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Creatividad, Motivación y Autoconcepto en el ámbito escolar

Definiciones de creatividad
La creatividad, denominada también pensamiento original, pensamiento creativo, inventiva,
imaginación constructiva o pensamiento divergente, es la capacidad de crear, de innovar, de generar
nuevas ideas o conceptos, o nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que
normalmente llevan a conclusiones nuevas, resuelven problemas y producen soluciones originales y
valiosas. La creatividad es la producción de una idea o un concepto, una creación o un
descubrimiento que es nuevo, original, útil y que satisface tanto a su creador como a otros durante
algún periodo.
Características de las personas creativas
Las personas que tienden a la creatividad sueñan despiertas. Personas que se alejan de la realidad
pero que alcanzan a ver más allá de la misma a través de su imaginación. Personas con una
imaginación mucho más activa y que les empuja a esta creatividad.
También se caracterizan por estar en la constante búsqueda de nuevas experiencias. No les gusta
para nada la rutina. Prueba a cambiar tus propias rutinas diariamente para que veas como crece tu
creatividad.
Para las personas creativas los problemas son tomados como desafío, como retos. De esta manera
no se abaten ante los mismos con facilidad sino que se crecen para poder buscar una salida de forma
creativa. Es como plantear una adivinanza y tener que buscar la solución con unas pocas pistas. Los
creativos no solo no huyen de los problemas sino que a veces los buscan o los recrean para poder
buscar esas soluciones que estimulen su creatividad.
Son difíciles de desmotivar de tal forma que si tienen algún problema enfrente no van a dejarlo sin
resolver al primer error que cometan, al contrario, seguirán intentándolo hasta conseguir encontrar
la solución que los ayude a salir de ahí. Piensan que cada error les acerca cada vez más a la solución
aunque sea por descarte.
Pensamiento creativo
Se conoce como pensamiento creativo a un método o estrategia que permite la resolución de
problemas o el desarrollo de nuevas ideas y conceptos, y que se caracteriza por realizar un abordaje
original, flexible y fuera de lo convencional.
En este sentido, el pensamiento creativo supone ver las cosas de otro modo, pensar más allá de lo
convencional y cuestionar la forma en que tradicionalmente nos enfrentamos a un problema o
cuestión, para, a partir de allí, lograr una solución satisfactoria y novedosa.
Para poner a funcionar el pensamiento creativo es conveniente aplicar elpensamiento lateral, que es
una técnica creada por Edward de Bono, autor experto en el área, que consiste en abordar los
problemas de manera indirecta y con enfoque creativo, organizando nuestros procesos de
pensamiento de forma no habitual para encontrar nuevas combinaciones e ideas a las que, de otra
forma, probablemente no podríamos acceder.
El pensamiento creativo se puede incentivar, aprender y desarrollar mediante un conjunto de
técnicas y ejercicios, y puede ser aplicado en campos tan dispares de la actividad humana como la
gerencia empresarial, la innovación tecnológica, la gestión política, la creación artística o la propia
vida doméstica.
Existen multitud de técnicas de pensamiento creativo, que van desde las tormentas de ideas
o brainstorming, los seis sombreros para pensar, los mapas mentales, entre otras, son métodos que
permiten dinamizar el flujo de ideas y activar la creatividad aplicada a la solución de problemas.
El rol de la educación en la formación de la creatividad
Educar en la creatividad es educar para el cambio y formar personas ricas en originalidad,
flexibilidad, visión futura, iniciativa, confianza, amantes de los riesgos y listas para afrontar los
obstáculos y problemas que se les van presentado en su vida escolar y cotidiana, además de
ofrecerles herramientas para la innovación.
La creatividad puede ser desarrollada a través del proceso educativo, favoreciendo potencialidades
y consiguiendo una mejor utilización de los recursos individuales y grupales dentro del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Siguiendo con estas ideas no podríamos hablar de una educación creativa sin mencionar la
importancia de una atmósfera creativa que propicie el pensar reflexivo y creativo en el salón de
clase. Creatividad es el potencial humano integrado por componentes cognoscitivos, afectivos,
intelectuales y volitivos, que a través de una atmósfera creativa se pone de manifiesto, para generar
productos novedosos y de gran valor social y comunicarlos transcendiendo en determinados
momentos el contexto histórico social en el que se vive.
Por otro lado, este educar en la creatividad implica el amor por el cambio. Es necesario propiciar a
través de una atmósfera de libertad psicológica y profundo humanismo que se manifieste la
creatividad de los alumnos, al menos en el sentido de ser capaces de enfrentarse con lo nuevo y
darle respuesta. Además, enseñarles a no temer el cambio, sino más bien a poder sentirse a gusto y
disfrutar con éste.
Bloqueos de la creatividad
Los bloqueos son determinados informaciones, actitudes, acciones, omisiones o situaciones que
dificultan paralizan o inhiben el desarrollo de la creatividad. Son muros ante la posibilidad y la
acción. Los bloqueos pueden ser de distinta naturaleza:

 Bloqueos emocionales: En general miedo a hacer el ridículo, o a equivocarnos, y está


relacionado con una autocrítica personal negativa. Inseguridades, falta de confianza en las
propias capacidades exagerada necesidad de seguridad y certidumbre.
 Bloqueos perceptivos: Al percibir el mundo que nos rodea, lo vemos con una óptica
limitada y reducida, no pudiendo observar lo que los demás, los creativos, ven con claridad.
 Bloqueos culturales: Las normas sociales nos entrenan para ver y pensar de una manera
determinada, lo que nos da una visión estrecha. Se relaciona con los valores aceptados y
promovidos por la comunidad.
 Bloqueos cognoscitivos: Las capacidades individuales de los sujetos encuentran a veces
dificultades que les impiden hallar nuevas soluciones a un problema, unas veces porque son
incapaces de salir de soluciones estereotipadas, otras porque no profundizan entre efecto y
causa, otras porque no discuten la teoría dominante sin ponerse a analizar los datos o
porque se rigen por un espíritu hipercrítico producto de la ignorancia o de la perfección.
Motivación en el contexto escolar
Es el interés que tiene el alumno por su propio aprendizaje o por las actividades que le conducen a
él. El interés se puede adquirir, mantener o aumentar en función de elementos intrínsecos y
extrínsecos. Hay que distinguirlo de lo que tradicionalmente se ha venido llamando en las aulas
motivación, que no es más que lo que el profesor hace para que los alumnos se motiven.
Desde este punto de vista, el profesor debe plantearse un triple objetivo en su acción motivadora:
-suscitar el interés
-dirigir y mantener el esfuerzo
-lograr el objetivo de aprendizaje prefijado
Si en la escuela tradicional llamábamos motivación solamente a la inicial, aquí vemos que la
motivación debe mantenerse hasta el final, y ser el punto de partida, si el proceso de aprendizaje
tiene éxito, de nuevas motivaciones para nuevos procesos.
Cada alumno se motiva por razones diferentes. La motivación como proceso autoenergético de la
persona, limita la función del profesor a ser un agente exterior que trata de desencadenar las fuerzas
interiores del alumno. Esto nos lleva a una consecuencia: los incentivos tienen un valor
motivacional limitado. La misma actividad incentivadora produce distintas respuestas en distintos
individuos, o incluso en el mismo alumno en diversos momentos.
En la práctica se traduce en una limitada eficacia de las motivaciones colectivas, si no van
acompañadas de una individualización y adecuación a las peculiaridades del alumno, en las que
influyen tanto los rasgos de personalidad como su misma historia.
Elementos personales y del medio educativo relevantes para la motivación
En primer lugar, conocer qué factores personales condicionan la motivación de los alumnos a la
hora de enfrentarse con las tareas académicas. Sólo conociendo tales factores y sus efectos es
posible determinar qué modos de actuación del profesor pueden crear contextos máximamente
favorecedores de la motivación por aprender.
Los alumnos afrontan su trabajo con más o menos interés y esfuerzo debido a tres tipos de factores:
• El significado que para ellos tiene conseguir aprender lo que se les propone, significado que
depende de los tipos de metas u objetivos a cuya consecución conceden más importancia.
• Las posibilidades que consideran que tienen de superar las dificultades que conlleva el lograr los
aprendizajes propuestos por los profesores, consideración que depende en gran medida de la
experiencia de saber o no cómo afrontar las dificultades específicas que se encuentran.
• El costo, en términos de tiempo y esfuerzo, que presienten que les va a llevar lograr los 2
aprendizajes perseguidos, incluso considerándose capaces de superar las dificultades y lograr los
aprendizajes.
Evaluación en la desmotivación
La falta de motivación es uno de los aspectos que se asocia con frecuencia al fracaso escolar. Un
estudiante desmotivado muestra menor interés por aprender, no encuentra utilidad a los
conocimientos y, en consecuencia, rechaza las vías de aprendizaje que la escuela pone a su
disposición. Un alumno motivado, sin embargo, tiene más probabilidad de alcanzar las metas
educativas, porque en su opinión el esfuerzo que implica adquirir las competencias escolares tiene
sentido.
Uno de los fenómenos que está afectando la educación es la desmotivación escolar. Son muchas las
experiencias narradas por los maestros que en el ejercicio de la praxis pedagógica en los respectivos
grupos encuentran que los estudiantes en un porcentaje muy bajo muestran el interés y la
motivación necesaria para mejorar sus aprendizajes, demostrándolo a través de su participación en
clase, preguntando, investigando, proponiendo y utilizando algunas herramientas tecnológicas para
potenciar sus conocimientos. Infortunadamente para los profesores, la gran mayoría de los jóvenes
no muestran el interés y la motivación suficiente para la obtención de los objetivos propuestos
durante el desarrollo de las diferentes actividades académicas y a pesar de las múltiples estrategias
utilizadas para lograr motivarlos no se obtienen los resultados esperados.
Técnicas y formas de intervención
En el ámbito escolar, el docente adquiere un papel primordial. Para conseguir que sus estudiantes
muestren una disposición positiva hacia el aprendizaje, su actitud no se debe limitar a la transmisión
de conocimientos, sino que debe poner énfasis en cómo lo hace. Para ello, cuenta con distintas
estrategias para aplicar en el aula, hacer sus clases más atractivas y despertar el interés de los
estudiantes por los contenidos curriculares, de modo que al finalizar se sientan satisfechos de haber
aprendido algo nuevo.
Para lograr el objetivo de motivación, se proponen una serie de actuaciones en el aula:

 Relacionar los objetivos de las explicaciones con los objetivos y proyectos de los alumnos.
 Llevar al aula información sobre el mundo real, que trate aspectos laborales y académicos
de interés para los estudiantes.
 Comenzar las clases con preguntas, incógnitas o datos que despierten el interés por el tema.
 Fomentar la participación de los estudiantes para que piensen en los temas que ya conocen
y muestren su opinión sobre el contenido.
 Ayudar a reconocer y superar la ansiedad y frustración, reconocer sus capacidades y adaptar
las tareas a ellas.
 Personalizar el trato con el alumno, dedicarle un tiempo exclusivo para hablar con él sobre
temas académicos o extraescolares.
 Proponer trabajos en grupo para favorecer que se ayuden entre sí y aprendan a valorar la
labor conjunta de un equipo.
Dimensiones del auto concepto
En el ámbito de la psicología con frecuencia se distinguen tres dimensiones del autoconcepto que
son la dimensión cognitiva, la dimensión afectiva y la dimensión conductual.
La dimensión cognitiva está constituida por múltiples esquemas en los cuales la persona organiza
toda la información que se refiere a sí misma. La dimensión afectiva corresponde a la autoestima y
finalmente la dimensión conductual que implica aquellas conductas dirigidas a la autoafirmación o
la búsqueda de reconocimiento por uno mismo o los demás.
De manera que el término “autoconcepto” remite a descripciones abstractas. La diferencia entre
autoestima y autoconcepto es que el autoconcepto no implica necesariamente juicios de valor y el
término de autoestima está regido por una necesidad de valoración y expresa el concepto de sí
mismo.
Desarrollo del autoconcepto
Podemos definir el autoconcepto como la imagen que tenemos de nosotros mismos, se refiere al
conjunto de características o atributos que utilizamos para definirnos como personas y para
diferenciarnos de los demás.
El autoconcepto es un proceso que no está presente desde el nacimiento sino que empieza en la
primera infancia y que se va desarrollando a lo largo de nuestra vida en función de las
características personas y del ambiente que nos rodea.
Funciones del autoconcepto
Entre las distintas funciones que cumple el autoconcepto están:
1º Permite al individuo relacionarse con el medio. El autoconcepto mantiene la consistencia interna,
constituyendo un sistema integrado y significativo.
Este concepto sobre uno mismo proporciona pautas para interpretar la experiencia y sirve de
catalizador de hechos, sentimientos, emociones, conductas...
2º Facilita la satisfacción de algunas necesidades básicas como es el mantenimiento de la
autoestima sirviendo de mediatizador, atribuyendo un valor u otro a la información que recibe de
los otros, según concuerde o no con la opinión previa que tiene de sí mismo.
3º Condiciona la conducta, ya que si se tiene un autoconcepto negativo se espera unos resultados
negativos y si es positivo se espera la situación contraria
La emoción que se experimenta no está asociada al estímulo, sino a como ese estímulo está
interpretado por el Yo. Un mismo estímulo puede producir emociones de confor o disconfor a
distintos individuos, según el juicio valorativo que éstos hagan. Si los pensamientos son
sistemáticamente negativos, las emociones asociadas serán negativas y será conveniente sustituir
estos pensamientos por otros que provoquen emociones neutras o no negativas. Estos pensamientos
son automáticos, rápidos e involuntarios aportan una visión distorsionada y negativa de uno mismo.
Estilo atribucional es cuando utilizamos esquemas erróneos de pensamiento al interpretar los
estímulos, o atribuimos causas a los sucesos que ocurren a nuestro alrededor no relacionadas con
uno mismo.
ENSAYO FINAL

Creatividad, Motivación y Autoconcepto en el ámbito


escolar

Materia: Técnicas de intervención en el ámbito educativo


Profesora: Lic. Alejandra Herzberg de Llano
Alumna: Vianey Gerardo Hernández
Grado: 4°
Grupo: B

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