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11 Julio 2016
Resumen:
© 2013 Sociedad Mexicana de Oftalmología. Publicado por Masson Doyma México S.A.
Todos losderechos reservados.
Abstrac:
© 2013 Mexican Society of Ophthalmology. Posted by Masson Doyma Mexico S.A. All
rights reserved
Introducción:
Métodos:
El criterio de inclusión que se tomó en cuenta para la aceptación de los artículos fueron:
el año de publicación, teniendo como rango límite artículos publicados entre los años
2013 a 2016.
Definición:
Epidemiología:
En nuestro país no contamos con estadísticas exactas acerca del glaucoma de ángulo
abierto sin embargo en diferentes países tenemos bases estadísticas acerca de esta
patología tan frecuente que se describen a continuación:
Las mujeres son más afectadas que los hombres (55% de glaucoma de ángulo abierto,
el 70% del glaucoma de ángulo cerrado, y el 59% de todos los tipos de glaucoma).9
La prevalencia del glaucoma primario de ángulo abierto en blancos europeos,
estadounidenses y australianos es similar, pero en África, el Caribe y los Estados Unidos
es mayor. 9
Además los pacientes que sufren un ataque agudo de glaucoma presentan cambios
serios e irreversibles en el nervio óptico y constituyen 4,5 millones de ciegos en el
mundo.6
En los Estados Unidos hay tres millones de personas que tienen glaucoma sin embargo
solo la mitad conoce que sufre de esta enfermedad.
Anatomía y Fisiología
Desde el punto de vista anatómico, el ojo tiene una forma irregularmente esferoidal y
está formado por tres capas concéntricas: la externa (córnea y esclera), cuya función
fundamentales la de dar forma al globo ocular y contribuye a mantener la presión
intraocular, la media (úvea) y la interna (retina), que es donde se inicia el proceso de la
visión y es la parte especializada del sistema nervioso destinada a recoger, elaborar y
transmitir las sensaciones visuales. ⁸
La esclera constituye la capa que da integridad estructural al globo ocular. Está formada
por tejido conjuntivo (fibroblastos, colágeno y proteoglicanos), es de color blanco debido
al gran contenido en agua y a la disposición irregular de sus fibras. La inervación corre
a cargo de los nervios filiares posteriores. ⁸
El iris, el cuerpo ciliar y la coroides constituyen la túnica media. El iris es la parte más
anterior y está constituido por tejido conectivo laxo recubierto en la parte posterior por
un epitelio pigmentado. En su estroma se encuentra el músculodilatador y el esfínter
pupilar, y su coloración depende de la cantidad de melanina presente en el estroma.
Posee un orificio central, la pupila, que regula la entrada de luz en el ojo y está unido al
cuerpo ciliar en la periferia por tejido conjuntivo. ⁸
La pupila normal es redonda y regular, su diámetro oscila entre 2,5 y 5,5 mm con 4 mm
como promedio. En un individuo normal la diferencia de tamaño de ambas pupilas se
sitúa en torno a 0,3‐0,7 mm. ⁸
Cuando esta diferencia supera 1 mm se habla de anisocoria, que afecta
aproximadamente un 15% de la población, aunque la respuesta a la luz es normal; no
suele modificarse, aunque a veces aumenta discretamente en oscuridad. ⁸
El movimiento de la pupila es un indicador cinético de la función ocular, tanto sensorial
como motora, éste está modulado por el sistema parasimpático a través del III par que
inerva el músculo constrictor y por el sistema simpático que inerva el músculo dilatador
de la pupila, por tanto el diámetro de la pupila está determinado por el equilibrio entre
las acciones antagonistas de estos dos sistemas. ⁸
La cavidad vítrea está rellena de un gel transparente y avascular, el gel vítreo, que
ocupa cuatro quintas partes del globo ocular. Está localizado por detrás del cristalino y
por delante de la retina, y da soporte a las estructuras internas. Su transparencia es
indispensable para la visión. El eje anteroposterior del globo ocular atraviesa una serie
de lentes (córnea y cristalino) cuya función es la de enfocar nítidamente las imágenes
sobre la retina. Los impulsos generados en la retina se transmiten, a través del nervio
óptico y la vía óptica, al córtex occipital, donde se establecen las asociaciones precisas
que permiten transformar los estímulos visuales en imágenes reales.
Cuando la cantidad de humor acuoso es excesiva, bien por un aumento de la producción
o, lo que es más frecuente, por una reducción de su drenaje, la presión intraocular
aumenta. Esto no pone el peligro la anatomía ocular, ya que el ojo es bastante resistente
mecánicamente, pero puede afectar a las zonas más débiles de su estructura interna. Y
la parte más débil es la zona de la esclera por donde el nervio óptico sale del globo
ocular. ⁸
Los escotomas son puntos, agujeros o bandas en el campo visual en los cuales no se
puede ver nada. Por su parte, una hemianopsia consiste en la desaparición de la mitad
del campo visual; en condiciones normales, el campo visual tiene una amplitud en cada
ojo de 50º hacia arriba, 70º hacia abajo, 60ª en sentido nasal y 90º en el temporal. Sin
embargo, en el campo visual normal se superponen los campos de los dos ojos, lo que
permite la visión binocular. La representación de esta visión binocular se hace mediante
cuatro cuadrantes de sección circular. ⁸
Si faltan dos cuadrantes (un lado entero) hablamos de una hemianopsia, pero si falta
uno solo se conoce como cuadrantanopsia. Las hemianopsias y cuadrantanopsias se
corresponden con lesiones desde el nervio óptico hasta el cortex visual y son
monoculares o binocularesdependiendo de su localización. ⁸
El quiasma representa la unión de las ramas del óptico de cada ojo. Se relaciona con
el esfenoides y la hipófisis, por debajo con el III ventrículo, las arterias cerebrales
anteriores y la comunicante anterior, por detrás con el III par y por los lados con las
carótidas internas. Contiene fibras directas (del lado temporal de cada ojo) y fibras
cruzadas (del lado nasal). Las lesiones en el quiasma vienen dadas por las de las
estructuras que le rodean. La lesión más típica es la hemiapnosia bitemporal,
generalmente por tumores hipofisarios; como norma la lesión siempre es bilateral. La
cintilla óptica, en la parte posterior del quiasma, recoge las fibras pupilomotoras y fibras
visuales temporales, por un lado, y las nasales por el otro. Las lesiones de esta zona
producen defectos de campo no congruentes (hemianopsia homónima contralateral con
afección pupilar). ⁸
El cuerpo geniculado lateral está situado en la cara posterior del tálamo y a él llegan
el 80% de las fibras de la cintilla óptica. De su superficie posterior parten las radiaciones
ópticas; de hecho, es una estación de relevo de la cintilla óptica. Su lesión produce una
hemianopsia homónima contralateral. Las radiaciones ópticas salen de la cara posterior
del cuerpo geniculado lateral del tálamo y se dirigen hacia atrás y afuera, rodean el
brazo posterior de la cápsula interna y se dividen en tres fascículos: dorsal, central y
ventral. Atraviesan los lóbulos temporal, parietal y occipital. Cuanto más posteriores son
las lesiones más congruentes son los defectos; si la lesión se sitúa en la porción anterior,
se produce una pérdida del hemicampo contralateral, sin respeto macular y
habitualmente congruente. Si es más posterior, se produce una cuadrantanopsia
homónima. ⁸
Por último, la corteza visual está situada en el córtex occipital. Aquí no sólo llegan las
fibras, sino que además están las áreas de asociación. El área 17 o área estriada es la
responsable de las sensaciones visuales primarias, mientras que las zonas del córtex
que le rodean (áreas peri‐ y paraestriadas) elaboran la información integrándola con
otras zonas. Las lesiones más habituales son los escotomas o las hemianopsias
homónimas contralaterales congruentes.⁸
Patogenia:
El problema radica en el
sistema de drenaje del humor
acuoso, o sea, en la malla
trabecular, esto hace que se
eleve la presión Figura 1. Ángulo abierto
intraocular y se
compriman las fibras del nervio óptico (teoría mecánica). Otro factor que se invoca es la
mala perfusión de la cabeza del nervio óptico, que provoca lesión de las fibras de este
nervio (teoría isquémica). Actualmente se acepta que ambas teorías son válidas y
generan, por la isquemia, una serie de eventos bioquímicos que producen moléculas
(glutamato y otras excitotoxinas), capaces de provocar la muerte celular. 10
En el glaucoma de ángulo abierto, hay un daño característico del nervio óptico y pérdida
de la función visual en presencia de un ángulo abierto sin una patología que lo
identifique. La enfermedad es crónica y progresiva. Aunque una PIO elevada es
frecuentemente asociada a la enfermedad, la PIO elevada no es necesaria para
establecer el diagnóstico.4, 14
Ángulo abierto
Lesión glaucomatoca del nervio óptico
PIO Elevada
Daño del campo visual
Factores de riesgo
Edad
La prevalencia de HTO en blancos no hispanos mayores de 40 años es del 4.5%
(variando del 2.7 a los 40 años hasta el 7.7% en aquellos entre 75 y 79 años de edad).
En latinos la prevalencia se estima en un 3.5% (variando de un 1.7% en personas entre
los 40 y 49 años de edad hasta un 7.4% en mayores de 80 años). El número de SG
exacto se desconoce; se sabe que este es mucho mayor que el de los que realmente
presentan la patología. En población mexicana la prevalencia del glaucoma está entre
un 2-4% de nuestra población. ²
Miopía alta
La miopía es un factor de riesgo conocido, asociado con glaucoma, particularmente en
individuos con más de 6 dioptrías. Es común en estos pacientes, dadas su
características anatómicas, encontrar un área de disco grande, una excavación amplia
y una rotación del eje vertical de la papila (papila oblicua), que dificulta una evaluación
minuciosa. ²
Enfermedades sistémicas
La hipotensión arterial se encuentra asociada con la aparición y progresión de daño por
glaucoma, en especial en aquellos pacientes hipertensos en los cuales una
sobremedicación en el tratamiento de la hipertensión puede llevar a la hipotensión
arterial; los episodios de choque hipotensivo, trauma, cirugía vascular o hemorragia
masiva son potencialmente perjudiciales en la irrigación de la cabeza del nervio óptico.
La presencia de fenómenos vasoespásticos, locales o periféricos, tales como migraña y
síndrome de Raynaud, se relaciona con el glaucoma de tensión normal. Igualmente la
presencia de enfermedad cardiovascular y de hipertensión arterial es una asociación
mencionada con este tipo de glaucoma. ²
En el caso de la diabetes mellitus, estudios recientes cuestionan su presencia como
factor de riesgo, e incluso se cataloga como un factor de protección. Sin embargo, por
lógica y siendo la diabetes mellitus una enfermedad con un blanco microvascular muy
importante (observándose por la microangiopatía diversa que ocasiona la hiperglucemia
crónica, no solo a nivel ocular), se hace difícil pensar que esta microangiopatía no afecte
de manera selectiva a la cabeza del nervio óptico.²
Cuadro Clínico:
Escasos síntomas; se mantiene la agudeza visual indemne, hasta fases tardías.
En ocasiones, cefaleas.
Evolución insidiosa y progresiva, e indolora en su inicio.
Generalmente es bilateral, pero en ocasiones la lesión avanza más en un ojo
que en otro y suele observarse asimetría en los parámetros a evaluar.
o Estos son:
Estado de la papila o disco óptico (excavación aumentada).
Tensión ocular (hipertensión).
Campo visual (defectos arciformes).10
Estado de la papila:
El estado de la papila óptica o disco óptico o cabeza del nervio óptico, se puede estimar
con el oftalmoscopio directo al realizar el fondo de ojo. También existen otros métodos
más precisos, como la biomicroscopía del polo posterior, la fotografía del fondo de ojo y
hasta métodos más modernos como los equipos de láser.10
Los signos que aporta el fondo de ojo son:
Presencia de la excavación papilar y palidez, aumentada, sobre todo, en el
diámetro vertical. Esta se expresa como una relación numérica entre el área total
de la excavación sobre el área total de la papila.10
El anillo neurorretiniano que está formado por el tejido nervioso (axones de las
células ganglionares), es el área que se encuentra entre la excavación y el borde
del disco. Disminuye con el aumento de la excavación.10
En la mayoría de los sujetos normales, la relación excavación /papila (E/P) oscila
desde 0; no excavación o papila plana, hasta 0,3. Relaciones mayores como 0,4
a 0,6 hacen pensar en sospecha de glaucoma; de 0,7 o más, son muy sugestivos
de que ya el paciente padezca la enfermedad en estados tardíos y finales.10
Otro signo importante es el adelgazamiento del anillo neurorretiniano, sobre todo
en su sector inferior y temporal (Figura 2).10
La asimetría de excavación entre ambos ojos, mayor que 0,2, es también un
signo indicativo de esta lesión.10
Atrofia peripapilar:
Aparece como una semiluna más pálida en la zona temporal de la papila. A veces el
área de la atrofia puede estar pigmentada; se observa en sujetos normales, pero es muy
frecuente en pacientes con hipotensión arterial, en los que el glaucoma de tensión baja
o normal tiene mayor incidencia.
Desplazamiento nasal de los vasos.
Presión
intraocular:
Estudios recientes indican que la media de la presión intraocular es de 16 mmHg. Se
considera el máximo permisible de 21 mmHg. En el glaucoma crónico simple puede ser
muy elevada, si el proceso lleva algún tiempo.10
Campo visual:
Escotomas paracentrales.
Como la visión central se mantiene hasta estadios avanzados, el paciente nota “que
pasa algo”, pues en esta etapa la visión central solo permite distinguir bultos. 10
Sospecha de cierre angular primario (SCAP). Cuando hay al menos 180◦ de contacto
iridotrabecular, PIO normal, no evidencia de sinequias anteriores periféricas (SAP)
(Figura 4) ni neuropatía óptica glaucomatosa (Figura 3 - 4).
Cierre angular primario (CAP). Contacto iridotrabecular con presencia de sinequias y/o
aumento de PIO, pero sin neuropatía óptica glaucomatosa.12
Glaucoma primario por cierre angular (GCAP). Contacto iridotrabecular con neuropatía
óptica glaucomatosa. Suele acompañarse de SAP y aumento de PIO, aunque a veces
no están presentes en la exploración inicial.12
Examen clínico
En el examen clínico del ojo afectado es característico: 6
• La agudeza visual se encuentra disminuida (por lo general menor de 20/70).
• El enrojecimiento ocular a expensas de la hiperemia de los vasos episclerales, vista
en el examen como hiperemia periquerática (hiperemia profunda) en forma difusa.
• Al iluminar con linterna, hay una marcada fotofobia y llama la atención una córnea
opaca y grisácea.
• La pupila se encuentra en midriasis media (6 milímetros), fija, no reactiva a la luz,
irregular por isquemia del esfínter pupilar por hipertensión ocular.
• La presión del ojo al palparlo con los dedos se nota elevada. Para saberlo se debe
comparar con el globo ocular contralateral.
• El nervio óptico, a la oftalmoscopia directa, puede aparecer sano si es el primer
episodio de hipertensión ocular o con signos de neuropatía óptica glaucomatosa que
incluyen excavaciones grandes mayores del 50 %, irregularidades del anillo neural,
hemorragias en astilla, rechazo nasal de vasos, atrofia retiniana parapapilar.
• La evaluación de la dimensión de la cámara anterior mediante el examen agudo
para médicos generales... del ojo contralateral no afectado. Se utiliza el método de
Von Herick , donde se ilumina con una linterna desde el exterior del ojo, proyectando
la luz hacia la región nasal del globo ocular, como se muestra en la figura. Dicho
método nos orienta a saber si la cámara anterior es amplia o estrecha
Diagnóstico en la infancia: 11
El diagnóstico de glaucoma de la infancia se establece cuando se cumplen al menos 2
de los siguientes criterios:
Presión intraocular (PIO) ≥ 21 mmHg
Aumento/asimetría en excavación papilar
Aumento del diámetro corneal o estrías de Haab
Miopía progresiva
Escotomas glaucomatosos en la campimetría
La PIO es el parámetro más variable en el diagnóstico ya que se afecta por múltiples
factores (tipo de tonómetro, movimientos oculares, cooperación del paciente, anestesia
o estado corneal).
La tonometría de referencia es el tonómetro de Goldmann y muchas veces optamos por
el tonómetro Perkins (Haag-Streit AG, Bern, Switzerland) que permite tomarla PIO en
decúbito supino y pacientes poco colaboradores. 11
Tratamiento
Una vez que se ha perdido una parte de la visión, ésta es irreversible y poco a poco,
sino no se controla el glaucoma, se puede llegar a la ceguera completa. Por
consiguiente, el glaucoma es una enfermedad actualmente incurable, con el agravante
de que como en la mayoría de sus formas no hay síntomas hasta que aparecen las
primeras pérdidas del campo visual, los pacientes no son conscientes de la necesidad
del tratamiento.8
Tratamiento farmacológico
Los pacientes con glaucoma tratados farmacológicamente no solo previenen o retrasan
el daño del nervio óptico, sino que parecen vivir más tiempo, según los resultados de un
estudio (Stein, 2010), que analizó durante cuatro años los resultados de más de 21.000
voluntarios con enfermedad ocular y sin ella. Los fármacos utilizados para tratar el
glaucoma, tanto betabloqueantes como análogos de prostaglandinas, podrían reducir
hasta un 74% el riesgo de muerte en comparación con las personas que no reciben
estos tratamientos. Los autores apuntaron como hipótesis el mayor control médico de
los pacientes que acuden regularmente al oftalmólogo, o los efectos de ciertos tipos de
fármacos antiglaucoma capaces de reducir la tensión arterial, como responsables de
ese aumento de la esperanza de vida. 8
Desde el punto de vista terapéutico, nos encontramos con una gran variabilidad de
opciones. Disponemos de diversos fármacos antiglaucomatosos tópicos y sistémicos,
aislados y en combinación para el tratamiento del glaucoma en general y del glaucoma
de ángulo estrecho en particular. Además pueden utilizarse una serie de procedimientos
láser o quirúrgicos, dentro de los cuales también se ha sugerido la cirugía de catarata,
para reducir la presión intraocular (PIO), detener o enlentecer la pérdida de visión o
actuar sobre los mecanismos etiopatogénicos. 6
Cuando inicia la terapia, el oftalmólogo asume que la presión intraocular basal
contribuye al daño en el nervio óptico y causaría un deterioro adicional. Una reducción
del 25% o más ha demostrado que enlentece el deterioro papilar y campimétrico.9
Prevención
La presión intraocular (PIO) elevada es el único y principal factor de riesgo para el
glaucoma que puede ser controlado, así como también la causa predominantemente
desencadenante de su aparición; razones por las cuales se presta mucha atención a los
valores de la PIO para el diagnóstico, seguimiento médico y tratamiento de los
pacientes, pero igualmente para la identificación de personas presumiblemente
afectadas por ese daño o con hipertensión ocular.9
Debe recordarse que si el manejo es el adecuado y si se instaura de forma temprana,
lo más posible es que no desarrolle cambios en el nervio óptico u oclusiones venosas
de retina, que son irreversibles y podrían afectar de modo permanente y progresivo el
campo visual del paciente hasta llegar a dañar su visión.9
Seguimiento.
Los factores que determinan la frecuencia de las evaluaciones incluyen la gravedad del
daño (leve, moderado, severo, con evaluaciones más frecuentes en la enfermedad más
grave), la tasa de progresión, el grado en que la PIO meta es excedida y otros factores
de riesgo de daño. 9
El seguimiento del SG debe realizarse como mínimo durante 2 años sumando 3 campos
visuales durante cada uno de estos y un mínimo de 3 pruebas estructurales durante este
periodo de tiempo. En conjunto con la PIO, el grosor corneal central, la apariencia clínica
del nervio óptico y la documentación mediante pruebas de estructura y función se puede
tener la suficiente información para documentar la presencia de GPAA, así como su
ritmo de progresión.2
Existirán casos en los que las pruebas podrían no tener ninguna variación o incluso
mejorar con el tiempo; en estos casos recomendamos el espaciamiento de las visitas y
de los estudios inclusive cada año de no notar ningún cambio.2
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