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Es una sociedad mercantil de carácter personalista en la que todos los socios, en nombre colectivo
y bajo una razón social, se comprometen a participar, en la proporción que establezcan, de los
mismos derechos y obligaciones, respondiendo subsidiaria, personal y solidariamente de las deudas
sociales.
La constitución de una sociedad colectiva exige que el contrato de sociedad se otorgue en escritura
pública y además que se inscriba en el Registro Mercantil. El artículo 125 del Código de
Comercio y el artículo 209 del Reglamento del Registro Mercantil enumeran de forma detallada las
indicaciones que debe contener la escritura pública de constitución. La ausencia de estos requisitos
presenta como consecuencia la irregularidad de la sociedad por defecto de constitución y, por tanto,
la privación de personalidad jurídica.
La formación de una sociedad colectiva lleva consigo una serie de obligaciones y derechos para los
socios:
La obligación de aportación: los socios están obligados a poner en común bienes o industria
(prestación en servicios a favor de la sociedad). Al socio industrial no se le imputarán, por regla
general, las pérdidas sociales. El incumplimiento de la obligación de aportación por parte del socio es
causa de su exclusión de la sociedad.
El derecho a participar en los resultados de la sociedad: los socios colectivos tienen derecho a
participar en los resultados de la sociedad en la forma que hayan establecido en la escritura social.
La Sociedad Colectiva como su propio nombre indica, recoge una colectividad de personas. Pues
como mínimo es dos y máximo es ilimitado (pluralidad).
Socios capitalistas:
La Sociedad Colectiva no dispone de capital social mínimo, algo que suele ocurrir en aquellas
sociedades en las que los socios responden con sus propios bienes de las deudas sociales
contraídas por la sociedad.
En este caso, la Sociedad Colectiva, los socios responden de forma subsidiaria a la sociedad, pero
de igual modo responden con su patrimonio, motivo por el cual no es necesario exigir capital social
mínimo en la Sociedad Colectiva.
La Sociedad Colectiva, al igual que lo hacen las sociedades capitalistas y como está ocurriendo con
otro tipo de sociedades, al tener un objeto mercantil, está sometida en su régimen tributario al
Impuesto de Sociedades, tributando mediante el mismo los beneficios que obtengan derivados de
su actividad.
Ventajas:
Los socios pueden combinar su experiencia y sus bienes. Una sociedad Colectiva permite que la
responsabilidad se distribuya entre más personas.
También, el negocio puede continuar después de la muerte de un socio si uno de los socios
sobrevivientes lo compra.
Desventajas:
Dentro del campo de los negocios, cada socio es responsable de los actos de los otros socios. Esto
significa que si su socio perjudica a un cliente o firma un de crédito (préstamo) de un millón de
dólares en nombre de la sociedad, usted puede ser personalmente responsable por ello.
Aun cuando queden en el negocio, todas las ganancias están sujetas a impuestos.