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INTRODUCCIÓN

Este trabajo intentará acercar un poco de luz sobre los conceptos que se utilizan
para definir a la ciencia, sus características, clasificaciones, etc.

Para ello se analizarán distintas visiones que sobre estos temas tienen, diversos
autores vinculados con la actividad científica y su estudio. Comparando sus
definiciones se intentará sintetizar los distintos conceptos analizados.
CIENCIA

La ciencia (del latín scientĭa ‘conocimiento’) es un sistema ordenado de


conocimientos estructurados que estudia, investiga e interpreta
los fenómenos naturales, sociales y artificiales. Los conocimientos científicos se
obtienen mediante observaciones y experimentaciones en ámbitos específicos,
dichos conocimientos deben ser organizados y clasificados sobre la base de
principios explicativos ya sean de forma teórica o práctica. A partir de estos se
generan preguntas y razonamientos, se construyen hipótesis, se
deducen principios y se formulan teorías, leyes generales y sistemas organizados
por medio de un método científico.

La ciencia considera y tiene como fundamento las observaciones experimentales.


Estas observaciones se organizan por medio de métodos, modelos y teorías con
el fin de generar nuevos conocimientos. Para ello se establecen previamente
unos criterios de verdad y un método de investigación. La aplicación de esos
métodos y conocimientos conduce a la generación de nuevos conocimientos en
forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a
observaciones pasadas, presentes y futuras. Con frecuencia esas predicciones
pueden formularse mediante razonamientos y estructurarse como reglas o leyes
generales, que dan cuenta del comportamiento de un sistema y predicen cómo
actuará dicho sistema en determinadas circunstancias.

En un sentido más restringido, un científico es un individuo que utiliza el método


científico; esta acepción fue acuñada por el teólogo, filósofo y hombre de
ciencia William Whewell en 1840 en Philosophy of the Inductive
Sciences («Filosofía de las ciencias inductivas» en español).
Clasificación de las ciencias

Aristóteles. Museo del Louvre.


Hasta el Renacimiento todo el saber que no fuera técnico o artístico se situaba en
el ámbito de la filosofía. El conocimiento de la naturaleza era sobre la totalidad:
una ciencia universal. Aristóteles usó los términos episteme y philosophia para
clasificar las ciencias, pero con un significado y contenido muy diferente al de
«ciencia» en la Modernidad.4 Las primeras clasificaciones se remontan a
Aristóteles,5 que considera tres categorías del saber:
 Teoría, que busca la verdad de las ideas, como formas y como sustancias.
Este saber está constituido por las ciencias cuyo conocimiento está basado
en el saber por el saber: Matemáticas, Física y Metafísica.
 Praxis o saber práctico encaminado al logro de un saber para guiar la
conducta hacia una acción propiamente humana en cuanto racional: lo
formaban la Ética, la Política, la Económica y la Retórica.
 Poiesis o saber creador, saber poético, basado en la transformación
técnica. Lo que hoy día se englobaría en la creación artística, artesanía y la
producción de bienes materiales.

La clasificación aristotélica sirvió de fundamento para todas las clasificaciones que


se hicieron en la Edad Media hasta el Renacimiento, cuando las grandes
transformaciones promovidas por los grandes adelantos técnicos plantearon la
necesidad de nuevas ciencias y sobre todo nuevos métodos de investigación que
culminarán en la ciencia moderna del siglo XVII. Entonces aparece un concepto
moderno de clasificación que supone la definitiva separación entre ciencia y
filosofía.

En la Edad Moderna Tommaso Campanella, Comenio, Bacon, Hobbes y John


Locke propusieron diferentes clasificaciones.4 El Systema Naturae (1735)
de Linneo, estableció los criterios de clasificación que más influencia han tenido en
el complejo sistema clasificatorio de las ciencias naturales.4 André-Marie
Ampère confeccionó una tabla con quinientas doce ciencias.6

En la Ilustración, D'Alembert escribió:


«No hay sabios que gustosamente no colocaran la ciencia
de la que se ocupan en el centro de todas las ciencias,
casi en la misma forma que los hombres primitivos se
colocaban en el centro del mundo, persuadidos de que el
universo había sido creado por ellos. Las profesiones de
muchos de estos sabios, examinándose filosóficamente,
encontrarían, posiblemente, incluso, además del amor
propio, causas de peso suficiente para su justificación»
Discours préliminaire de l'Encyclopedie, París 1929, pág.
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CONCLUSIÓN

Se podría concluir de todo lo expuesto que aún entre los mismos investigadores
científicos y filósofos de la ciencia, existen diferencias a la hora de conceptualizar
los términos que forman parte de su trabajo cotidiano. Términos como ciencia,
conocimiento científico, investigación científica, tecnología, teoría, etc. tienen
varias definiciones, con un hilo conductor que las mantiene coherentes dentro del
ámbito o el contexto de lo científico, aunque en muchos casos puede llevar a
equivocaciones la sustitución, por ejemplo, del concepto de ciencia con
conocimiento científico.

Sin embargo en otros aspectos, como la clasificación de la ciencia no hay criterios


tan dispares, salvo algunas clasificaciones, que se agregan pero que no
desvirtúan la clasificación por excelencia entre fácticas y formales.
Lo mismo se puede decir respecto a las características que le adjudican unos y
otros a la ciencia, salvo un mayor o menor detalle de estos aspectos.
En definitiva, sería muy apropiado concluir diciendo que así como la actividad
científica es provisoria y en constante cambio por la dinámica propia de su
actividad, la teorización y conceptualización que se intenta hacer sobre los
términos que ella utiliza para comunicar sus trabajos e investigaciones, tiene esas
mismas características y por lo tanto no es posible encontrar un criterio cerrado o
acabado sobre sus definiciones.
RECOMENDACIÓN

El texto se articula en torno a cinco principios definidos en el Preámbulo:


 Los intereses de la ciencia no deben primar sobre los del ser humano: “la
ciencia está al servicio del bien común y no al revés”.
 Respeto a la dignidad del ser humano, en particular cuando es objeto de
experimentación.
 El científico es responsable ante el ser humano, los organismos vivos y el
medio ambiente: “se debe evitar el sufrimiento innecesario de los primeros y
velar por la integridad y funcionamiento idóneo del sistema Tierra”.
 La institución debe evitar la promoción de investigaciones que atenten contra la
salud o la dignidad del ser humano, tales como “la justificación del racismo, la
negación del holocausto o la apología del terrorismo”.
 Transparencia en la investigación.
Bibliografía
 Ciencia en movimiento. La construcción social de los hechos científicos. Piscitelli,
Alejandro. Buenos Aires, 1993. Editorial C.E.A.L.
 Hacia una visión crítica de la ciencia. Díaz, Esther. Buenos Aires. Biblos, 1992.
 La ciencia, su método y su filosofía. Bunge, Mario. Buenos Aires. Ediciones Siglo
Veinte, 1996.
 Metodología de las ciencias sociales. Díaz, Esther. Buenos Aires. Biblos, 1997.

 Métodos de investigación social. Goode, William y Hatt, Paul. México. Editorial


Trillas S.A., 1970.

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