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La palabra ensayo no es de muy reciente creación, pues data del siglo XVI
cuando por primera vez la empleo el escritor francés Miguel de Montaigne (1533-
1592), autor de una serie de escritos aparecidos en 1580 bajo el título <<Essais>>,
donde se ponía en evidencia la inmensa curiosidad intelectual y la insatisfacción de
sus conocimientos, resumida en du celebre pregunta << ¿qué sé yo? >>, más tarde
diecisiete años después (1597) fueron seguidos por el escritor inglés Francisco
Bacon (1561-1626) con su obra <<Essais>> cimentada en la serie de reflexiones
que en lo moral informa la vida de un hombre.
Ahora bien, ante la dificultad de poder expresar con toda exactitud lo que en
esencia es el ensayo, se han propuesto unas cuantas definiciones, contentivas más
que todos los elementos o atributos caracterizados. Así, por ejemplo, ha sido
definido el ensayo de la siguiente manera:
SUBJETIVIDAD.
Consiste esta condición característica del ensayo en forma o modo peculiar como
el escritor de este género cumple su trabajo. El ensayista no se propone enseñar,
específicamente, por lo que su interés rebasa lo exclusivamente objetivo. Se trata de
algo más que, relacionándose con los conocimientos suficientes que sobre la
materia posee el lector, lo transporta en suave y profunda meditación al terreno de
sus propias soluciones.
PROFUNDIDAD Y PRECISIÓN.
DIVERSIDAD DE TEMAS.
BREVEDAD.
ASUNTOS.
En síntesis, podemos decir que todo cuando forma parte de la vida del hombre,
en cuanto de espiritual o subjetivo tiene para este, habrá de ser aprovechado por el
artista de la palabra, que se adentra por los caminos del estudio meduloso,
reposado, ameno y entretenedor
FINES.
En cuanto a los fines del ensayo basta con apuntar que ellos no son propiamente
didácticos, pues se apartan del rigorismo de la verdad escueta fría. Se trata más
bien de difundir cultura de un modo atractivo, ameno, elegante y provechoso. Lo cual
supone desde luego una apropiada preparación del lector para poder aprovechar la
curiosidad e inquietud que el ensayo debe despertar en el público, ávido de mejorar
su forma recreándose.
UTILIDAD.
De lo dicho se desprende, pues, la enorme utilidad que el ensayo presenta a la
viva curiosidad humana, despejándole horizontes y poniéndola en el camino de
contribuir eficazmente a la mejor solución de los problemas culturales que inquietan
al hombre, dentro de la órbita de sus cotidianas ocupaciones por mejorar más y más.
Ello mismo hace que los estudiosos de la arte y la ciencia intercambien esfuerzos en
un apretado haz de cooperación para el logro de sus justas aspiraciones: el
siquiatra que habla de la personalidad de un héroe; el abogado que interpreta
un fenómeno económico o político; el pintor, el músico, el poeta que se
interesan por una moda o una costumbre, etc., son evidentes manifestaciones
de la aspiración cultural de un pueblo que rompe con las tradicionales barreras
de la especialización que enquista, de la limitación que mata. El ensayo es útil
porque orienta, prepara y forma con gracia, amenidad y elevación de espíritu.
CLASES DE ENSAYOS.
PARTES DE UN ENSAYO
Con el ensayo ocurre lo mismo que con otros géneros literarios, en los cuales el
sostenimiento a un orden esquemático riguroso no es la esencial ni lo indispensable
para el logro del fin que la obra se propone. Sin embargo, como el orden y método
en el trabajo son aliados útiles, no es desdeñable el articular un sistema que permita
un desarrollo conveniente, cómodo y satisfactorio tanto para el escritor como para el
lector. De ahí que se establezca cierto orden de la exposición de las ideas, que al
mismo tiempo deje libertad para que el ensayista actué, con propiedad soltura y tino.
Este orden constituye algo así como la estructura interna del ensayo y comprende
tres pasos o etapas, a saber: introducción, exposición y conclusión.
Se cita para presentar ideas, resultados y datos que refuercen los argumentos
propios, relacionar estudios y desarrollos previos al trabajo que se proyecta a
realizar o que se ha realizado, dar ejemplos de otros puntos de vista, profundizar o
ampliar el alcance de lo expuesto, aportar un marco explicativo o significativo
conceptual a las ideas propias, y ofrecer al lector la información necesaria para
que pueda localizar las fuentes consultadas.
Citas textuales
Ejemplo:
“Las dos directrices constitucionales que integran el patrimonio cultural son
su conservación y difusión, misiones esenciales de los memorizadores
sociales, como denominó Le Goof a los archiveros y bibliotecarios” (Ramos
Simón, 2003, p. 27)
Y en lista de referencias:
Ejemplo:
Ramos Simón (2003) afirma: “Las bases de datos se configuran como las
herramientas más adecuadas y adaptables para la recuperación de información y
de conocimiento” (p. 69)
Las citas de más de 40 palabras deben estar separadas del texto comenzando
en línea aparte, con una sangría de 5 espacios desde el margen izquierdo y sin
comillas, se disminuirá el interlineado.
Ejemplo:
Ejemplo:
Cita parafraseada
Ejemplo:
Ramos Simón (2003) sostiene que uno de los cambios generados por las TIC
afecta directamente al tiempo, el cual deja de estar cimentado simplemente en el
decurso de los días...
Y en la lista de referencias:
Enciclopedia Salvat Diccionario, Tomo II, Varios, 1980. Ed. Salvat, España.