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Revista de Regulación en
Infraestructura de Transporte
Número 6 - Año 2011
ARTÍCULOS
Revista de Regulación en
Infraestructura de Transporte
Revista de Regulación en
Infraestructura de Transporte
Editores
Consejo Editorial
Autoridades
José Luis Bonifaz, Profesor – Investigador, Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico,
Perú
Presidente del Consejo Directivo
Alfredo Bullard, Socio de Bullard – Falla - Ezcurra Abogados, Perú
José Luis Guasch, Senior Regional Advisor on Regulation & Competition Finance, Private Sector Juan Carlos Zevallos Ugarte
and Infrastructure, Banco Mundial
Miembros del Consejo Directivo
Mark Kennet, Consultor Internacional, Estados Unidos de América
Jesús Tamayo Pacheco
Ricardo Paredes, Profesor Titular Asociado, Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas, César Sánchez Modena
Universidad Católica, Chile Juan Carlos Paz Cárdenas
Iván Rivera, Profesor Principal, Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Economía,
Pontificia Universidad Católica del Perú
Martín Rossi, Profesor Adjunto, Departamento de Economía, Universidad de San Andrés, Equipo Gerencial 2011
Argentina
Gerencia General, Carlos Aguilar Meza
Eduardo Saavedra, Director del Master of Arts in Economics, ILADES/Georgetown University, Gerencia de Administración y Finanzas, Iván Vega Loncharich
Chile/Estados Unidos Gerencia de Regulación, Fernando Momiy Hada
Gerencia de Supervisión, Luigi D´Alfonso Crovetto
Roberto Urrunaga, Profesor – Investigador, Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico,
Gerencia de Asesoría Legal, Roberto Vélez Salinas
Perú
Órgano de Control Institucional
Las ideas, afirmaciones y opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva responsabilidad
y no representan necesariamente las opiniones del OSITRAN. Jefe del Órgano de Control Institucional, Manuel Fernando León Flores
PRESENTACIÓN
FOREWORD
ARTÍCULOS
In the second article, David Salisbury, Anthony Bell, Renée Coles and
Angelina Yannuccelli, officials from the Australian Competition and
Consumer Commission, discuss the regulatory status of airports in
Australia. The document indicates under the current regulatory regime
there are no price controls at Australian airports, but the regime is being
revised. In this context, the authors evaluate the effectiveness and
efficiency of the current regulatory regime in order to determine if the
major Australian airports are using their power of market dominance,
and whether the current regime monitoring the quality of airport
services requires reform.
Third, Verónica Martínez, Marketing Manager of Ikons ATN, presented
a paper on measuring the satisfaction of the quality of service roads in
Chile. According to the author, concession contracts for public–private
partnerships also regulate the quality of services to be provided by the
concessionaire by setting service levels. In this case, the performance
of the contract is through direct supervision or inspection of works.
However, this situation does not consider complaints or what the user
faces every day when driving on a highway. For this reason, the author
proposes to incorporate a study of user satisfaction. This would lead to
a global view of supply and demand, which would improve the decision
making process in public administration.
Resumen
Los primeros que tendrían que observar los beneficios derivados de los servicios
de infraestructura de uso público son los usuarios de la infraestructura, fundamen-
talmente, los usuarios finales. Sin embargo, no es difícil apreciar que este grupo
no está bien informado respecto de sus derechos y de los mecanismos existentes
que permitan ejercer su defensa cuando consideren que estos son vulnerados. El
presente artículo manifiesta la importancia de difundir los derechos de los usuarios
de este sector regulado y resalta algunos casos reales en los que OSITRAN ha
podido satisfacer sus legítimas expectativas. Además, expresa los fundamentos por
las que el Tribunal de Solución de Controversias del Regulador es competente
para dictar medidas correctivas a las entidades prestadoras.
I. Introducción
1
Este artículo es el resultado de la investigación realizada durante el año académico 2010 con el auspicio del
Instituto de Investigación Científica de la Universidad de Lima. El autor deja constancia que las opiniones
contenidas en el presente artículo se expresan a título exclusivamente académico y no comprometen ni
adelantan opinión del Tribunal de Solución de Controversias del OSITRAN o de las entidades para las
cuales presta servicios profesionales y/o académicos.
2
Presidente del Tribunal de Solución Controversias del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestruc-
tura de Transporte de Uso Público (OSITRAN). Profesor de Derecho Civil en las Facultades de Derecho de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad de
Lima y Universidad del Pacífico.
3
Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual.
17
Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
Ello puede ser una herramienta útil para los operadores jurídicos: así, dentro de
los abogados, a efectos de identificar el órgano competente en materia de daños
al consumidor de los servicios de infraestructura de transporte; en el caso de
los integrantes de los órganos de decisión, con la finalidad que sepan cuál es el
ámbito de su competencia y a efectos académicos, para que tanto profesores como
alumnos tomen conciencia de este problema y tengan herramientas interpretativas
para enfrentarlo.
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
Las instancias competentes para resolver los reclamos presentados por los usuarios
por reclamos entre las entidades prestadoras y los usuarios son, de acuerdo al art. 475 :
4
El texto del artículo completo es el siguiente:
“7.1.- Las principales funciones de OSITRAN son las siguientes:
(…)
n) Expedir las directivas procesales para atender y resolver reclamos de los usuarios, velando
por la eficacia y celeridad de dichos trámites.
p) Cautelar el acceso universal en el uso de la infraestructura pública nacional de transporte
y en general, proteger los intereses de todas las partes que intervienen en las actividades
relacionadas a dicha infraestructura”
[Subrayado del autor]
5
El cual establece que:
“Los Cuerpos Colegiados son competentes en primera instancia para la solución de las controversias que
se presenten entre dos ENTIDADES PRESTADORAS. Del mismo modo, son competentes para resolver las
controversias que se presenten entre una ENTIDAD PRESTADORA y un usuario intermedio, con relación
al cumplimiento e interpretación de los CONTRATOS DE ACCESO y Mandatos de acceso.
La ENTIDAD PRESTADORA es competente en primera instancia para la solución de Reclamos que
presente un USUARIO por los servicios prestados por ésta, así como por los reclamos que presente un
USUARIO intermedio, con relación al acceso a las FACILIDADES ESENCIALES, antes de la existencia
de un CONTRATO DE ACCESO, de conformidad con el Reglamento Marco de Acceso a la infraestructura
de Transporte de uso Público.
Todas las controversias y reclamos bajo el ámbito de competencia de OSITRAN serán resueltas
por el Tribunal de Solución de Controversias en vía de apelación, con lo que quedará agotada la vía
administrativa”.
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“Los reclamos y controversias que son materia del presente Reglamento son los
siguientes:
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
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Una vez establecido que el OSITRAN es competente para conocer casos relativos a
conflictos con consumidores (o usuarios finales), es necesario precisar los alcances
de dicha competencia, a efectos de no generar sobre posiciones con el INDECOPI.
Quisiera volver al art. 7 del Reglamento de Atención de Reclamos y Solución de
Controversias de OSITRAN, concretamente, a los incs. a, b, c y e. En efecto, en
estos se prescribe que:
6
Espinoza, J. (2010), p. 16.
7
Tarrello, G. (1980), p. 371.
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
8
Espinoza, J. (2006), p. 434.
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V. Los casos
9
Tassano, H. (2010), p. 174.
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
La primera pregunta que surge al leer esta insólita resolución es ¿por qué no debe
tenerse en cuenta la diligencia de los dependientes de la empresa de limpieza y de
la empresa encargada de la gestión del aeropuerto? Con mayor tino, la Sala Civil
de la Corte Superior del Callao, con resolución No. 35, del 25.10.02, revocó la
decisión de primera instancia, afirmando que:
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Este caso, si se analiza con atención, no es más que una infracción al deber de
seguridad (que se encuentra dentro de aquel deber genérico de no dañar) exigible a
cualquier gestor (o titular) de un local abierto al público, justificándose por ello la
aplicación de la normatividad relativa a la responsabilidad extracontractual.
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
Este hecho fue calificado por el Tribunal, en atención al art. 1319 c.c., como
consecuencias de una culpa inexcusable. Si se observa bien esta decisión, si bien
el Tribunal determina que hay responsabilidad por daños, éste no se pronuncia
respecto de su cuantificación. Ello se encuentra confirmado en el siguiente
precedente de observancia obligatoria aprobado por el Tribunal de Solución de
Controversias, mediante Resolución No. 001-2005-TSC/OSITRAN, del 21.01.05,
en el cual se decide:
Como ya se señaló, el inc. c del art. 7 del Reglamento General para la Solución de
Reclamos y Controversias, establece que el Tribunal es competente para conocer
“Los reclamos de usuarios relacionados con daños o pérdidas en perjuicio de los
mismos, provocados por negligencia, incompetencia o dolo de los funcionarios
y/o dependientes de las Entidades Prestadoras”. Como se verá posteriormente,
el hecho que no se pueda determinar el quantum indemnizatorio, no constituye
impedimento alguno para que el Tribunal pueda dictar medidas correctivas.
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
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Cabe destacar que si bien el artículo 65 se encuentra comprendido en los Principios Generales del Régimen
Económico y no dentro del capítulo de derechos fundamentales, es necesario anotar que no implica que
no gocen de esta calidad, puesto que debe recordarse que, conforme con el artículo 3, dicha enumeración
“no excluye los demás que la Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga o que se fundan en la
dignidad del hombre, o en los principios de soberanía del pueblo, del Estado democrático de derecho y de
la forma republicana de gobierno”.
Sobre este tema, el Tribunal Constitucional en la Resolución emitida en el Expediente N° 0008-2003-AI/TC
ha establecido lo siguiente:
“Ahora bien, pese a que existe un reconocimiento expreso del derecho a la información y a la protección
de la salud y la seguridad de los consumidores o usuarios, estos no son los únicos que traducen la real
dimensión de la defensa y tuitividad consagrada en la Constitución. Es de verse que en la Constitución existe
una pluralidad de casos referidos a ciertos atributos que, siendo genéricos en su naturaleza, y admitiendo
manifestaciones objetivamente incorporadas en el mismo texto fundamental, suponen un numerus apertus a
otras expresiones sucedáneas.
Así, el artículo 3° de la Constitución prevé la individualización de ‘nuevos’ derechos, en función de la
aplicación de la teoría de los ‘derechos innominados’, allí expuesta y sustentada.
Bajo tal premisa, el propio Estado, a través de la Ley de Protección al Consumidor (Decreto Legislativo
N° 716), no sólo ha regulado los derechos vinculados con la información, salud y seguridad, sino que ha
comprendido a otros de naturaleza análoga para los fines que contrae el artículo 65° de la Constitución.
Por ello, los derechos de acceso al mercado, a la protección de los intereses económicos, a la reparación por
daños y perjuicios y la defensa corporativa del consumidor, se erigen también en derechos fundamentales
reconocidos a los consumidores y usuarios.” (Fundamento 32).
Por su parte, Baldo Kresalja y César Ochoa:
“El primer asunto a determinar es sí la no inclusión específica de los consumidores y usuarios, entre los
derecho fundamentales consagrados en el Capítulo I del Título I, (‘De la persona y de la sociedad’), les
impide tener tal reconocimiento, ya que el artículo 65 se encuentra ubicado dentro del Capítulo I, Principios
Generales del Título III, Del Régimen Económico, lo que solo le permitiría constituirse en un principio
rector de la política económica que debe inspirar la legislación y la acción de los poderes públicos, pero sin
otorgar especiales medidas de protección a los ciudadanos cuando actúan como consumidores o usuarios.
En esta materia seguimos a Vega Mere, para el cual si siguiéramos ese razonamiento habríamos también
de negar el carácter de derecho fundamental a los Derechos Sociales y Políticos por estar consignados en
los capítulos II y III del Capítulo I y no específicamente en el I, lo que no tiene asidero (…).
Y si bien es cierto que no todos los derechos del consumidos son derechos subjetivos y que en muchos casos
se trata más bien de obligaciones y prohibiciones legales para los agentes económicos, no nos cabe duda
que los ya citados derechos de la salud, seguridad e información son derechos fundamentales de la persona,
en este caso en su condición de consumidor o usuario.”
Kresalja, B. y Ochoa, C. (2009), pp. 317-318.
11
Resolución emitida en el Expediente N° 5637-2006-PA/TC
“11.- Los poderes públicos, en general, tienen un deber especial de protección de los derechos
fundamentales de la persona. Tal deber de protección exige la actuación positiva de aquéllos.
Tratándose de órganos administrativos, tal función comprende todas aquellas actuaciones positivas
que la Constitución o las leyes le atribuyen para la protección de los derechos fundamentales, tanto
frente a actos del propio Estado como respecto a los provenientes de particulares. En consecuencia,
si un órgano administrativo omite el cumplimiento de la actuación positiva destinada a la protección
de derechos fundamentales de la persona frente a actos del propio Estado o de particulares, habrá
incurrido en la omisión de su deber de protección de derechos fundamentales y, en consecuencia,
los habrá afectado. Como se aprecia, la lesión de derechos fundamentales del órgano administrativo
tiene lugar aquí no como consecuencia de una acción, sino por la “omisión” de una actuación
positiva.
12.- En este orden de ideas, la Constitución ha establecido que el Estado “defiende el interés de los
consumidores” (artículo 65) (…)”
30
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Los alcances del artículo 65 de la Constitución no limitan la protección del consumidor únicamente a los
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derechos a la información, salud y seguridad, pues su alcance debe ser interpretado sistemáticamente con
el artículo 3 de la Constitución que otorga una amplia protección a los derechos de la persona, inclusive a
aquellos ‘de naturaleza análoga que se fundan en la dignidad del hombre o en los principios de la soberanía
del pueblo’. No puede existir una tutela diferenciada para las personas y los consumidores, ya que la persona
al actuar dentro del mercado asume el status especial de consumidor. Desde esta perspectiva, el acto de
consumo es, sin duda, un acto de ciudadanía.
“A criterio del Tribunal tras los deberes impuestos al Estado en el artículo 65 de la Norma Suprema,
subyacen una serie de exigencias que recaen sobre diversos órganos del Estado. En primer lugar, sobre el
legislador ordinario, al que se le impone la tarea mediante la legislación, de crear un órgano estatal destinado
a preservar los derechos e intereses legítimos de los consumidores y usuarios. Pero también la tarea de
establecer procedimientos apropiados para que, en su seno, los consumidores y usuarios puedan mediante
recursos sencillos, rápidos y efectivos, solicitar la protección de aquellos derechos e intereses.
Con el establecimiento de este tipo de procedimientos no sólo debe facilitarse una vía para la satisfacción
de los derechos e intereses de los consumidores y usuarios, sino también las reglas conforme a las cuales
puedan solucionarse equitativamente los problemas. Como lo ha señalado el Tribunal Constitucional Federal
Alemán, ‘también es función de los respectivos órganos estatales competentes ponderar entre los diferentes
derechos fundamentales que se contraponen entre sí y atender las consecuencias negativas que podría
tener una determinada forma de cumplir con el deber de protección’” (Fundamento 14 de la Resolución
0858-2003-AA/TC).
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
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Ley N° 26917, Ley de Creación del OSITRAN
“ Artículo 3.- Misión de OSITRAN
3.1.- La misión de OSITRAN es regular el comportamiento de los mercados en los que actúan las Entidades
Prestadoras, así como, el cumplimiento de los contratos de concesión, cautelando en forma imparcial
y objetiva los intereses del Estado, de los inversionistas y de los usuarios; en el marco de las políticas
y normas que dicta el Ministerio de Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción, a fin de
garantizar la eficiencia en la explotación de la infraestructura bajo su ámbito.
(…)
Artículo 5.- Objetivos
OSITRAN tiene los siguientes objetivos:
a) Velar por el cabal cumplimiento de las obligaciones derivadas de los contratos de concesión vinculados
a la infraestructura pública nacional de transporte.
b) Velar por el cabal cumplimiento del sistema de tarifas, peajes u otros cobros similares que OSITRAN
fije o que se deriven de los respectivos contratos de concesión.
c) Resolver o contribuir a resolver las controversias de su competencia que puedan surgir entre las
Entidades Prestadoras, de acuerdo con lo establecido en su Reglamento.
d) Fomentar y preservar la libre competencia en la utilización de la infraestructura pública de transporte
por parte de las Entidades Prestadoras, sean éstas concesionarios privados u operadores estatales, en
beneficio de los usuarios, en estrecha coordinación con el Instituto de Defensa de la Competencia y
Protección de la Propiedad Intelectual, INDECOPI”.
Ley N° 27332, Ley de los Organismos Reguladores
“Artículo 3.- Funciones
3.1.- Dentro de sus respectivos ámbitos de competencia, los Organismos Regulares ejercen las siguientes
funciones:
a) Función supervisora: comprende la facultad de verificar el cumplimiento de las obligaciones legales,
contractuales o técnicas por parte de las entidades o actividades supervisadas, así como la facultad de
verificar el cumplimiento de cualquier mandato o resolución emitida por el Organismo Regulador o de
cualquier otra obligación que se encuentre a cargo de la entidad o actividad supervisadas;
b) Función reguladora: comprende la facultad de fijar las tarifas de los servicios bajo su ámbito;
c) Función Normativa: comprende la facultad de dictar en el ámbito y en materia de sus respectivas
competencias, los reglamentos, normas que regulen los procedimientos a su cargo, otras de carácter
general y mandatos u otras normas de carácter particular referidas a intereses, obligaciones o derechos
de las entidades o actividades supervisadas o de sus usuarios;
Comprende, a su vez, la facultad de tipificar las infracciones por incumplimiento de obligaciones
establecidas por normas legales, normas técnicas y aquellas derivadas de los contratos de concesión,
bajo su ámbito, así como por el incumplimiento de las disposiciones reguladoras y normativas dictadas
por ellos mismos. Asimismo, aprobarán su propia Escala de Sanciones dentro de los límites máximos
establecidos mediante decreto supremo refrendado por el Presidente del Consejo de Ministros y el
Ministro del Sector a que pertenece el Organismo Regulador.
d) Función fiscalizadora y sancionadora: comprende la facultad de imponer sanciones dentro de su ámbito
de competencia por el incumplimiento de obligaciones derivadas de normas legales o técnicas, así
como las obligaciones contraídas por los concesionarios en los respectivos contratos de concesión;
e) Función de solución de controversias: comprende la facultad de conciliar intereses contrapuestos entre
entidades o empresas bajo su ámbito de competencia, entre éstas y sus usuarios o de resolver los
conflictos suscitados entre los mismos, reconociendo o desestimando los derechos invocados; y,
f) Función de solución de los reclamos de los usuarios de los servicios que regulan.
3.2 - Estas funciones serán ejercidas con los alcances y limitaciones que se establezcan en sus respectivas
leyes y reglamentos”.
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Resolución final emitida en el Expediente N° 1441-2009-CPC, p. 4.
“La pretensión de Acuse está referida a la idoneidad de la información que brinda Norvial a los usuarios del
servicio de infraestructura de transporte terrestre, toda vez que se consignaría los beneficios de los seguros
que están incorporados en el costo del boleto de peaje, supuesto que se encuentra amparado por las normas
que regulan la solución de controversias del OSITRAN”.
16
TUO de la Ley del Consumidor, Aprobado mediante Decreto Supremo Nº 006-2009-PCM
“Artículo 39.- La Comisión de Protección al Consumidor es el único órgano administrativo competente
para conocer de las presuntas infracciones a las disposiciones contenidas en la presente Ley, así como
para imponer las sanciones administrativas y medidas correctivas establecidas en el presente Título. La
competencia de la Comisión de Protección al Consumidor sólo podrá ser negada por norma expresa con
rango de ley.
Las sanciones administrativas y medidas correctivas detalladas en el presente Título se aplicarán sin
perjuicio de las indemnizaciones de carácter civil y la aplicación de las sanciones penales a que hubiera
lugar”.
[Subrayado y resaltado agregado]
17
Reglamento General del OSITRAN, aprobado mediante el Decreto Supremo N° 044-2006-PCM y
modificado por los Decretos Supremos N°s 046-2007-PCM y 057-2006-PCM
“Artículo 47.- Órganos Competentes para el ejercicio de las Funciones de Solución de Controversias y de
Reclamos.
(…)
La ENTIDAD PRESTADORA es competente en primera instancia para la solución de Reclamos que
presente un USUARIO por los servicios prestados por ésta, así como por los reclamos que presente un
USUARIO intermedio, con relación al acceso a las FACILIDADES ESENCIALES, antes de la existencia de
un CONTRATO DE ACCESO, de conformidad con el Reglamento Marco de Acceso a la infraestructura de
Transporte de uso Público.
Todas las controversias y reclamos bajo el ámbito de competencia de OSITRAN serán resueltas
por el Tribunal de Solución de Controversias en vía de apelación, con lo que quedará agotada la vía
administrativa”.
18
Reglamento de Atención de Reclamos del OSITRAN, Aprobado por Resolución de Consejo Directivo
Nº 002-2004-CD-OSITRAN y modificado mediante la Resolución de Consejo Directivo Nº 002-2004-
CD-OSITRAN
“Artículo 11°.- Entidades Prestadoras
Las Entidades Prestadoras, que de conformidad con lo dispuesto por el numeral 8) del Artículo I del
Título Preliminar de la LPAG serán consideradas como autoridad administrativa, son competentes y están
obligadas a tramitar los reclamos de usuarios que versen sobre las materias a que se refieren los literales
a), b), c) y d) del artículo 7º del Reglamento de conformidad con el procedimiento establecido en el Capítulo
II del Título III del presente Reglamento.
(…)
Artículo 14°.- Tribunal.
El Tribunal es competente para resolver en segunda y última instancia administrativa las controversias que
se susciten entre las Entidades Prestadoras y entre éstas y los Usuarios de conformidad a los procedimientos
establecidos en los Capítulos II, III y IV del Título III del presente Reglamento”.
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
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“Los problemas de información en sí misma, son entendidos como los casos en que el proveedor omite
brindar información relevante o la brinda de manera defectuosa, de tal modo que impide que el consumidor
evalúe correctamente la contratación del bien o servicio a adquirir; o que, habiéndolo adquirido, realice el
uso adecuado del mismo.” INDECOPI, Lineamientos 2006 de la Comisión de Protección al Consumidor,
aprobados a través de la Resolución N° 001-2006-LIN-CPC/INDECOPI, de fecha 30 de noviembre de
2006. p. 27.
En: http://www.INDECOPI.gob.pe/repositorioaps/0/8/par/leycpc1/lineamientoscpc2006.pdf (dirección
electrónica consultada el 1 de marzo de 2011).
20
Esta sentencia ha sido criticada fuertemente por Barchi, L. (2004) p. 398. También Espinoza, J. (2004).
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21
LPAG
“Artículo 24.- Plazo y contenido para efectuar la notificación
24.10.- Toda notificación deberá practicarse a más tardar dentro del plazo de cinco (5) días, a partir de la
expedición del acto que se notifique (…)”
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
(…)”
38
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Malca, C. y Velit, X. (2010), p. 152. A la fecha de publicación del artículo, del universo de 10 expedientes,
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
Con relación al OSITRAN, el inciso c) del numeral 7.1 del artículo 7 de la Ley
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N° 26917 prescribe que una de las funciones de este regulador es adoptar las
medidas correctivas y sobre las materias que son de su competencia o que le han
sido delegadas.
VII. Conclusiones
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Tutela administrativa de los consumidores de los servicios de infraestructura de transporte de uso público
Referencias
Espinoza, J. (2004). “¡Oh!…y ahora ¿quién nos podrá defender del Tribunal
Constitucional? (Sobre los parámetros del consumidor razonable)”, Diálogo con
la Jurisprudencia, Año 10/No. 75, Gaceta Jurídica Editores.
Espinoza, J. (2004). “¡Oh!…y ahora ¿quién nos podrá defender del Tribunal
Constitucional? (Sobre los parámetros del consumidor razonable)”, Ius et Veritas,
Año XIV, No. 29.
http://www.indecopi.gob.pe/repositorioaps/0/8/par/leycpc1/lineamientoscpc2006.pdf
(dirección electrónica consultada el 1 de marzo de 2011).
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Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Abstract
I. Introduction
This article outlines the current economic regulatory regime covering airports in
Australia and substantively reproduces the Australian Competition and Consumer
Commission’s (ACCC’s) submission to the review of those arrangements. It sets
out the Australian experience from the perspective of the economic regulator and,
as such, represents only one of many views of the regime.
To provide greater context, the role of the ACCC as the regulator, previous reviews
of the airport regulatory regime, and the focus of the ACCC’s monitoring reports
are discussed below. Further, information on the original rationale for privatising
airports and the evolution of economic regulation covering airports is provided in
appendix A.
The ACCC is the economic regulator of the major Australian airports: Adelaide,
Brisbane, Melbourne, Perth and Sydney. The ACCC is a statutory authority that
operates independently of the Australian Government. In Australia, the economic
1
The authors are members of staff of the Australian Competition and Consumer Commission. The views
presented here are the authors’ alone and not necessarily those of the Commission.
43
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
regulator’s role is separated from the role of developing and managing industry
policy.
The PC began an inquiry into the price regulation of airport services in December
2000 and presented its final report to the Government in January 2002. The purpose
of this inquiry was to examine whether new regulatory arrangements were needed
to ensure that the exercise of market power may be appropriately counteracted in
relation to those airport services or products where airport operators are identified
as having most potential to abuse market power.
The PC recommended that price caps be discontinued for all airports and that
price monitoring for Adelaide, Brisbane, Canberra, Darwin, Melbourne, Perth and
Sydney airports be introduced for a five year period. The PC also recommended the
introduction of new quality of service measures for the existing quality monitoring.
A review of the monitoring regime would be conducted at the end of the five year
period.
There were four key reasons supporting the PC’s recommendation to move away
from price caps:
1. Airports may not use their market power in aeronautical services because
of commercial incentives and market constraints. For example, the PC
found that the potential earnings from passenger spending on non-aeron-
autical services (including retailing, car parking and restaurants) provide
airports with an incentive to encourage extra passengers to the airport. It
also found that any attempts by airports to exercise their market power
might be prevented by countervailing action by airlines.
The Government released the PC’s report, and its response, in May 2002. The
Government accepted the recommendation that Adelaide, Brisbane, Canberra,
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Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Darwin, Melbourne, Perth and Sydney airports be subject to monitoring for five
years, to take effect from 1 July 2002.
The PC report also recommended that there were insufficient grounds for an
airport-specific access regime as the general access provisions available under
Part IIIA and Part IV of the Competition and Consumer Act provide sufficient
safeguards for those seeking access to airport facilities. The Government accepted
the PC’s recommendation and repealed the access provisions of the Airports Act.
The PC conducted its review of the regulatory regime in 2006 and presented its
final report to the Government in December of that year.
In its report, the PC found that the expected constraints on airports’ market power—
including the influence of non-aeronautical revenue and the countervailing power
of airlines—were not as effective as was envisaged in 2002. The PC also recognised
that price discrimination is rarely used by airports, some non-price outcomes were
less satisfactory, and commercial relationships between certain airports and their
customers were strained. In particular, there was considerable disagreement about
the valuation of airport assets for pricing purposes.
However, the PC concluded that, compared to the previous price cap regime,
the monitoring regime had made it easier for airports to undertake investment,
productivity performance was high by international standards, service quality
was satisfactory to good, and price outcomes did not appear to be excessive. It
therefore recommended that, with the implementation of some suggested changes,
the monitoring regime should be continued for a further six years at those airports
with significant market power: Adelaide, Brisbane, Melbourne, Perth and Sydney
airports.
The PC considered that monitoring of Darwin and Canberra airports was no longer
necessary because both airports: relatively small and some major airlines could
credibly threaten to withdraw services (and had done so). Further, Darwin and
Canberra airports face some competition from other airports and/or other modes
of transport.
The Government supported the PC’s recommendations and scheduled the next
review of the regulatory regime for 2012. The five major airports are currently
subject to price monitoring. While Darwin and Canberra airports are no longer
covered by the ACCC’s monitoring regime, they are subject to a self-reporting
regime administered by the Department of Infrastructure and Transport.2
2
In December 2009, as part of the White Paper, the Government announced a second tier of economic
regulation to be implemented in the four next largest leased federal airports. Under the self reporting
arrangements, Canberra, Darwin, Gold Coast and Hobart Airports will disclose various pricing, quality of
service and complaints handling procedures and outcomes through the airports’ websites.
45
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
1.4. The ACCC’s monitoring reports and the Government’s call for another
review
In fulfilling its monitoring role, the ACCC annually reports the results of monitoring,
including any observations made by the ACCC regarding the airports’ market
power, to the Government in an airport monitoring report. The Government has
the discretion to direct the ACCC (or another body, such as the PC) to undertake a
public inquiry if the airport monitoring reports or other evidence indicate that an
airport warrants further investigation of its pricing behaviour.
However, more recent airport monitoring reports (i.e. from 2007 08 onwards)
included the ACCC’s analysis and interpretation of the information collected
through monitoring using a competition analysis framework. In particular, the
ACCC raised concerns that some airports may have used their market power in the
provision of aeronautical services and car parking.
The Government responded to the concerns raised in the airport monitoring reports
by bringing forward to 2010 the PC’s review of the regulatory regime, which had
been scheduled for 2012-13. The PC’s current review is expected to be completed
by the end of 2011.
The PC’s 2002 review of price regulation of airport services, found that some of
the major airports—Brisbane, Melbourne, Perth and Sydney—possess substantial
market power.3 Although some of these airports may face competition at the margin
from secondary airports, it is assumed that the largest airports are essentially
monopoly service providers. Since the PC’s review, some systematic deficiencies
in the current regulatory arrangements have become clear.
Moreover, the airport regulatory regime, which is based on airport monitoring and
the general provisions of Part IIIA of the Competition and Consumer Act 2010,
does not create an effective constraint on the major airports’ market power. While
monitoring has revealed some trends that suggest some airports are exercising
market power, it is limited in its scope to constrain airports’ exercise of market
power (section 2).
3
Productivity Commission (2002), p. 134.
46
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
In light of the costs and expected benefits of continued monitoring, there is a need
to consider alternative arrangements that respond appropriately to the identified
risks. The ACCC considers that Part IIIA provides effective ‘fit-for-purpose’
regulatory tools for constraining that market power and promoting commercially
negotiated outcomes once a service has been declared (section 5).
To illustrate, the monitoring results indicate that, over several years (including the
most recent year), the quality of service provided to airlines by Sydney Airport has
remained less than satisfactory on average, while over the same period, the airport’s
average prices and profitability for those services have continued to increase.5 In
their survey responses, airlines have consistently identified Sydney Airport as the
least responsive of the airports with respect to service delivery and quality over a
sustained period of time.6
4
Anderson, J., Minister for Transport and Regional Services; and Costello, P, Treasurer, (2002).
5
ACCC (2011a), p. 47.
6
ibid, p. x.
47
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
This lends support to the notion that airlines have been unable to negotiate an
acceptable level of service with Sydney Airport, despite paying higher prices. The
other airports were rated satisfactory by the airlines on average over the last five
years, although Perth Airport received a rating of poor in 2007-08 and 2009-10.7
In relation to the insights to airports’ behaviour that the monitoring regime was
expected to generate, the ACCC has found that it has been helpful in identifying
trends in pricing and quality of service provision that constitute areas of concern.
Broadly, it has been observed that prices and airports’ profitability have increased
over the period in which monitoring has been in place, while quality service
monitoring has not revealed decisive increases in customer ratings.
That said, there are limitations to the degree of conclusiveness of evidence that the
current monitoring regime can be expected to provide in relation to the exercise of
market power. The ACCC considers that further rounds of monitoring are unlikely
to provide greater clarity or certainty in this respect.
In sum, the ACCC considers that the benefits of continued monitoring are
unlikely to outweigh the costs. Although monitoring has played a role in problem
identification, it is ineffective as a tool to address the problems it identifies. In
recognition of the costs it imposes, there is little justification for its continuation.
Indeed a continuation of monitoring might represent an unnecessary regulatory
burden on airport businesses.
The ACCC would also conclude, on the basis of its monitoring experience, that
there is little justification for a return to price controls. However, the existence of
market power and the risks of associated inefficiencies remain. There is greater
justification, instead, to look to regulatory arrangements that respond appropriately
to the risks that have been identified, and can facilitate market based outcomes.
Potential risks associated with the exercise of market power do not apply uniformly
to all the major airports. Many factors, including geographical location and the
characteristics of demand will influence the degree of market power held by
any individual airport. This is relevant from the perspective that an appropriate
regulatory solution would provide consistency and certainty to all airports, but at
the same time apply only where needed.
Similarly, the ACCC considers that each of the major airports is likely to hold
differing degrees of market power in the provision of aeronautical8 and landside
services due to their distinct market characteristics.
7
ibid, p. 36.
8
Aeronautical services include aircraft-related services (such as runways, taxiways, aprons and aircraft
parking) and passenger-related services (such as public areas in terminals, departure and holding lounges,
aerobridges and check-in counters). The demand for aeronautical services provided by an airport is derived
from the demand for airline services, which is driven by demand for air travel. Airports provide intermediate
services that are essential to downstream service provision.
48
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
The ACCC considers the current review a timely opportunity to revisit the
fundamental issues and risks relating to airports markets, given the benefit of the
experience of these markets over time, and taking account of any changes that
may have taken place. These are discussed separately for aeronautical services
and car parking in sections 3 and 4 respectively. In recognition that the markets for
these services have different characteristics and face different risks, the ACCC has
considered the appropriate regulatory responses for each.
The major airports have a significant degree of market power in the provision of
aeronautical services because of high barriers to entry, inelastic demand and users
generally having limited alternatives. The ACCC recognises that the existence of
market power is not, of itself, sufficient justification for economic regulation. The
principal rationale for regulation of airport services is the exercise of market power
and the associated inefficiencies that can result.9
9
In this article, an exercise of market power refers to the ability of a firm to profitably raise its prices above
efficient long-run costs for a sustained period. The following analysis was not undertaken to assess conduct
against the prohibition on ‘misuse of market power’ under s. 46 of the Competition and Consumer Act.
Section 46 prohibits a firm from taking advantage of its market power (in that or any other market) for
the purpose of: eliminating or substantially damaging a competitor, preventing entry, and deterring or
preventing competitive conduct.
49
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
It is the ACCC’s view that not all airlines have countervailing power in negotiations
with the major airports sufficient to constrain any exercise of market power. In
addition, the general provisions of Part IIIA do not present an effective constraint
on the behaviour of the airports given the considerable time, costs and uncertainty
faced by airlines seeking declaration.10
A monopoly does not have an incentive to set prices at an efficient level because
there is no competitive discipline on the firm’s decisions. A monopolist does not
need to consider how and whether or not other firms will respond to its prices.
The firm’s profits depend only on the behaviour of consumers, its cost function,
and its prices or the amount supplied. This classic economic model of monopoly
behaviour can be applied to the major airports.
50
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
in airport charges would more than offset any reduction in demand caused by
increased costs to travellers.
This outcome could create so-called monopoly deadweight losses if the use of
aeronautical services is below that which could be expected in a competitive
market. In this situation, there are ‘units of output’ not being supplied for which
the opportunity cost of supply is less than a user’s willingness to pay. This is not
efficient as additional supply would confer greater benefits on users than the cost
of its provision.
The significance of this efficiency loss will depend on a given airport’s cost
structure, and the price responsiveness of demand. Assuming the airport does not
price discriminate, the optimal price mark-up over cost will be inversely related to
the price elasticity of demand.11
The PC previously found that the main market segments are likely to have
relatively inelastic demand at the major airports.12 While this might suggest that
any deadweight losses associated with monopoly pricing will be low (as most
consumers will continue to use the services, albeit at higher prices), there is no
simple relationship between elasticity of demand and the size of the deadweight
loss.
The PC found that, in order to make an assessment of likely efficiency losses from
pricing consistent with market power, knowledge is required about the shape and
slope of the demand curve.13 For instance, elasticity of demand reflects the shape of
the demand curve at a given price (and can therefore vary at different price levels),
whereas the size of the deadweight loss depends on the shape of the demand curve
over a region up to the efficient price and quantity.
The growth of ‘budget’ domestic air travel in recent years suggests that the market
may have expanded to include demand that is more sensitive to the price of air
travel. For example, Tiger Airways began domestic operations in Australia in late
2007 and has since expanded both in its aircraft fleet size and destination count.
Higher prices for these travellers may influence their decisions to use alternatives
to air travel, or indeed whether to travel.
The ACCC considers it would be worthwhile for the PC’s assessment to take
account of the efficiency implications of airports overcharging in light of any
changes in composition of the market for air travel since the previous review.
51
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
The efficient level of quality is at the point where the incremental surplus that users
derive from additional quality is just offset by the extra cost of increasing quality
further.14 If an airport reduces service quality to a level where average willingness
to pay per ‘unit of quality’—that is, the marginal benefit of consumption—exceeds
marginal cost, there is a loss of consumer welfare.
An airport will not necessarily have an incentive to deliver less than the welfare-
maximising level of quality. The airport’s main incentive would be to increase
quality up to the point where the incremental revenue from doing so just equals
the incremental cost.15 In this sense, if user demand is more sensitive to changes in
prices relative to quality and an airport can charge only a single price, the airport
could have a stronger incentive to reduce quality to increase its profits. This may
result in quality being under-supplied relative to what it might be in a competitive
environment.
That said, to the extent that the airport can discriminate in pricing or differentiate
services for different users, the incentive to delay investment or to allow quality to
deteriorate will be weakened.
However, this exception does not seem to hold for the major airports. First, as
found by the PC, price discrimination is rarely used by airports, either on the basis
of airport user characteristics or on the basis of time of day.16 Second, the ACCC
observes that the airports do not typically offer different users a choice on quality
levels for individual services within the total ‘bundle’ of aeronautical services. 17 This
is consistent with anecdotal evidence that suggests airport operators usually offer
access to airport services as a set package, and that airlines frequently insist on
‘terms no less favourable’ than those offered to competitors.18
14
Sappington, D. (2005), pp. 123-154.
15
At this point the marginal effect on the monopoly’s profits is exactly zero and there are no profit gains
available from improvements in quality.
16
Productivity Commission (2006), p. 16.
17
ACCC (2010), p. 21.
18
In limited circumstances, an airport may be able to charge an airline for that airline’s preferred level of
quality for terminal services, which would be expected to result in an efficient outcome. For example, in late
2007, Melbourne Airport offered the exclusive use of Terminal 4 (which was previously used by Impulse
Airlines and Virgin Blue) to Tiger Airways. In coming to an agreement, it is likely that the terminal charges
negotiated between the two parties reflect Tiger Airways’ specific quality preferences.
19
Common-user services include, for example, terminals that are managed by the airport operator and
used (potentially) by a number of different airlines. All international terminals at the major airports are
common-user terminals, as are some domestic terminals.
20
ACCC (2010), pp. 21-22.
52
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Therefore, it is the view of the ACCC that the airports with significant market power
could have an incentive to delay investment and to allow quality to deteriorate in
order to maximise their profits.
The ACCC’s monitoring program found indications that Sydney Airport has
increased profits by permitting service-quality levels to fall over a sustained period
of time (2002 03 to 2008 09).22 It seems that the timing of Sydney Airport’s upgrade
of the international terminal, which was completed in 2010, might have been
(inefficiently) delayed, and there was inadequate maintenance before this time.
More recently, Sydney Airport announced that it had completed the expansion and
upgrade of the departures level of its international terminal in June 2010. However,
despite the increased investment in recent periods, the monitoring results do not
indicate any significant improvement in quality of service provided to airlines
at Sydney Airport’s international terminal. For example, between 2002-03 and
2009-10, the number of check-in desks available to airlines at the international
terminal has not increased nor has the capacity of inbound baggage handling
systems.23 It was also questioned whether this investment largely improved retail
operations rather than aeronautical services provided to airlines.24
Results for the other major airports over the five year period from 2005-06 were
mixed with regards to price, quality and investment. For example, Adelaide
Airport’s quality of service remained stable and aeronautical revenues increased.
Brisbane’s quality of service remained satisfactory, and it undertook investment
at the international terminal. However prices and margins increased significantly.
Melbourne Airport’s quality of service increased, while increases in prices and
margins slowed. Perth Airport’s prices and quality remained stable.25
There is also the possibility that an airport will not, as would occur in a competitive
market, seek out new ways to improve operations and service quality, preferring
21
Spence, M. (1975), pp. 417-429.
22
ACCC (2010), p. 40.
23
ACCC (2011a), pp. 45-46.
24
ibid, p. 47.
25
ibid, pp. 38-42.
53
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
instead a ‘quiet life’ by paying less attention to demands of users. This could result
in dynamic efficiency losses, which would have the effect of increasing airport
costs over time.
An airport may also incur expenses to acquire and maintain its monopoly position.
Rent-seeking expenditures are socially wasteful as resources expended on rent
seeking produce monopoly profits and no other socially useful by-product. The
airport may be willing to incur costs up to the total value of the targeted rents.
It is expected that an airport would weigh the benefit of expropriation—in the form
of short-term profits—against the potential reputational effects of behaving oppor-
tunistically. Such a reputation may increase the perceived risk of expropriation
by the airport, which could further affect future airline investment. Demand for
airport services may subsequently be reduced, which could result in foregone
airport profits in the long run.
One way the airlines may seek to reduce this risk is by negotiating long-term
contracts. However, it could be difficult to contract against opportunistic behaviour
by an airport. High transaction costs could mean that private contracts are
incomplete. As discussed by Church and Ware:
Biggar, D. (2010), p. 3.
26
54
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Therefore, it is worth noting that the risk that inadequate contractual protection
could give rise to under-investment in specialised equipment or knowledge. This
could reduce the value of, and lower the demand for, air travel in Australia. This
outcome has implications for the efficient use of airport infrastructure over time
and, consequently, could result in dynamic efficiency losses.
The Government has directed the PC to consider the costs and benefits, and
distributional effects of the current regime. The ACCC submits that the major
airports’ market power is not effectively constrained under the current monitoring
regime, and that there is the possibility of inefficient outcomes due to monopoly
pricing.
This is relevant not only from an economic welfare perspective, but also from an
equity perspective, as it implies that all users of the airports’ services will be paying
more than they would otherwise pay in a competitive market. In addition, some
user groups will be worse off than others. Such welfare and income distribution
outcomes are of concern to the community and to governments, and are therefore
important to this discussion.
The ACCC notes that it is relevant to consider changes in the composition of the
market for air travel that have occurred in recent years. In particular, there has
been growth in the number of ‘budget travellers’ serviced by low cost carriers.
Overcharging for aeronautical services is likely to have a greater impact on this
group. It is also likely to have a greater impact on the budget traveller’s decision
to travel, and indeed whether to travel by air, than for the main market segments,
which are traditionally less sensitive to price. This impact is relevant from both an
efficiency and equity perspective.
In its 2006 report, the PC stated that the consequence of any overcharging for
aeronautical services on the efficient level of air travel is likely to be small. The PC
55
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
found, instead, that the main effect will be a shift in profits between airports and
airport users.28 This is consistent with the view that demand for air travel is likely
to be insensitive to changes in aeronautical prices overall.
However, there is still a risk that the efficiency effects from airports exercising
their market power in the provision of aeronautical services are significant.
Airport operators have both the incentive and ability to behave in ways inimical
to competitive-market outcomes, as described in section 3.1.1 above. Moreover,
higher airport charges could have a sizeable impact on budget travellers’ decision
to travel, which seems to have become a larger segment of the market for air travel
in more recent years. This also raises equity concerns as budget travellers may
be disadvantaged disproportionately by overcharging given differences in income
profiles.
The ACCC considers that it is better to guard against the potential for economic
losses to the community. That said, the ACCC emphasises the need for a fit-for-
purpose response in order to avoid potentially costly regulation that intervenes in
airports’ price-setting decisions.
The potential impact of regulatory risk and asymmetric truncation is not a new
issue. The ‘chilling’ effect of access regulation on investment in essential facilities
was an important theme discussed by the Hilmer Committee in 1993, and has been
argued at length by economists and finance experts. This debate has led to increased
sophistication in, for example, the application of the building block model, which
can be used to calculate the required revenue to incentivise the firm to invest.
56
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
In regard to the concern that regulation is prone to error, the Australian Competition
Tribunal recently found against this view:
31
A high level of public accountability encourages regulators to act impartially, with appropriate regard for
proper process and within the limits of their authority.
32
Australian Competition Tribunal (2010), para. 1290.
57
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
FIGURE 3.1
ENERGY NETWORK INVESTMENT - AER DETERMINATIONS
SINCE 2009
8000 +103%
Electricity distribution Electricity Gas
transmission distribution
7000
6000 +33%
+25%
5000
2009 $ millón
4000 +73%
3000 +42%
+71%
2000 +88%
+43% +46%
1000 +45% +59% +69% +43%
+33%
+69% +33%
0
ENERGEX
Energy (Qld)
Ergon
Australia (NSW)
Energy
Energy (NSW)
Integral
Energy (NSW)
Country
(ACT)
ActewAGL
Powercor
SP AusNet
Energy (Vic)
United
(Vic)
CitiPower
(Vic)
Jemena
(SA)
ETSA
(NSW)
TransGrid
(TAS)
Transend
(NSW)
Jemena
(ACT)
ActewAGL
(Qld)
(Vic)
(Vic)
On the whole, the ACCC considers that the PC’s concerns about more intrusive
forms of regulation of airports have tended to overstate its potential costs relative
to the social costs that could arise in an unregulated environment.
Given the limitations of price monitoring (section 3.2.1) and the uncertainty
associated with the declaration process under Part IIIA (section 3.2.2), it is
the view of the ACCC that deemed declaration is the most effective option for
economic regulation of aeronautical services at the major airports (section 3.2.3).
More prescriptive forms of economic regulation would provide greater regulatory
certainty for the airports (section 3.2.4), however the ACCC considers that deemed
declaration represents an appropriate response given the risks that have been
identified to date.
58
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
At the time of the last PC review in 2006, it was thought that monitoring could
be effective as a constraint on airports’ market power if there existed the threat
of re-regulation where a clear and significant abuse of market power by airports
could be demonstrated. This would offer the prospect of remedial action if airports
behaved ‘inappropriately’, and would condition negotiations between the parties.34
In consultation, the airports raised concerns that the proposed show cause process
may impede their capacity to acquire loan finance because lenders believed that
the process introduced uncertainty into the risk environment, upon which loans
are predicated.
The difficulties experienced in designing the annual ‘show cause’ process suggest
that it is unlikely to work in the way it was envisaged.
Moreover, given that monitoring does not act as a constraint on airports’ use of
market power, it represents an unnecessary burden on airport businesses. Price
monitoring is not a costless activity. The Airports Act requires the major airports to
prepare and submit to the ACCC audited accounts and information about quality
of service matters. The ACCC also bears the cost of preparing and publishing the
annual airport monitoring reports.
For these reasons, reliance on the general provisions of Part IIIA is preferable
to the continuation of the current monitoring approach as it would improve the
predictability of the regulatory regime, and avoid the costs of monitoring.
33
This is well established in the economic literature. For example, see: Fisher, F. and McGowan, J. (1983), pp.
82-97; Geroski, P. (1998), pp. 271-293; and Kapler, J. (2000), pp. 457-433.
34
Productivity Commission (2006), p. 63.
35
Department of Infrastructure, Transport, Regional Development and Local Government (2009), p. 180.
59
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
The airports are potentially subject to declaration under Part IIIA. Part IIIA is not
intended to replace commercial negotiations between facility owners and access
seekers. Rather, it seeks to enhance the incentives for negotiation and provide a
means of access on reasonable terms and conditions if negotiations fail.36
For example, Virgin Blue applied to the National Competition Council (NCC)
to declare the domestic airside services at Sydney Airport in July 2002. The
declaration process lasted nearly five years, and the various decision makers—
including the NCC, Tribunal and Federal Court of Australia—applied significantly
different interpretations of elements of Part IIIA. Finally, in March 2007, the High
Court of Australia upheld the Federal Court’s decision to declare the domestic
airside service at Sydney Airport for a period of five years. The declaration expired
in December 2010.
An airline is likely to have further disincentive to incur the costs of applying for
declaration under Part IIIA given that a potential free-rider problem exists. Other
airlines could benefit from the declaration of an airport without contributing to the
cost of an application for declaration. Indeed, if a service is declared, it is declared
in respect of the provider and all, or any, third parties that seek access, and not
merely the party to the application for declaration.
In addition, if an airline pays a high price at an airport (which may be only a small
proportion of the airline’s total costs), its competitors will be paying the same high
rate.38 An individual airline may not risk straining its relationship with the airport
by seeking declaration, which could create a competitive disadvantage. These
limitations of Part IIIA can be overcome by policy makers by deeming aeronautical
services to be declared.
36
Productivity Commission (2001), p. XV.
37
Australian Competition Tribunal (2010), para. 1350.
38
Forsyth, P. (2004a), pp. 3-22.
60
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
The current review presents an opportunity to assess the case for declaration,
balancing the safeguards of the Part IIIA application processes with the barriers it
poses to individual firms, to ensure the regulation is being appropriately applied.
The ACCC considers deemed declaration under Part IIIA to be the most appropriate
regulatory option for constraining those airports that exercise market power in the
provision of aeronautical services. This approach would encourage the airports
to behave as if their activities were carried out in a competitive marketplace.
It recognises that each of the major airports operates in a different market, and
enables a targeted regulatory response.
For example, the airports and user airlines would presumably understand that
the likely approach of the ACCC (as the arbitrator) to assessing prices would be
based on well-established regulatory precedent—such as the building block model,
which could be used to provide guidance on expected revenue levels to assist
negotiations. An attempt by an airport to set prices substantially above those likely
to be determined by the ACCC would provide an access seeker with an incentive
to raise a dispute. This would allow the airlines to place pressure on an airport to
set charges at a level more consistent with efficient prices. As discussed by the PC:
This includes all aircraft-related and passenger-related services and facilities within the boundary of the
39
airport (as described in tables 1 and 2 of reg. 7.02A of the Airports Regulations 1997).
Joint press release, Minister for Transport and Regional Services and Treasurer, 13 May 2002, http://www.
40
treasurer.gov.au/DisplayDocs.aspx?pageID=&doc=pressreleases/2002/024.htm&min=phc (Accessed 23
February 2011).
61
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
To provide parties with greater certainty and predictability about the expected
outcome of arbitration, the ACCC could increasingly signal its likely position
in a dispute through experience and the provision of guidelines. This would also
facilitate commercially negotiated outcomes. As commented by the PC:
41
Productivity Commission (2001), p. 200.
42
Littlechild, S. (2010), pp. 14-15.
43
Productivity Commission (2001), p. 200.
62
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
(…) it seems highly likely that such a system would come to be viewed
by airlines in particular as the default option, effectively leading to a
return to heavy-handed determination of charges and conditions for
airport services, with all of its attendant costs.44
However, observations of the operation of Part IIIA over time suggest the airlines
would not have the incentive to view dispute resolution by the ACCC as the ‘default
option’. For instance, although domestic airside services at Sydney Airport were
declared until December 2010, the ACCC was not required to make an arbitration
determination.
(…) declaration need not result in arbitration. The parties are free to
reach commercial agreements and will have a clear commercial and
financial incentive to do so.45
(…)
This view is supported by the commercial resolution of the access dispute between
Virgin Blue and Sydney Airport in 2007. Virgin Blue notified the ACCC of an
access dispute with Sydney Airport following declaration of its domestic airside
services. Subsequently, however, the parties reached a commercial agreement and
the ACCC was not required to complete the arbitration process.
As stated by ACCC Chairman at the time, ‘the outcome of this arbitration illustrates
that Part IIIA is working as intended, and that the regulatory framework provides
a useful backdrop that supports effective commercial negotiations.’47 No other
44
Productivity Commission (2006), p. 95.
45
Australian Competition Tribunal (2005), para. 594.
46
ibid, para. 604.
47
ACCC (2007).
63
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
disputes in relation to the declared services at Sydney Airport have been raised
with the ACCC.
It appears that dispute resolution mechanisms have also been successful overseas.
Based on the experience in the United States and Canada in energy regulation, and
in the United Kingdom for airport regulation, Littlechild found:
This asymmetry of interests can be expected to give rise to more disputes relative
to markets that are vertically separated. For example, the ACCC’s experience in
conducting arbitrations in relation to telecommunications services has been that
market participants have exhibited a high propensity to seek arbitrated outcomes
rather than engage in meaningful negotiations.
Therefore, it is the view of the ACCC that it is more likely that the threat of
arbitration under Part IIIA would create an incentive for parties to negotiate on
a commercial basis. Nevertheless, if a dispute were to be referred to the ACCC,
independent-binding arbitration is widely recognised as a cost-effective method of
resolving disputes, and is consistent with competitive-market situations. As found
by the Tribunal:
64
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
A more prescriptive regulatory regime is one where fewer (or no) matters are
able to be negotiated between access providers and access seekers. Governments
recognise that the market power of firms in some markets means that commercial
negotiation will not provide satisfactory outcomes for prices, investment and quality
of service. In such circumstances, a regulatory regime will prescribe most of the
terms and conditions of access and preclude negotiation. The National Electricity
Rules, which set out the methodology by which the terms and conditions of access
are to be determined, is an example of such a regime.
More prescriptive forms of economic regulation could provide the airports with
a high degree of regulatory certainty. This option could ensure any investment
undertaken by the airports would result in a reasonable rate of return for the
business over the life of the assets. Such regulatory arrangements can also ensure
businesses provide reliable services at efficient prices, while rewarding them for
efficient investment and operating programs.
The current regulatory regime covering airports allows all matters (price,
investment, quality of service) to be negotiated with users. In between the two
regimes, there are a range of options—including combinations of terms that are
prescribed and terms that can be negotiated.
The ACCC considers that a more prescriptive form of economic regulation would
be appropriate if, for airports that are deemed to be declared as suggested above, a
high number of disputes are raised. In other words, if the airports do not actively
facilitate commercially negotiated outcomes, the last resort would be to impose
stricter controls on their behaviour. The ACCC expects that this ultimate threat
would provide added incentive for the airports to negotiate with users in good faith.
The PC has been asked to consider the economy wide costs and benefits as well
as the distributional effects of the current regime. It is expected that this analysis
will consider not only the efficiency outcomes of the various regulatory options
for airports (including doing nothing), but the distributional effects in each case.
Any policy or regulatory reform should be guided by its overall expected economic
welfare gains. That said, the distributional effects are relevant to the community,
and it is important that the potential ‘winners’ and ‘losers’ can be identified, in
addition to the likely magnitude of the impacts of a change on those groups.
65
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
As noted earlier, the ACCC has concerns that under the current arrangements, the
airports’ behaviour is unconstrained, and there are both efficiency and equity issues
associated with these conditions.
Given that the current review presents an opportunity to determine the most
appropriate longer term approach to airport regulation, it would be appropriate to
consider the distributional effects of all possible options, in light of any changes in
the industry or composition of the market that may have taken place since 2002.
Market power issues in airport car parking arise because airports can control access
to airport land by off-airport parking operators and other transport modes as a
bottleneck.50 This monopoly position allows the airports to earn additional revenue
resulting from prices that are higher than those reflecting location.
To address public concerns about airports using their monopoly position to exert
significant market power and charge higher prices, the Government directed the
ACCC to formally monitor prices, costs and profits relating to the supply of car
parking services at the five airports under the existing regime.51
Even so, there are no effective constraints on the airports’ market power in car
parking under the current regulatory regime. Moreover, the information required
to more conclusively establish if parking rates are excessive is beyond the scope
of monitoring.
The ACCC considers that it would be useful for the PC in undertaking its
assessment of market power in airport car parking to revisit the potential efficiency
and distributional effects (section 4.1).
The ACCC has examined the effectiveness of mandatory access undertakings for
landside vehicle access services under Part IIIA to facilitate competition in the
market for landside access (section 4.2).
Albanese, A. (2008).
51
66
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Airport car parking charges set by the airport operators could potentially incorporate
location and monopoly elements. Both types of economic rents represent benefits
to owners resulting from raising prices above the cost of supply.
It is important to make the distinction between location and monopoly rents because
of the different efficiency implications (section 4.1.1). While the distribution of
location rents does not necessarily have an effect on welfare, monopoly behaviour
could lead to a loss of consumption and discourage the use of alternatives to
on-airport car parking (section 4.1.2). Alternative transport options include:
off-airport car parking, terminal drop-off and pick-up, taxis, hire cars (that is,
registered hire vehicles operated by an accredited driver), limousines, public and
private buses, and trains at some airports.
Location rents do not result in the same efficiency losses as monopoly rents because
in the former supply is fixed, whereas in the latter it is deliberately withheld.
Location rents are based on the willingness of users to pay for greater convenience
and do not generate inefficiencies.
Location rents are derived from the limited supply of convenient parking
The major airports’ market power in car parking arises because the land adjacent to
these airports is highly valued for various activities that are related to the operations
of the airport. Car parking can be provided close to the airport terminal, at some
distance, or off airport land altogether. The airports’ market power will be greater
for the more convenient car parking areas because the substitution possibilities are
less significant than for those areas further away.
The additional returns generated by this market power are termed location rents,
the size of which depends on how scarce space is. For example, if there is plenty of
land convenient to terminals for car parking, it is not expected that location rents
would be as high. 52
Assuming consumers are willing and able to switch between transport options, the
airports’ ability to set charges for on-airport car parking beyond those resulting in
location rents would be limited. For example, an offer of cheaper car parking at
less appealing locations would induce some customers to substitute away from
on-airport car parking, thereby constraining the returns the airport owners could
achieve.
Monopoly rents can arise from restricting supply or restricting access to alternatives
Airports could have the incentive to limit, or delay investment in, the supply of car
parking spaces to maintain artificial scarcity and, thereby, achieve higher prices. For
example, the ACCC’s monitoring work suggests it is possible that Brisbane Airport
has been earning monopoly rents for airport parking as a result of inefficiently
delaying investment. Although Brisbane Airport has recently undertaken
Forsyth, P. (2004b).
52
67
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
Airports can act strategically to raise costs of car parking by controlling the
conditions of landside access to terminal facilities. The airports have an incentive
and ability to use their market power to favour their own on-airport car parking
operations. In the context of airport car parking, monopoly rents are defined as
the additional revenue resulting from prices that are higher than those reflecting
location rents.
For example, the ACCC found that car parking prices at Melbourne Airport are of
particular concern. Melbourne Airport seems to impose excessive levies on, and
limit the service offering to, off-airport parking and private bus operators. The
ability of these businesses—which transport a substantial number of travellers to
and from the airport—to compete with on-airport parking would, therefore, be
reduced.55
In contrast, it is not apparent that Brisbane and Sydney airports’ access levies on
off-airport parking and private bus operators are excessive based on the limited
revenue and cost information provided to the ACCC. Therefore, the levies imposed
by the airports may not discourage the use of alternatives to on-airport car parking
in a way that inefficiently distorts travellers’ decisions about which transport option
they use.
Further, it seems unlikely that the access levies would result in a substantial
increase in demand for on-airport car parking at Brisbane and Sydney airports,
because only a relatively small proportion of travellers appear to use off-airport
parking and private buses. Moreover, information provided to the ACCC suggests
that the passenger mode share of these transport options means that the potential
for Brisbane and Sydney airports to induce a significant number of travellers to
shift to on-airport car parking may be limited.
Adelaide and Perth airports do not impose charges on off-airport car parking
operators, which means that these businesses can compete with the airports on
53
ACCC (2011b), pp. 72-73.
54
The airports are free to decide whether or not businesses that rely on landside access are allowed to operate
at an airport. There is no automatic right to be supplied and there is no statutory obligation on a supplier
to justify its decision. There are limited circumstances for which a refusal to deal is prohibited under the
Competition and Consumer Act, including instances of a misuse of market power (prohibited under s. 46)
and exclusive dealing arrangements (prohibited under s. 47).
55
ACCC (2011a), p. 72.
68
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
a level playing field. It is expected that competition from off-airport parking can
create a constraint on airport parking charges to some extent.56
ibid, p. 72-73.
56
69
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
By increasing the costs of the alternatives to on-airport parking, these businesses would
be forced to pass them on to customers in the form of increased charges. An increase in
the price of off-airport parking, for example, could cause some customers to substitute
to on-airport car parking. In addition, limited space allocated for kerbside standing areas
can significantly increase the time taken for businesses that rely on landside access to
transport their customers to and from the airport—especially in peak periods. In fact,
users may be more sensitive to changes in convenience relative to price.57
On the other hand, an airport may be able to increase revenue from airline charges and
retail concessions if it could increase demand for these services by providing more
affordable landside access options. The incentive to expand passenger throughput will
continue until the marginal profit foregone from landside access (including car parking)
operations equals the marginal profit earned from aeronautical and retail activities.
For example, the difference in aeronautical and car parking revenue at Adelaide Airport
may be significant enough that the negative impact of higher charges for car parking
services on passenger traffic could operate as a constraint on those charges (table 1). In
contrast, at Brisbane, Melbourne and Perth airports, car parking operations contribute a
relatively greater amount to airport profitability. Therefore, these three airports are less
likely to have an incentive to moderate increases in car parking rates.
It is less clear if Sydney Airport would have an incentive to moderate price increases
to encourage demand for aeronautical and retail services. Although margins for
aeronautical services are significantly greater than for car parking services, it is expected
that demand at Sydney Airport will be particularly insensitive to price changes given the
airport possesses a high degree of market power. This means it would take a substantial
increase in car parking rates to adversely impact aeronautical and retail revenues and,
therefore, have any negative effect on overall airport profitability.
TABLE 1 Operating margin for aeronautical and car parking services for the
year ended 30 June 2010 ($million)
70
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
If changes in prices for on-airport car parking have little effect on, for example, the
demand for off-airport car parking and other transport modes, the airports would
have the power to set parking prices and the number of car spaces that they prefer.
Of concern, the airports could have the incentive to limit, or delay investment in,
the supply of car parking spaces to maintain artificial scarcity and, thereby, achieve
higher prices.58
4.1.2. Possible economic effects from airports exercising their market power
Consequences of the airports’ ability to control the market for landside access
If an airport levies excessive charges or unreasonably restricts access to providers
of alternatives to on-airport car parking, there would be three main economic
effects. It is unclear which of these effects will be most significant based on a
qualitative assessment.
In a competitive-market situation, the lure of high profits would encourage firms to invest in capacity. It is
58
expected that these profits would be competed away as capacity expands. In contrast, the airports’ monopoly
position means high profits can persist.
71
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
Second, excessive access prices may distort travellers’ decisions on which transport
modes they use and, over the longer term, could impede investment and innovation
in landside access services. Some travellers would be prepared to use alternatives
to on-airport car parking given large enough price differences. But, if an airport
unreasonably discourages the use of lower cost transport options, market prices of
these services would not reflect their true economic values.
Third, more expensive transport options to and from an airport could result in a
lower quantity of ground transport and, consequently, air travel demanded. This
results in an unambiguous loss of consumer welfare because the total volume of
economic activity would decrease.
The magnitude of such welfare losses depends on a range of factors. For example:
• Only a subset of overall demand for air travel would be highly sensitive to
changes in the prices of ground transport options.
• Exogenous conditions that impact demand for air travel would be influential,
such as the prices of airfares and broader economic conditions.
• The market characteristics—such as the distance between the airport and
travellers’ origin or destination, and availability of the various transport
options—differ from airport to airport, which could influence the ability of
operators of businesses that rely on landside access to create a constraint on the
airports’ market power.60
In the view of the ACCC, it is possible that the airports’ ability to control the market
for landside access may result in substantial welfare losses. For instance, higher
costs of car parking could have a sizeable impact on budget travellers’ decision to
travel, which seems to have become a larger segment of the market for air travel.
Under these circumstances, the ACCC considers there is good reason to consider
regulation of the airports’ landside access arrangements. However, a comprehensive
evaluation of the market for landside access at each of the airports would be
required to determine whether or not the problem warrants a regulatory response.
The PC’s 2006 report did not take into account the efficiency consequences of
72
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
monopoly rents in airport car parking because it considered that the alternatives
would be influential and, thereby, constrain the airports’ market power. However,
as recognised by the PC in its 2002 report, the conclusion that the airports’ market
power in the provision of car parking is low only holds if the airport does not use
its control over airport access to stifle competition.61
It is imperative that the PC recognises the airports’ incentive and ability to restrict
competition to on-airport car parking, and conducts a comprehensive analysis of
the potential consequences—including an examination of the efficiency effects
highlighted above. An evaluation of the market for landside access is required to
estimate travellers’ willingness to substitute between the various transport options
to and from an airport. The PC would need to look beyond the number of apparent
competitors.
An assessment of the terms and conditions on which each airport offers access
to alternatives would be required to determine the significance of the potential
impediments to competition in the market for landside access. For example, if it
is found that an airport does not levy excessive access charges, the ability of the
airport to impose charges above efficient levels for car parking services would be
limited.
Perth is the only major airport that does not charge access fees for off-airport car
parking, or for public or private buses. The ACCC’s assessment of the level of
charges imposed by the remaining airports (other than Melbourne) is mixed. The
ACCC has stated that the access charges for Sydney and Brisbane airports do not
appear to be excessive, but it is difficult to draw definitive conclusions based on the
information made available through the monitoring reports.62
The PC’s analysis could also examine the impact of higher charges for car parking
services on passenger traffic and associated demand for aeronautical services and
retail concessions. This analysis would indicate the extent to which these aspects
of the business would operate as a constraint on car parking charges at each of the
major airports. For example, if aeronautical and retail profits do not act to promote
competition for on-airport car parking, it can only be because the throughput
forgone does not contribute at least as much profit in aeronautical and retail
activities, as what is gained by restricting competition for on-airport car parking.
ibid, p. 73.
63
73
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
Figures 4.1 to 4.5 below contain data for each of the airports’ car parking prices
and operating margins.64 Generally speaking, operating margins and prices have
moved in an upwards direction over the period 2005-06 to 2009-10. This could
occur, for example, when a car park has consistently achieved greater throughput
of the existing facilities over the period. It could also occur when the car park
has achieved higher revenues through increased prices. It would be reasonable to
expect that the costs associated with investment in additional capacity would be
reflected in operating margins over time.
FIGURE 4.1
ADELAIDE AIRPORT – CAR PARKING PRICES AND
OPERATING MARGINS
35 14
30 12
20 8
15 6
10 4
5 2
0 0
2005-06 2006-07 2007-08 2008-09 2009-10
64
Data sourced from ACCC (2011a).
74
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
FIGURE 4.2
BRISBANE AIRPORT – CAR PARKING PRICES AND
OPERATING MARGINS
60 60
40 40
30 30
20 20
10 10
0 0
2005-06 2006-07 2007-08 2008-09 2009-10
FIGURE 4.3
MELBOURNE AIRPORT – CAR PARKING PRICES AND
OPERATING MARGINS
60 90
Operating Margin ($million)
50 75
Price (dollars)
40 60
30 45
20 30
10 15
0 0
2005-06 2006-07 2007-08 2008-09 2009-10
75
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
FIGURE 4.4
PERTH AIRPORT – CAR PARKING PRICES AND
OPERATING MARGINS
45 27
40 24
35 21
30 18
20 12
15 9
10 6
5 3
0 0
2005-06 2006-07 2007-08 2008-09 2009-10
FIGURE 4.5
SYDNEY AIRPORT– CAR PARKING PRICES AND
OPERATING MARGINS
60 90
Operating Margin ($million)
50 75
Price (dollars)
40 60
30 45
20 30
10 15
0 0
2005-06 2006-07 2007-08 2008-09 2009-10
76
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
As noted, degrees of market power are likely to differ from airport to airport, and
across services areas. Analysis of the market for landside access at each of the
major airports should have regard to characteristics such as:
• User preferences
• The supply of car parking services at the airport
• Transport options available to travellers
• The location of an airport relative to the central business district
• Property markets
• Local planning regulations
• Legislated security requirements on the landside.
The nature and availability of substitutes to on-airport car parking, such as off-airport
car parking and alternative transport providers, will be important in determining
the appropriate regulatory response. Competition can constrain the airports’ ability
to exercise their market power in setting car parking charges because, in response
to higher parking rates, some travellers would switch to alternative landside access
services. In this environment, rents accruing to the airports are more likely to
reflect location advantages rather than monopoly profits.
To be clear, the ACCC does not suggest that regulation should extend to setting
airport car parking charges. In practice, the information required to replicate
efficient price structures in car parking would be too great. Distinguishing between
location and monopoly rents is not an easy task. Further, if parking rates were
77
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
not set to reflect the value in use of the land, airports would have an incentive to
re-allocate the land to other economic activities over the long term.
Access undertakings set out the terms and conditions on which the access provider
is prepared to allow access to its facilities. As an alternative to declaration under
Part IIIA, undertakings give infrastructure owners and operators greater certainty
about the access conditions applying to their infrastructure. Once the ACCC
accepts an undertaking the service in question can no longer be declared.
To ensure those airports with significant market power do not attempt to discourage
competition to on-airport car parking, the ACCC considers that mandatory
undertakings for landside vehicle access services would best facilitate commercial
negotiations and limit transaction costs. Access undertakings would assist the
alternative transport modes to on-airport parking, which may not have the same
experience, expertise and resources as the airlines in negotiating with the airports,
which could make deemed declaration less effective for these operators. Access
undertakings also give the airports the opportunity to remove uncertainty as to
what access conditions will apply to landside vehicle access services.66
Landside vehicle access services, for the purpose of an access undertaking, could
be defined as: use of terminal access roads, kerbside standing areas and holding
bays at the airport for the purpose of dropping off and picking up airline passengers
at an airport and its terminals.
The monitoring reports include data on charges and revenue that the airports
obtained from users of landside vehicle access services. It is these services that the
eventual access undertakings would apply to. Table 4.1 provides a summary of the
data collected for each of the monitored airports in 2009-10.
Once the ACCC accepts an undertaking, the service in question can no longer be declared—although the
66
ACCC’s decision on whether or not to accept the undertaking may be reviewed by the Tribunal.
78
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
TABLE 4.1
LANDSIDE ACCESS CHARGES AND REVENUE
FOR THE YEAR ENDED 30 JUNE 2010
Brisbane • Per entry charge imposed on private buses—$840 000 airport revenue
• Monthly fee imposed on off-airport parking—$128 000 airport revenue
• Per pick-up charge of $3 imposed on taxis—$2.6 million airport revenue
• Per pick-up charge imposed on hire cars and limousines—$510 000
airport revenue
• Train corridor lease—$140 000 airport revenue
While an undertaking would need to specify pricing arrangements, this does not
imply that an undertaking cannot provide scope for negotiation. To cater to the
specific requirements of potential third-party users, undertakings could allow for
negotiation of terms and conditions by establishing procedures for negotiations
and clearly defined boundaries to the negotiations. In terms of access pricing
arrangements, prices can take the form of reference prices, or airports could
specify maximum and minimum prices between which negotiation can take place.
Irrespective of the approach used, the airport would be required to explain the basis
for setting access prices and how they relate to costs.
Under the Airports Act, each airport must submit a Master Plan to be approved
by the Minister for Infrastructure and Transport. A Master Plan is relevant to the
approval of major developments at the airport and must take into account public
79
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
concerns. An airport must not carry out, or permit, a building activity without
approval whereby non-compliance is an offence.
The Master Plan process is a useful regulatory tool to ensure the major airports do
not either attempt to withhold the supply of on-airport car parking, or discourage
competition in the market for landside access.67 Recent changes to the Airports Act
have strengthened the airport planning process by requiring that airport Master
Plans include, for example, detailed information on proposed non-aeronautical
developments. However, the recent amendments do not go far enough to safeguard
against any attempts by the airports to use their market power at the expense of
users.
In assessing the airport Master Plans, stakeholder groups68 and the Government
could give consideration to the adequacy of investment, which would have the
effect of deterring airports from limiting or delaying the construction of multi-level
car parking facilities. If the opportunity cost of land at an airport is high, but the
airport could expand its car parking operations, this suggests that on-airport car
parking capacity is being artificially restricted.
V. Conclusion
This article has reflected the ACCC’s view that a change in the regulatory
arrangements covering airports is appropriate.
The PC’s current review will be informed by greater practical observations of the
airports’ behaviour and of the operation of Part IIIA over time. With the benefit of
experience and information generated by eight monitoring reports since the 2002
review, it is apparent that the market constraints on airports’ behaviour are not as
strong as previously envisaged. However, the limitations of the airport monitoring,
either as a source of conclusive findings or as a regulatory tool in itself, have
become clear.
The current regulatory regime does not effectively constrain the major airports’
market power, which allows the airports to set monopoly prices for aeronautical
services and car parking. The ACCC considers that an appropriate regulatory
67
Under s. 71(5) of the Airports Act, the Airport Regulations may provide that, in specifying a particular
objective, assessment, proposal, forecast or other matter, a draft or final Master Plan must address such
things as are specified in the regulations.
68
For example, on 18 February 2011, the Minister for Infrastructure and Transport announced that the
Government would establish community aviation consultation groups to consult on a range of issues relating
to community impact of airport operations, including ground transport and access issues.
80
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Part IIIA of the Competition and Consumer Act, offers fit-for-purpose regulatory
tools that could be utilised to address the risks associated with the exercise of
airports’ market power as they apply in the markets for aeronautical and landside
services respectively.
To address market power problems in car parking, the major airports could be
required to lodge access undertakings for landside vehicle access services. This
recognises the more limited capacity of businesses that depend on landside
access to exercise countervailing power. Undertakings can ensure alternatives to
on-airport car parking can compete on a level playing field with the airport. As an
additional measure, the Master Plan process could have regard to the adequacy of
investment in on-airport car parking facilities to deter airports from deliberately
withholding supply.
By invoking Part IIIA, the potential exists for significant welfare gains.
Encouraging outcomes that better reflect a competitive environment would result
in lower prices, higher service-quality levels, more timely investment, and better
use of the various transport options to and from airports. Ultimately, this could lead
to increased consumption of air travel and place pressure the airports to operate
more efficiently.
81
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
VI. References
Anderson, J., Minister for Transport and Regional Services; and Costello, P.,
Treasurer (2002). Productivity Commission Report on Airport Price Regulation,
Joint Press Release no.24, 13 May.
Australian Competition Tribunal (2005), Virgin Blue Airlines Pty Ltd [2005]
ACompT 5.
Fisher, F. and McGowan, J. (1983). ‘On the Misuse of Accounting Rates of Return
to Infer Monopoly Profits’, The American Economic Review, Vol. 73, No. 1, March.
Forsyth, P. (2004b). ‘Locational and monopoly rents at airports: creating them and
shifting them’, Journal of Air Transport Management, vol. 10.
82
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Minister for Transport and Regional Services and Treasurer (2002). Joint press
release, 13 May.
Productivity Commission (2004), Review of the Gas Access Regime, report no. 31,
Canberra, June.
83
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
APPENDIX A
The first step was an extensive public review called the National Competition Policy
Review. As a consequence of this review, Australian governments recognised that
competition policy was much broader than legislation governing market conduct.
Rather, competition policy encompasses all policy dealing with the extent and
nature of competition in the economy.
This review recommended a wide range of reforms that included a single, national
competition law that applied to all businesses and markets. The reforms included
a new legislative regime in Part IIIA of the Competition and Consumer Act 201069
to promote competition in markets that needed access to bottleneck infrastructure
(such as electricity and communications wires, gas pipelines, railways and airports).
The reforms also introduced a set of policies designed to improve the performance
of publicly-owned businesses, and in particular, to ensure that these businesses
were subject to the same competition policy disciplines as private firms. These
policies included:
• measures to ensure that publicly-owned companies did not enjoy any particular
advantages by virtue of being part of government when competing with private
firms;
• the structural reform of public monopolies, where the benefits of operating in
competitive markets outweighed any associated costs; and
• independent pricing oversight to limit monopoly pricing or behaviour of any
remaining public monopolies.
The reforms undertaken through the National Competition Policy Review have
been highly valuable to Australia. The PC estimates the reforms to have added
about 2.5 per cent to Gross Domestic Product, or about $7 000 to ‘average’
household income.70
This microeconomic reform agenda had direct consequences for the ownership and
regulation of Australian airports.
69
The Competition and Consumer Act 2010 was previously titled the Trade Practices Act 1974.
70
Productivity Commission (2005), p. XVII.
71
The Prices Surveillance Authority merged with the Trade Practices Commission to form the ACCC in 1995.
84
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
for the regulatory oversight was that an airport operator may possess significant
market power and may use this power to restrict an airport’s capacity, increase
prices and earn monopoly profits.
From 1997, the process of privatising the airports commenced in phases, with
the last being Sydney Airport in 2002. The privatisations were achieved through
the sale of leases on the airport businesses. The airports varied greatly in size.
The smaller airports, which predominantly handled general aviation activities,
were sold for less AUD$10 million, while the proceeds for Sydney Airport were
AUD$4.2 billion.
The intent of the policy behind airports privatisation was to promote operation of the
airports in an efficient and commercial manner, while at the same time protecting
airport users from any potential abuse of market power by airport operators. The
goal was that commercial relationships between airlines and airports would be
encouraged. Where possible, the economic regulator would not be involved in that
relationship.
The enabling legislative and sales processes also promoted competition where
possible. The legislation put in place arrangements that would encourage
competition between airports to the greatest extent possible. The Airports Act 1996
requires airlines not own more than 5 per cent of an airport operator company, and
there are cross ownership restrictions of 15 per cent between Sydney Airport and
Melbourne, Brisbane and Perth airports.
During the transition, the larger airports were subject to a price cap regime. The
price caps applied only to services identified in the legislation as ‘aeronautical’.
Such services included airfield infrastructure and most airside terminal services
(such as aerobridges).
Australia’s newly introduced access regulation (under Part IIIA of the Competition
and Consumer Act) was also applied to aeronautical services provided by the
airports. This gave businesses – such as airlines – a right to negotiate with an airport
access to services it provided. If a dispute arose from those access negotiations, an
affected party could have the ACCC arbitrate that dispute.
Further, the regime also saw the introduction of monitoring of prices, costs and
profits for services identified as ‘aeronautical-related’ services. These services
were related to the aeronautical activity and were ones in which the airports held
significant market power but the degree of market power was seen as being less
than that held in aeronautical services. Examples of aeronautical-related services
included check-in desks, aircraft refuelling and car parking.
Finally, the airports that were subject to price oversight were also subject to quality
of service monitoring to ensure that they did not reduce costs by allowing the
85
The economic regulation of Australian airports: A regulator’s perspective
The other information source was surveys of users – including airlines, passengers
and the Australian Customs Service (ACS). The ACCC surveyed airlines and the
ACS, while the airports surveyed passengers and passed on the results of those
surveys to the ACCC.
Early ACCC reports focused on reporting the information. As the time series was
still being established, the ACCC reports did not contain significant additional
analysis and interpretation of results.
86
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Resumen
I. Introducción
1
Gerente de Marketing de IKONS ATN, Chile. Lo expresado en el artículo no representa necesariamente la
posición de la empresa.
87
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
GRÁFICO 1
SUPERVISIÓN OFERTA Y DEMANDA
DE OBRAS PÚBLICAS CONCESIONADAS
OFERTA DEMANDA
Debe existir un equilibrio entre los estándares de servicio exigidos y el nivel de satisfacción a
esperar dado el nivel dichos estándares
2
A lo largo de este documento nos referimos a medición de la satisfacción de usuarios a cómo determinar
el nivel de satisfacción de los usuarios, construir un modelo que nos permita identificar los factores que
afectan dicha satisfacción y los pesos de estos factores, a fin de tomar medidas correctivas en pro de mejorar
el nivel de satisfacción, y de manera regular y periódica. Esto no se debe confundir con el hecho de “hacer
encuestas” de satisfacción que sólo miden el nivel de satisfacción, sin contar con un modelo formal de
satisfacción detrás.
3
Analizar uno de los casos de las concesiones viales en Italia.
88
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
¿Qué es lo que quieren los ciudadanos y qué es lo que consiguen de los Organismos
Públicos? El sector público cumple los siguientes roles (Kotler, 2002):
¿Es posible que una organización del Estado, no se preocupe de los usuarios?,
si analizamos las definiciones que hace Kotler (1978), en función del grado de
orientación al usuario, encontramos que sólo una organización del tipo insensible
es la que no se preocupa de ellos.
a) Organización insensible
No hace nada por medir las necesidades, percepciones o satisfacción de sus
públicos e incluso se dificulta la sección reclamos y sugerencias.
Criterio: “La organización puede o no conocer los que sus públicos necesitan,
pero sus necesidades y expectativas no cuentan”.
b) Organización casualmente sensible
Muestra interés por conocer las necesidades, percepciones o satisfacción de sus
públicos. Anima a solicitar información, presentar sugerencias y opiniones.
Criterio: Informal, esporádico.
c) Organización altamente sensible
Establece mecanismos formales de recopilación información sistemática sobre
satisfacción de clientes. Asimismo, se establecen mecanismos formales para la
sección reclamos y sugerencias.
Criterio: Adopta medidas para ajustar sus servicios “el público propone y la
organización dispone”.
d) Organización plenamente sensible
Rompen la barrera de “nosotros la organización” y ellos “el público”.
Criterio: “Acogen a sus públicos como miembros con derecho a voto”.
89
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
GRÁFICO 2
CALIDAD DE SERVICIO DESDE EL PUNTO DE VISTA
DE LA OFERTA Y DE LA DEMANDA
Oferta-Demanda
EXPECTATIVAS
CALIDAD DE
DE CALIDAD DE
SERVICIO
SERVICIO
OBJETIVO
ESPERADA
RESULTADOS
PERCEPCIÓN SATISFACCIÓN
CALIDAD DE medición de
SERVICIO resultados CALIDAD DE medición de
PRODUCIDA SERVICIO satisfacción
RECIBIDA
En la figura anterior se observa que por el lado de la demanda, es decir, los usuarios,
estos tienen expectativas de calidad de servicio esperadas, las que se pueden definir
como: Puntos de referencia que los clientes han construido poco a poco a través
de su experiencia con los servicios. Por otra parte, tienen percepciones de calidad
recibida que se entienden como: forma en que efectivamente el cliente recibe el
servicio.
III. Justificación
90
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
91
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
V. Metodología de aplicación
Objetivo General
Objetivos Específicos
• Determinar cuál o cuáles son las variables / atributos que los usuarios
consideran relevantes en la prestación del servicio brindado de la obra.
• Determinar la evaluación que los usuarios asignan a cada atributo y el
grado de relevancia que ésta representa respecto del servicio total recibido,
así como su ingerencia sobre su nivel de satisfacción total.
92
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Estas escalas pueden ser analizadas a posteriori como índices o como agrupación
de puntuaciones positivas y negativas. Éste es un análisis descriptivo que es útil
para visualizar la evaluación que hacen los usuarios de cada aspecto del servicio
considerado en forma independiente.
93
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
CUADRO 1
ESCALA DE NOTAS PUNTOS
PARA ÍNDICE DE SATISFACCIÓN
94
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
GRÁFICO 3
ÍNDICE INTERNACIONAL DE SATISFACCIÓN
85.5
Compromiso medio
Optimizar
Empresas que presentan
debilidades en la lealtad
73.3
Bajo compromiso
Acción inmediata
Gran riesgo de pérdida de clientes
Alta movilidad
0
95
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
La única forma de asegurarse que las asociaciones que se establece entre los
procesos y atributos del servicio y la satisfacción general no sean espurias,4 es que
las variables independientes no estén correlacionadas. Lamentablemente, esto no
siempre sucede (por no decir casi nunca).
4
Una asociación es espuria cuando se identifican variables correlacionadas no asociadas a un esquema de
causa y efecto.
96
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Los pesos de las variables manifiestas respecto del factor de referencia se calculan
a partir de las puntuaciones factoriales (valores de correlación de las variables
manifiestas con sus factores o variables latentes de referencia). Una vez calculadas
las variables latentes que cumplen con el requisito de ser ortogonales, se puede
aplicar un análisis de regresión múltiple que determine los pesos de los factores
respecto de la satisfacción global.
Ahora bien, dado que el ajuste del MEE va a estar dado por la calidad del modelo
introducido, no es recomendable utilizar ecuaciones estructurales en cuestionarios
que no hayan sido probados y/o diseñados en función de un análisis cualitativo
previo que haya permitido detectar los aspectos involucrados en las evaluaciones
del servicio realizadas por los entrevistados.
Por otro lado, si bien siempre lo más recomendable es utilizar los factores o
variables latentes como indicadores generales del conjunto de atributos, es también
recomendable medir los mismos en forma directa, ya que la aparición de diferencias
importantes entre ambos podría indicar un déficit en la cantidad y/o calidad de los
atributos medidos (y por lo tanto, la necesidad de realización de ulteriores análisis
cualitativos).
97
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
GRÁFICO 4
EJEMPLO DE INFORMACIÓN UNIVARIADA
Además, el MEE permite identificar cuáles son las variables que tienen mayor
impacto, ya sea en el proceso medido o en la satisfacción general.
98
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
GRÁFICO 5
EJEMPLO DE INFORMACIÓN DESCRIPTIVA
INFERENCIAL MULTIVARIADA
Precio independiente 33 %
13 % Modernidad
Precio asociado a la 32 %
Valor 17 %
calidad de la vía
Agilidad
35 % Imagen 5%
Precio asociado a la
totalidad del servicio 17 % 13 % 13 % Seriedad
recibido
12 % Confiabilidad
SATISFACCIÓN
GENERAL 10 % Preocupación
por clientes
16 % Contribución
Desarrollo de la
55 % 12% Comunidad
Atributo 14 %
20 % Determinación 20 %
17 % 21 % Preocupación
Atributo del pagador
25 % medio ambiente
Atributo
Características Da Información
técnicas del servicio verdadera
Atributo 80 %
10 % Servicio al Facturación
Atributo 10 % cliente y cobranza 34 %
Atributo 33 % Atributo
40 % 33 %
40 % 20 %
Atributo
Atributo Atributo Atributo Atributo
99
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
GRÁFICO 6
FASES Y ACTIVIDADES PARA LA ELABORACIÓN
DEL MODELO DE SATISFACCIÓN
3.2
1.1 REALIZACIÓN 3.1 ELABORACIÓN DE
DE FOCUS GROUP 2.1 EMPADRONAMIENTO PLANTEAMIENTO CUESTIONARIO
DE ECUACIONES ESTRUCTURADO
Y PRUEBAS
1.2 ELABORACIÓN
2.2 CONSTRUCCIÓN
DE PARRILLA 3.3 APLICACIÓN
DE BASE DE DATOS
DE ATRIBUTOS DE ENCUESTAS
3.4 PROCESAMIENTO
DE LA INFORMACIÓN
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
MULTIVARIADO
3.5 CONSTRUCCIÓN
DE ÍNDICE DE
SATISFACCIÓN DE
USUARIOS
3.6 ELABORACIÓN
LÍNEA DE BASE
MEDICIONES DE
SEGUIMIENTO
Algunas variables, a modo de ejemplo, para el caso del transporte público urbano
de buses en una ciudad de tamaño pequeño señalados en la fase cualitativa son:
100
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
a.2) Rapidez
Este atributo se relaciona con el tiempo que toma realizar el traslado de un
lugar a otro dentro de la ciudad.
b.1) Fiscalización
Se refiere a la presencia organizada de fiscalización del buen funcionamiento
del transporte público, en general.
c.1) Amabilidad
Está relacionado con qué tan amable es el chofer que conduce los servicios
y la relación que establece con los pasajeros.
101
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
c.3) Responsabilidad
Se refiere a ser precavido en la conducción y al estado en que se encuentra
el chofer al momento de trabajar.
d) Precio /tarifa
Este atributo está referido a la tarifa que el pasajero debe pagar por el servicio
de transporte público y que va en estrecha relación a la asociación denominada
“precio/calidad”.
e) Otros
En este ítem es posible encontrar otros atributos como la seguridad asociada al
viaje, dada por la sensación de seguridad durante el trayecto, esto referido al estado
del vehículo, disponibilidad de elementos de seguridad, estilo de conducción,
condiciones climáticas, entre otros.
102
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
103
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
5
Uno de los problemas que se plantea es determinar el número de factores que conviene conservar,
cumpliendo con el principio de parsimonia, es decir, la menor cantidad de factores posible y que sean fáciles
de interpretar, es decir, cumplir con el principio de interpretabilidad.
104
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
GRÁFICO 7
PASOS NECESARIOS PARA EL ANÁLISIS FACTORIAL
Extracción de factores
Rotación de factores
105
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
V.7.3 PreTest
Diseño muestral
Tamaño muestral
Para cada estudio se recomienda trabajar con estimaciones de información
con un margen de error máximo del 5% bajo supuestos de aleatoriedad
simple, un nivel de confianza del 95% y varianza máxima.
Selección de la muestra
La muestra deberá ser seleccionada aleatoriamente desde la base de datos
generada en el empadronamiento en terreno, utilizando cualquiera de los
tipos de muestreo probabilístico, que permitan la mejor representatividad y
se apliquen de mejor forma al caso en estudio.
Trabajo de Terreno
El trabajo de terreno será desarrollado por un equipo de supervisores y encuestadores
especialmente entrenados para la investigación. Todas las entrevistas deben ser
revisadas.
106
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Instructivo
Esta etapa tiene dos fases para cada una de las encuestas:
Supervisión
La supervisión permite confirmar, tanto la selección correcta del sujeto
muestral como la aplicación efectiva del cuestionario en su totalidad. La
supervisión directa se aplica al 20% de las entrevistas. Sin perjuicio de lo
anterior, el 100% de las encuestas son revisadas y validadas.
Codificación
Una vez que se aprueban las encuestas, se realiza un listado donde se
transcriben las opiniones expresadas en las preguntas abiertas. Dicho
registro permite agrupar las respuestas en códigos aplicables a la totalidad
de las encuestas. Esta actividad hace posible representar las opiniones,
considerando las particularidades de las coyunturas e identificar tendencias
de opinión con un marco acotado.
Validación y Proceso
La empresa que lleva a cabo el estudio para estos efectos debe contar con
los programas adecuados para el ingreso y procesamiento de datos, con
los cuales se realiza a su vez un proceso de control de error y validación
107
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
Por último, las variables con alto impacto y alta satisfacción serán considerados
aspectos que se requiere potenciar y, por el contrario, variables con alto impacto y
baja satisfacción serán aspectos que requieren de mejoras urgentes. Gráficamente
se puede visualizar de la siguiente manera:
Para la mayoría de los servicios asociados a obras de infraestructura pública se considera una evaluación
6
anual, por cuanto permite poner en marcha las mejoras, y que estas puedan ser percibidas por el usuario.
108
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
GRÁFICO 8
MATRIZ DE FORTALEZAS Y DEBILIDADES
MEJORA
ASPECTOSMEJORA
DEBILIDADES FORTALEZAS
APOTENCIAR
PRIORITARIO
ASPECTOS
PRIORITARIO
IMPACTO
IMPACTO
ASPECTOS
25
25
20
20
Proceso 22
Proceso
15
15
10 ESTRATEGIA
ESTRATEGIA DEDE
ESTRATEGIA DE
ESTRATEGIA DE
5 CONSOLIDACION
CONSOLIDACION / /
MEJORA
MEJORAURGENTE
URGENTE
Proceso11
Proceso Proceso 44
Proceso CAPITALIZACION
CAPITALIZACION
0
ASPECTOS MEJORA
MEJORA
Proceso 33
Proceso
SECUNDARIA
SECUNDARIA
ASPECTOS
ASPECTOSAA
MANTENER
MANTENER
ASPECTOS
INDICE INDICE
DE SATISFACCION
DE SATISFACCION
VII. Conclusiones
El rol del sector público en la satisfacción de los usuarios recae en definir los
principios operativos de la sociedad y realizar los servicios esenciales para el
interés público, proveyendo de servicios públicos que sean rentables socialmente.
Por su parte, la brecha del cliente, puede leerse como la diferencia entre las
expectativas y las percepciones. El equilibrio, o situación ideal de satisfacción
plena, es aquella en la cual las expectativas, es decir, los puntos de referencia que
los consumidores han construido a través de sus experiencias con los servicios,
igualan a las percepciones o la manera en que efectivamente el cliente recibe el
servicio.
Existe una tendencia en el mundo a supervisar también que “perciben” los usuarios
de dichas obras y servicios, teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos son
por quienes se concibió la obra.
109
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
Referencias
Kotler, P. y Lee, N. (2007). Marketing en el Sector Público, todas las claves para su
mejoramiento, Wharton School Publishing – Pearson Prentice Hall, ISBN 978-84-
8322-378-9.
Rey, Carina. (2000). “La satisfacción del Usuario: Un Concepto en Alza”, Anales
de Documentación, N° 3, Universidad de Murcia.
110
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
111
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
ANEXO 1
EJEMPLO DE PLANTEAMIENTO DE ECUACIONES
ESTRUCTURALES PARA MEDIR AL EVALUACIÓN CON LA
SATISFACCIÓN DE LOS USUARIOS DEL TRANSPORTE PÚBLICO EN
UNA CIUDAD DE TAMAÑO PEQUEÑO
112
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
GRÁFICO 9
VARIABLES Y RELACIONES CAUSALES DE SATISFACCIÓN
DE USUARIOS
Frecuencia
Disponibilidad/
Recorrido
Aspectos
Tarifas generales
del servicio
Paraderos
Información
Satisfacción
General
Rapidez
Comodidad
Estado del
vehículo Proceso de
Traslado
Seguridad
Chofer
113
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
Planteamiento de Ecuaciones
AG
1X1
2X 2
3 X3
4X4
5 X5
Pt
B6 X 6
7X7
8X 8
9X 9
10 X 10
Donde:
Luego:
H
SG
1
AG
2
Pt
3
i
Di
i
i
1
Donde:
H
SG
1n AG
: Parámetro 2
Pt
3
i
Di
i
Di : Variables Dicotómicas parai
H
1 diferencias estructurales
• Pregunta filtros
• Conocimiento del entrevistado
• Expectativas
• Satisfacción general
• Evaluación de la imagen global del servicio
• Batería de satisfacción
• Aspectos generales del servicio del Transporte Público
• Aspectos durante el viaje
• Propuesta de Mejoras
• Datos de clasificación
114
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
PREGUNTAS FILTRO
a) Rango de edad
Edad
1 13 - 18
2 19 - 25
3 25- 35
4 36- 44
5 45- 55
6 55-65
7 + de 65
1. Sí
2. No (agradezca y cierre)
P.1 Pensando en toda la semana ¿En términos habituales cuántas veces al día utiliza
usted el transporte en buses?
115
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
EXPECTATIVAS
Positivamente 1
Negativamente 2
Es indiferente 3
SATISFACCION GENERAL
P.3 En términos generales ¿Cuán satisfecho está usted con el servicio de buses
urbanos de su ciudad?
P.4 Si la nota es igual o inferior a 4 ¿Me podría decir por que razón o razones
le atribuye usted ese nivel de satisfacción? (ANOTE TODO LO QUE DIGA)
P.5. ¿Cuán de acuerdo está Ud. con que el transporte público buses de su ciudad
……(INSERTAR FRASE CORRESPONDIENTE)? Por favor utilice una escala
de 1 a 7 donde 1 significa que está totalmente en desacuerdo y 7 que está totalmente
de acuerdo.
116
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Muy en Muy de
EL TRANSPORTE PÚBLICO EN BUSES ....... NS/NC
desacuerdo acuerdo
BATERIA DE SATISFACCIÓN
P.6 Ahora le voy a pedir que evalúe de la misma forma, de 1 a 7, que tan satisfecho
(Muy satisfecho Nota 7) o insatisfecho (Nota 1) está usted, con los siguientes
Aspectos Generales del Servicio de Transporte Público en Buses de su ciudad:
Muy
ASPECTOS GENERALES DEL SERVICIO DE TP BUSES Muy Insatisfecho NS/NC
Satisfecho
P.6.6 Tarifas 1 2 3 4 5 6 7 99
P.7 De la misma forma, de 1 a 7, qué tan satisfecho o insatisfecho está usted con los
siguientes aspectos relacionados con el Proceso de Traslado “el viaje”
117
Medición de la satisfacción de los usuarios en las obras públicas desarrolladas vía mecanismos de Asociación Público–Privada
P.8. Ahora le voy a pedir que evalúe de la misma forma, de 1 a 7, qué tan satisfecho
está usted con los siguientes aspectos del Proceso de Traslado “el viaje”.
Muy
ASPECTOS DEL TRASLADO O VIAJE Muy Insatisfecho NS/NC
Satisfecho
118
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
DATOS DE CLASIFICACIÓN
1 Escolar
1 ABC1 2 Estudiante Universitario 1 Hombre
2 C2 3 Trabajador Activo/ buscando trabajo
3 C3 Dueña de casa 2 Femenino
4 D 4 Jubilado (sin trabajar)
5 E 5 Otros (especificar)
6
119
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Resumen
I. Introducción
1
Coordinador de Gestión Regulatoria de la Gerencia de Regulación del OSITRAN. Estudios concluidos
en Magister en Finanzas por la Universidad de Chile, Bachiller en economía por la Universidad de Lima.
El autor agradece los comentarios de Fernando Momiy y Rubén Espejo. Las opiniones expresadas en
el presente documento son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan necesariamente las
opiniones del OSITRAN. E-mail: cfierro@ositran.gob.pe
121
Concesiones y terrenos no saneados: cuando una obligación pierde su naturaleza
Por otro lado, corresponde destacar que en virtud a las variadas competencias que
detentan las entidades involucradas con los proyectos de concesión, así como a
sus diversos puntos de vista generados por una falta de claridad en el Contrato, se
puede generar en muchos casos que sus recomendaciones y/u opiniones alteren
el devenir normal del contrato, así como también se pueden ocasionar conflictos
de competencia entre entidades o incluso, con la empresa concesionaria, durante
la vigencia de la concesión. Esta situación no hace más que retrasar los objetivos
trazados por el Estado al momento de emprender la promoción de la inversión
privada en proyectos de gran envergadura que tendrán un impacto importante en el
desarrollo económico, social y cultural de la nación.
Estas dificultades no han sido ajenas para OSITRAN, siendo que el reflejo de dicha
preocupación se puede percibir en los diversos pronunciamientos que ha emitido
sobre los proyectos de concesión promovidos por PROINVERSIÓN, siempre en
el marco de sus competencias y teniendo claro su papel de organismo regulador
que cautela de manera imparcial y objetiva por los intereses del Estado, de los
inversionistas y de los usuarios.
122
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Por ende, una lectura sistemática de las normas que regulan el actuar del OSITRAN
y de las normas que rigen las APP´s, indican que la opinión favorable del Regulador
en tres aspectos puntuales no interfiere con la potestad de este organismo de
pronunciarse sobre otros aspectos de su competencia. Esto cobra mayor relevancia
dado que es conveniente que, aprovechando la experiencia ganada durante la
vigencia de contratos suscritos anteriormente, opine y recomiende acciones para
evitar errores previos en futuros contratos, aun cuando en dichos aspectos, las
opiniones no sean de observancia obligatoria para PROINVERSION.
En su momento, los problemas que se advierten tanto por las Partes como por
el Regulador generaron la necesidad de ser solucionados mediante los diversos
mecanismos establecidos en los contratos de concesión, tales como los acuerdos
entre partes (comúnmente llamado “trato directo”), interpretaciones contractuales
o mediante la suscripción de adendas.
123
Concesiones y terrenos no saneados: cuando una obligación pierde su naturaleza
Así, dado que el acto mismo de otorgamiento en concesión supone la entrega de los
bienes necesarios para cumplir con el objeto de la concesión, se genera el deber por
parte del Concedente de entregar las áreas de terreno necesarias para la ejecución
de las obras y demás actividades que son de cargo del Concesionario.
No obstante ello, ha sido recurrente que los plazos fijados en los Contratos de
Concesión (establecidos por PROINVERSIÓN y el Concedente) para la entrega de
áreas de terreno se han dilatado, lo cual ha generado todo tipo de contratiempos a
las partes y al Regulador, propiciando modificaciones a los Contratos (en las etapas
constructivas), así como vaivenes en la instalación de las estaciones de peaje en el
caso particular de las carreteras.
Este hecho, que genera serias dificultades en los contratos de concesión actualmente
vigentes, se debe principalmente a que no se realizan adecuados estudios sobre
las condiciones en las que se encuentran las áreas de terreno a ser entregadas
al Concesionario. Frente a estos antecedentes, OSITRAN ha recomendado en
diversas oportunidades a PROINVERSIÓN que se establezcan plazos adecuados
para la obligación del Concedente de entregar las áreas de terreno necesarias
para la ejecución de las obras de cargo de los Concesionarios; así como que se
exija al Concedente que remita la documentación sobre el estado de los terrenos,
facilitando la labor de supervisión de las obras a cargo del Concesionario.
124
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
La Red Vial N° 6 consta de 221.7 km, los cuales están conformados de la siguiente
forma:
2
Mediante Acuerdo N° 484-143-04-CD-OSITRAN que aprobó el Informe N° 003-04-GRE-GAL-OSITRAN
y el Acuerdo N° 518-148-04-CD-OSITRAN que aprobó el Informe N° 008-04-GRE-GAL-OSITRAN se
emitió opinión respecto a la modificación contractual en el Contrato de Concesión de la Red Vial N° 5 la
cual establecía, entre otros aspectos, la modificación de la Cláusula 5.2 referido a los plazos para la entrega
de terrenos por parte del Concedente. Por su parte, con Acuerdo N° 1162-310-09-CD-OSITRAN que aprobó
el Informe N° 010-09-GRE-GS-GAL-OSITRAN, se emitió opinión respecto de la modificación, entre otros,
de la cláusula 5.2 del Contrato de Concesión de la Red Vial N° 6 referida a los plazos de entrega de terrenos
por parte del Concedente.
125
Concesiones y terrenos no saneados: cuando una obligación pierde su naturaleza
La concesión ha sido entregada para un periodo de treinta (30) años contados desde
la fecha de suscripción del Contrato. Por su parte, el capital mínimo exigido al
Concesionario asciende a veinte millones de dólares suscrito y pagado. A la firma
del Contrato se debe contar como mínimo con US$5 millones de capital, el mismo
que se completará (US$15 millones) al final de la construcción de las obras.
Para que el Concesionario pueda realizar las Obras señaladas en el Anexo II, es
necesario que éste cuente, entre otros detalles, con los terrenos que consta cada
Etapa adecuadamente liberados. Dicha liberación de terrenos debe ser continua,
es decir, se debe entregar la carretera en toda su longitud ya que es inviable para
la empresa constructora trabajar una vía de 50 Km., un kilometro sí y otro no. Al
respecto, no solo existe el impedimento económico, sino el más relevante es el
impedimento técnico.
“5.2.-
(…)
Los predios urbanos o rurales afectados, necesarios para que la
SOCIEDAD CONCESIONARIA inicie los trabajos comprendidos
dentro de la Primera Etapa de Construcción, deberán ser entregados
por el CONCEDENTE dentro de los Quinientos Cuarenta (540) Días
Calendario contados desde la fecha de suscripción del Contrato.
El CONCEDENTE entregará como mínimo el 80% de los predios
necesarios en términos del área total que constituye el Derecho de
Vía, necesaria para que la SOCIEDAD CONCESIONARIA inicie los
trabajos comprendidos dentro de cada uno de los Sub-Tramos de la
Primera Etapa de Construcción. La SOCIEDAD CONCESIONARIA
estará obligada a iniciar la Construcción de las Obras correspon-
dientes a cada Sub-Tramo de la Primera Etapa, de conformidad con
3
Las Obras a realizar por el Concesionario constan de i) Actividades Preparatorias: (2 años) con una inversión
de US$ 12.354.412,48, ii) Primera Etapa: (2 años siguientes a la entrega de predios) con una inversión de
US$ 58.711.889,73 y iii) la Segunda Etapa con una inversión de 45.456.614,29. Se señala que los montos de
las inversiones son referenciales y no incluyen el IGV.
126
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
(…)
En caso que:
(i) no se produzca la entrega del ochenta por ciento (80%) de los
predios necesarios en términos del área total que constituye el Derecho
de Vía, necesaria para que la SOCIEDAD CONCESIONARIA inicie
los trabajos comprendidos en los Sub-Tramos de la Primera Etapa
de Construcción dentro del plazo de quinientos cuarenta (540) Días
Calendario de suscrito el Contrato o, (ii) no se produzca la entrega
del veinte por ciento (20%) restante de los bienes necesarios para que
la SOCIEDAD CONCESIONARIA inicie los trabajos comprendidos
en los Sub-Tramos de la Primera Etapa de Construcción dentro de
los ciento ochenta (180) Días Calendario siguientes a la entrega
del ochenta por ciento (80%) inicial o, (iii) no se produzca la
entrega de los predios correspondientes a la Segunda Etapa
dentro del plazo señalado anteriormente y cualesquiera de estos
supuestos no permita con la debida sustentación a la SOCIEDAD
CONCESIONARIA iniciar o continuar con las Obras y entregarlas
para su aceptación a la comisión de recepción de Obras en el
plazo máximo de ejecución previsto en el Anexo II del Contrato, la
SOCIEDAD CONCESIONARIA podrá comenzar efectuar el cobro
del Peaje hasta el importe de la Tarifa a que se refiere el apartado
de la Cláusula 8.17 del Contrato, a partir de la fecha originalmente
prevista para la iniciación de las Obras iniciales siempre que hubiera
concluido la ejecución de las correspondientes a los Sub-Tramos
respecto de los que si recibió del CONCEDENTE la totalidad de
los predios necesarios para ella o que la falta de entrega no sea un
impedimento real para la culminación de las Obras. En este último
caso, también será de aplicación lo establecido en los incisos c) y d)
de la Cláusula 8.17 del Contrato, así como el otorgamiento de las
garantías a que se refieren las Cláusulas 9.9 y 9.10 del Contrato.
(…).”
[Subrayado nuestro]
127
Concesiones y terrenos no saneados: cuando una obligación pierde su naturaleza
CUADRO 1
DESCRIPCIÓN DE LAS OBRAS POR SUB-TRAMOS
3ra Construcción
1da Construcción Construcción Construcción
1era Construcción Puesta a Punto Construcción
Act.
Prep. Puesta a Punto Construcción Puesta a Punto
CUADRO 2
ETAPAS DEL CONTRATO
Etapas
Sub - Tramos
Primer Carril Segundo Carril
Sub Tramo 1 Del Puente Pucusana A Ingreso a Cerro Azul Puesta a Punto
Sub Tramo 2 Ingreso Cerro Azul a Cerro Calavera Puesta a Punto Etapa 2
Sub Tramo 3 Cerro Calavera a Cerro Clarita Etapa 1 Etapa 2
Sub Tramo 4 Pampa Clarita a Intercambio Chincha Alta Etapa 2
Sub Tramo 5 Intercambio Chincha Alta a Empalme San Andres Etapa 1 Etapa 2
Sub Tramo 6 San Andres a Guadalupe Puesta a Punto Etapa 3
128
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
CUADRO 3
AVANCES SOBRE LA ENTREGA DE PREDIOS
Porcentaj de
Periodo de avance Vencimiento
Sub - Tramo Avance
de plazo
0% 100% Abr-09
Según Contrato 100.0%
Sub Tramo 3 mar-07
A la Fecha 65.7%
Según Contrato
Sub Tramo 4 sep-14
A la Fecha 63.8%
Según Contrato 100.0%
Sub Tramo 5 mar-07
A la Fecha 23.5%
Es conveniente hacer notar que la entrega de terrenos por parte del Concedente
al Concesionario no se ha realizado de manera continua (trazo continuo). El
Concedente ha entregado al Concesionario secciones o áreas no continuas. Ello
obedece, de acuerdo a lo señalado por el Concedente, a diversas dificultades
asociadas al proceso de expropiación de terrenos.
En abril del 2009, el Concedente señala que, con la intención de evitar que se incurra
en mayores atrasos en la construcción de la vía por falta de entrega de terrenos, se
propone modificar el Contrato de Concesión, elaborando un cronograma de trabajo
que comprendía la ejecución de las calzadas de la autopista entre el km. 00+000
(Cerro Azul) al km. 38+620 con el adelanto de la construcción de la primera
calzada del sub tramo 5.
Es así que pasados más de mil doscientos (1.200) días (abril del 2009) desde el
inicio de la Concesión no se construía absolutamente nada, aunque el Contrato
de Concesión establecía que el Concesionario debería estar habilitado a construir
desde los quinientos cuarenta (540) días desde el inicio de la Concesión.
129
Concesiones y terrenos no saneados: cuando una obligación pierde su naturaleza
Finalmente, existe también la pérdida por parte de aquellos postores que no ganaron
la Concesión. Esta pérdida se encuentra asociada a las ganancias económicas de
la utilidad que genera la Concesión, ya que si los postores se hubieran informado
que el inicio de la construcción de la Primera Etapa sería más tarde y en diferentes
fechas progresivas, dichos interesados hubieran contado con mayor tiempo para
hacerse de capital propio. Por lo demás, si se considera que el capital propio es más
barato que el capital de terceros, los postulantes podrían haber prestado mejores
ofertas y, por tanto, otro agente podría haber administrado la red Vial N° 6.
En pocas palabras, el riesgo ante la demora por la entrega de los terrenos que
está a cargo del Concedente, lo asume el usuario de la vía, ya que es este último
quien paga por el servicio; no obstante, como es obvio, el usuario de la vía no
tiene facultad alguna para poder actuar en el presente Contrato. En consecuencia,
dicho riesgo no fue entregado al que tiene mejor capacidad para asumirlo, sino
por el contrario a quien no tenía ninguna capacidad para ello, lo que está fuera de
toda lógica teórica, generándose futuros conflictos entre las partes del contrato.
130
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Lo anterior, asume que sea el Concedente quien genera esta dificultad. Por último,
conviene recordar que el Contrato no faculta al Regulador a sancionar de manera
efectiva al Concedente por sus incumplimientos.
La pregunta que resulta pertinente es, ¿por qué el Concedente está dispuesto a
asumir un costo tan alto e innecesario? Tal vez, aún con este sobrecosto el proyecto
sea socialmente rentable, pero ello sería económicamente ineficiente. Simplemente
con una política seria de concesiones, en la cual se decida qué se debe dar en
concesión y empezar a trabajar en los pormenores de dicho proyecto, traería
consigo un ahorro considerable para el mismo proyecto.4
En ese sentido, es claro que el Concedente expresó que no debe existir ningún
contratiempo en el avance de la Concesión, al menos, por un tema de saneamiento
de terrenos. Sin embargo, en el caso particular del aeropuerto de Pisco, el cual ya
posee expedientes técnicos aprobados, así como también el Regulador ya tiene
contratada la supervisión, el Concesionario se encuentra actualmente a la espera
del inicio de las obras, y está a la espera también del Concedente para la aprobación
del Programa de Ejecución de Obras (PEO). La demora por parte del Concesionario
4
Otro ejemplo se puede presentar en el caso del futuro proyecto del aeropuerto de Chinchero que tiene
más diez años de estudio, y que de acuerdo al diario El Comercio será entregado en Concesión en julio
de 2011. De la información recopilada, se conoce que los terrenos en donde se pretende ubicar el futuro
aeropuerto aún no se encuentran saneados. Adicionalmente, se entregaría la Concesión y se le daría un plazo
de dos años al Concedente para liberar los terrenos. Así, ante el contrato firmado y, por tanto, la obligación
expresa del Concedente de comprar los terrenos, estos se incrementarán de una manera desproporcionada,
generándose una pérdida económica para el Estado. En este sentido, sería conveniente que dicho proyecto
no repita los errores pasado, por lo cual debería sanear los terrenos y recién llevar adelante la Concesión.
5
Firmado en el 2006, el cual incluye los aeropuertos de las ciudades de Tumbes, Talara, Piura, Chiclayo,
Trujillo, Anta–Huaraz, Pisco, Chachapoyas, Cajamarca, Tarapoto, Pucallpa e Iquitos.
131
Concesiones y terrenos no saneados: cuando una obligación pierde su naturaleza
para la presentación del PEO se origina ante una medida cautelar que afecta una
porción del terreno donde se ubica el aeropuerto de Pisco, dicha medida cautelar se
origina a su vez en terrenos que no se encuentran saneados.
Del mismo modo, este hecho ocasionará probablemente una adenda, o bien,
eventualmente la búsqueda de una nueva empresa supervisora. Adicionalmente,
habría que incluir el costo de demora por la construcción. De esta forma, el
proyecto contempla un periodo de construcción de dos años, lo cual quiere decir
que si se cumple con lo establecido en el Contrato, el aeropuerto de Pisco debería
estar construido a finales de 2012; empero, a la fecha no se sabe cuándo se podrán
siquiera iniciar las obras.
De otro lado, con respecto a la cláusula de caducidad que se estipula en todos los
Contratos de Concesión, OSITRAN ha indicado que dicha causal de resolución
constituye un riesgo muy elevado para el desarrollo de las concesiones, dadas las
dificultades que se han venido observando en las concesiones actuales, particu-
larmente en lo que respecta a la entrega por parte de Concedente de los terrenos
adecuadamente saneados de las infraestructuras sometidas a concurso público.6
6
Retomando el caso de la Red Vial N° 6, dicha cláusula (inciso b de la cláusula 14.7), indica entre otros
supuestos que es causal de caducidad de la Concesión “La no concurrencia a la Toma de Posesión de los
Bienes de la Concesión en el plazo y en la forma prevista para tal efecto”.
132
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
V. Conclusiones
A manera de conclusión es preciso señalar que una participación más activa del
Organismo Regulador en la etapa previa a la suscripción de los contratos de
concesión permitirá disminuir el número de modificaciones presentadas en los
contratos. Para tener una referencia, existen contratos de concesión que han sido
modificados hasta en ocho oportunidades.
Es preciso hacer notar que esto no significa que sea erróneo modificar los contratos
de concesión, siempre y cuando ello no signifique una modificación en los riesgos
originalmente establecidos para las partes, sino más bien que debemos reducir
dichas variaciones a aspectos que puedan ir mejorando o cambiando de acuerdo a
las condiciones de mercado y no por deficiencias en el diseño del contrato por sí
mismo.
133
Concesiones y terrenos no saneados: cuando una obligación pierde su naturaleza
Referencias
Estache, A., Guasch, J. L. y Trujillo, L. (2003). Price Caps, Efficiency Payoffs and
Infrastructure Renegotiation in Latin America. In the UK Model of Regulation:
A Retrospective of the 20 Years since the Little Report, London Business School
Press.
Estache, A., et al. (2002). “An introduction to Financial and Economic Modeling
for Utility Regulators”, Policy Research Working Paper, Nº 3001, World Bank,
Washington, D.C.
Ross, S., Westerfield, R. y Jaffe, J. (1999). Corporate Finance, 5th ed. Nueva York:
Irwin McGraw-Hill.
134
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Aldo González1
Resumen
I. Introducción
Las concesiones de obras públicas han sido una política pública exitosa aplicada
en Chile. El sistema de concesiones ha permitido que la inversión en infraestruc-
tura se expanda a tasas imposibles de ser replicadas mediante el financiamiento
exclusivamente público. La mayor y mejor disponibilidad de infraestructura,
sobre todo de transporte, ha favorecido el crecimiento y competitividad de nuestra
economía junto con mejorar los servicios disponibles de la población.
1
Profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.
135
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
iniciado un total de seis demandas de este tipo. Es probable que más controversias
se originen debido a la materialización de nuevas obras públicas, concesionadas o
no, competitivas a las concesiones actuales.
Este artículo trata sobre la validez de los argumentos económicos que justificarían
el pago de compensaciones a las concesionarias por reclamaciones de pérdidas de
ingresos. En primer lugar se establece que no hay razones económicas, ni legales
por cierto, para considerar a las concesiones de obras públicas como monopolios.
Si bien muchas concesiones de autopistas son monopolios naturales debido a sus
bajos niveles de tráfico, ello no significa que a futuro no se deba construir nuevas
vías, que resten tráfico a las actuales, a medida que las necesidades de movilidad
así lo indiquen. El asignar una concesión mediante licitación competitiva –ya sea
por menor peaje o mayor pago al Estado- tampoco implica que se esté otorgando
un monopolio. Este mecanismo de asignación de una concesión es completamente
consistente con la existencia de competencia actual o futura con otros operadores
por los usuarios, tal como sucede en otros sectores de infraestructura como puertos
y telecomunicaciones.
136
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Desde que fueron iniciadas las concesiones de Obras Públicas en Chile, seis
reclamaciones por pérdidas de ingresos han sido presentadas por empresas
concesionarias de autopistas ante sus respectivas comisiones arbitrales.
Adicionalmente, una reclamación de carácter similar fue presentada por la
concesionaria del aeropuerto La Florida, en la ciudad de La Serena. A través de
las reclamaciones, las empresas buscan que el Estado las retribuya por los menores
ingresos que ellas percibirían producto de acciones realizadas por el Ministerio,
las que según ellas no estaban dentro de las contingencias normalmente previstas
dentro del contrato.
Los tipos de reclamaciones por menores ingresos se dividen en: (i) Construcción
o mejoramiento de vías alternativas a la concesión. Esto incluye la construcción
de nuevas autopistas, concesionadas o no, que restan parcialmente tráfico, la
extensión de concesiones existentes, la construcción de caminos públicos o el
mejoramiento en el estándar de caminos (ii) El atraso en la construcción de infra-
estructura complementaria a la concesión, lo que incluye el acceso a otras vías y el
mejoramiento o puesta en marcha de vías complementarias.
2
Demanda de Concesionaria Ruta 5, tramo Temuco –Rio Bueno y Demanda de Concesionaria Vespucio
Norte Express.
137
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
3
El contrato no contenía compromiso alguno sobre fecha de concesionar los túneles. El anuncio mencionado
fue en el marco de una actividad pública del Ministro.
138
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
De los siete casos presentados, cuatro han sido fallados en primera instancia por las
comisiones arbitrales. Tanto en el Túnel el Melón como en las concesiones Temuco
Rio-Bueno y Rio-Bueno Puerto Montt y Aeropuerto La Florida, las comisiones
han acogido, en fallo dividido, las demandas presentadas por las empresas. En los
cuatro casos señalados, tanto los árbitros designados por las concesionarias como
los de común acuerdo han conformado el voto de mayoría, mientras que los votos
de minoría han correspondido al miembro designado por el Ministerio. Si bien
se han aceptado como válidas las causas de las reclamaciones presentadas, los
montos de las compensaciones resueltas han sido significativamente inferiores a
las demandadas por las empresas.
4
En la controversia de la concesión Ruta 5 Rio Bueno – Puerto Montt, el fallo lo pronunció la Novena Sala de
la Corte de Apelaciones de Santiago (05/2009) y lo ratificó la Tercera Sala de la Corte Suprema (11/2009).
En el caso de Temuco-Río Bueno, el fallo fue dictado por la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de
Santiago (12/2009) y luego conformado por la Corte Suprema (5/2010).
139
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
CUADRO 1
RESUMEN DE RECLAMACIONES POR PÉRDIDAS DE
INGRESOS EN AUTOPISTAS
Mejoramiento caminos
Túnel El Melón 4.271.711 630.012
alternativos
Ruta 5 Río Bueno - Mejoramiento camino
894.092 194.680 Revoca
Puerto Montt alternativo
Ruta 5 Temuco – Río Mejoramiento camino
57.342 22.000 Revoca
Bueno alternativo
Santiago - Colina
Atraso interconexión 215.089
–Los Andes
Américo Vespucio Atraso concesión
215.089
Norte complementaria
Mejoramiento concesión
1.778.660
alternativa.
(1) Nota: En el caso de Américo Vespucio Sur, el concesionario dejó a criterio de la comisión el
monto de la indemnización por el atraso de la puesta en marcha de la concesión faltante en el
anillo Américo Vespucio.
140
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
forma parte del contrato incompleto entre las partes y, por lo tanto, su alteración
sería motivo de indemnización. Los tribunales de justicia toman una posición
distinta, rechazando la validez contractual de la información referencial entregada
por el Ministerio. También objetan que las empresas concesionarias tengan una
garantía de ingresos o protección especial al riesgo comercial, distinto al que posee
una empresa en una industria cualquiera.
5
Ver reclamación de Concesionaria de la ruta 5 Tramo Temuco-Río Bueno.
6
Decreto Ley 211 del Ministerio de Economía de 1973.
7
Este término fue acuñado por Edwin Chadwick en 1859. La formalización de este concepto corresponde a
Demsetz (1968).
141
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
eficiente para construir y operar la concesión. A otras cosas iguales, quien pueda
explotar el negocio a menor costo, ofrecerá un menor peaje o demandará un menor
subsidio, según sea la modalidad de la licitación. En segundo lugar, a pesar de
que una autopista tenga competencia de otra vía, existirán rentas posibles de ser
disipadas, debido a la escasez natural de competidores y a la diferenciación que
éstos presentan para los usuarios.
La ley que regula el sector portuario estatal, estableció las normas bajo las cuales
se realizarían las concesiones para la construcción y explotación de terminales
marítimos en los puertos de propiedad pública en Chile.8 Las primeras concesiones
portuarias otorgadas bajo esta ley fueron asignadas mediante licitación en base
a mínima tarifa máxima a los usuarios, en un ambiente además de competencia
ex – post entre terminales. Así fue el caso de la V Región, que desde el punto de
vista portuario se considera un mismo mercado, donde se realizó una licitación
simultánea en los puertos de San Antonio y Valparaíso para la construcción de
nuevos terminales de contenedores. Las reglas establecidas en la licitación no
permitían que una misma empresa se adjudicara los nuevos terminales de ambos
puertos.9 En consecuencia, las empresas participantes en la licitación competían
ex –ante, ofreciendo menores tarifas, para luego competir ex –post por captar
empresas navieras. Además, cada puerto contaba con frentes de atraque públicos,
los cuales competirían indirectamente también con los terminales concesionados.10
8
Ley 19.542 sobre Modernización del Sector Portuario Estatal de 1997.
9
Esta restricción a la integración horizontal fue establecida por el dictamen 1045 de 1998 de la entonces
Comisión Preventiva Central.
10
La competencia entre los frentes concesionados y públicos puede considerarse diferenciada, pues los
primeros al ser mono-operados poseen una mayor velocidad de porteo que los frentes públicos, los cuales
son multi-operados.
142
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Hoy en día, más de una década después de las primeras licitaciones de la V región,
se está en proceso de concesionar nuevos terminales portuarios en San Antonio y
Valparaíso. Los nuevos frentes de atraque que se construyan competirán con los
actuales, lo cual era un escenario claramente anticipable por los concesionarios
actuales de los puertos, dado el natural crecimiento que presenta el transporte de
carga por vía marítima.11 En el sector portuario, también existe la posibilidad de
que se construyan puertos privados, los cuales pueden competir con los terminales
de los puertos públicos. Este es el caso del mercado de la carga a granel en la V
región, y de la carga a granel y de contenedores en el área de la VIII región.
11
La concesión consiste en invertir en el mejoramiento de los actuales frentes públicos. Como forma de
potenciar la competencia entre terminales en la región central, el Tribunal de Defensa de la Competencia
(2009) resolvió que los actuales concesionarios de San Antonio y Valparaíso no pueden participar en las
próximas concesiones en dichos puertos.
12
En caso de igualdad de ofertas técnicas, el desempate se realiza por mayor pago al Estado.
13
Generalmente el regulador define un servicio mínimo, como por ejemplo comunicaciones móviles de voz
y datos.
143
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
que el avance tecnológico posibilite que nuevas bandas de frecuencias puedan ser
explotadas comercialmente para proveer comunicaciones móviles.14
Sin embargo, para niveles mayores de tráfico, los costos en tiempo que enfrentan
los usuarios de una vía se incrementan debido a la existencia de congestión. Al
estimar el costo total de proveer el servicio de transporte en carretera, no solo
debe considerarse los costos percibidos por el prestador, sino también, los costos
que enfrenta el usuario. Ello incluye el costo de tiempo, tanto en el viaje como en
acceder a la carretera y el desgaste y consumo de recursos del vehículo.
14
Luego de la entrega de las primeras concesiones en las bandas de 800 y 1900 MHz en los años noventa, se
llamó a concurso en el 2009 para servicios móviles en la banda de los 1700/2100 MHz (servicios 3G).
15
En Telecomunicaciones, el servicio de telefonía fija es susceptible de ser regulado por la vía de fijar tarifas
a usuarios.
16
Decreto con Fuerza de Ley del Ministerio de Obras Públicas Nº 382 de 1988.
144
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
17
En el caso de diferenciación vertical este resultado es válido si los usuarios de baja valoración por calidad,
son elásticos al precio y dejaran de viajar en caso de disponer solamente de la autopista de pago.
18
La transparencia en el cobro es un atributo relevante para los usuarios de concesiones donde existe el
sistema de cobro automático tipo Tag.
145
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
para los usuarios por tipo de carretera, según el estudio de Donoso (2009) sobre
satisfacción a los usuarios en obras viales en Chile realizado a partir de encuestas
practicadas a 1600 usuarios.19
Algunos de los factores que inciden en la calidad de servicio percibida por el usuario
pueden en principio ser regulados, estableciéndose estándares de servicio en los
contratos de concesión y fiscalizando su cumplimiento. No obstante, la labor de
fiscalizar implica costos. En este sentido, la competencia por los viajeros con otra
autopista puede ser un instrumento más efectivo que la fiscalización, para inducir a
las empresas concesionarias a mejorar la calidad de servicio de su autopista.
CUADRO 2
RANKING DE ATRIBUTOS DE CALIDAD SEGÚN TIPO DE RUTA
1 Escolar
1 ABC1 2 Estudiante Universitario 1 Hombre
2 C2 3 Trabajador Activo/ buscando trabajo
3 C3 Dueña de casa 2 Femenino
4 D 4 Jubilado (sin trabajar)
5 E 5 Otros (especificar)
6
19
Ver Donoso, P. (2009).
20
Ver Encalada, L. (2009).
21
Una mayor explicación de la competencia entre estas vías se puede encontrar en la reclamación presentada
por la concesionaria Vespucio Norte ante su comisión arbitral.
146
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
En lo que sigue de esta sección se evaluará si los riesgos de tráfico originados por
cambios en la infraestructura vial deben o no ser absorbidos por el Estado. Para
ello se emplearan argumentos económicos, como a su vez se tendrá presente el
marco legal –leyes y modalidad de contratos- que rigen a las concesiones de obras
públicas en Chile.
Ver Artículo 19, inciso tercero de la Ley 19.460 sobre Concesiones de Obras Públicas.
22
La empresa concesionaria de Vespucio Nor- Poniente menciona como fecha válida un anuncio “oficial y
23
147
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
la incertidumbre del tránsito de vehículos que usará una autopista, durante los años
de duración del contrato de concesión. La literatura especializada en concesiones
de infraestructura subdivide el riesgo comercial en riesgo macroeconómico y
riesgo microeconómico.24
Dentro del primer tipo de riesgo se encuentran cambios en políticas como: régimen
impositivo de los combustibles, exigencias ambientales a los vehículos, promoción
del transporte público o liberalización de medios de transporte que compitan con el
modo terrestre. Medidas en estos ámbitos puede incidir en la demanda por viajes a
nivel de todo el país o bien focalizarse en ciertas vías.
Los riesgos, según nos señala la teoría económica, involucran costos para quienes
los tienen que enfrentar. En el caso de los proyecto de carreteras, éstos pueden ser
absorbidos por los usuarios, los concesionarios o bien el Estado. Ante la pregunta
24
Ver Smith (1997), así como Engel, Fisher y Galetovic (1997).
25
Es altamente improbable que en rutas urbanas o interurbanas transversales en Chile el transporte en avión
sea competencia de las autopistas.
26
Ibid 25.
148
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
de cómo asignar los riesgos entre las distintas partes se debe tener en cuenta, la
capacidad de soportar los riesgos, la habilidad para controlarlos y finalmente los
costos de transacción asociados a la administración de los riesgos.
En primer lugar se debe señalar que si bien los riesgos de la inversión en una obra
pública son costosos para el concesionario, ello no implica que sea óptimo aislar
completamente a la empresa del riesgo de explotar una concesión. Tal como sucede
en cualquier sector de la economía, regulado o no, las empresas están sometidas
a riesgos y es parte de su función como entidad experta en el negocio el saber
enfrentarlos y administrarlos.
Existen dos razones por las cuales no es conveniente proveer un seguro total a las
concesionarias respecto al riesgo comercial. La primera tiene que ver con la calidad
de los proyectos licitados. Si las empresas tienen ingresos asegurados, estarán
dispuestas a invertir en cualquier proyecto, aunque éste no posea rentabilidad
económica desde el punto de vista social. Si bien, los proyectos antes de ser licitados
son evaluados socialmente como parte de los requisitos del sistema de inversiones
públicas, estas evaluaciones pueden contener inexactitudes, respecto a previsiones
de tráfico o estimaciones de costos. La inversión privada a través del mecanismo
de concesión, constituye un filtro adicional para evaluar la bondad del proyecto.
En la licitación, el proyecto de infraestructura es sometido a un test de mercado en
donde las empresas participantes realizarán sus mejores predicciones respecto a
beneficios y costos antes de presentar una oferta. Una licitación declarada desierta,
puede arrojar información útil al regulador en el sentido que el proyecto no es todo
lo beneficioso que se preveía por el ente planificador, o bien que se está licitando
en forma adelantada.
La segunda razón tiene que ver con el problema de riesgo moral. Las concesionarias
pueden realizar acciones beneficiosas para los usuarios de las vías, no previstas en
el contrato de concesión, y que tengan como resultado un aumento en el tráfico de
la autopista. Si sus ingresos no fluctúan con el nivel de tráfico es evidente que la
concesionaria no realizará acción alguna que aumente su flujo, pues tales acciones
son costosas y no le reportarán ingresos adicionales. Esta falta de incentivos por
La literatura considera que todas las personas son adversas al riesgo en distinto grado. Esto quiere decir que
27
prefieren un evento cierto a un evento incierto pero con un pago esperado equivalente al evento cierto.
149
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
captar mayor tráfico puede ser más grave en un escenario donde la autopista
concesionada compita con otras vías.
En el otro extremo están las concesiones, con duración fija de tiempo, donde
la variable de adjudicación es el menor peaje, o bien el mayor pago o menor
subsidio requerido del Estado. En estos contratos, se entiende que el riesgo de
tráfico es asumido por las concesionarias. Como caso intermedio se encuentran las
concesiones de plazo fijo, con ingresos mínimos garantizados, sistema de cobertura
de riesgo que explicaremos más adelante.
Uno de los argumentos que se utiliza para justificar el traspaso al Estado de las
pérdidas de ingresos, es que de otro modo, el Estado puede actuar de forma
oportunista y al año inmediatamente posterior a la puesta en marcha de una
obra concesionada, ejecute una nueva concesión que sea competitiva a la actual,
afectando así gravemente la rentabilidad de la primera concesión. Este argumento
no es correcto, pues como hemos explicado, la exigencia de rentabilidad social y
privada a los nuevos proyectos, imposibilita que tal comportamiento oportunista
sea posible.
Los beneficios sociales de una nueva autopista, sustituta cercana a la primera, serán
muy bajos si no hay congestión por falta de capacidad, pues los usuarios no gozarán
de ningún ahorro de tiempo por cambiarse a la nueva carretera. Por la misma razón,
es altamente improbable que una empresa desee invertir en un proyecto que no
posea atributos diferenciadores respecto a uno existente, cuando éste último no
tiene falta de capacidad y puede satisfacer la demanda total sin mayores costos para
Para una explicación de esta teoría ver modelo Agente-Principal en Tirole (1988).
28
150
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
los usuarios. Debe tenerse presente que las carreteras concesionadas están sujetas
a peajes máximos y, por lo tanto, las empresas tienen la flexibilidad de bajarlos en
caso de enfrentar competencia de otros caminos. Si el concesionario de la nueva
carretera anticipa que la competencia por el tráfico será intensa, y los peajes de la
vía existente se reducen debido a ello, entonces será difícil que exista interés en
invertir en la segunda concesión.29
Se puede contra argumentar que las acciones del Estado no siempre cumplen con los
principios de racionalidad económica pues en ciertas ocasiones las inversiones en
obras públicas responden a criterios extra económicos como los son la integración
territorial o los temas estratégicos que incluyen tratados internacionales con otros
países. Ante concesiones en donde este tipo de riesgo sea alto, el Ministerio puede
29
Hay que mencionar que los contratos de concesiones, generalmente exigen tarifa uniforme en $ por
kilómetro a lo largo de la vía y pre-establecen los puntos de cobro. Este hecho reduce la flexibilidad del
concesionario para bajar sus tarifas ante la aparición de competencia.
30
Es improbable que el Estado lance una nueva concesión sustituta a otra cuyo tráfico esté en niveles tales que
activen los IMG.
151
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
Excepciones de este tipo han sido empleadas en las concesiones del “Puerto
Terrestre de Los Andes” y de la “Conectividad Cruce del Canal Chacao.” En el
primer caso el Ministerio ideó un mecanismo de compensación al concesionario
en el evento que se construyera el “Tren Trasandino”, proyecto que conectaría
Argentina con Chile y que probablemente desviaría carga desde el modo terrestre
caminero al ferroviario.31
Se debe tener presente que el riesgo político de acción oportunista por parte del
Estado se deriva del problema de inconsistencia intertemporal que se presenta
en la regulación de servicios de infraestructura, en donde la inversión en activos
hundidos representa un porcentaje importante del costo total de provisión del
servicio.
31
Ver Bases de Licitación Puerto Terrestre Los Andes (2004), Sección 1.12.8 “Mitigación de Riesgos por Tren
Trasandino.”
32
Ver Bases de Licitación Obra Pública Conectividad Cruce Canal de Chacao (2009), sección 1.11.2.4
“Extinción Anticipada de la Concesión.”
152
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Según se ha explicado, el construir nuevas vías no es una acción del Estado que deli-
beradamente busque el perjudicar a los concesionarios de las autopistas existentes.
Las nuevas concesiones tienen por objeto el satisfacer las necesidades del país
en cuanto a transporte terrestre y son aprobadas por el Estado en base a criterios
de maximización del bienestar social. Es cierto que las nuevas obras restarán en
algunos casos tráfico y por ende ingresos a las concesiones existentes. Es un hecho
normal en todos los mercados, incluso de los regulados, que el ingreso de nuevos
operadores introduzca competencia en el mercado y se apropie de usuarios de las
empresas incumbentes.
153
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
Las decisiones sobre construcción de nuevas vías tienen una lógica o racionalidad
económica. Si bien es el Estado quien planifica la infraestructura vial del país, las
inversiones deben cumplir condiciones de rentabilidad social y privada. Una nueva
carretera, para ser construida, ya sea por el sistema de concesiones o mediante
inversión pública directa debe en primer lugar ser socialmente rentable. Ello quiere
decir que los beneficios sociales derivados de la obra deben ser mayores a sus
costos.
Supondremos, que al igual que en las carreteras, la demanda y por ende los
beneficios de la empresa son crecientes en el tiempo. Además, cuando la demanda
alcanza una determinada magnitud, existe la posibilidad que ingrese una nueva
empresa en el mercado y compita con la primera. Tendremos entonces que el flujo
de beneficios en el tiempo dependerá también, si hay un competidor en el mercado.
Se cumple además que en cualquier instante del tiempo, ΠiM > ΠiD. Lo que implica
que una empresa obtiene más beneficios cuando está sola que cuando enfrenta
competencia, pues la otra empresa le reduce su demanda y eventualmente la fuerza
a reducir sus precios.
154
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
N
D T
1 M
ii
VAN
I i
i
i
(2)
i
1 (1
)
T (1 )
Como los beneficios son crecientes en el tiempo, el VAN del proyecto de entrada
también lo será. Así, la primera empresa en ingresar evaluará continuamente su
VAN e invertirá cuando este indicador arroje un valor positivo. Nótese que la
empresa podría ir más allá de la condición de VAN positivo para entrar, y esperar
a que la rentabilidad se incremente aún más en el tiempo. Sin embargo, en un
escenario donde existen múltiples empresas interesadas en ingresar, tal espera no
será conveniente, pues otra empresa puede aprovechar la oportunidad de negocio
que le da un VAN mayor a cero y entrar. Ello coparía el mercado por un tiempo
y haría que las otras empresas deban esperar hasta el instante T para ingresar al
mercado.
El análisis realizado por una empresa no regulada, nos servirá de base para el caso
de una concesión de carreteras. En este último caso es el Estado quien decide el
momento de inversión, y las empresas son las que evalúan cuál es el peaje mínimo
que debieran cobrar para obtener un VAN positivo del proyecto de inversión.
M
( p) N D
i ( p)
T
1
ii
VAN ( p)
I (3)
1 (1
i ) i T (1 )i
La ecuación (3) corresponde al cálculo de rentabilidad del proyecto que realiza el
concesionario en función del peaje p que éste cobraría. El instante T corresponde
al momento en que es rentable socialmente crear una concesión alternativa, o
bien mejorar el estándar de un camino secundario no sujeto a cobro de peaje. El
parámetro N sería el período de duración de la concesión.
Dado que el indicador VAN es creciente con el valor del peaje cobrado, al competir
por la licitación las empresas
N
ofertarán un peaje tal que otorgue justo el nivel de
VAN
rentabilidad I
esperado
cero para el costo dei
i
del proyecto,
1 (1
capital )del
i
(1)es el peaje que arroje un VAN igual a
esto
negocio. El peaje p* obtenido en la licitación
competitiva sería entonces:
M
( p*) N D
i ( p*)
T
1
ii
VAN ( p*)
I
0
1 (1
i )i T (1 )i
155
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
En forma simplificada podemos definir como Si al beneficio social neto del año
i de operación de la nueva concesión, de modo tal que Si = Qib. Donde Qi es el
tránsito medio anual que circula por el camino y b es el beneficio unitario por
emplear el nuevo camino. Omitiendo, los costos de operación y mantención de la
vía, el valor presente actualizado de los beneficios sociales netos del proyecto de
mantenimiento (VANS) se obtendría a partir de la siguiente fórmula:
M
Si
VANS
IM
1 (1 i
i s)
N
I
i
Eni donde IM(1)
y
1 (1 )es
i
es el monto de inversión social que se incurre en mantener la carretera
la tasa social de descuento. Como el tránsito Qi es creciente en el tiempo,
s
los beneficios sociales también lo serán. Así, el momento donde se hace rentable
la inversión en correspondería al momento en que se cumple que VANS = 0.33
Entonces, en base a la estimación hecha acerca del año T en que se espera que
se mejore el camino alternativo, la empresa que postula a la concesión realiza el
cálculo de rentabilidad privada de la inversión según la fórmula de la ecuación (3).
Nuestro ejemplo asume que los tráficos futuros y, por ende, los ingresos de la
concesión son perfectamente predecibles. En la realidad, los volúmenes de tráfico
presentan aleatoriedad, pues dependen de una serie de factores, lo que hace que su
En estricto rigor, la condición de VANS > 0 es una condición necesaria pero no suficiente pues los ministerios
33
se encuentran bajo restricción presupuestaria y, por lo tanto, no siempre es posible financiar todos los
proyectos que cumplan con la condición de rentabilidad social positiva. Sin embargo, la exigencia de VANS
positivo establece una cota inferior al año esperado en que se ejecute el proyecto.
156
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Por ejemplo, el modelo conocido como CAPM (Capital Asset Price Model) permite
estimar el retorno que se espera de un activo riesgoso en función de su correlación
con el riesgo que presenta un portafolio representativo del mercado. Otra forma es
emplear modelos de simulación en donde se van prediciendo distintos escenarios
según sus probabilidades de ocurrencia y beneficios producidos. Cualquiera sea el
mecanismo empleado, el riesgo de entrada, ya sea por decisión pública o privada,
está capturado por el nivel de tráfico o demanda, cuya aleatoriedad incorpora
cualquiera de los mecanismos mencionados. Lo importante es que las metodologías
empleadas para evaluar un nuevo proyecto proveen un método analítico para
estimar cuando y con qué grados de certidumbre ocurrirá el ingreso de un nuevo
proyecto.
Debe también señalarse que las concesiones de obras públicas no son proyectos
sorpresivos, sino que siguen un ciclo de análisis y evaluación que toma en
promedio entre tres y cuatro años y su estado de avance es información disponible
para quienes participen en una licitación. La ley de concesiones permite además
que proyectos originados por iniciativa privada sean presentados al Ministerio para
su evaluación y posible ejecución posterior. Es esperable, por tanto, que las obras
propuestas por entes privados sean al menos privadamente rentables.
Una empresa participante en una licitación de una carretera debiera interesarse por
conocer los proyectos que están siendo evaluados en el sistema de concesiones y
que pudiesen afectar el tráfico de la obra a la que ella postula.34 Adicionalmente,
la empresa debiera analizar qué proyectos, no incluidos actualmente en la
planificación de concesiones, pudiesen resultar rentables desde el punto de vista
privado y ser ejecutados dentro de la vida útil de la concesión.35
34
El que un proyecto esté siendo evaluado no implica que vaya a ser ejecutado finalmente. De hecho, la
mayoría de los proyectos de concesión ingresados por iniciativa privada no son finalmente recomendados
por el Ministerio para su ejecución.
35
Las metodologías de evaluación de proyectos de transporte son publicadas por Sectra y son de amplio
conocimiento y aplicación en la disciplina de Ingeniería del Transporte en Chile. En el caso de proyectos
urbanos, dada su mayor complejidad, se emplean programas computacionales, los cuales se venden al
público.
157
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
Los IMG se diseñan de modo que el flujo anual resultante de dicho ingreso mínimo
permita al concesionario cubrir los pagos de deuda a una cierta tasa de interés
y plazo, para una determinada relación entre capital y deuda en la estructura de
financiamiento de la concesión. Generalmente, se considera en su diseño que la
concesión es financiada –entre inversión y operación– en un 75% por deuda y el
resto en patrimonio de los inversionistas.39 De este modo, los IMG aseguran el
pago de la deuda pero no así del capital propio. Según se explicó anteriormente,
se estima fundamental que el inversionista perciba un nivel de riesgo, pues así se
somete el proyecto a una prueba de mercado acerca de su viabilidad económica.
Los IMG se pueden interpretar como un valor de salida para la empresa que invierte
en la obra pública, ante la contingencia de que el proyecto no rinda los beneficios
esperados. La posibilidad de salir tiene a su vez incorporada una opción gratis de
volver a entrar. Si los flujos se recuperan y superan el valor límite de activación
de los IMG, la empresa percibirá los mayores ingresos, lo cual es equivalente a
volver a ingresar al negocio a cero costo. El ejercicio de los IMG por parte de la
concesionaria no es irreversible, pues se abandonan sin costo, si el tráfico en la
autopista se vuelve a incrementar. Este valor de opción a reingresar de los IMG
incrementa el grado de recuperación del capital invertido para la concesionaria
más allá del valor referencial del 75 % establecido en el diseño de estas garantías.
36
En la contabilidad de las finanzas públicas a este tipo de compromisos se le denomina pasivo contingente.
37
Ver Ministerio de Hacienda (2008).
38
Los IMG se activan de forma independiente del evento que origina los bajos flujos vehiculares.
39
Las Bases de Licitación de las concesiones comúnmente establecen que las empresas concesionarias no
pueden tener menos de un 25% de capital propio dentro de su estructura de financiamiento.
158
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
optimistas de tráfico –en cuyo caso los IMG no poseen valor– o bien porque poseen
una mejor capacidad de soportar el riesgo. De las seis concesionarias de carreteras
que han presentado reclamaciones por pérdidas de ingreso, solo Américo Vespucio
Norte y Américo Vespucio Sur no se han acogido al sistema de IMG.
Debe mencionarse que no hay otro sector de infraestructura en Chile que goce
de las garantías de ingreso que poseen las concesiones de obras públicas a través
de los IMG. Las concesiones de terminales portuarios, no consideran ninguna
protección al riesgo a las empresas ante escenarios de baja demanda. En el caso de
otros sectores regulados como servicios sanitarios y distribución eléctrica, si bien
no hay garantías de ingresos, el riesgo de baja demanda se traspasa a los usuarios
de los servicios mediante la revisión tarifaria que se realiza cada cinco años.
El menor peaje ofertado producto del otorgamiento del monopolio tendría efectos
económicos positivos pues reduce la ineficiencia asignativa ex–ante debido a
que una mayor cantidad de vehículos empleará la autopista. Este menor peaje se
puede traducir también en un adelanto del momento de inversión dado el mayor
tráfico y, por ende, la mayor rentabilidad social que poseería el proyecto. Se estaría
en presencia entonces de un trade-off intertemporal entre eficiencia económica
ex–ante vs. ex–post. Menor peaje en los períodos que la primera concesión es
monopolio natural vs. anticipación de los beneficios de la competencia, al entrar más
tempranamente la segunda carretera. En principio, no es posible dar una respuesta
general respecto a cual efecto domina en el trade off expuesto. Sin embargo, existen
diversas razones para no considerar equivalentes ambos efectos económicos. Se
podría hacer una analogía con una industria cualquiera, sin regulación específica
159
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
Los contratos de exclusividad pueden también ser aceptados cuando éstos son
imprescindibles para que se efectúen inversiones que producen valor económico.
Generalmente encontramos estos contratos en la relación vertical entre empresas,
donde una de ellas realiza inversiones denominadas específicas que favorecen a
ambas partes pero que alguna de ellas puede utilizar sólo a su favor, perjudicando
a quien efectuó toda o parte de la inversión.
40
Cuando las creaciones son fáciles de imitar, se produce un problema denominado de “free-riding” en donde
algunas empresas preferirán copiar a desarrollar sus propios productos. Esto produce un nivel sub-óptimo
de gasto en investigación y desarrollo de nuevos productos y servicios.
160
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
41
Los dictámenes exigen que el concesionario no perciba pagos excesivos por conceder estas sub concesiones,
que la forma preferente de asignarlas sea por menor cobro al usuario final y que en caso que deba restringirse
la oferta, como es el caso de los taxis, las tarifas a los usuarios finales no sean abusivas. Ver Sentencia
61/2007 del Tribunal de Defensa de la Competencia. Demanda de Transportes Delfos Limitada en contra de
SCL Terminal Aéreo de Santiago y otros.
42
Ver Farrell y Klemperer (2007).
43
Este argumento, en el contexto de las renegociaciones de contratos ha sido planteado por Guasch (2004),
así como Engel, Fischer y Galetovic (1996).
161
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
Por otro lado, debe mencionarse que no es una recomendación de correcta política
económica el indemnizar a todos los agentes que se vean perjudicados con una
política pública que mejore el bienestar agregado de la sociedad. Sectores de la
economía que se han visto enfrentados a mayor competencia producto de los
tratados de libre comercio, no han recibido compensaciones por parte del Estado
a un nivel tal que su situación sea igual a la que tenían sin la rebaja arancelaria de
los tratados.
VI. Conclusiones
Las demandas por pérdidas de ingresos ante las comisiones arbitrales son un
recurso que está siendo empleado por las empresas concesionarias para reclamar
por una menor recaudación debido a supuestos cambios contractuales relacionados
con el mejoramiento de vías alternativas, tanto concesionadas como públicas.
También se han presentado reclamos por supuestos atrasos en la puesta en marcha
de concesiones complementarias u obras de acceso y salida a las concesiones de
los demandantes.
162
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Del análisis acerca de los elementos económicos que subyace a las disputas por
pérdidas de ingresos, el artículo concluye en primer lugar que los contratos de
concesiones no otorgan derechos exclusivos sobre los potenciales usuarios de
las obras. En Chile no es legal el conceder monopolios, ni tampoco la Ley de
Concesiones de Obras Públicas señala que las concesiones constituyan monopolios.
Referencias
163
Demandas por pérdidas de ingresos en las concesiones de obras públicas en Chile
Smith, W. (1997). “Covering Political and Regulatory Risks: Issues and Options
for Private Infrastructure Arrangements”, Dealing with public risk in Private
Infrastructure, World Bank.
164
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Resumen
I. Introducción
1
Especialista en Regulación del OSITRAN. Ha laborado como consultor de regulación de industrias de redes.
Ha trabajado para la Comisión Federal de Competencia de México. Ha sido profesor en la PUCP, así como
en la Universidad La Salle y el CIDE en México. E-mail: ruespejo@yahoo.com
2
Asesor Legal del OSITRAN. Máster en Economía y Regulación de la Universidad de Barcelona. Egresado
de la Maestría en Derecho con mención en Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica del
Perú. Contactarse para cualquier comentario a: epena@ositran.gob.pe
Los autores agradecen los comentarios de Jorge Kohon y la asistencia de María Méndez. Cualquier error u
omisión es responsabilidad exclusiva de los autores.
3
En el entendido que un sistema representa un conjunto de partes o elementos organizados y relacionados
entre sí para lograr un objetivo.
165
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
Por las razones expuestas, esta nueva modalidad de transporte público urbano y
masivo de pasajeros implicará un cambio en el paradigma bajo el cual ha operado
el transporte público en Lima. Empero, esta propuesta representa, asimismo, un
nuevo reto para el regulador puesto que hasta ahora su labor se ha centrado en
supervisar la calidad de la infraestructura de transporte, más no la calidad que se
deriva de la operación del sistema.
Bajo este contexto, ¿cuáles serán las nuevas actividades y obligaciones que
emprenderá el regulador respecto del contrato de concesión del Sistema Eléctrico
de Transporte Masivo para Lima Metropolitana? El presente artículo intenta dar a
conocer las principales características de la concesión para la explotación, gestión
y operación de la Línea 1 del Tren Eléctrico, los entes competentes relacionados
con la ejecución, concesión y regulación de dicha infraestructura de transporte
urbano masivo de pasajeros, así como el papel que desempeñará OSITRAN.
4
Esta modalidad de transporte es diferente al tranvía que lo precedió, en el caso de Lima, por su particular
concepto, diseño y configuración, así como por la capacidad de transporte, mayor velocidad y poseer, a
diferencia de los tranvías, una vía segregada con derecho de paso exclusivo.
5
Se refiere a Tapia (2004) y Avellaneda (2007).
166
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
expresan respecto del transporte urbano de Lima como la única ciudad de América
Latina que no ha logrado constituir un sistema articulado de transporte urbano,
siendo que, por el contario, Lima se caracteriza por poseer un sistema caótico,
informal, altamente ineficiente, en el que todos los actores involucrados pierden
(autoridades, transportistas y ciudadanos). Asimismo, se señala que quizás la
única ventaja es que el servicio se presta en una cobertura territorial-espacial que
garantiza la movilidad de la población.
6
Ver Programa de Transporte Urbano de Lima Metropolitana ― Subsistema Norte – Sur elaborado por el
BID.
7
Las vías disponibles para la circulación se componen de vías arteriales, intermedias y locales para la
movilidad del transporte.
8
Otra dimensión relevante para evaluar el tema del transporte masivo urbano se refiere a la movilidad,
entendida ésta como el espacio territorial y la estructura urbana en donde los patrones de desplazamiento de
los ciudadanos se ligan con la esfera productiva de la ciudad. Ver, por ejemplo, Avellaneda (2008).
167
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
CUADRO 1
INDICADORES DE VÍAS DE TRANSPORTE EN CIUDADES
LATINOAMERICANAS, 2007
1/
Compuesta por vías arteriales, intermedias y locales para la movilidad de todo tipo de
transporte, excepto para peatones y ciclistas.
2/
Las vías disponibles para la circulación se componen de vías arteriales, intermedias y
locales, en este caso, para la movilidad del transporte colectivo.
Fuente: CAF (2010). Observatorio de Movilidad Urbana para América Latina.
Por otro lado, en su conjunto existe una amplia variedad de modos de transporte
masivo urbano en toda América Latina. Según lo expuesto en el próximo cuadro,
hasta once modalidades; sin embargo, cada país cuenta con sólo 3, o cuando
mucho 4, modalidades de transporte, a excepción de Río de Janeiro que posee más
modalidades. Al respecto, se presenta la siguiente información referida al número
de unidades según las distintas modalidades de transporte masivo:
168
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
CUADRO 2
MODALIDADES DE LA FLOTA DE TRANSPORTE COLECTIVO, 2007
1/
Este número ha cambiado desde la puesta en operación del Metropolitano en el 2010.
Fuente: CAF (2010). Observatorio de Movilidad Urbana para América Latina.
9
Ver CAF (2010).
10
Esta situación variará en el caso de Lima con la entrada en operación comercial de la Línea 1 del denominado
Tren Eléctrico.
169
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
CUADRO 3
RECORRIDOS DIARIOS DE VEHÍCULOS MOTORIZADOS,
MILLONES DE VEHÍCULOS-KM/DÍA, 2007
Bogotá 9.2 1.2 10.9 0.0 21.3 2.6 0.0 2.6 11%
Buenos Aires 83.2 1.4 5.4 0.0 90.0 4.5 0.6 5.1 5%
Caracas 9.8 1.1 2.7 0.0 13.6 3.3 0.2 3.5 20%
Ciudad de México 51.2 3.6 45.7 0.0 100.5 12.9 1.0 13.8 12%
Lima 13.6 0.3 18.0 1.2 33.1 6.9 0.0 6.9 17%
Montevideo 1.3 1.5 0.6 0.0 3.4 0.3 0.0 0.3 8%
Río de Janeiro 42.0 2.3 7.9 0.0 52.2 7.8 0.3 8.1 13%
San José 3.9 0.7 1.2 0.0 5.8 0.2 0.0 0.2 3%
Santiago 9.8 0.2 5.9 0.0 15.9 3.9 0.3 4.2 21%
San Paulo 80.4 7.2 8.5 0.0 96.1 5.4 0.7 6.1 6%
CUADRO 4
NÚMERO DE VIAJES DIARIOS EN LIMA POR MODALIDAD
DE TRANSPORTE, 2005
170
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
GRÁFICO 1
TIEMPO DE VIAJE EN AUTOBÚS, 2007
Bogotá
Caracas
Lima
San José
Ciudad de México
San Paulo
Río de Janeiro
Santiago
Buenos Aires
Montevideo
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Finalmente, Lima destaca como una de las ciudades de la muestra con mayor
consumo de diesel como fuente de energía utilizada tanto para los medios de
transporte individual como colectivo. De hecho, Lima es la ciudad con mayor
consumo de diesel en la modalidad de transporte individual, y la tercera en cuanto
a transporte colectivo. En conjunto, las ciudades que más consumen diesel son
Buenos Aires, Lima, Río de Janeiro y San Paulo, en ese orden, aunque en el caso
de las dos últimas no hay consumo de diesel en transporte individual. Al respecto,
se presenta el gráfico siguiente:
171
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
GRÁFICO 2
CONSUMO DE DIESEL POR TIPO DE TRANSPORTE
MILES DE LITROS POR DÍA, 2007
3500
3000
2500
Individual
2000
Colectivo
1500
1000
500
0
s
iro
tá
go
sé
ire
ca
m
ul
ic
de
go
Jo
ia
ne
Li
éx
Pa
ra
sA
vi
Bo
nt
n
Ja
Ca
te
Sa
Sa
n
o
on
Sa
de
en
de
M
Bu
ad
Rí
ud
Ci
11
El proyecto del tren eléctrico se creó en el año 1986.
12
Sobre la creación de la AATE y su desarrollo se abundará más adelante.
13
Mediante Decreto Supremo Nº 059-2010-MTC publicado en el Diario El Peruano el 24 de diciembre de
2010.
172
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
FIGURA 1
RED BÁSICA DEL METRO DE LIMA Y CALLAO
Fuente: AATE.
A mayor detalle, las 5 líneas descritas que conforman el proyecto de red básica
tienen los siguientes trazos:
173
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
CUADRO 5
TRAZOS DE LAS LÍNEAS DEL SISTEMA ELÉCTRICO DE
TRANSPORTE MASIVO DE LIMA Y CALLAO
Línea Trazo
Avenida Separadora Industrial, Avenida Pachacutec, Avenida Tomás Marsano, Avenida Aviación,
1 Avenida Grau, Jirón Locumba, Avenida 9 de Octubre, Avenida Próceres de la Independencia,
Avenida Fernando Wiese
Avenida Guardia Chalaca, Avenida Venezuela, Avenida Arica, Avenida Guzmán Blanco, Avenida
2
28 de Julio, Avenida Nicolás Ayllón, Avenida Víctor Raúl Haya de la Torre (Carretera Central)
Avenida Alfredo Benavides, Avenida Larco, Avenida Arequipa, Avenida Garcilaso de la Vega,
3 Avenida Tacna, Avenida Pizarro, Avenida Túpac Amaru, Avenida Rosa de América, Avenida
Universitaria
Avenida Elmer Faucett, Avenida La Marina, Avenida Sánchez Carrión, Avenida Salaverry, Avenida
4 Canevaro, Avenida José Pardo de Zela, Avenida Canadá, Avenida Circunvalación, Avenida Javier
Prado
Avenida Huaylas, Avenida Paseo de la República, Avenida República de Panamá, Avenida Miguel
5
Grau
Fuente: AATE.
Conviene mencionar que la construcción del proyecto del Tren Eléctrico - Línea 1
se desagregó en 2 tramos:
Tramo 1: el cual va desde Villa El Salvador hasta la Av. Grau, en el centro histórico de
Lima, y atraviesa 16 estaciones de embarque y desembarque de pasajeros a lo largo
de 21.5 km, pasando por los distritos de Villa el Salvador, San Juan de Miraflores,
Surco, Surquillo, San Borja, San Luis, La Victoria y Cercado de Lima. Para este
tramo se requerirán 16 trenes. Además, el proyecto incluye un patio taller de 15
hectáreas ubicado en Villa El Salvador, un taller de mantenimiento preventivo, y
se prevé la construcción, posteriormente, de otro taller de mantenimiento mayor.15
14
El total de vía férrea a construir es de 33.9 Km., el cual incluye accesos al patio taller (para el mantenimiento
preventivo y mayor) ubicado en Villa El Salvador.
15
Cabe mencionar que este tramo posee un sub-tramo comprendido entre Villa El Salvador - Puente Atocongo
que se construyó en el segundo quinquenio de los años ochenta, mismo que recorre 9.8 km. y cuenta con 7
estaciones de embarque y desembarque de pasajeros. Asimismo, dentro del patio taller se tuvo ya instalado
el centro de control, una planta térmica de emergencia de 5 MW de capacidad, una subestación eléctrica de
60/20 KV, una subestación rectificadora y el taller de mantenimiento preventivo. La inversión realizada en
este sub-tramo fue de US$ 320 millones, aproximadamente. La construcción del otro sub-tramo restante
que corre del Puente Atocongo a la Avenida Grau, con una extensión de 11.7 km., así como 9 estaciones,
ubicadas en promedio cada 1.2 Km., las cuales se terminaron de construir en el primer semestre de 2011.
174
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Tramo 2: el cual va desde la Av. Grau hasta San Juan de Lurigancho y atravesará
10 estaciones de embarque y desembarque de pasajeros a lo largo de 12 km.,
requiriéndose 8 trenes adicionales para su completa operación. La construcción de
este tramo se encuentra en proceso de promoción de la inversión privada por parte
de PROINVERSIÓN, el cual será ejecutado mediante obra pública a cargo del
Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).16
Fuente: AATE.
16
Se estima que se entregará la Buena Pro para la construcción de este tramo 2 en el mes de mayo de 2011.
175
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
En caso sea el Concesionario quien proponga recorrer mayores kilómetros, el Contrato prevé, en su caso, la
17
aprobación del Concedente previo sustento técnico del primero y aprobación del segundo.
18
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), en calidad de Concedente, ha establecido que la
tarifa que cobrará el Concesionario al usuario es de S/. 1.50 por adulto. El contrato establece también tarifas
diferenciadas por tipo de pasajero (adulto, medio, escolar y pases libres). Asimismo, se trata de una tarifa
plana, es decir, que no se cobrará en función de los kilómetros que avance el usuario, sino que ésta será
independiente de la distancia en que utilice el servicio.
176
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
De esta manera, los componentes CMR y EMR se relación con la provisión de material
rodante. El primero distingue entre material rodante nuevo y material usado
repotenciado; mientras que el segundo puede tomar dos valores dependiendo de la
fecha de entrega de este material rodante: mínimo 5 meses contados a partir de la
fecha de adjudicación de la buena pro, o bien, 24 meses contados a partir del quinto
mes de la fecha de adjudicación de la buena pro.
En este sentido, hasta que se incluya material rodante adicional al existente, los
parámetros de calidad, particularmente, aquel que se exigirá al Concesionario
relativo a la frecuencia de paso de los trenes por las estaciones será menor. Así,
por contar con pocos trenes al inicio de la explotación comercial, la calidad del
servicio prestado no será la ideal por lo que se refiere a las frecuencias de paso, es
decir, los usuarios tendrán que esperar más tiempo en una estación para abordar el
19
Entre otras mejoras, se tiene la inclusión del sistema de aire acondicionado y el manejo de puertas con
implementación de sensores para evitar accidentes.
20
Bajo esta premisa resulta probable que al inicio de la operación la percepción del servicio no esté acorde con
las expectativas que se generen respecto de la puesta en marcha de la Línea 1.
177
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
tren, respecto de los estándares que se tiene contemplados exigir cuando se cuente
con la cantidad estimada de trenes para la operación plena de la Línea 1. Por esta
razón, el contrato de concesión establece que con 5 trenes no se podrán alcanzar
los niveles de servicio deseados. En detalle, con los 5 trenes iniciales se exigirá
al Concesionario, al principio de la operación comercial del sistema, intervalos
de paso de los trenes de 16 minutos y 812,539 kilómetros recorridos, siendo lo
deseable llegar progresivamente a los 6 minutos de intervalo de paso y 1,670,873
kilómetros recorridos.
Básicamente, para ganar el concurso se debía obtener el menor PE, es decir, proponer
los menores precios por kilómetro recorrido, lo cual implica un menor cofinancia-
miento del Estado, así como mejorar la oferta de trenes invirtiendo en trenes nuevos a
la brevedad. En términos generales, este factor de competencia se considera adecuado
para propiciar una pugna por lograr la operación de la Línea 1. 22 Además, dado que el
diseño de la Concesión no prevé la figura de un operador vinculado, como tampoco
estipula otorgar acceso a otros potenciales operadores en el servicio de transporte
de pasajeros, no resultaba necesario establecer un factor de competencia adicional
que se relacione con el establecimiento de condiciones para un posible operador
vinculado, o bien, con una probable tarifa de acceso a la vía férrea.
Ver circular N° 53 del PROINVERSIÓN (2010b) relativa a la segunda convocatoria del concurso de
21
proyectos integrales para la concesión del proyecto especial Sistema Eléctrico de Transporte Masivo de
Lima y Callao.
22
Existe también una evaluación técnica en la competencia para asegurar que los postores interesados tengan
la capacidad para alcanzar una correcta operación del sistema.
178
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
CUADRO 6
FACTORES DE COMPETENCIA PARA LA ENTREGA
EN CONCESIÓN DE LA OPERACIÓN DE LA LÍNEA 1
Para una mejor referencia, el siguiente cuadro compara algunos rasgos de los
sistemas de transporte masivo urbano de pasajeros, mediante metro, de algunas
ciudades que poseen dicho tipo de infraestructura.
Algunas de las principales características del Contrato de Concesión del Tren Eléctrico - Línea 1 se muestran
23
179
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
CUADRO 7
CARACTERÍSTICAS DE SISTEMAS METRO EN VARIAS CIUDADES
Longitud de
Metro - Pasajeros al Frecuencia de paso de Tipo de gestión y
la red vial Empresa operadora
Ciudad año (millones) trenes (minutos) operación
(kilómetros)
Sistema de Transporte
Ciudad de Colectivo de
201.7 1,417 (al 2006) de 2 a 3 Municipal
México Gobierno del Distrito
Federal (STC)
Empresa de
Transporte Masivo
Hora pico: cada 3 Municipal y Ejecutivo
Medellín 32 155 (al 2008) del Valle de Aburrá –
Hora no pico: cada 10 Departamental
Metro de Medellín
Ltda.
Concessão
Río de Línea 1: de 4 a 7 Ejecutivo Estatal a través Metroviária do Rio de
36.5 170 (al 2007)
Janeiro Línea 2: de 5 a 10 de concesionario Janeiro
(Metro Rio)
Autoridad de Tránsito
Hora pico: de 3 a 6
Washington, D.C 169.5 210 (al 2007) Municipal de Washington
Hora no pico: de 6 a 12
(WMATA)
1/
Considerando la suma del Tramo 1 (21.5 Km) y el Tramo 2 (12 Km).
2/
n.o.: aún no entra en operación.
3/
Considerando los 5 trenes con los que contará inicialmente el Concesionario.
Fuente: Páginas web de diversas empresas y concesionarios.
180
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
4.1.1 Antecedentes
En el año 1986, el Estado Peruano adoptó como política, contar con un Sistema
Nacional de Transporte Masivo Eléctrico y no Eléctrico para impulsar el desarrollo
del país. Para tal efecto, tal como se indica en el artículo 1° del Decreto Supremo
N° 001-86-MIPRE de fecha 20 de febrero de 198624, se señaló lo siguiente:
“Artículo 1°.- Declarase de necesidad pública y preferente interés social el establecimiento de un
Sistema Eléctrico de Transporte masivo para las ciudades de Lima y Callao que permite dotar a las
zonas de alta densidad poblacional y periféricas de aquellas, de una infraestructura de transporte
necesaria para la rápida movilización de su población.”
Una breve revisión del sustento para la adopción de dicha política, nos permite
advertir que las condiciones del transporte en las provincias de Lima y Callao “son
profundamente contrarias al interés social y antieconómicas, por la gran pérdida
de horas-hombre y la desintegración de la vida familiar que origina la ausencia
de un sistema rápido de transporte masivo que sirva principalmente a la población
de menores ingresos” 25.
El diseño institucional varío durante los años siguientes. Así, la AATE pasó
de la Presidencia del Consejo de Ministros26, al Ministerio de Transportes y
Comunicaciones27, la Municipalidad Metropolitana de Lima28, para finalmente
24
Mediante Ley N° 24565 de fecha 30 de octubre de 1986, se dio fuerza de ley al Decreto Supremo N°
001-86-MIPRE.
25
Segundo Considerando del Decreto Supremo N° 001-86-MIPRE.
26
Según Decreto Supremo N° 057-90-MIPRE de fecha 12 de julio de 1990.
27
Decreto Supremo N° 172-91-PCM de fecha 10 de noviembre de 1991.
28
Decreto de Urgencia N° 058-2001 de fecha 1 de junio de 2001.
181
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
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Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
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Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
Ahora bien, uno de los problemas que se advierten en el diseño del Proyecto
Especial Sistema Eléctrico de Transporte Masivo de Lima y Callao, Línea 1, Villa
El Salvador – Av. Grau – San Juan de Lurigancho, es que éste está enfocado en lo
que se denomina “mercado aguas abajo”, es decir, en la prestación de los servicios
de transporte ferroviario a los usuarios finales. Sobre el particular, el numeral 2.7
del Contrato de Concesión Sistema Eléctrico de Transporte Masivo de Lima y
Callao, Línea 1, Villa El Salvador – Av. Grau – San Juan de Lurigancho precisa:
En ese orden de ideas, constituye un reto la definición de roles de los actores que
intervendrán en la supervisión del Sistema Eléctrico de Transporte Masivo de
Lima y Callao, Línea 1, Villa El Salvador – Av. Grau – San Juan de Lurigancho.
Una alternativa de solución la constituye la propuesta del Poder Ejecutivo,
Proyecto de Ley N° 4486/2010-PE, propuesta que tiene por finalidad otorgar a
OSITRAN la competencia para la supervisión del servicio público de transporte
ferroviario de pasajeros. Dicha propuesta precisa que el Ministerio de Transportes
y Comunicaciones será el encargado de la fijación y revisión de tarifas. En tal
sentido, una vez aprobada la Ley, consideramos que se esclarecerán las funciones
38
Las autoridades administrativas deben actuar con respecto a la Constitución, la ley y al derecho, dentro de
las facultades que le estén atribuidas y de acuerdo con los fines para los que les fueron conferidas. Numeral
1.1 de la Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General.
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Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
39
“Artículo 4°.- Ámbito de competencia
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones es competente de manera exclusiva en las siguientes
materias:
a) Aeronáutica civil.
b) Infraestructura de transportes de alcance nacional e internacional
c) Servicios de transporte de alcance nacional e internacional
d) Infraestructura y servicios de comunicaciones.
Es competente de manera compartida con los gobiernos regionales y gobiernos locales, conforme a sus leyes
orgánicas y las leyes sectoriales, en las siguientes materias:
(…)”
40
Publicada en el Diario Oficial “El Peruano” el día 03 de junio de 2009.
41
Se entiende por actividad ferroviaria, entre otros, el servicio de transporte ferroviario (artículo 4° del
Decreto Supremo N° 035-2010-MTC).
42
Se entiende por actividad ferroviaria, entre otros, el servicio de transporte ferroviario (artículo 4° del
Decreto Supremo N° 032-2005-MTC).
Art. 58.- La Dirección General de Caminos y Ferrocarriles tienes las funciones específicas siguientes:
a) Proponer las políticas del sector en materia de gestión de infraestructura vial (caminos y ferrocarriles), así
como de la actividad ferroviaria, fiscalizando la ejecución de estas en el ámbito de su competencia.
(…)
d) Normar, autorizar y fiscalizar los permisos y licencias de operación del servicios ferroviario.
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Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
43
“Artículo 63°.- La Dirección de Ferrocarriles es la unidad orgánica encargada de conducir el desarrollo de la
infraestructura y actividad ferroviaria en el país, autorizar y fiscalizar la prestación de servicios de transporte
ferroviario, administrar el Registro Nacional de la Actividad Ferroviaria y la formulación de normas técnicas
y administrativas sobre ferrocarriles. Tiene las funciones específicas siguientes:
a) Formular las políticas del Subsector Transportes relativas a la actividad ferroviaria en el país y la gestión
de la Infraestructura correspondiente.
b) Programar, dirigir, supervisar y controlar de manera general la actividad operativa ferroviaria.
c) Promover y participar en la formulación, seguimiento y evaluación de planes de desarrollo del Sector, en
materia de Infraestructura y actividad ferroviaria en el país.
d) Formular y actualizar normas de carácter técnico y/o administrativas relacionadas con ferrocarriles en
coordinación con la Dirección de Normatividad Vial.
e) Evaluar las solicitudes de autorización, permisos y licencias de operación del servicio ferroviario.
f) Fiscalizar el cumplimiento de las normas técnicas y/o administrativas relacionadas con la operación del
servicio ferroviario.
(…)”
j) Fiscalizar la prestación de servicios de transporte ferroviario, en el ámbito de su competencia.
s) Velar por el buen funcionamiento y disponibilidad de las locomotoras, coches y vagones, programando y
efectuando las reparaciones y el mantenimiento preventivo de los mismos.
(…)
[El subrayado es nuestro]
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Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Ahora bien, con el nuevo diseño institucional, es a través del Contrato de Concesión
Según el Decreto de Urgencia N° 063-2009 publicado en el Diario Oficial “El Peruano” el día 7 de junio de
44
2009.
45
Publicada en el Diario Oficial “El Peruano” el día 15 de agosto de 2010.
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Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
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Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
46
Entre las razones que influyen en la adquisición de un automóvil, además del precio, se consideran las
deficiencias en el transporte público, las facilidades de crédito, la construcción de nuevas vialidades, el
desarrollo económico, el incremento de los ingresos, las mayores distancias de traslado, la comodidad,
la percepción y valoración de status, entre otras. En: http://transeunte.org/2011/01/17/conectividad-en-el-
transporte-público-una-posible-solucion-a-su-sobredemanda/ (dirección electrónica consultada el 14 de
marzo de 2011).
47
En Becker y Posner (2009) se discute una posible solución a la congestión del tráfico para el caso de la
ciudad de Londres a través de la implementación de impuestos por transitar por el centro de la ciudad.
48
Ver Woywood, M. (2003).
49
Otra modalidad es el despliegue en corredores de un sistema secuencial de buses de alta capacidad.
50
Medio de transporte conocido como BRT.
189
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
En general, estas medidas permitirán que los usuarios viajen de un punto a otro
de la zona metropolitana de Lima en forma más eficiente y rápida. Asimismo, la
integración del sistema de transporte público conjuntamente con su modernización
permitirá alcanzar una operación más eficiente y segura, con la consecuente
reducción en costos que ello conlleva.
51
Decreto Supremo N° 059-2010-MTC de fecha 24 de diciembre de 2010.
190
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
Un cuarto aspecto relevante es contar con una única autoridad competente del
Sistema de Transporte de Lima y Callao. Dicha autoridad, entre otros aspectos,
deberá calcular la tarifa técnica del sistema de buses y del Tren Eléctrico,
armonizando las metodologías a aplicar. A la fecha, en el caso del Metropolitano,
la autoridad competente es PROTRANSPORTE, y en el caso del Tren Eléctrico,
existe un problema de competencias, generando que participe OSITRAN y el
Ministerio de Transportes y Comunicaciones, siendo este último, en base al
Contrato de Concesión, quien se encargaría de esa materia. Sin perjuicio de los
problemas de competencia abordados en el presente documento, no resulta viable
que existan autoridades distintas para cada modo de transporte público.
191
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
52
La tarifa que ha establecido el Concedente para el inicio de las operaciones comerciales es de S/. 1.50 por
pasajero adulto sin importar la distancia que se avance.
Excluyendo las tarifas del metro de Washington, D.C.
53
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Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
CUADRO 8
TARIFAS DE SISTEMAS METRO EN VARIAS CIUDADES
Tarifa Subsidio Tarifa sustituto1/
Metro - Ciudad (US$) (US$) (US$)
Barcelona 2.10 n.d. 1.96
Buenos Aires 0.27 0.27 0.22
Ciudad de México 0.25 0.59 0.26e/
Lima 0.53a/ n.d. 0.50
Madrid 1.45 n.d. 1.45
Medellín 0.67 n.d. 0.83
Nueva York 2 n.d. 2
Rio de Janeiro 1.94 n.d. 1.52
Santiago de Chile 1.31b/ cod/ 1.14
Washington, D.C. 1.60 – 2.75 c/ n.d. n.d.
1/
Considerando como sustituto al bus.
a/
Pasaje de adulto.
b/
Pasaje normal (adulto) en hora punta.
c/
Valores máximo y mínimo para hora no pico (valle).
d/
co: la tarifa cubre los costos operativos, más no los de inversión.
e/
Pasaje mínimo.
n.d.: no disponible
Fuente: páginas web de diversas empresas y concesionarios.
54
No se encontró información sobre el monto o porcentaje del subsidio.
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Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
• Intervalo entre trenes: Los usuarios tendrán derecho a que se les preste el
servicio de transporte todos los días desde las 6:00am hasta las 22:00pm,
respectando los intervalos de paso establecidos para cada periodo, horario
en horas punta y horas valle, tanto para días laborables como para días
festivos.
• Prestación del servicio de manera ininterrumpida: Los usuarios tendrá
derecho a la prestación continua del servicio de transporte, todos los días
desde las 6:00am hasta las 22:00pm. a una velocidad comercial que no
deberá ser inferior a 35 Km/h.
• Tiempo de viaje: Los usuarios tendrá derecho a que la prestación continua
del servicio de transporte se realice a una velocidad comercial que no
deberá ser inferior a 35 Km/h.
• Atención al Usuario: los usuarios contaran con un centro de información y
atención al usuario, además de los buzones de reclamos y sugerencias en
las estaciones de mayor demanda del sistema.
• Limpieza: Los usuarios contarán con estaciones y trenes limpios.
Por otro lado, los niveles de calidad del servicio del tren eléctrico implican una
mejora, y atienden una problemática relacionada al servicio existente. Sin embargo,
los beneficios exigen, de igual manera, contar con un Sistema de Transporte de Lima
y Callao, toda vez que deberá alimentarse el uso del tren eléctrico, pero además,
deberá interconectarse con otros medios de transporte, buses, hacia zonas distintas
a la del tren eléctrico. Así por ejemplo, el beneficio que pudiera conseguirse con
el tren eléctrico, podría perderse si no existen buses que se interconecten con él, o
dicho servicio de buses, no sea idóneo.
194
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
tura de transporte urbano. Los objetivos del regulador indican implícitamente las
actividades de supervisión y regulación que emprendería OSITRAN de darse las
facultades necesarias.
CUADRO 9
OBJETIVOS DE LOS USUARIOS, PROVEEDOR Y REGULADOR
RESPECTO DE LA CONCESIÓN PARA LA OPERACIÓN DE LA LÍNEA 1
Como se puede observar hay varios objetivos que se traslapan, los cuales marcarán
probablemente la agenda de trabajo de los actores relacionados, y el ritmo de la
gestión a futuro del sistema de transporte masivo urbano de pasajeros de Lima
Metropolitana.
V. Conclusiones
A pesar de contar con avances importantes, ya sea a través del Sistema Metropolitano
de Buses, a cargo de PROTRANSPORTE, o el Proyecto Especial Sistema Eléctrico
de Transporte Masivo de Lima y Callao, Línea 1, Villa El Salvador – Av. Grau –
San Juan de Lurigancho, a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones
y OSITRAN, no existe una articulación de objetivos en una política nacional de
transporte urbano.
195
Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
Debe buscarse una integración tarifaria que implique que el usuario sea capaz de
movilizarse por los distintos medios de transporte público y urbano mediante un
único medio de pago que diferencie el cobro por tipo de servicio. Esto implica
además un sistema de recaudación en el sistema o red capaz de distribuir los
ingresos, comunes inicialmente, entre los diferentes operadores de las modalidades
de servicio, y que sea capaz de ir sumando nuevas servicios o modalidades de
transporte conforme se vaya expandiendo y modernizando la red.
Referencias
Ángel, T.; Galindo, G.; García, J.; Reyes, J. y Wills, D. (2010). “Implementación
del SITP: Gran Desafío de Movilidad para Bogotá”, Revista Económica Supuestos,
N° 2, Abril, Universidad de los Andes.
196
Revista de Regulación en Infraestructura de Transporte Número 6 - Año 2011
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Las infraestructuras de transporte masivo urbano de pasajeros sobre vías férreas: el sistema eléctrico de transporte para Lima Metropolitana
ANEXO 1
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL CONTRATO DE CONCESIÓN
PARA LA OPERACIÓN DE LA LÍNEA 1
Factor Característica
Plazo del Contrato 30 años
198
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ANEXO 2
PRINCIPALES VARIABLES DE CALIDAD DEL SERVICIO
PREVISTAS EN EL CONTRATO DE CONCESIÓN
200
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Anexo 6,
Especificaciones Técnicas para el Material Rodante Nuevo y
23 Técnico Apéndice
Repotenciado.
1y3
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Anexo 7,
Técnico/ Instalar un número adecuado de cestos y/o papeleros, distribuidos
52 Apéndice
Comercial convenientemente en las estaciones de pasajeros.
1, d)
Anexo 7, Los servicios sanitarios serán higienizados tantas veces al día como
Técnico/
53 Apéndice sea necesario, utilizando los elementos adecuados para su
Comercial
1, e) desinfección y desodorización.
Anexo 7,
Técnico/ Limpieza periódica de artefactos de alumbrado, señalización y sus
55 Apéndice
Comercial elementos en general.
1, g)
205