Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
[ 155 ]
Revista de Filosofía / Notas bibliográficas
radical, por compasión hacia las masas de Marx y de Engels, y es hoy día más
miserables de los proletarios. En esto con y más reconocida por los teóricos del
siste el ateísmo político. marxismo.
Pero el autor no se limita a mostrar Sobre la base de estas consideraciones
que tal era el pensamiento de Karl Marx. el autor desarrolla finalmente su tesis
Una de las partes más interesantes del li más audaz: si, por una parte, el marxis
bro muestra que en ese punto, como en mo (¡el filosófico, no el político!) admi
muchos otros, Marx no es original: es te la posibilidad de una ideología inde
Spinoza quien le inspiró aquí. Esta afir pendiente de la infraestructura, y si, por
mación, el autor la prueba no sólo por otra, alcanzamos a mostrar que la reli
la similitud de las ideas, sino por el he gión tiene fundamentos antropológicos y
cho que en su juventud Marx estudió es metafísicos ignorados por Marx, ¿por qué,
pecialmente el pensamiento de Spinoza, y entonces, no sería posible una concilia
anotó en sus cuadernos largos extractos ción entre el marxismo y el teísmo? La
de su tratado Teológico-político. Pare religión podría ser uno de los aspectos
ce claro, por consiguiente, que las raíces de la ideología, independientes en su
más profundas del ateísmo marxista se esencia de la infraestructura.
encuentran en esta influencia de Spinoza. Como ya dijimos esta interpretación
parece chocante a muchos no-marxistas
A esta primera sección más bien histó
como a los marxistas. Pero hay que in
rica, el autor añade, con toda razón, una
sistir, desde luego, en que las discusio
segunda parte de análisis y discusión fi
nes filosóficas se plantean -eomo pare
losóficas. La religión forma parte, según
ce lógico, al menos para una lógica "in
la doctrina marxista, de la ··superestructu
dependiente"...- en el terreno filosófi
ra ideológica". Antes de discutir el pro
co, y no en cualquier otro, como p. ej. el
blema de la religión, el autor expone, por
político, ni para unos ni para otros. Limi
tanto, primero el de la ideología, y en
tándose estrictamente a este terreno, el
especial la cuestión muy difícil de la re
gran intérprete católico de Marx, J. Y.
lación entre infraestructura y superes
Calvez, no admite la tesis de Reding. Si
tructura. Diversos textos del mismo Marx,
bien Calvez no ha alcanzado a mostrar
pero sobre todo de Engels y hasta de
que el ateísmo es esencial al marxismo
Stalin, indican que no existe, como se
(de Marx) . Los marxistas comunistas re
piensa generalmente, una total depen
chazan, asimismo, categóricamente esta te
dencia de la ideología respecto de la in
sis; pero se justifica dudar, en este caso,
fraestructura. Si el marxismo pretende ser
que lo hagan por razones puramente fi
una explicación total de la realidad -Y,
losóficas.
por lo tanto, una filosofía, aunque a re
De ser probada la concepción de Re
gañadienteS-, es imprescindible admitir
ding -tanto en la parte histórica como
que ciertos elementos, o ciertas verdades
en la filosófica-, las consecuencias ideo
son independientes de los cambios per
lógicas y políticas serían evidentemente
manentes de la infraestructura; Engels
enormes. Pero ello no es una razón pa
mismo lo reconoce explícita o implícita
ra rechazarla. Se puede pensar, por otra
mente. Otro aspecto de esa ideología "in parte, que Reding no demostró totalmen
dependiente" y, por consiguiente, "eter te que el ateísmo en Marx es esencial
na" -fuera de los principios básicos del mente político; sólo un estudio más de
materialismo dialéctico e histórico-, pue tenido de los escritos de juventud, como
de ser una cierta moral. Esta moral está de la evolución filosófica del joven Marx
ya parcialmente incluida en los escritos podría dar un carácter irrefutable a es-
[ 156 ]
Notas bibliográficas / Revista de Filosofía
ta tesis. Con todo, el autor logró mostrar, mente la literatura bergsoniana con un
sin lugar a dudas, que dicha tesis es muy pequeño, pero precioso libro sobre su
probable y digna de ·ser discutida entre maestro y amigo, que lleva el título: La
filósofos. En el aspecto propiamente filo Vocación de Bergson. Filósofo él mismo,
sófico, en lo que concierne a la interpre escritor (la Academia Francesa le ha aco
tación del materialismo histórico, los ar gido recientemente en su seno), antiguo
gumentos del autor parecen muy serios; discípulo y amigo del maestro, uno de los
sin embargo, un estudio más detenido de pocos encargados por el mismo Bergson,
los textos de Marx y de Engels daría to en su testamento, de "defender su me
davía más fuerza a la concepción pro moria", Jean Guitton estaba llamado co
puesta. mo ningún otro a escribir este libro, y a
Como dice el autor al final de su obra, intentar determinar en que consistió la
el anhelo del filósofo debe orientarse ex vocación del autor de la Evolución Crea·
clusivamente a la búsqueda de la verdad dora, a través de una evocación de su per
en su objetividad. Si, además, esta verdad sona.
sirve al acercamiento entre concepciones En eso consiste, en1 realidad, el libro de
aparentemente opuestas y, por lo mismo, Jean Guitton. En su mayor parte es un
a la pacificación de los espíritus y de los libro biográfico; pero el arte del autor
pueblos, existe una razón más para per que ha dado pruebas de ser un gran es
severar en esta serena búsqueda. Para critor, sabe, a través de los hechos bio
pensadores que se inspiran en principios gráficos, de los encuentros, de las con
cristianos, esto no constituye sólo un her versaciones (inéditas) escrutar el misterio
moso· ideal, sino una estricta obligación. de esta encantadora y desconcertante per
No cabe duda que la obra de Marce! sonalidad y de su vocación filosófica y
Reding · cumple con esos objetivos. Por espiritual.
eso hay que felicitar al autor de su valio
Al hilo de una narración amena asis
sa y audaz tentativa, que está al servicio timos a la adolescencia del filósofo, a sus
de la verdad a la vez que de la paz.
primeros años de enseñanza, de la filoso
EDUARDO KINNEN fía, en liceos de provincia; apreciamos el
encanto de su personalidad a la vez muy
reservada y de una exquisita amabilidad
Literatura Bergsoniana para penetrar, finalmente, en cuanto es
]ean Guitton. LA VoCATION DE BERGSON posible, al misterio de su vocación "mís
(N. R. F. 1960, Collection "Vocations"). tica". El interés de los detalles biográfi
cos, principalmente de los años de ju
H. Bergson, Ecrits et Paroles / Textes ventud, consiste en mostrarnos la riqueza
rassemblés p. R. -M. Mossé-Bastide. y complejidad de esta personalidad -con
P. U. F., tome r, 1957; tome n, 1959; to dición misma del genio. Por eso, también,
me rn, 1959. la verdadera "vocación" del filósofo se
Bergson et Nous / Actes du Xe Congres manifestó relativamente tarde. Es conoci
des Sociétés de Philosophie de Langue da su gran disposición para las matemáti
Fran�aise, París, 17-19 mai, 1959. cas; menos, quizás, esta preciosa reflexión
Numéro Spécial du "Bulletin de la de su antiguo profesor de matemáticas,
Soc. Fran�. de Philos." (Armand Colín,
cuando supo la decisión de su alumno
París, 1959)
de dedicarse a la filosofía: "Esto es un
El conocido filósofo y escritor francés acto de locura. Ud. podía ser un mate
Jean Guitton ha enriquecido reciente- mático, pero no será más que un filóso-
[ 157 ]
Revista de Filosofía / Notas bibliográficas
fo". Esta observación nos muestra cuán Cierto que nadie, ni el propio Bergson,
perfecta era la disposición de Bergson podía prever el desarrollo ni de sus obras
para el pensamiento analítico y positivo, ni de sus opciones personales: la trayecto
corno también esta otra de sus compañe ria que le llevó, del judaísmo y del posi
ros de la "Ecole Normale" que decían tivismo, hacia el misticismo, y, por éste,
de él, futuro filósofo de la "conciencia", a la simpatía para el catolicismo. Por
de la "duración pura" y del misticismo, eso mismo es intertsantísima la confron
"que no tenía alma". Por otra parte, hay tación del destino de Bergson con el de
que notar que el joven Bergson poseía ya Loisy, el sacerdote católico que murió
grandes dotes literarios, como lo mues fuera de la Iglesia, destinos que, como lo
tran no sólo sus reflexiones sobre el es dice el autor con acierto, se oponen
tilo, en sus primeros discursos, sino tam "diagonalmente". A este respecto son tam
bién dos disertaciones literarias de los bién preciosos los juicios que cada uno
aíios de "Ecole 1 orrnale", publicadas al de los dos dio sobre el otro. Es sabido
fin del volumen, por permiso expreso de que Loisy criticó severamente Las Dos
la hija del filósofo (a quien está dedica Fuentes de la Moral y de la Religión. A
do el libro) . eso Bergson contestó, serenamente, y con
Pues bien, Bergson supo elegir, entre toda razón, nos parece que Loisy simple
las ricas dotes de su personalidad (fruto mente no comprendió el fenómeno reli
de la unión de un músico polaco y judío gioso. Tratándose de un antiguo sacer
con una inglesa, que iban a dar al mun dote católico esto era bastante extraño. El
do un filósofo tan perfectamente fran filósofo confesó también esta extrañeza
cés. ..) , y desarrollar a la vez su dispo a J. Guitton; pero afiadió, de manera
sición para el análisis científico riguroso significativa, que lo comprendió más tar
y lo que el autor llama su "vocación mís de, cuando conoció mejor la formación
tica". El hecho de que esta última esta eclesiástica, dirigida exclusivamente "al
ba siempre presente, al menos de manera cerebro" .. .
latente (la familia de Bergson era pro Al fin el autor se pregunta si el desti
fundamente religiosa, dentro del judaís no de Bergson se cumplió. No contesta
mo), lo prueba la razón por la cual el directamente a la pregunta, pero a ma
joven filósofo rechazó la "carrera" ma nera de respuesta, hace unas observacio
temática: las matemáticas eran demasia nes que nos parecen muy acertadas. Dice,
do "fáciles"; o sea, podemos pensar, de primero, que, contrariamente al destino
masiado superficiales para un espíritu que del científico (matemático, físico, etc.),
anhelaba lo más profundo del ser. Jean él del filósofo nunca puede ser considera
Guitton distingue, por eso,;dos vocaciones do como cumplido, desde luego hoy día.
en Bergson: la del rigor científico y la La tarea del filósofo es tan amplia que
de un "llamado" místico, al menos en el alcanza apenas a poner ciertos fundamen
sentido que anhelaba escrutar el miste tos. El nombre de Bergson ¿contará entre
rio profundo de la realidad. Hasta Berg los que alcanzaron con esta tarea? Así
son, como nota Guitton con razón, estas pensaba, p. ej., el gran novelista, primo
dos vocaciones estaban siempre separadas. (político) del filósofo y considerado a ve
Por eso, se puede decir, con el autor, que ces como "bergsoniano": Marce! Proust,
la verdadera vocación del filósofo de Ma que dice de él que es "el primer gran me
teria y Memoria y de las Dos Fuentes era tafísico desde Leibniz, y mayor que éste".
la de unir las dos vocaciones, o los dos Así pensó también la Sorbona, que nun
"llamados". ca lo admitió como profesor, pero que,
[ 158 ]
Notas bibliográficas / Revista de Filosofía
quince años después de su muerte, lo ad tomo lro. (1957). Indiquemos rápida
mitió entre los textos de la "agregación", mente los números que nos parecen los
honor reservado sólo a los "clásicos". Y más sobresalientes de los dos últimos to
el autor concluye que si se trata de enu mos.
merar a los pensadores que supieron rea Los textos están numerados, con nume
lizar, en gran parte, este ideal difícil de ración continua en los tres volúmenes
unir "la potencia de sentir con la de com (t. J.: l • 36; t. II.: 37 · 112; t. III.: 113 • 167,
prender, la emoción con la intuición", más un apéndice). Además, la numera
que, además, alcanzaron a hacer una re ción sigue el orden cronológico, lo que
novación tan vasta en el pensamiento, es precioso para situar los textos, dentro
apoyados en la experien.cia científica, y a de la evolución del pensador.
hacerse entender por todos... tenemos la
En el t. u destaquemos los siguientes:
sorpresa que su número no es tan grande.
diversas cartas a su amigo William James
En un tiempo en que la metafísica si (37, 40, 47, 58, 62, 67, 70, 74, 77); diver
gue, a pesar de todo, siendo despreciada; sas reseñas sobre obras de psicología (42,
en que los filósofos confiesan "humilde 43, 44, 48, 56, 61, 69, 71, 75, 79); diver
mente" que no saben en qué consiste la sas cartas, 2 al P. J. de Tonquédec (59,
filosofía o la metafísica; en que filosofar 90) , 1 a Ed. Le Roy (89), 1 a Gilbert
consiste, principalmente, en hacer excursos Maire sobre Sorel (93). Todos estos tex
literarios sobre problemas de psicología tos, de los cuales algunos son ya famosos,
o de exponer, de manera velada, sus pro tienen valor para el conocimiento exacto
pios problemas psicopatológicos, es un del pensamiento del filósofo. Los núme
acto de coraje tratar de penetrar el mis ros 62, 73, 82 reproducen los textos de dis
terio de' la vocación de un gran meta· cusiones en relación con las definiciones
físico, del que, quizás, fue, en nuestro del Vocabulario filosófico de Lalande, so
siglo, el último metafísico del hombre y bre los términos "immédiat", "inconnais
de la sociedad. sable", "intuition" y "liberté", respecti
vamente. Menos conocidos son los resú
menes, hechos por el mismo filósofo, de
algunos de sus cmsos, publicados por el
Es bien conocida la colección de textos Annuaire du College de France: 46, "Les
de Bergson, reunidos bajo el título Ecrits théories de la volon té" y "Sur q uelques
et Faroles, por Mme. Mossé-Bastide. Se chapitres des Principies of Psychology d'
trata únicamente de textos (artículos, re Herbert Spencer"; 52, "Formation et va
señas, discursos y cartas) dados a la pu leur des idées générales" y sobre "Prínci
blicación por el maestro mismo, y reuni pes de la connaissance de Berkeley"; 66,
dos por su fiel e inteligente admiradora. "Nature de !'esprit et rapport de l'esprit
El interés de dichos textos es múltiple. A a l'action cérébrale" y sobre la "Siris" de
la vez que nos muestran los diversos as Berkeley; 95, "Esquisse d'une théorie de
pectos de la actividad del filósofo (en dis la connaissance" y "Spiritualité et liber
cusiones filosóficas, pero también en lo té" (cursos dictados en la Columbia Uni
pedagógico y hasta en lo político) , re versity de New York). Aunque estos resú
presentan muchas veces un complemento menes sean muy breves, son excelentes
de su pensamiento propiamente filosófico para conocer las concepciones de Bergson
o manifiestan sus ideas respecto a pro sobre estos problemas, concepciones des
blemas de cultura general. arrolladas sólo parcialmente en sus obras.
Suponemos conocido el contenido del El último número (112) reproduce un
[ 159 ]
Revista de Filosofía / Notas bibliográficas
texto, también interesantísimo, escrito en 162: "Mes missions", el relato de sus mi
1915 para la colección "La Science siones diplomáticas ante el presidente
fram;aise" (Larousse), sobre "La Philo Wilson, en la Primera Guerra Mundial
sophie", resumen genial y profundo de (aspecto de sus actividades muchas veces
la filosofía francesa a partir de Descartes. olvidado); y, finalmente, una serie de tex
Otro interés de este texto reside en ser tos que tienen relación con otra actividad
el único publicado por el filósofo "en importante del filósofo, la de primer pre
colaboración". De hecho, el mismo texto sidente, y, se puede decir, de creador del
fue publicado en 1933, con frases y pá C. I. C. I. (Consejo Internacional de Coo
rrafos añadidos por Ed. Le Roy, de acuer peración Intelectual). Es de esperar que
do con Bergson. El texto correspondiente la publicación de dichos textos (núme
a Le Roy es dado en las notas. ros 129, 130, 136, 137, 139, 141) recuerde
El tomo m trae otra serie de cartas im a la opinión mundial el papel importante
portantes: a H. Hi:iffding (118) , a Loisy que jugó el C. I. C. I. como precursor di
(120), a L. Brunschvicg sobre Spinoza recto de la UNEsco, la cual heredó toda la
(148), a V. Jankélévitch (151), al P. Ro obra de dicho Consejo, sin que los méri
meyer (154), a Fl. Delattre (157), a J. tos ni de este último ni de su creador
Chevalier (160), al P. Sertillanges (164), hayan jamás sido reconocidos públicamen
y, finalmente (167, último texto de te, por la "heredera".
Bergson publicado, en 1939) a Halévy Pensamos que esta sola enumeración de
en recuerdo a Ch. Péguy. Esta sola enu los textos más importantes de Ecrits et
meración revela la cortesía del filósofo, y Paroles pone de relieve los méritos de di
recuerda que este último tenía cuidado cha publicación, por la cual hay que agra
de corregir, si era necesario, las presenta decer hondamente a la Sra. Mossé-Bastide.
ciones que otros hicieron de sus ideas
que muchas de estas cartas traen impor
tantes precisiones de su pensamiento. En
cuanto a la última carta (sobre Péguy),
es a la vez un fervoroso y emocionante Como lo indicamos, el volumen Berg
homenaje al que, muy originalmente, fue son et Nous reproduce, en orden alfabé
su discípulo, como también a Francia y tico, las comunicaciones hechas en el Con
a su misión cultural; es también en esta greso "Bergson", en París (1959). No se
carta donde habla de Cristo como el "que puede pensar en resumir un volumen de
asumió los pecados y los sufrimientos de esta naturaleza, puesto que hay no me
todo el género humano". Los textos pro nos de 72 comunicaciones. Aunque es
piamente filosóficos son más raros: 128, te número no signifique nada en sí, in
"Observaciones sobre la teoría de la re dica al menos el interés que muchos pen
latividad" (en la Soc. franc. de filos.; sadores actuales, y de los más grandes, y
165, mensaje al "Congreso Descartes" (de en los más diversos campos de la activi
1937), y algunas reseñas de obras de filo dad intelectual, siguen teniendo en Berg
sofía o de psicología. son, a pesar de que ciertos adictos a una
manera unilateral de "escribir filosofía",
El mayor interés del tomo m reside en
piensen que el filósofo Bergson no tiene
textos que muestran la gran diversidad nada más que decir a los hombres de
de las preocupaciones del filósofo: 122, nuestro tiempo y que el título mismo
"Discurso de recepción a la Academia del Congreso es equivocado (v. Revue
Francesa"; informe sobre "los estudios clá Philosophique de Louvain, en agosto
sicos y la reforma de la enseñanza" (132); 1959, pp. 438-442). Tales apreciaciones
[ 160 ]
Notas bibliográficas / Revista de Filosofía
[ 161 ]
Revista de Filosofía J Notas bibliográficas
les del siglo xx" -¡gran homenaje de un sobre la evolución del pensamiento con
fenomenólogo para Bergsonl-, y afirma temporáneo" en general; G. Le Roy ha
que la misma realidad, la de la concien ce la confrontación, positiva en gran par
cia y la del tiempo "vivido", nos ha sido te, entre "el pensamiento bergsoniano y
revelada, tanto por Bergson como por el cristianismo". Además hay dos comu
Husserl, "en una visión impresionante nicaciones que comparan el bergsonismo
y quizás decisiva para nosotros, discípu con un científico y pensador contemporá
los de esos dos grandes filósofos" (p. neo, que en su filosofía se inspiró segura
165) . Esta confesión de uno de los con· mente en Bergson, sin confesarlo, el P.
tinuadores de Husserl nos parece mucho Teilhard de Chardin (R. P. G. Isaye:
más importante que cualquier crítica. En "Bergson et Teilhard de Chardin"; Mad.
cuanto a la epistemología diferente que Madaule-Bartbélémy: "Introduction a la
los dos filósofos extraen de una intui méthode chez Bergson et Teilhard de
ción original semejante, resulta permiti Chardin").
do pensar, aun después de transcurrido es o se puede alargar demasiado este
te medio siglo, que cabe preferir la so rápido análisis de las comunicaciones al
lución de Bergson, que niega su valor Congreso Bergson, análisis que, necesaria
metafísico a la mayoría de las nociones mente, se limita casi a una enumeración
meramente conceptuales, por tener un de los títulos más importantes. Indique
fin esencialmente práctico -a la de mos todavía que se tratan también los te
Husserl, que afirma, sin más y sin una mas de la "fabulación" y del "impulso
auténtica crítica, la validez de dichas no vital"; de "lo social y la naturaleza"; de
ciones, fundadas en una "racionalidad la "conexión entre libertad y vocación"
del ser" supuesta, pero no demostrada... en la filosofía bergsoniana; de "el presen
Una filosofía manifiesta su grandeza no te, suplemento de alma"; de la doctrina
sólo por sus tesis propiamente metafísi del "heroísmo moral"; de la concepción
cas, sino por la visión total que nos da bergsoniana de Dios y de la relación en·
del mundo. Muchas de las comunicacio tre "la duración de Dios y la imprevisibi
nes del congreso muestran que la visión lidad de los actos libres" según Bergson.
bergsoniana del mundo sigue siendo va Aunque el enfoque de dichos problemas
liosa, en sus más diversos aspectos. Nota sea generalmente diferente del de la feno
mos ya, por los títulos respectivos, la in menología existencialista, y quizás menos
fluencia del pensamiento de Bergson so psicológico y más metafísico, no se pue
bre la psicología moderna. Un físico, Mi de negar, nos parece, que todas estas cues
li<; Capek, indica la coincidencia profun tiones poseen interés, por ser cuestiones
da entre la concepción bergsoniana de la eternas para el hombre. Vale decir que la
materia y el "espíritu de la física con antropología bergsoniana -porque el
temporánea". Dice textualmente que "el pensamiento bergsoniano es esencialmen
carácter general de la filosofía bergsonia te antropológico- sigue siendo sumamen-
na de la materia, la cual en el tiempo de te actual.
Materia y Memoria parecía tan hereje y Terminemos con unas reflexiones sobre
tan paradójica, puede ser justamente lla las dos comunicaciones que tratan de uno
mada profética a la luz de la física del de los problemas centrales de la antropo·
siglo xx". Otro nos habla de la "actua logía bergsoniana, como de cualquier ver
lidad de la estética bergsoniana" (Fabre dadera antropología: el de Dios. La pri
Luce de Gruson). P. H. Lechat analiza mera es del R. P. de Tonquédec, crítico
lo que llama la "influencia de Bergson bien conocido y severo de Bergson, lo que
[ 162 ]
Notas bibliográficas J Revista de Filosofía
[ 163]
Revista de Filosofía / Notas bibliográfica-s
del acto libre y del tiempo -metafísica temente, la del Dios de la Sagrada Escri
esencialmente antigriega, en cuanto las tura.
teologías cristianas existentes son depen Después de todo esto, ¿hay todavía una
dientes de la metafísica griega. Puede ser relación posible entre el pensamiento
que su concepción de una cierta tempora bergsoniano y el hombre contemporáneo?
lidad en Dios mismo, como también de la Acaso ya hemos contestado a esta pre
imprevisibilidad de los actos creadores de gunta. Para decirlo más claramente, otra
Dios, siendo actos sumamente libres, sea vez: pensamos que Bergson es el metafí
un tanto audaz. Pero es la consecuencia sico mayor del siglo xx, si no es quizás
lógica de la noción bergsoniana del acto el único.
libre, y no nos parece incompatible con
la noción cristiana de Dios, o sea, eviden- EDUARDO KINNEN
[ 164 ]