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CAPÍTULO 15

AÑO 1991

RETORNO AL HOBBY EN UNA NUEVA DISCIPLINA

Comienzo el año en la zona de Capurro. La empresa pesquera se llamaba Bivar y


estaba sita en la calle Gral. Farías a pocas cuadras de la rambla portuaria. Se dedicaban
a la pesca y exportación de la fauna marítima. Había sido recomendado por un jefe de
Contaduría de la Granja Moro. Tenían equipos marinos de VHF de varias marcas:
Regency Polaris, Aerotron, Mc. Kinley, etc. Les reparé varios de ellos y entrando en un
nuevo campo, ya que los equipos marinos a pesar de ser simples equipos de VHF,
tenían canales en duplex y otros detalles menores. Duró poco ese nuevo cliente, pero
sirvió como experiencia. No pude entrarle en sus equipos de HF: eso y todos sus
sistemas de radares Furuno ya lo tenían adjudicado a otra empresa.

En ese entonces estaba en plena producción de más MCX105, aquellos caseros


de un solo canal de UHF, pues había varios pedidos como Lourcar, los Dudok y Poggio
para su criadero de Paso del Medio. Al no tener los circuitos y las placas más o menos
normalizadas, daba mucho trabajo terminarlos y que funcionaran con éxito. Pero con
entusiasmo y tesón todo se logra, así que coloqué uno más para Lourcar, otro para
Dudok y el último en aquel criadero de pollos de El Remanso en Paso del Medio como
base fija, operando con el dipolo vertical que tenía el equipo Kenwood TK801S anterior
y que fue destinado a un camión de reparto.

1991 – Un día nos juntamos algunos de los operadores, ex operadores y torreros del
Radioteléfono de Antel en la Planta Trasmisora de La Barra de Sta. Lucía…

En ese mismo mes de enero de 1991 y luego de haber leído muchos artículos
varios sobre Rebote Lunar en banda de 144 MHz, me decido a hacer algún tipo de
antena al menos para intentar recibir. Recuerdo que cuando había hecho un paréntesis
en el hobby allá por 1980, pensaba que cuando volviera a empezar algún día sería en
rebote lunar y con una parábola en 432 MHz. Ahora otra vez el hobby empezaba a
resurgir de las cenizas del pasado, pero en una nueva y atrayente modalidad. Ya había
agotado todas las instancias del HF y sentía la necesidad de hacer algo distinto… y a lo

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grande. Al menos hasta la fecha nadie había intentado incursionar en esa apasionante
disciplina, de enviar una señal a la luna y poder recibir el propio rebote y también poder
comunicar con otros aficionados que usasen el mismo sistema. Me iba a embarcar en la
disciplina tope del hobby, lo máximo. Para ese fin necesitaba: superar el kilovatio de
salida transmitido en VHF, armar un array o conjunto de antenas direccionales que
superasen los 20 dBd reales sobre dipolo, armar un sensible preamplificador de antena
de alta ganancia y bajo ruido, proveer un sistema de conmutación del array no sólo
secuencial, sino que manejase aquella potencia y la conmutase al débil preamplificador,
y por último armar un sistema de seguimiento de la luna con la antena por medio de dos
rotores, uno de azimuth y otro de elevación.

De gran ayuda y para encender más el entusiasmo, pido a la Eimac (Eitel Mc


Cullough) el principal fabricante de válvulas de transmisión del mundo, unos boletines
que se habían condensado en un catálogo llamado “Almost Everything that you will
know About Moonbounce”. Allí había una descripción de estaciones de varias partes
del mundo que estaban operativas en E.M.E., o sea Earth-Moon-Earth (Comunicación
Tierra-Luna-Tierra) ó T.L.T. Como era “hincha” de las antenas quads y algunos
artículos mencionaban lo bien que andaban en VHF, y en los folletos de Eimac había un

1991 – Quads 144 MHz EME. Primeros tests.

colega de USA que había hecho un conjunto de 16 pequeñas quads de 3 elementos cada
una, decidí hacer 4 de ellas y de 12 elementos, a fin de aumentar la ganancia total y
evaluar los resultados. Al carpintero del barrio Diego el barbudo, le encargué preparar
96 “varillitas” rectangulares de madera de cedro de 75 cm de largo para formar las
cruces de los cuadrados, los cuales tendrían aprox. 50 cm de lado de alambre de cobre
de 2 mm de diámetro. Había conseguido en Electricidad Diagonal en la proa de
Agraciada y Galicia, un tipo de alambre desnudo de tierra bastante duro, así se mantenía
rígido en su cuadrado. Varios días pasaba en el fondo de casa tratando de ajustar la
antena prototipo, usando un handy para generar la señal y un medidor de intensidad de
campo con el instrumento remoto, para medir y ver en dicho instrumento las variaciones
que se iban produciendo en el campo generado por la antena. Tenía la desventaja del
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espacio un poco estrecho para tal tipo de medida, ya que las paredes y objetos
circundantes alteraban las lecturas. Además las medidas de los cuadrados directores
eran fijas, teniendo un 5% menos que el elemento precedente. Las medidas de
separación eran constantes.

Creo que es cierto lo que leí: que las quads de más de 5 elementos empiezan a
comportarse de manera poco predecible… pero el entusiasmo por obtener más ganancia
(¡!) me cegaba por completo. Tenía que mechar el ahora hobby con los trabajos y la
atención a los clientes. Así es que tuvimos que hacer una célula fotoeléctrica operada a
24 volts para el control del balizado de la torre de 36 m de los Dudok, basado en un
diodo fotosensible BPW31 comprado en Electrónica Internacional de Fernando Macé,
que en ese entonces estaba ubicado en la calle Yi. El diodo con su circuito quedó
colocado en el taller del tornero al lado del escritorio del viejo Dudok y montado en el
techo, ya que una chapa de fibra de vidrio del mismo permitía la entrada de luz y podía
excitar o no al diodo. Las dos lámparas de 24 v. 40 w. de la baliza operaban con dos
baterías de 12v pues los cortes de luz allí eran frecuentes.

1991 – Ómnibus de COTSUR,

También la base de la línea de buses Cotsur (ex AMDET municipal) en la


calle Larrobla empezaba a tener algunos problemas de comunicación. Mediciones con
tester en el conector de la antena, indicaban una conductancia debida a pérdidas por
humedad o agua en los dipolos o cable, en lugar de dar resistencia infinita. El operador
de la base Nelson Pucurulo y excelente compañero me acompañó a la azotea del
edificio. Llevé una roldana, cuerda y varias llaves a fin de bajar la antena de 4 dipolos
tipo Motorola con los dipolos plegados, sin gamma match y de 6 m. de largo. Tuve que
subir a la torre de 24 m, bajar el array de 4 dipolos enfasados y colocar una pequeña
vertical con planos de tierra que había hecho a tal efecto mientras reparaba la otra.
Luego un tremendo ómnibus Leyland me acercó la antena a casa esa tarde: limpié todos
los conectores de los dipolos y tuve que armar un nuevo phasing harness o “arnés”
como le decían los torreros, ya que el que tenía estaba empapado interiormente con agua
de lluvia: no habían sellado con silicona u otro producto sus conectores. Al otro día

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reinstalé de nuevo el largo array en la torre, con lo que la comunicación se normalizó
totalmente.

Un día vino por casa un muchacho Héctor a bordo de una camioneta de la fábrica
de Pastas Cremona de la Avda. Millán y Espinillo, trayéndome para ajuste y revisación
de un transverter para 40 metros (en la banda comercial baja de 6.8 MHz) basado en un
transceptor comercial de BC Cobra que tenía SSB y salida de 20 w. con un par de
TO220s de RF Motorola. Eran equipos fabricados por Audiolux, un aficionado llamado
Carlos Domínguez muy hábil y conocedor de todos esos detalles. Le reparé y ajusté el
equipo a Héctor además de su antena móvil. Hicimos una buena amistad relámpago, no
le cobré nada y él se ofreció a traerme algo de USA, ya que viajaría pronto y podría
traer algún “aparatillo” de allá, siempre tan bienvenidos. Se me ocurrió encargarle un
FAX, instrumento muy útil y de moda en ese entonces. Al tiempo se me apareció con
terrible telefax Toshiba que está en uso hasta hoy.

Al poco tiempo que había armado e instalado la emisora FM de Juan Lacaze, armé
poco a poco otro emisor stéreo similar de 12 vatios de salida, con plaquetas todas
caseras pero sin el amplificador, a fin de tenerlo listo en caso de un nuevo cliente. Es así
que un día conocí a un tal Sr. Porro quien estaba interesado en una pequeña estación de
FM para tener de respaldo pues que él tenía una FM instalada en Tacuarembó. Hicimos
un canje: la emisora (que ajusté en 106.5 MHz) por una válvula Eimac
3CX1500A7/8877 nuevita en caja con su zócalo de porcelana. Como había leído en los
artículos de EME que había mucha gente que usaba ese hermoso triodo que daba 1500
watts de salida en 144 MHz, me dije que algún día podría servirme (o en el peor de los
casos venderla, ya que su precio en origen superaba los 600 dólares). Me servía el canje
y a él también, así que hicimos negocio. Nunca supe más de Porro, pero a juzgar por
aquel dicho que dice “no news, good news” y que en buen castellano significa que “si
no hay noticias, buenas noticias”… pienso que todo debe haber funcionado bien.

Mientras tanto seguía instalando alguna radio nueva en los camiones de Lourcar y
siempre experimentando nuevas antenas móviles de UHF, baratas y de buena eficiencia.
Vi que algunos taxis estaban usando un tipo de colineal con un “manguito” o tubo,
intercalado en la varilla de 5/8 ó tres cuartos de onda y sin bobina adaptadora en la base.
Me arrimé a un taxi parado y estuve mirando como era la cosa: el manguito tendría 1/8
de onda y estaba aislado en su parte inferior: simulaba una “bazooka” balanceadora de
tipos de línea. Hice un prototipo en casa con alambre acerado-ovalado del tipo de
alambrado de ley que Barbosa usaba en sus riendas de torres, y traté de ajustarlo en el
techo del auto. Ya había comprado en Raycom (la colateral de Fierro Vignoli
distribuidora de Kenwood meses antes) un equipo dual band de V y UHF modelo TM-
701A al cual hice liberar en frecuencia e instalarle la plaqueta de subtonos. Allí siempre
me atendía el pibe Ricardo Barbé, pues lo consultaba sobre modelos y precios de la
línea Kenwood. Pagué ese TM-701 810 dólares, aunque estaba a 1129 de lista. Pero era
una herramienta más para el taller ya que cubría de 130 a 180 MHz en VHF y de 400 a
500 MHz en UHF. Como complemento también le había comprado a Roberto Verde
CX6ACD un handy Icom IC-24AT también dual band, que cubría además la banda
celular en recepción, que para ese momento ya empezaba a tener auge.

De esa manera y con tales equipamientos pude ajustar la antena “gallega” como la
llamé, pues la versión original era made in Spain. Armé una docena de ellas, algunas
instalé enseguida y otras fueron saliendo a medida que se iban colocando más UHFs en
los móviles de Lourcar y otros. También construí de 5/8 de onda con una espira y media

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abajo, toda de alambre de acero ovalado y con un conector PL259 y teflón perforado y
roscado como aislante. Los libros decían que la mayor ganancia de una antena móvil se
logra con un largo de 5/8 de onda, en lugar de un cuarto o de tres cuartos. Qué querés
que te diga... yo las probé todas (y aún las colineales comerciales) en varios vehículos y
de diferentes medidas... pero ajustá bien una de un cuarto de onda que te rinden igual
que las otras. A las que tienen bobina de enfase al medio, te invito a que hagas una
prueba: tocá la sección superior mientras mirás el medidor de ROE: no tengas miedo
pues no te va a quemar y el medidor no variará. Pasa que la bobina del medio es tan
larga, que realmente es un choke de RF… y no un adaptador de secciones de un ¼ de
onda!

Ya estábamos en marzo de 1991 y tenía armadas las 4 quads de 12 elementos con


boom de tirantillo de pino brasil de 3,5 m de largo. También armé un conversor de
recepción para el TS430 con un FET de doble compuerta Motorola MRF966, de bajo
ruido y buena ganancia, otro similar como mezclador y un oscilador a cristal con un
BF494 que me daba salida en las inmediaciones de los 14 MHz. Al principio monté solo
una quad en el extremo de la escalera atada provisoria, y apuntando a la luna cuando
veía la misma de noche, sin tener en cuenta los fines de semana de perigeo, o sea, el
momento que todos los colegas aprovechan cuando la luna está en su recorrido mensual
y pasa más cerca de la Tierra, lo que redunda en una ganancia extra nada despreciable.
Evidentemente que la escucha era negativa, aunque el ajuste del conversor estaba bien.

En esos interines traté de hacer una estructura de madera para soportar las 4
antenas, pensando que una sola era de ganancia insuficiente. Compré en el depósito de
fierros viejos de la gorda Alicia en Propios pasando la vía, algunos hierros ángulo y
varillas viejas a fin de hacer una torreta para soportar y poder girar la estructura. Con las
soldaduras caseras quedó hecho ese soporte-torreta de no más de 3 m de alto. Armé un
divisor de potencia de 4 ports con secciones de un cuarto de onda de cable RG8 foam
con conectores del tipo PL259 y SO239, aunque la alimentación de las quads lo hice
con RG8X, un coaxil foam de 52 ohms de pequeño diámetro con una pérdida aceptable.
Monté el soporte con alambres a la torreta posicionando esta a la entrada del taller,
teniendo el edificio vecino justo para el lado norte, lo que me robaba algunas horas de
visibilidad o “ventana” hacia la luna. Conecté todo y estuve monitoreando los fines de
semana, hasta que en uno de ellos logré copiar bastante claro a dos “tiburones” de USA:
la KB8RQ y la W5UN... mi entusiasmo y sorpresa no tuvo límites al comprobar que
orientando las antenas fuera de la luna, las señales desaparecían: realmente estaba
escuchando el rebote... Ahora solo faltaba implementar la parte transmisora, etc.

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1991 – Cabezal con rotores caseros AZ-EL.

Experimenté con varios transverters caseros para ver la posibilidad de armar algo barato
y que me sirviera. El tiempo volaba y tenía que seguir atendiendo la clientela... y no
sabía aún que mi entusiasmo era basado en apenas un detalle… y que había muchos más
desafíos “pesados” para resolver y vencer.

Aparece entonces Carlos Cachés, un transportista que vivía en Colón y amigo de


Pablo Cigliuti, interesado en radios para sus camiones y uno para su camioneta Ford
gasolera. Algo sabía de radio, pues consiguió un equipo base japonés con su fuente
respectiva y también armó y montó los dipolos cuyas medidas le di (de los canales de
Pablo) pues iban a compartir los mismos. Así que armé para empezar dos MCX104,
pero luego agregué cuatro más a su sistema y con las antenas móviles caseras y las
instalaciones y ajustes que poco a poco fueron hechas en la calle a otros tantos
camiones. Danielito siempre me ayudaba con las plaquetas, el conexionado de los MCX
y la instalación y ya estaba como empleado cobrando un sueldo.

En junio de ese año 1991, podando un árbol en el fondo de casa, haciendo


piruetas arriba de la escalera y agarrarme a una rama media podrida me vengo al suelo,
pierdo el conocimiento despertándome en la cama de Daniel: María me había
arrastrado desde donde caí hasta la cama. Llamó a Casa de Galicia y me llevaron para
hacerme unas placas… me había quebrado el trocánter izquierdo, un hueso de la cadera.
La curación era con quietud en cama y como era invierno las bolsas de agua caliente no
faltaban. La cuestión que con tanta quietud notaba un dolor atroz de la pierna izquierda
al levantarme. Tenía una cañería de la misma tapada con algún coágulo de sangre
debido a la caída… una trombosis. El gordo Dr. Eduardo Decia, compañero de fútbol de
botija que prestaba servicios en Casa de Galicia me visitó, recomendándome un examen
de venas y arterias y luego internándome en el Sanatorio. Allí mediante inyecciones de
Calciperine en la panza y caminar mucho por los pasillos pude restablecerme al fin.
Tenía contacto con casa desde la cama con el handy IC 24AT.
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A fines de julio de 1991 seguí de nuevo con los trabajos en la torreta. Me entero
leyendo alguna CQ Española en la sección V-UHF del español Jorge Daglio EA2LU,
que también escribía sobre rebote lunar y siendo él mismo campeón de España en esa
modalidad, me atrevo a mandarle una carta sobre lo que estaba haciendo y lo que había
escuchado con las 4 quads. Su respuesta no se hizo esperar: como Uruguay nunca había
salido en EME, se interesó mucho para colaborar y orientarme para que tuviera éxito y
que otro país pudiese integrar la lista de los “luneros”. Además me dice que es
argentino, por eso lo de su prefijo “LU”... No me aconsejó el uso de las quads: el
alemán Gunter Hoch DL6WU había revolucionado el mundo de las yagis creando
mediante programas de computadora (C.A.D. Computer Aided Design) un diseño de
gran ganancia y comportamiento limpio y predictable. Ese diseño fue aún mejorado por
otro alemán, Rainer DJ9BV. Justamente Jorge estaba usando 8 antenas diseñadas por
Rainer con gran éxito en su alta torre de tipo molino de viento de 12 mts de altura. Me
mandó el artículo que Rainer publicó en la famosa revista alemana Dubus, una
publicación de alta tecnología y últimos descubrimientos en el campo del VHF y
microondas, a la cual me suscribí tiempo después. Además él estaba usando en su
transmisor un tubo muy similar a que yo tenía (un tetrodo Eimac 4CX1500B) por lo que
ya tenía en mente algún día hacerme uno igual.

Por el momento mi plan era armar uno de 800 watts de salida en 144 MHz con
dos tubos 4CX250B que tenía de canjes anteriores y ponerme en campaña ya para su
armado, y también conseguir un transceptor multimodo de marca y no hacer más
experiencias con el transverter casero, ya que el tiempo no me alcanzaba para todo.
Lamentablemente desarmé las quads y puse todo el esfuerzo en conseguir los materiales
para las 4 yagis DJ9BV que pensaba hacerlas de 3,6 lambda de onda (7.20m de largo)
13 elementos y con una ganancia de 13,5 dBd cada una. Enfasadas con buen cable
Heliax ó Cellflex me darían una ganancia total de aprox. 20 dBd con la cual podía
comunicar con éxito vía EME pues era una buena ganancia de partida. Además Jorge
me pidió alguna foto de mis elementos de EME, porque pensaba hacer un comentario en
la sección suya de la revista CQ Española. El artículo apareció en el No. 93, págs. 44 y
45 de la revista, con tres fotos: una conmigo en la torreta, otra del conjunto de las 4
quads y la última con las partes del amplificador con las 4CX250B.

Otro colega que también me escribió al enterarse de que Uruguay podría salir en
EME fue el holandés Fred PE1DAB, que con sus 4 yagis de 3,6 de onda comunicaba “a
lo bobo”. Mandó fotos con detalles de los stubs de media onda para acoplar los dipolos
plegados de las yagis que él había hecho, con unas cajitas plásticas que eran buenas para
evitar entrada de agua de lluvia. Me sirvieron los datos para aprender y copiar, claro,
adaptados a los materiales que nuestra plaza nos ofrecía, bastante diferentes a los del
“primer mundo”. También me mandó un rollito del caro cable coaxil RG142/BU, que
tiene malla doble plateada, dieléctrico de teflón y vivo de alambre duro plateado
también. Era bastante pesado... y soportaba 800 watts en 144 MHz... (con alguna
pérdida). Siendo muy largas las nuevas yagis, tuve que readaptar y alargar bastante el
“cabezal” de hierro que había armado, lo que significó una compra de más hierros
ángulo y varillas de 12 y 10 mm de diámetro para llevar la torre autosoportada a una
altura de casi 6 metros a fin de mover con seguridad el “array” tan grande que se
formaba. El triángulo de base quedó de dos metros de lado, una barbaridad... pero ya
estaba todo calculado a escala en las hojas de papel cuadriculado y sólo había que cortar
los hierros, unir las 3 secciones de la torre con escuadras de planchuela perforadas para
pasarle bulones con tuerca y soldar todas las uniones. Le pedí a Mario CX6CG su

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tremenda soldadura que armó a partir de un gran núcleo de hierro silicio a medio
bobinar (requeche de la Planta Transmisora). Había conseguido un motor de
limpiaparabrisas de cachila y una caja de engranajes para mover en azimuth el eje del
cabezal y un gato de auto de tornillo, al cual acoplé un motor de viejas impresoras para
usarlo como brazo elevador del sistema.

Ya estábamos en agosto de 1991 y yo quería estrenar todo el aparataje para fines


de octubre y fines de noviembre… las fechas de los concursos mundiales de EME
donde había cantidad de estaciones para poder probar y aumentar las chances de
comunicar. Por suerte en esa época había en plaza unos caños cuadrados de duraluminio
de 6,50 m de largo y una pulgada cuadrada de sección. Lo más imponente de esos caños
era su espesor de apenas 0,70 mm, pero tenían una dureza y resistencia increíbles.
Quien los tenía era Antena Color en la subidita de la calle Paysandú y Rondeau, escalera
de mármol a la derecha. Allí Ruben el dueño, envuelto en una cortina de humo de
cigarro, me vendió 6 de aquellos hermosos caños. Hace pocos meses Ruben falleció y
con seguridad Antena Color pasará a la historia. Chau, querido Ruben..!

Los caños los trajimos en la baca del Ford Corcel, y en casa luego de limpiarlos
con trapo y solvente me dispuse a unirlos para que me quedaran de un largo total de
7,50 m. y marcar los orificios donde irían los 13 elementos que era el próximo paso.
Conseguí en Alcan (Aluminios Canadá) en la calle Cerro Largo, las varillas de 4 mm
para los elementos y el caño de 8 mm para hacer el dipolo plegado del excitado. Como
el artículo original aconsejaba aislar los elementos del boom con unos bujes de nylon
Heyman No. 61PR80000, los sustituí por trocitos de manguera plástica que se usa para
las conexiones de nafta de carburador a bomba etc., que anduvieron de maravilla.
Trataba de respetar todas las medidas originales, pues de eso dependían los parámetros

1991 – 800 w P.A. con 2 tubos 4CX250B y consola control.

de ganancia, atenuación de lóbulos secundarios, patrón de radiación y finalmente la


posibilidad de enfase de las antenas sin problemas. Para ese momento habíamos
comprado un taladro nuevo de banco chino de 13 mm de mandril a U$S 100, una
herramienta utilísima para ganar en precisión y tiempo.

Hablando de IVA, seguía con mis boletas de la empresa y con todos los papeles y
planillados correspondientes cobrando y descontando IVA y entrando a la categoría de
“gran contribuyente”, lo que era muy fácil, porque los topes eran muy chicos y se
alcanzaban con poco promedio de facturación. Pagaba el IVA en la plaza Matriz donde
estaba el edificio del B.P.S., comiéndome a veces largas colas. En verano iba con
remera short y alpargatas ¨Rueda¨. El calor era insoportable.
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En setiembre le armo y vendo otro MCX104 a Collazzi, y en esta oportunidad
colocado en un camión de transporte de leña desde Rivera, de árboles de madera
semidura llamados aruera, típicos por su médula grande, perforada y de color oscuro.

El día 4 de setiembre de1991 me impongo 15 metas a realizar con el sistema


de EME, a fin de tenerlo listo a fines de octubre, como dije antes. Las mismas fueron:

1) Construcción de 2 relays de alta potencia y alta frecuencia basados en una barra


cuadrada maciza de bronce de 1” de lado y 8 de largo, perforada a lo largo y provista de
tres conectores del tipo “N” hembra con aislación de teflón. Era un modelo que saqué
del Manual de VHF del R.S.G.B. Radio Club Británico, pues los comerciales valían en
origen más de 100 dólares. Mandé platear la barra una vez perforada y también los
contactos internos, chapitas, flejes de bronce fosforoso y tornillería en general. La casa
estaba en la calle San José, y plateaba y doraba accesorios para joyería (recomendada
por Teodoro Stepaniuk, aquel amigo de las motos, las pesas y la primera soldadura
eléctrica que usé).
2) Hacer el divisor de potencia de 4 ports, el cual consistía en un tubo cuadrado de
aluminio de 3 cm de cara y 1,05m de largo, atravesado por un caño de bronce de media
pulgada de diámetro soportado por dos conectores “N” hembra en cada uno de sus
extremos y otro conectado al centro. Tenía dos tapas en los extremos y 2 pequeños
orificios abajo en su cuerpo para evitar condensación de humedad, e iba totalmente
impermeabilizado exteriormente con silicona y pintado con esmalte sintético Incalux
blanco.
3) Mandar hacer una caja de chapa de hierro con tapa (tipo caja de zapatos) para montar
casi en la punta de la torre para alojar los relays, el preamp. de RX, las fuentes de los

1991 – Caja remota torre 144 MHz con relay casero y preamps.

motores de rotación y elevación, ficha con 220 v. y algún otro accesorio para la
operación remota.

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4) En las noches de luna llena o cielo claro, pensaba armar un detector de luz lunar
mediante una célula fotosensible dentro de un tubo plástico para que me diera abajo en
el shack alguna forma de saber donde apuntar el sistema.
5) Armar un panel de control con 3 instrumentos de aguja grandes (azimuth, elevación y
luz de luna) las fuentes de los relays y palanquitas de comando para el giro y elevación
de la estructura.
6) Terminar el amplificador de 800 W. a medio armar y su caja de fuente y control. Era
un push-pull de tubos 4CX 250B Eimac con sus zócalos originales, línea de placa con
caño basada en chapa de cobre cilindrada en casa, caja de aluminio hecha a partir de
chapas de 1,5 de espesor cortadas a sierra y dobladas en la morsa y estructuradas con
ángulo de aluminio y docenas de tornillos de 1/8” para evitar fugas de RF en VHF con
potencia.
7) La fuente de A.T. entregaría 2500 volts a 500 mA sin “achatarse”, con 30 mF de
filtro y transformador casero. Todas las fuentes de pantallas, bias y los instrumentos de
placa pantalla y salida iban en otra caja aparte.
8) Terminar la torre en el sentido de hacer todo lo que falta en el área cerca del taller,
pintarla con antióxido y aluminio, terminar cabezal, etc. Subir la parte inferior a la
azotea y marcar los puntos para insertar los 3 bulones de expansión de ½ pulgada de
anclaje en la planchada. Barbosa traería su gran taladro percutor con la mecha apropiada
para hacer eso.
9) Construir un soporte con caños de 1 ¼ del tipo TV y otro central o boom para la
unión de los dos juegos de yagis y con un tensor superior de varilla a fin de que no se
combara. Finalmente quedaba la estructura con forma de “H” soldado a eléctrica y
formando una sola pieza. Las medidas eran de 4 metros de largo el soporte horizontal, y
los caños verticales también tenían 4 metros de largo cada uno. Era una estructura
grande y pesada.
10) Tenía que terminar de armar las 4 antenas con todos sus detalles y pintarlas con
esmalte blanco.
11) Había que instalar dos brazos de caño de aluminio (o abarcones como decía
EA2LU) de 19 x 19 mm en cada una de las 4 yagis para que no se combaran los booms
debido a su largo. Era una labor bastante complicada, ya que llevaba grampas a cierta
altura de los caños verticales y sus medidas tenían que ser correctas para evitar
deformaciones o desalineamientos entre ellas.
12) Hacer los 4 alimentadores de las yagis. Estos consistían en cuatro tramos de 5
metros de cable Cellflex ó Heliax de media pulgada (cable que compré al “flaco”
Vicente) con un conector “N” macho en cada extremo.
13) Dejar el Kenwood TS430 bien ajustado y con un filtro de CW de 250 Hz instalado a
fin de mejorar la recepción. También iba a usar mi filtro de audio, aquel casero, pasivo,
con 2 transformadores de fuente de 9 volts. No obstante, armé otro activo con un
cuádruple operacional y varios pasos de ancho.
14) Montar la estación o shack “lunar” en la casa, en un rincón del hall del piso de
arriba justo debajo de donde iría la torre, haciendo un gran agujero en la pared para
pasar todo el cablerío.
15) Conseguir otro cable de alimentación del amplificador al divisor que soportara los
800 watts. Al fin me hice de un trozo del grueso y pesado RG218 similar en pérdida al
Cellflex.
16) Buscar algún transceptor multimodo de 2 metros, montar las antenas y todo el
complicado cableado de RF y control. El transceptor finalmente me lo prestó Gerardo
Vázquez CX5BBD, un colega que vivía en Colón, amigo de Jorge CX8BBH y

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1991 – EA2LU Jorge en su shack.

propietario de una panadería a quien le encantaban mis proyectos de rebote lunar, con
quien tuve muchas charlas al respecto. Me regaló un rollo de chapas de duraluminio
(que fueron parte de las alas de una avioneta Cessna que cayó en Melilla) a fin de que
sacara recortes para escuadras de antenas, etc. Me prestó un Yaesu FT 290R… aquellos
que hasta se podían operar con pilas. Entregaba un máximo de 10 watts, lo justo que
necesitaba para excitar mi amplificador con el par de 4CX250B.Tenía que hacer un PTT
operado “a pata” o “patató” para conmutar de R a T y hacer “a mano” el retardo para
que los relays siempre estuvieran con los contactos en posición, ANTES de activar o
desactivar el amplificador, para así evitar arcos y quemaduras de sus contactos (que
además eran caseros, a partir de requeches de viejos relays soldados a las lenguetas de
bronce fosforoso plateadas).
17) Nada mejor que transcribir la carta que mandé a Jorge de la CQ Española, que salió
publicada en el número 97 de enero de 1992 en su sección de VHF-UHF-SHF págs. 49,
50 y 51 con un par de fotos, que cuenta todo lo que pasó y viví en esas semanas previas
al concurso mundial de fines de octubre de 1991:

“Importante y trascendente fue la puesta en marcha por CX9BT desde Montevideo, de


la primera experiencia de Rebote Lunar en aquel país y quien dábamos cuenta
anteriormente (CQ Radio Amateur No. 93, de 5 setiembre de 1991, págs. 44 y 45) y
que aquí nos ofrece el relato de su “aventura lunar” en su carta del 28 de octubre”:
“Hoy es domingo y el cielo está parcialmente nublado por aquí, siendo las 15.30 hs
UTC. Tengo tanto para contar que no sé por donde empezar. Anoche entré en el
concurso e hice 4 QSOs, pero voy arrancar la historia un poco antes. El fin de semana
pasado hizo un excelente tiempo, por lo que puse a toda la familia a pintar las 4 antenas
yagis, mientras yo le daba esmalte de aluminio al cabezal, los protectores de agua para
los motores y engranajes de AZ-EL y al repartidor de potencia. Preparaba todos los
detalles menores, mientras mi hijo Daniel colocaba el filtro de 250 Hz en el TS 430,
comprado recientemente en Raycom (representante de Kenwood) en 95 dólares. Juntos
hicimos un nuevo banco de filtros a la fuente de 2.5 kV del lineal. Me dio un gran
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1991 – Montando las yagis… cielo plomizo y bajo llovizna.

trabajo la consola de control de posiciones con todas sus llaves e interruptores, y


también los 8 brazos o “abarcones” de caño de aluminio de las yagis con todos sus
soportes. Una tarde con Daniel subimos el cabezal: tuvimos que montar paralelo a la
torre una “pluma” con una torreta de 6 m con roldana y cuerda para levantar y montar el
mismo. Al fin quedó allá arriba y el gato de “cachila” que sobresalía hacia arriba,
parecía el cañón de una ametralladora, HI. Aproveché ese día para subir los cables, los 4
Heliax de enfasamiento, el pesado RG218 con sus colillas de RG213 soldadas (no usé
ningún adaptador o conector especial, ya que soldé los vivos entre sí, los aislé bien y
luego monté y soldé las mallas de cobre sin dejar huecos y conservando la simetría
natural de los cables). Pese a buscar en nuestra plaza y pedir entre mis amigos, no pude
conseguir ni un par de metros de algún coaxial foam bueno o algún RG8 de bajas
pérdidas... ni soñar con un 9913 flexible de Belden...!

Otra tarde levantamos la “H” armada y la atamos a la torre. Al otro día vino el único
colega que me ayudó en el montaje: Jorge CX8BBH, concursero famoso de HF,
poseedor de una pared tapizada de diplomas y récords mundiales de CQ, ARRL, DARC
etc. Para ese día martes el tiempo empezó a desmejorar, pues hasta ayer sábado por la
mañana tuvimos viento, frío, llovizna, nubarrones y hasta granizo… muy triste y gris, y
parecía que la Naturaleza se la hubiera agarrado conmigo. A pesar de eso montamos las
yagis en la “H”, luego Jorge se enfermó y se fue, seguí solo con Daniel y hasta mi hija
Cinthia de 15 años nos echó una mano con las cuerdas. Al fin con la ayuda de la

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“pluma” montamos la “H” armada (que pesaba más de 50 kilos) sobre el cabezal

1991 – EME 144 MHz shack.

giratorio. Los vientos nos volvían loco, la llovizna me preocupaba porque mojaba todos
los conectores, los cuales secamos con un trapo y encintamos. Por espacio de dos días,
nada pudimos hacer por las intensas lluvias, así que aproveché ese tiempo para seguir
con los detalles interminables del armado de la estación.

Ayer sábado de tarde puse el divisor de potencia, la caja con los relays, el preamp. de
RX y los relays inversores de los motores de elevación y azimuth. Para entonces ni
mesa tenía para montar los equipos. Con un tablón de un viejo ropero de cedro de mi
madre, unos tacos Fischer en la pared y dos ménsulas de hierro, construí lo que sería mi
“mesa de radio”. “Al fin empezamos a trasladar los elementos desde mi taller del fondo
de casa hasta el “EME-Shack”. La cosa empezaba a tomar color: conexioné todo desde
la torre (pasando por el agujero en la pared) habilité el RX, los instrumentos de posición
marcaban bien y ajusté el preamp. arriba en la caja para sacarle todo el “jugo” posible.
Noto que al motor de elevación le costaba bajar, por lo que tuve que colocar un
contrapeso en las 2 yagis inferiores para equilibrar la estructura: un par de baldosas de
piso atadas con alambre en cada una...!HI. Encendí el amplificador y ajusté con el Bird
(con el elemento de 1 kW) leyendo 800 watts a la salida del TX… todo parecía estar
bien y solo esperaba la noche para con tus datos de posición que recibí vía FAX y
únicos que tenía, calibrar los grados de las posiciones en los instrumentos de aguja del
panel.

No había colocado aún el motor de azimuth…! Eran las 6 de la tarde local y el


cansancio me vencía… empecé a tomar mate (yerba mate Illex Paraguayensis) como
los indios a fin de levantar un poco el ánimo, pues hacía 10 días que no dormía más de
cuatro horas diarias. A eso de las 21 hs. local probé de nuevo, seguían los 800 w. en el
Bird, pero el keyer se volvió loco y dejó de funcionar (sería por la RF?) y luego el
transistor de la fotocélula de rastreo de luna llena, humeó. No importaba pues eran cosas
menores: manipulación manual y rastreo semi-manual subiendo a la torre cada 10
minutos, girar a mano azimuth… y elevación dando la orden por handy abajo.” “Según
tu listado la luna saldría a las 22.15 local. Siendo las 21.00 estaban de visita Silvia la
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1991 – Antena de W5UN la más grande del mundo: 48 yagis de 10 m de largo. Una
torre central, un enorme boom soportado por otras 2 torres que giraban en rieles
circulares para el azimuth.

novia de mi hijo Daniel, y Jorge que vino a pesar de tener un poco de fiebre aún, ya que
quería asistir al “parto” como fuese..! Decidimos cenar ya que sobraba tiempo para las
famosas 22.15 hs. Tu sabes que recién a las 23.30 apareció “la loca” a 2 o 3 grados de
elevación, fea, amarillenta y medio deformada, HI!... empezamos a apuntar a mano (ya
que a pesar de las nubes se veía bien) y escuchar... parecía la banda de 20 metros...!...
bueno no tan así, es que había muchos “tiburones” dispersados en los primeros 20 KHz.

Escuchamos bien a SM7BAE de Suecia, I2FAK de Italia y a los de USA


W5UN y W0HP… e hicimos los primeros 4 comunicados: SM5FRH de Suecia y
N5BLZ, K2GAL y W5UN de USA. Llamamos a KB8RQ pero no nos podía oír.
Tampoco prestamos mucha atención en las señales chicas, ya que la chance era hacer
QSO con los que entraban más fuerte por tener más ganancia de antena. Creímos
escuchar por ahí 2LU, 2LU, pero QSB y QRM impedían copiar con claridad. Al fin no
usamos ni auriculares ni filtro de audio, copiando pedazos de prefijos y algunos de los
corresponsales de KB8RQ. Un montón de rusos llegaban “como suspiro de
mosquito”… incopiables! Para peor por momentos varias nubes negras nos tapaban la
luz de la luna, no se veía nada... hasta que el viento las empujaba y otra vez
apuntábamos. Siempre leí 800 watts en el Bird.

Por lo pronto todo había andado bien, los relays caseros habían aguantado la
potencia, no había ni pizca de ITV, el preamp. de RX funcionaba OK... pero cuatro
horas después apagamos todo pues las nubes taparon toda visibilidad. No tenía medios
para rastrear más, el cansancio y los nervios hacían que ya no coordinara bien mis
movimientos: me caía de pie, la cama me llamaba a gritos...!
Así concluyó la primera experiencia de rebote lunar desde Uruguay. El trabajo por
supuesto no terminó ayer, sino que recién comienza... pero es sumamente entretenido,
excitante, emocionante y didáctico...! Ahora el desafío es mejorar los resultados, pulir
detalles y afinar la estación. Saludos a todos y “hasta la luna”.

¡Jamás pude imaginar haber llegado a este escalón del hobby… desde mis
primeros pasos 35 años antes, cuando estaba peleando con aquellos 20 w en AM y en 7
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MHz comunicando localmente…! En el próximo mes de noviembre realicé 5 QSOs más
durante el Concurso de la ARRL. Pude reparar e instalar el motor del rotador azimutal,
pero creo que lo más importante era tener las coordenadas en grados para poder calibrar
los instrumentos de posición. También una tardecita que llegaba muy bien W5UN y
otro “monstruo” italiano la I2FAK: subí a la caja de la torre con un par de auriculares,
para ajustar de nuevo el preamp. de RX y ahora con señal. Noté que bajando a cero la
tensión de la compuerta 2 o de control del MOSFET, al cual le había puesto un preset
para regular óptimamente su tensión, la relación señal-ruido mejoraba muchísimo.
Hasta la fecha, mis corresponsales me mandaban vía fax o correo los datos extraídos de
sus 6 programas de traqueo en las computadoras. Así fue que me conecté con Fred por
carta nuevamente y él me mandó dos diskettes con 3 programas de traqueo: el EME 87,
el EMETRACK de VK3UM y el EMETRACK para 144 MHz de W5UN, que era un
programa de tiempo real.

Como no tenía computadora iba a la casa de Raúl Rojí CX7BY un veterano


radioloco como yo, que hacía tiempo que andaba con esas máquinas y las dominaba
bien junto con su hijo Luar, que tenía edad parecida a la de Daniel. Él me imprimía las
posiciones de la luna de los fines de semana de perigeo, que es donde estaba la actividad
toda la gente. Durante el resto del mes, no había actividad.

1991 – LU7DZ Eduardo y su array lunar.

En ese mismo noviembre de 1991, contacté con dos estaciones muy importantes
para mí: LU7DZ Y VE7BQH. Había escuchado que la estación argentina estaba
operando desde hacía tiempo en EME… ¡y cuál no sería mi sorpresa cuando una
mañana lo oigo clarito y fuerte...! ¡De inmediato le respondí a su CQ y respondiendo él
mi llamado…! ¡Sin querer nos habíamos encontrado las ahora dos únicas estaciones de
EME de América del Sur...! Su señal llegaba tan fuerte y clara que en un momento
sospeché que pudiésemos haber estado contactando vía tropo, o sea, en directo, por un
fenómeno especial de propagación: así que giré rápidamente la antena para el oeste y al
horizonte pero no había nada, la señal se perdía. Volví a apuntarla a la luna y la señal de

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Eduardo apareció: ¡indudablemente que era un QSO genuino por rebote lunar! Con ÉL
mantuvimos una estrecha amistad, nos encontrábamos en 40 metros y teníamos largos
QSOs donde hablábamos de EME. Enseguida le pasé el dato que pusiera a masa la
compuerta 2 de su MRF 966 MOS-FET preamp. de RX, para ver si mejoraba como yo,
la relación señal-ruido de su recepción. Al poco tiempo me comunicó el éxito que había
tenido con ésa simple prueba, favor que siempre me agradeció. ¡Nada se ganaba con
celos o egoísmos estúpidos, como guardar algún dato útil que descubrimos y no poder
dárselo a otros para que puedan mejorar sus sistemas! De él también siempre tuve un
apoyo incondicional y desinteresado como pude comprobar luego.

Me enviaba por carta algunos datos de posiciones lunares. Él estuvo mucho


tiempo combinando los “skeds” o citas con otros luneros de Europa y USA, pues estaba
muy activo en 6 metros y también en 10, entonces combinaba con redes de EME o
“nets” donde él era como mi representante. Nos conocimos personalmente, ya que el
próximo año lo visité y también estuvo en casa con su pareja Rosita, donde los
paseamos por toda la ciudad acompañados con mi hija Cinthia. Luego todos cenamos en
casa, momento en que habló in extenso de sus experiencias y vivencias de su reciente
viaje a Europa donde visitó a sus parientes en Bélgica, tiempo que aprovechó también
para ir a los QTHs de muchos famosos luneros europeos, (los cuales muchos ya me
conocían) ¡y mirando toda la enorme tecnología que tenían...! ¡Hasta hoy, pisando el

16
1991 – Array de 4 yagis terminado. Enfase con Heliax de ½ pulgada y bajada con RG
318.

año 2004, aún nos escribimos por email, o alguien me avisa que está en radio, y nos
ponemos en contacto! Grande, Eduardo!

La otra estación que conecté fue la VE7BQH del colega Lionel en Canadá, un
verdadero pionero del EME desde décadas antes, donde la tecnología estaba muy
atrasada respecto a este momento y era realmente una obra de titanes realizar con éxito
un comunicado. Fue un verdadero placer recibir sus fotos y su tarjeta confirmatoria de
nuestro QSO.

Para ese entonces y volviendo a la actividad comercial, trataba de diseñar una


etapa de salida de RF de mis MCX más barata que con los Motorola MRF 455 y 454s.
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Jorge CX8BBH estaba experimentando con unos transistores FET para switching de

fuentes MTP3055, que podían sacar 50 watts de RF cada uno. Finalmente en el taller
pudimos probar un “patín” de esos que marchaba muy bien, siendo muy económico.
Parece mentira … quise armar otros más prolijos copiando el de Jorge, pero todos
fallaron al poco tiempo de instalados en los vehículos. Solo el que él armó (así
desprolijo) sigue funcionando hasta hoy, más de 10 años después. Así que volví al más
caro pero seguro push pull de MRF 454s. Por supuesto que siempre venían equipos para
reparar o antenas móviles, o aparatos de las avícolas, VHFs y UHFs varios y de algún
aficionado. No armaba ni vendía nada para esas fechas, eran solo reparaciones.
Así finalizaba ese buen año de 1991.

Empecé en enero de 1992 comunicando en las bandas WARC de 10, 18 y 24


MHz. Eran bandas nuevas que había habilitado la UIT, pero aún aquí no estaba
reglamentada la actividad... no se porqué... sería por burocracia pura... era una pena
porque allí había muchas estaciones interesantes e incluso me atraía su operación, pues
al no tener antenas buenas para HF para poder conectarme más con el mundo del EME,
veía en esas bandas una posibilidad de tener contactos con los luneros de Europa y
USA. Así que sin regulación aprobada aún, probé de cargar el hilo largo para esas
bandas, que ahora lo pude montar más alto al atar su extremo en la torre de EME.
Tampoco quería tener ninguna torre ni nada por el estilo para no perturbar mi “ventana”
clara hacia la luna, empezando a salir en tales bandas, tarea que hacía a menudo porque
Uruguay no estaba activo y tenía abundante clientela que pasaba muchas veces de una
banda a otra y los colegas contentísimos de tener CX en 2 ó en 3 bandas de un solo
saque. Además tenía mi casilla de correos No. 20261 en la sucursal Sayago donde podía
retirar con seguridad mi correspondencia. Trataba de pedir la QSL directa, así ligaba
algún Cupón de Respuesta Internacional o dólar incluido en el sobre... y costeaba mis
gastos de envío. Operaba solo en CW, cargando el alambre (o más bien “L” invertida) y
con el tuner MFJ modelo 949D cuya historia describo…

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Conocí como colega y cliente a un Sr. Pastor neozelandés muy viejito llamado
Guillermo Woodson, quien vivía con su Sra. en una casa al costado de la Facultad de
Veterinaria. Le reparé varias veces su Yaesu FT101B y direccional, con el cual
comunicaba con sus feligreses en USA y Nueva Zelanda. Una vez se me apareció con
aquel tuner MFJ bajo el brazo, diciendo que era un “amplificador” que le habían
mandado de USA. Le expliqué que no era eso, sino un sintonizador de antena. Él no
sabía que hacer, así que le dije que se lo compraba mostrándole una revista QST de la
cual era yo suscriptor para que viera el precio: 114 dólares. Le pagué y bien que lo usé,
y se fue contento Mr. Woodson también por la venta.

En enero de 1992 devolví a Gerardo CX5BBD el Yaesu FT 290R multimodo


que me había prestado y con el cual di mis primeros pasos en EME, pues había
comprado en Raycom un Kenwood TR751A multimodo de 144 MHz de 25 w nuevito
que era una maravilla. Había abandonado completamente la idea de armar el transverter
ya que el tiempo no me sobraba para sumergirme en un proyecto tan delicado.
Enseguida quise hacer planes y contactos vía EME para obtener el diploma WAC por
poder contactar con los 6 continentes vía rebote lunar. Ya tenía Europa y USA que eran
los más fáciles… más dificiles eran Oceanía y Japón por su situación en la Tierra con
respecto a Uruguay y a la Luna. Sería un plan a largo plazo pero como para ir poco a
poco armándolo. Una de las grandes satisfacciones que tuve ese mes, fue contactar con
el continente africano representado por Kobie ZS6ALE, creo que la única estación
activa en 144 MHz EME en esas fechas. Así que poco a poco iba sumando continentes
para lograr lo que para mí sería una meta muy importante: tener los seis continentes
comunicados vía la luna.

Tuve también el placer de recibir una publicación de un radioescucha holandés


llamado Henk Ripet, un viejito muy enfermo que vivía en un asilo en Rotterdam y
quien recibía cartas y fotos de muchos luneros de todo el mundo, las cuales ordenaba y
compaginaba en su folleto-revista “EME Newsletter”. Como no las cobraba, pedía
cualquier donación a voluntad para costear sus gastos de imprenta y el correo, ya que
las enviaba a muchísimos luneros. Era muy útil la revista ya que aparecían experiencias
y circuitos de todo tipo de accesorio para EME de todos las bandas operadas, desde 144
MHz hasta 24 GHz, además de planos de antenas y fotos de todo tipo. Un día la revista
desapareció… escuchando comentarios que el pobre había fallecido. Henk, me hiciste
pasar momentos muy lindos con tu revista y aprendí muchas cosas... gracias amigo y
que tu alma descanse en paz.

En febrero de 1992, tuvimos que instalar una base de VHF con equipo Alinco
DR112 en la Ciudad Vieja. Diego era Despachante de Aduana y necesitaba comunicar
con tres handys que iban a girar por el edificio de la Aduana, los bancos de la C. Vieja y

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1992 – Torre Ciudad Vieja.

otro en una camioneta que iba a llegar hasta el Aeropuerto de Carrasco donde tenían una
oficina. Barbosa le instaló una torre de 24 metros y yo le armé una yagi “lunar” diseño
DJ9BV como las mías pero de solo 6 elementos. El cable que tenía era RG8 solid de
alta pérdida y había que usarlo sí o sí. Allá me fui con Danielito en el nuevo Ford Escort
blanco del ’91 que habíamos cambiado por el Corcel y $$. En la azotea me puse el cinto
de seguridad llevando la punta de una cuerda atada al mismo, y trepé hasta el tope de su
nueva torre. Daniel me ató abajo la yagi con alguna herramienta, subí el material por la
cuerda, monté la antena orientándola hacia el este en polarización vertical, y luego subí
la punta del RG8 con el conector PL259 puesto y un pomito de silicona Fastix negra a
fin de cubrir el conector una vez colocado. Allá abajo pasamos el cable, lo conectamos
al Alinco, medí la ROE simplemente a título “informativo” (ya que esta debe medirse
arriba contra la antena) y todo marchó bien allí en la zona. Además la yagi la había
ajustado en casa.

Habría que probar el móvil desde el Aeropuerto. Conseguí una antena


magnética de 5/8 de esas que usaba la Policía Caminera, con una enorme bobina
cromada en la base; además tenía otra igual pero casera de un cuarto de onda. El auto de
ellos llevaba un Alinco con la antena “Caminera”, y nuestro Escort mi TM701 con la
antena casera. Partimos rumbo al Aeropuerto. Buena la comunicación hasta el Parque
Roosevelt, donde un poco de fritura y alguna interrupción se produjo. Al detenernos en
el estacionamiento del Aeropuerto, notamos que tanto la 5/8 como la casera de un
cuarto de onda ponían la misma señal allá en el Smeter “a ladrillitos” del DR112. Se
seguían sumando argumentos a favor de la antena básica de un cuarto de onda, a pesar
de los libros y las “pintas” de ciertas aparatosas o vistosas antenas móviles.

20
1992 – Un trabajo para FM Casino de Paysandú.

Terminado el trabajo con Diego, me llama Héctor Rodríguez Milhomens


CX6CI, un viejo amigo radioaficionado a quien le había hecho muchos arreglos en su
Swan 350 y antena direccional montada en una torre cuadrada muy robusta en la Av.
Rivera, un poco antes del arroyo Malvín. Nos conocíamos desde hace bastantes años
antes… olvidé mencionarlo en mis relatos. Él era jefe en el Banco de Crédito donde lo
fui a visitar varias veces en 18 de Julio frente al Gaucho, pues ellos tenía equipos de
VHF remotos allí para comunicar con algún móvil, base en Las Piedras y alguna otra
sucursal. Su sobrino Jorge era uno de los principales del Cambio Indumex, por lo que
mediante Héctor nos vinculamos a la firma cuyo principal local estaba ubicado en
Cerrito y Zabala. Allí tenían un equipo remoto instalado por Fleg con un IC U400 y
varios handys IC U12. El rendimiento de la red había bajado mucho, por lo que una vez
en la azotea del edificio, trepé a una torre de 18 metros bastante mal atendida, lo mismo
que la antena de 4 dipolos, cable, etc. Sugerí colocar una antena base Ringo de UHF
provisoria mientras reparaba la otra. Le hice un mantenimiento a fondo junto con un
nuevo “arnés” con 5 mts. de cable RG8 foam hasta la caja remota de arriba. El sistema
remoto sí que me volvió loco: la sucursal que tenían en la Plaza Cagancha operaba ese
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equipo mediante una línea telefónica interna de Antel que atravesaba todo el Centro...!
En esa Sucursal subí a la azotea entrando en el cuarto de ascensores y retiré un equipo
de radio Icom IC U200 pensando que era de ellos… pero era de otro cliente del edificio
y lo tuve un día en casa...! Son bravos los derechos de piso.

Al reponer el equipo ajeno y chequear el de ellos (siempre en la azotea de la


sucursal de Pza. Cagancha) veo que el problema era el relay que era excitado justamente
por esa línea remota. Al instalar todo y al andar normalmente, al poco tiempo se jode el
sistema remoto de la Central, por lo que ahí cortamos por lo sano: hacerlo a mi manera
que era la más sencilla, la de cero distorsión y la que nunca falla: coaxil RG59 para el
micrófono y malla de tierra general, y un par gemelo para el parlante y el PTT. Sacamos
un largo Heliax con un pedazo lleno de humedad, pusimos el nuevo mazo con una
consola en las Cajas y todo se normalizó, lo mismo que el remoto de Pza. Libertad o
Cagancha. Los handys grandes y pesados Icom IC U12 tenían mucha “baqueta”…
además los packs de baterías recargables de NiCad estaban pasados de uso (entre 500 y
800 ciclos de carga-descarga, aprox. dos años) reconstruyendo todos los packs con
baterías nuevas Varta. Luego de algún tiempo, como el teléfono celular empezó a
aparecer con regularidad, poco a poco fueron abandonando el sistema de radio
sustituyéndolos por esa tecnología un poco bastante más cara, pero más eficiente y
menos complicada. Pero todo fue una interesante y enriquecedora experiencia.

Volviendo al EME, otra estación que comuniqué y merece un comentario fue


la K6MYC de Mike Staal, un pionero del EME de quien leía sus artículos en viejas QST
cuando todo estaba en pañales y era un verdadero sacrificio comunicar con otras
estaciones. Poder sentir sus señales respondiendo a nuestros llamados, fue realmente un
placer imposible de definir, de poder estar en contacto con esos cracks que se la sabían
toda. Hoy día Mike es propietario de su empresa de antenas M2, aplicando la
experiencia de DL6WU y la suya propia nada despreciable. Pero lo más importante en
ese marzo de 1992, fue el comunicado perfecto que tuve con Oceanía con la estación
ZL1BVU de Ralph, en Nueva Zelandia a tempranas horas de la mañana, con
elevaciones de antena casi a nivel de horizonte. Un colega de USA llamado Bev W4ZD
(nacido en Costa Rica) y que era profesor de español en Florida con quien había
comunicado el pasado noviembre, me había enviado un “callbook” o guía de
radioaficionados luneros de todas las bandas y con sus datos completos. De ahí había
sacado la dirección del neozelandés, para por carta mediante fijar una lista de

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1992 – W4ZD en su super array de 16 yagis de 10m de largo.

encuentros o skeds por varios meses y con hora y frecuencia predeterminada. Es así
como pudimos establecer el primer QSO lunar de la historia entre su país y América del
Sur. Ahora solo me faltaba Asia para completar el tan ansiado WAC lunar. Ya tenía
cinco… y me faltaba el sexto y último..!

También en marzo de 1992 armé una antena completa de cuatro dipolos


verticales para Acopios Cardona, la cual fue instalada en su base de la calle Canelones
junto a los MCX102 que tenían allí. Recuerdo aquel empleado de apellido Merino que
siempre tan bien nos atendía… y quien tenía un hermoso rifle Remington calibre .243.
Por intermedio de Diego Gorostidi (el hijo de Jorge, uno de los jefes de Frontoy S.A.)
encargado de Mantenimiento de la empresa Fripur, me conecta con sus operadores de
radio y el jefe Sr. Miguel, allí en la 8 entrada de la calle Freire casi Rondeau. Estuve
mucho tiempo reparando sus handys Motorola HT90 (iguales a los de Cotsur) pero no
su base y su tremenda torre de 54 mts. que la mantenía otra empresa, creo que Raycom.
Reparé una docena de sus HT90 y otro modelo MT500 junto con sus cargadores base.
Años más tarde pusieron todos equipos Kenwood, pero aquellos HT90 eran los
preferidos por la gente de a bordo, ya que su fortaleza y seguridad no eran comparables
a los nuevos Kenwood TK 320 y 340.

Volviendo al EME, seguía los fines de semana de perigeo cosechando nuevos


contactos y países. A veces las señales que recibía eran tan fuertes, que sacudían la
aguja del Smeter. ¡Era algo impresionante oír a W5UN con su antena compuesta de 48
yagis de 10 metros de largo, con un boom de 50 metros de largo soportado en sus
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extremos por dos torres verticales apoyadas en dos carritos que corrían por un riel
circular…! También de Suecia las señales de SM5FRH eran terribles, emitidas por sus
24 yagis de 5 largos de boom (10,5 m) y quién sabe con qué potencia en el TX. Otro era
el italiano I2FAK, el neoyorquino K2GAL y Gary KB8RQ de Ohio. A todos ellos los
había comunicado antes, y a veces cuando los escuchaba les enviaba un saludo cortito.
Ei viejo reloj digital de pulsera Casio (regalo de mi suegro varios años antes) era mi
“base horaria” para fijar las horas de comienzo y espera de los skeds o citas radiales de
EME que combinábamos por carta ó fax, a fin de establecer día, hora y frecuencia del
próximo perigeo para encontrarnos en radio. Era una forma de prestar la mayor atención
para poder conectarnos con estaciones difíciles, ya que poseían antenas chicas o poca
potencia. Pero tuve la suerte de conectar muchas, entre ellas la PA0JMV de Holanda,
que tenía solamente 2 yagis de 4.4 largos de boom muy bien ajustaditas...!

Generalmente ponía mi reloj en hora exacta escuchando las frecuencias


patrones con el TS430 en 5 10 15 ó 20 MHz, ya sea la LOL de la Armada Argentina o
la WWV de USA. Cada fin de semana mensual de perigeo, contactaba con más y más
estaciones, algunas con muchísimo trabajo y otras cuyo contacto fue imposible, y
algunas pocas que “pescaba” en la banda llamando general y las podía contactar. A fin
de mes tuve una de las grandes alegrías de mi vida: ¡escucho en la banda a la estación
de Rusia Asiática UA7TQ del colega Paul de la República rusa de Kajasthan...! llegaba
clarito, me puse en frecuencia y lo llamé… cuál no sería mi sorpresa cuando me
responde, terminando un QSO en “random” (sin cita previa) a la perfección y en 4
minutos…! No sé cómo no me dio un síncope cardíaco, porque el pecho se me movía
de un lado a otro, el corazón latía a 500 pulsaciones por hora… y desde que había
empezado en esa apasionante disciplina del EME, cada vez que operaba mi corazón
palpitaba de las emociones, a veces positivas cuando podía comunicar y otras negativas
y frustrantes cuando perdía países y QSOs...¡pero siempre palpitante!

24
La tentación de tener aquella tremenda válvula Eimac y ponerla operativa en
un gran amplificador para EME fue muy fuerte, al punto que decido su armado lo más
pronto posible. Un circuito con una doble “stripline” de un cuarto de onda para el
circuito sintonizado de placa fue la elección lógica, a fin de mantener equilibrada la
capacitancia y las elevadas corrientes de RF de esa etapa. Naturalmente que la 8877 iba
a ir con reja a masa y polarizada en cátodo con una serie de silicones de 3 A, en lugar de
caros zeners de 50 watts o transistores de paso. Con 11 volts en cátodo la corriente de
reposo rondaría los 100 mA. Empecé a comprar chapa de bronce para las todas las
líneas de placa y los capacitores de acoplo a antena, sintonía y desacoplo de RF. Todo
era basado en “sandwichs” de chapa aisladas con hoja de teflón de 0,20 mm de espesor.
En algunos casos puse hojas de mylar que aguantaron más tensión que las de teflón.
Todo tal chaperío y tornillerío de bronce en general, iba plateado en aquel taller de los
Sica en la calle San José. Con chapas de aluminio de 1,5 mm de espesor y ángulos de
media pulgada del mismo material, todo cortado a sierra y terminado con lima y lija,
hice el chassis. Con ángulos de hierro luego construiría lo que sería el bastidor general,
apoyado en 4 ruedas giratorias donde iría la fuente de alimentación y la enorme turbina
de refrigeración del tubo. El transformador de poder de 1300 volts a 1 A lo construí con
la chapa E grande de Rex Import de la calle Galicia, donde compré también los
alambres esmaltados, los aislantes presphan y el barniz.

Era emocionante ir realizando todas esas metas… como entrar en una aventura
en cada una de ellas. Vivía intensamente todo, desde las compras de los materiales en el
centro hasta el armado y puesta en funciones de todo. Durante los meses siguientes iba
implementando y avanzando en la construcción de ese super amplificador, hasta su
inauguración en el mes de julio.

Al entrar en el mes de marzo de 1992 decido la compra de una PC. No quería


jorobar más a Raúl ni que me mandaran los parámetros de traqueo lunar mes a mes.
Además ya era la era de las computadoras y había que sumergirse en su mundo para no
quedarse atrás. Por orientaciones de Raúl Rojí compramos una AT286 de 20 MHz y 50
MB de disco duro, con tarjeta de coprocesador matemático para los programas de EME,
junto con un monitor color y una impresora Epson LX810 de matriz de puntos. El total
fue de 3.200 dólares. Apenas comprada (por la zona del Cordón) se le llevamos a Raúl,
quien le clonó muchos programas y juegos desde su PC Force 386 y dándonos las
primeras clases de operación. Fue instalada en principio en la mesa del comedor, donde
ya ahora tenía todos los datos de traqueo lunar, y María y los chicos se divertían con los
maravillosos juegos como el Príncipe de Persia, el Mah Jong y el impagable PacMan.
Antes habíamos tenido una de aquellas pequeñas computadoras Sinclair parecidas a la
Commodore, cuya “memoria” estaba basada en un pasacasette externo… pero esto era
increíblemente superior! A los pocos días, Raúl me entusiasmó para que ingresara en el
mundo del Packet Radio: necesitaba armar un modem basado en un circuito de
LU1DBO y LU6ETJ del Radio Club Morón, el famoso Baycom con el integrado AM
7910, algunos periféricos menores, un cristal de 2,4576 MHz y una fuente regulada
doble de + - 12 volts, y + - 5 volts, con cuatro integrados reguladores de las series 78 y
79. Raúl me consiguió la plaqueta, el 7910 y el cristal, vía Guillermo LU5EDP. El resto
lo conseguí en el taller y en plaza, armando todo en una caja coqueta con las fuentes
incluidas y el cable con el DB25 a la PC y otro para un equipo de radio de VHF.

Andaba por ahí en venta un hermoso Icom IC 28A comprándolo y destinándolo


solo para ese fin. También hice un array de dos dipolos para VHF los cuales monté en
un caño de aluminio muy especial telescópico pero enterizo, soporte de la antena Philips

25
de TV que dejó el anterior dueño de la casa y que presté a la familia de al lado, Néstor
Ferrari. Ese caño lo afirmé a la chimenea de la estufa con tres rienditas de cuerda
plástica. De esa forma y con el programa Baycom que me instaló Raúl, me conectaba
con las 3 BBS (Bulletin Board Systems) o “centrales” de packet que existían entonces:
en 145.010 MHz estaba Oscar CX2ACB en el Parque de los Aliados, en 145.030 Raúl
CX7BY en Miguelete y Minas y en 145.050 Willie CX6DR en Paso Carrasco. El packet
era similar al chateo por línea de hoy día, con la diferencia que era por radio y entre
radioaficionados. Había otra red en 7.035 MHz en HF, pero era muy difícil contactar.
Por esas BBS recibíamos 9 informaciones varias… en cada una de ellas había una
verdadera biblioteca de informaciones de todo tipo las cuales nunca investigué, ya que
estaba con mi tema del EME y la atención de la clientela en general, lo que no me
dejaba tiempo para más cosas. Simplemente me conectaba con otros CXs haciendo
nuevos amigos en esa área, como Alfonso CX5AE, Juan CX9BBF, Raúl CX1MZ, Berri
CX5AT, Daniel CX3BBX, Gabriela CX4CZ (que luego se comunicaba con Cinthia por
ese medio) Pedro CX5BW, Daniel Gasparri CX9BV (hermano del Coqui con quien
empecé una buena amistad) Geo CX8BE, Luis CX4AAJ, Carlos CX8ABF y otros
tantos que no recuerdo.

Así llegamos al mes de abril del 1992, donde aparece un nuevo cliente, Walter Di
Agosto y su pequeña red de UHFs con equipos Kenwood TK 810, a los cuales reparaba
frecuentemente, también construyéndole un sistema remoto en su base ubicada cerca de
la zona del P. Legislativo, en Pando y Martín García.

De Granja Moro me piden algún sistema para proveer de agua con total
seguridad, a tres granjas-criaderos ubicadas cerca del Molino Melilla. El problema era el
abastecimiento automático a las mismas, partiendo de una de las granjas ubicada en un
bajo donde la veta de agua era segura para abastecer a las otras dos, y dependían de ella.
La solución era de colocar sensores de nivel mínimo y máximo en los tanques aéreos de
cada una, los cuales gatillaran a un pequeño transmisor con un código determinado y

26
1992 – Chequeo sensores nivel agua Molino Melilla.

que un receptor en la sala de bombeo diera tensión a los motores y a las bombas de cada
una, respecto al código recibido. Las dos granjas estaban conectadas por largos caños
subterráneos a la proveedora de agua. Era un lindo desafío. Lógicamente que una
frecuencia por los 50 MHz y potencias de medio watt con un subtono de audio diferente
en cada granja, era el plan más razonable. En el taller nos pusimos con Danielito a
diseñar las plaquetas y los sensores de nivel. Éstos se hicieron con trozos de alambre de
acero inoxidable insertados en placas gruesas de fibra de vidrio y que comandaban las
compuertas de integrados MOS CD4001. Los pequeños trasmisores eran a cristal
operando por los 49 MHz, y su salida de RF era un 2N4427. El generador de subtono
era un sencillo oscilador de audio de puente de Wien con un solo BC549. La parte más
delicada fue el receptor, pero como teníamos la experiencia de los MCX105 de UHF se
usó una placa de FI con integrado LM3089E, el subsistema famoso de FM. El
decodificador de dos tonos era basado en los LM567, un PLL que bien ajustado y con
buenos componentes periféricos, era estable. Las antenas eran “agujas” de cañito de
aluminio telescópico de un cuarto de onda con 3 planos de tierra, que a su vez servían
de rienda. Se hicieron varias pruebas antes de la final instalación, con baldes de agua
para verificar los sensores de nivel y colocación de los transmisores en el auto y
alejarnos unas cuadras, para ver la cobertura y comportamiento de cada uno los
subtonos.

La compuerta de salida de los LM567 excitaban a un par de MOC 3021,


integrados opto-acopladores de 8 pines y excitadores de triacs para el control directo de
cada uno de los contactores de los motores de las bombas. Una vez todo probado y
corregido algunas anomalías lógicas que se habían presentado, llevamos toda la
27
artillería en el Ford Escort para ser instaladas. Mediante handys nos íbamos a
interconectar entre las granjas. Los transmisores operarían a batería para no depender de
la energía de UTE. Los tanques de agua estaban apoyados en sus respectivas bases de
hormigón, y una escalera de hierro de costado daba acceso a su boca allá arriba… en el
caso de una de las granjas a 12 metros del suelo. Instalé los sensores, sus líneas, luego
con Danielito los transmisores, las antenas y la caja principal receptora en el cuarto de
las bombas con su respectiva antena. Por suerte todo anduvo bien. Algún futuro
mantenimiento, se reducía a controlar el agua y la carga de las baterías, ya que olvidé
mencionar que en la caja de los transmisores había una pequeña fuente que daba una
carga de mantenimiento a las baterías. Alguna descarga atmosférica quemó los
integrados de los sensores de nivel: se colocaron un par de diodos de señal del tipo
1N4148 “back-to-back” a la entrada de las líneas de los sensores de nivel. Pero todo fue
exitoso finalmente y funcionó hasta que la empresa entró en concordato allá por 1997,
donde prácticamente no fui más a las granjas de Melilla (ni a otros lados).

Mientras tanto estaba siempre atento los fines de semana de perigeo en la


actividad lunar, ahora con los impresos de mis propios cálculos de posiciones lunares,
basados en los programas de VK3UM y de W5UN. Iba agregando países nuevos a la
lista y tenía un cuaderno especial con los días, horas y los skeds que me pasaba Eduardo
LU1DZ y los que hacía yo por fax, carta, y los que me pedían posibilidad de contactar
con Uruguay vía la luna. Los contactos eran programados con hora exacta, y quien
arrancaba primero en ese lapso de media hora fijado internacionalmente, para
alternativamente llamar y escuchar e intentar el QSO. La prueba de la recepción de
nuestros “ecos lunares”, o sea emitiendo una “O” en CW y pasando a recepción,
(restando o sumando la diferencia en KHz ó Hz por el efecto Doppler) era una
emocionante prueba que nos daba una indicación (un poco aparente) de la condición de
rendimiento y apuntamiento de nuestra estación. ¡Era realmente un test apasionante el

28
1992 – VK3AMZ Ernie, Australia en EME.

escuchar dos segundos y medio luego de nuestra “O”, recibir la misma rebotada en la
luna...! Dije aparente, porque a veces no coincidía (por diferencias de polarización de la
onda) nuestro eco con el que recibían nuestros corresponsales: podía haber tenido un
hermoso QSO con un europeo, enseguida probar mi eco y no escucharlo y viceversa.
También no perdía oportunidad para avanzar en el armado del nuevo amplificador con
el tubo cerámico Eimac 8877, implementando y avanzando en todos sus múltiples

29
detalles. Iba a menudo a un desarmadero de piezas de viejas computadoras y
fotocopiadoras en la calle Inclusa en La Teja, donde Amaro su dueño mostraba con
orgullo las miles y miles de partes que tenía: turbinas, ventiladores, capacitores, relays,
engranajes, motores, transformadores, gabinetes, llaves, paneles, disipadores, en fin,
aquello era algo indescriptible… y cantidad de partes en el piso, donde tenías que hacer
malabares para esquivarlas y no caerte..! También olvidé decir que los relays y alguna
otra parte de los MCX y de todo lo que armé, eran comprados allí o en su puesto de la
feria de T. Narvaja los domingos de mañana. También en el Centro andaba por
múltiples comercios de Ferretería Industrial y Química buscando aquella hojita o barrita
de teflón especial, las chapas y tubos de bronce, aluminio y cobre, los tornillos
especiales o las varillas roscadas para tal o cual aplicación específica. ¡Era también todo
eso parte del juego de EME y el armado casero, que aportaba euforia, vida y alegría a la
continuación de todo el proyecto lunar..!

Para el mes de mayo de 1992 hago un nuevo cliente de HF y MCX, el Sr. Soca
amigo del gordo Rolando. Necesitaba un enlace completo, o sea, base y móviles en auto
y camiones, pues era un transportista como Rolando. Su casa estaba ubicada en el
Camino de la Aljaba por las inmediaciones de Cuchilla Grande e Instrucciones, zona de
Manga. Conseguí un Icom IC 725 nuevito en caja, siendo la primera vez que me topaba
con esos modelos. Me pareció excelente, pero no superior a los Kenwood TS430 que
tenía y había colocado antes. Compramos un caño de TV de 1 inch, hice una mariposa
para 9 y 5 MHz y allá la pusimos en su azotea y con bastante espacio para atar los
extremos de los dipolos. Con la fuente casera (incluido su transformador) y el Icom
instalado, ajusté dos MCX 104 en carácter de urgente con sus antenas para instalar a la
brevedad. En clientes que prometían la formación de una red de móviles para el futuro,
preferí siempre aconsejarles el uso de un equipo comercial de marca en la base, pues
tenían muchos “aditivos” para mejorar (en especial) la recepción de los móviles.
Finalmente un móvil quedó habilitado en su coche Mercedes 300D medio viejo, y el
primer camión. Varios otros fueron instalados en los meses próximos, así Soca resultó
ser un cliente bastante importante.

En los perigeos lunares seguía intentando QSO con Yoshiro JA4BLC,


buscando el primer contacto de la historia entre Japón y América del Sur vía la luna. Era
sumamente difícil debido a nuestra particular posición mutua con respecto a la luna, ya
que estábamos justo en las antípodas: la “ventana” común de que disponíamos para
“ver” la luna simultáneamente, duraba poquísimos minutos y con elevaciones de antena
prácticamente a “grado cero”, o sea horizonte puro donde las obstrucciones naturales
tapaban la vista de nuestro satélite y bloqueaban las señales. Pero ya tenía la experiencia
del contacto con Nueva Zelandia que había realizado con éxito hacía poco tiempo antes,
aunque Japón estaba más en las antípodas aún… había que seguir intentando mes a
mes… hasta lograrlo sí o sí. Mientras seguía cosechando billetes de 1 dólar y Cupones
de Respuesta Internacional de las QSLs que llegaban de los contactos de CW en las
bandas WARC (que seguía operando cuando podía) con los 100 watts de TS430 y la
long wire ó “L” invertida sintonizada con el tuner MFJ comprado al pastor Woodson,
además de ocuparme de las reparaciones de equipos de radio e instrumentos de las
avícolas y de toda la clientela que siempre aparecían. No armé por el momento más
MCX… y es más, prefería que no vinieran a robarme tiempo, ya que estaba con la
fiebre del EME con muy alta temperatura y no quería que vinieran a interrumpir esa
fiebre..! A veces las repetidoras del CUVHF venían traídas por el Rafa CX9BN para
hacerles algún arreglo.

30
Ya estábamos en julio de ese 1992 armando e instalando más alarmas para los
almacenes y depósitos de mercaderías de Frontoy y de otros clientes. Para fin de mes
estaba terminado y en las primeras pruebas el super amplificador de más de 1 kilovatio

1992 – Amplificador con tubo cerámico Eimac 8877.

31
para EME con la 8877. Tenía como detalles especiales, un retardo de la tensión total de
filamento para evitar lo que se denominaba “inrush current”, en la cual con el filamento

1992 – Vista de arriba del amplificador.

frío y aplicando toda la tensión de de golpe, la corriente inicial era superior al máximo,
lo que ocasionaba desprendimiento de circonio del cátodo y envejecimiento prematuro
del tubo. También para evitar arcos en la etapa de salida (que operaba con 3300 voltios
en vacío y algo menos bajo carga) una resistencia de 50 ohms 50 watts en serie con el
conductor de alta tensión absorbía tales sobretensiones. Noté como dije antes, que el
aislante mylar tenía más capacidad de manejar calores por RF o tensiones elevadas
antes de perforarse que el teflón.

En la misma época conozco a un colega llamado Hebert Suárez CX9AF el


“chopito”, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, pintor, motociclista y
comprador-vendedor de equipos de radio. Me ofreció un transverter Yaesu FTV707 de
144 MHz con salida en 28, que me gustó para poder usarlo de nuevo con mi Kenwood
TS430 y al cual le cambiaría por el TR751 y que pusiera algún dólar arriba. Hicimos
negocio ya que nos servía a los dos. Así que ahora tenía un casi nuevo equipo de EME.
Puse en órbita al FTV707 ajustándolo como cuchillo en 144.050 MHz, y proveyéndole
de una carga resistiva de 50 ohms 20 watts a la entrada de TX 28 MHz para no quemar
por exceso de RF del TS430. También ajusté el cristal del conversor para que la
frecuencia fuese exactísima. Conexioné todo y empecé a salir con el kilovatio largo y el
nuevo transverter. Noté enseguida que me escuchaban más fácilmente que antes…
ahora tenía mejor artillería para el contacto con Japón! Usaba el split del TS430 para
compensar la diferencia de frecuencia por efecto Doppler, que no era mucho, pero
significaba escuchar al corresponsal o no. Notaba que el filtro Kenwood de CW de 250
Hz era demasiado angosto para EME, y el audio que producía no me gustaba: tintineaba
me cansaba su tono y me resultaba muy feo sintonizar. Por lo que usaba siempre el viejo
y querido filtro de audio aquel de los dos transformadores de eliminadores de pilas de
12 volts sin sus chapas “I”, sintonizados a 750 Hz y acoplados débilmente. Usaba un par
de auriculares de 2000 ohms antiguos comprados en Cardelino muchos años antes, y
32
cubiertos con una franela para hacer más suave la superficie de la ebonita contra el

1992 – La flecha indica el punto donde orienté las antenas para el QSO con JA4BLC.

pabellón de la oreja. También el packet radio en 145 MHz era otra actividad que
desarrollaba en los momentos libres.

A fines de octubre de ese 1992 vino la primera parte de un nuevo concurso


mundial, el ARRL EME COMPETITION. Tenía una estación bastante pasable ahora,
pues ya los controles de la antena y la calibración de los instrumentos posicionadores
estaba perfecta, tenía la computadora que me daba las posiciones y el doppler para la
recepción, el amplificador nuevo y el transverter con el TS430. ¡Un excelente
armamento! Las yagis y toda la estructura de la torre habían soportado un año de
aguante con sus temporales y lluvias. Una vez se chispeó y achicharró el contacto de TX
del relay principal de conmutación de la antena, porque con seguridad había pasado a
transmisión sin hacer previa la conmutación de los relays mediante el pedal casero o
“patató” al cual pisaba secuencialmente “a ojo”. Luego implementé un contacto extra de
relay para que no pudiera transmitir sin que previamente todos los relays estuvieran en
TX. Mis “ventanas lunares” de ese fin de semana del 14 y 15 de noviembre de 1992,
estaban comprendidas aproximadamente entre las 23.00 hs. a las 09.00 de la mañana del
otro día. La estación “pegaba” y pegaba, los contactos se hacían con facilidad... ¡y cuál
no sería mi sorpresa cuando al otro día, ya sin luna visible en el horizonte, logramos
completar un magnífico QSO con la JA4BLC de Japón en 144.090 MHz, que duró
apenas un par de minutos..! ¡Era realmente increíble porque la luna no se veía en el
horizonte, tapada por casas y árboles en la trayectoria! ¡Un trabajo meticuloso que llevó
11 meses de dale y dale, se había concretado al fin..! Evidentemente además, parecía
que se dio un fenómeno muy particular que había sido observado por algunos luneros
desde hace tiempo: “ground gain”, o sea, una ganancia extra del “path” o recorrido total
de la onda de radio cuando viaja muy rasante a la superficie de la Tierra.

33
1992 – Mi diploma más valioso: comunicados los 6 continentes en 144 MHz

34
Luego seguí en el concurso lo mismo que el fin de semana del 14 y 15 de
octubre donde coseché nuevos países y estaciones, haciendo un total de 34 QSOs y en

total para esa fecha, 29 países, 78 estaciones diferentes, 122 QSOs totales y los 6
continentes. ¡Estaba cumpliendo un ciclo de excelentes experiencias!
35
CAPÍTULO 16
COMIENZA 1993

Nos encuentra este principio de año reparando la repetidora del Cerro del
CUVHF en compañía de Rafa CX9BN. Estaba ubicada en el edificio del Parador de
Cerro y en un cuartito detrás del mismo y la antena de 4 dipolos verticales estaba sobre
su azotea. Como el Parador estaba ubicado en la ladera norte del Cerro (pero no en la
parte superior del mismo) la antena miraba hacia la ciudad estando en un lugar
realmente privilegiado. Tuvimos que retirar el equipo ya que no transmitía. Una vez que
ese aparato marca Spectrum hecho en USA estuvo abierto en la mesa del taller, al hacer
las mediciones de rigor no aparecía una tensión regulada de +5 volt, ubicando una
resistencia serie que alimentaba un integrado regulador 7805 abierta, la cual una vez
repuesta todo se normalizó. De paso hice un chequeo de frecuencias y potencia del
transmisor. Al otro día la volvimos a instalar con el Rafa allá arriba. Era un momento de
enorme actividad de todas las repetidoras, que eran casi en su totalidad armadas o
administradas por el CUVHF, tanto aquí en Montevideo como en el interior del país.

Frecuentemente me llegaba alguna para reparar o agregarle algún subtono


de acceso o doble tono de encendido y apagado automático, también mediante el envío
y posterior decodificación de tales tonos de control. Había muchas que tenían unas
plaquetas basadas en los PLL LM567 que no eran nada estables ni seguras, a pesar del
uso masivo de componentes de baja deriva térmica. Pero había que arreglarse con ellos,
hasta que no trajeran algún decodificador más moderno y seguro, que en USA los había.
Finalmente Rafa trajo algunos DTMF (Dual Tone Multi Frecuency)… el modelo DTD-

36
1 de Communications Specialists que fueron colocados en las repes más inestables. Juan
Carlos Primavesi (otro colega que no recuerdo su prefijo) también colaboraba en la
reparación de alguna que otra repe. Para ese entonces Cinthia se había hecho muy amiga
de Juan Pérez CX9BBF “el Chamaco” a través del packet. Él era uno de los propietarios
de FT Ltda. representantes de la marca Yaesu ubicada en Mercedes casi Ejido, donde yo
le había comprado años antes 5 equipos FTC4625 para Merletti de Lourcar, y visitado
alguna vez pidiendo precios o información. Juano, como yo le llamaba (y le llamo),
ahora estaba en el negocio de las parábolas de TV para ver en directo canales por
satélite, representando a la marca española Ikusi. Nos había traído una parábola sólida
de aluminio Ikusi PCF 180 de 1,80 m de diámetro para que la pusiéramos en la azotea, a
fin de mirar en principio algunos canales brasileños en banda “C” (4 GHz) con su LNB
California Amplifier correspondiente. Cerca del TV y conectado a él iba un receptor
satelital.

Para asentar en la azotea la base de la parábola, compramos pedregullo, arena


y dos bolsas de portland e hice un cajón cuadrado de madera de 80 x 80 cm y 20 cm de
alto y una tarde de sol preparamos el material. Pusimos como fondo una bolsa de nylon
grueso, el cuadrado de madera, y echamos el hormigón allí con algunos fierros y
alambres en medio, para finalmente colocar en su centro una planchuela de 30 x 30 cm
y 8 mm de espesor galvanizada, con 4 bulones de media pulgada incluidos con el kit
para fijar la base de la parábola y bien a nivel. Al cabo de 3 ó 4 días estaba todo el
bloque seco: la ansiedad por montar todo, cablear y ver qué resultaba, era muy grande!
Hubimos de colocar el caño gordo y grueso con sus ejes rotativos arriba para el
posicionamiento, abulonándolo a la platina base. Luego agarramos la “palangana”
poniéndole el aro trasero de soporte y la montamos en el caño gordo apretando los
tornillos correspondientes. Quedó puesta. Con Juano y Danielito seguimos luego
colocando el trípode soporte del iluminador, la pieza de aluminio cónica soporte del
mismo y el California Amplifier que era del tipo LNB (o sea amplificador y conversor)
con bajada de coaxil RG6 en 1 GHz, y otro par de cables para girar el monopolo interno
a fin de variar su polarización. Al conectar al receptor y TV y mediante handys de VHF,
Juano posicionó la parábola iniciando el mismo con un inclinómetro y buscando el
azimuth para un satélite de Brasil, donde enseguida vimos Globo, Bandeirante,
Manchete, etc. ¡Qué bueno! Días después, cambiamos la posición para ver otros
canales. La perfección física y eléctrica de esa palangana era tan buena, que a pesar de
su pequeño tamaño se defendía muy bien en la banda “C”, ya que su uso era para banda
Ku, 3 veces más arriba en frecuencia. Aprendimos mucho con esta nueva experiencia.

Además todo esto también ayudó a entusiasmarme más en las microondas y en


el ya decidido inicio en mis proyectos para operar en 1296 MHz, la banda de 23 cm y la
frecuencia más alta que iba a trabajar a la postre en mi carrera de radioloco..!
Evidentemente que todo no podría hacerlo en casa ya que era muy complejo el plan,
pues muchas cosas se necesitaban y todo era más preciso y más complejo que en 144
MHz. Traté de comprar aquello imprescindible que ya estaba probado y funcionaba y
cuyo costo era razonable. Como siempre el tiempo escaso por el trabajo con los clientes,
y otro poco por mi natural ansiedad por las metas también jugó su papel. Naturalmente
que pensaba armar una parábola de 6 ó 7 m de diámetro ¡a lo grande como los colegas
de USA y Europa...! Pero como Juano me había ofrecido en préstamo una vieja Echo
Star X10 de 3 metros de diámetro de TVRO, montaría esa en principio. Entonces me
conecto con mis amigos luneros de Alemania Wolf DL5MAE y su padre Ed DL5MAT,
encargándoles un kit de transverter de 1 watt para 1296 MHz con salida en 144 MHz, de
la famosa marca alemana SSB Electronics, el cual me llegó tiempo después. Todo aquel

37
kit era una belleza: los catálogos de armado de las 2 plaquetas (oscilador local y
conversor del RX con su amplificador de RF y amplificador del TX de 1 watt) estaban
escritas en alemán, pero no era difícil extraer los detalles más importantes para su
armado. Además venían incluidas dos cajitas de hojalata desarmadas para el alojamiento
de las placas.

Había conseguido un módulo de potencia Mitsubishi para 1296 MHz M57762,


que con 1 watt de entrada entregaba 20. Con esa potencia tenía una buena base para
excitar válvulas hasta los niveles que deseaba. Por lo pronto mi plan era tener como
máximo una potencia de 200 watts en la parábola futura. Un colega de USA N6CA,
había publicado en el reciente Handbook 1990 de la ARRL, un circuito económico de
amplificador que entregaba hasta un cuarto Kw en esa banda. Su proyecto giraba en
torno al uso de aquellos antiguos tubos 2C39, que sin modificaciones entregaba 50
watts en 1 GHz... ese colega había sustituido el disipador de placa aleteado de aluminio
original, por una “camisa” o cavidad de cobre con dos cañitos para hacer circular agua
por la placa y elevar en gran medida su disipación (4 ó 5 veces más) y con una
razonable vida útil. Así que ya tenía casi todo el plan en marcha. Pensaba como muchos
otros, que esa banda sería el futuro para las comunicaciones vía EME, por su bajo ruido,
su polarización circular standard universal y su posición intermedia en el espectro: ni
muy arriba en las microondas con sus altos costos y complejidad, ni tampoco tan abajo
en UHF ó VHF donde los ruidos y los defasajes de polarización hacían perder muchos
contactos.

Mientras estaba con todo aquello y comenzando abril de 1993 me llaman de


Moro, pues tenían grandes problemas de comunicación con el Móvil 16 de la zona de El
Colorado. Un viaje hasta allá yendo por el camino Melilla al norte y en un lugar
sumamente pintoresco y agreste, entramos en el casco de la chacra por caminos de
balastro entre enormes montes de eucaliptos. Ya había estado antes ahí con María y los
chicos. Me dijo Rafael el capataz que un rayo había caído la noche anterior:
instintivamente al mirar la antena de fibra Phelps Dodge Base Stationmaster en la punta
de la torre de 36 metros, veo una larga y gruesa línea negra en su cuerpo blanco… y un
penacho de fibra de vidrio que colgaba de su punta...!Otra antena base quemada, igual a
la del Frigorífico ¡Esas colineales eran un verdadero clavo remachado! Increíblemente
el equipo daba potencia y recibía bien, creo que por la colocación anterior de un
chispero Telecort en el coaxil antes de entrar al equipo. También la fuente estaba en
funciones. Ante semejante perspectiva nada podía hacer ya para sustituir la antena.
Prepararía una de 4 dipolos casera para el día siguiente y haría el cambio. Tendría que
terminar el chicote de esta nueva con un conector “N” macho, pues las de fibra venían
con ese tipo de conector profesional, no con los mal llamados “UHF” ó PLs que sirven
sólo para bajas frecuencias. Por suerte tenía muchas partes preparadas para los 4 dipolos
en el taller, no obstante esa misma tardecita me puse a terminarlas y cortar y preparar el
“arnés” de interconexión.

A la mañana siguiente las ajusté en la morsa grande, las monté en medio caño
de 1 ¼ liviano de TV, conectándole el arnés e impermeabilizando todo cuidadosamente
con silicona. Temprano a la tarde ya estaba todo preparado: la antena nueva, la cuerda
plástica de 90 metros azul comprada años antes en la Ferretería Ariel de Pedro, la
roldana para bajar y subir las antenas, las herramientas, la valija y el infaltable cinto de
seguridad. Allá nos fuimos con Danielito en el Escort otra vez a El Colorado, donde
hicimos el trabajo dejando todo en operación normal. Ese mes de abril se prestaba para

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tales tareas: casi nada de viento, temperatura ideal y tiempo seco. Nos vinimos con la
antena quemada atada en la baca… de recuerdo o de trofeo para el taller!

Para ese mismo mes de abril de 1993, Gustavo CX2AM y Luisito Espinosa
CX4AAJ estaban en la sede del Cram luchando con una de las repes que les había
prestado Rafa en 145.420 MHz. Su rango de operación era prácticamente local, y al no
tener duplexor y con dos antenas dipolo bajas y próximas entre sí había interacción
entre la salida de TX y la entrada de RX. Había llegado el momento de darles una mano,
y en el mejor de los casos armar una propia y devolverle esa al CUVHF. Ricardo
Benítez CX6AAW tiró la idea de que en la Empresa Luis Moro e Hijos (quien prestaba
al Cram su sede y uno de sus directores era Enrique Moro, el hermano de Luis el de la
Avícola) había unos viejos equipos de VHF USA que ya no se usaban y podían ser
donados al club. Así fue como aparecieron cuatro viejos TWC V1 (Transworld
Electronics) cristaleros comerciales de no mucha fiabilidad y una marca no muy
renombrada. De arranque pensé que no nos iban a servir para usarlos como repetidora:
no eran sintetizados, sus circuitos y componentes eran de vieja tecnología y solo
problemas nos iban a ocasionar. Aún así, armé una repe medio a prueba con dos equipos
de esos, pero fue todo un fracaso.

Lo que sí inicié fue el armado de los futuros duplexores, compuestos de 6


cavidades: tres para TX y tres para RX. El proyecto estaba en un viejo Handbook pero
hecho todo con caños de cobre… caro y pesado. Pero mi experiencia con las cavidades
de aluminio de los duplexores que se usaban en el CUVHF (de marcas famosas tales
como Wacom y Phelps Dodge) me decía que aquellos caseros con aluminio tenían que
funcionar y bien. En Idasa me hice cortar 6 trozos de medio metro de un caño de 10 cm
de diámetro y 1,5 mm de pared, que estaba abandonado y lleno de tierra arriba de unos
soportes metálicos casi contra el techo de sus almacenes. Cortando esos trozos
liquidábamos el stock de ese caño, no habiendo otro parecido, ya que era un sobrante de
un viejo pedido que llevaba ese tipo especial.

1993 – CX5CR y yo armando las cavidades del duplexor.

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Ahí teníamos los cuerpos de las cavidades. Completé la lista con 6 trozos de caño de 1´´
y 40 cm de largo para los tubos de sintonía de ¼ de onda, doce placas cuadradas de 12 x
12 cm y 3 mm de espesor para las tapas de las cavidades y un trozo de barra de 1´´ para
los émbolos y su eje. Con 3 varillas roscadas de bronce de ½ ´´y doce tuercas que
compré en La Casa del Tornillo, ya tenía el 90% del duplexor. Claro que faltaba armar
todo eso y ahí pudimos contar con la invalorable ayuda de Raúl Bellini CX3BK,
maestro del torno y de Gustavo Dudok, quien soldó con aluminio 6 placas a los caños
de 10 cm y unos vástagos roscados a las otras 6 placas.

Entrado mayo de 1993, intercalaba los trabajos de las cavidades con la puesta
a punto poco a poco, de la parábola de 3 mt que Juano me había prestado y cuyo soporte
y base estaban muy oxidadas, teniendo que desarmar, rasquetear, limar, lijar, y darle una
mano de antióxido. Había casi suspendido mi actividad de rebote lunar debido a las
otras tareas. Leía sobre antenas o “horns” para parábolas y en especial esta de cavidad
profunda ó deep dish. Iba a construir con un tubo de aluminio de diámetro apropiado
ese horn y un scalar feed, o sea un tipo de deflector especial multicircular que
aumentaba la eficiencia de la antena. Decido desmontar las 4 yagis de 144 MHz y todo
el sistema aéreo que tantas alegrías y triunfos me había deparado. Pero la etapa se había
cumplido… y otros desafíos y metas arreciaban con terrible fuerza..! Iba armando poco
a poco el nuevo transverter. Para esa fecha aparece Ricardo Machado, un aficionado que
conocía el Cram y vivía por las inmediaciones de Instrucciones y Propios: él traía en un
bolso un Icom IC V100, una belleza de transceiver de VHF comercial y con la intención
de que sacara su amplificador de 60 watts para aplicarlo a su handy... ¡donando al club
el resto del equipo!... ¡y ahí sí que había un terrible receptor! Casi conjuntamente con
ese hecho, aparecen Yamandú Pagliano (y su esposa Laura). Yamandú era un joven
oficial mecánico de a bordo y también CX, que vivía en el Paraíso de Sayago, ese barrio
tan lindo detrás del Club del mismo nombre. Trajo un handy Icom IC 2AT que se había
caído dentro de un balde de agua de mar mientras lavaban pescado. Había que

40
1993 Duplexor de 6 cavidades terminado.

repararlo... cuando le hablamos de los planes que teníamos de armar una repe para el
Cram, dijo que donaba el handy y que esperaba que tuviese arreglo.
41
Para el rescate del handy, lo primero era sacarle la sal o los restos que podían
haber quedado metidos por ahí. Desarme total e inmersión en un balde con agua caliente
adicionada con bicarbonato de sodio fue lo que hice en principio, tratando de remover
todo con pincel. Luego de un tiempo ahí sumergido, vino la etapa de un escrupuloso
enjuagado con agua de la canilla, primero caliente y luego fría... bien sacudido ¡y al sol!
Terminé el trabajo con secador de pelo. Al probarlo luego noté que la recepción no
funcionaba ¡pero sí la transmisión!... que al final era lo que interesaba porque receptor
ya teníamos. Empecé montando una fuente y ese pedazo de handy con un amplificador
de 5 watts en un chassis de aquellos viejos MCX102 que me quedaron vírgenes. Luego
hablé con Ariel Vázquez CX5AO que era técnico de Fleg, a fin de que me pusiera el
V100 en 146.600, entrada de la futura repe. Ya había hablado con el Rafa, poniéndonos
de acuerdo en que la frecuencia de la repe del Cram, sería de 146.600 (–600). Una vez
puesto en frecuencia el pedazo receptor del V100, conexioné el mismo con la fuente y
los demás elementos del transmisor, COR (relay operado por carrier) sistema de audio,
etc. Finalmente quedó armada la repe con sus 5 watts de salida, habiendo usado para el
amplificador un transistor Motorola que tenía de repuesto para los handys HT90 de
Cotsur. La repe quedó instalada en el Cram sin cavidades, dos antenas y con un filtro
comercial para recepción. José Comesaña CX7DF desde El Pinar la gatillaba a duras
penas. Sin duda que faltaban los duplexores y una antena a buena altura. El edificio alto
de la Av. Sayago entre Ariel y Elías Regules era nuestro sueño...

Ya entrábamos en el mes de agosto de 1993. Además del tema de los duplexores


de la repe del Cram, estaba abocado al proyecto lunar de 1296 MHz, dando los primeros
pasos en el montaje de la parábola de TVRO en la esquina noroeste de la casa,
apoyando su grueso caño central en dos anchos ángulos de hierro comprado como antes,
en el local de fierros viejos de la gorda Alicia en Garzón y la Vía. En esos ángulos hube
de soldar a la eléctrica platinas y orejas de sujeción para apoyar el caño central de
soporte. José Luis Rattín CX5CR amigo de Gustavo y allegado al Cram, nos daba una
mano en el armado de las cavidades… y también cierta vez trajo su hermoso taladro
eléctrico alemán AEG de 13 mm que era una maravilla. Lo había comprado en
Bromberg & Cía. en Cerro Largo y Río Branco. La verdad que me había enamorado de
tal taladro y decidí comprar uno igual (costándome algo más de 100 dólares) pero era
una buena inversión. Tenía una cantidad de extras y era para trabajo pesado. Con él
pude colocar 4 tacos Fischer de 12 mm para fijar los 2 ángulos soporte del caño de la
parábola y uno extra de un tensor.

42
1991 – CX2AM y yo montando los 4 dipolos de la repe del CRAM.

Para fines de setiembre habíamos contactado con Shubert, un muchacho que


vivía en ese deseado edificio… y le gustaba la radio, aunque no tenía prefijo aún ni
equipos. A través de sus padres finalmente pudimos acceder a esa azotea y tanque de
agua, además del cuarto de ascensores para poner la repe. Armamos una Slim Jim, la
famosa antena “J” vertical del neozelandés Judd. Para octubre había aparecido otro
colega, Beto Riela CX3BJ con quien adelantamos y pudimos terminar de armar las 6
cavidades y el famoso duplexor, trayendo la repe con la Slim Jim para su final prueba y
ajuste. ¡Funcionó! Enseguida la llevamos al edificio e instalando todo provisorio,
llamando a la CX7DF para ajustar todo en su sitio y con señal débil. Así quedó
inaugurada para el mes de octubre de 1993 la nueva repetidora 146.600. La altura del
tanque de agua era espectacular, y sumado a los 46,25 m de cota que teníamos en
Sayago, calculábamos unos 100 metros de altura total sobre el nivel del suelo...
¡Bárbaro!

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1993 – Vista desde azotea edificio repetidora

1993 – Edificio repetidora Av. Sayago y Ariel. Pusimos antena arriba tanque agua.

Aparece en este mes de octubre de 1993 un nuevo cliente de HFs y MCX104 (como si
el tiempo aún me sobrara…) Martínez Bazán, medio socio de Moro en la Avícola. Tenía
su criadero chacra en la ladera del Cerro, camino Continuación Burdeos detrás del
Cementerio. Conseguimos un Yaesu FT747, le montamos con Danielito una antena
mariposa de alambre galvanizado arriba de un tanque de agua, haciendo luego algunos
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otros viajes para montarle 3 MCX 104 en sus camiones. Todo marchó bien, ningún
detalle que merezca comentarios. Todos estos últimos meses iba mucho a la sucursal de
Correos de Sayago en Pedro Boggiani y la vía (donde tenía mi Casilla 20261) a llevar
cartas, QSLs, traer también correspondencia y revistas… en especial la revista alemana
Dubus de excelente nivel. Allí en la Sucursal me hice muy amigo de las funcionarias y
en especial de Liliana y Mirtha, a quienes les reparaba las luces del local y otros
aparatos que traían.

Ya entramos en noviembre y no pudiendo terminar el sistema de 1296 MHz


lunar para trabajar en el concurso mundial de ARRL de fines de octubre. Pero ya tenía
casi todo listo para salir en la segunda parte del mismo a fin de mes. La expectativa
grande era que saldrían a operar desde Ontario, Canadá, unos colegas canadienses y
yanquis desde el Observatorio Astronómico de Algonquín, ¡usando su gigantesca
parábola de 46 metros de diámetro! Ya había montado la parábola Echo Star, tenía el
transverter funcionando, y finalmente y por falta de tiempo y complicado con mil cosas,
compré el amplificador de 1296 MHz a Bob N6CA, al cual agregué una bombita de
agua para su refrigeración y le pude sacar 150 watts, una potencia que mantenía segura
la vida de su tubo 2C39. Había montado y cableado todo dentro de una caja de acero
inoxidable que usaba Ponce de León (de Repercusión) para sus remotos de radio, a la
cual recorté un poco para bajarle la altura. Como no había podido conseguir un tubo de

1993 – Parábola Echo Star de 3m para 1296 MHz.

aluminio apropiado para el feed de 1296 en plaza, tuve que comprar la chapa y hacerla
cilindrar en el taller de Mario Andorno (amigo de Raúl Bellini) de la calle Millán y
Eduardo Pondal y luego llevarlo a los Dudok para que soldaran la costura y una tapa de
fondo. Quedó finalmente terminado el cuerpo de ese feed ó iluminador. Le agregué dos
dipolos internos de ¼ de onda dispuestos a 90º uno de otro en dos conectores “N”
chassis y una serie de tornillos a lo largo para generar la polarización circular izquierda
y derecha.

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1992 – Parábola lista para operar con su caja de control y amplif. con bomba de agua.

I.R.C. Cupón de Repuesta Internacional con valor de un franqueo común.

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1993 – Ajustando las polarizaciones H y V del feed con las dos heliz arriba el palo.

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Armé sobre una tabla dos antenas hélix de 5 vueltas, una bobinada sentido derecho y la
otra izquierdo con un detector de RF en c/u y un instrumento remoto, las monté mirando
para abajo a tres metros de altura en la torreta del fondo, poniendo abajo una mesa con
el iluminador terminado y mirando a las hélix. Traje el equipo de 1296 y alimenté el
iluminador con 1 watt a fin de ajustar los tornillos para mínima interacción entre los
dipolos, mayor circularidad, y mínima ROE. Así pude ajustar esa “antena”. Juano me
había regalado unas placas de fibra de vidrio G10 de doble faz, hermosas, una de las
cuales recorté y soldé unos aros concéntricos de fleje de bronce fino para hacer el
“scalar feed” como mencioné antes, dispositivo que iría atornillado en la boca del
iluminador a fin de aumentar el rendimiento de la antena. Se vino la fecha del concurso
de EME de ARRL. Ya estaba todo terminado. Un bidón de plástico negro con 10 litros
de agua destilada estaba ubicado al pie de la parábola, al lado de la caja con todo el
equipo de 1296 MHz y a fin de refrigerar el amplificador.

La parábola no tenía ninguna especie de rotor: había que aflojar bulones con
una llave, mover a mano, apuntar a ojo y apretar bulones otra vez... bajá al shack y
apurate a intentar comunicar, ya que a los pocos minutos había que apuntar de nuevo.
Pero mis esfuerzos finalmente se vieron coronados por el éxito: comuniqué con Austria
OE9ERC del colega Erik, luego ubiqué a la VE3ONT... ¡llegaba sacudiendo el Smeter a
S3/S4!... muy nervioso la llamé y respondió, intercambiamos RST dándome 519… ¡y
pasando luego a SSB donde pudimos cruzar algunos reportes extra!... no puedo creer
como no me dió un ataque al corazón ahí, porque “el bobo” andaría a 300 palpitaciones
por minuto...! Finalicé la operativa comunicando con otra estación de Austria, la
OE9XXI, pero era muy trabajoso el traqueo de la parábola a cada rato y a mano, pues
había que subir y bajar de la azotea, el apuntamiento era irregular ya que no tenía mira
alguna... en fin, ya la cosa no daba para más... por lo menos eran los tres primeros
contactos en la historia de la radioafición uruguaya con Austria y Canadá, ¡vía la luna y
en la banda de 23 cm!... me sentía satisfecho, y ahora con este aliciente tendría que darle

1993 – Caja remota al pie parábola con el transverter de 1296 MHz y relays.

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1993 – QSLs de VE3ONT. Con mi contacto obtuvo su WAC en 1296 MHz.

a la parábola grande con todos sus motores y ganancia para trabajar al máximo el
próximo año en esa banda.

En diciembre de 1993 termino el año armando una soldadura eléctrica para


Juano. También armé 4 dipolos verticales para la repe del Cram y luego con Jorge
Camboni y el Chocho que vinieron a casa y en el fondo con el caño de 6 metros más un
alargue de aluminio apoyado arriba unas mesas y sillas, montamos los mismos, y al día

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siguiente Gustavo CX2AM y yo la colocamos en el tanque de agua del edificio,
quedando la 146.600 con una terrible cobertura. Finalicé al año armando un remoto de
radio para Moro en El Colorado, pues ya el Heliax se había chumbado de agua y otra
vez había problemas de comunicación. Puse la caja allá arriba con un FTC4625 bien
probado y fuente casera compacta. Día precioso. Cableado con un RG59 y dos
superplástico gemelos de 0,75 para el PTT, parlante y la línea de 220 de la red. Abajo
quedó una consolita armada en un bafle plástico de parlante de 10 cm y 4 W. Todo
anduvo bien y esperando que ya no habría más problemas con esa base, aunque los

1993 – CX3ABE, CX8BBH y Chocho montando dipolos repe fondo de casa.

paseos hasta allá eran siempre hermosos. Trajimos el rollo de Cellflex LDF4-50 mojado
atado a la baca del Escort.

Comienzo enero de 1994 con la compra en Antenar (Paysandú casi Paraguay)


de aquellos caños cuadrados de duraluminio de 25 mm de lado para armar el costillar de
la futura parábola. Esta vez estaban más baratos que en Antena Color del amigo Ruben,
y hasta estaban un poco mejor terminados. Tenían 6,30 mt de largo y compré 9 de ellos,
ya que pensaba cortarlos al medio para formar 18 “costillas” ó “rayos” y fijarlos a un
soporte giratorio central semejante a la rueda de una bicicleta. Ese centro estaba
formado por dos discos de planchuela de 6 mm y 40 cm de diámetro paralelos entre sí,
separados 30 cm y unidos por un grueso caño soldado en sus centros. Cada uno de ellos
tenía soldado en su perímetro y a cada 10º un fleje de hierro de 25 mm perforado para
asentar allí cada una de las 18 costillas de aluminio de la parábola. El disco de atrás,
servía de soporte a los brazos traseros refuerzo de las costillas. Cantidad de semanas me
llevó el conseguir los materiales, medirlos, perforarlos, soldarlos, etc. Hice el cálculo de
la curvatura de la futura parábola, un dato de capital importancia del cual dependía el
rendimiento total del “plato”, según la fórmula matemática y2=4Fx.

Con varillas de madera hice un molde matriz con la curvatura exacta que
habían de tener cada una de las costillas. Intenté curvar una a mano pero era imposible:
el material era muy duro, se deformaba y se plegaba. Finalmente luego de mucho
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averiguar y buscar, en Propios casi Instrucciones dí con un taller que me harían el
trabajo a un costo que no me pareció caro, pues yo no lo podía hacer... y cuando uno
intenta hacer y/o reparar algo para ahorrar algún peso y no puede, no resulta mal
llevarlo a quien sabe hacerlo bien y pagarle lo que sea. Llevé los 18 caños y el “molde”
de madera para que ellos le hicieran el ángulo de curvatura que necesitaba. En un par de
semanas tenía mis caños curvados. Ahora necesitaba 5 caños más rectos, para cortarlos
en cuatro y hacer los 18 soportes traseros y los tabiques de unión a c/u de las costillas.
Tuve que comprar chapa de aluminio de 1 mm de espesor y cortar 360 triángulos de
varias medidas para unir: costilla delantera, tabiques centrales, el caño soporte trasero y
cinco por cada costilla... ¡Andá llevando! Cada costilla llevaba 33 agujeros pasantes (2
de ellos eran de ½ ”) y los otros de 4 mm… para los casi 1200 remaches “pop” totales..!
¡Era realmente un trabajo titánico! Pero poco a poco describiré el proceso de armado de
todo.

Mientras tanto aparece el Ing. Leonardo Filipelli de la firma Insur SRL, que
tenían equipos de HF comerciales móviles que no andaban muy bien y querían también
agregar otros a la red. Hacían obras de ingeniería civil en todo el país. Leonardo era un
muchacho muy simpático y muy tratable y con quien hice una buena amistad. También
con Imelda, una mujer muy laburadora que hacía todo tipo de tarea en las camionetas y
camiones de la empresa. Un día se me aparece Leonardo con un Kenwood TS440 que
daba lástima, parecía que hubiesen jugado al fútbol con él: ¡estaba hecho pelota de tanto
camión y maltrato! Como pude se lo reparé yendo luego a su base y oficina en 18 de
Julio casi J.H. y Obes donde tenían dos grandes fuentes Astron y otro TS440… ¡un
“poquito” apenas más cuidado que el otro! Pusimos el reparado allí y me llevé el de la
base para chequear. De paso miramos la antena dipolo yendo a la azotea de ese viejo
edificio. También dejaba mucho que desear la pobre. Le sugerí armar otra nueva bien
ajustada y colgarla desde ahí hasta el edificio contiguo hacia J. H. y Obes, para que
quedara bien despejada y con un gran espacio debajo de ella. Eso sería para más
adelante. Le reparé el otro 440 y luego me pidieron un par de MCX104 con sus antenas
e instalación, para una camioneta y un camión, los cuales instalé más adelante.

De un puesto grande de leña de Garzón a la altura de Santos, viene un camión


con un equipo de SSB nacional marca Vector HF250, que al intentar medir un poco a
grosso modo la ROE de la antena veo que no emite RF alguna. Lo desmonto y lo reviso
cambiando un driver preamplificador del TX y ajustando muchas cositas. Era un equipo
bastante grande comparado con mis MCX104 y de aspecto complicado. Al otro día lo
reinstalé, ajusté su antena móvil, cobré y nunca más aparecieron. Como dije antes,
”¡misterios de la clientela!” … buen provecho y felicidades.

En compensación entramos a trabajar con la gran empresa de transportes


internacionales Decre SA de los Ramírez: Ney el intelectual y Julián el mecánico. Las
oficinas estaban en la calle Burucayupí casi Br. Artigas y Agraciada, y los talleres y
galpones generales de los camiones y acoplados en Gil y la vía, en Capurro. Usaban
equipos Yaesu FT747 (y FT80C, el mismo pero con teclas tapadas y gabinete de chapa)
en todos sus camiones. El primer trabajo fue chequearles la antena base de las oficinas
de Burucayupí. Allí nos encontramos con una Rombi 1, una antena de HF de banda
ancha argentina (burda copia de la Yaesu YA-30. o la Barker & Williamson AC 3,5-
30) la cual constaba de dos dipolos paralelos de 12 mt de largo a cada lado separados 80
cm con trozos de caño plástico marrón de ½ ” y conectados por un balun extraño en el
centro: la típica antena que cubre todas las frecuencias pero con un rendimiento pobre.
Le “arrancamos” ese engendro poniéndoles una mariposa de 14 y 7 MHz sobre una

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torrecita de 6 mt que mandamos hacer a Barbosa. Una vez retocadas las patas de los
dipolos a 1:1 de ROE, la antena quedó rindiendo bien y ellos contentos. En el taller
tenían otra Rombi 1 igual, pero Julián decía que le andaba bien. Ellos tenían viajes casi
en exclusiva a Chile, por lo que el 99% usaban la frecuencia de 13,8 MHz. No obstante
todos los camiones tenían dos bases y dos antenas completas conmutadas por llave
coaxil desde la cabina, además de convertidores de 24 a 12 volts, pues así las 2 baterías
de 12 “trabajaban parejas” y no se descargaba una más que otra, si el equipo era
conectado a sólo una de ellas. Al menos esa era la experiencia que habían recogido
luego de años de operación. ¡Y no eran los únicos! Con Danielito instalamos FT747 en
3 camiones en Capurro, pero en realidad más que instalación era llevar los cables del
convertidor Astron hasta el equipo ya atornillado, y el cable coaxil desde la base de las
antenas hasta la llave y desde ahí al equipo, terminando con el ajuste de los látigos.
Ellos tenían todo... ¡hasta medidor de ROE! Pero suerte que no sabían usarlo... si no, sin
duda que nos quedábamos sin trabajo. También tenían una caseta que operaba de noche
con el sereno en esa “Base de Apoyo” como le llamaban, a la cual le hicimos una nueva
antena mariposa.

Un día ese recinto se prendió fuego: vimos cómo había quedado el 747 y la
fuente... un montón de carbón de plástico y chicharrones… aunque pudimos rescatar el
“patín” del P.A. entero pudiendo usar alguna parte luego. Aunque una vez la quedamos
con Decre: tuvimos que montar esa única vez, las bases de las antenas en un camión
nuevo, y a pesar de consultar el lugar donde irían, finalmente no les gustó nada y hubo
rezongos y malestar… por lo que no nos llamaron más. ¡Mala pata… “sonamos"!

Ya entrábamos en febrero de este año 1994. Alternaba los trabajos particulares


con la construcción de la parabólica y el Cram. Una mañana me llaman por teléfono en
inglés, resultando ser un coterráneo y amigo de Erich OE9ERC (mi primer QSO lunar
en 1296 MHz) llamado Werner Roedl OE1WRS, que venía por la Comisión Nacional
de Energía Atómica y traía consigo un equipo para operar 2304 MHz que me lo
regalaba Erich. ¡Qué sorpresa tan grata! Al fin nos encontramos en el Centro, lo orienté
a hospedarse en un hotel y quedamos en contacto para traerlo a casa y mostrarle la
ciudad, cosa que ocurrió a los dos días siguientes. Lo fuimos a buscar al hotel Cinthia y
yo, ya que ella hablaba muy bien inglés y yo tenía problemas para entender lo que decía
Werner. Cuando llegamos a casa enseguida sacó su filmadora para tomar imágenes de la
antena y sistema de radio de 1296 MHz en la azotea, con el cual había comunicado con
su amigo Erich poco tiempo antes. Me entregó el regalo de aquel, consistiendo en un
transverter completo, un amplificador de 10 watts y una cavidad con 2C39 de 60 watts,
toda hecha en bronce que era una verdadera obra de arte.

En el patio lo invitamos a comer y tomar algo y allí desplegó su laptop y


otros aparatejos y se puso hacer packet vía inalámbrica…! A la noche vino Juano y
fuimos todos a cenar al restaurant Morini para celebrar la venida de Werner. Hablamos
mucho, aprendiendo cosas nuevas y compartiendo experiencias. Estuvo al otro día en el
Cram, así tenía una idea de lo que era un modesto radio club del Uruguay. Un grato
recuerdo nos dejó este amigo que venía de tierras tan remotas. Luego viajaría a Lima
Perú, para encontrarse con su novia latina.

Como el dish de 3 m Echo Star había cumplido su cometido (incluida la


filmación que le hiciera Werner) despacio me decido a desarmar el sistema empezando
por la caja, los cables y luego el desarme de la parábola, que entregaría de nuevo a
Juano.

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Gustavo Mondelli el hijo del propietario de la Estación de Servicio Esso de Bell y
Propios viene a consultarme por equipos de comunicación para dos camionetas de
reparto de supergas. Se decide por Banda Ciudadana ya que las distancias a cubrir eran
casi locales y los precios eran mucho menores que los de UHF. Con Danielito le
pusimos una antena base Amstron A99 sin planos de tierra en un caño de 8 metros de
altura. Él compró equipos de BC Uniden en Stratta, a los cuales reformé poniéndole
canales negativos (más abajo de la banda de BC) a fin de que operaran con menos
interferencias. Pusimos la base con fuentecita casera e instalamos allí mismo los
equipos en las 2 camionetas. Otro trabajo terminado y un nuevo cliente. Siempre venían
camiones y vehículos varios de las otras empresas y clientes de antes a efectuar
reparaciones varias. La verdad que con la cartera de clientes que había hecho, trabajaba
bien y de continuo.

En el interín aparecen ayudantes para el armado de la gran parábola: eran


muchachos del barrio y futuros radiolocos que empezaban a concurrir al Cram y venían
de la Banda Ciudadana: Javier (luego CX2CAT), Fernando (luego CX3CAX), Juan
Pablo el melenudo (pronto tendría su CX) y Francis, un flaco amigo de ellos. En el
taller del fondo y mientras yo hacía los agujeros en las chapitas de aluminio, ataba la
costilla a la matriz de madera (para que no perdiera su ángulo) y presentara su soporte
trasero con los tabiques, aquellos aguantaban a mano para iniciar los primeros agujeros
donde irían los remaches “pop” de 3/16 que ellos fijaban con la nueva “popera”. Así,
agujero tras agujero y remache tras remache, quedaba lista cada costilla completa. Nos
llevó algunas semanas de tiempo. A veces ellos no podían venir y solo adelantaba un
poco el armado. ¡El taller del fondo parecía un gran depósito de aluminio! Luego encaré
el tema del rotor, el cabezal de la torre y el conjunto de eje y soporte de la masa central
ó “hub” de la parábola. Aflojé y liberé desde la torre el pesado cabezal soporte de las
yagis de 144 MHz, y mediante cuerda y polea lo bajé hasta el suelo, llevándolo al taller
para estudiar la instalación del rotor “prop-pitch” en su interior con su eje.

Por otro lado (y todo hecho con fierros usados comprados en la gorda Alicia)
armé como una cruz formada por un caño pesado de 3 metros y otro corto grueso: el
largo sería el eje longitudinal de la parábola donde iría puesta la masa central en una de
sus puntas, y un contrapeso en el otro extremo; el caño cortito sería el eje de rotación de
elevación que se asentaría en un grueso ángulo soldado al eje vertical. Este descansaba
en una crapodina hecha con un gran ruleman asentado en la punta de la torreta. Lo lindo
era que podía girar como una rueda la masa central de la parábola en la punta de aquel
enorme eje, para luego poder acceder desde el piso de la azotea a toda la superficie del
enorme “plato” parabólico, que iba a tener 6,70 mt de diámetro. Cuatro enormes
bulones galvanizados de 1 pulgada con tuerca y contratuerca, dispuestos a 90º, fijarían
en posición la masa al eje. Todos estos trabajos serían hechos en los meses sucesivos,
intercalados con la clientela, y el Cram. Durante abril, Atilio Larrásolo el padre de
Andrés "el oveja” (amigo de Danielito) que trabajaba en la Bull e IBM, nos trajo una
caja con cantidad de materiales de PC en desuso, y algunos transformadores de poder.
Con uno de ellos que me pareció muy potable, armé una soldadura eléctrica que la llamé
“mini”, pues el transformador era chico (aunque robusto) y de excelente hierro silicio:
rebobiné el mismo, le puse una manija de transporte y los cables correspondientes con
las pinzas: quedó bárbara, chiquita, poderosa y liviana para llevarla a la punta de la torre
y soldar allá arriba.

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1994 – Fedd modelo W2IMU para 1296 y dipolos con su back plane para 432.

ya que iba a tener semejante parábola, era una oportunidad hermosa para también
operar la banda de 432 EME: me dispuse armar 4 dipolos (dos verticales y dos
horizontales) puestos delante de un reflector plano (back plane) conjunto que iría
montado en la boca de un nuevo iluminador ó bocina tipo W2IMU, y también como la
54
anterior, con filas de tornillos para producir polarización circular. La norma era
transmitir con polarización derecha y recibir izquierda. Un gran amigo que coseché en
la actividad lunar era Enrico Ravarelli HB9SV (un tano radicado en Suiza y un
verdadero “self made man” que fabricaba todo) me mandó de regalo una cara válvula
Thompson TH308, a fin de que armara un amplificador de 1 kW para 1296. Sin
embargo me resultó mejor usarla en el futuro para un amplificador, sí, pero para 432
MHz EME y también inaugurar esa banda. Luego inicié el armado de tal amplificador,
cortando chapas de aluminio, haciendo partes de teflón y de bronce y cobre que luego
mandaría platear, adelantando tal proyecto. Cambié a Hebert Suárez por otras partes, un
transverter FTV 700 para UHF.

Ahora que recuerdo y tecleo esta parte de mi historia, era realmente entonces una
verdadera máquina de generar metas y sueños, y producir y armar multiplicidad de
cosas: mis motores andaban a 200 Km por hora. En el Cram nos proponemos hacer una
revista para los socios, con noticias, circuitos, artículos varios, etc. Aparece Raúl Bove
CX3ABE, funcionario del BPS y aficionado operador de banda ciudadana y un poco de
40 m pero con ganas de pasarse definitivamente a las “bandas grandes”. Como su
trabajo en el BPS giraba en torno a computadoras, con Gustavo, Rattín y yo nos
encargamos de editar unas hojitas informativas que él hacía en la PC: sería la semilla de
la futura publicación del Cram, la QSP. Como la Dirección Nacional de
Comunicaciones (DNC) empezaba a exigir examen para otorgar licencias de aficionado
mediante 300 preguntas de múltiple opción y en tres categorías diferentes, el Cram
como otros Clubes Habilitados tendrían que turnarse todos los últimos viernes del cada
mes, para preparar y tomar examen a los inscriptos. Había que orientar y enseñar a los
postulantes sobre las preguntas, por lo que Gustavo y yo nos convertimos en
“profesores” que dábamos clases en el salón de Los Leones, parte de la Empresa Moro,
debajo la sede, donde un grupo variable de futuros CXs concurría.

Por otro lado, Leonardo de Insur SRL se decide a cambiar la antena base
dipolo del Centro. Armé una mariposa para 5 y 7,8 MHz de alambre de cobre y bajada
con coaxil de 75 ohms, la que suspendimos entre la azotea de su edificio y la de un hotel
contiguo hacia J.H. y Obes, mediante en lanzamiento de un pedazo de caño de plomo
con un hilo plástico a manera de guía, para luego arrastrar las patas del dipolo. Allá
quedó finalmente colgada la mariposa... se veía hermosa y sin duda que la
comunicación de la empresa mejoró mucho.

El italiano D’Alfonso fue nuestro próximo cliente: tenía una barraca de


materiales de construcción a la altura de Cno. Carrasco y Cooper, enviando la
mercadería a varios puntos distantes hasta 120 km de su negocio, por lo que el uso de
HFs le iba a convenir más que los V ó UHFs. Empezó comprándole a un amigo que no
le interesaba más la radio, un Yaesu FT747 y fuente. Lo acompañé a revisar todo en un
apartamento de Agraciada y Galicia, casi pegado a la ferretería Ricón de la esquina.
Llevamos el equipo al taller para chequear a fondo y estaba todo bien… luego fijamos
un día para poner la antena base con un dipolo de un solo canal por los 5 MHz. Le iba a
proporcionar 2 MCX104 para ser instalados en 2 camiones “Merceditos” que tenía. Se
instaló el dipolo con caño galvanizado en una cómoda azotea, lo mismo que luego los
MCX. Quedó todo bien.

En el mes de mayo de éste 1994 se iba sumando mucha gente al Cram.


Había mucha efervescencia porque la repetidora 146.600 andaba de maravilla a pesar de
sus poquitos 5 watts, pero contaba con una buena antena y a una altura excepcional.

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Implementamos el armado de un kit de transverter de 1 watt para operar en la banda de
50 MHz (6 metros) proyecto de un grupo de LUs comandados por LU4AAY del Radio
Club Morón, que nos proporcionaron una plaqueta grabada con la cual mandamos hacer
dos tandas de 10, les compramos los cristales de conversión de 22 MHz y los integrados
mezcladores SO42P. Se vendieron todos, dejando pesos extra para el Club. También me
puse armar algunos completos para aquellos que no quisieran armarlos. En la sede
tratamos de aprolijar muchas cosas, hacer nuevas mesas y de futuro comprar más
equipos y PCs. Aparecen dos esposas de aficionados que estaban estudiando para rendir
examen de CX: María Inés Saravay (luego CX9BAG) esposa de Juan CX6BAU y
María del Carmen esposa de Ruben (luego CX3CAR y CX3CAU respectivamente).
Ellas dan ideas sobre pintura, limpieza y cortinados además de trabajar, a fin de que la
sede quedara más prolija.

En junio de ese 1974 aparece Decre de nuevo, pero esta vez para instalar en el
Merdedes nuevito de Ney una antena látigo de fibra de vidrio y un sintonizador de
antena automático Yaesu FC1000. En la vereda de Burucayupí con la mirada atenta de
Víctor, uno de los empleados que estaba en el tema de las radios, instalamos todo con
Danielito. Pero el rendimiento de tal látigo no era ni cercano al clásico y convencional
con bobina de carga al centro. A pesar del laburo, finalmente no puso más radio en su
coche. Igual cobramos… y aprendimos. Y como si fueran pocas todas las tareas y
planes que estábamos realizando, nos decidimos armar una repetidora de UHF para el
Club, que a la postre sería la primera en esa banda en el Uruguay. Otra vez metido en
los tubos de aluminio para los duplexores y otra antena de 4 dipolos. Conseguiríamos
algunos pedazos de equipos para el armado. Ya la DNC nos había permitido el uso de la
frecuencia 432.600 (+ 5 MHz) y como si fuera poco, Fernando Piazzeta CX5AL socio
del Cram que revistaba en el Comando de las FFAA de Peñarol, nos iba a tratar de
obtener un permiso para instalarla en la Fortaleza del Cerro. Había terrible entusiasmo
por todo..!

En ese mes de julio de 1994, el Cram iba a ser el primer Radio Club que tenía
que tomar los exámenes a un grupo de casi 30 postulantes y en las categorías Novicio e
Intermedia. Toda la sede bullía de gente, de socios y futuros socios, la cantina con
Danilo Villar CX3BAV al frente no paraba en servir panchos, chorizos al vino blanco,
cerveza y Coca Cola, así como el primo de Gustavo Gonzalo Rodríguez CX3ABT, gran
valor en todo tipo de trabajo que colaboraba en todo. Un empleado escindido (que se
había abierto) de los Barbosa, Julio Goñia, gran torrero, vivía en una callecita a la altura
de Ariel y Propios y se ofreció a ponernos una torre mejor en la sede y a buen precio.
Entonces armó y montó una hermosa torre profesional de 12 metros a fin de poner un
rotor con direccionales y dipolos a diestra y siniestra. En el club entraba bastante plata,
y había que usarla en el mejoramiento de la sede y los equipos.

Un día recibo la llamada de Barrios Viana, el propietario de la FM Integración de


Aceguá 101,5 MHz, necesitando poner a punto el amplificador de la emisora. Al traerlo
al taller, me comentó que era un amplificador de VHF modificado comprado en un
remate de la Fuerza Aérea. Se trataba de un equipo made in USA con un push pull de
tubos Eimac 4/125ª y con la fuente separada. Me dejó otro par de tubos usados para que
los probara y pusiera los 2 mejores. Estudié todo el equipo sacando un plano propio. Lo
encendí usando un excitador brasileño LYS de 10 watts que había traído… pero apenas
daba 50 watts. Estuve un par de días revisando, modificando, midiendo y pude
finalmente sacarle 300 watts, comprobando que todos los tubos estaban bien. Barrios
Viana quedó muy contento con su emisora, a juzgar por los faxes que me envió luego.

56
1994 – Rotor prop pitch y centro de la parábola instalados.

Otro nuevo cliente que se sumaba a la lista, aunque algunos de los anteriores habían
desaparecido o traían muy de vez en cuando algo para reparar, pero la mayoría por
suerte permanecía.

57
Así entramos en agosto de 1994. Ya tenía todo terminado para iniciar el
montaje del dish de 6,70 mt. Para el Cram se compró otra computadora nueva, una 386,
que Gerardo “Gor” Otero CX8CP armó con placas y elementos compradas por aquí y
por allá. En esa PC se implementó el packet mediante el concurso de un grupo de
colegas: Viterbo CX5BBX, Raúl CX3ABE, Shubert CX9BAE, Juano CX9BBF,
Guillermo CX2BAF y luego algunos otros como Marber CX2ACK, que empezaron con
la transmisión de imágenes. Los informativos que hacía Gustavo los domingos en 7055,
se retransmitían por la repe de VHF y Antonio CX5AO desde Peñarol en 50 MHz.

En setiembre inicié el montaje de la parabólica en la torre. Ya había hecho


todos los aprontes y arreglos necesarios en el taller, en especial del tan delicado cabezal,
por el cual dependían muchas cosas: platina de apoyo circular con la crapodina en el
tope, que tuve que compensar para que la rotación de 360º se mantuviera siempre
horizontal, y soporte y alineación del eje del motor prop pitch (que además tenía
soldada aquel pedazo de ángulo pivot de elevación). El largo brazo eje de apoyo de la
maza central y contrapeso, también tenía una oreja para el pivotaje del actuador de
elevación. Este actuador de parábolas de TVRO (TV Reception Only) se lo había
comprado a Juano y era el más potente y largo (50”). Hube de medir y hacer
innumerables dibujos a escala en papel cuadriculado para que luego todo coincidiese
bien y que no se trabaran movimientos entre sí al rotar el dish en todos sus ángulos.
Compré un par de potenciómetros multivuelta de calidad para adosar a los ejes de
azimuth y elevación a fin de tener lectura de ángulos y posiciones del dish. Les hice un
recinto estanco especial de metal, soldándoles unos ángulos de hierro para fijarlos sin
que posteriormente pudieran moverse y falsear las lecturas. Luego alargué sus ejecitos
con trozos de varillas de hierro trafiladas y montadas en rulemanes. Conexioné sus
terminales sacando los cables de la cajita rectangular, para luego hacer la nueva
circuitería de posicionamiento basada en dos testers digitales económicos que usaría
para leer los grados. Tuve que calibrar cuidadosamente todo eso y antes de montarlo en
la torre, pues luego allá arriba todo sería más complicado. Trabajé mucho con las
relaciones de los diámetros de los ejecitos y los otros que le transmitirían el
movimiento.

Finalmente dí una mano de esmalte blanco a todo. Mediante un tramo de


torre de 6 metros, parte de otro tramo igual de una torrecita que me había regalado Julio
Barbosa y que había puesto al lado del taller con unos dipolos hacía tiempo y ahora
desmontada, icé mediante cuerda y roldana y con ayuda de Daniel, Juano, o los
muchachos que dos por tres venían de visita, primero el motor del prop pitch, al cual
había llevado al taller de Cataldo en la calle Bell para hacer un chequeo, cambio de
aceite, etc. Luego el eje o caño vertical con la crapodina de un gran ruleman con una
sopapa adosada para evitar la entrada de lluvia. Después el caño brazo y por último la
masa central ó hub metida dentro de él. Ya estaba todo dispuesto para ir montando una a
una las costillas, que ya habían sido previamente posicionadas y perforadas y con su
orden de ubicación. En sus “colas” y a la del soporte, le había embutido un trozo de
cedro cuadrado embebido en aceite de linaza para que los caños no se abollaran al
apretar los 4 bulones en los “brazos” soporte de cada costilla. Era un trabajo
complicado, ya que el error de apuntamiento del dish debería estar en un máximo de 2 ó
3 grados, pues de lo contrario “erraríamos al blanco”. Claro que si acertábamos, el éxito
de una excelente comunicación estaba cantado. Pero todo dependía de los huelgos y las
asimetrías propias de un trabajo casero y de la mecánica general de la estructura. Si todo
se verificaba y controlaba prviamente, no habría problemas futuros. (Aunque siempre
Murphy se escondía para joder al más astuto). En varias tardes y con la ayuda de

58
1994 – Armado parábola con los pibes.

aquellos muchachos que seguían viniendo hasta no ver el dish armado, empezamos a
colocar las costillas en la masa central. Se iba girando poco a poco la masa aflojándola y
luego apretándola mediante aquellos gruesos bulones y a medida que las costillas se
iban colocando. Aquello iba tomando color. Al fin quedaron puestos los 18 ribs... ¡se
veía linda la torre con esa enorme “margarita” aún incompleta! Ya había comprado 3
flejes de aluminio de 25 mm de ancho, 4 mm de espesor y 6,5 m de largo, a fin de hacer
un aro de contorno general o perímetro que iba fijado a cada extremo de cada costilla
con un par de ángulos y 4 tornillos, a fin de darle firmeza a todo el conjunto. A medida
que el peso delantero aumentaba, había preparado un contrapeso de hormigón de forma
cilíndrica y alargada, relleno con todo tipo de restos de hierro y alambre que andaban
por ahí… tenía un suncho ajustable y que se corría por el brazo-caño en su parte trasera
a modo de brazo de balanza. La cuestión era mantener la parabólica y el contrapeso en
equilibrio. A este punto, empecé a terminar yo solo los detalles múltiples que aún
faltaban y que no eran menores. Pero como siempre pasó, se acercaban los fines de
semana de octubre y noviembre y allí estaban esos 2 fines de semana de los concursos
mundiales de EME y quería probar mi “plato” a toda costa. Compré 35 m2 de tejido de
“pajarera” o de “pollitos” galvanizado, que tenía una trama especial para el trabajo
como reflector del plato en 1296 MHz, ya que era lo más liviano y barato que había en
plaza. Lo cortaba en triángulos de 3,30 mt de largo en el piso de la azotea, e iba
tapizando poco a poco (siempre girando la “rueda parabólica”) la parte cóncava de la
misma. Lo ataba con alambre de cobre esmaltado de viejos desarmes de
transformadores. Había comprado una gran escalera de madera de 2 hojas en la
ferretería El Águila en Belvedere.

El trabajo más engorroso que tuve fue la puesta de los 3 soportes del
“horn” o iluminador (o antena propiamente dicha) y este mismo separado 3,30 m del
centro del plato. Aquello era como un “flan”… y para peor ese punto distante del
centro del plato daba justito en la esquina este de la azotea, por lo que tenía que trabajar
allí al borde del pretil y montado en la punta de la escalera... ¡no había otro lugar! Había
que amañarse para atar todo antes, equilibrarlo, medir y perforar allá arriba con el
taladro eléctrico pues no se podía bajar y subir a cada rato. Finalmente quedó puesto…
59
1994 – Parábola de 6.70 m casi terminada.

pero aquel peso tan distante del punto de apoyo del plato, desequilibró el sistema y tuve
que correr el contrapeso casi en la punta del caño trasero. ¡Se combaba un poco! Hube
de soldarle una varilla de 10 mm con sus orejas correspondientes como tensor para
conservarlo recto. Allí aprecié las bondades de aquella soldadura mini que tenía gran
poder y era muy portátil.

Dejo un poco el comentario parabólico aquí, para comentar otros hechos que
también aparecieron en este fructífero y denso setiembre de 1194. Sale el primer
número de la revista QSP, siendo yo el director, Gustavo y Rattín los redactores
responsables y Raúl Bove, Armando CX3AAA y Ruben Veiga CX3CQ los
colaboradores. Luego en números posteriores se sumaron Shubert CX2BAE, Guillermo
CX2BAF, Roberto CX2AAY, Fernando CX3CAX y Jorge CX3CAJ. Había que escribir
60
1994 – Revista QSP No. 1

artículos, sacar fotos, hacer algún circuito y diagramar todo, pero el entusiasmo de ese
momento todo lo podía. También es ese mes se inauguró finalmente la primer repe de
UHF del país en 432.600 MHz (+ 5 MHz). Había usado un pedazo de transceptor
Wilson a cristal como receptor modificando sus cavidades de entrada y el transmisor era
un handy Alinco donación de Héctor CX3BBL, y la caja de una vieja diskettera Olivetti
donación de Gor CX8CP. Yo había armado todo con la fuente y un pequeño
amplificador de 5 watts basado en un modulito de UHF, además del duplexor que estaba
formado por 4 cavidades de grueso aluminio y al estilo de la de VHF anterior. La
colocamos en el edificio de Shubert de la Av. Sayago y Ariel, con una antena de 4
61
1994 – Homologado el MCX 104.

dipolos que había armado, pero con un feo cable de bajada que luego se cambió por un
hermoso Belden 9913 y empezando desde ahí la repe a rendir bien, contactando con
Buenos Aires y Provincia regularmente.

Otro hecho que pasó en esas fechas: tuve la suerte de poder homologar
en la DNC mi transceptor MCX104, el cual fue analizado en los laboratorios de FT de
Juano, otorgándome luego la Resolución de la DNC No. 192/DFR/994. Aunque había
instalado ya docenas antes, ahora al menos tenía el aval de un organismo estatal.
Al venir la temporada esteña, la gente de Avícola Carrasco había comprado un predio y
montado una gran cámara frigorífica en un lugar próximo a Maldonado, con el fin de
poder proveer de productos a los hoteles de la zona. Hube de instalar una base de radio
de VHF allí. Barbosa puso una torre de 24 m, y preparé una cajita remota con un
Kenwood TK706 con fuente, antena de 4 dipolos caseros y consola en oficinas. El tema
fue instalar y cobrar ¡Qué época tan productiva y agitada..!

El 30 de setiembre de ese 1994 hubo exámenes en el Cram, donde se


presentaron 47 postulantes para obtener el prefijo de CX, siendo lo más lindo y
destacable que salvaron su prueba 5 botijas de entre 13 y 15 años, los más jóvenes de la
radioafición nacional: Martín CX2BU, Johnatan CX3CAO, Álvaro CX3CAM, Ignacio
CX3CAS y Federico CX3CAK. ¡Hermosos tiempos..!

Entramos en octubre de 1994. La parabólica estaba armada pero aún


faltando el montaje de la caja con el transverter, el bidón de agua destilada, el
62
amplificador de bajo ruido de RX o booster, el cableado del iluminador (y de todo el
resto) la colocación y ajuste de los posicionadores, el brazo actuador de elevación y la
fuente de 12 v 10 A del motor… en fin, muchas horas de trabajo, pero poco a poco todo
se hizo, subiendo a la torre docenas de veces y llevando todo tipo de herramientas para
las diferentes operaciones. Luego vino la prueba de la ganancia del RX, cosa que hice
apuntando al sol y llevando un Smeter remoto cerca del iluminador, ajusté el booster
(una cavidad de entrada con un GaAsFet HP 10135 para 10 GHz) de bajísimo ruido y
alta ganancia. Logré aumentar casi 2 unidades “S” con ruido solar, que era una cifra
bastante pasable. Tenía 155 watts en la entrada del iluminador medido ahí con el Bird
43. Estaba pronto para la operativa. Confiaba que los potenciómetros de posición
mantuvieran su exactitud bastante tiempo.

63
Era realmente excitante sentarse en la azotea y con unos cables provisorios
en la mano para el comando del motor y del actuador, girar y elevar en todo sentido
aquel enorme reflector, operación que hice muchas veces: una emoción y goce de ver
que todo el trabajo aparentemente iba a funcionar. Había balanceado el sistema de tal
forma, que solo con la fuerza de un dedo podía elevar y bajar el enorme plato. Como
medida final había soldado unos caños y ángulos al eje vertical, a fin de abulonar el
sistema a la torre cuando no estaba en uso.

A fines de setiembre y organizado por el Radio Club Uruguayo, se tomaron


exámenes de CX a casi 50 postulantes en la escuela sita en Simón Bolívar casi Av.
Brasil y a pocas cuadras de la sede del RCU. Allí rindieron exámenes con éxito varios
socios del Cram, entre los que se contaban, Inés CX9BAG, Nancy CX9BAI, Esteban
CX9BAF, Shubert CX9BAE, y Marta CX9BAJ. Los tres clubes habilitados para rendir
examen en Montevideo eran el RCU, el Radio Club Oriental y el Cram. Luego se
agregaría el Radiogrupo Sur. En el Club estábamos tramitando el teléfono para la sede.
En ese mes entra a mi vida Inés Saravay CX9BAG, luego de una charla que tuvimos al
lado del mueble azul del Cram. A mediados del mes planeamos varios socios del club
concurrir al almuerzo, hamfest y entrega de premios

del aniversario del Radio Club Colonia, al cual fuí con Juano Pérez CX9BBF (ya novio
de Cinthia) en su Peugeot 406 y donde nos íbamos a reunir con Inés y su familia,
Esteban futuro CX, María del Carmen CX3CAR con Ruben CX3CAU y Luis Alberto
CX8AA. Pasamos un día maravilloso tanto en el viaje de ida y vuelta, donde íbamos
comunicando de auto a auto por handy de VHF con todo lo que compartimos en
Colonia y en las orillas del arrollo Rosario. También con Inés iba seguido
(acompañados con Gor CX8CP) a la Asociación Cristiana de La Teja, donde finalmente
dimos charlas sobre radioafición, le hicimos sacar el prefijo CX1ACJ a los muchachos
(luego poniéndole antena e instalándole un Icom IC725) y conocimos muchachada muy
macanuda. ¡Eran días de gloria y ladrones de tiempo..!¡La vida brillaba y brillaba..!

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Entre los dos fines de semana del concurso de EME logré comunicar muy
bien, haciendo un total de 22 QSOs y contactando por primera vez en la historia en
1296 MHz con Francia, Dinamarca, Suiza, Suecia, USA, España e Islas Canarias. No
había mucha gente en esa banda, pero el ruido era prácticamente nulo y una verdadera
dicha poder finalizar los QSOs. ¡El plato funcionaba y era otro escalón en mi carrera de
radioloco..!

En ese mismo mes de noviembre de 1994 asumo la Presidencia del Cram,


estando en la lista toda la muchachada nueva que había ingresado y además de algunos
veteranos como Héctor Protto, Cáceres, José Comesaña, Danilo Villar, Ricardo
Machado, José Bau CX2BK, Ricardo Benítez, Raúl Vidal, etc. Una tarde de sol me
reuní con Gonzalo y dimos una mano de pintura roja y blanca a la torre de 12 m del
Cram ya instalada. Con Inés hicimos muchos arreglos y limpiezas en la sede,
acompañados de Gonzalo y hasta Hebert CX9AF que pintó prácticamente todo.
Gonzalo hizo un hermoso escudo a la entrada. Con Danielito pusimos una alarma y con
Guillermo CX2BAF un foco activado por célula fotoeléctrica para alumbrar el corredor
de entrada a la sede… en fin, tratábamos de mejorar todo.

Ya había aparecido el No. 2 de la Revista QSP la cual encuadernábamos en


las mesas del Cram entre varios colegas, a fin de que los 500 ejemplares salieran rápido
y bien. Inés publicaba artículos destinados a la mujer radioaficionada en la página…

65
1995 – OZ4MM de Dinamarca y su parábola de 10m de diámetro.

“Nosotras y la Radioafición”, mientras que Gustavo, Rattín, varios socios y yo


completábamos varias secciones técnicas y de información de la misma. Era una alegría
el momento de la encuadernación, porque lo hacíamos entre risas y felices del paso que
se estaba dando. Durante mis viajes a las casas de radio pedía en los comercios amigos,
que pusieran sus avisos en la revista a precios bastante reducidos, pero que ayudaban a
solventar los gastos de imprenta, etc. También seguíamos dando clases para los
exámenes y tomando los mismos en el salón de abajo la sede de la Empresa Moro y
Club de Leones, donde también conmemorábamos los almuerzos y cenas de los festejos
varios del Cram.

Me llaman de la empresa Stiler de obras civiles, a fin de que pusiera en nueva


frecuencia a un par de Yaesus FTC4625 que tenían. Era un trabajo engorroso, porque de
460 MHz había que pasarlos a 482, muy fuera del rango operativo. Hube de desmontar
y reformar las cavidades del receptor, tarea muy complicada... pero era cliente nuevo y
grande y había que pagar el derecho obligado de piso, como siempre. Finalmente
quedaron bien y pagaron, pero no volvimos a tener trabajos con ellos. Se daba el
fenómeno conocido de “misterio de la clientela”, suceso no nuevo ni sorprendente.
A Fripur le reparé 4 handys IC-H16 de su planta de San José. Siempre caían equipos de
otros clientes.
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1994 – Club de Leones debajo de la sede del Cram. Entrega de Diplomas.

A fines de diciembre de 1994 organizamos el almuerzo de camaradería y despedida


del año del Cram en el Centro de Protección de Choferes, donde concurrieron casi 100
personas y en el cual pasamos un día fantástico e inolvidable. Luego Inés viajó con Juan
CX6BAU al Instituto Tecnológico de Massachusetts en Boston. Y así se terminó ese
año tan lleno de trabajos, encuentros, emociones, metas cumplidas y acción plena en
todos los niveles.

CAPÍTULO 17
COMIENZA 1995

Este nuevo año me encontró armando el remoto de Moro en la Central


Palleja, pues empezaban las quejas de su poca cobertura y dificultades para la
comunicación en ciertos puntos, cosa que antes no sucedía. Un cambio de equipo en la
Portería no dio resultado. Al medir la resistencia entre vivo y malla del chicote coaxil
de RG8 foam que venía de la antena, noto que el agua había entrado en algún lugar del
Heliax Cellflex de 12 mm que iba hasta la punta de la torre de 60 m donde alimentaba
una antena Phelps Dodge Base Stationmaster, igual a las que se habían quemado por
rayos en las otras bases de El Colorado, Melilla y Casco de San José. Pero en este caso,
no era la antena, sino el Heliax o algún empalme del mismo donde la aislación se
deterioró con el paso del tiempo. Mandé hacer en los talleres de Moro una caja remota
de chapa de hierro similar a las otras, a la que luego de las consabidas manos de
antióxido y esmalte blanco Incalux se le instaló una fuente y un FTC 4625 bien
probado. En el fondo de casa preparé el típico y largo cable del remoto, constituido por
RG59 de “doble malla” y dos superplásticos de 0,75 mm, los tres apareados con una
faja de cinta aisladora Vini Tape cada metro y medio. Quien me ayudó en esta
oportunidad fue Alejandro Pedemonte torrero de Combaq, la empresa de celulares y
radiocomunicaciones que había fundado Jesús Baquet en un local de la calle San

67
Martín. Con Alejandro nos encontramos un sábado en la Central Palleja, donde él
desmontó el viejo Heliax de la torre de 60 m, subiendo luego por cuerda la caja remota
y luego los 3 cables empalmados de comando. Ya tenía lista la consola del remoto, por
lo que al conectarla y probar, el sistema quedó funcionando de maravillas, no solo
porque el problema del agua ya no existía, sino por la eliminación de la pérdida de tan
largo cable Heliax, que, a pesar de tener una atenuación baja en 460 MHz, era una
pérdida al fin que se adicionaba al sistema. Así quedó listo ese nuevo trabajo.

Como nueva meta en el Cram, encaramos armar la primera repetidora de


UHF del país. El equipo consistía en una placa receptora sacada de un transceptor de
FM Wilson-Regency comercial, cuyas cavidades adapté para la banda de aficionado en
432.600 + 5 MHz, frecuencia que nos otorgó la DNC. El trasmisor era un Handy de 5w
y armé el duplexor de 4 cavidades similares a las de VHF pero dimensionadas para
UHF. La antena era un array de 4 dipolos verticales en disposición omni. Fue instalada
al lado de la 146.600 en el edificio de la Av. Sayago y Ariel usando un tramo de coaxil
9913 para la antena. Funcionó muy bien, siendo frecuentes contactos con la vecina
orilla. Luego la mudamos para la planta de la Cervecería Pilsen en La Paz, en la cual
había muy buena cota. Gran trabajo y tramitación previa era concurrir a la azotea en el
cuartito de un ascensor de la fábrica. El polvo de la cebada invadía todo y cubría todo.
Una mañana visité a los operadores/inspectores del Control Melilla de la DNC, Matonte
y Fernando Manacorda, donde pusimos en operación un generador de señales con una
antenita interior y logramos gatillar la repe de UHF… con milivoltios..!!

1995 – DNC Control Melilla operando el Generador de Señales con la repe de UHF.
Matonte y Manacorda y la antenita arriba el mueble.

Un nuevo cliente que apareció fue la empresa Sellanes de San José y amigos del
gordo Rolando. Allí les ajusté unos Icom IC 725 y reparé antenas de sus camiones de
transporte.

A pesar de que las lecturas de las posiciones de la parabólica se ajustaban a


la indicación de los instrumentos del panel del shack, noté que me costaba un poco
realizar nuevos contactos y muchos skeds o citas que tenía pre-programadas fallaban.
Notaba también que los corresponsales no salían en las frecuencias prefijadas y las
respuestas a mis llamados estaban varios KHz “offset” mucho más allá de lo que
compensaba por efecto doppler. Estaba seguro de la exactitud de mi frecuencia, pues

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había instalado una cámara térmica para controlar la temperatura de la caja del cristal de
96 MHz del conversor del transverter de 1296-144 MHz. La había construido y probado
con sus 40ºC y la estabilidad quedó excelente. Además sabía que el cristal de
conversión del transverter de 144 MHz FTV700 era de confiar por la múltiple operación
en esa banda que había realizado tiempo antes, y también del TS 430 del que siempre
tuve confianza en su exactitud de frecuencia. Los 3 osciladores principales controlados
por cristal habían sido meticulosamente chequeados con mi frecuencímetro
DSI y este a su vez ajustada su time-base de 10 MHz contra las señales del patrón de
frecuencias L.O.L. de la Armada Argentina, lo mismo que mi reloj digital de pulsera
Casio. Era sorprendente que estaciones famosas de Europa salieran tan fuera de
frecuencia. El Smeter del TS430 marcaba un S2 con la antena apuntando fuera del sol y
subía a un S4 apuntando a él. O sea que 12 dB de ruido solar no era un factor tan malo.
Volveré sobre el tema un poco más adelante.

En febrero de ese año 1995 un nuevo cliente amigo del gordo Rolando de la
ciudad de Libertad, solicitó mis servicios. Se trataba de Bolazzi, un transportista que
deseaba montar una base y tres móviles en otros tantos camiones Mercedes
(Merceditos) de su empresa. Allá me fui con Danielito en el Escort, le montamos una
mariposa para 5 y 7 MHz en un caño viejo que él proveyó y encima de un pretil en la
azotea de su casa. Había conseguido un Icom IC 725 para la base con una fuente casera.
Instalada la base luego vino el montaje de los móviles: 3 MCX 104 que aún tenía semi-
armados en stock, los que fueron instalados días después aquí en Sayago. No hubo
dificultades y todo anduvo bien.

Alguna tarde siempre íbamos con Inés y Gerardo CX8CP a la Asociación


Cristiana de La Teja, donde nos encontrábamos con el gordo Ramón, dábamos alguna
mano en la operativa de la CX1ACJ y pasando siempre lindos momentos. A veces iba
solo con Inés donde luego subíamos al Cerro en el auto a la nochecita, a fin de observar
lo lindo de la ciudad.

Estuve experimentando con dipolos del tipo circular de FM Comercial


cortados para la banda de 144 MHz, comprobando lo bien que funcionaban y aún
superando a los típicos dipolos verticales de media onda alimentados con gamma. Las
pruebas las hacía en el fondo de casa sobre el césped, y siempre comparándolas con un

69
1995 – Parábola 6.70 y la Ikusi de aluminio sólido de 1.80 para la banda Ku.

dipolo común. Sería un proyecto para el futuro poder implementar ese tipo de antena en
las bases comerciales y de aficionados, agrupadas en 4 ú 8 elementos. En el Cram se
continuaba dando clases a los futuros CXs, lo mismo que tomando exámenes cuando
nos correspondía en el salón de abajo del Club de Leones de la Empresa Moro. Grandes
ruedas se armaban en torno a las repetidoras del Cram, tanto la de VHF en 146.600
(que luego la DNC obligó a cambiar a 146.610) y la de UHF en 432.600. Había gente

70
prácticamente las 24 horas; muchas veces entraban colegas LUs con tremendas señales.
Shubert CX9BAE y sus padres tan amables, dejaban el acceso libre al edificio ya que
eran propietarios de un apartamento en el mismo. Allá en el cuarto de ascensores
ajustaba los duplexores caseros cuando en cada cambio de estación veraniega a
invernal, la repe empezaba con sus “cacareos” y enganches que no dejaban operarla
normalmente. Con Gustavo CX2AM subíamos al tanque de agua a fin de revisar las
antenas, ambas de 4 dipolos que había construido en el taller. Sin duda que fue una
época de oro, donde las repes y el Cram con sus casi mil socios estaba en la cúspide de
la radioafición: ¡todo era alegría!

En el perigeo lunar de fines de febrero de 1995 tenía un montón de skeds


para realizar en 1296 MHz EME que me ocuparían toda la noche. Lamentablemente
todo fue un fracaso, señal de que algo andaba fallando en el sistema. Subiéndome a la
torreta y chequeando el sistema, descubro un gran juego en el acople del eje del rotor
con el caño corto vertical de apoyo a la “palangana”. Lo compensé atándole una cuerda
alrededor de ese caño, en cuya punta colgaba una batería vieja de auto a medio metro
del techo y dentro de la torre, a fin de “topear” el juego hacia un costado. No tenía ganas
de andar desarmando tamaña estructura, sacar el motor del prop-pitch y revisar el
huelgo. Pero aún así no pude ajustar el control de azimuth: ¡entré a desmotivarme! En
realidad estaba agotado de tanta antena, torre, subidas y bajadas y dale que te dale.
Además prefería estar compartiendo el tiempo con Inés que me resultaba mucho más
tentador. Había llegado hasta un límite en el hobby en el cual me sentía muy satisfecho,
y a la vez muy cansado... me había dicho… basta por ahora..! Tiempo más tarde cuando
procedí al desarme de la estructura, comprobé que tal acople de hierro del prop-pitch
estaba totalmente oxidado y carcomido por dentro: eso pasó por no desarmar todo antes
del montaje definitivo y estar seguro del estado de las piezas partes claves del proyecto:
me la comí, no la pensé, creía que estaba bien y en ese error me quedé siendo luego muy
tarde para repararlo. Pero por lo menos me dio el tiempo justo para sacarme el gusto con
unos cuantos contactos pioneros en la banda. Ahora que siga otro con más ganas y
ánimo que yo en el proyecto EME, y sea en la banda que sea contará con mi apoyo.

Entrando el mes de marzo de 1995 no recuerdo como me llama por


teléfono Alberto O’Neill… ¡el ingeniero de TEM de los televisores PYE, y a la postre
mi ex jefe allá…! Deseaba consultarme sobre un equipo de radio que iba a comprar...
además me habló de Nelson Cardozo mi compañero chofer… que ahora estaba
convertido en torrero...! Le pedí su teléfono a fin de que pudiésemos trabajar juntos en
las torres...! El caso fué que no pasaron unos días, que Lalanne Construcciones se
quejaba del mal comportamiento de la base de radio del camino Colastiné casi Cno.
Carrasco en su torre de 54 m. Un viernes de tarde me encontré con Nelson, el cual subió
a la torre y desmontó los 4 dipolos con su caño a fin de revisarlos y repararlos. Ese fin
de semana traté de hacer un nuevo arnés, nuevos gamma para los dipolos, usar silicona
y pintura general. El lunes temprano la instaló Nelson normalizándose el servicio. En el
interín, Daniel Lalanne le solicitó a Nelson precio por un mantenimiento de la torre, el
cual incluía picado y rasqueteo de óxido, una mano de fondo y dos de esmalte sintético
blanco y rojo. Al aceptar el precio Nelson le hizo el trabajo, pero Daniel no quedó
conforme, ya que él lo había hecho demasiado rápido. Ante la duda, hizo subir a un
empleado hasta la mitad la torre para revisar... trayendo de muestra un gran trozo de
óxido que Nelson no había picado y lijado: resultado final: le pagaron la mitad de lo que
pedía, perdió un cliente (y con seguridad alguna que otra recomendación) y yo no quedé
mal, pero me dejó mal, ya que era un compañero de tantos años y le había dado una

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oportunidad de trabajo confiando en su honestidad. Ahí terminamos con la amistad.
¡Qué feo! ¡No lo vi más a Nelson!

A fin de mes salió la QSP No. 3 con 56 páginas repletas de cosas


interesantes. Inés publicó un informe completo sobre su visita al mundo de la
radioafición en Boston, además de otros detalles muy interesantes sobre la vida y las
costumbres de ésa gran ciudad. Américo CX4GL escribió sobre emergencias en radio y
diexismo, Miguel Petit CX7ACY un artículo sobre satélites geográficos, Gabriel Gómez
sobre DX para los radioescuchas, Gustavo CX2AM publicó el circuito y descripción de
un transverter QRP transistorizado para fonía y CW, Fernando CX3CAX un micrófono
de FM, Raúl CX3ABE varios artículos sobre operativa y otros, Gus CX3CE sobre
países DX, Pedro CX5BW sobre filtros de audio, Inés CX9BAG otro titulado “QRM y
Ética”, Gerardo CX8CP una antena de 7 dB para 40 metros, noticias del Cram sobre
entrega de premios y yo con la descripción de un amplificador lineal para HF y antenas
Slim Jim para V y UHF. Teníamos entonces 14 avisadores. En el mes de abril
planeamos con Inés hacer un viaje a Florida a un festejo organizado por el Radio Club
Uruguayo. Así fue como partimos de Tres Cruces y tomamos un ómnibus hasta allá.
Pasamos un día hermoso almorzando en un Club del Prado al lado del Río Sta. Lucía
Chico y los festejos en la Piedra Alta de la Florida a pocos metros de allí, fueron
inolvidables. También el clima fue estupendo y había mucha gente. Finalizada la
reunión caminamos por la ciudad visitando la Capilla de San Cono con todos sus
detalles y viviendo una experiencia muy interesante. Antes del regreso nos sentamos a
tomar un helado en uno de los bancos de la Plaza Principal, regresando a la nochecita a
la Terminal de Florida.

Nos encuentra mayo de 1995 en las granjas fruteras de Moizo en el camino


Melilla, quienes tenían 2 handys Yaesu FTC 1143 de UHF para comunicarse con
diferentes granjas de los alrededores, vendidos aparentemente por gente de la Yaesu.
Me traje el par de handys para el taller, reparé los packs y el audio de recepción de uno
de ellos. Como eran a cristal ajusté bien los 3 canales que tenían en operación. Luego le
instalamos bases en dos granjas de las cercanías, constituidas por un Yaesu FTC4625 y
la otra por un MCX105 y ambas con fuentes caseras y dipolos verticales simples con
gamma, a poca altura y con cables RG8 de dieléctrico sólido. Todo quedó en funciones
y agregué otro cliente a la lista. Siempre venían camiones y vehículos a la calle Ignacio
Rivas para hacer chequeos y reparaciones varias. A veces los camiones venían con sus
largos acoplados o sus enormes cámaras frigoríficas, los que ocupaban hasta 25 metros
de calle. Teníamos que atenderlos rápido para que no jorobaran a los vecinos y al
tránsito en general, ya que la calle era bastante angosta y las veredas también. Muchas
veces nos dejaban los equipos o venían de las empresas de fletes a dejar las cajas o los
paquetes. Siempre había trabajo, era una continua rueda que giraba y giraba.

A veces algún cliente no aparecía más, pero venían otros nuevos y distintos y
la operativa nunca cesaba. Por supuesto que tal vez los clientes conocían otros técnicos
que les cobrarían más barato o los atenderían mejor... no era materia de mi interés
ocupar el tiempo ya de por sí escaso en averiguar tales detalles. Lo que me importaba es
que los trabajos se hacían responsablemente, en plazos muy cortos y cobrando sumas
más que razonables. Al fin y al cabo nada más severo que el juicio que nos daba nuestra
conciencia sobre lo actuado, y de eso podía estar muy seguro. ¡Dormía tranquilo… y
eso es algo muy importante..! Y ya estábamos preparando el QSP No 4 que iría a salir
en julio, por lo que cuando iba a las casas de radio de Rondeau y Paysandú preguntaba a
los comercios si querían seguir publicando avisos… algunos ya pagaban de antemano..!

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No operaba más con la parabólica ni hacía radio en general más que por intermedio de
las repetidoras. No tenía ni ánimo ni ganas de reparar el motor puesto que significaría
un serio desmontaje del sistema, ya que tenía que urdir un mecanismo para soportar la
palangana con todos sus pesos y equilibrios mientras trabajaba en el motor. ¡Era lo
mismo que hacer un transplante de columna vertebral a un ser vivo! ¡Muy fuerte! El
hobby lentamente y nuevamente entraba en etapa de insomnio...

A fin de ese mes tuvimos una reunión en el salón del Cram y Leones de la
CHASRA, o sea la Comisión Honoraria Asesora del Servicio de Radioaficionados a la
cual concurrió Héctor Budé y otros dos funcionarios en representación de la DNC, los
presidentes del RCU, R.C. Oriental, Radiogrupo Sur y 7 delegados de otros RC del
interior con un total de 30 personas. José Comesaña CX7DF nos brindó unos ravioles
con salsa caruso que fueron la delicia de todos los presentes. Allí en la reunión se
discutieron varios temas, como las interferencias, repetidoras, licencias internacionales,
reglamentos varios... todos petitorios que van a ser presentados a la DNC para el
mejoramiento de la Radioafición Nacional... (¡a ver si los aprueban, che!) También
siempre organizábamos concursos en varias bandas incluyendo la de 50 MHz. El club
se había suscrito a cantidad de revistas de radio extranjeras como QST, CQ Española,
Radio Fun, 73, Antenna, Electrónica Popular, 50 MHz DX Bulletin, etc., así los socios
de avanzada tenían pila de material para armar equipos y accesorios varios. A fines de
julio salieron las hojas impresas del QSP No. 4 las que como siempre encuadernamos en
la sede. Este nuevo número traía cantidad de artículos técnicos y otros de mucho interés,
y las tapas ahora eran de mejor calidad con una cartulina brillante y de excelente
impresión. En fin, la cosa seguía marchando...

OLUR Olivetti Uruguaya fue el próximo cliente que vino a través de


Gerardo “Gor” CX8CP que desempeñaba funciones ahí. Tenían todos equipos Midland
70-526 XRL de UHF muy robustos armados en Japón y que eran muy usados por los
taxis por la rapidez de su sistema de PTT. Les reparé un par de ellos y una antena de una
camioneta. Por ahora fue lo único, pero más adelante hice muchos más trabajos.

En el mes de octubre de este 1995 planeamos otro viaje con Inés al Interior,
siendo en la oportunidad a la ciudad de Paysandú donde se iba a realizar otro encuentro
de la CHASRA, aprovechando un nuevo aniversario de la fundación del R. Club
Paysandú. Llegamos cerca de mediodía y justo para el almuerzo, encontrándonos con
muchos colegas, algunos conocidos y otros no. Luego del almuerzo se realizó la reunión
donde se objetaron lentitudes en la toma de decisiones de la DNC: en realidad tanto a
Inés como a mí nos estaban cansando tantas reuniones y tan poca efectividad, para que
luego no se cumplieran mínimos y loables propósitos. Realmente no se había avanzado
casi nada desde la última que se realizó en el Cram, siendo el nivel general de todo
bastante pobre y aburrido. Pero más allá de eso nos importaba estar juntos para disfrutar
de los viajes, la compañía de algunos colegas, las hermosas vistas de los campos y sus
innumerables anécdotas cuando pasábamos por los mismos.

Antes de retirarnos conocimos a dos colegas del Radio C. de Artigas, muy


interesados en montar una repetidora de VHF en aquella ciudad. Les pasé algunos
precios por el armado de los duplexores y el resto de la “máquina”... es más... ¡me
entregaron una seña para comenzar los trabajos! ¡Qué suerte! Luego de la reunión nos
pasearon un poco por la ciudad y con rumbo hacia la terminal de ómnibus. Llegamos a
Tres Cruces a la medianoche. Entrando en el mes de noviembre se conecta conmigo
Nehill Sagrera de Treinta y Tres, un viejo radioaficionado de aquellos tiempos de los 40

73
metros AM, quien me empezó a mandar en forma regular varios equipos comerciales y
aficionados de V y UHF y también algún HF para su reparación. Docenas de ellos
empezaron a venir y tuve un trabajo extra nuevo que atender. De FRIPUR seguía
retirando handys Motorola HT90 para reparar, que a pesar de ser cristaleros y viejos
eran los favoritos del personal de a bordo.

Empecé a juntar materiales para armar la repe de Artigas, que a la postre


iba a estar en la misma frecuencia que la nuestra en el Cram: 146.610. Otra vez en los
comercios de aluminio buscando aquellos caños de 10 cm de diámetro… que al no
conseguirlos tuve que comprar chapa cortada a determinada medida, cilindrarlos en el
taller de Mario Andorno en Millán y Las Violetas y soldarlos por intermedio de
Gustavo Dudok. Conseguí un par de handys Icom IC2-A y armé un amplificador de 10
w para el TX, lo mismo que la fuente y montando todo en uno de aquellos chassis de
MCX102 que aún tenía y con su galvanizado como nuevo. Solo tuve que poner en
condiciones la chapa cubre chassis superior, que al no ser galvanizada estaba oxidada...
pero con una lavada con “disan”, lijada y pintada (ahora con esmalte gris claro en spray
y no con la vieja “máquina de Flit”)... quedó de maravilla. En este mismo mes y
abrumado por la falta de tiempo por tantos trabajos, el Cram y agregado a los paseos
con Inés, resuelvo no ejercer más (por el momento) la presidencia del Cram, pero sí
figurar en la lista en un cargo menor y estar a la orden para cualquier actividad. Ya en
diciembre me dediqué un domingo con Inés a terminar de armar los duplexores de la
repe de Artigas y ajustarlos en el Rosedal del Prado, llevando el instrumental adecuado
a la ocasión y usando los 12 v. de la batería del Escort. También otro domingo
aprovechamos a desarmar, limpiar y volver a armar unos duplexores brasileños de VHF
marca A.R.S. muy bonitos, de una de las repes del Club Uruguayo de VHF (por
intermedio del Rafa CX9BN). No hubo más tareas ni anécdotas que contar en ese lindo
año de 1995 que ya finalizaba.

Entramos en enero de 1996 y me encuentro en las granjas de Moro de El


Colorado, instalando varias pequeñas bases de Banda Ciudadana con antenas verticales
caseras y con la compañía y ayuda de Inés. Como a los dos nos gustaba el campo, era
muy lindo caminar por las calles de barro, ver los eucaliptos, los pastos, los campos, los
criaderos de pollos y hasta un corral con cerdos, así como trepar a los techos de esas
construcciones semi-precarias tipo rancho para poner las antenas con su obligatorio
cable coaxil RG59. Una tarde de ese mismo enero nos llaman de la empresa Eurocable,
quienes instalaban equipos de calefacción eléctricos en edificios y otros trabajos por el
estilo. Estaban ubicados en la Av. Italia a unas cuadras luego de Cooper, en un moderno
chalet enjardinado, y en cuyo techo se elevaba una torrecilla de 12 metros de la cual
colgaba un dipolo de HF. El equipo que tenían abajo era un Kenwood TS140. Había que
liberar el equipo en frecuencia y armarle y montar dos dipolos nuevos a dos frecuencias
comerciales. Todo fue hecho en la tarde con Danielito y pudieron comunicar con su
corresponsal en el Brasil. Luego Jesús Baquet de “Combaq” me trae para reparar una
repetidora de UHF Kenwood TRK 820 de la empresa Sur de recolección de basura,
tercerizada por la Intendencia de Montevideo. Tuve que cambiarle el módulo de
potencia, atenuar su excitación y salida respectiva, ya que el uso muy continuo de tal
repetidora ponía “al rojo vivo” sus elementos de gran consumo, como la fuente
autocontenida y el módulo final de RF.

En febrero de este 1996 conocimos a un joven colega de origen guyanés


nacionalizado francés llamado Sylvain Manguer, que cumplía funciones como oficial de
vigilancia en la Embajada de Francia. Una tarde nos invitó a Inés y a mí al edificio de la

74
Av. Uruguay y Andes. Allá fuimos, conociendo a su esposa Marilyn, su shack de
radioaficionado con su novel equipo Icom IC 706 de última tecnología, ya que cubría
desde 160 metros a 144 MHz incluyendo la banda de 50 MHz y con recepción continua
de 500 KHz a 200 MHz, multimodo, 100 w de potencia en HF y 6 metros y 20 w en
VHF. Además nos mostró su computadora, su biblioteca y luego fuimos los tres hacia la
azotea de la Embajada, donde había una torre de 24 m con un sistema de UHF para
contactar con la casa del embajador, así como otras “antenas raras” tanto de HF
compactas y parábolas para comunicación vía satélite. Allí Sylvain había montado uno
de aquellos “engendros” Rombi 1 de banda ancha para HF con los típicos balunes y le
sugerí algunas ideas para la mejor instalación de la misma y una vertical para VHF. La
verdad que fue una experiencia muy interesante conocer el histórico edificio por dentro,
a ellos y también luego al embajador, quien me preguntó si le podría solucionar un
problema que tenía el portón a control remoto de su casa en Carrasco. Quedamos en
pasar para examinarlo. Además Sylvain nos invitó para el viernes (estábamos en
miércoles) a una pequeña cena que iba hacer con otros invitados en la Embajada...
¡Claro!... le dijimos, ¡con mucho gusto! Ahí concurrimos ese viernes donde conocimos
varios agregados de la embajada y otras personas vinculadas a la misma, entre ellas a
una Sra. Lucienne quien nos indicó una receta francesa para hacer pizza... ¡pasamos
bárbaro!

En marzo conozco al “flaco” Willie de Malvín, un fanático de las radios


comunitarias de FM y un personaje de lo más interesante, a quien le reparé y ajusté un
dipolo vertical, construyéndole otro y armándole una red de enfase o “arnés” para
ambos. También me trajo un equipo horriblemente armado con un oscilador que se
corría constantemente de frecuencia, al que logré estabilizar en lo posible en 103,5
MHz, agregándole luego una “zapatilla” de 20 watts. ¡El Willie estaba loco de contento
con sus nuevos “fierros”! Seguidamente hice un viaje con Inés CX9BAG a
Tacuarembó, a fin de estar presentes (yo como delegado de la CHASRA) para la toma
de exámenes en el Radio Club de aquel departamento. La prueba se hizo en una gran
local anexo de la Intendencia de Tacuarembó, donde todos los 14 postulantes
obtuvieron su CX en la categoría Intermedia.. Allí conocimos mucha gente y muchos
radioaficionados, nos invitaron a un almuerzo a mediodía y de tarde unos colegas nos
pasearon por la ciudad la que nos resultó hermosa. A la noche estábamos de nuevo en
Tres Cruces habiendo pasado un hermoso día. Luego “Gor” CX8CP me trajo su
amplificador lineal Collins 30L1 a fin de cambiarle las 4 válvulas 811 por otras nuevitas
Svetlana, y reponer algunos resistencias de protección de las grillas y retoques menores.
Excelentes los tubos rusos Svetlana, además de ser económicos y muy robustos en su
trabajo, como pudimos comprobar luego de algunos años de “palo y palo” en los
contests mundiales. Sin duda que allí en la nueva Rusia (muro de Berlín derrumbado)
estaba la mano de la Eimac en esa fábrica de tubos rusa.

Me llaman del canal 12 de Melo, Teledoce. No recuerdo la persona que nos


recomendó allí, supongo que sería Barrios Viana de la FM Integración de Aceguá. Los
hermanos Jorge y Diana Lucas eran los propietarios del Canal. Les pedí como urgente,
que me mandaran la fotocopia del manual de servicio del equipo marca Linear Mod.
G7B/C de 500 watts, a fin de tener un panorama previo de lo que iba a encontrar allá.
Nunca había trabajado con transmisores de TV y era una materia nueva y desconocida,
pero aparecía una oportunidad de conocer y aprender una nueva disciplina y bienvenida
sea, ya que era algo para no desestimar o rechazar. Una vez llegado el manual y leído lo
más importante, fijamos un día para ir. Una mañana a eso de las 06.00 caminaba por las

75
Trasmisor TV Melo.

calles centrales de Melo. Todo estaba cerrado hasta las 08.00 menos una panadería, en
la que compré unos exquisitos croissants artesanales de verdad y recién salidos del
horno. A las 07.00 entré en el local contiguo al Canal, donde estaban los estudios de la
estación de AM de Melo y la de FM 99.1 MHz. Allí esperé hasta las 08.00 donde
apareció Jorge Lucas con su técnico Britos... pero hicimos buenas migas con él,
explicándome los problemas que tenían con las etapas de potencia de RF del equipo: un
76
par de módulos separados de 250 w cada uno con un par de TMOS “gemini”
MRF151G, los cuales se quemaban a menudo.

Simplemente intercambiamos TMOS, eligiendo los de menor pérdida y


agregando otros que habían sido retirados antes, pero ninguno nuevo. Incluso quedaron
mezclados con otros marca Thompson... todo un “tuco” y un emparche, pero quedó
funcionando un 75%... algo se logró. Quedé para más adelante conseguirle cuatro
TMOS nuevos y dejar todo bien, incluyendo varios capacitores del tipo SMD “chip”
que al desoldarlos del circuito se rompían. Almorcé en un carrito en la misma calle R.
Castellanos donde estaba el Canal y al costado de la Plaza principal. Regresé a las 18 hs
a la Terminal de Melo en viaje de regreso.

Ya estábamos en abril de éste 1996 y tuvimos una invitación del Radiogrupo


Sur en la persona de Lupo Baño su Presidente, a concurrir en un nuevo aniversario de la
Institución. Aunque ese grupo de radioaficionados operaba o se iniciaba en los 27 MHz
o Banda Ciudadana, no era muy simpático al resto de los colegas CX. Pero operaban un
equipo de radio, hacían antenas, DX, y además rendían examen para obtener su prefijo
CX, cosa que muchos que se decían CXs no lo habían rendido. Y como escribí una vez
en QSP, el hecho de tomar contacto con la radioafición es un hecho sin ninguna duda
fortuito: en aquellos lejanos años de mi iniciación la banda ciudadana prácticamente no
existía o estaba dedicada solamente a la actividad comercial. Pero han pasado muchos
años y las cosas han cambiado. A pesar de todo son colegas como nosotros… la
diferencia radicaba en como comenzamos en el hobby ellos y nosotros y de la filosofía
que cada quien adoptó luego de ese comienzo. Pero más allá de tal filosofía nos habían
invitado, por eso fui con Inés CX9BAG como representantes del Cram, ya que ella
también figuraba en la Directiva. El evento tuvo lugar en el Club Social Cutcsa sito en 8
de Octubre y Centenario, comenzando a las 21 hs. Fue una cena muy linda, me encontré
con muchos colegas amigos, se entregaron premios, agradecí en público la invitación en
representación del Cram y el aspecto culinario estuvo 10 puntos. ¡Pasamos bárbaro!

Había algo que me tenía en jaque y era el rendimiento real de una


antena vertical Slim Jim. La iba a comparar con una Ringo argentina, en directo, a la
misma altura y en el mismo momento, poniendo una, pidiendo reportaje, sacándola y
colocando la Slim Jim en el mismo sitio. Usé la torreta de 6 metros ubicada en el fondo
de la casa de I. Rivas, siendo mi corresponsal CX7DF José Comesaña desde El Pinar,
una buena distancia de aprox 30 km para la prueba. El resultado final fue: ambas ponían
la misma señal en el indicador de barras o “ladrillitos” del handy Yaesu FT23 de José.
La gran diferencia era el costo de ambas, además de la complejidad y cantidad de piezas
que tenía la Ringo que era totalmente de aluminio, mientras que la Slim Jim tenía un
simple caño de plástico de metro y medio de largo con 3 m totales de alambre o cable

77
1996 – Trasmisor viejo 101.5 izq. y el mío en Aceguá.

fijado a sus laterales: ¡un abismo de costo y sencillez..! Moraleja: no compres Ringos
y ármate una Slim Jim, ya sea en la banda de FM, la de VHF y aún en la de UHF, ya
que otras experiencias que hice en esa banda dieron excelentes resultados en una base
de UHF comercial.

En mayo tomo conocimiento que la estación de FM Integración de


Aceguá de 101,5 MHz había pasado a nuevas manos: un tal Tito Mariño era ahora el
responsable de la misma y con la novedad que iba a mudar la planta transmisora y los
estudios hasta otra propiedad justo en el límite de Aceguá con el Brasil. Tenía interés en
que la emisora fuese escuchada no sólo en Melo (distante 60 km) sino en Bagé, ciudad
de Río Grande do Sul (distante 70 km) … ambas en direcciones opuestas..! Era un
proyecto de cierta envergadura. Iba a comprar un transmisor italiano nuevo de 1 kW que
le costaba más de 15.000 dólares y se me prendió la lamparita!... le ofrecería mi
amplificador lunar con la válvula cerámica Eimac 3CX1500A7 en 7500, o sea a mitad
de precio. Al día siguiente me confirmó la compra de mi transmisor, así al menos podía
compensar todos los gastos que tuve con mi hobby de EME... !

78
1996 – Integración FM Aceguá.

Claro que tendría que reformar el circuito llevándolo 40 MHz más abajo y para
operación continua... pero de alguna manera lo iba a arreglar. Además tenía que
aprolijarlo un poco ya que los paneles que tenía eran de lámina de madera, cosa que no
era muy profesional que digamos... lo mismo que automatizar la ventilación retardando
la misma cuando se apagaba, y un circuito de sensado del flujo de aire para que en caso
de obturación de los filtros de polvo o quema del motor, apagara el transmisor. También
el retardo de encendido del filamento había que automatizarlo, instalar un protector de
ROE por fallas en la antena o cable de alimentación, etc. Así que tendría trabajo por un
tiempito diseñando temporizadores, protectores y todo lo demás. La primera dificultad
que tuve fue con el redimensionado de las líneas de placa, que originalmente eran flejes
de un cuarto de onda de bronce plateadas separadas por hoja de teflón de 0,15 mm de
espesor. El problema era que calentaban a la media hora de funcionar a pleno, o sea que
con más tiempo de trabajo iba todo a la quema por más teflón que hubiera. Claro que el
proyecto primario era para trabajo de aficionado intermitente... y la operación continua,
es una historia totalmente diferente..!

Al fin opté por un circuito exclusivo para FM que había sido publicado en los
propios Boletines Técnicos de Eimac y aconsejado para sus productos. Luego de la
compra de una gruesa faja de cobre de 6,3 mm de espesor y 4 cm de ancho y dura como
hierro, hice con la misma una “U” y otros ángulos (a pura morza y maceta de 2 kilos) a
fin de acomodarla en el alojamiento de placa del chassis y soportarla en el anillo de
placa y en otro pilar de barra de teflón. Un cortocircuito deslizable hecho con “finger
stock”, o sea como un peine de laminitas de bronce fosforoso y plateado que corría a
través de las dos patas de la “U”, realizaría un buen contacto para sintonizar la línea,
conectado a una barra aislante para operar desde el panel. En el final de la misma tenía
un capacitor fijo en serie soldado con el conector “N” de la antena.

79
1996 – Torre 72 m Aceguá.

Aparecieron luego bajo operación nuevos problemas de recalentamiento de la “U” y del


capacitor fijo de la antena. Era espantoso el calor... derretía las soldaduras..! Al fin puse
un capacitor variable de aire con aislación de porcelana que solucionó ese particular
problema. Pero la línea seguía calentando bastante, lo que a la larga iba a destemplar el
peine de bronce haciendo fallar el buen contacto. A pesar de eso leía en el Bird 1000
watts de salida. Tuve que hacer un dipolo exterior con caño de aluminio y separación de
80
los elementos con una barra de teflón, usando conectores “N” y 7 mt de cable Cellflex,
porque otra clase de componentes simplemente se derretía por la frecuencia y la
potencia. El rendimiento era de un 65 al 70% que para una etapa de RF clase B era
bastante aceptable. Logré colocar un par de turbinas de fuente de PC encima del tejido
blindaje tapa superior de la cavidad, para que mantuviera a raya el calor de la “U”. Ocho
horas de operación continua no produjeron problemas. El transformador casero de poder
estaba apenas caliente y se mantuvieron los consumos en los instrumentos de panel así
como la potencia de salida. El Heliax y el dipolo estaban tibios y aparentemente la línea
“U” pudo bancar el calor. Pero ese circuito original de Eimac que hice y puse en
práctica no me conformó en absoluto... y más bien fue un fracaso de diseño de los
“ingenieros” de Eimac..! Pero ya era tarde para experimentar esquemas nuevos.
¡Tendría que andar así o así!

Luego compramos con Inés en una tienda grande de 8 de Octubre y


Larravide un buen trozo de polyfom con el fin de envolver y proteger el rack del
transmisor para el envío. El transformador de poder y el banco de filtros y rectificador,
fueron desmontados del rack y envueltos por separado y también en polyfom. Una
mañana cargué todo en el auto y allá se fueron los bultos sin forma, pero seguros, del
transmisor y sus accesorios con destino a Aceguá, vía la empresa Tiempost de la calle
Rondeau. Además había construido 8 dipolos verticales con gamma, tres divisores de
potencia con caño cuadrado de aluminio y tubo central de bronce (similar al que había
usado en 144 MHz EME) con sus chicotes de Belden 9913 comprados a Amílcar
Cuenca y usando en total 42 conectores “N” (21 macho y 21 hembra). Ajusté los
gamma a 1:1 de ROE usado separadores de teflón y tubo de cobre de 3/16” para la
confección de los mismos. Tito ya tenía listo el nuevo “shack” para el transmisor y la
torre de 72 mt de alto armada por el “canario” Alexis Pérez torrero de la zona. Solo
faltaba fijar un día para ir a Aceguá y armar todo. Pregunté al mismo Amílcar si quería
acompañarme para hacer los trabajos y compartir ganancias y aceptó. A los pocos días,
a las 06.00 estábamos en Melo y desde allí Tito nos llevó hacia Aceguá en su coche. La
mañana en la frontera era espléndida, la edificación donde estaba la emisora y estudios
era una vieja y enorme casona del siglo pasado, mitad portuguesa mitad española.
Estaba ubicada a 20 metros de un camino de balastro que separaba Uruguay de Brasil.
Al frente y del lado brasileño estaba la casa de Tito Mariño. La torre de 72 metros lucía
impecable y contrastaba con el paisaje de fondo. El shack donde iría el equipo era una
caseta nueva de 3 por 3 m con techo de zinc, donde en su interior estaba el viejo
transmisor de la 101,5 MHz que yo había reparado antes. Tenía como antena los 4
dipolos circulares de la emisora anterior (situada a mitad de la ruta principal del
poblado) pero con un cable coaxil de pobre calidad, aunque con el “arnés” nuevo que le
había construido tiempo antes. A cada rato nos topábamos con los mojones limítrofes
entre Uruguay y Brasil. Todos los materiales habían llegado en condiciones.

Había que aprovechar a instalar los dipolos de la FM, los 80 metros del nuevo
cable de bajada Heliax de media pulgada, el pararrayo con el cable de tierra y las balizas
rojas con sus soportes en la punta y su cable respectivo antes de la llegada de los fríos
de junio. El rocío de la mañana complicaba la subida a la torre la cual estaba
prácticamente empapada, pero se vislumbraba un lindo y soleado día: había que esperar.
Mientras desatamos los bultos, banco de filtros y transformador, monté todo en el rack y
encendí el transmisor, pero sin darle excitación aún. El viejo transmisor estaba apagado
pero a las 08.00 estaría en el aire, faltando pocos minutos. Los estudios estaban en la
casona y al lado del shack. También aprovechamos para ponerle los conectores “N” al
Heliax y ordenar todo lo que iba a ser montado en la torre. Nunca había subido tan

81
1996 – Torre 72 m Aceguá.

alto... en realidad Amílcar sí ya tenía experiencia, pero de cualquier manera yo le iba a


ayudar allá arriba, lo que significaría un nuevo desafío que me presentaba el destino.
¡había que darle “pa’delante”!¡Recular era imposible! A medida que el sol se elevaba
más y más la torre se iba secando. Llegó el momento del ascenso. Amílcar llevaría la
punta de la larga cuerda de plástico azul con la roldana que yo había llevado (más de
100 metros) adicionada con otro pedazo de 60 que consiguíó Tito, a fin de subir todos
los elementos por la misma. Lo primero fue el pararrayos con su caño de 3 m y cable
forrado de 25 mm2… ¡bastante pesado el tirón de los 72 m! Luego las balizas con su
soporte y cable super-plástico de 2 mm2.

Por último subiría el Heliax (cuyo extremo quedaba a unos 10 metros


antes de la punta y parte central del sistema de antenas)… y el primer juego de 4
antenas, divisor y colillas de 9913. Todo esto lo subí con la cuerda para que Amílcar lo
fuera instalando. Ya era hora de ir colocando los dipolos de arriba, por lo cual subí para
ayudarlo (orientados al SE entre Melo y Bagé) fijación, separación de los mismos y
colocación de colillas y divisor y atando todo... y muy importante…
impermeabilización de todas las uniones con Fastix y cinta autovulcanizante. Siempre
había subido solo a las torres y al menos hasta 36 metros que era mi máximo hasta ese
momento, pero ahora con alguien más allá arriba era como que perdías el miedo... ¡y era
verdad! Hasta tuve la osadía de llevar una cámara de fotos (la Nikon de Inés) con la cual
saqué unas tomas hermosísimas. Al menos subí hasta 54 metros, teniendo ya un nuevo
récord en mi ascenso. Una vez colocados los cuatro primeros dipolos, su divisor y el
sumador o divisor de potencia central, bajamos a almorzar y descansar, pues ya eran las
2 y media de la tarde y lo principal estaba hecho. Tito mandó comprar del lado
brasileño, tres “baurú” al pan (similares a los “chivitos” de aquí... ¡pero enormes..!) no
sé si era por el hambre que teníamos… ¡pero estaban deliciosos! Acompañados por
Guaraná Brahma bien fría aquel almuerzo nos cayó re-bien. Luego Amílcar subió a la
torre de nuevo y le alcancé mediante la cuerda los otros 4 dipolos y su divisor restante,
subiendo luego a ayudarle. Luego y a medida que íbamos bajando, atábamos con

82
alambre forrado negro de 1 mm todo el cablerío que venía de arriba excepto el del
pararrayos que lo derivamos por otro costado de la torre, como saludable práctica
preventiva... cuanto más lejos los rayos… ¡mejor!

Una vez abajo y mientras Amílcar conectaba la tierra del pararrayos y la


fotocélula de las balizas, me dediqué a pasar el Heliax hacia adentro el shack,
doblándolo con curvas amplias y acomodándolo para su conexión al transmisor,
mediante la instalación en serie de mi vatímetro Bird 43 para ajustar y ver como iba a
andar la cosa. Desconectamos el viejo transmisor y usamos el excitador Lys brasileño
conectándolo al nuevo transmisor. Dí “placa” y excitación lentamente mirando el Bird
continuamente. Llegué al kW de salida con ROE cero. Cabe aclarar que las medidas de
ROE en VHF se deben realizar siempre a la salida del divisor principal o antena, arriba
la torre y no abajo contra el transmisor, pues el cable de bajada puede falsear lecturas.
Pero aún así al medir la ROE abajo sabía que todo iba a andar bien ya que cuidé todos
los detalles. El ajuste del transmisor se hizo sin problemas... ¡parecía que todo iba a
caminar bien...! Tito llamó a Melo por teléfono preguntando como llegaba la señal…
los reportajes no fueron muy buenos: en muchos sitios no se oía absolutamente nada.
Peor era en Bagé, pues estaba a mayor distancia. Empecé a preocuparme... ¡ pero sabía
que todo estaba bien hecho..!

A la nochecita salimos con Tito de regreso hacia Melo monitoreando la señal


por la ruta 8 y comentándome que en ciertos lugares bajos, con la estación y sistema de
antena viejos se oía, y ahora no. Bueno, el tema era para pensarlo. Aparentemente la
cota de la nueva torre no era tan alta como la anterior, en fin, en los próximos días iba a
pensar en todo y más tranquilo, a fin de buscarle alguna solución. De cualquier manera
Tito me hizo una entrega de dinero en su casa de Melo, y pagué a Amílcar su parte.
Fuimos a la Terminal muy preocupados durante el viaje por los malos resultados del
trabajo... ¡grande, lejos y complicado!

Acá en Montevideo siguiendo en mayo de este 1996, tuvimos que subir a la


torre de 48 metros de Olur con Amílcar donde puse un remoto nuevo, sacando el viejo
Heliax al cual había entrado agua y estaba con sus elementos oxidados y negros: un
estado así es denominado coaxil “contaminado”. Pasamos una linda tarde y todo fue un
éxito. Ya le estaba perdiendo totalmente el miedo a las torres: esos 48 metros... ¡fueron
como aquellos 12 de mi primera torre casera de la calle Valdense 3610..!

En el interin conozco al nuevo propietario de la nueva FM 90,5 MHz de la


localidad de Santa Rosa, Canelones, el abogado Castellanos. Se presentaba un lindo
negocio. Me pedía que le armara un transmisor stéreo de 100 w. de salida con la antena
incluida. En realidad él estaba obligado por las regularizaciones de la D.N.C. a través de
su Licencia, a irradiar 1 Kw P.E.R. (Potencia Efectiva Radiada) con una altura media de
antena de 24 metros, lo que significaba 100 watts del transmisor más 12 dB de ganancia
de antena, pero restando las pérdidas del cable de alimentación, que era un Heliax de
media pulgada de 30 metros de largo, que a esa frecuencia atenuaba aprox. 2 dB.
Quedaban entonces 10 dB de ganancia total, que significaba multiplicar la potencia del
transmisor por un factor de 10, llegando a los 1000 watts PER solicitados por el
Organismo. Armé un sintetizador como los que había hecho antes, e implementé un
generador stéreo con un circuito integrado especial de última generación, que obviaba
aquella enorme plaqueta española complicada, vetusta y de pobre desempeño en lo que
a stéreo se refiere. El amplificador estaba basado en un MRF317, que con 10 w. de
entrada entregaba 100 en operación continua y alimentado con 28 volts. Armé la

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1996 – Dipolos circulares para la 90.5 que no dieron resultado.

plaqueta en fibra de vidrio común de doble faz G10, fijándola a un buen disipador en el
cual iría atornillado el MRF317.

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El gabinete alojaría además la fuente de alimentación de 28 volts @ 10 A, una
turbina de 220, un amperímetro frontal para medir el consumo y fusibles, llaves,
conectores, etc. La caja la compré en Cerba (venían en varias medidas standard) ciegas
y pintadas de negro brillante, muy coquetas. La torre la iba a armar y montar un torrero
de la zona de Santa Rosa, y yo quedaba esperando la orden para ir a instalar mis cosas.
Mientras allá hacían este trabajo, tenía listo mis equipamientos, que fueron armados
mitad en mi casa de Ignacio Rivas y mitad en la de Inés en Gustavo Gallinal. Allí su
cocina se transformaba en taller, usando la mesa luego de las comidas. De paso quise
probar 4 dipolos circulares simples en FM para ver su desempeño, y tal vez armar los 8
para Santa Rosa. Doblé los caños de aluminio de media pulgada alrededor de la
circunferencia de un bidón mediano, puse un aislador de teflón en sus extremos,
alimenté con un gamma, ajusté uno por uno e hice la línea de enfase correspondiente.
Los instalé en la torrecita de I. Rivas con toda “la pega”, les puse 10 watts de RF y salí a
monitorear la señal por ahí en la radio del Escort: resultado… un desastre! Algo andaba
mal, pero no había ya tiempo de experimentar, por lo que finalmente terminé de armar
los 8 dipolos verticales simples. ¡Experiencia fallida! ¡Tiempo y material gastados al
cohete! Bueno, no tan así: por lo menos aprendí lo que NO se debe hacer y ahorrar otro
problema en el futuro...

Para el 22 de mayo de ese 1996, un colega no vidente que iba al Cram


llamado Ruben Martínez CX6CR, y a quien le había hecho unos trabajos en su
apartamento de Pozos del Rey casi Agraciada (frente a Manuel Guelfi) instalándole un
VHF base, me pone en contacto con su hermano Jorge propietario de la FM de Libertad
88.5 MHz para que le pusiera a punto algunas cosas en su emisora en aquella ciudad.
Jorge me llevó en su camioneta una mañana para Libertad. Tenía un equipo argentino
de 100 watts con una torre de 42 mt con 8 dipolos circulares, y el problema era que el
transmisor se iba “del aire” frecuentemente. Destapando y observando el amplificador,
veo que la tierra y el polvo campeaba por doquier. ¡Pero Jorge, esto está lleno de
tierra!... le dije. Luego de apagarlo lo llevamos afuera para tratar de limpiarlo a pincel,
pues los componentes ni se veían del polvo acumulado y sacarle lo más grueso. Pero
había 4 filtros que estaban muy tapados, por lo que los llevamos a una estación de
servicio a que los lavaran con la manguera a presión primero y una buena sopleteada de
aire comprimido después. Un posterior ajustecito luego de montarlo de nuevo en su rack
y quedó en funcionamiento normal. No se volvió a cortar. ¡Ahora Jorge había aprendido
la lección...! Me indicó otros trabajos para hacer en el futuro, pero nunca se concretaron.
¡Chau, Jorge, ojalá que periódicamente limpies la tierra de tu transmisor!

Antes de fin de mes estaba en Santa Rosa con Inés de compañía, a fin de
instalar la emisora. Habíamos ido en el Fiat Uno en un día hermoso y el viaje también.
Nos encontramos y conocimos a Gustavo López CX9DC, un radioaficionado que
operaba la repetidora del Cram y que estaba al frente del “departamento técnico” de la
emisora. Allá vimos que los dipolos estaban colocados y un buen pedazo de Heliax
había sobrado y estaba descansando en el techo de la casa. La torre era una risa: parecía
un “galope de gusano”, torcida y con los tramos deformados y mal encastrados, en fin,
algo hecho muy a “lo bandido”, a puro rostro y audacia de algún “canario” de la zona.
¡Fue emocionante instalar todo en la cocina de aquella vieja casona..! Al lado de la
misma cocina habían tabicado otra pieza a manera de “estudio”, con una consola, decks,
grabadores, una radio AM-FM para usarla como monitor “de aire”, una mesa vieja, en
fin, todo hecho con pocos medios y mucho de sacrificio e inventiva. Al dar “placa” y
cuando todo estuvo instalado, salió al aire en prueba la emisora: “sonaba” muy bien y
todo quedó en regla, y en el inolvidable viaje de regreso con Inés la monitoreamos hasta

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casi Instrucciones y Cuchilla Grande con señal “lluviosa” pero aceptable, a juzgar por la
distancia y el mediocre receptor que tenía el Escort. Así quedó instalada una nueva FM
casera.

Era obvio que Tito Mariño quería lo más pronto posible solucionar sus
problemas en la 101,5 de Aceguá. Finalmente quise ir solo a fin de comprobar si lo que
había instalado había quedado realmente bien. Pensaba llevar mi vatímetro Bird 43,
subir a la torre y medir ROE y potencia de dos o tres dipolos en su mismo punto de
alimentación. Así que una madrugada salí en un Núñez a las 0,30 de Plaza Libertad,
llegando a las 05,30 a Melo. Qince minutos más tarde Tito aparece con su auto y nos
dirigimos a Aceguá. El día se pintaba lindo. A las 08.00 hs el transmisor estaba en el
aire y una revisada a los instrumentos indicaba consumos y lecturas normales. Tito me
comentó de los frecuentes cortes de corriente de UTE, que por supuesto apagaban de
repente el transmisor anulando todo el sistema de enfriamiento temporizado, lo que
recalentaba la válvula acortándole su vida útil. Además había permanentes subidas y
bajadas de tensión de UTE que hacían inestable y defectuoso el funcionamiento. Hasta
se pensó en traer un cable bajo tierra de la zona brasileña, donde el suministro de
energía era perfecto y sin cortes. Pero eso era problema de Tito y de la zona: el mío era
dejar todo en condiciones y mejorar la cobertura.

A las 10.30 estaba a 54 m de altura desenroscando un conector “N” de uno


de los dipolos, e insertando el Bird en el mismo. El transmisor no había sido apagado,
pero no había problema ya que el momentáneo desequilibrio del conjunto por la quita
del conector de uno de los dipolos no iba a afectar nada. Con alegría leo en el Bird 120
w de potencia directa y cero reflejada… lecturas que me dejaban muy tranquilo y que
confirmaba que todo estaba perfecto: 1000 divido 8, daba 125, y tener 120 w en la
entrada de uno de los dipolos pautaba que todo estaba equilibrado y que llegaba toda la
potencia hasta arriba. El trabajo y los elementos estaban perfectos. Había que buscar el
problema por otro lado: cota de la nueva torre… o de última poner los 4 dipolos
circulares de la vieja 101.5, que por lo visto rendían mejor que estos verticales (
sumados a otros 4 también viejos y usados, que él iba a pedir a la emisora de FM de
Yaguarón) y que no estaban en uso. Así planteadas las cosas lo más lógico era colocar
esos 8 circulares viejos: Tito me los iba a mandar a fin de que los pusiera bien en
condiciones y ajustarlos “como cuchillo”. Así que una vez recibidos tales dipolos
circulares (pero de polarización combinada: vertical + horizontal = circular) de hierro
galvanizado muy pesados, los puse en condiciones y los ajusté 1:1 lo que no fue difícil.

No iba a ir a instalarlos yo sino el “canario” Alexis Pérez: tenía que sacar los
dipolos míos y poner estos en los mismos puntos. Los conectores eran todos “N” y no
habría problemas. Al poco tiempo todo había sido instalado y bien impermeabilizado,
cosa que recomendé como medida fundamental. Realmente los 8 circulares fueron muy
superiores en cobertura y rendimiento a mis verticales, lo que se tradujo en un
cubrimiento tal cual como lo deseaba Tito. ¡Qué suerte y qué rica experiencia! Por
supuesto que Tito me devolvió mis dipolos y descontamos su costo de la cuenta. Pero
eso no me importaba… lo fundamental era que la emisora quedó en condiciones, que
los dipolos de polarización circular son muy superiores a los de vertical en lo que a
cobertura se refiere. Ahora me da risa y asombro ver en los manuales de antenas
profesionales, las tablas de ganancia de uno y otro modelo, dando a los dipolos
verticales hasta 2 dB superiores comparados con los de polarización circular. No hay
nada más lógico en la vida que “ver los pingos en la pista” y las antenas “en las
torres”… y ahí sí ver el ganador, más que en los corrales y en los manuales. No

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obstante cabe aclarar que las antenas de polarización circular superan en muchos casos
(no en todos) a las verticales. Todo requiere prueba de cobertura.

Entrando ahora en junio de 1996, seguimos en las tareas varias del Cram y
atendiendo los clientes de la actividad comercial que siempre solicitaban servicios
varios. Raúl Vidal CX8AK el inolvidable “flaco” me trajo su lineal Heathkit HL 2200 a
fin de habilitarle la banda de 10 metros que originalmente viene anulada de origen. Le
hice un trabajo delicado destrabando la llave de bandas, y ubicando una derivación en la
bobina plateada de caño de 5/16” del tanque de placa. Ya había recibido de USA cuatro
TMOS MRF151G para Teledoce de Melo, por lo que combiné con los Lucas a fin de
viajar allá y dejar al pelo el transmisor de TV. También habían llegado 100 capacitores
chip de .1 a 100 v cerámicos para RF, preciosos y baratos. Una madrugada nos
tomamos un Núñez Danielito y yo rumbo a Melo. Allá compramos los consabidos
croissants fresquitos de la panadería “madrugadora” y a las 08.00 estábamos en el
Canal, abierto especialmente por Jorge Lucas y su “técnico” Britos. Entre Danielito y yo
repusimos los 4 TMOS nuevos, en los 2 “patines” amplificadores, con sus
correspondientes capacitores nuevos chip de .1 mmF de desacople y resistencias de 50
ohms 100 watts integradas en una cápsula TO220. Todo quedó de maravilla y el ajuste
fue una “mantequita”, que con todos aquellos elementos nuevos era un placer ver
funcionar el transmisor. Luego cobramos el trabajo con los materiales que incluimos y a
la tarde regresamos a Montevideo. Nunca más supimos del canal ni de los Lucas. ¡Andá
a saber en qué situación andarán ahora…! Pero la experiencia fue muy rica.

Estamos en julio de 1996 y Jesús Baquet de Combaq me pide armar unas


cavidades para Gabriel Zapico de Sistema de Comunicaciones, una empresa que vendía
servicio de repetidor para usuarios particulares, sito en la Av. 18 de Julio y Martín C.
Martínez. Gabriel era amigo de Jesús, importaba equipos Alinco de Japón y tenía su
oficina y radiobase en el último piso del edificio de la Prensa ahí en 18 de Julio.
Aprovechando unas cavidades que habían sobrado de las repetidoras que armé, usé unas
de diámetro más chico y ajustándolas en las cercanías de 138 MHz. La zona de 18 de
Julio era terrible por la gran cantidad de servicios de radio, TV y FM que operaban con
grandes potencias, saturando el espacio etéreo y produciendo infinidad de señales
espurias y modulaciones cruzadas que provocaban “desensing” o bloqueo del “front
end” o etapa amplificadora de RF de los receptores. El uso de cuatro cavidades redujo el
bloqueo y mejoró la sensibilidad y la cobertura de la repetidora. A mitad de mes fui con
Inés a Aceguá, pues Tito tenía problemas con su transmisor, pero más que nada con su
excitador. Además de viajar y que Inés conociera Aceguá, quería ver y examinar el
desempeño del transmisor “lunar” de FM. Parecía mentira o cuento, pero fue una época
que Melo y Aceguá, eran lugares que tenía que visitar a menudo en casi todos estos
últimos tiempos, y en ocasiones… ¡hasta un par de viajes dentro del mes...!

En esas fechas comenzaba con el armado de trasmisores de FM comunitaria de hasta


2 ó 3 w, que legalmente no estaban habilitados. Eran basados en OFV lo más estables
posible, cosa un poco difícil de lograr en frecuencias de VHF. La mayoría de la gente no
tenía medios para encarar equipos como aquel de la Emisora del Sauce de Juan Lacaze
(que además era una estación comercial habilitada)… el tema era muy diferente pues
solo se pretendía emitir música y disfrutar de auto-escucharse (y algunos audaces
comentaban temas políticos en plena dictadura..!). El alcance era de pocas cuadras y la
audiencia apenas unos pocos oyentes. Pero poco a poco fueron apareciendo interesados
en equipos más profesionales, así que encaré el armado de placas (con pertinax
fenólico) similares al equipo de Juan Lacaze, con potencias de 10 a 20w. Este modelo

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IM 20 era basado en una caja metálica ciega que compraba en Stratta y acondicionada
para el trasmisor.

1996 - Uno de los primeros trasmisores de FM comunitaria, aún en uso y habilitado por
URSEC en una estación comercial como equipo de emergencia. (Foto sacada por
Gustavo CX2AM en 2016)

1996 – Trasmisor sin la tapa. Sintetizador-modulador en la placa grande, pre de 3w


atrás, y etapa de salida a la izquierda.

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