerenski no le queda otra alternativa que
huir. La toma de poder por el Soviet de Petrogrado y el comité revolucionario fue prácticamente incruento, emitiendo
rápidamente el "Consejo de Comisarios del Pueblo" un manifiesto al país en el que se comunicaba al pueblo la nueva
situación. Sin embargo, no todo fue tan fácil pues, en Moscú, la lucha se prolongó por siete días debido a las
numerosas fuerzas con las que contaba la contrarrevolución en esa ciudad.

Los bolcheviques asumieron todo el poder, excluyendo al resto de las fuerzas políticas que habían participado en la
revolución (mencheviques, socialrevolucionarios...). Lenin, el mismo día del triunfo, estableció una serie de Decretos
para satisfacer las aspiraciones de los soldados, los campesinos, los obreros y los pueblos alógenos. Al mismo tiempo,
se eligió el primer Gobierno con "Comisarios" para afrontar los principales problemas, gobierno en el que estaban
presentes, entre otros, Trotski (Exterior), Stalin (Nacionalidades) y Rykov (Interior).

Este Consejo de Comisarios del Pueblo encabezado por V.I. Lenin, fue elegido por el 2° Congreso de los Soviets de toda
Rusia celebrado en los mismos días de la revolución. La importancia de este Congreso viene marcada por diferentes
motivos, entre los que destacan el que por primera vez en la historia, una organización obrera se hace cargo del poder
en un determinado país, y no de forma efímera, sino eligiendo un Gobierno estable y rompiendo radicalmente con el
modelo de representación de la democracia burguesa. Este histórico Congreso marca también un giro en la revolución
política de los soviets. Los bolcheviques consiguen por vez primera el triunfo de sus tesis, con lo que la clase obrera
decide enfrentarse resueltamente a las tareas de la Revolución Socialista. Y lo hace de forma contundente, tomando el
poder en sus manos de forma efectiva. El primer decreto aprobado es el de la Paz, producto de la tesis leninista de la
Paz sin anexiones. El decreto consiste en un ofrecimiento a todos los gobiernos beligerantes de una paz justa,
equitativa para todos, sin anexiones ni tributos. La tierra a manos del pueblo y sin indemnización alguna para sus
antiguos propietarios constituye el 2° decreto. Se eligió el Comité Ejecutivo Central de los Soviets de toda Rusia, con
funciones legislativas, directivas y de control.

A partir del mencionado Congreso, la revolución se extendió rápidamente por toda Rusia.

3.1.2 CONTEXTO INTERNO (A.B. Leguía)

ASPECTO POLÍTICO

El golpe de Estado del 4 de Julio de 1919 y la iniciación del régimen Legista

Las elecciones realizadas en 1919 no habían sido correctas. La Corte Suprema al hacer la revisión de los escrutinios
había anularon varios miles de votos al señor Leguìa por considerarlos viciados disminuyendo así sus posibilidades de
ser elegido si continuaba este proceder podía llegar al caso de que el Congreso anulase las elecciones y se irrogase la
facultad de elegir al nuevo presidente como había ocurrido en las elecciones de 1912 y en tal caso el señor Leguìa
estaba en desventaja porque el Congreso tenía un mayoría pradista

En la madrugada del 4 de Julio realizaron un golpe de Estado que depuso al Presidente Pardo. Sublevaron a las fuerzas
de gendarmerìa de la Capital, y con la colaboración de numerosos partidarios suyos, y ante la pasividad de las fuerzas
del ejército, asaltaron al Palacio de Gobierno, tomaron preso al Presidente Pardo, lo condujeron al local de la
Penitenciaría, y luego lo deportaron a Europa. El señor Leguìa asumió el gobierno con el carácter de Presidente
Provisorio. El congreso fue disuelto.

El régimen fue bautizado con el nombre de "PATRIA NUEVA" y convoco inmediatamente a la realización de un
plebiscito para incorporar 19 reformas la Constitución de 1860, y a elecciones para formar un nuevo Congreso. El
nuevo Parlamento adoptó el nombre de Asamblea Nacional, se instaló el 24 de setiembre de 1919 y a los pocos días (2
de octubre) eligió al señor Leguìa Presidente Constitucional para un período de cinco años. El 12 de octubre asumió la
Presidencia en medio del júbilo de sus partidarios. La Asamblea Nacional empezó a discutir y aprobar las reformas
constitucionales y el 18 de enero de 1920 fue promulgada la nueva Constitución.

Las reelecciones sucesivas del señor Leguìa y la implantación de la Dictadura.

El señor Leguìa dirigió su política a hacer un gobierno de carácter personal con orientación hacia la dictadura. La
implantación de l nuevo gobierno coincidió con la aparición de otras dictaduras en América. Era el momento de la
decadencia de los gobiernos democráticos que ocurrió al término de la primera guerra mundial.

ASPECTO ECONÓMICO

La política económica de la Dictadura. Reiniciación de la política de los empréstitos durante este período se produjo la
penetración capitalista norteamericana en forma de empréstitos, que crearon en el país una bonanza pasajera, pero
que al final dieron por resultado la crisis económica en la nación, y dejaron una cuantiosa deuda externa. En un
principio aceptado entre los economistas que los empréstitos sólo deben hacerse cuando son destinados a la
realización de grandes obras reproductivas de la nación y entonces, con las ganancias que rindan esas obras, el
empréstito se pueda pagar. El señor Leguìa no siguió este principio.

El período de 1919-1930 el gobierno contrató diez empréstitos principalmente con entidades norteamericanas con el
objeto de hacer frente a los déficit del Presupuesto y realizar obras públicas. Ni siquiera se emplearon esos
empréstitos en aumentar el poderío defensivo de la Nación. De estos empréstitos, los principales fueron los
siguientes:

1922.- Empréstitos por 2’500,000 dólares, para atender diversos servicios del Estado.

1924.- Empréstito llamado de "Saneamiento", por 7’000,000 de dólares con el objeto de realizar diversas obras de
saneamiento en las ciudades de la República.

1925.- Empréstito por 7’500,000 dólares con el objeto de cancelar los déficit presupuéstales de 1922, 1923 y 1924,
intensificar la irrigación de las pampas de Olmos y cubrir otras obligaciones.

1926.- Empréstito por 16’000,000 de dólares con el objeto de pagar ciertas deudas que tenía el Estado con varias
compañías, intensificar algunas obras públicas y formar el Banco Agrícola.

1927-1928.- Empréstito Nacional Peruano, por 100’000,000 de dólares. Se celebró con el objeto de cancelar en parte
la deuda externa, que era ya bastante grande.

Otros aspectos de la política económica del régimen leguista fueron:

a. Creó el Banco Central de Reserva.

b. Se estableció el Estanco del Alcohol, que no dio resultados volviendo al régimen del impuesto.

c. Se crearon los Estancos de los Naipes y de los Fósforos.

d. Aumentaron notablemente los impuestos.

e. Se fundó el Banco Central Hipotecario para ayudar a los pequeños propietarios y el Banco de Crédito Agrícola
para el impulso de la agricultura liquidado después para dar paso en 1931 al actual Banco Agrícola.

En 1927 comenzó una apreciable baja de la moneda y una gran baja en los precios de productos de exportación.

Las obras públicas en el capital y en las provincias.

Con la ayuda de los empréstitos, en su mayor parte, el gobierno del señor Leguìa emprendió la realización de las
siguientes obras:
a. Continuo la modernización de la Capital terminando la construcción de la gran Plaza San Martín, cuyo
monumento fue inaugurado con gran solemnidad con motivo de haberse conmemorado en 1921 el primer
centenario de la Independencia Nacional.

b. Inició la construcción de diversas obras portuarias en el Callao, entre ellas el Terminal Marítimo.

c. Realizó importantes obras de irrigación en la costa convirtiendo pampas estériles en tierras fértiles.

d. Realizó el saneamiento de varias ciudades, entre ellas, Lima y balnearios, Callao, Arequipa, Piura e Ica .

e. Construyo diversas carreteras departamentales con el producto de la llamada Ley de Conscripción Vial, que
obligaba a todos los peruanos de 18 a 60 años a colaborar en la construcción de carreteras.

f. Construyó el ferrocarril de Chimbote a Recuay. Inauguró el ferrocarril de Huancayo a Huancavelica, y terminó


la construcción del ferrocarril del Cusco a Santa Ana.

Surgimiento de los partidos políticos revolucionarios. Víctor Raúl Haya de la Torre y José Carlos Mariàtegui.

Durante la dictadura del señor Leguìa surgieron los dos más grandes políticos de la nueva tendencia revolucionaria
social: Víctor Raúl Haya de la Torre y Jaez Carlos Mariàtegui, fundaron el primer Partido Aprista Peruano y el segundo
del Partido Socialista, que devino en Partido Comunista Peruano después de su fallecimiento.

ASPECTO SOCIAL:

La manifestación a favor de Augusto B. Leguìa a su regreso a Lima en 1919. Arriba: Leguìa dirigiendo la palabra a sus
partidarios desde los balcones del Club de la Unión, en la esquina entre la Plaza de Armas y la calle Bodegones.

EL PARO GENERAL DE MAYO DE 1919.- A comienzos de 1919, bajo la advocación de la crisis en el costo de la vida, se
formó bajo los auspicios de la Federación Textil, el Comité pro abaratamiento de las subsistencias. Este Comité,
dominado por los anarco- sindicalistas, represento la primera expresión de una entidad proletaria en Lima y Calla.

Como los reclamos formulados no fuesen atendidos por el Gobierno y se produjera la prisión de los dirigentes Nicolás
Gutarra y Carlos Barba (a la que siguió la de Alberto Fonken ) se inició en Lima y Callao el 27 de mayo un paro general.
El paro general duró en Lima desde el 27 de mayo hasta el 2 de junio y en el Callao hasta el 5, sin lograr éxito en las
demandas presentadas. Se llegó a formar, a iniciativa de la Municipalidad, que presidía Luis Miró Quesada, una guardia
urbana para que prestara servicios ante las amenazas de perturbación social. Hubo muertos y heridos y saqueos de
mercados y establecimientos comerciales.

APRA:

HAYA DE LA TORRE:

Nació en Trujillo el 22 de febrero de 1895. En la Universidad de Trujillo inició sus estudios superiores, trasladándose
luego a la Universidad Mayor de San Marcos en Lima y secundó en la capital la lucha obrera por la jornada de ocho
horas de trabajo en enero de 1919. Fue Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú en 1919 y 1920. Se
convirtió en el principal líder del estudiantado y la clase obrera en las jornadas del 23 de mayo de 1923. El
estudiantado y el pueblo de Lima expresaron su repudio a la dictadura del señor Leguìa, quien ya estaba en campaña
para reelegirse.

Haya tuvo que vivir oculto porque el gobierno lo buscaba. Por entonces Haya de la Torre había hecho amistad con José
Carlos Mariàtegui. Meses después, al producirse las elecciones para la presidencia de la Federación de Estudiantes,
Haya de la Torre fue apresado el 2 de octubre y después de 7 días de huelga de hambre, el gobierno lo deportó rumbo
a Panamá. Dirigiéndose a México, en donde fue secretario del ilustre intelectual mexicano José Vasconcelos. En
México fundó el 7 de mayo de 1924, el APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana).

PARTIDO SOCIALISTA DEL PERÚ

JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

Nació en la ciudad de Moquegua el 14 de junio de 1894, según afirma el Dr. Guillermo Rouillon. Perteneciente a un
hogar modesto, José Carlos Mariàtegui tuvo que sufrir además una grave enfermedad que terminó por impedirle a
caminar. Mariàtegui fue un gran autodidacta, pues sólo llegó a estudiar educación primaria. No obtuvo nunca ningún
un cartón que le confiriera título o grado alguno. Su mejor título fue el que siempre llevó en el corazón: el de auténtico
maestro del pueblo. Desde muy joven entró a trabajar en el diario "La Prensa", llegando a desempeñar funciones de
corrector, hasta que por su gran capacidad y competencia demostrada en su diario trabajo, se le asignó escribir
artículos que lo hizo utilizando el seudónimo de "Juan Croniquer". Su gran capacidad literaria lo llevó a escribir obras
teatrales, algunas de las cuales fueron expuestas en escena. También escribió poesías. Fundó con algunos amigos la
Revista "Nuestra Época" y el diario "La Razón" diario que fue clausurado al iniciarse el gobierno del señor Leguìa.

(1920-1923) En Europa trató de vincularse con los escritores más notables de todas las tendencias, concurriendo a
varios certámenes intelectuales. Visito Austria, Hungría, Checoslovaquia, Francia; Italia, etc., observando el convulso
mundo de la primera post-guerra, afianzándose en sus ideas socialistas.

ASPECTO POLÍTICO

3.2. Formación del PCP y APRA (Haya)

El gobierno de Leguia irónicamente "Patria nueva", inicia una campaña de persecución y autoritarismo desde 1922 a
1930 para mantener el nexo con los Estados Unidos y ocultar la corrupción que se daba en el interior del gobierno. El
contexto político y social se mostraba desmoralizante. Primero el gobierno presidido por Leguia organizó un Fraude
electoral para la reelección de 1924 y 1929; la prensa se hallaba manipulado, en primera instancia clausuraron la
revista amauta, que era dirigida por Mariategui, se incendio el Diario el Comercio, persiguieron a los líderes de los
nuevos grupos políticos.

Formación del APRA

Haya de la Torre, estuvo confirmado en la ISB San Lorenzo y luego deportado a México, fue en este país donde Haya
fundó el APRA, grupo o frente de clases, en 1924. propone una forma de gobierno corporativo, que negocie con los
Imperialismo, al que le atribuya aportes positivos, en cuanto daba progreso y tecnología. Haya planteo la unión
latinoamericana como solución a la dependencia y a trazo de nuestros países; sugiere un frente de trabajadores
manuales e intelectuales. Haya consideraba que la lucha antiimperialista debe estar dirigida por la clase media por ser
la "más culta y la más explotada". Ellos eran los "intelectuales" desplazados por el imperialismo. Según Haya los
obreros no pueden dirigir esta lucha porque es una clase joven y débil, y los campesinos tampoco por ser muy
"primitivos". Para Haya de la Torre el Perú es un país feudal que debía pasar por una etapa capitalista, antes de
plantearse objetivos socialistas.

Formación del Partido Socialista Peruano

Mariategui luego de su viaje por Europa. Informado del que hacer mundial y encurtido por la doctrina socialista. Más
tarde, ya en el Perú, por su delicado estado de salud fue internado en el Hospital San Bartolo y en Barranco (1928),
fundó el partido socialista donde a través de este propone un gobierno de obrero.

Bases y planteamientos del Partido Socialista Peruano

1° La lucha contra la burguesía yanqui y las burguesas exigen la creación de un partido clasista de obreros y
campesinos.

2° El partido es la vanguardia que orienta y dirige la revolución.

3° Nuestra sociedad tiene un carácter semicolonial (dependiente) y semifeudal (latifundio y servidumbre).

4° La revolución en nuestro país, será en su primera etapa antifeudal y anticolonial; cumplida esta etapa devendrá en
socialista.

5° Mariategui hace un estudio del Perú en base al método dialéctico.

6° Se deslinda de la burguesía peruana, por ser ésta pro imperialista.

7° Deslinda con el APRA por su apogeo a los latinfundistas del norte.

8° Afirma que el problema del indio es el problema de la tierra.

Desarrollo e influencia del marxismo Mariategui


Mariategui cultivo un marxismo abierto, impregnado de voluntarismo y practicismo opuesto al positivismo naturalista
así como todo cientificismo, aunque a la ciencia.

En "Defensa del Marxismo" Mariategui nos dice "El carácter voluntarista del socialismo no es, verdad, menos evidente,
aunque si menos entendido por la crítica que se fundo determinista... cada palabra, cada acto del marxismo tiene un
acorto de fe, de voluntad, de convicción heroica y creadora, cuyo impulso sería absurdo buscar en un mediocre y
pasivo sentimiento determinista".

Mariategui fundo y dirigió la revista "Amauta" congregando un grupo de talentos brillantes y de voluntades mejor
templados para la acción, con los cuales, sin diagnostico ni demagogia, impulso un profundo movimiento espiritual
orientado hacia la transformación de la sociedad peruana.

Virgilio Roel Pineda:

 Dr. En Ciencias Económicas, graduado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

 Profesor principal y presidente del comité de estudios de Maestría en economía de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos.

Libros y publicaciones:

 "El sendero de un pueblo" 1955.

 "Problema de economía peruana" 1959.

 "Planificación Económica" 1963.

 "Elementos de contabilidad social" 1969.

 "Los libertadores" 1971.

 "Teoría económica marxista" 1° Edición 1973.

 "Segunda Edición" 1981.

 "Modelos Económicos" 1975.

 "Socialismo y Educación" 1981.

 "Lecciones preliminares de economía" 1980.

 "Planificación y crisis universitaria" 1974.

En vista que nuestro tema a tratar es sobre Marxismo trataremos de dar un breve enfoque de su obra: Teoría
Económica Marxista.

La teoría Económica Marxista

 El trata en este libro sobre la doctrina de Marx, el dice que puede ser conocida en forma inversamente
proporcional al volumen de sus adherentes y detractores.

En esta obra Marx nos habla de la plusvalía en un análisis que Marx hace sobre el capitalismo llega a la conclusión a la
de explotación de la clase obrera. Para esto se basa en la "teoría del valor de los clásicos". ¿Qué es plusvalía? Tiempo
de trabajo excedente económico conocido como tiempo de trabajo suplementario (lapso en el que se genera la
plusvalía).

 Trata también sobre la crisis del capitalismo.

El primer tipo de crisis agrupa a todas las que se encuentran relacionadas con las tasas decrecientes.

 El segundo tipo de crisis agrupa a todas las que se originan en el exceso de mercancías en relación con la
demanda.

 La teoría de valor trabajo constituye la piedra angular de todo edificio teórico Marxista.
 También trata sobre la teoría de los precios, el capital a interés. La teoría monetaria, la teoría del equilibrio.

3.3. REPRESENTANTES

3.3.1. EMILIO CHOY (Historia - Antropología) (1915-1976)

Profesor de San Marcos, fue un gran investigador, estudioso, realizo grandes trabajos que contribuyeron en dar
grandes avances sobre la cultura e historia del Perú dando grandes planteamientos en su unidad y variedad, origen,
historia y destino, en sus grandes logros y frustraciones, en su continuidad y desarticulaciones.

Todo este repercute en sus obras:

 Antología e historia Tomos: I, II, III.

(Grandes escritos sobre el Perú y su historia reconocidos por investigadores nacionales e internacionales)

 Lenin y Mariátegui

(En el cual alude las ideas socialistas en Mariátegui y compara con los de Lenin).

Tanto quizás como en Mariátegui, el Perú en COI siempre estuvo en su pensamiento y quehacer diario

3.3 REVISTAS Y PERIÓDICOS

3.3.1 AMAUTA

 En 1924 Mariategui funda Amauta

En setiembre de 1996 aparece el 1° Número DE "Amauta" la Revista de Mariategui quien en el editorial Declara
"Amauta" representa un movimiento de renovación que incluye a vanguardistas, socialistas revolucionarios etc, el
trabajo de la revista decía nos solidizará más al mismo tiempo que atraerá a otros buenos elementos alzara a algunos
fluctuantes y desganados que por ahora coquetean con el vanguardismo, pero que apean este les demande un
sacrificio, se apresuraran a dejarlo.

"Amauta" cribara a los hombres de la vanguardia militantes y Simpatizantes, hasta separar la paja del trigo.

Sin embargo debe subrayarse que durante varios años, Mariategui publicó en su revista asumiendo indudable riesgo
con colaboración de Haya y otros desterrados por la dictadura de Leguía.

No puede negarse que por esta época existía algunas coincidencias entre Haya y Mariategui ya que haya al recibir el
primer ejemplar del Amauta envía un entusiasta mensaje que Mariategui publica en cuarto firaje.

 1927: Clausura temporal de "Amauta"

El 1° mes de 1927 la Revista "Amauta" había establecido una importante sección permanente que Mariategui título "El
proceso al gamonalismo-Boletín en defensa indígena" e incluso su "Mensaje al congreso obrero" que fue un Fervoroso
llamado a la unidad proletaria.

 En otros números de Amauta contendrán mensajes de protesta por la acción del imperialismo yanqui en
Nicaragua.

 El número 9 de "Amauta" contenía material no del gusto de la dictadura de Leguía principalmente por los
artículos de Haya de la Torre y Jorge Basadre ambos artículos referidos al imperialismo Yanqui fueron al
parecer los causales para la clausura de la revista de Mariategui que duro aproximadamente 6 meses
Mariategui, Basadre y otros colaboradores estuvieron presos, para la clausura de la revista se da como
explicación que Leguía advierte que la posición de "Amauta" esta contra su administración pro-
norteamericana Leguía invento un complot comunista para cerrar la Revista, Mariategui envió enérgicas cartas
a los diarios de Lima desmintiendo a los planes subversivos que el gobierno le imputaba 6 días después
Mariateguii fue puesto en libertad.

 Con fecha 12 de junio de 1927 y desde Buenos Aires le escribe Seoane a Mariategui en la que "Le recomienda
la fundación de la sección del APRA en el Perú y la Unificación de los simpatizantes en torno a dicho
organismo" esa cata fue publicada en el diario el Comercio comp. Parte de la evidencia del "Complot
comunista" que sirvió para clausurar "Amauta" y reportara los opositores de la Dictadura de Leguia.

 "Amauta" publicó en 1927 un Mensaje de Seoane al "Grupo Resurgimiento" del Cuzco en tono muy
revolucionario; fechado en Buenos Aires en mayo, en el que se Menciona como socios en Lima a Mariategui y
en París, Haya y Vallejo.

3.4. POLÉMICA ENTRE HAYA DE LA TORRE Y J.C. MARIATEGUI

En las postrimerías de los años 20 se vieron intensos debates políticos entre ellos y el más importante el de Haya con
Mariategui.

Haya por medio de la federación de estudiantes (F.E.P.) y las Universidades Nacionales había ligado cierta notoriedad
entre obreros y estudiantes.

Utilizó esta imagen pura el APRA en 1924 como "Frente único antiimperialista". Haya y Mariategui se relacionan por su
posición antileguista pero con distintas tendencias, mientras Mariategui priorizaba la construcción de un proyecto
popular, Haya enfatizaba la lucha a nivel político con miras al poder.

Mariategui criticó la conversión del APRA el partido político, ya que este se remontaba al estilo del "Viejo régimen" en
donde se apostaba todo a la figura de un caudillo que este no respondía a un trabajo con las masas, sino a la obra de
un grupo de conspiradores y que no estaba dispuesto a que la causa de la transformación de la sociedad peruana
aborde en una agitación electoral.

Fundándose en este criterio perfectamente marxista Mariátegui comprendió que la revolución tuene diversas etapas y
que en el Perú tenia que comenzar por la lucha contra las resabios coloniales y contra las fuerzas imperialistas que
obstacularizaran el desarrollo económico y por consecuencia el desarrollo político del país.

En esta etapa de la Revolución democrático – burguesa, Mariátegui atribuyo al proletariado un papel decisivo. Esta es
la raíz de su historia polémica con el líder aprista, haya de la Torre.

Mientras Haya sostenía que la ulva contra el imperialismo tenia que ser obra del partido en que se mezclaran diversas
clases sociales bajo la hegemonía y dirección de la pequeña burguesía y de la burguesía liberal, suprimiendo toda
forma de lucha de clases y liquidando la independencia política del proletariado, Mariátegui sostenía que la lucha
contra el imperialismo por la Emancipación Económica y política del país debería hacerse dentro de una alianza de
clases y partidos, alianza por ese objetivo común e inmediato.

Dejemos que el mismo Mariátegui explique su divergencia por Halla de la Torre sobre la lucha antiimperialista: "La
divergencia Fundamental escribía entre los elementos que en el Perú aceptaron en principio al "APRA" como un plan
de frente único – nunca como un partido ni siquiera como organización en marcha efectiva".

El antiimperialismo resulta elevado así la categoría de un programa de actitud política, de un movimiento si basta así
mismo y que conduce espontáneamente frente a esta concepción fantasiosa Mariátegui sostenía "Somos
Antiimperialistas porque, somos Marxistas, porque somos Revolucionarios porque nos oponemos al Capitalismo y
defendemos al Socialismo que es llamado a sucederlo porque en la lucha contra los imperialistas extranjeros
cumplimos nuestros deberes de solidaridad con las masas europeas".

Solidaridad que dentro del país, debe manifestarse en un amplio frente de unidad nacional.

Mas tarde Haya acusaría a Mariátegui de Europeismo y este se defendería vigorosamente en declaraciones en una
revista "Life".

Haya concibe en México, "El plan México" este parece ser que fue el germen de la discrepancia ideológica será su
ultima colaboración con Amauta.

Después de esperar una comunicación de Haya explicando la transformación del APRA de Alianza en Partido
"Mariátegui escribe la careta de los compañeros de México", donde Mariátegui dice estar contristado profundamente.

Porque como pieza política pertenece a las mas detestable literatura eleccionaria.
Porque acusa de Cementas un movimiento, no hay ahí ni una sola voz de palabra socialista todo es declamación
estrepitosa y hueca de antiguo estilo.

Refiriéndose a la antes citada carta de Mariátegui, haya le responde a Mariátegui un 20 de mayo.

Ud. esta lleno de europeismo que distinto efecto ha producido Europa en Ud. y en mi, Ahora aprecio las diferencias y
veo que tenia razón cuando me reí cordialmente de la oposición a Ud.

Clama Ud. por la palabra socialismo, ni una sola ves se le menciona, pongan en la Realidad y trate de disciplinarse no
con Europa Revolucionaria sino con América Revolucionaria.

Ya se que esta Ud. contra nosotros, no me sorprende pero la Revolución lo haremos nosotros sin mencionar el
socialismo pero repartiendo tierras y luchando contra el imperialismo.

Yo prefiero mil veces que miremos hacia nosotros con exageración a que nos perdonemos en un internacionalismo
simplista y necio o en un europeismo de remedo, vicio de nuestras intelectuales barniz de nuestras mediocridades.
Soy Indo Americanista porque creo en Engels decía Haya porque la Realidad Social no se inventa mas bien se descubre,
no soy de aquellos que buscan el remedio de nuestros males fuera "He vuelto de Europa mas Indo Americano que
nunca para defenderlos del imperialismo cada país debe buscar sus verdaderas valores, reivindicándonos y ofrecer a
las gran tarea histórica de luchar contra el enemigo del Norte ya si afirmar nuestra soberanía": todo esto lo dijo en la
Revista "Sierra" única revista donde Víctor Raúl Haya de la Torre tenia acogida.

Haya recurre al argumento demográfico de adular a los jóvenes serranos, usando el nuevo termino "Serranismo" para
atacar a Mariátegui sin nombrarlo.

La comunicación epistolar directa entre Haya y Mariátegui fue rota debido a los términos ofensivos en la carta de haya
del 20 de mayo de 1928.

Mariátegui creía que los revolucionarios debían hacer lo posible por mantener su unidad por eso decidió mandar una
carta a los compañeros de México el 10 de julio conocida como "La carta colectiva"

Decía lo sgte:

Estamos seguros que ustedes mismos se dan en cuenta de la necesidad de que la acción del APRA en el Perú no se
resuelta por un comité establecido en México, sino amplia y maduramente con principal intervención de los
elementos que actúan en el país.

Decía Mariátegui:

"La definición del carácter y táctica del APRA nos parece de otro lado fundamental para la existencia de una disciplina
orgánica, pensemos que conforme a la idea que nos inspiro y que su propio nombre expresa el "APRA" debe ser, o es
de hecho, alianza, un frente único y no un partido".

Un programa de acción nos suprímelas diferencias, matices de clase y de doctrina y quienes desde nuestra iniciación e
el Movimiento Social e Ideológico, del cual el APRA forma parte nos reclamamos las ideas socialistas tenemos la
obligación de prevenir equívocos y confusiones futuras.

Mariátegui concebía el APRA como un frente único con elementos mas o menos reformistas y Social – Democráticos.

Mariátegui decía que no podemos en virtud del sentido de nuestra corporación entender al Para como partido esto
como si fuera una función orgánica y doctrinariamente Homogénea.

Mariátegui escribió a Ravines:

Los intelectuales nos hemos entregado al socialismo tenemos la obligación de reivindicar el derecho de las clase
obrera a organizarla en un partido autónomo.

Por parte de haya y los amigos de México hay una desviación evidente negarse a admitirlas por motivos puramente
sentimentales, seria no solo indigno de una inteligencia critica, sino hasta de una elemental honradez.

Haya sufre demasiado el dominio del Caudillismo y del personalismo.


Mariátegui decía yo he venido al socialismo por la UNIVERSIDAD POPULAR y no como la camaradería estudiantil con
haya, no tengo porque atenerme a su inspiración providencial de caudillo.

A Mariátegui la única frase oscura que se le conoce en donde afirma que "Todo debate se cubre para los que opinan,
no para los que callan" en clara alusión a Víctor Raúl Haya de la Torre.

En su programa redactado para el partido Mariátegui establecía que su Método Revolucionario de lucha seria el
Marxismo – Leninismo.

En noviembre de 1928 empezó a distribuirse el libro básico de Mariátegui "Los 7 ensayos de interpelación de la
Realidad Peruana" en cuya "advertencia" y en obvia alusión a las acusaciones que le había hecho Haya, el ideólogo
Marxista dirá:

"Toda esta labor no es si una contribución a la critica socialista de los problemas y historia del Perú, no falta quienes
me suponen europeizante ajeno a hechos y a las cuestiones de mi país que mi obra se encargue de justificarme contra
esa barata e interesada conjetura".

Antes de llegar a la polémica de estos dos grandes pensadores de nuestra historia debemos preguntarnos ¿Qué
fueron?.

¿Qué representaron Mariategui y Haya de la Torre en la vida política del Perú?.

Ambos en nuestro concepto con su vida y obra significaron la más genuina tradición social de nuestros pueblos, ambos
fueron antiimperialistas sinceros, y su pluma y acción estuvieron dirigidas, a su manera, a la construcción de un nuevo
orden social que diera justicia y libertad.

En cuento a la polémica que formaron estos pensadores debemos repercutir en una serie de antecedentes los cuales
nos ayudaron en una serie de antecedentes los cuales nos ayudaron a profundizar un poco más en esta desyuntura
ideológica.

 Para empezar ambos pugnaron ideas contra el imperialismo extranjero y el gamonalismo nacional.

 En el mes de setiembre de 1928. se produjeron hechos relacionados con los enfrentamientos entre Haya y
Mariategui.

Haya acusaría a Mariategui de "europeismo" porque defiende al accidente denunciado el empeño conservador de
identificar la civilización occidental con el capitalismo y de reducir la revolución rusa, engendrado por el Marxismo.

Mariategui apoyo al APRA cuando apareció como un movimiento de frente único antiimperialista pero lo combatió
desde el momento en que sus líderes político exclusivista.

Mariategui quería para el partido Aprista que fuese la formación de un partido de clase proletariado que pueda a
pesar la transformación nacional; pero los dirigentes criticaban estas ideas tomándolas de divisiones.

Antes esto Mariategui y su grupo deciden el 16 se setiembre de 1928 constituir la célula inicial del Partido Socialista
del Perú.

Tras esto vinieron una serie de discrepancias como por ejemplo; Mariategui estaba convenciendo que era el mito de la
revolución socialista lo que levantaba el alma de indio. Haya de la Torre en cambio, estubo lejos de la ida del mito
socialista, porque sabía que esto sólo podía ser consecuencia de un espíritu que sólo es capaz de generar una sociedad
industrial.

En 1929. Mariategui cumple desde Lima una interna labor principista de educación política y de organización de las
clases trabajadores peruanas; mientras que Haya desarrolla en Alemania una amplia actividad periodística, oratoria y
política.

En resumen en esta etapa de la revolución democrático-burguesa.

Mientras Haya sostenía que la lucha contra el imperialismo tenia que ser obra de un partido en el que se mezclaron
diversas clases sociales bajo la hegemonía, dirección de la pequeña burguesía y de la burguesía liberal, suprimiendo
política del proletariado, Mariategui sostenía que la lucha centra el imperialismo por la emancipación económica y
política del país debería hacerse dentro de una alianza de partidos y clases, que no suprimiera los antoganistas de
clase, que el proletariado no debería enajenar su independencia política e ideológica.

IV. MARXISMO EN CUBA

4.1 LA ECONOMÍA CUBANA EN LA ETAPA DE AJUSTES ESTRUCTURALES:

Diversos factores sociales, políticos, culturales y económicos coincidieron adversamente a mediados de esta etapa de
la vida económica cubana, produciendo un desajuste estructural que causo la mas grave crisis de su historia.

Algunos de sus factores tuvieron su origen en la etapa anterior, particularmente el estancamiento de la producción
azucarera a partir de 1925; la desaparición de la banca cubana, después de la crisis de 1920; y de la del empresario
nacional como factor determinante de la actividad del país. Para contrarrestar estos elementos adversos e
incrementar el desarrollo interno, el gobierno de Machado promulgo el Arancel de 1927, y se entrascó en un
programa de obras publicas deficitario, que con la esperanza de poder revertir la tendencia, elevo la deuda publica.

Al iniciarse esta etapa, el panorama político cubano resultaba incierto. Machado, que había sido electo 1925,
gobernaba el país alentado por el incondicionalismo de un grupo de políticos que iba acentuado cada vez mas el
carácter caudillista de su mandato.

Lo social, lo cultural y lo económico coincidieron en el estallido revolucionario de ese año, agravado por la razón de su
casi absolutamente vulnerable, e incapaz de superarla en corto tiempo.

La apremiante crisis de la industria azucarera se agudizo por el extremo proteccionismo de las áreas consumidores,
llegando el volumen de producción y el precio del azúcar cubano en 1932 y en 1933, a sus mas bajos niveles, siendo el
valor de las zafras de solo 55.6 y 53.7 millones de pesos, respectivamente.

La política financiera del gobierno intento inyectar y activar el caudal económico por medio de un programa anticíclico
del gasto publico, pero los factores externos tuvieron un mayor peso e hicieron inoperante sus medidas al elevarse los
impuestos y hacer mas gravosos sus efectos, y especialmente el de la deuda publica, mayormente de carácter externo.
El gobierno de Machado agravo aun mas la situación al no suspender, sino hasta muy tarde, el servicio de la deuda
exterior, acumulado deudas intensa por concepto de sueldos y pensiones que estancaron aun mas la actividad
económica, produjeron un desempleo de alarmante magnitud. En el orden social los factores determinantes del
mismo operaron también adversamente. La situación económica de 1929-33 redujo los salarios a niveles de miseria,
incrementándose a un tiempo el desempleo.

Todos los factores que ya hemos señalados constituyen variables adversas que en el ámbito mundial se dejaron sentir
con similares efectos, y que difícilmente podía haber soslayado el gobierno. En el caso de Cuba, no obstante, se
agravaron por factores políticos, culturales y sociales, de los que los primeros fueron la tónica mas destacada. Gerardo
Machado debió abandonar el poder el 1929, después de cumplir un acertado periodo presidencial en que se
adoptaron medidas económicas de tipo nacionalista, beneficiosas al país. El eterno continuismo y caudillismo político,
sin embargo, frustraron los logros y la complicidad de los congresistas y de muchos hombres públicos de entonces, lo
retuvieron en el poder, en que solo logro mantenerse con el apoyo del terror y la violencia.

La audacia de Batista, aupado por la figuras tradicionales, disputo y arrebato la difidencia del movimiento a los
verdaderos dirigentes, que en sus luchas internas colocaron a país al borde de una tercera intervención
norteamericana. Pese a la frustración que implico la realización de la gobernación del país respaldada y sostenida por
la fuerza militar, a partir de 1934 se alcanzaron importantes reformas económicas y sociales, como la Ley de
Coordinación Azucarera y las indiscutibles ventajas obteniendo por la clase obrera.

El cambio adoptado por el gobierno norteamericano desde 1934 con la política del Buen Vecino, de Franklin Delano
Roosevet, y la firma del Tratado de Reciprocidad con los Estados Unidos en ese año, que rebajo los derechos
arancelarios al azúcar crudo Cubano en Estados Unidos, así como el establecimiento de cuotas permitieron, una
recuperación parcial de la economía del país, reflejo del incremento de los precios del azúcar, especialmente en el
mercado norteamericano..

La celebración de la Convención Constituyente y la promulgación de la Carta Magna el primero de julio de 1940,


dieron fin al proceso revolucionarios y de reformas que caracterizaron esta etapa. Con la reformas introducidas por la
Revolución de 1933 se había facilitado al país la posesión de los instrumentos requeridos para lograr un mas alto grado
de cohesión social, indispensable para facilitar el despegue de la economía social hacia etapas superiores de
desarrollo. La propia paralización del crecimiento azucarero obligo a buscar otras posibilidades de expansionar la
producción, y por ende, de diversificar la económica nacional, requisito también necesario para lograr la entrada en la
etapa de desarrollo auto-acumulativo, a cuyo objetivo habría de colaborar en forma aparentemente decisiva, la propia
Guerra, como tendremos oportunidad de observar en los capítulos siguientes.

Pero faltaba consolidar otras pre-condiciones básicas. Faltaba que un grupo de hombres honestos y capacitados,
tomasen las riendas de la nación con el propósito de brindar un impulso definitivo al progreso de Cuba. Faltaba que
principios morales sólidos rigiesen integralmente la vida nacional; que todos los sectores se posesiona bién después –
ausente de la administración pública, de la clase empresarial, de la obrera, de los círculos culturales y educativos. Que
en suma, el ideal de progreso económico –no divorciado, sino antes bien unido firmemente a los de justicia,
democracia y libertad- fuese divisa común que uniese a todos los cubanos.

4.2 LOS PARTIDOS REFORMISTAS:

El movimiento del 26 de Julio, que encabezado, por Fidel Castro lo llevó al poder en Cuba el 1° de junio de 1959,
apareció a los ojos de muchos observadores como solo uno más de los grupos reformistas revolucionarios locales que
se han desarrollado en toda la América Latina a partir del principio del siglo. Sin embargo, una vez que Castro llegó al
poder en Cuba, alineó a su país con las naciones comunistas del mundo y estableció el tipo de administración
restrictiva que ha llegado a identificarse con esas naciones, y abandonó los conceptos de nacionalismo y de acción
democrática que son las características básicas de todos los movimientos reformistas con los que originalmente tuvo
semejanza.

Estos movimientos políticos del siglo XX, cuyos primeros brotes ocurrieron en Uruguay y en México, han sido
denominados diversamente: de tipo Aprista, reformistas locales, y en años más recientes, democrático revolucionarios
o partidos populares. Cada uno de ellos, a su propia manera, ha tratado de encontrar un programa político que se
adapte a su país en particular. Todos estos partidos reformistas, además, han sido dirigidos por intelectuales de la
clase media, pero a la vez han sido partidos multiclasistas al atraer a todo grupo que busca un cambio en sus
respectivas sociedades. Tal como lo escribió Humberto Mariategui, secretario latinoamericano de la Internacional
Socialista: el movimiento socialista en la América Latina fue el primero en sostener la separación entre la iglesia y el
estado, la autonomía del municipio, la educación pública gratuita y la reforma universitaria, la reforma agraria, y un
sistema impositivo encaminado a combatir el latifundio, los socialistas "destacaron la importancia de la acción como
principal promotora de un rápido desarrollo social y económico de los países latinoamericanos.

Su similitud de enfoque, según el punto de vista de Robert Alexander, es el resultado de "el hecho de que en sus
respectivos países los partidos han tenido que enfrentarse a problemas de la misma índole y la experiencia les ha
enseñado lo que ellos consideran que es el enfoque correcto de esos problemas".

El programa de estos partidos está basado en el nacionalismo, en el interamericanismo, la democracia política,


planificación integral, industrialización, socialización de la industria, reforma agraria, legislación para el bienestar social
y educación pública gratuita. Como consecuencia del desarrollo tardío en la América Latina de una clase media
siquiera incipiente y de un proletariado industrial, el impacto cabal de la revolución social europea ha llegado
lentamente a las naciones latinoamericanas. No fue sino a principios del siglo cuando surgió el primero de estos
movimientos locales reformistas el Uruguay. A diferencia de la mayoría de los movimientos reformistas que vinieron
después, el primer partido popular tuvo su origen en una facción casi tan antigua como el país mismo, los Colorados.
Incitado por José Batlle y Ordóñez.

El problema de amalgamar la cultura europea con la indígena; se presentó por primera vez en la revolución mexicana,
que se inició como un movimiento puramente político para derrocar al régimen de Porfirio Díaz, se convirtió en un
proceso destinado a acarrear un cambio social fundamental en México.

Poco después de que surgió la revolución en México, empezó a tomar forma el movimiento en el Perú, el cual habría
de tener posteriormente tanta influencia sobre otros muchos de los movimientos reformistas de la América Latina.
Aunque no fue sino hasta 1924 cuando adoptó el nombre de Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). Víctor
Haya de la Torre proclamó un programa de cinco puntos que demandaban:

1. Acción contra el "imperialismo yanqui".


2. Unidad política de la América Latina.

3. Nacionalización de la tierra y de la industria.

4. Internacionalización del Canal de Panamá y

5. Solidaridad con todos los pueblos y las clases oprimidas.

Tres años después de la formación del Partido Aprista Peruano, fue organizado en Cuba otro movimiento reformista
local el Partido Revolucionario Cubano (PRC). El PRC desarrolló un programa que era similar al de los apristas en
cuanto a su enfoque de los problemas sociales, económicos y políticos, pero con un pensamiento nacionalista y su
doctrina del antiimperialismo se derivaba de una antipatía profundamente emocional hacia el dominio ejercido por los
Estados Unidos sobre la vida cubana. Como resultado de las luchas interiores del partido, el PRC se dividió en 1946 en
dos facciones y el grupo disidente adoptó la denominación de Partido del Pueblo Cubano (PPC). Los que se quedaron
en el PRC fueron conocidos como los Auténticos mientras que los de la facción que se separó se proclamaron como
Ortodoxos. Después del golpe de estado de Batista, en 1952. Fidel Castro organizó el Movimiento del 26 de Julio como
una "fuerza combativa". Casto puede considerarse, en su fase inicial, como descendiente en línea recta del de los
Auténticos y a través de este, de la totalidad de los movimientos reformistas locales de la América Latina. Ciertamente
el programa que proclamó el Movimiento del 26 de Julio se acomodaba al criterio de la revolución social democrática
ya anticipada por los partidos populares. Sin embargo, una vez que Castro tomó el poder en Cuba, se alió a la causa y a
los países del comunismo internacional.

4.3 SITUACIÓN DE CUBA:

Una inclinación a la violencia está unidad íntimamente a la historia de Cuba. El ejemplo inicial es la conquista española
con su aniquilación rápida y casi total de la población aborigen. La importación de un crecido número de negros que
siguió al exterminio de los indios, dio nuevos ímpetus a una sociedad fundada en la violencia.

Cuba está situada en el centro preciso de la disputa de las potencias europeas por las posesiones del Caribe, y esto dio
como resultado invasiones por parte de Inglaterra, incursiones de los bucaneros y un contrabando en gran escala,
tanto de humanos como de artículos de consumo, que imprimió a la isla un sello adicional de ilegalidad y de crimen. La
situación geográfica y el sistema español de administración colonial, predestinó a sus habitantes hacia una lucha
contra España más feroz y más prolongada. La presencia en al mismo tiempo, la situación de Cuba, precisamente
frente a la costa de los Estados Unidos, propició entre los cubanos orientaciones antípodas. Mientras que la presencia
del Consejo mantenía la firmeza de los lazos entre cuba y España el señuelo de los mercados norteamericanos para el
desarrollo rápido de una economía azucarera, significaba un fuerte contrapeso. Los españoles dominaban la tierra y el
comercio y el poder. Así que como consecuencia de las revueltas en sus demás colonias americanas. España se afianzó
aún más fuertemente sobre Cuba y con esto se recrudecieron los resentimientos que ya existían entre los cubanos
nativos.

La pérdida de la mayor parte de su imperio americano hizo que España dependiera aún más de Cuba para obtener
impuestos y su desarrollo económico estaba siendo obstaculizado gravemente por las limitaciones mercantiles que le
imponía España. La incompatibilidad creciente entre los intereses de la Corona y los de Cuba, trajo como consecuencia
una insurrección en 1868 y durante diez años la isla se debatió en la agonía de una guerra. Apenas se iniciaron unas
cuantas de las reformas prometidas se impusieron mayores restricciones al comercio con los Estados Unidos, en una
época en que la economía de Cuba había llegado a depender muy importantemente de los mercados
norteamericanos. Por lo tanto, estalló de nuevo la rebelión en 1895. Cuando la prolongada lucha por la independencia
culminó con la intervención norteamericana a favor de los cubanos en 1898. Aunque la revolución liberó a Cuba de los
vicios de la administración colonial española, no pudo borrar por completo sus efectos. Bajo el régimen español se
había establecido un sistema feudal, lo cual contribuyó a los terratenientes la especulación y el monopolio, sistema
que llegó a generalizarse con el auge de la moderna industria azucarera en la isla.

En poco tiempo Cuba desarrolló rápidamente una economía de monocultivo, regida por las alzas y bajas que
sobrevenían según las fluctuaciones del mercado azucarero mundial. Esto trabajo como resultado una considerable
movilidad de cambios en las jerarquías sociales; algunos ricos, pobres y algunos pobres llegaban a ricos, pero de todos
modos las masas eran fácilmente empujadas aún más abajo en la escala económica.
Al cumplir Cuba medio siglo de independencia, el azúcar significaba el 74 por ciento del valor total de sus
exportaciones, mientras que empezaban a aparecer algunas señales de estancamiento y en algunos casos aun de
depresión, en las condiciones económicas y sociales de la isla.

La usurpación creciente de la tierra para dedicarla al cultivo de la caña de azúcar, contribuía también a la tendencia
hacia la urbanización. Según el censo de 1953 la extensión urbana de la isla alcanzaba el 65.3 por ciento. Aunque las
condiciones de vida urbanas que prevalecían fuera de la provincia de La Habana no podían clasificarse como buenas en
1953.

A pesar de los extremos de opulencia y de pobreza que existían en Cuba, un grupo de habitantes de ingresos medios
había estado ganando terreno firmemente en las zonas urbanas, en los decenios de 1940 y de 1950. Aunque era
decididamente más pequeño que el de los países altamente industrializados, estaba entre los más altos de la América
Latina y fue calificado en el informe del Departamento de Comercio como "una porción desusadamente influyente de
la población total".

Los acontecimientos políticos de Cuba a partir de la independencia había sido tan calamitosos como la economía.
Aunque la restricción ruda de la libertad personal solamente ocurrió en dos ocasiones antes del régimen de Castro. El
acceso a los puestos políticos en Cuba significaba la oportunidad para el logro de la prosperidad personal.

Aunque Cuba gozaba de una independencia nominal desde 1902, en realidad no fue políticamente independiente sino
hasta que la Enmienda Platt a la Constitución Cubana, que daba a los Estados Unidos el derecho de intervenir en los
asuntos extranjeros y domésticos de Cuba, fue abrogada en 1934. En tanto que la industria de la azúcar determinaba
el estado de la economía nacional, los programas políticos de Cuba estaban a merced de las decisiones que se
tomaban en Washington.

4.4. FIDEL CASTRO:

Nació Fidel Alejandro Castro Ruiz, el 13 de agosto de 1927, en "Manacas", la hacienda de sus padres, cerca de la
población de Mayaría sobre la costa norte de la Provincia de Oriente. Aunque la familia Castro no era inmensamente
rica, el padre de Fidel, Ángel Castro y Argiz inmigrante español de la región de Galicia, había acumulado una fortuna
considerable con la explotación de la caña de azúcar y de la madera de construcción de su hacienda.

Poco después del nacimiento de Fidel, el Presidente Machado obtuvo de un congreso complaciente la enmienda
constitucional que prolongaba a seis años el período presidencial y quitaba el impedimento para una reelección
inmediata. Al año siguiente, en 1928, una asamblea constitucional aprobó la enmienda estableciendo así las bases
para que Machado se convirtiera en el primer tirano efectivo de la Cuba republicana. La oposición a Machado pronto
recurrió a la violencia en un intento para derrocarlo, y el descontento de la población civil fue más o menos continuo
hasta que terminó de la población civil fue más o menos continuo hasta que terminó por arrojarlo del poder en 1933.
Entre los insurrectos que contribuyeron a la caída del régimen de Machado, estaba el Sargento Fulgencio Batista, que
a su vez fue obligado por el ejército rebelde de Fidel Castro a que dejara el puesto veintiséis años más tarde.

Mientras asistía a la Universidad Fidel se convirtió en uno de los más fuertes partidarios de Eduardo Chivas, dirigente
del Partido del Pueblo Cubano (PPC) o sea la Ortodoxia. Al morir Chivas, la dirección del PPC recayó en el Dr. Roberto
Agramonte, uno de los profesores de Fidel en la Universidad. Fidel era el candidato Ortodoxo para representar en la
Cámara de Diputados a uno de los distritos de La Habana, en una planilla encabezada por el Dr. Agramonte. La
campaña fue detenida abruptamente el 10 de marzo de 1952, cuando el ex presidente Batista se apoderó del gobierno
mediante un golpe de estado casi incruento. Es del consenso general que Batista, que había entrado a la campaña
presidencial bajo los auspicios de su Partido Unificado de Acción Progresista, recientemente formado. Cinco días
después del golpe de estado. Fidel escribió una carta a Batista previniéndole que su actuación acarrearía a Cuba el
peculado, la corrupción, las torturas y la muerte y que la reacción del pueblo podría conducirlo finalmente a la caída.

Fidel emprendió la oposición clandestina hacia Batista. Su primera acción fue publicar con la ayuda de Abel
Santamaría, un periódico mimeográfico clandestino llamado El Acusador. El primer número, que contenía editoriales
escritos por Fidel que aparecían firmados por "Alejandro", fue distribuido entre los dolientes que se habían reunidos
en un cementerio de La Habana para conmemorar el primer aniversario de la muerte de Eduardo Chivas.

Cuando llegó al convencimiento de que Batista no tenía intenciones de tolerar sus actividades políticas contrarias al
régimen abandonó Cuba para ir a México a preparar una invasión. En México ya había una cantidad de refugiados
políticos cubanos, entre ellos Raúl Castro. Fidel empezó a reclutar un ejército compuesto por refugiados, entre los
cuales estaban algunos veteranos del ataque a Moncada. Uno de los miembros del grupo no era cubano, sino
argentino, el doctor Ernesto Guevara de la Serna, quien habría de desempeñar un papel importante en delinear la
política del gobierno cubano después de que Batista fue derrocado. El 24 de Noviembre de 1956, ochenta y dos
hombres encabezados por Castro salieron de México. Fidel rehizo el ejército rebelde que dos años más tarde habría de
marchar triunfalmente sobre La Habana.

Ante este despliegue de fuerzas, las tropas del Directorio Revolucionario pronto capitularon y entregaron sus armas,
dejando así a Castro y a sus tropas como único gobierno de Cuba.

4.5 UN ESTUDIO SOBRE CUBA:

4.5.1 LA ECONOMÍA CUBANA EN EL RÉGIMEN CASTRISTA:

Al abandonar el país Batista, y los principales personeros de su gobierno, el primero de enero de 1959, fácil le fue a
Fidel Castro tomar el poder valiéndose de la aureola de héroe nacional e internacional en que lo había convertido la
habilísima publicidad que, disimuladamente, habían hecho las fuerzas del comunismo internacional, destacando su
estancia en la Sierra Maestra, sin dar participación en él a los sectores cívicos y políticos que, convertidos en sectores
revolucionarios, habían llevado gran parte del peso de la lucha contra el gobierno de Batista.

En la lucha contra Batista no hubo consignas de tipo social, y los líderes de los grupos revolucionarios pertenecían a la
clase media en su mayor parte. Fue después del primero de enero de 1959 que se inyectó contenido social,
principalmente, con medidas como la Reforma Agraria, con cuyo fundamento estaban de acuerdo los cubanos, aunque
no en la forma en que se llevó a cabo por el gobierno de Castro. Los cubanos habían llegado al convencimiento de que
podían corregir las injusticias sociales, el desequilibrio económico a través de la vía evolutiva, complementando la
Constitución.

Castro, que sabía estas cosas, planteó la discriminación racial, social, política y religiosa, con idea de cultivar todas las
disensiones posibles, dividiendo las organizaciones sociales, inclusive la familia, como paso previo a la colectivización
que se proponía, aunque no anunció estos propósitos hasta menos más tarde.

En los primeros meses de su gobierno, Castro prometió realizar una reforma agraria que promoviese la efectiva
explotación de recursos naturales y que elevase el nivel de vida del campesinado, al tiempo que lo convertía en
propietario de la tierra en que trabajaba; acelerar el desarrollo industrial; eliminar el desempleo; aumentar la
retribución percibida por los obreros; proteger las empresas cubanas; aceptar la colaboración extranjera occidental en
el proceso de acelerar el desarrollo económico; mejorar la situación de las reservas monetarias; promover el consumo
de productos nacionales; afianzar la independencia y soberanía patrias en todos los terrenos, y particularmente, en el
económico. Prometió también eliminar el peculado; reestructurar técnicamente la administración pública; eliminar el
analfabetismo; y realizar, en suma, la transformación integral del país, elevando el nivel de bienestar de todo el
pueblo.

Se notaban algunas exclusiones, Castro en ningún momento otorgó importancia a los instrumentos fiscales que
utilizan los estados democráticos modernos para promover la justicia social. En lo político, sus ideas sobre el futuro
inmediato de las instituciones democráticas eran expuestas en forma bastante confusa y Castro se consolidó en el
poder para implantar posteriormente, el sistema colectivista.

Durante los primeros meses del año 1959, prevaleció la confusión hasta la destitución del Presidente Urrutia. Castro
desnaturalizó el proceso revolucionario que derrocó el régimen de gobierno anterior, entronizando el caos y
destruyendo las instituciones cubanas y negando las tradiciones, para entregarse servilmente a copiar los modos y
estilos de la política comunista. Los fusilamientos, los encarcelamientos y las persecuciones de los hombres que creían
en la democracia, las confiscaciones injustas y arbitrarias y los demás procedimientos que lo convirtieron en señor de
vidas y haciendas, implantaron el terror que fue causa del abandono del país por cientos de miles de cubanos.

Hasta 1958 había sido tradicional la devoción cubana a la democracia y su apoyo decidido a los Estados Unidos, tanto
en 1917 como en 1941, en sus luchas contra el militarismo alemán y el nazismo.

En su posición económica tras innumerables tanteos, al terminar el año 1958, Cuba tenía una deuda exterior mínima,
una interior fácilmente asimilable, su industrialización había prendido como quehacer factible y propio de los
inversionistas nacionales, su moneda estaba dentro de la categoría de los países de moneda "dura" y su ingreso per-
capita era uno de los más altos de América Latina. Cuba estaba en el "despegue" y sabía a donde iba en sus
proyecciones a largo plazo.

Su comercio, que dependió casi enteramente hasta 1947, de sus relaciones con los Estados Unidos, se fue
incorporando y abriendo paso hacia otras metas y países. Su producción de artículos alimenticios estaba aumentando
para corregir su dependencia del exterior en muchos productos. La balanza de comercio, que era negativa con muchos
países, era compensada por exportaciones sustancialmente favorables a otras áreas.

Ya en 1957 y 1958, Cuba era el mayor exportador de productos agrícolas en América Latina, sobre una base per-capita,
y el segundo importador. La producción local de alimentos y las importaciones colocaban al pueblo cubano entre lo
mejor alimentados de América. La economía cubana estaba aún íntimamente ligada al azúcar y ésta a su comercio de
exportación, por lo que el país se veía afectado por los altibajos de los precios del azúcar en el mercado mundial. El
tabaco sin manufacturar era el segundo producto agrícola de exportación constituyendo el seis por ciento del valor
total de las exportaciones cubanas.

Las exportaciones de otros productos, como el café y ciertas frutas y vegetales, frescos o en conservas, estaban
incrementándose. Las exportaciones de minerales eran ya de importancia considerable y se comenzaban a desarrollar
las de algunos productos industriales. En 1958, los Estados Unidos compraron las dos terceras partes de las
exportaciones agrícolas cubanas. Los Estados Unidos abastecían la mayor parte de las importaciones cubanas. La
decisión del gobierno de Castro y el fortalecimiento del intercambio con el bloque soviético privaron a Cuba de esos
abastecimientos.

A partir de enero de 1959, se inició una estudiada campaña contra las tradiciones democráticas por las que tanto
había luchado el pueblo cubano. Ya en 1960, llegó la definición pública de la política gubernamental iniciada con la
firma del Tratado Comercial con la U.R.S.S. Las exportaciones agrícolas norteamericanas a Cuba declinaron
rápidamente. Antes de 1958, habían promediado $140 millones anuales, llegando tan sólo a $9.8 millones en 1961.
Esta disminución reflejó el abrupto cambio de las fuentes de abastecimiento hacia los países comunistas y el embargo
parcial decretado por los Estados Unidos sobre las exportaciones a Cuba. Cuba comenzó a firmar numerosos tratados
con los países del bloque soviético. El bloque soviético ha dotado a Cuba de un arsenal de tanques, aviones, lanchas
torpederas, municiones y material de guerra, pero ha ido disminuyendo su entrega de alimentos.

Cuba depende ahora, enteramente, para su abastecimiento, del bloque comunista. En los primeros meses de 1961, la
U.R.S.S. la abasteció de trigo, de harina de soya, carne de res y de puerco en latas, alimentos para animales, algodón
en rama, leche condensada y casi la mitad de sus importaciones de harina de trigo. Cuba aún comercia, aunque en
menor escala con algunos países del mercado libre. El cierre del mercado norteamericano y el hecho de tener Cuba un
intercambio mayoritario con el bloque comunista que es su mayor parte –80 por ciento- a base de trueques y
permutas a precios desventajosos, hace que Cuba no pueda captar suficientes divisas para comprar fuera del área
comunista los productos que no produce y que no existen dentro del bloque.

En lo social, al cubano se le ha impuesto un régimen contrario a sus tradiciones, a su fe religiosa, a su amor por la
libertad. Los de hechos fundamentales del hombre y del ciudadano –avalados por largos años de lucha y sacrificio- han
sido anulados por el régimen más despótico que haya conocido América. La Prensa ha sido convertida en vocero
sumiso de las directrices gubernamentales y el obrero en siervo.

En lo político el régimen marxista – leninista ha suprimido la Constitución, ha subvertido las instituciones, ha


ridiculizado las elecciones como medio de expresión, ha impuesto el Partido Comunista –más no minoritario en Cuba-
como partido único; ha devenido en un gobierno unipersonal que elige, purga, decide y manda, con derecho de vida y
haciendo, sobre hombres y propiedad. Un régimen político asentado en el terror que recurre al paredón de
fusilamiento como medio de combatir el pensamiento humano.

La regresión en lo económico es tan evidente, que ni la propaganda, controlada y dirigida, puede negar la actual
realidad económica de Cuba. Las promesas de industrialización no han sido cumplidas y el desconocimiento, la
improvisación y la marcha a contrapelo de los factores geopolíticos, han tenido su consecuencia lógica.

V. CONCLUSIONES

1. El APRA debe ser oficial y categóricamente definida como una alianza y frente único y no como un partido.
2. Los elementos de izquierda en el Perú concurren en su formación, constituyen de hecho y organizaron
formalmente un grupo o partido socialista.

3. Es evidente que estas conclusiones no nos permiten prestar nuestra cooperación a la creación del partido
Nacionalista que las comunicaciones de muchos compañeros y aun de la célula oficialmente anuncien como
una decisión del grupo de México.

4. Según Martínez de la Torre quien fue colaborador de Mariátegui para el "Carta Colectiva" que se envió a las
otras células del APRA ejerció una gran influencia pues permitió la definición de los elementos dentro del
APRA no estaban de acuerdo con la orientación expresa de Haya.

5. El plan México que consagra el monopolio Revolucionario y político de Haya y su partido en el Perú y su
énfasis en la lucha de clases pone a sus autores mucho mas cerca de Mariátegui.

6. Creemos que luego de varios años de propaganda y organización aprista es conveniente examinar los
resultados, con la no absoluta serenidad de espíritu y atendiendo como fin principal a la necesidad de seguir
trabajando por una revolución de carácter socialista en el Perú y lo que servirá de base para la extensión
continental de un movimiento revolucionario.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos16/marxismo-en-peru/marxismo-en-peru.shtml#ixzz507iYe4hN

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