BENITO PÉREZ GALDÓS

Es un novelista, dramaturgo y cronista español, representante de la novela realista

del siglo XIX en España. Nació el 10 de mayo de 1843 en Las Palmas (Islas
Canarias).

Su primera novela aparece en 1867, La Fontana de Oro, influenciada por el estilo

periodístico. Escribe los Episodios nacionales, en la década de 1880.

Se convirtió en el autor más representativo del Realismo español y gozó de gran

prestigio entre sus coetáneos. Autor de 31 novelas, 46 Episodios Nacionales, 23
obras de teatro, y el equivalente a 20 volúmenes de relatos, artículos periodísticos,
entre sus obras más destacadas aparecen: Doña Perfecta (1876), Gloria (1877), La
familia de León Roch (1878) entre otras.

Arruinado y víctima de la enfermedad, falleció el 4 de enero de 1920. Más de 20.000

madrileños acompañaron su féretro hasta el cementerio de La Almudena.

Reseña de “Rompecabezas” de Benito Pérez Galdós

La literatura, como todo arte, es siempre aquel espejo en el que la humanidad ve
reflejada sus más profundas pasiones, sus horrendos secretos y sus valores más
sublimes. Como todo buen cuento, “Rompecabezas” refleja la realidad de la
sociedad, una dominada por la injusticia y la pobreza, en la que la inocencia de un
niño constituye un pequeño gran acto de esperanza.

Este relato cuenta la historia de tres personajes (una hermosa mujer, un bello niño,
y un anciano grave), quienes tratan de huir de sus propias tierras porque en ellas
son cruelmente perseguidos. Vagan de casa en casa buscando que alguien les dé
una limosna y en esa situación precoz el niño va creciendo. Cuando han llegado a
una ciudad que los protege con sus muros, se encuentran con un paisano que les
da una limosna bastante jugosa, con la que le compran al niño bastantes juguetes.
Aquel infante que es descrito como un ser mágico, es capaz de reunir a muchos
niños gracias a sus juguetes locamente confeccionados.

Sin duda, la historia maneja elementos bastante profundos. Así pues, recrea las
dificultades que tienen que vivir quienes son perseguidos. Aquellos deben
enfrentarse a la condición de errar por el mundo, de dejar el lugar al que pertenecen
y, todo esto, en una situación de terrible pobreza.

Sin embargo, la suerte de los personajes cambia radicalmente cuando llegan a un

lugar seguro y encuentran a aquel generoso que les regala monedas de oro. La
esperanza se presenta aquí de una forma muy bella, porque aquel gesto no sólo
afecta la vida de la familia: afecta también la vida de miles de niños, quienes
encuentran en el nuevo hogar de la familia desterrada, un lugar que los acoge y les
brinda especiales momentos de diversión.

Considero que es un cuento con una gran carga simbólica y es precisamente eso lo
que lo hace tan bueno. Es posible que al trucar los juguetes, el niño haya armado el
verdadero rompecabezas de la vida: naturalizó la diversidad, creo un espacio íntimo
en el que cada uno es bienvenido, con sus gustos, sus orígenes, sus preferencias.
No sólo un espacio de tolerancia para los juguetes sino también para los miles de
niños que cabían en el mismo lugar, sin persecuciones, ni preocupaciones, ni
injusticias.

En definitiva “Rompecabezas” es un cuento que, precisamente, nos rompe la

cabeza. Porque con su simbolismo nos expresa esa profundidad de la condición
humana de la que se encarga el arte de retratar.

La lectura de la obra de este autor es importante, puesto que la destreza con la que
recrea la realidad es muy notoria. Pérez toca temas serios que nos hacen reflexionar
acerca de nuestra existencia y nuestras acciones. La lectura de su cuento es una
oportunidad para pensar acerca de la forma en la que armamos el rompecabezas
de nuestra vida. ¿Estamos trucando los juguetes? O, por el contrario, ¿los estamos
enjaulando en los roles que la sociedad pretende que cumplan? ¿Estamos creando
espacios de tolerancia, respeto e inclusión? ¿Estamos pensando en los demás cada
vez que actuamos? Esas son la clase de preguntas a las que este texto nos invita
a responder.