E – 27-141-C-10

El pie en el deporte
E. Benguerbi, S. Isidro, M. Campillo, M. Bettan, D. Doleux, P. Pin,
Y. Parinaud, L. Avagnina, W. Bienstman

Las distintas disciplinas deportivas requieren un análisis detallado y adecuado, cuya

credibilidad depende de una exploración apropiada, basada en unos conocimientos
exhaustivos de la anatomía, la fisiología y la biomecánica. La anamnesis sigue siendo la
piedra angular de la exploración física del deportista respecto al motivo de consulta. La
exploración estática en carga y en descarga orienta hacia un morfotipo, que se completa
con la exploración podométrica. El análisis del movimiento (cinta de correr con grabación
de las imágenes, podometría dinámica) aporta el complemento necesario para compren-
der la cinemática deportiva. Todas estas informaciones se recopilan en una base de datos
para clasificarlas y obtener estadísticas. Los datos referentes a los impactos, las fricciones
y los nuevos materiales permiten pensar que un cuestionamiento constante es el único
medio de ser eficaz en el contexto deportivo. Sin embargo, hay que intentar simplificar
nuestro trabajo para basarse en datos fáciles de utilizar. Las afecciones de los deportistas
jóvenes son independientes de su morfogénesis, de su entorno y del tipo de solicitaciones
mecánicas que experimentarán durante la práctica de su actividad. Para identificarlas
y tratarlas, se debe comprender el proceso de osificación del pie, la evolución rotacional
del miembro inferior, el aprendizaje de la bipedestación, así como la biomecánica del
movimiento deportivo. Las afecciones dermatológicas requieren una atención especial.
La prevención con el desecado, la aplicación de cremas y el corte de las uñas consti-
tuyen la principal orientación del terapeuta. Después, los tratamientos con protocolos
bien establecidos permiten abordar todas las afecciones que requieren cuidados sobre el
terreno. Un conocimiento de los productos de cuidado es indispensable. Por último, cada
deportista puede preparar un botiquín de primeros auxilios adecuado a sus necesidades.
Para organizar el seguimiento del deportista en su búsqueda del rendimiento, el tera-
peuta debe informarse de las evoluciones técnicas que implican a los suelos deportivos.
Gracias a los progresos de la química, se han inventado nuevos materiales, que tienen
múltiples composiciones asociadas a técnicas de mezclado precisas y constituyen una
solución indispensable en el seguimiento del atleta. Por último, el calcetín ya no se limita
a la absorción de la transpiración, pues está fabricado con multifibras, lo que le confiere
propiedades de rigidez, resistencia, elasticidad, capacidad de absorción y comodidad.
© 2012 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Motivo de consulta; Biomecánica; Postura; Tecnopatías; Bipedestación;

Osteocondrosis; Zona de crecimiento; Flictenas; Onda de choque; Polímero

Plan ■ Podología deportiva 4

Atletismo 4
■ Introducción 2 Baloncesto 4
Ciclismo 5
■ Exploración física del deportista 2 Esgrima 6
Exploración física global 2 Fútbol 6
Sistema de análisis del movimiento 3 Golf 7
Electromiografía 4 Balonmano 7
Informática y podología del deportista 4 Rugby 7
Running, carrera a pie o jogging 8
Deportes de deslizamiento 9
Tenis 10
Voleibol 10

EMC - Podología 1
Volume 14 > n◦ 4 > noviembre 2012
http://dx.doi.org/10.1016/S1762-827X(12)63396-3
E – 27-141-C-10  El pie en el deporte
■ Enfermedades del pie del niño deportista
Crecimiento del pie infantil
Morfogénesis del pie y del miembro inferior relacionada
con la bipedestación
Etiopatogenia y fisiopatología
Enfermedades deportivas relacionadas con
el crecimiento
Traumatología deportiva en deportistas jóvenes
Fracturas
Tendinopatías
Periostitis
Inestabilidad tibiotarsiana
Condropatía femororrotuliana
Síndrome doloroso de los compartimentos lateral
y medial del tobillo
■ Dermatología del deporte y consejos
Prevención
Cuidados sobre el terreno
Cuidados después del deporte
Aceites esenciales
■ Podología y evoluciones técnicas
Suelos deportivos
Calzado deportivo
Materiales y técnicas de termoformación
Utilidad y fundamentos de las plantillas termoformadas
en los deportistas
Calcetines técnicos
■ Conclusión
 Introducción
Los autores quieren precisar que este artículo de podo-
logía deportiva es la retranscripción de una práctica
profesional y de la experiencia adquirida durante años
en el ámbito deportivo. El objetivo es proponer un enfo-
que ordenado a los terapeutas que quieran ocuparse de los
deportistas.
 Exploración física del
deportista
Los terapeutas que se ocupan de la podología del
deporte disponen desde hace unos 15 años de sistemas
de análisis que obligan a evaluar al deportista en su con-
junto. Las distintas disciplinas deportivas requieren un
análisis detallado y adecuado cuya credibilidad exige una
exploración apropiada, basada en unos conocimientos
exhaustivos de la anatomía, la fisiología, la biomecánica,
etcétera.
Por su parte, el deportista debe responder a informa-
ciones provenientes de sus órganos sensoriales (ojos, oído
interno, músculos, columna vertebral, piel, pies), que le
permiten una adaptación a su actividad deportiva. El cere-
bro es el director de orquesta de todos estos sentidos y
organiza del mejor modo posible los gestos deportivos,
a la vez que se adapta de forma constante a los factores
exteriores (fuerzas gravitatorias, materiales, suelos, etc.).
Aunque la calidad del deportista sea innegable, cada sen-
tido puede mejorarse con un entrenamiento, así como con
una reequilibración podal. El objetivo es mejorar las refe-
rencias espaciotemporales en el entorno del deportista. La
equilibración de éste es la clave del éxito del tratamiento
ortésico. Nunca se debe crear un desequilibrio podal para
no alterar la información obtenida por los órganos senso-
riales.
Para el deportista que está en constante movimiento, el
registro del apoyo, de la posición y de imágenes le permite
la anticipación. Durante la exploración, el médico debe
ser receptivo a un desequilibrio provocado por un error
de corrección.
2 EMC - Podología
11 El reflejo optocinético graba en la retina imágenes futu-
11 ras que le permiten la anticipación [1] . Si se provoca un
desequilibrio podal, una sucesión de compensaciones le
11 requerirá más concentración.
12 La exploración física es el primer paso obligatorio en
el estudio del deportista para proponerle un tratamiento
12 adecuado.
14
14
14 Exploración física global
14
14 Anamnesis y motivo de consulta
14 La toma de contacto entre el terapeuta y el deportista
comienza por la escucha y la comprensión del motivo de
15 consulta, que puede ser variado: enfermedad, búsqueda
15 de comodidad, personalización del calzado, búsqueda de
15 mejora del rendimiento, etcétera. El terapeuta debe com-
15 prender las necesidades y traducirlas en un tratamiento
16 adecuado.
16 Hay que conocer el deporte o deportes practicados,
17
saber si la aparición del dolor se relaciona con la actividad
17
deportiva, el nivel de práctica (profesional o aficionado),
17
así como los objetivos para adaptar el trabajo del tera-
18
peuta en el tiempo (ortesis plantares, cuidados, consejos,
reorientación hacia otro terapeuta). Se debe recordar que,
18
cono independencia de su nivel, el deportista tiene exi-
18
gencias y necesidades muy personales. Se puede añadir
que «cada persona hace deporte de alto nivel a su nivel».
19 Hay que recoger información sobre la frecuencia de entre-
namiento (de 1 vez a la semana a 13 veces), el kilometraje
(de 10 km a 200 km en el caso de algunos maratonia-
nos), las superficies sobre las que se practica el deporte, el
modelo de calzado, las ortesis plantares y tener en cuenta
los puntos positivos y negativos. Hay que observar todas
las modificaciones (aumento del entrenamiento, cambio
de superficie o del calzado, etc.) y recopilar los anteceden-
tes que puedan estar asociados (por ejemplo, tendinopatía
rotuliana derecha y mioaponeurositis plantar derecha).
Exploración estática
En descarga
Se realiza una palpación en busca de dolor relacionado
con el motivo de consulta, así como una exploración
articular, vascular y neurológica [2–6] . Las mediciones bio-
mecánicas se efectúan en cadena abierta [4] .
En carga
Aunque el análisis en descarga ha sido objeto de nume-
rosas publicaciones [2–6] , no ha sucedido lo mismo con «el
análisis en cadena cerrada». Las mediciones biomecánicas
se realizan en cadena cerrada [3] :
• estudio en los tres planos del espacio (eje anatómico del
cuerpo) [5, 7–9] ;
• plano frontal: valgo-varo;
• plano sagital: antepulsión-retropulsión;
• plano horizontal: torsión tibial-femoral, rotación
(rodilla-pelvis).
En los tres planos, hay que observar las adaptacio-
nes espiroideas (horarias y antihorarias), que se deben
comprender y analizar para compensar los efectos. La ten-
dinitis de la cintilla iliotibial es un ejemplo idóneo, en la
que se ven afectados los tres planos [7] .
Podometría
La plataforma reenvía las imágenes que contienen las
coordenadas de cada sensor estimulado y el valor de com-
presión de cada uno de estos sensores. Por tanto, la imagen
podométrica es un cuadro o matriz de sensores [10] , que
informa sobre la postura. La carga se define por la suma
de los valores de compresión de los sensores de una zona
concreta (general, derecha o izquierda). Representa el peso
del cuerpo, que tiende a colapsar las articulaciones del
pie. La superficie se define por el número de sensores

estimulados de una zona concreta (general, derecha o
izquierda). Representa la disposición del pie sobre el suelo,
que depende de la tensión muscular.
Exploración dinámica (marcha, carrera y
gesto deportivo)
Descalzo
La exploración tiene como objetivo aumentar las cargas
de trabajo para analizar las anomalías de reacción.
Calzado
Además de visualizar los trastornos angulares, se debe
apreciar la elección del calzado.
Podometría dinámica
Su objetivo es evaluar la reactividad del pie durante la
marcha. El análisis dinámico permite cuantificar la capa-
cidad de absorción de la carga de trabajo y la capacidad
de reenvío de esta carga. El pie debe absorberla y después
reenviarla al otro pie. El análisis se realiza sobre una escala
temporal y de fuerza.
“ Punto importante
Biomecánica de la articulación subastraga-
lina [3, 11]
Parece ser la clave de una cinética eficaz en muchas
actividades deportivas.
De la totalidad de la movilidad, la supinación
representa dos tercios y la pronación, un tercio.
Una movilidad de 30◦ requiere 20◦ de supina-
ción y 10◦ de pronación. En este ejemplo, un
valgo calcáneo de 5◦ hace que se pierda la mitad
de la movilidad necesaria. Un elemento pronador
de 8 mm posterolateral efectúa un bloqueo pos-
terolateral, pero limita los movimientos de esta
articulación.
Durante la dinámica, la podometría ha demostrado que
el pie se equilibra en zonas muy pequeñas, de alrededor
de 1 cm2 [3, 4, 10] .
Los metatarsianos tienen un papel preponderante en el
equilibrio del antepié, con tres elementos emparejados [12] :
• el primer radio con sus dos sesamoideos;
• los metatarsianos 2.◦ y 3.◦ ;
• los metatarsianos 4.◦ y 5.◦ .
Estas tres parejas son útiles en las transferencia de
fuerza en el plano frontal (valgo-varo), en el plano sagital
(durante la propulsión) y en el plano horizontal (adecuán-
dose a las movilidades en rotación medial y lateral de la
tibia).
A continuación, se resumen los movimientos [3, 4, 11] :
• supinación: movimiento en tres planos del pie o de una
parte que consta simultáneamente de movimientos en
dirección de aducción, inversión y flexión plantar;
• pronación: movimiento en tres planos del pie o de una
parte que consta simultáneamente de movimientos en
dirección de abducción, eversión y dorsiflexión.
El deportista utiliza, dependiendo del deporte y de su
morfotipo, distintos sistemas adaptativos a nivel de sus
pies:
• pie de apoyo: estabilizar y reforzar su equilibrio;
• pie «direccional»: mejorar la precisión;
• pie frenador: frena y controla el movimiento;
• pie propulsor: acelera el movimiento.
Hay que anotar el tipo de pie (cavo, plano, valgo o varo),
determinar cuál es el pie de apoyo, el pie direccional, el
pie frenador y el pie propulsor.
EMC - Podología
El pie en el deporte  E – 27-141-C-10
Figura 1. Podometría estática en un atleta: aponeurositis del
pie derecho (disciplina atlética: 5.000 m).
Todas estas combinaciones no impiden que se pasen
por alto parámetros imprevistos. Siempre pueden lograrse
buenos rendimientos en casos inadaptados a la práctica
de un deporte. Algunos deportistas se equilibran en su
desequilibrio.
Tobillo [5, 7–9] . La articulación tibioastragalina permite
movimientos de flexoextensión. Pueden observarse défi-
cits de movilidad del tríceps sural, así como de las
articulaciones subastragalina y tibioastragalina.
Rodilla [5, 7–9] . El análisis de la movilidad de la rodi-
lla se realiza de forma estática y dinámica: cadena abierta
y cadena cerrada. Hay que incluir el papel del pie y de
la cadera a la hora de comprender las afecciones tanto
musculotendinosas como osteoarticulares. La pronación
del pie induce una rotación medial tibioperonea, mientras
que el fémur está limitado por la articulación coxofermo-
ral y las movilidades del hueso ilíaco, sobre todo en caso
de anteversión y antepulsión de la pelvis.
Pelvis [5, 7–9] . La anteversión, retroversión, antepulsión
y retropulsión provocan desequilibrios en la dinámica
deportiva. Por ejemplo, un tenista con una antepulsión
excesiva carece de impulso para golpear la pelota. El podó-
metro electrónico proporciona una interpretación podal
y postural del deportista (Fig. 1).
Una torsión femoral interna provoca en la mayoría
de los casos una compensación mediante torsión tibial
externa [7] .
Sistema de análisis del movimiento
El pie es el vector de la amortiguación, de la estabilidad y
de la propulsión. Responde a solicitaciones considerables
y diferentes en función de las disciplinas deportivas.
Sistema podométrico: plataforma y
plantillas instrumentadas [3, 4, 10]
El análisis de los apoyos plantares es indispensable para
evaluar el movimiento deportivo. Mediante una plantilla
interior con sensores se registran informaciones de presio-
nes y de fuerza. Está conectada con cables a un sistema de
registro de datos.
Esto permite comprender la marcha o el gesto. El depor-
tista realiza con libertad su gesto atlético durante varios
minutos. Los análisis se realizan con zapatillas sin y con
ortesis.
Cinta de correr y vídeo
El vídeo informático permite al podólogo trabajar con
precisión para cuantificar las observaciones obtenidas
durante la exploración física [13] .
3
E – 27-141-C-10  El pie en el deporte
Sistema del movimiento en 3D
Este sistema está disponible para las consultas, con el
fin de cuantificar la cinemática. Permite materializar en
3D el movimiento, colocando puntos de referencia [14] .
Electromiografía
La electromiografía de superficie utiliza sensores cutá-
neos que registran la actividad muscular [7] .
Reseña sobre el trabajo muscular
Las afecciones musculotendinosas observadas en el
deportista requieren contar con unos conocimientos
exhaustivos del trabajo muscular concéntrico y excén-
trico. La carga en trabajo excéntrico es más elevada que
en concéntrico [15, 16] , por lo que existen muchas afeccio-
nes que se producen durante el frenado muscular (control
del descenso en la carrera, desaceleración en los velocistas,
etc.).
En un esguince tibioastragalino y subastragalino, el
mecanismo es más rápido (30 ms) que el reclutamiento de
los músculos peroneos (60 ms) [17, 18] . El análisis mediante
la electromiografía de la reequilibración de los agonis-
tas y de los antagonistas con una ortesis plantar es una
exploración fundamental en podología deportiva.
El rendimiento muscular es mucho mejor si el movi-
miento se realiza de forma controlada.
Informática y podología del deportista
• Gestión de las informaciones: la informática permite
la clasificación temporal de las exploraciones y de los
tratamientos efectuados.
• Datos estadísticos en podología deportiva: para mejorar
la comprensión de las afecciones y de los factores exó-
genos que las provocan, el podólogo emplea programas
informáticos estadísticos.
La exploración física constituye la base de cualquier
terapeuta que desee analizar a deportistas. Debido a
la especificidad de cada deporte (las tecnopatías), la
anamnesis se debe completar siempre con pruebas com-
plementarias.
 Podología deportiva
La podología del deporte o podología deportiva es una
disciplina que tiene en cuenta al paciente deportista,
tanto aficionado como profesional. Las distintas discipli-
nas deportivas (atletismo, rugby, tenis, etc.) se analizan y
se consideran de forma específica. Se establece una pareja
«un deporte-un deportista». Cada disciplina o deporte se
diseca para conocer hasta los más mínimos detalles téc-
nicos. De ello se obtiene una tecnopatía por cada deporte
o disciplina [1] , con el objetivo de obtener una cartografía
precisa de las técnicas y de las afecciones asociadas, para
aportar consejos y tratamientos adaptados. De este modo,
el terapeuta puede ser más preciso en su enfoque clínico.
Atletismo
La carrera y la marcha son disciplinas que se remontan a
60.000 años antes de nuestra era. Los griegos y los egipcios
practicaban todas las formas de actividades que se realizan
en la actualidad: saltos, lanzamientos, carrera, etcétera.
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista, etcétera
El atletismo engloba varias disciplinas y cada una
corresponde a técnicos especializados en la mayoría de los
casos. El podólogo debe conocer la especificidad técnica
4 EMC - Podología
para ser de la máxima utilidad a los atletas. Debido a su
morfotipo, existe una auténtica tecnopatía [19] correspon-
diente a un enfoque individual. Los atletas se entrenan
durante todo el año en superficies diversas: pista exterior,
pista interior, asfalto, sotobosque.
Las zapatillas de atletismo pueden ser de entrena-
miento, de tipo running o de «clavos» para entrenamientos
específicos y para la competición. La longitud de los clavos
depende de su empleo (cf infra).
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de callos, durezas, uñas encarnadas, hiperhi-
drosis, flictenas, intertrigo micótico, seudocromhidrosis
plantar (en los saltadores de longitud y de triple salto) o
hematoma subungueal.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares [20–25]
Se distinguen en función de cada disciplina. Las carreras
de velocidad y los saltos provocan afecciones musculares
(isquiotibiales): distensión, elongación, desgarro muscu-
lar, desinserción muscular; el medio fondo corto o largo
y las carreras fuera del estadio provocan afecciones por
sobreuso.
• En el pie y en el tobillo:
◦ contusión del talón;
◦ mioaponeurositis plantar;
◦ síndrome doloroso del 2.◦ radio de tipo bursitis;
◦ tendinopatía: tibial posterior y tibial anterior, tendón
de Aquiles, peroneos;
◦ fracturas de estrés de los metatarsianos;
◦ osteocondrosis de crecimiento de tipo Sever;
◦ escafoiditis.
• En la pierna y en la rodilla:
◦ periostitis tibial;
◦ síndrome de la cintilla iliotibial;
◦ síndrome femororrotuliano;
◦ tendinopatía de los músculos de la pata de ganso;
◦ osteocondrosis de crecimiento de tipo Osgood-
Schlatter;
◦ lesión del tríceps sural.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral:
◦ pubalgia;
◦ tendinitis del glúteo medio, de los isquiotibiales;
◦ distensión de los isquiotibiales;
◦ desigualdad de longitud de los miembros inferiores
(DLMI): hay que verificar y compensar moderada-
mente el lado izquierdo en las carreras con curva.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se desarrollan más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico [26, 27]
Se recurre al uso de polímeros. Dependiendo de las dis-
ciplinas, se observan dos principios:
• ortesis plantares dinámicas de base termoplástica
(copolímero de etilenvinilacetato [EVA] y resina com-
puesta) y de elastómero (espuma de caucho natural
[NR, natural rubber], caucho clorofeno [CR]) para las
disciplinas dinámicas que requieren mucha energía de
propulsión;
• ortesis plantares protectoras de base termoplástica (EVA
y polietileno [PE]) y de elastómero (CR y caucho de
nitrilo-butadieno [NBR]) para las disciplinas de larga
distancia.
Se añaden elementos de corrección suplementarios,
dependiendo de las afecciones y de la exploración física.
Baloncesto
El baloncesto se practica en un club (deporte en pabe-
llón cubierto), en la escuela o en la universidad (mixto,

en gimnasio o al aire libre), libre (al aire libre, de uno a
cinco jugadores) y en los países suele haber federaciones,
ligas y campeonatos nacionales (con diversas categorías,
tanto masculinas como femeninas). Esta disciplina cuenta
con sus correspondientes equipos de entrenadores y de
terapeutas.
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista
Los suelos y la superficie del terreno provocan trau-
matismos por sobreuso considerables [28, 29] . El campo de
juego mide 24 m de largo por 15 m de ancho y el espacio es
reducido (velocidad de ejecución, concentración elevada
de los pies en la zona, toma de decisiones con rapidez).
Las tensiones generadas sobre los suelos durante la fase
de impulsión o de aterrizaje imponen al pie un período
de desaceleración con una «onda de choque de retorno».
Cuanto más «duro» es el suelo, menor es su compresión
y mayor es la onda de choque de retorno y, por tanto, más
peligroso para el sistema osteoarticular. Cuanto más elás-
tico es el suelo, más se comprime, por lo que es menos
traumático (medida de seguridad), con una restitución
elevada de la energía, que aumenta el rendimiento, pero
también la inestabilidad.
Sabiendo que un baloncestista profesional se entrena
dos veces al día, el uso de un terreno de parquet de madera,
que tiene una amortiguación difusa, con una restitución
elevada de energía, es un buen compromiso entre seguri-
dad, rendimiento y longevidad de la carrera deportiva.
Este deporte lo practican deportistas de talla elevada y
las articulaciones de los miembros inferiores sufren espe-
cialmente.
• Bases: toma de decisiones, velocidad, destreza.
• Aleros: movilidad, explosividad, destreza.
• Pívots: combatividad, potencia, resistencia.
Los movimientos son multidireccionales: delante,
detrás, lateral, rotaciones con ritmos variados (marcha,
carrera, sprint) y encadenamientos de saltos.
El calzado debe conjugar estabilidad, adherencia y
aireación criterios que no siempre se respetan, al estar
supeditados a las decisiones de mercadotecnia.
Los profesionales utilizan como promedio de cuatro a
seis pares de zapatillas de corte alto por temporada para
permitir una buena estabilidad laterolateral. La parte ante-
rior debe estar reforzada para evitar un desgaste precoz por
abrasión durante las fases de frenado y de impulsión.
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de callos, durezas, uñas encarnadas, hiperhi-
drosis, flictenas, intertrigo micótico, seudocromhidrosis
plantar y hematoma subungueal.
Afecciones musculotendinosas y
osteoarticulares [20–25, 30, 31]
• En el pie y en el tobillo:
◦ fracturas por estrés de los metatarsianos 2.◦ , 3.◦ y 5.◦ ,
así como de la estiloides del 5.◦ metatarsiano;
◦ contusión del talón;
◦ esguince de tobillo;
◦ mioaponeurositis plantar;
◦ tendinopatía: tendón de Aquiles.
• En la pierna y en la rodilla:
◦ periostitis;
◦ síndrome rotuliano;
◦ afectaciones cartilaginosas;
◦ lesiones meniscales.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral:
◦ lesiones musculares de los isquiotibiales y del cuádri-
ceps;
◦ lumbalgia;
◦ DLMI: verificar y compensar de forma moderada.
EMC - Podología
El pie en el deporte  E – 27-141-C-10
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se desarrollan más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico
Se utilizan polímeros: ortesis plantares dinámicas de
base termoplástica (EVA y resina compuesta) y de elas-
tómero (espuma de NR, CR) para una disciplina dinámica
que requiere mucha energía de propulsión. Los materia-
les tienen una relevancia preponderante sobre todo por
la actividad abrasiva y la morfología de los deportistas. Se
asocian elementos de corrección adicionales en función
de las afecciones y de la exploración física.
Ciclismo [32]
El ciclismo es uno de los deportes en los que el menor
error, en el entrenamiento, en competición o de mate-
rial, provoca trastornos. La pareja de hombre y máquina
requiere mucha atención y la más pequeña anomalía
puede provocar rápidamente graves consecuencias. La
razón de esto es simplemente el gran número de pedaladas
que se dan en esta actividad repetitiva y simétrica.
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista
Existen varias disciplinas, que van del ciclismo afi-
cionado al profesionalismo. Este último implica recorrer
muchos kilómetros. La articulación más afectada es la
rodilla. Las amplitudes van de 10-15◦ de flexión cuando el
pedal está abajo a 110-115◦ de flexión cuando está arriba.
Como en muchas actividades deportivas, las anomalías
rotacionales entre la tibia y el fémur deben analizarse con
mucha atención. Una torsión externa tibial (en la mayoría
de los casos fisiológica) provoca una rotación interna tibial
al presionar sobre el pedal. La articulación subastragalina
tiene un papel preponderante, debido al apoyo sobre el
antepié. Un antepié en varo provoca una rotación interna
tibial durante el apoyo (presión sobre el pedal) más mar-
cada que puede crear tensiones sobre la polea rotuliana.
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de callos, durezas, uñas encarnadas, hiperhidro-
sis, flictenas, intertrigo micótico y hematoma subungueal.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares
• En el pie y en el tobillo:
◦ síndrome doloroso del 2,◦ radio de tipo bursitis;
◦ tendinopatía: tibial posterior y tibial anterior, tendón
de Aquiles.
• En la pierna y en la rodilla:
◦ síndrome de la cintilla iliotibial;
◦ síndrome rotuliano;
◦ tendinopatía de los músculos de la pata de ganso.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral:
◦ pubalgia;
◦ tendinitis del glúteo medio y de los isquiotibiales;
◦ DLMI: verificar y compensar de forma moderada;
◦ lumbalgia.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se desarrollan más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico
Se utilizan polímeros. Las ortesis para ciclistas, con
independencia de su disciplina, tienen como objetivo
transmitir las fuerzas ejercidas a nivel de los calapiés.
Se trata de ortesis de base termoplástica (EVA y resina
compuesta). Los materiales son finos, con coeficientes de
fricción bajos. Las ortesis pueden estar aireadas. No es pre-
ciso realizar ortesis demasiado duras cuando el calzado ya
5
E – 27-141-C-10  El pie en el deporte
lo es. Se asocian elementos de corrección adicionales en
función de las afecciones y de la exploración física.
Esgrima
La esgrima es un deporte que puede practicarse de forma
individual o por equipos. Se trata de un deporte de com-
bate en el que luchan dos esgrimistas que, con ayuda de
su arma, deben tocar al adversario. El objetivo es tocar sin
ser tocado.
En la esgrima se pueden utilizar tres armas: espada, sable
y florete.
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista
La pista mide 1,5-2 m de ancho por 14 m de largo. El
comienzo del combate se realiza sobre dos líneas de puesta
en guardia separadas entre sí 4 m.
Las zapatillas suelen ser asimétricas para respetar los
movimientos del deportista. Existen nuevos modelos, con
corte alto o bajo, en cada olimpiada. Hay que analizar la
rigidez, la flexibilidad, el corte (alto, bajo) y el desgaste
interior-exterior.
Los movimientos son unidireccionales, hacia delante
para atacar o hacia atrás para las retiradas.
El esgrimista debe ser hiperdinámico sobre sus apoyos,
rápido en la ejecución de los gestos técnicos (todo ello
con mucha precisión para tocar a su adversario sin ser
esquivado) y resistente.
Por tanto, el sable requiere explosividad y rapidez, la
espada resistencia y el florete, velocidad y mucha preci-
sión.
Hay que estudiar los distintos movimientos del
esgrimista y realizar las ortesis plantares específicas y
asimétricas, que son distintas de las usadas para la pre-
paración física general.
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de los callos, durezas, uñas encarnadas, hiper-
hidrosis, flictenas, intertrigo micótico, seudocromhidrosis
plantar (en el pie retrasado) y hematoma subungueal.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares
En la esgrima, con independencia del arma, las afeccio-
nes suelen ser asimétricas.
• En el pie y en el tobillo:
◦ la pierna adelantada corresponde a la mano de tiro:
talalgia posterior o plantar;
◦ la pierna retrasada: sesamoiditis o fractura de estrés,
sistema suroaquíleo plantar, mioaponeurositis plan-
tar bilateral, tendinopatía aquílea.
• En la pierna y en la rodilla:
◦ la pierna adelantada corresponde a la mano de
tiro: periostitis tibial, tendinopatía rotuliana, afeccio-
nes cuadricipitales, afecciones cartilaginosas, lesión
meniscal.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral:
◦ la pierna retrasada: lesiones musculares de los aduc-
tores, lumbalgia.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se desarrollan más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico
Se utilizan polímeros: ortesis plantares dinámicas y
protectoras de base termoplástica (EVA y resina com-
puesta) y de elastómero (espuma de NR, CR) para
favorecer la energía de propulsión. La ortesis debe resistir
una abrasión considerable. Se asocian elementos de
corrección adicionales en función de las afecciones y de
la exploración física.
6 EMC - Podología
Fútbol
El fútbol es el deporte más mediático y más popu-
lar del mundo. Se trata de un deporte colectivo en el
que compiten dos equipos de 11 jugadores (más los
reservas), con morfotipos, cualidades físicas y técnicas
que pueden variar en función del puesto ocupado en el
terreno.
Un jugador de fútbol corre una media de 8-12 km; 4-6
km de carrera lenta, alrededor de 1 km de sprint y 2 km
volviendo a su puesto andando. El portero, a pesar de estar
en un perímetro reducido, está en esta media.
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista
El fútbol se practica en un terreno que suele ser de
hierba, pero cada vez hay más campos de juego sin-
téticos. Se observan afecciones diferentes dependiendo
del terreno. Este deporte se practica con zapatillas de
tacos moldeados o atornillados, de formas y longitudes
variables. Se deben adaptar las zapatillas en función del
terreno. Los gestos del deportista engloban carreras, sal-
tos, entradas, así como la conducción y el golpeo del
balón. Las carreras son sobre todo de tipo entrecortado,
con desplazamientos multidireccionales, que requieren a
la vez cualidades de explosividad y de resistencia (algunos
jugadores recorren más de 10 km durante un partido).
La entrada es un gesto específico del futbolista, que
puede implicar contactos entre los pies propios con los
del adversario, o de los pies con el balón, que pue-
den causar traumatismos directos o microtraumatismos
repetidos.
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de los callos, durezas, uñas encarnadas,
hiperhidrosis, flictenas, intertrigo micótico y hematoma
subungueal.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares
• En el pie y en el tobillo:
◦ afecciones óseas: sesamoiditis, fractura de la estiloi-
des del 5.◦ metatarsiano, síndrome de la cola del
astrágalo, enfermedad de Sever y hallux rigidus.
◦ afecciones musculoaponeuróticas;
◦ esguinces: ligamento colateral lateral (LCL) (el más
frecuente) y ligamento colateral medial (LCM);
◦ tendinopatía aquílea.
• En la pierna y la rodilla:
◦ periostitis, fractura de tibia y peroné;
◦ esguinces: LCL, LCM, ligamento cruzado anterior
externo (LCAE);
◦ tendinopatía rotuliana;
◦ enfermedad de Osgood-Schlatter;
◦ afecciones meniscales.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral:
◦ afecciones musculares que afectan al cuádriceps, los
isquiotibiales y los aductores;
◦ causas extrínsecas por contusiones e intrínsecas (dis-
tensión, elongación, desgarro);
◦ pubalgia;
◦ lumbalgia.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se desarrollan más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico
• Ortesis plantares dinámicas de base termoplástica (EVA
y resina compuesta) y de elastómero (espuma de NR,
CR) para las disciplinas dinámicas que requieren mucha
energía de propulsión.

• Ortesis plantares termoformadas poco voluminosas
cuya función principal es la estabilización del retropié
y del mediopié.
Se asocian elementos de corrección adicionales en fun-
ción de las afecciones y de la exploración física.
Golf
El golf es una actividad que requiere mucha resisten-
cia y precisión. La variedad de recorridos, así como la
cantidad de movimientos rotatorios conllevan la apari-
ción de muchas afecciones traumáticas por sobreuso. Un
recorrido de golf consta como promedio de 18 hoyos,
con una distancia total de 6 km. La precisión, rendi-
miento, técnica y fuerza mental son indispensables para
este deporte. El movimiento lateral del golf puede anali-
zarse con un podómetro en plantilla instrumentada para
controlar la transferencia de apoyo.
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista
Los principales movimientos son el swing, la aproxima-
cióny el putting.
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de los callos, durezas, uñas encarnadas,
hiperhidrosis, flictenas, intertrigo micótico y hematoma
subungueal.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares
• En el pie y en el tobillo:
◦ mioaponeurositis plantar;
◦ síndrome doloroso del 2,◦ radio de tipo bursitis;
◦ tendinopatías: tibial posterior y tibial anterior, ten-
dón de Aquiles, peroneos.
• En la pierna y la rodilla:
◦ periostitis tibial;
◦ síndrome de la cintilla iliotibial;
◦ síndrome rotuliano;
◦ tendinopatía de los músculos de la pata de ganso.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral.
◦ pubalgia;
◦ coxalgia;
◦ lumbalgia.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se desarrollan más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico
En primer lugar, se estudian los distintos movimien-
tos del jugador: el swing, la aproximación y el putting.
A continuación, hay que elaborar unas ortesis plantares
dinámicas que tienen dos objetivos principales: aumentar
las superficies de contacto para disminuir las hiperpresio-
nes y estabilizar el retropié.
La base y el recubrimiento son de resina com-
puesta y de EVA, con elastómeros remanentes de forma
natural en el antepié para obtener un dinamismo
máximo.
El retropié también está compuesto por elastómeros
remanentes de forma natural, en función del objetivo bus-
cado, pero destinados a conservar la propulsión del gesto
técnico.
Se utilizan ortesis plantares dinámicas de base ter-
moplástica (EVA y resina compuesta) y de elastómero
(espuma de NR, CR) para las disciplinas dinámicas que
requieren mucha energía de propulsión.
Se asocian elementos de corrección adicionales en fun-
ción de las afecciones y de la exploración física.
EMC - Podología
El pie en el deporte  E – 27-141-C-10
Balonmano
El balonmano se ha convertido en un deporte cada vez
más practicado. El físico de los jugadores ha aumentado
en los últimos años, con deportistas que combinan fuerza,
velocidad y potencia.
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista
Los síntomas relacionados con la práctica del balon-
mano y que se tratan en la consulta se relacionan con
las modificaciones de su reglamentación en los últimos
10 años y, sobre todo, la de 2004 referente al saque rápido
que limita los cambios de jugadores defensivos y ofensi-
vos durante el partido. Esta evolución de la práctica de este
deporte ha revolucionado considerablemente la duración
del juego. Este deporte multidireccional requiere cambios
de dirección rápidos durante períodos de juego cada vez
más largos, lo que requiere una calidad del apoyo conside-
rable que permita los desplazamientos en curva, laterales,
posteroanteriores, pero también anteroposteriores sobre
distancias cortas, lo que explica las tecnopatías del balon-
mano. De forma general, en la actualidad se tiende a una
homogeneización del morfotipo del jugador de balon-
mano hacia un físico veloz para favorecer las acciones
explosivas, robusto para las fases de combate y con una
gran capacidad de esfuerzo para una duración de juego
cada vez más larga.
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de los callos, durezas, uñas encarnadas, hiper-
hidrosis, flictenas, intertrigo micótico, seudocromhidrosis
plantar y hematoma subungueal.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares
• En el pie y el tobillo:
◦ aponeurositis plantar;
◦ contusión del talón;
◦ síndrome doloroso del 2.◦ radio de tipo bursitis;
◦ tendinopatías: tibial posterior y tibial anterior, ten-
dón de Aquiles, peroneos;
◦ fracturas de estrés;
◦ osteocondrosis de crecimiento de tipo Sever.
• En la pierna y la rodilla:
◦ periostitis tibiales;
◦ síndrome rotuliano;
◦ tendinopatía de los músculos de la pata de ganso;
◦ osteocondrosis de crecimiento de tipo Osgood-
Schlatter.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral:
◦ pubalgia;
◦ lumbalgia.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se desarrollan más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico
Se utilizan ortesis plantares dinámicas y resisten-
tes de base termoplástica (EVA y resina compuesta)
y de elastómero (espuma de NR, CR) para las dis-
ciplinas dinámicas que requieren mucha energía de
propulsión. Se asocian elementos de corrección adicio-
nales en función de las afecciones y de la exploración
física.
Rugby
El rugby se ha convertido en un deporte profesional en
algunos países, con diversas ligas y divisiones. Se puede
practicar con 15 o con 7 jugadores.
7
E – 27-141-C-10  El pie en el deporte

El touch rugby es un deporte similar, pero sin contacto.

La profesionalización ha permitido una organización más
estricta, así como un aumento y modificación de las téc-
nicas de entrenamiento.

Datos del deporte: superficie, material,

movimiento, tipo de deportista
El jugador de rugby practica, además de su disciplina
y de sus entrenamientos específicos, musculación, carrera
en pista, en asfalto o en la naturaleza. Algunos partidos
pueden disputarse en terrenos sintéticos. Estas diferencias
de terreno provocarán afecciones específicas.
En el rugby se emplean los miembros inferiores, por lo
que están más expuestos a los traumatismos.

Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de los callos, durezas, uñas encarnadas,
hiperhidrosis, flictenas, intertrigo micótico y hematoma
subungueal.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares
• En el pie y en el tobillo:
◦ mioaponeurositis plantar;
◦ tendinopatías: tibial posterior y tibial anterior, ten-
dón de Aquiles, peroneos;
◦ fracturas de estrés de los metatarsianos;
◦ osteocondrosis de crecimiento de tipo Sever;
◦ escafoides tarsiano: se afecta con mucha frecuencia
por su gran exposición. Se observan fracturas traumá-
ticas, de estrés relacionadas con microtraumatismos
repetidos, así como escafoiditis u osteocondritis juve-
niles (enfermedad de Kohler-Mouchet);
◦ cuboides y cuneiformes: fracturas por impacto
directo;
◦ metatarsianos: fracturas frecuentes de la base, de la
diáfisis o del cuello, fractura de la estiloides del 5.◦
metatarsiano, síndrome doloroso del 2.◦ radio de tipo
bursitis;
◦ traumatismo de la articulación de Lisfranc: esguinces
o fracturas;
◦ sesamoideos: fractura traumática o de estrés;
◦ fracturas de los dedos: muy frecuentes;
◦ afecciones articulares: muchos esguinces tibioastra-
galinos, subastragalinos, de Chopart;
◦ bursitis retro y preaquíleas, mioaponeurositis plan-
tares, tendinitis y tenosinovitis aquíleas, del tibial
posterior y del tibial anterior;
◦ fractura tibioperonea.
• En la pierna y la rodilla:
◦ síndrome rotuliano;
◦ fractura tibial y peronea;
◦ esguince: LCM, LCL y LCAE;
◦ tendinopatía de los músculos de la pata de ganso.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral:
◦ pubalgia;
◦ fractura femoral;
◦ lesiones musculares de los músculos del muslo.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se desarrollan más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico
Las ortesis se adaptan a los deportes. El entrenamiento
de la carrera requiere un enfoque con materiales resisten-
tes a la carga y al peso de los jugadores.
La musculación debe realizarse con un calzado que
resista el aumento de la carga aplicada.
Las ortesis para el rugby son finas y resistentes, con ele-
mentos que dependen del puesto del jugador. Hay que
evitar todos los elementos que bloqueen el funciona-
miento de las articulaciones del pie (Fig. 2).
Figura 2. Ortesis plantares de un jugador de rugby.
• Ortesis plantares dinámicas de base termoplástica (EVA
y resina compuesta) y de elastómero (espuma de NR,
CR) para las disciplinas dinámicas que requieren mucha
energía de propulsión.
• Ortesis plantares protectoras de base termoplástica (EVA
y PE) y de elastómero (CR y NBR) para el footing.
La ortesis tiene como objetivo efectuar un bloqueo
posteromedial y lateral para compensar los movimientos
correspondientes a estos deportes multidireccionales. Se
asocian elementos de corrección adicionales en función
de las afecciones y de la exploración física.
Running, carrera a pie o jogging
La carrera a pie se ha convertido en uno de los deportes
más practicados en el mundo. La falta de inscripción a un
club de las personas que lo practican plantea dificultades
y motiva errores de entrenamiento. Los corredores suelen
aumentar su carga de trabajo a menudo, sin relación con
las necesidades.
Suele tratarse de una disciplina en sí misma o puede
formar parte de otra actividad.
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista
Las superficies son variables: tierra, asfalto, sotobosque,
arena. Las zapatillas han evolucionado, pero sin tener
en cuenta realmente las necesidades. Se aconseja utili-
zar diversos modelos según varios parámetros: peso del
corredor, suelo, longitud del paso, velocidad y calidad
del propio corredor [33–36] . Los consejos no siempre son
adecuados y con mucha frecuencia dan lugar a afeccio-
nes. Un estudio científico publicado en la revista American
Academy of Physical Medicine and Rehabilitation ha puesto
en entredicho las zapatillas modernas, pues provocarían
tensiones superiores en las articulaciones del miembro
inferior que las originadas al correr descalzo [37] .
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de los callos, durezas, uñas encarnadas, hiper-
hidrosis, flictenas, intertrigo micótico, seudocromhidrosis
plantar y hematoma subungueal.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares
Estas afecciones son: fractura de estrés M2M3, sesa-
moiditis, mioaponeurositis plantar, tendinitis del tibial
posterior y del tibial anterior, de los peroneos y del
tendón de Aquiles, bursitis retroaquiliana, aponeurosi-
tis tibial (periostitis), gonalgia rotuliana interna (pata de

8 EMC - Podología

“ Punto importante
Recuerdo de las fases de apoyo durante la
carrera [21]
• Fase de ataque o de impacto, con una com-
ponente vertical igual al doble o triple del peso
corporal y una duración de 20-30 ms (10% del
tiempo)
• Fase de apoyo o de transición/equilibrio, 80 ms,
40% del tiempo
• Fase de impulso o de propulsión, 110 ms, 50%
del tiempo, con una componente vertical igual al
doble o triple del peso corporal
ganso), externa (cintilla iliotibial), tendinitis de inserción
proximal de los isquiotibiales, fractura de estrés (pelvis),
lumbalgia.
• En el pie y el tobillo [38, 39] :
◦ aponeurositis plantar;
◦ contusión del talón;
◦ metatarsalgias de tipo bursitis o fractura de estrés de
los metatarsianos 2.◦ y 3.◦ ;
◦ en muy pocas ocasiones, neuroma o síndrome de
Morton;
◦ tendinopatías: tibial posterior y tibial anterior, ten-
dón de Aquiles, peroneos;
◦ osteocondrosis de crecimiento de tipo Sever.
• En la pierna y la rodilla:
◦ periostitis tibial;
◦ síndrome de la cintilla iliotibial;
◦ síndrome rotuliano;
◦ tendinopatía de los músculos de la pata de ganso;
◦ síndrome compartimental.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral:
◦ pubalgia;
◦ tendinitis del glúteo medio, de los isquiotibiales;
◦ fracturas de estrés del sacro y de los huesos ilíacos.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se desarrollan más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico
Se utilizan ortesis plantares protectoras de base termo-
plástica (EVA y PE) y de elastómero (CR y NBR).
Se asocian elementos de corrección adicionales en fun-
ción de las afecciones y de la exploración física.
Deportes de deslizamiento [40]
En la actualidad, existen técnicas de ortesis plantares
termoformadas para las actividades de deslizamiento, gra-
cias a varios técnicos del esquí que han aportado sus
conocimientos para el desarrollo de la podología del
deporte.
El podólogo puede interesarse en múltiples disciplinas
y encontrar soluciones para las afecciones observadas.
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista
Los deportes de deslizamiento se clasifican en función
de los movimientos y de los materiales.
Debe observarse que todos los deportes de desliza-
miento y sobre todo el patinaje sobre hielo y sobre ruedas
solicitan los sistemas osteoarticulares y musculotendino-
sos del pie.
EMC - Podología
El pie en el deporte  E – 27-141-C-10
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas [31]
• Callos y durezas ocasionadas por el roce con las botas.
La causa principal es un trastorno estático.
• Uña encarnada: se observa con frecuencia en los depor-
tistas jóvenes por compresión en las botas descritas
previamente.
• Hiperhidrosis: todos los deportes de deslizamiento pue-
den causar una hiperhidrosis. La epidermis se debilita
por la imbibición de sudor en la piel plantar.
• Flictenas y ardores: una malposición del pie en el
calzado o un movimiento no habitual de amplitud arti-
cular anómala pueden provocar este tipo de problemas.
Las lengüetas del patín pueden causar pinzamientos.
• Intertrigo micótico: el «pie de atleta» se desarrolla con
facilidad en un medio cálido húmedo y oscuro. Los
dermatofitos se observan con más frecuencia que las
levaduras.
• Eritema pernio: son las afecciones causadas por el frío
por excelencia. Afectan a los deportistas que tienen defi-
ciencias circulatorias periféricas.
• Seudocromhidrosis plantar: es una afección propia de
deportistas, que se observa en esquiadores acrobáticos.
Se trata de una lesión benigna situada en la parte poste-
rolateral del talón. La presencia de un punteado negro
es característica.
• Hematoma subungueal: bota demasiado corta, técnica
deportiva inadecuada; los descensos provocan esta afec-
ción.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares
Son frecuentes en los deportes de deslizamiento, pero
sobre todo en el patinaje sobre hielo o sobre ruedas, el
esquí de fondo y la modalidad free-ride/free-style, debido a
que la bota es menos estable y a la cuchilla del patín o el
patín de ruedas. La bota de esquí, más estable y más alta,
con un soporte y un ajuste eficaces, evita los problemas
de inestabilidad del pie. Los músculos afectados son los
estabilizadores internos (tibial anterior y posterior) y los
estabilizadores externos (peroneos).
El esquí puede causar hipertrofias a nivel de los maléo-
los y del cuello del pie. Una mala posición del pie o un
movimiento de gran amplitud provocan lesiones osteoar-
ticulares. La bota rígida del esquí alpino, de esquí de
travesía, de la modalidad acrobática o de free-carve provoca
fricciones continuas.
Afecciones de los túneles vasculonerviosos
Suelen deberse a una mala distribución de los apoyos.
Puede producirse un síndrome del túnel tarsiano con tras-
tornos circulatorios.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
La resección de los callos y de las durezas debe efec-
tuarse antes de la práctica de todos estos deportes. Las
uñas encarnadas pueden evitarse con un ajuste mejor de
la bota, una higiene rigurosa y un corte de las uñas ade-
cuado. Los fungicidas se emplean contra los dermatofitos
y las levaduras, pero una buena higiene y el uso de calceti-
nes limpios y adaptados a estos distintos deportes también
son una solución.
Los calcetines, unas botas que no compriman el pie, así
como productos tópicos con vitamina A son la solución
contra el eritema pernio.
La seudocromhidrosis se evita mediante la adición de
materiales amortiguadores en las botas, que impidan un
impacto elevado en la recepción de los saltos. Es preferible
utilizar materiales que no tengan consecuencias negativas
sobre el equilibrio, la postura y el movimiento.
El hematoma subungueal debe evacuarse por el borde
libre de la uña. La asepsia debe ser perfecta, porque la rea-
nudación de la actividad deportiva con el uso de las botas
puede causar una sobreinfección.
9
E – 27-141-C-10  El pie en el deporte
Tratamiento ortésico
El tratamiento ortésico es el que resulta más satisfac-
torio con gran diferencia. El aspecto principal es lograr
una comodidad extrema mediante el uso de técnicas de
moldeado de la ortesis y del botín interior inyectado. La
personalización obtenida es el primer factor básico que
debe respetarse. El moldeado de la ortesis o la elabora-
ción del botín interior pueden realizarse para lograr una
corrección o para aportar comodidad. La corrección de
los trastornos estáticos evita las hipersolicitaciones de los
sistemas osteoarticular y musculotendinoso. El uso de un
botín interior inyectado asociado a una ortesis termofor-
mada en todas estas disciplinas de deslizamiento aporta
a los deportistas posibilidades de tratamiento y de rea-
nudación rápida de la actividad. Los materiales usados
ofrecen todas las características técnicas deseadas para
cada deporte. El podólogo elige los materiales en función
del peso del deportista, del papel deseado y del deporte.
Se asocian elementos de corrección adicionales en fun-
ción de las afecciones y de la exploración física.
“ Punto importante
• La bota debe pensarse más en cuanto a su volu-
men que en cuanto a su talla, pues la talla no
siempre tiene en cuenta la anchura del antepié o
del retropié.
• Existen calcetines adaptados a cada disciplina.
Se fabrican con materiales adaptados lo mejor
posible a la práctica deportiva. Los refuerzos
situados en los maléolos, el cuello del pie y
unas costuras bien diseñadas garantizan una gran
comodidad.
• Los productos tópicos pueden usarse como
tratamiento preventivo de los problemas relacio-
nados con el frío, los roces y la hiperhidrosis.
Tenis [41]
El material específico de una actividad suele con-
siderarse el único vector exógeno de un rendimiento
inadecuado. En el tenis, dado que la raqueta se considera
el único elemento técnico, se realizan muchos esfuerzos
centrados en ella (los materiales compuestos, el cordaje,
así como los distintos tipos de pelota ocupan el centro
de toda la atención). No obstante, hay un ámbito que a
menudo suele estar poco estudiado: el análisis del pie y
de todas las interfases (zapatillas, suelos, calcetines, etc.).
Por tanto, los pies presentan un punto de anclaje que per-
mite una mejora del equilibrio muscular sobre el impacto,
sobre la distribución correcta de las fuerzas y sobre el
momento de «impulso». Los movimientos rotatorios muy
dinámicos requieren una potencia de anclaje considerable
a nivel del pie y se ven amplificados en las mujeres para
aumentar la potencia de golpeo.
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista
Un tenista jugará con más facilidad si empuña la
raqueta con la mano homolateral a una pierna corta
fisiológica. En el caso contrario, realizará esfuerzos que
repercutirán a nivel lumbar. El tenis es un deporte
rápido y multidireccional, con cambios de dirección
frecuentes y violentos que implican también saltos.
Las aceleraciones y desaceleraciones rápidas solicitan de
forma activa los apoyos podales. La pelvis constituye un
intermediario relevante para la actividad mecánica que
10
va del pie al miembro superior. Actúa como impulsor
del movimiento. Su acción de contrapeso debe encon-
trar un equilibrio entre la anteversión-retroversión y
la antepulsión-retropulsión para no generar tensiones a
nivel de los pies.
Se dispone de distintos modelos de zapatillas, depen-
diendo del terreno: tierra batida, suelos duros, hierba.
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de los callos, durezas, uñas encarnadas,
hiperhidrosis, flictenas, intertrigo micótico y hematoma
subungueal.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares
• En el pie y el tobillo:
◦ síndrome del sesamoideo medial;
◦ síndrome del túnel tarsiano;
◦ entesopatía del abductor del primer dedo;
◦ aponeurositis plantar;
◦ síndrome doloroso del 2.◦ radio de tipo bursitis;
◦ tendinopatías: tibial posterior y tibial anterior, ten-
dón de Aquiles, peroneos;
◦ osteocondrosis de crecimiento de tipo Sever.
• En la pierna y la rodilla:
◦ periostitis tibial;
◦ esguince de tobillo;
◦ síndrome rotuliano;
◦ tendinopatía de los músculos de la pata de ganso;
◦ osteocondrosis de crecimiento de tipo Osgood-
Schlatter;
◦ lesiones meniscales y cartilaginosas de la rodilla.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral:
◦ pubalgia;
◦ lesiones musculares del glúteo medio, de los isquio-
tibiales;
◦ coxalgia;
◦ lumbalgia;
◦ síndrome del hallux rigidus.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se desarrollan más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico
• Ortesis plantares dinámicas de base termoplástica (EVA
y resina compuesta) y de elastómero (espuma de NR,
CR) para las disciplinas dinámicas que requieren mucha
energía de propulsión.
• Ortesis plantares protectoras de base termoplástica (EVA
y PE) y de elastómero (CR y NBR) para el footing.
Se asocian elementos de corrección adicionales en fun-
ción de las afecciones y de la exploración física.
Voleibol
El voleibol es un deporte colectivo en el que compiten
dos equipos de seis jugadores en un terreno de 18 m de
longitud por 9 m de ancho con una red situada a 2,43 m
para los varones y 2,24 m para las mujeres.
Es uno de los deportes más practicados del mundo, con
260 millones de jugadores. El voleibol se reconoció como
deporte olímpico en 1957 (1996 para el voley-playa).
Datos del deporte: superficie, material,
movimiento, tipo de deportista
El voleibol se inventó en 1895 en Estados Unidos, por
Morgan, un profesor de educación física, para ocupar a los
atletas durante el invierto de ese año.
• Material: el balón pesa 160 g y mide 20 cm de diámetro.
Las zapatillas son de caña alta o baja dependiendo del
puesto o de las preferencias de los jugadores.
• Características morfológicas del jugador de voleibol: se
trata de un deportista completo. Debe ser dinámico
EMC - Podología

sobre sus apoyos y vivo en su ejecución del gesto téc-
nico, todo ello con mucha precisión. Los jugadores
suelen ser longilíneos y muy altos, salvo en los puestos
de líbero y de pasador, donde puede haber morfotipos
más bajos.
Afecciones específicas
Afecciones cutáneas
Se trata de callos, durezas, uñas encarnadas, hiperhidro-
sis, flictenas, intertrigo micótico y hematoma subungueal.
Afecciones musculotendinosas y osteoarticulares
Se distinguen por miembro más que por puesto.
• En el pie y en el tobillo [32] :
◦ mioaponeurositis plantar;
◦ esguinces de tobillo;
◦ contusión del talón;
◦ metatarsalgias;
◦ tendinopatía aquílea;
◦ lesión muscular del tríceps sural;
◦ osteocondrosis de crecimiento de tipo Sever.
• En la pierna y en la rodilla:
◦ tendinopatías rotuliana y/o cuadricipital;
◦ osteocondrosis de crecimiento de tipo Osgood-
Schlatter.
• En el muslo, la pelvis y la columna vertebral:
◦ pubalgia.
Tratamientos podológicos
Tratamientos cutáneos
Se exponen más adelante (cf infra).
Tratamiento ortésico
En primer lugar, hay que estudiar los distintos movi-
mientos del jugador, la recepción del servicio o de ataque,
la toma de impulso para efectuar un ataque o para con-
trarrestar a un adversario. El retropié también se compone
de elastómero remanente de forma natural de mayor o
menor altura, en función del objetivo buscado, pero para
conservar la propulsión del gesto técnico. Hay que insistir
en la estabilidad subastragalina.
Se utilizan ortesis plantares dinámicas de base ter-
moplástica (EVA y resina compuesta) y de elastómero
(espuma de NR, CR) para las disciplinas dinámicas que
requieren mucha energía de propulsión. Se asocian ele-
mentos de corrección adicionales en función de las
afecciones y de la exploración física.
 Enfermedades del pie
del niño deportista
La morfogénesis del pie y del miembro inferior del niño,
inducida por el cartílago de crecimiento y el cartílago
apofisario en fase de osificación y con una vasculari-
zación profusa, es un fenómeno muy jerarquizado que
experimenta modificaciones morfológicas debidas a las
tensiones mecánicas relacionadas con el aprendizaje de
la bipedestación estática y dinámica.
Las solicitaciones ocasionadas por la actividad depor-
tiva demasiado intensiva pueden participar en la
patogenia, al igual que el contexto genético, vascular,
endocrino o nutricional que determinan la cronología del
crecimiento.
Crecimiento del pie infantil [23, 42, 43]
La osificación del pie infantil, es decir, el paso de un
esbozo cartilaginoso al hueso, es un proceso perfecta-
mente programado y muy lento, pues comienza hacia el
3.er mes de vida intrauterina y finaliza a los 14 años en las
mujeres y a los 16 años en los varones.
EMC - Podología
El pie en el deporte  E – 27-141-C-10
1
2
3
Figura 3. Tres ejes del miembro inferior: eje del cuello femoral,
eje de los cóndilos femorales, eje de la articulación del tobillo.
1. Plano del fémur inferior; 2. plano del cuello del fémur; 3. plano
del tobillo.
La longitud del pie se triplica, pasando de 7,5 cm al
nacer a 26 cm al final del crecimiento.
Morfogénesis del pie y del miembro
inferior relacionada con
la bipedestación [4, 16, 42, 44–47]
La evolución del pie es el resultado de modifi-
caciones relevantes durante la vida fetal y desde el
nacimiento hasta la edad adulta, bajo la influencia de dos
factores:
• intrínseco: poder morfogénico propio de la persona;
• extrínseco: poder modelador, relacionado sobre todo
con factores neuromusculares y las estructuras conjun-
tivas (capsuloligamentarias y tendinosas) bajo el efecto
de la postura durante la vida fetal y de la madurez loco-
motora, hasta la edad adulta.
Estos dos factores explican la gran diversidad del mor-
fotipo en el niño y en el adulto.
Las técnicas de investigaciones clínicas y paraclínicas
(radiografías, tomografía computarizada [TC]) permiten
observar, normalizar y comprender estos fenómenos
de orientación del miembro inferior, como la torsión
femoral, el ángulo rotatorio fémur-tibia (tuberosidad
anterior-surco trocantéreo: TA-ST), la torsión tibial y la
detorsión submaleolar.
Durante la vida fetal, debido a la presión de la pared
uterina, el cuello femoral se encuentra en una posición
de anteversión, cuyo valor al nacer es de 40◦ y las piernas
y los pies se encuentran en una posición apoyada sobre el
cuerpo del feto en posición medial.
La evolución del miembro inferior desde el nacimiento
hasta la edad adulta se realiza hacia una superposición de
fenómenos óseos que asocia:
• una detorsión vertical del miembro inferior por:
◦ una disminución de la antetorsión femoral (de 20◦
en la madurez ósea): ángulo de declinación entre el
plano frontal bicondíleo y el plano del eje del cuello
femoral (disminución de 30◦ a los 2 años y de 3◦ cada
2 años),
◦ un aumento de la torsión tibial externa (de 20◦
en la madurez ósea): ángulo que forma el plano
frontal epifisario tibial superior con el plano bima-
leolar inferior (dos picos significativos a los 2 y a los
4 años);
• una disminución progresiva de la rotación tibial
(ángulo entre el eje bicondíleo y la tangente a los plati-
llos tibiales) que corresponde a una disminución de la
amplitud de rotación en la rodilla;
11
E – 27-141-C-10  El pie en el deporte
Pie
Contacto totalmente
Elevación Elevación
del talón apoyado en del de los
derecho el suelo talón dedos
0% 50%
Porcentaje del ciclo (tiempo)
Doble Doble
Apoyo unipodal
contacto contacto
derecho
Apoyo derecho
Oscilación izquierda
Duración del ciclo
• una detorsión submaleolar (normalizada de 10-15◦ ): eje
del pie centrado sobre el 2.◦ radio y de la perpendicular
del eje bimaleolar (Fig. 3).
Esta evolución rotatoria tiene como objetivo adaptar
del mejor modo posible a la bipedestación las adquisi-
ciones presentes al nacer y las debidas al crecimiento,
asociada a la resultante del ángulo de Fick y al ángulo
de paso (media de 7◦ a los 4 años).
Tiene como resultado una infinidad de situaciones
morfoestáticas posibles, así como de fenómenos compen-
sadores.
Los cinco factores que definen una marcha normal
según Gage son:
• una estabilidad en la fase de apoyo;
• la ausencia de tropiezo del pie durante la oscilación;
• la recolocación correcta del pie al fin de la oscilación;
• una longitud adecuada de los pasos;
• la conservación de la energía.
A partir de los 7 años, el niño ha adquirido la madurez
motora; estas reacciones son comparables a las del adulto
y la marcha se convierte en automática (Fig. 4).
Etiopatogenia y fisiopatología [47, 48]
La comprensión de esta morfogénesis y de la jerarquía
cronológica de la osificación permite detectar clíni-
camente las distintas afecciones de estas estructuras
debilitadas por el modelado inducido por el crecimiento,
sobre todo en los niños deportistas.
Los diversos estudios, en especial anglosajones, elabo-
rados sobre este tema plantean dos teorías que explican la
aparición de las alteraciones encontradas con frecuencia
en la consulta deportiva:
• la tesis del «estirón» sugiere la alteración del creci-
miento relacionada con la adaptación de la longitud
de los músculos al esqueleto, sometidos a solicitacio-
nes considerables durante los estirones del crecimiento;
algunas publicaciones constatan una recidiva tempo-
ral de los casos clínicos, con una correlación con las
fases de crecimiento infantil y el calendario depor-
tivo. Este concepto resulta aún más convincente en
los niños que presentan predisposiciones morfoes-
táticas y dinámicas como una antetorsión femoral
excesiva, que se compensa en la rodilla con afeccio-
nes rotulianas, o como una torsión tibial externa o
una detorsión submaleolar que se compensan con una
posición podálica de pies planos o valgos, valgo medio-
plantar, pies cavos varos o bien pies supinadores o
pronadores;
12
Figura 4. División del ciclo de la mar-
cha.
Contacto del
talón
derecho
100%
Doble
Apoyo unipodal
contacto
izquierdo
Oscilación derecha
Apoyo izquierdo
• el concepto de los microtraumatismos repetidos que
actúan según dos vectores anatomopatológicos:
◦ por compresiones óseas y articulares directas durante
los apoyos dinámicos intensivos y de las recepciones,
cuya consecuencia es la afectación del cartílago de
conjunción y del cartílago articular,
◦ por tracciones musculotendinosas causadas por los
esfuerzos repetidos que alteran las zonas apofisarias
y las zonas de osificación.
Se debe tener en cuenta también todo el entorno en
el que evoluciona el joven deportista quien, además, pre-
senta con frecuencia una diferencia considerable entre las
edades cronológica, ósea y estatural: el uso del tiempo
escolar, de la vida diaria, de los entrenamientos escolares
y en un equipo, la alimentación, el equipamiento depor-
tivo (sobre todo el calzado), el tipo de revestimiento del
suelo en el que se realiza la actividad.
Enfermedades deportivas relacionadas
con el crecimiento [4, 23, 24, 43, 44, 48, 49]
Se trata sobre todo del conjunto de las osteocon-
drosis u osteodistrofias de crecimiento. Estas afecciones
son las más frecuentes en los niños o adolescen-
tes deportistas, por las razones mencionadas con
anterioridad.
El motivo de consulta es un dolor mecánico diurno
(al contrario del dolor nocturno relacionado con el cre-
cimiento) en una zona bien delimitada uni o bilateral,
con mucha frecuencia crónico (hay un episodio anterior al
que no se ha prestado una atención especial), de aparición
progresiva, agravado con el esfuerzo deportivo (o incluso
que impide éste) y que disminuye con el reposo. Es infre-
cuente que aparezca de forma súbita y postraumática, en
cuyo caso sería invalidante, con un posible componente
diurno y la presencia de inflamación local con edema, e
incluso tumefacción.
En la exploración física, se observa dolor a la palpa-
ción, que se acentúa con el pinzamiento y la percusión.
En las zonas correspondientes a las inserciones mio-
tendinosas, la exploración contra resistencia y con
estiramiento pasivo del músculo puede desencadenar el
dolor.
El estudio radiológico es fundamental para descartar
alguno de los diagnósticos diferenciales, pero no es con-
cluyente para confirmar una afectación osteocondral.
Puede que no haya correlación entre la clínica y las
pruebas de imagen. En el caso contrario, estas pruebas
EMC - Podología

muestran una condensación heterogénea de los núcleos
de osificación afectados, con o sin contornos irregulares,
o una polifragmentación de estos últimos.
Osteocondrosis articulares
Corresponde a una afectación de los núcleos de osi-
ficación primarios y secundarios por hipersolicitación
interarticular.
Osteocondrosis de los cuneiformes
Se producen en niños de 3-7 años en los núcleos
primarios de osificación que, debido a su localización
de enclavamiento anatómico, sufren las solicitaciones
mecánicas durante el inicio de la actividad deportiva. En
la exploración, se observa un dolor durante la solicita-
ción activa y pasiva de la zona mediotarsiana. Las pruebas
de imagen informan sobre la integridad de las articula-
ciones, que pueden presentar una remodelación articular
secundaria.
Escafoiditis tarsiana o de Koelher-Mouchet
Se trata de una osteonecrosis del núcleo de osificación
del navicular que se produce bajo la influencia, por una
parte, de su posición de piedra angular anatómica del
mediopié y, por otra, del efecto de la tracción mecánica
del tibial posterior. Este trastorno afecta sobre todo a niños
de 3-9 años que practican deportes multidireccionales,
con presencia de dolor en la parte medial o dorsal del
pie, que puede evolucionar hasta ser invalidante. En la
exploración, se observa un dolor al presionar el navicular,
que aumenta con la pronación dinámica del pie (paciente
joven que presenta un trastorno estático del pie: pies pla-
nos valgos, pies pronadores, pies cavos) o con la inversión
frente a resistencia (debe distinguirse de una tendinopatía
del tibial posterior). La radiografía muestra una modifi-
cación del núcleo de osificación, que adopta un aspecto
bicóncavo condensado característico.
Afectaciones epifisarias de las cabezas metatarsianas y
enfermedad «de Freiberg»
Estos trastornos pueden afectar a las cinco cabezas
metatarsianas entre los 8 y 16 años. La más frecuente
es la de la 2.a cabeza, denominada «osteocondrosis de
Freiberg», que suele observarse en niñas de 12-15 años
que tienen un pie griego, en el que la mayor solicitación
recae en el 2.◦ radio, con una insuficiencia de apoyo del
1.er radio.
En la exploración, se observa la presencia de dolor
intenso en la palpación de la cabeza afectada.
En las lesiones evolucionadas, la exploración radio-
lógica puede mostrar una afectación articular dorsal
evolutiva.
Los deportes que solicitan los apoyos anteriores son los
más propensos a la aparición de estas afecciones, sobre
todo el tenis (en especial con una fisiología de pie cavo
anteromedial), el balonmano, el baloncesto, el atletismo,
el fútbol con tacos y la danza clásica.
Osteocondrosis extraarticulares
Se producen en:
• una apófisis que corresponde anatómicamente a una
zona de unión músculo-tendón-hueso, que presenta
una solicitación directa por la tracción muscular;
• un hueso supernumerario.
Osteocondrosis de Sever
Se caracteriza por la presencia de talalgia posteroinferior
mecánica, exacerbada durante el esfuerzo y que corres-
ponde a la afectación del núcleo de osificación secundario
del calcáneo no soldado, que es vulnerable y está muy
expuesto a los impactos sobre el talón y también a las
solicitaciones intensas del sistema suroaquiliano plantar.
Esta afección es recidivante en deportistas jóvenes de 9-
12 años, que practican deportes de desplazamiento rápido
EMC - Podología
El pie en el deporte  E – 27-141-C-10
con disparo, impulsión y recepción y que presentan tras-
tornos morfoestáticos como una hipoextensibilidad del
tríceps o un pie valgo.
Enfermedad de Iselin
Se trata de una afección osteocondral del tubérculo de
la base del 5.◦ radio que, por su forma prominente sobre
el borde lateral del pie y debido a la tracción del peroneo
corto que se inserta en él, sufre tensiones mecánicas y de
compresión en la práctica de los deportes de combate, la
danza, la carrera a pie o los deportes con calzado estrecho
en los niños de 8-13 años.
En la exploración, se observa una tumefacción sobre la
estiloides del 5.◦ metatarsiano.
Enfermedad de Renander
Se trata de una osteodistrofia de crecimiento de los sesa-
moideos del 1.er radio que afecta sobre todo a niñas de
9-17 años que realizan deportes que solicitan a la 1.a arti-
culación metatarsofalángica en una fase propulsiva como
en la danza, la gimnasia, el atletismo, el tenis y el fútbol.
Afectaciones sobre los huesos supernumerarios
Por su situación anatómica (prominentes o incluidos
en una estructura de inserción tendinosa), experimen-
tan hipersolicitaciones traumáticas por choques directos
o por los conflictos que pueden provocar el uso de calzado
deportivo (esquí, patinaje, danza) y/o solicitaciones de
tracción musculotendinosa: es lo que sucede con el navi-
cular accesorio y el hueso de Vesalio o, también, con el
hueso trígono, situado en un espacio articular donde sufre
conflictos mecánicos secundarios a la amplitud articular
relacionada con los gestos deportivos repetidos.
Otras osteocondrosis de crecimiento del
miembro inferior
Otras afectaciones de las estructuras de osificación
pueden observarse en todo el miembro inferior, con fac-
tores etiopatogénicos relacionados con las solicitaciones
deportivas, los factores de crecimiento y la morfoestato-
dinámica del pie.
Enfermedad de Osgood-Schlatter
Se trata de una apofisitis de la tuberosidad tibial ante-
rior por tracción del tendón rotuliano cuando se tensa
el aparato extensor de la rodilla, que está muy solicitado
cuando se corre sobre terreno duro, en los disparos, las
impulsiones y las recepciones. Afecta sobre todo a niños
de 10-15 años y a niñas de 8-14 años.
Enfermedad de Sinding-Larsen
Es una osteocondrosis de la punta de la rótula debida al
efecto del mismo proceso patógeno que el de la enferme-
dad de Osgood-Schlatter. Se observa en adolescentes de
10-14 años y provoca un dolor mecánico que se agrava al
subir y bajar escaleras.
Enfermedad de Koening
Se trata de una osteocondrosis que afecta a los cóndilos
femorales, provocada por actividades que originan micro-
traumatismos repetidos, como en los deportes colectivos
(balonmano, fútbol, baloncesto, rugby) o el tenis, el judo
y la gimnasia.
Epifisitis vertebral o enfermedad de Scheuermann
Es una alteración de la integridad de los platillos verte-
brales, sobre todo en los jóvenes con cifosis, con cadenas
posteriores e hipertonía (atletismo, danza, equitación)
(Fig. 5).
Diagnósticos diferenciales
Se pueden citar las siguientes causas:
13
E – 27-141-C-10  El pie en el deporte
4 tación de las tracciones musculotendinosas o bien
1 jóvenes [23, 24, 43, 44, 47]
2
2 Pueden afectar a todos los huesos del pie y del miem-
3 se relacionan con una elasticidad y un modelado mayor,
3 así como con un diámetro óseo que debilita la resisten-
A B
Figura 5. Osteocondrosis juveniles del pie (A) y del miem-
bro inferior (B). 1. Apofisitis posterior del calcáneo, denominada
«enfermedad de Sever»; enfermedad de Haglund; 2. osteo-
condrosis del navicular o enfermedad de Kohler-Mouchet;
3. enfermedad de Freiberg u osteocondritis del 2.◦ metatarsiano;
4. osteocondrosis de Osgood-Schlatter.
• traumáticas: fractura, fractura de estrés;
• infecciosas: osteomielitis, osteítis, etc.;
• constitucionales: sinostosis;
• tumorales: sarcoma de Ewing, osteoma osteoide, etc.;
• cutáneas: verruga, dermatosis, cuerpos extraños, etc.;
• sistémicas: hiperuricemia, hiperlipidemia;
• reumáticas: artritis crónica juvenil, espondiloartritis
anquilosante juvenil, etcétera.
Tratamiento
La actitud que debe adoptarse respecto a estas afeccio-
nes se modifica según la sintomatología (grado de dolor),
la magnitud de las lesiones radiológicas, la edad del niño,
su nivel de práctica y su implicación.
La primera de las medidas es el reposo total del joven
deportista, tanto en su actividad como en sus gestos coti-
dianos y, sobre todo, hacerle comprender mediante un
proceso educativo cuál es la utilidad de la interrupción
temporal para lograr una reanudación más rápida de las
actividades en el calendario de la temporada antes de que
ésta o la siguiente se vea comprometida por un trata-
miento más drástico.
Cuando desaparece globalmente el dolor, se propone
una reanudación progresiva de una actividad (la menos
explosiva desde el punto de vista muscular), asociada a
ejercicios de estiramiento de las cadenas musculares retraí-
das y de flexibilidad.
El tratamiento pluridisciplinario facilita la remisión de
los síntomas:
14
• médico;
• kinesiterápico: crioterapia, fisioterapia (ultrasonidos,
ionización), estiramientos y trabajo muscular especí-
fico y apropiado a cada disciplina para rearmonizar una
coherencia isométrica y concéntrica de los músculos
agonistas y antagonistas (síndrome de Lucy);
• podológico: también debe ser coherente con los gestos
deportivos y se aplica después del estudio de los apoyos
plantares en actitud estática y dinámica. Dependiendo
de la afección, la ortesis plantar tendrá como función:
◦ la descarga de la zona afectada, bien mediante la limi-
por descarga de las tensiones de apoyo o de fricción,
◦ la corrección de los trastornos estatodinámicos de los
pies susceptibles de causar o de agravar este tipo de
alteración de forma directa o indirecta.
Traumatología deportiva en deportistas
Engloba el conjunto de las afecciones deportivas intrín-
secas a cada disciplina, aunque con ciertas peculiaridades,
que pueden comprometer la integridad ósea, articular y
muscular, así como un proceso armonioso y equilibrado
del crecimiento.
Fracturas
bro inferior, con un riesgo de alterar el crecimiento de
los segmentos del miembro (diferencia de longitud, detor-
sión y torsión modificadas). Sus características mecánicas
cia al impacto. Afectan sobre todo a los huesos largos y
su localización es muy frecuente en las zonas de creci-
miento apofisarias debido a la fragilidad de estas regiones
anatómicas por el proceso de osificación.
Tendinopatías
Son poco frecuentes en los deportistas jóvenes, porque
las zonas más frágiles son las inserciones tendinosas en las
zonas apofisarias (cf supra).
Periostitis
Las periostitis, sobre todo del compartimento ante-
rior, son muy frecuentes al principio de la temporada
o durante los períodos de solicitaciones elevadas. Se
deben tratar con rapidez, porque la debilidad del perios-
tio puede hacer que evolucionen deprisa hacia fracturas de
estrés.
Inestabilidad tibiotarsiana
Los niños presentan una laxitud y una elasticidad
ligamentarias fisiológicas que pueden causar caídas reci-
divantes, similares a esguinces benignos debido a que
la masa corporal es relativamente baja. La inestabilidad
tibiotarsiana se trata en un primer momento mediante un
trabajo propioceptivo, pero si se confirma en el tiempo,
sobre todo con episodios agudos, se requiere un tra-
tamiento con ortesis plantares moldeadas durante la
actividad deportiva.
Condropatía femororrotuliana
Se caracteriza por la presencia de dolor en el compar-
timento anterior de la rodilla debido a una anomalía de
la articulación de la rótula con la tróclea femoral, lo que
causa una afectación cartilaginosa durante la flexión y la
extensión de la rodilla. Es más frecuente en chicas jóvenes.
EMC - Podología

Puede deberse a varios factores:
• anomalías óseas del miembro inferior: hiperantever-
sión del cuello femoral, genu valgo o genu hiperlaxo,
malposición de la tuberosidad tibial anterior, torsión
tibial externa;
• defecto de balance muscular: hipotonía del vasto
medial y de los músculos de la pata de ganso e hiper-
tonía del vasto lateral asociada a la de los músculos del
bíceps y de la cintilla iliotibial, hipotonicidad cuadrici-
pital y retracción de los músculos posteriores;
• defecto de estabilización pasiva: alerón rotuliano
medial respecto al lateral;
• fisiología inadecuada de la tróclea femoral o de la rótula.
Síndrome doloroso de los
compartimentos lateral y medial del
tobillo
Se observa en los niños que presentan un valgo podal
marcado, que provoca dolores precisos debido a la com-
presión del compartimento lateral y dolores difusos frente
al compartimento medial por estiramiento del complejo
musculotendinoso.
Se puede realizar un estudio radiológico para eliminar
el riesgo de sinostosis astragalocalcánea.
Los trastornos relacionados con la traumatología depor-
tiva son más graves en los niños cuando se producen
durante su crecimiento y pueden alterar de forma tem-
poral o irreversible el proceso evolutivo inherente a su
esqueleto y a su musculatura.
En el tratamiento, es esencial incluir una actitud
preventiva frente a los diversos factores de sobreentrena-
miento a los que está sometido el joven deportista (ritmo
deportivo y escolar), así como a los factores favorecedo-
res intrínsecos (morfotipo) y extrínsecos (equipamiento,
calzado, etc.).
Para que estas afecciones, que en algunos deportistas
pueden ser recidivantes durante todo el crecimiento, per-
manezcan asintomáticas a pesar de los entrenamientos
más o menos intensivos, es obligatorio explicar su modo
de aparición al entorno familiar y deportivo, así como al
joven deportista para que éste adquiera pronto un cono-
cimiento de sus límites y de sus aptitudes.
 Dermatología del deporte y
consejos
La práctica del deporte provoca problemas cutáneos
que alejan a los deportistas de las competiciones, ya sean
de tipo aficionado o profesional, o incluso les impiden
participar en ellas. Con una preparación rigurosa, estas
afecciones pueden evitarse o tratarse si no se ha realizado
una prevención previa.
Hay que saber a la perfección cuáles son las interrela-
ciones entre el trabajo del podólogo y el deportista, por lo
que es esencial contar con unos conocimientos precisos
de las afecciones deportivas y de los productos de cuidado.
Prevención
Desecado
• Función: efecto astringente.
• Acción: preparar la piel para la aplicación de las solu-
ciones que favorecen su resistencia a la fricción.
• Consejos: evitar los baños calientes y prolongados de
los pies antes del inicio de una competición o una
ruta de senderismo, porque debilitan la epidermis; si
las ampollas son frecuentes, aplicar 15 días antes de la
prueba la solución una vez al día con una compresa en
todo el pie.
EMC - Podología
El pie en el deporte  E – 27-141-C-10
• Tipo de solución: solución de ácido cítrico al 2%.
Aplicación de cremas
• Función: antirrecalentamiento.
• Acción: evitar el recalentamiento de la piel con el cal-
cetín y el calzado.
• Consejos: aplicar justo después del desecado una crema
antirrecalentamiento 15 días antes de la competición y
el mismo día de ésta en todo el pie, insistiendo en las
zonas de fricción; esta crema contiene un producto que
deja en la superficie de la piel una película protectora
que permite el deslizamiento y evita las ampollas. Esta
operación debe repetirse en cada parada prolongada y
cada vez que se cambien los calcetines.
Hidrocoloide
• Función: evitar la formación de ampollas; proteger las
zonas sensibles (zonas de roce).
• Acción: formar una segunda piel y proteger la epider-
mis, previniendo su despegamiento.
• Consejos: debe utilizarse si el desecado preventivo y la
aplicación de crema no se han podido realizar; emplear
de forma preferente hidrocoloides translúcidos, porque
si existen flictenas, se podrán visualizar.
Corte de las uñas
• Función: evitar los traumatismos entre las uñas y el
calzado.
• Acción: cortar las uñas de forma cuadrada, en perpen-
dicular a su eje, o de forma ligeramente redondeada,
respetando la forma del dedo; evitar el corte en bisel,
porque conlleva un riesgo de que se encarne la uña.
• Consejos: utilizar una pinza de uñas en lugar de un
cortaúñas. Las uñas se debe cortar con regularidad,
teniendo en cuenta la forma de la pulpa del dedo. Se
deben evitar los conflictos con el calzado y con los otros
dedos.
Regulación de la temperatura
• Función: evitar la disminución de la temperatura de las
extremidades.
• Acción: utilizar cremas basadas en la vitamina A para
reforzar la resistencia de la piel; friccionar con regu-
laridad los pies para activar la microcirculación de los
dedos.
• Consejos: utilizar calcetines fabricados con fibras que
mantengan los pies calientes y secos.
Cuidados sobre el terreno
Ampollas (flictenas)
• Definición: despegamientos provocados porel recalen-
tamiento y constituidos por una acumulación de agua
o de sangre en el espesor de la piel y que se producen
en zonas sometidas a roces repetidos. La fricción repe-
tida asociada también a un trastorno estático favorece
su formación. En el estadio más avanzado, se observa
un despegamiento de la epidermis plantar.
• Acciones curativas:
◦ primer estadio: rojeces (eritema); aplicar una solu-
ción de curtido, una pomada antirrecalentamiento
y utilizar una protección cutánea;
◦ segundo estadio: despegamiento de la piel; aplicar un
desinfectante local (antiséptico de tipo amonio cua-
ternario); puncionar el líquido seroso con una jeringa
desechable; introducir eosina acuosa (mercuresceína)
y aspirarla; aplicar una solución de curtido y crema
antirrecalentamiento;
◦ tercer estadio: desgarro de la piel; desinfección local
con un antiséptico no alcohólico (si es posible, con-
servación de la piel despegada); aplicar eosina acuosa
15
E – 27-141-C-10  El pie en el deporte
Figura 6. Maceración.
al 2% o mercuresceína; proteger la piel con una
pomada de vitamina A, una compresa y una banda
de contención.
Hematoma subungueal
• Definición: derrame sanguíneo formado por impacto
directo o microimpactos repetidos con un calzado mal
adaptado.
• Acción: descomprimir para evitar la caída de la uña y el
dolor.
• Tratamiento:
◦ desinfectar la uña con un antiséptico;
◦ puncionar el hematoma con una aguja estéril o con
una fresa (en la consulta) para evacuar la sangre;
◦ Aplicar una compresa estéril y fijarla con un espara-
drapo alrededor de la uña.
• Consejos:
◦ usar un calzado adaptado a la forma del pie, una talla
mayor de la normal (dejarse aconsejar por un vende-
dor especializado); no utilizar calzado nuevo el día
de la marcha; saturar la uña con crema grasa;
◦ sólo en caso de urgencia y de un dolor excesivo sobre
el terreno: se puede usar un clip calentado con una
llama para puncionar con suavidad la placa ungueal
con el fin de evacuar el hematoma; utilizar un anti-
séptico cutáneo antes y después.
Maceración (Fig. 6)
• Definición: secreción considerable de sudor que modi-
fica la textura de la piel, que se debilita al ablandarse,
lo que favorece la proliferación secundaria de micosis
(«pie de atleta»).
• Acción: limitar y regular la transpiración.
• Tratamiento preventivo:
◦ adoptar una higiene estricta, secando los espacios
interdigitales de forma cuidadosa;
◦ aplicar productos antitranspirantes (en polvo o aero-
sol);
◦ usar un calzado ventilado; debe limpiarse y secarse
con periodicidad;
◦ cambiar el calzado en cuanto adquiera un olor nau-
seabundo.
• Tratamiento curativo:
◦ desecado de la piel;
◦ tratamiento antimicótico (consultar con el médico o
el podólogo).
Cuidados después del deporte
Tratamiento
• Desinfección local con un antiséptico no alcohólico.
• Apósito de vitamina A o aceites esenciales.
16
Botiquín para tratamiento sobre el terreno:
farmacología podológica
Contenido
Su contenido depende del tipo y de la duración de la
actividad,por motivos de ligereza. Un trekking en el frío
no requiere los mismos productos que un maratón en un
desierto de arena.
• Guantes estériles: por motivos de asepsia.
• Jeringas desechables: por motivos de asepsia.
• Agujas estériles: por motivos de asepsia.
• Tijeras: para recortar compresas y apósitos.
• Eosina: antiséptico astringente.
• Compresas de 10 ×10: pequeñas, pero suficientes para
el pie (estériles y no estériles).
• Venda elástica: para el vendaje del tobillo.
• Tul graso: tratamiento de las heridas (ampollas).
• Ácido cítrico al 2% u otros productos: desecado de la
piel.
• Aerosol frío: para las contusiones, vasoconstrictor y
antiinflamatorio.
• Vaporizador antitranspirante: controla la sudoración o
la humedad a nivel del pie.
• Talonera amortiguadora de material flexible: alivio
momentáneo del dolor en el talón.
• Pinza de depilar: extracción de espinas o de cuerpos
extraños.
Dependiendo del espacio disponible, si la logística de
la carrera es esencial, se deja la máxima cantidad de pro-
ductos en el centro de descanso. El botiquín no debe ser
voluminoso.
Ejemplos de botiquines
• Rutas cortas: cremas antirrecalentamiento, antiséptico,
apósitos hidrocoloides, venda elástica y tijeras.
• Rutas de 3 días: cremas antirrecalentamiento, anti-
séptico, apósitos hidrocoloides, venda elástica, ácido
cítrico al 2%, tijeras, eosina, árnica en crema y colodión
ricinado al 5%.
• Carreras por la arena: cremas antirrecalentamiento,
ácido cítrico y colodión ricinado al 5%.
Aceites esenciales
Los aceites esenciales son útiles porque se aplican porvía
cutánea. En la mayoría de los casos se presentan en dilu-
ción con aceites vegetales y ofrecen una eficacia rápida.
• Impactos y hematomas: aceites esenciales de helicrisa
italiana; reabsorben el derrame sanguíneo (en los hema-
tomas subungueales).
• Tendinitis: aceites esenciales de gaulteria, antiinflama-
torios (uso puro); en sinergia con un macerado de árnica
(cinco gotas de árnica, dos gotas de gaulteria).
• Sinergia de nutrición hidratante y regenerante: compo-
sición ya combinada (aceites esenciales de mirto rojo,
geranio, bourbon, lavandín súper, laurel noble; aceites
vegetales de jojoba, rosa mosqueta).
• Sinergia antifúngica: composición ya combinada (acei-
tes esenciales de lavandín súper, niauli, árbol del té,
tomillo tujanol; aceites vegetales de jojoba, guanandí,
rosa mosqueta).
• Esguinces y lesiones musculotendinosas: composición
de aceites esenciales de alcanfor, de gaulteria y de clavo
para las principales; poseen una acción de frío durante
20-30 minutos, así como una acción calmante. Se deja
que penetre y después la parte tratada se mantiene en
reposo, sin masajearla, durante 30 minutos.
• Aceite de masaje muscular: composición de aceites
esenciales (gaulteria, alcanfor de romero, lavandín
abrial, estragón, menta piperita), que proporciona una
relajación rápida a los músculos y a las articulacio-
nes fatigadas; se recomienda sobre todo tras el esfuerzo
deportivo.
EMC - Podología

Las afecciones cutáneas constituyen una proporción
significativa de los trastornos que sufren los deportistas.
Los terapeutas disponen de una gama de productos y
técnicas de cuidados, aunque la prevención sigue siendo
el elemento fundamental, con posibilidades de cuidados
durante y después de la competición.
 Podología y evoluciones
técnicas
El deportista, en su búsqueda de rendimiento, sufre
múltiples trastornos que requieren una atención intensa y
multidisciplinaria por parte de los terapeutas. Un mínimo
grano de arena en un engranaje en constante evolución
requiere un análisis multifactorial. Es obligatorio cono-
cer los distintos elementos constituidos por el calzado,
los suelos y los calcetines.
Los temas que se exponen a continuación no pro-
porcionan soluciones, sino que plantean cuestiones que
requieren respuestas.
Suelos deportivos
El deportista realiza su actividad sobre suelos adecua-
dos o no para su actividad. Estas superficies pueden estar
fabricadas por industrias que favorecen las necesidades
específicas de una disciplina que presenta una serie de
requisitos concretos o bien ser naturales, en cuyo caso
obligan a que el deportista se adapte y controle las solici-
taciones y tensiones para practicar su actividad en buenas
condiciones.
Suelos industriales [29]
Los suelos de interior, que sufren menos las incle-
mencias meteorológicas se fabrican según unos requisitos
precisos. Se diseñan para la seguridad de los apoyos
(deslizamiento), el rendimiento (elasticidad), la como-
didad (flexibilidad) y la seguridad (amortiguación). Sin
embargo, su diseño está dirigido a los deportistas adultos
con una masa superior a 70 kg y precisa una adaptación
exigente a los niños.
Los suelos de exterior de tipo atletismo sufren condi-
ciones que alteran sus cualidades, al igual que los campos
sintéticos de fútbol, de rugby, de tenis, etcétera.
Para el podólogo, el suelo industrial permite un trabajo
preciso. Sin embargo, se debe realizar una evaluación jui-
ciosa para aconsejar al deportista sobre el uso de ortesis
plantares o de zapatillas adecuadas.
Suelo naturales (asfalto, arena, tierra,
hierba) [29]
Los suelos naturales requieren mucha atención. Las
condiciones meteorológicas modifican la calidad de un
material inestable. El asfalto cambia en función de una
temperatura negativa o superior a 30 ◦ C.
La arena, que es inestable, requiere mucho esfuerzo
muscular de estabilización y provoca tensiones tendino-
sas.
La hierba dura (cuando hace frío) y, de forma paradó-
jica, un terreno muy embarrado, no permiten una buena
adherencia.
Durante la reanudación del apoyo del pie en el suelo,
existe una primera fase denominada «pasiva» (arco reflejo)
antes de que intervenga la actividad muscular de la
segunda fase denominada «activa» [35] .
Hay dos reflexiones obligatorias: se debe estabilizar y
proteger a la vez el apoyo y no utilizar un material dema-
siado blando (que causa inestabilidad) ni demasiado duro
(que puede lesionar), y tampoco elementos que alterarían
el trabajo muscular de la fase activa.
EMC - Podología
El pie en el deporte  E – 27-141-C-10
Calzado deportivo
Aunque el calzado parece remontarse a 5.500 años, el
de tipo deportivo con especificidades técnicas es una crea-
ción de la industrialización del caucho, que tuvo su auge
al final del siglo XIX y a principios del siglo XX [49] .
En la actualidad, existe una multitud de productos que
se asocian a una cierta mejora del rendimiento, pero que
requieren una cierta experiencia a la hora de usarlos para
no crear afecciones de compensación [37] .
El calzado es un elemento fundamental. El trabajo del
podólogo depende en parte de una utilización adecuada
de los cuidados (ortesis o cuidados podológicos) y de las
interfases usadas por los deportistas. En nuestra práctica
diaria, aconsejamos esencialmente los modelos de carrera
a pie, carreras de aventura, tenis, senderismo y, según las
regiones, de fútbol, rugby y baloncesto.
Anatomía del calzado deportivo
• El corte está constituido por varias partes: el empeine,
los refuerzos, la lengüeta, el interior de la zapatilla y los
cordones.
• El suelo del calzado tiene como finalidad amortiguar,
estabilizar, así como favorecer la adherencia y la resis-
tencia a la abrasión. Está constituido por tres partes:
◦ la suela exterior, para proporcionar adherencia con el
suelo y proteger la entresuela. El material utilizado es
caucho reforzado, por su durabilidad y adherencia;
◦ la entresuela, para ofrecer amortiguación y comodi-
dad de adaptación;
◦ la plantilla para la estabilidad, la comodidad de
adaptación, la amortiguación y la absorción de la
sudoración [12, 26, 33, 36, 37, 50] .
Desde hace unos 15 años, los fabricantes han integrado en
su ficha técnica una terminología procedente de la fisiolo-
gía y de la mecánica. Es frecuente que aparezcan términos
como supinación, pronación, neutro, propulsión, estabi-
lidad y flexibilidad. Por desgracia, las funciones atribuidas
al calzado no son adecuadas a la situación.
La supinación y la pronación son componentes indis-
pensables para el corredor. La supinación permite al pie
aterrizar para absorber las energías, preparar la propulsión
y transferir el apoyo hacia el otro pie. El paso hacia la posi-
ción intermedia neutra y, después, a la pronación, es un
impulsor que desencadena la flexión de la rodilla [3, 11] .
El calzado se aconseja no para corregir un defecto de
funcionamiento del corredor (mala técnica, afecciones de
los pies, mala sincronía), sino para adaptarse a criterios
más sencillos: protección, rendimiento, comodidad [12] .
Si el deportista aterriza demasiado pronto sobre el
mediopié o el antepié, sufre fuerzas de cizallamiento que
provocan tensiones en las articulaciones del mediopié.
Para el maratoniano, un método sencillo es remitirse al
rendimiento: para los atletas que corren en alrededor de
2 h 10 min, se escogen zapatillas de 200 g, para una marca
de 2 h 20 min, de 220 g, para 2 h 50 min, de 280 g, y para
una de 3 h 30 min, de 330 g. Para una duración mayor, se
emplean las zapatillas de la máxima protección posible.
Sin embargo, los consejos dependen de la calidad de los
deportistas: la ligereza se emplea para el rendimiento; el
peso de una zapatilla se mide en gramos y el del corredor
en kilogramos. Se deben preferir las zapatillas construidas
según el principio de dos tercios posteriores y un tercio
anterior, que se adaptan mejor a la mecánica del pie, que
se flexiona en la articulación metatarsofalángica para la
carrera a pie.
Cuanto más rígida es la zapatilla en el plano frontal,
mayor es su rendimiento; no obstante, a velocidad baja,
los músculos intrínsecos sufren mucho más. En cambio,
parece difícil analizar el tipo de carrera mediante el
desgaste de la zapatilla de running, porque este desgaste
suele deberse a varios parámetros sin relación con el tipo
de carrera: fuerza de fricción, gravedad terrestre, calidad
17
E – 27-141-C-10  El pie en el deporte
de la zapatilla, masa del corredor, etcétera. El tenista tiene
zapatillas adaptadas a la tierra batida y a las superficies
sintéticas. Un jugador de rugby utiliza zapatillas de
running/entrenamiento adaptadas a su masa y que no
deben emplearse durante las sesiones de musculación. Es
preferible recomendar tacos redondos atornillados más
que láminas, que fijan demasiado el pie al suelo, lo que
provoca un bloqueo en los movimientos de torsión, cuyo
brazo de palanca conlleva un riesgo de ascender a nivel
de la rodilla.
Materiales y técnicas de
termoformación
La tercera ley del movimiento (denominada en oca-
siones ley de acción-reacción) de Isaac Newton (físico y
matemático inglés, 1642-1727), cuyo enunciado afirma
que «Cuando una fuerza actúa sobre un cuerpo, existe
una fuerza igual y opuesta del mismo tipo que actúa sobre
un cuerpo distinto», ayuda a comprender las necesidades
de un deportista que sufre cargas de trabajo durante su
actividad deportiva [51] .
El impacto supone una intensidad por una duración. Al
igual que cualquier sistema físico, existe una frecuencia
propia que se debe atenuar. El calzado o una ortesis pue-
den amplificarla. La ortesis constituye un filtro que se debe
utilizar con precisión. Este sistema de resorte funciona en
distensión y en compresión; la masa del deportista y la
fuerza ejercida deben conocerse. A este nivel, hay que
saber el rendimiento muscular concéntrico y excéntrico
del gesto deportivo [16] .
Todos los parámetros citados previamente son ele-
mentos que se deben tener en cuenta, al igual que la
correspondencia adecuada entre el suelo, el calzado y el
movimiento. Un deportista puede agotarse si la energía
restituida por un suelo demasiado dinámico o un material
demasiado viscoelástico es superior a su capacidad neu-
romuscular. Por otra parte, la restitución intermitente es
nefasta para el deportista, porque consume su energía. La
amplia elección de polímeros, asociada a las técnicas de
aplicación ofrece un abanico infinito de soluciones.
Los cuatro grandes tipos de materiales sintéticos son
los termoendurecibles, los termoplásticos, las fibras y los
elastómeros [27] .
Unas reglas sencillas y mnemotécnicas permiten ayu-
dar a la hora de escoger los polímeros en función del
objetivo buscado. Por ejemplo, respecto a la elasticidad,
pueden ordenarse los materiales del menos elástico al más
elástico del siguiente modo: PE: poco elástico; EVA: evi-
dentemente elástico; elastómero: más elasticidad.
Utilidad y fundamentos de las plantillas
termoformadas en los deportistas
La práctica deportiva, con independencia del nivel de
entrenamiento, provoca una hiperutilización del sistema
osteoarticular, muscular y cutáneo. La carga mecánica
aplicada al cuerpo humano depende de la intensidad, la
dirección, la duración y la fuerza aplicada, y se relaciona
con el tipo de ejercicio. A continuación se expone cada
situación caso por caso.
Hay que estar atento y desconfiar de las fuerzas imper-
ceptibles. La tercera ley de Newton afirma que: «cualquier
cuerpo A que ejerce una fuerza sobre un cuerpo B expe-
rimenta una fuerza de intensidad igual, de la misma
dirección, pero de sentido contrario, ejercida por el cuerpo
B». En resumen, cualquier acción produce una reacción.
El terapeuta interviene a este nivel para adaptar las orte-
sis, teniendo en cuenta las reacciones del deportista y de
su entorno.
Las ortesis plantares se termoforman para personali-
zar el calzado. Las bases son elásticas, para lograr mayor
18
rendimiento, o protectoras, para obtener más resistencia.
Se les añaden elementos compensadores, estabilizadores,
así como revestimientos estudiados en función de las fuer-
zas de fricción.
Se deben analizar las interacciones comunes de la uti-
lización de los materiales del calzado sobre el suelo, para
evitar las vibraciones, que, por resonancia, pueden provo-
car lesiones en los tejidos.
El análisis del impacto se realiza con sistemas de
medición: plataformas dinamométricas. Se estudia la
intensidad del impacto respecto a una duración. Dicho
impacto tiene una frecuencia propia (como cualquier sis-
tema físico) y hay que utilizar filtros para atenuarlo. Estos
filtros son útiles, pero no indispensables.
La fuerza vertical de reacción del suelo en función del
tiempo es variable y se obtienen valores diferentes depen-
diendo de las actividades: carrera, marcha y saltos, que
implican una solución ortésica adaptada. El coeficiente de
transferencia de fuerza se mide entre una fuerza de entrada
y una fuerza de salida. Para evitar cualquier efecto vibra-
torio contaminante, se requiere una relación inferior a 1.
Algunos materiales absorben la energía por amorti-
guación interna. La energía absorbida se transforma en
calor por el efecto Joule [28] . Algunos materiales absorben
la energía por deformación. El efecto Joule es mínimo,
pero la inestabilidad es mayor. La elasticidad del material
influye en los deportes dinámicos.
Calcetines técnicos
Desde hace unos 10 años, los fabricantes de calcetines
han llevado a cabo grandes avances técnicos para la ela-
boración de modelos adaptados a cada situación. Aunque
todos los podólogos conocen los modelos recomendados
para las afecciones vasculares, no sucede lo mismo con la
práctica deportiva.
El podólogo no debe interesarse en la evolución comer-
cial, sino en la de tipo técnico. La fabricación de un
calcetín es comparable a la elaboración de una formula-
ción farmacológica: hay que determinar su composición,
en qué cantidad y en qué zona del calcetín.
Hay que plantearse un gran número de preguntas,
aunque los podólogos no tienen por qué conocer a la per-
fección las composiciones de los calcetines, pero sí saber
por qué se aconseja cada modelo.
El calcetín: componente esencial entre el
pie y el calzado
Dentro del equipamiento del deportista, los calcetines
suelen recibir muy poca atención, aunque, al igual que
el calzado, son fundamentales para conservar el pie. A
ningún deportista se le ocurriría correr con calcetines de
vestir, aunque algunos realizan su deporte con calcetines
de algodón. Este tejido tiene propiedades muy interesan-
tes de comodidad para una actividad diaria de tipo estático
o semiestático; en cambio, durante la práctica deportiva,
el algodón absorbe la transpiración, lo que incrementa los
riesgos de micosis, y se endurece, lo que aumenta el riesgo
de aparición de ampollas.
Una vez conocida la composición, hay que escoger los
calcetines en función de las clasificaciones de los deportes:
unidireccionales, multidireccionales y de deslizamiento.
Un corredor a pie avanza según un movimiento de atrás
hacia delante con un impacto. Los calcetines deben ser
ligeros, evacuar la transpiración y favorecer una buena
sujeción longitudinal. Los materiales deben estar reforza-
dos en las zonas de fricción: bajo el 1.er metatarsiano para
los deportes con cambios de dirección (baloncesto, tenis,
etc.), así como una sujeción lateral para evitar que el cal-
cetín «ruede» bajo el pie. La duración de uso también es
relevante, así como la gestión de las temperaturas exte-
riores. Debe calentar cuando haga frío y refrigerar cuando
haga calor. En carreras de aventura por la naturaleza y
EMC - Podología

Figura 7. Calcetín envolvente.
“ Punto importante
Calcetín
Está constituido por cuatro partes:
• hilo exterior, denominado de fondo: constituye
el 80% de un calcetín. Puede ser de tipo hidrófilo
o hidrófobo. Puede estar compuesto de distintos
tipos de fibra estándar (algodón, lana, acrílico,
lino), pero también de fibras técnicas (Coolmax
y Thermolite, de poliéster; Outlast, compuesta de
microcápsulas);
• hilo interior de vanizado, en contacto con la piel
y que proporciona la elasticidad. El elastano es su
principal componente y ofrece una gran elastici-
dad: 400-700%; existen complejos de elastano y
algodón;
• elástico para la sujeción del producto, con una
presión de 10 mmHg (como información, la con-
tención es de 12 mmHg en la clase A);
• talón y punta, con un hilo suplementario de
refuerzo.
en terrenos accidentados con condiciones meteorológi-
cas cambiantes, hay que prever varios pares para evitar
las heridas cutáneas. El agua de la transpiración, las
condiciones de la carrera (paso por agua), así como la llu-
via son vectores que debilitan la piel, lo que a menudo
causa flictenas.
La asociación de «calcetines transpirables y calcetines
que evacuan» garantiza el éxito. La persistencia de hume-
dad estancada provoca problemas idénticos a los que
aparecen durante la práctica de carreras de aventura.
También hay que pensar en calcetines deportivos de
contención. Los médicos flebólogos han desarrollado
modelos de contención activa que favorecen el retorno
venoso, completando el trabajo de bomba del tríceps
sural. Las fibras técnicas se ubican a nivel de la pantorri-
lla, con una compresión de alrededor de 20 mmHg y en
el tobillo con unos 5 mmHg. El fundamento es el con-
trario de la contención para las afecciones vasculares de
personas sedentarias.
También existen calcetines denominados «de
estabilidad», con refuerzos a nivel de la articulación
subastragalina. Permiten una mejor estabilidad (Fig. 7).
EMC - Podología
El pie en el deporte  E – 27-141-C-10
El calcetín es una interfase necesaria para la práctica
deportiva adecuada. La «calcetinoterapia» es indispensa-
ble en casos de insuficiencia venosa, de piernas pesadas, de
flictenas, de lesiones traumáticas ungueales, así como para
ayudar a la estabilidad y a la comodidad del deportista.
Por tanto, para concluir, es esencial escoger bien el par
de calcetines.
Antes de la compra, hay que realizar una breve evalua-
ción, centrada en el deporte, la frecuencia con la que se
practica, los problemas habituales que aparecen al practi-
carlo, las afecciones del pie después del deporte (ampollas,
ardores, dolor) y su localización.
 Conclusión
El seguimiento del deportista obliga a contar con
unos conocimientos exhaustivos de todos los parámetros
exógenos que componen su entorno. Las interfases consti-
tuidas por los suelos deportivos, el calzado, los materiales
de fabricación de ortesis termoformadas y los calcetines
deben analizarse con detalle para completar la explora-
ción física.
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