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GUÍA FINAL DE DISEÑO

MANUAL PARA DISEÑO DE PROTECCIÓN DE CAÍDOS ROCOSOS


CON MALLA DE ALAMBRE/CABLE DE ACERO

Balasingam Muhunthan
Shanzhi Shu
Navaratnarajah Sasiharan
Omar A. Hattamleh
Department of Civil and Environmental Engineering Washington State University
Pullman, Washington 99164-2910
Thomas C. Badger and Steve M. Lowell
Washington State Department of Transportation
P.O. Box 47365
Olympia, Washington 98504-7365
John D. Duffy
California Department of Transportation
50 Higuera Street
San Luis Obispo, California 93401
Prepared for
Washington State Transportation Commission
Department of Transportation
And in cooperation with
U.S. Department of Transportation
Federal Highway Administration
April 2005
Traducción al español
Emmanuel García Carrasco
Maccaferri de México S.A. de C.V.

1
RESUMEN

Desde 1950, las mallas de alambre de acero han sido usadas en Norteamérica para
el control de caídos de roca en autopistas o en laderas susceptibles a erosión.
Estructuras más robustas, como las redes de cable de acero, han sido introducidos
recientemente para mejorar la capacidad de los sistemas de protección de caídos. A
la fecha, por otro lado, el diseño de estos sistemas está basado básicamente en
métodos empíricos, el juicio de los ingenieros y la experiencia. Este manual de diseño
esta basado en una investigación que caracterizó el desempeño, probó los
componentes críticos de los sistemas, analizó los sistemas de fallas, evaluó las
condiciones típicas de carga y desarrolló modelos analíticos para refinar el diseño
ingenieril de estos sistemas.

Este manual fue desarrollado para apoyar el diseño de estos sistemas para una gran
variedad de condiciones de carga. Específicamente, se provee una guía de diseño
para la evaluar el grado de adaptabilidad del sistema al sitio, la caracterización de las
cargas externas, la selección del tipo de estructura, los requerimientos de anclaje y el
detallado del sistema.

2
ÍNDICE

RESUMEN 2

ÍNDICE 3

LISTA DE FIGURAS 5

LISTA DE TABLAS 6

1. INTRODUCCIÓN 7

2. CARACTERIZACIÓN Y FACTIBILIDAD DEL SITIO 10

2.1. TAMAÑO DEL BLOQUE Y DEL EVENTO 11

2.2. CONDICIÓN DEL TALUD 11

2.3. FRICCIÓN EN LA INTERFASE 14

2.4. CARGAS DE DETRITOS 17

2.5. CARGAS DE IMPACTO 17

2.6. CARGAS DE NIEVE 18

3. METODOLOGÍA DE DISEÑO 19

3.1. TIPOS DE ESTRUCTURA 19

3.2. CAPACIDAD DEL ANCLAJE Y ESPACIAMIENTO 22


3.2.1. Cargas de impacto y detritos 23
3.2.2. Cargas de nieve 24

4. DETALLES DE DISEÑO Y ESPECIFICACIONES 25

4.1. PROTECCIÓN DE TALUDES 25

4.2. ANCLAJES 26

3
4.3. CABLES DE SOPORTE 28

4.4. CONEXIONES DEL SISTEMA Y SUJECIÓN 30

5. MITIGACIÓN Y CONSIDERACIONES ESTÉTICAS 31

5.1. REDUCIR EL ÁREA A CUBRIR 31

5.2. INCREMENTAR EL CONTACTO CON LA MALLA 32

5.3. DAR COLOR A LOS COMPONENTES DEL SISTEMA 34

6. CONSIDERACIONES CONSTRUCTIVAS 34

7. MANTENIMIENTO 36

APÉNDICE A 39

APÉNDICE B 47

4
LISTA DE FIGURAS
Figura 1 Metodología de diseño recomendada para sistemas de contención de caídos de malla de alambre
o cable. 9
Figura 2 Secciones transversales típicas para taludes A) cóncavos y B) convexos y las zonas de
acumulación de detritos, contacto de la malla e impacto de caídos._______________________________ 12
Figura 3 Erosión que amenaza un talud protegido con malla de alambre en North Cascades, Washington.
14
Figura 4 Taludes rugosos que muestran un alto grado de rugosidad superficial con perfiles planos
uniformes. 15
Figura 5 Taludes ondulados con A) una distribución de partículas algo uniforme con rugosidad general
limitada, y B) numerosas prominencias localizadas. __________________________________________ 16
Figura 6 Estos taludes planos muestran una superficie lisa o con pocas irregularidades. En el caso de A),
el perfil del talud está determinado por roca muy fracturada. En B), se tiene un talud cuyo echado de
fracturas es paralelo al corte. ____________________________________________________________ 16
Figura 7 Área a cubrir y longitud del talud _______________________________________________ 26
Figura 8 Prueba de anclajes en dirección inclinada _________________________________________ 27
Figura 9 (A) La malla ha sido colocada cuidadosamente para adecuarse al perfil de un talud moderado.
(B) En taludes muy inclinados donde generalmente es más difícil lograr una Buena conformación, el efecto
visual es mayor. ______________________________________________________________________ 33
Figura A-1 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para taludes de
perfil plano, con inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)_________________________ 40
Figura A-2 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para taludes de
perfil plano, con inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)_________________________ 40
Figura A-3 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para taludes de
perfil ondulado, con inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)______________________ 41
Figura A-4 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para taludes de
perfil ondulado, con inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)______________________ 41
Figura A-5 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para taludes de
perfil rugoso, con inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)________________________ 42
Figura A-6 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para taludes de
perfil rugoso, con inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)________________________ 42
Figura A-7 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil plano, con
inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m) ______________________________________ 43
Figura A-8 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil plano, con
inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m) ______________________________________ 43
Figura A-9 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil ondulado, con
inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m) ______________________________________ 44
Figura A-10 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil ondulado, con
inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m) ______________________________________ 44

5
Figura A-11 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil rugoso, con
inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m) ______________________________________ 45
Figura A-12 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil rugoso, con
inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m) ______________________________________ 45
Figura A-13 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas de alambre hexagonal en taludes verticales
(sin considerar fricción de interfase) y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m) ________________________ 46
Figura A-14 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cable en taludes verticales (sin considerar
fricción de interfase) y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m) ____________________________________ 46

LISTA DE TABLAS
Tabla I Estructura de malla recomendada en función del tamaño del bloque ____________________ 21
Tabla II Espaciamiento máximo recomendado para los anclajes en función de la altura del talud_____ 23
Tabla III Longitud máxima recomendada del cable de soporte superior horizontal vs altura de la malla
doble-torsión_________________________________________________________________________ 28
Tabla IV Longitud máxima recomendada del cable de soporte superior horizontal vs altura de la red de
cable con malla doble-torsión ____________________________________________________________ 29

6
1. INTRODUCCIÓN

Esta guía de diseño es el resultado de un proyecto intenso de investigación de cuatro


años, y es el cuerpo principal de un reporte técnico publicado con anterioridad
(Muhunthan et al., 2005).

El objetivo de la investigación fue desarrollar una metodología racional y ampliamente


aplicable para diseñar sistemas de malla de alambre y redes de cable de acero para
controlar la caída de rocas en los cortes. La investigación trató de combinar
pragmáticamente décadas de desempeño en campo, pruebas recientes en los
elementos de los sistemas y análisis cuantitativos del sistema de contención cuando
era expuesto a varias condiciones de carga.

Una gran parte de la investigación se concentró en el análisis de resultados de las


fallas observadas de los sistemas, la caracterización de los factores que
contribuyeron a ellas así como su desempeño general. Las condiciones de carga no
suelen ser directamente observables o mesurables, por lo que es difícil realizar
comparaciones cuantitativas. Afortunadamente, los sistemas se comportaron
satisfactoriamente y, como resultado, se tiene esta guía que en muchos casos
confirma un buen estado del arte y puede difundir su práctica. En algunas de las fallas
de sistemas observadas en el campo, se puedo confirmar que en el diseño había un
desconocimiento total del fenómeno analizado. Esto en particular para cargas de
nieve. Como resultado de la investigación, se han conseguido algunos avances en el
diseño de cargas de nieve. Por otro lado, el determinar y analizar el impacto y la
forma en que se transfieren de cargas de los caídos (de forma paralela y
perpendicular a la malla/talud), ha probado ser menos útil, predominantemente
porque se necesitan pruebas a escala real para confirmar los análisis; pero no era
parte de los objetivos de este trabajo. Queda aún por investigar un tema importante:
caídos de de roca de gran energía. Por último, el análisis de las fallas globales y
locales de los sistemas de contención revelan que “el diablo está en los detalles (de
fabricación y construcción)”.

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En años recientes, los diseñadores han utilizado las mallas de alambre y sistemas de
cable de acero para condiciones cada vez más demandantes y, como es de
esperarse, han derivado en grandes fallas. Una meta de esta investigación es
identificar los límites cuantitativos de los componentes del sistema y las cargas
aplicadas. Esta guía proporciona una metodología generalizada, recomendaciones y
limitaciones para:
• evaluar la factibilidad
• caracterizar el potencial de cargas externas
• selección del sistema de refuerzo
• requerimientos de anclaje
• detalles del sistema y especificaciones
• consideraciones estéticas
• construcción y mantenimiento.

El siguiente diagrama de flujo resume la consideración general de diseño de esta guía


(Figura 1 ). Se comienza evaluando las condiciones del sitio: caracterización del (de
los) modelo(s); tamaño, volumen y frecuencia del talud inestable; evaluación de
cargas externas y la resistencia del sistema. Después de estas consideraciones, el
sistema elegido se presume como el mejor para las condiciones que se puedan
presentar. Las conexiones son analizadas entonces debido a las cargas impuestas
por los detritos o por la nieve. Las cargas en los anclajes son determinados entonces
para la condición de nieve o carga externa. Se recomienda un rango de factores de
seguridad para aplicar al peso que gravita en la malla, para tomar en cuenta el estado
de máximo del potencial de carga. La capacidad de cada anclaje, espaciamiento y
detalles son luego determinados.

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RECONOCIMIENTO DEL SITIO
Características del talud
Cargas externas

Es factible para el sitio un sistema


de malla de alambre/cable de acero

SELECCIÓN DEL SISTEMA

Acumulación de
Nieve >30 cm?

SI

CARGA DE ANCLAJE POR PESO DE CARGA DE ANCLAJE POR PESO DE


LA MALLA LA NIEVE

FACTOR DE SEGURIDAD POR FACTOR DE SEGURIDAD POR


DETRITOS Y CARGAS DE IMPACTO CARGA DE NIEVE

ESPACIAMIENTO Y TIPO DE ANCLAJE

DETALLES DEL SISTEMA

Figura 1 Metodología de diseño recomendada para sistemas de contención de caídos


de malla de alambre o cable.

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El mayor reto al preparar esta guía fue anticipar el rango de las condiciones del sitio y
cargas externas que se pudieran presentar, evitando a la vez derivar en un proceso
de diseño lento o muy complejo. Cuando sea factible, la guía provee
recomendaciones específicas de diseño para ciertos elementos del sistema de
contención. Sin embargo, debido al gran número de condiciones posibles, esta
puntualización puede no ser práctica en todos los casos o no sabe lo suficientemente
bien el comportamiento mecánico del sistema. Para estas situaciones, la guía trata de
remarcar las consideraciones o limitaciones que el diseñador debe tomar en cuenta
en su proyecto.

Esta guía y sus recomendaciones están basadas en la experiencia geológica e


ingenieril de este Comité Técnico de Consultoría (CTC), del profesor Muhurhan
(investigador principal del proyecto) y sus estudiantes. La guía generaliza las
condiciones de carga y del sitio y, cuando es apropiado, recomienda un rango de
factores de seguridad para anticipar estas condiciones. Sin duda, las condiciones del
sitio pueden exceder o ser distintas a las anticipadas por esta guía, por lo que en
estos casos los autores y el CTC recomiendan tomar con precaución las
recomendaciones de esta guía para aquellas situaciones no previstas por este
reporte.

2. CARACTERIZACIÓN Y FACTIBILIDAD DEL SITIO

Los sistemas de malla de alambre y redes de cables han sido instalados en las
laderas para mitigar los peligros que implican los caídos de roca de todos los tamaños
y formas. Sin embargo, numerosos ejemplos de sistemas de contención instalados
han demostrado que son poco eficientes para mitigar, o son sub/sobredimensionados,
para algunas condiciones del sitio. La caracterización del sitio y de las condiciones de
carga es el primer paso importante para determinar la factibilidad y el diseño de un
sistema apropiado para las condiciones esperadas.

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2.1. TAMAÑO DEL BLOQUE Y DEL EVENTO

Como en cualquier sistema estructural, existen limitaciones en los sistemas de


contención sobre la periodicidad resistir cargas. El tamaño de los bloques individuales
(o inestabilidades de pequeña escala) es el factor más importante para determinar la
factibilidad del sistema. Aún cuando existen varios ejemplos de mallas con buen
comportamiento para condiciones extremas de cargas de impacto o detritos, las
mallas de alambre han demostrado limitaciones en cuanto al tamaño del bloque a
contener. Este límite es de un diámetro no mayor a 1.5 m. Si los bloques exceden
este límite, se deber considerar agregar o reemplazar el sistema con otras medidas
de contención, como anclajes adicionales y/o concreto lanzado. Los caídos, que
pueden consistir de uno o varios bloques, son el modo de inestabilidad que debe ser
mitigado con sistemas de malla ajustada al perfil del talud (sistema activo de
contención).

Aunque existen casos en donde los sistemas han tenido pocos o ningún daño al
contener cientos de metros cúbicos de detritos, los análisis de las fallas muestran que
sólo una porción pequeña de las cargas se transfieren efectivamente al sistema y los
detritos se deslizan lentamente a través de él. Los casos de estudio analizados en
este reporte (Muhunthan et al., 2005) aseguran que el sistema de mallas no sostienen
más de 10 m3 de detritos, y excediendo ese valor se debe de considerar otra
alternativa. La evaluación del tamaño de los bloques o volúmenes potenciales de
detritos por cada evento debe hacerse no sólo con observaciones directas del sitio,
sino también con información de eventos pasados.

2.2. CONDICIÓN DEL TALUD

La configuración del talud controla en gran medida la trayectoria del caído. El


comportamiento de los caídos en taludes casi verticales es principalmente de tipo de
caída libre, mientras que en taludes menos inclinados siguen trayectorias de giro y
rebote. También es conocido que las irregularidades del talud a veces actúan como

11
rampas de lanzamiento, imprimiendo una significativa componente horizontal en la
trayectoria de caída libre. Los sistemas de mallas en taludes casi verticales funcionan
de manera distinta que en taludes menos inclinados. Dada la orientación y el contacto
limitado en un talud vertical, las mallas proporcionan un efecto pequeño de
estabilización y las rocas pasan generalmente sin impedimentos entre la malla y el
talud. En taludes menos inclinados, el contacto con la malla es mayo y el peso propio
proporciona una resistencia significativa en los bloques individuales. Como resultado,
en muchos casos la frecuencia de caídos es reducida y la trayectoria de estos es
desviada favorablemente, pero se han observado, por ende, bloques sueltos y
detritos atrapados en estos sistemas.

Por varias razones, es importante anticipar, tanto como diseñar y construir, cómo es
que la malla se colocará en el talud. Para este fin, se debe de determinar la
uniformidad del talud. El contacto con la malla es mayor en taludes uniformes que en
los irregulares. La uniformidad de la roca influye en dónde y cómo los caídos
impactan la superficie del sistema y la forma en que los detritos se acumulan o pasan
a través del sistema. Por ejemplo, en la Figura 2 A y Figura 2 B se muestra un talud
cóncavo y uno convexo, respectivamente, y la influencia que esta configuración tiene
en la acumulación de detritos y la carga de impacto.

Contacto de la malla

Impactos Acumulación de detritos


de caídos e impacto de caídos

Contacto de la malla y
acumulación de detritos

Figura 2 Secciones transversales típicas para taludes A) cóncavos y B) convexos y


las zonas de acumulación de detritos, contacto de la malla e impacto de
caídos.

12
La altura y longitud del talud, así como el área de cobertura, deben de ser definidos
apropiadamente. En Norteamérica, los sistemas de malla han sido instalados
exitosamente en taludes de 150 m de longitud y 100 m de altura. Cuando la longitud y
la altura son considerables, la elevación del fondo de la malla depende en gran
medida del área de acumulación de detritos destinada en la base, y su efectividad de
una correcta instalación.

También este elemento puede estar influido por consideraciones estéticas o la


acumulación de nieve. A menos de que la parte superior de la malla sea elevada o
suspendida en el aire, la malla debe de cubrir todas las áreas observadas o fuentes
probables de caídos de rocas. Es importante también considerar la erosión del talud,
por lo que la malla tendrá que prolongarse en la parte superior lo suficiente como para
considerar la configuración a largo plazo del corte. A pesar de que las mallas tiende a
retardar el efecto erosivo, existen numerosos ejemplos de instalación donde la parte
superior de la malla y los anclajes han sido removidos por la acción retroactiva de la
erosión en la cresta del talud (Figura 3 ). Con respecto al ancho del talud, las
salientes y concavidades incrementan el área a cubrir y con ello, un incremento en la
cantidad de malla.

Aunque los sistemas de malla son muy económicos y son medidas efectivas para
mitigar los caídos, otras alternativas de cobertura pueden ser más económicas al
cubrir grandes áreas.

13
Figura 3 Erosión que amenaza un talud protegido con malla de alambre en North
Cascades, Washington.

Una evaluación de las características del talud debe incluir una descripción de las
condiciones de anclaje. Si el acceso general a la zona es difícil, se requerirá de
perforadoras pequeñas portátiles para realizar el anclaje. Esto no es problema
cuando se trata de macizos rocosos, pero para depósitos de roca suelta o boleos se
puede dificultar la instalación y la operación con equipos manuales.

2.3. FRICCIÓN EN LA INTERFASE

En el contacto entre la malla y el talud, la fricción de interfase provee una componente


de resistencia para la estabilidad del sistema. La fricción de la interfase está regida
por la macro y micro rugosidad de la superficie. La macro-rugosidad está definida por
las irregularidades de gran escala del talud; la micro-rugosidad está definida por la
textura de la superficie. Si el talud es aproximadamente plano y regular, la fricción de
la interfase es mínima y la mayor parte de las fuerzas motoras son transmitidas a los

14
anclajes. Donde el talud es muy irregular y la superficie es rugosa o abrupta se
presentará una gran fricción en la interfase. En este caso, poca o ninguna fuerza
motora será transmitida a los anclajes.

Desafortunadamente, la fricción de al interfase es un parámetro difícil de medir en la


práctica. Además, para tomar en cuenta la contribución de la fricción, el diseñador
debe estimar la cantidad de malla en contacto con la superficie. Esto es difícil dado
que el contacto de la malla depende de la configuración del talud, la flexibilidad de la
estructura y los métodos de instalación. Debido al efecto del intemperismo, la fricción
de la interfase es transitoria. Por estas razones, esta guía no incluye la contribución a
la resistencia de la fricción de la interfase para determinar los requerimientos de
anclaje por el peso de la malla, carga de detritos y de impacto. En su lugar, la guía
aplica un factor de seguridad para determinar los requerimientos de anclaje según la
configuración de talud. La única excepción es que, si se presenta la probabilidad, la
fricción de la interfase puede calcularse con la presencia de nieve. En ausencia de un
análisis o mediciones de campo, el ángulo de fricción en la interfase puede ser
estimado por las irregularidades y rugosidad del talud usando la siguiente guía
ilustrada:

i. Rugoso: La superficie del talud es muy irregular y/o tiene muchas


prominencias en la superficie (Figura 4 ). Para estos casos, el ángulo de
fricción de la interfase puede ser asumido sobre los 60°.

Figura 4 Taludes rugosos que muestran un alto grado de rugosidad superficial con
perfiles planos uniformes.

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ii. Ondulados: el talud es ondulado y la superficie contiene algunas pocas
prominencias (Figura 5 ). En ángulo de fricción de la interfase está entre
36° y 59°.

Figura 5 Taludes ondulados con A) una distribución de partículas algo uniforme con
rugosidad general limitada, y B) numerosas prominencias localizadas.

iii. Plano: El talud es plano y la superficie es relativamente suave y tiene pocas


ondulaciones (Figura 6 ). El ángulo de fricción de la interfase puede
asumirse entre 25° y 35°.

Figura 6 Estos taludes planos muestran una superficie lisa o con pocas
irregularidades. En el caso de A), el perfil del talud está determinado por
roca muy fracturada. En B), se tiene un talud cuyo echado de fracturas es
paralelo al corte.

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2.4. CARGAS DE DETRITOS

Las cargas de los detritos son una causa común de falla local y global. Como se
discutió previamente, los sistemas de contención de alambre/cable soportan de entre
5 y 10 m3 de detritos. Entonces, es crucial determinar el tipo esperado, tamaño,
volumen y frecuencias de estas inestabilidades. Este análisis puede hacerse al mismo
tiempo que se vea el cómo se acumulan los detritos con la malla ya instalada. Las
acumulaciones más comunes suelen presentarse en concavidades y salientes, sobre
la base del talud, y sobre cualquier anclaje en el perímetro interior o cara de la malla.

Una restricción no siempre prevista es que la nieve y los detritos pueden cubrir la
base de la malla y comenzar a acumularse mucho material sobre ésta. Como la malla
impide el deslizamiento de los detritos inestables, se transmiten entonces cargas
significativas al sistema.

2.5. CARGAS DE IMPACTO

Los impactos de los caídos son de régimen transitorio, es decir, cargas de pequeña
duración en el sistema. La carga real aplicada es una función de la masa, velocidad,
la manera y la orientación en que el bloque golpea al sistema. En taludes verticales
donde la malla es paralela al talud y tiene contacto limitado, la trayectoria del caído es
generalmente paralela al talud. A menos que el caído perfore la malla o la deforme
horizontalmente al golpear alguna aspereza, hay muy pocas oportunidades de que un
caído transmita porciones importantes de energía cinética al sistema. En taludes
moderadamente inclinados, las velocidades de giro/rebote de los bloques se reducen
significativamente debido a un mayor contacto con la malla. Tal es el caso de los
sistemas que están suspendidos por cable o elevados con postes que contienen a los
caídos de la cresta del talud durante la instalación. Otra configuración común de
carga de impacto sub-normal se presenta en los taludes con convexidades abruptas,
como un talud moderado de depósitos superficiales que yacen sobre un corte casi
vertical (Figura 2B), bermas a la mitad del corte, y transiciones entre excavaciones.

17
Los caídos que se inician cerca de la cresta del talud, caen e impactan justo por
arriba de la inflexión; allí son frecuentes las fallas por punzonamiento.

Los escenarios de energía cinética liberada por los posibles caídos puede ser
estimados usando una gran variedad de software para modelado de caídos, como el
“Colorado Rockfall Simulation Program” (Jones et al., 2000), de licencia pública. Lo
que aún queda parcamente entendido es el cómo se transfiere esta energía al
sistema. Una investigación en relación a este tema necesita de pruebas a escala real.
Por ello, la guía de diseño que se presenta para el caso de cargas de impacto está
limitada a lo resumido en este trabajo (Muhunthan et al., 2005), que incluye el caso en
que un sistema de mallas es elevado sobre el nivel de piso y sujeto a impactos
perpendiculares a él. Para malla hexagonal de alambre doble-torsión, los caídos que
impacten cerca de la parte superior de la instalación no deberán tener una energía
mayor a 10 kJ, y en los 7 m perimetrales, no mayor a 30 kJ.

Para redes de cable de con cuadros de 20 cm (8”) y diámetro del cable de 8 mm


(Ø5/16”), algunos datos limitados indican que la resistencia al punzonamiento para un
panel empotrado es de entre 54 y 68 kJ. La recomendación para paneles de cable de
cuadros de 30.5 cm (12”) y cable de Ø 8 mm (5/16”) no están aún disponibles.

2.6. CARGAS DE NIEVE

Para los lugares donde se presenta acumulación de nieve en invierno, el potencial de


transferencia de carga debe ser evaluado. Sin embargo, sólo los taludes que puedan
acumular nieve deben ser considerados: se deben incluir taludes con pendiente
menor a 60°. Los taludes pequeños de entre 30 y 35° generalmente no producen
caídos de roca. Se especifica un espesor de nieve mínimo de 300 mm para el
diagrama de flujo (Figura 1 ) para las consideraciones de diseño. La metodología de
diseño que se presenta más adelante pretende considerar la carga estática de nieve
que se presenta en área del sistema. Si los taludes sobre el sistema son inestables y
transmiten fuerzas adicionales a la instalación, es probable que no sea adecuado el
uso de mallas de alambre. Se pueden consultar datos climatológicos e históricos para
determinar la carga de nieve.
18
En el oeste de EEUU, el “Western Regional Climate Center” ha recolectado una gran
cantidad de datos climatológicos a lo largo del territorio y mantiene una base de datos
que incluye la temperatura, precipitación, lluvia, nieve y espesor de la nieve. Estos
datos están disponibles en su página electrónica ( http://www.wrcc.dri.edu/summary/).
Esta base de datos no incluye la densidad o humedad de la nieve, así que deberán
hacerse mediciones directas para determinarlos. El “U.S. Department of Agriculture
Natural Resource Conservation Service” (SNOTEL) tiene datos históricos diarios del
equivalente de agua de la nieve, el cual puede utilizarse directamente para estimar la
carga de la nieve. Los datos del SNOTEL están disponibles en su página electrónica
(http://www.wcc.nrcs.usda.gov/snotel/). Las fuentes anecdóticas de datos, como las
del personal de mantenimiento del sitio, también son valiosas: esta puede incluir
condiciones locales de clima y/o del talud que influyen en la profundidad, densidad y
estabilidad de la nieve sobre y en el área de instalación.
Cuando se determinen las cargas de nieve para el sitio, deben de tomarse en cuenta
las siguientes condiciones:
• los taludes planos (baja fricción en la interfase)
• el echado de las pendientes entre 45 y 60°
• los taludes cóncavos donde el contacto con la malla sea limitado.

3. METODOLOGÍA DE DISEÑO

Una vez que se ha evaluado la factibilidad del sistema para las condiciones del sitio,
el proceso recomendado es primero seleccionar el tipo de estructura y luego, el tipo y
espaciamiento de los anclajes para esas condiciones de carga.

3.1. TIPOS DE ESTRUCTURA

La selección del tipo de estructura apropiada debe ser elegida, básicamente, en el


tamaño esperado del bloque/magnitud del evento que el sistema retendrá. Otras
propiedades de esta estructura, además de la resistencia a la tensión, son la
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resistencia al punzonamiento, la flexibilidad y la rigidez que pueden ser relevantes
dependiendo de las condiciones del sitio. La recomendación de esta guía sobre la
elección de la estructura del sistema está basada en el desempeño observado de
sistemas de contención, y respaldada con algunas pruebas de resistencia de
pequeñas muestras. La dependencia al factor de escala de los modelos es marcado
para el desempeño de todos los sistemas observados. Mientras que la rigidez local de
la estructura es importante para cargas estáticas, la flexibilidad global del sistema es
importante para resistir las cargas dinámicas.

Las mallas de alambre disponibles en Norteamérica para sistemas de protección son


la malla ciclónica diagonal, malla electrosoldada, mallas de alta resistencia, malla
hexagonal doble-torsión, redes de cable, redes de anillos, y sistemas híbridos que
combinan mallas de alambre y redes de cable. Para cada una de estas estructuras,
hay disponibilidad en los diámetros del cable/alambre, abertura/espaciamiento de
elementos, refuerzos diagonales y en forma de panel. En EEUU se ha observado el
desempeño de 3 estructuras básicas: mallas con uniones de anillos, mallas
hexagonales doble-torsión y mallas con alta resistencia a la tensión. En la última
década, las mallas hexagonales han reemplazado a las mallas con uniones de anillos
en las obras de muchas oficinas de transporte de EEUU. Esto se debe a la mayor
resistencia, mejor desempeño de la malla después de dañada y costo unitario similar
(Agostini et al., 1988). La malla hexagonal más usada es la del tipo 8x10 con
alambres galvanizados de 3 mm o de alambre de 2.7 mm galvanizado cubierto de
PVC. Las redes cable suelen ser de Ø5/16” (8 mm) y aberturas de 6”, 8” o 12” (150,
200 o 300 mm). Como han demostrado las pruebas (Carradine, 2004), un arreglo de
cables diagonales es más resistente que un arreglo de cables rectos. Es mejor el
desempeño de redes con espaciamiento de 6” (150 mm) que las de un espaciamiento
mayor; sin embargo, no existe ningún documento que lo respalde. Las
recomendaciones de esta guía se basan, sin embargo, en redes de cable de 12” (300
mm) de abertura y Ø5/16” (8 mm) a menos que se indique lo contrario. Basado en
algunas pruebas hechas para este estudio, Carradine (2004) asegura que las mallas
de alta resistencia a la tensión (TECCO®) tienen una resistencia comparable a las
mallas de cable. Una diferencia fundamental es el peso: las mallas de alta resistencia
son de casi la mitad del peso de la red de cable de 12” (300 mm) y su peso es similar

20
a las mallas hexagonales de doble-torsión. Debido a la introducción reciente de esta
última en Norteamérica, la experiencia sobre su desempeño es limitada.

En resumen, dos tipos de tipos de estructura han sido usadas en Norteamérica en la


última década: mallas hexagonales y redes de cable. Una recomendación sobre el
uso de mallas, producto de la práctica en EEUU, se muestra en la Tabla 1. Debe
enfatizarse que actualmente no existe un método ampliamente aceptado para
evaluar las redes de cable, redes anilladas o estructuras híbridas y por lo tanto, no
existe una forma cuantificable para comparar estructuras de distintos fabricantes.

Tabla I Estructura de malla recomendada en función del tamaño del bloque

Estructura Tamaño del bloque


Malla hexagonal doble torsión ≤ 0.6 m
Red de cable ≤ 1.2-1.5 m

El objetivo de los sistemas de contención de cable/alambre es retener los caídos que


pueden constar de un bloque o varios. Es decir, que la suma de los volúmenes de
estos bloques sea entre 5 y 10 m3 y provoque daños mínimos. Normalmente el daño
en las estructuras de contención aumenta cuando el ángulo del talud disminuye para
el caso de caídos rocosos, mientras para los detritos, su acumulación aumenta. El
diseñador debe de considerar el uso de mallas hexagonales para taludes muy
inclinados donde los bloques no sean mayores de 0.9 m y la frecuencia de caídos sea
baja. Se han observado daños en mallas hexagonales en taludes de inclinación
moderada (40° - 50°) producidos por boleos de 0.6 m; para este caso, es mejor el uso
de redes de cables. La flexibilidad de la estructura y un contacto óptimo con el talud
pueden ser factores fundamentales en algunos sitios, como en donde se presente
nieve o sea importante el aspecto estético.

En taludes verticales es más difícil, y quizá lo menos importante desde el punto de


vista estructural, asegurar un alto grado de contacto con la malla. De las mallas
actualmente usadas, la malla hexagonal doble-torsión es la menos flexible, mientras
que las redes de cable son más flexibles. La malla de alta resistencia TECCO® es
21
flexible en el sentido longitudinal pero rígida en el sentido transversal. Para maximizar
la flexibilidad de las redes de cable, son recomendadas las estructuras con uniones
de anillos sobre una malla hexagonal de respaldo. Las mallas hexagonales son más
resistentes que la las redes anilladas, y proporcionan entonces mejor resistencia al
punzonamiento para rocas de pequeño diámetro.

3.2. CAPACIDAD DEL ANCLAJE Y ESPACIAMIENTO

Aunque la fricción de interfase puede proporcionar, en algunos casos, suficiente


resistencia como para sostener al sistema de malla en taludes moderadamente
inclinados, se deben de colocar anclajes como soporte primario del sistema. A
diferencia de la fricción de interfase, la contribución a la resistencia de los anclajes se
puede cuantificar fácilmente y es constante durante la vida del sistema. Por estas
razones, es recomendable que el diseño de sistemas de soporte confíe sólo en el
efecto de los anclajes. El diseño con cargas de nieve necesitan, sin embargo,
considerar la fricción de interfase para poder hacer un diseño económico y eficiente.
Estas dos consideraciones para el diseño de anclajes son desarrolladas en la
siguiente sección. La práctica actual en EEUU generalmente utiliza elementos de
anclaje cuya resistencia a la fluencia excede los 90 kN en tensión y cortante. Los
tendones normalmente están hechos de varillas de acero de Ø 1” (25 mm) y cable de
acero de Ø ¾” (19 mm). Por ende, se ha considerado una resistencia mínima de los
anclajes de 90 kN en el diagrama de diseño presentado más adelante.

Los diagramas de diseño presentados en las Figura A-13 y Figura A-14 pueden ser
usados para elegir anclajes de distinta capacidad para los tipos comunes de
estructuras con un adecuado factor de seguridad. Se proporcionan diagramas
adicionales en este mismo apéndice (Figura A-1 a Figura A-12 ) que toman en cuenta
la fricción de la interfase para taludes de entre 45° y 60° y con superficies planas,
onduladas y rugosas. Se recomienda aplicar un factor de seguridad apropiado para
las cargas de diseño y el espaciado de los anclajes.

22
3.2.1. Cargas de impacto y detritos

La metodología de diseño recomendada trata de tomar en cuenta las posibles


variaciones de las cargas de impacto y detritos, a la vez de considerar la falta de
conocimiento del cómo la carga de impacto se transfiere al sistema. Esto se toma en
cuenta aplicando un factor de seguridad muy grande (de 5 a 10) para los
requerimientos de anclaje, además de que no se considera la fricción de interfase (las
Figura A-13 y Figura A-14 ). El espaciamiento máximo recomendado para los anclajes
es presentado en la Tabla II , que coincide con el espaciamiento que ha mostrado
buen desempeño en el campo (Muhunthan et al. 2005). Para simplificar, el
espaciamiento es el mismo para malla hexagonal y para redes de cable de 300 mm
de abertura con malla. Otros factores, como la topografía, pueden modificar este
espaciamiento.

Tabla II Espaciamiento máximo recomendado para los anclajes en función de la


altura del talud

Altura del Talud Espaciamiento de los anclajes


m (ft) m (ft) 1, 2
<30 (100) 15 (50)
30-60 (100-200) 10 (35)
60-90 (200-300) 5 (20)
1 Espaciamiento máximo para mallas hexagonales y redes de cable de 300 mm (12 in)
con malla hexagonal.
2 Espaciamiento para una capacidad mínima de 90 kn (20 000 lb)

Se incluyen diagramas de diseño para cargas de anclaje para pendientes de 45° y


60° en configuraciones planas, rugosas y onduladas en el Apéndice A, como una
alternativa al uso de la Tabla II ; estas tablas pueden usarse para determinar el
anclaje en configuración de taludes poco inclinados. Un factor de seguridad similar
puede utilizarse para determinar la capacidad de carga y el espaciado de los anclajes.

23
3.2.2. Cargas de nieve

Como está documentado en el reporte técnico (Muhunthan et al., 2005), las cargas de
nieve han sido responsables de numerosas fallas de estructuras. Todas las fallas en
los sistemas conocidos han sido producto de la falla del anclaje, ya sea por exceder la
resistencia pasiva del terreno o la capacidad del tendón. No se presentaron fallas
secundarias en la malla, cables de soporte o conexiones en ninguna de estas fallas
relacionadas con la nieve. La capacidad y espaciamiento de los anclajes de estos
sitios, que en general estaban en proporción a lo especificado en la Tabla II ,
muestran que el espaciamiento era muy grande para este tipo de carga. Por otro lado,
si se supone que los anclajes cargarán el total de la nieve acumulada y si se
desprecia la fricción, se calcularán cargas para los anclajes muy grandes e irreales.
La instrumentación del “Tumwater Canyon” y los sitios de muestreo de lluvia “U.S. 20
Rainy Pass” cuyos datos han sido resumidos en el reporte técnico, ha demostrado
claramente la importancia de la contribución a la resistencia de la fricción de interfase.

La fuerza de anclaje para resistir la carga de nieve, por unidad de ancho de la malla,
Fa, puede ser calculada mediante la siguiente ecuación:

Fa = ρ gHL ( senθ − cos θ tan φ )

Donde ρ es la densidad de la nieve, g es la aceleración de la gravedad, H es el


espesor de la capa de nieve, θ es la pendiente del talud, Φ es el ángulo de fricción de
la interfase. Lo difícil en el diseño de esta carga es la caracterización de la fricción de
la interfase. Los casos históricos presentados en la Figura 2 pueden ayudar para esta
caracterización.

Se debe de aplicar un factor de seguridad de entre 2 y 3 para tomar en cuenta una


nevada grande o la sobreestimación del ángulo de fricción. Es evidente en esta
ecuación que para taludes que tienen un ángulo de inclinación igual al ángulo de
fricción de la interfase, la carga de nieve no se transfiere al anclaje. Por otro lado, si el
ángulo de fricción de la interfase es menor que el del talud, una porción de la carga
de nieve es transferida al anclaje, y carga aumenta rápidamente con esta divergencia

24
de ángulos. Se proporcionan dos ejemplos para ilustrar el efecto de la fricción de la
interfase:

Sea ρ=400 kg/m3; H=0.60 m; L=50 m; θ= 45°; φ = 30°, 40°)


Fa-30° =3.52 Ton/m; con un FS=2 se tiene un espaciamiento de 1.5 m.
Fa-40° =1.33 Ton/m; con un FS=2 se tiene un espaciamiento de 3.6 m.

4. DETALLES DE DISEÑO Y ESPECIFICACIONES

Los resultados de la investigación han sido compilados en detalles específicos de


diseño que se muestran en la siguiente sección y en las hojas genéricas del Apéndice
B.

4.1. PROTECCIÓN DE TALUDES


El área a proteger en un talud está determinada por la evaluación
geológica/geotécnica de las fuentes potenciales de caídos rocosos. Se debe de
considerar y definir en el diseño la necesidad de extender la malla más allá del talud
efectivo; se considera como mínimo una extensión de 3 a 4 m. Se debe de extender
la malla, además, por arriba de la cresta del talud, si este es susceptible a la erosión
(como se muestra en la Figura 3 ) para asegurar su vida útil. Igualmente, se extiende
la malla en la base del talud una distancia generalmente entre 1 y 1.5m. Si el talud es
muy alto, el área de acumulación de detritos puede ser crítica. Si además la base del
talud sirve de reservorio de nieve, se debe considerar entonces elevar la parte inferior
de la malla para evitar la acumulación de detritos durante los meses de invierno que
sobrecargue al sistema. Si se espera poca acumulación, entonces se puede
aumentar la cola de la malla hasta cerca del nivel del muro de contención; sin
embargo, este tipo de instalaciones requiere de una inspección y mantenimiento más
frecuente.

El área a cubrir de un talud normalmente está bien definida si se observa la elevación


del talud (Figura 7 ). Se pueden tomar las longitudes del talud a cada estación para
facilitar la cuantificación de los materiales. Las irregularidades en la superficie suelen
incrementar el área a cubrir. Se debe estimar entre un 10 y 15% más el área de
25
cobertura para salvar esta situación. Un método más exacto de cuantificación es por
un levantamiento topográfico directo.

Figura 7 Área a cubrir y longitud del talud

4.2. ANCLAJES

Los anclajes se pueden colocar a lo largo o sobre el cable horizontal superior la


estructura. Es conveniente permitir cierto espacio entre el anclaje y la estructura,
como para eludir obstáculos. El colocar los anclajes por arriba del cable horizontal
superior optimiza el anclaje, mejora la contención del sistema, disminuye el riesgo de
que sean socavados por la erosión. Si el anclaje se encuentra por debajo, se necesita
cable y conexiones especiales para asegurar la posición del cable horizontal. A pesar
de que en las pruebas, la carga de muchos anclajes es perpendicular a la superficie,
debe de considerarse el efecto de una carga inclinada por muchas razones. Primero,
los tendones rígidos, como las varillas de acero que se usan para estos trabajos, se
someten más a cargas de corte que de tensión. Se sabe que la resistencia al corte
del acero es el 75% de su resistencia a la tensión. En los años recientes, la práctica
tiende más al uso de tendones de anclaje hechos de cable tanto en rocas como en
suelos. Debido a su flexibilidad, el cable puede doblarse en dirección de la carga
para tomarla en tensión pura, optimizando la resistencia del tendón. Otra razón es
que la dirección en que se carga influye en la activación de la presión pasiva del
terreno. La presión pasiva, y por lo tanto la capacidad de anclaje del suelo, se reduce

26
cuando la carga se orienta de forma vertical. Esto es especialmente observable en los
anclajes en suelos bajo condiciones severas.

Las pruebas de anclajes que se hicieron como parte de esta investigación, arrojaron
datos importantes acerca de la capacidad y desempeño de los anclajes cimentados
en suelos. Todos excepto un anclaje, soportaron una fuerza de 90kN (20, 000 lb) con
25 mm (1 in) de desplazamiento. Al continuar el ciclo de carga, se pudo observar la
deformación del terreno en un diámetro de aproximadamente la longitud del anclaje.
Los anclajes con carga horizontal solían desarrollar entre 150 y 250 mm (6 – 10 in)
de desplazamiento para desarrollar una carga de 90kN (20, 000 lb). Estos resultados
tienen un significado especial en la verificación de resultados en campo. Para cada
instalación, se probó un número mínimo de anclajes (el 25% del total). Cuando fue
posible, se cargaron los anclajes en la dirección de predominante observada en
campo (inclinada). Esto fue realizado extendiendo un cable desde el talud a la base
de forma similar a la mostrada en la Figura 8 . Cuando se cargó verticalmente a los
anclajes, el marco de carga fue lo suficientemente ancho como para no influir en los
niveles de esfuerzo del suelo.

Figura 8 Prueba de anclajes en dirección inclinada

27
4.3. CABLES DE SOPORTE
El modelo de elementos finitos fue especialmente útil en el diseño del soporte de los
sistemas de mallas. La modelación confirmó que los cables de soporte horizontales y
verticales colocados entre la malla y el talud, acumulaban detritos que provocaban
fallas locales y globales del sistema. Entonces los cables de soporte interiores son
innecesarios y pueden ser omitidos. Una excepción puede ser el cable horizontal de
la parte inferior de la malla, usado para facilitar el mantenimiento. Si este cable es
instalado, debe colocarse por fuera de la malla y conectado por medio de anillos de
alta resistencia.

Otra modificación en el ejercicio de la práctica establecida, es la longitud máxima


ininterrumpida del soporte superior horizontal. Para los propósitos del análisis y
diseño, se han considerado cables de refuerzo de diámetros de 13 mm (1/2 in) y 19
mm (3/4 in) con una resistencia de 100 kN (25, 000 lbf) y 220 kN (50, 000 lbf),
respectivamente. Con un factor de seguridad de 2 para el cable horizontal superior, la
longitud máxima para la malla hexagonal se muestra en la Tabla III , y para redes de
cable con malla hexagonal se muestra en la Tabla IV .

Tabla III Longitud máxima recomendada del cable de soporte superior horizontal
vs altura de la malla doble-torsión

Longitud máxima para Longitud máxima para


Altura del talud cable Ø 13 mm (1/2”), cable Ø 19 mm (3/4”),
m (ft) sólo por el peso de la sólo por el peso de la
estructura, m (ft) estructura, m (ft)
15 (50) 70 (230) 120 (400)
30 (100) 35 (120) 60 (200)
60 (200) 18 (60) 30 (100)
90 (300) 12 (40) 22 (75)

28
Tabla IV Longitud máxima recomendada del cable de soporte superior horizontal
vs altura de la red de cable con malla doble-torsión

Longitud máxima para Longitud máxima para


Altura del talud cable Ø 13 mm (1/2”), cable Ø 19 mm (3/4”),
m (ft) sólo por el peso de la sólo por el peso de la
estructura, m (ft) estructura, m (ft)
15 (50) 25 (80) 45 (150)
30 (100) 12 (40) 22 (75)
60 (200) 5 (20) 12 (40)
90 (300) 4 (15) 7 (25)

Estas tablas son conservadores en el caso de taludes poco inclinados, pues no toman
en cuenta la contribución a la resistencia de la fricción de la interfase. Por otro lado, la
longitud debe de reducirse si se sabe que la malla es susceptible a la acción de
grandes cargas (como la de nieve). Como ejemplo, la red de cable para el talud
instrumentado “Tumwater Canyon” requirió de un espaciamiento de anclajes de 6 m
(20 ft) y con una longitud igual a la de la separación entre anclajes. El uso de clips de
conexión, el número de ellos, el torque aplicado y el espaciamiento fue de forma
como lo especifica el fabricante. Los anillos de acero que unen las secciones del
cable superior horizontal fueron ajustados de forma que su resistencia correspondiera
con la del propio cable.

Cabe resaltar que la carga última para anillos de acero no soldados es


sustancialmente mayor que la carga de trabajo mínima especificada. Por ejemplo,
una anillo de acero galvanizado de Ø 22.2 mm (7/8”) x 101.6 mm (4”) soporta una
carga de trabajo de 44.5 kN (10,000 lbf) y puede ser usado para cable de Ø 19 mm
(3/4”) 6X19IWRC que tiene una resistencia mínima de 200 kN (45,000 lbf).

29
4.4. CONEXIONES DEL SISTEMA Y SUJECIÓN

El sistema de control de caídos debe sujetarse firmemente a los cables de apoyo y


amarrados entre sí. Para malla hexagonal, se realizaron pruebas de distintas
configuraciones de amarre con conectores de acero de alta resistencia (King Huges,
Spenax, etc.) y demostraron que éstos tenían aproximadamente la mitad de la
resistencia de la malla. El alambre de amarre, sin embargo, desarrollaba en la
conexión la misma resistencia que la malla hexagonal. Un argumento de este hecho
es que cuando ocurre alguna condición última de carga, sólo una porción y no falla la
totalidad del sistema. En otras palabras, reparar una porción del sistema es más
barato que reinstalarlo completamente. Si se desea una conexión flexible, entonces la
orilla de la malla hexagonal debe amarrarse con una costura traslapada o mediante
clips de amarre de acero de alta resistencia a cada 10 cm (4 in) en un traslape de
malla de una celda (8cm, 3 in). Parece no tener sentido el usar el traslape típicamente
especificado de 200 a 300 mm (8 a 12 in). Si este traslape es usado, el alambre de
amarre debe ser de la misma medida o superior que la malla, y debe pasar por cada
celda. Los anillos de conexión de resistencia moderada (como los “hog rings”) no
deben usarse para los trabajos de protección de caídos de roca. Se deben de evitar
las conexiones de malla horizontales. Si son necesarias, deben unirse con alambre
de amarre, con el panel inferior por fuera de la conexión para evitar acumulación de
detritos.

La práctica actual para fijar la malla hexagonal al cable horizontal superior de soporte
recomienda formar un pliegue de 300 mm (12 in) sobre el cable, y cerrar el traslape
con los clips de alta resistencia o con el alambre de amarre con un espaciamiento de
150 a 300 mm (6 a 12 in). A pesar de que no se han reportado fallas asociadas al uso
de anillos de conexión, se recomienda el uso de alambre de amarre. El fabricante
“Geobrugg” y “Maccaferri”, proporciona recomendaciones para el amarre con cable y
el manejo general de las mallas.

Las redes de cable deben amarrarse y suspenderse con cable de amarre del mismo
diámetro o superior, asegurando que el cable de amarre pase a través de cada celda
en el tejido interior del panel de la red. La malla de respaldo de esta red puede unirse

30
mediante anillos o alambre de amarre. En este caso, se recomiendan los anillos de
conexión, debido a que la flexibilidad y la alineación al perfil del talud son importantes.
La estructura debe ceñirse con anillos de acero de alta resistencia a cada lado del
cable para evitar movimientos diferenciales de la estructura. La malla de respaldo
debe ajustarse a la red de cable desde una superficie horizontal (situación ideal); si
esto no es posible, se puede hacer la conexión al dejar cierta separación del talud. La
malla de respaldo debe colocarse entre la red de cable y el talud.

5. MITIGACIÓN Y CONSIDERACIONES ESTÉTICAS

Cada vez más, la selección del método de mitigación de caídos depende no sólo del
criterio ingenieril y económico, sino también de un criterio estético. Esto es
particularmente importante en áreas donde el aspecto de la obra sea esencial, es
decir, el impacto visual sea capital a las instalaciones de ingeniería. En algunos
casos, se rechaza el uso de la malla de alambre por este argumento. El problema
principal radica en que para áreas grandes a cubrir, el contraste visual entre la malla
de alambre y el talud es alto dado el poco contacto entre ellos. Los esfuerzos de
diseño por mitigar estos efectos deben tomar en cuenta lo siguiente:
• Reducir/limitar el área a cubrir
• Lograr un mayor contacto entre la malla y el talud
• Dar un color adecuado a los componentes del sistema o colocar vegetación
para mimetizar la estructura con el talud
• Considerar otras alternativas de estabilización de taludes.

5.1. REDUCIR EL ÁREA A CUBRIR


Para algunos taludes, es posible reducir el área a cubrir por el sistema de malla y aún
brindar una protección adecuada contra caídos. En lugar de envolver toda el área de
fuentes potenciales de caídos, se puede separar la parte superior de la malla del talud
para contener los caídos que provengan de la cima de la ladera. Este método se usa
comúnmente en rampas y contra-cunetas a lo largo de convexidades abruptas. Si se
sigue este método en el diseño, se debe de considerar entonces la energía de
impacto de esta porción en el sistema.
31
Por otro lado, existen muchos casos en donde se puede limitar la elevación de la
porción inferior para ajustarla inmediatamente por arriba de la visión de los
automovilistas. Sin embargo, cuando la parte inferior del sistema es elevada por
arriba del perfil de la trinchera de almacenamiento de detritos, éstos pueden pasar por
la malla y caer allende la trinchera. En estos casos, la zona de captación de detritos
debe evaluarse y tomarse medidas adicionales para aumentar o mejorar esta zona.

5.2. INCREMENTAR EL CONTACTO CON LA MALLA

Para muchos taludes moderadamente inclinados (40° a 60°) y algunos taludes muy
inclinados (>60°), el buscar aumentar el contacto de la malla con el talud tiene
beneficios tanto estéticos como funcionales (Figura 9 A). Los beneficios funcionales
incluyen una mayor fricción de interfase y una capacidad de carga mayor del sistema,
así como una disminución de la erosión y la cantidad de caídos. Una reducción en la
erosión promueve el crecimiento de vegetación del talud. El contacto de la malla con
el talud, además, reduce o elimina el efecto visual de oquedades cuando se mira
desde el punto de vista de un automovilista (Figura 9 B). En taludes muy inclinados,
generalmente es más difícil lograr un buen contacto con la malla y, debido a la
insignificante componente normal en el sistema, es difícil mantener este contacto
cuando se aplican cargas.

El contacto de la malla en taludes moderadamente inclinados normalmente reduce la


erosión, y el efecto es un eventual reestablecimiento de la vegetación. El crecimiento
de vegetación a través de la malla puede reducir el efecto visual y ayuda al
mimetismo del sistema, además de incrementar la estabilidad de los materiales. Se
puede obrar activamente en el crecimiento del follaje si se colocan en el talud mantas
para control de erosión, se hace una aspersión de semillas (“hydro-seeding”) y se
cultivan algunas plantas. Aunque tratar de eludir la vegetación durante la instalación
de la malla puede ser costoso, el protegerla puede ser requerido o benéfico.

32
Figura 9 (A) La malla ha sido colocada cuidadosamente para adecuarse al perfil de
un talud moderado. (B) En taludes muy inclinados donde generalmente es
más difícil lograr una Buena conformación, el efecto visual es mayor.

A pesar de que existe un claro beneficio de la existencia de vegetación en el talud,


algunos daños/fallas de los sistemas han ocurrido debido al crecimiento de árboles en
las mallas. El daño ha ocurrido cuando los árboles caen (común en taludes muy
inclinados) o cuando el sustrato en donde crecen se desliza o presenta algún tipo de
hundimiento. Si el talud es propenso a deslizamientos o hundimientos, se deben

33
eliminar los árboles grandes que crezcan por él o considerar el uso de redes de cable
con malla de alambre.

5.3. DAR COLOR A LOS COMPONENTES DEL SISTEMA

Las mallas de alambre y las redes de cable normalmente están galvanizadas o


recubiertas de algún tipo de protección contra la corrosión. Cuando se instalan, este
recubrimiento y algunos clips de las redes de cable contrastan fuertemente con el
talud al estar hechos de metal brillante. Con el tiempo, este brillo suele reducirse. Dar
color a los sistemas de contención ha sido cada vez más popular como una medida
para reducir el contraste visual entre la malla y el talud. Existen tres métodos para dar
a la estructura un color adecuado: el pintado, el recubrimiento con PVC de color y
teñir el sistema con polvos de color. Se suele emplear el pintado para los
componentes del sistema, ya que pintar un área grande de la estructura no es
práctico por restricciones logísticas y ambientales además de lo laborioso de la tarea.
El recubrimiento con PVC de colores se usa de forma generalizada en mallas de
alambre, de anillos y recientemente en redes de cable. El recubrimiento es aplicado
antes de que la malla sea tejida, por lo que es un método de teñido muy económico.
La exposición periódica del PVC a los rayos ultravioleta normalmente reduce el
espesor de su recubrimiento. El teñido con polvo se realiza cuando éste se derrite y
se fusiona con el metal, y es una alternativa conocida al PVC. Esta forma de teñido se
usa comúnmente en la estructuras de redes de cable. Hay que resaltar que este tipo
de teñido es tres o cuatro veces más caro que el galvanizado.

6. CONSIDERACIONES CONSTRUCTIVAS
Considerar cómo se instalará el sistema de contención y la inspección de su
instrucción es la mejor forma de asegurar que se han logrado los objetivos de
funcionalidad, estéticos y económicos de una obra. Generalmente se pueden realizar
algunos trabajos previos a la instalación de la malla (como la instalación de anclajes);
sin embargo, algunas veces es más seguro realizar estos trabajos después de
colocada la malla. Hay que notar que escalar el talud antes de la instalación de la
34
malla sólo brinda algunos beneficios a largo plazo. Además, los taludes aptos para
sistemas de protección con redes de cable/malla son normalmente más peligrosos
para los escaladores que los que requieren de otro tipo de medidas (como anclajes
en roca). El escalado previo a la instalación de la malla debe de enfocarse en
preparación del terreno y la remoción de bloques potenciales de mayor tamaño a los
considerados.

Antes de la construcción, el contratista, el supervisor de la obra y el diseñador deben


verificar en campo el área a cubrir, la elevación de la corona, la base de la instalación,
la extensión lateral y la localización óptima de cada anclaje. Dependiendo la
importancia de la obra, se deben de realizar una cantidad mínima de pruebas de
anclaje en campo. La orientación, espaciado y torque en los clips de conexión de los
cables deben de inspeccionarse cuidadosamente. En algunos casos, los clips de
alambre para los cables se aflojan con el paso del tiempo. Entonces es necesario
volver a tensar los clips algunos días después de su instalación.

A menos de que los paneles del sistema sean desenrollados desde la parte superior
del talud, se requerirá de un área libre en la base del talud para ensamblarlos y
conectarlos. Para redes de cable con malla de alambre, es esencial disponer de esta
área para preparar los paneles. El contratista puede necesitar asegurar la malla de
alambre a la red de cable desde el nivel del suelo. La selección del área de ensamble
depende del método de colocación (desde un camión, grúa o helicóptero) y del
tamaño de la instalación. Para instalaciones grandes, la colocación con helicóptero es
la más rápida y económica. Si embargo, hay que considerar que el helicóptero
requiere de un área de aterrizaje de emergencia, control de tráfico y no volar en las
cercanías de instalaciones aéreas.

La carga se concentra normalmente en los anclajes superiores durante el proceso de


instalación de la malla o la red e cable. Eventualmente estos anclajes pueden fallar
por concentración de cargas. Esta guía de diseño suministra una recomendación para
la longitud máxima desde el cable de refuerzo superior, además de que se debe tener
cuidado en el manejo de la malla durante la instalación para evitar concentraciones
de cara en los anclajes. Si es un objetivo del diseño el contacto entre la malla y el
talud, el ancho máximo de la estructura que deberá ser elevado por la grúa o
35
helicóptero debe ser el ancho de un panel. Una vez que la parte superior de éste
haya sido asegurada, los trabajadores deberán de descender por él empujando la
malla en las irregularidades. El panel siguiente puede entonces ser colocado y
asegurado al cable superior, conectando longitudinalmente al panel adyacente, y de
forma similar repetir el proceso.

7. MANTENIMIENTO

Para la mayor parte de las condiciones, los sistemas de contención diseñados con
esta guía requieren de un mantenimiento mínimo durante su vida útil. La mayor parte
del mantenimiento tiene que ver con daños locales y la acumulación de detritos. A
veces, los detritos no cargan directamente al sistema, ya que la deformación o el
pandeo del sistema indican que éste está cargado, en su defecto, se debe iniciar la
remoción de detritos. Se pueden colocar cables por fuera de la malla de forma
horizontal para elevarla durante su instalación.

A pesar de que la vegetación en taludes sujetos a erosión disminuye este efecto, el


crecimiento de arbustos puede causar problemas. Los árboles en la parte superior del
talud pueden provocar fallas globales. Además, el deslizamiento de los materiales del
talud (común en algunos depósitos superficiales), pueden inducir cargas no previstas
en el diseño si hay un exceso de arbustos en la malla. En estos casos, se requerirá
de cierto mantenimiento de la vegetación que crezca a través de la malla para
asegurar el buen desempeño a largo plazo del sistema.

En lo sitios donde se prevea la presencia de nieve, es prudente supervisar


periódicamente los cables de anclaje, particularmente después de un año de nevadas
fuertes.

36
AGRADECIMIENTOS
Una gran cantidad de individuos y organizaciones contribuyeron en muchas maneras
a la exitosa finalización de este proyecto. La investigación fue patrocinada por el
“Washington State Department of Transportation” a través de un fondo
mancomunado con el “Alaska Department of Transportation and Public Facilities”, el
“Arizona Department of Transportation”, el “British Columbia Ministry of
Transportation, California Department of Transportation” , el “Pennsylvania
Department of Transportation”, el “Idaho Transportation Department, Nevada
Department of Transportation, New Hampshire Department of Transportation”, el
“New York State Department of Transportation” el “North Carolina Department of
Transportation” y el “Oregon Department of Transportation, and the Wyoming
Department ofTransportation”.

El Comité de Consultoría Técnica (TAC) se formó muchas veces para proporcionar su


invaluable asesoría técnica durante la investigación de este proyecto. Los
participantes fueron los siguientes:

• Bob Lewis and Dave Stanley, Alaska Department of Transportation & Public
Facilities
• David Gerraghty and Mike Dowdle, British Columbia Ministry of Transportation
• John Duffy, California Department of Transportation
• Tri Buu, Idaho Transportation Department
• Parviz Noori, Nevada Department of Transportation
• Dick Lane, New Hampshire Department of Transportation
• Alex Yatsevich and Priscilla Duskin, NewYork State Department of
Transportation
• Nilesh Surti, North Carolina Department of Transportation
• Don Turner, Oregon Department of Transportation
• Steve Lowell, Tom Badger, and Keith Anderson, Washington State Department
of Transportion
• Jim Coffin, Wyoming Department of Transportation
• Erik Rorem, Geobrugg Cable Products

37
• Howard Ingram, HI-TECH Rockfall Construction
• Larry Pierson, Landslide Technology

Se dan agradecimientos especiales a Erik Rorem (Geobrugg Cable Products) and


Ghislain Brunet (Maccaferri) por compartir los resultados de sus pruebas
independientes. Al Dr. David Carradine y a su equipo en el “Wood Materials and
Engineering Laboratory at Washington State University” que fabricaron los aparatos
de prueba para las distintas estructuras. El autor les agradece grandemente por su
valiosa colaboración en la elaboración del programa de pruebas y la interpretaciónd e
datos.

Gracias también a Howard Ingram y su gran equipo de trabajo (HI-TECH Rockfall


Construction) por su apoyo durante la instrumentación del sitio “Tumwater Canyon” y
el programa de pruebas de anclajes. Los autores también reconocen las
contribuciones de Robert Grandorff y Vaughn Jackman (WSDOT) durante la
instalación y monitoreo del mismo sitio.

REFERENCIAS
Agostini R., P. Mazzalai, and A. Papetti, 1988, “Hexagonal wire mesh for rock-fall and
slope protection”, Officine Maccaferri S.p.a., Bologna, Italy, 111 p.

Carradine, D.M., 2004, “Tensile capacity testing of twisted wire mesh and cable net
mesh for use as rock fall protection”, Wood Materials and Engineering Laboratory,
Washington State University, WMEL Report No. 03-043, 16 p.

Muhunthan, B., S. Shu, N. Sasiharan, O.A. Hattamleh, T.C. Badger, S.M. Lowell, and
J.D. Duffy, 2005, “Analysis and Design of Wire Mesh/Cable Net Slope Protection”,
Washington State Department of Transportation, Olympia, Washington, WA-RD
612.1.

38
APÉNDICE A

DIAGRAMAS DE ESPACIAMIENTO DE ANCLAJES VS. CARGA

39
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)


Figura A-1 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para
taludes de perfil plano, con inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-2 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para
taludes de perfil plano, con inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)

40
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-3 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para
taludes de perfil ondulado, con inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-4 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para
taludes de perfil ondulado, con inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)

41
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-5 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para
taludes de perfil rugoso, con inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-6 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas hexagonales doble-torsión para
taludes de perfil rugoso, con inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)

42
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-7 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil plano,
con inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-8 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil plano,
con inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)

43
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-9 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil
ondulado, con inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-10 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil
ondulado, con inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)

44
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-11 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil
rugoso, con inclinación de 45° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-12 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cables en taludes de perfil
rugoso, con inclinación de 60° y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)

45
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-13 Carga de anclaje vs. espaciamiento para mallas de alambre hexagonal en
taludes verticales (sin considerar fricción de interfase) y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)
Carga de Anclaje (lb)

Espaciamiento entre anclajes (ft)

Figura A-14 Carga de anclaje vs. espaciamiento para redes de cable en taludes verticales
(sin considerar fricción de interfase) y alturas entre 50 y 300 ft (15 a 90 m)

46
APÉNDICE B

DTEALLES CONSTRUCTIVOS

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