COLECCIÓN CAISSA

GUÍA PARA EL
JUGADOR DE ATAQUE

Gary Lane

2a Edición

EDITORIAL
PAIDOTRIBO
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del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción
parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos
la reprografía y el tratamiento informático y la distribución de ejemplares de ella
mediante alquiler o préstamo públicos.

T ítulo original de la obra: A Guide to Attacking Chess

Batsford Chess Book

Director de colección y revisor: Josep Escaramís

Traducción: Antonio Gude

© B. T. Batsford Ltd.

© 2001, Gary Lane

Editorial Paidotribo
Consejo de Ciento, 245 bis, 1.0 e
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Tel. 93 323 33 11 - Fax 93 453 50 33
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Segunda edición:
ISBN: 84-8019-382-4
Fotocomposición: Editor Service, S.L.
Diagonal, 299 - 08013 Barcelona
Impreso en España por A & M Grafic, S.L.
 ÍNDICE

Símbolos ................................................................................... .............................. S

Introducción .
..................... . . ............. ......................... .. . .
. ......... ........ ...................... 7

l . Acosando al rey .................................................. ..................... .. ...................... .9

2. El rey desamparado . . . .
........................... ..................... .. ........ ...... . ........... ...... .. 41

3. ¡Sacrificio ! . . . . . .
. ........ . . . . . . .......................................................... ... ...................... 61

4. La caza del rey ....................... .......................................................................... 83

5. Mates típicos .................................................................................................. l07

6. Finales tácticos ...... ............................ . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . . .. . . . . .. . . . . . . . . 131

Soluciones a los ejercicios ............... . . . . . . . . . ..... .................................... ............... l53

 SíMBOLOS

+ Jaque

++ Jaque Mate

Buena jugada

!! Jugada excelente

? Mala jugada

?? Grave error

!? Jugada interesante

?! Jugada dudosa

+= Pequeña ventaja blanca

=+ Pequeña ventaja negra

± Clara ventaja blanca

+ Clara ventaja negra

+- Ventaja decisiva de las blancas

-+ Ventaja decisiva de las negras

Igualdad
 1 NTRODUCCIÓN
En este libro se explican elementos
del juego de ataque que, una vez
asimilados, permitirán a los jugado­
res conducir con éxito el ataque en
sus propias partidas. Los ejemplos
ilustrativos están elegidos para
mostrar cómo puede un jugador
crear las condiciones adecuadas
para emprender un ataque.
El punto fundamental es que
una posición crítica es cuidadosa­
mente examinada, sólo tras haber
pasado revista a un cierto número
de jugadas previas, para ver si po­
demos reconocer ciertos factores
que tendrán una influencia positiva
en el juego. Por consiguiente, es po­
sible aprender acerca de los ele­
mentos básicos de la estrategia, la
combinación acertada y la impor­
tancia de la intuición. Creo que es­
to es más instructivo que aportar
únicamente ejemplos en los que
uno de los contendientes realiza
una jugada excepcional y la posi­
ción enemiga sufre un colapso. Por
ejemplo (véase diagrama 1), en la
partida Van Wely - Piket, Wijk aan
Zee 1996, del Capítulo 1 (Acosan­
do al Rey), las blancas han adopta­
do un tranquilo despliegue posicio­
nal, con ambiciones a largo plazo
en el flanco de dama. Sin embargo,
las negras consiguen alcanzar al rey
enemigo mediante una serie de in­
teligentes maniobras, antes de cul­
minar la partida con el sacrificio de
su propia dama.
El diagrama muestra el tipo de
posición que se produce en la prác­
tica y es beneficioso saber qué tipo
de jugadas preparatorias son preci­
sas para conseguir la victoria. Esto
es así porque estudiando la infor­
mación técnica de referencia es po­
sible entender cómo debe condu­
cirse el ataque y cómo permanecer
alerta ante la posible aparición de
combinaciones.
Los diversos capítulos del libro
tratan de otros tantos aspectos del
juego y todos incluyen abundantes
ejemplos didácticos. Podemos su­
mergirnos en ellos de cuando en
cuando para ejercitarnos en temas
como estructuras de peones y dis-
8 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
posición de piezas. Un estudiÓ más
minucioso podrá revelarnos ele­
mentos que resultarán útiles para
dictaminar cuándo es el momento
preciso para emprender un ataque.
Esto puede implicar la búsqueda
de esquemas típicos de medio jue­
go en los que podamos desarrollar
nuestros conocimientos previos y
la capacidad para calcular más rá­
pido que nuestro oponente, puesto
que nos hemos ejercitado en captar
la influencia de la táctica en el jue­
go, de haber entendido que la tácti­
ca es, por regla general, el resulta­
do de conocimientos bien asimila­
dos y de una despierta intuición.
Abordar los diez problemas
que se incluyen al final de cada ca­
pítulo le ayudará a agudizar su jue­
go y, al mismo tiempo, servirá para
verificar si ha asimilado usted los
temas comentados.
Para concluir, me gustaría de­
sear buena suerte a los lectores en
la práctica del ajedrez de ataque.
 1 . ACOSANDO AL REY
Uno de los principios clave del aje­
drez consiste en diseñar un plan e
interpretarlo fielmente. El j ugador
que se contenta con cambiar de es­
trategia cada jugada, en espera de
que pase algo indefinible es gene­
ralmente el perdedor. En realidad,
la buena suerte acompaña a quien
juega la partida de forma correcta
y crea sus propias posibilidades. Un
buen jugador siempre estará bus­
cando el modo de apoderarse de la
iniciativa y de situar sus piezas de
forma adecuada, tratando de incre­
mentar su influencia y la armonía
entre ellas. Una pieza alejada de la
acción tiene un valor limitado e in­
cluso puede convertirse en objetivo
del rival.
Otra forma importante de crear
posibilidades de ataque es lanzar
los propios peones contra el rey
enemigo.
Como veremos en los ejemplos
de este capítulo, el maniobreo pau­
sado sólo es posible cuando el ad­
versario se mantiene en una acti­
tud totalmente pasiva. En la prácti-
ca, el tiempo es, generalmente,
esencial.
1. ENROQUES OPUESTOS
Cuando los reyes se encuentran en
flancos opuestos, ambos jugadores
tienden a lanzar un ataque violento
lo antes posible, a menudo avan­
zando peones en dirección del rey
enemigo para provocar debilidades
y obligar a las piezas defensoras a
ocupar peores casillas. A renglón
seguido se incorporarán a la ofensi­
va las piezas atacantes.
Lane- Miles
Le Touquet, 1990
1 e4 d6 2 d4 CDf6 3 CDc3 g6 4 i.e3
i.g7 5 �d2 t2Jc6 6 f3 0-0 7 0-0 e5 8
t2Jge2 i.d7 9 �bl (D) 00-0
La partida ya ha alcanzado una
situación crítica. Los enroques
opuestos a menudo conducen a
ataques recíprocos y a un juego di­
vertido, pero naturalmente yo no
10 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
a b e d e g h silla d5 sería plenamente satisfac­
Negras
tenía el menor deseo de ser "di­
vertido" por un gran maéstro y
acabar perdiendo. El plan de ac­
ción más simple de las blancas
consiste en abrir la columna h: 10
.ih6, con intención de j ugar h4-
h5xg6-.ixg7, seguido de ¡vh6+ y
ataque masivo. Las negras trata­
rán de poner obstáculos en mi ca­
mino, a la vez que conducen su
propio asalto. La clave del éxito es
controlar la iniciativa para forzar
al oponente a tomar medidas de­
fensivas que le hagan olvidar em­
prender un contraataque.
9 ¡vb8?!
Miles encuentra una forma po­
co habitual de apoyar el avance del
peón b. Más tarde comentó que la
idea se le había ocurrido a raíz de
otra similar en la Variante del Dra­
gón de la Siciliana y concluyó con
cierta ligereza que ¡ probablemente
era mejor cuandó hay una columna
e abierta ! Yo esperaba 9 .. exd4 10
. exd4 14 l:xd4 'ifb6 15 l:.d1 b4 16
l2Jxd4 l2Jxd4 1 1 .ixd4 a6 con peque­
ña iniciativa para las blancas.
10 g4
Ahora que la dama negra se ha
alej ado del flanco de rey, yo esta­
ba seguro de que debería haber al­
gún camino para romper. Lo pri­
mero es tratar con respeto el plan
de las negras y analizar si plantea
una amenaza inmediata o si pode­
mos ignorarlo. El avance . . . b5 po­
dría resultar molesto a las blancas
si el caballo dama no tuviese
adónde ir, pero ahora mismo la ca­
toria, ya que un cambio de caba­
llos eliminaría otro defensor del
flanco de rey negro. Sería un error
defenderse con 10 a3, que se repli-
caría con 10 . . . b5, seguido de . . . aS,
ya que en tal caso, la ruptura . . . b4
se llevaría cabo con una estructura
de peones debilitada en el flanco
de dama.
10 b5
11 i.h6
Esta es la ruta directa hacia el
mate.
11 i.xh6?!
El comienzo de una serie de j u­
gadas concebidas para alejar a la
dama blanca de la defensa del pun­
to d4. Esto es comprensible, ya que
la desagradable alternativa era es­
perar a que las blancas efectuasen
el avance h4-h5.
12 ¡vxh6 l2Jxd4
13 g5!
Es una jugada intensa, que mo­
difica la naturaleza de la posición.
Las negras esperaban 13 l2Jxd4
l2Jd5 (pero no 16 g5?? bxc3 17 gxf6
'ifxb2++) 16 ... ttJxd5 17 exd5 l:tfe8,
 ACOSANDO AL REY 11

con intención de j ugar 18 ... 'iVe3 y 15 f5

perspectivas razonables. Se trata de una desesperada
13 �eS tentativa para pescar en río revuel­
13 ... �h5 falla por 14 �d5 �e6 to, a la vez que se abre una casilla
(14 . . . �xe2 15 �f6+) 15 �g3 y las de escape para el rey negro.
blancas tendrían una ventaja deci- 16 �e7+ �n
siva. 17 �xh7+ �g7
14 �xd4 exd4 18 exf5 i.xf5
15 �d5 (D)
••• 19 �xf5 gxf5
20 g6+ �f6
21 �h4+!
Misión cumplida ¡y el ataque
prosigue ! Las blancas han tenido
éxito en destrozar la formación de
peones negros en el flanco de rey y
ahora tratan de exponer al monarca
negro bajo el fuego de las torres. La
partida concluyó como sigue: 21 ••.

<it>xg6 22 l:tg1+ �n 23 'ifh7 l:lg8 24

'ifg6+ <ide7 25 l:te1+ <it>d7 26 'iirl+
�c6 27 l:txg7 l:txg7 28 'ifxg7 1i'h8 29
'ifxh8 l:txh8 30 i.d3 f4 31 .l:.h1 .l:.h3
32 i.f5 .l:.h4 33 h3 d5 34 b4 (1-0).
Negras
La avalancha de peones puede
ser una forma excelente de lanzar
Su planteamiento directo les el ataque. La siguiente partida
ha reportado dividendos a las
blancas y, de un modo u otro, el
caballo ha sido alejado de la de­
fensa de su rey. Como resultado,
las blancas ejercen suficiente con­
trol sobre las casillas negras, y tan­
to 15 �f6+ como 15 �e7+ son dos
verdaderas amenazas. Es demasia­
do tarde para que las negras regre­
sen con su dama: con 15 . . � d8 se
.

cubrirían las casillas e7 y f6, pero

no podría impedirse 16 h4-h5,
amenazando capturar en g6, cuan­
do la columna h abierta permitiría
'ifh7+, ganando.
12 GUÍA PARA E L JUGADOR D E ATAQUE
aporta un ejemplo modélico de có­
mo un peón (en este caso, el peón
g) puede servir de lastre útil, ya
que al desembarazarse de él se
abren líneas y se gana tiempo en el
ataque.
Tal - Koblents
Riga, 1957
Esta partida de entrenamiento
es característica del Mijail Tal de
los años que precedieron a su con­
quista del Campeonato Mundial.
Era conocido entonces cariñosa­
mente como "el rey del sacrificio"
y, desde luego, . destacaba por su
maestría en las posiciones compli­
cadas, creando ataques salvajes y
excitantes.
13 b5
Se ha producido en el tablero
una confrontación clásica. Ko­
blents inicia un avance en el flanco
de dama para amenazar a los caba­
llos blancos y despejar para la ac­
ción la semiabierta columna c. Las
negras mantienen en reserva el
avance ... d5 que, en el momento
oportuno, abriría líneas al alfil rey
negro. Tal debe reaccionar de in­
mediato con una acción resolutiva
para contrarrestar los planes de su
adversario.
14 g5 tt:Jd7
15 g6!
Es una mar�villosa j ugada de
ataque para apoderarse de la ini­
ciativa. La idea es que una vez cap­
turado el peón, se avanzará el h pa­
ra permitir que su torre entre en
juego. En aquella época esto se
consideró una idea revolucionaria,
mientras que ahora se considera,
con toda naturalidad, una idea váli­
da para acelerar el asalto.
15 hxg6
Las negras están dispuestas a
aceptar el reto, a pesar de ·¡a inmi­
nente apertura de la columna h. Te­
niendo en cuenta lo que sucederá
en la partida, podría considerarse
15 ... fxg6 como una ligera mejora.
Con todo, el rey negro seguiría su­
friendo un duro asedio: 16 h5 gxh5
17 li.xh5 tt:Jf6 18 li.g5 t2Je5 19 'iVg2 ±,
Spassky - Boleslavsky, URSS, 1958.
16 h5 gxh5
17 li.xh5 t2Jf6
18 li.h1
La torre regresa a su casilla ori­
ginaria para propiciar la poderosa
19 'ifh2. En lugar de ella, 18 li.h2,
con idea de doblar torres, es dema­
siado evidente y permitiría a las ne­
gras un respiro para contraatacar.
18 d5
19 eS!?
Un sacrificio de peón típico de
Mijail Tal, que da lugar a infinidad
de complicaCiones. Podría haber un
atajo para llegar al rey negro, según
Timman -cuyos comentarios for­
man la base para estas notas­
quien propone 19 i.f4 i.d6 20
i.xd6 'iVxd6 21 f4, con las amenazas
22 'iVh2 y 22 eS, lo que se traduce
en clara ventaj a de las blancas.
19 ltJxe5
19 ... ¡fxe5? Falla, debido a 20
i.f4 'iff5 21 i.d3 (+-).
20 i.f4 i.d6
21 ¡fb2 �f8

De poco serviría intentar libe­
rarse de la clavada con 21 ... t2Jd3+,
ya que después de 22 �b1 se man­
tiene la amenaza de mate en h8, lo
que significa que el caballo aventu­
rero estaría perdido.
22 1i'h8+ t2Jg8?
Esta impulsiva jugada impide
que la dama capture el peón de g7,
pero implica demasiadas concesio­
nes a largo plazo. El método defen­
sivo correcto era 22 ... �e7 ! y el pe­
ón g7 es tabú, ya que si 23 'i!lxg7, 23
... J:Ig8 24 'i!lh6 t2Jd3+!, que gana, co­
mo mínimo, una pieza.
23 J:Ih7 f5
24 i:.h6
Ahora que se le ha concedido a
Tal una segunda posibilidad de
proseguir el ataque, continúa cer­
cando al peón g.
24 :d7
25 i:.xb5!
Las blancas acentúan su dominio
del tablero, tomando un peón, con
lo que se permite que la torre dama
pueda dirigirse al flanco de rey.
25 :n
Las negras no disponen de otra
elección que mover la torre, en vis­
ta de que si 25 ... axb5? 26 t2Jxb5
'iVb7 27 t2Jxd6 J:Ixd6 28 :xg7, las
blancas ganan.
26 :gl :a7
27 t2Jd4!
Las piezas blancas continúan la
estampida hacia el rey negro. Lo
mismo que las negras deben pres­
tar gran atención a la multitud de
amenazas en el flanco de rey, las
blancas debieran hacer lo propio
en el de dama. La textual pone de
ACOSANDO AL REY 13
relieve, una vez más, l a importancia
de la iniciativa. Si Tal fracasa en su
ataque, entonces sus fuerzas no es­
tarán bien situadas para ofrecer
una seria resistencia, sobre todo la
dama de h8.
27 t2Jg4
Una réplica tenaz, que pretende
sobreproteger g7 y crear contra­
chances. Después de 27 .. . t2Jc4
Timman muestra un camino hacia
la victoria: 28 t2Jxf5 i.f4+ 29 �b1
exf5 30 t2Jxd5 'iVe5 31 i.xc4 i.xh6
32 :xh6 'ifd4 33 J:Igh1 ! J:Ifd7 34
'tixg8+ ! �xg8 35 t2Je7+ �f8 36
t2Jg6+ �e8 37 lth8++.
28 fxg4 i.e5
Otras posibles j ugadas para las
negras son:
a) 28 ... gxh6 29 gxf5 i.f4+ 30
�d1 i.g5 (30 ... i.g3 31 :xf7+
'iVxf7 32 :xg3 +-) 31 :xh6 1i'f4 32
:xg5 'i!lxg5 33 :g6 ( +-).
b) 28 ... i.f4+ 29 i.xf4 'iVxf4+ 30
�b1 1i'xd4 31 :gh1 y la amenaza
'iVg8+, seguida de :h8++, concede
a Tal una ventaja decisiva.
29 t2Jc6 i.xc3
30 .ie3!
Las blancas ignoran sus piezas
"colgantes" en su único objetivo de
perseguir al rey enemigo. Ahora
amenazan 3 1 .i.c5+.
30 d4
31 :ghl :d7
Era preciso dar algún aire al
rey, para evitar 32 'i!lxg8+ �xg8 33
:h8++.
32 .ig5 axb5
33 :th6!! 000 (D)
Es una forma verdaderamente
notable de infiltrarse en la frágil
14 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

que permite abrir la posición enemi­

ga es un motivo que a menudo se
produce en la práctica.

Apicella - Callas
Campeonato de Francia
(equipos), 1996
10 �aS
La posición está equilibrada y
ambos bandos planean llevar a ca­
bo un ataque sobre el rey enemigo.
Callas amenaza el alfil de c4 y tra­
ta de cambiar piezas. Su j ugada
forma parte, además, de un plan a
fortaleza negra. El motivo -es 34 largo plazo, que consiste en utilizar
l:.f6+ gxf6 35 i.h6+ l:.g7 36 �xa7 y la columna e y en particular la casi­
la posición negra sería desesperada. lla c4 como puesto avanzado para
33 d3 su caballo, a fin de golpear en el
34 bxc3 d2+ corazón del campo blanco. Otro
35 �d1 ¡yxc6 método de ganar tiempo para las
36 l:.f6+ l:.t7 negras consiste en atacar el alfil
37 ¡vxg7+ 1-0 con el peón b, expansionándose,
de paso, en el flanco de dama: 1 O ..
.

Hay que destacar que el astuto �xd4 1 1 .i.xd4 b5 12 i.b3 i.b7,

uso del peón g como una palanca
con posibilidades más o menos
equilibradas.
11 i.e2 ¡yc7
12 g4
Las blancas ponen en marcha
un peligroso ataque a la bayoneta.
Cubrir la casilla c4 con 12 b3 es
inoperante, porque esto daría lugar
a nuevas complicaciones, en virtud
del debilitamiento de los puntos a3
y c3, en este último caso agravado
por el hecho de que un caballo se
encuentra indefenso. Las negras in­
cluso podrían explotar de inmedia­
to tal situación, con 12 d5 ! , cuan­
...

do su alfil rey amenaza situarse en

 ACOSANDO AL REY 15

b4 o a3, lo que les aseguraría un llevaría a pensar en la posibilidad

buen juego.
12 l:Ie8?!
Collas decide tomarse su tiem­
po, para facilitar ... .i.f8 en preven­
ción de que se produzcan remotas
amenazas contra g7. En realidad,
ésta es la primera señal de que las
negras se están apartando de su
plan, lo que tiene tanta mayor im­
portancia cuanto que la cuestión
del tiempo es vital en los casos de
enroques opuestos. Un enfoque
más consistente sería 12 ... t2Jc4 13
.ixc4 'tWxc4, con idea de seguir con
el avance ... b5-b4 y ... .l:.c8, con ra­
zonables perspectivas.
13 g5 t2Jd7
14 g6! ... (D)
Una gran idea, que se basa en
la necesidad de abrir la columna h
para dinamizar el juego de la torre
de hl . Sin embargo, un simple vis­
tazo a esta posición debería espo­
learnos y traernos a la mente la
partida Tal - Koblents, lo que nos
de lanzar el peón g como una posi­
ble opción.
14 hxg6
14 ... fxg6? falla por 15 t2Jxe6
(+-).
15 h4 t2Je5?!
Las negras ignoran los últimos
acontecimientos que se han produ­
cido sobre el tablero y se concen­
tran en situar un caballo en c4. Es
encomiable mantenerse fieles a un
plan, pero en este caso habría que
considerar aplazar el contraataque
en beneficio de una movilización de
las fuerzas del flanco de dama. Por
ejemplo, 15 ... tt:Jf6 detendría el in­
mediato avance h5, y entonces las
blancas podrían continuar con 16 f4,
con idea de romper en eS o también
16 .i.g5, con brillantes perspectivas.
16 h5 t2Jac4
17 .i.xc4 t2Jxc4 (D)
18 hxg6! !
S e trata d e una extraordinaria
jugada, que sacrifica la dama a

a b e d e g h a b e d e g h
Negras Blancas
16 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

cambio de una imaginativa red de

mate. La rutinaria 18 'iff2 se con­
testa con 18 . . . ltJxe3 19 'ifxe3 g5 20
h6 g6 21 h7+ �h8 y el peón blanco
le sirve de cobijo al rey negro.
18 fxg6
Las consecuencias de capturar
la dama blanca serían espectacula­
res: 18 ... LtJxd2 19 .:.h8+ ! �xh8 20
gxf7 (las amenazas son .:.h1 ++ y
fxe8'iV+, con ventaja decisiva) 20 ...
'ifd8 21 .:.h1 + .i.h4 22 .:.xh4+ 'ifxh4
23 fxe8'iV+ �h7 24 �xd2 y las blan­ a b e d e g h
cas tienen la partida ganada, con Blancas
dos piezas por la torre y las negras
con serios problemas para desarro­
llar su flanco de dama. Apiéella se­ aplastadas por una avalancha de
ñala también que con 18 ... .i.f6 19 peones en el flanco de rey, recu­
'ifh2 fxg6 20 'ii'h 7+ �f7 21 .fi.f4 rriendo a la j ugada de contención
.fi.d7 22 .:.dg1 las blancas consiguen ... h5. Las blancas adoptan, en con­
un tremendo ataque. secuencia, otro útil enfoque, basa­
19 'iVg2 'ii'b6 do en sofocar primero el contrajue­
Las negras no pueden conside­ go antes de iniciar la ofensiva.
rar 19 ... ltJxe3, en vista de 20 'ii'xg6 8 LtJh3
.:.f8 (20 ... i.. d7 21 ltJxe6 .i.xe6 22 Ahora el caballo se dirige a la
'ii'x e6+, seguido de mate) 21 .:.dg1 espléndida casilla g5, desde donde
.i.f6 22 .:.h7, con idea de 'ii'h 5 y podrá presionar sobre f7, sin temor
.:.h8++. a ser expulsado, ya que ... h6 no es
20 LiJa4 'ii'd8 posible.
21 'ii'xg6 i..f6 8 i..xh3
22 .:th7 bS
A la primera señal de que se
22 ... ltJxe3 se refuta con 23 .:.g1
avecina peligro, las negras deciden
'ii'e 7 (23 ... 'ii'd7 24 LtJb6) 24 .:Ighl.
cambiar piezas. Una reacción
23 .l::tdh1 1-0
comprensible, pero tales acciones
tienen inevitablemente una am­
plia repercusión posicional. El
Adams - Hommeles
problema es que ahora las blancas
Campeonato de Holanda
pueden sencillamente renunciar a
(equipos), 1 996
su enfoque ofensivo, mientras que
En esta posición las negras ya las negras ya se han desprendido
han tomado medidas para no ser de un alfil que podrían necesitar

para crear contrachances. Por
ejemplo: 8 . . . ctJbd7 9 ctJg5 ..ib7 10
..ie2 0-0 1 1 0-0 a5 12 f4 b4 13 ctJd1
c5 14 d5 ctJg4 15 ..ixg4 hxg4, con
posibilidades equivalentes, Ciocal­
tea - Razuvaiev, Ljublj ana/Porto­
roz, 1973.
9 �xh3 ctJbd7
10 0-0-0 0-0
11 ..ih6
Adams aprovecha de inmediato
la oportunidad de eliminar un de­
fensor clave. En esta fase de la par­
tida una línea concreta de ataque,
apoyada por el avance de peones,
no puede ser calculada con preci­
sión, ya que depende de las nume­
rosas respuestas posibles de Hom­
meles. La j ugada de la partida for­
ma parte de un plan general que se
basa en minar las defensas negras
del flanco de rey.
11 'iia5
12 �b1
Es una precaución necesaria,
para prevenir 12 ... b4 13 ctJe2
'iixa2. Sería un error j ugar 12 a3, ya
que sólo conseguiría potenciar las
perspectivas negras de acelerar el
ataque con la apertura de la colum­
na b, después de 12 ... b4 13 ctJb1
(13 ctJa2 c5) 13 ... l:Iab8.
12 llfc8?!
Las negras tratan de preparar el
avance . . . c5 y abrir la columna e,
como plataforma de lanzamiento
sobre la posición del rey blanco.
13 ctJd5!
Una forma inteligente de utili­
zar un truco táctico con fines posi­
cionales.
13 'ifd8
ACOSANDO AL REY 17
Las negras no tenían una alter­
nativa mejor: 13 ... 'iixd2 14 ctJxe7+
�h7 15 ..ixd2 l:Ic7 16 d5r dejaría a
las blancas con un peón de más,
mientras que 14 ... �f8 15 ..ixg7+
ci;xg7 16 llxd2 llc7 17 d5 también
sería una línea ganadora.
14 ..ixg7 �xg7
15 ctJe3
Está claro que el gran maestro
inglés ha conseguido controlar la
primera fase de la partida de forma
ejemplar. La retirada de la dama
negra constituye un fiasco en cuan­
to a las ilusiones de contrajuego,
con la importancia que además su­
pone la pérdida de un tiempo ex­
tra, mientras que el caballo centra­
lizado se encuentra en una magnífi­
ca posición para apoyar el avance
del peón g4 y poner, así, de mani­
fiesto las debilidades existentes en
el entorno del rey negro.
15 a6
16 g4 hxg4?!
Las perspectivas de limitarse a
una penosa tarea defensiva de­
cide·n a las negras a una brusca
ruptura de los procedimientos, an­
tes de ser aplastadas posicional-
mente.
17 ctJxg4 ctJxg4
18 fxg4 'iib 6
19 h5 f6 (D)
20 g5!
Las blancas eligen la continua­
ción más peligrosa, tratando de
abrir la columna g como otra vía
para llegar al cercado rey. No 20
hxg6, por 20 ... llh8! y las negras
pueden escapar de la inmediata ex­
tinción.
18 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

a b e d e g h a b e d e g h

Blancas Blancas

-
20 gxh5 que Timman tratará de j ugar sobre
21 gxf6+ ctJxf6 la columna g. Las apuestas se incli­
En 21 ... exf6 las blancas habrí­ nan del lado de las blancas, que dis­
an respondido 22 :g3+ 'ith7 23 e5 ponen de más espacio y mejor co­
y las negras tendrían serias dificul­ ordinación de piezas. Las negras
tades para neutralizar la amenaza son menos afortunadas porque ne­
..td3+. cesitan tiempo para poder doblar
22 eS dxe5 torres en la columna g y para que
23 dxe5 1-0 su dama llegue a esta misma co­
Las negras se rindieron, porque lumna, lo que restringirá sus opcio­
después de 23 . . . ctJh7 24 :g3+ �h8 nes de ataque.
25 'iih6 :g8 26 �d3 las blancas ga­ 15 ctJh6
nan. 16 'iVd3!
Éste es el tipo de j ugada que
Esta posición se produjo en la altera el curso de una partida. Las
partida Shirov - Timman, Biel, blancas podrían haber aceptado
1995. En esta situación el avance la tentadora oferta de peón, pero
de peón contra el rey puede seguir después de 16 t1Jxc6 �xc6 17
jugando un papel, pero el propósi­ 'iix a7 �e5 la diversión es para las
to fundamental debe ser abrir líne­ negras, que amenazan . . . t1Jg4, con
as y diagonales para que las piezas j uego confuso. Ahora, en cambio,
mayores pue � an incorporarse al se plantea la mortal amenaza 1 7
ataque. 'ii a 6 ! y e n general l a dama blanca
15 :b1 se dispone a ej ercer influencia en
Shirov ha dado el primer golpe, su flanco. Por otro lado (lo que es
ocupando la columna b, mientras aún más importante), el contra-
 ACOSANDO AL REY 19

juego de las negras ha sido sofo­ Es una forma enérgica de incor­

cado. porar otra pieza a la batalla. El pe­
16 b6 ón se entrega para que el alfil rey
17 a4 �b8?! (D) de las blancas pueda actuar sobre
la diagonal h1-aS.
20 �xeS
20 ... exd4 21 .i.f3+ �bS 22
jVxa5 exd4 23 'ifxa7+! (una idea de
ataque digna de resaltar) 23 ...
rj;xa7 24 l:.a1 + es definitivo.
21 i.f3+ dS
22 CDc4 i.. c8
Las negras tratan de expulsar la
dama enemiga, cuando ya es de­
masiado tarde. Su posición es de­
sesperada: 22 . . . tDxc4 23 l:.a1 ! t2Ja5
24 l:.xa5 bxa5 25 t2Jc6 .i.xc6 26 .i.e3
a b e d e g h 'ifxe3 27 'ifxc6+ �bS 2S fxe3 l:.d6
29 �b1+ �cS 30 'ii'b 7+ �d7 31
Blancas
i.xd5, con gran ventaja de las
blancas.
Una reacción natural, dirigién­ 23 �xaS! 'ifxd4 (D)
dose con el rey a a8, pero Shirov
estima que debería haber buscado
refugio precisamente en el senti­
do contrario: 17 . . . l:.dg8 18 aS
CLJxa5 19 'ifa6+ �dS 20 �xa7 �eS
21 CZJb5 (21 �xc7+? :xg2+ 22
�xg2 i.h3+ 23 �xh3 �xc7) 21 . . .
.ixb5 2 2 'iYbS+ �dS 2 3 i.. x b5+
� e7 24 'ifxdS+ l:.xdS 25 i.. b 2 y las
blancas disfrutan de una ligera
iniciativa.
18 aS tDxaS
19 �a6 �aS?
Las negras ignoran el inminente
peligro. La mejor posibilidad era
1 9 . . . .i.xd4 20 cxd4 �aS, y ahora 21
.ib2, con intención de responder a
21 ... i.. cS con 22 'ii'b 5, les concede Se ha llegado a una extraordi­
ventaja a las blancas. naria posición, con ambas damas
20 eS! ofrecidas en sacrificio. Las negras
20 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

han tenido que acceder a esta posi­ acontecimientos será un proceso

bilidad, puesto que la alternativa lento. La diferencia crucial es que
23 . . . bxa5 24 ttJxe5 ..ixe5 25 ttJc6, las negras tienen ya disponible la
con la amenaza de mate en b8 y de columna g para operar con sus to­
captura en e5, le concede a las rres y que, además, pueden permi­
blancas una posición ganada. tirse el lujo de realizar la ruptura
24 ¡va2 ¡vxc3 central ... e6-e5.
Si 24 ... ¡vd3, entonces 25 i.e3,
con j uego similar al de la partida, o
bien 24 ... ¡vh4 25 g3 ¡vh3 26
etJxb6+ cxb6 27 l:txb6, ganando.
25 i..e3
La lógica 25 .i. b2 (para ganar el
alfil de f6) falla por culpa de una
trampa diabólica: 25 .. . '*i'xf3 ! ! 26
gxf3 l:thg8+ 27 c¡tJhl dxc4 28 i.xf6
i.. b7 29 h4 i.. xf3+ 30 c¡tJh2 ttJg4+ 31
�h3 etJxf6 y las negras tienen mejo­
res posibilidades, debido al copioso
material a cambio de la dama y a la
a b e d e 9 h
expuesta situación del rey.
25 .i.b7 Negras
Las negras también serían
aplastadas en la línea 25 ... l:thg8 26 Hodgson Arkell
-

llfcl 'iÑ'd3 27 i.. xb6! etJxb6 28

Surrey, 1996
ttJxb6+ c¡tJb8 29 etJxc8+ c¡tJa8 30
'ifxa7++. 12 .i.d6
26 .i.xb6! etJxb6 Arkell se contenta con telegra­
27 etJxb6+ c¡tJbS fiar su plan (el avance ... e5), con
28 etJxdS 1-0 apoyo del alfil rey.
13 0-0
El siguiente ejemplo ilustra con Después de una extravagante
claridad cómo una excelente coor­ apertura, las blancas han fracasado
dinación de piezas puede propulsar en su tentativa de ejercer control
el ataque con gran efectividad. En en el flanco de rey y el vulnerable
este caso, el método que han de peón de h5 se convierte en un pro­
emplear las blancas para alcanzar blema evidente.
al rey enemigo es abrir líneas en el 13 eS
flanco de dama con b3. El proble­ 14 .i.xd7+ .l:xd7
ma es que, dada la naturaleza blo­ 15 ltb1 e4
queada de la posición, esa casilla Ahora los problemas blancos se
está bien controlada y forzar los hacen todavía más visibles, El cam-
 ACOSANDO AL REY 21

bio de alfiles de casillas blancas ha colgante para proseguir su ataque,

debilitado más las casillas próxi­ cuyo siguiente escalón es el doblaje
mas al rey blanco, el caballo de f3 de torres en la columna g.
se ve obligado a abandonar sus de­ 22 cxd5 J:.dg7
beres de centinela y, como contra­ 23 t2Jf3?!
partida, las intenciones agresivas Parece que tomar el caballo,
del primer j ugador en la columna b 23 dxc6, permite una serie de peli­
aún no han podido reflejarse en el grosos sacrificios, pero las negras
tablero. se quedan sin piezas y el mate
16 ctJh4 t2Je7 acaba esfumándose: 23 .. . .ih2+
17 b3 24 �hl J:.xg2 25 'ifxg2 J:.xg2 26
No hay premio por haber pre­ �xg2 'ifg3+ 27 �hl 'ifh3 28 cxb7+
visto esta jugada ... t2Jxb7 29 J:.f3 'iYxh5 30 �g2 .ic7,
17 ¡vc7 una posición que Arkell califica
18 bxc4 e3!? (D) de confusa.

a b e d e a b e d e f g h
Blancas Negras

Este astuto paso adelante de 23 'iff7?

peón es el preludio a la invasión de Consistente. Las negras acercan
las piezas negras en el flanco de su dama a la posición del rey con­
rey. trario, a costa del caballo. Sin em­
19 fxe3 .ixg3 bargo, Barden fue uno de los pri­
20 t2Jg2 J:.g8 meros en darse cuenta de que 23 ...
21 jVe2 ltJec6 'iVd7 ! habría permitido a la dama
Arkell continúa jugándose el negra alcanzar la casilla crítica h3
todo por el todo, ignorando el peón en dos jugadas, en lugar de tres.
22 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

Arkell aporta el siguiente análisis

para demostrar que conducía a un
ataque muy fuerte: 24 dxc6 'iVh3 25
cxb7+ �b8 26 l:tb2 .l:g5 ! 27 l:.dl
l:.xh5 28 �fl 'ifhl + 29 ttJgl llf5+ 30
ttJf4 i.. xf4 31 �el l:xgl + 32 �d2 5

�xdl+ 33 'ifxdl i..xe3+ 34 �c2

iVe4+ 35 � d3 l:tf2+, ganando.
3
24 dxc6 'iVxh5
25 cxb7+ �b8 2
26 l:b2 'ifh3
Es el comienzo de una elabora·
da combinación para penetrar en el a b e d e g h

campo blanco. Hodgson tiene una Blancas

pieza extra y . superprotegido el
punto g2, pero la creaci<�n de con�
trachances directas sigue siendo 2. ENROQUES EN
para él un proceso lento. EL MISMO FLANCO
27 e4 l:tg4
28 eS? Un rodillo de peones puede ser
N uno y Hodgson sugirieron 28 efectivo cuando ambos bandos han
d5, lo que hace difícil para las ne­ enrocado en el mismo flanco, pero
gras probar que su ataque es lo la regla de oro establece que el
bastante fuerte. Por ejemplo: 28 ... centro debe estar cerrado. La clave
f5 29 i.e3 .i:.h2+ 30 ttJxh2 l:.xg2+ 31 es que avanzar peones enfrente del
'iVxg2 'iVxe3+ 32 <it>hl l:txg2 33 l:.xg2 propio rey es un asunto delicado,
y los peones blancos pronto llega­ porque la fórmula idónea para
rán a octava.
28 fxeS
29 dxeS ttJc4
Esta jugada muestra cuánta
energía contiene la posición, ya
que las negras pueden incorporar
otra pieza al ataque.
30 2:.c2
30 'ifxc4 .i..h2+ ! y las blancas ga-
nao.
30 llh4!(D)
¡Bravo!
31 ttJgxh4 i.f2+
32 �xf2 'ifg3++ a b e d e g h

(0·1) Blancas

neutralizarlo es un contrajuego en
el centro. Para evaluar cuándo un
ataque de ese tipo es posible facili­
taremos algunos ejemplos.
Kasparov - Gelfand
Amsterdam, 1 996
12 i.f3
Las negras amenazaban la rup­
tura central ... d5, de modo que la
textual elimina esa posibilidad.
12 'iYb6
13 g4
Las blancas exhiben aquí un
acertado juicio, al avanzar el peón
g. Amenazan con reducir las fuer­
zas negras a una defensa pasiva,
con g5 y f5. Después dé 13 :el las
negras podrían probar suerte con
13 ... �f2! 14 .l:.e2 'ifh4 y la dama
está bien situada para apoyar
... l2Jg4, con ciertas perspectivas.
13 exf4
14 i.xf4 ltJd7
Gelfand ha elegido un intere­
sante plan, que implica el cambio
del peón f4 para reducir la efectivi­
dad de g4 y, al mismo tiempo, insta­
lar el caballo en e5.
15 l2Jd4 g6
16 i.h6 .:teS
17 ltJf5!
Es una forma terrorífica de de­
rribar las fortificaciones que prote­
gen al rey negro. Los signos que
propician el sacrificio pueden iden­
tificarse observando la falta de de­
fensores del rey negro, el pobre-de­
sarrollo del flanco de dama, que
evidencia la falta de armonía entre
las piezas y el hecho de que las
ACOSANDO AL REY 23
blancas pueden ocupar rápidamen­
te la columna g con una torre.
17 gxf5
Es difícil ignorar al caballo.
Después de 17 ... .if8 18 i.xf8 :xf8
±, o bien 17 ... CDe5 18 ltJxe7+ :xe7
19 i.e2 y las débiles casillas negras
en torno al rey negro serán un pro­
blema crónico.
18 gxf5 i.f6
La alternativa 18 ... i.f8 tam­
bién es penosa para las negras des­
pués de 19 :gl + �h8 20 �d2 (con
idea de jugar 21 'iYg5), y ahora:
a) 20 ... �d8 21 CDb5;
al) 21 ... l2Je5 22 l2Jxd6 i.xh6 23
'iYxh6 l:.g8 24 :xg8+ �xg8 25 :gl +
l2Jg6 26 fxg6 hxg6 27 :xg6+! Fxg6
28 'ti'xg6+ c¡t>h8 29 CDf7++.
a2) 21 ... i.xh6 22 'ifxh6 'ii'f6 23
'iih5 'ii'xb2 24 LtJxd6 l2Je5 25 'iYxf7 !
(+-).
b) 20 ... d5 21 i.e3 �d8 22 'i\i'g2
l2Jf6 23 .id4 i.h6 24 'ifh3 i.d2 25
¡yg4 i.h6 26
¡fh4 (+-).
19 :g1+ �h8
20 'ii'd2 ltJe5
21 'ifg2 l2Jg6
Las negras están tan preocupa­
das por no ser arrolladas en la co­
lumna g que devolver la pieza es la
única forma que encuentran de so­
brevivir.
22 fxg6 fxg6 (D)
23 :gfl
La primera oleada del ataque ha
finalizado, y ahora las blancas sua­
vizan un tanto sus objetivos. Una
forma evidente de incrementar la
presión es utilizar la abierta colum­
na f, apuntando al débil peón de d6.
24 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

Esta doble amenaza (ataque so ­

bre el caballo de c2 y la penetra­
ción en f7) significa que las negras
están perdidas.
29 tL'lb4
30 tt:'lb6 �g4
31 'iVf7+ �h8
32 tL'lxa8 �xd1
33 l:.xd1 'ifxa8
34 'iVf6+ �g8
35 l:.xd6 .:tes
36 l:.d7 1-0
a b e d e 9 h
Blancas

23 �g7?
Esto es un error, porque entre­
ga las casillas negras en torno a su
rey. Mejor hubiera sido 23 ... �e5.
24 �xg7+ �xg7
25 l:.ad1
Kasparov marca el compás del
j uego. El problema que se le plan­
tea a Gelfand es cómo solucionar
las deficiencias posicionales que
contiene su estructura, en especial a b e d e 9 h
el débil peón d, que ata sus efecti­ Blancas
vos a su defensa, mientras que el
rey negro tiene que arreglárselas En esta posición de la partida La­
por sí solo. ne Paragua, Fourmies, 1995, decidí
-

25 ii.d7 anular la posibilidad de una ruptura

26 'tWg3 .:tes central con ... d5, antes de poner en
27 i.. g2 marcha mis peones del flanco de rey.
Es una forma elegante de re­ 16 l:.ad1
matar la partida habría sido 27 Las blancas disfrutan de ventaja
�e2 l:.f8 28 'ifxe5+! ! Vi'xe5 29 espacial y ejercen presión sobre la
l:.xd7 + �g8 30 �c4+ y las blancas columna d. La falta de coordina­
ganan. ción de las piezas negras, incluido
27 tt:'lxc2 el desafortunado caballo e c8, cons­
28 tt:'ld5 ¡fdS tituyen problemas obvios para el
29 'iff2 segundo jugador.
 ACOSANDO AL REY 25

16 d6 23 J::!:c7 i..a6
17 f4 J::!:d8 24 J::!:fc1 i.. f8
18 fS U na torre en séptima es una
El peón f abre de repente una maldición para Paragua porque le
variedad de posibilidades tácticas. impide toda libertad de movimien­
De permitirse 19 f6, entonces po­ tos. El alfil defiende e7 para que la
dría replicarse a 19 ... iJS con 20
. dama pueda sacudirse la clavada, y
i.h6, amenazando el cambio de al­ 24 ... :ac8 25 J::!:xa7, o bien 24 ...
files y permitir así que la dama ocu­ J::!:dc8 25 'iVxd6 serían excelentes
pe h6 o, en caso de 19 ... .i.h8 20 g4, para las blancas.
seguido de 21 g5, y el alfil negro 25 ttJc3 �hS (D)
quedaría encerrado para el resto
de la partida.
18 f6
19 g4
Se trata de una j ugada útil.
Ahora, si las negras reaccionan pa­
sivamente, ttJg3, seguido de g4-g5,
sería bueno para las blancas.
19 gxf5
20 gxfS
20 llxf5 ttJe7 21 J::!: ffl d5 permite
a las negras complicar las cosas.
20 ttJe7
21 c4! a b e d e g h

Resulta esencial impedir .:.d5, a Blancas

fin de sofocar cualquier posible
contrajuego. La textual es el primer
tramo de una camisa de fuerza, que
seguirá con b3. El plan entonces se­
ría conducir un ataque a base de si­
tuar un caballo en h5, jugar un
oportuno .ih6 e incorporar la da­
ma a la batalla, además de doblar
torres en la columna g. Bueno o
malo, las negras deben aceptar el
sacrificio.
21 'Yi'xc4
22 'iff7
La única alternativa, 22 ... 1}Va4
sería mala para las negras: 23 l:Ic7
:d7 24 b3 ! 'iVb5 25 a4 (+-) .
26 J::!:xe7!
Este golpe plantea dudas en
cuanto a las posibilidades de super­
vivencia de las negras. Yo incluso
habría sido tentado por este sacrifi­
cio sobre la base posicional de ins­
talar un caballo en d5, pero en este
caso recibirá, además, la gratifica­
ción de conseguir ventaj a material.
26 i.. xe7
27 ttJdS \\Ve8
No hay continuación satisfacto­
ria:
a) 27 ... i.. f8?? 28 ttJxf6+ �h8 29
ttJxh5 ( +-).
26 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

b) 27 ... �f8 28 J:c7 :e8 29 de explotarlas por parte del resto

.i.h6+ r:tJf7 30 t'iJxe7 l:.xe7 31 'iid5+ de las fuerzas.
y la torre negra abandona el table­
ro.
e) 27 ... l:.d7 28 t'iJxe7+ l:.xe7 29
�d5+, ganando.
28 l:.c7 l:.d7
29 t'iJxe7+ r:tJhS
Si en lugar de la textual, 29 ...
�xe7, 30 :xd7 �xd7 31 �d5+ es
sencillamente demoledor.
30 t'iJd5 l:.t7
31 i..h6 �g8
32 t'iJe7
En esta posición sólo las blan­
cas se divierten. Puedo desplazar
a b e d e g h
pacientemente las piezas a mejores
casillas a fin de crear nuevas debili­ Negras
dades, mientras que las negras es­
tán obligadas a una política de es­ Esta posición se produjo en la
pera. Con 32 tt:Jxf6? l:.xf6 33 .i.g7+ partida Van Wely - Piket, Wijk aan
�xg7 34 l:.xg7 r:tJxg7 35 �g5+ r:tJf7 Zee, 1996. Las blancas han j ugado
las blancas no consiguen nada sus­ la apertura con cautela, sin permi­
tancial. La partida concluyó así: 32 tir que ninguno de sus peones tras­
••• 'iVeS 33 'iVd5 .i.c4 34 l:.xc4 l:.xe7 pasara la tercera fila. La intención
35 �xd6 �f7 36 l:.c6 l:.g8 37 r:tJf2 es maniobrar furtivamente detrás
l:.d7 38 �e6 ¡je7 39 .i.fl 'iYd8 40 de los peones para disimular el de­
�xf6+ �xf6 41 l:.xf6 l:.c8 42 .i.c4 seo de dominar en el flanco de da­
l:.dd8 (42 ... l:.xc4 43 l:.f8+) 43 .i.d5 ma. Todo eso está muy bien, pero
l:.c2+ 44 r:tJg3 l:.xb2 45 l:.f8+ l:.xf8 46 ¿cómo pueden las negras impedir
.i.xf8 (1-0). que el curso de la partida se desvíe
del programa de Van Wely? Un
factor clave es que a pesar de la, en
3. PROVOCACIÓN
apariencia, tranquila situación, es
El rodillo de peones sólo es un mé­ factible que Piket utilice su ventaja
todo de ataque. Otro factor impor­ espacial para dirigir sus fuerzas pe­
tante es la estruct�ra de peones en sadas contra el flanco de rey ene­
relación con las piezas. Las siguien­ migo. En este caso no es recomen­
tes partidas constituyen ejemplos dable un ataque a la bayoneta, ya .
de cómo pueden crearse debili­ que las blancas pueden abrir el
dades de peones y la forma óptima centro, pero sí pueden las negras
 ACOSANDO AL REY 27

emprender un juego activo para

obtener concesiones en el campo
blanco.
13 J:.ad8
14 0-0 J:.d6!
Es un plan muy ambicioso, que
no sólo prepara el eventual dobla­
je de torres en la columna d, sino
también contempla la posibilidad
de incorporar la torre al flanco de
rey. Este es un momento impor­
tante y podemos examinar cómo
se llega a esta evaluación. La elec­
ción de 14 . . . J:.d7 sería la j ugada
obvia, pero no sería un movimien­
to sensible a las peculiaridades de Piket está jugando un ajedrez
la posición. Con los peones centra­ muy sutil. Ha obligado a las blan­
les de las blancas apenas avanza­ cas a comprometer la formación
dos una casilla hay menos posibili­ de sus piezas y ahora presiona so­
dades de que la torre sea atacada, bre la estructura de peones con la
y mucho menos atrapada, en su in- amenaza 21 .. . .ixe2 y el peón d
cursión. caería.
15 'ifc4 21 lt:'lf3 'iff5
15 lt:'lxe5? no es efectivo: 15 ... 22 b4?!
lt:'lxe5 16 .i.xe5 J:.c6 ! (16 ... 'ifxe5? Las blancas aprovechan la
17 .ixg4 ±) 17 �d2 .i.xe2 18 �xe2 oportunidad de crear algún juego
�xe5 (-+ ) . activo, basándose en que si el caba­
15 'iVd7 llo toma en b4, entonces capturarí­
16 J:.ac1 lt:'lb6 an en c7. La jugada ideal hubiera
17 'ifc2 J:.g6 sido 22 lLle1 , pero falla por 22 ...
La disposición agresiva de las 'iVxf2 y el alfil es tabú a causa del
piezas negras es ahora evidente, mate, .. .'�i'fl ++. También es de con­
con la amenaza 18 ... .i.h3, y Van siderar 22 �g1 , con idea de jugar
Wely debe buscar una solución. luego ttJel .
18 �h1 J:.h6 22 axb4
19 lt:'lg1 23 axb4 .i.xf3
Piket esperaba 19 4Jg5 ? ! , pero 24 gxf3
después de 19 .. . 'iff5 20 .i.xg4 La secuencia de juego de las ne­
VWxg4 21 lt:'le4 f5, el ataque negro gras es absolutamente correcta.
continúa. Los peones del flanco de rey han
19 l:.d8 sido dislocados, ya que el prematu­
20 l'Ud1 l:td6 (D) ro avance del peón b tiene como
28 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

consecuencia que después de 24 neutralizar todas las amenazas de

�xf3 tt:Jxb4 25 'VJJ/xc7 tt:Jxd3, las ne­ mate.
gras ganan. 26 exd4
24 tt:Jd5 26 Axd4 no serviría de mucho.
25 b5 (D)
••• Después de 26 ... exd4 27 e4 'ti'eS !,
seguido de .. J:th6, con mate en h2.
26 lth6
B . • *•
a _
27
28
ltg1
ltg4
tt:Jf4

7., • • ,., Otras posibilidades no son me­

6 -�· • • jores:
a) 28 'i/xc7 ltxh2+ ! 29 <t>xh2
5·8·6·-· 'iYh3++.
4 • • • • b) 28 ltg3 'i/h5 29 <t>gl (29 h3
3B B8B8B 'iVxh3+ 30 ltxh3 ltxh3+ 31 �gl ltd6
( +) 29 ... �xh2+ 30 �fl 'ilhl + 31
2 .'ii'Bi.D -B ltgl 'ifxgl + 32 �xgl ltdd6 -+ (Pi­
1• a:• B<iii> ket).
28 'it'h5
a b e d e g h
29 h4 ••. (D)
Negras

25 tt:Jd4!
El caballo se mete de cabeza en
el fragor de la batalla. Ahora Piket
pretende que se haga notar su ca­
ballo de d5 que, una vez desviado
el peón de e3 con esta espectacular
jugada, llegaría con gran fuerza a
f4. El factor determinante de ese ti­
po de conjunción entre piezas lo
marca el hecho de que dama y to­
rres negras están listas para bom­
bardear al vulnerable rey blanco a
a b e d e g h
través de las columnas g y h. La de­
fensa es problemática porque el Negras
macizo de peones centrales impide
que las piezas blancas se desplacen 29 'it'xh4+! !
al flanco de rey. Por consiguiente, ¡Un golpe d e K.O. !
las blancas sólo pueden confiar en 30 ltxh4 ltxh4+
la indolente incorporación de su 31 �g1 ltd6!
torre a gl, pero ella sola no podrá 0-1

Las blancas se rindieron, en vis­
ta de 32 i.. fl �g6+ 33 i.. g2 �xg2+
34 <it>fl �hl ++.
La capacidad para reconocer un
modelo de ataque estándar es útil
para detectar los puntos débiles de
una barrera de peones. Las siguien­
tes partidas se concentran en la ob­
tención de ventajas posicionales,
que señalan el deseo de incremen­
tar la intensidad de juego, es decir,
el momento del ataque. En estos
casos se trata de romper la cober­
tura del rey para que el resto de los
efectivos lleve a cabo la ejecución.
Taimanov- Nedelkovic
Leningrado, 1957
15 'iYe2
La dama se desplaza para impe­
dir que las negras especulen con la
clavada sobre la columna (por
ejemplo, ... tt:Je5). A pesar de la
ACOSANDO AL REY 29
imagen superficial de aparente blo­
queo, las blancas están bien. El ca­
ballo de h2 juega un importante
papel defensivo y el alfil de b2, que
parece un peón más, mostrará su
poder latente en conexión con los
avances c4 y d5, momento en que
hará notar su influencia sobre la
diagonal al-h8. Las negras confían
en su dominio de la semiabierta co­
lumna d para presionar sobre d4 e
impedir c3-c4. El peón de e4 ya ha
obligado al caballo blanco a reple­
garse, a la vez que con su avance ha
liberado la casilla eS para su even­
tual ocupación por el caballo de c6.
15 �d7
Más tarde se propuso la inusual
... �d6, que posibilita el doblaje de
torres en la columna d y de paso re­
fuerza el caballo de f6. Otro rápido
vistazo a la partida ilustrativa Van
Wely - Piket nos permitirá tener pre­
sente una posibilidad de este tipo.
16 f4!
Con el alfil en f5 las blancas
aprovechan la oportunidad de
amenazar la molesta g4.
16 exf3
17 �xf3 .1Lg6
18 :txf6!
Es una forma clásica de dislocar
la estructura de peones del flanco
de rey. La clave es que el resto de
las piezas están dispuestas a dirigir
su atención a los desparramados
peones de f6 y h6, mientras que el
alfil de casillas negras espera su
oportunidad.
18 gxf6
19 ¡vf2 f5
20 e4!
30 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

Se trata de otra buena decisión

de Taimanov. Las negras tienen la
dudosa elección de permitir que se
capture su peón de f5 o bien de
aceptar el desafío y tratar de neu­
tralizar la amenaza CDg4.
20 fxe4
21 t2Jg4 l:td6
No era mejor 21 ... l:tdd8 22 'ii'f6
(se perfila CDh6++) 22 ... l:tfe8 (22 ...
h5 23 'iVxg6+) 23 d5 CDe5 24 c4 y las
blancas ganan.
22 dxc5 l:te6 a b e d e 9 h
A la torre le faltan casillas y eso Blancas
le permite a las blancas recuperar
la calidad.
32 CDd7 'iVe3
23 .i.xe6 fxe6
33 ..ixe5+ �g8
24 t2Jh6+ ctJg7
34 �g4 1-0
25 c4+!
Por fin se ha liberado el alfil de
El siguiente ejemplo combina
b2 e inmediatamente explota la si­
tres elementos que ya han sido exa­
tuación del expuesto rey negro,
minados. En primer lugar, un avan­
obligando a que el peón e bloquee
ce de peones en el ala de rey que
la diagonal, lo que constituirá otro
crea posibilidades agresivas; en se­
objetivo para las blancas.
gundo lugar, el centro es bloqueado
25 eS
para prevenir el contrajuego y, por
26 'iVe3 CDd4
27 CDg4 'iVxc5
28 ctJh1
Las blancas no tienen que obse­
sionarse con ganar el peón de eS,
ya que después de 28 CDxe5? CDf3+!
(28 ... 'ii'xe5? 29 i.. xd4 +-) 29 �f2
CDxe5+ son las blancas quienes ga­
nan.
28 ctJg8
29 .l:.d1 b6 (D)
30 'ifg5!
El peón e debe caer y la posi­
ción negra sufre un colapso.
30 t2Jf5
31 tDf6+ rtlg7
 ACOSANDO AL REY 31

fin, un sacrificio de calidad arruina 13 i.b7

la fortaleza negra de peones para 14 :ae1 'Vi/e7
propiciar un ataque de mate. Si to­ Finalmente las negras deciden
do esto suena demasiado bien para conectar sus torres sin que tengan
ser cierto, trate de decírselo al Sr. ninguna posibilidad real de progre­
Frog, quien finaliza la partida como sar. El problema es que la presión
víctima de un brillante remate. sobre e4 ha sido contenida y cam­
biar en d4 o f4 sencillamente favo­
recen el oportuno asalto con eS.
Glek - Frog Frog está obligado a reaccionar
Campeonato de Rusia, 1995 contra las agresivas intenciones de
las blancas, antes que forzar los
11 'ifd3 acontecimientos.
Una jugada tranquila pero de 15 �a3 eS
gran importancia para el resto de la 16 d5
partida. La razón evidente es de­ El centro está ahora cerrado,
fender el peón e4 contra la amena­ por lo que las blancas pueden con­
za 11 ... exd4, que hace entrar en centrar sus esfuerzos sobre el flan­
escena a la torre de e8, forzando la co de rey.
recaptura 12 ¡vxd4, que dejaría a 16 'ifd7
los peones doblados de la columna G le k sugirió 16 ... i{Jd7 ! ? , si bien
e con un pobre futuro. La razón de demostrando que las blancas si­
por qué la textual tendrá influencia guen con ventaja, a base del plan
en el medio juego es por haber des­ 17 c4, seguido de una típica avalan­
cartado las blancas la rutinaria 1 1 cha de peones con fS, g4 y h4.
:el , puesto que para esta torre ya 17 c4 .i.a6
tenían sus planes, que implican 18 fxe5 dxe5 (D)
operaciones en la columna f.
11 b6
12 f4
El primer tramo de un plan· de
largo alcance. Las blancas asedian
el bastión negro de eS, a la vez que
mantienen en cartera la posibilidad
de abrir la columna f para la torre.
12 h6
13 .i.b2
13 fS es un tanto prematuro,
porque las negras pueden contra­
golpear en el centro: 13 ... dS ! 14
a b e d e g h
exdS e4 lS 'ife2 'ifxdS, con juego
igualado. Blancas
32 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

19 l:.xf6! La siguiente fase del asalto co­

Un sacrificio temático para eli­ mienza a tomar forma. La dama se
minar el defensor clave de las ne­ dispone a trasladarse a la columna
gras, con lo que las blancas podrán f para machacar sobre la debilidad
poner cerco al rey enemigo. de f6.
19 gxf6 24 'ifd7
20 i.. c1 24 ... f5 no era mucho mejor, en
La facilidad con que las blancas razón de 25 exf5 cuando, según
pueden trasladar la atención de to­ Glek, la línea 25 ... i.. xf5 26 '+i'f3
da su artillería pesada al flanco de i.. g6 27 'iff6+ c3;;h7 28 i.. xg6+ fxg6
rey pone de manifiesto que su estra­ 29 'iV d6 (con idea de l:.f7 +) conduce
tegia ha constituido todo un éxito. a una clara victoria de las blancas.
Las piezas negras han sido desvia­ 25 l:.f5!
das a posiciones pasivas, su barrera Es una sutileza, que permite a
de peones fragmentada y, en conse­ la dama infiltrarse en el campo ne­
cuencia, su rey se halla expuesto. gro, a través de la casilla g4. Tam­
20 'iVg4 bién era posible prolongar cruel­
21 l:.fl c3;;g7 mente la agonía de las negras con
22 i..f3 25 1if3 '+i'd6 26 g4, seguido de i.. d2-
Glek provoca a la dama negra el-h4, con ventaja blanca.
para forzarla a abandonar su papel 25 'iVd6
de única pieza defensora, a fin de 26 'iVg4+ c3;;h8
poder atacar a placer al monarca 26 ... cJ;;f8 27 i..xh6+ c3;;e7 28 'i/g7
enemigo. tampoco aliviaría los problemas
22 'ifh3 (D) negros.
23 1ie2 i.. c8 27 i..xh6 l:.g8
24 i..h5! 28 Vih4 i..f5 (D)

29 .i.f8!! 1-0
Frog no espera a ver 29 . . .
¡fxf8 3 0 .i.g6+ cj;;g7 3 1 'ifh7++, o
bien 29 . . . l:.gxf8 30 .i.g6+ �g8 3 1
'ifh7++.
4. UNA DANZA FELIZ
La "chispa" para transformar una
posición en apariencia tranquila en
otra cargada de posibilidades peli­
grosas para el oponente es una va­
liosa cualidad que, en cierto grado,
puede adquirirse tratando de inter­
pretar ciertos signos. En la partida
que sigue podemos ver un sorpren­
dente viaje de torre, que consigue
provocar debilidades de peones en
el flanco de rey, lo que acabará per­
mitiendo un ataque letal.
a b e d e g h l:.b2 �a5 17 c4 sería bueno para las
Blancas
Bricard- Rausis
Versal/es, 1995
12 i.d3
ACOSANDO AL REY 33
Esto garantiza a las blancas al­
gunas chances tácticas relacionadas
con amenazas sobre el punto h7.
12 i.b7
Este agresivo esquema de pie­
zas completa el desarrollo de las
negras en el flanco de dama y reve­
la intenciones sobre la gran diago­
nal h1-a8, especialmente contra la
casilla g2.
13 h4!
Un verdadero golpe. Este ambi­
cioso zarpazo de peón, que permite
apoyar una pieza en g5, es posible
gracias a la existencia de un matiz
posicional. Si 13 ... .ixh4?, 14 tLlxh4
'iVxh4 15 l:.e3, con ataque para las
blancas.
13 'iVd5
Rausis añade peso específico a
la gran diagonal, con la incorpora­
ción de la dama.
14 l:.b1
Se trata de un nuevo enfoque,
destinado, al parecer, a impedir el
avance ... b5, pero en realidad Bri­
card oculta un as en la manga.
14 l:.ac8
Las negras buscan un juego ac­
tivo sobre la columna e y conside­
ran la posibilidad de realizar la ma­
niobra ... tLla5-c4. 14 ... 'iVxa2 es de­
masiado desafiante. 15 l:.b5 i.a6 16
blancas.
15 l:.b5!
Es una forma singular de iniciar
un violento ataque con una torre
deslizante.
15 1ifd6
16 �h5 g6 (D)
34 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

a b e d e g h a b e d e g h
Blancas Blancas

Las negras están obligadas a i.xf7 + �xf7 26 'ifh7+ �f8 27

modificar su formación de peones i.h6++.
para neutralizar la amenaza sobre 23 i.. g6 ltJe5
h7, por lo que deciden atraer la to­ 24 .ie4 ltJf3+
rre a h6 y explotar su posición en el 25 .ixf3 .:txf3
futuro. 26 .:txb7! 1-0
17 .:th6 i.f6
18 ltJg5 i.xg5 El siguiente ejemplo constituye
19 i.xg5 eS una excelente conclusión a nuestro
Parece que Rausis ha encontra­ examen de posiciones en las que la
do la forma de aclarar las cosas y defensa es gradualmente minada
que, tras plantear esta ruptura cen­ hasta su total aniquilación. De nue­
tral, dejará comprometida la torre vo será una torre errante la respon­
de h6. El problema es que Bricard sable del estropicio y la protagonis­
ha detectado un fleco en esa eva­ ta de un delicioso remate.
luación posicional.
20 h5 exd4 Arkell- Bates
21 hxg6 fxg6 (D)
Campeonato Británico
22 .:txh7!
(equipos), 1 995
Es una jugada soberbia, conse­
cuencia, en cualquier caso, del ha­ 14 d5
bilidoso júego desplegado por las Es correcto luchar por el con­
blancas. trol del centro, teniendo en cuenta
·

22 �d5 la actual desorganización de las

22 ... �xh7 23 'iVh5+ �g8 24 piezas blancas en el flanco de da­
.i.c4+ (24 .i.xg6 .:tc7) 24 ... .:tf7 25 ma.
 ACOSANDO AL REY 35

20 :fb1 :d4
21 e3?! (D)
.••

a b e d e g h
15 cxd5 i.. xd5
16 ttJc3 Negras
Llegó la hora de completar el
desarrollo. La textual permite el La provocadora incursión de la
cambio del importante defensor de torre ha cumplido el propósito de
g2, pero evitarlo acarrearía otro inducir a las blancas · a tratar de
problema para las blancas. Por "explotar" la maniobra para acti­
ejemplo: si 16 e4 .ic6, el caballo var sus caballos, pero a costa de
negro se adueñaría de la casilla d3. perder el control del punto f3.
16 i.. xg2 21 :d7
17 �xg2 �f6 22 ttJce4 ttJxe4
Las negras tienen una posición 23 t2Jxe4 'iVf3
superior debido a su ventaja espa­ Ahora queda perfectamente
cial, a la posibilidad de centralizar clara la importancia de la maniobra
sus torres y a la debilidad del retra­ de torre: la débil casilla f3 es ocu­
sado peón b de las blancas. pada por la dama negra.
18 'iVc2 :res 24 ttJcS
19 �g1 La torre incita de nuevo a las
Un lujo, para evitar jaques mo­ blancas a situar su caballo en c5
lestos. Valía la pena considerar la con ganancia de tiempo. 24 t2Jd2 ! ,
inmediata 19 :bb1, con intención aunque lógicamente motivada (pa­
de ocupar la columna d (con :bd1 ra expulsar la dama enemiga) se re­
y t2Jf3), si bien esto sería admitir futa con 24 . . . �e2 25 :bd1 :ed8 y
que las negras llevan el timón de la el caballo clavado se pierde.
partida. 24 :d5
19 :ad8 25 e4
36 GU ÍA PARA EL J UGADO R OE ATAQUE

El gran maestro Arkell ignora

.
felizme nte 1os peligros que le ace-
eh an y estimula a Bates a "d escolo-
car" la aventurera torre.
25 �h5
26 b4 000(D)

Prié - Kallai
Cannes 1996
24 o .:xh2!!
; .
Una form bnllante de rematar
26 �xh2''00 la partida.
0-1 25 �xe6?'oo
.
000

Las blancas s nndieron, ya .

Esta jugad a no mfluirá en el re-
;
que después de 2 <it'xh2 �e5 no
.
sultado del JUego 2S W xh2 �f3 26
.i.
puede imped·Irse la bruta1 amenaza fl �h8+ 27 i.. 3 'ifg4! 28 <it'g2
�
'

... �h5+, seguid a de mate. �xh3+ 29 <it'f3 �f + 30 <it'e2 :txf2+

31 <it'xf2 �h2+ Y se gana la d ama
En definif • · otro ejemplo en blanca
::
·

el que las neg s reconocen la com - 25

bmación de m ate realizada por Ba- 0-1
EJERCICIOS 37

Jalifman- Miles
Hastings, 1 995/96
Jalifman se apresura a alcanzar el
control de tiempo y juega 1 t2Jb6+
.i.xb6 2 'iVxe5, con tablas en sesenta
jugadas más. ¿Cómo podían ganar
de inmediato las blancas?

Rayner- J.Cooper
Campeonato de País
de Gales, 1 996
El peón d de las negras está a
punto de alcanzar su octava casilla y
la victoria de sus colores parece in­
minente. ¿Cómo consiguieron las
blancas volver las tornas y forzar el
mate en tres jugadas?

Lane - Pytel
París, 1996
El peón pasado ha desviado a las
piezas negras de la defensa de su rey.
¿Cómo consiguen las blancas ganar
material?
38 EJERCICIOS

Andersson - Nijboer
Ter Apel, 1996
El alfil blanco parece inoperante
al estar cegado por la torre, pero po­
dría ser útil si se despejase la gran
diagonal. ¿Cómo consiguió el gran
jugador sueco decisiva ventaja mate­
rial?

Spassky- Bronstein
Leningrado, 1 960
Ésta es la posición que aparece
en la secuencia inicial del filme Des­
de Rusia con amor, de la serie James
Bond, tomada de la bien conocida
lucha entre Spassky y Bronstein.
¿Podría usted encontrar la continua­
ción ganadora sin mirar el vídeo?

Wojtkiewicz - Masserey
Ginebra, 1 996
Las blancas han sacrificado ya un
alfil a cambio de un ataque rabioso.
¿Cómo consiguieron explotar su po­
sición dominante para asestar un rá­
pido mate?
EJERCICIOS 39

Brynell - Almasi
Malmo, 1 994
Las piezas negras están mejor
coordinadas que las blancas, pero la
posición parece tranquila. ¿De qué
modo consiguió Almasi abrir la ce­
rradura?

Tregubov - Krai,dman
8
Gausdal, 1 994
7
Aquí las blancas encontraron una
6
inteligente combinación para expo­
5 ner al rey enemigo. ¿Qué fue lo que
sucedió?
3

a b e d e f 9 h
Blancas

Smejkal- King
Bundesliga, 1996
Las blancas acaban de jugar 1
�g2, atacando la torre, y esperan
responder a la obvia 1 . l:.d3 con 2
. .

ctJc5. Sin embargo, las negras halla­

ron una continuación más fuerte que
gana material.

a b e d e f 9 h
Blancas
40 EJERCICIOS

Petursson- Emms
Gausdal, 1 996
Se diría que el ataque blanco ha
llegado a punto muerto, toda vez
que el alfil de c3 deberá retirarse.
¿Cómo consiguió Petursson ganar
con un estilo muy brillante, apostan­
do por una implacable maniobra de
ejecución?

a b e d e f g h
Blancas
 2 . EL REY DESAMPARADO

El problema de un rey desenroca­

do es que resulta muy difícil de de­
fender. Una de las razones princi­
pales para que eso sea así es que no
es fácil coordinar las piezas, sobre
todo con el monarca interfiriendo
en la comunicación de sus torres. A
menudo sucede que los peones que
protegen al rey han sido movidos
en la apertura, lo que los convierte
en vulnerables en el medio juego.
Hay varias formas de elaborar ata­
ques contra un rey desamparado. a b e d e g h
La idea de este capítulo es cubrir Blancas
las ideas típicas y enfatizar en la ne­
cesidad de jugar activamente para Arlandi- Gómez Esteban
destruir por completo la defensa. Linares, 1 995

1. T ODO O NADA
Esta partida es característica de
una presión incrementada de for­
ma gradual para retener en el cen­
tro al rey enemigo, lo que implica
- que las negras combinan todos sus
recursos para mantener la tensión.
La recompensa será un deslum­
brante remate.
11 a3
Las blancas deciden impedir 1 1
... l2Jb4. Había otra forma d e tratar
la posición, que provocaría una si­
tuación desequilibrada: 1 1 dxc5 d4
12 .:td1 g5 13 .i.g3 dxc3 14 .i.h7+
l2Jxh7 15 l:.xd8 llxd8 16 bxc3 l:.d5
17 h4, con pequeña ventaja de las
blancas, Rodin - Purgin, Moscú,
1991.
42 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

11 cxd4
12 exd4 ctJg4
La maniobra de caballo pone a
prueba las debilidades de la posi­
ción blanca. Es el primer paso para
dominar la columna e, en la que se
encuentra el rey enemigo.
13 Ykxe7
13 i.. g3 se contesta con 13 ...
Ykf6 y el caballo clavado de e2 deja­
ría sin defensa al peón d4.
13 :xe7
14 :d1 a b e d e g h
Una forma interesante de pro­ Blancas
teger el peón d4, ya que 14 ... ctJxd4
falla por 15 i.h7+ �h8 16 :xd4. �a
apuesta por alejar inmediatamente i.xh3 ! 18 :xh2 (18 gxh3 ctJf3+) 18
al rey del centro tiene sus inconve­ ... �xh2 19 gxh3 'ifg1++.
nientes: 14 0-0 ¡yd6! 15 g3 ctJf6 y la 17 'iVf4
amenaza ... i.. h 3 acentúa la vulne­ 18 i.. xc8 :xc8
rabilidad de las casillas blancas que 19 'ti'd2
circundan al rey. Parece lógico proponer el cam­
14 'ifd6 bio de damas, pero las blancas omi­
15 h3 ctJh2!? ten el poder de la réplica negra.
Un movimiento descarado, con Gómez considera lo mejor 19 ¡yd3,
la firme intención de retener al rey cuando la línea 19 ... :xe2+ (19 ...
contrario en el centro. El único :ce8 20 ctJbc3 es mejor para las
problema es que las negras debe­ blancas) 20 'ti'xe2 a6 21 ctJc3 ctJxd4
rán conservar la iniciativa, porque 22 :xd4 ¡yxd4 23 :xh2 'ti'f6 le con­
será difícil extraer sano y salvo al cede a las negras algunas chances,
caballo de h2. en razón del desamparo del rey
16 ctJb5 'ifb8 blanco.
Después de la alternativa 16 ... 19 :ceS!
¡yf4 17 ¡yd2 tt:Jf3+ 18 gxf3 'ifxf3 19 20 ctJc3
:g1 , las negras difícilmente tienen La dama no puede tomarse, de­
compensaciones por la pieza. bido a 20 ... :xe2++, lo que obliga
17 .i.f5?! a las blancas a reforzar la defensa
En busca de un plan constructi­ de su caballo rey.
vo, Arlandi yerra el camino porque 20 'ifc7!
permite a las negras activar su to­ 21 'ifd3 (D)
••.

rre dama. Debería haber conside­ El deseo de evitar ser víctima

rado 17 'Wc5, pero no 17 'ifd2? de una brillantez debería haber

agudizado en Arlandi el sentido
del peligro y, en consecuencia, ten­
dría que haber optado por darle
una casilla de escape a su rey. Hay
que admitir, sin embargo, que la to­
rre blanca no tiene buenas casillas.
Por ejemplo:
a) 21 l:Ib1 'Llxd4 22 'ii'xd4 l:Ixe2+
23 'Llxe2 'ii'c2 24 �d1 l:Ixe2+ 25
'ii'xe2 'Yi'xb1 + 26 'ii'd 1 'ife4+ 27 <it>d2
'ii'xg2 +.
b) 21 l:Ic1 'Llxd4 22 ¡yxd4 l:Ixe2+
23 '2Jxe2 1i'xc1 +, ganando.
e) 21 l:Ia1 'Lla5 22 l:Ib1 'Llb3 23
'ii'd3 'Llxd4 traspone al punto a).
21 'Llxd4!
Una forma muy elegante de li­
quidar el juego.
22 'Yi'xd4 'ifxc3+
0-1
Un rotundo compromiso al
100% con el ataque se produce,
inevitablemente, cuando se ha sa­
crificado una pieza por la causa. La
partida Timman - Short, Horgen,
EL REY DESAMPARADO 43
1995, es ya un clásico porque en
ella se entrega un caballo para re­
tener al rey contrario en el centro,
mientras que el resto de las fuerzas
son movilizadas para llevar a cabo
la ejecución.
11 a3
En este punto Timman proba­
blemente deseara convertir una
posición relativamente tranquila
en otra más interesante, y ésa po­
dría ser la razón por la que descar­
ta 1 1 'Llxe4 'Yi'xe4+ 12 .i.e2, con jue­
go igualado. No 11 .i.d3? 'Llxf2! y
las negras están mejor.
11 .i.xc3
12 bxc3 i..d7
13 'Yi'c2?!
Una jugada preparatoria que
amenaza i.. d 3. La tranquila 13 i.. e2
es, sin embargo, mejor. Short esti­
ma que la inmediata 13 i.. d3 conce­
dería mejores chances a las negras
después de 13 ... 'Llxf2 14 i.. xf5
'Llxd1 . Por ejemplo:
44 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

a) 15 .ic2 tlJb2 16 �bl tlJc4 17 16 <ltdl

�xb7 0-0-0 18 �b3 e5 ! (=+). 17 a4
b) 15 ..ixe6 .i.xe6 (= +). Timman tiene problemas para
e) 15 <t>xdl exf5 16 �el+ <t>d8 rechazar el ataque, porque sus pie­
17 c4, con juego confuso. zas carecen de armonía en contras­
13 �eS! te con una dama polivalente. Es
La dama, situada en la semia­ posible tratar de conservar los peo­
bierta columna e, se convierte en nes del flanco de rey, pero en tal ca­
un objetivo indirecto y la táctica so salvar la posición resultaría, a la
comienza a planear sobre el table- larga, una tarea demasiado ardua:
ro. a) 17 .i.el 'ife3 18 .i.e2 i.a4 19
14 i.d3 (D)
.•. .i.b5+ .i.xb5 20 tt:Jxb5 0-0 y las ne­
gras tienen una fuerte iniciativa.
b) 17 �el Vi'xg2 18 ..te3 ¡vd5,
con idea de jugar ... e5, es bueno
para las negras.
17 'iVxg2
18 �el 'ifxh2
19 .i.e4
Las blancas no se rinden sin lu­
char y por el momento impiden 19
... 0-0, que se contestaría con 20
�hl .
19 g6
20 �e2 ¡vgl+
a b e d e g h 21 �el 'irg3
Negras 22 �e3 'ii'd6
23 tt:Jb5 .i.xb5
Era mejor reconocer que se ha 24 axb5 0-0 (D)
cometido un error y tratar de repa­ Por fin consigue Short enrocar­
rar la posición con 14 ..icl, para se, tras un prolongado baile de su
permitir que la dama proteja el dama. En este momento resulta
punto f2, y después de 14 ... tlJe7 las evidente la penuria de la posición
negras quedarían con una pequeña blanca. A cambio de una pieza han
ventaja. perdido un buen lote de peones y
14 tt:Jxd4! su rey se encuentra seriamente ex­
Short sube las apuestas con un puesto. Las negras pueden, ahora,
espectacular sacrificio. Por el pre­ incorporar su torre de rey al centro,
cio de un caballo consigue dos peo­ con lo que conseguirán intensificar
nes y dejar al rey blanco atascado la fuerza del asalto.
en el centro del tablero. 25 l:.xa7 l:Ud8
15 tt:Jxd4 'ii'xf2+ 26 l:a2 'ii'f4
 EL REY DESAMPA RADO 45

dentemente sopesada por el bando

defensor, pues de otro modo po­
dría ser desbordado de forma es­
pectacular.
El siguiente ejemplo ilustra,
una vez más, la fina línea que sepa­
ra al éxito del fracaso y propone el
estudio de las consecuencias que
acarrea la elección de una apertura
que desemboca en un medio juego
complejo.

a b e d e 9 h lllescas - Miles
Blancas Linares, 1995, Zonal
1 e4 tDc6 2 d4 d6 3 ttJf3 tDf6 4 tDc3
27 <itt e 1 'ii'h4+ i.. g4 5 ..ie3 e6
28 <itt e2 'ii'h2+ La Defensa Nimzowitsch, favo­
29 <itt e 1 l:.d7 rita de Tony Miles, que disfruta lle­
La simple amenaza de doblar vando a sus oponentes a líneas de
torres en la columna d vaticina de­ apertura poco usuales. Una estra­
sastre. tegia de este tipo tiene un pequeño
30 i.c1 'ii'g1+ inconveniente y es que ya no sor­
31 <itt e2 l:.cd8 prende a nadie. En la partida Onis­
0-1 chuk - Miles, Wijk aan Zee, 1996,
Las blancas sólo podrán impe­ las negras ensayaron 5 ... a6, pero
dir 32 ... l:.d1 y mate a costa de gran no consiguieron gratificación algu­
cantidad de pérdidas materiales. na: 6 h3 ..ih5 7 d5 i.xf3 8 gxf3 !
ttJb8 9 f4 c6 10 i.g2 f¡J¡c7 1 1 'ifd4
cxd5 12 tDxd5 tDxd5 13 exd5 ttJd7
2. EST RAT EGIA DE APERT URA 14 c4 tDf6 15 l:.c1 g6 16 c5 dxc5 17
l:.xc5 'ii'd 6 18 'ii'a4+ ttJd7 19 l:.c6
En algunas partidas un jugador 'iVb8 20 l:b6 'ifc8 21 0-0 l:.b8 22 l:.c1
puede diferir el enroque en razón 'ii'd 8 23 d6 ..ig7 24 l:.xb7 l:.xb7 25
de un objetivo concreto, como pro­ i.. xb7 0-0 (1-0).
vocar que el oponente desarrolle 6 h3 i.. h5
hiperactividad con un ataque pre­ 7 d5
maturo, lo que en definitiva implica Una respuesta enérgica, que
concesiones a largo plazo, como la cuestiona la disposición de las pie-
autocreación de debilidades. Tal zas negras.
enfoque constituye una política 7 tDe7 (D)
arriesgada, que requiere ser pru- 8 i.b5+ c6
46 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

1995 (Zonal), con un final terrorífi­

co: 14 ... t2Jc8 15 'ifc4 t2Jc5 16 i..xe5
dxe5 17 �d5 (1-0) .
14 l:.c8
14 . . . t2Jb6 15 i.. xb6 axb6 16 t2Jb5
es una línea ganadora para las
blancas.
15 t2Jh4 t2Jb6
16 i.. xb6
Es lógico que Illescas esté dese­
oso de mantener la presión sobre
c6 y que rechace 16 'ik'a6 t2Jxa4 17
'ifxa4, que sólo le concedería una
ligera ventaja.
16 axb6
17 l:.d3!
9 dxc6 bxc6 Esta jugada de largo alcance le
10 i..a4 concede a las blancas perspectivas
Illescas puede estar satisfecho favorables de penetrar en el campo
del cariz que ha tomado la apertu­ enemigo. Resulta instructivo obser­
ra. Las blancas tienen ventaja en var que las blancas se han embar­
desarrollo y las negras todavía no cado en una lucha sin cuartel para
han sido capaces de desatascar su mantener un ritmo intenso, a fin de
flanco de rey, lo que sigue siendo impedir que Miles pueda comple­
problemático porque el caballo de tar su desarrollo. N o era bueno 17
e7 está sujeto a la defensa del peón t2Jxg6, ya que después de 17 ... hxg6
de c6. 18 t2Jd5 �b7 ! , los problemas de las
10 'i/c7 negras se atenúan.
11 'ik'e2 t2Jd7 17 d5
12 g4 i.. g6 Las negras entran en la variante
13 0-0-0 eS crítica, si bien las dudosas alternati­
Miles podría patinar fácilmente vas tampoco permiten muchas es­
si no tiene cuidado. Por ejemplo: 13 peranzas:
... t2Jb6? 14 t2Jb5 ! t2Jxb5 15 'ik'xb5+ a) 17 ... f6 18 t2Jxg6 hxg6 19
<it>d8 16 'ife8++, o bien 13 . . . 0-0-0? l:.hd1 b5 20 t2Jxb5 cxb5 21 i.. xb5+
14 �a6+ �b8 15 l:.xd6! 'iVxd6 16 t2Jc6 22 � e6+, ganando.
t2Jb5 ( +-). b) 17 . . . b5 18 t2Jxb5 cxb5 19
14 'ifc4 'ii'x b5+ t2Jc6 20 t2Jxg6 hxg6 21 l:.c3
La decisión de amenazar 15 �d7 22 lixc6 Vi'xc6 23 'ii'b 7+, que
t2Jb5 directamente es la mejor. La caza la dama.
alternativa 14 l2Jh4 se ensayó en la 18 exd5 .i.xd3
partida Apicella - David, Linares, 19 ¡fxd3 lidS
 EL REY DESAMPARADO 47

Al precio de la calidad las blan­

cas disponen de un peón importan­
te en dS, que coarta cualquier ten­
tativa de Miles de activar sus pie­
zas. En sus análisis a la partida (en
los que se basan estas notas), Illes­
cas demuestra su superioridad:
a) 19 ... 'ii'd7 20 :d1 bS 21 tDxbS
tDxdS 22 'iVfS ! ..icS 23 l:.xdS 'iVxfS
24 tDxfS cxdS (24 ... cxbS 2S i.xbS+
�f8 26 i.a6) 2S tDbd6+ �d8 26
tDb7+ rtJc7 27 tDxcS (+-).
b) 19 ... 'iVd6 20 tDfS 'iVd7 21
tDxe7 ..ixe7 22 ..ixc6 l:.xc6 23 dxc6
conceden a las blancas ventaja ma­
terial.
20 l:.d1 g6
21 d6 ..ih6+
22 rtJb1 'ii'b 8
Las negras confían en poder de­
volver material para escapar de las
agresivas intenciones de las blan­
cas. 22 .. . 'ti'b7 23 'ife2 0-0 24 dxe7
'Vjjxe7 2S tDf3 l:.xd1 + 26 tDxd1 bS 27
..ib3 l:ld8 28 tDc3 i.. g7 29 tDe4, con
ventaja de las blancas.
23 tDe4 bS
El agujero de f6 para el caballo
blanco causa a las negras enormes
problemas:
a) 23 . . . ..ig7 24 'iVf3 bS 2S tDf6+
i.xf6 26 ¡yxf6 0-0 27 i.b3 tDdS 28
i.xdS cxdS 29 tDfS gxfS 30 gxfS, y se
llega al mate.
b) 23 ... 0-0 (relativamente lo me­
jor) 24 dxe7 llxd3 2S exf8¡¡¡+ 'tWxf8
26 cxd3 ! ±.
24 tDf6+ rtJf8
25 dxe7+ rtJxe7
26 tDd7 bxa4 (D)
Si 26 ... Dc7, entonces 27 'ifa3+
eS (o bien 27 ... �e6 28 ..i b3++) 28
Blancas
..ixbS es demoledor para las blan-
eas.
27 tDfS+!
La casa se cae a medida que el
rey negro se ve privado de casillas
decentes. 27 tDxb8 l:.xd3 28 tDxc6+
rtJd6 29 l:.xd3+ �xc6 30 tDf3 sólo
concede a las blancas una pequeña
ventaja.
27 gxfS
28 'ti'a3+ �e6
Con 28 ... eS a Miles sólo le que­
daría esperar lo inevitable, a saber:
29 �xcS+ �e6 30 'ifc6+ rtJe7 31
gxfS i.g7 32 f6+ ..ixf6 33 ¡fxf6+
�e8 34 'iVxh8+ �e7 3S 'Vjjf6+ �e8
36 'iVg7 ( +-).
29 gxf5+ �xfS
30 'ii'f3+ 1-0
Sigue un ejemplo de cómo las
negras deliberadamente renuncian
al derecho de enrocar, como parte
de una compleja estrategia, toma­
do de la partida Gelfand - Piket,
Amsterdam, 1996.
48 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
a b e d e g h 'ii' e5 23 .:ldfl ! 'ii'e3 24 <it>h1 f6 25
Blancas
18 .:ld1 - 29 ¡v g7, y las blancas ganan.
Una jugada útil, que hace posi-
ble el avance d6. No hay una posi­
bilidad real de avanzarlo de inme­
diato, porque sería sencillamente
bloqueado y luego cercado. Gel­
fand puede confiar en la creación
de amenazas directas contra el rey
enemigo y el bloqueo central de
peones, que anula al alfil negro.
18 �c5
Piket no es el tipo de jugador
que evita la lucha abierta. Ahora
trata de crear una estructura en la
que pueda seguir avanzando sus
peones pasados. Esta es la mejor
posibilidad de las negras para dis­
traer a las blancas de emprender
un ataque al rey.
19 ctJxc5
Tratar de forzar una victoria rá­
pida con 19 d6+ falla, porque des­
pués de 19 ... �f8 20 ¡vb5 .i.c6 21
¡vxc5 .i.xg2, son las negras quienes
ganan material.
19 .:Ixc5
20 0-0
Las blancas están listas para in­
corporar al juego su torre de rey,
efectuando en su momento la rup­
tura f4 y abriendo, en consecuen­
cia, la columna f.
20 .:Ia6?
Parece una buena idea mante­
ner ojo avizor sobre los peligros de
d6, pero el análisis de Gelfand
muestra la necesidad de encontrar
el plan más preciso:
a) 20 ... .:ld8 21 f4 exf4 22 l1xf4
¡vez ..id5 26 "iVh7 ..ixg2+ 27 'it>xg2
¡ve2+ 28 �h1 , seguido de 29 .:Ie4 o
b) 20 ... .:Ie8 21 f4 exf4 22 .:Ixf4
¡ves 23 .:ldfl 'ifxe3+ 24 �h1 f6 (24
... �d6 25 .:If7) 25 'ifc2 �d6 26 'ii h7
"iVe2 27 "iJ/g7 (+-).
e ) 20 ... 'ii'd 6 21 f4! E4 22 'ifa1
�f8 23 'ii'xe5 'ifxe5 24 fxe5 <it>g8 (24
... .:Ie8? 25 e6 f6 26 d6 +-) 25 l1f4 b3
26 .:ldfl b2 27 .:lb 1 ..ixd5 28 cxd5
.:Ic2 29 .i.fl a4 30 .:If2, con un final
ligeramente mejor para las blancas,
como en la partida Shulman - San
Segundo, Pamplona, 1995.
d) 20 ... <it>f8! (esta jugada natu­
ral, propuesta por A. Kuzmin,
aparta al rey del peligro) 21 f4 e4
22 .:ld4 .:Ie8 y la posición es compli­
cada.
21 ¡vc2
La dama se dirige al centro para
hacer sentir su influencia en el ata­
que. Menos inspirada es la previsi­
ble 21 f4, que se contesta perfecta­
mente con 21 ... exf4 22 l:txf4 ¡jc5
23 l:tdfl .:lf6 y la iniciativa de las
blancas se extingue.
21 a4
 EL REY DESA MPARADO 49

22 f4 b4 (D) 25 'iVxe4 a3
23 'iVe4! 26 'iVd3 b2
27 'iib 3! .ic8
Curiosamente, la amenaza de
un rodillo de peones en el centro es
más fuerte que las perspectivas del
flanco de dama, debido a los peli­
gros del jaque mate. Por ejemplo:
27 ... a2 28 'ifb7 al 'iV 29 e4 y, a pe­
sar de la dama extra, las negras no
pueden impedir la decisiva e5; o
bien, 27 ... �c7 28 d6+ <iit xd6 29
'ifxa3 (+-).
28 'iVb8+
La caza del rey comienza.
28 �d7
29 .ig4+ <iitd8
30 d6 a2
Ésta es la diferencia, en relación 31 d7 1-0 (D)
con la nota a la 21a jugada blanca,
ya que imprime ritmo al ataque.
Por supuesto, todo ha de ser calcu­
lado con precisión, puesto que Pi­
ket ha dado la orden de "carga" a
sus peones pasados, confiando en
su éxito. Las demás partidas de este
capítulo constituyen un indicio para
este tipo de aventura, sobre todo si
el adversario encuentra la ocasión
de llevar sus piezas a la ofensiva.
23 <iitd6
24 'ifxh7 e4
Una tentativa de postergar el in­
tento de las blancas de crear una red
de mate. Otras posibilidades son:
a) 24 ... <iitc7 (Bohm) 25 fxe5
'ifxe5 26 :lxf7+ �b8 27 ¡fd3 ltd6 En el ejemplo que sigue las ne­
(27 ... b2 28 Vi' a3; 27 ... ltb6 28 d6 gras intentan su suerte con un ata­
gana) 28 'iVd2 ( +-). que sobre el rey enrocado, pero
b) 24 ... b2 25 fxe5 11Vxe5 26 ltf7 desdeñan organizar los refuerzos
'ife3+ 27 �hl y las negras no pue­ necesarios. Esto sucede, en parte,
den evitar el mate. porque, al no enrocar, las torres no
50 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
están conectadas. Por otro lado, las
blancas condujeron el juego de ma­
nera ejemplar, rechazando primero
el asalto; luego asediando al rey ne­
gro en el centro y, por fin, creando
un ataque de mate con un sacrificio
decisivo.
Adams Serper
-
Nueva York, 1996
1 e4 c5 2 t2Jf3 d6 3 d4 cxd4 4 t2Jxd4
t2Jf6 S t2Jc3 t2Jc6 6 .i.gS e6 7 'ifd2 a6
8 0-0-0 h6 9 .i.e3 .i.e7 10 f4 t2Jxd4
11 .i.xd4 bS 12 �e3 .ib7 13 .i.xf6
gxf6 14 i.. d3 'iVaS (D)
1S �b1
Una buena medida contra 15 ...
b4, ya que el peón de a2 perdería la
protección del caballo de c3.
1S b4
16 t2Je2 'tieS
· tuye una mejora sobre la partida
17 t2Jd4!
Una soberbia jugada, que man­
tiene la presencia de la dama blan-
ca en el centro, incrementando, en
consecuencia, las posibilidades de
un ataque si las negras enrocan lar­
go. La evidente 17 'iVg3 0-0-0 sería
buena para las negras.
17 hS
Adams aporta análisis que
plantean dudas sobre las posibles
alternativas:
a) 17 ... 0-0-0 18 c3 bxc3 (18 ...
e5 19 'ifh3+ �b8 20 t2Jf5 concede al
caballo un fuerte puesto avanzado)
19 l:tc1 y las blancas disponen de un
rápido ataque.
b) 17 ... e5 18 t2Jf5 'ifxc3 19
ttJxe3 exf4 20 ttJd5, con un final su­
perior para las blancas, debido a los
desparramados peones negros.
e) 17 ... i.. d 8 18 Vih3 �e7 (pero
no 18 ... 'iVxd4?? 19 i.. b 5+) 19 t2Jb3
'ifb6 20 l:thfl, seguido de e5, es me­
jor para las blancas.
18 ife2 aS
No es posible enrocar largo
cuando el peón a se encuentra ata­
cado, lo que significa que es lógico
optar por una pequeña avalancha
de peones para crear contrajuego.
19 .i.bS+ �f8
20 i.. c4 'tib6
20 . .. l:tc8? Se refuta con 21
i..x e6 fxe6 22 ttJxe6+ �f7 23 ttJxc5
(+-).
21 g4!
Esta es la ruta más directa hacia
la victoria, puesto que permite a la
dama incorporarse al ataque en el
flanco de rey. Por otra parte, consti­
Adams - Greenfeld, Copa de Euro­
pa de 1995, que prosiguió con 21 f5
e5 22 t2Jf3 a4 23 �d2 (23 .:hg1 ! ?

puede ser más fuerte) 23 ... �c8 24
.i.d5 i.. a6 25 'iff2 'iVxf2 26 �xf2
i.. d 8, y las negras han igualado.
21 hxg4
21 ... �c8 22 �hg1 hxg4 23 i.. b3
'ifa6 24 'iVxg4 a4 25 .i.xe5 deja a las
negras en una situación desespera­
da.
22 'iVxg4 fS (D)
Con el rey negro bajo el fuego
de las piezas negras, no es de extra­
ñar que 22 ... i.. xe4 pudiese resultar
fatal después de 23 tZ'lxe6+ fxe6 24
'iVxe6 i.. g6 25 �hg1 .i.e8 26 'ifg8+
�xg8 27 �g8++. La idea subyacen­
te a la textual es explotar la clavada
de la torre rey blanca sobre la dia­
gonal h1-a8.
23 tZ'lxe6+! •••
Una sorprendente jugada que
diezma el campo enemigo.
23 fxe6
24 �g6 'iYc7
La dama blanca se ha tomado
un tiempo extra para cortar todas
EL REY DESAMPARADO 51
las casillas de escape del rey negro.
La textual ilustra la incapacidad de
Serper para organizar una defensa
aceptable. Por ejemplo:
a) 24 ... d5 25 �hg1 dxc4 26
�g7+ 'it>e8 27 'ifxh8+ i.. f8 28 �g7,
con idea de 'ifh5++.
b) 24 . . . 'ifd8 25 i.. xe6 'ife8 26
'ifxf5+ ri;g7 27 �hg1 +, ganando.
25 'iVxe6 ri;e8
26 �hg1 i..xe4
26 . . . 'iVd7 27 'ifg6+ ri;d8 28 i.. e 6
'ifb5 29 e5 ri;c7 30 'ifg7 ganaría un
material decisivo.
27 �g7 ri;d8
Las negras pueden elegir entre
cuatro posibles jugadas, pero... ¡ to­
das ellas pierden! 27 ... �c8 28
�xe7+ 'ifxe8 29 'ifxc8+, o bien 27 .. .
'ifd7 28 i.. b5 y, finalmente, 27 .. .
�b8 28 �dg1 �f8 29 :gg8 �d7 30
�xf8+ ri;xf8 31 Vi'g8++.
28 �xe7 Vi'xe7
29 :xd6+ 'iVxd6
30 'iixd6+ ri;e8
31 'ifeS+ 1-0
Serper no quería vivir la conti­
nuación 31 ... ri;d7 32 i.. b 5+i.. c6 33
'ifd5+, con una clara victoria.
Peones "calientes"
La alegría de cazar material es
uno de los motivos más comunes
para diferir el enroque: forma par­
te de un juego de azar calculado.
La idea es que el precio del mate­
rial será concederle al enemigo
una iniciativa provisional que pue­
de ser anulada, quedándose con
ventaja el bando defensor. Desde
52 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

un punto de vista práctico, los pro­ El primer paso en la campaña

blemas derivados del retras.o en para impedir el enroque, debido a
desarrollo generalmente son difí­ la amenaza 16 .ia3.
ciles de resolver. Las partidas que 15 b5
siguen deberían constituir una ad­ 16 c3 l:.b8
vertencia para fanáticos de la cap­ 17 .i.a3 b4
tura de peones. Asumiendo que el plan de las
negras se ha torcido. El peón extra
se devuelve en un esfuerzo por blo­
quear la diagonal.
18 cxb4 ¡fa7 (D)

Grund - Kappler
Estrasburgo, 1 995/96
13 �xa3
Un enfoque más prudente para
las negras habría sido 13 0-0 y las
... 19 b5!
blancas sólo estarían un poco me­ Las blancas responden acerta­
jor. Kappler estima que su dama damente, impidiendo de nuevo el
será momentáneamente hostigada derecho a enrocar de las negras.
y, cuando las cosas se calmen, po­ 19 axb5
drá enrocarse en la seguridad de 20 .i.c5 �aS
contar con un sólido peón (extra) 21 l:.a3
pasado. Por supuesto, la captura Este ataque sobre la dama
del peón d, 13 ... t2Jfxd4, falla por 14 errante permite a las blancas crear
t2Jxd4 t2Jxd4 15 i.xd4 (15 l:.b4 tam­ una secuencia forzada que destro­
bién sirve) 15 ... 'ifxd4 16 .ib5+ y la zará a las negras.
dama debe abandonar el tablero. 21 'ifd8
14 l:.b3 �e7 22 i.xf5 exf5
15 i.b2! 23 i.d6 .:b7
 EL REY DESAMPARADO 53

Las negras pretenden contener En el siguiente ejemplo vere­

la demolición con ... él'Je7, pieza que mos cómo el maniobreo de las pie­
defenderá la torre. También era de zas blancas dificulta que las negras
considerar 23 ... .:b6. enroquen en ninguno de los flan­
24 'ti'c2 él'Je7 cos. Las blancas tienen éxito en su
25 .:as! ••• (D) objetivo y consiguen incrementar
gradualmente su control sobre la
posición. Esto hace que las negras
se decidan a tomar un peón perdi­
do, con consecuencias devastado­
ras para ellas.

Conquest - Hodgson
Bundesliga, 1 995
1 e4 d5 2 exd5 'ifxd5 3 él'Jc3 'ifa5 4
i.. c4 él'Jf6 5 d4 c6 6 ..id2 iVc7 7 tt:Jf3
(D)

8 -· ·' z ...
.A. -
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6 . • • •
En el momento en que a Kap­
pler le parecía seguro enrocar, sur­ 5• • • •
ge este truco táctico de las blancas, 4 Bi.� -� B B
3B � %� '%�� %· �B0�ttJ.
que lo impide. La fuerza de la juga­
da textual se pone de relieve des­ �• �%�' u � '%
2
. D� �
0
0
pués de 25 . .. 0-0 26 .:el, cuando las ' � ; � �

blancas amenazan i..x e7, seguido 1�� - d \WJ�•� -

d:
de :xc8, ganando. a b e d e g h
25 b4
Negras
26 i.. xe7 �xe7
27 'ti'c5+ �d7 7 ..ig4
28 e6+! El alfil emerge antes de que las
Esto permite que el resto de las negras se vean obligadas a jugar ...
fuerzas blancas se incorpore al ata­ e6. También era posible 7 . .. i.. f5 8
que. tt:Je5 e6 9 g4, con una posición desi­
28 �xe6 gual.
Si 28 ... fxe6, gana 29 él'Je5+. 8 h3 i..xf3
29 'ifc6+ �e7 9 'iVxf3 e6
30 .:el+ 1-0 10 0-0-0
54 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

Conquest ha dejado claras sus 'ifb6 16 ctJd6+ es una línea ganado­

intenciones agresivas. Si las negras ra para las blancas.
enrocan corto se encontrarán con 14 h4 :xd4?!
una avalancha de peones y cual­ ¡Hodgson no conoce el miedo !
quier tentativa de jugar oportuna­ Hay que tener valor para entrar en
mente ... e5 se encontrará con una el laberinto de complicaciones, so­
clavada de torre en la columna e. bre todo cuando ya se ha visto la
10 ctJbd7 respuesta a-prueba-de-bombas de
11 g4 ctJb6 las blancas. El problema es que la
12 .i.fl! respuesta consistente, 14 ... ctJe7,
Tomando una decisión impor­ falla por 15 i.f4 'ii'c8 16 h5 ctJf5 17
tante: regresar con el alfil a su casi­ g6, si bien la posición resultante es
lla de origen. La idea básica es que jugable, con las justas, para las ne-
puede jugar un papel activo, con­ gras.
trolando la casilla c4, o bien incor­ 15 ctJb5! ctJxb5
porarse a la gran diagonal, po� g2. 16 .i.xb5+ ctJd7
Después de 12 i.b3, resultaría mo­ Las blancas ganarían rápida­
lesta 12 ... a5 ! y, en caso de 12 .i.d3 mente a otras respuestas: 16 ... �d8
o 12 i.e2, se bosqueja para las ne­ 17 i.. f4; 16 ... 1;e7 17 i.a5, o bien 16
gras la maniobra ... .i.d6, ... ttJd5-f4, ... :d7 17 i.. a5.
con un juego complejo. 17 i.f4! :xr4
12 :ds ?! En sus notas a la partida, Con­
Hodgson decide aprovechar la quest revela una bonita variante:
posibilidad de atacar el peón d, 17 ... 'ifxf4+ 18 �xf4 :xf4 19 :xd7
puesto que parece que las blancas a6 20 :hd1 f5 (20 ... axb5 21 :d8+
han perdido un tiempo al retirar el �e7 22 :1d7++) 21 :d8+ <it>d7 22
alfil. Sería mejor 12 ... h6, para i.e8+ 1;e7 23 :1d7++.
mantener el caballo en f6. 18 i.xd7+ �xd7
13 g5 t2Jg8 19 'ii'xf4 ¡yeS
No es muy frecuente ver en una 20 :h3
partida actual que las piezas se reti­ Ahora todas las piezas blancas
ran a sus casillas de origen, pero en están situadas en pos_iciones ideales
la que nos ocupa hay una cierta ló­ y la inminente :c3 constituye una
gica que respalda la acción. En seria amenaza. Entretanto, Hodg­
cuanto a la textual, el caballo sal­ son se enfrenta a la triste tarea de
drá, vía e7, por f5. Todo esto está activar el resto de sus fuerzas.
muy bien, pero requiere tiempo y, 20 0Je7
como hemos visto en otros ejem­ 21 :n ttJrs
plos, la falta de desarrollo en el 22 :c3 i.c5 (D)
flanco de rey constituye un hándi­ Si las negras esconden su dama
cap. 13 ... ctJfd5 14 ttJe4! (con idea en el rincón, con 22 ... 'ii'a8, enton­
de jugar 15 c4 ±) 14 ... ctJe7? 15 i.f4 ces las blancas ganan con 23 'iVa4+.
 EL REY DESAMPARADO 55

Gelpke Winants
-

Campeonato de Holanda,
1996 (equipos)
8 ctJbd7
Winants asume que no puede
aferrarse, a largo plazo, a su peón
extra sin sufrir problemas posicio­
nales, de modo que lo devuelve. La
idea es que después de 9 axb5 cxb5
10 b3, es posible 10 . . . cxb3, puesto
que 1 1 i.. xb5 ya no es jaque.
9 .ixf6
9 ttJe5? falla por 9 . . . ttJxe5 10
dxe5 'ifxd2+ 1 1 'iVxd2 i.. xd2+ 12
'i;xd2 ctJe4+ 13 'i;e1 ttJxg5 (-+).
23 l:.xc5! 'ifxc5 9 ctJxf6
24 1i'b8+ 'i;e7 10 axb5 cxb5
25 'iYxb7+ 1-0 11 b3 i.b7
Es una buena idea no acudir en
La siguiente partida sirve para ayuda del plan de acción de las
mostrar cómo asegurarse de que el blancas, con el error 11 ; .. cxb3, ya
rey permanezca abandonado en el que después de 12 .i.xb5+ las ne­
centro del tablero mediante el sa­ gras están peor. Winants había pre­
crificio de peones, a fin de abrir visto esta posición cuando se deci­
más líneas para el ataque. dió por 9 ... t2Jxf6, y la ventaja en
desarrollo es una compensación a
cambio de que Gelpke restablezca
el equilibrio material.
12 bxc4 0-0!
13 c5
Es comprensible que las blancas
pretendan mantener la posición tan
cerrada como sea posible, para con­
seguir poner al propio rey en segu­
ridad. Tomar el peón b significaría,
sencillamente, abrir la columna e
para la torre negra, desatando el
consiguiente asalto. Winants aporta
algunas espectaculares variantes
analíticas, después de 13 cxb5 i.xf3
14 xf3 eS 15 dxe5 l:.c8:
56 GUÍA PARA EL JUGADO R DE ATAQUE
a) 16 iVa2 tt:Jd5, y ahora:
al) 17 �e2 tt:Jc3 18 iVb3 'ifxd2+ !
19 <itxd2 tt:Je4+ 20 <itd3 tt:Jxf2+ 21
�d4 �fd8+ 22 'iVd5 .ic3++.
a2) 17 .ig2 tt:Jxe3 ! 18 fxe3 'iid3
(-+).
a3) 17 .ic4 �c5 ! 18 f4 (o bien
18 �el ¡vc7) 18 ... iVd7 19 i.. e2 tt:Jc3
20 �b3 'iixd2+ 21 �xd2 tt:Je4+ 22
�d3 tt:Jxf2+ 23 Wd4 �d8+ 24 'iid5
�dxd5++.
b) 16 'iVd3 'ife7! 17 exf6 'iYxf6 18
�dl �fd8 19 iVbl �xd2 20 �xd2
'ifxf3 21 �gl i..xd2+ 22 <itxd2
iVxf2+, ganando.
13 i..xf3
14 gxf3 eS
¡Juego de primera! Tras estro­
pear la estructura de peones del
flanco de rey con 13 ... i..xf3, que
destruye cualquier posibilidad de
que las blancas puedan enrocar, las
negras entregan ahora el peón e
como cebo en ayuda de su plan de
abrir líneas para llegar al corazón
el campo blanco.
15 dxeS tt:Jd7
16 i..xbS tt:JxeS
17 <ite2
Gelpke está obligado a res­
ponder a la amenaza 17 . . . tt:Jxf3+
con una importante concesión, y
finalmente admite que el rey está
destinado a permanecer en el cen­
tro.
17 �b8
18 i..a6
El alfil comienza a quedarse sin
buenas jugadas: · 1i'c3 ¡yh5 24 f3 (24 �el tt:Jxh2 25
a) 18 .i.d3? .ixd2 19 'ifxd2
tt:Jxd3 20 ¡yxd3 �b2+ y la dama
blanca está perdida.
b) 18 .ic4? .ixd2 19 iVxd2
tt:Jxc4 y las negras ganan.
e) 18 .ia4 'iff6 (18 ... .i.xd2 19
¡vxd2 �b2 20 .i.c2 mantiene a las
blancas en la partida) 19 f4 ¡va6+
20 �dl �fd8, y las negras ganan.
18 .ixd2
19 'ifxd2 'iff6
El rompecabezas está a punto
de ser completado, porque la dama
apunta a f3 pero disimula sus ver­
daderas intenciones de amenazar
la internada de la torre a b2.
20 � tt:Jg4 (D)
a b e d e g h
Blancas
21 �a2
Otras j ugadas tampoco permi­
ten concebir muchas esperanzas:
a) 21 �hbl? �xbl 22 �xbl
'ifxa6+, ganando.
b) 21 i.. d 3 �b2 22 i.. c2 l;Id8 23
'iic l 'ii'c3 (-+ ).
e) 21 ¡fd4 'iih4 22 �hfl �fd8 23
i.e2 'iig 6, con idea de ... l:.bl+, ga­
nando) 24 ... iVxh2+ 25 �el 'ifg3+!
26 <ite2 'iVg2+ 27 �el :b2 28 .i.d3
 EL REY DESAMPARADO 57

.l:.e2+ ! ! 29 i.. xe2 'ti'g3+, con mate

(Winants).
21 .•. 'ii'h4
22 ¡fe1 �hS
23 f3
23 'it>fl es la respuesta lógica,
pero 23 ... �d5 ataca ambas torres.
23 t2Jxe3
Las blancas quedan totalmente
destrozadas por el sacrificio de ca­
ballo, ya que si 24 �xe3, 24 ...
.l:.fe8+ gana la dama.
24 c6 :res a b e d e f g h
25 Vi'c1 ¡fdS (D) Blancas
Una pequeña sutileza para in­
crementar la efectividad del jaque
descubierto. 27 .l:.e4 l:.xe4+
26 .l:.a4 ctJd1+ 28 fxe4 ¡fxe4+
Este inusual recurso acaba con 29 �xd1 l:.d8+
la resistencia de las blancas. 0-1

EJERCICIOS

Casagrande- Banas
Bukfurdo, 1 995
Con tal subdesarrollo parece co­
mo si las negras se hubiesen olvida­
do de comenzar la partida. ¿Cómo
encontraron las blancas un camino
rápido hacia la victoria?
58 EJ ERCICIOS

Tukmakov - Siegal
Neuchatel, 1995
Aquí las negras detectaron una
debilidad en la posición blanca que
les concedió la oportunidad de ganar
material. ¿Qué j ugaron?

Schwartzman- Azanov
Metz, 1 994
¿Cómo consiguieron las blancas
penetrar en la, de por sí, delicada de­
fensa de las negras?

M. González- Bravo
La Habana, 1 995
La clave de esta posición es en­
contrar la forma de abrir líneas con­
tra el rey. ¿Puede usted encontrar la
combinación de mate?
EJERCICIOS 59

Bromberger- Grund
Wasserburg, 1 996
En su apresuramiento por atacar
las blancas han expuesto a su propio
rey. ¿Cómo pueden las negras explo­
tar este factor?

Gelfand- Salov
Madrid, 1 995
En esta posición las blancas ex­
plotaron la vulnerabilidad del rey
negro, forzando la ganancia de mate­
rial. ¿Cómo lo haría usted?

Cámpora- Eslon
Caria, 1 996
La clave de esta posición es que
la dama negra debe estar pendiente
de demasiadas casillas importantes.
¿Cómo pueden aprovecharse las
blancas de este factor?
60 EJERCICIOS

T isdall - Gulko
San Francisco, 1 995
Aquí las negras encontraron una
combinación clara para ganar mate­
rial, basada en la amenaza de mate.
¿Qué jugaron?

Steinbacher - Auchenberg
Copenhague, 1 995
Las negras están a punto de enro­
car con seguridad, lo que significa
que las blancas deberán hacer algo
enérgico para j ustificar el sacrificio
previo de dos peones. ¿Cómo consi­
guieron las blancas sacar el máximo
partido de sus activas piezas?

Blancas

Nisipeanu- Bagirov
Cuxhaven, 1 994
La posición tiene un aspecto sal­
vaje y las blancas parecen tener que
contentarse con la amenaza 1 ...

.:xg2+. ¿Cómo consiguieron las

blancas encontrar una solución ele­
gante para ganar material?
 3. ¡SACRIFICIO!
El sacrificio constituye uno de los
aspectos más entretenidos del jue­
go. Una dramática oferta de pieza
para ganar material o forzar el ma­
te es un test de intuición y de capa­
cidad de cálculo. En cierta medida,
el misterio del juego táctico puede
ser desentrañado familiarizándose
uno mismo con las sorprendentes
jugadas que son la clave de muchas
victorias. Está claro que hay mu­
chos temas recurrentes que pueden
guiar a un jugador en busca de vías
de penetración en la posición ene­
miga.
En este capítulo los temas se di­
viden entre métodos de abrir lí­
neas para el ataque y sacrificios de
calidad para apoderarse de la ini­
ciativa. Naturalmente, el premio
de belleza todavía no está asegura­
do, pero un vistazo a algunos de
los trucos más habituales cierta­
mente es un paso en la dirección
adecuada.
1 . APERT URA DE LÍNEAS
Una de las formas de estimular el
sacrificio es jugar una apertura pe­
ligrosa. El Ataque Marshall de la
Española es uno de los sistemas
más fuertes y complicados para las
negras, y está diseñado para luchar
por la victoria.
De Firmian - Adams
Nueva York, 1996
1 e4 eS 2 �f3 �c6 3 .i.bS a6 4 i.a4
�f6 S 0-0 i!.e7 6 l:.e1 bS 7 i!.b3 0-0 8
c3 dS 9 exdS �xdS 10 �xeS ttJxeS
11 l:.xeS c6 12 d4 .i.d6 13 l:.e2 'ifh4
14 g3 1Wh3 1S �d2 .i.fS 16 a4 (D)
16 l:.ae8
Adams ofrece de buen grado a
las blancas la posibilidad de cam­
biar su pieza defensiva. El intento
de jugar a ganar de inmediato falla:
a) 16 ... b4 17 ctJe4 .i.g4 18 ctJxd6
'ii h5 19 .i.c4 ±.
62 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
a b e d e g h que Adams demostrase que tenía
Negras
b) 16 ... etJf4 17 gxf4 l:.ae8 18
.:teS ! y el ataque negro es rechaza­
do.
17 .:txe8
La tranquila 17 axbS resulta ser
un error, ya que las negras pueden
machacar en el flanco de rey, como
sucedió en la partida Enders -
Goldberg, Bundesliga, 1993, que
prosiguió así: 17 ... etJf4! 18 gxf4
1j'g4+ 19 �fl i.d3 20 t2Je4 1j'f3 21
�el ..ixe2 22 'ii'xe2 'ii'h l + ! 23 �d2
.:txe4 24 �dl i.xf4+ 2S �d3 (2S
�c2 .:tel 26 i.xf4 l:xdl 27 .:txdl
'ii'e 4+, ganando) 2S ... .:tel 26 .i.xf4
'ii' e4+ (0-1 ).
17 .:txe8
18 ttJn
El caballo blanco se sitúa en f1
para colaborar en la defensa. Una
vez más, tampoco era oportuno
abrir la columna a con 18 axbS. En
la partida Kotronias - Adams,
Chalkidiki, 1992, las negras lo refu­
taron así: 18 . . . etJf4! 19 gxf4 ..ixf4
20 etJf3 (20 etJfl i.e4 21 f3 ..ixf3 22
¡vc2 'ii'g4+, ganando) 20 ... 'ifg4+
21 <it>fl .id3+ 22 'ifxd3 'iVh3+ 23
�gl .:tel + 24 ttJxel .ixh2+ 2S �hl
.ig3+ 26 \t>gl �h2+ 27 �fl
1j'xf2++.
18 h5
Un tratamiento consistente, que
busca minar la barrera defensiva
de peones blancos, con ... h4xg3.
19 axb5 axb5
20 .:ta6?!
Hubiera sido mejor permitir
alguna mejora sobre la continua­
ción de la partida Sax - Nunn, Bru­
selas, 1988: 20 .ixdS cxdS 21 t2Je3
..ig6 22 'ti'fl �d7 23 .:as (+=). El
norteamericano es un experto en la
Apertura Española, pero en esta
ocasión pierde el rumbo.
20 t2Jc7!
Una inteligente réplica. El peón
e es prácticamente tabú, ya que si
21 .:txc6, 21 ... i.e4 y las negras
amenazan mate y la torre.
21 .:ta7 h4
22 t2Je3
Es difícil salir al paso de las cre­
cientes amenazas. Por ejemplo: 22
1i'hS 'ifxfl + ! 23 �xfl ..ih3+ 24 \t>gl
.:tel++.
22 hxg3
23 fxg3 ... (D)
No 23 hxg3? ..ie4 (-+).
23 ..ixg3!
Tras este soberbio sacrificio, el
tablero explota. Adams es muy
consciente de que una de las ideas
básicas de esta particular apertura
es la destrucción, en el medio j ue­
go, de la cobertura de peones.
24 hxg3 .:txe3
 ¡SAC RIFI C IO ! 63

Wely, Wijk a a n Zee, 1996, en la que

las blancas utilizaron su ventaja po­
sicional para crear un ataque cul­
minado por un sacrificio ganador.

25 i.xe3 'ii'xg3+
Con tantos jaques disponibles,
el cálculo derivado de la jugada 23
de las negras resulta más fácil.
26 �tl i.h3+
27 �e2 i.g4+ 11 a4 bxa4
28 �d2 i.xd1 Hay casos en los que las negras
La dama blanca desaparece de juegan 1 1 ... 0-0, con�iando en el
la escena rápidamente, y De Fir­ ataque sobre e4 para conservar el
mian pronto le seguirá. equilibrio material. Sin embargo,
29 .ixd1 ctJd5 no es recomendable. Después de
30 l:.a8+ �h7 12 eS (12 axbS? i.xbS 13 l:.xa8
31 l:te8 f5 i.xa8 14 eS i.xf3 1S gxf3 ltJxeS 16
32 �e2 �h2+ 'ifxeS 'ifxd3 17 'ii'xcS �xb 1 , con
33 �d3 'ii'xb2 igualdad) 12 ... .ixf3 13 gxf3 llJdS
0-1 14 axbS ( += ) .
12 llJc3
El sacrificio no surge de repen­ Sokolov siempre está pendiente
te, como por arte de magia, sino hasta de los detalles más sutiles de
que es el resultado de que exista la partida. Ahora evita 12 l:.xa4
una serie de factores positivos, ta­ porque sería bien replicado por 12
les como ventaja posicional, mayor ... .ic6, con idea de . . . aS. Por ejem­
control del tablero y debilidades plo: 13 l:.xa6 l::txa6 14 i.xa6 ltJxe4 y
significativas en el bando contrario. las negras han solucionado sus pro­
La posición del diagrama se produ­ blemas de apertura.
jo en la partida l. Sokolov - Van 12 0-0!?
64 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
El rey negro se refugia. Una ju­
gada un tanto inusual, ya que es
posible impedir que la torre dama
blanca se active. 12 ... a3 se vio en
la partida Bagaturov - Brunner,
Berna, 1993, donde las negras se
aseguraron la igualdad por medio
de 13 bxa3 0-0 14 llb1 ..ic6 1S ..if4
�aS 1 6 1'l.fcl eS 17 ..id2 1'l.fb8.
13 llxa4 a5
Una tentativa de aliviar la pre­
sión sobre el peón a. Hay un incon:.
veniente en la razonable id�a de
expulsar la torre para limitar sus
posibilidades ofensivas: 13 ... t2Jb6
14 lla2 aS 1S eS ..ixf3 (1S ... t2Jfd5?
16 ..ixh7+! �xh7 17 t2JgS+ �g8 18
�hS +-) 16 �xf3 concede ventaja a
las blancas, ya que si la dama puede
capturar en f3 es porque eS ya no
está amenazado.
14 e5!
Un momento crítico en la parti­
da. Sokolov decide j ugársela, pro­
piciando la incorporación de la to­
rre dama al flanco de rey, multipli­
cando así sus posibilidades tácticas.
14 ..ixf3
15 gxf3
1S �xf3? ctJxeS +.
15 t2Jd5
16 t2Jxd5 exd5
17 llg4
Las blancas han implementado
con éxito su plan de presionar a las
negras mediante el traslado de la
torre al ala de rey. Ahora la amena­
za es 18 ..ih6.
17 lle8
Es preciso abrir paso a la posi­
bilidad ... i.. f8, para proteger el
punto g7. El principal problema de
Van Wely es organizar la defensa .
contra un asalto que se perfila sin
tregua.
18 f4 g6
19 'iVf3
Una j ugada prudente que pre­
tende alterar todavía más la coor­
dinación de las piezas negras, "to­
cando" de paso al peón de dS. La
ventaj a adicional de esta jugada es
que evita los problemas de la clava­
da sobre la columna e.
19 llb8
20 ..ib1
Evitando la furtiva celada que
se produciría después de 20
�xdS? : 20 ... ctJxeS ! 21 �xd8
llbxd8 22 fxeS llxd3 y es Van Wely
quien tiene la sonrisa en la cara.
20 llb4
Un recurso ingenioso para tra­
tar de pescar en río revuelto. Se
amenaza 21 ... llxeS 22 fxeS tt:JxeS,
con doble ataque sobre dama y to­
rre, lo que da la ventaja a las ne-
gras.
21 llg3
22 l'l.d1
Una acción de clase. Sokolov
incorpora otra pieza a la lucha para
provocar nuevas concesiones. Esta
es una lección útil de cómo conse­
guir incrementar gradualmente
una ventaja, hasta crear las condi­
ciones necesarias para golpear con
éxito al corazón de la fortaleza ne­
gra.
22 tt:Je6?
Las intenciones subyacentes a
la entrega del peón d radican en la
obtención de algún contrajuego.
Por ejemplo: 23 :xdS 'ifb6 24 fS? !
 ¡SAC RIFICIO ! 65

ttJd4 25 :xd4 �xd4 26 e6 f6 27 fxg6 La táctica de provocar al opo­

h6 y las negras resisten. Otras posi­
bilidades son:
a) 22 ... d4 (probablemente lo
mejor, dadas las circunstancias) 23
�a2 y el alfil tiene una importante
influencia en la diagonal a2-g8.
b ).22 . . . ¡vb6 23 �a2! (23 :xd5
traspone a la nota anterior) 23 ...
ltJd4 24 ¡vxd5 y las negras han per­
dido un peón a cambio de nada.
23 f5!. ttJd4 (D)
nente para que adopte una forma­
ción ofensiva tiene consecuencias
inciertas. La siguiente partida de­
muestra cómo las negras esperan
conseguir beneficios a largo plazo
hostigando a las piezas enemigas
con ataques de peón. A veces esto
funciona, pero en otros muchos ca­
sos el jugador aventurero puede
encontrar una senda para encauzar
un ataque emprendedor.

J. Polgár - Shirov
Amsterdam, 1995

1 e4 g6 2 d4 i.g7 3 ltJc3 c6 4 �c4 d6

5 ¡vf3 e6 6 lL'lge2 b5 7 �b3 aS (D)

a b e d e f g h
Blancas

24 :xd4
El sacrificio de calidad es el pre­
ludio a la aniquilación de la barrera a b e d e f g h
defensiva de las negras.
24 Blancas
.ixd4
25 fxg6 f6
Las negras disponían de una 8 a3
elección limitada, por ejemplo 25 ... Abriendo una casilla de retira­
fxg6 26 �xg6 :ts (26 ... hxg6 27 da al alfil, en vista de la amenaza 8
:xg6+ �h7 28 'i'h5++) 27 ii,t7+ ... a4.
�h8 28 �h6 (+-). 8 .ia6?!
26 'iVhS :b7 En a6 el alfil amenaza el avance
27 g7 1-0 ... b4 en su momento, para explotar
66 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
la diagonal fl-a6. Sin embargo, era
de considerar 8 ... .ib7.
9 dS
Judit presiona a las negras en la
primera oportunidad de que dispo­
ne, tratando de romper la estructu­
ra de peones negros.
9 cxdS
Las alternativas son:
a) 9 ... b4 10 dxe6 fxe6 11 l2Jd1
d5 12 l2Jf4 'VJJ/e7 13 'ifh3 concede
ventaja a las blancas, a causa de la
debilidad de e6.
b) 9 ... exd5 10 exd5 eS 1 1 a4 b4
12 l2Jh5 (+= ).
10 exdS eS
11 l2Je4 'ilic7
Es difícil encontrar el camino
correcto para contener el agresivo
sistema de las blancas. Después de
11 ... h6 12 g4 l2Jf6 13 l2J2g3 l2Jxe4
14 l2Jxe4 0-0 15 'ilih3, el juego po­
dría continuar así:
a) 15 ... l2Jd7 16 .i.xh6 l2Jc5 17
l2Jg5 .i.f6 18 .i.g7 (1-0), Zulfugarli -
Bologan, Nikolaev, 1995 (Zonal).
b) 15 ... f5 16 gxf5 .i.c8 17 l2Jg3
llxf5 ! ? (17 ... gxf5 18 l2Jh5 += ) 18
¡yg2! .i4 19 .i.a2 llf4 20 c3 (20
.i.xf4 exf4 21 l2Je2 'iff6 y las negras
tienen suficiente compensación) 20
. . . llh4 21 h3 i.f5 (21 ... l2Jd7 ! ?) 22
l2Jxf5 gxf5 23 'VJ/lg6 'ilif8 24 .i.e3 <iith 8
25 0-0-0 y las blancas pueden llevar
una torre a la columna g con venta­
ja, Anand - Shirov, Dos Hermanas,
1996.
12 c4!
Un excelente sacrificio que qui­
ta a Shirov la posibilidad de conso­
lidarse con ... l2Jd7, ... l2Je7 y ... 0-0.
12 bxc4
No es particularmente atractivo
permitir que el rey pueda ser ataca­
do, pero es mejor que 12 ... a4 13
.i.d1, seguido de l2J2c3, con ventaja
de las blancas.
13 .i.a4+ l2Jd7
Tanto 13 ... �f8 como 13 ... �e7
se replican con 14 l2J2c3 y las com­
plicaciones favorecen a las blancas.
14 l2J2c3
Por el precio de un peón las
blancas han conseguido los objeti­
vos iniciales de activar el alfil de a4
y de bloquear el alfil dama enemi­
go. El sacrificio puede justificarse
sobre la base de que ahora es más
fácil insistir en la presión con el rey
negro en el centro.
14 �e7? (D)
Tras este comprensible error, en
una difícil posición, Shirov será cla­
ramente superado. Otras posibili­
dades para las negras son:
a) 14 ... h6 15 g4, con idea de g5
y estrangulamiento total del flanco
de rey.
 ¡SAC RIFI C IO! 67

b) 14 ... �f8 15 .i.c6 .i:lb8 16 a4 18 'iVb7

l:.b3 17 'ife2, seguido de t2Jd2, con
ventaja blanca, según Polgár.
15 ltJxd6!
¡Alta tensión! Las blancas sacri­
fican una pieza para desplegar una
poderosa ofensiva. Naturalmente,
la entrega requiere un cálculo pre­
ciso, pero hay otros factores que
sugieren la posibilidad de que exis­
ta una acción decisiva. Por ejem­
plo: el flanco de rey negro está sub­
desarrollado y las blancas cuentan
con piezas muy activas dirigidas
hacia el desprotegido rey.
15 �xd6
16 ltJe4 'iVxd5
El colapso que sufre la posición
negra también resulta evidente
después de 16 ... 'ifb8 17 d6+ �e8
18 .i.xd7+ <it'xd7 19 �xf7+, con cla­
rísima ventaja de las blancas.
17 .i.g5+ t2Jdf6
Si 17 ... f6, 18 l1d1 (+-).
18 l1d1 ••• (D)
La torre dama se suma a la ac­
ción para sacar el máximo partido
posible a la columna d.
19 l1d7+ 'ii'xd7
20 .i.xd7 h6
La tentativa de plantear mayor
resistencia con 20 ... i.. b7 fracasa
después de 21 a4 h6 (21 ... �xd7 22
t2Jc5+) 22 .i.b5 ! Hxg5 23 'iVa3+ �d8
24 'iVd6+ �c8 25 t2Jc5 +- (Polgár).
21 �d1 1-0
2. COMBINACIONES
Un temprano sacrificio de peón pa­
ra incrementar el potencial de ata­
que de las piezas es un recurso co­
mún que ayuda a mantener la ini­
ciativa. La partida que sigue mues­
tra cómo las blancas tratan de re­
forzar su posición como parte de
un plan para crear debilidades an­
tes de llegar a un imponente final.
Milos - Spangenberg
Argentina, 1 995

a b e d e g h 10
Blancas 11 b4!?
68 G U ÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

Una respuesta dinámica a la 16 f4 no es del todo correcto, si

amenaza que las negras han plan­ bien después de 16 ... exf4 17 .i.f3
teado sobre el peón de e4. La idea las negras deberían encontrar la
subyacente a este audaz avance de mejor respuesta, según el análisis
peón es que, si las negras están dis­ de Milos:
puestas a deshacerse de su podero­ a) 17 ... tZJf6 18 l:.xd6, con idea
so alfil para ganar un peón, enton­ de 'ti'c3, y ventaja de las blancas.
ces las blancas conseguirán com­ b) 17 ... f5 18 l:.xd6 ! tZJxd6 19
pensación gracias al dominio sobre 'iVxe6+ tZJf7 20 l:.e1 ! y la pareja de
la diagonal a1 -h8 y, en consecuen­ alfiles domina el tablero.
cia, sobre las casillas negras en el e ) 17 ... tZJg3 ! 18 hxg3 (18 l:.f2
entorno del rey contrario. ..txc3 + 18 ... fxg3 y a las blancas les
11 �xc3 espera una dura tarea para impedir
Se ha recogido el guante y la 'iVh4-h2 con, como mínimo, un fan­
batalla comienza. En la partida Sa­ tástico ataque.
lov - Adams, Dos Hermanas, 1995, 16 'ti'h4
las negras ensayaron 11 ... tZJé6. 17 ..tf3
Después de 12 l:.b1 a5 13 b5 tZJcd4 17 g3 tZJxg3+! 18 fxg3 'iVxe4+,
14 b6 tZJxc2 15 'ifxc2 .i.d7 16 tZJd5, seguido de ... 'iVxc2, gana material.
las blancas quedaron ligeramente 17 f5
mejor. 18 b5 tZJdS
12 ..txc3 tZJxe4 19 g3 'iVf6
13 i.b2 eS 20 tZJe3
Una forma brusca pero efectiva Milos ha reducido con habili­
de restringir el poder del alfil de dad la ofensiva negra y ahora se
b2. Pero la historia no acaba aquí, concentra en mejorar la posición
porque ahora el peón d6 es débil y de sus piezas.
las blancas pueden, por otro lado, 20 tZJt7
realizar el futuro avance f4, para 21 i.g2 l:.ac8?!
intentar reabrir la diagonal. Parece una idea plausible ata­
14 'iVe1 'iVg5?! car el peón e, pero ahora las b lan­
Las negras optan por un ambi­ cas encuentran el modo de rom­
cioso enfoque, en busca de posibili­ per las barricadas. Era mej or 21
dades de ataque. No es fácil, sin . . . l:.ad8, para proteger el peón
embargo, justificar esta decisión, d6.
teniendo en cuenta las dificultades 22 f3 tZJc5
para incorporar refuerzos a la 23 f4
ofensiva. En su lugar se ha pro­ Finalmente, el avance de peón
puesto 14 ... 'iVe7, a· fin de conser­ se efectúa en el momento correcto
var el peón de d6. y de nuevo la cuestión más impor­
15 l:.d1 ..te6 tante es el poder de la pareja de al­
16 �h1 files blancos.
 ¡SAC R I F I C IO ! 69

23 l:fe8 b) 29 ... t2Jfe5 30 l:f2 ! 'iVa3 31

24 g4! l:xd7 i.xd7 32 'tWxe5 (+-).
Una astuta forma de incremen­ 30 l:d2!
tar el envite, minando seriamente La simple pero concluyente
Jos peones centrales. Ahora la ame­ amenaza 30 l:e2 decide la partida.
naza es 25 gxf5 gxf5 26 fxe5 dxe5 27 30 ¡yxe1
t2Jg4 ( +-). 31 l:xe1 t2Jc5
24 fxg4 32 i.d5 l:e8
25 fxe5 'tWg7 No hay forma de evitar la de­
26 ctJd5 t2Jd7 (D) rrota: 32 ... i.xd5 33 l:xd5 l:e8 34
27 t2Je7+!! l:xc5, o bien 32 ... t2Jg5 33 i.xe6+
t2Jgxe6 34 l:d8+ l:xd8 35 exd8'iV +
t2Jxd8 36 l:e8+ y las blancas ganan
en ambos casos (Milos).
33 i.xe6 l:e7
34 l:de2 h5
35 i.d5 1-0

La siguiente partida constituye

Un trabajo de demolición. La
clave es que Milos ha calculado
que dispondría de un peón en sép­
tima y que la posibilidad de coro­
narlo inclina todo el juego táctico a
su favor.
27 l:xe7
28 exd6 'tWxb2
29 dxe7 'tWeS
Alternativas a la textual son:
a) 29 . . . t2Jc5 30 i.d5 t2Jg5 31
i.xe6+ t2Jgxe6 32 l:d8+ l:xd8 (o
bien 32 . . . t2Jxd8 33 e8¡f+) 33
exd8¡v + t2Jxd8 34 'iVe8+ cJ;;g7 35
¡ff8++.
un excelente ejemplo de cómo un
sacrificio puede decidir un ataque
directo al rey enemigo. Las blancas
abandonan una pieza en c7 para
desviar la defensa, sacrificando a
continuación un alfil en d3 para
acelerar el asalto. El resultado es
que el tablero se llena de fuegos de
artificio.
Korneiev- Murey
Versal/es, 1995
1 e4 eS
2 t2Jf3 d6
3 d4 ctJd7
La Defensa Philidor es una
apertura tranquila, en la que las ne­
gras permiten a las blancas contro­
lar mayor espacio, con esperanza
de poder contraatacar luego.
4 ii.c4 exd4
70 GUÍA PARA EL JUG ADOR DE ATAQUE
Ciertamente no 4 . . . i.. e 7? S
dxeS tt:JxeS (S . . . dxeS 6 'iVdS +-) 6
¡fhS y las negras pierden un peón.
5 tt:Jxd4 tiJb6
6 i.. d3 .i.e7?!
Una interesante idea para acti­
var el alfil, en lugar de la habitual
... tt:Jf6 y ... .i.e7, que es pasiva.
7 0-0 .i.f6
8 c3 tt:Je7
9 i.. e3
El apresurado avance 9 f4 per­
mitiría a Murey un consistente plan
defensivo: 9 ... .i.xd4+ 10 cxd4 dS
11 eS g6 (11 . . . .i.fS 12 i.. xfS tt:JxfS
13 g4 tt:Je7 14 fS y los peones m§vi­
les son un verdadero problema pa­
ra las negras) 12 tt:Jc3 .i.fS y las
blancas pueden tratar de jugar g4
en el momento oportuno, con una
pequeña ventaja.
9 d5 (D)
10 tt:Jd2
Blancas
Korneiev no pierde tiempo en
desarrollar sus piezas, antes que
considerar 10 exdS? ! tt:JbxdS, con
lo que sólo conseguiría que un
buen caballo negro se instalase en
el centro.
10 tt:Jg6
Murey invierte más tiempo en
tratar de encontrar las casillas ópti­
mas para sus piezas. Limitar el da­
ño de la apertura por otros méto­
dos no es fácil. Por ejemplo: 10 ...
dxe4 1 1 tt:Jxe4 tt:JedS 12 tt:Jxf6+
�xf6 13 'iVhS ! ct:Jxe3 14 �ae1 h6?
(14 ... ctJbdS?? 1S 'tWxdS +-) 1S fxe3
'iVe7 16 �xt7 ! 'iVxt7 17 .i.g6 ( +-) .
11 f4
La textual cumple la útil fun­
ción de cubrir la casilla eS y amena­
za con dislocar las piezas negras
con su avance.
11 dxe4
12 ct:Jxe4 0-0
13 tt:Jxf6 'iVxf6
14 'ifh5
Este es el primer signo claro de
que las blancas pretenden lanzar
un fuerte ataque. Debería obser­
varse que su superioridad posicio­
nal en términos de ventaja espacial
y mejor coordinación de piezas son
la razón para que se les abran unas
brillantes perspectivas. La amenaza
inicial es 1S fS, seguida de 16 .i.gS,
con lo que podrán eliminarse las
piezas defensivas clave.
14 h6
15 tt:Jb5 c6
16 ct:Jc7! !
¡Increíble ! Korneiev sitúa su ca­
ballo en la única casilla de la que
no podrá escapar para ganar tiem­
po en la ejecución de su ataque.
16 l::rb 8
 ¡SACRIFI C IO ! 71

17 i.. d4 'iVd6 b) 20 ... tt:'lxd3 21 tt:'le8 ¡vd8 22

18 fS tt:'lf4
Después de 18 ... tt:'le5 19 f6 las
blancas destruyen la última línea
defensiva:
a) 19 ... gxf6 20 'iVxh6 tt:'lxd3 21
i.. xf6, con mate inminente.
b) 19 ... tt:'lxd3 20 fxg7 .:es 21
.:f6 �xc7 22 �xh6 (+-).
e) 19 ... tt:'lbd7 20 fxg7 rJ;;xg7 (20
... .:d8 21 ii.c4 tt:'lxc4 22 �xf7+ rJi;h7
23 g8Vi'++) 21 tt:'le8+ .:xe8 22
'ifxf7+, ganando.
19 �g4 g5 (D)
tt:'lf6+ rJ;; g7 23 h4 tt:'lxe1 24 hxg5
(+-).
21 h4
La única prioridad es eliminar
los peones enemigos del flanco de
rey.
21 tt:'lxd3
La tentativa de construir un
bloqueo con 21 ... f6 llega demasia­
do tarde. Por ejemplo: 22 hxg5
hxg5 (22 ... fxg5 23 .:xf4 'ifxf4 24
'iVh5 'iYd6 25 tt:'le8 +-) 23 tt:'le6 ii.xe6
(23 ... tt:'lxd3 24 tt:'lxg5 +-) 24 .:xe6!
tt:'lxe6 25 fxe6 'ife7 (25 ... tt:'ld5 26
.:f5 iJie7 27 .:xg5+ fxg5 28 ii.h7+ !
rJi;xh7 29 'VJJih 5+, ganando) 26 .:f5
'VJJig7 27 i..xf6 .:xf6 28 .:xg5 +­
(Marciano).
22 hxg5 'ifg6
23 tt:'le6 1-0
Las negras no quieren contem­
plar en el tablero 23 ... i.xe6 24
.:xe6 �xg5 25 .:xh6 iJixg4 26
.:h8++.

a b e d e g h 3. EL SACRIFICIO DE CALIDAD
Blancas
Si existe alguna duda en cuanto a
20 .:ae1! con qué frecuencia puede producir­
En medio de la acción Korneiev se un espectacular sacrificio de pie­
incorpora tranquilamente otra pieza za en el tablero propio, no puede
al ataque, amenazando tanto tt:'le8 haber, en cambio, excusas para no
como ii.e5, a pesar de que dos de sus investigar el sacrificio práctico de
piezas se encuentran atacadas. calidad. La idea de entregar una to­
20 ii.d7 rre por una pieza menor puede mo­
La captura de cualquiera de las dificar radicalmente el curso dramá­
piezas falla: tico de una partida, sin que ello su­
a) 20 . . . 'VJJixc7 21 i.e5 'ifxe5 22 ponga una gran concesión material.
.:Ixe5 tt:'lxd3 23 .:e3 tt:'lc5 24 .:h3 El siguiente diagrama refleja
(+-) . una posición de la partida Lautier -
72 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
Timman, Amsterdam, 1996, en la
que las blancas crean las condicio­
nes correctas para entregar calidad
y desplegar entonces la iniciativa
hasta la última jugada.
11 0-0
12 0-0-0
Más aventurero que 12 .:td1, co­
mo en la partida Jenkin - Adams,
Burgas, 1993, que continuó así: 12
... aS 13 0-0 �e7 14 eS tt:JhS 1S
.i.xhS �h4 1 6 �e2 �xf4 1 7 g3 �gS
18 ..if3, con igualdad.
12 tt:Je8
A estas alturas resultaba fácil
equivocarse:
a) 12 ... .i.xf2? 13 eS tt:Je8 14
..id1 .i.cS 1S ..ixh7+ y el rey negro
está en peligro.
b) 12 . . . eS? 13 ..ixeS .i.xf2 (otra
posibilidad es 13 ... tt:Jg4 14 i.xg4
�gS+ 1S �b1 �xg4 16 tt:JdS .i.xdS
17 cxdS .:tac8 18 f3 +- Krasenkov ­
Hellsten, Malmo, 1 99S) 1 4 i.d6
.:te8 1S eS ( +-) .
13 .i.g3 eS
14 �b1
1 4 .i.xeS �gS+ 1S f4 .i.e3+ 16
�b1 .i.xf4 ( = ) .
14 i.d4
Al no disponerse de jaque en
gS, es preciso apoyar el peón. Aquí
también se ha jugado 14 ... �e7, a
lo que siguió 1S .:the1 ! .i.d4 1 6 tt:JdS
i.xdS 17 exdS �f6 18 i.d3 g6 y las
negras consiguieron atenuar la ten­
sión, Timman - Tiviakov, Wijk aan
Zee, 1996. Timman propuso luego
en sus análisis 16 .id3 .ixc3 17
�xc3 f6 18 f4 d6 19 fS, con ventaja
de las blancas.
15 tt:Jb5 i.xb5
16 cxb5 �e7 (D)
17 .:txd4!
¡ Una tremenda jugada! De un
plumazo, Lautier ha eliminado la
pieza mejor situada de las negras,
puede presionar ahora sobre la co­
lumna d para conseguir al menos
un peón, y ha abierto la posición en
beneficio de su par de alfiles.
 ¡SAC RIFIC IO! 73

17 exd4 .:e4 .:xg4 38 .:xg4 <:Jitf7 (38 ... �g6

18 l:.d1 d5 39 l:.e4 �f5 40 e6 �xe4 41 e7 l:.c8+
Timman no está de humor para 42 �d2 +-) 39 .:xg5 �e6 40 �d3
sentarse y esperar acontecimientos, l:.h8 41 �c3 l:.h1 42 l:.g8 (1-0).
por lo que juega activamente a fin
de asegurar d6 para su caballo. O Hay ocasiones en las que se re­
bien 18 ... lt:Jf6 19 l:.xd4 l:.ac8 20 quiere fuerza bruta para asegurar
iVd3 d5 21 exd5 l:.fe8 22 .i,d1 ( += ). la victoria. U na forma es eliminar
19 exd5 t2Jd6 la pieza defensiva clave y cuando el
20 .i,d3 h6 rey se encuentra protegido por un
21 iVa4 'iff6 alfil en fianchetto, suele ser este al­
22 l:.cl lt:Jf5?! fil precisamente la pieza que sostie­
Una difícil decisión, con miras a ne la posición. La siguiente partida
buscar contrajuego, pero la fuerza constituye un ejemplo de este caso.
del peón d pasado es tal que debería
intentarse un bloqueo. Por ejemplo: H. Leyva - R. Leyva
a) 22 ... iVe7 23 'ifb4 l:.ad8 24 Holguín, 1 995
l:.c6 lt:Jc8 25 d6 ± .
b) 22 . .. l:.fd8 23 l:.c6 .:d7 24 l d4 g6 2 c4 .i.g7 3 lt:Jc3 d6 4 e4 lt:Jf6
l:.xb6 y las negras tienen algunas 5 t2Jf3 0-0 6 .i.e2 eS 7 d5 iVe8 8 h3
chances de supervivencia. lt:Jh5 (D)
23 1i,c7 lt:Jh4 9 tt:Jh2 f5
24 f4! Una respuesta agresiva. Las ne­
De repente el alfil puede recla­ gras no temen doblar los peones h
mar un poderoso puesto en e5 y las ya que entonces dispondrían de la
negras van ahora cuesta abajo. columna g y la dama podría conse­
24 lt:Jxg2 guir contrajuego desde g6.
25 .i,eS 'ifh4
26 iVxd4 lt:Jel
26 ... f6 27 iVe4! fxe5 28 iVh7+
�fl 29 l:.c7+, ganando.
27 'ifg1 f6
28 iVxe1 'ifxel
29 l:.xe1 fxe5
30 fxe5
Los peones pasados y conecta­
dos constituyen un formidable dúo,
que ayuda a las blancas a ganar
confortablemente. La partida fina­
lizó como sigue: 30 rJ;;;fJ 31 h4 g5
a b e d e g h
•••

32 hxg5 hxg5 33 i.. f5 l:.ad8 34 d6

rJitg7 35 ..ig4 l:.h8 36 �c2 l:Ih4 37 Blancas
74 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
10 exf5 tZJf4
Una maniobra estándar, consi­
derando el escenario de pesadilla
que se produciría después de 10 ...
.i.xf5? 1 1 g4 (+-).
11 .i.xf4 exf4
12 fxg6 'iYxg6
13 tZJf3 �xg2?
Hasta este momento las negras
habían empleado una estrategia si­
milar a la de la partida Chernin
J. Polgár, Delhi, 1990, que se había
desarrollado así: 1 d4 t2:Jf6 2 c4 g6 3
tZJc3 i.. g7 4 e4 d6 5 t2:Jf3 0-0 6 h3 eS
7 d5 tZJa68 .i.e3 tZJh5 9 t2:Jh2 �e8 1 O
.i.e2 f5 1 1 exf5 t2:Jf4 12 .i.xf4 exf4 13
fxg6 �xg6 14 �fl y las negras con­
siguieron ganar, tras un ataque re­
lámpago en el flanco de rey. La di­
ferencia crucial es que sin ... tZJa6 el
flanco de dama negro está inutili­
zado y abrir la columna g, de la que
las blancas pueden adueñarse rápi­
damente con sus torres, ha sido te­
merario. Más acertado habría sido
jugar 13 . . . tZJa6 y las blancas no
pueden enrocar por la amenaza . . .
.i.xh3.
14 .:g1 'iYxh3 (D)
15 l:.xg7+!
El rey negro tiene una depen­
dencia vital de su único defensor, y
ésa es una señal inequívoca que su­
giere la existencia de una deslum­
brante combinación. Para entender
qué fue lo que decidió a las blancas
a sacrificar dos peones y la calidad,
debemos estudiar c1,Iidadosamente
la posición. El punto principal es
que las blancas pueden crear con
suma facilidad amenazas de mate
con la dama en d4 y una torre en
-
a b e d e g h
Blancas
g1, lo que permite al resto de las
piezas penetrar en el flanco de rey
enemigo. Por el contrario, las ne­
gras tienen un rey expuesto que no
puede ofrecer una ágil defensa por­
que sus efectivos del flanco de da­
ma siguen dormidos. Por si eso fue­
ra poco, la dama negra está mal si­
tuada, permitiendo en cualquier
momento la jugada tZJg5, ganando
un tiempo.
15 �xg7
16 ¡y d4+ �g8
Las negras no pueden escapar
fácilmente de las rabiosas piezas
enemigas:
a) 16 . . . �h6 17 �d2 .i.g4 18
l:.g1 l:.g8 (18 ... t2:Jd7 19 tZJg5 +-) 19
�xf4+ �h5 20 'iYxf7+ l:.g6 21
�xh7+ l:.h6 22 �f5+! y 23 l:.g5++.
b) 16 ... l:.f6 17 tZJe4 �f5 18 �d2
tZJd7 19 l:.g1 + �f7 (19 ... �h8 20
l:.g5) 20 .i.d3 �e7 21 tZJxf6 'ii'xf6 22
l:.g7+ �f8 23 l:.xh7 +- (H. Leyva).
17 �d2!
Es preciso incorporar la torre a
la columna g y ésta es la mejor ma-
 ¡SACRIFICIO! 75

nera de conseguirlo. 17 0-0-0 implica filo, en el que las blancas atacan en

el riesgo de tener que soportar ame­ el flanco de dama y las negras en el
nazas de mate después de 17 ... i.fS flanco de rey. En la posición del
18 i.g6 19 ttJgS ¡vfs y ... 'ifc2++, lo diagrama, tomada de la partida
que plantea un problema. Ftacnik - Gazik, Eslovenia, 1995,
17 i.fS las blancas tratan de encontrar el
17 ... i.g4 18 l:.gl hS 19 ttJgS modo de penetrar en la posición
'ifh4 (19 ... 'ifh2 20 i.xg4 'ifxgl 21 enemiga gracias a su avalancha de
i.e6+, ganando) 20 t2Je6 l:.f7 21 f3 peones, pero es un clásico sacrificio
(+-). de calidad lo que asegura el éxito.
18 l:.g1+ i.g6 17 aS b6
19 t2Jg5 'ii'h6
19 . . . 'iffS es más tenaz, pero
no salva la partida después de 20
t2Je6 l:.f7 (20 . . . 'ifc2+ 21 �el l:.f7
22 i.d3 eS 23 dxc6 t2Jc6 24 'iVxd6
+-) 21 .i.d3 eS 22 dxc6 'ti'xe6 23
cxb7 l:.xb7 24 i.e4 ! l:.xb2+ 2S �el
t2Jxc6 26 i.xc6 (con ambas torres
atacadas y perfilándose i.dS, las
negras estarían condenadas) 26 . . .
l:.c2+ 2 7 �dl 'ifeS 28 'ti'xeS dxeS
29 l:.xg6+ hxg6 30 �xc2 +­
(H. Leyva).
20 i.g4 l:.e8
21 ¡vr6 t2Ja6
22 i.e6+ l:.xe6
23 'iVxe6+ �g7
24 t2Jce4 Gazik pretende que su peón de
Otra pieza se incorpora al ata- b6 actúe como un baluarte que fre­
que para ayudar a rematar la faena. ne el activo juego de Ftacnik. De
24 l:.f8 esta forma busca ganar tiempo pa­
25 'iVe7+ �h8 ra proseguir su ataque en el flanco
26 l:.h1! 1-0 de rey y obligar así a que las blan­
Las negras prefirieron rendirse cas replieguen sus piezas activas
antes que contemplar en el tablero para incorporarlas a la defensa.
la continuación 26 ... "i!ig7 27 18 axb6 axb6
'Viixg7 + �xg7 28 t2Je6+ �f7 29 t2Jxf8 19 cxb6 cxb6
i.xe4 30 lth4 ( +-). 20 t2Ja4 l:.b8
21 ..ib4
La Defensa India de Rey a me­ Esto plantea un astuto truco. Si
nudo conduce a un juego de doble 21 ... 'ifd7 22 Viel "iJ/c7 (o bien 22 . . .
76 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

'iVb5 23 lt:Jxe5 +-) 23 Vi'f2 y el peón 25 .i.xc6

dejará el tablero. 26 dxc6 'Yi'b8
21 Las negras no disponen de una
22 t2Jcxb6! l:.xb6 alternativa razonable: 26 ... l:.b8 27
23 i.a5 'Yi'd5+ �h8 (27 ... <it>f8 28 i.c4 es
La clavada es el ingrediente muy peligroso) 28 'Yi'f7 ! d5 (28 ...
esencial que se requería para tener l:.6b7 29 'Yi'xb7 ! +-) 29 t2Jxb6 dxe4
éxito. Ahora Gazik finaliza la parti­ 30 l:.d 1 +- (Ftacnik).
da tratando de conservar su mate­ 27 cxb7 l:.xb7
rial extra. 28 b6
23 l:.tb7 El peón pasado decide el desen­
24 l:.c1 lace de la lucha en favor de las
Con las negras atadas, las blan­ blancas.
cas pueden tomarse su tiempo para 28 it.f6
dominar la columna e, amenazando 29 it.a6 l:.g7
25 l:.c6 o 25 t2Jxb6 l:.xb6 26 l:.xc8 30 'Yi'b3+ �h7
'Yi'xc8 27 ..ixb6 ( +-). 31 l:.c1 t2Je7
24 it.d7 (D) 31 ; . . t'fjc7 32 i.c4 t'fja8 33 .i.d5
Otra posibilidad era 24 ... t'fje7 i.d8 34 'Yi'b5 ( +-) .
25 l:.c6! t2Jxc6 26 dxc6 l:.b8 27 'Yi'd5+ 32 b7 g4
�h8 28 'Yi'f7 ±. 33 i.b6 gxf3
25 l:.c6! 34 Vi'xf3 1-0
U na forma clásica de sacrificar
calidad. El par de peones pasados El tema de sacrificio de torre
resultante es muy difícil de neutra­ para crear un peón pasado es ca­
lizar. racterístico de la partida que sigue.
En un momento dado parece que
la posición se encamina hacia las
tablas cuando, de repente, todo
cambia.

T hiteca- Grobelny
Bruselas, 1995
22 l:.c6!
·Este sacrificio no debería cons­
tituir un misterio, toda vez que he­
mos presenciado su aparición en la
escena de la partida anterior. En
este caso las blancas declinan la in­
a b e d e g h
vitación a un pacífico cambio de to­
Blancas rres y se apoderan de la iniciativa.
 ¡SAC RIFIC IO! 77

31 .iaS! 1-0
La fuerza del dúo de peones pa­
sados provoca un abrupto desenla-
ce. Por ejemplo: 31 . . bxa5 32 b6
.

l:.c8 33 b7 l:.e8 (33 . . l:.c7 34 'iVa8

.

+-) 34 'iVb6, seguido de c7.

4. EL ART E DEL FAROLEO

Siempre resulta tentador jugar un

espectacular sacrificio, pero debe­
mos estar alerta por si la posición
permitiera una victoria más fácil.
Lo sé por experiencia.
22 �f8
23 �h2 .ixc6 Lane - Adams
Grobelny no está dispuesto a Londres (Lioyds Bank), 1993
esperar que las blancas planifiquen
la oportuna ruptura en aS y decide 1 e4 eS 2 tt:Jf3 tt:Jc6 3 .ibS a6 4 .ia4
aceptar el reto capturando la torre. tt:Jf6 S 0-0 .ie7 6 'iVe2 bS 7 .ib3 0-0
24 dxc6 l:.c7 8 c3 dS 9 d3 .ib7 10 tt:Jbd2 l:.e8 11
2S .idS 'iVe8 a3 .if8 (D)
26 aS
Ahora que la dama negra está
atada a la defensa de fl, las blancas
deciden abrir líneas en el flanco de
dama para avanzar el peón c.
26 ..tes
27 f4 it.g7
28 'iVa3
La dama se desplaza sobre la
columna a para poder infiltrarse
cuando se produzca el cambio en
b6. Vale la pena observar que, dada
la naturaleza cerrada de la posi­
a b e d e f g h
ción, la torre negra que bloquea el
peón de c7 es un mer.o espectador Blancas
de los acontecimientos.
28 �g8 12 l:.e1 tt:Jb8?!
29 axb6 axb6 Cayendo en una pequeña tram­
30 ¡va6 'iVb8 pa que yo había preparado. En la
78 GUÍA PARA EL JUGADOR D E ATAQUE

partida Short - l. Sokolov, Londres de un fabuloso ataque? Sin embar­

(Intel rápidas) , 199S, las negras eli­ go, en momento tan crucial, debe­
gieron otro desplazamiento para el ría haberme asegurado de que el
caballo: 12 ... ltJaS 13 .ia2 eS 14 b4 sacrificio era correcto y, de paso,
t2Jc6? ! (14 ... cxb4 ! ?) 1S exdS tt:Jxd5 cerciorarme de que no hubiese nin­
16 tt:Je4 exb4 17 tLlfgS ! f6 18 ¡vhS guna j ugada mejor. Los periódicos
fxgS 19 ltJxgS h6 20 'ifxt7+ �h8 21 le concedieron a la jugada dos ge­
.ixd5 .icS 22 'iVg6 .i.xf2+ 23 �h1 nerosos signos de admiración, pero
'ti'xgS 24 .ixgS (1-0). la verdad es que yo había sencilla­
13 exd5 l2Jxd5 mente omitido una forma directa
14 d4! de ganar. La j ugada correcta era la
La clavada sobre la columna e menos espectacular 19 ¡vhs, que
significa que el peón negro de eS haría muy difícil para las negras
continuar la partida:
deberá abandonar el tablero.
a) 19 ... l:.e7 20 ltJegS h6 21
14 tt:Jc6
.ixt7+ � h8 22 'ti'g6 ! hxgS 23 ltJxgS
15 dxe5 tt:Jf4
(+-).
16 ¡ve4
b) 19 ... tt:Jxb3 20 tt:JegS .ifS (o
Mientras calculaba 14 d4 me di
bien 20 ... h6 21 'ifxt7+ �h8 22 'ifg6
cuenta de que 16 ... tt:Jd3 fallaba por
+-) 21 'ifxt7+ �h8 22 ¡vxfS g6 23
17 'ti'f5 ! l:.e7 18 tt:JgS ( +-). 'ift7 'i/e7 24 'ii'xb3 ( +-) .
16 tt:Je6 19 �xf7
17 'ti'g4 .ic8 20 ¡vh5+ �g8
18 l2Je4 tt:Jc5 (D) 21 tt:Jfg5 h6
19 .ixf7+? 22 'iVf7+ �h8
¿Cómo podía resistir la tenta­ 23 'ti' g6 hxg5
ción de entregar mi alfil a cambio 24 tt:Jxg5 ¡vxg5?
Las últimas jugadas han sido
forzadas, pero ahora Adams deja
escapar su oportunidad de poner
punto final a la partida. Con 24 ...
.ifS ! 2S 'ti'xfS 'iVd3 26 'ti't7 ltJxeS 27
'iVhS+ �h8 28 l:.xeS l:.xeS 29 'ti't7+,
no hay más que el j aque perpetuo.
25 .ixg5 .i.e6
26 b4!
Ésta es la j ugada que Adams
había subestimado al evaluar la po­
sición, cuando tenía tres piezas por
la dama. El problema gira en torno
a la amenaza 27 l::te 4, que conduce
al mate. Por ejemplo: 26 ... t2Jb3 27
 ¡SAC RIFI C IO! 79

l:.e4 'Llxal 28 l:Ih4+ �g8 29 'iVh7+ abrumadora. La partida concluyó

�f7 30 l:.f4+, ganando. como sigue: 28 'Lld5 29 i.e3 'Llxc3
•••

26 tl:Je7 30 i.d4 'Lld5 31 l:.e4 i.f7 32 'ifg4

27 ¡vh5+ 'itg8 .i.e6 33 'iVg6 .i.f7 34 ¡vg5 l:.e6 35
28 bxc5 l:.g4 'Lle7 36 lie1 lid8 37 h4 'Llc6 38
A pesar de la sólida resistencia, .i.c3 l:.d5 39 h5 l:.xc5 40 l:.g3 lic4 41
la ventaja material de las blancas es f4 �h7 42 f5 lih6 43 e6 (1-0).

EJERCICIOS

Rozentalis - Meier
Liechtenstein, 1 996
Aquí las blancas encontraron la
forma de penetrar decisivamente.
¿Puede usted verlo?
80 EJERCICIOS

Berend - Doghri
Budapest, 1 996
Parece que el ataque negro" se ha
esfumado, y sin embargo hay una
sorpresa que gana. ¿Cuál es la conti­
nuación?

Oszvath - Farago
Hungría, 1 996
Las casillas blancas del entorno
del rey blanco son extremadamente
débiles. ¿Cómo pueden las negras
explotar este factor con una combi­
nación ganadora?

Rouzaud- Lane
Fourmies, 1 996
¿Puede usted ver cómo las negras
supieron sacar el máximo partido de
sus piezas, congregadas en el flanco
de rey?
EJERCICIOS 81

T hipsay - Gojale
Calcuta, 1996
Las blancas han maniobrado con
éxito, consiguiendo situar sus piezas
en fuertes posiciones ofensivas. ¿ Có­
mo pueden conseguir ahora ventaja
material?

Yudasin - Shirov
Ljubljana, 1 995
Las negras planeaban expulsar a
la dama blanca para aliviar la pre­
sión sobre su flanco de rey. ¿ Qué fue
lo que se les escapó?

Enders - Peschke
Budapest, 1995
Las negras están bien situadas
para crear molestas amenazas en el
flanco de dama. ¿Cómo pueden evi­
tarlo las negras?
82 EJERCICIOS

Arencibia - Zapata
Matanzas, 1 995
Las negras están completamente
atadas al bloqueo del peón enemigo
en la séptima fila. ¿Cómo pueden las
blancas explotar esta ventaja?

Dao - McDonald
Budapest, 1 996
Las negras han abierto la colum­
na a para acelerar su ataque. ¿Con
qué secuencia táctica puede rema­
tarse?

L. Hansen - Vescovi
Copenhague, 1 995
Las blancas cuentan con una po­
derosa torre en h4. ¿Cómo pueden
utilizarla para crear una combina­
ción ganadora?
 4. LA CAZA DEL REY
Uno de los aspectos más agrada­
bles de la partida es la excitación
que produce un espléndido ataque,
lo que suele acompañarse de un
rey obligado a atravesar el tablero
de banda a banda, hasta recibir ma­
te. Es raro, sin embargo, que poda­
mos experimentar esa satisfacción,
porque los elementos necesarios
para crear las condiciones ideales
del asalto siguen siendo desconoci­
dos. Para intentar entender cómo
puede crearse una caza del rey, de­
be prestarse, naturalmente, espe­
cial atención al cálculo preciso y a
cierta lógica. No obstante, en cierto
modo es posible confiar en la intui­
ción y ésta nos indica que debemos
atraer al rey enemigo al espacio
abierto, donde pronto será cercado
por fuerzas hostiles. La idea de este
capítulo es descartar el tópico de
que cada ataque está calculado con
muchas jugadas de antelación, pues
pretendemos que, muy al contrario,
son características habituales de la
posición como el subdesarrollo o
una pobre estructura defensiva las
que pueden instigar al jugador para
que emprenda el camino hacia la
victoria directa.
1. EL PASEO MÁS SOLITARIO
No es muy divertido que tu rey se
vea obligado a deambular por todo
el tablero, mientras tu adversario lo
persigue tenazmente, mirando de
reojo al premio de belleza. El único
consuelo es que eso puede pasarle
a cualquiera, pero trate de decírse­
lo a un Campeón del Mundo que,
tras cometer un descuido, pronto
es humillado con un severo correc­
tivo.
84 GUÍA PARA EL HJGAD OR D E ATAQUE
Kasparov - Kramnik
Dos Hermanas, 1996
1 d4 d5 2 c4 c6 3 Cbf3 ctJf6 4 Cbc3 e6
5 e3 ctJbd7 6 .id3 dxc4 7 .ixc4 b5 8
.id3 .ib7 9 0-0 a6 10 e4 c5 11 d5 c4
12 .ic2 'iV c7 13 ctJd4 Cbc5 (D)
a b e d e g h 18
Blancas
14 b4
El sistema Merano es una agu­
da variante de apertura que encaja
a las mil maravillas en la naturaleza
agresiva de Kasparov.
En la partida Lautier - Gelfand,
Amsterdam, 1 996, las blancas pre­
firieron presionar sobre e6 antes de
atacar en el flanco de dama: 14
dxe6 fxe6 15 .ie3 0-0-0 16 �e2 e5
17 Cbf3 ltJcxe4? (la alternativa es 17
... Cbd3 ! ?) 18 Cbxe4 Cbxe4 1 9 a4!
�c5 20 axb5 axb5 21 b3 cxb3 22
.if5+ 'it>b8 23 �xb5 g6 24 .ih3 I1d5
25 I1fb1 'iVc6 26 �c4 · .ie7 27 ctJd2
I1hd8 28 tLlxb3 �a4 29 Cbxc5 I1d1 +
3 0 I1xd1 I1xd1 + 31 I1xd1 'iVxc4 32
itJd7+ (1-0).
14 cxb3
15 axb3 b4
16 ltJa4
Es práctica común en esta aper­
tura entregar un peón para abrir lí­
neas contra el rey negro.
16 ltJcxe4
17 .ixe4
Se trata de una mejora sobre la
partida Yakovich - Sorokin, Calcu­
ta, 1 991, que continuó con 17 dxe6
I1d8 18 exf7+ �xf7 19 h3 .id6 20
.ie3 I1he8 y en esta posición no es
fácil para las blancas explotar la ex­
puesta posición del rey negro. La
diferencia con la partida ilustrativa
es que después de 17 dxe6 las ne­
gras tienen la opción de tomar en
e4 con el alfil de b7.
17 ltJxe4
dxe6 .id6
19 exf7+ �xf7
La clave de la 173 jugada de
Kasparov, 17 .ixe4, era desviar al
caballo negro del control de la casi­
lla h5. Por consiguiente, después de
19 . . . 'it>xf7, 20 �h5+ g6 21 �f3+
Cbf6 22 �h3 I1he8 23 i.. b2, la posi­
ción favorece ligeramente a las
blancas. Kramnik considera que la
línea 20 .ib2 i.. xh2+ 21 'it>h1 ctJf6
22 I1c1 �f4 23 Cbc5 ..id5 24 ctJd3
�h4 25 itJf5 �h3 es claramente fa­
vorable a las negras.
20 f3 �h5!
Kramnik se ve obligado a jugar
al ataque, ya que 20 ... ctJf6 no re­
sulta. Después de 21 I1e1 + .ie7 22
Cbf5 I1d8 23 �c2 ltJd5 24 .ig5 I1d7
25 i.. xe7 Cbxe7 26 I1xe7+ I1xe7 27
Cbd6+, las blancas ganan.
21 g3 •.• (D)

a b e d e g
Negras
21 h3 �e5 22 fxe4 �h2+ 23 <it>f2
0-0+ dejaría al rey blanco en una
peligrosa posición.
21 0-0!
Es un sorprendente sacrificio.
Las negras entregan su caballo pa­
ra conseguir un ataque feroz. En
posición tan compleja es dudoso de
que incluso un campeón mundial
sea capaz de calcularlo todo, lo que
significa que la búsqueda debe vin­
cularse a la perfecta comprensión
del sacrificio. La primera observa­
ción es que los dos alfiles negros,
que apuntan a los debilitados peo­
nes blancos, son muy fuertes. El al­
fil dama, en particular, dominará la
diagonal hl-a8, mientras que el
eventual sacrificio del otro ( ... i:.xg3)
forma parte de los planes de las ne­
gras. Su influencia pronto se hará
notar, sobre todo cuando la dama
se instale en h3, creando amenazas
de mate. Por el contrario, Kasparov
deberá crear rápidamente una de­
fensa para neutralizar a la pareja
de alfiles. Se trata de un ejercicio
L ACAZA D EL REY 85
no muy agradable, porque el caba­
llo extra de a4 está momentánea­
mente fuera de juego, mientras que
el de d4 podría sufrir la molesta
clavada de una torre negra sobre la
columna d.
22 fxe4 �h3
23 ctJf3?!
Aquí hay una desconcertante
variedad de alternativas:
a) 23 �el ? i:.xg3 24 hxg3 i:.xe4
y sigue mate en g2 o hl.
h b) 23 ctJf5? i:.xe4 24 l:.a2 l:.xf5
25 l:.xf5 �xf5 26 �xd6 �f3 y las
negras ganan.
e ) 23 �e2 ! ? l:.fe8 (23 ... .ixg3 24
ctJf5 ! ) 24 ctJf5 l:.xe4 25 i.e3 i:.f8 26
�f2 l:.ae8 y las blancas han so­
brevivido al asalto inicial y, en con­
secuencia, tienen ahora las mejores
chances (Winants ).
d) 23 l:.a2! i:.xe4 (23 ... i:.xg3 24
ctJf5 l:.xf5 25 llxf5 i:.xe4 26 l:.g5 !
+-) 24 l:.el i:.b7 25 �d3 y Kramnik
afirma que las negras están mejor
gracias al plan ... l:.f6, ... l:.af8, o in­
cluso ... h5-h4.
23 i:.xg3
24 ctJcS?
Este es un indicio de hasta qué
punto un ataque especulativo pue­
de crear confusión, puesto que to­
do un campeón mundial como Kas­
parov se ha visto aquí desorienta­
do. En lugar de la textual, las blan­
cas pueden jugar:
a) 24 l:.a2? ! i:.b8! 25 ctJc5 i:.a7
26 i:.e3 l:.ac8 27 ctJxb7 i:.xe3+ 28
<it>hl l:.cl 29 �d5+ <it>h8 (-+ ).
b) 24 'ife2 l:.xf3 25 l:.xf3 i:.xh2+
26 'ti'xh2 (26 <it>hl .ig3+ 27 <it>gl
.i.h2+ es tablas) 26 ... 'ti'xf3 27 �g2
86 GUÍA PARA EL JUGAD OR D E ATAQUE

¡ydl + 28 �h2 'iih 5+ 29 �gl 'iVdl +, rematar la lucha con elegancia: 29

con tablas por jaque perpetuo. ... .i.xd3+ 30 l:.xd3 'ifhl + 31 �e2
24 J:.xf3! 'iVg2+ 32 �e3 .:xe4++.
25 :xf3 30 �e2 l:.xe4
Ivanchuk propuso la sorpren­ 31 �d2
dente 25 .:ta2 como una posible de­ 31 .i.e3 'iVg2+ 32 li f2 'ifxf2++.
fensa. Sin embargo, las negras ten­ 31 ¡vg2+
drían una posición superior des­ 32 �el 'ifxa2
pués de 25 ... l:.xfl + 26 'ifxfl 'iVxfl + 33 .:xg3 Vi' al+
27 �xfl .:tc8 28 .i.e3 .i.f4 29 ctJxb7 34 �c2 ¡vc3+
i.xe3 30 l:.xa6. 35 �bl .:d4
25 'ifxh2+ 0-1
26 i.c6
Parece obvio mantener el alfil
en juego con la amenaza ... .i.b5+ en
cartera, pero esto fue lo que omitie­
ron las blancas al jugar 24 ttJc5. La
razón es que Kasparov asumió que
Kramnik seguiría jaqueando, lo que
habría permitido un bonito final: 26
... ¡yhl+ 27 �e2 'ifh2+ 28 �e3
'tWh6+ 29 <it>d3 l:.d8+ 30 �c4 'ifb6 31
'iVd7 ! ! l:.xd7 32 .:f8+, ganando.
27 .i.g5
Alternativas:
a) 27 �d4 .i.b5+ 28 ttJd3 �hl + a b e d e g h
29 �e2 'tWel ++. Negras
b) 27 .:as i.c7 28 .:al .:d8 y
... i.b5+, ganando. Esta posición se produjo en la
e) 27 .:a2 i.b5+ (o bien 27 ... partida Sadler - Brunner, Berna,
'tixa2 28 .:xg3) 28 ctJd3 i.xd3+ 29 1996. Las negras necesitan compo­
.:xd3 (29 ¡fxd3 'ifhl + 30 �e2 ner una defensa contra el ataque
'ifel ++) 29 ... .:f8+ 30 .:f3 �hl +, en el flanco de rey. Las blancas
ganando. cuentan con la duradera amenaza
27 .i.b5+ del avance e4-e5 para desplazar al
28 ctJd3 .:es caballo de f6 e incrementar, así, la
Llegó la hora de incorporar actividad de su alfil de casillas blan­
otra pieza al ataqu�, apuntando al cas sobre la diagonal bl-h7.
peón de e4. 11 'tWb8
29 l:Ia2 'ifh1 + Las negras adoptan una idea tí­
Con el atenuante de los apuros pica, para impedir el avance del
de tiempo, Kramnik no consigue peón blanco a e5.

12 t2Jbd2 0-0?!
Es mejor proseguir con 12 ...
i.d6 13 l:.e1 eS, que ofrece chances
similares.
13 eS
El alfil rey de las blancas, enfi­
lado hacia h7, se muestra ahora
como una significada pieza de
ataque. La importante diferencia
es que ahora 12 . . . i.xf3 se contes­
ta con 13 t2Jxf3 , asegurando el pe­
ón de eS .
13 t2J g4
14 t2Je4!
Esto es lo que omitió Brunner.
Las blancas abandonan el peón de
eS para ganar el tiempo de incor­
porar a su caballo dama al ataque.
Las negras estarían muy bien des­
pués de 14 ttJgS ttJdxeS 1S i.xh7+,
o de 14 i.xh7+ �xh7 1S ttJgS+ �g8
16 'ii'xg4 iVxeS.
14 t2Jgxe5
15 i.f4 t2Jxf3+
Es una tarea muy ingrata man­
tener el caballo clavado en el cen­
tro, ya que esto tendría como con­
secuencia comprometer la estruc­
tura de peones: 1S ... i.e7? ! 16
ttJxeS ttJxeS 17 lHe1 f6 1 8 'ii'h S g6
19 'ii'h3 .idS 20 t2Jc3 ±.
16 'ii'xf3 'ifa7
La alternativa 16 ... eS permite
17 'ifh3 ! , que subraya la importan­
cia del alfil de c2. La táctica favore­
cería entonces a las blancas: 17 ... fS
18 ttJgS (18 ttJxcS ttJxcS 1 9 i.xfS
también es bueno) 18 ... t2Jf6 (18 ...
h6 19 'iVb3+ <it>h8 20 t2Jf7+ .:txf7 21
�xf7 +-) 1 9 i.xfS h6 20 i.e6+ �h8
21 i.g3, con idea de jugar t2Jf7+,
ganando.
L ACAZA D EL REY 87
17 'ifh3
Ahora las blancas amenazan un
desagradable jaque en h7, si el ca­
ballo se mueve.
17 i.d4
Parece una locura ignorar la
amenaza, pero defender el peón g7
es la mejor chance. En sus análisis
a la partida (sobre los que se basan
estas notas), Gavrikov se pregunta
cómo podrían las blancas destruir
las alternativas:
a) 17 ... fS? 18 ttJgS h6 19 t2Jxe6
(+-).
b) 17 ... g6? 18 ttJgS hS (18 ...
t2Jf6 permite un final glorioso des­
pués de 19 .teS ttJhS 20 'ifxhS gxhS
21 i.xh7++) 19 i.xg6! Fxg6 20
'ir'xe6+ �h8 21 \i'xd7 (+-).
e) 17 ... h6? 18 i.xh6! gxh6 1 9
'ifxh6, y ahora:
el) 19 ... i.e7 20 l:.adl llfd8 (o bien
20 ... .ixe4 21 i.xe4 t2Jf6 22 l:td3 !
t2Jxe4 23 l:.h3 +-) 21 l:.d3 t2Jf8 22
t2Jf6+ .ixf6 23 l:.g3+ t2Jg6 24 i.xg6
(+-).
c2) 19 ... i.xe4 20 i.xe4 fS 21
�g6+ ! �h8 22 i.xa8 'ifxa8 23 l:.adl
t2Jf6 24 l:.d3 �a7 2S l:.h3+ t2Jh7 26
\i'xe6 ( +-).
c3) 19 ... fS 20 i.b3 ! (20 'iVxe6+
<it>g7 ! 21 t2Jg3 t2Jf6 22 ttJxfS+ �h8 y
el rey negro escapa de los j aques,
con ventaja) 20 ... .idS 21 l:.adl !
fxe4 (21 ... i.xb3 22 'ifg6+ i.g7 23
l:.xdS exdS 24 i.xdS+ �h8 2S
'ifhS+, ganando) 22 l:.xdS exdS 23
i.xdS+ l:.f7 24 'ti'g6+ �h8 2S i.xf7
'iVb6 26 i.e6, con idea de jugar la
definitiva 'iVh6+.
18 ttJcS t2Jf6
19 t2Jd7 l:Ud8?
88 GUÍA PARA EL JUGA D OR D E ATAQUE

Esta tentativa de alejar al rey de

sus problemas no es recomendable.
La única chance práctica residía en
19 ... g6 20 ctJxf8 I:lxf8, cuando las
negras tienen alguna compensa­
ción por la calidad.
20 ctJxf6+ i.xf6
21 .i.e3!
Esta inteligente jugada interme­
dia incorpora otra pieza a la cace-
ría.
21 i.d4
21 . . . 'iVb8 22 'iVxh7+ ;t>f8 23
i.c5+ 'lt>e8 24 'iVg8+ c;t>d7 25 'iVxf7+,
y las blancas ganan.
22 'iVxh7+ c;t>rs
28 .i.xgS
23 'iVh8+ 'lt>e7
28 ... I:lf8 29 I:lad1 'iVxb2 30
24 'iVh4+?!
.i.xf6+ 'iVxf6 31 I:ld7+! 'lt>xd7 32
Lo correcto es 24 .i.g5+ !
�xf6 fxg6 33 'iVg7+ c;t>c6 34 Iicl+
24 c;t>e8
concede a las blancas una impor­
N o 24 . . . .i.f6 25 'iVb4+ c;t>e8 26
tante ventaja .
.i.xa7, ni tampoco 24 ... f6 25 'iVg4
29 'iVxf7+ 'it>d6
g5 26 I:lfe1 .ixe3 27 I:lxe3 i.d5 28
30 I:lad1 .i.d2
I:lael 'li?f8 29 I:lxe6, ganando.
'lt>e7?! 31 �xb7
25 'iVh8+
Las negras pierden su oportu­ Sadler ha recuperado la pieza
nidad de oponer seria resistencia, con intereses. El rey negro sigue
con 25 .. . 'it>d7, si bien 26 'iVh5 deambulando por todo el tablero y
mantendría la ventaja de las blan- continúa bajo el fuego de las piezas
cas. enemigas.
26 .i.gS+ 31 Iih8
Sadler desdeña la repetición de 32 ¡ff3 'it>cS
jugadas con 26 'iVh4+, obligando 33 I:lc1+!
ahora al rey negro a emprender su La calidad es el pequeño precio
marcha hacia la otra zona del ta­ que hay que pagar por el privilegio
blero. de arrinconar al monarca.
26 .if6 33 .ixc1
27 'iVxg7 'iVd4 (D) 34 I:lxc1+ c;t>b6
28 .i.g6 35 'iVc6+ �as
28 I:ladl se refutaba con 28 ... 36 'iVc7+ �b4
I:lg8 ! y el ataque blanco sería anu­ 37 a3+ \.tb3
lado. 38 'iVc2+ �a2 (D)
 L ACAZA D EL REY 89

Canfell - Johansen
Campeonato de Australia, 1996
Esta posición surge de una De­
fensa Siciliana, Variante Schevenin­
gen, y ofrece a las blancas buenas
perspectivas en el flanco de rey, con
su dama activamente situada. Las
negras presionan sobre el peón e4 y
su sólida posición hace que no de­
ban temer al avance e4-e5. Es ins­
tructiva la forma en que las blancas
a b e d e f g h incrementan progresivamente sus
Blancas chances de ataque, que culminan
con un espectacular sacrificio.
14 �ae1
Es una notable posición, si con­ Es una j ugada profiláctica que
sideramos lo lejos que ha llegado el
incorpora otra pieza al flanco de
rey negro.
rey, a la vez que prepara la defen­
39 'ifb1+
sa de e4. Menos convincente es la
Las blancas dejan escapar el fi­
continuación 14 i.d3 e5 ! 15 fxe5
nal que se merecía una gran parti­
t2Jh5 1 6 'ifh3 dxe5 y las negras han
da, con 39 �al+ �xa1 40 'ifbl++.
solucionado sus problemas de
39 �b3
apertura.
40 i.c2+ �c4
14 b5
41 i.e4+ <it'b3
15 a3 'ifb7
42 �c3+ �a4
16 .id3 b4
43 'iVc2+ 1-0
A las negras les gustaría jugar
16 ... a5, pero durante mucho tiem­
po se ha considerado que tal juga­
da es demasiado lenta en una posi­
ción tan aguda. 16 . . . �ad8 17 'ifh3
es otra posibilidad:
a) 17 ... t2Je8 18 t2Jd5 ! g6 19 �e3 !
e5 20 fxe5 i.xd5 21 exd5 'ifxd5 22
i.c3 dxe5 23 �xe5 'ifd7 24 'ifxh7+
(1-0), Jansa - Janosevic, Smede­
revska Palanka, 1 978.
b) 17 ... g6 18 f5 e5 1 9 i.e3 �fe8
20 i.g5 t2Jh5 21 f6 .tf8 22 'ifh4 ±,
Tahl - Langeweg, Wijk aan Zee,
1973.
90 GUÍA PARA EL JUGAD OR D E ATAQUE

e) 17 ... h6 18 �e3 b4 19 axb4 b) 23 i.c3 i.b4! 24 l2Je4 i.xc3

¡vxb4 20 l2Je2 'iVb7 21 llg3 i.. xe4 22 25 bxc3 "iJle7 = (Nunn).
kxe4 'iVxe4 23 'ifxh6 'iVh7 24 'iVg5 y 22 hxg3 dxe5
las blancas están mucho mejor, 23 i..xe5 :tres
Hartston - Larsen, Las Palmas 1974. 24 g4 i.. f8
17 axb4 'iVxb4 Johansen trata de proteger las
Las negras han sido consecuen­ débiles casillas negras en torno al
tes en presionar sobre e4 y esto ha rey. O bien 24 ... i.b5 25 .:f3 ! que
originado actividad en el flanco de plantea una bonita celada después
dama. de 25 . . . .if8 26 'ifh4 (con idea de
18 l2Je2 'iVb7 27 .:h3) 26 ... i.e7 27 �xh7+! �xh7
19 eS l2Jh5 28 .:h3+ �g8 29 .:h8++.
20 'ifh3 g6 25 f5!
21 l2Jg3 l2Jxg3+ ?! Canfell provoca metódicamen­
Es un error desprenderse de un te otra debilidad en la barrera de
defensor clave, y esto resulta espe­ peones negros.
cialmente significativo cuando -los 25 exf5
peones g doblados pueden transfor­ 26 gxf5 .i.d5
marse en una poderosa cuña, me­ 27 .:e2
diante g4 y f5. El otro factor es que La dama está atada a la defensa
se abre la columna h, lo que alienta de g2, de modo que la torre toma el
a la torre a presionar sobre el peón relevo.
de h7. Esto puede conseguirse, en 27 .:ad8
ciertos casos, con la maniobra g4, 28 .:ff2 "iJlc6
'iVh6, .:e3 y .:h3, con magníficas po­ 29 fxg6 fxg6
sibilidades. En la partida Pritchett - 30 .:r6 .:e6 (D)
Polugaievsky, 1981, las negras cam­ 31 .i.xg6
biaron en e5. Después de 21 ... dxe5
siguió: 22 i.. xe5 f6! ? 23 l2Jxh5 fxe5
24 .:xe5 .:n 25 l2Jg3 l:.af8 y las blan­
8
• • •••
cas quedaron mejor. Se encontró 7 • • • •,
posteriormente el importante re­ 6 , •._.za'•
fuerzo 22 ... l2Jg7, sobre todo par
contener la amenaza f5. El juego 5. •-*-• •
podría continuar ahora:
a) 23 f5 exf5 24 i.. xg7 cj;; xg7 25
4 • • • •
l2Jxf5+ gxf5 26 �xf5 i..xg2+ 27 �gl 3 • •i.. ·-
.i.c5+ 28 iixc5 .i.xfl 29 'ifg5+ �h8 2 n�•:•�•
30 'iVf6+ �g8 31 .:·xn l:.ab8 ! y las
1 • • • -�
negras deben contentarse con el ja­
a b e d e g h
que perpetuo, Ermenkov - Adams­
ki, Lublin, 1976. Blancas
 L ACAZA D EL REY 91

Es un sacrificio soberbio, que con 41 i.f6+ ! Se ganaba tiempo.

arruina por completo la posición Después de 41 ... l::lxf6 42 c3+ �xb3
negra. La idea es abrir la columna 43 �b4++.
h para la fatal invasión de la dama 41 rJi;a2
en su persecución del rey enemigo. 42 .teS+ rJi;b1
31 hxg6 43 'iVe1+ rJi;a2
32 l::lxf8+ �xf8 44 c4+ l::lxe2
32 ... l::lxf8 33 'iVh8+ �f7 34 l::lf2+ 4S ¡yxe2+ �xb3
i.f3 35 l::lx f3+ 'ifxf3 36. 'i'Vg7+ �eS 46 'iVd3+ 1-0
37 gxf3 ( +-).
33 1}Vh8+ �e7 En la siguiente partida las ne­
Si 33 ... íj;f7, 34 l::lf2+ rJi;e7 35 gras toman un tentador peón y per­
'iVg7 + rJi;eS 36 l::lf8++. miten que una torre se instale en la
34 i.f6+ rJi;d6 séptima fila. Éste es un factor que
3S ¡yxd8+ rJi;cS lleva a las blancas a buscar una for­
36 �aS+ �d6 ma de penetrar que permita la co­
37 'iVd8+ �c5 laboración de la torre en el ataque.
38 i.e7+ El factor clave es el hecho familiar
Tras un pequeño desvío, Canfell de un retraso en desarrollo, lo que
reconduce de nuevo el ataque en la dificulta una defensa aceptable.
forma correcta.
38 rJi;c4 Ricardi - García Palermo
39 b3+ rJ;; c3
Argentina, 1996
40 Vi'aS+ �b2 (D)
41 i.a3+ 1 e4 c6 2 d4 dS 3 eS i.fS 4 tt:'!f3 e6 S
Es difícil cuestionar un jaque i.e2 tt:'!d7 6 i.e3 tt:'!e7 7 0-0 i.g6 8
tan impresionante. Sin embargo, tt:'!h4 c5 9c3 tt:'!c6 10 g3 l::lc8 (D)
92 GUÍA PARA EL J UGAD OR D E ATAQUE

11 l'Lld2 ¡vb6 17 �a4 t'Llcb8 18 .:fbl, con idea de

La dama está bien situada aquí, .:xb8, es muy fuerte. Otra posibili­
para presionar sobre b2 y d4. dad era 16 ... t'Lla5 17 .:xa7 t'Llc6 1 8
12 t'Llxg6 .:b7 t'Lla5 19 i.. d2 �a3 2 0 i.. xa5
Es ·una precaución necesaria, �xa5 21 t'Llxf7, ganando.
para poder contestar a ... ¡vxb2 con 17 t'Llxf7 �xf7
.:bl . 18 .:xd7 .:hd8 (D)
12 hxg6
13 ¡vxb2!?
Se trata de una valiente conti­
nuación, con la que las negras pla­
nean mantener el peón extra, re­
chazar el ataque y ganar el final. ¡El
ajedrez nunca es tan fácil! 13 ... i.. e7
14 ¡vd2 dejaría a las blancas con
una pequeña ventaja de espacio.
14 .:b1 ¡vxc3?! -
Es un enfoque consistente, pero
sería mejor provocar un desenlace
pacífico de la partida con 14 ...
'iVxa2 1 5 .:al ¡vb2 16 .:bl �xc3 (16
... 'iVa2 17 .:al =) 17 i.. d2 �a3 18
.:al �b2 19 .:bl =.
15 .:xb7 c4
A primera vista, las negras tie­
Las negras descubren sus inten­
nen todo el derecho a creer que
ciones: contener la actividad blanca
han sobrevivido al primer asalto y
en el flanco de dama cerrando el
que pueden comenzar a pensar en
alfil de e2, a la vez que crean un pe­
promocionar el peón c. El pequeño
ón pasado.
16 t'Llg5!
problema es que su expuesto rey
Las blancas deben actuar con sugiere a Ricardi una excelente se­
rapidez para hacerse con la iniciati­ cuencia táctica.
va, pues de otro modo las negras 19 i.g4!
podrán enrocar tranquilamente. La torre queda colgada porque
Ahora la amenaza es t'Llxf7, que re­ las blancas han visto la forma de
sulta difícil de evitar. que su dama entre en acción.
16 i.. e7 19 .:xd7
No había mucho donde elegir, 20 i..xe6+ �eS
considerando el problema del po­ N o 20 ... �xe6 21 'iVg4+ �f7 22
bre desarrollo en el flanco de rey y 'ifxd7, que recupera la pieza con
a la falta de armonía entre las pie­ ventaja.
zas negras. Por ejemplo: 16 ... .:d8 21 'ifg4
 L ACAZA D EL REY 93

Ahora se ve la profundidad con 25 'iVe6 'iVa4 (D)

que ha sido calculado el sacrificio En caso de 25 . .. c2 26 l:.xb8
de torre. Es una jugada de largo al­ el 'iV+ 27 �g2 'iVc7 (¿qué otra cosa
cance, que confía en explotar los hay?) 28 'ifg8+ i.f8 29 .i.g5+ �e8
dislocados peones negros y la res­ (29 ... "Vjjje7 30 "Vjjfxf8++) 30 i.g6+
tringida posición enemiga para l:.f7 31 l:.xc8+ "Vjjjxc8 32 "Vjjfxf7++.
conseguir la victoria.
21 lt:'lb8
21 ... l:.cd8? 22 .i.xd7 + l:.xd7 23
'iVxg6+ �d8 24 'iVxc6 es claramente
mejor para las blancas.
22 'iVxg6+ �d8
23 l:.b1
Siempre es importante recordar
que hay que añadir efectivos al ata­
que. Ahora las blancas tienen la
útil opción de l:.xb8, para eliminar
la defensa de la torre de d7.
23 · 'iVa3
La mejor tentativa para las ne­
gras probablemente sea 23 ...
'iVa5 ! ? 24 .i.f5 ! , porque otras opcio­
nes pierden rápidamente: 26 l:.b7!
a) 23 . . . 'iVd3? 24 i.f5 'iVa3 25 Esta sorprendente jugada abre
'iVe6, con idea de jugar l:.b7, es fa­ en canal la defensa negra.
vorable a las blancas. 26 l:.dc7
b) 23 ... lt:'lc6? 24 i.xd7 �xd7 25 Era preciso "dar aire" al rey, en
e6+ �d8 26 'iVxg7, con amenazas vista de la amenaza 'iVg8+. No era
de mate. posible, naturalmente, 26
e) 23 ... �c7?! 24 .i.xd7 t2Jxd7 l:.xb7??, por 27 "Vjjjx c8++.
(24 ... �xd7 25 l:.b7+) 25 'iVxg7 'iVd3 27 "Vjjjxd5+ lt:'ld7
26 l:.fl y las blancas están mejor, 28 "Vjj¡g8+ lt:'lf8
según Gavrikov. 29 .i.xc8 �xc8
24 i.f5 c3 29 ... l:.xc8 30 .i.g5 ( +-) .
Alternativas: 30 l:.xc7+ �xc7
a) 24 ... 'iVa6 25 'iVxg7 c3 26 .if4 31 d5
c2 27 ii.xc2 l:.xc2 28 e6 ( +-). La letal combinación del par de
b) 24 . .. �c7 25 i.f4 l:.dd8 26 poderosos peones pasados blancos
.ixc8 �xc8 (26 . . . l:.xc8 27 e6+) 27 y la expuesta posición del rey ne­
'iVf5+ t2Jd7 28 'iVe6 �c7 29 'iVxd5 t2Jb6 gro garantizan el desastre para
30 e6+ ii.d6 31 'ifc5+ 'ifxc5 32 dxc5 García Palermo.
i.xf4 33 cxb6+ axb6 34 gxf4 ( +-). 31 "Vjjjd1+
94 GUÍA PARA EL JUGA D OR D E ATAQUE

32 <it>g2 c2 14 t2Jh5
33 d6+ .i.xd6 15 t2Jd5
34 exd6+ 'ifxd6 Las blancas obligan a la dama a
35 'ii'xg7+ t2Jd7 retirarse, con intención de seguir
36 'ifc3+ �b7 con la impresionante maniobra
37 ¡yxc2 �d5+ i.. d2-a5. Sin embargo, un orden de
38 f3 1-0 jugadas superior es 15 j(_d2 i..xc3
(15 ... 0-0 16 t2Jd5 ¡fd8 17 i.. a5 +-)
16 bxc3 0-0 17 c4 y las blancas están
ligeramente mejor, ya que las ne­
gras se han desprendido de su im­
portante alfil de casillas negras. El
problema de jugar lo que se pre­
tendía inicialmente, 15 h3, es 15 ...
t2Jg3, mientras que 1 5 'iff3, para cu­
brir la casilla g3, se contesta con 1 5
... 'Llxh2 ! 16 l:Ixh2 Vi'gl+, ganando.
15 �d8
16 .i.d2 e6
Esta tramposa j ugada permite a
Kramnik sumergir la partida en in­
mensas complicaciones, comenzan­
do por una caza al rey. Si 16 . . . b6,
Ésta es una interesante posición entonces 17 0-0-0 ±.
de la partida Topalov - Kramnik, 17 j(_a5
Belgrado, 1995, en la que las negras Es mejor para las negras 17
consiguen complicar las cosas en Vi'xg4 exd5, con idea de ... i.. xb2.
plena apertura y crear un sorpren­ 17 'ti'h4+
dente ataque. 18 g3 'Llxg3
10 t2Jeg4 19 'Llc7+
10 ... e6 es la opción más segura. En caso de 19 hxg3 'ii'xg3+ 20
11 .i.c1 <it>d2 exd5 21 .:afl (21 exd5+ �d7 !
Si 1 1 j(_d2? ! , 1 1 . . . Vi'b6, amena- 22 l:afl .:e8! 23 i.. b 5+ axb5 24
zando d4 y b2. ¡yxb5+ �e7 25 :el + 'Lle5 =+) 21 ...
11 g6 t2Jf6 22 exd5+ �f8 23 j(_b4 j(_g4 24
12 t2Jb3 ¡yb6 i.. xd6+ �g8, las complicaciones son
13 1i'e2 j(_g7! favorables a las negras.
14 f4 19 �e7
Topalov trata de · castigar a las 20 hxg3 'ifxg3+
negras por su caballo aventurero, y 21 �d1 t2Jf2+
se adueña de la casilla e5 antes de 22 �d2 t2Jxh1
jugar h3. 23 t2Jxa8
 L A CAZA D EL REY 95

Topalov quiere que Kramnik 28 'ii'e5+

demuestre que tiene suficiente 29 �b4 lZJg3
compensación por la pieza. Proba­ 30 'iVel i:.g7
blemente ha llegado la hora de El alfil ha cumplido su tarea y
acordar una tregua con 23 :xh1 ahora retrocede para interpretar
�xf4+ 24 �d1 l:.b8 25 .id2 ¡fg3 un papel más activo. Ser plena­
(25 . . . 'ti'e5? 26 .i.c3 +-) 26 .ie1 �f4 mente consciente de lo esencial
27 .i.d2 (= ). que resulta la coordinación de las
23 �xf4+ piezas propias puede constituir la
24 'iVe3 'ii'h2+ diferencia entre el éxito y el fraca­
25 'ii'e2 'iff4+ so. Esto resulta evidente si las ne­
26 'ii'e3 ¡vh2+ gras se dedican a cazar peones: 30
27 �e2 .ih6+ (D) ... �xb2 31 :b1 �e5 32 lZJb6 ! , se­
guido de �a3, y las blancas tienen
todos los triunfos.
31 lZJb6
31 i..b6 permitiría una curiosa
derrota, después de 31 ... 'ii'xb2 32
'iVxg3 i:.c3+ 33 �c4 .id7 34 'Dc7
.id2 (-+).
31 d5
32 �a4?
Es comprensible que el rey tra­
te de evitar el ataque directo, pero
la posición es tan caótica que re­
quiere un enfoque más valiente: 32
exd5 ! 'ifd6+ 33 �c4 'iVf4+ 34 �c5
i.. d 7 (la alternativa 34 ... �d6+
conduce a tablas) 35 a4! ! .ixb2 36
.:b1 i:.a3+ 37 i:.b4 'ifd6+ 38 �c4 y
Tras una pequeña diversión pa­ las blancas están muy bien. Kram­
ra ganar tiempo en el reloj , las ne­ nik estima que debería estar mejor
gras regresan a sus propósitos de en algún momento de la partida,
hostigar al monarca enemigo. pero no tiene claro en qué jugada.
28 �c3! 32 .id7+
No es tan bueno 28 �dl . Por 33 'Dxd7 b5+
ejemplo: 28 . . . 'iVg1 + 29 'iWe1 (29 34 �b4 �xd7
.ie1 e5, con idea de jugar ... .i.g4) 35 i.b6 � (D )
. .

29 ... 'iVg4+ 30 'ti'e2 (o bien 30 i:.e2 El alfil blanco abre paso para
'ifxe4 31 'Db6 i:.e3 +) 30 ... e5 ! 31 que el rey pueda sortear la amena­
'ifxg4 i:.xg4+ 32 i:.e2 .:lxa8 33 ..txg4 za 35 ... i:.f8+. Poco habrían conse­
lZJf2+ 34 �e1 lZJxg4 (-+ ). guido las blancas con 35 'Dc5+ �c6
96 GUÍ A PARA EL J UGAD OR D E ATAQUE
a b e d e g h 0-1
Negras
36 exd5+ 1Wxd5 37 i.e4 t2Jxe4 38
1Wxe4 �f8, ganando.
3S 1Wxb2?
Es una jugada natural en apu­
ros de tiempo, pero más tarde
Kramnik dijo que podía haber ga­
nado con 35 ... t2Jxe4! 36 �xe4
1Wxb2. Por ejemplo:
a) 37 l::tb 1 l::tc8! 38 .i.c5 (38 l::txb2
l::tc4+ 39 <it>a3 l::ta4++) 38 ... i.c3+ 39
Vi'xc3 a5+ 40 <it>xb5 1Wxc3 (-+ ).
b) 37 �xd5 exd5 38 l::tb 1 l::tc8! 39
�c5 .i.c3+ 40 'iVxc3 a5+, ganando.
e) 37 c4 bxc4 38 l::tb 1 �f8+ 39
.i.c5 �xc5+ 40 <it>xc5 l::tc8+ 41 <it>b6
1i'a3 (-+).
36 exdS l::te8
37 dxe6+ <it>e8!
37 ... fxe6 lleva a la continua­
ción 38 i.xb5+ axb5 39 l::td 1 + <it>e7
40 1i'xg3 l::tc4+ 41 <it>xb5 y el rey
blanco escapa de los jaques con
ventaja.
38 �eS?! · •.•
Una vez más, bajo la presión del
ataque el bando que se defiende co­
mete un error. Topalov podría ha-
ber ofrecido una resistencia mucho
más tenaz, con la extraordinaria se­
cuencia táctica 38 .i.xb5+ axb5 39
exf7+ <it>xf7 40 'iVxg3 'iVc3+ (40 ...
'iVxc2 41 1Wf3+ <it>g8 42 l::tc l +-) 41
1Wxc3 �xc3+ 42 <it>xb5 �xa1 43
t2Jxa1 h5 44 ctJb3 ! H4 45 ctJd4 g5 46
<it>f3 <it>g6, aunque Kramnik opina
que las negras siguen con ventaja.
38 .i.c3+
39 'iVxe3 aS+
40 <it>xbS 1Wxe3
No es sólo en el medio juego
cuando puede sacarse al rey a cam­
po abierto. En la miniatura que si­
gue veremos cómo las blancas en­
cuentran una inteligente combina­
ción en plena apertura, lo que les
permitirá una rápida celebración.
B. Lalic - Hulak
Pula, 1996
1 ctJf3 ctJf6 2 e4 e6 3 g3 dS 4 i.g2
dxe4 S 11Va4+ ctJbd7 6 'iVxe4 eS 7
1i'b3 l::tb8 8 d3 .i.d6 9 a4 b6
10 ctJe3
La Apertura Réti se caracteriza
por dar lugar a un prolongado pe­
ríodo de maniobras, antes de llegar
a la lucha crítica del medio juego.
Esto podría explicar por qué el ex­
perimentado gran maestro croata
ignora los fuegos de artificio que se
avecinan. También era posible aquí
la sólida continuación 10 ctJa3 a6 1 1
ctJc4 i.c7 12 ..id2 0-0 13 0-0 i.b7 14
l::tfcl b5 15 axb5 axb5 16 ctJa5 �d5
17 1i'c2 ( +=) Salov - 011, Wijk aan
Zee, 1993.
 L ACAZA D EL REY 97

10 a6 La siguiente partida debiera

11 tDgS .ib7?! constituir una advertencia contra el
La sencilla 1 1 ... 0-0 era lo co­ peligro que supone intentar refutar
rrecto. Una ligera imprecisión que algo inusual en la apertura. Las
costará cara. blancas entran en un caos precisa­
12 tDce4 .ie7 (D) mente por esforzarse en impedir el
desarrollo de las negras en el flan­
co de dama.

Skripchenko - Cramling
Be/grado, 1996
1 e4 eS 2 tDf3 e6 3 d4 cxd4 4 tDxd4
tDf6 S ltJc3
S 'iVb6
Se trata de una jugada poco fre­
cuente. Las más conocidas son 5 ...
d6 y 5 ... tDc6.
6 eS?!
Debiera considerarse 6 ltJb3.
6 i.cS!
Comienza rápidamente la lucha
13 tDxt7! por la diagonal g1-a7, que es el mo­
Esta clase de sacrificio de caba­ tivo principal de 5 ... 'ii'b 6.
llo para extraer al rey es tan típico 7 .ie3 tDdS
como instructivo. 8 tDxdS exdS
13 r:J;;xf7 9 tDfS ••. (D)
14 tDgS+ r:J;;g6
Hulak pretende dar rápido co­
bijo a su rey con ... h6 y . . . r:J;;h 7. Des­
pués de 14 ... r:J;;e8 15 tDxe6 'ii'c8 16
tDxg7+ r:J;;d 8 (16 ... r:J;;f8 17 .ih6 ! ) 18
tDe6+ r:J;; e8 y las blancas tienen
compensación más que suficiente
por la pieza.
15 .ixb7 .:xb7
16 d4!
Con la impresionante amenaza
17 'ii'd 3+ r:J;;h5 18 h3 ( +-).
16 eS
17 'ii'e4+ r:J;;fS
18 e4+ 1-0
98 GUÍA PARA EL JUGAD OR D E ATAQUE

Si, en lugar de la textual, 9 b3,

seguiría 9 ... �b4+, o bien 9 :b1
Vi'aS+, con ventaja de las negras.
9 ¡vxb2
Es el camino más directo hacia
la victoria. Skripchenko tendría ra­
zonables perspectivas de juego des­
pués de 9 .. . �xe3 1O fxe3 0-0 1 1
¡vg4 g6 12 0-0-0.
10 i.xc5 "iVc3+
11 �e2 "iVxc5
12 tt:Jd6+ �f8
13 f4
A primera vista parece que las
blancas han conseguido alguna
compensación por la pérdida de Una disposición agresiva de
su infante y la incómoda situacióñ piezas contrarias en la proximidad
de su rey en e2. Sin embargo, lo del rey debería hacer sonar de in­
cierto es que aunque el rey negro mediato la alarma. En la siguiente
ha perdido el derecho a enrocar, partida las negras responden con
se encuentra relativamente a cu­ pasividad al progresivo traslado de
bierto y, por otra parte, el caballo piezas al flanco de rey y, como con­
de d6 depende del efímero apoyo secuencia, pronto son aniquiladas.
del peón e5, que pronto será mi­
nado. Lane T. Dutton
-

13 tt:Jc6
Dartington, 1995
14 �f3 f6
15 CZJxc8 fxe5! 1 d4 d5 2 e4 dxe4 3 tt:Jc3 tt:Jf6 4 f3
El caballo de c8 no puede ir a exf3 5 CZJxf3 g6 6 �d3 �g7 7 0-0 0-0
ninguna parte, lo que permite a 8 Vi'el tt:Jbd7 9 iVh4
Cramling concentrarse en la perse­ La ventaja de jugar el Gambito
cución del rey blanco. Blackmar-Diemer es que el ataque
16 fxe5 CZJxe5+ tiende a jugarse solo, con la típica
17 �f4 :xc8 maniobra "iVd1-e1-h4. Se trata de
18 �xe5 •••(D) una peligrosa apertura que juego
Esto equivale a rendirse. ocasionalmente, e incluso escribí
18 :eS+ una monografía sobre ella.
También servía 18 ... "iVe3+ 19 9 c5
�xd5 :eS+ 20 �d6 �e7++. 10 d5 b6
19 �f5 :e4 Dutton prosigue con un desa­
20 ¡ff3 'ife7 rrollo natural en el flanco de dama
0-1 que, lamentablemente para él, ape-
 L A CAZA D EL REY 99

nas contribuye a dificultar la esca­ :xg6+ �f7 1 9 llfl + �e8 20 .ib5+,

lada de mi ataque. El problema de ganando.
su restringida posición puede verse 17 .l:.xt7+! .l:.xt7
en la imposibilidad de jugar la acti­ 18 ¡yxh7+ c#;;f6
va ... ltJc6, para presionar sobre d4. 19 ¡vxg6+ �eS
11 .ih6 .ib7 20 ltJxt7+ �d4
12 ltJgS (D)
... 21 ¡vg4+ �e3
22 ¡ye2+ �f4
23 g3++ 1-0

La posición del diagrama se

produjo en la partida Yakovich -
Georgadze, Erevan, 1996, en la que
las negras emplearon una Defensa
Semieslava en busca de complica­
ciones. Georgadze introdujo una
desafortunada novedad.

12 �c7
12 ... .ixd5? 13 ltJxd5 ltJxd5 14
.ixg7 c#;;xg7 15 �xh7++.
13 ltJe4
Se abre la fortaleza negra, gra­
cias a la eliminación del defensor
de h7. a b e d e f g h
13 �eS
Blancas
14 .txg7 c#;;xg7
1S ltJxf6 ltJxf6
16 .l:.xf6! 13 ltJgS! cxd4?
El rey negro no tendrá escapa- Georgadze comete un instructi­
toria. vo error al continuar con una juga­
16 ¡vxdS da estándar en esta apertura, igno­
Es una tentativa desesperada rando el hecho de que la posición
de prolongar la lucha, en caso de ha cambiado. Debería haber toma­
17 l:.f2. Si, en lugar de la textual, do en consideración 13 ... i.e7.
16 . . . h6, seguiría 17 ltJe6+ fxe6 1 8 14 ltJxe6!
1 00 GUÍA PARA EL J UGAD OR D E ATAQUE

Las blancas inician la caza al 21 �xd4+ r:j;;c7

rey. 22 l:.c1+ r:j;;b8
14 fxe6 23 ..if4+ tt:JeS
1S "iVhS+ r:j;;e7 24 tt:Jb6 l:.a7
Si 15 . . . g6, 16 ..ixg6+ hxg6 17 2S t2Jd7+ r:j;;a8
'Yi'xg6+ r3ie7 17 ..ig5+, ganando. 26 tt:Jb6+ r:j;;b8
16 ..igS+ t2JSf6 27 t2Jd7+ r:j;;a8
17 l:.fe1 'Yi'e8 28 .i,e3 1-0
18 exf6+ gxf6 (D)

2. UNO QUE SE ESCAPÓ

La partida que veremos a continua­
ción introduce una notable estrate­
gia de ataque, que culmina en una
magnífica caza al rey. La única pega
es que, lamentablemente, ¡no fun­
ciona!

Wolff - Ashley
Nueva York, 1996
1 e4 d6 2 d4 g6 3 tt:Jf3 ..ig7 4 ..ie2
a b e d e g h tt:Jc6 S 0-0 ..ig4 6 c3 eS 7 'iVb3 ..ixf3
Blancas 8 ..ixf3 exd4 9 'iVxb7 tt:Jge7 10 eS 0-0
11 ..ixc6 l:.b8 12 'iVa6 l:.b6 13 'iVa4
En caso de 18 ... tt:Jxf6 1 9 ..ixf6+ t2Jxc6
gxf6 (o bien 19 .. . r:j;;xf6 20 'i\Ve5+ 14 cxd4
r:j;;f7 21 ..ic4 ..ic8 22 tt:Jb6 +-) 20 Las blancas se han embarcado
l:.xe6+ r:j;;xe6 21 l:.e1 + r:j;;d7 22 'Yi'f5+ en un plan para ganar un peón, a
y las blancas ganan. costa de un pobre desarrollo en el
19 l:.xe6+! flanco de dama. Ahora está en ma­
Yakovich no deja escapar la nos de las negras demostrar que
oportunidad de proseguir el ataque podrán capitalizar el juego de sus
con autoridad. Con tantas piezas activas piezas.
activas alrededor del rey negro, no 14 'iVh4
es difícil concluir que hay que sa­ 1S t2Jc3
carlo a campo abierto, lo que facili­ Es difícil defender de forma sa­
tará las cosas. tisfactoria el peón d4, por lo que
19 r:j;;xe6 Wolff prefiere incorporar el caballo
20 'iVg4+ r:j;;d6 al juego. 15 f4 dxe5 16 dxe5 .i.xe5
20 . . . r:j;;f7 21 ..ic4+ r:j;;g6 22 es mejor para las negras.
..if4++. 1S t2Jxd4
 L A CAZA D EL REY 101

16 exd6 ••• (D)

a b e d e g h
Negras
a b e d e g h
Negras El carismático jugador estadou­
nidense cae en un error habitual, al
16 g5!! asumir que la marcha del rey al ta­
Es una brillante idea, que per­ blero abierto debe finalizar inape­
mite a la torre atravesar el tablero lablemente en mate. La tranquila
hasta la columna h. 21 . .. �h3 ! , seguida de ... .:g6 +, es la
17 .:e1 .:xd6 solución precisa.
18 .i.e3 22 �fl 'ifh3+
Uno de los problemas de las 23 �e2 .i.xc3
blancas es tratar de disuadir a Ash­ 24 bxc3 .:e6+
ley de un ataque directo contra el 25 �d2 .:d8+
rey. La dama blanca está mal situa­ La torre de rey se incorpora a la
da y cualquier jugada de caballo fiesta de los jaques, pero pronto que­
permitiría ... éDe2+ y un jaque des­ dará claro que el alfil extra de las
cubierto que ganaría la dama. blancas es un serio obstáculo, por­
18 .teS! que puede bloquear la columna d.
La ofensiva está alcanzando su 26 �c2
clímax, porque 19 h3 se combate No 26 ..id4 c5 (-+).
con 19 ... g4, dejando a Wolff en 26 'iVxf3
una lucha por la pura superviven- 27 .i,d4 'iVg2+
cia. 28 �b3 .:b8+
19 f4 gxf4 29 �c4
20 ..if2 é2Jf3+! Es curioso que el rey pueda mo­
Se trata de un golpe terrorífico verse por el tablero como Pedro
para exponer al rey blanco. por su casa, a pesar de la atención
21 gxf3 ... (D) que le dispensan las piezas mayo­
21 .:g6+? res enemigas.
1 02 GUÍ A PARA EL JUGAD OR D E ATAQUE

29 �c6+ No es momento de ponerse a la

30 �d3 'iVf3+ defensiva: 20 .ih2 fxe3 21 fxe3
31 �c2 ¡vc2+ ttJa5 ! 22 �fl 'iVh6 +.
32 �dl 'iVf3+ 20 gxf4
33 �d2 'iVg2+ 21 �h4 'iV e5+
0,5-0,5 No 21 ... fxg3? 22 �g4+ cj;; f7 23
�f4, cazando la dama.
¿Es tan raro que un rey pueda 22 �fl fxg3
escapar en pleno centro del table­ 23 �g4+
ro? La partida l. Sokolov - Ivan­ La caza del rey comienza y So­
chuk, Wijk aan Zee, 1996, testifica kolov deberá encontrar la forma de
que hemos de mantenernos en una incorporar refuerzos al ataque.
permanente alerta, si no queremos 23 cj;; fJ
que el glorioso sacrificio de nues­ Si 23 . . . �h7?, la partida conclu­
tras piezas nos conduzca a . . . ¡ abso­ ye rápidamente concluye después
lutamente nada! de 24 .id3+ �f5 25 'ii'g5 ! ( +-).
18 h4?! 24 �el 'ii'xc5
25 'iVf4+ �eS! (D)

Blancas
Blancas
Es una valiente continuación,
con la que las blancas buscan abrir Ahora son precisamente las ne­
la columna h para su torre de rey. gras las que arriesgan el todo por el
Con la tranquila 1 8 f3, posibilitan­ todo, evitando el cambio de damas:
do la retirada del alfil, quedarían 25 ... ¡ff5 26 1ifxf5+ exf5 27 .i.c4+
un poco mejor las blancas. �f6 28 .:e6+ rtJf7 29 %1e3+ �f6 30
18 f4 %1f6+, con tablas por jaque perpetuo.
19 hxg5 hxg5. 26 l:txe6+ �d7
20 exf4 27 .: g7+ �xe6
 L ACAZA D EL REY 1 03

28 :g6+?
La mejor forma de continuar
con los j aques es impedir el acceso
a la casilla d5 con 28 Ac4+ d5 29
¡yg4+ :fs 30 'irg6+ ! (30 l:.g6+?
rtle7 31 :g7+ rtld8 32 :g8+ 'iVf8 33
:xf8+ :xf8 ( +) 30 ... :f6 31 'tWg4+ y
la partida es tablas.
28 'itd7?
I vanchuk le concede a Sokolov
otra posibilidad de salvar la parti­
da.
29 :g7+ �e6 a b e d e f g h
30 :g6+? ... (D) Negras
De nuevo 30 .i.c4+ sería tablas.
30 'itd5! tregan su dama para emerger victo­
31 'ifd2+ 'ifd4 riosas. Las blancas ganarían en ca­
32 .i.xc6+ �xc6! so de 32 ... i.xc6? 33 l:g5+ 'itc4 34
Resulta irónico que, tras tal ¡yc2+.
magnífico juego de sacrificios, sean 33 �xd4 i:.a6+
las negras quienes finalmente en- 0-1

EJERCICIOS

Fehres - Simon
Bad Worishofen� 1996
Las blancas están a punto de
perder su torre, pero entretanto
han podido atraer el rey negro al
centro. ¿Cómo consiguen forzar el
j aque mate?
104 EJERCICIOS

J. Rodríguez - Spangenberg
Buenos Aires, 1995
La señal de peligro puede verse
en que sólo el rey defiende a la dama
negra. ¿Cómo consiguieron las blan­
cas forzar la victoria?

Putka - Fridmans
Letanía, 1996
Las blancas han conseguido rete­
ner al rey negro en el centro. ¿Cuál
es su mejor continuación?

Wells C M üller
- .

Einwand, 1996
Las blancas controlan el flanco
de dama, pero ahora necesitan una
vía de acceso al rey negro. ¿Cómo la
consiguieron?
EJERCICIOS 105

Hector - Agdestein
Reykjavik, 1996
Agdestein era un futbolista pro­
fesional en Noruega y, sólo en su
tiempo libre, un gran maestro de aje­
drez. Aquí gana con elegancia.

Lane - Chekachev
Fourmies, 1996
Las negras parecen haber conte­
nido el ataque blanco y ahora se con­
centran en el flanco de dama. ¿Puede
usted ver mi jugada, que obligó a un
rápido abandono al maestro ruso?

McShane - Cobb
Campeonato Británico, 1995
Las blancas han entregado una
pieza para destruir la barrera de
peones que protegía al rey negro.
¿Cómo han capitalizado la inver­
sión?

a b e d e f g h

Blancas
106 EJERCICIOS

Slobodjan - Umbach
Altensteig, 1995
Ésta es una increíble posición, si
tenemos en cuenta la cantidad de
piezas que están a punto de abando­
nar el tablero. ¿Cuál es el mejor ca­
mino de las blancas hacia la victoria?

Serper - Korchnoi
Nueva York, 1996
¿Cómo consiguieron las negras
romper el flanco de rey?

Züger - Christiansen
Berna, 1996
Aquí las negras apuntaron al
flanco de rey enemigo en búsqueda
de una bonita combinación. ¿Puede
usted verla?
 5. MATES TÍPICOS
Esta sección analiza diversas for­
mas de dar mate, recordando algu­
nos modelos de juego que condu­
cen al momento decisivo. El objeti­
vo principal es cubrir los mates co­
munes que se encuentran en la ex­
periencia práctica, lo que nos per­
mite captar cuándo tienen lugar las
condiciones, mediante un breve
examen de la posición. Ésta es la
razón por la que se estudiarán en
detalle tres importantes métodos
de ataque, fundamentales para de­
terminar cuándo ha llegado la hora
de realizar una combinación.
1. ESTRUCTURA
DE FIANCHETTO
El bando atacante siempre está dis­
puesto a romper la barrera defensi­
va de peones. Uno de los mayores
problemas lo plantea la estructura
de fianchetto, que tiene una sólida
reputación. Por ejemplo, una for­
mación en el flanco de rey negro a
base de peones en f7, g6 y h7 es ex­
celente para un alfil situado en g7,
pero de otro modo las casillas ne­
gras constituirían una seria debili­
dad. La forma evidente de que las
blancas creen las condiciones nece­
sarias para un ataque es eliminar
cualquier pieza defensora que cu­
bra g7 e infiltrarse con la dama.
La siguiente posición se produ­
jo en la partida Illescas - Moroze­
vich, Madrid, 1996. Las blancas tie­
nen ventaja de espacio en el flanco
de dama y desarrollan gradualmen­
te sus piezas. Las fuerzas negras del
flanco de dama permanecen en sus
casillas iniciales, pero este bando
tiene la posibilidad de jugar en el
centro.
10 .id2 bxc5
11 bxc5 eS!
108 GUÍA PARA EL JI JGA D OR D E ATAQUE
Morozevich aprovecha su opor-=­
tunidad de romper e1_1 el centro,
antes que esperar pasivamente a
ser dominado en el flanco de da­
ma. 12 fxeS 'Llfd7 debilitaría la es­
tructura blanca, permitiendo recu­
perar al instante el peón, sea en eS,
sea en eS.
12 .i.e2 g6
La intención de la textual es
proseguir con ... hS y ... h4, para de­
salojar al caballo blanco de g3, a lo
que seguiría ... 'Lle4. En esta prime­
ra fase de la partida no hay peligro
para las negras jugando así, a pesar
de que el alfil de casillas negras se
encuentre en e7, pero al menos las
blancas tendrán ahora algo en que
concentrarse. También era posible
12 ... exd4 13 exd4 'Lle4, con igual­
dad.
13 0-0 h5?
Es un movimiento que demues­
tra falta de atención e ilustra la ne­
cesidad de mantener un control es­
tricto sobre el juego propio. El cur-
so correcto de la acción era 13 ...
e4, seguido de 14 ... hS.
14 dxe5 'Ll g4
Esto parece comprometido, pe­
ro después de 14 ... 'Llfd7 las blan­
cas sacrificarían con lS ..ixhS
gxhS? 16 ¡vxhS 'LlxcS 17 f4 ¡ve8 (o
bien 17 ... fS 18 ¡vg6+ �h8 19 'LlhS
:g8 20 ¡vh6++) 18 fS f6 19 ¡vg4+
�h8 20 :f4 :n 21 ¡vhs+ �g8 22
:g4+, ganando (Gavrikov).
15 ..i xg4 ..i xg4
Si 1S ... hxg4, 16 e4 ( += ) .
16 f3 .i.d7
17 f4 ¡ves
La idea de las negras es contestar
a 18 'LlxhS con 18 ... ..ig4, una medi­
da necesaria, en vista de 17 ... ..ixcS?
18 'LlxhS gxhS 19 ¡vxhS f6 20 ¡vg6+
�h8 21 ¡vh6+ �g8 22 :f3 ( +-).
18 e4!
Illescas hace un esfuerzo por
mantener la iniciativa, antes que
jugar la rutinaria 18 'Lla4 'Lla6 1 9
:el h 4 2 0 'Lle2 h 3 21 g 3 ..ig4 y las
negras tienen algún contrajuego.
18 d4
1 8 ... ..ixcS+ 19 �hl .ig4 20
¡vel d4 21 'Lla4 .ie7 22 fS ±.
19 f5
Se trata de un enfoque decidi­
do, que indica que las blancas están
planeando sacrificar en hS. El pro­
blema de las negras es que resulta
difícil montar una buena defensa
con el flanco de dama atascado.
19 dxc3
20 .ixc3 'Lla6 (D)
Este esfuerzo final por llevar el
caballo al flanco de rey es un pro­
ceso lento. También eran dignas de
consideración las líneas:
 MATES TÍPICOS 109

queda perfilada la maniobra 'iVcl­

h6 para dar mate en g7.
23 .i,xf5
23 ... ctJxe4 24 'iVcl g5 (24 ... �h7
25 J:.f4 g5 26 J:.xe4 +-) 25 J:.el �xf5
26 J:.xe4 �xe4 27 'iVxg5+ i.g6 28
'iVh6 ( +-).
24 exf5 ctJe4
25 'iVc1 g5
25 . . . ctJxc3 26 'iVh6 ctJe2+ 27
�h1 (+-).
26 'iVd1
Illescas hace amagos con su da­
ma y, por fin, encuentra una vía de
penetración en el flanco de rey.
26 ctJxc3
a) 20 . . . h4 21 ctJh5 gxh5 22 27 'iVhS ctJe4
'iVxh5 (con idea de 23 f6) 22 ... f6 23 28 'iVh6 ctJxf6
'iVg6+ �h8 24 J:.f4 fxe5 25 .i,xe5+, 29 'iVxg5+ �h7
ganando. 30 J:.f3 1-0
b) 20 ... J:.d8 21 'iVcl �e8 22
El tema de la explotación de las
'iVh6 .i.f8 (22 . . . J:.d3 23 e6 J:.xc3 24
casillas débiles creadas por un fian­
exf7+ i.xf7 25 fxg6 +-) 23 'iVg5 J:.d3
chetto se estudia también en la par­
24 fxg6 i.xc5+ 25 �h1 fxg6 26
tida que sigue. En el juego práctico
ctJxh5 , con un fuerte ataque, según
puede constituir un importante fac­
Gavrikov.
tor, pero no el decisivo, cuando
21 ctJxhS!
ambos bandos se encuentran ma­
U na recompensa por la resuelta
niobrando laboriosamente. Lo pri­
decisión de Illescas de socavar las
mordial es que todo jugador debe
manifiestas debilidades de la es­
estar atento a cualquier esquema
tructura de peones negros en el
potencial de mate, pero si la con­
flanco de rey, y su plan para explo­
centración falla, una negligencia de
tarlas.
ese tipo puede resultar fatal incluso
21 ctJxcS
al más alto nivel.
21 ... gxh5 22 'iVxh5 es muy simi­
lar a los análisis sobre la 20a jugada
Kamsky - Karpov
negra.
22 ctJf6+ i.xf6 Elista, 1 996; Mundial FIDE (6)
23 exf6· 1 e4 eS 2 ctJf3 ctJf6 3 d4 ctJxe4 4 �d3
El patrón de mate se ha hecho d5 5 tt.Jxe5 ctJd7 6 ctJxd7 �xd7 7 0-0
ahora mucho más claro. La idea es i!..d6 8 tt.Jc3 'iVh4 9 g3 ctJxc3 10 bxc3
que con un peón protegido en f6 'iVg4 11 J:.e1+ (D)
1 10 GUÍA PARA EL JUGADOR D E ATAQUE

secuencia que las blancas procuren

imponerse en el medio juego.
13 b6
14 c4 dxc4
15 i..xc4 l:.e8
16 ..te3
El cambio de torres alivia la
tensión, después de 16 l:.xe8+
�xe8, con idea de ... �f8 y ... l:.e8, y
la posición estaría igualada. Ahora
las blancas pretenden continuar
con 17 i.d3 �f6 18 c4 para crear la
a b e d e g h posibilidad de ataque 19 c5.
Negras 16 i..c6!
Es una jugada clásica de Kar­
pov, que trata de aprovecharse rá­
11 �d8!? pidamente de la formación de peo­
Esto fue recibido con increduli­ nes en fianchetto del flanco de rey.
dad por parte de los espectadores, 17 d5
pero las negras disponen de escasa Esto es ciertamente un compro­
elección. Si 1 1 . . . i.. e 6??, la réplica miso, porque la idea c4-c5 no es
12 �xg4 no sería muy agradable, ahora tan temible. 17 .i.d3 sería re­
mientras que 1 1 ... i.. e7 conduce a plicada con 17 ... �d5.
una molesta clavada en la columna 17 JL.d7
e. En la partida Magem - Illescas, 18 JL.fl h6
Pamplona, 1995, las negras decidie­ 19 c4 l:.e7 (D)
ron activar la torre dama con 1 1 ...
�f8. El juego prosiguió así: 12 i.. e2
�f5 13 c4 dxc4 14 i.. xc4 h5 15 h4
l:.e8 16 l:.xe8+ i.. xe8 17 i.. e3 b5 1 8
�d3 �xd3 19 i.. xd3 b 4 2 0 i.. d2
( += ) . Kamsky probablemente co­
nocía esta partida, porque en la
presente adopta un plan similar.
12 i..e2 �f5
13 l:.b1
Kamsky trata de encontrar la
forma de explotar al máximo el he­
cho de que las torres negras no es­
tán conectadas, a causa del rey. Un
final permitiría a las negras atenuar
la presión, lo que tiene como con- Blancas
 MATES TÍPICOS 111

Se trata del inicio de una nota­ D e nuevo se pone en marcha la

ble maniobra que desafía todos los fase inicial del largo plan blanco.
inconvenientes y que consiste en Kamsky se está quedando corto de
doblar torres en la columna e, pre­ opciones aceptables. Por ejemplo:
vio desplazamiento del rey a f8. 25 'iVd4 i.e5 ( =+) o bien 25 1i'f3?
20 ..id3?! ..ih3+ 26 �xh3 1i'xf3 (-+ ).
Kamsky elige un plan defectuo­ 25 l:tae8
so, puesto que no tendrá tiempo de 26 'ti'd3 i.g4
implementarlo. Confía en jugar ..ic2 27 i.d2?
y ¡yd3 para conseguir el control de Es un error, que permite a las
algunas casillas y penetrar en el negras crear una red de mate allí
flanco de rey a través del punto h7. donde las débiles casillas blancas
Hubiera sido mejor consolidar la del flanco de rey resultan ser más
posición con 20 ..ig2, lo que permiti­ serias. Otras posibilidades:
ría al sobrecargado alfil de rey pro­ a) 27 'ifh7 i.. f3+ 28 �gl g5, con
teger las importantes casillas de in­ idea de 29 ... i.f4, es favorable a las
vasión f3 y h3. También era una po­ negras.
sibilidad a considerar 20 i.d4. b) 27 f4 i.c5 (tanto 27 ... .ib4
20 'iff6 como 27 ... 'ii'b2 se contestan con 28
21 �g2 i.d4 ! ) 28 i.xc5 bxc5 29 l:txe7 l:txe7,
Es una política precaria confiar seguido de ... l:te2+ es mejor para
al rey el peso de su propia defensa las negras.
contra el ataque de dama y alfil de 27 l:te2!
casillas blancas enemigos. La línea 28 l:txe2
más prometedora para las blancas 28 .ie3 l:t8xe3 (-+ ).
aquí es 21 1i'c2, para apoyar el 28 l:txe2
avance 22 c5. 29 .:n ... (DJ
21 <ite8
22 .ic2 'ifc3
23 .ib3
Ésta es una forma de atajar la in­
tervención de la dama, pero eso sig­
nifica que Kamsky tiene que perder
tiempo antes de que pueda jugar
1i'd3. Probablemente fuese más sa­
bio orientar el juego hacia las tablas,
con 23 .id4 1i'xel 24 'ifxel l:txel 25
l:txel + �f8, o simplemente con 23
1i'd3 'ifxd3 24 ..ixd3.
23 �f8
24 l:tc1 Vi'f6
25 i.c2 Negras
112 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
29 .l:.xd2!
0-1
Las blancas no esperaron a ver
30 �xd2 �f3+ 31 'iiigl i.. h3 32
i.. e4 �xe4 33 f3 i..c 5+ 34 'iiihl �f5
(-+).
Cuando el bando defensor se
aferra a su alfil de fianchetto, el
ataque no tiene respiro. Un plan
consiste en tratar de cambiar el al­
fil, mientras que otro se basa en in­
crementar la presión, situando las
piezas en casillas tales que fuercen
concesiones al enemigo. En la par­
tida siguiente las blancas consiguen
combinar elementos de ambas ideas
para salir victoriosas.
Cramling - Agrest
Estocolmo, 1996
1 d4 fS 2 g3 'Df6 3 i..g2 g6 4 b3 i..g7
S i..b2 0-0 6 tbf3 d6 7 0-0 c6 8 c4
'Da6 9 tbbd2 .l:.b8 (D)
10 'Del
Blancas
Las blancas ponen en práctica
una astuta idea para combatir esta
variante de la Defensa Holandesa.
El caballo busca situarse en d3 pa­
ra vigilar el habitual avance ... e5, y
también para permitir el propio
avance e2-e4.
En la partida Wojtkiewicz -
Hracek, Varsovia, 1 990, las negras
consiguieron una posición iguala­
da después de 10 �c2 b5 1 1 c5? !
'Db4 1 2 �el i.. d7 13 a3 'Dbd5 14 e3
.l:.c8.
10 �eS
11 'Dd3 'Dd7
Agrest prosigue el plan están­
dar de preparar ... e5. Valía la pena
considerar la alternativa 1 1 ... b5,
reservándose la posibilidad de re­
plicar a 12 e4 con 12 ... 'Dxe4 13
'Dxe4 fxe4 14 i.. xe4 i.. h3 (=).
12 e4 eS
13 i..a3! eS
Esto es, desde luego, efectivo
para limitar la influencia del alfil de
dama blanco sobre el peón de d6.
El problema es que permite a las
blancas modificar ligeramente sus
planes, invitándolas a situar un ca­
ballo en d5. Después de 13 ... �e7
14 .l:.el, la dama queda expuesta a
clavadas sobre la diagonal a3-f8 y
sobre la columna e.
14 exfS gxfS
lS dxeS 'DxeS
15 ... dxe5 16 .i.b2, con idea de
17 .l:.el, es bueno para las blancas.
16 'Df4 'Dc7
Las negras estarían satisfechas
de poder cambiar su caballo de da­
ma por una de las activas piezas
blancas. Por supuesto, Cramling no
 MATES TÍPICOS 113

lo permite, reservándose todos sus 19 .i.e6

efectivos de ataque hasta que pue­ 20 l2Je3 t2Jg6?!
dan contribuir de forma decisiva. 21 l2Jd5! .i.f7
16 ... l2Jg6? 17 :el �d8 18 .i.d5+ Otras posibilidades son:
rt>h8 19 l2Jh5 y el importante alfil a) 21 ... l2Je5? 22 l2Jxc7 �xc7 23
negro de g7 pronto será cambiado. f4 ( +-).
17 :el b) 21 ... l2Jxd5 22 :xe6 l2Jc3 23
La amenaza es 18 l2Jd5 l2Jxd5? �d2 l2Je4 24 'iVd5, amenazando
19 .ixd5+ �h8 20 f4 ( +-). :xg6++, le concede a las blancas
17 �d8 una amplia ventaja.
18 t2Jh5 .i.h8 e ) 21 ... .ixal 22 �xal l2Je5 23

18 ... l2Jd3 es una táctica peligro­ :xe5 dxe5 24 �xe5 y 25 .ib2 es

sa, pero ¡ sólo para las negras! Por muy fuerte.
ejemplo: 19 :e3 .i.xal 20 �xal 22 :b1 l2Je6
�g5 (20 ... l2Je5 21 f4) 21 :xd3 23 .ib2
�xh5 22 :xd6 b6 23 �eS, con in­ Cramling se mantiene fiel al
tención de jugar .i.b2, subraya los guión de un plan de ataque lógico,
peligros de quedarse sin el alfil de al proponer de nuevo el cambio de
fianchetto. alfiles, lo que obliga a las negras a
19 tbfl ... (D) enmarañar sus piezas.
23 l2Jd4
24 �d2 b5?
Agrest no percibe el drama in­
minente de un esquema de mate.
24 ... l2Je5 25 .ixd4 cxd4 26 l2Jhf4 b5
27 �c2 es mejor para las blancas.
25 �h6 bxc4 (D)

Las negras han evitado el cam­

bio del alfil, lo que alienta a las
blancas a buscar un camino alter­
nativo hacia la victoria, trasladan­
do el caballo de dama hacia el flan­
co de rey.
1 14 GUÍ A PARA EL JUGADOR DE ATAQUE
25 ... l:.e8 26 l:.xe8+ .i.xe8 27 l:.el
.i.f7 (27 ... i.d7 28 t2Jdf4 y 29 .i.d5+,
ganando) 28 l:.e7 ! es definitivo.
26 l:.e7!
Enfrentadas a la ejecutora 27
t2Jdf6+, las negras se ven obligadas
a entregar material.
26 "V/i/xe7
27 tbxe7+ l2Jxe7
28 t2Jf6+ .i.xf6
29 ¡yxf6 l2Jg6
30 .i.xd4 cxd4
31 ¡yxd4
Cramling ha actuado de acuer­
do con la política tradicional de ca­
pitalizar las ventajas materiales ppr
medio de sucesivos cambios de pie­
zas. La partida finalizó así: 31 .•.
cxb3 32 axb3 l:.xb3 33 l:.xb3 .i.xb3
34 ¡yxd6 f4 3S ¡ya3 i.e6 36 ¡ya6
.i.b3 37 ¡yxa7 f3 38 ¡yb7 .i.e6 39
.i.xf3 1:.17 40 ¡vaS+ c:Ji;g7 41 ..idS
.i.xdS 42 ¡yxdS l2Je7 43 "V/i/eS+ c:Ji;gS
44 f4 (1-0).
La última partida de esta sec­
ción constituye un maravilloso
ejemplo de cómo el dominio de
una formación de fianchetto puede
permitir numerosas oportunidades
de mate. ¡El juego es tanto más en­
tretenido cuanto que el atacante
nos deleita con una curiosa incur­
sión de rey!
Beliavsky - lvanchuk
Be/grado, 1995
1 d4 t2Jf6 2 c4 e6 3 g3 eS 4 t2Jf3 cxd4
S tDxd4 i..b4+ 6 ttJc3 0-0 7 i..g2 dS 8
cxdS tDxdS 9 'ifb3 'iVaS 10 i..d2 ttJc6
11 l2Jc2 i..xc3 12 bxc3 'iVc7 13 ¡ya3
tL!eS 14 .i.xdS exdS 1S .i.f4
En esta posición de apariencia
inocua las negras darán una esplén­
dida lección de cómo crear un ata­
que.
1S f6!
Es una astuta jugada, que pro­
tege el caballo y a la vez facilita la
casilla f7 para un eventual traslado
de la dama al flanco de rey.
16 o-o ¡yn
17 ttJe3
Beliavsky se dispone a presio­
nar sobre el peón d5, centralizando
el caballo para seguir con el dobla­
je de torres en la columna d. Sin
embargo, las negras pueden sacar
mucho partido de su dama (aunque
momentáneamente esté mal situa­
da), así como de la ausencia del al­
fil enemigo de casillas blancas, lo
que debilita las casillas de este co­
lor en la proximidad del rey. Estos
factores inclinan la partida en favor
de las negras.
17 .i.h3
 MATES TÍPICOS 1 15

18 l:.fdl g5!
Es un camino inteligente para
crear una columna (f) abierta y po­
sibilidades de ataque al precio de
exponer el propio rey.
19 i.xe5 fxe5
20 f3 e4
El avance de peón es muy fuer­
te, porque permite a las negras.
mantener el tempo de juego.
21 'ifc5 exf3
22 exf3 l:.ae8
Es una forma excelente de evi­ a b e d e g h
tar el cambio de damas después de Blancas
22 ... 'ifxf3 23 'ifxd5+ 'ifxd5 24
l:.xd5. La clave es que la dama está
obligada a defender el caballo e 2. MATE EN LA Ú LTIMA FILA
lvanchuk ha encontrado la manera
de incorporar otra pieza al juego. Uno de los mates más frecuentes se
23 l:.xd5 h6 produce en la última fila, por lo ge­
Se trata de una útil jugada, que neral tras haber enrocado. El mé­
evita un desastre en g5 y a la vez todo moderno de juego no estimu­
permite mantener la presión sobre la precisamente las supuestas pér­
f3. 1 vanchuk debe evitar 23 ... 'ifxf3 didas de tiempo, como avanzar un
24 l:.xg5+ �h8 25 �d4+ l:.f6? 26 peón para darle un respiro al rey, y
l:.f5 ! ( +-). sólo se hace cuando las circunstan­
24 l:.e5 'ifxf3 cias concretas, las dificultades así lo
25 'ifc4+ ct;g7 aconsejan. Esto significa que los ju­
26 l:.xe8 l:.xe8 gadores que se han enrocado están
27 �d4+ particularmente alerta cuando, por
Se diría que ahora las blancas ejemplo, una única torre defiende
pueden dar una serie de jaques, obli­ su primera fila, que el adversario
gando a lvanchuk a desviar sus pie­ tratará de desviar por todos los me­
zas del ataque. Sin embargo, el rey dios. Esta sección muestra de qué
negro utilizará una curiosa vía para forma puede el atacante explotar la
escapar a la persecución de la dama. debilidad de la última fila, con una
27 ct;g6! selección de diversas posiciones.
28 'ifd3+ l:.e4 En la partida Van der Sterren -
29 :el �h5! (D) Piket, Campeonato de Holanda,
No hay defensa contra 30 . . . 1996, que a continuación comenta­
l:.xe3, seguido d e mate tanto con remos, la Defensa Semieslava dis­
.. .'iffl++ como con .. .'ifg2++. pensará a ambos contendientes de
116 GUÍA PARA EL J UGADOR DE ATAQUE
posibilidades de ataque recíprocas.
El punto crítico se alcanza cuando
las blancas tienen la oportunidad
de amenazar mate en la última fila,
pero las negras plantearán una
trampa que dará lugar a espectacu­
lares fuegos de artificio.
1 d4 t:Df6 2 c4 e6 3 t:bf3 d5 4 t:Dc3
e6 5 e3 CDbd7 6 �c2 .id6 7 .ie2 0-0
8 0-0 (D)
a b e d e g
Negras
8 eS
La continuación que las negras
eligen en este momento es pura
cuestión de gusto. La textual per­
mite a las blancas situar un caballo
en d4, pero a cambio las negras
consiguen actividad en el flanco de
rey. Otras posibilidades son:
a) 8 . . . �e7 9 b3 b6 10 e4 dxe4
11 t:Dxe4 t:Dxe4 12 �xe4 .ib7 13
.ib2 t:Df6 14 �e3 c5 15 t:be5 cxd4 16
i..xd4 llfd8 17 .iJ3 :ac8 18 llad 1
i..xf3 19 �xf3 �c7 2Ó llfe1 .ib4 21
lle3 llxd4? (21 ... ..ic5? 22 .ixc5
'ib'xc5 23 lled3 +=) 22 llxd4 i.. c5 23
lld7! ¡vb8 (23 ... t:bxd7 24 �xf7+
�h8 25 tbg6+ hxg6 26 llh3++, un
mate para recordar) 24 �xf6! (1-0),
Kacheishvili - Sammalvuo, Parni­
ba, 1995.
b) 8 ... lle8 9 lld1 ¡ve7 10 a3 a5
1 1 b3 b6 12 i.. b2 i.. b7 13 l2Ja4! (13
e4 t:Dxe4 14 t:Dxe4 dxe4 15 ¡fxe4
t:Df6 16 ¡fe3 c5 =) 13 ... i::tec8 14
l2Je5 b5 15 l2Jxd7 l2Jxd7 16 l2Jc3 b4
17 axb4 axb4 18 i::txa8 i::txa8 1 9 l2Ja4
( += ), Epishin - Gelfand, Ljubljana,
1995.
e ) 8 ... b6 9 b3 .ib7 10 .ib2 c5 1 1
cxd5 exd5 1 2 i::tad1 i::tc8 1 3 dxc5
bxc5 14 �f5 ! �e7 15 i::t fe1 i::t fd8 16
.i.fl l2Je5 17 t:bb5 l2Jxf3+ 1 8 gxf3
.ib8 1 9 .ixf6 �xf6 20 �xf6gxf6 21
.ih3 i::tc6 22 f4 y las blancas están
ligeramente mejor, sobre todo por
el limitado papel del alfil de b8,
D. Gurevich - Kaidanov, Chicago,
1 995.
9 cxd5 cxd5
h 10 l2Jb5
El caballo gana un tiempo en su
viaje a d4.
10 i..b8
11 dxe5 l2Jxe5
12 l2Jbd4 l2Je4
13 i.. d2 ¡fb6
14 i::tfd1
En la partida Adorján-K. Mü­
ller, Balassagyarmat, 1990, las blan­
cas se prepararon para incrementar
la influencia de una torre en la co­
lumna d, con 14 i.. e l. La partida
prosiguió con 14 ... �h6 15 i.. b4
i::t e8 16 l2Jxe5 i.. xe5 17 t:bf3 .ib8 18
¡va4 i::t d8 19 i.. e7 i.. d7 20 �d4 i::t e8
21 i.h4 i.c6 22 i.. g3 l2Jxg3 23 hxg3
a6 24 ¡fd2 (0,5-0,5).
14 l2Jg4
 MATES TÍPI C OS 1 17

Es una mejora sobre la partida sulta evidente que su rival había

Epishin - Godena, Reggio Emilia, visto más lejos.
1994/95, en la que las blancas consi­ 18 i..h2+
guieron una pequeña ventaja des­ 19 tiJxh2 :axc8
pués de 14 ... tiJxf3+ 15 tiJxf3 i.. g4 20 tiJf5!
16 i.. e 1 'iVd6 17 g3 'iVf6 1 8 �g2 :ds Ésta es la jugada que derrumba
19 :acl. Piket debe haber sido la posición negra. Van der Sterren
consciente de que Epishin había consigue de esta forma una gran
analizado la superior 15 �xf3! 'iVh6 ganancia de material, gracias al
16 h3 'iVg6 (16 . . . 'iVd6 17 i.. xe4! ) 17 tiempo ganado en atacar la dama.
�b4 :es 18 'iVa4 :es 19 tiJe2 y la 20 'iVg5
amenaza de mate sobre la última 21 tiJe7+ �h8
fila (con 20 :xd5 :xd5 21 'ife8++) 22 l:.xc8 :xc8
le concedió a las blancas excelentes 23 t¿)f3 'iVh6
chances. 24 tiJxc8 g6
15 �el 'iVh6 ¿Qué otra cosa, si no?
16 h3 tiJgf6 25 tiJb6 'Yi'f8
17 :acl a6? (D) 26 tiJxd5 1-0

El mate en la última fila es me­

nos frecuente aún, si bien sigue
siendo posible, cuando no se ha
producido el enroque. La buena
noticia, en cambio, para los cazado­
res de mates, es que el bando de­
fensor suele estar en esos casos
más desprevenido.

a b e d e f g h

Blancas

18 'iVxc8!
Van der Sterren liquida el alfil,
ante la imposibilidad de 18 ... :xc8
19 :xc8+ tiJe8 20 :xe8++, con un
mate clásico en la última fila. Piket
a b e d e f g h
resuelve su problema con una sim­
ple combinación, pero pronto re- Negras
1 18 GUÍ A PARA EL JUGAD OR D E ATAQUE

Esta posición se produj o en la ner inédita a la triste torre de h8,

partida J. Polgár - Bareiev, Moscú incapaz de contribuir al desarrollo
(rápidas), 1996. Las blancas tratan del j uego.
de mantener el rey de su oponente 21 dxc4
en f8, para asegurarse de que la to­ 22 ltJxc4 'ifd5
rre de h8 permanezca inactiva. El 23 ctJb2
rey blanco se encuentra en una si­ Tiene sentido cambiar las pie­
tuación un tanto precaria, en el zas activas de las negras, lo que no
centro del tablero, pero eso permi­ hará sino acentuar la pasividad de
te que sus torres puedan conectar­ su flanco de rey.
se, por lo que a Bareiev le resultará 23 �xc1
bastante difícil organizar un ataque 24 �xc1 .i.xd3+
directo. 25 ctJxd3 "illa2+
16 ctJd7 Bareiev cubre 26 :eS++ y des­
17 .i.a3 vía el alfil.
No entra dentro de las inten­ 26 .i.b2 ctJb6
ciones blancas ganar un peón con 27 'iJlh4 ctJbd5?
18 .i.xe7+ <iJxe7 19 'iJlxg7? �ag8 Un comprensible error. (D)
(-+ ), sino que lo que pretenden es 28 �c8+! 1-0
mantener al rey negro atado a la
defensa del caballo, a fin de man­
tener pasivas a las piezas negras
del flanco de rey. Si lo consiguen,
parece lógico abrir nuevas líneas
de ataque en el flanco de dama pa­
ra permitir la penetración de las
torres.
17 �eS
18 ctJd2 b5
Bareiev se ve obligado, aunque
con reticencia, a permitir que se
abran las columnas a y b, en vista
de que 18 ... .i.xd3+ 19 cxd3 permi­
tiría �el , con ventaja blanca, o
Blancas
bien 18 . . . a6 19 ctJxc4 dxc4 20 .i.e4
"illc7 21 .i.d6 �d8 22 "illh4 ±.
19 axb5 .i.xb5 En la partida que sigue, Lane -
20 �hc1 a6 Lemmers, Campeonato de Bélgica
21 c4 (equipos), 1995, las blancas intro­
Judit ha encontrado la forma ducen el sacrificio de un peón con
de optimizar el poder de sus to­ el propósito de impedir que las
rres, a la vez que ha sabido mante- blancas enroquen. El juego entra

entonces en una fase fluctuante y el
peón es devuelto para conseguir la
iniciativa. En ese momento se bos­
queja un mate en la última fila
cuando mi oponente menos lo es­
peraba.
1 e4 c5 2 ct:Jf3 ct:Jc6 3 ct:Jc3 e6 4 d4
cxd4 5 ct:Jxd4 CLJf6 6 CLJdbS d6 7 .if4
eS 8 .igS a6 9 ct:Ja3 bS 10 .ixf6 gxf6
11 ct:JdS .ig7 12 c3 fS 13 exfS .ixfS
14 ct:Jc2 (D)
a b e d e g
Negras
14 ct:Je7
15 .id3!
Es una idea tomada de lvan­
chuk, que arroja dudas sobre esta
particular línea. El curso standard
de la misma consiste en reforzar la
presencia de un caballo en d5. De
esta forma prosiguió la partida Ko­
tronias - Illescas, Chalkidiki, 1992,
en la que se jugó 15 ct:Jce3 .ie6 16
g3 ct:Jxd5 17 ct:Jxd5 0-0 18 .ig2 l:b8
19 0-0 aS 20 'iih5 f5 21 :ad1 �h8
22 l:td2, con chances similares.
15 .ie6
MATES TÍ PICOS 1 19
Otras posibilidades:
a) 15 ... e4? ! 16 ct:Jxe7 'fixe7 17
.ixb5+! .ixb5 18 "ii'd5 ±.
b) 15 ... ct:Jxd5 16 .ixf5 ct:Je7 17
"ii'g4! , y ahora:
b1) 17 ... ct:Jxf5 18 �xf5 'ii'd7 (o
bien 18 . . . 0-0 19 .:td1 y las blancas
apuntan al débil peón d, con venta­
j a) 19 ct:Je3 ¡yxf5 20 ct:Jxf5 .if8 21
a4! bxa4 22 .:txa4 �d7 23 �e2 �e6
24 CLJe3, con idea de jugar .:tha1 y
las blancas están mejor.
b2) 17 ... �f8 19 'iff3, amena­
zando 19 .ie6, con buenas perspec­
tivas para las blancas.
b3) 17 . . . 0-0 18 .:td1 d5 (o bien
18 ... ct:Jxf5 19 'ifxf5 d5 20 0-0 .:ta7
21 .:td3 ±) 19 ct:Je3 d4 20 .ie4 dxe3
21 .:txd8 exf2+ 22 �xf2 .:taxd8 23
'ife2 y las negras tienen insuficien­
te compensación por la dama,
1vanchuk - Kramnik, N ovgorod,
1 994.
16 ct:Jxe7 �xe7
h 16 ... �xe7 se refuta con 17
CLJb4 ! , apuntando a c6 y d5.
17 .ie4 dS?!
Se trata de un sacrificio em­
prendedor, que concede la iniciati­
va temporalmente a las negras, en
virtud del control de la columna d.
Si 17 . . . .:tc8 18 ct:Je3 y las blancas
pueden situar su caballo en d5 o
contemplar la peligrosa �h5,
cuando la dominación de las casi­
llas blancas centrales es todo un
problema para las negras.
18 .ixdS .:td8
19 .ic6+ �f8
20 'iff3 .ic4
21 ct:Je3 iVc5
22 .ie4
1 20 GUÍ A PARA EL J UGADOR DE ATAQUE

En principio había estado pen­ fuerzas negras, mientras montaba

sando en la línea 22 ctJxc4 'i!Vxc4 23 un decisivo ataque.
'i!Ve4 (23 i.e4 b4! ) 23 . . . 'i!Vxe4+ 24 30 .:tg5
i.xe4 rJ;; e 7, cuando los alfiles de 31 ctJe3 iLe7
distinto color conceden a las negras 32 iLd5
buenas chances de tablas. Después También era posible 32 .:tcl , pe­
de un rato, me di cuenta de que la ro preferí forzar los acontecimien­
textual es excelente porque, una tos y abrir líneas para poder llegar
vez analizadas todas las líneas aza­ al rey enemigo.
rosas que se derivan de 22 ... i.h6, 32 iLxd5
llegué a la conclusión de que se re­ 33 'i!Vxd5
futaba con la sencilla 23 'iff6 ( +-). 33 ctJxd5? e4 (-+ ).
22 h5 33 'i!Vxc3
23 .:td1 .:txd1+ 34 .:td1 rJ;; g8
24 'i!Vxd1 iLf6 35 'i!Va8+ i.f8
24 ... i.xa2?? 25 'i!Vd8++ sólo te- 36 h4
nía cabida en mis sueños. La jugada más precisa proba­
25 'i!Vf3 .:th6 blemente sea 36 'i!Vxa6, pero yo ya
26 ctJf5 .:tg6 tenía puestos los ojos en la combi­
27 ctJg3 .:th6 nación que pronto surgirá en el ta­
28 ctJf5 blero.
Esto resulta bien, pero a prime­ 36 .:tg6
ra vista era tentador 28 ctJh5. Las 37 ctJf5 'ifc2 (D)
negras, sin embargo, tendrían clara
compensación después de 28 ...
.i,g5 29 ctJg3 .:td6, ya que el desam­
parado rey blanco tiene proble-
mas.
28 .:tg6
29 b3 i.e6
30 0-0
Es un momento decisivo en la
partida. Las negras han aventurado
el sacrificio de un peón para impe­
dir el enroque, pero puede decirse
que no han tenido éxito por poco.
Mi tarea es tratar de imponer el pe­
so del material y en eso me ayuda
el hecho de que el rey negro esté
expuesto. Mi primera intención fue 37 ... 'i!Vc5 38 'iff3 .:tg4 39 ctJe3
empujar mis peones del flanco de · (+-).
dama y usarlos para distraer a las 38 �xf8+ 1-0
 MATES TÍPI C OS 1 21

3. EL PRESENTE GRIEGO La posición procede de la parti­

da Hebden - Bryson, Glasgow,
El sacrificio de alfil en h7 es una 1 995, en la que las negras se propo­
forma clásica de construir una red nen minar el centro enemigo. La
de mate, con la continuación es­ ventaja de espacio les permite a las
tándar de un j aque de caballo en blancas una pronta posibilidad de
g5 y �h7++. Aunque este sacrifi­ jugar el presente griego.
cio tiene ya una larga historia, con­ 8 c5
tinúa cazando jugadores de todos Un enfoque más seguro habría
los niveles. Polerio lo mencionó sido 8 ... tDb6 9 �c2 tDxc4 10 tDxc4
por primera vez en 1612 y fue más (+=).
tarde analizado por Greco, en 9 eS tDdS
1619. La Greco-connection posi­ 10 �xe7 tDxe7
blemente sea la razón por la que al 11 �d3
sacrificio de alfil se le asocia con El alfil blanco se retira en pre­
un obsequio en el espíritu del ca­ vención de 1 1 ... tDb6, lo que tiene la
ballo de Troya. Todo esto está muy virtud de ocultar parcialmente que
bien, pero un jugador de ajedrez el alfil apunta, en realidad, a h7.
tiene que saber distinguir a la per­ 11 cxd4
fección cuándo es o no posible, ya 12 0-0
que las circunstancias para que se Hebden es demasiado bueno pa­
produzca un modelo perfecto rara ra caer en la celada 12 �xd4 ? tDxe5!
vez se dan. Los ejemplos que si­ 13 �xd8? ! (13 �xh7+ �xh7 14 �xe5
guen pueden ayudar a comprender =+) 13 . .. tDxf3+ 14 tDxf3 l:.xd8 +.
mejor las directrices de este famo­ 12 b6
so motivo de ataque. 13 �xd4 tDcS (D)

a b e d e g h a b e d e g h

Negras Blancas
122 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

14 i.xh7+! ... continúa jugando con soberbia téc­

Introduciendo el sacrificio del nica, rechazando toda tentativa de
presente griego. progreso por parte de su oponente,
14 �xh7 antes de llevar a cabo el ataque de­
15 'tih4+ �g8 finitivo: 23 l:.d7 24 a3 l:.ad8 25 f4
.•.

16 tiJgS 'tid3? tt:Jf8 26 l:.c1 tiJh7 27 'ifg3 fS 28 hS

La dama cubre la casilla vital tt:Jf8 29 'tigS tiJh7 30 'tih4 tt:Jf8 31
h7. Bryson podía haber "dado ai­ l:.c3 l:.b8 32 l:.g3 �h7 33 h6 (1-0).
re" a su rey con 16 ... l:.fe8 ! , lo que
ofrecía mayor resistencia. Por No siempre es posible llegar al
ejemplo: 17 tt:Jde4! tt:Jxe4 (17 ... tt:Jf5 mate (con el típico mecanismo tt:Jg5+
18 tt:Jf6+ ! gxf6 1 9 'tih7 + �f8 20 y �h7+) en todos los casos que im­
'tixf7++) 18 'tixe4 tt:Jd5 19 'tih7+ plican un presente griego. Sin embar­
�f8 20 'tih8+ �e7 21 'tixg7 l:.f8 22 go, su amenaza puede crear las con­
h4, y las blancas están mejor, por diciones propicias para concluir con
tener dos buenos peones por la pie­ un modelo alternativo de mate. La
za y a que el rey negro se encueñtra partida que veremos a continuación,
expuesto en el medio del tablero. Kolev - Herráiz, Linares, 1 996, da lu­
17 tiJde4 l:.d8 gar a una posición del tipo que estu­
17 ... t2Jxe4?? 18 'tih7++. diamos, a partir de una Defensa
18 l:.ad1! 'ifxfl+ Francesa, Variante Tarrasch. Las
Es una señal de que Hebden ha blancas juegan agresivamente, ofre­
vencido en la batalla táctica. La ciendo un gambito primero y luego
clave para entender la posición es prosiguiendo en estilo táctico.
que 18 ... no es un preludio a un 1 e4 e6 2 d4 dS 3 tt:Jd2 tt:Jf6 4 eS
ataque en la última fila para las ne­ tiJfd7 5 i.d3 c5 6 c3 t2Jc6 7 t2Jgf3
gras, sino sólo una forma de desviar �b6 (D)
la dama de la protección del punto
h7: 19 tt:Jf6+ gxf6 (19 ... �f8 20
tt:Jgh7++) 20 'tih7+ �f8 21 �xf7++.
19 l:.xfl tt:Jxe4
20 t2Jxe4 i.b7
21 tiJd6 t2Jg6
22 �gS i.dS
23 h4
Las blancas dominan el tablero
por completo. Las negras tienen al­
guna compensación material por la
dama, pero son incapaces de coor­
dinar sus piezas para crear algún
a b e d e g h
contraj uego, sobre todo debido al
poderoso caballo blanco. Hebden Blancas

8 0-0
El Gambito Korchnoi es peli­
groso, ya que consigue ventaja en
desarrollo y de espacio. Las negras
pueden aceptarlo, asumiendo que
corresponde a las blancas demos­
trar que, a largo plazo, consegui­
rán compensación suficiente por
el peón.
8 cxd4
La alternativa 8 . . . g6 es reco­
mendada por aquéllos que desean
evitar el ataque a ultranza. El jue­
go podrá proseguir así:
a) 9 l:el .i.g7 10 dxc5 'i/c7 1 1
ctJb3 ct:Jdxe5 1 2 .i.f4 0-0 1 3 ct:Jxe5
.i.xe5 14 .i.xe5 ct:Jxe5 15 .i.fl b6
( = ) , Gipslis - Gleizerov, Alushta,
1 993.
b) 9 dxc5 \\V c7 1 O ctJ b3 ctJdxe5
1 1 .i.f4 .i.g7 12 ct:Jxe5 ct:Jxe5 13
.i.b5+ .i.d7 14 .i.xd7+ �xd7 1 5
.: e l ct:Jc4 1 6 .:bl 0-0 ( = ) , Maksi­
movic - Farago, Copenhague,
1 989.
e) 9 h4 .i.g7 10 h5? ! cxd4 1 1
cxd4 ct:Jxd4 1 2 ct:Jxd4 'iVxd4 1 3 ct:Jf3
�g4 14 .i.e2 'i/xh5 15 g3 'iff5 16
.i.f4 ct:Jxe5 (&), Nikolenko - Zlo­
chevsky, Moscú, 1 989.
9 cxd4 ct:Jxd4
10 ct:Jxd4 'iVxd4
11 ct:Jf3 'ilb6
11 . . . 'iVg4 12 h3 'ifh5 13 .:el de­
ja a la dama negra mal colocada y
susceptible de ataque, previa �h2,
con g4.
12 'iVa4 �b4
12 ... .i.e7 se replica con 13 'i!Vg4!
g6 14 .i.h6 y las negras no pueden
enrocar corto.
13 'iVc2 'i!VeS
MATES TÍPICOS 1 23
También eran posibles:
a) 13 ... g6 14 a3 'iVc5 15 'ila4
.i.g7 16 .i.d2 a6 17 .:acl "i!la7 18
.i.b4 ± (Estrin).
b) 13 ... h6 14 .i.d2 'iVb6 15 .:acl
.i.e7 16 'iVa4 'iVd8 17 lic2 �f8 1 8
.:fcl (+ =), Korchnoi - Udovcic, Le­
ningrado, 1967.
14 'ti'e2
Se trata de un enfoque conse­
cuente, que descarta restaurar el
equilibrio material en beneficio de
la iniciativa. En la partida Furman -
Uhlmann, Polanica Zdroj , 1967, se
llegó a un final igualado después de
14 .i.xh7 b6 15 .i.f4 .ia6 16 .:fcl
'ti'xc2 17 .i.xc2 ct:Jc5 18 ct:Jd4 .i.e7 .
14 .i.e7
15 .i.e3 'ifa5
16 .:ac1
Las blancas mejoran progresi­
vamente la posición de sus piezas,
mientras que Herráiz ha tenido
que gastar tiempo con su dama.
16 0-0
17 .:c3!
Parece que Kolev está pensan­
do sencillamente en doblar torres
en la columna e, pero la verdadera
intención es situar la torre en una
posición tal que pueda desplazarse
con rapidez al flanco de rey.
17 .:eS?! (D)
Las ignoran la inminente explo­
sión. En la partida Emms - Giddins,
Gausdal, 1993, las negras no pudie­
ron solucionar el problema de có­
mo combatir el ataque después de
17 ... f5 18 exf6 ct:Jxf6 19 .i.d4 .i.d7
20 ct:Jg5 h6 21 ct:Jxe6 l:.fe8 22 .i.f5
�a6 23 'i!Vxa6 bxa6 24 ct:Jxg7! .i.xf5
25 ctJxf5 ct:Je4 26 l:.c6 ( 1 -0).
1 24 GUÍ A PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

En esos casos, naturalmente, el ata­

cante tiene ya un peón por sus es­
fuerzos y el plus adicional de que la
barrera defensiva de peones ha si­
do seriamente dañada. En la parti­
da Baklan - Relange, Bruselas (rá­
pidas), 1 995, tenemos un claro
ejemplo de cómo se derrumba una
defensa ya debilitada.

18 .ixh7+! •..

La cuenta atrás para la capitula-

ción negra ha comenzado.
18 �xh7
19 l2Jg5+ .ixg5
20 'iVh5+
He aquí cómo el presente griego
ha jugado un importante papel, al a b e d e f g h
permitir que las blancas hayan Blancas
abierto líneas para sus piezas ma­
yores, que ahora se ocuparán de
asediar al rey enemigo. 10 l2Jbd2
20 �g8 El peón b no les interesa a las
20 ... .ih6 21 ..txh6 gxh6 22 blancas, ya que 10 'iVxb5 permitiría
'iVxf7+, ganando. la réplica 10 .. .ia6, ganando cali­
.

21 .ixg5 'iVxc3 dad.

Las blancas verían recompensa­ 10 'iVb6
dos sus esfuerzos con un elegante 11 e5 l2Jfd7
final, en caso de 21 l2Jxe5 22 .:h3
... 12 l2Je4
l2Jg6 23 'iVh7+ �f8 24 'iVh8+ l2Jxh8 Baklan lleva otra pieza al flanco
25 .:h8++. de rey.
22 bxc3 l2Jxe5 12 dxe5
23 f4 1-0 13 dxe5 l2Jc5
Relange percibe el peligro de
Hay ocasiones en las que el sa­ consentir que las blancas lleven a
crificio de alfil se declina y el rey cabo su plan y pretende eliminar el
simplemente se aparta del jaque. caballo centralizado.
 MATES TÍPICOS 1 25

14 ttJxc5 i..xc5 21 i..g5 ttJd5

15 .i.. c2 ttJc6? (D) 22 ii.f6 1-0

Una forma de conseguir que el

sacrificio de alfil tenga éxito es ase­
gurarse de que la continuación
ttJg5+ no falle por ... ii.xg5, a cuyo
efecto puede jugarse previamente
h4, tanto para apoyarlo como para
abrir la columna h. La siguiente
partida transforma estas palabras
en acción concreta.

Jakirlic - Lücke
Bad Worishofen, 1996
a b e d e g h
1 e4 e 6 2 d4 d5 3 ttJd2 dxe4 4 ttJxe4
Blancas
ttJd7 5 t2Jf3 ttJgf6 6 ttJxf6+ ttJxf6 7
.id3
Es una negligencia que cuesta 7 .i.. e7
la partida. 15 ... .i..xf3 16 'ti'xf3 ttJc6 Est a tran quila jugada ha sido
conducía a la igualdad. recient emente arrinconada por la
16 .ixh7+! �h8 moda, debido a alternativas más
Las malas posiciones requieren sólida s:
medidas desesperadas. Que el ata­ a) 7 ... c5, y ahora
que es correcto queda demostrado a l ) 8 0-0 cxd4 9 ttJxd4 i.. e7 (9 ...
con la línea 16 ... �xh7 17 ttJg5+ 'iVxd4? 10 .ib5+, ganando) 10 c3 O­
�g8 18 ¡vh5 .:te8 19 'ifxf7+ �h8 20 O 11 l:.el a6 12 ii.g5 .:te8 13 .ih4? !
'iVh5+ �g8 21 .ie3 ! y las blancas (13 'iVf3 ! ?) 13 . . . .id7 14 ii.c2 b5 1 5
ganan. a4 bxa4 1 6 i.. xa4 ttJd5 17 .i..xe7
17 .ic2 ttJe7 ttJxe7 1 8 .tc2 'iVb6, con igualdad,
18 'ti'd3 g6 como en la partida Zeshkovsky -
19 'iVd2 Jolmov, Akmola, 1 993.
El presente griego ha dejado en a2) 8 dxc5 .i.xc5 9 'ti'e2 0-0 1 O
ruinas la posición negra. Ahora, el .i..g5 'iVa5+ 11 c3 i.. e7 ( 1 1 ... 'iVc7 ! ?)
motivo de mate, considerado ya en 12 ttJe5 h6 13 i.. h4 .:td8 14 0-0 'ti'c7
los ejemplos incluidos en el ataque 15 .:tad l b6 (15 ... .i.. d7 ! ?) 16 .:tfe1
a una formación de fianchetto, en­ .i.. b7? ! 1 7 t2Jxt7 ! 'iVc6 (17 . . . �xf7 18
tra en escena con resultados previ­ 'ti'xe6+ �f8 1 9 .ixf6! .i.. xf6 20 .ic4
sibles. +-) 18 i.e4 'iVxe4 19 'ti'xe4 .:txdl 20
19 .ixf3 ttJh6+ ! �f8 21 'iVxe6 (+-) , Kar pov ­
2Q 'iVh6+ �g8 S p eelm an, Reykjavik, 1991.
1 26 GU ÍA PARA EL J U GAD OR D E ATAQU E

b) 7 . . . b6 8 'iVe2 b6 9 c3 i.. e 7 10 menos trata de abrir la diagonal a1-

i.. g 5 h6 11 i.. h4 'iVd5 ! 12 tt:Je5 h8 para el alfil rey.
t2Jd7 ! 13 i.. xe7 tt:Jxe5 14 dxe5 12 h4
'ifxg2 15 0-0-0 <ilxe7 16 :hg1 Una excelente jugada que po­
'iYxh2 17 'iYe3 g5 18 :g4 :ad8 1 9 dría confundirse con el comienzo
f4 (Kamsky - Korchnoi, Tilburg, de un ataque a la bayoneta, cuando
1 991), y ahora 19 . . . :hg8 20 fxg5 en realidad prepara y da consisten­
hxg5 21 :dg1 :d5 22 :xg5 �h6 cia a un presente griego.
23 i.. e2 es mej or para las negras, 12 t2Jb4 (D)
según Kamsky.
8 i..g5 tt:Jd5?!
Alejar a uno de los mejores de­
fensores constituye una política du­
dosa. El alfil podría retirarse, pero
entonces siempre estaría en el hori­
zonte la irritante c4. La correcta
elección tiene que ser luchar por el
centro. Por ejemplo: 8 ... 0-0 9 �e2
c5 10 0-0-0 'iVa5 11 <ilb1 cxd4 12 h4
i.. d7 13 t2Jxd4 ( += ), Nunn - Skem­
bris, París, 1983.
9 i..d2 i..f6
10 'ii'e2 0-0
11 0-0-0 Blancas
Las blancas revelan sus inten­
ciones de atacar con el enroque lar­ 13 i.. xh7+! ...
go. Un plan es avanzar los peones g Otro rey que morderá el polvo...
y h. Por otra parte, el punto h7 es 13 <iii> h8
vulnerable sin el caballo de f6. Las 13 ... <ilxh7 14 tt:Jg5+ i.. xg5 (o
negras normalmente confían en el bien 14 ... <ilg8 15 'ii'h 5, trasponien-
rápido asalto al centro ... c5 para do) 15 hxg5+ <ilg8 16 'i\Yh5 f6 17 g6
abrir la posición. (+-).
11 a5 14 i..e4 tt:Jxa2+
Esto es demasiado ligero para 15 <ilb1 tt:Jb4
crear serias amenazas y, desde lue­ 16 t2Je5 g6
go, no es mejor que 11 ... c5, que al 17 h5 1-0
EJERCICIOS 1 27

Vegh - Chabanon
Ginebra, 1996
Las negras finalizaron la partida
con un elegante mate. ¿De qué for­
ma?

Kadimova - Ortega
Linares, 1996
Las negras concluyeron el juego
con una inteligente combinación que
implica ideas de mate. ¿Qué juga­
ron?

B. Lalic - Mertens
Eupen, 1996
¿Cómo consiguieron las blancas
explotar su dominio de la columna g
y concluir la partida con un ataque
decisivo?
1 28 EJERCICIOS

Stefansson - Bjarnason
Campeonato de Islandia, 1996
¿Puede usted captar la forma en
que las negras consiguieron romper
la efímera defensa enemiga?

Bistric - Gabriel
Croacia, 1996
Las blancas disponen de enormes
amenazas contra el expuesto rey ne­
gro, pero ¿cuál es la continuación ga­
nadora?

R. Moor - Girardin
Neuchatel, 1996
Se diría que las negras han conse­
guido rechazar el ataque sobre su
formación de fianchetto. ¿Cómo
destruyeron las blancas esas ilusio­
nes?
EJERCICIOS 1 29

Wood - Mah
Hastings, 1995
Hay ataques rabiosos sobre am­
bos flancos del tablero. ¿Cómo con­
siguieron las blancas llevarse la pal­
ma?

Danielian - Landa
Cappelle-/a-Grande, 1996
¿De qué forma se plasma con
éxito la concentración de fuerzas
blancas sobre el debilitado flanco de
rey enemigo?

Vokac - Freisler
0/mutz, 1995
Las casillas negras en torno al rey
negro son débiles. ¿Cuál es el modo
más eficiente de explotar este fac­
tor?
1 30 EJERCICIOS

Ftacnik - Kaminski
Polanic Zdroj, 1995
Las blancas tienen una agresiva
posición y ahora encuentran la for­
ma de incrementar el ataque. ¿Cómo
continuaría usted?
 6 . FINALES TÁCTICOS
El final puede constituir una absolu­
ta felicidad para el jugador de ata­
que, con la actitud adecuada. Mien­
tras que algunos se quejan de las exi­
gencias de una correcta técnica en
las oscuras posiciones que caracteri­
zan al final de torre y peones, la ma­
yoría de las partidas encierra un
enorme potencial de trucos y tram­
pas. Lo primero que hay que tener
presente es que porque las damas
hayan dejado el tablero no hay ra­
zón para olvidar los demás princi­
pios expuestos en los capítulos ante­
riores. Así, recordemos que en las
partidas ilustrativas se hacía hinca­
pié en el poder de la iniciativa, en la
búsqueda del ataque directo contra
el rey enrocado, en la explotación de
peones débiles, en la superior capa­
cidad de maniobra y, finalmente, en
la persecución del rey desamparado.
1 . PENSAMIENTO POSITIVO
La Variante del Cambio de la
Apertura Española es una de las
maneras más evidentes de entrar
en el final directamente desde la
apertura. Su reputación como
apertura de tablas fue destruida
en los años sesenta, cuando Fis­
cher ganó un buen número de
partidas con ella, gracias a su ima­
ginación y a su instinto nato. Tam­
bién Timman es un firme creyente
en su fuerza y la ha incluido en su
repertorio durante muchos años.
En la partida que sigue nos brinda
un ejemplo modélico en cuanto a
que un final puede deleitarnos
con una fiesta táctica, cuando el
protagonista adopta una actitud
positiva hacia esa última fase del
j uego.
1 32 GUÍA PARA EL JU GA D OR D E ATAQU E
Timman - Adams
Be/grado, 1995
1 e4 eS 2 l2Jf3 l2Jc6 3 ..ibS a6 4 .i.xc6
dxc6 S 0-0 f6 6 d4 exd4 7 l2Jxd4 eS 8
l2Jb3 'iVxd1 9 l:.xd1 (D)
a b e d e g
Negras
9 i.g4
Es una forma moderna de tra­
tar este · planteo. La idea es provo­
car el avance del peón f, lo que
puede permitir posibilidades tácti­
cas gracias a jaques o clavadas en la
diagonal g1-a7. En la partida Ma­
liutin - Grolod, Moscú, 1 991, las
negras adoptaron una variante me­
nos ambiciosa. La partida continuó
así: 9 ... ..id7 10 ..if4 0-0-0 1 1 l2Jc3
c4 12 l2Ja5 ..ib4 13 ..ixc7 l:.e8 14
l2Jd5 l:.xe4 15 l2Jxb4 cj;;xc7 16 l2Jxb7
l:.e5 17 l2Jd6 (1-0).
10 f3 i.d7
11 i.f4 0-0-0
12 l2Jc3 c4
Es una continuación lógica, que
libera la casilla c5 para el alfil rey.
13 lLJaS
Timman plantea a las negras al­
gunos problemas, relacionados con
las debilidades de los peones en el
flanco de dama. En la partida Ko­
tronias - Adams, Chalkidiki, 1993,
se jugó 13 l2Jd4 l2Je7 ! ? (13 ... ..ic5)
1 4 l:.d2 tt:Jg6 15 ..ie3 ..id6 16 l:.ad1
l:.he8 17 �f2 h5 18 tt:Jce2 h4 19 h3
l:.e7, con igualdad.
13 ..icS+
14 �fl
Es natural acercar el rey al cen­
tro, pues de lo contrario podrían
producirse más adelante sorpresas
de mates en la última fila. Vale la
pena recordar aquí lo importante
que es conocer un poco de historia
de la apertura, como lo demuestra
la partida Ribli - Zuidema, Wijk
h aan Zee, 1973, de la que, por cierto,
hay ecos en la partida ilustrativa.
Las blancas jugaron 14 �h1 y con­
siguieron ganar cómodamente des­
pués de 14 ... b5 (no 14 ... ..ib4? 1 5
..ixc7 ! �xc7 16 é2Jd5+, que caza el
alfil) 15 é2Jd5 c6? ! (1 5 ... tt:Je7 ! ? 16
..ixc7 tt:Jxd5 17 ..ixd8 l2Je3 18 é2Jb7 !
tt:Jxd1 19 tt:Jxc5 é2Jf2+ 20 cj;; g 1 tt:Jxe4
21 fxe4 l:.xd8 22 l:.d1 ..ic6 23 l:.xd8+
\txd8 24 cj;; f2 +=) 16 b4 ii.a7 (16 .. .
cxb3 17 cxb3 cxd5 18 l:.ac1 +-; 16 .. .
cxd5 17 bxc5 dxe4 18 c6 +-) 17 tt:Jc7
i.b8 18 tt:Je6 Ji.xf4 19 tt:Jxc6! i.. xe6
20 tt:Jxd8 ..id7 21 l2Jf7 tt:Je7 22 é2Jxh8
..ie6 23 a4 ..ie5 24 axb5 .ixa1 25
bxa6 .ie5 26 l:.d8+ (1-0).
14 bS
1S éZJdS c6?
Esta jugada natural permite a
Timman realizar un poderoso avan­
ce en forma de fuerte continuación
obligada. La mejor tentativa era 15
 F I N AL ES TÁCTICOS 133

... Ci:Je7 para tratar de buscar alguna

compensación por el peón, si bien
tal compensación resultó insuficien­
te en la partida Benjamín - A. Iva­
nov, Campeonato de Estados Uni­
dos, 1993. La partida prosiguió con
16 i.. xc7 Ci:Jxd5 17 �xd5 �xc7 18
�xc5+ �b6 1 9 b4 cxb3 20 Ci:Jxb3
i.. e6 21 �c3 b4 (21 ... �d6 ! , con in­
tención de doblar torres en la co­
lumna d, es un mejor plan, según
Timman) 22 �e3 �c8 23 Ci:Jd4 .i.c4+
24 �el �hd8 25 Ci:Je2 ±.
16 b4 i.. a7
17 Ci:Jc7!
Ésta es una importante mejora Ci:Je7 22 t2Je6 t2Jxd5 23 exd5 .ixh2
sobre la partida Seirawan - Karpov, 24 �f2 .i.d6 25 a4 ±.
Mónaco, 1 993, que continuó así: 17 20 t2Ja7+ �bS
.i.e3 i.. xe3 1 8 Ci:Jxe3 Ci:Je7 y las ne­ 21 t2Jxf4 �e7
gras no tuvieron problemas. Apa­ 22 Ci:Jd5 �eS
rentemente, Timman había exami­
Otras posibilidades son:
nado esta partida pero no pudo
a) 22 ... �f7 23 Ci:Jb6 �c7 24
ver razón alguna para no seguir
Ci:Jxd7 �xd7 25 �xd7+ �xd7 26 a4
con el plan indicado en las notas a
(+-).
la 143 jugada de las blancas. Es muy
b) 22 ... �e6 23 Ci:Jb6 .i.e6 24
posible que Adams se haya fiado
Ci:Jbc8 �c7 25 �d5 Ci:Je7 26 �c5+
del criterio de Karpov, si bien ¡de­
bería haber sido más prudente, te­ �b7 27 �dl ( +-).
23 Ci:Jf4 �e7
niendo en cuenta que se trataba de
una partida a la ciega ! 24 Ci:Jd5 �eS
17 i.. bS 25 Ci:Jb6!
1S Ci:Je6 .i.xf4 (D) Se trata del comienzo de una
19 Ci:Jxc6! astuta combinación, sacrificando
Las negras han sido torpedeadas. un caballo para permitir que la to­
19 �eS rre ocupe la octava fila.
Alternativas: 25 .i.e6
a) 19 ... .i.c7 20 Ci:Ja7+ �b7 21 26 Ci:Jc6+ �c7
Ci:Jxd8 (+-). 27 Ci:Jd4 �xb6
b) 19 ... .i.xc6 20 �xd8+ <it>b7 21 2S Ci:Jxe6 �xe6
Ci:Jxf4 ( +-). 29 �dS •.• (D)
e) 19 . .. i.. x e6 20 Ci:Jxd8 i.. d5 ! La notable proeza de las blan­
(señalado por Chandler) 21 �xd5 cas radica en haber sabido dictami-
1 34 GUÍA PARA EL J UGADOR DE ATAQ UE

33 l:.dd8 l:.d6
34 l:.bc8+ cJ:Jb7
35 l:.xg8 l:txg8
36 l:.xg8 1-0
Para ser justos con Adams, hay
que decir que no es precisamente
perezoso cuando se trata de hacer­
se con la iniciativa en un final. La
siguiente partida es un buen ejem­
plo del talento que posee, entre­
gando material para llevar a cabo
un ataque.

Negras Quillan - Adams

nar que, pese a tener una pieza me: Campeonato Británico
nos por un peón, tienen una posi­ (equipos), 1996
ción ganada. El retraso en desarro­ 1 e4 e5 2 tt:Jf3 tt:Jc6 3 .ib5 a6 4 .ia4
llo del flanco de rey resultará fatal tt:Jf6 5 0-0 b5 6 .ib3 ii.c5 7 c3 d6 8
para Adams, una vez enfrentado a d4 ii.b6 9 i.. g5 h6 10 i.h4 g5 11
esta clavada de la última fila. ii.g3 (D)
29 h5
Todos los planes para activar la
torre están condenados, en última
instancia, a fracasar. Por ejemplo:
a) 29 ... g5 30 l:.ad1 l:.e7 3 1
l:.b8+ cJ:Jc7 3 2 l:.dd8 l:.g7 y las blan­
cas pueden realizar con su rey una
marcha triunfal a lo largo del table­
ro.
b) 29 ... l:.e7 30 l:.ad1 rt;c7 3 1
l:.a8 cJ:Jb7 3 2 l:.dd8 l:.d7 3 3 l:.xd7 +
cJ:Ja8 34 l:.d8 �b7 35 cJ:Jf2 cJ:Jc7 y las
blancas ganan. Timman precisa
que cuando las negras puedan lle­
gar con su rey a f7, el rey blanco es­
tará ya en disposición de liquidar
los peones negros del flanco de da-
ma. 11 0-0
30 l:.ad1 f5 Coherente. Si las negras desean
31 exf5 l:.eh6 evitar el sacrificio de peón, enton­
32 .l:.b8+ <J¡;c7 ces deberían considerar 11 ... .ib7.
 FINAL ES TÁCTICOS 1 35

Sería un error entregar el centro a

las blancas con 1 1 ... exd4 12 cxd4,
y no vale 12 ... l2Jxe4? Por 13 .tdS
(+-).
12 dxeS?!
Quillan es tentado por la pers­
pectiva de cambiar damas y los
peones e, con una pequeña ventaj a.
Y un factor esencial no se mencio­
na en esta evaluación, a saber que
está abierta la diagonal g1-a7 para
el alfil negro de b6, lo que ayuda en
la creación de eventuales amenazas
sobre el punto f2. En la partida
J. Polgár - Adams, Dos Hermanas,
1 99S, las blancas ofrecieron un sa­ llar su flanco de dama, ya que 16
crificio de peón para tratar de ex­ t2Ja3 se contestaría con 16 ... :d2.
plotar los peones avanzados negros No servía 16 l2Jxf7, por 16 ... :e8 17
del flanco de dama. La partida si­ eS l2Jg4 18 h3 t2Jxf2 19 :xf2 i.. e 6
guió así: 12 t2Jbd2 exd4 13 cxd4 ( -
+) .
l2Jxd4 14 l2Jxd4 .txd4 1S t2Jf3 i.. b6 16 :es
16 'ifc2 ltJhS 17 i.. dS? ! t2Jxg3 1 8 t2Jd3
17 .i.b7
hxg3 :b8 19 e S �g7 2 0 :ad1 dxeS Adams no tiene prisa en tomar
21 .txf7 'ii'f6 22 i.. dS i.fS ( =+ ). e4, ya que las blancas amenazaban
Adams propuso, como alternativa, 18 axbS.
17 eS �g7 18 :ad1 l2Jxg3 19 hxg3, 18 eS l2Jg4
con compensación suficiente por el 19 axbS .i.e4!
peón. Éste es un ejemplo de una exce­
12 ltJxeS lente técnica. Las negras no desa­
13 .txeS dxeS provechan la oportunidad de elimi­
14 'iWxdS :xd8 nar el protector de f2, a pesar de te­
15 ltJxeS ••• (D) ner dos peones menos.
15 �g7! 20 .i. c4 :ad8 (D)
Es una jugada mcisiva, que 21 h3
muestra la ineficiencia de la posi­ 21 l2Jb4 permitiría a las negras
ción blanca. 1S ... l2Jxe4 es demasia­ explotar el tema de mate en la últi­
do primitivo, porque con 1S t2Jxf7 ma fila con 21 ... t2Jxf2 22 bxa6 (22
las blancas tendrían que afrontar :xf2 :d1 + 23 .i.fl :xn ++) 22 ...
un desagradable j aque descubierto. l2Jh3+ 23 �h1 :d1 24 :xd1 l2Jf2+
16 a4 2S �g1 t2Jxd1 + 26 �h1 l2Je3, que
El principal obstáculo que de­ amenaza decisivamente las casillas
ben superar las blancas es desarro- c4 y g2.
1 36 GU ÍA PARA EL JU GADOR DE ATAQU E

tiva, maniobrando gradualmente

con sus piezas hasta que se amplía
el abanico de posibilidades tácticas.

a b e d e f g h
Blancas

21 i.xd3
22 .ixd3 'Dxf2
23 i.c4 axb5
24 i.xb5 .:xe5
25 'Da3 24 'Dh5
Hay que señalar que el flanco No servía 24 . . . .:xc3, por 25
de dama sólo puede activarse cuan­ exf4! .:xcl 26 .:xcl exf4 (26 . . . .:es
do ya es demasiado tarde. 27 .:xc8+ .ixc8 28 fxe5 +-) 27 .:c7
25 .:d2 (+-).
26 'Dc4 .:xb5 25 CDd2 .:c7
27 'Dxb6 26 a4
La alternativa era 27 'Dxd2 La clave de la textual es conse­
'De4+ 28 �hl 'Dxd2 (-+ ) . guir el control de la casilla c4 para
27 'Dxh3+ instalar en ella un caballo que mine
28 gxh3 .:bxb2! el punto d6 de las negras.
0-1 26 bxa4
Uno de los principales proble­
La paciencia nunca es tan nece­ mas de Sherbakov es la falta de ar­
saria como en el final. En la prácti­ monía entre sus piezas. El caballo
ca la mayoría de las partidas se de­ está momentáneamente descoloca­
ciden por una persistente mejora do en h5, el alfil muy restringido
de la posición antes que por un por la cuña de peones blancos y las
dramático ataque relámpago. La si­ torres no pueden penetrar en el
guiente posición, de la partida Mo­ campo enemigo. También era posi­
rozevich - Sherbakov, Campeonato ble aquí 26 ... .:fc8 (26 ... b4 27 'Da2
de Ru sia, 1 995, muestra cómo las .:xcl 28 .:xcl +-) 27 axb5 axb5 28
blancas consiguen retener la inicia- .:al b4 29 'Db5 l:.d7 30 .:a4, que
 FIN AL ES TÁCTICOS 1 37

pone cerco al peón b, y las blancas riante 37 gxf6 �g4, seguido de ... g5
están mucho mejor. y ... �g6.
27 tt:Jxa4 l:.fc8 37 t2Jf3 �g4
28 l:.xc7 J:xc7 38 t2Jfxe5+!
29 tt:Jb6 t2Jf6 Es bonito que tenga que ser
30 tt:Jbc4 tt:Je8 precisamente este toque de los do­
Ahora que las blancas han con­ minantes caballos lo que decida fi­
seguido su objetivo de situar un ca­ nalmente el desenlace, con un final
ballo en c4, las negras quedan con­ atractivo.
denadas a la pasividad. 30 . . . tt:Jxe4 38 dxe5
31 t2Jxe4 J:xe4 32 tt:Jxd6, con un pe­ 39 t2Jxe5+ �e7
ón d pasado muy fuerte. 40 t2Jxg4 fxg5
31 b3 41 eS 1-0
La importancia de los detalles
queda ilustrada por esta jugada de El tema de una poderosa pareja
aspecto inocuo, pero que releva al de caballos también domina el jue­
caballo d2 de tener que proteger a go en la posición siguiente, de la
su homónimo de c4. partida Karpov - Short, Linares,
31 �f8 1995. Las blancas anulan todo posi­
32 tt:Jf3 f6 ble contrajuego para, a renglón se­
32 ... �e7 se contestaba con 33 guido, dedicarse a cazar a discre­
t2Jg5 t2Jf6 34 .l:fl , amenazando ción los peones negros.
tt:Jxd6, y las negras se están quedan­
do sin jugadas constructivas. Son
los caballos blancos los que llevan
el peso de la lucha, bloqueando la
torre negra y cuestionando las de­
bilidades negras.
33 :n �e7
34 tt:Jh4
Las blancas preparan una com­
binación cantada: 35 t2Jxg6+ hxg6
36 h7 (+-).
34 �f7
Un plan más obstinado es 34 . . .
�d8 y las blancas pueden conti­
a b e d e g h
nuar con 35 g4! , con idea de 36 g5
fxg5 37 t2Jf3 g4 38 t2Jg5 ±. Blancas
35 g4 �eS
36 g5 i.. d7?! 31 �f2
Era necesaria la inmediata 36 ... La intención original, 31 t2Jc4,
i.. g4. Las negras confían en la va- de presionar sobre e6 parece muy
138 GU ÍA PARA E L JUGA D OR D E ATAQU E

buena después de 31 . . . .i.xc4 32 tan a las blancas infiltrarse en el

.i.xc4 1:.xd4 33 i.xe6+ ctlg7 34 t2Jb3 campo contrario con su torre.
1:.d6 35 t2Jxa5 t2Jf4 36 i.c4 l::txe3 37 38 1:.xfl
1:.xe3 1:.d2 38 g3 ±. Sin embargo, 39 1:.xfl t2Jc6
Karpov percibió que Short tenía 39 ... i.g2 40 l::tf6 i.xh3 41 t2Jxe6
una gran mejora, en forma de 31 . . . t2Jxe6 42 1:.xe6 ( +-).
t2Jc6 3 2 .i.xc6 .i.xc4 3 3 b 3 1:.xd4! 40 .i.xc6
(=) . La política de cambiar piezas si-
31 t2Jg7 gue vigente.
32 g4! 40 i.xc6
Es una medida de precaución, 41 l:if6 hxg4
para limitar la efectividad del caba­ 42 hxg4 .i.d5
llo negro, mientras que su colega La tentativa de cubrir la casilla
de b8 sigue siendo un mero espec­ g6 entregaría a las blancas el con­
tador, sin jugadas disponibles. trol de la diagonal h 1-a8, con lo
Como contrapartida, Karpov ha_ que las blancas sencillamente opta­
conseguido encontrar buenos pues­ rían por otra forma de progresar:
tos para sus caballos, que tendrán 42 ... i.e8 43 b3, con idea de 44 t2Jc4
una influencia decisiva en la lucha. l:.a7 45 ctle4 ±.
32 1:.c7 43 l:.g6
33 1:.c1 g5 Las blancas se las han arreglado
34 1:.ee1 h5 para atacar el peón g y la posición
35 h3 de Short está al borde del colapso.
Es importante preservar un Es instructivo comprobar que Kar­
peón en g4, porque Short sigue sin pov puede seguir alardeando de
resolver el problema de cómo de­ sus caballos, mientras que caballo y
sarrollar el caballo de g7. alfil negros están confinados a la
35 fxg4 defensa de e6. Menos convincente
36 fxg4 1:.f8+ es 43 t2Jcd7 l:.c8 44 t2Jg6 t2Je8 ! (44 ...
37 ctle3 l:.e8? 45 l:.f2! ctlh7 46 t2Jge5, para
37 ctlg3? h4+ 38 ctlh2 1:.f2+ 39 seguir con 47 t2Jf6+ y 48 l:.h2 +-) 45
ctlg1 1:.g2+ 40 ctlfl 1:.xb2 y el peón b l:.f8+ (45 t2Je7+ ctlg7) 45 ... ctlg7 46
pasado es motivo de preocupación t2Jge5 t2Jd6! y las amenazas al rey
para las blancas. negro han sido erradicadas.
37 1:.f4 43 l:.c8
37 ... .i.g2 se enfrentaría a la ré­ 44 1:.xg5 1:.f8
plica 38 .i.fl . 45 t2Jcd3!
38 .:n El caballo inicia una maniobra
La torre de f4 es muy activa, que pretende incrementar sus
por lo que Karpov se dispone a chances de éxito en un ataque con
cambiarla. El plan es dejar a Short t2Jf4-h5.
sólo con piezas pasivas, que permi- 45 'it>h7
 F I N AL ES TÁCTC
I OS 1 39

46 �f4 .i.b3
47 �d7 ••• (D)

8 • • • •
7 B BttJ.B •*
6 • .,. •
s m
-
-
-
B
-
R
M
4 �- D ��-
3 BJ.B = B
2 0 B B B
1 • • • •
a b e d e f g h
Yedidia - Rausis
Negras
Cannes, 1996
47 �f7
47 ... �d8? permitiría un mate 34 'iVxe4 fxe4
cómico, después de 48 �f6+ <it>h8 35 �el
(48 ... <it>h6 49 �g6++) 49 �g6++. El caballo se dirige a a5, vía b3.
48 �c5 .i.dl Una vez situado allí, no serviría ni
49 �e4 �f8 ... �e7 ni ... �d7, por �xc6, gracias a
50 �f2! que el peón está clavado.
El alfil debe ser expulsado, por­ 35 <it>f6
que el peón g4 es más importante 36 �b3 �feS
que el peón a4, puesto que sigue 37 �a5 �e7 (D)
restringiendo al rey negro.
50 .i.xa4
51 �xa5 .i.c6
52 �a7 1-0
Las negras se rindieron, en vir­
tud de la línea 52 . . . .i.d5 53 �h5
�g8 54 �f6+, o bien 52 ... <it>g8 53
�xg7+ \t>xg7 54 �xe6+, ganando.

En el ejemplo que sigue veremos

un final típico en el que las blancas
ejercen una presión continua contra
un peón débil y encuentran final­
mente una buena combinación para
transformar su ventaja en victoria.
1 40 GUÍA PARA EL J UGAD OR D E ATAQUE

Ahora parece que Rausis ha fiesto de muchas formas. El ejemplo

conseguido consolidar su posición. que sigue muestra cómo utilizan las
No es posible 'Llxc6 porque la torre negras su peón d, primero para dis-·
e7 está protegida por su rey, mien­ traer a las fuerzas blancas y después,
tras que la única ruptura que que­ en el momento decisivo, apoyándo­
da, f3, dejaría e3 extremadamente lo en busca de su promoción.
débil.
38 'Llxb7!
Rompiendo el candado de for­
ma dramática. La clave que permite
el éxito de esta combinación es que
el caballo negro está demasiado le­
jos para detener al peón b de Yedi­
dia. Un comentarista francés, tras
haber presenciado el sacrificio, es­
cribió "un boa dans mon apparte;
ment! " ( ¡ una boa en mi piso ! ) .
Queda por ver si esta expresión con
reptiles pasará a formar parte de la
jerga ajedrecística. (En realidad, el
a b e d e g h
autor escribió "... de la jerga ajedre­
cística inglesa", con una sorpren­ Blancas
dente falta de perspectiva. N del T.)
38 �exb7 Moskalenko - Shipov
39 �xb7 �xb7
Rethymnon, 1995
40 �a7 �b8
40 ... �e7 41 �xe7 Wxe7 42 b7 23 h3
(+-). El recurso defensivo más preci­
41 �c7 so contra la amenaza 23 ... i.xf3 y
Está claro que tras los cambios 24 ... 'Llxh2. La alternativa 23 t2Jc5?
las blancas quedan con un fuerte se convierte en un repentino éxito
peón pasado, pero era necesario para las negras, después de 23
abrir camino para el otro peón. iLxc5 24 �xc5 �xf3 ! 25 gxf3 d2.
41 Wf5 23 d2!
42 �xc6 'Llf6 Shipov continúa presionando y
43 �d6 �b7 ahora ofrece el sacrificio solapado
44 �d8 'Lld7 del peón d, que sólo puede tomarse
45 �xd7! 1-0 a un alto precio: 24 t2Jxd2 �xf2 25
t2Jf3 iLh2+ 26 Whl i.. f4, ganando.
Un peón pasado siempre es un N o 23 . . . i.. xf3 24 �c8+ �f8 25
elemento importante en el final, y J:xf8+ <itxf8 26 gxf3 d2 27 t2Jc3 ( = ).
su fuerza puede ponerse de mani- 24 �d1 !ixf3!
 FIN AL ES TÁCTICOS 141

Es un brillante sacrificio, que la siguiente fase, en la que deberá

permite a las negras apoyar el peón expulsarse a la torre blanca de dl.
d y tratar de promoverlo. Shipov 30 f3
ha encontrado la jugada más crítica Las blancas quieren situar su
ya que, por ejemplo, 24 ... .i.xf3 rey en f2 para cubrir la casilla e2, lo
permite a las blancas salvarse con que relevaría al caballo de sus tare­
25 l:txd2! as defensivas. 30 ctJd5? .i.e2 31
25 gxf3 ctJxf4 .i.xd1 (-+ ), o bien 30 b4 .i.c4!
Si 25 l:txd2?, las blancas serían +.
barridas con 25 ... .i.h2+ 26 <ith1 30 .i.e3+
(26 <itfl t2Je3+ 27 <ite2 t2Jxg2 ( +) 26 31 <ith2 .i.b7
... l:txh3 27 l:td8+ <itf7 28 l:td7+ <ite8 32 <it?g3 t2Jxf3
29 l:txb7 ctJxf2++. 33 ctJbl ctJh5
25 ctJh2 34 h4
26 t2Jc3? 34 t2Jxd2 .i.xd2 35 l:txd2 t2Je4+
En esta posición es fácil equivo­ es molesto.
carse. La idea primaria de la com­ 34 t2Je4+
binación es que si 26 l:txd2?, 26 ... 35 <itf3? •.• (D)
t2Jxf3+ y 27 ... t2Jxd2. Nenashev, al
analizar la partida, encontró aquí
urta importante mejora para las
blancas: 26 .i.c3 t2Jxf3+ 27 <itfl
.i.a6+ 28 <itg2 .i.e2 29 l:txd2 t2Jxd2
30 .i.xd2 .i.xa3 31 .i.e3 a6 32 .i.c5
.i.c1 33 .i.e3 ! ( = ).
26 ctJxf3+
27 <itfl .i.a6+
28 <it?g2
28 ctJe2 dejaría a las blancas con
unas pobres perspectivas, ya que
pronto se producirá una extraordi­
naria posición en la que se queden
sin jugadas aceptables. Por ejemplo:
28 ... g5 29 .i.c3 .i.f4 30 .i.b2 (el rey
debe proteger al caballo y la torre
está atada a la defensa de d1; 30 .i.b4 35 <ith2! .ii. d 5 36 .i.c3 .i.xb3 37
tt:Jd4 (+) 30 ... h5 31 .i.c3 h4, con idea .i.xd2 .i.d1 38 .i.xe3 era mejor para
de ... g4, para crear otro peón pasado. las negras, pero siguen teniendo
28 ctJh4+ que demostrar cómo se gana.
29 <it?gl .i.f4 35 .i.h6
El peón está ahora bien prote­ Esto basta para cumplir su co­
gido, lo que señala el comienzo de metido, pero había una continua-
1 42 GUÍ A PARA EL J UGAD OR DE ATAQUE

ción más directa hacia la victoria: Topalov - Korchnoi

35 ... ctJc3+! 36 �xe3 ctJxdl + 37 Madrid, 1 996
�xd2 ctJxb2 38 �c2 l2Ja4! 39 bxa4
.i.e4+ 40 �b2 .ixb l 41 �xbl �f7 23 l:.a4 l:.b6
-+ (Shipov). Las negras necesitan provocar
36 � e2 .i.a6+ el avance del peón a a7, donde se­
37 �f3 i.. d3 ría acorralado. Por supuesto, no se
38 l2Jc3 .i c2 puede permitir a las blancas que
39 l2Jxe4 jueguen i.. e 3 y l:.fal .
Apuros de tiempo, pero aunque 24 a7 .icS
mejor, 39 �e2 ctJg3+ 40 �f2 ctJf5 25 l:.d1 ••• (D)
apenas retrasa lo inevitable.
39 .ixd1+
40 �f2 .ixb3
41 ctJxd2 .ixd2
0-1

Viktor Korchnoi es un legen­

dario batallador de torneos y al­
guien que, precisamente, sobresa­
le en la conducción de finales. La
siguiente posición demuestra que
los trucos relacionados con la pro­
moción de un peón pasado pue­
den hacer perder el norte a cual­
quiera.
Negras

25 h6
Las amenazas tácticas relacio­
nadas con mates en la última fila
hacen que las negras decidan dar
un escape a su rey. Lo mejor era 25
... l:.b7 ! y el juego podría proseguir
así:
a) 26 l:.d8+? l:.xd8 27 a8'iV l:.xa8
28 l:.xa8+ .if8 29 .i.e3 l:.xb2! ( =+ ) .
b) 26 b4? l:.bxa7 27 l:.xa7 .ixa7
28 i.f4 .i.b6 ( = ).
e) 26 i.. e3 ! .ixe3 27 l:.d8+ l:.xd8
a b e d e f g h 28 a8¡y l:.bb8 29 1i'f3 i.. c5 y las ne­
Blancas gras tienen algunas compensacio-
 FIN AL ES TÁCTICOS 1 43

nes, pero las blancas siguen tenien­

do posibilidades de victoria.
26 b4!
Se trata de una forma intere­
sante de atraer piezas enemigas pa­
ra preservar el peón a.
26 :xb4
26 ... .i.xb4 27 ..ie3 :b7 (27 ... c5
28 :d8+ :xd8 29 a8'if :bb8 30 'iff3
+-) 28 :b1 c5 29 .i.xc5 ( +-).
27 :xb4 .i.xb4
28 .i.e3 �f8
Si 28 ... c5, es sólo cuestión de a b e d e g h

tiempo: 29 :d7 c4 30 :c7 c3 31 �fl Blancas

(+-).
29 :b1 1-0
Por ejemplo: 29 ... c5 30 .i.xc5+
..ixc5 31 :b8+, ganando.
2. EL REY CAZADO
EN EL CENTRO
Un ejemplo adecuado acerca del
método de juego contra el rey en el
centro lo tenemos en la continua­
ción de la partida Hodgson - Van
Wely, Horgen, 1 995. Las blancas
juegan muy activamente, abriendo
líneas para sus piezas y consiguen
crear una red de mate.
1 d4 d5 2 .i.gS c5 3 dxc5 f6 4 i.h4
eS 5 e4! dxe4 6 �xd8+ �xd8 (D)
7 l2Jc3 .i.xc5
8 0-0-0+
Las blancas se desarrollan con
rapidez, mientras que la posición
negra es un poco restringida, debi­
do a su expuesto rey.
8 l2Jd7
9 l2Jxe4 ..ie7
10 f4!
Es una excelente jugada, que
abre la posición para permitir que
todas las piezas blancas participen
en el ataque. La idea constituye
una forma instructiva de cómo tra­
tar de conseguir ventaja en finales
en los que, dado el carácter bloque­
ado de la posición, a menudo se re­
suelven con tablas.
10 exf4
11 l2Jf3
Otra pieza se incorpora a la ba­
talla, si bien la sugerencia de Hodg­
son, 1 1 l2Je2, parece más acorde a
la posición. Por ejemplo: 1 1 ... g5 12
l2Jd4! gxh4 13 l2Je6+ �eS 14 l2Jc7+
�d8 15 l2Jxa8 ±.
11 �c7
12 l2Jc3!
El caballo es más útil aquí, con
las casillas b5 y d5 como platafor­
ma de jaques prometedores.
12 l2Jb6
12 ... l2Jh6 13 l2Jd5+ �e7 14
l2Jxf4, con idea de l2Je6+, es muy
fuerte.
1 44 GUÍA PARA EL JUGADOR DE ATAQUE

13 a4 ..ib4 continuación 20 lLJxe5 i.d2+ (20 . . .

14 a5! ..ixa5 bxa4 21 lLJc6++ ¡un mate fantásti­
15 t2Jb5+ �b8 (D) co ! ) 21 �xd2 l:txa4 22 lLJf7+ y las
blancas tienen pieza de más.
20 i..xc7+ �xc7
21 l:txa8
Las blancas están claramente
mejor gracias a su ventaja material.
Hodgson trata ahora de transfor­
marla en victoria, llegándose pron­
to a una posición crítica: 21 ... b4 22
lLJd4 lLJb6 23 lLJb5+ �c6 24 l:ta5
lLJe7 25 ..ie2 lLJbd5 26 lLJd4+ �c7 27
i..f3 l:td8 28 l:te1 �b6 29 l:tb5+ �c7
30 c4 (30 lLJe6+ ! ..ixe6 31 l:txe6, con
idea de jugar 32 l:te1 y 33 l:td1 +-)
a b e d e f g h 30 ... bxc3 31 bxc3 l:td7 32 �c2 g6
Blancas 33 lLJe6+ �b8 34 lLJc5 l:td6.

Si el rey sube, acaba sucumbien­

do: 15 . . . �c6 16 l:td6+ �c5 17 ..if2+
�b4 18 ..ie1 + rc5 (18 ... �a4 1 9
b3++) 19 b4+ i.. xb4 2 0 i.. f2++.
16 l:td4!
La torre se centraliza, amena­
zando la letal 17 b4.
16 ctJd7
Otras jugadas plantean menos
resistencia. Por ejemplo: 16 ... a6 17
ctJd6 ( +-), o bien 16 ... g5 17 t2Jxg5 !
fxg5 18 .i.xg5 ( +-) .
17 l:txf4 a6
17 ... g5 1 8 ..ig3 gxf4 1 9 ..ixf4+
lLJe5 20 lLJxe5 ( +-) .
18 .i.g3!
Ignorando la amenaza al caba­ 35 c4?
llo por la fuerza del j aque descu­ Hodgson omite aquí una forma
bierto. atractiva de ganar, con 35 lLJxb7 !
18 axb5 ..ixb7 36 l:txe7 lLJxe7 37 l:txb7+ �c8
19 l:ta4+ ..ic7 38 l:txe7 y las blancas quedan con
19 ... lLJe5 no alivia los proble­ pieza de más.
mas de las negras, después de la 35 lLJf5!
 FIN ALES TÁCTICOS 1 45

Este caballo amenaza con insta­ embargo, no servía 24 'ifxc4 bxc4

larse en d4, con ansias de revancha. 25 0-0-0 i.b7 y las blancas no tie­
Hodgson sólo había considerado la nen una victoria evidente.
inferior 35 ... tLlc6? ! 36 tLla6+ �a7 24 'ifxg4
37 l:.xd5 l:.xd5 (37 ... tLld4+ 38 l:.xd4 25 tLlxg4+
l:.xd4 39 �c3 +-) 38 cxd5 tLld4+ 39 Las damas han dejado el table­
�d3 tLlxf3 40 gxf3 y el fuerte peón ro, pero la ofensiva continúa.
pasado d pronto decidirá la partida. 25 �f8
36 tLla6+ l:.xa6 25 ... �e8? 26 tLlf6+ �f8
37 l:.xd5 27 i.h6+ �e7 28 tLld5+ �d6 29
Hodgson sigue estando mejor tLlb6+, ganando para las blancas.
pero no es fácil romper la defensa 26 i.h6+ �e7
enemiga. La partida se prolongó 27 i.g5+ �f8
hasta la jugada 79, con victoria de 28 i.d8! i.xf5
las blancas. Única, en vista de la línea 28 ...
Es un tópico que se puede parar i.xd8 29 l:.xd8+ �g7 30 f6+, que
un ataque simplemente cambiando caza la torre.
damas. El ejemplo que sigue de­ 29 iLxc7 tLlc6?!
muestra que el secreto es la coordi­ Tampoco se consigue nada posi­
nación de todas las piezas. tivo con 29 ... i.g4? 30 l:.d8+ �g7
31 i.xe5+ f6 32 i.xf6+ �xf6 33
l:.xh8 y las blancas ganan.
29 ... tLld7 ! es la propuesta de
Shirov, aunque las blancas siguen
con la batuta:
a) 30 tt:Jxe5 tt:Jxe5 31 i.xe5 l:.g8
y las blancas están ligeramente
mejor.
b) 30 i.d6+ �g7 31 i.xe5+
tt:Jxe5 32 tt:Jxe5 l:.he8 ( += ).
e) 30 i.xe5 tt:Jxe5 3 1 tt:Jxe5 l:.g8 y
las blancas tienen ventaja.
d) 30 tLlh6 i.e6 y las negras se
mantienen.
30 CLJh6!
El peón de e5 se ignora para se­
Shirov Gelfand
-
guir hostigando al rey.
30 i.g6
Wijk aan Zee, 1996
Las negras no lo pasan mejor
24 0-0-0! con 30 ... i.e6 31 l:.hg1 (con idea de
La torre corta la posible escapa­ l:Id6) y ventaja de las blancas.
da del rey por la columna d. Sin 31 l:.d6 CLJb4!
1 46 GUÍ A PARA EL J UGAD OR DE ATAQUE

Es una notable tentativa de :eS+ l:.g8 = ) 43 . . . rJ;; g7 44 l:.g1 +

conseguir tablas, que requiere una rJi;h6 45 l:.fl ! y las blancas están
respuesta precisa. La idea es que 32 mejor.
... rJi;g7, seguido de ... l:.hc8, recupe­ 40 l:.d8 .i.xf5
raría la pieza. La tarea de las blan­ 41 l:.xe8+ rJ;; g7
cas sería más fácil después de 31 ... 42 l:txe5 1-0
0Je7 32 l:.d7 0Jc6 33 l:.gl �g7 34
(+-). La siguiente posición se ha to­
32 cxb4 rJ;; g7 mado de la partida Yakovenko -
33 h4! Karasev, San Petersburgo, 1 996.
En caso de 33 0Jxf7? ! , Gelfand Las blancas han sacrificado un
habría sido recompensado por su peón y en compensación han con­
derroche de ingenio: 33 ... rJi;xf7 34 seguido que sus piezas sean mu­
l:.hd 1 l:.hc8 35 l:.d7 + rJi;e8 ( = ) , lo cho más activas. El alfil de . c5 im­
mismo que con 33 0Jg4 l:thc8 34 pide el enroque corto y las negras
l:tc6 .i.e4 35 .i.xe5+ 'lt>f8 36 .i.d6+ tienen problemas para desplegar
cj;; g7 37 .i.e5+ cj;; f8 ( = ) . sus fuerzas, porque deben estar
33 l:.hc8 pendientes de su peón e6. Lo más
34 h5 instructivo de esta lucha es ver có­
34 l:.c6 f6! 35 l:tc5 cj;; x h6, con mo las blancas no dej an escapar
igualdad. en ningún momento la iniciativa,
34 l:txc7+ minando sin descanso las defensas
35 rJi; d2 .i. e4 del peón e.
36 l:t g1+ rJi;hS
36 ... �f8 37 l:tg8+ r3;;e7 38 l:.xa8
rJi;xd6 39 l:.xa6+ concede a las blan­
cas clara ventaja.
37 rJi;e3 .i. b7
38 l:tgd1 .:teS?!
En recíprocos apuros de tiem­
po, ambos contendientes son me­
nos precisos. 38 ... l:.f8 39 0Jf5 l:.c4
40 f3 l:.f4? 41 l:.d8 l:.xf3+ 42 rJi;e2
l:txf5 43 h6! +- (Shirov).
39 0Jf5?
39 l:.d7 l:.xd7 40 l:.xd7 ( +-).
h
39 .i.c8? a b e d e g
Shirov propuso 39 ... l:.c4! como
Blancas
una gran mejora: 40 f3 l:.f4 41 l:td8
l:txf3+ 42 r3;; e 2 l:.xf5 43 l:.xe8+ (43
h6 .i.c6! 44 �xe8+ .i.xe8 45 l:.d8 18 g3 0Jh3+
l:.g5 46 .I:xe8+ l:.g8 47 .:txe5 �g6 48 19 r3;;g2 0Jg5
 F I N AL ES TÁCTICOS 1 47

El caballo se las ha arreglado Ésta puede considerarse una

para seguir protegiendo el punto advertencia de los peligros a que
e6, y ahora, en caso de 20 h4, po­ está expuesto el rey negro.
dría jugar 20 ... tDe4. 25 ctif1
20 f3 eS Las negras también pierden
20 ... ctif7 21 h4 ( +-) . después de 25 ... <it>d8 26 .S:d1 + ctic7
21 i..b5 e4 27 .i.d6+ �b7 28 ttJc5+ ! Bxc5 29
Alternativas: .S:b1 + ctia6 30 .S:a4+ ttJa5 31 i.. c7 +­
a) 21 ... i.d7 22 i..xc6 i.. xc6 23 (Yakovenko ) .
.S:xe5+ ctif7 24 ttJd4 i.. d5 25 .S:ae1 ±. 26 .:n+ ctt g7
b) 21 ... ttJf7 22 ttJa5 ctid7 (o 26 ... i.. f5? 27 g4 ( +-).
bien 22 ... i.d7 23 ttJxb7 .S:ab8 24 27 i.. d4+ tDxd4
i.a6 i.. c8 25 .S:ab1 ±) 23 .S:d1 + ctic7 28 .S:e7+
24 ttJxc6 bxc6 25 i.. c4 ttJd8 26 .S:xe5 28 ttJxd4? i.b7 (-+ ) .
(+-). 28 �h6
22 fxe4 ttJxe4 29 ttJxd4 .S:d8
23 i.d3 b6?! 30 .S:f4 .S:d5
Es una apuesta optimista, con la A Karasev debe de haberle pa­
esperanza de poder utilizar la dia­ sado desapercibido el siguiente tru­
gonal h1-a8. 23 ... ctif7 era la mejor co de Yakovenko, pues de otro mo­
chance de las negras, para permitir do habría prestado mayor atención
el desarrollo del alfil después de 24 al desarrollo de su flanco de dama,
i.. xe4 fxe4 25 l:.xe4 i.. f5 26 .S:f4 ctig7 con 30 ... .S:d7 31 .S:h4+ ctig5 32
27 ttJd4 y las blancas tienen mejor .S:xd7 i.. xd7 33 l:xh7 .S:d8 y las ne­
juego. gras pueden seguir luchando.
24 i.. xe4 fxe4 31 ttJf3 l:tf5
25 .S:xe4+ .•. (D) 32 .S:h4+ .S:h5
33 g4!
Es una forma limpia de ganar
otro peón y la partida.
33 l:.xh4
34 g5+ Wh5
35 .S:xh7+ ctig4
36 .S:xh4+ ctif5
37 <it>g3 ctie6
38 .S:f4 ctie7
39 ttJh4 i.. e6
40 ttJxg6+ ctid6
41 .S:f6 1-0

a b e d e g h La partida que sigue constituye

Negras un ejemplo clásico de cómo puede
1 48 GUÍ A PARA EL JUGADOR D E ATAQUE

ejercerse presión sobre un rey ex­ 14 ... cJ;; d8 perdería, por 15 t2Jg5.
puesto gracias a una clavada. En es­ 15 i..f4!
te caso las torres blancas disponen Se trata de una trama obvia,
de la libertad suficiente como para que pretende explotar la clavada
crear diversas posibilidades tácticas. sobre la columna e con .i.d6, pero
que resulta difícil de contrarres­
Prié - Ojotnik tar.
París, 1996 15 t2Jc6
15 ... cJ;; f8 16 .i.d6 .i.xd6 17 cxd6
1 e4 c6 2 d4 e5 3 e5 i.. f5 4 t2Jf3 e6 5 t2Jd7 18 �ad1 y la torre blanca pe­
i.. e2 .ig4 6 t2Jbd2 t2Je7 7 0-0 c5 8 netra decisivamente en la séptima
dxc5 t2Jec6 9 c4 .ixf3?! (9 ... .i.xc5 fila.
10 t2Jb3 +=) 10 .i.xf3 16 i.d6 f6
10 ct:Jxe5?! Las negras abren espacio para
10 ... dxc4! ? se contesta con 1 1 su rey, en f7, pero es demasiado
t2Jxc4 'iVxd1 1 2 �xd1 .i.xc5 13 .if4 lento. Las alternativas también son
cJ;; e7 14 �ac1 y las blancas se prépa­ deprimentes:
ran para situar un caballo en d6. a) 16 ... cJ;; d7 17 �ad1 .i.xd6 18
11 cxd5 ct:Jxf3+ �xd5 �ae8 19 �xd6+ cJ;; c7 20 �d1
12 t2Jxf3 'iVxd5 ±.
13 'iVxd5 exd5 b) 16 ... �d8 17 �ad1 �d7 18
14 �el+ .i.e7 (D) t2Je5 t2Jxe5 19 �xe5 ( (Prié).
17 �xe7+!
8
.1 . •*• • Es un sacrificio típico, que gana
material y la partida .
7 .,.
� � .,.,!? 17 t2Jxe7
6
• • • • 18 �el 0-0-0
Si las negras pudieran activar
5. OiB � • !? sus torres tendrían alguna posibili-
4
• • • • dad de salvarse, pero Prié es un ju-
gador demasiado astuto para per-
3 . • BltJB mitirio.
2 80 • 080 !? 19 �xe7 �d7

a • a = �
20
21
�e3
b4
b6
cJ;; b7
a b e d e g h
22 t2Jd4
Blancas
 FIN AL ES TÁCTI C OS 1 49

El caballo presta su apoyo al

peón pasado, lo que asegura su
avance.
22 <itaS
23 g3 bxc5
24 bxc5 l:.b7 (D)
25 c6 l:.bl+
26 <itg2 l:.dl
27 l:.b3 1-0

EJERCICIOS

Stelting - Schroter
Travemünde, 1996
Finalmente, vale la pena buscar
el mate. ¿Puede usted encontrarlo?
1 50 EJERCICIOS

Lane - Nunn
Stroud (rápidas), 1980
El Dr. Nunn ha avanzado su rey
para provocar complicaciones. ¿ Có­
mo consiguieron las blancas atrapar
al monarca?

Milov - Vegh
Ginebra, 1996
¿Cómo consiguieron las blancas
ventaja material decisiva?

Fiorito Tempane
-

Mar del Plata, 1996

Aquí las blancas tienen una posi­
ción muy superior y obligaron a las
negras a rendirse. ¿De qué forma?
EJ ERCICIOS 151

Mela - Touzane
Ginebra, 1996
Las negras esperaban 1 l:.xa5
�xf4, con una larga y ardua tarea
para conseguir las tablas. ¿Cómo pu­
dieron las blancas aliviar sus sufri­
mientos?

a b e d e f g h

Blancas

Adams - Lputian
8 • • • • Ljubljana, 1995
7 • a • •• Las negras tienen un peón pasa­
6 ,• • • • do en d3, que las blancas deberán vi­
s D.t.B Z B i B gilar atentamente las blancas. ¿ Có­
4 • • • • mo consiguió Lputian explotar este
factor?
3B Bi= B8
2 B B II 8 B
1 • • • •
a b e d e f g h

Negras

Hracek - Hickl
Altensteig, 1995
Sus activas piezas conceden ven­
taja a las blancas. ¿Cuál es la combi­
nación ganadora que les permitirá
capitalizarla?
1 52 EJERCICIOS

Lautier - lllescas
Linares, 1995
Se diría que el juego se encamina
hacia las tablas, pero las negras en­
contraron aquí un golpe sorprenden­
te que les dio la ventaja. ¿Puede us­
ted ver la continuación?

Kovcan - Antal
Hungría, 1995
¿Deberían las blancas cambiar
alfiles o tienen, quizá, algo mejor
que hacer?

Conquest - Giffard
Mégeve, 1995
Las negras han asumido que las
blancas jugarán 1 �h8+ c.t>xh8 2
f8�+ c.t>h7, después de lo cual no po­
drá impedirse el mate en h2. ¿Cómo
consiguieron las blancas, en cambio,
la victoria?
 SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS
CÓ MO EVALUAR
SU PUNTUACI Ó N
El número del ejercicio representa,
a la vez, el valor en puntos del mis­
mo. Por ejemplo, el ejercicio no 1 =
1 punto y el no 10 = 10 puntos. Si el
lector sólo ha acertado la jugada
clave de la solución, pero no los
análisis que la respaldan, entonces
deberá concederse la mitad de los
puntos del ejercicio en cuestión.
Jugador ocasional 1- 5
Jugador de club normal 6 - 10
Jugador de club experto 1 1 - 16
Fuerte jugador de club 17 - 25
Fuerte jugador regional 26 - 34
Maestro Internacional 35 - 40
Gran Maestro 41 - 55
CAP ÍTULO 1
1 ) 1 'ii'f8+ 'ife8 2 'iVxe8++.
2) 1 ibxf7 +! �xf7 2 �e8+ .:1f8 3
�('if)xf8++.
3) 1 �xf6 �d5 (1 ... 'ifxf6 2
i.h6+ 'ifxh6 3 'iVxf6 �d7 4 'ife6 +-)
2 �xf7+ 'ifxf7 3 .i.h6+ y las blancas
ganan material.
4) 1 .:f4! 'ifxf4 (1 ... �xf4 2
.i.d5+ �f7 3 'ifxf4 +-) 2 ibd5+ 'iVf7
3 'ifxg6+, ganando.
5) 1 'iVe4+ �h8 (1 ... g6 2 �f7+,
cazando la dama negra) 2 �xf8+ !
.:xf8 3 tt:lg6+ �h7 4 tt:Jxf8+ �h8 5
'iVh7++.
6) 1 ibh7+ ! �h8 (1 ... tt:lxh7 2
'ifg7++) 2 i.xf6+ i.. xf6 3 'iff8++.
7) 1 . .. tt:lf3+! 2 gxf3 ibxf3 3
tt:lbd2 (la única forma de impedir 3
... 'ifh3 y 4 ... 'iVg2++) 3 ... i.xh2+ ! 4
tt:lh2 'iVg6+ y ma te.
8) 1 �h6 ! (la amenaza es 2
.:xh7+ �xh7 3 'ii'g6+ �h8 4
'ifh5++) 1 ... 'ife8 2 ibxg7+ .:xg7 3
'ifxe8+, ganando.
9) 1 ... tt:lxe4 2 �xf3 (2 .:xe4 g5
3 'iVg4 f5 4 tt:Jc5 fxg4 5 tt:lxe6 i..xe6)
2 ... g5 3 'ifxe4 'iff5+, ganando.
10) 1 i.f6! ! (1 iLxg7 no sirve, ya
que sencillamente con l .. �xg7 las
.
negras consiguen una partida gana-
1 54 GUÍ A PARA EL J UGAD OR DE ATAQUE
da) 1 ... h6 (1 ... gxf6 2 .i.e4 f5 3 l:txf5
f6 4 l:tg5+ fxg5 5 'ifxh7++, o bien 1
.. . .i.xf6 2 .i.e4 h6 3 l:txf6 +-) 2 .i.e4
.i.e6 3 l:f4 l:d8 (3 ... .i.xd5 4 'ifxh6!
Gxh6 5 l:g4++) 4 .i.xe7 .i.xd5 (4 ...
ti:Jxe7 5 l2Jf6+ gxf6 6 'ifxh6 l2Jg5 7
l:h4 y mate) 5 .i.xd8 .i.xe4 6 l:xe4
'ifxd8 7 'ii'xc5 y las blancas tienen
una amplia ventaja material.
CAP ÍTULO 2
1 ) 1 l2Jd5 ! (con idea de 2 l2Jc7 + o
2 l2Jf6+) 1 .. exd5 2 'ii'e 5+ 'ilie7 3
. 'ifxc2 l:xc2 3 l:h7 + rtlg8 4 �xc2 +-)
'ifxe7++.
2) 1 ... l:xg3 ! 2 �xg3 ltJfl + gana
la dama, porque el alfil está clava­
do.
3) 1 l2Jb5 ! 'ifxb2 (1 ... cxb5 2
1Wxb5+ l2Jc6 3 ¡vxb7 +-) 2 l2Jd6+
�d8 3 l:dl (+-).
4) 1 .. . l2Jg3+! 2 hxg3 fxg3+ 3
�el l:fl + ! 4 �xfl 'ifhl++.
5) 1 ... .:h2+ ! 2 �xh2 'ii'f2+ 3
�hl 0-0-0 4 .i.h6 (¿qué otra cosa, si
no?) 4 ... l:h8 (0-1).
6) 1 .l:.d7 ! .i.xd7 (1 ... l:e8 2
l:xe7 Txe7 3 'iVb8+ Te8 4 .i.d6+
�g8 5 'iVxe8++) 2 'ifxd7 'ifb6+ (2 ...
Te8 3 Txe7 .:xe7 4 .i.d6 'ti'e6 5
¡fd8++) 3 �hl l:e8 (3 ... 'ifd8 4
l:xe7! ) 4 .1Ld6 (+-).
7) 1 l:xe8+ ! �xe8 ( 1 ... 'iV xe8 2
'ifd6+ �d7 3 'ifxd7++) 2 'ii'xc8+
¡fd8 3 'ifxe6+, ganando.
8) 1 ... l2Jxe3+ ! 2 .i.xe3 'ii'f3+ 3
.i.f2 l:a2 4 lk2 'ifdl +, seguido de ...
.:txc2, ganando.
9) 1 .i.b5 ! .i.xb5 (1 ... 0-0 2 .i.d7;
1 ... fJ/c7 2 .i.xd7+ .i.xd7 3 l2Jd6+,
ganando) 2 l2Jd6+ �f8 (2 ... �e7 3
:xf7+ �d8 4 �xd7+ y 5 'ifxe5) 3
l:xf7+ c¡t>g8 4 :xd7 ! 'iff6 5 1Wxe6+
'ifxe6 6 l:d8+ 'ife8 7 :xe8++ .
10) 1 :g5 ! .i.xf4 (1 ... fxg5 2
.i.xg5++; 1 . . . l:xg2+ 2 l:txg2 l:.xg2+
3 'iVxg2 .i.xf4 4 'iVe4+, ganando) 2
l:g7 + �d6 3 .:xd7 + �xd7 4 'iYg4+
le concede a las blancas una clara
ventaj a.
CAP ÍTULO 3
1 ) 1 l:xg7 ! rtlxg7 (1 ... �xc2+ 2
2 ¡fd7+ �g8 3 'ii'h 7++.
2) 1 .. l2Jxc4! 2 bxc4 (2 l:.xd8
.
'ifc3+ 3 'ifc2 'ifal + 4 'ifbl .i.b2+ 5
�c2 l2Ja3+ 6 <iit d3 l:xd8+, ganando)
2 ... 'ii' a 3+ 3 l:b2 .i.xb2+ 4 'i!ixb2
l:xdl + 5 rtlc2 'ii'd 3+.
3) 1 ... l:.xa3 ! 2 l:xa3 l2Je2+ 3
rtlfl 'ifhl + 4 �xe2 'ifxdl + 5 �e3
'ifcl + y ... 'ifxa3 (+-).
4) 1 .. . l2Jhxg3 ! ( 1 .. . l2Jexg3 !
l:.raspone) 2 !Dxg3 l2Jf4+ 3 �fl (3
�gl 'iVxh4 4 ltJfl 'ifh3 ! 5 ti:Je3 'ifxf3
( +) 3 ... 'iVxh4 4 !De2 'ifhl + 5 éi:Jgl
'iVg2+ (las negras ganan fácilmente,
como sigue) 6 �el 'ifxgl + 7 �d2
'iff2+ 8 c¡t>cl l2Jd3+ 9 �dl l2Jb2+ 10
<it>cl !Dc4 (0-1 )
.
5) 1 tt:Jxe5 ! 'ifxe5 2 'ifxe5+ �g8
(2 ... .i.f6 3 'iixe6! -el peón f está
clavado) 3 .i.xe6 fxe6 4 l:xe7 ! 'i/xe7
5 'i/xb8+ <it>f7 6 'ifxb5 (+-).
6) 1 l:xg8! tt:Jxa8 2 g4! hxg4 (2 ...
'ii'xf5 3 gxf5 y l:h8++) 3 l:xg4, con
idea de jugar .i.g7+, l:h5+ y
l:h8++.
7) 1 'ii'xh5+! gxh5 2 l2Jxf6+ rtlh6
(2 ... �h8 3 l:.g8++) 3 .i.xc4, segui-

do de fS con jaque descubierto, ga­
nando.
8) 1 .i.xe7 ! c:Ji;xe7 (1 ... 'ifxc6 2
dxc6 �xe7 3 c7 +-) 2 :el+ .teS (2
... <it>d8 3 'ifb6+ 'iH/c7 4 :e8+, ganan­
do) 3 fxeS l:.xb7 (3 ... 'ifxb7 4 exd6+
�f8 S :e8+ ! ) 4 exd6+ <it>d8 S 'ifxcS
'ifa4 6 'ifc6 ( +-) .
9 ) 1 . . . :xa2! (1 . . . 'ifaS 2 .i.b3 y
las blancas pueden sobrevivir) 2
�xa2 'ifaS+ 3 �b3 (3 �bl :a8 (+) 3
. .. .txcS 4 :a ( dxcS 'iV a4++) 4 ...
ttJb6 ! , amenazando las fatales ... .i.c4
o ... .ta4, que conducen al mate.
10) 1 .i.xg6! (réstese S puntos
por la obvia 1 :xh7, que falla) 1 ...
fxg6 ( 1 ... hxg6 2 'iVh6 fS 3 'ifh8+
�fl 4 :h7++) 2 'ti'xe6+ <it>g7 3
:xh7+! �xh7 4 ttJgS+ <it>h8 S 'ii'h 3+
�g7 6 'ifh7+ <it>f8 7 'iffl++.
CAP ÍTULO 4
1 ) 1 �xdS+ ! <it>xdS 2 .i.fl++.
2) 1 :xdS+ ! exdS ( 1 ... WxdS 2
'ifxc7 +-) 2 'iff6+ �eS 3 :el+, ga­
nando.
3) 1 ttJfS ! (amenazando 2 ttJd6+
Wd7 3 ttJbS+, ganando) 1 . . . .i.xfS (1
... :d8 2 ttJg7 + �f8 3 ttJxe6+ fxe6 4
l:.xd8+ 'ifxd8 S ¡yg7+, ganando) 2
'iVxfS l:.d8 3 l:.el+ �f8 4 'ifgS (+-).
4) 1 ttJxaS ! BxaS 2 :xc7+! ttJxc7
(2 ... Wa8 3 'iVb7 ++) 3 :xc7 + c:Ji;a8 4
�xaS+ Wb8 S 'iVa7++.
S) 1 ... :hxh3 ! (con la amenaza
2 ... 'ifh2+ 3 <it>f2 :hf3+ 4 c:Ji;e2
'ifxg2+, ganando) 2 i.. d l (2 gxh3
'iVg3+, ganando) 2 . . . :h4 3 'iV aS
'ifh2+ 4 �f2 l:f4+ S �e2 'ifxg2+,
ganando.
S OLUCI ON ES A L OS EJER
CICI OS . 1 55
6) 1 ttJgxh6! gxh6 2 ttJxh6 (pero
no 2 .txh6 .i.xfS ! 3 .txf8 ! .th7 ( +)
2 ... ttJxh6 (2 ... .txh6 3 .i:.xh6 �h7 4
.tf8+ �g6 S 'it'g3+ �hS 6 .tdl+
.i.g4 7 'ii'xg4++) 3 .txh6 i.. g7 4
:e3 ! (con idea de :g3 y .i.g7++) 4
... i.. eS S i.. f4+ �g8 6 :g3+ �f8 7
.i.h6+ i.. g7 8 i..xg7+ �g8 9 'ii'h 8++.
7) 1 gxh7+! �fl (1 ... �xh7 2
'ifh4+ y .l:.xe7 +-) 2 :xe7+! �xe7
(2 ... filxe7 3 h81W, ganando) 3
'ii'g7+ �e6 (3 ... :n 4 h8'ti' +-) 4
.:el+ �fS S g4+ �f4 6 ttJdS+ �f3 7
:e3++.
8) 1 i.. f6+ (1 :xdS 'iffl+ y mate;
1 Vi'xe8+ c:Ji;h7 no es tan claro) 1 .. .
'ii'xg4 (1 ... c:Ji;h7 2 'ifxfl+, ganando)
2 'ifxe8+ �h7 3 filh8+ Wg6 4 'ifg8+
�fS S .l:.xdS+ .i.eS 6 'ifc8+ �f4 7
.i.gS+, ganando.
9) 1 ... ttJxg3+ ! 2 fxg3 .i.h3 3
.i.xh3 (3 .i.c3 'ii'h l + 4 We2 'ifxg2+ S
�dl .ig4+ 6 l:te2 'ifxe2++) 3 ...
'ifxh3+ 4 �f2 'iffS+ S Wg2 I:.h2+ ! 6
�xh2 'iff2+ 7 Wh3 l:h8+ 8 <it>g4
'iVfS++.
10) 1 ... ttJexf2 2 .i.xf2 ttJxf2 3
�xf2 �e3+ 4 �fl :b2 ! S .:c2 :xc2
6 'ii'xc2 i.. xe2+ 7 l:.xe2 'ifxe2+ 8
�gl 'ife3+ 9 �hl 'iVf2 y las negras
ganan.
CAP ÍTULO S
1 ) 1 ... 'ifgl+! 2 �xgl :xel++.
2) 1 ... .l:d2 ! 2 'ifxb6 l!gxg2+ 3
<it>hl l:.xh2+ 4 �gl .:tdg2++.
3) 1 'ii'g8+ ! 'ifxg8 2 l:xg8+ <&t>xg8
3 :c8+ l:f8 4 .l:.xf8++.
4) 1 ... l:.h3+! 2 <it>xh3 it.fS+ 3 g4
:h6++.
1 56 GUÍA PARA EL JU GAD OR D E ATAQUE
5) 1 'iff8+ ! .l:xf8 .2 lt:Je7++.
6) 1 CDg5 ! 'ifxh6 3 CDxf7++.
7) 1 .l:h8+ ! i.. xh8 2 .l:xh8+ �xh8
3 'iVh6+ �g8 4 i.. xf6 ( +-).
8) 1 'ifh5 ! gxh5 (1 ... i.. d 8 2
'iVxh6+ �g8 3 .l:xg6 +-) 2 :xg7+
�h8 3 i.. xf5 (con intención de 4
:h7++) 3 ... i.. g5 4 .ixg5 .l:xf5 (4 ...
hxg5 5 :h7+ �g8 6 .l:xg5+, ganan­
do) 5 .if6 (+-).
9) 1 CDxf7! (no 1 CDg4 .l:xe4! ) 1 ...
�xf7 (1 ... .l:xe4 2 CDh6+ �f8 3
'iVf6+ 'iVf7 4 'iVxf7 ++) 2 i.. c4+ .l:e6 3
'iVf3+ �g8 4 .l:xe6 (+-).
10) 1 'iVe5 ! 'iVg6+ 2 �h2 �g8 3
.l:xf8+ ! �xf8 4 'iVf4+�g8 5 'iVb8+
.l:e8 6 i.. x e8 ( +-).
CAP ÍTULO 6
1) 1 lDg6+ ! Hxg6 2 .l:h1 ++.
2)1 a3+ ! �xa3 (1 ... �c3 2 .l:ee4
i.. g4 3 .l:xc4++) 2 CDxe6 fxe6 (2 ...
�b4 3 .l:c5 +-) 3 .l:xc4 a5 4 .l:e3+
�a2 5 .l:a4++.
3) 1 .l:xh7+ ! �xh7 2 .l:h1+ .ih6
3 :xh6+ �g7 4 CDe6+ �f7 5
CDxd8+, ganando.
4) 1 :xe6 ! �xe6 2 :c6+ �f7 3
e6+, ganando.
5) 1 f3+ ! �xf4 (1 ... �xd4 2
.ie3++) 2 g3++.
6) 1 ... d2! 2 .l:xd2 f4+ 3 �xf4
.l:xd2 (-+ ).
7) 1 .ixa6! bxa6 2 c6 .l:e7 3 c7
.l:e8 4 :b8 ( +-).
8) 1 ... lt:Jxe2! 2 �xe2 .id5 (con
idea de jugar ... b6, atrapando al ca­
ballo) 3 b5 axb5 4 axb5 b6 5 CDc6+
i.. xc6 6 bxc6 �d6 (-+ ) .
9) 1 h5 ! (1 i..x b6 �xb6 2 h5 h6!
3 b4 = ) 1 ... fxg5 (1 ... .ixe3 2 h6
gxh6 3 g6 +-; 1 ... h6 2 gxh6 gxh6 3
.ixh6+; 1 ... .id8 2 h6 gxh6 3 g6 +-)
2 ..txb6! �xb6 3 h6 gxh6 4 f6 (+-) .
10) 1 f8CD+! �g8 2 lDd7+ �h7
(2 ... �f7 3 CDe5+) 3 lt:Jf6+ �g6 4
lDg4 (+-).