Sunteți pe pagina 1din 54
. A NTROPOLOGIA — ‘DE LA POBREZA CINCO FAMILIAS Con admirable espiritu pereeptivo, Osear Lewis ha eaptado en esta obra el mundo social de cinco familias, procedentes de un mismo pueblo, que han ido a vivir a la ciudad de Mé- oe ee ee ee es cr eee engendradas— forma el sustrato de esta aportacién al estu de la actual sociedad mexicana. Aun la familia que ha venci- Cee ec een ee eee ony ee ee ee eee ee cs psicologia los resabios de su anterior forma de convivencia, ee ren oe ae eee ey de miseria y de opulencia, guardan vasos “omunicantes que identifican a miembros de grupos sociales dsimiles. Al poner de manifiesto estas situaciones, Lewis no inventa nada sino Peete eee ene todos usuales en las disciplinas antropol6gicas. Con medios rer ee rere Cetomen tacts Pee ee ne ee ee ce ne sido motivo de sus andlisis a fin de escribir Un libro pleno de cre Ce eC OC eS doctor6 en antropologia en la Universidad de Columbia y ener avo ieee her a tae Cee Leet Cee pres nee a e et e eC Co Peet eee CLUOR err aed Tees ees eee cee ee od Psat LA ESCENA EX ste libro he intentado brindar al lector un cuadro {ntimo y objetivo de la vida diaria de cinco familias mexicanas, cuatro de las cuales pertenecen al sector de ingresos econdmicos mas {nfimo. Mi propésito ha sido contribuir a la comprensién de la cultura de Ia pobreza en el México contemporaneo y, por cuanto que los pobres de todo el mundo tienen algo en comtin, a la comprensién de la vida de la clase baja en general. Este libro ha surgido de la conviccién de que los antropélogos tienen una funcién nueva en el mundo moderno: servir como estudiantes y relatores de la gran masa de campesinos y hat tantes urbanos de los paises subdesarrollados, que constituyen casi el ochenta por ciento de la poblacién dei mundo. Lo que sucede a la gente de estos paises afectard directa o indirecta- mente nuestras propias vidas. Hasta ahora, es de sorprender 1o escaso de nuestro conocimiento acerca de ella. Mientras posee- mos gran cantidad de informacién sobre la geografia, historia, economia, politica, y aun sobre las costumbres de muchos de estos paises, sabemos muy poco de su psicologia, particularmente de Ia psicologia de las personas de la clase baja; sus problemas, ‘eémo piensan, cémo sicnten,'de qué sc preocupan o discuten, qué esperan o distrutan, Tradicionalmente los antropélogos han sido estudiantes y voceros de los grupos primitivos y analfabetos que viven en remotos rincones del mundo y quienes tienen una influencia pequefia sobre nuestra civilizacién. Es una ironfa ‘que muchos americanos, gracias a los antropélogos, conozcan ‘ms acerca de la cultura de alguna tribu aislada de Nueva Guinea con una poblacién total de 500 almas, que acerca del modo de vida de millones de pobladores de la'India 0 de México y de otras naciones subdesarrolladas destinadas a jugar un papel deci- sivo en la escena internacional. El cambio del estudio de las gentes tribales al estudio de los campesinos, y como en el caso de este volumen, al estudio de os habitantes urbanos, da una significacién potencialmente nueva y préctica a los’ hallazgos de los antropdlogos. Invita también a una revaloracién de la relacién existente entre el antropélogo y la gente que él estudia, en su mayor parte, deses- peradamente pobre. ‘Aunque la pobreza es bastante familiar a los antropélogos, se Ia da por supuesta con frecuencia, en los estudios de sociedades analfabetas, como si fuera parte natural e integrante del modo total de vida intimamente relacionada con Ia pobreza en tecno- logfa y en recursos escasos 0 en ambos. De hecho, muchos an- tropélogos entienden la pobreza como una defensa que perpetiia Jas formas de vida contra la incursin de la civilizacién. 6 LA ESCENA a Pero la pobreza en las naciones modernas es asunto muy diferente, Sugiere antagonismos de clases, problemas sociales ¥ necesidades de cambios; frecuentemente es interpretada en ésta forma por los mismos sujetos de estudio. La pobreza viene a ser el factor din4mico que afecta la participacién en Ia esfera de la cultura nacional creando una subcultura por sf{_misma. Uno puede hablar de la cultura de Ia pobreza, ya que tiene sus propias modalidades y consecuencias distintivas sociales y_psi- Coldgicas para sus miembros. Me parece que la cultura ‘de la pobreza rebasa los limites de lo regional, de lo rural y urbano, y dun de lo nacional. Por ejemplo, me impresiona la extraordinaria similitud en la estructura familiar; en la naturaleza de los lazos de parentesco ; en la calidad de relaciones esposo-esposa y padres- hhijos; en la ocupacién del tiempo; en los patrones de consu- mo; en los sistemas de valor y en el sentido de comunidad encontrado en las clases bajas de los barrios de Londres (Zweig, 1949; Spinley, 1953, Slater y Woodside, 1951; Fifth, 1956; Hoggart, 1957); Io mismo que en Puerto Rico (Stycos, 1955; Ste. ‘ward, 1957); asimismo en los barrios bajos capitalinos y pueblos de México (Lewis, 1951, 1952); como entre las clases bajas de negros en los Estados Unidos. Para entender la cultura de los pobres es necesario vivir con ellos, aprender su lengua y costumbres e identificarse con sus problemas y aspiraciones. I antropologo especializado en los métodos de observacion directa y de participacién est4 bien preparado para este trabajo, ya sea en su propio pafs o en el extranjero. Desgraciadamente en muchas de las naciones sub- desarrolladas la éfite nativa educada posee por Jo comin un fescaso conocimiento directo de Ia cultura de sus propios pobres, ya que la naturaleza jerrquica de su sociedad inhibe Ia comuni- cacién entre una y oira clase. En México, por ejemplo, préctica mente nada se conoce que sea de naturaleza cientifica acerca de la vida familiar de la clase baja. En uno de los escasos estudios recientemente publicados sobre Ia familia mexicana (Bermidez, 1955), la autora tuvo que confiarse casi completamente a Tos datos de las novelas. Pero, sin querer minimizar el discerni- miento de los novelistas, han sido muy pocas las novelas con- temporsineas buenas que traten de las clases bajas de los paises subdesarrollados. Este material de tema nuevo requiere algunas modificacio- nes en Ia investigacién convencional proyectada por los antro- pélogos. Los habitantes de los poblados no pueden estudiarse aislados y aparte de Ia cultura nacional; los moradores de las ciudades no pueden ser estudiados como miembros de pequefias comunidades. Se hacen necesarios nuevos acercamientos, nuevas técnicas, nuevas unidades de estudio, y formas nuevas para re- 18 LA ESCENA ferir los datos de modo que puedan ser comprendidos por el 0 El presente estudio de cinco familias mexicanas es un franco experimento en la nueva concepcién de la investigacién antro- poldgica, y en su informacién. No como en los primeros estudios Extropoléyicos, aque principal foco de estudio es la familia, en lugar de serio la comunidad o el individuo, El estudio intensivo de las familias tiene muchas ventajas metodolégicas. Como la familia es un sistema social pequefio se presta por si mismo ala consabida via antropolgica, La familia ex una unidad natural de estudio, particularmente en una gran metropoli como la ciudad de Mérico. Ms a, al escribir a una familia vemos a sus individuos conforme.vven Y trabajan juntos, en lugar de verlos como promedios o estrco- Uipos mplititos en los informes sobre’ patrones culturles. Al estudiar una cultura, a través de los’ andlisis intensivos de familias especificas,aprendemos 1o que una insttacion significa para los individuos. Nos ayuda a llegar més alla de la forma Yestructura de las reaidades de la vide humana, o para emplear fos términos de Malinowsky (1922. 17), ponemos Sangre y vida en ol esqueleto. Los extudios de familias ealvan a brecha’ entre tos extremos conceptuaes de la cultura por un polo el ind dio por el otro; nosotros contemplamos ambos ia altura ¥ Ta personalidad, conforme se snterrelaconan en la vida teal En mis studios de ls familias en Mexico Gurante los pasados quince afos, he empleado cuatro formas de acereamiento dif Fontes, pero relacionadas entre st, que al combinarse proporcio. han un estudio edondo'e integral ae la vids familia. El primero, sea el esto Toca apica ia mayor parte de las categorias onceptualesutlizadas en el estudio de una comunidad completa ura sola familia. Los datos sobre la funlia se organizan Present bajo encabezados do cultura metal, Vien econ Inica,relaciones sociales, vida religosa,relaciones interperso- ales, y at sucesivamente, De una gran Cantidad de hformacion basada en la vida con la familia, as entrevisias y las observa clones extensivas, se reconstruyen los aspectos varlados de la familia y de tos miembros individuales de la mioma, Ess estudio es analitico y-ene la ventaja de permitir las. comparsciones entre ia ctura dela fain y la gran cultura furs dels familia Un segundo acereamiento es la tecnica al estilo Rashomon, que bere - oe oe a través de los ojos de cada uno de s miembros. Esto se hace por medio de largase intensas auto. Biogratias de cada’ yo’ de os miembros ela familia, "Ello Broporciona un conocimiento mds into de la peicologia de in Aivduo y de su tono sentimental, asf como una vision indirecta Y subjedin de la dinates familiar ste tipo de material sera tal vez de mayor utlidad para el LA ESCENA 9 psicélogo, Su ventaja metodolégica deriva de Jas versiones inde endientes sobre accidentes similares en la vida familiar que Contribuyen a testificar Ia validez y confiabilidad de los datos. El tercer enfoque estriba en seleccionar, para su estudio inten- sivo, aquel problema 0 suceso especial o aquella crisis a la que reacciona toda la familia. La forma en que una familia se en- frenta a situaciones nuevas es particularmente reveladora de muchos aspectos latentes de la psicodinamica familiar; también sefiala las diferencias individuales. Un cuarto enfoque al estudio de una familia como un todo se hace por medio de la observacién detallada en un dia tipico de la vida familiar, Para darle profundidad y significado, este acercamiento ha de combinarse con los otros tres. Esto es lo que he hecho hasta cierto grado en el presente volumen. La seleccién de un dia como unidad de estudio ha sido un recurso comin del novelista, Sin embargo, rara vez ha sido empleado antes y ciertamente nunca se habia explotado por el antropdlogo, En realidad tiene tantas ventajas para la ciencia ‘como para la literatura, y proporciona un medio para combinar los aspectos cientificos y humanfsticos de Ia antropologfa. El dia ordena universalmente la vida familiar; es una unidad de tiem- po suficientemente pequefia que permite el estudio intensivo © ininterrumpido por el método de la observacién directa y enca- ja en forma ideal en las comparaciones reguladas. Hace posible un anélisis cuantitativo de casi cualquier aspecto de Ia vida familiar, Por ejemplo, uno puede estudiar la cantidad de tiempo dedicada a la preparacién de la comida en familias diferentes, 1a ‘eantidad de tiempo dedicado a la conversacién entre el esposo y Ia esposa o entre los padres y los hijos, la cantidad de risa, Ja extensién y clase de conversacién de sobremesa, etc. Uno puede estudiar también los aspectos més sutiles y valiosos de las relaciones familiares interpersonales. El estudio de los dias aqu{ presentados pretende dar Jo inmediato e integral de la vida que el novelista retrata. Su mayor penetracién, sin embargo, esté en la ciencia social, con todos sus poderes y debilidades. ‘Cualquier parecido entre estos retratos familiares y Ja ficcién es puramente accidental. Es cier- tamente dificil clasifiear estos retratos. No son ficcién, ni antro- pologia convencional. Por necesidad de un término mejor yo los Hamarfa realismo etnogréfico, en contraste con el realismo lite- rario. Estos dias no estén compuestos; son dias reales. Y los in- dividuos no son tipos imaginados, sino gente verdadera, En un sentido, estos retratos de la vida mexicana contemporanea son documentos histéricos que podrén utilizarse para comparaciones interculturales ahora y en el futuro. jCuantas controversias podrian haberse evitado y cudntas horas de investigacién preciosa ahorrado, si los historiadores hubieran tenido los registros com- 20 LA ESCENA, parados de los dias ordinarios en Jas vidas de las familias del antiguo Egipto, Roma o la Europa feudal! ‘Quiero sefialar que uno no puede tocar simplemente a cual- quier puerta para realizar esta clase de estudio familiar. Demanda {in grado nada comin de rapport * y confianza entre el investiga- dor y la familia, A pesar de que yo era un “norteamericano” no encontré hostilidad y fue escaso el anti-gringuismo entre estas familias, He pasado cientos de horas en sus casas, comiendo ‘con ellos, acompafiandolos en sus fiestas y danzas, escuchando sus dificultades y discutiendo la historia de sus vidas. Fueron fgenerosos de su tiempo y de buen grado se someticron a las Pruebas de Rorschach, de Apercepcién Temitica, de diferencias Seminticas y a largas entrevistas. El estudio de ia familia en la aldea era sélo una pequefia parte de mi amplio estudio sobre Ja comunidad como un todo. En forma similar, los estudios sobre tres familias de la ciudad fueron parte de mi estudio sobre Ja vida de la clase baja en las vecindades de Ia ciudad de México. Conozco a la familia Martinez, desde 1943, y a las otras familias desde 1950. Mis repetidas visitas a México, durante afios, para trabajar con estas familias, fueron uno de fos factores mis im- portantes en el aumento de nuestro rapport y amistad. Ta seleccién de un dia determinado para la observacién y el registro fue arbitraria, practicamente fue hecha al azar, excepto ‘que se cligio un dia ordinario, en vez de uno marcado por algyin suceso especial, como un nacimiento, un bautismo, una fiesta © un funeral. En cuatro de los cinco dfas, las conversaciones se tomaron taquigréficamente por un ayudante preparado. En dos de los casos, el ayudante era miembro de la familia, y en un tercero, un amigo fntimo de muchos afios. El rapport fue sufic cientemente bueno en total, de modo que las rutinas normales de la vida familiar fueron alteradas 0 afectadas en forma minima por la presencia del investigador, Aunque los procedimientos rregulados de laboratorio en los estudios de pequefios grupos con ajustes de microfonos o ventanas de una sola vista ** no fueron posibles, estos casos de estudio dan una visién al estilo cémara fotogrifica de los movimientos, conversaciones ¢ interacciones que sucedieron en cada familia durante un dfa. Necesariamente, esto significa el registro de algunos detalles vulgares asi como tuna restrieci6n severa para la manipulacién de los datos que acrecientan el interés, 0 revelan Ja “esencia” de Tas vidas. Alguna seleccién de estos datos tuvo que hacerse para evitar la repeti- ceidn y los hechos insignificantes, pero aproximadamente el no- ‘venta por ciento de lo recabado se ha mantenido, Para dar mas + Rapport: Relacién de armonfa, afinidad. ** Ventona de Geseet, (Permite mirar de fuera hacia adentro sin que se oe 18 premcla de ebervador, "Se empen en ol lboratoio de ico. A BSCENA a profundidad y significado a los estudios, se agregé la descrip- Cién de los caracteres y de los hogares, asf como el material auto- biogréfico como fondo, A pesar de que cada familia presentada aqui es tinica por sf misma y constituye un pequeiio mundo, cada una refleja a st ‘modo algo de la cultura mexicana que cambia y, por tanto, habré de leerse teniendo como fondo la historia del’ México reciente. La historia de México desde la Revolucién puede dividirse com vencionalmente en dos periodos, de 1910 a 1940, y la época posterior a 1940. En el primer periodo, que terminé con la administracién de Cardenas, el hincapié se hizo sobre el cambio bisico institucional: la transformacién de una economia semi- feudal agraria, la distribucién de tierras a los campesinos con- forme al programa ejidal, el reforzamiento de la posicién del obrero, la emancipacién del indio y la difusién de la educacién piiblica. Empezando con la administracién de Avila Camacho fen 1940, el ritmo del cambio social y la distribucién de ia tierra se hizo més lento, y Ia industrializacién, as{ como la mayor pro- duccién, fueron las nuevas metas nacionales. Los cambios desde 1940 han sido impresionantes y de largo alcance. La poblacién ha crecido por mas de diez millones hasta Hegar a treinta millones de personas en 1957; esto ha sido acom- paliado por na oleada de urbanizacién, con el traslado de millo hes de campesinos y aldeanos hacia las ciudades. jEl creck miento de la ciudad de México ha sido desorbitado, de un millén y medio en 1940 a cuatro millones en 1957! La ciudad de Méxi- o ha llegado a ser la tercera o cuarta ciudad més grande en el Continente americano. La economia se ha extendido y el pais se ha convertido en un vivaz productor consciente. Los prince pales periddicos informan diariamente de los alcances antes no logrados en la agricultura y la industria, y anuncian con orgullo las abundantes reservas de oro en ei tesoro nacional. ‘Se ha creado un espiritu activo, reminiscente de la gran expan. sién de los Estados Unidos a la vuelta del siglo. Los resultados ¢n Ta agricultura han sido atin mas impresionantes que los de la industria, especialmente considerando la naturaleza drida del pais. Desde 1940, cerca de un millon y medio de hectéreas se han incorporado a la irrigacién, el area total de las cosechas ha au mentado cerca de un setenta por ciento, y el ntimero de tractores hha aumentado de 4600 a mas de 55000. Para apreciar el signi ficado del dato anterior, en un pais subdesarrollado, hemos de recordar que en la India, con sus 380 millones de habitantes, habia solamente 5 000 tractores en 1955. El incremento del bienestar’ nacional ha permitido cierta mejorfa en el nivel de vida de 1a poblacién general. Cada vez mis, aumenta el nimero de poblacién rural que duerme en ca- 2 LA ESCENA en lugar de dormir en el suelo, usan zapatos en lugar de Pia hes 6 en vet de ir descalzos, san partalones comprados dana on lugar de 1s ealmnes blancos de hechura hogare ga eectoen' pan ademas de tortlas, muclen sti maiz en el mo- Tmo‘en ved de hacerloa mano, beben cerveza en lugar de Palguesutlizan medicos en ver de utilizar curanderos y*viajan Paidtwobus-o en tren en lugar de eaminar a ple 0 en burro Gi os pueblos y cudades él cambio ha sido ‘de adobe ace Hato, Be‘ollas de barro a ollas de aluminio, de cocinar con Tarbon a cocinar congas, de comer con torillas de mal & Comer con eublertos, del inctate ala Batidora eléetrca, de los fSndgrafoe ala radio y a a teevisién, det algoddn al atlon y Gel mercal a whisky. Lina de lay tendencias ms significativas en México, desde t940'ha Sido‘ Influeneia reciente de la cultura de los Estados Unluge, Aunque esta influencia es ns marcada en las grandes Cludsacs, tanbicn puede observarse en as Areas ruraies. La protimidad de los Estados Unidos mejor6 los medios de comu- Proaclon y transporte, increment os viajes tanto de mexicanos Bicno de norteamericanos, el poder y Prestigio de los Estados Gikios como gran cullzacion Industial, las grandes versiones de low Estados Unidos en México, y el crecimiento de la clase fpedia que se modela‘a si misma a imagen del norte, son algunos Ue Ton foctores mas importantes que han contrbuido a esta lie oer ula Me I ites inver {los anuncios en gran escala legaron con las recientes inver sionce de los Estados Unidos ¥ tienen un decidido sabor estado- nldense. Los programas més importantes de la television estén patrocinados por tas Companias de dominio extranjero como las Restes, General Motors, Procter and Gamble y Colgate. Sola Monte el woo del idioma expafol y el empleo de artistas mext Tinos Sistingue los anuncios comerciales ‘de Jos que’ se pasan ca'tos Estados Unidos. En el programa de la Avena Quaker uno Sleucha al peso gallo "Raton® Macias, fdolo del box, Fecomen- dando Oualer Oats como el cereal de Tos eampeones..Algunos Gnuncios al igulera estan traducidos en ciertas frases y han Gutendido formas de Ienguaje a la americana, 0 "pochismo En eats forma, se anunclan productos. de belleza como "Touch Glow"; "Bright and Clear’, ete. Las costumbres america an Ge°inG grandes tlondas: dedicadas a la venta al menadeo, Como as de "sirvaseustedmismo", el atractivo despliegue de Seareanehas Tos artiulos estandarizados y garantizados’y os Dresios fife han sido popularizados en los Ultimos diez afios por Hondas como Woolworth y Sears Roebuck y Cia. Los supermer- Ese Gon cl autosorvici ¥ ls alimentos empaguetados, muchos om cuiqustas americans, se abren en Tas colons acomodadas de fa cluded de Mexico y en algunas de las cladades pequeia. Las ro- LA ESCENA 2B pas y zapatos de hechura americana o los artfculos de manufac- tura Jocal con etiquetas americanas muy conocidas, se venden en las tiendas de més altos precios. El aumento de los empleados en las fitbricas y en los edificios de oficinas ha conducido a la popularizacién del almuerzo ré- pido, climinando la comida de mediodfa en el hogar, asi como Ia tradicional siesta. El desayuno al estilo americano —jugo de fruta, cereal y huevos con jamén y café— se ha hecho popular, desplazando a los frijoles tradicionales con salsa picante y tor- tillas. La costumbre de comer pavo relleno en la Navidad ha sido adoptada por algunas familias de la clase media. El mismo giro se observa en la sustitucién por el arbol de Navidad, de los “nacimientos", y los regalos el 25 de diciembre en lugar del 6 de enero, fiesta de los Reyes magos. La difusién del idioma inglés es también muy notable. El inglés ha sido adoptado como Ja segunda lengua en las escuelas, desplazando al francés. A pesar del incremento de produccién y de la prosperidad aparente existen sintomas de que no todo va bien en México, A pesar de que ha aumentado grandemente cl bienestar nacio- nal, su distribucién desigual ha permitido que la disparidad ‘entre los ingresos del rico y Ios del pobre sea atin més aguda que antes. A pesar de una elevacién en el nivel de vida de la poblacién en general, mas del sesenta por ciento de la poblacién continuaba en 1956 pobremente alimentada, pobremente alujac, Y pobremente vestida; el cuarenta por ciento eran iletrados y el ‘uarenta y seis por ciento de los nifios de la nacién no asistian a la escuela. Una inflacién crénica desde 1940 ha exprimido el ingreso real del pobre, y el costo de la vida para los trabajadores de la ciudad de México se ha clevado més de cinco veces desde 1939. Segtin el censo de 1950 (publicado en 1955), el ochenta y nueve por ciento de todas las familias mexicanas informaron tener ingresos menores a 600 pesos al mes, 0 sean 69 délares al cambio existente en 1950. EI gran aumento de Ia produccién agricola durante los pasa- dos veinte afios se ha concentrado en s6lo dos regiones del pais, el Norte y el Noroeste, donde una agricultura nueva comercial se ha desarrollado basada en grandes propiedades privadas, en el Tiego y en la mecanizacién. La gran masa de campesinos conti- nia trabajando sus escasas pertenencias para subsistir con m& todos tradicionalmente atrasados. El contraste entre la vieja y nueva agricultura de México se hace cada vez mas marcado. De modo que mientras menos del uno por ciento de la tierra cul. tivable se trabaja con ayuda de 55000 tractores, cerca del veinte Por ciento de la tierra atin se trabaja por medio del método Prehispdnico de cortar y quemar sin el beneficio del arado y los bueyes. La produccién de las dos cosechas alimenticias bésicas de México, el mafz y el frijol, se ha podido mantener al mismo a LA BSCENA nivel de crecimiento répido de Ia poblacién durante los pasados nial de recimint phe de ee a yen vente eecuta, México se ha visto forzado a gastar sus preciosos Sivsres envla importacién de grandes cantidades de maiz para jentar a su pueblo. atimentar 4 2 Pusado sabe, la economfa mexicana no puede pro porcloner trabajo a toda su gente. De 1942 a 1955, cerca de un Polldn y medio de mexicanos fueron a los Estados Unidos como saidatés, 0 agricultores temporales; y estas cifras no incluyen @ pra vespaldasmojadas” y a otros inmigrantes iegales. Si los Betador Unidos cerraran siibitamente su frontera a los braceros, Drobablemente se presentaria una crisis en México, También se Pict 'México cada vez mas dependiente de la industria del turismo de fos Estados Unidos para estabilizar su economia, En 1957, $e.o°Ge 700.000 turistas de los Estados Unidos gastaron 600 mi Tones de délares en México, haciendo del turismo la industria Whe grande del pais, Los ingresos del comercio turistico igualan [procimadamente ai presupuesto federal mexicano en su tote liad. “Gino de los aspectos que muy poco han progresado desde 1940, en ef nivel de vida, corresponde a la habitacién. Con el répido Stmento de poblacién y urbanizacién, el apifiamiento y las con- Gllones de los barrios bajos en las grandes ciudades se hacen case ivex peores. De los 5.2 millones de edificios censados en 1950, Gi"genta por ciento posefan una sola habitacién, y el vein Sineo por Giento, dos; el setenta por ciento de todas las casas sas? de adobe, madera, estacas y varas o piedras, y tinicamente {[leciocho por ciento, de ladrillo y mamposterfa. ‘S6lo el dieci- Sjete por elento posefan agua entubada para cada vivienda. ‘Eo ja ciudad de México, las condiciones no son mejores. La ciudad se torna cada afi’ mis bella para los turistas de los GStados Unidos, para Io cual se construyen fuentes nuevas, se lantan flores en las calles principales, se erigen mercados higié Picos y se suprimen limosneros y vendedores callejeros. Pero wie abs millones de mexicanos, 0 sea cerca de la mitad de la Soblacién, viven en casas de vecindad sufriendo de uma crénica Polusez de agua y de falta de servicios sanitarios elementales. Ge- $ScSimaente las vecindades consisten en una hilera o més de habi- Taclones de un piso, con uno o dos cuartos frente a un patio en {chun Las viviendas estén construidas de cemento, ladrillo y SQube. y forman una unidad bien definida con algunas de las adobveNsticas de 1a pequefia comunidad, El tamafio y el tipo caret recindades varia enormemente. Algunas constan de solo de Jos qantas viviendas; otras, de cientos, Algunas se localizan tunes “zona comercial, en edificios coloniales de tipo espafiol Ge datan de los siglos xv1 y xvrr, y estin en estado ruinoso, Que teas otras, en los suburbios, son jacales o chozas parecidos LA ESCENA 3 a esos Hoovervilles * de aspecto tropical de los Estados Unidos En las zonas que se extienden en los suburbios de la ciudad, des- provistas de agua, drenaje o elcctricidad, se amontonan chozas temporales de campesinos legados recientemente que no pueden sostenerse en los pueblos. Cuando encuentran trabajo, se mudan a los barrios bajos; los habitantes de estos barrios, en cuanto pueden, escapan del amontonamiento mudandose a las orillas de Ja ciudad. Y como no puede lograrse habitacién decente con al- quileres razonables, gran nimero de personas permanece en vi Yiendas de una sola pieza, mucho tiempo después de haber mejo- Fado econémicamente. Sus pequefias moradas se atiborran con muebles nuevos, loza, aparatos de televisidn, refrigeradores, uten- silios eléctricos y aun, quiz, con una lavadora eléctrica, hasta que dificiimente hay espacio’ para que la familia se mueva. ‘A fin de presentar al lector los miembros de estas cinco fa milias de nuestros dias, y ayudarle a comprender a esta gente, Dosquejaré brevemente’el pasado de cada familia indicando al- {gunos aspectos salienies de las comunidades en que viven. EL primer dia describe a la familia Martinez, en un pueblo alto que llamo Azteca y que se halla situado aproximadamente a noventa Kil6metros al sur de Ia ciudad de México. Es un pueblo de cam- pesinos, artesanos y tenderos con una poblacién total de 3500. La mayoria de los pobladores son bilingiies, hablan el espafiol y el antiguo néhuatl. La cultura del pueblo representa una fusion de rrasgos prehispanicos, hispanicos coloniales y de cultura moder- na, El pueblo ha sido arrastrado por la corriente de la vida na- ional. Vivid en el corazén de la rebelién zapatista durante la Revolucién. Posee una escuela nueva, una carretera, una linea de camiones, molinos de nixtamal, tietras comunales’o el ejido, tuna plazoleta tipicamente mexicana con su iglesia catélica y sus edificios gubernamentales; tiene también algunos misioneros pro- testantes. A pesar de todos estos cambios, sin embargo, la eco- nomia agricola del pueblo ha cambiado muy poco y la poblacién ‘reciente, presionando sobre los recursos de alcance. limitado, crea un serio problema. Azteca, junto con otros miles de pueblos en la populosa Meseta Central, no ha participado en la nueva era de la agricultura comercial y mecanizada del Norte, ni en los grandes proyectos hidrocléctricos de otras partes del pais. ‘La familia Martinez, como el ochenta y cinco por ciento de los pobladores de Azteca, vive en un simple nivel de subsistencia. Pedro Martinez, el jefe de la familia, refleja algunas de las fuerzas que han estado activas en el México rural desde 1910-20. De peén iletrado que era, se ha transformado en lider politico de * Hooverviie, nombre dado en los Estados Unidos tos barrios im- provisados. més pobres ocupades por gente desempleada, que surpieron Saya dada de fos ‘reins que deivaron su nombre dl'etonces re Sldente Hoover. 26 LA ESCENA us pueblo; de hombre que s6lo hablaba el néhuatl, a lengua SuePe india, em hombre que lee y escribe el espatiol; de un natio provincrlismo en su manera de ser, ha pasado a una Himllortlad ypatticipacign en as eampafas’poliicas del Esta- Garde ereyeate en el catolicismo tipico con su mezcla de ereen- ERs promipanicas, Se convirto al grupo de los que esperan el avehimiento del Soptimo Dis, para volver, posteriormente, alco folieiemo, : Pedro y su esposa Esperanza se casaron por la iglesia en 1910, ao cn que estallé la Revolucion Mexicana, EI suyo ha sido tin Matrimonio estable apezado a tas Hineas tradicionales en las {que Pedro llega a ser parte del patrén ideal del pueblo, el macho dominante y autoritarto; y la cspos el ideal de la mujer sumisa. Los fos tambien satisfacen los requerimientos del pueblo en Suanto-al trabajo duro, el Fespeto ¥ 1a obediencia, aunque, con forme se hacen mayores, empiezan & cambiar, en respuesta a las influeneias externas. i : El segundo dia se dedica a una familia cuyas normas de vida, oscilando entre el pucblo y Ta ciudad, estén en transicion. Agus- tin Gomer, el padre, viene de una familia de campesinos acomo- dades de’ pudblo de Azteca, que ely su esposa abandonaron Aicesicte afosatrés en un esfuerso por mejorar su suerte, Aho- fa perfenecen a la clase trabajadora sometida, viven hacinados Eh bn cunrto de uma veciudad «hae nomboro La Casa Grande, E> Esta una inmensa vecindad de 157 viviendas con una poblscién protimada de 700 personas. Aungue Tos niveles de vida en Ia Case Grande son bajos, sin dda no son Tos mas bajos que se en- Suentran en la ciudad de México. El ingreso mensual per capita familiar varia de 23 a 500 pesos (2 a 40 délares). El veintisiete por clento.de las familias fienen um ingreso menor de 100 pesos Per capita (8 dolares); el cuarenta y uno por clento tienen un Fagreso entre 101 y 200 pesos (16 dolares); el veintidos por ciento tntre 201 y 300 pesos, ¥ el dies por clento entre 301 y 500 pesos. {a Tamilla. Gomer se halla en cl grupo medio supetior con un Tngreso mensual per capita de 300 pesos aprosimadamente. Nuestro estudio de la dstribuctén de articulos selecionados para'Ta medicion de Ios niveles de vida en esta comunidad, Rrucstia que un setenta y nueve por ciento de as Familias tienen radios: el cincuenta y cinco por clento, estufas de gas; el cin- Cuenta y cuatro por cient, relojes pulsera; el cuarenta y nueve por cieato utlizan cuchillos y tenedores (las cucharas son Tuy Pomanes, pero fa mayor parte emplean Ia tortilla as manos); eT cuarenta 9 sels por ciento tienen méquinas de coser} el ete fontay uno por cient llas de asminio; el veintidos por ciento, Ttadoras electseass et veintiuno por ciento tienen aparatos. de television; ef diee por ciento, maquinas Tavadoras? el cinco por Gento, automsriles, y el cuatro por ciento refrigeradores. Los ¢ LA ESCENA, 27 radios se han hecho tan populares que han dejado de ser un diagndstico de bonanza. El uso de vajilla para comer se ha con- firmado como el articulo sinico’ para el diagnéstico del nivel socioeconémico. Las estufas de gas, los aparatos de television y los relojes pulsera le siguen en orden. \Existe una fluctuacién muy amplia en el nivel de educacion eit la vecindad, variando desde 12 adultos que nunca fueron a la escuela, hasta una mujer que asistié durante once aitos. El promedio de afios de escolari- dad en 10s 198 adultos de nuestro estudio es sélo de 47. Sin embargo, sélo el ocho por ciento de los residentes son analfa- betos. Los nifios de la vecindad tienen una educacién muy supe- rior a la de sus padres. Aproximadamente el setenta y dos por ciento de nuestros ejemplos, en 71 viviendas de la veeindad, se forma por la simple pareja biolégica 0 micleo familiar; y el veintiocho por ciento, por alguna extensién familiar. De un’ total de 158 personas casadas {que habitan las 71 viviendas, 91 son mujeres y'67 son hombres. En otros términos, 24 mujeres casadas estén viviendo sin sus esposos, ya sea como cabezas de familia o con algiin pariente. Nueve mujeres son viudas y las 15 restantes estin separadas, divorciadas 0 abandonadas. El veinte por ciento de todos los matrimonios son del tipo de acuerdo mutuo, y Ia mayor parte de ellos estan en el grupo de ingresos més bajos; y en el veinte por ciento de todas las viviendas, hay cuanda menos na mujer que ha sido abandonada. La familia Gomez prefiere la vida de la ciudad a la del pueblo Yy se ha adaptado bastante bien a la vecindad. Muestra relativa- ‘mente poca desorganizacién y trastornos, tan frecuentemente asociados con el proceso de’ urbanizacién, y ha permanecido estable a pesar de cierto conflicto interno. Los nifias que traba- jan contribuyen al sostén familiar, la participacién. religiosa Se ha hecho més importante y mas catélica y el sistema de compadrazgo continéa funcionando con algunas modificaciones. La familia mantiene lazos con los parientes del pucblo, y con. serva muchas creencias y costumbres pueblerinas. Han ocurrido también algunos cambios notables en la vida familiar: el des- plazamiento del padre por la madre como la figura dominante en la familia es el cambio mas importante—; el aumento de la libertad a los nifios; una mejoria constante del nivel de vida me- diante compras en abonos; un nivel més alto de aspiraciones, aumento de horas libres y mayores oportunidades para la sign; relaciones sociales més amplias y una gradual moderniza- El tercer dia se refiere a una familia mas urbanizada de la clase social inferior. La esposa, Julia Rojas, nacié y crecié en los barrios bajos de Ia ciudad de México: el esposo, Guillermo Gutiérrez, a temprana edad corté sus lazos con la pequefia pobla.

S-ar putea să vă placă și