2. LA RES PUBLICA: INSTITUCIONES POLÍTICAS Y SOCIEDAD.

La palabra “república” proviene del término latino respublica, “asunto público”.

Hoy en día, utilizamos esta palabra para referirnos a una forma específica de gobierno.
Sin embargo, como ya hemos visto, al hablar de Roma utilizamos este término para
designar un período determinado de su historia que abarcó desde el año 509 a.C. hasta el
siglo I a.C.

La República romana se caracterizó por tener un régimen de gobierno basado en

el equilibrio de poderes entre los magistrados, el Senado y las asambleas o comicios.

El cursus honorum
Los magistrados se encargaban de las
distintas funciones políticas siguiendo un
orden de cargos bien definido
denominado cursus honorum, “la carrera
Senatus populusque Romanus, “el Senado y el
de los honores”.
pueblo romano”. Estas siglas representan la
esencia del gobierno de la República romana, El cursus honorum comprendía cuatro
basado en el equilibrio de poderes entre el
peldaños que debían desempeñarse en
Senado, formado por las clases más altas de la
riguroso orden, de menor a mayor rango.
sociedad, y el pueblo.
En general, todos los cargos compartían
unas características comunes: la anualidad (el cargo duraba un año), la colegialidad (el
cargo era desempeñado a la vez por varios magistrados con la misma autoridad), la
responsabilidad (al finalizar debían rendir cuentas al Senado) y la gratuidad (no
recibían remuneración). Para ser elegido, era necesario reunir algunas condiciones como
ser ciudadano romano, de sexo masculino, tener la edad mínima requerida para cada
magistratura, haber cumplido el servicio militar y no
¿Sabías que…?
estar condenado por ninguna sentencia penal. Los
La Lex Villia annalis (180 a.C.) y
cargos, de menos a mayor rango, eran los siguientes:
la posterior Lex Cornelia (81 a.C.)
▪ Quaestores: eran los encargados de establecieron unas edades
administrar los fondos públicos tanto de mínimas para desempeñar cada
Roma como de las provincias. Controlaban magistratura. La carrera política
los gastos civiles y militares y recaudaban comenzaba alrededor de los 30

impuestos. años y se alcanzaba el consulado a

los 43.

Ana García me fecit.

 ▪ Ediles: eran cuatro, dos patricios, llamados curules, y dos plebeyos. Se ocupaban
de la administración y la vigilancia de la ciudad. Entre sus tareas estaban la
organización de los espectáculos, el mantenimiento de los servicios públicos, el
control del aprovisionamiento y la vigilancia de las calles. Perseguían y apresaban
a los malhechores y en caso de epidemia, debían
¿Sabías que…?
investigar las causas y su gravedad para informar a
Durante la República, los romanos los magistrados superiores.
utilizaban el nombre de los cónsules
▪ Praetores: se encargaban de administrar
para fechar los años:
justicia. Eran dos, el urbanus, que gestionaba las
M. Tulio et C. Antonio consulibus, causas legales de los ciudadanos romanos, y el
“siendo cónsules M. Tulio y C.
peregrinus, que se ocupaba de las de los extranjeros.
Antonio”
Podían sustituir a los cónsules cuando estos estaban
fuera de la ciudad en tiempos de guerra.
▪ Consules: eran los dos magistrados más importantes, pues tenían la suprema
autoridad civil y militar. Durante un año, dirigían los ejércitos, convocaban y
presidían el Senado y los comicios y tenían autoridad sobre los demás
magistrados. Puesto que los dos tenían el mismo poder, uno tenía el derecho de
oponerse a las decisiones del otro (intercessio), con lo cual se evitaba que uno de
ellos gobernara tiránicamente. Podían ser reelegidos, pero para volver a ejercer el
cargo debían pasar diez años. Una vez que acababan el consulado, podían ser
nombrados proconsules en alguna provincia, donde ostentaban la suprema
autoridad, pero cuyas fronteras no podían traspasar sin la autorización del Senado.

Además de estos cuatro cargos, había otros dos que no pertenecían al cursus honorum:

▪ Tribuni plebis: eran un total de diez y sólo podían ser elegidos entre los plebeyos.
Protegían los derechos de los ciudadanos plebeyos frente a los demás magistrados
gracias a su poder de veto. Además, eran
Aprendemos latín
considerados sagrados y atacarlos acarreaba
una grave sanción religiosa. Convocaban y Cada cinco años, cuando los
censores completaban el censo, se
presidían el concilium plebis, “concilio de la
realizaba una ceremonia de
plebe”.
purificación llamada lustrum, de
▪ Censores: eran dos y solían ser elegidos donde procede el término “lustro”,
entre los ciudadanos romanos que ya habían que utilizamos para designar un
desempeñado el cargo de cónsul alguna vez período de cinco años.

Ana García me fecit.

 en su vida. Se encargaban de realizar el censo de los ciudadanos cada cinco años,
de vigilar las costumbres y de elaborar las listas de los miembros del Senado.

En situaciones de máximo peligro para la ciudad, podían nombrarse dos

magistraturas excepcionales: el dictator, que acumulaba en su persona todos los poderes
durante un período máximo de seis meses en el que debía resolver la situación y el
magister equitum, “jefe de caballería”, su lugarteniente.

Los magistrados más importantes (los pretores,

los cónsules y el dictador) eran acompañados
por los lictores, unos oficiales públicos que
portaban en sus manos los fasces, haces de
varas atadas coronadas por un hacha. Su A la derecha, un cónsul flanqueado por

principal cometido era abrirles paso entre la tres lictores portando los fasces en las
manos. Classical Numismatic Group, Inc.
muchedumbre.

Los poderes de los magistrados

Los magistrados romanos representaban el poder ejecutivo de la República y estaban

revestidos de una serie de poderes que variaban en importancia según el cargo que
desempeñaran en la escalera del cursus honorum:

• Potestas: la poseían todos los magistrados y les concedía el derecho de

ejecutar las funciones propias de su cargo en nombre de la respublica.
• Imperium: supremo poder ejecutivo que poseían tan solo las magistraturas
superiores (pretores, cónsules y dictador). Comprendía el imperium militiae,
que les otorgaba el mando supremo del ejército, y el imperium domi, que se
ejercía en la ciudad y les concedía el derecho sobre la vida y la muerte de los
ciudadanos.
• Auspicium: derecho a consultar a los dioses antes de realizar un acto público
como la convocatoria de los comicios, la elección de los magistrados y al
partir las tropas de guerra.

Ana García me fecit.

 Aprendemos latín Senatus

Senado proviene de la palabra latina Fue el órgano institucional más importante de la

senex, senis, “anciano”, porque, en
su origen, en tiempos de la
Monarquía, los senadores eran
personas de avanzada edad a los que
los reyes consultaban por su
sabiduría y experiencia antes de
tomar decisiones importantes.
República romana. Estaba formado por 300
miembros vitalicios elegidos por los censores entre
los magistrados, preferentemente antiguos
cónsules. Se reunían en la Curia cuando los
convocaba un cónsul. Este presentaba al Senado
una cuestión e invitaba a los senadores a dar su
opinión para tomar una decisión consensuada. En
estas reuniones (consilium) se trataban todo tipo de
propuestas de leyes y asuntos sobre la guerra y la
paz, religión, finanzas, gobierno de las provincias,
etc, que siempre necesitaban la aprobación del
Senado para entrar en vigor. Sus decisiones tenían
carácter obligatorio y se plasmaban en un decreto
llamado senatus consultum. El voto se realizaba

Exterior de la Curia, sede del Senado. por desplazamiento, es decir, cada senador se unía
Roma, Foro romano. al grupo que representaba su opinión.

A principios de la República, sólo los ciudadanos

patricios, los patres, podían ser senadores. Más adelante,
cuando los plebeyos fueron conquistando sus derechos,
consiguieron entrar en las magistraturas mayores y con
ello abrirse paso hasta el Senado. Estos plebeyos
senadores fueron denominados conscripti. A partir de
entonces, cuando alguien apelaba al Senado utilizaba la
expresión patres et conscripti, que fue simplificada en
patres conscripti, “padres reunidos”.

Los senadores gozaban de un estatus social elevado y Patricio romano con los
poseían privilegios como el derecho a sentarse en un lugar retratos de sus antepasados.

reservado en el teatro, a vestir la franja púrpura en la toga Togado Barberini, Centrale

de Montemartini, Museos
y a conservar los retratos de sus antepasados en casa (ius
Capitolinos, Roma.
imaginum).
ANEXO II pág. 48-49, ejercicios 1 y 2

Ana García me fecit.

 Texto
Pues, en la constitución (romana), el
pueblo es el único dueño del honor y
del castigo. […] el pueblo juzga a
menudo sobre disputas, cuando es
conveniente la sanción de
injusticia. […] y él solo decide sobre la
pena de muerte. […] y, además,
concede las magistraturas a los dignos
[…] y posee autoridad sobre la
legitimación de las leyes, y lo más
importante, decide sobre la paz y la
guerra. Y, además, sobre la alianza, la
reconciliación y los pactos este es el
único que confirma cada una de estas
cosas y que las ratifica o lo contrario
(Plb. 6. 14. 4-11)
Polibio
Polibio nació ca. 200 a.C.
Megalópolis, Grecia. Recibió una
buena formación política, militar,
literaria y filosófica. En la guerra entre
Macedonia y Roma fue apresado por
los romanos y llevado a Roma como
prisionero. Más tarde, gracias a la
influencia de hombres poderosos, fue
liberado. Su obra, las Historias, narran
cómo Roma se hizo dueña de todo
mundo conocido desde el año 265 a.C.
Populus Romanus
El pueblo romano participaba en el gobierno de
la ciudad a través de los comicios o asambleas
en las que ejercían su derecho a voto. En ellas
escogían a los magistrados, decidían sobre los
una castigos de los acusados y aceptaban o
rechazaban las leyes decididas en las reuniones
del Senado.
El conjunto del pueblo romano estaba dividido
en agrupaciones llamadas curias, centurias y
tribus. Cada una de estas divisiones atendía a un
criterio determinado, que podía ser, por
ejemplo, la riqueza, la familia o el lugar de
residencia. Dependiendo de la categoría de la
asamblea, los ciudadanos se agrupaban para
asistir de una de estas tres formas.
Había varios tipos de asambleas:
en
▪ Comitia curiata: tuvieron su origen en la
época monárquica. En ellas se reunían los
patricios agrupados en tres tribus, divididas a su
vez en diez curias o familias cada una. En la
época de la República, estas asambleas ya
habían perdido su valor original y simplemente
se utilizaron para meros actos formales como la
concesión del imperium o poder de ejecución a
los magistrados superiores elegidos, algo así
como la entrega del maletín a los magistrados
actuales. Su lugar de reunión era el Foro.
▪ Comitia centuriata: en ellas los ciudadanos
se reunían distribuidos según su riqueza en
cinco clases que a su vez estaban divididas en
centurias. Esta distribución era la misma que los
Ana García me fecit.
 ¿Sabías que…? varones romanos de 16 a 60 años tomaban en el
ejército, por lo que quedaban excluidos las
Los romanos eran muy supersticiosos y
mujeres, los niños y los ancianos. La clase más
tenían en cuenta los auspicios antes de
celebrar una asamblea. Cicerón nos alta estaba formada por los equites,

cuenta que los comicios podían ser “caballeros”, ciudadanos adinerados que
interrumpidos por un rayo o un podían permitirse tener un caballo, y la más baja
relámpago por considerarse un mal por los proletarii, quienes poseían como única
presagio: riqueza a sus hijos (proles). En estas asambleas,

“Así tenemos escrito en nuestros los ciudadanos elegían a los magistrados

archivos: cuando Júpiter truena o superiores, es decir, a los cónsules, pretores y
relampaguea es un sacrilegio celebrar censores. Además, decidían sobre la paz y la
los comicios del pueblo.” (Cic. Div. guerra y juzgaban procesos penales de acusados
2.42) con castigo de pena de muerte.

Aprendemos latín ▪ Comitia tributa: en estas asambleas todos

los ciudadanos, agrupados en 35 tribus urbanas
Los ciudadanos que se presentaban a
y rurales, según su lugar de residencia, elegían
las elecciones de algún cargo político
a los ediles curules y a los cuestores y decidían
vestían una toga especial llamada
candida, “blanca”. De ahí procede el
sobre la mayoría de leyes y los procesos penales

término “candidato”. castigados con multas.

▪ Concilium plebis, “concilio de la plebe”:
en esta asamblea, convocada por el tribuno de
la plebe, solo se reunían los ciudadanos
plebeyos. En ella elegían aquellas magistraturas
que defendían los intereses de la plebe, es decir,
a los ediles plebeyos y a los tribunos de la plebe
y votaban sobre propuestas presentadas por el
tribuno. La decisión tomada se plasmaba en un
decreto llamado plebiscito.

En todos los comicios el voto constaba de dos

etapas. Primero, cada ciudadano votaba por
cabeza en su grupo (curia, centuria o tribu). El
voto obtenido por mayoría pasaba a ser el voto del grupo y contaba como unidad para el
voto definitivo entre todos los grupos.

Ana García me fecit.


¿Sabías que…?
Los ciudadanos romanos gozaban de
numerosos derechos políticos (iura
publica) y civiles (iura privata).
Algunos de ellos eran:
▪ Ius suffragii: derecho de voto.
▪ Ius honorum: derecho a ocupar
cargos políticos.
▪ Ius sacrorum: derecho a participar
de los cargos religiosos.
▪ Ius commercii: derecho de
propiedad.
▪ Ius connubii: derecho a contraer
matrimonio civil.
A cambio, tenían que cumplir una serie
de obligaciones (munera), como
presentarse al censo y servir en el
ejército.
A inicios de la República, los derechos
estaban reservados a los patricios. Los
plebeyos, cansados de ser tratados de
forma injusta, iniciaron una protesta en
el año 494 a.C. Se retiraron al Monte
Sacro, una colina de Roma, y se
negaron a trabajar la tierra y a servir en
el ejército. Gracias a esta revuelta y a
otras posteriores, el Senado
concedió más derechos y les permitió
nombrar a ediles y tribunos de la plebe
que los representaran en los asuntos
políticos.
Cf. Campbell (2013: 19).
La sociedad republicana
Durante la República, la sociedad romana
estaba constituida por aquellos que poseían el
derecho de ciudadanía (cives) y los que no.
Dentro de los ciudadanos había dos clases
sociales bien diferenciadas, los patricios
(patricii) y los plebeyos (plebeii)
Los patricii eran los ciudadanos que se
consideraban descendientes de los patres, es
decir, de los fundadores de la ciudad. Según
cuenta la leyenda, Rómulo eligió a cien
hombres para que le ayudasen a construir
Roma. Cada gens o familia patricia tenía un
antepasado fundador y llevaba el nombre de
éste. Algunas de las gens más importantes eran
la gens Julia, a la que pertenecía Julio César, la
gens Junia, a la cual pertenecía Marco Junio
Bruto, o la gens Octavia, de la que descendía
Octavio, el que más tarde sería el emperador
Augusto.
Los patricios gozaban de privilegios, poseían
dinero, grandes tierras y rebaños y, en un
principio, eran los únicos que tenían derechos
políticos.
La mayoría de ciudadanos romanos eran
plebeii, hombres libres sin linaje provenientes,
les
en su mayoría, de las clases más desfavorecidas
de la sociedad. A este grupo pertenecían los
artesanos, los pequeños comerciantes y los
campesinos. Pagaban impuestos, poseían
pequeñas tierras con las que apenas podían
mantener a su familia y, a principios de la
Ana García me fecit.
 República, no tenían derecho a participar
en la política ni podían contraer
matrimonio con patricios. Un plebeyo
podía ser adoptado por un patricio y ser
elevado a tal condición.

Dentro del grupo de los plebeyos también

Los equites eran llamados así porque tenían
dinero suficiente para tener un caballo
(equus), un animal que resultaba muy caro de
mantener. Estatua ecuestre del emperador
había diferencias. Los más adinerados de
ellos eran llamados equites, “caballeros” y
sus ingresos procedían sobre todo del
comercio y las finanzas. Poco a poco, estos
plebeyos adinerados fueron

romano Marco Aurelio, Museos Capitolinos introduciéndose en la política y llegaron a

Roma. ocupar puestos en el Senado.

Dentro de la categoría de los no ciudadanos, encontramos a los peregrini,

“extranjeros”, y a los esclavos.

Los peregrini eran hombres libres que no tenían derechos al no poseer la ciudadanía
romana. Si el extranjero sólo estaba de paso, podía ser alojado en la casa de un ciudadano
romano en calidad de hospes, “huésped”, donde recibía una cama, alimento y protección
durante varios días. Muchas veces, el huésped y su anfitrión trababan una buena amistad
y los lazos de hospitalidad pasaban de padres a hijos.

Si el extranjero había abandonado su patria y residía en Roma de forma permanente, podía

convertirse en el cliente de un ciudadano romano, quien le ofrecía protección y recursos
durante su vida. A cambio, el cliente debía prestarle su servicio, debía poner a disposición
de su patrón todos sus bienes y debía
mostrarle su agradecimiento saludándolo
cada mañana y haciéndole donativos.

Los servi, “esclavos”, no poseían derechos

ni eran libres, pues estaban sometidos a sus
amos, a quienes servían durante toda su
vida. Eran considerados meros objetos y el
amo podía atormentarlos y matarlos sin Vestimenta típica de patricios (izquierda) y

que ello se considerara un crimen. La plebeyos romanos (derecha).

Ana García me fecit.

 ¿Sabías que…?
El afán de comodidad de los amos hizo que
hubiera esclavos destinados a realizar tareas
insignificantes. Algunos ejemplos son el
nomenclator, que se encargaba de recordar a
su señor los nombres de las personas que se
encontraba, el vestiplicus, quien se cuidaba
de colocar de forma conveniente y elegante
la toga a su señor, el silentiarius, que
procuraba que nadie molestara con sus voces
o ruidos al señor cuando dormía, descansaba
o trabajaba, el ianitor¸ quien custodiaba las
llaves y vigilaba la entrada, el lanternarius,
que llevaba la linterna cuando el amo volvía
tarde una cena, las cosmetae, esclavas que
maquillaban, teñían el pelo y peinaban a su
ama o el capsarius, que cargaba con los
materiales del hijo del amo hasta la escuela.
Mosaico romano en el que podemos ver a
esclavos realizando diversas tareas, Museo del
Louvre, París.
ANEXO II pág. 50-51, ejercicios 3, 4
2
Cf. Guillén (2000: 259 – 320).
mayoría de ellos eran prisioneros de
guerra o hijos de otros esclavos, ya que su
condición era hereditaria. Un ciudadano
romano podía convertirse en siervo por
sentencia judicial o por contraer muchas
deudas.
Los esclavos eran vendidos en la plaza
pública con una tablilla colgada al cuello,
donde constaba su nombre, lugar de
procedencia y aptitudes. Según esto, el
dueño los destinaba a unas determinadas
tareas. Había cocineros, servidores del
hogar, trabajadores del campo, maestros,
médicos, barberos, escribas, alguaciles,
flautistas, bufones, bailarines, arquitectos,
jardineros, etc…
En algunos casos, el amo les concedía un
pequeño sueldo, el peculio, con el que en
un futuro podían comprar su libertad.
Otras veces, el señor, al morir, pedía en su
testamento la liberación del esclavo. Esto
se llamaba manumisión. Todo esclavo
liberado se convertía en liberto y adoptaba
el nombre de su antiguo amo.2
Ana García me fecit.
 3. INSTITUCIONES PARA LA GUERRA: EL EJÉRCITO

¿Sabías que…? El ejército fue un instrumento imprescindible

para la expansión romana. Durante la época
Un ciudadano romano podía librarse
monárquica estuvo formado por ciudadanos, que
del servicio militar si estaba
debían prestar servicio militar obligatorio de los
desempeñando alguna magistratura o
sacerdocio o si sufría una enfermedad
17 a los 60 años de edad. Dentro de estos se

(morbi) o malformación (vitium) distinguían los iuniores (17-46 años), que

formaban las tropas de campaña, y los seniores
(46-60 años), que formaban las tropas de reserva y solo prestaban un servicio de guardia
o vigilancia. Cada ciudadano debía aportar su armamento según su categoría social y
económica, por lo que los proletarii quedaban excluidos y apenas había caballería, ya que
solo unos pocos tenían fortuna suficiente para mantener a un caballo.

Durante la República, sobre todo con la reforma de Mario en el siglo II a.C., el ejército
pasó a ser profesional. Se permitió la incorporación voluntaria al ejército, por lo que ya
no se tenía en cuenta la riqueza, y a los soldados se les proporcionó adiestramiento,
armamento y un sueldo (stipendium) a cambio de un período de servicio de 20 años.
Muchos varones romanos pobres convirtieron la guerra en su profesión, por lo que el
ejército romano llegó a estar formado por hombres muy experimentados.

Organización del ejército

La unidad mínima del

ejército era la centuria,
compuesta por 100
hombres. Dos centurias
formaban un manipulus.
El conjunto de tres
manípulos formaba una
cohors (600 hombres),
que era la unidad táctica
de combate, y 10 cohors
formaban una legio
(6.000 hombres).

Ana García me fecit.

Una legión se componía de varios tipos
de tropas. Había un cuerpo de caballería
de 300 jinetes, otro de tropas auxiliares o
aliadas, formadas por hombres de las
provincias, y un cuerpo de infantería.
Dentro de la infantería se distinguían tres
tipos de soldados: en primera línea se
colocaban los hastati, los combatientes
más jóvenes; en segunda línea los
principes, hombres de edad madura con
más experiencia, y en tercera línea los
triarii, soldados de avanzada edad, que
solo intervenían en caso de urgencia.

El equipamiento de un legionario romano

El legionario romano llevaba encima un peso de alrededor de 40 kg cuando avanzaba con el

ejército en marcha. Esta impedimenta se componía de:

▪ Pilum: jabalina de 2 metros de longitud, compuesta de un mango de madera que acababa

en un extremo punzante de metal. Se utilizaba como arma arrojadiza. Podía alcanzar una
distancia de más de 30 metros.
▪ Gladius: espada de hierro, corta y puntiaguda, de doble filo y con empuñadura de hueso.
Era el arma reglamentaria de todo soldado romano. Medía unos 60 cm de longitud. Su
origen se atribuye a los hispanos.
▪ Scutum: escudo de forma rectangular y ligeramente curvado. Estaba formado por láminas
de madera recubiertas de piel y reforzadas con remaches metálicos. Medía unos 120 cm
de alto por unos 60 cm de ancho y su peso podía alcanzar los 10 kg.
▪ Galea: casco de bronce que protegía la cabeza, la nuca y ambos lados del rostro. Su interior
estaba cubierto de una capa gruesa de tela que amortiguaba los golpes. Pesaba unos 2 kg.
▪ Lorica. Coraza compuesta de placas metálicas unidas entre sí, que protegía los hombros y
el tórax de las armas enemigas. Pesaba entre 9 y 15 kg.
▪ Sarcinae: útiles de campaña que incluían una hoz, un cazo, una marmita, instrumentos
para trabajar la madera y remover la tierra y una ración de trigo para varios días.

Los soldados vestían, además, una túnica de lana (sagum), unas sandalias de cuero con
tachuelas de hierro en la suela (caligae) y un cinturón adornado con placas de metal que
servía para sujetar las armas y del que colgaban flecos para proteger los genitales (cingulum).

Ana García me fecit.

La estrategia militar
Los romanos tenían una forma de combatir muy
rigurosa y disciplinada. Una vez dada la señal
(signum), las filas avanzaban hacia el enemigo y
lanzaban primero la jabalina para sembrar el
desorden y producir las primeras bajas. Después, se
pasaba al combate cuerpo a cuerpo con la espada.
Las centurias de primera línea eran pronto
sustituidas por las tropas de segunda línea, que iban
pasando a través de los huecos vacíos.3
Recreación actual de una testudo.
Para el asedio de las ciudades, utilizaban máquinas de guerra como el ariete (aries), torres
de madera móviles de varios pisos de altura (turres) o las vineae, galerías de madera
recubiertas de ramas y pieles bajo las cuales los soldados podían avanzar a cubierto.
El campamento
Después de la jornada de marcha, el ejército se
alojaba en campamentos (castra), donde
dormían en tiendas de campaña. Solían ser de
carácter temporal y se destruían una vez se
reanudaba la marcha, pero, en ocasiones, el
ejército pasaba en ellos todo el invierno.
3
Para la expresión res ad triarios venit véase Hacquard (2008: 89).
Aprendemos latín
Puesto que los soldados de tercera
línea, triarii, solo intervenían en
casos de extrema urgencia, cuando
esto ocurría se utilizaba la expresión
res ad triarios venit, literalmente “el
asunto llega a los triarios”, que
quiere decir que la situación ha
llegado a ser crítica.
A veces, el ejército adoptaba tácticas
de ataque, como el cuneus, que
consistía en una formación en forma
de flecha para abrirse paso entre las
tropas enemigas, o la testudo, en la
que las soldados avanzaban de forma
compacta cubriéndose unos a otros
con los escudos, de tal manera que
parecían un sólido caparazón.
¿Sabías que…?
Muchos campamentos de ocupación
larga acabaron convirtiéndose en
asentamientos y dieron origen a
ciudades. Es el caso de León en
España o Manchester en Inglaterra.
Ana García me fecit.
 Aprendemos latín Todos los campamentos eran de forma
cuadrada y se estructuraban en torno a dos
Cuando el ejército iba en marcha, era
ejes perpendiculares, el cardo, que iba de
precedido por el signifer, que portaba el
estandarte de la legión. A él, puesto que
norte a sur, y el decumanus, que iba de este a

iba a la cabeza, le eran transmitidas las oeste. En el lugar donde confluían ambas vías
órdenes. Se le decía, por ejemplo, signa se levantaba la tienda del general y se
inferre, cuando debía avanzar y signa establecía un foro con espacio suficiente para
statuere cuando debía detenerse. Cuando que se reuniese toda la legión. 4
la formación debía ser mantenida, se les
El campamento se rodeaba con un foso cuya
ordenaba a los soldados signa subsequi, es
tierra se amontonaba por todo el perímetro
decir, que siguieran los estandartes. Si
debían, en cambio, abandonar la hasta formar un terraplén (agger), donde los
formación, se les decía ab signis soldados clavaban estacas de madera,
discedere. formando así una empalizada. En cada una de
las esquinas del campamento se construía
Cf. Hacquard (2008: 85).
una torre para vigilarlo.
Jerarquía militar

En una legión, el mando con menos poder

lo ostentaba el centurión, que estaba al
frente de una centuria. Por encima de este
estaban los tribunos militares, seis por
cada legión, quienes solían pertenecer a
familias adineradas, ya que este puesto
servía para iniciarse en la carrera política.
El mando supremo del ejército durante la
República lo ostentaba el cónsul, quien
nombraba a un legado como ayudante.

La caballería, que se organizaba en Viñeta de uno de los cómics de Astérix y

decurias, tenía a un decurio al frente de Obélix de R. Goscinny y A. Uderzo, donde se
cada una y a un prefecto como oficial puede ver la estructura de un campamento
superior. romano

ANEXO II pág. 52, ejercicio 5

4
Este era el mismo trazado que seguían las ciudades romanas. Este modelo, llamado hipodámico, partía de
un trazado geométrico en el que las calles se organizaban de forma paralela al cardo y el decumanus y en
el punto donde confluían ambas vías se establecía el foro, centro de toda la actividad de la ciudad.

Ana García me fecit.